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Hannah Harris
Español 451
10 de abril de 2017
Gabriel García Márquez, de Colombia, era uno de los escritores más famosos e
influyentes del siglo XX. Era conocido por su “skilled use of allegoric characters and…
attributing magical properties to trivial places” (Caviedes 2). Muchos de sus cuentos y novelas
tienen temas del realismo mágico, un tipo de relato que “transforma los prodigios y maravillas en
fenómenos cotidianos” (Hahn 1). Contienen eventos y personajes que tienen características
supernaturales, pero las cosas inusuales se dicen con expresión impasible. Muchos de esos
cuentos contienen conceptos que Márquez quiere que el lector entienda- de la religión, de la
política, o de la vida en general. A menudo los cuentos tienen un significado más profundo de lo
Un ejemplo bueno del realismo mágico en las obras de García Márquez es su cuento “Un
señor muy viejo con unas alas enormes”. En este cuento, un anciano se encuentra en el patio de
una pareja que vive en un pueblo caribeño al lado del mar. Parece que una tormenta lo ha llevado
al pueblo, y está en mal estado. Está sucio y habla una lengua extranjera que nadie entiende.
Pero, lo más curioso es que tiene alas muy grandes, como las de un ángel. Un aldeano que se
llama Pelayo lo mete en el gallinero de su patio, y sus vecinos vienen y pagan dinero para poder
tener la oportunidad de ver al viejo. Después de un tiempo, el viejo se sana y se aleja, volando
del pueblo. Elisenda, la esposa de Pelayo, se siente aliviada porque ya no tiene que cuidarlo. Este
cuento nos enseña que a menudo nos rehusamos a reconocer y apreciar las cosas milagrosas o
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que nos rodean, y que debemos cambiar nuestra percepción de las cosas espirituales si queremos
El tema del cuento se trata de la relación entre lo milagroso y lo mundano. Es claro que el
hombre es muy especial, y posiblemente es un ángel que cayó del cielo. Pero la gente del pueblo
gente quiere saber de dónde vino el viejo, y hay alguna especulación entre el pueblo sobre su
origen y su identidad, pero la gente solo lo hace para satisfacer su propia curiosidad y no por
preocupación por el pobre viejo. No tiene interés en el bienestar del viejo y no hace nada para
Una manera en que Márquez combina lo mágico con lo realístico es simplemente con el
nombre de la obra. “Un señor muy viejo con unas alas enormes” parece ser un título muy
sencillo y directo, porque, literalmente, se trata de un señor muy viejo que tiene unas alas
enormes. Pero, ¿Por qué escogió este título Márquez? Es obvio que el viejo es algo más que un
hombre normal. Pero Márquez solo lo llama “Un señor muy viejo” en el título porque muestra la
manera en que los habitantes del pueblo ignoran la identidad divina del hombre. Para ellos, no es
un ángel, sino un hombre viejo, con alas enormes. Parece que los aldeanos no se sorprendieron al
ver las alas enormes del viejo, porque solo lo tratan como un ser más o menos normal. Aunque el
hombre parece ser un ángel, el nombre de la obra no reconoce su origen divino, y solo cuenta los
datos. Eso es lo que hace la gente del pueblo. Al comienzo de la historia, cuando Pelayo y
inconveniente de las alas, y concluyeron con muy buen juicio que era un náufrago solitario de
alguna nave extranjera abatida por el temporal” (García Márquez, “Un señor muy viejo”). Para
ellos, las alas son inconvenientes porque no están de acuerdo con sus ideas fijas. Muchas
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personas hoy en día hacen lo mismo con la religión. Descartan las enseñanzas y las doctrinas de
Dios porque a veces no coinciden con las teorías científicas o las ideas de los hombres, y no
tienen la humildad necesaria para reconocer que tal vez haya otras ideas verdaderas también.
Cuando el viejo llega a la isla, habla en otro idioma que la gente no entiende. Los
lo puedan entender, pero a la vez ellos no hacen ningún esfuerzo por aprender su idioma, o por lo
menos interpretar lo que él está tratando de decir. Para ellos, no importa si el ángel tiene algo que
decirles. Representa que cuando Dios nos habla o nos manda señales, a menudo no podemos
entenderlos ni reconocerlos porque estamos tan preocupados con otras cosas, o simplemente
porque no nos importa. Como resultado, no aprendemos las cosas que Dios nos quiere enseñar.
