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EXPLORA
PROGRAMA
DE CAPACITACIÓN
LAS CIENCIAS EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO MULTIMEDIAL
CIENCIAS SOCIALES
MUJERES
EN AMÉRICA LATINA
Introducción | Las mujeres en América antes de la llegada de los europeos | Las mujeres en la sociedad colonial
| Las mujeres de la Independencia | La participación femenina en las luchas políticas del período independiente |
Luchas y resistencias | Perspectivas
Autora: Mag. Fernanda Gil Lozano (UBA) | Coordinación Autoral: Dra. Patricia Funes (UBA y CONICET) y Dr. Áxel Lazzari (UBA)
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INTRODUCCIÓN
Marcia Anunciaçao / AE
Las mujeres indígenas no figuran en Otra manifestación de la importancia de su importancia es indiscutible, también lo es
los diccionarios biográficos. Se las las mujeres en estas culturas se verifica en el desde el punto de vista de su inserción en la
menciona lateralmente en los partes plano mágico-religioso, con el culto de las actividad económica y social.
militares tan sólo como integrantes de diosas de la fertilidad. Por ejemplo, en la re- En América, se produjo la circulación de
la chusma, un vago conjunto de viejas gión del Lago de Valencia en Venezuela se mujeres entre diferentes grupos como una
estrafalarias que resistieron la doctrina. ha encontrado una gran variedad de figuras necesidad para asegurar la reproducción de
Norma Sosa, humanas de arcilla, todas femeninas o sin la comunidad y esta práctica, a su vez, sentó
Mujeres indígenas de la Pampa sexo definido, relacionadas con ritos de ferti- las bases objetivas del inicio de la opresión
y la Patagonia. lidad. Pero no sólo desde este punto de vista de las mujeres. Por otra parte, los primeros
como lo demuestran muchísimas figurillas vientre por la sola virtud de la saliva, la doncella
de cerámica y esculturas que se han conser- retornó de inmediato a su casa. Así fueron en-
vado. Por ejemplo, en el mundo mitológico, gendrados Hunahpú e Ixbalanqué.
el Popol-Vuh recupera una teogonía maya
donde el esperma masculino no parece ser No obstante el acelerado proceso que lle-
necesario para la fecundación: vó hacia el patriarcado en los imperios incas
Una doncella llamada Ixquic escuchó la historia y aztecas, las mujeres todavía mantuvieron
de los frutos de un árbol que estaba en un sitio roles importantes en estas culturas, aunque
llamado Pucbal-Chah. Al llegar al lugar, el árbol le las urgencias de mano de obra del imperio
preguntó: colisionaban con las tradicionales necesida-
−¿Qué es lo que quieres? Estos objetos redon- des de las mujeres en las comunidades base.
dos que cubren mis ramas no son más que En relación inversa, mientras más aumenta-
calaveras; por ventura ¿los quieres? ba la producción social y el poder público, la
−Sí, los deseo −contestó la doncella. participación y autoridad de las mujeres se
−Muy bien −interrumpió la calavera. reducía. Pese a esta situación de creciente
−Extiende hacia acá tu mano derecha. sometimiento, no podemos dejar de señalar
−Bien −replicó la joven, y aceptó la sugerencia. que, aun bajo los incas y los aztecas, las
En ese instante la calavera la escupió y su saliva mujeres conservaban más relevancia social
Tlazolteotl, diosa azteca de la fertilidad
cayó directamente sobre la palma de la mano de que sus contemporáneas de la sociedad y la procreación (entre otros atributos)
la doncella. Habiendo concebido dos hijos en su feudal europea. (ca. 1300-1500).
La mujer es confusión del hombre, mantuvo una economía de subsistencia, nial, aunque también sufrieron el peso del
animal insaciable, angustia continua, donde las mujeres seguían desempeñando patriarcado. Las mujeres indígenas también
guerra incesante, morada de tempes- un papel importante al mantener una estre- tributaron sexualmente para los conquista-
tad, obstáculo de devoción. cha relación entre producción y consumo, dores, que se apropiaron así de su capacidad
The speculum of Vincent de Beauvoir en las principales áreas de la economía colo- reproductora, perdiendo paulatinamente su
(siglo XVIII). nial el fenómeno productivo se autonomizó, capacidad erótica en esta función sexual-
separándose del consumo. reproductora, separada del placer.
