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¿Qué es ser mapuche

hoy en Chile?
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¿Qué es ser mapuche hoy en Chile?

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© 2004, UNIVERSIDAD DE CHILE.

Inscripción N° 141.398, Santiago de Chile.

Derechos de edición reservados para todos los


países por
© EDITORIAL UNIVERSITARIA, S.A.
Mana Luisa Santander 0447. Fax 56-2-2099455

Santiago de Chile.

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sin permiso escrito del editor.

ISBN 956-11-1728-2

Texto compuesto en tipografía Timesllll4

Se terminó de imprimir esta


PRIMERA EDICIÓN
en los talleres de RIL EDITORES
El vergel 2882 oficina 11,

Providencia, Santiago de Chile,


en septiembre de 2004.

IMAGEN PORTADA

De vuelta a casa.

Territorio de la cultura mapuche-pehuenche,


valle de Trapa-Trapa, comuna de Santa Bárbara, Vin Región.
Fotografía de Ronny Velásquez
Instituto Interamericano de Etnomusicología y Folklore.

www.universitaria.cl

IMPRESO EN CHILE / PRINTED IN CHILE


Manuel Dannemann
Profesor Titular de la Universidad de Chile
Editor

¿Qué es ser mapuche hoy en Chile?

§
EDITORIAL UNIVERSITARIA
mf

Danzantes de Cuillatún, Trapa-Trapa, vm Región.

6
ÍNDICE

Prólogo 9

Palabras iniciales
Profesor Mario Sapag-Hagar, Vicerrector de Asuntos Académicos 12

Bienvenida
Dra. Texia Gorman, Directora Departamento de Investigación 14

Reconocimientos y sugerencias

Profesor Manuel Dannemann, Coordinador 15

Ponencias
En torno a los
orígenes de la población chilena:
un enfoque bioantropológico. Francisco Rothhammer 19
Consideraciones biomédicas sobre la etnia mapuche
en Chile. Rodrigo Moreno 29
Ser/no ser mapuche o mestizo. Salvador Millaleo 41
El ser mapuche en el contexto actual. Hilda Llanquinao 49

¿Qué es ser indígena mapuche y, en consecuencia, qué es ser


mestizo en el sistema étnico-social en Chile? Héctor Canquil 53

¿Qué es ser mapuche hoy en Chile? Héctor Painequeo 63


La etnia mapuche: su importancia en el desarrollo
de Chile. Eliecer Paillacar 73

¿Qué mapuche hoy


es ser en Chile?
Hugo Carrasco 11

¿Qué mapuche hoy en Chile? Luis Rodríguez


es ser 81

¿Qué es ser mapuche hoy en Chile? Ramón Curivil 87

¿Qué es ser mapuche desde el punto de vista

de la ley? Pedro Canihuante 89

¿Qué es ser mapuche hoy en Chile? Adán Ancamil 95

¿Qué es ser mapuche hoy? Ricardo Musalem 101

Comunicaciones testimoniales

Adán Ancamil 107

Florencio Painequeo 109

Sergio Catricura 112


Pedro Coñuenao 114
luán Álvarez 117
Eliecer Paillacar 118
Hilda Llanquinao 119
Héctor Painequeo 1 26
Jeannette Paillán 127
Salvador Millaleo 130

Debates 137
Prólogo

¿Qué es ser mapuche hoy en Chile?

No obstante que esta misma pregunta constituye la denominación de este libro,


resulta oportuno y apropiado reiterarla a manera de encabezamiento de este prólogo

para enfatizar el contenido y el objetivo fundamental de todo el trabajo cumplido,


porque ella encierra una incógnita de identidad étnico-cultural muchas
veces re

hasta ahora no resuelta, sólo entendida de un modo incipiente, ya que


planteada,
su fuerza emocional la haceser escurridiza y multiforme, necesitándose de mucha

mayor reflexión y de más serenidad que las logradas para intentar resolverla, en
el difícil encuentro de la pasión con el razonamiento, el que con mayor o menor

intensidad ha movido a todos quienes nos hemos ocupado de pensar en este tema

y de entregar proposiciones sobre él.


El asunto se ha vuelto todavía más imperativo en los últimos trece años, des

pués del retorno del país a la democracia, con un poderoso renacer del espíritu
aborigen, muy en particular el del pueblo mapuche.
Desde la conquista hispánica, más tarde la emancipación chilena; después, la

República; luego, la llamada pacificación de la Araucanía; hasta la proximidad del


término del siglo XX, el denominado problema mapuche había vivido algunos espo
rádicos movimientos de reivindicación que no hacía presagiar las transformaciones
cuales se dictara la ley de pueblos
que tendría en los tiempos recientes, durante los
indígenas y se creara la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena -CONADI.
Fueron cuatro siglos y medio de espera, de paulatina pérdida de esperanzas
en un proceso de cambios mucho más
para muchos, para la etnia mapuche, hoy
vigoroso que los de todas las otras de Chile.
En este caminar entre la tradición y la modernidad, con numerosas incerti-

dumbres en el ámbito de los conflictos que una sociedad minoritaria enfrenta al


estar en el sistema de una sociedad mayor, es bueno disminuir el apresuramiento,
observar lo andado y vislumbrar nuevamente el horizonte.
De ahí la pregunta específica pero de alcances ilimitados que deben hacerse
todos los habitantes de este país: ¿Qué es ser mapuche hoy en Chile?, la cual lleva
inevitablemente a otra que sugiriera Héctor Canquil, uno de los coautores de este
libro: ¿Qué es ser chileno?
Con este ánimo y frente a interrogantes ya expresados, la
la relevancia de los

Universidad de Chile, a través del Departamento de Investigación, actualmente

9
de la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo, decidió realizar un Encuentro
sobre Cultura Mapuche el día 8 de junio del año 2002, coordinado por el profesor
Manuel Dannemann, de dicha Universidad, con el permanente apoyo de la Di
rectora del mencionado Departamento, Dra. Texia Gorman, y del en ese entonces

Vicerrector de Asuntos Académicos, Dr. Mario Sapag-Hagar, apoyo al cual se

sumara posteriormente y luego en la etapa de la edición de este libro, resultante


del indicado Encuentro, el estímulo del Vicerrector de Investigación y Desarrollo,
Dr. Camilo Quezada.
En esa oportunidad nos reunimos académicos de la Universidad de Chile y
miembros de otras instituciones, cuyo nombres aparecen páginas anteriores, para
en

compartir nuestras inquietudes y opiniones mediante


ponencias, comunicaciones
testimoniales y debates, a lo largo de once rápidas y provechosas horas, vale decir,
en tres secciones diferentes pero con un eje temático central y de gran atracción

de convergencia. Al respecto, la espontaneidad de las comunicaciones y de los


debates se ha respetado y se refleja en la edición de este libro, con predominio sobre

requisitos de forma, que en esta ocasión fueron secundarios, lo que ha permitido


mostrar la directa y sincera actitud de los participantes.

Si se piensa en los temas de las ponencias, podría decirse que se complementan


con las proposiciones básicas de este Encuentro, en cuanto a ser o no ser mapuche

o ser mestizo, a la condición de mapuche en el sistema étnico-social del país, a

la importancia que para el desarrollo de Chile posee esta etnia, desde un enfoque

bioantropológico, biomédico, antropológico-social, legal y de identidad en parti


cular con acento en lo psíquico.
Las comunicaciones testimoniales añadidas a las ponencias son breves pero
reveladoras de historias de vida, que no se circunscriben a narraciones personales,
sino que avanzan en observaciones críticas y en sugerencias acerca del pueblo ma

puche. Y a éstas se suman los debates que condujeron a un fructífero intercambio


de ideas, desde distintas posiciones.
Este libro es el producto de un diálogo incentivador entre mapuches y winkas, que
de una manera recíprocamente afectuosa supieron construir una instancia para dedicarse
a examinar uno de los temas más apremiantes y profundos del sistema étnico-social de

Chile, no sólo del pueblo mapuche, en el convencimiento de que la palabra puede ser
una acción generosa y potente para dejar huellas vivas, que conduzcan a una existencia

más justa de un país que es multiétnico y, por lo tanto, intercultural.


Hemos efectuado una tarea multidisciplinaria con colaboraciones que pro
vienen de distintos campos del conocimiento, entre otros el de la Antropología,
de la Etnología, del Derecho, del Estudio de la Religión, de la Lingüística, de la

Medicina, de la Psicología, de la Sociología.

10
Como editor del libro que comunicará esa tarea tengo la seguridad de que para

quienes nos hemos comprometido con la investigación y el estudio de la cultura


posición sobre ella, lo que se ha escuchado y lo
mapuche, cualquiera que sea su

que se ha transcrito de este Encuentro, en particular de sus participantes mapuches,


será un recurso, entre tantos otros, para avanzar en la comprensión de esa cultura;
en consecuencia, también en la del sistema étnico-social global de Chile, cuya

articulación y cambios pueden hoy dejar


no de mirarse desde la reactivación de

los ancestros aborígenes.


Expreso mis agradecimientos a Raquel Barros, quien fuera durante muchos
años profesora de la Universidad de Chile, por su paciente tarea de transcribir
la versión grabada de este libro, y a los profesores Ñancupil Painemal y Sergio

Quilaqueo, quienes generosamente contribuyeran a la corrección de la grafía


mapuche.
Un recuerdo de amistad y afecto al profesor Eliecer Paillacar, de la Facultad
de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, entusiasta participante del
Encuentro, fallecido antes de la publicación de este libro.

Manuel Dannemann
Editor

11
PALABRAS INICIALES

Profesor Mario Sapag-Hagar, Vicerrector de Asuntos Académicos

Deseo manifestar la gratitud de la Universidad de Chile por la participación de


ustedes, que le dan gran importancia a esta reunión.
una

agradecimiento debe expresar un sentir interior; además tiene que poseer


Todo
el propósito de expresarse exteriormente, y, en tercer lugar, requiere de un ánimo
de correspondencia, en este caso, la Universidad quiere corresponderles a ustedes
el esfuerzo que realizan y ofrecerles su apoyo para continuar esta tarea.
En cuanto al Encuentro mismo, me llama la atención este vocablo, que

significa el que uno está al lado del otro y que hemos logrado reunimos en
esta oportunidad para tratar el gran tema de la cultura mapuche, el cual, digá
moslo, con franqueza, es problemático, y cuando se lee la prensa se muestran
los conflictos que apremian al pueblo mapuche, e interiorizándose un poco
más, aparecen las demandas históricas y otros factores cuyos planteamientos
resultan de urgencia .

Por eso ustedes han acudido a este Encuentro para compartir sus experien
cias y luego difundirlas, en circunstancias de que una de las más altas formas
de plenitud del ser humano es la investigación, el preguntarse el porqué de las
cosas, cómo están las cosas.
De ahí que yo reitero mi reconocimiento, en forma muy especial a la Dra.

Texia Gorman, que dirige el Departamento de Investigación de esta Universi


dad, que ha dado todo su apoyo a este Encuentro, y también al profesor Manuel
Dannemann, que lo ha sabido organizar exitosamente.

Asimismo hay que destacar el concepto de etnia, que proviene del griego y
un pueblo es referirse a un grupo con caracte
que significa pueblo. Hablar de
rísticas comunes de lengua y de cultura, y cuando se consideran estos factores
en su proceso de transculturación, un
surge la situación del pueblo mapuche
grupo país
minoritario en este pero que es parte de él.
efectuar surge el esfuerzo que hace la
jornada que ustedes
En esta van a

la comprensión de una amplia temática. Así,


Universidad para aproximarse a
característica que es coirón, lo que los
parte, la Universidad posee
una
por una
el espíritu digno de lo que es el
dieron a saber a través de Sócrates como
griegos
de transmitirlo.
ser ' la profundidad del conocimiento y la generosidad
introducido el conatus,
Por otra a lo largo de la historia, los filósofos han
parte,

12
para entender la voluntad de alcanzar la plenitud en el desarrollo del ser interior;
por tanto, el cairon y el conatus tienen para mí la capacidad de representar la
esencia y la voluntad del ser universitario, y esta reunión es una muestra de ello,
en una universidad que acoge, abierta y libre de pensamiento, como lo ha sido
desde su fundación.

Aquí se hallan personas de afuera de la Universidad y gente que es de


ella. Todos vienen compartir
a su saber. Y
junto a acogida y
esta a esta dis

posición compartir se encuentra la actitud de anunciar. La Universidad en


de
estos momentos anuncia un problema que merece un estudio profundo, como

es el de la etnia mapuche.

Recordaré una vieja historia, para concluir mi intervención en este Encuentro,

y que creo podrá dejar una moraleja apropiada a él.


Un rey tenía una enorme riqueza, acerca de la cual no mostraba su interés en

multiplicarla, parecía que se multiplicaba sola. Un día una persona le preguntó al rey
que cuál podría ser la razón de su falta de interés por sus tesoros. El rey le contestó:
"Yo te voy a explicar cuál es el secreto de mis riquezas y por qué me comporto de
esta manera". Entonces le pasó una palmatoria con una vela encendida y le dijo: "Un

encargado te va a mostrar todas mis riquezas, pero si se te apaga la vela, se cortará


tu camino". Esa persona fue con el gran deseo de averiguar acerca de la riqueza, y

al poco tiempo regresó. El rey le preguntó sobre lo que había visto, y esa persona

respondió que no había podido apreciar los tesoros porque estaba pendiente de que
no se apagara la vela. Entonces el rey añadió: "Yo estoy siempre preocupado por

mi riqueza interior y cuido de que no se me apague".


Ustedes deben cuidar que nunca se les apague el interés que hoy los ha traído

aquí y que lo compartan para que seamos más Universidad, más país, y para que
persistan en lograr un conocimiento integral sobre lo que es la etnia mapuche.

13
BIENVENIDA

Dra. Texia Gorman, Directora Departamento de Investigación

Mis palabras de bienvenida a todos ustedes contienen también mi agradecimien


to, consonancia de que la Universidad de Chile es una Universidad pública y
en

nacional, comprometida con los problemas de país, uno de los cuales, como ya
lo expresara el Vicerrector Mario Sapag, es el que atañe a la actual situación y al

desarrollo de la etnia mapuche.


Precisamente en el Departamento de Investigación funciona un Comité de
Etnias Indígenas Chilenas, y entre sus actividades
inserta este Encuentro, cuyo
se

objetivo central consiste en que la Universidad de Chile ofrezca una instancia


de reflexión, para generar conocimientos e incrementar las acciones que tanto se

requieren frente al gran desafío de la modernidad en la globalización.


Expreso mi gratitud a la labor efectuada por el profesor Manuel Dannemann
y por los otros miembros del Comité de Etnias Indígenas que lo han ayudado en
la organización de este evento.

14
RECONOCIMIENTOS Y SUGERENCIAS

Profesor Manuel Dannemann, Coordinador

Me sumo a expresiones de agradecimiento dirigidas a ustedes por el Vicerrector


las
Mario Sapag-Hagar y la Directora Texia Gorman.
No podría dejar de mencionar la colaboración proporcionada por dos secreta
rias de este Departamento, Cristina Salas y Estrella Muñoz, y también menciono
la participación de la alumna colombiana del Magister de Antropología de la
Universidad de Chile, Sandra Milena Ávila; como asimismo del Coordinador de

Proyectos del DepartamentoInvestigación, Rodrigo Díaz.


de
La primera etapa de este Encuentro concierne a la presentación de ponencias

con sus respectivos comentarios. En una segunda etapa estarán las comunica

ciones testimoniales de participantes mapuches, que constituirán formas de

mensajes de sus propias experiencias de vida. En una tercera, la de debates,


reflexionaremos sobre lo que nos han entregado las ponencias y los testimonios,
con un intercambio de ideas que nos acerquen a la gran pregunta ¿Qué es ser

mapuche hoy en Chile?, la cual no puede desvincularse de la que expresa ¿Qué


es ser mestizo hoy en Chile?
Mis reconocimientos a la Dra. Texia Gorman, Directora del Departamento de

Investigación, y al Dr. Mario Sapag-Hagar, Vicerrector de Asuntos Académicos, de


la Universidad de Chile, quienes han dado su generoso estímulo a este Encuentro.

15
Ponencias
EN TORNO A LOS ORÍGENES DE LA POBLACIÓN CHILENA:

UN ENFOQUE BIOANTROPOLÓGICO

Francisco Rothhammer

La composición genética de la población chilena ha sido determinada básica


mente por flujo génico, consecuencia de distintas corrientes inmigratorias hacia
una población aborigen
heterogénea, por eventos culturales que han adquirido
en algunas
oportunidades la proporción de horizontes, y, finalmente, por la
diversidad ecológica determinada por una geografía y topografía que presenta
características sui generis.
Cuatro grupos poblacionales han contribuido en distinta proporción a conformar
lapoblación chilena actual: los habitantes amerindios originarios, los invasores es

pañoles, los esclavos africanos y los inmigrantes europeos, árabes y asiáticos.


La ausencia de restos óseos humanos registrada en los sitios arqueológicos
paleoindios chilenos, Quereo, Tagua Tagua, Monte Verde, Fell, nos impide realizar
comparaciones que permitan establecer las vías migratorias que utilizaron los pri
meros habitantes de Chile. Desafortunadamente, un hecho semejante ocurre para
los períodos arcaico y agrícola temprano, representados por algunas colecciones
osteológicas incompletas y poco numerosas. No obstante esta situación, hemos
intentado reconstruir posibles movimientos poblacionales, calculando distancias

biológicas multivariadas sobre la base de la mayor parte del material óseo dispo
nible. Insistimos en esta metodología estadística con el propósito de no incurrir
en los errores a que lleva la simple comparación de medidas o índices aislados,

como por ejemplo el índice craneano, que llevó a definir una raza paleoamericana

caracterizada por la dolicocefalia.


Un total de 25 colecciones osteológicas y siete medidas craneométricas
faciales fueron seleccionadas para el estudio sobre las que se basan nuestras
conclusiones. Las medidas incluyeron: ancho frontal mínimo, ancho bizigo-
mático, altura nasal, ancho orbital, altura orbital, largo del paladar y ancho
del paladar. La selección consideró trabajos previos que demostraron que
estas medidas no son afectadas sustancialmente por la deformación artificial
(Cocilovo, 1975). Las siete variables fueron ajustadas eliminando la variación
debida al sexo por regresión lineal.

19
Como la variabilidad de los
promedios ajustados es difícil de interpretar
directamente, las distancias biológicas se calcularon a través de los residuos que
luego fueron utilizados para generar
representación gráfica de la variabilidad
una

observada, vale decir dendrograma (Figura 1). Es posible distinguir en éste


un

varios conglomerados. Algo separada, debido a su


posición cronológica, aparece
la colección de Camarones perteneciente a la tradición Chinchorro. En
segundo
lugar, aparecen agrupadas las colecciones de Caleta Huelen, Peñuelas, Chancho-
quín, Valles Calchaquíes, Quebrada de Tarapacá, Pisagua y San Pedro. Un tercer
conglomerado agrupa a Pirita, Punta Teatinos, El Torín, Península de Arauco,
Paucarcancha y La Herradura. Integran un cuarto grupo Tiwanaku, Alto Ramírez,
Botocudos, Playa Miller 4 y Playa Miller 7. Finalmente, Quiani, sambaquies, ala
calufes, yaganes y onas aparecen conformando un último conglomerado bastante
distante de los restantes.

Figura 1 .
Dendrograma que ilustra las relaciones craneométricas entre 25 poblaciones
prehistóricas de Sudamérica.

Camarones
Caleta Huelen
Peñuelas

Chanchoquin
V. Calchaquies

Q. Tarapacá
Pisagua
San Pedro
Pirita
Punta Teatinos
El Torin
Morro de Arica .

P. Arauco
Paucarcancha
La Herradura
Tiwanaku
Alto Ramírez
Botocudo
PML4
PLM7

Quiani 7
Sambaquies
Alacalufes

Yaganes
Onas

20
Sobre la base de que los resultados descritos y a la evidencia arqueológica
existente, podríamos aventurar una hipótesis provisional sobre el
poblamiento
de Chile. Cabe mencionar primer término la llegada, hacia 10.000 a.C, de
en

los primeros cazadores nómadas desde las tierras altas, posiblemente el altiplano
central (Lynch, 1983). La presencia de sitios arqueológicos arcaicos tempranos

(Núñez, 1983) y la lógica geográfica sugiere que su ingreso probablemente se


produjo por la zona de San Pedro de Atacama. Los cazadores se desplazaron hacia
el sur gradualmente, en la medida en que se extinguía la megafauna pleistocénica.

Grupos descendientes de ellos, sin embargo, probablemente permanecieron en los


hábitats primitivos adaptándose a la caza de presas más pequeñas, a la recolección
de plantas y moluscos y a la pesca (Núñez, 1983).
La existencia de técnicas sofisticadas de momificación artificial, la presencia
de algunos objetos característicos de la foresta tropical y evidencia craneométri-
ca y genética hacen suponer que hacia 6.000 a.C. se produjeron otras corrientes

migracionales, esta vez desde la foresta tropical hacia el litoral ariqueño, dando
origen a la llamada tradición Chinchorro (Rivera y Rothhammer, 1986). Una
vez adaptados al ambiente costero los grupos Chinchorro se desplazaron entre

5.000 y 3.000 a.C. por la costa hacia el sur, dejando huellas de su presencia en
Camarones, Pisagua, Caleta Huelen, Taltal, y posiblemente Antofagasta (Rivera,
1985). A juzgar por el análisis de distancias craneométricas es posible que los
habitantes prehistóricos de la bahía de Coquimbo se hayan originado a partir de
una miscegenación entre los descendientes de los antiguos cazadores nómadas y

estos nuevos migrantes. Es interesante la inclusión de una muestra de araucanos

en el mismo conglomerado que agrupa a las colecciones Chinchorro y las más

antiguas de la bahía de Coquimbo.


La evidencia arqueológica indica que entre 100 a.C. y 500 d.C. se de
sarrolló en el norte árido una tradición altiplánica que se extendió desde
Arica hasta San Pedro de Atacama, incluyendo la Quebrada de Tarapacá

(Rivera, 1985). La tradición altiplánica está vinculada a Bolivia, posiblemente


a las culturas de Pukara y Wankarani, que se desarrollaron a partir de 1 .200 a.C.

(Muñoz, 1983). Llama la atención que las colecciones de San Pedro y Pisagua
integren un conglomerado junto a otras excavadas en Huasco y Peñuelas. En
la existencia de movimientos
consecuencia, postulamos, según estos resultados,
poblacionales desde San Pedro hacia la costa y hacia las regiones de Copiapó y
La Serena, sin que otras poblaciones originarias de Argentina llegaran
perjuicio
vía los valles de Copiapó y Elqui. Debemos
a esas regiones utilizando como

destacar, además, que San Pedro mantuvo un estrecho contacto con los grupos

prehistóricos del noroeste argentino.

21
Hacia 400 d.C. se desarrolló en el valle de
Azapa la fase Cabuza, vinculada
a Tiwanaku. Hemos podido comprobar que la
presencia de contactos culturales
entre los valles y el
altiplano también fue de
acompañada gené
miscegenación
tica. Naturalmente, fuera de esta corriente migracional y de la invasión incaica,
está documentada etnohistóricamente la última, es decir, la invasión española
(Hidalgo, 1972).
La inclusión de la colección
sambaquies junto a onas, yaganes y alacalufes
establecería una posible vinculación de los fueguinos con grupos prehistóricos de
la costa de Brasil.
Los yaganes y alacalufes, sin embargo, exhiben mayor proximidad biológica
con los chonos, indicando un posible origen mixto.
Los pueblos originarios eran, de acuerdo con la información craneomé-

trica, relativamente heterogéneos biológicamente antes de la llegada de los


españoles. Es interesante destacar que las distancias genéticas calculadas según
grupos sanguíneos y marcadores moleculares entre estos grupos exhiben una
asociación estadística significativa con la separación geográfica y las diferencias
culturales, incluyendo medios de subsistencia, cultura material, tipo de econo
mía y organización social. Por consiguiente, a medida que aumenta la distancia

geográfica y cultural entre estos pueblos, observamos igualmente un aumento


de las diferencias genéticas.

Comprobamos además a nivel sudamericano que los grupos de habla arawak


están genéticamente próximos a los grupos de habla ge. Puesto que el ge es, de
acuerdo a Loukotka (1968), una lengua paleoamericana, este resultado puede su

gerir que las tribus del grupo arawak y tupi estarían relacionadas con las bandas
prehistóricas que poblaron el este de Brasil. Además, este hallazgo corrobora el
modelo de Lathrop (1970), que relaciona cultural y lingüísticamente a los grupos

protoarawak y prototupi. El análisis de distancias genéticas validaría, entonces,


los resultados craneométricos. El grupo que habría migrado desde la Amazonia
utilizando las vías fluviales, postulado sobre la base del análisis de cráneos, co

rrespondería a los grupos lingüísticos protoarawak y prototupi.


Los aymara exhiben la menor distancia a los arawak, lo cual podría indicar
con la foresta tropical y con los grupos proto-
que los primeros se relacionaron
arawakes. Cabe hacer notar que los lingüistas han agrupado el aymara junto al
arawak en una familia andina-ecuatorial (Loukotka, 1968).
Validando las clasificaciones lingüísticas, las tribus andinas exhiben distan
entre ellas. De paso, notamos que los mapuches están
cias genéticas pequeñas
relacionados con los aymara. Los datos craneométricos apoyan esta hipótesis
(Rothhammer et al, 1986).

22
Los invasores españoles llegaron siglo xvi y se concentraron fundamen
en el
talmente en llegaron a imponer una mayoría absoluta entre
el Valle Central, donde
los pueblos precolombinos. El territorio al sur del Bio-Bío quedó en poder de los
mapuches, con excepción de algunos enclaves españoles en Valdivia y Ancud.
Los esclavos africanos comenzaron a ser vendidos en el siglo XVII, fundamen
talmente en el Norte Chico y Zona Central, al norte del río Maule.

españoles no sobrepasaba la cifra de


A fines de la Colonia el número total de
20.000 (Tabla 1). Los censos Concepción en 1812 y al norte del
efectuados en

río Maule en 1813, durante la Patria Vieja, permiten establecer una distribución

aproximada de la composición genética de la población chilena por provincias,


tales como existieron hasta la década pasada.

Tabla I .
Inmigración española en Chile

Años Época Número

1535-1550 Conquistadores 150

1583 Conquistadores 1.100

Mujeres 50

1600 Total inmigrantes 4.000

1601-1630 Colonizadores 3.000

1630-1700 Soldados y colonizadores 10.000

1700-1778 Inmigrados, total 14.000

1778-1810 Inmigrados, total 15.000

1812-1813 Censo, total 10.000

1813 Censo, parcial 4.500

1854 Censo total 915

1854-1960 Inmigración acumulada 160.000

Fuente: Rothhammer y Cruz-Coke ( 1 983).

Cabe destacar que los esclavos africanos que llegaron a las diversas comunas de
Chile alcanzaron en el Norte Chico proporciones importantes. Se estima que al
comenzar la República Chile tenía cerca de 1 .000.000 de habitantes. La
proporción
de comprendía cerca de españoles, 130.000 alema
150.000
inmigrantes europeos
nes y una proporción menor de italianos, franceses e ingleses. Posteriormente, en

el siglo XX se han agregado inmigraciones árabes, yugoslavos y de otros pueblos

europeos.
Los descendientes de los esclavos africanos disminuyeron rápidamente, emigrando
o mezclándose con otros grupos étnicos. De acuerdo a Claudio Gay , en 1 986 quedaban
solamente 336 descendientes directos de esclavos africanos en Chile.

23
Elporcentaje de extranjeros indicado por los censos es reducido, alcanzando
4% de la población a comienzos del siglo. El promedio de los últimos censos es
menor del 2%. Estas cifras contrastan con los
porcentajes más altos en otros países
latinoamericanos, especialmente Argentina, Uruguay y Brasil. Los extranjeros
están distribuidos desigualmente por provincias, encontrándose las proporciones

mayores en las provincias extremas, es decir, Tarapacá y Magallanes, y en las


provincias centrales de Santiago y Valparaíso. El censo de 1970 indica que Chile
tenía menos de 200.000 extranjeros residentes en aquel entonces.
Varios autores han intentado estimar la mezcla genética de diversas poblaciones
chilenas basándose sobre los componentes genéticos principales que entran en su

composición, que son el español y el indígena. Es preciso estar dispuesto a hacer


algunas suposiciones para realizar estos cálculos. Entre las más importantes están:
las frecuencias génicas de las dos poblaciones ancestrales (española e indígena)
son conocidas; las frecuencias génicas de las dos
poblaciones ancestrales no han
experimentado cambios (selección diferencial, deriva génica) desde el siglo XVI,
cuando comenzó el flujo génico español hacia las poblaciones nativas latinoame
ricanas y el aporte de genes africanos muy pequeño. es

Desafortunadamente, la mayoría de los cálculos realizados se apoyan sobre el


supuesto de que las frecuencias génicas de las poblaciones indígenas de la zona
de Temuco representativas de los grupos
son indígenas ancestrales, que dieron
origen a lapoblación chilena. Esta suposición es, como hemos visto, dudosa, de
bido a la heterogeneidad de los pueblos originarios. Por otra parte, los mapuches
de la zona de Temuco tienen al menos un 25% de mezcla española. Presentamos
a continuación algunos estimadores de mezcla indígena obtenidos utilizando los
alelos del sistema ABO. Al respecto se partió del supuesto de que las poblaciones
indígenas de América del Sur poseían los alelos A y B en frecuencias muy bajas
antes del contacto con los europeos.

Examinemos la Tabla 2 que exhibe los valores de mezcla indígena de varias


poblaciones chilenas eindígenas. En primer lugar llama la atención el hecho
de que dos de las comunidades indígenas más aisladas de Chile, Pedregoso y
Guallatire, presentan cerca de un 5% de mezcla caucasoide. Esta evidencia nos

permite probablemente, no existen grupos indígenas puros en


asegurar que,
Chile. Por otro lado, la población de la ciudad de Santiago tiene entre un 24%

y un 53% de composición genética indígena, dependiendo del estrato socioeco


nómico examinado (Tabla 3). Es sorprendente el hecho de que Santiago tenga

mayor mezcla indígena que Concepción. Sin embargo, es oportuno recordar que
Santiago, a diferencia de Concepción, ha crecido en los últimos años principal
mente debido a la inmigración.

24
a 2. Porcentaje de mezcla
indígena (M) de varias poblaciones chilenas e indígenas

Alacalufes (Puerto Edén, Isla


Wellington) 44 91%
Punta Arenas (Hospital) 330 45 %
Puerto Montt (Hospital) 339 53%
Pehuenches (Pedregoso) 148 95%
Mapuches (Temuco) 450 73%
Concepción (Banco de sangre) 9.252 35%
Santiago (Boy Scouts) 193 24%
Santiago (Banco de sangre) 16.459 43%
Santiago (Conscriptos) 130 53%
Atácamenos (Caspana, Toconao, Toconce) 80 88%
Aymaraes (Guallatire) 26 96%
Fuente: Rothhammer (1973).

Tabla 3. Porcentaje de mezcla indígena (M) de individuos distintos niveles


pertenecientes a so

cioeconómicos de la ciudad de Valparaíso

Nivel socioeconómico N M

Alto 237 27%


Medio 445 32%

Bajo 108 52%

Fuente: Rothhammer (1973).

La existencia de una asociación entre mezcla indígena y nivel socioeconómico


se debe fundamentalmente a la segregación sufrida por los pueblos indígenas y
los mestizos. Cabe recordar la existencia de prohibía
un decreto virreinal que el

ingreso a la educación
superior a indígenas y a mestizos.
Las barreras geográfico-topográficas que mantienen el aislamiento genético de

pequeñas comunidades indígenas como Pedregoso y Guallatire, las barreras sociales


que mantienen la estratificación genética de individuos que pertenecen a distintos
niveles socioeconómicos y, por último, las barreras culturales que mantienen el
cuasiaislamientogenético de las colonias extranjeras, están en vías de desaparecer,
como consecuencia de los cambios culturales, políticos, económicos y sociales
ocurridos en Chile. Observamos que en forma
progresiva ocurre migración desde
las áreas rurales a las zonas urbanas. Se rompen además los aislamientos geográficos

y se nota un aumento de la movilidad social, tanto ascendente como descendente,


a través de un aumento de la probabilidad de que un individuo perteneciente a un

determinado nivel socioeconómico se case y tenga descendencia con otro de un

25
nivel superior o inferior, y de la probabilidad de que un individuo perteneciente
a una colonia extranjera se case y tenga descendencia con otro perteneciente a la
población mixta.
Podríamos concluir de que el origen de la población chilena es multiétnico,
entrando en su
composición distintos elementos como consecuencia de aconteci
mientos que han afectado diferencialmente a las distintas zonas geográficas. Por

ejemplo, la invasión incaica solamente se extendió hasta el río Maule, la guerra


de Arauco se libró en la parte sur del territorio, los esclavos africanos fueron con

centrados el Norte Grande y Norte Chico, la colonización alemana y yugoslava


en

estuvo limitada a ciertos territorios del norte y sur de Chile, el auge del salitre y

la gran minería del cobre provocaron una importante movilidad geográfica hacia
el Norte Grande. Posteriormente y como consecuencia de la industrialización, ha
ocurrido flujo de individuos de las zonas rurales a las zonas urbanas, estimándose
que más del 70% de la población chilena vive en centros urbanos.

Es lícito suponer que las guerras, las epidemias, la variedad de climas,


la constitución de los suelos, los hábitos alimenticios, los medios locales
de subsistencia, las diferencias de altura y la humedad del aire, entre otros
factores que han afectado diferencialmente las distintas zonas geográficas
del territorio a la diversificación biológica de la
chileno, hayan contribuido
población. Resulta sin
embargo razonable sugerir que tanto la selección natural
como la deriva genética aleatoria no han contribuido en la misma proporción

que el flujo génico (las migraciones) a configurar la estructura genética de la


población chilena actual.

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27
consideraciones biomédicas sobre la etnia mapuche

en Chile*

Rodrigo Moreno

La visión biomédica de la etnia mapuche en Chile es un aspecto poco considerado


cuando habla de las características y problemas de esta etnia.
se

La etnia mapuche es una de nuestras poblaciones aborígenes originales en


Chile, que son descritas y reconocidas por los españoles desde el período del des
cubrimiento y conquista de América. Su territorio original, si consideramos como

identificación cultural la
lengua mapudungún, Choapa hasta
era desde el sur del río
el archipiélago de Chiloé. Se identifican
algunas divisiones geográficas; las más
reconocidas son los picunches, los pehuenches, los huilliches y los araucanos o

mapuches (Sánchez, 1993-94). Actualmente se les conoce genéricamente a todos


éstos como mapuches. Cumplen los mapuches con los requisitos de continuidad
cultural, biológica, geográfica e histórica hasta nuestros días.
Los mapuches, al igual que los otros pueblos originales de Chile, han
sufrido distintos procesos en lo cultural, de aculturación en las urbes y trans-
culturización en sus territorios originales; los huilliches y pehuenches han

experimentado una homogenización que se denominó araucanización y luego


fueron transculturados en el siglo XIX, con lapacificación de la Araucanía. En
lo biológico, de extinción de los
picunches y la miscegenación
de los huilliches,

los araucanos y los


pehuenches con poblaciones europeas. En lo geográfico,
de pérdida, reducción y migración territorial, pudiéndose encontrar a sus des
cendientes a través de todo el país (ine, 1997). Estos han sucedido con distinta
intensidad y en diversos momentos de la historia de Chile, para cada grupo de
habla mapudungún. Así, en el siglo xvi los españoles inician la extinción de los
picunches en Chile central dando origen al chileno, y la mezcla producida con
huilliches en el archipiélago de Chiloé origina al chilote. En cambio, el mestizaje
con araucanos y pehuenches ocurre en forma más intensa sólo desde el siglo XIX

(Sánchez, 1993-94; Moreno y col., 1999-2000).

*Resultante del proyecto ETN 006/2-2000. parcialmente financiado por el Departamento de Investigación
de la Universidad de Chile.

29
Debemos reconocer que mapuches sin algún grado de
no existen individuos

miscegenación, principalmente caucásica, hispana, y luego europea no hispana.


A su vez, la población chilena actual suele desconocer su relación biológica y

genética de ser descendiente de los mapuches, evidenciándose que en promedio


existe un 60% de su composición genética aborigen (relación biológica), que se

refleja en sus enfermedades (Cruz-Coke y Moreno, 1994).


En el contexto anterior, las características biomédicas de la población mapuche
actual muestran tanto diferencias genéticas, antropológicas, físicas y fisiológicas
como demográficas, epidemiológicas, de morbilidad y mortalidad con respecto de
lapoblación chilena no aborigen, hecho del que dan cuenta numerosos trabajos.
Desde el punto de vista demográfico y epidemiológico esta población pre
senta en general un patrón de transición inicial con persistencia aún de mayor

población joven y baja esperanza de vida (CASEN, 1996), con predominio de


enfermedades originadas de la dependencia de las condiciones medioambientales,
como (Oyarce, 1989; Moreno y col,
infecciosas y los traumatismos y violencias
1993 y 1997). Sin
embargo, presentan mayor frecuencia de algunas enfermeda
des y menor frecuencia de otras, como todas las poblaciones de etnias originales
en Chile, y estas enfermedades pueden tener mayor frecuencia en la población

chilena que en otros países latinoamericanos (Moreno y col., 1994 y 1997), como

se evidencia en la Tabla 1 .

En las enfermedades que presentan se puede identificar las debidas a la misce


genación con otros grupos humanos, que son infecciosas o laborales introducidas,
y otras que son genéticamente determinadas; las concernientes al cambio cultural

Tabla 1 Enfermedades
.
según frecuencia en aborígenes chilenos

Mayor frecuencia Menor frecuencia

Alcoholismo* Enfermedades metabólicas hereditarias


Defecto túbulo neural* Enfermedades eritrocitariasgenéticas
Tuberculosis Hemoglobulinopatías
Politelia* Diabetes no insulino dependiente*

Craniosinostosis Colesterol alto


Síndrome oculoauriculovertebral* Hipertensión arterial*
Cálculo y cáncer de la vesícula biliar Cardiopatía chagásica
Bocio
Osteoma del conducto auditivo externo
Colestasia intrahepática del embarazo*
Fisuralabiopalatina*
Displasia congénita de cadera
'
Enfermedades con frecuencia en población chilena mayor que otros países latinoamericanos.

30
(transculturización) disminuyendo las debidas a los estilos de vida de subsistencia,

aumentar un estilo de
las enfermedades por sedentarismo y estrés urbano de
para
vida occidentalizado, y las persistentes desde tiempos prehispánicos y que explican
su mayor frecuencia en la población chilena actual (Gajardo, 1979; Cruz-Coke y

Moreno, 1994; Castro y col., 1997; Moreno y col., 1994 y 1997).


Tanto la continuidad cultural y biológica de la etnia mapuche como sus ca
racterísticas biomédicas se ven favorecidas por el aislamiento geográfico, que
conlleva un aislamiento cultural y una inaccesibilidad al sistema de salud, lo

que se relaciona con la persistencia o no de medicina tradicional. Ahora bien, las


poblaciones mapuches más aisladas mantienen idioma y costumbres al igual que
una menor proporción de miscegenación con algunas reducciones pehuenches y

mapuches que mantienen un agente cultural de sanación, como es la machi, lo cual


revela una diversidad de realidades locales para las distintas poblaciones.
La diversidad también se expresa en las variables biomédicas, que son influidas

en forma compleja tanto por factores ambientales como genéticos, se evidencia

al separar por sexo algunas variables de distintas poblaciones aborígenes, como


muestran las Tablas 2a para mujeres y 2b para hombres. Las poblaciones de San

Pedro de Atacama y Trapa Trapa están sobre 2.500 metros de altura, en cambio

Paposo y San Juan de la Costa están bajo 500 metros de altura. Las poblaciones de
Trapa Trapa y San Juan de la Costa son de habla mapudungún, que se comparan
con poblaciones descendientes de etnias nortinas (Moreno, 1997). La variable de

Tabla 2a. Variables antropométricas biomédicas en mujeres de poblaciones aborígenes

Localidad San Pedro de Atacama Paposo Trapa Trapa San Juande la Costa

Casos 114 26 69 45

Edad promedio 45,10 37,57 37,98 40,24


Talla (cm) 1 54,20 155,44 150,59 147,40
Peso (k) 58,16 69,55 57,68 63,87
IMC 24,44 28,73 25,37 29,44

Tabla 2b. Variables antropométricas biomédicas en hombres de poblaciones aborígenes

Localidad San Pedro de Atacama Paposo Trapa Trapa San Juande la Costa

Casos 48 21 51 25

Edad 46,64 43,33 38,23 45,72


promedio
Talla (cm) 167,10 167,93 158,52 159,30

Peso (k) 62,99 79,85 60,87 65,49


IMC 22,56 28,28 30,33 25,89

31
talla y peso se conjugan en el IMC o índice de masa corporal que es el
peso/talla
(kg/m2), el cual al tener un valor sobre 27 indica obesidad. Las poblaciones ma
puches son de menor mujeres de San Juan de la Costa
talla que las nortinas. Las

y los hombres de Trapa Trapa poblacional, a diferencia de las


tienen obesidad

poblaciones nortinas en que son sólo las mujeres las obesas.


