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Proyecto de Hidraulica
Proyecto de Hidraulica
ESIA
(ESCUELA SUPERIOR DE INGENIERIA Y ARQUITECTURA)
UNIDAD ZACATENCO
Φ INGENIERIA CIVIL Φ
PROFESOR:
FLORES VELAZQUEZ FELIX
EQUIPO No. 2 :
BRAVO NIÑO JONATAN
GASGA ACEVEDO NORBERTO
GUTIERREZ MEJORADA NOE
HERNANDEZ MALAGON EDUARDO
GRUPO: V-655 SALON: 237 FECHA : 11 / 06 / 03
INDICE DEL TRABAJO
INTODUCCION
I .- DETERMINACIÓN DE LA CUENCA
3.1 .- ORIENTACIÓN
3.6.1 .- GENERAL
3.6.2 .- AREAS-ELEVACIONES
V .- ANALISIS HIDROLOGICO
5.1.- ESTACIONES
5.1.A.- REGISTROS
5.3.- INFILTRACION
5.4.- EVAPORACION
VI .- DETERMINACION DE AVENIDAS
La delimitación de la cuenca se realizo con el trazo de una línea que encierra todos nuestros
escurrimientos antes resaltados con color azul, cuidando que pase siempre por los puntos de
mayor nivel topográfico (parteaguas), ésta línea será resaltada con color rojo.
Nuestra cuenca en estudio esta ubicada en la zona hidráulica “Golfo y Sureste” localizada
en la “Región V, Pacifico Sur-Istmo”.
3.1 .- Orientación
De acuerdo a los datos obtenidos de nuestra carta topográfica de 1970, tenemos un ángulo
NA-M de 7º 15´. Se considerará un incremento ó variación magnética anual de 5´.
Año actual: 2003; años transcurridos desde 1970 al año actual: 33 años
V. M. A. = 5´
Calculo:
por lo tanto:
Endorreica:
El punto de salida esta dentro de los limites de la cuenca y generalmente es un lago.
Exorreica:
El punto de salida se encuentra en los limites de la cuenca, y está es otra corriente ó es el
mar.
Por lo anterior concluimos que debido a las características que presenta nuestra cuenca, ésta
es una CUENCA EXORREICA.
Área:
El área de drenaje de una cuenca (Ac) es el área limitada por el parteaguas y al medirla,
realmente se mide su proyección sobre un plano horizontal y expresando los resultados en
unidades de superficie.
Datos obtenidos:
Ac = 549.3199 cm2
1cm = 0.5 km
1cm2 = 0.25 km2
por lo tanto:
Ac = 137.33 km2
Obtención del perímetro de la cuenca
Si tenemos una escala de la carta topográfica de 1 : 50,000, cada centímetro es igual a 500
metros reales ó 0.5 Km.
Por lo anterior:
1 cm ----------- 0.5 km
99 cm --------- ? km
X = (0.5 km * 99 cm ) / 1 cm = 49.5 km
Se basa en la pendiente existente entre las líneas intermedias entre las curvas de nivel que
es equivalente al desnivel entre dichas curvas, obteniendo la pendiente de la cuenca al sacar
el promedio pesado de cada faja en relación con su área de influencia.
S1 = (dL1) / a1
Donde:
S1 = pendiente de la faja
d1 = desnivel medio entre curvas
L1 = distancia mínima de curvas
a1 = área de la faja
y se simplifica así:
Sc = (dL) / Ac
Datos:
Ac = 137.33 km2
d = 0.025 km
L 1 = 2.5 km
L 2 = 0.05 km
L 3 = 0.05 km
L 4 = 0.05 km
L 5 = 0.75 km
Sustituyendo:
Sc = 0.00062
El procedimiento es el siguiente:
Trazar una cuadricula sobre el plano del área de la cuenca, habiendo orientado
precisamente a esta, el número de cuadros dependerá del tamaño de la cuenca y del
criterio del que analiza.
Se enumeran las líneas de la cuadricula, ubicando el cero en la parte inferior
izquierda, para depuse medir la longitud de cada línea de la cuadricula que queda
comprendida dentro de la cuenca; igualmente se encuentran las intersecciones y
tangentes de cada línea con las curvas de nivel.
Se calcula la pendiente en dos direcciones ( Sx = (Nx) / (Lx) Sy = (Ny D)/ (Ly) ).
Conociendo los diferentes valores mencionados en el punto anterior, HORTON
considera que la pendiente media de la cuenca se puede calcular como:
Sc = (N * D * sec θ) / L
N = Nx * Ny
L = Lx * Ly
θ = Angulo que se forma con las curvas de nivel y las líneas de la cuadricula.
HORTON considera que resulta demasiado laborioso calcular la secante del ángulo
de cada intersección, por lo que recomienda utilizar como valor promedio 1.57.
Por lo tanto:
Sc = (1.57 * N * D) / L
Prácticamente se puede ignorar el término secante del ángulo y también resulta eficaz
utilizar el promedio aritmético ó geométrico de las pendientes Sx y Sy, como valor de la
pendiente de la cuenca.
