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BIBLIOTECA DEL PENSAMIENTO SOCIALISTA

Iònio III/
Libro tercero
proceso
()' oliai de

la producción
capitalista
[Friedrich Engels]

3 KI
siglo
veintiuno
editores
KARL EL CAPITAL
M A R X CRITICA
[FRIEDRICH DE LA ECONOMÍA
ENGELS] POLÍTICA
libro el proceso
tercero global
de la producción
capitalista
VIII

edición a cargo
de pedro scaron
traducción de
león mames
revisión y notas
de pedro scaron

)* a
siglo
ventuno
editores
________________________________ SECCIÓN SEXTA
siglo x x i editores, s. a. de c. v.
CER R O DEL A G U A 248, R OM ERO DE TER R ER O S. 04310. MEXICO. D.F
TRANSFORMACIÓN
siglo xxi editores, s.a. DE LA PLUSGANANCIA EN RENTA
TUCU M ÄN 1621. 7 N. C 1 C C 0 A A G . BUEN O S AIRES. AR G EN TIN A
DE LA TIERRA
siglo x x i de españa editores, s. a.
M ENÉN DEZ PIDAL 3 BIS. 2 8 0 3 6 , M A DR ID , ESPAÑA

CAPÍTULO XXXVII

INTRODUCCIÓN

El análisis de la propiedad de la tierra en sus diversas


formas históricas se halla más allá de los límites de esta
obra. Sólo nos ocupamos de ella en la medida en que una
parte del plusvalor generado por el capital cae en poder
del terrateniente. Suponemos, por consiguiente, que la
agricultura, exactamente de la misma manera que la manu­
factura, está dominada por el modo de producción capita­
lista, es decir que quienes explotan la agricultura son
capitalistas que en primera instancia sólo se distinguen de
primera edición en español. 1981 los demás capitalistas por el elemento en el cual se hallan
undécima reimpresión en español. 2009 invertidos su capital y el trabajo asalariado puesto en m ovi­
43 siglo xxi editores, s.a. de e.v. miento por ese capital. El arrendatario produce para
iston 978-968-23-0084-4 (obra completa) nosotros trigo, etc., del mismo m odo que el fabricante
isbn 978-968-23-0916-8 (volumen 8) produce hilado o máquinas. El supuesto de que el modo
en coedición con capitalista de producción se ha apoderado de la agricultura
siglo xxi de españa editores, s.a. implica que el mismo domina todas las esferas de la produc­
ción y de la sociedad burguesa, vale decir que también sus
título original: das capital, kritik der politischen Ökonomie condiciones, com o libre competencia de los capitales, trans-
feribilidad de los mismos de una esfera de la producción a
derechos reservados conforme a la ley la otra, igual nivel de la ganancia media, etc., se hallan
impreso y hecho en méxico presentes en toda su madurez. La forma de propiedad de
la tierra que consideramos es una forma específicamente
impreso en .mújicu impresor, s.áTde e.v.
histórica de la misma, la forma trasmutada, por influencia
camelia núm. 4
del capital y del modo capitalista de producción, tanto
col. el manto, ¡/.lapalapa
marzo de 2009
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de la propiedad feudal de la tierra com o de la agricultura remos ex professo [en profundidad] de la propiedad de la
pequeñocampesina practicada com o ramo de la alimenta­ tierra en la medida en que no se refiera a la tierra destinada
ción, en la cual la posesión de la tierra aparece com o una a la producción de trigo, sino que sólo volveremos ocasio­
de las condiciones de producción para el productor directo, nalmente sobre ello con fines ilustrativos.
y su propiedad de la tierra com o la condición más venta­ Para completar, débese señalar aquí que por tierra
josa, com o condición para el florecimiento de su modo de también se entiende el agua, etc., en la medida en que
producción. A sí com o el m odo capitalista de producción tenga un propietario, en que se presente com o accesorio
presupone, en general, qüe se expropie a los trabajadores del suelo.
las condiciones de trabajo, así presupone en la agricultura La propiedad de la tierra presupone el m onopolio de
que a los trabajadores rurales se les expropie la tierra y se ciertas personas sobre determinadas porciones del planeta,
los subordine a un capitalista que explota la agricultura sobre las cuales pueden disponer com o esferas exclusivas
con vistas a la ganancia. Por ello, para nuestra exposición de su arbitrio privado, con exclusión de todos los demás.26
resulta un dato totalmente indiferente el que recordemos
que también hayan existido o aún existan otras formas de 26 N ada puede ser más curioso que el desarrollo que hace Hegel
propiedad de la tierra y de agricultura. Ello sólo puede de la propiedad privada de la tierra. El hom bre, en cuanto persona,
afectar a los economistas que tratan el modo capitalista debe dar realidad a su voluntad en cuanto el alm a de la naturaleza
exterior, y por ende tom ar posesión de esa naturaleza en cuanto su
de producción en la agricultura y su correspondiente forma propiedad privada. Si éste es el destino de “la persona”, del hombre
de la propiedad de la tierra com o categorías no históricas, en cuanto persona, se deduciría que todo hom bre debe ser terrate­
sino eternas. niente a fin de realizarse como persona. La propiedad privada libre
Para nosotros es necesaria la consideración de la forma de la tierra — un producto sum amente m oderno— no es, según
Hegel, una relación social determ inada, sino una relación del
moderna de propiedad de la tierra porque de lo que se hom bre en cuanto persona con la “naturaleza”, el “derecho absoluto
trata, en general, es de considerar las condiciones de pro­ de apropiación del hom bre sobre todas las cosas”. (Hegel, Philo-
ducción e intercambio determinadas que surgen de la sophie des Rechts, Berlín, 1840, p. 79.) Por lo pronto está claro
inversión del capital en la agricultura. Sin ella, el análisis que la persona individual no puede afirm arse com o propietario en
virtud de su “voluntad” frente a la voluntad ajena que tam bién
de esta última no sería completo. Por consiguiente, nos pretende corporificarse en el mismo jirón del planeta. P ara ello
limitamos exclusivamente a la inversión de capital en la hacen falta cosas totalm ente diferentes que la buena voluntad.
agricultura propiamente dicha, es decir en la producción Además, no resulta posible ver, en absoluto, dónde se fija “la
de los principales productos de origen vegetal de los persona” el límite de la realización de su voluntad, si la existencia
de su voluntad se realiza en un país entero o si necesita todo un
que vive una población. Podem os decir del trigo, puesto que m ontón de países para, m ediante su apropiación, “m anifestar la
éste es el principal alimento de los pueblos modernos, de soberanía de mi voluntad con respecto a la cosa” [p. 80]. Aquí
desarrollo capitalista. (O en cambio de la minería, en Hegel naufraga irrem ediablem ente. “La tom a de posesión es de
lugar de la agricultura, ya que las leyes son las m ismas.) índole totalm ente singular; no tom o en posesión más de lo que
U no de los grandes méritos de Adam Smith es que toco con mi cuerpo, pero la segunda cuestión es, al mismo tiempo,
que las cosas exteriores tienen una mayor extensión que la que
éste ha desarrollado cóm o la renta de la tierra arrojada puedo abarcar. Al tener algo así en mi posesión, tam bién hay otra
por el capital empleado para la producción de otros pro­ cosa vinculada con ello. Ejerzo la tom a de posesión m ediante mi
ductos agrícolas, com o por ejemplo de lino, hierbas tintó­ m ano, pero el ám bito de influencia de la misma puede am pliarse”
reas, la ganadería independiente, etc., está determinada (pp. 90, 91). Pero, a su vez, hay otra cosa que se halla vinculada
con aquella otra cosa, y de ese modo desaparece el límite de hasta
por la renta de la tierra que devenga el capital invertido dónde debe volcarse sobre el suelo mi voluntad en cuanto alm a.
en la producción de los principales alimentos.1’881 D e hecho, “ Si poseo algo, la razón de inm ediato pasa a considerar que es mío
después de él se han realizado progresos en este no sólo lo que poseo directam ente, sino tam bién lo que está vincu­
aspecto. Cuanto deberíamos recordar a modo de restric­ lado con ello. Aquí, el derecho positivo debe efectuar sus verifica­
ciones, pues a partir del concepto nada más puede deducirse ya”
ción o agregado, corresponde al tratamiento autónomo de (p. 91). Es ésta una confesión extraordinariam ente ingenua por parte
la propiedad de la tierra, pero no aquí. Por ello no habla­ “del concepto”, y dem uestra que el concepto, que de antem ano

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Supuesto lo anterior, se trata de desarrollar el valor econó­ del m odo capitalista de producción es que, por un lado,
mico, es decir la valorización de este m onopolio sobre la transforma la agricultura, de procedimiento que sólo se
base de la producción capitalista. N ada se resuelve con el hereda de una manera empírica y mecánica y que es prac­
poder jurídico de estas personas de hacer uso y abuso de ticado por la parte menos desarrollada de la sociedad, en
porciones del planeta. El uso de estas porciones depende una consciente aplicación científica de la agronomía, en la
por entero de condiciones económicas, independientes de la medida en que esto sea posible, en general, dentro de las
voluntad de aquellas personas. La propia idea jurídica no condiciones dadas con la propiedad privada;'27 que libera
significa sino que el propietario de la tierra puede proceder por com pleto la propiedad de la tierra, por una parte, de
con el suelo tal com o cualquier propietario de mercancías las relaciones de dominación y servidumbre, mientras que
con éstas; y esta idea — la idea jurídica de la propiedad por la otra separa por completo el suelo, en cuanto condi­
privada libre de la tierra— sólo ingresa en el mundo ción de trabajo, dé la propiedad de la tierra y del terrate­
antiguo en la época de la disolución del orden social orgá­ niente, para quien la tierra ya no representa otra cosa que
nico, haciéndolo en el mundo moderno sólo con el desa­ determinado impuesto en dinero que recauda, mediante su
rrollo de la producción capitalista. En el A sia sólo fue monopolio, del capitalista industrial, del arrendatario: [que]
importada por los europeos en algunos lugares. En la rompe los vínculos a tal punto, que el terrateniente puede
sección consagrada a la acumulación originaria (tom o i, pasar toda su vida en Constantinopla, mientras que su
capítulo x x iv ) hemos visto cóm o ese modo de producción
presupone, por una parte, que los productores directos se Químicos agrícolas totalm ente conservadores, com o por
aparten de la posición de meros accesorios de la tierra (en ejem plo Johnston, adm iten que una agricultura realm ente racional
la forma de siervos ligados a la tierra o al señor,11895 escla­ encuentra barreras insuperables por doquier en la propiedad privada.
O tro tanto hacen escritores que son defensores ex professo [por su
vos, e tc .), y por la otra la expropiación, a la masa del mism a profesión] del monopolio de la propiedad privada en el globo
pueblo, de la tierra. En este sentido, el m onopolio de la terráqueo, com o por ejem plo el señor C harles C om te en una obra
propiedad de la tierra es una premisa histórica, y sigue en dos tom os que tiene por finalidad especial la defensa de la
siendo el fundamento permanente del modo capitalista de propiedad privada. “U n pueblo”, dice, “no puede alcanzar el grado
de bienestar y de poderío resultante de su naturaleza, salvo que cada
producción, así com o de todos los modos de producción parte de la tierra que 1 o alim enta reciba el destino en máxima coin­
anteriores que se basan en la explotación de las masas de cidencia con el interés general. Para dar gran desarrollo a sus rique­
una u otra forma. Pero la forma en la que el incipiente zas, de ser posible una única voluntad, y sobre todo esclarecida,
modo capitalista de producción encuentra a la propiedad debería tom ar en sus m anos la disposición sobre cada parcela en
de la tierra no se corresponde con él. Sólo él mismo crea la particular de su territorio, haciendo que cada parcela contribuyera
a la prosperidad de todas las demás. Pero la existencia de una
forma correspondiente a sí mismo mediante la subordina­ voluntad sem ejante . . . sería incom patible con la división del suelo
ción de la agricultura al capital; de esa manera, también en propiedades privadas . . . y con la facultad, concedida a cada
la propiedad feudal de la tierra, la propiedad ciánica propietario, de disponer de m anera casi absoluta de su patrim o­
o la pequeña propiedad campesina con comunidad de la nio.” I191l Johnston, Comte, etc., ante la contradicción entre la pro­
piedad y una agronom ía racional, sólo tienen en vista la necesidad
m arca119®1 se trasmuta en la forma económica correspon­ de cultivar la tierra de un país como si fuese una unidad. Pero la
diente a este m odo de producción, por muy diversas que dependencia del cultivo de los diversos productos agrícolas con
sean sus formas jurídicas. Uno de los grandes resultados respecto a las fluctuaciones de los precios de m ercado, y el cons-
4ante cam bio de ese cultivo con tales fluctuaciones de precios, todo
el espíritu de la producción capitalista, orientado hacia la ganancia
comete el error de considerar absoluta una idea jurídica de la p ro ­ directa e inm ediata de dinero, contradice a la agricultura, que debe
piedad de la tie rra muy determ inada y perteneciente a la sociedad operar con la totalidad de las condiciones vitales perm anentes de las
burguesa, no com prende “nada” acerca de las configuraciones reales generaciones de seres humanos que se van concatenando. U n ejem­
de esta propiedad de la tierra. Al mismo tiempo, contiene la confe­ plo palm ario de ello lo constituyen los bosques, que sólo se explotan
sión de que, con el cam bio de las necesidades del desarrollo social a veces y en alguna medida con arreglo al interés general cuando
— vale decir, económico— el “derecho positivo” puede y debe no son de propiedad privada, sino que se hallan som etidos a la
cam biar sus verificaciones. adm inistración estatal.

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propiedad se halla en Escocia. D e este modo, la propiedad El capital puede ser fijado en la tierra, puede ser incor­
d e .la tierra adquiere su forma puramente económ ica al porado a ella, en parte de una manera más bien transitoria,
despojarse de todas sus anteriores orladuras y amalgamas com o por ejemplo las mejoras de naturaleza química, el
políticas y sociales, en suma, de todos los ingredientes abono, etc., y en parte de un modo más bien permanente,
tradicionales que los propios capitalistas industriales, así com o en el caso de canales de drenaje, instalaciones de
com o sus voceros teóricos denuncian, com o veremos más riego, nivelaciones, edificios administrativos, etc. En otra
tarde, en el fragor de su lucha contra la propiedad de la parte he denominado la terre-capital al capital así incor­
tierra, com o una superfetación inútil y absurda. La racio­ porado a la tierra.28 El mismo cae dentro de las categorías
nalización de la agricultura, por una parte, que permite por del capital fijo. El interés por el capital incorporado a la
vez primera que se la pueda encarar con criterio social, y tierra y por las mejoras que de ese modo recibe como
la reducción de la propiedad de la tierra ad absurdum, por instrumento de producción puede constituir una parte de la
la otra, son los grandes méritos del m odo capitalista de renta que le abona el arrendatario al terrateniente,29 pero
producción. A l igual que todos sus restantes progresos no constituye la renta de la tierra propiamente dicha que
históricos, también adquirió éste, en un principio, mediante se abona por el uso de la tierra en cuanto tal, hállese ésta
la total pauperización de los productores directos. en su estado natural o esté cultivada. En un tratamiento
sistemático de la propiedad de la tierra, lo que está situado
Antes de pasar a considerar el tema propiamente dicho,
fuera de nuestro plan, habría que exponer detalladamente
aún se hacen necesarias algunas observaciones preliminares
esta parte de las entradas del terrateniente. Aquí bastará
con el objeto de evitar equívocos.
decir unas pocas palabras al respecto. Las inversiones más
En consecuencia, en el m odo capitalista de producción temporarias de capital, exigidas por los procesos de pro­
el supuesto es el siguiente: los verdaderos agricultores son ducción habituales en la agricultura, quedan a cargo del
asalariados, ocupados por un capitalista, el arrendatario, arrendatario sin excepción alguna. Estas inversiones, como
que sólo se dedica a la agricultura en cuanto campo de el mero cultivo en general, cuando se lo practica de manera
explotación en particular del capital, com o inversión de su medianamente racional, es decir cuando no se reduce a
capital en una esfera peculiar de la producción. Este arren­ esquilmar el suelo de manera brutal, com o lo hacían, por
datario-capitalista le abona al terrateniente, al propietario ejemplo, los antiguos esclavistas norteamericanos — contra
de la tierra que explota, en fechas determinadas — por lo cual los señores terratenientes se aseguran por contrato— ,
ejemplo, en forma anual— una suma de dinero fijada por mejoran el suelo,30 acrecientan su producto y transforman
contrato (exactam ente de la misma manera que el presta­ la tierra de mera materia en tierra-capital. U n campo cul­
tario de capital dinerario abona un interés determinado) a tivado vale más que un campo inculto de la misma calidad
cambio del permiso para emplear su capital en este campo natural. También las inversiones más permanentes, que se
de la producción en particular. Esta suma de dinero se
denomina renta de la tierra, sin que importe si se la abona 28 Misère de la Philosophie, p. 165. AHÍ hice el distingo entre

por tierra cultivable, terreno para construcciones, minas, terre-matière y terre-capital. “Con nada m ás que aplicar a tierras
ya transform adas en m edio de producción nuevas inversiones de
pesquerías, bosques, etc. Se la abona por todo el tiempo capital, se aum enta la tierra-capital sin añadir nada a la tierra-
durante el cual el terrateniente ha prestado por contrato m ateria, es decir a la extensión de la tierra . . . La tierra-capital no
el suelo al arrendatario, durante el cual lo ha alquilado. e s m ás eterna que ningún otro c a p ita l. . . L a tierra-capital es un
Por lo tanto, en este caso la renta del suelo es la forma capital fijo, pero el capital fijo tam bién se desgasta al igual que los
capitales circulantes.”
en la cual se realiza económicamente la propiedad de la
29 D igo que “puede” porque bajo ciertas circunstancias este inte­
tierra, la forma en la cual se valoriza. Tenemos además rés resulta regulado por la ley de la renta, pudiendo desaparecer
aquí las tres clases que constituyen el marco de la sociedad por ello, com o por ejemplo en caso de competencia de nuevas tierras
moderna, en forma conjunta y enfrentada: el asalariado, el de gran fertilidad natural.
capitalista industrial y el terrateniente. 30 Véase Jam es A nderson y Carey.!192!

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consumen en un tiempo más bien prolongado, de capitales tados muy significativos o realmente perceptibles en el
fijos incorporados a la tierra, son efectuadas en gran parte progreso auténtico de las mejoras de los cultivos, mientras
— y en ciertas esferas a menudo en forma exclusiva— por tales mejoras acrecienten en grado muy superior el valor
el arrendatario. Pero apenas ha expirado el tiempo de de la propiedad de la tierra y el nivel del registro de- rentas
arrendamiento fijado por contrato — y ésta es una de las del terrateniente que lo que mejoran la situación del arren­
razones por las cuales, con el desarrollo de la producción datario o del trabajador agrícola. En general, los arrenda­
capitalista, el terrateniente trata de abreviar el tiempo de tarios saben tan bien como el terrateniente, su adminis­
arrendamiento todo lo posible— , las mejoras incorporadas trador de rentas o incluso el presidente de alguna sociedad
al suelo caen en manos del terrateniente en cuanto acci­ agrícola, que un buen drenaje, abundante abono y buen
dentes inseparables de la sustancia, del suelo. En ocasión cultivo, junto con un incremento en el empleo de trabajo
de celebrar el nuevo contrato de arrendamiento, el terrate­ para limpiar y laborar radicalmente la tierra, lograrán resul­
niente añade a la renta propiamente dicha de la tierra el tados maravillosos, tanto en el mejoramiento del suelo
interés por el capital incorporado a la tierra, tanto si le com o en el acrecentamiento de la producción. Pero todo
alquila su suelo al mismo arrendatario que efectuara las ello requiere un considerable desem bolso, y los arrenda­
mejoras, com o si se lo alquila a algún otro. De ese m odo, tarios también saben muy bien que por mucho que mejoren
su renta se acrecienta; o bien, si quiere vender la tierra la tierra o eleven su valor, a la larga serán los terratenientes
— de inmediato veremos cómo se determina su precio— , quienes obtengan las principales ventajas de ello mediante
su valor habrá aumentado. No sólo vende el suelo sino el una elevación de las rentas y un acrecentamiento del valor
suelo mejorado, el capital incorporado a la tierra, que no de la tierra. . . Son lo suficientemente astutos com o para
le ha costado nada. Es éste uno de los secretos — al margen advertir lo que esos oradores” (los terratenientes y sus
por com pleto del movimiento de la renta del suelo propia­ administradores de rentas en los banquetes de las socie­
mente dicha— del creciente enriquecimiento de los terra­ dades agrícolas) “— cosa curiosa— siempre olvidan decir­
tenientes, del continuo incremento de sus rentas y del cre­ les: que la parte del león de todas las mejoras introducidas
ciente valor dinerario de sus tierras con el progreso de la por el arrendatario en última instancia siempre tiene que
evolución económica. De ese modo meten en sus propios ir a parar a los bolsillos del terrateniente . . . Por mucho
bolsillos el resultado producido, sin su concurso, por el que el arrendatario anterior haya podido mejorar la finca
desarrollo social: jruges consum ere n aí/[1M1 [nacidos para arrendada, su sucesor siempre hallará que el terrateniente
consumir los frutos]. Sin embargo, al mismo tiempo esto elevará la renta en proporción al valor de la tierra, acre­
constituye uno de los mayores obstáculos que se oponen centado por mejoras anteriores.”
a una agricultura racional, puesto que el arrendatario evita En la agricultura propiamente dicha, este proceso aún
todas las mejoras y desem bolsos cuyo reflujo total no es de no aparece con tanta claridad com o en la utilización del
esperar durante el lapso de su arrendamiento; y hallamos suelo com o terreno para la construcción. La parte inmensa­
esta circunstancia continuamente denunciada como sem e­ mente mayor de la tierra que se vende en Inglaterra con
jante obstáculo, tanto en el siglo pasado por parte de fines de edificación, pero no como freehold, es alquilada
James A nderson,11941 el verdadero descubridor de la teoría por los terratenientes por 99 años o por un lapso más
moderna de la renta, quien a la vez fue arrendatario prác­ breve, de ser posible.11951 Una vez transcurrido ese lapso, los
tico y un importante agrónomo para su época, com o en -edificios quedan en poder del terrateniente, junto con el
nuestros días, pomparte de los adversarios del régimen de propio terreno. “E llos” {los arrendatarios} “están obli­
propiedad de la tierra actualmente vigente en Inglaterra. gados a entregarle al gran terrateniente, a la expiración del
Alfred W alton, H istory of the L anded Tenures of Great contrato de alquiler, la casa en buenas condiciones de habi­
Briíain and Ireland, Londres, 1865, dice al respecto en las tabilidad, después de haber pagado una renta exorbitante
pp. 96, 97: “Ninguno de los esfuerzos de las numerosas por la tierra hasta ese momento. Apenas expira el contrato
asociaciones agrícolas de nuestro país puede producir resul­ de alquiler llega el agente o inspector del terrateniente,

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examina vuestra x^sa, vela por que la pongáis en buenas capitalista de producción en un sistema de “armonías” en
condiciones, toma luego posesión de ella y la anexa al lugar de antagonismos, com o por ejemplo Carey, han
territorio de su patrón [. ..] . E l hecho es que, si se sigue tratado de presentar a la renta de la tierra — expresión
permitiendo la plena vigencia de este sistema por mucho económica específica de la propiedad de la tierra— com o
más tiempo, toda la propiedad de edificios del reino, al idéntica al interés. Pues de esa manera se extinguiría el
igual que la propiedad rural de la tierra, se hallará en antagonismo entre terratenientes y capitalistas. En los
manos de los grandes terratenientes. Todo el W est End comienzos de la producción capitalista se aplicaba el mé­
de Londres, al norte y al sur de Temple Bar,11981 pertenece todo inverso. Por entonces, en la concepción popular aún
en forma casi exclusiva a media docena de grandes terra­ se tenía a la propiedad de la tierra por la forma primitiva
tenientes, aproximadamente, está alquilado a enormes y respetable de la propiedad privada, mientras que el
rentas, y allí donde los contratos de alquiler aún no han interés del capital se hallaba desacreditado com o usura. Por
expirado por completo, caducan en rápida sucesión. Otro ello, Dudley North, Locke, etc., presentaban al interés del
tanto vale, en mayor o menor grado, respecto a todas las capital com o una forma análoga a la renta del suelo,
ciudades del reino. Pero ni siquiera allí se detiene este exactamente de la misma manera en que Turgot derivaba
rapaz sistema de exclusividad y m onopolio. Casi todas las la justificación del interés a partir de la existencia de la
instalaciones de los depósitos de nuestras ciudades portua­ renta de la tierra. Aquellos escritores más recientes olvidan
rias se encuentran, com o consecuencia de ese mismo — con total prescindencia del hecho de que la renta de la
proceso de usurpación, en manos de los grandes leviatanes tierra puede existir y existe en forma pura, sin agregado de
de la tierra” {loe. cit., pp. 92, 9 3 ) . interés alguno por el capital incorporado al suelo— que,
Bajo tales circunstancias resulta claro que, si el censo de esa manera, el terrateniente no sólo obtiene un interés
de Inglaterra y Gales en 1861 indica, para una población de capital ajeno que nada le cuesta, sino que por añadidura
total de 2 0 .0 6 6 .2 2 4 habitantes, un número de 36.032 pro­ obtiene gratuitamente el capital ajeno en la compra. La
pietarios de casas, la relación entre los propietarios, el justificación de la propiedad de la tierra, al igual que la
número de casas y la población adquiriría un aspecto suma­ de todas las restantes formas de la propiedad de un modo
mente diferente si pusiésemos a los grandes propietarios de producción determinado, es la de que el propio modo de
de un lado y a los pequeños del otro. producción posee una necesidad histórica transitoria, y por
Este ejemplo de la propiedad de los edificios es impor­ consiguiente también las condiciones de producción e
tante, 1 ) porque señala claramente la diferencia entre la intercambio que de él derivan. D e cualquier manera, com o
renta de la tierra propiamente dicha y el interés del capital veremos más adelante, la propiedad de la tierra se distin­
fijo incorporado al suelo, que puede constituir un agregado gue de los restantes tipos de propiedad por el hecho de que,
a la renta de la tierra. El interés de las edificaciones, así una vez alcanzado cierto nivel del desarrollo se manifiesta
com o el del capital incorporado al suelo por el arrenda­ com o superflua y nociva, inclusive desde el punto de vista
tario en la agricultura, recae en el capitalista industrial, el del m odo capitalista de producción.
especulador en construcciones o el arrendatario durante la H ay otra forma en la cual puede confundirse a la renta
vigencia del contrato de alquiler, y en sí nada tiene que de la tierra con el interés, desconociéndose así su carácter
ver con la renta de la tierra, que debe abonarse anualmente específico. La renta del suelo se presenta en una suma dine-
en fechas determinadas, por la utilización del suelo. 2 ) raria determinada que el terrateniente obtiene anualmente
Porque muestra cóm o, junto con la tierra, el capital ajeno a partir del arriendo de una porción del planeta. Hemos
in co rp o ra d o ^ ella cae a la postre en manos del terrate­ visto com o todo ingreso determinado de dinero puede ser
niente, y el interés por dicho capital engruesa su renta. capitalizado, es decir, considerado com o el interés de un
Algunos escritores, en parte com o voceros de la pro­ capital imaginario. Por ejemplo, si el tipo medio de interés
piedad de la tierra contra los ataques de los economistas es del 5 % , también puede considerarse a una renta anual
burgueses, en parte en su aspiración de convertir al sistema de <£ 200 com o interés de un capital de <£ 4.000. Es la

