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IPN

(INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL)

ESIA
(ESCUELA SUPERIOR DE INGENIERIA Y ARQUITECTURA)

UNIDAD ZACATENCO

Φ INGENIERIA CIVIL Φ

PROYECTO: CUENCA HIDROLOGICA

PROFESOR:
FLORES VELAZQUEZ FELIX

EQUIPO No. 2 :
BRAVO NIÑO JONATAN
GASGA ACEVEDO NORBERTO
GUTIERREZ MEJORADA NOE
HERNANDEZ MALAGON EDUARDO
GRUPO: V-655 SALON: 237 FECHA : 11 / 06 / 03
INDICE DEL TRABAJO

INTODUCCION

I .- DETERMINACIÓN DE LA CUENCA

II .- UBICACIÓN DE LA CUENCA POR REGIÓN Y ZONA HIDRÁULICA

III .- FISIOGRAFIA DE LA CUENCA

3.1 .- ORIENTACIÓN

3.2 .- TIPO (ENDORREICA Ò EXORREICA)

3.3 .- ÀREA Y PERÍMETRO

3.4 .- PENDIENTE DE LA CUENCA

3.4.A .- CRITERIO DE ALVOR

3.4.B .- METODO DE HORTON

3.4.C .- METODO DE NASH

3.5 .- ELEVACIÓN DE LA CUENCA

3.5.A .- GRAFICA DE AREAS-ELEVACIONES

3.6 .- REPRESENTACIÓN DE LA CUENCA

3.6.1 .- GENERAL

3.6.2 .- AREAS-ELEVACIONES

3.6.3 .- RECTÁNGULO EQUIVALENTE


IV .- CARACTERISTICAS DEL DRENAJE

4.1.- CLASIFICACION DE CORRIENTES

4.2- ORDEN DE CORRIENTES

4.3.- LONGITUD DE TRIBUTARIOS

4.4.- DENSIDAD DE CORIENTES

4.5.- DENSIDAD DE DRENAJE

4.6.- PENDIENTE DEL CAUSE PRINCIPAL

4.7.- SUELO Y VEGETACION

V .- ANALISIS HIDROLOGICO

5.1.- ESTACIONES

5.1.A.- REGISTROS

5.2.- ANALISIS DE PRECIPITACION Y ESCURRIMIENTOS

5.3.- INFILTRACION

5.4.- EVAPORACION

VI .- DETERMINACION DE AVENIDAS

6.1.- METODO DE ENVOLVENTES

6.2.- METODO RACIONAL AMERICANO

6.3.- METODO DE GREGORI ARNOLD

6.4.- METODO DE BURKIE – ZIEGLER

6.5.- METODO DE GUMBER

6.6.- METODO DE NASH

6.7.- METODO DE LEBEDIEV


I .- DETERMINACIÓN DE LA CUENCA

La determinación de la cuenca se lleva a cabo de la siguiente manera:

Se ubica el punto de salida (boquilla) sobre el escurrimiento en estudio, el cual es


alimentado a su vez por escurrimientos menores (provenientes de los puntos de mayor
altitud), estos escurrimientos serán resaltados con un color azul; terminado este paso
tendremos fijados todos los escurrimientos que nos permitirán delimitar la cuenca.

La delimitación de la cuenca se realizo con el trazo de una línea que encierra todos nuestros
escurrimientos antes resaltados con color azul, cuidando que pase siempre por los puntos de
mayor nivel topográfico (parteaguas), ésta línea será resaltada con color rojo.

NOTA: Ver carta topográfica anexa.


II .- UBICACIÓN DE LA CUENCA POR REGIÓN Y ZONA HIDRÁULICA

En la republica mexicana existen cuatro zonas hidráulicas y están comprendidas por 14


regiones hidrológicas.

Nuestra cuenca en estudio esta ubicada en la zona hidráulica “Golfo y Sureste” localizada
en la “Región V, Pacifico Sur-Istmo”.

Zona Golfo y Sureste:

Esta se localiza en la parte oriental de la republica mexicana; se extiende por la vertiente


del golfo de México de entre los parte aguas de las Sierras Madre Oriental, Sierra Madre de
Oaxaca y Sierra Madre de Chiapas y el litoral limitado a la planicie costera del golfo; por la
vertiente del océano pacifico, se ubica entre los parteaguas de la Sierra Madre del Sur, la
Sierra Madre de Oaxaca y el litoral; también comprende la península de Yucatán. Esta
limitada al norte por la cuenca del río Soto la Marina; al sur por el océano pacifico y al
sureste por Guatemala; al este por el golfo de México y el mar de las antillas y al oeste por
las zonas norte y centro. Tiene una extensión de 458,800 km 2 superficie que representa el
23% del territorio nacional.

NOTA: Ver mapas anexos (No. de mapas 1, 2 y 3)

MAPA No. 1 ZONAS HIDRAULICAS

MAPA No. 2 ZONA GOLFO Y SURESTE

MAPA No. 3 REGION V PASIFICO SUR - ISTMO


III .- FISIOGRAFÍA DE LA CUENCA

3.1 .- Orientación

De acuerdo a los datos obtenidos de nuestra carta topográfica de 1970, tenemos un ángulo
NA-M de 7º 15´. Se considerará un incremento ó variación magnética anual de 5´.

NOTA: Ver datos en la carta topográfica anexa

Por lo anterior tenemos:

Año actual: 2003; años transcurridos desde 1970 al año actual: 33 años

V. M. A. = 5´

Calculo:

(33 años) (5´ por año) = 165´

convirtiendo los 165´ a grados:

165´ / 60´ por grado = 2º 45´ 0´´

por lo tanto:

(7º 15´ en 1970 + 2º 45´ incremento total) = 10º 00´00´´

ANGULO NA-M DEL AÑO 2003 = 10º 00´ 00´´


3.2.- Tipo de cuenca

Desde el punto de vista de su salida, existen fundamentalmente dos tipos de cuenca:

Endorreica:
El punto de salida esta dentro de los limites de la cuenca y generalmente es un lago.

Exorreica:
El punto de salida se encuentra en los limites de la cuenca, y está es otra corriente ó es el
mar.

Por lo anterior concluimos que debido a las características que presenta nuestra cuenca, ésta
es una CUENCA EXORREICA.

NOTA: Ver figura No. 1


3.3 .- Área y perímetro

Área:
El área de drenaje de una cuenca (Ac) es el área limitada por el parteaguas y al medirla,
realmente se mide su proyección sobre un plano horizontal y expresando los resultados en
unidades de superficie.

Obtención del área de nuestra cuenca:


El área de la cuenca se obtuvo por medio del método que relaciona dos áreas y dos pesos,
los cuales se obtuvieron de la siguiente manera.

1.- Se trazo a escala la cuenca sobre una hoja de acetato.


2.- Se recorto dicha cuenca y se peso dicha figura.
3.- Se saco el área de otra hoja de acetato y se peso.

Datos obtenidos:

Peso de la cuenca = 2.1 gramos


Peso de la hoja de acetato = 3.4 gramos
Área de la hoja pesada = 889.3752 cm2

Usando una regla de tres:

889.3752 cm2 ---------------- 3.4 gramos


Ac cm2 ---------------- 2.1 gramos

Ac = (2.1 gramos * 889.3752 cm2) / 3.4 gramos = 549.3199 cm2

Ac = 549.3199 cm2

Según escala 1 : 50,000 tenemos:

1cm = 0.5 km
1cm2 = 0.25 km2

por lo tanto:

Ac = 549.3199 cm2 (0.25 km2) = 137.33 km2

Ac = 137.33 km2
Obtención del perímetro de la cuenca

1.- Se coloco un acetato sobre nuestra cuenca ya delimitada.


2.- Se le coloco por medio de pegamento un hilo metálico que siguiera la trayectoria de
nuestro perímetro existente, hasta cubrirlo detalladamente y por completo.
3.- Al finalizar lo anterior, se retiro el hilo metálico del acetato y se midió; obteniendo 99
cm de largo.

Si tenemos una escala de la carta topográfica de 1 : 50,000, cada centímetro es igual a 500
metros reales ó 0.5 Km.

Por lo anterior:

1 cm ----------- 0.5 km
99 cm --------- ? km

X = (0.5 km * 99 cm ) / 1 cm = 49.5 km

Perímetro de la cuenca = 49.5 km


3.4 .- Pendiente de la cuenca

La característica de la cuenca es que tiene gran influencia en los escurrimientos de la


corriente.

Existen varios métodos de cálculo, los cuales son:

3.4.A.- Método de ALVOR

Se basa en la pendiente existente entre las líneas intermedias entre las curvas de nivel que
es equivalente al desnivel entre dichas curvas, obteniendo la pendiente de la cuenca al sacar
el promedio pesado de cada faja en relación con su área de influencia.

S1 = (dL1) / a1

Donde:
S1 = pendiente de la faja
d1 = desnivel medio entre curvas
L1 = distancia mínima de curvas
a1 = área de la faja

y se simplifica así:

Sc = (dL) / Ac

Datos:
Ac = 137.33 km2
d = 0.025 km
L 1 = 2.5 km
L 2 = 0.05 km
L 3 = 0.05 km
L 4 = 0.05 km
L 5 = 0.75 km

Sustituyendo:

Sc = ( (0.025 km / 137.33 km2) ) (2.5 km + 0.05 km + 0.05 km + 0.05 km + 0.75 km)

Sc = 0.00062

NOTA: Ver plano No. 1 anexo


3.4.B .- método de HORTON

Este método consiste esencialmente en determinar la pendiente de la cuenca en dos


direcciones, para posteriormente determinar la pendiente general de la cuenca, tomando en
consideración la inclinación de las curvas de nivel.

El procedimiento es el siguiente:

Trazar una cuadricula sobre el plano del área de la cuenca, habiendo orientado
precisamente a esta, el número de cuadros dependerá del tamaño de la cuenca y del
criterio del que analiza.
Se enumeran las líneas de la cuadricula, ubicando el cero en la parte inferior
izquierda, para depuse medir la longitud de cada línea de la cuadricula que queda
comprendida dentro de la cuenca; igualmente se encuentran las intersecciones y
tangentes de cada línea con las curvas de nivel.
Se calcula la pendiente en dos direcciones ( Sx = (Nx) / (Lx) Sy = (Ny D)/ (Ly) ).
Conociendo los diferentes valores mencionados en el punto anterior, HORTON
considera que la pendiente media de la cuenca se puede calcular como:

Sc = (N * D * sec θ) / L

N = Nx * Ny
L = Lx * Ly
θ = Angulo que se forma con las curvas de nivel y las líneas de la cuadricula.

HORTON considera que resulta demasiado laborioso calcular la secante del ángulo
de cada intersección, por lo que recomienda utilizar como valor promedio 1.57.

Por lo tanto:

Sc = (1.57 * N * D) / L

Prácticamente se puede ignorar el término secante del ángulo y también resulta eficaz
utilizar el promedio aritmético ó geométrico de las pendientes Sx y Sy, como valor de la
pendiente de la cuenca.

