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Meteorologí
Cdn¡ :
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timloU..
mo¡it¡ñ¡:
¡olouín coLonloo
A mis compañeros deVuelo Libre (ala delta y parapente), con tos que
aprendÍ a levantar [a vista a[ cielo, observar pacientemente y decidir.
www.desnivel.com
El capitol invertido en saber, da el máximo interés.
Benjamín Franklin, s. XVlll
f ' edición:iulio de 2002
y
totogmfias de cubieft: Dado Rodíguez Joaquín Colondo
tobgnfias de imdorJoaquín Colomdo,salvo indicadón uprcsa
llustraeiones: Launn Albaladeio
lSBlrh 978-8[9829-068-4
Depósito lega[ M4604-2007
de la edimdal.
ffiliograf ía.........................
etc.). por de agua es el más ¡mport.nte para comprender la eyoluc¡ón del t¡empo,
razón por la exptica que en la llanura et Sol catiente menos por Ia mañana qu6 a
La ausencia de vapor de agua en los desiertos es la
mediodÍa. Sin embargo, y por e[ mismo motivo, las montañas se ca-
cual, cuando el Sot se pone, la temperatura desciende vertiginosamen-
cáli- lientan antes que las tierras baias Geciben antes la radiación con
te. Un contraste térmico que no se da, por eiempto, en los ctimas
menor espesor de atmósfera); además, las laderas montañosas
dos y húmedos donde el vapor de agua está bien presente'
orientadas al este (Sot naciente) se calientan enseguida desde [a
mañana a[ ofrecer un ptano perpendicutar a los rayos y mucho an-
iPor qué en las montañas hace Peor tiempo?
tes que los vatles circundantes.
¡^ I ouieres una respuesta sencitla y rápida, "' porque tas montañas
).stan a la altura de las nubes; pero esta respuesta no dela de ser
Para los meteorólogos las montañas constituyen áreas preditectas
una "verdad de bulto" y conviene ir un poco más altá'
las de observación, dada ta muttitud de fenómenos a observar en espa-
Habrás comprobado muchas veces que en un mismo macizo
del mismo ctima' Las cotas a par' cios relativamente pequeños.
d¡stintas vertientes no se benefician
de
tir de las cuales empieza la nieve son muy diferentes; por no hablar
un excetente indicador que también pone de manifiesto
ta vegetación,
que [a orografía
esta murtitud de variaciones. Más adetante veremos
juega un papet esenciat en los fenómenos ctimáticos tocales'
Parámetros
principales que
determina nel
estado de Ia
atmósfera
;
I
I
t
I
-+ CAPíTUIO
Masa de aire
Q E trata del volumen determinado de este gas, sometido en un tiem-
J po dado a unas características propias (parámetros) que lo dife-
rencian en ese tiempo dado de otra masa de aire distinta. Para enten-
derlo meior, es como cuando se echa aceite en un vaso de agua: den-
tro del vaso se tienen dos masas distintas (aceite y agua) que no se
mezclan at mantener invariables las propiedades que las definen. Cuan-
do las masas de aire atmosférico se ven sometidas a una serie de cam-
bios en todos o alguno de sus parámetros determinantes, pierden esa
entidad que tenÍan como tal masa, se mezclan con otra y/o dan origen
a una masa nueva. Con respecto al globo terráqueo (escala meteorotó"
gica) tenemos dos masas principales: el aire tropical y el aire polar.
Presión
f S et peso que eierce una hipotética columna de aire desde los lími-
Ltes de la atmósfera sobre una unidad de superficie terrestre. Obvia-
mente ta presión atmosférica será mayor a nivel del mar (o m) que en
la cumbre detAneto (l.qoq n)y ésta, a su vez, mayor que en la cum-
bre del Everest (8.8¿B m) cuya cotumna de aire es mucho más peque-
P¡esión baia (arriba): masas ascendentes, nubes, húmedad,
ña y pesa mucho menos. Pero [a presión decrece exponencialmente
Presión alta (debaio): aire frÍo, pesado, descendente, ausencia de nubes.
con la ganancia de altitud. La presión media a nivel del mar es de r.or3
milibares (mb) ó 76o milímetros de mercurio (mmHS), siendo el miti-
bar [a unidad de medida de presión más comúnmente empleada en presionario más ba.io se obluvo en octubre de 1979 debido attifón (una
meteorología. especie de brutal borrasca concentrada) Iip en e[ noroeste del Océano
Afortunadamente, [a atmósfera no se mantiene estática sino todo lo Pacífico, de 87o mb (Figs. z y:).
contrario, Io cual incide en la presión. En nuestras regiones ésta fluctúa Las diferencias de temperatura también engendran desigualdades
entre 95o y r.o5o mb, valores que corresponderÍa a áreas depresiona- de presión. Una masa de aire caliente se dilata como gas que es, pier-
rias o de borrasca (baia presión) y anticiclónicas (alta presión), respec- de densidad y, al ser más ligero que [a masa circundante, tiende a ete-
tivamente. A niveI mundial la máxima presión fue medida e[ 3r de diciem- varse (este es el principio que inspira a un globo aerostático). Al contra-
bre de r968 en Agata (Siberia), de r.o83,B mb; altí se ubica et famoso rio, el aire frÍo se contrae (pesa más) y tiende a caer: es un aire some-
anticiclón siberiano que, al comienzo del invierno, envÍa a Europa esa tido a alta presión. El altÍmetro puede resuttarnos de utitidad en deter-
ola de aire frío y seco que tlega hasta Huelva. Por su parte, e[ valor de- minadas situaciones para detectar cambios importantes de presión.
v¡sta eminentemente práctico. Mi experiencia no es la de un meteoró-
,§ Prólogo logo, sino la acumutada durante veinticinco años observando y estudian-
do las montañas como atpinista, profesory guÍa de atta montaña, y
No hay viento fovorable poro el que no sabe dónde vo. profesor de parapente, siendo este úttimo efercicio el que más me ha
Séneca, siglo I a.C., Córdoba. permitido conocer a fondo la atmósfera, en general, y [a de montaña, en
particular. Para ello extraeremos de [a ciencia aquello que mínimamen-
I A actividad humana está íntimamente vinculada al tiempo climáti- te necesitaremos para comprender las variables fundamentales que
Lco y ta posibilidad de preverfo proporciona ventajas en cualquiera intervienen en la atmósfera dando lugar a los fenómenos meteorológi-
de los órdenes de ta vida. Atlá donde un grupo humano se haya estable- cos, a su vez responsables de que haga mal o buen tiempo. A partir de
cido, tos datos y conocimientos al respecto se han ido acumutando aquí analizaremos aquellos indicadores que nos permitan prever (sin en-
desde et principio; una tradición que no podÍa deiar de tener su fiel re' trar de momento a valorar el margen de error) qué tiempo tendremos,
flejo en [os refraneros populares. bien sea iusto antes de salir, o bien una vez ya en ptena actividad con
En este contexto, entenderemos por tiempo et estado de la atmós- el fin de tomar la decisión más adecuada antes de que sea demasia-
fera inferior en un momento y lugar determinados. Dicho estado re- do tarde. Pasaremos por encima, o quizá los tocaremos someramen-
sulta fácil de anatizar cuando se está produciendo' Sin embargo, esta' te, una serie de fenómenos y/o mecanismos cuyo estudio y compren-
btecer unas previsiones bien precisas no resulta tan sencillo. Hoy en día sión merecerían muchos más capítulos y que nos sacarÍan sin reme.
los meteorótogos de todo el mundo trabalan muy coordinados entre sÍ. dio del propósito aquÍ perseguido.
tntercambian constantemente las informaciones recogidas desde A lo targo de la historia del hombre montañero, prácticamente todas
r4.ooo estaciones de observación terrestres o marinas y una decena las grandes tragedias que tiñeron de luto su andadura por las monta-
de satélites. Esto les permite, con la ayuda de sofisticados ordenado- ñas estuvieron inicialmente causadas por serios y/o inesperados em-
res, prever el tiempo que va a hacer con una cierta antelación de días. peoram¡entos meteorotógicos. Nosotros vamos a intentar discernir
Pero si e[ margen de error es relativamente bajo a escata de un paÍs cuándo debemos darnos [a vuelta o, mejor aún, cuándo debemos abs-
o de un área cont¡nental, no lo es tanto a nivel de una provincia, por tenernos de salir, a [a espera de que un cieto más azuLdomine sobre
ejempto; imagÍnate entonces si se tratara de un "pequeñ0" macizo esos vatles y montañas que nadie se va a llevar. Un cieto que, tras leer
montañoso. este libro, espero que ltegues a mirar con otros ofos cuando satgas de
No resulta nada fácil, por tanto, acertar con la previsión det tiem" casa por [a mañana.
po en montaña. Pero merece ta pena intentarlo y no sotamente porque
ejercitar un hábito tat estimula nuestra capacidad de prevención, tan Joneurn Colonnoo Srennn
necesaria cuando practicamos deportes de montaña, sino también
porque te permitirá conocer tas montañas desde una nueva dimen'
sión, inctuso si al principio te equivocas mucho en tus deducciones.
Pero te garantizo que si te acostumbras a intentar comprender por
qué las cosas ocurren de tat o cual forma, tu sentido de [a observación
se reforzará hasta tat punto que sin darte cuenta descubrirás una ac-
tividad apasionante.
A lo largo de las páginas de este libro no vamos a estudiar [a me-
teorotogÍar como ciencia, no sóto porque resultaría excesivamente pre'
tencioso hacerlo en tan pocas páginas, sino también porque lo que de 1 MeteorologÍa; forma parte de tas Ciencias fisicas, y estudia la evolución de tos fe.
verdad nos interesa es ir lo más a[ grano posibte, desde un punto de nómenos que tienen lugar en la atmósfera, también llamados mefeoros.
+
E[ altÍmetro
D ASICAMENTE es un aparato que mide la presión atmosférica. De-
CAPITUI-O 3 PAHAMETROS PBINCIPALES OUE DETEBMINAN
s trempo:
y el ilemp0:
hreve introducción
L¡gúne sucla. fÍaciro del Fliz-Roy.
histórica
Patagonia Argent¡ná. t¡nales de r99o:
Para terminar, de momento, con presiones y mapas nos faltan [as iso-
baras: líneas que en un mapa unen [os puntos de igual presión. Este tipo
de mapa se ltama más concretamente isobórico (hay muchos tipos de
mapas meteorológicos) y es el que sale en [a "tele", periódicos y, en de-
finitiva, es una buena henamienta de la que podemos disponer si sabe- óol ¡ar»i»o poR F§-FrJ.rfd,.¡
mos [eer en ét at iguat que lo harÍamos en un mapa topográfico (réase
"Mapas isobáricos y partes meteorológicos", pá9.85). No en vano, las iso-
baras se asemelan como concepto a las curvas de nivet (Fig.4).
.SE^!o bá-e^üAS
?R.esioñss PRESior.lEs
tlg. 4. Lfneas lsobaras. i peu 5oZ ABroavipo
PoR LA coRrezA
TE.RRÉ3TRE
',..,;; Igmpgratura
LA -tiEKE,A
que el aire es diatérmico, es decir, no se calienta directa-
QE dice
Jmente por e[ Sol. De Ia energÍa que nos ltega procedente del Sol
por radiación, un 3o% es devuelta al espacio (reflexión), e[ r7% es cap-
tada por la atmósfera (nubes y potvo) y nada menos que e[ 53% es ab- Fig. i. El filtro atmosférlco y la enorgla sol.r.
sorbida por [a corteza terrestre (Fig. 5).
La atmósfera sin nubes deja pasar bien [a radiación, mientras que el
suelo, según su naturaleza, [a absorbe en mayor o menor medida trans- 3. Evaporación: e[ suelo que se calienta es agua y ésta se envía en esta-
formándota en cator. do gaseoso (cicto del agua: evaporación-condensación-subtimación).
La energÍa absorbida por [a superficie terrestre (537o) es enviada a
la atmósfera a través de tres mecanismos: En [a atmósfera, la temperatura:
y Conducción: el suelo calienta directamente [a capa de aire en con- Decrece alaumentar la altitud (o,650C cada roo m), no sotamente por
tacto con é1. et calentamiento delsuelo, sino porque [a menor presión libera los
z. Convección: [a conducción produce dilatación del aire, pérdida de movimientos de las molécutas de aire reduciendo los choques en-
densidad y desptazamiento verticat (Fig. 6). tre etectrones (movimientos brownianos).
