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Los fundamentos
de la clínica
Paul Bercherie
Introducción
Este texto constituía a la vez mi tesis de doctorado que constituye el diagnóstico psiquiátrico y, por
en medicina y el informe final de mis estudios de lo tanto, la clínica y la nosología en el sentido
psiquiatría. Para la publicación, hice algunas co- clásico. Quienes lo intentan, parecen conduci-
rrecciones, sobre todo de forma, en el texto, y dos, infaliblemente, a reconstituir su versión em-
reescribí por completo la introducción y la conclu- pobrecida, envilecida.
sión, un poco esqueléticas en la versión original. Para que un nuevo marco conceptual se es-
Ya no estamos en la época en que intere- sarse tablezca, es necesario, evidentemente, la acumu-
por la psiquiatría clásica constituía una ac- tividad lación de conocimientos nuevos, fundados en de-
curiosa para un analista, sospechosa in- cluso. sarrollos diferentes; en este punto, el desarrollo
Para ello había razones sólidas: la clínica de la práctica y de la teoría psicoanalítica consti-
psiquiátrica es esencialmente la observación tuye, sin duda, el comienzo de una nueva era.
“morfológica” (Charcot), la descripción formal Pero, por una parte, el hecho es que en su
de las perturbaciones psicopatológicas. La Mi- desa- rrollo actual, el psicoanálisis, aunque
rada (aunque otras dimensiones perceptivas son incuestio- nablemente ha asumido el relevo de
allí utilizadas, parece constituir la metáfora que la investiga- ción psicopatológica, está todavía
obsesiona a esta práctica y que transparenta la lejos de poder abarcar el campo inmenso que
relación que la estructura; pues aplicar a otro el dominaba, con sorprendente perfección a su
modo de observación que habitualmente se re- nivel, la clínica clá- sica. Por otra, un gesto de
serva a las cosas, a los objetos de lo real, no deja exorcismo no bastaría para borrar algo tan
de plantear algunos problemas. Estos son, por coherente como la psiquia- tría clásica. Al no
otra parte, los problemas que volvieron sospe- querer conocerla, o al no hacer su análisis
chosa a la clínica –durante un lapso de medio histórico o epistemológico, se corre el riesgo de
siglo y probablemente a justo título– de partici- retomar, sin querer o sin darse cuenta, los
par en la alienación de aquellos cuyas perturba- mismos impasses que determinaron su relati- va
ciones pretendía describir exhaustivamente, ana- declinación. Más aún, si se tiene en cuenta
lizar objetivamente y clasificar racionalmente. que no es fácil acceder a ese saber fascinante al
Ella formó parte, sin duda, de lo que duran- que nos remiten, en forma tan desabrida, los
te mucho tiempo obstaculizó el desarrollo de manuales modernos, más preocupados por un
caminos y sobre todo de mentalidades diferen- eclecticismo a la moda que por transmitir la fine-
tes. Aun cuando el proceso todavía está lejos za de mirada de los clásicos, los conocimientos
de haber alcanzado su fin, ha pasado tiempo que habían acumulado, los problemas con los
suficiente como para que hoy sea posible re- cuales tropezaron y que los dividieron. Más aún
tornar para hacer el inventario de todo lo po- cuando lo que constituye actualmente la clínica y
sitivo que tenía ese saber y sus grandes textos. la nosografía corrientemente utilizadas, y que se
Más aún cuando, al menos por ahora, es impo- presenta como la herencia de la clínica clásica,
sible ignorar esa “Tabla de orientación” (Jaspers) no tiene nada del conjunto arquitectónico homo-
géneo que pretende representar: examinándolo,
se trata más bien de estuvieron en apareció en una fecha en su conjunto
un rompecabezas comunicación y en precisa y con un autor aparece como
hecho de piezas con oposición constante particular, Pinel. animado por una
origen, extensión y durante todo el período Poseemos, entonces, el progresión dialéctica,
conceptualización muy que vamos a estudiar. punto de partida, La efecto de la
a menudo poco Los anglo- sajones no extensión en el espacio interacción de los
compatibles y parecen haber gustado y, como vere- mos, el métodos de
redundantes. Aquí nunca de la clínica, su momento de investigación, de las
como en otros pragmatismo natural y declinación y hipótesis, del saber
dominios, especialmente su desconfian- za por debilitamiento de ese acumulado por un
en el campo de las los conocimientos sin vasto movimiento. lado, del encuentro
ciencias humanas, el consecuencias prác- Cuando se lo considera imprevisible con los
conocimien- to de la ticas inmediatas los hechos, de la
historia y el retorno a alejaron, sin duda, de aparición de medios
los textos son indis- esta disciplina, en la técnicos y
pensables para la justa que siempre tomaron conceptuales por el
aprehensión del de los fran- ceses y otro.
