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Dr.

Kléver Silva Zaldumbide


MEDICO ACUPUNTURISTA
Doctor en Medicina y Cirugía en la Universidad Central del Ecuador
Especialización de dos años de postgrado en la República de China en
ACUPUNTURA Y MOXIBUSTIÓN

Los inmorales nos han igualado

Quizás en el presente más que en el ayer la sociedad está llegando a ser tan
plenamente consciente de su propia mentira, de su hipocresía, de la rotunda
falsedad de sus propios cimientos constituyentes de la llamada honestidad,
justicia y amor al prójimo. Vivimos una época donde reina la confusión y una
amoralidad germinante. La imposibilidad de ver en función de país de los
pseudo-elegidos para reglar la nación, nos hace presenciar un “juego
complejo de ajedrez”, donde las fichas se mueven al compás de los intereses
de poder, de cálculos para un futuro dominio político-económico. Nunca se
había sentido tanto como hoy la necesidad de creer en algo, en alguien, pero
la humanidad pese a un superior “progreso” se muestra cada vez más inferior
y primitivo sin poder renacer ni regenerarse. A saltos y caídas no declina su
tendencia a la posesión enfermiza, encubierta en una magra ilusión de
“mejorar su porvenir” y su “futuro” en un pseudo-progreso. El pueblo
impotente, siempre ha estado, con humildad que raya la sumisión,
observando durante casi toda su vida Republicana este sainete,
conduciéndole a una sensación de que el suelo sobre el cual estamos
apoyados, se disuelve, cede ante nuestros pies y tan sólo queda la nada. Esto
nos conlleva al angustioso sentimiento repetitivo de que hemos sido
engañados, de que no podemos creer en nadie y de que nuestra sociedad se
va disociando cada vez más.
Sólo nos inspira consuelo escuchar, con renovadora energía, las verdades
plasmadas en versos que describen lo que parece estar esclerotizado, rígido e
inmutable en el hombre, casi como una norma, como si fuera su naturaleza: la
insensatez, el atropello, el irrespeto, el robo y el “ventajismo”.
Considerado casi como el himno nacional de la corrupción del referente
intelectual, como lo califico Ernesto Sábato, al cautivador dramaturgo,
compositor de tempranera muerte, escritor de teatro, actor, director,
guionista de cine y autor del tango Cambalache, Enrique Santos Discépolo
que en 1934 ya cantaba así:
“Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé, en el 506 y en el 2000
también, que siempre ha habido choros, maquiavelos (el fin justifica los
medios…para el mal) y estafados, contentos y amargados, valores y dublé,
Pero que el siglo XX es un despliegue de maldad insolente ya no hay quien lo
niegue, vivimos revolcados en un merengue y en un mismo lodo todos
manoseados. Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante,
sabio o generoso estafador. ¡Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro
que un gran profesor¡¡Los inmorales nos han igualado! ¡Da lo mismo que sea
cura, politiquero, cara dura o polizón! ¡Qué falta de respeto, que atropello a la
razón, cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón! ¡Igual que en la
vidriera irrespetuosa de los cambalaches (trueque malicioso de poco valor)
se ha mezclado la vida y herida por un sable sin remache ves llorar la Biblia
junto a un calefón. ¡Dale no más, dale que va…a nadie le importa si naciste
honrado! Si es lo mismo el que labora día y noche como buey, que el que vive
de los otros, que el que mata, que el que cura y está fuera de la ley” … Discépolo
al denunciar, mediante este tango cambalache, la siniestra realidad, intentó,
más que querer ser el protagonista de "bajarse" a limpiar esta cloaca, al menos
alertarnos o convocarnos para ver si podemos, un poquito, transformar este
mundo observando que es un lugar donde se han mezclado todas las cosas,
entre lo que sirve y no, donde un sinvergüenza con dinero mal habido es un
"honorable" No necesitamos pasar de pobres a ricos corruptos, con osadía
explotadora y sin esfuerzo.
En esta última década destacan LOS QUE EL MAL LO HICIERON MUY BIEN
Y EL BIEN LO HICIERON MUY MAL presentando un vergonzoso,
nauseabundo, repulsivo, repugnante e inmundo sainete así:
Un Presidente de Asamblea investigado por la fiscalía; un fiscal investigado
por la fiscalía, un envalentonado ex contralor acusado por la fiscalía.
Aparecimiento de documentos perdidos en manos de enemigos entre sí;
descubrimientos de audios con códigos al más puro estilo de las mafias
organizadas; asambleístas supuestamente de oposición que dejan sin apoyo a
opciones de saneamiento; instituciones estatales y cargos públicos que no
solo se han estado utilizando para dejar quebrado lo incautado y enriquecerse
personal o grupalmente, sino también, gracias a su ambición desmedida, dejar
endeudado al país en época de bonanza y dejar comprometidas las ventas del
crudo por adelantado hasta el 2024. Instituciones estatales creadas para
amedrentar, acallar, amordazar o perseguir a quien no se alinea; descomunal
y embustero aparato mediático de autopromoción, maquillaje y
falseamiento…Y tomemos en cuenta que aún NO están auditados todos los
que fueron partícipes de esta patrañera trama sin hilos tejida en las diferentes
carteras de estado.
Perspicazmente pensaron como perfecto atractivo mediático a ser explotado
al retrato-símbolo del pensamiento radical hecho por Alberto Korda hace 58
años, el “Che” pero para explotar y vaciar toda la rica bonanza que
experimentó nuestra república. Repitiendo el mismo pretexto cien veces
consiguieron convencer y persuadir a las masas con el roñoso “amague” del
imperio, la CIA, los mismos de siempre, la derecha, la larga noche y más
argucias tramperas; tergiversando, mezclándose entre los supuestos de
izquierda de derecha, de centro, e hipnotizando así a sus incautos seguidores,
catapultándose su permanencia y eternización en el poder y sintiéndose
dueños del país, de ahí su frase repetitiva actual: “¡Que te están haciendo
patria mía!”, ahora que los compadres están peleándose los unos con los otros
en una verdadera mezcolanza que ya no se sabe quién es quién.
¿El Ecuador parece estar petrificado, es un mudo y paralizado testigo de
semejantes actos de los que deberían ser los representantes del pueblo?

“SI PODEMOS PRESERVAR NUESTRA REPUTACIÓN, SERÁ SUFICIENTE


RIQUEZA. EN QUIEN EL SENTIMIENTO DE LA VERGÜENZA HA MUERTO,
ES UN HOMBRE PERDIDO”

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