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Año 6. Número 28
Junio - julio 2010
Precio por ejemplar
G. 3.000
Poemas de Ramiro
Domínguez, Premio
Nacional de Literatura
Ramiro Domínguez
Premio Nacional de Literatura
La mariposa herida Cómo habrás de pintar
Obras publica- Espejismo celeste eran sus alas. Para pintar, combina en la paleta,
das: Volaba en el perfume de las flores Con sombra y luz, dolor, misterio y ansias.
Fingiendo devaneos por sus galas. Y con las perspectivas de tu lienzo
Zumos (1962),
Salmos a deshora Y jacintos y calas prolonga el alma.
(1963), Ansiaban regalarle sus amores.
Interroga a la noche con tus óleos:
Ditirambos para
flauta y coro Un rosal, encendido de corolas, Bésala en los matices de la fronda.
(1964), Miraba en el espejo de un estanque Y pulsando la lira de sus penas
Las cuatro fases
La envidia de enfermizas amapolas. Gusta su idioma.
del Luisón (1966), –Y el viento alzaba en olas
El fluido cristal de aquel estanque–. Haz reír al cristal en altas notas
Los casos de Pe- Con la diafanidad de un sueño puro.
rurimá (1969),
Vio el rosal la embriagada mariposa. Y que grite la mar en la rompiente
Mboi yaguá Y, huido que hubo el viento, abrió sus alas, Cuando el crepúsculo!
(1973),
Buscando los cien labios de una rosa.
Itinerario poético Mas ella, artificiosa, Deja el falso rubor de primavera,
(1985), Interpuso una espina entre sus alas. Y te dará sus ruinas el otoño.
Deslumbres ¡No tanta luz! –observa la agonía
(1994), Rasgóse un ala el raso de valía, Que puebla el Cosmos.
Poesía completa Y cerróse la otra, temblorosa,
(1996), Como cierra una flor en agonía. Haz un prisma de escarcha y de rocío
y dos obras tea- Cayendo al agua fría Para descomponer la luz del día.
trales: Del estanque, la muerta mariposa, Otro de caridad, con que desdobles
Cantata heroica
La humana risa.
a Pedro Juan Así, mi amor ayer revoloteaba
Caballero y Buscando el corazón del ser amado. Y sufre, delicada y hondamente!
Fantasía. Pero el desdén que pronto cosechaba, Satisface tus ansias de misterio!
Sin alas me dejaba, Más gozaron con llanto que con risa
No pudiendo rehacer lo ayer andado. Leandro y Hero.
RAMIRO DOMINGUEZ (Villarrica, Paraguay, 1930). casos de Perurimá, el empujón incesable del poeta, genitor
Poeta, antropólogo, ensayista, profesor universitario y doc- y filial a la vez, encumbra el admirable testimonio universal
tor en derecho. Es seguramente el más intelectual de la ge- de una comunidad, un tiempo y un destino, para honra del
neración del 50 por la profundidad temática sus obras que propio autor y privilegio de nuestra lengua”
abarcan desde la estética literaria hasta el más riguroso En un reportaje para estas páginas -10 de abril de
planteamiento sociológico y antropológico. Fue integrante 1994- Ramiro Domínguez, sin cerrar los ojos a la realidad
de la recordada Academia Universitaria del Paraguay que nos decía “En este momento el país es un espejo roto. A
cumpliera tan importante labor cultural en difíciles años de pesar de todo, algo auspicioso surgió cuando el sector po-
nuestra historia. Sus primeros poemas aparecen en “La pular campesino marchó hacia Asunción. Eso demostró
Estrella”. Cuando en 1985 Alcándara Editora daba a luz el que existe una rebeldía palpitante y vigente. Creo que lo
libro “Itinerario poético” de Ramiro Domínguez, apuntaba más positivo fue la actitud de la “Pastoral Social” por ha-
cuanto sigue: “Como lluvia abierta hacia el suelo nutricio, berse dejado llevar de las manos. (...) Allí tenemos cómo la
la poesía de Ramiro Domínguez -nacido en Villarrica en Iglesia en conjunción con la religiosidad popular es capaz
1930- extiende su contenido y sus formas en círculos cre- de hallar la forma y reciclar y reformular la propia evan-
cidos, persiguiendo una visión abrazadora de la tierra y el gelización. En esto los demagogos quedaron en agua de
pueblo, su suave y roja tierra del Giuairá, la tácita laceria borraja al querer capitalizar esa fuerza poderosa de la co-
de su gente; de tal suerte, desde los textos inaugurales munidad campesina. Lo que más se sintió fue el espíritu
de Zumos y Poemas del exilio hasta el canto lleno de Los comunitario, el oréva”.
Junio - julio / 3
SUMARIO
Ramiro Domínguez, Premio
Alberto Buenaventura Cantero
Nacional de Literatura
Alberto Buenaventura Cantero
2
No se animó a decir dónde en-
no se animó a decir dónde
enterraron a los terraron a los desaparecidos
desaparecidos 3
Feria del Libro de la UNIBE:
Encuentro con Es probable que muchos paraguayos,
poeta uruguaya 4 jóvenes especialmente, desconozcan a
Pequeñas y grandes historias. Buenaventura Cantero, quien falleció
El paso tardo de los el lunes 11 de abril del corriente año.
dominadores 5 Sin embargo, a millares de compatriotas
Zona Secreta. ese nombre resulta agrio y despreciable
Rompiendo límites y por lo que significó en vida Buenaven-
apártandose de la retórica 6 tura Cantero, personaje siniestro que
Cuatro módulos para el 2010: ejerció la dirección política del entonces
Literatura y creación en la
UNIBE 8 Departamento de Investigaciones de la
Falleció Premio
Policía stronista.
Cervantes de Literatura 9 Escribe:
Escribe: Victorio
Victorio V. Suárez
V. Suárez (*)
La comadrona, cuento Aristas de criminalidad y brutalidad sin
de Griselda Torres 10 límites adornan la trayectoria del comisario
Santiago Dimas Aranda 13 Cantero. Y no es para menos, se constituyó en el servidor imprescindible
El bosque crece. Un del torturador más cruel que conoce la historia de nuestro país: Pastor
“viejo libreto” que Coronel. En esos menesteres de ruindad, bajeza y alevosía, Buenaven-
no pierde vigencia 14 tura Cantero dirigió la banda de verdugos que por tantos años atormen-
El hombre y el equilibrio taron, mataron y persiguieron a propios y extraños. En ese contexto, fue
con el ecosistema 15 el eje de la escuela de los suplicios donde se consagró incansablemente
a perfeccionar el sistema represivo ofreciendo sus instrucciones per-
El periodo de la
Independencia 16 versas a la caterva de delincuentes que operaban en el Departamento
de Investigaciones. De ese horno donde Cantero oficiaba de Satanás
El contrato, cuento
de Delfina Acosta 20 emergieron Lucilo Benítez (Cururu Piré), Juan Martínez (Mariscalito),
Camilo Almada Morel (Sapriza), Agustín Belotto, Víctor Martínez, Laspi-
Importante espacio en
na, y tantos otros que aún siguen caminando tranquilamente por nues-
El Ateneo 24
tras calles sin que la Justicia los haya alcanzado.
