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ESPECIALISTA EN PSICOLOGIA CLINICA EN INSTITUCIONES

SANITARIAS DE LA CONSELLERIA DE SANIDAD UNIVERSAL

TEMA 7

Valoración   en   el   ámbito   forense   de   los   factores   psicológicos   relacionados  


con   la   salud,   de   las   alteraciones   psicopatológicas   y   de   los   trastornos  
mentales  y  de  sus  implicaciones  civiles,  laborales  y  penales.  
 
Valoración  de  daños  y  secuelas.  
 
Evaluación  de  incapacidad.  
 
Peritación  forense.  
 
El  informe  Forense  en  Psicología  Clínica  
 

INDICE

1.Conceptos Básicos en el ámbito Judicial.


2.Actuaciones del psicólogo en el contexto clínico y jurídico
3. Evaluación
4. Ámbito Penal
5. Ámbito Laboral
6. Valoración de la Incapacidad
7. Bibliografía
 
La coincidencia del interés por el comportamiento humano tanto en Derecho
como en Psicología, da lugar a distintas situaciones donde la Psicología puede
auxiliar al derecho a tomar decisiones sobre los comportamientos y las
consecuencias derivadas de dicha conducta.

1. CONCEPTOS BASICOS EN EL AMBITO JUDICIAL

Dentro de los procesos judiciales hay distintos profesionales que intervienen de


manera precisa:

Juez: Requisitos básicos, vienen enmarcados en el Art. 117.1 de la Constitución


Española.
El juez es aquella autoridad pública investida de potestad jurisdiccional para
aplicar las leyes y demás normas jurídicas.
La función esencial de los jueces es la de resolver las controversias planteadas
entre las partes aplicando el Derecho objetivo al caso concreto.

Letrado de la Administración de Justicia

Tiene tres grandes grupos de funciones: las relacionadas con la Dirección de la


Oficina Judicial; las relativas a su papel como impulsor y ordenador del
proceso; y las que le corresponden como titular de la fe pública judicial.
- Funciones como titulares de la fe pública judicial, dejando constancia
fehaciente de la realización de actos procesales ante el Tribunal (artículo
453 LOPJ).
- Funciones como responsables de la actividad de documentación y de la
llevanza de los libros registro (artículos 454 y 458.4 LOPJ).
- Funciones como impulsores y ordenadores del proceso, dictando las
resoluciones necesarias para la tramitación del proceso (artículo
456LOPJ), garantizando el reparto de asuntos (artículo 454.3 LOPJ);
ejerciendo la dación de cuenta (artículo 455 LOPJ).
- Funciones como director técnico-procesal (artículos 457 y 454.2 LOPJ),
haciendo cumplir las órdenes y circulares de sus superiores jerárquicos
(artículo 452.3 LOPJ) ateniéndose al protocolo de actuación en el
procedimiento elaborado por el Secretario Coordinador (artículo 8, c del
Reglamento del Cuerpo de Secretarios Judiciales).
- Funciones de colaboración y cooperación con otros órganos y
Administraciones, así como con la Administración Tributaria
(artículos452.3 y 460 LOPJ), elaborando la estadística judicial (artículo
461 LOPJ).
- Funciones relacionadas con el archivo judicial de gestión (artículo 458.1
LOPJ), y con el depósito de bienes y piezas de convicción (artículo 459.1
LOPJ). Tiene la Fe Pública. Es el único funcionario con potestad para
dar fe de lo que está ocurriendo. No necesita testigos, aunque puede tener
oficiales habilitados para hacerlo.

Ministerio Fiscal: Su misión es promover la acción de la justicia en defensa de


la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y el interés público y la de velar
por la independencia de los tribunales y procurar ante estos la protección del
interés social.
Algunas de sus funciones son:
- Ejercitar la acción penal y civil, independientemente de que exista
acusador particular; también puede oponerse a la acción ejercitada por
otros.
- Velar por los derechos fundamentales, libertades públicas,
cumplimiento de las resoluciones… cuando afecten al interés público y
social.
- Puede intervenir en el proceso penal solicitando a la autoridad que se
adopte medidas cautelares como la detención, la prisión provisional,
fianza…
- Puede visitar en cualquier momento los centros penitenciarios o de
internamiento de su respectivo territorio, examinar los expedientes de
los internos y solicitar la información que crea necesaria.
- En los procedimientos civiles de familia es el que procura el interés del
menor

Funcionarios al servicio de la Administración de Justicia. Constituyen el


personal encargado de dar soporte y apoyo en su labor a Jueces y Fiscales,
Fiscales y Letrados de la Administración de Justicia.
El Art. 475 de la LOPJ, tras la reforma operada por la Ley 19/2003 clasifica a
los cuerpos de Funcionarios en Generales y Especiales.

Generales: “cuando su cometido consista esencialmente en tareas de contenido


procesal, sin perjuicio de la realización de funciones administrativas vinculadas
a las anteriores” y se refiere como tales a:
1. El Cuerpo de Gestión Procesal y Administrativa (antiguos Oficiales).
2. El Cuerpo de Tramitación Procesal y Administrativa (antiguos
Auxiliares).
3. El Cuerpo de Auxilio Judicial (antiguos agentes judiciales).
Cuerpos Especiales: Cuando su cometido suponga esencialmente el
desempeño de funciones objeto de una profesión o titulación específica, como
sucede con los médicos forenses.

Oficiales: Prestan servicios en juzgados y tribunales. Realizan las labores de


tramitación de los asuntos y otras que se les encomiende de la misma naturaleza,
efectúan los actos de comunicación que les atribuye la ley.

Auxiliares: Realizan las funciones de colaboración en el desarrollo general de la


tramitación procesal, las de registro, las tareas ejecutivas no resolutorias, los
actos de comunicación que les atribuya la ley.

Agentes Judiciales: Guardan y hacen guardar la Sala. Son ejecutores de los


embargos, lanzamientos y demás actos cuya naturaleza lo requiera.

Abogados: o Letrados, son aquellos profesionales, licenciados en Derecho,


encargados de la defensa y dirección de las partes en los procedimientos
judiciales y administrativos, asumiendo también con carácter amplio labores de
asesoramiento y consejo jurídico en el ámbito extrajudicial para evitar
conflictos.
El Art. 1 del Estatuto General de la Abogacía, aprobado por Real Decreto
658/2001 de 22 de junio, dispones que:
1. La abogacía es una profesión libre e independiente que presta un servicio a
la sociedad en interés público y que se ejerce en régimen libre y leal
competencia, por medio del consejo y la defensa de derechos e intereses
públicos o privados, mediante la aplicación de la ciencia y la técnica
jurídicas, en orden a la concordia, a la efectividad de los derechos y
libertades fundamentales y a la Justicia.
2. En el ejercicio profesional, el abogado queda sometido a la normativa legal y
estatutaria, al fiel cumplimiento de las normas y usos de la deontología
profesional de la abogacía y al consiguiente régimen disciplinario colegial.
3. Antes de empezar a trabajar deben prestar juramento de acatamiento a la
Constitución Española y resto de ordenamientos jurídicos. En su actuación
son libres e independientes, atendiendo a la buena fe. Deben guardar secreto.
Defienden los intereses de la parte a la que asiste técnicamente. Su actuación
tiene sus límites en la Constitución y resto del ordenamiento jurídico.

Procuradores: Profesionales licenciados en Derecho, encargados de la


representación técnica de las partes ante los Juzgados y Tribunales en los
distintos procedimientos judiciales. En este sentido, son interlocutores
cualificados entre los ciudadanos y los órganos Judiciales, justificándose su
intervención por la complejidad y carácter técnico del funcionamiento de
aquellos. Por ello, incluso en aquellos procedimientos judiciales en que no es
preceptiva su intervención, los interesados pueden designar procuradores para
que les representen.

El Art. 1 del Estatuto General de los Procuradores de España, aprobado por Real
Decreto 121/2002 de 5 de diciembre, afirma que:
1. La Procura, como ejercicio… de la profesión de Procurador de los
Tribunales, es una profesión libre, independiente y colegiada que
tiene como principal misión la representación técnica de quienes
sean parte en cualquier clase de procedimiento.
2. Es misión también de la Procura desempeñar cuantas funciones y
competencias le atribuyan las leyes procesales en orden a la mejor
administración de justicia, a la correcta sustanciación de los procesos
y a la eficaz ejecución de las sentencias y demás resoluciones que
dicten los juzgados y tribunales. Estas competencias podrán ser
asumidas de forma directa o por delegación del órgano
jurisdiccional, de conformidad con la legislación aplicable.

Es un licenciado en derecho que ejerce la representación de las


partes. Le corresponde exclusivamente la representación de las
partes en todo tipo de procesos.

Graduado Social: Un graduado social es un asesor jurídico en materia socio-


laboral, experto en relaciones laborales y recursos humanos. Es junto a abogados
y procuradores, uno de los profesionales que puede intervenir ante los órganos
judiciales, si bien exclusivamente de la jurisdicción social. En este sentido, el
artículo 545.3 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que: “en los
procedimientos laborales y de Seguridad Social la representación técnica podrá
ser ostentada por un graduado social colegiado, al que serán de aplicación las
obligaciones inherentes a su función, de acuerdo con lo dispuesto en su
ordenamiento jurídico profesional”.

Entre sus principales competencias están:

En Vía administrativa: ejercer la representación y dirección técnica de


procedimiento ante: Inspección de Trabajo; Centro de Conciliación previa a la
vía judicial; INSS; Tesorería General de la Seguridad Social; Recursos;
IMSERSO.

