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rEVISIÓN

El cerebro materno y sus implicaciones en el desarrollo


humano
Elena Escolano-Pérez

Introducción. Una de las necesidades primarias del ser humano es establecer vínculos afectivos percibidos como incondi- Departamento de Psicología
y Sociología. Universidad de
cionales y duraderos. En los primeros momentos de vida, si el desarrollo tiene lugar de modo armónico, esta necesidad se Zaragoza. Zaragoza, España.
satisface a través del cuidado y atención recibidos de la madre. Diversos estudios han demostrado su importancia para el
desarrollo socioemocional del niño y de la especie en general. Correspondencia:
Dra. Elena Escolano Pérez.
Objetivo. Revisar algunos de los principales conocimientos aportados por distintas investigaciones actuales acerca de los Departamento de Psicología
y Sociología. Universidad de
cambios neurobiológicos que tienen lugar en la madre destinados a garantizar el desarrollo óptimo de la descendencia. Zaragoza. San Juan Bosco, 7.
Desarrollo. Datos de distinta naturaleza muestran que ya incluso en la gestación, el parto y durante las primeras interac- E-50009 Zaragoza.

ciones maternofiliales, se producen cambios estructurales, funcionales y neuroendocrinos en el cerebro materno que Fax:
predisponen a la madre hacia el cuidado y atención de su bebé, llegando a afectar al cerebro infantil y su desarrollo en los +34 976 762 071.

años infantiles y en los posteriores, siendo incluso transgeneracionales los efectos de estas primeras interacciones mater- E-mail:
nofiliales sobre el cerebro y desarrollo infantil. eescola@unizar.es

Conclusiones. A pesar de evidenciarse la plasticidad cerebral materna y la relevancia de sus implicaciones en los ámbitos Financiación:
sociales, educativos y de la salud, todavía queda mucho por conocer acerca de los procesos que participan en el cerebro Este trabajo forma parte de la
investigación subvencionada por la
materno y su influencia en el desarrollo del niño. Es necesario un trabajo interdisciplinar que permita dar respuesta a es- Secretaría de Estado de Investigación,
tos interrogantes y, consecuentemente, optimizar el desarrollo humano. Desarrollo e Innovación del
Ministerio de Economía y
Palabras clave. Cerebro materno. Desarrollo humano. Estímulos infantiles. Interacción maternoinfantil. Maternidad. Re- Competitividad (DEP2012-32124),
durante el trienio 2012-2015.
lación cerebro-conducta.
Aceptado tras revisión externa:
04.12.12.

Cómo citar este artículo:


Introducción nes conceptuales, potenciando líneas de investiga- Escolano-Pérez E. El cerebro materno
y sus implicaciones en el desarrollo
ción incorrectas [3,5] e incluso obstaculizando la humano. Rev Neurol 2013; 56:
A finales del siglo pasado, múltiples esfuerzos rea- investigación de nuevos tratamientos para deter- 101-8.
lizados desde diversas disciplinas interesadas en el minadas enfermedades mentales y trastornos neu- © 2013 Revista de Neurología
desarrollo (como la psicología del desarrollo, la rocomportamentales [6]. Así, la neurociencia del
psicopatología del desarrollo, la pediatría, la neu- desarrollo afectivo presenta una menor expansión
ropediatría, la neurobiología, la genética o la neuro- que la neurociencia del desarrollo cognitivo. Y ello
ciencia), convergieron originando el campo de la a pesar de que una de las grandes necesidades pri-
neurociencia del desarrollo [1,2], focalizada en el marias, no aprendidas, del ser humano es la nece-
estudio de las bases neuroanatómicas y funciona- sidad de establecer vínculos afectivos, percibidos
les del desarrollo humano. En ella son frecuentes como incondicionales y duraderos [7].
los trabajos que buscan conocer los sustratos ana- El ser humano nace inmaduro. Durante los pri-
tómicos y funcionales del desarrollo cognitivo, sien- meros años de vida su cerebro sufre numerosos e
do notablemente inferior el número de aquellos importantes cambios anatómicos y funcionales, fru-
que tratan de hacer lo propio en el desarrollo afec- to de la interacción entre su base genética y la expe-
tivo [3]. El motivo es que, durante años, las emo- riencia con su entorno físico y social [8-10]. Este
ciones han sido olvidadas en el campo de la cien- último, el contexto social, en los primeros días de
cia, considerándolas aspectos subjetivos que se es- vida se reduce casi con exclusividad al cuidador
capaban a su aprehensión y objetividad científica principal, generalmente la madre. Entre ellos, ma-
[4]. También el uso sobreextendido e incorrecto dre y niño, se va a establecer una relación crítica
que se ha hecho del término cognitivo, englobando para el desarrollo humano, pues afecta el desarrollo
diferentes tipos de funciones cerebrales bajo una afectivo, social y cognitivo del niño tanto en los pri-
única etiqueta, ha producido importantes confusio- meros años de vida como en los posteriores [11-13].