Quedando entonces de la siguiente manera:

Sc = (Sx + Sy) / 2

NOTA: Ver plano y tablas de cálculo anexas


Plano No. 2
Tabla No. 1 intersecciones - longitudes
TABLA No. 1
INTERSECCIONES – LONGITUDES (METODO DE HORTON)

INTERSECCIÓN LONGITUD
No. DE LINEA
Nx Ny Lx (km) Ly (km)
1 4 2 3.15 3.200
2 16 7 12.10 6.250
3 17 12 17.40 10.00
4 7 4 16.80 8.000
5 2 4 13.40 11.50
6 4 14 11.90 8.150
7 2 7 4.600 8.500
8 0 11 0.000 10.70
9 0 4 0.000 5.400
∑ 52 65 79.35 71.70

Lx = 79.35 / 2 = 39.675 km

Ly = 71.7 / 2 = 35.85 km

Sx = (Nx * D) / Lx

Sx = (52 * 0.025) / 39.675 = 0.033

Sy = (Ny * D) / Ly

Sy = (65 * 0.025) / 35.85 = 0.045

Sc = (Sx + Sy) / 2

Sc = (0.033 + 0.045) / 2 = 0.039

Sc = 0.039 = 3.9%
3.4.C .- Método de NASH
Este procedimiento de calculo de la pendiente es análogo al empleado por HORTON, ya
que también requiere trazar una cuadricula sobre el plano topográfico de la cuenca, de
manera tal que se obtengan aproximadamente 100 intersecciones en cada una de las cuales
se mide la distancia mínima entre las curvas de nivel y la pendiente en ese punto se
considera como la relación entre la diferencia de nivel entre curvas y la mínima distancia
medida, la pendiente así obtenida es la correspondiente a cada intersección de la cuenca.

NOTA: Ver tabla No. 2

En este procedimiento de calculo de la pendiente se puede construir una grafica de


distribución de frecuencias de las pendientes medidas en cada punto y así conocer la
distribución total de la pendiente de la cuenca; la grafica conviene trazarla en papel
semilogaritmico, una vez que las pendientes calculadas son analizadas estadísticamente,
escogiendo un intervalo de clase conveniente y determinando la frecuencia en cada caso.

NOTA: Ver tabla No. 3, grafica No. 1 y plano No. 3

3.5 .- Elevación media de la cuenca


En ocasiones es necesario conocer la elevación media o la variación media en elevaciones
de una cuenca, para ello se puede seguir el siguiente procedimiento de calculo, que se basa
en la construcción de una cuadricula sobre el plano topográfico del área de la cuenca, que
tenga por lo menos 100 intersecciones dentro de la misma, a continuación se determina la
elevación de cada intersección, teniendo así los elementos para calcular la elevación media,
que en este caso corresponde a la media aritmética de las elevaciones conocidas, así
tenemos:

Hm = ( ∑ hi ) / n

Hi = Elevación en la intersección i
n = No. De intersecciones

NOTA: Ver plano No. 4 y Tabla No. 4

3.5.A .- Grafica de áreas – elevaciones


Mas frecuentemente se desea conocer la variación en elevación de una cuenca o el
porcentaje de área dominado por “ x ” elevación ya que la elevación media tiene uso y
valor cuando la variación en elevación del área de drenaje es mínima, de ahí la necesidad
de conocer los otros valores mencionados, para ello se requiere trazar la grafica de áreas –
elevaciones; que se obtiene dibujando los porcentajes de área arriba o debajo de las
diferentes elevaciones.

La curva áreas – elevaciones resultante se puede considerar como el perfil de la cuenca y


tiene utilidad al comparar cuencas de diferentes tamaños.

La elevación media de la cuenca puede calcularse también de la curva de áreas –


elevaciones, correspondiente al 50% del área.

NOTA: Ver plano No. 8, tabla No. 5 y grafica No. 2

TABLA No. 5
Porcentaje de áreas elevaciones

COTA O ELEVACIÓN % DE AREA % ACUMULADO


5 – 30 61.905 61.905
30 – 55 28.571 90.476
55 – 80 5.714 96.190
80 – 105 3.810 100.00

3.6.- Representación de la cuenca


3.6.1 .- General:

Dentro de lo que es el análisis y estudio de la cuenca se tiene que para su mejor


comprensión se tendrá que representar según su fisiografia que esta tenga, así la
representación general será la que indique el parteaguas, la topografía, la ideografía, las
poblaciones, vías de comunicación y toda la infraestructura con que cuente la zona,
indicando en cada caso los nombres respectivos de cada uno de ellos.

NOTA: Ver figura No. 2

3.6.2 .- Promedio de elevaciones


Esta es otra forma de representar a la cuenca según la forma del relieve topográfico, en una
cuenca es posible en función de las diferentes altitudes, representar las diferentes
superficies comprendidas entre las curvas de nivel.

En función de las curvas de nivel se puede obtener el porcentaje de áreas de la cuenca


cubierta.

NOTA: Ver plano No. 6, tabla No. 6 y grafica No. 3

Tabla No. 6
Distribución de altitudes

ELEVACIÓN PORCIENTO

105 PUNTO MAS ALTO


80 3.810
55 9.524
30 28.095
5 100.000

3.6.3 .- Rectángulo equivalente


Con el objeto de poder comparar fácilmente las cuencas entre ellas, desde el punto de vista
de sus características sobre el escurrimiento, es posible utilizar el concepto del rectángulo
equivalente, el cual es una transformación geométrica de la cuenca que integra la forma y
elevación de la misma. Este rectángulo equivalente se define como aquel que tiene la
misma superficie, igual coeficiente de Gravelius y la misma distribución de elevaciones que
la cuenca en estudio. Las curvas de nivel son ahora representadas por rectas paralelas al
lado menor del rectángulo, siendo uno de estos lados la representación de la salida de la
cuenca.

El coeficiente de compacidad de Gravelius (Kc); se determina comparando el perímetro de


la cuenca a la de un circulo que tuviera la misma superficie, esta relación es el coeficiente
de Gravelius.

NOTA: Ver tabla No. 7 y Fig. No. 3

Tabla No. 7 por ciento de áreas

COTA Ó % DE % AREA AREA


ELEVACIÓN AREA ACUMULADO km2 ACUMULADA
5 – 30 61.905 61.905 85.014 85.014
30 – 55 28.571 90.476 39.237 124.251
55 – 80 4.762 95.238 6.540 130.791
80 – 105 3.810 99.048 5.232 136.023
105 – 130 0.952 100.000 1.307 137.33

Perímetro = 49.50 km
Area = 137.33 km2
Kc = P / (2√πA) = 0.28 (49.50 / √137.33 ) = 1.182716131

L = ((Kc * √A) / 1.12) (1 + √1 - (1.12 / Kc)2) = 16.35125766 Km

l = ((Kc * √A) / 1.12) (1 - √1 – (1.12 / Kc)2) = 8.398742337 Km


IV .- CARACTERISTICAS DEL DRENAJE

Una característica importante de cualquier cuenca y que interviene enormemente en la


magnitud de los escurrimientos es la red de drenaje consiste en el numero y
trayectoria de los escurrimientos y su importancia radica en la eficiencia del
drenaje de la cuenca, además la forma del drenaje es indicador de las
condiciones del suelo de la superficie de la cuenca.

4.1.- Clasificación de corrientes

Todas las corrientes se clasifican en tres clases dependiendo del tipo de escurrimiento, el
cual involucra las características físicas y climáticas de la cuenca, así las corrientes pueden
ser:

EFIMERAS:
Una corriente es efímera porque solo conduce agua cuando llueve e inmediatamente
después, es decir solo capta escurrimiento superficial.

INTERMITENTE:
Una corriente se clasifica como intermitente debido a que lleva agua la mayor parte del
tiempo, pero principalmente en épocas de lluvias, su aportación cesa cuando el nivel
freático desciende por debajo del fondo del cause.

PERENNES:
Son corrientes perennes aquellas que contienen agua todo el tiempo, ya que en épocas de
estiaje es abastecida por aguas freáticas, ya que el nivel de estos permanece por arriba del
fondo del cause.

Dadas las definiciones anteriores concluimos que nuestra cuenca en estudio cabe dentro de
la definición de las corrientes efímeras ya que como se dijo en la definición en las
corrientes que tiene la cuenca estas solo conducen agua cuando llueve e inmediatamente
después.

Entonces tenemos que nuestra clasificación de corrientes es de clase efímeras.

NOTA: Ver carta topográfica anexa


4.2.- Orden de corrientes

A la cuenca en estudio le corresponde un orden de corriente 4.

NOTA: Ver plano No. 7 anexo


4.3.- Longitud de tributarios

La topografía de una cuenca define en si la longitud de los tributarios, ya que estos son
indicadores de la pendiente. Generalmente las áreas escarpadas y con buen
drenaje tienen numerosas corrientes pequeñas y efímeras por el contrario las
áreas planas con suelos profundos y permeables tienen corrientes largas,
generalmente perennes. La longitud de las corrientes se mide a lo largo del eje
de la cuenca.

NOTA: Ver tabla No. 8 y plano No. 8 anexos


Tabla No. 8 Orden y longitud

ORDEN Y LONGITUD
No.
1 2 3 4
1 0.0 km 0.0 km 0.0 km 1.1 km
2 0.65
3 1.7
4 3.25
5 2.35
6 1.3
7 1.25
8 0.15
9 0.35
10 0.75
11 1.9
12 2.6
13 4.5
14 1.5
15 2.3
16 1.45
17 2.4
18 2.55
19 1.7
20 1.1
21 1.2
22 1.55
23 2.3
24 1.85
25 2.25
26 1.45
27 2.4
28 1.1
29 1.65
30 0.95
31 1.6
32 1.6
33 1.95
34 4.25
35 2.75
36 2.1
37 1.2
38 2.4
39 2.6
40 2.5
41 2.45
42 0.60
43 0.75
4.4.- Densidad de corriente

Esta característica es indicador de la eficiencia del drenaje, pero debe manejarse con
criterio, debido a que puede ocurrir que se tengan dos cuencas diferentes con la misma
densidad de corrientes y estar drenadas en forma diferente, dependiendo de la longitud y
disposición de sus corrientes.

Dc = Nc / Ac

Nc = numero de corrientes
Ac = área de la cuenca

Dc = 43 / 137.33 = 0.31 = 31 %

Dc = 31 %

4.5.- Densidad de drenaje

Esta característica es mas real y confiable que la densidad de corrientes, ya que expresa la
longitud de las corrientes por unidad de área.

Dd = Lc / Ac

Lc = 87.65 km
Ac = 137.33 km2

Dd = 87.65 / 137.33 = 0.64 = 64 %

Dd = 64 %
4.6.- Pendiente del cause principal

NOTA: Ver plano No. 9 anexo


4.7.- Suelo y vegetación

Como sabemos, el suelo es la fina capa de material fértil que recubre la superficie de la
Tierra.

Desde el punto de vista científico el suelo constituye el objeto de estudio de la Edafología,


la cual lo define como "ente natural organizado e independiente, con unos constituyentes,
propiedades y génesis que son el resultado de la actuación de una serie de factores activos
(clima, organismos, relieve y tiempo) sobre un material pasivo (la roca madre)".

