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mx/es/QuienesSomos/Antecedentes/
Antecedentes
Debido a las consecuencias catastróficas del sismo de 1985, en México surgieron diversas iniciativas para crear una institución
que estudiara los aspectos técnicos de la prevención de desastres.
Por un lado, el Gobierno Federal emprendió la tarea de establecer el Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC).
Por otra parte, el Gobierno de Japón ofertó su apoyo para mejorar los conocimientos existentes en relación con la prevención
de desastres sísmicos.
Finalmente, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) decidió impulsar a su personal académico de alto nivel para
que se dedicara a actividades de investigación y desarrollo en prevención de desastres.
Las tres iniciativas concurrieron en la creación, el 20 de Septiembre de 1988, del Centro Nacional de Prevención de
Desastres, CENAPRED, con carácter de órgano administrativo desconcentrado, jerárquicamente subordinado a la Secretaría de
Gobernación. Con el apoyo económico y técnico del Japón se contruyeron las instalaciones del Centro; la UNAM aportó el terreno
para su construcción y proporciona personal académico y técnico especializado. La Secretaría de Gobernación provee los recursos
para su operación.
http://noticias.universia.net.mx/tiempo-libre/noticia/2013/09/19/1050726/19-septiembre-1985-
ocurre-sismo-marco-mexicanos.html
19 de septiembre de 1985:
Ocurre el sismo que marcó a los
mexicanos
19 de septiembre de 2013 0
El DF no resistiría terremoto
como Japón
22 de marzo de 2011 0
Sólo quedarían en pie la Torre Mayor y el World Trade Center
El funcionario señala que, con base en estudios por parte del Instituto de
Geofísica de la UNAM y de la Escuela de Ciencias de la Tierra del Instituto
Politécnico Nacional y algunos del área de Geología de la UAM, la ciudad
espera un sismo superior a los 7.5 grados Richter.
Mientras que el 166 expone que toda edificación debe separarse de sus
linderos con los predios vecinos o entre cuerpos en el mismo predio según
se indica en las Normas: “Los espacios entre edificaciones colindantes y
entre cuerpos de un mismo edificio deben quedar libres de todo material,
debiendo usar tapajuntas entre ellos”.
“Que nos permite decir que en los inmuebles que siguieron el reglamento
de construcciones no van a tener problemas serios; van a tener problemas
serios a lo mejor, pero de colapsos en ningún momento, y alguna
construcción que no lo haya hecho obviamente es una construcción con
calidad deficiente”, plantea.
“Es una zona que le llaman la zona del silencio; bajo esas circunstancias,
nosotros estamos en cualquier momento esperando que llegue un sismo.”
Con los fenómenos naturales ocurridos hace unos días, dice el director
general de Prevención de Protección Civil, Japón enfrentó tres
emergencias: un sismo, un tsunami y una emergencia nuclear.
https://elpais.com/internacional/2012/03/22/actualidad/1332381585_412476.html
https://verne.elpais.com/verne/2017/09/27/mexico/1506531283_511876.html
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/09/150917_mexico_sismo_antes_despues_fotos_an
Lecciones
Algo que llamó la atención de muchos capitalinos después del sismo de 1985 es
que muchas de las construcciones que colapsaron eran relativamente nuevas.
Una de las explicaciones fue que las normas para construir en la capital no
tomaron en cuenta las condiciones del suelo, que en sitios como el Centro y la
colonia Roma se componen fundamentalmente de arcilla.
Pero otros argumentaron que los constructores no cumplieron con los reglamentos
gracias al aval de autoridades locales.
El resultado fue que más de 800 edificios se vinieron abajo y miles de casas
resultaron afectadas.
Los "Topos"
El más famoso es el grupo Topos, que incluso ahora suelen ayudar en los
desastres sísmicos de varios países.
Con una intensidad de 7,8 en la escala Richter, el terremoto que sacudió este
martes gran parte de México fue el más intenso registrado desde 1985, año
en que un sismo de 8,1 se cobró al menos 10.000 muertos.