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La capacidad de la madre para percibir los estí- tica medial del hipotálamo promueve la motivación
mulos provenientes del niño y responder a ellos maternal, dado su papel en la discriminación olfa-
adecuadamente se ve facilitada inicialmente por toria para reconocer al bebé; la amígdala es clave
una serie de cambios cerebrales que la predisponen para el procesamiento emocional de señales senso-
hacia el cuidado y atención de su bebé, con los con- riales, como, por ejemplo, el llanto del bebé; el cór-
siguientes beneficios para el desarrollo integral del tex parietal interviene en el procesamiento de in-
niño y, por extensión, de la propia especie [14]. Es formación somatosensorial relacionada con el bebé,
más, algunos de estos cambios maternos pueden como sus caricias; la sustancia negra forma parte
llegar incluso a afectar el cerebro infantil, propor- del sistema de recompensa, que es activado por los
cionando, por tanto, las bases del desarrollo neuro- estímulos infantiles, reforzando respuestas positivas
biológico, socioafectivo y cognitivo infantil [15]. de la madre hacia estos; y el córtex prefrontal ejerce
En consecuencia, comprender los cambios cere- un papel integrador de las diferentes informaciones
brales que tienen lugar en la madre durante la re- relativas al bebé, monitorizando y regulando la con-
producción y maternidad tiene profundas implica- ducta maternal en función de estas [15,16].
ciones para llegar a entender el desarrollo infantil y, Los autores encuentran, asimismo, que el incre-
por extensión, el del ser humano, tanto típico como mento del volumen de la sustancia gris en las áreas
atípico. Sin embargo, todavía son escasos los traba- subcorticales mencionadas (el hipotálamo, la sus-
jos sobre ello, siendo mucho más numerosos los re- tancia negra y la amígdala) correlaciona positivamen-
lativos al cerebro materno en animales. te con la percepción positiva que tienen las madres
sobre sus bebés, operativizada a través del número
de adjetivos positivos (elegidos de una lista dada)
Objetivo con los que describen a su hijo. Así, la percepción
positiva de las madres acerca de su bebé en el pri-
Dado su papel crítico en el desarrollo humano, el mer mes de vida de este predice el incremento del
objetivo de este trabajo es revisar y recapitular al- volumen de la sustancia gris en dichas áreas en el
gunos de los principales conocimientos aportados tercer y cuarto mes de vida del bebé. Es decir, senti-
por distintas investigaciones actuales acerca de los mientos positivos hacia el bebé pueden facilitar un
cambios estructurales, funcionales y neuroendocri- incremento en el volumen de la sustancia gris.
nos que se producen en el cerebro materno destina- En resumen, estos resultados sugieren que, du-
dos a garantizar el desarrollo óptimo de la descen- rante los primeros meses de maternidad, en los hu-
dencia, y reflexionar y discutir sobre algunas de sus manos, las experiencias de la madre con el bebé se
implicaciones en el desarrollo humano actual. acompañan de cambios estructurales por remode-
lación celular en regiones cerebrales implicadas en
el procesamiento de información relacionada con el
Cambios cerebrales maternos niño, la motivación y la regulación de la conducta
maternal. Ahora bien, se desconoce el mecanismo
Cambios estructurales preciso en el que radican estos cambios, es decir, si
se debe a un mayor número de neuronas, una ma-
Datos obtenidos mediante imágenes de resonancia yor extensión dendrítica u otros mecanismos; así
magnética reflejan cambios estructurales significa- como si estos resultados obtenidos con madres sa-
tivos en el cerebro materno durante los primeros nas procedentes de contextos típicos serían los mis-
meses posteriores al parto, período en el que la re- mos en madres de riesgo.
lación maternofilial se desarrolla y profundiza. Las
imágenes muestran, entre la segunda y la cuarta se- Cambios funcionales
mana y el tercer y cuarto mes posparto, un aumen-
to del volumen de la sustancia gris en el córtex pre- La responsividad materna, así como sus correlatos
fontal superior, medial e inferior; en el lóbulo parie- neurofuncionales, han sido evaluados, principal-
tal superior e inferior, y en diversas áreas subcor­ mente, mediante la presentación a la madre de estí-
ticales, como el hipotálamo (concretamente en el mulos infantiles visuales (caras) y auditivos (llanto),
área preóptica medial), la sustancia negra y la amíg- siendo la técnica de imagen por resonancia magné-
dala [15]. tica funcional la más utilizada para capturar la acti-
Todas estas áreas participan, de una u otra for- vidad cerebral ante dichos estímulos.
ma, en las conductas que lleva a cabo la madre para El llanto infantil genera cierto grado de alerta en
el cuidado y supervivencia de su hijo: el área preóp- el cuidador y le informa sobre el estado en el que se