Sc = (Sx + Sy) / 2
INTERSECCIÓN LONGITUD
No. DE LINEA
Nx Ny Lx (km) Ly (km)
1 4 2 3.15 3.200
2 16 7 12.10 6.250
3 17 12 17.40 10.00
4 7 4 16.80 8.000
5 2 4 13.40 11.50
6 4 14 11.90 8.150
7 2 7 4.600 8.500
8 0 11 0.000 10.70
9 0 4 0.000 5.400
∑ 52 65 79.35 71.70
Lx = 79.35 / 2 = 39.675 km
Ly = 71.7 / 2 = 35.85 km
Sx = (Nx * D) / Lx
Sy = (Ny * D) / Ly
Sc = (Sx + Sy) / 2
Sc = 0.039 = 3.9%
3.4.C .- Método de NASH
Este procedimiento de calculo de la pendiente es análogo al empleado por HORTON, ya
que también requiere trazar una cuadricula sobre el plano topográfico de la cuenca, de
manera tal que se obtengan aproximadamente 100 intersecciones en cada una de las cuales
se mide la distancia mínima entre las curvas de nivel y la pendiente en ese punto se
considera como la relación entre la diferencia de nivel entre curvas y la mínima distancia
medida, la pendiente así obtenida es la correspondiente a cada intersección de la cuenca.
Hm = ( ∑ hi ) / n
Hi = Elevación en la intersección i
n = No. De intersecciones
TABLA No. 5
Porcentaje de áreas elevaciones
Tabla No. 6
Distribución de altitudes
ELEVACIÓN PORCIENTO
Perímetro = 49.50 km
Area = 137.33 km2
Kc = P / (2√πA) = 0.28 (49.50 / √137.33 ) = 1.182716131
Todas las corrientes se clasifican en tres clases dependiendo del tipo de escurrimiento, el
cual involucra las características físicas y climáticas de la cuenca, así las corrientes pueden
ser:
EFIMERAS:
Una corriente es efímera porque solo conduce agua cuando llueve e inmediatamente
después, es decir solo capta escurrimiento superficial.
INTERMITENTE:
Una corriente se clasifica como intermitente debido a que lleva agua la mayor parte del
tiempo, pero principalmente en épocas de lluvias, su aportación cesa cuando el nivel
freático desciende por debajo del fondo del cause.
PERENNES:
Son corrientes perennes aquellas que contienen agua todo el tiempo, ya que en épocas de
estiaje es abastecida por aguas freáticas, ya que el nivel de estos permanece por arriba del
fondo del cause.
Dadas las definiciones anteriores concluimos que nuestra cuenca en estudio cabe dentro de
la definición de las corrientes efímeras ya que como se dijo en la definición en las
corrientes que tiene la cuenca estas solo conducen agua cuando llueve e inmediatamente
después.
La topografía de una cuenca define en si la longitud de los tributarios, ya que estos son
indicadores de la pendiente. Generalmente las áreas escarpadas y con buen
drenaje tienen numerosas corrientes pequeñas y efímeras por el contrario las
áreas planas con suelos profundos y permeables tienen corrientes largas,
generalmente perennes. La longitud de las corrientes se mide a lo largo del eje
de la cuenca.
ORDEN Y LONGITUD
No.
1 2 3 4
1 0.0 km 0.0 km 0.0 km 1.1 km
2 0.65
3 1.7
4 3.25
5 2.35
6 1.3
7 1.25
8 0.15
9 0.35
10 0.75
11 1.9
12 2.6
13 4.5
14 1.5
15 2.3
16 1.45
17 2.4
18 2.55
19 1.7
20 1.1
21 1.2
22 1.55
23 2.3
24 1.85
25 2.25
26 1.45
27 2.4
28 1.1
29 1.65
30 0.95
31 1.6
32 1.6
33 1.95
34 4.25
35 2.75
36 2.1
37 1.2
38 2.4
39 2.6
40 2.5
41 2.45
42 0.60
43 0.75
4.4.- Densidad de corriente
Esta característica es indicador de la eficiencia del drenaje, pero debe manejarse con
criterio, debido a que puede ocurrir que se tengan dos cuencas diferentes con la misma
densidad de corrientes y estar drenadas en forma diferente, dependiendo de la longitud y
disposición de sus corrientes.
Dc = Nc / Ac
Nc = numero de corrientes
Ac = área de la cuenca
Dc = 43 / 137.33 = 0.31 = 31 %
Dc = 31 %
Esta característica es mas real y confiable que la densidad de corrientes, ya que expresa la
longitud de las corrientes por unidad de área.
Dd = Lc / Ac
Lc = 87.65 km
Ac = 137.33 km2
Dd = 64 %
4.6.- Pendiente del cause principal
Como sabemos, el suelo es la fina capa de material fértil que recubre la superficie de la
Tierra.
En este primer tema se va a tratar de la formación del suelo. Hablaremos de qué material
procede, de los factores que intervienen en su formación, de los procesos y
transformaciones que tienen lugar y del resultado final: el perfil del suelo.
CONCEPTO Y FORMACION
Formación
El suelo procede de la roca madre, la cual se altera por la acción de los factores ambientales
y en su formación se desarrollan una serie de procesos que transforman el material original
hasta darle una morfología y propiedades propias. La intensidad de los cambios que se
desarrollan en el paso de roca a suelo podemos intuirlos si comparamos la morfología de
una roca granítica y del suelo que a partir de ella se forma.
Los cambios se producen tanto a nivel de alteración de los granos de los minerales como en
lo referente a su organización (estructura).
Después aparece el plasma (o masa basal) rellenando parcialmente los huecos, pero al
principio sin que se produzcan reorganizaciones, las movilizaciones o carecen de
importancia o son inexistentes en esta etapa.
En esta etapa los organismos se implantan en este medio, lo transforman e incorporan sus
residuos y sus propios cuerpos al morir. Estos restos orgánicos sufren unos profundos
cambios hacia otros compuestos más estables.
