Está en la página 1de 9

(Rev. Esp. Anestesiol. Reanim.

2001; 48: 475-383) REVISIÓN

Debilidad muscular prolongada asociada a la administración


de bloqueadores neuromusculares no despolarizantes
en el paciente crítico
M.P. López*, A. Seiz* y A. Criado**
Servicio de Anestesiología y Reanimación. Residencia General del Hospital Universitario la Paz. Madrid.

Resumen Prolonged muscle weakness with the administration of


non-depolarizing neuromuscular blocking agents in
La debilidad muscular generalizada es un cuadro co- critical care patients
mún en aquellos pacientes sometidos a ventilación mecá-
nica. La causa es desconocida, pero se relaciona con Summary
la administración de bloqueadores neuromusculares no
despolarizantes y otros fármacos, fundamentalmente los Generalized muscle weakness is a common disorder in
esteroides, así como con la presencia de enfermedad clí- patients undergoing mechanical ventilation. The cause is
nica relacionada con sepsis o fallo multiorgánico. Exis- unknown but is attributed to the administration of non-
ten cuadros específicos (polineuropatía, miopatía y debi- depolarizing neuromuscular blocking and other drugs,
lidad muscular prolongada) que se desarrollan en un mainly steroids, or to the presence of sepsis or multior-
sentido u otro, dependiendo de la posible causa etiológi- gan failure. Specific clinical pictures (polyneuropathy,
ca, si bien pueden existir interacciones entre ellos. El myopathy and prolonged muscle weakness) develop in
diagnóstico diferencial se realiza mediante el estudio function of the underlying cause, although etiological
electromiográfico y anatomopatológico de un músculo factors may sometimes interact. Differential diagnosis is
periférico. La aparición de estos cuadros provoca un carried out with the aid of electromyography and patho-
coste elevado y un pronóstico incierto en los pacientes logy of the peripheral muscle. Costs are high and prog-
que lo padecen. En estos pacientes, se precisa una moni- nosis is uncertain. Completeness of neuromuscular bloc-
torización de la intensidad del bloqueo como guía de la kade must be monitored in these patients to guide the
administración de los bloqueadores neuromusculares, administration of drugs, to avoid overdoses, to maintain
para evitar una sobredosificación, mantener una activi- muscle activity and to detect a chain of reactions among
dad muscular y detectar las interferencias desencadena- concomitant medications or pathophysiologic changes.
das por la medicación concomitante o los cambios fisio-
patológicos.
Key words:
Palabras clave: Mechanical ventilation. Prolonged muscle weakness. Myopathy. Non-
Ventilación mecánica. Debilidad muscular prolongada. Miopatía. Bloquea- depolarizing neuromuscular blocking agents. Corticosteroids. Adverse
dores neuromusculares no despolarizantes. Corticoides. Efectos adversos. effects. Monitoring neuromuscular blockade.
Monitorización del bloqueo neuromuscular.

Introducción unidad de cuidados intensivos (UCI), pero sus fines son di-
ferentes. La administración de BMND en anestesia se reali-
Desde que en 1935 Harold King sintetizó el primer blo-
za en función de dos objetivos: practicar una intubación tra-
queador muscular no despolarizante (BMND), la d-tubocu-
queal atraumática y satisfacer las necesidades quirúrgicas.
rarina (dTC), todas la investigaciones posteriores se han en-
Ambos objetivos tienen un final inmediato que conlleva, en
caminado a sintetizar nuevos fármacos que se acerquen a la
general, la recuperación espontánea o bien la reversión del
definición del relajante ideal.
bloqueo. Así, el conocimiento real de estos fármacos (far-
Los BMND se introdujeron en el área anestesiolológica
macocinética y farmacodinamia) llega de los estudios reali-
por Griffith y Johnson en 1942. A partir de entonces se han
zados en anestesiología, donde su administración estará
utilizado de forma sistemática tanto en anestesia como en la
determinada por diferentes circunstancias, como: a) la en-
fermedad del paciente; b) el tipo de intervención quirúrgica,
*Facultativo Especialista de Área. **Jefe de Servicio. y c) las características del postoperatorio inmediato.
Correspondencia: Dra. M.P. López Vidaur. Sin embargo, en la UCI, hasta 1981, la administración
Arturo Soria, 319, 1.º D. 28033 Madrid. de estos fármacos era indispensable y una práctica habi-
Aceptado para su publicación en mayo de 2001. tual para todos los pacientes sometidos a ventilación me-

33 375
Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 48, Núm. 8, 2001

cánica1. Posteriormente, la introducción del concepto de


sedación y la aplicación de nuevas técnicas de ventilación Paciente crítico
hizo que su utilización disminuyera de manera importan-
te. Así, en las estadísticas recogidas del Reino Unido en
1986 sólo el 16% de las unidades de reanimación utiliza-
ba estos fármacos de forma sistemática2. La descripción Ventilación
posterior de cuadros de debilidad muscular prolongada y Debilidad mecánica
generalizada prolongada
de miopatías, posiblemente en relación con la administra-
ción de estos fármacos, la ausencia de una monitorización
adecuada para su dosificación y el elevado coste generado Corticoides
Sepsis
por estas actuaciones inició una nueva etapa contra su ad-
ministración. Por ello en 1993, según las encuestas reali- BMND
zadas en los países americanos3, la utilización de estos
fármacos descendió al 1% en los pacientes adultos y al
5% en los pediátricos.
En el paciente crítico y en especial en aquellos que pade- Miopatía Polineuropatía
cen sepsis o fallo multiorgánico se producen cambios fisio- Bloqueo prolongado
patológicos que engloban alteraciones en la perfusión san-
guínea, la función orgánica y la relación entre fluídos del
espacio intra-extracelular. Todos estos factores pueden alte- Fig. 1. Interacción de las causas de debilidad muscular prolongada en un
rar la farmacocinética de los BMND por cambios en el vo- paciente crítico.
lumen de distribución, volumen en estado de equilibrio,
aclaramiento plasmático, vida media de eliminación y tiem-
po de permanencia medio4-6. Dodson et al8 han sido los primeros en demostrar clínica-
En estos pacientes también es característico el encama- mente el fenómeno up-regulation al realizar un estudio post
miento y la parálisis muscular asociada a la administración mortem en pacientes sometidos a ventilación mecánica y pa-
de BMND. Ambos factores facilitan el desarrollo del fenó- rálisis prolongada. En ellos se evidenció un aumento de
meno de proliferación de receptores nicotínicos (maduros o densidad de receptores nicotínicos en el músculo recto del
inmaduros), en la unión neuromuscular (unionales) o fuera abdomen.
de ésta (extraunionales), que en inglés se denomina up-re- En otra línea de investigación, Tsukagoshi et al9, median-
gulation y puede alterar la farmacodinamia de los BMND. te la creación de un modelo de sepsis en la rata han demos-
Este fenómeno aparece tras episodios de parálisis clínica o trado la presencia de anticuerpos para los receptores de ace-
farmacológica producida por la acción constante y manteni- tilcolina. La presencia de anticuerpos es la respuesta
da de fármacos antagonistas. Bajo estas circunstancias, los autoinmune desarrollada por la presencia de un estado sépti-
grupos musculares desarrollan una sensibilidad especial a la co. En estas circunstancias se crea una situación, opuesta a
administración de fármacos agonistas, cuya sensibilidad ex- la anteriormente descrita, denominada de down-regulation,
trema se manifiesta por el desencadenamiento de una hiper- semejante a la que presentan los pacientes con miastenia
potasemia letal; sin embargo, presentan una resistencia a los grave con un aumento de sensibilidad para los BMND.
fármacos antagonistas. Ambos estudios son valiosos, ya que en un futuro pueden
La causa de este comportamiento aberrante no es conoci- dar respuesta a algunos de los enigmas planteados para des-
da pero se barajan varias posibilidades. Es lógico pensar que cribir las causas de debilidad muscular prolongada y miopa-
el aumento de densidad de receptores requiera una dosis tía desarrollada en el paciente crítico.
mayor de BMND para conseguir un mismo efecto. Esta si- No hay que descartar otros posibles factores etiológicos
tuación podría dar lugar a una sobredosificación que se tra- de debilidad muscular relacionados con la carencia de facto-
duciría en una prolongación de su efecto por acumulación res de nutrición, como el glutamato y el factor de crecimien-
de metabolitos activos o cambios en su farmacocinética. to, pero se necesitarían más investigaciones para poder rela-
Otras posibles causas estarían relacionadas con la incor- cionar las posibles interacciones entre el metabolismo
poración de nuevos receptores. Los nuevos receptores (in- muscular, los factores carenciales y los BMND10,11.
maduros) presentan diferencias metabólicas, farmacológicas
y funcionales con respecto a los receptores maduros. Estas Causas posibles de debilidad muscular prolongada
diferencias se traducen en una vida media más corta, una
disminución de afinidad por los fármacos antagonistas y un Las posibles causas de debilidad muscular prolongada es-
tiempo mayor de apertura del canal iónico en respuesta a la tán relacionadas con la presencia de cuadros sépticos o de
administración de un agonista. De este modo, el aumento de fallo multiorgánico y la administración de fármacos como
densidad de receptores podría explicar los casos publica- los BMND y corticoides, y se pueden encontrar situaciones
dos de resistencia a la administración de BMND, así como que engloban todas estas circunstancias (fig. 1). La debili-
los de parada cardíaca secundarios a la administración de dad muscular presente en el paciente crítico puede deberse a
succinilcolina7. múltiples causas, y todavía no se ha encontrado la causa pri-