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encuentra el bebé. La capacidad de la madre para de los estímulos infantiles [17,25]. Aunque existen
reconocer el llanto de su hijo mejora desde el pri- áreas de procesamiento comunes para ambos tipos
mer día de dar a luz, acompañándose dicha mejora de caras (por ejemplo, las áreas visuales primarias y
de un cambio en la actividad del circuito tálamico- algunas secundarias, como la parte medial del giro
cingulado [17]. En las primeras semanas de vida del fusiforme derecho, denominada área fusiforme fa-
niño (segunda a cuarta semanas), cuando se pre- cial), el procesamiento de las caras infantiles se
sentan a las madres grabaciones correspondientes acompaña de un incremento de activación en un
al llanto de sus hijos frente a otro tipo de estímulos mayor número de áreas, destacando, especialmen-
auditivos, e incluso frente a llantos de otros niños te, el córtex prefrontal orbital [26]. En otros estu-
de la misma edad que su hijo, se detecta una mayor dios en los que se muestran a las madres únicamen-
actividad en diversas áreas de dicho circuito, entre te caras infantiles (caras de sus hijos, caras de niños
las que destaca la amígdala. Cuando semanas des- desconocidos y caras de niños familiares, como los
pués (12.ª-16.ª semanas de vida del bebé) se presen- hijos de amigos íntimos), esta mayor activación del
tan a las madres esas mismas grabaciones, las co- córtex orbitofrontal se presenta de forma más dife-
rrespondientes al llanto de sus hijos provocan nue- rencial ante los estímulos visuales de sus hijos. Esta
vamente una mayor activación en el eje, aunque los activación todavía es mayor cuando las caras de sus
patrones son distintos: menor activación en la hijos expresan alegría frente a tristeza [27]. En rela-
amígdala y mayor en el córtex prefrontal medial e ción con ello, otro tipo de estudios ha evidenciado
hipocampo. Estos cambios de actividad cerebral se la participación del córtex orbitofrontal en las redes
deben a que, en las primeras semanas de vida del implicadas en el procesamiento de estímulos de re-
bebé, la respuesta neural de la madre al llanto de su compensa y aprendizaje por recompensas [28,29].
hijo implica un ‘estado de alarma’ que actúa de ‘mo- Así, los estímulos infantiles conocidos o familiares
vilizador’ hacia su hijo, provocando cierto grado de y, más aún, relativos a expresiones de alegría y feli-
arousal e incluso de ansiedad, lo que hace que sea cidad actuarían como estímulos reforzadores, po-
la amígdala (estructura filogenética y ontogenética- tenciando las relaciones maternofiliales [27].
mente anterior y, por ello, partícipe en conductas
