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Tutor(es):
MsC. Iván González Góngora
La Habana, 2012
Opinión de Tutor
El estudiante Yassel Álvarez Coello, quien hoy culmina sus estudios en la Licenciatura en
Ciencias Alimentarias en la modalidad de Curso Por Encuentros (CPE), cierra un largo
ciclo de seis años de esfuerzo, sacrificio y perseverancia. Su condición de trabajador y
estudiante impusieron retos en su trayectoria, los cuales supo enfrentar y llegar hasta este
momento tan importante.
A pesar de que su incorporación a trabajar en este tema de tesis fue un poco retrasada, el se
entregó por completo a la realización de esta tarea demostrándonos dedicación y empeño.
En tiempo record se preparó en temas de Ciencia y Tecnología de Cereales así como
particularmente en lo relacionado al campo de los almidones, así como en el dominio de las
técnicas a utilizar.
El tutor considera que se ha trabajado con rigor científico y que el documento pose los
requerimientos para una tesis de diploma recomendando su defensa ante un tribunal para
obtener el título de Licenciado en Ciencias Alimentarias.
Considero que los valores que posee le servirán de mucha ayuda en su futura vida
profesional. Como reconocimiento y premio a su trabajo pedimos a este tribunal le sea
otorgada la máxima calificación el estudiante Yassel Álvarez Coello
http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/ar/legalcode
Pensamiento.
Che
Dedicatoria
Dedicatoria.
A Dialina.
Agradecimientos
Agradecimientos.
Opinión de Tutor.............................................................................................................................. 5
Pensamiento................................................................................................................................... 7
Dedicatoria...................................................................................................................................... 8
Agradecimientos.............................................................................................................................. 9
Índice............................................................................................................................................. 10
Resumen.................................................................................................................................... 13
Introducción............................................................................................................................... 14
Desarrollo................................................................................................................................... 17
1-GENERALIDADES DE LOS ALMIDONES.........................................................................18
1.2.1- Gelatinización......................................................................................................... 21
1.2.2- Retrogradación....................................................................................................... 21
1.7.1- Ñame...................................................................................................................... 31
1.7.2- Malanga................................................................................................................. 35
2.5.2- Humedad................................................................................................................ 48
2.5.3- Cenizas.................................................................................................................. 48
2.5.4- Amilosa.................................................................................................................. 48
2.5.5- Proteínas................................................................................................................ 48
2.5.10- Retrogradación..................................................................................................... 50
3-RESULTADOS Y DISCUSIÓN............................................................................................ 52
Conclusiones............................................................................................................................. 69
Recomendaciones..................................................................................................................... 70
Referencias Bibliográficas.......................................................................................................... 71
Anexos....................................................................................................................................... 76
1-ANEXO 1............................................................................................................................. 76
2-ANEXO 2............................................................................................................................. 76
3-ANEXO 3............................................................................................................................. 76
4-ANEXO 4............................................................................................................................. 76
5-ANEXO 5............................................................................................................................. 76
6-ANEXO 6............................................................................................................................. 76
RESUMEN
En virtud de que las fuentes convencionales más importantes para la extracción de este
polisacárido son los granos de cereales como el maíz, trigo, arroz y sorgo; tubérculos como
la papa, yuca, boniato; semillas de leguminosas y frutas la tendencia actual es buscar
fuentes no convencionales como alternativas para obtener almidones que presenten diversas
características fisicoquímicas, estructurales y funcionales, que amplíen la gama de usos en
la industria. (Betancur, 2004)
En la actualidad, muchos investigadores dedican sus esfuerzos a descubrir nuevas fuentes
de almidón que presenten propiedades diferentes a las ya posicionadas en el mercado. Entre
las numerosas razones que existen se le da prioridad al acentuado crecimiento del consumo
de alimentos preparados, que son estabilizados con almidón.
Entre las materias primas que pueden ser utilizadas como nuevas fuentes de extracción de
este polímero se encuentran los tubérculos tradicionales de cada región, ya que estos juegan
un papel significativo en el sistema global de alimentación y contribuyen a los
requerimientos energéticos de más de 2 millones de personas en los países en vías de
desarrollo.
En Cuba la industria almidonera solo es capaz de obtenerlo a partir del maíz, cereal de
importación y responsable de la erogación de una gran cantidad de divisas en el mercado
internacional con los precios actuales.
Por último la yuca, que se encuentra distribuida por todas las regiones del país y con amplia
tradición de consumo no se destina a la producción de almidón de forma industrial quizás
debido a que es un producto altamente perecedero y a que los productores la cosechan de
manera aislada, no existiendo una infraestructura capaz de industrializarla.
Los valores nutricionales del ñame, la malanga y el sagú, su fácil cocción unida a sus
cualidades digestivas, hacen de estos cultivos productos de alta demanda en el mercado
nacional, así como en la dieta de hospitales, hogares de ancianos y círculos infantiles. Es
por ello que el Ministerio de la Agricultura plantea obtener un aumento significativo en su
producción en los próximos años, con la finalidad de satisfacer las demandas crecientes del
mismo.
En vista de que el ñame, la malanga y el sagú representan una fuente alternativa para la
obtención de almidones, además de que se encuentran distribuidos por las diferentes
regiones del país donde existen poblaciones rurales que de forma artesanal realizan la
extracción y consumo de los almidones y de que existen pocos estudios referidos a la
obtención y caracterización de este polímero en estas fuentes, se planteó la realización del
siguiente trabajo en cual tiene como objetivos:
Objetivo general:
Objetivos específicos:
Capítulo 1
1- Generalidades de los almidones.
La disponibilidad de muchos polisacáridos en grandes cantidades los hace una opción como
recursos renovables; sus propiedades se han explotado principalmente en la industria de
alimentos, farmacéutica, textil, papel, y de cosméticos (López et al., 1994).
