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Politicas Demograficas
Politicas Demograficas
Al igual que China, el aborto es permitido en India -desde 1971- con el fin de
reducir el número de población supera los mil millones de habitantes. El
procedimiento puede ser efectuado antes de la vigésima semana de embarazo y
en caso que la salud de la mujer corra riesgo después de las veinte semanas, se
puede apelar al juzgado para que determine si se efectúa o no el aborto.
A diferencia de China la India ya no quiere impedir por medio del uso de la fuerza
el crecimiento demográfico. En lugar de ello el gobierno central ha puesto en
marcha por medio del ministerio de Salud una amplia campaña de
convencimiento.
La población teme continuamente que los gobiernos decidan por ellos, en base a
puras reflexiones económicas, cuántos niños deben tener. Eso se paga. Allí donde
el estado piensa de manera económica, olvida rápidamente sus verdaderas
tareas.
“Hay una diferencia obvia entre la India y China, y es que este último país tiene
una política restrictiva con respecto al nacimiento de hijos. En cambio la India, no
posee ninguna política del crecimiento poblacional, pese a que la cantidad de
habitantes ha aumentando considerablemente los últimos años”, así lo explica
Martín Pérez Le-Fort, D director del Centro Asia Pacífico del Instituto de Estudios
Internacionales de la Universidad de Chile.
India se erige como la segunda nación más poblada del planetaUno de los motivos
de la alta cantidad de jóvenes proviene de los musulmanes que viven en India,
quienes no aceptan ningún tipo de control de natalidad. Los musulmanes
representan el sector pobre de la sociedad y son muy apegados a sus
costumbres. Una de ella es tener todos los hijos que ‘Dios les da’..
Según señala la Oficina del Censo en Nueva Delhi el país para el año 2035 se
convertiría en la nación más populosa del mundo alcanzando la desorbitante cifra
de 1.460 millones de habitantes.
Al igual que en China, muchas familias prefieren tener varones, puesto que
pueden contribuir económicamente al mantenimiento del hogar, mientras que las
mujeres han de pagar dote para casarse y, por tanto, resultan una carga
económica para la familia.
Lo anterior repercute en que el censo del año 2001 muestra una disminución
importante en el porcentaje de la población femenina.