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Colegio Hispanoamericano

Judith Butler y la teoría de la


performatividad de género
Judith Butler and the theory of the performatividad of gender
Judith Butler et la théorie de la performativité de genre
Fecha de recibo: 05-07-10 - Fecha de aprobación: 06-11-10
Carlos Duque
De la página 85 a la página 95

Resumen
En las siguientes líneas revisaré a grandes rasgos la interesante propuesta
de Judith Butler, expuesta en su teoría sobre la performatividad de género,
como uno de los fundamentos básicos de la política de la democracia radical,
fundamentalmente, en su relación con el debate por el reconocimiento de
la diversidad sexual y de expresiones género. O lo que se ha denominado, el
reconocimiento del sector poblacional LGTBIQ.1

Palabras clave
Democracia radical, género, LGTBIQ, performatividad.

1
La abreviatura o acrónimo LGTBIQ además de explicitar algunas definiciones relacionadas con la
diversidad de orientación sexual y de expresión de género busca ser descriptiva e incluyente. Aunque
reconozco la dificultad inherente a las clasificaciones dicotómicas y las taxonomías en este difuso
tema y sobre todo la discutible existencia de orientaciones e identidades sexuales y de género fijas,
se intenta con ella dar algunas definiciones para ilustrar a las personas que no estén muy familiari-
zadas con el tema. Así, LGTBIQ se refiere a Lesbianas (mujeres homosexuales: es decir, orientadas
erótico-afectivamente hacia personas de su mismo sexo), Gays (hombres homosexuales), Bisexuales
(personas orientadas erótico-afectivamente hacia ambos sexos), Transgénero (personas que trascien-
den o rompen las definiciones convencionales de hombre y mujer, no sólo en su aspecto físico sino
también en sus actitudes, maneras y gestos [género: hace referencia a la forma en que una persona
se percibe a si misma en relación con las concepciones socioculturales de masculinidad y feminidad].
Pueden o no iniciar cambios en su cuerpo), Transexuales (personas que han decidido mediante un
proceso quirúrgico cambiar sus órganos sexuales externos), Transvestis (parte del grupo transgénero,
que se sienten y se visten de tiempo completo siguiendo los modelos establecidos para el género
opuesto) y Transformistas (transvestis ocasionales, para presentaciones o espectáculos). Intersexua-
les (personas que biológicamente desarrollan las características físicas y genitales de ambos sexos,
sobre las cuales recae doblemente discriminación por razones de orientación sexual y expresión
de género y son mutiladas al nacer con base en arbitrarias decisiones discriminatorias). Queer (del
inglés: raro, extraño) que no se enmarcan en ningún tipo de categoría identitaria sexual o de género y
están enmarcados en un movimiento contracultural que desafía la existencia de tales categorías para
definir la diversidad sexual. Estos datos son basados en el texto producido por la fundación Colombia
Diversa: Voces excluidas: legislación y derechos de lesbianas, gays bisexuales y transgeneristas en
Colombia. Autores varios. Tercer Mundo Editores. Bogotá. 2006. 85
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Abstract
In the following lines I’ll review in general the interesting proposal of
Judith Butler, exposed in her theory of performativity of gender as one of
the basic foundations of radical democracy policy, primarily in relation to
the debate of sexual diversity recognition and gender expression. Or what
has been called, the recognition of the LGTBIQ sector.

Key words
Radical democracy, gender, LGTBIQ, performativity.

Résumé
Dans les lignes qui suivent, je reviendrai sur certains aspects de
l’intéressante proposition de Judith Butler, exposée dans sa théorie sur le
performativité de genre, comme l’un des fondements de la politique de la
démocratie radicale dans sa relation avec le débat sur la reconnaissance de
la diversité sexuelle et des expressions de genre. Il a été dénommé, la recon-
naissance de la population LGTBIQ.

Mots clés
Démocratie radicale, genre, LGTBIQ, performativité.