El almidón está constituido de gránulos en los cloroplastos de las hojas verdes y en los
amiloplastos, estos últimos son los órganos de almacenamiento en las semillas y tubérculos.
Las fuentes potenciales más importantes de los almidones son los granos de cereales (40 –
90 % de su peso seco), leguminosas (30 – 50 % de su peso seco), tubérculos (65 – 85 % de
su peso seco), y frutas inmaduras o verdes (40 – 70 % de su peso seco) (Guilbot y Mercier,
1985)
Los gránulos de almidón pueden aislarse fácilmente por medios físicos y debido a su
abundancia, ha sido posible desarrollar procesos industriales pues su uso se ha expandido
en la industria alimentaria, farmacéutica, biotecnológica y química en general.
La amilosa es un polímero lineal de unidades de glucosa unidas por enlaces α-1-4. Esta
molécula no es soluble en agua, pero puede formar micelas hidratadas por su capacidad
para enlazar moléculas vecinas por puentes de hidrógeno y generar una estructura
helicoidal que es capaz de desarrollar un color azul por la formación de un complejo con el
yodo. Cada vuelta de hélice consta de seis moléculas de glucosa. El interior de la hélice
contiene sólo átomos de hidrógeno, y es por tanto lipofílico, mientras que los grupos
hidroxilo están situados en el exterior de la hélice. La mayoría de los almidones contienen
alrededor del 25% de amilosa. Los dos almidones de maíz comúnmente conocidos como
El almidón es una clase de hidrato de carbono de alto peso molecular con una solubilidad
baja en su estado nativo, sólo levemente soluble en agua e insoluble en etanol acuoso y por
lo general en solventes orgánicos (Bello-Perez, 2001).
Los almidones nativos de las diferentes especies de vegetales tienen como característica
fundamental que sus propiedades fisicoquímicas y funcionales estarán influenciadas por sus
estructuras granular y molecular. Las propiedades más importantes a considerar para
determinar la utilización del almidón en la elaboración de alimentos y otras aplicaciones
industriales incluyen las fisicoquímicas: gelatinización y retrogradación; y las funcionales:
1.2.1- Gelatinización
Los gránulos de almidón son insolubles en agua fría, pero pueden embeber agua de manera
reversible; es decir, pueden hincharse ligeramente con el agua y volver luego al tamaño
original al secarse. Sin embargo cuando se calientan en agua, los gránulos de almidón
sufren el proceso denominado gelatinización, que es la disrupción de la ordenación de las
moléculas en los gránulos. Durante la gelatinización se produce la lixiviación de la amilosa,
la gelatinización total se produce normalmente dentro de un intervalo más o menos amplio
de temperatura, siendo los gránulos más grandes los que primero gelatinizan. (Galinat,
1990)
Al final de este fenómeno se genera una pasta en la que existen cadenas de amilosa de bajo
peso molecular altamente hidratadas que rodean a los agregados, también hidratados, de los
restos de los gránulos. (Galinat, 1990)
1.2.2- Retrogradación
Se define como la insolubilización y la precipitación espontánea, principalmente de las
moléculas de amilosa, debido a que sus cadenas lineales se orientan paralelamente y
accionan entre sí por puentes de hidrógeno a través de sus múltiples hidroxilos; se puede
efectuar por diversas rutas que dependen de la concentración y de la temperatura del
El tamaño de cada partícula, incluso la distribución del tamaño, son algunas de las
características que mayormente influyen en las propiedades funcionales de los gránulos de
almidón. Se ha reportado que los gránulos más pequeños tienen un mayor poder de
hinchamiento, menor solubilidad, mayor capacidad de retención de agua, y más baja
susceptibilidad a la α- amilasa (Singh, 2003)
Los gránulos de almidón pueden ser de forma redonda, ovalada, poligonal, lenticular e
irregular. El tamaño de los gránulos de almidón varia de 1 a 100 µm, siendo mayores los
gránulos de almidón de papa (< 110 µm), seguido por los gránulos trigo (< 30 µm) y por
los gránulos de almidón de maíz (< 25 µm) (Singh, 2003).
De acuerdo a su tamaño, los gránulos de almidón se clasifican como gránulos grandes (> 25
µm), gránulos medianos (> 10 µm y < 25 µm), gránulos pequeños (>5 µm y < 10 µm) y
gránulos muy pequeños (< 5 µm) (Linderboom et al, 2004).
La masa resultante se pasa a unos recipientes que contengan una solución de bisulfito de
sodio con una concentración de 1500 ppm de dióxido de azufre, en una relación 1:1 (v/v).
La lechada de almidón se filtra en coladores de tela plástica (malla 80), para eliminar la
fibra, y el filtrado se deja sedimentar a 4°C, durante 4 horas. Transcurrido este tiempo, la
mayor parte del líquido sobrenadante se elimina por sifoneo y la lechada de almidón se lava
tres veces con agua destilada, centrifugando en el último lavado a 2500 r.p.m, durante 12
minutos, con la finalidad de recuperar el almidón. Posteriormente, se seca en una estufa de
convección a 55°C, durante 24 horas, y se muele hasta obtener un polvo, el cual se
almacena en frascos de plástico con cierre de tapa hermética para su posterior uso
(Hernández et al., 2008).
Otra alternativa de extracción es colocar una porción de los tubérculos pelados, limpios y
troceados con una cantidad de agua igual en una licuadora, mezclándose a velocidad media
por un minuto. El homogeneizado se filtra a través de un filtro de muselina y el residuo se
resuspende en dos volúmenes de agua destilada, repitiéndose el procedimiento hasta
obtener un filtrado claro, indicando que todo el almidón ha sido extraído. Los filtrados se
centrifugan a 2000 r.p.m. durante 15 minutos, descartándose el sobrenadante. El residuo se
lava varias veces con 10 ml de agua destilada para eliminar otros constituyentes presentes.