En Vía judicial: ejercer la representación ante Tribunales de lo Social en todo


tipo de procedimientos laborales, de Seguridad Social como: Despidos;
Prestaciones contributivas y no contributivas; INSS; Reclamaciones de salarios;
Clasificación Profesional; Sanciones; Peritos en materia laboral y social ante los
Tribunales de Justicia.

También da servicios a empresarios, tales como: a) Formalización de seguros


sociales; b) Confección de recibos de salarios; c) Asesoramiento en convenios
colectivos; d) Contratación Laboral; e) Legalización de empresas; f) Altas y
bajas de trabajadores; g) Carta de pago IRPF; h) Permisos de trabajo y estancia
para extranjeros; i) Conflictos colectivos; j) Subvenciones y bonificaciones de
creación de empleo; k)Auditoría laboral; l) Selección de personal.

Y asesora a los trabajadores en numerosas materias: a) Asesoramiento en


convenios colectivos; b) Contrato laboral; c) Desempleo; d) Altas y bajas de
trabajadores; e) Cartas de pago de IRPF; f) Conflictos colectivos; g) Accidentes
de trabajo; h) Cooperativas; i) Sociedades laborales; j) Huelgas.

Finalmente, da servicios a los beneficiarios de la Seguridad Social tales como:


a) Habilitación; b) Asesoramiento y trámite de prestaciones; c) Jubilación; d)
Invalidez; e) Viudedad; f) Orfandad; g) Asistencia Social.

Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses: Son órganos técnicos


adscritos al Ministerio de Justicia, o en su caso a aquellas Comunidades
Autónomas con competencia en la materia, cuya misión principal es auxiliar a la
Administración de Justicia en el ámbito de su disciplina científica y técnica.
Emiten informes psicológicos y médicos legales que les sean solicitados a través
de los Institutos de Medicina Legal, por los juzgados, tribunales, fiscalías,
oficinas de Registro Civil y otros órganos de la Administración de Justicia

Jurado: Art. 125 CE. Regulación en la LOPJ. Ley Orgánica del Tribunal del
Jurado. Su función será obligatoria y remunerada durante su desempeño. Art.
46.1: Los jurados, por medio del Magistrado-presidente y previa declaración de
pertinencia, podrán dirigir, mediante escrito, a testigos, peritos y acusados las
preguntas que estimen conducentes a fijar y aclarar los hechos sobre los que
verse la prueba.
Art. 46.5: El M.F., los letrados de la acusación y los de la defensa podrán
interrogar al acusado, testigos y peritos sobre las contradicciones que estimen
que existen entre lo que manifiesten en el juicio oral y lo dicho en la fase de
instrucción.

Policía Judicial: Su función es el auxilio de los juzgados y tribunales y al


Ministerio Fiscal en la averiguación de los delitos y en el descubrimiento y
aseguramiento de los delincuentes.

Partes implicadas en los procedimientos

Civil:

- Demandante: (Sujeto activo) Es la persona física o jurídica que inicia el


procedimiento judicial. Que desea le sea reconocido un derecho.
- Demandado: (Sujeto pasivo) Es la parte que soporta la acción judicial
emprendida o provocada por el actor o demandante.
** En ambas posiciones puede existir una o varias personas.
Penal:

- Investigado: servirá para identificar a la persona sometida a su investigación


por su relación con un delito.
- Encausado: aquel que la autoridad judicial, una vez concluida la instrucción
de la causa, imputa formalmente el haber participado en la comisión de un
hecho delictivo concreto

Ante los tribunales los psicólogos pueden actuar cómo peritos o como testigo experto.

- Perito Judicial: Designa a la persona que poseyendo determinados


conocimientos científicos o prácticos, es llamado por la justicia para dictaminar
sobre hechos o apreciación que no puede ser llevada a cabo sino por aquel que,
como él, es poseedor de tales nociones muy especializadas.
Además de responder a las cuestiones planteadas en el tema a peritar, también
debe de responder en todas aquellas relacionadas con el núcleo de la demanda.
Cómo perito no tiene conocimiento previo, ni contacto, ni interés alguno en el
caso que se juzga o con las personas implicadas en el. Siendo imparcial. En caso
contrario la ley contempla la recusación del mismo. Ha de ser nombrado por el
juez.
Podremos ser recusados en los siguientes casos:
- Ser Perito pariente por consanguinidad o afinidad, dentro del 4º grado
civil, de la parte contraria.
- Haber dado anteriormente sobre el mismo asunto dictamen contrario a la
parte recusante.
- Haber prestado servicio como tal Perito al litigante contrario o ser
dependiente o socio del mismo.
- Tener interés directo o indirecto en el pleito o en otro semejante o
participación en Sociedad, Establecimiento o Empresa contar la cual
litigue el recusante.
- Enemistad manifiesta.
- Amistad íntima.

- Psicólogo Testigo: La función de todo testigo ante el Tribunal es relatar


aquello de lo que ha tenido conocimiento relevante, según criterio del mismo
Tribunal a través de su contacto previo con el caso y/o personas implicadas.
Como psicólogo puede tener conocimiento a través de su práctica
profesional. Como tal explicará ante el tribunal los informes que en el
pasado, o en el cumplimiento de la orden del mismo tribunal, ha emitido en
relación a su intervención profesional. Serían informes técnicos presentados
en un contexto judicial.
Si un psicólogo actúa como clínico de forma previa a una actuación legal
(terapia, intervención en crisis…) podrá intervenir en el juicio como testigo,
pero quedaría invalidado como perito. Debido a la vinculación profesional
previa a la apertura del proceso judicial.
La intervención del psicólogo se utiliza como medio probatorio dentro del
procedimiento judicial. Generalmente la valoración pericial quedará plasmada en un
informe.

Los informes forenses son utilizados por los juzgadores para decidir sobre aspectos
importantes de la vida de las personas implicadas en los procedimientos judiciales
(límites de sus derechos fundamentales, resarcimiento del daño, regulación de las
relaciones parentales…) lo que supone una gran responsabilidad en la intervención del
psicólogo en esta área a la vez que exige la aplicación de altos estándares profesionales
y éticos (EFPA 2001).

2. ACTUACION DEL PSICOLOGO EN EL CONTEXTO CLÍNICO Y


JUDICIAL.

Según en el contexto en el que nos movamos analizaremos la información obtenida.


Tanto en el ámbito forense cómo en el clínico se utilizan técnicas de evaluación
similares, sin embargo el contexto y los objetivos son muy distintos, modificando la
interpretación que se les da a los datos. En el ámbito clínico el diagnóstico va a
enfocado a una posible intervención terapéutica que mejore la calidad de vida de la
persona evaluada, en el ámbito judicial la respuesta es psico –legal.

Mientras que en clínica se mantiene la confidencialidad de la información vertida por el


paciente en jurídica los datos aportados por el paciente van a ser revelados si son
pertinentes para la situación judicial.

En clínica los pacientes generalmente suelen acudir por voluntad propia, por sugerencia
de personas allegadas , ó derivados de otros profesionales de la salud y con un fin
terapéutico. En el ámbito forense los clientes también pueden acudir por voluntad
propia, por consejo de su letrado, o de forma “obligada” a través del juzgado (victimas,
testigos...) y la finalidad es legal. El tiempo es también una variable diferenciadora, en
el ámbito clínico es más amplio que en el forense, donde viene determinado por el
procedimiento judicial y, en muchas ocasiones, se evalúa una situación puntual.

La relación que se establece el usuario con el profesional de la psicología en cada una


de las áreas es distinto. Mientras que en el ámbito sanitario el profesional ha de ser
empático y da crédito a la información vertida por los pacientes y familiares; la
actuación forense se caracteriza por mantener la imparcialidad, la objetividad y la
necesaria distancia emocional que permita evaluar con neutralidad. En cuanto a los
mecanismos de defensa utilizados por los usuarios en el ámbito clínico, éstos suelen ser
menos conscientes que en el forense, donde los resultados de la evaluación van implicar
pérdidas o ganancias con consecuencias legales. En este caso el hecho de acudir a un
psicólogo ya es estresante para el sujeto.

El informe en el caso sanitario se dirige al paciente o a profesionales de la sanidad,


mientras que en el forense va dirigido al ámbito legal, donde el lenguaje y el
conocimiento son otros. Así mismo, cuando trabajamos dentro del área de la salud, el
criterio profesional suele ser aceptado tanto por el paciente, como por otros
profesionales. El contexto legal se caracteriza principalmente por ser tenso y con un alto
grado de conflictos, donde hay diversos actores con posiciones encontradas. El
dictamen psicológico generalmente habrá de ser explicado ante un público lego en la
materia o en careos con otros profesionales con criterios distintos y que tratarán de
subrayar aquello que les parezca que apoyan su postura y rebatir o desprestigiar lo que
crean que va en contra de sus planteamientos. Estas situaciones pueden ser vividas por
el profesional con cierto temor, por la responsabilidad legal y ética que suponen.

El hecho de que el trabajo del psicólogo forense tenga lugar en un ámbito con un alto
nivel de conflicto y que el informe pueda ser una prueba dentro del procedimiento con
consecuencias positivas o negativas para las partes, requiere un trabajo especializado e
impecable. En esta área es donde mayor número de denuncias se producen contra los
profesionales de la psicología, tanto a nivel deontológico en el Colegio Profesional,
como en los órganos Judiciales. El fin en ocasiones es desprestigiar al profesional y al
trabajo realizado con el objetivo de que este no pueda ser utilizado como prueba dentro
del procedimiento.

En el ámbito forense no suele ser factible la entrevista de devolución y pocas veces hay
posibilidad de realizar seguimientos.