Por ello, en un diagnóstico de salud no podemos ignorar las condiciones bio-

geográficas en que viven estas poblaciones. Además, estas han sido desplazadas
de sus territorios originales a ambientes con poco potencial de producción de

autosubsistencia, cambiando sus ámbitos y estilos de vida ancestrales, con pocas


posibilidades de desarrollo de una explotación comercial, entrando a competir
desigualmente con empresas forestales y agrícolas. Todas estas circunstancias
limitan sus condiciones de desarrollo socioeconómico en sus territorios originales
y también en las ciudades (Grebe, 1997-98).
La etnia mapuche presenta la más alta relación de ruralidad y pobreza (CASEN,
1996), la que se da también en otras etnias originales de América. Curiosamente,
ambos términos evidencian una visión etnocéntrica. Si vivieran en sus tierras

originales y en condiciones ancestrales se reconocería antropológicamente como

su habitat y ecumene. En cambio, en la visión política administrativa chilena ac

tual, rural se refiere a que no viven en una ciudad, pero si consideramos que los
mapuches no formaron desarrollos poblacionales mayores que la villa, entonces
lo rural aplicable para
no es su cultura. La pobreza desde la visión estatal se usa
para identificar condiciones de vivienda, donde una ruca, construida con materiales
naturales locales y sin piso de cemento no es una vivienda considerada satisfactoria,
o parámetros que los obligan a un cambio cultural. También, si
sea, se mide con
sólo hablan su lengua original serán analfabetos e ignorantes por no ir a la escuela,
cuando ninguna de nuestras etnias desarrolló escritura, y el individuo aprendió su

lengua materna y el saber ancestral por transmisión oral y vivencial propio de su


cultura, y en cambio en la escuela se intentaba hasta hace poco suprimir su lengua
materna y sus tradiciones. Concluimos que nuestra visión desde los cánones de la
nación chilena tiene una distorsión etnocultural en la que a las etnias originales se

las califica en la marginalidad, y los programas de Gobierno que intentan corregir


esta situación son aculturizadores para los mapuches.
Esta visión etnocéntrica también es mal aplicada en salud. Desde la barrera
del idioma hasta la percepción distinta de los procesos de nacimiento, enfermedad
y muerte (Oyarce, 1989). Por ejemplo, el empleo de educación escrita en español
o con vocabulario inadecuado para su realidad étnica, y no hay programas de
salud orientados a sus enfermedades más relevantes, salvo para aquellas que
lo son también en la población chilena (Tabla 1). Desconociendo su patrón de

32
crecimiento se intenta corregir su menor talla con programas de alimentación,
con el riesgo de que desarrollen obesidad, sobre todo en las mujeres; buscando

mejorar las condiciones perinatales, se hospitaliza en forma preventiva semanas


antes del parto, aislando a la mujer de su familia y del entorno social y cultural

mapuche; al
ignorar su forma de construcción tradicional adaptada al ambiente,
se logra protección de las variables climáticas y el hacinamiento, que
menor

favorecen la aparición de enfermedades y la trasmisión de infecciones, entre


otras situaciones, y se ignora el beneficio de mantener los patrones culturales

de actividad y alimentación en la prevención de enfermedades de la sociedad

chilena, como son la obesidad, hipertensión, diabetes, cálculos a la vesícula


biliar, entre otras (Moreno, 1997).
La distribución dealgunas enfermedades en poblaciones con ascendencia
aborigen es una variable compleja, como vimos en las Tablas 2a y 2b. En la Tabla
3 vemos que según la variable que se considere puede haber un gradiente norte sur
de la presión arterial, o diferencias por vivir en altura para la obesidad (atácamenos
ser operado del cálculo a la vesícula
y pehuenches), o el acceso al hospital para
biliar, o de composición genética (politelia).
La diabetes ha ido apareciendo y aumentando en la población mapuche (La-
renas y col., 1985; Moreno y col., 1993; Pérez-Bravo y col., 2001) al igual que

otras enfermedades que se presentan en forma asociada a la diabetes, como son

Tabla 3. Características biomédicas de morbilidad en poblaciones aborígenes descendientes

Localidad San Pedrode Atacama Paposo Trapa Trapa San Juande la Costa

Ascendencia Atácamenos Changos Pehuenches Huilliches


aborigen
Mezcla genética aborigen 89,3% 59,5% 94,2% 86,9%
Tamaño muestra 162 47 128 70

Variable °k % % %

Presión arterial diastólica 18,5 17,0 29,6 34,2

^ 90 mmHg
Presión arterial diastólica 5,5 10,6 12,5 24,2

> 95 mmHg
Presión arterial sistólica 3,7 10,6 1,5 12,8

> 160 mmHg


ObesidadIMC > 27,3 k/m2 20,9 57,4 22,6 50.0

Cálculo a la vesícula biliar operada 4.9 6,4 0,7 10,0


15.4 6.4 7,0 12,8
Pezón supranumerarioo politelia
Diabetes por glicemia > 20 mg/dl
-

4,8 (2/43) 2,6 (3/115) -

IMC: índice de masa corporal: peso/talla"

33
obesidad, hipertensión arterial, colesterol alto y cálculos a la vesícula biliar, entre
otras (Moreno, 1997; Moreno y col, 1993 y 1997; Pérez y col., 1999 y 2000; Pé

rez-Bravo y col., 2001; Stokins y col., 1998).


Estas enfermedades constituyen el llamado síndrome del nuevo mundo en

aborígenes americanos (Weiss y col., 1984; Weiss, 1985) o como síndrome de


la civilización occidental (Eaton y Konner, 1985; Smith, 1992), las cuales son
desconocidas en las poblaciones tecnológicamente preagrícola, y que las sufren,
al adoptar el estilo de vida de la civilización occidental, con una vida sedentaria
con alto nivel de estrés y de consumo procesados, ricos en
de alimentos altamente

azúcar, sal, y grasas poliinsaturadas, y pobres en fibra vegetal.


Los mapuches y otras etnias aborígenes de Chile tienen menor riesgo de estas
enfermedades si conservan su estilo de vida ancestral en las áreas rurales. Esta

protección cultural ante las enfermedades occidentales se perdiendo, y sería


está
más rápido en las ciudades (Amigo y col, 1999 y 2000; Arteaga y col., 1973; Cruz-
Coke 2000; Moreno y col, 1993; Pérez y col., 2000; Pérez-Bravo y col., 2001).
En aborígenes australianos se demostró que al volver a su estilo de vida ancestral
estas enfermedades se revierten en forma importante (O'Dea, 1992).
La conducta de las enfermedades de los mapuches en las grandes urbes no ha

sido ampliamente estudiada aún (Aliaga, 2000; Censo 1992, 1997; González, 1999;
Moreno y Nazer, 1988; Moreno y Riquelme, 1994; Moreno y col., 2001; Pérez
y Fuentes, 1979; Toledo, 1997). Debido a que el componente aborigen mapuche
es generalmente subestimado en la población chilena, las interpretaciones deben

ser cuidadosas. La Tabla 4 muestra que para las tres variables consideradas: talla,
frecuencias génicas de alelos ABO*0 y Rh(-) existe un gradiente entre dos, uno
y ningún apellido mapuche que evidencia la mezcla. Las diferencias son estadís

ticamente significativas entre las mujeres con dos apellidos mapuches y las con
ningún apellido mapuche, pero no así entre estas últimas y las mujeres con solo
un apellido mapuche (Moreno y col., 2001).

La proporción de mujeres con al menos un apellido mapuche es de 8,1%,


inferior a la estimada para la Región Metropolitana en el Censo de 1992, lo que
seexplica por el método usado en dicho caso para identificar a los individuos

mapuches. El uso de los apellidos mapuches tienen un sustento biológico, como

se demuestra en la Tabla 4.
Estudios de mortalidad en sus territorios originales muestran distinto riesgo con
respecto de la población chilena de algunos grupos de enfermedades, coincidiendo
en que los niños constituyen el grupo de mayor mortalidad (CASEN, 1996; Toledo,

1997; Aliaga, 2000). Sin embargo, el Censo de 1992 no consideró a la población


menor de 14 años (INE, 1997; Censo 1992, 1997). Según el estudio MIDEPLAN-

34
la Maternidad Hospital
Tabla 4. Características de mujeres según origen mapuche del apellido en

Barros Luco de Santiago

Variables Origen materno según número de apellidos mapuches


Dos 1,8% Uno 6,3% Ninguno 91,9%
Talla (cm) 152,9 155,3 156,6
Frecuencia génica alelo ABO*0 0,898 0,786 0,752
Frecuencia génica alelo RH (-) 0,094 0,134 0,223
Madres con al menos un apellido mapuche 8,1%

CONADI de 1998, basado en la encuesta CASEN 1996, se estima que el grupo de 0


a 14 años en mapuches constituye el 31% de la
población.
En un estudio de la etnia mapuche respecto de las defunciones de laRegión
Metropolitana de 1998 (Paredes y col., 2000),
mayor se detectó un riesgo entre
niños con apellidos mapuches que el de otros sin apellidos aborígenes, tanto en

magnitud como en las causas específicas de mortalidad, como muestran las Tablas
5 y 6.
El grupo etario de 0 a 4 años con apellidos mapuches acumula el 82,86% de las
defunciones de menores de 20 años, y además tiene la mayor proporción de niños
con apellidos mapuches, el 7,07%, siendo el total de 6,14%. Destaca también en

esta tabla que la proporción de individuos en el rango que en la Región Metropo


litana consideró el Censo de 1992, entre 14 a 19 años, es de 4,72%.
Los primeros cinco grupos de causas de defunción en el grupo de edad de

mayor riesgo, esto es 0 a 4 años, en la Tabla 6, evidencian algunas diferencias en


las frecuencias de las categorías.

Tabla 5. Defunciones en la Región Metropolitana 1998, de menores de 20 años*, según origen


mapuche del apellido
Grupo etario Defunciones según apellidos mapuches
Con apellidos mapuches Sin apellidos mapuches
por quinquenio
% etario Distribución Distribución
Grupo
Casos % Casos %
_ "

0 a 4 años 7,07~~ 87 82,86 1142 71,20


5 a 9 años 3,30 4 3,81 117 7,29
10 a 14 años 1,87 2 1,90 105 6,55
15 a 19 años 4,76 12 11,43 240 14,96
Total 6,14 105 100 1.604 100

19 años) 4,72 13 12,38 262 16,33


( 14 a

*De 1 .7 1 5 defunciones, 4 se excluyen por no tener nombres p or mal definidas.


ombres y 2 por

35
0 4
Tabla 6. Porcentaje de las primeras cinco causas agrupadas de defunciones (cíe, 10) entre a

años en la Región Metropolitana 1998, según origen mapuche del apellido

Categorías de causas
agrupadas (CIÉ, 10) Porcentaje defunciones según apellido mapuche
Con apellido mapuche Sin apellido mapuche
Afecciones período perinatal 33,71 28,18
Malformaciones congénitas 23,59 29,76
Sistema respiratorio 14,61 11,95
Traumas y envenenamientos 10,11 5,58
Síntomas y signos anormales 5,62 10,73
Total acumulado 87,64 86,20
Otras causas 12,36 13,80

Las primeras dos categorías en menores de 0 a 4 años


Región Metropolitanaen la
en 1998 acumulan el 67,3% y el 57,9% de las de defunción
en mapuches y
causas

no mapuches, respectivamente. La principal causa específica de defunción fue en

el grupo de las afecciones del período perinatal: la inmadurez extrema en 50% de


los mapuches y 38,08% de los no mapuches; en el grupo de las malformaciones

congénitas: las alteraciones cromosómicas con 28,57% y 8,79% en mapuches y


no mapuches, respectivamente. Estas causas agrupadas y específicas muestran una

clara diferencia biomédica entre estos individuos mapuches y no mapuches.

patrón de enfermedades y causas de muerte son diferentes


Evidenciamos que el
entremapuches y mapuches, ya sea en sus áreas originales como también en la
no

Región Metropolitana, lo que sugiere que las diferencias biológicas y culturales


son importantes y se mantienen.
plantea que debemos modificar la posición de la sociedad chilena
Lo anterior
en su interacción con la población mapuche, y en esta perspectiva de salud inte

grada se propone:

Seguir promoviendo una educación bilingüe, tanto para los mapuches como
para las personas que trabajen con ellos en sus territorios ancestrales.

Modernizar procesos productivos, dando los requerimientos para el desarrollo
sustentable de sus comunidades mapuches.

Salvaguardar sus intereses patrimoniales culturales, en particular en cuanto al
proceso de globalización, que privilegia intereses foráneos.

El rescate cultural debe ir de la mano del conocimiento acumulado sobre la etnia

mapuche, en una suerte de transferencia científica y tecnológica, que permita


utilizar experiencias y tecnologías mapuches y conservar la biodiversidad de
los territorios donde viven.

36
En salud favorecer la medicina lengua original y la educación acerca

en su

de ella por medios audiovisuales, y evitar los medios escritos. Aprender de


su estilo de vida tradicional, lo que nos podría librar de las enfermedades del

estilo de vida occidentalizado.



Fortalecer el conocimiento, tratamiento y prevención de las enfermedades

que tienen mayor riesgo, sobre todo en los sistemas de salud en las zonas

ancestrales y en la Región Metropolitana.

Somos herederos en mayor o menor medida de la etnia mapuche, tanto en lo cultural


como en lo biológico, patrimonio que debemos saber valorar y respetar.

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39
Ser/no ser mapuche o mestizo

Salvador Millaleo

¿Qué significa ser indígena mapuche y, en consecuencia, mestizo dentro del sistema
étnico-social chileno? Esta pregunta, demasiado grande, y cuanto más grande en
tanto aproxime a cada uno de sus elementos, nos ha convocado.
uno se

En primer lugar, lo indígena nos recuerda siempre un cierto sentido histórico


de subordinación a la unidad política del Estado-Nación, donde se resumen
en la cultura política desarrollada en el Occidente moderno las capacidades y

la legitimidad para orientar el orden social. Respecto del Estado, lo indígena


no es un elemento constitutivo ni decisivo para la atribución de los derechos
clásicos. Para José Marimán, la incorporación política de la población ma
al Estado chileno entre 1862 y 1883 "tuvo, como primer efecto, el de
puche
transformar mapuches en una minoría étnica al interior de la formación
a los
social chilena.Incorporación política compulsiva, ya que se realiza a través del
sometimiento militar, ella implicó, al perder el pueblo mapuche toda autono
mía y al no serle reconocido ningún derecho político -ni cultural- específico
en tanto que grupo étnico diferenciado del resto de la población nacional, la

transformación de los mapuches en minoría nacional oprimida en el seno del


Estado-Nación chileno" .

elemento extraño dentro de la


pueblo mapuche es concebido como un
El con

base del aparato estatal. Más aún,


figuración nacional que se supone estar en la
en la construcción de las identidades en nuestro continente, y especialmente en

el Cono Sur, lo fue convertido la parte negativa de la existencia del


indígena en

Estado nacional, en una forma de barbarie, a la cual seoponía el proyecto político


civilizatorio del Estado-Nación.
En Chile, dicho proyecto civilizatorio no sólo fue una fuerza histórica nivela

dora que eliminaba las diferencias y pluralidades encontradas para ponerlas bajo
el control de una cultura nacional chilena, según el modelo del Estado europeo,
sino que se transformó en un dispositivo de exclusión, al considerar por parte

1
Mapuche, descentralización del Estado y autonomía
Véase lo planteado por José Marimán, Cuestión

regional, s/f, : 1.

41
de las élites liberales y conservadoras de la sociedad chilena al "indio" como un

bárbaro peligroso y salvaje que debía disolverse en el sistema económico, edu


cativo y político-militar de la república2. Esta fue la fuerza histórica que estuvo
en la base de la anexión de la Araucanía
-y en ello se diferencia del proceso de
incorporación del Norte, precedida de una competencia de intereses entre élites de
distintos proyectos de Estado-Nación y resuelta la guerra del Pacífico-, pues
en

rotulada como bárbara y salvaje por la mirada ideológica liberal, la Araucanía ya


no podía seguir en pie, sobre todo cuando esa mirada también incluye la idea de
que el progreso y la luz del cristianismo deben imponerse sin contemplaciones"
(De la Barra, 1994).
En segundo lugar, ¿qué significa o puede significar ser mapuche y su relación con
lo mestizo dentro de la sociedad chilena? Se trata de una pregunta inconmensurable,
la más amplia y la más obvia para los "mapuches", y, a la vez, la más volátil. Si ser,
de acuerdo a Charles Taylor, es constituirse en un sujeto que construye su historia
a partir de ciertos de referencia, ciertas fuentes de identidad, que puede
parámetros
implicar ser "algo"; en contraste, la interpretación histórica de la sociedad chilena
ha negado o mantenido al margen a la cultura mapuche, ha sido indolente ante una
historia propia de los mapuches. Pero, algunos piensan que, aunque importante, eso
no es decisivo, en cuanto los mapuches siguen existiendo y,
por cierto, moviéndose,
históricamente hablando, y más, ya existían desde antes de la construcción del
es

Estado y, pese a su acción asimilatoria, han resistido y perdurado, de manera que


en definitiva los
mapuches aún "son"; esto es, que han tenido y siguen teniendo una
identidad consecuente con su religión, lengua, demás códigos simbólicos; una actitud

política marcada por prácticas y deseos de autonomía.


Lo mapuche puede entenderse como una cultura en resistencia frente a la
sociedad mayor, plasmada en el mapudungún, en las prácticas ceremoniales de
las rogativas del nguillatún, en la presencia del saber tradicional de la machi, de
los lawentuchefes; en la autoridad del lonco. El admapu y el rakizuam, que esas

prácticas y figuras implican, estarían resguardando a las comunidades mapuches,


y su subsistente extensión espacial permitiría hablar de la persistencia de una te
rritorialidad mapuche dentro del territorio político-administrativo de Chile.
Por supuesto, la historia de la intolerancia de Chile, como la denomina José

Bengoa, despojó también de su soberanía y luego de sus tierras a los mapuches,


legalmente y también contra legem, las que pasaron a través del Estado a colonos

2 "

particular por Alvaro Bello,


"

Considérese lo dicho sobre el Verdades históricas y formación del Estado


nacional de Chile: la barbarización de los pueblos indígenas en los siglos XIX y XX.

42
chilenos y extranjeros, aseguradas por la legislación chilena y con los resguardos
para lapropiedad privada. Los mapuches fueron incorporados a los sistemas eco
nómicos, sociales y simbólicos imperantes, que actuaron como potentes fuerzas de
aculturación a través de la educación monocultural monolingüe impuesta a partir
de la ley primaria de 1926; la imposición del modelo científico de
de instrucción

prácticas médicas, la igualdad formal de derechos3, y, conjuntamente, comenzó un


de mapuches,
proceso migratorio que llevó a las ciudades de la República a miles
donde, desprovistos de los patrones de referencia tradicional, sufrieron procesos
de pérdida cultural complementada con una marginación social, alimentada, a su

vez, por la discriminación que veía en ellos a "extraños morales", salvajes llega
dos al centro de la vida civilizada, la ciudad. El resto permaneció reducido a una

campesinidad pobre en una economía de subsistencia, y como tal, espacialmente


expuesto a la pauperización del campo chileno durante el siglo XX, y limitado en
su autonomía por la extensión de prácticas rurales de hegemonía provenientes del

centro de Chile. En este proceso, la tierra pasó a representar un polo de identidad


reducción -bajo la forma de
para los mapuches que antes no era visible: "Con la
arreduccionamiento- la comunidad se convirtió en un grupo cuya existencia ha
sido la defensa contra la cultura invasora. Sorpresivamente, la identidad -nunca

antes cuestionada- se convirtió en el eje de su existencia y esta identidad se defen

día desde la reducción"4. Según (op. José Marimán


lengua cit.), la y otros rasgos
culturales, asícomo una organización social propia, la comunidad, lograron man

tenerse en la sociedad Mapuche reduccional, pero a costa -y habría que agregar

con el límite irrebasable- del retraso económico, de la marginalidad social y del

éxodo rural (Foerster, Rolf y Sonia Montecino, 1988).


Paralelamente a este proceso aparecieron las organizaciones indígenas, que con
dirigentes como Venancio Coñoepán, Manuel Aburto Panguilef, Manuel Manqui
lef y otros, pasaron a ser agentes portavoces de los intereses indígenas, pero con
de actuación que no eran
esquemas organizativos que formalmente tenían formas
sino más bien formatos extraídos de las
parte de la tradición política mapuche,
de intereses de la sociedad mayor, muchas veces con afiliaciones o
agrupaciones
conexiones con el espectro político chileno, aunque en su desarrollo organizacional

'Boceara, Guillaume.
"

Políticas indígenas en Chile (siglos XIX y XX), de la asimilación al pluralismo -el


caso mapuche-, Revista de Indias, vol. LIX, N° 217, 1999: 741-774.
'
Ver Vidal, A. "Políticas legislativas indígenas en Chile, el caso de las tierras y territorios Mapuche, en

tierras y pueblo Mapuche, N° Especial de la Revista CUHSO, Centro de Estudios Socio-


legislación indígenas,
culturales, Universidad Católica de Temuco, 1999, citado por Lillo Vera, Rodrigo, Conflicto Estado y pueblo
Mapuche. La interculturalidad como paradigma del derecho, s/f : 8.

43
susintegrantes se resistieron al modelo Wingka, pues se resistían a las jerarquías
y fueimposible que cualquier entidad o dirigente representara a todo el pueblo
mapuche. Estas organizaciones, como la Unión Araucana, la Sociedad Caupolicán,
la Federación Araucana, y tantas otras, han sido fundamentales en la presencia
mapuche dentro de la sociedad mayor.
La existencia de dichas organizaciones fue dispersa, coyuntural y volátil.
Sus posiciones han sido oscilantes entre las que han apoyado ciertas formas de
integracionismo hasta las tesis indianistas o culturalistas. Según José Marimán,
ha habido organizaciones gremiales campesinistas y basadas sobre comunidades,
organizaciones de frente, sectoriales o profesionales, económicas (cooperativas, y
ahora también empresas), asociaciones culturales, artísticas, sociales, y organiza
ciones políticas especializadas, que identificamos ahora con mayor facilidad como

organizaciones indígenas. Sus estrategias han estado marcadas por un intento de


mediación, menos o más conflictiva, entre el Estado y los mapuches, variando sus
posturas desde el reformismo que busca mejorar la situación de miseria material,
hasta la demanda actual de derechos políticos multiculturales dentro del sistema

jurídico y el discurso de la autonomía que los soporta.


Las organizaciones han sido espacios de hibridación determinantes en la cons
trucción de las visiones actuales de lo mapuche. Han estado sujetas a procesos que
van desde la manipulación política por la sociedad mayor, a la autonomización
fuertemente marcada durante la década de los noventa, con una apertura a las
luchas globales del movimiento indigenista mundial por la autodeterminación,

pasando por la resistencia al difícil período de destrucción cultural del gobierno


militar. Como tales han generado espacios culturales que también sirven de límite
entre la sociedad mayor y la sociedad mapuche. Irrumpiendo dentro de la sociedad

política chilena, aún en medio de la indiferencia del Estado y las élites chilenas,
han creado espacios sociales donde lo mapuche circula junto a lo chileno y, ahora,

junto a la cultura global. En tal situación han sido movilizadoras de la, a veces
imperceptible y otras patente, mezcla de una cultura con la otra.
Paralelamente, la vida de los mapuches en la ciudad ha incrementado el proceso
de mestizaje y provocado el desapego o desconexión de los mapuches urbanos
de las raíces culturales de sus comunidades de origen, situación reforzada por las

prácticas de discriminación, estigmatización y la mantención de la marginación


socioeconómica que conllevan. Los mapuches llegaron como extraños a las ciu
dades de la República de Chile y siguieron siendo tratados como extraños, pero de

segunda categoría. Su imbricación con las clases bajas urbanas marcó una situación
de mestizaje subordinado, tendiente a la aculturación y constitutiva de un grupo

muy vulnerable dentro del tejido social de la ciudad.

44
De esa manera, el mestizo de origen indígena, el champurreado, en contraposi
ción al mestizo de europeo, el criollo o simplemente chileno medio,
origen vive en
la ciudad una situación de precariedad, de carencia completa en diversos niveles;
carente de recursos, por lo tanto, pobre por definición; carente de cultura
propia y
sometido a la cultura nacional como ciudadano chileno de
segunda categoría, por
ello privado de historicidad; presionado por la asimilación, marginalizado por la
discriminación, coaccionado entonces en su subjetividad. El sujeto mestizo que se
afirma indígena o bien que no ha logrado ocultar su origen indígena es un sujeto

expuesto y privado de diversos recursos, un sujeto especialmente tensionado y

frágil, aun cuando haya logrado el ascenso social individual, aun y cuando ya no

sea un pobre en términos económico-sociales.


El chileno medio, mestizo que logró olvidar, perder u ocultar su raíz indíge
na, independientemente de la clase social en que se encuentre, es un mestizo de
orden superior al de origen mapuche, pues se reconoce como el producto de la
cultura del Estado nacional chileno, consistiendo en un sujeto detentador de un

determinado carácter nacional, de una idiosincrasia llamada chilena, afirmado por


una patria, la de los héroes y gestores del Estado chileno jamás vencidos, provisto
de un alma, el "Alma de Chile", de una tradición, de una cultura "democrática y
legalista", y perteneciente a un Estado reconocido en el concierto de las nacio
nes y Latinoamérica, Estado
impersonal,
un eficiente y
con un sistema político

estable. Se trata de subjetividad reconocible,


una con una historia política clara y
una tradición identificable. Si esta subjetividad es comparable en su densidad a la

engendrada en otros procesos nacionalistas, es un tema que se ha discutido mucho


en tópico de la falta de identidad cultural de los chilenos. Dicho debate
el llamado
ha recrudecido con especial furia dentro de los últimos años, producto del embate
del proceso de globalización (Larraín, 2001).
Tal y como el Estado se formó, también vive hoy día un notorio declive dentro
del estallido de la globalización y sus procesos de globalización y relocalización
cultural, de glocalización según Ronald Robertson (1992), junto a las culturas na
cionales cuyas instituciones reproducían. La medianía cultural que las identidades
nacionales privilegian según sean los elementos dominantes en ellas en determi
nado momento, constituyeron sujetos chilenos medios de una manera delimitada.
Esa subjetividad, expuesta a la pérdida de historicidad dentro de la cultura global

hipertecnologizada, vuelve a los caracteres nacionales volátiles y contingentes


marcas sin su otrora sentido trascendental, al modo de gestos nerviosos colectivos,
que aún diferencian a un español de un mexicano, pero diluyendo las distinciones
profundas que nutrían la imagen de una comunidad unida que estaba a la base de las
naciones en lo que es típico, inclusive aquellas inconmensurabilidades ontológicas

45
de las diferencias lingüísticas,sujetas a procesos industriales de traducción. El
ahora
trastocamiento de las dimensiones espacio-temporales, y la invasión de los "otros"
mucho más lejanos que los mapuches, de repente y masivamente en un sistema
global flexible que permite administrar las diferencias, ha vaporizado la solidez de
la típica chilenidad, relativizando sus valores
y parámetros, y, consiguientemente,
relativizando su supraordenación a lo "aindiado" o de "origen" indígena.
Lo indígena ya no es claramente lo inferior o lo atrasado, antes bien, incluso
puede resultar lo natural, lo puro, lo rebelde, lo único particular o exclusivo frente
a la cultura global. Para muchos chilenos, lo
mapuche es parte de lo típicamente
chileno, propio Jihad frente al McWorld de Benjamín Barber (1995).
nuestro

También desde la perspectiva de lo mestizo indígena, ya no hay un "origen"


distante y casi olvidado, sino una historia, un espacio social por recuperar. No
entonces un origen, sino algo presente, de alguna manera al alcance de la mano,

un thelos, un futuro. Ello


supone un esfuerzo, un trabajo de recreación y de imagi
nación que forja una identidad en medio de algo que siempre significó la negación
de esa identidad.
Por otra parte, la invasión depoderes económico-globales y los artefactos
culturales extranjeros y la
exposición a la cultura hegemónica del consumo, es un
nuevo y formidable enemigo de las comunidades
indígenas, que ahora ven una
radical amenaza a sus precarias fuentes de subsistencia. Así, la última reducción
de la identidad tradicional está también bajo una fuerte presión.
Las culturas no constituyen órdenes delimitados, sino nebulosas en constante

movimiento. Cambian y se diferencian internamente. Ninguna cultura bebe de


una sola fuente, y tampoco esto ocurre con lo mapuche. Lo mapuche resistente,

preservado en las comunidades territoriales, y limitado y coaccionado por la cultura


nacional, puede, en las condiciones actuales, salir de ese enclaustramiento tal y
como los
mapuches han salido de los sectores rurales y dispersado no sólo
se han
en el centro del
país, sino también por el resto del mundo en una diáspora que ha
llevado a los mapuches a confines lejanos. ¿Pero son esos mapuches realmente

"mapuches"?
En cualquier caso, cualquier individuo de origen mapuche tiene la opción de

serlo, aunque esté lejos del sur, lejos de los huesos y de los ríos de los ancestros,
ciertamente puede autodenominarse mapuche. Por supuesto esa condición no será
necesariamente la misma que la de hace cien o quinientos años. Por ejemplo, hace
trescientos años no había poetas mapuches o intelectuales mapuches, sino cantos,
rituales, sabios, etc. No había dirigentes, sino loncos; no había páginas web sino
werkenes para los efectos de la comunicación. Parecen las nuevas figuras como
abiertamente occidentales, esto, es winkas o awinkadas frente al universo tradi-

46
cional mapuche, y, por tanto, tal como el mestizaje racial, frutos de un mestizaje
cultural impuesto en la ciudad -espacio social winka-, destructivo y avasallante.
Sin embargo, la occidentalización nunca ha sido un proceso puro, es decir, nunca
ha sido, al menos en nuestro continente, sólo una adecuación y asentamiento en

circunstancias locales de fuerzas culturales y materiales ajenas, sino también,


como dice
Serge Gruzinski (2001), la recomposición de universos desintegrados
en complejos imprevistos, inestables y ampliamente imprevisibles.

Lo mestizo hoy en día constituye el borde exterior de lo mapuche, que define


su devenir posible futuro, sólo en cuanto no lo niega ni lo minusvalora, en cuanto

lo reafirma y refuerza con lo occidental, pero sólo bajo la condición de expresarse,


de reconocerse a sí mismo como una invención dentro de la tradición mapuche,
como aquello que dice Elikura Chihuailaf, sobre la escritura frente a la oralidad
tradicional mapuche, como una escritura que
niega la oralidad de los ances
no

tros, sino que la acompaña, una oralitura, "una palabra escrita no como un mero
artificio lingüístico..., sino como el compromiso del presente entre el sueño y la
memoria" (Chihuailaf, 2000).

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47
EL SER MAPUCHE EN EL CONTEXTO ACTUAL

Hilda Llanquinao

Hoy más que nunca se hace necesario que los indígenas mapuches definan el "ser
mapuche", ya que en la actualidad este concepto puede estar un tanto desperfilado,
debido a las continuas intervenciones a la que se ha visto sometido el mapuche
desde diversas instancias e instituciones de la sociedad nacional, que realizan
acciones de desarrollo social, de educación, de salud, de vivienda y otras. Otra
forma de contacto con la sociedad mayor, que va más allá de las fronteras nacio

nales, es el mercado, que ha incidido en la economía mapuche yespecíficamente


en su sistema de producción. También las comunicaciones, que van generando

nuevas necesidades por el exceso de ofertas, que cambian las aspiraciones de las
personas, produciendo un desarraigo de lo suyo, de su forma de ser cultural. Por
otra parte, la presencia de empresas transnacionales, como las hidroeléctricas y
las forestales, han significado una agresión hacia los indígenas, ya que se han
instalado en territorio mapuche, en tierras que tienen historia de dolor a causa de

engaños y despojos sufridos.


A la luz de lo señalado, para el mapuche en general es importante "saber quién
es", estar posesionado de una cultura, tener un espacio en un grupo con el cual
pueda identificarse y que a su vez no le genere dilema optar por su familia, sus

raíces en los grupos que le ofrecen


espacios para su realización
persona. como

Sentirse mapuche o mapuche es autoidentificarse como tal, cualquiera


saberse
sea su condición social, independiente de donde viva. Es tener un sentido de

pertenencia, es decir, sentirse perteneciente al pueblo mapuche, interesado en


su cultura y en su historia. Sentirse plenamente satisfecho con su condición de

mapuche, de cara a la realidad en la que vive y convive, inmerso en el sistema


nacional chileno.
Sobre la base de diversos medios de información, diarios, televisión, radios
y experiencia en terreno, sin haber realizado un estudio muy
prolijo, se puede
apreciar que existen entre los mapuches diferentes grupos con diferentes discursos
en el escenario nacional, que plantean demandas y propuestas desde su propio

contexto cultural, social, económico y político, de acuerdo con el conocimiento

49
de historia, de ante los
su sus raíces, sus propias vivencias, y que reaccionan
impactos de la modernidad y ante la cultura anular
hegemónica que tiende a a

las culturas minoritarias.


Un
primer grupo ha reaccionado con una fuerte autoidentificación como
pueblo, como cultura, frente a la cultura hegemónica que impone el sistema de la
globalización de la economía. De acuerdo con sus diálogos se ha podido visualizar
que conocen sus raíces y la historia de su pueblo, y buscan formas de reparar la
situación que ello ha generado y contrarrestar los efectos del sistema, de manera
no los anule como
que pueblo. Para ello se están desarrollando planteamientos
políticos como pueblo. En este grupo se ubican profesionales, estudiantes universi
tarios, dirigentes de comunidades indígenas y organizaciones urbanas; es decir, en
este espacio está la mayoría, aun cuando los discursos y gestiones tengan distintos
niveles de profundidad y manejen distintas estrategias.
Un segundo grupo se ha sentido halagado e invitado por las bondades de las

empresas transnacionales y ha sucumbido a su generosidad, al llamado programa de


buena vecindad y generosidad de las empresas forestales, que han sido reforzados

por la institucionalidad del Estado chileno, llámense fuerza pública, instituciones


de servicios y otras. Ante esta situación de presión, sumado al estado de pobreza,
este sector mapuche se incorpora la
producción empresarial desatendiendo sus
a

valores culturales, como el respeto a la tierra y a la naturaleza toda, con las plan
taciones de árboles exóticos como son el pino y el eucalipto, que han influido en
el cambio de las napas de agua, dañando el ecosistema y la cultura, al incorporar

productos no autóctonos a la madre tierra. Tierra que ya ha reaccionado con se


quía, pérdidas de vertientes de agua, napas subterráneas, que el dueño o espíritu
del agua las ha llevado a las profundidades de la tierra para cautelarlas del daño

que le causan las plantaciones que le extraen sus aguas, sin considerar que ésta es

como la sangre para el ser humano.


El tercer grupo plantea que es malo ser mapuche; mejor es olvidar y borrar esta
condición, cambiando de apellidos aunque los rasgos físicos lo delatan. Pero ésta
no es una situación
antojadiza o caprichosa, es una reacción frente a la constante
discriminación e imposición de modelos ajenos a los que conoció en su cultura.
Muchos mapuches asociados a estos grupos pueden observar día a día que los mo
delos que nos muestran como exitosos son ajenos a la cultura mapuche. También
al comportamiento, un tanto lento, tímido, poco audaz, se le aplican estereotipos
como "pareces indio" o "actúas como indio", lo que ha contribuido a
pensar "que
es malo ser mapuche" y por lo tanto hay que cautelar a los
hijos para que no sean
"como indio" o no sean discriminados; en consecuencia, no les permiten hablar
su lengua, no conocen sus raíces y su historia.

50
Un cuarto grupo, aunque minoritario, opina sobre la situación mapuche como

si fuera miembro de la sociedad occidental, pero desde quienes ostentan el poder


económico y, por lo tanto, consideran que los mapuches no deben reclamar su de
a la tierra,
recho y que si estos están pobres es porque no trabajan, o les ha faltado
visión de futuro. Pareciera que no están informados de lo que reclama su pueblo,

y dicen ¿cómo se les va a mapuches han perdido


devolver todo el territorio? Los
su rumbo comunistas o es maniobra de terroristas que nos quieren hacer
o son

daño como sociedad. Pero no saben o no quieren saber que los mapuches desean

recuperar sus tierras usurpadas, de las cuales la mayoría tiene sus documentos
entregados por el Estado chileno, que hoy no reconoce su validez.
Finalmente se presenta un quinto grupo de mapuches, el intervenido, o al cual
se le ha hecho creer que es pobre de bienes materiales y de capacidad intelectual,

es aquel que siempre pide ayuda, es el "cliente


permanente" que del contacto con
el Estado o personas pertenecientes al grupo dominante, siempre pretende sacar

algún provecho, creyendo que es la mejor manera de beneficiarse, sin considerar


que ello le puede llevar a una inercia permanente, es decir, estar anulado como
persona mapuche por el paternalismo que fortalece la dominación.

51
¿QUÉ ES SER INDÍGENA MAPUCHE Y, EN

CONSECUENCIA, QUÉ ES SER MESTIZO EN EL SISTEMA

ÉTNICO-SOCIAL DE CHILE?

Héctor Canquil

Ante la pregunta ¿qué es ser mapuche?, debo preguntarme, ¿por qué en la actua
lidad vivo en la ciudad de Santiago?
Para hablar del ser mapuche hoy, en el umbral del siglo xxi, necesariamente
se debe mirar el proceso histórico, para poder llegar a entender el presente.
Lo primero es que el pueblo mapuche poseía un amplio territorio donde se

desarrollaba de manera cultural y social; esta situación cambió radicalmente con

la llegada de los conquistadores españoles el año 1541 .

Un segundo hecho es la instauración del Estado chileno, en el cual se dictan


una serie de leyes que tratan posesión sobre la mapuche. territorial
La población mapuche, al inicio de la
Independencia, habitaba fundamen
talmente al sur del río Biobío, frontera entre el territorio español y el mapuche.
En razón de lo anterior, la primera legislación dictada por el Estado chileno

afectaba a los indígenas que habitaban al norte del río Bío-Bío, en los llamados

"pueblos de indios".
Un tercer hito histórico se produjo en 1882 con la llamada "Pacificación de
la Araucanía". Después de la derrota militar se produjo la radicación definitiva de
las familias, agrupándolas en pequeños espacios de tierra pobre. Lo que quebró
en parte la forma de vida tradicional.
Un cuarto elemento la división de las comunidades. A contar de 1927 y
es

hasta 1989 la política indígena implementada por el Estado, con respecto del pue
blo mapuche, ha sido la división de las comunidades y el otorgamiento de títulos
individuales de dominio.
Los resultados de la legislación iniciada en 1927 y que termina a fin de la
década del sesenta, ha generado una población mapuche más pobre. La legislatura
se centra en cómo dividir las comunidades indígenas.
Es así como sólo entre 1979 y 1986 se dividieron un total de 1 .739 comunida

des, 59,6% del total existente, entre las provincias de Arauco y Osorno.
Toda la situación anterior genera un nuevo proceso: la migración, que traslada
a la capital la población indígena de las zonas rurales. Una primera visión sus-

53
tentada por Roland Bretón (1983) entiende desde
a los movimientos migratorios
una
perspectiva política, como consecuencia de una historia en desarrollo desde
el Estado: "...los Estados intervienen
permanentemente en todos los terrenos en
los que las etnias se manifiestan,
dirigiendo los movimientos de poblaciones a
escala internacional y orientando los movimientos
migratorios hacia determinadas
regiones...". De esta manera, la acción llevada a cabo por el Estado chileno será
concebida como la asimilación y la
integración del mapuche a la sociedad y nación
chilena, orientando sus movimientos
migratorios hacia las urbes que se presentan
como fuentes de desarrollo de la actividad económica y la cultura cívica.
La permanencia en la ciudad trajo consigo una serie de efectos. Uno de ellos
es la alteración de las alianzas matrimoniales tradicionales, hombre mapuche
casado con mujer mapuche, mujer mapuche casada con hombre no mapuche)
no

acelerando un ya rápido proceso de mestizaje.


