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Movimientos Sociales Transformaciones Politicas y Cambios PDF
Movimientos Sociales Transformaciones Politicas y Cambios PDF
SOCIALES
PEDRO IBARRA
BENJAMíN TEJERINA
Editorial Tralta
t
COLECCiÓN ESTRUCTURAS Y PROCESOS
Serie Ciencias Sociales
Diseño
Joaquín Gallego
ISBN: 84-8164-282-7
Depósito legal: VA-811 198
Impresión
Simancas Ediciones, S.A.
PoI. Ind. San Cristóbal
CI Estaño, parcela 152
47012 Valladolid
CONTENIDO
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CONTENIDO
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Charles Tilly
mentos causales tradicionales propios del siglo XIX. He aquí una de sus
propuestas más llamativas:
A través de esta teoría de la sociedad de masas se pueden aunar un buen número
de observaciones acerca de los fenómenos políticos en organizaciones, clases, co-
munidades particulares, y sociedades en general, para formar una imagen cohe-
rente de las condiciones que favorecen las conductas de masas en política. Los
grupos especialmente vulnerables a los movimientos de masas manifiestan gran-
des discontinuidades en su estructura durante períodos de cambio. Así, el comu-
nismo y el fascismo ganaron fuerza en sistemas sociales que estaban sufriendo
cambios repentinos y amplios en la estructura de autoridad y de la comunidad.
Graves rupturas causadas en el tejido social por el extenso desempleo o por una
importante derrota militar son muy favorables a la acción política de masas. Las
clases sociales que proporcionan un apoyo desproporcionado a los movimientos
sociales son aquellas que poseen menores lazos sociales entre sus miembros, es
decir, sobre todo las clases sociales más bajas. Sin embargo, puesto que hay gru-
pos de todas las clases sociales que tienden a estar socialmente atomizados, tam-
bién se encuentran miembros de todas las clases sociales entre los participantes
en la acción política de masas: intelectuales sin ataduras (especialmente autóno-
mos), hombres de negocios y granjeros marginales (especialmente los pequeños),
así como trabajadores aislados, se han dedicado a la movilización política de ma-
sas en tiempos de crisis (Kornhauser, 1959,228-229).
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cos han desarrollado alguna vez serias investigaciones sobre los meca-
nismos psíquicos que menciona la teoría, en los análisis que se hacen
hoy en día de los movimientos sociales y de los conflictos políticos
queda poco de la teoría de la sociedad de masas.
Puede parecer, por tanto, que este texto no es sino la exhumación
del cadáver de una teoría que lleva largo tiempo muerta, sometiéndola
a una ejecución ritual para volverla a enterrar posteriormente. En ab-
soluto. Aunque la formulación de Kornhauser sobre los rasgos de la
sociedad de masas ha perdido el atractivo que tuvo en su día, la visión
tradicional que subyace detrás de ella reaparece bajo un aspecto acadé-
mico cada vez que una nueva serie de terribles fenómenos políticos lle-
gan a la opinión pública. A la hora de explicar el genocidio, la limpieza
étnica, la guerra civil, el terrorismo o la corrupción todavía se destacan
regularmente la disolución de los lazos sociales integrado res, sacudidos
por el cambio social, así como el carisma que demagogos sin escrúpu-
los provocan en individuos desarraigados. Hasta entre teóricos más so-
fisticados de la transición política, la sociedad civil a menudo figura
como un baluarte contra amenazas muy parecidas a aquellas censura-
das por Kornhauser. Estos hechos cruciales todavía tienen lugar en
mentes angustiadas y en toda una generación de trabajo académico que,
en desacuerdo con tales explicaciones, han hecho bastante poco por al-
terar el curso de este discurso público.
Es importante señalar que al rechazar las explicaciones de Korn-
hauser acerca de los movimientos de masas por inadecuadas, los pos-
teriores estudiosos han abandonado indebidamente una serie de
preguntas que se presentaban como urgentes desde la investigación de
Kornhauser. ¿Qué relaciones sistemáticas existen, si es que existe algu-
na, entre el cambio social a gran escala y los cambios en la moviliza-
ción política popular? ¿Qué impacto, si es que tiene alguno, tienen las
variadas formas de acción política popular sobre el curso del cambio
social a gran escala? Centrados en refutar las medrosas explicaciones
que desacreditan la acción popular, los especialistas en movimientos
sociales, rebeliones y otras formas de conflicto social, han empleado
poco esfuerzo en encontrar las consecuencias de estas acciones para la
organización social existente. Estos analistas han hecho menos, inclu-
so, para descubrir las cadenas causales precisas entre la acción colecti-
va y la transformación social.
