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Elaborato Seminario Nozione Di Rito
Elaborato Seminario Nozione Di Rito
Anselmo
Facoltà di Teología
Il cambiamento della nozione di «rito» nel XX secolo
Elaborato
Roma, 05.06.2015
Studente: PICKELNY, Germán – 10014
Professore: GRILLO, Andrea
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En términos técnicos: “ex opere operato”, sintetizado en la tradicional fórmula «los
sacramentos producen-causan la gracia que significan», cf. DH 1310, 1606, 3315, 3858,
4600. Si bien la expresión aparece por primera vez en el IV Concilio Lateranense, es el
tridentino que la consagra, en su canon 8 sobre los sacramentos en general: «Si alguno
dijere que por medio de los mismos sacramentos de la nueva Ley no se confiere la
gracia ex opere operato, sino que la fe sola en la promesa divina basta para conseguir la
gracia: sea anatema», DH 1608.
2
En términos técnicos: “ex opere operantis”, sintetizado en la tradicional expresión
«[los sacramentos confieren la gracia] a los que dignamente la reciben-a los que no
ponen óbice», cf. DH 1310, 1451, 1606.
2
2. La performance y el rito
Según la antropología cultural del siglo XX, la performance es una
secuencia transformativa, compleja de actos simbólicos7; un hacer
particular, con una acción comunicativa amplificada y cualificada, con
secuencias que ritman el comportamiento humano, de modo de hacerlo
selectivamente interactivo8. En dicho concepto se pueden encuadrar el rito,
el teatro, el deporte, los juegos, la danza y la música.
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DH 3846.
4
Cf. CIC cc. 1246 §1 y 1247, donde se describe paradójicamente el domingo como
fiesta primordial de precepto, la obligación de participar en dicha fiesta, y la
prescripción aún de «gozar de la alegría propia del día del Señor o disfrutar del debido
descanso de la mente y del cuerpo». Los subrayados son míos.
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Exceptuadas, claro está, las demás “fiestas de precepto”.
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Atendamos cómo en las formulaciones dogmáticas se ha reducido el contenido
teológico a un mínimo antropológico positivo — “dignamente” — o negativo — “no
ponen óbice” — y se concibe de modo paralelo el rito externo y la gracia interna.
7
Cf. V. TURNER, Antropologia della performance, 149.
8
Cf. A.N. TERRIN, Liturgia come gioco, 63.
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Cf. TURNER, Antropologia della performance, 115.
10
Cf. TURNER, Antropologia della performance, 116.
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Unidad de proceso social anarmónico o desarmónico que nace en situación de
conflicto. El drama está compuesto por cuatro fases principales de acción pública:
ruptura de las normales relaciones sociales – crisis durante la cual la ruptura se amplía
– acción reparadora, cuya gama posible es amplia y diversa (de alguna manera, la
reparación repite críticamente, y en otro nivel de lenguaje, la ruptura que produjo la
crisis) – reintegración, reaparición de la armonía, cf. TURNER, Antropologia della
performance, 148-149.
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Concepto tomado de A. VAN GENNEP, modificado y enriquecido por TURNER:
mientras que para el primero, fundamentalmente a este proceso estaban sujetos los ritos
de pasaje, para TURNER, puede ser extendido a calquier rito de cualquier cultura (cf.
DAL MASO, A., L’efficacia dei sacramenti, 131). Su desarrollo básicamente consta de
una fase de separación, una fase central de marginalidad, liminalidad, transición o
ambigüedad — en la que hay una comunicación, recombinación e inversión en cierto
modo lúdicas —, y una fase de reagregación o restitución. Cf. TURNER, Antropologia
della performance, 188.
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3. El juego y la performance
Todos tenemos la experiencia — quizás un poco lejana con recuerdos
infantiles — de lo que significa jugar. No es algo que hoy se tome a la
ligera, ya sea por su reconocida patología — la adicción al juego —, ya sea
por el valor fundamental a nivel psico-motriz, cognitivo y relacional que
tiene en la primera infancia16. No es igual de sencillo llegar a una
definición completa. Aunque sea sobre todo fenomenológica, aceptamos
que el juego es
«una acción libre, conciente de no ser tomada seriamente y situada fuera de la
vida habitual que sin embargo puede adueñarse totalmente del jugador, que en
sí misma no persigue ningún interés material, que se cumple dentro de un
espacio y un tiempo definidos a propósito, que se desarrolla con orden según
ciertas reglas y suscita relaciones sociales»17.
