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(1768/06/18 - 1851/09/07)
Desde la cárcel, solicitó ser apartado del ejército; salió libre a mediados de
abril y retornó a Chile a bordo de la nave británica Estandarte. Llegó a
Valparaíso el 25 de julio de 1811, y el 4 de septiembre de ese mismo año
tomó parte en el complot que llevó a la familia Larraín al gobierno.
Posteriormente volvió a sublevarse, lo que le llevó a formar parte, como
representante de la provincia de Santiago, de la nueva Junta de Gobierno.
La disolución del Congreso el 2 de diciembre de 1811 lo enemistó con el
representante de Concepción, Juan Martínez de Rozas. Este enfrentamiento
estuvo a punto de desencadenar una guerra civil. La mediación de Bernardo
O'Higgins evitó el conflicto y José Miguel Carrera fue nombrado Presidente
de Gobierno.
El fracaso del sitio de esta ciudad, emprendido en los meses del invierno y
sin los elementos adecuados, y la sorpresa de El Roble, que puso en primer
plano Bernardo O'Higgins, movió a la Junta de Gobierno a sustituirlo del
comando del ejército; fue sucedido en enero de 1814 por O'Higgins. Una vez
entregado el mando en Concepción, al dirigirse a Santiago fue hecho
prisionero por los españoles, pero logró fugarse.
Con motivo de lo acontecido en Rancagua, Carrera tuvo que salir del país y
refugiarse en Mendoza (Argentina) con lo que quedaba de su ejército. Allí
entró en conflicto con el gobernador, por lo que fue hecho prisionero y
enviado a Buenos Aires. Desde allí viajó a EE.UU. en busca de ayuda para
reconquistar Chile. En Estados Unidos se entrevistó con el presidente James
Madison y otras muchas personalidades influyentes. Logró organizar una
escuadrilla de cuatro buques, en los que transportó una considerable
cantidad de armas, municiones y pertrechos, además de una serie de
oficiales voluntarios.
Desde San Luis inició una nueva campaña para unirse al general Francisco
Ramírez, que lo llamó a emprender una acción contra Buenos Aires. La
campaña con Ramírez fracasó por la obstinada resistencia que opuso
Córdoba; los caudillos se separaron después de Cruz Alta, en la que no
pudieron tomar el campo atrincherado de Bustos. Carrera se retiró hacia el
oeste y regresó a San Luis después de derrotar a las fuerzas de Mendoza,
mandadas por el coronel Bruno Morón, en el sangriento combate de Río
Cuarto.
Morón murió en el campo de batalla y la alarma llegó hasta el solio del
Director Supremo de Chile, Bernardo O'Higgins, quien, temeroso del peligro
que para su gobierno suponía Carrera, envió medios para reforzar a sus
opositores. El 21 de agosto de 1821 José Miguel Carrera fue derrotado en El
Médano y tuvo que retirarse a Jocolí, donde fue traicionado por el
comandante Manuel Arias y apresado. En Mendoza fue procesado por un
tribunal militar y condenado a muerte. El 4 de septiembre de 1821 fue
fusilado en Mendoza.
02 SEPTIEMBRE 2010
Gobernó Chile como Director Supremo hasta 1823. En este periodo ayudó a
don José de San Martín en la organización de la expedición libertadora del Perú.
En enero de 1823, se sublevó Ramón Freyre, y O'Higgins renunció para evitar
una guerra civil. Se exilió en Lima y se dedicó a la agricultura en Cañete, hasta
que falleció el 24 de octubre de 1842.
Javiera Carrera
Tras la batalla de Rancagua de 1814, que puso fin a la llamada Patria Vieja
chilena, Javiera y sus hermanos tuvieron que exiliarse a Argentina. Allí, la familia
Carrera vivió durante años en la miseria, carentes por completo de recursos
económicos. Luis y Juan José Carrera fueron detenidos en 1817 y ejecutados el
8 de abril del año siguiente. Javiera estuvo al borde de la locura.
Javiera Carrera no pudo regresar a Chile hasta 1824, año en que se embarcó en
Montevideo rumbo a Valparaíso, donde fue recibida con simpatía por el pueblo.
Javiera se retiró entonces a sus posesiones de San Francisco del Monte, donde
permaneció durante cuarenta años completamente alejada de la vida pública. El
15 de julio de 1828, los restos mortales de sus tres hermanos fueron trasladados
desde Mendoza a Chile, donde fueron recibidos con gran pompa por el gobierno
del general Pinto, gran amigo de Javiera. Falleció a los 81 años de edad, el 28
de agosto de 1862; fue reconocida entonces como uno de los pilares del
movimiento independentista chileno.
05 JULIO 2009
RESUMEN DE LA VIDA DE DON JOSÉ DE SAN MARTÍN
Don José de San Martín Matorras nació en Yapeyú, al norte del Virreinato del Río
de la Plata, el 25 de febrero de 1778. Sus padres fueron los españoles don Juan
de San Martín y doña Gregoria Matorras.
Cuando tenía 7 años fue llevado a Buenos Aires, y dos años después a España.
Desde muy joven siguió estudios militares, llegando a combatir en guerra
contra moros, franceses y portugueses.
Manuel Rodríguez
Los líderes revolucionarios decidieron enviarlo de nuevo a Chile para que, desde
la clandestinidad, informase de la situación allí. A su llegada se dedicó a
reorganizar y coordinar los diferentes grupos revolucionarios, con el fin de
preparar la sublevación que se debía producir cuando el ejército de San Martín
cruzase los Andes. Poco a poco fue creando una sólida estructura rebelde por
todo el país.
El gobernador decretó penas durísimas para todo aquel que le prestase ayuda y
ofreció una cuantiosa recompensa por su captura, ya fuese vivo o muerto. Poco
a poco fue logrando sus objetivos y la mayoría de las tropas españolas se
destinaron a combatirle, lo cual debilitó las defensas de la frontera y permitió el
paso de las tropas libertadoras de San Martín. El mismo día que éstas obtuvieron
la victoria de Chacabuco, el 12 de febrero de 1817, Rodríguez Erdoiza conquistó
la ciudad de San Fernando, tras lo que se autoproclamó jefe superior de la
provincia de Colchagua.
El ejército chileno fue derrotado en Cancharrayada, lo que hizo que los españoles
recuperaran la soberanía sobre Chile. Rodríguez Erdoiza, en vez de huir hacia
Argentina, como hicieron la mayoría de los generales independentistas,
permaneció en su país y trató de reorganizar los restos de las tropas derrotadas.
El 25 de mayo de 1818 fue sacado del cuartel de San Pablo, de donde estaba
preso, para conducirlo a Valparaíso por la cuesta de la Dormida, custodiado por
una compañía del batallón Cazadores de los Andes, al mando del teniente
coronel argentino Rudecindo Alvarado, con la orden de asesinarlo. Cerca de Tiltil,
un disparo por la espalda lo hirió de muerte y fue ultimado a golpes de sable.
Se informó que había sido abatido al intentar fugarse. El cadáver fue
abandonado pero el 28 de mayo Tomás Valle, subdelegado de Tiltil, le dio
sepultura en el mismo altar de la capilla del pueblo, y en 1895 fue trasladado al
cementerio de Santiago. Al asesino se le siguió un simulacro de juicio y fue
enviado a Argentina.