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U.

1
Barthes, “La cocina del sentido”

Para descifrar los signos del mundo se necesita luchar contra cierta
inocencia de los objetos. Es por esto que es necesario desnaturalizar
conocimientos adquiridos innatamente (como en este caso el aprendizaje de
la lengua) para adaptarse, no al contenido del mensaje, sino a su
construcción. Con la frase “entrar en la cocina del sentido” Barthes busca
hacer una alusión entre el modo de preparar una comida (ingredientes,
recetas y pasos etc.) y el desmenuzar la construcción de un mensaje y
poder comprender cómo fue creado, cuáles son sus componentes y cómo se
relacionan sus partes entre sí.

Todo signo es portador de un significado que debe ser descifrado. El


significado se construye histórica y culturalmente. Los signos comunican
valores, ideologías, ideas, y adquieren su significado en su interacción con
la sociedad.
Los significados no son estáticos, sino que mutan a medida que la sociedad
cambia.

La denotación y la connotación según Barthes


Según Barthes un signo esta compuesto por dos caras. La denotación y la
connotación.

 La denotación está relacionada con la cualidad material del signo,


con las características físicas del objeto. Es una descripción de los
elementos que la componen. Ej: Rojo como pigmento.
 La connotación es un segundo significado que adquiere el signo o el
mensaje y que está codificado. La comprensión de dicho significado
dependerá del conocimiento que se tenga del código y del
entorno/cultura/momento histórico dónde se utilice dicho mensaje.
Esto es así porque la connotación es un significado construido
culturalmente que varía según la historia y la sociedad. Así mismo la
connotación de un signo varía según su relación con los otros signos
que componen un mensaje. Ej: Rojo como amor o pasión.

Entrando en la “cocina del sentido” Barthes busca estudiar esa misteriosa


operación mediante la cual un mensaje cualquiera adquiere un segundo
sentido, en general ideológico. (Sentido connotado).

Geertz, “El artes como sistema cultural”

Geertz analiza el término arte desde una perspectiva semiológica. Expone


que no hay una única definición, sino que dicho significado es una
construcción social y cultural que varía y se modifica constantemente según
la época y la sociedad.
“Otorgar a los objetos de arte una significación cultural” (p.120) es mirar al
arte desde una perspectiva semiológica.
Podríamos decir que la perspectiva que propone el autor es más bien un
enfoque antropológico porque no realiza un análisis de la definición del
término arte ni de los procesos de la comunicación, sino que profundiza en
la necesidad que tienen los hombres por comprender y definir las cosas y
como estas definiciones varian según la época y el entorno sociocultural.

U.2
Saussure, “Curso de lingüística general”

F. Saussure. SXIX (1857-1913). Fundador de la lingüística moderna (estudio


del funcionamiento de la lengua). Positivista. Creencia en el desarrollo de la
historia gracias a los avances tecnológicos y la aplicación de métodos
científicos. Saussure transforma el estudio de los signos en un proyecto
lingüístico.

Lingüística: Estudio de la lengua.


Semiología: Es la ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la
vida social. Nos enseña en qué consisten los signos y cuáles son las leyes
que los gobiernan. Dicha ciencia estudia todo sistemas de signos:
lingüísticos, viales, visuales, marítimos. (Saussure solo llega a analiza el
sistema de signos lingüísticos).
El estudio que realiza de los mismos es sincrónico. No estudia el desarrollo
de los signos en la historia y su mutación a lo largo del tiempo, sino que
estudia lo que ocurre con este fenómeno en un momento dado y como este
se relaciona con otros fenómenos dentro del mismo momento.

Lenguaje: Lengua + Habla


Lengua: Es un conocimiento heredado y aprendido. Lo registramos
pasivamente. No supone una premeditación, la reflexión solo interviene
para clasificar. Forma parte de una convención social. Es de naturaleza
homogénea: solo es esencial la unión del sentido y la imagen acústica, y
sistemática. Se puede estudiar por separado del habla. Es tangible: los
signos de la lengua pueden fijarse en imágenes convencionales a través de
la escritura.

Habla: Individual y expresiva. Mecanismo psicofísico que permite


exteriorizar y comunicar la individualidad del hablante. Heterogénea,
asistemática, caótica, individual. Acto de inteligencia.

Circuito de la palabra
A B

En el cerebro de A: Conceptos que se encuentran representados por


imágenes acústicas que sirven para su expresión.

Función psíquica: El concepto que se quiere expresar es representado en


el cerebro por una imagen acústica.
Proceso fisiológico: El cerebro transmite a los órganos de la fonación un
impulso correlativo a la imagen.
Proceso físico: Las ondas sonoras de propagan de la boca de A al oído de
B, que realiza el proceso inverso de decodificación.

Una imagen acústica viene a asociarse con un concepto.


La imagen acústica es la huella psíquica, una representación dada por el
testimonio brindado por nuestros sentidos.
Todos los individuos ligados por la misma lengua reproducirán los mismos
signos unidos a los mismos conceptos. Al sumar todas las imágenes
verbales almacenadas en todos los individuos que pertenecen a la misma
comunidad encontraremos el lazo social que forma la lengua.
La lengua es el depósito de las imágenes acústicas y la escritura la forma
tangible de esas imágenes.

Unidad lingüística
El signo lingüístico une un concepto con una imagen acústica.
Concepto: Abstracto  Significado
+
Imagen acústica: Material  Significante
=
Signo

Principios del signo lingüístico


1. Lo arbitrario en el signo: El signo se presenta como arbitrario porque
la unión entre un concepto y su imagen acústica no tiene razón de ser. Una
idea o concepto podría ser representada por cualquier secuencia de sonidos.
El significante no depende de la libre elección del hablante sino que es
inmotivado (arbitrario en relación con el significado). Esto se evidencia en
los diferentes lenguajes.
El lengua como medio de expresión es recibido/heredado por una sociedad
como una convención y como un hábito colectivo.
Significante arbitrario e inmotivado en relación al significado.

Símbolo utilizado para designar lo que nosotros llamamos significante. El


símbolo tiene carácter de no ser completamente arbitrario. Hay un vínculo
natural entre el significante y el significado. Ej: El símbolo de la justicia no
puede ser representado por un objeto cualquiera como ya sea un “cono”.

2. Carácter lineal-temporal del signo: El significante por ser de carácter


auditivo se desarrolla en el tiempo. Su extensión se desarrolla en una sola
dirección formando una cadena. Esto se visualiza cuando el signo lingüístico
es representado por medio de la escritura (línea espacial de signos
gráficos).

