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A nuestros pacientes, que tienen la valentía

y la entereza para superarse día a día. Gracias


por la confianza que depositan en nuestro
trabajo y por lo mucho que nos enseñan.
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Edita
Centre de Psicologia Clínica
i Formativa ©, 2008

Ilustraciones
Iván Giménez

Maquetación e impresión
LAIMPRENTA CG

Depósito Legal
V-5361-2008

I.S.B.N.
978-84-612-8622-5

Impreso en España, febrero de 2009


Índice de capítulos

1. Introducción 10
2. La violencia asociada a la ansiedad 14
2.1. El caso de Francisco 15
2.2. Los celos como emoción 16
2.3. La relajación como control de la ansiedad 19
2.4. El ciclo de la ira 20
2.5. Predisposición que tiene el sujeto a las
conductas violentas 22

3. La resiliencia. Valor y competencias del ser humano.


Una mirada positiva 30

4. Expresión de las emociones 34


4.1. Estilos de expresión 38
4.2. Motivar al paciente para el cambio 40

5. Conocimientos para una mejor comunicación 44


5.1. Formación de la conducta asertiva 45
5.2. Técnicas de entrenamiento en asertividad 46
5.3. Generalización de la conducta aprendida 50

6. Dominio de la ira 51
6.1. La escalada de la ira 52
6.2. Señales que nos indican el descontrol de la ira 55
6.3. Técnicas para abordar la ira 56
6.4. Tareas consecutivas a trabajar 67
6.4.1. Estrategias para saber aceptar las críticas y
manejar situaciones 67
6.4.2. Establecer metas realistas para el cambio 70
6.4.3. Solución de problemas 73
6.4.4. La empatía 74
6.5. Técnica de exposición (un paso más en la terapia) 77
6.5.1. Por qué funciona la exposición 78
6.5.2. Combinación de relajación y exposición en
imaginación (desensibilización sistemática) 82
6.6. Prevención de recaídas 85
7. Intervención en el autoconcepto y autoestima 87
7.1. Autoestima. Concepto y origen de la
crítica patológica 88
7.2. Autoestima. Construcción de un
correcto autoconcepto 95
8. Comunicación 113
8.1. Tipos de comunicación: intra e interpersonal 114
8.2. Habilidades de comunicación no verbal 114
8.3. Escuchar es una técnica esencial para hacer
amistades y mantenerlas 118
8.4. ¿Cuáles son los pasos para escuchar eficazmente? 120
8.5. Preparación de los mensajes 123
8.6. Reglas de una comunicación eficaz 124

9. Técnicas de relajación 126


9.1. Técnicas de control: Relajación- Respiración 128
9.1.1. Relajación muscular profunda 128
9.1.2. 16 Grupos musculares 130
9.1.3. 8 Grupos musculares 138
9.1.4. 4 Grupos musculares 139
9.1.5. Relajación mental 139
9.1.6. La respiración 140
9.1.6.1. Respiración profunda 141
9.1.6.2. Respiración natural completa 142
9.1.6.3. Respiración estimulante del aparato
respiratorio 143
9.1.6.4. Respiración natural completa combinada
con imaginación 144

10. Entrevista clínica e instrumentos de evaluación 147


10.1. Entrevista Clínica 148
10.2. Entrevista de evaluación 163

11. Bibliografía 173


Agradecimientos

Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todas


las personas que han contribuido a la preparación de este
libro. En primer lugar, a mi compañera Doña Amparo
Puig, Psicóloga Clínica y Jurídica, quien me animó a
empezar este trabajo. He sido afortunada al haber po-
dido contar con su ayuda profesional, desde el principio
hasta el final de este manuscrito. Sus amables críticas y
sugerencias, así como sus importantes aportaciones, me
han ayudado a seguir escribiendo y a dar forma a este
libro. Su trabajo ha sido de vital importancia. También
estoy sumamente agradecida a Doña Adoración Ferreres,
Doctora en Psicología y Profesora Titular de la Facultad
de Psicología de Valencia. Su ilusión y esperanza en la
fortaleza del ser humano, o lo que se denomina resiliencia,
han dado fuerza a la curiosidad e interés que siempre he
tenido por este tema tan apasionante. Su aportación a
este manuscrito ha sido de gran ayuda.
Estoy agradecida a Doña Elia Roca, Psicóloga Clínica,
escritora y gran profesional, por sus amables sugerencias
y asesoramiento.
Mi agradecimiento a Don Iván Giménez, Técnico
Superior en Imagen, por su gran profesionalidad.
Agradecemos la colaboración de Don Luis Aparicio,
Licenciado en Psicología, Especialidad Clínica y Es-
pecialista Universitario en Hipnosis Clínica. La se-
gunda edición, tanto del libro como la ampliación del
CD-ROM ha contado con su cuidadosa aportación.
Quiero dar las gracias especialmente a Don Juan José
Calvo, Licenciado en Medicina y Cirugía, por la con-
fianza que depositó en mí, por sus constantes palabras de
ánimo y por la dedicación de su tiempo en la primera co-
rrección del manuscrito. Sus conocimientos y experiencia
han sido los primeros pilares de este trabajo. Gracias por
su apoyo incondicional.
1.
Introducción
1. INTRODUCCIÓN // 11