Introducción ligado a los proyectos democráticos


Para comenzar diré que la radicales antiesencialistas y anti-
propuesta de Judith Butler está hegemónicos, surge inicialmente
enmarcada en el paradigma filosófi- como movimiento post-feminista
co, político y vital que denominaré que critica la naturalización de la
paradigma de la política deconstructiva noción de feminidad que había
antiesencialista. En tal paradigma se sido la fuente cohesionadora del
ubican varias autoras del feminismo feminismo. Igualmente, fundamen-
radical y del feminismo deconstruc- ta sus postulados en una crítica
tivista, entre ellas Donna Haraway, del sujeto unitario del feminismo,
Teresa de Lauretis, Beatriz Preciado, colonial, blanco, emanado de la
que hacen parte de los presupues- clase media-alta y desexualizado.
tos conceptuales de la actualmen- Asimismo, surge como movimiento
te denominada Teoría Crítica post-gay y post-lésbico que critica
Queer, fundamento a su vez, del el sujeto unitario homosexual (gay-
movimiento político Queer. Este lesbiana) que se basa en una identi-
86 movimiento político, íntimamente dad sexual estática que contribuye a
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la normalización y homogenización ción de ideología y aparatos ideoló- constituye una naturalización de la


del sector LGTBIQ en la cultura gicos de estado de Louis Althusser; construcción cultural.
heterosexual, favoreciendo las polí- de la visión construccionista de la Para esta teoría el/la sujeto/a
ticas pro-familia tradicionales, tales sexualidad de Michel Foucault; de perteneciente al sector LGTBIQ
como la reivindicación del derecho la teoría de la deconstrucción de (sujeto/a innombrable, abyecto,
al matrimonio, a la adopción y a la Jacques Derrida; del psicoanálisis ininteligible, anormal) es el efecto
transmisión del patrimonio. lacaniano; así, como de los plantea- y resultado de la producción de
En síntesis, el movimiento mientos feministas desde Simone una red de dispositivos de saber/
Queer, al instalarse como una de Beauvoir, Judith Butler erige poder que se explicitan en las
propuesta contracultural y ubi- su teoría de la performatividad del concepciones esencialistas impe-
carse en el citado paradigma de la género, en el marco del paradigma rantes actualmente del género y la
deconstrucción antiesencialista, de la política de la deconstrucción diferencia sexual. De esta forma, el
interpela las categorías identitarias antiesencialista. género y el sexo son actuaciones,
puras de la teoría tradicional que En síntesis, Butler apunta a actos performativos2 que son mo-
se constituyen en un obstáculo desmantelar tanto la concepción de dalidades del discurso autoritario;
para la transformación social en sujeto/a universalista que sustenta tal performatividad alude en el
el mediano y largo plazo. Y en este la política liberal actual, como los mismo sentido al poder del discur-
sentido, la filósofa norteamericana procesos de esencialización, natu- so para realizar (producir) aquello
postfeminista y postestructuralista ralización e identificación de las que enuncia, y por lo tanto permite
Judith Butler, con sus radicales y teorías de la política de la diferencia reflexionar acerca de cómo el poder
relativamente novedosos plantea- con relación al sector LGTBIQ. hegemónico heterocentrado actúa
mientos, se ha convertido en uno Así, para esta teoría, la orientación como discurso creador de realida-
de sus fundamentos teóricos e sexual, la identidad sexual y la ex- des socioculturales. En este sentido,
ideológicos, tanto del movimiento presión de género, son el resultado y en la línea foucaultiana, puede
político Queer, como de la cons- de una construcción-producción entenderse la performatividad del
trucción de la democracia radical, a social, histórica y cultural, y por lo lenguaje como una tecnología;
la cual me referiré más adelante. tanto no existen papeles sexuales o como un dispositivo de poder social
roles de género, esencial o biológi- y político:
Butler y la teoría de la camente inscritos en la naturaleza Si el lenguaje o el discurso
performatividad del género humana. En otras palabras, en de la subjetividad ha tenido
A partir de la ampliación de las términos de lo humano, la única por efecto la creación del yo
ideas de John Austin sobre la teoría naturaleza es la cultura. O, para –la creencia de que existe
de los actos de habla; de la concep- ser más exactos, todo lo natural un yo a-priori o anterior al

