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Cuando El Genero Suena PDF
Cuando El Genero Suena PDF
CAMBIOS TRAE
ILANUD
Apdo. postal10071-1000
San José, Costa Rica
"Entiendo que muchas mujeres hoy en día trabajan por obtener una mayor
tajada de la torta, pero yo no lo voy a hacer... porque prefiero trabajar para
cambiar la receta”1
He trabajado de cerca con mi más que querida Alda Facio en estos días en que ha
escrito el libro “Cuando el género suena cambios trae” (metodología para el análisis de
género del fenómeno jurídico). He leído varias veces los borradores y he visto a esta
incansable feminista trabajar una y otra vez cada párrafo hasta lograr depurar lo más
posible su propuesta.
Esta obra es un aporte invaluable para todas aquellas feministas que de una u otra
manera siempre nos preguntamos desde nuestra perspectiva de mujeres el porqué de
las cosas y aún más valioso, para las que tenemos formación de abogadas y hemos
sufrido en cabeza propia la cuadratura del pensamiento legal, para las que cargamos
con el dogma de los "derechos y obligaciones" como letanías incuestionables del
quehacer jurídico, para las que hemos sido entrenadas a creer que es suficiente que el
principio de igualdad esté escrito, enumerado y consagrado en nuestras Constituciones
Políticas.
La autora ha logrado escribir esta metodología en forma clara, lo cual no deja de ser
una agradable sorpresa pues en general los textos legales están escritos “en difícil”. Los
muchos ejemplos que ella proporciona, permiten a la lectora o lector remitirse a la
realidad, a lo concreto e ir entendiendo en forma sencilla cada una de las ideas
fundamentales. El documento se divide en dos partes: 1) el Marco de Referencia y 2)
las Implicaciones Metodológicas. A su vez, la primera parte se subdivide en a) Marco de
Referencia General: sexo y género como categoría social y b) Marco de Referencia
Específico: concepto amplio del Derecho. La segunda parte contiene los seis pasos que
se han de contemplar a la hora de intentar un análisis de género, no sin antes haber
comprendido y asimilado la importancia de lo que se explica en el Marco de Referencia.
Dicho en otras palabras, antes de identificar cada uno de los pasos “anti-sexistas " en el
análisis de una norma, ley, texto, etc., hay que entender lo que significa la perspectiva
de género como punto de partida para la comprensión de la realidad misma y
replantearse el concepto del Derecho como un fenómeno en el que interactúan distintos
componentes.
Hay muchas maneras de leer y utilizar este libro.
1
Kramarae C. I Treichler P.A. Feminist Dictionary Londres, Pandora.3, 1985
Probablemente, para muchas personas será un escrito hereje y lo leerán sin detenerse,
casi sin respirar, para luego ir a expiar su culpa con la lectura de algún Código que les
permita recuperar su compostura legal y su cuestionado pensamiento androcéntrico.
Otras, sin embargo lo leerán ávidamente una y otra vez tratando de memorizar
(entrenamiento típico de las escuelas de Derecho) todos los pasos que propone la
autora como si fuera cuestión de aprenderse un procedimiento legal y aplicarlo para
obtener algún resultado que no hayan logrado obtener de otra manera. Hemos visto
mucho de estos “resultados” que hablan de la mujer pero que no han sido construidos
con perspectiva de género: muchas leyes enmendadas y redactadas cuyo estandarte
es la igualdad, como si para las mujeres la meta fundamental fuera lograr simplemente
que las leyes nos coloquen a la altura del parámetro masculino y no que las leyes
partan de la comprensión del sistema sexo y género para que reflejen nuestra realidad
de mujeres subordinadas, oprimidas y discriminadas con necesidades propias.
Por último, habrá quienes sientan que esta Metodología les quita un peso de encima al
permitirles “entrar” en el mundo del Derecho por una puerta totalmente diferente. Será
permitido, como a Alicia en el País de las Maravillas, curiosear, cuestionar, buscar y
hasta desordenar lo establecido. Y este es quizás uno de los aspectos más importantes
que subyace en el documento escrito por Alda: es un llamado para que desarrollemos
creatividad legal con perspectiva de género, es decir que esta metodología no es más
que la clave que nos permite abrir la puerta si logramos descifrar la combinación, si
somos conscientes de que la perspectiva de género va mucho más allá de la simple
inclusión de la mujer en las leyes, en las investigaciones, en los discursos, en la
doctrina. No se trata únicamente de que logremos comernos un pedazo más grande del
pastel (que haya más leyes “a favor de la mujer”, más mujeres abogadas, juezas,
diputadas, más estudios que hablen del sector femenino de la población), sino
realmente de lo que debernos ocuparnos para lograr verdaderos cambios, es de
cambiar la receta, o sea, de buscar e incluir otros ingredientes hasta ahora ausentes (la
perspectiva de género, los métodos no sexistas de investigación), de manera que
seamos parte de todos los pedazos del pastel y no nos conformemos únicamente con
una repartición más “igualitaria” de un pastel preparado con una receta androcéntrica.
¡Abogadas feministas!: las invito a leer y a utilizar este Libro/Metodología, las invito a
escribir tros documentos que nos permitan redescubrir el Derecho y apropiarnos de él.
Si avanzamos juntas en la práctica y desarrollamos teoría con perspectiva de género,
tendremos en nuestras manos los dos instrumentos necesarios para transformar y
dinamizar el hasta ahora llamado “ordenamiento jurídico”.
Rosalía Camacho.
ÍNDICE
PUNTO DE PARTIDA................................................................................................. 7
INTRODUCCIÓN....................................................................................................... 11
Método o metodología............................................................................................... 12
Pasos......................................................................................................................... 13
MARCO DE REFERENCIA
6
PUNTO DE PARTIDA:
7
Ilanud donde ambas laboramos-. Sin Rosalía este libro nunca hubiera sido escrito. Ella
no sólo ha revisado y revisado de nuevo cada una de sus cinco versiones, sino que me
ha apoyado en todos los sentidos y ha sido la-que ha insistido en que se publicara. Se
puede decir que ella es la "madre" de varios de los conceptos que aquí se esgrimen y la
madrina de todo el libro. Gracias Chalía.
Pero antes de transcribir este esfuerzo, deseo tomar prestadas unas palabras-de
mi amiga la jurista peruana Gladys Acosta, porque reflejan perfectamente lo que
siento/pienso: “Antes de comenzar quisiera explicitar - que la presente reflexión tiene
como punto de partida una actitud militante respecto a la causa feminista y por lo
mismo, no pretende neutralidad."2
2
ACOSTA VARGAS, Gladys, Derechos de las Mujeres. Tres Ensayos. Documentos de Trabajo No.
2, Ediciones Flora Tristán, Lima, Perú, oct. 1990, p. 55.
8
Y, aunque esta obra va dirigida a hombres y mujeres, no- pretende neutralidad
porque mi intención no es convencerlos/as de que mi posición es objetiva e imparcial.
Todo lo contrario, desde mi experiencia y desde mi conciencia, deseo mostrar una
forma de ver el mundo que es parcial, arriesgándome a que por esto se me acuse de
subjetiva. Los hombres siempre han escrito pensando desde y para ellos sin que nadie
los acuse de parciales y subjetivos, pero cuando una mujer lo hace desde su
perspectiva por las razones que ya explique, tanto hombres como mujeres 10 sienten
insuficiente, emocional y subjetivo o peor aún, "específico". Creo que es tiempo de que
las mujeres y los hombres aprendamos a leer y escuchar planteamientos y reflexiones
que parten desde las mujeres, sin que por ello sean entendidos como juicios totalmente
desprovistos de objetividad (en la medida en que ésta es posible) o como análisis
demasiado "específicos" para ser estudiados por ejemplo, en cursos "generales" como
Teoría del Derecho, Filosofía del Derecho, etc. Quiero enfatizar aquí que no sólo los
estudios sobre las mujeres son "específicos", sino que también lo son los de los
hombres (a pesar de que los de ellos se presentan como universales", "humanos", etc.).
Es mi convicción que la objetividad consiste en conscientizarse del yo en un esfuerzo
por excluirlo y no en partir de que el o la autora o investigadora no debe estar presente
en lo escrito o investigado. La diferencia con este planteamiento y el tradicional
patriarcal es que, mientras que en éste se parte de que la perspectiva masculina es
inmediatamente objetiva y absoluta porque el yo masculino es tan presente que pasa
inadvertido, el primero parte de que el conocimiento sólo es posible desde alguien.
Deseo aclarar que aunque esta metodología puede ser utilizada, con las
adaptaciones del caso, para des-cubrir la invisibilización y/o marginalización de
hombres pertenecientes a grupos discriminados, he optado por presentarla "desde las
mujeres" porque pienso que eliminando la discriminación, opresión y subordinación de
las mujeres de todos los grupos o clases discriminadas, se elimina necesariamente, no
sólo una de las formas más antiguas y básicas de opresión de unos seres hacia otros,
sino todas las formas de discriminación que hasta hoy hemos identificado, precisamente
porque las mujeres pertenecemos a todos los sectores o grupos sociales. Como lo
9
explicaré más adelante, si bien es cierto que los hombres han sufrido discriminaciones
por su pertenencia a una clase, etnia, y/o preferencia sexual, etc., oprimida. NINGÚN
hombre ha sufrido la discriminación por pertenecer al sexo masculino mientras que
TODAS las mujeres la sufrimos por pertenecer al sexo femenino (además de que la
mayoría de las mujeres sufrimos también la discriminación por clase, etnia, y/o
preferencia sexual, etc.). Pero la razón primordial de hablar "desde las mujeres" es
porque yo soy mujer y por lo tanto, aunque nací dentro de una clase privilegiada, he
experimentado la discriminación sexual y la violencia hacia mi sexo en carne propia.
3
Ver el interesantísimo análisis del lenguaje que hace la lingüista Yadira Calvo en su libro ”A la
mujer por la palabra”, EUNA, Heredia. Costa Rica. 1990.
10
INTRODUCCIÓN
¿MÉTODO O METODOLOGÍA?
4
Ver libro editado por la Dra. Sandra Harding. FEMINISM AND METHODOLOGY, Indiana Universtty
Press, USA, 1987.
11
En síntesis, no pretendo presentarles un nuevo método de análisis, sino una teoría
sobre cómo se debe proceder con los mismos métodos para llegar a soluciones no
sexistas. Esto implica, como que anteriormente, que parto de un marco de referencia o
marco teórico y utilizo los métodos que empleamos todas las personas que hacemos
investigaciones y/o análisis de textos.
PASOS
PASO 3: Identificar cuál es la mujer que en forma visible o invisible está en el texto: si
es la mujer blanca, la mujer casada, la mujer pobre, etc., es decir, cuál es la
mujer que se está contemplando como paradigma de ser humano y des-de
ahí, analizar cuál o cuáles son sus efectos en las mujeres de distintos
sectores, clases, razas, etnias, creencias, orientaciones sexuales, etc.
12
PASO 4: Identificar cuál es la concepción de mujer que sirve de sustento al texto, es
decir, si es sólo la mujer-madre, o la mujer-familia o la mujer sólo en cuanto
se asemeja al hombre, etc.
PASO 5: Analizar el texto tomando en cuenta la influencia de y los efectos en los otros
componentes del fenómeno legal.
MARCO DE REFERENCIA
BLOQUE A
Para facilitar la comprensión del mareé teórico que he utilizado para el análisis de
textos legales, lo divido en 5 puntos estrechamente ligados entre si.
En esta metodología parto de que las condiciones de vida que poseen las
mujeres, como la pobreza, el mal-trato, el incesto, la violación y el hostigamiento sexual,
la excesiva carga de trabajo, la imposibilidad de acceder a la toma de decisiones, la
falta de acceso a las tecnologías modernas, etc., son una realidad probada y
13
comprobada en innumerables estudios hechos por las Naciones Unidas, gobiernos,
universidades y grupos de mujeres.
Por ello no pretendo documentar aquí esta realidad: en parte por la naturaleza de
esta propuesta pero especialmente porque no quiero caer en la trampa patriarcal de
que cada vez que las mujeres tratamos de profundizar y teorizar sobre nuestra
condición y posición en esta sociedad se nos pide que empecemos con la demostración
de que realmente existe esta discriminación opresión y subordinación de TODAS las
mujeres de la clase, etnia habilidad preferencia sexual edad nacionalidad que sea -
exigencia con la cual muchas tratamos de cumplir constantemente- para luego
acusarnos de no "entender" o no "teorizar" sobre las causas de esta opresión.
Por esta razón tampoco pienso documentar con citas de juristas, filósofos,
historiadores u otros académicos cada vez que afirmo que son sexistas. Para ello están
sus propios escritos que son bien conocidos por todas las personas que han pasado
por una educación formal ya que el conocimiento androcéntrico, a diferencia del
feminista y reproduce constantemente. A aquellas personas que no me crean cuando
afirmo que la grandísima mayoría de los pensadores son explícita o implícitamente
sexistas las/os invito a leer, con los lentes del género bien puestos, lo que cualquiera de
ellos ha dicho sobre la mujer, el sexismo, la discriminación sexual y hasta sobre la
igualdad de los sexos, para que corroboren por ustedes mismas/os el poco respeto que
la gran mayoría demuestra por nuestro "ser" femenino, y por ende, la poca importancia
que le han dado a nuestra discriminación y opresión. Algunos porque la trivializan,
considerándola mucho menos seria que la discriminación racial o de clase, otros porque
ni siquiera la toman en cuenta entre las múltiples formas de violación a los derechos
humanos.
14
respecto al hombre o más importante aún, que señale caminos nuevos y no patriar-
cales para lograr una sociedad más justa.