En su segunda confesión bajo tormento, para suponer que Juana Pasteles era la
acusada de haber maleficiado en complici- abuela o la madre Pancha, compañera de
dad con otra india a una china de su pueblo Lorenza en el arte [...].
de Tuama, Lorenza admitió participar en Como en todos los casos hasta ahora
salamancas. Según sus palabras, allí había expuestos, el disparador de los procesos es el
aprendido el arte y también la habían sido maleficio. Sin embargo, si a Juana Pasteles se
ofrecidos en ese lugar los ingredientes que le endilgaban, para comenzar, cuatro vícti-
precisaba para preparar los encantos. Es mas ya difuntas, Lorenza y Pancha eran acu-
probable que la declaración de Lorenza no sadas de mantener en su enfermedad a la
tomara al juez por sorpresa. Ya existía una criada del alcalde indígena, la china María
leyenda hispana de la salamanca, que la Antonia. Aunque no declare en ningún
literatura barroca del siglo XVII había reco- momento, un hecho central de este episodio
gido en obras célebres. Incluso, en el len- es que la víctima no abandona jamás el cen-
guaje común, el término "salamanca" o tro de la escena. Verbalmente o a través de
"infiernillo" evocaba a un tiempo magia, muecas y gestos, en una seguidilla de teatra-
aprendizaje y pacto diabólico. les actuaciones, María Antonia selló la suer- Durante la Inquisición, las mujeres acusadas de
La ciudad universitaria española, su mítica te de sus supuestas malefactoras y de otras brujas eran torturadas hasta la confesión.
cueva y sus estudiantes habían atravesado muchas personas que sucesivamente fueron
el océano para llegar a una remota aldea comprometidas en las posteriores confesio-
indígena de las fronteras del imperio espa- nes de las reas. [...] rres, la preocupación concreta del tribunal
ñol. Agreguemos que, además del océano, Las tres mujeres que inicialmente son acu- consistía en el daño que una serie de actos
la salamanca ha conseguido atravesar los sadas entraban en el perfil típico de hechi- simples y puramente empíricos era capaz de
siglos: se mantiene en la cultura folclórica cera [...]. Juana y Pancha tenían alrededor movilizar. Insistimos, una lógica primaria,
de Santiago del Estero y, en general, de de cincuenta años y Lorenza, cuarenta. adosada quizás a estereotipos más comple-
todo el noroeste argentino. Mostrando lla- Todas eran viudas, se mantenían por sus jos, como el del sabbat, pero conocidos
mativas semejanzas con las salamancas de propios medios (como las demás, era hábi- superficialmente, guiaba a los legos jueces.
Lorenza, la literatura folclórica las describe les en el telar, la alfarería y la cestería) y de No sabemos si la mención del demonio (o,
como espacios mágicos (por lo general cue- las dos primeras se sospechaba que habían mejor dicho, de los demonios) con los que
vas) donde el iniciado aprende el arte que le ultimado a sus maridos con arte mágico. [...] confesaron tratar Lorenza y Pancha habrían
interesa (domar, bailar, tocar la guitarra, Los alegatos del fiscal y la sentencia del cambiado en algún modo la suerte de las
curar, maleficiar y demás) siguiendo las lec- proceso de 1715 se encuentran por comple- hechiceras, porque ambas murieron antes
ciones del Zupay (el Demonio). to despojados de los elementos demonoló- de que se redactara la sentencia. Sin embar-
[...] si bien no faltan en el estereotipo gicos que Juana Pasteles fue forzada a go, y muy significativamente, el último ges-
algunos clásicos motivos demonológicos introducir en sus confesiones. Los delitos to que el juez le dedicó a la rea frente a su
europeos, en la salamancas mestizas dicha que finalmente se consideraron "proba- séquito de notables fue el registro de sus
demonología tiene un papel visible pero dos", y que le valieron a la rea el garrote y vestidos: buscaba el encanto que, se supo-
subordinado. La salamancas de Lorenza la hoguera, fueron la muerte de su marido, nía, impedía la recuperación de María
estarían representando la resignificación la de Pedro Isla de la ranchería de San Antonia. En cambio, como habitualmente
de rituales ligados a una cosmovisión indí- Francisco y la de Guinza, el indio de Guaipe. lo hacían los inquisidores de la brujomanía
gena antigua, cuyo atributos originarios Es probable que la manifestación de culpa- europea, sí se mandó a llamar a las compa-
conocemos sólo aproximadamente. [...] bilidad más convincente para el tribunal ñeras de salamanca, las supuestas cómpli-
fuera la curación efectiva de la india ces. Con ello se inauguraba un tercer tiem-
Las hechiceras de Tuama Ignacia, que se logró aplicando al pie de la po del proceso [...] .