2
En el texto de John Austin, “Cómo hacer cosas con palabras. Palabras y acciones” se propone por vez primera la noción de performa-
tividad lingüística. Para este filósofo del lenguaje británico, cada vez que se emite un enunciado se realizan al mismo tiempo acciones
o ‘cosas’ por medio de las palabras utilizadas (actos de habla constatativos y performativos). Los actos de habla performativos son
enunciados (en oposición a los constatativos o declarativos como ‘Hoy es martes’, ‘Cali es la capital del Valle’) que por el sólo hecho
de ser pronunciado en ciertas circunstancias realizan una acción: ‘Yo bautizo este barco’, ‘Prometo hacer tal cosa’ etc. De igual forma,
los enunciados performativos se definen como aquellos que producen la realidad que describen: por ejemplo, en la declaración de
matrimonio de un sacerdote o en una orden impuesta por un superior jerárquico. Derrida complementó esta teoría de los actos de habla
al mostrar que la efectividad de tales actos performativos (su capacidad de construir la verdad/realidad) deriva de la existencia previa
de un contexto de autoridad. Esto significa que no hay una voz originaria y fundante sino una repetición regulada de un enunciado al
que históricamente se la ha otorgado la capacidad de producir la realidad. 87
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lenguaje– , el discurso so- minado en el mundo: su ropa será opcional, sino que se basa
bre la sexualidad ha creado azul, sus juegos estarán relaciona- en un discurso regulativo,
las identidades sexuales y dos con la fuerza, la competencia una exigencia constante
de género.3 y el poder (armas, carros, fútbol, del entorno, encamina-
En las siguientes dos frases de caballos de madera etc.); tendrá da a “producir aquellos
otra importante y actual teórica de menos restricciones en su movi- fenómenos que regulan y
la deconstrucción antiesencialista, miento (no usará vestidos largos e constriñen” la conducta en
Beatriz Preciado, lúcida lectora de incómodos, faldas ni sandalias que relación con la identidad
Butler, podría condensarse el plan- por ejemplo le impidan subir a un sexual. Cuando se produ-
teamiento crítico central de esta árbol), el trato de los hombres de
ce el resultado esperado,
teoría: “El género no tiene estatuto la casa hacia él tendrá cierto nivel
tenemos un género y una
ontológico fuera de los actos que de fuerza y temple; y por supuesto
sexualidad culturalmente
lo constituyen. En esta lectura, el se le prohibirá en lo posible llorar
considerados congruentes
género sería el efecto retroactivo (‘los hombres no lloran’) o ser
con el sexo del sujeto.5
de la repetición ritualizada de ‘afeminado’ (maquillarse, jugar
En otras palabras, para la teoría
performances”.4 con muñecas o con utensilios de
de la performatividad de género,
En este sentido puede enten- cocina), así como expresar atracción
el/la sujeto/a excluido/a, innom-
derse el sexo y el género como una o sentimiento estético por otros
brable, abyecto/a, anormal es el
construcción del cuerpo y de la sub- niños. En palabras de la profesora
jetividad fruto del efecto performa- Gabriela Castellanos: efecto de la producción de una red
tivo de una repetición ritualizada de Para Butler, tanto la sexuali- de dispositivos de saber/poder,6
actos que acaban naturalizándose dad canónica, hegemónica, que Judith Butler, en términos
y produciendo la ilusión de una como la transgresora, “inin- modernos y apoyándose en el ci-
sustancia, de una esencia. Tales teligible”, se construyen tado concepto lingüístico de John
producciones genéricas y sexuales se mediante la performativi- Austin, reelaborado por Jacques
dan en el marco de la denominada dad, es decir, por medio Derrida, de enunciado performativo,
por Butler, Matriz Heterosexual. de la repetición ritualizada caracterizará en unos de sus últimos
Como ejemplo de esta matriz (iteración) de actos de ha- trabajos, como sigue:
heterosexual, productora de cuer- bla y de todo un repertorio El ‘sujeto’ es el resultado
po y de géneros hétero, podemos de gestos corporales que del proceso de subjetiva-
observar, a manera de ilustración, obedecen a un estilo re- ción, de interpretación, de
las prácticas de crianza occidentales lacionado con uno de los asumir performativamente
en las cuales desde que nace el niño dos géneros culturales. Esta alguna ‘posición fija del
tiene un lugar y un papel predeter- repetición ritualizada no es sujeto’7