Claro que las razones por las cuales nos hemos dedicado más a describir las
condiciones de las mujeres también se debe a las políticas de las agencias
financiadoras, de nuestras universidades y centros de trabajo. En los países
desarrollados las mujeres académicas tienen más tiempo para invertir en teorizar,
además de que gozan de más facilidades para conseguir información, estadísticas y
financiación para dedicarse uno o dos años a escribir. En nuestros países en vías de
devolución (tanto al FMI como a estadios de mayor subdesarrollo), es muy difícil que
una agencia financiadora nos brinde el dinero necesario para poder dedicarnos a
investigar y teorizar. Más difícil es aún, contar con la información necesaria para
documentar una opinión ya que, por ejemplo, para leer sentencias de años anteriores,
no podemos sentarnos frente a la computadora y pedírsela a la Biblioteca del Congreso
o a la Corte Suprema de Justicia, sino que tenemos que ir a buscar los expedientes en
un archivo, lo cual nos puede llevar semanas o hasta meses. Tampoco tenemos
estadísticas sobre la frecuencia de las violaciones, el incesto, etc. Por eso
constantemente estamos "adaptando" las teorías que desarrollan nuestras hermanas
del mundo desarrollado sobre las condiciones dela mujer y el feminismo. Es de esperar
que las feministas del primer mundo algún día tengan suficiente poder y conciencia
como para entender que en nuestros países las mujeres, además de necesitar comida,
necesitamos conocer nuestra realidad desde nosotras mismas.
15
pocos analizan los aspectos estructurales y la posición que ocupan las mujeres en
nuestras sociedades patriarcales, que es la que mantiene esas condiciones.5
Sin embargo, el hecho de que exista mucha literatura sobre las condiciones de las
mujeres y relativamente poca sobre su posición, no quiere decir que en los últimos años
no se hayan realizado una serie de estudios y análisis sobre ésta, que van desde los
estudios de leyes que descaradamente discriminan a las mujeres, hasta el análisis del
rol del heterosexismo en la violencia doméstica.
Por estas razones, para aquellos/as que todavía no están convencidos/as de que
no sólo las condiciones de la mujeres (es decir, el estado material en el cual nos
encontramos), son mucho más desventajosas que las de los hombres, sino que además
las mujeres estamos ubicadas, social cultural política y económicamente en una
5
Para un análisis más profundo sobre este punto, léase de Kate Young, "Reflexiones sobre como
enfrentar las necesidades de las mujeres." en el bellísimo libro de Flora Tristán Ediciones: UNA
NUEVA LECTURA: GÉNERO EN DESARROLLO.
16
posición relativamente inferior a la de los hombres los/as remito a esos estudios plenos
de curas y estadísticas que lo demuestran.6
Esta definición es triplemente importante. En primer lugar, porque según ella, una
ley será discriminatoria si tiene POR RESULTADO la discriminación de la mujer aunque
esa misma ley no se haya promulgado con la intención o con el objeto de discriminaría.
Es más, una ley podría ser discriminatoria aunque se haya promulgado con la intención
de "proteger" a la mujer o de "elevarla" a la condición del hombre. Así, una ley que trate
a hombres y mujeres exactamente igual, pero que tiene RESULTADOS que
menoscaban o anulan el goce o ejercicio por la mujer de sus derechos humanos, será
una ley discriminatoria.
6
Estos documentos se pueden encontrar en cualquier centro de documentación de las "casas de
mujer” que ahora existen en casi todos los centro urbanos de nuestros países, en la Tribuna de la
Mujer de las Naciones Unidas, en el Centro de Documentación de ISIS Internacional con sede en
Santiago de Chile, etc. Además, en muchas librerías de la región se pueden conseguir libros sobre
la violencia contra la mujer o en los dos tomos de Mujeres Centroamericanas de Ana Isabel García
y Enrique Gomaris y en casi todas las Universidades de la región hay bastantes estudios al
respecto.
7
Convención de las Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las formas de discriminación
contra la mujer". que utilizaré en este libro.
17
En segundo lugar, es importante porque esa definición que da la CONVENCION
de lo que debe entender por "discriminación contra la mujer", al haber sido ratificada por
un país, se convierte en lo que LEGALMENTE sé debe entender por discriminación.
Así, definiciones más restrictivas de lo que es la discriminación, como por ejemplo las
que sostienen las personas que consideran que sólo se debe interpretar como
"discriminación" el trato desigual que se le dé a la mujer en la letra de la ley
(componente formal normativo), no son legalmente aceptables.
Esta manera de concebir la igualdad garantiza que seremos tratadas como seres
humanos plenos sólo en el tanto y en el cuanto seamos semejantes a los hombres/
18
varones, y que seremos tratadas desigualmente en todo lo que nos diferencia de los
hombres/varones.
Pero resulta que el sexo, que es lo que distingue a las mujeres de los hombres y a
los hombres de las mujeres, es precisamente eso, una distinción, porque los sexos se
definen como tales precisamente por su diferencia mutua y no por la diferencia de la
mujer con respecto al hombre. Es así que la teoría jurídica ha creado una verdadera
imposibilidad de igualdad entre hombres y mujeres; ha hecho que el concepto de
igualdad jurídica presuponga semejanza o desigualdad y como el concepto de sexo
presupone diferencia mutua, la igualdad sexual es imposible.
Bajo este patrón las leyes se consideran neutrales, genéricas, iguales para ambos
sexos; cuando nuestro ser corresponde al ser masculino y cuando nuestro ser no
corresponde con el ser masculino, se dictan leyes "especiales". Pero en ambos casos el
referente es el sexo masculino. Es el hombre/varón el que sirve de modelo para las
leyes, sean estas "neutrales" o de "protección especial".
19
correspondencia con el hombre/varón; que no caigamos bajo el patrón de la semejanza
o la diferencia que define nuestra humanidad (y por ende los derechos que podamos o
no gozar) de conformidad con la distancia que medie entre nosotras y el hombre/varón,
sino que estemos conscientes de que tenemos necesidades e intereses que pueden o
no coincidir con los de los hombres/varones pero que en cualquier caso, son
necesidades e intereses tan específicos a nuestro sexo y nuestra humanidad, como los
intereses y necesidades del sexo masculino son específicos a su sexo y humanidad.
Vemos así que esta definición de la discriminación hace evidente que la aspiración
debe ser la igualdad de los sexos en el goce de los derechos humanos que cada cual
necesite, no el que a cada sexo se le dé un tratamiento exactamente igual. Esto
presupone que los hombres y las mujeres pueden tener, y de hecho así es, distintas
necesidades, pero no presupone que debido a esas diferencias, las masculinas deban
ser identificadas como las necesidades de los seres humanos y las de las mujeres
como las necesidades específicas de las mujeres. Es decir, que los hombres son tan
diferentes y tan semejantes a nosotras las mujeres, como nosotras somos diferentes y
semejantes a ellos. Ninguno de los sexos debería ser el parámetro o paradigma de lo
humano porque ambos, mujeres y hombres, somos igualmente humanos.
20
TERCER PUNTO: Sobre la importancia del lenguaje.
21
autoridad, no explica que es un sistema tan imponente, omnipresente y está tan
arraigado en nuestra forma de percibir el mundo, que pasa inadvertido. Para la mayoría
de las personas es un sistema "natural" que se basa en factores biológicos y por ende,
inmutables e incuestionables. Desafortunadamente, este tipo de definiciones que parten
desde la perspectiva masculina únicamente, abundan en nuestros diccionarios. Las
aceptamos precisamente porque en este tipo de sociedad, los hombres y las mujeres
estamos acostumbrados/as a la no existencia de las mujeres. Si el lenguaje es una de
las principales formas de comunicación, porque por medio de él se transmiten de
generación en generación los hábitos culturales, no es de extrañar que las mujeres
estemos desaparecidas de todo el quehacer humano ya que el mismo lenguaje que
utilizamos para comunicar esos hábitos culturales, se encarga de ocultarnos tras el
género masculino.
Además, el lenguaje no sólo comunica sino que conforma esos hábitos. Como
sólo los hombres/varones han tenido el poder de definir las cosas, todo lo que está
definido lo está desde su perspectiva únicamente. Si sólo los hombres han tenido el
poder de definir, sólo ellos han conformado la cultura y por ende, esta cultura es
masculina. En otras palabras, las mujeres como seres humanos plenos, no existimos en
esta cultura. No podemos contentarnos con incorporarnos a esta cultura ya definida por
y para el hombre, porque en ella nunca podremos existir plenamente ni como mujeres ni
como "seres humanos neutrales en términos de género" cosa que pretenden
ingenuamente algunas mujeres.
Es indispensable poder nombrar aquello que nos oprime para que nuestras
conciencias empiecen a aprehender el fenómeno y también, para que podamos
comunicarlo de unas a otras y de generación en generación. Si sólo los hombres han
ejercido el poder de definir y sólo ellos han conformado esta sociedad, no es
descabellado afirmar que sólo ellos han decidido qué valores son los que deben
guiamos a todos y a todas. De hecho, no es difícil comprobar que esta cultura tiene un
desequilibrado énfasis en lo masculino que perjudica tanto a mujeres como a hombres,
pero más a las mujeres.
22
Considero que una de las múltiples formas pacíficas de ir adquiriendo poder es
regalándonos el don de la palabra; permitiéndonos nombrar lo que pensamos y
sentimos; dándonos la oportunidad de definir desde nuestra perspectiva lo que ya ha
sido definido desde la perspectiva masculina; perdiéndole el miedo a ciertas palabras
que se utilizan para mantenernos sumisas tales como feminista, lesbiana, solterona,
etc., y lanzándonos de lleno a conformar una nueva ética, un nuevo concepto de lo
humano que incluya también lo femenino. En fin, creándonos una nueva sociedad.
Para iniciarnos en esta nueva aventura de conformar una cultura más equilibrada,
es necesario que nos aboquemos a desarrollar una definición de patriarcado más
ajustada a la realidad. Es importante que entendamos qué es y cómo es esta sociedad
que queremos cambiar. Para empezar, tenemos que desarrollar una definición que
incluya también la realidad de las personas sobre quienes se ejerce ese "gobierno o
autoridad". Los adjetivos patriarcalmente aceptados que se le pueden agregar al
término sociedad, tales como capitalista, desarrollada, tecnológica, subdesarrollada,
socialista, comunista, de clases, etc., no son suficientes para describir un modelo de
dominación que mantiene subordinadas a las mujeres por el sólo hecho de ser mujeres
y que se sustenta en el control por parte de los hombres de los aspectos más
importantes de la cultura, la ideología, la economía, el Derecho en su sentido más
amplio, etc. Como ninguno de estos tipos de sociedad nos ayuda a explicarnos la
división sexual del trabajo y la apropiación de los hijos por parte de los padres/varones
formalizada a través de la patria potestad, el sometimiento de las mujeres y su
reducción a madres, como tampoco nos describe la lógica patriarcal, tan racional y
aparente-mente sin contradicciones, que le da algunos derechos a todas las mujeres y
cierto poder a algunas mujeres al tiempo que cada vez aumenta el discurso de la
igualdad, tendremos que desarrollar nuestra propia definición de PATRIARCADO. Pero
antes veamos qué es el sexismo.
23
'El sexismo abarca todos los ámbitos de la vida y las relaciones humanas, de
modo que es imposible hacer una relación, no exhaustiva, sino ni tan siquiera
aproximada de sus formas de expresión y puntos de incidencia,... En palabras del
sociólogo Martin Sagrera: "Ni el esclavo ni la mujer hubieran podido ser mantenidos,
siquiera sea por la fuerza, en el estado abyecto en que fueron sumidos si no hubieran
sido convencidos poco a poco de su inferioridad Y esta falta de conciencia de clase hizo
que fueran ellos mismos los peores enemigos de su propia regeneración".8
Yo agregaría que a la mujer mas que falta de con ciencia de clase le hace falta
"conciencia de genero porque aunque sobre género me extenderé más adelante, la
historia nos ha demostrado que generalmente los análisis y transformaciones de clase
son ciegas al género, mientras que la perspectiva de género lleva implícita, no sólo la
variable clase, sino todas las variables imaginables, precisamente porque las mujeres
pertenecemos a todas las clases, edades, razas, etnias, creencias, opciones sexuales,
etc., y tenemos todas las discapacidades visibles y no visibles que puede tener un ser
humano. Además, si bien es cierto que tanto los hombres como las mujeres hemos
sufrido discriminaciones según nuestra clase, etnia, preferencia sexual, etc., NINGÚN
hombre ha sido discriminado a causa de su sexo mientras que TODAS las mujeres lo
somos.
Si no, cómo explicar que la sistemática violación sexual de las mujeres por parte
de los hombres (sistemática porque una conducta tan generalizada y frecuente no
puede catalogarse como "casual"), sea considerada por el Derecho Penal un asunto
"privado" en la mayoría de los países de nuestra región y no sea considerada una
8
Ver definición de sexismo en el DICCIONARIO IDEOLÓGICO FEMINISTA de Victoria Sau,
Barcelona, ICARIA Ediciones, 1981.
24
violación de los Derechos Humanos, a no ser que la violación sea perpetuada por un
agente del Estado mientras la mujer está en custodia.
Es así que pareciera que los prejuicios en torno al sexo como uno de los aspectos
sociales que explican la criminalidad y la conducta violenta del hombre hacia la mujer,
no han sido superados todavía. Son demasiados los autores y autoras que afirman que
la violencia doméstica se debe a la crisis económica, a la guerra, las frustraciones de la
vida moderna, etc. En el fondo, esto es aceptar que los hombres son "naturalmente"
violentos porque estas explicaciones no nos informan de por qué la violencia se dirige
del hombre hacia la mujer y no viceversa, como si sólo los hombres padecieran la crisis,
la guerra etc., como si sólo ellos vivieran en este mundo contaminado por químicos,
ruido y malas vibraciones.