Dentro del área Judicial hay diferentes contexto que serán los que indiquen las distintas
peticiones que se nos va a solicitar. Así dependiendo del ámbito legal tendremos:

• La actividad del Psicólogo en relación al Derecho Civil, se enfoca en el


asesoramiento y en el peritaje de diversos constructos jurídicos:
- Incapacitación civil
- Informes sobre esterilización.
- Informes sobre reasignación de sexo.
- Informes sobre internamientos no voluntarios de enfermos mentales
- Informes sobre la conservación de competencias civiles:
- Capacidad de dictar testamento
- Capacidad de conducción de vehículos y uso de armas.
- Capacidad de automanejo de la medicación.
- Capacidad de consentimiento informado sobre tratamiento.
- Capacidad de consentimiento para someterse a ensayos clínicos.
- Capacidad para otorgar consentimiento en el matrimonio.
- Valoración de daños y secuelas:
- Valoración de secuelas psicopatológicas y emocionales.
- Valoración del daño moral.
- Autopsia psicológica.

• Los pleitos laborales se suelen resolver en los Juzgados de lo Social que son
Juzgados de Primera Instancia. En el ámbito del Derecho Laboral los
procedimientos suelen ser consecuencia de :

- Diferencias con respecto a los contratos entre la empresa y el


trabajador.
- En materia de Seguridad Social, incluyendo tanto la protección como
el desempleo.
- En la aplicación de los sistemas de mejora de la Seguridad Social
incluido plantes de pensiones y contratos de seguros que se deriven.

El psicólogo suele ser requerido para asesorar a los Juzgados en materia


de secuelas psicológicas en accidentes laborales, simulación, y en
problemas psicofisiológicos que contempla la Ley de Prevención de
Riesgos Laborales.

- Valoración de la incapacidad laboral transitoria por psicopatología


y/o daño cerebral.
- Valoración de la incapacidad laboral permanente por psicopatología
y / o daño cerebral.
- Valoración del tipo de contingencia laboral asociado a la incapacidad
transitoria o permanente por psicopatología y / o daño cerebral.
- Evaluación del estrés laboral
- Situaciones de maltrato dentro de la organización (mobbing, acoso
sexual…)

• Una tarea básica de los Psicólogos Forenses es el diagnóstico y evaluación de


personas implicadas en procesos penales que servirá de asesoramiento a los
Jueces y Tribunales, para determinar las circunstancias que puedan modificar la
responsabilidad criminal, daño moral, secuelas psíquicas, etc....

Sobre los investigados:


- Valoración de la imputabilidad : capacidad cognoscitiva y volitiva.
- Evaluación de enfermedad mental sobrevenida y sus consecuencias.
- Propuestas de medidas alternativas
- Predicción de peligrosidad
- Determinación de perfiles criminológicos

Sobre las víctimas:


- Evaluación de la victima. Secuelas cognitivas, emocionales y
psicológicas, determinación de la estructura de la personalidad.
- Valoración técnica del relato.
- Veracidad del testimonio.

3. EVALUACION

La evaluación en los procesos judiciales cómo hemos indicado tiene características


diferenciadoras a las realizadas dentro del ámbito sanitario.
En 2007 Fernández Ballesteros nos indicaba. “ El proceso de evaluación pericial debe
ser estructurado, que permita la replicabilidad, requiere la formulación y contraste de
hipótesis e implica un proceso de toma de decisiones para llegar a la solución de un
problema evaluativo”.
Tanto la evaluación como el informe tienen que responder a las preguntas que se nos
han indicado cuando aceptamos realizar la valoración.
Para ello no hemos de olvidarnos de utilizar el método científico:
- Observar y registrar rigurosamente el mayor número de hechos y circunstancias
relevantes para su explicación y predicción.
- Deducir, sin sesgos, relaciones con-causales de los hechos.
- Verificar, con múltiples fuentes de información y repetición o concurrencia de
datos, las relaciones deducidas.
- Emitir un diagnóstico (propuesta psico-legal de la relación con causal de los
hechos) y un pronóstico (evolución) sobre las consecuencias de los mismos.

Frecuentemente dentro del medio judicial se utiliza el DSM 5 . Cuando realizamos este
tipo de evaluaciones hemos de plantearnos:
- Descartar: simulación, trastorno facticio y disimulación.
- Trastorno del desarrollo neurológico
- Trastornos de atención clínica
- Trastornos relacionados con sustancias y trastornos adictivos.
- Ausencia de trastorno

• Simulación: La generación intencionada de síntomas falsos o muy exagerados,


tanto físicos como psicológicos motivados por incentivos externos (tales como
evitar el servicio militar, evitar el trabajo, la compensación económica, evadir la
persecución penal o la obtención de medicamentos.
- La invención o exageración de síntomas.
- La magnitud requerida: remarca que lo que se pretende detectar es la
asignación o reconocimiento de múltiples y muy marcados síntomas
psicológicos.
- La finalidad utilitaria para obtener beneficios externos.
- Voluntad consciente de engaño.

Podemos sospechar de simulación:


- Presentación de un contexto médico – legal.
- Discrepancias acusadas entre el estrés o la atención explicados por la
persona y los datos objetivos de la exploración médica.
- Falta de cooperación durante la valoración diagnóstica e incumplimiento
del tratamiento prescrito.
- Presencia de trastorno antisocial de la personalidad.
Estos criterios parecen haber resultado poco específicos para ser fiables en la
detección de simulación (Gerson, 2002). La principal crítica que ha recibido es
que, si bien son características comunes a los simuladores, no son distintivas de
estos. Es decir estos criterios se dan en otras personas no simuladoras, por lo que
no son discriminativos, dando lugar a falsos positivos.

Desde el modelo adaptativo se explica de forma distinta el concepto de


simulación. Se parte de la base con todas las personas en algún momento de su
vida es probable que haya simulado, por ejemplo para no ir al colegio, no hacer
una tarea… Se entiende que la mentira parece ser un proceso de interacción
social cotidiano, siendo un acto habitual de la vida diaria, más que un hecho
extraordinario. Se aprende en edades tempranas, y aparece en todas las clases
sociales. Se considera que forma parte de las conductas adaptativas que adquiere
el ser humano en su desarrollo.
La simulación, concebida dentro del modelo adaptativo, estaría en el extremo de
ese continuo que es el engaño.
El desarrollo del modelo adaptativo pretende proporcionar un modelo
explicativo de la simulación que deje de lado las consecuencias patologizantes o
criminalizantes de otros modelos conceptuales, para enfocarlo desde la teoría de
la decisión, según la cual las decisiones y opciones se hacen bajo condiciones de
incertidumbre y basadas en la probabilidad y utilidad esperada (Kahneman y
Tersky, 1984).

El modelo adaptativo predice la presencia de simulación en la medida que


aparezcan tres condiciones:
- La persona percibe el contexto de evaluación como adverso
- La persona considera que tiene algo que ganar si simula
- No percibe otro medio más efectivo para conseguir la meta perseguida

Existen tres grandes ámbitos de simulación:


- Trastornos mentales
- Simulación de deterioro cognitivo
- Simulación de síntomas físico – somáticos.

El simulador de trastornos mentales centra su atención en crear un conjunto de


síntomas creíbles y coherentes, incluyendo su comienzo y desarrollo, su grado de
consciencia sobre los mismos, así como el nivel de impacto en su vida diaria. Por el
contrario, el simulador de trastornos cognitivos no se centra tanto en esta
organización de síntomas, sino en mostrarse incapaz de resolver tareas cognitivas,
teniendo que determinar en qué medida falla (con que frecuencia y con que grado) y
cómo le afecta a su vida diaria. Ante las tareas cognitivas debe de aparentar que
pone todo su esfuerzo en resolverlas y aún así, fallarlas. En lo que se refiere a la
simulación de quejas médicas es más compleja. Puede centrarse en un único síntoma
incapacitante (ej. dolor), en una constelación de síntomas comunes que causan
malestar (dolor de cabeza, fatiga, problemas gastrointestinales), o síndromes
complejos (fibromialgias).

Sospecha de simulación

González Ordi (2012)


- Existe una motivación
- La sintomatología es atípica
- Resistencia a la entrevista
- La conducta fuera de la entrevista no es coherente

Jaffe y Sharman, 1998; Stuart y Clayman 2001


- No da información y no coopera durante la evaluación
- Se contradice y muestra una actitud defensiva
- Exagera los síntomas
- Llama la atención sobre su enfermedad.
- No manifiestan alteración afectiva clínicamente asociada con la enfermedad
que simulan.
- Quejas vagas, inusuales, atípicas que no se ajustan a entidades nosológicas.
- Dificultades e fingir síntomas fisiológicos,
- Incoherencias entre las pruebas y la funcionalidad.
- Incongruencias con el lenguaje verbal y no verbal.
- Inconsistencia en los síntomas de la enfermedad mental que simulan.

Guía de valoración de incapacidad laboral temporal para médicos de atención


primaria (2015).
En la entrevista psiquiátrica se considera básica la determinación de estos
datos en la sospecha de la simulación:
- Antecedentes personales y socio laborales.
- Antecedentes clínicos
- Otros datos de sospecha en la entrevista:
a. Contestaciones evasivas.
b. Contestaciones excesivamente precisas.
c. Contestaciones diferidas para la elaboración de la respuesta.
d. Contestaciones erróneas a preguntas sencillas .
e. Contestaciones desde el punto de vista del que lo cuenta y no del que
lo vive sin síntomas afectivos acorde con sus manifestaciones, con un
relato con aspecto aprendido más que vivido.
f. Emociones no congruentes con el relato
g. Disposición anómala frente a la entrevista (enfrentamiento o
complacencia)
h. Síntomas abigarrados o contradictorios.
i. Falta de detalles y datos inusuales o superfluos, falta de datos de
incomprensión o de extrañeza, falta de rectificación espontáneas.