En este primer tema se va a tratar de la formación del suelo. Hablaremos de qué material
procede, de los factores que intervienen en su formación, de los procesos y
transformaciones que tienen lugar y del resultado final: el perfil del suelo.

CONCEPTO Y FORMACION

Formación

El suelo procede de la roca madre, la cual se altera por la acción de los factores ambientales
y en su formación se desarrollan una serie de procesos que transforman el material original
hasta darle una morfología y propiedades propias. La intensidad de los cambios que se
desarrollan en el paso de roca a suelo podemos intuirlos si comparamos la morfología de
una roca granítica y del suelo que a partir de ella se forma.
Los cambios se producen tanto a nivel de alteración de los granos de los minerales como en
lo referente a su organización (estructura).

La alteración del material original comienza por un cambio en la coloración, aparecen


coloraciones amarillas y pardas, muy tenues al principio y luego se van acentuando.

Además comienzan a desarrollarse pequeñas grietas muy estrechas y de paredes ajustables,


que progresivamente se van ensanchando y haciéndose menos regulares y de morfología
más compleja.

Después aparece el plasma (o masa basal) rellenando parcialmente los huecos, pero al
principio sin que se produzcan reorganizaciones, las movilizaciones o carecen de
importancia o son inexistentes en esta etapa.

A nivel de alteración mineral la transformación comienza afectando a los minerales mas


inestables (piroxenos, anfiboles y plagioclasas).

El material se vuelve deleznable, más o menos suelto, de aspecto pulverulento. Se produce


la desagregación de la roca, los cristales se separan unos de otros, pero conservando en gran
medida el volumen inicial y manteniendo en cierta medida, la organización primitiva de
roca. A este estadio de alteración se le llama saprolita.
En la fase final la transformación es tan intensa que el material adquiere una morfología
propia. Se forma el suelo. A nivel de organización los cambios conducen a la pérdida total
de la estructura de roca. Los minerales que en las etapas anteriores se habían fragmentado
pero que permanecían in situ, formando entidades individuales, ahora se han movilizado y
desplazado a distancias variables. Los minerales se reorganizan,se unen entre sí y a la
fracción orgánica y forman nuevos agregados estructurales. Las movilizaciones de
sustancias adquieren en esta fase un papel predominante.

Como resultado de la intensa alteración el plasma se vuelve muy abundante y llega a


constituir una especie de masa basal que engloba a los demás constituyentes. Por otra parte,
la porosidad aumenta espectacularmente, lo que conlleva un aumento de volumen
considerable.

A nivel de alteración se observa una transformación profunda de los minerales de la roca


madre. Se alteran ya los más resistentes, como los feldespatos potásicos (ortosa)y
permanece sólo el cuarzo que es muy inalterable (sólo se fragmenta). Se produce en esta
etapa final una importante formación de nuevos minerales edáficos (que no existían en la
roca madre) que se acumulan en la fracción arcilla .

En esta etapa los organismos se implantan en este medio, lo transforman e incorporan sus
residuos y sus propios cuerpos al morir. Estos restos orgánicos sufren unos profundos
cambios hacia otros compuestos más estables.

Los cambios que hemos mostrado en todas estas fotografías son muy espectaculares, al
tratarse de la edafización (formación del suelo) de una roca ígnea, como en el caso del
granito, y por tanto, con mineralogía, textura y microestructura muy diferentes de las que
presentan los suelos; sin embargo, si el material original es una roca sedimentaria, estos
cambios desarrollados durante los procesos edáficos serán menos espectaculares.
En resumen, en la secuencia de transformación de la roca a suelo se producen progresivos
incrementos de: fragmentación, porosidad, alteración mineral, material fino, materia
orgánica y de estructura edáfica.

Factores de formación

Bien, cabe ahora preguntarse qué factores serán los que condicionen los cambios en los
materiales originales hasta formar el suelo. Esta claro que la roca, con su aporte masivo de
minerales, será un factor importante en la formación del suelo. ¿Pero qué otros factores
influirán? Bueno, pues, el suelo se forma además de a partir de una roca también a partir de
unos restos vegetales y animales, por tanto, los organismos también constituyen un factor
importante Si se comparan los suelos de la regiones húmedas y los de las regiones áridas
salta a la vista el importante papel que juega el clima en la formación del suelo. Por otra
parte, si analizamos la distribución de los suelos en una zona montañosa, observaremos
como los suelos se encuentran escalonados. Por último, es evidente que los cambios que se
producen en el material para pasar de roca a suelo necesitan para desarrollarse que
transcurra un determinado tiempo y este tiempo representa el quinto y último factor en la
formación del suelo.

El suelo puede ser considerado como una determinada combinación de sus factores
formadores. Esta concepción del suelo fue expresada por primera vez por Jenny en 1940
según la siguiente ecuación:

S = f (cl, o, r, p, t).

representando "S" al suelo, "f" es una función , "cl" al clima, "o" a los organismos, "r" al
relieve, "p" a la roca madre y "t" al tiempo.

Esta ecuación es muy importante pues representa que para una determinada combinación de
los factores formadores sólo puede existir un tipo de suelo (la misma combinación de
factores originará siempre el mismo tipo de suelo independientemente del lugar geográfico
en que se encuentre). Igualmente importante es que la magnitud de cualquiera de las
propiedades del suelo, tales como pH, contenido en arcillas, porosidad, etc, está
determinada por la combinación de estos factores formadores.

Para evaluar la influencia de cada factor formador en las propiedades del suelo, basta en
teoría con mantener constantes todos los demás, (hecho que frecuentemente es difícil de
encontrar en la práctica). Así para ver la importancia del tiempo, la ecuación fundamental
quedaría así:
S= f(t) cl, o, r, p; siendo cl, o, r, p, = constantes.

lo que quiere decir que la variación de cualquier propiedad del suelo depende
exclusivamente del tiempo. Así, en el tiempo cero, suelo y material original se funden uno
en el otro. Variando el tiempo irán apareciendo una serie de tipos de suelos, cada vez mas
evolucionados, cuyas propiedades serán una consecuencia directa de la edad y
obtendríamos lo que se llama una CRONOSECUENCIA. Por otra parte, si aislamos el
factor roca madre (y mantenemos constantes a todos los demás) tendríamos una
LITOSECUENCIA. Aislando el factor relieve obtendríamos una TOPOSECUENCIA o
CATENA, si es el clima el único factor variable tenemos la CLIMOSECUENCIA y
finalmente la acción de los organismos vendría representada en una BIOSECUENCIA.

La roca como factor formador

La roca representa la fuente de los materiales sólidos. Generalmente, los minerales del
suelo proceden directamente o indirectamente de la roca madre. El influjo de las rocas en
los constituyentes y propiedades de los suelos es muy marcado para los suelos más jóvenes,
pero esta relación se va volviendo cada vez menos patente conforme va transcurriendo el
tiempo.

Son muchos los parámetros de la roca que inciden en la formación y evolución de los
suelos, pero de ellos podemos destacar claramente a tres.

Composición mineralógica. Aquellas rocas que contengan abundantes minerales


inestables evolucionarán fácil y rápidamente para formar suelos, mientras que aquellas
otras, como las arenas maduras, que sólo contienen minerales muy estables, como el
cuarzo, apenas si llegan a edafizarse aunque estén expuestas durante largo tiempo a la
meteorización.

Permeabilidad. Regula la penetración y circulación del aire y del agua, lo que va a


condicionar de un modo decisivo la fragmentación, alteración y translocación de los
materiales.

Granulometría. De los dos apartados anteriores se desprende el importante papel que el


tamaño de las partículas de los constituyentes de la roca va a representar para la edafización
de estos materiales.

Los materiales de granulometría grosera, los arenosos, van a presentar una gran estabilidad
frente a la alteración. Cuanto mayor sea el tamaño del grano menos representará la
superficie frente al volumen total del grano y por tanto menos superficie de ataque
presentarán a la agresión del medio.

Por otro lado la granulometría gruesa da lugar a materiales muy porosos, con poros lo
suficientemente grandes como para la rápida circulación del agua (al ser grandes los granos
dejan al empaquetarse huecos de tamaño también grande).
Los materiales arcillosos ofrecen unos comportamientos opuestos, mientras que los
materiales de granulometrías equilibradas dan resultados intermedios.

El clima como factor formador

La decisiva acción del clima en la formación del suelo se desprende al considerar que el
clima va a regular el aporte de agua al suelo, así como su temperatura. Como se muestra en
la figura, ambos factores (humedad y temperatura) ejercen una influencia decisiva en los
tres procesos básicos de formación de los suelos.

Por otra parte el clima también influye directamente en otros factores formadores, como es
el factor biótico y el relieve.

La disponibilidad y el flujo de agua regulan la velocidad de desarrollo de la mayoría de los


procesos edáficos. Es por ello que la intensidad de percolación (infiltración) se considera un
factor decisivo en la formación del suelo (condicionada por factores climáticos, cantidad y
distribución anual de las precipitaciones, y algunos parámetros edáficos, como la
permeabilidad). La intensidad de percolación nos va a indicar si en un suelo se produce
suficiente exceso de agua como para producir el lavado y la translocación de materiales o si
por el contrario el agua queda retenida sin que apenas se desplace hacia los horizontes
profundos. La intensidad de la alteración, la clase de procesos que se presentan, el tipo de
horizontes que se formen y el espesor del suelo van a ser muy diferentes según que los
suelos sean percolantes (abundante infiltración de agua) o subpercolantes.

Acción del clima sobre los constituyentes

La cantidad de arcilla presente en un suelo aumenta con las precipitaciones y con la


temperatura (ambos favorecen la alteración).

Pero también existe una relación entre el tipo de minerales presentes en esta fracción y las
precipitaciones.
Igualmente se encuentra una marcada relación entre los elementos climáticos con el
contenido en materia orgánica y su grado de evolución. En líneas generales, al aumentar la
precipitación aumenta los porcentajes de materia orgánica (aumenta el desarrollo de la
cobertura vegetal y, por tanto, sus aportes), mientras que al aumentar la temperatura
disminuye el contenido de materia orgánica (prevalece la destrucción frente al aporte).

Influencia del clima en las propiedades del suelo

Las acciones del clima también quedan reflejadas en muchas de las propiedades del suelo.
La capacidad de cambio (cantidad de iones adsorbidos en las superficies de los materiales
del suelo) aumenta proporcionalmente a las precipitaciones, e incluso los iones fijados en
las posiciones de cambio también muestran una dependencia.
Por otra parte al aumentar las precipitaciones se producirá una progresiva acidificación, la
cual irá acompañada de la correspondiente desaturación del complejo de cambio (los
hidrogeniones van sustituyendo al Ca, Mg, Na y K).

Climosecuencias

La dependencia climática del suelo queda espectacularmente registrada en la clásica


climosecuencia de Strakhov para los suelos de Rusia.

El relieve como factor formador

Los procesos edáficos repercuten en el relieve y viceversa.

Desde el punto de vista edáfico los elementos del relieve más importantes son la inclinación
y longitud de las laderas, la posición fisiográfica y la orientación.

Acciones del relieve

El relieve ejerce tres acciones fundamentales para la evolución del suelo.