Las primeras generaciones de migrantes tuvieron que superar una serie de
barreras en el acceso al trabajo para poder establecerse en la ciudad. La diglosia,
fue una de las dificultades mayores y más marcada, que provocaba muchas veces
un quiebre emocional, producto de la incomunicación con la sociedad mayor,

la cual no comprende o bien desconoce la cultura mapuche, debido a que el


idioma nacional es el castellano y el del mapuche el mapudungún. Esta situación
de diglosia, basada en la desigualdad idiomática y en la existencia del prestigio
social y político de una lengua sobre otra, influyó y se constituyó en una suerte
de escollo en la urbe.
Otra forma de discriminación es la étnica, sustentada sobre prejuicios raciales,
que a su vez se fundamentan sobre
estigmatizaciones acerca del "indio": "La imagen
fabricada del mapuche es el de una supuesta inferioridad, torpeza u hosquedad.
Hasta hoy, muchos siguen creyendo, como hace 400 años, en la 'inferioridad' del
indio o en su condición de mentiroso y borracho, 'tonteras tan exquisitas como

vulgares'".
La mantención de estereotipos o estigmas frente al "indio" ha sido reforzada y
transmitida a través de la historiografía chilena. En esta tendencia se encuentran

Jaime Eyzaguirre, en su Fisonomía histórica de Chile. Se refiere a los mapuches


como un grupo en permanente estado de guerra, asociados al "bandidaje san

griento", "incentivados por el robo y el pillaje", que dificultaba el desarrollo de la


industrialización naciente y, por supuesto, de la expansión de la cultura.
Francisco A. Encina se antepasado "Araucano" como gente que tenía
refiere al
una "invencible repugnancia al
trabajo".
Para Milán Stuchlik (1974): "La imagen mapuche es un modelo construido

por los chilenos, no para describir o comprender la cultura mapuche, sino para

54
la
fundamentar y justificar las actitudes que tienen hacia ellos". De esta manera
sociedad global chilena ha concebido, según el momento histórico por el cual esté
los ha
pasando, un conjunto de rasgos "característicos" de la sociedad mapuche, y
convertido decir, "en principio de clasificación a través del
en estereotipos, es un

cual el individuo o el grupo de individuos están automáticamente definidos como

mapuches y los miembros de la sociedad


mayoritaria, toman una actitudapropiada
hacia ellas..." (50). Según el autor antes mencionado, habría un estereotipo para
cada época o período histórico, y estos estereotipos marcarían la relación y la visión

general que la sociedad mayor se configuraba sobre los grupos étnicos. Un primer
estereotipo es el correspondiente a la conquista española, en que las crónicas y las
cartas de la época muestran a los mapuches como los valientes guerreros. En lo

referente a la cultura aparecen como salvajes y de costumbres bárbaras y paganas.


Lo único que se resaltan son los valores tales como la valentía y la experiencia
militar. Este primer estereotipo de la identidad mapuche se orienta hacia los rasgos
notoriamente visibles y cómodos para los españoles.
De este modo, el mapuche migrante las ciudades debe desenvolverse
en en

la sociedad chilena, lo que le provocará ciertos conflictos de identidad étnica. El

migrante traslada y porta consigo su tradición cultural, que se reproduce en un

nuevo contexto, "lo urbano", donde el mapuche al sentirse discriminado trata de


esconder su identidad cultural. Esto ¿a qué lleva? a que los padres no reproduzcan
la cultura a través de sus hijos, que el idioma mapudungún no cumpla una función
social en la ciudad, por lo cual no se enseñará, ya que lo mapuche, en lo más tra
dicional se estaría awinkando, fenómeno que se presenta con mayor evidencia en

las generaciones nacidas en Santiago.


Las generaciones nacidas en la ciudad han perdido un vínculo directo con la cultura

tradicional, al estar enfrentados a un mundo más heterogéneo, como es el de la ciudad


la condición étnica.
y que les es difícil de eludir. Común resulta entonces que se niegue
La primera generación de mapuches nacidos en la ciudad se ha formado en condiciones

bastante adversas entérminos étnico-culturales, puesto que estos han debido absorber
la "estrategia" elaborada por sus padres; esto se traduce en la configuración de un
verdadero conflicto de identidad en estas nuevas generaciones...
La migración conduce a un cambio de la identidad, tanto por parte del
migrante
como generaciones nacidas en la urbe, a integrar nuevos elementos, como
de las
una segunda religión, a optar una posición político-social, a participar en las ac

tividades de las organizaciones indígenas, las que serán decisiones que matizarán
su vida y experiencia en la sociedad mayor.

Todo esto genera un nuevo proceso, en el cual la población indígena, ante la

pobreza de sus tierras, empieza a emigrar a las ciudades para buscar mejores re-

55
cursos poder establecerse mejor. Tal vez es por eso que yo estoy acá. Estudié en
y
Santiago. En el año 1912 se produjo el despojo de los terrenos donde vivían mis
abuelos, y mis padres tuvieron que viajar, en 1950 a Santiago, donde se estable
cieron. Y nosotros somos nacidos y criados en este lugar, con las características

que nuestros padres, en edad temprana, nos mandaban constantemente al Sur para
el período de vacaciones. De esta manera fuimos conociendo nuestra identidad

cultural, que éramos diferentes; que no éramos como los otros niños.
Las primeras generaciones que llegaron acá tuvieron el gran problema de
enfrentarse lenguaje que traían, que era distinto del léxico con que se ma
con un

nejaban, la sociedad mayor. Por lo tanto, nuestro padres lo que hicieron fue no
en

enseñarnos nuestra lengua, para que nosotros pudiéramos desenvolvernos de mejor


manera en esta sociedad, en la cual íbamos a permanecer más tiempo. También
tiene que ver otro problema que viene de la discriminación, que también nos ha
tocado, en la cual se establecen, desde hace cuatrocientos años, estereotipos. De

por sí es invalente el desarrollo de la historia en nuestro sistema educacional, se

mantiene hasta el día de hoy.


Por lo tanto, la imagen mapuche es un modelo construido en la actualidad
más por los no mapuches que por los
mapuches, porque sesgados por este estamos

estereotipo, dentro del cual existe un principio, el que los mapuches eran valientes
guerreros, gallardos, lo cual, por supuesto, al ejército español le convenía ensalzar,
porque de esta manera se estaba justificando una derrota. Pero cuando se tenían que
referir a las prácticas culturales tradicionales, ahí el discurso cambiaba desde un
lado positivo, inmediatamente, a un lado negativo, en el cual siempre los valientes

guerreros se transformaban en personas cuyas tradiciones eran totalmente paganas,

y, por lo tanto, desde el punto de vista etnocéntrico, que la cultura occidental del
ser superior tenía que entrar a civilizar.

Pero al mapuche, ser emigrante de la ciudad le provoca muchas situaciones

que le incomodan, por el hecho de estar viviendo en un sector donde existe una

mayoría que mapuche.


es no problema Y el otromayoría es que la de las personas

que somos mapuches que vivimos en Santiago, vivimos justamente en la periferia,

en los lugares que, digamos muy bien, existe mayor pobreza, y donde la discri

minación es mucho más fuerte. Por lo tanto, las generaciones nacidas en nuestra
ciudad van perdiendo su vínculo directo con la tierra; más se transforman, por el
hecho de ser descendientes de un despojo. Ya no se tiene un lugar donde llegar, y
si uno va de visita, por supuesto, cuando es niño, lo reciben en todas partes. Pero,
cuando ya es adulto, ya no es lo mismo. Por muy pariente que uno sea, pasa a
ser una molestia. Por lo tanto, esto lleva a las personas que vivimos en Santiago
a buscar en forma indirecta a los nuestros, a buscar entre nosotros mismos, y de

56
ahí el surgimiento que se ha hecho este último tiempo de muchas organizaciones
mapuches, las cuales obedecen, principalmente, a buscar el fortalecimiento de
nuestra identidad.

Por lo tanto, el emigrante que se establece en la ciudad comienza a retomar

algunos aspectos culturales que se viven en la parte rural. Y es por eso que en los
últimos años, aquí en Santiago, también se han realizado bastantes nguillatún, o

tripantu, encuentros de palin e, inclusive, iniciación de machis.


Eso está indicando que el mapuche que está viviendo en la ciudad va tomando
su propia identidad, y ya no está sintiendo como antes que le digan "indio", o

que le digan flojo, o que le digan borracho. Porque el otro imperativo, fuera de
éstos, es que cuando uno siempre dice su apellido y le preguntan por el padre,
bueno, inmediatamente piensan: ¿será panadero? O cuando le preguntan por la
mamá: ¿será asesora del hogar? No. Entonces, cuando uno dice mi madre es

"tanto", entonces lo miran. "Usted, ¿quién es?". "Yo soy profesor, licenciado
en educación". Entonces empiezan a cambiar los esquemas. Entonces se está

planteando que, desde el punto de vista, ya centrándonos un poco más en este


proyecto educativo, la educación es un elemento que permite ganar la auto-
confianza, levantar la autoestima. Por lo tanto, es un elemento importante que
se debe considerar para poder reinterpretar todas estas vivencias que se tienen
en una ciudad. Por lo tanto, la reelaboración de la identidad cultural mapuche
permite recuperar la propia historicidad.
Cuando nos reunimos con algunas personas y empezamos a hablar de esto,
todos empiezan a rememorar
y vamos acercándonos poco a poco a esa memoria
histórica, que fue borrada, en parte, justamente por la educación, ya que las es

cuelas han sido el mejor vehículo que ha tenido la sociedad chilena para borrar
la imagen del mapuche anterior, porque se ha impuesto en todo lugar solamente
la lengua castellana.
Por lo tanto,
aquellos mapuches que logran algún dominio de su idioma buscan
su encuentro, buscan lograr su identidad, buscan ver desde su propia perspectiva,

sacar sus propios valores personales que han sido transmitidos por sus padres. Y

eso a veces nos hace diferentes del mismo contexto de las escuelas.
Esta rearticulación, esta readaptación de las prácticas rituales que se hacen en
estos grupos que están comenzando a surgir, están repitiendo un fortalecimiento
al tener un conocimiento más de su historicidad.
El surgimiento de las organizaciones mapuches en Santiago actualmente
obedece a varias intencionalidades, algunas de las cuales son: el retomar el tema
de lo indígena en torno a los derechos civiles y las reivindicaciones sociales, la
necesidad de mostrar protagonismo y presencia de los mapuches en Santiago y en

57
la sociedad chilena, estimular y reforzar el surgimiento del liderazgo dirigencial,

y por último, el retomar ciertas prácticas y rituales socioculturales del pueblo


mapuche; todo unido en un objetivo básico, el rescate y el fortalecimiento de la
cultura y la consolidación de la identidadmapuche. Esto permitirá que un número
considerable de mapuches puedan participar de las actividades de las organizaciones

indígenas, en especial aquellas que tienen que ver con la vida religiosa mapuche,
es decir rituales retomados y recreados en la ciudad, como han sido en los últimos

tiempos, entre otros, el palín (juego de pelota) e iniciaciones de machi.


El migrante que se establece en la ciudad no rompe radicalmente su vínculo
con la comunidad rural de origen, pero se ve enfrentado a la inserción e integra
ción a la sociedad moderna. La adaptación a la vida urbana produce un cambio

que destruye la cultura de lugar de reasentamiento,


origen y la reestructura en el
en este caso, espacios urbanos. Se deben reconstruir modelos significativos que le

den sentido a la vida en la ciudad; además de prolongar, acomodar y, en algunos

casos, abandonar costumbres y valores culturales traídos desde la comunidad rural


de origen, para poder entrar y convivir con los otros modos y formas culturales
con que se debe coexistir en la urbe.
Otra interpretación es que la aparición de la realidad urbana mapuche puede

ser entendida como una reformulación de la identidad y la práctica cultural, donde


lo mapuche se encontraría en un nuevo contexto histórico, el urbano, existiendo
una apropiación cultural, que tiene que ver con aquellos elementos que se hacen

significativos y coherentes dentro de la cultura misma. En este sentido, la cultura


mapuche se encontraría en un continuo proceso de reformulación y reelabora
ción de elementos culturales propios dentro del espacio urbano, persistiendo el
uso de aquellos elementos propios de la cultura en lo que a prácticas religiosas

se refiere. Estos estarían insertos en un cuerpo de ley de la tradición o admapu,

que los hace prevalecer, aunque no se niega que elementos culturales extemos
hayan sido asimilados como producto del encuentro con otras formas religiosas,
como el catolicismo, ya que es absurdo plantear "culturas puras" en términos de

la realidad latinoamericana actual. "...Esta interacción con otros grupos sociocul


turales no conlleva la destrucción de la identidad étnica mediante el intercambio

y la aculturación, puesto que las diferencias culturales pueden persistir a pesar de


los contactos e interdependencia interétnica". Según lo anteriormente expuesto,
es esta indígena con la hetero
interacción y comunicación, este encuentro de lo

geneidad urbana, como experiencia nueva, lo que lleva a la sociedad mapuche a


reinterpretar su identidad étnica.
La migración urbana, como proceso de alguna manera forzado, nos obliga a dar
una mirada reflexiva frente al tema de la identidad étnica. Abordar el tema resulta

58
primordial en el análisis de la religiosidad tradicional, por ser parte constitutiva
de la consolidación de la identidad, por dar ésta una suerte de pertenencia étnica,
en la cual los individuos se autoidentifican en torno a lo indígena y establecen su

diferencia frente a la sociedad mayor, en este caso la chilena-urbana.


El último Censo Nacional de Población y Vivienda, de 1992, aplicó por primera
vez una pregunta de autoidentificación étnica. La pregunta aplicada en el censo
fue: "Si usted es chileno, ¿se considera perteneciente a alguna de las siguientes
culturas?".

1. Mapuche;
2. Aymara;
3. Rapanui;
4. Ninguno de las anteriores.

Esta pregunta arrojó un total nacional de 928.060 personas de 14 años y más, au-

toidentificadas mapuches, de las cuales 409.079 se autoidentificaron como


como

mapuches en la Región Metropolitana, lo que equivale al 44,1 % del total.


De los totales nacionales observados para la población indígena, una impor
tante proporción de esta población se ubicaba, al momento de ser censados, en las

áreas urbanas del país, lo que permite a Valenzuela afirmar que: "La distribución
de lapoblación indígena en el país según áreas urbanas o rurales muestra valores
sorprendentes, con los cuales se puede asegurar que, desde el punto de vista de
mográfico, la llamada 'cuestión indígena en Chile' está más asociada a sectores

urbanos que rurales... se puede advertir que del total de indígenas chilenos, un

79,63% declaró vivir en ciudades y sólo el 20,37% restante habita en sectores

rurales" (Valenzuela, 1995).


La identidad mapuche se fundamenta sobre la cultura y una cosmovisión

compleja, la cual involucra parentesco, prácticas rituales y formas de vida; la


identidad mapuche necesariamente es un proceso que debe partir del interior
de la persona, la cual se reconoce y se identifica como mapuche, con una
autoafirmación de identidad (en el caso urbano) como un valor referencial.
Otro proceso es el externo, el cual es social, donde se debe ser reconocido
por los miembros de la cultura a la cual se pertenece. La identidad mapuche
se
reconstruye permanentemente a través de la experiencia, la conciencia y
el discurso, los cuales tienen como ejes centrales los patrones culturales ori
ginarios. Uno de los principales patrones es la relación que se sostiene con la
tierra en cuanto naturaleza. Otros patrones son el lenguaje, los símbolos, los
valores que regulan la conducta social.

59
La reelaboración de la identidad cultural
mapuche, permite recuperar la propia
historicidad, en el sentido de dar continuidad a un pasado común; sin embargo, al
interior de ésta existe una variabilidad interna, en la cual se encuentra la emergencia
de lo urbano, lo que permite una reformulación de la identidad.
La identidad a
partir de una memoria histórica, producto de un pasado común,
permite recrear un sistema de ideas que hacen significativa la realidad en el con

texto urbano. Recuperar la historicidad es dar continuidad


mapuche. a la cultura
Este es el anhelo de los
mapuches: lograr la unidad del pueblo mapuche, unidad
que se encuentra cruzada por las categorías de urbano y rural, las cuales resultan
problematizadas al momento de generalizar una sola identidad, bajo contextos
diferenciados. La diferencia entre estos dos sectores de la sociedad mapuche se va
a expresar tanto en la forma de
apropiación de la cultura como una práctica, como
en las demandas planteadas a la sociedad
global, un discurso, aunque ambos sigan
sosteniendo un horizonte de constitución común, una identidad.
Práctica, discurso e identidad
elementos que nos permiten analizar las
son tres

continuidades y discontinuidades de la etnicidad, en un espacio y un contexto histórico


determinado, recogiendo las visiones de los propios sujetos, pero integrándolas a los
procesos de construcción de su historicidad en cuanto a
grupo social.
La facultad de rearticulación y de readaptación de prácticas rituales, en conjunto
con la conservación memorial del mito y del saber acumulado por generaciones de
mapuches, permitieron la continuidad de una identidad étnica que no es estática,
sino que está en permanente cambio. Así, lo religioso tiene presencia central,
una

determinante en la vida social, cultural y política de los mapuches. Si hoy el ma


puche es "birreligioso", lo que lo convoca como pueblo, en última instancia están
sus "ritos tradicionales". Haciendo una lectura de lo expuesto, son las prácticas

rituales, retomadas ciudad, las que irán configurando el proceso de recupe


en la
ración de "lo propio", asumiendo, por parte de los mapuches, esta nueva posición
frente a la realidad social, asumiendo la etnicidad moldeada y flexibilizada en el
nuevo contexto en el cual se sitúa parte del pueblo mapuche.
Desde una perspectiva educativa se puede decir que desde siempre ha existido
de parte de los mapuchespreocupación por no perder sus tradiciones. Sin
una

embargo, el sistema educacional chileno, incluyendo sus reformas, siempre estuvo


pensado para los no mapuches. Esta segregación de parte del Estado dejó en una
situación de inequidad de oportunidades a los ciudadanos indígenas.
Esta necesidad de que los niñosmapuches reciban una educación de calidad y
apropiadas a sus
puede ver claramente ya en 1930, en un documento
aspiraciones se

que enviaron al Presidente de la República los loncos mapuches del fütawillimapu.


Donde se pide que en las escuelas se enseñe el idioma y cultura mapuches.

60
En la actualidad en el sistema educacional existe un marco institucional para la
educación intercultural bilingüe en Chile. Gracias al esfuerzo de las organizaciones
indígenas que permitieron que se dictara la Ley Indígena N° 19.253.

Quiero finalizar retomando el asunto de los conceptos. El concepto de mestizo


no existe. O sea, la persona se dice "yo soy mapuche" o "no soy mapuche", pero
no se dice "yo soy mestizo mapuche chileno". Esto nos conlleva a una situación,
si se logra establecer un sistema intercultural, de que la sociedad chilena reconoz
ca que aquí siempre ha existido, como se ha demostrado, una gran variedad de
culturas. Por lo tanto, necesitamos incorporar dentro de nuestro lenguaje social,
el reconocer que Chile es una sociedad pluriétnica o multiétnica.
Pero, fuera de todo, y lo más importante, es que el mapuche hoy existe en
nuestra sociedad, con una identidad propia que se va reconceptualizando de acuerdo

con los tiempos, como todo grupo social dinámico. Y, para finalizar, durante el

desarrollo de esta reflexión, cruzó en mi mente otra pregunta, que a lo mejor sería
válida dentro del tema de conversación que más adelante vamos a tener: ¿Qué es
ser mapuche? Entonces sería válido también preguntar: ¿Qué es ser chileno?

En el pasado, como el presente, las personas de esta etnia se reconocen como

mapuche, y, como ya lo dijera, la clasificación de mestizo no existe. Esto conlleva


a que la sociedad chilena reconozca que en este lugar hay varias culturas, lo que

implica asumir, lo repito, que siempre ha habido una sociedad pluriétnica o mul
tiétnica. Lo más importante es que el mapuche hoy existe en esta sociedad con
una identidad propia, que se va recontextualizando de acuerdo con los tiempos,

como todo grupo social dinámico.


Durante el desarrollo de esta reflexión se cruzó en mi mente otra pregunta, que
considero como válida para completar la reflexión y con la cual quiero terminar,
ya que responderla sería tema de otra ponencia: ¿Qué es ser chileno?

Bibliografía
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de Estudios Indígenas, Universidad de La Frontera, Serie investigaciones N°5, Editorial Pillán
1998.

Ancan, José. "Lo urbano, un nuevo sector dentro de la sociedad mapuche_contemporánea", Re


vista Pentukun N" I, Instituto de Estudios Indígenas, Universidad de La Frontera, Temuco, Chile,
1994.

BENGOA, JOSÉ. Historia del pueblo mapuche (siglos xiXyXX) (5a ed.), Santiago, ed. Sur, Colección

de estudios históricos, 1996.

61
Bonfil Batalla, Guillermo. "La teoría del control cultural en el estudio de procesos étnicos",
Ariasana (Caracas) N° 10. 1989.

Bretón, Roland. Las etnias Ed. Oikos-tau, 1983.

CURIVIL, Ramón. "Religión tradicional y proceso de re-etnificación entre los mapuches urbanos" ,

en Actas del Segundo Congreso de Antropología, 1995.

Chihuailaf, Arauco. "Los mapuches en la sociedad chilena", Cuadernos de Formación N° 1 ,

Francia, julio de 1982.

INE-Chile, Censo de Población y de Vivienda de Chile de 1992.

MartInez NEIRA, CRISTIAN. "¿Identidades étnicas en el mundo mapuche contemporáneo?, algunas


implicaciones teórico-prácticas", Pentukun, N° 2, Instituto de Estudios Indígenas, Universidad
de La Frontera, 1995.

Servicio Nacional de Estadísticas y Censos, xii Censo de Población y I de Vivienda, 24 de


abril de 1952, Tomo I, resumen país, septiembre 1956.

STUCHLIK, Milán. Rasgos de la sociedad mapuche contemporánea, Santiago, Ediciones Nueva


Universidad, 1974:50.

VALENZUELA, Rodrigo. La población indígena en la Región Metropolitana; Corporación Nacional


de Desarrollo Indígena, conadi, Santiago, diciembre, 1 995.

62
¿QUÉ ES SER MAPUCHE HOY EN CHILE?

Héctor Painequeo

Esta pregunta, siendo para mí aparentemente fácil de responder, tal vez


porque nací
y me crié en una comunidad indígena, cual es la reducción Mallay de Isla Huapi,
comuna de Puerto Saavedra, Novena Región, a la hora de contestarla por escrito
me vi enfrentado a caminar por un sendero no tan suave como lo había intuido al

principio. Tal vez se debió porque llegó a mi mente que este escrito sería leído ante
un público ilustrado, expuesto ante un auditorio
muy distinguido. De manera que
lo que principio pareció sencillo, posteriormente se transformó en una tarea
en un

más compleja, considerando, también, que el tiempo para nosotros no siempre es


el mejor aliado en algunos momentos.
Lo que acabo de señalar, sin embargo, bien podría haberle ocurrido cualquier
a

persona que en un momento dado se la interroga, diciéndole, por ejemplo: ¿Qué


significa para usted ser español, alemán, ruso o aymara? Antes de responder, sea
éste hombre mujer, pensamos que, al menos, le ocurrirían dos o tres hechos:
o

primero que quedaría mirándonos, porque, tal vez, en ese instante no tendría la
respuesta en su mente; segundo, a través de un monólogo interior, quizás, se pre
guntaría, cuál es el propósito de semejante pregunta; y, tercero, seguramente como
una forma de liberarse del impertinente entre vistador, intentaría, en el
mejor de los
casos, responder en una o dos palabras, por lo demás no despreciables, diciendo
algo así como:

"bueno soy tal. . .


porque nací y me crié allí y/o porque hablo tal lengua..."

En esta supuesta respuesta, surgida casi de inmediato, el entrevistado habría em

pleado tres conceptos con los que trataría de definir su identidad, por ejemplo: el
haber nacido lugar específico,
en un el haberse criado en espacio determinado,

y el poder comunicarse naturalmente a través de la lengua que se emplea en ese

medio. Son las ideas que en cierto modo coincidirán con nuestra respuesta que
intentamos presentar.
Estos monólogos vinieron a mi mente cuando ya me había comprometido
a asistir a esta sesión. Si no es probable que mi ausencia habría sido un hecho,

63
aunque, sin duda, me habría privado de participar en un evento intercultural de
invaluable valor, como el que se ha realizado en una de las salas de la gran Uni
versidad de Chile.
Al reflexionar sobre las ideas la
que escribiría para responder a pregunta ¿Qué
es ser
mapuche en Chile, hoy?, me vi enfrentado ante otro escollo, que debía superar
y clarificar para avanzar en mi tarea, cual es el punto de vista o el enfoque desde
donde debería asirme para responder. Así es como,
después de darle varias vueltas
a la respuesta
que daría, opté por lo que creí ser lo más lógico: hacerlo desde la
experiencia recibida en mi trabajo, es decir, echar mano a mi personal experien
cia de vida en concordancia con las tareas
que me ha correspondido desarrollar
como docente y tener la posibilidad de llevar adelante parciales investigaciones
torno a la tradición oral mapuche, particularmente;
en
pero, y por sobre todo, por
ser un hombre cristiano. Lo que diga pudiera no coincidir con otras afirmaciones,
por cierto muy respetables, dadas por otros hermanos y hermanas mapuches y/o
no mapuches.
Por tanto, la respuesta partió, al menos en parte, del examen etnolingüístico
hecho de la expresión oral presente en la lengua y la cultura mapuche, en este
caso puntual, del canto, o más conocido en lengua mapuche como ül. Nosotros
elegimos un canto que ya habíamos estudiado, denominado lafken koñi (hijo de
la costa o el costeño), del ülkantufe (cantor) don Jacinto Huerapil, oriundo de la
comunidad de Puaucho, comuna de Puerto Saavedra. Este trabajo1 se llevó a cabo
desde la perspectiva oralista, pensando en que los textos presentes en la sabiduría
mapuche se sustentan sobre una oralidad probablemente primaria, hipótesis de
nuestra investigación (Ong, 1987).

De acuerdo a la investigación hasta ahora realizada tanto de los ül como de


los nütram (conversación, historia) revelan que sus cultores los füchakeche (per
sonas adultas, más bien ancianas); los pu nütramtufe (personas competentes en la

narración); los pu ülkantufe (personas capacitadas para crear textos y cantarlos),


etc., tienen muy claro lo que es ser mapuche.
Esto se debe, suponemos, entre otros factores, según lo que se puede des

prender de los propios actores, por la forma ágrafa de desarrollarse comunicacio-


nalmente, en un entorno oralista. De manera que para comprender y compartir el
mundo que perciben, manifestado en sus formas verbales, lo hacen no mediante
formas escritas sino de forma oral hasta haber creado verdaderos sistemas de

Painequeo, Héctor (2.000): La oralidad en el canto Mapuche, Tesis de Maestría para Optar al Grado de
Magister en Lingüística Indoamericana, CIESAS, México. D.F.: 57.

64
comunicación mediante lo fónico, lo que lo ha llevado a través del tiempo a un

particular modo de concebir la vida y el entorno, reflejada por lo general en un

pensamiento concreto y trascendente. De donde se puede afirmar, entonces, que


existe una diferencia entre el
pensamiento occidental europeo, me refiero sólo a
aquél que tiene predominio en Chile, manifestada a través de la cultura gráfica -y
el pensamiento indígena mapuche. De manera muy general se puede afirmar, por
una lado, que el pensamiento no mapuche sustentada básicamente en la llamada

ciencia, generada luego de la adopción del ejercicio de la razón como elemento


de reflexión práctica, viene gracias a la actividad escrituraria desde los griegos y
comienza su llegada a América a través de los conquistadores.
En consecuencia, es un hecho que el pensamiento indígena mapuche, digamos
su cosmovisión, sin despreciar, por cierto, el conocimiento científico
y el uso de la
razón que es connatural al hombre, aborda realidades
-que la ciencia hasta ahora
no tiene respuestas claras- llamadas éstas sobrenaturales o espirituales. Formas

singulares que ha y dar


importancia, por ejemplo al peuman
posibilitado percibir
(los sueños, es decir, lo onírico en donde percibe sucesos o imágenes) el küymün
(el éxtasis, es decir la unión mística con el más allá sobre todo la que experimentan
las machis), el perimontun (las visiones, contemplación inmediata vividas particu
larmente por ciertas personas con singulares connotaciones para su vida privada
o colectiva, luego de ser socializada, etcétera.

Los textos orales mapuches, llámese ül con sus clasificaciones tales como el
machi ül (cantos de machi), küdawün ül (cantos que aluden el trabajo), poyendungu
ül (cantos relativos al afecto y al amor), etc., y los llamados nütram, también con

sus clasificaciones como el epeu (los "cuentos"), el koneu (las "adivinanzas"), el

wewpin (los discursos de tipo social-ritual), los nütram propiamente tal (los relatos,
o historias orales), etc., conocidos por la sociedad letrada como narraciones, poesía
o mitos, que por cierto no están en textos escritos, sino en la capacidad lograda

después de un largo aprendizaje por el cantor, sin duda, son portadores de saberes
antiquísimos, actuales y productos comprensibles a la luz de este particular modo
de concebir el universo.
A continuación presentamos el ül del ülkantufe Jacinto Huerapil, dado en ma

pudungún, transcrito*, traducido y estudiado por nosotros. El canto enuncia ciertos

conceptos significativamente apreciados y desarrollados lingüística y culturalmente


por la sociedad mapuche de aquella localidad, y que coinciden-temente ayudan
a entender y a responder en parte cómo es que los mapuches hasta el día de hoy
tienen muy claro lo que es ser mapuche en Chile.

*La grafía de los fragmentos en lengua mapuche incumbe al autor de esta colaboración.

65
1 e

2 1 'afkeñchelhafkeñchel 'afkeñchekoñiiñche

yo soy hijo de la gente del mar

3 1 'afkeñchel 'afkeñchekoñiiñcheanhay

oh, amigo soy hijo de la gente del mar

4 rafkencherafkenhchel'afkenche
yo soy hijo de la gente del mar

5
piwürngañipiwürngañipiwürngañipiwürngañi
del piure, del piure, del piure
6 fotümürkelheiñcheanhay
acaso pues no soy hijo del piure
7 piwürngañipiwürngañi
acaso pues no soy hijo varón del piure

8 fotümürkelheiñcheanhay
hijo varón de ,

9 l'afkeñchengakoñiiñche
de manera que soy varón de la gente del mar

10 pelhukapelhupelhukapelhupelhukapelhu
acaso pues, no soy hijo del choro del mar

11 ngañikoñirkelheiñcheanhay
hijo de, hijo de
12 pelhukayngañingañikoñirkeiñcheanay
oh, amigo yo soy pues, hijo del choro de mar

13 yawauyawaungeyyawauyawaungeyyawauyawaungey
oh amigo, mi tierra, está en constante movimiento emitiendo ruido
14 nagñimapueiñcheanay
mi tierra oh amigo
15 kuyaukuyaungeykuyaukuyaungey
oh amigo, es constante el retumbar de mi tierra
16 kuyaukuyaungey tañi mapuiñcheanay
oh amigo, es constante el retumbar de mi tierra
17 müleykayngamüleymüleykayngamüley
oh amigo, se encuentra
18 kurarukameukurarukameu
en una casa de piedra

66
19 tañifamiliaiñcheanay
mi familia

20 feymulhengafeymulhengafeymulhengafeymulhenga
es por esta razón
21 yenkayngayenkaynga
que llevo un apellido
22 nombrenganombreiñche
que llevo un apellido
23 peñiengünpeñiengün
oh, hermanos hermanos

24 piegraaltapiegraaltapiegraaltapiegraalta
denominan piedraltinos
25 piñmangenngañipufamiliaiñche
a mi familia
26 peñianaypeñianay
oh, hermanos oh, hermanos

27 kümeküpaliñchekümekoñiiñche
yo procedo de buena familia
28 kümeküpaliñchepikenngapue
siempre digo que soy de buena descendencia
29 peñiengünpeñiengün
oh, hermanos
30 peñiengünpeñiengün
oh, hermanos

31 l'afkenhchel'afkenhche
yo gente de la costa
32 l'afkenhcherafkenhcheiñche
yo soy persona del mar

33 negakelannganegakelannga
no niego pues

34 tañiküpaliñche
mi descendencia
35 iñcheanayiñcheanaypeñi
yo, pues, amigo

67
Por cuanto la transcripción del ül está hecha sobre la base de una perspectiva oralista
y no alfabética, es que los cortes de líneas se someten a este criterio, y lo mismo
ocurre con las
palabras que parecen ser más extensas de las que son.
Aun cuando la traducción siempre no va a reflejar exactamente lo que dice
el texto original en otra lengua, en este ül, podemos advertir algunos conceptos
o ideas que nos ayudan a dar respuesta a la pregunta inicial, por ejemplo: a) El

küpal, la procedencia del sujeto, b) El tuwün, el espacio físico donde vive, c) El


reñma, el núcleo familiar del que forma parte, d) El üy, el nombre específico, e)
küme mapuche, la actitud positiva del sujeto mapuche hacia su pueblo

a) El küpal

27 kümeküpaliñchekümekoñiiñche
yo procedo de buena familia
28 kümeküpaliñchepikenngapue
siempre digo que soy de buena descendencia

en las líneas 27 y 28 tenemos que se encuentra el concepto Küpal, es decir (la pro

cedencia). En estas líneas se es pera saber de qué familia es el personaje del canto.

Es el mismo concepto que se emplea, a menudo, en el saludo formal conocido como


el pentukun, en lengua mapuche, también en el discurso ritual llamado wewpin, y
en el saludo durante el uso cotidiano de la lengua a través de las preguntas: ¿Cheu
kam tuwimi?, ¿de dónde procede usted? ¿Cheu che kam eymi?, ¿de dónde viene
usted? ¿Chem küpal kam eymi?, ¿cuál es su genealogía?, etcétera.
En la expresión kümeküpaliñchekümekoñiiñche (yo procedo de buena familia)
se identifica el personaje como sujeto en Ia persona singular, a través de la palabra

iñche (yo), se valora a los ancestros, y se expresa gratitud a ellos. Se siente ser
de una buena familia, que tiene buena posición y poder entre los miembros de
las comunidades del sector. Esto lo hace sentirse seguro, hijo de un grupo social
claramente reconocido.

b) El tuwün

13 yawauyawaungeyyawauyawaungeyyawauyawaungey
oh amigo, mi tierra, está en constante movimiento emitiendo ruido
14 nagñimapueiñcheanay
mi tierra oh amigo

68
15 kuyaukuyaungeykuyaukuyaungey
oh amigo, es constante el retumbar de mi tierra
16 kuyaukuyaungeytañimapuiñcheanay
oh amigo, es constante el retumbar de mi tierra

En la línea 1 3se expresa que su tierra


y el espacio donde vive está en movimiento.
Allí habita él y los ruidos potentes y veloces que producen los que implican fuer
za y velocidad, signo de presencia efectiva. Da cuenta de
que el sujeto valora el
espacio donde vive, lo reconoce como suyo. El terruño, la mapu, la tierra donde
se vive es fundamental para su existencia.
<^'~'2
~?"* Con./,,
c) El reñma /"'¿J* ^

17 müleykayngamüleymüleykayngamüley
oh amigo, se encuentra
18 kurarukameukurarukameu
en una casa de piedra
19 tañifamiliaiñcheanay
mi familia

Las expresiones meleykaynga (existe), kurarukamew (en casa de piedra) y tañi


familia (mi familia) (17-18), se refiere a su familia alude al hogar, núcleo del amor

filial. Es que, como en todas las culturas, allí se ama a la familia: a la esposa, a
los hijos, a los padres y a los parientes de la comunidad. En el vocablo peñiengün
(líneas 29, 30) se invoca los receptores, todos hermanos de raza, para socializar
a

la identidad venida del küpal, del mapu, del hogar, es decir la familia y también
del apellido, cuando dice yenkaynga nombrenganombreiñche (línea 22).

d) Elüy

24 piegraaltapiegraaltapiegraaltapiegraalta
denominan piedraltinos
25 piñmangenngañipufamiliaiñche
a mi familia
Lo anterior se refuerza las
expresiones piedraaltapiñmangennga (línea 24)
con

(llamados piedraltinos), decir, que a su familia, su comunidad y su sector se les


es

identifica como piedraltinos. Piedra Alta, préstamo del español que viene del término
"piedra alta", es el nombre designa una piedra grande que se encuentra
con que se

aorillas del mar, este sector. Por su tamaño es visible a simple vista a más de 20
en

km de distancia. Es el punto en donde la comunidad deposita la ofrenda como parte

69
de la ceremonia religiosa llamado en lengua mapuche nguillatún. El gentilicio se
debe a que los habitantes del
lugar allí comparten elementos comunes, ya sea por
lazos sanguíneos, creencias y/o por su
lengua y su modo de vida. Este término es
usado a cambio del vocablo pangku, cuya explicación es más compleja, porque su
contenido es más profundo, es menos accesible para el auditorio en general.

e) Küme mapuche

33 negakelannganegakelannga
no niego pues
34 tañiküpaliñche
mi descendencia

como última idea, en la línea 33,


podemos decir que el cantor adopta una actitud
positiva, con el uso del término
negakelan, préstamo del español, viene del verbo
negar que se adecúa a la morfofonología mapuche de la siguiente manera: nega
raíz verbal (negar), ke particular verbal que indica continuidad, la particular de

negación que transforma la oración en una expresión negativa, y n forma personal


que indica la primera persona singular (yo); que idiomáticamente quiere decir
"yo no acostumbro negar, yo no niego lo que soy", en donde, además, podemos
apreciar nuevamente la presencia del sujeto, mediante su correspondiente elemento
morfomático en primera persona gramatical -n.
Enfatiza el hecho de ser una persona que no pone en duda su identidad.
Puesto que sabe de dónde procede; por lo que no está en él ocultarlo. Por extensión,
debemos entender también que reconoce ser parte del pueblo, ser miembro de esta raza.

No está en él el huir de esta realidad porque no encuentra nada ofensivo ser como tal,
al contrario, el ser mapuche para él es un hecho de incalculable valor.
En consecuencia, aunque en este análisis no se abordaron profundamente
aspectos de tipo formulario y temático, que es lo requerido por el estudio analista,
según Lord (1960), sin embargo, para el siguiente propósito bien podemos inferir
algunos elementos de interés, como los que siguen:
a) Küpal (la procedencia), es importante saber de dónde procede la persona con
quien se interactúa. En el pentukun (saludo formal) se querrá saber cuáles son
los ancestros, cuál es el lof (comunidad), cuál es el kawiñ (instancia religiosa
al que pertenece) del interlocutor. De allí que serán frecuentes las preguntas:

¿Cheu kam tuwimi?, ¿de dónde procede usted? ¿Cheu che kam eymi?, ¿de
dónde viene usted? ¿Chem küpal kam eymi?, ¿cuál es su genealogía? Expre
siones muy conocidas en la lengua mapuche.

70
b) Tuwün (la procedencia, y/o el espacio físico), lugar donde habita la persona es

fundamental. De allí que se valore tanto la tierra, porque es el espacio donde


desde niño se conoció el mundo y es el lugar donde se vive, el que reconoce

comosuyo. El terruño, la mapu, la tierra fundamental para su existencia.


c) Reñma (familia), el formar parte del núcleo familiar con padres, abuelos,

bisabuelos; es decir, tener un hogar, una familia, porque allí es preci


samente donde las personas comparten situaciones comunes como ser la

lengua mapuche llamado también mapudungún o che dungun y la cultura,


ambiente propicio para el desarrollo del pentukun, del nütram como el ül y

otros discursos orales.

d) Üy (nombre), el hecho de llevar apellido o más bien el nombre en lengua


mapuche ejemplificado por el ül en estudio a través del gentilicio piedraltinos,
que bien podría haber sido Painekura (piedra celeste), Painemilla (oro celeste),
Kallfükura (piedra azul), etc., sin duda, permite al ülkantufe (hablante-can
tor) reconocerse como tal, es decir, tener claridad y de manera consciente de

que forma parte de un grupo, de un pueblo. En este caso el tener un nombre

hace sentirse como tal, mapuche, esto será fundamental. Lo que se opone al

intento de esconderse entre la muchedumbre para pasar inadvertido o el buscar


cambiarse el apellido o en algunos casos y ojalá pudiera, también cambiar
se de color, a fin de evitar, hostilidad, el menosprecio, la
posiblemente, la

discriminación de una sociedad racista y clasista; pero que precisamente no


son buenosejemplos de identidad y no es el anhelo expresado por nuestros
kimkeche (personas mapuches mayores, ancianas y sabias) como los nütram-
tufe (cantores de relatos) ni los ülkantufe (cantores de canciones) con quienes
hemos podido conversar.