Según los expertos fue clave el hecho de que el terremoto fuera del tipo conocido
como de "subducción", es decir, que se produjo a un nivel bastante inferior al de la
superficie terrestre.
"La gente salió a las calles y permaneció en los camellones y parques. Todos
temían una réplica. Dicen que es uno de los más fuertes que recuerdan en años",
relató el corresponsal de BBC Mundo en México, Ignacio de los Reyes.
http://skyalertblog.blogspot.mx/2013/09/terremoto-de-1985-antes-durante-y.html
http://www.jornada.unam.mx/2012/09/20/sociedad/039n2soc
Periódico La Jornada
Jueves 20 de septiembre de 2012, p. 39
Debido a la gran sismicidad del territorio, en México se han hecho esfuerzos para transformar
la cultura de la prevención ante estos fenómenos naturales, señalaron especialistas del
Servicio Sismológico Nacional (SSN), que está a cargo de la UNAM.
Carlos Valdés González, jefe del SSN e investigador del departamento de sismología del
Instituto de Geofísica (IG) de la UNAM, detalló que en 110 años se han registrado en
territorio mexicano 160 temblores con magnitud superior a los 6.5 grados.
Recordó que uno de los más intensos fue el de 1985 (con 8.1 grados en escala Richter),
que causó graves daños en diversas zonas del Distrito Federal. Desde entonces, se
replantearon los códigos de construcción y obligaron a establecer políticas públicas,
protocolos de seguridad y estrategias preventivas para evitar tragedias.
Sólo durante un temblor nos preocupamos. El más reciente fue el 20 de marzo pasado,
que sólo llamó la atención unas semanas. No existen recordatorios frecuentes y este 19 de
septiembre, más que una fecha para recordar, debe ser un llamado a actuar. Los sismos no
avisan, su temporada va del primero de enero al 31 de diciembre, por lo que siempre debemos
estar preparados.
La atención de los expertos está centrada en la brecha sísmica de Guerrero, ubicada entre
Acapulco e Ixtapa. En la región no se registran movimientos telúricos desde los cuatro
ocurridos entre 1899 y 1911, de entre 7.5 y 7.7 grados de magnitud.
Raúl Valenzuela, del departamento de sismología del IG, subrayó que el país ya no es el
mismo que el de 1985, debido a que se mejoraron protocolos de construcción, se ha
impulsado la cultura de prevención, como los simulacros, además que existe una alarma
sísmica que alerta sobre eventos con epicentro en las costas de Guerrero.
Juan Carlos Mora, del IG, explicó que la falta educación y sensibilización ante los
desastres naturales agravan los escenarios de emergencia, pues sismos, volcanes o grandes
precipitaciones siempre han sucedido.
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http://www.jornada.unam.mx/2005/09/11/mas-jesus.html
"Eran cientos de vecinos ayudando. Una cosa muy hermosa fue que se
formaron cadenas humanas, los que estaban adentro de los escombros
llenaban las cubetas para abrir camino a donde se oían las voces y las
pasaban de mano en mano. Es increíble, pero media hora después del
sismo ya había una organización", prosigue Abarca.
Escenas como ésta se repiten en todas las zonas afectadas por el sismo.
Desde los primeros minutos, miles de personas se improvisan como
brigadistas y arriesgan su vida por gente desconocida. Provenientes de
todas las clases sociales suman voluntades y esfuerzos para salvar a los
sobrevivientes atrapados en los escombros, habilitan cientos de
albergues; reparten alimentos y ropa a las 150 mil personas que de golpe
quedaron en la calle por el terremoto. Otros recolectan ayuda, distribuyen
agua, insumos, implementos, organizan el tránsito. Profesionistas,
trabajadores y estudiantes revisan inmuebles o ayudan a la demolición,
previenen epidemias, vacunan, preservan cadáveres, prestan atención
psicológica a las víctimas.
"El convenio fue una conquista del movimiento. Era la primera vez que se
reconocía a ciudadanos organizados como interlocutores. Era un avance
importante por la reconstrucción y una conquista política en un sistema
que no aceptaba actores independientes. Pero se eximió al gobierno de
cualquier responsabilidad en la tragedia", cuenta Leslíe Serna.
