Test psicolaborales en entrevistas de

trabajo: a qué te enfrentarás

Al nerviosismo que genera naturalmente acudir a una entrevista laboral, muchas veces se suma la presión de tener
que enfrentarse a los temidos test psicolaborales

Controversiales y temidos, los test psicolaborales siguen siendo parte central de los procesos de selección de
varias empresas. A través de ellos, los reclutadores buscan evaluar aspectos de personalidad de los
candidatos para ver si se adecuan al perfil buscado para llenar la vacante.

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Si eres convocado a esta instancia, lo fundamental es que no te pongas nervioso. Y para ayudarte a lograrlo, te
contamos cuáles son los test psicológicos más comunes en el ámbito del trabajo.

Persona bajo la lluvia o Árbol

Ambos tests tienen como premisa principal el dibujo, pero no te preocupes: tus habilidades como dibujante no
serán evaluadas. En el primer caso, te pedirán dibujar una persona bajo la lluvia. Lo recomendable es que
dibujes a la persona en el centro de la hoja, con un paraguas y una línea al suelo, es decir, que no quede en el
aire. ¡Y no te olvides de la lluvia!

En el caso del árbol, lo que representa es la noción que tienes de tu propio cuerpo. Por eso es fundamental que
dibujes un tronco fuerte y grueso, así como una buena copa, hojas y tallos. También tiene que estar plantado
en un piso, pero evita dibujar las raíces bajo tierra.

Test de Rorschach o test de las manchas

El nombre formal de ese famoso test de "interpreta la mancha" que vemos en las películas, es test de
Rorschach, en honor al psicólogo que lo creó. Te mostrarán aproximadamente 10 láminas en blanco y negro,
aunque algunas de las últimas pueden tener colores. En general verás figuras humanas o animales, y éstas son
las respuestas que debes dar, dejando de lado cualquier delirio imaginativo.

Test de Lusher o de los colores

Si bien ha perdido popularidad entre los psicólogos en los últimos años, aún sigue siendo utilizado en
ocasiones. Su cometido es evaluar tu personalidad a través de la asociación de colores. El proceso es sencillo:
te harán una pregunta y deberás elegir el color que asocias a su respuesta. ¿La clave para superarlo con éxito?
Enfocarse en los colores primarios (rojo, amarillo y azul) y dejar los tonos más oscuros para el final, dado que
se relacionan con el lado más tormentoso de nuestra personalidad.