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Cristian Bidard
Edith Klimovsky
1. Fundamentos Conceptuales
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Capitulo I del libro Capital, salaire et crises, Paris , Dunod 2006
puede reducirse a la mera propiedad de los medios de producción ya que la simple
detención de títulos no confiere forzosamente a los individuos un poder sobre le proceso
productivo. Sin embargo, no es menos verdad que en numerosos casos la propiedad
permite directa o indirectamente controlar la producción: ella es una condición necesaria
pero no suficiente para el control del proceso. De acuerdo a esta óptica clásica
actualizada, la producción permanece bajo el control de una clase particular cuyas
decisiones determinan la marcha de la actividad económica aún si no poseen la totalidad
del capital de las empresas.
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colectiva de reinversión. Es por eso que la teoría clásica deja poco espacio a
consideraciones psicológicas sobre el comportamiento de los agentes y propone una
visión materialista del funcionamiento de la vida económica.
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1.5 Especificidad de los Trabajos y de las Tierras
1.7 La Distribución
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Una variable de la distribución debe ser fijada de manera exógena dado que el
trabajo y las tierras no poseen ecuación de precios. En una sociedad capitalista la variable
pertinente puede ser la tasa de salario o la tasa de beneficio. La elección entre una u otra
depende de una representación diferente de las relaciones trabajadores y capitalistas: en el
primer caso, la distribución aparece como un resultado de relaciones de fuerza entre esas
clases; en la segunda, los trabajadores están desprovistos de poder de negociación. Los
antiguos economistas clásicos tomaron el salario como variable exógena mientras que
Sraffa y, siguiendo su ejemplo, los economistas post-sraffianos, tienden a privilegiar la
hipótesis de una tasa de beneficio dada (cuya pertinencia está sin embargo limitada a las
situaciones de equilibrio, es decir, con uniformidad de tasas de beneficio).
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El sistema de precios refleja la asimetría de la sociedad capitalista en el sentido
que representa solo las decisiones de producción de la clase dominante. El carácter
circular de producción aquí es aparente. Los precios son la expresión a la vez de la
producción y de la circulación y satisfacen dos tipos de condiciones:
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no son capaces de obtener la tasa general de beneficio sino un tasa inferior. Inversamente,
la presencia de una demanda insatisfecha debe traducirse ya sea en la obtención de una
tasa de beneficio más elevada, ya sea en la existencia de señales cuantitativas que
empujan los productores a aumentar su producción. En resumen, la uniformidad de tasas
de beneficio representa la compatibilidad de las decisiones de todos los agentes
económicos y no solamente las de los productores capitalistas. El desequilibrio es el
objeto de una formalización diferente estudiada en los modelos llamados de “gravitación”
de precios y de tasa de beneficio de mercado alrededor de sus niveles naturales.
2. FUNDAMENTOS HISTÓRICOS
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clase de los propietarios, Smith (1776) atribuye el papel de clase dominante a los
capitalistas en virtud de que al tener perfecta conciencia de sus propios intereses,
controlan la producción industrial, el comercio y una gran parte de la producción
agrícola. Esta evolución es la consecuencia del declive de los terratenientes cuyo poder
resulta debilitado por su indolencia que los empuja a aumentar su consumo de bienes de
lujo. La afirmación de la preeminencia de los capitalistas se consolida en Ricardo y más
adelante en Marx
En la tradición clásica el salario es concebido tras Cantillon como una canasta de
bienes avanzados por los capitalistas, que está ligado a la subsistencia de los trabajadores
y depende de factores históricos y sociales. Esta idea es retomada por Smith, después por
Torrens (1815) y Ricardo (1817). Smith define el beneficio como le ingreso específico de
la clase capitalista, diferente al salario de inspección y dirección, a partir de la idea de
uniformidad de su tasa.
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representación de la producción como un proceso circular, lo cual es explícito en el
Tableau économique de Quesnay. Al tiempo que retoma la idea del circuito, Ricardo se
atiene a criticar la teoría de Smith. El sitúa el origen del valor en la dificultad de la
producción y en los Principios la mide en términos de trabajo incorporado en la
producción. Cualquiera que sea la relación entre valor y trabajo, los clásicos son
confrontados a la cuestión de la agregación de los trabajos heterogéneos empleados en la
producción, lo que resuelven utilizando la escala de salarios.
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2.2 Diferencias con la tradición neoclásica
Por “neoclásica” se designa la teoría que apareció en el último cuarto del siglo
XIX, en particular la teoría walrasiana del Equilibrio General y la teoría austriaca, la cual
a su manera, también se opone al enfoque en términos de equilibrio parcial. Las
diferencias esenciales que diferencian la teoría clásica y neoclásica impiden considerar la
una como la otra como casos particular de la otra, a pesar de que con hipótesis apropiadas
es posible obtener en cada modelo ciertos resultados del otro.
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un juicio sobre la eficiencia de la producción. De esta manera existe una preeminencia
del consumo sobre la producción y la segunda función está al servicio de la primera.
