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La regla de los signos de Descartes

En los últimos días se ha nombrado en los comentarios del post Una posible
demostración maravillosa del UTF un resultado conocido como regla de los signos
de Descartes, relacionado con el número de soluciones positivas de una ecuación
polinómica. Este artículo va a servir para presentar esta regla, dar alguna pincelada
de su historia y también para demostrarla.

Qué es la regla de los signos de Descartes


Supongamos que tenemos el polinomio . Si
igualamos a 0 obtenemos la siguiente ecuación polinómica:

Ordenemos los coeficientes según el grado del monomio al que multiplican,


colocando en primer lugar al que corresponde al de grado mayor. Obtendríamos la
siguiente lista:

Obviando el cero, tenemos que en esta lista se producen tres cambios de signo:
del 3al -5, del -5 al 1 y del 1 al -7. Llamando al número de cambios de signo en
la lista de coeficientes del polinomio , tendríamos entonces que en este
caso .

Por otra parte, si utilizamos un programa informático para calcular las raíces de dicha
ecuación (bueno, aproximaciones de las mismas), obtenemos que tiene una solución
real positiva y cuatro soluciones complejas (dos parejas compleja-conjugada).

Lo que hace la regla de los signos de Descartes es relacionar el número de


cambios de signo en la lista de coeficientes de una ecuación polinómica con
el número de raíces positivas de dicha ecuación. Por desgracia no da una
cantidad exacta de soluciones, sino que nos da una cota, aunque en muchas
ocasiones dicha cota puede propocionar información muy interesante sobre la
cantidad de raíces positivas de la ecuación. Vamos a enunciar esta regla:

Regla de los signos de Descartes

El número de raíces reales positivas de una ecuación polinómica con


coeficientes reales igualada a cero es, como mucho, igual al número de
cambios de signo que se produzcan entre sus coeficientes (obviamos los
ceros).

Es decir, que el número de cambios de signos que se produzcan entre los coeficientes
es una cota superior del número de raíces positivas de la ecuación. Por ejemplo, en el
caso anterior la ecuación tendría como mucho tres soluciones reales positivas, ya
que . Pero se puede decir un poco más. No solamente tenemos una cota
superior del número de raíces positivas de la ecuación, sino que sabemos que no
se pueden tomar todos los valores marcados por dicha cota. De hecho
sabemos que si la cota no se alcanza, entonces el número de raíces positivas
de la ecuación difiere de ella un múltiplo de dos. En el ejemplo anterior esto
significa que la ecuación puede tener tres raíces positivas o tener solamente una,
pero no podría ocurrir que tuviera dos o que no tuviera ninguna.

La regla de los signos de Descartes fue propuesta por el filósofo y matemático


francésRené Descartes en su obra La Géométrie, de 1637, aunque no la demostró.
Más adelante, en 1707, Isaac Newton reformuló dicha regla, aunque tampoco dio
una demostración de la misma (se piensa que consideró demasiado trivial dicha
demostración). La primera prueba conocida de este resultado se debe al matemático
francés Jean-Paul de Gua de Malves, en 1740. Tuvo que ser nuestro
admirado Gauss quien, en 1828, mostró que si no hay tantas soluciones como
cambios de signo, entonces el número de soluciones difiere del número de cambios
en un múltiplo de dos.

Demostración de la regla de los signos de Descartes


Vamos a terminar este artículo sobre la regla de los signos de Descartes dando una
demostración de la misma. Supongamos que tenemos un polinomio de
grado n cuyo coeficiente líder (el coeficiente correspondiente al monomio de mayor
grado) es 1 (no perdemos generalidad con esta suposición). Supondremos también
que el término independiente del polinomio no es cero (esto es, que ), ya
que si lo es podemos sacar factor común un término de la forma que después se
puede eliminar.