376 34
M.P. LÓPEZ ET AL.– Debilidad muscular prolongada asociada a la administración de bloqueadores neuromusculares
no despolarizantes en el paciente crítico

maria que lo justifique. Es importante hacer un diagnóstico artificial a los que se han administrado altas dosis de corti-
diferencial a la cabecera del paciente y ello es posible gra- coides. Los niveles de CPK son normales.
cias al estudio electromiográfico y anatomopatológico de un El análisis electromiográfico pone de manifiesto una
grupo muscular. transmisión neuromuscular normal y la biopsia muscular
Sabemos que el paciente crítico sometido a ventilación presenta una atrofia de las fibras musculares del tipo II.
mecánica presenta una situación comúnmente caracterizada La administración de BMND asociado a tratamientos con
por un aumento del catabolismo y una parálisis. Ambas se- dosis elevadas de corticoides puede desencadenar la apari-
rán causa de un desgaste muscular y una atrofia por desuso ción de una miopatía aguda necrosante. Ésta se ha descrito
que pueden influir en el desarrollo y mantenimiento de una fundamentalmente después de la administración de fárma-
debilidad muscular prolongada. cos que pertenecen al grupo esteroide (vecuronio, pancuro-
Las causas posibles de debilidad muscular desarrollada en nio), pero también con los del grupo bencilisoquinolínico
la UCI son: (metocurina, atracurio)22,25, aunque en menor proporción.
La causa que lo desencadena es desconocida, pero se han
1. Polineuropatía del paciente crítico. La polineuropatía analizado los hechos producidos con esta asociación (corti-
del paciente crítico descrita por Bolton et al en 198412 pro- coides-BMND). Los corticoides promueven el catabolismo
bablemente ha existido desde siempre. Las publicaciones con el desarrollo de una atrofia muscular21. A escala experi-
referidas a este cuadro se han hecho realidad una vez que mental, se ha demostrado una proliferación de los recepto-
se ha podido realizar un diagnóstico electrofisiológico en la res para los propios glucocorticoides tras la exposición de
cabecera del paciente. Se asocia al 50-70% de los pacientes dosis repetidas con estos fármacos. Esta proliferación se de-
que presentan sepsis o fallo multiorgánico. Se describe fun- sarrolla con mayor intensidad en los músculos denervados
damentalmente en pacientes a los que no se les ha adminis- que posteriormente desarrollarán una atrofia por desuso26.
trado BMND. La causa es desconocida, pero se sabe que en Bajo estas circunstancias, los músculos débiles o atróficos
los estados sépticos se liberan péptidos con capacidad serán aún más sensibles a la acción catabólica de los gluco-
proteolítica y se producen alteraciones de la microcircula- corticoides y en ellos se ha descrito una mayor depleción
ción que pueden facilitar el acceso de toxinas al espacio en- de miosina. De forma concomitante, la administración de
doneural13,14. También se han descrito casos aislados de po- BMND producirá una parálisis muscular, causa también
lineuropatía asociada a la administración de BMND del de una atrofia muscular.
grupo esteroideo (vecuronio)15 en los pacientes sépticos y 3. Miopatía aguda necrosante. Esta miopatía se presenta
con fallo multiorgánico. El cuadro se sospecha cuando se asociada a la administración prolongada de BMND. Ha re-
quiere iniciar la retirada de la ventilación mecánica. Clíni- cibido diferentes términos: miopatía cuadripléjica aguda,
camente, se presenta como una debilidad muscular genera- síndrome del paciente flojo o miopatía de filamentos grue-
lizada que afecta tanto a la musculatura distal como a la sos. Se describe en la bibliografía como una miopatía grave,
central demostrada en los estudios realizados en los nervios que se recupera lentamente y que puede dejar secuelas. Lo
frénicos e intercostales16. Se acompaña de arreflexia o hi- más importante que se debe tener en cuenta es que proba-
porreflexia. La gravedad del cuadro dependerá de la clínica blemente se puede evitar.
desarrollada, que comprende desde la paresia hasta la tetra- Se caracteriza por una debilidad generalizada que afecta a
plejía fláccida con insuficiencia respiratoria. Los valores de la musculatura central y periférica con arreflexia o hiporre-
creatinfosfocinasa (CPK), inicialmente, se encuentran au- flexia y una necrosis de las fibras musculares. Se asocia,
mentados y, posteriormente, tienden a disminuir. El patrón principalmente, a dos factores: la administración de BMND
electromiográfico (EMG) es característico y se presenta esteroideos (vecuronio, pancuronio)27-58 en presencia de fa-
como una neuropatía (degeneración axonal primaria) con llo renal27,53,54 y la administración concomitante de altas do-
disminución o ausencia de potenciales de acción asociado a sis de corticoides16,23,27,28,31,33-37,41,42,44,46,47,51,52,57-59. Existe una
potenciales de fibrilación y una disminución de potenciales elevación mantenida de la CPK acompañada de una libera-
de unidad motora, con déficit sensitivo y motor, sin altera- ción de mioglobina. El diagnóstico electromiográfico revela
ción de la transmisión neuromuscular16,17-19. La biopsia un déficit motor, no sensitivo con una disminución de la du-
muscular pone de manifiesto una atrofia por denervación ración y amplitud de la respuesta evocada motora y de los
de las fibras musculares del tipo I y, ocasionalmente, ne- potenciales de acción, con fatiga rápida y potenciales de fi-
crosis. El pronóstico es incierto, y se puede recuperar con brilación dispersos sin alteración de la transmisión neuro-
el tiempo, aunque se han descrito casos con secuelas per- muscular27,60,61. En la biopsia muscular se observa una atro-
manentes. fia y necrosis muscular difusa28-30,60,62 con degeneración de
2. Miopatía esteroidea. Los esteroides promueven la glu- las fibras musculares de tipo I y II30-35,60-63. Se puede desen-
coneogénesis y el desgaste muscular20. Esta afección no se cadenar un fallo renal por la propia miopatía posparálisis
asocia a la administración de BMND21-23. Se trata de una tras episodios ocultos de rabdomiólisis y mioglobinuria64,65.
miopatía no necrosante. Se caracteriza por una afección de 4. Debilidad muscular prolongada, asociada a la adminis-
la musculatura proximal24. Solamente en tratamientos pro- tración prolongada de BMND. La administración de estos
longados y mantenidos con corticoides puede afectarse la fármacos sin una adecuada monitorización puede dar lugar a
musculatura distal, pero no la respiratoria. Se ha descrito en una sobredosificación o una acumulación de metabolitos con
pacientes, generalmente asmáticos, sometidos a ventilación acción bloqueadora neuromuscular (hidroxiderivados)27,53,54.