El almidón extraído se seca en una estufa a temperatura de 45ºC por 24 horas, pasándose
luego a través de un tamiz malla 60 (250 μm) y se almacena en bolsas plásticas cerradas
(Rincón et al., 2000).
En el caso de la vía seca, los trozos de materia prima fresca y lavada se ponen a secar al sol
o artificialmente por un período de 24-48 horas, rayándose posteriormente hasta obtener
una harina gruesa. Esta harina sufre un proceso de reducción de tamaño o molienda
mediante la utilización de molinos de martillo, rodillos, etc. El producto obtenido
finalmente es sometido a un proceso de tamizaje obteniéndose un almidón refinado que es
almacenado en bolsas plásticas selladas herméticamente (Cobana y Antezana, 2007).
Las limitaciones anteriores se pueden superar modificando la estructura nativa por métodos
químicos, físicos y enzimáticos (Fleche, 205), para obtener un almidón modificado con
propiedades deseables para aplicaciones específicas. La modificación de los almidones se
puede lograr cambiando una o varias de las siguientes características: temperatura de pasta,
relación sólidos/viscosidad, resistencia de las pastas a cambios de viscosidad por ácidos,
calor y/o agitación mecánica (cizallamiento), tendencia de retrogradación, carácter iónico e
hidrofílico, para proporcionarles propiedades especiales de espesamiento, gelificación,
adhesión y/o formación de películas ( Swinkels, 2006).
El National Starch & Chemical (1997) anota también que las modificaciones de los
almidones permiten optimizar la retención de agua, aumentar la estabilidad, mejorar la
sensación al paladar y el brillo, gelificar, dispersar o conferir opacidad; además, los
almidones modificados muestran mejor claridad de pastas, mejor estabilidad, incrementada
resistencia a retrogradación e incremento en la estabilidad al ciclo congelamiento-deshielo
(Wurzburg, 1995).
Pueden obtenerse derivados que tengan las ventajas de los dos tipos efectuando los dos
tratamientos, entrecruzado y substitución. (Figueroa, 2004).
Las dextrinas son productos de degradación parcial del almidón, generados por medio de
temperatura y/o catalizadores, en un mecanismo de conversión que involucra procesos de
ruptura hidrolítica, reorganización de moléculas y repolimerización (Aristizabal, 2004).
La hidrólisis del almidón es una vía sencilla para producir carbohidratos con propiedades
funcionales específicas. Tradicionalmente, dicho proceso se ha realizado por catálisis con
acido mineral. Sin embargo, debido a los avances biotecnológicos, existen enzimas que
permiten una producción controlada y alto rendimiento de productos derivados de la
hidrolisis del almidón, como son las maltodextrinas, jarabes de glucosa y jarabes con alto
contenido de fructosa, lo que vino a diversificar los usos del almidón (Guzmán y Paredes,
1995).
Las maltodextrinas son productos obtenidos mediante una hidrólisis parcial del almidón
con un grado de hidrólisis, expresado como equivalente de dextrosa (ED), menor de 20.
Como productos de la hidrólisis del almidón, las maltodextrinas están formadas por
productos de la hidrólisis de la amilosa (componente lineal) y de la amilopectina
(componente ramificado), por lo que son consideradas polímeros de D- glucosa unidos por
enlaces α-1,4 y α -1,6. Las maltodextrinas son carbohidratos nutritivos, no dulces, solubles
en agua fría y son utilizadas en la industria alimentaria para proporcionar consistencia y
textura, controlar el dulzor, reemplazar grasas, encapsular olores, formar películas, reducir
la cristalización y controlar el punto de congelación (Chronakis, 1998).
En el mundo existe una gran diversidad de tubérculos ricos en almidón, lo cual sugiere una
amplia variedad de almidones nativos con propiedades funcionales diferentes, los cuales
pueden ser extraídos y utilizados en lugar de los almidones modificados químicamente que
existen en el mercado. Pero a pesar de esta amplia variedad de tubérculos que se cultivan en
el mundo, solo tres especies representan más del 90 % de la producción mundial de
tubérculos: la papa (Solanum tuberosum, 46%), la yuca ( Manihot esculenta, 32 %) y el
camote o papa dulce( Ipomea batatas) ( Jayakody, 2008).
La papa (Solanum tuberosum) se encuentra entre los principales tubérculos que se emplean
como materia prima para la obtención de almidón. Su producción se ha incrementado en los
últimos años en los países desarrrollados y particularmente en las economías emergentes de
Asia, donde ha llegado a ser un importante cultivo industrial y alimentario. El almidón de
papa es preferido sobre otros almidones, en algunos alimentos, por sus propiedades
particulares, como formación de película, desarrollo de alta viscosidad y transparencia,
entre otras (Ganga, 1999).
La obtención de almidón de yuca sólo requiere molienda, tamizado, separación con agua,
sedimentación y secado. Hoy en día las operaciones de lavado, rallado y tamizado se han
mecanizado, aunque en algunas regiones todavía se hacen a mano. Las plantas procesadoras
En virtud de que las fuentes convencionales más importantes para la extracción de este
polisacárido son los granos de cereales como el maíz, trigo, arroz y sorgo; tubérculos como
la papa, yuca; encontrándose también en hojas, semillas de leguminosas y frutas (Betancur,
2004), la tendencia actual es buscar fuentes no convencionales como alternativas para
obtener almidones que presenten diversas características fisicoquímicas, estructurales y
funcionales, que amplíen la gama de usos en la industria.