Los cambios que hemos mostrado en todas estas fotografías son muy espectaculares, al
tratarse de la edafización (formación del suelo) de una roca ígnea, como en el caso del
granito, y por tanto, con mineralogía, textura y microestructura muy diferentes de las que
presentan los suelos; sin embargo, si el material original es una roca sedimentaria, estos
cambios desarrollados durante los procesos edáficos serán menos espectaculares.
En resumen, en la secuencia de transformación de la roca a suelo se producen progresivos
incrementos de: fragmentación, porosidad, alteración mineral, material fino, materia
orgánica y de estructura edáfica.
Factores de formación
Bien, cabe ahora preguntarse qué factores serán los que condicionen los cambios en los
materiales originales hasta formar el suelo. Esta claro que la roca, con su aporte masivo de
minerales, será un factor importante en la formación del suelo. ¿Pero qué otros factores
influirán? Bueno, pues, el suelo se forma además de a partir de una roca también a partir de
unos restos vegetales y animales, por tanto, los organismos también constituyen un factor
importante Si se comparan los suelos de la regiones húmedas y los de las regiones áridas
salta a la vista el importante papel que juega el clima en la formación del suelo. Por otra
parte, si analizamos la distribución de los suelos en una zona montañosa, observaremos
como los suelos se encuentran escalonados. Por último, es evidente que los cambios que se
producen en el material para pasar de roca a suelo necesitan para desarrollarse que
transcurra un determinado tiempo y este tiempo representa el quinto y último factor en la
formación del suelo.
El suelo puede ser considerado como una determinada combinación de sus factores
formadores. Esta concepción del suelo fue expresada por primera vez por Jenny en 1940
según la siguiente ecuación:
S = f (cl, o, r, p, t).
representando "S" al suelo, "f" es una función , "cl" al clima, "o" a los organismos, "r" al
relieve, "p" a la roca madre y "t" al tiempo.
Esta ecuación es muy importante pues representa que para una determinada combinación de
los factores formadores sólo puede existir un tipo de suelo (la misma combinación de
factores originará siempre el mismo tipo de suelo independientemente del lugar geográfico
en que se encuentre). Igualmente importante es que la magnitud de cualquiera de las
propiedades del suelo, tales como pH, contenido en arcillas, porosidad, etc, está
determinada por la combinación de estos factores formadores.
Para evaluar la influencia de cada factor formador en las propiedades del suelo, basta en
teoría con mantener constantes todos los demás, (hecho que frecuentemente es difícil de
encontrar en la práctica). Así para ver la importancia del tiempo, la ecuación fundamental
quedaría así:
S= f(t) cl, o, r, p; siendo cl, o, r, p, = constantes.
lo que quiere decir que la variación de cualquier propiedad del suelo depende
exclusivamente del tiempo. Así, en el tiempo cero, suelo y material original se funden uno
en el otro. Variando el tiempo irán apareciendo una serie de tipos de suelos, cada vez mas
evolucionados, cuyas propiedades serán una consecuencia directa de la edad y
obtendríamos lo que se llama una CRONOSECUENCIA. Por otra parte, si aislamos el
factor roca madre (y mantenemos constantes a todos los demás) tendríamos una
LITOSECUENCIA. Aislando el factor relieve obtendríamos una TOPOSECUENCIA o
CATENA, si es el clima el único factor variable tenemos la CLIMOSECUENCIA y
finalmente la acción de los organismos vendría representada en una BIOSECUENCIA.
La roca representa la fuente de los materiales sólidos. Generalmente, los minerales del
suelo proceden directamente o indirectamente de la roca madre. El influjo de las rocas en
los constituyentes y propiedades de los suelos es muy marcado para los suelos más jóvenes,
pero esta relación se va volviendo cada vez menos patente conforme va transcurriendo el
tiempo.
Son muchos los parámetros de la roca que inciden en la formación y evolución de los
suelos, pero de ellos podemos destacar claramente a tres.
Los materiales de granulometría grosera, los arenosos, van a presentar una gran estabilidad
frente a la alteración. Cuanto mayor sea el tamaño del grano menos representará la
superficie frente al volumen total del grano y por tanto menos superficie de ataque
presentarán a la agresión del medio.
Por otro lado la granulometría gruesa da lugar a materiales muy porosos, con poros lo
suficientemente grandes como para la rápida circulación del agua (al ser grandes los granos
dejan al empaquetarse huecos de tamaño también grande).
Los materiales arcillosos ofrecen unos comportamientos opuestos, mientras que los
materiales de granulometrías equilibradas dan resultados intermedios.
La decisiva acción del clima en la formación del suelo se desprende al considerar que el
clima va a regular el aporte de agua al suelo, así como su temperatura. Como se muestra en
la figura, ambos factores (humedad y temperatura) ejercen una influencia decisiva en los
tres procesos básicos de formación de los suelos.
Por otra parte el clima también influye directamente en otros factores formadores, como es
el factor biótico y el relieve.
Pero también existe una relación entre el tipo de minerales presentes en esta fracción y las
precipitaciones.
Igualmente se encuentra una marcada relación entre los elementos climáticos con el
contenido en materia orgánica y su grado de evolución. En líneas generales, al aumentar la
precipitación aumenta los porcentajes de materia orgánica (aumenta el desarrollo de la
cobertura vegetal y, por tanto, sus aportes), mientras que al aumentar la temperatura
disminuye el contenido de materia orgánica (prevalece la destrucción frente al aporte).