Signo: Arbitrario/ Inmotivado/Se desarrolla en el tiempo.

3. Inmutabilidad y mutabilidad del signo: El signo lingüístico es una


herencia de una época precedente. Lo incorporamos “naturalmente” desde
nuestro nacimiento. Saussure habla de inmutabilidad del signo por la
imposibilidad de modificar sustancialmente los componentes de la lengua.
Esto se debe a:
- La complejidad de aprender la lengua materna, sus componentes y
relaciones. Si se generara un cambio radical en la lengua uno debería volver
a aprender signos, reglas, etc. Que ha ido incorporando desde su
nacimiento.
- La naturalización e inconsciencia en la incorporación de la lengua.
- El carácter arbitrario del signo. No hay un motivo para preferir el término
soeur a hermana, uno generalmente está satisfecho con el idioma
heredado.
- La cantidad y complejidad de signos necesarios para la construcción de la
lengua.
- El carácter complejo del sistema requeriría de los mejores especialistas
para su decodificación y construcción de nuevos códigos.
- Resistencia de la inercia colectiva a un cambio lingüístico que asemeja ser
innecesario.

La lengua es producto de fuerzas sociales que actúan en función del tiempo.


En todo momento la solidaridad con el pasado pone en jaque la libertad de
definir.

Aunque pueda sonar contradictorio otra característica del signo lingüístico


es su carácter mutable. El paso del tiempo y los cambios producidos en
el mismo no son adrede produciéndose pequeñas alteraciones en usos y
significados de algunos signos lingüísticos. Esta evolución es inevitable y
fatal (no hay ninguna lengua que pueda resistirla) y se asocia con los
cambios que se producen en la cultura y la sociedad. El principio de
alteración se funda en el principio de continuidad. El signo esta en
condiciones de alterarse porque se continúa, en toda alteración lo que
domina es la materia vieja. Se modifican sonidos, pronunciaciones y
significados como también desaparecen del uso cotidiano palabras para
darle lugar a nuevas expresiones que se incorporan a este complejo
sistema. Sea cualquiera de estos cambios que ocurran (de forma aislada o
combinada) siempre conducen a un desplazamiento de las relación entre el
significado y el significante.
La lengua es intangible pero no inalterable.
La continuidad del signo en el tiempo unida a la alteración en el
tiempo es un principio de semiología general.

La lengua no es libre porque el tiempo permitirá a las fuerzas


sociales que actúan en ella desarrollar sus efectos, y se llega al
principio de continuidad que anula a la libertad. La continuidad
implica necesariamente la alteración, el desplazamiento más o
menos considerable de las relaciones.

Identidad Sincrónica: Se refiere al término de identidad sincrónica cuando


una misma porción de sonoridad (“nada”), que está revestida de la misma
significación, puede ser utilizada en dos o más situaciones obteniendo al
final diferentes significados. Una palabra puede expresar ideas muy
diferentes sin que su identidad resulte seriamente comprometida. Esto es
así porque la entidad que la constituye se ve afectada por su relación con
respecto a los otros signos que la rodean, por ejemplo. Así mismo cada vez
que empleo la palabra “nada” o “señores” renuevo la materia; es un nuevo
acto fónico y un nuevo acto psicológico.

Valor del signo lingüístico: es la función que adquiere un signo dentro de


un mensaje. Esta estará determinada por sus características o significados.
El valor de un signo se modificará según su relación con los otros signos que
compongan el mensaje. Esto es partiendo de la totalidad que podremos
analizar las partes que lo conforman.
El valor es sin duda un elemento de la significación. Es la propiedad que
tiene la palabra de representar una idea.
Los valores siempre están constituidos: 1. Por otra cosa que no es
semejante pero es susceptible de ser trocada por la primera (que determina
el valor de la segunda). 2. Por cosas similares que se pueden comparar con
aquella cuyo valor está por ver.// Ej. 1 franco por 2kg de pan// Ej, 1dolar por
$5.5.// Del mismo modo una palabra puede trocarse por algo desemejante
como una idea o compararse con otra cosa de la misma naturaleza: otra
palabra.
Los valores corresponden a conceptos definidos, no positivamente, sino
negativamente por sus relaciones con otros términos del sistema. Su más
exacta característica es la de ser lo que otros no son. (Definir por la
negativa, por lo que no es).

Sistema lingüístico: Saussure define la lengua como un sistema y no


como una nomenclatura porque la nomenclatura entiende la lengua como
un listado de términos que corresponde con un listado de cosas, de esta
manera se les asigna a los términos un valor esencial y positivo. Saussure
critica esta idea porque presupone una idea ya formada que preexiste a las
palabras. De esta forma presenta a la lengua como una relación entre
conceptos e imágenes acústicas que interaccionan y dependen de
desarrollarse en el tiempo y dentro de una masa hablante.
Dentro de este sistema los signos no preexisten sino que son valores puros
que tienen identidad diferencial y opositiva y que solo se pueden concebir
dentro de sus mutuas relaciones que son las que determinan su valor.
La significación emana del sistema, es un espacio homogéneo en
donde los signos entablan una relación diferencial y opositiva
siendo la identidad de cada elemento, no un conjunto de
propiedades inmutables, sino una posición en el espacio relacional
que habilita dicho código. De aquí que denomina a la lengua como
una forma y no como una sustancia.

Relaciones sintagmáticas: relación de elementos que se alinean en


cadena y que funcionan en relación con el que les antecede, con el que los
sucede y con su totalidad.
Relaciones asociativas: fuera del discurso las palabras que ofrecen algo
en común pueden ordenarse en la mente en relaciones asociativas. Se crean
tantas reglas asociativas como relaciones se encuentren. Una misma
palabra puede formar parte de diferentes conjuntos al mismo tiempo. Los
términos de una familia asociativa no se presentan en un número definido
(pueden faltar y son infinitas) ni en un orden determinado.

Alejandra Vitale, “La semiótica de Pierce”


Pierce busca construir y fundamentar una teoría de los signos como el
marco para una teoría del conocimiento. Fundamenta que todo pensamiento
debe necesariamente existir en los signos y que es por esto que es
imposible pensar sin signos.
La semiótica constituye una teoría que tiene por objeto de estudio la
experiencia de la semiosis. La semiosis es el instrumento de conocimiento
de la realidad que está formado por un proceso de inferencia triádico.
Esta triada esta formada por un signo denominado representamen (cruz
verde) al que se le atribuye un objeto (allí se sitúa una farmacia) a
partir de otro signo llamado interpretante (palabra farmacia o
definición de farmacia) al que se le atribuye el mismo objeto.