más primarias y menos dependientes del contexto, Cambios neuroendocrinos
como es la detección de estímulos emocionalmente
relevantes, en especial los de carácter negativo) la El embarazo y el parto se asocian con numerosos
que se active de modo sustancial [18-20]. Sin em- cambios endocrinos maternos. Dado que existe una
bargo, la activación cerebral que se produce poste- interacción compleja entre múltiples sistemas neu-
riormente (12.ª-16.ª semanas de vida del bebé) co- roendocrinos, es difícil llegar a determinar el papel
rresponde a un proceso de aprendizaje por parte de que ejerce cada uno de ellos. No obstante, se ha evi-
la madre para asociar y entender el llanto más como denciado que la hormona oxitocina forma parte de
una conducta de carácter social y afectiva que como la gran variedad de cambios cerebrales y comporta-
una alerta, por lo que son el hipocampo (estructura mentales relacionados con la maternidad y los cui-
tradicionalmente implicada en la memoria y el dados maternofiliales, de modo que se considera
aprendizaje [9,18,19,21,22]) y el córtex (estructura elemento esencial dentro de una larga cadena de
filogenética y ontogenéticamente más reciente y, cambios epigenéticos, con importantes efectos tan-
por tanto, con más tiempo para recibir influencias to a corto como a largo plazo para el desarrollo in-
del ambiente y especializarse en el procesamiento fantil [30].
de estímulos y conductas complejas socialmente) Diversas investigaciones [30-32] indican que as-
los que se activan especialmente, modulando, ade- pectos neuroendocrinos, especialmente aquellos que
más, esta activación la respuesta de la amígdala [17, tienen lugar al final del embarazo y en los que está
20,21,23]. Estos cambios cerebrales no aparecen en implicada la oxitocina, además de la dopamina,
madres que presentan dificultad para modular y sos- participan en los sistemas de recompensa y placer,
tener los cuidados hacia sus hijos, como por ejem- aumentando la motivación para actuar con el bebé
plo madres con depresión posparto o madres negli- y la responsividad materna. Sin embargo, diferencias
gentes [24]. en los patrones de liberación de la oxitocina pueden
Por su parte, diversos estudios realizados a ma- causar diferencias en el estilo maternal, la sensitivi-
dres responsivas mediante la presentación de estí- dad y las conductas de cuidado hacia el bebé [31].
mulos visuales (caras infantiles y adultas) han en- Los niveles de oxitocina materna aumentan con-
contrado resultados que apoyan, asimismo, la im- siderablemente durante el parto, contribuyendo a
plicación de áreas diferentes en el procesamiento ello el paso del bebé por el canal de parto que em-