• Disimulación: La persona procura esconder, disfrazar o modificar su lesión o


enfermedad cuya finalidad engañosa es el beneficio perseguido y/o la utilización
del beneficio obtenido.  
Generalmente la persona evaluada adopta una actitud defensiva tanto hacia la
exploración pericial psicopatológica como a la administración de pruebas
complementarias. Sin acceso a la historia clínica, las dificultades para realizar un
informe pericial son muy altas. Este tipo de comportamiento suele llevarse a
cabo con objeto de evitar un internamiento involuntario, en procesos de
incapacidad civil, en la evaluación de la aptitud para el desempeño de un puesto
de trabajo, en la contratación de un seguro de salud.

• Trastorno facticio aplicado a uno mismo. DSM V (300.19) (F68.10)

A. Falsificación de signos o síntomas físicos o psicológicos, o inducción de


lesión o enfermedad, asociada a un engaño identificado.

B. El individuo se presenta a sí mismo frente a los demás como enfermo,


incapacitado o lesionado.

C. El comportamiento engañoso es evidente incluso en ausencia de una


recompensa externa obvia.

D. El comportamiento no se explica mejor por otro trastorno mental, como


el trastorno delirante u otro trastorno psicótico.
Especificar: Episodio único

Episodios recurrentes (dos o más acontecimientos de falsificación de


enfermedad y/o inducción de lesión)

La  ‘simulación’  se  diferencia  del  ‘trastorno  facticio’  en  que  la  motivación  para  la  
generación  de  los  síntomas  para  fingir  es  un  incentivo  externo,  mientras  que  en  
el  ‘trastorno  ficticio’  los  incentivos  externos  están  ausentes.    
La   simulación   se   diferencia   del   ‘trastorno   de   conversión’   y   los   trastornos  
mentales   relacionados   con   síntomas   somáticos   por   la   generación   intencionada  
de  síntomas  y  por  los  obvios  incentivos  externos  asociados  a  ella.  

4. AMBITO PENAL

El proceso penal, se pone en funcionamiento cuando se ha producido una


conducta que la Ley establezca como delito o falta y se rige por los principios de
publicidad, obligatoriedad, legalidad, libre apreciación de la prueba, motivación
de la sentencia y los principios de inmediación, oralidad, contradicción y
publicidad.
El psicólogo interviene normalmente de forma individual en los procedimientos
de tipo abreviado y juicios de faltas, mientras que en el sumario ordinario y ley
del jurado suelen ser dos peritos psicólogos.
Como profesional puede intervenir en todas las fases del proceso penal:
- Fase de instrucción aporta sus conocimientos durante la propia
investigación criminal, en la valoración de las manifestaciones
testificales, en la evaluación de la imputabilidad del delincuente y
las medidas alternativas a la prisión o en las lesiones /secuelas de
la víctima.
- Fase oral: puede ser requerido el informe psicológico sobre
cualquiera de estos asunto, como prueba anticipada a la vista.
- Fase de ejecución de sentencia: Interviene en asuntos de
vigilancia penitenciaria, en relación a la peligrosidad del interno,
posibilidad de concesión de diferentes permisos penitenciarios, o
sobre la conveniencia de abandonar la prisión a causa de
trastornos mentales sobrevenidos después de sentencia firme
(Generalmente esta labor la realizará el Psicólogo Penitenciario).
Aunque en apariencia una persona haya realizado la conducta propia de un delito
existe algunos casos en los que no se podrá hacer responsable del mismo, así
como otros en los que dicha responsabilidad puede matizarse o intensificarse. La
Ley establece circunstancias eximentes, atenuantes y agravantes.

Eximen de la responsabilidad criminal:

Art. 19. Los menores de 18 años no serán responsables.


Art. 20.
1. El que al tiempo de cometer la infracción penal a causa de cualquier
anomalía o alteración psíquica, no puede comprender la ilicitud del hecho o
actuar conforme a esta comprensión. El trastorno mental transitorio no
exime de pena cuando hubiese sido provocado.
2. El que al tiempo de cometer la infracción penal se halle en estado de
intoxicación plena…. Siempre que no haya sido buscado …. Síndrome de
abstinencia.
3. El que, por sufrir alteraciones en la percepción desde el nacimiento o desde
la infancia, tenga alterada gravemente la conciencia de la realidad.
4. El que obre en la defensa de la persona o derechos propios o ajenos, siempre
que concurran los requisitos siguientes:
Primero. Agresión ilegítima.
Segundo. Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.
Tercero. Fala de provocación suficiente por parte del defensor.
5. El que, en estado de necesidad, para evitar un mal propio o ajeno lesione un
bien jurídico de otra persona o infrinja un deber. Requisitos:
Primero. Que el mal causado no sea mayor que el que se trata de evitar.
Segundo. Que la situación de necesidad no haya sido provocada
intencionalmente por el sujeto.
Tercero. Que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo la obligación de
sacrificarse.
6. El que obre impulsado por miedo insuperable.
7. El que obre en cumplimiento de un deber o en ejercicio legítimo de un
derecho, oficio o cargo.

Atenúan la responsabilidad criminal.

Art. 21. Son circunstancias atenuantes:

1. Las causas expresadas en el artículo anterior, cuando no concurrieren todos los


requisitos necesarios para eximir de responsabilidad en sus respectivos casos.
2. La de actuar el culpable a causa de su grave adicción a las sustancias
mencionadas en el número 2º del artículo anterior.
3. La de obrar por causas o estímulos tan poderosos que hayan producido arrebato,
obcecación u otro estado pasional de entidad semejante.
4. La de haber procedido el culpable, antes de conocer que el procedimiento
judicial se dirige contra él, a confesar la infracción a las autoridades.
5. La de haber procedido el culpable a reparar el daño ocasionado a la víctima, o
disminuir sus efectos, en cualquier momento del procedimiento y con
anterioridad a la celebración del acto del juicio oral.
6. Cualquier otra circunstancia de análoga significación que las anteriores.

Son circunstancias agravantes.

Art.22
- Ejecutar el hecho con alevosía.
- Disfraz, con abuso de superioridad o aprovechando las circunstancias de lugar,
tiempo o auxilio de otras personas que debiliten la defensa del ofendido o
faciliten la impunidad del delincuente.
- Ejecutar el hecho mediante precio, recompensa o promesa
- Cometer el delito por motivos racistas, antisemitas u otra clase de
discriminación
- Aumentar deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la víctima.
- Obrar con abuso de confianza.

4.1 Patologías y responsabilidad

El grueso de las peritaciones en este ámbito son las referidas a los procesados su
imputabilidad y el daño realizado a la víctima.
La prueba pericial solo puede tratar sobre hechos, y no sobre problemas
jurídicos que son exclusiva competencia del magistrado y del abogado.
Ser culpable de un delito significa que el investigado está implicado en el acto
criminal y que lo cometió con el estado mental idóneo para llevarlo a cabo
dentro de los términos de la definición legal del delito.
Imputabilidad: Se trata de un concepto jurídico de base psicológica y que
implica poner en relación al autor con el hecho delictivo. Para ello tiene que
entender y querer realizar el acto.
La imputabilidad puede verse anulada o reducida
Inimputable: El que tiene abolida su inteligencia o su voluntad. Por ello, es
irresponsable.
Semi-imputable: El que aqueja una anomalía, deficiencia o enfermedad mental
que perturba intensamente sus funciones psíquicas superiores sin anular
totalmente su inteligencia ni su voluntad.
Imputable: Es la persona cuya anomalía, deficiencia o enfermedad mental
(generalmente, funcional) no afecta en absoluto el conocimiento del valor y
determinismo de sus actos, o sea, su entendimiento y su voluntad.
Otros conceptos incluidos son:
Anomalía: Defectos o disfunciones congénitas o precozmente adquiridas .
Alteración: Se refiere a trastorno mental de nueva aparición, en una mente
previamente sana y bien desarrollada
Trastorno mental transitorio: es un concepto jurídico sin relación con la
nosología, para denominar aquellas situaciones de “enajenación” que lo fuera
por breve tiempo y curara sin dejar secuelas.
1. Brusca aparición
2. Irrupción en la mente del sujeto con pérdida de facultades
intelectivas y/o volitivas.
3. Breve duración.
4. Curación sin secuelas.
5. Que no sea auto-provocado para delinquir.

La labor del perito será tras una exploración adecuada, la de determinar, en base
a sus conocimientos, si existe en la persona evaluada alteración, perturbación o
trastorno mental (criterio cualitativo de la imputabilidad) y de que manera ésta
afectó, en el momento de los hechos, a los funciones psíquicas básicas -
inteligencia y voluntad - que determinan la imputabilidad.
Se deberá de determinar la intensidad o grado de perturbación (criterio
cuantitativo) y la permanencia o perdurabilidad de la misma (criterio
cronológico).
Finalmente se ver la repercusión de todo ello en la conducta del sujeto y en su
adaptación social, familiar y laboral.
¿Quién solicita el peritaje?
- El propio acusado a través de su abogado defensor (de oficio o designado
por el cliente) o directamente por el juez.
- A propuesta del acusador particular.
- A propuesta del Ministerio Fiscal (menores y penales).
- A propuesta del abogado defensor.
En todos los casos es el Juez o Tribunal quien decide si estima o no pertinente la
propuesta de la misma.