1.1.2 Proceso triádico


El representamen o signo: Recibe el nombre técnico de
representamen. Es una cualidad material (una secuencia de letras o
sonidos, una forma o un color) que esta en lugar del objeto de modo que
despierta en la mente de alguien un signo equivalente (quizá más
desarrollado como una definición) al que Pierce denomina interpretante,
que aclara lo que significa el representamen y que a su vez representa al
mismo objeto.
Existen 3 condiciones para que algo sea signo:
- El signo debe tener cualidades que sirvan para distinguirlo. Como por
ejemplo: sonidos particulares que distingan que es una palabra y no otra. Ej:
Papá y papa.
- El signo debe tener un objeto.
- La relación semiótica debe ser siempre triádica.

El interpretante: Es otro signo o representación de un signo que se


refiere al mismo objeto que el representamen y que puede asumir otras
formas.
- Puede estar representado en otro sistema semiótico como por ejemplo en
una imagen.
- Puede ser demostrado o señalado con el dedo.
- Puede ser una definición científica o ingenua. Ej. Agua – H20.
- Puede ser la traducción en otra lengua.
- Pueden ser definida mediante sinónimos y antónimos.
- Puede ser definida mediante una asociación emotiva. Ej: Definición de
perro como el mejor amigo del hombre.// Perro = Fidelidad.
De estas definiciones que Pierce piense la interpretación de un
signo como la traducción de un signo en otro signo.

Pierce distingue 3 tipos de interpretante.

- Interpretante Inmediato: Es el interpretante pensado como concepto


o significado que comporta todo signo independientemente
de su contexto y de las circunstancias de la enunciación.
Ej. El interpretante inmediato de la palaba fuego es la parte del
significado que se mantiene ya sea gritado dentro de una situación
de incendio o pedido para prender un cigarrillo.

- Interpretante dinámico: Es el efecto particular que un signo provoca


en la mente del interpretante en una situación concreta de
enunciación. Efecto o pensamiento producido por un signo en el aquí
y ahora. Depende del contexto de la enunciación.
Ej. La palabra “fuego” gritada en un incendio puede significar miedo
o terror.

- Interpretante final: Presupone las definiciones de los dos


interpretantes anteriores. Es el interpretante pensado en un hábito
que hace posible la interpretación recurrente y estable del signo. El
interpretante final permite que ante un signo “cualquier mente”
llegue a un mismo resultado. El interpretante final tiene como
resultado un hábito es una regularidad en la disposición a
pensar/actuar frente al mundo.
Ej: Mujer = ser humano femenino.

Las tres instancias de interpretación de un signo funcionan en


simultáneo en un acto de semiosis.

Principio del pragmatismo: Es la creencia en que la verdad de un


concepto determina hábitos y conductas. Pierce afirma que para el
pragmatismo el interpretante inmediato de todo pensamiento propio es la
conducta. El pragmatismo sostiene que lo que nosotros pensamos
debe ser entendido en términos de lo que estamos o no dispuestos
a hacer.
Se evidencia una aplicación de la ética (lo que determina nuestros
pensamientos esta conectado con nuestro deber ser/hacer) en el principio
del pragmatismo.
El objeto: Para que algo sea signo debe representar a otra cosa llamada
objeto. Es el objeto en si mismo representado por su representamen e
interpretado por el interpretante. Puede ser material o no.
Pierce se referiría a los signos como si tuvieran un único objeto (para no
complejizar su análisis) pero estos pueden tener múltiples objetos siendo
llamados objetos complejos.
Pierce distingue entre 2 tipos de objetos:
Objeto inmediato (interior en la semiosis): Es el objeto
representado. Es el objeto tal como es representado por el signo mismo.
Este objeto depende de la representación de él en el signo. Ej: el ex
presidente Juan Domingo Perón.
Objeto dinámico (exterior a la semiosis): Es el modo de
representación del objeto. Es un objeto de la realidad representado fuera
de la relación semiótica/ independiente del modo en que un signo lo
representa. Es el objeto de una realidad que tiene una existencia
independiente de la semiosis pero para que el signo pueda decir algo de él
es necesario que ya haya sido objeto de semiosis anteriores, partiendo de
que el interpretante tenga un conocimiento de dicho objeto. Ej: las
acepciones y definiciones positivas y negativas que se han hecho de él.

1.1.3 El fundamento: El signo representa a un objeto. No lo hace en todos


sus aspectos sino solo en referencia a una suerte de idea que se tiene de él.
Esta idea es la que Pierce ha llamado fundamento del representamen. Son
uno o varios razgos o atributos que tiene un objeto y que permiten
identificarlo y diferenciarlo de otros objetos.

1.1.4 Concepto de semiosis infinita:

Se explica que el concepto de semiosis es infinito porque todo interpretante


es a su vez signo y representamen de otra relación de semiosis. Se forma
una cadena donde cada signo es a la vez interpretante del que lo antecede
y representamen del que le sigue.
Puesto que un interpretante es en general un signo mas desarrollado que el
representamen, la cadena de la semiosis infinita determina un aumento
paulatino del conocimiento sobre un objeto.

1. 3 Las categorías
La concepción triádica del signo de Pierce tiene como origen la división
triádica de las categorías. Estos son los principios ordenadores de la
realidad. Son tres categorías del fanerón/mundo de las ideas. Todas las
ideas (o fanerones) puedes ser pensadas según estas tres categorías:

Primeridad: La primeridad implica considerar algo tal como es sin


referencia a ninguna otra cosa. Se puede vincular con las ideas de libertad,
posibilidad, indeterminación, comienzo, novedad. Es libre e indeterminado
porque se puede tomar cualquier cosa como punto de partida. En el signo el
representamen (cualidad) se corresponde con la categoría de primeridad.
Segudidad: La categoría de segundidad considera a algo tal como es pero
en relación a otra cosa. Establece una relación diádica. Pierce lo relaciona
con la idea de existencia. Si se piensa en una serie el primero, en si mismo,
es solo la posibilidad de la serie, es el segundo quien introduce la existencia
de ella. Con ambas categorías no podríamos completar una ley ni establecer
una regularidad, sería una serie muy azarosa. En el signo el objeto es quien
se corresponde con la categoría de la segundidad.
Terceridad: La terceridad funciona como pensamiento mediador. Es la que
permite establecer una regularidad, una ley. Es el tercero el que introduce
una progresión regular no azarosa. Pone en relación un primero con un
segundo y con el mismo en cuestión. En el signo es el interpretante quien
corresponde con esta categoría y es además quien incorpora una auténtica
relación triádica.