Finalmente, ante la pregunta ¿qué es ser mapuche hoy en Chile?, concluyo diciendo
canto. Pero por
que coincido con los puntos que se observan en el análisis de este
sobre todo con el lo
punto c, porque que importa es cómo yo percibo mi interior, más
que cómo me ven los demás. Me parece que es un problema
de tipo existencial, es la
respuesta que debe tener la persona misma, puesto que a cada quien le corresponde,
por historia, vivir la misma experiencia: espacio, desarrollarse como
nacer en un

persona con libre albedrio (no


libertinaje) primero hogar, la familia, la comu
en el
nidad y vivir en armonía consigo y con el otro. Es el punto de partida para cualquier

empresa y me parece que los fütakeche mapuche (los ancianos, los llamados mayores
en la lengua mapuche) lo tienen muy claro. Y no es una contradicción, entonces, con
el ser cristiano, porque Dios está en lo Alto, Él no es propiedad privada de nadie,
de ninguna cultura en particular, ni siquiera del propio pueblo judío, como pueblo

71
elegido, puesto que Dios en su misericordia y no por obra humana o voluntad, sino
por gracia quiso salvar a la humanidad sean judíos, griegos o gentiles. La persona
mapuche, como una persona alemana, japonesa, por poner algunos ejemplos, tiene
el mismo privilegio de ser lo que es.

Bibliografía

LORD, ALBERT. Singer of Tales, Cambridge, Harvard University Press. 1960.

Ong, Walter. Oralidad y Escritura, México D. R, Fondo de Cultura Económica. 1987.

72
LA ETNIA MAPUCHE: SU IMPORTANCIA EN EL
DESARROLLO DE CHILE

Eliecer Paillacar

Para abordar el análisis de las características de la etniamapuche y su relación


con elconjunto de la
población chilena, creo que corresponde primero diseñar un
marco teórico que nos permita orientar la
disquisición y poder así luego visualizar
algunas perspectivas.

Veamos, pues, unaserie de conceptos básicos.


Etnia: agrupación natural de individuos de igual idioma y cultura.
Pueblo: conjunto de los habitantes de un lugar, región o país.
Identidad: circunstancia que distingue a una persona de las demás.
Idiosincrasia: el temperamento propio, por el cual se distingue uno de los demás.

Con estos cuatro elementos conceptuales podemos configurar una definición de


lo que sería una etnia. Así entonces podríamos decir que una etnia es un conjunto
de personas que:
Habitan un espacio territorial determinado, dentro del cual organizan y desa
rrollan su vida, de que haya una relación armónica entre ésta y su espacio.
manera

Las características físicas del territorio, como relieve, suelo, clima, influyen en
las formas de vida de sus habitantes.
Tienen un idioma específico común, que les permite la comunicación interper
sonal, tanto en la existencia cotidiana como en la transmisión sociocultural.
Poseen una cultura específica, ideas sobre la realidad concreta y la trascendencia,
valores morales y estéticos, costumbres, implementos, materiales, etcétera.

Disponen de una organización social, o sea, una red de vínculos tanto jerár

quicos como horizontales, que permiten desarrollar actividades individuales y


de grupo, que sean armónicas con el medio ambiente y con todos los componentes
de la etnia.

Cuentan con una identidad sociocultural, esto es, una actitud de pertenencia al
grupo étnico. Así, una persona se identifica con las características y los elementos
culturales de un grupo, tales como ciertas ideas, valores, costumbres, etcétera.

73
El pueblo mapuche
ubicaba, antes de la llegada de los españoles, desde el
se

río Aconcagua hasta Chiloé. Aunque sus miembros hablaban el mismo idioma,
el mapudungún, se distinguían cuatro grandes grupos, diferenciados por algunos
rasgos culturales que dependían del lugar. Así:
Desde el río Aconcagua hasta el río Itata vivían los picunches, que practicaban
la agricultura y en menor
grado la minería, tenían una tecnología más avanzada
que la de sus hermanos de más al sur; al parecer, pacíficos, por lo que fueron
eran

fácilmente conquistados, en el período prehispánico, por los incas, de quienes


aprendieron varias técnicas agrícolas, especialmente las relativas al riego. Los
pehuenches se ubicaban en la zona del Alto Bío-Bío; eran cazadores y recolectores;
tenían alta movilidad desde la cordillera de los Andes hasta el Valle Central
y se
dice que recorrían también parte del territorio argentino. Los lafquenches vivían
en la zona costera desde el río Itata hacia el sur hasta el río Toltén; se dedicaban
fundamentalmente a la agricultura y, seguramente, también a la pesca y la extrac
ción de algas. Los huilliches habitaban la zona al sur del río Toltén, abarcando
Valdivia, Osorno y la Isla Grande de Chiloé; se dedicaban también a la agricultura
y a la pesca,especialmente los de Chiloé.

¿Qué sucedió cuando llegó el pueblo conquistador? Se produjo la usurpación


del territorio.
El fundamento de la cosmovisión del pueblo mapuche radica en el concepto

que tiene de la vida humana: el ser feliz y hacer feliz. Todo ello en las dimen
siones tanto inmanente como trascendente. De modo que para el mapuche la
vida se orienta hacia el logro del equilibrio del hombre con su entorno natural;
lo cual determina relación de respeto y racionalidad en el uso de los recur
una

sos naturales, los cuales se utilizan sólo para la satisfacción de las necesidades
humanas fundamentales. De ahí que su identificación homónima como pueblo
sea justamente mapuche: gente de la tierra, lo que significa identidad absoluta
con el medio ambiente en que vive.
Esta visión afirmó, sin duda, un fuerte sentimiento de identidad con su espa
cio territorial, lo cual lo incentivó a defenderlo con vehemencia frente al violento

impacto provocó la conquista por parte de los españoles. Esto explicaría, en


que
gran medida, la prolongada lucha contra el invasor.
También se produjo un proceso de mestizaje cuyas consecuencias han sido nefastas.
La dura confrontación del pueblo mapuche con los conquistadores produjo,
desde luego, un acelerado proceso de mestizaje. En un comienzo, en cada enfren-
tamiento, muchas mujeres indígenas eran tomadas prisioneras, las cuales eran
utilizadas tanto para las labores domésticas y de producción económica, como
también para fines sexuales, convirtiéndolas en reproductoras. Posteriormente,

74
lo mismo hacían los mapuches con las mujeres de origen español. De ese modo

llegaron existir los llamados "indios blancos". Este fenómeno fue nefasto para
a

la etnia mapuche, pues algunas consecuencias fueron:


Muchos de estos mestizos heredaron cacicados, convirtiéndose así en "indios

amigos" del invasor, facilitando de ese modo la dominación.


Hubo una pérdida de identidad y una de las consecuencias fue el paulatino
desinterés por conservar el idioma de su pueblo. Es así como actualmente en

muchos lugares los mapuches ya no hablan su idioma, sino exclusivamente el


castellano, como ha sucedido en las islas pequeñas de Chiloé y en algunos casos

también entre los lafquenches.


Se produjo una marcada estratificación social, pues la mayoría de los mestizos
carecían de una serie de derechos.
Más tarde, dicha estratificación
expresó en una intensa discriminación étnica,
se

consistente en negación de oportunidades de educación, salud y accesibilidad a

trabajos. Los signos para dicha acción son el aspecto físico y el apellido.
Han existido legislaciones que han afectado notoriamente a los miembros del

pueblo mapuche, facilitando la usurpación de tierras o el abuso en el trato social


y del trabajo.
El mestizaje logró también un debilitamiento de la constitución física de los
miembros de la etnia. Los conquistadores introdujeron en la etnia mapuche una
serie de enfermedades, ya que el mestizo no tiene la misma consistencia biológica
de un auténtico mapuche.

¿Está la etnia mapuche en proceso de extinción?


Hasta este momento pareciera que no. Sin embargo, la posibilidad está latente.
En la actualidad hay en cada espacio territorial una serie de formas culturales dife

rentes, debido a la movilidad de las personas y a la acción de los modernos medios


de comunicación. Por lo tanto, los grupos, etnias, pueblos, países, deben convivir
e intercambiar sus elementos culturales. Lo que el pueblo mapuche debe hacer es

adaptarse a las circunstancias y compartir con las demás culturas lo suyo. Creo que
sólo así una cultura puede sobrevivir; de lo contrario se puede encontrar con el ais
lamiento o la confrontación. Ambas situaciones me parecen inadecuadas hoy.
¿Qué hacer entonces?
Hacer entender al pueblo chileno, esencialmente mestizo y justamente de
ascendencia mapuche gran mayoría, que tome conciencia de la necesidad
en su

de la vida y desarrollo de esa cultura ancestral, Proporcionando apoyo científico y


técnico a las personas que se identifiquen como de la etnia mapuche y también de
otras etnias prehispánicas de nuestro país, para que logren incorporarse a un pro

ceso de desarrollo moderno. Para ello, sería necesario, entre otros aspectos:

75
Promover el desarrollo de proyectos de investigación interdisciplinarios sobre
la cultura mapuche, su evolución, sus posibilidades de adaptación a las circuns
tancias actuales y futuras.
Evaluar proyectos de desarrollo que actualmente se llevan a cabo en diversas
localidades donde predomina población indígena (según mi experiencia, la ma

yoría de los proyectos de desarrollo no son evaluados técnicamente, sobre todo


en el curso de su desarrollo, en que es muy importante la evaluación de ajuste o

de corrección).
Incrementar acciones de desarrollo que respeten la idiosincrasia indígena, y

que, por lo tanto, no sean impuestos con parámetros valóricos diferentes de ella.

Tales acciones deberían preocuparse, entre otros asuntos, de los siguientes:

En educación:

que ésta bilingüe, con énfasis en la lengua materna; que se evite la ina
sea

temporal en época de trabajo rural, así como la deserción escolar,


sistencia
mediante bonos de escolaridad y de alimentación completa.
En salud:
atención permanente de la población adulta y escolar.
En lo económico:

desarrollo de la agricultura, con transferencia tecnológica, activación de la


industria artesanal, actividades de turismo.

En síntesis, la etnia mapuche es una de las más amplias territorialmente que aún
existen en Chile; en la cosmovisión mapuche, el equilibrio entre la acción y el medio
ambiente es un principio fundamental; el proceso de mestizaje ocurrido desde la

conquista presente ha sido continuo,


hasta el lo que ha debilitado el concepto de
identidad mapuche. No obstante, pese al mestizaje, el pueblo mapuche continúa
tratando de conservar supropia identidad. Por otra parte, la globalización de nuestra
época obliga a los países a respetar el principio del sincretismo étnico y cultural,
para poder actuar como una unidad sociopolítica en el concierto internacional.
En estos términos, es necesario promover la investigación sobre la cultura

mapuche, orientada a evaluar debilidades y oportunidades, que permitan diseñar


y poner en práctica proyectos eficientes de desarrollo, en gran medida interdisci
plinarios.

76
¿QUÉ ES SER MAPUCHE HOY EN CHILE?

Hugo Carrasco

Mi único conocimiento de los mapuches antes de llegar a Temuco era un señor

que pasó por la escuela hablando frases y grabó cosas, y presentaba como un
se

araucano. Lo otro era lo que leíamos en los textos de lectura. Luego tuve suerte
de venir a Temuco y poco a
poco empecé a investigar distintas cosas entre grupos
mapuches, relatos, y un poco de discursos, y últimamente en particular me he
preocupado de relatos, de aspectos de la lengua, y del discurso público que envían
los dirigentes a la sociedad. Sobre eso había elaborado el trabajo. Pero prefiero
tomar una estructura más general.
Cuando se habla de la identidad, naturalmente hay que considerar lo que cada
persona dice, pero nosotros no estamos tratando de definir la identidad de cada uno
sino la identidad de grupos, la de los pueblos. Eso mismo nos va a dar la opinión

que ha nacido de su experiencia y que tiene un valor en la medida que puede haber
reconocido lo que las personas piensan. Lo otro es naturalmente la postura que uno
busca como investigador, que sea demostrable lo que ha pensado, y que sea con
gruente conalgunos principios que coinciden en parte con las personas que hemos
observado en las convenciones y el plantear lo que uno piensa sobre las cosas.
Muchas veces hay una diferencia en esos campos. Yo, como individuo, debo
decir que admiro a las personas mapuches, es la verdad. He tenido la suerte de
conocer a algunos hombres mapuches, que son bellísimos sujetos, con una
gran
bondad, con mucho decoro, con habilidad, con generosidad, etc. Son ejemplo
de personas, de mucho valor, y también les tengo mucho cariño. He peleado en
su momento cuando son llamados locos, estúpidos, o cosas por el estilo,
pero
es
parte de la temática, el comprometerse con algunas cosas que en la mayoría
donde he estado son de un afecto. Que eran también peligrosos. Ahora, lo que

yo pienso, en general, lo que a nosotros nos preguntan, "¿Qué es ser mapuche


hoy?" es sobre las personas mapuches, naturalmente no en forma individual,
porque ahí no llegaría a nada ...

Pero en lo que caemos también todos frecuentemente es en estereotipos.


Algunos son muy negativos, incluso en esta misma discusión, tan rica como

7D
valiosa y tan real también. Pero en momentos caemos también en estereotipos
variados y se debate el estereotipo positivo que los mapuches son absolutamente
perfectos, lo que es imposible, porque dejarían de ser seres humanos. Por eso,
no es ecuánime decir que todo lo que han pensado, lo que han dicho, es cierto, y

cualquier cosa que digan tendría


que ser verdad.
Creo que indudablemente hay muy diversas interpretaciones de la identidad

mapuche, que aquí mismo hemos visto, manifestadas en personas de muy diferentes
etnias, como en puntos de vista de ellos mismos, sobre su propia experiencia y
sobre la experiencia de los que tomarlo en cuenta de verdad,
demás. Pero eso hay
porque cuesta. Es más cómodo para nosotros, sobre todo los investigadores, pensar

que el pueblo mapuche es uno y que es igual, que no ha cambiado nunca y que
no va a cambiar en forma variada. En una misma persona, incluso, se oponen y
se continúan las identidades diversas que aquí a veces se han ido señalando, no

como identidades, pero que evidentemente lo son. Se ha hablado muy claro de


realidades étnicas, de realidades lingüísticas, que están en la historia, que están en

la actualidad, están geográficamente indicadas.


Pero que no se nos olvide que no es lo mismo hablar con un mapuche
del centro, un mapuche del sur o uno de la cordillera: hablan distinto,
piensan de manera diferenciada y generando naturalmente identidades
van

también diferenciadas, y en su conjunto forman una gran identidad, pero


que indudablemente se diferencian, y mucho. A mí siempre me llama la
atención cuando voy a Huapi, cuando oigo decir "nosotros los huapiches",
y éste es un lugar determinado. Ello surge evidentemente cuando del
interior

del pueblo mapuche se destacan también fuertemente las diferencias. Cuando el

pueblo mapuche se une frente a la sociedad global, que también es un estereotipo,


ahí naturalmente hay una unidad completa. Ahí no importa que sean de aquí o
de allá, pero lo habitual no es eso, lo habitual en la vida, en términos culturales,
es destacar las diferencias.
Probablemente también es fácil darse cuenta de que hay sectores de los distintos

segmentos que son más tradicionales o más modernos.


Entre los distintos instrumentos de análisis respecto de la que existen en la

comunidad mapuche, está el que el mapuche sin la tierra deja de ser mapuche. Pero

también hemos escuchado no sólo eso. Los mapuches tienen también otra cosa;

porque los que no tienen tierra, por mil y una razones, ¿han dejado de ser mapuches?
Y eso lo hemos escuchado aquí y en otras partes también e indudablemente que
la circunstancialidad ha sido un poco dañada. Pero también cuando decimos que
los pueblos son dinámicos. De pronto se nos olvida que "dinámicos" no es sólo
tener una postura política, también es tener situaciones, debido a lo que ustedes

78
han señalado, igualmente. El cambio de campo y ciudad, toda esa transformación
que se ha
producido, indudablemente. Pero las raíces de la cultura en Santiago,
por ejemplo, yo me imagino se han perdido, como se ha señalado. La cantidad de
gente en Santiago, incide ya que la cultura también está aquí y que no está sólo en
Temuco, en Arauco, teóricamente.
Hay que distinguir qué es lo que se está
produciendo aquí, qué es lo que se
produce allá, etc. Y todo esto nos da, naturalmente, vaguedad, heterogeneidad,
en algunos casos. E indudablemente, vemos que hay situaciones claramente di

ferenciadas. Por ejemplo, los mapuches con tierra y los mapuches sin tierra; los

mapuches dirigentes, los que tienen una postura clara, una visión clara del país
y los que tienen una postura absolutamente no clara de la postura de la política
huinca. Pero muchos mapuches manejan perfectamente la política huinca y una

gran cantidad, no. Pero por eso no dejan de ser mapuches.


Otros son los que añoran el pasado, y otros los que quieren borrarlo, en cierto
modo del presente, para mirar sólo hacia delante, aunque la cultura propiamente
mapuche es la del conocimiento del futuro mirado en el espejo, como dicen los

poetas, el pasado.
Pero sucede que también es muy importante, la gloria del pasado, y creo que
ese pasado grandioso se vive junto con las miserias del presente, las miserias
verdaderamente sufridas, pero también
aceptadas como faltas. Creo que
a veces

también hay un proceso de autominorización del pueblo mapuche, y creo también

que muchas veces el mapuche se equivoca al afirmar que es muy pobre, ya que
tiene tierras, aunque sean escasas, pero las tienen.

¿Cuántos chilenos, ni siquiera tienen las que se llaman las tierras más pobres,
ni siquiera una gota de tierra? Naturalmente el mapuche tiene pocas, no lo que
debiera, pero tiene tierras y si hablamos en otros términos, no tan económicos,
tiene el aire. ¿Cuántos mapuches mueren en el pueblo, en las afueras de Santiago,
o Temuco, sobre todo en Santiago, porque les falta el aire, les falta la libertad que
tienen en el campo, aunque el campo sea pobre? Esos son factores que también
deben ser considerados y que tienen que ver con un número importante de los

mapuches.
Por otro lado, se pueden distinguir los que luchan por aspectos económicos,
sociales y políticos y los que hacen, en forma directa y junto con esto, la otra cosa

simbólica, verbal, muchas veces, pero que igualmente se trasluce. Se combate


como si sus derechos fueran de cuna: El famoso mito del Estado Mapuche es in

dudable que marca también a sectores muy importantes del pueblo mapuche. No
uno ni dos, no sólo los que plantearon en ese sentido esa penosa construcción. Es
una postura que también define a tantísimos sectores del pueblo mapuche, algunos

79
que incluso se lo plantean en tanto que político. Y por eso, entonces,
es un tema

vuelvo a decirlo, perdido riqueza de sus creencias o las han


están los que han la

querido dejar, y los que viven, como la mayoría, con ellas.


Yo pienso, para finalizar, que muchas de las cosas que quedan por resolver se
relacionan con el hecho de que los mapuches son personas que viven en el mundo
actual de sus creencias, no sólo creencias religiosas, que son ancestrales, sino que
de un conjunto de creencias que los llevan a calificar y manejar su vida.

80
¿QUÉ ES SER MAPUCHE HOY EN CHILE?

Luis Rodríguez

La sencillez de la pregunta engaña frente a la enorme complejidad de la respuesta.


Administrativamente se podría responder con el recurso de la autoidentificación,
como ocurrió en los últimos censos, el de 1992 y el del año 2002. Históricamente
se podría decir que son mapuches quienes poblaban las tierras al sur del Bío-Bío
en la época de su ocupación definitiva por el ejército de Chile, entre 1 88 1 y 1 883.

Los distintos países latinoamericanos dan respuestas muy dispares a la pregunta


de quién es indígena en sus territorios. Espero, con las observaciones y reflexio
nes que aquí ofreceré, contribuir en algo acerca de este tema, no a responder a la

pregunta, sino a ayudar a que ésta se plantee con mayor amplitud, lo cual es una

condición previa para que vaya aflorando una respuesta válida.


La identidad mapuche tiene que ver con territorios, lengua, apellidos, as
cendencia o sangre, cultura, etc. Yo quisiera considerar el nervio central de la
cultura, que es el de la religión. Muchas veces he escuchado de labios mapu
ches esta frase: "El mapuche tiene su religión y esa religión es el nguillatún".
Y tengo en mi poder un volante distribuido por una organización en Santiago,
con ocasión de la Misa del Día de Oración por los Pueblos Indígenas, que la

Iglesia Católica celebra cada año, desde 1986, en el último domingo de agosto.
Este volante proclama: "El mapuche, por ser mapuche, no es ni podrá ser nunca
cristiano". Al respecto, las fuertes y permanentes presiones que la convivencia
en la
gran ciudad ejerce sobre el mapuche, para que abdique de una identidad
propia, han llevado a muchos a dejarse absorber, al menos externamente, por
una sociedad ajena a él, lo que se puede ilustrar con las muchas solicitudes de

cambio de apellidos que se cursan cada año.


Pero paralelamente corre el fenómeno de la búsqueda afanosa por recur
sos para preservar y revitalizar esa identidad amenazada. Así, desde 1989
en adelante ha llegado a ser regular la celebración de los rituales ancestrales
en la Gran Ciudad, como es el caso nguillatunes, competencias de palín o
de

chueca, celebración del Año Nuevo mapuche. Las organizaciones con fines pre
dominantemente culturales siempre existieron, pero hoy han proliferado de una

81
manera sorprendente. En Santiago han superado ya el número de setenta y cada
año aparecen grupos En la actualidad
nuevos.
hay cuatro machis que residen en
Santiago, curiosamente todos varones, que ejercen, por una parte, la función de
sanadores y, por otra, la de guías de oración en las ceremonias:
nguillatunes y
ngenpines.
Este proceso de pérdida y de
recuperación de identidad en el medio urbano
ha sido estudiado por el
investigador Ramón Curivil Paillavil, quien ha llegado a
la conclusión de que la práctica de ritos religiosos constituye un elemento central
en la de re-etnificación que está sucediendo en
Santiago, como lo señala en sus
observaciones sobre identidad mapuche en Cerro Navia (1997).
Parece contrastar con esto el hecho de que tanto en el Censo de 1992, como en
el informe preparado por Rodrigo Valenzuela para la CONADI en 1995, las mismas
personas que se autoidentifican como mapuches confiesen adherir en un 73% a la
religión católica, en un 15% ó 16% a iglesias evangélicas, en sólo un 4% a "otra
religión" y que un 7% se declare "indiferentes o ateos".
Martín Alonqueo Piutrín, profesor e investigador mapuche, que dedicó largos y
esforzados años al estudio de la cultura de supueblo, expresa con claridad la mezcla
amor-odio que la entrada del cristianismo produjo en el mundo mapuche:

"Quiero dejar establecido que el pueblo mapuche es monoteísta y


profundamente religioso, respetuoso y conservador celoso de su fe en
un solo Dios que recibió de sus antepasados... Una tremenda lucha han
tenido que librar y sostener y aun hoy día mantienen, frente a los muchos
misioneros que se han esforzado por suplantar su religión por la religión
occidental con ideas, modos y pensamientos sistematizados en forma
muy superior, que el sencillo
mapuche... no percibe. Los conceptos civi
lizados europeos no han podido penetrar ni hacer carne en el concepto y
pensamiento mapuche; la divinidad de Dios y la espiritualidad del alma,
predicadas por los misioneros desde la época del descubrimiento hasta
nuestros días no han sido comprendidas por los mapuches y han man
tenido y mantienen una
repulsa pasiva frente a la enseñanza doctrinal".
Mapuche ayer -hoy, 1985.

Sin embargo, Martín Alonqueo es creyente católico y más adelante, en ese mis
mo libro, 164 bis, se deshace en alabanzas los
religiosos, especialmente a los
a

Capuchinos, por el
mensaje de amor que predican y el testimonio que han dado
de acercamiento al mapuche, y de lucha por sus derechos y para
protegerlos de la
rapacidad de quienes han venido a despojarlos.

82
Siguiendo el tema de nuestro Encuentro, pregunto: ¿ser mapuche hoy en Chile,
en Santiago, implica la adhesión al credo mapuche tradicional?, ¿qué significa, por
otra parte, ese porcentaje que se confiesa cristiano? Los estudios sobre el
altísimo

particular realizados por varios especialistas, que no son demasiado numerosos,


apuntan a un área que recién se empieza a estudiar en serio y mi propia experiencia
en terreno me lleva a plantear las siguientes posiciones:

1. La adhesión al credo mapuche y la declaración de pertenecer a la Iglesia Cató


lica no son en la práctica mutuamente excluyentes. La Iglesia Católica tiene un

registro detallado de los bautizados y pone ciertas condiciones mínimas respec


to a fe y costumbres para conferir el bautismo. Estas condiciones dejan amplio

margen para que subsistan desajustes e incongruencias que conscientemente


se toleran con la esperanza de que el trabajo pastoral subsiguiente rellene los

vacíos. Además es de público conocimiento (y constituye una preocupación

para los pastores de almas) que lo que trae a las personas al bautismo no son
solamente los motivos que doctrinalmente deberían primar, sino otros de orden
muy diferente, como es la respetabilidad social que adquiere el bautizado (ya
no está "moro"), laprotección que otorga el bautismo frente a los "males",
etcétera.
2. Entre el "credo"mapuche y el "credo" de la Iglesia Católica hay todo un campo
intermedio aún muy poco explorado, porque si bien los misioneros antiguos
entraron en ese terreno, lo hicieron con criterios que muchas veces hoy día no

consideramos válidos porque partían a veces de una "demonización" de todo


culto que no fuera el que ellos traían, o a veces de simple desconocimiento.
Así, hasta bien entrado el siglo XX se consideró pecado mortal la participación
en un nguillatún o recurrir a las artes médicas de una machi. Para la Iglesia
Católica fue necesaria la profunda revisión llevada a cabo por el Concilio
Vaticano II para entrar en los caminos del diálogo con otras religiones y de
valoración de otros caminos de acercamiento a Dios. Simultáneamente con eso
se ha ido delineando cada vez más claramente hasta qué punto mucho de lo
existente en ritos y costumbres pertenece más bien al patrimonio de la culto
ra europea occidental y no está ligado necesariamente a la fe en Jesucristo.

Con esto la Iglesia ha entrado a valorar más las tradiciones de otras culturas

y a entablar un diálogo respetuoso. En esas condiciones es posible entrar en

esclarecimiento sería fácil ni sencillo, la


puntos donde un no como es con

cepción cuadripersonal de Dios, el valor de las revelaciones y mensajes, la


realidad de los ngen y en general toda la relación del hombre con el mundo de
lo espiritual. Estos son todos temas que al mapuche corriente no lo desvelan

mayormente, por eso puede pasar de una misa a un nguillatún y viceversa o,

83
usando la expresión de un machi conocido en Santiago, "puedo sentarme a

veces a una mesa y comer las cosas buenas que hay ahí, y a veces pasarme a

la otra mesa donde también hay cosasbuenas, aunque para mí resulten algo
extrañas". Pero se está presentando poco a poco con mayor frecuencia el caso

de mapuches con poniendo el dedo sobre


formación académica que van

estos puntos de tensión y se rebelan contra esta "convivencia pacífica". De ellos

brota la posición mencionada al comienzo, de la agrupación mapuche que declaró

incompatible el cristianismo con el ser mapuche.


3 . Es un hecho que salta la vista, que las personas que llevan la punta de lanza
a

en el proceso de recuperación de la identidad mapuche son más bien personas


ajenas a la Iglesia o que habiendo estado vecinos a ella (incluso agentes pasto
rales dedicados)a través de este proceso se han distanciado. Este fenómeno es

correlativo el otro: de que los mapuches más identificados con la Iglesia,


con

como agentes pastorales, incluso sacerdotes y religiosas, tienden a relegar muy

a segundo plano lo que tiene que ver con su ser mapuche y a muchos de ellos

se los podría poner a servir a la Iglesia en cualquier ambiente no-mapuche sin


que llamara para nada la atención. Esto apunta a un fenómeno que considero
muy serio y de gran trascendencia para el futuro tanto del pueblo mapuche
mismo como para la misma Iglesia. La gran expansión de la fe cristiana, cató
lica evangélica,
o que tuvo lugar a partir de los descubrimientos portugueses y
luego españoles y otros desde el siglo XV en adelante, se realizó, salvo pocas

excepciones, bajo el amparo de los poderes coloniales. Los misioneros de


América tenían el encargo de llevar a los indígenas la fe en Jesucristo y su

la
pero también de hacer de los nuevos cristianos fieles subditos de
Iglesia,
Corona Española o Portuguesa. La misma tarea le el
encargó presidente Manuel
Bulnes al primer contingente de misioneros capuchinos que llegaron en 1 848
a trabajar entre los mapuches al sur del Bío-Bío. Ellos venían como funciona

rios del Gobierno de Chile y con el encargo de atraer a los mapuches para que

pasaran a ser buenos ciudadanos chilenos (35 años antes de la "Pacificación

de la Araucanía"). Esta vinculación de la difusión de la fe con la expansión de


una potencia colonial, si bien allanó muchos caminos, por otra parte también
levantó muchas murallas. Hizo imposible por varios
siglos lo que en nuestro
tiempo relanzó el Concilio Vaticano II: la evangelización a través del diálogo
con las culturas. Fue el camino de la Iglesia del primer milenio y según Juan

Pablo II debería también ser el camino de la Iglesia en el tercer milenio. No

podemos negar los grandes méritos de las congregaciones misioneras, como


capuchinos, hermanas de la Santa Cruz y de Boroa y otros en la defensa de
los derechos de los mapuches, así como de instituciones de Iglesia que han

84
prestado a los mapuches en Santiago servicios educacionales y de promoción.
Sin embargo, la Iglesia ha sido a veces proclive a la desetnificación. No puede

dejar de ser sintomático que cuando el Concilio Vaticano II abrió la liturgia


pasando del latín al uso de la lenguas vernáculas, haya sido Chile uno de los
primeros países del mundo que introdujeron el castellano, en 1964, y hoy día,
38 años después, todavía no tenemos la liturgia en mapudungún, ni un ritual
de bautizos o matrimonios de corte mapuche.
4. Creo que el ser mapuche en Chile es aún un proceso fluido. Sigue habiendo
miles de personas que se cambian sus apellidos para obtener ciertas facili
dades en la convivencia social. Quizás sus hijos más adelante se lo echen en

cara y soliciten revertir lo obrado o quizás se diluyan simplemente en el mar


"huinca". Es cruel y doloroso cortar las propias raíces y si bien muchas veces

alguien puede tener motivos para optar libremente por ello, el hacer que un
grupo humano se presionado o casi obligado a dar ese paso es de todo
sienta

punto reprobable. Con la Ley Indígena de 1993 Chile expresó que era de interés
nacional que las distintas etnias retuvieran y reforzaran su presencia dentro
del país, porque lo enriquecen con su variedad. Espero muy sinceramente

que la reflexión que hoy estamos haciendo, invitados por nuestra principal
Alma Mater, no quede simplemente en una disección del organismo de nuestra
sociedad, por muy meticulosa y científica que fuere, sino que se desprenda de
ella una decisión de hacer todos los ajustes necesarios para que sea hermoso
ser mapuche hoy en Chile.

85
¿Qué es ser Mapuche hoy en Chile?

Ramón Curivil

Es una pregunta compleja por cuanto es necesario acercarse a ella con precaución

y creatividad. Evidentemente no es una pregunta de carácter ontológico que sea


necesario definir por su esencia. Tampoco se trata de una fenomenología del ser

mapuche. Más bien es una pregunta de tipo existencial que debe responder a un

grupo humano en situación de opresión social y cultural. En este sentido se trata


de un ejercicio intelectual interesante, dado que en la respuesta a esta pregunta

está en juego parte importante de la identidad nacional.


Sin embargo, para apuntar al tema propiamente tal es necesario
dejar en claro
que el problema fundamental a que se alude en la pregunta no es el
ser mapuche

en cuanto a identidad, dado que ése no es el problema. Los mapuches no tenemos


problemas de identidad, sabemos
quiénes somos. El punto es que a
somos y lo que
nosotros no nos dejan ser, nuestro problema es cómo ser mapuche hoy, en una situa

ción de colonialismo político, económico y cultural. En otras palabras, sometidos

y subordinados a esta sociedad que sistemáticamente ha querido absorbernos.


Por eso considero que estas reflexiones no podemos hacerlas en el aire sin con
siderar el contexto, dado que no estamos hablando de un ser metafísico. Es decir,
se nos
pregunta qué mapuche hoy
es ser Chile. La respuesta necesariamente
en

pasa por considerar el lugar y las condiciones. En otras palabras, ¿es posible una
existencia mapuche hoy en Chile?, ¿podemos ser mapuches en Chile?
En cuanto al lugar y las condiciones, es decir, el lugar donde las personas de
origen mapuche deben
mapuches hoy,
ser los describiría de la
siguiente manera:
Primero: corresponde a un espacio territorial largo y angosto, habitado rna-
yoritariamente por personas que reivindican su origen europeo y en este sentido
son mayoritariamente de religión cristiana.

Segundo: se trata de un país que mediante tratados y convenios ha pasado a


formar parte activa, al menos aparentemente, del Tratado de Libre Comercio, hecho
que lo ha llevado a integrarse de lleno al modelo económico neoliberal.
Tercero: a nivel mundial dicho modelo económico es la base fundamental
de la globalización mundial de la cultura europea, que viene a poner en crisis

87
las fronteras nacionales y nos abre las puertas para ser ciudadanos de mundo, al
menos aparentemente. Este hecho, sin duda, ha producido una crisis de identidad
en todos los miembros de los diversos Estados nacionales. Se trata de un modelo
económico que por primera vez puede prescindir de grandes grupos humanos,
entre ellos los indígenas. Chile,
gracias a este modelo económico, por primera
vez en su historia ha alcanzado un índice de crecimiento
alto, donde unos pocos
lo tienen prácticamente todo.
Cuarto: se trata de un
país que no valora lo propio y que no respeta la diversi
dad, por cuanto nuestra pregunta, que exige respuesta, dice relación con ¿en este
Chile es posible un espacio para nosotros los mapuches?, ¿se puede ser mapuche
hoy en Chile?, ¿qué tipo de mapuche?, ¿desarraigado?
A manera de respuesta.
A pesar de que el Estado chileno ocupó por la fuerza el territorio mapuche
y nos condenó durante un
largo período a vivir encerrados en las reducciones,
somos mapuches.
No obstante que el grupo social mayoritario -mestizos de origen
europeo- es
tremendamente racista y xenófobo por cultura y religión, somos mapuches.
Pese a toda la influencia del sistema educacional y catequístico, somos ma

puches.
Aunque hemos perdido el dominio de algunos elementos de nuestra cultura,
somos mapuches.

A pesar de que hoy vivimos mayoritariamente en la ciudad, somos mapuches.


Por lo tanto, somos mapuches en la medida de:

que vivimos de acuerdo con nuestras propias tradiciones religiosas y culturales,


que nuestros antepasados
ocupan un lugar en nuestra vida,
que valoramos y reivindicamos nuestra historia y se la enseñamos a las nuevas

generaciones,
que reaprendemos nuestra cultura, que participamos en las actividades cultu
rales y religiosas mapuches,
que valoramos y escuchamos a nuestros kimce, hombres y mujeres sabios.
De esta forma puedo terminar diciendo que ser mapuche hoy en Chile es:

ser distinto a un chileno común y corriente,


ser discriminado social y culturalmente,
tener la
posibilidad de ser partícipe en dos culturas,
tener la
posibilidad de ser bilingüe,
una opción personal

En resumen, mapuche es toda persona que es señalado como tal por aquellos que
reivindican su origen europeo y que no son mapuches.

88
¿QUÉ ES SER MAPUCHE DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA

LEY?

Pedro Canihuante

El tema de mapuche hoy", desde el punto de vista de la ley, después de


"qué es ser

haberla revisado -en mi


opinión personal- es ser rebelde, es tener esperanza. ¿Por
qué ser rebelde? Porque historia de la ley en el tema indígena, lamentablemente,
la

es negativa para nosotros como pueblo. La ley fue un instrumento de mortandad

para nosotros, laley fue un instrumento de robo para nosotros. La ley fue usada
para apetitos mezquinos de quienes gobernaban este país durante muchos años.
La ley fue un instrumento para matar nuestra cultura. Por eso, el ser mapuche
desde el punto de vista jurídico es ser rebelde. Ahora, rebelde cuando uno ya tiene

preparación, rebelde para orientar esta rebeldía y tratar de hacer cambios. Y ahí,
entonces, me
pongo en colectivo y
digo que ser mapuche hoy es tener esperanzas.
Tener esperanzas que lo que ocurrió, en alguna medida tenga un cambio hacia nuestra

gente. Si no es para nosotros, será para nuestras futuras generaciones.


En síntesis, la ley osciló por estos siguientes conceptos: primero, en 1813,
dio libertad a los mapuches para que puedan vender sus tierras. ¿Qué ocurrió con
eso? Se le dio manga ancha, carta abierta a toda la sinvergüenzura. ¿Cuál fue el

objetivo de esta ley? Formar villas para poder, entonces, ordenar a los mapuches,
y luego empezar a efectuar la llamada colonización, u otro nombre, que técnica
mente la diezmara.

Hubo porque fue muy fuerte esta libertad que dejaron, porque
oposición,
pusieron a gente que pudiera orientar a los mapuches en la venta de las tierras, y
ustedes comprenderán, en 1813, esa orientación fue evidentemente dirigida.

Entonces, de tanto reclamo se pasó a un terreno proteccionismo y ahí se


de

le cortó la capacidad de
ejercicio, en términosjurídicos. No podían vender si no
contaban especie de tutor; ahí
con una estaban el Intendente, los gobernadores y
unos tutores especiales que se nombraron. De manera, entonces, que no hubiera
tanta injusticia en la venta de las tierras de los mapuches.
Junto etapa de proteccionismo sobre la que se basó la ley, vino el
con esta

proceso de la erradicación, y la erradicación no tuvo por objeto más que dejar


libre la mayor parte de los terrenos indígenas, para poder empezar y concretar el

89
proceso de colonización. Ahí se cometieron todos los horrores que hoy día harán
que el pueblo mapuche no tenga integridad, matando todo lo que fuera la cultura
nuestra. Y ocurrieron cosas inmensamente injustas, aprobadas por la ley de la
época, queen a los colonos
les regalaban 500 hectáreas -lo dice la ley- y a los
se

mapuches los erradicaron en territorios de seis hectáreas.


Luego vino el proceso y el concepto de adicción de las comunidades, y este
proceso era tan injusto que primero operó de oficio, o sea, la autoridad de la zona
determinaba que la comunidad tanto debía dividirse y la dividía.
Este concepto duró hasta el año 1 970, cuando se dictó la ley, que por primera vez

incluye al indígena, al mapuche en consecuencia, como persona, y la define como tal.


Estamos hablando ya en épocas del siglo pasado. Pero igualmente tuvo características
esta ley de referirse exclusivamente al tema tierra, como toda otra ley.

Luego vino uno de los quiebres más importantes para la cultura: el decreto ley
2568, del año 1 978, que precisamente fue denominado "Decreto ley de la anexión
de las comunidades".
Pero fíjense que este decreto dijo que se iba a dividir las comunidades y que
sus integrantes dejarían de ser indígenas, indígenas chilenos. Esto se puede llamar
la lápida de nuestra comunidad.
Luego viene una ley más completa, la 19.273, la ley del primer gobierno de la
concertación, que trata de mezclar, en parte, lo que fue el acuerdo en Ginebra, que se

llama el Convenio 169, de la OIT que, si bien es cierto que Chile lo suscribió, todavía
no lo ha ratificado expresamente. Pero del contenido del Convenio 169 de la orr creo

que está surgiendo la esperanza, hablando del tema


puntual del mundo mapuche.
Esto condiciona el mapuche hoy
ser ejemplo, el congreso que se hizo el
día. Por
año 9 1 de pueblos indígenas en Temuco, que fue el preámbulo de la Ley N° 1 9. 1 53,
,

estableció una serie de peticiones a la autoridad para que la ley los reflejara.
Sin embargo, la ley escuchó a algunos pero no a otros y en esos otros está

gran parte de las quejas que hemos escuchado en forma permanente: nosotros,
los indígenas, no tenemos ninguna participación en la esfera de toma de poder

político en Chile, ninguna.


Fíjense que esta ley solamente restringió esta situación al tema de que "las
autoridades y los organismos públicos tendrán la obligación de escuchar la opinión
de los organismos indígenas, o de los líderes". Y la propuesta que hicieron los

pueblos indígenas, en el Congreso del año 91 fue participar derecha y frontalmente


,

en toda la estructura del Estado. Sin embargo, el Estado, una vez más, nos niega

esta participación.

¿Por qué? Porque continúa creyendo que nosotros seguimos siendo los mis
mos de antes.

90
Yo las estadísticas para mostrar el paso de una realidad distinta, y yo
creo en

creo que la sociedad chilena ya lo ha reconocido. Falta que ahora la reconozcan

quienes tienen el poder político hoy día en Chile. Son los partidos políticos, los
personajes de turno del gobierno, los poderes. ¿Saben ustedes que el Convenio
169 don Patricio Aylwin lo mandó en su gobierno al Congreso y todavía está

esperando ser discutido?