desarrollo pasado así alemanes los Es necesario, sin
como de los problemas rudimentos embargo, precisar
presentes. indispensables. En desde el principio los
Por lo tanto, es a la cambio, existió una límites de este trabajo:
vez por todo lo que escuela italiana muy se dejaron sis-
puede contener de inte- resante, cuyo temáticamente de lado
positivo y de negativo, genio se dedicó más los aspectos técnicos e
que me pareció bien a madu- rar las ins- titucionales,
apasionante e nociones surgidas de incluso jurídicos y
indispensable adquirir las otras dos escue- las sociales, que for- man
una visión de la clínica y a remitírselas así parte del movimiento
que fuese lo más afinadas, que a crear de conjunto de la clíni-
precisa y global real- mente nuevas ca. Para hacer la
posible, tanto en su nociones. Por eso le historia de ese saber,
desarrollo histórico hemos consa- grado y sobre todo de los
como en su extensión poco espacio. recorridos
espacial. En el En segundo lugar en el conceptuales que lo
espacio, por ende, tiempo pues, como ani- maron y de los
primero, dado que la todo saber concreto, la hechos que encontró,
clínica no ha clínica tiene una era preferi- ble
progresado con un historia, un desarrollo limitarse a su
movimiento igual y marcado por rupturas, movimiento, sin
unifica- do, sino que por mutacio- nes, así desconocer que estaba
su movimiento está como por escalones, en lejos de ser
animado por el que son lenta- mente autónomo respecto al
controversias de extendidos, ampliados, resto del campo social.
escuelas. Al respecto, aplicados, los con- Intenté indicar
debe pre- cisarse que ceptos y los métodos brevemente, cada vez
se trata especialmente nuevos. Otro fenómeno que era necesario, los
de un espacio franco- no- table reside en el sistemas conceptuales
alemán, en sentido hecho de que, como se en que se inspiraban
lingüístico al menos, vera, la clínica como los iniciadores de la
dado que las dos método consciente de sí clínica, pues hubiera
grandes escuelas mismo y sis- temático sido difícil
comprender su observación evolución. Pero esos se desea potencial-
recorri- do sin ellos, objetivante, incluso estudios de casos, esas mente, purificada de
pero entrar en detalles vol- ver a relacionar “viñe- tas” clínicas caras todo otro
hubiera sido los resultados así a los anglo-sajones, no procedimiento.
demasiado largo. obtenidos con surgen directamente Veremos con qué rigor
Finalmente y sobre materiales surgidos de de un método de los grandes maestros de
todo, no se trataba de un método de observación: la simple la clínica, y Pinel
hacer un trabajo de observación más necesidad previa del inicialmente, fundan sus
historiador, tanto por basto, similar a la análisis personal bas- ta principios. Esto es lo
falta de capacidad clínica clásica. Se trata para señalar que la que hace el valor
como de motivación; tam- bién aquí de la observación está allí universal de la clínica y,
es necesario entonces fuente de todos los en- cuadrada por otra al mismo tiempo, lo
no buscar en este conocimientos cosa más compleja que que delimita sus
trabajo una erudición transmisibles en gene- ra los hechos estrechos bordes, la
completa, sino el psicoanálisis, así como psicoanalíticos antes mirilla exigua a través
estudio de los gran- de todas las tentativas de que sea posible de la cual mira el
des ejes de de sistematización que coleccionarlos. En mundo de la
cuestionamiento y de salpican su cuanto a la naturale- psicopatología. Se
conceptualiza- ción, za exacta de ese puede entonces hablar
de la dirección general “algo”, digamos que de clínica psicoanalítica
de los problemas y de la con- cepción que con la condición de no
las doctrinas que de él se tiene olvidar que, en esta
atraviesan y determina en gran expresión compuesta, el
estructuran la historia medida la opción adjetivo es más
de la clínica. doctrinaria que define importante que el
y se- para las sustantivo y que los dos
I
diferentes escuelas que términos son
I
dividen el mun- do inseparables.
