Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
González, César - El Fetichismo de La Marginalidad en El Cine y La Televisión PDF
González, César - El Fetichismo de La Marginalidad en El Cine y La Televisión PDF
https://camiloblajaquis.blogspot.cl/2016/09/el-fetichismo-de-la-marginalidad-en-el_21.html 2/11
13/10/2017 César González / Director de cine, escritor.: El fetichismo de la marginalidad en el cine y la televisión.
Herzog dice que a la hora de filmar odia el turismo
pero ama el “caminar a pie”. Nos relata que en
“Diamante Blanco” (2004) los pobladores le pidieron
no filmar el ritual secreto detrás de la cascada y el
hizo caso, filmó la cascada pero no el ritual.
Circulación del poder de mando en la puesta de
escena. Nada de imponer, nada de registrar si o si por
el bien de la patria documental.
Otro elemento refrescante podría ser la propuesta de
Jean Louis Comolli de un “Cine Pobre” donde el
equipo técnico no puede estar formado por más de 3
personas. Es lo más ético y coherente filmar de una
"1 PM" (Grupo Ziga Vertov, 1974). forma pobre allí donde hay sobredosis de pobreza.
Irrita el cinismo de esos directores que desembarcan
en las villas con maquinarias de millones de dólares para hacer “sus películas”, para contar “sus historias”
ante la mirada desconcertada de los nativos. Además quien escribe considera que un cineasta-nuevo, que nos
traiga nuevos pulsos pasionales al cine, puede ser aquel que se atreva a crear con la herramienta entre sus
propias manos, como un pintor con su brocha, como un bailarín con su cuerpo. ¿O alguien imagina que los
cuadros de Rembrandt, Goya o Pollock, fueron dirigidos por ellos pero no pintados por sus manos? El
cineasta nuevo debería no solo filmar sino también editar con sus propias manos. La artesanía manual
enaltece a la obra, las vértebras del cineasta cansadas por filmar y editar el mismo hacen que la potencia de la
imagen incremente sus voltios. Van Gogh comía pintura de color amarillo para entenderlo y pintarlo mejor,
por eso hizo esos girasoles y ese trigo. Jesús pasó 40 días sin comer en el desierto. Basquiat llegaba a pintar
23 cuadros a la vez. Entonces ¿cómo puede existir, aún hoy en día, cineastas que no se animen a filmar y
editar incrustando en la imagen su propia fibra muscular?
Bajo la excusa de que el cine debe hacerse entre muchas personas
y con muchas herramientas a veces se dispersa “la atmósfera en la
puesta en escena” (Bela Balázs). Como en un set cualquiera puede
opinar, como luego el editor edita según un criterio en serie, ¿será
por eso que casi todas las películas se parecen? Es hora de un cine
con ciertos votos espirituales y éticos-políticos, en cada rodaje
debe sobrevolar la mística de un ritual milenario y no la
esquizofrenia de una jornada laboral. Todos persuadidos por el
deseo y no por el deber. Si esto no está presente en un rodaje,
aunque se lo enmascare con el resultado final de la película, con el
prestigio o popularidad que esta logre obtener, provoca que se
esfume algo y es la chance de encuadrar la metafísica en el cine.
Detrás de la cortina del colectivismo es probable encontrar una
batalla de egos elegantemente camuflada. Lo colectivo si es un
deber ser evapora en segundos su sentido.
Vuelvo a aclarar que nadie está inhabilitado para filmar a los
Bela Balázs.
pobres. En la historia del cine tenemos obras maestras sobre el
tema y no tan solo bufonadas opulentas. Entre otros films hay que
enumerar a Las Hurdes (1932) y Los Olvidados (1950) de Luis Buñuel. A todo lo que hicieron los rusos
vanguardistas Sergei Eisenstein y Ziga Vertov en la eufórica década del 20. El Neorrealismo italiano (Roberto
Rossellini, Vittorio De Sica, Giuseppe De Santis, Luchino Visconti). Raymundo Gleyzer (Argentina), Charles
Burnette (EE.UU), Abbas Kiarostami (Irán), Ousmane Sembene (Senegal). En la contemporaneidad a
directores rebeldes como Larry Clark (EE.UU), Jia Zangke (China), Amat Escalante (Méjico), Hermanos
Dardenne (Bélgica), Aki Kaurimaski (Finlandia), Brillante Mendoza (Filipinas), Sergey Dvortsevoy
(Kazajistán), Ken Loach (Gran Bretaña), Abderrahme Sissako (Malí), etc.
