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I ; a i i i a i D[ MÉXICO

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SAINT-JOHN PERSE
(1887-1975)

ANS CHRISTIANIÍNDERSEN
805-1875)
BBL OTECA DE MÉX CO
Saint-John Perse
T ",ducción de Mana Donis

Elogios
Imágenes para Crusoe
T mucción de jorge Zalamea

NÚMERO NOVENTA Anabasis de Saint-John Perse


NOVIEMBRE-DICIEMBRE DE 2005 • $34.00
PLAZA DE LA CIUDADELA 4. CENTRO HISTÓRICO
DE LA CIUDAD DE MÉXICO. CP 06040. Carta de Saint-John Perse
TELÉFONOS 9172 4710Y 9172 4712 a Octavio G. Barreda
CORREO ELECTRÓNICO blbme><@correo.conacultagob.mx

CERTIFICADO DE LICITUD DE TITULO NÚM. 6170


CERTIFICADO DE LICITUD DE CONTENIDO NÚM. 4380 Diálogo de lenguas poéticas

CONSEJO NACIONAL PARA LA CULTURA Y LAS


ARTES
Reflexiones a raíz de un encuentro con
PRESIDENTA
SARI BERMÚDEZ Aimé Césaire en Fort de France
en enero de 2005
DIRECTOR GENERAL DE BIBLIOTECAS
T",ducción de Mario Bojórquez
JORGE VON ZIEGLER
REVISTA BIBLIOTECA DE MÉXICO
DIRECTOR FUNDADOR: JAIME GARCíA TERRÉS t
DIRECTOR: EDUARDO LlZALDE
EDITOR: JOSÉ ANTONIO MONTERO Entrevista con Aimé Césaire (fragmentos)
EDITOR ASOCIADO: MARIO BOJÓRQUEZ
T",ducción de Marca Donis
SECRETARIO DE REDACCiÓN: JOSÉ DE LA COLINA
CONSEJO DE REDACCiÓN: JUAN ALMELA. FERNANDO
ÁLVAREZ DEL CASTILLO, MIGUEL CAPISTRÁN.
ADOLFO ECHEVERRfA JAIME MORENO VILLARREAL
VíCTOR TOLEDO Y RAFAEL VARGAS
Cuaderno de un retorno al país natal
PROMOCiÓN EDITORIAL: MIGUEL GARCíA RUIZ
DISEflo: PEDRO A GARCíA C.
ASISTENCIA EDITORIAL: MARINA GRAF
Y ANDREA DEL RAZO
ASISTENCIA DE DISEflo E IMPRESiÓN: ZIAN ESCALONA
COMERCIALIZACiÓN Y DISTRIBUCiÓN: RUYSDAEL NAVA
Poemas
T ",duce ión de Enrique Uhn
IMPRESiÓN: GRÁFICA CREATIVIDAD Y DISEÑO, SA DE C.v

Hans Christian Andersen


PORTADA: Saint-John Perse en Cabo de Homos. 1960.
lA DE FORROS: Almé Césalre
4A DE FORROS: Salnt-John Perse camino al eXIlio. 1940. Obra plástica de Germán Cueto en el
Museo Federico Silva

Los libros alemanes más bellos del 2003

La palabra es un tigre en el pastizal del ojo.


BIBLIQTECA
• DEMEXICO La generación poética de los setenta
HENRIEΠE LEVILLAIN*

SAINT-JOHN PERSE
ΤRADuccιόΝ ΟΕ MARTA DONiS

La eχcelente Υ generosa relacίόn que mantienen diversas instituciones francesas de la cultura con Bib/ioteca de Mexico
permite que esta ofrezca en este nύmerο a sus lectores un material eχcepcional : cinco capitulos de la biografia de uno
de los mas eminentes poetas modemos: Saint-john Perse, con imagenes ineditas del deslumbrante poeta, por 10 cual
eχpresamos nuestro ilimitado reconocimiento a Henriette Levillain, autora del l ίbro (quien cedίό los derechos de tra-
dυccίόn) , a la Association ρουΓ la diffussion de la pensee franςaίse (Adpf), a la Fondat ion Saint-john Perse (que autοrίΖό
el uso de imagenes de su fondo) Υ con no menor Υ renovado entusiasmo a Mme. Anne du Parquet, responsable del ser-
vicio de Ρrοmοcίόn Υ dίfυsίόn de la Adpf, Υ a jacqueline Andre, a cargo de la Mediateca de la Casa de Francia en Meχico.

La leyenda de los antepasados

jPolmos!
Entonces te bonobon en el oguo-de-hojos-verdes;
el oguo estobo ούπ verde de sol; Υ los criodos
de tu modre, mujeres re/ucientes, meneobon
sus tibios piernos junto ο ιί, que temblobos ...
(Hoblo de υπο condίcίόn superior de los vestidos,
en el reino de 10 luz girotorio.)

;Polmos!, Υ 10 dulzuro
de υπο vejez de los rοίces .. Ιο tierro
deseό entonces ser mόs sordo, Υ el cie/o mόs profundo,
Υ όrbο/es muy grondes οhί, consodos de oscuros designios,
urdieron υπ pocto inextricoble ...
(He sonodo olgo οsί: υπο residencio seguro
entre telos entusiostos.)

Υlos e/evodos
rοίces curvos ce/ebrobon
el comino de ido de vίοs prodigiosos, 10 ίnvencίόn de bόvedοs,
de noves,
Υ 10 IUΖ, fecundo en hozonos mόs puros,
ίnοugurό el blonco reino odonde quίΖό I/eve
υπ cuerpo sin sombro ...
(Hoblo de υπο condίcίόn superior. ontono, entre unos hombres
Υ sus hijos, Υ que moscobon eso hojo.)

Επ esos dίοs, 10 boco de 105 hombres ero


mόs grove, 105 brozos de 10 5 mujeres
mόs lentos:
Υ por olimentorse de rοίces como nosotros,
105 grondes onimoles tociturnos se ennoblecion;
Υ los Ρ όrpοdοs se obrίon mucho con mόs oscuridod...
(He sonodo esto, Υ este sueno nos ho consumido sin reliquios.)

"Para celebrar una infancia".


Eloges, Ο. C. (ρ. 23)

• Henrιette Levlllaln es profesora en la Universidad Paris IV-Sorbonne. Υ auto r a de estudios Υ articulos sobre Salnt-John Perse, entre ellos: Ιε Rituel poe6que de
Sοlnι-jοhn Perse, Galllmard, coll. Idees, 1977: 5ur deux verson ιs. 10 cre060n poetίque chez Sοιnι-jοhn Perse, Jose COrtl . 1987. Ha publlcado estudio s dedicados a Ιο
Prιncesse de CΙeves, de M me . de La Fayette. a las Memolres d Ήοdrιen de Marguerrte Yourcenar. Gallimard, coll. Follotheque Υ al barroco: Qu 'esι-ce que le boro-
que i . Kllncksleck. 2002. Ha d,r'g,do varιas obras colectivas sob,-e la Guadalupe , sobre la sant idad Autl-ement. sobre Dante Υ sus lectores La L,corne, 200 Ι , sobre
Ιο Poeuque de 10 molSon, Presses de la Sorbonne, 2004, Υ, con M,re,lle Sacotte, Sοιn ι-jοhn Perse ά I'ιjge nucleoire, Kllncksieck, 200S.

2
BibIioteca de Hexico
{1887 Nacimiento en la isla de Guadalupe de de Marie-René Al exis Saint-Leger
Leger. único varón de cinco hijos.} (IX)' [...]
{ I 899 Partida definitiva de la toda familia a Francia, después de más de dos siglos
de haber estado establecida en las islas.} (Xl.) MENTlilERe
Las líneas anteriores pueden leerse en la Biografío, de donde se han extraído,
que el poeta octogenario redactó en su totalidad para el volumen de la
ANDERSEN, PERSE,
Pléiade, y transcriben el texto al pie de la letra. La formulación es impersonal, AIMÉ CÉSAIRE
el estilo lacónico, no se trasluce ninguna emoción. Es igual algunas páginas más
delante de la misma " Biografía", cuando reniega secamente de la destrucción Tres legendarios escritores ocu-
de la "Casa" de su infancia,"la Joséphine", a con secuencia de un violento ciclón:
pan las páginas del presente nú-
mero: el danés Hans Christian
{1 964 Noticias del gran ciclón que asoló la isla Guadalupe: una de las dos ant iguas
plantaciones de la familia del poeta, la casa Lo joséphine, en la cima de Matouba, fue Andersen, que en el centenario
arrasada.} (XXXIV) de su nacimiento sigue siendo
uno de los emblemáticos cuen-
Pero no nos dejemos engañar. En realidad, la salida de la Guadalupe la vivió tistas de la literatura universal; el
el joven Alexis, de doce años, como una pérdida " definitiva", como un ex ilio
poeta francés Saint-John Perse,
sin retorno posible. Ahora bien, aun cuando se rehusó a confesarlo, este
trauma fue el que engendró al poeta. desaparecido hace 30 años a los
¿Cuánto valen doce añitos, podrá pensarse quizás, en la vida de un hom- 88, pero que fue legendario en
bre que vivió ochenta y ocho, que asumió las más altas responsabilidades vi da como lo es el también poe-
diplomáticas entre las dos guerras, que después conoció, en junio de 1940, ta de lengua francesa Aimé Cé-
la doble humillación de la revocación y el ex ilio, y que finalmente recibió el
saire, nacido curiosamente co-
homenaje más prestigioso que pueda otorgarse a un poeta, el premio
Nobel? ¿Será posible olvidar que el valor de una vida de poeta no se mide mo el autor de Anóbosis en una
ni en la cantidad de años, ni en los reconocimientos oficiales, sino en el capi- isla antillana (uno en Guadalupe,
tal de lo imaginario? Ahora bien, es exactamente a los doce años, según la el otro en Martinica).
opinión unánime de los psicólogos, cuanto se construye en forma definitiva Varias instituciones y perso-
la estructura simbólica del inconsciente. De igual modo, aun cuando Saint-
nas a las que damos natu ral-
John Perse se haya prohibido confesar su nostalgia, su obra poética debe una
mente crédito en las páginas co-
gran parte de su poder mágico al patrimonio antillano heredado de sus an-
tepasados. rrespondientes, han proporcio-
A sí, cuando el joven Alexis Leger trocó la isla t ropical por la ciudad de Pau, nado a los editores de la revista
al pie de los Pirineos, los cimientos de su imaginario ya estaban en su sitio. el valioso material literario y grá-
Sustentado después por la conversación de su madre, que siguió siendo crio-
fico que hoy ofrecemos a nues-
lla de lengua y de corazón, filtrado e idealizado por la distancia, el recuerdo de
tros lectores.
la Guadalupe se transformó poco a poco en leyenda de los orígenes: de los
suyos propios, constituidos por antepasados, nobles y aventureros todos ellos; En lo que a Saint-John Perse se
de una isla, asimismo, que presentaba a los ojos del niño la perfección de la refiere, hemos dado principal cré-
forma de una O -" Esta O que tiene ella misma la forma de la isla, ¿no se dito a Henriette Levillain cuyas
encuentra toda ella entera en Gauguin?" (74I )- y que se había convertido páginas dedicadas al poeta son la
desde el exilio en el arquetipo de la dicha.
brillante introducción al cuerpo
Comencemos, pues, por la leyenda fam iliar. La familia Leger se encontró
alrededor de la década de 1880 en la situación crítica que conocieron muchas de la revista. Y del propio Perse
grandes familias de blancos cri ollos. La inestabilidad social, debida al de- (premio Nobel 1960) se incluyen
rrumbamiento de los precios del azúcar; el hecho de que los industriales célebres traducciones de Jorge
tomaran las riendas de la economía, y el ascenso político de una burguesía de Zalamea, así como versiones cas-
color condujeron a los más lúcidos a comprender que se había dado vuelta a
tellanas de Anóbosis y textos de
la página de la colonización tradicional. Sin embargo, ante el temor de que el
establecimiento en la metrópoli los llevara rápidamente al olvido de toda una Octavio G. Barreda, sabio, gene-
sociedad, muchos de ellos con la edad se sentaron a componer sus árboles roso y carismático personaje a
genealógicos y a escribir sus Memorias. Por ser demasiado íntimo, el género de quien tuve la fortuna de conocer
las memorias no iba con Saint-John PerseoLa genealogía era, aparentemente, en mi juventud. La edición original
más neutra.Y con todo cuidado, a la edad de ochenta y cuatro años, se tomó
de este libro, que Barreda me de-
el tiempo de redactar y de comentar su doble ascendencia, Leger y Dormoy,
dicó en 1957, fue noblemente
sustraída de mis libreros por un
, Las referencias entre paréntesis conresponden a la paginación de la edición de las CEuvres completes devoto poeta amigo.
(OC.) de Saint-John Perseo Bibliothéque de la Pléiade. NRF Gallimard (1972) 1982. Recordemos que las También muy especialmente
notas de esta edición fueron redactadas en su mayor parte por él y que la composición quedó entera-
mente a su cargo. Como prueba. están estas primeras líneas que tienen más de leyenda dorada que de agradecemos la colaboración de
estado civil. El patronímico del poeta es Léger a secas con acento. Saint-Leger Leger es el primer seudó-
nuestro inteligente amigo Phi-
nimo elegido como firma de Éloges (19 I 1). Hemos respetado en la presente obra la elección del poeta:
escribiremos Leger sin acento.

3
Biblioteca de México
Salnt-John Perse, NewYork 1940. Fotografía de Lucien Aigner

con vistas a colocarla como preámbulo a la edición de sus Por esta rama materna, el poeta entiende pues esta,
CEuvres Completes, en la Bibliotheque de la Pléiade, relacionado con un viejo origen criollo de plantadores y
iTranquilícense aquellos que consideren que genea- de altos funcionarios coloniales, origen para el cual la
logía y poesía son incompatibles! A decir verdad, com- "casa" constituía el equivalente de un castillo: a la vez una
parada con la genealogía establecida recientemente por renta territorial y una superficie social.
especialistas reconocidos en la materia, la investigación Ahí mismo en la Pléiade, la historia de la rama pater-
realizada por Saint-John Perse incita más a la imaginación na es tan hermosa como la anterior, pero el onomástico
y al sueño que al rigor científico 2 Con apellidos que pa- es ahí más fantasioso: un apellido de una "ant igua familia
recen no acabar nunca, sus relatos de aventuras peligro- de origen borgoñón" redundante y aureolado de santi-
sas y salvamentos milagrosos, tienen las características de dad, Léger Saint-Léger, se transformó una vez que llegó
una "leyenda dorada". Es aconsejable, por lo tanto, sa- a las islas en Saint-Leger Leger (sin acento),Y en cuanto
borearla como un prólogo a la obra poética, más que a las mujeres, del lado de la abuela paterna, el origen se
buscar en ella un elemento de información biográfica, rem ontaría al siglo X II, con un bonito apellido de pájaro:
Ya se remonte a su ascendencia paterna, ya a la ma- "castellane de Caille que se volvió simplemente Caille";*
terna, el poeta evoca hechos sorprendentemente com- después se decidió la aventura a las islas en 1768, la vida
parables: orígenes muy antiguos, borgoñones o proven- de propietario de una plantación en la isla de Guada-
zales, ennoblecimiento por medio de la tierra, blasones y lupe, lu ego en la Martinica para escapar a la guillotina;
nombres que hacen soñar, cadetes aventureros que eli- una alianza reluciente con la hija de un descendiente del
gieron espontáneamente partir hacia las islas, guillotinas conde de Leyritz y, para terminar, la compra en 1824 de
que con trabajo se evit aron y partículas camufladas, un cargo de notario en Pointe-a-Pitre.
alianzas y relaciones muy prestigiosas, Así, el abuelo En realidad, como toda leyenda, este relato no es ni
materno, Pau l Dormoi, descendería de un "d'Ormois le totalmente veraz ni totalmente falso, Es una reconsti-
Bou rguignon", que supuestamente se instaló en las islas tución selectiva y valorizante, compuesta a partir de he-
del Viento en 1750, y cuyos hijos y nietos habrían funda- chos exactos, La comparación con el árbol genealógico,
do compañías marítimas, escapado milagrosamente a reorganizada recientemente por los genealogistas cita-
naufragios, protegido a una tribu africana, y todo ello sin dos líneas arriba, hace aparecer divergencias y silencios
que jamás cesara el combate contra los invasores ingle- muy significativos, Por falta de archivos que permitieran
ses, Uno de ellos habría incluso encantado a Chateau- remontarse más atrás, solamente se ha hecho el censo
briand por su conversación exótica, de cinco generaciones. Parece, pues, difícil acreditar la
doctrina de Perse respecto del origen multisecular de los
¡ Bemadette y Phll'Ppe Rossignol, Ascendance antillaise de Saint-john Perse, diferentes linajes. Tomemos el ejemplo del abuelo Leger;
DosSIer núm. 2Joáubre de 1982, Centre de généalogie et d'histoire des isles
d'Amérique, 30 rue Boissiere.750 16 Paris. • Caille significa codorniz.

4
Biblioteca de México
no t iene nada que ver con al apellido aureolado, Saint-Leger Leger. Nacido
en París, se hizo ahí notario y partió hacia las islas a pesar suyo, probable-
mente porque quebró después de haber desposado a una muchacha apelli-
dada Cochon D urozoir, cuya madre respondía al apellido igualmente pinto- MENTlilERe
resco de Travers* En lo concerniente al arraigamiento patriarcal mente rural,
comenzó con las compras respectivas, por parte de los dos bisabuelos ma-
ternos, de las casas ubicadas en Basse-Terre, en los primeros años del siglo
XIX , y no antes de esa fecha. En conjunto el número de dueños de planta- lippe Ollé-Laprune, cuyo recien-
ciones era ahí reducido en comparación con los oficios y carreras vi nculadas te encuentro con el grande
al derecho y al comercio.Y este gran poeta amante del si lencio no nos dijo Aimé Césaire en Fort de France
que el antepasado Travers de principios del siglo X IX era "vendedor de ultra-
publicamos en traducción de
marinos y confitero" en París, mientras que en los mismos años un Leger era
ahí un buen burgués peletero. En resumen, la familia Leger siguió el itinera- Mario Bojórquez.Y de Aimé Cé-
rio trazado por Balzac, esto es, el de una burguesía que se enriqueció o em- saire no podía faltar algún texto
pobreció en las islas, que se elevó socialmente por la adquisición de explo- traducido por el gran poeta ca-
taciones agrícolas y la gestión de cargos administrativos, pero que no obtu- talán Agustí Bartra ( 1908-1982)
vo por ello blasones y títulos de nobleza. Y los apellidos tan burgueses de
que vivió en México largo exil io
Cochon Durozoir y Travers, como carecían indudablemente de la gracia de
poner a soñar, fueron resueltamente censurados por el poeta. y fue amigo de numerosos escri-
Pero, ¿por qué haber puesto tanto cuidado en arreglar un pasado que no tores y colegas de distintas ge-
tenía nada de deshonroso? ¿Esnobismo estrechamente social o imaginación de neraciones. Hay que decir que
poet a? Si tomamos en consideración las prolongaciones del ensueño ge- A imé Césaire no es premio N o-
nealógico en la poesía, debemos optar por la segunda solución. Es muy propio
bel como Perse, pero que ha
de un poeta que se deleite en las etimologías fantasiosas y en el onomástico,
sido nom inado por la Academia
que prefiera las aventuras marítimas y el cultivo de la tierra a los negocios, que
cuenta la Historia como una sucesión de cúspides fo~adas por individuos de Sueca en varias ocasiones.
carácter fuerte. En la sección final de la revista
publicamos, entre otras cosas,
una reseña de la exposición de la
obra de Germán Cueto en el
Museo Federico Silva de San Luis
Potosí, a la que contribuyó la
Biblioteca de México José Vas-
con celos, con el préstamo de al-
gunos bustos de ese escultor que
fuera miembro cercano del gru-
po de "Contemporáneos", y un
ensayo del joven escritor Alí Cal-
derón sobre la generación poéti-
ca de mexicanos nacidos entre
1970 y 1979, así como una breve
antología de sus trabajos.
Para conmemorar el bicente-
nario del nacimiento de Hans
Christian Andersen (1805- 1875)
fue inaugurada en la Sala Infantil
de la Biblioteca de México, con la
colaboración de la Embajada de
Dinamarca en México, una expo-
sición bibliográfica e iconográfica
sobre la obra del escritor danés.
En el presente número de la
revista se publica un ensayo de
Alberto Chimal, que fue el cura-
dor de la muestra mencionada.
Saint-John Perse y su padne. hacia 1903

E. L.
• Cochan significa cerdo. marrano, y por extensión, desaseado, sucio. Trovers significa defecto, anchura, el
ancho de algo, y aparece en diversas expresiones, como ovair /'esprit de crovers (tener el genio atravesadol·

S
Biblioteca de Méx ico
B

La leyenda principesca
Pues tú volverás a nosotros, ipresencial , con el primer viento de la tarde.
En tu sustancia y tu carne y en tu peso de mar. ioh, arci lla!, en tu color
de piedra de establo y de dolmen, ioh, mar -entre los hombres engendrados
y sus comarcas
de robles, ¡tú, Mar de fuerza y de labranza, Mar perfumado de entrañas hembras
y de fósforo. en los grandes látigos restallantes del rapto! Mar asible
en el fuego de los actos más bellos del espíritu ... (Cuando los Bárbaros están
en la Corte por
una estancia muy breve, la unión con hijas de siervos, ¿realza con tono muy alto
el tumulto de la sangreL)

"Guíame, placer. por los caminos de todo mar; al estremecimiento de toda brisa
donde el instante se alerta, como el pájaro vestido con su ropaje de alas ...
Voy, yo voy por un camino de alas, donde la misma tristeza no es más que un
ala..
El bel lo país natal es para reconquistarse, el bello país del Rey que él no ha
vuelto a ver desde la infancia,
y su defensa está en mi canto. iOrdena la acción, oh, pífano,
y de nuevo la gracia de un amor que sólo nos dé el poder del Júbilo l "."

"Y vosotros, oh, Sabios, ¿qué sois vosotros pues para reprendernos, oh, Sabios) Si
la fortuna de mar
en su estación aún amamanta un gran poema sin razón, ¿me negaréis
la entrada) Tierra de mi señorío, ique yo entrel, pues no tengo vergüenza alguna
de mi placer ... ''''iAhl, que un escriba se acerque: le dictaré ... " ¿Y quién, pues,
nacido de hombre, se mantendría sin ofensa junto a mi alegría)
-Aquellos que, desde el nacimiento, consideren su conocimiento por encima
del saber.

"Invocación"
Amers, o. C.
pp. 267-268

Por razones que siguen siendo secretas, Saint-John Perse Matouba. Pero, sobre todo, el tejido social había quedado
nunca quiso regresar a Guadalupe. Pero tanto su vi da desgarrado en su totalidad. El adolescente había dejado
como su obra se vieron frecuentadas por la isla natal. una sociedad recién salida del colonialismo, fundada en
No es casual que el primer pseudónimo, Saint-Leger los intercambios de servicios y las re laciones individuales,
Leger, sea un eco del nombre de la isleta Saint- Leger-Ies- en la que el o dio racial y los conflictos de clase aún nO se
Feuilles, propiedad de la familia Leger, en la que Alexis habían inventado. Tanto en la linda casa con galería de
pretende haber nacido (es más probable que su madre Bois-Debout como en la Joséphine, él había sido, como le
haya preferido dar a luz en la casa familiar de Pointe-a- confió a Pierre Guerre, el príncipe de un reino matriarcal,
Pitre ... ). No es tampoco un azar que el segundo pseu- cosmopolita y jerarquizado: la abuela Dormoy, que enviu-
dónimo evoque, entre otros referentes, una pequeña dó en I 890, la guapa madre de Alexis, las cuatro herma-
isla de las Antillas inglesas, Saint-John. Los nombres de la nas y las numerosas sirvientas, negras o mestizas, compo-
isla y del poeta se confundieron, así, en una consagración nían en su derredor una pequeña corte de mUJeres. Una
reciproca. Más tarde, en la época de su exil io en Estados fotografía de la época, conservada en el museo Saint-John
Unidos ( 1940- 1957), tomó la costumbre, durante los Perse de Pointe-a-Pitre, representa una reunión familiar
tórridos veranos de Washington, de surcar la costa en la Joséphine. Sobre un fondo de montañas y de man-
atlántica; le gustaba particularmente volver a encontrar gles, el pequeño Alexis, vesti do de traje de marino y con
la vegetación tropical de Florida, visitar en Georgia un inmenso sombrero de paja, posa muy orgulloso en la
plantaciones para rastrear las huellas de antepasados primera hilera, derecho como una i y rodeado de mUJe-
emigrados en el siglo XVII I, quedarse en las islas privadas, res: su madre, sus tres hermanas (en esas fechas, ya había
estudiar la migración de fragatas y de faetones que le muerto la cuarta) y su imponente abuela. La delgada si-
habían sido íntimos en la ori lla del mar Caribe. lueta del padre se encuentra atrás, en la última hi lera. Esta
Pero nunca regresó a su isla, y no es porque no la haya imagen de mujeres enérgicas y amorosas, que hacía con-
rozado en varias ocasiones navegando en el archipiélago trapeso a la de los hombres, más borrosa, fue con segu-
caribeño. Indudablemente adivinaba que todo había cam- ridad uno de los componentes de la felicidad ligada a la
biado desde su partida, tanto el paisaje natural como el isla natal.
social. Los ciclones devastadores habían destruido la Brut almente desposeído, el Joven ado lescente de Pau
Joséphine. la casa preferida, situada en el frescor del lo recuerda en el estribillo de "Para celebrar una infan-

Biblioteca de M éxi co
Reunión familiar en La Joséphlne haCia 1890. Salnt-John Perse, niño. con sombrero de paja y vestido de mannento

cla", con una emoción cuya discreción se hace sensible Es muy probable que Saint-John Perse quisiera continuar
por el paréntesis. Desde la O de la isla hasta el torbelli- imaginando que una distribución parecida de los pape-
no de la luz y la parte redondeada del vestido, todo les garantizarla el orden del mundo, y que deseara con-
tenia entonces la forma perfecta del circulo, y de un cir- servar intacta la imagen del reino insu lar del que lo habl-
culo del que él era el centro: an despojado. Pero sabia que, si atracaba ahl, el riesgo
era ya no reconocer su hábitat. Por consiguiente, fue
{H ablo de una condición superior de los vestidos. exclusivamente a la escritu ra poética a la que de mane-
en el re ino de la luz giratoria.} (23) ra cifrada, mediante formulaciones obl icuas y siempre
distanciadas, le confió el cu idado de ir a su encuentro. Lo
que parece evidente en el caso del primer libro, Éloges,
ha podido demostrarse para el conjunto de la
obra: ' la escritura fue para Saint-John Perse el
med io de concretizar. de una manera distinta
de un regre so flsico, el sueño antillano que lo
Slgu .dC:INc:n/: l "ul/lh r r~"ITN
habitó toda su vida, el medio de situarse, como
.1 9 1' .' , ,t i 4"¡
lo dirá en Amers, a la altura del estatus de prin-
T" i ll,' : t ~'1!
Che,'(' /f ./· : _ {I(ff/tl cipe que habla sido suyo:
"'0>111: Ílt4!. 1
S fl/I/' /'/IS : htft-t' {El bello pa(s natal es para reconquistarse, el bello
r "UJ': _ (l.~~ pa(s del Rey que él no ha vuelt o a ver desde la
.Yr: .. ¡ z,,;l infancia. y su defensa está en mi canto.} (2 68)
Jiu /ld/f' : f~~1.. . _.
1!/IJ' fJr : 0.~.l-4.. 4 ,:L . .
,1/en lm;' : . 1;¡.J.
.1 i'<(I!lr:it: ~·~·
T611'~¿Y ,:~~_. __ .. _._.. __ ,

Sl~.ñrs IlfI/" illl/:el_ ' ]~;;L _ '

) Véase Renée Ventresque. Les Anolles de SOlnt·John Perseo


Pasaporte diplomático, 1918 L.: Harmattan. 1993.

7
Biblioteca de M éx ico
e
ÉLOGES: EL SECRETO DE LA FELICIDAD

Amé a un caballo -¿quién era? - me miraba


largo tiempo de frente, por debajo de sus mechas,
Los hoyos vivientes de sus narinas eran dos cosas
bellas que ver, con ese agujero vivo que se in~a
arriba de cada ojo,
Cuando había corrido, sudaba: ¡eso es brillar!
-y yo apretaba lunas a sus ~ancos
bajo mis rodillas de niño",
¡Amé a un caballo! -¿quién era? - y a veces
(pues un animal sabe mejor qué fuerzas nos adulan)
alzaba a sus dioses un rostro de bronce: resoplante,
surcado de un peciolo de venas,

"Éloges 11, Éloges, o. c., p, 34


Sé un hombre de ojos calmos, que ríe,
silencioso y que ríe bajo el ala tranquila de la ceja,
perfección del vuelo (y del borde inmóvil de la pestaña
examina las cosas que ha visto,
tomando prestados los caminos de la mar fraudulenta, , ,
y del borde inmóvil de la pestaña
nos ha hecho más de una promesa de islas,
como aquel que dice a uno más joven: "¡Ya verás!"
y es él quien se entiende con el dueño del buque),

"Éloges 111, Éloges, o. c., p, 35

Saint-John Perse se cuenta entre los pocos poetas para Pero el rodeo de un anciano en el ocaso de su vida sólo
los que la felicidad es una virtud; y, a la inversa, a sus ojos logró, a fin de cuentas, componer " imágenes", como las que
la tristeza equivale a una enfermedad, En Anobose, pro- uno pega en la pared encima de su cama como recuerdo
pone con una intransigencia sin piedad asesinar al triste: de un buen viaje,Y éstas seguían siendo exteriores, colga-
das al pasado, tan llenas de polvo como el quitasol de cabra
{Pero si un hombre ve con agrado su tristeza, ¡que se lo abandonado en el granero que da título a una de las
exhiba a la luz del día!, y mi opinión es que lo maten, de o
Imoges Crusoé, Éstas no logran iluminar el presente, "Para
otro modo habrá una sedición,} (96) celebrar una infancia" parece entonces un m ilagro: al con-
t rario que Crusoe, que había intentado sin lograrlo "resu-
Exilado en Pau, consciente de que había perdido el paraí- citar el deslumbramiento perdido", el portavoz del poeta,
so pero al mismo tiempo de que poseía un capital inalie- que habla ahora en primera persona, se pasea entre el
nable, buscó con tenacidad descifrar el secreto de esta feli- pasado y el presente sin rupturas, sin discontinuidad,
cidad ausente, Y la poesía, sólo la poesía, se le presentó A veces el pasado en la isla se evoca en presente, como
como el instrumento de esta exploración, Aún era nece- si los gestos y las palabras de la infancia fueran los de hoy:
sario restituir la dicha sin caer en la nostalgia lacrimosa del " lloró, como cuando lloro en las cuencas de dulces manos
pasado o en la denigración del presente, Desde los dieci- viejas" ," (26) A veces el presente , que esta vez corres-
siete años, cuando redactaba " Imágenes para Crusoe" ponde al tiempo de la enunciación, se proyecta hacia el
( 1904), el joven Leger supo que no habria de repetir ni los pasado y anula la distancia respecto de éste: "Me acuerdo
acentos lamartinianos de la lamentación ni los sarcasmos del llanto", " (26);", , ,Pero por mucho tiempo más tengo
de la revuelta baudeleriana, La voz de la poesía del exilio memoria" ," (27),Y este estiramiento del tiempo termina
estaba, en consecuencia, enteramente por inventar. por revolver todos los puntos de referencia cronológicos:
Éloges, libro que reúne " Imágenes para C rusoe" ( 1904), el futuro de la decisión imperiosa, " Iré", ¿debe entenderse,
"Para celebrar una infancia" ( 1907), " Escrito sobre la puer- por ejemplo, como si citara un propósito respecto de la
ta" ( 1908) Y " Elogios" ( 1909), puede leerse desde este isla, o un compromiso tomado por el redactor del poema?
punto de vista como la conquista progresiva de la voz per- " Llaman, Iré" , H ablo desde el cariño," (25) Y la doble
sonal del poeta, " Imágenes para Crusoe" evoca la figura exclamación que puntúa el poema, "¡Oh!, ¡tengo mot ivos
del navegante envejecido, exilado en una ciu dad negra y para celebran", ¿ha de relacionarse con el asombro mara-
grasosa (¿Londres o Burdeos?), y que llora por su isla, villado del niño ante las cosas bellas y buenas que lo ro-
donde el amanecer era tan bello que apagaba la sed, dean, o acaso caracteriza la elección hecha por el joven de
la palabra celebración? o, más bien, ¿no es el medio de
{Te sabe a fruta verde, con la que se aceda el amanecer que adherirse hoy día a la disposición tan espontánea a la feli-
bebes; y el aire lechoso se enriquece con la sal de los ali- cidad que caracterizaba al niño y, de ese modo, de fundir
sios ", } ( 12), pasado y presente en un mismo tiempo?