La forma de abordar en este manual el problema del autocontrol emocional,


tanto interpersonal como social, va a estar fundamentada, de forma sencilla,
en la literatura e investigaciones científicas. También va a estar basada en
nuestra experiencia profesional, como terapeutas, en la práctica clínica.
En la sociedad actual en que vivimos, es cada vez más frecuente la búsqueda
de atención psicológica por problemas de ira excesiva o descontrolada, o lo
que es lo mismo, “por perder los papeles”. En muchas ocasiones los pacien-
tes vienen a consulta por imposición de la pareja, de los padres, por presión
laboral o por problemas sociales. Son muchas las causas por las que nuestros
pacientes se deciden a ponerse en manos de un profesional.
La toma de conciencia del problema, es el primer paso para el éxito de la
terapia. En muchas ocasiones la persona viene a la consulta coaccionada
por algo o por alguien y esto dificulta el resultado.
Es muy frecuente que la persona con descontrol emocional piense que no
es ella quien tiene que cambiar, que son los demás los culpables de su pro-
blema. Una vez está trabajado y comprendido este punto, es el momento
de empezar con buen pie la terapia.
La agresividad es una respuesta natural que nos puede ayudar a defendernos
de los peligros que surgen en la vida. Por tanto, es una emoción humana y
adaptativa.
El problema surge cuando la agresividad se transforma en algo perjudicial
para el sujeto y para el medio que lo rodea. Es entonces una agresividad de-
sadaptativa. Existe una desproporción de la respuesta del sujeto en cuanto
al desencadenante o al acontecimiento.
Hay que tener muy en cuenta la distinción entre agresividad y violencia. La
agresividad es innata, instintiva, la violencia es producto de la cultura.
La violencia, como vemos diariamente en los medios de comunicación, se da
en el trabajo, en la familia, en la escuela, etc. Esto hace ver que la violencia es
un hecho cultural o social, desde los tiempos pasados hasta nuestros días.
Las personas son agresivas, pero no tienen porqué ser violentas. La vio-
lencia surge ante la intolerancia, el abuso del alcohol, las riñas, el fanatis-
mo, las drogas, etc.
En la delincuencia pueden, o no, darse conductas violentas. Por ejemplo,
los estafadores no utilizan la violencia.
También los estudios científicos han demostrado que determinados tras-
tornos de la personalidad conllevan un riesgo para la aparición de las con-
ductas agresivas y conductas impulsivas.
12 // CÓMO SUPERAR EL DESCONTROL EMOCIONAL

En las conductas suicidas, muchos autores señalan que aproximadamente


el 15% de los sujetos adolescentes con tentativas autolíticas presentan un
trastorno de personalidad, especialmente en el trastorno límite de la perso-
nalidad. El porcentaje se eleva sustancialmente cuando los sujetos presen-
tan dos o más diagnósticos, como podría ser abuso de sustancias, junto a
trastornos de la personalidad.
En definitiva, este texto pretende mostrar paso a paso las estrategias de
intervención que se dan en terapia, en situaciones de descontrol de la ira y
ante conductas impulsivas. Entendiendo por impulsiva, la tendencia a actuar
sin una deliberación previa, sin tener en cuenta las consecuencias de las con-
ductas. Lo contrario a un acto de voluntad.
En cualquier caso, esto no quiere decir que con la lectura de este texto se
pueda prescindir de la consulta con un profesional. Cada ser humano es
diferente y único, y por tanto es necesario saber adaptar las técnicas a la
conducta de cada paciente concreto.
Aunque este manual está diseñado para ser utilizado por los distintos pro-
fesionales interesados en el tema del tratamiento del descontrol emocional,
también puede ser práctico como libro de autoayuda.
Esperamos que con la ayuda de este texto pueda lograr comprender mejor
y manejar de forma sencilla sus emociones.
Este manual tiene varios objetivos:
1) Entender por qué surge la violencia y la predisposición del su-
jeto a ella.
2) Enseñar a controlar emociones negativas, tales como la ira
excesiva, la ansiedad, etc.
3) Facilitar recursos y habilidades de comunicación más efectivas
con las que se pueda hacer frente a los acontecimientos des-
agradables de la vida
4) Motivar al paciente para el cambio de conducta, dando la infor-
mación necesaria para que diferencie cuándo la agresividad es
adaptativa o desadaptativa y las ventajas y desventajas de estas
conductas. En definitiva, que sepa distinguir los diferentes pro-
cesos emocionales e identificarlos.

Este manual también contiene un CD que incluye una presentación con


la evaluación y las estrategias de intervención más utilizadas en la práctica
clínica en los conflictos de pareja, registros de conducta, una entrevista
1. INTRODUCCIÓN // 13

clínica y ejemplos gráficos de la Relajación Muscular Progresiva de Jacobson.