Este capítulo no reparará todo el daño dejado por tres décadas de
abandono, pero al menos esbozará un programa de rehabilitación. Pre-
tende: 1) especificar qué entendemos por cambio social, conflictos polí-
ticos y sus relaciones; 2) identificar algunas regularidades dentro del
conflicto político, y 3) identificar algunos procesos causales que conec-
tan las políticas conflictivas con el cambio social. Debido a las dificul-
tades conceptuales del estudio del conflicto político, este apartado será
denso en la utilización de definiciones y dedicaremos bastante tiempo a
los esquemas conceptuales; y sin embargo reduciremos los aspectos
empíricos de la cuestión, en mayor medida de lo que cualquier lector
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CHARLES TILLY
1. CAMBIO SOCIAL
¿Qué queremos decir con cambio social? Puesto que el mundo nunca
está quieto, cambio social a veces parece significar todo lo que sucede
a las personas para definir al gran río en el que todos los humanos na-
dan. Desde Vico hasta Sorokin, los analistas sociales han intentado re-
petidamente captar esa comprehensión con las teorías generales del
progreso, la evolución social, los ciclos o la decadencia. Una teoría de
este tipo que tuviese éxito sería una Teoría del Todo. Aunque podemos
aprender mucho acerca de las conexiones del mundo social desde estas
teorías, todas ellas fallan porque asumen un proceso unitario dominan-
te que determina todos los cambios en la experiencia social, es decir,
todas. asumen la existencia de una sola corriente.
¿Existe una corriente unitaria? ¿El cambio social discurre en general
como un río? ¿Podemos trazar su dirección, medir su profundidad,
identificar sus contenidos y estimar su impacto? Un río tiene un curso
bien marcado, una dirección clara de flujo y sus propias reglas. Las re-
glas del río dependen además de los climas por los que discurre el río, el
terreno por el que discurre y las criaturas que viven en sus profundida-
des. Una persona que vaya en kayak puede conocer sus rápidos, un pes-
cador con mosca los mejores puntos de pesca, un hidrólogo su física,
un ecologista sus sistemas de vida, un capitán de barco su curso entero.
El cambio social en general no se parece al cauce de un río. La ex-
presión cambio social simplemente etiqueta ciertos aspectos de multi-
tud de diferentes procesos sociales, cada uno de los cuales sigue su pro-
pia lógica individual. Es cierto que los procesos sociales, al contrario
que el cambio social, a veces se parecen a los ríos y funcionan de mane-
ra unitaria. Podemos aprender ciertos cambios sociales concretos, por
ejemplo, las recientes alteraciones en los procesos nacionalistas de los
Balcanes, o la globalización de los mercados financieros, de igual ma-
nera a como conocemos un riachuelo cercano. Pero no podemos
aprender el cambio social como un todo.
La noción de cambio social en general se parece más a la idea abs-
tracta de una corriente. Las corrientes incluyen todo tipo de permanen-
tes movimientos de fluidos que corren hacia delante. Por supuesto que
podemos cartografiar las corrientes de un río en concreto, pero la idea
I general de una corriente es el término medio de una gran variedad de
, torbellinos, remolinos y remansos. De hecho podemos aplicar la misma
idea a cualquier cuerpo fluido, buscar las direcciones dominantes del
movimiento e identificadas como sus corrientes. Sin embargo, aun en
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gunos cuerpos fluidos permanecen tan quietos que no podemos detec- ~
tar ninguna corriente, mientras que otros sufren tal turbulencia que la
propia idea de direccionalidad pierde su sentido. Tan sólo como un ~
término medio, la idea amplia y abstracta de corriente nos ayuda a or- ¡ \) "
denar nuestras observaciones.
La analogía funciona razonablemente bien para el cambio social.
Examinando cualquier grupo concreto de cambios sociales podemos,
lógicamente, preguntamos por las relaciones de éstos con la variable
tiempo. Entre otras cosas podemos preguntamos acerca de la variación
simultánea, la direccionalidad y la recurrencia:
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2. CONFLICTO POlÍTICO
3. IDENTIDADES EN CONFUCfO
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4. CAMBIOS EN EL REPERTORIO
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5. CONFLICTO Y CAMBIO
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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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ISBN 84 - 8164 - 282 - 7 I