8
Biblioteca de México
Así, desde el momento en que el presente ha estado el "uvero" en el árbol muerto. Cuando, pese a todo, con-
embebido de pasado y desde que, por el contrario, el servaba " los abutilons" u otras palabras técnicas, después
pasado se ha estirado hacia el presente, este último ha de ellas venía una aposición descriptiva extraída literal-
resistido a la degradación del tiempo, el exi lio ha dejado mente, o casi, de un diccionario de botánica:
de ser una ruptura. Encarecido por el verbo "duraba" , el
imperfecto de la cláusula "Para celebrar una infancia" {Las fiores amarillas-con-manchas-de-un-negro-púrpura-
aporta un desmentido a la pu lverización del recuerdo, en-la-base, que se usan para la diarrea de los animales con
incluyendo la destrucción de la casa: cuernos }(36)

{Y la casa duraba bajo los árbo les de plumas.} (30) y, la mayoría de las veces, como en los versos siguientes,
el término genérico, "cosa", "animal", reemplaza el nom-
¿Qué había pasado, pues, entre " Imágenes para Crusoe" bre antillano. En efecto, no se trataba de convocar tal
y " Para celebrar una infancia", para que la isla surgiera cosa o tal otra, de pronunciar un nombre u otro de allá,
súbitamente del exilio como una presencia viviente y ya si no de recuperar la energía de la palabra del Creador:
no como una patria perdida que se alejaba en medio de
lágrimas? El joven poeta había comprendido lo que sólo {Nombrando cada cosa, yo recitaba que era grande: nom-
los poetas comprenden, a saber; que la fe licidad no está brando a todo animal. que éste e ra bell o y bueno.}(24)
encerrada en las cosas, ni en la casa de "Bois-debout", en
este caso, ni en la lujuriante vegetación o la amigable Por lo demás, es en esta voluntad de sacrificar el placer
fauna, ni siquiera incluso en la tierna solicitud del ambien- inmediato de usar las palabras propias del dialecto isleño,
te femenino. Residía en las palabras, los ritmos, las aso- de escapar a lo pintoresco de ta~eta postal, que provenía
nancias, en resumen, en la plasticidad de la materia ver- del pensamiento conservador de los blancos criollos y
bal. Sólo ésta, en todas sus formas, podía retener la den- que el público metropolitano acogía favorablemente,
sidad de las sensaciones de la infancia. donde reside la singularidad, el genio tal vez, de Saint-John
Ciertamente estaban las palabras de allá, que evoca- PerseTal singularidad, por el contrario, le valió, pese a todo
ban una realidad única e irremplazable: los "maran- aquello que lo separaba de los escritores negros o mesti-
gouins", los "catalpas" o los "icacos", "el jarabe de batte- zos el ser considerado por la joven literatura antillana de
rie", los "abutilons" o "la hierba-de-Madame Lalie". Pero, los años setenta como un antepasado respetable.
por muy familiares que fueran estos nombres para un Nombrar era, por lo tanto, hacer cualquier otra cosa
muchacho que había crecido en las islas, a éste no se le que un trabajo de filólogo. La felicidad no estaba, repitá-
ocultaba el hecho de que tales nombres eran exóticos maslo, en la particularidad de cada cosa. Se hallaba en la
para un público metropolitano. Ahora bien, muy pronto posibilidad otorgada al mago de la lengua de reconstruir
Alexis Leger sintió una gran aversión por "lo novelesco un universo en el que circulaba, por la felicidad pasada y
de los clichés" de la literatura sobre las islas. De este he- presente, una savia tan vigorosa que incluso daba vida
cho, ciertos términos locales quedaron borrados de la hasta los límites extremos de ésta: de un poema a otro
segunda versión de " Imágenes para Crusoe", otros tra- del libro Éloges, el olor a madera muerta es "ávido", los
ducidos en expresiones descriptivas: los "icacos" se floreros "suntuosos", el "féretro de caoba" de la herma-
convirtieron en las plantos con silicua, el "catalpa" en el nita muerta " huele bien", y "la sombra y la luz están más
fruto hueco, los "papavientos tímidos" en dulces animales, cerca de ser la misma cosa".
A partir de "Para celebrar una infancia", el joven poeta
buscó, pues, idear las herramientas lingüísticas, que no
TH E WHITE HOUSE
dejará de perfeccionar en lo sucesivo y que harán posi-
WASHINGTON ble la reinvención de un universo del lazo que vincula a
Yebruuxy 15, 1944 todas las cosas vivientes. Como las cosas estaban ligadas
entre sí durante su infancia en las islas, él quiere conven-
Dcar Mr. Leger: cerse de ello; lo estaban sobre todo, y de eso está segu-
1 am g rat eful t e you for your lettor ro, en la edad de oro de la humanidad mítica, en este
ot J'anuary 31. 1944 w1 tb whlch wos encloeed
"entonces" que se convierte , a partir de " Para celebrar
e.n l nte r e~tlng stl\dy oC the appllcatl on ot
una infancia", en el tiempo del poema: "iPalmas ... ! En-
the Tre veneuc La_ to the situet10n ln Franco
tonces te bañaban en el agua-de-hojas-verdes" (23)
st the time o't l1ber.tlon.
1 am always g l Bd to have the benef lt ot
Así, a partir del segundo poema de Éloges, "Para cele-
,out" via.a on mattere arreetlng the interests brar una infancia", el universo se construye bajo nuestros
of our t_o countrlee. ojos como una sola frase tejida, o, para decirlo en unas
Very since rel,. y a ure. cuantas palabras, como un texto. La puntuación, al preferir
las prolongaciones a las interrupciones definitivas, privilegia
los puntos suspensivos, las exclamaciones y las comas, los
lir . Alexla Legor. paréntesis o los guiones. La sintaxis favorece las coordina-
3 1 20 R Street NW •• ciones "y . .. y ... " y las parataxis:" Hace tanta calma y ade-
Washington, D. C. más tant a t ibieza,! hace tanta continuación también."(37)
La gramática verbal juega sobre el presente en el pasado
y sobre el presente de la enunciación, de tal suerte que el
tiempo se estira en un largo presente. Las palabras, al pro-
ducir finalmente la impresión general de un encantamien-
Carta del preSidente Rooseve~ a Sajnt-John Pe"e to detenido, se responden como en el ejemplo siguiente

9
Biblioteca de México
cosas dulces que suplican, como el odio que canto suplica,
por medio de asonancias (en ou) y de repeticiones
dulces como la vergüenza, que tiembla en los labios,'
semánticas (et que supplient, plier, plie) , de rimas internas
cosas dichas de perfil,
(douces) y de sorprendent es regulari dades m étricas, de
ay, dulces, y que suplican, como la voz más dulce del macho
simetrías o de asimetrías rítmicas:
cuando acepta someter su alma ronca a quien doble-

{La infancia, iamor mío!, es la mañana, son ga . .. }(38)

o
El dilema de Anabase (1924)
En tres grandes estaciones con honor me establezco, auguro mucho
suelo donde he fundado mi ley
Las armas son bellas por la mañana, y el mar. La tierra sin almendras
entregada a nuestras cabeceras
nos vale un cielo incorruptible. Y al sol nadie lo nombra,
pero su poder está entre nosotros.
y el mar por la mañana como presunción del espíritu.

¡Poder., tú cantabas en nuestros caminos nocturnos ... Ante las ideas puras
de la mañana, ¿qué sabemos del sueño, primogenitura nuestra?
¡Por un año más entre vosotros' Maese del grano, maese de la sal,
¡y la cosa pública en balanzas justas'
No llamaré desde lejos a los de otras riberas. No trazaré
grandes
barrios citadinos en las pendientes con el azúcar de los corales.
Pero tengo el propósito de vivir entre vosotros.
En el umbral de las carpas, ¡toda la gloria!, ¡mi fuer.za con vosotros',
y la idea pura, como una sal se reúne en el día .

.. .Ahora bien, yo frecuentaba la ciudad de vuestros sueños y me detenía
en los mercados desiertos, puro comercio de mi alma, invisible entre
vosotros y frecuente como un fuego de espinas en pleno viento.
¡Poder. tú cantabas en nuestros espléndidos caminos'...
"En la delicia de la sal están todas las lanzas del espíritu ... Aconsejaré la sal a
las bocas muertas del deseo."
"A quien, alabando la sed, no ha bebido el agua de los sables en un casco,
le doy poco crédito en el comercio del alma ... " (Y al sol nadie lo nombra,
pero su poder está entre nosotros.)

Hombres, gente de polvo y de todas formas, gentes del negocio


y del placer. gente de los confines y gente de otra parte, oh, gente de poco peso en
la memoria de estos lugares;gente de los valles y las planicies, y de las cuestas
más altas de este mundo en el vencimiento de nuestras riberas; husmeadores de
signos, de simientes, y confesores de soplos del poniente, seguidores de pistas, de
estaciones, levantadores de campamentos con el vientito del amanecer; oh, busca-
dores de aguaderos en la corteza del mundo; oh, buscadores, oh, vosotros que
encontráis razones para iros a otra parte,
vosotros no traficáis con una sal más fuerte cuando, por la mañana,
en un presagio de reinos y de aguas muertas suspendidas en lo alto
sobre los vapores del mundo, los tambores del exilio despiertan
en las fronteras
a la eternidad que bosteza en las arenas .

. . . En vestimenta pura entre vosotros. Por un año más entre vosotros.
"Mi gloria está en los mares, ¡mi fuer.za está entre vosotros!
A nuestros destinos prometidos este aliento de otras riberas
y, llevando más allá la simiente del tiempo, el
estallido de un siglo en su punta
con el azote de las balanzas ... "
¡Matemáticas suspendidas en los bancos de safl En el punto sensible
de mi frente donde se asienta el poema, inscribo este canto de todo
un pueblo, el más ebrio,
a
i nuestros astilleros que sacan inmortales carenas!

Anabase 1, o. c.. pp. 93-94


10
Biblioteca de Mé xico
Tras haber ganado el concurso del Quoi d'Orsoy, Alexis
Leger ingresó en la carrera diplomática Yo a petición suya,
fue enviado a Pekín en 191 6, donde permaneció prime-
ro en el puesto de tercer secretario y después de segun-
do secretario en la legación de Francia, hasta 1921. Por
extraño que parezca, la gestión de los asuntos cotidianos RELATIO N RES PE C T U EU SE
A"~E.tff" ,.",- 1_' .~~. J..', I Iwr 1.1; / NI.H.,II I "'.\'

de la embajada dejó pocas huellas en la "Biografía" del EJ(EUJ.\ r li IF 'I/\I.\IA'"'' l I t'; 1t JI ' (t 'IEI

n, ,(.1 N I .H / tJl AI '/','/J mi t i' ¡"/L/.e


volumen en la Pléiade. ni ' ",rSlnr' T 1/ ,., IILr 0"'("('1(

El único suceso diplomático del que habla es el de la


efímera restauración de la dinastía manchú Gulio de
1917). Encargado de dirigir a la legación, bajo su protec-
ción, a la familia del presidente de la República en ejerci-
cio, al joven diplomático le pareció esta época visi ble-
mente regocijante . Le dio sobre todo un inmenso placer
hacer la relación correspondiente a su ministro,
A lexandre Conty. H ay un sabroso re lato, titulado
"Relación respetuosa", donde da cuenta de la alterna-
ción de cortesías en torno de un té y de tenaces discu-
siones, de la reticencia de la señora Li a dejarse conven-
cer. de la impaciencia en cambio de las concubinas y de CorrespondenCIa diplomátICa al ministro Kang
firmada con su nombre chino: Le. H.Ngal
sus hijos ilegítimos por subirse a las limusinas, del desor-
den y la precipitación, de si mulacros de protocolo, y
todo ello acompañado por el estrépito de chicharras y rrera diplomática que, cuando uno se compromete con
cuervos. Y el autor que, desde la infancia, había sido un ella seriamente, amenaza con asfixiar el talento literario, y
aficionado a los sobrenombres y que, unos años des- el oficio de poeta, que requiere silencio y retiro del
pués, elegiría el pseudónimo más notable de toda la his- mundo, en su época pasada en China el futuro Saint-John
toria literaria, se complacía en esta época en firmar Lei Perse no había hecho una verdadera elección. Y el dilema
H i-Ngai, transposición china del apellido Leger (Honneur entre la acción y la contemplación, la vida de conductor
o Soint-John Perse, p. 687). de hombres y la caminata solitaria en el desierto, com-
Así de parca como es la memoria biográfica al relatar pone la estructura binaria de Anobose.
su vida diplomática, cuando en cambio habla de su exis- En momentos nómada, en otros sedentario, a veces
tencia no diplomática destaca aspectos como la doma de jefe de tribu o fundador de ciudades, el narrador. que
su cabal lo, bautizado Allan, las excursiones a las provincias, habla en primera persona, titubea entre la jubilación inme-
las estancias en Manchuria y la expedición a la Mongolia diata que procura el arbitraje de la vida pública y la inquie-
Exterior. los encuentros con los mejores sinólogos, y sobre ta espera de la producción de la refiexión solitaria. La vida
todo los días pasados, "en una colina, a un día de Pekín a de conductor de hombres en marcha por el desierto, la
caballo, que dominaba los primeros caminos de las cara- historia de la fundación de ciudades y de constituciones
vanas hacia el Noroeste de un pequeño templo taoísta tiene antepasados ilustres y de relatos fundadores. Aun
abandonado [donde] escribiría Anobose" (O. c..
XVIII). Con cuando no haga jamás una alusión explícita, el narrador de
todo, no debemos engañarnos al respecto. Entre la ca- Anobose reencuentra los grandes temas de los primeros
libros blblicos, la dureza del exilio y la sed en el desierto
de sal, el precio del agua fresca y del grano de cilantro, la
belleza de la generosa Vía Láctea o de las "muchachas per-
fumadas que se ponían aquellas telas con un soplo". No
obstante, cuando los clamores de la gloria se callan, al día
siguiente de la fiesta de inauguración de la ciudad, y una
vez que el silencio regresa, nace un deseo más secreto: el
de exilarse del poder. transformarse en Extranjero y po-
nerse a la escucha de las voces del mundo:

{Al son de las grandes aguas en marcha sobre la tierra,


toda la sal de la tierra se estremece en los sueños.
y de pronto, ¡ah l , de pronto, ¿qué quieren de nosotros estas
voces)} (106)

Paradójicamente, el dilema se resolvió después de su re-


greso a París en beneficio de la carrera diplomática. Desde
el día de 1922, en la conferencia de Washington sobre la
limitación de armamentos y las cuestiones del Extremo
Oriente, cuando Aristide Briand se fijó en él, hasta el mal-
hadado día de junio de 1940 cuando Paul Reynaud lo des-
tituyó, no dejó de afirmar su autoridad como diplomático
dentro del Quoi d'Orsoy Yo a la inversa, ya no produjo, al
Salnt-John Perseo Pekín. 1918. Fotografía S.Yamamoto menos oficialmente, ningún otro poema.

11
Bibliote ca de M éxic o
E

Saint-John Perse: un pseudónimo en forma de enigma

El nombre fue elegido no por razones de afinidad,


reminiscencias o referencias de ningún tipo,
tendentes o significar o o sugerir algo intelectual:
fue acogido libremente, eludiendo todo loza racional,
tal como se impuso misteriosamente
01 espíritu del poeta, por razones desconocidos
para él mismo, como en lo antiguo onomóstica:
con sus sOabas largos y breves, sus sOabas fuertes
o mudos, sus consonantes duras o sibilantes,
conforme o los leyes secretos de todo creación
poético.

"Biografía".
Nota, o. C.
p. 1094

De todas las singularidades de Saint-John Perse, no es la mente, eludiendo todo lazo racional, tal como se impu-
menor la de su grandioso nombre. ¡Cuántos enigmas so misteriosamente al espíritu del poeta, por razones
insolubles en la elección de estas tres silabas l No le pre- desconocidas para él mismo, como en la antigua ono-
guntemos al poeta que nos ilumine. Una nota anexada al mástica." ( 1094)
volumen de la Pléiade debió parar en seco cualquier ten- Sin embargo, a la manera de toda denegación, esto no
t ativa de elucidación: tuvo otro efecto que el de suscitar la incredulidad.
" El nombre fue elegido no por razones de afinidad, ¿Cómo creer que este nombre no signifique nada, que
reminiscencias o referencias de ningún tipo, tendientes a no se refiera a nada? Y los comentadores, de los más
significar o a sugerir algo intelectual: fue acogido libre- atendibles a los más disparatados, se han entregado con
delectación al desciframiento del mensaje cifrado. Puesto
que no existe ninguna respuesta definit iva, sólo reten-
dremos las sugerencias más verosímiles.
¿Quién es este santo John? ¿El autor del cuarto
Evangelio y del Apocalipsis, o es Juan de la Cruz, o bien
es otro san Juan?, pero en t al caso, ¿cuál? A menos que
se t rate más simplemente, de la isla de las Antillas ingle-
sas evocada en líneas anteriores, y que el poeta haya
hecho de este modo un rodeo para regresar a la isla de
su infancia que obstinadamente se rehúsa a nombrar.
Pero, ¿por qué usar la lengua inglesa, si él decía que su
única patria era la lengua francesa? ¿Y es compatible esta
elección con el grandísimo temor de "que no parezca
extranjero", que llegó a abreviarlo a parti r de su exili o a
Estados Unidos en St. J. Perse? En cuanto a la silaba
"Perse", ¿a qué podrá referirse? " N ada que ver con el
poeta latino Perse", respond ió secamente el poeta a

-ff.
~:-'"
..,
"'.....
aquellos que creían haber encontrado una clave. ¿Se
refiere entonces quizás a Persia? Pero ninguna prueba,
l :ns~~ ", ' s·: A o..cu '/l.u:
,._ ... textual o de otro t ipo, garantiza la confiabilidad de esta
interpretación.
Hay pues tantos enigmas que, al no poder resolverlos,
dejan abandonados a su hambre a aquellos a quienes el
misterio desalienta, pero que, por el contrario, hechizan a
aquellos otros que gustan del ensueño onomástico. Estos
últimos, al no poder determinar una significación única,
quizás se vean seducidos por el encanto antiguo de un
ritmo ternario (la cifra tres es un símbolo sagrado) --que
hace eco al primer pseudónimo Saint-Leger Leger-, o
más aún por la orquestación sutil de las sonoridades con
su asociación de acometidas sonoras (sibilante y dentales)
Mapa de las An~llas francesas. 17 17 y de finales sordos (nasales y e muda).

12
Biblioteca de México
En la sede diplomática de Pekín

\.:._
~ - ----~~--
--"\
", \

ExpediCión en Mongoha. 1921 . Perse, atrás, sostiene un cráneo de caballo

13
Biblioteca de México
SAINT JO HN PERSE*

ELOGIOS
TRADUCCiÓN DE JORGE ZALAMEA

El sudor se abre una senda fresca. Un hombre solo hundiría


Se asan las viandas al aire libre, se mezclan las salsas sus narices en el pliegue de su brazo. Esas riberas se hinchen,
y el humo remonta los caminos cauterizados y alcanza se derrumban bajo capas de insectos en absurdos esponsales.
a quien marchaba. El remo ha retoñado en la mano del remero. U n perro vivo
Entonces el Soñador de sucias meji llas en la punta de un garfo es el cebo mejor para el tiburón ...
sale -Me despierto soñando con el negro fruto de la Aniba; con
de un viej o sueño todo rayado de violencias, de flores en mazos bajo la axila de las hojas.
astucias y de esplendores,
y ornado de sudores, hacia el olor de la vianda v
desciende ... Ahora estas quietas aguas son de leche
como una mujer que arrastra: sus telas, toda su ropa y todo lo que se derrama en las blandas soledades de la
y sus cabellos deshechos. mañana.
El puente , lavado antes del día, con un agua semejante en
11 sueños a la mezcla del alba, hace un bello re lato del cielo. Y
He amado a un caballo -quién era?- me ha mirado la infancia adorable del día, por la espaldera de las lonas
de frente, bajo sus mechas. recogidas, desciende a lo largo de mi canto.
Los palpitantes agujeros de sus narices eran dos
cosas bellas de ver -con ese viviente hueco que se hinche Infancia, amor mío, era sólo ésto? ...
encima de cada ojo. Infancia, amor mío ... ese doble anillo del ojo y goce de amar ..
Cuando había corrido, su daba: eso es brillar! -y he
oprimido lunas contra sus flancos con mis rodillas de niño... Hay tanta calma y tanta tibieza luego
He amado a un caballo - quién era- y a veces y tanta continuidad también,
(pues una bestia sabe mejor qué fuerzas nos ensalzan) que es extraño estar aquí con las manos sumergidas
levantaba hacia sus dioses una cabeza de bronce: en la
resoplante, surcada por un peciolo de venas facilidad del día ...

111 Infancia, amor mío, no hay más que cedeL y lo


Los ritmos del orgullo descienden los morros rojos. dije, entonces? ya no quiero ni aun esos lienzos
Las tortugas ruedan en los estrechos como astros mo- por remover, en lo incurable, en las verdes soledades de la
renos. mañana ... Y lo dije, entonces? no hay más que servir
Las radas sueñan un sueño pleno de cabezas de niños ... como una vieja cuerda... Y este corazón, este corazón,
aqun que se arrastre por sobre los puentes, más humilde y
Sé hombre de ojos quietos que ríe, más salvaje y más,
silencioso que ríe bajo el ala quieta de la ceja, perfección que un viejo lampazo,
del vuelo (y con el inmóvil borde de la pestaña retorna extenuado...
a las cosas que ha visto, tomando los caminos del mar
fraudulento ... y con el inmóvil borde de la pestaña VI
nos ha hecho más de una promesa de islas, Y otros, a su turno, suben al puente
como aquel que dice a alguien más joven: "Ya verás!" y yo ruego, de nuevo, que no tiendan las velas ...
Y es él quien se entiende con el patrón del navío.) pero por lo que hace a esa linterna, bien podéis apagarla ...
Infancia, amor mío l es la mañana, son
IV cosas dulces que suplican, como el odio de cantar,
Azur! Nuestras bestias están plenas de un grito! dulces como la vergüenza, que t iembla sobre los labios, de
Me despierto soñando en el negro fruto de la Aniba las cosas dichas de perfl,
en su cúpula verrugosa y truncada ... Y bien l los cangrejos han oh dulces y suplicantes, como la voz más dulce del macho si
devorado todo un árbol de frutos blandos. Otro está lleno de consiente en doblegar su alma ronca hacia quien se doblega...
cicatrices, sus flores brotaban, suculentas, del tronco.Y otro, no se Y ahora os lo pregunto, no es la mañana ... una holgura
puede tocarlo con la mano -como quien toma testigo- sin del aliento
que lluevan en seguida esas moscas, colores! ... Las hormigas y la infancia agresiva del día, dulce como el encanto que
corren en opuestos sentidos. Esas mujeres ríen solas entre los entreabre los ojos?
abutilones, esas flores amarillas-manchadas-de-negra-púrpura-
en-su-base que se usan contra la diarrea de las bestias cornú- VII
petas ...Y el sexo huele bien Un poco de cielo azulea en el declive de nuestras uñas.
La jornada será cálida en donde se espesa el fuego. He aquí
* St.-John
Perseo Elogios y otros poemas. versión castellana de Jorge Zalamea. como será:
Bartolomé Costa Amic. editor-impreso~ México. 1946.
un chirri ar en las vorágines escarlatas, el abismo zapateadc

14
B iblio te ca de Méxic o
STo= ]OHN PERSE

ELOGIOS
y otros poemas
Versión castellana de

JORGE ZAJ \ " J. \

l\1EXICO, D. F.

B. COSTA.A!\1IC, EDITOR IMPflrSOR


Apartodo PoslaJ, lQOI

1946

Sólo cuatro años después de haberse publicado en Francia la primera edición de Elogios, de Saint -John
Perseoy dos antes de que el autor diera por concluida la versión definit iva. la imprimió en México el
benemérito editor Bartolomé Costa-Amic. en traducción cuidadosa de ese leal y atento lector de Perse
que es Jorge Z alamea.

por los búfalos de la alegría (oh alegría inexplicable excepto - Ese navío es nuestro y mi infancia no llega a su fin.
por la luzl) Y el enfermo, en el mar; pedirá He visto muchos peces que me enseñan a nombrar.
que detengan el barco para que puedan auscultarl o. He visto muchas otras cosas que sólo pueden ver se en las
y gran descanso entonces para todos los de popa, las altas Aguas; y otras que están muertas; y otras que son fin-
embestidas del silencio refluyendo sobre nuestras frentes... Un gidas ... Y ni
pájaro que seguía, su vuelo lo arrastra por encima esquiva el los pavos rea les de Salomón, ni la flor pintada en el tahalí
mástil, pasa, mostrándonos sus rosadas patas de pichón, salva- de los Ras, ni el ocelote nutrido con carne humana, ante los
je como Cambises y dulce como Azuero ... y el más joven de dioses de cobre , por Montezuma,
los viajeros, sentándose de tres cuartos sobre la batayola: "Os superan en colores
quiero hablar de los manantiales bajo el mar. .." (le ruegan que a ese lamoso pez que izaron por sobre la borda para dis-
cuente). traer a mi madre que es joven y bosteza.
Entretanto, el navío proyecta una sombra verdeazul,
apacible, clarividente, invadida de glucosas en que pacen ...Árboles se podrían en el fondo de las caletas de negro vino.
en ágiles bandadas sinuosas
esos peces que se deslizan como el tema a lo largo del canto. IX
... Oh cesad yal Si continuais hablando de aterrizar.
y yo, rebosante de salud, veo esto, me acerco prefiero decíroslo:
al enfermo y le cuento lo que veo: me arrojaré por la borda ante vuestra vista.
y he aquí que me odia.
... La vela dice una seca palabra y vuelve a caer.
VIII Qué hacer?
Al negociante el porche sobre la mar; y el techo al hacedor de El perro se echa al agua y le da la vuelta al Arca.
almanaques!. .. Pero para otro, el velero en el fondo de las cale- Ceder como la escota.
tas de negro vino, y ese olor; ese olor ávido de la madera
muerta que hace pensar en las manchas del Sol, en los astró- ... Soltad la chalupa
nomos, en la muerte ... o no la solteis, o decidid si no
que nos bañemos ... Lo mismo me da.

15
Biblioteca de México
al extremo de la calle
escabrosa que, al otro extremo, se amansa entre el polvo
de las tumbas.
(Pues es el cementerio el que, allí, rein~ tan alto, en el flan-
co de piedra pómez: horadado de camaras, plantado de
S' JOH"J PERSE árboles que son como lomos de casoares.)

XII
Tenemos un clero, tenemos cal.
Veo brillar las hogueras de un campamento de Soldadores...
- Las víctimas del cataclismo, como bestias desplumadas,
en esas cajas de zinc llevadas por los Notables que regre-
san de la A lcaldía por la calle mayor encharcada de agua
EXIL verde (oh banderas estampadas como lomos de orugas, y
una infancia de negro colgada de borl as de oro l)
son apiladas por un momento en la cubierta plaza del
Mercado:
donde erguido
y vivo
y vestido con un viejo saco bienoliente a arroz,
un negro cuyo pelo es lana de cordero negro se en-
grandece como. un profeta que va a gritar en una concha
- mientras el aborregado cie lo anuncia para esa noche
otro temblor de tierra.

XIII
LES CAHIERS DU SUD La cabeza de pescado se mofa
MARSEllLE - O Cour, du Veux-Port MCMXLII
entre la orina del gato muerto que se hinche -verde
o malva?
- El pelo, color de carey, es miserable, pegajoso,
como la mecha que ch upa una niñita muy vieja, hue-
suda, con manos blancas de lepra.
La perra rosa arrastra, en las barbas del pobre , toda
... Toda la intimidad del agua vue lve a soñar en silencio una vianda de tetas. Y la vendedora de dulces
en las comarcas de la vela. se bate
Hola! es una bella historia la que all í se organiza contra las avispas cuyo vuelo es semejante a las mor-
- oh espóndeo del silencio prolongado en sus largas! deduras del día sobre el lomo de la mar. Un niño ve ésto,
tan bello
... y yo que os hablaba, no sé de nada tan fuerte ni que ya no puede cerrar sus dedos ... Pero el coco que
tan desnudo fue bebido y arrojado allí, ciega cabeza clamante liberada del
como, a través del barco, con sus rizos como pestañas hombro
y rozándonos, nuestro límite, aparta del imbornal
la gran vela irritable color de cerebro. el esplendor de las aguas purpúreas recamadas de gra-
sas y de orina, donde trama el jabón como una telaraña .
. .Actos, fi estas de la frente y fiestas de la nuca!. ..
y esos clamores, y esos silencios! y esas noticias en viaje
y esos mensajes por mareas, oh libaciones del día!. .. y la presen-
cia de la vela, grande alma intranquila, la extraña vela, ahí. y cáli-
damente revelada, como la presencia de una mejilla... Oh Sobre la calzada de cornalina, una muchacha vestida
bocanadas!. .. En verdad, habito la garganta de un Dios. como un rey de Lidia.

x XIV
Para desembarcar bueyes y mulos, Silenciosamente fluye la savia y desemboca en las del-
se echan al agua, por sobre la borda, esos dioses vaciados gadas riberas de la hoja.
en oro y pulidos en resinas. He aquí un cielo de paja al que lanzar. oh lanzar. a
El agua los aplaudel salta l brazo partido la antorcha!
y nosotros los esperamos en el muelle, levantando varas a En cuanto a mí, he retirado los pies.
guisa de antorchas; y tenemos los ojos fijos en la estrella de Oh mis amigos, dónde estáis que no os conozco? ..
sus frentes- todo un pueblo desnudo, vestido con su propio Tampoco veréis éstor .. puertos crepitantes, bellas aguas de
lustre , y sobrio. blando cobre en las que mediodía, desmenuzador de címbalos,
perfora el ardor de su pozo ... Oh, es la hora
XI
Como olas de fondo en que en las ciudades abrasadas, en el fondo de los
sacan de las bodegas grandes hojas onduladas de metal: ári- patios viscosos bajo las espalderas heladas, el agua mana en los
das, cerrados estanques violada
temblorosas y vertiendo, cautiva, toda una vertiente del cielo.
Para ver. hacerse a la sombra. Si no, nada. por las verdes rosas del mediodía ... y el agua desnuda
La ciudad está amarilla de rencor. El Sol precipita en las dár- es semejante a la pulpa de un sueño, y el Soñador está tend i-
senas una querella de t ruenos. Un bajel de frituras zozobra do allí, fijo en el techo su ojo de oro que batalla. . .

16
Biblioteca de México
y el niño que regresa de la escuela de los Padres, afec-
tuoso, rozando la afección de los Muros que huelen a pan
caliente, ve al cabo de la calle en que cruza
el mar más sonoro que una feria de pescado. Y los
odres de azúcar gotean en los muelles de marcasita pintados
con grandes ramajes de petróleo,
y negros portadores de bestias descuartizadas se hin- s' J-P
can sobre las baldosas de las Carnicerías Modelo, descansando
un fardo de huesos y jadeos,
y en el centro del Mercado de bronce, alta mansión
EXIL
colérica en que penden los peces y que se oye cantar en su
lámina de hierro, un hombre glabro, cubierto de amarilla coto-
nada, lanza un grito: yo soy Dios! y otros: está loco!
y otro invadido por el deseo de matar se pone en
marcha hacia el D epósito de Aguas con tres bolas de veneno:
rosa, verde, índigo.

En cuanto a mí, he retirado los pies.

xv
Infancia, amor mío, también he amado la noche: es la
hora de salir.
Nuestras nodrizas han entrado en la corola de los tra-
jes ... y pegados a las persianas, bajo nuestras trenzas heladas,
hemos
visto cómo lisas, cómo desnudas, levantaban a todo
lo alto del brazo el blando anillo de la falda.
Nuestras madres van a bajar. perfumadas con la hier-
ba-de-Madame-Lalie ... Sus cuellos son hermosos. Ve delante y
anuncia: Mi madre es la más bellal -Oigo ya
las almidonadas telas
que arrastran por los cuartos un dulce ruido de trueno. Y
la Casal la Casa? ... salimos de ella!
Hasta el anciano me envidiaría un par de matracas por el abra de tela hasta el crinoso lugar entre las dos
y el susurrar con las manos como una liana de guisantes, la tetillas.
guilandina o la mucuna.
y el día ha comenzado, el mundo
Los que son viejos en la comarca sacan una silla al no es tan viejo para haber. de repente, reído ...
patio, beben ponches color de pus.