Las relaciones que se generan entre las tres categorías del signo y las del
fanerón forman nueve tipos de signos. Nosotros solo nos concentraremos en
los tipos de signos generados a partir de aplicar las categorías del
fanerón aplicadas al objeto. Siendo el ícono el resultado de la relación
entre el objeto y la primeridad, índice entre el objeto y la segundidad¸y
símbolo el del objeto y la terceridad.

Signos formados en la unión de las categorías del fanerón aplicadas al


objeto.

- Ícono: (por semejanza) Un ícono es un signo que entabla una relación


de semejanza o similitud con el objeto. Ej: una imagen o fotografía. En
palabras de Pierce un ícono es un representamen que por su
cualidad es similar a su objeto.
ón El ícono no tiene una conexión dinámica con el objeto. Simplemente
acontece que sus cualidades se asemejan a las del objeto y excitan
sensaciones análogas en la mente para la cual es una semejanza.
Las clasificaciones de los íconos (según su grado de primeridad que
comparten con el objeto) son:
- Las imágenes /cuadros, dibujos, fotografías, jeroglíficos/: íconos que
comparten cualidades simples del objeto: color, forma, tamaño.
En el lenguaje las onomatopeyas tienen naturaleza icónica pues guardan
analogía con el sonido que representa.
- Los diagramas /organigrama de una empresa, infografía, cuadros
sinópticos/: comparten relaciones de las partes el objeto.
- Metáforas: guardan un paralelismo con su objeto, hay una relación de
semejanza que hace posible la metáfora.

- Indice: (por contigüidad) El índice entabla con el objeto una relación


existencial. Es un signo que se refiere al objeto que denota en virtud de ser
realmente afectado por aquel objeto. Dependen de acciones por
contigüidad. Marca la articulación entre dos partes de una experiencia. Ej:
nube negra como índice de que va a llover/ presencia de síntomas de una
enfermedad.
Algunas de sus características son: Carecer de todo parecido significativo
con el objeto, se refieren a unidades individuales, dirigen la atención a sus
objetos por compulsión ciega.

- Símbolo: (por convención) El símbolo es un representamen que se


refiere a su objeto dinámico por convención hábito o ley. Es un signo que se
refiere al objeto que denota mediante una asociación de ideas generales
que operan de tal modo que son la causa de que el símbolo se interprete
como referido a dicho objeto. Ej: signos de la escritura, sistemas de
señalización, signos utilizados en diciplinas científicas, signos braïle, código
morse, notaciones musicales, insignias militares, isologotipos, isotipos.

Cuando usamos el lenguaje nos valemos de símbolos en tanto que


las palabras se relacionan con el objeto mediante una convención,
hábito o ley, pero también utilizamos índices que son los que nos
permiten conectar nuestro enunciado con los objetos del mundo al
que nos referimos y finalmente intervienen íconos en tanto
imágenes mentales con los que asociamos las palabras.

Benveniste, “El aparato formal de la enunciación”


Benveniste sienta las bases para un nuevo giro que permitirá trascender los
limites de una teoría de la significación pensada en términos de las
relaciones mínimas (es decir los signos al interior del sistema) y postula un
nuevo objeto de análisis: las estrategias enunciativas en una situación de
discurso y sus efectos en el sentido. Toma la herencia saussureana pero
supera el punto de vista estructural para trascender del universo del
sistema virtual de relaciones (Saussure).
El autor parte de la concepción clásica del esquema comunicativo: Emisor –
Mensaje – Receptor en donde aparecen figuras predefinidas a la escena
enunciativa. Un Emisor que funciona como un enunciador activo que
controla el sentido del mensaje¸ un mensaje en donde se utiliza el código de
la lengua como vehículo capaz de efectivizar el acto comunicacional y un
receptor pasivo que se limita a decodificar el mensaje.

El autor postula un nuevo objeto de análisis: la enunciación. La


enunciación es el poner a funcionar la lengua por el acto individual de la
utilización. Es el acto mismo de producir un enunciado y no el contenido
del mismo. Entra en relación con su contexto de utilización, los modos de
enunciar el mensaje y los efectos que estos producen en él.
Busca salir de la lengua como sistema de signos para penetrar en el
universo de la lengua como instrumento de comunicación cuya expresión es
el discurso.

La lengua como es definida por Saussure es un objeto de conocimiento


autónomo, un sistema de signos de carácter psíquico, de naturaleza social,
anterior y exterior al individuo. La relación entre el locutor y la lengua
determina los caracteres lingüísticos de la enunciación. El locutor se apropia
del aparato formal de la lengua y enuncia su posición mediante indicios y
procedimientos específicos.

Interacción discursiva
Sentido y referencia son dos momentos o niveles indisociables de toda
praxis discursiva. Esta interacción se da siempre en el interior de la frase.
Sentido como la propiedad de significar por referencia a la estructura o
código de la lengua “reconozco el enunciado porque conozco los signos que
lo componen y al mismo tiempo se inscribe en una situación dada señala a
un referente”  Referencia el enunciado se inscribe y/o hace referencia a
una situación dada o en un contexto específico y es por conocer esto que
puedo comprenderlo.

Crítica y aporte de Benveniste a la teoría de Saussure


Benveniste privilegia el estatuto del sujeto hablante en relación al
código de la lengua. El sentido no estará regido únicamente por las leyes
universales del código lingüístico sino que se encontrará en una situación
concreta, histórica tal vez, donde el sujeto hablante se relacionará con su
enunciado pues se encuentra inscripto en él. La presencia del locutor en su
enunciado hace que cada instancia del discurso constituya un centro de
referencia interna.

Antes de Saussure la lingüística buscaba echar luz sobre los


orígenes y la evolución de la lengua en la historia. Es a partir de la
mirada de él que el interés se desplazada a los orígenes del
fundamento de la lengua como poder de significación y la búsqueda
de la estructura latente que rige su funcionamiento (abstrayéndose
de la historia). Mientras que en Saussure la necesaria e
indisociable relación entre lengua y habla esta aludida pero no
formalizada es Benveniste el que nos provee de un aparato
conceptual capaz de articular productivamente ambas dimensiones
siendo el sujeto hablante la figura que organiza y emerge de la
instancia enunciativa.
Es la noción de código como única instancia reguladora de sentido
la que se encuentra en crisis a partir de los aportes de Benveniste.
No se trata de abandonar la idea de sistema o código sino de
pensar que el sentido del mensaje no se encuentra únicamente en
las palabras sino que se configura en la escena o contexto en el
que este se inscribe. Es este acontecimiento de sentido dado por el
código de la lengua y brindado por la escena lo que Benveniste
llama enunciación.