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puja hacia el cerebro los tejidos del útero. Este au- tividad en el eje que los primeros. Otros estudios
mento de oxitocina produce una sensación de eufo- que provocan la privación maternal y sus cuidados
ria, sueño más ligero, aumento del umbral del dolor, mediante distintos protocolos (transportando ma-
incremento de la sensación de cariño hacia el bebé nualmente a las crías o mediante otros procedi-
y disminución de la sensación de estrés mediante la mientos que no implican contacto con ellas) en-
reducción, entre otros, de los valores de cortisol, cuentran resultados diferenciales en la activación
hormona relacionada por excelencia con el estrés de dicho eje, si bien variables como la edad y sexo
[32,33]. Las madres que han dado a luz mediante de las crías, duración de cada episodio de privación,
cesárea, y no parto vaginal, presentando así niveles distancia temporal entre éstos, duración total de la
menores de oxitocina endógena, se muestran me- privación, etc., parecen afectar, asimismo, a dichas
nos sensibles y responsivas a las demandas de sus diferencias [35,38]. En humanos, aspectos como la
bebés. Estas diferencias conductuales se acompa- edad de la madre y número de partos parecen in-
ñan de una activación cerebral diferencial [34]. fluir también en la activación diferencial de este eje
La sensación de bienestar de la madre tras el en sus hijos [31]. En suma, a pesar de que se desco-
parto vaginal coincide con una hipoactivación del noce el efecto que ejercen multitud de variables en
eje hipotálamo-pituitario-adrenal (HPA) en el bebé, el proceso, parece ser que la carencia de contacto fí-
concretamente entre el tercer y 12.º día de vida pos- sico temprano provoca cambios neurofisiológicos con
natal [30,35]. Este eje HPA es crucial para la valora- importantes efectos nocivos sobre el desarrollo.
ción de estímulos estresantes y su respuesta psico- Además de esta alterada activación del eje HPA
biológica, así como para la interpretación de claves ante estímulos estresores, se ha comprobado que
sociales y la regulación emocional [9]. La infancia una prolongada exposición en la infancia a hormo-
temprana constituye un período crítico para la nas relacionadas con el estrés, a consecuencia de
reactividad del eje HPA, que ésta fuertemente aso- una inadecuada sensitividad y responsividad de los
ciada a los cuidados maternos recibidos durante cuidadores, puede provocar otros cambios neuro­
esta etapa de la vida [36]. La exposición a cuidados endocrinos importantes, como son niveles anorma-
no responsivos, o responsivos en bajo nivel, se ha les de dopamina y oxitocina-vasopresina; así como
asociado con una alta respuesta al estrés en el eje graves alteraciones anatómicas y funcionales: me-
HPA en los bebés en torno a los tres meses de edad, nor volumen del córtex orbitofrontal y del cuerpo
mientras que una adecuada sensitividad y responsi- calloso, menor desarrollo de la amígdala y del hipo-
vidad de la madre hacia sus hijos se ha asociado con campo, inhibición de la neurogénesis y de la mieli-
hiporresponsividad de dicho eje. Así pues, cuidados nización, y menor activación del neocórtex izquier-
maternos adecuados disminuirían la valoración de do. Los efectos de estos cambios cerebrales produ-
estímulos como estresores y, por tanto, la respuesta cidos en la infancia alcanzan el desarrollo integral
de este eje en el bebé, pero el mecanismo subyacen- del individuo [9,39], pues perduran en la adultez,
te no es aún del todo conocido [31,37]. acompañándose de patrones afectivos, cognitivos y
Los resultados de diversos estudios con animales conductuales diferenciales, lo que indica que la ca-
han ido proponiendo distintas posibles explicacio- pacidad regulatoria del cuidador tiene un impacto a
nes. Se pensó que el amamantamiento tendría un largo plazo en la reactividad del sistema infantil que
papel esencial en la reducción de la activación del responde al estrés [39].
eje HPA. La leche materna transmitiría determi­
nados péptidos que inhibirían ciertas hormonas y
neurotransmisores implicados en la respuesta al es- Efectos transgeneracionales de las
trés, provocando así un descenso en la activación primeras interacciones maternoinfantiles
del eje HPA. Estudios posteriores llevados a cabo sobre el desarrollo cerebral infantil
con diferentes procedimientos parecen indicar que,
aunque el amamantamiento afecta a la actividad del Como se acaba de exponer, la llegada del bebé se
eje HPA, la clave no radica en los péptidos transmi- acompaña de diversos cambios en el cerebro de la
tidos en la leche materna sino en otras cuestiones, madre que la predisponen hacia el cuidado e inte-
como el contacto físico, si bien los resultados no son racción con su hijo. La relevancia y envergadura de
concluyentes [38]. Así, se ha observado que aunque las primeras experiencias maternoinfantiles es tal
los roedores separados de sus madres muestran una que su efecto llega incluso a constituir un efecto
alta reactividad en el eje HPA, aquellos otros que transgeneracional [40,41]: las primeras experiencias
aun siendo también separados de ellas reciben esti- de cuidado maternal que recibe el bebé producen
mulación física artificial, muestran una menor reac- efectos tan a largo plazo que afectan incluso a con-