XVI
... Los que son viejos en la comarca son los primeros
en levantarse Es entonces cuando el olor del café sube la escalera.
a abrir los postigos y mirar el cielo, el mar que cambia
de co lor XVII
y las islas, diciendo: el día será bello a juzgar por esta "Cuando hayas terminado de peinarme, terminaré de
aurora. odiarte:'
El niño quiere que le peinen en el umbral de la puerta.
De repente es el día l y el zinc de los techos se en- "No tires así mis cabe llos. Ya está bien con que tengan
ciende en el trance, y la rada es entregada a la impaciencia, y que tocarme. Cuando me hayas peinado, te habré odiado. "
el cielo a la verba, y el Cuentista se lanza a la vigilial Entre tanto, la sapiencia del día toma la forma de un
El mar. entre las islas, es rosa de lujuria; su placer es bello árbol
materia de debate, se le ha obtenido por un lote de brazaletes y el árbol balanceado
de bronce! que pierde un pellizco de pájaros
Los niños corren a las riberas l Los caballos corren a las escama en las lagunas del cielo un verde tan bello que
riberas!' .. un mi llón de niños llevando sus pestañas como no hay nada más verde sino la chinche de agua.
umbelas ... y el nadador " No tires tan largamente mis cabellos ..

tiene una pierna en agua tibia pero la otra pesa en una XVIII
corriente fría; y las gonfrenas, los ramios, y ahora, dejadme, voy solo.
la acalifa de flores verdes y esas pileas muscosas que Saldré, pues tengo algo que hacer: un insecto me es-
son las barbas de los viejos muros pera para negociar. Me regocijo
enloquecen sobre los techos, al borde de las canales, con su gran ojo afacetado: anguloso, imprevisto como
el fruto del ciprés.
pues un viento, el más fresco del año, se levanta en los O bien tengo una alianza con las piedras de azules
estanques de islas que azu lean, venas; así, pues, dejadme
y reventan do sobre esos cayos bajos, nuestras casas, sentado, en la amistad de mis rodi llas
fluye hasta el seno del anciano

17
Biblioteca de México
SAINT JOHN PERSE*

IMÁGENES

LAS CAMPANAS Sobre la lumbrera del tenderete - sobre los cubos de


basura del hospicio - sobre el olor de vi no azul del
Anciano de manos desnudas barrio de los marineros - sobre la fuente que solloza en
repuesto entre los hombres, Crusoe! los patios de la policía - sobre las estatuas de piedra
llorabas, imagino, cuando desde las torres de la Aba- mohosa y sobre los perros vagabundos - sobre el chi-
día, como un flujo, se derramaba e l sollozo de las cam- qui llo que sil ba, y el mendigo cuyas mejillas tiemblan en
panas sobre la Ciudad ... la cavidad de las mandíbulas,
Oh Despojado! sobre la gata enferma que tiene tres plíegues en la
Llorabas recordando los rompientes bajo la luna; los frente,
silbos de más distantes riberas; las músicas extrañas que la noche desci ende, entre el vaho de los hombres ...
nacían y se asordinaban bajo el ala cerrada de la noche , - La Ciudad por el río mana hacia el mar como un
semejantes a los encadenados círcu los que son las abceso ...
ondas de una concha, a la amplificación de clamores bajo
la ma~ Crusoe! Esta noche cerca de tu Isla, el cielo que se
aproxi ma loará al mar, y el silencio multiplicará la excla-
EL MURO mación de los astros solitarios.
Corre las cortinas; no enciendas:
El lienzo de muro está enfrente, para conjurar el cír-
culo de tu sueño. Es la noche sobre tu Isla y en su contorno, aqyí y allá,
Pero la imagen lanza su grito. donde qu iera se curva el impecable vaso del mar; es la
La cabeza contra una oreja del sillón grasiento, explo- noche color de párpados, sobre los caminos entretejidos
ras tus dientes con tu lengua: el sabor de las grasas y las del cielo y del ma~
salsas infecta tus encías. Todo es salado, todo es viscoso y pesado como la vida
y sueñas con las nubes puras sobre tu isla, cuando el de los plasmas.
alba verde crece lúcida en el seno de las aguas misterio- El pájaro se arrulla en su pluma, bajo un sueño acei-
sas. toso; el fruto vano, sordo de insectos, cae en el agua de
Es el sudor de las savias en exilio, la suarda amarga de las caletas, cavan do su ruido.
las plantas silicuosas, la insinuación acre de los manglares La isla se adormece e ntre el circo de vastas aguas,
carnosos y la ácida delicia de una negra sustancia en las lavada por cálidas corrientes y grasas lechadas, en la fre-
vainas. cuentación de légamos suntosos.
Es la miel silvestre de las hormigas en las galerías de l Bajo los manglares que lo fecundan, lentos peces
árbol muerto. entre el cieno han descargado burbujas de su cabeza
Es un sabor de fruto verde que acidula el alba que chata; y otros que son lentos, manchados como reptiles,
bebes: el aire lechoso enriquecido con la sal de los ali- velan. - Los légamos son fecundados.-Oye chasquear a
sios ... las huecas bestias en sus conchas.-Sobre un trozo del
Alegría l oh alegría desatada en las alturas del cielo! Las cie lo verde hay un humo apresurado que es e l enmara-
telas puras resplandecen, los invisibles atrios están sem- ñado vuelo de los mosquitos.- Los gri llos bajo las hojas
brados de hierbas y las verdes delicias del suelo se pin- se llaman dulcemente .-Y otras bestias que son dulces,
tan al siglo de un largo día. atentas a la noche , cantan un canto más puro que el
anuncio de las lluvias: es la deglutinación de dos perlas
LA CIUDAD hinchendo su go llete amarillo ...
Vagido de las aguas girantes y luminosas!
La pizarra cubre sus techos, o bien la teja en que Corolas, bocas de moaré: e l duelo que apu nta y se
vegetan los musgos. ensancha! Son grandes fl ores móviles en viaje, flores
Su aliento se vierte por el tiro de las chimeneas. vivientes para sie mpre, y que no cesarán de crecer- por
Grasas! el mundo ...
Olor de los hombres urgidos, como de un soso mata- Oh el color de las brisas circulando sobre las aguas
dero! agrios cuerpos de las mujeres bajo las faldas! calmas,
Oh ciudad contra el cielo! las palmas de las palmeras que se menean!
Grasas, aspirados alientos, y el vaho de un pueblo con- y ni un lejano ladrido de perro que signifique la choza;
taminado - pues t oda ciudad se ciñe de inmundicia. que signifique la choza y el humo de la tarde y las tres

18
Biblioteca de México
piedras negras bajo el olor de pimiento, y qué queja entonces en boca del lar, una noche de
Pero los murciélagos cortan la noche blanda con pe- largas lluvias en marcha hacia la ciudad, removía en tu
queños gritos, corazón el oscuro nacimiento del lenguaje:
""De un luminoso exilio -y más lejano ya que la ro-
Alegria! oh alegria desat ada en las alturas del cielo l dante tempestad- cómo guardar las vías, oh Señor. que
",Crusoe! estás ahn Y tu rostro se ofrece a los signos me habíais entregado?
de la noche, como una invertida palma de la mano, "",Sólo me dejarás esta confusión de la noche, des-
pués de haberme, en un tan largo día nutrido con la sal
VIERNES de tu soledad,
"testigo de tus silencios, de tu sombra y de tus gran-
Risas bajo el sol. des gritos?"
marfil! genuflexiones tím idas, las manos en las cosas - Así te quejabas. en la confusión de la noche,
de la tierra", Pero bajo la oscura ventana, ante el lienzo de muro
Viernes! qué verde era la hoja, y qué nueva tu som- frontero, cuando no podías resucit ar el esplendor perdi-
bra, las manos tan largas hacia la tierra cuando, cerca del do,
hombre t aciturno, meneabas bajo la luz la azul corriente abriendo el Libro,
de tus miembros! paseabas un desgastado dedo por sobre las profecías,
- Ahora te han obsequiado un rojo andrajo, Bebes el y luego, fija la mirada en el espacio, esperabas el instante
aceite de las lámparas y robas en la despensa; deseas las de la partida, el levantarse del gran viento que te dese-
faldas de la coci nera que es gorda y o lorosa a pescado; llaría de un golpe, como un tifón, partiendo las nubes
miras en el cobre de tu librea tus oJos que se han hecho ante la espera de tus ojos,
embusteros y tu ri sa, vicioso,
ESCRITO EN LA PUERTA
EL LORO
Honro a los vivos, rostro tengo entre vosotros,
Este es otro, y el uno habla a mi diestra entre el rumor de su alma
Un marino tartamudo lo había dado a la vieja que lo y el otro cabalga los bajeles,
vendió, Está sobre el rellano, cerca de la lumbrera, allí el Caballero se apoya en su lanza para beber
donde se mezcla al negror la sucia bruma del día color (Sacad a la sombra, sobre su umbral, la si lla pintada del
de callejón, anciano,)
Con un doble grito, a la noche, te saluda, Crusoe,
cuando, subiendo de las letrinas del patio, abres la puer-
ta del pasillo y levantas ante ti el astro precario de tu
lámpara, Vuelve su cabeza para volver su mirada, Hom- H onro a los vivos, gracia tengo entre vosotros,
bre de la lámpara l qué quieres de él1., Miras el ojo Decid a las mujeres que nutran,
redondo bajo el polen averi ado del párpado; miras el se- que nutran sobre la tierra ese delgado hilo de humo",
gundo círculo como un anillo de muerta savia,Y la pluma y el hombre marcha entre sueños y se encamina
enferma se remoja en el acuoso excremento, hacia el mar
Oh miserial Apaga tu lámpara, El pájaro lanza su grito, y el humo se levanta el extremo de los promon-
t orios,
EL PARASOL DE PIEL DE CABRA

Est á entre el olor agrio del polvo, bajo el alero del gra-
nero, Está bajo una mesa de tres patas; está entre la caja Honro a los vivos, prisa tengo entre vosotros,
de arena para la gata y el tonel desaherrojado en que se Perros, zus! mis perros, os silbamos",
hacina la pluma, y la casa cargada de honores y el año amarillo entre
las hojas
EL ARCO nada son para el corazón del hombre si en el lo piensa:
t odos los caminos del mundo nos comen en la mano'
Ante los sil bos del hogar, transido bajo tu hopalanda
floreada, miras ondu lar las dul ces aletas de la Ilama,- Pero
un chasquido agrieta la cantante sombra; es tu arco, guin-
dado, que se rompe , Y se abre a todo lo largo de su
..
fibra secreta, como la vai na muerta en las manos del ár-
bol guerrero,

LA SEMILLA

En una maceta la enterraste: la purpúrea semilla adhe-


rida a tu traje de piel de cabra,
y no ha germinado,

EL LIBRO
D ibUJO de Perse hecho a los I l añas

19
Biblioteca de México
A primera lectura este poema pare- ceptos.Y ciertamente, esta lógica de la Como toda obra difícil, no han fal-
cerá un tanto oscuro, confuso y sin imaginación se precisa en este caso, y tado las interpretaciones, la mayor
enlace alguno. Fácil será catalogarlo nada como ella para el avalúo del parte innecesarias e infantiles. La que
entre los muchos trabajos épatants poema de Perseo Pedir a un trabajo nos da Lucien Fabre, no obstante, es
aparecidos recientemente. Mas si un imaginativo como éste que se sujete a digna de atención y sin duda la más
lector empeñoso lo lee y relee vanas las reglas de la lógica conceptual, es feliz que se ha encontrado hasta hoy.
veces, como recomienda Larbaud, inútil y fuera de todo propósito ar- Según él, las diez divisiones del
empezará a sospechar y percibir que tístico: qué mejor que dejar que las poema pueden titularse así:
el poema tiene una definida aunque imágenes caigan en nuestra imagina-
peculiar secuencia y que es una sene ción sucesivamente, sin preocuparnos I Llegada del Conquistador a la ciudad
de magníficas imágenes de marchas a por de pronto de la razón de ser de que ha de construir.
través del Asia Menor, de conquistas cada una de ellas, ni de la aparente 11 Trazo del plano de la ciudad.

y descubrimientos de vastas regio- arbitrariedad de su secuencia. Sólo así 111 Consultas con los augures.

nes, de fundación y destrucción de se irá desentrañando el corazón del IV Fundación de la ciudad.

ciudades, de civilizaciones y costum- poema y se comprenderá la distancia V Inquietud por nuevos descubrimientos

bres del antiguo Oriente. a que está de lo que es realmente y conquistas.


Sin duda esta oscuridad e incon- caótico e infantil. VI Maduración de los planes y proyectos
sistencia aparentes débense en parte En las líneas precedentes me he de nuevas conquistas y fundaciones
a una deliberada supresión de nexos, referido a Anabasis como a un de ciudades.
de descri pciones superfluas, de lazos poema. Así es; pues nadie podrá lla- VII Decisión del Conquistador de mar-
de unión o lo que Lucien Fabre llama mar simplemente prosa a la obra de char nuevamente.
con este motivo "eslabones de la ca- Perseo Mucho menos aquella dudosa VIII Marcha a través del desierto.
dena"; pero nunca a incoherencia o prosa poético, término que viciosa- IX Llegada del Conquistador al umbral
amor por la criptogramia tan en mente diose en aplicar a ciertos per- de un nuevo y vasto territorio.
boga actualmente y que parecen ser fumados caramelos de fin de siglo. x Aclamaciones, festividades, reposo. y

O CTAV IO G. B ARREDA

ANA BASIS
DE SAINT-JOHN PERSE*
por ahora virtudes entre cierta poe- Anabasis es sencillamente poesía en de nuevo la obsesión de partir: mas
sía contemporánea. Sin embargo, prosa, como pudo haberlo sido en esta vez a través de los mares.
este método de abreviaciones, de versos. Poesía, no sólo por los méto-
pasos imprevi stos de un motivo a dos que pudiéramos llamar gráficos, Todo esto sin alegorías o símbolos
otro sin previa explicación, es todo sino también por esa secuencia, esa entretejidos: meras descripciones casi
un estilo - no muy novedoso por lógica de imágenes, ese juego de objetivas. La simple lectura de esos
cierto- que cae precisamente den- metáforas, y sobre todo por ese títulos bastará para ver que la palabra
tro de los propios límites de la poe- tono de declamación ?ese corte de anabasis no tiene ninguna referencia
sía verdadera. acentos y pausas y espacios? que con las marchas de los Diez Mil, ni con
En realidad, la oscu ridad o difi- con stituyen indisputablemente las ningún determinado lugar del Asia, y
cu ltad principal de Anabasis, es otra: características de la poesía. mucho menos se podría hacer la grá-
el orden en que van sucediéndose y y como todo verdadero poema, fica de estas migraciones. Pero sólo ha
agolpándose las imágenes o escenas, el de Perse está dentro de un marco usado la palabra en el sentido literal
el juego de la imaginación del autor, - hay todo un propósito, una danza- de la misma, a la manera como lo hizo
esa sucesión y torbellino de metáfo- en el que se han suprimido cuida- Jenofonte.
ras imprevistas, esa danza de fiebres. dosamente detalles ociosos de lógica Esta sinopsis de Fabre, que debe-
Una dificultad de orden más que de conceptual o gramatical para darle mos olvidar tan pronto como nos
línea o fondo. así esa vertiginosa serie de imágenes, hayamos familiarizado con el poema,
ese maravil loso remolino de metáfo- es suficientemente explicativa y no
T S. Eliot, a propósito del poema, ras y producir, en el movimiento to- creo que haya necesidad de decir
nos vuelve a confirnnar que existe una tal, el fin único del poema: una de las algo más acerca del poema en sí, el
lógico de la imaginación, de igual ma- más intensas impresiones poéticas cual se ha llegado a comparar, en
nera que existe una lógica de con- del Oriente. (Perse es uno de los trascendencia e importancia, al tra-
orientalistas más famosos, habiendo bajo de Joyce, el Anna Livia Plurobe/le.
• Tomado de ET úETERA. núm. 29. enero-marzo vivido en el lejano Oriente, y en los Anabasis es ya ampliamente co-
de 1961. Guadala¡ara. JaliSCO. México. trópicos, durante largos años.) nocido en muchos países de Europa.

20
Biblioteca de México
Entre 105 comentarios o ensayos
que se han escrito sobre él, señalaré
como 105 más importantes la intro- ANABASIS
ducción que a la traducción alemana
de Hugo van Hofmansthal y el pró- CA N TO
logo de Valéry Larbaud que figura en
la traducción al ruso. El prefacio de T Bajo las hojas de bronce nacía un potro, Un hombre puso en nuestras manos
S, Elliot a la traducción que él mismo bayas amargas. Extranjero, Que pasaba. Y he aquí que llegan rumores de otras
hizo al inglés, contiene también provinCias a mi gusto", "Te saludo, hija, bajo el más imponente de 105 árboles
datos de interés, así como las líneas del año",
informativas que Lucien Fabre le Porq ue el 501 entra al signo del León y el Extranjero ha puesto su dedo en
consagra en Les Nouvel/es Littéroires. la boca de los muertos, Extranjero, Que reía. Y nos habla de una hierba Ah l
Acerca de esta traducción, sólo qué de soplos de provincias l Qué amplitud y bienestar en el camino, y cÓm~
quiero agregar que he respetado la trompeta alegra mi corazón y la pluma docta en el escándalo del ala'."
hasta la aparentemente arbitraria "Alma, noble niña, tú tenías tus maneras que no son las nuestras" ,
puntuación del original, y que he evi- Bajo las hojas de bronce nació un potro. Un hombre puso en nuestras
tado cuant o me ha sido posible alte- manos estas bayas amargas. Extranjero. Que pasaba. Y de un árbol de bron-
rar, por medio de sinónimos o tér- ce llega un gran rumor de voces. Betumen y rosas, don del canto l Rayo y fiau-
minos equivalentes, 50 pretexto de tas ~n las salas' Ah' qué sensación de holgura en el camino, ha' qué de cosas
mayor claridad, el texto de Perse, ya al ano, y el Extranjero a su manera por 105 caminos de la tierra l". "Te saludo,
hija, bajo el manto más rico del año".
que el autor ha medido hasta lo in-
finito el valor y peso de cada cláu-
sula, de cada palabra y de cada co-
Al auspicio de tres magníficas estaciones me he establecido dignamente, y
ma, De esta manera, posiblemente
puedo augurar la bondad del suelo donde he fundado mi ley.
choque a muchos que, por ejemplo,
Bellas en la mañana las armas y el mar. La tierra sin almendras para nues-
105 signos de admiración e interro- tros caballos en plena libertad
gación no vayan de acuerdo con las nos da este cielo incorruptible .Y el 501 no es nombrado, mas su fuerza está
reglas - fáciles reglas por otro lado- entre nosotros
de la gramática castellana oficial, y y el mar en la mañana como una presunción del espíritu.
que sigan más o menos la más hu-
mana y fiexible manera con que se Fuerza, tú cantabas en nuestras rutas nocturnas l ", En 105 idus puros del día,
usan en el francés o inglés. Nuestros qué sabemos del sueño, nuestra herencia?
signos tan primitivos y tan poco dúc- Todavía un año más entre vosotros! Maese del grano, maese de la sal, y la
tiles, difícilmente hubieran podido cosa pública en fieles balanzas'
rendir esa sensació n de fi uidez, de No llamaré a las gentes de la otra orilla, No trazaré 105 grandes
agua en desliz que tiene el poema en cuarteles de las villas sobre las cuestas con azúcar de corales. Sólo tengo
su idioma original. Creo que esta pe- el deseo de vivir entre vosotros,
queña alteración no tiene realmente Gloria al umbral sagrado de las tiendas' mi fuerza entre vosotros' y la idea
importancia y evita en cambio que la pura como una sal dando sus audiencias en la luz del día,
atención del lector se distraiga con , , ,Es así como yo perseguía la ciudad de vuestros sueños y dejaba en 105
multitud de ganchos y bastones, a la desolados mercados este comercio puro de mi alma, entre vosotros
invisible e insistente a la manera de un fuego de espinas en pleno viento.
manera de excesivas y molestas se-
Fuerza, tú cantabas en nuestras rutas espléndidas'". "En la delicia de la sal,
ñales de tráfico. Hasta la página pare-
qué agitación y tumulto de lanzas". Reviviré con sal las bocas muertas del
cerá más limpia.
deseo'
A aquel que, alabando la sed, no ha bebido en un casco el agua de las are-
nas,
le fío poco en el comercio del alma"," (Y el 501 no es nombrado, mas su
fuerza está entre nosotros,)
Hombres, gentes de polvo y gentes de todas condiciones, gentes de nego-
cios y desahogo, gentes de las fronteras y gentes de otras partes, oh! gentes
SA1NT .J OHN PER,E de poco peso en la memoria de estas tierras; gentes de los valles y de las lla-
nuras y de las más altas colinas de este mundo cayendo sobre nuestras ribe-
ras; husmeadores de signos, de semillas, y auscultadores de vientos en Occi-
dente; perseguidores de huellas de animales, de estaciones, exploradores que

AMER5 levantan campamento al primer soplo de la aurora; oh' buscadores, oh'


encontradores de razones para huir siempre,
no traficáis con una sal más fuerte que ésta, cuando, en la mañana, en un
presagio de reinos y de aguas muertas suspendidas altamente sobre 105
humos de la tierra, 105 tambores del destierro despiertan en las fronteras
a la eternidad que bosteza sobre las arenas,
",Con el manto más puro entre vosotros, Entre vosotros por un año más.
"Mi gloria en los mares, mi fuerza entre vosotros'
A nuestro destino prometido este aliento de otras playas, y llevando más
allá las semillas del tiempo, el esplendor de un siglo en pleno apogeo en el fiel
Portada de Ame", Gallimard, 1957 de una balanza","

2'
Biblioteca d e M é xico
Matemáticas pendientes de los bancos de sal!Y en el punto sen-
sible de mi frente, donde el poema se cristaliza, grabo este canto de
todo un pueblo, el más ebrio de delirio,
que arrastra a nuestras playas carenas inmortales!

11
En las tierras más frecuentadas, ahí los silencios más grandes, en las
tierras más frecuentadas de gri ll os al mediodía.
Yo camino, tú caminas por un país de altas laderas cubiertas de
toronjil, donde están tendidas a secar las ropas blancas de los Gran-
des.
Nosotros, para no hallarla, saltamos la túnica de la Reina, toda de
encajes con dos franjas de color moreno (ah! cómo el cuerpo ácido
de una mujer sabe manchar una túnica en el lugar de las axilas!)
Saltamos también la túnica de Su hija, toda de encajes con dos
franj as de color intenso (ah' cómo la lengua del lagarto sabe atrapar
las hormigas en e l lugar de las axilas!)
y posibl emente aún no termina el día cuando el mismo hombre
ya arde en deseos por una mujer y su hija.
Ri sa sabia de los muertos, dejad que nos monden estos frutos' ...
Cómo! acaso no hay más gracia para e l mundo bajo la rosa silves-
tre?
Llega, de este lado del mundo, un intenso mal violeta en las aguas.
El viento asciende. Viento del mar: Y la ropa a secar
vuela! Como un sacerdote hecho pedazos ...

111
El hombre sale a la cosecha de cebada. No sé qué voz potente ha
hablado sobre mi techo. Y he aquí que estos Reyes se han sentado
a mi puert a.Y el Embajador come en la mesa de los Reyes. (Dejadlos
que coman de mi grano!) El Verificador de pesas y medidas des-
ciende por los ríos enfáticos con toda clase de restos de insectos
Salnt-John Perse en 1954, en la isla Monhegan en el Maine
y de briznas de paja en las barbas.

Sol, estamos perplejos de ti! Nos has dicho tales mentiras' ... Instigador de pleitos, de discordias' repleto de insultos
y escándalos, oh Revoltoso' revienta la almendra de mi ojo' Mi corazón pía de gozo bajo la magnificencia de la cal, el
pájaro canta: "oh senectud' ...", los ríos en sus lechos como gritos de mujeres y este mundo aún más bello

que una piel de morueco teñida en rojo!

Ha' más generosa la historia de estas hojas al pie de nuestros muros, y el agua más pura que la de los sueños, gra-
cias, gracias le sean dadas por no ser un sueño! Mi alma está llena de desengaños, como el ágil y fuerte mar bajo la
evocación de la elocuencia' El olor penet rante me envuelve. Y la duda se alza de la realidad de las cosas. Mas si un
hombre acaricia su t risteza, traedle a la luz! y mi consejo es que se le mate , porque de lo contrario,
habrá una sedición.
O mejor decidle: has de saber, Retórico! Que nuestras ganancias son incalculables. Los mares furti vos en sus estre-
chos no han tenido nunca juez más severo! Y el hombre entusiasmado por cualquier vino, con su corazón salvaje y
zumbando como un pastel de moscas negras, empezará a decir cosas como éstas: " ... Rosas, púrpura delicia: la tierra
vasta a mi deseo, y quién fij ará los límites esta noche? ... La viol encia en el corazón del sabio, y quién fija rá ahí los lími-
tes en esta noche? ... Y un tal, hijo de un tal, hombre pobre,
llega al poder de los signos y los sueños.

"Trazad las rutas por donde partan las gentes de todas las razas, mostrando ese color amaril lo del talón: los prín-
cipes, los ministros, los capitanes de voces engoladas; todos aquellos que han hecho grandes cosas, y esos otros que
ven en sueños esto o aquello ... El sacerdote ha dictado sus leyes contra el apetito de las mujeres por las bestias. El
gramático escoge el aire libre para lugar de sus disputas. El sastre cuelga de un viejo árbol un flamante hábito de her-
mosísi mo terciopelo.Y e l ho mbre tocado de gonorrea lava su ropa en el agua pura. Se arroja al fuego la evacuación
del enfermizo y el o lor llega hasta el remador en su banco,
o lor que le deleita".

El hombre sale a la cosecha de cebada. El o lor penetrante me envuelve, y el agua más pura que en Jabal se desli-
za con rumor de otras épocas ... En e l día más largo del año ya calvo, alabando la tierra bajo las hierbas, yo no sé quién
ha seguido tan estrechamente mis pasos. Y con los muertos bajo la arena y el orín y la sal de la tierra, lo mismo que
con la vaina cuyo,grano ha sido dado a los pájaros. Y mi alma, mi alma vela estrepitosamente a las puertas de la muer-
te . - Pero di al PnnClpe que calle: clavado, en la lanza en medio de nosotros,
este cráneo de caballo!

22
Biblioteca de México
IV
Así es el mundo y no puedo más que hablar bien de él - Fundación de la ciudad. Piedra y bronce. Fuego de espinas
en el alba
dejaban desnudas estas enormes
piedras verdes y aceitosas como cimientos de templos, de letrinas,
y el marinero en el mar alcanzado por nuestros humos veía cómo la tierra cambiaba hasta la cumbre su imagen
(enormes artlgas vistas desde vanas millas y aquellos trabajos de captación de aguas vivas en las montañas).

Así fue fundada la ciudad y puesta en la mañana bajo las labiales de un nombre puro. En las colinas, los cam-
pamentos comienzan a desaparecer! Y nosotros que estamos allá, sobre las crujías,
cabeza desnuda y pies desnudos en el frescor del mundo,
qué tenemos que reírnos, pero qué tenemos que reírnos, en nuestros sitios, del desembarque de un cargamento
de mujeres y de mu las?
y qué hay que decir, desde en el alba, de toda esta gente bajo las velas? -Remesas de harinas que llegan! ... Y los
veseles más altos que Ilión bajo el blanco pavo real del cielo, que después de haber pasado la barra, se detienen
en ese punto muerto donde fiota un asno muerto. (El caso es decidir el porvenir de este río pálido, sin destino,
de un color de saltamontes aplastados en plena savia.)
En el fresco estrépito de la otra orilla, los herreros son maestros de sus fuegosl Los chasquidos de los látigos des-
cargan en las recientes vías carretadas de males incubados. Oh mulas, nuestras tinieblas bajo el sable de cobre! cua-
tro cabezas reacias al nudo del puño forman un vivo corimbo en el azul del cielo. Los fundadores de asilos reúnense
bajo un árbol y les vienen ideas acerca de los lugares que hay que escoger. Ellos me enseñan el sentido y objeto de
las construcciones: lado adornado, lado ciego; las galerías de laterita, los vestlbulos de piedras negras y las piscinas de
clara sombra para las bibliotecas; los edificios fresquísimos para los productos químicos. Y luego llegan los banqueros
que silban en sus lIaves.Y ya por los arrabales un hombre cantando solo, de aquellos que pintan en sus ceños las cifras
de sus Dioses. (Crepitar incesante de insectos en este lugar de desperdiciosl) ... Y no es el momento de deciros nues-
tras alianzas con las gentes de la otra ribera; agua ofrecida en odres, prestaciones de animales, para los trabajos del
puerto y los príncipes a quienes se paga en tributos de pescados. (Un niño triste como la muerte de los monos -su
hermana mayor de singular hermosura- nos ofrecía una codorniz en una zapatilla de satín rosa.)

... Soledad l huevo azul que pone un enorme pájaro marino, y las bayas en la mañana todas cubiertas de limones
de oro l - Fue ayer! El pájaro ha volado!
Mañana las fiestas, el clamor, las avenidas plantadas con árboles leguminosos, y los hombres de la limpia arrastran-
do al amanecer grandes haces de palmas muertas, restos de alas gigantescas ... Mañana las fiestas,
la elección de magistrados del puerto, las vocalizaciones en los arrabales y, bajo las tibias incubaciones de la t or-
menta,
la ciudad amarilla, encasquetada en sombra, con los pantalones de sus muchachas fiotando en las ventanas .

. . . En la tercera luna, aquellos que velaban en las crestas de las colinas replegaron sus lonas. El cuerpo de una mujer
fue quemado en las arenas. Y un hombre avanzó a la entrada del Desierto - profesión de su padre: mercader de fras-
cos de perfumes.

V
Para mi alma complicada en remotos asuntos, cien hogueras de pueblos avivadas por el ladrar de perros ...
Soledad l inmoderados partidarios nuestros se jactaban de nuestras hazañas, mas nuestros pensamientos ya acam-
paban al pie de otros muros ...
"A nadie he dicho que espere ... Os odio a todos, dulcemente ... Y qué puede decirse del canto que nos habéis pla-
giado? .."
Señor de un pueblo de imágenes conducido a los Mares Muertos, dónde encontrar el agua nocturna que lave nues-
tros ojos?
Soledad l... Escuadrones de estrellas que pasan al borde del mundo, y arrastran a las cocinas un luminar doméstico.
Los Reyes Confederados del cielo que traen la guerra sobre mi techo y, maestros de alturas, ahí establecen sus
vlvacs.
Dejadme solo con las brisas de la noche, entre los Príncipes panfietarios, en medio de la lluvia de las Biélides! ...
Alma unida en silencio al betumen de los Muertos l nuestros párpados cosidos con agujas l bendita la espera bajo
nuestras pestañas!
La noche da su leche, oh estad alerta! y dejad que un dedo de miel resbale en los labios del pródigo: .
" .. .Fruto de la mujer, oh, hembra de Sabal ..."Traicionando el alma menos sobria e indignado por las pestilenCias puras
de la noche,
me alzaré en mis pensamientos contra la fuerza del sueño; huiré con las ocas salvajes, en el desabrido olor de la
mañana! ...
- Ha! cuando la estrella germinaba por las noches en las barriadas de las mozas de servicio, sabíamos acaso el gran
número de lanzas nuevas
que ya buscaban en el desierto los silicatos del Estío? ... "Aurora, tú narrabas ..." Abluciones a las orillas de los Mares
Muertos!
aquellos que se han tendido desnudos en la estación inmensa se levantan en multitud sobre la tierra - se levantan
en multitudes y gritan . . _ _
que este mundo está loco!. .. El anciano parpadea en la luz amarilla; la mUjer se estira de una a una;

23
Bibliote ca de M éx ico
y el potro pringoso hunde su hocico barbudo en la mano del niño, que aún no ha pensado en saltarle un ojo",
"Soledad! Yo no he dicho a nadie que espere", Me iré cuando yo quiera, por al lá"," -y e l Extranjero, todo arropado
en sus nuevos pensamientos, se hace todavía de más partidarios por medio del silencio: su ojo está lleno de una
saliva,
y no hay más sustancias de hombre en él.Y en sus semillas aladas, la tierra, como un poeta en sus meditaciones, viaja",

VI
Todopoderosos con nuestros magníficos gobiernos militares, con nuestras perfumadas mujeres vestidas de soplo, estas
telas de seda,
apostamos en altos lugares nuestros cepos de felicidad ,
Abundancia y bienestar. felicidad! De esta manera, por mucho tiempo nuestros vasos en los que el hielo tintinaba,
como Memnon",
y refiejando un haz de luces en los ángulos de las terrazas, grandes bandejas de oro en manos de las doncellas,
segaban el tedio de las arenas hasta la raíz del mundo,
Después vino un año de vientos de Occidente y en nuestros techos lastrados de piedras negras, todo un tema de te-
las vivas fiotando en la delicia de la amplitud, Los jinetes sobre las crestas de los cabos, asaltados por águilas de luz y nu-
triendo en la punta de las lanzas las catástrofes puras del buen tiempo, publicaban sobre los mares una ferviente crónica:
Ciertamente! una historia sólo para hombres, un canto de fuerza para hombres, como un tremor del espacio entre
las ramas de un árbol de hierro!. .. leyes promulgadas en las otras orillas, y las alianzas obtenidas por medio de muje-
res en el seno de pueblos disolutos; grandes territorios vendidos a gritos de remate en la infiación del sol, las altipla-
nicies pacificadas y las provincias puestas a precio en el olor solemne de las rosas".
Aquellos que al nacer no han husmeado tales ascuas, qué hacen entre nosotros? y es posible que puedan tener
algún comercio con los seres vivos? "Es asunto vuestro y no mío el de reinar sobre la ausencia"." Para nuestro propio
provecho, los que estábamos allá, forzamos en las fronteras accidentes extraordinarios, y nos dejamos llevar hasta el
límite de nuestras fuerzas; nuestra alegría entre vosotros fue una inmensa alegria:
"Conozco bien esta raza agazapada en las laderas: jinetes desmontados labrando la tierra. Id y decidles: un inmenso peli-
gro está próximo a correr entre nosotros! hechos incontables e infinitos, destructoras y potentes voluntades y el poder
del hombre consumado como la uva en la vid ... Id y decid les claramente: nuestros hábitos de violencia, nuestros caballos
sobrios y ágiles en las semillas de revueltas y nuestros cascos olfateados por el furor del día... En los países agotados en

24
Bibliote ca d e México
que hay que regenerar. .
las costumbres, y tantas familias por componer a la manera de J·aulas de ,. ·Ib d
paJaros SI a ores nos
veréis , en toda la diversidad de nuestras
. . maneras de ser, anmadores de naciones a la sombra de vast os angares, l
h '
ectores
de bulas y decretos en voz alta, y veinte pueblos al abngo de nuestras leyes hablando todas las len
''Y ya sabéis la historia de sus gustos: los caprtanes pobres a lo largo de las vías inmortales Io~unasota··· bl II d
turbas a saludarnos, to d I bl · , ··1d I - ' es ega os en
.. a .a po . aClon Vlrl
. , e ano llevando en sus báculos a sus dioses' y los pn'ncl·p es cal'd os en Ias are-
nas del Norte, sus hijas tnbutanc;s prodigando nos las seguridades de su fe, y el Maestro que dice: confío en mi suerte ...
"O bien, vosotros les contareis las cosas de la paz: en los países infestados de bienestar un olor de foro y de muje-
res núbiles, las monedas amarillas, sonido puro, manoseadas bajo las palmas, y los pueblos en marcha sob fi rt
. ·1· ' fi d · f1 . re ue es
especias -<:lotaclones mi Itares, gran tra ICO e In uenClas en las meras barbas de los ríos, el homenaje de un podero-
so vecino sentado a la sombra de sus hijas y los mensajes cambiados en laminillas de oro, los tratados de amistad
de delimitación, las convenCiones de pueblo a pueblo para la captación de aguas, y los tributos recaudados en las regi;
nes entuslasmadas l (construcciones de Cisternas, de granjas, de barracas para la caballería -embaldosados de un vivo
azul y caminos de ladrillos rojos -el desahogado y lento desdoblamiento de telas, las confituras de rosas en miel y el
potro que nos ha nacido en:.re los bagajes del ejercito -el desahogado y lento desdoblamiento de telas y, al través de
los espejos de nuestros suenos, el mar que oXida las espadas, y el descenso, una noche, en las provincias marítimas,
hacia nuestras tierras de gran OCIO y haCia nuestras mUjeres
"perfumadas, que nos calmarán con un soplo, estas telas de seda...")