Entre las materias primas que pueden ser utilizadas como nuevas fuentes de extracción de
este polímero se encuentran los tubérculos, ya que estos juegan un papel significativo en el
sistema global de alimentación y contribuyen a los requerimientos energéticos de más de 2
millones de personas en los países en vías de desarrollo.
Los cultivos más importantes de raíces y tubérculos a nivel mundial son la yuca (Manihot
esculenta), batata (Ipomea batata), papa (Solanum tuberosum), ñame (Dioscorea spp.),
ocumo (Colocasia esculenta) y tannia (Xanthosoma spp.). En conjunto, estos cultivos
ocupan cerca de 50 millones de hectáreas en el mundo (CIAT, 1997).
Clasificación científica:
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Liliopsida
Orden: Dioscoreales
Familia: Dioscoreaceae
Género: Dioscorea L.
Son plantas trepadoras, herbáceas y de hábito perenne que crecen entre 2 a 12 m. Las hojas,
anchas y de forma acorazonada, se disponen en espiral. Las flores, de seis pétalos son
inconspicuas y de color verde amarillento; son principalmente dioicas (flores masculinas y
femeninas en diferentes plantas), aunque algunas especies son monoicas (flores masculinas
y femeninas en la misma planta). En la mayoría de especies el fruto es una cápsula, en otras
cuantas una baya blanda (McGuffin, 1997).
Algunas especies se cultivan específicamente como una fuente de diosgenina para ser
utilizada por los laboratorios en la síntesis de esteroides tales como el estrógeno y la
dehidroepiandrosterona (DHEA). Además, es considerada una hierba muy valiosa dentro de
la fitoterapia, pues es magnífica para a aliviar el cólico intestinal, los dolores de ovarios y
útero, la diverticulitis, la dismenorrea, la artritis reumatoide y especialmente cuando se ha
presentado la inflamación en la etapa aguda de esta enfermedad. Por lo general, estas
especies no se consumen debido a su sabor amargo. Sólo alrededor de 12 de las 600
especies se consideran comestibles (Accatino, 1998).
humedad durante los cinco primeros meses de su desarrollo y necesita abundante luz para
su mejor rendimiento en cultivo (Rodríguez, 2005).
Es un cultivo que es consumido como alimento energético debido a que presenta un alto
contenido de almidón (70-80% de su peso en materia seca) y una elevada concentración de
proteínas (12%), superior a la determinada para otras raíces y tubérculos tropicales.
Además, contiene fibra dietética (7-8%), compuestos antioxidantes, y vitaminas y
minerales tales como ácido ascórbico (30μg/g), calcio (140μg/g) y fósforo (430μg/g), que
incrementan su valor nutricional (Chou, 2006).
En vista de que los tubérculos de ñame, así como sus extractos y harinas, contienen
compuestos antioxidantes, son altamente recomendados para mitigar el daño y las
enfermedades causadas por compuestos oxidativos, entre las cuales se encuentran ciertos
procesos degenerativos o patológicos como el envejecimiento, el cáncer, las enfermedades
coronarias y el mal de Alzheimer. Entre los compuestos antioxidantes más abundantes se
encuentran algunos polifenoles (catequinas, ácido clorogénico y antocianinas); fitoquímicos
(ácido ascórbico, tocoferol) y pigmentos (Jayakody, 2007).
Ciertos estudios han demostrado el poder antioxidante del ñame. Se ha determinado que
extractos acuosos obtenidos a partir de dicho tubérculo, tenían un elevado poder reductor y
una gran actividad quelante de iones ferrosos. Por otro lado se han desarrollado productos
de panadería mediante la sustitución de 25% de harina de trigo por harina de D. purpurea
(Jayakody, 2007).
Los gránulos de almidón son redondeados o elípticos y algunas especies de ñame (D.
rotundata) los concentran más que otras especies (D. alata). Además de almidones los
tubérculos de ñame, dependiendo de la especie, tienen concentraciones de sustancias
urticantes, de taninos, fenoles y otras sustancias como esteroides o corticoides (Tukel,
2008).
En líneas generales, los almidones nativos se utilizan porque regulan y estabilizan la textura
de los alimentos y por sus propiedades espesantes y gelificantes. Sin embargo, la estructura
nativa del almidón a veces resulta poco eficiente, ya que ciertas condiciones de los procesos
tecnológicos, como temperatura, pH y presión, reducen su uso en aplicaciones industriales
al provocar una baja resistencia a esfuerzos de corte, descomposición térmica, alto nivel de
retrogradación y sinéresis (Amani, 2005; Bello- Pérez, 2002). Además, algunas
dispersiones de almidón nativo, como aquellas obtenidas a partir de raíces y tubérculos,
imparten una textura gomosa y cohesiva en aquellos alimentos donde se utilizan como
agentes espesantes (Kaur et al., 2004).
1.7.2- Malanga
Se conocen como malanga a dos géneros de la familia Araceae (Xanthosoma spp. y
Colocasia spp.). el primero originario del sureste de Asia entre la India e Indonesia, del cual
se consumen indistintamente cormos y cormelos; y el segundo, originario de América, del
que son comestibles solamente los cormelos, con excepción de la malanga de masa
amarilla. Para diferenciar un género de otro la manera más fácil es a través de la forma de
la hoja, que es peltada en Colocasia y sagitada en Xanthosoma. (INIVIT, 2004)
Clasificación científica:
Reino: Plantae
División: Angiospermae
Clase: Liliopsida
Orden: Alismatales
Familia: Araceae
La malanga Colocasia esculenta crece muy bien en regiones anegadas. La raíz pivotante,
que es gruesa, está rodeada de raíces comestibles de alto contenido de almidón. La raíz es
un rizoma tuberoso, rodeado de tubérculos de menor tamaño, los cuales constituyen la parte
comestible. La capacidad de producción es de 30 a 60 T por hectárea. La producción se
logra desde los 3 hasta los 10 meses. Los tubérculos son duros, con corteza oscura y pulpa
blanca (Cobana, 2007).