Sistemas de clasificación

En la mayoría de las situaciones el diagnóstico clínico no basta para establecer la


existencia, a nivel legal, de un “trastorno, discapacidad, enfermedad o defectos
mentales”.
Para determinar si un individuo cumple un criterio legal específico se requiere
información adicional, más allá de la contenida en los manuales diagnósticos.
Se necesita:
- Información sobre el deterioro funcional de la persona.
- Como este deterioro afecta las capacidades particulares en cuestión

Por lo que se refiere a los manuales de diagnóstico habitualmente el más usado es el


DSM 5, en el propio manual aparece una Declaración cautelar para el empleo forense
(pag.13)
La aplicación del DSM-5 debe ir acompañada de la advertencia sobre los
riesgos y las limitaciones de su utilización en cuestiones forenses. Cuando se
emplean las categorías, los criterios y las descripciones textuales del DSM-5 con
fines legales, existe el riesgo de que la información sobre el diagnóstico se use o
se entienda incorrectamente. Estos peligros se derivan del desajuste entre las
cuestiones fundamentales que interesan a la ley y la información que contiene un
diagnóstico clínico.

En cuanto a los distintos trastornos nombraremos algunos de los que pueden tener
implicaciones judiciales:

• Trastornos del desarrollo neurológico.


- Discapacidad Intelectual
- Una discapacidad intelectual, al igual que, de un modo general, todo enfermo
mental, es tanto más peligrosos cuanto más próximo está de la normalidad.

Precisar el tipo clínico con que se presenta la discapacidad intelectual. (leve,


moderado, grave, profundo)
Hechos delictivos pueden estar en tres posiciones:
Autor material del delito
Coautor por inducción
Víctima de delitos
Infracciones legales:
Delitos contra la libertad sexual.
Delitos contra el patrimonio
Delitos de lesiones y homicidio.
Caracterizados por la falta de planificación.

Valorar:
- Inmadurez afectiva.
- Ingenuidad.
- Impulsividad.
- Sugestionabilidad.
- Inadaptación social.

• Espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos.

Trastornos delirantes

A. Presencia de uno (o más) delirios de un mes o más de duración.


B. Nunca se ha cumplido el Criterio A de esquizofrenia.
Nota: las alucinaciones, si existen, no son importantes y están
relacionadas con el tema delirante (p. Ej. la sensación de estar
infestado por insectos asociada a delirios de infestación).
C. Aparte del impacto del delirio (s) o sus ramificaciones, el
funcionamiento no está muy alterado y el comportamiento no es
manifiestamente extravagante o extraño.
D. Si se han producido episodios maníacos o depresivos mayores, han sido
breves en comparación con la duración de los períodos delirantes.
E. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una
sustancia o a otra afección médica y no se explica mejor por otro
trastorno mental, como el trastorno dismórfico corporal o el
trastorno obsesivo – compulsivo.

Especificar el tipo:
- Erotomaníaco: otra persona enamorada del individuo.
- Grandeza: convicción de tener cierto talento o conocimientos (no
reconocidos) o de haber hecho algún descubrimiento importante.
- Celotípico: su cónyuge o amante le es infiel.
- Persecutorio: están conspirando en su contra, o que lo engañan, lo
espían, lo siguen, lo envenenan o drogan, lo difaman, lo acosan o
impiden que consiga objetivos a largo plazo.
- Somático: funciones o sensaciones corporales.
- Mixto: no predomina ningún tipo de delirio.
- No especificado: cuando el delirio dominante no se puede
determinar claramente o no está descrito en los tipos específicos
(ej. Delirios referenciales sin un componente persecutorio o de
grandeza importante).

Especificar si:
- Con contenido extravagante: se consideran extravagantes si son
claramente inverosímiles, incomprensibles y no proceden de
experiencias de la vida corriente (ej. La creencia de un individuo
de que un extraño le ha quitado sus órganos internos y se los ha
sustituido por los de otro sin dejar heridas ni cicatrices).
Especificar si:
- Los  especificadores  de  evolución  siguientes  sólo  se  utilizarán  
después  de  un  año  de  duración  del  trastorno:  
• Primer episodio, actualmente en episodio agudo: la primera
manifestación del trastorno cumple los criterios definidos de
síntoma diagnóstico y tiempo. Un episodio agudo es el
período en que se cumplen los criterios sintomáticos.
• Primer episodio, actualmente en remisión parcial: período
durante el cual se mantiene una mejoría después de un
episodio anterior y en el que los criterios que definen el
trastorno sólo se cumplen parcialmente.
• Primer episodio, actualmente en remisión total: síntomas
no presentes.

Especificar si:
• Episodios, múltiples, actualmente en episodio agudo
• Episodios, múltiples, actualmente en remisión parcial
• Episodios, múltiples, actualmente en remisión total
• Continuo: los síntomas que cumplen los criterios
diagnósticos del trastorno están presentes durante la mayor
parte del curos de la enfermedad, con períodos sintomáticos
por debajo del umbral que son muy breves en comparación
con el curso global.
• No especificado
Especificar la gravedad actual: según una evaluación
cuantitativa de los síntomas primarios e psicosis.

Conducta  Delictiva  :  
 
El miedo intenso es una emoción que suele aparecer en el curso de las
alucinaciones visuales.
El sujeto trata de librarse del estímulo o la situación amenazante
agrediendo a quien considere necesario
Los delitos más frecuentes son los delitos contra las personas.
Que pueden ser familiares o personal sanitario.
Imputabilidad:
Será necesario precisar en qué medida han sido afectadas las facultades
volitivas e intelectivas del sujeto:
Anuladas
Disminuidas: Habrá que determinar la intensidad de sea disminución.

• T. Bipolar y T. Relacionados

Conductas delictivas:
La gravedad del delito guarda estrecha relación con el grado de excitación bajo
el que se encuentra el sujeto: Mayor excitación Mayor gravedad.
Las relacionadas con el despilfarro de dinero:
Falsificación de firmas
Firmas de cheques sin fondos
Estafas,
Para poder comprar sin medida.
Las realizadas como consecuencia del abuso de alcohol:
La realización de actos escandalosos en lugares públicos
Las relacionadas con su elevado grado de excitación sexual:
Exhibicionismo
Abusos o agresiones sexuales.
Las relacionadas con la provocación de peleas mediante:
Injurias
Calumnias
Provocaciones de todo tipo
Imputabilidad: Como regla general si delinquen durante una fase maníaca está
anulada o disminuida. Puesto que tienen el juicio crítico severamente alterado
(capacidad intelectiva) y le será muy difícil poder controlar y dirigir
voluntariamente su conducta debido a la enorme excitabilidad bajo la que actúa
(capacidad volitiva).

• T. Depresivos

Conducta Delictiva :
Debido a su pasividad, las conductas delictivas lo serán por OMISIÓN.
No son infrecuentes los HOMICIDIOS llamados altruistas:
No mata por odio o venganza, sino para evitar a los seres queridos los
mismos sufrimientos que él mismo
Generalmente le sigue el suicidio.
Normalmente el Juicio Crítico está alterado de manera notable durante la fase
depresiva.

• T. Destructivos del control de los impulsos y de conducta

Este tipo de trastornos con frecuencia se ven envueltos en situaciones judiciales.


- T. Negativista desafiante.
- T. Explosivo intermitente.
- T. De la conducta.
- T. De la personalidad antisocial.
- T. Piromanía.
- T. Cleptomanía.
- Otros trastornos destructivos, del control de los impulsos y de la
conducta especificado.
- T. Destructivo, del control de los impulsos y de la conducta no
especificado.

• T. Relacionados con sustancias y T. Adictivos


Consumo de drogas ilegales, como legales, o comportamentales.
Coexistencia de un trastorno mental con el consumo de sustancias psicoactivas.
Delitos sustancias
- Posesión y narcotráfico
- Delitos para costear el consumo
- Los efectos pueden inducir al delito (agresividad).

• T. Neurocognitivos
- Síndrome confusional.
- T. Neurocognitivos mayores y leves.

Especificar:
- Alzheimer
- Degeneración del lóbulo frontotemporal
- Enfermedad por cuerpos de Lewy
- Enfermedad vascular
- Traumatismo cerebral
- Consumo de sustancias o medicamentos
- Infección por VIH
- Enfermedad por priones
- Enfermedad de Parkinson
- Enfermedad de Huntington
- Otra afección médica
- Etiologías múltiples
- No especificado

Consideramos que es la pérdida de las facultades psíquicas sobrevenidas una


vez que estas han llegado a un pleno desarrollo. Sería un déficit adquirido (por
destrucción o regresión) del nivel mental, siempre que sea de naturaleza
lesional la causa que lo ha originado y se considere irreparable.
En la pericial hay que investigar el grado que a alcanzado, la extensión de la
zona psíquica afectada y la velocidad del proceso.
La semiología de los procesos demenciales está centrada en una debilitación de
la inteligencia.
Las restantes funciones psíquicas básicas pueden - y suelen - estar asimismo
afectadas.

Delitología:
Características:
1. Carácter absurdo
2. Ausencia de beneficio en la infracción
3. Contraste entre la manera de ser anterior y la conducta actual
Tipología:
- Atentados contra el pudor o contra la libertad sexual (exhibicionismo,
abusos,…).
- Contra la propiedad. Intervienen la avaricia, ideas de perjuicio o de ruina.
- Actos que rayan la ilegalidad de carácter económico (omisiones fiscales,
transacciones ilegales, …)
Por lo común en las primeras etapas los delitos de sangre son excepcionales,
suelen ser:
o Atentados contra el pudor y la libertad sexual
o Palabras soeces
o Dibujos pornográficos
o Exhibicionismo
- Contra la propiedad: llevados por la avaricia, las ideas de perjuicio o de
ruina
- Cargados de ingenuidad pueril o impulsiva (Se apodera de objetos
inútiles que olvida fácilmente)
- Cariz económico: por tacañería o recelo
- Omisiones fiscales
- Denuncias frecuentes del propio demente hacia sus familiares
- La reacción al ser descubiertos puede ser airada o lábil,
- Por la ausencia de sentimiento de culpa debido a:
- Escasa memoria
- Motivación alterada

Las demencias establecidas son inimputables.


