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II ll il

La actividad humana está íntima-


mente vinculada aI tiempo climático,
y ta posibilidad de preverlo propor-
ciona ventajas en cualquiera de los
órdenes de la vida.

Tras el éxito obtenido con su primer


libro "Montañismo y trel<king:
manual completo ", loaquÍn Colorado
nos presenta este nuevo manual para
prever el tiempo en montaña. Fiel a
su estilo directo, ameno y sencillo, el
autor ha logrado darte un sentido
fundamentalmente práctico y entrete-
nido, a pesar de la dificultad que a
priori entraña el estudio de los fenó-
menos atmosféricos en montaña.

Con [a lectura de este manual


mejorará tu criterio a la hora de
decidir cuándo debemos darnos Ia
vuelta ante un empeoramiento
repentino de las condiciones atmos-
féricas o. mejor aún. cuándo debe- I SBN : 978-84-9829.068. 4
It)\(l\O|\
mos abstenernos de salir, a la espe-
ra de que un cielo más azul domine
sobre valles y montañas.
iil iiiililtiilililliililt
:788¿98 290684)l
BlBLloTtcrPnÁcrlcl
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Meteorologí

Cdn¡ :

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timloU..
mo¡it¡ñ¡:

¡olouín coLonloo
A mis compañeros deVuelo Libre (ala delta y parapente), con tos que
aprendÍ a levantar [a vista a[ cielo, observar pacientemente y decidir.

A todos aqueltos senderistas, montañeros, escaladores o alpinis-


tas que saben prevenir para no tener que curar; a los que asientan su
experiencia no sóto en la teorÍa, sino también en [a práctica; a los que
no van donde "va Vicente..,"; a los que cattan para observar y escuchar
pn¡v¡R Et TIEMPo EN MoNTANA
MErEoBoI'oGíA. cÓtuo meior... \
A aqueltas personas, como Mq Fe, que son capaces de hacer y renun-
@ Joaquín Colorado Siena ciar sin pensar en sí mismas.
@ Ediciones Desnivel, S.L

San Victodno, S - 28025, Maddd

www.desnivel.com
El capitol invertido en saber, da el máximo interés.
Benjamín Franklin, s. XVlll
f ' edición:iulio de 2002

2' edición: febnro de 2007

y
totogmfias de cubieft: Dado Rodíguez Joaquín Colondo
tobgnfias de imdorJoaquín Colomdo,salvo indicadón uprcsa
llustraeiones: Launn Albaladeio

Maqueudón: Lluís Pdomams

lmprcso en España ponlmPdmu

lSBlrh 978-8[9829-068-4
Depósito lega[ M4604-2007

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Iodos los demchos ttsenndos.lndependientemente
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ffipnu lt ,tr, rublicación puede sel rcpmducida, (electnó-
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A@ice llindice de téminm...


CAPITULO 2

:::::1::::. IOnCgPIO dg gSCala


l_l AY distintas formas de observación de [a atmósfera. Mediante la
J I escala vamos obteniendo una descripción cada vez más precisa
de la evotución de los fenómenos atmosféricos en eltiempo y en e[ es-
pacio. A tates efectos, distinguimos cuatro escalas:
t Meteorológica o generol. Analiza las masas de aire de decenas a
centenares de kilómetros de diámetro. Evolución estudiada por las
estaciones meteorológicas.
z. Aerológica. Analiza sólo las partÍculas de aire en masas de cente-
nares a mitlares de metros de diámetro (barloventos, sotaventos,
efectos foenh, ascendencias, ondas de montaña, brisas de vatle, A pesar de no ocup¿r n¡ el i% d€ todos los gases que componen la atmósfera, el va-

etc.). por de agua es el más ¡mport.nte para comprender la eyoluc¡ón del t¡empo,

3. Micrometeorológica. Anatiza las partÍcutas de aire en masas de at"


gunos centÍmetros a decenas de metros. Escala enfocada aI estu- tuto 4). Aunque teóricamente forme parte de ese r% anteriormente alu-
dio de la turbulencia. dido, durante el tlamado ciclo del agua (evaporación-condensación-pre.
4. Climotológica. A escala local y normatmente basada en datos esta- cipitaciones) su contenido admite variaciones entre oo6y 7ok.
dÍsticos retativa al tiempo que hace en una determinada zona, región,
paÍs, etc. Partículas en suspens¡ón
ESTAN formadas principalmente por polvo, cenizas, cristales de sal
Las dos escalas que a nosotros nos interesa estudiar con más deta- Lmarina, residuos de combustión, polen, etc. Su importancia radica
lte son la zy
la 4. A tÍtulo de ejempto, a los deportistas aéreos (pilo- en que alrededor de estas partÍcutas se fijan y condensan las molécutas
tos de ala detta, parapente, uttraligero, etc.) les interesa estudiar mu- de vapor de agua, dando lugar a microgotas que son como embriones de
cho más a fondo la escata micrometeorológica, puesto que es [a que nube; es por ello que se tas denomina núcleos de condensoción. Cuan-
afecta de forma directa al medio que rodea la "nave" que pilotan. do [a temperatura de una masa de aire húmedo desciende [o suficiente,
No hemos hecho más que comenzar y ffjate en [a cantidad de térmi- se alcanza el roo% de humedad relativa (váase "Humedad relativa",
nos, si no nuevos al menos raros que ya se han utilizado. Los iremos páC. 38) y, con ella, una clara tendencia a [a condensación (paso de va-
viendo poco a poco. Ahora, sigamos sentando atgunas bases. porde agua a agua tÍquida); pero para que ésta se produzca fácitmen-
Acabamos de ver cuáles son los componentes del aire. Los dos más te, las motéculas de agua necesitan "apoyarse" sobre atgo sólido.
¡mportantes para el estudio meteorotógico son, curiosamente, dos de Sin vapor de agua y núcteos de condensación, aparte de que no se-
los que integran parte de ese r% de la atmósfera: el vapor de agua y las rÍa posibte e[ llamado ciclo del agua imprescindibte para la vida, [a at-
partículas en suspensión. mósfera no sería otra cosa que un caos de vientos secos y violentos
sobre una tierra fría. E[ agua de [uvia no sóto tiene como objetivo fer-
Vapor de agua tilizar [os suetos; los procesos de evaporación y de condensación per-
de la evaporación del agua existente en la superficie de la miten repartir el cator de forma equitativa entre la superficie terrestre
DROCEDE
I Tierra y de la transpiración vegetal. Una de sus propiedades es [a y las capas de [a troposfera. Sin estos procesos, [a Tierra serÍa un pla-
de oponerse al enfriamiento de la corteza terrestre a[ absorber parte neta de hielo y fuego. Gracias al cicto del agua la cantidad tcta[ de pre-
de [os rayos I R (infranoios) que ésta irradia a[ espacio. Cuando se con- cipitación sobre nuestro ptaneta en un año alcanza los cinco mil milto-
densa, pasando de ser gas a líquido, da origen a las nubes (véase CapÍ- nes de toneladas.
t. .;
1,..,
t

CAPíTUtO 2 tA ATMÚSTTNA. ESCALAS DE OBSIRVACIÓN

razón por la exptica que en la llanura et Sol catiente menos por Ia mañana qu6 a
La ausencia de vapor de agua en los desiertos es la
mediodÍa. Sin embargo, y por e[ mismo motivo, las montañas se ca-
cual, cuando el Sot se pone, la temperatura desciende vertiginosamen-
cáli- lientan antes que las tierras baias Geciben antes la radiación con
te. Un contraste térmico que no se da, por eiempto, en los ctimas
menor espesor de atmósfera); además, las laderas montañosas
dos y húmedos donde el vapor de agua está bien presente'
orientadas al este (Sot naciente) se calientan enseguida desde [a
mañana a[ ofrecer un ptano perpendicutar a los rayos y mucho an-
iPor qué en las montañas hace Peor tiempo?
tes que los vatles circundantes.
¡^ I ouieres una respuesta sencitla y rápida, "' porque tas montañas
).stan a la altura de las nubes; pero esta respuesta no dela de ser
Para los meteorólogos las montañas constituyen áreas preditectas
una "verdad de bulto" y conviene ir un poco más altá'
las de observación, dada ta muttitud de fenómenos a observar en espa-
Habrás comprobado muchas veces que en un mismo macizo
del mismo ctima' Las cotas a par' cios relativamente pequeños.
d¡stintas vertientes no se benefician
de
tir de las cuales empieza la nieve son muy diferentes; por no hablar
un excetente indicador que también pone de manifiesto
ta vegetación,
que [a orografía
esta murtitud de variaciones. Más adetante veremos
juega un papet esenciat en los fenómenos ctimáticos tocales'

ZQué más cosas nos puede interesar saber de ta atmósfera


con res-

pecto a tas montañas? Dos fundamentales que a su vez explican tres


consecuencias:
r. La atmósfera amortigua las variaciones de temperatura
en la su'
calentamiento y et en-
perficie del gtobo, es decir, hace más tento et

friamiento deI mismo.


Primera consecuencia:lasvariaciones de temperatura, uno de tos
fac'
más
tores que intervienen en los cambios de tiempo, son mucho
es me-
bruscas en las montañas (donde et espesor de la atmósfera
nor) que en las áreas ubicadas a nivel del mar'
z. La atmósfera fittra los rayos solares y retiene, aproximadamente'
no
la mitad de su energía. Pero la eficacia de ese filtro atmosférico
(a menor es-
es uniforme, sino que decrece también con la altura
pesor de capa de aire, menor presión)'
me'
Segunda consecuencio: en las montañas el aire filtra mucho
tanto menos cuanto más atta
nos [a energÍa solar que en tas costas,
sea [a montaña y, por tanto, el terreno y nuestra piel estarán mu-

cho más expuestos a esa radiación' Si a esto [e sumamos la refrac-


en los
ción de tos rayos sobre ta nieve y la ausencia de vapor de agua
ambientes secos de montaña, e[ efecto se multiplica'
(cuan-
Tercera consecuencia:los rayos solares que son muy oblicuos
sobre et horizonte) pierden más energía que los
do et Sol está bajo
verticales (cuando et Sot está sobre nuestras cabezas), que atra"
Esto
viesan un espesor menor de atmósfera antes de tocar eI sueto'
t_

Parámetros
principales que
determina nel
estado de Ia
atmósfera
;

I
I
t
I
-+ CAPíTUIO

ESTOS parámetros son cuatro: presión, temperatura, humedad y


3

Lviento (considerado éste desde dos escalas distintas: la meteoro-


tógica y la aerológica). Constituyen tas variables que deberemos conju-
gar a la hora de intentar conocer lo que pasa sobre nuestras cabezas y
prever lo que puede pasar.

Masa de aire
Q E trata del volumen determinado de este gas, sometido en un tiem-
J po dado a unas características propias (parámetros) que lo dife-
rencian en ese tiempo dado de otra masa de aire distinta. Para enten-
derlo meior, es como cuando se echa aceite en un vaso de agua: den-
tro del vaso se tienen dos masas distintas (aceite y agua) que no se
mezclan at mantener invariables las propiedades que las definen. Cuan-
do las masas de aire atmosférico se ven sometidas a una serie de cam-
bios en todos o alguno de sus parámetros determinantes, pierden esa
entidad que tenÍan como tal masa, se mezclan con otra y/o dan origen
a una masa nueva. Con respecto al globo terráqueo (escala meteorotó"
gica) tenemos dos masas principales: el aire tropical y el aire polar.

Presión
f S et peso que eierce una hipotética columna de aire desde los lími-
Ltes de la atmósfera sobre una unidad de superficie terrestre. Obvia-
mente ta presión atmosférica será mayor a nivel del mar (o m) que en
la cumbre detAneto (l.qoq n)y ésta, a su vez, mayor que en la cum-
bre del Everest (8.8¿B m) cuya cotumna de aire es mucho más peque-
P¡esión baia (arriba): masas ascendentes, nubes, húmedad,
ña y pesa mucho menos. Pero [a presión decrece exponencialmente
Presión alta (debaio): aire frÍo, pesado, descendente, ausencia de nubes.
con la ganancia de altitud. La presión media a nivel del mar es de r.or3
milibares (mb) ó 76o milímetros de mercurio (mmHS), siendo el miti-
bar [a unidad de medida de presión más comúnmente empleada en presionario más ba.io se obluvo en octubre de 1979 debido attifón (una
meteorología. especie de brutal borrasca concentrada) Iip en e[ noroeste del Océano
Afortunadamente, [a atmósfera no se mantiene estática sino todo lo Pacífico, de 87o mb (Figs. z y:).
contrario, Io cual incide en la presión. En nuestras regiones ésta fluctúa Las diferencias de temperatura también engendran desigualdades
entre 95o y r.o5o mb, valores que corresponderÍa a áreas depresiona- de presión. Una masa de aire caliente se dilata como gas que es, pier-
rias o de borrasca (baia presión) y anticiclónicas (alta presión), respec- de densidad y, al ser más ligero que [a masa circundante, tiende a ete-
tivamente. A niveI mundial la máxima presión fue medida e[ 3r de diciem- varse (este es el principio que inspira a un globo aerostático). Al contra-
bre de r968 en Agata (Siberia), de r.o83,B mb; altí se ubica et famoso rio, el aire frÍo se contrae (pesa más) y tiende a caer: es un aire some-
anticiclón siberiano que, al comienzo del invierno, envÍa a Europa esa tido a alta presión. El altÍmetro puede resuttarnos de utitidad en deter-
ola de aire frío y seco que tlega hasta Huelva. Por su parte, e[ valor de- minadas situaciones para detectar cambios importantes de presión.
v¡sta eminentemente práctico. Mi experiencia no es la de un meteoró-
,§ Prólogo logo, sino la acumutada durante veinticinco años observando y estudian-
do las montañas como atpinista, profesory guÍa de atta montaña, y
No hay viento fovorable poro el que no sabe dónde vo. profesor de parapente, siendo este úttimo efercicio el que más me ha
Séneca, siglo I a.C., Córdoba. permitido conocer a fondo la atmósfera, en general, y [a de montaña, en
particular. Para ello extraeremos de [a ciencia aquello que mínimamen-
I A actividad humana está íntimamente vinculada al tiempo climáti- te necesitaremos para comprender las variables fundamentales que
Lco y ta posibilidad de preverfo proporciona ventajas en cualquiera intervienen en la atmósfera dando lugar a los fenómenos meteorológi-
de los órdenes de ta vida. Atlá donde un grupo humano se haya estable- cos, a su vez responsables de que haga mal o buen tiempo. A partir de
cido, tos datos y conocimientos al respecto se han ido acumutando aquí analizaremos aquellos indicadores que nos permitan prever (sin en-
desde et principio; una tradición que no podÍa deiar de tener su fiel re' trar de momento a valorar el margen de error) qué tiempo tendremos,
flejo en [os refraneros populares. bien sea iusto antes de salir, o bien una vez ya en ptena actividad con
En este contexto, entenderemos por tiempo et estado de la atmós- el fin de tomar la decisión más adecuada antes de que sea demasia-
fera inferior en un momento y lugar determinados. Dicho estado re- do tarde. Pasaremos por encima, o quizá los tocaremos someramen-
sulta fácil de anatizar cuando se está produciendo' Sin embargo, esta' te, una serie de fenómenos y/o mecanismos cuyo estudio y compren-
btecer unas previsiones bien precisas no resulta tan sencillo. Hoy en día sión merecerían muchos más capítulos y que nos sacarÍan sin reme.
los meteorótogos de todo el mundo trabalan muy coordinados entre sÍ. dio del propósito aquÍ perseguido.
tntercambian constantemente las informaciones recogidas desde A lo targo de la historia del hombre montañero, prácticamente todas

r4.ooo estaciones de observación terrestres o marinas y una decena las grandes tragedias que tiñeron de luto su andadura por las monta-
de satélites. Esto les permite, con la ayuda de sofisticados ordenado- ñas estuvieron inicialmente causadas por serios y/o inesperados em-
res, prever el tiempo que va a hacer con una cierta antelación de días. peoram¡entos meteorotógicos. Nosotros vamos a intentar discernir
Pero si e[ margen de error es relativamente bajo a escata de un paÍs cuándo debemos darnos [a vuelta o, mejor aún, cuándo debemos abs-
o de un área cont¡nental, no lo es tanto a nivel de una provincia, por tenernos de salir, a [a espera de que un cieto más azuLdomine sobre
ejempto; imagÍnate entonces si se tratara de un "pequeñ0" macizo esos vatles y montañas que nadie se va a llevar. Un cieto que, tras leer
montañoso. este libro, espero que ltegues a mirar con otros ofos cuando satgas de
No resulta nada fácil, por tanto, acertar con la previsión det tiem" casa por [a mañana.
po en montaña. Pero merece ta pena intentarlo y no sotamente porque
ejercitar un hábito tat estimula nuestra capacidad de prevención, tan Joneurn Colonnoo Srennn
necesaria cuando practicamos deportes de montaña, sino también
porque te permitirá conocer tas montañas desde una nueva dimen'
sión, inctuso si al principio te equivocas mucho en tus deducciones.
Pero te garantizo que si te acostumbras a intentar comprender por
qué las cosas ocurren de tat o cual forma, tu sentido de [a observación
se reforzará hasta tat punto que sin darte cuenta descubrirás una ac-
tividad apasionante.
A lo largo de las páginas de este libro no vamos a estudiar [a me-
teorotogÍar como ciencia, no sóto porque resultaría excesivamente pre'
tencioso hacerlo en tan pocas páginas, sino también porque lo que de 1 MeteorologÍa; forma parte de tas Ciencias fisicas, y estudia la evolución de tos fe.
verdad nos interesa es ir lo más a[ grano posibte, desde un punto de nómenos que tienen lugar en la atmósfera, también llamados mefeoros.
+
E[ altÍmetro
D ASICAMENTE es un aparato que mide la presión atmosférica. De-
CAPITUI-O 3 PAHAMETROS PBINCIPALES OUE DETEBMINAN

§§N onr,",",¿o lT2 a."**


+
I

Ll n¡¿o a la variación que ésta experimenta con la altura (cada milibar


equivale a diez metros de variación), el altÍmetro es utilizado sobre una
escata de altitud (la altura sobre el nivel del mar) para aprovechar las va-
riaciones de presión. Pero para que los valores medidos por este apa-
rato sean correctos, por razones obvias debemos tener en cuenta que
también va a ser sensibte a los cambios de presión motivados por fenó-
menos meteorotógicos y, por lo tanto, puede marcar diferentes altu-
ras en un mismo punto, según esté " eI ambiente " . Este recurso viene
bien para [a previsión meteorotógica (váase "0bserva la atmósfera",
pág.tz.). Pero para sabersin confundirnos si [a presión sube o baja, ne-
cesitaremos ajustar el altÍmetro a la altitud correspondiente a [a "at-
mósfera estándar"2 que nos proporciona un punto conocido (pobla-
Ílt. z. Presloncs medias al nivel del mar en enero.
ción, refugio, lugar claramente identificabte en el mapa, etc.). Haremos
este ajuste siempre que podamos por lo menos una vez al dÍa.
Asimismo, los altÍmetros son afectados por [os cambios de tempe-
ratura: con mucho calor marcarán menor attura y al contrario con mu-

2 Atmósfera estándar: modelo de atmósfera universalmente adoptado para las nece-


sidades de Ia altimetría barométrica. establecldas por ta OACl (Organización de la
Aviación Civ¡l lnternacional). Corresponde a Las condiciones atmosféricas medias
encontradas a todas las alturas, en latitudes medias.

ELORIGEN DE LAS ISOBARAS


Y DE LOS CENTROS DE PRESIÓN
Desde finates det sigto XVlll, tos observadores ya comprendÍan
que las indicaciones del barómetro podÍan iugar un papel esen-
I tig, 3. Prei¡ones medias al nlve[ del mar en iulio.
¡ ciat en la previsión. Pero ignoraban la interrelación existente en-
I tre las áreas de presión atmosférica diferente, las cuáles tampo-
I co sabÍan aún representar. cho frÍo. Por eso, conviene guardarlos siempre en un lugar que les ase-
¡ En el siglo XlX, un meteorólogo holandés ltamado Buys-Ballot
gure una temperatura que oscile lo menos posible. Existen modelos
t tuvo la idea de entrelazar con una [ínea, loi rp-Untos de igual pre- con compensación de temperatura.
t sión barométrica. De esta forma, consigui o úazat una serie de Resumiendo, las variaciones de presión atmosférica alrededor del
I globo terráqueo dependen de la temperatura y la altitud. Consecuen-
curvas, de desigual forma, ltamadas isoboras.A partír de las iso-
¡
baras consiguió materializar sobre et papét'ia§ á¡e4s de baia pre- cia de e[to son los centros de presión: anticiclones (alta presión atmos-
I
sión (borrascas) y las de atta presíón (q¡!ic!.q'-1onqs)1 férica, asociado a buen tiempo) y borrascos (baja presión atmosféri-
t
L ca, asociada a mattiempo).
EI homhre
T

s trempo:
y el ilemp0:
hreve introducción
L¡gúne sucla. fÍaciro del Fliz-Roy.
histórica
Patagonia Argent¡ná. t¡nales de r99o:

5 dfas de busn t¡empo r me""r..,


"n
CAPíTUIO 3 PAHAMETRf]S PBINCIPALTS fIUE I]ETEBMIl'¡AI¡...
il
I

Para terminar, de momento, con presiones y mapas nos faltan [as iso-
baras: líneas que en un mapa unen [os puntos de igual presión. Este tipo
de mapa se ltama más concretamente isobórico (hay muchos tipos de
mapas meteorológicos) y es el que sale en [a "tele", periódicos y, en de-
finitiva, es una buena henamienta de la que podemos disponer si sabe- óol ¡ar»i»o poR F§-FrJ.rfd,.¡
mos [eer en ét at iguat que lo harÍamos en un mapa topográfico (réase
"Mapas isobáricos y partes meteorológicos", pá9.85). No en vano, las iso-
baras se asemelan como concepto a las curvas de nivet (Fig.4).

zÓNA bÉ ALaAS Z,ÑA D€ BAf,ÁS


DREsio rá5 Tcesior.tE.S

.SE^!o bá-e^üAS
?R.esioñss PRESior.lEs
tlg. 4. Lfneas lsobaras. i peu 5oZ ABroavipo
PoR LA coRrezA
TE.RRÉ3TRE
',..,;; Igmpgratura
LA -tiEKE,A
que el aire es diatérmico, es decir, no se calienta directa-
QE dice
Jmente por e[ Sol. De Ia energÍa que nos ltega procedente del Sol
por radiación, un 3o% es devuelta al espacio (reflexión), e[ r7% es cap-
tada por la atmósfera (nubes y potvo) y nada menos que e[ 53% es ab- Fig. i. El filtro atmosférlco y la enorgla sol.r.
sorbida por [a corteza terrestre (Fig. 5).
La atmósfera sin nubes deja pasar bien [a radiación, mientras que el
suelo, según su naturaleza, [a absorbe en mayor o menor medida trans- 3. Evaporación: e[ suelo que se calienta es agua y ésta se envía en esta-
formándota en cator. do gaseoso (cicto del agua: evaporación-condensación-subtimación).
La energÍa absorbida por [a superficie terrestre (537o) es enviada a
la atmósfera a través de tres mecanismos: En [a atmósfera, la temperatura:
y Conducción: el suelo calienta directamente [a capa de aire en con- Decrece alaumentar la altitud (o,650C cada roo m), no sotamente por
tacto con é1. et calentamiento delsuelo, sino porque [a menor presión libera los
z. Convección: [a conducción produce dilatación del aire, pérdida de movimientos de las molécutas de aire reduciendo los choques en-
densidad y desptazamiento verticat (Fig. 6). tre etectrones (movimientos brownianos).
CAPíTUtO I ET HOMBHE Y EL TIEMPO

partir de este momento y para no repetir en de- va [a atmósfera", pág. rz8), este monumen-
A
f\masÍa la palabra meteorologío o sus deriva- to estaba destinado a indicar [a dirección {,
dos, permíteme utilizar de vez en cuando el apó' de las corrientes eólicas y ta hora det dÍa. t \
cope meteo. Tenía en su interior una ctepsidra ftetoj de

