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¿Cuántas veces nos hemos encontrado haciendo una cosa y pensando en otra?
Hay acciones cotidianas que tenemos tan automatizadas que no prestamos atención a lo que
estamos haciendo. Y no sólo eso, además, no prestamos atención al tipo de pensamientos que
generamos. Divagar o dejar vagabundear la mente es una característica de la mente humana
que no necesariamente nos beneficia: “La capacidad de pensar en lo que no está sucediendo
es un logro cognitivo que tiene un coste emocional”.
Al recibir la señal cada persona debía responder a tres preguntas: ¿Cómo te sientes, en una
escala que va de muy mal a muy bien? ¿Qué estás haciendo? de una lista de 22 actividades, y
¿Estás pensando en alguna otra cosa aparte de lo que estás haciendo ahora? A esta última
pregunta se podía responder “estoy enfocado en mi tarea” o “estoy pensando en otra cosa” y
si el tema de esos pensamientos era agradable, neutro o desagradable. Cualquiera que fuera
la categoría de esta última respuesta se incluía en lo que se conoce como divagación mental.
A grandes rasgos, los resultados reflejaban que un 47% del tiempo las personas estamos
pensando en algo distinto de lo que estamos haciendo. De la correlación de datos obtenidos
Killingsworth y Gilbert concluyeron que “la divagación mental” produce sentimientos de
infelicidad”. Parece ser que “cuando nuestra mente vaga, a menudo pensamos en cosas
desagradables y somos menos felices, incluso cuando las personas piensan en algo neutro, son
bastante menos felices que cuando no se encuentran divagando en absoluto”. Y termina
afirmando que “muy probablemente el divagar de la mente parece ser una causa real y no
meramente una consecuencia, de infelicidad”.
Fuente:
https://www.ted.com/talks/matt_killingsworth_want_to_be_happier_stay_in_the_moment
Más info:
http://www.scientificamerican.com/article/a-wandering-mind-is-an-un/