Los dos procesos que han de ocuparnos se letra la receta indicada por la hechicera.
inician en nuestro ya familiar pueblo de Tampoco corrió el juez a buscar a las
indios de Tuama, sobre el río Dulce. supuestas cómplices de la Pasteles. Así es Judith Farberman, Las salamancas de Lorenza.
Además del entorno, los lazos de sangre como, aunque lo "deseable" era que la rea Magia, hechicería y curanderismo en el
probablemente unieran entre sí a dos de confesara encuentros cercanos con el demo- Tucumán colonial, Buenos Aires, Siglo XXI.
las tres reas principales: tenemos indicios nio, ósculos infames y terroríficos aquela- 2005.
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En algunas colonias, las libertas llegaron a se a la procreación. Esta forma de protesta ta, aristotélico, de que el verdadero genera-
trabajar como asalariadas, pero ganando era más evidente en las esclavas africanas. dor de la vida es el varón, que provee con su
menos que los jornaleros negros, como lo Cuando en el siglo XVIII, los esclavos subie- esperma la materia viva, mientras que las
muestran las Ordenanzas del Cabildo de ron de precio, se estimuló que las esclavas mujeres son sólo el receptáculo pasivo. Para
Santo Domingo en el siglo XVIII: "el jornal tuvieran hijos; de esta forma, los dueños pro- Aristóteles, los varones con el esperma
de la negra ha de ser el tercio menos que el movieron matrimonios y reducían el tiempo depositaban en la mujer un hombre peque-
del negro". de trabajo de las embarazadas. A pesar de ño u homúnculo, que con los meses iba cre-
Las formas de luchas y resistencias de las todo, las esclavas no abandonaron las prácti- ciendo y desarrollándose. Si en la gestación
mujeres no siempre se encuentran en las cas abortivas, muy probablemente como prevalecía lo femenino −que era la materia−
acciones que convencionalmente son toma- negativa a procrear hijos esclavos. y no lo masculino −que era la forma−, ese
das como tales. Casi siempre ha sido el cuer- La maternidad siguió siendo un hecho cuerpo pequeño "degeneraba" en mujer. Si
po el lugar donde las mujeres muestran y natural, pero durante la colonia la paterni- "todo iba bien" y predominaba lo masculi-
confrontan la dominación. Por ejemplo, con dad se convirtió en un fenómeno social no, se formaría un varón. En esta concep-
la llegada de los europeos se impuso a las cul- inédito en América por cuanto, a diferencia ción, las mujeres son un recipiente cuya fun-
turas americanas un nuevo criterio relativo al de las culturas precolombinas, hubo que ción es contener y alimentar lo depositado
concepto y el valor de la virginidad. Algu- certificar la filiación de los hijos, estable- por los varones, asignándoles de esta mane-
nos testimonios nos ilustran sobre el tema. ciendo claramente su origen étnico. A nin- ra un papel secundario.