Durante dos mil años [a única obra de ca- agua) para suplir durante [a noche o en los
rácter científico dedicada al tiempo atmosféri- dÍas nublados los cuadrantes solares

co fue [a escrita por Aristótetes (s. lV antes de colocados en el exterior.


la Era cristiana). Tras Platón y Tates de Mile- Las aportaciones de [a ciencia

to, Aristóteles retoma [a teoría de los cuatro oriental a través de la cultura árabe, como
etementos (aire, tierra, agua y fuego), en- depositaria y transmisora a Occidente de
tonces considerados como const¡tut¡vos buena parte de ese bagaje acumutado por ^\
de todo et universo y describe [a lluvia de [a los sabios de ta Antigüedad, recorren et Medi-
siguiente forma: terráneo y son recibidas con los brazos abiertos en
España por [a cuttura andalusÍ a partir det sigto IX de nuestra era. La
"La exhalación que viene del agua y del vapor, y la exhatación ciencia autóctona en Al-Andatus inicia su etapa de máximo esptendor
de[ aire, transformados en agua, es una nube. La niebta es el a partir del siglo X donde, centrándonos en e[ tema que nos ocupa, se
residuo de [a conversión de [a nube en agua, anunciando buen ltega a componer eI llamado "Catendario de Córdoba" para eI califa al-
tiempo más que [[uvia. Pues [a niebla es una especie de nube Hakam ll. Sus autores, los cordobeses Arib ibn Sad yTabi ibnZayd,
sin formar. éste úttimo obispo mozárabe (nombre latino, Recemundo), cooperan
Por lo demás, el ciclo de estos fenómenos imita a[ ciclo del hasta e[ punto de crear una obra que incluye pronósticos meteoroló-
Sot. Al mismo tiempo que el Sol recone su trayectoria oblicua gicos relacionados con las prácticas agrícolas habituales en [a Penínsu-
y cambiante, iguatmente e[ otro cicto sigue su [ínea hacia [o la lbérica. Estos pronósticosse basaban en elestudio de [osortos y
atto y to baio. Hay que mirarlo como si fuera un río que fluye de ocasos de determinadas estrellas en ciertas fechas significativas del
forma circular hacia arriba y hacia abaio, a la vez compuesto de año solar. Sus sistemas de predicción, huyendo de cuatquier tipo de
agua y aire. connotaciones astrotógicas, se Iimitaban a señalar la existencia de una
Así, cuando et Sol está próximo, el rÍo de vapor ftuye hacia [o sincronía entre determinados fenómenos astronómicos que se repeti
alto. Cuando aquél se alela, va hacia abaio. Y esto parece ocu- an cada año en fecha fija y otros fenómenos meteorológicos retacio-
rrir sin interrupción con una cierta regutaridad y de tal suerte nados con [as estaciones det año.
que este océano, del que los ancianos han dicho algunas pa- Es a partir del siglo XVll, con etdescubrimiento de las [e-

labras, podrÍa estar dominado por este rÍo que circula atrede- yes etementales de los gases, tíquidos y sótidos, cuan-
dor de [a Tiena. Este fenómeno, det tÍquido elevándose ante do se inicia el estudio científico de [a atmósfera. Se po-
el poder de[ calor y precipitado de nuevo hacia la tierra por nen a punto ¡nstrumentos de medida que permi-
enfriamiento, ha recibido distintos nombres ... Cuando las par- ten a los sabios validar sus hipótesis: el termó-
tícutas que caen son muy tenues se les ttama chubasco y cuan- metro (Gatiteo), e[ barómetro (Torricetti) o et
do [as partículas son más gruesas se [es ltama ltuvia." pluviómetro (Castetli). Pero también se ¡ntenta
medir e[ v¡ento y e[ grado de humedad,
Tres siglos después de Aristótetes, e[ gran arquitecto y astrónomo An- todo ello a ras de suelo. A finates de si-
drónico levanta en Atenas una estructura octogonal conocida como "Tone glo se conocerá la composición quími-
de tos Vientos". Consagrado a los ocho vientos principales (véase "Obser- ca del aire gracias a Lavoisier.
I

CAPIIULO 3 pABAMETB0s pRrNcrpALES 0.,E DETEBMTNAN


+
A*
kio
\- us cÉluus DE HADLEY
,Y§ En et siglo XVlll, el astrónomo y matemático inglés Hadley fue
,//tf,\\¡\
uno de los primeros en presentir el importante papel que debÍa
de lugar la alta atmósfera en los fenómenos meteorológicos que
FiS. 6, ASCEilDEI{ClA TERIIICA tienen lugar en la superficie terrestre. HabÍa imaginado que el aire
IA B)RAÚ§A
caliente ecuatorial se elevaba hasta que era transportado por
cúando [a capa de a¡re más baia, es dec¡r, S s\LA.é
^sc\Er¡b¿y
los vientos hasta los polos; una vez en éstos se enfriaba y regre-
/z\<
la que está en contacto con el sr¡elo ca-
lentado por e[ 5ol, se recalienta a su vez
por conducción, erp€r¡mente una eleya-
;I§rylz /nll.)\
saba a su lugar de origen tras recorrer tierras y océanos.
Un esquema abrumadoramente simple y fácil de entender, pero
que desgraciadamente se contradecía con observaciones que
ción de temperatúra, Ésta da tugar a una
agitación de las moléculas de aire que pa-
otros venían realizando sobre el terreno. Por ejempto, era fácil
san a ocupar cada vez más sitio: el gas * comprobar que en Europa no soplaba todos los días el viento
está d¡latando. Esta ditateción del gas le del norte y habÍa que encontrar una explicación más completa.
hace perder densidad y, por tanto, peso De hecho, el aire caliente ecuatorial no tiene la fuerza suflciente
con relación a la atmósfem circundante como para ltegar hasta tos polos y tuego regresar a[ mismo lu-
aún más frla: la masa recalentada tiende gar de donde partió; a medio camino pierde altitud, da media
a elevarse. Podrfanos decir que se des- \J2 .-- vuelta y regresa, pero al mismo tiempo ha transferido calor at
prende una pompa o burbula de a¡re cúyo
oaY§ ---:)
&rl0}{\ aire que ha encontrado en su camino y este nuevo aire calenta-
vacfo deiado en el súelova a ser sustitui-
do toma el retevo en dirección a los polos. Se genera así una se-
do por nuevo aire clrcundante más frfo
rie de cétulas de circulación, más o menos simétricas en ambos
gue, a su vez, ss recalentará de nuevo y
alimentafá esa corr¡énte conyect¡ya que
hemisferios, entre los polos y el Ecuador; más especÍficamente,
generó la prlmera búrbú¡a desprend¡da. se da et nombre de "células de Hadley " a las situadas entre e[
Más técn¡camente, esto es lo que los vo- Ecuador y los Trópicos de Cáncer y de Capricornio.
ladores llamamos fárrrrlca en aviación li- Aun asÍ, esta explicación más completa seguiría siendo muy sim-
gera y es la base de toda la clencla del ple si no fuera porque la Tiena da vuettas y al hacerto provoca
a¡te de volar sin motor (ata delta, para- diferencias de inercia sobre todos los cuerpos que se desplazan
pente, plareador, etc,),
de una latitud a otra, ívientos incluidos! (véase "Fueaa de Corio-
[a masa de a¡fe ascendente se há enfr¡an-
ils' , pag. 4r.
do pmgresiEm€ntea m€dida qüe gane a[-
tura: el gas se contr¿e. Como se explica en
el Apartado "l{úmedad", pá9. ,t, cuando :lo
zf§ Fluctúa más que [a presión: en igualdad de attitud, la temperatura
la masa albergue una c¡erta cant¡dad de
/rl4lur\ crece a medida que el Sol sube por el horizonte, alcanzando un má-
wpor de agua, la reducción progresiva de
ximo entre las r5:oo y las 16:oo h (ángulo de incidencia de los ra-
su volumen dafá lúgaf a que sr¡ hr¡medad
yos con [a superficie terrestre (uéose "Concepto de escala", páC.24,
relativa aumente hast8 qúe no pueda con-
tener en sü seno más agua en forma de va-
te rce ra co n se c ue n c i a).

pofr * dice, entonces, qúe lá me e satu- A nivel de circulación general atmosférica, Ia temperatura origina
ra, produciéndose la condenmci,ón (paso movimientos verticales (altitud) y horizontales (tatitud) de las gran-
dely¿por de agua a €stado lÍquido) y forma- des masas de aire. En ambos hemisferios tas capas baias de aire
clón de la núbe, en el Ecuador se calientan y ascienden (convección), delando un
CAPITUTO I

El siguiente paso será adquirir consciencia de ta necesidad de estu-


diar las attas capas de ta atmósfera. En diciembre de q83 se lleva a
cabo el primer sondeo meteorológico mediante un globo que alcanza
la altitud de 3.4oo m.
Un siglo más tarde se puede ya hablar, a partir de los descubrimien-
tos fÍsicos y quÍmicos que en esta materia se van produciendo, de [a
posibitidad de poder comprender y explicar los grandes fenómenos cti-
máticos. El paso siguiente será poder anunciarlos antes de que se pro-
duzcan. Urbain Le Venier, astrónomo francés y descubridor del plane-
ta Neptuno (1846), considerado e[ padre de [a meteorología moderna
y encargado por [a marina de guerra francesa de analizar las circunstan-
cias desencadenantes de una violenta tempestad que hundiera en Cri-
mea unos cuarenta navÍos y matara a cuatrocientos hombres (en no-
viembre de 1854), descubrió que las perturbaciones meteorológicas
eran grandes viaieras (la de Crimea habÍa atravesado toda Europa en
sentido noroeste a sureste). Era necesario instalar una red de obser-
vación. En 1865 la red meteorotógica europea contaba con unas sesen-
ta estaciones conectadas entre sívía tetégrafo. En ettas se anotaban
las temperaturas, características de los vientos, mediciones de presión
barométrica y se confeccionaban los primeros mapas meteo. En estos
años, y para acercarnos más at contexto de montaña, cabe destacar
la figura del fraite barnabita Francesco Denza fundador del 0bservato-
rio Meteorotógico de Moncalieri (Atpes italianos). Como educador que
también era, Denza aprovechaba la cercanía de las montañas para en-
señar a sus muchachos MeteorotogÍa, GeologÍa y Ciencias Naturales
en eI curso de largos paseos haciendo del atpinismo un instrumento
La atmósfera.
de adiestramiento y de enriquecimiento espiritual. No en vano, entre sus
discÍpulos encontramos nada menos que a Luis Amadeo de Saboya-
Aosta, famoso explorador y atpinista, más conocido como el Duque de Escalas de
[os Abruzzos.
Y asÍ empezó todo, aunque hasta que no se avanzó en el conoci-
miento de tos vientos en altitud, las previsiones se mantuvieron muy im-
precisas durante mucho tiempo. Más adetante volveremos a recupe-
ohservac¡ón
rar de la Histor¡a apasionantes antecedentes que nos [evarán a com-
prender mejor por qué [as cosas son hoy tal como son.
+Células
de Ferrel
\Y+
Células polares
CAPiTULO

vacío que ocupa, poco a poco,


el aire más pesado y frÍo que
3

l./t viene de ambos polos. A su


vez, el vacÍo que deja eI aire
a frÍo en los polos es ocupado
por eI aire caliente proceden-
tig. I. Ci¡culación general Polo-Ecúador' te del Ecuador.

El suelo constituye, por tanto, la principal fuente de energía calorÍfica '.§.9''' 't- -:- , t. ' .'r : '' .. '-.'
:' '
para la atmósfera en cuatquiera de las cuatro escalas (váase "Concepto -::1:":::': '.'",::ltr,rr,,i:,

de escala", pág. zz). Para complicarlo un poco más, esa circulación gene-
ral polos-Ecuador se descompone en otras células intermedias ("de Ha- :;;",;"" súelen estar despe¡aaas. ta ."p" a" in-
yers¡ón orig¡na el "*rlon"qr"..r.tr"s
"mar de nubes". Cho-Oyú, campo ll a Z.loo m (Tíbet),
dley" en latitudes tropicales, "de Ferrel" en las medias y en las polares)
donde se alternan movimientos ascendentes y descendentes de las masas
de aire caliente y frÍo que dan lugar a unas macroáreas de attas (ei., los ber la attitud que corresponde a [a lS0 9o (de ello dependerá la esta-
grandes desiertos) o bajas presiones que se mantienen más o menos esta- bitidad det terreno nevado, precipitación en forma de nieve o agua,
bles a lo largo del año, sin perjuicio de los ciclos climáticos (Fig. z). etc.), este valor suele darse en los partes especializados en montaña.
Aún estudiaremos dos conceptos más antes de pasar a [a humedad. Por e.iempto, si pretendemos ascender en verano al Mont-Blanc por su
ruta normaty el parte nos dice que la lS0 Oo se encuentra a 5.500 m,
tnversión térmica teniendo en cuenta que la cumbre está a 4.8o7 m, esta información
S ta lÍnea divisoria entre dos capas de aire a partir de [a cual la tem- nos avisa de que la temperatura demasiado elevada que tendremos
f
Lperatura aumenta con la altitud. Se trata de un fenómeno que se durante [a ascensión dará lugar a que [a calidad de la nieve que vamos
contradice con eI descenso de la temperatura con Ia attitud (todo es a pisar deje mucho que desear, y que deberemos intentar la cumbre
relativo), consecuencia a nivel local de un enfriamiento de las capas [o más temprano posible para evitarnos, en gran medida, [a patiza y el
baias durante la noche. La inversión térmica es esa línea divisoria fácit- riesgo que supone movernos tantas horas por nieve en maL estado. Si,
mente apreciable con e[ cielo despeiado y e[ tiempo en calma (situa- por e[ contrario, ta lS0 0o se encuentra a 3.2oo m, nos vamos al otro ex-
ción anticiclónica). En montaña, ese majestuoso "mar de nubes", que tremo, ya que hará mucho frio y la nieve estará excesivamente dura en
en ocasiones tenemos et privilegio de contemptar por debaio de nos- algunos pasajes, incluso en attitudes inferiores a lo habitual; si, además
otros, es consecuencia de la inversión térmica que se da por encima de esto, se preven vientos fuertes a partir de los 4.ooo m (atención al
de dichas nubes. Constituye un factor de estabilidad atmosférica en efecto térmico, uáase "Petigros: iqué se puede esperar", pág. toS), to
tanio que no propicia movimientos verticales de las masas de aire (vol- mejor será dejar el intento para otro dÍa.
veremos más adetante sobre todo esto). Como idea generat, en lo que al factor térmico respecta, cuando
Por tanto, para deducir variaciones en el mismo sentido en altura, asistimos a un cambio de temperatura se está produciendo una al-
no hay que fiarse de las indicaciones deI termómetro en los puebtos ternancia de movimientos ascendentes y descendentes de aire. Los pri-
ubicados en e[ fondo de los valles. meros determinan el mal tiempo (nubes y precipitaciones), mierrtras
que los segundos traen buen tiempo (váase "Presión", pág. zB). Cuan-
lsoterma to más acusado sea el contraste térmico entre dos masas de aire,
E trata de las líneas que en un mapa unen puntos de iguat tempe- mayor será la virulencia o posibilidad de perturbación3, por etLo, se ha-
Q
J ratura (en atmósfera libre). De especial interés en montaña es sa- bla de estabilidad en [a atmósfera cuando ésta resutta poco propicia
CAPíTUtO 2 LA ATMÚSTINA. ESCALAS OE OBSTRVACIÚN

La troposfera constituye [a primera capa de [a atmósfera en con-


s* Descripciún
tacto con [a superficie terrestre, para entendernos, es [a capa donde
pARA prever ettiempo, como viste en e[ capítulo anterior, pronto se respiramos. En etla se produce casi la totalidad de los fenómenos
I comprendió que resultaba cas¡ tan importante estudiar los fenó- meteorotógicos que nos afectan cuya sucesión causa la variedad cti-
menos atmosféricos tanto en attura como a nivel del sueto. Obviamen- mática. Tiene un espesor medio de rt km siendo inferior en [os po-
te resuttaba caro y peligroso enviar observadores en globo a varios ki- los y superior en eI Ecuador. Ésta es [a razón por la cua[ [a parte su-
lómetros de altitud por lo que, desde finales del siglo XlX, empezó a periordel aire troposférico es más fría en eI Ecuador C85oC) que en
extenderse el uso de cometas y globos sonda a tales efectos. Entre los polos (-looC), hecho que tiene su repercusión en la circutación
otras cosas, se descubrió que a partlr de una cierta altitud (entre ro.ooo general de ta atmósfera.
y 12.ooo m) la temperatura, que hasta esa cota decrecÍa con la attura, Desde t9z7 los globos sonda transmiten a[ suelo sus informacio-
dejaba de hacerlo para aumentar nuevamente. Esta "frontera" fue bau- nes por radio. Varios miles de estos gtobos se suettan a diario desde
tizada con et, en mi opinión, feo nombre de tropopausa; [a parte su- numerosos puntos del ptaneta. Se trata de un viaje que tos lleva a
perior de [a atmósfera por encima de aquélla recibe el nombre de estra- 25.ooo o 3o.ooo m de attitud. Gracias a ellos se conoce [o más impor-
tosfera y la inferior, e[ de troposfera (Fig.r). tante que ocurre en el interior de las capas atmosféricas. Los datos asÍ
obtenidos, iunto con [as mediciones efectuadas en tierra y mar, permi-
ten afinar en el plano de las previsiones. Pero a partir de los años sesen-
ta, [a aparición de los satélites meteorológicos ha mejorado sensibte-
mente e[ sistema de observación y recogida de datos. Gracias a este tipo
de satélites los meteorólogos disponen, incluso, de información sobre
Termosfera
(lonosfera)
el emptazamiento de las masas nubosas, eI nacimiento y [a formación
de las perturbaciones, etc. E[ popular Mefeosaf, el satélite de Europa,
es de tipo geoestacionario: dispuesto a más de 3o.ooo km de altitud so-
I
bre la línea ecuatorial, gira a [a misma velocidad que la Tierra y perma-
i
1
Meteor¡tos
Mesosfera
nece siempre sobre el mismo punto.
La atmósfera, o masa gaseosa que envuelve nuestro planeta, está

dI formada por aire. El aire es una mezcla de gases considerados, a efec-


tos flrsicos, como un único ftuido (compresibilidad) con caracterÍsticas
Estrotosfero específicas de gas. Está compuesto por:
o 78o/o de nitrógeno.
o 2to/odeoxÍgeno.
r r% de anhÍdrido carbónico, vapor de agua, hidrógeno, ozono, ar-
froposfera
gón, etc., y de partÍculas sótidas en suspensión.

La interpretación de los datos que se acumulan en el tiempo y en


eI espacio, y que a su vez posibitita la previsión, puede efectuarse des-
de distintas escalas de observación.

tig. 1. La atmósfera y sus partesr las tres capas más altas contlenen sólo el 6% dé
los gasesi la estratosfera e[ r9%, m¡entras que la troposfera contlene el 75%.
CAPíTUtO 3 ?ABAMETBOS PRINCIPALES 0UE DETERMINAI'1...

para la aparición de ascendencias. A pesar de que haya actividad so- 7o%', serÍa difÍcil que no [oviera, ya que [a masa estarÍa muy cerca-
lar, las capas de aire no presentan los contrastes térmicos necesa- traala saturación.
rios para que se produzca ese "disparo" de corrientes térmicas. Esta
es [a situación tÍpica que se produce cuando se establece et antici- Saturación
clón en invierno, donde hay un cieto despejado y acción sotar, pero el E produce cuando la masa de aire húmedo no puede contener más
Q
aire generat ni se mueve, satvo mÍnimos movimientos a escala local J agua en estado de vapor y ésta pasa a condensarse. Esta saturación
(yéase "Viento (escala meteorológica)", pág. ¡S). puede producirse:
r- Por enfriamiento (contracción) de una masa con grado de hume-
dad constante.
,,::",,',, HUmgdad 2. Por aporte suplementario de vapor a una masa con temperatura
OMO Va se ha visto, el aire contiene agua en cantidad variable, ya sea constante.
f
lr-en estado gaseoso, tíquido o sólido (tas gotas de agua se congetan
en las capas altas y forman copos de nieve, granizo, etc.). La humedad Cuando se produce la condensación, el vapor de agua se materiati"
procede de la evaporación de los océanos, lagos, rÍos, zonas polares, za en gotas microscópicas en suspenslón flotando en e[ aire: es [a nube
nieve en montaña (en primavera), de la transpiración vegetal, etc. o ta niebta. Al contrario, una masa de aire nubosa puede hacerse "trans-
Una masa de aire admite en su seno sólo una cantidad determina- parente" bajo el efecto de un catentamiento del Sol: se trata de la masa
da de vapor de agua o de humedad. El factor regulador es la tempera- saturada y contenida balo la inversión térmica que cubre et valle por
fura de tat forma que cuanto más catiente esté el aire, más humedad po- la mañana hasta que los rayos solares [a " rompen " y catientan a través
drá absorber: del sueto [ogrando disiparta.
El agua tíquida que se evapora consume calor y, a[ contrario, el va-
+ Temperatura + Volumen --------> + Vapor de agua por de agua que se condensa libera calor. La presencia de vapor de
--> (ditatación)
(calentamiento) (humedad) agua en e[ aire influye en la variación térmica con la attitud. Si [a tem-
peratura de un votumen de aire seco y ascendente o convectivo (a con-
A ta inversa, e[ aire frÍo contiene poca humedad; esto explica, por secuencia de [a convección,véase "Temperatura", páS.lz) varÍa roC
ejemplo, por qué en invierno no nieva cuando hace demasiado frÍo: es cada roo m, [a del mismo volumen, si estuviera saturado, variaría o,506
necesario que la temperatura suba un poco, con e[ fin de captar la hu- cada roo m. Esto se exptica por [a liberación de cator producida por
medad necesaria que dé lugar después a la precipitación en forma de esa masa saturada que se condensa en gotas de agua. Recuerda que
nieve. mientras la temperatura de la masa ascendente (corriente térmica) sea
superior a la del aire que la rodea, ésta continuará su ascenso; no obs-
Humedad relat¡va tante, [a presencia de una inversión térmica también podrá poner fin
E XPRESA, en porcentaje, la cantidad de vapor de agua contenido en a esa actividad convectiva.
L un determinado volumen de aire con respecto a la cantidad máxima E[ vator de temperatura al que una masa tiene que descender para
que podría contener a la misma temperatura. Si e[ parte dice: "... hume- que se sature y condense se denomina punto de rocio.
dad relativa de[ aire: 5o%", esto significa que [a mitad de [a masa de aire
que nos rodea aún está seca; si dijera, "... humedad relativa del aire:
§ Vienlo (escala lnsteorologica)
sea a escala general o local, elviento es [a consecuencia del des-
I Perturbación: es el conjunto formado por tos frentes frío y cátido, en el seno de !A ptazamiento
una borrasca (véase "Formación de borrascas y frentes"). El radio de acción de la ! del aire procedente de las zonas de alta presión ha-
perturbación corresponde al det mal tiempo. cia las zonas de baja presión. Ya hemos visto que [a atmósfera, al igual
I

PABAMEIBOS PHINCIPALES OUE DETERMINAN


+
minante del que aún no hemos hablado: Ia rotación de la Tierra y la
fuerza de Coriolis.