Estudio de la enunciación
La enunciación como acto de funcionamiento de la lengua y como la
apropiación del aparato formal de la lengua por parte de un sujeto funda no
solo una relación con el otro sino la inserción del discurso en el mundo. Ve el
discurso como un modo de producción y transformación de eso que
llamamos realidad modificando al mismo tiempo tanto a quien produce el
enunciado como al que dicho enunciado está dirigido. El hombre nunca
aparece separado de la lengua, es en y por el lenguaje como el hombre se
constituye como sujeto, porque es en el lenguaje que se funda en la/su
realidad el concepto del ser: el concepto del ego.
Benveniste busca explicar la enunciación en el marco formal de su
realización atendiendo a los aspectos regulares y necesarios de la situación
en la cual un sujeto recurre a la lengua para, a través de su uso
transformarla en discurso. Evoca encontrar una serie de elementos
regulares en toda acción individual.

El análisis de la enunciación supone sobre todo el análisis de la


acción y de la situación antes que del producto de la misma.

Dentro del aparato formal se encuentra:


El Locutor: Funciona como centro de referencia. Es el sujeto quien en el acto
de enunciación se posiciona como eje ordenador de ella /Establecido por
una relación de YO – TU/ Se remite a si mismo como un yo.
Alocutario: Es hacia la figura de un alocutario que se dirige el locutor. Bajo la
materialización de un YO por parte del locutor es que se materializa la
posición del TU.
No se supone una relación de simetría entre ambos polos del enunciado,
por el contrario como se menciona antes el locutor es quien se construye
como centro de referencia de la instancia enunciativa, pero es cuando el
alocutario toma la palabra se convierte en locutor y los roles cambian. La
enunciación tiene un protagonismo asimétrico y alternativo.
Mundo/ Entorno

Casos particulares:
- Monólogo: Ejercicio de un diálogo internalizado donde el ego se divide en
dos asumiendo el rol de un yo locutor y un yo alocutario que interviene
mediante una pregunta, objeción o comentario.
- Conversación fática: El discurso con forma de dialogo busca aportar algo
entre los dos individuo, es en el caso de la comunicación fática que la
lengua parece privada de todo contexto situacional. Es que este tipo de
discurso en el cual los nexos de unión son creados por simples intercambios
de palabras que solo desempeña una función social casi de compromiso. No
suscitan ningún tipo de reflexión por parte de sus participantes. Ej: charla
de ascensor.

Huellas dentro del enunciado:


Nos señalan o indican la situación del enunciado, las relaciones personales
entre el locutor y el alocutario, el contexto de la enunciación, etc.
- Pronombres personales: YO-TU
- Pronombres y adjetivos demostrativos: ESTE-AQUEL-ESE
-Formas temporales: MAÑANA-HOY-AYER
-Formas espaciales: AQUÍ-ALLÁ
- Formas verbales: INTERROGACIÓN, OBJECIÓN, INTIMACIÓN, EXCLAMACIÓN,
ETC.

Función indispensable del alocutor: Todo enunciado está orientado


hacia la respuesta de otro y es en este sentido que moviliza la intención del
hablante. El sentido no está preestablecido ni se encuentra completa con la
intención del emisor, antes bien, requiere de la figura del alocutario, pues se
demanda una respuesta y se materializa en un proceso de negociación en el
que intervienen diversos elementos. Aquello que nos permite comprender el
sentido del enunciado no es la suma de significado de los signos inscriptos
en él sino su vinculación con una situación concreta.

Jakobson, “Lingüística y poética”


Jakobson investiga el lenguaje en toda la variedad de sus funciones. Amplia
y complejiza el modelo de la comunicación clásico. Propone un modelo
funcionalista donde cada uno de los seis elementos principales determinan
una función diferente en el lenguaje.

CONTEXTO

DESTINADOR MENSAJE
DESTINATARIO

CONTACTO

CÓDIGO

Dentro de un mensaje puede haber más de una función, pero siempre hay
una que predomina.

Destinador- función emotiva o expresiva: Expresión directa de la actitud


del hablante ante aquello de lo que se habla. Tiende a producir alguna
emoción ya sea verdadera o fingida. Ej: expresiones como uh! Pts! Expresan
el sentimiento de molestia, cansancio, etc de quién habla.

Destinatario – función conativa: Función vocativa o imperativa. Mensajes


que tienen que ver con la figura del receptor a quién se le destina un
mensaje de llamado de atención u órdenes. Ej: oye tu!, hey! – bebé! Agarra
eso!,
Contexto – función referencial: Esta función tiene que ver con el tema
que se desarrolla en el mensaje: de qué o quién se esta hablando. Ej:
hechizos, rezos, etc.

Canal/Contacto – función fática: Sirve para establecer contacto, prolongar


o interrumpir la comunicación. Asegurar que el canal funciona. Ej: ¿Me
escuchas?

Código – función metalingüística: Establece que el destinador y el


destinatario manejan el mismo código. Ej: ¿me entiendes? / ¿Qué quiere
decir..?

Mensaje- función poética: Expresiones que dichas de una manera en


particular suman a la compresión del mensaje. Ej: slogans publicitarios, etc.

Orecchioni, “La comunicación lingüística”


Orecchioni profundiza el estudio de la teoría de la enunciación. Tema que le
quedó pendiente a Saussure y que comenzó a trabajar Benveniste. Se
centra en las formas del decir, en como un mismo mensaje dicho de
diferentes formas puede modificar el sentido del discurso.
El sentido se construye en el hecho comunicacional. Ej: ironía, expresiones
como ¡Ay, querido! Que dependen del tono que se utilice para decirlo
modificará la intención del discurso. Orecchioni trabaja con el contenido
no dicho en el discurso.