Creer que los hombres son violentos por naturaleza, no implica necesariamente
que se crea que son superiores a las mujeres; pero creer que los hombres son violentos
por naturaleza, castigarlos cuando demuestran su violencia hacia otros hombres y no
cuando lo hacen hacia las mujeres, silo es. Es creer que hay un sexo, el femenino, que
está ahí para "servir" de desahogo de frustraciones al sexo masculino. Creer que hay
un sexo que fue puesto en este mundo para servir al otro, es sexismo.
25
actos, físicos o verbales, por medio de los cuales se manifiesta deforma vulgar y poco
apropiada el sexismo subyacente en la estructura social."9 Coincido con Victoria Sau
con respecto a que el machista generalmente actúa como tal sin ser capaz de
"explicar" o dar cuenta de la razón interna de sus actos, sino que se limita a poner en
práctica aquello que el sexismo de la cultura a la que pertenece por nacionalidad,
condición social, etnia, preferencia sexual, religión, etc., le brinda.
9
Ídem p. 171
10
Idem.
26
se habla de política - y más si lucha por algún grupo discriminado o oprimido o
pertenece a alguna etnia, clase, o grupo discriminado- te trata de convencer que esa
discriminación es mucho más grave que ~ que sufren las mujeres, dándote ejemplos de
mujeres de clase, etnia u 0tr9 grupo dominante que explotan y oprimen a los hombres
de su grupo o del grupo por el que él lucha.
Los hombres que pertenecen a esta segunda cate-gorja son los más peligrosos y
por ende de los que más debemos cuidarnos, porque ante un machista como el del
primer ejemplo, las mujeres tenemos más recelo. Pero, ante un hombre solidario en
apariencia como el del segundo ejemplo, las mujeres bajamos la guardia,
exponiéndonos a distintas formas de violencia y terminando por apoyar proyectos que
nos oprimen (los proyectos que implícitamente parten de que la discriminación contra la
mujer es secundaria o de que se elimina con eliminar otras discriminaciones,
generalmente descansan de alguna manera en las estructuras que mantienen la
opresión de las mujeres. Ejemplo de esto son la grandísima mayoría de los proyectos
relacionados con los Derechos Humanos, que parten de una visión androcéntrica de la
utopía y se fundamentan en concepciones de "derechos" y "libertades" plasmadas en
distintas Declaraciones de Derechos Humanos que no contemplan las necesidades e
intereses de las mujeres. Así, se habla de la problemática de los pueblos indios en
forma neutral en términos de género, como si éstos fueran compuestos sólo por indios
de sexo masculino o como si dentro de los pueblos indios no se diera la discriminación
contra la mujer india).
27
comprender que en una sociedad patriarcal, una mujer a veces cree no tener o
efectivamente no tiene más remedio que comportarse en forma machista.
28
y capacitadas que la gran mayoría de nuestros políticos, y sin embargo, esas mujeres
no han podido (o no han querido por razones éticas) escalar hasta llegar a los puestos
de dirigencia, mientras que demasiados hombres mediocres sí. Debemos también
tomar en cuenta que las mujeres a las que se les permite ejercer el poder en forma
patriarcal, pagan un precio muy alto: no sólo tienen que esforzarse el doble para lograr
un poder a medias, sino que deben hacerlo sin solidarizarse con sus congéneres: las
otras mujeres. Además, deben ejercer el poder como lo determina el sistema patriarcal:
SOBRE las otras personas y no PARA las personas, violentando así todo su "ser"
femenino que ya sea cultural, fisiológico, o históricamente impuesto ha sido definido
como el género que cuida y da la vida, no el género que domina, destruye y guerrea.
Otra razón de por qué las mujeres no apoyamos a las que se lanzan en la
búsqueda del poder, se debe a que generalmente los sectores dominados tienden a
rechazar a aquellas/os de su mismo grupo que se comportan como los dominadores.
Así, las mujeres no valoramos en otra mujer, precisamente las características que
posiblemente nos ayudarían a combatir la dependencia. Una mujer que defienda sus
ideas asertivamente generalmente es tildada de "marimacha" o "mandona", mientras
29
que un hombre que haga lo mismo es apreciado por sus "agallas". su "conocimiento del
mundo", su "calidad de líder", etc.
11
Virginia Vargas. Tomado de Revista "VIVA", Perú, setiembre-octubre/86.
30
interiorizando los valores y actitudes que se les atribuyen, descartando toda emoción o
deseo atribuido al otro sexo y aprendiendo el rol asignado para convertirse en personas
de género femenino, es decir en "mujeres", al tiempo que aquellos de sexo masculino
desde pequeñitos, sufren el proceso que los hará personas de género masculino, es
decir "hombres".
El feminismo sostiene que las mujeres de todas las clases, razas, etnias, edades,
discapacidades, creencias, opciones sexuales, etc., son discriminadas, subordinadas y
oprimidas en razón de su sexo: que tienen experiencias, vivencias y necesidades que
no son tomadas en cuenta ni satisfechas y que para eliminar esa discriminación y
subordinación y para satisfacer sus necesidades, se requieren cambios profundos en la
distribución del poder político, económico y social entre los sexos.
31
El feminismo es además un movimiento social y político y también una teoría que
parte de la toma de conciencia de las mujeres como colectivo humano oprimido,
explotado y dominado por el colectivo de hombres en el patriarcado baj9 sus distintas
fases históricas, conciencia que nos lleva a luchar por la liberación de nuestro sexo a
través de las transformaciones de la sociedad que se requieran. De esta manera, el
feminismo no se circunscribe a luchar por los "derechos de las mujeres", sino a
cuestionar profundamente y desde una perspectiva nueva, todas las estructuras de
poder, incluyendo (pero no reducidas a ésta), las de género.
Y, aunque hay varias corrientes dentro del feminismo, se puede afirmar que
existen ciertas creencias o principios dentro de esta teoría / práctica / conciencia que
trascienden las diferencias, entre las cuales puedo incluir sin miedo a que alguna
feminista me contradiga, las siguientes:
1) que todas las personas valemos como seres humanos IGUALMENTE plenos
y por ende somos IGUALMENTE diferentes e IGUALMENTE semejantes
entre nosotros/as
Estas cuatro creencias o principios son muy importantes para entender el sexismo.
En relación al primero, si realmente entendemos que las mujeres y los hombres somos
IGUALMENTE diferentes no vamos a pensar que el fenómeno del embarazo, el parto,
la menstruación, el climaterio, etc., son fenómenos que hacen que la mujer se comporte
diversamente del hombre/modelo de lo humano y que por ende el problema es de la
mujer por ser diferente al modelo, sino que vamos a entender que el problema es de
una sociedad que no parte de que a veces, las mujeres y los hombres tenemos
necesidades distintas y que estas necesidades son igualmente válidas. Así por ejemplo,
podremos entender que el problema no es de que la trabajadora fuera del hogar quede
32
embarazada, sino que el problema reside en que el trabajo remunerado está pensado
desde y estructurado para personas que no quedan embarazadas.
Aquí quisiera dar un ejemplo de lo que quiero decir cuando afirmo que aunque las
Naciones Unidas y la Declaración Universal de los Derechos Humanos, directa e
indirectamente hayan manifestado que todas las formas de opresión son igualmente
oprobiosas. en el fondo el sexismo no es entendido realmente como una forma de
opresión tan nefasta como otras:
12
8va. Decisión adoptada por el VIII congreso sobre la violencia en el hogar.
33
¿Se imaginan ustedes al Secretario General de las Naciones Unidas solicitando la
comprensión de los Estados miembros en relación a la distinta manera en que el
gobierno de Sudáfrica entendía el racismo?
Con respecto al tercer principio, las teorías feministas parten de que la armonía y
la felicidad son más importantes que la producción, el poder y la propiedad porque
consideran que las personas somos parte de una red humana de la cual todas
dependemos. De manera que lo que le pase a una afecta a la otra. De esta manera así
como la oprimida es deshumanizada, el opresor también pierde su pertenencia a la
humanidad en el tanto y en el cuanto oprima a otra vida. Por otro lado, si sabemos que
las mujeres somos dueñas de sólo el 1% de la propiedad inmobiliaria del mundo, no es
de extrañar que para el feminismo la propiedad no sea un valor prioritario y se la
entienda como generadora de desigualdad, que a su vez genera resentimiento y
protestas, que a su vez justifican un mayor control por quienes detentan el poder que
descansa en la propiedad. Además, a las feministas nos parece absurdo que se
sacrifique tanta armonía, felicidad, gozo y tranquilidad del alma en nombre de la
producción y la eficiencia para que, al final de cuentas, no se tenga ni felicidad ni
eficiencia. Talvez si no se sacrificara la felicidad, los seres humanos seriamos más
productivos y eficientes.
34
consenso dentro de los distintos feminismos latinoamericanos, aunque tal vez no tanto
en feminismos de otras regiones. La idea de que la dominación de un grupo por otro en
cualquier nivel o esfera de la sociedad (por ejemplo en la privacidad del hogar), genera
y mantiene prácticas de dominación en otros niveles o esferas de la sociedad (por
ejemplo en la empresa o relaciones internacionales) es tan básica al feminismo, que
incluso la definición que se hace del sistema que nos oprime, el Patriarcado, parte de
que la estructura familiar con dominio del padre SOBRE el resto de la familia, es la que
se reproduce en todos los niveles de la sociedad. En realidad que la estructura de la
familia es el modelo de la sociedad no lo decimos sólo las feministas, pues las mismas
Constituciones Políticas de todos nuestros países establecen algo semejante a lo que
dice la C.P. de Nicaragua: "Art. 70. La familia es el núcleo fundamental de la sociedad y
tiene derecho a la protección de ésta y del Estado." La diferencia está en que las
feministas cuestionamos las relaciones de poder dentro de la familia que luego se
reproducen en la sociedad, mientras que la mayoría de los analistas parten de que la
familia es un ente neutral que sirve de sustento a una sociedad, que puede o no ser
autoritaria.
35
familia y el hogar sino también en el diseño de políticas, en la diplomacia y en la forma
en que se practica la política".13 Es más, el feminismo cuestiona esa división entre lo
privado y lo público y agrega que además, lo político también es personal.
Pero más importante aún es que esta creencia de que lo personal es político
obliga a integrar el discurso con la práctica y la práctica con el discurso. Esto quiere
decir que se hace teoría de la práctica misma y se practica esa teoría. Por supuesto que
esto no es 100% verdad, ya que es imposible vivir cabalmente todos estos bellísimos
valores cuando una ha sido socializada y ha interiorizado los valores contrarios del
patriarcado. Sin embargo, no se puede negar que la mayoría de las feministas hemos
estructurado organizaciones mucho menos jerarquizadas, en donde al menos se trata
de no discriminar ni excluir a ninguna persona y estamos tratando de construir (aunque
no siempre lo logramos) relaciones personales más democráticas con nuestras parejas,
hijos/as, amigas/os, personas que trabajan para nosotras, etc.
Para concluir con esta explicación sobre el feminismo podemos decir que es un
conjunto de valores, creencias y experiencias que conforman una manera de ver el
13
Kay HARRIS, Moving Into The New Millennium en CRIMINOLOGY AS PEACEMAKING, compilado
por Pepinsky y Quinney, Indiana University Press, 1991, p. 88.
36
mundo o cosmología, que se contrapone a la forma androcéntrica en que se mira el
mundo dentro de los distintos modelos de patriarcado y que esta forma de ver el mundo
parte además de estos otros dos principios: 1 - que el género es una categoría social
como lo es la raza, la clase, etc., que atraviesa y es atravesada por todas las otras
categorías sociales y que como categoría social tiene su base material en un fenómeno
natural que es el sexo, cuya desaparición no depende de la desaparición de las
diferencias sexuales así como la desaparición del racismo no depende de la eliminación
de las distintas etnias; 2- que la perspectiva de género desde las mujeres permite
aproximarse a la realidad para los efectos de esta metodología, o sea, permite ver al
fenómeno legal de una forma más objetiva, porque parte de la experiencia de la
subordinación, visión que va desde la marginalidad hacia el centro y que por lo tanto
incluye la realidad de los opresores vista desde otra óptica, mientras que la perspectiva
tradicional patriarcal - aun aquella que parte desde la marginalidad- simplemente no ve
la realidad de las mujeres y al no hacerlo, lógicamente no incluye el análisis de las
relaciones de poder entre los sexos, lo cual deja por fuera un importante componente
de las estructuras de poder.
37
hablamos de "género de vida o de "género de conversación". Ahora bien, quienes
introducen la nueva acepción de género en las ciencias sociales y posteriormente en los
estudios sobre las mujeres, son anglo-parlantes para quienes "género" tiene un sentido
más preciso.. En inglés su acepción generalizada es la de género sexual.
Por eso, cuando los/as angloparlantes oyen "gender" inmediatamente saben que
se está hablando del género sexual, mientras que para nosotras/os hispanohablantes
cuando oímos "género", estamos oyendo "clase" o "tipo" y eso nos confunde, porque es
justo admitir que suena muy raro oír que ha y que hacer análisis con perspectiva de
"tipo" o "especie".
Para evitar estas confusiones y debido a que en el derecho, como dije antes, se
usa genérico en el sentido de neutro, imparcial, sin marca, yo utilizo el término genérico
en ese sentido y uso género-sensitivo, perspectiva de género, o simplemente de
14
Tomado de la reproducción de un extracto de la "Entrevista a Marta Lamas" por Víctor Jacobo,
originalmente publicada en la Revista de la Dirección de Difusión Cultural, CASA DEL TIEMPO,
mayo-junio 1987, UNAM. México.
38
género, cuando quiero hacer referencia a aspectos, situaciones o hechos relacionados
con el concepto de género en el sentido que lo usamos las feministas.
39
hormonal y biológica. A esa identidad que se fundamenta en la asignación del rol con
base generalmente pero no siempre en el sexo biológico, él la llamó identidad de
género, para diferenciarla de la identidad sexual basada únicamente en el sexo
biológico.