Dichos materiales ayudarán al profesional en su trabajo.
Destacamos en las técnicas de reestructuración cognitiva los trabajos cientí-
ficos y trascendentales de los psicoterapeutas Albert Ellis y Aaron T.Beck.
Las técnicas de Beck propician que los pacientes puedan darse cuenta con
más exactitud de cuáles son los desencadenantes o circunstancias que les
llevan a la agresividad, basándose principalmente en que una emoción o
impulso de hacer algo va precedido de unos pensamientos negativos. “Se-
gún como pensamos nos sentimos”.
Ellis, propone un cambio filosófico de la visión de las cosas. La terapia
racional-emotivo-conductual (TREC) de Ellis consiste en que el paciente
tenga tolerancia a las frustraciones de la vida y una mayor aceptación de
las respuestas a las adversidades. “La vida no es de color de rosa”. Siempre
existirán los problemas como las enfermedades, la separación de la pareja,
la pérdida de familiares queridos, etc. El propósito es ayudar al paciente a
fortalecerse ante los inconvenientes que siempre tendrá la vida. En el mo-
delo de la TREC, el profesional explora las evaluaciones y los significados
que el paciente da a su problemática, para poder reducir la agresividad.
Ambos autores nos han enseñado técnicas de indudable eficacia en el ma-
nejo de la agresividad.
2.
14 // CÓMO SUPERAR EL DESCONTROL EMOCIONAL

La violencia asociada
a la ansiedad
2. LA VIOLENCIA ASOCIADA A LA ANSIEDAD // 15

2.1. EL CASO DE FRANCISCO.

Francisco está sentado en su casa tranquilamente con su novia Alicia, están viendo una
película que él seleccionó en el videoclub. Han comprado unos refrescos y algunas cosas
para picar. El ambiente es tranquilo y agradable.
De momento, su novia comenta que “esa película es un rollo”. Francisco interpreta
que Alicia quiere fastidiarle la tarde. Se pone tenso y le contesta, “otro día ve tú a
elegir la película”, ella le dice “siempre te lo tomas todo igual de mal”. Él se pone más
tenso, le pregunta “¿qué quieres decir con eso de que todo me lo tomo igual de mal?”.
Siguen discutiendo hasta que Alicia calla por temor, como es costumbre en ella.
La cara de Francisco refleja tensión y enfado, se siente irritado, levanta la voz. En cues-
tión de segundos Francisco nota palpitaciones, irritabilidad, rabia, frustración y pasa de
levantar la voz a “explotar”, elevando mucho más el tono y empujando a su novia.
Cuando la empuja, ella se levanta para marcharse y mientras sale de casa él le grita
“¿qué?, tienes otro que te interesa más ¿no?”.
Esta situación se repetía también en otros ámbitos de la vida de Francisco, casi siempre
con personas de su confianza, como sus padres, hermanos, algunos amigos y personas de
su entorno laboral.
Después de la conducta impulsiva, que da paso al descontrol de la ira, se tranquiliza
y se da cuenta de que no tenía porqué empujarla. Se siente arrepentido, aunque sigue
pensando que ha sido ella la que ha tenido la culpa de todo.
Trata de hablar con Alicia, como si nada hubiera pasado, incluso propone planes que
sabe que a ella le agradan, tratando de compensar su error. También suele acercarse,
mostrándose apasionado con el propósito de comprobar dos cosas: primero, saber si ella
le guarda rencor y segundo, quiere demostrarle que es un buen amante.
Necesita que ella lo valore en otros aspectos y que lo considere irremplazable.

Como hemos podido ver, en los casos de descontrol de la ira no entra en


juego una emoción determinada o especifica, por el contrario entran en
juego diversos pensamientos, emociones y actitudes, muchas veces difíci-
les, o casi imposibles de definir por el propio sujeto, como son:
• Carencia de empatía.
• Celos.
• Pobre autoestima.
• Rabia.
• Ira descontrolada.
16 // CÓMO SUPERAR EL DESCONTROL EMOCIONAL

• Ansiedad.
• Baja tolerancia a la frustración.
• Suspicacia (no tolera las críticas).
• Culpa…
Como hemos mencionado anteriormente, la ansiedad, el miedo, la culpa,
etc, son emociones naturales y funcionales del ser humano, siempre que
estén bajo control. Francisco es un claro ejemplo de descontrol de la ira.

2.2. LOS CELOS COMO EMOCIÓN

Los celos, como el resto de las emociones, no tienen que ser un problema
para la persona siempre que se encuentren dentro de unos límites de nor-
malidad. Incluso se podría decir que cuidar aquello que realmente se quiere
es una respuesta natural.
Los celos patológicos son una de las emociones más destructivas y que más
sufrimiento conllevan al ser humano. Una característica de los celos es la
valoración tergiversada que el sujeto hace de ciertas situaciones totalmente
neutras, pero que desde su percepción distorsionada, son una auténtica
prueba de la infidelidad de su pareja. En ocasiones, una baja autoestima
predispone a los celos patológicos y por consiguiente a un aumento de la
ansiedad, que puede desencadenar en un estado depresivo.
La conducta de los celos se halla influida por los pensamientos o sentimien-
tos relacionados con la interpretación de un estímulo que no demuestra la
infidelidad de la pareja, pero que hace que la persona que lo padece lo viva
como si la hubiera. Este hecho hace que la angustia les desborde, llegando
a realizar diferentes conductas de comprobación. En muchas ocasiones
tienden a aislarse y a aislar a su pareja socialmente, ya que en casi todas las
personas ven una amenaza, incluso pueden sospechar de su propia familia.
Una simple broma de un familiar o amigo se puede tomar como prueba
absoluta de la sospechada infidelidad.
2. LA VIOLENCIA ASOCIADA A LA ANSIEDAD // 17

Figura 1.1 / Círculo vicioso de los celos

PÉRDIDA DE CONTROL
CELOS ANSIEDAD
IRRITACIÓN
CONFUSIÓN

CONDUCTAS DE
ALIVIO TRANSITORIO COMPROBACIÓN:
DE LOS CELOS (Interrogatorios, revisión de
facturas de teléfono, control
del horario de trabajo...)