CAPíTUtO I ET HOMBHE Y EL TIEMPO
partir de este momento y para no repetir en de- va [a atmósfera", pág. rz8), este monumen-
A
f\masÍa la palabra meteorologío o sus deriva- to estaba destinado a indicar [a dirección {,
dos, permíteme utilizar de vez en cuando el apó' de las corrientes eólicas y ta hora det dÍa. t \
cope meteo. Tenía en su interior una ctepsidra ftetoj de
Durante dos mil años [a única obra de ca- agua) para suplir durante [a noche o en los
rácter científico dedicada al tiempo atmosféri- dÍas nublados los cuadrantes solares
to, Aristóteles retoma [a teoría de los cuatro oriental a través de la cultura árabe, como
etementos (aire, tierra, agua y fuego), en- depositaria y transmisora a Occidente de
tonces considerados como const¡tut¡vos buena parte de ese bagaje acumutado por ^\
de todo et universo y describe [a lluvia de [a los sabios de ta Antigüedad, recorren et Medi-
siguiente forma: terráneo y son recibidas con los brazos abiertos en
España por [a cuttura andalusÍ a partir det sigto IX de nuestra era. La
"La exhalación que viene del agua y del vapor, y la exhatación ciencia autóctona en Al-Andatus inicia su etapa de máximo esptendor
de[ aire, transformados en agua, es una nube. La niebta es el a partir del siglo X donde, centrándonos en e[ tema que nos ocupa, se
residuo de [a conversión de [a nube en agua, anunciando buen ltega a componer eI llamado "Catendario de Córdoba" para eI califa al-
tiempo más que [[uvia. Pues [a niebla es una especie de nube Hakam ll. Sus autores, los cordobeses Arib ibn Sad yTabi ibnZayd,
sin formar. éste úttimo obispo mozárabe (nombre latino, Recemundo), cooperan
Por lo demás, el ciclo de estos fenómenos imita a[ ciclo del hasta e[ punto de crear una obra que incluye pronósticos meteoroló-
Sot. Al mismo tiempo que el Sol recone su trayectoria oblicua gicos relacionados con las prácticas agrícolas habituales en [a Penínsu-
y cambiante, iguatmente e[ otro cicto sigue su [ínea hacia [o la lbérica. Estos pronósticosse basaban en elestudio de [osortos y
atto y to baio. Hay que mirarlo como si fuera un río que fluye de ocasos de determinadas estrellas en ciertas fechas significativas del
forma circular hacia arriba y hacia abaio, a la vez compuesto de año solar. Sus sistemas de predicción, huyendo de cuatquier tipo de
agua y aire. connotaciones astrotógicas, se Iimitaban a señalar la existencia de una
Así, cuando et Sol está próximo, el rÍo de vapor ftuye hacia [o sincronía entre determinados fenómenos astronómicos que se repeti
alto. Cuando aquél se alela, va hacia abaio. Y esto parece ocu- an cada año en fecha fija y otros fenómenos meteorológicos retacio-
rrir sin interrupción con una cierta regutaridad y de tal suerte nados con [as estaciones det año.
que este océano, del que los ancianos han dicho algunas pa- Es a partir del siglo XVll, con etdescubrimiento de las [e-
labras, podrÍa estar dominado por este rÍo que circula atrede- yes etementales de los gases, tíquidos y sótidos, cuan-
dor de [a Tiena. Este fenómeno, det tÍquido elevándose ante do se inicia el estudio científico de [a atmósfera. Se po-
el poder de[ calor y precipitado de nuevo hacia la tierra por nen a punto ¡nstrumentos de medida que permi-
enfriamiento, ha recibido distintos nombres ... Cuando las par- ten a los sabios validar sus hipótesis: el termó-
tícutas que caen son muy tenues se les ttama chubasco y cuan- metro (Gatiteo), e[ barómetro (Torricetti) o et
do [as partículas son más gruesas se [es ltama ltuvia." pluviómetro (Castetli). Pero también se ¡ntenta
medir e[ v¡ento y e[ grado de humedad,
Tres siglos después de Aristótetes, e[ gran arquitecto y astrónomo An- todo ello a ras de suelo. A finates de si-
drónico levanta en Atenas una estructura octogonal conocida como "Tone glo se conocerá la composición quími-
de tos Vientos". Consagrado a los ocho vientos principales (véase "Obser- ca del aire gracias a Lavoisier.
I
pofr * dice, entonces, qúe lá me e satu- A nivel de circulación general atmosférica, Ia temperatura origina
ra, produciéndose la condenmci,ón (paso movimientos verticales (altitud) y horizontales (tatitud) de las gran-
dely¿por de agua a €stado lÍquido) y forma- des masas de aire. En ambos hemisferios tas capas baias de aire
clón de la núbe, en el Ecuador se calientan y ascienden (convección), delando un
CAPITUTO I
El suelo constituye, por tanto, la principal fuente de energía calorÍfica '.§.9''' 't- -:- , t. ' .'r : '' .. '-.'
:' '
para la atmósfera en cuatquiera de las cuatro escalas (váase "Concepto -::1:":::': '.'",::ltr,rr,,i:,
de escala", pág. zz). Para complicarlo un poco más, esa circulación gene-
ral polos-Ecuador se descompone en otras células intermedias ("de Ha- :;;",;"" súelen estar despe¡aaas. ta ."p" a" in-
yers¡ón orig¡na el "*rlon"qr"..r.tr"s
"mar de nubes". Cho-Oyú, campo ll a Z.loo m (Tíbet),
dley" en latitudes tropicales, "de Ferrel" en las medias y en las polares)
donde se alternan movimientos ascendentes y descendentes de las masas
de aire caliente y frÍo que dan lugar a unas macroáreas de attas (ei., los ber la attitud que corresponde a [a lS0 9o (de ello dependerá la esta-
grandes desiertos) o bajas presiones que se mantienen más o menos esta- bitidad det terreno nevado, precipitación en forma de nieve o agua,
bles a lo largo del año, sin perjuicio de los ciclos climáticos (Fig. z). etc.), este valor suele darse en los partes especializados en montaña.
Aún estudiaremos dos conceptos más antes de pasar a [a humedad. Por e.iempto, si pretendemos ascender en verano al Mont-Blanc por su
ruta normaty el parte nos dice que la lS0 Oo se encuentra a 5.500 m,
tnversión térmica teniendo en cuenta que la cumbre está a 4.8o7 m, esta información
S ta lÍnea divisoria entre dos capas de aire a partir de [a cual la tem- nos avisa de que la temperatura demasiado elevada que tendremos
f
Lperatura aumenta con la altitud. Se trata de un fenómeno que se durante [a ascensión dará lugar a que [a calidad de la nieve que vamos
contradice con eI descenso de la temperatura con Ia attitud (todo es a pisar deje mucho que desear, y que deberemos intentar la cumbre
relativo), consecuencia a nivel local de un enfriamiento de las capas [o más temprano posible para evitarnos, en gran medida, [a patiza y el
baias durante la noche. La inversión térmica es esa línea divisoria fácit- riesgo que supone movernos tantas horas por nieve en maL estado. Si,
mente apreciable con e[ cielo despeiado y e[ tiempo en calma (situa- por e[ contrario, ta lS0 0o se encuentra a 3.2oo m, nos vamos al otro ex-
ción anticiclónica). En montaña, ese majestuoso "mar de nubes", que tremo, ya que hará mucho frio y la nieve estará excesivamente dura en
en ocasiones tenemos et privilegio de contemptar por debaio de nos- algunos pasajes, incluso en attitudes inferiores a lo habitual; si, además
otros, es consecuencia de la inversión térmica que se da por encima de esto, se preven vientos fuertes a partir de los 4.ooo m (atención al
de dichas nubes. Constituye un factor de estabilidad atmosférica en efecto térmico, uáase "Petigros: iqué se puede esperar", pág. toS), to
tanio que no propicia movimientos verticales de las masas de aire (vol- mejor será dejar el intento para otro dÍa.
veremos más adetante sobre todo esto). Como idea generat, en lo que al factor térmico respecta, cuando
Por tanto, para deducir variaciones en el mismo sentido en altura, asistimos a un cambio de temperatura se está produciendo una al-
no hay que fiarse de las indicaciones deI termómetro en los puebtos ternancia de movimientos ascendentes y descendentes de aire. Los pri-
ubicados en e[ fondo de los valles. meros determinan el mal tiempo (nubes y precipitaciones), mierrtras
que los segundos traen buen tiempo (váase "Presión", pág. zB). Cuan-
lsoterma to más acusado sea el contraste térmico entre dos masas de aire,
E trata de las líneas que en un mapa unen puntos de iguat tempe- mayor será la virulencia o posibilidad de perturbación3, por etLo, se ha-
Q
J ratura (en atmósfera libre). De especial interés en montaña es sa- bla de estabilidad en [a atmósfera cuando ésta resutta poco propicia
CAPíTUtO 2 LA ATMÚSTINA. ESCALAS OE OBSTRVACIÚN
tig. 1. La atmósfera y sus partesr las tres capas más altas contlenen sólo el 6% dé
los gasesi la estratosfera e[ r9%, m¡entras que la troposfera contlene el 75%.
CAPíTUtO 3 ?ABAMETBOS PRINCIPALES 0UE DETERMINAI'1...
para la aparición de ascendencias. A pesar de que haya actividad so- 7o%', serÍa difÍcil que no [oviera, ya que [a masa estarÍa muy cerca-
lar, las capas de aire no presentan los contrastes térmicos necesa- traala saturación.
rios para que se produzca ese "disparo" de corrientes térmicas. Esta
es [a situación tÍpica que se produce cuando se establece et antici- Saturación
clón en invierno, donde hay un cieto despejado y acción sotar, pero el E produce cuando la masa de aire húmedo no puede contener más
Q
aire generat ni se mueve, satvo mÍnimos movimientos a escala local J agua en estado de vapor y ésta pasa a condensarse. Esta saturación
(yéase "Viento (escala meteorológica)", pág. ¡S). puede producirse:
r- Por enfriamiento (contracción) de una masa con grado de hume-
dad constante.
,,::",,',, HUmgdad 2. Por aporte suplementario de vapor a una masa con temperatura
OMO Va se ha visto, el aire contiene agua en cantidad variable, ya sea constante.
f
lr-en estado gaseoso, tíquido o sólido (tas gotas de agua se congetan
en las capas altas y forman copos de nieve, granizo, etc.). La humedad Cuando se produce la condensación, el vapor de agua se materiati"
procede de la evaporación de los océanos, lagos, rÍos, zonas polares, za en gotas microscópicas en suspenslón flotando en e[ aire: es [a nube
nieve en montaña (en primavera), de la transpiración vegetal, etc. o ta niebta. Al contrario, una masa de aire nubosa puede hacerse "trans-
Una masa de aire admite en su seno sólo una cantidad determina- parente" bajo el efecto de un catentamiento del Sol: se trata de la masa
da de vapor de agua o de humedad. El factor regulador es la tempera- saturada y contenida balo la inversión térmica que cubre et valle por
fura de tat forma que cuanto más catiente esté el aire, más humedad po- la mañana hasta que los rayos solares [a " rompen " y catientan a través
drá absorber: del sueto [ogrando disiparta.
El agua tíquida que se evapora consume calor y, a[ contrario, el va-
+ Temperatura + Volumen --------> + Vapor de agua por de agua que se condensa libera calor. La presencia de vapor de
--> (ditatación)
(calentamiento) (humedad) agua en e[ aire influye en la variación térmica con la attitud. Si [a tem-
peratura de un votumen de aire seco y ascendente o convectivo (a con-
A ta inversa, e[ aire frÍo contiene poca humedad; esto explica, por secuencia de [a convección,véase "Temperatura", páS.lz) varÍa roC
ejemplo, por qué en invierno no nieva cuando hace demasiado frÍo: es cada roo m, [a del mismo volumen, si estuviera saturado, variaría o,506
necesario que la temperatura suba un poco, con e[ fin de captar la hu- cada roo m. Esto se exptica por [a liberación de cator producida por
medad necesaria que dé lugar después a la precipitación en forma de esa masa saturada que se condensa en gotas de agua. Recuerda que
nieve. mientras la temperatura de la masa ascendente (corriente térmica) sea
superior a la del aire que la rodea, ésta continuará su ascenso; no obs-
Humedad relat¡va tante, [a presencia de una inversión térmica también podrá poner fin
E XPRESA, en porcentaje, la cantidad de vapor de agua contenido en a esa actividad convectiva.
L un determinado volumen de aire con respecto a la cantidad máxima E[ vator de temperatura al que una masa tiene que descender para
que podría contener a la misma temperatura. Si e[ parte dice: "... hume- que se sature y condense se denomina punto de rocio.
dad relativa de[ aire: 5o%", esto significa que [a mitad de [a masa de aire
que nos rodea aún está seca; si dijera, "... humedad relativa del aire:
§ Vienlo (escala lnsteorologica)
sea a escala general o local, elviento es [a consecuencia del des-
I Perturbación: es el conjunto formado por tos frentes frío y cátido, en el seno de !A ptazamiento
una borrasca (véase "Formación de borrascas y frentes"). El radio de acción de la ! del aire procedente de las zonas de alta presión ha-
perturbación corresponde al det mal tiempo. cia las zonas de baja presión. Ya hemos visto que [a atmósfera, al igual
I
Fuerza de Coriolis
q E trata de una fuerza de inercia que origina [a rotación terrestre en
Jvirtud de [a cual todo objeto móvilsufre durante su desplazamien-
to un desvÍo respecto a La supuesta trayectoria rectitínea sobre la super-
ficie terrestre. Este desvío tiende hacia [a derecha en el Hemisferio Nor-
te y hacia [a izquierda en et Hemisferio Sur.