40
biología, sino un problema social y que el feminismo, aunque parte de las mujeres; no
es una lucha de y para ellas, sino de toda la sociedad. ".15
Sin embargo, el que sea difícil no lo hace imposible, y una vez que realmente se
logra mirar a través del prisma del género, nunca más se quiere ver el monótono mundo
del monosexismo.
15
Ídem
41
decir, que la pertenencia a un sexo es una categoría social que debe formar parte de
cualquier análisis de lo social porque, aunque (a grosso modo) es la naturaleza la que
dictamina a qué sexo se pertenece, es la sociedad (siempre y en todo momento) la que
dictamina qué características y cuánto poder deben y pueden tener uno y otro sexo.
Aquí quiero agregar que tener conciencia de que las mujeres y los hombres, POR
SU SEXO, ocupan lugares de menor o mayor poder no es ni más ni menos que tener
una conciencia feminista.16
En el caso que nos ocupa, nos interesa hacer un análisis de género desde la
experiencia de las mujeres. Esto significa hacer un análisis desde la perspectiva de un
ser subordinado, o sea, desde la perspectiva de un ser que ocupa un lugar de menor
poder y de menor privilegio que un hombre/varón de su misma clase, raza, etnia, opción
sexual, edad, capacidad, creencia, etc., y también, en muchos aspectos, de menor
poder que todos los hombres/varones de todas las clases, razas, etnias, etc., sin dejar
de lado el análisis de la situación del sexo dominante y las relaciones entre ambos
sexos. Parafraseando a Natalie Davies, nuestro propósito es descubrir el alcance de los
roles sexuales y del simbolismo sexual en los distintos componentes del fenómeno
jurídico, para encontrar qué significado tienen y cómo funcionan para mantener el orden
social o para promover su cambio. 17
42
como si la posición que ocupa ese ser privilegiado fuese el parámetro de lo humano.
Esta manera de presentar y hacer las investigaciones no sólo es parcial al sexo
masculino, sino que deja por fuera a todos aquellos hombres que pertenecen a grupos
discriminados o marginados. Por otro lado, los análisis tradicionales que si toman en
cuenta la variable clase, raza u otra pero no toman en cuenta la variable sexo, parten de
que la clase o raza del hombre/varón es la que es determinante o que al hablar de los
hombres pobres, por ejemplo, se está hablando de las mujeres pobres. De esta
manera, aunque estos estudios sean menos parciales que aquellos que no toman en
cuenta estas variables, adolecen de la exclusión de más de la mitad del género
humano. Pero más terrible aún, adolecen de falta de objetividad porque presentan sus
conclusiones como válidas para la humanidad toda (esta es la forma de sexismo que se
conoce como sobregeneralización).
18
Aquí es importante aclarar que la perspectiva de los dominantes no es patrimonio sólo de los
dominantes, muchas personas subordinadas marginadas y oprimidas ven su mundo desde la
perspectiva dominante porque es la única que conocen concientemente.
43
que se han comportado como hombres y han logrado sobresalir en el campo masculino
a pesar de ser mujeres y no por ser mujeres-, 2- mujeres madres -mujeres que son
tomadas en cuenta sólo en tanto que madres- o, 3- mujeres víctimas -mujeres que no
son sujetas de su propia historia sino que son objeto de todo tipo de vejámenes.
Aunque ciertamente es un avance el que al menos se tomen en cuenta estos aspectos
de la realidad humana femenina, las mujeres no somos sólo eso, somos humanas,
sujetas de la historia y constructoras de cultura tanto como el hombre/varón.
Por ello se afirma que el análisis de género desde la perspectiva de las mujeres es
más objetivo que el análisis tradicional19 no es igual a hacer un análisis de la mujer
(aunque muchas personas hacen análisis de la mujer y lo presentan como un análisis
de género porque confunden mujer con género). Hacer un análisis desde la perspectiva
de las mujeres como seres subordinados (es decir desde la perspectiva de género
desde las mujeres), implica necesariamente hacer un análisis de esa subordinación y
de quiénes se benefician de la misma, por lo que no se puede excluir al sexo
dominante: es él quien se beneficia de su subordinación, es él quien se ha proclamado
como "parámetro" de lo humano. Si esta situación no se incluye, si no se incluye el
análisis del poder entre los sexos, no se puede entender la realidad de la subordinación
de la mujer ni se puede decir que se ha hecho un análisis de género porque éste lleva
19
La perspectiva tradicional ni siquiera tiene nombre ya que no es consciente de que tiene una
perspectiva.
44
implícito el análisis del poder. Hablar de la mujer sin tomar en cuenta las estructuras de
género no explica su ubicación dentro del sistema sexo/género, por lo que no se puede
entender la realidad.
Si bien es cierto que hay hombres (y mujeres) que están dispuestos a aceptar la
validez de los análisis de género, para estudiar situaciones concretas relacionadas con
el sexo femenino (pero no para los estudios o actividades "generales" que se dirigen a
todo el "pueblo", como podrían ser las cuestiones relacionadas con la política
internacional, la historia universal, los derechos humanos, el derecho constitucional, la
teoría del estado, etc.), esta aceptación de la validez del análisis de género es una
aceptación sólo en apariencia. Si la analizamos con cuidado, veremos que quienes así
piensan se ubican perfectamente en la segunda categoría de gente, es decir, entre
quienes le restan toda validez al análisis de género porque si se entiende qué es el
género y qué implica un análisis de género, se entiende que todo el quehacer humano
está imbuido de significantes de género y construido sobre las estructuras de género,
aunque el tema a investigar sea el primer alunizaje.
45
permite que no sean cuestionadas. Así, esa situación de privilegio masculino y esas
ventajas que todo hombre posee por pertenecer al sexo masculino se vuelven parte de
la naturaleza y por ende, no susceptibles de análisis (y lo que es peor, no susceptibles
de ser transformadas lo cual es muy conveniente para el sexo masculino).
Talvez aquí convendría dar un ejemplo para aclarar esto de que el género es
atravesado por otras variables. Tomemos a una mujer negra. Podríamos creer que esa
mujer sufre dos formas de discriminación: la discriminación por pertenecer a una raza
discriminada y por pertenecer a un sexo discriminado. Pero no habremos comprendido
la complejidad de su opresión si nos contentamos con sumar esas distintas formas de
opresión. No sólo la mujer negra sufre por ser mujer y por ser negra, sino que es
oprimida por ser MUJER NEGRA que no es lo mismo que ser mujer occidental/rosada y
que es distinto de ser hombre negro. Vemos así que el género y la raza se dan
contenido y significado mutuamente.
46
maneras en que se manifiesta el sexismo.20 Por eso tampoco es lo mismo tener
"conciencia de mujer que tener conciencia de género, ya que como dije anteriormente,
el tener conciencia de genero implica tener conciencia de las relaciones de poder entre
los sexos atravesadas por las variables raza, clase, opción sexual, edad, discapacidad
visible, etc. Implica también entender que vivimos bajo un sistema de sexo/género con
dominación masculina (o en otras palabras, un "patriarcado ") que no puede ser
eliminado por un esfuerzo individual, sino que debe ser cambiado en sus propias
estructuras a la vez que por medio de la conscientización.21
Talvez esta manera de percibir los estudios que tienen perspectiva dé género se
deba a que desde la perspectiva feminista, los privilegios de sexo del hombre/ varón
están explícitamente expuestos. Como no estamos habituadas/os a esa claridad, es
20
Ver más adelante el apartado sobre las distintas formas en que se manifiesta el sexismo en los
análisis e investigaciones.
21 Para profundizar en la teoría sexo/género ver: Candelaria Navas, CONCEPTUALIZACIÓN DE
“GÉNERO”, Cuadernos de Investigación No. 58, CSUCA, San Salvador, abril 1990.
47
lógico que nos incomode. Y es que estamos tan acostumbradas/os a ver el mundo
desde la perspectiva masculina únicamente, que cuando nos lo presentan desde la
perspectiva de un ser dominado, especialmente si ese ser dominado es del sexo
femenino, nos parece que es una percepción "específica" y por ende no válida para el
género humano, aunque sea "específica" de más de la mitad del género humano y lo
sea mucho menos que los estudios tradicionales;
Sí, como lo insinué antes, hasta las relaciones internacionales tienen que ver
con el sistema sexo/género y por ende, deben ser analizadas desde una perspectiva
de género como lo demuestra Cynthia Enloe en su libro BANANAS. BEACHES AND
BASES.
22
Cinthia Enloe. “BANANAS, BEACHES AND BASES”, Making Feminist Sense of International
Politics”. University of California Press, Los Ángeles 1990, p. 5-6.
48
Por eso, quienes buscan unas relaciones internacionales más justas entre los
países desarrollados y los que están ahora en vías de devolución, deberían hacer
análisis de género de estas relaciones, para entender cómo y en qué medida
descansan en el control de los hombres sobre las mujeres, porque talvez si los hombres
estuvieran dispuestos a desprenderse de tanto control y poder sobre otros seres,
podríamos lograr relaciones más justas entre países también. Talvez si lográramos
hacer análisis de situaciones que no invisibilicen relaciones de poder, lograríamos
entender mejor cómo funciona el control y el poder. Mientras se mantengan firmes las
estructuras de género, jamás se lograrán eliminar completamente las otras formas de
dominación porque éstas descansan en aquéllas.
49
parecen del todo problemáticos desde la perspectiva de las experiencias de las mujeres
(por ejemplo, los dos problemas anteriores no surgen de las experiencias de las
mujeres). Por otro lado, las mujeres experimentan muchos fenómenos que ellas
consideran que sí necesitan explicación: ¿Por qué encuentran los hombres el trabajo
doméstico y el trabajo con niñas/os tan desagradable? ¿Por qué las oportunidades de
vida de las mujeres tienden a ser tan limitadas exactamente en los momentos que la
historia tradicional caracteriza como los más progresivos? ¿Por qué es tan difícil
detectar los ideales de femineidad de la mujer negra en los estudios sobre familias
negras? ¿Por qué esta la sexualidad masculina tan definida en términos de poder?
¿Por qué se considera que arriesgar la vida constituye un acto humano distintivo, pero
el dar a luz se considera algo simplemente natural? La reflexión sobre cómo un
fenómeno social llega a definirse como problema que demanda explicación, nos revela
fácilmente en primer lugar, que no existe un problema sin una persona (o grupos de
ellas) que lo posean: un problema siempre es un problema para alguien. El
reconocimiento de este hecho y de sus implicaciones para la estructura de la empresa
científica, provoca inmediatamente conflicto entre el enfoque feminista (de género) de
investigación y la comprensión tradicional".23
23
Sandra Harding, Op. Cit. p. 6.
50
nos rodea, en una cultura que sistemáticamente silencia y menos precia las voces de
las mujeres."24
Un ejemplo dramático y muy concreto de los distintos resultados que dan estas
visiones o perspectivas distintas (la perspectiva de género desde las mujeres y la
tradicional de los hombres), la podemos encontrar en las regulaciones y leyes sobre el
aborto. Para los hombres, el problema del aborto es un pr6blemaabstracto de
protección a una vida abstracta, porque NUNCA tendrán que enfrentar un aborto desde
su propio cuerpo. Para las mujeres en cambio, el problema del aborto es un problema
concreto que millones de mujeres han debido enfrentar no sólo en un plano intelectual
sino en su propio cuerpo. Para ellas es un problema ético-práctico entre la vida en
abstracto y la calidad de vida en concreto de dos seres: el de la madre y el de la vida en
potencia que está en su vientre y talvez hasta la vida de las/os demás hijas/os.
24
Ídem, p. 7
51
del aborto, desde la perspectiva de la mujer, como perteneciente a un género
subordinado, es un problema mucho más complejo que la preocupación por la vida
intrauterina. Tiene mucho más implicaciones. Si este problema se analizara desde esta
perspectiva en vez de sólo analizarse desde la perspectiva tradicional, que hasta ahora
sólo se pronuncia por la vida en abstracto, talvez ya habríamos encontrado una solución
a las miles de muertes de mujeres en abortos clandestinos y a la consecuente
desprotección de esa vida intrauterina que tanto se desea proteger.
En este punto, parto de la definición ampliada del fenómeno jurídico que hago en
el bloque "B" de este marco teórico. Por ello, es indispensable decir brevemente que el
25
Ver artículo de Berta Hiriart. “Pacifismo y despenalización del aborto” en la revista
MUJER/FEMPRESS No. 114 de abril de 1991.
26
BORNEMAN: Le patriacat, citado por Victoria Sau en el DICCIONARIO IDEOLÓGICO FEMINISTA,
p. 207.
52
fenómeno jurídico no se reduce a las leyes formalmente generadas (componente
formal-sustantivo), sino que se compone también de las leyes que se forman a través
de la administración e interpretación de esas leyes formalmente generadas
(componente estructural) y también de las leyes que se forman a través de las
costumbres, tradiciones, políticas, así como del conocimiento y uso que le dé la gente a
las leyes formalmente promulgadas o formalmente interpretadas (componente político-
cultural).
53
y aplicación. Por ello, no debemos caer en el error de creer que existen leyes neutrales,
que se dirigen igualmente a hombres como a mujeres y que tienen iguales efectos en
hombres y mujeres.
Si bien es cierto que las mujeres conocemos menos nuestros derechos, y que aún
conociéndolos no tenemos el mismo acceso a la administración de justicia, también lo
es que las leyes en sí son androcéntricas y por ende nunca han reflejado nuestras
necesidades, potencialidades, ni características. Los problemas legales que tenemos
las mujeres no se deben solamente a que los funcionarios judiciales y policías nos
discriminan a la hora de aplicar las leyes genéricas (en el sentido de neutrales en
términos de género). Se debe también a las leyes que no existen, a todas las
instituciones que no se han creado y a la falta de una doctrina jurídica desde las
experiencias de las mujeres. Pero sobretodo se debe a que esas leyes genéricas, al
igual que todo lo genérico en una sociedad patriarcal, en realidad si tienen género y ese
género es el masculino.