Las acciones del clima también quedan reflejadas en muchas de las propiedades del suelo.
La capacidad de cambio (cantidad de iones adsorbidos en las superficies de los materiales
del suelo) aumenta proporcionalmente a las precipitaciones, e incluso los iones fijados en
las posiciones de cambio también muestran una dependencia.
Por otra parte al aumentar las precipitaciones se producirá una progresiva acidificación, la
cual irá acompañada de la correspondiente desaturación del complejo de cambio (los
hidrogeniones van sustituyendo al Ca, Mg, Na y K).
Climosecuencias
Desde el punto de vista edáfico los elementos del relieve más importantes son la inclinación
y longitud de las laderas, la posición fisiográfica y la orientación.
Transporte
En las zonas altas, sobre todo en las áreas en que se presentan fuertes inclinaciones, el suelo
está sometido a una intensa erosión, por lo que la posición se considera residual y estará
conformada por suelos esqueléticos.
A media ladera los suelos están sometidos a un continuo transporte de materiales sólidos y
soluciones, por lo que suelen presentar pequeños o moderados espesores y en ellos son muy
abundantes los cantos angulosos, tan representativos de los suelos coluviales.
Características hídricas
El relieve también influye en la cantidad de agua que accede y pasa a través del suelo.
En relieves convexos el agua de precipitación circula por la superficie hacia las zonas más
bajas del relieve y se crea un área de aridez local, mientras que lo contrario ocurre para las
formas con relieve cóncavo.
También el drenaje del suelo se verá influenciado por el relieve, ya que este influye
decisivamente en la textura, que a su vez condicionará en gran parte la permeabilidad. En
las áreas altas tendremos un drenaje vertical rápido, que pasará a oblicuo en las laderas y
quedará muy impedido en las depresiones.
Por otra parte la posibilidad de aporte de agua a través de niveles freáticos también estará
condicionada a la posición del suelo en el relieve.
Microclima
El relieve también modifica las características del clima edáfico, al influir en la temperatura
y en la humedad en función de la inclinación (influirá en la intensidad calorífica de las
radiaciones recibidas), orientación (que regulará el tiempo de incidencia de las radiaciones
solares) y altitud (que influirá en los elementos climáticos generales).
Lógicamente también existe una dependencia entre el grado de evolución del suelo y su
posición en el paisaje. Esta relación entre los suelos y el relieve se llama catenas de suelos o
toposecuencias.
La catena representa el escalonamiento regular de suelos dando una sucesión cuyo grado de
desarrollo varía de forma continua con la pendiente y mostrando niveles de igual desarrollo
para suelos situados en la misma posición topográfica (con iguales inclinaciones y cotas
topográficas).
Los organismos como factor formador
Constituyen las fuente de material original para la fracción orgánica del suelo. Restos
vegetales y animales que al morir se incorporan al suelo y sufren profundas
transformaciones.
Producen una intensa mezcla de los materiales del suelo como resultado de su actividad
biológica.
El tipo y abundancia de la materia orgánica del suelo está directamente relacionada con
los organismos del mismo.
Favorecen el drenaje.
Protegen al suelo de la erosión. Por efecto mecánico (la cobertura vegetal, así como los
restos acumulados sobre la superficie, protege a éste de los impactos de las gotas de lluvia)
o por el poder de agregación que unen a las distintas partículas del suelo y así quedan
fuertemente retenidas.
Como hemos visto el suelo, se origina por una serie de procesos y cada uno de ellos se
desarrolla con muy diferente velocidad. Como consecuencia las propiedades del suelo, que
son el resultado de la actuación de los procesos, se manifestaran también de un modo
desigual.
Cronosecuencias de suelos
La antigüedad de un suelo puede valorarse de manera indirecta por la edad de la superficie
geomorfológica sobre la que se desarrolla. Las superficies pueden estar datadas por
métodos geológicos pero también se puede evaluar que superficie es más antigua que otra
dada en base a criterios de campo.
De todos los tipos de cronosecuencias, son sin duda las desarrolladas en terrazas fluviales
las más universalmente investigadas. Desde el punto de vista edáfico la propiedad más
interesante de las terrazas fluviales es que, en condiciones normales, presentan una clara
correlación entre la cota de la terraza y su edad, de manera que la terraza más alta es la más
antigua y al descender son cada vez más jóvenes, hasta llegar a la terraza inmediatamente
próxima al cauce, que será la de formación más reciente. La diferente evolución de cada
suelo, así como el grado de desarrollo de sus propiedades está regulado exclusivamente por
el factor tiempo.
Algunos autores cuestionan esta teoría del estado estacionario y creen que el suelo siempre
esta evolucionando. De cualquier forma parece claro que en sus etapas finales el suelo
evoluciona tan lentamente que podemos considerar sus cambios como poco significativos.
Unas propiedades alcanzan rápidamente su equilibrio, en sólo algunos cientos de años (por
ejemplo, contenido en materia orgánica y lavado de los carbonatos), mientras que otras son
de desarrollo mucho más lento, requiriendo del orden de muchas decenas de miles de años
(por ejemplo, la translocación de arcilla). En consecuencia los distintos horizontes que
componen los suelos necesitan de tiempos muy distintos para su formación (como se
muestra en la siguiente figura el horizonte A es el de más rápida formación, mientras que el
horizonte óxico necesita de hasta un millón de años para manifestarse totalmente).