Rata de biblioteca 25 Murió Cantero, se silenció llevando como el secreto mejor guardado
el paradero de tantos desaparecidos. Su bestialidad manifiesta pudo
STAFF
Dirección General y Redacción
más, por eso nunca abrió la boca, no se animó a decir dónde enterraron
Lic. Victorio V. Suárez a Agustín Goiburú, Miguel Ángel Soler, Derlis Villagra, Octavio Gonzá-
vvs544@yahoo.com.ar lez, Carlos Mancuello, Amílcar Oviedo, Benjamín y Tato Ramírez Villal-
Columnistas:
ba, o de aquellos que fueron víctimas del Operativo Cóndor: Antonio
Lita Pérez Cáceres, Irina Ráfols, Maidana, Cástulo Vera Báez, Federico Tatter, y otros inmolados en las
Delfina Acosta, Griselda Torres, mazmorras policiales de la dictadura. De igual manera, capón y abyecto,
Gabriel Ojeda, Vanessa Sandoval, Ricardo
Pavetti, Genaro Riera Hunter, Brian Gines
Cantero jamás respondió por la muerte en torturas de Mario Schaerer
Prono, Juan Carlos Da Costa, Martín Rolón y otros luchadores que die-
Corresponsal en España ron sus vidas para que este país resurja de la degradación. A esta breve
Vicente Peiró Barco
nota mueve una sola intención: no olvidar a quienes amparados por la
Marketing y distribución impunidad cometieron los peores crímenes en nuestro país. Y ojalá, esa
Silvia Duré tríada de terror: Camilo Almada Morel, Lucilo Benítez y Juan Martínez,
Coordinación y producción
Rosa del Rocío Villalba
ablanden sus podridas conciencias y nos digan de una vez por todas,
Amelia Guiomar Villalba dónde enterraron a los desaparecidos.
Diseño gráfico
Cecilia Rivarola
(*) Escritor y poeta.
Impresión Vicepresidente de la Sociedad de
QR Producciones Gráficas Escritores del Paraguay.
Junio - julio / 4
Encuentro con
SILVIA PRIDA, una de las vo-
ces más destacadas de la poesía
poeta uruguaya
actual hispanoamericana, de
nacionalidad uruguaya, llegó
al Paraguay para participar
de varios eventos de carácter
cultural. Fue en el marco de la
Feria del Libro que organizó la
Universidad Iberoamericana en
la última quincena de abril.
PEQUEÑAS y GRANDES H I S T O R I A S
ZONA SECRETA
Rompiendo límites
y apartándose de la retórica
Escribe: Victorio V. Suárez
Gloria Marecos, poeta de Iberoamericana marcó en cier- bra y qué dirección va tomando
voz intensa y medida, raspa los ta forma el sendero de Gloria su palabra en estos días tem-
niveles y sensaciones huma- Marecos, sería injusto no atri- pestuosos que vivimos. A todas
nas; la pasión, el amor, la cons- buirle las inmensas cualidades las cosas Gloria responde con
ternación, la rebeldía social y la que desarrolló para manejar su la poesía, y ésta no escatima
búsqueda de Dios para refugio poesía en medio del esfuerzo y para hacernos ver la semblan-
o protesta configuran su ca- la visión continuamente eman- za de una poetisa que sabe en-
rácter artístico. Si bien el Taller cipadora. A estas alturas, Glo- sanchar los colores del alma y
de Literatura de la Universidad ria sabe para qué sirve su pala- la vida.
Junio - julio / 8
La comadrona
S iempre viví en este lugar. Hasta se podría
decir dentro de estas 4 paredes. Soy la se-
gunda de 4 hermanas, todas nacidas bajo los elabo-
rizadas por ser seres sentimentales, arruinaron la
guerra sometiéndose a la voluntad de ellos. Ésa era
mi concepción de la razón de las cosas, al menos
rados rituales de Ña Evangelina, en este catre con en este lugar. Por supuesto, nuestros pensamientos
patas de madera con edad casi como para contar carecían de racionalidad en estas y otras cuestiones.
más historias que yo. Se puede decir que los que En este alejado rincón del mundo no habría de
nacemos en este rincón tan apartado del mundo sólo importar la guerra en Irak, los movimientos de la
venimos por un fugaz paso para oler la tierra, o tal bolsa de Nueva York ni las últimas tendencias de la
vez para dar continuidad a la sufrida estirpe de nues- moda; ¿Valentino había lanzado una nueva colec-
tro apellido con el objeto de perpetuar la existencia ción haute couture, exclusivamente en homenaje de
del linaje. la diva del cine Julia Roberts…? Pues nada de eso
No me pregunten, al conocer mi historia, cómo era relevante para nuestros oídos.
no había dicho nada para sublevarme, para librarme Desde niñas incursionábamos en el trabajoso
de yugo que me aprisionaba, porque la ignorancia arte de la complacencia masculina, a temprana edad
es tan o más aprisionadora que las cadenas que aprendíamos las labores cotidianas en la cocina, en
sujetan al reo. Lo más probable es que aquello que el hogar, y más tarde el oficio oculto de dejar al pla-
despertaba mis ansias de liberación era superado cer a un lado en cualquier actividad posible de ser
ampliamente por algún defecto genético que acalla- gozosa (incluso en el lecho matrimonial) y someterla
ba mis gritos. al deseo varonil en cuanto a frecuencia y modalida-
Mi madre afirmaba derrotada: “Azucena, la kuña des se refería.
ko peichante´ara voi, ñande kuña royu ko múndope Nunca se nos fueron expuestos los puntos ne-
ro servihaguante” -la frase habría de resonar en mis gativos de tanto desconocimiento acerca de nuestra
adentros hasta el día de hoy-. En la guerra del po- naturaleza, claro que las consecuencias no tardan
der, en el principio de los tiempos, habían ganado en llegar en la vida del campo. El sabor amargo que
más batallas los hombres, y las mujeres, caracte- deja una vida perdida, una oportunidad negada, un
deseo prohibido.
En fin, las nuevas ge-
neraciones de este joven
siglo tampoco habrían de
saborear la dicha de la sa-
tisfacción. Sólo en una cosa
éramos las damas, jóvenes
y no tan jóvenes, libres de
expresar nuestras mentes:
el bordado. Se había con-
vertido en una cita los mar-
tes por la tarde, luego de la
misa en el templo, el acto
de jugar con la imaginación,
cosiendo cuanto ser se nos
ocurriera en las extensiones
de género de ao po´i que la
municipalidad se encarga-
ba de proveernos. Nuestros
diseños plasmados en blan-
cos lienzos se cotizaban con
el precio de la seda genuina,
Obra de E. Collar
Junio - julio / 11
la imagen de la homenajeada por tierra y por agua, silio que separaría a mi primogénito por primera vez
como todos los años, y luego del sacrificio anual a y para siempre de la matriz que lo acogió por nueve
cambio de alguna promesa la fiesta seguía en la pla- meses.
za del pueblo. Debí haberme dado cuenta de que Con tiernos masajes efectuados por la matrona
alguien atisbaba la mirada por mi inusual elegancia. y el estímulo de su dulce voz que decía: “Eñeha´a
Las mujeres nos juntábamos bajo un árbol en es- che íja, osetama” resistí la labor y completé la proe-
pera de que algún caballero con aires de galán nos za, expulsé a un pequeño ser cubierto por humores
invite a movernos al son de la música interpretada sanguinolentos y exclamando como quien dice a gri-
por la banda municipal. Mientras algunas estaban de to pelado que había salido victorioso del viaje de mis
suerte y visitaban primero la pista de baile (por su- profundidades al exterior. Era una niña, y la llamaría
puesto bajo la atenta mirada de la chaperona) algu- Jazmín.