Con esto no estoy diciendo que en un lejano pasado todos los patriarcas se
sentaron en un círculo a discutir las leyes que los beneficiarían o a imaginarse leyes
que nos perjudicarían a todas las mujeres, y que desde entonces las leyes son
patriarcales y androcéntricas. La parcialidad a favor de los hombres que reflejan las
leyes es producto del androcentrismo de todo el sistema jurídico, que a su vez es
producto de una tradición milenaria que dictaminaba que sólo los hombres podían ser
ciudadanos y por ende, sólo ellos podían dictar y aplicar las leyes que regularían la vida
en sociedad. Esta exclusión de la mujer de los órganos que crean y aplican la ley,
garantizó que las necesidades sentidas por el hombre/varón serían fundamentales y
principales en todo el quehacer jurídico, al tiempo que desatendió las necesidades de
las mujeres. Cuando afirmo que el Derecho fue y sigue siendo androcéntrico, no estoy
afirmando que siempre lo es conscientemente y esto debe quedar muy claro. Pero sí es
preocupante que todavía hoy día tan pocas mujeres penetren esos órganos, lo cual nos
lleva a pensar que es muy probable que el Derecho siga siendo androcéntrico por
mucho tiempo más.
54
Y aunque el movimiento feminista latinoamericano ha logrado recientemente que
se promulguen una serie de leyes o que se creen nuevas instituciones legales para la
mujer, como la ley para la Protección de Víctimas y Testigos del Crimen, en Puerto
Rico, o las comisarías de mujeres en Brasil y Perú, o el recurso civil para tramitar la
violencia doméstica en Argentina, todavía no hemos logrado que la mayoría de la gente
comprenda que si antes no existían estas instituciones era porque el hombre/varón
nunca las había necesitado y no porque el maltrato, la violación o el hostigamiento
sexual sean un fenómeno nuevo. Todavía no hemos entendido que el Derecho es
producto de las necesidades, potencialidades y características del hombre, no de las de
la mujer y por ende, no las refleja. El hecho de que casi todas las constituciones
garanticen la igualdad de todos los ciudadanos, el que las mujeres votemos en casi
todos los países y el que ahora algunas legislaciones reconozcan las más identificadas
opresiones que sufrimos las mujeres, no significa que el Derecho está dejando de ser
androcéntrico, significa que las mujeres hemos logrado que se nos reconozcan,
formalmente, algunos de los derechos definidos por y para los hombres y significa que
las opresiones que sólo sufrimos las mujeres, de tanto denunciarías, ya forman parte
del imaginario popular, aunque todavía se perciban como males inferiores. Pero el
Derecho en su conjunto, sigue igual con pequeñas y esperanzadoras excepciones.
Creo que sin una doctrina jurídica que parta desde las mujeres, es imposible
interpretar y aplicar no discriminatoriamente, aún las leyes que nos han enseñado son
de aplicación universal y genérica. Sin una doctrina jurídica desde las mujeres, es
imposible sustentar los argumentos jurídicos que tengan una real relación con la
persona concreta mujer, que vive inmersa en una realidad muy distinta a la de los
hombres y en una realidad aún más distinta de la que parte el Derecho cuando nos
toma en cuenta, que no es siempre.
55
Ser mujer es un estado personal al cual el Derecho, aún hoy en día, le atribuye
poca importancia. En tiempos pasados la mujer era para el Derecho una especie de
débil mental o menor de edad perenne, a la cual había que "proteger" sometiéndola de
por vida a la voluntad de su padre, marido e hijo. Luego, cuando la mujer logró la
mayoría de edad, el Derecho, especialmente la legislación, la declaró formalmente igual
al hombre y desde ahí se dice que esa igualdad es neutral en términos de género.
Por ejemplo, las mujeres conformamos una categoría social que no solamente ha
sido despojada de su poder, sino que ha sido "desaparecida" del mundo de lo jurídico.
Esa invisibilidad de la categoría social a la que pertenecemos las personas de sexo
femenino, no se debe a razones de "naturaleza" sino a la jerarquización entre los sexos,
en la cual el sexo masculino se ha erigido como el representante del género humano.
Esto es doblemente significativo, porque al invisibilizar a la mujer se desvaloriza la
importancia de la categoría social "sexo" para la comprensión de lo jurídico. Es un
círculo vicioso porque al invalidar al sexo como categoría social relevante para lo
jurídico, se hace imposible visibilizar a la mujer, ya que el hombre es percibido como
representante de lo humano dentro de lo jurídico, sin que se sienta la "falta" del sexo
femenino. En síntesis, estoy convencida de que el fenómeno jurídico, como cualquier
fenómeno social, debe ser analizado tomando en cuenta el sexo al que pertenecemos
los seres humanos si verdaderamente queremos entender nuestra condición y su
relación con él.
56
Pero si reconocemos que la opresión de las mujeres no es similar a la opresión de
otros grupos, fácilmente podemos darnos cuenta de que, el problema de la opresión del
sexo femenino no se resuelve simplemente con extenderle los derechos que antes
disfrutaba sólo el varón. Después de siglos en que se ha considerado que sólo unos
hombres eran iguales, sólo unos hombres eran ciudadanos y por ende tenían derecho a
decidir el destino de todo el pueblo, no vamos a ser iguales, ni vamos a ser igualmente
libres solamente porque ahora esa igualdad y esa libertad se ha extendido a todos los
hombres, aunque creamos que estamos incluidas en la voz hombre cuando de estos y
otros derechos humanos se trate. Las reglas de la participación política y del disfrute de
los otros derechos civiles y políticos, se hicieron cuando a las mujeres nos eran
vedados esos derechos. Es obvio pues, que no se tomaron en cuenta nuestras
limitaciones culturalmente impuestas cuando se establecieron. Si las reglas implícitas o
explicitas de la participación no fueron transformadas cuando se declaró que las
mujeres podían ser ciudadanas y ejercer y gozar de los derechos políticos y civiles, no
es posible que las mujeres las disfrutemos ni ejerzamos en igualdad de condiciones ni
con igualdad de oportunidades.
57
Esta última afirmación no significa que las mujeres no tengamos diferencias entre
nosotras y que no tengamos que dar la batalla por eliminar, según el caso, el racismo,
el imperialismo, el colonialismo, la guerra, la contaminación ambiental, la intolerancia
religiosa, los prejuicios y la discriminación contra las personas discapacitadas, contra
los gays y las lesbianas, contra los pobres, etc; significa simplemente que las mujeres
que pertenecemos a algún grupo discriminado o a algún grupo que lucha por la
liberación de los pueblos, la justicia y la paz, tenemos también que luchar por la
eliminación de la discriminación sexual dentro de esa lucha o grupo discriminado y
también fuera del grupo, por la destrucción del patriarcado. Es más duro, pero es una
necesidad.
Además, si reconocemos que una ley que se pretende neutral pero que tiene
efectos discriminatorios es una ley discriminatoria en sí, como bien lo define la
"Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la
58
mujer", podemos afirmar que para sostener que una ley es discriminatoria no es
necesario que la discriminación esté en la letra de la ley. Es discriminatoria si tiene
efectos discriminatorios. Es más, una ley que privilegie a un grupo marginado
históricamente jamás puede considerarse discriminatoria, porque sus efectos en la
sociedad no serian discriminatorios. Para decidir si una ley es discriminatoria, hay que
analizar sus efectos, no sólo su redacción.
28
Cifras tomadas de un estudio que hizo el CENTRO NACIONAL PÁRA EL DESARROLLO DE LA
MUJER Y LA FAMILIA en 1989.
59
diferencia es biológica, y la segunda, la que sostendría que la política en sí es
androcéntrica y que los procesos para escoger y elegir a los candidatos y a los
dirigentes son discriminatorios contra la mujer.
Este ejemplo nos permite comprender con la "CONVENCIÓN", que una ley es
discriminatoria aunque su redacción no incluya una discriminación. El considerar que
sólo hay discriminación legal cuando está en la redacción de la ley, es decir cuando
está en el componente formal sustantivo del Derecho, es tener un concepto muy
restringido del Derecho. Si por el contrario, ampliamos el concepto del Derecho para
incluir los otros dos componentes, podremos decir que hay discriminación cuando esa
redacción aparentemente neutral, es susceptible de ser interpretada y aplicada en
forma discriminatoria o cuando es conocida por la población en general en forma
discriminatoria. Sobre el ejemplo dado anteriormente, en Costa Rica en el componente
sustancial del Derecho, existe una ley que establece los requisitos para ser diputado sin
hacer diferencias entre hombres y mujeres, pero esa ley es interpretada por los
dirigentes políticos y aceptada por todo el pueblo, con un agregado que establece que
NO se permitirá que las mujeres ocupemos más del 6% de los puestos en la Asamblea
Legislativa. Este addendum a la ley no se encuentra redactado explícitamente en el
componente formal-sustantivo del Derecho, pero no por esto deja de ser una ley que
está muy presente en el componente político-cultural y que además se cumple y es
obedecida por todos los ciudadanos y las ciudadanas.
60
Podemos ver entonces que aunque en el componente formal-sustantivo del
sistema jurídico costarricense, existe un conjunto de artículos que establecen que las
mujeres y los hombres tienen iguales derechos a ser electas/os, existe una ley no
escrita en el componente político-cultural, que establece una cuota del 6% para las
mujeres en la Asamblea Legislativa y es esta segunda ley, aunque no escrita, la que
más se respeta y obedece. Para poder derogar esa ley no escrita, habría que formular
el derecho a ser electa/o de manera que tome en cuenta esa ley no escrita y
formalmente prohíba la cuota de 94% que actualmente tienen los hombres/varones.
Pero, como los análisis de estos derechos generalmente no se hacen con perspectiva
de género ni tomando en cuenta el componente político-cultural del sistema legal, estas
cuotas tan altas para los hombres y tan bajas para las mujeres, han quedado
invisibilizadas y por ende, intocadas.
61
nos oprime. Además, es importante que entendamos que esto no es un problema
abstracto que nada tiene que ver con nuestra cotidianidad. Todo lo contrario, está
reflejado en todo el quehacer humano y sin duda en el Derecho en todas sus
manifestaciones, tanto en el contenido mismo de las leyes y los principios que las
informan, como en la estructura y funcionamiento de las oficinas que administran
justicia y en nuestras actitudes y conocimientos respecto de ese Derecho.
Para entender en toda su amplitud esta idea de que el género masculino ha sido
utilizado como el modelo o paradigma del sujeto de derechos, podríamos analizar los
contenidos de las distintas ramas del Derecho y ahí encontraríamos cantidad de
pruebas de ese androcentrismo. También podríamos analizar los derechos y principios
fundamentales que se han considerado como una gran conquista para todos y todas,
desde los diferentes componentes del sistema jurídico y hacer un análisis/denuncia de
todas las leyes no escritas pero que siguen vigentes, ya no en el componente formal-
sustantivo pero sí en el componente político-cultural. Además, es necesario analizar los
procedimientos que se establecen para la denuncia y defensa de los derechos con el fin
de evaluar si realmente son igualitarios; el conocimiento y actitudes de la población con
respecto a esos contenidos y esos procedimientos, como se explica más
detalladamente en la metodología.
BLOQUE B:
62
Algunos tratadistas se limitan a concebir el Derecho como un sistema de normas,
cuyos destinatarios son los y las miembros de una determinada sociedad (Derecho =
norma agendi). En esta concepción del Derecho siempre se hacen diferencias entre las
distintas reglas socialmente establecidas para aclarar cuáles son las reglas a las que se
les llama Derecho (por ejemplo, reglas del uso, morales, religiosas, políticas, etc.).
Desgraciadamente, esta concepción de que el Derecho se reduce a las normas o leyes
escritas es la más generalizada entre las mujeres y de esta manera, al nunca haber
participado en su elaboración, las mujeres las sienten demasiado ajenas. Actitud que
conviene perfectamente al patriarcado.
Nosotras hemos encontrado con Margaret Schuler;29 que el derecho posee más
que esos dos componentes, que el fenómeno jurídico abarca también las actitudes y el
conocimiento que de los otros componentes tenga la gente. El condicionamiento
respecto de la ley influye en cómo es administrada. Si no se conocen los derechos, no
se exigen. Del contenido que cada comunidad le da a los principios y valores tales
como libertad, igualdad, solidaridad, honestidad, etc., dependerá mucho lo que se
entienda por "igualdad de los cónyuges", o por "igual salario por trabajo igual", o por
"libertad de trabajo", etc.
29
Ver el libro compilado por ella: PODER Y DERECHO de la OEF Internacional, 1815 II. Strect, N.W.,
Eleventh Floor, Wash. D.C. 20006.
63
creando generalmente otras leyes que no quedan escritas como tales, pero que se
pueden sustraer de toda la actividad de la creación y administración de justicia. Es
decir, los con-tenidos que se le dan a las leyes del componente formal normativo al
crearlas, combinarlas, aplicarlas e interpretarlas, se convierten a su vez en leyes tan
efectivas y vigentes como las de ese componente, sólo que no se encuentran escritas
en ese componente formal normativo sino que se encuentran no escritas en el
componente estructural.
64
ejemplo, el derecho de las mujeres a ser electas será un verdadero derecho cuando
esté contemplado en el componente formal-normativo, de manera tal que no se
interprete que las cuotas que dan más participación a las mujeres son inconstitucionales
en el componente estructural y que a la vez, derogue las cuotas altísimas de
participación de los hombres.
Es así entonces que el fenómeno jurídico desde esta nueva concepción, está
formado por tres componentes:
65
Un ejemplo de esto último es la ley no escrita, aunque muy aplicada por los/as
jueces/zas de familia en Costa Rica, que determina que la mal llamada "guarda y
crianza" de las/os hijas/os sólo podrá quedar en manos de la madre o del padre en caso
de separación o divorcio, pero que en ningún caso puede ser compartida. En el
componente formal-normativo en este caso, no existe una disposición en el Código de
Familia que prohíba que la madre y el padre, una vez separados o divorciados
compartan la guarda y crianza, pero tanto se ha denegado la posibilidad de compartirla
a quienes lo han solicitado, que se ha creado una ley no escrita que lo prohíbe y cuya
aplicación está por encima de la norma escrita en el componente formal.