Fernández de Oviedo observó la siguiente guna mujer indígena se le hubiera ocurrido Casi todas las concepciones sobre sexuali-
conducta entre los indígenas: en el pasado presentar pruebas de su mater- dad y conducta femenina correcta fueron
Es preguntado al padre o la madre de la novia si nidad. Con la implantación de costumbres difundidas a través de la doctrina cristiana,
viene virgen; e si dicen que sí, y el marido no la europeas, los varones establecieron la poniendo a la Virgen María como ejemplo a
halla tal, se la torna y el marido queda libre y ella monogamia obligatoria, para que no sur- seguir. Aunque la recepción por parte de las
por mala mujer conocida; pero si no es virgen y gieran dudas respecto de su paternidad. mujeres americanas no fue la que los con-
ellos son contentos, pasa el matrimonio, cuando Como consecuencia de estas modificacio- quistadores esperaban, la figura de la madre
antes de consumar la cópula avisaron que no era nes, de la institucionalización de las relacio- de Cristo dio origen a todos los procesos de
virgen, porque muchos hay que quieren más a las nes intersexuales y del complemento del sincretismo de las antiguas diosas madres y
corrompidas que no las vírgenes. matrimonio monógamo, aparecería en deidades africanas. Lo que no es sorpren-
América la prostitución. dente, ya que la idea de "mujer sin man-
Resulta claro que la sanción social iba Por otra parte, interrumpiendo la milenaria cha", virgen pero madre, fue una idea
sobre la mentira más que sobre el hecho en tradición de que la mujer es la creadora de la moldeada durante siglos en la sociedad
sí de la virginidad. Es más, la virginidad sería vida, simbolizada en las diosas madres de los europea, aceptada por los conquistadores,
vista como un dato físico más y no en des- pueblos agroalfareros, los españoles y portu- pero extraña a las otras culturas constitu-
medro moral de la implicada. Sabemos tam- gueses trajeron a América el concepto sexis- yentes de la sociedad colonial.
bién que en lugares como Nicaragua la vio-
lación era castigada con la reducción a la
esclavitud del culpable, en beneficio de los
padres de la víctima. El cronista López de
Gomara, refiriéndose a las mujeres de Me-
soamérica, escribía: "nada les importa la vir-
ginidad". Por otra parte, el aborto era prác-
tica habitual en la América precolombina,
especialmente entre las jóvenes, ya que no
era acto censurado. Los cronistas españoles
atribuyeron esta práctica al deseo de las
jóvenes indias de preservar sus cuerpos. Así,
el cronista Fernández de Oviedo afirma:
Las viejas han de parir, que ellas no quieren estar
ocupadas para dejar sus placeres ni preñarse para
que pariendo se les aflojen las tetas de las cuales
muchas se precian y las tienen muy buenas.
organizaban bailes para facilitar los contac- para que las tolerasen y no les impidiesen
tos clandestinos de los patriotas. seguir a sus compañeros. En los combates, su
Junto a estas líderes, lucharon anónima- heroísmo las destacaba, se metían por entre
mente decenas de miles de mestizas, indíge- los caballos, apartando las lanzas enemigas.
nas y negras, cuya tarea no fue menos efi- Clemencia Celis y "la Loaiza" fueron mujeres
caz. Incluso en las luchas guerrilleras lucha- que se distinguieron en el campo de batalla.
ron militarmente junto con los varones. El En este caso, como ha ocurrido en muchas
caso más conocido es el de Juana Azurduy guerras, las mujeres debieron adoptar vesti-
de Padilla, quien a la muerte de su marido, mentas masculinas para poder ser aceptadas
Manuel Ascencio Padilla, asumió las funcio- como soldados en las filas del ejército.
nes de jefatura en la resistencia contra los Con una forma de lucha diferente, la chile-
realistas en el Alto Perú. na Rosario Ortiz, conocida como "La Mon-
Pero la presencia de la mujer en las gue- che", logró destacarse en las luchas sociales y
rras de la independencia no se circunscribió políticas. Nacida en Concepción, fue una de
a aspectos políticos y militares. La mayoría de las primeras periodistas de América Latina y
las mujeres debió hacerse cargo de las tareas en este carácter integró la redacción del diario
productivas en el campo y en las ciudades El Amigo del Pueblo, principal órgano de
cuando los varones partían para incorporar- prensa de la oposición al gobierno conserva-
se a los ejércitos libertadores. Esto también dor. Luego de una revolución fracasada en
implicaba la crianza de los hijos e hijas 1859, se refugió con los mapuches en sus tol-
pequeños que luego ocuparían el lugar de derías, donde murió años más tarde pobre y
los caídos en la lucha. olvidada. En el cementerio de Concepción
Francisca Javiera Carrera cumplió un
importante papel en el proceso de todavía existe una modesta tumba donde se
independencia chileno. LA PARTICIPACIÓN FEMENINA encuentra grabado este sentido epitafio:
EN LAS LUCHAS POLÍTICAS "Aquí descansa la Monche, vivió y murió por
Otro ejemplo es la colombiana Polonia DEL PERÍODO INDEPENDIENTE la libertad. Un obrero".