Además, tal vez la gente no comprende el idioma del ángel porque no tiene el Espíritu Santo en
sus vidas. El Libro de Mormón dice, “¿No os acordáis que os dije que después que
hubieseis recibido el Espíritu Santo, podríais hablar con lengua de ángeles? ¿Y cómo podríais
hablar con lengua de ángeles sino por el Espíritu Santo? Los ángeles hablan por el poder del
Espíritu Santo; por lo que declaran las palabras de Cristo” (El Libro de Mormón, 2 Nefi 32:2).
Ya que los ángeles hablan por el poder del Espíritu Santo, los aldeanos no entienden al ángel
mitología en la sociedad de hoy. En la literatura, “el ángel ha sido siempre la encarnación del
(Chirinos 1). Representa la creencia, o por lo menos la esperanza, en un mundo más fantástico
que el en que vivimos. El ángel es una idea antigua, y casi nadie cree en los ángeles hoy día. Por
eso, el viejo, quien literalmente es un ángel caído, representa el declive del lugar del ángel en la
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mitología y en la literatura. Los ángeles y las otras cosas mágicas ya no aparecen en la literatura
con tanta frecuencia que antes, porque la sociedad moderna ha perdido mucha de su habilidad de
creer en las cosas fantásticas. El cuento nos hace pensar del estado de la religión y las creencias
espirituales en la sociedad. El viejo es un ángel, que supuestamente vive en los cielos con Dios y
Jesucristo, pero está viviendo en un gallinero, y la gente del pueblo lo ve como si fuera un
monstruo de circo. La ironía aquí es que el ángel pertenece a un lugar fantástico y glorioso, pero,
durante su tiempo en la isla, está viviendo en las circunstancias más bajas que se puede imaginar.
Esto es semejante a la manera en que la sociedad ve la religión. Se burla de las cosas de Dios, y
Cuando los aldeanos descubren al viejo, consideran la posibilidad de que tal vez sea un
ángel, pero también tienen otras teorías. Alguien sugiere que el hombre podría ser de Noruega,
porque habla una lengua que nadie puede entender. Para ellos, Noruega es una tierra lejana
donde todo es diferente y ellos no entienden nada. La idea de que él sea de Noruega ignora la
característica más obvia y curiosa del viejo- que tiene alas enormes, desemejante de cualquier
mortal de Noruega o de cualquier otro país. Cuando alguien sugiere que podría ser un ángel, baja
la importancia de eso al decir que es un “ángel de carne y hueso” en vez de “un ángel de Dios” o
“un mensajero de los cielos” (García Márquez, “Un señor muy viejo”). El viejo claramente no es
nada común, sino algo muy especial. Pero la gente solo se enfoca en el hecho de que el viejo es
de carne y huesos, que son cosas normales, y más o menos ignora las alas, algo muy fuera de lo
normal, porque no es algo que puede entender ni explicar. Como seres humanos, hacemos lo
mismo. Solo reconocemos las cosas que podemos explicar con nuestro conocimiento fijo, e
notar y reconocer los grandes y pequeños milagros en la vida. La gente no puede creer que el
viejo sea un ángel del cielo, y trata de explicar su origen en otras maneras. Quiere saber “si el
convicto tenía ombligo, si su dialecto tenía algo que ver con el arameo, si podía caber muchas
veces en la punta de un alfiler, o si no sería simplemente un noruego con alas” (García Márquez,
“Un señor muy viejo”). Por un tiempo, la gente paga dinero para ver al ángel, pero rápidamente
se aburre y vuelve a dirigir su atención a algo nuevo- una señorita que tiene el cuerpo de una
enorme araña. Se olvida del ángel y dice que es un “angel-sailor or an angel-great-grandfather or,
ignominiously, an angel-chicken. The miracle, then, has been turned into an ordinary event, a
mere incident after the flood, and the town continues its life, regulated by seasonal rains” (Frosch
3). La gente trata de explicar el milagro del ángel con fenómenos naturales, y pronto se enfoca
en algo que cree que es más interesante. Es un comentario en la actitud y la cultura de la gente.
Siempre hay algo nuevo que nos fascina, pero con poco tiempo queremos ver algo diferente.
queremos prestarle atención a las cosas de Dios y las cosas que no tienen evidencias concretas.