-Así frecuentemente nuestros umbrales acosados por un extraño destino y, en los precipitados pasos del día, de
este lado del mundo, el más vasto, donde el poder se destierra cada noche, toda una vi udez de laurelesl
Pero al anochecer, un aroma de violetas y de tierra húmeda en las manos de las doncellas de nuestras mujeres,
perfumaba nuestros planes de conquista y fortuna
y los vientos acallados recogíanse en el fondo de los golfos del desierto.

VII
No habitaremos siempre en estas tierras amarillas, nuestra delicia ...
El Estío más vasto que el Imperio cuelga sobre las mesas del espacio varios jardines de climas. La tierra vasta en su
área rueda pródigamente su débil ascua cubierta de cenizas. - Color de azufre, de miel, color de cosas inmortales,
toda la t ierra enyerbada alumbrándose con la paja del otro invierno -y de la esponja verde del único árbol, el cielo
extrae su jugo violeta.
Un lugar de rocas de mica l Ni un solo grano en las barbas del viento. Y la luz, como un aceite. - De la fisura de los
párpados me ligo al fil o de las ci mas, y conozco la roca agallada, los enjambres de si lencio en las colmenas de la luz;
y mi corazón cuida de una familia de acridios ...
Camellos dulces en el esquileo, cosidos con cicatrices malvas, dejad que las colinas se encaminen bajo los datos del
sol agrario - dejad que caminen en silencio sobre las incandescencias pálidas de la llanura; y que se arrodillen al final,
en la humareda de los sueños, allá donde los pueblos se aniquilan entre el polvo muerto de la tierra.
Estas son las enormes líneas silenciosas que se dispersan en el azu leo de las viñas improbables La ti erra en más de
un punto madura las violetas de la tormenta; y estas humaredas de arena que se alzan en el sitio de los ríos muer-
tos, como faldones de siglos en viaje ...
Con voz más profunda para los muertos, con voz más profunda en el día. Tanta du lzura en el corazón del hom-
bre, es posible que no llegue a encontrar su medida? .. "Te hablo, alma mía l - mi alma ensombrecida por el perfume
de un caballo!"y algunos grandes pájaros terrestres, navegando en el Oeste , imitan a satisfacción a nuestros pájaros
marinos.
Al oriente del cielo tan pálido, como un lugar santo sellado por la ropa blanca del ciego, nubes estáticas se agru-
pan en el sitio donde los cánceres del alcanfor y del cuerno giran ... Rachas de humo que un viento nos disputa l la tie-
rra t oda ten sa en sus barbas de insectos, la tierra dando a luz maravillas!. ..
y al mediodía, cuando el junípero hace estallar las lápidas de las tumbas, el hombre cierra sus párpados y refresca
su nuca a t ravés de las edades ... Cabalgatas de sueños en el lugar de los polvos muertos, oh sendas vanas que un
soplo barre hasta nuestros piesl dónde encontrar; dónde encontrar los guerreros que guardan los ríos en sus nupcias?
Al rumor de grandes aguas en desliz sobre la tierra, t o da la sal de la tierra se escalofría en los sueños. Y de pron-
to, ah! de pronto, qué quieren esas voces? Levantad una multitud de espejos sobre el osario de los ríos, y dejad que
ellos apelen en la secuencia de los siglosl Levantad piedras en mi honra, levantad piedras al silencio; y a la guarda de
estos lugares, cabalgatas de bronce verde por las ampl ias calzadas!..

(La sombra de un gran pájaro me pasa por la cara.)

VIII
Leyes acerca de la venta de jumentos. Leyes nómadas. Y nosotros igualmente. (Color de hombres.)
Estas altas trombas en viaje, nuestras compañeras; clepsidras en marcha sobre la tierra, .
y los solemnes chubascos, de una sustancia maravil losa, tejid os de polvos e insectos, que persiguen a nuestros pue-
blos por las arenas como un fuerte impuesto.
(Cuánta ausencia consumada a la medida de nuestros corazones!)

No es que la etapa fuera estéril : al paso de las bestias sin alianzas (nuestros caballos sin tachas ante los oj,os de los
mayores), multitud de cosas llevadas a cabo en las tinieblas del espíritu, -multitud de cosas .ociosas en los limites del
espíritu -increlbles historias seléucidas al rumor de las fron das y la tienra entregada en explicaCiones ...

2S
Biblioteca de México
Expedició n en Mongolia. mayo de 1921

Otra cosa: las sombras -estas prevaricaciones del cielo contra la tierra ...
Jinetes a través de tales familias humanas, en donde los odios silbaban a veces como paros, deberemos agitar nues-
tros fuetes contra las palabras castradas de la felicidad? - Hombre, has de pesar tu peso con trigo. Un país aquí no es
lo que yo quiero. Qué me ha dado e l mundo que no sea este o leaje de hierbas? ...
Hasta el lugar llamado del Árbol Seco:
y el famélico relámpago me asigna estas provincias en Occidente.
Pero más allá están los grandes ocios, y en una inmensa
tierra de herbajes sin memoria, el año sin amarres ni aniversarios, aderezado con auroras y fuegos. (Matinal sacri-
ficio del corazón de un cordero negro.)
Caminos del mundo, os seguimos. Autoridad en todos los símbolos de la tierra.
Oh Viajero en el viento amari llo, sabor del alma! ... y el grano, dices tú, de la coca de Levante posee, al restregarse l
virtudes embriagantes.

Un gran principio de violencia comandaba nuestras costumbres.

IX
Después de tanto caminar en el Oeste, qué sabíamos de las cosas
perecederas? .. y repentinamente a nuestros pies las primeras humaredas ...
- Mujeres jóvenes! y la naturaleza de un país se perfuma toda:

".. .Te anuncio tiempos de gran calor y las viudas gimiendo por la disipación de los muertos.
Aquellos que envejecen en la costumbre y cuidado del si lencio, sentados en cuclillas sobre las alturas, contemplan
las arenas,
y la celebridad del día en las extrañas radas;
mas el placer comienza a germinar en el vientre de las mujeres, y en nuestros cuerpos de mujeres hay como un
fermento de uva negra, y con nosotros mismos ninguna tregua.

" ... Te anuncio tiempos de gran bonanza y la felicidad de las hojas en nuestros sueños.
Aquellos que conocen los veneros van con nosotros en este exilio; aquellos que conocen los veneros, nos di rán
por la noche
bajo qué manos opr'imidoras de la viña en nuestros vientres
nuestros cuerpos se llenarán de extraña saliva? (Y la mujer se ha acostado con el hombre sobre la hierba' ella se
levanta, arregla su cuerpo en desorden, y el grillo salta en su ala azul.) ,
" .. .Te anuncio tiempos de un gran calor; e igualmente la noche, al ladrar de los perros, trasega su placer en e l vien-
tre de las mUJeres.
Pero el Extranjero vive en su tienda, honrado con quesos y leches, con frutas. Se le ofrece agua fresca
para que enjuague su boca, y lave su rostro y su sexo.
En la noche le llevan hermosas mujeres infecundas (ah l más nocturnas en el día l) Y quizá también en mí satisfaga
su deseo. (Yo no sé cómo trate a las mujeres.)

"...Te anuncio tiempos de una gran bonanza y abundancia de fuentes en nuestros sueños.

26
Biblioteca de México
Abre mi boca en la luz. como rίncόn de miel entre las rocas Υ Sr
se encuentra alguna falta en mί. que se me repudre I de 10 contrarιo.
dejame que entre a la tienda. que entre desnuda. ceιτa del canta-

J-I.-!. ι?1'1.
ro. cabe la ti enda.
Υ companero inseparable del sepulcro. tύ me veras enmudecida
por largo ti empo bajo el arbol-nina de mis venas ... Un lecho de sύ ρlί ­
cas bajo la tienda. la estrella verde en el cantaro. Υ que este ΥΟ bajo
tu dominio i ninguna doncella bajo la tienda a no ser el cantaro de
agua fresca l (Υο se salir antes del alba sin que me srentan la estrella
verde. el gri llo en el umbral Υ el ulular de todos los perros del
mundo.)

'Te anuncio tiempos de gran bonanza Υ la dicha de la noche en


nuestros parpados perecederos ...
pero Ρ ΟΓ ahora aύn es de dίa l "

-Υ de pie sobre el filo resp landeciente del dIa. a los umbr-ales de


una tierra mas casta que la muer-te.
las muchachas orinaban abriendo las telas pintadas de sus mantos.

Χ
~ . . . . . r-{. ....
Escoge un ancho sombrero con ala facil de d omar~ ΕΙ ojo retlΌcede
mas de un siglo en las regiones del alma. Α traves de la puerta de cal
vrva se ven las cosas de la Ilanura: cosas Ilenas de vida.
excelentes l

saσί ficίοs de ροtιΌ S sobre las tumbas de los ninos. ρurίficacίόn de viudas en las IΌsas Υ acumulacιόn de pajaros ver-
des en las cuadras para honra de los ancianos;
mu ltitud de cosas sobre la tieITa para ο.ίr Υ ver. cosas vivientes entre nosotIΌs 1
celebracίόn de fiestas al aire libr-e conmemorando aniversarros de arboles coΓpulentos Υ ceremonras ρύblιcas en
honor de una chaιτa; dedicato.rias de ρίedι-a s negΓas. perfectamente pulidas. bύsquedas de fuentes en lugar-es muer--
tos. consagraciones de telas. clavadas en largas astas. al pie de los desfιladeΙΌS. Υ violentas exclamacro.nes. bajo los
mUΙΌS. por la mutίlacίόn de adultos en pleno so.l. ΡΟΓ la eχhίbίcίόn de sabanas nupciales I

au n otras cosas a la altura de nuestro.s o.jo.s: la limpia Υ cura de las bestias en las baπίadas. la agίtacίόn de las tur-
bas a la mera prese ncia de lo.s trasquilado.res. de los lrmprado.res de cloacas Υ de los castr-adores; especulacio.nes al
soplo de las cosechas Υ las hierbas segadas puestas a airear so.bre lo.s techados; la constι-uccιόn de cercos con tieITa
cocida Υ rOja. de soport ales para tendedero.s de carnes. de galerias para sacerdotes. de capitanIas; los patros enormes
del veterinario: la ρrestacίόn de servicio.s para la manutencίόn de caminos arrίeΙΌS. de caminos zrgzagueantes entre
las gargantas de las sierras; la fundacίόn de ho.spicio.s en solares abando.nados; las escrituras a la Ilegada de las carava-
nas Υ los lίcencίamίentos de las escoltas en las casas de lo.s cambistas; las popularidades cornenzando. a geΓmιnar bajo
los cobertizos. fr-ente a las cubas de frituras; los pro.testos de tίtulοs de credito: el extermrnio de bestias albrnas. de
gusanos blancos en el suelo.. los fuego.s de espinos Υ espinas en los sitios manchados de mueι-Ιe. la fabι-ίcacίόn de IΊCOS
panes de cebada Υ ajonjolI; α bien de espelta; Υ lo.s humos de la humanidad ΡΟΓ todas partes ...

ha l toda condίcίόn de ho.mbres. con su diversidad de modos Υ maner-as de ser: comedo.res de insecto.s. de frutas
de agua; po.rtado.res de emplastos. de ι-ίqueΖas; Υ el agι-ίcultοr Υ el no.ble a caballo: el acupuntado.r Υ el salinero; el pea-
jero.. el herreΓΟ: ve ndedΟΓes de azύcaι-. de canela. de copas ρaι-a beber de metal blanco Υ de lamρaι-as de cuer-no: el
que hace una vestimenta de cuero. sandalias de madera Υ bo.tones en fo.rma de acertunas; el que labι-a una tιeπa; Υ
los hombres sin nίngύn ofrcio ni benefrcio el ho.rlIbr-e del halcόn. el hοmbΓe de la fiauta. el ho.mbre de las abejas; el
que go.za en el timbre de su voz. el que se ocupa en contemplar una ρίedΓa verde; quren encrende para su pro.pro.
deleite un fuego. con los leno.s de su techo: quien trende sobI'e la t ieITa un lecho de ho.jas ΟIΟΙΌsas. quien se acuesta
Υ reposa; quien piensa en los dibujo.s de cer-amrcas veι-des par'a estanques ο Γecίρίentes de aguas vivas; Υ el que ha vra-
jado mucho Υ suena nuevamente en ρaι-Ιίι'; el que ha vivrdo en un paIs de Iluvias toITenciales; quien juega a los dados.
a la taba. con lo.s cubrletes; α quren ha extend rdo. en el suelo sus tablas de calculo: el que tiene sus ideas aceιτa del
uso de una calabaza; el que aITastr-a un agurla nιueι-Ιa como una caΓga de lena sοbι-e las huellas de paso.s ( Υ la pluma
se regala. no. se ven de. para guar-necer las fiechas). el que ι-ecoge polen en una vasrja de madera ( Υ mi placer. dice el.
esta en este colo.I' amarrllo): el que come bunuelo.s. gusano.s de plantas. frambuesas; el que gusta inmensamente del
estragόn; el que suena con pimiento.s; ο mas aun. el que mastrca gomas fόsίles. quien Ileva una concha en su ΟΓeja. Υ
el que acecha el perfume de un genro. en las grιetas fι-escas de la piedra; el que prensa en el cuerpo de una mUjer.
hombre lί bίdίnoso: el que ve su alma Γe fiejada en una l amίna; el hο.mbι-e versado. en ciencias. en la onomastica; el favo-
rit o en juntas Υ consejos. el que da nombre a las fuentes; quien dona asrentos ρύblίcos a la sombra de lo.s arbo.les. Υ
lanas tenidas ρaΓa lo.s sabio.s; Υ seIIa en las σuces de lo.s canlinos grandes jarras de bro.nce para la sed; mejoI' dicho. el
que no hace nada. tal el honlbre Υ tal en sus maner-as. Υ cuantos οtΙΌS hombres mas l los que juntan codornices en
los pliegues del teITeno. aquellos que hurgan en las malezas los hueveciIIos con pintas verdes. aquellos que descien-
den de sus caballo.s ρaΓa Γecoger- cosas. agatas. una predra de color azul pal ido. que luego se talla a la entrada de los
baIT ios (en foι'ma de estuches. de tabaqueras Υ de blΌches. ο de bolitas que los ρaΓalίtίcos ruedan en sus manos);

17
B ibl loteca de f1 exico
aquellos que si lbando pintan cofrecillos al aire libre, el hombre del bastón de marfil, el hombre de la si lla de roten, el
ermitaño de manos de niña y el guerrero licenciado que clava su lanza en el umbral para atar un mono ... ha! Toda
condición de hombres, con su diversidad de modos y maneras de ser; y de repente! aparece en sus ropajes de noche
y tajando redondamente toda cuestión de precedencia, el Contador de Cuentos, que ocupa su lugar al pie del tere-
binto . .
Oh genealogista en el mercado! cuántas historias de familias y filiaciones?-y que el muerto coja al vivo, como se
asienta en las tablas del legista, si yo no hubiera visto cada cosa en su sombra y en el mérito de su época: los depó-
sitos de libros y anales, los almacenes del astrónomo y la belleza de un sitio de sepulcros, de templos antiquísimos
bajo las palmas, habitados por una mula y tres gall inas blancas- y más allá del círculo de mi ojo, muchas acciones secre-
tas en camino: los campamentos replegados por noticias fuera de mi alcance, las pilladas de las tribus montaraces y
el paso de los ríos en odres; los jinetes portadores de cartas de alianzas, la emboscada en las viñas, las fechorías de
ladrones en los desfiladeros y las maniobras a campo traviesa para el rapto de una mujer; los regateos y las conspira-
ciones, el acoplamiento de bestias en las selvas ante los ojos de los niños, y convalecencias de profetas en los esta-
blos, las conversaciones mudas de dos hombres a la sombra de un árbol ...
pero sobre las acciones de los hombres en la tierra, muchos signos viajando, muchos granos viajando, y bajo el
ázimo del buen tiempo, en un gran soplo de la tierra, toda la pluma de las mieses! ...
hasta la hora del crepúsculo en que la estrella hembra, cosa pura y empeñada en las alturas del cielo ...
Tierra arable del sueño l Quién habla de construir? ?Yo he visto la tierra repartida en vastos espacios y mi pensa-
miento ahora no es extraño al del marino.

CANTO

Detenido mi caballo bajo un árbol cubierto de tórtolas, si lbo una nota tan pura, que no hay promesas que cumplan
a sus ori llas todos estos ríos. (Las hojas vivas en la mañana son la imagen de la gloria) ...

y no es que un hombre no esté triste, pero si se levanta antes del alba y se mantiene con prudencia en la comu-
nión de un árbol viejo, apoyando su mentón en la última estrella, él contemplará en el fondo del cielo en ayunas gran-
des y puras cosas que se abren en el placer. ..

He detenido mi caballo a la sombra de este árbol que arrulla; si lbo una nota aun más pura ... y paz para aquellos,
si van a morir, que no han visto este día! Mas de mi hermano el poeta se tienen noticias. Una vez más ha escrito una
cosa muy dulce.Y algunos han tenido de ello conocimiento ...

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Biblioteca de México
CARTA DE
SAINT-JOHN PERSE A
OCTAVIO G. BARREDA*
TRADUCCiÓN DE MARTA DONís

avergonzado por no haber sabido manifestarle lo valio-


so que fue para mí su pensamiento, todo lo que usted
quiso amablemente ofrecerme de Usted mismo, Poeta.
Pero eran tales los tiempos entonces que terminaron
por sellar mi mutismo.)
¿Qué puede contarme ahora de Usted) ¿Regresará a
los Estados Unidos?¿ Lo hurtará una vez más la diploma-
cia a las letras) ¿Me ayudará a saber de Usted, como
hombre y como Poeta? He permanecido fiel a la lengua
española, y me gustaría mucho leer algo suyo, incluso
alguna cosa con la que Usted no sea indulgente. ¿Tendrá
Usted conmigo esa confianza, la de hablarme un poco de
Usted? En todas las cosas es necesario odiar la abstrac-
ción.
Tamb ién me habría gustado, si hubiese pod ido verlo,
pedirle su mirada sobre el curso de la literatura actual,

Washington, 6 de junio de 1949


2800 Woodley Road, N . W.

Q uerido Octavio Barreda:

El azar de una conversación con uno de sus com-


patriotas me reveló que estuvo usted en Estados U ni-
dos. Pero no recibí ninguna señal suya.
¿Deberé por ello estar resentido con Usted) A ello
me daría derecho todo el pesar que me embarga. Y es
que siento una amistosa curiosidad hacia Usted desde
que, gracias a Aguilera, recibí inesperadamente su muy
hermosa traducción de "ANABASE". (Siempre me sentí

• ET CU ERA. núm. 29, enero-marzo de 1961, Guadala)ara, Jalisco. México .

29
Bibliote ca de México
Guillén por España, Ungaretti por Italia, desempeñarán
ahí el papel de los hermanos mayores. No se le im-
pondrá ninguna tarea literaria fastidiosa, o ningún estudio
crítico, sino una página libre de si mpatía o de solidaridad
intelectual, del modo y en la forma que le convengan,
desde su perspectiva local. El plazo asignado a las par-
ticipaciones es el 10 de diciembre; pero si le hiciera falta,
puesto que lo hemos localizado tan tardíamente, trans-
gredir un tanto este límite, ciertamente nos espera-
ríamos hasta recibir su contribución.
Sea como fuere y si le es posi ble, o no, en tales con-
diciones, déme nuevas suyas y no me deje sin contacto
con Usted, aunque sea por mi cu lpa.
En todo caso, crea en mi muy si ncera y cordial sim-
patía, y en mis mejores deseos para su obra y para Usted
mismo.

St-John Perse

Alexis St L. Leger
2800 Woodley Road N. W
Washington, D. e

en México y en toda América Latina.


¿Conserva Usted algunos lazos con la vida literaria
francesa) Le he dado su nombre aJean Paulhan, en París,
con ocasión de un número especial de "Cah iers de la
Pléiade", que habrá de consagrárseme como homenaje
literario, y para el que acaban de reunir; en estos días, las
contribuciones de Francia y del extranjero. Cuando le
respond í a Paulhan, insistí en designarlo a Usted como
representante de México, pero sólo pude darle una di-
rección antigua e indirecta. No su pe si se puso en con-
t acto con U sted (ni tampoco mi editor de Nueva York,
para un envío personal y firmado de mi último libro
publicado en A mérica: EXILE and other poems).
Si esta carta le llega, a esta dirección nuevamente indi-
recta, y si Usted tiene humor y tiempo, me daría cier-
tamente un gusto muy grande si envía cualquier cosa
para el número de homenaje, directamente a Jean
Paulhan (5 rue des Arenes, en Paris); un testimonio suyo,
desde el punto de vista mexicano o hispanoamericano,
sería muy bien acogido en esta publicación de la que se
quiere hacer: según me han dicho, un grupo a la vez,
representativo y simbólico del momento actual. Claudel
y Gide por Francia, T S. Eliot por Inglaterra, Jiménez y

30
Biblioteca de México
GERTRLI DIS GAVIDIA
,
DIALOGO DE
LENGUAS POÉTICAS*
La búsqueda de la identidad cultural búsqueda y exploración y hasta de magistral que cantaba desde su pro-
y la revisión histórica han sido preo- invención del ser americano. pia verdad. Primero en lo real y
cupaciones constantes de los intelec- ¿Cuál es el sentido de nuestra his- luego en la ficción, el hombre ameri-
tuales de América, acentuadas desde toria? ¿En qué se traduce cotidiana- cano había sido ignorado. Se cele-
que comenzó a perfilarse la infiuen- mente ese origen, este paisaje, esta braba, en cambio, el esplendor del
cia de los Estados Unidos en el resto realidad de la ruptura histórica causa- paisaje, el orden jerárquico y organi-
del Continente, con la anexión de da por la intromisión de Europa? zado de la plantación y de la casa
Puerto Rico y las Fil ipinas y la ocu- ¿Qué ha sido de nosotros y cuál es la grande. Toda la bienaventuranza con-
pación de Cuba. Este interés en herencia que nos legaron nuestros fiuía en el infante heredero: Si no lo
encontrar y definir las características padres? En pocas palabras, "¿Quiénes infancia, ¿qué había entonces allí que
de un "ser americano", se profundiza y cuáles somos nosotros?", como se no hoy ohora?/ iLlonurasl ¡Pendientes l
con las dos guerras mundiales que pregunta Aimé Césaire (19 I 3), poeta ¡AIW / había mós orden Y no había mós
sum ieron a Europa en el espectácu- martiniqueño en su celebrado poema que reinos y confines de luces. Y lo
lo de la decadencia y dieron al traste Cohier d 'un re tour ou poys natal sombra y lo luz estaban entonces mós
con su Teoría del Progreso. En ese ( 1947) Y quien, creando una estética cerco de ser uno mismo coso .. .1 Cre-
momento, también nuestras élites, controversial de la provocación, de lo cen mis miembros y pesan, nutridos de
tradicionalmente atentas al paradig- chocante y heteróclito, de la inversión edod l No conoceré yo lugar alguno de
ma europeo, se dieron cuenta de irónica del sentido, respondía gritan- trapiches y cañaverales que, para el
que, " la vida está en otra parte" y do: Aborrecedores. Constructores. Trai- suelo de los niños, fuese en aguas vivos
tornaron sus ojos a América, a sus dores. Hechiceros. Hechiceros, sobre to- y contantes así distribuido ... A lo dere-
segmentos populares, a sus raíces do, pues amomos o todos los demonios. cho se almacenaba el café, o lo iz-
ancestrales, a sus manifestaciones Era la época de la lucha por la subver- quierdo lo mondioco"
culturales enriquecidas sustancial- sión del orden social, por la construc- Este poema fascinó a las élites lati-
mente con el aporte africano. Pero, ción de las independencias africanas, noamericanas, desde las riberas cari-
se miraba desde arriba y desde la del enfrentamiento ideológico y de la beñas hasta la Argentina. Se cantaba
distancia y, en el fondo, nuestros inte- violencia verbal, racial, cotidiana. y nombraba un paisaje conocido. No
lectuales seguían privilegian do el Así pues, la poesía. La poesía habla importaba que la verdad apareciera
progreso tecnológico como índice y se dirige al ser verdadero, al recón- de cuando en cuando como un lati-
del bienestar de un pueblo y busca- dito, al oculto y nos revela y desnu- gazo en pleno rostro para recordar-
ban causas: en la raza, en la naturale- da, quienquiera que seamos, atraídos nos la exclusión, el sometimiento, Yo
za, de nuestro "atraso endémico", La por ese lenguaje que es un don. La no conocí todos sus voces, y no conocí
literatura refiejó estas preocupacio- poesía se mostrará como un medio todos los mujeres, todos los hombres
nes, en especial la novela y el ensayo. más idóneo para expresar no lo pre- que servían en lo alto caso de mode-
concebido, no lo que deseamos ra; pero todavía recordaré por largo
¿Qué pasó con nuestra poesía? escuchar, sino lo que es, el estado tiempo/ unos rostros insonoros, color
Digamos, con Octavio Paz y con espiritual del ser. En este sentido, nos de papayo y de hastío, que se detenían
Heidegger, que la poesía como len- proponemos realizar una rápida tras nuestros sillas como ostros muer-
guaje de "la verdad" del ser, capaz exploración de cuatro obras poéti- tasI
de desnudar y enmascarar a un cas latinoamericanas, entre las cuales El poeta era también un gran mú-
tiempo, o con su capacidad de vol- observamos una relación dialógica sico, un conocedor de fiara y fauna,
ver al origen del ser y descubrir en en torno a esos temas fundamenta- de geología y mares, del movimiento
su propia materia y sustancia las les de la identidad y la historia ame- y los cambios. El mismísimo D iablo
huellas del devenir de los pueblos y ricanas. En 1907, en el esplendor que desafiando al payador, al poeta nati-
su diálogo con los dioses, se convir- precedió en Europa a la Primera vo. Posteriormente, en 1924, Perse
tió aquí y allá, en algunas obras dis- Guerra Mundial, un descendiente de publicará el poema Anóbosis, en el
persas a lo largo y ancho del conti- los conquistadores franceses del Ca- cual, trascendiendo su condición de
nente, en instrumento de aventuras ribe, elevó su voz en un canto de pertenencia a la clase colonial anti-
espirituales, sigilosas y grandiosas de nostalgia por la desaparición de esos llana y la nostalgia por el mundo pri-
reinos llamados plantaciones de es-
Agradecemos al maestro Ramón Ordaz su auton-
clavos que repetían en menor escala
zación para reproduCir aquí este ensayo onginal- , Salnt-John Perseo Antología poéuco. Buenos Aires,
mente aparecido en el número uno de la revista a las viejas monarquías feudales de Compañía General Fabril Edrtora. 1960. p.D.
Podo. Mérida.Venezuela. Europa. Se trataba de Éloges, un libro 1 Ibldem. p. 25.

] I
B i bl iotec a de M éxico
al descubierto: pues no es cierto que lo
obra del hombre ha terminado / que no
tenemos nodo que hacer en el mundo.6
Es importante señalar que el juicio a
que es sometida la cultura Occidental
en el poema de Césaire, es un juicio
poético y filosófico, es un juicio de la
palabra y por lo tanto es simbólico.
No se trata de la muerte sino de la
vida. De lo que se trata es de trans-
formar a la humanidad, puesto que el
problema del colonialismo es el pro-
blema central de la civilización occi-
dental, dirá Césaire, más explícita-
mente en el Discours sur le colonia lis-
me. ' y en el Cuademo: Escuchad el
mundo blanco / horriblemente cansado
de su esfuerzo inmenso / sus articula-
ciones rebeldes crujir boja los duras
estrellas / sus rigideces de acero atrave-
zar lo come mística / Escucho sus vic-
torias prodigiosos pregonar sus derrotas
/ Escucho en los coartados grandiosos
su ruin tropezar / ¡Piedad para nuestros
vencedores omniscientes e ingenuos!8
Cuestión de Occidente si quiere per-
manecer sordo.
vi legiado y perdido de la plantación, poema: Entonces, desafiando él solo En la Venezuela de los años 60, la
emprende la celebración de la em- uno época en lo que nos parece asis- obra de Perse y la de Aimé Césaire,
presa colonizadora europea y eleva tir o lo abdicación total del espíritu ... en eran ampliamente conocidas por los
la conquista al rango de acto defini- lo que el arte mismo amenazo crista- grupos literarios mas importantes
torio del hombre Occidental. lizar en viejos moldes, el primer aliento del país. Y es así que dos poetas,
Esas notas quedarán largo tiempo nuevo... es el aporte de un negro. Y es Ramón Palomares, del grupo Sardio y
vibrando en el aire, hasta que un un negro que manejo lo lengua france- Rafael Cadenas, de Tabla Redondo,
poeta afrocaribeño, de las mismas is- sa como no hoy en este momento un entran en diálogo con Anóbosis de
las de Perse , irrumpe con un ritmo y blanco que lo hago' Perse y Cuaderno de un retorno 01
una fuerza que desencadenarán toda y para Jean Paul SartreS, la poesía país natal, de Césaire. En Cuba, Lydia
una nueva literatura de la Negritud, de Césaire y de los poetas de la ne- Cabrera, había lanzado en 194 I la
en el Caribe, en África. Era la voz de gritud sobrepasó el desafío que signi- primera versión en español del poe-
Aimé Césaire "bella como la flama ficaba para ellos expresarse en la len- ma cesairiano,9 con prólogo de Ben-
del ponche": nosotros cantamos los gua de los opresores. Pues ya que el jamín Peret. En Colombia, el poeta
ffores venenosos estallando en pra- opresor-conquistador estaba presen- Jorge Zalamea publicó su traducción
deras furibundos; los cielos de amor te hasta en la lengua que hablaban, de las obras de Perse 'o y en Vene-
segados por embolia; los moñonas epi- ellos hablarían la lengua para destruir- zuela, Guillermo Sucre, poeta anima-
lépticas;el blanco abrazo de los arenas la, estrangulando su "blancura". Así, en dor del grupo Sardio, había publicado
abismales, los descensos de nóufragos la poesía de Césaire se resemantizan una antología de la obra persiana " y
en los noches fulminados de olores sal- todas las palabras asociadas con la artículos sobre la obra de Césaire .
vajes. 3 pareja blanco/negro que recubren a la Desde los tiempos posteriores a la
La trascendencia de Césaire estri- vez la división cósmica día-noche y el Independencia, los poetas latinoame-
ba en su dominio de la palabra poé- conflicto humano del indígena y el ricanos segu ían con atención los dic-
tica, en la que se funden voz poética colono, como el del bien y el mal. Así tados de la literatura francesa mo-
e individualidad. Su verdad es la del los sentidos se invierten realizando lo derna que ahora llegaba por la inter-
esclavo y t rasplantado, la del explo- que fue una de las aspiraciones más mediación de la poesía antillana, con
tado que también t iene exi stencia y caras de la poesía desde el romanti- temas que tocaban vivamente la sen-
humanidad y que no es simplemen- cismo, al revelar la negrura secreta de sibilidad continental. La conquista y el
te una figura del decorado, sino un lo blanco y la blancura secreta de lo mar, los viajes y las fundaciones, la
poeta, un gran poeta, el mejor en negro. Pero esta revelación es agresi-
, Aimé Césaire. Cuaderno .... p. 102
lengua francesa de su tiempo, como va pues la negritud se define frente a , Aimé Césaire . Oiscours sur le colonialisme.
lo reconocerá André Breton en un Europa para que sus mentiras queden • Césalre. Cuaderno.... p. 91
texto célebre que prologa la prime- , Aimé Césaire. Retorno 01 país natol. La Habana,
, Andre Breton. "Un grond poete noir", en Almé Ed. Molina y Compañía. Trad. de Lydia Cabrera.
ra edición integral en francés del
Césalre. Op. Oc. " Saint-John Perse o Anóbasis. Trad . de Jorge Za-
, Jean Paul Sartre ."Orphée Noir", en Leopold Sédar lamea. Santa Fé de Bogotá Instituto Caro y
) Almé Césalre. Cuademo de un retorno 01 país Senghor. Anchologle de lo Nouvelle Poésie Negre et Cuervo. 1992
natol. Ménda UlA. PresentaCión y traducción. G. Malgache en langue FroncOIse, Paris. Presses Uni- " Guillermo Sucre. Estrechos son los bajeles. Cara-
Gavldla. Trabalo de ascenso. 1992. p.l l versrtalres de France, 1972. cas. Ed. SardiO. 1960.