800 801
renta capitalizada de este m odo la que forma el precio de también de la tasa de ganancia, el tipo de interés tiene una
compra o valor/del suelo, una categoría que, prim a facie, tendencia a la baja com o consecuencia del crecimiento del
y exactamente al igual que el precio del trabajo, es irra­ capital dinerario prestable, de todo ello se desprende que
cional, ya que la tierra no es el producto del trabajo, y en el precio del suelo tiene una tendencia al alza, también en
consecuencia tampoco posee valor alguno. Pero por otra forma independiente del movimiento de la renta y del
parte, esta forma irracional oculta tras sí una relación real precio de los productos de la tierra, de los cuales la renta
de producción. Si un capitalista compra un terreno que constituye una parte.
árroja una renta anual de £ 200 al precio de £ 4.000, La confusión de la propia renta de la tierra con la
obtendrá el interés anual medio al 5 % de £ 4.000, exac­ forma de interés que adopta para el comprador del predio
tamente de la misma manera que si hubiese invertido ese — confusión ésta basada en un total desconocim iento de la
capital en títulos que devengan interés o si lo hubiese naturaleza de la renta— debe llevar a los más curiosos
prestado directamente al 5 % . Es la valorización de paralogismos. Puesto que en todos los países antiguos se
un capital de £ 4.0 0 0 al 5 % . Bajo tal supuesto en considera a la propiedad de la tierra com o una forma espe­
20 años habría repuesto el precio de compra de su pro­ cialmente distinguida de la propiedad, y además su compra
piedad mediante los ingresos de la misma. Por eso, en com o una inversión de capital particularmente segura, el
Inglaterra se calcula el precio de compra de las tierras tipo de interés al cual se compra la renta suele ser más
según una cantidad determinada de years’ purchase [renta bajo que en el caso de otras inversiones de capital que se
o producido anual de la tierra], lo cual sólo constituye otra extienden a través de períodos más bien prolongados, de
expresión de la capitalización de la renta territorial. D e modo que el comprador de tierras sólo obtiene, por ejem­
hecho se trata del precio de compra no del suelo, sino de plo, un 4 % sobre el precio de compra, mientras que, de
la renta que arroja, calculada según el tipo de interés otro modo, obtendría un 5 % por el mismo capital, o lo
habitual. Pero esta capitalización de la renta presupone la que resulta lo mismo, paga más capital por la renta del
renta, mientras que, a la inversa, no es posible deducir que pagaría por esa misma entrada anual de dinero en otras
y explicar la renta a partir de su propia capitalización. Por inversiones. De allí concluye el señor Thiers en su trabajo
el contrario, su existencia, independientemente de la venta, — malísimo, por lo demás— acerca de La propriété (repro­
es aquí el supuesto del cual se parte. ducción de su discurso contra Proudhon, pronunciado en
Se deduce de ello que, presuponiendo la renta de la 1848 en la Asam blea Nacional francesa)1197' el bajo nivel
tierra com o una magnitud constante, el precio del suelo
de la renta territorial, mientras que sólo demuestra lo
puede aumentar o disminuir en forma inversamente pro­
elevado de su precio de compra.
porcional al aumento o a la disminución del tipo de interés.
Si la tasa de interés corriente disminuyese del 5 % al 4 % , La circunstancia de que la renta capitalizada de la
una renta anual de £ 2 00 representaría la valorización tierra se presenta com o precio o valor de la tierra, y que
anual de un capital de £ 5.000, en lugar de serlo de un por ello la tierra se compre y se venda com o cualquier
capital de £ 4.000, y de ese m odo el precio del mismo otra mercancía, les sirve a algunos apologistas com o justi­
predio habría aumentado de £ 4.000 a £ 5.000, o de ficativo de la propiedad de la tierra, ya que el comprador
20 years purchase a 25 y a la inversa en el caso inverso. ha pagado por ella — como por cualquier otra mercan­
Es éste un movimiento del precio de la tierra indepen­ cía— un equivalente, y la mayor parte de la propiedad de
diente del movimiento de la propia renta, y regulado sola­ la tierra ha cambiado de manos de esta manera. Ese mismo
mente por el tipo de interés. Pero puesto que hemos visto justificativo serviría entonces para la esclavitud, ya que
que, en el curso del desarrollo social la tasa de ganancia para el esclavista, que ha pagado los esclavos en efectivo,
tiene una tendencia a la baja, y por ende también lo tiene el producido de su trabajo sólo representa el interés del
el tipo de interés, en la medida en que éste es regulado capital invertido en su compra. En general, deducir de la
por la tasa de ganancia; que además, haciendo abstracción compra y la venta de la renta de la tierra la justificación

802 803
de su existencia, significa justificar su existencia a partir de práctica constituye un ingreso del terrateniente, una valo­
su existencia. rización económica de su m onopolio, exactamente de la
A sí com o resulta importante para el análisis científico de misma manera que la renta del suelo propiamente dicha, e
la renta — es decir, de la forma económica específica, influye sobre el precio de la tierra de manera igualmente
autónoma, de la propiedad de la tierra sobre la base del determinante que la renta.
m odo capitalista de producción— el considerarla en forma N o hablamos aquí de situaciones en las cuales la renta
pura y libre de todos los aditamentos que la falsean y la de la tierra — el modo de la propiedad de la tierra corres­
desdibujan, resulta igualmente importante, por otro lado, pondiente al modo capitalista de producción— existe for­
para comprender los efectos prácticos de la propiedad de malmente sin que exista el propio m odo capitalista de
la tierra e incluso para la comprensión de una gran cantidad producción, sin que el propio arrendatario sea un capita­
de hechos que contradicen el concepto y la naturaleza de la lista industrial o que su modo de cultivo sea capitalista. Tal
renta, y que no obstante sfe manifiestan com o modos de es el caso, por ejemplo, en Irlanda. Allí, el arrendatario es,
existencia de la misma, el conocer los elementos de los término medio, un pequeño campesino. Lo que le abona al
cuales emanan estos enturbiamientos de la teoría. terrateniente en concepto de arriendo a menudo absorbe
Por supuesto que, en la práctica, aparece com o renta no sólo una parte de su ganancia, es decir de su propio
de la tierra todo cuanto le paga el arrendatario al terrate­ plustrabajo, al cual tiene derecho en cuanto propietario de
niente en forma de arriendo a cambio de la autorización sus propios instrumentos de trabajo, sino también una
para cultivar el suelo. Cualesquiera que sean las partes parte del salario normal que en otras condiciones obtendría
constitutivas de este tributo, cualesquiera que sean las por la misma cantidad de trabajo. Además, el terrate­
fuentes de las que provenga, tiene en común con la renta niente, que en este caso no hace nada en absoluto en favor
del suelo propiamente dicha que el monopolio de una del mejoramiento del suelo, le expropia su pequeño
porción del planeta capacita al terrateniente para percibir capital — que en su mayor parte el arrendatario incorpora
el tributo, para imponer esa tasa. Tiene en común con la a la tierra mediante su propio trabajo— exactamente
renta propiamente dicha que determina el precio del suelo, de la misma manera en que lo haría un usurero en con­
el cual, com o ya se demostrara anteriormente, no es otra diciones similares. Sólo que el usurero, cuando menos,
cosa que el ingreso capitalizado del arrendamiento del suelo. arriesga su propio capital en esta operación. Este constante
Y a hemos visto que el interés por el capital incorporado despojo constituye el objeto de la reyerta acerca de la
a la tierra puede constituir uno de tales componentes ex­ legislación rural irlandesa,® que, en esencia, desemboca
traños de la renta, el cual, en el curso del desarrollo econó­ en que al terrateniente que rescinde el arrendamiento debe
mico, debe configurar una adición constantemente cre­ obligársele a indemnizar al arrendatario por las mejoras
ciente al monto global de las rentas11981 de un país. Pero introducidas por éste en el suelo o por el capital incorpo­
al margen de este interés es posible que bajo el arriendo se rado a la tierra.11981 A esto, Palmerston solía responder
oculte en parte — y en ciertos casos incluso en forma total, cínicamente: “La Cámara de los Comunes es una cámara
es decir, en el caso de auséncia total de la renta del suelo
de terratenientes”.
propiamente dicha, y por ende en el de una falta real de
valor de la tierra— una deducción, sea de la ganancia Tampoco hablaremos de las condiciones excepcionales
media, sea del salario normal, o de ambos a la vez. Esa en las que incluso en países de producción capitalista, el
parte, tanto de la ganancia com o del salario, aparece terrateniente puede forzar la obtención de un elevado
aquí en la figura de la renta, porque en lugar de caer en arriendo, que no guarda proporción alguna con el producto
manos del capitalista industrial o del asalariado, com o
sería lo normal, le es abonada al terrateniente en la “ En el m anuscrito de M arx se lee aquí: “Irish T enantry Rights
forma de arriendo. Económicamente hablando, ni una Bill” (“proyecto de ley sobre los derechos de los arrendatarios
parte ni la otra configuran renta de la tierra; pero en la irlandeses”).

804 805
de la tierra, com o por ejemplo en los distritos industriales ruina de toda una generación de arrendatarios y su sustitu­
ingleses el arrendamiento de minúsculas parcelas a obreros ción por una nueva clase de capitalistas.31
fabriles, para ser destinadas a pequeños huertos o para Pero un hecho mucho más general e importante lo
practicar en ellas la agricultura, a la manera de aficionados, constituye la reducción del salario del obrero agrícola pro­
durante las horas libres. ( R ep o rts of Inspectors of Fae­ piamente dicho por debajo de su nivel medio normal; que
to n e s ). al trabajador se le sustrae una parte del salario, la cual
Hablamos de la renta agrícola en países de producción constituye un com ponente del arriendo, y de ese modo,
capitalista desarrollada. Entre los arrendatarios ingleses, bajo la máscara de la renta del suelo, afluye hacia el
por ejemplo, se encuentra cierto número de pequeños capi­ terrateniente en lugar de hacerlo hacia el obrero. Este caso
talistas que por educación,\ formación, tradición, compe­ se da en forma general, por ejemplo, en Inglaterra y
tencia y otras circunstancias'están destinados y obligados a Escocia, con excepción de algunos condados de ubicación
invertir su capital en la agricultura com o arrendatarios. favorable. Los trabajos de las comisiones investigadoras
Están obligados a contentarse con menos que la ganancia parlamentarias acerca del nivel del salario,12011 instauradas
media, y a ceder una parte de la misma, en la forma de en Inglaterra antes de la promulgación de las leyes cerea­
renta, al terrateniente. Es ésta la única condición bajo la leras — trabajos que hasta el presente constituyen las
cual se les permite invertir su capital en la tierra, en la agri­ contribuciones más valiosas y casi totalmente inexplotadas
cultura. Puesto que en todas partes los terratenientes a la historia del salario en el siglo xix, y al mismo tiempo
ejercen una influencia significativa — preponderante, inclu­ una picota erigida para sí mismas por la aristocracia y la
sive, en el caso de Inglaterra— sobre la legislación, puede burguesía inglesas— , demostraron hasta la evidencia, por
explotarse tal influencia para estafar a toda la clase de los encima de cualquier duda, que las elevadas tasas de renta
arrendatarios. Las leyes cerealeras de 1815, por ejemplo y el correspondiente aumento del precio de la tierra
— un impuesto sobre el pan, confesamente aplicado al país durante la guerra antijacobina en parte sólo se debían a la
deducción del salario y la depresión de éste incluso por
para asegurarles a los terratenientes ociosos la continuidad
debajo del mínimo físico; es decir, que se originaban en el
de sus rentas, acrecidas de manera inmensa durante la
hecho de pagarle una parte del salario normal al terrate­
guerra antijacobina12001 por cierto tuvieron el efecto — salvo
niente. Diversas circunstancias, entre otras la depreciación
durante algunos años de cosechas excepcionales— de man­
del dinero, el manejo de las leyes de indigentes en los
tener los precios de los productos agrícolas por encima del
distritos agrícolas, etc., habían posibilitado esta operación,
nivel al que hubiesen descendido en caso de una libre
al mismo tiempo que los ingresos de los arrendatarios
importación de granos. Pero no dieron el resultado de
aumentaban enormemente y que los terratenientes se enri­
mantener los precios en el nivel decretado por los terrate­ quecían de un modo fabuloso. Más aun, uno de los argu­
nientes legisladores a la manera de precios normales, a fin mentos principales para la adopción de las leyes cerealeras,
de que constituyesen el límite legal para la importación de tanto por parte de los arrendatarios com o de los terra­
cereales extranjeros. Bajo la impresión de estos precios tenientes, fue el de que era físicamente imposible reducir
normales, sin embargo, se celebraron los contratos de aun más el salario de los jornaleros rurales. Esta situación
arrendamiento. En cuanto se esfumó la ilusión, se confec­ jio se alteró en lo esencial, y en Inglaterra, al igual que en
cionó una nueva ley con nuevos precios normales, que no todos los países europeos, una parte del salario normal
eran, asimismo, más que la expresión impotente de la
codiciosa fantasía terrateniente, com o los anteriores. D e esa ;ii Véanse los Anti-C orn-Law Prize-Essays. Sin em bargo, las
manera se estafó a los arrendatarios desde 1815 hasta el leyes cerealeras siguieron manteniendo los precios en un nivel arti­
decenio de 1830. D e ahí provino, durante toda esa época, ficialm ente alto. Ello era favorable para los mejores arrendatarios.
Éstos aprovechaban la situación estacionaria en la que los aranceles
el tema constante de la agricultural distress [crisis agrícola]. proteccionistas m antenían a la gran masa de los arrendatarios, que
A ello se debe, durante este período, la expropiación y confiaron, con razón o sin ella, en el precio medio excepcional.

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sigue ingresando, com o antes, a la renta de la tierra. otros recursos mediante la introducción masiva del vapor
Cuando el conde Shaftesbury, entonces lord Ashley, uno locom óvil y de nuevas maquinarias, que en parte sustitu­
de los aristócratas filántropos, se conm ovió tan extraordi­ yeron a los caballos, desplazándolos de la economía, pero
nariamente por la situación de los obreros fabriles ingleses, que en parte también provocaron, mediante la liberación
convirtiéndose en su portavoz parlamentario durante la de jornaleros agrícolas, una sobrepoblación artificial y, por
agitación por las diez horas, los voceros de los industriales ende, una nueva reducción del salario. Y ello ocurrió a
publicaron, por venganza, una estadística acerca del salario pesar de la disminución relativa general de la población
de los jornaleros agrícolas en las aldeas que le pertenecían rural durante este decenio, en comparación con el creci­
(véase tom o i, capítulo xxm , 5, e: a El proletariado agrícola miento de la población global y a pesar de la disminución
británico), la cual demostraba claramente que una parte absoluta de la población rural en algunos distritos dedi­
de la renta de la tierra de este filántropo consiste única­ cados pura y exclusivamente a la agricultura.32 Asimismo
m ente en el despojo que consuman para él sus arrendatarios decía Fawcett, a la sazón profesor de econom ía política
en el salario de los obreros agrícolas. Esta publicación en Cambridge, fallecido en 1884 com o director general
también resulta interesante porque los hechos que en ella de correos, en el Social Science Congres s, el 12 de octubre
se hallan contenidos pueden situarse audazmente junto a de 1 8 6 5 :12031 “Los jornaleros agrícolas comenzaron a emi­
los peores que hayan sido revelados por las comisiones de grar, y los arrendatarios empezaron a quejarse de que no
1814 y 1815. Cada vez que las circunstancias obligan a un estaban en condiciones de pagar rentas tan elevadas como
aumento momentáneo en el salario de los jornaleros solían hacerlo, porque el trabajo se encarecía a causa de la
agrícolas, resuena también el clamor de los arrendatarios, emigración”. Por consiguiente, aquí la renta elevada se
en el sentido de que la elevación del salario a su nivel identifica directamente con el salario bajo. Y en la medida
normal, tal com o rige en los restantes ramos de la industria, en que el nivel del precio del suelo está condicionado por
sería imposible y tendría que arruinarlos de no producirse esta circunstancia acrecentadora de la renta, el acrecenta­
una rebaja simultánea de la renta. Aquí se halla contenida, miento del valor de la tierra es idéntico a la desvalorización
pues, la confesión de que, bajo el nombre de renta de la del trabajo, el alto nivel del precio de la tierra es igual al
tierra, se practica un descuento al salario por parte de los bajo nivel del precio del trabajo.
arrendatarios, quienes les abonan ese dinero a los terra­ Otro tanto vale para el caso de Francia. “El arriendo
tenientes. Entre 1849 y 1859, por ejemplo, aumentó en aumenta porque, por un lado, aumenta el precio del pan,
Inglaterra el salario de los obreros agrícolas a causa de una del vino, de la carne, de las hortalizas y de las frutas, mien­
confluencia de circunstancias avasalladoras tales como el tras que por el otro permanece inalterado el precio del
éxodo de Irlanda, que cortó la provisión de trabajadores trabajo. Si las gentes de edad comparasen las cuentas de
agrícolas desde esa isla, una extraordinaria absorción de la sus padres, retrotrayéndonos aproximadamente en 100 años,
población rural por la industria fabril, la demanda bélica hallarían que por entonces el precio de una jornada de
de soldados, una extraordinaria emigración hacia Australia trabajo en la Francia rural era exactamente el mismo que
y los Estados Unidos (C alifornia), así com o otros motivos hoy. El precio de la carne se ha triplicado desde enton­
que no es del caso mencionar aquí. A l mismo tiempo, y ces . . . ¿Quién es la víctima de este trastocamiento? ¿Lo
con excepción de las cosechas desfavorables de 1854-1856, es el rico, propietario del arrendamiento, o el pobre que
los precios medios de los cereales disminuyeron durante lo trabaja? . . . El aumento de los arriendos es la demos­
ese período en más de un 16 % . Los arrendatarios clama­ tración de una calamidad pública.” ( Du m écanisme de la
ban por una rebaja de las rentas. Lo lograron en casos
aislados. Pero en general fracasaron con esta exigencia.
32 John C. M orton, The Forces Used in Agriculture, conferencia
Acudieron a la rebaja de los costos de producción, entre pronunciada en la Society o f A rts l202l de Londres en 1859, y fun­
dada en docum entos auténticos, recopilados entre aproxim adam ente
• Véase, en la presente edición, t. i, vol. 3, pp. £44-845. 100 arrendatarios de 12 condados escoceses y 35 condados ingleses.

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société en France et en Angleterre. Par M. Rubichon. H e aquí la extraordinaria sapiencia del señor Léonce
2? ed., París, 1837, p. 101.) de Lavergne, M em bre d e l’lnstitut et de la Société Céntrale
d ’Agriculture. En su É conom ie rurale de l’Angleterre
Ejemplos de renta com o consecuencia de la deducción
(citada según la traducción inglesa, Londres, 1855) realiza
practicada sobre la ganancia media, por una parte, y sobre
el salario medio, por la otra: la siguiente comparación entre los rendimientos anuales de
los vacunos, animales que trabajan en Francia, pero no así
El anteriormente citado M orton,12041 agente inmobiliario en Inglaterra porque en ese país los sustituyen los caballos
e ingeniero agrónomo, dice que en muchas regiones se ha
(p. 4 2 ):
efectuado la observación de que la renta de los grandes
arrendamientos es menor que la de los pequeños, porque Francia
Leche ................................................. £ 4 millones
“la competencia por estos últimos es habitualmente mayor
C a r n e ................................................... £ 1 6 millones
que por los primeros, y porque los pequeños arrendata­
Trabajo .............................................. £ 8 millones
rios, que rara vez están en condiciones de lanzarse a algún
otro negocio que a la agricultura, a menudo están dispuestos £ 28 millones
a pagar una renta de la cual ellos mismos saben que es Inglaterra
demasiado elevada, urgidos por la necesidad de hallar una Leche £ 1 6 millones
ocupación más apropiada”. (John L. Morton, The R esour­ Carne £ 20 millones
ces of Estaíes, Londres, 1858, p. 116.) Trabajo .
Sin embargo, esta diferencia se estaría esfumando
paulatinamente en Inglaterra, con lo cual mucho tiene que £ 36 millones
ver, en su opinión, la emigración que se produce precisa­ Pero en este caso el producto más elevado surge por­
mente entre la clase de los pe ueños arrendatarios. El que, según sus propios datos, la leche es en Inglaterra dos
mismo Morton brinda un ejemplo en el cual ingresa a la veces más cara que en Francia, mientras que supone los
renta de la tierra, con toda evidencia, la deducción prac­ mismos precios para la carne en ambos países (p. 3 5 ) ; por
ticada al salario del arrendatario, y por consiguiente, con consiguiente, el producto lácteo inglés se reduce a 8 millo­
mayor certeza aun, al de la gente que éste ocupa. Ello nes de libras esterlinas, y el producto global a 28 millones
ocurre en los arrendamientos inferiores a los 70-80 acres de libras esterlinas, com o en Francia. D e hecho resulta algo
(3 0 -3 4 hectáreas),3 que no pueden sostener un arado de fuerte el que el señor Lavergne incluya simultáneamente
doble tiro. en su cálculo las masas de producto y las diferencias de
“Si el arrendatario no trabaja con sus propias manos y precio, de modo que si Inglaterra produce ciertos artículos
con la misma diligencia que cualquier trabajador, no puede a mayor precio que Francia — lo cual, a lo sumo, significa
subsistir en su finca. Si deja en manos de sus hombres la mayor ganancia para arrendatarios y terratenientes— ello
ejecución del trabajo y se limita a supervisarlos únicamente, aparece como una ventaja de la agricultura inglesa.
es más que probable que muy pronto descubra que no está El señor Lavergne no sólo conoce los éxitos económ icos
en condiciones de pagar su renta” (loe. cit., p. 1 1 8 ). De de la agricultura inglesa, sino que también cree en los
allí concluye Morton que, si los arrendatarios de la comarca prejuicios de los arrendatarios y terratenientes ingleses,
no son muy pobres, las fincas arrendadas no deben ser cóm o lo demuestra en la p. 48: “Habitualmente hay una
inferiores a los 70 acres, de m odo que el arrendatario pueda gran desventaja vinculada a las plantaciones cerealeras . . .
mantener de dos a tres caballos. que agotan el terreno sobre el cual se asientan”. El señor
Lavergne no sólo cree que otros vegetales no producen tal
efecto, sino también que las plantas forrajeras y las de
* La equivalencia — que no se rectifica en W erke ni en otras
ediciones de El capital — no es exacta. 70 - 80 acres = 28 - 32 hec­ raíces comestibles enriquecen el suelo: “Las plantas forra­
táreas (o, con m ayor precisión, 28,327-32,374 hectáreas). jeras extraen de la atmósfera los elementos principales de

810
su crecimiento, mientras que le devuelven a la tierra más mente hablando, creo que la robó— una valla de madera
de lo que extraen de ella; por lo tanto contribuyen, en forma por valor de 6 peniques. Por ese delito, los jueces de paz
directa así como mediante su transformación en abono lo condenaron a 14 ó 20 días de cárcel. Puedo deciros que
animal, doblemente a reparar el daño causado por los pueden hallarse en todo el país muchos miles de casos
cereales y por otras cosechas esquilmantes; por ello consti­ com o el de John Cross, y especialmente en el sur, y que
tuye un principio el de alternar, cuando menos, esas cose­ su situación es tal que hasta el presente ni el investigador
chas; en esto consiste la N orfolk rotation” (pp. 50, 5 1 ). más concienzudo ha estado en condiciones de resolver el
N o sorprende que el señor Lavergne, quien cree estas misterio de cómo consiguen mantener unidos cuerpo y
consejas del ambiente rural inglés, crea asimismo que, desde alma. Y ahora echad una mirada a todo el país y contem­
la derogación de los aranceles cerealeros, el salario de los plad esos 5 millones de familias y la situación desesperante
jornaleros agrícolas ingleses ha perdido su anormalidad de ese estrato de las mismas. ¿No puede decirse, en verdad,
anterior. V éase lo que hemos dicho anteriormente a este que la gran mayoría de la nación, excluida del sufragio,
respecto en el tom o i, capítulo xxm , 5, pp. 7 0 1 -729.3 Pero trabaja y brega penosamente, día tras día, y casi no conoce
examinemos aún el discurso del señor John Bright pronun­ el reposo? Comparadla con la clase dominante — aunque si
ciado en Birmingham el 13 de diciembre de 1865. Luego de lo hago yo, se me acusará de comunismo . . . pero com ­
hablar de los 5 millones de familias que no están represen­ parad esa gran nación que se mata trabajando y que carece
tadas de ningún m odo en el parlamento, prosigue: “Entre del voto, con la parte que puede considerarse com o las
ellos hay en el Reino Unido un millón, o mejor dicho clases dominantes. Observad su riqueza, su ostentación, su
más de un millón, que figuran en la desdichada lista de lujo. Observad su fatiga — pues también entre ellos hay
los paupers [indigentes]. H ay otro millón que aún se man­ fatiga, pero se trata de la fatiga de la saciedad— y observad
tiene apenas por encima del pauperismo, pero que está cóm o corren presurosos de un lado a otro, com o si lo
permanentemente en peligro de convertirse asimismo en único que importara fuese descubrir nuevos placeres”.
paupers. Su situación y sus perspectivas no son más favo­ ( M orning Star, 14 de diciembre de 1 8 6 5 .)1206'
rables. Contemplad ahora las ignorantes capas inferiores En lo que sigue se demuestra cóm o se confunden el
de esta parte de la sociedad. Considerad su situación ab­
plustrabajo, y por ende el plusproducto en general, con la
yecta, su pobreza, sus padecimientos, su total desesperanza.
renta de la tierra, esa parte del plusproducto cualitativa y
Incluso en los Estados Unidos, incluso en los estados su­
cuantitativamente determinada en forma específica, cuando
reños durante el imperio de la esclavitud, todo negro creía
menos sobre la base del modo capitalista de producción.
aún que alguna vez le tocaría un año de jubileo.1205' Pero
La base natural del plustrabajo en general, es decir una
para esta gente, para esta masa de los estratos inferiores de
condición natural sin la cual no es posible, es la de que la
nuestro país no existe — y estoy aquí para decirlo— ni la
naturaleza conceda los medios de subsistencia necesarios
creencia en mejoramiento alguno, ni siquiera la aspiración
— sea en productos agrícolas, tanto vegetales com o ani­
de que ello ocurra. ¿Habéis leído últimamente en los diarios
males, sea en materia de pesquería, etc.— al emplearse un
un suelto acerca de John Cross, un jornalero agrícola de
tiempo de trabajo que no devore la jornada laboral ínte­
Dorsetshire? Trabajaba 6 días por semana, tenía un exce­
lente certificado extendido por su empleador, para quien gra. Esta productividad natural del trabajo agrícola (en el
había laborado durante 24 años por un salario semanal cual se incluye aquí el mero trabajo de recolección, caza,
de 8 chelines. John Cross debía mantener con este salario pesca o ganadería) constituye la base de todo plustrabajo,
una familia de 7 hijos en su cabaña. Para procurarle calor del mismo modo que cualquier trabajo se halla orientado,
a su mujer enfermiza y a su niño de pecho tomó — legal­ en-primera instancia y originariamente, hacia la apropiación
y producción de alimentos. (E n los climas fríos, los ani­
males suministran al mismo tiempo su piel com o abrigo;
* Véase, en la presente edición, t. i, vol. 3, pp. 839-872. además, viviendas rupestres, etc.)