Según el rockero, "se dio una toma comunitaria de la calle para hacer
cultura, había mucho teatro, danza, música, conciertos. Esa autogestión
cultural fue ejemplo en los años siguientes".
Para Leslíe Serna, "uno de los errores de la izquierda fue forzar a los
movimientos sociales a convertirse en espacios de fuerza política".
•••
Con el sismo de 1985 la sociedad se volvió más crítica. En estos 20 años
se consolidó la convicción democrática de la necesaria participación
social en asuntos públicos, alimentando a nuevos movimientos sociales y
culturales de la diversidad.
El temblor en números
A las 7:19 de aquella mañana del 19 de septiembre de 1985 se registró
un terremoto de 8.1 en escala de Richter, cuya duración fue de 90
segundos. Al día siguiente, a las 19:20 de la noche, un segundo sismo de
menor intensidad volvió a sacudir la ciudad. Aquí presentamos un retrato
estadístico de la estela de muerte y destrucción que dejó a su paso
aquella furia telúrica de la naturaleza.
https://www.forbes.com.mx/lecciones-del-terremoto-de-1985-en-el-df-estas-preparado/
Sin embargo, las palabras deben transformarse en hechos. Por ejemplo, si bien es
cierto que existe un código de construcción vigente adecuado, no siempre es
comprendido y aplicado correctamente. Los profesionales que poseen el
conocimiento y la capacitación para interpretar y aplicar el código, son certificados
e inscritos en un registro de especialistas. Sólo las grandes construcciones
comerciales y críticas (p.e. hospitales) requieren un director de obra que esté
registrado. Esto no se aplica necesariamente en construcciones simples (p.e.
estructuras de piso blando o de columna corta), situación que deriva en problemas
de estructura significativos. Además, este tipo de construcciones simples
representan 40% de los edificios de la Ciudad de México. Cabe mencionar que el
aumento de la mampostería confinada, que es popular y económica, seguramente
ha mejorado la vulnerabilidad general de los edificios residenciales en el país.
Cerrar la brecha
http://www.fundacionunam.org.mx/humanidades/terremoto-de-1985/
Hoy, a 27 años del terremoto de la ciudad de México, recordamos ese día como uno
de los más trágicos en toda su historia, en donde toda la sociedad se unió en solidaridad
para ayudarse mutuamente.
La percepción del riesgo tiene mucho que ver con la historia y cultura de un país. Japón
es un territorio altamente sísmico, al igual que México. Su decisión fue apostarle a
sistemas de monitoreo sísmico y construcciones más resistentes.
La población japonesa está convencida de mantener la calma, desocupar los edificios
de forma ordenada y ubicarse en áreas abiertas en caso de un temblor. De hecho, el
mayor número de pérdidas humanas las ha causado el tsunami y no los terremotos.
Hay mayor resistencia a enfrentar daños por fenómenos naturales que por factores
tecnológicos; es decir, las personas sufren mucho cuando ocurre un temblor o un
tsunami, pero ante la explosión en una gasera (Como la que ocurrió ayer en PEMEX),
por ejemplo, su reacción es más fuerte.
No se trata de crear pánico ante los fenómenos naturales, sino de estar preparados
para responder de la mejor manera posible.
Si AMLO insiste en que todos los demás son “la mafia del poder” y que él y sus partidarios son los
buenos, me parece que va a recibir la condena de una población que lo último que quiere ahora es
ver a los políticos pelearse entre sí en lugar de buscar generar una visión que permita sumar
esfuerzos.
Pero también va a ver con desconfianza a los que abanderan el ataque despiadado a sus
opositores, como se ha hecho con Ricardo Anaya. O a los panistas –como él mismo– que “declaran
la guerra” a otras fuerzas políticas.
No es claro cuál será el efecto de este tremendo sismo en las preferencias políticas de la
población. Pero lo que es un hecho es que resulta muy probable que la sociedad mexicana esté en
una etapa especialmente sensible para revalorar sus inclinaciones.