nas esperábamos a que el turno fuese nuestro. La comadrona retiró la sustancia que cubría sus
Así llegó él; acicalado como para el día de su ojos y la envolvió en sábanas inmaculadas, y me
boda y oliendo a una fragancia que no pude reco- ofreció un brebaje que me haría recuperar las fuer-
nocer, pero de carácter masculino. Acepté bailar una zas gastadas. Completó el servicio con el cambio de
pieza y luego nos sentamos a conversar, o mejor di- mi vestidura manchada y con el encargo de que a la
cho, a responder lo que él quisiera preguntarme. No mañana siguiente, sólo a unas horas de distancia,
pasó mucho hasta que sin saberlo accedí a acom- no me sentiría enferma o convaleciente. Sucumbí al
pañarlo en la busca de más bebida para aplacar el sueño debido al cansancio sin prestar atención a la
calor, en el camino al destino prefijado ocurrió lo im- pequeña persona a mi lado que demandaba el néctar
previsto. de mis senos. Mi madre la colocó de manera que yo
Se abalanzó sobre mí colocándome de espal- completara mi sueño y ella su saciedad.
da sobre la tierra seca y deshidratada. Levantó de Desperté con los primeros sonidos de la mañana
un tirón mi vestido floreado y en un instante caí en y me incorporé en mi lecho con las molestias propias
la cuenta de que no tenía las de ganar cuando pre- del evento reciente. La pequeña Jazmín dormía aún.
sionaba mis brazos contra el suelo. Su sexo rígido Me adentré en mis faenas; me coloqué en cuclillas
me había penetrado y cual bestia iracunda se mecía con los pies descalzos y la palangana aporreada por
sobre mi abdomen completando la hazaña. Cuando los años enfrente. Comencé el habitual fregado de
hubo terminado lo que quedaba de ese momento era las prendas, ese día fregabas las sábanas estigma-
un dolor inimaginable en mis partes. Se repuso y me tizadas con el fluido de mis venas, frotándolas con el
extendió su mano en ofrecimiento de ayuda, yo no jabón en pan y luego refregándolas por la madera con
lo miré, no le dirigí palabra, no pude emitir sonido. ranuras. Prendas viejas, ancianas, casi harapientas.
Giró su cabeza ya dirigiéndose al destino original y Al coger la segunda pieza me sentí desfallecer.
me propinó un seco: “Te queda bien ese vestido con Experimenté el desfallecimiento de mis piernas, solté
flores”. la sábana. Caí sentada al suelo húmedo del rocío de
Los meses habían pasado, y la entrañas deman- la madrugada y no comprendí mi situación, hasta que
daban alimento, por lo que mi osamenta se acentuó una ola de calor bajó por mis piernas, y comprobé
por sobre la piel; me volví escuálida y sin color. Mi al elevar el atuendo repuesto por la comadrona mi
madre nunca expresó su descontento, supongo que fluido vital se escapaba por entre mis partes, como
mi estado constituía uno de mis deberes como mujer, un caudaloso río en donde se había librado una con-
y a eso correspondía su falta de reproches. Ignoraba tienda sangrienta, aquella batalla habría de perderla
lo que crecía dentro de mí pero al mismo tiempo, la yo. Me extinguí entre suspiros, ni siquiera en ese mo-
idea de repetir la historia de mi ascendencia con mi mento pude clamar por ayuda, perecí en el lecho pro-
primogénito (especialmente si era una niña) me ate- veído por la naturaleza, mientras la única prueba de
rraba, lo reconozco ahora, no lo deseaba. mi existencia yacía impasible en un precario cuarto.
Una noche en la que el suelo demandaba sacie- Desde aquí veo a mi pequeña Jazmín corretear
dad, descubrí que mi camino hacia lo inevitable se por el rancho, recibir de mi madre las mismas ins-
iba acortando. En mis prendas observé una mancha trucciones que mis hermanas y yo recibimos durante
escarlata, me dirigí a mi madre y le dije: “Oguahema mucho tiempo. Realiza las labores cotidianas en la
che seña”. cocina, en el hogar, y más tarde se iniciará en el ofi-
En ese instante comenzaron los dolores, los cio oculto de la renuncia de la satisfacción. Pero…
calambres que se sentían como púas en la cintura, ¡para qué estamos las mujeres si no es para servir,
mientras mi madre, mis hermanas y Ña Evangelina Azucena! Así es como se perfila nuestro destino,
completaban los ritos ancestrales del arte de parir: desde las entrañas hasta la muerte…. ¿Verdad? O
calentar agua, colocar sábanas limpias, elaborar un tú qué piensas…
alimento fortificador para la puérpera, afilar el uten-
Junio - julio / 13
EL BOSQUE CRECE
Un “viejo libreto”
que no pierde vigencia
1
El hombre y el
equilibrio con el ecosistema
Escribe: Brian Gines*
EL PERIODO DE LA
INDEPENDENCIA
En los albores de la independen- bien se fijó para el 25 de mayo, cuyo Supremo de la República. De ahí en
cia paraguaya (1810), cabe mencio- jefe iba a ser Fulgencio Yegros, los más ya no fue permitida actividad po-
nar que España estaba en guerra y la hechos se adelantaron, pues el 14 de lìtica alguna. Francia creía que ante el
corte portuguesa se habìa refugiado mayo de 1811, bajo el mando del capi- peligro de la restauraciòn del virreina-
en Rio de Janeiro. José Bonaparte tán Pedro Juan Caballero los complo- to habría que sacrificar todo, inclusive
tenía a su cargo la penìnsula ibèrica, tados obligaron al gobernador Velaz- la libertad individual.
hecho que motivó la sublevaciòn de co a dimitir. Ese trascendental suceso
los españoles en 1808. Precisamente, se cumplió el 15. Para el 16 se formó
ese desequilibrio motivó el avance de el gobierno provisional, donde partici- FORMACIÓN DE LOS PARTIDOS
la influencia inglesa en las indias occi- paron: Velazco, Valeriano Zevallos y POLÍTICOS TRADICIONALES
dentales, y como punto esencial, el 25 Gaspar Rodríguez de Francia, gestor
de mayo de 1810 una Junta tomò el intelectual de la revolución libertado- Mientras se libraba la batalla de
poder en Buenos Aires, prevalecièn- ra. El 9 de junio de 1811 Velazco fue Piribebuy, aquellos que actuaron en
dose por el vacío de poder dejado por destituido definitivamente, y se formò contra del gobierno de Francisco So-
Fernando VII, que fue apresado por el nuevo gobierno a través de la 1a. lano López en el exilio fueron ayuda-
Napoleón Bonaparte. Se organizó un Junta Gubernativa, que estaba presi- dos por la diplomacia del Brasil para
Congreso general para decidir sobre dida por Yegros e integrada por Fran- formar un nuevo gobierno, constitui-
la organizaciòn del antiguo virreinato. cia, Caballero, Xavier Bogarín y Fer- do por Cirilo Antonio Rivarola, Carlos
Entonces la Junta de Buenos Aires en- nando de la Mora. Lo más importante Loizaga y José Díaz de Bedoya, que
viò un representante a Paraguay, pero fue la negociaciòn llevada a cabo por quedó constituido el 15 de agosto de
fue rechazado. No obstante, Bernardo Francia ante Belgrano, el 12 de octu- 1869. Una de las primeras medidas de
de Velazco convocó a representantes bre de 1811, tratado por el cual Bue- ese gobierno fue decretar fuera de la
del clero, comerciantes, militares, nos Aires reconoció la independencia ley a Solano López, y, “para siempre
propietarios y el Cabildo para hacer del Paraguay, la idea federal quedó arrojado del suelo paraguayo, como
valer cierta adhesiòn a la causa de la sepultada de esa manera. En esos asesino de su patria y enemigo del
Junta argentina. Ante la mención del avatares la Junta paraguaya trató de género humano”, y aunque parezca
Consejo de Regencia (24/VII/1810) y mejorar las condiciones econòmicas, mentira, la bárbara medida agregaba
el pacto de amistad con la Junta de educativas y culturales del país. Pero también “contribuir cuanto esté de su
Buenos Aires, José Gaspñar Rodrí- Buenos Aires no cesaba en su inten- parte para la completa victoria de la
guez de Francia levantò su voz para ciòn de atraer al Paraguay hacia la República y de los Gobiernos aliados
decir que “Paraguay no es patrimonio Federaciòn que amenazaba con el acreedores de nuestro cordial agra-
de España ni es Provincia de Buenos “bloqueo econòmico” a Paraguay. La decimiento, prestándoles decidida co-
Aires, el Paraguay es independiente firmeza de Francia desalentò aque- operación contra el tirano López” (1).