812 813
La misma confusión entre plusproducto y renta de la colas com o de los no agrícolas. Es un error entender este
tierra se halla expresada de otra manera por el señor trabajo industrial — desde el punto de vista social— como
D ove.f207! Originariamente, el trabajo agrícola y el trabajo plustrabajo. En parte es trabajo tan necesario com o la
industrial no se hallan separados entre sí; el segundo se parte necesaria del trabajo agrícola. También es sólo la
suma al primero. El plustrabajo y el plusproducto de la forma autonomizada de una parte del trabajo industrial,
tribu, comunidad doméstica ó familia que practican la agri­ que anteriormente se hallaba ligado, de una manera natu­
cultura comprenden trabajo tanto agrícola com o indus­ ral, al trabajo agrícola, un complemento recíproco necesario
trial. Am bos corren paralelos. La caza, la pesca o la del trabajo puramente agrícola, ahora separado de aquél.
agricultura son imposibles sin los instrumentos correspon­ (Considerado desde un punto de vista puramente material,
dientes. El tejido, el hilado, etc., se practican por vez pri­ 500 tejedores mecánicos producen, por ejemplo, una can­
mera com o trabajos agrícolas subsidiarios. tidad mucho mayor de tejido excedentario, es decir más
Hem os demostrado anteriormente, que así com o el tra­ del que se requiere para su propia vestimenta.)
bajo del obrero individual se divide en trabajo necesario y Por último, al considerar las formas en que se mani­
plustrabajo, del mismo m odo puede dividirse el trabajo fiesta la renta de la tierra, es decir el arriendo abonado al
global de la clase obrera de tal manera que la parte que terrateniente bajo el título de renta a cambio de la utiliza­
produce los medios de subsistencia totales para la clase ción del suelo, sea con fines productivos o de consumo,
obrera (inclusive los medios de producción requeridos cabe sostener que el precio de aquellas cosas que no tienen
para ello) desempeña el trabajo necesario para toda la un valor intrínseco, es decir que no son el producto del
sociedad. El trabajo efectuado por toda la parte restante trabajo, com o la tierra, o que por lo menos no pueden
de la clase obrera puede ser considerado com o plustrabajo. ser reproducidos mediante el trabajo, com o las antigüe­
Pero el trabajo necesario de ningún modo comprende dades, las obras de arte de determinados maestros, etc
solamente trabajo agrícola, sino también el trabajo que puede ser determinado por combinaciones sumamente
produce todos los productos restantes que ingresan necesa­ fortuitas. Para vender una cosa, todo cuanto hace falta
riamente en el consumo medio del obrero. También los es que la misma sea monopolizable y enajenable.
unos sólo efectúan, socialmente hablando, trabajo necesa­
rio, porque los otros sólo ejecutan plustrabajo, y viceversa.
Esto no es otra cosa que una división del trabajo entre ellos.
Otro tanto ocurre con la división del trabajo entre obre­ Hay tres errores principales que deben evitarse al
ros agrícolas y obreros industriales en general. A l tratar la renta de la tierra y que enturbian su análisis.
carácter puramente industrial del trabajo por un lado le 1) La confusión entre las diversas formas de la renta
corresponde el carácter puramente agrícola por el otro. correspondientes a las diversas fases de desarrollo del pro­
Este trabajo puramente agrícola no es en m odo alguno ceso social de producción.
natural, sino que a su vez es un producto, y por cierto que Cualquiera que sea la forma específica de la renta,
muy moderno, que de ninguna manera se ha alcanzado en todos sus tipos tienen en común el hecho de que la apro­
todas partes, del desarrollo social, y corresponde a una piación de la renta es la forma económica en la cual se
fase muy determinada de la producción. D e la misma realiza la propiedad de la tierra, y que, por su parte, la
manera que una parte del trabajo agrícola se objetiva en renta de la tierra presupone una propiedad de la tierra,
productos que sólo sirven para fines suntuarios o bien cons­ la propiedad de determinados individuos sobre determi­
tituyen materias primas para industrias, pero que de ningún nadas porciones del planeta, así sea el propietario la persona
m odo entran en la alimentación, y menos aun en la alimen­ que representa a la colectividad, com o en el Asia, Egipto,
tación de las masas, por otro lado una parte del trabajo etc., o si esa propiedad del suelo es sólo un atributo
industrial se objetiva en productos que sirven para los accidental de la propiedad de determinadas personas sobre
medios de consumo necesarios, tanto de los obreros agrí­ las personas de los productores directos, com o ocurría en

814 815
el sistema de la esclavitud o de la servidumbre, o se trate ducción — es decir, el trabajo agrícola en el sentido eco­
de la propiedad privada pura de no productores sobre la nóm ico más amplio— debe ser suficientemente productivo
naturaleza, un mero título de propiedad del suelo, o, final­ com o para que todo el tiempo de trabajo disponible no se
mente, trátese de una relación para con el suelo, la cual, absorba en la producción de alimentos para los productores
com o en el caso de los colonos y pequeños campesinos directos; es decir, que sea posible el plustrabajo agrícola,
terratenientes, parece hallarse directamente comprendida y por ende el plusproducto agrícola. Desarrollando más el
— dentro del trabajo aislado y socialmente no desarro­ concepto, que el trabajo agrícola global — trabajo necesario
llado— en la apropiación y producción de los productos y plustrabajo— de una parte de la sociedad baste para
de determinadas porciones de tierra por parte de los pro­ producir los alimentos necesarios para toda la sociedad, o
ductores directos. sea también para los obreros no agrícolas; es decir, que
Este carácter com ún de las diversas formas de la renta sea posible esta gran división del trabajo entre agricultores
— el de ser realización económica de la propiedad de la e industriales, y asimismo entre aquellos agricultores que
tierra, de la ficción jurídica en virtud de la cual divejsos producen alimentos, y los que producen materias primas.
individuos poseen con exclusividad determinadas partes del Pese a que el trabajo de los productores directos de ali­
planeta— hace que se pasen por alto las diferencias. mentos para sí mismos se divide en trabajo necesario y
2) Toda renta de la tierra es plusvalor, producto de plustrabajo, sólo constituye de ese m odo, con relación a
plustrabajo. Es directamente plusproducto, aun, en su la sociedad, el trabajo necesario requerido para la pro­
forma sin desarrollar, la renta en especie. D e ahí el error ducción de los alimentos. Por lo demás, otro tanto se
de que la renta correspondiente al modo capitalista de produce en la división del trabajo en el seno de la sociedad
producción, renta que siempre es un excedente sobre la toda, a diferencia de la división del trabajo dentro de un
ganancia, es decir sobre una parte de valor de la mercancía taller en particular. Es la división del trabajo necesario para
que de por sí se compone de plusvalor (plustrabajo), de la producción de artículos peculiares, para la satisfacción
ahí el error, decíamos, de que ese componente peculiar y de una necesidad en particular de la sociedad con respecto
específico del plusvalor se explique por el mero hecho de a determinados artículos en particular. Si esta división es
explicar las condiciones generales de la existencia del plus- proporcional, los productos de los diversos grupos se ven­
valor y de la ganancia en general. Estas condiciones son derán a sus respectivos valores (y en un momento ulterior
las siguientes. Los productores directos deben trabajar por del desarrollo, a sus precios de producción), pero a precios
encima del tiempo requerido para la reproducción de su que, determinados por leyes generales, constituyen modifi­
propia fuerza de trabajo, de sí mismos. Deben ejecutar caciones de esos valores o precios de producción, según el
plustrabajo en general. Ésta es la condición subjetiva. caso. D e hecho es la ley del valor, tal com o se impone no
Pero la condición objetiva es que también puedan ejecutar con relación a las mercancías o artículos en particular, sino
plustrabajo; que las condiciones naturales sean de tal a los productos globales originados en cada una de las
índole, que una parte de su tiempo de trabajo disponible esferas sociales particulares de la producción, autonomi-
baste para su reproducción y autoconservación en tanto zadas en virtud de la división del trabajo; de m odo que
productores, que la producción de sus medios de subsisten­ no sólo se emplea únicamente el tiempo de trabajo nece­
cia necesarios no consuma toda su fuerza de trabajo. La sario para cada mercancía, sino que sólo se emplea la can-
fertilidad de la naturaleza constituye aquí un límite, un tidad proporcional necesaria del tiempo de trabajo social
punto de partida, una base. Por otra parte, el desarrollo global en los diversos grupos. Pues lo que sigue siendo
de la fuerza productiva social del trabajo de los produc­ condición es el valor de uso. Pero si el valor de uso de
tores directos constituye el otro. Considerado en forma más una mercancía en particular depende de que la misma
exhaustiva, puesto que la producción de los alimentos cons­ satisfaga, de por sí, una necesidad, en el caso de la masa
tituye la condición primordialísima de su vida y de toda social de los productos de esa mercancía depende de que
producción en general, el trabajo empleado en esta pro­ la misma sea adecuada a la necesidad social cuantitativa­

816 817
mente determinada de cada tipo de producto en particular, 3) Precisamente en el caso de la valorización econó­
y por ello el trabajo se halla proporcionalmente distribuido mica de la propiedad de la tierra, en el desarrollo de la
entre las diversas esferas de la producción en la proporción renta del suelo, se manifiesta com o cosa particularmente
de estas necesidades sóciales, que se hallan cuantitativa­ característica el hecho de que su monto no esté determi­
mente circunscritas. (Incorporar la consideración de este nado en modo alguno por la intervención de su receptor,
punto al tratar la distribución del capital entre las diversas sino por el desarrollo del trabajo social, desenvolvimiento
esferas de la producción.) La necesidad social, es decir el que no depende de lo que haga ese receptor y en el cual éste
no participa en absoluto. Por ello se entiende fácilmente
valor de uso elevado a la potencia social, aparece aquí
com o característica de la renta (y del producto agrícola en
como determinante de la cuota del tiempo global de trabajo
general) lo que, sobre la base de la producción de mer­
social correspondiente a las diversas esferas de la produc­
cancías, y más precisamente de la producción capitalista
ción en particular. Pero sólo se trata de la misma ley que
-—que es producción mercantil en toda su extensión— es
se manifiesta ya en la mercancía individual, a saber, la de
común a todos los ramos de la producción y a todos sus
que su valor de uso es un supuesto de su valor de cambio,
productos.
y por ende de su valor. Este punto sólo tiene que ver con
El nivel de la renta del suelo (y con ella del valor del
la relación entre trabajo necesario y plustrabajo en la me­
suelo) se desarrolla en el curso del desarrollo social como
dida en que al afectar esta proporción no pueda realizarse resultado del trabajo social global. Por una parte, con ello
el valor de la mercancía, y por ende tampoco el plusvalor se amplía el mercado y la demanda de productos del agro,
que en ella se encierra. Por ejemplo, supongamos que se mientras que por la otra aumenta directamente la demanda
hayan producido, proporcionalmente, demasiadas telas de la propia tierra, en cuanto condición de producción
de algodón, aunque en este producto global de telas sólo se competitiva para todos los ramos posibles de la actividad, y
realiza el tiempo de trabajo necesario para ello bajo las no solamente para el agrícola. Además, la renta, y con ella
condiciones dadas. Pero en general se ha desembolsado el valor del suelo, para hablar sólo de la renta agrícola
demasiado trabajo social en este ramo particular; es decir, propiamente dicha, se desarrolla con el mercado para el
que una parte del producto es inútil. Por eso, la totalidad producto de la tierra, y por consiguiente con el crecimiento
sólo se vende com o si hubiese sido producida en la propor­ de la población no agrícola, con su necesidad y su demanda,
ción necesaria. Esta limitación cuantitativa de las cuotas, en parte de alimentos, en parte de materias primas. Es
aplicables a las diversas esferas en particular de la pro­ propio de la naturaleza del modo capitalista de producción
ducción, del tiempo social de trabajo, sólo constituye la el que éste reduzca de continuo la población consagrada
expresión ulteriormente desarrollada de la ley del valor en a la agricultura en proporción a la población no agrícola,
general, pese a que el tiempo de trabajo necesario implica puesto que en la industria (en el sentido más estricto de la
aquí un sentido diferente. Sólo una determinada cantidad palabra) el aumento del capital constante, en proporción
del mismo resulta necesaria para la satisfacción de las nece­ al variable, está ligado al crecimiento absoluto — aunque
sidades sociales. La limitación se produce aquí en virtud se trate de una disminución relativa— del capital variable;
del valor de uso. Bajo las condiciones de producción mientras que en la agricultura disminuye de manera abso­
dadas, la sociedad sólo puede utilizar determinada cantidad luta el capital variable que se requiere para la explotación
de su tiempo global de trabajo para esta clase de producto de una porción determinada de terreno, es decir que dicho
en particular. Pero las condiciones subjetivas y objetivas de capital sólo puede aumentar en la medida en que se cultiven
plustrabajo y de plusvalor en general nada tienen que ver nuevas tierras, pero esto a su vez presupone nuevamente un
con la forma determinada tanto de la ganancia com o de la crecimiento mayor aun de la población no agrícola.
renta. Tienen validez para el plusvalor en cuanto tal, cual­ D e hecho, no nos hallamos aquí en presencia de un
quiera que sea la forma particular que adopte. Por ello, no fenómeno característico de la agricultura y de sus pro­
explican la renta de la tierra. ductos. Por el contrario, el mismo, basándonos c., la produc­

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ción mercantil y en su forma absoluta, la producción productos del suelo, y por ende el de la tierra, crezca
capitalista, tiene vigencia para todos los demás ramos de la constantemente en la medida en que se amplíe el mercado
producción y productos. para ellos, en que aumente la demanda y con ella el mundo
Esos productos son M ercancías, valores de uso que mercantil que se enfrenta al producto del suelo, es decir,
poseen un valor de cambio, y precisamente un valor de en otras palabras, la masa de los productores mercantiles no
cambio realizable, transformable en dinero, sólo en la agrícolas y de la producción mercantil no agrícola. Pero
proporción en que otras mercancías constituyen un equi­ puesto que esto ocurre sin su intervención, en su caso
valente para ellos, en que otros productos los enfrentan resulta algo específico el hecho de que la masa del valor, la
com o mercancías y com o valores; es decir, sólo en la masa del plusvalor y la transformación de una parte de ese
medida en que no son producidos com o medios de subsis­ plusvalor en renta del suelo dependan del proceso social
tencia directos para sus propios productores, sino com o de producción, del desarrollo de la producción de mer­
mercancías, com o productos que sólo se convierten en va­ cancías en general. De ahí que D ove, por ejemplo, pretenda
lores de uso mediante su transformación en valor de cambio desarrollar la renta a partir de esto. Sostiene que la renta
(d in ero), mediante su enajenación. El mercado para esas depende no de la masa del producto agrícola, sino de su
mercancías se desarrolla por medio de la división social del valor;12081 mas éste, a su vez, depende de la masa y de la
trabajo; la división de los trabajos productivos transforma productividad de la población no agrícola. Pero para
recíprocamente sus respectivos productos en mercancías, cualquier otro producto vale el que el mismo sólo se desa­
en equivalentes mutuos, los hace servir recíprocamente rrolla com o mercancía en parte mediante la masa y en
com o mercado. Esto no es, en absoluto, una peculiaridad parte mediante la variedad de la serie de otras mercancías
de los productos agrícolas. que constituyen equivalentes por él Esto ya se ha demos­
La renta sólo puede desarrollarse com o renta dineraria trado en la exposición general acerca del valor.» Por un
sobre la base de la producción de mercancías, o más exac­ lado, la capacidad de cambio de un producto depende, en
tamente de la producción capitalista, y se desarrolla en la general, de la multiplicidad de las mercancías existentes
misma medida en que la producción agrícola se convierte fuera de él. Por otro lado depende de ello, en especial, la
en producción de mercancías; es decir, en la misma medida masa en la cual él mismo puede ser producido como
en que la producción no agrícola se desarrolla autónoma­ mercancía.
mente frente a ella; pues en esa misma medida el producto Ningún productor, tanto industrial com o agrícola, con­
agrícola se convierte en mercancía, valor de cambio y siderado aisladamente, produce valor o mercancía. Su pro­
valor. En la misma medida en que, con la producción ducto sólo se convierte en valor y mercancía en determi­
capitalista, se desarrolla la producción de mercancías, y nado contexto social. En primer lugar, en tanto aparezca
por consiguiente la producción de valor, se desarrolla la com o una manifestación de trabajo social, es decir en
producción de plusvalor y plusproducto. Pero en la misma tanto su propio tiempo de trabajo aparezca com o una parte
medida en que se desarrolla esta última, se desarrolla la del tiempo de trabajo social en general; en segundo lugar,
capacidad de la propiedad de la tierra de interceptar ese carácter social de su trabajo se presenta com o un
una parte creciente de ese plusvalor, por medio de su carácter social impreso a su producto, en su carácter de
monopolio de la tierra, y por consiguiente acrecentar el dinero y en su intercambiabilidad general, determinada por
valor de su renta y el propio precio de la tierra. El él precio.
capitalista es aún un agente que opera de manera activa y D e m odo que si por una parte, en lugar de explicarse
personal en el desarrollo de este plusvalor y de este plus- la renta, se explica el plusvalor o, en una versión más
producto, En cambio, el terrateniente sólo tiene que atrapar limitada aun, el plusproducto en general, por la otra se
la participación en el plusproducto y en el plusvalor, parte
que se acrecienta sin su intervención. Eso es lo peculiar
de su situación, pero no así el hecho de que, el valor de los " Véase, en la presente edición, t. i, vol. 1, p. 108.

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comete aquí el error de atribuir con exclusividad a los
productos agrícolas un carácter que les corresponde a
todos los productos en cuanto mercancías y valores. A
esto se le da un carácter aun más superficial cuando se
retrograda desde la determinación general del valor a la
realización de determinado valor mercantil. Toda mer­
cancía sólo puede realizar su valor dentro del proceso de
circulación, y el hecho de si lo realiza, así com o la medida
en que ello ocurre, depende en cada caso de las condiciones
del mercado.
Resulta, en consecuencia, que lo peculiar de la renta CAPÍTU LO XXXVIII
de la tierra no es que los productos agrícolas se desarro­
llen para convertirse en valores y lo hagan en cuanto tales, LA R E N T A D IFEREN CIA L:
esto es, que enfrenten a las otras mercancías en carácter CONSIDERACIONES G ENERALES
de mercancías, y que los productos no agrícolas los enfren­
ten en carácter de mercancías, o que se desarrollen como
expresiones particulares del trabajo social. Lo peculiar es
que, con las condiciones dentro de las cuales los productos Al analizar la renta del suelo partiremos primeramente
agrícolas se desarrollan com o valores (mercancías) y con del supuesto de que los productos que pagan tal renta
las condiciones de la realización de sus valores, se desen­ — en los que una parte del plusvalor, y por consiguiente
vuelva asimismo la facultad de la propiedad de la tierra también una parte del precio global, se resuelven en renta
de apropiarse de una parte creciente de estos valores (para nuestros fines será suficiente tomar en cuenta los
creados sin su participación, que una parte creciente del productos agrícolas o también los productos de la mine­
plusvalor se transforme en renta de la tierra. ría)— es decir que los productos del suelo o de la minería
se venden, como todas las demás mercancías, a sus precios
de producción. Esto es, que sus precios de venta son iguales
a sus elementos de costo (al valor del capital constante y
variable consum ido) más una ganancia, determinada por
la tasa general de ganancia, calculada sobre el capital
global adelantado, consumido y no consumido. Suponemos,
pues, que los precios de venta medios de estos productos
son iguales a sus precios de producción. Cabe preguntarse
entonces cómo puede, bajo tal supuesto, desarrollarse una
renta, vale decir cóm o puede transformarse una parte de la
ganancia en renta de la tierra, y en consecuencia cómo
puede recaer una parte del precio de la mercancía en
m anos del terrateniente.
A fin de demostrar el carácter general de esta forma de
la renta, supongamos que las fábricas de un país son impul­
sadas en número preponderante por máquinas de vapor,
aunque haya una reducida cantidad movida por caídas
hidráulicas naturales. Supongamos que el precio de pro­
ducción en aquellos ramos de la industria sea de 115 por

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una masa de mercancías en la cual se ha consumido un cionalmente favorables, condiciones situadas por encima
capital de 100. El 15 % de ganancia se ha calculado no del nivel medio imperante en esa esfera.
sólo sobre el capital consumido de 100, sino sobre el capital De inmediato se revelan dos cosas;
global empleado en la producción de este valor mercantil. P rim ero: la plusganancia de los productores que em­
Este precio de producción,® corno ya se expusiera ante­ plean las caídas naturales de agua com o fuerza motriz se
riormente, no está determinado por el precio de costo conduce, en primera instancia, com o cualquier plusga­
individual de cada industrial productor en particular, sino nancia (y ya hemos desarrollado esta categoría al tratar
por el precio de costo que cuesta la mercancía, término los precios de producción) que no sea el resultado casual
medio, bajo las condiciones medias del capital en toda la de transacciones dentro del proceso de circulación, de
esfera de la producción. Es, en efecto, el precio de pro­ fluctuaciones casuales en los precios de mercado. Por lo
ducción de mercado; el precio medio de mercado a dife­ tanto, esta plusganancia es asimismo igual a la diferencia
rencia de sus oscilaciones. En general, la naturaleza del entre el precio de producción individual de estos produc­
valor de las mercancías se presenta en la figura del precio tores favorecidos y el precio de producción social general,
de mercado, y luego en la figura del precio regulador de regulador del mercado, de toda esta esfera de la producción.
mercado o precio de producción de mercado, naturaleza Esta diferencia es igual al excedente del precio general de
que consiste en el hecho de estar determinado no por el producción de la mercancía por encima de su precio indi­
tiempo de trabajo necesario para la producción de una vidual de producción. Los dos límites reguladores de este
cantidad determinada de mercancías, o de mercancías ais­ excedente son, por un lado, el precio de costo individual,
ladas en forma individual, sino por el tiempo de trabajo y por consiguiente el precio individual de producción, y por
socialmente necesario; por el tiempo de trabajo que se el otro, el precio general de producción. El valor de la
requiere para producir la cantidad global socialmente mercancía producida con la caída de agua es menor,
exigida de las especies de mercancías que se encuentran porque para su producción se requiere una cantidad global
en el mercado bajo el término medio dado de las condi­ menor de trabajo, más exactamente menos trabajo que el
ciones sociales de la producción. que entra en forma objetivada com o parte del capital
Puesto que las relaciones numéricas determinadas resul­ constante. El trabajo aquí empleado es más productivo, su
tan totalmente indiferentes en este caso, supondremos que fuerza productiva individual es más grande que el trabajo
el precio de costo en las fábricas impulsadas por energía empleado en la mayor parte de las fábricas de la misma
hidráulica sólo asciende a 90, en lugar de 100. Como el clase. Su mayor fuerza productiva se revela en el hecho de
precio de producción de la mayor parte de estas mercan­ que, para producir la misma masa de mercancías, necesita
cías, el cual regula el mercado, es = 115, con una ganancia una cantidad menor de capital constante, una menor can­
del 15 %, los fabricantes que impulsan sus máquinas con tidad de trabajo objetivado que las otras; además, requiere
energía hidráulica venderán asimismo a 115, es decir al menor cantidad de trabajo vivo, ya que la rueda hidráulica
precio medio regulador del precio de mercado. Por consi­ no necesita caldeamiento. Esta mayor fuerza productiva
guiente, su ganancia ascendería a 25, en lugar de 15; el individual del trabajo empleado reduce el valor, pero tam­
precio de producción regulador les permitiría obtener una bién el precio de costo y por consiguiente el precio de
producción de la mercancía. Para el industrial la cuestión
plusganancia de 10 %, no por vender su mercancía por
se representa diciendo que para él es menor el precio de
encima del precio de producción, sino porque la venden
costo de la mercancía. Debe pagar menos trabajo objeti­
al precio de producción, porque sus mercancías se produ­
vado, y asimismo menos salario por menos fuerza viva de
cen o porque su capital funciona bajo condiciones excep-
trabajo empleada. Puesto que el precio de costo de su mer­
cancía es menor, lo es también su precio de producción
■ En la prim era edición, “proceso de producción”; modificado individual. Para él, el precio de costo es de 90 en lugar
con arreglo al m anuscrito de M arx. de 100. En consecuencia, su precio de producción indi­

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vidual sólo sería también de 103 Vi en lugar de 115 precio de producción general que regula los precios de
(1 0 0 : 115 = 9 0 : 103 Vi ) . La diferencia entre su precio mercado que alcanzan las mercancías del capital de esta
de producción individual y el general está limitada por la esfera de la producción en general, o los precios de mer­
diferencia entre su precio de costo individual y el general. cado de las mercancías del capital global invertido en esta
Esta es una de las magnitudes^que constituyen los límites esfera de la producción.
para su plusganancia.3 La otra es la magnitud del precio Pero ahora viene la diferencia.
de producción general, en el cual entra la tasa general de ¿A qué circunstancia debe el fabricante, en el caso
ganancia en cuanto uno de los factores reguladores. Si el presente, su plusganancia, el excedente que arroja para él
carbón se abaratase, disminuiría la diferencia entre el precio personalmente el precio de producción regulado por la
de costo individual de ese industrial y el precio de costo tasa general de ganancia?
general, y por consiguiente su plusganancia. Si debiera En primer lugar, a una fuerza natural, la fuerza motriz
vender la mercancía a su valor individual o al precio de proporcionada por la caída de agua, que se encuentra
producción determinado por su valor individual, esa dife­ en forma natural y que; a diferencia del carbón, que trans­
rencia presupone la venta del producto por encima del forma el agua en vapor, no es producto del trabajo, y por
de la circunstancia de que la mercancía se vende a su ende no tiene valor, no debe ser pagado mediante un
precio general de mercado, al precio al cual la competencia equivalente, no cuesta. Es un agente natural de la produc­
nivela los precios individuales, mientras que por la otra es el ción, en cuya generación no entra trabajo alguno.
resultado de que la mayor fuerza productiva individual del Pero esto no es todo. El fabricante que trabaja con la
trabajo puesto en movimiento por él no beneficia a los máquina de vapor también emplea fuerzas naturales que
obreros sino, com o ocurre con toda fuerza productiva del nada le cuestan pero que tornan más productivo el trabajo
trabajo, a su empleador; con el resultado de que se presenta y que, en la medida en que con ello abaratan la confección
com o fuerza productiva del capital. de los medios de subsistencia requeridos por los obreros,
Puesto que uno de los límites de esta plusganancia lo elevan el plusvalor, y por ende la ganancia; es decir, que
constituye el nivel del precio general de producción, siendo son m onopolizados por el capital lo mismo que las fuerzas
el nivel de la tasa general de ganancia uno de los factores naturales sociales del trabajo, surgidas de la cooperación,
de éste, la plusganancia sólo puede surgir de la diferencia la división [del trabajo], etc. El fabricante paga el carbón,
entre el precio de producción general y el individual, y por pero no la facultad del agua de modificar su estado de
ende de la diferencia entre la tasa individual y la tasa agregación, de transformarse en vapor, ni la elasticidad del
general de ganancia. Un excedente por encima de esta dife­ vapor, etc. Este m onopolio de las fuerzas naturales, es
rencia presupone la venta del producto por encima del decir del acrecentamiento de la fuerza de trabajo provo­
precio de producción regulado por el mercado, y no a ese cado por ellas, es común a todo el capital que trabaja con
precio. máquinas de vapor. Puede acrecentar la parte del producto
Segundo: hasta aquí, la plusganancia del fabricante laboral que representa plusvalor con respecto a la parte
que emplea la caída de agua natural en lugar del vapor que se transforma en salario. En la medida en que lo hace,
com o fuerza motriz no se diferencia en m odo alguno de eleva la tasa general de ganancia, pero no crea plusga­
ninguna otra plusganancia. Toda plusganancia normal, es nancia, la cual consiste precisamente en el excedente de la
decir no producida por operaciones fortuitas de venta o ganancia individual por encima de la ganancia media. El
por fluctuaciones en el precio de mercado, está determi­ hecho de que en este caso el em pleo de una fuerza natural
nada por la diferencia entre el precio de producción indi­ — la caída de agua— cree plusganancia, no puede, por lo
vidual de las mercancías de este capital particular y el tanto, emanar únicamente del hecho de que el incremento
de la fuerza productiva del trabajo se deba aquí al empleo
de una fuerza natural. Deben intervenir otras circunstancias
* En la 1? edición, “plusproducto” en vez de “plusganancia”. modificadoras.