Piense en que usted como individuo, revalora sus creencias, costumbres e inclinaciones cuando
pasa por una tragedia personal.
La sociedad mexicana ha pasado por estas tragedias en las últimas semanas. Y no sabemos aún
qué es lo que cambiará en los siguientes meses. Pero, de que habrá cambios, ténganlo por seguro.
Así como hemos tenido tiempo de ‘cisnes negros’, por los desastres naturales, no es imposible que
también lo tengamos por los efectos sociales y políticos que éstos van a desencadenar. Pueden
ocurrir hechos inesperados, aun los que eran considerados como altamente improbables.
El deseo que muchos tenemos –seguramente– es que el efecto sea el generar capacidad de
diálogo y entendimiento. Veremos.
http://www.fondodeculturaeconomica.com/editorial/prensa/Detalle.aspx?seccion=Detalle&id_de
splegado=37629
Ahora se sabe que derivado del terremoto de 1985 se perdieron 200 mil
empleos formales en la Ciudad de México.
Jesús Silva Herzog, quien fuera secretario de Hacienda en esos años, confesó
años después: El 85 fue un año político, había elecciones y ahí nos
empezamos a descomponer. La disciplina financiera y económica con la que
se manejaron las cosas, fue menor que en los años anteriores. Había una
necesidad política que es una realidad. Las elecciones resultaron bastante
bien, y las desviaciones sobre el presupuesto original, fueron salvadas, entre
comillas, por el terremoto de septiembre del 85, porque ahí le echamos la
culpa al terremoto.
Librería Virtual
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0188-25032014000300004&script=sci_arttext&tlng=pt
Artículos
Resumen:
¿Pero quién es el actor que se solidariza? Algunos textos hacen referencia a una serie
de actores concretos, como los rescatistas voluntarios, los jóvenes que dirigieron el
tránsito de la ciudad, las mujeres que llevaron comida a las víctimas. Sin embargo,
éstos se presentan como parte de una colectividad mayor. Un reportero de El
Universalescribe:
¿Quién convocó a tanto muchacho, de dónde salió tanto voluntario, cómo fue que la
sangre sobró en los hospitales, quién organizó las brigadas que dirigieron el tránsito de
vehículos y de peatones por toda la zona afectada? No hubo ninguna convocatoria, no
se hizo ningún llamado y todos acudieron.8
Lejos de ser víctimas pasivas que reciben la solidaridad de sus conciudadanos, los
damnificados aparecen como un actor colectivo activo que toma su destino en sus
manos. Asimismo, la prensa reporta la inconformidad y las demandas de los
damnificados como legítimas, contrastándolas con la pasividad gubernamental. Así lo
expresa un editorial de El Universal:
En los días posteriores a los sismos, es sobre todo en La Jornada, un periódico que
expresaba abiertamente su oposición al régimen, donde se hace referencia a la
sociedad civil como un actor que se moviliza ante la catástrofe. Sin embargo, el
término aparece en múltiples textos como indistinguible del pueblo que responde de
manera solidaria. Así, por ejemplo, lo expresa un editorial de dicho periódico:
La sociedad civil ha mostrado una vez más su capacidad de respuesta y entrega ante
las circunstancias adversas para socorrer infatigablemente ahí en donde es preciso y
necesario. El espíritu de los millares de mexicanos que integran las brigadas de
voluntarios para el rescate impulsa a otros compatriotas a seguir su ejemplo.30
Cabe recordar que si bien desde la crisis de 1982 se hablaba de una crisis del
Estado, la inacción de las autoridades y la corrupción que se evidenciaron tras
los sismos exacerbaron esta narrativa. El año 1985 fue interpretado como el
colapso (el principio del fin) del Estado autoritario. De este modo, en la
concepción antiestatista de la sociedad civil que emergió en dicho contexto —y
que se consolidó en las décadas subsecuentes— convergieron el discurso de la
izquierda33 y de algunos sectores conservadores
Para esta izquierda, la sociedad civil se inserta en una larga lucha de los sectores
populares, pero al mismo tiempo marca una ruptura con discursos y formas de
organización política que son vistos como obsoletos. El lenguaje de clases (de
emancipación, revolución) va siendo sustituido por un lenguaje de derechos y de
identidad. Se habla menos del movimiento popular y más de los movimientos sociales.