32
Biblioteca de México
identidad cultural y el futuro de y a la destrucción. El padre es el emi- de la vida; sin embargo, la condición
América, eran temas fundamentales sor de la mayor parte del discurso. del joven como nadador transforma
que circundaban a nuestros poetas. De las órdenes detalladas que le da radicalmente el medio en el cual se
A ellos se añaden los que les inspira- al hijo, se infiere la narración de la desenvuelve y transcurre , que ya no
ba el contexto más inmediato que se conquista. Por otra parte, la cons- sería la tierra sino el agua. Esta trans-
vivia por entonces en una Venezuela trucción del poema se fundamenta formación sería una solución simbó-
que todavia celebraba la caida de la en dos discursos sucesivos que man- lica o una respuesta a la consecuen-
dictadura de Pérez Jiménez (1958) Y tienen entre sí una relación de antí- cia más importante de la conclusión
en la cual la clase política, intelec- tesis y de reversión del sentido. El del proceso modernizador en Vene-
tuales, estudiantes y artistas se ha- primer discurso, al imperativo, des- zuela, cuya modificación más radical
bían volcado entusiastamente a pro- cribe el viaje del héroe hacia el oes- para el ser sería la pérdida del espa-
gramar la Venezuela del futuro. te, dando cuenta de una destrucción cio territorial por parte del nativo.
Es así que, en 1957, poco antes de que rebasa los límites de lo racional. De esta manera, se distancia el su-
la caida de la dictadura, aparece el Se inicia con la frase: Al oeste irós yalli jeto poético de las aspiraciones
poemario El Reino, de Ramón Palo- colocarós tu estandarte. El segundo hegemónicas que pretenden hacer
mares, joven poeta de 23 años pro- discurso, en cambio, relata el regreso de la vida una continua lucha por el
cedente de Escuque, un pueblo de del oeste, en él se invierten los sig- dominio territorial. Escrito durante la
los Andes trujil lanos. Este libro fue nos del triunfo, y esta inversión, que dictadura, El Reino planteaba las críti-
acogido como un acontecimiento se advierte desde la primera frase, se cas y los deseos propios de un joven
importante dentro de la literatura va a refiejar en la transformación del poeta que contemplaba con lucidez
venezolana. Su titulo no deja de su- héroe en antihéroe. Eres el vagabun- el destino y las posibilidades de su
gerir en el espiritu una inspiración do que viene del oeste el sol arrasó con patria. En una época marcada por la
persiana. ¿N o era acaso un reino lo todos los estandartes. La oscuridad modernización social caótica impul-
que cantaba Elogios como el lugar rodea al personaje marcado ahora sada por la industria petrolera, y por
privilegiado de la infancia de un prín- por el estigma de todas las cruel- la concentración de la riqueza en
cipe? Pero también, ¿no era, lógica- dades realizadas, como si las llevara pocas manos, el énfasis es puesto en
mente, la idea de un reino privado, escritas en el rostro. la juventud depositaria del futuro, en
subjetivo, personal, el sueño utópico La deshumanización del conqu is- sus posibi lidades de perfecciona-
de jóvenes que vivian en una ciudad t ador, su caida en la desesperanza y miento humano y como el protago-
opri mida? Aunque fascinado por el la incertidumbre es uno de los efec- nista olvidado de una modernización
canto persiano, el poeta nativo ejer- tos radicales que aparecen como que no tiene sentido si pretende sa-
ce la crítica sobre el aspecto consi- consecuencia de la conquista. El otro crificar el bienestar de la misma so-
derado central de Anóbasis, la exalta- efecto es el que se produce en el ciedad que la impulsa.
ción de la conqu ista como un acto tiempo americano ulterior como Con Los Cuadernos del Destierro
de nobleza. He aqui lo que dará pie sombra proyectada desde ese origen ( 1960), '2 de Rafael Cadenas, se al-
a uno de los poemas magistrales de traumático, destructor e irónico. Es canza también una cima en la expre-
los que componen El Reino: "Con- como la sombra de la muerte sobre sión poética moderna de Venezuela
quistas". la vida, la amenaza de la reversión de y se anuncia el pasaje de una litera-
Consciente de la trascendencia todos los procesos, actos, situacio- tura del compromiso social, en boga
de la Conquista para América, Palo- nes. As!, el banquete amenaza con- en los años 60, hacia una literatura
mares procede al desmontaje total vertirse en una catástrofe: las casas, de la subjetividad y de la incertidum-
de la visión exaltadora de esa acción, fundadas para la duración, devienen bre que se afianzará en el pais a par-
haciéndonos vivirla o revivirla desde asentamientos fugitivos; por momen- tir de 1968. Esta obra, en claro con-
su origen para desmitificarla y de- tos el Reino, lo es de la incertidum- traste con la obra poética posterior
mostrar que el conquistador para- bre y la catástrofe. de Cadenas por su abundancia ver-
dójicamente está muy lejos de sali r Sin embargo, la fe de El Reino está bal y su extensión , recoge la expe-
indemne de su triunfo. El poema dra- volcada en la juventud y su utopia es riencia del destierro del poeta en la
matiza la acción que es nalTada a la de construir un mundo para su isla de Trinidad durante los años de
través del diálogo de dos sujetos que protección y holganza, de manera 1954-1958. El cent ro irradiador de
se relacionan entre si como padre e que el Nuevo Mundo se aleje cada esta experiencia es el encuentro y la
hijo, subterfugio que sirve para ex- vez más de la violencia conquistado- fascinación de la isla Bienaventurada
presar con mayor énfasis la participa- ra que sacrifica la vida de ambos ac- y el descubrimiento de la pluralidad
ción plena en la acción de conquista tores, conquistador y conquistado, cultural del Caribe, donde el poeta
de los poderes en juego en la nación para imponer la muerte y el caos. Un alcanza niveles inéditos de autocon-
española, es decir: la Iglesia, la mo- reino para ti / joven, bello nadador / ciencia y reconciliación consigo mis-
narquia y el pueblo, representados para holganza de tus miembros. mo, así como las fuentes mismas de
en el padre; y para darle una nueva Esta utopia, profundamente ligada inspiración de su creación poética.
dimensión -generacional- a la em- al élan vital y, como las primeras uto- El titulo de Los Cuadernos del Des-
presa, con lo cual la conq uista ya no pias modernas, bajo el signo protec- tierro plantea una relación dialógica
es solo el atributo de Occidente sino tor de la femineidad, parece rescatar con Cuaderno de un retorno al país
de la juventud. En el poema, el padre la idea del regreso a una cultura de natal de A imé Césaire, relación que
dirige e impone sus órdenes, la ju- la madre tierra, puesto que su obje-
,¡ Rafael Cadenas. Cuademos del destJerro, Caracas.
ventud realiza, cumple y obedece, tivo principal es brindar refugio y Ed. Tabla Redonda. 1960. Para nuestro análiSIS pre-
aun cuando vaya derecho al fracaso protección al joven para el disfrute fenmos trabalar con la verSión onglnal del poema.

33
Bibliote ca de M éxico
resulta confirmada por otras alusio- un pueblo de grandes comedores de sombra de repetidos cocoteros y holga-
nes internas del texto de Cadenas l3 serpientes, sensuales, vehementes, silen- dos buques lamían como caballos sus
al de Césaire. En ambos casos se ciosos y aptos para enloquecer de amor. ijares tristes. Aquello silla de montar
trata de poemas de largo aliento, / Pero mi raza era de distinto Iinaje./6 sabía de un jinete de apocalipsis y ha-
aventuras espirituales, viajes de ex- Desde el principio del poema, él va bía cotado gigantes oves que no ven lo
ploración al interior del Yo, que se en búsqueda de sí mismo, de su propia tierra, en el principado más oro que
sirven de la prosa y el verso libre. identidad, ¿dónde estaba el rostro que armadura de los ángeles fieles. / Los
Otro elemento en común es la hibri- me legaron mis podres? (... ) Debí admitir. labios habían rendido su tributo o lo
dez de la obra, que combina formas tras doloroso evidencio, que lo había per- locura y sobre lo areno el tiempo con-
del poema y de la novela autobio- dido.! Lo niebla me lo devolvería.17 taba de uno edad que no era tampoco
gráfica, aunque con un claro predo- La heterogeneidad externa, social, extensión del paraíso. 20 El guerrero
minio del género poético. se reproduce en su ser. Un día co- continúa degradándose y el sujeto
Al analizar los t ítulos, en primer menzó lo mudanza de los rostros. Uno poético, descendiente americano,
lugar; podemos observar que el re- suplantaba 01 otro, sin cese. Tal día fue- siente vergüenza de todo ello: Enton-
corrido del viaje en ambos casos ron cien, tal otro, mil; todos escenifica- ces yo oculté mi rostro boja mi ala dere-
sigue caminos opuestos. En el Cua- ban uno danzo de posesos sobre mis cho como uno ciudad avergonzado y así
derno, el sujeto realiza un movimien- hombros.lB estuve hasta lo hora de morir. 21
to de retorno, de regreso al país La búsqueda de la identidad o del Sin embargo, la experiencia central
donde nació; ello determina la rein- "rostro", equivale a la búsqueda del de Los cuadernos de Cadenas es la
tegración a la comunidad, que funda- alma y de la cultura perdi da, así pues, recuperación de la unidad, de la iden-
menta la solidez afectiva, psicológica, el sujeto deberá recorrer también los tidad, la reconciliación (consigo mis-
mental del sujeto: caminos de la historia y. en ese senti- mo) que sólo es posible cuando la
Yo llegaría pulido y joven a este país do, revivir el suceso más trascenden- ruptura del aislamiento del sujeto en
mío y le diría a este país cuyo limo tal de la historia moderna americana: la isla Fortunata logra la relación místi-
entra en la composición de mi carne la Conquista. El poema procede a un ca, la unidad sagrada con el ser com-
"He errado largo tiempo y regreso al acercamiento previo general al tema, plementario y. con ello, la purificación
horror abandonado de tus llagas." / Yo a través de la representación de situa- y la videncia tan solicitada por los
vendría a este país mío y le diría: ciones de pérdida padecidas por poetas rebeldes franceses, la com-
"Abrázame sin temor y si solo sé ha- otros grupos americanos y humanos prensión de la historia y su t ranscurrir.
blar. es por ti que hablaré."'4 El sujeto en diferentes contextos. Al relatar sus
de Los cuadernos, por el contrario, ha visiones, el sujeto enfoca en primer lu- Uno manzano de luz se reporte en
sido expulsado del país natal, va en gar a las víctimas: Vi indios piel rojo des- heridos de cristal. /Los días lucen deste-
un viaje de destierro, de separación, tinados de sus praderas, 01 dios Osiris rrados. /Todo aquí es génesis. /iOh! azo-
de soledad y ruptura. Es un ser que rodeado de cuervos y al final enfoca a gado pradera, si no sombra de diluvio,
padece una situación impuesta. Obli- un conquistador de los tiempos anti- ¿qué eras cuando los días no se mar-
gado al destierro, separado, excluido guos: (Vi) a un emperador romano con chaban 722
y segregado. no siente la alegría de la sus trofeos de vírgenes desnudas y pája-
participación o de la identificación, no ros de remoto plumaje. Inmediatamen- Toda la obra posterior de Cadenas se
tiene tras de sí ni alrededor de sí el te después presenta la siguiente esce- proyectará así en el diálogo concilia-
soporte de una comunidad que le na: Entonces los guerreros se tendieron torio de los amantes, en el discurso
apoye o con la cual identificarse. Sólo 01 sol para beber lo luz que esparcían dirigido a ese "tú" profundo que
le queda el camino de la introspec- sus ricas armaduras por el ámbito recu- orientará su obra.
ción, la exploración de la subjetividad. perado de lo selva y los doncellas gira- El diálogo de nuestros poetas con
Yo, envés del dado, relataré no sin ron anhelantes de pasión frente o uno sus pares caribeños ha sido muy crea-
fabulaciones mi transcurso por tierra de muerto ballena.19 Así. si Palomares to- t ivo y fructífero; es interesante obser-
ignominia, y dulzuras, rupturas y reu- ma en consideración los efectos de la var cómo las distintas voces poéticas
niones, esplendores y derrumbes. 15 conquista en la historia ulterior y en la tienen puntos de vista diferentes so-
En oposición a la visión tranquili- sociedad, Cadenas fija su atención en bre la conquista, y cómo esos diferen-
zante y homogeneizadora de la teoría sus efectos en la relación (hombre- tes puntos de vista están en relación
del mestizaje y su pretensión de una mujer) que garantiza la supervivencia estrecha con las búsquedas del sujeto
mezcla racial y cultural homogénea de la tribu o el grupo. Es fácil sacar las escritural y con las condiciones socio-
en la sociedad latinoamericana, él re- conclusiones: la conquista produjo la históricas del momento en que la
vela la existencia de una sociedad ruptura de la relación, el hombre obra es producida. De allí que la poe-
compuesta por grupos que guardan americano en la derrota fue sustitu i- sía se revela como uno de los géneros
entre sí grandes diferencias raciales, do por el conquistador. La mujer pasó más apasionantes para el estudio del
culturales y jerárquicas. El sujeto poé- a ser botín de guerra y objeto de ser y la historia americanos y lo será
tico no puede identificarse plenamen- prostitución. En la Conquista se inicia mucho más a medida que nuevos su-
te con ningún grupo. Yo pertenecía a un proceso de degradación: Yo entré jetos americanos tomen la palabra
01 aire de los tiburones cuando unas desde el fondo de su propia y parti-
" Sobre estas alusiones o llamadas al texto de
mujeres se reclinaban lúbricamente o lo cular experiencia.
Césaire. ver el trabajo titulado: Modernidad e iden-
tidad en cuatro obros poéticos Jatinoamericanas. de
G. Gavidia. Mérida. Universidad de 105 Andes.Tesis " Ibid. p. 7
de maestría. 2002 " Ibid. p. 9 20 Ibid. p. 19

.. Césaire. Cuaderno... p.59 " Id. p. 9 " Id. p. 19


" Cadenas. Op. Gt p.8 " Ibid. p. 18 2l Ibid. p. 15

34
Biblioteca de México
PHILlP¡ t OLLÉ-LAPRUNE*

REFLEXIONES A RAíz DE UN
ENCUENTRO CON AIMÉ
,
CESAIRE EN FORT DE FRANCE
ENERO DE 2005
TRADUCCiÓN DE MARIO BOJÓRQUEZ

1) Se desprende de Aimé Césaire vidades debia degenerar a la otra. Por sus palabras, por su voz, pasan
una extraña potencia. De baja es- En Césaire la impresión es to- los gritos de los hombres anóni-
tatura. de un vigor ejemplar: tiene talmente diferente, tanto que que- mos que se acallaron en el fondo
en su mirada la maravilla que con- da claro que el profesor es el de las bodegas de los barcos
servan a veces los creadores in- complemento del poeta y que el negreros o en las plantaciones
surrectos. aquellos que saben dramaturgo apoya al politico: es- que explotaron a "sus" esclavos.
mantener un asombro profundo tas actividades son las formas di- Césaire es el grito de los que no
ante el mundo. Vestido de manera versificadas de una misma volun- pudieron hablar y cuyas voces re-
estricta y elegante. tuvo la gene- tad y de una misma palabra. Él lo suenan sin embargo en las con-
rosidad de recibirme durante cer- habrá dicho y repetido: se lanza ciencias de los que tienen sed de
ca de una hora en su oficina del en el teatro ya que quiere que su justicia. Por estas palabras estran-
antiguo ayuntamiento de Fort de palabra llegue hasta otros públi- guladas. por estos huérfanos de un
France en Martinica. Durante este cos. Se lanza en la politica ya que destino tan similar al de sus pa-
encuentro. por supuesto dema- sus ideas no circulan lo bastante dres demasiado pronto desa-
siado breve. compartió algunos de intensamente con su revista Tra- parecidos, por la injusticia funda-
sus recuerdos y sus alegrias. sus piques. Y se lanza en la poesia ya mental que el comercio triangular
cóleras y sus esperanzas. Y luego. que no puede hacer de otro mo- estableció en el marco de la moral
siempre grave. nos ha dejado per- do. Por eso la creación poética es occidental, por la violenCia erigida
cibir su asombro ante lo irreme- la primera piedra del edificio como única forma de relación con
diable y la certeza de que los tes- Césaire. el hombre negro, está en su dere-
timonios presentes pesan aún cho más absoluto de no querer
sobre las humillaciones del pasa- 3) Almé Césaire no condesciende ser simpático.
do. Como si para él la voluntad de fácilmente a la simpatia. o más
justicia y dignidad para todos fue- bien no hace nada para parecer 4) La imagen es todo y la idea es po-
ra una suerte de deber perma- simpático. Viene de un tiempo bre . Esta constante en la obra
nente . donde los escritores existian sólo poética de Césaire le da un lugar
POI- sus textos y los politicos te- extraño en la poesia de lengua
2) Césaire es fiel. A sus amigos. a sus nian a la demagogia por un horror. francesa del siglo xx. entre ana-
elecciones. a sus textos. y sobre En la actualidad, que estamos crónico e imponente. El tejido de
todo a la historia. Asi siguIó siendo acostumbrados nada más que a sus textos es distinto de las Im-
fiel a su isla y a su pueblo: durante ver artistas que sonrien y a dipu- presiones que dejan los otros
más de 50 años será su alcalde y tados que intentan ser agradables, poetas de su tiempo, más sensi-
diputado. Por otros ejemplos nos es extraño enfrentarse a un hom- bles al triunfo del concepto que al
hemos acostumbrado a descon- bre que no tiene la pasión de sentido del ritmo y la riqueza de
fiar de los personajes que mez- agradar. Digamos que Césaire los paisajes. Especialista de la fauna
claron creación artistica '1 práctica tiene sentido de la historia. Él sabe y la flora. encuentra en su mediO
del poder: como si una de sus acti- que las sonrisas del presente no ambiente los elementos que sa-
calman las heridas del pasado y ben decir tanto las desdichas del
• Agradecemos a Phihppe Olle-Laprune su gene- que el olvido es un crimen que el hombre como el vértigo de la
roso apoyo para Integrar la sección dedicada a
A lmé Césai re Código Civil no puede reparar. vida.

Biblioteca de México
Pr,rRlCE LOUls*

ENTREVISTA
, ,
CON
AIME CESAIRE
(FRAGMENTOS)

TRADUCCiÓN DE MARTA DONís

Patrice Louis: Ai mé Césaire, ¿cómo está? Gracias por Pasé mi infancia en Basse-Pointe y en Lorrain, que son las
recibirme. Es un honor para mí conversar con usted, y en costas del norte. Ésa fue mi infancia. Fui a la escuela pri-
esta entrevista confrontaremos su obra y su vida con la maria en Basse- Pointe, Ahí t uve que hacer el curso pre-
historia de la Martinica, de Francia, del mu ndo. paratorio, el curso medio, y llegué a Fort-de-France. Era
el equ ivalente del cuarto año de primaria. Por lo tanto,
Aimé Césaire: Señor Louis, ese proyecto me asusta. yo ya tenía algunas ideas, incluso una personalidad; ya era
un pequeño personaje extraño. Tenían que estar al pen-
P. L. : Usted ha vivido todo el siglo xx. Ha est ado en diente de mí, así decían que era. He conservado un
la po lítica por más de cincuenta años; ha escrito durante recuerdo muy agradable del pequeño liceo Schcelcher,
toda su existencia. Esta obra es la que va a servirnos de con maestros cuyos nombres, hoy día, ya no le dicen
hilo conductor. Del primer grito creador a sus obras de nada a nadie, y luego, hice mi primer año de bachillerato
hombre maduro, usted alumbra nuestra historia, usted en el viejo liceo Schcelcher.
nutre nuestra refiexión y nuestro imaginario, usted ha
tenido infiuencia en la acción. Juntos vamos a hojear su P. L.: Pasan los años de la adolescencia, y pront o lle-
vida, su obra. Señor Césaire, ¿a qué edad escribió usted gamos a su primera obra, Cohier d'un retour ou poys
su primer poema?, ¿lo recuerda? noto/* Usted tenía unos vei nte años cuando empezó a
escribirlo, y vei ntiséis cuando se publicó. Fue el libro fu n-
A. C.: N o sé, no sé qué responderle. Sólo sé que siem- dador. Su isla, la Martinica, era entonces una colonia.
pre he si do un ser extraño que exasperó siempre a ¿Puede contarnos de la Martin ica de aquel entonces?
todos desde el jard ín de niños, la primaria, la secu ndaria,
el liceo: un ser, para decirlo brevemente, extraño, sí. A. C.: Pues fue un país donde me sentí solo y deso-
Jamás hacía las cosas como todos creían que debían ha- rientado muy pronto, a disgusto. Tenía amigos a los que
cerse . . . quería mucho, pero la vida martiniquesa no me agra-
daba. N o hablo de cuando era muy pequeño; estaba
P. L.: Era un niño secreto. Basse-Pointe con sus olas inmensas, el paisaje me gusta-
ba mucho. La región de Lorrain con todas sus colinas, no
A. C.: Sí, claro, debió de haber algo de eso. N o soy muy barrios sino colinas, el taciturno Capot. el sombrío
versado en el estudio psicológico de los niños. Es cierto Carabin y otras más, el mar furioso, el tacit urno Balai, del
que yo era un t anto diferente, un niño quizá encantador, ot ro lado, el Macouba, Grand-Riviere. . Fue ese mi pai-
quizá irrit ante, todo al mismo tiempo. saje verdaderamente fundament al. Cuando llegué a Fort-
de-France, me sentí a mis anchas en la primaria. Tenía
P. L.: Y entonces los libros fueron sus mejores compa- maestros y maestras con los que me llevaba bien. Me
ñeros. acuerdo de una señora ya mayor que se llamaba Asterée
Mo'¡'se. Cuando la volví a ver, veinte años después, en
A . C.: Se convirtieron en mis mejores compañeros por Fort-de-France - tenía una gran trenza en la espalda-, fui
las circunstancias. hacia ella para estrechar su mano, Ella me besó en las
dos mejillas y me dijo: "Hola, alumnito." iY el olumnito era
P. L.: ¿Siente nostalgia de sus primeros años en la Mar- alcalde de Fort-de- France y diputado de la Martinica!
tinica? Esto significa que ella t ambién conservó un buen recuer-
do de la época en que estuve en su clase. Puede decir-
A. C.: N o, no hay que confundir una cosa con ot ra. se que esta escolaridad formaba part e de un conjunto

• Patrice Louis. A;mé Césa;re. Renconcre avec un negre {ondamental. Edition


Ar/éa, 2004, Paris, France. • Cuaderno de un retorno 01 país natal.

37
B iblio te ca de M éx ico
histórico. En esta época, la Martinica era una colonia, una
vieja colonia. La gente tenía un sentimiento, yo no diría
que de abandono, sino un sentimiento profundo de que
había que progresar, que teníamos que subir la cuesta .. .
El sentimiento de que no éramos plenamente lo que
debíamos ser. Muy pronto sentí eso, sí, muy pronto. ¿Por
qué? Otros no lo sentían, pero en mi caso este senti-
miento se afirmó aún más cuando llegué a Fort-de-
France.

P. L.: ¿Yeso fue lo que produjo el Cohier, que es un


gran grito de rebelión?

A. C.: Los senti mientos se forman poco a poco. Yo iba


a la escuela de Basse- Pointe, donde tenía muy buenos
amigos, pequeños y buenos camaradas. Yo jugaba ge-
neralmente con ellos. Iba de vacaciones al municipio cer-
cano de Le Lorrain, donde vivía mi abuela, Eugénie Macni
- Mamá Nini, como la lIamábamos-.Yo la quería muchísi-
mo. Ella fue quien me enseñó a leer, vari lla en mano; se
llamaba Eugénie y nació bajo el Segundo Imperio. No
puedo quejarme de ella, porque me dio toda la ternura
que tuve, ternura maternal; mi historia personal se forjó
ahí, ciertamente más que en Basse-Pointe, el municipio
de al lado. Tengo la impresión de que en esos dos muni-
cipios, y tal vez más en el de Lorrain, por las historias que
arléa
Mamá Nini me contaba, se me infundió la sensibilidad
rural martiniquesa, y que, sin ser verdaderamente un
campesino, viví en el contexto campesino.
mismo, de Eugene Revert (bautizaron con su nombre a
P. L.: Y como usted era muy buen alumno, se hizo beca- una escuela de Fort-de-France) . Eugene Revert desem-
rio y, realmente, parisiense. ¿Cómo fue que llegó a París? peñó un gran papel en mi vida. Antiguo alumno de la
Escuela Normal Su perior, era profesor de historia y de
A. C.: Eso sucedió menos rápido que como usted lo geografía. Era un hombre bastante particular, un francés,
dice. Había materias, en clase, que yo pasaba muy bien, y pero más fundamentalmente un normando. Le importa-
otras en las que no lo hacía nada bien: en matemáticas, ba mucho hacer sentir que era normando. Si usted quie-
comprendí muy pronto que no tenía faci lidad alguna, no re, tenía un gran sentido del regionalismo. Para describir-
insisto en eso. Me gustaban mucho las ciencias naturales, lo un poco, cuando le pedía uno que le platicara de
pero algunos profesores abrían campechanamente su Normandía, le daba un placer travieso contestar: "Pue' ser
manual de botánica o de biología, y simplemente le leían que sí, pue' ser que no."* Casi jugaba a ser un campesino
a uno un capítulo. Eso no me estimulaba en absoluto, normando. Era realmente muy simpático y muy culto.
mientras que las fiares en la naturaleza me encendían. Había ido a la guerra, siendo alumno todavía de la Escuela
Aquello era muy desigual. La literatura, el francés y el latín Normal, lo habían llamado para integrarse en el ejército
me chifiaban, porque mi padre me machacaba eso todo y había estado en la campaña de Finlandia, país que cono-
el tiempo. Me hacía leer libros. Me hizo leer la mitad de la cía bastante bien. Vio el fin del Imperio ruso, y tal vez
biblioteca del hospital civil, todo Dumas, los novel istas incluso el final del Imperio austro-húngaro. Cuando ter-
franceses . . . Amaba profundamente la literatura, especial- minó la guerra, lo enviaron a Siria, de la que hablaba
mente la francesa. Yo tenía también algunos profesores admirablemente. Una vez restablecida la paz, consiguió
eminentes, como Louis Achille, que no era uno cualquie- un nombramiento en la Martinica. En algunos de mis
ra. Estos hombres de color creían tener una misión: ele- ejercicios, notó cosas un tanto peculiares. Un día, me
var al pueblo a un nivel superior de cultura. Cuando lle- llamó aparte: "Aimé Césaire, ya terminó sus estudios
gué a Francia, algunos de mis compañeritos allá se mos- secundarios, ¿qué va a hacer después del bachillerato?"
traron muy sorprendidos del nivel que teníamos en cier- Le respondí viéndolo directamente a la cara: "Ahí está
tas materias. Cuando el maestro Achille recitaba un exactamente el problema." (No le dije eso mirándolo a
poema inglés: Long fines of.. [Aimé Césaire recitó en los ojos si no a la barba, ya que tenía una gran barba,
inglés], yo ya no sé inglés, pero no he olvidado estos ver- como los curas, pero él no tenía nada de cura.) Luego le
sos que me enseñó Achille. Cuando, ya en Francia, llegué dije: "Como usted, profesor." Respondió: "Bueno, está
al liceo Louis-Ie-Grand, la primera vez que me interrogó bien, tienes razón; y creo que te va a ir muy bien. En-
el profesor de inglés -el maestro Travers era un gran pro- tonces, si quieres ser como yo, vas a Francia, te inscribes
fesor francés, muy eminente-, me miró y me dijo brusca- en el liceo Louis-Ie-Grand, en el primer curso de pre-
mente: "Usted es de la Martinica. ¿No fue discípulo de paración para la oposición e ingresar en la Normal Su-
Achille?"Tuve que confesar que sí. Se había dado cuenta
de la marca del maestro. Ahí había una sólida tradición
universitaria, que no debe despreciarse. Me acuerdo, asi- • En el original "P'tet' ben qu'oui, p'tet' ben qu'non:'

38
Biblioteca de México
perior y en los cursos para entrar en la Escuela N _'rmal
Superior de Letras. Creo que te va a ir bien." Y n .C dio
una notita para el director, que había sido su condiscípu-
lo en la Escuela Normal Superior. Me admitieron de
inmediato. Todavía puedo ver el pasillo donde estaba la
secretaría. Al salir del pasillo, me quedo estupefacto al ver
a un hombre negro bajo, un hombrecito más chaparro
que yo, negro, es decir un Negro. Es un alumno, lleva
puesto un guardapolvo gris y, alrededor del guardapolvo,
un cinturón con un cordoncito de cuyo extremo cuelga
un tintero vacío. En aquel entonces era la gran coquete-
ría de los internos; por lo tanto, eso quería decir que él
era un interno. Yo me había inscrito como externo. Vivía
en la carretera de Bagneux, después de la porte d'Orléons
(siempre he vivido por ah0. Tomaba el tranvía hasta la
~orte d'Or/éons, luego el bulevar Saint-Michel, la calle des
Eco/es y llegaba al liceo. Este valiente Negrito se me acer-
ca y dice: "¿Y de dónde vienes tú, novato?" - Vengo de la
Martinica. -¿Cómo te llamas? -Aimé Césaire, ¿y tú)
todo estaba bien, luego llegaron las vacaciones largas, y
- Léopold Sédar Senghor, soy de Senegal. Abre sus brazos,
me abraza y dice: " Pues bien, novato, tú serás mi novato." comencé a fastidiarme en París. No tenía mucho dinero,
y cuando tenía un poco, salía de la Ciudad Universitaria,
Y toda la vida fue así. Nos formamos juntos, leímos
iba al Barrio Latino, a Gibert, a las PUF, la gran librería del
mucho juntos, discutimos mucho juntos, nos peleamos
bulevar Saint-Michel. Cuando había comprado uno o dos
pero siempre nos contentábamos, y fraternamente, hasta
libros, ya no me quedaba más dinero y regresaba ... Me
el fin de su vida.Y fue así como descubrí África en París.
acuerdo que un día, después de haber estado en el Ba-
rrio Latino, fui a la Comedia Francesa, porque habían
P. L.: Evidentemente, adonde quiero llegar es al Cohier
puesto una pieza de Giraudoux, era el último día que
d'un retour ou poys noto/, texto fundador que es im-
había función. Cuando salí ya no tenía dinero para regre-
posible no sólo resumir, sino incluso definir.
sar a mi casa. Voy hasta la porte d'Or/éons y me encontré
con unos amigos, entre los que vi a un muchacho negro
A . C.: Es cierto. En realidad, creo que, de todo eso
de cabello extremadamente negro, de tez morena, un
hablaba yo con mis amigos, reflexionaba, preparaba cosas
muchacho guapo, además. De hecho, iera yugoslavo!
con calma . . . Eso pasaba, y luego, un buen día, aquello
Petar Guberina. Me miró, y de inmediato nos hicimos
estalló -no sé por qué-, fue poco más o menos como
amigos. En el restaurante universitario -un gran hangar
una crisis. Así fue como pasó. Con frecuencia hablaba
donde se vendían los platillos en la barra- , una mesera
con Senghor: ¿qué piensas de tal cosa, de la negritud, de
me mira, mira luego a Guberina y dice: "¿Nada más van
los africanos, de los martiniqueses? H as visto la diferen-
a comer eso?" -Sí. - Pues no comen nada. -Señora, dice
cia que hay, etc. Criticábamos, amábamos, pero discutía-
usted bien, es que somos vegetarianos. Sólo como
mos todos los días .. ¿Qué vamos a hacer) ¿Qué con
legumbres porque soy vegetariano." Ella sonrió; com-
Francia?Ya te diste cuenta de cómo nos trata. ¿Qué nos
prendió muy bien que sencillamente no teníamos ni en
espera en el porvenir? ¿Adónde vamos? Discutíamos
qué caernos muertos. Enseguida nos hicimos amigos de
sobre todo eso. Se cocía a fuego lento. Y entonces, un
Pierrot Guberina.
buen día, izasl Comprendí que era insoportable, que
necesitaba que eso saliera. ¿Cómo salió Cohier d'un retour
ou poys noto/? De muchas discusiones que tuve en el
barrio latino con Senghor, con mi amigo Léon-Gontran
Damas. Damas era de Guyana. Un día llegó a clase en el
último año de la secundaria; el director abre la puerta y
dice: "Les traigo dos condiscípulos guyaneses, porque no
hay profesores para esta clase en Guyana." Y nos pre-
senta a Auguste Delanon y a Léon-Gontran Damas. Así
fue. Y nos hicimos amigos, tanto, que hasta escribíamos
poemas juntos. Así que, como usted ve, había un mundo
negro cocinándose a fuego lento y que, ciertamente,
estaba en ese estado de ebullición a causa de la guerra.
La presencia de los Negros en el mundo se nos había
revelado con la cantidad de muertos que habían caído:
los Negros americanos, Countee Cullen, Langstone
Hughes ... Fue en ese momento cuando descubrimos la
literatura negra americana. Éramos jóvenes entonces, en
París, en el Barrio Latino, y créame, eso tenía efectos sin-
gulares en nosotros, lo que es muy, pero muy importan-
te. Discutíamos mucho, y la vida pasaba ... No es diver-
tida realmente la vida de un estudiante negro. En el liceo,

19
Biblioteca de M éxico
P. L.: Cuéntenos de su encuentro, en la
carretera, con una señora que veía a un
negro por primera vez en su vi da.

