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INIQUIDAD Tema N # 1
INIQUIDAD Tema N # 1
¿QUÉ ES LA INIQUIDAD?
I. Introducción.
“Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló
en ti maldad… Con la multitud de tus maldades y con la iniquidad de tus
contrataciones profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en medio de ti, el cual
te consumió, y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.”
(Ezequiel 28:15 y 18).
“El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante;
esculpido está en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares…”
(Jeremías 17:1).
“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero
por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de
los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol
malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar
frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así
que, por sus frutos los conoceréis.” (Mateo 7:15-20).
“Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del
corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones,
los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al
hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.” (Mateo
15:18-20).
“Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor a los que
son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. Pero en
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una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de
madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 21Así que, si
alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor,
y dispuesto para toda buena obra.” (2 Timoteo 2:19-21).
1.1. DEFINICIÓN.
1.2. ORIGEN.
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el legado torcido y pecaminoso, que le entregara el hombre a sus
hijos (Salmo 51:5). Estos a su vez lo torcerán aun más con sus
propios pecados y lo entregaran como un legado de maldición a la
subsiguiente generación
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Recordemos que las “bases legales” que operan en nuestra vida, y que
el diablo utiliza en nuestra contra, NO son quitadas, juzgadas,
alineadas de manera genérica, o por oraciones, o por liberaciones
genéricas; es como en la guerra: tenemos que ser certeros en el ataque
y los objetivos en la guerra y la batalla espiritual, por nuestras vidas,
y por la de aquellos que tienen que salir de las cautividades y tienen
que ser LIBRES.
En esta palabra dada por Dios, a Isaías, 780 antes de Cristo, palabra
profética, vemos como en la obra de la cruz abarca cantidad de
conceptos con los cuales tenemos que ser libertados y redimidos.
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En Levítico 16: 22:
“Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra
inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto.”
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Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.”
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también están compuestos por partes intrínsecas, que debemos
conocer para “caminar en victoria” en la nueva vida que Cristo nos
otorga, por lo que muchos de los fracasos de millones de cristianos se
debe al escaso conocimiento o comprensión que se tiene de estas dos
otras partes fundamentales de nuestro ser (espíritu y alma).
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tomaría más tiempo y reflexión, veamos cómo está conformado
nuestro espíritu, y cuáles son algunas de sus partes:
2.3.1. La Comunión.
Esta es la parte de nuestro espíritu que está unido a Dios: “... pero
el que se une al Señor, un es espíritu es con Él.” (1 Corintios 6:17),
por cuanto “lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Juan 3:6b),
esto es posible a través de la simiente de Su Hijo que es
implantada en nosotros, “no por sangre, ni de voluntad de carne, ni
de voluntad de varón, sino de Dios” (Juan 1:12-13). Éste es el
órgano o parte donde se determina que un espíritu vive o está
muerto con relación a Dios. Éste componente nos permite
escuchar con claridad la voz de Dios, y donde se manifiesta esa
intimidad gloriosa en la que podamos sentir esa unidad con el
Espíritu Santo, sea en intimidad o comunión con Él. Es en ésta
área donde es establecido el Señorío de Cristo, el cual va a dirigir y
gobernar nuestras vidas (Gálatas 2:20). Es en ésta área donde
viviremos y recibiremos las visiones y revelaciones del Espíritu de
Dios, y donde Él se manifestará en forma visible a aquellos que le
aman y han desarrollado una vida en el Espíritu, como dice el
apóstol Pablo, andando y viviendo en el Espíritu (Romanos 8 y 1ra
Corintios 2:6-16). Comprendiendo, ésta área, podemos decir que
la Comunión es la parte central del cuerpo espiritual, y donde se
establece “el Lugar Santísimo” de nuestro Templo (cuerpo o ser).
Cuando una persona no ha venido a Cristo, ésta área está en
posesión del príncipe de las tinieblas. Esto es lo que dice la
Palabra:
Hechos 2:18: “Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos
días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.”.
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Es en ésta área donde es engendrado, por la vida de Dios, nuestro
espíritu, para dar lugar después al nuevo nacimiento (Juan 1:12-
13; 3:5-6). Aquí es donde radica la nueva creación en Cristo Jesús
(2 Corintios 5:17). Es donde empieza la regeneración y donde
también somos vivificados por el Espíritu de resurrección
(Romanos 8:9, 14, 16, Tito 3:4-7).
2.3.2. La Intuición.
2.3.3. La Conciencia.
Romanos 2:14-16:
“Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de
la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 5mostrando la obra de
la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o
defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo
los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.”
Génesis 3:6-8:
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos,
y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio
también a su marido, el cual comió así como ella. Entonces fueron abiertos los
ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de
higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba
en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la
presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
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(Romanos 12:1-2). Esta parte del espíritu fue sacada de la
comunión con Dios, (santidad, amor, perfección, obediencia, vida)
o “despertada prematuramente” cuando el hombre comió del árbol
del conocimiento del bien y del mal.
Como veremos, esta área del espíritu, la mente del espíritu, consta
de varias partes, que implican: entendimiento, inteligencia y
sabiduría de dios; que nos permiten en nuestro espíritu tener el
conocimiento (relación íntima) de Dios.
Efesios 1:17–19
“... para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé
espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los
ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha
llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la
supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la
operación del poder de su fuerza”.
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En este glorioso pasaje vemos varias partes del espíritu en acción,
y como las mismas deben ser motivo de oración, para que sean
despertadas y activadas en nuestro ser.
Hebreos 5:14:
“pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que
por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.”
Todo espíritu humano posee ojos, oídos, gusto, tacto y olfato, tal
como podemos deducir de los anteriores pasajes bíblicos. Con los
ojos tenemos experiencias visuales como visiones y éxtasis
(Hechos 10:3,10, 17; 11:5-14).
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“conocieron la palabra, que Dios les dio y este fue dulce en la boca
y amargo en ele vientre” (Apocalipsis 10:9-10).
Habacuc 3:4:
“Y el resplandor fue como la luz; rayos brillantes salían de su mano, y allí estaba
escondido su poder.”
Efesios 3:20:
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“Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en
nosotros”
Hechos 1:8:
“… pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y
me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de
la tierra.”
2.3.7.- La Herencia.
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Veamos como Dios mismo atribuye al espíritu del hombre la
responsabilidad de su maldad:
(Malaquías 2:16):
“Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el repudio, y al que
cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de los ejércitos. Guardaos, pues, en
vuestro espíritu, y no seáis desleales”.
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