Las demencias incipientes, que presentan intervalos lúcidos, si pueden ser
imputables.
En cada caso hay que realizar un análisis exhaustivo de todas las circunstancias
y elementos diagnósticos en torno al hecho que se esté tratando.
En todos los casos el perito deberá establecer los siguientes parámetros:
Diagnóstico del cuadro de la manera más precisa posible, tanto clínica como
complementariamente.
Diagnóstico del grado o gravedad del cuadro demencial:
Diagnóstico neuropsicológico intentando cuantificar extensión del déficit y su
gravedad
Diagnóstico cronopatológico, intentando aproximarse a la evolución de la
enfermedad,
¿intervalos lúcidos?
Diagnóstico de relación causa-efecto.
Intentar aproximarse al hecho de conocer el estado del sujeto en el momento de
acto ilícito.
Aunque el demente sea inimputable, puede existir responsabilidad de los
representantes legales del sujeto, en caso de que se apreciara negligencia por
parte de éstos al no impedir que el demente cometa un delito.
En otras ocasiones son víctimas:
- Víctimas de engaños, estafas o timos.
- En ocasiones los engaños les conducen a testamentos o casamientos
desventajosos.
- Maltrato, tanto físico como psicológico.

• T. Parafilicos

Delitos contra la libertad sexual , siempre que existan menores o las relaciones
entre adultos no sean consentidas libremente. Generalmente imputables.
- Voyerismo
- Exhibicionismo
- Froteurismo
- Masoquismo sexual
- Sadismo sexual
- Pedofilia
- Fetichismo
- Travestismo
- Otros

5. AMBITO LABORAL

Derecho del Trabajo: es el conjunto de normas que regulan las relaciones


individuales y colectivas entre empresarios y trabajadores y las de ambos con el
Estado.

En la introducción de la Guía de valoración profesional emitida por el Gobierno


de España, nos indica que nuestra legislación en materia de valoración de
incapacidades en el Sistema de Seguridad Social establece que la calificación de
una situación de incapacidad, se refiere a la profesión que ejerce el trabajador de
forma habitual.

Es el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) el que tiene la


competencia para evaluar, revisar y calificar las situaciones de incapacidad así
como reconocer el derecho de las prestaciones económicas contributivas de la
Seguridad Social, en sus distintas modalidades.

La valoración de la capacidad laboral de un trabajador requiere objetivar las


limitaciones orgánicas y/o funcionales que una lesión o enfermedad haya
originado en el trabajador, pero también resulta imprescindible conocer las
competencias y tareas realizadas por el trabajador y los requerimientos del
puesto de trabajo, para poder determinar si las limitaciones permiten o impiden
al trabajador desarrollar la actividad laboral.

Ley General de la Seguridad Social establece los siguientes aspectos:

CAPITULO III. Aspectos comunes de la acción protectora

Art 156 Concepto de accidente de trabajo.

1.Se entiende por accidente de trabajo toda lesión corporal que el trabajador
sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena.

2.Tendrá la consideración de accidente de trabajo:


a) Los que sufra el trabajador al ir o al volver del lugar de
trabajo.
b) Los que sufra el trabajador con ocasión o como
consecuencia del desempeño de cargos electivos de carácter
sindical, así como los ocurridos al ir i al volver del lugar en
que se ejerciten las funciones propias de dichos cargos.
c) Los ocurridos con ocasión o por consecuencia de las tareas
que, aun siendo distintas a las de su grupo profesional,
ejecute el trabajador en cumplimiento de las ordenes del
empresario o espontáneamente en interés del buen
funcionamiento de la empresa.
d) Los acaecidos en actos de salvamento y en otros de
naturaleza análoga, cuando unos y otros tengan conexión
con el trabajo.
e) Las enfermedades, no incluidas en el artículo siguiente, que
contraiga el trabajador con motivo de la realización de su
trabajo, siempre que se pruebe que la enfermedad tuvo por
causa exclusiva la ejecución del mismo.
f) Las enfermedades o defectos, padecidos con anterioridad
por el trabajador, que se agraven como consecuencia de la
lesión constitutiva de accidente.
g) Las consecuencias del accidente que resulten modificadas
en su naturaleza, duración, gravedad o terminación, por
enfermedades intercurrentes, que constituyan
complicaciones derivadas del proceso patológico
determinado por el accidente mismo o tengan su origen en
afecciones adquiridas en el nuevo medio en que se haya
situado el paciente para su curación.

2. Se presumirá, salvo prueba en contrario, que son constitutivas de


accidente de trabajo las lesiones que sufra el trabajador durante el tiempo y
en el lugar de trabajo.
1. No obstante, lo establecido en los apartados anteriores, no
tendrá consideración de accidente de trabajo:
a) Los que sean debidos a fuerza mayor extraña al trabajo,
entendiéndose por esta la que sea de tal naturaleza que no
guarde relación alguna con el trabajo que se ejecutaba al
ocurrir el accidente.
En ningún caso se considerará fuerza mayor extraña al
trabajo la insolación, el rayo y otros fenómenos análogos
de la naturaleza.
b) Los que sean debido a dolo o a imprudencia temeraria del
trabajador accidentado.
2. No impedirá la calificación de un accidente como de trabajo:
a) La imprudencia profesional que sea consecuencia del ejercicio
habitual de un trabajo y se derive de la confianza que este inspira.
b) Las consecuencias de culpabilidad civil o criminal del empresario, de
un compañero de trabajo del accidentado o de un tercero, salvo que
no guarde relación alguna con el trabajo.

Art 157 Concepto de enfermedad profesional


Se entenderá por enfermedad profesional la contraída a consecuencia
del trabajo ejecutado por cuenta ajena en las actividades que se
especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones de
aplicación y desarrollo de esta ley, y que esté provocada por la acción
de los elementos o sustancias que en dicho cuadro se indiquen para
cada enfermedad profesional.
En tales disposiciones se establecerá el procedimiento que haya de
observarse para la inclusión en dicho cuadro de nuevas enfermedades
profesionales, que se estimen deban ser incorporadas al mismo. Dicho
procedimiento comprenderá, en todo caso, como trámite perceptivo, el
informe del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Art 158 Concepto de accidente no laboral y de enfermedad común


1. Se considerará accidente no laboral el que, conforme a lo
establecido en el artículo 156, no tengo el carácter de accidente de
trabajo.
2. Se considerará que constituye enfermedad común las alteraciones de
la salud que no tengan la condición de accidente de trabajo ni de
enfermedades profesionales conforme a lo dispuesto,
respectivamente, en los apartados 2.e), f) y g) del artículo 156 y en
el artículo 157.

CAPITULO V. Incapacidad temporal

Art 169 Concepto


1. Tendrán la consideración de situaciones determinantes de
incapacidad temporal:
a) Las debidas a enfermedad común o profesional y a accidente, sea
o no de trabajo, mientras el trabajador reciba asistencia sanitaria
de la Seguridad Social y esté impedido para el trabajo, con una
duración máxima de trescientos sesenta y cinco días,
prorrogables por otros ciento ochenta días cuando se presuma
que durante ellos puede el trabajador ser dado de alta médica por
curación.
b) Los períodos de observación por enfermedad profesional en los
que se prescriba la baja en el trabajo durante los mismos, con una
duración máxima de seis meses, prorrogables por otros seis
cuando se estime necesario para el estudio y diagnóstico de la
enfermedad.
2. A efectos del período máximo de duración de la situación de
incapacidad temporal que se señala en la letra a) del apartado
anterior, y de su posible prórroga, se computarán los períodos de
recaída y de observación.
Se considerará que existe recaída en un mismo proceso cuando se
produzca una nueva baja médica por la misma o similar patología
dentro de los ciento ochenta días naturales siguientes a la fecha de
efectos de alta médica anterior.

CAPITULO XI. Incapacidad permanente contributiva

Art 193 Concepto


1. La incapacidad permanente contributiva es la situación del
trabajador que, después de haber estado sometido al tratamiento
prescrito, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves,
susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente
definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral. No
obstará a tal calificación la posibilidad de recuperación de la
capacidad laboral del incapacitado, si dicha posibilidad se estima
médicamente como incierta o a largo plazo.
Las reducciones anatómicas o funcionales existentes en la fecha de
afiliación del interesado de la Seguridad Social no impedirán la
calificación de la situación de incapacidad permanente, cuando se
trate de personas con discapacidad y con posterioridad a la
afiliación tales reducciones se hayan agravado, provocando por si
mismas o por concurrencia con nuevas lesiones o patologías una
disminución o anulación de la capacidad laboral que tenía el
interesado en el momento de su afiliación.
2. La incapacidad permanente habrá de derivarse de la situación de
incapacidad temporal, salvo que afecte a quienes carezcan de
protección en cuanto a dicha incapacidad temporal, bien por
encontrarse en una situación asimilada de alta, de conformidad con
lo previsto en el artículo 166, que no la comprenda, bien en los
supuestos de asimilación a trabajadores por cuenta ajena, en los
que se dé la misma circunstancia, de acuerdo con lo previsto en el
artículo 155.2, bien en los casos de acceso a la incapacidad
permanente desde la situación de no alta, a tenor de lo previsto en
el artículo 195.4.