Para aquellos suelos que se forman en menos de alguna decenas de miles de años se habla
de ciclo corto, mientras que los que requieren de muchas decenas de miles hasta cientos de
miles de años se habla de ciclo largo.
Procesos de formación
En los apartados anteriores se describe cómo la roca se transforma en suelo por la acción
del clima, de los organismos, del relieve, y del tiempo, y hemos analizado también,
brevemente, los cambios producidos en la secuencia roca-suelo. Analizaremos ahora los
procesos que se desarrollan durante esta transformación y muy especialmente nos
dedicaremos a poner de manifiesto las pruebas que la actuación de estos procesos dejan en
el perfil del suelo.
Esquema general
Por otra parte, los vegetales y animales sufren al morir unas intensas transformaciones
químicas, desarrollándose un nuevo material orgánico que evoluciona para alcanzar un
equilibrio en las condiciones edáficas, llamado humus. Durante estos procesos de
transformación del material orgánico se desprenderán compuestos sencillos que irán a
engrosar la solución del suelo y también se pueden desprender como consecuencia de estas
reacciones determinados gases, además de agua, pero el agua y los gases del suelo proceden
fundamentalmente de la atmósfera.
Etapa final. Todos los constituyentes formados o liberados en la etapa inicial (minerales,
humus, geles, gases, agua y soluciones) sufren una serie de procesos de mezcla y
diferenciaciones que si evolucionan in situ conducen a la formación del suelo, mientras que
si son arrastrados a otros lugares, dan lugar a los sedimentos (los cuales pueden edafizarse
posteriormente para dar suelos).
Procesos básicos
Desde un punto de vista global en el esquema anterior de la formación del suelo se pueden
definir tres acciones generales:
Fragmentación
Efecto de descarga. Las rocas se han formado normalmente bajo intensa presión, el
material se encuentra comprimido y cuando afloran a la superficie, al perderse la presión, el
material expande y se fractura.
Dilatación/contracción. Los cambios de humedad producen cambios de volumen que
fracturan las rocas.
Cristalización. A partir de la solución del suelo se forman cristales en los poros de las
rocas y al aumentar de volumen presionan las paredes llegando a romper las rocas.
Acción biótica. Las raíces de las plantas invaden las grietas de las rocas y al crecer
llegan a fracturar al material encajante.
Alteración química
En contacto con el aire, y sobre todo con el agua, los minerales de las rocas se alteran. Por
otra parte, los organismos atacan a los minerales para extraer elementos nutrientes (K, Ca,
Mg...) y transforman a los minerales. La alteración química del material original, se
encuentra ampliamente desarrollada en los suelos y se puede poner de manifiesto
simplemente comparando la mineralogía inicial de la roca frente a la mineralogía del suelo
que se forma a partir de ella.
También se puede evaluar el grado y el tipo de alteración sin más que hacer un estudio de
cualquier muestra de suelo en el microscopio petrográfico.
Los principales procesos de alteración química son:
Solución. Afecta sólo a aquellos compuestos que son directamente solubles en agua.
halita
Hidratación. Las moléculas de agua son atraídas por los desequilibrios eléctricos
quedando fijadas en los constituyentes edáficos.
anhidrita yeso
Hidrólisis. Reacción química de los H+ y OH- del agua que se intercambian con los
cationes y aniones de los minerales llegando en los casos extremos a destruir por completo
a los minerales.
Translocación
Además de estos dos procesos de desagregación física y alteración química hay un tercer
proceso que ejerce una importantísima acción en la formación del suelo y es la
translocación de sustancias, que por un lado mezcla y agrega los materiales edáficos y por
otro lado, los separa y los concentra. Todas estas acciones se realizan bien por los
organismos del suelo, muy especialmente por los que excavan galerías, como las lombrices
y las hormigas o por simple efecto mecánico, muy frecuentemente por la acción del agua
que transporta los materiales, a veces en suspensión a veces en disolución. Este arrastre por
la acción del agua ejerce efectos muy importantes en el suelo y puede eliminar a las
sustancias transportadas fuera del perfil o acumularlas a una determinada profundidad.
Procesos específicos
En el apartado anterior acabamos de ver como la formación del suelo es la consecuencia del
desarrollo de tres procesos básicos. Ahora bien, dependiendo de como se combinen en su
actuación, es decir, dependiendo de la intensidad con que se desarrolle cada uno de ellos y
del tipo de materiales a los que afecte preferentemente se definen determinados procesos de
formación. Al actuar estos procesos específicos conducen siempre o a la formación de un
tipo concreto de suelo (por ejemplo los podzoles son la consecuencia directa del proceso
específico de podzolización) o bien confieren a distintos tipos de suelos una característica
común a todos ellos (por ejemplo el proceso específico de iluviación de arcilla confiere a
tipos muy diferentes de suelos un horizonte Bt, u horizonte árgico).
Empezaremos por los procesos en los que predomina la alteración y dejaremos para
después a aquellos en los que predomina la translocación de sustancias (la fragmentación
actúa siempre y, por si misma, no define ningún proceso específico concreto).
Melanización
Es el proceso responsable de la coloración oscura, más o menos negra, que adquieren los
horizontes A de los suelos. Es el resultado de la impregnación de los restos orgánico en la
masa del suelo.
Empardecimiento
La rubefacción es otro proceso que también queda patente en la coloración del perfil.