La fuerza de Coriolis es mucho más importante de to que parece a
simple vista. Por ejemplo, interviene, aunque de una forma impercep-
valle Kall-candakl (ilepal): v¡éntos en calma al amanecér, tanto en altura como en
tibte, en los trenes: en eI Hemisferio Norte el raÍl derecho se desgasta
los vallesi búen tlempo para ese dfa.
más rápidamente que el izquierdo, asÍ como las cuencas de los grandes
rÍos, más excavadas por su margen orográfico derecho; [a navegación
que un gran océano, se mantiene en constante dinamismo y como flui- aérea debe también tener en cuenta esta deriva cuando se trata de cu-
do que son tanto el aire como el agua, éstos no pueden dejar "huecos brir largas distancias; las corrientes oceánicas se ven igualmente afec-
muertos" en su devenir. El aire frÍ0, denso y descendente, irrumpe bus- tadas, así como tos liquidos a [a hora de fluir por un sumidero: ite has
cando las áreas que va deiando libre el aire cálido, ligero y ascenden- fijado cómo el agua del grifo gira a la derecha cuando se va por el des-
te. PodrÍamos decir que et viento trata de corregir esos desequilibrios. agüe?, en el Hemisferio Sur gira al contrario; por razones obvias, Ia cir-
Cuanto más acusado sea el gradiente, o diferencia de presiones entre culación general de La atmósfera se ve igualmente afectada: en las cé-
una y otra masa, e[ desplazamiento que se producirá será mucho más [utas de circulación estable (de Hadley o Ferrel, véase "Temperatura",
rápido o, to que es lo mismo, la velocidad del viento será mayor. Lo he- pág. lz) se producen vientos en altura y superficie relativamente re-
mosvisto (espero que no lo hayasvivido) a menudo en las pelÍculas: gutares y que son muy conocidos tanto en la navegación aérea como en
iqué pasa cuando un avión presurizado y en vuelo a gran altura sufre La marítima, no en vano los vientos alisios, que sin la rotación terrestre
la rotura de una ventanilta o una puerta? El interior del avión está some- hubieran debido ser de dirección norte4, llegan a las islas Canarias
tido a una presión " habitable " para los pasajeros, es decir, equivaten- siendo de dirección noreste, y fueron los que "empujaron" las tres ca"
te a la de la superficie terrestre. Esta presión es enormemente mayor que rabelas de Colón hacia las istas Caribe (y Cotón lo sabÍa); otro eiem-
ta de la capa atmosférica que rodea el avión en el momento de la ro- plo, los vientos del oeste permitieron a Lindberg ser eI primero en atra-
tura (por efemplo, a 9.ooo m). Dicha rotura despresuriza eI interior de vesar el Océano Attántico entre New York y París (Fig. B).
la nave, generándose una violentísima corriente de aire hacia el exte-
rior en busca de las balas presiones. Corriente en chorro
Aunque el tÍtulo de este apartado hace referencia a la escata me- no terminan aquÍ los efectos. LJno de los fenómenos más impor-
f)ER0
teorotógica, también se puede considerar este viento a escala clima- I tantes de la circutación generaI de la atmósfera, lallamada corrien-
tológica (váase "Concepto de escala", pág.zz). Se trata de diferenciar- te en chorro, fue descubierta por e[ finlandés Erik H. Palmen en 1946, en
lo de aquetlos vientos locales que afectan momentáneamente a áreas cotaboración con miembros de un famoso instituto de Chicago. A[ direc-
tan reducidas como una montaña o un valte concretos al ser sus orÍ-
genes comptetamente distintos. 4 Cuandosedice"vientodelX"o"vientodedirecciónX",sehacesiemprereferen.
cia al punto cardinal X desde donde viene eI viento, nunca hacia donde va. En eI
Pero este viento meteo no se organiza de forma " rectilínea " entre
Hemisferio Norte, los alisios son vientos del norte, o de dirección norte, porque
los anticictones y las borrascas. Muy a[ contrar¡o, existe un factor deter- vienen det Ártico y van hacia el sur.
I
DES!'O a é tor de este centro, e[ sueco G. Rossby, se debe [a denominación 7et stre-
DI¡€q{A €N EL
{r€sÉFtFio rbRtg am con [a que se conoce internacionalmente a esta singular corriente.
Anteriormente, a finales de ta lla Guerra Mundial, durante las operacio-
nes aéreas en eI Pacífico, los norteamericanos ya habían observado
anómalos y fortísimos vientos del oeste en la alta troposfera. En sus
rff*z¡t,
?ól
acerca a la superficie terrestre (en forma de espiral hacia fuera). Se
organiza así una corriente descendente.
z. Gira atrededor de [as borrascas en sentido contrario a[ de las agu-
tsd las del retoi (Hemisferio Norte) produciendo convergencia hacia e[
LA LEY DE BÜYS.BALLOT
Este meteorólogo holandés fue e[ primero en comprender que [os
+
.l
¡
I
I
I
vientos no seguÍan el camino más corto para ir de la cumbre de
Viento (sin efecto Coriolis) I
un anticictón hasta tas profundidades de una borrasca. Muy al !
contrario, describían trayectorias circulares más o menos parale. I
-/ / ,// las a las isobaras (fuerza de Coriotis).
-----/ Descubrió que et sentido del viento siempre es el mismo: en el
Hemisferio Norte gira atrededor de los antlcictones en el sentido
de las agujas det retoj, hacia las borrascas, atrededor de la cuates
gira en sentido contrario at de las agujas det retoj. En et Hemis-
so
3 ferio Sur el sentido se invierte. De aquí se obtiene una aplica-
o
ao ción muy simpte que dio lugar al enunciado de la ley de Buys-Ba-
= ltot: "Estando un observador de espaldas al viento en eI Hemisfe-
ó"
o
l'l "j"_':': : :'1'::'j'l'::'j'i:'i :' -
o
g
=.
-
¡¿ En función de la velocidad:
Tipos de viento Velocidad media (km/h)
F¡9. 9. Viento y efecto Cor¡olls.
Calma menoroiguala5
Ftojos entre 6 y 2o
bárico serán isobaras (vdose "Presión", pág. zB) las que nos mater¡a-
Moderados 27Y 40
licen la presencia de esas " montañas y valles barométricos ", como los
Fuertes 41y 70
anticictones y las borrascas.
Muy fuertes 77y 72o
E[ viento, aliado con ta tluvia y Las corrientes marinas, juega un rol
H uracanados mayor que 12o
capital en los cambios térmicos que se producen en las distintas re-
giones del globo. Es eI encargado de transportar a Los polos eI exceso En "Mapas isobáricos y partes meteorotógicos", pág. 85, tienes
de catorías recibidas en el Ecuador y, a su paso, modela los paisajes. una clasificación más exhaustiva (Escata Beaufort) de los vientos y de
sus efectos sobre tierra y mar.
Adjetivación y cuant¡f¡cac¡ón
pARA familiarizarte con [a terminología empleada en los partes me-
I teorológicos, en lo que a los vientos respecta se puede establecer
Vienlo (escala aerolúgica)
la siguiente clasificación. se trata de aire en movimiento, como elviento general de
TAMBIEN
En función de [a dirección: I origen meteorológico. Sin embargo se origina y actúa, únicamen-
. Se emptean ocho direcciones, indicando s¡empre la procedencia. te, a escala locaI o aerológi ca (véose "Concepto de escala", pág. zz)
. Cuando se prevé que la oscitación pueda ser de más de 45o, se dice ante la presencia de los accidentes orográficos que presenta et terreno.
"viento de componente norte, sur, este u oeste". Su naturaleza puede ser:
o Se entiende por viento "de dirección variable" aquél cuya direc- r. Dinámica, cuando el viento que recorre la superficie, a[ enfrentarse
ción oscila en más de 9oo (no confundir con e[ giro de las isobaras). a un obstáculo, se ve obligado a rodearlo o ascenderlo.
PABAMETBOS PHINCIPALES OUE DTTEHMINAN...
Efecto Venturi
0NSISTE en la aceleración de las moléculas de un fluido ante un es-
1^
\vtrechamiento o depresión. Es el responsable, junto con el Sot (as-
cendencias térmicas), del régimen de brisos que afecta a los valles y
a la circulación aerológica en zonas de montaña y, por consiguiente,
al buen o mattiempo que tendremos en etlas (Figs. ro y u).
*---*-?'-'-'
Efecto Venturi.
Brisa
a escala local originado por un calentamiento irreguLar del
\ /IENTO
Vsuelo. Lo mismo que a escaLa generat, se dirige de las zonas más
tig. fo. Corte vertical deI Venturi: depresión sobre la aceléración.
frias hacia las más calientes. El régimen se establece cuando eI viento
CAPíTUIO pARAMETR0s pBrr¡crpArES 0uE DETERMTNAN
3
+
AP-
t-l
Flg r5. l{oches despeladas, vlento en calma: es fácll que el fondo del velle
Eci¡¿ pr vaus
está nás frfo qúe las ladera§ (lnyerslón).
¡ra¡¡r¡Ñ¡
t¡& 16. Las nubes de desarollo hor¡zontel (tipo estratos) sobtr una montaña
indica estabilidad.
-+
puede dar lugar a la formación de nieblas o brumas locates, si la hume-
dad relativa del aire es lo suficientemente etevada (Fig. rS).
Mientras se mantenga el régimen de brisas tal como se acaba de
f¡& r4. 5¡ las [ubes cumúllformes están lncliradas, ind¡ca que el vlento describir durante el día y [a noche, no cabe esperar un cambio de tiem-
es más fuerte en altura qu. en las capas baias. po a corto ptazo, en tanto que nada venga "desde aniba" para decir
[o contrario. Es posibte que en esta situación sople un cierto viento
dos opuestos. En cuestión de metros notaremos que nos sobra toda meteo en attura, por encima de tas crestas, pero con buen tiempo no
la ropa, o que nos fatta, si estamos subiendo o baiando, taI es e[ con- anulará las brisas ascendentes durante e[ día, ya que este viento se ve
traste térmico que proporcionan ambas brisas. 0curre claramente en frenado en las capas bafas por efecto del gradiente (aumento de [a ve-
verano en los Alpes cuando, desde un valle verde, húmedo y cátido, locidad con ta attitud) (Fig. 16). Todo esto considerando cietos despeia-
atravesemos la morrena para llegar, casi de repente, a un glaciarfrío dos (satvo los cúmulos pegados a las crestas) y estrettados, ahora bien,
y seco. e[ régimen de brisas no existe o es apenas perceptibte, con cielos cubier-
Excepto cuando hay hieto y nieve el sentido de ta brisa es contrario en- tos; Ias gotas de agua que forman las nubes descomponen la luz y no
tre las brisas que circulan de día o de noche. En las noches despejadas e[ dejan pasar más que una parte, tanto menos cuanto más espesas son,
suelo irradia al espacio e[ calor acumulado durante e[ dÍa, es decir, se porque algo traen. Asimismo, eI régimen de brisas queda anulado ante
enfrÍa. Lo mismo ocurre con la masa de aire en contacto con la superficie la inupción de un poderoso vlento meteorológico. Cuando este vien-
y, por un simpte aumento de densidad, comienza a deslizarse valle aba- to dominante en altura inunda los valles desde cumbres y coltados,
jo, invirtiéndose eI régimen generaI de brisas. Esta fase de enfriamiento como si se desbordara una presa, vendrá acompañado de otras forma-
NOCHE: BRISATERRESTRE
CERCA DE LA COSTA
La tierra se enfrío
rd p i d o n e n te, e n fri an d o
el oire que lo cubre
DIA: BRISA MARINA
EN LA COSTA
El mar se cal¡ento lentomente
t¡g. 17. Brisas mar¡nas: durante e[ dfa, el a¡re caliente de la t¡erra firme asc¡ende y
e[ aire fresro de las costas penetra para sr¡stituirlo, creando una fueftc b]isa marina.
Nuhes y
En [a foto se obsefva como el mayor calentamiento de [a costa durante el dfa genera
nubes, como en las créstas de los valles. De no(h€, e] aire frfo se abate sobre eI súe-
lo, cfeando una débil brisa te¡restre. prec¡pitaciones
ciones nubosas a distintas alturas, también de origen meteo y no oro-
gráfico (véose "Tipos y clasificaciones", páS. SS), avisándonos de la lte-
gada de una importante perturbación.
Del régimen de brisas en montaña dependen otros fenómenos que
interesa conocer como el efecto foenh, que veremos en et próximo ca-
pítulo. Esta circulación de vientos de origen tocal se produce por los
mismos motivos en las costas, entre la tierra y el mar: de mar a tierra
durante eI dÍa (mar despejado y nubes en la costa) y, a la inversa, por
la noche (Fig. rZ).
NUBES Y PHECIPITACIONES
en que cuando mires al cielo veas algo nuevo y entiendas poco a poco
sus mensaies.
La nube es un conjunto visible de minúsculas partÍcutas de agua,
hielo o de ambos a la vez, en suspensión. Esta composición determina,
en buena medida, su aspecto exterior: una nube de hieto presentará
un aspecto liso, fibroso, mientras que una de agua tendrá perfiles más
redondeados y algodonosos. Pero no siempre las nubes de agua lo son
porque su temperatura sea superior a ooc, como en principio pudiera
parecer, ya que e[ fenómeno dela sobrefusión ("observa [a atmósfera",
pág. r3r) puede llegar a mantener en estado [Íquido gotas que estén in-
cluso a -3ooc.
Ya se vieron los mecanismos que originan su formación en "Tem-
peratura" y "Humedad". Las nubes siempre están'cubriendo, más o
menos, [a mitad de [a superflcie terrestre. Su luminosidad viene deter-
minada por las cantidades de tuz reflelada, difundida y transmitida por
las partÍculas que lo constituyen. AsÍ:
. Una nube iluminada directamente por el Sol es blanca brittante.
. La nube es gris azulada si recibe la luz azul del cielo.
Al atardecer, [a luz de poniente otorga a las nubes gamas amarillas, na-
ranjas o rojas según el caso (véase "Observa la atmósfera", pág. tzS).
Cuando hay luna, tas nubes iluminadas directamente son blancas,
las que no, son grises o negras, casi invisibtes.
Una nube espesa deja pasar menos la luz y su base es gris.