Fuerza de Coriolis
q E trata de una fuerza de inercia que origina [a rotación terrestre en
Jvirtud de [a cual todo objeto móvilsufre durante su desplazamien-
to un desvÍo respecto a La supuesta trayectoria rectitínea sobre la super-
ficie terrestre. Este desvío tiende hacia [a derecha en el Hemisferio Nor-
te y hacia [a izquierda en et Hemisferio Sur.
La fuerza de Coriolis es mucho más importante de to que parece a
simple vista. Por ejemplo, interviene, aunque de una forma impercep-
valle Kall-candakl (ilepal): v¡éntos en calma al amanecér, tanto en altura como en
tibte, en los trenes: en eI Hemisferio Norte el raÍl derecho se desgasta
los vallesi búen tlempo para ese dfa.
más rápidamente que el izquierdo, asÍ como las cuencas de los grandes
rÍos, más excavadas por su margen orográfico derecho; [a navegación
que un gran océano, se mantiene en constante dinamismo y como flui- aérea debe también tener en cuenta esta deriva cuando se trata de cu-
do que son tanto el aire como el agua, éstos no pueden dejar "huecos brir largas distancias; las corrientes oceánicas se ven igualmente afec-
muertos" en su devenir. El aire frÍ0, denso y descendente, irrumpe bus- tadas, así como tos liquidos a [a hora de fluir por un sumidero: ite has
cando las áreas que va deiando libre el aire cálido, ligero y ascenden- fijado cómo el agua del grifo gira a la derecha cuando se va por el des-
te. PodrÍamos decir que et viento trata de corregir esos desequilibrios. agüe?, en el Hemisferio Sur gira al contrario; por razones obvias, Ia cir-
Cuanto más acusado sea el gradiente, o diferencia de presiones entre culación general de La atmósfera se ve igualmente afectada: en las cé-
una y otra masa, e[ desplazamiento que se producirá será mucho más [utas de circulación estable (de Hadley o Ferrel, véase "Temperatura",
rápido o, to que es lo mismo, la velocidad del viento será mayor. Lo he- pág. lz) se producen vientos en altura y superficie relativamente re-
mosvisto (espero que no lo hayasvivido) a menudo en las pelÍculas: gutares y que son muy conocidos tanto en la navegación aérea como en
iqué pasa cuando un avión presurizado y en vuelo a gran altura sufre La marítima, no en vano los vientos alisios, que sin la rotación terrestre
la rotura de una ventanilta o una puerta? El interior del avión está some- hubieran debido ser de dirección norte4, llegan a las islas Canarias
tido a una presión " habitable " para los pasajeros, es decir, equivaten- siendo de dirección noreste, y fueron los que "empujaron" las tres ca"
te a la de la superficie terrestre. Esta presión es enormemente mayor que rabelas de Colón hacia las istas Caribe (y Cotón lo sabÍa); otro eiem-
ta de la capa atmosférica que rodea el avión en el momento de la ro- plo, los vientos del oeste permitieron a Lindberg ser eI primero en atra-
tura (por efemplo, a 9.ooo m). Dicha rotura despresuriza eI interior de vesar el Océano Attántico entre New York y París (Fig. B).
la nave, generándose una violentísima corriente de aire hacia el exte-
rior en busca de las balas presiones. Corriente en chorro
Aunque el tÍtulo de este apartado hace referencia a la escata me- no terminan aquÍ los efectos. LJno de los fenómenos más impor-
f)ER0
teorotógica, también se puede considerar este viento a escala clima- I tantes de la circutación generaI de la atmósfera, lallamada corrien-
tológica (váase "Concepto de escala", pág.zz). Se trata de diferenciar- te en chorro, fue descubierta por e[ finlandés Erik H. Palmen en 1946, en
lo de aquetlos vientos locales que afectan momentáneamente a áreas cotaboración con miembros de un famoso instituto de Chicago. A[ direc-
tan reducidas como una montaña o un valte concretos al ser sus orÍ-
genes comptetamente distintos. 4 Cuandosedice"vientodelX"o"vientodedirecciónX",sehacesiemprereferen.
cia al punto cardinal X desde donde viene eI viento, nunca hacia donde va. En eI
Pero este viento meteo no se organiza de forma " rectilínea " entre
Hemisferio Norte, los alisios son vientos del norte, o de dirección norte, porque
los anticictones y las borrascas. Muy a[ contrar¡o, existe un factor deter- vienen det Ártico y van hacia el sur.
I

CAPíTUIO pARAMETR0s pHrNcrpALES 0tlE DETERMTT{Ar{


+
3

DES!'O a é tor de este centro, e[ sueco G. Rossby, se debe [a denominación 7et stre-
DI¡€q{A €N EL
{r€sÉFtFio rbRtg am con [a que se conoce internacionalmente a esta singular corriente.
Anteriormente, a finales de ta lla Guerra Mundial, durante las operacio-
nes aéreas en eI Pacífico, los norteamericanos ya habían observado
anómalos y fortísimos vientos del oeste en la alta troposfera. En sus

@{.... ataques a Japón, estos pilotos veían notablemente alterado su plan de


vueto [o que, en ocasiones, les obligaba a efectuar aterrizaies de emer-
gencia en territorio chino.
La Organización Meteorológica Mundial ha definido la corriente en
chorro como un potente y estrecho flujo de aire concentrado a [o [argo
DiGcréA fEéricA de un ele casi horizontal de dirección oeste, observado en cada hemisfe-
DEL ViENfb rio entre los 8.ooo y los rz.ooo m de altitud en la atta atmósfera. De varios
mites de kilómetros de largo, atgunas cientos de ancho y varios de espe-
sor, ta coniente en chorro se sitúa entre los 3ooC y 45oC de latitud. Por
último, nunca viaja a menos de roo km/h, velocidad que, en ocasiones, su-
pera [os 3oo km/h. Aunque hay varias teorÍas que tratan de expticar su
JiÉNfa5 DeL
oetfE presencia, no se conoce con exactitud el origen de la coniente en chono.
Yi6ñfos
AlisioS DE L Attí donde el aire frÍo y caliente se encuentran en el frente polar (la-
titudes medias, véose "Formación de borrascas y frentes", pág. 78) inum-
pe esta coniente; las turbutencias que provoca engendran depresiones.
La circutación general atmosférica no deia de ser un mecanismo
- - - - i -- -
mucho más complejo de como aquí se expone. En este sentido, habla-
mos del efecto Coriolis para comprender que, por su causa, et viento se
desptaza desde los centros de atta presión (A) hacia los de baia (B),
teniendo en cuenta que:
r. Gira atrededor de los anticiclones en el sentido de [as agujas det
reloi (Hemisferio Norte) produciendo divergencia a medida que se

rff*z¡t,
?ól
acerca a la superficie terrestre (en forma de espiral hacia fuera). Se
organiza así una corriente descendente.
z. Gira atrededor de [as borrascas en sentido contrario a[ de las agu-
tsd las del retoi (Hemisferio Norte) produciendo convergencia hacia e[

,/4 centro de ta baia a medida que se acerca a la superficie terrestre


,«4 (enroscándose). Este aire que converge no puede acumutarse cons-

YO tantemente en eI centro de [a depresión y se escapa por aniba. La


borrasca genera, por tanto, un movimiento vertical ascendente (baja
tig. t. tuerza de Coriolis. Cerca del Ecuador la t¡erra g¡ra más yeloz qúe la atmósfe-
presión) (Fis. g).
ra, originando vientos del E. [n las latltudes medlas surede lo contre]io, una de las
causas de qr¡e los v¡entG donlnantes sean del O.
De [a misma forma que en un mapa topográfico las curvas de nivel
nos representan [a geomorfotogÍa delterreno, en un mapa meteo iso-
+ CAPITUTO 3 PARAMETHOS PRINcIPALES OUE DETERMINAN

LA LEY DE BÜYS.BALLOT
Este meteorólogo holandés fue e[ primero en comprender que [os
+
.l
¡
I
I

I
vientos no seguÍan el camino más corto para ir de la cumbre de
Viento (sin efecto Coriolis) I
un anticictón hasta tas profundidades de una borrasca. Muy al !
contrario, describían trayectorias circulares más o menos parale. I
-/ / ,// las a las isobaras (fuerza de Coriotis).
-----/ Descubrió que et sentido del viento siempre es el mismo: en el
Hemisferio Norte gira atrededor de los antlcictones en el sentido
de las agujas det retoj, hacia las borrascas, atrededor de la cuates
gira en sentido contrario at de las agujas det retoj. En et Hemis-
so
3 ferio Sur el sentido se invierte. De aquí se obtiene una aplica-
o
ao ción muy simpte que dio lugar al enunciado de la ley de Buys-Ba-
= ltot: "Estando un observador de espaldas al viento en eI Hemisfe-
ó"
o
l'l "j"_':': : :'1'::'j'l'::'j'i:'i :' -
o
g
=.
-
¡¿ En función de la velocidad:
Tipos de viento Velocidad media (km/h)
F¡9. 9. Viento y efecto Cor¡olls.
Calma menoroiguala5
Ftojos entre 6 y 2o
bárico serán isobaras (vdose "Presión", pág. zB) las que nos mater¡a-
Moderados 27Y 40
licen la presencia de esas " montañas y valles barométricos ", como los
Fuertes 41y 70
anticictones y las borrascas.
Muy fuertes 77y 72o
E[ viento, aliado con ta tluvia y Las corrientes marinas, juega un rol
H uracanados mayor que 12o
capital en los cambios térmicos que se producen en las distintas re-
giones del globo. Es eI encargado de transportar a Los polos eI exceso En "Mapas isobáricos y partes meteorotógicos", pág. 85, tienes
de catorías recibidas en el Ecuador y, a su paso, modela los paisajes. una clasificación más exhaustiva (Escata Beaufort) de los vientos y de
sus efectos sobre tierra y mar.
Adjetivación y cuant¡f¡cac¡ón
pARA familiarizarte con [a terminología empleada en los partes me-
I teorológicos, en lo que a los vientos respecta se puede establecer
Vienlo (escala aerolúgica)
la siguiente clasificación. se trata de aire en movimiento, como elviento general de
TAMBIEN
En función de [a dirección: I origen meteorológico. Sin embargo se origina y actúa, únicamen-
. Se emptean ocho direcciones, indicando s¡empre la procedencia. te, a escala locaI o aerológi ca (véose "Concepto de escala", pág. zz)
. Cuando se prevé que la oscitación pueda ser de más de 45o, se dice ante la presencia de los accidentes orográficos que presenta et terreno.
"viento de componente norte, sur, este u oeste". Su naturaleza puede ser:
o Se entiende por viento "de dirección variable" aquél cuya direc- r. Dinámica, cuando el viento que recorre la superficie, a[ enfrentarse
ción oscila en más de 9oo (no confundir con e[ giro de las isobaras). a un obstáculo, se ve obligado a rodearlo o ascenderlo.
PABAMETBOS PHINCIPALES OUE DTTEHMINAN...

meteorológico dominante (el que viene "de arriba,,) no es muy fuerte


(attas presiones).
La brisa no tiene por qué identificarse sólo con un vientecillo débit
y sin importancia. Muy al contrario, en un valle de montaña en verano,
si éste es lo suficientemente estrecho yabrupto, su brisa puede supe-
rar fácilmente los 5o km/h cuando el Sol está en lo más atto. Esto es así
no sólo por [a actividad térmica, sino también por el efecto Venturi.

Efecto Venturi
0NSISTE en la aceleración de las moléculas de un fluido ante un es-
1^
\vtrechamiento o depresión. Es el responsable, junto con el Sot (as-
cendencias térmicas), del régimen de brisos que afecta a los valles y
a la circulación aerológica en zonas de montaña y, por consiguiente,
al buen o mattiempo que tendremos en etlas (Figs. ro y u).

*---*-?'-'-'

Efecto Venturi.

Efectos a escala loca[: brumas matinales en é[ valle det Khumbu (ilepal).

z. Térmica, por [a circulación convectiva de una masa más caliente


que las que la rodean (véase "Temperatura", pág. 3z).
3. La conjugación de los dos fenómenos anter¡ores da lugar a las brisas.

Brisa
a escala local originado por un calentamiento irreguLar del
\ /IENTO
Vsuelo. Lo mismo que a escaLa generat, se dirige de las zonas más
tig. fo. Corte vertical deI Venturi: depresión sobre la aceléración.
frias hacia las más calientes. El régimen se establece cuando eI viento
CAPíTUIO pARAMETR0s pBrr¡crpArES 0uE DETERMTNAN
3
+
AP-
t-l

tlt. í. Efecto Yentúrl sobfe la cresta de ún¡ l¡der¡.


El caudal que clrcul¡ entro A y A' debe ser el mlsmo que pas. entre B y B':

las moléculas de las capas más balas deben acele¡ar.

Como ya vimos (pág, z+, tercero consecuenc¡a), pot la mañana el ca-


lentamiento de [as laderas orientales bien expuestas al Soldesde eI ama-
necer favorece la creación de ascendencias de origen convectivo. Estas
ascendencias provocan una llamada de aire más frÍo en [a medida en
que este aire que se eteva ladera arriba debe ser renovado. Poco a poco,
el aire estancado en e[ fondo del valle irá colmando ese déficit. A medi-
da que el So[ se eleva y e[ calentam¡ento alcanza las zonas llanas a[ pie
de las montañas, se organiza un flulo general a través de los valles en tlg. 12. Rát¡men dc brlsas de valle: descendente de noche y astendente de dfa.
dirección a las cumbres. Favoreciendo [a transferencia de calor hacia las
cotas attas, así como la humedad procedente del fondo de los valles, [a La brisa de valle es claramente perceptibte entre ta primavera y
brisa de valte propicia la formación de nubes sobre el retieve normal- el otoñ0, aunque no deja de tener su inftuencia en invierno, a no ser
mente cerca de las crestas a la altitud gue corresponda a[ primer nivel que e[ manto nivoso ocupe el terreno. Sobre terrenos nevados y más
de condensación previsto para ese dia (véase "Tipos y clasificaciones", aún sobre glaciares, ta brisa que se genera es descendente, puesto que
pá5.6q). Esta formación nubosa que existe sóto porque hay montañas (as la masa de aire en contacto con la nieve o el hieto es frÍa y densa, así,
nubes se han formado altí, no vienen de lejos, mientras que ta llanura desciende por su peso ladera abalo originando una brisa fresca y
permanece despeiada) es de tipo cumuliforme y convectivo por e[ me- descendente. Ésta es ta razón por [a cual no verás cúmulos de origen
canismo generador y se va extendiendo a lo largo de las crestas o cimas convectivo sobre los gtaciares y, si se trata de una formación que vie-
siguiendo [a dirección del Sot, y atcanza su máximo desarrotto, con buen ne de lejos, aI pasar sobre e[ gtaciar se disgregarán total o parciat-
tiempo, a[ mediodía y principio de la tarde (Figs. tz,t3y t4). Cuando elsol mente. Cuando esta brisa llegue a los [Ímites del gtaciar o de la nie-
está próximo a desaparecer, y con é[ la energía que alimentó durante e[ ve "chocará", aunque no [o apreciemos, con [a brisa ascendente del
dÍa a esas nubes de montaña, éstas irán poco a poco disipándose. Ya vatte no nevado y situado más abajo generándose una pequeña barre-
veremos qué pasa con estas nubes si e[ tiempo no va a ser tan bueno. ra turbulenta entre esas dos masas con distinta temperatura y senti-
I CAPITUTO 3 PAHAMETBOS PRINCIPALES IUE DETERMINAI,¡
+
I

Flg r5. l{oches despeladas, vlento en calma: es fácll que el fondo del velle
Eci¡¿ pr vaus
está nás frfo qúe las ladera§ (lnyerslón).
¡ra¡¡r¡Ñ¡

viENro 9€ r.l oipco¡¡¿iá¡¡ ceÑERAL


¿ApA ÑÉbfR& S.,távENTo
X zo$A DÉ .AL¡4A
tig, rr. La mayor ¡ntensldad de la br¡sa dev¿lle suele da¡se entre las f.oo y las t5.oo h.

t¡& 16. Las nubes de desarollo hor¡zontel (tipo estratos) sobtr una montaña
indica estabilidad.
-+
puede dar lugar a la formación de nieblas o brumas locates, si la hume-
dad relativa del aire es lo suficientemente etevada (Fig. rS).
Mientras se mantenga el régimen de brisas tal como se acaba de
f¡& r4. 5¡ las [ubes cumúllformes están lncliradas, ind¡ca que el vlento describir durante el día y [a noche, no cabe esperar un cambio de tiem-
es más fuerte en altura qu. en las capas baias. po a corto ptazo, en tanto que nada venga "desde aniba" para decir
[o contrario. Es posibte que en esta situación sople un cierto viento
dos opuestos. En cuestión de metros notaremos que nos sobra toda meteo en attura, por encima de tas crestas, pero con buen tiempo no
la ropa, o que nos fatta, si estamos subiendo o baiando, taI es e[ con- anulará las brisas ascendentes durante e[ día, ya que este viento se ve
traste térmico que proporcionan ambas brisas. 0curre claramente en frenado en las capas bafas por efecto del gradiente (aumento de [a ve-
verano en los Alpes cuando, desde un valle verde, húmedo y cátido, locidad con ta attitud) (Fig. 16). Todo esto considerando cietos despeia-
atravesemos la morrena para llegar, casi de repente, a un glaciarfrío dos (satvo los cúmulos pegados a las crestas) y estrettados, ahora bien,
y seco. e[ régimen de brisas no existe o es apenas perceptibte, con cielos cubier-
Excepto cuando hay hieto y nieve el sentido de ta brisa es contrario en- tos; Ias gotas de agua que forman las nubes descomponen la luz y no
tre las brisas que circulan de día o de noche. En las noches despejadas e[ dejan pasar más que una parte, tanto menos cuanto más espesas son,
suelo irradia al espacio e[ calor acumulado durante e[ dÍa, es decir, se porque algo traen. Asimismo, eI régimen de brisas queda anulado ante
enfrÍa. Lo mismo ocurre con la masa de aire en contacto con la superficie la inupción de un poderoso vlento meteorológico. Cuando este vien-
y, por un simpte aumento de densidad, comienza a deslizarse valle aba- to dominante en altura inunda los valles desde cumbres y coltados,
jo, invirtiéndose eI régimen generaI de brisas. Esta fase de enfriamiento como si se desbordara una presa, vendrá acompañado de otras forma-
NOCHE: BRISATERRESTRE
CERCA DE LA COSTA

El mar se enfría Lo tierra col¡ento


lentamente rápidomente el aire
que la cubre.

La tierra se enfrío
rd p i d o n e n te, e n fri an d o
el oire que lo cubre
DIA: BRISA MARINA
EN LA COSTA
El mar se cal¡ento lentomente

t¡g. 17. Brisas mar¡nas: durante e[ dfa, el a¡re caliente de la t¡erra firme asc¡ende y
e[ aire fresro de las costas penetra para sr¡stituirlo, creando una fueftc b]isa marina.
Nuhes y
En [a foto se obsefva como el mayor calentamiento de [a costa durante el dfa genera
nubes, como en las créstas de los valles. De no(h€, e] aire frfo se abate sobre eI súe-
lo, cfeando una débil brisa te¡restre. prec¡pitaciones
ciones nubosas a distintas alturas, también de origen meteo y no oro-
gráfico (véose "Tipos y clasificaciones", páS. SS), avisándonos de la lte-
gada de una importante perturbación.
Del régimen de brisas en montaña dependen otros fenómenos que
interesa conocer como el efecto foenh, que veremos en et próximo ca-
pítulo. Esta circulación de vientos de origen tocal se produce por los
mismos motivos en las costas, entre la tierra y el mar: de mar a tierra
durante eI dÍa (mar despejado y nubes en la costa) y, a la inversa, por
la noche (Fig. rZ).
NUBES Y PHECIPITACIONES

en que cuando mires al cielo veas algo nuevo y entiendas poco a poco
sus mensaies.
La nube es un conjunto visible de minúsculas partÍcutas de agua,
hielo o de ambos a la vez, en suspensión. Esta composición determina,
en buena medida, su aspecto exterior: una nube de hieto presentará
un aspecto liso, fibroso, mientras que una de agua tendrá perfiles más
redondeados y algodonosos. Pero no siempre las nubes de agua lo son
porque su temperatura sea superior a ooc, como en principio pudiera
parecer, ya que e[ fenómeno dela sobrefusión ("observa [a atmósfera",
pág. r3r) puede llegar a mantener en estado [Íquido gotas que estén in-
cluso a -3ooc.
Ya se vieron los mecanismos que originan su formación en "Tem-
peratura" y "Humedad". Las nubes siempre están'cubriendo, más o
menos, [a mitad de [a superflcie terrestre. Su luminosidad viene deter-
minada por las cantidades de tuz reflelada, difundida y transmitida por
las partÍculas que lo constituyen. AsÍ:
. Una nube iluminada directamente por el Sol es blanca brittante.
. La nube es gris azulada si recibe la luz azul del cielo.
Al atardecer, [a luz de poniente otorga a las nubes gamas amarillas, na-
ranjas o rojas según el caso (véase "Observa la atmósfera", pág. tzS).
Cuando hay luna, tas nubes iluminadas directamente son blancas,
las que no, son grises o negras, casi invisibtes.
Una nube espesa deja pasar menos la luz y su base es gris.

Iipos y clasificaciones
/\ la hora de estudiar su gran variedad, no te preocupes si a veces
/-lresutta difÍcitencasiltar alguna con la clasificación establecida por
el hombre. Ten en cuenta que las nubes están allÍ arriba muchísimo an-
Se están fo¡mando nubes cumutlformes. tes de que el hombre empezara a tipificarlas y son como les da la gana
a ellas, no at revés. Cuanto más cerca o más debalo se esté de etlas,
J¡ I 0 cabe duda de que hoy en día resulta muy importante habtar idio- más dificil resuttará su identificación, por lo que tienes que acostumbrar-
\
I mas. En esta ocasión, me referiré a una lengua muy especial, que te a observar el cieto desde [a distancia, y asÍ podrás también prever
se escribe en e[ cielo y de [a que basta sólo con saber leerla. No es un melor. Con e[ tiempo y [a observación irás teniendo menos dudas, pero
idioma sencitto de aprender. Sus palabras son las nubes y no sóto hay Io importante, más que identificar unas nubes, consiste en comprender
ocasiones en que tienen significados distintos, sino que, además, tie- qué pueden indicar por su forma, desarrotlo, altitud, etc., aunque no
nen poco sentido si no se traduce completamente la frase de [a que te acuerdes de su nombre o dudes entre varios.
forman parte. El mensaje lo obtendrás de las formaciones de nubes, Tradicionalmente, hay diez tipos agrupados en tres nivetes en fun-
no de lo que significa ésta o la otra por sÍ sola. A partir de ahora confÍo ción de la attitud a [a que evolucionan (altas, medias y bajas, fig. rB). Esta
d I
CAPíTULO 4 NUBES Y PBTCIPITACIONTS

clasificación tradicional se debe a[ farmacéutico ingtés Luke Howard y i Por su attitud


I (a partir de la cual suelen evoluc¡onar)
fue realizada a principios det siglo XlX. Pero antes, y para que te en-
t* no resultar repetitivo en exceso, mencionaré las nubes empte-
tren con facitidad, conozcamos aquellos afiios que,haciendo referen- DARA
cia a su forma o aspecto, se combinan entre sí para ampliar su signifi-
T
ü I ando las abreviaturas adoptadas por la Organización Meteorotó-
cado y dar lugar a [os nombres definltivos de cada una.
ü
gica Mundiat, que se indican entre paréntesis a continuación de cada
$
una.
Por su forma $
t
r. Cirro: filamentosa (siempre nubes attas). NUBES ALTAS (or rnes rPos, coN BAsE
z. Cúmulo: masa (aspecto aborregado, desanollo verticat, en mayor o # ENrRE Los 6.000 v 8.000 n DE ALilruD)
menor grado, aire más o menos inestabte).
Í Todas empiezan por "cirro" y están formadas, sobre todo, por crista-
3. Estrato: en capas (desarrotlo horizontal, aire estabte). les de hielo. Tienen escasa opacidad por lo que a veces no se aprecian
h bien durante el dÍa y sÍ con las luces de comienzo y fin de lornada. Bá-
4. Nimbo: gran desanollo (ya sea vertical u horizontaD, ltuvia, opacidad. F
I
il sicamente, resuttan bien de un deslizamiento ascendente de una masa
La combinación entre sÍde estas palabras, iunto con "alto" en dos I de aire sobre otra, bien de aire frÍo y turbulento en las capas altas con
casos (los de las nubes medias), originan los nombres de las diez nu- r vientos fuertes (Fig. rq).
bes ctásicas. Ejempto: e[ llamado cumulonimbo debe significar, por I

una parte, nube de[ tipo masa aborregada (cúmulo) y, a[ m¡smo tiem- f Crnnos (Cr)
t
po, de gran desarrollo (nimbo), en este caso verticat, al ser la caracte- q
Son hilos blancos aislados sin densidad. Revetan [a presencia y dirección
r-rstica del tipo de desarrotto que presenta siempre cualquier nube cu- ü del viento fuerte en altitud. No siempre, pero suelen presagiar el paso de
B
muliforme. No en vano, el cumulonimbo es la nube que provoca la tor- una perturbación de tipo frente cá[ido en la zona de[ observador, o más al
menta (uéase CapÍtuto 6). sur (giro de [a borrasca en sentido contrario al de las aguias del relol) se-
gún otros factores. Eltas mismas no son de lluvia, pero si se espesan pro-
gresivamente a[ final del dÍa supone que [a perturbación está próxima.