y es una República”. La Junta bo- lla proppuesta traída por un emisario A pesar del manoseo de la sobe-
naerense encargò entonces a Ma- de Buenos Aires, Nicolàs de Herre- ranía del Paraguay y la falta de reco-
nuel Belgrano una expediciòn militar ra, así el 12 de octubre se proclama nocimiento de los países extranjeros
contra el Paraguay. Los paraguayos la Primera República de América del del engendro gubernamental impues-
acudieron en masa. El 19 de enero de Sur: Paraguay. Se crearon -al estilo to por los brasileños, López seguía
1811, Belgrano y los suyos batallaron romano- dos cónsules a turnarse en combatiendo ya casi agotado por las
en Paraguarí sin conseguir resulta- el mandato: Francia y Yegros. De esa desigualdades numéricas y armamen-
dos, pues habìan retrocedido hacia el forma se concretó la ruptura definitiva tistas de las fuerzas aliadas. Cierta-
sur. Belgrano capituló definitivamente de la corona y de la afanosa Buenos mente, la franca declinación de López
en Tacuary el 9 de marzo del mismo Aires. creaba una verdadera competencia y
año. Aquellas campañas militares die- El verdadero director de la esce- avalancha para conquistar espacios
ron confianza a los paraguayos y ya na polìtica a partir de ese momento de poder. En los primeros días del
no dudaban de que defender la patria, fue Gaspar Rodrìguez de Francia, mes de febrero de 1870 López había
la identidad nacional incipiente, que- quien el 3 de octubre de 1814, a pro- llegado a Cerro Corá con apenas 500
brantada, pero fuerte. El grito de la in- posición de Mariano Antonio Molas, soldados, que debieron enfrentar a
dependencia ya no se hizo esperar, si fue declarado por cinco años Dictador nada menos que 4.500 brasileños di-
Junio - julio / 17
rigidos por el general Antonio Correa presidente, no era del agrado de las
da Cámara. El fin de la guerra contra fuerzas brasileñas de ocupación ni de
la Triple Alianza llega el 1 de marzo sus diplomáticos. Esa misma noche,
de 1870. De esa forma se había cerra- Cirilo Antonio Rivarola y Cándido Ba-
do una etapa de la historia de nuestro reiro, con el apoyo brasileño, desco-
país y se abrió otra de intensos aje- nocieron el nombramiento recaído en
treos políticos sobre las ruinas, el es- Facundo Machaín. La Convención,
panto y la ocupación de las potencias reunida el 1 de setiembre, para evitar
extranjeras. La catástrofe fue terrible, su disolución tuvo que sancionar el
pues de aproximadamente 1.300.000 golpe de Estado, dejando sin efecto
habitantes sólo quedaron 200.000, en aquel nombramiento y designando
su mayoría adultos, mujeres y niños. presidente provisional a Cirilo Antonio
Todo había que reconstruir. Todo Rivarola; al día siguiente fue aún más
estaba arruinado, que aquella des- lejos: anuló el diploma de convencio-
gracia motivó la compasión mundial nal del Dr. Machaín, por haber acep-
hacia nuestro país. Una de las pri- tado la designación como presidente
meras medidas fue la convocatoria a provisorio de la República.
elecciones para constituir una Con- En el mes de octubre quedó san-
vención que fuera capaz de hallar cionada la nueva Constitución, donde
una nueva organización política para se establecía que el Estado quedaba
la República. El 27 de julio de 1870 organizado en tres poderes en perfec-
se creó la comisión redactora de la to equilibrio. La soberanía residía en
Constitución compuesta por Facundo el Congreso constituido por dos Cá-
Machaín, Juan José Decoud, Juan maras. El Poder Ejecutivo quedaba
Silvano Godoi, Salvador Jovellanos bajo el poder de un Presidente de la
y Miguel Palacios. Al respecto, el Dr. República y cinco ministros, sujetos
Efraín Cardozo nos recuerda: “En la a juicio político. La Justicia quedaba
sesión del 31 de agosto fue aceptada para ser administrada por un Tribunal
la renuncia de los triunviros José Díaz Superior y las magistraturas estable-
de Bedoya y Carlos Loizaga, y se pro- cidas por la ley. Indudablemente, la
cedió a la designación de Facundo nueva Constitución era contraria al ré-
Machaín como presidente provisio- gimen anterior y abrazaba los ideales
nal de la República, en substitución liberales de la época. El 25 de agosto
del Triunvirato. Machaín, el nuevo de 1870, Cirilo Antonio Rivarola inau-
LIBRERÍA EDITORA
Intercontinental
Junio - julio / 18
gura el primer periodo presidencial. dad de su existencia, procedimos a Soler, Francisco Soteras, Antonio Za-
Antes de transcurrir un año tuvo difi- una formal declaración de que desde yas, Avelino Gacete, Felipe Torrents,
cultades con el Congreso, que destitu- la fecha queda instalado dicho centro, José Goiburú e Ignacio Ibarra (Voca-
yó al ministro de Hacienda, Juan Bau- bajo la denominación de “Centro De- les).