35 377
Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 48, Núm. 8, 2001

La acumulación se potencia en presencia de fallo renal, he- de un soporte ventilatorio prolongado con aumento de com-
pático o multiorgánico. El registro electromiográfico revela plicaciones derivadas: prolongación del tiempo de hospita-
la existencia de una alteración en la transmisión neuromus- lización y de rehabilitación, además de un aumento en los
cular con velocidad de conducción motora lenta y ausencia o costes de cada proceso.
disminución en la amplitud de los potenciales de acción. A partir de 1992, la Food and Drug Administration
Para evitar la aparición de este cuadro es fundamental la (FDA)67 inició una investigación en torno a los cuadros de-
monitorización del bloqueo neuromuscular y, de esta mane- sarrollados de debilidad muscular prolongada o de miopa-
ra, la administración del fármaco se hará en función de las tías para definir las posibles causas desencadenantes y dictar
necesidades del paciente y de la situación clínica. una serie de normas para evitar su aparición. La investiga-
ción se centró en que: a) en estos pacientes podría existir
Complicaciones en relación con la administración una alteración de la farmacocinética y la farmacodinamia de
de bloqueadores musculares no despolarizantes los BMND, secundaria a situaciones patológicas que altera-
sen el equilibrio hidroelectrolítico (potasio, calcio, magne-
Todas las complicaciones derivadas de la administración sio), el equilibrio ácido-base (acidosis) o el sistema termo-
de BMND se relacionan con: a) efectos específicos de la rregulador (hipotermia); b) podrían existir interacciones
molécula, como la liberación de histamina, que produce va- medicamentosas con los BMND que dieran lugar al desarro-
sodilatación, broncospasmo y anafilaxia o efectos propios llo de miopatías agudas (corticoides) o cuadros de debilidad
cardiovasculares, como taquicardia o hipertensión; b) efec- prolongada (aminoglucósidos); c) la administración de gran
tos derivados de las interacciones medicamentosas que cantidad de BMND sin una monitorización adecuada podría
potencian el efecto bloqueador neuromuscular (aminoglu- llevar a una sobredosificación con acumulación del propio
cósidos, clindamicina, lidocaína, tetraciclinas, midazolam, fármaco o de sus metabolitos y el desarrollo de una debili-
bloqueadores beta, antagonistas del calcio, ciclosporina, dad muscular prolongada, especialmente en presencia de fa-
magnesio, litio, anestésicos locales epidurales) o que pro- llo hepático o renal.
ducen resistencia (furosemida, carbamacepina, fenitoína,
aminofilina, azatioprina); c) complicaciones secundarias a Bloqueadores musculares no despolarizantes
la falta de comunicación del paciente con el medio que le en el paciente crítico
rodea, como desconexión del ventilador, conjuntivitis, úl-
ceras corneales, daño neurológico periférico, trombosis ve- Se conocen dos series diferentes de fármacos con acción
nosa profunda, embolismo pulmonar, convulsiones y en- bloqueadora neuromuscular con diferente estructura fisico-
mascaramiento de signos y síntomas medicoquirúrgicos; d) química y efectos secundarios. Clásicamente, la serie benil-
acumulación del relajante neuromuscular, definida clínica- isoquinolínica se ha caracterizado por poseer elevada poten-
mente como el fenómeno por el cual tras la administración cia, carecer de efectos autonómicos y liberar histamina, y la
de dosis sucesivas y en la misma cantidad se produce una serie esteroidea por poseer efectos vagolíticos. También
prolongación de la duración de acción y de la recuperación. los relajantes se han clasificado según su duración de acción
Este comportamiento se asocia a los BMND, que dependen en relajantes de larga duración, superior a 50 min (pancuro-
de la función renal o hepática para su eliminación y adquie- nio, pipecuronio, doxacurio); duración intermedia, entre
re más importancia cuando la eliminación del fármaco o de 20-50 min (atracurio, vecuronio, rocuronio, cisatracurio);
sus metabolitos disminuye por fallo orgánico. Otro factor duración corta, entre 8-20 min (mivacurio), y duración ul-
que produce acumulación es la saturación de los depósitos tracorta, inferior a 8 min (rapacuronio) (tabla I).
periféricos por sobredosificación; e) la administración de Los primeros relajantes sintetizados (dTC, pancuronio)
estos fármacos puede producir en el paciente una situación presentaban efectos secundarios adversos, tiempos de ac-
definida como de “despertar-relajación”, que puede desen- ción largos y larga duración de acción, eliminación orgánica
cadenar un distrés psicológico66 en el postoperatorio inme- (renal y hepática) y metabolitos clínicamente activos. Estos
diato y, por último, f) debilidad muscular prolongada o atributos hacían que se separaran de la definición del rela-
miopatía cuyas consecuencias inmediatas son la necesidad jante ideal.