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A la inversa. El mero empleo de fuerzas naturales en misma manera en la misma esfera de la producción. Por el
la industria puede influir sobre el nivel de la tasa general contrario, la competencia entre los capitales tiende a nive­
de ganancia, porque influye sobre la masa del trabajo
lar cada vez más estas diferencias; la determinación del
requerido para la producción de—medios de subsistencia valor por el tiempo de trabajo socialmente necesario se
necesarios. Pero de por sí no crea una desviación con impone en el abaratamiento de las mercancías y en la obli­
respecto a la tasa general de ganancia, y precisamente de gación de producirlas bajo las mismas condiciones favora­
ésta se trata aquí. Además, la plusganancia que de ordi­ bles. Pero las cosas son diferentes en el caso de la plusga­
nario realiza un capital individual en una esfera particular nancia del fabricante que emplea la caída de agua. El
de la producción — pues las divergencias de las tasas de aumento de fuerza productiva del trabajo que emplea no
ganancia entre las esferas particulares de la producción se emana del capital ni del propio trabajo, sino del mero
nivelan de continuo para formar la tasa media de ganan­ empleo de una fuerza natural diferente del capital y del
cia— , emana (prescindiendo de las divergencias mera­ trabajo, pero incorporada al capital. Emana de la mayor
mente fortuitas) de una reducción del precio de costo, es fuerza productiva natural del trabajo, vinculada a la utili­
decir, de los costos de producción, la cual puede deberse zación de una fuerza natural, pero no de una fuerza natural
a la circunstancia de que se emplea capital en cantidades que esté a disposición de cualquier capital en la misma
mayores que las empleadas término medio, por lo cual se esfera de la producción, com o por ejemplo la elasticidad
reducen los faux frais [gastos varios] de la producción, del vapor; es decir, cuya utilización no sea obvia en todos
mientras que las causas generales del acrecentamiento de los casos en que, en general, se invierte capital en esa
la fuerza productiva del trabajo (cooperación, división, esfera. Emana, por el contrario, de una fuerza natural
etc.) pueden obrar en grado superior, con mayor intensi­ m onopolizable que, com o la caída de agua, sólo se halla a
dad, por hacerlo sobre un campo laboral mayor; o tam­ disposición de quienes a su vez dispongan de determinadas
bién puede deberse a la circunstancia de que, al. margen porciones del planeta y sus anexos. N o depende en abso­
del volumen del capital actuante, se empleen mejores luto del capital el suscitar esta condición natural de una
métodos de trabajo, nuevos inventos, máquinas perfeccio­ mayor fuerza productiva del trabajo, de la manera en que
nadas, secretos químicos de fabricación, etc., en suma, cualquier capital puede transformar agua en vapor. Sólo
medios y métodos de producción nuevos, perfeccionados se la encuentra de una manera local en la naturaleza, y allí
y situados por encima del nivel medio. La reducción del donde no se la encuentra no puede producírsela mediante
precio de costo y la plusganancia que de ello emana derivan determinado desembolso de capital. N o está ligada a pro­
aquí de la manera en la cual se invierte el capital operante. ductos confeccionables mediante el trabajo, com o máqui­
Se originan en el hecho de que hay cantidades excepcio­ nas, carbón, etc., sino a determinadas condiciones naturales
nalmente grandes concentradas en una sola mano — circuns­ de determinadas partes del suelo. La parte de los fabri­
tancia que se anula en cuanto se emplean término medio cantes que posee las caídas de agua excluye del empleo
masas de capital de igual magnitud— o bien en que un de esta fuerza natural a la parte que no las posee, porque
capital de determinada magnitud funciona de una manera la tierra es limitada, y más aun la tierra dotada de energía
especialmente productiva — circunstancia que desaparece en hidráulica. Esto no excluye que, pese a que la cantidad de
cuanto se generaliza el método de producción excepcional caídas naturales de agua de un país es limitada, pueda acre­
o en cuanto lo supera algún otro más desarrollado aun. centarse el monto de la energía hidráulica utilizable para
En consecuencia, la causa de la plusganancia emana la industria. Puede desviarse artificialmente una caída de
aquí del propio capital (lo cual comprende el trabajo puesto agua para aprovechar por completo su fuerza motriz; si
en movimiento por el m ism o), sea de una diferencia en la existe esa caída, puede mejorarse la rueda hidráulica para
magnitud del capital empleado, sea de un empleo más apro­ emplear la mayor cantidad posible de la energía hídrica;
piado del mismo a los fines que persigue, y de por sí no cuando la rueda común resulta inapropiada para el caudal
hay nada que impida que todo capital se invierta de la de agua, pueden emplearse turbinas, etc. La posesión de
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esta fuerza natural constituye un m onopolio en manos ducción individual del capital individual, que tiene a su
de su poseedor, una condición de elevada fuerza produc­ disposición la fuerza natural monopolizada, y el precio
tiva del capital invertido que-mo puede lograrse mediante de producción general del capital invertido en esa esfera de
el proceso de producción del propio capital;33 esta fuerza producción en general.
natural, m onopolizable de esta manera, siempre se halla Segundo: esta renta del suelo no proviene de la eleva­
ligada a la tierra. Una fuerza natural semejante no se ción absoluta de la fuerza productiva del capital empleado,
cuenta entre las condiciones generales de la esfera de o del trabajo apropiado por el mismo, elevación que en
producción en cuestión ni entre las condiciones de la misma general sólo puede reducir el valor de las mercancías, sino
que pueden establecerse de una manera general. de la mayor productividad relativa de determinados capi­
Imaginemos ahora las caídas de agua, junto con el tales individuales invertidos en una esfera de la producción,
suelo al cual pertenecen, en manos de sujetos considerados en comparación con las inversiones de capital excluidas de
como dueños de esas partes del planeta, como terrate­ estas condiciones favorecedoras excepcionales de la fuerza
nientes, de m odo que excluyen la inversión del capital en productiva, creadas por la naturaleza. Por ejemplo, si la
la caída de agua y su utilización por parte del capital. Esos utilización del vapor, a pesar de que el carbón tiene valor
individuos pueden autorizar o denegar su utilización. Pero y la energía hidráulica no lo tiene, concediese ventajas
el capital no puede crear la caída de agua por sí solo. preponderantes, que quedasen excluidas al emplear la ener­
La plusganancia que deriva de utilizar la caída de agua, no gía hidráulica, si la compensasen en exceso, la energía
emana por ello del capital, sino del empleo de una fuerza hidráulica no se emplearía y no podría generar plusga­
natural monopolizable y m onopolizada por parte del capital. nancia, ni, por consiguiente, renta.
Bajo estas circunstancias, la plusganancia se convierte en Tercero: la fuerza natural no es la fuente de la plusga­
renta de la tierra, es decir que le corresponde al propietario nancia, sino sólo una base natural de la misma, por ser
de la caída de agua. Si el fabricante le abona a éste £ . 1 0 la base natural de la fuerza productiva excepcionalmente
anuales por su caída de agua, su ganancia alcanzará a elevada del trabajo. Así, el valor de uso en general es el
£ 15: un 15 % sobre las £ 100, a las cuales ascienden portador del valor de cambio, pero no su causa. Si se lo
entonces sus costos de producción; y le va exactamente pudiese procurar sin trabajo, el mismo valor de uso no ten­
tan bien, o posiblemente mejor, que a todos los demás dría valor de cambio, mas seguiría conservando su utilidad
capitalistas de su esfera de producción que trabajan con natural com o valor de uso. Pero, por otra parte, una cosa
vapor. En nada alteraría las cosas el hecho de que el propio no tiene valor de cambio sin valor de uso, es decir, sin ese
capitalista fuese el propietario de la caída de agua. Pues portador natural del trabajo. Si los diferentes valores no se
seguiría obteniendo, como antes, la plusganancia de £ 10, compensasen para formar los precios de producción, y los
no como capitalista sino como propietario de la caída de diversos precios de producción individual no se compen­
agua; y precisamente porque este excedente no surge de su sasen para formar un precio de producción general, regu­
capital en cuanto tal, sino de la circunstancia de disponer lador del mercado, entonces el mero incremento de la fuerza
de una fuerza natural separable de su capital, m onopoli­ productiva del trabajo en virtud del empleo de la caída de
zable, limitada en su extensión, se transforma en renta de agua sólo reduciría el precio de las mercancías producidas
la tierra. con la caída de agua, sin elevar la parte de ganancia ínsita
Primero: está claro que esta renta es siempre renta en esas mercancías, exactamente de la misma manera en
diferencial, pues no entra de manera decisiva en el precio que, por otra parte, este incremento en la fuerza productiva
de producción general de la mercancía, sino que lo presu­ del trabajo no se convertiría de ningún modo en plusvalor
pone. Siempre surge de la diferencia entre el precio de pro­ si el capital no se apropiase de la fuerza productiva, natural
y social, del trabajo que emplea, como si fuese suya propia.
33 A cerca de la ganancia extraordinaria, véase la Inquiry Cuarto: en sí, la propiedad del terrateniente sobre la
(contra M althus).t20!,l caída de agua nada tiene que ver con la creación de la parte

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de plusvalor (ganancia), y por ende del precio de la mer­ cante, gracias a ésta— se manifiesta luego com o valor de
cancía en general, que se produce con ayuda de la caída capital de la piropia caída de agua. Ésta no tiene un valor
de agua. La plusganancia también existiría si no existiese
en sí misma, sino que su precio es mero reflejo de la plus-
propiedad inmueble alguna, por ejemplo si el fabricante
ganancia interceptada, calculada de manera capitalista, cosa
utilizase com o bienes mostrencos el suelo al cual pertenece
que se manifiesta de inmediato por el hecho de que el
la caída de agua. Por consiguiente, la propiedad de la tierra
precio de £ 200 sólo representa el producto de la plusga­
no crea la parte de valor que se transforma en plusganancia,
nancia de £ 10 durante 20 años, mientras que, bajo cir­
sino que sólo capacita al terrateniente, el propietario de la cunstancias en lo demás constantes, la misma caída de agua
caída de agua, para lograr que esta plusganancia abandone permite a su propietario apoderarse anualmente de esas
los bolsillos del fabricante y vaya a parar a los suyos. Es la £ 10 durante un tiempo indeterminado, durante 30, 100,
causa no de la creación de esta plusganancia, sino de su x años, y que, por otra parte, si un nuevo método de pro­
conversión a la forma de renta, y por ende de la apropia­ ducción no aplicable a la energía hidráulica, redujese el
ción de esta parte de la ganancia o del precio de la mer­ precio de costo de las mercancías producidas por la má­
cancía por parte del terrateniente o del propietario de la quina de vapor de £ 100 a £ 90, desaparecería la plusga­
caída de agua. nancia y con ella la renta, y por ende el precio de la caída
Quinto: está claro que el precio de la caída de agua, es de agua.
decir el precio que el terrateniente obtendría de vendérsela
Una vez que hemos establecido de este modo el con­
a algún tercero o inclusive al propio fabricante, no entra en cepto general de renta diferencial, pasemos ahora a la consi­
primera instancia en el precio de producción de las mercan­ deración de la misma en la agricultura propiamente dicha.
cías, aunque sí en el precio de costo individual del fabri­ Cuanto se diga al respecto de la misma vale asimismo, en
cante; pues en este caso la renta emana del precio de general, para la minería.
producción — regulado con independencia de la caída de
agua— de las mercancías del mismo tipo producidas con
máquinas de vapor. Pero además, este precio de la caída
de agua es, en general, una expresión irracional tras la
cual se oculta una relación económica real. La caída de
agua, al igual que la tierra en general o cualquier fuerza
natural, no tiene valor, porque no representa un trabajo
objetivado en ella, y por ello tampoco tiene un precio, el
cual norm aliter [normalmente] no es sino el valor expresado
en dinero. Cuando no hay valor, tampoco puede represen­
tarse nada, eo ipso [precisamente por eso], en dinero. Este
precio no es otra cosa que renta capitalizada. La propiedad
de la tierra capacita al propietario para apoderarse de la
diferencia entre la ganancia individual y la ganancia media;
la ganancia así embolsada, que se renueva anualmente,
puede capitalizarse y aparece entonces com o precio de la
propia fuerza natural. Si la plusganancia que arroja para el
fabricante la utilización de la caída de agua es de £ 10 por
año, y la tasa media del interés es del 5 % , esas £ 10
representan anualmente el interés de un capital de £ 200;
y esta capitalización de las £ 10 anuales — de las que el
propietario de la caída de agua puede despojar al fabri­

832 833
CAPÍTU LO XXXIX

PR IM ERA FO R M A DE LA R E N T A DIFERENC IAL


(R E N T A D IFER EN C IA L I)

Tiene toda la razón Ricardo cuando formula la si­


guiente proposición: “La renta” (es decir, la renta dife­
rencial, ya que supone que no existe en absoluto renta
alguna fuera de la renta diferencial) “es siempre la dife­
rencia entre el producto obtenido mediante el empleo de
dos cantidades iguales de capital y trabajo”. ( Principies,
p. 5 9 .) “En una misma cantidad de terreno”, hubiese
debido agregar, en la medida en que se trata de renta de
la tierra y no de plusganancia en general.
En otras palabras: la plusganancia, cuando es normal
y no producida por circunstancias fortuitas que ocurren en
el proceso de circulación, se genera siempre com o diferen­
cia entre el producto de dos cantidades iguales de capital
y trabajo, y esta plusganancia se transforma en renta del
suelo cuando se emplean dos cantidades iguales de capital
y trabajo en superficies de terreno iguales y con resultados
diferentes. Por lo demás, de ninguna manera resulta requi­
sito indispensable que esta plusganancia emane de los
desiguales resultados de iguales cantidades de capital ocu­
pado. En las diferentes inversiones también pueden hallarse
ocupados capitales de desigual magnitud; las más de las
veces esto es, inclusive, el supuesto; pero partes iguales
proporcionales, como por ejemplo £ 100 de cada una,
dan resultados diferentes; vale decir que la tasa de ga­
nancia es diferente. Es éste el supuesto general de la
existencia de la plusganancia en una esfera cualquiera de

835
inversión de capitales, en general. La segunda es la trans­ Las dos causas generales, independientes del capital,
formación de esta plusganancia en la forma de renta de de estos resultados desiguales son: 1) la fertilidad (en
la tierra (en general de renta, en cuanto forma diferente este punto 1 cabe considerar los diversos factores que
de la ganancia); siempre hay que investigar cómo, cuándo entran en la fertilidad natural de las tierras), y 2 ) la
y bajo qué circunstancias se o per (Testa transformación. ubicación de las mismas. Esta última resulta decisiva en
el caso de las colonias, y es decisiva, en general, para la
Ricardo tiene razón, además, con respecto a la si­
secuencia en la cual pueden cultivarse sucesivamente las
guiente tesis, siempre que la misma se restrinja a la renta
tierras. Además, está claro que estas dos distintas razo­
diferencial:
nes de la renta diferencial — la fertilidad y la ubicación—
“Todo cuanto haga disminuir la desigualdad en el pro­ pueden obrar en sentido contrario. Un terreno puede estar
ducto obtenido en la misma tierra o en tierras nuevas, muy bien situado y ser muy poco fértil, y viceversa. Esta
tiende a reducir la renta; y todo cuanto haga aumentar tal circunstancia es importante, ya que nos explica cómo en
desigualdad, produce necesariamente un efecto opuesto, la roturación de los suelos de una región dada puede pro-
y tiende a elevarla” (p. 7 4 ). cederse tanto de una tierra mejor hacia una peor, como
Pero entre estas causas no sólo se cuentan las causas en sentido inverso. Por último, está claro que el progreso
generales (fertilidad y ubicación) sino 1) la distribución de la producción social en general tiene, por un lado,
impositiva, con arreglo a si la misma ejerce un influjo un efecto nivelador sobre la ubicación en cuanto causa
uniforme o no; este último caso siempre se da cuando, de la renta diferencial, al establecer mercados locales y al
com o en Inglaterra, no se halla centralizada, y cuando los crear, mediante el establecimiento de los medios de com u­
impuestos se perciben sobre el suelo y no sobre la renta; nicación y de trasporte, una ubicación; mientras que por
2 ) las desigualdades emergentes del diferente desarrollo el otro lado acrecienta las diferencias entre las ubicacio­
de la agricultura en diversas partes del país, puesto que nes locales de las tierras en virtud de la separación que
este ramo de la industria, a causa de su carácter tradi­ crea entre la agricultura y la manufactura, y de la crea­
cional, se nivela con mucho mayor dificultad que la ma­ ción de grandes centros de produción, por una parte, así
nufactura, y 3 ) la desigualdad en la que se halla distri­ com o del aislamiento relativo del campo, por la otra.
buido el capital entre los arrendatarios. Puesto que la Pero no entremos a considerar, por ahora, este punto
toma de posesión de la agricultura por parte del modo — el de la ubicación— y ocupémonos sólo de la fertili­
capitalista de producción, la transformación de los cam­ dad natural. Prescindiendo de factores climáticos, etc.,
pesinos que trabajan por su cuenta en asalariados es, de la diferencia en cuanto a la fertilidad natural consiste
hecho, la última conquista de este modo de producción en la diferencia de composición química de la superficie
en general, estas desigualdades son mayores en este ramo del suelo, es decir en su diferente contenido en lo que
de la industria que en cualquier otro. respecta a las sustancias nutricias de las plantas. Sin em­
Una vez efectuadas estas observaciones preliminares bargo, suponiendo igual contenido químico, y en tal sen­
quiero resumir primero, con toda brevedad, las peculiari­ tido una fertilidad natural igual de dos superficies de
dades de mi desarrollo a diferencia del de Ricardo, etc. terreno, la fertilidad efectiva y real será diferente según
que esas sustancias nutricias se encuentren en una forma
en la que resulten más o menos asimilables, directamente
aprovechables para la alimentación de las plantas. Por
Consideremos primeramente los resultados desiguales consiguiente dependerá en parte del desarrollo químico
de cantidades iguales de capital aplicadas a tierras dife­ de la agricultura, en parte de su desarrollo mecánico la
rentes de igual extensión; o bien, en caso de extensión medida en que, en tierras por naturaleza igualmente fér­
desigual, calculando los resultados sobre superficies de tiles, sea posible disponer de esa fertilidad natural. La
igual magnitud. fertilidad, a pesar de ser un atributo objetivo del suelo,

837
836
implica por ello, económicamente, siempre una relación jerarquía de los tipos de suelo ha sido calculada con rela­
— una relación con el nivel de desarrollo alcanzado por ción a esta fase del desarrollo, tal com o siempre se da el
la agricultura en los aspectos químico y mecánico— y caso, naturalmente, para las inversiones simultáneas de
por consiguiente se modifica con ese nivel de desarrollo. capital en los diversos terrenos. Entonces puede repre­
Sea com o consecuencia de medios químicos (a título de sentarse la renta diferencial en sucesión ascendente o des­
ejemplo, por empleo de determinados abonos líquidos cendente, pues pese a que la secuencia está dada para
sobre un terreno arcilloso duro, o también por el quemado la totalidad de los terrenos realmente cultivados, siempre
de un terreno arcilloso y pesado) o de medios mecánicos se ha producido un movimiento sucesivo en el cual se ha
(por ejemplo, el uso de arados especiales para terrenos formado esa secuencia.
p esados), es posible eliminar los obstáculos que tornaron Supongamos 4 tipos de suelo, A, B, C y D . Supon­
efectivamente menos rendidores terrenos de la misma gamos además que el precio de un quarter de trigo
fertilidad (el drenaje también debe contarse entre estos es = £ . 3, o sea 60 chelines. Puesto que la renta es mera
m edios). O bien incluso, ello puede hacer variar la se­ renta diferencial, para la tierra peor este precio de 60
cuencia en el cultivo de los tipos de terreno, tal com o fue chelines por quarter es igual a los costos de producción,
el caso, por ejemplo, de los terrenos arenosos livianos y es decir que es igual al capital más la ganancia media.
las tierras arcillosas pesadas en un período de desarrollo Sea A ese suelo de peor calidad, y digamos que por
de la agricultura inglesa. Esto demuestra, una vez más, un desembolso de 50 chelines, rinde 1 quarter = 60 che­
cóm o históricamente — en el curso sucesivo del cultivo— lines, es decir, 10 chelines de ganancia o un 2 0 % .
es tan posible pasar de un terreno fértil a otro menos Supongamos que, por igual desembolso, B rinde 2
fértil, com o a la inversa. Otro tanto puede ocurrir en quarters — 120 chelines. Habría 70 chelines de ganancia
virtud de un mejoramiento artificialmente producido de o una plusganancia de 60 chelines.
la com posición del suelo o por mera modificación en los Digam os que, por idéntico desembolso, C rinde 3
métodos agrícolas. Por último, el mismo resultado puede quarters = 180 chelines; ganancia global = 130 chelines;
ser consecuencia de una modificación en la jerarquía de plusganancia = 120 chelines.
los tipos de suelo com o consecuencia de diversas condi­ Supongamos que D rinde 4 quarters = 24 0 cheli­
ciones del subsuelo, en cuanto se incorpore también éste nes = 180 chelines de plusganancia.
al ámbito cultivado y forme parte del estrato superficial.
Tendríamos entonces la siguiente secuencia:
Esto se debe en parte al empleo de nuevos métodos agrí­
colas (com o, por ejemplo, las plantas forrajeras), en parte
Cuadro I
a medios mecánicos que convierten el subsuelo en super­
Tipos d e P r o d u c to C a p ita l G a n a n c ia R e n ta
ficie, lo mezclan con ella, o bien cultivan el subsuelo sin su e lo Qrs ch d e s e m b o ls a d o Qr\ ch Qr\ ch
elevarlo a la superficie.
A 1 «0 50 '/« 10 — —
Todas estas influencias sobre la fertilidad diferencial B 2 120 50 1 Va ™ 1 «0
C 3 180 50 2 '/ a 130 2 120
de diversas tierras desembocan en que, para la fertilidad D 4 240 50 3 >/« 190 3 180
económ ica, el nivel de la fuerza productiva del trabajo,
T otal 10 600 6 360
que en este caso es la capacidad de la agricultura de tor­
nar inmediatamente explotable la fertilidad natural del _ Las respectivas rentas fueron: para D = 190 cheli­
suelo — capacidad que difiere en diversas fases de desa­ n e s — 10 chelines, o la diferencia entre D y A ; para
rrollo— , es un factor de lo que ha dado en llamarse la C = 1 3 0 — 10 chelines, o la diferencia entre C y A;
fertilidad natural del suelo, del mismo m odo en que lo para B = 70 — 10 chelines, o la diferencia entre B y
es su com posición química y sus otros atributos naturales. A ; y la renta global para B, C y D = 6 quarters = 360
Presuponemos, en consecuencia, un estadio dado en chelines, igual a la suma de las diferencias de D y A ,
el desarrollo de la agricultura. Suponemos además que la C y A , y B y A.

838 839
Esta secuencia, que representa un producto dado en Si en cambio la secuencia era inversa, y el proceso
un estado de cosas dado, también puede presentarse, comenzó por A, no bien debió iniciarse el cultivo de nue­
considerándola abstractamente (y ya hemos expuesto las vas tierras laborables el p,_cio del quarter ascendió prime­
razones por las cuales ese caso puede asimismo darse ramente por encima de los 60 chelines; pero puesto que
en la realidad), tanto en sucesión descendente’ (descen­ B proporcionaba el suministro necesario, de 2 quarters,
diendo desde D hasta A, es decir desde el suelo fértil volvió a disminuir a 60 chelines; pues si bien B produ­
hacia el suelo cada vez menos fértil) com o en sucesión cía el quarter a 30 chelines, lo vendía a 60 porque su
ascendente (ascendiendo desde A hasta D, desde un suelo oferta apenas bastaba para cubrir la demanda. D e esta
relativamente estéril hacia el suelo cada vez más fértil), manera se formó una renta, primero de 60 chelines para B,
y por último se la puede presentar de manera alternada, y de la misma manera para C y D; ello siempre presu­
ora descendiendo, ora ascendiendo, com o por ejemplo poniendo que, pese a que ambos entregaban el quarter a
de D a C, de C a A, y de A a B. un valor real de 20 y 15 chelines, respectivamente, el
En la secuencia descendente, el proceso fue el que precio de mercado permaneció en 60 chelines porque la
sigue: el precio del quarter aumenta paulatinamente, por oferta del quarter suministrado por A seguía siendo nece-
ejemplo de 15 a 60 chelines. Tan pronto com o los cesaria para satisfacer las necesidades globales. En este
4 quarters (en lugar de los cuales es posible imaginar caso, el ascenso de la demanda por encima de las nece­
m illones) producidos por D ya no bastaban, el precio del sidades satisfechas primeramente por A, y luego por A
trigo aumentó a tal punto, que C podía suministrar el y B, no habrá sido el causante de que B, C y D pudie-
aporte faltante. Es decir, que el precio debió haber aumen­ -an ser sucesivamente cultivados, sino que, en general, se
tado a 2 0 chelines por quarter. N o bien el precio del extendió el campo del cultivo y casualmente las tierras
trigo aumentó a 30 chelines por quarter pudo comenzarse más fértiles sólo cayeron con posterioridad dentro de su
el cultivo de B, y en cuanto aumentó a 60 pudo comen­ ámbito.
zarse el cultivo de A, sin que el capital empleado para En la primera secuencia, con el aumento del precio
ello debiese contentarse con una tasa de ganancia menor aumentaría la renta y disminuiría la tasa de ganancia.
del 20 % . Por lo tanto, se formó una renta para D, Esta disminución podría verse total o parcialmente para­
primeramente de 5 chelines por quarter = 20 chelines lizada en virtud de circunstancias contrarrestantes; más
por los 4 quarters que produce; luego de 15 chelines por adelante entraremos más en detalle acerca de este punto.
quarter = 60 chelines, y luego de 45 chelines por quar­ N o hay que olvidar que la tasa general de ganancia no
ter = 180 chelines por 4 quarters. está uniformemente determinada por el plusvalor en todas
Si la tasa de ganancia de D también era, originaria­ las esferas de la producción. No es la ganancia agrícola
mente = 20 % , su ganancia global sobre los 4 quarters la que determina la ganancia industrial sino a la inversa.
también era sólo de 10 chelines, lo cual empero repre­ Pero acerca de este punto nos extenderemos más adelante.
sentaba más grano con un precio para el mismo de 15 En la segunda secuencia, la tasa de ganancia sobre
chelines, que con un precio de 60 chelines. Pero puesto el capital desembolsado seguiría siendo la misma; la masa
que el grano entra en la reprodución de la fuerza de de ganancia se representaría en menor cantidad de grano;
trabajo, y que de cada quarter una parte debe reponer pero el precio relativo de éste habría aumentado, en com ­
salario, mientras que la otra debe reponer capital cons­ paración con otras mercancías. Sólo que el aumento de la
tante, bajo tal supuesto el plusvalor fue más elevado, y ganancia, cuando el mismo se produce, en lugar de fluir
por consiguiente también, bajo circunstancias en lo demás hacia los bolsillos de los arrendatarios industriales y pre­
constantes, la tasa de ganancia. (Investigar aún en par­ sentarse com o ganancia en aumento, se separaría de la
ticular y más en detalle la cuestión acerca de la tasa de ganancia en la forma de renta. Pero, bajo el supuesto
ganancia.) enunciado, el precio del grano permanecería estacionario.