.- NDBES EXTENDI§4s E^¡ ¡uBgs ¡is¿*o¿o


rn <APAS DÉ DE5^ftFo¿¿o
vERtr6á¿-
(t¡ Crnnocú¡taulos (Cc)
IL Es [a capa delgada de pequeñas bolas o granos soldados con más den-
a4
44 sidad que [os Ci. Este tamaño aparente se comprueba cuando el an-
la 4A cho de nuestro dedo meñique, con e[ brazo extendido, cubre las bo-
g [as. Señalan con frecuencia que la perturbación está pasando por eI
1
8 norte. Constituyen la tÍpica esteta de los reactores que cruzan la atta
1 7 troposfera, aunque si dicha estela desaparece enseguida esto signifi-
6 6 ca que la atmósfera se mantiene estabte.
5 5
4 4 Crnnosrnaros (Cs)
3 Se trata de un veto continuo que puede ocupar todo e[ cielo, a veces
2 só10 reconocible gracias a[ halo circular que hay alrededor det Sot que
4 4 delata su presencia. Los Cs y Cc aparecen tras la esteta de los Ci, sin
o o embargo, evolucionan más bajo (a unos 6.ooo m). Se sitúan a [a cabe-
tit. rt. T¡pos y altitud media de las nubes (látitudes med¡as). za de una perturbación, aunque no inminente.
CAPITULO 4 NUBES Y PRECIPITACIONES

e,'
':t ..t a:):::,.

--
a

Attostratos (As)
I

::t¡airl¡i:tti::i:

Attocúmulos (Ac) Altostntos (As)


F¡g.20. ilúbes med¡as.

Cirros (Ci) Cirroestratos (Cs) y su halo caracterfst¡co


Alrocú¡vrr¡¡-ms (Ae)
Poseen una estructura simllar a la de los Cc, pero con las botas más
grandes (para catibrar su tamaño aparente, harán fatta tres dedos con
el brazo extendido para cubrirlas). Presentan et típico aspecto de "cie-
lo enladrillado". Su espesor ya es importante (entre 8oo y r.5oo m).

%,í--**.-"*-* .lfa,§-*
W Sueten ser nubes tranquilas, pero hay excepciones: por delante de una
perturbación anuncian la tlegada de aire tormentoso. Pueden verse a ni-
veles distintos y dar lugar a interesantes variantes desde eI punto de vls-
ta de la previsión en montaña, como los espectaculares oltocúmulos
lenticulores, que reproducen en su base los relieves que "sobrevue-
Cirros (Ci) Cirrocúmutos (Cc) C¡rroestratos (Cs)
lan" (véase "Formaciones nubosas especiates", páS.68) o los casfe-
fig. 19, ilubes altas.
llatus (véose "Observa [a atmósfera", pág. r3z). También bajo los cumu'
lonimbos, los Ac pueden tomar la forma caracterÍstica de "mama".
NUBES MEDIAS (or oos npos,
coN BASE ENrRE LoS 2.500 v 6.000 m DE ALTtruD) Alrosrn¿ros (As)
Su composición esencial es la de las gotas de agua, aunque alcanzan Forman un velo más espeso y bajo que el de los Cs sin presentar fenóme-
fácilmente el [Ímite con las nubes aLtas por lo que también pueden te- no de "halo", aunque el Sol puede ser parcialmente visibte a través de
ner cristales de hielo que las identifican ctaramente. A diferencia de los resquicios que dejan. Su espesor medio es de 2.ooo m y, si se vuelve
las nubes altas, las medias son opacas o muy transtúcidas (Fig. zo). muy gris, dejará caer algunas gotas de agua o copos de nieve. Es frecuen-
i_J_ CAPíTULO 4 NUBES Y PRECIPITACIONES

te que precedan a una perturbación, ya que nacen del deslizamiento len-


to y ascendente de una masa de aire húmedo sobre otra.

NUBES BAJAS (or rREs npos,


CoN BASE ENrRE 300 y 2.000 M DE ALflruD)
Están compuestas por gotas de agua, generan sombras propias y, si
no llegan a dar lluvia por sí mismas, sÍ [o harán cuando crezcan, convir-
tiéndose en nubes de gran desarrollo (Fig. zr).

Cúnnulos (Cu)
Son, seguramente, Ias más fácites de identificar al primer golpe de vis-
ta, al ofrecer ese aspecto de "boneguitos" algodonosos separados y a
poca attura, densos y con sus bordes bien definidos brotando como
coliflores. A diferencia de los estratos, si crecen lo harán más en senti-
do verticaI que horizontal, siendo ésta su principal característ¡ca para
todas sus variantes. La parte soleada es de un btanco resplandeciente, a:.
mientras que la base es plana y gris oscura. Su origen y desarrotto es
consecuencia directa de [a actividad convectiva (uéase "Temperatura", (úmulos (Cu) humitis Cúmúlos (Cu) congestus

páS.lz) que haya en la atmósfera.


Sus dimensiones y, por tanto, sus variantes son muy diversas en
función siempre de su niveI de desarrotlo vertical. Cuando las nubes
cumuliformes empiezan a crecer en una atmósfera turbulenta e inesta-
ble, sus bordes tipo "coliflor" empiezan a deshilacharse. Distinguimos
tres tipos básicos de menor a mayor: húmilis, mediocris y congesfus. Los
dos primeros son tranquilos y pueden indicar buen tiempo a corto pla-
zo, pero al congestus le sobra capacidad para precipitar e, incluso, pro-
vocar pequeñas tormentas.

Estratocúmulos (sc) Estratos (st)

..;I=:r-
-.s=_._;;->
ñ ----- \.W

Cúmulos (Cu) Estratos (St) Estratocúmulos (5c)

Cúmulos (Cu) F¡9. a1. IúDes ba¡as.


td
I
CAPíTtJTO 4 f,JUBES Y PBECIPITACIONES

Esrne¡os (5r)
Son nubes poco espesas, como su nombre da a entender. Su des-
arrollo siempre será más horizontal que verticat, justo aI contrario
que en las cumuliformes y, portanto, su presencia indica, en princi-
pio, estabitidad o falta de actividad convectiva. También persisten
bajo la masa nubosa del sector cálido de una perturbación antes de
la ltegada del frente frÍo (véase "Formación de borrascas y frentes",
páS. Z8). De las diez clasificadas es [a que evoluciona más bajo, has"
ta el punto de confundirse con [a niebta. La diferencia entre niebla y
St reside en que la primera toca et suelo (ya veremos por qué), mien- limboestratos (l{s) Cumuloninbos (Cb)
tras que la nube se eleva atgunos metros sobre éste.

Esrnn¡ocúmuLos (Sc)
Son a la vez grises y blancas, con aspecto de largas losas, aunque cu-
muliformes, es decir, con desarrollo verticat, pero con sus bordes muy
"despeinados" y abundantes sombras. Pueden tener un espesor medio
de 6oo m, ocupar todo el cielo en estrecha formación (aunque dejando
ffi
huecos) y dar algunas gotas de agua. Los Sc son, a menudo, nubes li-
gadas a perturbaciones pasadas o próximas, y son típicas de una entra- t{imboestratos (l{s) Cumulonimbos (Cb)

da de aire húmedo oceánico sobre una zona continental. tig. 22. llubes de gran desa¡rollo.

NUBES DE GRAN DESARROLLO (oe oos npos, páS.8¡) da lugar a una precipitación de gotas muy finas, Ienta pero con-
coN BASE ENrRE Los 800 v 1.500 M DE ALilruD) tinua en eltiempo y en etespacio.
Hemos [egado, por fin, a los dos cotosos que siempre precipitarán en
la forma que a ettos les dé la gana (agua, nieve, etc.). Aunque su base Cu ¡vr u l-o rr¡ r ¡vr sos (CB)
coincide con la de las nubes bajas, alcanzan nivetes superiores. E[ ob- De todos los fenómenos meteorológicos que tienen lugar en las monta-
jetivo de una buena interpretación de las nubes mencionadas anterior- ñas estas nubes constituyen, sin lugar a dudas, la más contundente ma-
mente y de [a previsión en general será evitar encontrarse en montaña nifestación de poder que nos pudiera llegar desde el cielo. Se trata de
bajo alguna de estas dos (Fig zz). [a fase final en la evolución delCu congestus y e[ principio de la tormen-
ta con aparato etéctrico; un formidable desanotto vertical que, desde su
NrMsossrnnros (Ns) base a r.ooo m, puede atcanzar los tímites de la troposfera, es decir, es-
Nubes espesas (puede ltegar a S km) y grises, que invaden todo el tamos hablando de una nube que puede alcanzar fácilmente los 9 km
cielo (centenares de kilómetros). Suele suceder a un espeso velo de As, de espesor. Aunque su desanollo horizontat es muy inferior al det Ns,
de hecho, algunos autores la consideran como [a prolongación hacia no es infrecuente sufrir los efectos de varios Cb muy próximos y actuan-
abajo de un As. Su aspecto general permanece vaporoso a causa de las do a la vez. Ni qué decirtiene que están compuestas de agua en todas sus
continuas precipitaciones. A menudo, presenta pequeñas nubes ne- manifestaciones tíquidas, sólidas o gaseosas y que sus precipitaciones
gras deshilachadas por debajo, esto hace que de dÍa haya que en- son de carácter violento, propias de una tormenta. Una nube, en suma,
cender las luces. Es la típica nube de lluvia de frente cáLido que por las que requiere un estudio más detallado sobre su formación y consecuen-
características de éste (yáase "Formación de borrascas y frentes", cias, como el que tienes en e[ CapÍtulo 6.
CAPíTUIO 4 iIUBES Y PHECIPITACIONES

Por su origen
f N "Viento (escala aerotógica)", pág 45, a[ tratar las brisas de valle,
Lempezamos a hablar de unas nubes que no venÍan de ningún sitio,
sino que se formaban sobre las crestas de los vatles, precisamente por la
presencia deI relieve montañoso. Tanto las nubes cumuliformes como las
bajas, tipo estratos, pueden ser de origen meteorotógico o bien de ori-
gen convectivo u orogrófico (Figs. z3 y zQ.le interesa saber distinguir
en montaña, cuándo tienen una u otra procedencia para así intuir o no [a
flegada de atguna perturbación en altura. A veces ocurre que las nubes
meteo [egan ya muy bajas, se enganchan en las crestas, y se pueden con-
fundir con las orográficas, aunque [o normal es que las venidas de [ejos ha-
yan estado precedidas por otros mensajes en el cielo, de los que hablare-
mos más adelante. De estas nubes también se dice que son "frontales", Aire húmedo que
porque suelen estar asociadas a los grandes frentes y se originan a to lar- soplo a barlovento

go de la lÍnea de contacto entre dos masas de aire distintas.


t¡9. 23. ilubes orográficas.
Nive[ de condensación o "techo"
f S un valor de altitud a partir del cual las masas de aire saturadas se
L condensan originando las nubes. A esta altura será cuando la masa r{)
húmeda alcance el punto de rocÍo (véase "Humedad", pág.39). La at-
--G
l¿E{ rf.') rrk í1,
mósfera puede presentar un solo nivel de condensación, por ejempto,
de nubes balas y, sobre ellas, un cieto azul infinito por la presencia de &j)etj^ .3,ü¿¿S (/'
(.+
:
)1
-'j

una inversión térmica o también una disposición de nubes alineadas Se forman SE IVlULTIPLICAN SE APELI/IAZAN
Si sigue el calor nubecitas
en distintos "pisos" o "techos".
del sol se -/
Las
pegon entre si

Estabitidad e inestabilidad
hemos habtado de estos conceptos anteriormente, pero no es-
\¡/A
I tará de más actarar ideas. Una determinada porción de atmósfera es
estable cuando no favorece los movimientos de aire, especiatmente
los verticales. Cuando hay una cierta inestabitidad, una masa de aire as-
ciende mientras su temperatura es mayor que la del aire que [a rodea
hasta que ambas temperaturas se iguatan. Si [a masa alcanza el nivel
de condensación (punto de rocÍo, nube) e[ aporte de calor producido por NUBES MADURAS LLUVIA SEPARACION
e[ cambio de estado del agua (de vapor a tÍquido) inestabiliza de nue- Las nubes maduras La cima de Io nube se Las corrientes
t¡enen corrientes abre como un yunque y descendentes llegon a
vo dicha masa, pudiendo aumentar el desarrollo de [a nube en función
ascendentes la lluvio cae de la nube
ser más potentes que los
deI gradiente de temperatura existente en las siguientes capas de la muy fuertes inferior produciendo ascendentes y lo nube
atmósfera (cuanta más diferencia de temperatura con respecto a la de corrientes descendentes empieza a romperse

la nube, más rápido crecerá ésta). Si, por el contrario, tenemos iusto
encima del techo una capa de inversión térmica (estabitidad), ta nube fig. 24. I{ubes onvectivas! formac¡ón, Grecimiento y dlspersión.
CAPITULO 4 NUBES Y PBECIPITACIONES
il
I

sólo podrá desarrollarse horizontalmente (en forma de estrato o rrube ascendente propiciado por las bajas presiones. Estos movimientos de
estratiforme). Por eso, un indicador de estabilidad y bonanza en la aire se [evarán ta potución tanto tiempo concentrada sobre [a ciudad,
montaña se produce cuando observamos nubes orográficas estratifor- limpiando asi su atmósfera.
mes o, al menos, tipo cúmutos pero con escaso desarrotto vertical. Esto que ocurre en los grandes núcteos urbanos nos viene muy bien
para comprender por qué una atmósfera en un vatle de montaña a ve-
ces se nos muestra como borrosa o "sucia" de vapor de agua (vatga
:§i Precipitaciones
Ia comparación) y, otras veces, está absotutamente transparente y de

Q trata de las partÍculas de agua tÍquida o sólida que caen desde


E color azuI más oscuro (véose "Observa la atmósfera", pág. :zi).
Juna nube, tras haber alcanzado un tamaño que les impide conti-
nuar en suspensión. A menor diámetro, más lenta y continua la caida de Origen de [a precipitación
gotas, es decir, al contrario que en una tormenta, donde las gotas de iguat que ocurre con las nubes, pueden darse lluvias o nevadas de
agua son enormes y precipitan de forma violenta. Los copos de nieve y
/\ L

/-lorigen orográfico, es decir, que no procedan de un frente, sino de


los cristales de hielo (iojo!, no me refiero al granizo) tienen un peso s¡- una banda nubosa orográfica. Cuando una masa de aire con cierto gra-
milar, pero una velocidad de caida menor que las gotas, al crear sus do de humedad avanza arrastrada por el viento y se encuentra con una
contornos accidentados, más resistencia al aire que los bordes perfila- cordillera, si no puede rodearla, tendrá que superarta por arriba. Este
dos de [as gotas. ascenso lteva a la masa a zonas de menor presión y temperatura, ya
sabes, con posibitidad de saturación, condensación y precipitación en
Adjetivación y cuantif¡cac¡ón la zona atta, a "bartovento" de las montañas (el lado que se enfrenta al
pARA familiarizarte con [a terminotogÍa empleada en los partes me- viento). Si esta masa húmeda hubiera recorrido a baja cota una inmen-
I teorológicos en lo que a tipos de precipitación respecta, se puede sa llanura sin encontrarse con accidente alguno que [e obligara a ete-
establecer la siguiente clasificación: varse, Ia precipitación no hubiera tenido [ugar, ni [a nube orográfica
. Llovizna: muy uniforme y con gotas de diámetro menor que o.5 mm. asociada tampoco. Conclusión: si eI grado de humedad y enfriamiento
o Ltuvia: más dispersa, con gotas de diámetro superior a o.5 mm. son suficientes, la precipitación está asegurada. No en vano, el pro-
o Chubasco o aguacero: de fuerte intensidad y corta duración (nu- medio de lluvias en las áreas de montaña supera ampliamente aI de
bes convectivas). las ltanuras. Más aún, en aquellas [anuras que quedan claramente a
. Nieve: cristales de hieto. sotavento (el lado oculto a[ viento dominante) de la barrera montaño-
. Granizo o pedrisco: glóbulos de hielo con diámetro entre 5 V 50 mm. sa, la diferencia ptuviométrica es infinitamente más acusada hasta tal
punto que estas planic¡es se convierten en ecosistemas de naturale-
En las grandes ciudades, tras un largo periodo sin precipitaciones, za desértica. Votveré sobre este interesante fenómeno dentro de poco,
suele escucharse: "A ver si Ilueve y se [impia un poco el aire. " En rea- at habtar del " efecto foenh ".
tidad, e[ agua no " moja " el aire, recuerda que incluso el vapor de agua
necesita núcleos de condensación para pasar a una fase lÍquida (véa-
se "Concepto de escala", pág.z). Si la atmósfera de la ciudad está 3r: Formaciones rlllb0sas singulares
sucia de contaminación y necesita [impiarse, esto no es más que un
largo estabtecimiento de las altas presiones (buen tiempo, no llueve) que Niebtas
impide que toda la potución generada a diario por la propia ciudad se AS capas de aire más bajas y en contacto con el suelo (eI suelo
expanda más atlá de sus propios lÍmites. 0bviamente, [a ltegada de la
I
Lpuede ser también una meseta o un valle alto en Ia montaña)
lluvia viene precedida por el fin de las altas presiones o, lo gue es [o pueden, a menudo, presentar catimas cuando se concentran partícu-
mismo, las masas de aire que envuetven la ciudad inician un recorrido [as secas invisibles aI ojo humano, pero [o suficientemente nume-
NUBES Y PBECIPITACIONES

Por su parte, los vientos laminares de cierta velocidad y baia altura son
catapultados ante la presencia de barreras montañosas, dando lugar a una
serle de movimientos ondutatorios estabtes en altura. La única señal in-
dicadora de la presencia de estas ondas es la materiatización en tas cres-
tas de las mismas de las llamadas nub es de onda, o también lenticulares,
las cuates ofrecen unos impresionantes efectos visuales; se están ha-
ciendo y deshaciendo constantemente: no vienen de ningún sitio y tam-
poco van a ningún sitio; la humedad que lleva la onda coincide con su
punto de rocío en la cresta y forma la nube de agua o hieto, ya que pue-
den disponerse a varias atturas. Al descender la onda, la nube se disi-
Espectacular fof ma(ión de altocúmulos lenticulares. pa. Esta especie de ptatittos o lentejas volantes no se mueven a[ quedar
retenidos por las propias ondas y son un indicador de estabitidad atmos-
rosas como para darle a[ aire una apariencia opalescente (entre btan- férica, al menos a corto plazo (para ese dÍa) (Fig. zs).
co y azutado). Pero iatención!, lo que acabo de decir no se contradice con la ame:
Las capas bajas pueden también saturarse por enfriamiento al con. naza que supone la colocación de una especie de "hongo" btanco y
tacto con el suelo y presentar una acumulación de gotitas de agua de- lenticutar sobre [a cumbre de una montaña concreta. Ésta suete ser
nominada brumo cuando causa una moderada reducción de la visibili- una cima más alta que sus vecinas y, por este motivo, "detecta" la lle-
dad, siempre superior a r km, y con una humedad relativa igual o supe- gada de una masa de aire húmedo, antecesora de una perturbación
rior alToo/o. En situación de buen tiempo, las brumas matinales des- importante. La cumbre hace las veces de "gran núcleo de condensa-
aparecen a medida que [a acción solar comienza a instaurar eI régimen ción", materializando esa masa húmeda en un gran altocúmulo que
de brisas (váase "Viento (escala aerológica)", pág. +S). puede ser, o no, lenticular. Es una situación muy tÍpica en montañas
Cuando [a bruma se hace más densa hablarem os de niebla propia- cuyas cimas destaguen por encima de las que les rodean (Maliciosa,
mente dicha. Con etla, ta visibilidad se reduce a menos de r km y se Mont-Btanc, Aconcagua, etc.). En la nomenclatura ctásica por altitudes
catifica de espesa cuando ésta es inferior a 2oo m. La niebta espesa están considerados como altocúmulos (nubes medias), aunque tam-
constituye uno de nuestros mayores probtemas en montaña por la des- bién pueden derivar de [os estratocúmulos.
orientación que produce, incluso en lugares que conozcamos como la
patma de nuestra mano. Los boncos de niebla eslán causados por con-
diciones locales sobre áreas bien concretas de algunos centenares de
metros de anchura; son particutarmente persistentes sobre lagos, rÍos
á*'? lenticulares
y mares, todos eltos fuentes de humedad, pero la situación tipica en
montaña la tenemos tras las noches de "irradiación", claras y estre-
lladas, que reciben todo el calor acumulado por ta tierra durante el día.
nube orográfica -- _
Ondas
nube de rotor
NCLU50 siendo de origen frontal (asociadas a frentes), las formas
I
I de las nubes se ven influenciadas tanto por los vientos como por eI
relieve que hay bajo ellas. Los vientos constantes (o taminares) y los Iit. 25. Las nubes tentlculares se caracterizan por su aspecto denso y blen perfilado, en
irregulares (o turbutentos) dan origen o moldean nubes ya existentes. forma de borde de ataqúe de un ala de avión (efecto del Yi€nto). Las montañas suelen
Como ejemplo tenemos las nubes de rotor a sotavento de un monte. cfear a sotavento estas ondas estable§,y la tuüulencia a baie altúfa núbesrde foton '
|lUBES Y PBECIPITACIONES

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toenh sobre la cord¡[rra patagón¡ca, observado desde el sotavento (lado argentlno).
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das tas repercusiones que / I
tiene el foenh en monta- I 3. 3l
Otras formaciones que interesa conocer son: na; esta eS una pataora
, e. t
. t 4. l
Cllles de nubes: los vientos suaves suelen producir líneas de pe- atemana que significa I ¡. rl
queños cúmulos ("borreguitos") dispuestas a modo de calles. Tam- "viento fuerte", y es pre- I n jol
bién las corrientes de aire pueden desviarse de forma que se produz- .
crsamente en esla
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11. I
can ondas. montañosacentroeuropea \ .tI
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Estelas de reocfores: nubes " artificiales", por su altura y forma det tipo y en parte de losAtpes donde 'o'
\ \, a
, I
de los cirrocúmulos, dejadas a su paso por aviones reactores que vue. el fenómeno se muestra con \,\-----/
Lan atravesando capas de aire que se encuentran por debajo de los especial celo, debido en parte a la
OoC. Ante tal contraste térmico, el vapor expulsado por los motores se orientación este-oeste de [os gran-
condensa de inmediato en cr¡states de hielo. Suele decirse que cuan- des valtes, perpendicular a Ios Flt. 26. Efecto foenh en los Pirineos.
do esto ocurre se acerca una perturbac¡ón, pero no es deI todo c¡erto. vientos dominantes.
El hecho de que se forme la estela sólo significa, de momento, que el Cuando la masa de aire [ega a la cima ysupera ese obstáculo que
aire en las capas altas es fÍio lo cual puede o no inestabilizar [a atmós- te obtigó a subir por barlovento continuará la trayectoria que menos
fera si se combina con otras circunstancias (masa húmeda acercándo- trabajo te cueste: descenderá por sotavento. En esta vertiente oculta al
se, capas subyacentes cálidas, otras formaciones nubosas, etc.). viento, [a masa ha experimentado dos cambios importantes:
. Se vuelve mucho más seca, ya que ha perdido la humedad que lle-
Efecto foenh vaba en e[ [ado opuesto.
( Etrata de un viento cálido, seco y descendente, a sotavento de una . Se vuelve mucho más cátida a medida que desciende, no solamen-
J montaña en cuya cumbre se ha formado una barrera nubosa de ori- te porque la temperatura aumenta sino también porque at no lle-
gen orográfico a barlovento. Esta banda nubosa, aún siendo orográfica, var vapor de agua el calentamiento por aumento de presión se acen-
no tiene exactamente eI mismo origen que las nubes cumuliformes de túa. En igualdad de altitud las zonas de sotavento serán más cátidas
brisa de valle; de hecho, suele tener forma de denso estrato que aporta que las de bartovento (Fig. z6).
lluvia o nieve (obviamente, de origen orográfico) en et barlovento de la iQué ocurre con la nube del foenh? Más o menos lo que ocurrÍa con
montaña en cuestión. Este efecto no es sino [a consecuencia de una ltu- la nube [enticular de onda: se hace y deshace constantemente. Ninguna
via orográfica de la que hemos hablado anteriormente (pág.67). Si no nube sabe resistirse atviento, pero en este caso se da la particutaridad
recuerdas bien el proceso, repásalo antes de seguir para que compren- de que las condiciones para que se forme esa nube sóto tienen lugar en las
El hongo sobre la cumbre del Aconcagua no p]esagla nada bueno. lmpfeslonante nube de onda, matef¡alizada casl r.ooo m por enc¡ma de la cúmbfe del
Cho-Oyu (E.zor m). Tal es la fuer¿a delvlento, que al choer la masa de a¡re con [a mon-

proximidades de la cumbre. En [a cresta de sotavento apreciaremos unos taña ha perfilado con total exactltud la silueta de [a cumbre sobre la nr¡be de onda.