“Queremos dejar de ser representadas para empezar a
ser”, nos dice una personaje rodeada de sus
compañeras, reclamando por los derechos de la mujer
durante la recreación del breve sitio revolucionario de
la comuna de París (Marzo-Mayo 1871), en la obra
maestra con más de 6 horas de duración de Peter
Watkins “La Comune” (2000). Esa posibilidad para las
minorías de ser en cámara más que ser representadas en
ella, es una puerta hacia lo sublime con la que nos
provoca la facilidad de acceso a los medios de
filmación digitales.
La Comunne, 2000.
Se podría “volver ficción algo demasiado real” nos dice
Ranciere. Pero los artistas están obsesionados en
trabajar con esta fórmula invertida y disfrazan de real algo que es una tibia ficción. Dicen mostrar la realidad
de la villa o la cárcel, cuando partieron desde el primer centímetro desde una atroz mitología y ni siquiera
saben representar sus delirios con decencia. Invaden los territorios marginales no para hacer arte sino para
https://camiloblajaquis.blogspot.cl/2016/09/el-fetichismo-de-la-marginalidad-en-el_21.html 3/11
13/10/2017 César González / Director de cine, escritor.: El fetichismo de la marginalidad en el cine y la televisión.
tener orgasmos de misericordia. Presentan fenómenos y no personajes. Producen fabulas morbosas, y por
culpa de ellos circula un rígido malentendido sobre el tratamiento realista de la pobreza y la marginalidad. Se
nos quiere convencer de que ese realismo (y todo realismo) es el refugio que delata una escasez de
imaginación del artista. Que la originalidad está solo del lado del espejismo y la alucinación (Mellies, Lynch,
Cronenberg, Tarcovsky) o de la grandilocuencia técnica de “a mayor cantidad de costo de producción más
posibilidades de innovación” (de David Griffith a Steven Spielberg). Que las cosas re-voladas son más bellas
que las cosas reales. Pero ni el formalismo ni el realismo son un bien en sí mismos. Un concepto debe
convivir, relevar y hacerle el amor al otro. Balázs decía que esas películas que “dan la impresión de ser una
galería de cuadros en movimiento son un peligro. Ya que justamente por su composición bella adquieren algo
vuelto por sí mismo y estable”.
Por eso la novedad está en que las minorías no se conformen exclusivamente con filmar, ni se mientan
creyendo que todo el mérito está en reproducir las formas del MRI (Modo de Representación Institucional,
Noël Burch, realizador, crítico e historiador de cine acuñó el término de MRI en el año 1968 en su libro
Praxis du cinema). Las minorías tienen que crear-denunciar-hacer catarsis, según sus propios criterios
estéticos no calcando lo general del estilo masivo. En un acontecimiento el formalismo nunca puede quedar
afuera. Pero simultáneamente a la forma debe brotar la conciencia de clase, origen de toda libertad. Tomar los
medios de producción es el primer paso a lo inconmensurable, pero no alcanza con que las minorías tomen las
cámaras con sus manos si es para filmar lo que ya vimos como ya lo vimos. Es una pena, pero los hechos nos
atormentan exhibiendo que la condición de ser pobre, estar preso, pertenecer a cualquier minoría y tomar las
herramientas, no es condición determinante para desenmascarar al capitalismo. Podes ser pobre, estar preso,
ser mujer o transexual y no animarte a levantar la mirada ante el verdugo. Podés igual replicar alguna de sus
costumbres. En las villas y en las cárceles los discursos reaccionarios también pueden domar las conciencias.
Más que “denunciar o decir que concientiza el arte puede desgarrar la cartografía del presente y devolverle
fuerza de germinación a la vida”. Una micro-política del arte, nos propone la brasilera Suely Rolnik.
“Necesitamos una sintaxis negra, donde los negros hablen su propio lenguaje, ¿Por qué los negros debieron
aprender el lenguaje de los blancos y nunca los blancos se esforzaron en aprender el lenguaje de los negros?”