A. C.: Pierrot Guberina estaba muy sor-


prendido de mi conocimiento de la historia
de su país. No se daba cuenta de que noso-
tros habíamos recibido cur sos de historia
muy superiores a los suyos sobre el Medio
Oriente, el Cercano Oriente, la historia de
los serbios, de los croatas, del Imperio, sobre
todo en clase de filosofía y en el úttimo año
de la secundaria. El gran fenómeno era la
aparición de naciones nuevas; todo eso nos
lo habían enseñado muy bien, y con detalles
que Pierrot no conocía o había olvidado. En
todo caso, no estaba perdido, porque un día
en que yo me fui a pasear a una de las islas
- me parece que estaba enfrente de Venecia,
una serie de islas increíbles, un verdadero
archipiélago- y que Pierrot se quedó con su
familia, miré el paisaje un poco hacia la dere-
cha y hacia la izquierda, y, bruscamente, en
un valle más abajo, en la canretera, vi que
pasaba una señora, una campesina que em-
pujaba un borriquillo cargado. Había ido a
hacer sus compras al pueblo y regresaba
con sus provisiones. Me ve, me mira de hito
P. L.: A quel yugoslavo se lo llevó de vacaciones a su casa. en hito, totalmente estupefacta, y oigo que
dice: "iVrog vrog!" Sabía bastante croata para comprender
A. C.: Sí, nada menos que me invitó. Y entonces me que vrog significa "diablo". Vrog en eslavo, en ruso, es el ene-
narró la increlble historia de Yugoslavia, ies fantástica! Por migo, y uno pasa muy rápido de la idea de enemigo -que
mi parte, le conté un poco de la historia de las Antillas, es lo que sucedió en el croata- a la idea más general de
y nos hicimos muy amigos. Sabía latín, e intercambiá- enemigo del género humano, es decir, el diablo: vrog. En-
bamos reflexi ones. Llegaron las vacaciones: "¿Regresas a tonces, imagínese usted que el diablo se rió y le respondió
tu casa?". Él era de Zagreb, en Dalmacia, y yo de las [Césoire lo dice en crooto]: "Es cierto, querida, ¿quién te lo
Antillas. Una semana después, me escribió: "Aimé, te dijo?"Y entonces la mujer huyó enloquecida. Dejó todo y
estás aburriendo ahora: en París, no hay nadie.Te espero se puso a correr ... iFue increlble! Se había encontrado al
en Zagreb tal día." Casi me dio el número del tren. Me diablo; le había hablado al diablo, y el diablo le había con-
dije: "Está chiflado éste: apenas conozco Francia, ¿y voy a testado. Cuando yo iba de regreso a casa de Pierrot, a un
ir a Yugoslavia?" Me escribe de nuevo, y heme en Yugos- kilómetro o dos, un señor, muy amablemente, me suelta
lavia. Estaba deslumbrado. Es un país extraordinario. esta frase: "iEh, eh! (influido por el inglés americano) , eh,
Descubrí la costa dálmata, que me recordó un poco los negro!" (Ciertamente había hecho lo América) Y me hace
acantilados de Carbet, ' había una luz fantástica. Toda la una señal. Me acerco y me pregunta:"¿De dónde es usted?"
familia me esperaba en el andén. Me dieron una recá- Le respondo más o menos bien en mi inglés, y él me invita
mara en el primer pi so, abro la ventana, iah! Me digo: a tomar un trago. Era difícil rehusarse, yo no bebo mucho,
"iQué paisaje, es maravi lloso! Pierrot, ¿cómo se llama esa pero en fin, era un signo de amistad. Me voy con él y bebo
isla de allá - Martiniska. iMartiniskal Pero, traducido, eso lo que me da. Él bebió bastante. Era un aguardiente de ci-
quiere decir san Martín: ies la Martinica l" Partí hacia ruela - no, nada menos que de arroz fermentado. Me ter-
Yugoslavia y ¿qué descubro? La Martinica, adonde no mino mi copa, le agradezco y regreso a la casa. Cuando lle-
había puesto un pie desde hacía cinco años. No tenía gué, toda la familia estaba reunida en la orilla de la carrete-
suficiente dinero para regresar a la Martinica, isólo el sufi- ra:"Ljubo, Ljubo (Aimé), ¿dónde estabas?"Y por primera vez
ciente para llegar a Martiniska, en Yugoslavia l Esa noche respondí en croata.Y ellos exclamaron: "iExtraordinario, fan-
misma, me instalé en una mesa, delante de la ventana y tástico l iYa habla croata, habla croata!" Entonces respondí:
escribí: "Cahier d'un retour au pays natal". D icho de otro " No soy yo el que habla croata, sino que es el aguardiente
modo - es casi como ficción- , llegando a Yugoslavia, me de arroz fermentado en mí el que lo habla." Nos reímos
imaginé que llegaba a la Martinica .. . Y fue así como mucho y me fui.
comencé a escribir Cohier d'un retour ou poys notol.
Yugoslavia es un país que me gusta mucho; simpaticé P. L.: Nous sommes de ceux qui disent non el I'om-
mucho con la gente, y, al cabo de dos semanas, chapu- bre .. *
rreaba el yugoslavo, no siempre muy bien, pero lo sufi-
ciente para hacerme entender y asombrar a la gente. A. C.: Nous so mm es de ceux qui disent non (; /'ombre . Y

, Municipio martlnlqués de la Costa norcaribeña.


• Somos de los que dicen no a la sombra.

40
Biblioteca de México
era cierto; además todo eso nos afectaba
mucho . . .

,
P. L.: Lombre gagne ... **

A . C.: Por supuesto: L'ombre gagne. Los ale-


manes estaban en París, para decirlo todo
en una palabra... Donde miremos gana
terreno la sombra. Uno tras otro se apagan los
fogone s. El círculo de sombra se estrecha, entre
gritos de hombres y rugidos de fieras. Con
todo, somos de los que dicen no a la sombra.
Sabemos que la salvación del mundo depende
también de nosotros. Que la tierra necesita a
cualquiera de sus hijos. Los más humildes [al
decir esta palabra, Aimé Césaire pone el
índice en el corazón]. La sombra gana terre-
no ... ¡Ay!, toda la esperanza no está de más
para mirar al siglo a la cara! Los hombres de
buena voluntad crearán una nueva luz para el
mundo. Ésa era la convicción que queríamos
afirmar. Y resulta que Bret on estaba de paso
por la Martinica. Estaba despavorido, y este
texto cayó en sus manos; quiso conocer a
quien lo había escrito.

P. L.: Breton estaba de camino al exilio


hacia América, y fue totalmente azaroso luego, un buen día, retomo todo eso, lo releo, lo pongo
que, buscando un listón para su hija, se encontrara su más o menos en forma ... Es un poco así como se han
revista en el escaparate de una mercería. Deseó cono- hecho las cosas hasta ahora. Pero tengo la sensación de
cerlo en el acto. ¿Cómo fue ese encuentro?
que no va a continuar por mucho tiempo. Es t odo.

A . C .: Fue muy senci llo . . A quello le interesó de in- P. L.: ¿Tendremos algún día la dicha de leer nuevas obras
mediato. Pero, al mismo tiempo que me descubría, yo a de Aimé Césaire 7
mi vez descubría el surrealismo, porque, hasta entonces,
yo tenía una visión un tanto académica del surrealismo. A. C.: Pues no sé. Tengo muchas anotaciones, muchos
En el liceo, el surrealismo se ten ía por una cosa un poco borradores . .. Miro todo eso de cuando en cuando.
deschavetada, un movimiento de vanguardia. A partir de ¿Merecerá todo eso la publicación? No tengo idea.
aq uel momento, comencé a leer algunos escritos surrea-
listas. Escuchaba lo que decía André Breton y me decía P. L.: En el mundo entero lo celebran, y usted es cons-
a mí mismo: " Mira nada más, hago surrealismo si n saber- ciente de ello. ¿T iene la sensación de que en su país lo
lo, porque, en realidad, lo que el surrealismo busca es reconocen y entienden?
mandar al demonio todo lo convencionaL" ¿Y qué tienen
los martiniqueses de convencionales? Entonces me dije: A. C .: No estoy segu ro. Desde hace mucho tiempo, me
" Mandemos al caraja todos los convencionalismos: el da la impresión de que soy una especie de singularidad
francés de salón, las imitaciones martiniquesas de la lite- en este país. A quí se les atraviesa siempre en el cuello
ratura francesa, todo ese lado satirizado ... ¡Enviemos algún Césaire. Hace siglos que estoy consciente de eso
todo eso al cesto de basural ¡Excava dentro de ti! ¡Anda, y que he tomado partido. ¿A qué se debe? No cabe
ve y hurga, hurga más, más! Y cuando hayas buscado y duda que soy una especie de rebelde. En la escuela pri-
rebuscado adent ro, algo encontrarás . .. ¡Encontrarás al maria, ya tenía yo esta singularidad, al igual que en el
Negro fundamental!" liceo, en t odos lados . . .; pero, al mismo tiempo, sentía
que en reali dad yo "expresaba" a este pueblo mucho
P. L.: Estos últimos años no ha publicado nada. ¿Quiere mejor que la mayor parte de los que lo integran. Siem-
decir eso que no ha escrito nada? pre es la misma historia: el yo profundo y el yo superfi-
cial. Creo que soy profundamente antillano, y tal vez eso
A . C.: Ya veremos. Lo que pasa es que no tengo mucho moleste a muchos de nuestros compatriotas que viven
tiempo.Y.luego, están también mis ocupaciones, mi salud, más o menos - son diversos los grados- en la enajena-
todo eso tiene que ver. Escri bo en cualquier parte, ¿sabe? ción. Ésa es la impresión que tengo.
Guardo algunos apuntes en el bolsillo, que mi secretaria
registra de vez en vez. No les entiende mucho, pero, en P. L.: Permítame insistir en los malentendidos que
fin, eso se hace así. En el coche, a veces llego a escribir, y podría haber entre los martiniqueses y usted. En térmi-
nos generales, lo adulan -si n compartir, necesariamente
ni sus puntos de vista ni sus ideas. .. ¿Lo hace sufrir esto?
"*Lo sombro gono terreno.

41
Bibliot eca de México
A. c.: No, tomo nota de e ll o, y me digo que, después
de todo, es natural.

P. L.: Aimé Césaire, ¿cómo debe interpretarse esta frase


de "Moi, laminaire";* "Me ha quedado del rebaño la larga
trashumancia' '?

A. C.: Me parece muy clara. El rebaño es la muche-


dumbre, la masa, las masas negras. Así es como veo la
historia martiniquesa, como una trashumancia; gente que
fue deportada de su país a otro país... Es una tras-
humancia, sí, y yo hago lo mejor que puedo para guiar a
esas masas. Tal vez sea un poco pretencioso, pero en fin,
es lo que he querido hace~ [Lee "Hors des tours étran-
gers", poema del li bro Ferrements J:**

Pueblo mío
(Pero aq uel día yo me sentía con mucha amargu ra en
los debates pol íticos.)

pueblo mío
cuando
fuera de los días extranjeros
germines una cabeza muy tuya sobre tus hombros
renovados
y tu palabra
el despido enviado a los traidores
a los maestros
el pan restituido la tierra lavada
la tierra concedida

cuando
cuándo pues dejarás de ser el juguete sombrío
en el camaval de otros
~ en los campos de otro
con abanico anticuado

mañana
para cuándo mañana pueblo mío
la derrota mercenaria
terminada la fiesta

pero el rubor del Este en el corazón del caña coro

pueblo de mal sueño roto


pueblo de abismos remontados
pueblo de pesadillas domadas
pueblo nocturno amante de los furores del trueno
mañana más alto más suave más vasto

y la marejada torrencial de las tierras


con el arado salubre de la tempestad

Eso lo dice todo, ¿no! Pero hay que comprenderlo. Es la


historia martiniquesa, y ésa es mi decepción del presen-
te martiniqués. Pero es también la esperanza de una vida
nueva, aun cuando, claro está, siempre exista la tempes-
tad y el volcán no esté lejos.

• Yo. lamlnana .
•• Grilletes.

42
Biblioteca de México
AlMt CÉSAIRE*

CUADERNO DE UN RETORNO
AL PAÍS NATAL
T R A D U C C I Ó N DE AGUSTÍ BARTRA

A l final del amanecer.. de orgullo, en esta ciudad inerte, esta muchedumbre al lado de
Vete, le decía yo, jeta de polizonte, jeta de vaca, vete detes- su grito de hambre, de miseria, de rebeldía, de odio, esta
to a los lacayos del orden y a los abejorros de la esperanza.Vete muchedumbre tan extrañamente charlatana y muda.
mal amuleto, chinche de frailuco. Luego yo me volvía hacia
paraísos perdidos para él y para sus allegados, más tranquilo En esta ciudad inerte, esta extraña muchedumbre que no se
que el rostro de una mujer que miente, y allí mecido por los hacina, no se mezcla: hábil en descubrir el punto de desajuste,
efluvios de un pensamiento nunca cansado, alimentaba al vien- de huida, de escabullimiento. Esta muchedumbre que no sabe
to, desataba los monstruos y escuchaba subir por el otro lado hacer muchedumbre, esta muchedumbre, uno se da cuenta de
del desastre un río de tórtolas y de tréboles de la sabana que ello, tan perfertamente sola bajo el sol, semejante a una mujer
llevo siempre en mis profundidades a una altura inversa a la del toda ella se hubiese creído entregada a su cadencia lírica, que
vigésimo piso de las casas más insolentes y por precaución con- interpela bruscamente a una lluvia hipotética y le intima la orden
tra la fuerza putrefacta de los ambientes crepusculares, reco- de no caer; o a un signo rápido de una cruz sin móvil visible; o
rrida noche y día por un sagrado sol venéreo. a la animalidad súbitamente seria de una campesina que orina
de pie, con las piernas separadas y rígidas.
Al final del amanecer abrotoñado de ensenadas frágiles las
Antillas hambrientas, las Antillas picadas de viruelas, dinamita- En esta ciudad inerte, esta muchedumbre desolada bajo el
das de alcohol, encalladas en el cieno de esta bahía, en el polvo sol, sin participar en nada de lo que se expresa, se afirma, se
de esta ciudad siniestramente encalladas. libera en la plena luz de esta tierra suya. Ni en la emperatriz
Josefina de los franceses que soñaba muy alto por encima de
Al final del amanecer la extrema, falaz y desolada escara la negrería. Ni en el liberador inmovilizado en su liberación de
sobre la herida de las aguas; los mártires que no atestiguan; las
flores de la sangre que se marchitan y se esparcen en el vien-
to inútil como chillidos de loros parleros; una vida vieja y men-
tirosamente risueña, con los labios abiertos por angustias
desafectas; una vieja miseria pudriéndose bajo el sol, silen-
ciosamente; un viejo silencio estallando de pústulas tibias, la
horrible inanidad de nuestra razón de ser
CUADERNO
Al final del amanecer sobre este más frágil espesor de tie-
DE U N
rra que deja atrás de modo humillante su grandioso porvenir
-los volcanes estallarán, el agua desnuda se llevará las manchas
RETqi^O
maduras del sol y no quedará más que un hervidero tibio
picoteado de pájaros marinos- la playa de los sueños y el
insensato despertar

Al final del amanecer esta ciudad llana -expuesta, caída de su


sensatez, inerte, sofocada bajo su fardo geométrico de cruz que
eternamente recomienza, indócil a su suerte, muda, contrariada
de todas maneras, incapaz de crecer conforme al jugo de esta
tierra, perpleja, cercenada, menoscabada, en ruptura de fauna y
de flora.

Al final del amanecer esta ciudad llana -expuesta...

Y en esta ciudad inerte, esta muchedumbre vocinglera que


tan asombrosamente pasa al lado de su grito como esta ciu-
dad al lado de su movimiento, de su sentido, sin inquietud, al
lado de su verdadero grito, el único que se le hubiera querido
oír gritar porque es el único que se siente suyo; porque se le
siente habitar en ella en algún refugio profundo de sombra y

* A i m é C é s a i r e , Cuaderno de un retorno al país natal, p r ó l o g o y t r a d u c c i ó n d e A g u s t i


B a r t r a . Editorial E r a . M é x i c o 1969, 132 pp. E r a p r e p a r a u n a nueva edición de esta o b r a
q u e a p a r e c e r á e n los p r ó x i m o s meses.

B i b l i o t e c a de M é x i c o
piedra blanqueada. Ni en el conquistador. Ni en este despre- lical restituido a su frági l esplendor, el pan, y el vino de la com-
cio, ni en esta libertad, ni en esta audacia. plicidad, el pan, el vino, la sangre de los esponsales verídicos.

Al final del amanecer, esta ciudad inerte y sus allendes de y esta alegría antigua que me trae el conocimiento de m i
lepras, de consu nciones, de hambre, de miedos agazapados en actual m iseria, un camino giboso que se zambu lle en una hon -
los barrancos, de miedos posados en los árboles, de miedos donada donde esparce algunos bohíos: un cam ino infatigable
cavados en el suelo, de miedos a la deriva en el cielo, de mie- que carga a toda velocidad contra un morro en cuya cima se
dos amontonados y sus humaredas de angustia. hunde brutalmente en una poza de casas patonas, un camino
que sube locamente y desciende temerariamente, y la osa-
Al final del amanecer, el morro olvidado, que no se acuer- menta de madera cómicamente sostenida sobre minúsculas
da de saltar. patas de cemento que yo llamo "nuestra casa", su tocado de
chapa que ondula al sol como una piel puesta a secar, el come-
Al final del amanecer, el morro de pezuña inquieta y dócil dor, el piso basto donde brillan cabezas de clavos, las vigas de
-su sangre palúdica arrolla al sol con sus pulsos recalentados. abeto y de sombra que recorren el techo, las fantasmales sillas
de paja, la luz gris de la lámpara, aquella barnizada y rápida de
Al final del amanecer, el incendio reprimido del morro, las cucarachas que zumba hasta hacer daño...
como un sollozo que se ha amordazado al borde de su esta-
llido sanguinario, en busca de una ignición que se escabulle y Al final del amanecer, este más esencial país restituido a mi
se desconoce. glotonería, no de difusa ternura, sino la atormentada concen-
tración sensual de la gorda teta de los morros con la acciden-
Al final del amanecer, el morro acurrucado delante de la tal palmera como su germen endurecido, el goce entrecorta-
bulimia al acecho de rayos y molinos, lentamente vomitando do de los torrentes y, desde Trinidad hasta Grand-Riviere, la
sus fatigas de hombres, el morro solo y su sangre derramada, gran lamedura histérica del mar.
el morro y sus vendajes de sombra, el morro y sus regueros
de miedo, el morro y sus grandes manos de viento. y el tiempo pasaba de prisa, muy de prisa.
Habían pasado agosto, en que los mangos se empavesan
Al final del amanecer, el morro famélico y nadie sabe mejor con todas sus lúnulas, septiembre el comadrón de ciclones,
que ese morro bastardo por qué el suicida se ha asfixiado con octubre el incendiario de cañas, noviembre que ronronea en
la comp licidad de su hipogloso echando para atrás su lengua las destilerías, era la Navidad que empezaba.
para tragárse la: por qué una mujer parece hacer el muerto en
el río Capot (su cuerpo luminosamente oscuro se organiza A l principio la Navi dad se había anunciado con un picoteo
dócilmente a la voz de mando del ombligo) pero ella no es de deseos, una sed de ternuras nuevas, un retoñar de sueños
más que un fardo de agua sonora. imprecisos, luego había vo lado de súbito con el roce violeta de
y ni el maestro en su clase, ni el sacerdote en el catecismo sus grandes alas de alegría, y entonces había en el pueblo su
podrán sacar una palabra a ese negrito soñoliento, a pesar de vertiginosa caída que hacía estallar la vida de los bohíos como
la manera tan enérgica con que ambos tamborilean sobre su una granada demasiado madura.
cráneo rapado, porque es en los pantanos del hambre donde
se ha hundido su voz de inanición (una palabra-una-sola-pala- La Navidad no era como todas las fiestas. No le gustaba
bra y os-libro-de-Ia-reina-Blanca-de-Castilla, una-pala-bra-una- correr por las calles, ni bailar en las plazas públicas, ni instalar-
sola-palabra, ved-ese-pequeño-salvaje-que-no-sabe-ni -uno- se en los caballos de madera, ni aprovecharse del barullo para
de-Ios-diez-mandamientos-de-Dios) pellizcar a las mujeres, ni lanzar fuegos artificiales frente a los
porque su voz se olvida en los pantanos del hambre, tamarindos. La Navi dad tenía agorafobia. Lo que necesitaba
y no se puede sacar nada, verdaderamente nada, de era todo un día de ajetreo, de preparativos, de guisos, de lim-
ese pequeño granuja, piezas, de inquietudes.
salvo un hambre que ya no sabe trepar por las jarcias de su
voz un hambre pesada y floja, por-miedo-de-que-eso-no-baste,
un hambre enterrada en lo más hondo del Hambre de ese por-miedo-de-que-eso-falte,
famélico morro. por-miedo-de-que-no-se-aburran,

Al final del amanecer, la varadura heteróclita, las hediondeces luego por la noche una pequeña iglesia que no intimidaba, que
exacerbadas de la corrupción, las sodomías monstruosas de la se dejaba llenar benévolamente de las risas, los cuchicheos, las
hostia y del victimario, los mamparos infranqueables del prejuicio confidencias, las declaraciones amorosas, las murmuraciones y
y de la tontería, las prostituciones, las hipocresías, las lubricidades, la cacofonía gutural de un chantre muy animoso y también de
las traiciones, las mentiras, las falsedades, las concusiones -el aho- alegres compadres y despreocupadas comadres y bohíos de
go de las cobardías insuficientes, el entusiasmo sin fatiga de brotes entrañas ricas de suculencias, y nada cicateras, y se encierran
supernumerarios, las avideces, las histerias, las perversiones, las allí unos veinte, y la calle está desierta, y el pueblo no es más
bufonadas de la miseria, las lisiaduras, las comezones, las urticarias, que un ramo de cantos, y se está bien dentro, y se come bien,
las hamacas tibias de la degeneración.Aquí el desfile de los risibles y se bebe regocijadamente, y hay morcilla, de esa estrecha de
y escrofulosos bubones, los engordes de microbios muy extraños, dos dedos que se enrolla voluble, larga y apretada, la que sabe
los venenos sin alixitéreo conocido, las sanies de llagas muy anti- a tomillo, la violenta de incandescencia pimentada, y café
guas, las fermentaciones imprevisibles de especies putrefactibles. ardiente y anís azucarado y ponche con leche, y el sol líquido
Al final del amanecer, la gran noche inmóvil, las estrellas más de los rones, y toda clase de cosas buenas que os imponen
muertas que un balafo roto, autoritariamente las mucosas o bien os las destilan en deleites,
o tal vez os las tejen de fragancias, y se ríe, y se canta, y los
el bulbo terático de la noche que ha germinado con nues- estribillos suben hasta perderse de vista como cocoteros:
tras bajezas y nuestros renunciamientos.
ALELUYA
y nuestros gestos imbéciles y locos para hacer revivir la sal- KYRIE ELEISON .... LEISON ... LEISON ,
picadura de oro de los instantes favorecidos, el cordón umbi- CHRISTE ELEISON ...LEISON ...LEISON

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Bibliote ca de Méxi co
A IMÉ CÉSAIRE*

POEMAS
TRADUCCiÓN DE ENRIQUE LlHN

SUPERVIVENCIA CíRCULO NO VICIOSO

Te evoco Pensar es demasiado ruidoso


platanero patético agitando mi corazón desnudo en el día con demasiadas manos empujé demasiados abejorros
salmodiante En lo demás no me he equivocado nunca
te evoco Los hombres no me han decepcionado jamás ellos tienen
viejo hougan de las montañas sordas de la noche miradas que los desbordan
justo la noche que precede a la última la naturaleza no es complicada
y sus redobles de fastidio golpeando en la poterna loca son justas todas mis su posiciones
de las fructuo sas todas mis implicaciones
ciudades enterradas Ningún círculo es vicioso
pero no es este más que el preludio de los bosques en hondón
marcha de nudoso no hay nada fuera de mis rodillas, y se hunden
por el cuello pedregosas
sangrante del mundo en el trabajo
es mi odio singular de los otros y en su sueño
derivando sus icebergs por el aliento de las verdaderas
llamas HIJO DEL RAYO
dadme
ah dadme el ojo inmortal del ámbar Y sin que ella se dignara seducir a los carceleros
sombras y tumbas de granito escuadrado en su blusa se ha diluido un ramo de pájaros moscas
pues la ideal barrera de los llanos húmedos y de las hier- han germinado en sus orejas retoños de atolones
bas me habla en una lengua tan dulce que para empezar
acuáticas no comprendo nada pero a la larga lo adivino
escucharán en las zonas verdes que la primavera llegó a contracorriente
los trujamanes del olvido anudándose desanudándose que toda sed ha sido saciada que el otoño nos ha
y las raíces de la montaña reconciliado
alzando la raza real de los almendros de la esperanza que en pleno mediodía han fiorecido las estrellas en la
fio recerán en los senderos de la carne calle y
(el dolor de vivir de paso como una tempestad) que sus frutos cuelgan al alcance de la mano
mientras que en la enseña del cielo
un fuego de oro sonreirá MISSISSIPPI
al canto ardiente de las llamas de mi cuerpo
Hombres lástima que no veáis que mis ojos recuerdan
SOL YAGUA frondas y banderas negras
que asesinan a cada pulsación de mi s pestañas
Mi agua no escucha
mi agua canta como un secreto Hombres lástima que no veáis que nada veis
mi agua no canta ni siquiera la bella señal de ferrocarril que
mi agua exu lta como un secreto hacen bajo mis párpados los discos rojos y negros de la
mi agua trabaja serpiente coral
y a través de toda caña exulta que mi munificencia enrosca en mis lágrimas
hasta la leche de la risa
mi agua es un niño pequeño Hombres lástima que no veáis cómo al fondo del retículo
mi agua es un sordo en que el azar ha empozado nuestros ojos
mi agua es un gigante que te sostiene un león sobre el hay quien espera un búfalo ahogado hasta la empuñadura
pecho de los ojos
oh vi no del pantano
vasto inmenso
por el basi lisco de tu mirada cómplice y suntuosa Hombres lástima que no veáis que no podéis
impedirme construir en cantidad suficiente
* Alme Cesalre. Poesías. selección y prólogo de Ennque Llhn. Casa de las islas de cabeza de huevo de cielo fiagrante
A méricas. La H abana. Cuba. 1969.

45
Biblioteca de Méxi co
')2

GOLFO n¡,; MÉJICO


y

MAR DE LAS ANTILL AS

bajo la calma ferocidad del geranio inmenso de nuestro dejamos los ojos en suspenso
[sol y nativa
desanudando en toda su extensión el dolor
LA RUEDA ll oramos

La rueda es la más bella invención del hombre y la CUERPO PERDIDO


única
el sol gira Yo que Krakatoa
la tierra gira yo que mucho mejor que el monzón
tu rostro gira en torno al eje de tu cuello cuando lloras yo que pecho descubierto
pero vosotros minutos no enrolléis en la bobina de yo que cicloneo
vivir la sangre ya lamida yo que balo mejor que una cloaca
el arte de sufrir aguzado como muñones de árbol por los yo que fuera gama
cuchillos del invierno yo que zambeze o frenético o rombo o canlbal
la corza ebria de sed quisiera ser más y más humilde y terrero
que me pone sobre el brocal inesperado tu siempre más llano sin vértigo ni vestigio
rostro de goleta desmantelada caer hasta perderme
tu rostro en la viviente sémola de una tierra toda entrega
como un pueblo dormido al fondo de un lago Afuera una bella bruma en lugar de atmósfera,
y que renace el día de la hierba y el año inmaculable
germina cada gota de agua transfigurada en sol
cuyo nombre el mismo para todas las cosas
BLUES DE LA LLUVIA sería REENCUENTRO TOTAL
Y así fuera imposible no confundir el paso
Aguacero de una estrella con el de una esperanza
buen músico o un pétalo de fiam boyán
al pie de un árbol desnudo o un refugio submarino
en medio de las armonías perdidas que recorren las llamas de las medusas-aurelias
al alcance de nuestras memorias deshechas La vida pienso entonces me bañaría entero
en nuestras manos derrotadas mejor la sentina en el roce en la mordedura
y de pueblos de fuerza extraña tendido vena venir por fin hacia mí los olores en libertad

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Biblioteca de México
del carnaval de los otros
o en los campos del extraño
el anticuado espantapájaros

mañana
ah cuando mañana pueblo mío
la derrota mercenaria
terminada la fiesta
pero la rojez del este en el corazón del cañaveral

pueblo de un pesado sueño interrumpido

pueblo de abismos remontados


como man os auxi liadoras
pueblo de pesadillas sojuzgadas
que se abrirían paso en mí
pueblo nocturno amante de los furores del trueno
meciendo largas cabelleras
mañana más dulce mañana más alto mañana más grande.
más largas que este pasado que no puedo abarcar
apárten se cosas háganle lugar
lugar a mi reposo oleaje en que se espuma
CANTINELA
mi terri ble cresta de raíces anclantes
que buscan en qué hundirse
Es esta delgada película que flota entre los remolinos
cosas sondeo sondeo
del viento
yo el cargador soy el carga-raíces
sedimentada apenas por el mar
peso y violo y misterio
es este gran encabritarse de los cabellos de la tierra
y ombligueo
detenidos en último momento a un sobre salto del
Ah quién hacia los arpones me devuelve
[abismo
soy muy débil
es esta arena negra que bulle cuando la arcada del
si lbo si yo si lbo antiguas cosas
[abismo
serpientes cosas cavernosas
es este deslizarse de la serpiente obstinada que abando-
Yo oro y viento paz allá
na
y contra mi hoci co inestable y fresco
el naufragio
y contra mi cara corroída aplasta
esta bocanada de astros que se vuelve a vomitar bajo la
tu frío rostro de risa deshecha.
especie de un pastel de luciérnagas
El viento ay lo escucharía aú n
esta piedra sobre el océano lamiendo con su baba
negro negro negro desde lo profundo
una mano temblorosa para las aves de paso
del cielo inmemorial
Aquí sol y luna
un poco menos fuerte que hoy en día
son las dos ruedas dentadas sabiamente engranadas
pero no obstante demasiado fuerte
de un tiempo que nos tritura con ferocid ad
y ese loco au llido de perros y caballos
es este malestar
que él lanza en nuestra persecución siempre cimarrona
esta cloaca
pero a mi vez al aire
este sollozo de corales
lanzaré un grito y tan violento
el fundi rse del cielo memorable
que voy a agujerear el cielo por completo
hasta en el cebo de nuestros corazones rojos al alba
y por mis ramas desgarradas
este pico de ave carnicera que destroza el pecho
por el surtidor insolente de mi fuste herido y solemne
inhospitalario
bozal y lodazal
Daré a las islas orden de ex istir
es este mosquerío que blasona al mediodía el cielo de
nuestros negros
LEJOS DE LOS DíAS EXTRANJEROS
corazones rampantes
este rapto
Pueblo mío
atraco
a saco
cuando
esta tierra.
del otro lado de los días extranjeros
retoñes tú una cabeza bien tuya sobre tus espaldas
renovadas
y tu palabra

la licencia expedida a los traidores


a los amos
el pan restituido la tierra purificada
la tierra liberada

cuando
cuándo pues dejarás de ser el juguete sombrío

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Biblioteca de México
ALBERTO CHIMAL

HANS CHRISTIAN
ANDERSEN
(1805-1875)

El impulso (primera versión) Todo esto había fascinado al peare y Walter por Walter Scott: dos
Se cuenta que Hans Andersen, zapa- pequeño Hans, cuyo t alante era ima- descubrimientos literarios que An-
tero, lloró en una ocasión al conocer ginativo y muy impresionable, y dersen no habría podido hacer
a un estudiante joven y vivaz. A Hans quien se decidió por las artes y por nunca sin el impulso, rencoroso y
Christian, su hijo, le explicó que él el camino que le conocemos: su par- fru strado, de su padre, quien por el
" debía haber sido" como aquel tida a Copenhague, las intentonas contrario había desaparecido por
muchacho, en vez de un artesano sobre el escenario, las privaciones y entero del "nombre artístico" de su
humilde y mísero en Odense, el pue- las humillaciones sufridas por su feal- hijo. Una posible interpretación es
blo donde vivía la familia. Pero dad y su afeminamiento, el modo que éste debía (re) descubrirse por
Dinamarca entera estaba en crisis milagroso como logró abrirse paso medio del muerto, como le ocurre a
-eran los últimos años de las guerras entre la burguesía de la ciudad y la protagonista de El niño en lo
napoleónicas- y Andersen padre obtener patrocinios para su educa- tumbo, una de sus ficciones más sen-
terminó, en 1815, por dejar hasta su ción, la búsqueda constante de favo- tidas y perturbadoras. El origen no
oficio y enrolarse en el ejército: el res y conocidos que le permitieran podía separarse del destino y Hans
hijo de un granjero le pagó para que continuar su trabajo literario. Pero a Christian Andersen sería siempre,
tomara su sitio y lo librara así del ser- esa historia sabida, al ascenso social y aun en sus momentos de mayor
vicio militar. a la incomodidad del descastado, vanidad, aun en los salones de los
La compañía de Andersen padre que también son las de la Sirenita, el reyes y los notables, el habitante de
no tuvo tiempo de pelear de veras, Patito Feo y muchos otros persona- Odense.
pues Napoleón fue derrotado ese jes del escritor. debe agregársele
mismo año, pero el hombre volvió a otro matiz. La vida literaria
Odense quebrantado por las priva- El primer libro publicado de An- En El cuento de mi vido (1855), An -
ciones de la vida en campaña y dersen, Intentos juveniles (1822), fue dersen recuerda su proyecto de ir a
murió luego de una enfermedad un arranque en falso como los de buscar fortuna en Copenhague y re-
prolongada. La madre -Anne Marie muchos otros autores. Era una serie lata:
Andersdatter. iletrada y carente de de textos que homenajeaban -o pla-
recursos- se esforzó por mantener- giaban- a B. S. Ingemann y otros -¿Qué será de ti allá? -preguntó mi
se junto con su hijo: se dedicó a lavar escritores de la naciente "Edad de madre.
ajeno, volvió a casarse y. decepciona- Oro" de las letras danesas, pero -Me volveré famoso - respondí, y
da por las pobres calificaciones de estaba firmado con el seudónimo le dije lo que había leído sobre hom-
Hans en la escuela, lo puso a traba- Wi lliam Christian Walter. que era bres notables venidos de hogares
jar. Él, por su parte, intentó una fuga nombre de pretensiones elevadísi- pobres-o Primero tienes que pasar
como la que nunca logró su padre. mas. William en honor de Shakes- por una cantidad terrible de adversi-
Era, en cierto modo, su herencia: dades -le dije- y entonces te vuelves
el zapatero, autodidacta, había pro- famoso.
curado instruirlo mediante la lectura El que me conducía era un impul-
de la Biblia, de Los mil y uno noches, so inexplicable. Lloré, supliqué, y final-
de las comedias de Ludvig HoIberg; mente mi madre cedió, pero primero
también le había ayudado a construir mandó a buscar a ( ... ) una supuesta
un teatrino, para jugar con marione- "mujer sabia" ( ... ) y la puso a leerme
tas (Anne Marie pensó por un tiem- el futuro en un mazo de cartas y en
po en volverlo aprendiz de sastre, restos de café. -
por su habilidad para hacer los vesti- -Tu hijo será un gran hombre
dos de sus muñecos), y lo había lle- -dijo la vieja gitana-, y en su honor
vado a ver actores de verdad: nada todo Odense quedará iluminado al-
menos que el Teatro Real de gún día.
Dinamarca, llegado al escenario de Mi madre lloró al oír esto, y ya no
Odense, el único en todo el país tuvo nada en contra de que yo me
fuera de la capital. fuera de la casa.