Iipos y clasificaciones
/\ la hora de estudiar su gran variedad, no te preocupes si a veces
/-lresutta difÍcitencasiltar alguna con la clasificación establecida por
el hombre. Ten en cuenta que las nubes están allÍ arriba muchísimo an-
Se están fo¡mando nubes cumutlformes. tes de que el hombre empezara a tipificarlas y son como les da la gana
a ellas, no at revés. Cuanto más cerca o más debalo se esté de etlas,
J¡ I 0 cabe duda de que hoy en día resulta muy importante habtar idio- más dificil resuttará su identificación, por lo que tienes que acostumbrar-
\
I mas. En esta ocasión, me referiré a una lengua muy especial, que te a observar el cieto desde [a distancia, y asÍ podrás también prever
se escribe en e[ cielo y de [a que basta sólo con saber leerla. No es un melor. Con e[ tiempo y [a observación irás teniendo menos dudas, pero
idioma sencitto de aprender. Sus palabras son las nubes y no sóto hay Io importante, más que identificar unas nubes, consiste en comprender
ocasiones en que tienen significados distintos, sino que, además, tie- qué pueden indicar por su forma, desarrotlo, altitud, etc., aunque no
nen poco sentido si no se traduce completamente la frase de [a que te acuerdes de su nombre o dudes entre varios.
forman parte. El mensaje lo obtendrás de las formaciones de nubes, Tradicionalmente, hay diez tipos agrupados en tres nivetes en fun-
no de lo que significa ésta o la otra por sÍ sola. A partir de ahora confÍo ción de la attitud a [a que evolucionan (altas, medias y bajas, fig. rB). Esta
d I
CAPíTULO 4 NUBES Y PBTCIPITACIONTS
una parte, nube de[ tipo masa aborregada (cúmulo) y, a[ m¡smo tiem- f Crnnos (Cr)
t
po, de gran desarrollo (nimbo), en este caso verticat, al ser la caracte- q
Son hilos blancos aislados sin densidad. Revetan [a presencia y dirección
r-rstica del tipo de desarrotto que presenta siempre cualquier nube cu- ü del viento fuerte en altitud. No siempre, pero suelen presagiar el paso de
B
muliforme. No en vano, el cumulonimbo es la nube que provoca la tor- una perturbación de tipo frente cá[ido en la zona de[ observador, o más al
menta (uéase CapÍtuto 6). sur (giro de [a borrasca en sentido contrario al de las aguias del relol) se-
gún otros factores. Eltas mismas no son de lluvia, pero si se espesan pro-
gresivamente a[ final del dÍa supone que [a perturbación está próxima.
e,'
':t ..t a:):::,.
--
a
Attostratos (As)
I
::t¡airl¡i:tti::i:
%,í--**.-"*-* .lfa,§-*
W Sueten ser nubes tranquilas, pero hay excepciones: por delante de una
perturbación anuncian la tlegada de aire tormentoso. Pueden verse a ni-
veles distintos y dar lugar a interesantes variantes desde eI punto de vls-
ta de la previsión en montaña, como los espectaculares oltocúmulos
lenticulores, que reproducen en su base los relieves que "sobrevue-
Cirros (Ci) Cirrocúmutos (Cc) C¡rroestratos (Cs)
lan" (véase "Formaciones nubosas especiates", páS.68) o los casfe-
fig. 19, ilubes altas.
llatus (véose "Observa [a atmósfera", pág. r3z). También bajo los cumu'
lonimbos, los Ac pueden tomar la forma caracterÍstica de "mama".
NUBES MEDIAS (or oos npos,
coN BASE ENrRE LoS 2.500 v 6.000 m DE ALTtruD) Alrosrn¿ros (As)
Su composición esencial es la de las gotas de agua, aunque alcanzan Forman un velo más espeso y bajo que el de los Cs sin presentar fenóme-
fácilmente el [Ímite con las nubes aLtas por lo que también pueden te- no de "halo", aunque el Sol puede ser parcialmente visibte a través de
ner cristales de hielo que las identifican ctaramente. A diferencia de los resquicios que dejan. Su espesor medio es de 2.ooo m y, si se vuelve
las nubes altas, las medias son opacas o muy transtúcidas (Fig. zo). muy gris, dejará caer algunas gotas de agua o copos de nieve. Es frecuen-
i_J_ CAPíTULO 4 NUBES Y PRECIPITACIONES
Cúnnulos (Cu)
Son, seguramente, Ias más fácites de identificar al primer golpe de vis-
ta, al ofrecer ese aspecto de "boneguitos" algodonosos separados y a
poca attura, densos y con sus bordes bien definidos brotando como
coliflores. A diferencia de los estratos, si crecen lo harán más en senti-
do verticaI que horizontal, siendo ésta su principal característ¡ca para
todas sus variantes. La parte soleada es de un btanco resplandeciente, a:.
mientras que la base es plana y gris oscura. Su origen y desarrotto es
consecuencia directa de [a actividad convectiva (uéase "Temperatura", (úmulos (Cu) humitis Cúmúlos (Cu) congestus
..;I=:r-
-.s=_._;;->
ñ ----- \.W
Esrne¡os (5r)
Son nubes poco espesas, como su nombre da a entender. Su des-
arrollo siempre será más horizontal que verticat, justo aI contrario
que en las cumuliformes y, portanto, su presencia indica, en princi-
pio, estabitidad o falta de actividad convectiva. También persisten
bajo la masa nubosa del sector cálido de una perturbación antes de
la ltegada del frente frÍo (véase "Formación de borrascas y frentes",
páS. Z8). De las diez clasificadas es [a que evoluciona más bajo, has"
ta el punto de confundirse con [a niebta. La diferencia entre niebla y
St reside en que la primera toca et suelo (ya veremos por qué), mien- limboestratos (l{s) Cumuloninbos (Cb)
tras que la nube se eleva atgunos metros sobre éste.
Esrnn¡ocúmuLos (Sc)
Son a la vez grises y blancas, con aspecto de largas losas, aunque cu-
muliformes, es decir, con desarrollo verticat, pero con sus bordes muy
"despeinados" y abundantes sombras. Pueden tener un espesor medio
de 6oo m, ocupar todo el cielo en estrecha formación (aunque dejando
ffi
huecos) y dar algunas gotas de agua. Los Sc son, a menudo, nubes li-
gadas a perturbaciones pasadas o próximas, y son típicas de una entra- t{imboestratos (l{s) Cumulonimbos (Cb)
da de aire húmedo oceánico sobre una zona continental. tig. 22. llubes de gran desa¡rollo.
NUBES DE GRAN DESARROLLO (oe oos npos, páS.8¡) da lugar a una precipitación de gotas muy finas, Ienta pero con-
coN BASE ENrRE Los 800 v 1.500 M DE ALilruD) tinua en eltiempo y en etespacio.
Hemos [egado, por fin, a los dos cotosos que siempre precipitarán en
la forma que a ettos les dé la gana (agua, nieve, etc.). Aunque su base Cu ¡vr u l-o rr¡ r ¡vr sos (CB)
coincide con la de las nubes bajas, alcanzan nivetes superiores. E[ ob- De todos los fenómenos meteorológicos que tienen lugar en las monta-
jetivo de una buena interpretación de las nubes mencionadas anterior- ñas estas nubes constituyen, sin lugar a dudas, la más contundente ma-
mente y de [a previsión en general será evitar encontrarse en montaña nifestación de poder que nos pudiera llegar desde el cielo. Se trata de
bajo alguna de estas dos (Fig zz). [a fase final en la evolución delCu congestus y e[ principio de la tormen-
ta con aparato etéctrico; un formidable desanotto vertical que, desde su
NrMsossrnnros (Ns) base a r.ooo m, puede atcanzar los tímites de la troposfera, es decir, es-
Nubes espesas (puede ltegar a S km) y grises, que invaden todo el tamos hablando de una nube que puede alcanzar fácilmente los 9 km
cielo (centenares de kilómetros). Suele suceder a un espeso velo de As, de espesor. Aunque su desanollo horizontat es muy inferior al det Ns,
de hecho, algunos autores la consideran como [a prolongación hacia no es infrecuente sufrir los efectos de varios Cb muy próximos y actuan-
abajo de un As. Su aspecto general permanece vaporoso a causa de las do a la vez. Ni qué decirtiene que están compuestas de agua en todas sus
continuas precipitaciones. A menudo, presenta pequeñas nubes ne- manifestaciones tíquidas, sólidas o gaseosas y que sus precipitaciones
gras deshilachadas por debajo, esto hace que de dÍa haya que en- son de carácter violento, propias de una tormenta. Una nube, en suma,
cender las luces. Es la típica nube de lluvia de frente cáLido que por las que requiere un estudio más detallado sobre su formación y consecuen-
características de éste (yáase "Formación de borrascas y frentes", cias, como el que tienes en e[ CapÍtulo 6.
CAPíTUIO 4 iIUBES Y PHECIPITACIONES
Por su origen
f N "Viento (escala aerotógica)", pág 45, a[ tratar las brisas de valle,
Lempezamos a hablar de unas nubes que no venÍan de ningún sitio,
sino que se formaban sobre las crestas de los vatles, precisamente por la
presencia deI relieve montañoso. Tanto las nubes cumuliformes como las
bajas, tipo estratos, pueden ser de origen meteorotógico o bien de ori-
gen convectivo u orogrófico (Figs. z3 y zQ.le interesa saber distinguir
en montaña, cuándo tienen una u otra procedencia para así intuir o no [a
flegada de atguna perturbación en altura. A veces ocurre que las nubes
meteo [egan ya muy bajas, se enganchan en las crestas, y se pueden con-
fundir con las orográficas, aunque [o normal es que las venidas de [ejos ha-
yan estado precedidas por otros mensajes en el cielo, de los que hablare-
mos más adelante. De estas nubes también se dice que son "frontales", Aire húmedo que
porque suelen estar asociadas a los grandes frentes y se originan a to lar- soplo a barlovento
una inversión térmica o también una disposición de nubes alineadas Se forman SE IVlULTIPLICAN SE APELI/IAZAN
Si sigue el calor nubecitas
en distintos "pisos" o "techos".
del sol se -/
Las
pegon entre si
Estabitidad e inestabilidad
hemos habtado de estos conceptos anteriormente, pero no es-
\¡/A
I tará de más actarar ideas. Una determinada porción de atmósfera es
estable cuando no favorece los movimientos de aire, especiatmente
los verticales. Cuando hay una cierta inestabitidad, una masa de aire as-
ciende mientras su temperatura es mayor que la del aire que [a rodea
hasta que ambas temperaturas se iguatan. Si [a masa alcanza el nivel
de condensación (punto de rocÍo, nube) e[ aporte de calor producido por NUBES MADURAS LLUVIA SEPARACION
e[ cambio de estado del agua (de vapor a tÍquido) inestabiliza de nue- Las nubes maduras La cima de Io nube se Las corrientes
t¡enen corrientes abre como un yunque y descendentes llegon a
vo dicha masa, pudiendo aumentar el desarrollo de [a nube en función
ascendentes la lluvio cae de la nube
ser más potentes que los
deI gradiente de temperatura existente en las siguientes capas de la muy fuertes inferior produciendo ascendentes y lo nube
atmósfera (cuanta más diferencia de temperatura con respecto a la de corrientes descendentes empieza a romperse
la nube, más rápido crecerá ésta). Si, por el contrario, tenemos iusto
encima del techo una capa de inversión térmica (estabitidad), ta nube fig. 24. I{ubes onvectivas! formac¡ón, Grecimiento y dlspersión.
CAPITULO 4 NUBES Y PBECIPITACIONES
il
I
sólo podrá desarrollarse horizontalmente (en forma de estrato o rrube ascendente propiciado por las bajas presiones. Estos movimientos de
estratiforme). Por eso, un indicador de estabilidad y bonanza en la aire se [evarán ta potución tanto tiempo concentrada sobre [a ciudad,
montaña se produce cuando observamos nubes orográficas estratifor- limpiando asi su atmósfera.
mes o, al menos, tipo cúmutos pero con escaso desarrotto vertical. Esto que ocurre en los grandes núcteos urbanos nos viene muy bien
para comprender por qué una atmósfera en un vatle de montaña a ve-
ces se nos muestra como borrosa o "sucia" de vapor de agua (vatga
:§i Precipitaciones
Ia comparación) y, otras veces, está absotutamente transparente y de
Por su parte, los vientos laminares de cierta velocidad y baia altura son
catapultados ante la presencia de barreras montañosas, dando lugar a una
serle de movimientos ondutatorios estabtes en altura. La única señal in-
dicadora de la presencia de estas ondas es la materiatización en tas cres-
tas de las mismas de las llamadas nub es de onda, o también lenticulares,
las cuates ofrecen unos impresionantes efectos visuales; se están ha-
ciendo y deshaciendo constantemente: no vienen de ningún sitio y tam-
poco van a ningún sitio; la humedad que lleva la onda coincide con su
punto de rocío en la cresta y forma la nube de agua o hieto, ya que pue-
den disponerse a varias atturas. Al descender la onda, la nube se disi-
Espectacular fof ma(ión de altocúmulos lenticulares. pa. Esta especie de ptatittos o lentejas volantes no se mueven a[ quedar
retenidos por las propias ondas y son un indicador de estabitidad atmos-
rosas como para darle a[ aire una apariencia opalescente (entre btan- férica, al menos a corto plazo (para ese dÍa) (Fig. zs).