840 841
E l desarrollo y el aumento de la renta diferencial per­
los tipos de suelo C y D , más fértiles hasta el presente;
manecerían constantes, tanto en el caso de precios cons­
por otra parte, no se habría procedido hacia un suelo abso­
tantes com o en el de precios en alza, y tanto en el caso
lutamente más fértil, pero sí hacia uno relativamente más
de progreso continuo de suelos peores hacia suelos me­
fértil con respecto al menos fértil hasta el presente, esto
jores, com o en el de la regresión continua de suelos
es, con respecto a A , o bien a A y B, respectivamente.
mejores hacia suelos peores.
Tercero: la renta sobre B habría disminuido; otro
Hasta aquí hemos supuesto 1) que el precio aumenta
tanto habría ocurrido con la renta de C y D; pero el monto
en una secuencia, mientras que permanece estacionario
global de las rentas, expresado en granos, habría aumen­
en la otra, y 2 ) que se procede constantemente de suelos
tado de 6 quarters a 7 %; la superficie de los predios
mejores hacia otros peores, o, a la inversa, desde sue­
cultivados y que generan renta habría aumentado, así
los peores hacia otros mejores.
como la masa del producto, de 10 quarters a 17. La
Pero supongamos que las necesidades de trigo aumen­
ganancia, aunque invariable para A , habría aumentado,
ten de los 10 quarters originarios a 17; además, que el
expresada en grano; pero la propia tasa de ganancia habría
suelo inferior A resulte desplazado por otro suelo A , que
podido aumentar, por hacerlo el plusvalor relativo. En
suministra 1 Vs quarter a un costo de producción de
ese caso, a causa del abaratamiento de los m edios de subsis­
6 0 chelines (5 0 chelines de costo más 10 chelines para
un 2 0 % de ganancia), cuyo precio de producción por tencia, habría disminuido el salario, y por lo tanto el
quarter es, pues, = 45 chelines; o también que, como con­ desem bolso en materia de capital variable y también,
consecuentemente, el desem bolso total. En dinero, el monto
secuencia de un continuado cultivo racional, el antiguo
global de las rentas habría disminuido de 360 chelines
suelo A haya mejorado, o se lo haya cultivado de modo
más productivo manteniendo constantes los costos, por a 345.
ejemplo mediante la introducción de tréboles, etc., de Formulemos aquí la nueva secuencia.
m odo que su producto aumenta a 1 Vz quarters mante­
niéndose constante el adelanto de capital. Supongamos Cuadro II
P re c io d e
además que los tipos de suelo B, C y D hayan seguido T ip o s d e P r o d u c to In v e rsió n G a n a n c ia R e n ta p ro d u c c ió n
su e lo Qn ch d e c a p ita l Qrs ch Qr\ ch p o r qr
brindando el mismo producto, pero que también se haya
A 1 J/8 60 50 2/o 10 _ _ 45
comenzado el cultivo de nuevos tipos de suelo A ', de A' 1 a/8 75 50 8/o 25 Va 15 36
una fertilidad intermedia entre A y B, además B' y B", B 2 90 50 8/o 40 2/a 30 30
B' 2 Vs 105 50 1 7o 55 1 45 25 »/a *
de una fertilidad intermedia entre B y C; en este caso se B" 2 Va 120 50 1 Vo 70 1 Va 60 22 Va
C 3 135 50 1 8/e 85 1 Va 75 20
verificarían los siguientes fenómenos. D 4 180 50 2 8/o 130 2 Va 120 15
Primero: el precio de producción del quarter de 17
T otal 7 Va 345
trigo o su precio regulador de mercado habría disminuido
de 6 0 a 45 chelines, o sea en un 25 %. Por último, si los tipos de suelo A , B, C y D se culti­
Segundo: se habría procedido simultáneamente de un vaban com o siempre, pero acrecentándose su capacidad
suelo más fértil a otro menos fértil, y de uno menos de rendimiento de modo tal que A produjese 2 quarters en
fértil a otro más fértil. El suelo A ' es más fértil que A , lugar de 1, B 4 quarters en lugar de 2, C 7 quarters
pero menos fértil que los suelos B, C y D , cultivados en lugar de 3, y D 10 quarters en lugar de 4, de m odo
hasta el presente; y B' y B" son más fértiles que A , A' que las mismas causas hayan operado de manera diversa
y B, pero m enos fértiles que C y D. En consecuencia, sobre los diferentes tipos de suelo, la producción global
la sucesión se habrá producido según un recorrido zigza­ habría aumentado de 10 quarters a 23. Supongamos que,
gueante; no se habría avanzado hacia un suelo absoluta­ a causa del aumento de la población y de la rebaja
mente menos fértil con respecto a A , etc., pero sí hacia
un suelo relativamente menos fértil, en comparación con
* En la 1? edición, “25"/ 7” .

842 843
del precio, la demanda haya absorbido esos 23 quarters;
del consumo, ocurre lo contrario cuando el abaratamiento
en tal caso obtendríamos el siguiente resultado:
emana del descenso del propio precio regulador de la
producción, es decir cuando es duradero. Tercero: una
Cuadro / / /
parte de los cereales puede consumirse com o aguardiente
T ip o s d e P ro d u c to In v e rsió n p ro d u c c ió n G a n a n c ia R e n ta o com o cerveza. Y el consumo creciente de esos dos
su elo Qn ch d e c a p ita l p o r q r ( )n ch ch
artículos no está confinado, en modo alguno, dentro
A 2 60 50 30 Va 10 0 0
B 4 120 50 15 2 Va 70 2 60
de límites estrechos. Cuarto: esta cuestión depende en
C 7 210 50 8 */i 5 Va 160 5 150 parte del crecimiento de la población, mientras que
D 10 300 50 6 8 ’/a 250 8 240
en parte el país puede ser un país exportador de granos,
T otal 23 15 450 com o lo fue Inglaterra hasta más allá de mediados del
Al igual que en los cuadros restantes, las relaciones siglo x v i h , de modo que las necesidades no están regu­
numéricas son aquí arbitrarias, pero los supuestos, total­ ladas por los límites del consumo puramente nacional.
mente racionales. Por último, el aumento y el abaratamiento de la pro­
El supuesto primero y principal es el de que el mejo­ ducción de trigo puede tener com o consecuencia que el
ramiento de la agricultura tiene una acción disímil sobre trigo se convierta en alimento principal de las masas
diversos tipos de suelo; en este caso, su influencia es populares en lugar del centeno o la avena, es decir que el
mayor sobre los mejores tipos de suelo, C y D , que sobre mercado para el trigo crezca ya por esa sola razón, así
A y B. La experiencia ha demostrado que esto es así, por como al reducirse el producto y aumentar el precio puede
regla general, aunque puede producirse el caso inverso. Si producirse el caso inverso. Bajo estas hipótesis, pues, y
el mejoramiento influyese más sobre los suelos mejores dadas las relaciones numéricas supuestas, la secuencia III
que sobre los peores, la renta sobre estos últimos habría da por resultado que el precio por quarter disminuya de
disminuido en lugar de aumentar. Con el crecimiento 60 chelines a 30, es decir en un 50 %, que la producción,
absoluto de la fertilidad de todos los tipos de suelo se en comparación con la secuencia I, aumente de 10 quarters
presupone, no obstante y al mismo tiempo, y en el cuadro, a 23, es decir en un 130 %; que la renta sobre el suelo B
el aumento de la fertilidad relativa superior en los tipos de permanezca estacionaria, elevándose en un 25 % sobre C
suelo mejores C y D; por consiguiente, un aumento de la y en un 33 Vs % sobre D, y que el monto global de las
diferencia del producto en caso de igual inversión de capi­ rentas aumente de <£ 18 a <£ 22 V i, es decir, en un 25 % .a
tal, y por ende un aumento de la renta diferencial. D e la comparación entre los tres cuadros (de los cuales
El segundo supuesto es que las necesidades globales la secuencia I debe considerarse de dos maneras, com o as­
se mantienen a la par del crecimiento del producto global. cendiendo de A a D y descendiendo de D a A ) , que pue­
Primero, no es necesario imaginar ese crecimiento com o den considerarse com o gradaciones dadas en un estado
ocurrido en forma repentina, sino paulatina, hasta quedar dado de la sociedad — por ejemplo, coexistiendo en tres
establecida la secuencia III. Segundo, es un error sostener países diferentes— o bien com o sucediéndose en diversos
que el consum o de medios de subsistencia necesarios no períodos del desarrollo de un mismo país, resulta:
aumente con su abaratamiento. La derogación de las leyes 1) Que la secuencia, una vez concluida — cualquiera
cerealeras1391 en Inglaterra (véase Newman<2101) ha demos­ que haya sido la marcha de su proceso de formación—
trado lo contrario, y la idea opuesta sólo se originó porque siempre aparece de tal manera que resulta descendente;
grandes y súbitas diferencias en las cosechas, debidas sólo pues para la consideración de la renta siempre se partirá
a factores climáticos, provocan en los precios de los
cereales ora una baja, ora un alza desproporcionadas. “ En la I a edición: “que la renta sobre el suelo B perm a­
Si en este caso no se le da tiempo al súbito y fugaz abara­ nezca estacionaria, se duplique sobre C y más que se duplique sobre
tamiento para ejercer toda su influencia sobre la expansión D, y que la ren ta global aum ente de £ 18 a £ 2 2 , es decir en
22 7 . % ”.
844
845
primeramente del suelo que da el máximo ae renta, y sólo (en dinero). Por último, en el caso de precios declinantes
en último término se llegará al que no devenga renta alguna. debidos a un mejoramiento general de los cultivos, de
2 ) El precio de producción del peor suelo, que no da modo que disminuyan el producto y el precio del producto
renta alguna, es siempre el que regula el precio de mer­ del suelo peor, la renta puede permanecer inalterada o dis­
cado, pese a que este último, en el cuadro I, cuando el minuir en una parte de las tierras de buena calidad, pero
mismo se formó en secuencia ascendente, sólo permanece­ aumentar en los mejores tipos de suelos. La renta diferen­
ría estacionario por el hecho de cultivarse tierras cada vez cial de cada suelo, en comparación con el peor de los
mejores. En este caso, el precio del grano producido en suelos, depende no obstante del precio, por ejemplo, del
la mejor tierra es el que regula, en la medida en que de­ quarter de trigo, si está dada la diferencia en la masa de
penda de la cantidad producida por ella la proporción en productos. Pero si está dado el precio dependerá de la
que la tierra A siga actuando com o regulador. Si B, C y magnitud de la diferencia en la masa de productos, y si al
D produjesen por encima de las necesidades, A dejaría de aumentar la fertilidad absoluta de todos los suelos aumenta
ejercer una acción reguladora. En eso piensa Storch cuando relativamente más la de las mejores clases de tierra que
sostiene que el mejor tipo de suelo es el que ejerce In a c ­ la de las peores, también aumentará con ello la magnitud
ción reguladora.12” 1 De este modo, el precio de los cereales de esta diferencia. Así (cuadro I ) , para un precio de 60
norteamericanos regula el de los ingleses. chelines, la renta sobre D está determinada por su pro­
3 ) La renta diferencial surge de la diferencia dada en ducto diferencial con respecto a A , es decir por el exce­
la fertilidad natural del tipo de suelo (prescindimos aún dente de 3 quarters-,. por consiguiente, la renta es = 3 X
aquí de la ubicación), según el grado de desarrollo del 60 = 180 chelines. Pero en el cuadro III, en el cual el
cultivo dado en cada caso, vale decir de la extensión limi­ precio es = 30 chelines, está determinada por la masa del
tada de las mejores tierras, y de la circunstancia de que producto excedentario de D con respecto a A = 8 quar­
deben invertirse capitales iguales en tipos de suelos desigua­ ters, pero 8 X 30 = 240 chelines.
les, que, por consiguiente, arrojan un producto desigual Con ello desaparece el primer supuesto erróneo de la
para el mismo capital. renta diferencial, tal com o aún predomina en W est, Mal-
4 ) La existencia de una renta diferencial y de una thus y Ricardo: el que presupone necesariamente un avan­
renta diferencial graduada puede emanar tanto en escala ce hacia suelos cada vez peores, o una fertilidad constante­
descendente, por avance de una tierra mejor a otra peor, o mente decreciente de la agricultura.12121 Com o hemos visto,
bien a la inversa, por avance desde una tierra peor hacia puede producirse con un avance hacia suelos cada vez me­
otra mejor, al igual que por un recorrido zigzagueante en jores; puede producirse cuando un suelo mejor asume la
direcciones alternadas. La secuencia I puede formarse tanto posición inferior en lugar del peor suelo anterior; puede
por avance desde D hacia A com o desde A hacia D. La estar vinculada con un progreso ascendente en la agricul­
secuencia II comprende movimientos de ambas clases. tura. Su única condición es la desigualdad de los tipos
5 ) Según su modo de formación, la renta diferencial de suelo. En la medida en que entra en consideración el
puede formarse con un precio estacionario, ascendente o desarrollo de la productividad, supone que el acrecenta­
descendente, del producto del suelo. En el caso del precio miento de la fertilidad absoluta del área [cultivada] total
decreciente, la produción global y el monto global de las no anula esta desigualdad, sino que la acrecienta, la deja
rentas pueden aumentar, formándose renta sobre tierras estacionaria, o solamente la reduce.
carentes de ella hasta el presente, a pesar de que el suelo Desde comienzos hasta mediados del siglo xvm preva­
peor A haya sido desplazado por otro mejor o haya mejo­ leció en Inglaterra, a pesar del precio decreciente del oro
rado de por sí, y aunque la renta les corresponda a otros y de la plata, una permanente baja en los precios de los
tipos de suelo mejores, e incluso a los mejores tipos de cereales junto a un crecimiento simultáneo (considerando
tierras (cuadro II); este proceso también puede estar vincu­ el período en su integridad) de la renta [por acre], de la
lado con una disminución del monto global de las rentas renta global [Rental], de la extensión de las tierras culti­

846 847
vadas, de la produción agrícola y de la población. Esto talisía de producción, por medio de la competencia; ésta
corresponde al cuadro I y se combina con el cuadro II en engendra un valor social falso. Eso surge de la ley del valor
línea ascendente, pero de tal suerte que el peor suelo A de mercado, a la cual se someten los productos del suelo.
es objeto de mejoras o se lo margina del cultivo cerealero; La determinación del valor de mercado de los productos,
lo cual no significa, empero, que no se lo haya empleado es decir también de los productos del suelo, es un acto
con otros fines agrícolas o industriales. social, aunque socialmente inconsciente y no intencional,
Desde comienzos del siglo x ix (indicar la fecha con que se basa de manera necesaria en el valor de cambio
mayor precisión) hasta 1815 se produce un continuo au­ del producto y no en el suelo ni en las diferencias en su
mento de los precios de los cereales, con un constante cre­ fertilidad. Si se imagina abolida la forma capitalista de la
cimiento de la renta [por acre], de la renta global, de la sociedad, y la sociedad organizada com o una asociación
extensión de las tierras cultivadas, de la producción agrí­ consciente y planificada, los 10 quarters representarían una
cola y de la población. Esto corresponde al cuadro I en cantidad de tiempo de trabajo autónomo igual a la que se
línea descendente. (Incorporar aquí una cita acerca del halla contenida en 24 0 chelines. Por consiguiente, la so­
cultivo de tierras peores en aquella época.) ciedad no compraría ese producto del suelo por una can­
En tiempos de Petty y Davenant se registran quejas de tidad 2 veces y media mayor que el tiempo de trabajo real
la gente de campo y de los terratenientes acerca de mejoras que se encierra en él; con ello desaparecería la base de una
y roturaciones; disminución de la renta en las mejores tie­ clase de terratenientes. Esto obraría exactamente igual que
rras, aumento del monto global de las rentas por amplia­ un abaratamiento del producto por igual monto en virtud
ción de las tierras que devengan renta. de una importación extranjera. Y así com o es correcto decir
(Agregar luego otras citas referentes a estos tres pun­ que — conservándose el modo de producción actual, pero
tos; asimismo, acerca de la diferencia en la fertilidad de las suponiendo que la renta diferencial fuese a parar a manos
diferentes partes cultivadas del suelo de un país.) del estado— los precios de los productos del suelo permane­
En general, al considerar la renta diferencial debe obser­ cerían inalterados de permanecer constantes las demás
varse que el valor de mercado se halla situado siempre por circunstancias, es un error afirmar que el valor de los pro­
encima del precio global de producción de la masa de pro­ ductos permanecería inalterado si se sustituyese a la produc­
ductos. Tom em os, por ejemplo, el cuadro I. Los 10 quar­ ción capitalista por la asociación. La identidad del precio
ters de producto global se venden a 600 chelines, porque de mercado para mercancías de la misma clase es el modo
el precio de mercado está determinado por el precio de en que se impone e l carácter social del valor sobre la base
produción de A, que asciende a 60 chelines por quarter. del modo capitalista de producción, y, en general, de la
Pero el precio real de producción es: producción basada en el intercambio de mercancías entre
A 1 qr. = 60 ch.; 1 qr. = 60 ch. individuos. Lo que la sociedad, considerada com o consu­
B 2 qrs. = 60 ch.; 1 qr. = 30 ch. midor, paga de más por los productos agrícolas, lo que
1 qr. = 20 ch. constituye un déficit en la realización de su tiempo de tra­
C 3 qrs. = 60 ch.;
1 qr. = 15 ch. bajo en produción agraria, constituye ahora el superávit
D 4 qrs. = 60 ch.;
para una parte de la sociedad: los terratenientes.
10 qrs. = 240 ch.; promedio 1 qr. = 24 ch. Una segunda circunstancia, importante para lo que
El precio de producción real de los 10 quarters es de hemos de exponer en el capítulo siguiente bajo el apartado
2 4 0 chelines; se venden a 600, es decir un 250 % más ca­ II, es ésta:
ros. El precio medio real de 1 quarter es de 24 chelines; N o sólo se trata de la renta por acre o por hectárea,
el precio de mercado es de 60 chelines, es decir también en general de la diferencia entre precio de producción y
un 2 50 % más caro. precio de mercado o entre precio de producción individual
Es ésta la determinación mediante el valor de mercado, y general por acre, sino que también depende del número
tal com o el mismo se impone sobre la base del modo capi- de acres de cada tipo de suelo que se hallan en cultivo. La

848 849
importancia sólo afecta aquí en forma inmediata a la mag­ Cuadro le
C o sto d e C o s to de
nitud de la renta global [Rental], es decir, de la renta total tip o s d e p ro d u c c ió n p ro d u c c ió n P r o d u c to R e n ta R e n ta
de toda la superficie cultivada; pero al mismo tiempo nos su e lo A eres p o r acre to t a l Q rs En g ran o s E n d in e ro

sirve de transición para el desarrollo del ascenso de la tasa A 1 3 3 1 0 0


d e la renta, aunque no aumenten los precios ni las diferen­ B 2 3 6 4 2 6
cias en la fertilidad relativa de los tipos de suelo, al dismi­ C 5 3 15 15 10 30
D 4 3 12 16 12 36
nuir los precios. Teníamos anteriormente:
Total 12 36 36 24 72
Cuadro I
T ip o s d e C o sto d e P ro d u c to R enm R e n ta
En primera instancia, en todos estos casos — I, la , Ib,
s u e lo A cres p ro d u c c ió n Q rs En g ran o s E n d in e ro I c— la renta por acre permanece constante, pues de hecho,
A 1 3 1 0 0 el resultado que produce la misma masa de capital por cada
B 1 3 2 1 3 acre del mismo tipo de suelo ha permanecido inalterado;
C 1 3 3 2 6 sólo se ha supuesto lo que en cualquier país sucede en cual­
D 1 3 4 3 9
quier instante dado, y es que los diversos tipos de suelo
Total 4 10 6 18 participan en determinadas proporciones en el suelo global
cultivado; y lo que ocurre constantemente en dos países
Supongamos ahora que el número de acres cultivados comparados entre sí, o en un mismo país en diversos mo­
se duplique en cada clase, y tendremos: mentos, que es que se modifica la proporción en la cual se
distribuye entre esos tipos de suelo el suelo cultivado total.
Cuadro la Si comparamos l a con I, veremos que si el cultivo de
T ip o s d e C o sto d e P r o d u c to R e n ta R e n ta
las tierras de las cuatro clases crece en la misma proporción,
s u e lo A cres p ro d u c c ió n (//' En g ran o s E n d in e ro
con la duplicación de los acres cultivados se duplica la
A 2 6 2 0 0 producción global, así com o la renta en grano y en dinero.
B 2 6 4 2 6 Pero si comparamos sucesivamente Ib y Ic con I, halla­
C 2 6 6 4 12 remos en ambos casos una triplicación que se produce en
D 2 6 8 6 18
la superficie de las tierras sometidas al cultivo. En ambos
Tot al 8 20 12 36 casos asciende de 4 acres a 12, pero en Ib las clases A y B
— de las cuales A no da renta, y B devenga la renta dife­
Supongamos aún otros dos casos, el primero, en que rencial más exigua — tienen la proporción más significati­
la producción se extienda a los dos tipos de suelo inferio­ va del incremento, es decir que de los 8 nuevos acres culti­
res, es decir de la siguiente manera: vados corresponden 3 a A y 3 a B, con un total de 6,
mientras que a C y a D les corresponden solamente 1 acre
Cuadro Ib
C o sto d e C o sto de a cada uno, con un total de 2. Dicho en otras palabras:
R em a
T ip o s d e
s u e lo A cre s
p r o d u c c ió n
p o r a cre
p r o d u c c ió n
to t a l
P ro d u c to
C rs En g ran o s
R e n ta
F n d in e ro
las 3á partes del incremento les corresponden a A y B, y
sólo V4 parte del mismo, a C y D. Dando esto por supuesto,
A 4 3 12 4 0 0 en Ib, comparado con I, no corresponde a una extensión
B 4 3 12 8 4 12
C 2 3 6 6 4 12 triplicada del cultivo un producto triplicado, ya que el
D 2 3 6 8 6 18 producto no se eleva de 10 a 30, sino sólo a 26. Por otra
Total 12 36 26 14 42 parte, puesto que una parte significativa del incremento
se ha verificado en A , que no arroja renta, y que del incre­
y finalmente una extensión desigual de la producción y mento sobre las tierrras mejores la parte principal recayó
de la tierra cultivada en las cuatro clases de suelo: en la clase B, la renta en grano sólo ascendió de 6 quarters