Vamos a probar esta regla por inducción en n:


 Para n=1, esto es, para polinomios de grado 1, el resultado es inmediato, ya que
si la ecuación es con (un cambio de signo) la única solución
es (una solución positiva). Si es con (ningún cambio de
signo) la única solución es (ninguna solución positiva).
 Supongamos entonces que es un polinomio de grado , con coeficiente
líder igual a 1 y con . Distinguimos dos casos:
1. Si , entonces el número de cambios de signo de la ecuación debe ser
impar, ya que comenzamos en un número positivo, el 1, que es el coeficiente
líder, y terminamos en un número negativo, . Veamos que el número de
raíces positivas de la ecuación también es impar:
Como el grado del polinomio es n, se tiene que el término es el que marca
la tendencia del polinomio para valores grandes de x. De hecho, para algún
valor grande y positivo de x, digamos , se tiene que es positivo, por
lo que aplicando el teorema de Bolzano a en el intervalo tenemos
que existe al menos una raíz de en el intervalo , esto
es, positiva.

Si llamamos k a esa raíz, se tiene que , con un


polinomio de grado y tal que es positivo (dado que k es
positivo y es negativo). Aplicando la hipótesis de inducción
a obtenemos que ese polinomio tiene un número par de raíces positivas,
por lo que tiene un número impar de soluciones positivas (todas las que
tiene junto con k).

2. Vamos con el caso . Si la ecuación no tiene soluciones positivas,


entonces la condición que queremos comprobar se cumple, ya que cero es un
número par. En el caso de que la ecuación tenga alguna solución positiva,
llamemos k a una de ellas. Como antes, tenemos que ,
siendo un polinomio de grado tal que es negativo (ya
que k es positivo y también). Podemos aplicar la hipótesis de inducción
a , lo que nos dice que ese polinomio tiene un número impar de raíces
positivas. En consecuencia, tiene un número par de raíces positivas
(todas las de junto con k).

Lo que nos dice todo esto es que el número de cambios de signo y el


número de raíces positivas de un polinomio tiene la misma paridad (o los
dos son pares o los dos son impares). Es decir, que esos dos números son
iguales o difieren en un múltiplo de dos.

Nos queda probar que hay más cambios de signo que raíces positivas, es decir,
que el número de cambios de signo es una cota superior del número de raíces
positivas. Lo vemos:

Si hubiera más raíces positivas que cambios de signo en los coeficientes


de , entonces debería haber al menos dos raíces positivas más que el
número de cambios de signo (por lo que hemos probado antes).
Manteniendo la notación anterior, tenemos que al menos debería
haber raíces positivas.

Por otra parte, se tiene que tiene al menos una raíz entre cada dos
raíces de (sabéis por qué, ¿verdad?). Por tanto habría al
menos raíces de .

Pero tiene como mucho tantos cambios de signo como , es


decir, cambios a lo sumo, y además su grado es . En estas
condiciones la hipótesis de inducción nos dice que dicho polinomio
cumple la regla de los signos, es decir, cumple que tiene más cambios
de signo que raíces positivas.

Llegamos entonces a una contradicción provocada por la suposición


inicial. Por tanto hay más cambios de signo que raíces positivas.

Como comentario final, es interesante resaltar que si tomamos el polinomio y


le aplicamos la regla de los signos de Descartes obtenemos una cota superior del
número de soluciones negativas de .
Un ejemplo de la utilidad de la regla de los signos de Descartes
El gran problema de esta regla es que no da una cantidad exacta de raíces positivas
del polinomio, sino una cota superior de las mismas. Por ello no podemos solamente
con esta regla cuántas raíces positivas tiene nuestra ecuación. Pero sí podemos
aprovechar algún conocimiento previo sobre las raíces positivas de la misma. Pongo
un ejemplo:

Supongamos que tenemos una ecuación polinómica con dos cambios de


signo entre sus coeficientes, y supongamos también que mediante otros
métodos hemos encontrado una solución positiva de la misma, digamos k.

Por la regla de los signos sabemos que la ecuación tendrá dos soluciones
positivas o no tendrá ninguna. Pero tenemos ya una, k, por lo que nuestra
ecuación tiene dos raíces positivas exactamente. Eso nos indica que si
necesitamos buscar otra raíz de la ecuación, podemos hacerlo entre los
números positivos, ya que seguro que hay otra más.

También se puede combinar el comentario final, que nos calcula una cota del número
de raíces negativas, con la propia regla, para así obtener más información sobre las
raíces reales de la ecuación.

Y para finalizar os dejo este mensaje del foro de Rincón Matemático donde hay un
par de documentos en pdf con información adicional acerca de la regla de los signos
de Descartes y otros resultados relacionados.

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