Fersialitización
Se caracteriza pues este proceso por una alteración extrema de los minerales, con un
profundo lavado de alcalinos y alcalinotérreos, llegandose a producir hasta importantes
perdidas del silicio, aunque la eliminación de sílice del perfil no llega a ser nunca completa
(ya que el silicio es poco soluble y bajo la forma de mineral de cuarzo es muy estable). En
definitiva, se produce un enriquecimiento de solo los compuestos muy estables,
fundamentalmente óxidos e hidróxidos de hierro y aluminio (hematites, goethita y gibsita),
de cuarzo y también de los filosilicatos de la arcilla más estables, como son aquellos con
una razón Si/Al baja, como es el caso de la caolinita.
Gleyzación y Pseudogleyzación
El Fe el elemento químico que mejor refleja las condiciones de hidromorfía de los suelos.
En condiciones reductoras, se moviliza el Fe++, que es bastante móvil, sufriendo una
redistribución por el perfil (pues las malas condiciones de drenaje impiden su total
eliminación), acumulándose compuestos ferrosos, dándole al suelo su color gris-verdoso-
azulado característico.
Si las condiciones de saturación se mantienen constantes a lo largo del año, las condiciones
reductoras predominan, el Fe se encuentra formando compuestos ferrosos, el perfil es de
color gris verde azulado y se desarrolla la gleyzación.
Cuando el suelo atraviesa fases de desecación estacionales más o menos largas (por
alternancia climática con fluctuación de la capa freática, por ejemplo), se origina una
alternancia de condiciones oxidantes y reductoras, apareciendo abundantes manchas rojizas
debidas a los compuestos férricos, junto a otras zonas verdosas y grises, apareciendo un
horizonte abigarrado, y en este caso se habla de un proceso de pseudogleyzación (o sea, de
gleyzación parcial).
En muchas ocasiones, cuando el suelo no es tan impermeable, durante las fases reductoras,
el Fe++ se moviliza y llega a ser eliminado del perfil quedando amplias zonas decoloradas,
de colores grises más o menos claros, entre otras manchas rojizas. Estas coloraciones grises
son debidas a la migración local del Fe++ y en las áreas rojizas el hierro se oxida y se
acumula como Fe+++, representando a zonas localmente más oxidantes.
En definitiva, como acabamos de ver, parece existir una clara relación entre las condiciones
hídricas de un perfil y sus rasgos morfológicos. Este hecho es muy importante ya que para
reconocer la presencia de un exceso de agua en un suelo tendríamos que desarrollar
complicadas y laboriosas medidas en el campo acerca de la profundidad y oscilaciones del
nivel freático, del agua retenida, de su contenido en oxígeno disuelto, del potencial redox y
de la temperatura edáfica, a lo largo del año y durante muchos años. Pero afortunadamente
gran parte de todas estas condiciones las podemos deducir de un modo directo e instantáneo
por la simple observación de los rasgos morfológicos y micromorfológicos del suelo. Por
ello, el moteado de los horizontes se ha utilizado universalmente como signo de
hidromorfía, si bien hemos de aclarar que a veces no se cumple totalmente la relación causa
a efecto (es decir, exceso de agua a rasgos hidromorfos) por la existencia de determinadas
condiciones, unas que impiden la reducción, como es el exceso de oxígeno disuelto en el
agua o la ausencia de materia orgánica, y otras que dificultan la necesaria actividad
microbiana, como sería una temperatura muy baja, o un pH excesivamente ácido.
Las sustancias que se pueden translocar por la acción del agua son muy diversas y lo
pueden hacer bajo muy diferentes formas, por lo que existe cierta confusión en su
terminología. Las sustancias que se pueden eluviar lo hacen básicamente bajo tres formas
distintas: como iones disueltos (lixiviación), en forma seudosoluble formando complejos
organometálicos (queluviación), y en suspensión (iluviación de arcilla).
El hecho de que una sustancia migre bajo la forma de solución, suspensión o formando
complejos va a depender fundamentalmente de su estabilidad, solubilidad y facilidad para
la complejación. Veamos a continuación los procesos especificos más comunes.
En cuanto a los procesos edafogenéticos especificos en los que predomine una determinada
translocación pueden ser los siguientes:
Lavado
Desbasificación
Salinización
Gypsificación
El yeso es más soluble que los carbonatos por lo que es muy móvil en el suelo.
Decarbonatación / carbonatación
------------------DECARBONATACION--------------->
Ca CO3 + CO2 + H2O <-----> Ca++ + 2HCO3-
<------------------CARBONATACION------------------
Por otra parte, la carbonatación secundaria ocurre cuando se produce la precipitación de los
CO3 al variar cualquier condición que rompa el equilibrio y hace que la ecuación
anteriormente citada se desplace hacia la izquierda. Esta situación se puede provocar por
una disolución del contenido de CO2 disuelto, aumento de pH, aumento de la temperatura,
disminución de la humedad por evapotranspiración, o por causas físicas que impidan la
circulación del agua a través del suelo. La acumulación de los CO3 secundarios se produce
a una determinada profundidad, de manera que el suelo se encuentra sin carbonatos en los
horizontes superiores y con carbonatos en los horizontes inferiores (típicamente en el C).
Las pruebas de que este doble proceso de disolución y reprecipitación de los carbonatos, las
tenemos tanto en la morfología de los perfiles como en la propia morfología de los
carbonatos. En efecto, en los suelos de las regiones mediterráneas desarrollados sobre
materiales calcáreos es sintomático el encontrar los horizontes superiores descarbonatados
y a una determinada profundidad se encuentran niveles altamente calcáreos. Además, la
profundidad a que se encuentran estos horizontes cálcicos, está relacionada con la
intensidad de las precipitaciones atmosféricas de las zonas en donde se encuentran.