Para septiembre de 2005, la Ciudad de México tenía casi 10 años de un gobierno electo
y de ser gobernada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD). En el plano
nacional, el pri había perdido la presidencia ante el panista Vicente Fox y en sólo cinco
años desde ese acontecimiento monumental la opinión pública había transitado de la
celebración de la transición como un hecho consumado al desencanto con sus
limitaciones. El país se disponía a una nueva contienda presidencial y el empresario
Carlos Slim preparaba el "Acuerdo Nacional por la Unidad, el Estado de Derecho, el
Desarrollo, la Estabilidad y el Empleo", conocido como el "Pacto de Chapultepec", que
unas semanas más tarde sería celebrado como un triunfo de la sociedad civil
(Escalante Gonzalbo, 2006a).
En la cobertura del vigésimo aniversario de los sismos —compuesta por una diversidad
de notas publicadas en las secciones metropolitanas de los diarios consultados— se
vuelve a reproducir la narrativa central de los mismos. Se celebra la solidaridad y se
habla de los sismos como un episodio fundacional que marca el derrumbe del
autoritarismo y el inicio de la sociedad civil:
La que nació fue una sociedad más participativa, menos ingenua ante la simulación y
el discurso manipulador de sus gobernantes, así como más vigilante de sus sistemas y
procesos, hasta esa fecha sólo formales, de representación democrática.44
[Los sismos] borraron el mito de que la población popular urbana era, por el solo
hecho, la base militante del PRI. […] Entender que la pluralidad de voces y la
diversidad de organizaciones sociales expresaban la aspiración de lograr nuevos
equilibrios políticos le dio sentido a la Concertación Democrática por la
Reconstrucción.49
Hay, sin embargo, otras voces que están lejos de celebrar a las organizaciones de los
damnificados como un nuevo movimiento ciudadano o como la emergente sociedad
civil. El escritor Rafael Pérez Gay, con la ironía que caracteriza a sus textos, publica
en El Universal:
http://www.jornada.unam.mx/2017/09/29/politica/031a1pol
A
las 13:14:40 horas del 19 de septiembre de 2017 ocurrió un terremoto de 7.1 grados de
magnitud, cuyo epicentro estuvo a 12 kilómetros de Axochiapan, Morelos; en los límites
entre Morelos y Puebla y a 120 kilómetros de la Ciudad de México. El epicentro es el lugar
en línea recta hacia la superficie de la Tierra donde se genera el temblor que se llama foco
del temblor, y en este caso tuvo una profundidad de 57 kilómetros.
Un gran problema con los sismos en el caso de los edificios es que aquellos que tienen
de 2 a 12 pisos son los más peligrosos para la construcción en zonas sísmicas de suelo blando
en la capital, dado que entran en resonancia y es más fácil que se caigan, ya que los efectos
de las ondas sísmicas se amplifican y duran más.
Hoy la solidaridad ciudadana ha sido ejemplar. Rescatar a cualquier persona que pueda
estar viva debe ser una prioridad del gobierno y de todos los ciudadanos, y no que nos
reclamen por distintos medios que se quieren meter las máquinas.
Es necesario tener el dinero para reconstruir todas las viviendas afectadas en México y
hacerlo de inmediato. Y para ello, junto con millones se ha propuesto que el dinero de las
campañas de los partidos para las elecciones de 2018 se destine en su totalidad a construir
las viviendas, así como que los bancos y grandes empresarios (Coparmex) destinen 10 por
ciento de sus ganancias de manera directa a las viviendas afectadas. Y también otorgar
recursos a todos aquellos que se quedaron sin el sostén de la familia. Hacerlo nos hará más
grandes.