En esa época se envió el reconocimiento constitucional de los pueblos
misma

indígenas. esperando. Es decir, nosotros nos hemos enfrentado a un


Todavía está

problema de Estado, pero más bien a un problema de personas. Y allí es donde


nosotros tenemos esperanzas de que algún día esto pueda revertirse. Porque no es

posible que nosotros no tengamos participación en la esfera de toma de decisiones


del poder político. ¿Por qué no participamos nosotros en la elaboración de los

programas del FOSIS? Por ley podemos, y ¿cuál es la propuesta aquí? Debe escu
charse lo que han propuesto las bases indígenas en este país. Las bases indígenas
de nuestro país tienen muy claro qué es lo que pretenden.
Ahora hay un problema aquí, que es un problema político. Hay un tremendo temor en las
esferas de gobierno a que los indígenas vayamos a decidir un estado de sitio, por el tema
de la autodeterminación de los pueblos. Ahí hay un conflicto que hay que dilucidar.
Ahí entramos a un terreno político, pero ese árbol no los deja ver el bosque.

Hay otros temas, no solamente el tema de tierras, que es el tema que la ley
históricamente ha tratado. Hay temas que son los derechos sociales, culturales,
los derechos económicos. El de los derechos humanos, que no está reflejado en la

ley todavía. Entonces nosotros tenemos que hacer una propuesta para fortalecer
el movimiento indígena en torno a hacer vida en una dimensión plena, en una

dimensión verdaderamente humana, si queremos llamarnos una sociedad justa,


equitativa y, desde el punto de vista político, una sociedad democrática.
Entonces, si tenemos el Convenio 169, tendríamos el reconocimiento institucio

nal, la modificación de la ley, la ley N° 19.153, y en la esfera política, que también


la maneja la ley, tendríamos nuestros propios representantes en el Congreso, y no

solamente en el Congreso, sino que en toda la esfera del Gobierno.


El tema que nos mapuche", toma relevancia en el Censo Nacional
convoca, "ser
del año 92, en el cual, por primera vez en Chile, se incluye la pregunta orientada

a conocer la magnitud y las características de la población indígena que reside en

el territorio nacional. La pregunta: ¿Usted es chileno? ¿Se considera perteneciente


a una de las siguientes culturas?

La respuesta: era aymara, mapuche, rapa nui, o ninguna de las anteriores.


La pregunta corresponde a un criterio de autoidentificación cultural, que
descansa en una apreciación muy subjetiva. Un criterio más objetivo, como el

91
correspondiente a la
lengua hablada, la presunción del de apellidos,
origen sus

induce a una
interpretación ambigua del hecho.
Los datos del Censo 92 en Chile señalan que 928.000 personas mayores de
14 años declaran pertenecer a la cultura mapuche. El porcentaje representa el
9,6% de la población total del país, sin incluir
a los más jóvenes. El 80% de la

población mapuche tiene residencia urbana y un gran porcentaje se encuentra en


la Región Metropolitana. 335.000 mapuches viven en pueblos, ciudades y zonas
densamente pobladas. Sólo 190.000 y fracción se localiza en el sector rural. En

Santiago, más de 400.000 personas se identificaron como mapuches, lo que es

más que el 44,1% de la población mapuche del país y el 10,6% de la población


nacional se concentra en el sector urbano con un 97,9%.
La
Ley Indígena N° 19.253 consagra la calidad de indígena en el título i,
artículo 2, fijándolos muy estrictamente: 1°. Si son hijos de padres indígenas; 2°.
Que posean, a lo menos, un apellido indígena y 3o. Que posean rasgos culturales,
religión indígena; además de autoidentificarse como indígenas. Cumplido esto,
la CONADI, Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, otorgará un certificado
de calidad aborigen.
En cuanto al cambio de apellidos en relación con la identidad indígena, entre
el año 1970 y el año 1 990, esto es en un período de 20 años, 3 1 .597 personas han
solicitado cambios de apellido en Chile. De ellos más de 1 .000 solicitudes corres

ponden a mapuches que desean eliminar su nombre o su apellido por razones de


ridiculización, de risibilidad o menoscabo moral. Este cambio de nombre es un

silencio y un rechazo a la propia identidad.


La diversidad cultural en este país no existe. La sociedad chilena, especialmente
en los sectores populares, discrimina y es intolerante frente a lo mapuche.
La tierra es el sustento de toda su cosmovisión. La encuesta CASEN del año
2000 señala que relación a la pobreza de los pueblos indígenas, comparando
en

la población no indígena con la indígena, ésta es el doble de indigente frente


a la población no indígena. La Novena región del país posee los mayores ni

veles de pobreza a nivel nacional. Y el nivel de indigencia de los mapuches


en esta región, es el doble a nivel de
indigencia de la población no indígena
de la Novena Región.
En relación con datos de educación, más del 21% no tiene educación bá
sica completa y según datos que dan cuenta del sistema de salud y
previsión,
más del 80% no pertenece a ningún tipo de servicios. En la Novena
región,
según encuesta casen, las mayores comunas de pobreza son aquellas que están
ubicadas en el sector cordillera, tales como Lonquimay, Perquenco y Culpeo, La

Reina, y en los sectores de la costa, como Imperial, Carahue, Teodoro Schmidt y

92
Saavedra. En el sector central, Ercilla, Lumaco y Lautaro son las comunas más

pobres de la Novena región.


En la Región Metropolitana las comunas con mayor porcentaje de población
indígena en Santiago serían las comunas de Peñalolén, La Pintana, Lo Prado, Cerro
Navia, Renca, Pudahuel, Lo Espejo y La Granja.
En losespacios urbanos la migración se ha quedado sin espacios donde la
población mapuche pueda recrear y reproducir su cultura, especialmente en las
generaciones más jóvenes.
¿Qué es lo que refleja un carácter indígena? En Ciencias Sociales emplean dife
rentes criterios, y uno de ellos es el cultural. Desde el punto de vista antropológico,

correspondería a quien habla habitualmente la lengua, y practica la cultura reflejada


en ella. También puede considerarse indígena a través de la autoidentificación, es

decir, el considerarse a sí mismo, es lo que le da identidad, es el espacio donde


las personas reconocen lo que les pertenece y los constituye como tales; además,
lo que los diferencia de los otros. Hay criterios que se han discutido para definir
lo indígena, desde que hay una cultura original, que va de un apellido indígena o

estar casado con un miembro de la etnia indígena.


A estos criterios sociales y culturales se agregan los criterios biológicos, que
se observan en losfenotipos, es decir, las apariencias físicas, aparte del vestuario
y el idioma. Ser indígena es el grupo que es definido como tal por el resto de la

población y que muestra estas características fenotípicas asociadas a las culturas


y a la lengua mapuche. La lengua mapuche se habla hoy a través de un programa
que aparece señalado en la ley indígena, la educación intercultural bilingüe.
El ser mapuche, es ser el hombre de la tierra. Sin tierra, como se ha definido

por unas cuantas personas, no se es mapuche. En estudio de años anteriores se


señala que una familia mapuche podría vivir dignamente en 50 hectáreas de terreno.
El promedio en aquella época, el año 1960, era 9,2 hectáreas por familia. Entre
los años 1979 al 1986, y actualmente en el año 2000, es de 3 o menos hectáreas

por familia. Al fragmentarse el territorio indígena, indudablemente que se están


perdiendo los valores de la tradición. Aparecen aquí conceptos como autodeter
minación, asimilación cultural, tolerancia y participación. Estos fenómenos han
sido tratados ya en los aspectos legales, en relación con el nuevo trato, convenio
para reconocer el carácter de pueblo, no de etnia. La autodeterminación da otros
derechos, como la autoafirmación como pueblo, la autodesignación de un espacio
en el cual tiene el mapuche su existencia y el derecho a representarse interna y
externamente.

93
¿QUÉ ES SER MAPUCHE HOY EN CHILE?

Adán Ancamil

Hoy en Chile para el mapuche, para quien habla de un modo particular, es un

orgullo ser descendiente de un pueblo indómito que está latente en el mundo de

hoy a pesar de múltiples dificultades por el transitar de esta vida.


sus

Tiene másdesventajas que ventajas: ser mapuche hoy en Chile es sufrir las
consecuencias de una pacificación dirigida, porque se les inculcó a estos que matar
era malo, sin embargo los conquistadores de esa época mataron, robaron, violaron

y torturaron sin piedad, es vivir hoy en pequeñas reducciones, es vivir para sobre
vivir en medio de una selva donde el más grande se traga al más pequeño, es vivir
una vida sólo de esperanzas que algún día pueden mejorar.

Es vernos a todos sin muchas distinciones a la hora de las necesidades, pero


a la hora de la búsqueda de soluciones para estas necesidades tanto económicas,
sociales como también el derecho a la salud, sí que somos diferentes y las prio
ridades están para los no mapuches. Esto frustra
mucho, entristece, porque nos
damos cuenta que aún estamos siendo discriminados; en oportunidades nos tratan
como flojos sin siquiera pensar el porqué de nuestro subdesarrollo; muchos
indios
de los nuestros, aquellos que se encuentran en la mayor indigencia, se encuentran
mal alimentados, generalmente su alimento es agua caliente y pan o harina tosta

da, en algunos casos el agua caliente succionada mediante una bombilla; en otras
palabras, el tradicional mate con hierba de mala calidad y lavada.
Los jóvenes de hoy están aculturados por la sociedad dominante y no les
interesa su cultura ancestral, más bien temen ser reconocidos como mapuches
porque pareciera que ser mapuche es indigno, es ser carente de inteligencia entre
otras cosas. En resumen, ser mapuche no es garantía de un trato preferencial o

igualitario, esto porque fuimos marcados, estigmatizados por malos formadores


o educadores tiempos pasados que afortunadamente ahora son los menos. Sin
en

embargo algunas instituciones aún nos discriminan cercenándonos la posibilidad


de incorporarnos a éstas no directamente sino en forma indirecta cuando elaboran
los requisitos que se tornan inalcanzables por un joven que quisiera proyectarse
en
algunas de las Instituciones, como por ejemplo: Escuela de Oficiales de las

95
diferentes de las Fuerzas Armadas,
ramas
algún cargo público ofrecido a algunos
de nuestros hermanos profesionales que los hay y con mucha capacidad entre
algunas de las situaciones que podemos mencionar.
Es esta la realidad del pueblo mapuche
hoy, desde el punto de vista educa
cional muy pocos jefes de hogar han podido cursar hasta enseñanza media, el

promedio está entre el 4o y 6° básico y


son escasos aquellos que han llegado a

la Universidad y logrado un título en comparación a la población existente en


nuestro país. Sin embargo es nuestra esperanza que los jóvenes mapuches
que
hoy logran ingresar a proseguir estudios superiores sean el día de mañana quienes
en igualdad de condiciones
puedan reivindicar nuestros derechos, haciéndose
oír por las autoridades de turno para que seamos tratados de manera diferente,
es decir que en las variables que a continuación señalamos se puedan buscar
soluciones a las siguientes propuestas:

Educación:

Crear centros educacionales de nivel técnico profesional y centros de capacitación


y experimentación tecnológica.
Aumentar la cobertura en becas indígenas y hogares de nivel superior, con
modificación de los requisitos de
postulación. Considerar con puntaje especial a
alumnos con buenos promedios de rendimiento especialmente en la enseñanza
media y superior para la
adjudicación de estas becas.
Crear becas especiales de perfeccionamiento en el extranjero a profesionales
mapuches con financiamiento total, con compromiso establecido de apoyo a sus
similares culminada su capacitación o perfeccionamiento.

Apoyar con créditos blandos a jóvenes egresados con especialidades agrícolas


para iniciar líneas productivas.
Elaborar curriculum educacional con objetivos transversales sobre intercul-
turalidad e incorporar la asignatura de la lengua materna, a la matriz curricular de
los sectores de aprendizaje NB 1 NB2 NB3 NM 1 etcétera.
- - -

Incorporar en los objetivos fundamentales y contenidos mínimos obligatorios


la historia real del pueblo mapuche, reconociendo los atropellos, su hacinamiento

y muchas otras irregularidades sufridas a causa de los conquistadores.


Crear un centro de Investigación y experimentación tecnológica en la región
de la Araucanía con sedes en cada comuna, sobre la conservación y recuperación
de suelos, selección y cultivo de semillas, criadero de sementales bovinos, ovinos,
vacunos y caballares para ponerlos a disposición de las comunidades.

96
Procurar a que el Estado con una subvención especial a las municipalidades
se haga cargo de la educación, alimentación, vestuario e internado de los niños
de familias mapuches en extrema pobreza, previo diagnóstico realizado y que
demuestre tal situación hasta el término de su educación general básica,
prestando
el mismo apoyo si el niño continúa estudios.

Salud:

Aplicar un modelo de salud intercultural, es decir considerar las opiniones del (as)
(os) machis en el tratamiento de enfermedades.

Incorporar a médicos
especialistas en los equipos de rondas médicas (pedia
tras, dentistas, ginecólogos, oftalmólogos, traumatólogos) en equipos móviles
adecuados.
Dotar de equipamiento básico en consultorios, postas y estaciones
médicas rurales.

Fomento productivo:

Fondos estatales: a disposición del municipio donde haya alta concentración de

población mapuche para la generación de programas integrales de desarrollo rural


y urbano, cuyas líneas de acción principales consideren:
a) Fomento productivo y comercialización: creación de centros de acopio y
compra apoyados por el Estado, con cierto nivel de subsidio y cuotas fa
miliares, de tal modo que se pueda asegurar a la familia un ingreso mínimo
mensual, sobre la base de la productividad familiar.
b) Programas de recuperación de suelos y reforestación.
c) Programas de regularización de derechos de agua.
d) Programas de gestión, elaboración y presentación de proyectos.
e) Apoyo organizacional.
f) Programa de riego.
g) Programa de diversificación productiva.

Fortalecer el financiamiento de programas crediticios de INDAP y otras Instituciones


que apoyan al pequeño agricultor campesino mapuche vía créditos blandos y de

preferencia productivos.

97
Disponibilidad de mayores recursos de las instituciones que apoyan al cam
pesino mapuche, con una planificación anual definida en líneas de proyectos y
montos de financiamientos, como conadi-conama y otros.

Tierra:

Regularización de terrenos:

Habilitación de una oficina comunal o servicio de asesoría


judicial para ela
borar modelos legales en apoyo a campesinos mapuches que trabajen en las
comunidades indígenas sobre tierras (posesión efectiva, arriendos, derecho
real de uso, contratos de compra y venta, conflictos de tenencia, cancelación
de los derechos por liquidación de comunidades, etc.).

Fondos de tierras:

a) Intrapredial: Estudio del uso y ocupación de tierrasindígenas por parte


de grupos familiares de comunidades. Fondos para la adquisición de tierras con
factibilidad de compra y venta.

b) Extrapredial: Fondos para la adquisición de tierras no mapuches, para grupos


familiares jóvenes de escasos recursos, en forma individual o comunitarias cuando
sea factible.

Vivienda:

Programa especial de vivienda para la población adulta mayor de origen


mapuche.
Aumento de cobertura de subsidios rurales.
Fondo de apoyo al ahorro para postular a subsidio rural para familias mapu
ches en condiciones de extrema pobreza.

Programa de apoyo especial de viviendas a familias de origen mapuche que


emigraron hacia los centros urbanos y habitan allí.

Infraestructura y servicios básicos:

Ampliar cobertura de proyectos de agua potable rural.

98
Ampliar cobertura de proyectos de electrificación rural.
Implementar programas de mejoramiento y mantención de caminos comunales
y vecinales, asociados a programas de absorción de mano de obra desocupada
(cesantes) y de generación de empleos.
Implementar programas de casetas sanitarias y programas de refugios peatona
les.
Construcción de bodegas con cámara de frío para centros de acopio de dife
rentes productos, cultivados en los distintos sectores rurales para la posterior
entrega a los mercados previamente concertados o convenidos.

Protección de los recursos naturales:

Programas de recuperación de suelos, manejo y prevención de la erosión.


Programa de reforestación y restauración del bosque nativo.
Programa de protección y manejo integral de microcuencas.
Programa de protección de la vegetación natural y plantas medicinales.
Programas de defensas fluviales.
Programa de protección de los recursos hídricos.

Ser mapuche hoy es ser sometido a la misma legislación del pueblo no mapuche no
respetando nuestra condición de mapuche, es decir no respetando a la diversidad.
Ser mapuche hoy para nuestra juventud no tiene ningún futuro ni recompensa

alguna porque hay que luchar para abrirse camino de algún modo y salir adelante
aun cuando las adversidades son innumerables. La etapa por la cual atraviesan
nuestras generaciones jóvenes que en principio niegan o sienten vergüenza
de
de llevar un apellido mapuche, va paulatinamente desapareciendo cuando estos
alcanzan una madurez relativa, donde van adquiriendo una identidad como tal.
política y la religión han intervenido nuestras identidades, dividiéndonos
La

por un e impidiéndonos a las prácticas de adoración a nuestro Chau Gnechén


lado
en nuestra particular manera, tildándolos de paganismo en algunos casos espe

cialmente la evangélica.
Reconocemos que ha habido un cierto avance en nuestras reivindicaciones,
sin embargo consideramos que es muy insuficiente y que hay un desconocimiento
de nuestra realidad por parte de la cultura dominante que intenta someternos a sus

prácticas en todo ámbito sin considerar nuestras diferencias. Sin embargo somos
optimistas, soñadores y creyentes de nuestro divino hacedor y confiamos que con
la ayuda suya algún día respiraremos aires de satisfacción.

99
¿QUÉ ES SER MAPUCHE HOY?

Ricardo Musalem

Abordaré el tema desde el punto de vista de la identidad.


Ante la pregunta inicial surgen varias consideraciones.

Primero, que ser algo se refiere a la esencia de lo aludido y a la manifesta

ción de esa esencia. Tenemos entonces la esencia del mapuche de lo mapu o

che y la manifestación de esa dimensión en el


plano social. Nos preguntamos

entonces por ser mapuche: ¿cuál es en sí mismo un mapuche, colectivo que


alimentará las identidades particulares de todos los integrantes de este pueblo?
Pienso que el mapuche
ser entrega de manera infusa, como testigo o como
se

activo participante, a través de recibir la herencia de las tradiciones, los sím


bolos, la forma de conceptuar la realidad y de reaccionar ante ella (universo

simbólico). También se alcanza por las experiencias cotidianas de un estilo


de vida conectado a la naturaleza, contacto con la tierra, con animales, la in
terpretación de los cambios del clima, de las estaciones, de las siembras, las
costumbres sociales, mingaco, etcétera.
La identidad podría entonces darse como una continuidad entre esencia y

existencia o manifestación, en la medida de que la persona mapuche es parte de


un sí mismo colectivo, de donde se nutre para representarse a sí mismo y al cual
también contribuye a mantener vivo en la medida en que encarna personalmente
la tradición y vive dentro de ella.
Elproblema se da cuando el ecosistema cultural original pierde el equilibrio
que permite a los miembros permanecer en él, debido a un desbalance entre
las necesidades de los miembros y lo que este ecosistema puede ofrecer. En
el caso mapuche, este ecosistema no ha sido capaz de adaptarse a los cambios
socioeconómicos de manera de poder seguir albergando a los miembros en
su interior
y aportarles identidad y subsistencia al mismo tiempo. Una masa
importante de integrantes debe salir, emigrar, para que el ecosistema pueda
seguir subsistiendo como fuente de sentido, incluso para los que emigran, que
cada cierto tiempo vuelven al sur a "cargar las pilas" de su identidad.
La emigración trae consigo una serie de perturbaciones en la continuidad entre
esencia y manifestación. El mapuche, al tratar de incorporarse al medio laboral

101
y social, siente el choque cultural. La clave que tenía para interpretar la realidad,
su mapa para moverse por el mundo social e
interpersonal, ya no le sirven para
traducir y decodificar la clave de la sociedad a la que se integra. Entonces debe
encontrar nuevas clave rápidamente, para evitar el estado de perplejidad y crisis
de referentes. En este proceso, la esencia y existencia mapuche son desplazadas a
un interior remoto, cubiertas
por una capa de tierra y sobre todo esto se construye
una fachada social, una seudoesencia con manifestaciones compatibles con el
medio de inserción actual. Temporalmente se siente una calma frente a la angus
tia denaufragar socialmente; pero hay sentimientos de vacío, falta de sentido,
desencuentro interior. Se pierde la congruencia interna entre lo que es y lo que se
cree ser. Aparecen, entonces, seudoesencias y manifestaciones que representan
una especie de "trato" del mapuche con la sociedad en que se está insertando, en
función de ser considerado como un individuo que puede entrar en ella y ubicarse

socialmente, siempre no más allá de una sutil línea hasta donde la sociedad está
dispuesta a hacerle concesiones en términos de sentimiento de dignidad social y
prestigio. Detrás de este desarraigo de la propia raíz personal y de identidad de
pueblo hay siempre un profundo sentimiento de dolor.
Sin embargo, vemos que el alma mapuche no muere, sigue palpitando aunque
semiasfixiada. Cada cierto tiempo emerge esa alma dormida con los viajes al sur,
o al presenciar un nguillatún, al saber que existen organizaciones, al escuchar las

noticias que hablan de las manifestaciones en pos de sus derechos. Entonces, este
trato implícito comienza a sentirse más que un trato, un yugo que incomoda y no

deja desarrollarse, porque no permite ser lo que se es.


En su identidad, el mapuche va integrando una variedad de imágenes, las
cuales amalgaman la definición del mapuche de sí mismo. Frente a la pregunta
qué mapuche yo, el mapuche evoca de una serie de significados y repre
es ser

sentaciones de sí mismo y de su rol. Aparece un lado valorado donde está su

representación como hijo de una tradición y de un pueblo, hombre con relación


directa con la tierra, confiado y abierto a la naturaleza, hombre o mujer de amis
tad, hijo de Ngenechén, agradecido del alimento, amante de la intimidad en el
encuentro con el otro, capaz de darse, de entregar amor, acogida, sensible, leal.

Aparece también un lado indómito, capaz de despertar para defender su dignidad.


Aparece un lado de dolor, donde carga las imágenes que la sociedad ha querido
depositar en él para controlar su avance y su desarrollo. Aparecen frente a su
mirada interior, imágenes desvalorizadas, disminuida frente a una sociedad que

pretende siempre tener la última palabra, una imagen de oveja negra o la vivencia
de estigmatización social recubierta de falsos respetos. Sentimientos de exclusión,
de desvalorización, de pérdida de identidad, marginalidad. La pobreza golpea

102
la imagen de sí mismo del mapuche, haciéndole sentirincapacidad, en medio
de una sociedad que rinde culto a los bienes y quienes lo ostentan. Entonces
a

el ser mapuche aparece como una experiencia fragmentada. Está la esencia,


pero la manifestación, la existencia está acorralada, distorsionada, dominada
por momentos aquello que la sociedad pretende delegar en el mapuche, el
con

papel que pretende imponerle para que lo represente. Asimilación, sometimiento,


identificación con la cultura nacional, estar dispuesto a ocupar lugares bajos en

lo laboral, lo social, etcétera.


Afortunadamente en los últimos veinte años esto ha ido cambiando. Cuando una

persona mapuche encuentra dentro de esta gran ciudad un rinconcito donde poder ser
mapuche con otros, hablar su lengua, compartir un mate con sopaipillas alrededor
del fogón, jugar chueca, orar a Ngenechén, se produce un profundo movimiento
interior, que renueva a la persona, la reconecta con su esencia personal y cultural,
con el sí mismo colectivo mapuche, que representa algo así como aguas frescas de
donde beber y saciar la sed de sentido, la sed de sentirse interpretado, entendido,
recuperar los mapas y claves perdidas, vividos ya casi como sin valor.
El mapuche que encuentra su grupo de pertenencia en que se viva y se valorice la

expresión del mapuche obtiene un renacimiento, recupera el sentido, la vitalidad,


ser

la esperanza. Recupera los valores que estaban bajo la sombra, puede amar lo que es,
su tipo de vida. Abandona el tren de la inconsciencia colectiva que dice que todos
los habitantes de las ciudades deben dirigirse tras los mismos intereses.
Entonces la
pobreza ya no significa incapacidad, el ser distinto nos es vivido
como prejuicio, la falta de sofisticación tecnológica y material comienza a ser

una oportunidad para unirse en pos de metas colectivas llenas de sentido, las

que individualmente serían inalcanzables. Se descubre que ser mapuche se es


en comunidad a través de un
particular modo de estar con otros. Ser mapuche
representa, entonces, la oportunidad de integrar esencia y existencia, el sí mismo
y su manifestación. Vemos a la persona mapuche siendo mapuche de cara a la

vida, haciéndose un lugar en la sociedad sin esconder su identidad. Aparecen


entonces otras preguntas: ya no sólo qué es ser mapuche. Surgen ¿Cuándo ser

mapuche? ¿Dónde ser mapuche? ¿Con quiénes ser mapuches? ¿Cuánto ser
mapuche? ¿Cómo ser mapuche? ¿Por qué o para qué ser mapuche? Entonces
verificamos que al cuándo se responde cada vez más con un siempre; al dónde,
con en todos lados; al con
quiénes, con todos; al cuánto, con todo lo que surja
ser; al para qué ser mapuche, para ser uno mismo. Ser mapuche hoy es poder
vivir recuperando el orden originario con el sentido primigenio, con Ngenechén

y Elchén, vivir en la dependencia trascendente, en un universo de significados.


La alternativa es no ser por ser otro que no se es.

103
Comunicaciones Testimoniales
Adán Ancamil

Voy a decir que soy Adán Ancamil, Profesor de Estado, de Educación General
Básica, de la Universidad de Chile, en este tiempo, en Temuco. He tenido un

deambular en mi quehacer profesional : de hecho fui alcaide de Temuco, debí


hacer clases en el colegio La Salle de Temuco. Como profesor, posteriormente,
me trasladé de nuevo a mi comuna, donde hice clases en la Escuela Industrial,
Industrial Superior, tiempo, y posteriormente
en ese municipal, en la escuela D 50
Adán Gorostiaga actualmente.
Soy casado, dos hijos. Un hijo, el mayor, estudia en la Universidad de la Fron
tera, de Temuco, Ingeniería Industrial, con mención en Informática, 4o año. Mi hija
este año fue matriculada en la Universidad Católica de Temuco, en la carrera de
Medicina Veterinaria; tuvo que retirarse porque no recibió el crédito social. Bueno,
casado con la señora Jeanette Fuentes López, también de Nueva Imperial.
He hablado de memoria, pero me voy a ceñir también a algunas reflexiones que
voy a expresar más adelante. En primer lugar, debo reconocer que es un orgullo

para mí el ser descendiente de un pueblo indómito, que está latente en el mundo


de hoy a pesar de las múltiples dificultades que se presentan en su camino.
Tiene más desventajas que ventajas. Ser mapuche hoy en Chile es sufrir las
consecuencias de una masificación suicida, porque se les inculcó a los nuestros,
en esa época, que matar, robar, era malo; sin embargo, los conquistadores de esa

época mataron, robaron, violaron, torturaron, sin piedad.


Existe esa añoranza: el vivir hoy en pequeñas reducciones, el vivir para so

brevivir en una selva donde el más grande se traga al más pequeño. Es vivir una

vida sólo de esperanzas que algún día va a ser mejor.


La situación es dura, sin muchas distinciones, a la hora de las diversidades,

pero a búsqueda de funciones, somos diferentes y las prioridades están


la hora de

para los no-mapuches. Esto frustra, entristece, porque nos damos cuenta de que aún
estamos siendo discriminados. En oportunidades nos tratan como "indios flojos",

sin pensar siquiera el porqué de nuestro subdesarrollo. Muchos de los nuestros,

aquellos que se encuentran en la mayor indigencia, están mal alimentados, gene


ralmente su alimento es de agua caliente y pan o harina tostada, y el agua caliente
succionada mediante una bombilla; en otras palabras, el tradicional mate con yerba
de mala calidad y lavada.
Los jóvenes de hoy están aculturizados por la cultura dominante; no les interesa su
cultura ancestral, más bien temen ser reconocidos como mapuches, porque pareciera

que ser mapuche es lo mismo que ser carente de inteligencia; entre otras cosas, porque

107
ser
mapuche no es garantía de un trato preferencial o igualitario, y esto porque fuimos
marcados, estigmatizados, porque en
siglos pasados fuimos marcados, estigmatizados
por malos formadores oeducadores que, afortunadamente, ahora son los menos. Sin
embargo, algunas instituciones aún nos discriminan, cercenándonos la posibilidad de

incorporarnos a ellas, no directamente sino que en forma indirecta, porque elaboran


los requisitos que se tornan inalcanzables para un pobre, que quisiera proyectarse en

algunas instituciones, como por ejemplo, que fuera oficial de las diferentes Fuerzas
Armadas, algún cargo público que fuera ofrecido a alguno de nuestros hermanos
profesionales, que los hay, y que conocen los hechos de la verdad.
Sucede en la realidad del pueblo mapuche, hoy día, desde el punto de vista
educacional, que muy pocos jefes de hogar han podido llegar a la enseñanza me
dia; son escasos aquellos que han llegado a la Universidad y logrado un título,
en comparación con la población existente en nuestro
país. Sin embargo, nuestra
esperanza es que los jóvenes mapuches que hoy logran ingresar y proseguir en la
educación superior, sean el día de mañana quienes, en igualdad de condiciones,

puedan reivindicar los progresos, haciéndose oír por las autoridades de turno para
que seamos tratados de manera diferente en las variables que a continuación señalo

y que den solución a las siguientes propuestas.


La verdad es que yo he tomado esta situación desde el punto de vista educacio
nal. En todo caso, el documento que yo he elaborado y que le voy a entregar al Sr.

Dannemann, incluye varias variables: tomando la variable educación, propongo:


Que se cree un centro educacional de nivel técnico profesional, y un centro de
capacitación y de experimentación tecnológica. El pueblo mapuche quisiera que
aumentara la cobertura de becas indígenas, con modificaciones de requisitos de

postulación, considerando un puntaje especial a los alumnos con buen promedio


de rendimiento, no importando su condición socioeconómica, especialmente de
la enseñanza media y superior.
Crear becas especiales de perfeccionamiento en el extranjero para profesionales

mapuches, con financiamiento total, con compromiso establecido, de acuerdo con


sus lugares, unidad o provincia.

Apoyo con créditos blandos a jóvenes estudiantes de especialidades agrícolas


para iniciar líneas productivas.
Elaborar un currículo educacional con objetivos transversales como intercul-

turalidad, e incorporar la asignatura de la lengua materna a lo artístico-cultural de


los sectores de aprendizaje NB1, NB2, NB3, etcétera.

Incorporaren los objetivos fundamentales y contenidos mínimos obligatorios


la real historia del pueblo mapuche, reconociendo los atropellos, confinamientos

y muchas otras irregularidades sufridas a causa de los conquistadores.

108
Crear un centro de investigación y experimentación tecnológica Región
en la
de la Araucanía, con sedes en cada comuna, para la conservación y explotación
del suelo, cultivo y selección de semillas; criadero de sementales bovinos, ovinos,
vacunos, y caballares, para ponerlos a disposición de las comunidades.
Procurar que el Estado dé subsidio
especial a las municipalidades, para que
un

sehaga cargo de la educación, alimentación, vestuario e internado de los niños de


familias mapuches de extrema pobreza, previo diagnóstico realizado, y
que gocen
de tal situación, hasta el término de la Educación General Básica, prestando el
mismo apoyo al niño que continúa su estudio.
Ser mapuche hoy es ser sometido a la misma legislación del pueblo no-ma

puche, no reflejando nuestra condición, es decir, no reflejando la diversidad. Ser


mapuche hoy, para nuestra juventud, no tiene ningún plus ni lo contempla al final,
porque hay que luchar para abrirse camino de algún modo, y salir adelante, aún
cuando las adversidades sean innumerables. La etapa por la cual atraviesan nuestras
generaciones de jóvenes, que en principio se niegan a llevar apellido mapuche,
va paulatinamente
desapareciendo cuando ellos alcanzan una madurez relativa,
donde van adquiriendo una identidad como tal.
La política y la religión han intervenido nuestras identidades, ignorándolas,
por
un lado, e
impidiendo nuestras prácticas de adoración a nuestro Chau Gnechen en
nuestra particular manera, tildándonos de paganos en
algunos casos, especialmente
por parte de la religión evangélica. Reconocemos que ha habido avances de nuestras
reivindicaciones, sin embargo, considerando que hoy existe un vínculo siniestro
de nuestra realidad por parte de la cultura dominante, que intenta someternos a sus

prácticas en toda la vida, sin considerar nuestras diferencias. Pero somos optimistas
y creyentes en nuestro Divino Salvador y confiamos que, con ayuda suya, algún
día respiraremos aires de emancipación.
Por último, quiero agradecer a la Universidad de Chile, especialmente al Sr. Danne
mann, por esta oportunidad que nos da de hablar de nuestro tema Muchas gracias.

Florencio Painequeo

Mi nombre es Florencio Painequeo, funcionario de Salud. Trabajo como auxiliar paramé-


dico en una Posta Rural en el sector de La Sierra, en la Comuna de Puerto Saavedra.
Bueno, mi experiencia y como mapuche, hace alrededor de 40 años que
estoy en función, trabajando dentro de mi Comuna. No he salido afuera a otros
lugares. He estado en Temuco trabajando un
poco, en el Hospital de Victoria he
estado trabajando también.

109
Bueno, a mí me costó bastante asumir la función de paramédico al comienzo,
porque es obvio decir que anteriormente nuestra gente jamás había tenido acceso
a hospitales, no las tuvieron por desconocimiento, por falta de comunicación más
que nada. Nos traspasaban una parte muy dura en el trabajo de Salud.
Y al comienzo, un
pequeño recuento en mi pueblo cuando aún era un niño,
hubo una epidemia de tifus exantemático el sector, donde fallecieron los
en jefes
máximos, los loncos, los abuelitos. Hubo como treinta o cuarenta personas que

fallecieron en esa etapa, el cual, yo siendo un niño, vine a la Dirección Zonal, a

Temuco, a conversar con la Directora de ese entonces, que era la doctora


Haydée
López. El trabajo fue duro. Al comienzo, fui maltratado por mis hermanos, por
mis penis, porque muchos no conocían qué era la medicina huinca. Todos nos

basábamos sobre la medicina tradicional, la wentuchefe, las machis, en algunas


partes. Fue muy duro.
Trabajé como un líder de muy joven, hasta que me integré al Servicio. Fui
contratado el
Hospital
en de Carahue. Estuve ocho años trabajando en el hospital,
y, posteriormente, dediqué mi tiempo a trabajar en las postas rurales. Fui el que,

seguramente, dentro de la historia de ahí, aparece como el primer funcionario de

postas rurales. Trabajé en la casa de un tío que me cedió su casa. Hice una pequeña
posta, donde empezamos, por primera vez en el sector, en ocho sectores, a entregar
la leche los niños, las vacunas, que jamás las tuvieron antes.
a

Costó mucho ingresar a niños chicos que, muchas veces, no tenían otro medio
de recibir ayuda. A la leche no le tomaron mucha importancia, pero sí, ya de a

poco, se fueron con las vacunas.

Empezamos a trabajar. Fue arduo. Posteriormente, fuimos en el sector muy


azotados de sarampión. Trabajé más o menos dieciocho a veinte años con esto,
hasta que conseguimos la erradicación del sarampión en la provincia de Cautín.
En la Dirección Zonal aparecen varios cáptalos de mi trabajo, en el cual me
esforcé mucho en seguir.
Pero, siguiendo más adelante yo, como mapuche, soy un mapuche neto, ten
go 67 años de edad, he vivido con parientes, mis tíos, mis padres, donde conocí
muchas cosas buenas y malas de antes, porque nuestra disciplina, como mapuche,
me llena de orgullo de serlo. Porque he podido apreciar lo que es la realidad de mi

gente: Nuestros loncos, nuestros tíos, nuestros antepasados.


Felizmente, en nuestro lugar, no hemos sufrido consecuencias, peleas,
peleas con huincas no hemos tenido, felizmente. Porque la familia, en nues
tra isla, no fuimos tan diversificados como los hubo en otras partes. Sin
embargo, mis abuelos, mis abuelas que también fueron gentes que se
creo

arrancaron de la provincia de Arauco y se fueron a emigrar a la Isla Huapi,

110
donde nosotros nacimos. Nuestros abuelos, nuestros bisabuelos, seguramente, han
sido gente de Arauco.
Tengo experiencia en cuanto a lo que es la realidad del mapuche; por
mucha
eso me gusta trabajar con mi gente, y estoy entregando el todo por el todo para
trabajar con ellos. También valoro mucho mi cultura. Entonces,
como les digo,

quiero mucho a las papai las


lamngen machis, con mucho respeto. A los
y a

loncos, con mucho respeto, porque siempre han sido las personas dignas, como
aquí los otros penis lo dijeron antes, que un lonco es un gran líder.
Entonces, nuestra familia, nuestros loncos, han sido muy categóricos, muy
buenos, respetuosos, cariñosos, porque su entidad lo dice: porque un lonco tiene
que ser un juez muy claro en su sector.
Ellos han tratado de respetar mucho a nosotros. Igual, porque por mi trabajo
conocía a muchos loncos de mi comuna, tanto en la comuna como fuera de la
comuna en el sector de Carahue y Nueva Imperial, he estado participando en tra

bajos activos, por implantar la interculturalidad. He trabajado con el médico del

Hospital Maquehua, hemos conocido a muchas machis que, la verdad, es que en


el campo sirven mucho y en el pueblo también, porque, con mucho respeto, yo les
digo a ellos, hay enfermedades que tampoco los médicos, por muy científicos que
sean, hay enfermedades tradicionales, cosas de la naturaleza, del Chau Gnechen,
losperjuicios, hay cosas que no las conocemos y, la verdad, hay personas idóneas
que hay en el campo de la cultura mapuche.
Con mucho respeto, yo he visto hasta médicos parados donde una machi con
sultando su enfermedad. Trabajo, en cierto modo, como colaborador de algunas

de esas machis, y a veces intercambiamos ideas, y yo estoy trabajando en Salud,


atiendo la Posta, estoy entregando la
leche, estoy atendiendo como médico, como
auxiliar, a veces, como asistente social, a veces, hasta como carabinero, porque
ésa es la
responsabilidad del trabajo.
Trabajo con una comunidad mapuche, y entre medio están los primos huincas
también. Trabajamos en armonía. Tengo mi gente que me respeta mucho, y creo
que en conversaciones con ellos, a veces converso en mapuche con gente. Ellos
jamás se han burlado de mí, y creo que es un respeto mutuo que tenemos hacia
las personas que nos rodean en el sector.
Ahora, decirles que soy mapuche, y que me siento orgulloso; pero también un
poco cansado, ¿cómo le dijera? Un poco sentido, porque en cierto modo, porque
muchas de nuestras costumbres antiguas han ido desapareciendo de a poco. Han
ido desapareciendo el
nguillatún, ya no existen, está perdiéndose el casamiento ma
puche, el mafutun. No hay celebraciones como se hacían antes. Estuve en muchas
oportunidades en esas ceremonias. También como se ha perdido el puencheltun, el

111
laftun de lospenis, que me ha tocado ayudar, en ese sentido. Y creo que son valores
culturales primitivos que se han ido erradicando también en nuestro sector. Eso yo
lo miro, y no me gustaría que se perdiera, porque, si estamos trabajando en esto,
haciendo mérito para que nuestro pueblo sea respetado, ¿no es cierto? así como
respetamos también a los penis de la zona urbana, a nuestros jefes que tenemos
autoridades, que las vamos a respetar siempre y cuando ellos también participen
bien en lo fundamental con nosotros.

Mis palabras han sido un poco breves, y no era tanta la preparación que tenía.
La verdad es que ahora me impuse del trabajo que realmente eraqué es ser mapuche.
Yo me siento holgadamente bien, tranquilo, muy honrado de mi pueblo. Quiero
a mipueblo, y creo que dentro de la familia o dentro de la sociedad, sí existe un
trabajo unánime, cordial, amigable, sin mirar que "la religión acá, que la religión
allá". Nuestra costumbre y nuestro trabajo podría ser un poco más unido, quizás
entre todos, trabajando por mejorar, teniendo buenos asesoramientos en nuestros

campos, que los campos anteriormente fueron demasiado dañados en la agricultura,


que no la supimos tal vez trabajar.
Con la nueva tecnología, que los insumos lleguen a tiempo, tener mejores
cosechas y buena esperanza, que la juventud de ahora siga adelante estudiando.

