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Tetraciclina

La tetraciclina se utiliza generalmente para tratar infecciones producidas por bacterias.


Actúa inhibiendo el crecimiento de las bacterias.
Grupo
Antibióticos, antibióticos vía sistémica, tetraciclinas.
¿Qué es?
La tetraciclina se utiliza generalmente para tratar infecciones producidas por bacterias.
Actúa inhibiendo el crecimiento de las bacterias. Interfiere en la producción de
proteinas que las bacterias necesitan para multiplicarse y dividirse, así impide que las
bacterias crezcan y que la infección se extienda.La tetraciclinase utiliza para tratar
infecciones en diversas partes del cuerpo y para controlar el acné. No sirve para el
tratamiento del catarro, gripe u otra infección causada por virus.
¿Para qué se utiliza?
 Acné moderado o severo.
 Infecciones por bacterias sensibles a este medicamento: Bronquitis, brucelosis,
conjuntivitis, enterocolitis, faringitis, granuloma inglinal.
 Infecciones abdominales, biliares, cutáneas y de tejidos blandos, genitourinarias y
urinarias.
 Linfogranuloma venéreo, otitis media aguda, pneumonía, psitacosis, sinusitis,
sifilis, tracoma, tularemia, uretritis.
 Infecciones rectales.

Mecanismo de acción
Son bacteriostáticos, aunque pueden llegar a ser bactericidas en altas concentraciones.
Acceden al interior celular por un doble mecanismo de difusión pasiva y transporte
activo.

Actúan inhibiendo la biosíntesis proteica a nivel de los ribosomas 70 y 80 s, inhibiendo


la transcripción del mensaje genético al impedir la penetración del RNA mensajero al
interior de la subunidad 30 s del ribosoma. De esta forma impide la unión del aminoacil,
incluyendo el de iniciación, el formil, con el sitio receptor en dicha unidad, provocando
el bloqueo de la iniciación de la cadena polipeptídica.

También su capacidad de formar quelatos con los cationes metálicos bivalentes puede
bloquear enzimas que intervienen en la síntesis proteica.

Resistencia
Se invocan 2 mecanismos de resistencia bacteriana ante las tetraciclinas; el más
conocido, pero sin evidencias suficientes, es el aumento de la excreción de la célula
bacteriana a través de un sistema de excreción activa, transporte hacia fuera, del total de
tetraciclina introducida.

El otro mecanismo planteado es la disminución o pérdida de la permeabilidad celular,


debido a que estos medicamentos se incorporan al interior celular por un mecanismo de
transporte activo a través de la membrana celular, el cual puede ser bloqueado por un
sistema inducible, tanto por genes cromosómicos como extracromosómicos (plásmides),
por tanto, todo parece indicar que la resistencia radica en la inhibición del mecanismo
de transporte activo que permite la entrada del medicamento al interior celular.

Cloranfenicol

El cloranfenicol es un medicamento perteneciente al grupo de antibióticos o


antimicrobianos. Su mecanismo de acción consiste eninhibir o desactivar ciertas
funciones que realizan algunas bacterias(fundamentalmente participa en los
mecanismos que intervienen en la síntesis proteica). De esta forma, las bacterias no
consiguen producir las proteínas necesarias para mantener su ciclo biológico y mueren
como consecuencia de un desarrollo anormal.
Aplicaciones del cloranfenicol

Entre las bacterias a las que afecta el cloranfenicol, podemos incluir las pertenecientes
al género Salmonella (causantes de la salmonelosis y de la fiebre tifoidea). Asimismo,
afecta a las bacterias del género Rickettsiaque provocan, entre otras patologías, el tifus
epidémico y la anaplasmosis. Actúa también contra los serotipos de Haemophilus
influenzaerelacionados con las meningitis.
En otras ocasiones, este compuesto es utilizado en el tratamiento de enfermedades en el
ámbito de la oftalmología. Sus propiedades le confieren la capacidad de atravesar
fácilmente las paredes de los vasos sanguíneos y los tejidos de los ojos. Gracias a ello
ha demostrado ser un medicamento de alta eficacia en la mayoría de casos clínicos de
conjuntivitis (inflamación de la conjuntiva), blefaritis (inflamación del párpado), etc.