1º) Antes de entrar analítico, como, por
directamente en el otra parte, la manera 2º) Por otra parte, debo
tema, es conveniente en la cual se practica explicarme
precisar cierto número la cura. detalladamen- te sobre
de puntos de orden En la clínica todo la concepción
general. Y primero, un ocurre de modo muy epistemológica de
pequeño problema dife- conjun- to que guía
que sólo aparenta ser rente: la observación, este trabajo y me
un problema más o menos compleja sorprendió mucho ver
terminológico: ya se en la modalidad de su que se la consideraba
me reprochó el mirada según las empírica o positivista.
reservar el término de etapas y las escuelas, la Me parece, en efecto,
clínica a la psiquiatría define enteramente. Lo encontrar siempre en el
clásica 1; ¿no hay que se mues- tra en su ori- gen de un saber, de
igualmente al menos campo tiene un conjunto
una clínica ciertamente otras sistematizado de
psicoanalítica? En determi- naciones, conocimientos, un
realidad es sociales e recorrido metodológico
perfectamente posible institucionales por parti- cular fundado en
practicar, en el interior ejemplo, está lejos sin un sistema conceptual
del método específico duda de no tener más o menos
que funda la actitud segundas intencio- nes, elaborado, pero
psicoana- lítica, una permanece idealmente, evidentemente que lo
guía. El hecho es que, sistematizadas, progreso de los ¡Cómo no encontrar
en el uso sistemático de termina por conoci- mientos, harto ocioso o más
ese acce- so a lo real acumularse toda una posibilitado por los bien
que abre una dirección masa de observaciones principios raciona- bastante teológico,
particular, pasa- da una fortuitas, de les... termina siempre desde este ángulo, la
fase de extensión en excepciones a la por entrar en conflicto cuestión de saber
todas direcciones, en la regla, de hechos con ellos. Un doble dónde comienza la
que se opera la difíciles de encuadrar movimiento de ciencia en este proce-
primera recolección de en las doctrinas alternancia se re- so! No he empleado
“datos” concretos así surgidas en la fase de produce sin cesar. hasta aquí este término
como las primeras expansión; enton- ces Por una parte, lo que para calificar la clínica
generalizaciones comienza una fase de se fijó en forma de arrastra ya demasiado
gestación en que se hipótesis, teorías, idealismo para no
pre- para una principios, como tener que evitarlo
mutación conceptual aquello que sistemáticamente, inclu-
que, integrando los parece necesario so en el campo de la
hechos irreductibles a para hacer física. Un proceso
las síntesis precedentes comprensible la dialéctico
que una frecuentación experiencia, tiende a
sistemática de la desarrollar sus
realidad en causa consecuencias lógicas
había suministrado, y a suministrar las
abre direcciones nue- cien- cias deductivas
vas y una nueva etapa que se anticipan a la
de ese proceso cíclico experiencia. Por otra
que una espiral parte la experiencia
ilustraría mejor que un así posibilitada ter-
círculo. Así se opera mina por desbordar
un ajuste progresivo, los marcos, dando
asintomático, del co- resulta- dos cada vez
nocimiento con lo menos conciliables
real, marcado por con sus premi- sas
rupturas, mutaciones y teóricas, y los cambios
largas fases de de hipótesis o de teo-
progresos lineales: si la rías que se imponen,
realidad permanece pueden llegar a
allí, constantemente estremecer lo que
inal- canzable en su parecía un principio
esencia, puede también definitivo, necesario o
decirse que ella es allí a priori de la razón.
constantemente Así, los conocimientos
aprehendida, en fun- se- cretan la razón,
ción de los medios y proceden de ella y la
también de las trastocan por turno,
necesidades de una bajo el empuje de la
época. Como lo decía experiencia, en la que
Henri Wallon 2: “des- las influencias
de el surgimiento del tecnológicas y sociales
pensamiento racional son en cada época
y de los logros solidarias del esfuerzo
científicos, el especulativo”.