tista Gill. Entonces Rivarola disolvió el mocrático”, con los propósitos y fines Los integrantes del antiguo Club
Parlamento, dando el primer golpe de que se establecerán en el acta defini- del Pueblo, para contrarrestar la or-
Estado. tiva de la constitución. ganización de sus contrincantes se
En realidad, los verdaderos veri- “Y para que conste, firmamos la reagruparon rápidamente bajo el li-
cuetos políticos llegan con la vigencia presente acta, fecha ut-supra. Ciri- derazgo del Gral. Bernardino Caba-
de dos agrupaciones establecidas:1- lo Solalinde, A. Taboada, Rafael A. llero. Tras algunas gestiones de rigor
El Gran Club del Pueblo y, 2-El Club García, José M. Fretes, Emilio Caba- se ajustan los detalles y surge la de-
del Pueblo. Ambas nucleaciones ñas, A. Zayas, Ignacio Ibarra, Manuel nominación de Asociación Nacional
desembocarían más adelante en Ávila, D. Candia, R. Soler, Florencio Republicana, cuya acta expone lo si-
los principales partidos políticos del Quintana, M.I. Mora, Vicente F. Espí- guiente: ”En la ciudad de Asunción, a
Paraguay: colorado y liberal. El Dr. nola, A. Echanique, Juan Cirilo Men- los 25 días del mes de agosto de mil
Cecilio Báez, uno de los fundadores doza, José de la Cruz Ayala, José A. ochocientos ochenta y siente, reuni-
del liberalismo paraguayo había ma- Alfaro... dos los ciudadanos que suscriben, y a
nifestado: “Desde que se realizaron Asimismo, otro documento de la indicación del General D. Bernardino
los primeros trabajos para constituir el época atestigua lo siguiente:”En la Caballero y proposición del Sr. José
gobierno provisorio, se diseñaron los ciudad de Asunción, a los 10 días de Segundo Decoud, resolvieron cons-
bandos políticos que estaban destina- julio de 1887, por cuanto el Pueblo tituirse en agrupación política con el
dos a luchar por la posesión del po- Paraguayo en su constitución política laudable objeto de ocuparse prefe-
der. Denominábase el uno “Gran Club ha acordado a los ciudadanos, entre rentemente en todas las cuestiones
del Pueblo” y el otro “Club del Pueblo” otros derechos como el de la libertad de interés público que interesen la
(...) “El primero era presidido por el Dr. de prensa y el de la palabra, el de la prosperidad y el engrandecimiento y
Facundo Machaín y componíase prin- reunión y declarando asimismo invio- la felicidad de la patria, así como de
cipalmente de los jóvenes que habían lable la ley electoral, a fin de que estos propender al afianzamiento de las li-
vivido en el extranjero durante el go- medios que se consideran los más efi- bertades públicas, consagradas por la
bierno de los López y de los hombres caces puedan establecerse para los carta fundamental de la República, y
que habían militado en la “Legión Pa- actos de los gobiernos, no solamen- con el fin de dar la forma convenien-
raguaya” durante la guerra de la Triple te una barra a sus avances posibles, te a este pensamiento se procedió a
Alianza. El segundo, reconocía como sino también un medio de ilustrar a nombrar una comisión provisoria de
jefe a Cándido Bareiro y componiase los mismos en el examen y resolución redactar el programa y Estatuto de
principalmente de los ciudadanos que de las cuestiones de su competencia la Asociación. A moción del Sr. J. C.
en la misma época habían hecho la que afecten los intereses de la comu- Vera, fueron electos por aclamación
campaña del Paraguay en los ejér- nidad e intervenir espontánea y libre- para componer dicha comisión los se-
citos de López”. Cabe apuntar que mente en la formación de los poderes ñores Bernardino Caballero, Higinio
entre los afiliados del Gran Club se del Estado que deban encargarse de Uriarte, José G. Granados, Santiago
encontraban Facundo Machaín, José los destinos de la república” (...) “Y Cardozo, Juan G. González, José Se-
Segundo Decoud, Benigno Ferreira, teniendo presente la necesidad senti- gundo Decoud, Angel Benítez, Juan
Juan J. Decoud, Juan Silvano Godoi, da de un tiempo a esta parte de una Crisóstomo Centurión, Remigio Mazó,
S. Jovellanos y otros. Entre los del agrupación semejante, nos los abajo Esteban Rojas, Miguel Alfaro, Guiller-
Club figuran Cándido Bareiro, Adolfo firmantes nos hemos reunido espon- mo de los Ríos, H. Carvallo, Z. Sama-
Saguier, Bernardino Caballero, G. Se- táneamente y constituimos por reso- niego y Jaime Peña.
rrano, Juan B. Gill, etc. A la agrupación lución unánime una sociedad política El 11 de setiembre de ese mis-
que integraban éstos se le llamaba que denominamos Centro Democrá- mo año en el teatro Olimpo (hoy Mu-
también “El Petit Club López”. Si bien tico, para hacer uso de los derechos nicipal) se produjo la magna reunión
se buscó fusionar a ambas agrupacio- que nos acuerda la Constitución Na- donde se aprobaron los estatutos del
nes, tal intento no fue posible por los cional y las leyes de la República en Partido Colorado.
ideales verdaderamente antagónicos la forma que se determinará en los
que diseñaron ambas agrupaciones estatutos respectivos”. Posterior a la guerra del 70 y a
en sus programas políticos. Para el 24 de julio del mismo año comienzos de la formación de los par-
El verdadero origen del Partido los liberales se reunieron en una terce- tidos, las campañas políticas fueron
Liberal se debe a la agrupación de- ra asamblea y en ese acto aprobaron virulentas. Haciendo un breve recuen-
nominada Centro Democrático. Tras los estatutos del partido y eligieron las to tenemos que en el mes de enero
dos Asambleas consecutivas aparece autoridades de la siguiente manera: de 1874 estalla una revolución enca-
un documento que reza cuanto sigue: Antonio Taboada (Presidente), Pe- bezada por el general Bernardino Ca-
“Nos los abajos firmados, reunidos en dro V. Gil (Vicepresidente), José de la ballero, quien entró en Asunción con
la casa de la calle Asunción No, 1 del Cruz Ayala (Secretario), Favio Queiro- un ejército triunfante conformado por
día sábado 2 de julio del año 1887, a lo (Prosecretario), Bernardo Dávalos ex combatientes de la guerra grande.
las 7 y media de la noche, con el ob- (Tesorero), Cirilo Solalinde, Mateo Co- Aquella aparición de Caballero en la
jeto de establecer un centro político, llar, Ildefonso Benegas, Cecilio Báez, arena política marcaría el inicio de
convencidos de la imperiosa necesi- José Caminos, Juan Aponte, Víctor algo que ejercería durante toda su
Junio - julio / 19
vida: la lucha política. Comenzó ejer- provisional y se convirtió en el actor el primero en devolver los trofeos de
ciendo el cargo de ministro del Inte- político más importante desde 1880 a guerra a los vencidos. Argentina tam-
rior, bajo la presidencia (1871-1874) 1886. poco endureció su postura, llévese
de don Salvador Jovellanos, quien El 25 de noviembre de 1886 había en cuenta que numerosas protestas
por imposición del gobierno brasileño asumido la primera magistratura de la se dieron en importantes ciudades
había seguido en la Presidencia de nación el general Patricio Escobar, argentinas que se negaron a comba-
la República (tras afrontar tres revo- fue un gobierno que tuvo sus etapas tir contra Paraguay. Eso de llevar la
luciones). Luego, Caballero ocupó el históricas, pues en 1887 se creó el guerra hasta las últimas consecuen-
cargo de ministro de Justicia, Culto e Consejo Superior de Educación y se cias venía de manera más fuerte del
Instrucción Pública, bajo el segundo dictó la ley de enseñanza obligatoria. Brasil, Pedro Segundo quería a toda
periodo constitucional que llevó a la Asimismo, se creó el Banco Agrícola y costa la cabeza de López. El famoso
presidencia de la República a Juan algo muy importante para la vida insti- Conde d´Eu, yerno del emperador,
Bautista Gill, quien apeló a la fuerza tucional, fue indudablemente la cons- quiso ser héroe en la guerra y lo que
para sostener su mandato, sin em- titución de los partidos políticos. hizo fue sólo perseguir a un hombre
bargo, fue asesinado por los herma- Como ya hemos mencionado, los que estaba en franca retirada, se lo
nos Godoi. Tras la muerte violenta primeros partidos tuvieron su origen involucra directamente con el terrible
del Presidente, llegó al cargo Higinio tras varios acontecimientos de carác- incendio del hospital de Piribebuy, lle-
Uriarte (durante su mandato hubo una ter político. En esa coyuntura de los no de heridos de guerra.
matanza en la cárcel pública, donde primeros años de posguerra debemos En la vida política del país entre
murieron Facundo Machaín y muchos destacar que entre las secuelas la- los clanes militares siempre apare-
otros prisioneros), con quien Caballe- mentables de ese periodo quedan las cían a la par los jefes civiles que casi
ro siguió ocupando los mismos cargos injerencias de los ocupantes en la vida siempre inspiraban para algún golpe
ya designados. Después había con- interna de la nación paraguaya. Como de Estado. Ese fue el panorama que
quistado el poder don Cándido Ba- se sabe, el Brasil ocupaba zonas cer- dominó gran parte de nuestra historia,
reiro (1878-1880). Durante este man- canas a Asunción; la Argentina, por su casi desde la fundación misma de los
dato fue asesinado el ex presidente parte, mantenía un control desde el dos partidos políticos tradicionales: la
Rivarola. Tras la muerte de Bareiro, Chaco, y Uruguay un contingente me- Asociación Nacional Republicana y el
se produjo una maniobra por parte de nor, y fue el país que actuó de manera Centro Democrático o Partido Liberal..