30
Ver arts. 447 y 502 del Código General del Estado de Costa Rica emitido el 30 de julio de 1841.
66
agresiva. Esta creencia se mantiene en la mente de la mayoría de los y las
costarricenses, aunque en el componente formal normativo exista el artículo 2 del
Código de Familia, formalmente promulgado, que establece la igualdad de derechos y
deberes de los cónyuges,31 por lo que ninguno es "el jefe": pero además se mantiene
por-que el derecho a "corregir" a la esposa es un derecho vigente aunque el código que
lo contenía haya sido derogado.
1) quienes hacen las leyes son personas de carne y hueso que están impregnadas
de actitudes, juicios y preconceptos con respecto a las personas a quienes van
31
Considero que la igualdad que pretende establecer este artículo, no se cumple precisamente
porque no toma en cuenta la existencia de esa ley no escrita que establece todo lo
contrario: que esposo y esposa no son iguales porque el marido es el “jefe de familia”. Si
dentro dc un grupo human, un apersona es “jefe”, es obvio que las otras no pueden tener
los mismos derechos.
67
dirigidas, especialmente cuando esas personas pertenecen al sexo femenino, a una
raza/etnia discriminada, a un grupo minoritario, etc.;
1) conformar las actitudes y conductas que la gente ordinaria adopte porque la ley,
al establecer reglas, institucionaliza no solamente las conductas que serán aceptables
para el resto de la sociedad y cuál comportamiento es un comportamiento legítimo o
ilegítimo, quién es criminal y quién es un/a buen/a ciudadano/a, etc., sino que mucho
más sutilmente va creando formas de pensar que establecen lo que será considerado
por el común de la gente, racional o irracional, objetivo, científico y universal versus
68
subjetivo. acientífico y particular. Talvez más peligroso aún, hasta puede determinar qué
será considerado "natural" y qué no.
"Deseo enfatizar que la ley como discurso, ocupa un espacio entre lo "real" y lo
"ideal" que es un continuo. La ley refleja y al mismo tiempo actúa sobre la sociedad. Es
constitutiva y derivativa de los cambios políticos y sociales. La ley opera como un
lenguaje político porque al mismo tiempo que establece la libertad, la coarta. La
sociedad es diferente cuando cambian sus leyes y las leyes cambian cuando cambia la
sociedad...” 32
32
Traducción Iibne de la autora de este documento de un trozo del libro de Zillah R. Eisenstein, THE
FEMALE BODY AND THE LAW, Univ. of California Press, 1988, p. 46, que en inglés dice: “I wish
to emphasize that law as discourse occupies a space between the “real” and “ideal" that is a
continuum. Law reflects and impacts on the world. It is constitutive of and derivative of social and
political change. Law operates as a political language because it establishes and curtails choices
and action. The world is different when the law changes, and laws change because the wrold is
different…”
69
tradicionalmente aceptadas o puede modificarlas o hacerlas desaparecer totalmente, al
institucionalizar conductas diferentes a las tradicionalmente aceptadas.
70
1) supuestamente, no se pueden interpretar ni aplicar leyes que no han sido
creadas o ya han sido derogadas de manera que, generalmente, por más bien
intencionadas que sean las personas que administran justicia, si no tienen el respaldo
de leyes formalmente promulgadas, es poco lo que pueden hacer para eliminar la
discriminación. También es cierto que personas prejuiciadas se pueden escudar en el
hecho de que no hay una ley formalmente promulgada.
71
3) la imposibilidad de solucionar un determinado conflicto o la imposibilidad
material de aplicar una de-terminada ley, que a veces experimentan quienes tienen que
administrar justicia, determina no sólo el contenido que se le irá dando a esa ley, sino
que influye y hasta determina que se promulguen o deroguen ciertas leyes.
72
clase, raza o credo al que pertenecen, la doctrina jurídica a la que se adhieren, sus
valores y actitudes, etc.;
7) una ley que no sea conocida por el común de la gente no podría nunca ser
llenada de contenido por el componente estructural, al no existir la oportunidad de
aplicarla o interpretarla.
73
e).- INFLUENCIA DEL COMPONENTE ESTRUCTURAL EN EL COMPONENTE
POLÍTICO CULTURAL:
Estos puntos que he enumerado con relación a la mutua definición entre los
componentes, son sólo unos de los muchos que se pueden pensar. Estoy consciente
de que cada uno da para toda una reflexión critica sobre el fenómeno jurídico, lo cual
nos puede desviar del objetivo del presente documento. Por ello, quiero enfatizar que
en este caso lo importante es que una vez que se tiene claro que el Derecho posee
estos tres componentes, se tendrá conciencia de que el análisis, por ejemplo, de una
ley o un proyecto de ley que sólo se hace desde su componente formal normativo, es
un análisis parcial que no dará un conocimiento suficientemente objetivo como para
poder medir sus alcances, efectos y beneficios. También se habrá comprendido que al
hacer un análisis de la doctrina jurídica (componente político cultural), es necesario ver
cómo ésta se ha traducido en leyes (componente formal normativo) o cómo es
interpretada y aplicada por quienes administran justicia (componente estructural). Pero
mucho más importante aún, es tener claro cuál es el objetivo que se busca (en nuestro
caso es eliminar la subordinación de la mujer y no convertirnos en especialistas en la
74
técnica jurídica), porque con esa claridad los pasos a seguir serán un poco diferentes y
se profundizará más en una u otra actividad de acuerdo a los intereses del grupo.
Hasta aquí he desarrollado los dos grandes bloques que componen el marco
teórico, del cual parto al utilizar los métodos tradicionales para hacer el análisis de un
texto legal. A continuación, describo en detalle los seis pasos de esta metodología.
75
experiencia como seres activamente involucradas en la construcción o deconstrucción
de la sociedad.
33
Sehneider, Elizabeth; citada por KatheIine T. Bartlet en “Feminist Legal Methods”; Harvard Law
Review, Volume l03, February 1990. number 4, pág. 864
76
Por supuesto, los hombres/varones también pueden hacer este proceso
conscientizándose de sus privilegios, de los servicios que reciben de las mujeres y del
"precio" que pagan por éstos, no sólo ellos sino también, las mujeres y el planeta.
34
EICHLER, Margrit, NON SEXIST RESEARCH METHODS, Allen & Unwin, Inc., Winchester, MA,
USA, 1988.
77
género, 4- el doble parámetro, 5- el deber ser de cada sexo, 6- el dicotomismo sexual y
7- el familismo.
78
las necesidades que tienen los hombres' de que la mujer se mantenga en su rol
estereotipado.
Nos debemos hacer estas y otras preguntas porque los textos androcéntricos
aunque escritos desde la perspectiva del sexo masculino35 y generalmente de los
hombres/varones de las clases dominantes de raza blanca, heterosexuales, cristianos y
sin discapacidades visibles, son presentados como si fueran escritos desde ninguna
35
Aquí conviene aclarar que muchas mujeres también caen en androcentrismo cuando escriben
desde la perspectiva masculina. Es decir, no basta ser mujer para estar librada de esta forma de
sexismo.
79
perspectiva, neutrales en términos de clase, sexo y raza, etc., y UNIVERSALES,
OBJETIVOS Y CIENTÍFICOS. Muy por el contrario, los textos feministas no
androcéntricos generalmente explicitan su perspectiva desde el inicio, pero aunque no
la explicitaran, pronto veríamos que estamos frente a una perspectiva diferente. Esto es
así precisamente por el androcentrismo, que nos ha condicionado a percibir lo
androcéntrico como lo "universal", lo genérico y objetivo, mientras que una perspectiva
diferente a la de los dominantes es percibida como parcial o específica.
Pero lo que es peor aún es que lo que se percibe como "lo otro" o lo "específico, lo
no genérico, lo no universal", se infravalora por carecer precisamente de las
características de universalidad y objetividad que sólo asociamos con lo androcéntrico.
36
Un “Diccionario Ideológico Feminista" Icaria ED., Barcelona, 1981, p. 32.
80
manera de sentir y en nuestra relación con lo divino. Para nadie es una novedad la
afirmación que todas las materias que aprendemos en la escuela son androcéntricas, a
pesar de que por ser legalmente obligatoria, el Estado tiene un deber más directo en
proveer una educación que permita el desarrollo de las potencialidades sin
discriminación racial, religiosa, por sexo u otra. Sin embargo, investigaciones recientes
han revelado no solamente que más del 80% de los personajes que aparecen en los
libros de texto son masculinos,37 sino que los estereotipos sexuales se mantienen en
ellos a pesar de que se han hecho esfuerzos por eliminarlos. En las escuelas, colegios
y universidades, así como en los hogares, generalmente se lee lo que han escrito los
hombres y hasta nuestras ideas y sensaciones, al tener que ser expresados en un
lenguaje que parte de que el hombre es el paradigma de ser humano, no pueden
menos que ser androcéntricas. El siguiente párrafo puede servir para ejemplificar lo
anterior:
SUJETO PREDICADO
La respuesta que ofrece este libro de texto a los niños y niñas es: "No hay duda
que has puesto YO en la primera y ÉL en la segunda" (obviamente, a los y las autoras
de este ejercicio no se les ocurrió la alternativa, gramaticalmente correcta también:
ELLA).
81
cuando mucho, "el otro", pero en la mayoría de los casos se reduce a conformar parte
de la naturaleza a quien el hombre debe dominar.
38
LANGLAND, Elizabeth. A FEMINIST PERSPECTIVE IN THE ACADEMY: THE DIFFERENCE IT
MAKES, University of Chicago Press, Chicago, 1983. p. 110.
82
de que los seres humanos caminemos erectos se debe a que los hombres necesitaban
sus brazos para lanzar piedras y otros objetos contra los animales que pretendían
cazar. Este mismo antropólogo en este mismo libro sostiene que desde siempre hubo
una división sexual del trabajo en la que los hombres cazaban y las mujeres
recolectaban y cuidaban de la prole. Si únicamente los hombres cazaban, sólo ellos
necesitaban sus brazos para lanzar piedras y otros objetos y sólo ellos se vieron
entonces, en la necesidad de caminar erectos. Esta teoría que nos es presentada como
una teoría sobre la forma de caminar de todos los seres humanos, no explica por qué
las mujeres también caminamos erectas y sin embargo, á primera leída, ni nosotras
mismas nos sentimos excluidas de su teoría.
Existe un ejercicio muy simple para detectar si una teoría o un resultado de una
investigación etc., ha caído en androcentrismo. Consiste en invertir la teoría haciéndola
ginocéntrica. Así en el ejemplo citado anteriormente sobre el por qué el ser humano
camina erecto leeríamos:' "Cuando nuestros ancestros descendieron de los árboles,
tuvieron que caminar erectos porque necesitaban sus brazos para recoger los frutos y
cargar a sus pequeños mientras los amamantaban". Es fácil reconocer el ginocentrismo
¿no es así? Pero si una teoría suena parcial o ridícula cuando se invierte de esa
manera, también es parcial y ridícula en su forma original sólo que no nos choca porque
estamos acostumbradas/os a la invisibilidad. Estamos acostumbradas/os a leer y
escuchar explicaciones de lo humano que nos dejan totalmente por fuera, mientras que
nos sentimos incómodas/os cuando se olvida al varón. Y esto es así precisamente por
esta característica del patriarcado que toma como modelo de lo humano al varón de la
especie. Por ello, cuando el varón falta, tanto hombres como mujeres sentimos que falta
lo humano.
83
demostrando que el hombre/varón no es el modelo de lo humano sino sólo una de sus
variantes.
84
AND DEATH OF MEANING, publicado en 1971, Becker usa los
términos "hombre", "él", "el individuo", cuando está explicando la
importancia de la autoestima, y los utiliza de tal manera que da la
impresión que se está refiriendo tanto a hombres como a mujeres.
Pero, cuando hace referencia a los "símbolos peculiares" que "el
individuo" se forma en su mente para sentirse bien consigo mismo,
la/el lector(a) empieza a entender que ese individuo sin género -
neutral- del cual está hablando Becker, es de hecho, muy macho.
Esos "símbolos peculiares” nos dice Becker, incluyen no
solamente "el dinero que él acumuló, la película que él dirigió, el
libro que él publicó, sino también LA MUJER QUE ÉL SEDUJO".
En ningún momento se pregunta Becker qué le puede haber
pasado por la mente a esa mujer seducida y menos aún cómo le
afectó en su autoestima esa seducción. Desde el punto de vista de
Becker, aparentemente lo que ella pueda sentir no es importante,
ella es reducida a un "símbolo peculiar" que existe sólo en la
mente del hombre para hacerlo sentirse bien consigo mismo".39
Vemos así como los pronombres masculinos, los cuales según la gramática
patriarcal también incluyen a lo femenino, en realidad no incluyen a la mujer sino todo lo
contrario, la desaparecen, Como dice la escritora mexicana, Elena Urrutia, lo masculino
precede, incluye y OCULTA lo femenino. Esto ha sido denunciado ya por feministas de
todas las lenguas y de todos los continentes, porque es un enfoque que distorsiona la
realidad, lo cual perjudica tanto a mujeres como a hombres, aunque más a las mujeres.
39
Donovan & Tschirhart, WOMEN & SELF-ESTEEM. Penguin Books, N.Y. 1984, p. 4 (Traducción de
A. Facio).
85
La sobregeneralización también se da cuando un estudio se presenta de tal
manera que es imposible o muy difícil saber si se trata de uno u otro sexo. Por ejemplo,
se habla de la evolución de los "derechos humanos" sin tomar en cuenta que muchos
de ellos fueron promulgados o conceptualizados cuando sólo podían ser gozados por el
sexo masculino, lo que hace muy difícil saber si todos son igualmente válidos para
ambos sexos, o si para la mujer la historia de los "derechos humanos" re-presenta
realmente una "evolución".