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El cerebro materno y sus implicaciones en el desarrollo humano

ductas relacionadas con su futura paternidad, de complejas relaciones cerebro-conducta en numero-


modo que tener durante la infancia un clima emo- sos niveles de análisis. Así, tal y como se ha expues-
cional positivo y consistente con la madre aumenta to en este trabajo, la descomposición del cerebro
la probabilidad de ejercer conductas de cuidado materno en distintos niveles de análisis nos permite
sensibles y de calidad hacia los futuros hijos. una mayor comprensión del desarrollo afectivo hu-
Es más, incluso sólo la ‘percepción’ de haber re- mano. Sin embargo, no puede olvidarse que este
cibido un cuidado maternal adecuado en la infancia proceso de ‘descomposición’, para una mayor utili-
se asocia con cambios en determinadas estructuras dad, debe acompañarse de un trabajo interdiscipli-
cerebrales y un patrón de respuestas funcionales ca- nar de ‘reconstrucción’ de la cadena a partir de los
racterístico ante estímulos infantiles cuando dichos conocimientos y explicaciones encontradas en cada
individuos se convierten en madres [42]. Las muje- nivel de análisis. Así, por ejemplo, el uso de avanza-
res que informan haber recibido cuidados materna- das técnicas de neuroimagen que permiten análisis
les adecuados en su infancia muestran, tras el naci- pormenorizados es improbable que aportara infor-
miento de su bebé, un volumen mayor de la sustan- mación para comprender el desarrollo humano en
cia gris en algunas estructuras, especialmente del ausencia de teorías sobre este [47]. Si, cegados por
hemisferio derecho: giro frontal medio y superior, la gran tecnología, se persigue únicamente un aná-
giro orbital, giro temporal superior y giro fusiforme. lisis demasiado parsimonioso, olvidando que sus
También estas madres, al percibir llanto infantil, ex- resultados deben responder a la necesidad de una
hiben una mayor activación en el giro frontal me- mayor comprensión de los procesos que unen las
dio, giro temporal superior y giro fusiforme. En observaciones conductuales, evaluadas en su con-
cambio, las madres que informan haber recibido en texto, con los circuitos cerebrales en desarrollo, se
su infancia cuidados maternos inadecuados, tras el corre el riesgo de reducir el fenómeno psicológico a
nacimiento de su bebé muestran una actividad ele- la actividad neuronal [48,49]. Por ello, abogamos
vada en el córtex temporal, es decir, en un área de- por un trabajo interdisciplinar de ‘descomposición’
dicada al procesamiento de estímulos auditivos, pero y ‘reconstrucción’ del desarrollo humano.
no en áreas del denominado ‘cerebro social’ [43,44], Además, consideramos que un adecuado abor-
dedicado al procesamiento de estímulos sociales, tal daje de éste debe permitir llegar a conocer los me-
y como sucede en el primer tipo de madres. canismos particulares a través de los cuales las ex-
En resumen, los cuidados maternos recibidos en periencias agradables y desagradables pueden ejer-
la infancia se asocian con cambios estructurales y cer un importante y largo impacto sobre el funcio-
funcionales en las regiones cerebrales implicadas namiento afectivo individual, pues ello es elemento
en una respuesta adecuada a los estímulos infanti- esencial para la comprensión del desarrollo huma-
les cuando se es madre en la edad adulta [45,46]. Es no típico y atípico. Sin embargo, la mayor parte de
decir, regiones cerebrales que participan durante la trabajos acerca de las interacciones tempranas ma-
infancia en el procesamiento de los cuidados recibi- dre-hijo tratan de abordar los efectos adversos que
dos pueden estar implicadas en la habilidad mater- experiencias hostiles vividas en los primeros años
na posterior para percibir, comprender y dar res- de vida ejercen sobre el desarrollo, tanto a corto
puesta a las necesidades físicas y psicológicas del como a largo plazo, olvidando los efectos positivos
nuevo bebé nacido, afectando la salud biopsicológi- que pueden conllevar experiencias de otra natura-
ca de este. Se produce así un efecto transgeneracio- leza. Es evidente que conocer los factores y proce-
nal que evidencia la relevancia de las primeras inte- sos que actúan en determinadas situaciones de pri-
racciones madre-bebé ya no sólo para la supervi- vación e inconsistencia de cuidados maternos pue-
vencia del individuo, sino de la especie en su con- de contribuir al diseño de programas de interven-
junto [40,41]. ción más eficaces, pero conocer cómo potenciar los
efectos positivos de estímulos y situaciones adecua-
das, incluso cuando no existe una situación de ries-
Conclusiones go, también puede resultar útil [50]. Los estudios
con modelos animales pueden aportar grandes
La neurociencia del desarrollo afectivo constituye avances en este sentido, pero ello exige un cambio
una ciencia cuyo objetivo es conocer las relaciones en su proceder, pues nuevamente la situación se re-
cerebro-conducta implicadas en el desarrollo emo- pite. En la literatura científica son abundantes los
cional. El nacimiento de esta nueva disciplina cien- estudios con modelos animales acerca de los efec-
tífica ha sido posible gracias a los avances tecnoló- tos negativos de la privación de los cuidados mater-
gicos producidos, que permiten ‘descomponer’ las nos sobre el desarrollo de las crías, pero son muy