Salvatierra y Ríos; conocida bajo el seudóni- Las mujeres argentinas, principalmente las
mo de Policarpa, actuó como enlace de los Al finalizar la guerra de la independencia del interior, participaron activamente en las
revolucionarios en el período de la recon- sobrevinieron en muchos países de América guerras civiles de nuestro país desde 1820
quista española, enviando mensajes antico- luchas políticas que llevaron a verdaderas hasta la década de 1870. Una de ellas fue
loniales camuflados en naranjas. Des- guerras civiles. Eulalia Ares de Vildoza, catamarqueña, jefa
cubierta su actividad de espionaje y contraes- Las mujeres no permanecieron ausentes de de una insurrección que depuso al goberna-
pionaje por los realistas, fue fusilada el 10 este proceso. Aunque muchas veces a la zaga dor de Catamarca en 1862. Eulalia fue a
de noviembre de 1817, poco antes de la lle- de sus maridos, las mujeres campesinas tuvie- Santiago del Estero en busca de armas y al
gada del ejército libertador comandado por ron una forma de realización en las guerras regreso convocó a sus amigas a una reunión
Simón Bolívar a Bogotá. civiles del siglo XIX. En Colombia, "las volun- en la que se convino atacar la sede de gobier-
En Chile nos encontramos con Francisca tarias, las vivanderas, las juanas" fueron inse- no. Vestidas con ropas masculinas, el 18 de
Javiera Carrera, hermana de José Miguel, parables de los ejércitos y el mejor sostén con agosto de 1862 veintitrés mujeres tomaron el
el presidente de la junta chilena de 1811 a que podía contar el campesino soldado. Las cuartel y luego, apoyadas por la gente adic-
1814. Fue una infatigable y consecuente mi- vivanderas no sólo hacían la comida, sino que ta, asaltaron la casa del gobernador, que se
litante de los ideales libertarios, tanto en los difundían falsas noticias en el campo enemi- negaba a entregar el mando al nuevo funcio-
días de triunfo como en los de la reacción go, obtenían pólvora de sus cuarteles y tam- nario electo, y lo hicieron huir de la provincia.
realista que llevó a sus hermanos al exilio. bién participaron de episodios bélicos como Eulalia se hizo cargo del gobierno interina-
Cuando los dirigentes criollos más modera- soldados. La participación y el compromiso mente, organizó un plebiscito y entregó el
dos se aferraban a la fórmula de gobernar en de las mujeres fueron testimoniados por mu- mando al gobernador electo.
nombre de Fernando VII, Javiera sostuvo un chos contemporáneos en sus escritos, fun- Sin embargo, esta participación de las muje-
permanente repudio a la corona española. damentalmente los de aquellas que acompa- res en las luchas populares no les brindó los
Josefa Camejo, venezolana nacida en ñaban a los ejércitos. El pueblo las llamaba frutos esperados. La segunda parte del siglo
1791, arengó a los jóvenes caraqueños voluntarias, y se las veía agobiadas con sus XIX estuvo signada por la formación de las
encabezados por José Félix Ribas. Combatió maletas y algunas con sus hijos, todo encima repúblicas liberales que terminaron de ocluir
junto a su compañero, Juan Nepomuceno de sus espaldas. Entre otras tareas, cocina- la participación pública y militante de las
Briceño Méndez, en la campaña de los llanos ban, lavaban la ropa de los oficiales por una mujeres al equipararlas en los códigos con los
contra los realistas de José Boves. Cuando escasa paga, asistían y cuidaban a los enfer- menores, los locos y los deficientes.
los realistas reconquistaron Caracas, ellos mos y se prestaban a toda clase de sacrificios
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LUCHAS Y RESISTENCIAS
Library of Congress / EE.UU.