3
Rafael Mérida. Sexualidades transgresoras. Icaria Editores. Barcelona, 2002, p. 12.
4
Entrevista a Beatriz Preciado, por Jesús Carrillo. En: www.arteleku.net/4.0/pdfs/preciado.pdf., p. 3.
5
Gabriela Castellanos. Determinación y libertad en la construcción de las subjetividades subordinadas y colectividades politizadas.
Artículo para el libro: Identidades colectivas y reconocimiento.Cali, Univalle, 2008, p. 12.
6
Se amplía el planteamiento clásico de la ‘Biblia’ del feminismo, ‘El segundo sexo’ de la autora francesa, Simone de Beauvoir: “No se
nace mujer: llega uno a serlo. Ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la sociedad la
hembra humana; la civilización en conjunto es quien elabora este producto intermedio entre el macho y el castrado al que se califica
como femenino. Sólo la mediación de un ajeno puede construir a un individuo en un otro”.
88 7
Ernesto Laclau en Contingencia, hegemonía, universalidad. Judith Butler, Ernesto Laclau y Slavov Zizek en, FCE. Bs. As., 2003 p. 15.
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esqueleto, pero también simultá-


neamente la precariedad ruinosa
de una estructura formal que no
explicaba nada, ya que no era
ni un centro, ni un principio ni
siquiera la ley de los acontecimien-
tos en el sentido más general de la
palabra”.9

Democracia radical y
performatividad de género
El concepto de democracia
radical se ha venido fortaleciendo
en los últimos años como salida po-
lítica transformativa, que permita
la inclusión progresiva de aquellos
sectores que como el LGTBIQ,
han estado excluidos del juego
democrático y político. Hablar de
democracia radical es hablar de an-
tiesencialismo, de crítica a toda cla-
se de universalismos excluyentes, de
reivindicación de la política como
conflicto y de la lucha agonística
por el posicionamiento de sectores
… por esto el fracaso de tensión de acabar con el dualismo sociales históricamente excluidos.
cualquier articulación en de los géneros y de los sexos que Por tales razones, la propuesta but-
particular para describir a no son más que oposiciones ideo- leriana ha venido a dar fuerza a esta
la población que represen- lógicas encaminadas a establecer y visión transformativa de la política y
ta dada la ‘incompletud’ mantener la opresión de uno sobre la cultura hegemónica actual.
de cualquier posición del otro, basada en la instauración de Entre los autores más relevantes
sujeto…’Tú me llamas así, jerarquías. Así, lo que se construye de la democracia radical, citaré a
pero lo que yo soy elude el puede ser reconstruido para volver Chantal Moufe, Slavov Zizek y Er-
alcance lingüístico de cual- a ser de nuevo construido. En nesto Laclau. En síntesis, para ellos,
quier esfuerzo específico palabras del propio autor, en la en términos del mencionado sector,
por captarme’.8 deconstrucción: “Se desmonta un la apuesta por la construcción de
En sentido derridiano, esta artefacto para hacer que aparezcan la democracia radical antiesencia-
visión deconstructiva tiene la pre- sus estructuras, sus nervaduras, su lista permitirá progresivamente la