Esta forma de sexismo es muy frecuente en textos legales más recientes en los
que ya no se habla en masculino (para no caer en sobrespecificidad o
sobregeneralización según el caso), sino que se habla en términos genéricos (es decir,
en términos supuestamente inclusivos de ambos sexos) de tal forma que se imposibiliza
el cono-cimiento de si existen diferencias entre los sexos con respecto al uso de un
derecho o al quebrantamiento de una ley, etc. Se parte de que los hombres/varones y
las mujeres son iguales y están incluidos en ese término genérico, pero resulta que en
realidad era mejor que hubiesen seguido hablando en términos masculinos porque el
paradigma es el hombre. Por ejemplo, se presentan tasas y porcentajes de "personas
privadas de libertad" y no se especifica su sexo haciendo creer que se hace referencia
a ambos sexos y haciendo imposible saber las diferencias entre ambos, diferencias que
86
generalmente son recalcadas en otros contextos y que además son bien importantes
para el desarrollo de políticas penitenciarias congruentes para ambos sexos.
Con respecto a estas formas de sexismo, algunas de las preguntas que debemos
hacemos son: ¿Está el texto escrito en masculino cuando en realidad sé está refiriendo
a ambos sexos? Muchas personas creen que como gramaticalmente el masculino
incluye al femenino, esto sucede también en nuestras mentes, pero lo cierto es que en
el imaginario el masculino no incluye a lo femenino y por ende, hablar o escribir en
masculino es ya una forma de sexismo porque excluye a lo femenino. Además, las
reglas gramaticales son también leyes que podemos cuestionar y revisar para identificar
su sexismo. Por otro lado, es prácticamente imposible que no se caiga en otras formas
de sexismo cuando se habla en masculino. O, ¿se presenta un "derecho" de la mujer
cuando en realidad es un "derecho" de la especie humana? ¿Se está presentando el
texto como una investigación o una legislación igualmente válida para ambos sexos
cuando sólo se estudió o sólo se tomaron en cuenta las conductas y actitudes de uno
de los sexos? Y tantas preguntas más que hay que hacerse según el caso.
87
al tratar de mejorar la situación de la mujer rural, no se toma en cuenta su doble o hasta
triple jornada laboral, su muy probable baja autoestima, su menor ingestión de
proteínas, etc., y se promueven proyectos para elevar su nivel económico que lo que
hacen es elevar sus jornadas de trabajo, disminuyendo visiblemente su salud al
disminuir sus horas de sueño.
88
mujeres o, peor aún, que las experiencias, intereses y necesidades de las mujeres no
son suficientemente importantes como para tomarlas en cuenta.
40
En una nota al pie de página de esta reproducción se informa que el texto fue tomado del Boletín
No. 12 del Círculo de Estudios de la Mujer. Desafortunadamente no se incluyó el país de origen de
este Boletín, ni tampoco el nombre de la o las autoras, por lo que no puedo darles el crédito que se
merecen.
89
Ella no está en su oficina.
No está en su oficina. Se arrancó a hacer compras.
Se reúne con los delegados.
Ella almuerza con el Gerente
Él almuerza con el Gerente General.
General. ¡Seguro que son amantes!
¡Seguro que lo van a ascender!
El gerente le llamó la atención.
El gerente le llamó la atención. Ella se pondrá histérica.
El mejorará su rendimiento.
La trataron injustamente.
Lo trataron injustamente. ¿Se puso a llorar?
¿Se enojó?
Ella se casa.
Él se casa. Pronto estará embarazada y se
Va a estar más tranquilo. irá.
Claro que el doble parámetro no es tan obvio en los textos legales, pero silo
podemos descubrir a través de una lectura cuidadosa con los lentes del género bien
puestos. Por ejemplo, un caso menos obvio de esta forma de sexismo la encontramos
en los textos que se refieren al "jefe de hogar". Si nos ponemos los lentes del género,
veremos que el tratamiento que se le da a cada uno de los sexos en estos casos
responde a un doble patrón, porque si una mujer casada vive con su cónyuge,
automáticamente es la compañera o esposa del "jefe de familia". Si no vive con un
compañero, puede ser que sea considerada la "jefe de familia" aunque no en todos los
casos. En cambio, si un hombre vive con su compañera o esposa es automáticamente
considerado el "jefe de familia" y si vive sin una compañera o esposa, es también el
90
"jefe de familia". Es así que a un mismo hecho: vivir con un/a compañero/a, da un status
diferente a cada sexo.
Esta forma de sexismo se manifiesta muchísimo en los estudios que analizan los
efectos que provoca en los y las hijas, el hecho de que la madre trabaje fuera de la
casa. Como es obvio, estos estudios parten de que el "rol" natural de la mujer es estar
en la casa con los y las hijas y aunque no estamos negando que ese fenómeno afecta a
los y las niñas, el problema reside en que la realidad es distorsionada porque deja por
fuera el impacto que también tiene en ellos, el hecho de que el padre no se ocupe
directamente de su bienestar físico y mental.
Pero veamos un ejemplo del sexismo que se manifiesta en un deber ser para cada
sexo, que está en el componente formal normativo. Me refiero a un principio que se
encuentra prácticamente en todos los códigos centroamericanos, en las regulaciones de
la familia: Art. 35 del Código de Familia costarricense: "El marido es el principal
obligado a sufragar los gastos que demanda la familia. La esposa está obligada a
contribuir a ellos en forma solidaria y proporcional, cuando cuente con recursos
propios." Todavía más obvio es el art. 10 del Código Civil de Guatemala: "El marido
91
debe protección y asistencia a su mujer y está obligado a suministrarle todo lo
necesario para el sostenimiento del hogar, de acuerdo con sus posibilidades
económicas. La mujer tiene especialmente el derecho y la obligación de atender y
cuidar los hijos durante la menor edad y dirigir los quehaceres domésticos." (¡Qué
maravilla tener el "derecho" de dirigir los quehaceres domésticos!). Este es además un
claro ejemplo de manipulación a través de la ley, pues nos venden como un derecho
algo que es indiscutiblemente una obligación. Si fuera un derecho, ¿por qué los
hombres/varones están tan anuentes a renunciar a él sin que las mujeres se lo
hayamos pedido y no sueltan otros derechos por los cuales nos hemos venido
organizando las mujeres desde hace siglos? (La pone a una a pensar, ¿verdad?)
92
Algunas personas podrían considerar que este tipo de afirmaciones no son
sexistas, ya que simplemente se están manifestando diferencias entre los hombres y las
mujeres, sin que se diga nada sobre la inferioridad de las mujeres o superioridad de los
hombres. Pero resulta que ésta es precisamente una de las formas más peligrosas del
sexismo, porque además de que se externa una opinión simplista sobre la diferente
conformación personalística de los sexos como un dato científicamente comprobado, se
presenta a los sexos como diametralmente opuestos, cada cual con atributos opuestos
diferentemente valorados. Es obvio que en este ejemplo el autor valora más al sexo
masculino, ya que le asigna a los hombres los atributos que son más valorados en
nuestras sociedades patriarcales: la actividad, la capacidad de abstracción, el
conocimiento lógico, etc.
Sólo desde una visión masculina sexista se puede afirmar que las mujeres,
quienes realizamos todo el trabajo doméstico y dormimos mucho menos que los
varones, no somos "activas" sino que "buscamos la seguridad". Sólo desde una
posición misógina se puede afirmar categóricamente que la mujer adopta una posición
masoquista en contraposición a la actitud sadista del hombre.
93
creado por los seres humanos, se puede ubicar dentro de un continuo entre lo racional
y lo irracional, lo subjetivo y lo objetivo, lo particular y lo universal?
41
Sobre sexismo en el lenguaje ver libro de Yadira Calvo; Op. Cit.
94
ellas son demasiadas como para transcribirías todas en este documento. Transcribí
unas cuantas para dar una idea de cómo se debe tratar de identificar estas formas de
sexismo. ¡Espero que cada lector /a le agregue unas cuantas!
PASO 3: Identificar cuál es la mujer que la ley está contemplando como "el otro"
del paradigma de ser humano que es el hombre y analizar sus efectos
en las mujeres de distintos sectores. razas, orientaciones sexuales,
discapacidades visibles, edades, etc.
Sabemos que las mujeres no somos iguales entre nosotras. Unas tenemos más o
menos poder que otras por pertenecer a clases, razas, etnias, edades, orientación
sexual, credos, habilidades, o por ser más o menos privilegiadas. Por ello no podemos
conformarnos con un análisis de género de una ley o un principio, que nada más se
pregunte sobre la pretendida neutralidad de estas normas en términos de sexo, sino
que es necesario que se pregunte dónde está la mujer, cómo le afecta a la mujer, etc.
Sabemos que el género es una categoría que atraviesa todas las otras categorías
sociales y que a su vez es atravesado por ellas.
Esa conciencia de que las mujeres también somos desiguales entre nosotras, nos
lleva a hacernos las siguientes preguntas frente a un texto legal: ¿Cuál mujer excluye
este texto? ¿A cuál mujer privilegia? ¿Cómo afecta este texto a una mujer con una
discapacidad visible, a una mujer que es la única “jefe de hogar", a una india, a una
viuda, a una adolescente, etc.? Recordemos que hay derechos que se le otorgan a
unas mujeres que producen discriminación a otras.
95
necesidades de las mujeres que no impliquen la institucionalización de
la desigualdad.
A primera vista este Paso parece ser el mismo que el anterior, pero no es así. En
el anterior se pretende identificar a cuál mujer-persona (de entre las mujeres-personas
de distintas clases, etnias, edades, preferencias sexuales, religiones, nacionalidades,
estados civiles, situación de refugio, etc.), es a la que va dirigida el texto o cuál es la
que está implícita en el texto aunque esté invisibilizada o marginalizada. En este Paso
se trata de descubrir la concepción de mujer que se utiliza en el texto, porque ya
sabemos que el derecho ha legislado mucho para la mujer-madre, la mujer-
reproductora, la mujer-objeto sexual, pero hay muy poco sobre la mujer-persona.
Por ello es necesario tener claridad con respecto, por un lado, a la diferencia
ideológica que existe entre medidas correctivas que parten de que la mujer ha sufrido
exclusión, discriminación y desigualdad y que por ende debe gozar de ciertos privilegios
legales que compensen la desigualdad social, con medidas protectoras que parten de
que la mujer es biológicamente diferente al hombre y que debido a esa diferencia, debe
ser tratada como un ser inferior. También hay que tener claridad con respecto al
tratamiento que el Derecho da a las reales diferencias biológicas entre hombres y
mujeres, para no confundir la necesidad de un trato diferente a cada sexo con la
limitación de los derechos humanos de las mujeres, por el hecho de que somos
nosotras las reproductoras biológicas de la especie humana.
96
Es decir, hay que tener claridad sobre la diferencia ideológica entre legislar para
"proteger" a un ser débil o distinto/inferior al paradigma de ser humano que es el
hombre/varón, y legislar para satisfacer necesidades que sólo sentimos las mujeres
como miembras plenas de un grupo más grande que es el género humano. En el primer
caso de este segundo planteamiento, la legislación es androcéntrica porque parte de
que el modelo de ser humano es el hombre mientras que la mujer es "la diferente", "el
otro" que necesita una protección especial (definida por ellos). En el segundo caso, la
legislación tiene perspectiva de género porque reconoce que las mujeres y los
hombres/varones pueden tener necesidades diferentes, pero no privilegia las
necesidades de uno sobre las necesidades de la otra, ni toma como parámetro de las
necesidades humanas las necesidades de los hombres/varones, porque parte de que
las mujeres y los hombres/varones son IGUALMENTE diferentes. En este caso ningún
sexo es el paradigma de lo humano sino que se está partiendo de que ambos son uno
de los dos sexos que se dan en el género humano y que ninguno puede representar al
género todo.
Talvez aquí valdría la pena dar un ejemplo, ya que el concepto de que los
hombres/varones y las mujeres somos igualmente diferentes y por ende ambos
tenemos por igual diferentes necesidades, es algo que se sale del entendimiento
convencional.
97
Si el derecho no fuera androcéntrico, si no tomara al hombre/varón como
parámetro de lo humano, reconocería estas distintas necesidades de los sexos y las
regularía de manera que ninguno de los dos viera sus derechos humanos limitados o
violados.
Pero como sabemos que el sexismo existe, debemos tener dudas razonables ante
las protecciones y derechos que la legislación nos brinde. Por ello debemos:
¿Cuáles son las razones objetivas para otorgar ese derecho sólo a las mujeres?