Caso de Pablo y Carmen:


Pablo tiene 36 años, se casó con Carmen hace siete y su vida de pareja ha pasado por
muchos baches debido a los celos de Pablo.
A los cuatro años de casada, Carmen empezó a trabajar y al poco tiempo se quedó em-
barazada. Cuando nació su hijo, Carmen estaba muy agobiada por el exceso de trabajo
y de responsabilidad. Debido a estas circunstancias bajó su estado de ánimo y su libido
considerablemente.
Pablo, ante esta situación, estaba casi todo el día molesto y se enfadaba por cosas sin im-
portancia. Pensaba que ya no lo quería igual, que no le prestaba atención, que era más
importante su trabajo y el niño que él, que ya no le resultaba atractivo y que posiblemente
tuviera a otra persona en su vida.
Para comprobar que su mujer se encontraba en el trabajo, la llamaba continuamente buscan-
do cualquier excusa, llegando incluso a esconderse en una esquina cercana al lugar de trabajo
de esta con el fin de comprobar si alguien la esperaba o salía con algún compañero.
Si su mujer llegaba con retraso del trabajo, se angustiaba y se sentía confundido, llegando
a irritarse considerablemente.
Cuando Carmen llegaba al hogar, su marido montaba en cólera, interrogándola, mirán-
dole el móvil y escrutándola con la mirada. Después de realizar todas estas comproba-
ciones disminuía su ansiedad y los pensamientos asociados a los celos, pero en cuanto se
18 // CÓMO SUPERAR EL DESCONTROL EMOCIONAL

daba cualquier otra situación e incluso sin que existiera ningún estímulo desencadenante,
volvía nuevamente la necesidad de controlar a su mujer.
El alivio a corto plazo que le producía realizar estas conductas de comprobación, hacía que se
agravara su problema, dándose estas situaciones cada vez con mayor frecuencia e intensidad.

Intervención:
El modo de intervención está basado principalmente en la reducción de la
ansiedad, en la exposición de la persona a la situación temida y en la pre-
vención de respuesta. A estas técnicas debemos añadir técnicas cognitivas
que se abordan en el Capítulo 6.
Las técnicas de exposición en imaginación consisten en que el sujeto se
enfrente a la situación temida creando una representación mental con el
mayor realismo posible.
Se le pide a la persona que recree en su imaginación situaciones, pensamientos
o sentimientos de celos. A modo de ejemplo, la persona puede recrear la úl-
tima vez que su mujer ha llegado tarde del trabajo. El terapeuta mediante sus
preguntas debe ayudar a la persona a rememorar con la máxima precisión, qué
sintió (“me sentía humillado”) y qué pensó (“pensaba que mi mujer en esos
momentos estaría en su coche con otro hombre, que la estaría abrazando y
besando”, “me imaginaba que mi mujer estaría feliz junto a otro hombre”).
La finalidad de esta técnica es que el sujeto reviva con la mayor intensidad
posible los sentimientos de celos, sin que se le permita distraerse, ni llevar a
cabo las conductas confirmatorias (comprobar facturas de teléfono, mirar el
móvil de su pareja, llamarla constantemente, espiar su correo electrónico...).
Con la repetición constante de este ejercicio el sujeto se habitúa a este tipo
de pensamientos e imágenes perdiendo su capacidad evocadora y disminu-
yendo la ansiedad que provocan.
La técnica de exposición en imaginación por sí sola no es efectiva a no ser
que vaya unida a la prevención de respuesta.
La prevención de respuesta se aplica una vez que la persona se encuentra ex-
puesta a los sentimientos y pensamientos que le provocan ansiedad. En ese
momento, se debe evitar cualquier conducta que reduzca dicho malestar. Un
ejemplo de aplicación sería el siguiente:
En el caso de Pablo, si su mujer llega tarde del trabajo, no tendría que mirarle
las llamadas del móvil en cuanto ella se descuidara y no debería registrarle el
bolso ni los bolsillos del abrigo en busca de pruebas confirmatorias.
2. LA VIOLENCIA ASOCIADA A LA ANSIEDAD // 19

2.3. LA RELAJACIÓN COMO CONTROL DE LA ANSIEDAD.

Hay muchas técnicas dedicadas a reducir la ansiedad. Una de las más utili-
zadas para el control de la ansiedad y el control de los impulsos es la técnica
de autocontrol y relajación propuesta por el Dr. Edmund Jacobson.
Esta técnica está basada en detectar los músculos que están más tensos y
en distinguir entre la sensación de tensión y relajación. Consta de dos fases.
En la primera fase, la persona aprende a discriminar la tensión muscular de
la relajación muscular.
En la segunda fase, el sujeto ya sabe cuándo está en tensión, por lo tanto
no necesitara tensar, para relajarse, sino que lo hace directamente, esto
es la relajación inducida. La persona a la más mínima tensión, esté donde
esté (en el autobús, en el trabajo, etc.) sabe detectar las primeras señales
de tensión y relajarse. De esta forma controlará su tensión o ansiedad y
esta no le controlará a él.
Con esta técnica, la persona conseguirá que su ansiedad sea moderada, no des-
ajustada. Esta técnica, junto con la de respiración profunda, se explicará con más
detalle en el Capítulo 9.