8
Ibíd. p. 18.
9
Jacques Derrida. En Los márgenes de la filosofía. Cátedra, Madrid, 1974, p. 23.
89
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transformación de los imaginarios haciendo un llamado a la concesión como una norma cultural
colectivos sobre la diferencia y la de derechos al mal llamado ‘grupo’ que gobierna la materializa-
diversidad, que se reflejará en el o a la mal llamada ‘comunidad’ LG- ción de los cuerpos; (4) una
mediano o largo plazo, en un re- TBIQ, sino en los terrenos de la de- reconcepción del proceso
planteamiento de cuestiones identi- construcción simbólica en términos mediante el cual un sujeto
tarias que anteriormente eran vistas de la construcción de la democracia asume, se apropia, adopta
como esenciales e inamovibles. radical, que permita sacar a la luz una norma corporal, no
Esto, como consecuencia de que en los numerosos estratos que operan como algo a lo que estricta-
la política democrática radical, pre- en el discurso hegemónico; y en la mente se somete, sino, más
cisamente no existe el espacio para desnaturalización de las diferencias bien, como una evolución
ningún tipo de inamovibles, todos sexuales y de género. En palabras de en la que el sujeto se forma
tienen plena validez en el discurso Judith Butler: en virtud de pasar por ese
político y transformativo. Las cuestiones que estarán proceso de asumir un sexo;
En este orden de ideas, es preci- en juego en la reformula- y (5) Una vinculación de
so resaltar que la democracia radical ción de la materialidad de este proceso de ‘asumir’
exige necesariamente la politización los cuerpos serán: (1) la un sexo con la cuestión de
(acción política) y movilización del reconsideración de la mate- la identificación y con los
sector LGTBIQ (politización de la ria de los cuerpos como el medios discursivos que em-
abyección) que lo posicione como efecto de una dinámica de plea el imperativo hetero-
un actor central en la construcción poder, de modo tal que la sexual para permitir ciertas
de tal sistema democrático radical materia de los cuerpos sea identificaciones sexuadas y
y permita, en un futuro no muy le- indisociable de las normas excluir y repudiar otras.10
jano, la construcción de una nueva reguladoras que gobiernan De aquí que para la teoría de
noción de ciudadanía que celebre su materialización y la signi- la performatividad de género, la
las diferencias y la diversidad como ficación de aquellos efectos lucha por el reconocimiento po-
un aporte esencial a la riqueza materiales; (2) la compren- lítico, jurídico y social del sector
humana. sión de la performatividad, LGTBIQ, no sería una lucha de
Aparece entonces en este punto no como el acto mediante carácter identitario; tampoco una
un giro conceptual fundamental el cual un sujeto da vida a lucha por la normalización o el
para las políticas actuales de res- lo que nombra, sino, antes reclamo de tolerancia (se tolera
puesta al debate por el reconoci- bien, como ese poder rei- lo que no se soporta, lo que no se
miento de la diversidad sexual y terativo del discurso para desea que exista: se tolera el dolor,
de género, es decir, las políticas producir los fenómenos la guerra, la enfermedad, etc.), sino
de la igualdad liberal y la política que regula e impone; (3) la una lucha por el respeto pleno (se
de la diferencia: ya no estamos construcción del ‘sexo’ no respeta lo que se le concede calidad
en los terrenos de la búsqueda de ya como un dato corporal de digno, lo que se reconoce como
aceptación social, la tolerancia y su dado sobre el que se impo- respetable), por el reconocimiento
consabida respuesta convocando a ne artificialmente la cons- de la diferencia y la diversidad
la privatización y la discreción; o trucción del género, sino sexual –derecho a la diferencia, no

90 10
Judith Butler. Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos del ‘sexo’. Ediciones Paidós. Buenos Aires, 1993, p. 19.
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diferencia de derechos– y por su