La composición química y valor nutritivo de las raíces de las dos especies son muy
parecidos. Son fuentes de calorías provenientes principalmente de los carbohidratos. Se
consumen cocidas en agua como se hace con otros tubérculos, también pueden ser
consumidas horneadas o fritas en aceite. Se puede obtener un harina previa cocción y
deshidratación. La raíz es también utilizada como fuente de energía en alimentación animal.
Un uso secundario de las Aráceas es el aprovechamiento de las hojas que se consumen
tiernas y cocidas. Esta utilización es común en varias especies y una de ellas, el belembé, se
cultiva exclusivamente por sus hojas. (Guam, 2004)
En el año 2008, se produjeron 240 000 t de este cultivo que representó el 17.2% de las
toneladas de tubérculos y raíces producidas y el 11% de toda la vianda cosechada en
nuestro país (Anual estadístico de Cuba, 2008). Sin embargo, una parte de los frutos
obtenidos no cumplen con los requisitos para el consumo debido a su bajo peso (inferior a
150g), y son utilizados como material de propagación. Para esta acción sólo se requiere la
cuarta o sexta parte de la cosecha y la fracción restante se pierde, dejándose como desecho
en el campo sin que sufran tratamiento alguno. Además los cormelos utilizados en la
distribución nacional, no soportan un almacenamiento prolongado sin desmejorar su
calidad y pueden producirse pérdidas de un 22-28% del producto (INIVIT, 2004).
Hojas verdes, sagitadas, algo coreáceas, con peciolos verdes; pseudotallo verde con ligeros
tintes violáceos hacia la base. Cormos de entrenudos muy cortos, con yemas de color crema
con ligeros tintes violáceos, cormelos alargados de forma cónica o casi; carne o pulpa y
yemas blancas o blancas con tintes violáceos (INIVIT, 2004).
Hojas verdes, con tintes violáceos, sagitadas. Peciolos y pseudotallos verdes con tintes
violáceos. Cormos y cormelos con yemas de color morado intenso, siendo comestibles los
cormelos. La carne o masa de los cormelos es de color violáceo y desaparece en parte con
la cocción (INIVIT, 2004).
Hojas sagitadas, con peciolos, pseudotallo y láminas de color verde claro, abundancia de
cera, lo que da lugar a una tonalidad cenizosa. Cormos y cormelos de masa amarilla, con
yemas abundantes y de color amarillo rosáceo. Los cormos constituyen la parte comestible
y los cormelos generalmente se destinan a semilla. (INIVIT, 2004).
Hojas sagitadas, casi tan largas como anchas, verdes en el haz y glaucas en el envés,
ligeramente rugosas y algo coreáceas al tacto, pecíolos gruesos, verdes con tonalidades
violáceas, nervaduras verdes por el haz y el envés, con ocasionales tintes violáceos.
(INIVIT, 2004).
Hojas de color verde oscuro con nervaduras verde claro. Peciolo verde con arista bien fina
de color morado, cuya superficie presenta poca cera. Cormos y cormelos de color castaño
oscuro en la superficie, masa de color blanco amarillento tanto en cormos como en
cormelos. Yemas de color amarillo claro. Ciclo de cosecha de 12 a 13 meses (INIVIT,
2004).
Hojas y nervaduras de color verde, peciolo verde con fina arista rosada y base blanca
rosada, con poca presencia de cera. Cormos y cormelos castaño oscuro exteriormente. Masa
de color rosado en los cormos y blanco-rosado en los cormelos. Yemas rosadas tanto en los
cormos como en los cormelos. Ciclo en 12 y 14 meses. (INIVIT, 2004).
Hojas de color verde con nervaduras verde claro. Peciolo verde con aristas y base de color
rosado con presencia de cera. Cormos y cormelos de color castaño oscuro exteriormente,
masa de color rosado en los cormos y cormelos. Yemas de color rosado tanto en cormos
como en cormelos. Ciclo entre 12 y 14 meses. (INIVIT, 2004).
1.7.3- Sagú
El sagú es de origen Sudamericano, hallazgos arqueológicos en el Perú demuestran que su
cultivo data de 2 500 años A.C. Los Incas la cultivaron hace once siglos. Se especula que
Colombia sería el centro de dispersión. La achira como también se le conoce existe en toda
la América tropical; es cultivada en Brasil, Perú, Bolivia, India, Asia, Polinesia, y África
(León, 2007).
Clasificación científica:
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Liliopsida
Subclase: Commelinidae
Orden: Zingiberales
Familia: Marantaceae
El género Maranta pertenece a la familia de las Marantáceas y está integrado por casi 30
especies originarias de las regiones tropicales de América. Debe su nombre al veneciano
Bartolomeo Maranta, botánico del siglo XVI. Algunas especies del género son: Maranta
bicolor, Maranta leuconeura, Maranta arundinacea, Maranta noctiflora, Maranta
ruiziana. Estas plantas también se conocen vulgarmente como Sagú, planta de la oración,
guapo o planta obediente. Las Marantas son plantas tropicales rizomatosas que alcanzan
los 25 cm de alto y pueden crecer de forma horizontal o erecta, según la especie (Perez,
2007).