Por otra parte, la propia morfología de las acumulaciones de carbonatos es una clara
manifestación de su movilidad. Por ejemplo su distribución localizada en grietas y poros
del suelo, también en nódulos blandos pulverulentos y de borde difuso, es decir, que se
integran paulatinamente en el suelo, y la existencia de revestimientos en los agregados, así
como otras veces localizadas en la parte inferior de las gravas.
Los carbonatos en muchos casos proceden del material original; bien porque ya estaban
presentes en él, que es el caso más frecuente, o bien porque no estando físicamente
presentes en la roca se han neoformado en el suelo a partir de la alteración de los minerales
primitivos, como puede ser el caso para las plagioclasas, los piroxenos y los anfiboles.
También puede ocurrir que los carbonatos no guarden ninguna relación genética con el
material original, en estos casos habrán tenido que llegar por la vía de algún aporte externo.
Esto puede haberse realizado utilizando como vía de transporte el agua, ya sea por
contaminación de un manto freático regional o debido a las escorrentías locales tan
importantes en las zonas montañosas. Finalmente, en algunas ocasiones, sobre todo en las
regiones áridas, los carbonatos de un determinado suelo pueden proceder de un origen
eólico.
El clima tiene una influencia decisiva en el proceso de iluviación. Así de la propia génesis
de este proceso se deduce que para que tenga lugar es absolutamente imprescindible que el
suelo pase por unas fases húmedas los suficientemente intensas como para que haya un
exceso de agua de gravedad que se infiltre a través del suelo, ya que de no ser así no se
produciría el arrastre de la arcilla. Además usualmente es necesario que el suelo pase por
períodos de sequedad lo suficientemente largos e intensos como para que se produzca la
total desecación de los macroporos de los horizontes inferiores del suelo. Un clima
mediterráneo, sobre todo si es húmedo o subhúmedo, se considera como el más favorable
para el desarrollo de la iluviación de arcilla.
Roca madre. Permeable y con arcillas (o con minerales inestables que por
alteración originen arcillas en suficientes cantidades).
Relieve. Llano o suavemente inclinado.
Tiempo. Como es un proceso intermitente y recurrente en el tiempo, necesita
tiempos largos para manifetarse con suficiente intensidad. Típicamente en
superficies muy estables.
El arrastre de las partículas de arcilla de los horizontes superficiales y su acumulación a una
determinada profundidad, origina cambios visibles de coloración, textura, estructura y
consistencia.
Así, un perfil en el que la iluviación de arcilla ha sido muy intensa muestra una secuencia
típica de horizontes A, E y Bt. El horizonte eluvial E se presenta decolorado, a veces de
color blanco neto, de textura arenosa y estructuras poco desarrolladas. Por el contrario, el
horizonte iluvial, presenta coloración parda o roja de altos cromas, su textura es arcillosa y
presenta un fuerte desarrollo de la estructura, con amplias y numerosas grietas, de tipo en
bloques angulares gruesos o prismática. Pero desgraciadamente, muy frecuentemente el
perfil de un suelo ilimerizado no es tan demostrativo y es muy normal que el suelo carezca
de horizonte E, bien porque no haya sido la iluviación de arcilla lo suficientemente intensa
como para diferenciar al horizonte E del horizonte A, o porque al ser un horizonte
superficial y de estructura poco desarrollada tiene gran tendencia a erosionarse, o muy
frecuentemente debido simplemente a su mezcla con los horizontes adyacentes por el
arado.
El estudio del suelo en el microscopio (micromorfología) constituye, a nuestra manera de
ver, la técnica más eficaz para el reconocimiento de la arcilla iluvial, pues en lámina
delgada es donde los revestimientos de arcilla muestran el conjunto de sus características, y
tras un detenido estudio de su naturaleza, morfología, localización y contextura, es
generalmente posible diferenciarlos de los cutanes de arcilla de presión . Debido a su hábito
laminar, las partículas de arcilla tienden a orientarse paralelamente. El resultado es que al
atravesarlas la luz polarizada, los fenómenos ópticos de cada partícula individual se suman
a los de las partículas vecinas, comportándose el dominio arcillosos orientado como si se
tratara de un único cristal, mostrando propiedades ópticas distintivas: color de interferencia,
fenómenos de extinción (el modelo de extinción es una medida del grado de orientación),
continuidad óptica, etc., que permiten hacer interpretaciones acerca del ambiente en el cual
la partículas se han distribuido, así como la forma de acumularse.
Las características por las cuales se reconoce el origen iluvial de la arcilla en lámina
delgada son: continuidad óptica, fuerte orientación preferida, intenso color de interferencia,
existencia de laminaciones, contraste textural con la matriz adyacente, límite abrupto, color
natural propio (amarillo o rojizo, dependiendo del Fe que las acompaña) y localización
siempre recubriendo las paredes de los macroporos o las superficies de los agregados.