como el que acaba de describirse inspira en todo Este ángulo particular de consideración de los
caso la historia de la clínica: lo veremos. Que fenómenos brinda su sentido al desarrollo his-
este movimiento esté ahora cerrado no indica más tórico y para cada etapa se debe intentar en-
que una cosa: la mutación conceptual que prepa- contrar lo que parecía logrado y en qué senti-
ra la etapa siguiente está todavía en curso y es do, lo que parecía plantear problemas y exi-
suficientemente profunda y fundamental como gir investigaciones más profundas o nuevas
para demandar una larga gestación. No es difícil, conceptualizaciones, en fin, aquello de lo que
por lo demás, saber de qué lado es necesario se disponía para responder a tal exigencia,
esperarla: desde hace tres cuartos de siglo el medios técnicos y conceptuales nuevos, mo-
desarrollo del movimiento psicoanalítico acumu- delo particular surgido de un descubrimiento
la en desorden sus materiales. reciente o de otra rama de la investigación.
3º) Una vez planteada una concepción ge- Así se despeja progresivamente el sentido
neral, que no tiene por otra parte nada de de esta sorprendente aventura que representa la
original, será más fácil justificar los principios historia de cualquier saber. En lo que
que guiaron esta relectura de los grandes tex- concierne a la clínica psiquiátrica veremos
tos de la psiquiatría clínica. Se trataba ante que se puede obtener de ella toda una
todo de evitar un escollo que sigue siendo la enseñanza. Antes de entrar en lo central del
cruz de toda investigación histórica en psico- tema, debo hacer una recomendación al lector.
logía: esa lectura del pasado en términos del Este trabajo puede ser utilizado ciertamente
presente que, con la búsqueda de precurso- como un manual histórico si se busca en él
res, parece haber desaparecido de los traba- información sobre tal o cual autor o sobre tal
jos modernos de epistemología histórica, pero o cual tema particular. Sin em- bargo, la
que florece todavía en nuestra disciplina. Cier- intricación en el tiempo entre trabajos
tamente, no es fácil dar el sentido real de la sucesivos que son analizados aquí, la deriva pro-
producción de autores ya antiguos sin intro- gresiva de ciertos términos que siempre son uti-
ducir en ella de antemano lo que puede leer lizados con sentidos diferentes, a veces a lo lar-
allí quien otea toda una época histórica: si los go de ciento treinta años (manía, melancolía,
hechos sin duda variaron poco (todavía es éste paranoia, demencia, etc.) hacen necesario, en
un hecho difícil de dejar de lado) los obser- mi opinión, tomar conocimiento del desarrollo
varon y los cuestionaron desde un ángulo es- histórico en su conjunto para poder situarlos
pecífico, imposible de superponer directamen- correctamente. Por lo tanto, insisto en aconsejar
te a aquél desde el cual los abordamos ahora. su lectura como un todo que no logra su senti-
do más que en su globalidad.”
1. Se trata naturalmente del campo psicopatológico: la clínica es primero y ante todo una acción médica, aplicada en un segundo tiempo
a lo que de entrada fue concebido como una rama de la patología del cuerpo. Ese es el postulado de base de la clínica psiquiátrica,
desde su origen en Pinel; las perturbaciones mentales deben considerarse como una variedad particular de las perturbaciones
somáticas.
2. Les origines de la pensée chez l’enfant, PUF, 1, 1945. p. X-Xl.
3. En lo concerniente a esta última, su pasaje al rango de fetiche, debido tanto a su antigüedad y por consiguiente al notable grado de
formalización que alcanzó, como a su vínculo orgánico con la matemática, objeto de una veneración supersticiosa desde siempre,
solo vuelve más obscura una génesis muy parecida a la de otros saberes menos nobles porque más recientes.
4. Se encontrará al final del libro un índice detallado que restituye el plan del mismo, lo que, espero, facilitará su utilización. Las notas se
ubican al final de cada capítulo.