Los movimientos sufragistas en América Latina fueron simultáneos a los de Europa y Estados Unidos: En la foto, mujeres sufragistas
marchan por las calles de Nueva York, en 1912.
Quedé muerto como mineral región que también demuestra que este maron el derecho a sufragio y, a pesar de la
y me convertí en planta. retroceso no fue aceptado pasivamente por negativa de las autoridades, alcanzaron a ins-
Quedé muerto luego como planta las mujeres. Un grupo de chilenas, aprove- cribirse en La Serena. Este paso de las mujeres
y tomé una forma sensible. chando que la Constitución de 1833 no chilenas, en momentos en que empezaba a
Quedé muerto luego como animal, establecía taxativamente la prohibición del asomar el movimiento sufragista femenino
me puse atuendo humano. voto femenino, decidieron ejercer sus dere- europeo y estadounidense, constituyó uno
¿Cuándo me hice menos por la muerte? chos electorales en 1876. Hasta el momento de los primeros antecedentes en América
Rumi. las mujeres no habían reclamado por este Latina de la lucha por los derechos igualita-
ejercicio de ciudadanía. En aquel entonces, rios de las mujeres. Sin embargo, el epílogo
LA VOZ DE LA MUJER
La Voz de la Mujer fue un periódico comu- vez por todas que nuestra misión no se Claro que con esto os dais una importan-
nista-anárquico feminista del que se edita- reduce a criar vuestros hijos y lavaros la cia que no digo nada, y como vuestras
ron nueve números, entre el 8 de enero de roña, que nosotras también tenemos dere- infelices compañeras os creen unos formi-
1896 y el 1º de enero de 1897. Este es el cho a emancipamos y ser libres de toda dables revolucionarios, claro que os admiran
editorial del segundo número, en el que La clase de tutelaje, ya sea social, intelectual y físicamente.
Redacción responde a las críticas recibidas económico o marital. Es por esto que cuando tenéis algo que
luego de la aparición del primer número. Para vosotros, ¿qué es una mujer fea hacer observar a vuestras compañeras os
o bonita, joven o vieja? ¡una sierva, una basta con fijar en ellas vuestra fuerte e
¡APARECIÓ AQUELLO! fregona! irresistible mirada, para que estas agachen
(A LOS ESCARABAJOS DE LA IDEA) Cuando vosotros, en la terrible y deses- tímidamente la cabeza y digan:
perada lucha por la vida inclináis abatidos ¡Es tan revolucionario!
Cuando nosotras (despreciables e ignoran- la cabeza sobre el lacerado pecho, si os Por esto, sí señores anarquistas cangreji-
tes mujeres) tomamos la iniciativa de salís a disipar vuestro mal humor, cuando les, es por esto que no queréis la emanci-
publicar La Voz de la Mujer, ya lo sospe- en nosotras no lo hacéis, ahí quedan vues- pación de la mujer porque os gusta ser
chábamos ¡oh modernos cangrejos! que tras hembras (para vosotros no somos otra temidos y obedecidos, os gusta ser admira-
vosotros recibiríais con vuestra macanística cosa), vertiendo amargo lloro, esto os debe dos y alabados.
y acostumbrada filosofía nuestra iniciativa hacer comprender que la diferencia de Pero, a pesar vuestro, ya lo veréis, hare-
porque habéis de saber que nosotras las sexo no nos impide de sentir y pensar. mos que La Voz de la Mujer se introduzca
torpes mujeres también tenemos iniciativa Ya sabíamos señores infelices que para en vuestros hogares y que diga a vuestras
y esta es producto del pensamiento; vosotros una mujer no es más que un lindo compañeras que no sois tales leones, ni
¿sabéis?, también pensamos. mueble, algo así como una cotorra que os siquiera perros de presa; lo que sí sois es
Apareció el primer número de La Voz de halaga, os cose, os trabaja, y lo que es más, un compuesto de gallinas y cangrejos
la Mujer, y claro ¡allí fue Troya!, "nosotras os obedece y teme. (extraño compuesto ¿eh?, pues tal sois)
no somos dignas de tanto, ¡cá! no señor", ¿Verdad señores maridos? ¿No es ver- que hablan de libertad y sólo la quieren
"¿emanciparse la mujer?", "¿para qué?" dad que es muy bonito tener una mujer a para sí, que hablan de anarquismo y ni
"¿qué emancipación femenina ni que ocho la cual hablaréis de libertad, de anarquía, siquiera saben... pero dejemos eso, que
rábanos?" "¡la nuestra", "venga la nuestra de igualdad, de Revolución Social, de san- vosotros sabéis demasiado lo que sois y
primero!, y luego, cuando nosotros 'los gre, de muerte, para que esta, creyéndo- nosotras también ¿eh?