co y azutado). Pero iatención!, lo que acabo de decir no se contradice con la ame:
Las capas bajas pueden también saturarse por enfriamiento al con. naza que supone la colocación de una especie de "hongo" btanco y
tacto con el suelo y presentar una acumulación de gotitas de agua de- lenticutar sobre [a cumbre de una montaña concreta. Ésta suete ser
nominada brumo cuando causa una moderada reducción de la visibili- una cima más alta que sus vecinas y, por este motivo, "detecta" la lle-
dad, siempre superior a r km, y con una humedad relativa igual o supe- gada de una masa de aire húmedo, antecesora de una perturbación
rior alToo/o. En situación de buen tiempo, las brumas matinales des- importante. La cumbre hace las veces de "gran núcleo de condensa-
aparecen a medida que [a acción solar comienza a instaurar eI régimen ción", materializando esa masa húmeda en un gran altocúmulo que
de brisas (váase "Viento (escala aerológica)", pág. +S). puede ser, o no, lenticular. Es una situación muy tÍpica en montañas
Cuando [a bruma se hace más densa hablarem os de niebla propia- cuyas cimas destaguen por encima de las que les rodean (Maliciosa,
mente dicha. Con etla, ta visibilidad se reduce a menos de r km y se Mont-Btanc, Aconcagua, etc.). En la nomenclatura ctásica por altitudes
catifica de espesa cuando ésta es inferior a 2oo m. La niebta espesa están considerados como altocúmulos (nubes medias), aunque tam-
constituye uno de nuestros mayores probtemas en montaña por la des- bién pueden derivar de [os estratocúmulos.
orientación que produce, incluso en lugares que conozcamos como la
patma de nuestra mano. Los boncos de niebla eslán causados por con-
diciones locales sobre áreas bien concretas de algunos centenares de
metros de anchura; son particutarmente persistentes sobre lagos, rÍos
á*'? lenticulares
y mares, todos eltos fuentes de humedad, pero la situación tipica en
montaña la tenemos tras las noches de "irradiación", claras y estre-
lladas, que reciben todo el calor acumulado por ta tierra durante el día.
nube orográfica -- _
Ondas
nube de rotor
NCLU50 siendo de origen frontal (asociadas a frentes), las formas
I
I de las nubes se ven influenciadas tanto por los vientos como por eI
relieve que hay bajo ellas. Los vientos constantes (o taminares) y los Iit. 25. Las nubes tentlculares se caracterizan por su aspecto denso y blen perfilado, en
irregulares (o turbutentos) dan origen o moldean nubes ya existentes. forma de borde de ataqúe de un ala de avión (efecto del Yi€nto). Las montañas suelen
Como ejemplo tenemos las nubes de rotor a sotavento de un monte. cfear a sotavento estas ondas estable§,y la tuüulencia a baie altúfa núbesrde foton '
|lUBES Y PBECIPITACIONES
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toenh sobre la cord¡[rra patagón¡ca, observado desde el sotavento (lado argentlno).
-----------) \\
das tas repercusiones que / I
tiene el foenh en monta- I 3. 3l
Otras formaciones que interesa conocer son: na; esta eS una pataora
, e. t
. t 4. l
Cllles de nubes: los vientos suaves suelen producir líneas de pe- atemana que significa I ¡. rl
queños cúmulos ("borreguitos") dispuestas a modo de calles. Tam- "viento fuerte", y es pre- I n jol
bién las corrientes de aire pueden desviarse de forma que se produz- .
crsamente en esla
.-
regron
I t
t ¿_
-,
11. I
can ondas. montañosacentroeuropea \ .tI
o \
Estelas de reocfores: nubes " artificiales", por su altura y forma det tipo y en parte de losAtpes donde 'o'
\ \, a
, I
de los cirrocúmulos, dejadas a su paso por aviones reactores que vue. el fenómeno se muestra con \,\-----/
Lan atravesando capas de aire que se encuentran por debajo de los especial celo, debido en parte a la
OoC. Ante tal contraste térmico, el vapor expulsado por los motores se orientación este-oeste de [os gran-
condensa de inmediato en cr¡states de hielo. Suele decirse que cuan- des valtes, perpendicular a Ios Flt. 26. Efecto foenh en los Pirineos.
do esto ocurre se acerca una perturbac¡ón, pero no es deI todo c¡erto. vientos dominantes.
El hecho de que se forme la estela sólo significa, de momento, que el Cuando la masa de aire [ega a la cima ysupera ese obstáculo que
aire en las capas altas es fÍio lo cual puede o no inestabilizar [a atmós- te obtigó a subir por barlovento continuará la trayectoria que menos
fera si se combina con otras circunstancias (masa húmeda acercándo- trabajo te cueste: descenderá por sotavento. En esta vertiente oculta al
se, capas subyacentes cálidas, otras formaciones nubosas, etc.). viento, [a masa ha experimentado dos cambios importantes:
. Se vuelve mucho más seca, ya que ha perdido la humedad que lle-
Efecto foenh vaba en e[ [ado opuesto.
( Etrata de un viento cálido, seco y descendente, a sotavento de una . Se vuelve mucho más cátida a medida que desciende, no solamen-
J montaña en cuya cumbre se ha formado una barrera nubosa de ori- te porque la temperatura aumenta sino también porque at no lle-
gen orográfico a barlovento. Esta banda nubosa, aún siendo orográfica, var vapor de agua el calentamiento por aumento de presión se acen-
no tiene exactamente eI mismo origen que las nubes cumuliformes de túa. En igualdad de altitud las zonas de sotavento serán más cátidas
brisa de valle; de hecho, suele tener forma de denso estrato que aporta que las de bartovento (Fig. z6).
lluvia o nieve (obviamente, de origen orográfico) en et barlovento de la iQué ocurre con la nube del foenh? Más o menos lo que ocurrÍa con
montaña en cuestión. Este efecto no es sino [a consecuencia de una ltu- la nube [enticular de onda: se hace y deshace constantemente. Ninguna
via orográfica de la que hemos hablado anteriormente (pág.67). Si no nube sabe resistirse atviento, pero en este caso se da la particutaridad
recuerdas bien el proceso, repásalo antes de seguir para que compren- de que las condiciones para que se forme esa nube sóto tienen lugar en las
El hongo sobre la cumbre del Aconcagua no p]esagla nada bueno. lmpfeslonante nube de onda, matef¡alizada casl r.ooo m por enc¡ma de la cúmbfe del
Cho-Oyu (E.zor m). Tal es la fuer¿a delvlento, que al choer la masa de a¡re con [a mon-
proximidades de la cumbre. En [a cresta de sotavento apreciaremos unos taña ha perfilado con total exactltud la silueta de [a cumbre sobre la nr¡be de onda.
Los frentes.
lnterpretación
de mapas
isobáricos
I
I A representación esquemática de las grandes corrientes atmos- los centros de atta presión y con ettos nuestro anticiclón de las Azores,
Lféri.ur det planeta (Figuras 2,3,7 y 8), podrÍa dar lugar a pensar se desplacen hacia el sur hasta los 3o0 de latitud de.iando paso a las bo-
que [a complejidad de estos fenómenos acaba aquÍ. Pero no olvide- rrascas. Este hecho es particularmente notable en e[ Atlántico Norte
mos [as dimensiones del globo (4o.ooo km de circunferencia y 6.400 por su influencia en e[ clima de Europa occidental (Fig.z). Durante el
km de radio) y de [a atmósfera (algunas decenas de kilómetros de verano tos anticictones vuelven a subir hasta los 4o-45o de tatitud ga-
espesor). Si reducimos la Tierra a [a escala de un balón de un metro rantizando una mayor estabitidad.
de diámetro, la atmósfera no representarÍa más que una capa de al- Una puntualización: aunque sea dominante et de oeste no es e[ único
gunos milímetros de espesor. De esta forma comprenderás más fá- régimen que nos afecta. También se instaura por poco tiempo, aunque
citmente la extrema complejidad que supone poner a punto sistemas en cualquier estación, un régimen de este (bonasca en e[ Mediterráneo).
de simulación fisica o matemática con la pretensión de reflejar fielmen- Tampoco otvidemos que en invierno se dan las temidas olas de frÍo au-
te lo que ocurre en esta pelÍcula tan fina. AtÍtulo de ejemplo, los gran- sentes de humedad procedentes del anticiclón ruso-siberiano o también
des cambios de tiempo que tienen lugar en las tatitudes temptadas es- la famosa " gota frÍa " (váase "Tipos de tormentas", pág. ro5), etc.
tán causados, a su vez, por desplazamientos, a menudo pequeños, de
los anticiclones tropicales: en el Atlántico los desplazamientos del
conocido anticiclón de las Azores determinan la posición de [as bonas-
cas que después atravesarán Europa occidental, como enseguida vas
a comprobar con más detalte.
Ya vimos at comenzar el CapÍtuto 3 (masa de aire) que en e[ globo te-
rráqueo tenemos dos masas principales: e[ aire tropical y el aire polar.
En "Viento (escata meteorotógica)", pág. 39, vimos que el aire frÍ0, den-
so y descendente inumpe buscando las áreas que va dejando libre et aire
cálido, ligero y ascendente. Esto no significa que el aire frÍ0, proceden-
te de los potos, fluya hacia latitudes inferiores por cualquier punto del
planeta; hay zonas en las que su encuentro con las masas tropicales
origina una dinámica de turbulencias, a su vez génesis de las alternan-
cias entre anticictones y borrascas. Estas confrontaciones facititan por
otra parte las corrientes de retorno hacia los polos en las capas attas.
A pesar de todo, y como se avisó en el párrafo anterior, e[ mecanismo
resulta mucho más complejo de lo que parece por Io que a efectos prác-
ticos me limitaré at anátisis de los centros de presión que caracterizan
ettiempo en Europa Occidental.
iTe has fiiado en que e[ mal tiempo casi siempre nos flega a Ia Pe- fig. 27. Trayectorias tfpicas de las borrasces en Europa occ¡dental. La tray€ctoria de
ninsula por Galicia, o al menos por el arco suroeste-noroeste? Varios súf a norte (iúnto a la costa portuguésa) suele darse en primavefe y otoño. Ercep-
factores determinan ta[ circunstancia: [a fuerza de Coriolis y la corrien- tionalmente, puede entraf altuna borasca en España désde l¿s ¡slas Brltánicas, o mc,
te en chorro (véose "Viento (escata meteorológica)", pág.4r), amén yerse de este a oeste. Las borrascas más inténsas suelen plesentarse en la Penín-
de otras teorías sobre las que se sigue estudiando, parece que crean una sula en primavera y otoño (fluios noroeste-oestc y suroest€). En enero predomina el
dominancia de vientos de origen meteorológico de componente oes- antlciclón de las Azores, sin que haya perturbaciones impo]tantes (yer t.mbién Í¡& t¿
te sobre las tatitudes medias en las que nosotros nos encontramos. pág. 95), En iulio y agosto las precip¡tac¡ones se deben casi siempre a fenómenos
Por otra parte, los cambios estacionales dan lugar a que, en invierno, tofmentosos no asociados a bofrascas,
CAPITULO 5 tOS TRENTES. INTEHPHETACIIíN DE MAPAS...
ououteoÓ¡'l
ffi
frontoles rotdtor¡os
La elevoción crea depresión
ry .z*
"_2 FRENTE
CALIDO
ffir@:
EI aire caliente es elevodo
FRENTE
FRIO
flt. ¡t. Cúando el frente polar empleza a ondularse, es el anunclo del naclnlento d¿ La depresión creo rotación
una serle de pertúrbaclones.
Nubes finos
Nubes de lluvia
FRENTE CALIDO
t¡9, 30. Et frentc cálido se caracterlza porque la masa de alre caliente se despl,aza y
asclende suavemente sobr€ la frfa (perflt muy inclinado). Este ascenso, como ya sa-
bemos, provora enfr¡amlento, nubes y prec¡p¡tación. Esa sr¡avidad de ascenso, se tra-
duce en un avlso progresivo de la llegada det ffente, que pasa despacio, es lar6o en
el sent¡do del avance (cientos de kms) y deia lluvla suave pero continua (nubes de
desarrollo horizontal).
Nubes muy densas En [a foto del sa¡élite, podemos reconocer! a la derecha, [a masa estratiforme de]
que oscienden a frente cálido, la línea limpia del frente frío, et centro de la depresión, destacándose
mucha alturo
claramente del sector cálido para fi¡afse en el extfemo de la oclusión y los amonto-
namientos aislados d€ la cola.
fc por lo que si estamos situados más al sur de la perturbación puede potar puede " romperse " con frecuencia (por ejempto, ante la pujanza
fácilmente ocurrir que e[ fc no nos afecte (ha pasado más por e[ nor- ya v¡sta de los anticiclones más poderosos y estables que tas borrascás)
te) y nos [egue el ffsin previo aviso, circunstancia que se acentúa aún y dar lugar a otro tipo de variantes:
más en montaña (Figs. 39, 40y 45 en págs. 94y to$. . Borrascas sin frentes asociados.