850 851
a 14, mientras que la renta en dinero se elevó de £ 18 a En consecuencia, el monto global de las rentas aumenta
£ 42. por mera extensión del cultivo y por el concomitante em­
Si en cambio comparamos I c con 1, donde la tierra pleo más amplio de capital y trabajo aplicados al suelo.
que no abona renta no crece absolutamente en extensión, Pero el punto más importante es el que sigue. Pese a
la que abona una renta mínima sólo crece escasamente, que, conforme a nuestro supuesto, la relación entre las
mientras que el grueso del incremento recae sobre C y D, rentas de los diversos tipos de suelo, calculados por acre,
hallamos que con la triplicación de la superficie de terreno permanece constante, y por ende también la tasa de renta,
cultivada la producción ha aumentado de 10 quarters a 36, considerada con relación al capital desembolsado por cada
es decir, a más del triple; la renta en grano de 6 quarters acre, se revela lo siguiente. Si comparamos l a con I — el
a 24, o sea al cuádruple; asimismo, la renta en dinero de caso en el cual el número de acres cultivados se ha incre­
£ 18 a £ 72. mentado proporcionalmente, así como la inversión de capi­
En todos estos casos, com o es natural, el precio del tal en los mismos— , hallaremos que, así com o la produc­
producto del suelo permanece estacionario; en todos los ción global ha crecido proporcionalmente a la superficie de
casos aumenta el monto global de las rentas con la extensión cultivo incrementada, es decir que ambas se han duplicado,
del cultivo, mientras éste no se efectúe en forma exclusiva ocurre otro tanto con la renta global. Ésta ha aumentado
en el peor de los suelos, que no abona renta alguna. Pero de £ 18 a £ 36, exactamente de la misma manera com o
este aumento es diferente. En la misma proporción en que el número de acres ha aumentado de 4 a 8.
se produce la extensión a los tipos mejores de suelo, y, Si consideramos la superficie global de 4 acres, enton­
por consiguiente, en que la masa de los productos aumenta ces el monto global de las rentas sobre ella ascendió a £ 18,
no sólo en proporción a la extensión de la tierra, sino con es decir que la renta media, incluyendo la tierra que no
mayor celeridad aun, aumenta la renta en grano y en dinero. devenga rentas, ascendió a £ 4 Vi. De esta manera, por
En la proporción en que la peor de las tierras y los tipos ejemplo, podría efectuar sus cálculos un terrateniente due­
de suelo cercanos a ésta participan de manera preferencial ño de los 4 acres, y así se calcula estadísticamente la renta
en la extensión (para lo cual se supone que el peor suelo media sobre todo un país. La renta global de £ 18 resulta
es de una d ase constante), el monto global de las rentas al emplear un capital de £ 10. A la relación entre esos
no aumenta en proporción a la extensión del cultivo. Por dos guarismos la denominamos tasa de renta; en este caso
lo tanto, dados dos países en los que el suelo A , que no asciende al 180 %.
arroja renta alguna, es de la misma índole, la renta global La misma tasa de renta resulta en la , donde se han cul­
se halla en proporción inversa a la parte alícuota que cons­ tivado 8 acres en lugar de 4, pero todos lo$ tipos de suelo
tituyen los tipos de suelo peor y los de menor calidad en han participado en igual proporción en el incremento. La
el área global del suelo cultivado, y por ello es también renta global de £ 36, para 8 acres y £ 20 de capital em­
inversamente proporcional a la masa del producto en caso pleado, arroja una renta media de £ 4 Vi por acre y una
de igual inversión de capital en superficies globales de igual lasa de renta del 180 %.
magnitud. La relación entre la cantidad del peor suelo Consideremos en cambio Ib, donde el incremento se
cultivado y del mejor, dentro de la superficie global de tie­ ha producido especialmente en los dos tipos de suelo infe­
riores, y tendremos una renta de £ 42 sobre 12 acres, es
rras de un país, influye, pues, de manera inversa sobre el
decir una renta media de £ 3 Vi por acre. El capital glo­
monto global de las rentas que la relación entre la calidad
bal desembolsado es de £ 30, y por lo tanto la tasa de
del peor suelo cultivado y los mejores y óptimos influye
renta es = 140 %. Por consiguiente, la renta media por
sobre la renta por acre, y por consiguiente, bajo circuns­
acre ha disminuido en £ 1, y la tasa de renta se ha redu­
tancias en lo demás iguales, también sobre la renta global.
cido del 180 al 1 4 0 % . Por ende aquí, al aumentar la
La confusión de estos dos factores ha dado origen a toda
renta global de £ 18 a £ 42, se produce una baja de la renta
clase de objeciones erróneas contra la renta diferencial.
media, calculada tanto por acre com o con respecto al capi­
852
853
tal; del mismo modo que aumenta la producción, pero no en provenientes de una inversión de capital de igual magni-
forma proporcional. Ocurre esto a pesar de que la renta lud sobre partes alícuotas iguales (acres) de las super­
sobre todos los tipos de suelo — tanto por acre com o con ficies cultivadas en cada tipo de suelo; en el caso de
respecto al capital desembolsado— permanece constante. relación constante entre las rentas por acre de cada tipo
Esto sucede porque las % partes del incremento recaen de suelo, por consiguiente, y de igual tasa de renta sobre el
sobre el suelo A, que no da renta, y sobre el suelo B, que capital invertido en cada porción de terreno del mismo
sólo devenga la renta mínima. lipo: Primero, el monto de las rentas siempre aumenta
Si en el caso Ib la expansión global sólo se hubiese con la expansión de la superficie cultivada, y por consi­
producido en el suelo A , tendríamos 9 acres en A , 1 en B, guiente con el aumento de la inversión de capital, salvo el
1 en C y 1 en D. El monto global de las rentas seguiría caso en el que todo el incremento se produjese sobre
siendo de £ 18, mientras que la renta media por acre la tierra que no devenga renta. Segundo, tanto la renta
sobre los 12 acres sería, por consiguiente, de £ 1 V i\ y inedia por acre (m onto global de las rentas dividido por
£ 18 de renta sobre £ 30 de capital desembolsado, vale el número global de los acres cultivados) com o la tasa
decir una tasa de renta del 60 % . La renta media, calcu­ media de renta (m onto global de las rentas dividido por el
lada tanto por acre com o sobre el capital empleado, capital global desem bolsado) pueden variar en forma muy
habría disminuido mucho, mientras que el monto global considerable, y precisamente ambas lo harán en el mismo
de las rentas no habría aumentado. ! sentido, pero a su vez, y entre sí, en diversas propor­
Comparemos finalmente Ic con I y Ib. En compa­ ciones. Si no tomamos en cuenta el caso en el cual el
ración con I, la superficie del suelo se ha triplicado, incremento sólo se produce en el suelo A , que no devenga
y asimismo el capital desembolsado. El monto global de las renta, resultará que la renta media por acre y la tasa media
rentas es de £ 72 sobre 12 acres, es decir de £ 6 por de renta sobre el capital invertido en la agricultura de­
acre contra £ 4 Vi en el caso I. La tasa de renta sobre penden de las partes proporcionales que constituyen las
el capital desem bolsado ( £ 72: £ 3 0 ) es del 240 % , en diferentes clases de suelo en la superficie cultivada global;
lugar del 1 8 0 % . El producto global se ha acrecentado o, lo que resulta ser lo mismo, de la distribución del
de 10 quarters a 36. capital global empleado en los tipos de suelo de diferente
En comparación con Ib, donde el número total de fertilidad. Independientemente de que se haya cultivado
acres cultivados, el capital empleado y las diferencias poco o mucho terreno, y por consiguiente (con excepción
entre los tipos de suelo cultivados son los mismos, pero del caso en que todo el incremento recaiga sobre A ) de que
la distribución es diferente, el producto es de 36 quarters el monto global de las rentas sea mayor o menor, la renta
en lugar de 26, la renta media por acre es de £ 6 en media por acre o la tasa media de renta sobre el capital
lugar de 3 Vi, y la tasa de renta con relación al capital empleado permanecerá constante mientras no varíen las
global adelantado de igual magnitud es del 240 % , en proporciones de la participación de los diversos tipos de
lugar del 140 %. suelo en la superficie global. A pesar del aumento, y aun
Tanto si consideramos las diversas situaciones plantea­ del considerable aumento, del monto global de las rentas
das en los cuadros la, Ib y Ic com o situaciones coexistentes, debido a la ampliación del cultivo y el incremento de la
unas al lado de las otras, en diversos países, o bien como inversión de capital, la renta media por acre y la tasa
situaciones que se producen sucesivamente en un mismo media de renta sobre el capital disminuyen cuando la
país, de ese planteo se desprende lo siguiente: en el caso extensión de las tierras que no devengan renta y de las que
de precio estacionario de los cereales, por permanecer sólo arrojan una exigua renta diferencial aumenta más
constante el rendimiento del suelo peor, que no devenga que la de las tierras mejores, que devengan una renta
renta; en el caso de una diferencia constante en la ferti­ más elevada. A la inversa, la renta media por acre y la
lidad de las diversas clases de suelo cultivadas; en el caso tasa media de renta sobre el capital aumenta en la medida
de productos respectivos de igual magnitud, por lo tanto, en que las mejores tierras constituyen una parte relativa­

854 855
mente mayor de la superficie global, y por ello les corres­ media de renta o la relación entre el m onio global de las
ponde proporcionalmente una mayor inversión de capital. rentas y el capital global invertido en la tierra pueden
Por consiguiente, si se considera la renta media por aumentar o disminuir en caso de precios constantes, dife­
acre o por hectárea de todo el suelo cultivado, com o ocurre rencia de fertilidad constante de las tierras cultivadas y
las más veces en las obras de estadística, en las cuales se renta por acre constante, o bien tasa de renta constante
comparan diferentes países en la misma época o diferentes por el capital invertido por acre en cualquier tipo de suelo
épocas en un mismo país, se ve que el nivel m edio de la que realmente devengue renta, o sea por cualquier capital que
renta por acre, y por lo tanto también el monto global de realmente genere renta, mediante la sola expansión extensiva
las rentas, corresponden, en ciertas proporciones (aunque del cultivo.
en m odo alguno avanzan a igual ritmo, sino que, por el
contrario, lo hacen a ritmo mucho más acelerado), no a
la productividad relativa de la agricultura en un país, sino a la Aún deben formularse los siguientes agregados, que
productividad absoluta, es decir a la masa de los produc­ en parte también son apropiados para II, con referencia
tos que brinda, término medio, sobre la misma superficie. a la forma de la renta diferencial considerada bajo I.
Pues cuanta mayor proporción de la superficie global P rim ero: hemos visto que la renta media por acre
constituyan los tipos de suelo mejores, tanto mayor será o la tasa media de renta sobre el capital pueden aumentar
la masa de productos en caso de igual inversión de capital, al expandirse el cultivo, manteniéndose estacionarios los
y en una superficie de terreno de igual magnitud, y tanto precios y constante la fertilidad diferencial de las tierras
mayor será la renta media por acre. Y a la inversa en el cultivadas. Una vez que todo el suelo de un país ha sido
caso inverso. D e esta manera, la renta no parece determi­ apropiado, y que la inversión de capital en la tierra, el
nada por la relación de la fertilidad diferencial, sino por cultivo y la población han alcanzado determinado nivel
la fertilidad absoluta, y con ello parece quedar abolida la — circunstancias que se presuponen todas ellas no bien el
ley de la renta diferencial. Por ello se niegan ciertos fenó­ modo capitalista de producción se convierte en dominante,
menos, o bien se trata de explicarlos mediante inexistentes apoderándose también de la agricultura— , el precio del
diferencias en los precios medios de los cereales y en la suelo no cultivado de las diversas calidades (presupo­
fertilidad diferencial de las tierras cultivadas, fenómenos niendo únicamente la renta diferencial) está determinado
éstos que simplemente tienen su origen en que la relación por el precio de las tierras cultivadas de igual calidad
del monto global de las rentas tanto con la superficie total y ubicación equivalente. El precio es el mismo — luego
del suelo cultivado com o con el capital global invertido de deducidos los correspondientes costos de roturación— ,
en el suelo en caso de igual fertilidad del suelo que no pese a que ese suelo no devenga renta. D esde luego que
devenga renta, y por ende de iguales precios de produc­ el precio de la tierra no es otra cosa que renta capitali­
ción, y en el caso de igual diferencia entre los diversos zada. Pero también en el caso de las tierras cultivadas,
tipos de suelo, no está determinado solamente por la renta en el precio sólo se abonan rentas futuras, por ejemplo se
por acre o por la tasa de renta sobre el capital, sino asi­ pagan adelantadas y de una vez rentas por veinte años,
mismo por el número relativo de acres de cada tipo de si la tasa de interés vigente es del 5 % . Cuando se vende
suelo en el número total de acres cultivados; o, lo que una tierra se la vende com o tierra que devenga renta, y el
resulta ser lo mismo, por la distribución del capital global carácter prospectivo de ésta (que en este caso se considera
empleado entre los diversos tipos de suelo. Curiosamente, como un fruto del suelo, lo que sólo es de manera
hasta el presente se ha hecho caso omiso, por entero, aparente) no distingue la tierra inculta de la cultivada. El
de esta circunstancia. En todo caso se revela — y esto precio de las tierras incultas, al igual que su renta, cuya
es importante para el avance de nuestra investigación— fórmula resumida constituye, es puramente ilusorio mien­
que el nivel relativo de la renta media por acre y la tasa tras esas tierras no se empleen en realidad. Pero está leter-

856 857
minado así a priori, y se lo realiza no bien se hallan Así, el estado de Michigan fue uno de los primeros
compradores. Por ello, así como la renta media real de un estados occidentales12131 que se convirtió en exportador
país está determinada por su renta global media anual de granos. Su suelo es pobre, en general. Pero su vecin­
verdadera y su relación con la superficie cultivada total, dad con el estado de Nueva York y sus comunicaciones
el precio de la parte inculta de la tierra está determinado por agua, por medio de los lagos y del canal de Erie, le
por el precio de la parte cultivada, y por consiguiente es dieron preferencia, en primera instancia, sobre los estados
sólo un reflejo de la inversión de capital y de sus resultados Miuados más al oeste, más fértiles por naturaleza. El
en las tierras cultivadas. Puesto que, con excepción de la ejemplo dé este estado, en comparación con el estado
tierra peor, todos los tipos de suelo devengan renta (y de Nueva York, nos muestra asimismo la transición de
que esa renta, como veremos bajo II, aumenta con la masa tierras mejores a otras peores. El suelo del estado de
del capital y la intensidad del cultivo correspondiente Nueva York, en especial su parte occidental, es incompa­
a ella) se forma de esta manera el precio nominal de las rablemente más fértil, especialmente para el cultivo del
tierras incultas, y éstas se convierten así en una mercancía, trigo. Pero un cultivo esquilmante convirtió en estériles
en una fuente de riqueza para sus poseedores. Esto explica, estas fértiles tierras, y entonces el suelo de Michigan
al mismo tiempo, por qué aumenta el precio de la tierra apareció como de mayor fertilidad.
de toda la región, incluyendo la tierra inculta. (O pdyke.) x “En 1838 se embarcó harina de trigo en Buffalo hacia
La especulación con tierras, como por ejemplo en los el oeste, principalmente de la región triguera de Nueva
Estados Unidos, sólo se basa en este reflejo que arrojan York y el Alto Canadá.12141 En la actualidad, transcurridos
el capital y el trabajo sobre el terreno inculto. |. ..] 12 años, se traen ingentes suministros de trigo y
Segundo: el avance en la extensión del suelo cultivado harina desde el oeste, a lo largo del lago Erie, y se los
en general se produce o bien hacia un suelo peor, o bien embarca hacia el este en el canal de Erie, en Buffalo y en
en les diversos tipos dados de suelos, en diferentes pro­ el puerto vecino de Blackrock [. . .]. La exportación de trigo
porciones, segün se hallen presentes. El avance hacia el y harina resultó especialmente estimulada por la hambruna
suelo peor nunca ocurre, como es natural, por libre deci­ europea de 1847 [. . .]. Ello hizo que el trigo se abaratase
en el oeste de Nueva York y que el cultivo triguero se
sión, sino que — presuponiendo el modo capitalista de
hiciera menos remunerativo; esto indujo a los granjeros
producción— sólo puede ser consecuencia de un aumento
de los precios y, en cualquier modo de producción, sólo de Nueva York a volcarse más hacia la ganadería y la
maustria lechera, la fruticultura, etc., ramos éstos en los
puede ser consecuencia de la necesidad. Sin embargo, no
que, en su opinión, el N oroeste12151 no estará en condiciones
es inevitable que esto sea así. A veces se prefiere un
de competir directamente con ellos.” (J. W. Johnston,
suelo malo a otro relativamente mejor a causa de su ubi­
N otes on N orth Am erica, Londres, 1851, I, pp. 222, 2 2 3 .)
cación, que resulta decisiva en los países jóvenes en el
Tercero', es un supuesto falso el de que, en colonias
caso de toda expansión de los cultivos; pero también
y en general en países jóvenes, que pueden exportar granos
porque aunque la formación edáfica de una zona determi­
a precios más baratos, el suelo es por ello, necesariamente,
nada se cuente, en general, entre las más fértiles, en par­
de mayor fertilidad natural. En este caso, el cereal no
ticular se hallan abigarradamente mezclados, no obstante, sólo se vende por debajo de su valor, sino además por
suelos superiores e inferiores, y el suelo de menor calidad debajo de su precio de producción, es decir por debajo
debe ser sometido a su cultivo, siquiera sea por su vincula­ del precio de producción determinado por la tasa media de
ción con el de calidad superior. Si el suelo inferior forma ganancia en los países más antiguos.
enclaves dentro del superior, éste le confiere la ventaja de Sí, como dice Johnston (p. 2 2 3 ) , “estamos habituados
la ubicación con respecto a tierras fértiles que no se hallan a asociar a estos estados nuevos, desde los cuales llegan
en conexión con las ya sometidas al cultivo o que están a anualmente cargamentos de trigo tan grandes a Buffalo,
punto de serlo. la idea de una gran fertilidad natural y de territorios ilimi­
858 859
tados de ricos suelos”, ello depende, en primera instancia, rendimiento por acre, sino del número de acres que pueden
de situaciones económicas. La población íntegra de una cultivarse de una manera superficial, puesto que este suelo
región semejante, com o por ejemplo Michigan, está casi nada le cuesta al agricultor, o, en comparación con países
exclusivamente ocupada, en un principio, en la agricultura, más antiguos, le cuesta una insignificancia. Por ejemplo
en especial con sus productos masivos, que ella sólo puede donde existe el contrato de aparcería, com o ocurre en
cambiar por mercancías industriales y productos tropicales. partes de Nueva York, Michigan, Canadá, etc. Una familia
Por ello, todo su producto excedentario aparece en la forma cultiva superficialmente unos 100 acres, pongamos por
de granos. Desde un principio, esto distingue los estados caso, y pesé a que el producto por acre no es grande, el
coloniales fundados sobre la base del mercado mundial producto de los 100 acres rinde un significativo excedente
moderno, de los anteriores, y en especial de los de la para la venta. A ello se agrega aún el mantenimiento casi
Antigüedad. Esos países obtienen ya terminados, a través gratuito de los animales en las praderas naturales, sin
del mercado mundial, productos que, en otras circuns­ pasturas artificiales. Lo que decide en este caso no es la
tancias, hubiesen debido crear por sí mismos: vestimenta, calidad, sino la cantidad de la tierra. La posibilidad de este
herramientas, etc. Sólo sobre una base semejante podían cultivo superficial se agotará, com o es natural, con mayor
los estados sureños de la U nión convertir el algodón en su o menor rapidez, en forma inversamente proporcional a la
producto principal. La división del trabajo en el mercado fertilidad del nuevo suelo y en proporción directa a la
mundial les permite hacerlo. Por eso, si, teniendo en cuenta exportación de su producto. “Y sin embargo, un país seme­
su juventud y el número relativamente reducido de su po­ jante dará excelentes primeras cosechas, inclusive de trigo;
blación, parecen producir una cantidad muy grande de quien extraiga esta primera flor y nata de la tierra podrá
producto excedentario, ello no se debe a la fertilidad de su enviar al mercado un abundante remanente de trigo” (loe.
suelo, ni tampoco a la fecundidad de su trabajo, sino a la cit., p. 2 2 4 ). En países de cultivo más antiguo, las rela­
forma unilateral de su trabajo y por tanto del producto ciones de propiedad, el precio del suelo inculto determi­
excedentario en el que el mismo se presenta. nado por el precio del suelo cultivado, etc., imposibilitan
Pero, además, una tierra de cultivo relativamente esta clase de cultivo extensivo.
menos fértil, pero que se cultiva por primera vez y que No por ello este suelo ha de ser muy fértil, tal como
aún no ha tenido contacto alguno con la civilización, salvo imagina Ricardo, ni solamente hay por qué cultivar tipos
que las condiciones climáticas sean demasiado desfavora­ de suelo de igual fertilidad, com o puede verse de lo que
bles, habrá acumulado — cuando menos en los estratos sigue. En el estado de Michigan se sembraron, en 1848,
superiores— tantas sustancias nutritivas, fácilmente solu­ 465.900 acresb de trigo, los que produjeron 4.739.300
bles, para las plantas, que esa tierra dará, durante prolon­ bushelsc o, término medio, lO'/s bushel por acre; d previa
gado lapso, cosechas sin abono alguno, y ello con un cultivo
apenas muy superficial. En el caso de las praderas del encamina hacia la ruina si no se pone coto violentam ente a los
Oeste se suma la circunstancia de que las mismas prácti­ medios de subsistencia, que presionan sobre la población. Pero el
laboreo de esas estepas, praderas, pam pas, llanos * etc., se halla
camente no requieren costos de roturación algunos, ya apenas en sus comienzos; por consiguiente, el efecto revolucionario
que la naturaleza las ha hecho cultivables.33bis En territorios »obre la econom ía ru ral europea se h ará sentir de m anera harto
menos fértiles de esta índole, el excedente aparece no en diferente que hasta el m om ento actual.}
virrud de la elevada fertilidad del suelo, vale decir del
■ “Pampas, llanos”: en español en el original.
3 3 1" ,
{/r £ — g s precisam ente el cultivo, en rápido incre­ '' 188.500 hectáreas, aproxim adam ente.
mento, de tales regiones de praderas o llanuras, lo que últim am ente ' Si Johnston se refiere a bushels norteam ericanos o Winchesters
ha convertido en un hazm erreír la celebérrim a tesis m altusiana de brushels (de 2.150,4 pulgadas cúbicas), = 1.670.000 hectolitros,
que “la población presiona sobre los medios de subsistencia” ; tal nprox. El bushel inglés o Im perial bushel, es 3,15 % m ayor que el
cultivo, por el contrario ha provocado las lam entaciones de los norlcamericano.
agricultores, según los cuales la agricultura, y con ella A lem ania, se '' 8,9 hectolitros por hectárea.

860 861
deducción del grano de siembra, ello arroja menos de 9 capitalista individual, éste mide el volumen de su produc­
bushels por acre.a D e los 29 condados del estado, 2 produ­ ción por el volumen de su capital disponible, en la medida
jeron, término medio, 7 bushels, 3 produjeron 8, 2 pro­ cti que él mismo aún pueda supervisarlo. Lo que tiene en
dujeron 9, 7 produjeron 10, 6 produjeron 1 1 , 3 produjeron visla es abarcar cuanto sitio le sea posible en el mercado.
12, 4 produjeron 13 bushels, y sólo hubo uno que produjo Si se sobreproduce, no se atribuirá la culpa, sino que se la
16 y otro que produjo 18 bushels por acre (loe. cit., endilgará a sus competidores. El capitalista individual puede
p. 2 2 5 ). extender su.producción, tanto apropiándose de una mayor
Para el cultivo práctico, una mayor fertilidad del suelo parte alícuota del mercado dado, com o ampliando él
coincide con una mayor posibilidad de aprovechamiento mismo el mercado.
inmediato de esa fertilidad. Esta última puede ser mayor
en un suelo pobre por naturaleza que en otro naturalmente
rico; pero es la clase de suelo a la cual el colono echará
mano en primera instancia, y a la que es forzoso que
eche mano en caso de falta de capital.
Por último: la extensión del cultivo a superficies de
terreno mayores — abstracción hecha del caso que acabo
de considerar, en el cual debe recurrirse a suelos peores que /
los cultivados hasta el presente— a los diversos tipos de
suelo de A hasta D , es decir, por ejemplo, el cultivo de
superficies mayores de B y C, no presupone en m odo alguno
un aumento previo de los precios de los cereales, así com o
la ampliación anual de la hilatura de algodón, por ejemplo,
tampoco requiere un constante aumento de los precios del
hilado. Pese a que un significativo aumento o disminución
de los precios de mercado influye sobre el volumen de la
producción, haciendo abstracción de ello vemos que en los
casos de precios medios, cuyo nivel no influye sobre la
producción obstaculizándola ni alentándola en forma excep­
cional, también en la agricultura se verifica constantemente
esa sobreproducción relativa (al igual que en todos los
demás ramos de la producción explotados de manera capi­
talista), sobreproducción que de por sí es idéntica a la
acumulación, y que en otro m odo de producción ocurre
directamente en virtud del incremento de la población y en
las colonias por inmigración constante. Las necesidades
aumentan permanentemente, y en previsión de ello se
invierte constantemente nuevo capital en nuevas tierras,
aunque, según las circunstancias, para diferentes productos
agrícolas. En sí y para sí, es la formación de nuevos
capitales lo que acarrea esto. Pero en lo que respecta al

“ 7,8 hectolitros por hectárea.

862 863
CAPÍTULO XL

SEG UNDA FO RM A DE LA R E N T A D IFER EN C IA L


(R E N T A D IFER EN C IA L II)

Hasta aquí sólo hemos considerado la renta diferencial


como el resultado de la productividad diferente de iguales
inversiones de capital en iguales superficies de terreno
de diferente fertilidad, de tal manera que la renta dife­
rencial resultaba determinada por la diferencia entre el
rendimiento del capital invertido en el suelo peor, que
no devenga renta, y el del capital invertido en el suelo
mejor. Teníamos aquí las inversiones de capital coexis­
tiendo en diferentes superficies de terreno, de modo
que a toda nueva inversión de capital correspondía un
cultivo más extensivo del suelo, una ampliación en la super­
ficie del suelo cultivado. Pero en última instancia, la renta
diferencial sólo era, de por sí, el resultado de la diferente
productividad de capitales iguales invertidos en el suelo.
¿Puede haber diferencia entre que volúmenes de capital
de diferente productividad se inviertan sucesivamente en
un mismo predio, y que se los invierta al mismo tiempo
en diferentes predios, presuponiendo sólo que los resul­
tados sean los mismos?
Por lo pronto no es posible negar que, en lo que
respecta a la formación de la plusganancia, da lo mismo
si £ 3 de costos de producción, invertidas en el acre de
A, rinden 1 quarter, de modo que £ 3 constituyen el
precio de producción y el precio regulador de mercado
por 1 quarter, mientras que £ 3 de costos de producción
sobre el acre de B producen 2 quarters, y por consiguiente

