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Realiza Repasos Diarios

Cuando estés preparado/a para dormir, repasa todo lo que hiciste en el


día desde el momento en que te levantaste. Intenta recordar con el
máximo detalle posible, visualizando en tu mente cada paso desde el
inicio hasta el fin. Con la práctica, será mejor la forma en que recuerdes
detalles y eventos durante el día.

Practica Ejercicios de Memorización Visual y


Espacial

Vivimos en un mundo tridimensional en el que es necesario analizar


información visual. Para ejercitar esta función cognitiva, intenta caminar
a una habitación y elegir 5 objetos y sus ubicaciones. Al salir de la
habitación, intenta recordar los objetos y sus ubicaciones.

Espera dos horas e inténtalo de nuevo.

También puedes mirar hacia adelante y observar todo lo que se


encuentre en frente de ti y en tu visión periférica. Desafíate a recordar
todo y escribirlo para forzar que utilices tu memoria y entrenar tu
cerebro para enfocarse en tus alrededores. Estos ejercicios de
inteligencia desarrollan tu memoria visual y espacial.

Haz tus tareas cotidianas con tu otra mano


Lavarte los dientes, mover el azúcar del café, coger el bolso, peinarte,
ponerte la crema. Verás que no es tan fácil como parece y estarás
tentado a dejar de hacerlo. Como decíamos antes el hemisferio
derecho controla la mano izquierda y viceversa con lo que al empezar a
utilizar la otra mano estarás ejercitando tu hemisferio no
predominante.

Juega
Los mejores ejercicios para desarrollar la concentración y memoria son
los juegos de números como el Sudoku. También son muy buenos
los rompecabezas, memorama, o algo tan cotidiano como sumar los
números de las matrículas de los coches.

Identifica los objetos o personas que están en un


área pequeña
Cuando entres a algún lugar, captura con tus ojos todo lo que veas de
forma detallada. Luego, cierra los ojos y comienza a enumerar el
número de personas, las cosas que están a tu lado izquierdo y a tu lado
derecho, qué hay atrás tuyo, entre otras cosas.

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