En cuatquier caso, ta duración y vetocidad de desplazamiento de . Frente estacionario. 5in actividad, muy abierto.
las perturbaciones va a depender de su potencia inicial (presión bala), . Frente frío secundario. Puede llegar "suetto" tras et que pasó aso-
pero también de la de los anticictones vecinos con los que tengan que ciado a la borrasca, pero es más poderoso que éste.
encontrarse. Como ejemplo, y siguiendo con [a situación tÍpica que se . Frente ocluido. Más habituat, cuando elff atcanza alfc porsu ma-
da en Europa 0ccidental, una perturbación que ltega a esta zona pro- yor velocidad y las dos masas de aire frío obligan a la cuña a su-
cedente deI Attántico: bir a las capas altas, en dirección a[ poto. Mantiene su actividad
. Si se topa con un fuerte anticictón instalado sobre e[ continente (caso con precipitaciones.
frecuente en invierno o verano), éste [e va a transferir e[ exceso de pre-
sión que contiene "rellenándola" rápidamente: las masas de aire
oceánico quedarán detenidas en las proximidades de las costas. ll/lapas isobáricos y partes rnete0r0lúUir0s
. Si por el contrario, [a perturbación se encuentra con un anticiclón más
E L mapa meteorológico es aqué[ que muestra de una forma sinópti-
desptazado o de escasa amplitud (caso habitual en otoño o prima- Lca una imagen del tiempo en un lugar y momento determinados.
vera) penetrará en el continente. Puede perderatgo de fuerza, pero Las observaciones y datos que se recogen para componer el mapa pro-
continuará su camino. ceden de [as estaciones meteorotógicas, las cuales están repartidas
por todo e[ mundo y to hacen a la misma hora por razones de coheren-
Teniendo en cuenta que estos sistema frontales no son más que cia y homogeneidad. Los informes son transcritos en forma de mensa-
tramos rotos del frente polar, [o normal será prever una sucesión de jes codificados. Este código está definido por la Organización Meteoro-
cuñas o borrascas con sus frentes que protonguen el mal tiempo (nues- lógica Mundiat, organismo técnico dependiente de [a ON U, y supone, por
tro invierno). Pero esta disposición de bonascas con fc y ff asociados es tanto, e[ [enguaie mundiaI de todos los meteorólogos.
la "bonita" para explicarla en [os [ibros. La realidad es que el frente Si en ocasiones me he referido amapaisobdrico, no es sino para ad-
vertir que existen diversos tipos de mapas meteorológicos. Dentro de los
isobáricos sóto emplearemos, a la sazón, el de superficie (elaborado a
La cumbre de la masa
de aire se halla a 9-u partir de datos obtenidos a nivel del mar o en tierra) por ser e[ que más nos
km sobre lo superficie puede interesar desde un enfoque puramente práctico. En un mapa es-
paño[ el centro de los anticiclones figura marcado con una gran,4, mien-
tras que e[ de las borrascas aparece con una 8, que pasará a ser una D si
el mapa es francés (depression). En cambio, si e[ mapa que queremos in-
terpretar está confeccionado en inglés, los centros de alta se correspon-
den con una H (h¡gh), mientras que los de bala [o hacen con una L (low).
E[ centro de presión equivate a[ máximo o a[ mÍnimo vator del anticiclón o
de la borrasca, respectivamente. En cuanto a [a escala para su confec-
ción, [a más frecuente oscita entre 1:10.ooo.ooo y 1:2o.ooo.ooo.
fi& 3¿. tamll¡a de depresiones. Los dibu¡os múestran una familia de 3 depresiones en
distintos estados de desarrollo. El dibuio superlor lo hace most¡ándolas desde a¡ri- Las isobaras, que ya conoces mejor desde [o visto en "Presión" y
ba, y el lnferior muestra los s¡steñas Go]tadG en sección a lo largo de la lfnea A-B. 'Viento (escala meteorológica)", no sotamente nos indican puntos de
LOS FBENITS. INTEHPRETACION OE MAPAS.
'"íffi A ¡:3o
)o\t)Y',o7'.o,Lo*
f
SCA
010
[a pres¡ón ba¡a lenta pero corstante a lo largo de las últimas 72 h... E[ P¡rlneo ama-
nece con vientos del oéste nodefados. Altosstratos y estratocúmulos cubfen el c¡e-
igual presión sino que, además, nos indican con su trazado sinuoso la
dirección y fuerza de los vientos (Fig. 33):
o Dirección: siempre de los anticiclones hacia tas borrascas.
¡ oz5
lofi
. Fuerza: la proximidad o lejanÍa entre isobaras significará mayor o
menor intensidad de viento. Nos indican la inclinación de la pen-
diente borométrica, a[ igual que las curvas de nivel muy juntas en un Fig. 33. [a isobare de r.or5 figura representada en trazo más grúeso (cota más próri-
mapa topográfico nos indicarÍan una fuerte pendiente. En términos ma a la presl6n medla a nlvel del mar).
generales, más de tres isobaras cruzando la Península significará Do¡salr cuña anticlclónica que se "est¡ra" a lo largo de ün eie d€terminado.
Vagüada¡ úna boffasca qúe se alarga en una direcc¡ón detcrminada.
vientos fuertes en e[ área donde se sitúen.
Collado¡ pl!nto de baia presión relativa, represent¡ndo a la yez punto próx¡mo entre
dos anticiclones o dofsales, y entfe dos depfesiones o boffascas.
Esenciatmente, un buen parte meteorotógico se subdivide a su vez
Pantano barométricor área poro definida, donde las ¡sobaras figuran desorganiza-
en tres tipos de información: das y separadas.
o Previa: anatiza a grandes rasgos las condiciones recientes, las previs-
tas para las próximas horas y para los días siguientes. Esta primera . Previsión a med¡o plazu con [a información obtenida a partir de los
parte tiene como objetivo poner de relieve los elementos motores que dos partes anteriores, este tercero pretende dar unas pautas de pla-
provocarán los cambios en su caso. En definitiva, intenta expticar con nificación para los días slguientes. 0bviamente, el porcentaje de error
un lenguaje sencillo cómo funcionan los mecanismos atmosféricos. aumentará a medida que la previsiÓn se aleie en el tiempo.
o Previsión o z4 horas: constituye la parte principal del parte. Los es-
peciatizados en montaña advertirán aquÍ sobre situaciones potencial- Pautas de interpretación: decidir antes de salir
mente peligrosas (ejempto: "... las primeras tormentas podrán produ- 0NVl EN E observar el mapa de la zona adonde queremos ir dos ve-
/-
cirse a partir del mediodÍa ..."), así como sobre los valores en atmós- \r-ces antes de [a salida: a24y a 48 horas. Pero, iojol, me refiero ai
fera [ibre (sin influencias orográficas) como la dirección y fuerza de mapa de cada dÍa y no al de previs¡ón: si queremos salir el dÍa ro, con-
los vientos a distintas cotas o la attura a la que se situará la isoterma sultaremos el mapa de lo que ocurrió en la zona de nuestro interés du-
O. oo (si hay precipitaciones, a partir de esta altura serán de nieve). rante los días B y 9. En tetevisión, los mapas isobáricos de los partes
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| clpíruro s TOS FRENTES. INTERPREIACIÓI{ DE IT?TI..
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son buenos, pero se mantienen en imagen poco tiempo.
I! leteorológicos
En ra prensa diaria, busca aqué[os donde ras isobaras están bien dibu-
jadas y no [os que hacen cuadrados
esquemáticos (éstos no te serv¡-
rán). pero aún te quedan dos eficaces recursos: puedes
en tu deregac¡ón del rnstituto Nacional de Meteorología
recoger el mapa *¡
o consurtar en
internet. A partir de aquÍ y en relación con el destino
etegido:
o Comprueba si la presión se mantiene, sube o baja;
en este útt¡mo
caso, si lo ha hecho en las últimas z4 h además,
¡ entra viento en
la zona, hay riesgo de precipitaciones. El giro ciclónico (presión
baja) de la isobara por donde eI viento "sare', coincide
con áreas
de cielo poco nuboso o despefado, aunque también
en éstas haya
bajado la presión (Fig. 35).
. . Cuando una borrasca aumenta su actividad, la presión
en su cen_
tro bajará aún más. si er área encerrada por la isobara
centrar aumen-
ta de un dia para otro y las restantes concéntricas se
aproximan en_
tre si habrá un aumento de la nubosidad (Fig.
+¡).
Fit. 35. Las dos zonas sombreadas señatan ba¡adas de Pres¡ótr' Los Yientc ¿el sE
que entran producirán tormentas en Valencia, León, Salamanca y Extremádur¿ PEn
los vientos salientes (Huelva) darán cielo PoGo nuboso'
Cuando entre los 4oo y Los 550 de latitud norte se está desplazan- más las tormentas.
'Tjgiiá:':].it:]:]l
Mar (attura de las olas)
Brisa muy ligera. Catma (rizada). 1-5 El humo se inclina Arrugada, pero sin espuma
(Las veletas no se mueven). en las olas (0,r m).
Moderada. Poco agitada. 72-79 Se mueven ramas pequeñas Grandes olas con espuma
y banderas de poco peso. en la cresta (0,6 m).
4 lntensa. Agitada. El viento levanta polvo y papeles. Olas más amplias, que rompen
Crulen las ramas pequeñas. con espuma (r m).
5 Brisa fuerte. Arbolada. 2938 18 Los arbustos se balancean. Olas más pronunciadas
Las aguas interiores forman con abundante espuma (z m).
pequeñas olas. La nieve se levanta
en las aristas.
6 Viento fuerte. Muy agitada. 39-49 24 Se agitan las ramas grandes Grandes oleajes rompiendo
y los paraguas. Silban las lÍneas en espuma portodas partes (3 m).
e[éctricas.
Vendaval. Muy gruesa 6z't4 Grandes ramas rotas. No se puede (s,s m).
caminar contra eI viento.
r@8rb---)
-,/
) ./í
/¡§*
cas como la qüe vemos centfada en Gfan Bretaña nos hace llegaf a¡fe desde el noroes-
frío -'--- te (inclúso desde el norte si [a borrasca se desplaza más a[ este) y con éllo un airé ex-
traordinariamente frío (polar) que hace ba¡ar múcho las temperaturas. Se produce
e[ popular cierzo y, al ser un aire húmedo y frío, provoca abundantes precipitacio-
nes que puedan ser incluso de nieye. En el taso del v¡ento pfoven¡ente totalmente
del nofte, al sef más seco, pfovoca un ba¡ada mayor de las temperatufas, pefo un fé-
tig. 39, Efecto dG una cadena montañosa sobfe un frente fffo. Al acercarse un frente
gimen de preclp¡taclones menor.
frÍo sobre una cadena prefrontal es obligada a etevarse (r) para satvar el obstáculo y,
en consecue¡cia, antcs de la llegada del frente aumenta la núbosidad. Las Pfecipita'
ciones sé hacen más extensas y abutrdantes, pues a las propias del frente frfo hay
que añadir las groducidas por la elevación forzosa'
El mat tiempo continúa miéntras el frenté avanza hasta que llega al vértice de [a
montaña (¿ y 3). Hasta aquÍ [a nubosidad es escasa a sotavento, pero cuando la masa
fría pasa del tope montañoso (4) se produce una brusca sr¡stitución del a¡re cátido
por el aire frÍo y el temporal adquiere gran violencia.
tig: 4:. situac¡ón tfpica de ¡nvierno ba¡o la influéncia dé las altas pres¡ones proceden-
tes del continenté. Despéiado en é[ Cantáb]¡(o con temperatums elevadas por efec-
to foenh. Las sitüaclones antlclclónlcas en [a Penfnsula lbér¡(a osc¡lan entre 5 y 15 dlas,
tig. 40. Al acercafse un fretrte cálido a un sistema montañoso, el alfe ffÍo Prefrontal pero desde finales de diciembre pueden acercarse a los 30 dÍas. Las nieblas se¡án
en parte ascenderá por la ladera montañosa (izqda.) y en parte quedará estancado a este caso la consecuencla más s¡gn¡f¡catiya, deb¡das a la ¡ntensa iradiación del sue-
entre la súperficie frontal y las montaias. A1 proseguir eI avance, la masa cálida se lo en noches despe¡adas, sobre todo en áreas de montaña o interiores (heladas noc-
húnde a sotavento y la superficie frontaI experimenta una inflexión, formándose un tErnas). Este efecto se lntenslflca sobre los cauces de los rÍos y lagunas, dada su
nuevo frente cálido de attura (dcha.), con la consiguiente nubosidad estratiforme, ¡eyor húmedad, vlento de Levante (E) floio en el Estrecho, con nubes de estanca-
ampliándose el área deI maI tiemPo. ¡iento en la costa que pueden originar alguna débil llov¡zna.
CAPíTULO 5
La tormenta
tlg. {3. l¡tal tlempo a finales de enero. Las lfneas lsobaras están muy iuntes indicando
que elviento es fi¡erte por toda la Penfnsula lbér¡ca. Losvientos son del noroeste en el
Atlántico, indicando que sé trata de un aire de origen can.diense (polar) y por habel
atrayesado él Atlántlco va cafgado de vapor de agua. Las lfneas isobaras que cortan el
frente frío del cantábrico tienen cúrvatura ciclónica las inferiores a 996 milibares, por
lo que hay que esperar aguacefos moderados en Galicia, én la veftlente norte del Siste-
ma central, asf como en el Sistema lbéf¡co. l{ieve en zonas altas.