V .- ANALISIS HIDROLOGICO
5.1.- Estaciones
5.1.A.- Registros
REGISTROS DE LLUVIA
ESTACION COLIMA O No. 1 ESTACION DURANGO O No. 2
TIEMPO
TIEMPO min INTENSIDAD mm/hr Hp mm INTENSIDAD mm/hr Hp mm
min
0 0 0.00 0 0 0.00
5 44.40 0.74 5 90.00 1.50
10 27.80 0.46 10 61.50 1.03
15 22.20 0.37 15 52.00 0.87
20 19.40 0.32 20 40.60 0.68
30 16.70 0.28 30 29.20 0.49
45 12.40 0.21 45 25.30 0.42
60 10.00 0.17 60 21.70 0.36
80 7.90 0.13 80 18.60 0.31
100 6.40 0.11 100 16.80 0.28
120 5.40 0.09 120 14.50 0.24
REGISTROS DE LLUVIA
ESTACION VERACRUZ O No. 3 ESTACION GUERRERO O No. 4
TIEMPO
TIEMPO min INTENSIDAD mm/hr Hp mm INTENSIDAD mm/hr Hp mm
min
0 0 0.00 0 0 0.00
5 117.00 1.95 5 62.40 1.04
10 88.40 1.47 10 34.70 0.58
15 78.70 1.31 15 25.50 0.43
20 73.80 1.23 20 20.90 0.35
30 61.20 1.02 30 16.20 0.27
45 45.40 0.76 45 11.80 0.20
60 34.40 0.57 60 9.10 0.15
80 25.80 0.43 80 7.10 0.12
100 20.60 0.34 100 5.80 0.10
120 17.20 0.29 120 4.90 0.08
REGISTROS DE LLUVIA
ESTACION ESPAÑA O No. 5 ESTACION
TIEMPO
TIEMPO min INTENSIDAD mm/hr Hp mm INTENSIDAD mm/hr Hp mm
min
0 0 0.00
5 72.40 1.21
10 44.80 0.75
15 32.50 0.54
20 29.30 0.49
30 15.30 0.26
45 16.10 0.27
60 11.20 0.19
80 9.30 0.16
100 7.40 0.12
120 5.60 0.09
0 30 0 80
2 80 2 85
4 110 4 92
6 150 6 100
8 200 8 125
10 210 10 115
12 230 12 105
14 240 14 90
16 260 16 85
18 290
0 45 0 98
2 65 2 131
4 81 4 204
6 90 6 303
8 110 8 322
10 135 10 312
12 150 12 242
14 190 14 150
16 230 16 98
18 260
0 65 0 100
2 80 2 110
4 88 4 125
6 95 6 190
8 115 8 220
10 135 10 170
12 155 12 130
14 185 14 122
16 230 16 100
18 245
0 90 0 120
2 120 2 142
4 145 4 159
6 165 6 181
8 180 8 250
10 190 10 310
12 200 12 210
14 215 14 150
16 235 16 120
18 260
0 20 0 200
2 70 2 200
4 100 4 500
6 150 6 700
8 180 8 1200
10 200 10 800
12 220 12 600
14 250 14 400
16 270 16 200
18 300
No. ESTACION Hp i mm
1 COLIMA 300
2 DURANGO 226.3
3 VERACRUZ 597
4 GUERRERO 246
5 ESPAÑA 350
Σ 1719.3
b) .- precipitación media por el método de las Isoyetas (Ver plano No. 12)
Es conveniente contar con métodos que permitan determinar el escurrimiento mediante las
características del mismo y la precipitación, las características de la cuenca se determinan
por medio de planos topográficos, hidrológicos, de uso de suelos y edafología y la
precipitación a través de mediciones directas.
Área de la cuenca
Altura de precipitación
Características generales o promedio de la cuenca (forma, pendiente, vegetación,
etc)
Distribución de la lluvia en el tiempo
Distribución en el espacio de la lluvia y las características de la cuenca
estos métodos toman en cuenta solo el área de la cuenca por lo que no son muy precisos; se
aplican solo en casos en que se requieren estimar gastos máximos probables, o bien, cuando
se carezca casi por completo de información.
La idea fundamental de este método es relacionar el gasto maximo con el área de la cuenca.
En México para la aplicación de este método las formulas mas usuales son las de Crager y
Lowry.
Los valores de Cc y de CL se determinan por regiones llevando a una grafica logarítmica los
gastos unitarios registrados contra sus respectivas áreas de cuenca y seleccionando el valor
de Cc y CL que envuelvan a todos los puntos medidos.
El valor de Cc = 200 es la envolvente para todos los puntos que analizo Crager, aunque
Cc = 100 de valores mucho mas razonables y se usa como envolvente mundial. Para la
formula de Lowry se puede tomar un valor de CL = 3500 como mundial.
6.2.- Método racional americano
Al utilizar la formula racional se supone que el caudal toma un valor de caudal maximo
(gasto pico) cuando debido a una cierta intensidad de lluvia sobre un área de drenaje es
producido por esa precipitación que se mantiene por un tiempo igual al periodo de
concentración del caudal en el punto en consideración.
Qp = 0.278 c i A
Donde:
Esta es una formula empírica la cual se recomienda cuando no se puede hacer otra
estimacion.
Q = 0.022 A RH c √ S/A
Para calcular el gasto maximo para un periodo de retorno determinado se usa la ecuación:
Siendo
Σq = √ (∑Qi2 – N Qm2)/N-1
Qm = ∑Qi / N
Para calcular el intervalo de confianza, o sea aquel dentro del cual puede variar el gasto
maximo dependiendo del registro disponible se hace lo siguiente:
Φ = 1 – (1/Tr)
Qd = Qmax ± Ic
Considere que el valor del gasto para un determinado periodo de retorno se puede calcular
con la ecuación:
a = Qm – c Xm
Qm = ∑ Qi / N
Tr = (N+1) / m
El intervalo dentro del cual puede variar el gasto maximo calculado se obtiene de la
siguiente manera:
Siendo:
QD = Qmax ± Ic