La interpretación neoclásica de la sociedad en tanto sociedad simétrica constituida
de agentes dotados de racionalidad instrumental, conducente a la maximización de una
función objetivo bajo restricción, va a la par con la interpretación del mercado como un
proceso neutro que asegura la asignación eficiente de recursos. Este contraste entre la
concepción clásica y neoclásica del mercado se traduce en una primera distinción entre
esos dos enfoques en lo que se refiere a la relación entre las cantidades producidas y los
precios. En la teoría neoclásica los precios competitivos se suponen perfectamente
conocidos por parte de los agentes antes que ellos tomen decisiones de consumo y
producción: en equilibrio esas cantidades son aquellas que limpian los mercados en las
cantidades decididas por los agentes; en desequilibrio, los precios no tienen esa cualidad
pero permanecen conocidos a priori. Hemos visto que en los clásicos, las cantidades y
los métodos de producción son por el contrario dados para la determinación de precios
tanto en equilibrio como en desequilibrio (el estudio de la producción conjunta conducirá
a volver sobre este problema).
La visión clásica de la producción como proceso circular se opone a la de la
escuela austriaca que concibe la producción como una vía en sentido único que parte de
factores no producidos, trabajo y tierra, y conduce a bienes de consumo. La concepción
del equilibrio general es compatible con ambas concepciones en la medida en que en las
dotaciones pueden figurar tanto bienes de producción como bines de consumo y servicio
de factores..
En la tradición neoclásica la teoría de la distribución es un caso particular de la
teoría de los precios. Efectivamente, los ingresos provienen de la venta de los servicios de
factores, pero ellos no se diferencian de la generalidad de las mercancías puesto que sus
precios se determinan sobre la base del mismo principio: la igualdad de la oferta y la
demanda. No hay lugar para la existencia de clases sociales y la propiedad no constituye
un elemento central de distinción entre los individuos. Resulta que el trabajo no posee
una especificidad esencial en relación con las mercancías: el salario está determinado por
la igualdad de la oferta y demanda en el “mercado de trabajo” a un nivel que garantiza el
pleno empleo.
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Esta visión de la actividad económica como resultado del conjunto de individuos,
guiados por la racionalidad instrumental y la concepción del mercado como lugar de la
expresión de las decisiones óptimas de todos los agentes conducen a plantear el problema
económico en términos de asignación eficiente de recursos raros y a concebir el precio
de equilibrio como indicadores de escasez de los bienes y servicios. El equilibrio
económico en una sociedad de propiedad privada es definido como una asignación para
cada consumidor, un plan de producción para cada productor y un vector de precios, tal
que cada consumidor maximice de su utilidad sometido a la restricción de presupuesto,
cada productor maximice su beneficio bajo la restricción de la tecnología y donde todos
los mercados están en equilibrio (Debreu 1959). En resumen, el equilibrio neoclásico
está concebido como la igualdad entre las cantidades ofrecidas y demandadas de todas las
mercancía y servicios, donde esas cantidades son el fruto de un cálculo de maximización
bajo restricción que realizan tanto los productores como los consumidores. Como lo
encontraremos a lo largo de esta obra, la teoría clásica atribuye también una racionalidad
económica a los agentes, sin la cual el capitalismo sería solo un casino. Pero los medios
de esta racionalidad son más limitados y las elecciones son dictadas por hábitos o por las
restricciones sociales antes que por preferencias individuales.
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bienes. Dos diferencias importantes recaen sobre el concepto de equilibrio, el cual en la
concepción clásica no supone el pleno empleo y por la atención que merece las
situaciones de desequilibrio. Sin duda, la teoría neoclásica se ha interrogado sobre las
condiciones de estabilidad del equilibrio y sería falso pensar que en esta teoría solo
cuentas las situaciones de equilibrio. En verdad, el concepto de equilibrio de una
economía descentralizada solo es pertinente si se indica por medio de cuál proceso
dinámico ese equilibrio es alcanzado. De otra manera, el concepto de equilibrio se
reduciría a la solución de un sistema de ecuaciones. Walras (1874) lo había comprendido
perfectamente: “he aquí como, estando dadas las ecuaciones de demanda, los precios
resultan matemáticamente. Queda entonces por demostrar, y este punto es esencial, que el
problema del intercambio del cual hemos dado la solución matemática es también aquel
que se resuelve de manera práctica en los mercados por medio del mecanismo de la libre
competencia, (Elementos, lección 11). Los neoclásicos tiene razón en decir que es un
problema complejo. Sin embargo, tanto en razón de los repetidos fracasos como de la
confianza en la libertad de los mercados dada por las tendencias más liberales (que de
manera paradójica se denomina como “nueva teoría clásica”) este programa es borrado
de la agenda de investigación neoclásica contemporánea.. Por contraste, al lado de los
modelos de gravitación que no examinamos, un comienzo de respuesta de inspiración
clásica será presentado en la cuarta parte de este libro donde serán estudiadas las
dinámicas de desequilibrios en el marco de una formulación que generaliza al
desequilibrio aquella utilizada en otras partes del libro.
REFERENCIAS
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Dmitriev, V.K. (1898) “Theorie de la valeur de Ricardo” en Essais Economiques,
1904, trad francesa (1968) Paris, CNRS
Walras, Leon (1874) Elementos de economía pura
Ricardo, D. Principios de economía política y del impuesto
Marx, Kart. El Capital
Quesnay (1758) La physiocracie. Reedition (1991), J Cartelier (ed), Paris,
Garnier
Smith , Adam (1776) La riqueza de las naciones.
Torrens, R (1815) An essay on the external Corn Trade, reedition (1965,
Dorfman, J. (ed), New York, AM Kelley
Torrens, R (1821) An essay on the production of wealth, reedition (1965), Clifton,
AM; Kelley
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