desnaturalización: posiblemente
una lucha ardua y prolongada por
la construcción de un nuevo orden
simbólico. Y el camino para tal
transformación está integrado a
la lucha por la construcción de la
ciudadanía democrática radical.
Y tal ciudadanía democrática
radical, implica reivindicar para
los seres humanos en el existente
circuito interconectado de opresio-
nes y exclusiones, las identidades
móviles, teatrales, transversales o
paródicas. En palabras del investiga-
dor colombiano Manuel Velandia,
se puede definir tentativamente la
identidad como:
La idea y la sensación móvi-
les que tiene el ser humano,
en una sociedad y tiempo entre el mundo físico y el Es por tal razón que en filosofía
concretos, de ser lo que mundo social y cultural política se usa para definir las cate-
busca ser con relación a la (p. 20)…No ‘tenemos una gorías del sector LGTBIQ: orien-
cultura, a los otros/as seres ‘identidad’ fija e innata, tación sexual más que identidad
de su entorno y consigo sino que ‘ponemos en jue- sexual, expresión de género más
mism@, y de seguir sién- go una identidad’ cuando que identidad de género: unificar
dolo en el transcurso del realizamos determinados lo público, colectivo pero des-esen-
tiempo.11 actos de habla (p. 28)…Lo cializarlo, des-identificarlo.
O también, en palabras de la humano es precisamente Es en esta línea que en términos
profesora e investigadora Gabriela la posibilidad de invocar de la teoría de la performatividad
Castellanos: identidades en distintos de género, para el sector LGTBIQ
Desde una perspectiva momentos a partir de un la tarea no se trataría sólo de luchar
crítica lo humano puede cierto repertorio más o por la ampliación de derechos (ma-
ser visto como diverso, menos estable y al mismo trimonio, adopción, patrimonio
precisamente por que es tiempo más o menos fluc- etc.), por ‘correr la cerca’, sino por
una especie de diálogo tuante a lo largo de la vida la deconstrucción del orden simbó-
entre naturaleza y cultura, (Pág.29).12 lico, ya que lo opuesto puede produ-

11
Manuel Velandia en De la movilidad en la identidad sexual, en la identidad política y en la identidad sexual política. Conferencia dictada
en Cali a los líderes y líderezas del sector LGBT. Nov. 9 de 2006.
12
Gabriela Castellanos. Los DDHH de las mujeres y las nuevas concepciones de las identidades: igualdad, diferencia y performatividad.
91
En Textos y prácticas de género. Editorial Universidad del Valle. Cali, 2004.
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de dominación a través de Del mismo modo, es igualmente


nuestra participación en imperativo deconstruir el hetero-
la tarea de oponernos. La centrismo (parte esencial del orden
dominación aparece con simbólico imperante), que es el
mayor eficacia precisamen- discurso normativo hegemónico
te como su ‘otro’.13 que modela los cuerpos y pres-
Para la teoría de la performati- cribe implícitamente el deber ser
vidad de género, el derecho contri- erótico-sexual de el/la sujeto/a, de
buye y refuerza el orden discursivo el/la otro/a. El fin último no es
heterocentrista. Aun cuando el fortalecer o solidificar ningún tipo
derecho en las sociedades liberales de identidad, sino deconstruir las
no sea en muchos casos una fuente dicotomías citadas con el fin de
explícita de discriminación y exclu- desestabilizar todas las identidades
sión, sí es en la mayoría de los casos fijas, para así propiciar la emer-
(como en nuestro ilustrado debate gencia de diferencias múltiples,
sobre la unión de parejas del mismo no binarias, cambiantes, móviles.
sexo) un reflejo, un reproductor del En términos de Derrida, crear las
debate que se da en otros campos condiciones para la emergencia de
de la sociedad y que representan la Dífferance opuesta a la Difference;
–como expresaba más arriba– la o en términos de Deleuze y Guatta-
voluntad, elevada a categoría de ley ri, la emergencia de las identidades
de la ideología dominante. nómadas.
De tal suerte, si asumimos con Entonces, el trabajo crítico-
Butler el hecho de que el sexo y el filosófico de la teoría de la perfor-
cir un ensanchamiento de la brecha género son culturalmente construi- matividad de género consistiría
ya existente entre formas legítimas dos (producidos) e históricamente inicialmente en deconstruir tales
e ilegítimas del intercambio sexual situados, las categorías dicotómicas categorías sobre las que se funda
y de la expresión de género. de ‘femenino’, ‘masculino’, ‘hetero- lo abyecto, el discurso de la norma-
Esto sucede cuando pensa- sexual’ y ‘homosexual’ se pueden lidad y su concomitante discurso
mos que hemos encontra- entender como repetición de actos sobre la moralidad:
do un punto de oposición performativos en lugar de valores La tarea será no asimilar lo
a la dominación y luego nos naturales, innatos. indecible al dominio de lo
damos cuenta de que ese En esta línea de acción es decible para albergarlo allí,
punto mismo de oposición imperativo deconstruir todas las dentro de las normas de do-
es el instrumento a través categorías binarias de la lógica de minación existentes, sino
del cual opera la domina- la dominación: bueno/malo, be- destruir la confianza de
ción, y que sin querer he- llo/feo, normal/anormal, blanco/ la dominación, demostrar
mos fortalecido los poderes negro, hétero/homo, gay/lesbiana. qué equívocas son sus pre-

