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Etología y comportamiento del equino

Por naturaleza son animales sociales organizados en manadas. Tienen un


carácter tímido, perezoso, generoso y agradecido, y se cree, que hay en
ellos cierto espíritu de orgullo. No se los considera animales agresivos por
naturaleza, aunque siempre pueden existir excepciones.

Comportamiento

Es tranquilo ya que son amantes de la vida sin contratiempos, e incluso en


estado doméstico conserva toda su naturaleza innata y el sentido de
libertad que está profundamente enraizada en su carácter, al no ser, que
su comportamiento se vea alterado por vicios o por su propio carácter.

Frente al peligro el caballo actúa su instinto de supervivencia. Los medios o


métodos de defensa que utiliza, generalmente son los mordiscos, las coces
o la huida. Pero este último es el principal como medio de conservación de
la especie. Es desarrollada gracias a sus sentidos muy desarrollados que le
obligan a alejarse velozmente ante la amenaza de un ataque, ya que
prefieren huir a combatir

Está demostrado que el caballo es una de las criaturas menos agresivas del
mundo animal, su defensa es la huida. Los casos en los que nos
encontramos con animales peligrosos se deben a que han sido tratados
con brutalidad y no pudiendo huir del castigo han aprendido a
defenderse.

Sentidos
Oído
Las orejas del caballo son instrumentos finamente templados diseñados a
convertir los sonidos del ambiente en potenciales de acción traducidos por
el nervio auditivo. Este nervio está localizado en la base del cráneo, manda
la información al cerebro para ser traducido e interpretado. Para colectar
los sonidos del medio ambiente, el caballo utiliza su “pinna”, que es un
cartílago del meato acústico externo y corresponde a la parte puntiaguda
de la oreja. La “pinna” puede rotar para capturar sonidos de todas
direcciones. Esta habilidad es debida a que los caballos tienen 16 musculos
auriculares que controlan su pinna. Los humanos, en contraste, sólo tienen
tres de tales músculos. Después de que el sonido es atrapado por la pinna
en el oído externo lo conduce por el canal auditivo al oído medio donde se
expresa la audición (mediante la ventana coclear y la membrana
timpánica). Las vibraciones son mandadas entonces a los osiculos, una
serie de tres huesos pequeños llamados: martillo, yunke y estribo. La
estructura básica del oido es la coclea, magnifico transductor, absorbe el
choque de ondas hidráulicas causadas por las vibraciones del estribo y
envía los estimulos eléctricos al nervio auditivo. Este nervio envía los impulsos
al cerebro las orejas del caballo no sólo detectan el peligro, sino que
indican su temperamento y conducta. En la rutina diaria del manejo con
nuestros caballos raramente nos detenemos a revisar problemas con las
orejas de nuestros caballos. La oreja del caballo, ahora bien, es una
herramienta de comunicación indispensable. El sentido tan agudo del
caballo le permite detectar el peligro, comunicarse con otros caballos y es
la manifestación de su expresión vocal. La dirección de las orejas imparte
un mundo de información. Si miramos cuidadosamente, las orejas revelan
el temperamento del animal y nos permiten conocer hacia donde está
enfocada su atención.

Los ojos
Los ojos del caballo están ubicados a ambos lados de su cabeza. Esto les
da una gran ventaja como animales de presa, ya que les brinda una
amplia visión circular, lo que les permite detectar animales al acecho que
se acerquen desde atrás. Esta visión panóramica es “monocular”, lo cual
les permite visualizar su entorno de ambos lados, con cualquiera de sus
ojos. Su visión “binocular” (con ambos ojos) está dirigida a lo largo de su
nariz hacia abajo, y no recto hacia delante, lo cual significa que el caballo
tiene un área ciega delante de su frente. Cuando un caballo está
pastando, su visión está dirigida hacia el terreno frente a él y, si está
relajado, funciona su visión monocular. Si el caballo nota algo que requiera
ser investigado, levantará su cabeza para utilizar su visión binocular. Si el
objeto localizado está sobre un costado, girará y levantará la cabeza, e
inclusive todo su cuerpo para mirar.

Boca
Lo primero de lo que nos daremos cuenta al analizar la boca de un
caballo, es que se trata de un animal vegetariano; efectivamente, la hilera
de incisivos de los que dispone delante están especialmente preparados
para arrancar hierba.
Tras estos incisivos, encontramos los colmillos, que suelen estar presentes
únicamente en los machos y que no saldrán hasta que el animal tenga
una edad de entre 4 y 5 años. Estos colmillos tienen mucho espacio entre
sí, no se tocan y por ello apenas cambiarán de aspecto a lo largo de toda
la vida del animal. El espacio que existe entre los dientes, donde reposa el
filete, se conoce como las barras.
Después, al fondo de la boca, se encuentran seis muelas a cada lado,
arriba y abajo los molares. De ellas el caballo se sirve para triturar el
alimento, un trabajo que provoca su desgaste si bien la parte que
sobresale de la encía se mantendrá prácticamente igual, puesto que la
muela sigue creciendo. En ocasiones el desgaste es desigual, lo que
provoca la aparición de puntas cortantes que deberemos raspar para no
provocar daños.
Además de los dientes, en la boca encontramos la lengua, cuya principal
misión no es otra que la de actuar como “cinta transportadora”, para
arrastrar el alimento hasta las muelas y de allí, una vez triturado, hasta la
garganta. La lengua dispone además de glándulas salivares que
desprenden un líquido con encimas que ayuda a descomponer el
alimento, de manera que se da comienzo al proceso digestivo.
Pero la lengua no tiene únicamente esta labor, el caballo también la utiliza
como forma de estrechar lazos, tal y como podemos ver cuando la yegua
lame a su potro, incitándole para que se ponga de pie.

Olfato
Es sumamente fuerte y muy importante en los caballos los ayuda a
reconocer el ambiente a localizas agua, comida y a detectar la presencia
de depredadores también juega un papel importante en su socialización y
en su apareamiento cuando dos caballos se encuentran, lo primero que
hacen es acercar sus narices y olerse así también se relacionan con los
humanos por eso es bien importante que usted se deje oler de un potrillo
cuando comienza a domesticarlo luego, él siempre lo reconocerá por su
olor las yeguas siempre reconocen a sus potrillos por su olor, y utilizan su
olfato para buscar a su potrillo cuando este se pierde en una manada, o
en un potrero.

Los caballos tienen un órgano nasal conectado al sistema límbico cerebral


conocido como el "órgano vomeronasal", o el órgano de Jacobson este
órgano está compuesto de múltiples terminales nerviosos que detectan
niveles de feromonas, o químicos sexuales...cuando el caballo detecta
olores de yeguas cercanas, abre sus labios y alza su cabeza forzando el
paso de aire hacia su órgano vomeronasal eso le produce una estimulación
límbico-cerebral, activando sus estímulos sexuales, levantando su cola y
trotando de forma altanera; es un comportamiento que observamos
frecuentemente cuando soltamos un caballo en un potrero...
El olfato y la nariz deben utilizarse a nuestra conveniencia cuando
intentamos ganarnos la confianza de un potrillo es importante dejar que nos
huela y que perciba nuestro aliento nunca debemos utilizar perfumes, ni
desodorantes fuertes cuando nos acercamos a nuestros caballos.

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