Está en la página 1de 3

domingo, 21 de septiembre de 2008

Productores de haba invaden mercados locales y


externos

Cada año crece la cantidad de agricultores, asociaciones de pequeños productores y pequeñas empresarios que
se incorpora directamente a la cadena productiva de haba, en las punas, altiplanicies y los valles interandinos
altos del país, donde unas 380 mil familias, siembran, producen y comercializan el producto, para mejorar sus
ingresos y condiciones de vida.

El haba es una de las pocas especies de leguminosas que, por su cualidad de tolerancia a las bajas temperaturas,
ha logrado adaptarse a los ambientes donde se presentan frecuentes heladas, como el altiplano, la puna y las
zonas altas de los valles.

En la gestión 2007, la superficie sembrada de haba alcanzó a 30.120 hectáreas y el volumen de toneladas
producidas bordeó las 60.026 toneladas, es decir, 550 hectáreas y 134 toneladas más que en la gestión 2006,
cuando se contabilizó 29.570 hectáreas y 59.892 toneladas, respectivamente, según datos estimados por Rodrigo
Velasco, asesor del Servicio Holandés de Cooperación al Desarrollo (SNV).

El SNV apoya diferentes iniciativas productivas de este rubro en el departamento de Potosí, que concentra el
60 por ciento de la producción y área cultivada, del país.

Velasco indicó que de toda la población involucrada en la cadena productiva de haba, un 99,87 por ciento está
dedicada a la producción, un 0,17 por ciento a la transformación y apenas un 0,06 por ciento al eslabón de la
comercialización nacional y externa del producto.

Asistencia

Varias instituciones entre públicas y privadas, como el ministerio de Desarrollo Rural, las prefecturas,
Desarrollo de Empresas Rurales (DER), la segunda fase del programa Apoyo Programático Sectorial a la
Agricultura (APSA) de la Embajada Real de Dinamarca, Fundación Altiplano, el Servicio Holandés de
Cooperación al Desarrollo y otras, impulsan planes y programas de asistencia técnica y financiera a la
producción de haba.

Los pequeños productores se benefician con créditos blandos, para infraestructura y equipamiento; asistencia
técnica, capacitación y acompañamiento, en gestión administrativa, sistemas de gestión de calidad, producción
y/o transformación industrial, mercadeo y comercialización, envasado y embalaje, y gestión de financiamiento,
tecnológica y acceso a mercados, que mejoran sus niveles de ingreso económico y empleo.

Sobre un promedio nacional de 60 mil toneladas, correspondiente a los últimos cinco años, los productores de
Potosí, que cultivan el producto en 16 provincias producen un promedio anual de 18 mil toneladas; siguen los
de La Paz, con 14 mil toneladas; Cochabamba con 9 mil toneladas; Oruro con 8 mil toneladas; Chuquisaca con
6.300 toneladas; y el resto se distribuyen entre Tarija y Santa Cruz.
Las exportaciones de haba de los últimos tres años reportaron un crecimiento constante. De 337,53 kilogramos
por un valor de 297.155 dólares en 2005 a 932.131 kilogramos por 848.382 dólares en 2006 y en la gestión
2007 el repunte fue mayor, habiendo alcanzado 1,6 millones de kilogramos por un valor de 1,3 millones de
dólares.

Entre los mercados que compran el haba del país se encuentran Estados Unidos, España, Italia, Japón, Canadá,
Francia, y Argentina, entre los más importantes, según estudios de la cadena de haba efectuados por FDTA-
Altiplano.

PotosÍ

Producen haba en 16 provincias

En el departamento de Potosí cultivan diferentes variedades de haba en determinados microclimas de 16


provincias, donde aproximadamente 180 mil familias se encargan de cultivar actualmente alrededor 9.653
hectáreas de haba con un rendimiento promedio de 1,78 toneladas por hectárea.

Hace nueve años la cantidad de hectáreas sembradas bordeaba las 10 mil. Debido a problemas ocasionados por
fenómenos climáticos y las heladas de los años 2004 y 2005, se abandonaron alrededor de 350 hectáreas.

La Unión

Productores Agropecuarios de Mojona

Una de las 349 empresas, entre grandes, pequeñas y microempresas, dedicadas a la transformación del grano
de haba, procesa mensualmente en su planta industrial de la comunidad Mojona-Puna, de la provincia Linares,
unas 5 mil unidades de “saladitas” de 25 gramos y 3 mil unidades de turrón de 20 gramos, para su venta directa
en el mercado nacional.

Se trata de la Unión de Productores de Mojona que también produce 5 mil bolsitas de habas “Cremitas”, de 100
gramos; 5 mil unidades de “Chocolateados” de 100 gramos y 5 mil bolsitas de “Lacteados” de 100 gramos,
destinados a cubrir la demanda de desayuno escolar en varios establecimientos educativos de Potosí.

Con destino al mercado de Estados Unidos y Europa, exportan al año un promedio de 900 quintales de haba de
primera calidad, de los cuales 200 quintales son de calibre 09/11; 300 quintales de calibre 11/13 y 400 quintales
de calibre 13/15.

“Nos consideramos innovadores, porque buscamos un equilibrio entre recuperar el gusto por nuestros productos
y combinarlos con nuevas sugerencias para el paladar”, dice Valerio Condori, gerente de comercialización de
la Unión.

Sin embargo, los actuales productos transformados de haba tienen una duración predeterminada.

ANÁLISIS

“Es uno de los cultivos más estratégicos”

Rodrigo Paniagua Director del Consejo de Competitividad

Las variedades de haba cultivadas en Bolivia son las denominadas criollas, que se caracterizan por bajos
rendimientos, por ser susceptibles de plagas y tener un largo ciclo productivo, en comparación a variedades
mejoradas de alta productividad de países del medio oriente, donde se originó históricamente el cultivo.

El consumo del haba es tradicional en muchos países del mundo, por su aporte de proteína vegetal y otros
nutrientes, principalmente para familias de escasos recursos. Y por tal, probablemente este es uno de los cultivos
más estratégicos desde el punto de vista de la seguridad alimentaria nacional, por su consumo extendido a varios
departamentos, generación de ingresos económicos por la venta de haba fresca o de grano seco para la
exportación.

El consumo de haba fresca per cápita nacional oscila desde los 7 Kg/año en Santa Cruz, hasta casi 28 Kg/año
en La Paz y Cochabamba, según las costumbres alimenticias.

La producción de los valles se destina principalmente al comercio local en vaina verde, mientras que el cultivo
de altura se destina al consumo en seco y generación de semilla.

Tiraque en Cochabamba, Sorata en La Paz, Puna en Potosí e Incahuasi en Sucre son las zonas donde se
identifican mayores extensiones de cultivo.

Las labores culturales o de control de la producción son un factor de alta influencia en el rendimiento del cultivo,
pero el grado de tecnificación para mejorar rendimientos todavía es escaso, sobre todo por las características de
la topografía poco uniforme de muchas zonas productoras.

Los agricultores, por ejemplo del norte de La Paz, a menudo practican la rotación de los cultivos en forma
tradicional para un mejor aprovechamiento del recurso suelo y para un mejor control fitosanitario.

Según reportes del Centro Pairumani, el tipo de haba exportado a países como Japón, Estados Unidos y países
europeos corresponde a la variedad Major o de grano grande, mientras que el grano mediano es consumido
internamente. Existen muchas instituciones que apoyan la producción del haba. Se pueden identificar las
primeras experiencias de exportación desde los años 90.
Publicado por José Antonio Cortez Torrez en 7:46

También podría gustarte