13
Judith Butler en Resignificación de lo universal: hegemonía y límites del formalismo, en Contingencia, hegemonía, universalidad. Judith
92 Butler, Ernesto Laclau y Slavov Zizek en, FCE. Bs. As., 2003 p. 34.
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tensiones de universalidad talado en el lugar de las necesariamente las jerar-


y, a partir de esa equivoca- epistemes prevalecientes quías ya que al introducir
ción, seguir la ruptura de de una cultura. Más aun, un nuevo significante en
su régimen, una abertura la transformación social el sistema de representacio-
hacia versiones alternativas no ocurre simplemente por nes (en la cadena del signifi-
de universalidad que se for- una concentración masiva cante), todas las relaciones
jen a partir del trabajo de en favor de una causa, sino diferenciales y de valor (de
traducción mismo.14 precisamente a través de las los signos) se alteran.16
Es en este punto donde se formas en que las relaciones
hace un llamado desde la teoría sociales son rearticuladas y Para enriquecer la
de la performatividad de género, a nuevos horizontes concep- discusión: Algunas críticas
la resistencia y a la subversión, en tuales abiertos por prácticas a la propuesta butleriana
palabras de Butler: anómalas o subversivas.15 en términos de democracia
A diferencia de una visión Es entonces, fundamental radical
que forja la operación de desde este enfoque crítico tratar No han sido pocas las críticas a
poder en el campo político de abrir puntos de fuga, de multi- la salida política que se fundamenta
exclusivamente en térmi- plicar los espacios de resistencia, de en la teoría de la performatividad
nos de bloques separados acción micropolítica y de generar de género, expuesta por Judith
que compiten entre si por alianzas estratégicas no esencialistas Butler.
el control de cuestiones po- entre los otros tipos de exclusiones. En particular, una de las más
líticas, la hegemonía pone En palabras de Leticia Sabsay, refi- citadas y vehementes –que además
el énfasis en las maneras riéndose a Butler: recoge varias de las críticas de
en que opera el poder para Como alternativa a estos otros/as pensadores–, es la que
formar nuestra compresión proyectos de sesgo ilumi- realiza la filósofa norteamericana,
cotidiana y para orquestar nista (liberalismo – política Martha Nussbaum contra Judith
las maneras que consenti- de la diferencia) su pro- Butler, en el artículo ‘The Professor
mos (y reproducimos) esas puesta es la de proliferar, of Parody’,17 en el cual acusa a la
relaciones tácitas y disimu- multiplicar las posiciones, autora de ser una pensadora eli-
ladas del poder. Tal poder explotar la diseminación tista de feminismo exclusivamente
no es estable ni estático, de la diferencia. Y entiende académico y de estilo autoritario,
sino que es reconstruido que éste es realmente un cuyo pensamiento –que otorga un
en diversas coyunturas den- proyecto transformador papel preponderante al lenguaje–
tro de la vida cotidiana; por cuanto la introducción no puede dar cuenta de la realidad
constituye nuestro tenue de diferencia sería en sí del sufrimiento y la opresión que
sentido de sentido común misma desestabilizadora. experimentan seres humanos rea-
y está cómodamente ins- La diferencia modificaría les en tiempos y espacios reales.

