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Esta ley cruel y draconiana fue aprobada en 1989, durante el régimen de Augusto
Pinochet,y a pesar de los doce intentos para derogar, el Congreso
ha votado repetidamente a su favor a través de los años. Bajo esta ley, el aborto
se considera un crimen sin importar las circunstancias.
De acuerdo con datos de la Fiscalía Nacional de Chile, solo en 2014, 113 mujeres
fueron investigadas por “abortos voluntarios”, pero la mayoría
no es condenada a prisión efectiva. En la actualidad, hay aproximadamente diez
personas
en custodia acusadas o imputadas por el crimen de aborto.
Sin embargo, Miles, una organización no-gubernamental que apoya el proyecto,
estima que entre 2010 y 2014, 497 mujeres y hombres fueron acusados y 73
fueron
sentenciados.[2] La realidad es que a las chilenas
que deciden tener un aborto en el extranjero o en su propio país, se
les niegan sus derechos humanos y tienen que vivir con las consecuencias de
una ley injusta, estigma, abortos inseguros y criminalización.
Es difícil estimar con exactitud el número de abortos que se realizan
cada año en Chile porque todos ellos son clandestinos e ilegales y
no son reportados. El Ministerio de Salud considera que más
de 33,000 mujeres son admitidas en hospitales por causas relacionadas con
abortos inseguros cada
año. Más del 10% (3,600) son niñas y adolescentes entre 10
y 19 años. No obstante, otras estimaciones ponen la cifra
entre 60,000 y 70,000, e incluso ha llegado hasta los 160,000 abortos anuales.
Si hay aproximadamente 90 abortos al día, como las cifras más conservadoras
indican, resulta imperativo cambiar la ley para mantener al menos, los
estándares mínimos de derechos humanos. Las mujeres chilenas necesitan una ley
que
garantice el acceso al aborto legal y seguro en los casos en que el
embarazo ponga en riesgo su salud o vida, sea producto
de una violación o el feto no sea viable. Aun más, ellas no deben ser
amenazadas, intimidadas o perseguidas cuando buscan atención médica por
complicaciones derivadas
de abortos inseguros o espontáneos, porque esa es una
violación de sus derechos fundamentales.
Estamos conscientes de que las chilenas necesitan la abolición total de la ley más
que una reforma, pero también creemos que si el Congreso aprueba el proyecto,
Chile
será una lugar mejor para todas sus mujeres porque habrá una
restricción patriarcal menos. La propuesta de ley no cubrirá la mayoría
de los abortos, pero con suerte, en algún tiempo,
servirá de base para otras reformas que finalmente permitan el aborto
en toda circunstancia.
safe2choose apoya a las mujeres de Chile en su lucha por el reconocimiento
de sus derechos humanos y desea que la ley sea aprobada muy pronto.
Queremos un mundo en donde todas las mujeres puedan decidir sobre sus cuerpos
y vidas libremente,
es por eso que todos los días hacemos lo mejor que podemos para ser una
alternativa para las mujeres
cuando sus gobiernos les dan la espalda.
no-protege-a-las-mujeres.pdf
[2] “Argumentos para la discusión sobre la interrupción legal del
embarazo” en Miles por los Derechos Sexuales y Reproductivos,
20 December 2015, http://mileschile.cl/?page_id=1626 [3] Amnistía
Internacional, p. 9.