Transporte

Por la acción de la gravedad, en el relieve se produce el transporte de todo tipo de


materiales que se trasladan pendiente abajo. Dependiendo de su posición en el paisaje, el
suelo se ve sometido a la acción de erosión o por el contrario puede predominar la
acumulación.

En las zonas altas, sobre todo en las áreas en que se presentan fuertes inclinaciones, el suelo
está sometido a una intensa erosión, por lo que la posición se considera residual y estará
conformada por suelos esqueléticos.
A media ladera los suelos están sometidos a un continuo transporte de materiales sólidos y
soluciones, por lo que suelen presentar pequeños o moderados espesores y en ellos son muy
abundantes los cantos angulosos, tan representativos de los suelos coluviales.

En la ruptura de las pendientes se produce la deposición de los materiales arrastrados


(compuestos solubles y partículas sólidas) por lo que en las posiciones de pie de ladera se
forman suelos acumulativos que continuamente se están sobreengrosando, formándose
suelos muy espesos y de texturas (granulometrías) muy finas.

En definiva en un relieve colinado existen básicamente tres posiciones con comportamiento


muy diferente: relieve residual (o erosional), relieve transporsicional y relieve deposicional.

Características hídricas

El relieve también influye en la cantidad de agua que accede y pasa a través del suelo.

En relieves convexos el agua de precipitación circula por la superficie hacia las zonas más
bajas del relieve y se crea un área de aridez local, mientras que lo contrario ocurre para las
formas con relieve cóncavo.

También el drenaje del suelo se verá influenciado por el relieve, ya que este influye
decisivamente en la textura, que a su vez condicionará en gran parte la permeabilidad. En
las áreas altas tendremos un drenaje vertical rápido, que pasará a oblicuo en las laderas y
quedará muy impedido en las depresiones.

Por otra parte la posibilidad de aporte de agua a través de niveles freáticos también estará
condicionada a la posición del suelo en el relieve.

Microclima

El relieve también modifica las características del clima edáfico, al influir en la temperatura
y en la humedad en función de la inclinación (influirá en la intensidad calorífica de las
radiaciones recibidas), orientación (que regulará el tiempo de incidencia de las radiaciones
solares) y altitud (que influirá en los elementos climáticos generales).

Como consecuencia de todo ello también afectará al desarrollo de la vegetación y de la


actividad microbiana.

Relaciones entre el relieve y las propiedades y constituyentes del suelo

Las importantes acciones descritas en el apartado anterior se materializan en una clara


dependencia de los constituyentes y propiedades del suelo con el relieve. Estas
dependencias se definen como topofunciones y algunas de ellas las representamos de una
manera esquemática en la.

El relieve y la evolución del suelo: catenas o toposecuencias

Lógicamente también existe una dependencia entre el grado de evolución del suelo y su
posición en el paisaje. Esta relación entre los suelos y el relieve se llama catenas de suelos o
toposecuencias.

La catena representa el escalonamiento regular de suelos dando una sucesión cuyo grado de
desarrollo varía de forma continua con la pendiente y mostrando niveles de igual desarrollo
para suelos situados en la misma posición topográfica (con iguales inclinaciones y cotas
topográficas).
Los organismos como factor formador

Acciones de los organismos

Básicamente los organismos ejercen tres acciones fundamentales:

Constituyen las fuente de material original para la fracción orgánica del suelo. Restos
vegetales y animales que al morir se incorporan al suelo y sufren profundas
transformaciones.

Ejercen importantes acciones de alteración de los materiales edáficos. Los organismos


transforman los constituyentes del suelo al extraer los nutrientes imprescindibles para su
ciclo vital. El papel de los microorganismos en la transformación de la materia orgánica es
tan importante como para que la humificación apenas se desarrolle en su ausencia.

Producen una intensa mezcla de los materiales del suelo como resultado de su actividad
biológica.

Efectos sobre los constituyentes y propiedades

El tipo y abundancia de la materia orgánica del suelo está directamente relacionada con
los organismos del mismo.

Favorecen el desarrollo y estabilidad de la estructura (como consecuencia directa de su


circulación a través del suelo y también al excretar residuos de intenso poder agregante).

Aumentan la porosidad del suelo.

Favorecen el drenaje.

Influyen en el microclima (la vegetación produce sombra y disminuye la evaporación ,


aunque también consumen gran parte del agua del suelo).

Protegen al suelo de la erosión. Por efecto mecánico (la cobertura vegetal, así como los
restos acumulados sobre la superficie, protege a éste de los impactos de las gotas de lluvia)
o por el poder de agregación que unen a las distintas partículas del suelo y así quedan
fuertemente retenidas.

El tiempo como factor formador

Como hemos visto el suelo, se origina por una serie de procesos y cada uno de ellos se
desarrolla con muy diferente velocidad. Como consecuencia las propiedades del suelo, que
son el resultado de la actuación de los procesos, se manifestaran también de un modo
desigual.

Velocidad de formación del suelo

La velocidad de formación de un suelo es extraordinariamente lenta y depende del tipo de


factores formadores de cada suelo. Así los suelos se desarrollaran mas fácilmente sobre
materiales originales sueltos e inestables que a partir de rocas duras y constituidas por
minerales estables. También es lógico esperar una mas rápida formación en los climas
húmedos y cálidos que en climas secos y fríos. Por ello la velocidad de formación del suelo
es muy variable, en la bibliografía se pueden encontrar valores desde 1mm/año hasta
0,001mm/año. Es de resaltar como la velocidad de formación del suelo decrece
drásticamente con la edad, ya que en un principio el material edáfico evoluciona hacia la
formación de un horizonte A (de alteración de materia orgánica), que es de rápida
formación, y una vez formado este horizonte el suelo se desarrolla originando horizontes B
(de alteración mineral), de mucha más lenta formación.

Cronosecuencias de suelos
La antigüedad de un suelo puede valorarse de manera indirecta por la edad de la superficie
geomorfológica sobre la que se desarrolla. Las superficies pueden estar datadas por
métodos geológicos pero también se puede evaluar que superficie es más antigua que otra
dada en base a criterios de campo.

En los estudios de suelos es interesante valorar su antigüedad relativa (mejor aún es


calcular la edad absoluta pero esta datación es muy difícil de realizar). Los suelos se
ordenan en una secuencia de edad creciente y se analiza como han ido cambiando con el
tiempo su tipología y sus propiedades.

De todos los tipos de cronosecuencias, son sin duda las desarrolladas en terrazas fluviales
las más universalmente investigadas. Desde el punto de vista edáfico la propiedad más
interesante de las terrazas fluviales es que, en condiciones normales, presentan una clara
correlación entre la cota de la terraza y su edad, de manera que la terraza más alta es la más
antigua y al descender son cada vez más jóvenes, hasta llegar a la terraza inmediatamente
próxima al cauce, que será la de formación más reciente. La diferente evolución de cada
suelo, así como el grado de desarrollo de sus propiedades está regulado exclusivamente por
el factor tiempo.

La evolución de una propiedad concreta (o de un constituyente del suelo) en función de la


edad se le llama cronofunción. Es decir como va variando la propiedad considerada al ir
aumentando progresivamente la edad del suelo. La forma mejor para evaluarla es
representarla en un diagrama de dispersión (propiedad frente a edad) y calcular la ecuación
de regresión y valorar su grado de ajuste con el correspondiente coeficiente de correlación
(como la grafica mostrada en el apartado anterior).

Suelo climax o estado estacionario

En la siguiente figura 13 idealizamos el comportamiento de como se van manifestando una


serie de propiedades en función del tiempo.
Unas propiedades van aumentando su grado de desarrollo (lineas A, C y D de la figura)
mientras que otras tienen un comportamiento inverso (B), pero todas ellas llegan a alcanzar
un estadío a partir del cual no experimentan variaciones con el tiempo (las curvas se
vuelven paralelas al eje horizontal, lineas A', B', C' y D'), alcanzando cada una este estado
de equilibrio a una edad diferente (edad 1, 2, 3 y 4). Cuando todas las propiedades se
encuentran en esta situación se dice que el suelo está en estado climax o estado estacionario
(punto D´; tiempo 4). El tiempo necesario para alcanzar esta etapa de madurez varía con
cada tipo de suelo, según los procesos que en su formación hayan tenido lugar .

Algunos autores cuestionan esta teoría del estado estacionario y creen que el suelo siempre
esta evolucionando. De cualquier forma parece claro que en sus etapas finales el suelo
evoluciona tan lentamente que podemos considerar sus cambios como poco significativos.

Unas propiedades alcanzan rápidamente su equilibrio, en sólo algunos cientos de años (por
ejemplo, contenido en materia orgánica y lavado de los carbonatos), mientras que otras son
de desarrollo mucho más lento, requiriendo del orden de muchas decenas de miles de años
(por ejemplo, la translocación de arcilla). En consecuencia los distintos horizontes que
componen los suelos necesitan de tiempos muy distintos para su formación (como se
muestra en la siguiente figura el horizonte A es el de más rápida formación, mientras que el
horizonte óxico necesita de hasta un millón de años para manifestarse totalmente).

Para aquellos suelos que se forman en menos de alguna decenas de miles de años se habla
de ciclo corto, mientras que los que requieren de muchas decenas de miles hasta cientos de
miles de años se habla de ciclo largo.

Procesos de formación

En los apartados anteriores se describe cómo la roca se transforma en suelo por la acción
del clima, de los organismos, del relieve, y del tiempo, y hemos analizado también,
brevemente, los cambios producidos en la secuencia roca-suelo. Analizaremos ahora los
procesos que se desarrollan durante esta transformación y muy especialmente nos
dedicaremos a poner de manifiesto las pruebas que la actuación de estos procesos dejan en
el perfil del suelo.

Esquema general

En la formación del suelo intervienen un conjunto de procesos muy heterogéneos y en


ocasiones no totalmente esclarecidos. Esta complejidad se desprende si nos fijamos en la
posición del suelo en la Naturaleza. Efectivamente, como esquematizamos en la siguiente
figura 1, el suelo está sometido a las leyes de la litosfera, hidrosfera, biosfera y atmósfera.
La formación del suelo tiene lugar como consecuencia de la actuación de los cinco factores
formadores, ya descritos, y en ella desde el punto de vista didáctico se pueden distinguir
dos etapas: la etapa inicial que representa la diferenciación de los constituyentes del suelo y
una etapa final en la que los constituyentes se reorganizan y evolucionan para formar el
suelo.

La etapa inicial comienza, lógicamente, con la fragmentación de las rocas originales y


también de los restos de los organismos que poco a poco han ido colonizando el material.
La desagregación del material facilitará la circulación del aire y del agua, y también
favorecerá la actividad biótica, todo lo cual conducirá a la subsiguiente alteración química
del material.

Los minerales de las rocas originales, dependiendo de la estabilidad, se alteran en mayor o


menor medida, apareciendo en el suelo más o menos transformados. Los iones liberados en
la alteración mineral pasarán a la solución del suelo formando geles o se recombinarán para
dar lugar a nuevos minerales.