caóticos i¡rones de condensación turbulentos o nubes de rotor agitándo-


se constantemente, pero sin avanzar. En cuanto la masa que los generó re- iRecuerdas cuando hab[ábamos de las [uvias orográficas (pág.62)
ordena sus " fitetes de aire " e inicia e[ descenso, el calentamiento y la ma- y del contraste ptuviométrico entre montaña y llanura a sotavento? En-
yor presión disipan la nube. Una vez más parece que una gran barrera nu- tenderás ahora que el foenh tiene mucha culpa de elto. La Tierra está [e-
bosa viene hacia nosotros, pero nunca viene: no son nubes de frente, sino na de manifestaciones de este tipo que nos interesa conocer para com-
orográficas y están descargando precipitación hacia et otro tado (barto. prender por qué la vida o las montañas son asÍ en un determinado [u-
vento) con respecto a donde nos encontramos. Aparte de las nubes de gar. A continuación, tienes atgunos eiemplos:
rotor, pueden encontrarse a sotavento y en attura formaciones lenticula- . Pirineos: orientados este-oeste. Barrera nubosa en e[ lado francés
res (con el resto del cielo limpio y seco), por lo que los muros de foenh (viento norte), lado español a sotavento (depresión del Ebro).
de cierta entidad están también asociados a movimientos ondutatorios. No . Guadarrama-Gredos (Sistema Centrat): en esta zona las dominancias
en vano, en ambos casos e[ detonante es e[ mismo: las montañas. de viento alternan e[ norte y e[ sur descargando sus efectos sobre
Entre otros efectos inmediatos, elfoenh, especiatmente si lo origi- ambas submesetaS.
na un viento húmedo de[ sur, produce ta[ recalentamiento a sotavento o lslas Canarias: la dominancia de vientos alisios húmedos (noreste)
que si se trata de pendientes nevadas sobreviene un rápido proceso propicia la formación de densas barreras nubosas en el barloven-
de fusión yalto riesgo de aludes. La brusca sequedad en el ambiente to de todas las islas (norte) creando paisaies que recuerdan los del
afecta a[ sistema nervioso de ciertas personas (que muestran más de- norte de España. Por el contrario, e[ sur de las islas es soleado, cá-
presiones y, ltegado el caso, mayor propensión a los desequilibrios lido y seco al estar sometido al viento descendente de sotavento.
neurológicos) y animales (se muestran muy inquietos horas antes de que . Cordillera Patagónica (Andes): orientada norte-sur. Hay barrera nu-
el efecto llegue) asícomo hace aumentar el riesgo súbito de incendios: bosa en e[ lado chileno (viento del oeste), lado argentino a sota-
ta pobtación suiza de Glarus quedó arrasada por el fuego en egg, t337, vento (llanuras de La Pampa, desérticas). También es palpabte el
t477 y t86r. Es típico en los Atpes a partir de [a primavera cuando las fenómeno más al norte (Aconcagua, Mercedario, etc.) donde a ese
masas de aire del sur procedentes del Mediterráneo y cargadas de hu- viento seco y cálido que se genera [o tlaman viento "zonda" (pronún-
medad "chocan" con esta cordillera; pero también en invierno con el flu- ciese "sonda").
jo del oeste desde Francia. En el oeste de Norteamérica, este viento es o Cordiltera Himataya (Nepat, lndia): orientada este-oeste. Entre ju-
[amado chinook y calificado como "devorador de nieve". nio y principios de septiembre, el "monzón" que trae ta época de llu-
CAPITUTO 4

vias e.,erce todo su poder. Una gran depresión sobre [a corditlera y


los vientos procedentes det Océano Índico (sur) arrastran contra la
inmensa barrera montañosa las masas que revientan de humedad.
Hay barrera nubosa en las vertientes meridionales (exhuberancia,
jungla, agua, etc.) mientras que, a sotavento, encontramos el vas-
to e infinito "ptató" tibetano (con aspecto Iunar). Porsu parte, eI
monzón de invierno envía el aire frÍo y seco det anticiclón siberiano
y el flulo invierte su sentido, aunque en ciertas regiones abiertas a
la influencia oceánica, como el Golfo de Bengala, este monzón pue-
de ser también húmedo.

Como puedes imaginar, este determinante fenómeno puede darse


en cualquier sitio, tanto a escala meteorológica como aero[ógica (locaD.
También se habla de un "falso efecto foenh" cuando la barrera nubosa a
barlovento no ha fiegado a precipitar o lo ha hecho débilmente. En este
caso, los efectos a sotavento quedan mucho más amortiguados.

Los frentes.
lnterpretación
de mapas
isobáricos
I

CAPíTULO 5 tOS FBENTES. INTERPRETACIÓN DT MAPA' + I

I A representación esquemática de las grandes corrientes atmos- los centros de atta presión y con ettos nuestro anticiclón de las Azores,
Lféri.ur det planeta (Figuras 2,3,7 y 8), podrÍa dar lugar a pensar se desplacen hacia el sur hasta los 3o0 de latitud de.iando paso a las bo-
que [a complejidad de estos fenómenos acaba aquÍ. Pero no olvide- rrascas. Este hecho es particularmente notable en e[ Atlántico Norte
mos [as dimensiones del globo (4o.ooo km de circunferencia y 6.400 por su influencia en e[ clima de Europa occidental (Fig.z). Durante el
km de radio) y de [a atmósfera (algunas decenas de kilómetros de verano tos anticictones vuelven a subir hasta los 4o-45o de tatitud ga-
espesor). Si reducimos la Tierra a [a escala de un balón de un metro rantizando una mayor estabitidad.
de diámetro, la atmósfera no representarÍa más que una capa de al- Una puntualización: aunque sea dominante et de oeste no es e[ único
gunos milímetros de espesor. De esta forma comprenderás más fá- régimen que nos afecta. También se instaura por poco tiempo, aunque
citmente la extrema complejidad que supone poner a punto sistemas en cualquier estación, un régimen de este (bonasca en e[ Mediterráneo).
de simulación fisica o matemática con la pretensión de reflejar fielmen- Tampoco otvidemos que en invierno se dan las temidas olas de frÍo au-
te lo que ocurre en esta pelÍcula tan fina. AtÍtulo de ejemplo, los gran- sentes de humedad procedentes del anticiclón ruso-siberiano o también
des cambios de tiempo que tienen lugar en las tatitudes temptadas es- la famosa " gota frÍa " (váase "Tipos de tormentas", pág. ro5), etc.
tán causados, a su vez, por desplazamientos, a menudo pequeños, de
los anticiclones tropicales: en el Atlántico los desplazamientos del
conocido anticiclón de las Azores determinan la posición de [as bonas-
cas que después atravesarán Europa occidental, como enseguida vas
a comprobar con más detalte.
Ya vimos at comenzar el CapÍtuto 3 (masa de aire) que en e[ globo te-
rráqueo tenemos dos masas principales: e[ aire tropical y el aire polar.
En "Viento (escata meteorotógica)", pág. 39, vimos que el aire frÍ0, den-
so y descendente inumpe buscando las áreas que va dejando libre et aire
cálido, ligero y ascendente. Esto no significa que el aire frÍ0, proceden-
te de los potos, fluya hacia latitudes inferiores por cualquier punto del
planeta; hay zonas en las que su encuentro con las masas tropicales
origina una dinámica de turbulencias, a su vez génesis de las alternan-
cias entre anticictones y borrascas. Estas confrontaciones facititan por
otra parte las corrientes de retorno hacia los polos en las capas attas.
A pesar de todo, y como se avisó en el párrafo anterior, e[ mecanismo
resulta mucho más complejo de lo que parece por Io que a efectos prác-
ticos me limitaré at anátisis de los centros de presión que caracterizan
ettiempo en Europa Occidental.
iTe has fiiado en que e[ mal tiempo casi siempre nos flega a Ia Pe- fig. 27. Trayectorias tfpicas de las borrasces en Europa occ¡dental. La tray€ctoria de
ninsula por Galicia, o al menos por el arco suroeste-noroeste? Varios súf a norte (iúnto a la costa portuguésa) suele darse en primavefe y otoño. Ercep-
factores determinan ta[ circunstancia: [a fuerza de Coriolis y la corrien- tionalmente, puede entraf altuna borasca en España désde l¿s ¡slas Brltánicas, o mc,
te en chorro (véose "Viento (escata meteorológica)", pág.4r), amén yerse de este a oeste. Las borrascas más inténsas suelen plesentarse en la Penín-

de otras teorías sobre las que se sigue estudiando, parece que crean una sula en primavera y otoño (fluios noroeste-oestc y suroest€). En enero predomina el

dominancia de vientos de origen meteorológico de componente oes- antlciclón de las Azores, sin que haya perturbaciones impo]tantes (yer t.mbién Í¡& t¿
te sobre las tatitudes medias en las que nosotros nos encontramos. pág. 95), En iulio y agosto las precip¡tac¡ones se deben casi siempre a fenómenos

Por otra parte, los cambios estacionales dan lugar a que, en invierno, tofmentosos no asociados a bofrascas,
CAPITULO 5 tOS TRENTES. INTEHPHETACIIíN DE MAPAS...

* tormación de borrascas y frentes


Todos estos fenómenos y atgunos más convierten [a atmósfera en
una formidabte máquina térmica en constante movimiento, obedeclen-
E llama frente ala superficie de contacto entre dos masas de aire. do a los prlncipios de la mecánica de fluidos. Observa e[ cauce de un ío:
Q
J El área de contacto nunca es vertical sino inctinada, ya que el aire si su curso es [ento todo eI agua fluye ordenadamente en e[ mismo
denso y pesado de [a masa más fria tiende a introducirse a modo de sentido, pero si es rápido, aparecen torbeltinos que dan lugar a hue-
cuña por debajo del aire más cálido y ligero de la masa contrapuesta. cos o vacíos constantes en e[ seno del cauce. Es [o mismo que pasa en
A gran escata, se denomina /re nte polar a [a superficie de contacto en- [a atmósfera con [a corriente en chorro y el frente polar: los torbeltinos
tre el aire potar y el tropical ya referidos. El frente puede compararse a generan huecos o depresiones que, bien se retlenan inmediatamente de
un campo de batalla en e[ que los contendientes son las dos masas de aire de similares características a[ que rodea et "hueco", bien a[ con-
aire, originándose en esta batalla Ia perturbación que dará lugar a[ ma[ trario, se forma un buen agulero atimentado por grandes masas de aire
tiempo. Precisamente, el frente polar se origina en las latitudes tem- cátido y húmedo, procedentes del "otro [ado" de[ frente.
ptadas, es decir, las nuestras, jugando un papel ctave en et Atlántico Si [o observáramos desde arriba veríamos que esa pugna entre ma-
Norte como ya hemos visto. sas frÍas y cálidas convierte el frente polar en una línea ondulada don-
de lenguas de aire cátido se montan sobre e[ aire frío, pudiendo darse
Perturbación unas condiciones de rumbo y velocidad de ambas masas que desem-
fa I I
NA perturbación procedente del Atlántico afectará a buena par- bocarían en [a formación de una turbulencia giratoria (una vez más, [a
L,,te de Ia Europa Occidental al final de la tarde ... traerá ltuvias ge- fuerza de Coriotis): la borrasca o ciclón. Asistimos entonces al naci-
neratizadas en toda la mitad norte peninsutar. En e[ transcurso del dÍa miento de una enorme masa de nubes enroscándose siempre en el
siguiente, la perturbación se desptazará hacia e[ este, dejando preci- mismo sentido ('giro de la borrasca") que corresponde a las animacio-
pitaciones en forma de nieve en los sistemas montañosos por encima nes de las imágenes obtenidas vía satélite y difundidas normalmente
de los 9oo m...." Hasta aquÍ, un tÍpico parte meteorológico de los que por tetevisión ... iLa perturbación está servida!
podemos escuchar durante e[ invierno en España y que en otra esta- En el centro de esta turbulencia se crea la máxima depresión baro-
ción del año (ej., en [a transición de [a primavera alverano) serÍa igual, métrica (ta presión más baja), coincidiendo con el núcleo de [a borras-
sustituyendo [a nieve por tormentas; nos habta de [a existencia de la fa- ca, la cua[, como ya vimos, tiene un giro [amado ciclónico en el senti-
mosa perturbación y sus consecuencias; nosotros aquívamos a inten- do contrario al de [as agujas del reloj. Para entenderlo mejor, e[ centro
tar comprender cómo nace, vive y muere. Pero te prevengo, para etlo ne- de [a borrasca es el lugar donde se coloca la B en los mapas isobári-
cesitas haber leÍdo y comprendido bien [os capítulos anteriores, isP, iva- cos españotes (Fig.z8y z).
mos atlá!
Recuerda, ya sabemos que: Frente cálido
r Los vientos giran atrededor de las zonas de atta presión hacia las ELANTE de toda perturbación (al este de la misma según e[ sentido
['t¡
de baja con el objetivo de restablecer un equitibrio de presiones l-l del giro), un frente cátido, fc, que habÍa sido un "pedacito" del fien-
sobre eI conlunto del gtobo terráqueo. te potar antes de que se iniciara "la batalla", separa eI aire tropical del
o La Tierra se inclina sobre su eje de rotación, esta rotación sobre sÍ aire polar que [e precede. Está representado por una línea que tiene ado-
misma y [a que describe alrededor de[ SoI hacen que las cantida- sada una sucesión de semicírculos por el lado de su avance (Fig. z8).
des de energía recibidas de éste varíen constantemente de un pun-
to a otro de la superficie terrestre. Frente frÍo
¡ La corriente en chorro contribuye a separar en altura las masas de q IGUIEND0 el mismo sentido del giro (estamos en una borrasca),
aire cálido y húmedo (baja presión), de las masas de aire frío y más Jtras etfrente cátido tenemos empujando alfrente frío, ff, que se-
seco (atta presión). para el aire tropicaI encalonado en esa cuña de aire cátido y eI aire
CAPíTUtO 5 I-OS TRENTES. INTEHPBTTACIÚN DE MAPAS...

ououteoÓ¡'l

Los meandros producen s¡stenas

ffi
frontoles rotdtor¡os
La elevoción crea depresión

ry .z*
"_2 FRENTE
CALIDO

ffir@:
EI aire caliente es elevodo

FRENTE
FRIO

flt. ¡t. Cúando el frente polar empleza a ondularse, es el anunclo del naclnlento d¿ La depresión creo rotación
una serle de pertúrbaclones.

tlg' 29. oflgen de une borrasce.


polar que viene presionando por detrás. Está representado por una lÍ-
nea que tiene adosada una sucesión de triángutos por e[ [ado de su ro Aire frío mientras termina de llegar ta perturbación.
avance (Fig. z8). 20. Frente cálido.
Más técnicamente, se considera [a perturbación como eI coniunto 30.Aire cálido (sector cálido entre frentes).
formado por los sistemas frente frío-frente cátido. 0bviamente, a lo lar- 40. Frente frÍo.
go de ambos tipos de frente se forman distintos sistemas nubosos y 50. Aire frío, la perturbación ha pasado.
lluvias. Por resumirto de otro modo, si nos situamos en un punto del
suelo, a[ este de[ área barrida por [os frentes, nos encontraremos por En [a cabecera, centro y cota de [a perturbación se observan nubes
este orden: muy diferentes, pero siempre dispuestas en e[ mismo orden. Obser-
r_+ CAPITULO 5 LOS FBENTES. INTERPRETACION DE MAPAS...

Nubes finos

Nubes de lluvia

FRENTE CALIDO

Lluv¡as bojo el frente

t¡9, 30. Et frentc cálido se caracterlza porque la masa de alre caliente se despl,aza y
asclende suavemente sobr€ la frfa (perflt muy inclinado). Este ascenso, como ya sa-
bemos, provora enfr¡amlento, nubes y prec¡p¡tación. Esa sr¡avidad de ascenso, se tra-

duce en un avlso progresivo de la llegada det ffente, que pasa despacio, es lar6o en
el sent¡do del avance (cientos de kms) y deia lluvla suave pero continua (nubes de
desarrollo horizontal).

Nubes muy densas En [a foto del sa¡élite, podemos reconocer! a la derecha, [a masa estratiforme de]
que oscienden a frente cálido, la línea limpia del frente frío, et centro de la depresión, destacándose
mucha alturo
claramente del sector cálido para fi¡afse en el extfemo de la oclusión y los amonto-
namientos aislados d€ la cola.

vando las figuras 3o y 31 y sus explicaciones sobre las caracterÍsticas de


los fc y ff, [a primera interpretación que puedes obtener es que el mal
tiempo correspondiente al fc "avisa" con más antelación que el del ff.
Con observación y experiencia puedes llegar a saber, tras un gotpe de
vista al cielo, bajo qué fase det fenómeno te encuentras, aunque de-
terminar con exactitud cuánto tiempo va a durar esa fase sobre tu ca-
beza ya es más difrcil (Fig. ¡z). Las primeras nubes (cirros) que anuncian
FRENTE FR\O (FUERTES
LLUVIAS DELANTE DEL FRENTE) Laltegada del fc están en Ia parte alta de su largo y extendido perfil y por
eso las vemos mucho antes que las nubes (nimboestratos) de la parte
baja y última de dicho perfil, que son las que traen Ia lluvia y [egarán,
tig. 3r El frente fflo, al contrario que su antecesor cálido, acilia con más virulencia, ya
aLmenos, un dÍa después que los cirros. Por el contrario, los indicios que
qúe el a¡re frío está detrás "émpu¡ando" y d¡spara casi verticalmente hacia arriba al
auguran la irrupción de un ff no aparecen tan ctaros en el cieLo (en prlr-
aire cálldo que tiene delante (perfit muyvert¡ca[). Por eso provoca preclpltaciones más
cipio, altocúmulos), pero nunca serán nubes attas; tendremos menos
intensas (carácter tormentoso, nubes de desaffollo yettical) pero de menor duraci6n
tiempo (horas) para anticiparnos a la [egada de este tipo de preci:i-
que las del frente cálido, slendo su longitud tamblén inferior (menos de roo km).
taciones (cumulonimbos). Además, etff suele tener "más cola" q:e e.
CAPÍTULO 5 LOS IRENTES. INTEBPBETACIÚU O¡ MAPAS...

fc por lo que si estamos situados más al sur de la perturbación puede potar puede " romperse " con frecuencia (por ejempto, ante la pujanza
fácilmente ocurrir que e[ fc no nos afecte (ha pasado más por e[ nor- ya v¡sta de los anticiclones más poderosos y estables que tas borrascás)
te) y nos [egue el ffsin previo aviso, circunstancia que se acentúa aún y dar lugar a otro tipo de variantes:
más en montaña (Figs. 39, 40y 45 en págs. 94y to$. . Borrascas sin frentes asociados.
En cuatquier caso, ta duración y vetocidad de desplazamiento de . Frente estacionario. 5in actividad, muy abierto.
las perturbaciones va a depender de su potencia inicial (presión bala), . Frente frío secundario. Puede llegar "suetto" tras et que pasó aso-
pero también de la de los anticictones vecinos con los que tengan que ciado a la borrasca, pero es más poderoso que éste.
encontrarse. Como ejemplo, y siguiendo con [a situación tÍpica que se . Frente ocluido. Más habituat, cuando elff atcanza alfc porsu ma-
da en Europa 0ccidental, una perturbación que ltega a esta zona pro- yor velocidad y las dos masas de aire frío obligan a la cuña a su-
cedente deI Attántico: bir a las capas altas, en dirección a[ poto. Mantiene su actividad
. Si se topa con un fuerte anticictón instalado sobre e[ continente (caso con precipitaciones.
frecuente en invierno o verano), éste [e va a transferir e[ exceso de pre-
sión que contiene "rellenándola" rápidamente: las masas de aire
oceánico quedarán detenidas en las proximidades de las costas. ll/lapas isobáricos y partes rnete0r0lúUir0s
. Si por el contrario, [a perturbación se encuentra con un anticiclón más
E L mapa meteorológico es aqué[ que muestra de una forma sinópti-
desptazado o de escasa amplitud (caso habitual en otoño o prima- Lca una imagen del tiempo en un lugar y momento determinados.
vera) penetrará en el continente. Puede perderatgo de fuerza, pero Las observaciones y datos que se recogen para componer el mapa pro-
continuará su camino. ceden de [as estaciones meteorotógicas, las cuales están repartidas
por todo e[ mundo y to hacen a la misma hora por razones de coheren-
Teniendo en cuenta que estos sistema frontales no son más que cia y homogeneidad. Los informes son transcritos en forma de mensa-
tramos rotos del frente polar, [o normal será prever una sucesión de jes codificados. Este código está definido por la Organización Meteoro-
cuñas o borrascas con sus frentes que protonguen el mal tiempo (nues- lógica Mundiat, organismo técnico dependiente de [a ON U, y supone, por
tro invierno). Pero esta disposición de bonascas con fc y ff asociados es tanto, e[ [enguaie mundiaI de todos los meteorólogos.
la "bonita" para explicarla en [os [ibros. La realidad es que el frente Si en ocasiones me he referido amapaisobdrico, no es sino para ad-
vertir que existen diversos tipos de mapas meteorológicos. Dentro de los
isobáricos sóto emplearemos, a la sazón, el de superficie (elaborado a
La cumbre de la masa
de aire se halla a 9-u partir de datos obtenidos a nivel del mar o en tierra) por ser e[ que más nos
km sobre lo superficie puede interesar desde un enfoque puramente práctico. En un mapa es-
paño[ el centro de los anticiclones figura marcado con una gran,4, mien-
tras que e[ de las borrascas aparece con una 8, que pasará a ser una D si
el mapa es francés (depression). En cambio, si e[ mapa que queremos in-
terpretar está confeccionado en inglés, los centros de alta se correspon-
den con una H (h¡gh), mientras que los de bala [o hacen con una L (low).
E[ centro de presión equivate a[ máximo o a[ mÍnimo vator del anticiclón o
de la borrasca, respectivamente. En cuanto a [a escala para su confec-
ción, [a más frecuente oscita entre 1:10.ooo.ooo y 1:2o.ooo.ooo.
fi& 3¿. tamll¡a de depresiones. Los dibu¡os múestran una familia de 3 depresiones en
distintos estados de desarrollo. El dibuio superlor lo hace most¡ándolas desde a¡ri- Las isobaras, que ya conoces mejor desde [o visto en "Presión" y
ba, y el lnferior muestra los s¡steñas Go]tadG en sección a lo largo de la lfnea A-B. 'Viento (escala meteorológica)", no sotamente nos indican puntos de
LOS FBENITS. INTEHPRETACION OE MAPAS.