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escasos los que estudian la situación inversa, es de- mo momento del desarrollo [60]. Los resultados pro-
cir, el efecto optimizador que puede tener sobre un cedentes de trabajos dedicados a la evaluación de
desarrollo típico manipulaciones que potencien o programas son de especial relevancia, pues permi-
enriquezcan dichos cuidados [51]. Es necesaria una ten diseñar programas eficaces optimizando los re-
mayor investigación al respecto, máxime cuando cursos humanos, técnicos, económicos y de todo
los escasos resultados existentes sobre el tema son tipo que, además, habitualmente son escasos. No
alentadores al evidenciar, por ejemplo, un mayor obstante, es importante resaltar que esta escasez de
nivel de competencias emocionales y sociales en recursos no puede servirnos como excusa para la
crías que son cuidadas conjuntamente por varias no actuación, pues existen resultados empíricos acer-
madres responsivas, frente a las que reciben cuida- ca de la efectividad de programas llevados a cabo
dos únicamente de su madre biológica [52]. En este bajo tales circunstancias [61]. Así, una intervención
sentido, investigaciones similares que manipularan eficaz puede ser posible incluso en contextos con
variables como la edad de las crías, tiempo de cui- ciertos recursos constreñidos, lo que, de acuerdo
dado conjunto ofrecido por los adultos, distribu- con la situación económica que estamos viviendo,
ción de este, presencia o no de otras crías, edades deja vislumbrar un rayo de luz esperanzador.
de estas, etc., podrían ofrecer resultados que con- Por otra parte, el estudio neurocientífico del ‘ce-
tribuyeran a la solución de ciertas cuestiones que rebro paterno’ y sus implicaciones en el desarrollo
preocupan actualmente en nuestra sociedad. Indu- infantil se encuentra todavía en su fase inicial, aun-
dablemente, la distancia que separa estos posibles que comienza a despertar cierto interés [62]. Es de
estudios con animales de su aplicación a la vida hu- esperar que conforme la práctica del cuidado pa-
mana es grande, pero se trata sólo de algunos ejem- rental sea más extendida, favorecida por las nuevas
plos de las importantes contribuciones que la neu- características y leyes de la sociedad actual, tam-
rociencia del desarrollo puede llegar a hacer al ám- bién lo será su estudio, pues las situaciones y pre-
bito educativo y social. Dado que la situación y guntas a las que deberá encontrarse respuesta se-
agentes escolares constituyen, y construyen, parte rán, asimismo, más variadas y numerosas.
del contexto social temprano y la calidad de este es En definitiva, apoyamos un trabajo interdiscipli-
esencial, pues puede producir incluso cambios neu- nar que posibilite una mayor comprensión acerca
robiológicos en cascada con importantes implica- de la neuroplasticidad cerebral que acompaña la re-
ciones conductuales [53], es evidente la necesidad producción y maternidad-paternidad humana, los
de un trabajo interdisciplinar entre los profesiona- cambios psicológicos y sociales asociados, la direc-
les de la neurociencia, la educación y las políticas ción causal de dichos cambios y sus implicaciones