Hay muchos jóvenes que nacen, sin pedirle al papá que los lleve al colegio; se han
esforzado mucha gente joven. Profesores mapuches que están trabajando alrededor
de la Región. Entonces, eso me valoriza mucho.
Lo que siento es la pérdida, que se vayan perdiendo algunas de las costumbres
buenas que nosotros teníamos. Tengo que referirme al casamiento que antes se
hacía. Tengo que reiterar cómo eran las ceremonias, donde participaban todos los
familiares de la novia, familiares del novio, se comía, se mataban sus caballos,
o se pagaba la novia, como correspondía, y esas cosas se han ido terminando
paulatinamente.
Quiero terminar esta intervención. Gracias por la oportunidad que ustedes me
han dado, y gracias por escucharme.

Sergio Catricura

Mari mari, peni; mari mari, lamuen. Buenos días, hermanos y hermanas, yo
me llamo Catricura. Yo soy descendiente de lonco por parte de padre
Sergio
y por parte de madre.
Yo quiero tocar el tema de la religión, tanto como mapuche y al mismo tiempo
como diácono de la Iglesia católica. Hermanos y hermanas. Antes se decía que el

112
mapuche todavía mantiene su cultura, su tradición a pesar de tantos sufrimientos.

¿Por qué nosotros todavía estamos vivos? Porque el mapuche siempre va a ser

muy creyente de Chau Gnechen, que es el Dios Padre. Como somos creados por
Dios Padre Chau Gnechen, por lo tanto no podríamos desaparecernos, porque
nos creó Dios como a todos los seres humanos, por eso nosotros estamos vivos
todavía como mapuches.
El pueblo mapuche también tenía
religión. Ellos creían, creen, en Chau
su

Gnechen, como se muestra en la ceremonia


religiosa que se hace, en el nguillatún,
que se hace en pleno día y todos los que quieren participar, ir a participar allá, van
a participar Se hace a plena luz del día, por eso el mapuche todavía se mantiene,
.

a pesar de todos los sufrimientos.


A mí lo que me preocupa mucho es que los hermanos nomapuches todavía
no lo aprecian. ¿Por qué digo esto? Porque cuando se hace el nguillatún, yo he
invitado a algunos sacerdotes, a los diáconos y hermanos no mapuches, y no les
interesa, no lo aceptan, porque no lo conocen. Por eso no van.

Pero el mapuche, a pesar de tener su propia religión, también ha aceptado a


Jesucristo, aún su Iglesia. El mapuche no necesita que la Iglesia llame a participar,

nunca se niega. Pero un sacerdote, un diácono, que habla de Dios, no lo quieren


conocer. Eso es lo que me preocupa como mapuche, y con los hermanos evangélicos
todavía es peor. Y eso a mí me preocupa como mapuche. Y ahora como mapuche

trabajo como agente cultural, recorriendo la comuna, y he meditado harto cómo

empezar a trabajar en mi propia lengua, la cultura del pueblo mapuche.


Y ahí me acordé del Santo Padre, Juan Pablo II, cuando vino y dijo: mantengan
sus tradiciones, su cultura, con sano orgullo. Ahí trabajo, porque dentro
acepté este

de la Iglesia, posiblemente yo hubiera pensado que iba a tener problemas. Gracias a

Dios, ahora que tenemos obispo, Monseñor Manuel Camilo Vial,


también un nuevo

que nos está entendiendo; no vamos probablemente a tener grandes problemas.

Pero, lamentablemente, los hermanos evangélicos están muy en contra del


pueblo mapuche. Voy a contar un testimonio que pasó cerca de mi comunidad,

que se llama Los Guindos. Allá falleció una señora del lonco
Domingo Caniqueo.
Entonces, comojóvenes, la hija de don Domingo, emigró a Santiago, se vino
los
a
Santiago, y aquí pasó el primer martirio. Cuando llegó allá, a la comunidad, en
el día del velorio, los hermanos católicos quisieron hacerle una oración, y ella no
lo permitió. Un lonco de la comunidad de Ruca Pangue también quiso hacerle
una oración; tampoco lo permitió y eso a mí me provocó mucho. Sin embargo,

en
algunas partes, se permite hacer una oración tipo religión antigua. Y eso, ¿por
qué? Porque no valoriza ¿no es cierto? Entonces, a nosotros, como la otra religión,
como mapuches, nos preocupa mucho. Entonces, hermanos y hermanas, yo les

113
digo, a pesar de que mi papá es lonco, yo voy a prepararme para Diácono de la
Iglesia Católica. Sin embargo, en los dos pueblos, que Dios sea Gnechen, quiere
decir que es Yaveh; que sea así.

Siempre yo digo esto: que ojalá ustedes conozcan la religión mapuche. Sí, mi
pueblo tiene que tener su
religión. Antiguamente, anteriormente, su religión. Y
eso tiene que comenzarse con un pueblo.
Sin embargo, si se diera más libertad al
propio pueblo, porque Dios nos eligió a
las personas, para lareligión que van a seguir; porque yo me acuerdo también cuando
anduvo el Santo Padre aquí, tuvo diálogo con distintas religiones, aquí en Chile. Él
nos dijo: "Yo no
voy a venir a hablar contra esta religión". No, sino que él tenía muy
claro que con todas las religiones que existen él podía dialogar. Y ¿Por qué no puede
ser así con los hermanos
mapuches? Yo creo que perfectamente se podría hacer.

Pedro Coñuenao

Mi nombre es Pedro Coñuenao. Soy de la misma comuna de Nueva Imperial, ca

sado, con tres hijos, dos niñas y me salió cachorrito ahora, que no es mapuche,
un

pero que le voy a dar el apellido. Vino el hombre. Seguirá siendo Coñuenao, del

pueblo mapuche.
También soy Agente Cultural en los colegios de mi sector. Yo atiendo
los de Nueva Imperial, pero hay un colegio que se llama Cholchol, que está
a 20 km de Nueva Imperial; es uno de los colegios rurales que tiene harta
concentración mapuche. Voy a hacerles clases de artesanía mapuche también.
Domino muy bien el idioma, le doy gracias Dios, y a me siento
orgulloso, en
primer lugar, por ser mapuche y porser bilingüe. Más bien dicho, que yo pue
do conversar con un abuelito modestamente y también le puedo decir muchas
cosas en castellano también, a esos abuelitos que no saben expresarse como

un joven. Naturalmente, la juventud se ha olvidado de todo ¿cierto? Nosotros


estamos influidos por las ciudades. Por ejemplo, si tengo que ir a Nueva Im

perial, ir a Temuco, el roce es fuerte con los demás no mapuches. Pero no por
eso nosotros vamos a tener odio a un ser humano, porque Dios no dejó una

mujer y un solo hombre.


Todo mapuche tiene mucha fe en Chau Gnechen. Nos sentimos orgullosos de
ser un pueblo originario y, personalmente, me siento muy orgulloso, y más bien
porque domino mi idioma, haciendo clases de manera bilingüe, y también estoy
estudiando pedagogía básica en la Universidad Autónoma del Sur, de Temuco,
cosa que se ha ido dando por la obra de Dios Padre, es decir, Gnechen. Agradez-

114
dieron esta gran Casa de Estudios, que se ha
co esta gran oportunidad que nos a

preocupado mapuche, que es un tema latente. Estamos


de este tema dispuestos a

escuchar noticias de nuestros hermanos, los demás pueblos.


Yo me puedo estar sintiendo hay otros hermanos que están
orgulloso, pero
sufriendo mucho. Y también sectores pasivos, pero por grandes motivos
no muy
también. No podemos decir: "este peni está haciendo cosas malas", sino "¿por qué
lo hace?". Yo pienso que tendrá sus motivos y entonces uno lo deja encomendado
a Dios Padre.
Yo voy a hablar acá de la parte social, con un pequeño apunte, pero voy a decir

lo más sin leer nada. Antiguamente los mapuches, las clases de ellos, eran orales,
muy bien expuestas y muy extendidas.
En este momento yo, como mapuche, pienso que ser mapuche ahora es poseer
tierra, pequeña sí, porque sobreviven de la tierra, y mantener la cultura y trabajar
por la cultura. Ahora, investigar quiénes somos, quiénes éramos antes y
en qué

pie estamos ahora. Yo que lo interesante en este momento es cómo lo


pienso
estamos viendo, lo estamos haciendo. Nos están haciendo la pregunta: ¿Qué es
ser mapuche? ¿Qué me siento yo? Eso es como me siento yo. Estos tres órdenes
siento yo: orgulloso, en primer lugar, tener tierra y ser solidario con mi hermano.

Porque el mapuche fue muy solidario y actualmente, hay algunos, pero no todos.
Hay mucha rivalidad. Pero eso también tiene sus motivos.
En rivalidades creo que hay muchos factores que influyen acá. Somos
amantes de la tierra nosotros, los mapuches. Yo creo que esa es la nota prin

cipal que tiene el mapuche, el amor a la tierra, muy amante de la tierra; pero,
sin embargo, la juventud tiene que emigrar. Puedo decir que ahora estamos
en un campo de viejos, porque en los campos no hay juventud, pero por ra

zones muy especiales: el joven tiene que emigrar a trabajar, porque nuestras

tierras ya no producen. En la actualidad muy pocas personas sobreviven de


la agricultura, ya que nuestros productos no son de buena calidad como para

competir en el mercado. Pero también tiene un gran motivo: porque nuestra


agricultura no ha sido respaldada, y si ha sido respaldada, ha sido tarde. Todo

beneficio social que sale favor de nuestros campos y de nuestros pequeños


a

agricultores, que en su mayoría son mapuches, llegan tarde. Si nosotros pe


dimos un producto ahora, que estamos en junio, los beneficios nos llegan en

noviembre, cuando ya no se puede hacer nada. Entonces cada vez el problema


Esta
de la tierra, el problema de la agricultura, va a ser peor, cada vez peor.
es la parte de la agricultura.

Hay una leve superación económica. No podemos decir que estamos peor
que antes. Se puede decir que estamos un poco mejor que antes, económicamen-

115
te. Pero con lo
propio que tiene la juventud que emigra, que salen a trabajar a
lasgrandes ciudades, los explotan allá, porque no tienen cursos medios; en la
mayoría tendrán octavo o llegaron a primero o segundo medio, porque el papá
no se los
puede dar, o porque, como se decía antes, es muy poca la posibilidad
de beca. Es triste, de repente, cuando un niño tiene
que retirarse porque no
puede más el papá, y hay muy buenos elementos que se han perdido de esa
manera. Pero hay otros que han salido adelante trabajando y estudiando. Yo
pienso que la mayoría de la juventud mapuche que hay ahora ha salido adelante
por sí sola, no
papas, no por la agricultura, no por nada. Entonces no
por sus

somos mapuches flojos. A veces nos echan en un saco a todos.


También quiero recalcar que nuestras tradiciones se están perdiendo. Se está

perdiendo también nuestra religión mapuche: se ha perdido. El nguillatún, ya no se


hace; las organizaciones de comunidades donde existían loncos ya no existen. ¿Por
qué ahora ya no existen? Porque, digamos, habrá un 2% de loncos muy antiguos,
pero como que ya no funcionan tampoco.
El mapuche no ha creído mucho en los partidos políticos. Nos han dividido
a nosotros como mapuches, porque ahora, dentro de la misma comunidad, uno

porque piensa diferente al otro, no participa más en la comunidad como mapuche.


Porque el otro va a un guillaran o porque va a una ceremonia, como mapuche, no
sirve, no alcanza para otra cosa.

La recesión también nos ha tocado fuerte, y eso es triste y es como irreversi


ble. Hasta el momento y yo lo veo
se ve, así. Pero yo invito
juventud y a toda la
le digo al joven; "Joven, quiere aquí tu cultura, recupera la que hemos perdido.
Empieza por este lado y lee esto". ¿Pero cómo voy a leer si no puedo entender el
idioma?". "Aprende. Yo tampoco fui perfecto, pero me interesó el tema, Yo aprendí
solo". Y gracias a que domino el idioma, Dios me ha dado como una fortaleza y
me ha dado gran oportunidad para leer, tener conversaciones con otros hermanos

o penis. He estado ayer conversando sobre la parte cultural con otros penis. Hoy

también. He estado con unos penis aymara, con los pehuenches, con algunos de
Temuco. Ésa es la lección que siempre me han dado, y, ¿cómo decirlo ahora? Nunca
soñé que iba a estar acá, en la casa tal vez más importante a nivel nacional, y es
un orgullo para mí, como mapuche, estar exponiendo lo que yo pienso.

Por último, agradezco al señor Dannemann, que se ha ocupado de este tema

y que con la ayuda de Chau Gnechen va a salir adelante.

116
s

Juan Alvarez

Soy Agente Cultural, con un apellido no mapuche, tengo una historia de por medio.
Es gran verdad lo que voy a decir, porque en aquellos tiempos, cuando los españo
les con los mapuches tuvieron conflicto en la última guerra civil, o sea encuentro,
Chillan abuelos
tregua, dice el huinca. Entonces cautivaron en a unos tatara-tatara

míos; entonces los rasgos los vinieron a reconocer después que llegaron aquí y
a mi abuelo le pusieron Silva, porque esas personas lo reconocieron por padre,
porque los mapuches no tenían apellido antes.
Bueno. A mí no me inquieta, no me perjudica, yo soy yo, como Juan Álvarez

Silva, descendiente de Manuel Ancahual, padre mapuche, madre mapuche, aunque


tengan rasgos y eso, yo soy descendiente.
Además yo soy descendiente de lonco, yo soy lonco de mi comunidad, gracias
a Dios. Por mi descendencia, porque yo no quise ser lonco, sino que el lonco es una

gran autoridad de la comunidad, aunque no parece ser, pero es una gran autoridad.
¿Por qué se llama autoridad? Es servidor de su comunidad, es luz, tiene que ser
de su comunidad. Tiene que tener bastante cuidado y muy temeroso de Dios, no

de tal persona; muy amante de la humanidad, de la gente, mujer, niño, hombre,


todos los mapuches. Y de la naturaleza, que hoy día ya casi no se ve la naturaleza
nativa, ¡Qué pena!
Y esta autoridad tiene un rol, un rol fundamental, que muchos hoy en día no
lo conocen, el rol fundamental es ser servidor, no ser servido: ser servidor. Los

problemas que aparezcan en las comunidades, problemas que tienen que saberlos
solucionar, verlos con una visión muy buena, clara y pasiva. Esto es estar arraiga
do en dirigir las ceremonias, el guillatún, principalmente. Para eso es elegido por
Chau Gnechen, no por la gente, a través del sueño, y después elegido por gente
de la comunidad.

Muy pocos loncos están ejerciendo su rol, ¿por qué? Por el hecho de la

influencia, lo ha motivado a los hermanos, a la religión, la política. Es que


que
también, por no tener una educación suficiente, por no hacer investigaciones, por
no reconocer sus valores, nadie los va a reconocer, sino que fueron a imponerles
cosas de otras culturas.
Existen distintas clases de mapuches. Quiero destacar a los que todavía se man
tienen intactos y quieren luchar hasta el final por tener el cargo de lonco, que se está
revitalizando. También el que tenga letras, que tenga más educación, que investigue,
justamente con la personas no mapuches que tengan buena voluntad. Como aquí,
que hay un ambiente diferente del que había antes de este encuentro. Yo lo siento, sé
levantar la cabeza, mirar a cada uno; quiénes son los otros. Nosotros somos personas,

117
personas inteligentes. De esa manera el lonco mira a los demás no por su aspecto,
no por carácter, ni por su traje, sino que a gentes, personas.
su

Hoy estamos divididos, decía uno que está luchando por surgir, y el otro que
espera quién podrá ayudarnos para levantarnos; se queda más en la comunidad,
pero haciendo su ceremonia, en la confianza que tiene solamente en Chau Gne
chen. Si tiene Chau Gnechen, Dios, habrá alguien que lo
levantar, va a ayudar a

si mapuche,
es mapuche;
sea el visión,
va a tener una ese otro lonco que estamos

esperando, no solamente el lonco, sino los mapuches, principalmente los loncos.


Hay otros, muchos de nosotros, con la esperanza ya más perdida.
Y ahora estoy aquí, en una Universidad, un Juan que nació por ahí cuidando

ovejas, enterrado en el barro. Es un orgullo para mí, es un orgullo grande, con


ustedes, con todos los que se preocupan por la gente mapuche. Esos son los loncos
que existen, como decía, divididos, por partidos políticos, o por la religión. Yo creo
que es una falta de conocer cada cultura. Yo diría vulgarmente, ignorancia. Porque
uno, cuando no conoce, empieza a hablar y hablar, porque falta el conocimiento,
por ignorar sus valores ancestrales.
A mí me tocó, como lonco, me creyeron que podía tener un poquito más pre
sión. Yo creo en lo que he dicho, espero que en esta Universidad, en la que se está

preocupando el Sr. Dannemann de nosotros, no solamente él. Yo personalmente me


siento apoyado ya por mapuche, y así también por los mapuches. Esto
alguien no

hay que difundirlo, buscando la manera,


dialogando y creo que el lonco ejerce.
El lonco, lonco verdadero, quiere diálogo. Nütram: conversaciones, kümé kiman,
buena sabiduría, siempre temiendo a Dios. Sólo Dios da la buena sabiduría.

Eliecer Paillacar

Primero, para los que no me conocen, yo soy huilliche, pero un huilliche pro
ducto del mestizaje. Nosotros, de Chiloé, hemos perdido nuestro idioma.
Aquí
se plantearon dos
que cosasparecen interesantes: Uno
a mí me es pérdida de
la

los elementos culturales. Sin embargo, no sé si está siendo para mejorarlo. Aquí
estamos. El asunto es que diagnóstico "está sucediendo tal cosa".
vamos a tener un

Pero, ¿qué Porque ser mapuche, en este momento, bueno,


hacemos para regularlo?

seguir en la lucha, no es una lucha armada, sino una lucha por imponer, no imponer,
tampoco: por un reconocimiento de su cultura.

Porque las culturas no tienen por qué estar encerradas; deben convivir. Enton

ces, aquí hay segundo problema que


un es esta interrelación que impone el resto
de la sociedad. Porque no podemos decir, tampoco: "los huincas allá, y nosotros,

118
los mapuches, acá". Como que se logra un encadenamiento, una interpretación
manteniendo su cultura, y hay muchas experiencias, me parece. Por lo menos, yo
conozco una experiencia bastante interesante: los hebreos. Están en todo el mundo,

mantienen su cultura, y están insertos en la sociedad, en cualquiera de las socie


dades, en todos los países están insertos; participan, se destacan, son alguien más
Pero mantienen cultura, todos ubicables. Yo lo digo
que está
son
participando. su

porque yo he trabajado bastante con gente de ellos, y conozco muy bien. Entonces,
estar como marginados, y llorando
¿por qué nosotros, los mapuches, tendríamos que
de que no nos reconocen? Lo que hay que hacer es, sencillamente, hacer que se
han perdido, que la educación sea,
recupere, obviamente, hechos culturales que se
primero, bilingüe, en primer lugar, y segundo, que la gente reconozca su cultura y
pueda también compartirla, participar en la sociedad, que no haya ese aislamiento.
Eso es lo que me preocupa. Que no se siga siempre aislando. Los huincas allá, y
nosotros acá. Yo creo que eso quería comentar.

Hilda Llanquinao

Yo, enrealidad, lo que quería plantear, como lo decía el profesor Hernández, yo


este sistema nos
creo que de las diferencias surge la identidad; tal como hoy día
está imponiendo unahegemónica, yo creo que de ahí viene también la
cultura
reacción de todos los indígenas, y creo que muy en especial, la de los mapuches,
de autoidentificarse, y sentirse quienes son y, por supuesto que para eso hay que
conocer los fundamentos de la cultura. Y yo quiero hablar desde lo cultural, porque

yo me siento mapuche. He vivido, pero a concho, la cultura.


Yo me crié en una ruca. A los catorce años creo que empecé a usar zapatos
Y me crié con todo
y siempre en mi casa había un saco grande de charqui seco.
eso. Mipapá tenía tropilla de caballos, y una de mis hermanas mayores -yo
un caballo
soy la quinta de la familia- era domadora. Me acuerdo que pescaban
salvaje, lo palanqueaban, lo amarraban, todo lo demás, y después, al rato, su
bían a mi hermana, y el caballo, parado en dos patas. Todas estas cosas yo las
viví. Afortunadamente, todo eso lo viví a concho. Y hace un par de años, el año
95,en febrero, murió mi papá. Y mi papá, como era una persona muy anciana,

nosotros, ya estando viviendo entre dos mundos, entre la cultura mapuche y la


no-mapuche, se le hizo un eluwün, entierro, que duró cuatro días. Yo he asistido
a muchos eluwün, pero nunca he visto todavía un eluwün tan completo como el
de mi papá. ¡Qué lástima...!, digo yo siempre que hablamos de la cultura. ¡Qué
lástima que esto no se haya quedado grabado en alguna parte, porque se hizo con

119
todas las de la ley. Porque yo hoy día veo que a los eluwün que voy, a los entierros
que voy, que generalmente es de mi curso, las personas más. más mayores, son . .

lo más significativo.
Pero resulta que dentro de la cultura mapuche tiene que hacer el discurso
un anciano que parientesea por el tuwün del
padre y lo otro, por el tuwün de la
madre. O sea, por el origen de la madre y del padre, y hay que buscar a los más

ancianos, a los más sabios, pero no pueden ser cualquier persona. Todo eso me ha
llevado a pensar. Bueno: yo he escrito de la
experiencia que he ido
algunas cosas

desarrollando. Yo estudié y preparé para volver trabajar en las comunidades,


me a

pero yo no me preparé para quedar en la ciudad. Hoy trabajo en la Universidad de

la Frontera, pero yo, desde que salí, he vuelto a mi tierra, incluso a la comunidad
de donde salí hace muchos años; trabajé en comunidades indígenas.

¿Qué he tratado de hacer durante casi los treinta años que llevo en la Universidad
de la Frontera? Que todo alumno huinca conozca también cómo vive el mapuche.
Los llevamos también como los asistentes sociales, afortunadamente tenemos unas

herramientas muy fundamentales, que conocemos el panorama


general de lo que
ocurre en la sociedad, sabemos dónde hay que buscar un recurso, cómo hay que
buscarlo, manejamos técnicas de trabajo con gente, con personas; eso nos ha favo
recido y he vuelto a trabajar en las comunidades, y en todas estas comunidades que
he recorrido -y he recorrido en la cordillera, en el terremoto blanco, me acuerdo que
tenía alumnos práctica en Pedregoso, una comunidad cordillerana.
en

He recorrido la región de la cordillera al mar. He estado en Huapi durante


varios años, también, con alumnos en práctica.

Pero, lamentablemente, lo que decía el señor abogado, lo hemos podido ver, e


incluso lo hemos registrado en los informes que hay de los alumnos, cómo la Iglesia

Evangélica le han prohibido a la gente, le han prohibido usar el küpam, aros, le


han prohibido usar sus joyas, y hay gente que, no tanto por necesidad, ha vendido
sus joyas, se ha deshecho de ellas. Le han prohibido usar kpan, el chamal. Le han

prohibido hablar su lengua. Yo he estado en una comunidad cerca de Galvarino.


Estuve en una despedida que le hicieron a mis alumnos. Las mujeres cantaron, y

algunas llegaron vestidas de mapuche, pero que no nos vaya a ver el pastor, o que
no vaya a decirle una señora amiga al pastor para que no vaya a saber, porque si
no, vamos a tener problemas.
Y, ¿qué es lo que pasa? Que los pastores llevan algún tipo de ayuda material,
algún apoyo a las comunidades.
Lo mismo también pasó en Pedregoso, en una comunidad. Yo puedo ir nom
brando comunidades. Lo mismo también me pasó en Huapi, lopudimos palpar,
donde a la gente se le prohibe hablar la lengua. Pero yo no he podido identificar

120
cuál es, porque ustedes saben que hay varias sectas dentro de los evangélicos. Ahí
había que identificar cuáles de los evangélicos. Pero en Tritrilco eran adventistas.
Con Tibor Gutiérrez una vez estuvimos, nos invitaron los pastores -no sé cómo
se llama eso: todo el ámbito de los pastores de distintas iglesias-, nos invitaron
a dar una clase a todos los pastores. Todos los pastores evangélicos de todas las
iglesias. Ahí
aprovechamos de ver este tema. Por supuesto que había pastores que
eran mapuches, incluso había una persona que tiene el mismo apellido mío, que es
Llanquinao. Entonces, tratamos de ver esa situación, pero la verdad de las cosas
es que hay otros fundamentos que son más fuertes.

Yo podría identificar "en tal parte, con tal persona": pero no he encontrado
lo mismo con los curas, conlos sacerdotes. No he encontrado lo mismo: que les

prohiban joyas,
usar sus que les prohiban usar su lengua, y que les digan que el
nguillatún es una actividad diabólica.
Esto quería dejar planteado. Pero, por otro lado. ¿Cómo surge la identidad? Yo
creo que surge de la diferencia. Yo me di cuenta de que era diferente cuando llegué
a la escuela. Y creo que la escuela es el choque fundamenta] que encontramos los

mapuches. Por supuesto que, como primera lengua por


nosotros manejamos la

supuesto que no hice el saludo en mapuche, porque sé que


hay mucha gente que
no entiende el mapuche. Pero yo,
por supuesto que, como primera lengua, hablo
el mapuche. Por eso que no he tenido dificultades de trabajar en las comunidades

indígenas con los alumnos en práctica. Y yo he hecho muchas investigaciones, por


supuesto que no de carácter formal, como lo hacen las universidades. Tengo mucho
material que he traducido, y todavía tengo mucho material grabado que tengo que

traducir, sobre la educación mapuche. Y hoy día estoy en la búsqueda de ver cuáles
son los elementos propios de la educación mapuche, porque los mapuches tenían un

sistema de educación, propio de la educación mapuche, para que sea incorporado al


sistema de educación nacional; porque si no se incorpora al sistema de educación

nacional, estos programas de educación intercultural bilingües que se están apli


cando generalmente en las comunidades indígenas, el indígena, y el niño mapuche
ya intercultural, porque ya sabe hablar la lengua española, ya está en la costumbre
española y, a la vez también, tiene conocimiento de lo que es ser mapuche: maneja
su lengua, sus costumbres. Porque en la casa se lo alimentan.
Ahora, cuando los padres no quieren, con este famoso choque cultural que
hay, por cautelar a sus hijos, a veces los padres no enseñan, y les quitan la lengua;
se la quitan por la fuerte discriminación que ha habido.
Pero, si no cambia de actitud la sociedad nacional chilena, y el Estado y el
Gobierno no incorporan elementos de la cultura, creo que todos los discursos que se
puedan hacer y todos los ámbitos que se puedan trabajar con los mapuches no sirven.

121
Yo creo que la sociedad nacional es la que tiene que ser intercultural; ellos son los
que tienen que entender qué es la diversidad y respetar la diversidad, y reconocer

que existe el otro. No son los mapuches, porque a los mapuches ya nos conocen,

ya hablamos su lengua, ya usamos sus costumbres. Pero también usen nuestras

costumbres, usen también nuestra religión, usen también nuestra lengua.


Y eso, ¿quiénes tienen que hacerlo? Los no mapuches, los huincas. A pesar de
que el término huinca es también un
poco, .es duro, por el significado que esto
. .

tiene. Pero yo creo que por ahí va la cosa.


He pensado en el reduccionismo, porque la cultura occidental, esta cultura
occidental está en peligro, y la cultura hegemónica es un peligro para la sociedad

mapuche; para el
pueblo mapuche es un peligro. ¿Por qué? Porque lo está llevando
a ser reduccionista.
Porque esta cultura identifica, define, pero tiene una visión
parcelada de la realidad. Y nosotros tenemos la visión holística, la visión global.
Nosotros no podemos hablar de salud si no hablamos de educación, si no hablamos
de costumbre, si no hablamos de la religión. No lo podemos hacer.

Entonces, yo había dialogado con mucha gente, que fueron dirigentes antiguos,
porque yo desde niña entré en esto.

Y otra de las cosas que mis padres -y yo tengo que agradecerlo- nos alimen
taron mucho el ego: nos dijeron que éramos princesas, que éramos bonitas, que
éramos hermosas, que podíamos entrar. Porque al entrar a la escuela -y el choque
fue muy grande- nos decían indias y otra serie de apelativos y nosotros sabemos

que el término indio viene de un sentido del dominado; entonces, es un término


ofensivo. En ese nos han ido matando. Y yo creo que la sociedad nacional
sentido,
y ustedes, como miembros de la Universidad, de una universidad con prestigio,
como es la Universidad de Chile, yo creo que ustedes son los que tienen que abrir
caminos en esta sociedad nacional.
Cuando pidieron que reflexionara sobre lo que es ser mapuche, me costó
me

mucho pensar el ser mapuche, porque a una también, con la visión mapuche,
en

le cuesta centrarse en algo tan específico como el definirse mapuche. Yo creo que

para toda persona, para todo ser humano, es bien importante saber quién es. Creo
que ahí está la esencia de ser de uno y cuando digo "saber quién es" uno tiene
que conocer también un poco su cosmovisión, su forma de ver el mundo, en una

concepción teológica distinta tal vez a lo de la sociedad occidental. Uno, aunque no


quiera hacer comparación, pero para que se comprenda, uno siempre va haciendo
esta comparación y esta diferenciación.

Los mapuches tenemos una lógica distinta, nosotros hablamos con el corazón.
Los no mapuches son racionales, hablan con la razón. Es una cosa fundamental

que nos diferencia, que nosotros hablamos con el sentimiento". Y yo creo que

122
bien lo demostraron las personas que me antecedieron, las personas de Imperial,

que hablaron de lo que ellos sentían, de lo que les parecía el ser mapuche. Y el ser
mapuche, si nosotros lo quisiéramos encontrar puro en este momento, creo que
está en estos mementos un desperfilado
tanto y todos los
mapuches podemos tener
diferente concepción, porque es la concepción de uno. Ya no tenemos la concepción

integrada de todos los mapuches porque hemos sido tan intervenidos, como se ha
visto anteriormente, hemos sido intervenidos desde la religión, desde los políticos,

y no sólo desde los políticos, sino que desde los servicios públicos.
Y ahora, con la globalización, ha llegado esta cultura hegemónica, creada por
las grandes transnacionales, y creo que quienes están impulsando ahora las políti

cas, incluso las políticas y la cultura en general, ya no son tanto los intelectuales,
creo que más son las transnacionales que han ido legitimando de los intelectuales

qué les conviene. Y es así que uno, al analizar el ser mapuche, estamos un tanto
decepcionados por todo este tipo de intervención, incluso la intervención acadé
mica, porque quienes han devuelto la sabiduría que han sacado de los pueblos
indígenas son también los planteamientos académicos: qué es lo que conocen,
qué es lo que está en los textos. La verdad de las cosas es que hablar desde dentro
y hablar desde fuera, hay una diferencia, y en ese sentido también, a veces hay
malas interpretaciones, imprecisas.
Porque para hacer una buena interpretación, yo creo que hay que manejar las
dos lógicas, que de repente se cruza la lógica de los sentimientos de lo emotivo,
como es el indígena, con lo racional que es el hombre y la sociedad occidental en

general, que todo tiene que comprobarlo, que tiene que estar probado de que existe
y, por otra parte, hay una cultura que, mirada desde lo occidental, lo que es así es

lo que vale, lo que no se borra es lo que está patentado, es lo que está sellado.
En cambio nosotros tenemos una cultura que es oral y que siempre se está
tratando de gravitar en un esquema que ya es rígido: al tratar de escribir sobre la
cultura, ya rígido y se hace un poco difícil, porque incluso para las palabras
es

indígenas, hay palabras indígenas que no tienen equivalencia en español. Hay


muchas cosas que yo he buscado y que no tienen traducción precisa al español y

porque no tienen cabida en lo escrito. Y como nosotros no tenemos un alfabeto

que propio, que sea único, hay modelos que se tratan de imponer desde fuera y
sea

eso nos ha ido desperfilando un poco. A eso me refiero cuando hablo de un cierto

desperfilamiento del ser mapuche.


Y también me llegó la decisión de verlo en el sentido global, y yo creo que

hay varios tipos de mapuches. Yo creo que los que estamos más viviendo entre
los dos mundos, el mundo mapuche y el mundo occidental, tenemos que abrir una

conceptualización de lo que es ser mapuche; de los que viven en el sector rural

123
y de los que viven cerca de las empresas, y de los que viven en condiciones más

depuradas, hay bastantes diferencias. Yo hago aquí una división que es bastante
paradojal entre los mapuches y entre un grupo de mapuches frente a esta avasalla
dora globalización, que ha reaccionado con una fuerte identificación, sobre todo con
la gente joven, y digo la gente joven, porque yo, como trabajo en la Universidad,

tengo posibilidad de contactarme con estudiantes indígenas.


Yo estoy vinculada con estudiantes, con jóvenes mapuches que están estu

diando, y también de los profesionales mapuches, de los profesionales jóvenes.


Y nosotros, con los profesionales jóvenes y con los estudiantes, nos hemos hecho
una promesa: que donde hay un mapuche, tiene que poner el tema en
que tiene que
estar por la causa, y si me pregunta cuál es la causa fundamental del mapuche, es

la recuperación de las tierras.


Yo creo que cada uno, uno lo hará escribiendo, otro lo hará
investigando, pero
creo que importante
es la
recuperación de la tierra. Ahora, cuando hablamos de
la recuperación de la tierra, no es una cuestión antojadiza: es la esencia del ser

mapuche, porque a un mapuche sin tierra, le falta gran parte de su ser mapuche.
Es por eso que la gente de Santiago, la gente que está en la ciudad, en el sector

urbano, está permanentemente yendo a alimentarse de la ruralidad, del campo, de


la naturaleza, porque allí están nuestros espíritus, allí está nuestra fuerza, allí están
nuestros viejos, nuestros ancianos, nuestros fütakeché.

En la cultura mapuche existen la fuerza del bien y del mal, y quienes


son los que tienen el equilibrio, el espacio de vivienda del hombre, son

los nguillatunes. Llegan los más antiguos, que son los que establecen el

equilibrio entre el espíritu del mal y el espíritu del bien, era en el nguillatún.
Actualmente son nuestras machis quienes dirigen los ceremoniales. Entonces
nosotros necesitamos la naturaleza, nosotros necesitamos nuestros árboles,
nosotros reconocemos que el árbol no sólo es la materia, sino que también
tieneespíritu. Nosotros sabemos que la tierra, los cerros, las montañas, también
tienen espíritu. Yeso, nosotros sin tierra, sin montaña, no tenemos; se nos van
descabezando nuestro espíritu y los espíritus de los antepasados y los espíritus
de la montaña, de la naturaleza.
Ellos nos dan la fuerza a nosotros, y es por eso que nosotros queremos recu

perar las tierras, no es por sentido de venganza ni de corretear a la gente que no

sea mapuche. Cerca de Metrenco, ahí nuestra historia pasada decía que había un
chorro de agua, que había que pasar por debajo o por la cabeza del chorro para ir
a buscar agua, y eso era lo que les daba fortaleza a los mapuches cuando peleaban,

cuando estaban defendiendo su territorio. Entonces, esas son la cosas que nosotros,
los mapuches, tenemos que saber, porque eso nos da la fuerza. Y, por otra parte, es

124
la lengua y es la historia. Yo creo que a mí, cuando me iban contando la historia,
a mí me conmovía, me emocionaba.
Y yo me preparé no sólo para ser una persona educada, para entrar en este

mundo, sino para rescatar aquellas armas que nos fueron dominando a nosotros.

Es cierto que nuestros hermanos todavía pelean, con las boleadoras, pero ya hemos
visto que los carabineros los rechazan. Yo creo que hay que pelear en el terreno
del dominio del conocimiento. Y eso es lo que nosotros estamos buscando, y en
ese sentido hay varios grupos de mapuches.
Ahora, dentro del ser mapuche, nosotros tenemos distintos conceptos, y uno de

estos conceptos es el que yo he definido como la autodefinición, que es bien fuerte.

Lamentablemente, la gente joven ha olvidado la lengua, o se les ha prohibi


do hablar desde chicos para que no sufran tan fuerte la discriminación, como la
sufrimos nosotros. A nosotros nos hacían poner las manos ahí y nos castigaban
porque no pronunciábamos bien
alguna palabra en español. Hay un grupo de
la gente joven que estaba planteando el tema de las comunicaciones. Pero, un

segundo grupo, los que viven cerca de las forestales y los que están congracia
dos con lo que es congraciado con las empresas y la CONADI. Este
la CONADI,
es un segundo grupo, que halagado por las bondades de las empresas
se ha visto
transnacionales y han sucumbido a su generosidad, por su buena vecindad, que
ha sido reforzada por la institucionalidad del Estado chileno y yo digo, reforzada
esta buena vecindad por el Estado chileno, a través de distintas instituciones. Por

ejemplo, el FOSIS, allá en Temuco, ha capacitado a los mapuches para que fueran
sirvientes en las forestales.
Por ejemplo, el caso de la Forestal. Nosotros, los mapuches sabemos por

qué estamos sufriendo las


sequías, por qué Maquehue hay que en el sector de
el
repartir agua en camiones aljibes. Antes abundaba el agua, pero a nosotros se
nos hizo plantar eucaliptos, nuestros viejos han plantado eucaliptos y ahora han
secado el agua de los pozos, las fuentes del agua, los ríos, se nos han secado. Y
también el Estado ha permitido que se ataquen las corrientes naturales de agua.
Eso atenta contra nuestras creencias, contra nuestra espiritualidad mapuche,
porque nosotros sabemos que el agua, el espíritu del agua, no lo podemos com
batir, y sin embargo, nuestro espíritu del agua está cautivo en las represas. Y
todo eso ha causado que la napa de agua subterránea se haya ido hacia abajo, se

haya profundizado en la tierra, y el mapuche no puede hacer un pozo de menos

de 50 metros para agua. Y antes la teníamos a 8 metros. Entonces


poder tener

hay una diferencia, y, aunque los especialistas digan que los árboles cortados no
hacen daño, nosotros lo hemos probado en la práctica, y la prueba de la práctica
yo creo que, sin mentir, es válida para nosotros.

125
Entonces, esta buena vecindad que se ha dado con las Forestales, ha convencido
a algunos mapuches con esta generosidad, les han regalado cuadernos a los niños
de la escuela, han ayudado a la escuela y les han dicho: "Para que ustedes sean

como nosotros, progresen como nosotros, tengan que vender igual que nosotros".
Nunca vamos a igualar a una empresa, y ellos han plantado también pinos y eu

caliptos y están dañando aún más la tierra.

Héctor Painequeo

Yo creo hoy nosotros, los mapuches, estamos llamados a buscar una forma de
que
vida donde podamos realmente potenciar, digamos, al pueblo mapuche.
Desde muy cerca sentimos la injusticia, sentimos el dolor por la pobreza y
la escasa posibilidad de que la población nuestra se eduque, que tenga acceso a

muchos beneficios que entrega el conocimiento, etcétera.


Sinembargo, me parece que nosotros, como decía alguien antes, sobre todo
los mapuches jóvenes, adultos, ancianos, profesionales y no profesionales, es
tamos llamados a hacer un esfuerzo, a veces un esfuerzo sobrehumano. Porque

bien decía alguien: Para educarse, muchas veces el joven ya ha hecho un esfuerzo
sobrehumano, de alguna manera, teniendo que superar muchas barreras: sociales,
lingüísticas, culturales, para poder avanzar un poquito en el conocimiento. Aun
cuando internamente había un conocimiento, intraculturalmente. Pero se requie
re, pues, el otro conocimiento. Por eso a los fütakeché los he escuchado decir

-fütaqueché son los ancianos, los mayores-: "caminen en dos conocimientos".

Queremos que nuestros hijos tengan dos saberes: el saber de la cultura mapuche,
por ende, y también el saber de la cultura no mapuche.
Yo creo que expresión
en esa se resume la idea fundamental, en cierto

modo, del ser mapuche. A veces yo he visto de pronto que el hombre es

muy dado al juego. Por ejemplo: cuando yo veo dos gallitos peleando en

un corral, hasta matarse, creo que los mapuches no podemos caer en ese
juego hoy. Si queremos trascender -porque ciertamente el pueblo mapuche
es un pueblo muy fuerte- no podemos caer en ese juego, porque significa
atomizarnos, significa autodestruirnos. Yo creo que nosotros tenemos que
abrirnos hacia fuera.
Cuando nos a menos que a pelear frente a fren
discutir, poco
ponemos
te, y hacernos pedazos entre los mapuches, creo que caemos en eso, claro
que nos estamos haciendo un gran mal. Y quien gana, es el que quiere que
ocurra tal cosa.

126
En este sentido, estamos llamados a ser reflexivos, estamos llamados a romper
con algunas prácticas que nos dañan, fundamentalmente, el alcohol. Necesitamos
dirigentes que se abstengan del alcohol.
Necesitamos respuestas categóricas que signifiquen realmente
encontrar

enfrentar las vicisitudes de la vida. Enfrentar situaciones problemáticas y


muchas veces insuperables. Pero, sin embargo, eso es posible. Pero tenemos
que buscar esa ruta. Tenemos que ponernos a estudiar, como alguien dijo, un
peni ya lo dijo, estudiar, diría yo, por un lado, mirándonos hacia dentro, viendo
quién soy yo, viendo mis debilidades y mis virtudes. Y también estudiar el
entorno, viendo sus debilidades y sus virtudes. Y crecer con las virtudes pues,

potenciar aquello, fortalecer aquello.