TABLA I
Farmacocinética y farmacodinamia de los bloqueadores neuromusculares no despolarizantes

Pancuronio Vecuronio Rocuronio Atracurio Cis-atracurio

ED95 (mg/kg) 0,05 0,05 0,03-0,04 0,25 0,05


Comienzo* (min) 3,5-3,7 2,4-2,9 1,5-2,5 3 4,6-5,8
Dur25% (min) 74-116 23-44 29-42 35-45 33-45
IR25%-75% (min) 39 13-44 8-12 11-12 8-13
t1/2elim. (min) 107-169 51-80 56-103 20-30 22-35
Vdss (l/kg) 0,18-0,26 0,16-0,27 0,17-0,29 0,20 0,11-0,16
Cl (ml/kg/min) 0,8-1,8 3-5,6 2,8-5,8 5-7 4,6-5,7

*Comienzo de acción. ED: dosis eficaz. Dur25%: duración de acción. IR: índice de recuperación. t1/2 elim.: vida media de eliminación. Vdss: volumen de distribución en estado
de equilibrio. Cl: aclaramiento.

378 36
M.P. LÓPEZ ET AL.– Debilidad muscular prolongada asociada a la administración de bloqueadores neuromusculares
no despolarizantes en el paciente crítico

El relajante más utilizado en el paciente crítico ha sido el danosina sea tres veces inferior a la del atracurio a dosis
pancuronio68, por ser el fármaco más económico12, pese a equipotentes81. En relación con su administración en la UCI,
producir efectos secundarios, como taquicardia e hiperten- existen escasos estudios82 y la mayoría se refieren a pacien-
sión. Su utilización se ha asociado a cuadros de parálisis tes sanos bajo una adecuada monitorización. Hasta el mo-
muscular prolongada en presencia de fallo renal y aparición mento, se ha descrito un caso de miopatía83 y tiempos de re-
de miopatía con la administración concomitante de corticoi- cuperación más prolongados con respecto a los descritos
des30,33,36,39,42,44-46,49,69-72. En la década de los ochenta, el gran tras su administración en anestesia84,85. Presenta una gran
avance fue el descubrimiento de los relajantes de duración variabilidad cuando se administra en infusión continua. En
intermedia, con dos características importantes: estabilidad los estudios realizados, las dosis necesarias para mantener
hemodinámica (vecuronio) y eliminación no orgánica (atra- un mismo grado de bloqueo variaron entre 0,05 y 0,41
curio). mg/kg/h, con una media de 0,15 mg/kg/h84-86.
El vecuronio, por su estabilidad hemodinámica, ha sido el
segundo fármaco más utilizado en los EE.UU. a partir de Indicaciones de la administración de bloqueadores
1991. Con su administración se han descrito también cua- musculares no despolarizantes en el paciente crítico
dros de debilidad prolongada en presencia de fallo renal y
de miopatías al asociarlos con corticoides15,29,31-33,52-56,63,70. Según el American College of Critical Care Medicine y la
Otros factores de riesgo descritos en el desarrollo de miopa- Society of Critical Care Medicine87 la utilización de BMND
tías han sido la presencia de acidosis metabólica y la de hi- en la UCI está determinada por la necesidad de adaptar a los
permagnesemia54, sobre todo en mujeres. pacientes a una ventilación mecánica convencional (VPPI)
El atracurio libera histamina con tendencia a la hipoten- o a optimizar su oxigenación (relación I/E invertida, hiper-
sión y taquicardia y produce laudanosina, ya que como me- capnia permisiva, ventilación en decúbito prono o soporte
tabolito es potencialmente tóxico para el sistema nervioso de membrana extracorpórea). Estos fármacos ofrecen una
central. Se han descrito pocos casos de debilidad muscular serie de ventajas, como sincronizar la ventilación, limitar el
prolongada y de miopatías con su administración prolonga- pico de presión, disminuir el trabajo respiratorio, disminuir
da73-75. La explicación puede deberse a una menor utiliza- el daño pulmonar y optimizar el recambio gaseoso.
ción en el paciente crítico por temor a desencadenar convul- La utilización de estos fármacos está encaminada a redu-
siones o a una menor tendencia a producir estos cuadros. cir el consumo de oxígeno en pacientes críticos con aumen-
La síntesis de dos nuevos fármacos en la década de los to del trabajo respiratorio, función miocárdica alterada u
noventa combina propiedades que les acerca más a la defi- oxigenación crítica. También están indicados en aquellos
nición del relajante ideal. pacientes que presentan un aumento de la presión intracra-
El rocuronio, perteneciente al grupo esteroideo, posee un neal (PIC), en el síndrome neuroléptico maligno, el tétanos
tiempo de inicio corto (60-90 s) atribuido a su baja poten- y en algunas situaciones del estatus epiléptico. Existen más
cia76, además de contar con estabilidad hemodinámica y ca- controversias en cuanto a la utilización de estos fármacos en
recer de metabolitos activos. Las publicaciones referentes a los siguientes casos: traslado de pacientes, inmovilidad para
su administración en el paciente crítico son escasas. Los tra- pruebas diagnósticas o procesos quirúrgicos cortos realiza-
bajos realizados se refieren a pacientes sanos con una dosi- dos en la UCI, disminución de la compliancia e intubación
ficación guiada según criterios de monitorización. Aun así, endotraqueal.
se han descrito tiempos de recuperación algo más prolonga-
dos respecto a los recogidos en el ámbito anestesiológico6. Consideraciones para la administración de bloqueadores
La acción del rocuronio se encuentra aumentada en presen- musculares no despolarizantes en la UCI
cia de fallo hepático77 y, sin embargo, el fallo renal no au-
menta de forma significativa los efectos clínicos78,79. Se ha Sabemos que los cambios miopáticos se pueden presentar
descrito resistencia en los pacientes pediátricos80. En el asociados a cuadros sépticos, en presencia de fallo multior-
adulto, cuando se administra en dosis fraccionadas, se puede gánico, con la administración de fármacos (corticoides) y
acumular y, por ello, es necesario disminuir las dosis para con la administración de BMND. La miopatía puede ser
mantener el mismo grado de bloqueo neuromuscular. En el mixta por la confluencia de varios factores etiológicos y
estudio de Sparr et al6 la dosis media administrada fue de también puede que no se desencadene pese a la presencia de
0,63 mg/kg/h y, tras un período de 6-9 h, tuvo que dismi- posibles factores etiológicos. Por ello, y al no encontrar una
nuirse a 0,38 mg/kg/h para mantener un mismo grado de causa que lo justifique, debemos seguir una serie de normas
bloqueo (dos respuestas con el tren de cuatro). Las necesi- durante su período de administración.
dades descritas para una infusión continua fueron mayores Se denomina administración crónica de relajantes BMND
0,54 mg/kg/h (0,52-0,63), si bien el ritmo de infusión se a la administración durante un período superior a las 24 h.
acopló para mantener un bloqueo más intenso (una respues- Se denomina recuperación prolongada a aquella situación
ta con el tren de cuatro). en la cual, una vez suspendida su administración, no se ini-
El cis-atracurio, pertenece a la serie bencilisoquinolínica, cia la recuperación en el transcurso de las 2 h siguientes53,54.
posee una eliminación no orgánica y estabilidad hemodiná- En la UCI se precisa idealmente un fármaco con un meta-
mica, por no liberar histamina, es tres veces más potente bolismo y eliminación independiente de la función hepática
que el atracurio lo que le permite que la producción de lau- o renal (atracurio, cis-atracurio), con estabilidad hemodiná-

