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Pedagogia Crítica
Pedagogia Crítica
Paulo Freire
El título del artículo corresponde a una afirmación de Paulo Freire en su libro
Pedagogía del Oprimido (1970) y que sintetiza lo que fue su vida y obra: coherencia
entre reflexión y acción. En el contexto del homenaje que durante este año se está
llevando a cabo en la Universidad Pedagógica por iniciativa de algunos maestros,
estudiantes y funcionarios, este artículo sintetiza algunas ideas que a mi juicio,
constituyen el aporte de Freire a las pedagogías críticas.
Para Freire la educación debe servir para que los educadores y educandos
“aprendan a leer la realidad para escribir su historia”. Ello supone comprender
críticamente su mundo y actuar para transformarlo en función de “inéditos viables”;
en torno a dicha acción y reflexión y a través del diálogo, los educandos y los
educadores se constituyen en sujetos. Con base en esta síntesis de sus
planteamientos, desarrollaré las ideas básicas sobre cada una de estas cuatro
dimensiones referidas:
Para Freire la educación nunca es neutra. Toda práctica educativa es política, así
como la práctica política es educativa. Las prácticas educativas siempre son políticas
porque involucra valores, proyectos, utopías que reproducen, legitiman, cuestionan o
transforman las relaciones de poder prevalecientes en la sociedad; la educación
nunca es neutral, está a favor de la dominación o de la emancipación. Por ello, Freire
distingue entre practicas educativas conservadoras y prácticas educativas
progresistas:
Para Freire la educación tiene su razón de ser en el carácter inacabado de los seres
humanos. Hombres y mujeres somos seres inacabados que si lo reconocemos,
necesitamos de los demás para conocer y transformar el mundo a la vez que nos
construimos como sujetos. El reconocer ese sentido de carencia, de necesidad de
los otros para conocer, actuar y ser en el mundo, justifica la posibilidad de la
educación, que no puede ser otra cosa que comunicación y diálogo.
Ahora bien, para Freire no puede haber búsqueda sin esperanza. Perder la
esperanza es perder la posibilidad de constituirnos como sujetos, de transformar el
mundo y por tanto de conocerlo. Por ello, plantea una “pedagogía de la esperanza”
que supere todo fatalismo, conformismo y desilusión que el poder dominante quiere
imponer a toda costa. Frente al “no hay nada que hacer”, hay que anteponer el
derecho a soñar que “otro mundo es posible”, lema del Foro Social Mundial :
En este libro sugerente traspasa Henry Giroux los límites de la pedagogía crítica al
centrar su interés en la necesidad vital de conectar la reforma educativa con la
potenciación de la voz de profesores y estudiantes. El pedagogo norteamericano
incorpora las intuiciones más valiosas de la pedagogía crítica a una teoría más
amplia y práctica de la enseñanza escolar, teoría que contempla las escuelas como
esferas públicas democráticas comprometidas con la tarea de educar a los
estudiantes en el lenguaje de la crítica, la posibilidad y la democracia. En opinión de
Giroux, un elemento esencial de este tipo de educación es la habilidad del profesor
para actuar como intelectual transformativo y para servirse de la pedagogía crítica
como una forma de política cultural.
“Teoría que propone a través de la práctica, que los estudiantes alcanzan una
conciencia crítica dentro de su sociedad.”
Es preciso aclarar lo que H. Giroux asume como contexto: espacio geográfico donde
el individuo realiza sus acciones; también contempla las redes de significados –
espacios culturales que incluyen elementos históricos, religiosos, sicológicos,
ideológicos, etc.– que reconocen y aceptan los sujetos que comparten un mismo
espacio físico.
Eleducador.com tuvo la oportunidad de hablar con ellos y estos fueron algunos de los
temas desarrollados:
Pedagogía crítica, investigación y capitalismo
La pedagogía crítica es una propuesta de enseñanza que intenta ayudar a los
estudiantes a cuestionar y desafiar la dominación, creencias y prácticas que la
generan. También se puede definir como una teoría y práctica en la que los
estudiantes alcanzan una conciencia crítica
. En palabras de McLaren, la pedagogía crítica crea en los estudiantes la posibilidad
de adquirir nuevos lenguajes y entender la vida diaria.
Por otra parte, Apple hace una fuerte crítica a los neo conservadores quienes
pretenden dominar al maestro a través de un conocimiento “legitimo”. Es decir, un
conocimiento oficial que sólo emite valores y creencias que le convienen a la clase
dominante y que, por supuesto, deja de lado el conocimiento popular que es
imprescindible en la educación. Esta serie de afirmaciones inciden en el ámbito
social porque no dan rienda suelta al multiculturalismo. McLaren asegura que el
conocimiento puede y debe ser auto reflexivo en el cual maestros y estudiantes
pueden intervenir.
En el libro “Escuelas Democráticas” Michael Apple testifica la existencia de 4
escuelas que están logrando una verdadera educación democrática. Entre ellas,
nombra el caso de una escuela de Porto Alegre (Brasil) en donde una alianza de
activistas de clase media creó un currículo antiracial y multicultural.
Del mismo modo, Apple asegura que se necesita una pedagogía crítica, un
currículo más reflexivo, debe existir un proceso crítico democrático donde
participen los más pobres. El estado tendría que aprender lo qué pasa arriba y lo que
pasa abajo, el currículo debe estar conectado con lo local de manera muy poderosa y
que las finalidades siempre estén sujetas a una revisión crítica a escala local y
nacional, eso es lo que más se acerca al proceso acertado para la redefinición de la
escuela.
Por su parte, Mclaren en la obra “La educación dentro de la Bestia” cita a los
educadores críticos quienes afirman que existe un currículo escondido que sigue
siendo tolerante pero a la vez muy critico.