La sociedad se hace más y más secular con cada año, y hoy en día, la gente casi nunca reconoce
las cosas milagrosas en la vida porque dirigen toda su atención a las cosas mundanas, como el
dinero, el trabajo y las celebridades. “Un señor muy viejo con unas alas enormes” fue escrito
hace casi 50 años, pero esta actitud era notable en esa época, y hoy ha crecido aún más. Aunque
muchas personas dicen que son cristianos o que tienen otra religión, muchos de los “creyentes”
Las acciones de Pelayo, Elisenda y los aldeanos hacia el viejo nos muestran que la gente
hoy maltrata a las cosas divinas y no tiene respecto para las cosas de Dios. Pelayo mete al ángel
en su gallinero y lo trata como animal. El pobre viejo vive con las gallinas y solo come
berenjena. Cuando la gente descubre que un hombre viejo con alas grandes ha llegado al pueblo,
lo ve con curiosidad y lo maltrata, y “hasta los más piadosos le tiraban piedras tratando de que se
levantara para verlo de cuerpo entero” (García Márquez, “Un señor muy viejo”). Algunos
sospechan que el ángel tiene malas intenciones. Una mujer le dice a Pelayo que debe matar al
ángel para que no se lleve al niño enfermo de Pelayo y Elisenda a un mundo diferente. También,
por un momento, Pelayo y Elisenda “se sintieron magnánimos y decidieron poner al ángel en una
balsa con agua dulce y provisiones para tres días, y abandonarlo a su suerte en altamar” (García
Márquez, “Un señor muy viejo”). Solo deciden no matarlo porque se dan cuenta de que pueden
usarlo para ganar dinero. No le tienen respecto al ángel, aunque es probable que él sea la creatura
Al principio del cuento, Pelayo y Elisenda eran muy pobres, pero al final del cuento, han
ganado mucho dinero gracias al ángel, aunque ellos no lo trataban bien, lo cual representa que
Dios siempre nos ama y quiere bendecirnos, y a menudo sigue bendiciéndonos, aun cuando lo
ignoramos y no hacemos nada para Él. El ángel le brindó bendiciones a la pareja, pero ellos lo
trataban mal. Al principio de la historia, el bebé de Pelayo y Elisenda estaba muy enfermo, y
ellos querían un milagro y, de hecho, recibieron un milagro más increíble de lo que jamás
hubieran imaginado, en la forma del ángel. Antes de que el ángel llegara, el niño estaba con
fiebre y no podía comer, pero “poco después el niño despertó sin fiebre y con deseos de comer”
(García Márquez, “Un señor muy viejo”). La pareja recibió exactamente lo que quería cuando su
niño se sanó, pero no reconoció que el milagro fue gracias al ángel viejo. Además de ayudar a
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salvar a su bebé, el ángel le brindó riquezas. “Con el dinero recaudado [Pelayo y Elisenda]
construyeron una mansión de dos plantas, con balcones y jardines, y con sardineles muy altos
para que no se metieran los cangrejos del invierno, y con barras de hierro en las ventanas para
que no se metieran los ángeles…El gallinero fue lo único que no mereció atención” (García
Márquez, “Un señor muy viejo”). El ángel les brindó muchas bendiciones a Pelayo y Elisenda,
pero nunca le dan gracias- de hecho, siguen tratándolo exactamente lo mismo que antes. Usan el
dinero para mejorar su casa, pero no hacen nada para ayudar al pobre viejo.
La obra “Un señor muy viejo con unas alas enormes” se puede comparar con otro cuento
por García Márquez, “El ahogado más hermoso del mundo”. Los dos cuentos se desarrollan en
un pueblo al lado de la playa en una isla caribeña, y en ambos, una figura misteriosa aparece, sin
origen claro, en la isla. La diferencia entre las dos historias es que, en “El ahogado más hermoso
del mundo”, la figura que aparece es un hombre muerto que es muy grande y muy guapo. Es
interesante notar las diferentes maneras en que los aldeanos tratan a los dos personajes. Ya se ha
explicado el tratado que recibe el señor con las alas. Pero los aldeanos tratan al ahogado mucho
mejor, aunque está muerto. La ironía es que la gente trata al muerto como si fuera vivo, y trata al
vivo con origen divino como si fuera animal o muerto. Representa que el mundo secular quiere
que nos enfoquemos nuestra atención más en cosas que son insignificantes o “muertos”- como
las apariencias, la ropa cara, la popularidad y las riquezas. Cuando nos enfocamos tanto en estas
cosas, no queda mucha energía para las cosas que son más importantes, o sea “vivas”- las
En “El ahogado más hermoso del mundo”, los aldeanos encuentran al ahogado en la
playa y se fascinan con él. Las mujeres del pueblo lo admiran y, secretamente, comparan sus