37 379
Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 48, Núm. 8, 2001

mica (vecuronio, rocuronio, cis-atracurio), sin acumulación Los objetivos de la monitorización en la UCI se basan en
(cis-atracurio, atracurio) ni toxicidad clínica (vecuronio, ro- evitar un exceso de bloqueo y son diferentes a los del quiró-
curonio, pancuronio), lo que conlleva un conocimiento pro- fano, basados en procurar una adecuada relajación compati-
fundo de la farmacocinética y farmacodinamia de estos ble con la cirugía. Los estudios en relación con la efectivi-
compuestos. Ninguno de los BMND sintetizados en la ac- dad o no de la monitorización del bloqueo neuromuscular
tualidad reúne todas estas condiciones y, por ello, se elegirá en el paciente crítico son escasos y, entre los publicados,
el fármaco según su metabolismo, duración de acción y fa- existen controversias6,27,33,38,42,81,83,84,86,89,90 por la falta de uni-
cilidad de administración. Al presentarse como un fármaco ficación de criterios en la metodología aplicada.
de administración prolongada, la relación coste/efectividad La monitorización en el paciente crítico se hace impres-
debe ser buena. cindible, ya que existe una gran variabilidad de respuesta
Los BMND se administrarán en dosis fraccionadas, infu- farmacológica y continuos cambios fisiopatológicos, farma-
sión continua o continua más dosis fraccionadas. Las últimas cocinéticos y farmacodinámicos que requieren aumento o
tendencias se inclinan a la administración en dosis fracciona- disminución del ritmo de las infusiones4,5,77-79,85,86,91. La mo-
das, ya que las infusiones continuas requieren una vía espe- nitorización aumenta el margen de seguridad de los BMND
cífica periférica, así como fármacos que no presenten degra- y permite ajustar las dosis en cada momento para evitar el
dación con el tiempo. Su administración se debe asociar a: fenómeno de acumulación y sus posibles complicaciones.
anestésicos (barbitúricos, propofol) o hipnóticos (benzodia- Aunque las causas de los cuadros descritos pueden ser
cepinas) y analgésicos (opiáceos). Ningún paciente debe re- multifactoriales, la sobredosis y la acumulación están impli-
cibir BMND sin una pérdida previa de la conciencia, sin ol- cadas entre sus posibles causas etiológicas.
vidar que los opiáceos per se no producen inconsciencia. Cualquiera de los sistemas de monitorización existentes
Para su correcta dosificación se tendrá en cuenta la me- en el mercado es apropiado (electromiografía, mecanomio-
dicación concomitante y sus posibles interferencias con la grafía, acelerometría), pero en general, por comodidad, to-
intensidad del bloqueo, ajustando las dosis a los requeri- dos los trabajos se han realizado con estimuladores perifé-
mientos según criterios de monitorización. Altas dosis y ricos sencillos aplicados al nervio cubital. Los patrones de
mantenidas pueden alterar la función vascular y respiratoria estimulación necesarios son: el tren de cuatro, la doble es-
como efectos secundarios, y provocar acumulación de meta- timulación tetánica (DBS) y el recuento postetánico
bolitos, especialmente en presencia de fallo orgánico. (PTC)92. El primero para valorar la intensidad del bloqueo,
Además de una monitorización adecuada del bloqueo el segundo su recuperación y el último la profundidad del
neuromuscular, se requieren determinaciones periódicas del bloqueo.
balance electrolítico, equilibrio ácido-base, valores de CPK A pesar de su sencillez en el manejo, la monitorización
y mioglobina. presenta dificultades para su interpretación, relacionadas
A los pacientes que presentan fallo renal o están en trata- con los cambios periféricos producidos en estos pacientes
miento con corticoides se les considerará pacientes de alto (edema, sudación, alteración de la temperatura) que dan lu-
riesgo y en estos casos la vigilancia será extrema. gar a un aumento de la impedancia con respuesta alterada.
Salvo en casos excepcionales no se producirá parálisis En estos casos se utilizarán electrodos de aguja, aunque és-
completa. Se mantendrá siempre algún grado de actividad tos se asocian con complicaciones (roturas de aguja, puncio-
muscular (una o dos respuestas a la estimulación con un tren nes arteriales-venosas y daño neurológico).
de cuatro), suficiente para una adecuada adaptación al respi- Para su interpretación, debemos tener en cuenta que los
rador. En el caso que sea preciso una parálisis total, ésta no cambios producidos en la musculatura periférica (aductor
superará un período de 48 h, y durante esta fase se manten- del pulgar) no son fiel reflejo de los cambios en la muscula-
drán movilizaciones pasivas. Una vez recuperado el bloqueo tura central (laríngea-diafragmática). La musculatura perifé-
es obligado valorar la fuerza muscular y las posibles secue- rica se recupera más lentamente y su monitorización es ade-
las mediante un estudio electromiográfico. cuada para descartar una curarización residual, mientras que
por el contrario la musculatura central se recupera más rápi-
Monitorización del bloqueo neuromuscular damente, y su monitorización aplicada al nervio facial es
más adecuada para valorar la intensidad del bloqueo.
La descripción de cuadros de debilidad muscular después
de períodos prolongados de bloqueo neuromuscular hicieron
Conclusiones
que la Anesthesia Drugs Advisory Panel of the Food and
Drug Administration y la Society of Critical Care Medicine Sabemos que no existe relación estadística entre la admi-
aconsejaran que la administración continua de BMND se nistración de BMND y los cuadros de debilidad neuromus-
realizase bajo una monitorización adecuada del bloqueo cular13, ya que los estudios de toxicidad atribuidos a los
neuromuscular en el paciente crítico, que había sido excep- BMND son escasos y aparecen en series aisladas93. En la
cional hasta el año 1991. La mayoría de las estadísticas re- UCI el origen de las alteraciones neuromusculares puede ser
cogidas se refieren a una monitorización clínica (55%) basa- multifactorial, mientras que no se encuentre una causa etio-
da en los movimientos del paciente, y solamente el 34% de lógica que lo justifique94,95. Las experiencias de diferentes
los intensivistas encuestados utilizaron una monitorización autores sugieren que atribuir el problema sólo a los BMND
adecuada88. esteroides es una visión muy simplista13,94,96-101. Sin embar-