La achira o sagú se adapta a una gran variedad de climas. Se desarrolla en regiones con
lluvias desde 250 hasta 4.000 mm al año y entre 16 ºC y 32 ºC de temperatura. Los mayores
rendimientos se han obtenido entre los 18 ºC a 24 ºC. Por debajo de la mínima temperatura,
el granizo y las heladas ocasionan graves daños al cultivo inhibiendo la fotosíntesis, por
encima de los 32 ºC, se acelera la pérdida de agua y no hay acumulación de carbohidratos
en el rizoma. La humedad relativa puede oscilar entre 65% a 90%, con un mínimo de 40%.
La planta crece entre los 0 y 2,650 m.s.n.m., pero su mayor rendimiento se obtiene entre los
500 y 1,700 m.s.n.m. Requiere gran luminosidad para realizar la fotosíntesis y obtener
buena producción de almidón. (Bohrer, 2009).
Es una de las raíces más robustas; crece en una amplia variedad de climas y en suelos
donde otros rizomas no podrían desarrollarse, tienen pocos problemas con enfermedades y
plagas, es fácil de propagar y generalmente es plantada en surcos que ayudan a retener la
humedad. Los rizomas tienden a emerger a la superficie (geotropismo positivo) y son
cosechados en la misma forma que la papa (León, 2007).
Durante los últimos años el cultivo se fue extinguiendo paulatinamente por las dificultades
que implican su procesamiento rudimentario, las perspectivas económicas de otros cultivos,
la falta de tecnificación del cultivo y de su proceso o beneficio, aunque continúa intacta la
costumbre de su uso en la alimentación de las familias de las zonas rurales.
De manera tradicional, de los rizomas de sagú se han extraído harina, almidón y afrecho,
utilizados como fuente nutricional para humanos y animales (León, 2007) en especial por
su aporte de energía representado por el almidón presente en los rizomas.
El almidón de sagú muestra una viscosidad muy alta en las temperaturas que se someten en
la elaboración de pastas, lo cual permite manipular con mayor facilidad los geles calientes
en comparación con otros almidones. Es una excelente fuente de nutrientes para niños,
ancianos y personas que sufren problemas digestivos. En Colombia la panificación
demanda el 80% de la producción, los usos domésticos el 15%, las industrias el 1% y el
De la planta de Sagú se extraen los rizomas o tallos subterráneos, a los que se les reduce de
tamaño, molidos en la cuter. A continuación, la masa acuosa se somete a dos lavados sobre
un tamiz o colador, para extraer el afrecho y trabajar directamente con el agua que contiene
el almidón de Sagú. Posteriormente se sedimenta el almidón, se decanta la mancha que se
produce y, por último, se lava el almidón que se ha obtenido (León, 2007).
En este proceso es satisfactorio el hecho de que una planta no cereal, como el Sagú,
presente un rendimiento de almidón del 12 por ciento. Lo hace aun mejor el hecho de que
no requiere químicos para su extracción. Por su tamaño, el gránulo se sedimenta de forma
rápida y hace que el proceso beneficie tanto a los productores como a los consumidores.
Durante el proceso de extracción se utilizan 5,55 m3/ton de rizomas, menos que los 9 m3
de agua por tonelada de yuca procesada (Perez, 2007).
Otro de los hallazgos importantes, que también posicionan al almidón de Sagú como una
especie promisoria, es su contenido en la composición de amilosa y amilopectina en los
gránulos del almidón de sagú. Se trata de dos polisacáridos que determinan las propiedades
funcionales del almidón y que poseen características opuestas. El almidón de Sagú posee en
Capítulo 2
2- Materiales y Métodos
Poner aquí los materiales y métodos utilizados.
porción comestible fue estimado por el cociente entre el peso de los tubérculos ya
descascarados dividido entre el peso de los tubérculos íntegros, multiplicado por cien.
El homogeneizado se filtró a través de un tamiz malla de 100 mesh (150μm) hasta que el
agua de lavado se observó completamente limpia. El residuo resultante fue sometido al
mismo procedimiento dos veces. Las lechadas de almidón obtenidas se dejaron reposar a 15
0
C durante 8 h. Después de este tiempo, se eliminó el sobrenadante y el sedimento obtenido
se colocó en recipientes de vidrio y se sometió a un proceso de secado a 45 0C durante 24 h.
El almidón seco fue triturado y posteriormente tamizado en una malla # 100.
Posteriormente fueron envasados en frascos de vidrios ámbar y almacenados a temperatura
ambiente para posteriores análisis Se calculó el rendimiento de extracción de almidón de
acuerdo al método planteado por Pérez y González (1997) y se reportó como
Lavado
Pesado
Troceado
Licuado
Tamizado
Decantado
Secado
Envasado
2.5.2- Humedad
Se llevó a cabo por desecación en estufa a 40 ºC hasta peso constante, está modificación se
realizó con el objetivo de evitar la gelatinización del almidón con las altas temperaturas.
(NC-ISO 712:2003). Los resultados se expresaron como % de humedad.
2.5.3- Cenizas
Se realizó como se describe en la metodología para la caracterización de almidón de maíz
(NC-ISO 2171:2001). Los resultados se expresaron como % de cenizas.
2.5.4- Amilosa
Se llevará a cabo por el método simplificado de Juliano, (1972). El método se basa en la
reacción del yodo con la amilosa en medio ácido formándose un complejo coloreado azul
que se leerá en un espectrofotómetro de luz visible UV-2201 a una longitud de onda de 620
nm. Para el cálculo se utilizó una curva patrón de amilosa. Los resultados se expresaron
como % de amilosa en el almidón.
2.5.5- Proteínas
Se determinó el contenido de proteínas por el método de Kjeldahl. (NC 86-05:1984). Los
resultados se expresaron como % de proteínas.