Figura 2.1 / Función de la relajación de Jacobson

Conciencia Tensión muscular


Niveles disminuidos aumentada de la reducida y profunda
de tensión muscular tensión muscular sensación de
relajación

La respiración es una de las técnicas de vital importancia en los problemas


de ansiedad y está asociada a la relajación.
20 // CÓMO SUPERAR EL DESCONTROL EMOCIONAL

2.4. EL CICLO DE LA IRA

La conducta agresiva sigue un círculo vicioso, que exponemos a continuación.


Figura 2.2 / El circulo vicioso de la ira

1
Acumulación
de tensión Malestar o
Irritación
5

Arrepentimiento y
Autoculpabilización Explosión

4
Desahogo o 3
tranquilidad

Como hemos podido observar en el caso de Francisco, expuesto al inicio


de este capítulo, ante un suceso o estímulo, que él interpreta como negativo, ex-
perimenta una enorme ansiedad, lo que hace que de forma rápida y brusca
se ponga en tensión, a partir de esa emoción negativa se desencadena otra:
irritabilidad o rabia y esta le lleva a la explosión: levantar la voz e incluso
empujar a su pareja. Después, hace acto de presencia otra emoción, la del
arrepentimiento, además de los pensamientos de culpabilidad, derrota y
rabia por no saber actuar de una manera más adecuada.
Su baja autoestima hace que necesite compensar el daño que ha causado y
justificar su actitud, pero también es cierto que es una baja autoestima en-
cubierta, esto significa que él no es muy consciente de este problema, pero
sí que necesita que su pareja vea que no todo es malo, que tiene buenas
cualidades, como por ejemplo: ser un buen amante o ser detallista en de-
terminados momentos. Todos estos actos compensatorios no solucionan
la base del problema, sino que en la mayoría de las ocasiones, a largo plazo,
tienden a empeorar con la convivencia diaria.
La forma que Francisco ha aprendido para descargar su tensión es la de
gritar de forma descontrolada, la que llamamos fase de explosión. Una
2. LA VIOLENCIA ASOCIADA A LA ANSIEDAD // 21

vez que se descarga, se siente bien a corto plazo. De esta forma cuando
surja algún otro estímulo desagradable, que le haga acumular tensión, su
forma de reaccionar será la misma que en un principio haya aprendido:
gritar, empujar, pegar, etc. Es una conducta viciada y automatizada, y la
única que hace que se tranquilice.
Cuando la ira desborda a la persona, es cuando hablamos de descontrol de
la ira o ira desadaptativa.
Esta forma de emociones tiene consecuencias muy negativas a corto y a
largo plazo, tanto para las personas de su entorno como para sí mismo.
Las estrategias de afrontamiento en estos pacientes son prácticamente nu-
las. Esto no quiere decir que sean personas torpes o con poca formación
académica, pues está comprobado que esta forma de actuación se da en
muy diferentes contextos. Simplemente, estas personas tienen un desco-
nocimiento de las habilidades necesarias para manejarse en este tipo de
circunstancias, pero siempre se está a tiempo de aprender nuevas formas
más constructivas de comunicación y manejo de las emociones negativas.
Las personas, ante este tipo de situaciones, suelen utilizar diferentes es-
trategias disfuncionales:

Cuadro 2.3 / Estrategias de afrontamiento desadaptativas del des-


control de la ira

• Justifican el problema con un discurso perdido y no directivo.


• Intentan ignorar el suceso, buscando temas pasados con el fin
de desviar el problema principal.
• Intentan quitar importancia al suceso (minimizarlo).
• Culpabilizan a los demás: personas o situaciones externas.
• Se distancian físicamente, con la finalidad de no afrontar el
problema…
22 // CÓMO SUPERAR EL DESCONTROL EMOCIONAL

2.5. PREDISPOSICIÓN DEL SUJETO A LAS


CONDUCTAS VIOLENTAS

El caso de Francisco, al que ya hemos hecho referencia anteriormente, es


un referente a tener en cuenta, ya que su historia personal haría pensar que
realmente la culpa de su descontrol emocional está en la base familiar.
Su padre es bebedor, aunque cumple con su trabajo, pero esto afecta bas-
tante a la relación que tiene con su esposa, ya que gasta parte del sueldo en
consumo de alcohol y en invitaciones a sus amigos. Tiene disputas impor-
tantes con su esposa e hijos cuando llega bebido a casa. Además, la madre ha
abandonado el hogar en bastantes ocasiones, debido a estos problemas.
Francisco tiene una buena relación con sus padres, a pesar de que en oca-
siones les monta escenas de las características que ya hemos nombrado
anteriormente. Grita, golpea algún mueble, les hace malas caras, etc.
Sin embargo, los tres hermanos de Francisco no presentan ningún proble-
ma de tipo emocional. Tal como los define Francisco, son personas bastan-
te responsables y estables. También sus padres, que cooperan en la terapia,
definen así a sus otros hijos.
Esto ocurre con muchos pacientes que teniendo problemas importantes,
tales como la pérdida de personas significativas, divorcios de los progenito-
res, recursos limitados, enfermedades, etc., responden de forma muy dife-
rente ante el mismo acontecimiento; donde una persona pierde el control,
la otra ni se inmuta; de ahí frases tan oídas como, “no parecen hermanos”,
“cómo te pones por nada”...
Hay numerosos estudios científicos en los que se ofrecen datos impor-
tantes sobre la conducta violenta y sus posibles bases biológicas, pero el
objetivo de este libro no es entrar en ese tema. Sin embargo, se ha creído
conveniente reseñar en la bibliografía que figura al final del manual, algunas
referencias para los lectores interesados en profundizar en este tema.
Es cierto, que el medio físico y social que rodea a un sujeto tiene una gran
importancia, pero también hay que tener en cuenta que cada ser es indivi-
dual y único. Dos personas que pasan por las mismas circunstancias adver-
sas, no responden de igual forma: una es capaz de superarse y crecerse ante
los problemas y sin embargo, la vida de la otra, gira en torno a la tristeza
y la ansiedad de forma crónica, ya que vive sumergida en su pasado. Los
terapeutas, no podemos olvidar que nuestro deber es buscar lo mejor de
cada ser humano.
2. LA VIOLENCIA ASOCIADA A LA ANSIEDAD // 23