Yo creo que la solución, en mi caso particular, está en nosotros. Si yo no resuel
vo mi problema de existencia, del ser lo que soy, yo creo que pocas posibilidades
tengo de proyectarme mí mismo y proyectar a los demás que esperan de mí.
a

Y yo quisiera, por último, para terminar, decir una frase, un versículo, que
aparece en la Biblia: "Seamos
piedras vivas". Yo creo que en algún momento
algunos sí usaron esto, por ejemplo, cuando tenemos la posibilidad de llegar y
grabar algún nütram, algún epeu, algún koñeu, a algún anciano que tiene todas las
capacidades y las potencialidades para poder conducir un texto en un momento
determinado. Yo creo que esa persona está pensando, tiene todas las capacidades,
tiene una respuesta ante la vida.

Hoy día es difícil encontrar estas sí las


hay, pero yo creo que ésa
posibilidades;
es la idea:
potenciar todas las
posibilidades de desarrollarnos
plenamente.
Yo creo que encontrando la respuesta en nosotros se tiene una perspectiva

amplia. A mí me admira, por ejemplo, me admiran los pueblos. Por ejemplo, existe
el pueblo alemán, el pueblo inglés. Yo creo que allí hay toda una concepción de
la realidad. Cada grupo, cada persona, cada escuela, tiene de alguna manera una

concepción de la realidad. Sin embargo, todos comparten y forman parte de un


pueblo. Y así se potencian. Yo esperaría algo así. Yo espero algo así para el futuro.
Yo creo que eso es lo que podríamos apuntar en este momento.

Jeannette Paulan

Soy Jeannette Paillán, soy orientadora. Soy parte de un proyecto de comunicación


mapuche en Mahuida. En Mahuida se inició en los 90, basado en los principios fi
losóficos de la cosmovisión, integrado principalmente por profesionales del área de
las comunicaciones. Nosotros nos planteamos como objetivo desarrollar dos áreas

127
de acción: el área de la investigación y el estudio y la comunicación, entendida en

términos integrales, ámbito hasta ese entonces no abordado por las organizaciones
mapuches ni por los indígenas de este país. Como hoy, las principales reivindicaciones
en el caso mapuche se centraban en el tema de la
guerra, de estrategias políticas, de
movimientos, también en dos líneas: aquellas que buscaban puramente la línea de
la autonomía y la otra, que se abocaba al ámbito de las reivindicaciones, y en ese

sentido, específicamente, a través de las cuestiones de los partidos políticos, lo que


en ese entonces, se llamaba Concertación de Partidos por la Democracia.
La recuperación del concepto de la democracia, en el cual el movimiento mapuche
también participó, dejó al descubierto numerosos conflictos, entre las comunidades,
con el gobierno, con particulares, con empresas nacionales, transnacionales. Cabe ver

el caso del Alto Bío-Bío, el proyecto de la empresa, las empresas forestales de la


con

década del 90, se hicieron más evidentes. Me refiero al costo del caso de las iniciativas
del Gobierno, del by pass, de las salmoneras, etc., situación que reactivaba nuestros
talleres de investigación para enfrentar estos temas, no solamente desde el punto de
vista de la resistencia, sino también de la necesidad de construir el "Plan B". No
sólo hacemos estrategia de resistencia y de denuncia, sino que también cómo
una

podemos enfrentar en mejor forma estos temas que serán históricos, ¿no?
En forma muy limitada, hemos trabajado más que en el área de las comuni

caciones, en una suerte de acciones y adentrándonos en temas que nos interesa

abordar, pero ya desde el punto de vista del estudio como tal.


no

Empezamos en los 90 con el tema de las jubilaciones. Optamos por medios


bien masivos, fuimos a las radios que estaban en el campo del programa que tocaba
la temática indígena, y, finalmente, en la última década, hemos desarrollado lo

que es el campo sexual. En ese sentido, en el área en la que actúo, hemos pensado
lo que mapuches. Ante la necesidad de tener que proyectar una imagen, lo
es ser

que entendemos por mapuche, lo que entendemos por comunicación mapuche,


nosotros entendemos que es un área, como una disciplina integrada dentro de la

realidad que día a día vive el pueblo mapuche, dentro del proceso de reivindica
ción y resistencia que vive también el pueblo mapuche. La asumimos como una
herramienta que contribuye a fortalecer la identidad cultural. Por lo tanto, creo

que ciertos adelantos desprotegen el ser mapuche y que tiene que estar inserto en

el idioma mapuche u otra forma pura que conocer, y también que entienda
se dé a

que hay una realidad que no habla el mapudungún y la importancia que está dentro

de discursos: sacar el discurso antiguo de las autoridades, como son los loncos,
como son los werken, como son las machis.
Cuando se plantea qué es ser mapuche, se ha dicho con mucha claridad, se

nombra el tema clave, el tema de la tierra. El tema de la tierra en el sentido que

128
alude a la historia, que alude al pasado, alude a ese cordón que, como mapuche,
debe estar presente. También se habla y se planteó la intervención. La intervención

territorial, holística, religiosa, ideológica.


Y también se habla de esta diversidad, y aquí uno de los profesores planteó la
necesidad de entender que estamos en esta sociedad dinámica que por lo tanto ha
ido variando con el tiempo: hemos tomado prestado y, a la vez, también hemos

entregado a la otra sociedad.


Yo creo hay que hacer una distinción cuando nosotros planteamos el tema
que
del día: cuál la realidad mapuche en términos religiosos. Existen mapuches
es

que son evangélicos, mapuches que son católicos. Y pareciera ser que la práctica
evangélica es mucho más dañina que la católica.
En el caso mío, yo soy de Nueva Imperial, en el sector de Arenas Blancas, y
allí llegó primero la católica, y allí hace tiempo que no se practica el nguillatún.
Recién ahora se está recuperando.
Cuando le preguntaba a mi papá y a mi mamá, que por qué se había perdido el

nguillatún, ellos decían "porque eso era de los antiguos". Incluso, usaban una pala
bra más fuerte: era de la gente más ignorante. Ahora no. Ahora se va a la Iglesia, y

ahora, por cierto, han llegado otras prácticas: las evangélicas propiamente tales.
Pero yo quería hacer hincapié en ese punto: Creo que para una distinción
entre lo que nosotros consideramos pertinente, importante, relevante, a la hora de

decir qué significa ser mapuche, que significa continuar con ser mapuche, yo creo

que hay ciertos elementos que son básicos, que son el idioma: el mapudungún, la
religión, tener una visión mapuche. La distinción de aquellos elementos que hoy
están, y forman parte del ser mapuche. Como el hecho que hoy hay mapuches que
no hablan mapudungún, o más bien, mapuches que vivimos en la ciudad y no so

lamente digo en Santiago, porque cuando hablamos del mapuche urbano, todas las
miradas se concentran en esta población de Santiago, de la Región Metropolitana.
Pero quienes mayoritariamente viven en Nueva Imperial y en Temuco, no viven
en el campo, su quehacer no está dentro del campo. La gran mayoría es urbana.

Yo creo que es importante hacer la distinción entre aquellos elementos que son
básicos primordialmente, digamos, para la continuidad de esta cultura mapuche, y
aquellos elementos que hoy existen. Así como hay loncos que se han incorporado
en un
plano de la agitación indígena.
Y otra cosa es para mí la sociedad actual, donde nosotros usamos el celular,
usamos jeans, con la práctica de religión,
una que forma parte de una ideología
que cruza y que influye en el ser mapuche.

129
Salvador Millaleo

Soy el encargado de establecimientos de comunidades indígenas en relación con

el Banco Interamericano de Desarrollo.


En cierto modo, trataré de completar y reforzar lo dicho hasta aquí. Este es

un programa que en cuanto a cantidad de recursos destinados, es la iniciativa más

grande que se ha acordado después de la creación de la CONADI por el Estado

chileno, para promover un desarrollo del


pueblo indígena de este país, que com
pletó tres pueblos: el pueblo mapuche, aymara y atacameño. No abarca todos los
pueblos, y no abarca una política universal hacia los pueblos, sino focalizada en
635 comunidades del agro de todo el país de estos 3 pueblos, lo cual representa
una pequeña parte del universo total, que son poco más de 3.000 comunidades en

todo el país. Es bastante menguado. Pero la planificación de este proyecto, en una


primera fase, es experimental, y en la medida que pueda desarrollarse con éxito,
podrá activar una metodología y prácticas de trabajo que después orienten a todo
el Estado sobre desarrollo de los pueblos indígenas.

Obviamente, no estoy hablando en forma institucional, no sé si más bien por


no comprometer a la institución, o quizás porque la institución no tenga mucho que
decir todavía de parte del Estado de Chile en cuanto a qué significa esta pregunta,
que es una pregunta demasiado maciza. Yo diría que la pregunta qué es ser indígena
mapuche y qué relación tiene eso con ser mestizo en el sistema étnico chileno, es

una pregunta tremenda. Uno se marea cuando trata de afrontarla.


Mi padre plena Araucanía, en Teodoro Schmidt, y él a fines de los
nació en

60 se trasladó a a Santiago, donde conoció a mi madre, que


Temuco y de Temuco
no es indígena, y yo nací, por un azar del destino político nacional que no tiene

que ver con el sector indígena propiamente tal, el 73. Nací en Talca, pero toda mi
vida la he pasado en Santiago.
Mi padre no es hablante. Yo tampoco soy hablante indígena, y esto es un punto
de partida que yo uso en esta reflexión.
Pero una peculiaridad de los Estados que tomaron el caso mapuche en par

ticular, que son los Estados chileno y argentino, es que aquella división entre lo
propio y lo ajeno, siendo lo mapuche lo ajeno, lo pasado y lo bárbaro, no puede
implementarse sólo como parte de la estrategia de homogeneizar identidades te
rritoriales, sino que está en la misma base la posibilidad de construir un Estado y
una Nación en el caso de Chile y Argentina.

El que los mapuches hayan sido considerados como bárbaros es la historia


llamada de la intolerancia. La historia de la destrucción de las culturas indígenas de

130
este país tiene
que ver con que el Estado requería esta barbarización, para construir
algo que de otra manera habría sido muy difícil debido a la poca densidad, a la

poca estabilidad de los elementos que tenía para constituir algo.


Entonces, hay aquí un crimen original, por llamarlo así: el despojo del pueblo
indígena, del pueblo mapuche, concretó un crimenoriginal dentro del nacimiento
del Estado. Y eso también implica la dimensión del problema y por qué cuando
se habla de los mapuches se habla del conflicto mapuche.

Aquí se ha hablado del


despojo de la soberanía, la independencia territorial
y política, el despojo de las tierras, por lo tanto, de los medios de subsistencia,
la política de reducciones, que es la entrega de tierras empobrecidas, donde
tienen que vivir personas que antes vivíanen grupos familiares; los loncos como

empleados, los que vivían libremente circulando entre los territorios en que los

han reducido a campesinos pobres, presionados por el Estado, por los particulares,

que vandespojando legalmente y, a veces, en contra de las mismas leyes dictadas


por el Estado, al pueblo mapuche de sus tierras.
Eso hace también que se produzca la migración, y, provocada la migración,

llegan inmensas cantidades de personas a las ciudades y van construyendo vida


en las ciudades, en un
espacio que culturalmente no es un espacio propio de las
culturas indígenas.
En las ciudades, el pueblo mapuche tiene obligatoriamente que subsistir, y subsistir

bajo las protecciones a la barbarización a que los ha sometido la cultura nacional.


Para la cultura nacional, el mapuche que llega a la ciudad es el bárbaro, alguien

sujeto a discriminación y a estigmatización. Y, por lo tanto, que tiene límites en cuanto


a sus posibilidades de desarrollo personal, además de
que se halla en un conflicto
bastante grave: el mapuche que vive en la ciudad es un mapuche que está en un
espacio cultural que no le es propio. Está en un contexto cultural, dentro de la cul
tura del Estado-Nación, donde su cultura no tiene un valor, donde su pertenencia

étnica no está reconocida y, por lo tanto, es inexistente y queda neutralizada dentro


de la igualdad formal de derecho.
El mapuche que vive en la ciudad es alguien al cual no se le enseña la lengua y

puede muy fácilmente perderla. Y aquí yo pongo mi historia personal y la historia


de muchas personas que conozco muchos años, que han perdido su lengua, o su
familia la ha perdido, que han perdido las prácticas culturales, que han perdido,
en síntesis, la historicidad, la densidad cultural, los marcos de referencia.
Cuando uno se pregunta qué significa ser, uno siempre se está refiriendo
a marcos de referencia, que son los que construyen lo que uno es, es decir la
identidad que está, por cierto, siempre en evolución, pero que requiere marcos

de referencias concretos.

131
La subordinación cultural, cuando la ciudad, traduce
uno llega a se en
que
uno no tiene marcos de referencia, sus marcos de referencia están negados, están
suprimidos, están limitados.Se ha impuesto otra ordenación cultural que ha operado
a través de los sistemas simbólicos del Estado de Chile,
que son: la educación,
la sustitución, por ejemplo en las prácticas medicinales y la misma igualdad de
derechos que no reconoce las diferencias étnicas.
En esa situación, tenemos un sujeto que existe y que sobrevive, pero un
sujeto
que está en una situación bastante distinta a la del sujeto, creado a partir de las
prácticasde la cultura nacional, que es el chileno medio.
Quién es el chileno medio: diría yo que también es un mestizo, porque tiene
genéticamente pertenencia indígena, pero cuya pertenencia indígena está suprimida
y negada y que se entiende como un producto precisamente de estos símbolos de la
cultura nacional:hijo de una patria, ciudadano de la República de Chile, un sujeto
con igualdad de derechos, alguien que en su pasado tiene una historia
que empieza
con la República, y lo demás es una prehistoria o un
pasado colonial que no es un
pasado propio, y lo demás, lo indígena, es algo que no es relevante.
Ahora, cuando uno se pregunta por la naturaleza del mestizo, uno tiene que

preguntarse realmente de qué mestizo estamos hablando: del chileno medio que
genéticamente es un mestizo, pero que culturalmente no lo es, porque se siente

parte de la cultura nacional, o del indígena


que ha mezclado su sangre, pero que
trata de resistir, de
alguna manera, o bien que no ha logrado ocultar esa condición
de indígena y, por lo tanto, sigue sometido social y culturalmente, el champurreado,

que no tiene un pasado histórico, no son hablantes, que no practican sus prácticas
culturales tradicionales, que son los ahuincados.
Esta situación me parece que tiene ciertas oportunidades de cambiar. Hablando
netamente en el plano cultural, con la globalización se abren grandes oportuni
dades, oportunidades que el pueblo mapuche ha tomado en ciertos espacios que
se'han abierto, y por los cuales él mismo ha luchado a través de la práctica de
organizaciones, ha peleado por los intereses indígenas, logrando bastantes avances,
incluyendo la discusión de la Ley Indígena.
El pueblo mapuche ha tomado estos espacios, y en este mismo contexto, lo
chileno es una pregunta clave y como habló un peni, como habló lo chileno ya pasa
a ser, y dentro del contexto de la cultura global, menos importante. Y, por lo tanto,

como un estatuto menos claro de su propia nación frente a los mapuches.

Y por ello, los mapuches ya han visto con otros ojos, tienen otras posibilida
des de crecimiento, tienen los mapuches otros lazos, internacionales por ejemplo,

que permiten que, dentro de lo que antes era opresivo y que pasaba por el Estado
Nacional como algo coactivo, existan algunas oportunidades para darle espacio a

132
lo mapuche, que había quedado encerrado en lo más denso de la cultura indígena
dentro de las comunidades reduccionarias, y que se había perdido con el tránsito

a la ciudad.
Esto puede emerger. Pero, ¿cómo puede emerger?
De una manera donde están comprometidas ciertas inmigraciones, ciertas

mezclas, donde hay cosas nuevas, donde hay intelectuales mapuches, poetas ma

puches, figuras que antes no pertenecían a la tradición -no son parte de la historia
tradicional-, pero que están recreando una identidad cultural, donde lo moderno,

lo ajeno, es recuperado mapuches para reconstruir esta identidad.


por los
Para terminar, yo creoes muy pertinente la frase de Elikura Chihuailaf,
que
cuando se refiere a la escritura de los mapuches. Él habla de la "oralitura", es decir,
una escritura que no funciona como un aparato que sustituye a la palabra oral, que

es propia de la tradición mapuche, sino que la acompaña. Y en ese acompañar hay

una reconciliación entre lo que él llama "la palabra del presente en sueño" y la

memoria, que es la que procede oralmente.


Yo creo que ese tipo de síntesis es la que nos permitiría abrir otros espacios.

133
DEBATES
Manuel Dannemann. Finalizadas las ponencias y las comunicaciones tes
timoniales, pasaremos complementarlas y a enriquecerlas con un
a

intercambio de opiniones en el que podrán tomar parte todos quienes


hemos concurrido a este Encuentro.

Quisiera recalcar el eje temático de nuestro trabajo de hoy, con

el de que torno a él, que corresponde a la identidad,


propósito en

nos refiramos a lo que el propio sujeto entiende por su identidad, a

lo que otros entienden por identidad de ese sujeto, y, como también,


a través de ciertas carencias, se podría hablar de la búsqueda de una

identidad por aquello que falta y que haría por lo tanto ostensible,
sobre la base de lo que falta, una cierta noción de identidad en ese

juego del yo con el otro.


Al respecto, he escuchado decir aquí que las llamadas clases po

pulares, expresión sin duda vaga, pero que permite entendernos, serían
quienes poseen juicios críticos más adversos y hasta irrespetuosos con
respecto del pueblo mapuche, en circunstancias de que podría pensarse
debido tal vez a su alto índice de mestizaje
que esas clases populares
estarían más cercanas a la comprensión de ese pueblo. Sobre el particular,
permítanme un recuerdo y una anécdota, especialmente relacionada con
un profesor que compañero de algunos de los que estamos aquí en
fue
la Universidad de Chile, don Domingo Curaqueo.
Fue invitado a dar una charla sobre lengua y cultura mapuches en
un liceo muy populoso de Puente Alto. La mayoría de los alumnos eran

de extracción humilde, de una clase medio-baja o de una clase que casi

podría decirse era de una clase social y económica pobre. Al terminar su


charla, fue sorprendido por gritos de insultos por expresiones injuriosas
como la de "indio", insistiéndole que se fuese cuanto antes a su casa.

Esto lo contó un día don Domingo, en un círculo pequeño de amigos,


con muchapesadumbre.
Al siguiente fue invitado a dar esa misma charla a un colegio
mes

particular elegante de gente adinerada, en la Comuna de Las Condes. De


acuerdo conlo que le había ocurrido, él se resistió a ir a dar esa charla,

pero por la insistencia del Director de ese colegio, efectivamente fue. Y

paradójicamente, también contaba que le había costado mucho salir de


la sala de conferencias ante la gran cantidad de preguntas y el profundo
interés que demostraban por el pueblo mapuche las personas que allí
estaban, y que para él había significado esto una revelación y, a la vez,
una terrible decepción.

137
Podríamos preguntarnos dentro del contexto étnico social de Chile,
si damos ese nombre en términos globales a este país, podríamos pre
guntarnos: ¿a qué se debe actitud? y, ¿en qué medida marca de algún
esa

modo y de qué forma dolorosa e injusta, el ser mapuche en este país?


Nunca voy a olvidar esa información que
proporcionó don Domingo
nos

Curaqueo y que me hizo pensar


profundamente en lo que ocurre en una
sociedad, que por múltiples razones puede calificar de esa manera a un
pueblo, que constituye de algún modo también, como se ha dicho aquí,
la raíz de esa sociedad. ¿Qué pasa?
Frente a este hecho tan penoso, ¿cómo puede ayudarnos, de algún
modo aunque sea a través de una vía de pesadumbre, entender lo que es

ser mapuche en Chile? Me hago esta pregunta y me permito hacérsela


también a ustedes.

Tibor Gutiérrez. Yo tuve la suerte de tener como guía y como profesor a don

Domingo Curaqueo por varios años en la Universidad de Chile, desde el


año 72 hasta el año 79, cuando él
proporcionó el privilegio de poder
me

ser su alumno-ayudante principio, y después profesor ayudante


en un

del Departamento de Antropología de esta Universidad. Y él siempre


me comentaba sus aprensiones en torno a la justicia social chilena, e
incluso lo que le costaba ser un docente universitario en esta Casa de
Estudios, sobre todo en un Departamento tan amplio y tan humanista
como el de Antropología en la Facultad de Ciencias Sociales. La mirada

que él siempre tenía hacia la sociedad chilena era una mirada muy crítica
y curiosamente lo que se ha señalado siempre lo recogía así, que en el

estrato socioeconómico alto había un enorme respeto por las materias que
él trataba cuando era invitado. No así en populares,
colegios y en liceos
de estratos de posición económica bajos.
La mirada que él siempre tenía respecto de ser chileno, pienso que
se debe justamente al hecho de no reconocernos como descendientes
de una cultura indígena en una mezcla con el español. Esto la sociedad

chilena no lo ha asumido, ni la Constitución, ni nosotros mismos.


El acercamiento que podamos tener frente a las culturas de pueblos
originarios es muy lejano y está poco tratado. La ley indígena lo consa

gra, en uno de sus artículos, en cuanto a fomentar en las cátedras uni


versitarias la otra mirada, la otra historia, porque la mirada que nosotros
tenemos es solamente la que dan los cronistas y los historiadores y no

tenemos ninguna otra, la otra cara de la moneda. Por lo tanto pienso que

138
es una
respuesta que cada uno de nosotros debería tener, por qué es este

rechazo tan fuerte. Muchas veces la mayor


aproximación que puede se

tener mapuche es a través de la empleada doméstica, de


hacia la cultura
la nana, que se queda en la casa y que en este momento ha sido expul
sada por una migración peruana. Así es que muchas mujeres mapuches
están regresando al campo, están de vuelta en este proceso migratorio de

transiciones; porque no tienen trabajo, han sido desplazadas por mujeres


que vienen más calificadas, están más capacitadas, exigen menos, y son
más preparadas que muchas de ellas.

MD. Como una manera de incentivar y buscar elementos de apoyo inicial a

nuestros debates, le pediré a los profesores Gilberto Sánchez y Eugenio Aspillaga

que nos entreguen sus comentarios desde la perspectiva del eje central de este
Encuentro.

Gilberto Sánchez. Yo también fui alumno de don Domingo.


aprendí Con él

mapuche en primer término y


seguida yo también he observado esa
en

actitud, que es la que aplico en primer plano: "No hay peor cuña que la
del mismo palo". Cuanto más cerca estoy, me distancio; en lo mapuche,
más acentuada es esta característica. Ahora, como se sabe, puede ser
más fácil describir lo que ocurre fuera de uno que lo que ocurre dentro
de uno. Y yo pienso, también, altura yo he reflexionado algo, que
a esta

en verdad mucha Psicología y Psicología Social son bastante complejas,

y en una medida que no puedo cuantificar, retorcidas. Ahora esto se ha

ido construyendo a lo largo de mucho tiempo.


Se atribuye a los mapuches un carácter bárbaro y en relación con ello
se los hace depositarios prácticamente de todos los defectos del mundo.
Es posible que ustedes hayan leído una obra de González de Nájera que
en verdad se descubrió con un poco de posterioridad a las crónicas, que
es El Reparo y Desengaño a la Guerra de Chile. Es una obra ambigua

porque por una parte exalta la capacidad guerrera de los araucanos, sus

estrategias, flexibilidad para adaptarse a algunas condiciones, pero,


su

por otra parte, refleja lo peor de la humanidad y lo que sugiere, en últi


mo término, es exterminar a todos los mapuches y sustituirlos en Chile

por unos 50.000 negros, porque los negros sí que tienen virtudes; en

comparación: son mansos, son confiables y


seguida son muy fáciles,
en

en comparación, de cristianizar. Eso en González de Nájera y en otras

fuentes también se ha ido afirmando a lo largo del tiempo.

139
El estereotipo que me viene a la memoria es el estereotipo mapuche
que aparece en la Historia de Encina.
Ahora, cuando uno conoce a la gente mapuche, el estereotipo ése, diga
mos somático, no suele funcionar. Y a veces ocurre que uno, que no se

considera mapuche, mayor pigmento que


con mapuche, justamente
un

se siente
superior, y enarbola rápidamente ese epíteto de "indio".
En todo este asunto también hay una tremenda ambigüedad. Porque en
algún
momento se exalta a los grandes héroes mapuches, a Lautaro, a Caupolicán;

los que conocen algo, a la mujer Janequeo que no perdonó nunca que le
hubieran matado al marido. Entonces el chileno se siente como identificado
con los mapuches, el valiente
mapuche que también participó en la Guerra
del Pacífico. Pero en otro momento, ¿qué aflora, cuando se produce un des
control en la conducta, en un estadio, por ejemplo? "¡Ya le salió el indio!".

Bueno, entonces los hooligans también serán indios.


Y a propósito, yo creo que quienes se comportan así en los estadios
han aprendido ese tipo de conductas de los hooligans. Así que es una
cuestión en el fondo también compleja, de la cual un psicólogo social
se tendría que encargar. Muestra una actitud ambigua o, en el caso
que
el profesor Dannemann citó, de realmente un rechazo, y es cuestión que
llama la atención en ese tipo de estrato social, pero ¿cuál será el meca

nismo, en el fondo, vinculado con una explicación? No la tengo, no debe


ser nada fácil,
porque debe estar en un lugar bastante profundo.

EUGENIO ASPILLAGA. Si bien el tema es complejo, creo que hay algunas explica
ciones que son visibles en lo que se ha relatado aquí. Hay temas de dis
criminación evidente en la historia hacia lo indígena y hacia lo negativo.
Nuestra sociedad es bastante negadora en muchas cosas, autonegadora.
Somos bastante muchos aspectos.
inseguros en

Pero la persona que tiene solvencia económica es bastante más

segura que la que tiene insolvencia económica.


No se quiere ser tratado de mestizo. Ser tratado de mestizo es ser discrimi
nado. Se quiere ascender socialmente. Es un valor ascender socialmente
en la sociedad, un valor positivo; tiene que tenerse solvencia económica,

relaciones, y si se me vincula con mi pasado, se puede ser estigmatizado.


Y eso es un tabú que construye nuestra sociedad.
Cuando alguien le dice al otro que es indígena o mestizo, está
alimentando un tabú, evidentemente. Hemos estado hablando del ser
chileno. Tenemos que reconocer nuestra condición de mestizo.

140
ROBERTO Hernández. Primero que nada, cuando hablábamos de discriminación,

haydistintas formas de discriminar. Entonces cuando hablamos de es


trato social, alto, bajo, medio, probablemente la discriminación frente
almapuche tiene distintas manifestaciones. Creo que a lo mejor en ese
colegio del barrio alto la cultura mapuche es algo exótico, algo intere
sante, o lo que sea. Pero por otro lado, los estudios que se han hecho

actualmente determinan, por ejemplo, que en los sectores bajos es donde


hay mayor xenofobia. Frente a los peruanos, frente a los bolivianos, etc.,
los sectores más bajos expresan su xenofobia en forma más manifiesta.
Entonces, frente a la realidad mapuche que está más cercana, porque es
parte de nuestra nación, obviamente que tiene que expresarse así. Son
los psicólogos sociales los que van a entender esto.
Ahora a lo que me voy a referir es a lo siguiente: he estado escu
chando las intervenciones sobre este tema de qué es ser mapuche, el
tema de la identidad mapuche y me llama particularmente la atención,
porque yo pienso que la identidad se construye primero mirándome hacia
adentro, hacia mí mismo. En este caso, puede ser el individuo, puede
ser un grupo o una etnia. Pero también cómo nos ven, cómo nos trata el

resto de la sociedad.

Pero en este caso en el planteamiento que ha hecho en general, hay un

alto predominio de una experiencia negativa frente al medio social. Y


en función de eso, hay una tendencia a construir esta identidad: discri

minación, despojo, maltrato, etc. Es lo que predomina más de lo que he

escuchado aquí para construir esa identidad.

Preguntar ¿qué es ser mapuche? tiene una respuesta difícil. No he


encontrado una respuesta satisfactoria y no la voy a encontrar, porque hay
distintas experiencias. Yo pienso que la identidad se construye a partir
de la realidad local, es importante la historia, incluso la historia fa
muy
miliar, la historia del pueblo mapuche. Pero muy importante es la tierra,
el territorio, la vinculación, es muy importante la cultura, la religión, la
lengua.
Pero aquí hay dos conceptos que desde el punto de vista, digamos,
más teórico, uno debe señalar. Por eso digo como investigador que la
identidad, y lo han dicho algunos aquí, es un proceso que está en constante
reelaboración. La identidad no es algo estático, porque las condiciones
van cambiando y de acuerdo a esas condiciones va cambiando lo que
sería como los contenidos de la identidad y la cultura. La cultura también
es dinámica y entonces es algo que está en permanente cambio. Y esto

141
es un proceso en la realidad mapuche. Estamos hablando que 80% de
los mapuches vive en sectores urbanos y queda solamente 20% en el
campo. Entonces, prácticamente han abandonado el campo, y es donde
estaban sus raíces. Eso es preocupante, pero a su vez implica un nuevo

proceso que tenemos que investigar.

Hugo Carrasco. Frente a la situación exacta del


profesor Curaqueo, a mí me
parece que también el
colegio elegante, posiblemente lo han mirado
en

como una persona ajena, que no era de ese


grupo y, por tanto, digno de
valorar. Yo estaba recordando un caso parecido pero con alguna diferen
cia. Un hermano mío, invitado a Chiloé a dar una charla al centro más

importante de Puerto Montt sobre un tema mapuche, fue censurado por las
personas que en este caso no eran de bajo nivel socioeconómico, sino que
eran como la élite, al
menos de la ciudad. Fue censurado, amablemente,

claro, por elegir temas aborígenes. Entonces yo estaba pensando frente


a esta situación, de que en Chile parece hay un tabú,
muy fuerte también
en la Novena
Región. Eso es clarísimo. Lo que también se da al interior
del pueblo mapuche cuando critican tan duramente a los hermanos que
tienen algo de sangre ajena.

M.D. Profesor Calquín, usted que tiene unaexperiencia en un establecimiento


educacional con niños mapuches y no mapuches y la vive a diario, le solicito su
intervención.

Profesor Calquín. Con respecto a esto de la discriminación, por supuesto que es


un proceso, tal como se indicaba anteriormente, un proceso histórico, es

decir los padres de los niños, los nuevos niños, las nuevas generaciones,
han sido educados el mismo contexto histórico que se ha venido repi
en

tiendo siempre. Por supuesto que a nadie le dan ganas de ser mapuche o
de ser indígena, porque todo lo relacionado con indígena, es lo negativo,
como ya se ha mencionado anteriormente.

Ahora, el instrumento por el cual se forjan las nuevas generaciones


pasa por la escuela. Por lo tanto, mientras el sistema educacional chile
no no intervenga sus programas, en los cuales se pueda establecer un,

llamémoslo, una especie de equilibrio, en el cual las culturas indígenas


queden a la misma altura de la cultura griega, la cultura romana, ahí

ya, como profesor, si yo me guío por los textos normales del sistema
educacional, pongo en un riesgo a las culturas indígenas.

142
Por lo tanto, yo creo que pasa por ese lado. Ahora, el cambiar una actitud. Yo
tengo unamicroexperiencia -micro- comparándola con todo el contexto
nacional, en la cual nosotros el año 97 y 98 implementamos un proyecto
intercultural en la comuna de La Pintana, en el Colegio Nocedal, en El
Castillo, un sector que en Santiago lo conocen ampliamente, porque El
Castillo sale en todas las noticias. No muy sano. Y cuando se incorporó
este proyecto en el cual, debo reconocerlo, nosotros tuvimos todas las
facilidades de parte de la Dirección, como de la Fundación del Colegio,
para que dos profesores mapuches que teníamos la intención de hacer
algo desde el punto de vista educativo, nos abrieron todas las puertas.
Nos dejaron que nosotros trabajáramos, que nosotros armáramos todo
nuestro proyecto, dándole el tinte de nuestro pensamiento.
Y a partir de esa microexperiencia, tal como lo digo, he obser

vado, y aquí está Ramón Curivil, que fue a nuestro Colegio y también

pudo observar, un cambio de actitud. Es decir, cuando la Dirección de


un Colegio respeta las diferencias, le da un valor -no es que los valore

más, sino que les da el mismo valor, que todos los niños son iguales- el
niño mapuche comienza a trabajar su capacidad intelectual y esto,

digamos, nosotros lo tenemos ya con datos, que cuando el niño siente


esa seguridad, que el profesor no le va a decir: "Indio, quédate mejor

callado, que lo tuyo no sirve", el niño habla, el niño se siente integrado


dentro del grupo. Y además, aquel niño que tiene conocimiento de su
cultura, cuando uno lo hace hablar, frente al curso para que se refiera
a un determinado tema, él importante, porque ninguno de los
se siente
demás lo sabe. Por lo tanto, se equilibra, por así decirlo, con el mejor
del curso: existe un equilibrio intelectual. Y eso se ha expresado en

número, en cifras, que un alto porcentaje de los mejores alumnos de


nuestro Colegio, son mapuches.
embargo, existen otros estudios en los cuales justamente el
Sin
alumno mapuche es aquel que no sobresale, sino que está de la media
hacia abajo. Claro que si yo hago un estudio, en esa escuela, el niño es

estigmatizado. Acá no.


Ese cambio, esto que nosotros incorporamos, en el cual elaboramos
unidades interculturales, fue uno de los primeros proyectos que imple
mento la CONADI, y lo ganó un Colegio sin ninguna asesoría de una
Universidad. Nosotros tenemos la satisfacción de que ese proyecto lo
ganamos como Colegio y, a su vez, el sano orgullo de haberlo ganado
como profesores mapuches.

143
Entonces, ahí tenemos una
microexperiencia en la cual se establece
el nexo que cuando alguien va a hablar sobre la cultura mapuche, el que
está en primer año básico y el que está ahora en segundo año medio,
escucha y se deshace en preguntas por tratar de conocer más.
A mí, cuando corresponde a
me veces ir cuidar
algunos cursos,
a

porque faltan profesores, y uno debe ir cubrir al


colega que no está,
a

lo primero que me dicen: "Ya, listos profesor, estamos listos. ¿De qué
vamos a hablar?". Sobre todo, ellos esperan que yo les hable algo de la
culturamapuche, porque se ha ganado un prestigio. Pero eso sucede ahí,
dentro de ese Colegio, que es una experiencia piloto, la cual nosotros
hemos estado llevando a cabo, y que por lo menos yo les puedo contar

que eso es lo que hemos ganado.

Gilberto Sánchez. Como algo que llama la atención está el caso de los europeos
cultos que han llegado a este país y que han valorado al mapuche. Que
es lo que pensaba don Rodolfo Lenz, al
que tildaron de "gringo loco"
por preocuparse de estas cosas de la plebe. Él dijo: "Conozco, pero no

creo justificada la opinión que tienen tantos chilenos de que no valen


para nada los indios actuales. Creo que hay muchos de ellos que podrían
ser miembros útiles del pueblo chileno, si se los tratara de una manera

conveniente. A los los falta


inteligencia. Quieren que sus
araucanos no

hijos aprendan castellano, a leer y escribir". Y


se pregunta: "¿Cuántos
a

preceptores -como se decía entonces- hay en La Frontera que sean

capaces de enseñar el castellano al pueblo indígena? Creo que las rela


ciones entre chilenos e indios serían mucho mejores y más fructíferas
si se comprendieran mejor unos a otros. Debe fomentarse el estudio del
araucano por todos los medios".

Hilda Llanquinao. Yo quería compartir un poco la experiencia porque, la verdad


de las cosas, cuando uno habla desde el sentimiento, dice: "Esta relación
con los no mapuches no ha sido buena", dice No: la verdad de las cosas

que no es así; así no es allá. Pero las cosas las he vivido yo, entonces

yo soy la que puede transmitir mejor lo que yo he sentido. Y eso pasa


también en el mundo intelectual, pasa también entre los académicos.

Voy a contar dos cosas: una, que yo hijos, y mis hijos son,
tengo tres

por supuesto, indígenas, porque tienen padre indígena. Mi hija mayor


su

estudia en el Colegio de San Francisco, donde hay unas monjas ecua


torianas, y parece que es un lugar donde se discrimina mucho. Mi hija,

144
cuando estudió la nacionalidad chilena, que es en 4o Básico, ella
dijo:
"Bueno, yo antes de ser chilena, soy mapuche". Entonces niños, y
hay
muchos niños que son mapuches, le dijeron: "la mapucha, la mapucha",
le pegaron. La cosa es, resumiendo el cuento, yo retiré a mi hija en el mes
de octubre, parece, retiré en esos tiempos a mi hija hace bastantes años.
Bueno. Y mi hijo, el segundo, que sigue, le dijo: "Pero, ¿para qué dices

que eres mapuche. Mejor quédate callada porque a mí me dicen el chino


francés", porque todos tienen los ojitos medio oblicuos. Son experiencias
duras. Después tuve a mi hijo más chico en el Instituto Claret. Bueno,
con las monjas ecuatorianas tuve
experiencias muy negativas, por eso
retiré a mi hija, porque no hubo nadie quien le haya dado fuerzas a mi

hija. Además, mis hijos no hablaban bien el español, porque en vez de


decir papá, decían "la papá". Porque como en nuestra lengua no hay de
esos artículos... Bueno, en el caso de mi hijo, yo también intervine en

el Centro de Padres porque era lo que había que hacer. Entonces fui al
Centro de Padres del Claret y expuse la situación. Fue muy distinta la
reacción que tuvo el Colegio en comparación con el de las monjas ecua
torianas. En el caso de mi hijo, yo hice un planteamiento, los profesores
hablaron con los niños e incluso hasta un profesor también había sido
discriminado en el caso del Claret. Pero me nombraron La Madre del
Año y eso reivindicó un poco la situación de mi hijo.
Ahora, la experiencia que he tenido en la Universidad. Tal
vez llegué

demasiado joven a trabajar a la Universidad. Cuando empecé a hacer


clases en esos tiempos practicaba mucho la lengua, o sea, mi lengua.
Entonces, de repente, nosotros a veces no pronunciamos bien el español,
porque como que uno arrastra un poco la lengua. Entonces yo veía un
poco las sonrisas entre los alumnos, que algunos, incluso, eran mayores
que yo, veía la sonrisa.
Y después, me acuerdo, que invité a la clase a un norteamericano,
un cura norteamericano; entonces no hablaba bien el español, por
supuesto. Para decir chael tumai que es la verdadera palabra nuestra
para dar gracias, para dar las gracias al Creador, decía chaltu; en toda
la región puso el chaltu y ahora hasta los propios mapuches dicen
chaltu. Entonces van a decir, "¡Uy qué bien habla el padrecito, ¿no es
cierto? ¡".
Y en una oportunidad, en un grupo de académicos, dijeron: "¿Quién
nos podría enseñar a hablar mapuche?". Entonces yo me atreví a decir:
"Yo puedo enseñar". Porque, la verdad de las cosas que yo así me
gané

145
la vida también de estudiante, haciendo clases. Entonces me dijeron:
"No. Le vamos a decir al padre Eugenio Theisen". Y resulta que al
padre Eugenio Theisen yo le hacía clases, yo le enseñaba, yo le dejaba
grabada las clases. Mientras yo me iba a estudiar a la Universidad, le
dejaba grabada mis clases. Hacía clases, porque era una forma también
de ganarme la vida.
Y he visto la misma situación. Yo hago Interculturalidad y Desarrollo
a los estudiantes de Servicio Social que estudian para asistente social, y

planteo el paralelo entre lo que es la caracterización de la cultura occi


dental versus la caracterización de la cultura mapuche.

Gilberto Sánchez. Lo que sí me parece a mí, de acuerdo con mi


experiencia,
con mucho respeto, porque no tengo ningún conflicto, ni con católicos
ni con que el carácter de las confesiones evangélicas
evangélicos, es

es muy acentuadamente misionero. Entonces,


hay pastores en muchas
comunidades. En cambio, por ejemplo, en el Alto Bío-Bío el sacerdote
católico va una vez al año a hacer misa, a veces. Eso ha contribuido a

que los creyentes desvirtúen la teoría religiosa.


Y yo he pensado cuando escucho que se prohibe a la gente práctica
mente todo, hasta bailar. Entonces, Jesucristo en las Bodas de Cana, ¿per
maneció afuera?, ¿no participó en absoluto? Del Evangelio se desprende
que era una persona que alternaba, que estaba en diferentes casas.