.E
I
I
I
I
CAPiTULO 6
E[ mayor peligro objetivo Cúmulonimbo en plena fase de crec¡miento, hábilmente d¡smulado €ntre su escolta
de altocúmulos castellatus,
!(J| tl0 de los problemas que tenemos con Ias tormentaspuede
radica en
que no podemos calibrar, de antemano, hasta dónde [le-
gar la magnitud de sus distintas manifestaciones. Por tanto, no hay que hace referencia a[ aspecto aborregado yvoluminoso) y nimbo (nube
que menospreciarlas y sí considerartas como el mayor peligro de na- de lluvia, que hace referencia a su gran dimensión). Se caracteriza por
turaleza objetiva, al que nos podemos enfrentar en la montaña (sen- ser una nube muy densa, de base amplia, ptana y oscura, que viene
derismo de baja cota inctuido). iA[ que nos podemos enfrentar? iRec- acompañada de un enorme desarrotlo vertical cumuliforme que le otor-
tificol, que debemos evitar a toda costa. Los voladores de parapen- ga un aspecto grandioso, como si de una montaña nevada se tratara.
te suelen decir que cuando la tormenta se prepara en la leianía, hay Mientras que el cúmulo, en cualquiera de sus fases de desarrotlo, no su-
que cerrar con ttave el maletero del coche, asegurándose de que el pera los 5.ooo m, el cb llega a alcanzar los rz.ooo m, con un espesor me-
parapente queda dentro para evitar tentaciones. En nuestro refra- dio en altura de 7 km. Como seña de identidad inequÍvoca su cumbre
nero poputar encontramos sentenc¡as tan significativas como " Los aparece coronada por cristales de hielo que [e otorgan un aspecto liso
truenos y el mar, enseñan a rezat" o "Cuando corran los canales, no y fibroso, similar al de los Cs y claramente distinto at de los bordes tipo
salgas de tus umbrales". Y no digamos de aquetlos indestructibles "cotiflor" que presenta a menor altitud. Esta formación úttima det Cb pue-
galos de la entrañable aldea de Astérix, Obelix y compañÍa que, a de quedar rematada en forma de yunque o gran triángulo invertido (su as-
pesar de poseer [a infalible poción mágica, su punto débil residía, censo se ve detenido al "chocar" con una masa de aire más cálido), tla-
precisamente, en el terror que les dominaba cuando el cielo podía mándose, si [o presenta, capilotus,o calvussi no lo presenta. Su natura-
caerse sobre sus cabezas. Vamos a ¡ntentar comprender en qué con- leza puede ser convectiva y orográfica al mismo tiempo.
siste una tormenta, cómo se forma y qué podemos hacer para evi- Los Cb se asemejan a enormes máquinas termodinámicas y mu-
tar sus consecuencias. chos han sido los hombres de ciencia que a lo [argo de la Historia han
efectuado estudios en profundidad con e[ objeto de desvelar eI meca-
nismo fÍsico que da vida, y de qué forma, a estos gigantes animados
El cumulonimho por una energía equivalente a [a que pueda generar una central nucle-
EN0MINADO Cb en la nomenclatura utilizada en los mapas, es la ar a pleno régimen, durante dos dias.
['\
lJ nube por excelencia y " brazo armado " de la tormenta. En realidad,
podemos considerarta como la úttima fase de desarrolto det Cb o, lo que Cómo se forma
es lo mismo, el momento en e[ que éste "exptota". Como ya vimos, su f N primer lugarse requiere un alto grado de inestabilidad en [a at-
nombre proviene de los términos lalinos cúmulo (significa "montón", L mósfera, que propicie la aparición de ascendencias o movimientos
LA TOBMENTA
IH
visto desde arriba, cúmúlo congestus evolúc¡onando rápidamente hacia cúmúlo-
nimbo ¡no hay tiempo que perderl
aún nos queda el factor definitivo: la humedad. Cuanto mayor sea ésta o,
lo que es igual, cuanta más cantidad de vapor de agua se halte presen-
te en Ia masa de aire, más pronto se producirá [a saturación de ésta y su
. Por [a insolación: como ya vimos enlatercero consecuencia (véase
condensación en una nube de naturaleza orográfica y convectiva del tipo "Concepto de escata " , páS.z+), desde primeras horas del día los ra-
de un cúmulo. yos deI Sol inciden perpendicularmente sobre las laderas orientadas
En cualquier caso y por razones propias de su magnitud, [a tormen- al este, es decir, eI aire en contacto con ellas se va calentando "a
ta, sea del tipo que sea, presenta formaciones nubosas lo suficientemen- tope" desde [a mañana [o cual no ocurriria en una planicie.
te masivas y tÍpicas como para que podamos hablar de todo un "sis-
tema nuboso". Los fundamentos físicos que dan lugar a la formación de un sim-
pte e inofensivo cúmulo a las diez de la mañana sobre una cresta
Las montañas favorecen su desarrotlo de orientación este, y los que generan un perfecto cumulonimbo
Y no sólo por su geomorfologÍa, como ya se ha apuntado, sino también: que oscurece todo un valle a[ mediodÍa o antes, son los mismos. Lo
. Por [a humedad: et aire normalmente más seco de [as montañas es que cambia es la magnitud de los factores que intervienen y, lógicamen-
capaz de absorber gran cantidad de humedad y más rápidamente te, sus consecuencias. Según eI grado de inestabilidad y humedad
que en llanuras balas, por razones obvias. Sóto necesita que la cosa ese "borreguito" de las diez de la mañana y un espesor de 15o m
se caliente [o suficiente. puede:
t4 CAPíTUtO 6 I.A TOHMEt'ITA h
o Engordar un poco más (cúmulo humilis), incluso conectar con sus A medida que la masa de aire en constante saturación va ganando
hermanos que se van formando sobre las laderas próximas más altura, las temperaturas negativas con las que ésta entra en contacto
meridionales a medida que e[ SoI se eteva y gira, atimentados to- dan lugar a que el agua condensada pase a estado semisótido o sólido
dos por una actividad convectiva continua pero moderada para di- }ielo); el cumulonimbo está atcanzando su madurez en [a que va a pro-
siparse de forma pausada al atardecer cuando e[ So[ se pone y [a ducirse las precipitaciones de carácter más virulento en forma de grani-
convección queda neutralizada, ... sin duda, será una hermosa jor- m, blando o menos blando, o de pedrisco. Pero unos minutos antes, y
nada de verano en [a montaña. durante estas precipitaciones, las fuertes ascendencias antes atudidas se
. Degenerar en una gigantesca coliflor (cúmulo congestus) que corresponden con no menos violentas conientes descendentes que mue-
sobrepase los 3 km de espesor y soltar un aguacero, más o me- ren toneladas de aire frÍo contra [a superficie terrestre. Tras impactar
nos incord¡ante, aunque no más attá de lo que tarde en [tegar el contra e[ suelo, este aire se distribuye en todas direcciones, de forma in-
ocaso. tensa y racheada. Este fenómeno trae como consecuencia ta atteración y/o
o Convertirse en un auténtico Miura (iya está aquÍ!) con su caracte- anulación de otros vientos dominantes en la zona y ajenos a la tormen-
rÍstico yunque a 12.ooo m del sueto, ltevándose por delante todo ta, inctuido e[ régimen de brisas de valle. Para entendernos meior, e[ Cb
lo que pitte. lncluso es fácit que siga embistiendo con la Luna, pero 'ha explotado" y la tormenta se manifiesta en todo su esplendor.
a ésta no [a veremos.
tal en las primeras luces del alba, porque fattará poco para que empie-
6
LAGOTA FRÍA
Ya conocemos [a preponderancia de vientos deI oeste en las la-
titudes medias, donde las borrascas nacen y mueren en el seno
del frente polar, desplazándose con retativa rapidez hacia el este.
Cuando las perturbaciones aumentan su intensidad, las ondu-
ce la batatla; esta situación es aún más arriesgada si uno se encuentra
laciones de este fluio se acentúan y se hatlan grandes zonas con
en Ia vertiente norte o este de la montaña, ya que la visión del cielo
circulaciones de vientos del norte o del sur. Pero a veces, uno
será parcial y su buen aspecto puede mantenerse justo hasta [a misma de estos ramales delfluio se enrosca sobre si mismo y sigue sub-
exptosión de la furia de los elementos' sistiendo aI margen de ta circutación general, no siendo fácit pre-
Los frentes frÍos empujados por fuertes vientos, a menudo oceáni- ver su trayectoria.
cos, pueden dar tormentas incluso en invierno. Se manifiestan, sobre Por otra parte, también sabemos que [a desigual distribución de
todo, sobre los relieves montañosos, acompañados de nevadas inten- tierras y mares hace que unas zonas del planeta se calienten en ve-
sas pero breves. rano y se enfríen en invierno más que otras - los continentes -, mien-
La sorpresa sobre la ltegada inesperada del frente frío puede ser aún más
tras que los océanos mantienen un régimen térmico más suave.
Más técnicamente, [a gota fría se denomina "Depresión aistada
grande cuando ta clásica perturbación "frente cátido-frente frÍ0" posee
en niveles attos". lniciatmente se produce un corte en la circu-
una lÍnea de frente cátido mucho más corta. Las personas que se encuen-
tación general antes aludida y queda una borrasca alslada en-
tren en una cadena montañosa situada al sur de este frente no se benefi-
tre 3.ooo y 1o.ooo m. Dentro de esta circulación hay zonas más
ciarán de los mensajes alarmistas de las nubes habituales (Ci, Cs, Ac, etc.) activas que otras donde incluso se disfrutarán intervalos de Sot.
y recibirán el frente frÍo sin apenas avisos naturales previos (Fig. 45). Principalmente en otoño e[ agua caliente deI Mediterráneo va
soltando lentamente todo ese calor acumulado a lo largo delve-
rano. Cuando [ega una borrasca atlántica [a temperatura de sus
De rnr¡r¡rs cÁ¡-lno
No son tan frecuentes como las de frente frÍ0, ni tan poderosas. Se des-
arrollan en eI interior de vastos sistemas nubosos que acompañan las
LA TOBMENTA
temas montañosos. Si estos sistemas están, de alguna forma, influen- humedad de las burbujas convectivas que ascienden del suelo.
ciados por aire húmedo oceánico como los Pirineos, éste facitita la ma- La presencia de grandes lagos o embalses en montaña contribuirá
durez precoz de tos Cb. a aumentar el riesgo de que la tormenta local estatle en las zonas pró-
E[ exceso de calor en las capas balas da lugar a un cierto deterio- ximas a éstos, ya que el vapor de agua desprendido durante el día su-
ro de [a estabilidad general de la atmósfera, pero no a una agrava- pondrá una fuente de alimentación extra. lncluso en el centro de lagos
ción considerabte puesto que la situación general mantiene un ca- muy grandes se pueden producir tormentas durante la noche, aprove-
rácter anticiclónico. Aunque muy aisladas, pueden repetirse duran' chando la confluencia de los vientos descendentes de las laderas mon-
te varios dÍas. tañosas (inversión de[ régimen de brisas).
Como las de frente frÍo, pueden ser violentas e incluso más repenti- Este tipo de situaciones no impedirá la actividad en montaña en la
nas dado su carácter local. El Cb tibera puntualmente toda [a energÍa so- primera parte deI día. Si et terreno es nevado [as condiciones no se-
lar acumulada en un determinado tugar tras un perÍodo de calor excesivo' rán ideales, no sólo porque la temperatura sea alta, sino también
La mayor parte del tiempo, el viento general dominante es débil to que porque la posibte tormenta det día anterior ha podido de.iar bancos nu-
supone un factor agravante ya que la tormenta apenas se desplaza, tibe- bosos durante la noche desfavorabtes para eI rehieto. Aun asÍ, dis-
CAPíTtJLO O tA TOBMENTA
40 '9
5o 26
I 05 petigros de una tormenta quedan materializados en tres tipos
z6
Lde manifestación: viento, precipitación y aparato eléctrico. Con in- 55
se acelera aún más, habrá que poner atención. ducirse desbordamiento y la consecuente inundación incontrolada e
o lmposibilidad de comunicación verbalcon miembros detgrupo que no incontrotable de los terrenos próximos. Los posibtes riesgos son:
estén a ta attura del cuetlo de tu forro potar (iatención a escaladoresl). I ' Deterioro progresivo de ta consistencia del terreno que tene-
¡ lnitación en piel y mucosas (boca, fosas nasates y oios), efecto tér- mos que pisar (constantes caídas). Habrá que poner atenciÓn a
mico de enfriamiento ( Fig. 47), afecciones en vías respiratorias. No l
las pendientes inclinadas con una cobertura vegetal que nos
está de más inctuir en e[ equipo habituat un gran pañueto que, en- i impida ver dónde ponemos e[ pie, o con un manto uniforme de
tre otras utitidades, puede darnos protección en estos casos. hierba fresca y esponjosa (efecto tobogdn).