Las personas sufrimos constantes frustraciones, ya que en muchas ocasiones,


nos ponemos metas poco realistas. En otras, sabemos que la vida es difícil
pero no queremos verlo; preferimos pensar que la vida está hecha para com-
placernos.
Esta es una percepción no realista que nos conduce a una constante de-
cepción. En algunos casos, esta visión corresponde a personas inmaduras
psicológicamente o que tienen una cierta vulnerabilidad psicológica.
Las personas realistas tienen una mayor tolerancia a la frustración. Su dolor
es el mismo ante un determinado suceso, pero su percepción de la situa-
ción y de la vida es diferente: “Todo no me puede salir bien”, “No lo puedo
ver todo blanco o negro sino buscar los matices intermedios”, “Siempre
puedo aprender de los errores”, etc. Estos pensamientos hacen que sepan
afrontar con más madurez y realismo los acontecimientos traumáticos de
la vida.
Ellis, en su terapia racional-emotivo-conductual (TREC), intenta que los pa-
cientes adquieran esta aceptación de los sucesos de la vida como algo natural.
Se exploran las evaluaciones y significados que el sujeto da a un determinado
desencadenante o situación.
En la TREC las creencias irracionales se debaten con el objetivo de ense-
ñar otras vías alternativas de evaluar los acontecimientos problemáticos.
Una de las ideas irracionales que se tratan en la TREC de Ellis es la tendencia
del sujeto a infravalorar su capacidad a la hora de afrontar una situación.
Con el fin de aclarar al lector las características básicas de esta terapia, se
expone a continuación un pequeño ejemplo.

Ejemplo:
Terapeuta: Julio, suponiendo que tu jefe te faltara el respeto gritándote injusta-
mente, ¿por qué es tan terrible, en lugar de desagradable?
Julio: Yo pienso que es terrible que me gritara, ya que no lo merecía y no lo puedo
soportar.
Terapeuta: Desagradable es cuando algo es poco grato, lo que pienso que fue tu
caso. Terrible conlleva unas consecuencias más graves, como horror o miedo intenso.
¿Qué otra palabra describe mejor los actos de tu jefe?
Julio: Creo que realmente lo que hizo fue ¡muy desagradable!
Terapeuta: Este adjetivo se ajusta más a la realidad. También dijiste que no
podías soportarlo ¿qué quieres decir con eso?, ¿me lo puedes explicar?
24 // CÓMO SUPERAR EL DESCONTROL EMOCIONAL

Julio: Quise decir que no merezco ese trato porque pienso que cumplo con mis
tareas todo lo mejor que puedo.
Terapeuta: Estoy de acuerdo. Pero estoy seguro de que puedes soportarlo y por lo
tanto, puedes seguir trabajando sin sentirte mal.
Julio: Creo que puedo, pero no me gustó su comportamiento. Me hace temer que
cualquier día me pueda despedir, pienso que no podré soportar por más tiempo esta
situación y que no estoy siendo respetado.
Terapeuta: Estoy de acuerdo, no te gustó, pero puedes soportarlo. ¿Por qué crees
que debería haber obrado de forma distinta a como lo hizo?
Julio: Porque yo soy un trabajador respetado por todos mis compañeros e intento
hacer las cosas lo mejor posible.
Terapeuta: Comprendo. Esto te hace pensar que no tendría que haberte gritado.
Pero, ¿por qué debería hacer lo que tú creías o pensabas?
Julio: Pues no sé. ¿Qué quieres decir con eso?
Terapeuta: Tú piensas que porque ciertas cosas son lógicas, tendrían que suceder
así. Entonces, pongamos por caso, cuando tienes cita con el médico a las 8:30 de la
mañana, esperas que te haga pasar a su consulta a esa hora, ni antes, ni después.
Y aunque eso es lo lógico, en la mayoría de las ocasiones no sucede así. Se trata de
una expectativa o predicción que algunos días puede cumplirse y otros no. Supongo
que en el caso de tu jefe, tú esperabas una actitud que no se cumplió. Al igual que
el médico no siempre te podrá recibir a la hora prevista.
Julio: Sí, la verdad es que no se me ocurrió verlo así.
Terapeuta: Fíjate, esto no quiere decir que tu jefe obrara correctamente, ni
que te tengas que estar de acuerdo con su conducta. Sólo pretendo que te des
cuenta de que todo lo que pensamos que tiene que suceder, no siempre sucede.
Tienes que aceptar la realidad de las cosas que ocurren en la vida y que, mu-
chas veces, no son las esperadas, pero seguro que eres capaz de soportarlas y
verlas de forma más objetiva. También, podrías hablar con tu jefe de forma
asertiva, sin sentirte frustrado.
Podrías hacerle saber que te sientes mal cuando te grita delante de los compañeros
de trabajo y que le agradecerías que cuando tenga algún problema contigo te lo diga
en privado.
Además, podrías decirle que comprendes que todos podemos tener un mal día,
pero que confías en su buena disposición para que el problema se solucione lo
mejor posible.
2. LA VIOLENCIA ASOCIADA A LA ANSIEDAD // 25