Art 194. Grados de incapacidad permanente.


1. La incapacidad permanente, cualquiera que sea su causa
determinante, se clasificará en función del porcentaje de reducción
e la capacidad de trabajo del interesado, valorado de acuerdo con
la lista de enfermedades que se apruebe reglamentariamente en los
siguientes grados:
a) Incapacidad permanente parcial.
b) Incapacidad permanente total
c) Incapacidad permanente absoluta
d) Gran invalidez
2. La calificación de la incapacidad permanente en sus distintos
grados se determinará en función del porcentaje de reducción de la
capacidad de trabajo que reglamentariamente se establezca.
A efectos de la determinación del grado de la incapacidad, se
tendrá en cuenta la incidencia de la reducción de la capacidad de
trabajo en el desarrollo de la profesión que ejercía el interesado o
del grupo profesional, en que aquella estaba encuadrada, antes de
producirse el hecho causante de la incapacidad permanente.
3. La lista de enfermedades, la valoración de las mismas, a efectos de
la reducción de la capacidad de trabajo, y la determinación de los
distintos grados de incapacidad, así como el régimen de
incompatibilidades de los mismos, serán objeto de desarrollo
reglamentario por el Gobierno, previo informe del Consejo
General del Instituto Nacional de la Seguridad Social.
6. VALORACION DE LA INCAPACIDAD

El proceso se lleva a cabo por Servicios Médicos Oficiales, Servicios Públicos


de Salud y Médicos de la Seguridad Social. Para ello debe de haber constancia
de un parte médico de baja, otro parte médico de confirmación de la baja,
dirigido a la Inspección de Servicios Sanitarios de la Seguridad Social y un parte
de alta también dirigido a los citados Servicios. Los que conceden el alta al
enfermo son los médicos de la Seguridad Social, ahora bien, el enfermo puede
recurrirla, y la reclamación jurisdiccional debe planteársela contra el INSS; en
este punto es donde pueden surgir muchas periciales psicológicas de parte (F.J.
de Santiago (2001).

La incapacidad permanente, en sus distintos grados, total, absoluta o gran


invalidez, son más evidentes en un padecimiento físico ya que existe una
evidencia más o menos externa de la dificultad o imposibilidad para trabajar,
que en los trastornos mentales. De manera que aparentemente se puede pensar
que el sujeto está en condiciones de trabajar y, sin embargo, padecer una falta de
dominio de la voluntad necesaria para realizar la prestación.
El marco económico y social en el que nos encontramos, con altos niveles de
inseguridad laboral, reducciones de sueldo, empleo precario, aumento de
impuestos directos e indirectos, pérdida de poder adquisitivo en las familias,
ausencia de expectativas de mejora laboral, … ha generado una situación de
pesimismo, miedos y “estrés general”. En el momento actual según indican
continuamente tanto los medios de comunicación como los organismos oficiales,
el consumo de psicofármacos es de los más altos dentro de la Comunidad
Económica Europea. Esto es indicativo de que el número de personas que tienen
algún síntoma psicológico ha aumentado, y están en riesgo de acabar
desarrollando una enfermedad.

La alta prescripción de psicofármacos a menudo inhibe o hace desaparecer los


síntomas mientras se mantiene la medicación. Los profesionales de la psicología
somos conscientes de que si los pacientes no trabajan las habilidades necesarias
para afrontar la situación, o no se soluciona el problema de base que la provoca,
la sintomatología reaparecerá en el momento que se interrumpa el consumo de
fármacos e incluso se mantendrá a pesar del consumo. Como consecuencia se
producen recaídas y carnificación de los síntomas empeorando el pronostico de
recuperación.

La valoración de cada caso debe de ser individual, se requiere una valoración


funcional del paciente para definir su menoscabo laboral en aquellas situaciones
que puede llegar a suponer una incapacidad laboral para el trabajo en un
determinado periodo de tiempo. Hemos de tener en cuenta que no todos los que
padecen una misma enfermedad van a ver mermadas sus capacidades de la
misma forma y, fundamentalmente, porque sus limitaciones van a estar
íntimamente relacionadas con los requerimientos del puesto de trabajo. La
propia motivación e incentivación, la actitud del interesado, va a influir en la
superación de las limitaciones causadas por la lesión
Sin embargo, nuestro sistema legal de bajas laborales está pensado para
enfermedades y accidentes físicos, siendo poco adecuado para afrontar las bajas
psíquicas.

La incapacidad estará condicionada por:

- La enfermedad o lesión
- Los requerimientos del puesto de trabajo
- El propio trabajador

 
La valoración de las limitaciones laborales en relación a los trastornos mentales
se encuentra condicionada no por el diagnóstico del trastorno en sí, sino por la
disminución del funcionamiento útil que éste produce.
Para ello tienen en cuenta:
- Que el cuadro cumpla con los diagnósticos establecidos en las
clasificaciones aplicadas (clasificaciones internacionales CIE Y DSM) y
presente sintomatología psicopatológica relevante.
- Precise tratamiento médico continuado y seguimiento especializado.
- Exista alteración de la actividad familiar y social con restricción en las
actividades cotidianas incluyendo contactos sociales.
- Capacidad laboral afectada con disminución objetivada del rendimiento útil.

El grado de incapacidad estará en relación con:


- La relación entre las fases de descompensación y los períodos libres de
enfermedad o de afectación del rendimiento.
- La cronicidad del trastorno.
Podrán verse afectadas fundamentalmente las capacidades para realizar:
- Aquellas actividades con elevados requerimientos de responsabilidad y
carga de estrés, tareas que indiquen importante grado de
responsabilidad, actividades especialmente reguladas donde
reglamentariamente se exija un nivel de capacidad psíquico mejor del
referido para este criterio (vehículos, armas…) y aquellas que requieran
atención/concentración continuada y un ritmo de ejecución y
planificación en tiempo determinado.
- Tareas que requieran relaciones interpersonales con motivo exclusivo de
la realización de las tareas propias de la profesión.
- Tareas que requieran buena adaptación a estresores externos durante las
descompensaciones.
- Tareas que se vean interferidas por secundarismos farmacológicos o
servidumbre terapéutica (internamiento, unidades de día…).

Trastornos de la conducta alimentaria


- Anorexia
- Otros trastornos y los no especificados de alimentación
- Trastornos de alimentación no especificados
- Bulimia nerviosa
- Pica
- Trastorno de fumigación
- Vómitos psicógenos
- Hiperfagia asociada con otras alteraciones psicológicas
- Otros trastornos de la ingestión de alimentos

Valoración de la incapacidad en trastornos mentales.

La guía de atención primaria ,diferencia dos grupos:

a. Patologías graves y habitualmente crónicas que suelen afectar a las


facultades superiores, suelen ser progresivas y alteran el juicio sobre la
realidad (esquizofrenia y psicosis de curso crónico y progresivo o con
frecuentes recurrencias y síntomas residuales, trastornos bipolares,
trastorno depresivo crónico severo o con síntomas psicóticos,
demencias).
Su presencia determina que, en general, y a no ser que se constate una
evolución satisfactoria o al menos estable y sin criterios de severidad
tanto en los informes de atención especializada como en consulta y, en
general, deben de ser
síntomas.
1. En general las enfermedades mentales serán consideradas derivadas
de Enfermedad Común salvo:
- Trastornos adaptativos o clínica depresiva secundaria a las
secuelas de un Accidente de Trabajo (AT) siempre que exista una
relación proporcional entre causa y efecto.
- Los trastornos por estrés postraumático cuando el trauma es un
AT.

Con respecto a las enfermedades mentales sin AT previo, pueden


considerarse de etiología laboral siempre que se pruebe que la
enfermedad tuvo por causa exclusiva la ejecución o el desarrollo de
su trabajo habitual. Corresponde al trabajador acreditar la existencia
del nexo causal entre la enfermedad padecida y el trabajo (Ley de
Enjuiciamiento civil art 217).
La determinación de mobbing no compete al Médico de Atención
primaria ni al inspector médico, es competencia del juez (es una
conducta delictiva no un diagnóstico) quien tendrá que escuchar a las
partes implicadas para poder emitir un fallo judicial.
En el Mobbing o acoso laboral debe de existir indicio suficiente de
hostigamiento psicológico que es diferente del defectuoso ejercicio
(abusivo o arbitrario) de las facultades empresariales con el fin de
primar el interés de la empresa.
2. Factores generales de mal pronóstico en las patologías psiquiátricas:
- Mal ajuste pre mórbido.
- Predominio de síntomas de deterioro cognitivo.
- Marcado retraimiento social y deficiente apoyo socio –familiar.
- Más de tres brotes (recaídas).
- Resistencia a un tratamiento adecuado.
- Alteración conductual.
- Escasa adherencia al tratamiento.
- Ingresos hospitalarios prolongados o reiterados.
3. Valoración de la capacidad laboral. Viene dada por las respuestas a
las siguientes cuestiones:
1. ¿El diagnóstico realizado se ajusta a criterios diagnósticos?
2. ¿Existe una repercusión funcional que impida la realización de su
trabajo?
3. ¿La emisión de una IT va a servir para la mejoría del enfermo?
4. ¿La terapéutica pautada limita las actividades del enfermo de
forma significativa?
5. ¿El pronóstico y la naturaleza de la patología indica
previsiblemente que las limitaciones sean progresivas o
definitivas?

En definitiva:

- ¿Es capaz de realizar su trabajo?


- ¿Es capaz de realizarlo de la forma (horario y ritmo) que implica
su jornada laboral?
- ¿Es capaz de soportar la carga psíquica que supone la realización
continuada de trabajo? (decisiones, programación, supervisiones,
cumplimentación de tareas y ritmos laborales).