380 38
M.P. LÓPEZ ET AL.– Debilidad muscular prolongada asociada a la administración de bloqueadores neuromusculares
no despolarizantes en el paciente crítico

go, la utilización de BMND durante períodos prolongados a rentiation from Guillain-Barré syndrome. J Neurol Neurosurg Psy-
chiatry 1986; 49: 563-573.
altas dosis y la combinación de varios de ellos sin una mo- 20. Carpenter S, Karpati G. Steroid-induced myopathy. En: Carpenter S,
nitorización adecuada podría ser la causa de la mayoría de Karpati G, editores. Pathology of skeletal muscle. Edimburgo: Chur-
las parálisis prolongadas de los pacientes críticos102. chill Livingstone, 1984; 663-666.
21. Van Marle W, Woods KL. Acute hydrocortisone myopathy. Br Med
Agradecimientos J 1980; 281: 271-272.
22. Shapiro JM, Condos R, Cole RP. Myopathy in status asthmaticus re-
Queremos agradecer a la Dra. Hanna Pérez Chrzanowska su valiosa co- lation to neuromuscular blockade and corticosteroid administration. J
laboración en la elaboración de este manuscrito. Intensive Care Med 1993; 8: 144-152.
23. Shee CD. Risk factor for hydrocortisone myopathy in acute severe
asthma. Respir Med 1990; 84: 229-233.
24. Khaleli A, Edwards E, Gohil K, McPhail G, Rennie M, Round J.
Corticosteroid myopathy a clinical and pathological study. Cin Endo-
crinol 1983; 18: 155-166.
BIBLIOGRAFÍA 25. Meyer KC, Prielipp RC, Grossman JE, Coursin DB. Prolonged weak-
ness after infusion of atracurium in two intensive care unit patients.
1. Merriman H. The techniques used to sedate ventilated patients. A sur- Anesth Analg 1994; 78: 772-774.
vey of methods used in 34 UCIs in Great Britain. Intensive Care Med 26. Dubois DC, Almon RR. A possible role for glucocorticoids in dener-
1981; 7: 217-224. vation atrophy. Muscle Nerve 1981; 4: 370-373.
2. Bion JF, Ledinghan IMcA. Sedation in intensive care a postal survey. 27. Hansen-Flaschen J, Cowen J, Raps EC. Neuromuscular blockade in
Intensive Care Med 1986; 13: 215-216. the intensive care unit: more than we bargained for. Am Rev Respir
3. Murray M, Strickland RA, Weiler C. The use of neuromuscular bloc- Dis 1993; 147: 234-236.
king drugs in the intensive care unit: a US perspective. Intensive Care 28. Kupfer Y, Okrent DG, Twersky RA, Tessler S. Disue atrophy in a
Med 1993; 19: 40-44. ventilated patient with status asthmaticus receiving neuromuscular
4. Segredo V, Caldwell JE, Wright PMC, Sharma ML, Gruenke LD, blockade. Crit Care Med 1987; 15: 795-796.
Miller RD. Do the pharmacokinetics of vecuronium change during 29. Partridge BL, Abrams JH, Bazemore C, Rubin R. Prolonged neuro-
prolonged administration in critically patients? Br J Anaesth 1998; muscular blockade after long-term infusion of vecuronium bromide
80: 715-719. in the intensive care unit. Crit Care Med 1990; 18: 1177-1179.
5. Parker CJR. New considerations in pharmacokinetic variability wit- 30. Gooch JL, Suchyta MR, Balbierz JM, Petajan JH, Clemmer TP. Pro-
hin-patient variability over time. Br J Anaesth 1998; 80: 707-709. longed paralysis after treatment with neuromuscular junction bloc-
6. Sparr HJ, Wierda JM, Proost JH, Keller C, Khuenl-Brady KS. Phar- king agents. Crit Care Med 1991; 19: 1125-1131.
macodynamics and pharmacokinetics of rocuronium in intensive care 31. Danon MJ, Carpenter S. Myopathy with thick filament (myosin) loss
patients. Br J Anaesth 1997; 78: 267-273. following prolonged paralysis with vecuronium during steroid treat-
7. Martyn JA, White DA, Gronert GA, Jaffe RS, Ward JM. Up-and- ment. Muscle Nerve 1991; 14: 1131-1139.
down regulation of skeletal muscle acetylcholine receptors. Anesthe- 32. Douglas JA, Tuxien DV, Horne M. Myopathy in severe asthma. Am
siology 1992; 76: 822-843. Rev Respir Dis 1992; 146: 517-519.
8. Dodson BA, Kelly BJ, Braswell LM, Cohen NH. Changes in acetyl- 33. Griffin D, Fairman N, Coursin D, Rawsshorne L, Grossmann JE.
choline receptor number in muscle from critically ill patient receiving Acute myopathy during treatment of status asthmaticus with corticos-
muscle relaxants: an investigation of the molecular mechanism of teroids and steroidal muscle relaxants. Chest 1992; 102: 510-514.
prolonged paralysis. Crit Care Med 1995; 23: 815-821. 34. Hirano M, Ott B, Raps E. Acute quadriplegic myopathy: a complica-
9. Tsukagoshi H, Morita J, Takahashi K, Kumimoto K, Goto K. A cecal tion of treatment with steroids, nondepolarizing blocking agents, or
ligation and puncture peritonitis model shows decreased nicotinic both. Neurology 1992; 42: 2082-2087.
acetylcholine receptor numbers in rat muscle: Immunopathologic me- 35. Kaplan P, Rocha W, Saunders D, D’Souza B, Spock A. Acute steroid
chanism? Anesthesiology 1999; 91: 448-460. tetraplegia following status asthmaticus. Pediatrics 1986; 78: 121-
10. Hammarqvist F, Wernerman J, All R, Von der Decken A, Vinnars E. 123.
Addition of glutamine to total parenteral nutrition after elective abdo- 36. Bachmann P, Gaussorgues R, Piperno D. Hydrocortisone and pancu-
minal surgery spares free glutamine in muscle, counteracts the fall in ronium bromide: acute myopathy during status asthmaticus. Crit Care
muscle protein synthesis, and improves nitrogen balance. Amm Sur Med 1988; 16: 731-732.
1989; 209: 455-461. 37. Brun-Buisson C, Gherardi R. Hidrocortisona and Pancuronium bro-
11. Ross RJ, Miell J, Freman E. Critically patients have high basal mide: acute myopathy during status asthmaticus. Letter. Crit Care
growth hormone levels with attenuated oscillatory activity associated Med 1988; 16: 731-732.
with low level of insulin-like growth factor-1. Clin Endocrinol 1991; 38. Fiamengo SA, Savarese JJ. Use of muscle relaxing intensive care
35: 47-54. units. Crit Care Med 1991; 19: 1457-1459.
12. Bolton CF, Gilbert JJ, Hahn AF, Sibbald WJ. Polyneuropathy in criti- 39. Haas JL, Shaefer MS, Miwa LJ. Prolonged paralysis associated with
cally ill patients. J Neurol Neurosurg Psychiatry 1984; 47: 1223- long-term pancuronium use. Pharmacotherapy 1989; 9: 154-157.
1231. 40. Lacomis D, Smith TW, Chad DA. Acute myopathy and neuropathy
13. Witt NJ, Zochodne DW, Bolton CF, Grand’Maison F, Wells G, in status asthmaticus: case report and literature review. Muscle Nerve
Young GB. Peripheral nerve function in sepsis and multiple organ 1993; 16: 84-90.
failure. Chest 1991; 99: 176-184. 41. David WS, Roehr CL, Lestherman JW. EMG findings myopathy
14. Op de Coul AA, Verheul GA, Leyten AC. Critical illness polyneu- with status asthmaticus, steroids and paralytics and electrophysiolo-
romyopathy after artificial respiration. Clin Neurol Neurosurg 1991; gic correlation. Electromyogr Clin Neurophysiol 1998; 38: 371-
93: 27-33. 376.
15. Kupfer Y, Namba T, Kaldawi E, Tessler S. Prolonged weakness after 42. Op-de-Coul AA, Lambregts PC, Koeman J, Van Ruyenbrock MJ, Ter
long-term infusion of vecuronium bromide. Ann Intern Med 1992; Laak HJ, Gabreels-Festen AA. Neuromuscular complications in pa-
117: 484-486. tients given Pavulon (pancuronium bromide) during artificial ventila-
16. Zochodne DW, Bolton CF, Wells GA, Gilbert JJ, Hahn AF, Brown tion. Cin Neurol Neurosurg 1985; 87: 17-22.
JD et al. Critical illness polyneuropathy: a complication of sepsis and 43. Panacek EA, Sherman B. Disuse atrophy in a ventilated patient with
multiple organ failure. Brain 1987; 110: 819-841. status asthmaticus receiving neuromuscular blockade. Crit Care Med
17. Wijdicks EF, Litchy WJ, Harrison BA, Gracey DR. The clinical spec- 1988; 16: 732.
trum of critical illness polyneuropathy. Mayo Clin Proc 1994; 69: 44. Rossiter A, Souney PF, McGowan S, Carvajal P. Pancuronium-indu-
995-959. ced prolonged neuromuscular blockade. Crit Care Med 1991; 19:
18. Bolton CF, Young GB, Zochodne DW. The neurological complica- 1583-1587.
tions of sepsis. Ann Neurol 1993; 33: 94-100. 45. Sitwell L, Weinshenker B, Monpetit V, Reid D. Complete ophthal-
19. Bolton CF, Loverty DA, Brown JD, Witt NJ, Hahn AF, Sibbald WJ. moplegia as a complication of acute corticosteroid and pancuronium-
Critically ill polyneuropathy: electrophysiological studies and diffe- associated myopathy. Neurology 1991; 41: 921-922.

