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La construcción de una mala noticia (una mirada del acto comunicativo en el ámbito

medico desde el constructivismo)

a la “numerosa audiencia” que hoy acompaña la exposición de esas ponencias buenos


días. Bajo este ambiente de atenta escucha que hoy generamos, me permito relacionar el
tema que el día de hoy nos reúne en esta aula, es decir, el constructivismo en la
psicología, con un tema de investigación en el que he estado inmerso durante ya casi 2
años. Me refiero al tema de la comunicación de malas noticias en el ámbito médico.
Para hacer más fácil esta ponencia, necesito una disposición de la imaginación de la
audiencia a realizar algunos ejercicios que les permita conectarse con los actores de
estos procesos tan difíciles; ya que a pesar de la cantidad de “evidencia” que presentan
los autores que sustentan el constructivismo, la mas importante de ellas es la que
nosotros mismos podamos construir. La propuesta de este trabajo quiere darles una
mirada al fenómeno de la comunicación de malas noticias, como un fenómeno que
construye el sujeto en un momento especifico y que genera un acoplamiento estructural
(en términos de Maturana) con el cual las personas significan diferentes situaciones de
su vida, en especial los relacionados con los procedimientos médicos. Con el fin de
lograr esto, se trabajará sobre una adaptación de las preguntas básicas del
constructivismo en función del tema, así, esta ponencia se pregunta ¿Cómo se construye
una mala noticia? Y ¿Quién construye una mala noticia? Dar respuesta a las preguntas
por separado es una tarea innecesaria y de hecho imposible. Responder por cómo se
construye algo requiere la mención de los actores de la construcción, y el dar cuenta de
los actores traería siempre la explicación de cómo realizan tal construcción. Es por ello
que por medio de la definición de quienes construyen una mala noticia intentare dar
luces de como ocurre este fenómeno en el ámbito médico.

podría comenzar esta ponencia con lo que podría llamarse una decisión de mala noticia,
pero es precisamente uno de los puntos que quiero poner a discutir en esta ponencia.
Definir lo que es una mala noticia implicaría la existencia de condiciones especificas
que hagan que un conjunto de información dada de una persona a otra pueda llamarse
por si sola una mala noticia; es decir, este tipo de pensamiento haría que el adjetivo de
“mala” sea una característica atribuida a la información como tal. Sin embargo, desde la
postura constructivista, nunca se debe olvidar que es un sujeto el que realiza esta
atribución a la información.
Para ejemplificar más fácil esta idea quiero que recurrir al primer ejercicio de
imaginación. Les pido que imaginen que en este momento de sus vidas les dieran la
noticia de que serán padres. Por las condiciones que alcanzo a apreciar en la audiencia
puedo asumir que la mayoría de ustedes asume esta como una mala noticia. Sin
embargo, quiero que piensen mas allá de su situación actual, y estoy seguro que pueden
pensar mas de una manera en que esta noticia no se le otorgue esta connotación
negativa. Ahora, si lograron imaginar las situaciones que les he planteado, podrán
ustedes mismos notar que la atribución de valencia negativa o positiva no reside en el
contenido de la información, sino en un conjunto de situaciones contextuales que hacen
que las personas conciban la noticia de esa manera.

Concibiendo la mala noticia como una construcción subjetiva, podemos pasar a intentar
responder a las preguntas que se plantean en esta ponencia. Antes de empezar, quiero
aclarar que la propuesta que presento en esta ponencia para responder la pregunta,
corresponde al resultado de investigación que he recogido durante estos semestres, por
lo que no corresponde a respuestas definitivas como algunos esperarían, sino que
corresponde precisamente a una construcción dinámica e inacabada.

la respuesta a quien construye una mala noticia, en términos generales podría ser tan
sencilla como decir, todos podemos construir una mala noticia. El ejemplo propuesto en
esta aula les ha permitido al menos concebir esta afirmación. Sin embargo, mi interés
específico es la construcción de la mala noticia en un contexto médico, donde existen
actores específicos, que me tomare el atrevimiento de generalizar en 3 actores: los
médicos, los pacientes y los familiares de estos últimos. Me centro en estos 3 actores,
porque generalmente son estos los que participan activamente en los procesos
comunicativos donde se construye la mala noticia. Ahora bien, se podría dar la función
al medico como aquel que comunica la mala noticia, y en un nivel conversacional puede
ser así; el médico, en el momento en que el paciente acude a el para saber que le ocurre
comienza una lectura detallada de las condiciones del paciente que terminan en un
proceso de diagnóstico que al comunicárselo al paciente puede constituir una mala
noticia. Sin embargo, la noticia puede comenzar a construirse desde mucho antes.

Para entender esta afirmación quiero que realicen el segundo ejercicio imaginativo.
Pónganse en la posición de un paciente, pueden pensar en la ultima vez que se sintieron
enfermos. ¿acaso el cuerpo no anuncia ya que algo malo esta pasando? Varela propone
que la cognición, al ser construida en la interacción de un sujeto con su medio, podría
ser encarnada en el cuerpo de una persona, en vez de quedarse en el cerebro como se
creía anteriormente; y en este caso ocurre de esta forma. La cognición de la enfermedad
que da pie a la mala noticia comienza desde la lectura que un sujeto hace de sus propias
sensaciones y que de forma interaccional con otro (el medico) se va construyendo un
discurso que constituye la mala noticia. He de incluir a la familia del paciente en esta
construcción, dado que existen procesos donde estos están activamente participando en
esta construcción (a veces incluso mas que el mismo paciente), dotando de su propia
perspectiva acerca de la enfermedad y como esta se sienta discursivamente como una
mala noticia. Así, la mala noticia en el ámbito medico resulta como una construcción
que corresponde a la relación comunicativa de 2 o mas sujetos, sino que es un proceso
en el que participan diferentes niveles como el nivel biológico, comunicativo, cognitivo
entre otros muchos, que participan en una interacción constante, generando este
fenómeno.

A pesar de que la propuesta que pondré “sobre la mesa a continuación” da pie para una
discusión mucho mas extensa, me siento en la necesidad de concluir esta ponencia
complejizando más el fenómeno de mi interés, pues en este fenómeno participan
muchos mas niveles de los que aquí se han planteado rápidamente, y que son de interés
de otras perspectivas epistemológicas como el construccionismo. Me refiero al menos a
2 de estos niveles: el nivel cultural y el nivel social (entendiéndolo como un nivel mas
local). ¿Pues acaso es lo mismo estar cerca a la muerte en todas las culturas?

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