865
una plusganancia de £ 3, así com o £ 3 de costos de predio, esto constituye en cambio una significativa dife­
producción sobre el acre de C dan 3 quarters y £ 6 rencia para la transformación de las plusganancias en
de plusganancia, y finalmente £ 3 de costos de produc­ renta del suelo. Este último método encierra a esa trans­
ción sobre el acre de D rinden 4 quarters y £ 9 de plusga­ formación dentro de límites más estrechos, por una parte,
nancia; o bien que el mismo resultado se logre si estas y más fluctuantes, por la otra. Ello explica que en países
£ 12 de costos de producción o esas £ 10 de capital se de cultivos intensivos (y, en un sentido económ ico, no
emplean con los mismos rendimientos y en la misma entendemos por cultivos intensivos sino la concentración
secuencia en un mismo acre. En todos ios casos se trata de capital en una misma porción de terreno, en lugar de
de un capital de £ 10, cuyas partes de valor de £ 2 Vi su distribución a lo largo de superficies de terreno yuxta­
cada una se invierten sucesivamente, sin que importe si se puestas) la actividad del tasador se convierta, tal como lo
las invierte al mismo tiempo en 4 acres de diferente ferti­ desarrolla Morton en sus Resources of Estates, en una
lidad, o una tras otra en un mismo acre; a causa de su profesión sumamente importante, complicada y difícil. En
producto diferente una de dichas partes no arroja plusga­ el caso de mejoras más permanentes del suelo, al expi­
nancia alguna, mientras que las otras partes arrojan una rar el contrato de arrendamiento la fertilidad diferencial
plusganancia que se halla en relación con la diferencia artificialmente elevada del suelo coincide con su fertilidad
de su rendimiento por encima de aquella primera inversión diferencial natural, y por ello coincide la tasación de la
que no devenga renta. renta con la fertilidad diferente entre tipos de suelo, en
Las plusganancias y diversas tasas de plusganancia general. Por el contrario, en la medida en que la formación
para diferentes partes de valor de capital se forman de de plusganancia esté determinada por el nivel del ca­
igual manera en ambos casos. Y la renta no es otra cosa pital de explotación, al llegar éste a cierto nivel, la magni­
que una forma de esa plusganancia, la cual constituye tud de la renta se calcula según la renta media del país,
su sustancia. Pero de cualquier manera, en el caso del y de ahí que se vele por que el nuevo arrendatario disponga
segundo método se presentan dificultades para la transfor­ de capital suficiente com o para proseguir el cultivo de la
mación de la plusganancia en renta, para esa trasmutación misma manera intensiva.
formal que incluye la transferencia de las plusganancias
del arrendatario capitalista al propietario del suelo. D e
ahí la empecinada resistencia de los arrendatarios ingleses
contra una estadística agrícola oficial. De ahí la lucha A l considerar la renta diferencial II aún es necesario
entre ellos y los terratenientes por la verificación de los destacar los puntos siguientes:
resultados reales de su inversión de capital (M orton). Primero: su base y su punto de partida, no sólo
Pues la renta se fija al arrendar los terrenos, por lo cual histórico, sino en la medida en que afecta su movimiento
las plusganancias que surgen de la inversión sucesiva de en cualquier momento dado, lo constituye la renta dife­
capital fluyen hacia los bolsillos del arrendatario mientras rencial I, es decir el cultivo simultáneo, coexistente, de
dure el contrato de arrendamiento. D e ahí la lucha dé los tipos de suelo de diversa fertilidad y ubicación; es decir,
arrendatarios por contratos de arrendamiento prolongados el em pleo simultáneo, coexistente, de diferentes partes
y, a la inversa, la multiplicación de los contratos rescin­ componentes del capital agrícola global en sectores de
dióles cada año ( tenancies at w ill) en virtud de la supre­ terreno de diferente calidad.
macía de los terratenientes. Desde el punto de vista histórico, esto se comprende
Por eso resulta claro desde un principio: si bien para por sí solo. En las colonias, los colonos deben invertir
la ley de la formación de las plusganancias tanto da que poco capital; los agentes principales de la producción son
se inviertan capitales iguales con resultados desiguales en el trabajo y la tierra. Cada jefe de familia individual
forma simultánea y en superficies de terreno de igual exten­ trata de preparar, para sí y para los suyos, un campo de
sión, o que se los invierta de manera sucesiva en el mismo ocupación independiente, situado junto a los de los demás
866 867
colonos. Ese caso debe darse, en general, en la agricul­
tura propiamente dicha, también bajo los m odos de pro­ otro lado, el movimiento de la renta diferencial II sólo se
ducción precapitalistas. En la ganadería ovina, y en produce, en cualquier instante dado, en un dominio que
la ganadería en general en cuanto ramos autónomos de la constituye, a su vez, el abigarrado fundamento de la renta
producción, ocurre una explotación más o menos colectiva diferencial I.
del suelo, y la misma es extensiva desde un comienzo. Segundo: en la renta diferencial en la forma II se
El m odo capitalista de producción parte de modos de suman, a diferencia de la fertilidad, las diferencias en la
producción anteriores, en los cuales los medios de produc­ distribución del capital (y de capacidad de crédito) entre
ción, de hecho o de derecho, son propiedad del propio los arrendatarios. E n la manufactura propiamente dicha
cultivador, en una palabra, de la explotación artesanal pronto se forma un mínimo propio de volumen de opera­
de la agricultura. Conforme a la índole de las cosas sólo se ciones para cada ramo de la actividad, y correspondiente­
desarrolla paulatinamente, a partir de ésta, la concen­ mente se forma un mínimo de capital por debajo del cual
tración de los medios de producción y su transformación n o es posible explotar con éxito una empresa individual.
en capital frente a los productores directos, convertidos en Asimismo, en cada ramo de los negocios se forma un
trabajadores asalariados. En la medida en que el modo término medio normal de capital que supera este mínimo,
capitalista de producción se manifiesta aquí de una manera y del cual debe disponer y dispone la mayor parte de
característica, al principio ello ocurre, en forma funda­ los productores. Cuanto haya por encima de él, puede
mental, en el apacentamiento del ganado ovino y la cría formar ganancias extraordinarias; lo que se mantiene por
de vacunos, pero ello no se verifica con una concentración debajo de ese término medio, no percibe la ganancia
del capital en una extensión de tierras relativamente pe­ media. E l modo capitalista de producción sólo se apodera
queña, sino en la producción en escala más bien conside­ en forma lenta y despareja de la agricultura, com o puede
rable, de m odo que se ahorra en el mantenimiento de verse en Inglaterra, el país clásico del modo capitalista
caballos y en otros costos de producción; pero de hecho, de producción en la agricultura. Mientras no exista la libre
no mediante el empleo de más capital aplicado al mismo importación de granos o mientras sus efectos sólo sean
suelo. Además, las propias leyes naturales del cultivo limitados por serlo el m onto de dicha importación, quienes
implican que, llegado a cierto nivel del cultivo y a su determinan el precio de mercado son los productores que
correspondiente agotamiento del suelo, el capital — consi­ trabajan en suelos peores, es decir en condiciones de pro­
derado aquí, al mismo tiempo, en el sentido de medios de ducción más desfavorables que las condiciones medias.
producción ya producidos— se convierta en el elemento Gran parte de la masa global de capital empleada en la
decisivo del cultivo. Mientras el terreno cultivado consti­ agricultura y que se halla, en general, a disposición de ésta,
tuye un sector relativamente pequeño en proporción al se encuentra en sus manos.
terreno no cultivado, y la fuerza del suelo no esté agotada Es verdad, por ejemplo, que el campesino emplea
aún (y tal caso se da en el predominio de la ganadería mucho trabajo en su diminuta parcela. Pero es trabajo
y la dieta cárnea durante el período previo a la prepon­ aislado y despojado de las condiciones objetivas, tanto
derancia de la agricultura propiamente dicha y de la sociales com o materiales de la productividad, privado
alimentación vegetal), el nuevo e incipiente modo de pro­ de las mismas.
ducción enfrenta a la producción campesina especialmente Esta circunstancia hace que los arrendatarios real­
en virtud de la superficie de terreno que se cultiva por mente capitalistas sean capaces de apropiarse de una parte
cuenta de un so lo capitalista, es decir, una vez más, por el de la plusganancia; cosa que no ocurriría, cuando menos
empleo extensivo del capital, aplicado a una superficie en lo que a este punto respecta, si el m odo capitalista de
de terreno de extensión relativamente considerable. Por producción estuviese tan desarrollado en la agricultura
consiguiente, cabe sostener desde un comienzo que la renta com o en la manufactura.
diferencial I es la base histórica de la cual se parte. Por Consideremos solamente por ahora la formación de la
plusganancia en la renta diferencial II, sin preocupamos
868
869
aún por las condiciones bajo las cuales puede producirse de £ 2 Vi arrojarán plusganancias según la diferencia de
la transformación de esta plusganancia en renta de la tierra. ese producto, ya que dicho producto no se vende a su
Resulta claro entonces que la renta diferencial II sólo precio de producción, sino al precio de producción
es una expresión diferente de la renta diferencial I, pero de la inversión menos rendidora de £ 2 Vi; una inversión
que intrínsecamente coincide con ella. La diferente ferti­ que no arroja renta alguna, y en la cual el precio del
lidad de los distintos tipos de suelo sólo influye en la producto está regulado conforme a la ley general de los
renta diferencial I en la medida en que hace que los capi­ precios de producción. La formación de las plusganancias
tales invertidos en la tierra den resultados o productos sería la misma que en el cuadro I.
desiguales, considerados según igual magnitud de los capi­ Una vez más se revela aquí que la renta diferencial II
tales o con arreglo a su magnitud proporcional. El que esa presupone la renta diferencial I. Aquí se supone que
desigualdad se produzca para capitales diferentes, sucesi­ 1 quarter es el mínimo de producto que arroja un capital
vamente invertidos en la misma porción de terreno, o en de £ 2 Vi, es decir en el suelo peor. Supongamos, enton­
el caso de capitales empleados para varias porciones de ces, que el arrendatario del tipo de suelo D, además de
diferentes tipos de sucio, no puede crear distingos en cuanto las £ 2 Vi que arrojan para él 4 quarters y por los cuales
a la diferencia de fertilidad o de su producto, y por paga 3 quarters de renta diferencial, emplea en el mismo
ende en cuanto a la formación de la renta diferencial para suelo £ 2 Vi que sólo arrojan para él 1 quarter, com o el
las partes del capital más productivamente invertidas. mismo capital en el suelo peor, A. En este caso, ello
Sigue siendo el suelo el que, con igual inversión de capital, Constituiría una inversión de capital no devengadora de
presenta una fertilidad diferente, sólo que en este caso renta, ya que sólo arrojaría para él la ganancia media.
el mismo suelo cumple, para un capital sucesivamente No habría plusganancia para transformarse en renta. Pero,
invertido en diferentes porciones, la misma tarea que por otra parte, tampoco este producto decreciente de la
desempeñan en 1 diferentes tipos de suelo para diferentes segunda inversión de capital en D tendría influencia alguna
partes del capital social, de igual magnitud, invertidas sobre la tasa de ganancia. Sería lo mismo que si se invir­
en ellos. tieran £ 2 Vi en otro acre nuevo del tipo de suelo A,
Si el mismo capital de £ 10, que en el cuadro I a circunstancia ésta que en modo alguno afecta la plusga­
ha sido invertido por diferentes arrendatarios, en la forma nancia, y por lo tanto tampoco la renta diferencial de Tos
de capitales independientes de £ 2 Vi cada uno, en tipos de suelo A, B, C y D. Pero para el arrendatario,
sendos acres de los cuatro tipos de suelo A, B, C y D, esta inversión adicional de £ 2 Vi en D habría resultado
estuviese invertido en lugar de ello, y en forma sucesiva, tan ventajosa como resultó, conforme al supuesto, la
en un mismo acre de D, de modo que la primera inversión inversión de las £ 2 Vi originarias en el acre D, pese a
rindiese 4 quarters, la segunda, 3, la tercera, 2 y la última, que ésta arrojó 4 quarters. Si, además, dos nuevas inver­
1 quarter (o también en secuencia inversa), el precio de siones de capital de £ 2 Vi cada una, le dan 3 y 2
un quarter — £ 3, el que rinde la parte menos produc­ Iquarters de producto adicional, respectivamente, habría
tiva del capital, no arrojaría renta diferencial alguna, ¡vuelto a producirse una disminución, en comparación con
sino que determinaría el precio de producción, mientras el rendimiento de la primera inversión de £ 2 Vi en D,
fuese necesario el abastecimiento de trigo, cuyo precio que fue de 4 quarters, y que por consiguiente tuvo una
de producción es = £ 3. Y puesto que, con arreglo a plusganancia de 3 quarters. Pero sólo se trataría de
nuestro supuesto, se produce de manera capitalista, es decir tina disminución en el nivel de la plusganancia, y no afec­
que el precio de £ 3 incluye la ganancia media que arroja, taría la ganancia media ni el precio de producción regu-
en general, un capital de £ 2 Vi, las otras tres porciones jUtdor. Este caso sólo se daría si la producción adicional
tiue arroja estas plusganancias decrecientes tornase su-
pcrflua la producción de A, con lo cual dejaría al acre A
Véase en el presente volumen, p. 8 5 0 . íiera de explotación. En este caso, a la reducción de la

870 871
productividad de la inversión de capital adicional en el acre de capital de £ 2 Vi rindió 1 quarter al precio de produc­
D se vincularía una baja en el precio de producción, por ción de £ 3, caso que se invirtieran otras £ 2 Vi — es
ejemplo de £ 3 a £ 1 V i, si el acre B se convirtiese decir con una inversión total de £ 5— sólo rindiera un
en el suelo que no devenga renta, regulador del precio de total de 1 Vi quarters, el precio de producción de estos
mercado. 1 Vi quarters sería = £ 6, es decir que el de un quarter
El producto en D sería ahora = 4 + 1 + 3 + 2 = 1 0 = £ 4. Cualquier disminución de la productividad al
quarters, mientras que antes era = 4 quarters. El precio aumentar la inversión de capital sería, en este caso, una
del quarter, regulado por B, se habría reducido, no reducción relativa del producto por acre, mientras que
obstante, a £ 1 V i. La diferencia entre D y B sería en los tipos de suelo mejores sólo es una reducción del
= 10 — 2 = 8 quarters, a £ 1 V4 por quarter = £ 12, plusproducto excedentario.
mientras que antes la renta dineraria en D era = £ 9.
Esto debe tenerse en cuenta. Calculado por acre, el nivel Pero la naturaleza de las cosas hace que, con el
de la renta habría aumentado en un 33 Vs % , pese a la desarrollo del cultivo intensivo, es decir con sucesivas in­
disminución de la tasa de las plusganancias sobre los dos versiones de capital en una misma tierra, sea de prefe­
capitales adicionales de £ 2 Vi cada uno. rencia en los tipos de suelo superiores donde ello se efectúa,
D e aquí se desprenden las complicadísimas combina­ o donde sucede en mayor grado. (N o hablamos de las
ciones a que da lugar la renta diferencial en general, y en mejoras permanentes, en virtud de las cuales un suelo
especial la forma II junto con la forma I, mientras que inser/ible hasta el presente se convierte en suelo útil.) Por
Ricardo, por ejemplo, la trata en forma totalmente unila­ lo tanto, la fertilidad declinante de las sucesivas inversiones
teral y com o una cuestión sencilla. Por ejemplo, com o de capital debe influir principalmente de la manera
en el caso anterior, tenemos un descenso del precio regu­ descrita. Se escoge para ello el suelo mejor porque ofrece
lador de mercado y, al mismo tiempo, un aumento de la las mejores perspectivas para que el capital empleado en él
renta en las tierras fértiles, de m odo que aumentan tanto rinda, pues dicho suelo contiene la mayor parte de los
el producto absoluto com o el plusproducto absoluto. (En elementos naturales de la fertilidad, y sólo se trata ya de
la renta diferencial I en línea descendente, el plusproducto aprovecharlos.
relativo — y por lo tanto la renta por acre— puede aumen­ Cuando el cultivo se intensificó aun más en Inglaterra
tar, a pesar de que el plusproducto absoluto por acre después de la derogación de las leyes cerealeras, se empleó
permanezca constante o incluso disminuya.) Pero al mismo gran cantidad de tierras anteriormente trigueras con otros
tiempo disminuye la productividad de las inversiones suce­ fines, en especial para la ganadería, drenándose en cambio
sivamente efectuadas en el mismo suelo, pese a que gran y mejorándose en general las zonas de tierras fértiles más
parte de ellas corresponde a las tierras más fértiles. Consi­ apropiadas para el trigo; de este modo, el capital destinado
derada desde un punto de vista — tanto en lo que respecta al cultivo del trigo se concentró en un territorio más res­
al producto com o a los precios de producción— , la produc­ tringido.
tividad del trabajo se ha incrementado. Considerada desde En este caso — y todas las plustasas posibles situadas
otro ángulo, ha disminuido, porque la tasa de la plusga- entre la plusganancia máxima de la mejor tierra y el
nancia y el plusproducto por acre disminuyen para las producto del suelo A , que no devenga renta, coinciden en
diferentes inversiones de capital en el mismo suelo. este caso con un aumento no relativo, sino absoluto del
La renta diferencial II, al disminuir la productividad plusproducto por acre— la nueva plusganancia (llegado
de las inversiones sucesivas de capital, sólo estaría necesa­ el caso, renta) formada no representa una parte de la
riamente vinculada con el encarecimiento del precio de anterior ganancia media convertida en renta (parte del
producción y un descenso absoluto de la productividad si producto en la cual se representaba anteriormente la ganan­
estas inversiones de capital sólo pudiesen efectuarse en el cia m edia), sino plusganancia suplementaria que se tras­
suelo peor A . Si el acre de A , que con una inversión mutó, a partir de esa forma, en renta.
872 873
En cambio sólo en el caso en que la demanda de pora al cultivo tierra nueva y peor o hasta que el producto
cereales aumentase a tal punto que el precio de mercado global del capital adicional invertido en los diferentes tipos
se elevase por encima del precio de producción de A, y de suelo sólo puede suministrarse a un precio de produc­
por ello en A, B o en alguna otra clase [de suelo] el plus- ción más elevado que el vigente hasta ese momento, salvo
producto no pudiese suministrarse más que a un precio ese caso, decíamos, la disminución proporcional de la
mayor que £ 3, sólo en tal caso se hallaría vinculado productividad de los capitales adicionales deja intactos el
un aumento del precio de producción y del precio regu­ precio de producción regulador y la tasa de ganancia.
lador de mercado a la reducción del producido de una Por lo demás, hay otros tres casos posibles:
inversión adicional de capital en alguna de las clases A, a) Si el capital adicional en alguno de los tipos de
B, C o D. En tanto esto se estableciera por un período suelo A, B, C o D sólo arroja la tasa de ganancia deter­
más bien prolongado, y no suscitase el cultivo de tierra minada por el precio de producción de A , no se forma
adicional A (por lo menos de la calidad A ) , o si otros de ese modo plusganancia alguna, ni tampoco renta posible
factores no provocasen un abastecimiento más barato, de alguna; exactamente de la misma manera que si se hubiese
permanecer constantes las circunstancias restantes el sala­ cultivado suelo adicional A.
rio aumentaría a causa del encarecimiento del pan y la b) Si el capital adicional arroja un producto más
tasa de ganancia disminuiría correspondientemente. En ese elevado, se forma obviamente nueva plusganancia (renta
caso sería indiferente que el aumento de la demanda se potencial) cuando el precio regulador permanece inalte­
satisficiera por incorporación de tierras peores que A o por rado. Éste no es el caso necesariamente, con mayor exac­
inversión suplementaria de capital, sin que importase en titud no lo es si esa producción adicional deja al suelo A
cuál de los cuatro tipos de suelo. La renta diferencial fuera de cultivo, expulsándolo de ese modo de la serie de
se elevaría y al mismo tiempo se reduciría la tasa de tipos de suelo en competencia. En este caso disminuye
ganancia. el precio de producción regulador. La tasa de ganancia
Ricardo marcó como caso único y normal, al cual aumentaría si a ello estuviese vinculada una baja del
redujo toda la formación de la renta diferencial II, este salario o si el producto más barato ingresase com o ele­
único caso, en el que el descenso de la productividad de mento en el capital constante. Si la superior productividad
los capitales posteriormente agregados a tipos de suelo que del capital adicional se hubiese registrado en los tipos de
ya se hallan en cultivo puede conducir a un aumento en suelo mejores C y D, dependería por completo del nivel
el precio de producción, al descenso de la tasa de ganancia de la productividad incrementada y del volumen de los
y a la formación de una renta diferencial más elevada, ya nuevos capitales agregados la medida en la cual la forma­
que, bajo las circunstancias dadas, la misma se elevaría ción de un incremento de plusganancia (es decir, de un
en todos los tipos de suelo exactamente com o si ahora incremento de renta) se hallase vinculada a la baja del
fuese un suelo peor que A el que regulase el precio de precio y al aumento de la tasa de ganancia. Esta última
mercado. también puede aumentar sin la disminución del salario, por
Este caso también se daría si sólo estuviese cultivado abaratamiento de los elementos del capital constante.
el tipo de suelo A, y sucesivas inversiones de capital en el c ) Si se produce la inversión adicional de capital con
mismo no estuviesen vinculadas a un incremento propor­ disminución de las plusganancias, pero de tal suerte que
cional del producto. su producto deje un excedente por encima del producto del
Por consiguiente, en la renta diferencial II se pierde mismo capital en el suelo A, y si el incremento de la
aquí por com pleto de vista la renta diferencial I. oferta no deja el suelo A fuera de cultivo, ocurre bajo
Con excepción de este caso, en el cual la oferta prove­ todas las circunstancias una nueva formación de plusga­
niente de los tipos de suelo cultivados no basta, y por ello nancias que puede operarse simultáneamente en D, C, B
el precio de mercado se halla permanentemente situado y A. En cambio, si el suelo peor A resulta desplazado del
por encima del precio de producción hasta que se incor­ cultivo, disminuye el precio de producción regulador, y

874 875
rindiese ahora 2 quarters, B rindiese 4, C produjese 6 y
dependerá de la relación entre el precio reducido de un
D rindiese 8, puesto que este incremento no se debe a la
quarter y el número incrementado de los quarters que
duplicación de la fertilidad con un capital constante, sino
constituyen la plusganancia el que la plusganancia expre­
a una fertilidad proporcional constante con capital dupli­
sada en dinero — y por ende la renta diferencial— aumente
cado, el precio de producción seguiría siendo de £ 3 por
o disminuya. Pero de cualquier manera se revela aquí la
quarter. Los 2 quarters de A costarían ahora £ 6, tal
curiosa circunstancia de que, con las plusganancias decre­
com o antes 1 quarter costaba £ 3. La ganancia se habría
cientes de sucesivas inversiones de capital, el precio de
duplicado en los 4 tipos de suelo, pero ello sólo por ha­
producción puede disminuir en lugar de tener que aumen­
berse duplicado el capital invertido. Pero en la misma
tar, com o parecería a primera vista.
proporción se habría duplicado la renta; sería de 2
Estas inversiones adicionales de capital con plusrendi-
quarters para B en lugar de 1, de 4 para C en lugar
mientos declinantes corresponden por entero al caso en
de 2, y de 6 para D en lugar de 3; y concordantemente la
el cual en tipos de suelo cuya fertilidad se halla entre
renta dineraria para B, C y D sería, respectivamente, de
A y B, B y C, C y D, por ejemplo, se invirtiesen cuatro
£ 6 , £ 12 y £ 18. A l igual que el producto por acre,
nuevos capitales independientes de £ 2 Vi cada uno, que
se habría duplicado la renta dineraria por acre, y en conse­
rendirían respectivamente 1 V4, 2 Vó, 2 % y 3 quarters.
cuencia también el precio del suelo, en el cual se capi­
En todos estos tipos de suelo se formarían plusganancias,
taliza esta renta en dinero. Calculada de esta manera,
rentas potenciales, para los cuatro capitales adicionales,
se eleva el nivel de la renta en grano y en dinero, y por
pese a que la tasa de plusganancia, en comparación con
consiguiente el precio del suelo, porque la unidad de
la de la misma inversión de capital en un suelo cada
medida en la que se lo calcula, el acre, constituye una
vez mejor, habría disminuido. Y sería exactamente igual
porción de terreno de magnitud constante. En cambio,
si esos cuatro capitales estuviesen invertidos en D, etc.,
calculada com o tasa de renta con relación al capital desem­
o si estuviesen distribuidos entre D y A.
bolsado, no se ha operado cambio alguno en el nivel
Llegamos ahora a una diferencia esencial entre las
proporcional de la renta. La renta global de 36 guarda
dos formas de la renta diferencial.
con el capital desembolsado de 20 la misma proporción
Si permanecen constantes el precio de producción y las
que la renta global de 18 guardaba con el capital desem­
diferencias, en la renta diferencial I puede aumentar, con
bolsado de 10. Otro tanto vale para la relación entre la
la renta global, la renta media por acre, o la tasa media
renta dineraria de cada tipo de suelo con el capital desem­
de renta sobre el capital; pero el término medio es sólo
bolsado en él; así, por ejemplo en C, £ 12 de renta son
una abstracción. El verdadero nivel de la renta por acre
a £ 5 de capital com o anteriormente £ 6 de renta eran a
o calculada sobre el capital sigue siendo el mismo.
£ 2 Vi de capital. N o se originan aquí diferencias nuevas
En cambio, bajo los mismos supuestos, el nivel de la
entre los capitales desembolsados, pero sí nuevas plusga­
renta, medida por acre, puede aumentar aunque la tasa
nancias, sólo porque el capital adicional se invierte en
de renta, medida según el capital invertido, permanezca
alguno de los tipos de suelo que devengan renta o en todos
constante.
ellos, con el mismo producto proporcional. Si la inversión
Supongamos que la producción se duplica por el
doble sólo se produjese en C, por ejemplo, la renta dife­
hecho de que en A , B, C y D se inviertan £ 5 en lugar
rencial, calculada sobre el capital, entre C, B y D seguiría
de £ 2 Vi en cada uno, es decir £ 20 de capital en
siendo la misma; pues si se duplica su masa en C, se du­
lugar de 10 en total, con una fertilidad relativa constante.
plicará asimismo el capital invertido.
Esto sería exactamente lo mismo que si se cultivasen 2
D e esto se deduce que, en el caso de precio de pro­
acres en lugar de uno de cada uno de esos tipos de tierra,
ducción constante, tasa de ganancia y diferencias cons­
desde luego que con costos constantes. La tasa de ganan­
tantes (y por ende tasa de plusganancia o de renta
cia permanecería constante, y otro tanto ocurriría con su
constante, medida según el capital), puede elevarse el
relación con la plusganancia o con la renta. Pero si A
877
876
monto de la renta en productos y en dinero por acre,
y por consiguiente el precio de la tierra.
Otro tanto puede ocurrir en el caso de tasas de plusga-
nancia — y por ende de renta— decrecientes, vale decir
en caso de productividad declinante de las inversiones de
capital adicionales que aún siguen devengando renta. Si las
segundas inversiones de capital de £ 2 Vi no hubiesen
duplicado el producto, sino que B sólo produjese 3 Vi
quarters, C rindiese 5 y D produjese 7 a, la renta dife­
rencial sobre B sólo sería, para las segundas £ 2 Vi de
CAPÍTULO XL1
capital, de Vi quarter en lugar de 1, de 1 en lugar de
2 para C, y de 2 en lugar de 3 para D. Las relaciones LA R E N T A D IFER EN C IA L II - PRIM ER CASO:
entre renta y capital para las dos inversiones sucesivas PRECIO DE PRODUCCIÓN C O N S T A N T E 3
se presentarían de la siguiente manera:
P rim e ra in v e rsió n S eg u n d a in v e rsió n
R e n ta C a p ita l R e n ta C a p ita l

B: £ 3 £ 2 ‘/ i B: £ 1 1/2 £ 2 >/2 Este supuesto' implica que el precio de mercado esté


C: £ 6 £ 2 Vi C: £ 3 £ 2 Vi regulado, com o siempre, por el capital invertido en el suelo
D: £ 6 £ 2 Vi
peor A.
D: £ 9 £ 2 !ó
I) Si el capital suplementario invertido en alguno de los
A pesar de esta tasa reducida de la productividad tipos de suelo B, C y D, que devengan renta, sólo produce
relativa del capital, y por ende de la plusganancia, calcu­ lo mismo que el mismo capital invertido en el suelo A,
lada sobre el capital, la renta en grano y en dinero habría es decir que, al precio de producción regulador sólo arroja
aumentado, para B, de 1 quarter a 1 Vi (de £ 3 a la ganancia media — y por consiguiente no arroja plusga­
£ 4 Vi ) , para C, de 2 a 3 quarters (de £ 6 a £ 9 ) , nancia— sus efectos sobre la renta son iguales a cero.
y para D de 3 a 5 quarters (de £ 9 a £ 15). En este Todo permanece en su antigua situación. Es lo mismo
caso, las diferencias para los capitales adicionales, en com­ que si se agregase una cantidad cualquiera de acres de la
paración con el capital invertido en A, habrían disminuido, calidad A — el peor de los suelos— a la superficie culti­
el precio de producción habría permanecido constante, vada hasta el momento.
pero la renta por acre — y por consiguiente el precio de II) Los capitales adicionales producen, en cada uno
la tierra por acre— habría aumentado. de los diversos tipos de suelo, productos suplementarios
Las combinaciones de la renta diferencial II, que proporcionales a su magnitud; es decir, que la magnitud
presupone la renta diferencial I en cuanto su base, son de la producción aumenta, según la fertilidad específica de
las siguientes. cada tipo de suelo, en forma proporcional a la magnitud
del capital suplementario. En el capítulo X X X IX partimos
del siguiente cuadro I:

■ E n el m an u scrito (1, p. 504) el único título es aquí: "a) Precio


" En la prim era edición, “6” de pro d u cció n c o n sta n te ” (C fr. R 1345/ I).

878 879
Cuadro I En este caso no es necesario que, com o en el cuadro,
T ip o s d e C o s to de P ro d u c to la inversión de capital se duplique en todos los tipos de
s u e lo A c re s C a p ita l £ G a n a n c ia £ p ro d u c c ió n Q rs suelo. La ley es la misma, con tal de que se emplee
3 1 capital suplementario en uno o varios de los tipos de
A i 2Vi Vi
B i 2Vi Vi 3 2 suelo que devengan renta, sin que tenga importancia
c i 2Vi Vi 3 3 en qué proporción se lo emplea. Lo único necesario es
D i 2 Vi 1/2 3 3 que en todos los tipos de suelo la producción aumente en
T otal 4 10 12 10 la misma propórción que el capital. En este caso, la renta
sólo aumenta a causa de un incremento en la inversión
de capital en el suelo, y en proporción a dicho incre­
T ip o s d e P r e c io d e Renta mento de capital. Este acrecentamiento del producto y de
s u e lo p ro d u c c ió n R e n d im ie n to £ Qrs. £ T a s a d e re n ta
la renta a causa del incremento de la inversión de capital
A 3 3 0 0 0% y en proporción a ella es exactamente el mismo, en lo
B 3 6 1 3 120%
3 9 2 6 240% que a cantidad del producto y de la renta respecta, que
C
D 3 12 3 9 360% » si hubiese aumentado la superficie cultivada de las tierras
que devengan renta, de la misma calidad y con igual
T otal 30 6 18
inversión de capital que la anteriormente efectuada en los
mismos tipos de tierra sometidos al cultivo. En el caso del
E se cuadro se transforma ahora en el cuadro II, por ejemplo, el resultado seguiría siendo el
mismo si el capital suplementario de £ 2 Vi por acre
Cuadro II fuese invertido en sendos segundos acres de B, C y D.
Además, este supuesto no supone un empleo más fruc­
T ip o s d e C o s to d e P ro d u c to tífero del capital, sino sólo el empleo de más capital
s u e lo A c re s C a p ita l £ G a n a n c ia £ p r o d u c c ió n Q rs
en la misma superficie y con los mismos resultados que
A i 2Vi + 2Vi = 5 1 6 2 hasta el presente.
B i 2Vi + 2 Vi = 5 1 6 4 En este caso, todas las relaciones proporcionales per­
c i 2 Vi + 2 Vi = 5 1 6 6 manecen constantes. D e cualquier manera, si no se toman
D i 2 1 /2 + 2 Vi = 5 1 6 8 en cuenta las diferencias proporcionales sino las puramente
Total 4 20 20 aritméticas, puede modificarse la renta diferencial en
los distintos tipos de suelo. Supongamos, por ejemplo,
T ip o s d e P r e c io d e
Renta T asa de que el capital suplementario sólo haya sido invertido en
s u e lo p ro d u c c ió n R e n d im ie n to £ Qrs. £ p lu s g a n a n c ia B y D. Entonces la diferencia entre D y A es = 7
A 3 6 0 0 quarters, anteriormente de 3; la diferencia entre B y A
B 3 12 2 6 120% es = 3 quarters, anteriormente de 1; la diferencia entre
c 3 18 4 12 240% C y B es = — 1, anteriormente = + 1, etc. Pero
D 3 24 6 18 360% esta diferencia aritmética, que resulta decisiva en el caso
T otal 60 12 36 de la renta diferencial I, en la medida en que en ella se
expresa la diferencia de productividad en el caso de igual
inversión de capital, resulta totalmente indiferente en este
caso, porque sólo constituye una consecuencia de una dife­
rente plusinversión o no plusinversión de capital, perma­
* En la 1? edición, en esta colum na se leía, de arrib a abajo: neciendo inalterada la diferencia en cada parte igual de
“ 12 % , 24 % , 36 % ”. capital invertido en los diferentes terrenos.