Por otra parte, los vegetales y animales sufren al morir unas intensas transformaciones
químicas, desarrollándose un nuevo material orgánico que evoluciona para alcanzar un
equilibrio en las condiciones edáficas, llamado humus. Durante estos procesos de
transformación del material orgánico se desprenderán compuestos sencillos que irán a
engrosar la solución del suelo y también se pueden desprender como consecuencia de estas
reacciones determinados gases, además de agua, pero el agua y los gases del suelo proceden
fundamentalmente de la atmósfera.

Etapa final. Todos los constituyentes formados o liberados en la etapa inicial (minerales,
humus, geles, gases, agua y soluciones) sufren una serie de procesos de mezcla y
diferenciaciones que si evolucionan in situ conducen a la formación del suelo, mientras que
si son arrastrados a otros lugares, dan lugar a los sedimentos (los cuales pueden edafizarse
posteriormente para dar suelos).

Procesos básicos
Desde un punto de vista global en el esquema anterior de la formación del suelo se pueden
definir tres acciones generales:

aporte, alteración y pérdidas del material geológico.

aporte, alteración y pérdidas del material biológico.

reorganización de ambos materiales por mezcla, agregación, translocación y


diferenciación.

Es decir, que los complejos procesos de transformación de un suelo se reducen a: adiciones,


transformaciones, transferencias y pérdidas de materiales. Los cuales básicamente se
reducen a sólo tres procesos: meteorización física, alteración química y translocación de
sustancias. Estos procesos afectan tanto a la fase mineral como a la fase orgánica del suelo
y constituyen lo que tradicionalmente se denomina como los procesos básicos o generales
en la formación del suelo ya que actuan siempre en la formación de todos los suelos.

Fragmentación

La actuación del proceso de fragmentación o desagregación física del material original se


puede poner de manifiesto directamente en el perfil del suelo, simplemente observando
como en la base de los perfiles se presentan las rocas fragmentadas en numerosos bloques
de diverso tamaño.

También se demuestra claramente la actuación de este proceso observando el suelo en el


microscopio, los fragmentos de rocas se encuentran en el suelo, como ya hemos visto,
intensamente fracturados.

Esta fragmentación se origina por numerosas causas:


Insolación. Las radiaciones solares calientan de un modo desigual a las rocas, y el
material soporta intensas presiones debidas a la dilatación diferencial. Cada capa soporta
una temperatura diferente (la superficie se calienta más que las capas interiores y además se
enfría más rápidamente con los cambios nocturnos),

además cada mineral se calienta de distinta manera (dependiendo de su coeficiente de


absorción; por ejemplo los minerales oscuros se calentaran en mayor medida que los de
colores claros) y se dilata de manera diferente (en función de la temperatura alcanzada y de
su coeficiente de dilatación). Todo ello crea fuertes presiones diferenciales.

Congelación. El agua penetra en los poros y al congelarse aumenta de volumen y


fragmenta a las rocas encajantes.

Efecto de descarga. Las rocas se han formado normalmente bajo intensa presión, el
material se encuentra comprimido y cuando afloran a la superficie, al perderse la presión, el
material expande y se fractura.
Dilatación/contracción. Los cambios de humedad producen cambios de volumen que
fracturan las rocas.

Cristalización. A partir de la solución del suelo se forman cristales en los poros de las
rocas y al aumentar de volumen presionan las paredes llegando a romper las rocas.

Acción biótica. Las raíces de las plantas invaden las grietas de las rocas y al crecer
llegan a fracturar al material encajante.

Alteración química

En contacto con el aire, y sobre todo con el agua, los minerales de las rocas se alteran. Por
otra parte, los organismos atacan a los minerales para extraer elementos nutrientes (K, Ca,
Mg...) y transforman a los minerales. La alteración química del material original, se
encuentra ampliamente desarrollada en los suelos y se puede poner de manifiesto
simplemente comparando la mineralogía inicial de la roca frente a la mineralogía del suelo
que se forma a partir de ella.

cuarzo ortosa albita biotita moscovita piroxeno ilita caolinita


Hor. A 62% 14% 3% 1% 5% 0% 10% 5%
Suelo
Hor. B 55% 18% 6% 5% 6% 1% 6% 3%
Hor.C 52% 20% 8% 10% 7% 3% 0% 0%

Roca Hor. R 48% 22% 8% 12% 7% 3% 0% 0%

También se puede evaluar el grado y el tipo de alteración sin más que hacer un estudio de
cualquier muestra de suelo en el microscopio petrográfico.
Los principales procesos de alteración química son:

Solución. Afecta sólo a aquellos compuestos que son directamente solubles en agua.

NaCl + H2O <==> Cl- + Na+ + H2O

halita

Hidratación. Las moléculas de agua son atraídas por los desequilibrios eléctricos
quedando fijadas en los constituyentes edáficos.

CaSO4 + 2H2O <==> CaSO4.2H2O

anhidrita yeso

Hidrólisis. Reacción química de los H+ y OH- del agua que se intercambian con los
cationes y aniones de los minerales llegando en los casos extremos a destruir por completo
a los minerales.

CaAl2Si2O8 + 8H+ <==> Ca++ + 2Al3+ + 2H4SiO4

feldespato (anortita) ac. metasilíco

Oxidación/reducción. Alteración química de los materiales del suelo por pérdida o


ganancia de electrones de sus iones constituyentes. Normalmente los minerales se oxidan
en el suelo (se han formado en los materiales geológicos originales en un medio pobre de
oxígeno por lo que presentan sus iones en forma reducida y al contacto con el oxígeno del
aire del suelo se oxidan). No obstante en los suelos permanentemente saturados en agua la
tendencia, por el contrario, es de reducción.

Fe(OH)3 + 3H+ e- <==> Fe++ + 3H2O

Lo que acabamos de exponer se refiere fundamentalmente a la fracción mineral, pero el


material orgánico también sufre una intensa transformación.

En el caso concreto de la materia orgánica la alteración puede conducir al desarrollo de dos


procesos distintos: humificación y mineralización. Ambas inicialmente tienen una misma
vía de actuación, la transformación de los restos vegetales y animales al morir, pero
desembocan en dos resultados completamente distintos. La humificación engloba a una
serie de procesos de alteración entre productos orgánicos, es decir que siempre se conserva
la estructura orgánica. Por tanto la humificación conserva el material orgánico en el suelo,
forma el humus. Por el contrario la mineralización conduce a la destrucción total de los
restos orgánicos descomponiéndolos en sus productos inorgánicos sencillos (H2O, CO2,
NH3...) eliminándose (realmente mineralizándose) gran parte de la materia orgánica del
suelo.

Translocación

Además de estos dos procesos de desagregación física y alteración química hay un tercer
proceso que ejerce una importantísima acción en la formación del suelo y es la
translocación de sustancias, que por un lado mezcla y agrega los materiales edáficos y por
otro lado, los separa y los concentra. Todas estas acciones se realizan bien por los
organismos del suelo, muy especialmente por los que excavan galerías, como las lombrices
y las hormigas o por simple efecto mecánico, muy frecuentemente por la acción del agua
que transporta los materiales, a veces en suspensión a veces en disolución. Este arrastre por
la acción del agua ejerce efectos muy importantes en el suelo y puede eliminar a las
sustancias transportadas fuera del perfil o acumularlas a una determinada profundidad.

La translocación de sustancias también se puede demostrar fácilmente viendo por ejemplo


sustancias que tapizan las paredes de los poros e incluso rellenando completamente las
grietas del suelo o simplemente observando el material que rellena las galerías de la fauna o
también por los montoncitos acumulados en las entradas de los hormigueros y toperas.

Es decir que el proceso de translocación de materiales en el suelo es muy complejo


afectando a muy distintas sustancias (minerales, materia orgánica y complejos organo
minerales, ya sean como soluciones o suspensiones) y por muy diferentes causas (gravedad,
capilaridad, evaporación, actividad biótica, o como consecuencia del hinchamiento y
contracción de la masa del suelo).

Procesos específicos

En el apartado anterior acabamos de ver como la formación del suelo es la consecuencia del
desarrollo de tres procesos básicos. Ahora bien, dependiendo de como se combinen en su
actuación, es decir, dependiendo de la intensidad con que se desarrolle cada uno de ellos y
del tipo de materiales a los que afecte preferentemente se definen determinados procesos de
formación. Al actuar estos procesos específicos conducen siempre o a la formación de un
tipo concreto de suelo (por ejemplo los podzoles son la consecuencia directa del proceso
específico de podzolización) o bien confieren a distintos tipos de suelos una característica
común a todos ellos (por ejemplo el proceso específico de iluviación de arcilla confiere a
tipos muy diferentes de suelos un horizonte Bt, u horizonte árgico).

A continuación revisaremos muy brevemente estos procesos efafogenéticos específicos y


mostraremos las pruebas concretas que tenemos para demostrar que estos procesos se han
desarrollado realmente en tipos concretos de suelos.

Procesos específicos de alteración

Empezaremos por los procesos en los que predomina la alteración y dejaremos para
después a aquellos en los que predomina la translocación de sustancias (la fragmentación
actúa siempre y, por si misma, no define ningún proceso específico concreto).

Melanización

Es el proceso responsable de la coloración oscura, más o menos negra, que adquieren los
horizontes A de los suelos. Es el resultado de la impregnación de los restos orgánico en la
masa del suelo.

Empardecimiento

Representa la coloración parda que aparece en el suelo como consecuencia de la alteración


de los minerales primitivos que liberan importantes cantidades de hierro. Se forman
hidróxidos férricos más o menos hidratados y parcialmente cristalinos. Estos geles se unen
a las arcillas (directamente o a través del humus) formando unos compuestos (a veces
complejos organominerales) de color pardo. Es el proceso característico de las regiones
templadas húmedas, y se pone claramente de manifiesto en el paisaje de estas regiones.
Rubefacción

La rubefacción es otro proceso que también queda patente en la coloración del perfil.

Es un proceso ampliamente representado en las regiones de climas cálidos y templados, con


un período de larga e intensa sequía. En estas condiciones los compuestos de hierro
producidos como consecuencia de la alteración mineral, sufren una deshidratación total,
cristalizando en forma de óxidos, tipo hematites. Como sabemos, la hematites presenta un
color rojo vivo, que impregna el perfil, apareciendo la coloración típica de este proceso. Es
pues, totalmente imprescindible para que se desarrolle este proceso, la existencia de una
estación lo suficientemente seca como para producir la deshidratación de los compuestos de
hierro.

Fersialitización

Es el proceso de formación de silicatos de la arcilla (compuestos de hierro, sílice y


aluminio, de ahí el nombre de este proceso). Si recordamos el cambio de una roca a suelo,
observaremos como ese cambio conlleva una disminución del tamaño de las partículas
constituyentes. Esto se puede poner claramente de manifiesto en el análisis mecánico de un
suelo suficientemente evolucionado. Muy frecuentemente el suelo contiene una mayor
cantidad de arcilla que la roca. Si analizamos la mineralogía de esta arcilla y observamos la
presencia progresiva de minerales que no existen en la roca madre y que van siendo más
abundantes conforme los horizontes van siendo más evolucionados, podremos demostrar el
desarrollo de este proceso de fersialitización tan frecuente en muchos suelos.
Ferralitización

En cuanto a la ferralitización es un proceso de alteración máxima. Se desarrolla únicamente


en climas tropicales, con fuertes precipitaciones, con un drenaje intenso, con una casi
constante percolación de agua. En estas condiciones se produce una intensa alteración de
los minerales ya que se encuentran sometidos a la constante acción hidrolítica de un agua
de lluvia constantemente renovada y por tanto, permanentemente agresiva, sin que llegue a
saturarse en ningún momento con los iones liberados de los minerales (lo que disminuirían
su poder hidrolítico, caso que ocurriría si el medio no fuese tan permeable).