CRA= Peso de gel (g) – Peso de la muestra (g) / Peso de la muestra (g)
2.5.10- Retrogradación
Se realizó de acuerdo a la metodología descrita por Ishiguro, 2003. Se prepararon
dispersiones de almidón 2% m/m y se colocaron en un baño de Maria a 85 0C por 30
minutos. Seguidamente las muestras se colocaron en recipientes con hielo para su rápido
enfriamiento. Posteriormente las muestras fueron almacenadas a 4 0C durante 24, 48, 72, 96
horas. Se calculó la tasa de retrogradación.
Retrogradación= (Peso de agua de sinéresis (g) / Peso del gel (g)) x 100
ED = (AR/M) x 100
Capítulo 3
3- Resultados y Discusión
3.1- Caracterización física de los tubérculos
Los tubérculos de ñame presentaron la mayor masa y dimensiones, con algunas zonas de
superficie plana y otras donde se hacía más rugosa, vinculada a la presencia de estructuras
conocidas como yemas que generalmente está vinculada a la formación de una nueva
planta. La forma rugosa e irregular de estas zonas dificultó la eliminación de la cáscara, la
cual es delgada en esta zona y de color café claro a diferencia de las zonas lisas donde es
más oscuro. Similares características han sido descritas para los tubérculos de Dioscorea
alata y Dioscorea esculenta cultivada cultivadas en otras regiones del mundo como Sri
Lanka (Jayakody, 2007).
En el caso del sagú los tubérculos resultaron alargados y delgados, cubiertos por una
estructura fibrosa encargada de la protección y que se eliminó durante la preparación de la
muestra para evitar la contaminación posterior del almidón. La coloración resultó de blanco
a amarillo con tonalidades de verde. Por su pequeño tamaño comparado con el ñame, los
tubérculos de sagú resultaron los de menor peso.
En el caso de la malanga, después de lavada los cormelos resultaron de color morado en los
extremos más gruesos y color café en la parte más delgada. Además presentaron buen
tamaño y peso de las unidades y la superficie se mostró rugosa, característica de esta
variedad.
Letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas para p< 0.05
Del análisis del % R 2 se puede interpretar que los tres tubérculos son buenas fuentes de
almidón con valores superiores al 20 %. El mayor rendimiento se logró obtener para el
ñame lo que está en concordancia con un alto por ciento de porción comestible unido a que
En el caso del sagú la presencia de fibras longitudinales en todo el cuerpo del tubérculo
implica una disminución del rendimiento en almidón.
Ñame: redondos
Sagú: ovalados
Malanga: poligonales
El mayor tamaño en los gránulos lo presentó el sagú y en menor medida el ñame y por
último los gránulos de almidón de malanga.
Humedad.
El contenido de humedad es un factor que depende tanto de la materia prima como del
método de obtención y las condiciones del proceso de deshidratación. Un contenido de
humedad menor al 10 % resulta conveniente para evitar el deterioro de los almidones
durante su almacenamiento. El contenido de humedad en los tres almidones fue de 8,66 %
para el ñame, 8. 47% para la malanga y 9.5 % para el almidón de sagú. Estos resultados
están acordes con la información reportada en la literatura para almidones nativos de otras
variedades de estos tubérculos ñame.
Desde el punto de vista de la conservación debe esperarse que si son almacenados a estas
humedades en ambientes cerrados donde la humedad relativa del ambiente no influya sobre
ellos entonces no se deben reportar reacciones de deterioro como fermentaciones y otras
reacciones de deterioro.
Letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas para p< 0.05
Proteínas:
Para los tres tipos de almidones de ñame evaluados, los contenidos de proteína cruda fueron
bajos lo cual indica el alto grado de pureza de cada uno de los almidones obtenidos. La
proteína presente en el almidón nativo de malanga fue de 0.16 % y concuerda con los
resultados de otra investigación, donde se reportan contenidos de proteína de 0,19% a 0,21
% para almidones de malanga de otras variedades. Entre los almidones de ñame y sagú no
se presentaron diferencias, variando sus contenidos entre 0.27% y 0,34% respectivamente;
De forma general para los tres almidones el contenido de proteínas es bajo lo que es
beneficioso si el almidón se destinara a la producción de jarabes de glucosa pues se
previene que aminoácidos y pequeños péptidos reaccionen con azúcares dando compuestos
complejos coloreados, productos de la reacción de Maillard. Además las proteínas,
péptidos, amidas, aminoácidos y enzimas son las responsables del olor característico del
almidón y de su capacidad espumante la cual aunque no fue evaluada demostró ser baja a la
hora de la preparación de suspensiones con agitación para la realización de otras
determinaciones. También se ha reportado que la presencia de proteínas asociadas a los
gránulos de almidón puede influir en la digestibilidad del mismo lo cual no debe esperarse
en el almidón de malanga.
Se comprueba que la asociación de las proteínas a los gránulos de almidón es muy débil y
con métodos sencillos de extracción es posible la separación a diferencia de los cereales
donde dicha asociación es mayor y la extracción requiere de métodos más complejos para
la separación.
Amilosa:
Cenizas:
Las cenizas están compuestas principalmente por calcio, magnesio, potasio, sodio, hierro y
fosforo, los cuales, con excepción del fosforo son de poca importancia en la funcionalidad
del almidón, ya que el fosforo tiene una influencia significativa en la propiedades
funcionales de estos materiales.
Lípidos:
La presencia de los lípidos afecta las propiedades funcionales del almidón (capacidad de
humectación, solubilidad y claridad) al evitar su unión con las moléculas de agua y causar
rancidez durante el almacenamiento. El contenido de lípidos en las tres muestras analizadas
no difirió significativamente entre ellas (p >0.05) lo que concuerda con los resultados
obtenidos para otra variedad de ñame (D. remotiflora) así como a los reportados en
almidones de otros tubérculos tropicales cuyo contenido de lípidos se reporta entre el 0.10 y
0.5 %.