39 381
Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 48, Núm. 8, 2001

46. Barohn RJ, Jackson CE, Rogers SJ, Rinding LW, Mcvey AL. Prolon- 72. Road J, Mackie G, Jiang TX, Stewart H, Eisen A. Reversible paraly-
ged paralysis due to nondepolarizing neuromuscular blocking agents sis with status asthmaticus, steroids, and pancuronium: clinical elec-
and corticosteroids. Muscle Nerve 1994; 17: 647-654. trophysiological correlates. Muscle Nerve 1997; 20: 1587-1590.
47. Williams T, O’Heir R, Czarny D, Horne M, Bowes G. Acute myo- 73. Wadon AJ, Dogra S, Anand S. Atracurium infusion in the intensive
pathy in severe asthma with intravenously administered corticoste- care unit. Br J Anaesth 1986; 58: 64-67.
roids. Am Rev Respir Dis 1988; 137: 460-463. 74. Bizzarri-Schmid MD, Desai SP. Prolonged neuromuscular blockade
48. Kupfer Y, Tessler S. In reply: disue atrophy in a ventilated with sta- with atracurium. Can Anaesth Soc J 1986; 33: 209-212.
tus asthmaticus receiving neuromuscular blockade. Crit Care Med 75. Meyer KC, Prielipp RC, Grossman JE, Coursin D. Prolonged weak-
1900; 16: 732. ness after infusion of atracurium in two intensive care unit patients.
49. Vandenbrom RH, Wierda MK. Pancuronium bromide in the intensive Anesth Analg 1994; 78: 772-774.
unit: a case of overdoes. Anesthesiology 1988; 69: 996-997. 76. Mirakhur RK, Connolly FM, Loan PB. Rocuronium bromide and tra-
50. Douglas J, Tuxen M, Scheinkestel D, Czarny M, Bowes G. Acute cheal intubation. Anaesth Pharmacol Rev 1995; 3: 202-203.
myopathy following treatment of severe life threatening asthma. Am 77. Magorian T, Wood P, Cadwel JE, Szenohradszky J, Segredo V, Shar-
Rev Respir Dis 1990; 141: 397. ma H et al. Pharmacokinetics, onset and duration of action of rocuro-
51. Lacomis D, Samuels MA. Adverse neurologic effects of glucocorti- nium in humans: normal vs hepatic dysfunction. Anesthesiology
costeroids. J Gen Inter Med 1991; 6: 367-377. 1991; 75: 1069.
52. Margolis BD, Khachikian D, Friedman Y, Garrard C. Prolonged re- 78. Cooper R, Maddineni VR, Mirakhur RK, Wierda JM, Brady M, Fitz-
versible quadriparesis in mechanically ventilated patients who recei- patrick KT. (ORG 9426) during isoflurane anesthesia in patients with
ved long-term infusion of vecuronium. Chest 1991; 100: 877-878. and without renal failure. Br J Anaesth 1993; 71: 222-226.
53. Segredo V, Matthay MA, Sharma ML, Gruenke LD, Cadwell JE, Mi- 79. Szenohradzky J, Fisher DM, Segredo V, Cadwell JE, Bragg P, Shar-
ller RD. Prolonged neuromuscular blockade after long-term adminis- ma ML et al. Pharmacokinetics of rocuronium bromide (ORG 9426)
tration of vecuronium in two critically ill patients. Anesthesiology in patients with normal renal function patients undergoing cadaver re-
1990; 72: 566-570. nal transplantation. Anesthesiology 1992; 77: 899-904.
54. Segredo V, Caldwell JE Matthay MA, Sharma ML, Gruenke LD, Mi- 80. Tobias JD. Rocuronium infusion in the paediatric intensive care. Can
ller RD. Persistent paralysis in critically ill patients after long-term J Anaesth 1996; 43: 353-357.
administration of vecuronium. N Engl J Med 1992; 327: 524-528. 81. Boyd AH, Eastwood NB, Parker CJR, Hunter JM. Comparison of the
55. Slater RM, Polard BJ Doran BR. Prolonged neuromuscular blockade pharmacodynamics and pharmacokinetics of an infusion of cis-atra-
with vecuronium in renal failure. Anaesthesia 1988; 43: 250-251. curium (51W89) or atracurium in critically ill patients undergoing
56. Vanderheyden BA, Reynolds UN, Gerold KB, Emanuele T. Prolon- mechanical ventilation in an intensive therapy unit. Br J Anaesth
ged paralysis after long-term vecuronium infusion. Crit Care Med 1996; 76: 382-388.
1992; 20: 304-307. 82. Bion J, Prielipp RC, Bihari D, Grounds M, Harper N, Hunter JM et al
57. Waclawik AC, Sufiiti RL, Beinlich BR, Shutta HS. Acute myopathy Cisatracurium in intensive care. Curr Opin Anaesth 1996; 9: 47-51.
with selective degradation of myosin filaments following status asth- 83. Davis NA, Rodgers JE, González ER, Fowler AA. Prolonged weak-
maticus. Lancet 1988; 2: 515. ness after cisatracurium infusion: A case report. Crit Care Med 1998;
58. Sury MR, Russel GN, Heaf DP. Hydrocortisone myopathy in acute 26: 1290-1292.
severe asthma. Respir Med 1990; 84: 229-233. 84. Prielipp RC, Coursin DB, Scuderi PE, Bowton DL, Ford SR, Carde-
59. De Smert Y, Jaminet M, Jaeger U, Jacob J, Neurav H, Haus G et al. nas VJ et al. Comparison of the infusion requirements and recovery
Myopathie aigue cortisonique du asthmatique. Rev Neurol 1991; 147: profiles of vecuronium and cisatracurium 51W89 in intensive care
682-685. unit patients. Anesth Analg 1995; 81: 3-12.
60. Benzing G, Innaccone ST, Bove KE. Prolonged myasthenic syndro- 85. Tobias JD. Increased cis-atracurium requirements during prolonged
me after one week of muscle relaxants. Pediatr Neurol 1990; 6: 190- administration to a child. Can J Anaesth 1997; 44: 82-84.