sociales si lo que se pretende es la optimización del en el desarrollo humano. Todo ello debería revertir
desarrollo infantil [54-56] y, por extensión, del ser en políticas de sensibilización acerca de su relevan-
humano. cia y programas de prevención e intervención lo
La evidencia empírica apoya el proceso de epigé- más tempranas posibles, ofreciendo ayuda biopsi-
nesis probabilística del desarrollo humano, quedan- cosocial en un contexto interdisciplinar y sistémico
do atrás el predeterminismo genético propio de que abarque no sólo a la madre y al niño, ni tampo-
otra época y siendo ya indiscutible la intervención co únicamente a la madre, al padre y al niño, sino a
de los factores contextuales en la construcción del todos sus contextos más próximos, desde antes del
desarrollo [53,57,58]. De hecho, trabajos genéticos embarazo y tras el nacimiento.
centrados en las relaciones entre calidad de los cui-
dados parentales y apego infantil de tipo seguro han
encontrado que la mayor asociación entre ambas Bibliografía
variables no se explica por aspectos genéticos, sino 1. Baars BJ, Gage NM, eds. Cognition, brain and consciousness:
por el ambiente, tanto compartido como no com- an introduction to cognitive neuroscience. Amsterdam:
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no todas ejercen el mismo peso en el desarrollo, son affective origins from across-species neuroscience. Motiv
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Maternal brain and its implications for the human development

Introduction. One of the primary needs of human beings is setting emotional bonds perceived as unconditional and ever­
lasting. In the first moment of life, if development is harmonious, this need is satisfied by the care and attention received
from the mother. Several studies have demonstrated how importance it is for the emotional development of the child and
of the species in general.
Aim. To review the main knowledge provided by several current researches on neurobiological changes that occurs in the
mother to ensure the optimal development of the offspring.
Development. Data from different sources show that even during pregnancy, childbirth and the very first mother-child
interactions, structural, functional and neuroendocrine changes are noticed at the maternal brain which predispose
the mother for her baby’s care and attention. These maternal brain changes affect the infant brain, and therefore, the
development as much in the childhood years as later. Furthermore, the effects of these early mother-child interactions on
brain and child development are even transgenerational.
Conclusions. Despite these important results which show maternal brain plasticity and the relevance of their social,
educational and health implications, there is still a long way to go in order to understand the processes in the maternal brain
and its influence on the child development. Interdisciplinary labor is required to answer these questions and consequently,
to improve human development.
Key words. Baby stimuli. Brain-behavior relationship. Human development. Maternal brain. Motherhood. Mother-infant
interaction.

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