Vía de administración y efectos secundarios

En general, el cloranfenicol se administra por vía oral. En casos especiales, por ejemplo
cuando el paciente no pueda deglutir el medicamento en forma de comprimido o sea
necesario aplicar dosis altas, puede considerarse otras vías de administración. Su
período de absorción varía en función de la dosis, por este motivo los efectos se
presentan en el paciente hasta 4 horas después de su ingesta. La duración del efecto se
determina en función de la enfermedad a combatir y del intervalo terapéutico.
Como la mayoría de medicamentos, presenta efectos adversos o secundarios. Los
efectos secundarios no son iguales en todos los pacientes pues existe un margen de
variabilidad individual. Los más frecuentes son los siguientes:
 Náuseas y vómitos.
 Llagas y úlceras en la boca y en la lengua.
 Diarrea.
 Confusión y desorientación.
 Urticaria y sarpullidos.
 Sensación de entumecimiento, dolor o debilidad en las extremidades.
 Cambios súbitos en la visión y dolor al mover los ojos.
 Disminución en el número de células sanguíneas.
 Anemia debido a interacciones en la captación de hierro.
 Síndrome del bebé gris: esta enfermedad aparece en neonatos tras la inyección
de cloranfenicol. El recién nacido no posee un hígado completamente
desarrollado, por lo que no es capaz de metabolizar correctamente el
medicamento y sufre un síndrome metabólico de intoxicación. Se trata de una
situación de gravedad en la que el bebé suele presentar una coloración grisácea
característica e hipotermia. Es importante actuar cuanto antes puesto que en los
peores casos puede llegar a ser mortal.

Factores a tener en cuenta

Habitualmente, el médico pedirá al paciente que se someta a las pruebas de análisis y de


embarazo. Estos exámenes se realizarán con el objetivo de evitar los posibles efectos
secundarios que pueda producir el cloranfenicol. La presencia de enfermedades
hepáticas y renales también son importantes factores de riesgo, ya que intervienen en el
metabolismo del medicamento. A la hora de realizar una historia clínica, se debe tener
en cuenta los antecedentes familiares y personales de alergias, intolerancias o cualquier
otra reacción anómala a la administración de medicamentos.
Como todos los antibióticos, su ingesta no está exenta de riesgo y debe limitarse al
período que sea estrictamente necesario. Hoy en día la resistencia de gérmenes frente a
los antimicrobianos es un problema de actualidad en medicina. Cada vez aparecen más
limitaciones a la hora de recetar antibióticos debido al incumplimiento del paciente o a
la agresividad mayor de los microorganismos y el fracaso del tratamiento empírico que
se venía actualizando en las últimas décadas.
Por este motivo, se realizan cultivos microbiológicos con el objetivo de analizar la
sensibilidad de cada germen y aplicar un espectro terapéutico adaptado para cada
situación, es decir, que cubra el microorganismo a tratar pero no destruya la flora
bacteriana propia de cada paciente. Así se asegura la efectividad del fármaco frente a la
infección y se reserva el arsenal terapéutico de potencia máxima para los casos más
críticos, cuando todos los demás medicamentos han fracasado.

Plásmidos

El citoplasma de una célula bacteriana, además de contener el ADN cromosómico,


contiene algunas moléculas de ADN extracromosómico que reciben el nombre de
plásmidos. La información genética contenida en dichos plásmidos no es esencial para
la célula, sin embargo, pueden proporcionarle al hospedador ciertas ventajas para su
supervivencia en un medio o ambiente determinado.
Los plásmidos suelen ser moléculas de ADN circulares con una conformación de de
doble hélice, igual que el ADN cromosómico, sin embargo, estos no se encuentran
asociados a proteínas. Su tamaño puede variar entre los 3 y los 10 kb y en una misma
bacteria puede haber de una copia a 100 copias de un mismo plásmido.
Los plásmidos son material genético libre
Algunos plásmidos, conocidos como plásmidos integrativos, pueden llegar a integrarse
y formar parte del ADN cromosómico, cuando esto ocurre, pasan a
denominarse episomas. Estos plásmidos se duplican en cada división celular y pasan a
formar parte de la información genética básica de la bacteria.