Críticas al modelo de Jakobson


1. El código: Orecchioni plantea que los participantes de un diálogo
pueden no hablar la misma lengua o manejar el mismo código, así
pertenezcan a la misma comunidad lingüística. Ej: Argentino-Chileno:
hablan la misma lengua, el español, pero manejan diferentes códigos
lingüísticos por las diferencias de expresiones culturales de cada región.
Otro ejemplo podría ser el de dos personas de diferentes generaciones.
Con respecto a esto, Jakobson explica que un interlocutor nuevo trata
deliberadamente o involuntariamente de descubrir un vocablo en
común y de utilizar términos que el destinatario comprenda.
Orecchioni lo clasifica de optimista, explica que el código utilizado sería el
del destinatario del cual el emisor se apropiaría miméticamente. Otra
opinión al respecto es la de Lewis Carrol (autor de Alicia en el país de
las maravillas) quién afirma que el escritor o el locutor puede
atribuirle el sentido que desee a toda palabra y basta con solo
aclarar cual es el sentido otorgado a la misma, al introducirla en el
discurso, para que se efectúe exitosamente el proceso
comunicacional. Con respecto a esto Orecchioni profundiza que es sabido
que se establece un cierto consenso sobre las significaciones que hacen
posible una intercomunicación al menos parcial y que las palabras tienen en
la lengua un sentido o sentidos relativamente estables. (Signos arbitrarios).
La comprensión no puede ser sino parcial. Toda palabra quiere decir
lo que quiere decir y a la vez quiere decir lo que yo quiero que diga.
El discurso, según su significado, se desdobla en al menos dos significados:
El expuesto por A y el comprendido por B.
Entonces aparecen dos sentidos: el sentido codificado y el sentido
construido en la decodificación.

2. Problemas externos al código: Se encuentran dos tipos de


competencias a la hora de codificar y decodificar un mensaje: las
competencias de producción del mismo vs. Las competencias de
interpretación.
Competencias de producción de un mensaje: Emisor. Las competencias
utilizadas a la hora de producir un mensaje son menores de las que
utilizamos a la hora de recibirlo. Aunque conozcamos un léxico amplio, el
que realmente utilizamos es más acotado. Competencias de un sujeto:
suma de todas sus posibilidades lingüísticas.
Competencias de interpretación: Receptor. Son más amplias, se debe
interpretar diferentes discursos de diferentes personas. Las competencias
se amplian mediante el proceso de conocimiento e interpretación de los
discursos.

Universo del discurso:


Son limitaciones suplementarias que funcionan como filtro y restringen y
condicionan la posibilidad de elección.
Condiciones concretas de la comunicación:
- Naturaleza del locutor y alocutario
- Contexto donde se sitúen/Situación de la comunicación
- Organización del material político, cultural, social, etc.
- El tipo de enunciado que utilicen: ya sea oral, escrito, formal, escolar,
carta, etc.
- Carácter temático y teórico del discurso: cuestiones de género, tipos de
enunciado, etc.

Competencias no-lingüisticas:
Determinaciones psicológicas/analíticas. Estas funciones son determinantes
para las operaciones de codificación y decodificación.
Competencias culturales (enciclopédicas) o ideológicas. Condicionan la
interpretación y evolución del universo referencial .

Reformulación del esquema de la comunicación de Jakobson


Orecchioni amplía el modelo de la comunicación verbal Jakobson
incorporando otras competencias además de la lingüísticas que complejizan
la relación lengua/habla. Incluye dentro del esquema otros aspectos que
afectan al destinador y al destinatario proporcionándoles más datos que
deben conocer, codificar y decodificar para una comprensión más acertada
del discurso. Estas son:
- La codificación y decodificación de las competencias lingüísticas y
paralingüísticas. Por ej: mímicas y gestos.
- Las competencias ideológicas y culturales.
- Las determinaciones psicológicas.
- Las restricciones dentro del universo del discurso.
- La producción e interpretación del mensaje.

Conversaciones multicanal: apoyos fonéticos y paralingüísticos que


ayudan a transmitir significaciones.

Autocríticas:
- El emisor es a su vez el primer receptor del mensaje, incluso es el más
importante.
- La simetría en el mensaje verbal pide generalmente una respuesta. Todo
receptor es un emisor en potencia.
- El receptor emite generalmente en simultáneo a la emisión de un mensaje,
respuestas mímicas o gestuales. Este genera una complicación en el
sistema de decodificación pues las tareas de decodificación y codificación
de mensajes lingüísticos y paralingüisticos deben ser en simultáneo a la
emisión y recepción de un discurso.
- Múltiples Emisores. Ej: Agencias publicitarias, compañías teatrales
donde hay más de se produce una cadena de codificación y decodificación
de un mensaje y donde aparecen múltiples emisores.
- Múltiples receptores.
Receptor alocutario: Previsto por el locutor. Receptor apuntado. Se utiliza el
TU y una mirada dirigida al receptor para demostrar a quién va dirigido el
mensaje.
Receptor no-locutario: Puede ser Previsto por el locutario: En ese caso es un
destinatario indirecto. Es un testigo del intercambio verbal. O un Receptor
no previsto por el locutario: receptores adicionales, que no está previsto que
reciban el mensaje. Ej: cartas que llegan a otro destino, gente que escucha
conversaciones ajenas, etc.

Umberto Eco, “El lector modelo”


El texto es una cadena de artificios expresivos que el destinatario debe
actualizar. En la medida que este deba ser actualizado es que se presenta
como un texto incompleto. Las razones por las que Eco dice que un texto
está incompleto son:
1. Porque todo mensaje postula una competencia gramatical por parte del
destinatario. Es mediante su lectura, que el lector decodificará el mensaje
propuesto por el escritor, dándole al texto una interpretación personal que
nunca será igual al sentido otorgado por el escritor.
2. Es también sabido que un texto está plagado de “elementos no dichos”.
Son elementos que no aparecen explícitamente en el texto sino que son
sugeridos “entre líneas” por el autor. El relato requiere movimientos
cooperativos conscientes y activos por parte del lector para llenar esos
espacios en blancos dejados intencionalmente por el autor. Esos espacios
están ahí porque el texto quiere dejar al lector la iniciativa
interpretativa. Así mismo el margen de univocidad es acotado para
ser interpretado siempre con el mismo sentido que el autor quiso
otorgarle. Un texto quiere que alguien lo ayude a funcionar.

El texto prevée al lector.


Las competencias o códigos del destinatario no coinciden necesariamente
con las del emisor. Para decodificar un mensaje verbal se necesita además
de las competencias lingüísticas, competencias circunstanciales
diversificadas /económicas, socio-culturales, de épocas, de órigenes, de
territorio, de edad, etc./. Para organizar su estrategia textual un autor debe
referirse a una serie de competencias. Para esto preveerá un lector
modelo capaz de cooperar en la actualización textual de una manera
prevista por el autor. En cada caso elegirá una lengua y lenguaje
determinado, específico patrimonio léxico, estilístico, marcas distintivas de
género, restricción del campo geográfico, etc.
El autor no solo propone y presupone las competencias de su lector
modelo sino que también las instruye.