Bueno. Ahora las grandes religiones, por supuesto que consideran se

superiores a las otras, y se llega a decir, por ignorancia, que los llamados
pueblos ágrafos, los pueblos aborígenes de nuestras Américas no tienen
cultura. Y, por lo mismo, no tienen religión. Eso es un disparate. Y dentro
de las creencias siempre están los valores de acuerdo con sus culturas.
Y tengo un documento amplio, uno de cuarenta minutos de grabación,

que en verdad es un verdadero manifiesto de moral, en el sentido religioso


y ético. Cómo un hombre tiene que educar a sus hijos, y justamente, cómo
debe él transmitir los valores y que esos hijos los transmitan también a
sus descendientes. Entonces, los valores no son patrimonio de uno solo,

no son patrimonio de una sola creencia; los valores están en las diferentes

creencias, como una especie de patrimonio de la humanidad.


Permítame decir, por último, que si el cristianismo hubiera sido bien

seguido, entonces, seguramente, el mundo actual, nuestro, sería distinto.


No habrían existido cosas terribles como la guerra de treinta años, en que
se exterminaron los pueblos con una ferocidad indescriptible. Y suma y

146
sigue. Entonces, naturalmente que los hombres pueden cambiar un estado
de cosas, y se puede llegar a un entendimiento. Pero en este caso, es

muy importante el respeto. Ahora, el respeto, en este caso, implica el


conocimiento, y el conocimiento implica la educación.
Un segmento de la sociedad chilena, aquí
como se ha demostrado,
tiene un desconocimiento de los valores indígenas. Se tilda los
a aboríge
nes de gente bárbara, de ser floja, borracha. Entonces, no tendría remedio.
A propósito, un estudioso de la cultura
mapuche, como fue el profesor
Tomás Guevara, a fines del
siglo xix y a comienzos del siglo xx, dio
estos nominativos a la gente mapuche. Un
profesor muy respetable. Él
incursionó en la psicología del pueblo mapuche. Yo debo pensar
que,
como era un profesor de castellano, no tenía suficiente
preparación en
ese terreno
para decir las cosas que dijo.

JUAN ÁLVAREZ. Cuando nosotros hablamos de la Santa Biblia, cuando hablamos

del Nuevo Testamento, cuando hablamos de la cultura mapuche y sus


oraciones, yo creo que esto merece evaluarse. Muchas veces queridos
hermanos, yo tenía miedo. No entendía la Biblia de primera, porque yo
era mapuche, yo hablaba en mapuche. Aprendí de mi padre, de mi ma

dre, de mi abuela. Me hincaba, yo imitaba, y después les preguntaba. Y


fueron grandes cosas que me pasaron. Ya después, yo tomé una Biblia.
Le eché una mirada no más. Pensé que hablaba en hebreo. No la entendí
para nada. Después pasó el
tiempo. Volví. Quizás era mi ocasión para
conocerla. Entonces, ahí pude ver y entender por qué, cómo.
Muchas veces nosotros no somos capaces de decir, mirar hacia
arriba en un momento dado, ahora menos, porque andamos contra el
tiempo. Entonces, ¿qué nos dice la parte de la Biblia -en parte ya- el
Génesis, sobre la Creación? "Ahí está el mapuche". Ésa es la creación
que nos dejó Dios, que no están respetando. Nos ama, la tierra, los
chivos, el agua, el río, ¿quién los puede hacer? Entonces, meterse en
esas cosas. No tenerle miedo. Y ahora, el Nuevo Testamento, ¿qué
nos dice? El hermano que tenemos nosotros es el hermano mayor.
A lo mejor hay que revitalizarlo, como nos estamos revitalizando
nosotros, los mapuches, reconociendo nuestras ancestrales buenas
costumbres, buenas ideas. Alguien decía: "No con garrocha, no con
palos. Dios no quiere eso".
Es doloroso cuando el mapuche está orando, haciendo tremendo sa

crificio ahí, reuniéndose meses, dos meses, tres meses, recién rogando a

147
Dios que salga bien el nguillatún, que llegue un amigo con una chuica. A
lo mejor ahora están llegando con camioneta. Yo no digo: "Malo, tomar un
poco es bueno", diciendo que este vino es bueno, no de tres tiritones, como

bebíamos antes. Le llevan energía donde está orando el


mapuche, el lonco.

¡Qué dolor! Se
aprovechan y le van a vender cuestiones y después se les
pasa la mano a aquellos que se descuidan. Pero no al lonco, ni a la machi.
"Mira los indios mapuche". "Mira los cacos indios". ¿O serán las personas?

Hay que evaluar que el vicio nos perjudica a nosotros, hermanos.


A mí me gustan las palabras. A mí me quedó aquí la evaluación de
las cosas. Estas mismas cosas que nosotros tenemos que evaluarnos. No
quedar hoy día metidos en todo lo que se ha dicho aquí hoy, es bueno.
Aquí hay que desarmar, deshacer, y armar al final. ¡Vamos a armar!
Yo creo, para mí, que es eso lo que hay que hacer; más que pelear
entre los mapuches. Y, ¿por qué no nos metemos en lo que nos tenemos

que meter? Demos tiempo al tiempo. Consultemos a Chau Gnechen.


Demos tiempo al tiempo y veamos la naturaleza. Yo creo que ahí va
mos a llegar para aterrizamos un poco, para poder seguir esta cosa de la

cuestión nuestra, que el mapuche no es fácil. Tampoco es imposible. Yo


creo que eso quería decir. Yo les digo a todos, porque somos humanos,

somos hermanos, todos somos gente -che- los


porque gneain. Pero algo
dijo Dios, que es el Padre. Las palabras se dicen, pero no se cultivan. No
podemos estar hablando sin cultivar. A mí me ha corrido el llanto para
poder entender la Biblia. Me volvieron así al tupantru. Allí tiene que
renacer con su cultura. ¿A través de qué?, a través del tauma, el sueño.

Anteriormente lo usó el hombre profeta, un sueño. Y ahora nos dicen:

"¿Ah?". ¿Qué saco con delirar? No. No saco nada. Todo lo contrario.
Una persona me dijo,religiosa,
muy "Usted
siempre sueña. Esas son

supersticiones, hombre, ¿para qué les hace caso?". Quise morirme. Me


tiró al suelo. Me dejó caer. Eso se arreglará con Dios.

Gilberto Sánchez. Los más competentes para expresar lo que mapuche, es ser

son los mapuches. Nosotros podemos tratar de


aproximarnos, pero llegar
a tener la vivencia del ser su identidad es imposible. Y, a
mapuche en
propósito de esto, quiero referirme brevemente al aspecto religioso. El

mapuche, me parece mí,


a es profundamente religioso. Está presente el
Chau Gnechen en forma permanente.

Ahora, en verdad, en esa comunidad no hay problemas con la Iglesia


Católica. Pero sí, lamentablemente, hay problemas con otras confesiones,

148
y yo vendría a ser una especie de intermediario para que estas cosas no

se pierdan, porque he rescatado mucho de esa cultura.


En la comunidad de Trapa Trapa hay una cosa lamentable. Esa co

munidad está dividida entre un sector católico y un sector evangélico y

prácticamente llegado a las manos.


han
La cultura mapuche es riquísima. Es un verdadero océano. Solamente
se conocen algunos aspectos muy puntuales, porque también son pocos los

que se dedican a su investigación, por el desprecio tradicional que ha existido


y esa especie de complejo que tenemos los chilenos respecto de ella.

Rodrigo Moreno. Como médico con especialidad en genética, me llamó la

atención que no se tuviera mayor conocimiento de las enfermedades de


las poblaciones aborígenes.
Desde el año 1988 he estado por todo el país estudiando poblaciones
aborígenes, o aborígenes, para rescatar y reconocer las
descendientes de
diferencias que hay población chilena, en general. Yo trabajo en la
con la
Universidad de Chile, en el programa de genética humana del Instituto de
Ciencias Biomédicas, y como genetista clínico en el Servicio de Salud Me

tropolitano Sur. Por gracia de Dios, el Servicio Metropolitano Sur ha sido


también un medio para atender en la ciudad a la población mapuche.
En cuanto a la pregunta que hacía el doctor Dannemann, que respondié
ramos qué significa ser mapuche, en lo personal no puedo responder esto,

ustedes lo han hecho mejor que yo, pero yo tengo la impresión de que la

lengua mapudungún identificó a los aborígenes desde el río Choapa hasta


Chiloé, cuando llegaron los conquistadores, según dicen las crónicas, y se
identificaron poblaciones como pehuenches y huilliches, todas de habla

mapudungún. Toda esta población ha mantenido una continuidad cultu


ral, geográfica e histórica de nuestro territorio y dio origen a la población
mestiza chilena desde el siglo XVI. Justamente nosotros mismos ignoramos
o desconocemos que en el siglo xvi, cuando llegaron los conquistadores,

rápidamente desapareció la población picunche, que vivía en esta área


central, pero los españoles que llegaron se mezclaron con las indígenas y
produjeron lo que nosotros conocemos actualmente como chilenos.

¿Qué es ser mestizo en el sistema ecosocial de Chile?

El chileno no se reconoce mestizo, a pesar de que sí lo es. No sé si se

va a hablar del componente genético, pero sí se sabe que la población


de Santiago tiene después del estrato socioeconómico alto, entre 60% y

149
80% en el estrato medio y
bajo de composición aborigen. De hecho el
plineal hipocondrial, por ejemplo, nos dice que el 86% del genoma que se
transmite a través de la madre es de origen indígena y en las poblaciones
rurales que hemos estudiado el 100% de los genomas mitocondriales es

aborigen. Y, por otro lado, también se ha


logrado determinar, con estos

mismos marcadores, que no existe mapuche también sin mezcla.

Ramón Curivil. ¿Qué es ser mapuche hoy en Chile? Es una pregunta compleja, por
cuanto es necesario acercarse con precaución y con bastante creatividad.
Evidentemente, no es una pregunta de carácter ontológico que sea

necesario definir por su esencia. Tampoco se trata de una fenomeno


logía del ser mapuche. Más bien considero que es una pregunta de
tipo existencial, que debe responder un grupo humano en situación de
opresión social y cultural.
En este sentido, creo que se trata de un ejercicio intelectual interesante,
dado que en la respuesta a esta pregunta está en juego parte importante de
la identidad nacional.
Sin embargo, para apuntar al tema propiamente tal, es necesario dejar en
claro que el problema fundamental a que se alude en la pregunta no es el
ser mapuche en cuanto a identidad, dado que ese no es el problema. Así lo

entiendo yo. Los mapuches, nosotros, no tenemos problemas de identidad,


de alguna manera sabemos quiénes somos y lo que somos.
El punto clave, el punto crucial, es que, de alguna manera, a nosotros
no nos dejan ser.

Por lo tanto, nuestro problema es cómo ser mapuche hoy, en una


situación de colonialismo político, económico y cultural. En otras pala
bras, cómo mapuches sometidos y subordinados a esta sociedad que
ser

sistemáticamente ha querido absorbernos.


Por eso considero que estas reflexiones no podemos hacerlas en
el aire, sin considerar el contexto, dado que en la pregunta ¿qué es ser

mapuche hoy en Chile?, no estamos dando cuenta de un ser metafísico.


Es decir, pregunta qué es ser mapuche hoy en Chile.
se nos

La respuesta, necesariamente, pasa por considerar el lugar y las


condiciones. En palabras: ¿es posible una existencia mapuche hoy
otras

en ¿Podemos ser mapuches en Chile?


Chile? O bien:
En cuanto al lugar y las condiciones, es decir, el lugar donde las
personas de origen mapuche deben ser mapuches hoy, lo describiría de
la siguiente manera:

150
°
1 Se trata de espacio territorial largo y angosto, habitado ma
un

yoritariamente por personas que reivindican su origen europeo.


Y, en ese sentido, son también mayoritariamente de religión
cristiana.
2o Ciñéndome al contexto, al lugar y a las condiciones, se trata

de un país que mediante tratados y convenios, hoy, ha pasado


a formar parte, al menos aparentemente, del Tratado de Libre
Comercio, hecho que lo ha llevado a integrarse de lleno al mo

delo económico neoliberal.

En cuanto al lugar y al contexto, se trata de


país, Chile -estamosun

hablando del mapuche en Chile-, que no valora lo propio y que no


ser

respeta la diversidad, por cuanto nuestra pregunta, que exige respuesta,


dice relación con este Chile de hoy, con este Chile concreto. ¿Es posible
un
espacio para nosotros los mapuches?, ¿se puede ser mapuche hoy en
Chile?, ¿qué tipo de mapuche?, ¿desarraigado?
Finalmente, a manera de respuesta, diría, en primer lugar, a pesar
de que el Estado chileno ocupó por la fuerza el territorio mapuche y
nos condenó por un largo período a vivir encerrados en las reducciones,
somos mapuches.
A pesar de que el grupo social mayoritario mestizo de origen
europeo es terriblemente racista y se nos negó por cultura y religión,
somos mapuches.
A pesar de toda la influencia del sistema educacional y catequístico,
somos mapuches.
A pesar de que hemos perdido el dominio de algunos elementos de
nuestra cultura, somos mapuches.

Aunque hoy vivimos mayoritariamente en los centros urbanos, en


las ciudades y específicamente en Santiago, somos mapuches.
Por lo tanto, diría yo, somos mapuches en la medida en que vivimos
de acuerdo a nuestras propias tradiciones religiosas y culturales, en la
medida en que nuestros antepasados ocupan un lugar en nuestra vida.
En la medida en que valoramos y reivindicamos nuestra historia y se
la enseñamos a las nuevas generaciones. En la medida en que aprendemos
nuestra cultura. En la medida en que participamos en las actividades
culturales y religiosas mapuches. En la medida en
que valoramos y
escuchamos a nuestros inche, hombres y mujeres que tienen el dominio
de la sabiduría mapuche.

151
De esta forma puedo terminar diciendo que ser mapuche hoy en

Chile es primero ser distinto a un chileno común y corriente. Es ser dis


criminado social y culturalmente. Es la
posibilidad de ser partícipe
tener

de dos culturas. Es tener la posibilidad de


bilingüe. ser

Por otro lado, considero también que ser mapuche es una opción personal.
En resumen, mapuche es toda persona que es señalado e indicado como
tal por aquellos que reivindican su origen europeo y que no son mapuches.

Roberto Hernández. Primero que todo, necesito decir que en cuanto a la pre

gunta de qué es ser mapuche, creo que la respuesta viene por el lado de
nuestros hermanos mapuches, ya que yo me siento incapacitado para
responder a esta pregunta. Y por eso he escuchado con mucha atención
e interés las intervenciones de ellos, porque a mí me están enriqueciendo
bastante como antropólogo.
Quiero ser bastante humilde en eso, son ellos los que dan la respuesta
de qué es ser mapuche. Sí que he escuchado las intervenciones, buscando
un poco la esencia del mapuche. Vemos que hay una tendencia hacia la

búsqueda de las raíces; lo tradicional de la cultura mapuche, buscando


por ahí afincarse en eso para proyectarse hacia el futuro.
Pensamos que el tema del patrimonio cultural, la cultura en sí, es
algo vivo; no es algo que se está guardando en un museo. Entonces, creo
que es una tendencia interesante.
Por otro lado está el tema de las vivencias que han tenido, en los con

tactos con los no mapuches, con la sociedad chilena, con el Estado chileno,

y todos los aspectos negativos, también positivos, pero al interior negativos


de esa vivencia; el tema de la exclusión, y de la marginación.
Eso tiene que ver con la identidad y eso es una respuesta que ustedes
nos van a dar a nosotros. Por eso yo estoy, en este aspecto, más bien es

cuchando.
Brevemente entonces, ser mapuche requiere de una respuesta de us

tedes, cómo ustedes se ven, y cómo los


mapuches,ven los
por no eso es

un lado. Losegundo es el fenómeno éste, incluso democrático, esto de


la presencia en Santiago de medio millón de mapuches. Yo creo que esto

potenció el problema de la identidad mapuche, porque esa inmensa cantidad


de mapuches que llega a Santiago constituye un contacto más directo y
más complejo y más difícil con gente no mapuche en el Gran Santiago.
Todo este problema de la identidad, de la búsqueda de fortalecer su
identidad, de buscar sus raíces culturales, etc., se da con mucha fuerza

152
muchos al Sur, aparentemente, a buscar sus
en Santiago, y por eso van

raíces. La gente que está Santiago va al Sur. Va al Sur, allá


mapuche en

donde están sus tradiciones, allá donde está el origen de donde vienen:
sus abuelos, sus bisabuelos.
Todo este proceso que el no mapuche debe lograr para tener una

sociedad más armónica en sus relaciones, pasa por una situación educa

tiva. Ésa es la idea principal, pienso yo. La educación es la herramienta

fundamental en este proceso, tanto en la educación intercultural, como

también en las escuelas que no son interculturales, pero donde la gente


debe conocer lo que es la cultura mapuche, lo que es la realidad de los

hermanos mapuches.

Eugenio Aspillaga. Me voy a apoyar sobre la necesidad de vivir con los herma
nos o sea la educación, pero la educación primaria del chileno. Nosotros
tuvimos una educación desquiciada y, por lo tanto, somos incapaces de

conocer al otro, el otro que no es distinto, porque nosotros fuimos parte

del otro. Y aquí hay un problema en nuestro concepto. La historia muestra


que los chilenos somos descendientes de las culturas indígenas, al final,
mayoritariamente. Es una cosa que no asumimos. No somos capaces de
reconocer nuestra propia diversidad. Es un tema de autoeducación y, en

parte, tiene que ver con la incapacidad de la población chilena, asumida


como chilena, de origen indígena o no-indígena, o de cualquier otro ori

gen, de reconocer al otro, porque no se reconoce a sí misma, se reconoce

a categorías que son espurias, son falsas.


través de
Tal el riesgo de buscar qué es ser mapuche hoy día, está en que
vez

limitamos esta definición a una categoría rígida y dominante. Y no lo

quisiera descartar, como un tema por discutir, porque es importante, pero


los chilenos muy buenos para definir y establecer las definiciones
somos

como verdades últimas, y no como verdades transitorias. Y esas verdades


se transforman en estigmas, y estigmas históricos. Nosotros definimos
a alguien: "este señor es malo", "este señor es bueno", "el señor es...".
Y así o asá. Y esto es el origen de muchos conflictos. Y en parte, porque
no somos capaces de vernos a nosotros mismos, como al universo en

que tenemos raíces profundas en la población indígena.


No hay segmento de la población chilena huinca que no tenga ascen
dencia indígena en distintas proporciones. Por supuesto que si tenemos
una persona cuyo abuelo y abuela eran alemanes, y llegaron a Chile en los

últimos sesenta años, probablemente no tengan una ascendencia indígena.

153
Pero cualquiera que tenga un apellido castellano, que tenga una bisabuela
nacida en Chile, tiene una ascendencia
indígena demostrable.
Hay una continuidad histórica, que por la discriminación, por la
violencia, por enfermedades, por razones fortuitas, se fue perdiendo en
el camino, y la reconstrucción del mapuche es necesaria; es necesaria

para los chilenos también. Que podamos vernos a nosotros mismos, y


reconocer en nosotros nuestra diversidad.

Tibor Gutiérrez. Mis primeros contactos con la cultura mapuche vienen de

Angol, Malleco.
Desde esta época he estado visitando y viviendo
principalmente en
Temuco en distintas comunidades, y una de las
siempre me hacosas que
llamado mucho la atención, en relación con lo que aquí se ha comentado
es la desconfianza
que se tiene siempre con la cultura huinca. Siempre
que un chileno no mapuche va a una comunidad indígena, a una ruca, a
una casa, se produce lamentablemente la observación: "¿A qué viene esta

persona acá?". Y tengo entendido que debe ser producto justamente de


todo el gran sufrimiento que el pueblo mapuche ha tenido a consecuencia

lógica del despojo de sus tierras originarias.


La confianza se va ganando de a poco. Uno tiene que empezar a

pensar algún tipo de acondicionamiento cuando uno se acerca a las raíces


-a sus raíces- de esta sociedad chilena distinta que no se reconoce ni

siquiera en la Constitución de la República.


Por tanto, en hoy, uno tiende
las intervenciones que hemos escuchado
a observar que gradualmente hay como un renacer, un florecimiento en
estos aspectos de identidad. Y producto probablemente de la globaliza

ción a la cual se aludió, los grupos originarios tienden como a afirmarse


más, a buscar su raíces, a tratar de expresarse en una serie de aspectos

que parecieran olvidados.


Alrededor de la ciudad de Temuco, antes del censo del 92, se

consideraba que se concentraba la mayor cantidad de


población mapu
che.Después supimos que estaba radicada aquí en Santiago y estamos
esperando el censo de este año para ver qué diferencia hay. Se ha forma
do en los alrededores de Temuco una suerte de barrera con la cual está

impidiéndose pérdida la de la
fragmentación del territorio, y, por tanto, la
pérdida de la lengua, que los lingüistas deben saber mejor que yo que es el
vehículo de la cultura, por el cual se transmiten conceptos abstractos que
muchas veces no pueden ser dados en la lengua castellana, pero sí en la

154
lengua original : concepto de Antú, el concepto de divinidades, concepto
de Chau, de Gnechen, el Huenu Mapu. Todas estas tradiciones se han
ido perdiendo con el paso del tiempo, como los matrimonios, la ayuda
mutua, los funerales, pero en todas partes se tiende a la recuperación,
en muchas co
que en este cordón alrededor de Temuco está floreciendo
munidades. En Gorbea, Lihuelmo, incluso por el sector Padre las Casas,

Maquehue, se ha producido una suerte de cinturón en el cual la gente


lo que desea es recuperar las tradiciones, y eso, a través de la
volver a

lengua. Los programas educativos establecidos por decreto, se realizan


desde una perspectiva de la sociedad chilena hacia la sociedad originaria,
o mapuche en este caso.

Gilberto Sánchez. Yo quisiera agregar algunas ideas sobre la función que cumple
la lengua, componente de la identidad. Es el más importante;
como un

pero no el único, porque, de hecho, hay grupos humanos que han llegado
a perder su lengua, pero ello no ha significado que dejen de ser lo que
son, durante un buen
tiempo. Hay más: hemos querido hablar en térmi
nos generales. ejemplo, a propósito de
Por los judíos, el hebreo dejó de
hablarse comúnmente alrededor del siglo cuarto antes de nuestra era, y
fue vuelto a poner en vigencia por Ben Judá, en una fecha exacta -en
1882- cuando empezó a enseñar a su hijo pequeño el idioma que fue
resucitado. Y no por eso los judíos dejaron de ser judíos. Porque había
otros elementos que contribuyeron a mantener su identidad.

En el caso del pueblo mapuche se percibe, en una medida que yo no

estoy en condiciones de cuantificar, una pérdida de la lengua. Por ejem


plo, en grupos huilliches el idioma está considerablemente erosionado.
Se puede decir que ya no se habla. Sin embargo, en otras partes, como

en el Alto Bío-Bío, la situación es distinta, practica lengua.


se la
Yo tengo la percepción, en primer lugar, que una vez que van a la
escuela, que no ha sido pensada para ellos en particular, se comienza
a producir un deterioro del idioma. Este idioma es completamente
apto para expresar la cultura. Y aunque los mapuches, lo que me consta

directamente, digan que ellos fueron dejados sólo con


palabra oral, una

no con una palabra escrita, en este momento, yo creo que justamente la


palabra escrita puede contribuir de manera importante, no sólo al mante
nimiento de la cultura, sino incluso a un reforzamiento, una reactivación,
en aquellas partes donde, por el empuje de esta otra cultura, se la puede
percibir debilitada.

155
Rodrigo Moreno. Me quedó absolutamente claro que yo no le puedo enseñar o
decir a unmapuche qué es ser mapuche. Pero en el caso de la educación,
queda claro que ella debe ser bilingüe, tanto para los mapuches, como
para todas las personas que ingresen a trabajar con ellos en sus territo
rios ancestrales. En otras zonas, sobre todo en Santiago, tendría que ser
electiva, pero recomendable para integrar a la nación.
Una solución que propongo es modernizar los procesos productivos
e imprimir desarrollo sustentable en las comunidades mapuches. Esto,
sobre todo, porque si tienen menos terreno, esevidente que económica
mente que optimizar los procesos y eso
hay ayudaría a sacar a la región
rural de la pobreza.
La integración debe salvaguardar intereses patrimoniales culturales a
través de leyes protectoras, como en otros países. Yo me acuerdo muy bien
del modelo ecuatoriano, en el cual los indígenas tienen mucha fuerza.
Sobre todo si los propios chilenos estamos bajo el proceso de globaliza
ción, o sea bajo la presión de intereses extranjeros.
El rescate cultural debe ir de la mano del conocimiento acumula
do sobre ellos, en una suerte de transferencia científica y
tecnológica
que permita utilizar experiencias y tecnologías para su conservación
ecológica del patrimonio y biodiversidad de territorios donde viven.
Suena como complejo. Pero nosotros no hemos ido a rescatar, por ejemplo,
la fabricación de una ruca, porque si la ruca se usó mucho tiempo y sirvió

para que la gente viviera económicamente, tal vez se podría rescatar en


la zona rural.
Y en salud, que es un tema también ancestral, sería favorecer la
medicina lengua original.
en su Yo recuerdo el drama de no entenderse
bien con los pacientes de Trapa Trapa.

Aprender de su estilo de vida tradicional, lo que nos podría liberar de


las enfermedades de la vida occidental, porque ya se está viendo que está
aumentando la obesidad, la diabetes, la hipertensión entre las poblaciones
mapuches y también en las poblaciones chilenas. Y favorecer el conoci

miento, el tratamiento y prevención de las enfermedades que tienen mayor


riesgo, sobre todo en los sistemas de salud de las zonas ancestrales.

PEDRO Canihuante. Quisiera hacer una consulta relativa a la exposición del


doctor Rodrigo Moreno, y otra respecto del tema que ha tomado, al
el tema de lo espiritual,
parecer, la mayor relevancia hasta ahora, que es
que interesa mucho.

156
primero, el doctor ha dado algunos indicadores, unos estudios
En lo
estadísticos importantes que hablan de un hecho objetivo y me asalta la
duda -y allí va la pregunta- si en algún momento el Estado chileno, a
través del Ministerio de Salud, ha considerado estos elementos, estos es

tudios, indicadores, para aplicar políticas


estos de salud hacia los
pueblos,
especialmente hacia el pueblo mapuche. Ésa es una pregunta, para poder
conversar este tema. Y lo otro, tocante a lo espiritual, verdaderamente

el pueblo mapuche es un pueblo muy espiritual. Eso lo reconocemos


nosotros, y lo reconocen quienes nos miran. Y aquí hay un tema que se
ha transformado en tabú entre los mapuches, y creo que esta instancia
también puede ayudar a romper algunas incógnitas.

Aquí se ha hablado, por ejemplo, que el mundo evangélico está


contra el mundo mapuche; pero resulta que no hay ningún evangélico

que esté invitado a participar, para que diga lo contrario. Y yo puedo


informar que la Sociedad Bíblica Chilena editó el Nuevo Testamento
en mapudungún; lo hizo público. El mundo evangélico tiene pastores

y tiene obispos que trabajan por su fe religiosa, pero que también


trabajan por el mundo indígena. De manera que ahí hay un elemento
que es objetivo y que debe ser considerado en el análisis. Aquí hay
un germen de conflicto, he estado en varios foros, y he escuchado en

forma reiterada el tema. La Iglesia Católica y la


Iglesia Evangélica
nos perder nuestra identidad cultural en lo religioso. Si
han hecho
les preguntáramos a los que están en el mundo católico, si les pre

guntáramos a los que están en el mundo evangélico: "¿Es verdad esta


aseveración?".
Yo creo que nos podríamos encontrar con varias sorpresas que des
mentirían esta afirmación. Creo que así como el hermano lo ha dicho,

el trabajo como Iglesia Católica, creo que él nunca va a


diácono de la
renunciar a su calidad de mapuche. Yo creo que él va a seguir cultivando
desde su punto de vista la fe católica, la cultura mapuche en todos sus
ámbitos. Entonces, seguir estigmatizando la incursión del mapuche en
otra fe, me parece que no es el camino. Creo que el camino sería que el
mapuche siga sintiéndose mapuche, aun cuando use jeans, aun cuando
use celular, aun viaje en avión, aun cuando hoy día tenga
cuando ahora
un Mercedes Benz. El mapuche debe seguir sintiéndose mapuche, y
así, si tiene alguna postura filosófica, así si tiene una profesión, así si
tiene una fe, que es parte del ser. De manera que ahí hay un tema que
es muy interesante.

157
En la Comisión del Nuevo Trato, a la que yo pertenezco, se ha to
cado el tema, porque se tiende a llevar a nivel de conflicto. Entonces, la
Comisión del Nuevo Trato está tratando de coordinar una reunión entre
mapuches evangélicos para considerar esta cuestión.
Yo creo que, yendo más al fondo, en algo he rescatado lo que decía
el profesor; creo que no son contradictorias ambas posiciones, la católica
y la evangélica. Tal vez tienen matices distintos, pero contradictorias, no
lo creo.

Obviamente que el fanatismo de algún católico y el fanatismo


de algún evangélico, sí hace daño. Eso lo comparto. Por eso yo lanzo
un tema que está saliendo a colación. mapuche está
Porque el mundo
entrecruzado en lo religioso por el tema del dinero. Querámoslo o

no, es un hecho objetivo; como decimos los abogados, un hecho de


la causa, de manera que hay que estudiarlo, hay que revisarlo. A lo

mejor puede ser materia de estudio de la próxima jornada que pueda


hacer la Universidad de Chile.

Eugenio Aspillaga Gran parte de las cosas están dichas ya. Sin embargo para la
reconstrucción de la historia es importante para el mapuche conocer su
genealogía, de dónde viene. Creo que es necesario, que no está del todo
hecho. No está del todo hecho por las ciencias huincas.
Y entonces, es necesario ver al otro, y esto es lo que yo decía, no sólo
es importante, que se reconstruya la identidad del pueblo mapuche, sino
que el pueblo chileno asuma su condición de mestizo. Que nos veamos
en mapuches, pues están nuestras raíces ahí: o sea, la sociedad chilena
los
es una sociedad mestiza y tiene raíces profundas en lo mapuche.
Sin embargo, para esta reconstrucción, lo más importante es conocer
su jerarquía, su pedagogía, y creo que es necesario porque no está todo

hecho. Puede ser que haya un grave desconocimiento no formal del


mundo vital mapuche.
Eso también tiene problemas que tienen consecuencias políticas.
Cuando el político está a veces reticente algunos problemas que
a tratar

tienen que ver con la identidad y son reivindicaciones importantes de


los grupos mapuches, no sólo está cautelando los intereses de las trans

nacionales.
Entonces siempre hay que mirar todas las facetas del problema, y
una que nosotros, la sociedad no mapuche, no reconocemos
de ellas es

nuestro componente indígena, no los que estamos aquí, que tenemos

158
una especial inclinación por tratar de entender el problema, por tratar de
establecer puentes, vínculos, entre los distintos segmentos de nuestra so
ciedad que la reconocemos heterogénea, que la reconocemos diversa.
También sería bueno que el mapuche se reconozca diverso, que se
reconozca heterogéneo. Hay ideales comunes, están dichos
por todos: esta
búsqueda de las raíces, esta búsqueda del pasado, esta identificación con la
tierra, esta identificación con la lengua, esta búsqueda de reconstruir la lengua,
de dársela a los
hijos, y creo que hay que hacer esta búsqueda del pasado;
también de raíces biológicas, incluso para entender problemas de salud.

Hoy no hay una focalización diferencial de las estrategias de tratamien


to de los problemas de salud, como una política gubernamental, porque no

se conoce la diversidad del problema, no se ha


investigado cómo estaba la
enfermedad a través del tiempo, antes de la llegada de los españoles. Es

que hay que conocer también los atributos biológicos de las poblaciones
del pasado, que dieron origen al pueblo mapuche. Hay que saber cuándo

parte, por ejemplo, lo mapuche, finalmente en su historia.

HÉCTOR Painequeo. Bueno, yo creo que si hay conclusiones, las vamos a leer
más adelante. Hemos tomado apuntes que parecen también interesantes.
Yo quería, nada más, no tocar esto, sino otro punto, que como emoción,
que como sentimiento, me llega más fuerte en este minuto. Y es porque
todavía no capto de dónde asirse para tener una respuesta. Creo que este

es un punto que a mí me preocupa. Creo que es una búsqueda, pero en

esa búsqueda hay un espacio, que está recóndito.


Pienso que esa es una pregunta.
Pero, hay una respuesta. No es que no exista la respuesta. Proviene
de una opinión que no puedo exigir a la gente, al oyente, que comparta
lo mismo que yo estoy sintiendo.
La respuesta es Jesucristo. ¿Qué dijo Jesús? "Amaos los unos a los otros".
Una persona decía antes: hay que estudiar. Si lo hacemos de ver
dad, nosotros vamos a tener verdadera liberación. La liberación nos va

a permitir decir cosas fundamentales, importantes para el desarrollo,


no

solamente de uno, sino de la sociedad que nos rodea, de la comunidad


de los pueblos indígenas oprimidos, del Estado en general.
Para terminar, yo quisiera decir que el cristianismo debe alumbrar. Dios
es único, está en el cielo. Dios es vivo, Dios tiene a su Hijo, Jesucristo
intercesor, entonces Él quiere alumbrar a las culturas, alumbrar los pen
samientos, alumbrar a los hombres en su caminar.

159
Juan Álvarez. Yo más bien voy
a referirme al habla mapuche, porque hay una

experiencia que muchos de nosotros, como alguien decía, hablamos ma


puche a medio hablar. Cuando hablamos castellano, también hablamos
a medio hablar.
Pero hay mapuches, personas mayores, abuelitos, abuelitas, que
hablan como deben hablar.
En este caso, no sé si el verdadero nombre de la lengua es mapu
dungún. Mapudungún es hablaralgo de la tierra. Por ejemplo: "sem

brar, cómo lo vamos a hacer". La palabra mapuche dungún es la que


tiene el
significado de gente que habla, porque el tema de la tierra es

mapudungún.

Adán Ancamil. Yo no quisiera dejar pasar, humildemente, algunas cosas


que se dijeron. Creo que quedó en el aire esto de los estereotipos en
cuanto a mapuche pretendía que era el poseedor de la verdad,
que el
que todo lo que hacía él era perfecto. Nosotros, los mapuches, no

creemos que sea así, sino que las prácticas que utilizó nuestro pue

blo, en épocas pasadas, fueron dignas de imitar. En este tiempo ya


se han perdido. Por ejemplo, para un convenio que existía entre un

hermano y otro, bastaba oralmente decir o pasarse la mano, para que


existiera un respeto único y para que se cumplieran esos acuerdos,
cosa que ahora no existe.

Ahora, respecto de si somos diferentes, claro; el mapuche reconoce


la diversidad. Se reconoce diferente de otros. De lo que se da cuenta es

que somos diferentes, nosotros los mapuches respecto de los huincas,

por que éstos poseen la cultura que es dominante.


Lo otro, respecto de la religión, la práctica nuestra, no es reli

gión el
nguillatún: es una forma de adorar al mismo Dios que tiene
el católico, elevangélico; en qué nosotros, ¿qué es diferente?, que
no concordamos con las prácticas y la forma de practicar la reli

gión, de explicarle a la gente. Ahí tenemos diferencias, no tenemos


diferencias en que estemos hablando del mismo tema. Eso por un

lado.
Lo otro, que me faltaba, respecto de la educación. Aquí se ha

hablado de una microexperiencia. Yo creo que la reforma educacional

permite eso, que cada establecimiento educacional pueda elaborar sus


propios planes y programas, eso sí, ciñéndonos a un marco referencial,
que incluye los contenidos mínimos y los objetivos.

160
De todas maneras, nos coloca en un marco donde las autoridades no

han de la situación. Yo, aen mi intervención,


se
preocupado mayormente
primera hora, dije que la interculturalidad podría ir injertándose en estos

objetivos, con las cuales pretende el gobierno abrir horizontes.


Eso no más. Y añadir, que me congratulo por haber estado con gente tan
estudiosa como ustedes. Muchas gracias.

Manuel Dannemann: Unas palabras finales, con un sello personal, así que no

pido nadie que las comparta, pero que las digo de mucho corazón:
a

que la cultura mapuche no sea una cultura de recuerdo, no sea una


cultura de la nostalgia. Que sea una cultura del presente y del futuro,
como aquí se ha dicho, como es toda cultura, que está viva porque se

transforma.

Siempre habrá cambios. Lo dijo hoy el sicólogo Ricardo Musalem,

que tuvo una feliz intervención. Pero que no se muera la esencia. Pueden
cambiar las expresiones, las
representaciones.
Se ha discutido muchas qué pasa con el águila de dos cabezas;
veces

que es símbolo de la Casa de Habsburgo, una casa tan poderosa en toda


Europa. ¿Será un sello ancestral de carácter prehispánico o fue impuesta
también a sangre y fuego por los españoles?
A lo largo del tiempo ha surgido una identidad, que nosotros estamos

reconociendo, impulsando y respetando.


Por lo tanto, no nos limitemos a revivir el pasado. Aquí se ha hablado
de una re-identificación o una re-etnificación.
Vamos a encontrar en el futuro, muchas transformaciones. Pero,
si los que hoy tienen la responsabilidad, mapuches y no mapuches, de
defender, de respetar y de estimular la cultura mapuche, por muchos
cambios que haya, como la historia nos enseña respecto de otras nacio

nalidades, en otros pueblos, seguramente esta cultura va a existir y se

va a revitalizar.
Yo creo que de
algún modo nos vamos hoy no sólo satisfechos, nos
vamos optimistas, nos vamos con una gran esperanza y también con una
gran responsabilidad. Una responsabilidad que les corresponde a todas
las personas que han decidido estudiar la culturamapuche.
Se me ha
pedido dar un saludo a todos ustedes y que les manifies
te nuestra gratitud; reconocemos el esfuerzo
que han hecho al venir
acá, el estar tantas horas en este espacio, personas que han viajado
durante toda la noche y que con razón desean tener unos momentos

161
de descanso, porque mañana van a seguir trabajando. Y cuando se

hacen esas cosas, con esa entereza con que ustedes lo han hecho, in
dudablemente que hay corazones muy bien puestos y hay una decisión
de seguir adelante, lo que nosotros, repito, agradecemos en toda su

profundidad.
En mapudungún, bueno, porque por Él estamos aquí todos nosotros.
Vamos a
pedir a Dios Chau Gnechen.

Chau Gnechen mapu ulmén. Queme mapu Chau leimi

162
>£P21M
Políticas educacionales
en el cambio de siglo. La reforma del
sistema escolar en Chile
Cristian Cox

Promesas de cambio.

Izquierda y derecha en el
Chile contemporáneo
Mireya Dávila A.
Claudio Fuentes S.

Cambios sociopolíticos
en el escenario mundial

(1945-2000)
José Garrido

Inmigración peruana en Chile.


Una oportunidad a la integración
Carolina Stefoni Espinoza

Chile y la Comunidad del Pacífico


Juan Salazar Sparks

Mis visiones sobre educación.

Propuestas para un debate


Luis Riveros

Los desafios de la educación chilena


frente al siglo XXI
Comisión Nacional para la
Modernización de la Educación

Sociología Militar.
La Profesión Militar
en la Sociedad Democrática
Ornar Gutiérrez V.
'«re^TBJftrggrl

ürf ««wlSí

Este libro es el resultante de una jornada de

¿Qué es ser mapuche trabajo del Departamento de Investigación de


la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo

hoy en Chile? de la Universidad de

ponencias, comunicaciones
Chile, que reuniera
testimoniales y

MANUEL DANNEMANN (Editor) debates, de estudiosos y de miembros de la


etnia mapuche, en la búsqueda de respuestas
a la
pregunta ¿Qués es ser mapuche hoy en
Chile?, en este tiempo cuando el gran tema
de la cultura y sociedad indígenas ha adquirido

significados y dimensiones acuciantes en el


sistema global chileno. Así, en un plano de

múltiples y diversos contenidos, surgen opi


niones y propuestas que confluyen en una
síntesis de la identidad mapuche, la cual los
lectores de este libro podrán apreciar como
un
aporte a la interrogación formulada.

Manuel Dannemann, Profesor Titular del


Departamento de Antropología de la Facultad
de Ciencias Sociales, Director-del Programa
de Desarrollo de Identidades Culturales del

Departamento de Investigación de la Vicerrec


toría de Investigación y Desarrollo, Director
del Archivo Central Andrés Bello, de la Uni
versidad de Chile. Entre sus pubUcaciones
vinculadas con la temática de este libro se

hallan Grupos aborígenes chilenos, su situa


ción actual y su distribución territorial, en

coautoría con Alba Valencia ;- Lascomunida-


des pehuenches y su relación con las proyectos
hidroeléctricos del Alto Bío-Bío; Pareja, sexo

y vejez desde una


perspectiva etnológica.

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