Se caracteriza pues este proceso por una alteración extrema de los minerales, con un
profundo lavado de alcalinos y alcalinotérreos, llegandose a producir hasta importantes
perdidas del silicio, aunque la eliminación de sílice del perfil no llega a ser nunca completa
(ya que el silicio es poco soluble y bajo la forma de mineral de cuarzo es muy estable). En
definitiva, se produce un enriquecimiento de solo los compuestos muy estables,
fundamentalmente óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio (hematites, goethita y gibsita),
de cuarzo y también de los filosilicatos de la arcilla más estables, como son aquellos con
una razón Si/Al baja, como es el caso de la caolinita.

Procesos específicos (continuación)

Gleyzación y Pseudogleyzación

La formación de ambos procesos está condicionada a la existencia de capas de agua que de


manera más o menos permanente saturan el suelo provocando una extensa hidromorfía.
El agua al desplazarse lentamente por el suelo, se irá empobreciendo en oxígeno a la vez
que se irá acidificando por efecto de la materia orgánica, con lo que también el ambiente se
irá volviendo reductor, lo que repercutirá en el suelo, fundamentalmente en relación a los
compuestos de hierro y de manganeso, ya que sus comportamientos edafoquímicos van a
ser muy diferente dependiendo del potencial redox existente.

El Fe el elemento químico que mejor refleja las condiciones de hidromorfía de los suelos.
En condiciones reductoras, se moviliza el Fe++, que es bastante móvil, sufriendo una
redistribución por el perfil (pues las malas condiciones de drenaje impiden su total
eliminación), acumulándose compuestos ferrosos, dándole al suelo su color gris-verdoso-
azulado característico.

Si las condiciones de saturación se mantienen constantes a lo largo del año, las condiciones
reductoras predominan, el Fe se encuentra formando compuestos ferrosos, el perfil es de
color gris verde azulado y se desarrolla la gleyzación.

Vistos estos suelos al microscopio la masa basal aparece muy decolorada.

Cuando el suelo atraviesa fases de desecación estacionales más o menos largas (por
alternancia climática con fluctuación de la capa freática, por ejemplo), se origina una
alternancia de condiciones oxidantes y reductoras, apareciendo abundantes manchas rojizas
debidas a los compuestos férricos, junto a otras zonas verdosas y grises, apareciendo un
horizonte abigarrado, y en este caso se habla de un proceso de pseudogleyzación (o sea, de
gleyzación parcial).

En muchas ocasiones, cuando el suelo no es tan impermeable, durante las fases reductoras,
el Fe++ se moviliza y llega a ser eliminado del perfil quedando amplias zonas decoloradas,
de colores grises más o menos claros, entre otras manchas rojizas. Estas coloraciones grises
son debidas a la migración local del Fe++ y en las áreas rojizas el hierro se oxida y se
acumula como Fe+++, representando a zonas localmente más oxidantes.

El manganeso también se ve afectado por los cambios de humedad. Se reduce (pasando a la


solución del suelo) mucho mas fácilmente que el hierro y para oxidarse (inmovilizandose)
requiere unas condiciones oxidantes más fuertes que las que necesita el Fe. Es por tanto
mucho más móvil. Tiende a eliminarse del suelo y cuando se acumula lo hace formando
nódulos y películas (llamadas cutanes o revestimientos) de color negro.

En definitiva, como acabamos de ver, parece existir una clara relación entre las condiciones
hídricas de un perfil y sus rasgos morfológicos. Este hecho es muy importante ya que para
reconocer la presencia de un exceso de agua en un suelo tendríamos que desarrollar
complicadas y laboriosas medidas en el campo acerca de la profundidad y oscilaciones del
nivel freático, del agua retenida, de su contenido en oxígeno disuelto, del potencial redox y
de la temperatura edáfica, a lo largo del año y durante muchos años. Pero afortunadamente
gran parte de todas estas condiciones las podemos deducir de un modo directo e instantáneo
por la simple observación de los rasgos morfológicos y micromorfológicos del suelo. Por
ello, el moteado de los horizontes se ha utilizado universalmente como signo de
hidromorfía, si bien hemos de aclarar que a veces no se cumple totalmente la relación causa
a efecto (es decir, exceso de agua a rasgos hidromorfos) por la existencia de determinadas
condiciones, unas que impiden la reducción, como es el exceso de oxígeno disuelto en el
agua o la ausencia de materia orgánica, y otras que dificultan la necesaria actividad
microbiana, como sería una temperatura muy baja, o un pH excesivamente ácido.

Procesos específicos de translocación

Finalmente,vamos a considerar aquellos procesos en los que la translocación de sustancias


tiene un efecto primordial en la formación del suelo. En general, la translocación se realiza
por al acción del agua que se desplaza a través del suelo. Normalmente, el movimiento es
vertical descendente, pero en relieves montañosos el desplazamiento lateral u oblicuo
adquiere una extraordinaria importancia. Por otra parte, en los ambientes más o menos
áridos los movimientos verticales ascendentes toman particular interés.

En general, es válido suponer que el agua de precipitación se desplaza desde al superficie, a


través de los poros del suelo, a horizontes cada vez más profundos debido a la acción de la
gravedad.

En este desplazamiento el agua arrastra diversos materiales, preferentemente los más


móviles, con lo cual se producen importantes pérdidas de materiales en los horizontes
superiores, que pueden ser o no acumulados en los horizontes inferiores.
Por tanto, en los procesos de translocación se distinguen dos fases distintos: una inicial de
movilización, transporte y pérdida de materiales que se llama eluviación (que se presenta en
los horizontes superiores, sobre todo en los horizontes E, pero también en los A) y un
segundo proceso que representa la inmovilización y acumulación, o sea de ganancia o
enriquecimiento de sustancias que se llama iluviación (se forman los horizontes
subsuperficiales, horizontes B), siendo siempre el agua el medio de transporte.

Los conceptos de eluviación-iluviación son sinónimos de emigración-inmigración. Como es


lógico, el proceso de iluviación requiere necesariamente del paso previo de la eluviación,
ahora bien, la eluviación se puede producir seguida o no del proceso iluvial, así habrá
suelos en los que se produzca solo la pérdida de los materiales lixiviados sin que lleguen a
acumularse en ningún horizonte del suelo.

Las sustancias que se pueden translocar por la acción del agua son muy diversas y lo
pueden hacer bajo muy diferentes formas, por lo que existe cierta confusión en su
terminología. Las sustancias que se pueden eluviar lo hacen básicamente bajo tres formas
distintas: como iones disueltos (lixiviación), en forma seudosoluble formando complejos
organometálicos (queluviación), y en suspensión (iluviación de arcilla).

El hecho de que una sustancia migre bajo la forma de solución, suspensión o formando
complejos va a depender fundamentalmente de su estabilidad, solubilidad y facilidad para
la complejación. Veamos a continuación los procesos especificos más comunes.
En cuanto a los procesos edafogenéticos especificos en los que predomine una determinada
translocación pueden ser los siguientes:

4.3.2 Procesos específicos de translocación (continuación)

Lavado

Se trata de un arrastre y eliminación de los iones disueltos en la solución del suelo.


Constituye un proceso que se desarrolla con mayor o menor intensidad en todos los suelos,
especialmente importante en los suelos de climas húmedos.

Desbasificación

Representa una consecuencia de la intensificación del proceso anterior, produciéndose el


arrastre y eliminación de los iones adsorbidos en el complejo de cambio del suelo. Es decir
que el complejo adsorbente se desatura (en las posiciones de cambio las bases de cambio,
como el Ca, Mg, Na y K son sustituidos por hidrogeniones de cambio. Proceso igualmente
especialmente representativo de los suelos de climas húmedos

Salinización

Es el resultado de la acumulación de sales solubles en el suelo (más solubles que el yeso;


por ejemplo el NaCl o sal común). Se desarrolla típicamente en las regiones áridas y
semiáridas, con regímenes de humedad del suelo deficitarios de agua, ya que dada la
movilidad de estas sales en regímenes más húmedos tienden a lavarse y ser eliminadas del
perfil.

En estas regiones, con intensas evaporaciones, se produce un movimiento ascensional de


las soluciones del suelo que ascienden capilarmente por la acción de esta evaporación o por
la succión de las raíces, alcanzando, frecuentemente, estas soluciones la superficie del suelo
y al evaporarse el agua se depositan las sales recubriendo la superficie con unas
eflorescencias blanquecinas muy características.
La alta concentración en sales de la solución del suelo es un factor fuertemente limitante
para el desarrollo normal de la vegetación, siendo esta escasa y especializada (plantas
halofíticas).

Gypsificación

Es el proceso responsable de la acumulación de yeso (CaSO4.2H2O). Forma


acumulaciones blancas, parecidas a las de los carbonatos pero fácilmente distinguible en el
microscopio. Los cristales de yeso presentan formas rombales, con colores de interferencia
grises (en la microfotorafía adjunta los cristales de yeso se encuentran incluídos en una
matriz de carbonatos microcristalinos y de color amarillo/marrón).

El yeso es más soluble que los carbonatos por lo que es muy móvil en el suelo.

Es típico de las regiones más o menos áridas.

Decarbonatación / carbonatación

En los suelos carbonatados se produce una lixiviación particular que se llama


decarbonatación.

El proceso de decarbonatación representa la movilización de los carbonatos, que se


disuelven bajo la forma de bicarbonatos solubles y migran con las aguas de percolación. La
carbonatación se produce cuando los bicarbonatos pasan nuevamente a carbonatos
insolubles y se acumulan. La disolución de los carbonatos se realiza por la acción de CO2
disuelto en el agua, según la siguiente ecuación:

------------------DECARBONATACION--------------->
Ca CO3 + CO2 + H2O <-----> Ca++ + 2HCO3-

<------------------CARBONATACION------------------

De esta ecuación se deduce que la solubilidad de los Ca CO3 depende de la cantidad de


agua que infiltre y de la cantidad de CO2 que esta lleve disuelto. Al aumentar cualquiera de
ellos aumenta la cantidad de carbonatos disueltos.

Por otra parte, la carbonatación secundaria ocurre cuando se produce la precipitación de los
CO3 al variar cualquier condición que rompa el equilibrio y hace que la ecuación
anteriormente citada se desplace hacia la izquierda. Esta situación se puede provocar por
una disolución del contenido de CO2 disuelto, aumento de pH, aumento de la temperatura,
disminución de la humedad por evapotranspiración, o por causas físicas que impidan la
circulación del agua a través del suelo. La acumulación de los CO3 secundarios se produce
a una determinada profundidad, de manera que el suelo se encuentra sin carbonatos en los
horizontes superiores y con carbonatos en los horizontes inferiores (típicamente en el C).