Por diagnósticos

Trastornos  de  la  personalidad  


Son  pacientes  más  demandantes  de  lo  habitual,  con  consultas  a  veces  
extravagantes.   Se   pueden   mostrar   como   víctimas   y   culpabilizan   a   los  
demás  de  sus  desgracias.  
Son  pacientes  inestables  que  pueden  conllevar  conductas  de  riesgo,  
por   lo   que   generan   mucha   conflictividad   en   el   entorno   familiar,  
laboral  y  sociosanitario.  
Como   caso   especial,   el   trastorno   límite   de   personalidad   consistente  
en   un   patrón   persistente   de   inestabilidad   en   las   relaciones  
interpersonales,  afecto  y  autoimagen  con  escaso  control  de  impulsos.  
Constituye   un   síndrome   heterogéneo,   difícil   de   delimitar,   con  
prestaciones   clínicas   y   del   comportamiento   que   varían   entre  
individuos  y  entre  los  distintos  momentos  de  evolución  de  un  mismo  
paciente.   La   variabilidad   de   las   prestaciones   clínicas   de   este  
trastorno   conlleva   que   sea   un   trastorno   infra   diagnosticado   y   que  
presente  demora  en  su  diagnóstico.  
 
Por   si   solos   los   trastornos   de   personalidad   no   suelen   ser   causa   de  
incapacidad   permanente,   aunque   si   pueden   ser   responsables   de   un  
mayor   número   y   duración   de   períodos   de   IT   cuando   se   presentan   en  
comorbidad  con  trastornos  .  
 
El   peor   pronóstico   funcional   lo   suelen   tener   los   del   grupo   B  
(antisocial,   límite,   histriónico,   narcisista).   Han   de   tenerse   en   cuenta  
los   trastornos   esquizotípicos,   paranoides   o   límites   para   tareas   de  
especial   responsabilidad   y   los   trastornos   paranoides   cuando   el  
delirio  tiene  una  clara  relación  en  el  ámbito  laboral.  
 
1. Trastornos   somatomorfos.   Trastornos   de   síntomas   somáticos   y  
trastornos  relacionados.  
Presencia  de  síntomas  físicos  que  sugieren  una  enfermedad  médica  y  
que   no   pueden   explicarse   completamente   por   la   presencia   de   una  
enfermedad,   por   los   efectos   directos   de   una   sustancia   o   por   otro  
trastorno  mental.  
Los   síntomas   deben   producir   malestar   clínicamente   significativo   o  
deterioro   social,   laboral,   o   de   otras   áreas   importantes   de   la   actividad  
del  individuo.  A  diferencia  de  lo  que  ocurre  en  los  trastornos  facticios  
y  en  la  simulación,  los  síntomas  físicos  no  son  intencionados.  
En  la  valoración  de  la  incapacidad  laboral  se  deberá  tener  en  cuenta  
tanto   las   limitaciones   que   producen   los   síntomas   como   la  
repercusión   que   desde   el   punto   de   vista   psíquico   producen   en   el  
paciente   (síntomas   ansiosos   depresivos).   No   está   indicada   la   IT   a  
priori,   e   incluso   está   contraindicada   (aumenta   los   sentimientos   de  
incapacidad,   evita   la   participación   del   individuo   en   actividades  
regulares   y   favorece   que   el   síntoma   se   transforme   en   el   factor  
determinante   de   la   vida).   En   los   casos   graves   y   crónicos   que  
presenten   un   deterioro   severo   puede   considerarse   tramitar   un  
expediente  de  IP.  
 
2. Trastorno  disociativos  (de  conversión).  
Los   Trastornos   disociativos   son   alteraciones   de   las   funciones  
integradoras   de   la   identidad,   conciencia   y   percepción   del   entorno,  
que   puede   ser   repentina   o   gradual,   transitoria   o   crónica.   Es   decir,  
existe   pérdida   parcial   o   completa   de   la   integración   normal   entre  
ciertos   recuerdos   del   pasado,   la   conciencia   de   la   propia   identidad,  
ciertas   sensaciones   inmediatas   y   el   control   de   los   movimientos  
corporales.  
Todos   los   estados   disociativos   tienden   a   remitir   al   cabo   de   pocas  
semanas/meses,   en   especial   si   su   comienzo   tuvo   relación   con   un  
acontecimiento  traumático.  
Los   pacientes   presentan   una   negación   llamativa   de   problemas   o  
dificultades  que  son  obvios  para  los  demás.  
Con   frecuencia   los   episodios   se   repiten   presentando   una   duración  
variable.   El   pronóstico   es   bueno   para   las   amnesias   y   fugas  
disociativas.    
 
Trastornos  relacionados  con  el  consumo  de  sustancias.  
Valoración   específica   según   toxico,   tanto   por   el   efecto,   como   por   la  
dependencia,  las  pautas  de  tratamiento  y  el  medio  social  y  personal  
desestructurado   añadido   al   consumo   de   determinados   tóxicos.  
Valorar   también   la   adicción   a   varios   tóxicos   y   la   comorbilidad   con  
otros   trastornos   psiquiátricos   de   base.   Acción   depresora,  
estimulante   o   alucinógenos.   Acción   terapéutica   que   posibilite   la  
desintoxicación,   deshabituación   y   rehabilitación   para   la  
reintegración  funcional  vital.  
El   objetivo   primero   del   tratamiento   y   de   la   situación   de   baja   es  
posibilitar   la   consecución   del   estado   de   no   consumo   y   su  
mantenimiento,   valorando   la   abstinencia,   su   permanencia   y   las  
recaídas,   y   la   reinserción   social,   personal   y   laboral.   El   tratamiento  
será  tanto  psiquiátrico  como  psicológico  como  social  (organizaciones  
o  asociaciones  de  apoyo).  
La   valoración   de   estos   procesos   tiene   una   triple   vertiente:   en   primer  
lugar,  los  aspectos  psíquicos  derivados  del  consumo:  estado  afectivo  
o   de   ansiedad,   deterioro   cognitivo,   síntomas   psicóticos   etc.   que   exige  
una   valoración   específica,   luego   deben   de   valorarse   las   secuelas  
orgánicas  debidas  al  consumo  de  dichos  tóxicos,  y  por  último  valorar  
la  consecución  y  estabilización  del  estado  de  abstinencia.  
Hay   trabajos   que   exigen   en   sus   aptitudes   laborales   la   no   tolerancia  
de  consumo  alguno  de  psicótropos.  
Los  tiempos  estándar  de  duración  de  la  IT  oscilan  para  los  procesos  
agudos  entre  los  4  a  los  20  días  y  el  resto  entre  los  45  a  los  180  días  
recomendados  de  baja,  que  habrá  que  corregir  según  edad  y  trabajo  
del  paciente,  así  como  según  la  evolución  individual  de  cada  proceso  
en  un  trabajador  concreto  con  sus  circunstancias  específicas.  
La   Incapacidad   permanente   será   considerada   teniendo   en   cuenta   la  
respuesta   a   los   tratamientos   seguidos   y   el   tipo   de   terapia   seguida  
(valorar   la   deshabituación,   la   consecución   de   la   abstinencia,   su  
mantenimiento,  las  recaídas  habidas  y  el  seguimiento  de  las  terapias)  
y   relacionando   las   capacidades   perdidas   por   el   trabajador   con   la  
profesión   del   paciente   cuando   para   el   ejercicio   de   la   misma   se   exijan  
aquellas   que   ha   perdido   o   en   virtud   del   riesgo   concitada   para   sí   o  
para  otros  que  la  merma  funcional  no  recuperada  puede  suponer.  De  
no   existir   un   trastorno   orgánico   o   una   situación   de   demencia   o  
deterioro   psicótico   irreversible   habría   que   establecer   un   plazo   de  
revisión   de   esta   IP   para   considerar   el   aminoramiento   incapacitante  
como   respuesta   evolutiva   favorable   al   tratamiento   o   al  
mantenimiento  de  la  abstinencia.  
 
 
Actualmente   en   el   DSM   V   existe   un   apartado   donde   de   modo   general   se   indican  
los  problemas  que  pueden  darse  en  el  trabajo  como  una  categoría,  sin  que  con  
ello  se  determine  un  diagnóstico  
 
V62.29  (Z56.9)  Otro  problema  relacionado  con  el  empleo  .  

Esta  categoría  se  debe  utilizar  cuando  el  problema  profesional  es  el  objeto  de  la  
atención  clínica  y  tiene  algún  impacto  sobre  el  tratamiento  o  el  pronóstico  del  
individuo.   Las   áreas   a   considerar   son:   problemas   con   el   empleo   o   el   entorno  
laboral,   incluidos   el   desempleo,   cambios   recientes   de   puesto   de   trabajo,  
amenaza   de   pérdida   del   mismo,   insatisfacción   laboral,   horarios   de   trabajo  
estresantes,  incertidumbre  sobre  opciones  futuras,  asedio  sexual  en  el  trabajo,  
otros   desacuerdos   con   el   jefe,   supervisor,   compañeros   u   otras   personas   del  
entorno laboral, entorno laboral desagradable u hostil, otros factores psicosociales
de estrés relacionados con el empleo y cualquier otro problema relacionado con el
empleo o el trabajo.

 
Existen  una  serie  de  enfermedades  derivadas  del  puesto  de  trabajo  que  no  son  
consideradas  enfermedades  profesionales  al  no  estar  incluidas  en  el  cuadro  de  
enfermedades   profesionales   tales   como:     el   estrés,   el   ‘mobbing’   laboral,   el  
síndrome  de  burnout  
 

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