Con este breve diálogo se pretende que Julio entienda que no es sano in-
sistir en que las injusticias no deberían existir y que lo más adaptativo es
aceptar las cosas de forma más razonable y comprender que estos sucesos
forman parte de la vida.
Es importante que sepa que comprendemos su malestar y que somos ca-
paces de ponernos en su lugar. El ejemplo también muestra cómo elegir
alternativas para intentar mejorar la situación, o incluso se le puede plan-
tear cambiar de trabajo en caso de no poder solucionarlo. Lo importante
es que flexibilice sus exigencias y que aprenda nuevas formas de ver y
sentir las situaciones de la vida.
En la TREC, las creencias irracionales se debaten con el objeto de enseñar
otras alternativas más objetivas y racionales de evaluar las adversidades de
la vida. El mejor método para lograrlo es utilizar la lógica.
Las personas con ira excesiva que tienden a perder el control suelen ser
personas que viven en su propio mundo y si el mundo no gira a su alrede-
dor se frustran, mostrando sentimientos negativos como: gritar, llorar, etc.
También usan un lenguaje gestual agresivo y tienen sentimientos de tristeza
sin saber muy bien a qué se deben. Además de tener importantes oscilacio-
nes en el estado de ánimo.
Les resulta complicado tener una vida estable y un simple estímulo puede
desencadenar la ira. En otras ocasiones, les es difícil reconocer dicho es-
tímulo y no saben el motivo de su enfado, por lo que les es complicado
describir con exactitud sus emociones o problemas.
Las personas con problemas de ira que no tienen conciencia de ello, pue-
den llegar a pensar que todo lo que les pasa se debe a que son demasiado
buenas y los demás no tanto. Piensan que son muy sensibles o incluso
muy apasionadas. Evalúan las situaciones de forma distorsionada. Un
ejemplo nos dará más claridad:

El caso de Adela:
Adela, es una chica de 32 años, está casada y tiene un hijo de 10 años. Cuando viene a
consulta, nos comenta que está desesperada porque su marido quiere la separación. Desde
que inició el noviazgo con Antonio, su relación era ya problemática, pero al poco tiempo
de casarse su relación empeoró. Su marido, hace unos días le ha comunicado que quiere
separarse. Ella no comprende esta decisión y comenta que prefiere estar con él, de la forma
que sea, antes que separarse, porque dice que no lo podría soportar. Explica que cuando
difieren en algo, ella se pone muy nerviosa y no sabe muy bien lo que dice o hace.
26 // CÓMO SUPERAR EL DESCONTROL EMOCIONAL

El problema también lo vive su hijo, que ha empezado a sacar malas notas en el colegio.
Adela, tiene lo que ella denomina “bajones de ánimo”. Comenta que tiene días en los
que está alegre y otros, en los que sin motivo aparente, se encuentra más deprimida.
Piensa que puede ser por el carácter de su marido. Tienen grandes diferencias en la
forma de ver las cosas y expresar los sentimientos. En casi todas las disputas, ella
considera que tiene razón. Adela se lamenta de que su marido no está pendiente de
ella y que no tiene ningún detalle. Casi siempre viene cansado del trabajo por el exceso
de horas que realiza. Ella piensa que no la quiere lo suficiente y en ocasiones cree que
tiene a otra persona.
El marido de Adela nos comenta que es una egoísta, que para que esté contenta, él tiene
que estar siempre demostrándole su amor y asegurándole que no tiene a otra persona.
Antonio reconoce que dedica muchas horas al día al trabajo, pero que no ve la necesidad
de tener que demostrarle a su mujer todos los días que la quiere. Esto hace que haya un
clima de hostilidad casi continuo, reproches, gritos, amenazas, etc.
Antonio comenta que ya en el noviazgo era difícil estar bien más de una semana, ya que
ella siempre estaba solicitando afecto y atención, pero en esos momentos, Antonio pensaba
que ella maduraría con el tiempo. Él se define como un hombre poco romántico pero afec-
tuoso. Siempre ha tratado de complacerla, pero por más que hacía, nunca era suficiente, por
lo que, poco a poco, dejó de esforzarse. Antonio tiene miedo de dejar a su mujer por lo que
ella pueda hacer, aunque lo tiene decidido.
Adela reconoce que cuando pierde el control, grita tanto que le duele la garganta, obliga
a su marido a que la escuche, incluso las peleas se alargan hasta altas horas de la ma-
drugada, sin pensar en que su marido tiene que madrugar. En esos momentos él se niega
a hablar, con el fin de que su mujer se tranquilice, pero ella suele reaccionar dando golpes
en la mesa o en las puertas, hasta hacerse daño en la mano.
Ella comenta que la relación de pareja tiene que estar siempre igual, no tiene que cam-
biar con el tiempo. Adela verbaliza pensamientos del tipo: “ya no me quieres como el
primer día”, “desde hace tiempo miras a otras”, “si me quisieras de verdad nada hubiera
cambiado”, “antes me hacías sentir la única mujer del mundo”...
Adela nos comenta que estos hechos suceden porque es una persona muy sensible a la que
le afectan mucho las cosas y que le pasa esto porque es muy buena persona. Nos dice:
“¡Ójala me diera todo igual!, pero yo soy así”. Lo dice con orgullo, aunque no es muy
consciente de las consecuencias de su conducta.
Pero lo cierto es que ella tiene una visión errónea de la vida. Las metas poco realistas y
los pensamientos idealizados sobre las relaciones de pareja, junto con su rigidez, hacen
que la convivencia sea difícil.
En varias ocasiones, después de una fuerte disputa ha dejado el domicilio, incluso a altas
2. LA VIOLENCIA ASOCIADA A LA ANSIEDAD // 27