Paul Valery “il n’y a pas de vrai sens dans un texte”. Hay diferentes
maneras de interpretar un texto según quién y en qué momento de su vida,
la lea.

Lector modelo: Son un conjunto de condiciones establecidas que deben


tener los lectores de dicho texto para satisfacer que el contenido potencial
del texto quede cubierto y plenamente actualizado.
Autor modelo: Junto con un lector modelo siempre hay un autor modelo.
Esta es la hipótesis creada por el lector sobre los rasgos que tiene dicho
autor otorgado por datos de estrategia textual utilizados en el texto. Se
observan y buscan estos rasgos en las huellas textuales. Ej: subcódigos que
demuestran su competencia, ideología, gustos y preferencias.

U.4
Barthes, “Retórica de la imagen”
Barthes es un discípulo de Saussure. Es existencialista. Utiliza las
herramientas que utilizaba Saussure en su estudio de la lengua e intenta
aplicarlo a otro sistema de signos. El analiza el sistema de las imágenes y
en especial el de la imagen publicitaria. Investig el plus de sentido que
encontramos en ella. Estudia dichas imágenes porque la imagen
publicitaria es polisémica: tiene varios significados y porque es
fática: tiene una intención específica.

3 mensajes aparecen en el mensaje publicitario (los ejemplifica con una


publicidad de fideos Panzzani).
Icónico connotado: Imagen con código. El mensaje tiene un sentido que lo
puedo entender e interpretar si conozco los códigos culturales. es un
segundo significado que adquiere el signo o el mensaje y que está
codificado. La comprensión de dicho significado dependerá del conocimiento
que se tenga del código y del entorno/cultura/momento histórico dónde se
utilice dicho mensaje. Esto es así porque la connotación es un significado
construido culturalmente que varía según la historia y la sociedad. Así
mismo la connotación de un signo varía según su relación con los otros
signos que componen un mensaje. Ej: auto lujoso – hombre adinerado.
Icónico denotado: Corresponde a la descripción más literal de la imagen y
de los elementos que la componen. Sin código, no requiere de mucho saber,
es meramente descriptivo. Solo se necesita poder identificar los elementos
en función con la imagen. Ej: auto lujoso
La connotación necesita de la imagen dennotada para aparecer. Sin
imagen dennotada no hay connotación. La denotación hace parecer
como natural un sentido que en realidad es una construcción social
y cultural.
Lingüistico: Es el texto que aparece en la imagen. Todo lo que corresponde
al código lingüístico: marcas, mensajes, refranes, aclaraciones, etc. El texto
lingüístico cumple dos funciones: La función de anclaje y relevo. Anclaje
fija algo en un punto. Busca fijar ese margen de significaciones en una
dirección intencionada. Se puede dar en dos planos: el identificativo (por
ejemplo: descripción de los productos porque no se llegan a ver en la
imagen) e interpretativo remarca o refuerza un punto, por ejemplo: su
italianidad. Aparece previamente en la imagen, en los colores, e igualmente
es reforzado por la palabra Italiano. Es redundante y está en relación con la
imagen, refuerza algo ya dicho o que está en la imagen. Relevo Se
construye del relato, busca una secuencia, fomenta la continuidad de la
historia. Ej: 20% de descuento.

Estos mensajes se relacionan entre si y ayudan a crear un cierto significado


en el mensaje.

Léxico: Hay un léxico específico que se va a interpretar según las


competencias que tenga quien lo va a leer. Que en la imagen aparezcan
diferentes lexías no produce que el mensaje tenga una pluralidad de
significados. Así mismo dichos significados son remarcados de diferentes
formas: ubicación de la imagen, mensaje lingüístico, etc. para que le lleguen
a todas las personas, otros mensajes que aparecen en la imagen pero que
no son las primordiales y solo algunas personas les llega ej: forma pictórica
de distribución de la imagen. Pues no son las principales y no hacen a la
comprensión del mensaje.

Umberto Eco, “Semiología de los mensajes visuales”


Eco busca romper con la teoría mimética de la imagen. Dicha teoría dicha
que la imagen busca imitar la realidad. Para toma como ejemplo una
imagen de la Reina Isabel y la misma reina y asa su análisis en la segunda
tricotomía de Pierce que habla del símbolo/ícono/índice, preguntándose qué
grado de convencionalidad tienen los tres sistemas.
En el caso del símbolo: el grado de convencionalidad es alta, pues se
necesita del conocimiento del código para comprender la relación. Cuando
analizamos el índice también encontramos que para la comprensión de
dicha relación entre “causa y efecto” se necesita de un conocimiento previo
de los hechos y también cultural, pues las relaciones no son similares
cuando vemos una cultura y otra. En el caso del ícono encontramos que no
hay un grado de convencionalidad pues representa al objeto por semejanza.

Eco cuestiona este último caso desarrollando que el signo icónico si


tiene un cierto grado de codificación, pues no hay signo icónico que
mantenga una semejanza innata con el objeto. No hay leyes
universales al que el signo icónico copie sino que hay una
construcción mediadora que tiene “filtros”, vemos una realidad
parcial según una percepción parcial.
Eco profundiza que la percepción está mediada por códigos culturales.
Existe una semejanza entre la estructura percibida del objeto que esta
convencionalizada y el signo que la representa.

Los signos icónicos tienen una doble codificación. La primera se establece


cuando percibo y la segunda cuando es representado. La semejanza
se da entre las codificaciones dadas por la percepción y la
representación.
El resultado de dicha semejanza es una convención cultural que
está muy arraigada a todos, es por esto que la percibimos casi
como naturalizada.

En la percepción es donde el código de reconocimiento interviene. Este


código no es universal sino que está condicionado por el contexto, las
expectativas y experiencias y busca distinguir los rasgos pertinentes del
objeto. Dichos rasgos también son condicionados por el contexto socio-
cultural. Para aclarar esto Eco pone un ejemplo de una cebra. Si en un país
hubiera muchos animales rallados este aspecto no serviría como rasgo que
nos facilitara distinguir a la cebra y deberíamos buscar otros para ellos.
También varía por las expectativas: si uno busca a un amigo en el recital la
búsqueda no será la misma si esperamos encontrarlo allí a que si no
sabemos si está.