hombres' estemos emancipados y seamos os unos héroes os diga en tanto que Ya los sabéis, pues, vosotros los que
libres, allá veremos". temiendo por vuestra vida (porque, claro, habláis de libertad y en el hogar queréis
Con tales humanitarias y libertadoras vosotros os fingís exaltadísimos) os echa ser unos zares, y queréis conservar dere-
ideas fue recibida nuestra iniciativa. al cuello los brazos para reteneros y casi cho de vida y muerte sobre cuanto os
Por allá nos las guarden, pensamos sollozando, murmura "¡Por Dios, rodea, ya lo sabéis vosotros los que os
nosotras. Perico!". creéis muy por encima de nuestra condi-
Ya teníamos la seguridad de que si por ¡Ah! ¡Aquí es la vuestra! Echáis sobre ción, ya no os tendremos más miedo, ya
nosotras mismas no tornábamos la iniciati- vuestra hembra una mirada de conmisera- no os admiraremos más, ya no obedece-
va de nuestra emancipación, ya podíamos ción, de amor propio satisfecho de hidrópi- remos, ciega y tímidamente vuestras
tornarnos momias o algo por el estilo, ca vanidad [y] lo decís con teatral desenfa- órdenes, ya pronto os despreciaremos y si
antes que el llamado Rey de la Tierra do: "Quita allá mujer, que es necesario que a ello nos obligáis os diremos cuatro ver-
(hombre) lo hiciese. yo vaya a la reunión de tal o cual, de lo dades de a puño. Ojo, pues, macaneado-
Pero es preciso señores cangrejos y no contrario los compañeros... vamos no res, ojo cangrejos.
anarquistas, como mal os llamáis, pues de llores, que a mí no hay quien se atreva a Si vosotros queréis ser libres, con mucha
tales tenéis tanto como nosotras de frailes, decirme, ni a hacerme nada". más razón nosotras; doblemente esclavas
es preciso que sepáis de una vez que esta Y, claro, con estas "paradas" vuestras de la sociedad y del hombre, ya se acabó
máquina de vuestros placeres, este lindo pobres compañeras os creen unos leones aquello de "Anarquía y libertad" y las
molde que vosotros corrompéis, esta sufre (para el pan lo sois) y piensan que en vues- mujeres a fregar. ¡Salud!
dolores de humanidad, está ya hastiada de tras manos está el porvenir social de este
ser un cero a vuestro lado, es preciso, ¡oh!, valle de... anarquistas de macana. La Voz de la Mujer, nº 2,
¡falsos anarquistas! que comprendáis una 31 de enero de 1896.
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PERSPECTIVAS
Agencia TELAM
Movilización de mujeres durante el VIII Encuentro Nacional de Mujeres, en Rosario, parodiando la acusación de brujas que se les hacía
durante la Inquisición.