Es relevante llamar a la prevención y ésta supone que ante un nuevo sismo todos salgan
a un lugar donde no les afecte la destrucción de su estancia; en la mayoría de los casos, un
lugar abierto donde no se les pueda caer nada encima, así como permanecer en el triángulo
de protección.
Y también recordar a los grandes medios de comunicación que México abarca un poco
más de la Ciudad de México, pueblos pequeños de Morelos como San Pablo Hidalgo,
Ticumán, Tepalcingo y Yecapixtla, por mencionar sólo algunos que están abandonados y
necesitan ayuda de todos los mexicanos. Es deseable que los medios nacionales no dejen de
lado al resto del país y que abandonen su visión centralista de México.
https://elpais.com/internacional/2017/09/24/mexico/1506265718_560344.html
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Supuestos permisos falsos e irregularidades planean sobre el Colegio Enrique Rébsamen, que
sufrió un colapso el pasado martes tras el terremoto. Al menos 19 niños y seis
adultos murieron. Las dudas sobre la construcción de la escuela se han hecho eco este lunes
tras la caída de uno de sus edificios, después de que se dio a conocer que había sido
clausurada por funcionar en una zona de uso de suelo habitacional.
http://www.contralinea.com.mx/archivo-revista/2017/09/22/corrupcion-pobreza-y-uso-politico-
en-los-rescates/
P
PORTADA
SEMANA
septiembre 22, 2017 at 6:11 pm
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Otro estudio –Los fenómenos naturales y su efecto en los grupos más vulnerables
de México– señala que las estadísticas del “Cenapred permiten estimar que el 65
por ciento de las víctimas generadas por los desastres ocurre entre los pobres”.
La corrupción
Treinta y dos años después del terremoto de 1985, el sismo de este 19 de
septiembre también fue devastador, aunque en menor magnitud. En el caso de la
capital, el colapso de al menos 44 edificios y las 3 mil 848 estructuras que resultaron
severamente dañadas dejan al descubierto el incumplimiento de las normas mínimas
de edificación, establecidas en el Reglamento de Construcciones para la Ciudad de
México.
En este caso, la supervisión de las condiciones de seguridad en materia de protección
civil también fallaron. Quizá, el caso más dramático –por involucrar a un sector
altamente vulnerable– es el del colegio Enrique Rébsamen, ubicado en la delegación
Tlalpan, al Sur de la ciudad, donde al menos 19 menores de edad y cinco adultos
perdieron la vida.
La pobreza
El segundo factor que ha condenado a México a padecer desastres devastadores por
fenómenos naturales, la pobreza, tiene implicaciones que difícilmente pueden
superarse.
Y es que no sólo se trata del hecho de que el 65 por ciento de las víctimas generadas
por estas catástrofes sean los pobres, sino que además “existe evidencia de que los
desastres naturales han contribuido a elevar los niveles de pobreza y desigualdad
en México”, refiere el Cenapred.
Además, se deberían generar políticas públicas para mitigar los efectos de los
desastres en el nivel de vida de los estratos y regiones más pobres del país,
considera la institución.
https://elpais.com/internacional/2017/10/03/mexico/1506999965_188441.html
TERREMOTO EN MÉXICO
“A las elecciones de 2018 se le atravesó este sismo”, dice Marco Rascón. Este
activista fue fundamental en la conformación de asociaciones de víctimas tras el
terremoto de 1985. Formó parte de la Asamblea de barrios y de la
Coordinadora única de damnificados. En ese entonces, el terremoto afectó
principalmente a inquilinos de clase baja que ocupaban viviendas en el centro
como las colonias Doctores y Guerrero. Muchas familias vivían hacinadas en
apartamentos olvidados por los propietarios y con rentas congeladas desde la
década de los 40. “Eran invisibles para las políticas públicas y para el entonces
Departamento del Distrito Federal”.
“Es un hecho que están preocupados los partidos, el INE (el árbitro electoral) y
el Estado porque hay algunas reacciones organizadas en algunos temas. Pero
para que haya consecuencias tiene que haber consistencia en estas
organizaciones”, dice Aguayo.