'"íffi A ¡:3o
)o\t)Y',o7'.o,Lo*
f

SCA
010

[a pres¡ón ba¡a lenta pero corstante a lo largo de las últimas 72 h... E[ P¡rlneo ama-
nece con vientos del oéste nodefados. Altosstratos y estratocúmulos cubfen el c¡e-

1o... el maI tlempo es cuestión de horas,

igual presión sino que, además, nos indican con su trazado sinuoso la
dirección y fuerza de los vientos (Fig. 33):
o Dirección: siempre de los anticiclones hacia tas borrascas.
¡ oz5
lofi
. Fuerza: la proximidad o lejanÍa entre isobaras significará mayor o
menor intensidad de viento. Nos indican la inclinación de la pen-
diente borométrica, a[ igual que las curvas de nivel muy juntas en un Fig. 33. [a isobare de r.or5 figura representada en trazo más grúeso (cota más próri-
mapa topográfico nos indicarÍan una fuerte pendiente. En términos ma a la presl6n medla a nlvel del mar).

generales, más de tres isobaras cruzando la Península significará Do¡salr cuña anticlclónica que se "est¡ra" a lo largo de ün eie d€terminado.
Vagüada¡ úna boffasca qúe se alarga en una direcc¡ón detcrminada.
vientos fuertes en e[ área donde se sitúen.
Collado¡ pl!nto de baia presión relativa, represent¡ndo a la yez punto próx¡mo entre
dos anticiclones o dofsales, y entfe dos depfesiones o boffascas.
Esenciatmente, un buen parte meteorotógico se subdivide a su vez
Pantano barométricor área poro definida, donde las ¡sobaras figuran desorganiza-
en tres tipos de información: das y separadas.
o Previa: anatiza a grandes rasgos las condiciones recientes, las previs-
tas para las próximas horas y para los días siguientes. Esta primera . Previsión a med¡o plazu con [a información obtenida a partir de los
parte tiene como objetivo poner de relieve los elementos motores que dos partes anteriores, este tercero pretende dar unas pautas de pla-
provocarán los cambios en su caso. En definitiva, intenta expticar con nificación para los días slguientes. 0bviamente, el porcentaje de error
un lenguaje sencillo cómo funcionan los mecanismos atmosféricos. aumentará a medida que la previsiÓn se aleie en el tiempo.
o Previsión o z4 horas: constituye la parte principal del parte. Los es-
peciatizados en montaña advertirán aquÍ sobre situaciones potencial- Pautas de interpretación: decidir antes de salir
mente peligrosas (ejempto: "... las primeras tormentas podrán produ- 0NVl EN E observar el mapa de la zona adonde queremos ir dos ve-
/-
cirse a partir del mediodÍa ..."), así como sobre los valores en atmós- \r-ces antes de [a salida: a24y a 48 horas. Pero, iojol, me refiero ai
fera [ibre (sin influencias orográficas) como la dirección y fuerza de mapa de cada dÍa y no al de previs¡ón: si queremos salir el dÍa ro, con-
los vientos a distintas cotas o la attura a la que se situará la isoterma sultaremos el mapa de lo que ocurrió en la zona de nuestro interés du-
O. oo (si hay precipitaciones, a partir de esta altura serán de nieve). rante los días B y 9. En tetevisión, los mapas isobáricos de los partes
ld
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I
| clpíruro s TOS FRENTES. INTERPREIACIÓI{ DE IT?TI..
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I
son buenos, pero se mantienen en imagen poco tiempo.
I! leteorológicos
En ra prensa diaria, busca aqué[os donde ras isobaras están bien dibu-
jadas y no [os que hacen cuadrados
esquemáticos (éstos no te serv¡-
rán). pero aún te quedan dos eficaces recursos: puedes
en tu deregac¡ón del rnstituto Nacional de Meteorología
recoger el mapa *¡
o consurtar en
internet. A partir de aquÍ y en relación con el destino
etegido:
o Comprueba si la presión se mantiene, sube o baja;
en este útt¡mo
caso, si lo ha hecho en las últimas z4 h además,
¡ entra viento en
la zona, hay riesgo de precipitaciones. El giro ciclónico (presión
baja) de la isobara por donde eI viento "sare', coincide
con áreas
de cielo poco nuboso o despefado, aunque también
en éstas haya
bajado la presión (Fig. 35).
. . Cuando una borrasca aumenta su actividad, la presión
en su cen_
tro bajará aún más. si er área encerrada por la isobara
centrar aumen-
ta de un dia para otro y las restantes concéntricas se
aproximan en_
tre si habrá un aumento de la nubosidad (Fig.
+¡).
Fit. 35. Las dos zonas sombreadas señatan ba¡adas de Pres¡ótr' Los Yientc ¿el sE
que entran producirán tormentas en Valencia, León, Salamanca y Extremádur¿ PEn
los vientos salientes (Huelva) darán cielo PoGo nuboso'

F¡t.34. Después de una noche estrellada de otoño: ta presión mas ni+


marcada €n las isoDe- Fig. ,6. En este caso, a diferentla de lo de§crito en las figs. ,4 y t5, las de
ras nos revela la presencla del anticictór dominando
la mitad O penlnsular. El tiro del bla se fonnan en el Med¡terráneo y son lleYadas a La Gosta por el Y¡ento. (kure en PIi-
antirlclón trae flujo del norte en la mitad or¡€ntal¡ cierzo
en el valle det Ebro y cielos mavera, donde las altas presiones en [e mitad or¡ental de la Península mantetrdÉn
despe¡ados en er pirineo, pero la convergencia de las ce
tres isobaras Gn el centro or¡_ despeiad¡s las cumbfes leYant¡nas y de las islas Balea¡es, no asl sus laderas y
gina nieblas en los valles del Duero, Ta¡o y
6uadiana. tas (ver tamb¡én flg. tz, en Pá9. 95).
LOS TRENTES. INTERPRETACIÚN DE MAPAS...

dinalmente a [o largo del eje del v¡ento, se trata de un frenie esta'


cionario (véase "Formación de borrascas y frentes", páS. 8S).

Vertiente norte de Cabezas (Sierra de Guadarrama). En invierno, el fluio del suroes-


te trae br¡ena nieve, tanto a Guadarfama como a Sietra l{evada,

Las isobaras no tienen por qué mantenerse siempre equ¡distantes


entre todos sus puntos. Cuando dos o más se acercan se produce la
llamada convergencio horizontal: el aire próximo aI suelo se ve pre-
s¡onado hacia arriba y si lleva una cierta humedad, esto propiciará
nubosidad y súbitos desarrollos verticales. En verano, esta con-
fluencia de isobaras, en combinación con las depresiones propias del
aire caliente de la estación, producen buenas trombas de agua (tor-
mentas de carácter local, no asociadas a frentes). Por su parte, si
las isobaras divergen, el cielo se despeja y los vientos se calman F¡g.37. ConyértenGia horizontal de isobaras, a lo largo del eie del frente frfo (desde
(Figs. 34, 35, 36 y 3). Huelya hasta Burgos). Además, las isobaras tan curvadas tras el f.f. reforzarán aún

Cuando entre los 4oo y Los 550 de latitud norte se está desplazan- más las tormentas.

do una sola borrasca atlántica, las precipitaciones afectarán, prin-


cipalmente, a la mitad norte de [a PenÍnsula lbérica. Por eI contra- Efectos de[ viento
rio, cuando ya ex¡ste una borrasca actuando entre Islandia, Esco- EAUF0RT fue un almirante de la marina británica que estableció
D
cia y [a PenÍnsuta Escandinava, lo más seguro es que otra borras- I-l trece grados distintos de fuerza del viento, en la escata que lleva su
ca nos llegue de lleno, a más tardar, en 7z horas causando precipi- nombre. No se trata, ni mucho menos, de que te aprendas esta escala,
taciones generales en toda España y en Portugal (Fig. ¡S). sino de conocer los efectos det viento sobre la tierra y tos mares (por su
A comienzos del invierno y pensando en los deportes de nieve, proximidad, muchos sistemas de montaña están muy influenciados
Ia forma de precipitación más eficaz suete consistir en el paso de por e[ ma|. De esta forma, dispondremos de un indicador más para
frentes cálidos con vientos de suroeste que atraviesan toda nues. estimar [a amptitud de las perturbaciones que nos ltegan (F¡g. ¡8).
tra PenÍnsula. No obstante, esta situación no es siempre buena
para todas las áreas de montaña (ej., etvalle de Arán, en el piri-
neo Catalán).
Un frente es tanto más activo cuanto más perpendicular se dispon-
ga con respecto aI viento. Si por el contrario, se extiende longitu-
+d CAPITULO 5 tOS FHENTES. INTERPHEIACIÚN DE MAPAS...
I

'Tjgiiá:':].it:]:]l
Mar (attura de las olas)

Calma. Llana. Menos de r E[ humo se eleva vertica[. Como un espeio (0 m).

Brisa muy ligera. Catma (rizada). 1-5 El humo se inclina Arrugada, pero sin espuma
(Las veletas no se mueven). en las olas (0,r m).

Ligera. 6-tt Se mecen las hojas. Pequeñas olas con


Sentimos el viento en el rostro. crestas blancas (0,2 m).

Moderada. Poco agitada. 72-79 Se mueven ramas pequeñas Grandes olas con espuma
y banderas de poco peso. en la cresta (0,6 m).

4 lntensa. Agitada. El viento levanta polvo y papeles. Olas más amplias, que rompen
Crulen las ramas pequeñas. con espuma (r m).

5 Brisa fuerte. Arbolada. 2938 18 Los arbustos se balancean. Olas más pronunciadas
Las aguas interiores forman con abundante espuma (z m).
pequeñas olas. La nieve se levanta
en las aristas.

6 Viento fuerte. Muy agitada. 39-49 24 Se agitan las ramas grandes Grandes oleajes rompiendo
y los paraguas. Silban las lÍneas en espuma portodas partes (3 m).
e[éctricas.

Gruesa. 5o-6r 3o Los árboles se ag¡tan enteros. Muv brava (¿ m).


Resulta penoso caminar
contra eI viento.

Vendaval. Muy gruesa 6z't4 Grandes ramas rotas. No se puede (s,s m).
caminar contra eI viento.

9 Vendaval fuerte. Muy gruesa. 75'88 Desprendimiento de tuberías, (z m).


chimeneas, tejas, etc.

10 Iormenta- 89-7o2 52 Árbotes arrancados de raÍ2. Daños (q m).


importantes en las casas.

11 Tormenta. 7O3-777 Inundaciones y daños (rz m)


muy importantes.

t2 Huracán. Más de n7 68 Devastación. (más de rz m).

tit. ,8. Escala de Eeaufort.


CAPíTULO 5 tOS FREl\ITES, INTERPBETACIÓN DE MAPAS...

r@8rb---)

-,/
) ./í
/¡§*

Fig, 4r. Podemos obseruar cómo se ha instalado un anticilón en el Atlánt¡co ¡mpi-

d¡endo e[ paso de las boffascas proyenientes del oeste, La persistencla de boffas-

cas como la qüe vemos centfada en Gfan Bretaña nos hace llegaf a¡fe desde el noroes-
frío -'--- te (inclúso desde el norte si [a borrasca se desplaza más a[ este) y con éllo un airé ex-

traordinariamente frío (polar) que hace ba¡ar múcho las temperaturas. Se produce
e[ popular cierzo y, al ser un aire húmedo y frío, provoca abundantes precipitacio-
nes que puedan ser incluso de nieye. En el taso del v¡ento pfoven¡ente totalmente
del nofte, al sef más seco, pfovoca un ba¡ada mayor de las temperatufas, pefo un fé-
tig. 39, Efecto dG una cadena montañosa sobfe un frente fffo. Al acercarse un frente
gimen de preclp¡taclones menor.
frÍo sobre una cadena prefrontal es obligada a etevarse (r) para satvar el obstáculo y,
en consecue¡cia, antcs de la llegada del frente aumenta la núbosidad. Las Pfecipita'

ciones sé hacen más extensas y abutrdantes, pues a las propias del frente frfo hay
que añadir las groducidas por la elevación forzosa'

El mat tiempo continúa miéntras el frenté avanza hasta que llega al vértice de [a

montaña (¿ y 3). Hasta aquÍ [a nubosidad es escasa a sotavento, pero cuando la masa
fría pasa del tope montañoso (4) se produce una brusca sr¡stitución del a¡re cátido
por el aire frÍo y el temporal adquiere gran violencia.

tig: 4:. situac¡ón tfpica de ¡nvierno ba¡o la influéncia dé las altas pres¡ones proceden-
tes del continenté. Despéiado en é[ Cantáb]¡(o con temperatums elevadas por efec-
to foenh. Las sitüaclones antlclclónlcas en [a Penfnsula lbér¡(a osc¡lan entre 5 y 15 dlas,

tig. 40. Al acercafse un fretrte cálido a un sistema montañoso, el alfe ffÍo Prefrontal pero desde finales de diciembre pueden acercarse a los 30 dÍas. Las nieblas se¡án

en parte ascenderá por la ladera montañosa (izqda.) y en parte quedará estancado a este caso la consecuencla más s¡gn¡f¡catiya, deb¡das a la ¡ntensa iradiación del sue-

entre la súperficie frontal y las montaias. A1 proseguir eI avance, la masa cálida se lo en noches despe¡adas, sobre todo en áreas de montaña o interiores (heladas noc-

húnde a sotavento y la superficie frontaI experimenta una inflexión, formándose un tErnas). Este efecto se lntenslflca sobre los cauces de los rÍos y lagunas, dada su

nuevo frente cálido de attura (dcha.), con la consiguiente nubosidad estratiforme, ¡eyor húmedad, vlento de Levante (E) floio en el Estrecho, con nubes de estanca-

ampliándose el área deI maI tiemPo. ¡iento en la costa que pueden originar alguna débil llov¡zna.
CAPíTULO 5

La tormenta
tlg. {3. l¡tal tlempo a finales de enero. Las lfneas lsobaras están muy iuntes indicando
que elviento es fi¡erte por toda la Penfnsula lbér¡ca. Losvientos son del noroeste en el

Atlántico, indicando que sé trata de un aire de origen can.diense (polar) y por habel
atrayesado él Atlántlco va cafgado de vapor de agua. Las lfneas isobaras que cortan el
frente frío del cantábrico tienen cúrvatura ciclónica las inferiores a 996 milibares, por
lo que hay que esperar aguacefos moderados en Galicia, én la veftlente norte del Siste-
ma central, asf como en el Sistema lbéf¡co. l{ieve en zonas altas.
.E
I

I
I

I
CAPiTULO 6

I I N viento frÍo v violento inumpe de forma súbita entre los collados


u y desciende ínundando el fondo de los valles. Una bestia enrra-
bietada que vomita fuego se prepara: llega ta tormenta, eI más impre-
sionante de los fenómenos meteorotógicos que tienen lugar en la tro-
posfera, caracterizado en la Antigüedad como una expresión cotérica deI
irascible ánimo de los dioses.
Una tormenta es una perturbación atmosférica de gran magnitud. A
diferencia de otras perturbaciones, la manifestación de una tormenta
es siempre violenta y va acompañada de aparato eléctrico y abundan-
tes precipitaciones en forma de agua, nieve y/o granizo.

E[ mayor peligro objetivo Cúmulonimbo en plena fase de crec¡miento, hábilmente d¡smulado €ntre su escolta
de altocúmulos castellatus,
!(J| tl0 de los problemas que tenemos con Ias tormentaspuede
radica en
que no podemos calibrar, de antemano, hasta dónde [le-
gar la magnitud de sus distintas manifestaciones. Por tanto, no hay que hace referencia a[ aspecto aborregado yvoluminoso) y nimbo (nube
que menospreciarlas y sí considerartas como el mayor peligro de na- de lluvia, que hace referencia a su gran dimensión). Se caracteriza por
turaleza objetiva, al que nos podemos enfrentar en la montaña (sen- ser una nube muy densa, de base amplia, ptana y oscura, que viene
derismo de baja cota inctuido). iA[ que nos podemos enfrentar? iRec- acompañada de un enorme desarrotlo vertical cumuliforme que le otor-
tificol, que debemos evitar a toda costa. Los voladores de parapen- ga un aspecto grandioso, como si de una montaña nevada se tratara.
te suelen decir que cuando la tormenta se prepara en la leianía, hay Mientras que el cúmulo, en cualquiera de sus fases de desarrotlo, no su-
que cerrar con ttave el maletero del coche, asegurándose de que el pera los 5.ooo m, el cb llega a alcanzar los rz.ooo m, con un espesor me-
parapente queda dentro para evitar tentaciones. En nuestro refra- dio en altura de 7 km. Como seña de identidad inequÍvoca su cumbre
nero poputar encontramos sentenc¡as tan significativas como " Los aparece coronada por cristales de hielo que [e otorgan un aspecto liso
truenos y el mar, enseñan a rezat" o "Cuando corran los canales, no y fibroso, similar al de los Cs y claramente distinto at de los bordes tipo
salgas de tus umbrales". Y no digamos de aquetlos indestructibles "cotiflor" que presenta a menor altitud. Esta formación úttima det Cb pue-

galos de la entrañable aldea de Astérix, Obelix y compañÍa que, a de quedar rematada en forma de yunque o gran triángulo invertido (su as-
pesar de poseer [a infalible poción mágica, su punto débil residía, censo se ve detenido al "chocar" con una masa de aire más cálido), tla-
precisamente, en el terror que les dominaba cuando el cielo podía mándose, si [o presenta, capilotus,o calvussi no lo presenta. Su natura-
caerse sobre sus cabezas. Vamos a ¡ntentar comprender en qué con- leza puede ser convectiva y orográfica al mismo tiempo.
siste una tormenta, cómo se forma y qué podemos hacer para evi- Los Cb se asemejan a enormes máquinas termodinámicas y mu-
tar sus consecuencias. chos han sido los hombres de ciencia que a lo [argo de la Historia han
efectuado estudios en profundidad con e[ objeto de desvelar eI meca-
nismo fÍsico que da vida, y de qué forma, a estos gigantes animados
El cumulonimho por una energía equivalente a [a que pueda generar una central nucle-
EN0MINADO Cb en la nomenclatura utilizada en los mapas, es la ar a pleno régimen, durante dos dias.
['\
lJ nube por excelencia y " brazo armado " de la tormenta. En realidad,
podemos considerarta como la úttima fase de desarrolto det Cb o, lo que Cómo se forma
es lo mismo, el momento en e[ que éste "exptota". Como ya vimos, su f N primer lugarse requiere un alto grado de inestabilidad en [a at-
nombre proviene de los términos lalinos cúmulo (significa "montón", L mósfera, que propicie la aparición de ascendencias o movimientos
LA TOBMENTA

IH
visto desde arriba, cúmúlo congestus evolúc¡onando rápidamente hacia cúmúlo-
nimbo ¡no hay tiempo que perderl

verticales de la masa de aire. Dos formas de inestabitizar e[ aire pueden


ser el calentamiento del suelo, como consecuencia de [a acción sotar, o
la irrupción en altura de una masa de aire frÍo que va a enfriar, poco a
poco, el aire de aniba a abaio. Como el aire no se calienta directamente
al ser atravesado por la radiación solar, cuanto mayor sea el contraste
de temperatura entre [a superficie (más cálida) y [a altura (más frÍa), ma-
yor será ta inestabilidad, puesto que más rápidamente ascenderá la masa
de aire. La orografÍa de montaña, al forzar e[ ascenso de las masas de
aire inestables, es determinante para que el fenómeno se acelere. Pero tig. 4{. Origen y desarrollo de ún Cb y sus efectos de viento sobre el suelo.

aún nos queda el factor definitivo: la humedad. Cuanto mayor sea ésta o,
lo que es igual, cuanta más cantidad de vapor de agua se halte presen-
te en Ia masa de aire, más pronto se producirá [a saturación de ésta y su
. Por [a insolación: como ya vimos enlatercero consecuencia (véase

condensación en una nube de naturaleza orográfica y convectiva del tipo "Concepto de escata " , páS.z+), desde primeras horas del día los ra-

de un cúmulo. yos deI Sol inciden perpendicularmente sobre las laderas orientadas
En cualquier caso y por razones propias de su magnitud, [a tormen- al este, es decir, eI aire en contacto con ellas se va calentando "a
ta, sea del tipo que sea, presenta formaciones nubosas lo suficientemen- tope" desde [a mañana [o cual no ocurriria en una planicie.
te masivas y tÍpicas como para que podamos hablar de todo un "sis-
tema nuboso". Los fundamentos físicos que dan lugar a la formación de un sim-
pte e inofensivo cúmulo a las diez de la mañana sobre una cresta
Las montañas favorecen su desarrotlo de orientación este, y los que generan un perfecto cumulonimbo
Y no sólo por su geomorfologÍa, como ya se ha apuntado, sino también: que oscurece todo un valle a[ mediodÍa o antes, son los mismos. Lo
. Por [a humedad: et aire normalmente más seco de [as montañas es que cambia es la magnitud de los factores que intervienen y, lógicamen-

capaz de absorber gran cantidad de humedad y más rápidamente te, sus consecuencias. Según eI grado de inestabilidad y humedad
que en llanuras balas, por razones obvias. Sóto necesita que la cosa ese "borreguito" de las diez de la mañana y un espesor de 15o m
se caliente [o suficiente. puede:
t4 CAPíTUtO 6 I.A TOHMEt'ITA h
o Engordar un poco más (cúmulo humilis), incluso conectar con sus A medida que la masa de aire en constante saturación va ganando
hermanos que se van formando sobre las laderas próximas más altura, las temperaturas negativas con las que ésta entra en contacto
meridionales a medida que e[ SoI se eteva y gira, atimentados to- dan lugar a que el agua condensada pase a estado semisótido o sólido
dos por una actividad convectiva continua pero moderada para di- }ielo); el cumulonimbo está atcanzando su madurez en [a que va a pro-
siparse de forma pausada al atardecer cuando e[ So[ se pone y [a ducirse las precipitaciones de carácter más virulento en forma de grani-
convección queda neutralizada, ... sin duda, será una hermosa jor- m, blando o menos blando, o de pedrisco. Pero unos minutos antes, y
nada de verano en [a montaña. durante estas precipitaciones, las fuertes ascendencias antes atudidas se
. Degenerar en una gigantesca coliflor (cúmulo congestus) que corresponden con no menos violentas conientes descendentes que mue-
sobrepase los 3 km de espesor y soltar un aguacero, más o me- ren toneladas de aire frÍo contra [a superficie terrestre. Tras impactar
nos incord¡ante, aunque no más attá de lo que tarde en [tegar el contra e[ suelo, este aire se distribuye en todas direcciones, de forma in-
ocaso. tensa y racheada. Este fenómeno trae como consecuencia ta atteración y/o
o Convertirse en un auténtico Miura (iya está aquÍ!) con su caracte- anulación de otros vientos dominantes en la zona y ajenos a la tormen-
rÍstico yunque a 12.ooo m del sueto, ltevándose por delante todo ta, inctuido e[ régimen de brisas de valle. Para entendernos meior, e[ Cb
lo que pitte. lncluso es fácit que siga embistiendo con la Luna, pero 'ha explotado" y la tormenta se manifiesta en todo su esplendor.
a ésta no [a veremos.