Nuestra percepción está condicionada por estas representaciones o formas


codificadas que vemos desde chicos y en todo nuestro entorno socio-
cultural: Vemos el sol con la forma del dibujo que nos enseñan en la
primaria, aunque esta, al igual que el signo de mujer que aparece en los
baños y la mujer real, no tienen nada de similar.

Diferencias entre la lengua y el código icónico: El código de la lengua


a diferencia de los códigos icónicos es un código más fuerte. Esto es así
pues la lengua tiene unidades mínimas de significación, los fonemas, de
articulación entre significado y significante que a la vez se articulan con
otras unidades mínimas formando nuevos signos. Esto no sucede en la
imagen, no existen unidades mínimas de sentido pues la imagen se
entiende por su totalidad.
La imagen se parece más al habla porque en la imagen hay diferentes
maneras de representar algo y la variante es puramente una decisión
estética.

La docente nos llevó a pensar al diseñador gráfico como un productor de lo


cultura, como el creador de nuevos íconos culturales que intervienen en la
producción del sentido. Creador de nuevas convenciones que se adoptarán
al contexto y a la época.

Arfuch, “El diseño en la trama de la cultura: desafíos


contemporáneos”
Arfuch convoca a pensar la impronta cultural del diseño en la vida
contemporánea. La institucionalización como práctica excede en mucho su
forma de incumbencia, estilos y tendencias. La autora busca relacionar el
horizonte de problemas que acarrea la contemporalidad: un mundo
cambiante con una fuerte influencia de lo que fue y lo que vendrá, con
diferencias étnicas y culturales muy marcada y así mismo con una
transformación de la cultura según una tendencia globalizada del consumo,
etc. con una reflexión semiótico-cultural sobre el diseño gráfico en
particular. Se propone entonces investigar todo lo que es diseño y puede
hacer el diseño en el mundo actual.
En primera instancia se propone profundizar la supuesta equivalencia entre
diseño = comunicación. Haciendo injerencia en la pretensión absolutista que
tiene el diseño de querer proyectar una armonía en el mundo controlando lo
informe, lo distorsivo y lo caótico. Si la comunicación alienta una utopía de
una democratización de los saberes por un acceso igualitario a dichos
conocimientos, se pregunta si el diseño apuesta a una supuesta
democratización de la forma. A un igualitarismo de lo bello. Habla luego de
la relación entre diseño y experiencia urbana, donde la relación establecida
entre el diseño y el mercado, configuran una red de identidades y un
universo de pertenencia cultural marcadas por la ley del deseo. Esto no
termina con el mercado de consumo sino que también traspasa las
empresas privadas para crear nuevas campañas en empresas y organismos
estatales que impulsan la reconfiguración del paisaje urbano y la idea
misma de la ciudadanía.
Comienza por cuestionar la relación igualitaria entre diseño y
comunicación. Explica que con dicho mandato cae sobre el diseñador
ciertos mandamientos como la: claridad, univocidad, síntesis, pertinencia,
etc. que tocan muy de cerca la utopía misma que tiene la comunicación. La
“comunicación” así entendida alienta fantasías sobre democratización del
diálogo, unidireccionalidad del mismo, acuerdos, consensos, transparencia
en el mensaje, etc. El deseo del envío de un mensaje capaz de llegar sin
distorsión a su destinatario es la idea prima que surge en la equiparación
entre diseño y comunicación. Aunque esta teoría de mensaje unidireccional
ha sido refutada y cuestionada por la teoría de la comunicación durante
siglos, es una idea que prima en nuestros tiempos y aparece al hablar de
diseño gráfico. La búsqueda de un emisor capaz de crear un mensaje que se
logre entender, que imponga un sentido, que ejerza control de su mensaje y
de los efectos que este provoca, utilizado tanto para las publicidades a favor
de la 2GM y de los efectos de posguerra como para fomentar los lazos con
la sociedad de consumo.
El reconocimiento de una asimetría puesto que no es posible separar al
enunciador del destinatario (en parte porque estos roles son asimétricos y
variables y en parte porque es necesaria la existencia del segundo para que
haya un enunciador) produce una pérdida del control del sentido por parte
del enunciador, un desdibujamiento de la propia idea de efecto, una pérdida
de la inocencia, etc. Un mensaje que llegue a destino es decir que
pueda considerarse exitoso forma parte del funcionamiento normal
de la comunicación tanto como la confusión, incomprensión, el
fallido, etc. el mensaje es enriquecido con los debates, preguntas y
cuestiones acerca de la verdadera intencionalidad del emisor: lo que se dijo,
lo que se quiso decir y lo que no se dijo. La comunicación entendida
como cumplimiento de un sentido es imposible.
Por estas connotaciones que venimos señalando la equivalencia
entre diseño gráfico y comunicación constituye una definición
restrictiva. Esta definición reduce la funcionalidad del diseño a la
transmisión de un mensaje, hace hincapié sobre la nitidez de dicho
mensaje, sus atributos, su eficacia, las estrategias para la comprensión del
mismo, etc. Es evidente la carga normativa de este enfoque.
Esta relación diseño = comunicación deja de lado lo más problemático: la
cuestión de sentido. Arfuch se cuestiona en el texto: ¿Qué es un buen
mensaje en el campo del diseño gráfico? ¿Aquél que conforma al diseñador
gráfico y al cliente? ¿o está relacionado con la venta de un producto o el
logro de un objetivo?. Desarrolla que esta visión restringida deja afuera el
componente expresivo, artístico, cultural del diseño grafico. La autora quiere
no perder de vista que una gráfica diseñada invade hasta el último resquicio
de nuestra cotidianidad, imprime un giro en la percepción que excede la
particularidad de cualquier mensaje.
Arfuch propone pensar el diseño como un campo plural, aceptando
que sea comunicación, que se encuentra inmerso en redes de
producción de sentido, donde la circulación y comprensión es
crucial, donde aparece “un lector o destinatario modelo”, donde
hay espacios blancos y dobles sentidos que el lector debe
interpretar, pero donde también entran en juego el arte, el
conocimiento, la creatividad, el conocimiento, el discurso, etc.
El bagaje cultural y artístico que acarrea el diseño acumula
esquemas valorativos que se actualizan en otro universo: densidad
semántica de la tipografía, teorías del color, huellas de la retórica,
reglas de arte pictórico, escultórico y arquitectónico, estudios de la
forma, y teorías de la filosofía que se interroga desde sus orígenes
sobre la imagen la metáfora y la representación.
Ver el diseño como un campo que se configura no por la exclusión
sino por la combinatoria de genealogías y multiplicidad de códigos
semióticos.

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