14
Ibíd., p.18.
15
Ibíd., pp. 19-20.
16
Leticia Sabsay, Política de lo transformativo: lenguaje, teoría de la deconstrucción antiesencialista y subjetividad. 2005, p. 16. en www.
iigg.fsoc.uba.ar/3jornadas/jovenes/templates/eje%/sabsay
17
Martha Nussbaum. The Professor of Parody, artículo en Internet. http://www.mcgowans3.com/
93
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Además Nussbaum afirma que la políticas deconstruccionistas des- jurídicos pueden ser vistos como
teoría política de Butler, base de articula la lucha por la búsqueda difusos y sin control temporal, tan
la salida política de la deconstruc- de reconocimiento y respeto, y esta decisivo en las urgentes contiendas
ción antiesencialista, imposibilita queda reducida a una lucha agonís- políticas.
la acción política y termina en un tica de un poder contra otro poder, Así, diré que frente a la pro-
quietismo político que hace juego en la cual sólo resta tomar partido: puesta planteada por la salida
a la opresión que supuestamente ser cómplice o solidario. En otras deconstructivista de las identidades
intenta denunciar. palabras, se reduce el asunto de la y su puesta en práctica en la actua-
En esta misma línea, deseo lla- lucha por el reconocimiento, final- lidad, surgen varias preguntas: la
mar la atención sobre la crítica que mente, a dos opciones: la victoria más obvia es ¿cómo va a lograrse la
plantea el filósofo canadiense Char- sobre los dominadores y opresores o deconstrucción plena de todas las
les Taylor a los que él denomina la tolerancia servil a sus prácticas. identidades existentes, por lo me-
neonietzscheanos deconstruccionis- nos en el ámbito de lo sexual y del
tas y que identifica principalmente Conclusión género?, ¿cuál es el control temporal
con dos autores franceses: Foucault Para concluir, diré que la salida y espacial de tal propuesta? Ahora
y Derrida, y desde luego con todos política que se fundamenta en la bien, cuando se vacía totalmente de
sus seguidores; autores que, como teoría de la performatividad de contenido el sujeto (des-identifica-
vimos, constituyen gran parte de género, expuesta por Judith Butler, ción, des-esencialización): ¿a partir
la base teórica de la política de la y que he intentado presentar en el de qué concepción o concepciones
transformación cultural centrada marco de la lucha democrática ra- básicas se construirá el marco de
en la deconstrucción de las iden- dical, permite un incisivo y esencial referencia para oponer algo a lo que
tidades: cuestionamiento a la forma en la vamos a deconstruir?, o ¿No existe
Para los neonietzschea- cual entendíamos el género y el sexo forma alguna de hablar de marco
nos deconstruccionistas hasta hace unos pocos años. de referencia?
todo juicio de valor se Esta solución deconstructiva y Bueno, estas son algunas de
basa en normas que en antiesencialista plantea una trans- las aristas críticas que continuarán
última instancia fueron formación radical en nuestra socie- enriqueciendo el debate a partir de
impuestas por estructuras dad que definitivamente lograría el la aplicación práctica de la libera-
de poder que, además, las pleno reconocimiento de la com- dora propuesta de esta exponente
confirman… el asunto se plejidad y la diversidad humana, del postfeminismo, que nos mostró
convierte en una cuestión pero debemos admitir igualmente en sus brillantes trabajos cómo se
de poder y contrapoder: ya que sus mecanismos no son claros puede deconstruir la ancestral dico-
no se trata de respeto y bús- o pueden conllevar en casos críticos tomía entre el sexo y el género, para
queda de reconocimiento (en manos de extremistas, por ejem- poder así argumentar que el sexo es
sino de tomar partido, de plo) a ser otra fuente de opresión también una construcción social
solidaridad.18 y discriminación. Así aunque sus (un efecto repetitivo de performan-
De esta manera para el autor fines reales son claros e incluso ces ritualizadas) y que, por tanto, ha
canadiense la propuesta de las loables, sus mecanismos político- sido género todo el tiempo.

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