Vida propia Iipos de torlnsllta


N efecto, la actividad que desencadena el Cb puede prolongarse N esencia, las tormentas pueden ser de dos tipos: frontates y aista'
f
Lperfectamente más allá de las horas dlurnas. Como cuatquier das o locales.
aparato con pilas, si éstas se levan bien cargadas, no necesitará de[
enchufe que [e unió durante eI dÍa a la red convectiva para seguir Frontales
funcionando. A PARECEN en las perturbaciones del frente potar, llevadas general-
De[ proceso del cambio de estado de gas a lÍquido que experimen- /lmente por un frente frÍ0, pero también por uno cátido. No dependen
ta el vapor de agua en [a condensación de ta nube, se desprende ca- de tas condiciones locales, sino det enfrentamiento de tas masas de
lor liberándose mucha energÍa que contribuye a inestabilizar aún más aire, más violentas cuanto más húmeda e inestabte sea la masa de aire
la masa de aire, cataputtándola de nuevo hacia arriba. Las microgotas cátido, aunque ta convección también aporte [o suyo.
de agua que se van generando se unen unas a otras, aumentando su diá-
metro, en medio de intensas corrientes que suben y bajan dentro y fue- De rnrrrr rnío
ra de [a nube (Fig. ++). Cuando las ascendencias internas no pueden La puede ltevar tanto un frente frío primario como uno secundario
sostener et peso de tas gotas se produce ta precipitación; pero mientras (véase "Formación de borrascas y frentes", pág. 8S). Suele catificar-
caen, sobre todo cuando [a masa de aire en superficie es seca y cáti- se como [a más petigrosa de todas, tanto por su rapidez como por su
da, estas gotas pueden evaporarse antes de [egar al suelo (habrás ob- virulencia. Si e[ embotsamiento de aire frío sobre elaire cátido es po-
servado alguna vez cortinas de agua bajo un Cb que se interrumpen deroso, el mal tiempo durará, pero sólo e[ tiempo que tarde en pa-
bruscamente a una determinada altura). Este fenómeno, conocido como sar [a [Ínea del frente.
virga, da lugar a que este nuevo vapor de agua vuelva a ascender [o Su caracterÍstica fundamental, como la de un frente, es que puede
cuaI intensificará de nuevo [os niveles de inestabitidad, condensación, llegar en cualquier momento det dia o de la noche y, además, precedi'
calor, etc. E[ aspecto exterior de todo este proceso será el de un desarro- da de una mejora temporal de atgunas horas con cielos inctuso des-
llo vertica[ gatopante, junto con una base de nube cada vez más an- peiados o estretlados. Pero los relámpagos, aun sin sonido de trueno,
cha, ptana y oscura. anuncian su avance desde la [ontananza (por el oeste o suroeste). Aten-
+
ción tos que se deien sorprender en alta montaña por una evolución
CAPÍTUTO

tal en las primeras luces del alba, porque fattará poco para que empie-
6

LAGOTA FRÍA
Ya conocemos [a preponderancia de vientos deI oeste en las la-
titudes medias, donde las borrascas nacen y mueren en el seno
del frente polar, desplazándose con retativa rapidez hacia el este.
Cuando las perturbaciones aumentan su intensidad, las ondu-
ce la batatla; esta situación es aún más arriesgada si uno se encuentra
laciones de este fluio se acentúan y se hatlan grandes zonas con
en Ia vertiente norte o este de la montaña, ya que la visión del cielo
circulaciones de vientos del norte o del sur. Pero a veces, uno
será parcial y su buen aspecto puede mantenerse justo hasta [a misma de estos ramales delfluio se enrosca sobre si mismo y sigue sub-
exptosión de la furia de los elementos' sistiendo aI margen de ta circutación general, no siendo fácit pre-
Los frentes frÍos empujados por fuertes vientos, a menudo oceáni- ver su trayectoria.
cos, pueden dar tormentas incluso en invierno. Se manifiestan, sobre Por otra parte, también sabemos que [a desigual distribución de
todo, sobre los relieves montañosos, acompañados de nevadas inten- tierras y mares hace que unas zonas del planeta se calienten en ve-
sas pero breves. rano y se enfríen en invierno más que otras - los continentes -, mien-

La sorpresa sobre la ltegada inesperada del frente frío puede ser aún más
tras que los océanos mantienen un régimen térmico más suave.
Más técnicamente, [a gota fría se denomina "Depresión aistada
grande cuando ta clásica perturbación "frente cátido-frente frÍ0" posee
en niveles attos". lniciatmente se produce un corte en la circu-
una lÍnea de frente cátido mucho más corta. Las personas que se encuen-
tación general antes aludida y queda una borrasca alslada en-
tren en una cadena montañosa situada al sur de este frente no se benefi-
tre 3.ooo y 1o.ooo m. Dentro de esta circulación hay zonas más
ciarán de los mensajes alarmistas de las nubes habituales (Ci, Cs, Ac, etc.) activas que otras donde incluso se disfrutarán intervalos de Sot.
y recibirán el frente frÍo sin apenas avisos naturales previos (Fig. 45). Principalmente en otoño e[ agua caliente deI Mediterráneo va
soltando lentamente todo ese calor acumulado a lo largo delve-
rano. Cuando [ega una borrasca atlántica [a temperatura de sus

4 capas bajas es retativamente frÍa. Sobre el cuadrante suroeste


o sureste peninsular, esta borrasca empezará a chupar aire calien-
te de África y aire húmedo del Mediterráneo, dando lugar a una
situación muy inestable y repentina. Esta inestabilidad intensifi-
ca [a propia borrasca y ocasiona tos efectos de [a gota frÍa contra
las costas meridionales españolas: grandes precipitaciones de
carácter tormentoso a lo largo de 48 horas sobre amptias zonas,
dando lugar a inundaciones y desastres.

tit. {5. Un frente frÍo aislado aborda la cordillera... la perturbac¡ón lleta


sobrG las montañas casi sln previo aviso.

Normatmente, entre los meses de octubre a abril los Cb no están


tan desarrollados en altitud como en el verano como para dar pedrisco
o fuertes granizadas. En estas masas de aire polar la tropopausa está
baja (a B.ooo ó 9.ooo m) y detiene el empuje de la nube tormentosa.

De rnr¡r¡rs cÁ¡-lno
No son tan frecuentes como las de frente frÍ0, ni tan poderosas. Se des-
arrollan en eI interior de vastos sistemas nubosos que acompañan las
LA TOBMENTA

Tormentas de origen frontal sobre los glaciares patatónicos.


/t¡
masas de aire cálido y húmedo perturbados. Los Cb están dispersos
en et seno de la masa de Ns.
Como ya sabes, Ia ltegada de una perturbación de este tipo es pro-
gresiva y hay un intervato de muchas horas entre ta ttegada de los Cs
de vanguardia y tas masas que van a precipitar.
Flg. 46, Tormentas de calor (verano). La bormsca dé loot m¡libares, de origen térmico,
succlona losy¡entos cál¡dos del E-5E yvientos del l{. La convergencla de estosy¡entos
Aisladas o [ocales
originará tomentas en la zona centro. Pero también las b¡iss mar¡nas er Gtaluñay Le-
yante pfodúcen con esta s¡tuación importartes tofmentas en la cadenas costeras.
Dr eueN TtEMPo
También ltamadas "de cator", son de carácter muy locat. Se desarro-
ttan principatmente sobre los relieves, merced a fenómenos convectivos rando todo su furor durante más tiempo y sobre la misma zona. Al con-
y/u orográficos (véase "Viento (escala aerológica)", pág. 45). Tienen trario, un viento moderado en attitud (de zo a 4o km/h) disminuirá et ries-
lugar por [a tarde o al anochecer en los días cátidos de verano en tos sis- go en este tipo de tormenta aI dislocar las ascendencias, dispersando la

temas montañosos. Si estos sistemas están, de alguna forma, influen- humedad de las burbujas convectivas que ascienden del suelo.
ciados por aire húmedo oceánico como los Pirineos, éste facitita la ma- La presencia de grandes lagos o embalses en montaña contribuirá
durez precoz de tos Cb. a aumentar el riesgo de que la tormenta local estatle en las zonas pró-
E[ exceso de calor en las capas balas da lugar a un cierto deterio- ximas a éstos, ya que el vapor de agua desprendido durante el día su-
ro de [a estabilidad general de la atmósfera, pero no a una agrava- pondrá una fuente de alimentación extra. lncluso en el centro de lagos
ción considerabte puesto que la situación general mantiene un ca- muy grandes se pueden producir tormentas durante la noche, aprove-
rácter anticiclónico. Aunque muy aisladas, pueden repetirse duran' chando la confluencia de los vientos descendentes de las laderas mon-
te varios dÍas. tañosas (inversión de[ régimen de brisas).
Como las de frente frÍo, pueden ser violentas e incluso más repenti- Este tipo de situaciones no impedirá la actividad en montaña en la
nas dado su carácter local. El Cb tibera puntualmente toda [a energÍa so- primera parte deI día. Si et terreno es nevado [as condiciones no se-
lar acumulada en un determinado tugar tras un perÍodo de calor excesivo' rán ideales, no sólo porque la temperatura sea alta, sino también
La mayor parte del tiempo, el viento general dominante es débil to que porque la posibte tormenta det día anterior ha podido de.iar bancos nu-
supone un factor agravante ya que la tormenta apenas se desplaza, tibe- bosos durante la noche desfavorabtes para eI rehieto. Aun asÍ, dis-
CAPíTtJLO O tA TOBMENTA

pondremos de unas cuantas horas para disfrutar.de nuestra activi- Velocidad


del viento
dad favorita, eso sí, manteniéndonos vigilantes a los desarrotlos ver'
ticales prematuros.
(km/h) +50 60 -50 -ro0 -150 -2oo -z5o 3ú -rf
Hay otras variantes de tormenta sobre tierra: las de mar, de evotu- +4 -1 -t6 -21 -26 7L -§
ción inversa, ya que se producen más fácitmente en invierno y por [a -1o -t4 -2o -25 -3o -§ -A
noche, es decir, cuando las masas de agua están más calientes que los 75 -73 -77 -25 -3o -37 -43 -5'
continentes. Por no abandonar [a idea de darle todo el sentido prácti' -t6 -22 -29 , ,:3b '4t '48 -55
co posibte a las explicaciones, en lugar de complicartas más atlá de lo
25 -25,,, :,r?,,,,,,:,1:,:iX:9: .,45
necesario, creo conveniente dejar [a exposición así; con tos tipos de
30 '47
tormenta analizados anteriormente tienes la base de conocimiento ne"
cesaria para evitar que te sorprendan en montaña. 35
-22 ' z9 :' ::'.::,:,36.:,':::::'::::41 :1,:,:5§

40 '9

;I§ Peligros: ¿qllé se pllede esperar? 45 25

5o 26
I 05 petigros de una tormenta quedan materializados en tres tipos
z6
Lde manifestación: viento, precipitación y aparato eléctrico. Con in- 55

dependencia de su magnitud (difícitmente previsibte), [a puesta en es' 6o 27

cena de las tres será siempre de forma virutenta y contundente, y pue' 72 28


den dar lugar a su vez a nuevos peligros obietivos. Poco peligro Peligro para la pieI desnuda Riesgo grave de
f
con vestimenta adecuada congelaciones
Viento t¡9, {7. Efecto térmico consecuencla del viento.
AS conientes cálidas, húmedas y ascendentes que alimentan aI Cb
I
Lson cada vez más violentas en e[ seno de éste, que envia a su vez to-
I
neladas de aire frÍo contra el suelo a través de rachas que pueden muy Precipitación
fácilmente superar tos 6o km/h a lo largo de un radio de acción de zo I 0S peligros de ésta son distintos según se trate de agua, nieve o
km. No hace falta, por tanto, estar bajo el Cb para sufrir su influencia. Lgranizo:
Los posibles riesgos son: . Las precipitaciones en forma de agua (chubascos o aguaceros) pueden
¡ CaÍdas de árboles o ramas. ser peligrosas por su fuerte intensidad y menor duración que una llu'
. Pérdida de elementos det equlpo (capa de agua, guantes, etc.). via asociada, por eiemplo, a un frente cálido. Se produce a intervalos,
. Pérdida det equilibrio en pasajes que entrañen una cierta dificut' siendo su comienzo y final brusco y repentino. Puede no sóto crear
tad técnica o, al menos, en los de caída no permitida. En tos cotla- nuevas torrenteras no previstas, sino aumentar el caudal de los cauces
dos, pasos naturates o estrechamientos de vatle, donde el viento ya existentes hasta el extremo de que en menos de una hora puede pro-

se acelera aún más, habrá que poner atención. ducirse desbordamiento y la consecuente inundación incontrolada e
o lmposibilidad de comunicación verbalcon miembros detgrupo que no incontrotable de los terrenos próximos. Los posibtes riesgos son:
estén a ta attura del cuetlo de tu forro potar (iatención a escaladoresl). I ' Deterioro progresivo de ta consistencia del terreno que tene-
¡ lnitación en piel y mucosas (boca, fosas nasates y oios), efecto tér- mos que pisar (constantes caídas). Habrá que poner atenciÓn a
mico de enfriamiento ( Fig. 47), afecciones en vías respiratorias. No l
las pendientes inclinadas con una cobertura vegetal que nos
está de más inctuir en e[ equipo habituat un gran pañueto que, en- i impida ver dónde ponemos e[ pie, o con un manto uniforme de
tre otras utitidades, puede darnos protección en estos casos. hierba fresca y esponjosa (efecto tobogdn).
{
CAP íTU tO 6 LA TOHMENTA

' Desprendimientos de tiena y pied ra, no sólo del terreno q ue es- . Aunque no es e[ caso más frecuente, una pedrea de botas det
tamos pisando (corrimientos) sino de cornisas, terraptenes o tamaño de huevos de galtina hace que éstas se comporten como
conos de deyección que se encuentren sobre nosotros. lnten- auténticos proyectites: evatuar sus posibtes consecuencias cons-
tad evitar [os pasales deticados o de caÍda no permitida. Ade- tituye un azar que, aI menos un servidor, no quisiera experimen-
más, e[ riesgo puede prolongarse uno o dos dÍas después de [a tar.
tormenta si nos encontramos balo una zona propicia a despren- . Cuando las precipitaciones sean en forma de nieve, cabe esperar
dimientos, por la que pueden pasar animales (cabras, etc.) o, una sensible bajada térmica. En este caso, si la actividad frsica nos
inctuso, otras personas. ha hecho sudar y estamos mojados interiormente a causa de la con-

' Aluviones de todo tipo de material arrastrados porel agua que densación, podemos sufrir una balada importante en nuestra tem-
se ha ido depositando de forma espontánea en depresiones o peratura corporaI que, según las circunstancias, pudiera degene-
angosturas de pequeños valtes, cerradas por muros de conten- rar en hipotermia5. Recordad que en un ambiente tan húmedo, ni las
ción naturates, los cuales no han podido resistir [a creciente pre- mejores chaquetas transpirabtes serán capaces de exputsar at exte-
sión del tÍquido etemento. rior todo e[ agua producto de la condensación del sudor que nues-
r Por razones obvias, eI descenso de barrancos, que está especial- tro cuerpo puede haber generado.
mente contraindicado. Atención a aquéttos, como los de [a Siena
de Guara, situados en las estribaciones de un macizo montaño- Aparato eléctrico
so, donde puede haber tormentas. Sin embargo, en tos cañones ll ASTA que no [egaron et sigto XVlll y Benjamin Franklin, no pudimos
luce et Sot o, at menos, no llueve: et agua caÍda puede descender I I tener una explicación cientÍfica para el fenómeno del retámpago:
a través de canalizaciones subterráneas hacia [os cauces de los una gran chispa eléctrica; ni para et del trueno: ruido que provoca [a ex-
barrancos y provocar un aumento súbito de sus caudates. pansión explosiva del aire a [o largo de su reconido. Hoy sabemos que se
Las precipitaciones en forma de granizo se producen cuando la ma- producen ante diferencias de potencial del orden de un mitlón de voltios
yor intensidad de tas ascendencias arrastra las gotas de agua en e[ por metro en et interior de las nubes de tormenta o entre éstas y e[ sue-
seno del Cb, a mayores alturas, sobrepasando éstas e[ nivel de con- lo. Estas descomunates cargas etéctricas están provocadas por los movi-
gelación; entonces, el agua condensada pasa a estado semisótido mientos contrarios de hielo y agua que en e[ seno de [a nube de tormen-
o sólido (hielo). Se caracterizan por durar, normalmente, menos ta suben y baian frenéticamente a causa de tos vientos. Los relámpagos
que las de agua, aunque caen a una mayor velocidad: si una gota de pueden recorrer hasta 3o km o arquear su trayectoria más allá de to km
0,6 mm de diámetro cae a 2,5 m/s, un glóbuto helado de 5 mm de desde el núcleo central de la tormenta y a su paso la temperatura del
diámetro puede alcanzar los 9 m/s (iesto ya duele!); si lo que cae es aire puede atcanzar los 3o,ooo 0C; en lo referente al planeta, se producen
pedrisco, un casco resultará de ayuda muy recomendable. Los po- no menos de 6.ooo por minuto. Franktin soñaba con "domesticaf esta
sibles riesgos son: energía por medio de gigantes cometas.

' La intensidad propia de este tipo de precipitación puede crear en Para no abundar mucho en [o técnico, en beneficio de [o práctico, re-
torno nuestro una cortina casi opaca, impidiéndonos una correcta sumiré diciendo que [a propia actividad que tiene tugar en el interior del
visión de [o que nos rodea. En este caso, el extravÍo y la desorien- Cb origina una clara separación de cargas positivas y negativas (iones),
tación entre los montañeros puede ser tan posible como fatal. normalmente presentes en la atmósfera. Las negativas se concentran en
. Según e[ diámetro de las partículas heladas, y en combinación
con fuertes rachas de viento, las partes más expuestas de[ cuer- 5 Hipotermia: pérdida peligrosa det calor corpora[ (a partir de 35o C en el centro, no
po (cara, manos o piernas) pueden [tegar a sufrir heridas e in- en las extremidades), causada por una exposición prolongada al frío y/o a la hume.
dad sin el equipo adecuado. Si [a temperatura desciende a los 3zo C, habrá pér-
cluso hematomas, si no se ha previsto llevarvestimenta de pro- dida de conocimiento y riesgo de muerte, que se producirá, finalmente, si descien-
tección ante estas contingencias. de por debalo de z7o C.
Ll_ CAPíTUtO 6 LA TORMENTA

la parte inferior de [a nube, que se carga de electricidad al mismo tiem- :,:tl:..:


po que se acumutan cargas positivas en todos los etementos situados i, [ÓmO ACttlaf ?

en e[ suelo, más próximos a [a nube; esta acumulación es especiatmen-


te acusada en las puntas metálicas (Fig. +8). Cuando la diferencia de po- lndicadores prev¡os
tencial es [a suficiente (véase párrafo anterior), se produce [a descar' UAN DO las tormentas son de carácter local, será diffcil prever an-
/^
\vtes
ga eléctrica (varias recorriendo el mismo camino originan el rayo) que de ta satida el lugar concreto donde van a formarse. Los servi-
nosotros vemos como una luz (relómpago), Por oüa parte, se produce una cios meteorológicos sólo pueden prevenir sobre la posibilidad de for-
explosión (trueno) a [o largo del canal de descarga de los gases genera- mación a nivel regional o en un determinado macizo, pero no sobre
dos por eI caLentamiento que supone la liberación de esos 3o.ooooC alu- una montaña o un valle concretos. Se han dado casos en los que [a ve-
didos, pudiéndose [iberar tensiones de cien millones de voltios, con in- locidad de crecimiento de un Cb ha alcanzado los 6o km/h; esto sig-
tensidades de corriente de varias decenas de miles de amperios. Y, todo nifica que, si [a base de [a nube se forma a 1.ooo m de altura, a[ cabo de
ello, a una velocidad que se catcula entre 1o.ooo y loo.ooo km/s. Et rayo 5 minutos la torre alcanzará los 6 km de altura. Esto puede darnos una
puede denetir incluso algunos milímetros de roca, que inmediatamente ctara idea del escaso margen de maniobra que podemos tener para ac-
después quedarán vitrificados. Los posibles riesgos: tuar ante [a presencia de signos indicadores de un cielo pretormento-
. Ser alcanzado por ta descarga de un rayo o del campo eléctrico sub- so, con e[ fin de suspender [a actividad para descendervalte abajo o
siguiente a la manifestación visibte de aquét, que puede acarrear buscar un refugio seguro. Veamos algunos de estos signos:
quemaduras de diversa consideración, lesiones internas, pérdida . Las tormentas ltamadas " de cator " van precedidas de un perÍodo de
del sentido, faltos del sistema nervioso central, parátisis, etc., si unos Z a ro días con temperaturas muy por encima de [o normal.
esta última afectase al sistema respiratorio o al corazón, sobreven- . Las montañas sometidas a [a conftuencia de vientos de distintas
drÍa la muerte. procedencias se llevan todas las papeletas ante una situación gene-
. Puede que ninguna descarga etéctrica nos alcance, pero sÍ la onda ral de bajas presiones sin frentes asociados, a[ reforzarse aún más
expansiva de la explosión, haciéndonos perder el equitibrio y caer. la actividad convectiva; esto es así, especiatmente, en aquettas zo-
o Quizá no ocurra nada de [o anterior, pero sÍ una " pérdida de pape- nas influenciadas por vientos marinos cargados de humedad (en
les" por nuestra parte, motivada por una atteraciÓn de [a conducta España: Pirineo 0riental, sierras levantinas, Sierra de Cazorla, Pi-
habituat ante e[ "estrés" psicológico que e[ aparato etéctrico pue- cos de Europa, etc.)
de provocarnos. En esta situación, la ayuda de un compañero más Si antes deI mediodía hay nubes cumutiformes con importantes des-
"entero" será absotutamente imprescindible. arrollos verticales sobre [as crestas y taderas orientadas al sur y al
este, desconfn,5i éstas se encuentran además a barlovento, es de-
cir, frente atviento dominante, la inestabitidad se reforzará aún más.
Si a partir det mediodía el cielo se presenta cargado, caótico, con
formaciones nubosas a distintas alturas, pesado, plomizo e inmóvit,
es muy probabte que los cúmutos congestus o, inctuso ya Cb, es-
tén camuflados entre estratos y otros cúmulos pequeños que nos im-
pedirán detectartos. La atmósfera se notará especialmente caldea-
da o "bochornosa". TodavÍa estará presente el régimen habituat
ascendente de brisa de valte (váase "Viento (escala aerológica)",
++i*++++ pág.+S), [a situación aún es reversible: puede ocurrir que no lle-
Suelo
gue a haber tormenta dependiendo de [a magnitud de [os factores
t¡9. 48. Distribúclón de cargas eléctricas posltlvas y negativas en un cl¡nülo nimbo. ya conocidos.
LA TOBMENTA

vez con más fuerza, irrumpi-


rán por los coltados anulando t¡
las brisas ascendentes de los
valles: la olla está a punto de
desbordarse.
o Ano serque lotengamos jus-
to sobre nuestra cabeza, pri-
mero se ve el relámpago y des-
pués se oye el trueno. Cuanto
menor sea el tiempo transcu-
A primera hora de [a mañana, estos cúmulos ofográf¡cos ya están demas¡ado desaffo- rrido entre ambos, más cerca
llados,,, se encontrará la tormenta del Fis.49. ¡ilo!
lugar donde nos encontremos.
Suponiendo que el tiempo transcurrido entre relámpago y trueno
haya sido de seis segundos, como la velocidad del sonido es de
333 m I s, el núcleo principal de la tormenta se encuentra a (33j x 6
= r.998 m) unos z km de distancia, es decir, casi encima.
. La inminencia de[ rayo viene determinada por signos como un zum-
bido o siseo en el aire, o el erizamiento del cabello: eI camino de
descarga del rayo se está creando.

Cuando ya no hay remed¡o, áqué hacer y qué no hacer?