El proceso de carbonatación es típico de las regiones áridas, semiáridas y subhúmedas, con


una suficiente escasez de agua como para que los CO3 puedan acumularse en el suelo.
Como resultado de este proceso, se forman horizontes cálcicos.

Las pruebas de que este doble proceso de disolución y reprecipitación de los carbonatos, las
tenemos tanto en la morfología de los perfiles como en la propia morfología de los
carbonatos. En efecto, en los suelos de las regiones mediterráneas desarrollados sobre
materiales calcáreos es sintomático el encontrar los horizontes superiores descarbonatados
y a una determinada profundidad se encuentran niveles altamente calcáreos. Además, la
profundidad a que se encuentran estos horizontes cálcicos, está relacionada con la
intensidad de las precipitaciones atmosféricas de las zonas en donde se encuentran.
Por otra parte, la propia morfología de las acumulaciones de carbonatos es una clara
manifestación de su movilidad. Por ejemplo su distribución localizada en grietas y poros
del suelo, también en nódulos blandos pulverulentos y de borde difuso, es decir, que se
integran paulatinamente en el suelo, y la existencia de revestimientos en los agregados, así
como otras veces localizadas en la parte inferior de las gravas.

Es interesante constatar que el desarrollo de un horizonte fuertemente calcáreo produce la


destrucción o el arrastre y la expulsión a otros lugares de la gran mayoría de las partículas
que originariamente conformaban el horizonte antes de que llegaran los carbonatos.

Un aspecto también muy interesante, sobre el que se ha debatido ampliamente y aún no


resuelto en muchas ocasiones, es la procedencia de los carbonatos presentes en un horizonte
cálcico.

Los carbonatos en muchos casos proceden del material original; bien porque ya estaban
presentes en él, que es el caso más frecuente, o bien porque no estando físicamente
presentes en la roca se han neoformado en el suelo a partir de la alteración de los minerales
primitivos, como puede ser el caso para las plagioclasas, los piroxenos y los anfiboles.

También puede ocurrir que los carbonatos no guarden ninguna relación genética con el
material original, en estos casos habrán tenido que llegar por la vía de algún aporte externo.
Esto puede haberse realizado utilizando como vía de transporte el agua, ya sea por
contaminación de un manto freático regional o debido a las escorrentías locales tan
importantes en las zonas montañosas. Finalmente, en algunas ocasiones, sobre todo en las
regiones áridas, los carbonatos de un determinado suelo pueden proceder de un origen
eólico.

En cualquier caso, independientemente de su procedencia, en la fase final de acumulación


de los CO3 interviene de una manera decisiva las condiciones hídricas del perfil.
Iluviación de arcilla

El proceso de ILUVIACIÓN DE ARCILLA o ILIMERIZACION representa la migración


mecánica de la arcilla de los horizontes superficiales a los horizontes profundos del perfil.

Este proceso se puso de manifiesto al analizar la distribución de los contenidos en arcilla de


los suelos en función de la profundidad. Se comprobó que en numerosos suelos se producía
un fuerte incremento de los porcentajes de arcilla en los horizontes subsuperficiales. Hoy
día esta distribución se justifica prioritariamente por la acción de las aguas de infiltración
que arrastran parte de la arcilla de los horizontes superiores y la depositan en las zonas más
profundas.

El proceso de eluviación-iluviación de arcilla, aunque muy complejo y no totalmente


conocido, se puede explicar básicamente de una manera muy simple. El agua de las
precipitaciones atmosféricas moviliza a la arcilla de los horizontes superiores, la cual al
dispersarse pasa a la solución del suelo en forma de suspensión. Por la acción de la
gravedad, las suspensiones se infiltran por el suelo a través de los macroporos. Al alcanzar
estas suspensiones horizontes profundos en los que el suelo se encuentra seco (imagen A de
la siguiente figura), el agua de las suspensiones que migran por los macroporos es
succionada por los microporos de las zonas circundantes (imagen B; el agua pasa a estos
microporos por presentar fuerzas de succión mucho mayores que las existentes en los
macroporos). Las paredes de los macroporos actuan como filtros, ya que las partículas de
arcilla no pueden pasar a través de los microporos y son retenidos y se concentran
formando delgadas películas acuosas que rodean las paredes de los macroporos (imagen C).
Finalmente al ser succionada la totalidad del agua del macroporo, las partículas quedan
materialmente aplastadas sobre sus paredes y forman unas finas películas de arcilla con sus
partículas dispuestas paralelamente entre si y a su vez paralelas a las paredes del poro,
quedando fuertemente retenidas (imagen D).

Luego, en la siguiente fase húmeda, el proceso se repite y se forman de esta manera


periódica unas películas de arcilla orientadas, cada vez más espesas y que muestran fuerte
brillo. Estas películas se denominan clay-skins, o revestimientos o cutanes de arcilla, o
arcilanes.

De igual manera, al entrar el agua de las suspensiones en el interior de los agregados


edáficos va depositando sobre la superficie de estos a las partículas de arcilla, formando
también arcilanes de iluviación que recubren los agregados.

El clima tiene una influencia decisiva en el proceso de iluviación. Así de la propia génesis
de este proceso se deduce que para que tenga lugar es absolutamente imprescindible que el
suelo pase por unas fases húmedas los suficientemente intensas como para que haya un
exceso de agua de gravedad que se infiltre a través del suelo, ya que de no ser así no se
produciría el arrastre de la arcilla. Además usualmente es necesario que el suelo pase por
períodos de sequedad lo suficientemente largos e intensos como para que se produzca la
total desecación de los macroporos de los horizontes inferiores del suelo. Un clima
mediterráneo, sobre todo si es húmedo o subhúmedo, se considera como el más favorable
para el desarrollo de la iluviación de arcilla.

En cuanto a las características favorables de los otros factores formadores, destacamos:

 Roca madre. Permeable y con arcillas (o con minerales inestables que por
alteración originen arcillas en suficientes cantidades).
 Relieve. Llano o suavemente inclinado.
 Tiempo. Como es un proceso intermitente y recurrente en el tiempo, necesita
tiempos largos para manifetarse con suficiente intensidad. Típicamente en
superficies muy estables.
El arrastre de las partículas de arcilla de los horizontes superficiales y su acumulación a una
determinada profundidad, origina cambios visibles de coloración, textura, estructura y
consistencia.

Desde un punto de vista macromorfológico, la translocación de las partículas de arcilla de


un punto a otro, produce importantes efectos en el suelo, que podemos considerar a nivel
macroscópico y microscópico. Su manifestación macromorfológica más significativa es la
de producir un fuerte cambio textural en el perfil, apareciendo un horizonte superior
empobrecido en partículas finas, de textura gruesa (es el horizonte eluvial u horizonte E) y
un horizonte subsuperficial donde se acumula la arcilla iluvial, por tanto de textura fina
(horizonte iluvial, Bt o árgico).

La deposición de la arcilla iluvial concentrada en determinadas zonas, da lugar a los


revestimientos de arcilla (clay-skins o cutanes), que recubren las paredes de los macroporos
o la superficie de los agregados.

Así, un perfil en el que la iluviación de arcilla ha sido muy intensa muestra una secuencia
típica de horizontes A, E y Bt. El horizonte eluvial E se presenta decolorado, a veces de
color blanco neto, de textura arenosa y estructuras poco desarrolladas. Por el contrario, el
horizonte iluvial, presenta coloración parda o roja de altos cromas, su textura es arcillosa y
presenta un fuerte desarrollo de la estructura, con amplias y numerosas grietas, de tipo en
bloques angulares gruesos o prismática. Pero desgraciadamente, muy frecuentemente el
perfil de un suelo ilimerizado no es tan demostrativo y es muy normal que el suelo carezca
de horizonte E, bien porque no haya sido la iluviación de arcilla lo suficientemente intensa
como para diferenciar al horizonte E del horizonte A, o porque al ser un horizonte
superficial y de estructura poco desarrollada tiene gran tendencia a erosionarse, o muy
frecuentemente debido simplemente a su mezcla con los horizontes adyacentes por el
arado.
El estudio del suelo en el microscopio (micromorfología) constituye, a nuestra manera de
ver, la técnica más eficaz para el reconocimiento de la arcilla iluvial, pues en lámina
delgada es donde los revestimientos de arcilla muestran el conjunto de sus características, y
tras un detenido estudio de su naturaleza, morfología, localización y contextura, es
generalmente posible diferenciarlos de los cutanes de arcilla de presión . Debido a su hábito
laminar, las partículas de arcilla tienden a orientarse paralelamente. El resultado es que al
atravesarlas la luz polarizada, los fenómenos ópticos de cada partícula individual se suman
a los de las partículas vecinas, comportándose el dominio arcillosos orientado como si se
tratara de un único cristal, mostrando propiedades ópticas distintivas: color de interferencia,
fenómenos de extinción (el modelo de extinción es una medida del grado de orientación),
continuidad óptica, etc., que permiten hacer interpretaciones acerca del ambiente en el cual
la partículas se han distribuido, así como la forma de acumularse.

Las características por las cuales se reconoce el origen iluvial de la arcilla en lámina
delgada son: continuidad óptica, fuerte orientación preferida, intenso color de interferencia,
existencia de laminaciones, contraste textural con la matriz adyacente, límite abrupto, color
natural propio (amarillo o rojizo, dependiendo del Fe que las acompaña) y localización
siempre recubriendo las paredes de los macroporos o las superficies de los agregados.

Las dificultades en el reconocimiento de los arcilanes iluviales mediante el microscopio


petrográfico son debidas a dos situaciones distintas. Por un lado tenemos la propia
estabilidad de las películas, que regulará su permanencia (los arcilanes al cabo del tiempo
se destruyen desapareciendo totalmente) y por otra parte pueden existir problemas de
confusión con otros arcilanes y dominios arcillosos de muy distintos orígenes (en general
con orientaciones menos marcadas, de borde difusos, etc).

En resumen, en el perfil puede detectarse la iluviación por la presencia de un sequm E-Bt o


por la existencia de clay-skins. A los clay-skins se les reconoce un importante papel
diagnóstico. No obstante en algunas ocasiones, sobre todo en los suelos arcillosos, pueden
confundirse con los cutanes formados por orientaciones de las partículas de arcilla por
efecto de la presión, por lo que resulta muy recomendable su estudio en el microscopio.
El correcto reconocimiento del proceso iluvial es un hecho muy importante y su erróneo
diagnóstico es la causa más frecuente de interpretaciones equivocadas en los estudios de
suelos.