Se distinguen, así, en el juego elementos fundamentales como la
dinamicidad — “acción” —, la ruptura — “situada fuera de la vida” —, la
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«[Flusso] è uno stato interiore che può essere descritto come una fusione di azione e
consapevolezza, la sensazione olistica presente quando siamo totalmente coinvolti in ciò
che facciamo, uno stato in cui un’azione segue all’altra secondo una logica interna,
senza che in apparenza ci sia alcun bisogno di un intervento consapevole da parte nostra
[...] Il flusso evita la dualità e la contrarietà, è non dualistico e non dialettico»,
TURNER, Antropologia della performance, 124-125.
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Cf. TURNER, Antropologia della performance, 125.
15
TURNER, Antropologia della performance, 126.
16
Que un niño no juege, juege solo, juegue con determinados objetos y no con otros, no
es algo indiferente.
17
«[Il gioco è] un’azione libera, conscia di non essere presa sul serio e situata al di fuori
della vita consueta che nondimeno può impossessarsi totalmente del giocatore, azione a
cui in sé non è congiunto alcun interesse materiale, che si compie entro uno spazio e un
tempo definiti di proposito, che si svolge con ordine secondo delle regole e suscita
rapporti sociali», J. HUIZINGA, citado en TERRIN, Liturgia come gioco, 50.
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18
«Ricomposizione libera o “ludica”», TURNER, citado en DAL MASO, L’efficacia dei
sacramenti, 145. El subrayado es del autor.
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TURNER, Antropologia della performance, 283. La traducción es mía. A renglón
seguido, TURNER afirma: «Il gioco non è azione rituale», lo cual no impide, a mí
parecer, una comparación “subjuntiva” entre ambas realidades. Cf. también la
etimología que hace inmediatamente después el autor sobre “eludere”. Cf. también DAL
MASO, L’efficacia dei sacramenti, 131: «I generi dominanti di performance tendono ad
essere fenomeni liminali».
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«Anche per il gioco vale l’idea profonda di performance», TERRIN, Liturgia come
gioco, 71.
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Quedarnos sólo con estas categorías dogmáticas tradicionales sería seguir
promoviendo una concepción prevalentemente noética (la causalidad a partir de un
“significado” intelectual) y minimalista (la disposición como un mero “no poner óbice”)
6
de la acción sacramental. Hay que reconocer, sin embargo la “notable dificultad” con la
cual los tratados clásicos tratan de conjugar pertinentemente la significación y la
eficacia de los sacramentos, es decir, cómo de una realidad material puede esperarse una
causalidad en el orden intelectual-espiritual, cf. G. BONACCORSO, «Il sacramento, tra
azione e linguaggio», 109-110.
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Se vea al respecto, la multiplicación de los llamados “juegos olímpicos”, “copas del
mundo”, “campeonatos” en todas sus variantes y modalidades.
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Las relaciones lúdicas modifican irreversiblemente las relaciones históricas de los
jugadores entre sí y a la persona en sí misma. ¿No es algo similar — salvada la
diferencia — a la irreversibilidad sacramental? Cf. el concepto de «irreversibilità che si
autoimpone», atribuido a la experiencia de flujo y reflexividad, DAL MASO, L’efficacia
dei sacramenti, 152.
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Claramente distinguidas, en nuestro caso, la subjetividad del individuo, la comunidad
eclesial en la que se inserta y la procedencia objetiva-divina del “juego sacramental”.
25
Cf. DAL MASO, L’efficacia dei sacramenti, 135-137; TERRIN, Liturgia come gioco,
58-61; TURNER, Antropologia della performance, 104-105, 202, 214, 220.
26
Cf. DAL MASO, L’efficacia dei sacramenti e la «performance» rituale, 145-149.
27
Cf. TERRIN, Liturgia come gioco, 72.
28
Cf. TERRIN, Liturgia come gioco, 68-71.
29
Se aprende jugando (Cf. TERRIN, Liturgia come gioco, 57) — y no viendo ni
memorizando las reglas — y el juego confiere un estatuto de identidad: revela cómo soy
en sí mismo y en relación con los demás («Rappresentando l’uomo si rivela a se stesso»,
TURNER, Antropologia della performance, 158).
30
Cf. TERRIN, Liturgia come gioco, 33-47.
7
31
Y no meramente “soportable” o evitando “obstaculizar” el paso de la gracia.
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BIBLIOGRAFÍA
BONACCORSO, G., «Il sacramento, tra azione e linguaggio», en Sacramento e
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Antropologia della performance, Antropologia, Bologna 1986.