{
CAP íTU tO 6 LA TOHMENTA
' Desprendimientos de tiena y pied ra, no sólo del terreno q ue es- . Aunque no es e[ caso más frecuente, una pedrea de botas det
tamos pisando (corrimientos) sino de cornisas, terraptenes o tamaño de huevos de galtina hace que éstas se comporten como
conos de deyección que se encuentren sobre nosotros. lnten- auténticos proyectites: evatuar sus posibtes consecuencias cons-
tad evitar [os pasales deticados o de caÍda no permitida. Ade- tituye un azar que, aI menos un servidor, no quisiera experimen-
más, e[ riesgo puede prolongarse uno o dos dÍas después de [a tar.
tormenta si nos encontramos balo una zona propicia a despren- . Cuando las precipitaciones sean en forma de nieve, cabe esperar
dimientos, por la que pueden pasar animales (cabras, etc.) o, una sensible bajada térmica. En este caso, si la actividad frsica nos
inctuso, otras personas. ha hecho sudar y estamos mojados interiormente a causa de la con-
' Aluviones de todo tipo de material arrastrados porel agua que densación, podemos sufrir una balada importante en nuestra tem-
se ha ido depositando de forma espontánea en depresiones o peratura corporaI que, según las circunstancias, pudiera degene-
angosturas de pequeños valtes, cerradas por muros de conten- rar en hipotermia5. Recordad que en un ambiente tan húmedo, ni las
ción naturates, los cuales no han podido resistir [a creciente pre- mejores chaquetas transpirabtes serán capaces de exputsar at exte-
sión del tÍquido etemento. rior todo e[ agua producto de la condensación del sudor que nues-
r Por razones obvias, eI descenso de barrancos, que está especial- tro cuerpo puede haber generado.
mente contraindicado. Atención a aquéttos, como los de [a Siena
de Guara, situados en las estribaciones de un macizo montaño- Aparato eléctrico
so, donde puede haber tormentas. Sin embargo, en tos cañones ll ASTA que no [egaron et sigto XVlll y Benjamin Franklin, no pudimos
luce et Sot o, at menos, no llueve: et agua caÍda puede descender I I tener una explicación cientÍfica para el fenómeno del retámpago:
a través de canalizaciones subterráneas hacia [os cauces de los una gran chispa eléctrica; ni para et del trueno: ruido que provoca [a ex-
barrancos y provocar un aumento súbito de sus caudates. pansión explosiva del aire a [o largo de su reconido. Hoy sabemos que se
Las precipitaciones en forma de granizo se producen cuando la ma- producen ante diferencias de potencial del orden de un mitlón de voltios
yor intensidad de tas ascendencias arrastra las gotas de agua en e[ por metro en et interior de las nubes de tormenta o entre éstas y e[ sue-
seno del Cb, a mayores alturas, sobrepasando éstas e[ nivel de con- lo. Estas descomunates cargas etéctricas están provocadas por los movi-
gelación; entonces, el agua condensada pasa a estado semisótido mientos contrarios de hielo y agua que en e[ seno de [a nube de tormen-
o sólido (hielo). Se caracterizan por durar, normalmente, menos ta suben y baian frenéticamente a causa de tos vientos. Los relámpagos
que las de agua, aunque caen a una mayor velocidad: si una gota de pueden recorrer hasta 3o km o arquear su trayectoria más allá de to km
0,6 mm de diámetro cae a 2,5 m/s, un glóbuto helado de 5 mm de desde el núcleo central de la tormenta y a su paso la temperatura del
diámetro puede alcanzar los 9 m/s (iesto ya duele!); si lo que cae es aire puede atcanzar los 3o,ooo 0C; en lo referente al planeta, se producen
pedrisco, un casco resultará de ayuda muy recomendable. Los po- no menos de 6.ooo por minuto. Franktin soñaba con "domesticaf esta
sibles riesgos son: energía por medio de gigantes cometas.
' La intensidad propia de este tipo de precipitación puede crear en Para no abundar mucho en [o técnico, en beneficio de [o práctico, re-
torno nuestro una cortina casi opaca, impidiéndonos una correcta sumiré diciendo que [a propia actividad que tiene tugar en el interior del
visión de [o que nos rodea. En este caso, el extravÍo y la desorien- Cb origina una clara separación de cargas positivas y negativas (iones),
tación entre los montañeros puede ser tan posible como fatal. normalmente presentes en la atmósfera. Las negativas se concentran en
. Según e[ diámetro de las partículas heladas, y en combinación
con fuertes rachas de viento, las partes más expuestas de[ cuer- 5 Hipotermia: pérdida peligrosa det calor corpora[ (a partir de 35o C en el centro, no
po (cara, manos o piernas) pueden [tegar a sufrir heridas e in- en las extremidades), causada por una exposición prolongada al frío y/o a la hume.
dad sin el equipo adecuado. Si [a temperatura desciende a los 3zo C, habrá pér-
cluso hematomas, si no se ha previsto llevarvestimenta de pro- dida de conocimiento y riesgo de muerte, que se producirá, finalmente, si descien-
tección ante estas contingencias. de por debalo de z7o C.
Ll_ CAPíTUtO 6 LA TORMENTA
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tit.50. Pefrnanecef en contacto sólo con roca o tlerra, aislados de ésta sl está hú-
meda, y separados al menos 3 m de tas estructuras t¡po pared, nicho o cueva.
conexiones metálicas intermedias (ei.: un nudo de gaza directa- ble (añodlllado, inclinado hacia delanter manos en las rod¡llas y cabeza entre las mis-
mas).
I
CAPíTUTO 6 LA TOHMENTA
tr
i
culo cub¡erto con lo onteno baiada, cabaña-vivoc alpina, teleférico, Mantener abiertas puertas o ventanas dentro de un coche o casa: en
etc), en un bosque extenso y bien tupido. este último caso, tampoco se debe permanecer iunto a una chimenea
, En montaña, una tormenta aislada constituye un hecho poco fre- Montar en bicicleta, a cabatlo o permanecer iunto a un rebaño de
cuente. Lo normal es que se presente en grupos de varias células, ovejas.
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tig.52. ¡{unc¡ mantenef ablertas púertas o Yentanas dentro de un coche o casa.
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Medio natural:
decidir cuando
ya hemos salido
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I
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L MEDI0 NAIUBAI-: DECIDIR CUAND0...
o La mayor parte de los incendios forestales tiene lugar entre las tz:oo
y las r7:oo h (cuando la insolación es máxima). Factores que incre-
mentan el riesgo son las hetadas a[ final de [a primavera y una at-
mósfera seca.
lnsectos
Las tetas de araña: dicen que [a forma de éstas guarda relación con
e[ tiempo. Cuando [a araña teje una tela poco densa o distendida, se
mantendrá el buen tiempo. Sin embargo, si la teta está bien tensa y
posee una trama mayor, puede ser signo de viento o [uvia.
l{ubes altas en él valle de Markha (Ladakh, Ind¡a). ilo s¡emPre va a hacer malo Guan- En zonas tan alejadas entre sÍ como son Gredos y Sierra Nevada,
do se cubre e[ cielo de nubes altas. he escuchado a las gentes del campo decir que cuando las hormi-
gas empiezan a elevar [a entrada de sus hormigueros más de [o ha-
TENGAMOS o no ¡nstrumentos, también resulta posibte prever los bituat, se aproximan [as lluvias.
I cambios de tiempo a partir de los indicadores que [a naturateza Se habla de buen tiempo cuando cantan [os griltos o las cigarras,
pero estos insectos son capaces de cantar hasta.justo antes de que
nos ofrece. Las ptantas, los animales y no5otros mismos somos sensi-
[a tormenta esta[[e, por lo que no serán de mucho interés para nues-
btes a ta humedad y a las variaciones de temperatura. Pero, ioio!, si
bien animates y vegetates reaccionan ante las indicaciones fsicas que tra previsión.
perciben resutta evidente que no saben qué es lo que está pasando a Los mosquitos resultan más útites aunque son difícites de obser-
,
decenas de kilómetros del tugar donde se encuentran. Valoremos, pues, var, pero no asisus depredadores, especialmente [as gotondrinas y
en su lusta medida, estas interpretaciones, que nunca pueden susti- los vencejos: si vuelan atto es porque su "comida" les obliga a elto.
5i, pore[ contrario, evolucionan a ras de suelo será porque los mos-
tuir a [a información obtenida a través de los partes meteorotógicos
previos a la satida que tenemos planeada. quitos se preparan para protegerse de la ltegada de Ia tormenta o de
Et cambio de dirección de los vientos, tanto en suelo como en alti- fuertes vientos.
La rana es la estretta de la meteorotogÍa popular. Anuncia la lluvia si
tud, e[ color del cieto (ta limpieza det aire), el cotor de las puestas de sol
o de los amaneceres, el aspecto de [a Luna o [a forma de las nubes, croa más fuerte de to acostumbrado.
proporcionan interesantes informaciones para prever ta ttegada del
mal tiempo en pocas horas o a[ dÍa siguiente.
Aves
. Las aves migratorias anuncian [a llegada de [as estaciones cli-
máticas con más certitud que la deI catendario. iLtega ya la pri-
§§ 0bserua Ia naturaleza mavera o aún volverán las condiciones invernales? 0bserva si las
especies migratorias de [a zona ya han ltegado como las ocas,
Vegetales ánsares, patomas torcaces, patos, cigüeñas, etc. Aunque, como
. E[ perfume de las rosas es más acusado con baia presión que en siempre, tengamos presente otras circunstancias para no equi-
situación anticictónica. vocarnos, por ejempto en [os atrededores de muchas sierras deI
o En los bosques de coníferas, si las piñas que se encuentran espar- Sistema Centrat, desde hace no pocos años, muchas cigüeñas
cidas por el sueto están bien abiertas, se espera tiempo seco; si es- han decidido hacerse sedentarias, dada la benevotencia del clima
tán cenadas, tiempo húmedo. Numerosas plantas cambian de aspec- durante todo el año o tas medidas de protección introducidas por
to con [a humedad. el hombre.
+ CAPITUTO 7
F¡t, 53. La 1l€tada o partidaj las aves migratorias, anuncia e1 cambio de estacio-
nes con más prec¡sión qúe eI calendaf¡o. l¡9. 5{. En [os valles especialmente afectados por foenh, los animates s€ mu.stnr
inqu¡etos horas antes de que el efecto se man¡fieste.
o Si Los venceios se persiguen entre sí, altos en e[ cielo y con gritos es-
tridentes, el buen tiempo está asegurado. . Las personas que han sufrido intervenciones quirúrgicas oe c :1:
. No es frecuente ver aI urogatto posado sobre ramas a mucha altura, importancia, así como enfermos reumáticos, sufren dolores :- :
sobre todo si estamos cerca (estará escondido entre la maleza), zona afectada ante un cambio de tiempo.
pero si lo detectamos en [a distancia posado a cierta altura, no ten- . Los pastores tibetanos echan sal al fuego; si ésta cruje, se ar ¿: -:
dremos mal tiempo. buen tiempo (ambiente seco), si no, [ega tiempo húmedo.
. Si se escucha ulular a [a lechuza aI atardecer, ello pronostica ltuvia
próxima.
. A los cuervos, chovas, grajittas, etc. les encanta jugar con el viento 0hserva la atmúsfera
de tadera que asciende por los roquedos, manteniéndose horas so-
bre éstos. Si desaparecen y se les observa bajando al valte, llegará Color de[ cieto
la lluvia. A interpretación de los cielos al atardecer no es tan simpIe co-c
. I
El canto del mirlo nos anuncia que el invierno se marchó. Lsuele decirse. Con [a ayuda del barómetro o del attÍmetro poc'e-
. En el campo se dice que cuando et gallo canta a hora desacostum- nos completar los mensajes que nos transmiten los últimos rayos oe.
brada de la noche, significa que va a cambiar ettiempo. 5ol: si la presión se mantiene estabte hay muchas posibiLidades de :-e
el tiempo mañana sea el mismo que el del dÍa que se acaba.
Mamíferos . Azul oscuro e intenso: viento fuerte en altitud y probabte empe:-
. En las laderas montañosas, las vacas y las cabras domésticas sue- ram iento.
len tomar [a dirección del valte cuando se aproxima la lluvia. . Azutclaro luminoso con bruma ligera en el ambiente: persistencia ca
. En zonas donde es habitual [a irrupción de fuertes vientos, los reba- attas presiones. Por contra, una brusca mejora en [a visibilidao p:e-
ños de animales como cabaltos o vacas se orientan, curiosamente, de anunciar bajada de presión y próxima lluvia. Suele comen:a.s:
todos ellos ofreciendo sus partes traseras aI viento que no tarda. esto antes de la tormenta: [a brusca limpieza del aire da ia impresió-
rá en [egar. de que las distancias se reducen y los relieves parecen aproximarse.
r En valles, normalmente afectados por el efecto foenh, la brusca seque- . Atardecer rosa claro, amarillo pátido o grisáceo es malindicio: ra
dad en el ambiente afecta al sistema nervioso de los animales que masa de aire húmedo al oeste disminuyendo [a refracción, Lo ore
se muestran muy inquietos horas antes de que el efecto llegue. explica los tonos pálidos, y se detecta la presencia de [a "avanza-
Buenos presagios para el día: amanecer sin v¡e[to, disco sola] definido, tonos flrer.
'!l
,',1
SOBRE LA LUHA
Hermana de Apolo, hija de ,lúpiter y autorizada a permanecer .,
soltera, la Luna ha sido la reina incontestable de la meteorolo-
I
ilalos presados para é[ dla siguiente: atardécér con tonos pál¡dos, dlsco solar dlfuso,
gía popular. Muchas veces nos sorprende cuando se eleva in. .il
I acompañado de yiento en altura y entrada progresiva de nubes... ¿cómo está [a pres¡ón?
mensa y briltante en la noche. Su imagen atraviesa en oblicuo
I
las capas de aire las cuales portadoras de un elevado grado de hu-
medad se comportan como una enorme lupa. Sin embargo, su
I Vientos
inftuencia fÍsica sobre la atmósfera terrestre es despreciabte: se-
I . Const¡tuyen buenos indicadores los vientos en calma y [a circula-
gún los expertos, tan sólo de o,o3 hpa (hectopascales) de pre-
.,1
ción normaI de brisas de valle y montaña, no afectadas por irrup-
sión, es decir, la mitésima parte de las variaciones barométricas ciones de viento meteorotógico.
produsidas por ta menor de las perturbaciones. El desptazamie*: I
. Los vientos meteo de componente norte a noreste son fríos y se-
to de anticictones y borrascas no depende de nuestro satélite y cos, asegurando el predominio de las altas presiones; a[ contrario
ello sin perjuicio de [as connotaciones poéticas que tiene. que los de sur a suroeste, cátidos y húmedos. Es importante detec-
tar eI cambio de dirección de los vientos (precede al frente frÍo) y
Ll_
I
CAPíTULO i
-, I -'-\,o.
da que reza en los barómetros decorativos: presión alta asocia- ticales), bien separados y repartidos por las cumbres, se disipan al
da a "buen tiempo", presión normal a "variable" y presiones ba- ocaso, buen tiempo.