¿En realidad no lo necesitan también los hombres/varones? ¿Se está identificando
mujer con familia (dentro de este concepto con mujer-madre o mujer-reproductora de la
especie)? Es decir, ¿es un verdadero derecho de la mujer o es un derecho de la
familia? ¿quién conviene realmente que se especifique el sexo del sujeto a quien va
dirigido ese "derecho"? ¿Habrá un derecho no explicitado para alguien que está
implícito en el derecho que se le otorga a la mujer? ¿Quién es el sujeto del derecho no
explicitado? Si el sexo está explicitado preguntarse si esa "protección" o ese derecho
está justificado, si beneficia verdaderamente a la mujer, es decir, si responde a una
necesidad sentida por ella. Si la respuesta es afirmativa, hay que hacerse otra pregunta:
¿Cómo se lograría este mismo beneficio sin esta "protección"?
b) Ante un texto que se refiere a "ambos sexos" o a "los seres humanos" o a "el
HOMBRE" en términos (supuestamente) genéricos, buscar y reflexionar sobre:
98
Si el texto cae en familismo: si se conceptualiza al hombre/varón como totalmente
ajeno a la familia o sólo como el proveedor material; si se especifica el sexo de la jefa
de familia sólo cuando ésta es una mujer pero cuando es un hombre lo deja en
(supuestamente) términos genéricos. Hay que preguntarse también, si el sujeto de
derechos u obligaciones que contempla esa ley podría ser un hombre/varón o una
mujer y si en ambos casos los efectos serían los mismos: quién gana con el hecho de
que no se explicite el sexo del sujeto de derechos u obligaciones.
c) Ante un texto que le impone obligaciones sólo a los hombres, hay que
preguntarse:
En este paso usaré como ejemplo un proyecto de ley que en estos momentos se
está discutiendo en El Salvador, el anteproyecto de Código de Familia, para mostrar
cómo esta metodología sirve para su análisis. El fin de analizar un proyecto de ley es
identificar sus sesgos androcéntricos, para proponer otra redacción con el objetivo de
que no se convierta en otra ley más que discrimine a las mujeres. Esto conlleva dos
tareas:
99
Tarea No. 1- Tomaremos en cuenta todos los aspectos de los componentes para
tener una idea del contenido que la gente y las cortes le darán a esa redacción en
particular. Para ello nos haremos algunas de las siguientes preguntas pudiendo
empezar por la que nos sea mas fácil de contestar. Si habiendo contestado sólo
algunas de éstas nos damos cuenta que es parcial al género masculino no es necesario
contestarnos todas las preguntas. PerO si no encontramos sesgos sexistas, Sí es
necesario hacernos éstas y más preguntas hasta estar totalmente convencidas de que
la redacción no tendrá POR RESULTADO la discriminación de la mujer. Recordemos
que hemos partido de que el sexismo existe y que está en todo el quehacer humano, de
manera que nuestra tarea es identificarlo para eliminarlo en la medida de lo posible.
En el componente político-cultural:
100
En el componente estructural:
4-¿Toma en cuenta las consecuencias que pueda sufrir la mujer en el caso de que
pueda acceder a la administración de justicia?
EJEMPLO:
101
Veamos un ejemplo concreto para explicar el método que yo utilizo para
analizar una ley o un articulo de una ley:
102
iguales ante la ley y que para el goce de los derechos civiles no podrán
establecerse restricciones que se basan en diferencias de nacionalidad.
raza, SEXO, o religión (mayúsculas de la autora).
103
Así que aquí nos volvemos a hacer la pregunta: ¿Es neutral en términos
de género el contenido que los salvadoreños y las salvadoreñas le dan
al principio de igualdad'? ¿Es neutral en términos de género la doctrina
que habla de la igualdad de los cónyuges. Pareciera que no vemos
algunos elementos que muestran un claro sesgo androcéntrico.
104
beneficiario? Si leemos el art. 21 del anteproyecto tendremos muy claro
el panorama:
Estos dos artículos también nos dan una luz con respecto al contenido
que los redactores de este anteproyecto le dieron al principio de
igualdad de los cónyuges y pareciera que la igualdad en que están
pensando es aquella en que la mujer será tratada como igual al
hombre/varón en todo lo que se le parezca pero en el momento que la
mujer presente diferencias con respecto al hombre/varón -parámetro de
105
lo humano- será tratada desigualmente, con menos derechos y
privilegios. Es decir, el derecho familiar formalmente promulgado dará a
las mujeres un trato igual al hombre/varón mientras no se presenten
diferencias entre los sexos. pero cuando éstas surjan, la mujer verá
limitados sus derechos precisamente por ser diferente al parámetro de
lo humano: el hombre/varón de la especie.
Volviendo al método. y a las preguntas que nos hemos hecho, pareciera que del
análisis de la doctrina y las actitudes de los y las salvadoreños en el componente
cultural, así como la interpretación que le han dado quienes administran justicia, la
igualdad entre hombres y mujeres en El Salvador, como en cualquier país del mundo,
sólo existe en el componente formal normativo, cuando existe. Esto nos lleva a
preguntarnos cómo redactar este principio para que no institucionalice la desigualdad al
tiempo que la toma en cuenta. Cerrar los Ojos a las diferencias reales que existen entre
los sexos y a las desigualdades también reales que existen entre los géneros, es talvez
tan discriminatorio como legislar discriminando abiertamente a la mujer. Encontrar la
42
Ver artículo de Rosalía Camacho: SOBRE EL CONCEPTO DE IGUALDAD EN LA LEY. Revista
Portavoz No.22, ILSA, Bogotá, 1990.
106
forma de legislar partiendo de que las mujeres y los hombres somos IGUALMENTE
diferentes es un gran reto que debe ser asumido colectivamente y ese es precisamente
el último paso del método que yo he desarrollado con la ayuda de muchas mujeres.
Pero veamos primero cuál es la segunda tarea en este paso 5.
Tarea No.2: Una vez que nos hemos contestado las preguntas que arriba se
formulan y todavía otras que usted lector/a puede agregar, veremos si es posible
redactar la ley para el componente formal normativo de manera que afecte al
componente cultural en la forma deseada, es decir de manera que cambie la forma de
pensar androcéntrica y de manera que derogue las leyes no escritas que se encuentran
en los componentes cultural y estructural. Nos cuidaremos de que la redacción no se
preste a interpretaciones no deseadas y velaremos porque la redacción de la ley tome
en cuenta los otros aspectos del componente estructural con el objetivo de que no sea
letra muerta.
Así, por ejemplo, si queremos promover la igualdad de los cónyuges, tenemos que
tener presentes aspectos del componente cultural tales como las actitudes de los y las
legisladoras que posiblemente sean sexistas y/o androcéntricas, tenemos que tener
presente que: a) un gran porcentaje de la población salvadoreña, según un estudio de
Martín-Baró,43 no cree en la igualdad de los cónyuges, b) que existen otros artículos y
otras leyes que contradicen esa igualdad, c) que social y económicamente los cónyuges
no están en un plano de igualdad, ch) que los hombres/varones tienen más libertad de
tránsito y por ende tienen más acceso a la administración de justicia, d) que es más fácil
que un funcionario judicial o policial le crea a un hombre/varón que a una mujer, e) que
generalmente los hombres/varones tienen más acceso a pruebas documentales, etc.
Una vez que se tienen claros los aspectos culturales y estructurales, y se tiene
conciencia de la influencia de la redacción de una ley sobre las actitudes y de cómo una
ley puede conformar la forma de pensar de la gente, se puede buscar cuál es la mejor
redacción que deba tener una ley para lograr una real igualdad de los cónyuges de
43
Ver conferencia pronunciada por Ignacio Martín-Baró "La familia, puerto y cárcel para la mujer
salvadoreña", en el seminario taller "Mujeres en El Salvador, Perspectivas para la Acción”,
organizado por el PNUD y UNICEF el 7 de junio de 1988.
107
manera que al tiempo que institucionaliza esa igualdad, lo haga de manera que tome en
cuenta las desigualdades reales en el componente cultural.
Por otro lado si se sabe que en El Salvador, por ejemplo, existe el problema del
poco acceso a la administración de justicia por parte de la mayoría de las mujeres y se
puede suponer que la mayoría de los y las juezas tienen actitudes sexistas, se tendrá
que buscar una redacción que tome en cuenta estos factores, buscando la manera de
hacer más accesible la justicia y tratando de obviar de la mejor manera posible los
posibles preconceptos y prejuicios de los y las juezas. Como lo señalé arriba, esta tarea
debe ser asumida en forma colectivamente como se explicará seguidamente en el paso
6.
Pero en este paso lo que más me interesa enfatizar es que es indispensable que
las personas que han tomado conciencia de la subordinación de las mujeres y que han
profundizado en el análisis de los textos legales para identificar los sesgos
androcéntricos, dicotómicos, etc., sean las mismas que redacten las propuestas y
modificaciones a esos textos, aunque después tengan que buscar la colaboración de un
o una jurista que pueda traducir 10 deseado en un lenguaje suficientemente jurídico
como para ser aceptado por los y las técnicas de las asambleas legislativas.
Como he venido diciendo, no se puede redactar una ley que no tenga por
resultado la discriminación de las mujeres si no se ha tomado conciencia de la
extensión y profundidad de su subordinación. Estoy consciente de que muchas mujeres
se sienten intimidadas ante la tarea de redactar una ley porque piensan que no tienen la
capacidad para ello. La solución a este miedo esta precisamente en tomar conciencia
de que no habrá nadie mejor capacitada/o para entender qué se necesita para eliminar
la discriminación que la persona que la ha vivido en carne propia, la ha conscientizado y
luego, colectivizado. Además como dije anteriormente, una vez que se tiene claro
cuáles son las necesidades que se desean cubrir, cómo es el derecho que se quiere
disfrutar, o cuál es la conducta que se desea modificar, se puede contar con la asesoría
de personas que han sido entrenadas en el discurso jurídico. Lo importante es que esas
personas sean vistas y se vean a sí mismas como asesoras y no como las dueñas de
un conocimiento esotérico.
108
PASO 6: Colectivizar el análisis, no sólo para que sea enriquecido por mujeres (y
hombres conscientes) de distintos sectores a la vez que se hace
educación legal popular, sino más importante aún, para continuar el
proceso de conscientización que es, como lo he venido diciendo, el
paso previo a cualquier análisis de un texto legal, ya que sin la toma de
conciencia de que las mujeres por nuestro sexo, somos subordinadas y
discriminadas, ni siquiera se puede iniciar un cuestionamiento de un
sistema legal desde una perspectiva de género.
Con respecto a los hombres/varones que puedan ser solidarios hay que tener
mucho cuidado. Muchas veces ellos tienen, al igual que el derecho, una actitud pro
mujer sólo aparente pero en el fondo siguen considerándose a sí mismos el paradigma
de lo humano o creyendo que los privilegio8 que gozan son "naturales". Por ejemplo,
muchos hombres/varones manifiestan orgullosamente que ellos "apoyan" en todo a su
compañera de vida y que se sienten felices de que ella se "realice" en su oficio o
carrera y como persona humana que es pero una investigación ni tan siquiera profunda
de su comportamiento en el hogar muestra que ese "apoyo" no implica el que ese
hombre asuma por igual el trabajo doméstico y el cuido de los y las hijas; que esté al
tanto de las distintas necesidades emocionales y sexuales de ella, o que se haya dado
verdadera cuenta de los privilegios y servicios que recibe de parte de otras mujeres por
pertenecer a un sexo supravalorado.
109
último paso de cualquier metodología feminista. Es el primero por las razones ya
señaladas y es el último, porque los análisis que en cierta medida son teoría, son a su
vez experiencias que deben ser articuladas en otros grupos fuera del que los vivió, para
de nuevo recomenzar el proceso de colectivizar las experiencias y teorizar sobre las
mismas, para con esa teoría revalorar y modificar las experiencias anteriores.
Pero más importante que saber si el proyecto está terminado o no, es tomar
conciencia de que lo que más interesa es el proceso en sí y no el fin. Al contrario de lo
que se piensa en el patriarcado en el que el fin justifica los medios, en la manera
feminista de concebir el mundo el proceso es más importante que el fin. Por ello, a lo
que debemos prestar atención es si en el trabajo de analizar y revisar leyes, de formular
nuevas o de botar otras a la basura, estamos creciendo como seres humanos,
aprendiendo a sororizarnos con nuestras hermanas de todas las clases, etnias,
preferencias sexuales, etc., sintiendo con la madre naturaleza y más difícil aún,
queriéndonos a nosotras mismas, cuidando de nosotras como cuidamos de nuestros
seres queridos, dándonos espacio, tiempo y permiso para sentir placer y reírnos de
nuestras deficiencias. De poco nos servirían unos fabulosos proyectos de ley si para
redactarlos tuvieron que enfermarse muchas mujeres. De poco nos serviría tomar
conciencia de nuestras opresiones si con ello no ganamos la capacidad de ser felices.
La meta no es un mundo eficiente al estilo patriarcal, sino un mundo armonioso al estilo
natural (que seguramente sería más eficiente).
110
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NACIONES UNIDAS. 8va Decisión adoptada por el VIII Congreso sobre Prevención del
Delito y Tratamiento del Delincuente en relación a la violencia en el hogar. La Habana,
Cuba, 1990.
112
Impreso en los Talleres Gráficos de
Lit. León S.A. Tel: 22-21-52
Alda Facio, ante todo feminista y también abogada, amante de la naturaleza, de la danza,
del estudio... ha parido esta obra, hija de muchos años de trabajo, reflexión y discusión por, con
y para las mujeres. Fruto de su alma de mujer, este libro es una contribución invaluable al
movimiento de mujeres latinoamericanas que desde sus vejadas e ignoradas trincheras de paz,
luchan día a día, de acuerdo con Alda:
«... por que se comprenda que no existe la igualdad jurídica cuando no existe la igualdad
política, ni económica, ni social. comprender eso significa que finalmente se ha entendido que
no es posible hablar de igualdad o libertad si estos derechos no son compartidos por todas y
todos..."
«... por una distribución equitativa del poder...porque hasta el varón mas humilde, el varón
que nunca ha soñado con ocupar él mismo un curul, no quiere que su compañera le deje de
servir la sopa para irse a la reunión del partido, del comité o del barrio.
No se trata de que las mujeres no estemos preparadas para la función pública, se trata de
que no dejemos de preparar la comida.
“... porque estamos conscientes de que el tomar al varón como medida de todas las
cosas, es algo tan arraigado en nuestra forma de ver el mundo que no podrá cambiarse
fácilmente. Por ello mientras continuamos en nuestra lucha por alcanzar una sociedad justa,
defenderemos todo tipo de leyes que nos garanticen un poco más de poder, un poco mas de
dignidad. Leyes que nos acerquen al verdadero sentido del principio de igualdad humana, que
no significa que no hay diferencias entre los seres humanos, sino que todos somos igualmente
diferentes."
ILANUD