Caballero, quien fue electo presidente más amistosa con Paraguay, pues fue
Metodología profesional
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Junio - julio / 20
EL CONTRATO
A Elisa, vestida de luto entero, como correspon-
día, pues venía de enterrar a su padre en el
cementerio del pueblo, le llegó una anticipada alegría
padre. Tomaban el mate de la mañana en el patio de
los azafranes, y los perros se lamían las patas junto
al brasero con aquella pereza animal que tiene cier-
al golpear con la aldaba la puerta de su casa. Es- to aire de realeza. Algunas chispas de los carbones
cuchó ladrar a los perros. Sólo para oírlos, le venía convertidos en brasas alcanzaban su rostro, sin em-
el propósito de dar golpes y más golpes. Golpes de bargo, ella no se daba cuenta. Sólo sabía que estaba
quien sabe que lo dejarán entrar porque la puerta se contando a su padre la historia de la mosca, de aquel
compadece (más tarde que temprano, pero se com- díptero atrapado y sometido a encierro por la miste-
padece) del mendigo, del vecino insomne, del foras- riosa casa de la chimenea y el humo azulado. Y a
tero perdido en la noche de frío y de tormenta, cuan- medida que hablaba, que redondeaba las frases, que
do Zeus envía un rayo y el trueno empieza a galopar. intentaba buscar una explicación en torno al misterio,
Siguió golpeando. Era como si la casa ladrara, dis- que recuperaba el aliento y volvía a contar, era como
puesta a clavar sus colmillos y sus alfileres en el des- si la mosca buscara salir de aquel cuadro grande y
conocido que se atreviera a meter el polvo o el lodo húmedo por su boca. Pero su padre no dijo nada.
de la calle en su recinto. Con dos vueltas de llaves se Sorbía la bombilla lentamente con una expresión lisa
introdujo en el interior; una vez que estuvo adentro y ausente en la cara. Ella insistió, y mientras insistía
empezó a sacarse el luto. Y el luto fue colgado de escuchaba su voz tomando lentamente distancia de
un colgadero de seis escarpias, doblado y guardado ella hasta que se le hacía cada vez más difícil y más
en un cajón de la cómoda, arrojado en una esquina, enredado ir tras sus palabras.
junto a otros zapatos, y convertido en una pequeña Alguna vez nos ha pasado un susto mayúsculo,
pelota al caer en la gaveta destinada a las medias de un hecho inexplicable, algo que hubiéramos desea-
seda. Al cerrar y guardar su abanico en el cajón de do contar al instante a alguien que nos creyera en el
un viejo escritorio, no solamente cerró el despliegue momento. Pero luego, al contárselo a los demás, al
de colores de la bailarina de flamenco con la mantilla tratar de conservar en su estado de huevo fresco la
de adelfas y rosas sobre sus hombros, y el chusco historia contra natura que nos ha tocado vivir, hemos
de camisa a lunares que rasgaba una guitarra, sino sentido al cascarón rajarse lentamente y a la yema
que también tuvo la sensación de haber cerrado to- escurrirse por nuestros dedos, dejándolos sucios,
dos sus suspiros. viscosos, pegajosos. Quienes nos escuchan, con la
Estaba sola, con sus treinta y nueve años, y incredulidad y la confusión subidas a sus ojos ante
aquellos muebles de porte antiguo que eran su su- nuestra expresión nerviosa, nos dejan en estado de
prema compañía. Por ejemplo aquel cuadro enorme, vergüenza; caemos en la cuenta de que nuestros
de firma borrosa, un poco inclinado y enfermo de hu- “confidentes” están a un paso de tratarnos de menti-
medad. En él se veía una casa blancuzca largando rosos y fabuladores. Finalmente, muy desorientados,
humo por la chimenea; un camino delgado pero im- ya ni sabemos si en realidad ocurrió o no “aquello”
paciente, de tierra roja, parecía invitar al contempla- que empezamos contando con la voz inflada de pa-
dor de ocasión para que se dejara llevar por él. Ah..., sión y de entusiasmo, y el rostro rojo, encendido,
dejarse llevar. Elisa había observado una tarde que iluminado. Y nos damos por vencidos. La casa y los
una mosca de alas ligeramente verdosas (la única, la muebles con cierto aire victoriano le pesaban a Elisa.
misma de la sala), la mosca que acostumbraba pa- Observó su pierna coja, fruto y castigo de una polio
sear por las salvillas de oro y por los candelabros de mal curada. Miró sus viejos zapatos de charol, y así,
plata, iba y venía por el cuadro, por la copa del soli- en conocimiento de su pobreza, se puso a pensar.
tario árbol del paisaje, por las tejuelas, por el humo Cuánto pensó dentro de su pobreza. Se le presen-
azulado, casi lueñe, de la chimenea, por la firma tó en la mente la fiambrera vacía. Observó el cofre
ilegible del artista, y hasta por la pieza de madera sobre la mesa donde solía colocar las llaves de la
pintada que hacía de marco, pero evitaba el camino. casa y algunas monedas de níquel. ¿Habría tal vez
El cielo azulino, sí. El camino de tierra roja, no. Mas algún dinero dentro de él? La posibilidad de encon-
luego, resistiéndose a avanzar, intentando inútilmen- trar monedas en esa caja con cerradura de bronce
te levantar vuelo, luchando con estoicismo contra su iluminó sus ojos verdes. Le vino el recuerdo de ha-
destino de mosca en una vieja aunque valiosa obra berse levantado la noche anterior, durante el velorio,
de arte, fue por el camino que llevaba a la oscura para guardar el cofre, temerosa de un robo; lo tomó,
puerta de la casa. Y ésta se la tragó. El insecto había lo abrió, y su vaciedad le cayó con tristeza polvorienta
desaparecido. Recordó haber contado la historia a su sobre sus ojos.