Fundamentos de la clínica Q 13
Paul Bercherie
Capítulo 1
Pinel
Paul Bercherie
Capítulo 12
La sexta edición
(1899) es Ia edición
clásica del tratado de
Kraepelin5: las
concepciones gene-
rales que propone
darán la vuelta al
mundo y se
impondrán en todas
partes; la escuela
francesa, sola, resistirá
mucho tiempo y
terminará incluso por
obtener una
reconversión parcial
2. Locuras de esta vez a título de —el segundo interpretaciones
agotamiento (delirio probabilidad depende de supuestas salvajes.
agudo, amen- tia, verosímil. Su posi- lesiones del cerebro Volvemos a encontrar
neurastenia adquirida), ción es simple, ya la (clase 6 a 8). en Kraepelin los dos
3. Intoxicaciones, hemos encontrado en grandes grupos que el
Queda la Dementia
Krafft-Ebing: “ya que conjunto de los
4. Locuras tiróideas. praecox: su
hasta aquí las autores de este
5. Dementia praecox, terminación deficitaria
investiga- ciones, ni período deben a
hace sospechar la
6. Demencia en anatomía Baillarger y Morel. El
existencia de lesio-
paralítica, patológica ni en 7 aspec- to
nes cerebrales, sin
7. Locuras de las etiolo- gía ni en clínica, duda todavía particularmente
están bastante desconocidas, sistemático de su
lesiones del cerebro,
avanzadas como para pero muy verosímiles. pensamiento hace que
8. Locuras de El terreno en general
darnos un fundamento ellos no dejen ningún
involución (melancolía, intac- to en que
seguro para la cla- resto y que recu- bran
delirio de perjuicio aparece, sus formas de
sificación de las el conjunto de la
presenil, demencia inicio (neurasté- nicas,
perturbaciones patología mental.
senil), confuso-alucinatorias)
mentales, de- bemos, Señala- mos que no se
9. Locura maníaco- para llevar nuestra hacen probable un trata tanto de dos
depresiva, obra a término, uti- factor tóxico, sin duda clases opuestas como
10. Paranoia, lizar los recursos que auto-tóxico de una serie donde se
11. Neurosis serán puestos a (metabólico). A eso se pasa progresivamen- te
generales, nuestra disposición debe su situación de la predominancia
desde esos tres intermedia, al lado del de un elemento causal
12. Estados psicopáticos 6
lados” . cretinismo que a la predominancia del
(locura degenerativa),
Opone entonces las también reposa sobre otro: la predisposición
13. Detenciones del una pertur- bación está pre- sente por
enfermedades mentales
desarrollo psíquico. metabólica y tiende a
adquiridas, de origen doquier, incluso en las
Fuera de la primera exógeno, a las producir lesiones tres primeras rú- bricas,
clase, separada del enfermeda- des cerebrales las más exógenas;
mar- co de las mentales congénitas, de irreversibles; al lado todavía más
intoxicaciones y del origen endógeno. El también de la pa- netamente en las
desmembramiento de segundo grupo rálisis general, con rúbricas 4 a 8
las “enfermedades de comprende las psicosis sus delirios (predisposiciones a los
la nutrición”, se trata degene- rativas (clases demenciales ab- acci- dentes vasculares
de hecho de las 9 a 13) que se pueden surdos e incoherentes. cerebrales, por
mismas rúbricas que encontrar en todos los Todo esto era ejemplo, o a la
las de la edición en autores de la época. El efectivamen- te muy demencia senil); por
1896; como veremos, primer grupo se divide racional: en lugar de otra parte: la psicosis
el contenido de tres en dos subgrupos: condenar el pensa- manía- co-depresiva,
de estas rúbricas ha miento de una época, la paranoia se
—el primero es la puede ser interesante
cambiado (demen- cia desencadenan en un
consecuencia de los ensa- yar
precoz, paranoia, momento preciso de
factores tóxico- comprenderlo, es
locura maníaco- la vida; son
infecciosos (clase 1 a decir comprender qué
depresi- va). Pero el degenerativas pero no
3) o auto-tóxicos (clase in- tentaba pensar, y
abandono nominal de originarias; los factores
4); con qué medios;
las audacias de la exógenos entran por
precedente edición no dejaremos en- tonces lo tanto en su
impide a Kraepe- lin a los expertos en producción, como en
conservar la misma “predicción del la de los síntomas de
concepción general, pasado” sus las grandes neurosis
donde el fondo
mórbido es sin
embargo permanente.
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