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Problemática de vivienda en El Salvador

El problema de vivienda de El Salvador se remota a inicios del siglo XX, sin embargo, con el paso de
los años se vio un esfuerzo por el gobierno central de facilitar o de implementar el acceso de vivienda
a la mayoría de la población.

En la década de los 80’s el Viceministerio de Vivienda y Desarrollo humano no contaba con los
mecanismos financiero, técnicos y legales para poder ofrecer una solución coherente a la
problemática de vivienda de El Salvador, a pesar de eso, habían otros organismos intentando
facilitar y mejorar el acceso a la vivienda en el país como: Instituto de Vivienda Urbana, Financiera
nacional para la Vivienda, Fondo Social para la Vivienda, FUNDASAL, Instituto Nacional de Pensiones
para los empleados públicos, Instituto de previsión de la fuerza armada y las alcaldías municipales.

En la actualidad, el déficit habitacional en El Salvador es del 58%, lo que indica que un poco más de
la mitad de los salvadoreños no tienen acceso a la vivienda digna, a pesar de los esfuerzos del
gobierno y de diferentes ONG’s. La vivienda es uno de las necesidades básicas del ser humano, pero
en El Salvador, esos servicios deben ser cubiertos por la mayoría de la población con un salario de
$300 en la zona urbana y $250 para el sector agrícola lo que dificulta el acceso a la vivienda.

El financiamiento de las viviendas con fin social es otorgado por el fondo social para la vivienda y
está orientado a mujeres que son madres solteras, trabajadores independientes, trabajadores que
alquilan vivienda o que habitan un activo extraordinario del FSV.

Hoy en día el 14.1% de las viviendas del país tienen paredes de adobe y el 74.6% de concreto o
sistema mixto. En el área rural las viviendas con paredes de sistema mixto son el 54% y de adobe el
27% aproximadamente.

El 40.2% de los hogares moraban el año comentando en viviendas con piso de ladrillo de cemento,
otros 25.1% con piso de cemento y un 16.5% con piso de tierra. Por otra parte en el área rural los
hogares residían en viviendas con piso de cemento 34.8% y de tierra 31.8%

En cuanto al material preferente de construcción del techo, la mayoría de viviendas lo tenían de


lámina 41.4% y de asbesto o fibrocemento el 31.1%. La teja de barro o cemento recubría el techo
del 23.6% de las viviendas.

En el área rural la lámina de metal cubría el techo del 48.6% de las viviendas y la teja de barro o
cemento el 40.1% en tanto lamina de asbesto techaba el 23.6% de las viviendas.

Si bien es cierto que durante los últimos años el esfuerzo del estado ha sido visible, el problema que
es que se brinda acceso a la vivienda pero que muchas veces no cubre los mínimos necesarios y que
debido a la densidad poblacional las casa de interés social muchas veces caen en el fenómeno de
hacinamiento, lo que facilita que la condición de seguridad sea más vulnerable. Cayendo así, en un
déficit cualitativo y no cuantitativo de la vivienda.

El acceso a la población a una vivienda digna es la solución al problema social y económico, pues el
ciudadano al ser propietario de un bien inmueble digno, se empodera y forma parte del sistema
económico siendo aportador.

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