Junio - julio / 21
demás no veían lo que ella. Antes, cuando venían si la casa hubiera tomado partido por ella, le entraba
sus tías de Buenos Aires, echaban una mirada seca, el extraño pensamiento de que ellos eran un matri-
de paso por la obra, tocaban la seda del paño, res- monio en crisis. Ah..., ella y aquellos pájaros de plata
pondiendo a un gesto automático, y mientras una dentro de una pajarera enorme, y el espejo redondo
desliaba ruidosamente un caramelo de menta o de y corredizo, y la estatua de Adonis en perfecto estado
café, y la otra hacía pequeños ejercicios de respira- de conservación, y el tapiz con la figura del hermo-
ción, porque decía estar cansada del largo y penoso so e imponente tigre, y aquella reproducción de “Los
viaje, pedían con voz postiza y exagerada a su pa- girasoles”, de Van Gogh, y esas abstracciones artís-
dre, que las llevaran al patio para tomar un tantito ticas que pasadas por el análisis y la explicación de
de sombra y desplegarse en las reposeras. A veces un experto sólo para él, seguirían siendo un absurdo
pensaba que aquella habitación llena de objetos de para su comprensión. Simulando cansancio pasó a
arte sofocaba a las tías y a otras visitas que a me- lo de Elisa. Tomaron mate. De vez en cuando la mira-
nudo aparecían, pues su padre poseía una selecta ba. Y ella, dándose cuenta de que la miraba, le pre-
colección de té. Y cada pieza artística tenía su ánimo. guntaba nerviosa, si el mate estaba en su punto, y él
Sobre todo el tigre. La mujer acabó trasladando casi le contestaba que sí, y Elisa, de pronto, con los ojos
todas las obras a su pieza. Y el escribano fue trayen- arrasados por las lágrimas, le contó que la noche an-
do muebles apropiados para una oficina a la sala y a terior, un hombre mató a su mujer, y luego se suicidó.
su gabinete. Y Elisa, caída la noche, mientras oía la El matrimonio había comprado hace tres años una
radio, se ponía a hacer cualquier cosa. Esa cualquier casa con una anciana adentro. Ah..., suspiró ella. Se
cosa comenzaba, a veces, con el intento de recordar quedaron en silencio. Y ese silencio de hormiga se
dónde había dejado la aspadera, y como no le venía iba desdoblando, alargando, desenrollando, corrien-
el recuerdo, buscaba entonces, para conformarse, do como agua, como vino de tinaja tumbada, pues
dos gemelos de su saco marino, que sí sabía en qué ambos se morían por hablar. Por decir lo mismo. Lo
sitio se encontraban. Y él en lo suyo, y ella en sus que les iba comiendo el cerebro. Lo que les calentaba
cosas, sentían, a ratos, que se debían una pavada la lengua. Pero luego se dieron cuenta, que a través
de conversación, y la charla venía por el viejo camino de ese mismo silencio tan callado, iban nombrando,
que casi siempre viene, pues se ponían a hablar dale repitiendo, como con golpes de tambor que llaman a
que dale de los demás, y hablando de los demás, le guerra, la palabra muerte. Pasó un largo rato y Eli-
vino a Elisa, una tarde, el recuerdo de la viuda de sa habló, y era que se quedaba encantada con sus
Fleitas, doña Ángela, que se había quedado sola propias palabras cuando le decía a Pablo que se iría
con su alma, pues la señorita Aurora Paredes, quien muy lejos, porque no quería ser la causante de su
había comprado la casa con la viuda adentro, había desgracia. Un ave surcaba el cielo. ¿O era un mur-
muerto. La primera en descubrir el cadáver no fue ciélago? El escribano se quedó mirándola. Estaba
doña Ángela, como se podría esperar. El perro de la bella con esa expresión de pena. Atardecía y la luz
casa, un labrador de pelaje negro, se había largado se iba filtrando por última vez, a través de la clara-
a aullar. Y algunos vecinos, despertándose en plena boya, en la habitación donde estaban los muebles
medianoche, se pusieron a arrojar piedras y casco- y los objetos artísticos. Una luciérnaga, que parecía
tes hacia cualquier parte, pues no sólo el perro de una bella aparición, hizo un giro en el aire y luego se
doña Ángela se soltaba en ladridos sino también los dirigió hacia ella, y él quiso salvarla de aquel cocuyo
animales de la vecindad, que se estaban acabando hermoso, resplandeciente, con un movimiento de la
de enterar de la tragedia y cumplían en avisar. Doña mano derecha. Rozó sus largos cabellos trigueños y
Ángela tuvo que levantarse, sin entender todavía qué Elisa cerró los párpados. Si no fuera por eso, y por la
hacía estando de pie. Alguien golpeaba fuertemente noche que ya se avecinaba y empezaba a respirar a
las manos en su portón. Era la señorita María Con- través del frescor del jazminero; pero sobre todo, si
cepción, una mujer viejecita, de ojos achinados y de no fuera porque algunas gotas de lluvia estaban em-
manos llenas de pecas. Le dijo que pasara. Y una pezando a caer, Pablo Álvarez no se hubiera atrevido
vez que entró en la casa, la mujer se dejó llevar por el a tomar ese rostro triste entre las manos y a besar
labrador. Allí estaba Aurora Paredes, con su camisón esa boca. Estuvieron así... Y se quedaron callados.
blanco de seda inglesa y su maquillaje de geisha sin No fuera que la palabra tomara una forma, un sonido,
sacarse, muerta sobre el piso. un color, un alargamiento incapaz de estar a tono con
Pero Elisa cambió de tema. Y le hizo una broma. la noche. Elisa notó, de pronto, a la luz de la lámpara
Y otra broma más, pues la primera no fue entendida central, que aquella vieja mosca que había quedado
del todo. Esas cosas suelen pasar, ¿no es cierto? atrapada hace tiempo en la casa gris del cuadro, sa-
A la mañana siguiente, el escribano vio a la mujer lía repentinamente de su encierro siguiendo el vuelo
ir y venir, haciendo no sé qué cosa. Elisa se puso de un moscardón. Ah..., la libertad de los insectos.
a cantar mientras pasaba un trapo húmedo por sus Algo que no acababa de entender del todo le decía
muebles. A veces, cuando la veía así, con casi todo que aquella era una buena señal, un mensaje de la
el mobiliario de la sala llevado a su habitación, como providencia para Pablo y para ella.
Junio - julio / 24
OBJETIVOS
1. Fomentar encuentros culturales mensuales (Literatura-Música) abiertos a artis-
tas, escritores y público, para dar recreación a las obras de nuestros artistas.
2. Auspiciar encuentros para que los nuevos valores de la literatura y de la música
encuentren un ambiente propicio donde pueda debatirse el horizonte creativo
nacional.
3. Fomentar la formación de un público preferentemente joven que se motive y
disfrute de las letras y de las artes, dando espacios de estudio crítico y creativo.
4. Colaborar a través del apoyo solidario a la cultura con la formación e instalación
de una conciencia cultural para la paz.
CALENDARIO: Todos los últimos lunes de cada mes, a partir de mayo, a las 20 horas, en Ateneo
Paraguayo, Ntra. Sra. de la Asunción casi Humaitá, estarán en vigencia los “Lunes de BOSQUE
CULTURAL”.
PRIMER ENCUENTRO (lunes 31/05): “Manuel Ortiz Guerrero y José Asunción Flores”.
Comentaristas: Aurelio González Canale y Manuel Martínez Domínguez.
Moderadora: Lucinda Barrientos. SEGUNDO ENCUENTRO (lunes 28/06): “Emiliano R. Fernández”.
Comentaristas: Mario Rubén Álvarez y Genaro Riera Hunter.
Moderadora: Gloria Marecos.
Organiza
ATENEO PARAGUAYO
Asesor Literario: Victorio Suárez.
Asesor Musical: Manuel Martínez Domínguez.
Idea y responsables
del Proyecto: Gloria Marecos y Genaro Riera Hunter.