Nos dice un representante de las panteras negras en “Simpatía por el demonio” y en "1 PM" (1974) de Godard
(1968). El cine algún día deberá rendir cuentas por ser parte en esa imposición del silencio a las minorías. Un
ápice de justicia sería “dejar de contar historias y que las historias se cuenten” dice Comolli. “Nada menos
artístico que hacer arte con la cuestión privada del artista” declara Deleuze en el “Abecedario” (Entrevista
de1988).
Y si nos enfocamos en lo estrictamente carcelario, la desgracia es aún más honda que en la efigie de los
pobres. La cárcel es el depósito ideal de las perversiones más brutas en el imaginario de la burguesía. La
mayoría de los directores pertenecientes a dicha clase o reproductores “involuntarios” de ella, no pueden
escapar al simplismo de representar a la cárcel como el coliseo de las violaciones. De homogenizar a los
presos bajo el salvajismo y la homosexualidad.
Hay un cine-lombrosista. Hay muchas películas en la historia del cine nacional y mundial, que multiplican las
“enseñanzas” de ese profeta de lo reaccionario que fue Césare Lombroso (1835-1909), médico italiano que
decretó como una teoría central de la criminología que a los criminales se los puede descifrar bajo un
determinado aspecto físico-facial-estético. Los malos se pueden identificar bajo la estricta apariencia de lo
“feo”.
https://camiloblajaquis.blogspot.cl/2016/09/el-fetichismo-de-la-marginalidad-en-el_21.html 4/11
13/10/2017 César González / Director de cine, escritor.: El fetichismo de la marginalidad en el cine y la televisión.
Excelso cuadro impresionista de los jóvenes que son depositados en las instituciones de encierro y que
durante el film atacan con toda su infancia, ametrallan con juegos, risas, y rebeldía a todas las autoridades que
se le cruzan por el camino. Lindsay Anderson hará un cover más sangriento del film de Vigo en “If” (1968).
Esta vez los ridiculizados no son los internos sino los profesionales, los guardias, los maestros. Los jóvenes,
presos en Vigo y estudiantes en Anderson, están más avispados que todos aquellos que se presentan como
técnicos de la civilidad, la reinserción o el trabajo social. Y si parece que los pibes obedecen es por
supervivencia y no porque se hayan creído el cuento del castigo como redención ante una sociedad delictiva
desde sus cimientos (¿qué es acaso la plusvalía sino un robo legal?).
Otro clásico que irá por este camino es Sciuscia
(1946) de Vittorio De sica. Los 2 niños protagonistas
son veteranos de la calle, su edad no se condice con
la cantidad de miseria que han vivido. Adultez
infantil, pero lejos de resignarse, quedarse a la espera
de milagros o entregarse a una salvación intangible,
hacen lo que sea necesario para sobrevivir. Están más
despiertos que muchos de aquellos que los triplican
en edad. En la calle aprendieron los trucos más
complejos del hampa, las manías y los caprichos más
abstractos de la economía. Observan con suma
Zéro de conduite 1933. Jean Vigo. atención e intentan imitar a los señores de las
finanzas, administradores de la muerte de millones.
Sueñan lo imposible: comprarse un caballo. Un engaño que le hacen los adultos hará que estos dos pequeños
callejeros, Giussepe y Pascuale, terminen encerrados. Veremos todo el trabajo que hace la sociedad y las
técnicas de las instituciones disciplinarias sobre los cuerpos (Foucault) de estos niños. A pesar de que la
película se ancla en el contexto de la post-segunda guerra mundial en Italia, mirarla hoy no nos aleja de su
presente, las escenas del film hierven de actualidad, ya que se repiten cada día en los rancheríos
latinoamericanos donde se amontonan de a miles los jóvenes sin futuro. Lo mismo podemos sentenciar a
partir de “Tire Die” (1960) del santafecino Fernando Birri, 56 años después de dicho mediometraje se
multiplican los niños mendigando ante los trenes del progreso.
https://camiloblajaquis.blogspot.cl/2016/09/el-fetichismo-de-la-marginalidad-en-el_21.html 5/11
13/10/2017 César González / Director de cine, escritor.: El fetichismo de la marginalidad en el cine y la televisión.