196. 86. Pearson AJ, Harper NJ, Pollard BJ. The infusion requirements and re-
61. Subramony SH, Carpenter DE, Raju S, Pride M, Evans OB. Myo- covery characteristic of cisatracurium or atracurium in intensive care
pathy and prolonged neuromuscular blockade after lung transplant. patients. Int Care Med 1996; 22: 694-698.
Crit Care Med 1991; 19: 1580-1582. 87. Shapiro BA, Warren J, Egol AB, Greenbaum DM, Jacobi J, Nasra-
62. Wokke JH, Jennekens FG, Van den Oord CJ, Veldman H, Van-Gign way SA et al. Practice parameters for sustained neuromuscular bloc-
J. Histological investigations of muscle atrophy and end plates in two kade in the adult critically ill patient: an executive summary. Crit
critically ill patients with generalized weakness. J Neurol Sci 1988; Care Med 1995; 23: 1601-1605.
88: 95. 88. Klessing H, Geiger H, Murray M. A national survery on the practice
63. Grossman JE. Acute myopathy during treatement of status asthmati- patterns of anesthesiologist intensivists in the use of muscle relaxants.
cus with corticosteroids and steroidal muscle relaxants. Chest 1992; Crit Care Med 1992; 20: 1341-1345.
102: 110-114. 89. Rudis MI, Sikora CA, Angus E, Peterson E, Popovich J, Hyzy R et
64. Bywaters EG, Beall D. Crush injuries with impairment of renal func- al. A prospective, randomized, controlled evaluation of peripheral
tion. Br Med J 1941; 1: 427-434. nerve stimulation versus standard clinical dosing of neuromuscular
65. García G, Sneider T, Feldman C. Nephrotoxicity of myoglobin in the blocking agents in critically ill patients. Crit Care Med 1997; 25:
rat: relative importance of urine pH and prior dehydration. Kidney Int 575-583.
1981; 19: 200. 90. Agoston S, Seyr M, Khuenl-Brady KS, Henning RH. Use of neuro-
66. Parker M, Shubert W, Shelhamer J. Perceptions of a critically ill pa- muscular blocking agents in the intensive care unit. Anesthesiol Cin
tient experiencing therapeutic paralysis in a ICU. Crit Care Med North Am 1993; 11: 345-359.
1984; 12: 69-71. 91. Bryson HM, Faulds D. Besilato the cisatracurium. Drugs 1997; 53:
67. Anesthetic and Life Support Drugs Advisory Committee (1992) re- 848-868.
port, 23 November. USDFA Center for Drug Evaluation and rese- 92. Viby-Mogensen J. Monitoring neuromuscular function in the intensi-
arch, Rockville, Maryland, EE.UU. ve care unit. Intensive Care Med 1993; 19: 74-79.
68. Hasen-Flaschen JH, Brazinsky S, Basike C, Lanken PN. Use of seda- 93. Bolton CF. Neuromuscular abnormalities in critically ill patients. In-
ting drugs and neuromuscular blocking agents in patients requiring tensive Care Med 1993; 19: 309-310.
mechanical ventilation for respiratory failure: a national survey. 94. Coakley JH, Nagendran K, Honavar M. Preliminary observations on
JAMA 1991; 266: 2870-2875. the neuromuscular abnormalities in patients with organ failure. Inten-
69. Rossiter A, Souney PF, Mcgowan S, Carvajal P. Pancuronium-indu- sive Care Med 1993; 19: 323-328.
ced prolonged neuromuscular blockade. Crit Care Med 1991; 19: 95. Hinds CJ, Nagendran K, Honauar M, Coakley JH. Muscle relaxants
1583-1587. in intensive care patients. Crit Care Med 1993; 21: 1403-1404.
70. Zochodne DW, Ramsay DA, Saly V, Shelley S, Moffatt S. Acute ne- 96. Helliwell TR, Coakley JH, Wagenmakers AJM, Griffiths RD, Camp-
crotizing myopathy of intensive care: electrophysiological studies. bell IT, Green C et al. Necrotizing myopathy in critically ill patients.
Muscle Nerve 1994;17: 285-292. J Pathol 1991; 164: 307-314.
71. Giostra E, Magistris MR, Pizzolato G, Cox J, Chevrolet JC. Neuro- 97. Coakley JH, Edwards RH, McClelland P, Bone JM, Helliwell TR.
muscular disorder in intensive care unit patients treated with pancuro- Occutli ischaemic necrosis of skeletal muscle associated with renal
nium bromide. Chest 1994; 106: 210-220. failure. Br Med J 1990; 301: 370.

382 40
M.P. LÓPEZ ET AL.– Debilidad muscular prolongada asociada a la administración de bloqueadores neuromusculares
no despolarizantes en el paciente crítico

98. Coakley JH, Ferguson C, Walker R, Nagendran K, Ormerd IC, paresis following hypotension: a new neurological entity. Neurology
Hinds CJ. Prolonged neurogenic weakness in patients requiring me- 1983; 33 (Supl 2): 164-165.
chanical ventilation for acute airflow limitation. Chest 1992; 101: 101. Roelofs RI, Cerra F, Bielka N, Minneapolis, Rosenberg L, Caton OH
1413-1416. et al. Prolonged respiratory insufficiency due to acute motor neuro-
99. Coronel B, Mercatello A, Couturier JC, Durant PG, Holzapfell L, pathy: a new syndrome? Neurology 1983; 33 (Supl 2): 240.
Blanc PL et al. Polyneuropathy: potential cause of difficult weaning. 102. Agoston S, Seyr M, Khuenl-Brady KS, Henning RH. Use of neuro-
Crit Care Med 1990; 18: 486-489. muscular blocking agents in the intensive care unit. Anesthesiol Cin
100. Rivner MH, Kim S, Greenberg M, Swift TR. Reversible generalized North Am 1993; 11: 345-359.

41 383

También podría gustarte