Apoyan
Guarán (Gestión Cultural), Taller Literario UNIBE, Poetas Callejeros, Sociedad Paraguaya de Es-
critores, Escritoras Paraguayas Asociadas (E.P.A), PEN-Club del Paraguay, Ágape Psicoanalíti-
co del Paraguay, Comuna Cultural, Grupo de Arte Nueva Impresión, Revista Arte y Cultura,
Revista Tatarendy (Psicoanálisis y Cultura).
Junio - julio / 25
rata de biblioteca
cho que decirnos cuando esa fusión trae una obra del artista plástico En-
logra el prodigio de elevar la palabra rique Careaga. Los autores que esta
a picos verdaderamente admirables. vez representan a la poesía paragua-
El prólogo del poemario nos dice ya contemporánea son: Josefina Plá,
cuanto sigue: “Si la actual estructura Hérib Campos Cervera, Augusto Roa
estética exige la precisión del idioma Bastos, Oscar Ferreiro, Elvio Ro-
para cumplir su cometido, no cabe mero, José-Luis Appleyard, Ricardo
ninguna duda de que Corazón de ar- Mazó, José María Gómez Sanjurjo,
cilla cumple con creces, a lo largo de Ramiro Domínguez, Rubén Bareiro
sus páginas, esa faena. Desde el pun- Saguier, Carlos Villagra Marsal, Luis
to inicial deambula su ternura poética María Martínez, Esteban Cabañas,
de refulgente sinceridad. Cada verso Gladys Carmagnola, Jacobo Rauskin,
de Aníbal Romero Sanabria se ajusta William Baecker, Víctor Casartelli,
a la luminosidad del espacio y expone Renée Ferrer, Susy Delgado, Victorio
con mesura un lenguaje evocador, de V. Suárez, Mario Casartelli, Lourdes
parámetros espontáneos. Espínola, Joaquín Morales, Ricardo
Eficacia de sintaxis con aromas par- de la Vega, Fernando Pistilli Miran-
ticulares sellan el andamiaje del poe- da, Shirley Villalba. Vende SERVI-
mario cuya proyección de frágiles LIBRO.
destellos cotidianos tiene el oficio de
abrir confesiones y palpar estaciones
sobre “el péndulo que se agita”.
versas promociones del Paraguay. Como entu- Milda Rivarola. Vagos, pobres &
siasta estudioso de la historia nacional, el autor soldados. Domesticación estatal del
no resistió la tentación de realizar una importante trabajo en el Paraguay del siglo
investigación para dilucidar la personalidad del XIX. Asunción-Paraguay, 138 pági-
Dr. Francia, quien a lo largo de su vida trabajó nas, 2010. EDICIONES SERVILI-
plenamente para la consolidación de la naciona- BRO.
lidad, ya sea como patriota o figura controvertida Milda Rivarola, especialista en estu-
que, desde luego, tiene hasta nuestros días nume- dios sociales, abre un panorama para
rosos defensores y detractores. En la contratapa el estudio de la situación del trabajo
del libro leemos algunos conceptos sobre el ma- en el siglo XIX, es decir, los sistemas
terial que fueron escritos por el filósofo Adriano laborales en ese antiguo Paraguay con
Irala Burgos. El mismo nos dice: “La bibliografía trazos, en ese periodo, de mayores cri-
sobre el dictador Francia se enriqueció notable- sis y cambios, tal como afirma la au-
mente con la investigación de la brillante pluma tora. Si bien, los historiadores clásicos
de Justo Pastor Benítez. En el siglo pasado ya el novecentistas de nuestro país incursio-
Dr. Cecilio Báez había señalado claramente la naron en el estudio de las relaciones de
importancia del Dr. Francia en la línea nacional, trabajo en nuestro medio, el soporte que
y en tal línea de pensamiento se sitúa el autor de ofrece Milda en su trabajo resulta francamente importante por la rigu-
este libro cuando nos presenta el cuadro de la rosidad investigativa y el desarrollo temático sereno que encierra el
época, el ambiente psíquico y social que sirvió libro. En ese contexto, en la presentación del material la autora señala
de atmósfera a lo que llamamos época francisca. más allá de los avatares: “En ese territorio roto, en esa sociedad des-
Este volumen es un estudio de esclarecimiento y garrada por historias truncas, renacerían a fines del siglo XIX las cla-
profundización que también tiene que ser consi- ses laboriosas, bajo obras políticas, obedeciendo lógicas económicas
derado dentro de los parámetros fijados por la fe- diferentes. Ni esta nueva ruptura fue completa, ni este renacimiento,
cha de su publicación. Hoy, quien quiera estudiar desmemoriado. Pero esto es otra historia”. En la contratapa de Vagos,
a Francia debe conocer a fondo como jalón fun- pobres & soldados. Domesticación estatal del trabajo en el Paraguay
damental la obra de Justo Pastor Benítez. Fran- del siglo XIX, el sociólogo José Carlos Rodríguez nos indica a modo
cia, hijo de portugués como ahora lo sabemos, de comentario: “El trabajo es el protagonista de esta historia que re-
tenía obsesión de crear el Estado paraguayo para memora los orígenes del Paraguay, aunque no desde la figura unívoca
que la República hiciera su camino de presencia del poder –tema obsesivo de nuestra historiografía, literatura, quere-
histórica”. llas y afinidades– sino desde los múltiples rostros del trabajo.
SERVILIBRO
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Plaza Uruguaya: Pabellón “Serafina Dávalos”
25 de Mayo y México • Asunción - Paraguay
Telefax: (595-21) 444 770 • e-mail: servilibro@gmail.com
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A C E P T A M O S T O D A S L A S T A R J E T A S D E C R E D I T O
Junio - julio / 27
Premios
Eliodoro Cardozo
y Cooperativa
Universitaria Ltda.
El jueves 3 de junio, a las
19:00 horas, en el Salón
Auditorio de Casa Matriz
de la CU (4º piso), tuvo PREMIO ELIODORO CARDOZO PREMIO COOPERATIVA
1. Zulma Zuelí Zeballos Gamarra UNIVERSITARIA LTDA.
lugar la entrega de pre-
2. Paloma Elizabeth Ayala Cáceres 1. Margarita González Silva
mios Eliodoro Cardozo y 3. Eliana Belén Insaurralde Franco 2. Alma Beatriz Ramos Meza
4. Alejandro I. Yaluff Colmán 3. Sandra Concepción Martínez M.
CU, a 16 alumnos egresa-
5. Sandra Katherine Sanabria Durañona 4. Alba Jazmín Génez Martínez
dos de la Educación Esco- 6. Paola Mercedes Ramírez Maciel 5. Mario Hernán Battaglia Samaniego
7. Verónica Beatriz Torres Insfrán 6. Miguel Ignacio Martínez Griffith
lar Básica y a 14 alumnos
8. María José Araujo Campuzano 7. Shirley Tamara Forcado Vera
egresados de la Educación 9. Ricardo Enrique Bueno Knoop 8. Ana María López Fariña
10. Mario Nery Osmar Franco Robledo 9. Carolina Margarita Bobadilla C.
Media, que alcanzaron
11. María Cristina Pavón Samaniego 10. Joanna Mariela Benítez Cristaldo
100% en sus calificaciones. 12. María Cecilia Gavilán Cardozo 11. Aldo Jesús López Ortiz
13. María de los Angeles Echagüe Pérez 12. Natalia Jazmín Cubila Servín
A continuación, presenta-
14. César Alejandro Riveros Chávez 13. Arturo Daniel Giménez Benítez
mos la lista de ganadores 15. María Vanesa Espínola Rolón 14. Herminia Fabiola Báez Vera
16. Sergio Eduardo Zorrilla Rivas
de cada premio