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Biblioteca de México
CIudad de Odense

La estampa podna ser el otro lado quier otro lugar de Europa. En ella tes de cuantos se han escrito sobre
de la historia, tan fé rt il para el psico- hay, como es de suponer, no sólo si n- él. A partir de 1840 (como ha dicho
análisis, del niño pobre que t ri unfa en sabores de melodrama, si no t ambién el andersen ista Johan de Mylius) "los
el mundo de la riqueza y los adultos. otros conflictos. Obsérvese, diga- cnticos hacen fila para alabar el tra-
¿Qué habría pasado si la gitana mos, el fragmento que sigue: provie - bajo del poeta, qu ien ya ha estableci-
hubiese desaconsejado la partida? ne de "Reseña", un poema que do su nombre y probado su habili-
¿Lo habrían dejado ir su madre y lo Andersen escribió en 1830, cuando dad" con textos muy superiores a
que quedaba de su familia? ¿H asta tenía 25 años y debía, como el resto "Reseña", pero Andersen persistió
dónde será éste, como la llegada del de su generación, "romper lanzas" en su obsesión por el reconocimien-
Teatro Real a Odense, un aviso pro- contra autores y comentaristas ad- to hasta el final de su vi da. Hay
videncial para la vida de Andersen y versos: muchas anécdotas sobre su búsque-
para la literatura de Occidente? da de los famosos y su contagio:
Por otro lado, lo más razonable es El sol de la tarde colorea tierra y Andersen escribió sobre su encuen-
dudar de la historia entera y atribuir- mar con tonos de rosa, tro de iguales con Dickens, pero no
la al narcisismo del escritor, quien pero ¡ah'. la monotonía llega de sobre las cinco semanas que pasó en
dependió casi toda su vida del favor inmediato, al igual que mi cólera. la casa del escritor inglés, interpre-
de otros y no perdía ocasión de pro- Sea lo que sea, el sol no es muy tando muy libremente un ofreci-
mover su trabajo, su figura de litera- original: miento de hospitalidad.
to y lo extraordinario de ambos. Esta todo el tiempo sale por el este, se
cualidad agradará también a los psi- pone en el oeste, ¡por favor! El impulso (segunda versión)
coanalistas, porque es un atisbo de Entonces aparecen las estrellas de
una personalidad más compleja que la noche, pero ¡demonios!, El Romanticismo, que en el resto de
la del mero entertoiner (Harold brillan pero son frías, no dan calor Europa marcó de forma incontesta-
Bloom, en un ensayo, da a esta ima- ni vienen coloreadas. ble la literatura al comienzo del siglo
gen falsa la cara de Danny Kaye, Canta un ruiseñor. diestramente X IX , está disminuido en Dinamarca
quien interpretó a Andersen en una (. .. ) -al menos, desde el punto de vista
blanda película de Hollywood) dedi- [pero] ¿por qué no canta de día? de nosotros, lectores abúlicos del
cado a distraer a los niños y a contar (. .. ) siglo XXI- por el mismo Andersen y
mentiras inocuas. Las olas crecen pero demasiado: por Sl2lren Kierkegaard, tal vez los
Por ejemplo, un rasgo de los estu- necesitan moderación; dos daneses más eminentes; gracias
dios andersenianos del que aún se la escena tiene un toque de genio al trabajo de ambos, la "Edad de
habla poco -y menos entre noso- pero le falta mi aprobación. Oro" es más un signo de sus propias
tros- tiene que ver con el trajinar del originalidades que de acuerdo con
escritor en la vi da literaria de Di- Andersen no vio, no podía ver, que cualquier otra de las grandes figuras
namarca, no menos cosmopolita, dís- aquellos comentarios que tanto le y escuelas de su tiempo. Pero hay,
cola ni maldiciente que la de cual- disgustaban senan los más interesan- como en el episodio que antecede,

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Biblioteca de México
una raiz comύn Υ mas antigua de directo, con la locura en su abuelo vida del pequeno, ο de los dos, ο de
A ndersen Υ los romanticos: su mun- paterno, un alelado que vagaba por las millones. En ΕΙ componero de vioje, el
do no es cristiano (al contrario del calles del pueblo Υ era, para los suyos, joven Juan, pobre como tantos otros
de Kierkegaard), Υ no esta subordi- una fuente de pena Υ de νergϋenΖa. heroes andersenianos, entrega sus
nado a las pretensiones Υ apetencias Para el escritor, todos los hombres ύ ltίm as monedas para que dos ladro-
del rac ionalismo. son como ese loco, ο tal vez como nes no profanen una t umba, Υ la re-
Sus imagenes centrales - sus mi- ninos, atados al vaiven de fuerzas que compensa por su generosidad es el
tos- son paganas Υ animistas: sobre no comprenden Υ a las que tampoco afecto de un amigo casi omnipotente,
todo, de una forma de animismo importan demasiado; en eso, tal vez, que actύa sin que Juan 10 sepa Υ le
popular entre los hombres Υ mujeres esta 10 mejor Υ 10 mas perdurable de procura el bien enfrentandose contra
de la Europa del medievo Υ de epo- su reCUΡeracίόn del mundo de la fuerzas tremendas que nada tienen
cas aύn mas tempranas. Para An- infancia, que sόlο cuando somos adul- que ver con el Antiguo ni con el Nue-
dersen , al contrario de 10 que creye- tos podemos imaginar como un sitio νο Testamento. (Quienes son estos
ron los escritores Υ fiιό sοfοs de la de ignorancia Υ de pureza. Andersen seres que Andersen jamas justifιca 7
lΙ ustrac ί όn, el universo Υ la naturaleza no es, por supuesto, un escritor para (Por que otorgan Ρrοteccίόn Υ cono-
no pueden ser patrimonio de 10 ninos en el sentido estrecho que cimiento aqui Υ no en otros cuentos?
humano: no le pertenecen, no pue- damos hoy al termino: esta mas cerca Quien sobe. Estas son las dos palabras
den controlarse ni domarse, porque de Gogol que de Edward Lear Υ de que Andersen parece pronunciar con
la especie humana es sόlο una mas Victor Hugo que de J. Κ. Row ling. mas variadas entonaciones, desde ali-
en un cosmos donde todas las cosas Por otra parte, t ambien hay bon- νίο hasta horror, mientras sus perso-
estan provistas de conciencia, de dad en el misterio: una dulzura eχtra­ naJes avanzan por un universo νίνο,
vo luntad Υ de instinto. Por esto, en na, a veces de un esplendor intole- eterno como 10 humano nunca podra
los cuentos, hablan los animales Υ rable por deslumbrante, que Ander- serlo.
tambien los objetos de uso diario, sen descubre en quienes sufren Υ que
conspiran los adornos de porcelana, los dioses ven tambien, aqui Υ alla. ΕΙ Los cuentos (eηumeracίόη)
aguantan Υ mueren los imperturba- hodo del sούco entra Υ sale del cuen- Ι. Un total de 2 Ι 2 cuentos, de los
bles so ldaditos de plomo. to que el vieJo escritor refιere al nino, que 156 se publicaron durante su
Hay ange les, hay deνοc ίόn por el Υ en el que se ve el transcurrir sere- vida, son la obra conocida de
Ν ί πο Je s ύ s , hay un cielo en ocasio- no, gustoso, leνemente aburrido, de la H ans Christian Andersen.
nes, pero los Juicios de las potencias
celestiales son tan contundentes Υ
terribles como los de los antiguos
dioses del rayo Υ de las aguas, Υ no
siempre tienen justίfιcacίόn desde el
punto de vista de la moral de su
tiempo (ni del nuestro) , que les que-
da chica ο que no los alcanza cuan-
do sus personajes Υ sus tramas se
hunden en 10 desconocido. A si, en
Los zopotillos rojos la redenc ίό n sόlο
puede lIegar despues de que la nina,
condenada por su trato con el mal,
paga dejandose cortar ambos pies,
que se quedan bailando dentro de
los zapatos magi cos. Asi, ΕΙ corΟΖόn
de υπο modre plantea un di lema
etico que no puede resolverse sin
perdida ni sufrimiento (( puede el
hiJo muerto regresar, si el ύnίco
modo de hacerlo es que la madre se
sacri fιque en su lugar, dejandolo νίνο
pero huerfano Υ desamparad0 7), Υ
aun en las hi stori as mas famosamen-
te amables se asoma 10 siniestro: la
cara de los poderes que aguardan
mas alla del circulo de luz de las ho-
gueras.
En esto podria verse, tal vez, la otra
parte de la eχperiencia formativa de
Andersen , quien conοcίό teχtos clasi-
cos pero tambien las consejas popula-
res, Υ muchas veces terrorifιcas, de los
habitantes mas humildes de Odense, Υ
Recorte en papel rea lIzado por Andersen
quien tuvo incluso su Ρ Γο ρίο contacto,

50
Bibliote ca de M έox i c o
ΕΙ (uen(Q de mI vIdo de Andcr·sen

2. D e el los, un punado ha t rascendi - aun co mo frases hechas, verdades su conoc imient o para la m ayo lΊ'a
do la propia autoria de quien lo s de for ma ya inapelable: de sus lectores,
escrib iό, Υ se recuerdan como 2. Ι Α tod os nos sati sface que el em- 5. U n eχa m e n siquiera s up e rfιci a l de
parte de la cu lt ura de Occidente perador est e desnud o, Υ esas trad ucc iones es pasmoso:
(ο del in consc iente colectivo) Υ 2.2. N adi e ignora que el patito puede aύ n mas numerosas qu e las dis-
ser, en verdad, crepancias ent re los manuscritos
un cl sne, del Rey Leor, ο que los rrores n
las primeras ediciones del Porodiso
3. ΕΙ re sto se encuentra en antologIas de Lezama Li ma, las adiciones, su -
de acceso mas ο menos difίc i l , en presiones, interpolac iones, malas
las que casi nunca se encontraran l ectυras, tran sposiciones de senti-
las cartas, los poemas, los libros de do Υ hasta de palabras Υ parrafos
viaJe Υ teat ro: el trabaJo olvidado so n el ύnico rasgo constant e de
de uno de los escritores mas pro- lo s A nderse n en todas las lenguas
l ίfι cos de su t iempo, Υ uno que Υ rormatos,
siempre d eseό ser conocido como 6. Unas veces los personajes ο el
novel ista Υ dramat urgo "serio", narrador habl an de mas para sa-
4. Α est a iro nia primera (Andersen tisracer apetencias de un momen -
dedi c ό mu cho mas tiempo a la ιο ο de una cu ltura (ο de un estu-
escritu ra de esos teχtos menores dio de mercado). ο cambian los
que a sus cuentos) debe agregar- matices ο pasan sobre ellos; otras,
se la del azar de su di fu s iό n por el las mas, hablan menos de 10 que
mund o: el danes es una lengua de su aut or original pretendIa que
pocos habl antes, reconocida pre - hablaran,
ci samente por Andersen Υ muy 7. Si a l gύn d ίa se pierden los archivos
po cos mas, Υ asi resu lta que las Υ las bibliotecas de la propia Dina -
traducciones de ΕΙ ruisenor, Νίco­ marca, los Ρa Ι eόgra fο s del futuro
lοsίn γ Νίco lοsόn ο Ιο reino de los tendran mil versiones diferentes
nieves son la ύnica posibilidad de de don de escoger, Υ

51
BibIiote ca de M exico
7./. Se pasarán la vida en la busca de 9. Es un peligro que corren todos los
una sola voluntad entre todas escritores (o una certeza que
ellas o, por el contrario, deben aceptar): los re súmenes y
7.2. Llegarán a la conclusión de que las adaptaciones tardan siempre
nunca hubo ningún An dersen: más en llegar al olvido.
que, como Homero o como
Vyasa, fue tan sólo el nombre que Niños y adultos
un momento de la historia eligió En este año, que se cumplió el bicen-
para su tradición oral, informe y tenario de su nacimiento, Andersen
mutable. llega hasta nosotros en un estado
triste. Por un lado, sus cuentos nunca
8. Evidentemente, la belleza del tex- han sido más recortados, adaptados,
to en danés, que quienes lo leen endulzados para subordinarlos a un
consideran signo de una maestría gusto ñoño, según el cual los niños
sin igual, se perderá tras semejan- son criaturas incapaces de compren-
te catástrofe. der sino una fracción de lo que está

al alcance de un ser humano "nor-


mal", adulto y productivo. El proble-
ma es, en el fondo, insoluble: la popu-
laridad de Andersen en el pasado es
signo de que algo decía para lectores
de todas las edades, y la popularidad
actual de textos mucho más simples,
mucho menos profundos - incluyen-
do las versiones innumerables de
An dersen " para niños", con vi ñetas y
bisi1abos en 18 puntos-, es signo de
que la situación es distinta ahora y
aun los seres más productivos tienen
dificultades con El trompo y lo peloto,
o Lo sirenito.
Hay otro hábito aún peor: las
"conclusiones espeluznantes" que se
extraen sobre la vida de cualquiera,
siempre que sea célebre, y que en el
caso de Andersen ha llevado a mu-
chos de sus comentaristas - en el
fondo, menos interesados en el es-
critor que en su aniversario cerrado,
y en aprovecharlo- a las mismas es-
taciones: la madre acaso prostituta, el
padre acaso putativo, el niño acaso
homosexual, el adulto también: miles
de palabras sobre las decepciones
amorosas y ninguna sobre los textos,
salvo como fuente de pistas sobre la
sordidez habitual, que nos permita
reducir al creador a nuestra propia
condición mi serable , para mejor
negar la existencia de sus dones.
El que éstos puedan advertirse
incluso así: incluso en resúmenes
morosos e interesados, aun a pesar
de las lecturas ineptas y morbosas es
una prueba más del milagro cons-
tante y casi siempre ignorado. Hans
Christian Andersen bien podría tras-
cendernos y encontrar; en otro mo-
mento, lectores más dignos.

52
Biblioteca de México
Fachada del Museo en San LUIs Potosí

,
OBRA PLASTICA DE
, .

GERMAN CUETO EN EL
MUSEO FEDERICO SILVA*

El Museo Federico Silva. Escultura do a cabo 38 conferencias; 22 con- inauguró una exposición dedicada al
Contemporánea, de la ciudad de San ciertos; 5 presentaciones de libros; 37 maestro Germán Cueto, uno de los
Luis Potosí, cumpl ió en septiembre func iones de cine en su Cineclub; 2 más grandes escultores mexicanos
pasado su segundo aniversario, lapso talleres de verano y un coloquio con del siglo xx quien no ha tenido la
que obliga a analizar lo que se ha artistas plásticos locales. difusión que la genialidad de su obra
hecho hasta ahora: a la fecha se han Con motivo del aniversario se merece. La muestra la conforman
realizado I 3 exposiciones en las cua- alrededor de 150 piezas entre más-
les han participado 57 de los más MUSEO
fSC U l T U l A
FEDERICO
C O NT(M 'O .,!,Nf A.
SILVA caras, pinturas, relieves, documentos
destacados escultores de nuestro y principalmente, tal como es la vo-

país, entre los que se puede mencio- ANIVERSARIO cació n del museo, escultura. Asimi s-
nar desde decanos maestros de la mo, forma parte de la exposición la
E XPOS IC iÓN I NVITA D A
escultura como Ángela Gurría, Juan serie de 12 bustos de filósofos y
GERMÁN CUElO
Soriano y Vicente Rojo, hasta jóvenes LA MEMORIA COMO VANGUARDIA escritores clásicos que real izó para la
septitmbre 2005 · enero 2006
talentos como Jorge Yázpik, Yolanda Biblioteca de México y que se inte-
Gutiérrez, Gilberto Esparza y César gra al patrimonio de esta institución.
Martínez. En la obra de Germán Cueto des-
El museo mantiene también un taca la búsqueda constante y la expe-
constante programa de actividades rimentación con mucho muy diversos
colaterales, en este lapso se han lIeva- materiales y técnicas. Cueto vivió el
periodo de la Revolución Mexicana
• Se pueden encontrar datos sobre ésta y otras
junto con una generación de artistas
exposiciones. así como del pnopio museo. en su que buscaban y proponían cambios
sit io web: www.museofedericosilva.com
en los programas académicos y en los

53
Biblioteca de México
Cueto interpretó la modernidad a t ra-
vés de contrastes cromáticos y de
máscaras que retrataban el gesto facial
de algunos de sus amigos, usando ma-
tel-iales que entonces eran conside-
rados como de poca dignidad artísti-
ca: la terracota o el papel maché.
Años más tarde, a principios de la
década de los treinta, durante su es-
tancia en París se integró al grupo
Cerc1e et corré, en el que participaban
artistas de la talla de Joaquín Torres-
Garda, Mondrian y Kandinsky La in-
fiuenci a del medio seguramente fue
una fértil fuente de inspiración para
e l artista, a quien buena parte de los
críticos e historiadores de arte con-
sideran como el puente entre la es-
cuela clásica y el modernismo.
La exposición permanecerá abier-
ta hasta enero de 2006 en la planta
estilos y formas de difusión del arte. vemos participar con los estridentistas alta del museo, que se adecuó para
Dentro de tal ambiente se relacionó que, bajo la convocatoria del poeta albergar la obra de Germán Cueto;
con intelectuales y artistas de comu- Manuel Maples Arce, tomaron como en la planta baja se puede apreciar el
nes inclinaciones sociales, pero al sede El Café de Nadie para realizar acervo permanente del museo, inte-
mismo tiempo de diferentes y hasta exposiciones y eventos con infiuencia grado por obra del maestro Fe-
encontradas posturas estéticas. Así, lo del futurismo italiano. En ese entonces derico Silva.

54
Biblioteca de México
LOS LIBROS ALEM
,
MAS BELLOS DEL 2 3
Con este nombre y con la cola-
boración del Goethe-Institut Mexiko y
la Feri a del Lib ro de Frankfurt
(Frankfurt Buckmesse) se inauguró el
6 de octubre de 2005, en la Sala de
Expos iciones de la Biblioteca de
México, la exposición bibliográfica que
permanecerá abierta hasta el 6 de
noviembre del presente año.
En esta muestra se exhiben 56 de
los libros premiados que se se-
leccionaron de un total de 876 que
concursaron en la Feria. Los recono-
cimientos se otorgaron por los atribu-
tos editoriales y tipográficos de cada

SS
Biblioteca de México
volumen, en lo que se refiere a calidad
de impresión, papel, forros, ilustracio-
nes, tipografía, belleza de diseño,
armonía entre contenido y forma,
etcétera.
Los libros exhibidos corresponden a
las más diversas materias: científicos, téc-
nicos, infantiles, manuales, catálogos de
arte, de poesía y ficción, de curiosidades
científicas, folletos y publicaciones perió-
dicas y vo lúmenes para bibliófilosTodos
ellos, y como inicio de una colaboración
que se presume duradera entre las ins-
tituciones mex icana y alemana, y mer-
ced a la intercesión amable de la direc-
tora del Centro de Información del
Goethe Institut Mexiko, Eva María
Hackenberg, han pasado a formar parte
para su consulta del Fondo Reservado
de la Biblioteca de Méx ico.

56
Biblioteca de México
AL! C A LDERÓN"-

LA PALABRA ES UN TIGRE
EN EL PASTIZAL DEL OJO
LA GENERACiÓN POÉTICA
DE LOS SETENTA
11
La historia de la poesía mexicana es la de una desmesura. Los poetas nacidos en los setenta son también
Sus protagonistas son innumerables, muchos los libros de conocidos como " la generación de Ti erra Ad entro" , pues
éstos y la totalidad de los poemas imposible de cuant ifi car fue bajo el auspici o de esta revist a y de su fond o edito-
Cada día la suma crece y se dispara casi al infi nito. Por tal ri al que su obl-a fue difund ida por pl-imera vez a lo largo
motivo, la critica y los estudiosos de la lit el-atu l-a han deci - del país. No por nada aparecieron, bajo este mismo sello
dido analizar nuestra poesía a la luz del operativo con- editori al , las antologías de poesía Poetas de Tierra Adentro
cepto de generación, entendido éste no como aquel grupo I y 1/, con se lección y prólogo de Héctor Carreta, y Poe-
de individuos nacidos durante un ciclo de quince años, a tas de Tierra Adentro fll, de Thelma Nava, publicadas en
la manera de José Ortega y Gasset. sino como un con- 199 1, 1994 Y 1997 re spectivamente . Este di sti nt ivo de
junto de sujetos nacidos en una década determinada; la "generaci ón de Tierra Adentro", sin embargo, es I-educi-
poesía reciente de México ha sido tipificada de acuerdo do y limitado; no describe , en sentido estri cto, a los poe-
con esta convención. Tal vez este fenómeno dio inicio con tas nacidos durante los setenta.'
la antología Poetas de uno generación (1940- I 949), de En 2002 Conaculta publiCÓ la antología El manantial
Jorge González de León, con prólogo de Vicente Quirarte. latente. Muestra 'de poesía desde el ahora 1986-2002,
En ella se agrupa a poetas nacidos en los cuarenta. Entre donde se recoge, a gusto de los antologadores, además
ellos podemos contar a Marco Antonio Campos, Eisa de la poesía de algunos autores de los sesenta, el traba-
Cross, Francisco Hernández, David Huerta y Ricardo jo de los supuestos 22 mejores poetas de los setenta en
Yáñez. La antología Poetas de uno generación (1950- I 959) México. El trabajo crítico que antecede a los poemas,
de Evodio Escalante, reúne a los poetas nacidos en la aunque rebasa por momentos los límites de lo ridículo, '
siguient e década. Esta tradición es continuada por la anto- ofrece un panorama amplio respecto a la poesía joven,
logía Eco de voces, de Juan Carlos H. Vera, publicada en sus influencias, los libros más leídos por ellos, sus poetas
2004, en donde se convoca a cien poetas nacidos entre predilectos,' etcétera.
1960 y 1969. Las muestras de poesía que antologan a los Simultáneamente con El manantial latente y sin con-
poetas nacidos en los setenta intentan recuperar la gene- tacto alguno con sus antologadores, Rogelio Guedea
ración de quince años y la lista de los ahí reunidos se ini- publicó en la Universidad de Colima, en 2003, el libro
cia, invariablemente, con Jorge Fernández Granados Árbol de variado luz.Antología de poesía actual 1992-2002.
(1965) para concluir ya sea con Juan Pablo Vasconcelos Esta publicación, con mayor seriedad critica, reúne a 17
(1978) o con Hernán Bravo Varela (1979). poetas nacidos durante los setenta, así como algunas
Toda historia literaria presupone una antología inmi- notas respecto a sus poéticas y visión sobre la poesía.
nente, pensaba Alfonso Reyes. Por lo anterior, estos tra- En 2004 apareció el libro Mós vale sollozar afilando lo
bajos, además de funcionar como un efectivo medio de navajo. Antología extraoficial de poesía, que recopila poe-
legitimación, también muestran uno imagen del paisaje mas de 23 poetas de los setenta que no habían sido
poético y una tradición literaria. Las recopilaciones ya ci- debidamente reconocidos a pesar de los varios rasgos
tadas han desempeñado, sin duda, esa labor de calidad de sus obras.
Las antologías que recuperan la generación de poetas
novísimos son El manantial latente de Ernesto Lumbreras
, Poco a poco estos poetas se legitiman. Esta legitimación. sin embargo. no en
y Hernán Bravo; Árbol de variado luz de Rogelio Guedea;
todas las ocasiones está sustentada en la inmanencia del texto artístico. Al
y Mós vale sollozar afilando lo navajo, de Cuiria ediciones, trascender este ámbito tal legitimidad se desvirtúa y genera. como ya lo ha
con prólogo de Eduardo Langagne. hecho en el pasado con varios personajes. poetas inflados que no son. de nin-
gún modo. portavoces del espíritu y la sensibilidad de nuestra época. Esta
En el estudio y clasificación de la poesía mexicana, en
corrupción crea un prestigio deslavado y raído.
ensayos criticos, reseñas o antologías, puede variar la apli- ¡ Los antologadores de El manantial latente . de manera irresponsable y teóri-
cación pero nunca el uso del concepto de generación. En camente poco lúcida, descalificaron a más de 170 autores nacidos en los se-
este texto abordamos, mediante un breve muestrarib y tenta llamándolos "poetas en ciernes". Más que una muestra de poesía. esta
antología parece el intento de afinmación y autolegitimación de un grupo cul-
ciñéndonos a tal convención, a los poetas mexicanos tural determinado.
nacidos entre 1970 y 1979. ) Según los datos arrojados por una encuesta de El manantial latente, los poe-
tas más leídos por estos autores son, en otros idiomas, Dante, Rimbaud, Eliot
• Alí Calderón. Becario de la primera generación, en el área de poesía, de la y Pessoa y, en nuestra lengua, Góngora, Quevedo, Vallejo y Paz. Los poetas
Fundación para las Letras Mexicanas. Ganador del Premio Interuniversitario mexicanos más frecuentados por esta generación serían. el propio Paz,
de Ensayo del estado de Puebla, en 2003. Fue merecedor del Premio Nacional Gorostiza y López Velarde. Para ellos, los poetas vivos más reconocidos son,
de Poesía Ramón López Velarde en 2004. David Huerta, AIí Chumacero y Eduardo Uzalde.

57
Biblioteca de México
111 IV

Más allá de la gran diversidad y pluralidad de esta gene- Los poetas de la generación de los setenta son numero-
raci ón, pueden advertirse rasgos comunes en la obra de sos. Hay, sin embargo, un grupo de autores más o menos
los poetas. Se trata de una generación que tiene aún, bien definido. Se trata de aquellos que han publicado en
como diría Harold Bloom, a Octavio paz como padre editoriales de prestigio, han obtenido diferentes premios y
poético. Su influencia es todavía una losa pesada y una se mantienen vigentes en revistas, periódicos o suplemen-
guía ineluctable: la ex plotación de la imagen continúa tos culturales, en pocas palabras, los que poco a poco van
siendo lopis onguloris de la composición; El orco y lo lira legitimando su quehacer. Pero a esta legitimación, por
es el texto crítico de cabecera y, se comparte con el supuesto, no siempre es inherente la calidad. El reconoci-
padre el noble anhelo de universalidad. La casi totalidad miento de una obra poética depende más de la difusión y
de los poetas esconde, bajo el maquillaje y la preciosa promoción cultural, del amiguismo y el respaldo de una
máscara del cosmopolitismo: el doloroso y sutil yugo de mafia o grupo de poder, que de los propios méritos del
la colon ialidad del saber. En este sentido, más allá del texto. Son muchos los poetas de los setenta que, en el
marxismo ortodoxo de Ó scar de Pablo, no se observa interior del país, están produciendo buena poesía.
en esto s autores una preocupación manifiesta por la rea- A pesar de ello, la poca información y la soberbia de
lidad social y su t r ansformación. los críticos, poetas e instituciones culturales del centro,
Formalmente, según Heriberto Yépez, " la poesía me- mantiene a estos autores en el ostracismo.
x icana, sobre todo la más joven, aquella que podríamos A continuación un brevísimo muestrario de los poe-
llamar Generación de Tierra Adentro, tiende a ser conser- tas de esta generación. Esta relación no es definitiva ni
vadora" (Yépez, 2004: 142). En los poetas de la genera- tiene la intención de instaurar o excluir a los poetas naci-
ción de los setenta no se encuentra todavía un manejo dos en los setenta.Tiene el propósito, más bien, de pre-
dúctil de la lengua. Por ello reconocemos, contrastando sentar rápidamente algunas nuevas voces de la poesía
con poetas de los cuarenta o cincuenta, el poco trabajo mex icana.
innovador, sobre todo en lo que se refiere a la sintaxis.
Esta pobreza de construcción se evidencia, como en nin- 1970
gún otro momento, cuando se introducen comparacio-
nes al discur so. El fastidioso y casi soez uso del adverbio OFELlA PÉREZ SEPÚLVEDA (Guadalupe, Nuevo León) ha sido
"como " se ha convertido en un lastre lamentable de becaria del Centro de Escritores de Nuevo León, merecedo-
nuestra poesía, con sus pocas y afortunadas excepciones, ra del Premio Regional de Poesía Joven 1995 y el Premio Poe-
por supuesto. Podemos hablar de una generación, nue- sía Joven de Monterrey 1993. Es una poeta artificiosa en el
vamente , bajo el signo del escepticismo. En este sentido, mejor sentido, con imágenes en ocasiones crudas (heredas una
seguimos a Jorge Fernández Granados cuando afirma, ciudad viniéndose gris sobre tu cuerpo) pero que ha logrado
como rasgo esencial de la poesía joven de México, el varias virtudes en uno.de sus mejores poemas, paul celan y alto
cansancio estético. el pensamiento como u;' árbol:
Es digna de resaltar, asimismo, la tendencia en estos
poetas a desaparecer las marcas del sujeto de la enun- Ningún testigo, Celan
ciación. Este tipo peculiar de focalización torna el texto ha de arrebatar esta hendidura,
impersonal e intelectualista. Por otro lado, en algunos este clamor irreversible que es la espera.
miembros de la generación se puede advertir claramen-
te la intención de crear textos emotivos, intensos, de En vano afilamos nuestros cuerpos.
tono confesional, en donde el aspecto esencial es radical- Porque ninguno empuja el marco de la puerta,
mente opuesto al anterior; se t r ata de textos en los cua- ninguno desatornilla las ventanas,
les, en lugar de desaparecer, el sujeto lírico se afirma. mucho menos asalta el correo con postales y boletos.
Podemos preguntarnos también, ¿dónde tiene sus raí-
ces el discurso de estos poetas? La respuesta, por su- Venir desde la noche con el frío consenso de nombres
puesto, es muy compleja, pero un acercamiento a su elu- que pasan como hojas de afeitar en las esquinas de tu brazo,
cidación sería referirnos a los creadores mexicanos vivos justo en el ángulo de los días y la dicha.
que han ejercido, ya sea mediante talleres literarios o la
simple lectura, una influencia en la poética de los autores Qué agónica presencia la del arpa que tensa te combate.
de los setenta. Éstos serían David Huerta, Eduardo Milán, (Pérez Sepúlveda, 1997: 60)
Ricardo Yáñez, Saúl Ibargoyen, Juan Domingo Argüelles,
Eduardo Langagne, José Vicente Anaya e incluso los poe- MÓNICA NEPOTE' (Guadalajara) . Su poesía es musical (A esta
tas de la generación inmediatamente anterior como Jor- mujer la sangre se le fuga / en un torrente de tardes en el pasto)
ge Fernández Granados y Mario Bojórquez. y sus mejores poemas son aquellos que, haciendo desaparecer
Luigi Amara sostiene que la cultura popular de nues- al yo lírico y recurriendo a los versos largos, presentan ese to-
t r a época es más influyente que la tradición poética. no solemne y sobrio que dota a sus textos de gran atractivo;
Puede ser, pero la continuidad de esa tradición es ine-
luctable. El escalador
Su lenguaje esquivo se adivina en las plantas maltratadas.
• "La debilidad clásica, casi congénita. de la conciencia nacional de los países Cuidadoso, deposita pasos en la tierra y nace el muro,
subdesarrollados no sólo es la consecuencia de la mutilación del hombre [delicada
colonizado por el régimen colonial. Es también el resultado de la pereza de la
burguesía nacional, de su limitación, de la formación profundamente cosmo-
polita de su espíritu:' (Fanon, 1973: I 36) s Libros: Trozos de noche herido e Islorio.