propios esposos con él. También le ponen un nombre, cuando una vieja dice “Tiene cara de
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llamarse Esteban” (García Márquez, “El ahogado”). En contraste, nadie en “Un señor muy viejo
con unas alas enormes” pregunta por el nombre del ángel. Ellos no se preocupaban por él como
persona porque lo ven como animal. En la sociedad, a veces nos fascinamos y nos preocupamos
con algo tan insignificante, como los aldeanos que adoran a un hombre muerto simplemente
porque él es grande y guapo. Cuando dedicamos tanta de nuestra atención a las cosas que no
tienen importancia, no nos queda suficiente para las cosas que son más importantes. La gente en
“Un señor muy viejo con unas alas enormes” ignoraba al ángel, y nosotros hacemos lo mismo
cuando no damos ninguna porción de nuestra atención a las cosas que más importan, como la
La parte final del cuento representa lo que puede pasar cuando nos rehusamos a
reconocer los milagros y las bendiciones en nuestras vidas. Al principio, los aldeanos van al
patio de Pelayo y Elisenda para ver al ángel, pero bien pronto, encuentran algo nuevo para
entretenerlos, y todos pasan su tiempo mirando a la mujer joven que se convirtió en araña. Ya
que hay otra persona extraña a quien mirar, la gente del pueblo ignora al viejo y no se preocupa
por él. El viejo estaba muy enfermo y débil durante el invierno, pero comenzó a mejorarse al
Podemos asumir que la vida en el pueblo se queda más o menos igual que antes, lo cual
representa que, hoy en día, las personas no creen en ángeles ni en milagros, y rehúsen cambiar
sus vidas según las cosas espirituales (“En Torno a Un Cuento y Una Novela De García
Márquez”). El viejo, que posiblemente era un ángel de Dios con un mensaje bien importante, no
pudo ayudarles porque a ellos no les importaba. Las cosas espirituales a menudo no son
bienvenidas en la sociedad, porque la gente prefiere enfocarse en las cosas más fáciles y
veces estas bendiciones no siguen, porque no nos ayudan cuando no estamos preparados para
recibirlas. Cuando el viejo se fue, “Elisenda exhaló un suspiro de descanso, por ella y por
del mar” (García Márquez, “Un señor muy viejo”). Lamentablemente, nadie en el pueblo lo va a
extrañar. Elisenda está feliz porque ya no tiene que cuidar al viejo, y puede seguir viviendo su
vida exactamente igual que antes. En manera similar, a veces Dios nos da una bendición, pero
veces las personas seculares se sienten aliviadas cuando las influencias y bendiciones de la
religión desaparecen de sus vidas, porque ya no tienen que preocuparse por las cosas que no son
concretas.
nuestras vidas son más mundanas que las de la gente en la historia, porque nunca vamos a ver a
un ángel del cielo en nuestro patio. Pero el cuento nos hace pensar: “¿Qué haría yo en esa
situación?” ¿Tenemos ganas de servir a Dios y aprender de las cosas espirituales, o vemos la
religión y la espiritualidad como algo tonto e innecesario? A veces las cosas milagrosas están
directamente enfrente de nosotros, pero no las reconocemos. Aunque es más difícil cuando no
podemos ver a una figure divina de carne y hueso, hay cosas milagrosas en nuestras vidas, y
debemos reconocerlas y apreciarlas si queremos seguir recibiendo las bendiciones que Dios nos
quiere dar.
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Obras Citadas
Caviedes, César N. “Tangible and Mythical Places in José M. Arguedas, Gabriel García
Márquez, and Pablo Neruda.” GeoJournal, vol. 38, no. 1, 1996, pp. 99–107.,
www.jstor.org/stable/41146707.
Chirinos, Eduardo. “Del Quetzal Al Gallinazo: La Percepción Popular Del Ángel En Dos
Cuentos Hispanoamericanos (‘El Ángel Caído’ De Amado Nervo, y ‘Un Señor Muy
Viejo Con Unas Alas Enormes’ De Gabriel García Márquez).” Revista De Crítica
www.jstor.org/stable/4530833.
El Libro de Mormón. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Intellectual
Reserve, 1993.
“En Torno a Un Cuento y Una Novela De García Márquez.” Guaraguao, vol. 17, no. 43, 2013,
Frosch, Marta Morello. “The Common Wonders of García Márquez's Recent Fiction.” Books
García Márquez, Gabriel. “El ahogado más hermoso del mundo.” Literatura.us. 10 de abril de
2017.
García Márquez, Gabriel. “Un señor muy viejo con unas alas enormes.” Literatura.us. 10 de
abril de 2017.
Hahn, Oscar. (1990). Trayectoria del cuento fantástico hispanoamericano. Mester, 19(2).
ucla_spanport_mester_14105. https://escholarship.org/uc/item/0z3251t7
Harris 11
Rincón, Carlos. “Las Imágenes En El Texto: Entre García Márquez y Roberto Bolaño. De La