Fibra:
Como se muestra en la Tabla 4 el sagú fue el que presentó almidones con mayor contenido
en fibras lo cual se puede explicar por la naturaleza misma del tubérculo el cual está
constituido por finas fibrillas longitudinales que durante la extracción se micro pulverizan y
son insolubles al igual que el resto del almidón, razón por la cual durante los lavados
sucesivos persiste como contaminante y altera el valor de la fibra.
El patrón de expulsión del agua en el caso del ñame se manifestó con gran intensidad en el
primer ciclo (71.5 %) y luego fue un poco más lento durante los dos ciclos posteriores (4 y
2 %) lo que puede estar relacionado con el alto por ciento de amilosa que presentó este
almidón. En el caso del sagú y la malanga se mostró un patrón similar pues la mayor
pérdida se evidenció al concluir el 1er ciclo.
Los resultados obtenidos indican que los almidones de malanga tienen una buena capacidad
para retener moléculas de agua, propiedad que los convierte en ingredientes ideales para la
preparación de alimentos sometidos a procesos de congelamiento y descongelamiento,
debido a que estos polímeros presentan el menor grado de sinéresis ( mayor estabilidad) y
por ende, contribuyen a conservar las características sensoriales ( consistencia, textura,
apariencia y forma) de los productos que los contienen, una vez que dichos alimentos son
descongelados y preparados para su consumo.
Promedio de tres50 ° C 55 ° C 60 ° C
determinaciones. 65° C 70 ° C 75 ° C 80 ° C
Malanga 3.0 3.2 5.17 15.1 16.6 17.6 17.2
Ñame 2.2 2.3 3.6 9.8 12.4 15.3 15.9
Sagú 2.0 3.0 7.4 17.1 18.2 18.9 18.9
Letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas para p< 0.05
60 ° C 65 ° C 70 ° C 75 ° C 80 ° C 85 ° C
Malanga 3.1 3.4 4.5 15.1 27.4 30
Ñame 3.3 6.1 12.7 18.4 22.7 28.9
Sagú 3.2 7.7 10.4 15.6 18.1 23.5
Letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas para p< 0.05
60 ° C 65 ° C 70 ° C 75 ° C 80 ° C 85 ° C
Malanga 1% 1% 2% 15% 28% 30%
Ñame 1% 4% 8% 14% 16% 19%
Sagú 1% 5% 10% 17% 19% 22%
Letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas para p< 0.05
incremento se presentó a partir de los 60°C lo cual se corresponde con el menor tamaño de
gránulo que presentó este tipo de almidón.
Los valores obtenidos (%T) para los almidones de malanga, ñame y sagú a temperatura
ambiente se presentan en la Tabla 9 y los refrigerados a 6 ºC en la Tabla 10. Los almidones
que presentaron valores mayores de transmitancia, tales como el ñame pueden ser
utilizados en alimentos como mermeladas y gelatinas. Mientras que los más opacos como la
malanga y sagú, pueden ser utilizados en alimentos poco transparentes como las
mayonesas, los productos cárnicos, en bebidas concentradas tipo néctar o productos de
panificación.
24 h 48 h 72 h
Malanga 12.9 % 7.2% 7.0%
Ñame 25.8% 10.3% 10.1%
Sagú 16.6% 6.4% 6.2%
Letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas para p< 0.05
Se observó que después de las 48 horas la claridad de los geles se mantuvo casi constante
para los tres geles a temperatura ambiente. En cambio para los geles almacenados en
refrigeración él % de transmitancia continuó disminuyendo hasta el final del estudio.
24 h 48 h 72 h
Malanga 12. 6.1 3.5
Ñame 25.8 9.7 4.2
Sagú 16.6 6.3 3.1
Letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas para p< 0.05
3.5.5- Retrogradación
En la Tabla 11 se muestran los resultados obtenidos para la tasa de retrogradación de los
almidones de las tres fuentes.
24 h 48 h 72 h 96 h
Malanga 69.3% 71.1% 72% 73.5%
Ñame 72.7% 73.5% 74.9% 75.2%
Sagú 68.4% 69.9% 70.4% 71.1%
Letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas para p< 0.05
Los resultados indican que los almidones provenientes de los tubérculos posen una menor
tendencia a la retrogradación si se comparan con un patrón de almidón de maíz (81 %). En
este caso los mayores valores corresponden al ñame lo que coincide con los resultados
obtenidos para la estabilidad durante la congelación.
Cada almidón tiene una tendencia diferente a la retrogradación, la cual está íntimamente
relacionada a la presencia de otros solutos como lípidos, sales, azúcares, el tipo y
concentración de almidón, regímenes de cocimiento y enfriamiento, su contenido de
amilosa, así como la longitud de las cadenas de amilopectina ( cadenas cortas de
amilopectina retrogradan a menor velocidad que las cadenas largas), y la cantidad de
monoéster de fosfato los cuales presentan una repulsión entre cadenas negativas que
dificulta la retrogradación.
Letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas para p< 0.05
Letras diferentes en la misma fila indican diferencias significativas para p< 0.05
CONCLUSIONES
• La composición química de los almidones en estudio evidenció que cumplen con las
especificaciones para almidones de uso alimentario.
RECOMENDACIONES
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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ANEXOS
1- Anexo 1
Incluir aquí el anexo uno
2- Anexo 2
Incluir aquí el anexo dos
3- Anexo 3
Incluir aquí el anexo tres...
4- Anexo 4
Incluir aquí el anexo cuatro...
5- Anexo 5
Incluir aquí el anexo cinco...
6- Anexo 6
Incluir aquí el anexo seis...