58
Biblioteca de México
insinuación al descenso. Tuve esa novia,
Bicho que se adhiere a las cosas tibias. Maleante de la una tan dulce que
[sombra yo gastaba mi puño en robos
ensimismada. Dedos que ocultan objetos en las bolsas, de chocolate para ella
[chucherías y hasta rogué olvidarme
que se le unen y son suyas. de lo que soy ahora: sí,
Mago de la fuga. Destripa los sueños de muchachas suaves; como árbol seco
descubrirlo es la cicatriz más ardiente del desvelo. pedí que me talaran con su amor
(Guedea, 2003 87).
Ella tenía ese nombre feo, los
SERGIO BRICEÑO' (Colima) es un poeta de amplio trabajo. En hombros anchos, ella era
200 I se hizo merecedor del Premio Internacional de Poesía muy bajita, pero reía de un modo
Salvador Díaz Mirón. Una de las vetas de su poesía, la amoro- que la volvía más alta,
sa, mediante la connotación, es decir. la matización afectiva, y había nacido en el desierto de Mayrán;
consigue aprehender lo poético. por las mañanas estudiaba para ser
secretaria,
No tengas prisa con sus hombros tan anchos y las uñas
cuando haya una mujer esmaltadas de violeta y amarillo.

Siente cómo en su garganta y fuimos muy felices, hasta que me dejó


se atora tu mirada para casarse con el chofer que hoy la maltrata.
(Herbert, 2002, 30)
Habla quedo cuando
con ella hables Este tipo de poesía, dentro de la misma generación, es trabajada
por Guillermo Carrera (Ciudad de México, 1974) en Repugnan-
Inhala su perfume tes ángeles humanos, de ediciones Alfo~a.
y observa la manera
en que mueve sus labios LUIS VICENTE DE AGUINAGA' (Guadalajara), también con gran
si algo dice prestigio y presencia en el medio literario fue , en 2004, el pri-
mero de la generación de los setenta en ganar el Premio Na-
Hay un acento en su lengua cional de Poesía Aguascalientes. Escribe una poesía que, en
que te recuerda el mar algunos momentos, se acerca a la sensibilidad del igualmente
tapatío Ricardo Castillo. Aunque también aborda temática-
En lo que su vestido mente el fracaso y la desolación de la vida cotidiana echando
no alcanzó a cubrir mano del humor. su discurso se cifra en un registro lingüístico
imagina tu mano más elevado. Sus temas, igualmente, son diversos.

Muerda sus pechos tu vista Dos coches


Entre dos coches
Tiene otra carne su carne acaso mal estacionados, o bien, o no me importa,
paso apenas, ladeándome,
Algo que a ti perteneció y alcanzo el otro lado de la calle
así es que en ella piérdete al alcanzarte a ti, que me llamabas
y sin dejarla hablar desde que no había coches, o calles, o no tendría por qué
mantenla en su silencio más lascivo. importarnos.
(Briceño, 2003: 20)
Dos coches, Bien o mal
Otros poetas nacidos en 1970 son María Vázquez Valdés, habrá quien los encienda, los conduzca,
Víctor Ortiz Partida, Refugio Pereida. se deje conducir sobre sus ruedas
y llegue aquí, diciéndose: "Llegamos".
1971 Uno y otro
llegaron tal vez juntos, juntos
JULlÁN HERBERT' (Acapulco) es uno de los poetas con mayor habrán salido de la misma casa
prestigio de esta generación. Después de haber sido becario o se habrán desprendido, hace un millón de años,
del FONCA en varias ocasiones y haber publicado distintos de un mismo hierro primigenio.
poemarios, su voz se aprecia sólida y original. Su poesía, aun- Por eso tan reunidos.
que formalmente poco cuidadosa, alcanza lo poético y lo con-
sigue tornando lírico lo habitual. Al crear en sus textos lJna Por eso, junto a ti,
especie de historiografía de la vida cotidiana, algo cercano ala sin calle, o sí, o ya no me importa,
microhistoria, sus poemas son herederos, si bien no concien- espero que no dejes de llamarme.
temente, de Chetumal Bay Anthology de Luis Miguel Aguilar:

• Libros: Corazón de agua negra: Catorce Fuerzas: Ella es Dios; Náqar.


, Libros: Claves de Alejandría: Chili hardcore; El nombre de esta casa: El cielo es , Libros: Noctambulario; Nombre: Piedras hundidas en las piedras; El agua circu-
el naipe; La resistencia. lar; La cercanía.

59
Biblioteca de México
LUIGI AMARA (Ciudad de MéXICO) Estudió filo- Otr'OS poetas de 197 I son Su sana Zal'agoza,
sofla Ademas de habel' Sido becano de distin- Gaspal' Orozco y Estr'ella del Val le.
tos pl'ogramas en dlvel'sas ocasiones ha Sido
ganadol' del PI'emIO NaCional de Poesla Joven 1972
Ellas Nandlno. en 1998, aSI como del Cellamen
Intemaclonal de Poesk1 Manuel Acuiia en 1995. DANIEL TELLEZ (Ciudad de MéXICO), alejado de
Su poesla esta cel'CJna al pensamiento onental grupos y mafias cultu l'aJes, fue mel'ecedor del
e In'pl'egroada por' una especie de poetlo del Pr'emlo Nacronal de Poesla Joven Ellas Nandlno
\\u .',el, de la l'laCClon. Basados en la cUidadosa en 200 I por- el poemano El arre oscuro. Hay en
detenida obsel' ¡aclon del mundo, sus poemas hacen caSi una sus textos cler'to coqueteo con el neobarToco y (
I'enexlón fenomenologlca. una sensación de lo Intnncado:

El paróSlto De ralces surTado canta seco, ariJol de octu-


Nada como el deleite de contemplar la acción bre exhala
y no movel' un dedo: desmenuza en el espacio de la Iluvra a la or-illa
estar' completamente absor-to todo es de simulacr'o desvarío. Pl aya ver-de
y en silenCIO abr-e el agua
Siguiendo el hilo del evento mas nrmio. siembr'a de pr-ofundidad el r-umor del polen
único cardumen etrli co habítame
Nada co mo apoyar el rostro en el marco del vaho, verd es arrugas confundan el recuerdo de la sangre
con boca, frente y manos cual siniestras ventosas, detenida.
mirar la gente que cruza, (Té ll ez, 2004 27)
sucediendo despacio:
la distorsión de la calle en las gotas del vidrio. Tal vez este barroquismo se aprecie mejor en las siguientes
estrofas:
Estoy vivien do el gozo de un bostezo mu y largo.
Contento en mi postura, Cangrejo de despeñadero en los fiordos
en la pesantez de mi carne, también
nada se escapa, con nada se interfiere, En horma de tierra albardonada
me place la manera en que me pego al vidrio, alineado en barrancas y tiene cámara con branquias
cómo el cuerpo se adhiere,
se adelgaza: Con retruécanos y criptogramas Bebra monta
sonriendo inútilmente una brama entre arbustos espinosos y
me descubro t ranslúcido. yermas extensiones áridas
(Lumbreras/ Bravo Varela, 2002: 243) hacia la página occisa y capital
(Téllez,2004b 65)
MARÍA RIVERA " (Ciudad de México) ha sido
becaria de distintas instrtuciones, entre ellas Llaman la atención los numerosos poetas de la generación de
del Centro Mexicano de Escrrtores en el los setenta cercanos al neobarroco que tienen como referen-
periodo 2000-2001. En 2000 obtuvo el Pre- te obligado y básico a José Lezama Lima. Pero ¿por qué esa fas-
mio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino. cinación por el barroco? AlejO Carpentie~ al respecto comen -
En 2005, con el poemario Hoy batallas, fue ta: "¿Y por qué es América Latina la tierra de elección del
merecedora del Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, Su barroco? Porque toda simbiosis, todo mestizaje, engendra un
poesía muestra una sensibilidad exquisrta y fina, Su verso es lím- barroquismo" (Carpentie~ 1980: 54). Dado lo anterior puede
pido y bien trabajado, domeñado por una solemnidad a medio esbozarse que el apego al neobarroco es más una cuestión
camino, por su fuerza y autoridad, entre los discursos mftico y ontológica que estética."
poético:
ALEJANDRO PALMA" (Estado de México), con dos poemarios
Bajo el árbol de la noche la escritura fragua la luz, publicados, ha construido una voz poética de norma coloquial.
consume la piedra que sostiene el mundo, Su trabajo aborda seriamente la experimentación para reco-
El párpado, donde eres signo sin sonido, escribe rrer los caminos de la antipoesía, Sus poemas muestran desen-
Este tiempo no es el tiempo, es canto, desilusión, una visión dolorosa y casi grotesca sobre el
gota aterida que lenta se desangra, mundo, El humor patético y la constante sensación de estar
fuera de lugar crean una poesía sin asidero:
dice,
día: viste mi noche con antorchas, dame Lo mano sobre tu seno
la mirada, el orden, la precisión: La sinceridad nada en tu bebida
el instante va, viene, puebla ya otra tarde, " Libros: El aire oscuro.
" Todo fenómeno en América Latina debe ser estudiado bajo la lupa de la
Atada está mi mano y mi escrrtura, mide ya colonialidad. Enrique Dussel, al pensar la filosofía de la liberación, ha dicho que
" es necesario formular una estética popular más allá de la publicidad y la
su íntimo naufragio, moda, como arranque de la liberación del signo y como expnesió n de su
(: 262) cohenencia neal" (Dussel, 200 1: 151). En este sentido, el neobarroco parecie-
ra ser el fundamento de esa estética de la Iiberadón, en franca oposición al cla-
, Ubros: El dedr y la mancha; El cazador de grietas; Pasmo. sicismo helénico y al neoclasicismo de raigambne modema
" Ubros: Trasladón de dominio; Hay batallas. " Ubros: Inédito; Nuncamente.

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Biblioteca de México
aún no aprendemos a usar las uñas BaJo los astros miro
t u lengua se enreda por todas partes los búhos que tiemblan.
mientras mis alas bai lan colgadas enseñan esa parte de los su eños
de las espinas de tu ramal con nocturnas sendas.
paranoia: (Venegas. 2000 I 2)
mi muerte en pedazos
deliciosa GABRIEL BERNAL GRANADOS (Ciudad de MéxIco) es poeta.
simplemente genial. traductor. ensayi sta y ha cultivado tamblen el afOrismo. Fue
(Palma. 2003: 22) becarla del FideicomiSO Nacional para la Cultul'a Méxlco-
Estados Unidos. Su mejor poesía muestra la vll1:ud de la clal-I-
JORGE ORTEGA " (Mexicali). autor de varios poemarl os. es un dad y la mesura:
poeta bastante original. Su poesía. próxima al neobarroco. es
un canto épico. cu lto y formalmente límpido. El tono narrativo Piensa la fiar
de los poemas y sus referentes cu lturales. que indudablemen- para sus adentros
t e reca rgan el sentido del t exto. vuelven atractivos sus versos.
El mundo se bifurca
Yo. Jean Froi ssart. canón igo y tesorero y pal1:e en dos una cirue la
de la abadía de Chimay. Es un ámbar que se abre
lego mis nobles y escasas pertenencias un error en la escritura
a los vientos de t oda Europa:
este que veis aquí. reducido a nada. labrado Mas el signo caligráfico
por la minería de la congoja. desmiente la palabra aquella que es la fi ar
anduvo a pierna erguida notariando los picachos
de la gesta: Tensa la simiente cuando no rompe la cuerda
este que ve is ahora. sarniento perdigón no se arroba ni un instante
de ensoñaciones.
ta ñó su gait a ante los hombres más refinados Coincide con la veta vertical
de Occidente: sut il cual suspi cac ia incierta.
soy el que a la mañana siguiente ordenó izar (Lumbreras! Bravo Varela. 2002: 31 1)
los estandartes
en la albahaca atmosférica de enero. cua ndo D e 1973 tam bién son los poetas D olores D orantes, Luis
los zaga les Enrique del Ángel y Pedro Guzmán.
vo lvían de sus majadas con los cestos tu llidos
de ciruela. 1974
(Lumbreras! Bl'avo Varela. 2002: 286)
LUIS FELIPE FABRE" (Ciudad de México) ganó el premio de la
Otros poetas nacidos el mismo año son Rocío Cerón. A le- revista Punto de Partida en 1995. Su poesía es diferente: susten-
jandro Tarrab y Kenia Cano. tado en el humor. su discurso pretende, mediante procedim ien-
t os poco comunes como una cita bibliográfica o una enumera-
1973 ción de incisos, acaso construir la poesía. Sus textos, alejados de
todo lirismo y cercanos al pensamiento automático, zigzaguean y
RICARDO VENEGAS " (San Lui s Potos0. además de ser director exploran caminos ignotos para acceder a lo poét ico.
de la revista Mala vida. ha publicado en algunas de las mejores
revistas del co ntinent e. Ulrika de Colombia por ejemplo: su Investigación de mercado
poesía puede con siderarse un canto místico: Una moneda, por el amor de Dios, una moneda,
que el dinero es el t ema del mendigo y el mendigo
En el bosque andas tú es el tema de esta investigación: ¿si el mendigo tuviese dinero
con la paloma y el murciélago. hablaría de asuntos menos mundanos? Pero he aquí
tendida en la verdura que resopla un tintinear de monedas en el interio r de una lata
donde un leopardo de la sed de sardinas sin sardinas. ¿Y las sardinas7
ondea el agua con su lengua: Baratas y nutritivas: ricas en hierro, vitamina A y fósforo.
el verano es la isla Un paladar exquisito diría que la sardina tiene un ligero
del mar embravecido, dejo a:
un canto en la corteza de los pinos Metal sobado. b) Dinero rancio. c) Desayuno de mendigos.
que entierran sus raíces ¿Un mendigo es básicamente una alcancía?
al corazón del suelo. (: 345)

A donde vayas t ú ÁLVARO SOLis" (Villahermosa) estudió fi losofía y es


se manifiesta el bosque . .. becario de la primera generación de la Fundación
para las Letras Mexicanas. En 2003 ganó el Premio
de Poesía José Carlos Becerra de Tabasco. Sus
" Libros: Crepitadones de Junio, Deserdón de los hábitos; Baladas para combatir
la inanidón. " Libros: De persiana que se abre; Simuladones.
" Libros: El silendo estó solo; Signos celestes; Caravana del espejo; Destierros de " Libros: Vida quieta.
la voz. " Libros: También soy un fantasma .

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Biblioteca de México
mas son pr'ofundamente emotrvos. con la cUriosa viriud de vol- y la he encontl'ado en otms labios que descubro
ver~ por' alguna extraña r'azón. dl'amático y dolor'oso todo aque- por la calle
llo que enuncia. Su lenguale es cálido y su discul'so nos deja. y la he besado en otms rostms ligel'am ente fríos
como lector'es. con esa sensacrón de humedad de una tarde en
los manglar'es. La largueza de su ver'SO. además. impl'ime ciel-to debo confesar que he sali do a oscuras de su cuel'po
tono solemne a su poesl'a a cazar otms cuerpos
y en esos cuerpos sin lamentos ella está
Hay esbozos de dolor pintados en las escamas del viento más pmfunda t odavía más cercana sin saberlo
puenos acnstalados que se asoman por' los vanos de las como si esa carne extl'aña conoc iel'a ya
[pue r'tas el I'umbo de mis manos.
y vanos suplicios de qUienes han sido condenados pOI' la (Guedea. 2001 21,22)
[melancolía a
esparcll' sus penas JORGE ARTURO SÁNCHEZ (Ciudad de México) estud ió perio -
La ensoñación reSide en el astuto esparCimiento de los dismo en la UNAM Es becario de la pl' imera generación de la
[espermas Fundación para las Letras Mexicanas. Sustentada en la breve-
en la pmgenle que se albol'ota pOI' las tardes con la llu via y dad, su poesía busca siempre la palabra exacta y el concepto
[en la sequía pl'eciso. Tal vez en sus poemas podamos ver ya los fl'utos de
con las tardes de quema de basura y de mosquitos aquel trabajO de traducción del Haiku. para incorpo rarlo defi-
[enquistados en la piel nitivamente a nuestra tradición. hecho por José Vi cente Anaya.
tal'des que se pmlongan hasta bien entl'ada la
[Impaciencia Conseja
hasta el sudor seco de las pieles Con el corazón hay que ser congruente
esas planicies que se extienden hasta los confines de la voz ponerle una cadena
más allá de los pita les y sacarlo a paseal'
de los ladndos de perros que salen al encuentro de los dos o tres veces por semana
[solita l'ios pal'a que no o lvide
de la somb,'a que se piel'de en los caminos que tiene que olvidar.
antes que el calol' penetre los poms de las hOjas de los (AAW" 2004 23)
[hombres
de las mandarinas y los naranjales También de 1974 son los poetas Hel'iberto Yépez. Armando
de las iguanas que son ram as que se mueven. H aro Márquez. César Si lva Márquez y Mónica González.
(Solís. 2003 6)
1975
ROGELlO GUEDEA ' (Colima) es autor
de varios poemarios y de la antología VíCTOR GARciA VAzQUEZ'o (Chiapas). Su poesía es de una gran
Árbol de variado luz. Antología de poesía invocación y el manejo que hace de la imagen es casi insupe-
mexicano actual 1992-2002. En 2001 rable dentro de esta generación. Es un poeta renexivo en el
ganó el Premio de Poesía Rosalía de sentido de Dámaso Alonso. pues pone la técnica al servicio de
Castro. Guedea apnehende lo poético la intuición. En sus versos la selva. el erotismo y el amor son
mediante la connotación. El lenguaje de construidos por un lenguaje pleno de candor:
sus poemas es sencillo y cargado de
emotividad (que revivo yo el amor en mí/ Un Jaguar bañado de sol pasa corriendo entre tus piernas.
que se enrede en el aire/ y que me asfi- En tu espalda se esconde una manada de venados,
xie). discurso directo pleno de tensión; se trata de una poesía de Parvadas de loros sobre tu hombm inventan el verde ,
la experiencia. del amor. de la vida. Canto verde, tierra verde: aire y sueños verdaderos.
Descienden
Debo confesar que la he visto desnuda las serpientes de tu pelo
dormir con la luz encendida buscando las liebres que anidan en tu cadera,
derrotada al fondo de la cama sucia En tu ombligo se esconden los lagartos.
entre las colchas manchadas por pleitos anteriores
Es un hervidero de vida el valle de tu cuerpo,
debo confesar que otras bocas han pronunciado Tierra fértil. explosión de vidas: tierra de alegría.
sus más austeras cicatrices (García. 2003: 5)
y se han burlado conmigo de todas las lluvias
que carga tan lloradas BALAM RODRIGO (Vi lla Comatitlán, Chis.) cursó la licenciatura
y la han maltratado como a una perra sarnosa y la maestría en Biología en la UNAM, además de contar con
estudios teológicos, Su cercanía a la naturaleza, invariablemen-
debo confesar que también desnuda se levanta te, lo llevó a la poesía, En 2004 fue merecedor del Premio
para ir al baño Chiapas de Poesía Raúl Garduño. Como casi todos los poetas
y lee las cartas que le escribo cuando no estoy fronterizos del sur, Balam Rodrigo encuentra en la naturaleza
cuando de algún modo me ausento no sólo el brillo de la idea de lo bello sino, incluso, auténtico
sustento ontológico, Su poesía t iene la profusión de la selva y
aquella sensación barroca de nuestro paisaje:
" Lrbros: Los dolores de lo come: Mrentros olvido: Senos sones y otros huapan,
guitos. lO Libros: Tejidos: Raíces de tempestad.

62
Biblioteca de M éxico
Rumiar con los belfos prestados de la bestia el hábit o lunar rsomorfía, de la gran tensron e rntensldad en el plano de la forma
que gangrena nuestras hor-as, nuestro cuer-po despoJo de del contenido'
amaranto en la rivera, hierba Impasible del que gime y del
que verba: Crotalarias baJo mi lengua, hormrgas lluvia sobr"e En ese Ciego rmpu/so
la ceiba, untada espina la del aire en las hendas que me El OJO
agrietan, só lo está enfer-mo,
(Balam Rodrrgo, 2004' 43) nublado pOr- un trempo,
En el momento en que todo se rlum lna,
Igualmente nacidos en 1975 son los poetas Lour-des Range l y deja su ceguel"a atr-ás
Federico V ite , e Inicia el I"econocimlento de su verdugo:

1976 m uere la neblina


y lo difuso del paisaJ e,
PABLO MOLlNET (Ciudad de México) es editor y beca,-,o de
la segu nda generaCión de la Fundación para las Letras A sí el corazón,
Mexicanas, En 1998 obtuvo el Premio N acional de Poesía Ra- en ese ciego Impulso
món López Ve larde POI- el poemario Poemas del jardín y del t ambién sabe detener el galope,
baldío, Su poesía es luminosa y cálida, cambiar la direCCión de su disparo
y entender" el bnllo de los cuel'pos
Ningún hombre fue amado POI- más ligera, aun en lo más o scuro de la entraña, (Inédito)
por más transparente
virgen de las aguas, Nacidos en 1977 son los poetas E. Olái z y la ganadora del
Pr-emio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2003, Gabnela
Soy un árbol que ilumina AguilTe Sánchez,
una amarill a ingravidez de mariposas,
1978
Este temblor. esta levedad
me t añe como el Sol OMAR PIMIENTA (TiJuana) es un poeta de cu ltu l-a fronteriza,
trozos de vi dr io en el baldío, Estudia en la Un iv~rsi d ad Estatal de San D iego, Además de
escribil~ instala, Su poesía, de corte narrativo, está muy ce rcana
¿Abrazo una co lumna de perfume. a la de El nombre de esto coso de Julián Herbert y al poema
una fuente fugitiva? "Autogol" de Ricardo Castillo,

No me supe pobre A mitad de los años 80 mi familia estrenó vajilla de filos


hasta que tuve entre las manos d orados y denso decora do de fiares,
el agua viva que es también su ca ra, N unca com imos Juntos,
Todo lo hallo lastimoso, Po r esos mismos años me vestía de camufiaje
la tez pálida del mundo, desde las botas hasta la boina,
su corazón de rosa incinerada, Coleccionaba cartitas de baseball como un junkie
y m iraba las caricatura s con fe de ciego,
Roce crista lino,
apenas distinto del silencio, Mi hermano Marcos. el mayo r. hacía cosas al otro lado
(Molinet. 2002 36) ocho horas diar ias por qui nientos dólares semanales,
Mi hermana. Teresa, rizaba su pelo y delineaba sus ojos
Nacidos en el m ismo año son los poeta s Elvia Navar ro, Édgar como Madonna;
Valencia y Claudia Puente , nunca compró ninguno de sus discos,
Escuchaba El Andariego mientras escribía en su diario de hojas
1977 decoradas con tenues imágenes de paisajes y nubes,

JAIR CORTÉS"' (Calpulalpan, Tlax.) Don Marcos perdió un dedo en una máquina trabajando
ganó en 1999, el Premio de Poesía [para
Dolores Castro y el Premio de US Elevators
Poesía Joven de Tamaulipas, Es autor
de seis poemarios y becario de la Carlos. mi otro hermano, escondía sus libros bajo el asiento
primera generación de la Fundación mientras cruzaba a la escuela con pasaporte,
para las Letras Mexicanas, La poesía
de Jair Cortés es cerebral. intelec- Mi madre leía la revista Hola para comentamos a cada uno lo
tu a . sin descuidar por ello la en;o- que le pasaba a la familia real o a Julio Iglesias y terminaba
ción, En sus textos se advierte un diciendo: pobres de los Kennedy estón malditos,
ritmo que llega a ser vertiginoso. (AA,W. 2004 36)
producto. de acuerdo a la ley de la
En 1978 también encontramos a poetas como Iván Treja. Juan
" Libros: Poemas del jardín y del baldío, Pablo Vasconcelos y H ugo G arcía Manríquez,
" Libros: Tormental; A la luz de la sangre; A por de piel; Despersario; Nubes des-
piertas; Contromor,

63
Bibliot eca de M éxico
1979 Lumbr-eras. publicó la antologla El manantial latente. Muestra de
poesia mexicano desde el ahora: 1986-2002. Bravo Varela es un
ÓSCAR DE PABLO (Crudad de Méxrco) estudió Ciencras Po- poeta de gran ofrcio y madurez. sin gran emotividad o ideas
litrca5 en la UN."'r1. Es becar'ro de la pnmer-a generacrón de la deslumbrantes, pero SI con gr-an conciencia de la forma:
Fu ndacron par'a las LeVas Mexrcanas En 2004. con el poemar'io
Los endemoniados. obt uvo el Pr-emro Nacronal de Poesla Jove n Refractada en el aista l, otra figura.
Elras Nandrno. Óscal' de Pablo r-ecurr'e a la Irter'atura com- A una fiam a, en el gradiente de su tinta,
pl'ometrda pal-a constr-urr- su unrverso poétrco. Pem en sus tex- se le aplica una música de fiautas
tos. ademas. se ad,iel-te gr'an interés pOI' la for-ma, par- y al momento de aleJar'se en tenue vaho,
ticular-mente por' el endecasllabo. Su poesla no sólo se adscnbe artrcula y desvanece el alquimista
a la temano sOCIal srno que busca, prrmordialmente. la mela n- abedules, pasadrzos con espeJos.
colra como estado de ánrm o: " En la sombr-a no hay más luz que en sus inicios".
y al decrr drcha sentenc ra desde el templo
santiago nada sigue al surtidor srno penumbras
es mar'tes otr'a ve z! otr-a vez llueve de los pájar-os y gr-ecas a distancia.
es santr ago de chile y es rnvremo (Br-avo Vare la, 2004 15)
tú camrna s como un árDol srn sombr-a
absor-ta en el silencro/ inexor'able Otros poetas nacidos en 1979 son Francisco Meza. Gustavo
como una sola nota sostenrda A latorre, Veró nica Estay, Ana Cinthya Ur-ibe, Úlber Sánchez
es mar-tes otr-a vez! otra vez llueve Ascencio. Daniel Zetina y Luis O vidio Rlos.
el crelo enorme nada vientre arriba
trrste y azul mucho antes de SI m ismo
BIBLIOGRAFíA
yo sé que donde estés/ en cualquier parte
será también inviemo y será martes AAW. 2004, Mós vale sollozar afilando lo navaja. Antologia
ser'ás agua de estrella desde nunca extraoficial de poesia, México, Cuiria ediciones.
serás amarga niebla hasta perderte Aguinaga, Luis Vicente, 2000, Lo cercania, México, filodecaballos,
y una lengua de sombra irá escribiendo A1caraz, Francisco, 2002. Lo muso enfermo. México, FETA.
su música de lech e por tus senos. Balam Rodrigo, 2004, " H ábito lunar" en: Sombra de papel 5.
(De Pablo, 2004: 35) Tuxtla Gutiérrez.
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FRANCISCO ALCA RAZ" (Cu- Briceño, Sergio. 2003, Nóqar. Guadalajara, Filodecaballos/
liacán) editor de la revista CONACULTA.
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Nandino en 2002 con el De Pablo, Óscar. 2004, Los endemoniados. México, FETA.
poemario Lo muso enfermo. Dussel, Enrique, 200 1, Filosofía de lo liberación. México, Primero
En su po es la se observa uni- Editores,
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lenguaje. es decir. dominio de Garda Vázquez, Víctor, 2003. Tejidos. Puebla, BUAP/ LunArena.
la fonma. El verso de Alcaraz Guedea, Rogelio, 200 1, Senos, sones y otros huapanguitos,
es consistente y con gran México, FETA.
fuerza i1ocucionaria (Lo pala- 2003, Árbol de variado luz. Antologia de poesia mexicano actual.
bro es un tigre en el pastizal 1992-2002. Colima, Universidad de Colima.
del ojo). Este poeta se mues- Herbert, Julián, 2002, El nombre de esto caso. México, FETA.
tra no sólo como dueño de sus recursos sino como poseedor Lumbreras, Ernesto, 2002, El manantial latente, Muestro de poe-
de un registro lingüístico elevado, sía mexicano desde el ahora, 1986-2002. Méx ico, CONA-
CULTA.
Mi muchacha crece en el más alto grado del fuego, Su des- Molinet. Pablo, 2002, Poemas del Jardín y del baldio. México,
nudez es la medida de todas las cosas. En la simetría del Alfo~a,
hombro la noche confinma su divina arquitectura, Palma, Alejandro, 2003, Inédito. Puebla, BUAP/ LunArena.
Eléctrica nube del azoro. cielo cargado de silencios precisos. Pérez Sepúlveda, Ofelia, 1997, Cuartos privados. México, FONCA
Toda la noche llueve, Nuevo León.
(Alcaraz. 2002: 17) Solís, Álvaro, 2003, También soy un fantasma. Villahermosa,
Gobierno del Estado de Tabasco,
HERNÁN BRAVO VARELA," además de su trabajo como traduc- T éllez, Daniel, 2004, El aire oscuro, México, FETA.
tor y ensayista, ha publicado tres poemarios, En 1999, con 2004b,"D entro" en: Tierra Adentro 130- 13 1. México.
Oficios de ciego pertenencia, obtuvo el Premio Nacional de Yépez, Heriberto, 2004, "Muerte crítica de la poesía en
Poesía Joven Elías Nandino. En 2002, en coautoría con Ernesto México" en: Alforja XXVIII. México,

lJLibros: Los endemoniados.


l<Libros: Lo muso enfermo,
" Libros: Oficios de dega pertenenda; Nueve poemas; Úlmlllión,

64
BIbIloteca ele Múleo
;i Consejo Nacional pnrnln Culturo y te/te, o.tf0VésiMnIlte^^ . 3 •fiíli!»,^;-/ é,/:vv:í' J ; , - í fe.-iH^&js' «i. M j ' - i * " " . . :r II" 'i I Sp'i ':•=
)inoniGico en México se complacen en invlfuile o Id e/po'iciofi

imaginación y maestría de tiliritero y cuentacuentos

EspQsición bibliogfoficíJ'

5 de no«ietnb(e de 2Üüi ul 3Ü de eneio de 2081


México, D f , 2005 • Ploza de lo Cuidodelo 4
Centro Histórico «Metro Boldeíos • 91 72 4 7 1,2

Programa Nacional
UCONACULTA hÁcÍÁ ÚnVÁIs dVÚctÓrÉs

ijo Nacional para la REVISTADEL4


ura y las Artes, a través d *
t Educación, convoca al
Archivos ra
ovisualeí
La Presarví'•cMn da la Memoria Audiovisual enta1« I Digital

'A- C u r s o s talleres i Del 11 a l l f de n o v i e m b r e de l O O f

Documentación de archivos Catalogación de acervos sonoros


de televisión Lourdes Ayluardo, Radio Educación.
Branko Bubenlk,TV Archive HRT, Croacia México
Sergio Sandoval. Radio Educación, México
•dtam educativo
de archivos audiovisuales Conservación preventiva de
Tedd Urrws, NRK. Noruega materiales sonaros y audiovisuales
Dietrich Schüller. Phonogrammarchiv
Documentadón audiovisual para de Austria
la producción de informativos Femando Osorio, Radio Educación, México
IHans Fríedrík Dhal, Universidad de Oslo,
l-i Noruega Uneamientos para la transferencia
analógico digital de arclúvos
DIgItalización de acervos sonoros
en una fonoteca naclonai Tutonal impartido por Kevin Bradley,
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de Suiza Australia

Documentación de documentos Duración: curso, 20 horas; tutorial, 6 horas


Costos: curso. SiOCia tutorial, $ 1 0 0 0
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de la UNAM, México

Coni ación y gestión de archivos


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conservación preventiva para bibliotecas, oanlostels.: 15001062 y ISOO1063
archivos y museos, Brasil I

Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografla


del Instituto Nacional de Antropología e Historia

lÁCONACULTA Radio
Educación
A l poeta indiviso le toca testificar entre nosotros la doble voca-
ción del hombre.Y levanta ante el espíritu un espejo más sensi-
ble a sus posibilidades espirituales. En su mismo siglo evoca una
condición humana más digna del hombre original.Asocia, en fin,
con mayor intrepidez el alma colectiva a la circulación de la
energía espiritual en el mundo... Frente a la energía nuclear,
¿bastará la lámpara de barro del poeta para su intención? - S í , si
del barro se acuerda el hombre.Y, para el poeta, es bastante con
ser la mala conciencia de su tiempo.
Saint-John Perse
Alocución al recibir el P r e m i o N o b e l el 10 de diciembre de 1960.

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