Cuatro cosas tiene el mundo Las experiencias socialistas latinoamerica- mayoría en el conjunto de la población, co-
que son las más testarudas: nas tampoco proporcionaron la ansiada equi- loca a las feministas en una posición privile-
las ovejas y las cabras, dad e igualdad de género prometida con la giada, ya que les permite comprender el
las mujeres y las mulas. superación de la lucha de clases. hondo significado de otros grupos oprimidos
Copla popular hispanoamericana. El patriarcado, es decir, el régimen de do- y discriminados. Esta conciencia ha llevado al
minación ejercido sobre las mujeres, que feminismo latinoamericano a establecer ca-
son discriminadas y marginadas aun siendo da vez más alianzas con los grupos indige-
Agencia TELAM
nistas, campesinos, obreros, a condición de partidos, están los intereses históricos de la en todos y cada uno de los procesos histó-
que estos también reconozcan como propias liberación de las mujeres. ricos latinoamericanos.
las reivindicaciones del feminismo. Al mismo En el marco de la llamada "globalización A partir de estas experiencias y de los apor-
tiempo, las ha abierto al diálogo con las mili- neoliberal", que, por sus efectos exclu- tes que cada grupo de mujeres pueda reali-
tantes de partidos políticos, algunas de las yentes, vuelve inaplicables buena parte zar, teniendo en cuenta que las realidades
cuales también han madurado, integrándo- de los derechos obtenidos por la lucha de de género están estrechamente entrelaza-
se a los grupos feministas en una forma de las mujeres en estos últimos decenios, das con realidades de clase, de pertenencia a
doble militancia, muchas veces conflictiva, también se impone como indispensable etnias y culturas, de opciones individuales y
pero también fructífera. Esta puja entre las proponer alternativas reales para encarar de inserción de cada grupo en los procesos
mujeres militantes de partidos políticos que las nuevas modalidades que adopta la de- sociales, políticos, económicos y culturales
intentan manipular a los grupos feministas sigualdad entre los géneros. Por eso se más amplios, se podrá reconstruir un relato
autónomos es uno de los desafíos a supe- apunta a construir un relato de historia histórico sin exclusiones, no sólo de género,
rar. Para ello, las militantes partidarias de- social cuyo protagonismo esté encarnado sino de todos los sectores subalternos, opri-
berán comprender que, por encima de sus en las mujeres anónimas que participaron midos y dejados de lado.
Bibliografía Morant, Isabel: Historia de las Mujeres en España y América latina. Vol, I,
Ansaldi, Waldo: Calidoscopio latinoamericano. Imágenes históricas para II, III, IV. Ed. Cátedra, Madrid, 2006.
un debate vigente, Ariel, Bs. As., 2004. Shua, Ana María: Cabras, Mujeres y Mulas, ed. Sudamericana, Bs. As., 1998.
Argumedo, Alcira: Los silencios y las voces en América latina. Notas sobre Stolcke, Verena: Mujeres invadidas. La sangre de la conquista de América,
el pensamiento nacional y popular, ed. Colihue, Bs. As., 2004. ed. Horas y Horas, Madrid, 1993.
Barrancos, Dora: Inclusión/exclusión. Historia con mujeres, E.C.E.
Bs. As., 2000. Agradecimientos
Calvera, Leonor: Diosas brujas y Damas de la noche, ed. Nuevohacer, El equipo de Publicaciones de la Dirección Nacional de Gestión Curricular y
Bs. As., 2005 Formación Docente agradece a las siguientes instituciones y personas por
Farberman, Judith: Las salamancas de Lorenza, magia, hechizería y curan- permitirnos reproducir material fotográfico y colaborar en la documenta-
derismo en el Tucumán colonial, Buenos Aires, Siglo XXI, 2005. ción de imágenes: Ministerio de Educación y Ciencia de España, UNESCO
Funes, Patricia (comp.): Chile: de Frei a Frei, UDISHAL, Documento de Photobank; Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos; Agencia Estado
Trabajo/65 Serie II, CINAP, Buenos Aires, 1999. (Brasil); Museo Histórico Nacional; Archivo General de la Nación, Renato
Funes, Patricia y Wlado Ansaldi (comps.): Teorías de las revoluciones y revo- Luiz Ferreira, de Agencia Estado (Brasil); Julie Bergadá y Carlos Granatelli,
luciones latinoamericanas, UDISHAL, Documento de Trabajo/58, Serie II, de la Secretaría de Turismo de la Nación, personal y directivos de Agencia
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Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología, Lic. Daniel Filmus Coordinadora del Área de Ciencias Coordinación y documentación,
Secretario de Educación, Lic. Juan Carlos Tedesco Sociales, Lic. Raquel Gurevich Lic. Rafael Blanco
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