Los plásmidos pueden transferirse entre diferentes bacterias mediante un proceso


denominado conjugación bacteriana. Durante este proceso se transfiere la información
genética (plásmido) desde una célula donadora hacia una célula receptora. La
conjugación requiere un contacto directo entre ambas células y es un proceso en el que
intervienen estructuras especializadas como los pili.
Tipos de plásmidos
Debido a la amplia variedad de plásmidos bacterianos que existen, estos pueden
clasificarse en función de:
Su capacidad de conjugación: plásmidos conjugativos o no-conjugativos
En función de si los plásmidos tienen capacidad para tranferirse entre bacterias,
encontramos los plásmidos conjugativos y los plásmidos no-conjugativos. Los no-
conjugativos no tienen la información genética necesaria para generar el proceso de
transferencia.
Existen otros tipos de plásmidos conocidos como plásmidos movilizables, que en
principio son plásmidos no-conjugativos, pero que tienen la capacidad de parasitar la
estructura de un plásmido conjugativo y así pueden transferirse.
Plásmidos de resistencia
Los plásmidos de resistencia también se denominan Plásmidos R y son aquellos que
contienen la información genética necesaria para conferir resistencia a algunos tipos de
antibióticos que de otra manera, matarían la célula huésped.
Realmente contienen genes que codifican para una serie de enzimas capaces de destruir
o modificar algunos antibióticos. Algunos sólo confieren resistencia a un antibiótico,
pero se han llegado a detectar plásmidos con 8 genes que implican resistencias a
múltiples antibióticos.
Estos plásmidos son en gran parte los responsables de que muchas de las bacterias
actuales sean resistentes a prácticamente todos los antibióticos que se utilizan a
diario. Cuando una persona o un animal es tratado con antibióticos, sólo sobreviven al
tratamiento aquellos que son resistentes y por lo tanto, las poblaciones bacterianas
resistentes son seleccionadas y se hacen más prevalentes.

Plásmidos de fertilidad
También denominados Factores F11, los plásmidos de fertilidad son aquellos que
contienen genes relacionados con la capacidad de conjugación. Algunos permiten la
formación de pilis para llevar a cabo la transferencia de plásmidos, otros facilitan la
unión de la célula con otras células, otros aseguran la transferencia de del ADN.
Además, los plásmidos de fertilidad son los que contienen segmentos llamados
secuencias de inserción que son los que permiten la integración del plásmido en el ADN
cromosómico del huésped.

Plásmidos bacteriocinogénicos
Las bacteriocinas son unas sustancias que segregan las propias bacterias para destruir a
otras bacterias. Los plásmidos bacteriocingénicos son aquellos que les confieren a las
bacterias la inmunidad frente a un determinado tipo de bacteriocina o les confieren la
capacidad de secretar un tipo en concreto de bacteriocina. Estos plásmidos, en
definitiva, lo que permiten es tener una ventaja competitiva respecto al resto de
bacterias que no lo tienen.
Plásmidos de virulencia
Los plásmidos de virulencia son aquellos que contienen genes que van a codificar para
ciertos factores de virulencia en las bacterias patógenas. De esta forma, a través de
un plásmido, una bacteria puede llegar a ser mucho más perjudicial de lo que era sin
dicho plásmido.
Entre estos también encontramos ciertos plásmidos que codifican factores de
colonización diferentes que hacen que la bacteria sea capaz de invadir nuevos tejidos a
los que antes no era capaz de llegar.
Plásmidos metabólicos
En este gran grupo de plásmidos metabólicos se incluyen varios tipos diferentes:
 Plásmidos degradativos: que permiten degradar sustancias específicas como el
tolueno o el ácido salicílico y digerirlas
 Algunos plásmidos son capaces de crear nuevas rutas metabólicas para utilizar
ciertas sustancias como fuentes de energía que antes la bacteria no era capaz de
utlizar.
 Plásmidos responsables del establecimiento de una simbiosis entre las bacterias
y algunos tipos de plantas o animales
Aplicaciones de los plásmidos
Los plásmidos se han utilizado en ingeniería genética como vectores de clonación. Estos
tienen la capacidad de reproducirse de forma independiente al ADN cromosomal y
además son fáciles de manipular e insertar en nuevas secuencias genéticas. Se utilizan
para transferir genes de un organismo a otro, de esta forma se consigue una nueva
característica o función en un organismo que hasta ahora no lo presentaba.
Los plásmidos se utilizan para clonar ADN, una técnica muy utiliza en laboratorios de
genética y de ingeniería bioquímica en los que se necesita multiplicar o hacer muchas
copias de un determinado gen. Otro de los grandes usos de los plásmidos es
la fabricación de proteínas a gran escala. Este es el caso de la insulina, se inserta un
plasmido que contiene la información genética necesaria para sintetizar insulina en
muchas bacterias y estas comienzan a multiplicarse y a producir insulina, la cual puede
purificarse posteriormente y utilizarse en los pacientes diabéticos.

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