blanca huelen su procedencia. Un policía intenta arrestarlos y promete deportarlos inmediatamente, se
escurren y escapan del uniformado y pasean anárquicamente por Bevery Hills. Caen en una fiesta glamorosa
organizada por un artista de élite, quien con eróticos gestos los llevará a recorrer muy gentilmente la lujosa
vivienda. En el interior de la misma intentará abusar sexualmente a uno de ellos y se desencadenará la
tragedia, metáfora perfecta del encandilamiento y uso perverso de los artistas frente a lo marginal. Pero la
escena central de la película es la valiente caricaturización de ese famoso y adorado carnicero llamado Clint
Eastwood (en estos días confeso militante de Donald Trump lo que reivindica la postura visionaria de Clark
en el film que ya tiene 10 años de antigüedad). Los jóvenes huyen de la fiesta y del pederasta saltando entre
las mansiones.
El más gordito de ellos se cansará y mientras fracasa intentando atravesar una pared bastante alta, es
ejecutado por la espalda, con un certero disparo en la nuca, por un personaje idéntico a Clint Eastwood, quien
sale por sorpresa de una de las casas, por donde los jóvenes corrían escapándose.
https://camiloblajaquis.blogspot.cl/2016/09/el-fetichismo-de-la-marginalidad-en-el_21.html 6/11
13/10/2017 César González / Director de cine, escritor.: El fetichismo de la marginalidad en el cine y la televisión.
También resulta vomitivo el estilo de una serie como Prison Break
(2005), reciclando a la cárcel bajo el género de la ciencia ficción.
Cuanta hipocresía pornográfica del país adonde hay hasta un mercado
de prisiones, donde muchas cárceles son privadas, explotadas
comercialmente y los presos están obligados a trabajar sin goce de
sueldo para grandes empresas (Loic Wacquant). De eso ni una sola
reflexión en la serie, todo es acción, aventura y cuento de hadas. Es para
destacar, el esfuerzo de la maquinaria del entretenimiento en colocar
constantemente en la vidriera productos que nos impidan pensar en
profundidad los porqués de la existencia de la cárcel, la inseguridad, la
Loic Wacquant.
marginalidad, etc. Quieren que veamos a los pobres como un objeto de
estudio. Como una pieza arqueológica que inspira las loas a la
civilización. Como el hueco adonde depositar el semen de la corrección política, siempre excitado ante los
grupos sociales que considere pasivos y necesitados de su ayuda divina.
Es hora de que el cine vuelva a ser digestivo y no tan solo triturador gástrico. Estamos obesos de clichés. Pero
el mismo cine nos curará el empacho. Aplastará el monumento que se ha edificado a los directores
enmascarados de mediocre realismo al filmar una villa o una cárcel. Vivimos saturados de películas y series
que nos alimentan hasta la gula todos los prejuicios más rústicos y los estereotipos más groseros sobre los
pobres. Estamos cansados de ese cine que hace ver para no ver, que hace películas (o series de TV) con la
miseria material (perceptible para todos) con los ojos del espectáculo y del capitalismo oriental. Ese que
sincroniza sus mantras al ritmo del “el que quiere puede”. La práctica del yoga sobre una fashion colchoneta
de cadáveres y hambrientos sobrevivientes.
12 comentarios:
Simud dijo...
Ah, me recordaste a Rivette, el tipo que se preocupaba por Bambi en lugar de preocuparse por La
Disney... Hoy estuvimos debatiendo justamente el tema de la representación fílmica de la
marginalidad, y surgió el nombre de Trapero, y el de Buñuel, y el tuyo. Y quiso la casualidad que
ni bien volviera a casa te viera en la tele citando este texto, que no pudo ser más pertinente.
Muchas de las películas que mencionás me vinieron en mente durante la charla, pero también 'La
vendedora de rosas', y ' Fishtank'. Si no las viste, puede que te interesen.
1 de noviembre de 2016, 0:29
Unknown dijo...
Tu intervención ayer fue un baldazo de agua fría para cientos de Miles que seguro, como yo, se
vieron sorprendidos. Avanti compa
1 de noviembre de 2016, 6:13
Malinche dijo...
te vi ayer y me generaste mucho interes en tu nota. Hoy la leo y la disfruto...a veces la tv no educa.
Gracias!
1 de noviembre de 2016, 14:28
Malinche dijo...
fe de erratas: nos! y no no
https://camiloblajaquis.blogspot.cl/2016/09/el-fetichismo-de-la-marginalidad-en-el_21.html 7/11