horas de la noche, teniendo conciencia de que podría pasarle algo desagradable o peligro-
so, con el único fin de hacer daño a su marido.
La relación de Adela con su familia, es buena, aunque dice que por nada del mundo
quiere parecerse a su madre, ni cometer los mismos errores.
Estos comentarios son debidos a los problemas que en su adolescencia tuvo con sus
padres, en especial con su madre. Su madre la mandó un año a casa de sus abuelos al
enterarse de que asistía a clase cuando le venía en gana. Esas conductas casi siempre
coincidían con algún ligue y sus resultados académicos en esos momentos se resentían.
Adela reconoce que cuando comienza una relación no existe nada más, que se centra
tanto en agradar a la pareja, que se olvida de ella misma y de sus obligaciones, ya que
cuando algo le va mal en sus relaciones no es capaz de centrarse en nada. Nos dice: “Mi
vida gira en torno a la persona que está conmigo”.
Debido a su rigidez, costó bastante hacerle comprender que, posiblemente, ella no comete-
ría los mismos errores que su madre, ya que cada persona es única y diferente, pero que
estaba incurriendo en conductas problemáticas para ella y para los demás, aunque de
forma distinta a su madre y posiblemente con mayores consecuencias.
Todo el mundo puede cometer errores, pero también tiene en sus manos la capacidad de
rectificarlos.
Adela siente que todo lo que le pasa, o le ha pasado, es culpa de los demás. Piensa
que si ella tiene algo de responsabilidad, es mínima, achancando la culpa en mayor
medida a las demás personas. Esta forma de pensar y de estar buscando siempre
culpables para justificar su malestar, junto con su incapacidad para lograr objetivos,
provoca hostilidad contra las personas de su entorno y contra el mundo.

La rigidez y el descontrol emocional van unidos, en la mayoría de las situa-


ciones, a la falta de empatía.
La intervención sobre los pacientes afectados de descontrol y rigidez, tam-
bién irá encaminada a trabajar el perdón y la capacidad de tolerar las frus-
traciones de la vida. Es importante ayudarles a percibir las situaciones de
una forma más objetiva y a aceptar la realidad. El perdón se centra en la
toma de perspectiva, en dar la importancia adecuada a cada hecho que nos
ocurre.
El perdón puede ayudar a liberarse del pasado. Los pacientes suelen re-
pasar mentalmente los acontecimientos aversivos del pasado y guardar
rencores que no les permiten seguir adelante de forma adecuada. Estos
pensamientos suelen ser de hostilidad y venganza, y en muchas ocasiones
28 // CÓMO SUPERAR EL DESCONTROL EMOCIONAL

es una actitud de aferramiento al papel de víctima. Esto hace que adopten


una posición de pasividad, de no querer cambiar, a pesar del daño que pue-
dan hacerse a sí mismos y también a los demás. Se recrean en su desgracia
e intentan vivir del pasado. Suelen ser personas histriónicas, que necesitan
llamar la atención de forma negativa en la mayoría de los casos.
Este tipo de reacciones cognitivas están asociadas a conductas derrotistas
y contraproducentes para su salud mental, con niveles de ansiedad o acti-
vación fisiológica altos y problemas somáticos que, en ocasiones, son una
amenaza para la vida de la persona, como por ejemplo, las enfermedades
coronarias.
La ausencia del perdón influye también en la salud mental de los sujetos,
llegando en la mayoría de los casos a un aislamiento social, ya que su an-
siedad no les permite sentirse integrados en el grupo y disfrutar adecuada-
mente de las relaciones interpersonales.
2. LA VIOLENCIA ASOCIADA A LA ANSIEDAD // 29

Cuadro 2.4 / Factores precipitantes, predisponentes y de manteni-


miento de la conducta problema

FACTORES PRECIPITANTES, PREDISPONENTES Y DE MANTE-


NIMIENTO DEL DESCONTROL DE LA IRA O IRA EXCESIVA

FACTORES PREDISPONENTES
Trastornos afectivos
Introversión
Inestabilidad
Familiares con trastornos afectivos
Familiares con adicciones
Acontecimientos estresantes
tempranos
Factores biológicos-genéticos...

FACTORES
PRECIPITANTES
Separaciones y pérdidas
Rupturas traumáticas de los
DESCONTROL
padres
DE LA IRA
Alcohol-drogas
Pérdida del trabajo
Enfermedades...

FACTORES DE
MANTENIMIENTO
Interacción familiar
Aislamiento social
Estrés laboral
Distorsiones cognitivas...

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