DEMAS de las recomendaciones ya citadas a[ enumerar posibles
^
Ariesgos ante los distintos tipos de precipitación que la tormenta
genera, haremos ahora más hincapié para evitar los riesgos inheren-
tes aI aparato eléctrico. Según Pit Schubert en su [ibro Seguridad y
Riesgo,se estima que ta probabitidad de ser atcanzado por un rayo es
Un enorme cúmulonimbo "capilatus", con el cafacteffstlco yunque en su cima.
tres veces inferior a la de que te toque un gran premio de la Primitiva.
Yo no sé a ti, pero a míesta estadÍstica no me consuela nada.
. Una elevación brusca de la presión atmosférica con una previa presión Lo que hay que hacer:
inferior a la media del lugar, será un dato engañoso: sólo indicará la . Teniendo en cuenta que e[ agua es mucho mejor conductor de [a
inminente irrupción de viento y un más que probable posterior nue. electricidad que [a tierra o la roca, Las descargas procedentes deI
vo descenso de [a presión (que no te engañe et attímetro). rayo tenderán, en su descenso desde e[ punto más atto donde han im-
. El pelaie de los animates se carga de electricidad estática por lo pactado, a seguir por las superficies mojadas (canalizaciones de
que será mejor alejarse "antes de" (los rebaños de ovejas son muy agua, fisuras húmedas, torrentes, etc.) o, en cualquier caso, por [as
peligrosos) (Fig. +S). vÍas de menor resistencia, como estructuras metáticas tipo ferratas
. Antes de producirse manifestación alguna en forma de precipita- o escaleras que constituyen auténticos pararrayos. Por tanto, per-
ción o aparato etéctrico, las rachas de viento frío y descendente se maneced en contacto sólo con roca o tierra, aislodos de ésta si está
hacen notar. Poco a poco las toneladas de aire que e[ Cb envía, cada húmedo, y separados al menos j m de paredes, nichos o cuevos.
I-A TOBMENTA

f{:.:"4::r;:

,l"l "l

tit.50. Pefrnanecef en contacto sólo con roca o tlerra, aislados de ésta sl está hú-
meda, y separados al menos 3 m de tas estructuras t¡po pared, nicho o cueva.

mente sobre un saliente rocoso que ofrezca garantías). En este caso


y dependiendo de las circunstancias, no estarÍa de más desencordar-
se de la cintura y, por su puesto, del pecho, para atarse, por elem-
pto, a una bota: si al final recibimos descarga, los centros vitales
de nuestro organismo sufrirán menor dañ0.
Con independencia det tipo de materia de que esté hecho, todo
punto que se encuentre más alto que cuatquier otro de tos de atre-
dedor, tiene más probabilidad de ser atcanzado directamente por
una descarga, ya sea una cumbre, una arista, un árbol aislado, o
un excursionista de pie en medio de una pradera despejada, así
pues, permlneced sentados o en uno pos¡c¡ón que ofrezco el menor
efecto pararrayos posible (arrodillados, inclinados hacia delante,
con las manos en las rodillas y la cabeza entre las mismos).
Busca un refugio lo mós protegido posible: edificación con para'
rrayos, interior de unl estructura metólica, aislada del suelo (vehí
Con f¡esgo de tormenta, resulta mucho más pelltfoso estar €n úna ferrata que en

una Yfa de escalada.

Podemos lograr eI aistamiento de zonas húmedas al sentarnos so-


bre una mochita, cuerda enrollada, etc.
. Si nos encontramos escalando o destrepando una montaña será
preferibte no montar rápeles. Cuando no hay más remedio que per'
manecer estáticos en un lugar con caÍda no permitida, ante el ries'
go de salir despedidos por la onda expansivo del trueno, debemos
asegurornos a la roca, si es posible sÓlo con la cuerda de nylon' sin tig.5E Pemanecef sentados o en una posición qúe offez6 €l menor efedo paranayos posi-

conexiones metálicas intermedias (ei.: un nudo de gaza directa- ble (añodlllado, inclinado hacia delanter manos en las rod¡llas y cabeza entre las mis-

mas).
I

CAPíTUTO 6 LA TOHMENTA
tr
i

culo cub¡erto con lo onteno baiada, cabaña-vivoc alpina, teleférico, Mantener abiertas puertas o ventanas dentro de un coche o casa: en

etc), en un bosque extenso y bien tupido. este último caso, tampoco se debe permanecer iunto a una chimenea
, En montaña, una tormenta aislada constituye un hecho poco fre- Montar en bicicleta, a cabatlo o permanecer iunto a un rebaño de
cuente. Lo normal es que se presente en grupos de varias células, ovejas.

rosarios de tormenta donde cada Cb se encuentra en diferente es-


a Permanecer junto a instataciones eléctricas o de tetefonía con hilos.
a Ltevar un objeto que sobresalga por encima de la cabeza, especial-
tado de su cicto de formaci ónz cuando unl tormenta ha pasado, no
os precipitéis a la horo de tomar decisiones, sobre todo si ésta ha te' mente si es metálico.

nido lugar a hora temprana. A modo de itustración, un proceso asÍ


iniciado en los Pirineos puede extenderse hasta Lérida capitah en la
Sierra de Guadarrama, puede rebasar Madrid y ltegar a Totedo.
, Practicad los primeros auxilios: una persona q ue ha perdido e[ cono-
cimiento tras ser afectado por una descarga etéctrica, debe recibir
de inmediato IaRCP (reanimación cardio'pulmonar) y un examen de
su cuerpo para detectar posibtes quemaduras: et rayo pasa rápidamen-
te (no se queda) por la persona afectada, no temáis tocarla.

Lo que nunca se debe hacer:


¡ Asegurarse a una estructura metática o estar en contacto con etla,
permanecer en una zona acuática (rÍo de un valte alto, barranco,
tago o piscina) o excesivamente húmeda'
. Mantenerse de pie en un lugar sin protección, en cumbres (iaten-
ción a sus cruces metálicas!) o puntos despejados que destaquen
sobre su entorno, o situarse balo un árbol aistado.
o Permanecer en [a puerta o entrada de un nicho, cueva o pequeño re'
fugio (nuestro cuerpo podría hacer de arco voltaico, facilitando la
conducción de [a descarga).
tl

$J
tig.52. ¡{unc¡ mantenef ablertas púertas o Yentanas dentro de un coche o casa.
re

Medio natural:
decidir cuando
ya hemos salido

I
I

t
L MEDI0 NAIUBAI-: DECIDIR CUAND0...

o La mayor parte de los incendios forestales tiene lugar entre las tz:oo
y las r7:oo h (cuando la insolación es máxima). Factores que incre-
mentan el riesgo son las hetadas a[ final de [a primavera y una at-
mósfera seca.

lnsectos
Las tetas de araña: dicen que [a forma de éstas guarda relación con
e[ tiempo. Cuando [a araña teje una tela poco densa o distendida, se
mantendrá el buen tiempo. Sin embargo, si la teta está bien tensa y
posee una trama mayor, puede ser signo de viento o [uvia.
l{ubes altas en él valle de Markha (Ladakh, Ind¡a). ilo s¡emPre va a hacer malo Guan- En zonas tan alejadas entre sÍ como son Gredos y Sierra Nevada,

do se cubre e[ cielo de nubes altas. he escuchado a las gentes del campo decir que cuando las hormi-
gas empiezan a elevar [a entrada de sus hormigueros más de [o ha-

TENGAMOS o no ¡nstrumentos, también resulta posibte prever los bituat, se aproximan [as lluvias.
I cambios de tiempo a partir de los indicadores que [a naturateza Se habla de buen tiempo cuando cantan [os griltos o las cigarras,
pero estos insectos son capaces de cantar hasta.justo antes de que
nos ofrece. Las ptantas, los animales y no5otros mismos somos sensi-
[a tormenta esta[[e, por lo que no serán de mucho interés para nues-
btes a ta humedad y a las variaciones de temperatura. Pero, ioio!, si
bien animates y vegetates reaccionan ante las indicaciones fsicas que tra previsión.
perciben resutta evidente que no saben qué es lo que está pasando a Los mosquitos resultan más útites aunque son difícites de obser-
,
decenas de kilómetros del tugar donde se encuentran. Valoremos, pues, var, pero no asisus depredadores, especialmente [as gotondrinas y

en su lusta medida, estas interpretaciones, que nunca pueden susti- los vencejos: si vuelan atto es porque su "comida" les obliga a elto.
5i, pore[ contrario, evolucionan a ras de suelo será porque los mos-
tuir a [a información obtenida a través de los partes meteorotógicos
previos a la satida que tenemos planeada. quitos se preparan para protegerse de la ltegada de Ia tormenta o de

Et cambio de dirección de los vientos, tanto en suelo como en alti- fuertes vientos.
La rana es la estretta de la meteorotogÍa popular. Anuncia la lluvia si
tud, e[ color del cieto (ta limpieza det aire), el cotor de las puestas de sol
o de los amaneceres, el aspecto de [a Luna o [a forma de las nubes, croa más fuerte de to acostumbrado.
proporcionan interesantes informaciones para prever ta ttegada del
mal tiempo en pocas horas o a[ dÍa siguiente.
Aves
. Las aves migratorias anuncian [a llegada de [as estaciones cli-
máticas con más certitud que la deI catendario. iLtega ya la pri-
§§ 0bserua Ia naturaleza mavera o aún volverán las condiciones invernales? 0bserva si las
especies migratorias de [a zona ya han ltegado como las ocas,
Vegetales ánsares, patomas torcaces, patos, cigüeñas, etc. Aunque, como
. E[ perfume de las rosas es más acusado con baia presión que en siempre, tengamos presente otras circunstancias para no equi-
situación anticictónica. vocarnos, por ejempto en [os atrededores de muchas sierras deI
o En los bosques de coníferas, si las piñas que se encuentran espar- Sistema Centrat, desde hace no pocos años, muchas cigüeñas
cidas por el sueto están bien abiertas, se espera tiempo seco; si es- han decidido hacerse sedentarias, dada la benevotencia del clima

tán cenadas, tiempo húmedo. Numerosas plantas cambian de aspec- durante todo el año o tas medidas de protección introducidas por
to con [a humedad. el hombre.
+ CAPITUTO 7

F¡t, 53. La 1l€tada o partidaj las aves migratorias, anuncia e1 cambio de estacio-
nes con más prec¡sión qúe eI calendaf¡o. l¡9. 5{. En [os valles especialmente afectados por foenh, los animates s€ mu.stnr
inqu¡etos horas antes de que el efecto se man¡fieste.
o Si Los venceios se persiguen entre sí, altos en e[ cielo y con gritos es-
tridentes, el buen tiempo está asegurado. . Las personas que han sufrido intervenciones quirúrgicas oe c :1:
. No es frecuente ver aI urogatto posado sobre ramas a mucha altura, importancia, así como enfermos reumáticos, sufren dolores :- :
sobre todo si estamos cerca (estará escondido entre la maleza), zona afectada ante un cambio de tiempo.
pero si lo detectamos en [a distancia posado a cierta altura, no ten- . Los pastores tibetanos echan sal al fuego; si ésta cruje, se ar ¿: -:
dremos mal tiempo. buen tiempo (ambiente seco), si no, [ega tiempo húmedo.
. Si se escucha ulular a [a lechuza aI atardecer, ello pronostica ltuvia
próxima.
. A los cuervos, chovas, grajittas, etc. les encanta jugar con el viento 0hserva la atmúsfera
de tadera que asciende por los roquedos, manteniéndose horas so-
bre éstos. Si desaparecen y se les observa bajando al valte, llegará Color de[ cieto
la lluvia. A interpretación de los cielos al atardecer no es tan simpIe co-c
. I
El canto del mirlo nos anuncia que el invierno se marchó. Lsuele decirse. Con [a ayuda del barómetro o del attÍmetro poc'e-
. En el campo se dice que cuando et gallo canta a hora desacostum- nos completar los mensajes que nos transmiten los últimos rayos oe.
brada de la noche, significa que va a cambiar ettiempo. 5ol: si la presión se mantiene estabte hay muchas posibiLidades de :-e
el tiempo mañana sea el mismo que el del dÍa que se acaba.
Mamíferos . Azul oscuro e intenso: viento fuerte en altitud y probabte empe:-
. En las laderas montañosas, las vacas y las cabras domésticas sue- ram iento.
len tomar [a dirección del valte cuando se aproxima la lluvia. . Azutclaro luminoso con bruma ligera en el ambiente: persistencia ca
. En zonas donde es habitual [a irrupción de fuertes vientos, los reba- attas presiones. Por contra, una brusca mejora en [a visibilidao p:e-
ños de animales como cabaltos o vacas se orientan, curiosamente, de anunciar bajada de presión y próxima lluvia. Suele comen:a.s:
todos ellos ofreciendo sus partes traseras aI viento que no tarda. esto antes de la tormenta: [a brusca limpieza del aire da ia impresió-
rá en [egar. de que las distancias se reducen y los relieves parecen aproximarse.
r En valles, normalmente afectados por el efecto foenh, la brusca seque- . Atardecer rosa claro, amarillo pátido o grisáceo es malindicio: ra
dad en el ambiente afecta al sistema nervioso de los animales que masa de aire húmedo al oeste disminuyendo [a refracción, Lo ore
se muestran muy inquietos horas antes de que el efecto llegue. explica los tonos pálidos, y se detecta la presencia de [a "avanza-
Buenos presagios para el día: amanecer sin v¡e[to, disco sola] definido, tonos flrer.

tes, aúsencia de nubes medias o baias.

dilla" de la perturbación. Si por el contrario, presenta un amarillo


rojizo con horizonte despejado e inversión térmica de brisas, no es
previsible un empeoramiento.
. Un amanecer rosáceo y un disco solar bien definido con viento en ca[-
ma, augura un buen dÍa. Al contrario que un SoI pálido (halo) do-
minado por cielo lechoso: e[ halo que rodea al So[ o a la Luna, cuan-
do e[ cielo está invad¡do de cirrostratos, ha generado muttitud de re-
franes siempre pronosticando lluvia para e[ día siguiente. Pero no hay
que confundir este halo con la corona que rodea a veces a la Luna
y que aparece a través de los altocúmulos translúcidos, nubes ti
picas de una perturbación débil que no dará precipitaciones.

'!l
,',1

SOBRE LA LUHA
Hermana de Apolo, hija de ,lúpiter y autorizada a permanecer .,
soltera, la Luna ha sido la reina incontestable de la meteorolo-
I
ilalos presados para é[ dla siguiente: atardécér con tonos pál¡dos, dlsco solar dlfuso,
gía popular. Muchas veces nos sorprende cuando se eleva in. .il
I acompañado de yiento en altura y entrada progresiva de nubes... ¿cómo está [a pres¡ón?
mensa y briltante en la noche. Su imagen atraviesa en oblicuo
I
las capas de aire las cuales portadoras de un elevado grado de hu-
medad se comportan como una enorme lupa. Sin embargo, su
I Vientos
inftuencia fÍsica sobre la atmósfera terrestre es despreciabte: se-
I . Const¡tuyen buenos indicadores los vientos en calma y [a circula-
gún los expertos, tan sólo de o,o3 hpa (hectopascales) de pre-
.,1
ción normaI de brisas de valle y montaña, no afectadas por irrup-
sión, es decir, la mitésima parte de las variaciones barométricas ciones de viento meteorotógico.
produsidas por ta menor de las perturbaciones. El desptazamie*: I
. Los vientos meteo de componente norte a noreste son fríos y se-
to de anticictones y borrascas no depende de nuestro satélite y cos, asegurando el predominio de las altas presiones; a[ contrario
ello sin perjuicio de [as connotaciones poéticas que tiene. que los de sur a suroeste, cátidos y húmedos. Es importante detec-
tar eI cambio de dirección de los vientos (precede al frente frÍo) y
Ll_
I
CAPíTULO i

e[ sentido en et que se produce (la evotución de las masas de aire su'


pone una posible aproximación de borrascas).
Los vientos del noroeste, fríos y húmedos, anteceden a las pertur-
baciones atmosféricas.
Las cotumnas de humo que se elevan mansamente, verticates y sin
experimentar derivas, denotan estabilidad atmosférica. Por eI con-
trario, aquéllas que trazan estelas turbutentas y descendentes, in-
dican inestabilidad.

-, I -'-\,o.

á*i oi,-t Iti,i,l*i ; F-; Y-


I
! Altas presiones: y¡ento en calma, clelos azul Glaro, l5o oo no mr¡y alta (para asegu'
Ya mencionados por Homero, considerados por HesÍodo en su
I rar la (atldad de la nieve), ausencia total de nubes'
Teogonía como hiios de la Aurora y del Cieto, los cuatro vientos ¡
principales aparecen claramente caracterizados en eI mundo I
aqueo (sigto lX a.C.), antecesor de ta civilización griega:
Presión
Bóreos, es el viento que saliendo de las rnontañas del norte so-
. Descenso lento y progresivo, supone que habrá un largo período
pla con furia en ta superficie del Ma1 Egeo. Se lerepresenta como de maltiempo.
un anciano atado y de largos cabello,§'blánio5; ' 'r rrr i
o Descenso brusco (más de 5 mb de descenso, en z4 h), indica la tle'
A/ofo, era e[ viento que venía del áediádía'i,&':ud,;,,rcáíi,siempre gada inminente de una perturbación de carácter tormentoso'
acompañado de tluvia. Por eso, se le'ré:piáee:ntabá'con un ánfo' . Etevación brusca con buen tiempo con una presión previa inferior a
ra rebosante de agua en las manos. ' :, .' : la media barométrica det lugar (o to que es lo mismo, altitud están-
I Euro, viento del este. Por soplar casi siempre con violencia era re- dar de la zona), es indicio de que se aproxima viento con probabiti-
t presentado como un viejo huyendo en vertiginosa carrera. dad de que ta presión termine descendiendo.
¡
Céfiro,procedía det oeste. Por soplar frecuentemente con cier- . Si desciende tentamente en dos o tres dÍas, habrá un cambio de
I
ta suavidad, su representación antropomórfica consistía en un tiempo notabte, más lluvioso y duradero.
betto doncet alado que recorría mansamente los espacios derra' . Si sube lentamente, llegará un anticiclón firme con algunas nubes
mando flores. bajas o niebtas y largo perÍodo de bonanza.
Pero también se contemplaban en [a Antigua Grecia los cuatro . Recuerda que la escala del attÍmetro es justo contraria a la del ba-
vientos "intermedios" que complqtaban los,Qqho principales: rómetro. Et dicho: "Si et attÍmetro sube (presión baia) hay que baiar-
Cecias (noreste), at que acompaña el §ránrizoilÁpeliqtas Gures- se, y a la inversa" puede valer, pero no siempre (véase cuadro de
te), bueno para los frutos; Lips oAfii¿ó,.'(quloq§id lrqcedente ta pág. r3o).
de Libia; y eI Argestes (noroeste), que tlaÍárél fr:íi: -'
observociones:obviamente, las características'indicadas corres- Temperatura y nubes
ponden a tos vientos que soptan en ta Península Griega. Éstas ¡ La aparición progresiva de nubes distintas a diferentes alturas, in-
pueden diferir en buena medida de sus homótogos en [a Penín' I dica ta [egada de un frente.
sula lbérica u otras regiones europeas. I Una noche de tuna briltante y/o muy estrellada, asegura las bajas
temperaturas (invierno y primavera).
En el caso anterior [a Tierra irradia su cator al espacio. E[ vapor de
agua de las capas baias se satura, se condensa (nieblas) y se man-
LA N}EBLAY tA ESCARCHA
La escarcha y elhielo en la montaña nos ofrecen uno de los más
betlos espectácuLos naturales que se puedan observar. Sabe-
mos que et agua se hieta a ooC y que cuando las ramas o hier-
bas se cubren de escarcha es por que se encuentran con el aire
que las rodea a menos de ooC. Sin embargo, ipor qué las finas go-
tas de agua de la niebla no forman cristales de hielo, si están
sometidas a una temperatura negativa? En determinadas condi-
ciones fÍsicas, esa transformación se efectúa muy progresiva-
mente y el agua puede mantenerse lÍquida incluso muy por de-
bafo de ooC (estado de soórefu sión); en esta situación, basta un
Púede haber un empeo¡am¡ento a medio plazo (no para e1 mismo día): irrupción mÍnlmo contacto para que se hiete instantáneamente. Esto es [o
progresiva de nubes a diferentes n¡veles. En este caso, velo de Cs en el nivel alto, que ocurre en su contacto con la vegetación, en los parabrisas
As en e[ medio, y St en el niye] ba¡o. Estos últ¡mos ¡nd¡can aún estabil¡dad en ]as de los coches o en nuestras chaquetas de montaña (asÍ como
capas baias para las próximas horas, en la barba o las pestañas).

tiene hasta la mañana, formando rocío o escarcha. Éstas suelen di-


NO SIEMPRE HAY QUE FIARSE DELALTíMETRO
siparse al catentar el Sol augurando buen tiempo aunque si se tra-
0 del barómetro ..., no olvides que la presión atmosférica es sólo
ta de estratos bien formados tardarán más en abrirse.
un parámetro de la atmósfera, sólo uno. No podemos pretender
La catidad de los terrenos nevados se ve muy deteriorada de noche
saber el tiempo sólo con consultar este dato como ya habrás po-
o de dÍa ante cielos cubiertos (efecto invernadero) o nubes próxi-
dido constatar a lo [argo de este libro. Sin embargo, sípodrán
mas a los relieves (humedad).
orientarnos de cara a las tendencias meteorológicas probables
para el futuro inmediato no más altá de tres días. La típica leyen- Si los pequeños cúmutos blancos y luminosos (sin desarrollos ver-

da que reza en los barómetros decorativos: presión alta asocia- ticales), bien separados y repartidos por las cumbres, se disipan al
da a "buen tiempo", presión normal a "variable" y presiones ba- ocaso, buen tiempo.

ias a "lluvioso", nos servirá sólo en algunas ocasiones.


Esta asociación tan directa entre presión y mal o buen tiempo
fue atribuida antaño, en latitudes superiores, por los británicos
de principios del sigto xx. En las islas Británicas, el tiempo de-
pende casi exclusivamente de las borrascas atlánticas y los fren-
tes del oeste. En este caso, sólo consultando las variaciones de
¡ presión uno puede saber si viene borrasca o anticiclón, tluvias
I o so[, respectivamente.
I Pero en latitudes infer¡ores, como en las montañas españolas o
I en los Alpes, hay que contemplar la lectura de estos instrumen-
I El sistema meteorotógico atmósfera-continen-
tos con más datos.
I
te-océanos es mucho más comptejo con una masa de aire parti-
I
cular y caprichosa: la masa mediterránea. Por ejemplo, en España
I
pueden darse altas presiones y en la zona levantina puede llover Refugio "Téte Rousse" (rllac¡zo de[ rrlont-Blanc) a 3.2oo m. Los cúmulos orográficos
I
por culpa del viento del Levante y la gota frÍa... (véase pág. ro5). püeden confund¡rse a estas altitudes con los asoc¡ados a un frente, y darnos signos
I
L equÍvocos... s¡ se disipan aI atardecer, no hay que álarmarse,
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Amanecef en el Mont Blanc! a las 6.00 h, su cumbre ha reyelado, en forma de altocl¡-
Coronnoo, J. Mon tañismo y Trekking: manual completo. Desnivei. r" ¿: - :.
mulo a modo de'boina" la presencia de una importante masa húmeda, aún invisi-
2007.
ble desde las capas balas. Et dfa sigu¡ente amaneció cúDlerto y con lluylas que se
prolongaron durant€ 4 dfas, pero este dfa de la foto aún pudo d¡sfrutarse entero.
Colorado, J. Tormentos en montoña. Ediciones Desnivel, Madrid. z:':-.
VY.AA. Consejos Prdcticos de Espacio Acción.
http: / /www.es pacioaccio n.com /
. En pleno día, una nube "amenazadora" será espesa: no dejará pa-
sar [a luz y su base, además de aplanada, será gris oscura. Habre-
mos de prestar atención a los nimboestratos y cumulonimbos.
. Una fuerte insolación tras un dÍa lluvioso supone inestabilidad y
saturación (probabilidad de tormentas).
. EI cielo invadido por attocúmulos o altoestratos previene de la lte-
gada de precipitaciones (frente frio y frente cálido, respectivamen-
te), aunque no inmediatamente. La presencia de attocúmulos cas-
tetlatus por encima de los estratos bajos indica entrada de aire frío
en las capas altas; si hay temperaturas altas cerca del sueto, [a tor-
menta no esperará a mañana.
o A[ llegar al pie de la sierra y aparecer ésta cubierta por una capa
baia de estratos, si no notamos la luminosidad det Sol encima, eL
espesor de la capa podrá ser de 4oo a 5oo m. Por el contrario, si la
radiación solar se transluce más claramente, podemos confiar en
que apenas remontemos 1oo m de capa nubosa tendremos el cielo
más despejado.

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