Está en la página 1de 2

REFLEXIONES PARA LA EDUCACIÓN EN EL 2018

Por: Eber H. Beltrán García,


MAESTRO.

En los últimos cuarenta años la educación ha desarrollado un perfil problemático


muy preocupante en Perú. No obstante que es un derecho de todo ser humano, aún
no es comprendida como el sistema más importante que puede tener el estado; y,
que, a mediano plazo, podría transformar la vida de las personas reduciendo los
niveles de pobreza, influyendo en la mejora de la salud y de los medios de vida y
aumentando la prosperidad de las familias.

Social, cultural, territorial y económicamente, los peruanos afrontamos


permanentemente situaciones relacionadas con la diversidad, equidad y calidad: a
esto se suman temas educativos por resolver, como: cobertura, graduación
(conclusión) y supervivencia (permanencia) de nuestros estudiantes, en todos los
niveles del sistema educativo (esto último debido a que existe inequidad en términos
de calidad de los aprendizajes y no hay coherencia entre la currícula de Educación
Básica y la de Educación Superior frente a lo que necesita el mercado actual).
Cerrar estas brechas depende, en gran medida, de la capacidad de decisión por
parte del gobierno de turno para priorizar la inversión en educación. En agosto del
presente año el gobierno anunció haber destinado un monto de 27,430 millones de
soles para el sector Educación, lo que representa un 17.5% del presupuesto total.
Sin embargo, aún no se ha constatado fehacientemente resultado favorable alguno;
y, el órgano más importante (o sea, el magisterio) aún no resuelve emprender con
seriedad su misión. La desvalorización de la Carrera Profesional de Educación ha
sido muy grande en los últimos años; Más de la mitad de los peruanos no
recomendaría a sus hijos ser profesor y hoy día nadie quiere decir que es profesor.
No es sólo un tema de remuneraciones, el problema es ya sistémico.

El Perú necesita con urgencia formar personas con un elevado desarrollo del
pensamiento crítico y gente con espíritu emprendedor y capacidades para auto
cuestionarse el modo de comportamiento personal y cuestionar el funcionamiento
de la sociedad. El contexto político actual nos hace ver que no hay mucho que ver
en mejoras para el año próximo. Sin embargo, las orientaciones para el desarrollo
del año escolar 2018 en colegios y programas de la Educación Básica emitidas
mediante una directiva del Ministerio de Educación prevén el fortalecimiento del nivel
primario y del nivel inicial.

El Ministerio de Educación en Perú ha tenido hasta la actualidad sólo cuatro


profesores como ministros; los demás fueron militares, ingenieros, abogados, entre
otros; y, últimamente, tuvimos una ministra que no conocía la profesión y cuya
impertinencia en el cargo le ha costado pérdidas irrecuperables a los estudiantes del
sector público en el nivel de avance y de calidad de sus aprendizajes. Por otra parte,
tenemos la educación en el sector privado que, en su mayoría, no es monitoreada ni
evaluada apropiadamente por el estado, con lo cual en algunos de los colegios más
prestigiosos de la región se encuentran en calidad de “profesores” profesionales de
otras especialidades quienes justifican su estancia en sus correspondientes
instituciones mediante un diplomado o una maestría en docencia o pedagogía, entre
otros aspectos que evidentemente no garantizan a ciencia cierta la calidad de la
educación en las escuelas privadas. No está demás agregar que la realidad de los
escolares de las escuelas públicas dista mucho de la realidad de aquellos que
cursan estudios en las escuelas privadas, en sus diferentes dimensiones como
personas.

Finalmente, tenemos la urgente necesidad de formar excelentes maestros, pero no


con “clases modelos” sino con estrategias que incluyan en la currícula de pregrado
(durante su formación universitaria) mayor cantidad de horas en trabajo de campo,
mayor contacto con la realidad; y, que aquello que han de aprender sus futuros
estudiantes en las escuelas públicas y privadas les sea de utilidad práctica, directa y
permanente. Es importante recordar que han proliferado aún más las famosas
“academias preuniversitarias” y hasta en las mismas universidades con el nombre
encubierto de “centro pre”, cuya real misión es lucrar a expensas de incautos padres
y madres de familia. La existencia de estas entidades pone en evidencia la falta de
dignidad de algunos docentes que, inclusive, desde sus respectivos colegios captan
estudiantes para sus “academias” o “centros pre” con la consabida frase: “…es que
lo que se te da en el colegio es poco y necesitas más para poder ingresar”. Con esto
ellos mismos quedan en ridículo por cuanto están confesando que su labor como
maestros en su institución educativa ha sido mediocre. Debido a que algunos
maestros no dan lo mejor de sí y no quieren crecer constantemente ni como
personas ni como maestros los aprendizajes que sus estudiantes reciben en
Educación Básica no constituyen cimientos sólidos, seguros para que el estudiante
articule con facilidad los catorce años que sus familias y ellos han invertido en esta
fase de la educación con la fase de educación superior (universitaria o no
universitaria).

También podría gustarte