V .- ANALISIS HIDROLOGICO

5.1.- Estaciones

NOTA: Ver figura No. 3

5.1.A.- Registros
REGISTROS DE LLUVIA
ESTACION COLIMA O No. 1 ESTACION DURANGO O No. 2
TIEMPO
TIEMPO min INTENSIDAD mm/hr Hp mm INTENSIDAD mm/hr Hp mm
min

0 0 0.00 0 0 0.00
5 44.40 0.74 5 90.00 1.50
10 27.80 0.46 10 61.50 1.03
15 22.20 0.37 15 52.00 0.87
20 19.40 0.32 20 40.60 0.68
30 16.70 0.28 30 29.20 0.49
45 12.40 0.21 45 25.30 0.42
60 10.00 0.17 60 21.70 0.36
80 7.90 0.13 80 18.60 0.31
100 6.40 0.11 100 16.80 0.28
120 5.40 0.09 120 14.50 0.24

REGISTROS DE LLUVIA
ESTACION VERACRUZ O No. 3 ESTACION GUERRERO O No. 4
TIEMPO
TIEMPO min INTENSIDAD mm/hr Hp mm INTENSIDAD mm/hr Hp mm
min

0 0 0.00 0 0 0.00
5 117.00 1.95 5 62.40 1.04
10 88.40 1.47 10 34.70 0.58
15 78.70 1.31 15 25.50 0.43
20 73.80 1.23 20 20.90 0.35
30 61.20 1.02 30 16.20 0.27
45 45.40 0.76 45 11.80 0.20
60 34.40 0.57 60 9.10 0.15
80 25.80 0.43 80 7.10 0.12
100 20.60 0.34 100 5.80 0.10
120 17.20 0.29 120 4.90 0.08

REGISTROS DE LLUVIA
ESTACION ESPAÑA O No. 5 ESTACION
TIEMPO
TIEMPO min INTENSIDAD mm/hr Hp mm INTENSIDAD mm/hr Hp mm
min

0 0 0.00
5 72.40 1.21
10 44.80 0.75
15 32.50 0.54
20 29.30 0.49
30 15.30 0.26
45 16.10 0.27
60 11.20 0.19
80 9.30 0.16
100 7.40 0.12
120 5.60 0.09

ESTACION COLIMA O No. 1


REGISTRO DE PRECIPITACION REGISTRO HIDROMETRICO
TIMPO min Hp mm TIEMPO hrs GASTO m3/seg

0 30 0 80
2 80 2 85
4 110 4 92
6 150 6 100
8 200 8 125
10 210 10 115
12 230 12 105
14 240 14 90
16 260 16 85
18 290

ESTACION DURANGO O No. 2


REGISTRO DE PRECIPITACION REGISTRO HIDROMETRICO
TIMPO min Hp mm TIEMPO hrs GASTO m3/seg

0 45 0 98
2 65 2 131
4 81 4 204
6 90 6 303
8 110 8 322
10 135 10 312
12 150 12 242
14 190 14 150
16 230 16 98
18 260

ESTACION VERACRUZ O No. 3


REGISTRO DE PRECIPITACION REGISTRO HIDROMETRICO
TIMPO min Hp mm TIEMPO hrs GASTO m3/seg

0 65 0 100
2 80 2 110
4 88 4 125
6 95 6 190
8 115 8 220
10 135 10 170
12 155 12 130
14 185 14 122
16 230 16 100
18 245

ESTACION GUERRERO O No. 4


REGISTRO DE PRECIPITACION REGISTRO HIDROMETRICO
TIMPO min Hp mm TIEMPO hrs GASTO m3/seg

0 90 0 120
2 120 2 142
4 145 4 159
6 165 6 181
8 180 8 250
10 190 10 310
12 200 12 210
14 215 14 150
16 235 16 120
18 260

ESTACION ESPAÑA O No. 5


REGISTRO DE PRECIPITACION REGISTRO HIDROMETRICO
TIMPO min Hp mm TIEMPO hrs GASTO m3/seg

0 20 0 200
2 70 2 200
4 100 4 500
6 150 6 700
8 180 8 1200
10 200 10 800
12 220 12 600
14 250 14 400
16 270 16 200
18 300

5.2.- Análisis de Precipitación y escurrimiento

a) .- Precipitación por el método Aritmético

No. ESTACION Hp i mm
1 COLIMA 300
2 DURANGO 226.3
3 VERACRUZ 597
4 GUERRERO 246
5 ESPAÑA 350
Σ 1719.3

Hp med = (1719.3 / 5) = 343.860 mm

b ) .- Precipitación media por el Polígono de Thiessen (Ver planos No. 10 y 11)

No. ESTACION Hp i mm A i km2 Hp i * Ai


1 COLIMA 300 39.72 11916.00
2 DURANGO 226.3 24.44 5530.772
3 VERACRUZ 597 22.03 13151.91
4 GUERRERO 246 22.15 5448.900
5 ESPAÑA 350 28.99 10146.50
Σ 137.33 46194.082

Hp med = (1/137.33) * 46194.082 = 336.373 mm

b) .- precipitación media por el método de las Isoyetas (Ver plano No. 12)

No. ISOYETA Hp i mm Ai km2 Hp i * Ai


1 20 – 30 25 1.22 30.50
2 30 – 40 35 33.08 1157.80
3 40 – 50 45 26.37 1186.65
4 50 – 60 55 47.37 2105.35
5 60 – 70 65 24.55 1595.75
6 70 – 80 75 4.74 355.50
Σ 137.33 6430.75

Hp med = (6430.75 / 137.33) = 46.827 mm


5.3.- Infiltración
5.4.- Evaporación
VI .- DETERMINACION DE AVENIDAS

El escurrimiento que se presenta en un cause en condiciones normales (que no sea producto


de una precipitación), se le conoce como volumen de escurrimiento base, al hecho de que el
caudal se incremente, modifica en forma directa el registro hidrométrico combinando el
escurrimiento base y el directo; la avenida o creciente se va a formar cuando en el cause se
manifiesta el agua producto de una precipitación y al evento se le denomina transito de
avenidas.
Relación lluvia escurrimiento

Es conveniente contar con métodos que permitan determinar el escurrimiento mediante las
características del mismo y la precipitación, las características de la cuenca se determinan
por medio de planos topográficos, hidrológicos, de uso de suelos y edafología y la
precipitación a través de mediciones directas.

Los principales parámetros que intervienen en el proceso de conversión de lluvia a


escurrimiento son los siguientes:

Área de la cuenca
Altura de precipitación
Características generales o promedio de la cuenca (forma, pendiente, vegetación,
etc)
Distribución de la lluvia en el tiempo
Distribución en el espacio de la lluvia y las características de la cuenca

6.1.- Método de envolventes

estos métodos toman en cuenta solo el área de la cuenca por lo que no son muy precisos; se
aplican solo en casos en que se requieren estimar gastos máximos probables, o bien, cuando
se carezca casi por completo de información.

La idea fundamental de este método es relacionar el gasto maximo con el área de la cuenca.
En México para la aplicación de este método las formulas mas usuales son las de Crager y
Lowry.

Los valores de Cc y de CL se determinan por regiones llevando a una grafica logarítmica los
gastos unitarios registrados contra sus respectivas áreas de cuenca y seleccionando el valor
de Cc y CL que envuelvan a todos los puntos medidos.

El valor de Cc = 200 es la envolvente para todos los puntos que analizo Crager, aunque
Cc = 100 de valores mucho mas razonables y se usa como envolvente mundial. Para la
formula de Lowry se puede tomar un valor de CL = 3500 como mundial.
6.2.- Método racional americano

El coeficiente de escurrimiento superficial (c) se define como la relación entre el volumen


de agua de escurrimiento superficial total y el volumen de agua precipitada en un intervalo
de tiempo determinado.

Formula racional americana


Q max = c i A

Al utilizar la formula racional se supone que el caudal toma un valor de caudal maximo
(gasto pico) cuando debido a una cierta intensidad de lluvia sobre un área de drenaje es
producido por esa precipitación que se mantiene por un tiempo igual al periodo de
concentración del caudal en el punto en consideración.

Teóricamente este es el tiempo de concentración, que es el tiempo requerido para que el


escurrimiento superficial desde la parte mas remota de la cuenca alcance la salida de la
misma.

Entonces el caudal Qp correspondiente a una lluvia de intensidad i sobre un área de drenaje


contribuida al escurrimiento superficial siendo Qp el caudal maximo de escurrimiento
superficial esta dado por:

Qp = 0.278 c i A

6.3.- Método de Gregori – Arnold

Q = 0.2086 (c A RH F B)1.1429 H0.5714 S0.2143

Donde:

Q = gasto en metros cúbicos por Segundo


C = coeficiente de escurrimiento
A = área de la cuenca en Ha
RH = X/H = intensidad media de la lluvia en centímetros por hora para un periodo H
H = periodo considerado para el calculo expresado en horas
F = factor que depende del coeficiente de rugosidad “n” de los taludes del cause y del
ancho del fondo del rió.
B = P/L = P = depende de la forma de la cuenca
L = longitud de la cuenca en m
En términos generales P = 0.5

6.4.- Método de Burkie – Ziegler

Esta es una formula empírica la cual se recomienda cuando no se puede hacer otra
estimacion.

Q = 0.022 A RH c √ S/A

Q = gasto en metros cúbicos por seg.


A = área de la cuenca en Ha
RH = intensidad media durante la lluvia critica en centímetros por hora
S = pendiente media de la cuenca
C = variable que depende de la naturaleza de la superficie.

6.5.- Método de Gumber

Para calcular el gasto maximo para un periodo de retorno determinado se usa la ecuación:

Q max = (Qm – (σq/σn)) (Yn – log e Tr)

Siendo
Σq = √ (∑Qi2 – N Qm2)/N-1

Qm = ∑Qi / N
Para calcular el intervalo de confianza, o sea aquel dentro del cual puede variar el gasto
maximo dependiendo del registro disponible se hace lo siguiente:

Φ = 1 – (1/Tr)

Si Φ > 0.90 entonces Ic = ± (1.14 σq / σn)

La zona de Φ comprende entre 0.8 y 0.9 se considera de transición.

El gasto maximo de diseño para un cierto periodo de retorno será igual a:

Qd = Qmax ± Ic

6.6.- Método de Nash

Considere que el valor del gasto para un determinado periodo de retorno se puede calcular
con la ecuación:

Q max = a + c log(log (Tr/Tr-1))

a = Qm – c Xm

c = (∑ Xi Qi – N Xm Qm) / (∑ Xi2 –N Xm2)

Xi = log ( log ( Tr / Tr-1 ))


Xm = ∑Xi / N

Qm = ∑ Qi / N

Para calcular los valores de Xi correspondientes a los Qi se ordenan estos en forma


descendente, asignándole a cada uno un numero de orden “m” al Qi max le corresponderá
el valor de 1 al inmediato siguiente 2, etc, entonces el valor del periodo de retorno (Tr)
para cada Qi (gasto unitario maximo) se calcula como:

Tr = (N+1) / m

El intervalo dentro del cual puede variar el gasto maximo calculado se obtiene de la
siguiente manera:

Ic = ± √ Sqq/(N2(N-1)) + (X-Xm)2 (1/(N-2)) (1/Sxx) (Sqq – ((Sxq2)/Sxx)

Siendo:

Sxx = N∑Xi2 – (∑Xi)2

Sqq = N∑Qi2 – (∑Qi)2

Sxq = N∑Qi Xi – (∑Qi) ( ∑Xi)

El gasto maximo de diseño (QD) correspondiente a un determinado periodo de retorno sera


igual a:

QD = Qmax ± Ic

6.7.- Método de Lebediev

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