880 881
III) Los capitales suplementarios producen un pro­ sivas inversiones de capital. A sí com o el supuesto II
ducto excedentario y consecuentemente forman plusga- corresponde a que se agregan a la superficie cultivada
nancias, pero con una tasa decreciente, no en proporción nuevas porciones de igual calidad de los mejores tipos
con su incremento. de tierra, que la cantidad de cualquiera de los tipos de
Cuadro III suelo cultivado aumenta, así el supuesto III corresponde
T i p o s de t C o s ío d c P ro d u c to a que se cultivan porciones adicionales de terreno, cuyos
su elo A eres C'apiuil i t pro d u c ci ó n f_’ i ■
diferentes grados de fertilidad se distribuyen entre D y A ,
A i 2 v?. 1/2 3 1
B 1 2Vi + 2Vt = 5 1 6 2 + 1V 4 = 3V 4
entre los del mejor y los del peor de los suelos. Si las
C 1 2Vt + 2Vi = 5 1 6 3 + 2 = 5 sucesivas inversiones de capital se producen exclusivamente
D 1 2Vi + 2Vi = 5 1 6 4 + 3 + = 7 1 /2
en el suelo D, las mismas pueden comprender las dife­
Total 171+ 3 1 /2 21 17 rencias existentes entre D y A , y además diferencias entre
D y C, así com o entre D y B. Si todas se producen en un
T ip o s de T asa de
s u e lo
P re c io de
p ro d u c c ió n R c n d m ii c n lo Q rs.
R e n ta
£ p lti s iia n n n c i a
suelo C, sólo pueden comprender las diferencias entre
A 3 3 0
C y A , o en su caso, B; y si se producen en B, sólo
0 0
B 3 1 0 + 11/2 4 1 /2 90% pueden comprender diferencias entre B y A.
C 3 15 3 9 180% Pero la ley es que la renta aumenta absolutamente en
D 3 2 2 1 /2 5 + 1 6 1 /2 330%
todos estos tipos de suelo, aunque no en proporción con
Total 51 10 30
el capital adicionalmente invertido.
En este tercer supuesto resulta nuevamente indife­ La tasa de plusganancia disminuye, considerando tanto
rente que las segundas inversiones suplementarias de capital el capital suplementario com o el capital global invertido
se distribuyan de manera uniforme o no entre los diversos en la tierra; pero la magnitud absoluta de la plusganancia
«tipos de suelo; que la producción decreciente de plusga- aumenta; exactamente de la misma manera en que la tasa
nancia se efectúe en proporciones iguales o desiguales; de ganancia decreciente del capital se halla vinculada, en
que todas las inversiones adicionales de capital recaigan general y en la mayor parte de los casos, con una masa
sobre el mismo tipo de suelo, que devenga renta, o que absoluta creciente de la ganancia. Así, la plusganancia
se distribuyan, de manera uniforme o no, entre suelos media de la inversión de capital en B es = 90 % sobre el
que dan renta, pero de diversa calidad. Todas estas circuns­ capital, mientras que en la primera inversión de capital
tancias resultan indiferentes para la ley a desarrollar. El era = 1 2 0 % . Pero la plusganancia global aumenta, de
único supuesto es que las inversiones suplementarias de 1 quarter a 1 '/2 , y de £ 3 a 4 Vi. La renta global, consi­
capital en alguno de los tipos de suelo que devenga renta derada por sí misma — y no con referencia a la magnitud
arrojen plusganancia, pero en proporción decreciente a la duplicada del capital adelantado— , ha aumentado en
medida del incremento de capital. En los ejemplos del forma absoluta. La diferencia entre las rentas de los diver­
presente cuadro, los límites de esta disminución se mueven sos tipos de suelo y su relación recíproca puede variar
entre 4 quarters = £ . 12, producto de la primera inversión en este caso; pero esta variación en la diferencia es, aquí,
de capital en el suelo mejor D , y 1 quarter — £ 3, pro­ consecuencia y no causa del aumento de unas rentas
respecto a las otras.
ducto de la misma inversión de capital en el suelo peor A.
El producto del suelo mejor en el caso de la inversión IV ) El caso en que las inversiones suplementarias de
de capital I constituye el límite máximo y el producto del capital en los tipos de suelo mejores generan un producto
suelo peor A , que no devenga renta ni plusganancia, con mayor que las inversiones originarias, no requiere mayor
análisis. Se comprende de suyo que, bajo este supuesto,
igual inversión de capital, constituye el límite mínimo del
las rentas por acre aumentan, y en mayor proporción
producto que arrojan las sucesivas inversiones de capital
que el capital suplementario, cualquiera que sea el tipo de
en cualquiera de los tipos de suelo que arrojan plusga­
suelo en el cual se haya efectuado su inversión. En este
nancia, con una productividad decreciente de las suce­
882 883
caso, la inversión adicional de capital se halla ligada a una producción d ob le;3 en el tercer caso, el producto incre­
mejora. Esto incluye el caso en que un suplemento menor mentado sólo puede obtenerse aumentando el capital ade­
de capital surte el mismo efecto, o un efecto mayor, que lantado, aunque no en la misma proporción que si la
el producido anteriormente por una adición mayor de antigua fuerza productiva hubiese debido suministrar el
capital. Este caso no es del todo idéntico al anterior, y producto incrementado. (Esto pertenece a la sección I.)
ésta es una diferencia que resulta importante en todas Considerado desde el punto de vista de la producción
las inversiones de capital. Por ejemplo, si 100 dan una capitalista, y sin tomar en cuenta el aumento del plusvalor,
ganancia de 10, y 200, empleados de una forma deter­ sino la reducción del precio de costo — y el ahorro de los
minada, dan una ganancia de 40, la ganancia habrá aumen­ costos, también del elemento formador del plusvalor (el
tado del 10 % al 20 % , y en tal medida es lo mismo trabajo), le presta al capitalista este servicio y forma ga­
que si 50, empleados de una forma más eficaz, propor­ nancias para él mientras el precio de producción regulador
cionan una ganancia de 10 en lugar de 5. Suponemos aquí permanezca constante— , el empleo de capital constante
que la ganancia está ligada a un aumento proporcional es siempre más barato que el em pleo de capital variable.
del producto. Pero la diferencia es que en un caso debo De hecho, esto presupone el desarrollo del crédito y la
duplicar el capital, mientras que en el otro provoco el abundancia de capital de préstamo correspondientes al
efecto doble con el mismo capital que hasta este momento. modo capitalista de producción. Por un lado empleo £ 100
N o es en absoluto lo mismo si 1) obtengo el mismo de capital constante adicional, si £ 100 es el producto
producto que antes con la mitad de trabajo vivo y objeti­ de 5 obreros durante el año; por el otro empleo £ 100 de
vado, 2 ) si con el mismo trabajo obtengo el doble del capital variable. Si la tasa del plusvalor es = 1 0 0 % ,
producto anterior, o 3 ) si con el doble de trabajo obtengo el valor creado por los 5obreros será = £ 200; en
el cuádruplo del producto anterior. En el primer caso se cambio, el valor de £ 100 de capital constante es
libera trabajo — en su forma viva u objetivada— , que = £ 100, y en cuanto capital acaso sea = £ 105, si
podría emplearse de otro modo; la capacidad de dispo­ el tipo de interés es = 5 %. Las mismas sumas de dinero,
sición de trabajo y capital aumenta. La liberación de según se las adelante a la producción com o magnitudes
capital (y trabajo) es, de por sí, un aumento de la rique­ de valor de capital constante o de capital variable, expresan
za; tiene exactamente el mismo efecto que si ese capital valores muy diferentes, consideradas en su producto.
suplementario se hubiese obtenido por acumulación, pero Además, en lo que respecta a los costos de las mercancías
economiza la tarea de acumulación. desde el punto de vista del capitalista, aún se produce la
Supongamos que un capital de 100 haya dado origen diferencia de que de las £ 100 de capital constante, en
a un producto de 10 metros. Esos 100 comprenden tanto tanto éste se halle invertido en capital fijo, sólo el desgaste
capital constante com o trabajo vivo y ganancia. D e modo entra en el valor de la mercancía, mientras que las
que el metro cuesta 10. Si con el mismo capital de 100 £ 100 por salario deben estar reproducidas por completo
puedo producir ahora 20 metros, el metro costará 5. Si en ellas.
en cambio puedo producir 10 metros con un capital de 50, En el caso de colonos, y en general de pequeños
el metro también cuesta 5, y se libera un capital de 50, en productores independientes, que no disponen en absoluto
la medida en que sea suficiente la antigua oferta de mer­ de capital o sólo pueden hacerlo a muy elevado interés,
cancías. Si debo invertir 200 de capital para producir la parte del producto que representa el salario constituye
4 0 metros, el metro costará asimismo 5. La determinación su rédito, mientras que para el capitalista constituye ade-
del valor, o también la del precio, no permite reconocer
aquí diferencia alguna, al igual que la masa de producto
proporcional al adelanto de capital. Pero en el primer caso ° E n T .I. 689, a c e rta d a m e n te , se pro p o n e la siguiente c o rre c ­
se libera capital; en el segundo, se ahorra capital suple­ ción del texto: “ P ero en el p rim e r caso se a h o rra cap ital adicional
con vistas a usarlo, acaso, en d u p lic a r la pro d u cció n si fuese
mentario, en la medida, acaso, en que fuese necesaria una necesario; en el segundo caso se lib era c a p ita l”.

884 885
lanto de capital. Por eso, el primero considera este desem­ precio de producción no permanecería constante, sino que
bolso de trabajo como una condición inexcusable para aumentaría. Pero bajo todas estas circunstancias, es decir,
el rendimiento del trabajo, del cual se trata en primera que el plusproducto que generan sea proporcional a su
instancia. Pero en lo que respecta a su trabajo adicional, magnitud, esté por encima o por debajo de esa proporción
una vez deducido ese trabajo necesario, se realiza, en todo — es decir, si en consecuencia la tasa de plusganancia del
caso, en un producto excedentario; y apenas puede ven­ capital permanece constante, aumenta o disminuye en caso
derlo o inclusive utilizarlo, lo considera com o algo que de crecimiento de este último— , aumenta el plusproducto
nada le ha costado, por no ser trabajo objetivado. Sólo y la plusganancia por acre correspondiente al mismo, y por
el gasto de éste se le antoja enajenación de riqueza. Como consiguiente también, eventualmente, la renta, en grano
es natural, intenta vender al precio más elevado posible; y en dinero. E l incremento de la mera masa de la plusga­
pero incluso la venta por debajo del valor y por debajo nancia o de la renta, calculada por acre, es decir el incre­
del precio de producción capitalista sigue pareciéndole mento de la masa calculado según una unidad constante
ganancia, en tanto esta ganancia no esté anticipada por — vale decir, en este caso, según una cantidad determinada
endeudamiento, hipoteca, etc. En cambio, para el capita­ de tierra, de acres o de hectáreas— se expresa com o una pro­
lista, tanto el desem bolso de capital variable com o de porción creciente. Por ello, el nivel de la renta, calculada
capital constante es adelanto de capital. El adelanto rela­ por acre, aumenta simplemente, bajo estas circunstancias,
tivamente mayor de este último reduce el precio de costo, com o consecuencia del incremento del capital invertido en
bajo circunstancias en lo demás iguales, así com o también, la tierra. Y ello ocurre con precios de producción cons­
de hecho, el valor de las mercancías. Por ello, a pesar de tantes, sin que importe, en cambio, si la productividad del
que la ganancia sólo emana del plustrabajo, es decir, sólo capital suplementario sea constante, decreciente o creciente.
del empleo de capital variable, al capitalista individual Estas últimas circunstancias modifican el nivel en que
podrá parecerle que el trabajo vivo es el elemento más aumenta la renta por acre, pero no el hecho de ese mismo
oneroso de sus costos de producción, y el que en mayor aumento. Es éste un fenómeno peculiar de la renta dife­
grado hay que reducir a un mínimo. Ésta es sólo una rencial II, y que la distingue de la renta diferencial I. Si las
forma, tergiversada de manera capitalista, de un hecho inversiones adicionales de capital, en lugar de efectuarse
real: que un empleo proporcionalmente mayor de trabajo en forma cronológicamente sucesiva en un mismo suelo, se
pretérito, en comparación con el trabajo vivo, significa hubiesen efectuado en forma topográficamente contigua
una productividad acrecentada del trabajo social y una en un nuevo suelo adicional de la calidad respectiva, la
mayor riqueza social. Tan erróneo es todo, y así se pre­ masa de la renta global hubiese aumentado y, com o se
senta todo, vuelto del revés, desde el punto de vista de la demostrara anteriormente, también hubiese aumentado
competencia. la renta media de la superficie global cultivada, pero no el
En el supuesto de la constancia de los precios de pro­ nivel de la renta por acre. En caso de resultado constante,
ducción, las inversiones suplementarias de capital pueden en tanto entren en consideración la masa y el valor de la
efectuarse con productividad inalterada, creciente o de­ producción global y el plusproducto, la concentración del
creciente en las tierras mejores, es decir en todas a partir capital en una superficie de terreno más reducida desa­
de B. Bajo ese supuesto nuestro ello sólo hubiese sido rrolla el nivel de la renta por acre, cuando, bajo las mismas
posible en A en el caso de productividad constante — en circunstancias, su dispersión a través de una superficie
cuyas circunstancias el campo no devenga renta alguna, mayor, con las demás circunstancias constantes, no produci­
com o tampoco la generaba con anterioridad— o bien en ría ese efecto. Pero cuanto más se desarrolle el modo capita­
el caso de aumentar la productividad; una parte del capital lista de producción, tanto más se desarrolla asimismo la
invertido en el suelo A daría renta, en tal eventualidad, concentración de capital en la misma superficie de terreno,
y la otra, no. Pero sería imposible de suponer una dismi­ y tanto más se eleva también la renta, calculada por acre.
nución de la fuerza productiva en A, pues en tal caso el Por eso, en dos países cuyos precios de producción sean

886 887
idénticos, en que también lo sean las diferencias entre los
tipos de tierra y en los que se haya invertido la misma masa
de capital, sólo que en uno de ellos se lo haya hecho más
en la forma de inversiones sucesivas en una superficie de
terreno restringida, mientras que en el otro se lo haya
efectuado más en la forma de inversiones coordinadas en
una superficie más amplia, la renta por acre — y por lo
tanto el precio de la tierra— sería más elevada en el primer
país y más baja en el segundo, a pesar de ser la misma
la masa de la renta en ambos países. Por consiguiente,
en este caso la diferencia en el nivel de la renta no podría CAPÍTULO XLII
explicarse a partir de una diferencia en la fertilidad LA R E N T A D IFER EN C IA L II - SEG U N D O CASO:
natural de los tipos de suelo, ni a partir de la cantidad de PRECIO D E PRODUCCIÓN D E C R E C IE N T E 3
trabajo empleado, sino en forma exclusiva a partir de la
diversa índole de las inversiones de capital.
Cuando hablamos aquí de plusproducto, siempre debe
entenderse por éste la parte alícuota del producto en el El precio de producción puede descender si las inver­
cual se presenta la plusganancia. Normalmente entendemos siones adicionales de capital se efectúan con una tasa
por plusproducto o producto excedentario la parte del pro­ de productividad constante, decreciente o creciente.
ducto en la que se presenta el plusvalor global, o también,
en casos aislados, la parte del producto en la que se
I) En caso de productividad constante de la inversión
presenta la ganancia media. La significación específica que
suplementaria de capital
adquiere esta palabra para el capital que devenga renta,
da origen a equívocos, com o hemos demostrado ante­ Esto supone, en consecuencia, que en los distintos
riormente. tipos de suelo, y en concordancia con su calidad respec­
tiva, el producto aumente en la misma medida que el capital
invertido en ellos. Ello implica, de permanecer constantes
las diferencias entre los tipos de suelo, un aumento del
plusproducto proporcional al aumento de la inversión de
capital. Por consiguiente, este caso excluye cualquier plus-
inversión de capital en suelo A que afecte la renta dife­
rencial. En el suelo A , la tasa de la plusganancia es = 0;
seguirá siendo = 0, por ende, ya que se supone que la
fuerza productiva del capital suplementario, y por tanto
la tasa de la plusganancia, permanecen constantes.
Pero bajo estos supuestos, el precio regulador de pro­
ducción sólo puede disminuir, porque en lugar del precio
de producción de A, el que se convierte en regulador es
el del suelo inmediato superior B, o en general el de cual-

3 En el m anuscrito de M arx se lee aquí, simplemente: “b)


Precio de producción decreciente”.

888 889
quier suelo mejor que A ; es decir, que se retira capital de la renta en granos ha permanecido constante con respecto
A , o también de A y B, si el precio de producción del al cuadro I. D e hecho, a causa de la circunstancia de que la
suelo C se convierte en regulador, es decir si desaparecen producción adicional, lograda mediante un capital adicional
de la competencia de los tipos de suelo productores de que actuaba de la misma forma, desalojó del mercado el
trigo todas las tierras de inferior calidad. Bajo los supues­ producto de A , eliminando de esa manera el suelo A de
tos dados, la condición para ello es que el producto suple­ los agentes de producción en competencia, formó una
mentario de las inversiones adicionales de capital satisfaga nueva renta diferencial I, en la cual el suelo B, mejor,
la demanda, por lo cual la producción del suelo inferior A , desempeña él mismo papel que anteriormente desempe­
etc., se torna superflua para la conformación de la oferta. ñaba el tipo de suelo peor A. D e ese modo desaparece,
Tom em os, por ejemplo, el cuadro II, pero hagámoslo por una parte, la renta de B; por otro lado, y conforme
de tal manera que en lugar de 20 quarters sean 18 quarters a lo previamente supuesto, nada se ha alterado en las dife­
los que satisfagan la demanda. A desaparecería; B a, y con rencias entre B, C y D en virtud de la inversión de capital
él el precio de producción de 30 chelines por quarter, se adicional. Desaparece la parte del producto que se trans­
convertiría en regulador. La renta diferencial asumiría, forma en renta.
entonces, la forma siguiente: Si el resultado anterior — la satisfacción de la demanda
con exclusión de A — se hubiese producido, por ejemplo,
Cuadro IV invirtiendo más del doble de capital en C o en D , o en
Tipos de
suelo Acres Capital ï Ganancia £
Costo de
producción
Producto
CM
ambos, las cosas se conformarían de otra manera. Por
B 1 5 1 6 4
ejemplo, si la tercera inversión de capital se efectuase en C:
C 1 5 1 6 6
D 1 5 1 6 8 Cuadro IVa
Total 3 15 3 18 18 T ip o s d e C o sto de
s u e lo A cres C a p ita l £ G a n a n c ia £ p r o d u c c ió n P r o d u c t o Qr>
Precio de
Tipos de producción Renta Renta Tasa do B i 5 i 6 4
en í por qr Rendimiento £ En granos
suelo En dinero plusganancia C i 734 VA 9 9
B m 6 0 0 0 D i 5 1 6 8
C m 9 2 3 60%
Total 3 17 Vi 3 Vi 21 21
D Wi 12 4 6 120%
T ip o s d e P r e c io de R e n ta R e n ta T asa de
Total 27 6 9
s u e lo p r o d u c c ió n R e n d im i e n to £ En g ran o s fin d in e r o p lu s g a n a n c ia

Es decir que la renta global, en comparación con el B va 6 0 0 0


cuadro II, se habría reducido de £ 36 a £ 9, y, expre­ C VA 131/2 3 4Yi 60%
D VA 12 4 6 120%
sada en granos, de 12 quarters a 6, mientras que la pro­
ducción global sólo se habría reducido en 2 quarters de 20 Total i VA 7 101/2
a 18. La tasa de la plusganancia, calculada sobre el capital, En comparación con el cuadro IV, aquí el producto
habría caído a un tercio, del 180 al 60 % . b A la reduc­ en C aumentó de 6 a 9 quarters, el plusproducto de 2 a 3
ción del precio de producción corresponde aquí, pues, la quarters, y la renta dineraria de £ 3 a £ 4 V i. En cambio,
reducción de la renta en grano y en dinero. ésta ha disminuido en comparación con el cuadro II, a
En comparación con el cuadro I, sólo se produce una en el cual la renta en dinero era de £ 12, y con el cuadro
disminución de la renta en dinero; la renta en granos es, I, en el cual era de £ 6. La renta global en grano = 7
en ambos casos, de 6 quarters, sólo que en un caso éstos quarters disminuyó con respecto al cuadro II (1 2 quarters) ,
son = £ 18, y en el otro = £ 9. En cuanto al suelo C,c y aumentó con relación al cuadro I (6 quarters) ; en dinero
( £ 10 V i) disminuyó con respecto a ambos ( £ 1 8 y
* E n la p rim era edición, “D ”. £ 3 6 , respectivamente).
b En la 1? edición: “habría caído a la m itad, del 180 al 90 % ".
0 En la 1? edición: “C y D ”. “ En la 1? edición, “con el cuadro I ”,

890 891
Si la tercera inversión de capital de £ 2 Vi se hubiese Para que al desaparecer la renta de B, bajo las condi­
empleado en el suelo B, ello hubiese modificado por cierto ciones del cuadro TVb, la renta global sea igual a la del
la masa de la producción, pero dejando intacta la renta, ya cuadro I, aún debemos tener £ 6 de plusganancia, es
que se supone que las sucesivas inversiones de capital no decir 4 quarters a £ 1 Vi, que es el nuevo precio de pro­
producen diferencias en el mismo tipo de suelo, y el suelo ducción. Tendremos entonces nuevamente una renta global
B no arroja renta alguna. de £ 18, como en el cuadro I. La magnitud del capital
Supongamos, en cambio, que la tercera inversión de suplementario requerido para ello será diferente según
capital se haya producido en D en lugar de haber ocurrido que lo invirtámos en C o D, o que lo distribuyamos entre
en C, y tendremos: ambos.
En C, £ 5 de capital rinden 2 quarters de pluspro-
Cuadro IV b ducto, es decir que £ 10 de capital adicional rendirán
T ip o s d e C o sto de P r o d u c to 4 quarters de plusproducto adicional. En D bastaría una
s u e lo A cres C a p ita l £ G a n a n c ia £ p ro d u c c ió n Q rs
adición de £ 5 para, producir los 4 quarters de renta
B i 5 1 6 4 adicional en granos, bajo el supuesto básico en este caso,
c i 5 1 6 6

D i 7 Vi IVi 9 12 según el cual la productividad de las inversiones adicio­


Total 3 17Vi 3 Vi 21 22 nales de capital permanece constante. En concordancia con
ello resultarían los cuadros siguientes:
T ip o s de P re c io d e R enta
s u e lo p ro d u c c ió n R e n d im ie n to £ Qrs. £
T asa de
p lu s g a n a n c ia
Cuadro IV c
T ip o s de C o s to d e P r o d u c to

B l>/2 6 0 0 0 su d o A cres C a p ita l £ G a n a n c ia £ p ro d u c c ió n Q rs

c m 9 2 3 60%
B i 5 i 6 4
D m 18 6 0 120%
C i 15 3 18 18
D i 7 Vi IVi 9 12
Total 33 8 12
T otal 3 27Vi 5 Vi 33 34
Aquí, el producto global es de 22 quarters, más del
T ip o s d e P r e c io d e T asa de
Renta
doble que en el cuadro I, aunque el capital adelantado s u e lo p r o d u c c ió n R e n d im ie n to £ Qrs. £ p lu s g a n a n c ia

es sólo de £ 17 Vi en lugar de £ 10, es decir que no B IVi 6 0 0 0


llega a ser el doble. Adem ás, el producto global es mayor C IVi 27 6 9 60%
D IVi 18 6 9 120%
en 2 quarters que el del cuadro II, aunque en este último
T otal 51 12 18
el capital adelantado es mayor, esto es, de £ 20.
En el suelo D, en comparación con el cuadro I,la Cuadro IV d
renta en granos aumentó de 3 quarters a a 6, mientras que T ip o s d e C o sto de P r o d u c to

la renta en dinero permaneció constante con £ 9. En com ­ s u e lo A c re s C a p ita l t G an a n cia C p r o d u c c ió n Q r,

paración con el cuadro II, la renta en granos de D ha B 1 5 1 6 4


C 1 5 1 6 6
permanecido constante, con 6 quarters, pero la renta dine­ 1 12Vi 2Vi 15 20
D
rada ha disminuido de £ 18 a £ 9. Total 3 22 Vi 4Vi 27 30
Considerando las rentas globales, la renta en granos
de TVb es = 8 quarters, mayor que la de I = 6 quarters, T ip o s d e P r e c io de Renta Tasa de

y que la de IVa = 7 quarters-, en cambio es menor que


s u e lo p r o d u c c ió n R e n d im i e n to £ Qrs. £ p lu s g a n a n c ia

B IVi 6 0 0 0
la de II = 12 quarters. La renta dinerada de TVb = £ 12 c IVi 9 2 3 60%
es mayor que la de IVa = £ 10 Vi, y menor que la del D IVi 30 10 15 120%
cuadro I = £ 18 y la de II = £ 36. T otal 45 12 18
La renta global en dinero sería exactamente la mitad de
* E n la 19 edición: “2 quarters". la que era en el cuadro II, en el cual los capitales suple-

892 893
mentarios se invirtieron con precios de producción cons­ quarters constituyen las 3/s partes del producto global de
tantes. 10 quarters. Por lo tanto, pese a que la renta, considerada
como parte alícuota del producto global, ha disminuido, y
L o más importante es comparar los cuadros anteriores
que otro tanto ha ocurrido si se la calcula según el capital
con el cuadro I.
desembolsado, su valor dinerario calculado por acre, ha
H allam os que en una disminución del precio de pro­ aumentado, y su valor en productos, más aun. Si conside­
ducción a la mitad, de 60 chelines por quarter a 30, la ramos el suelo D en el cuadro IV ¿, en él los costos de
renta global ha permanecido constante, = £ 18, y que producción a‘son = £ 15, de las cuales el capital desem­
concordantemente la renta en granos se ha duplicado, o sea bolsado es = £ 12 Vi. La renta en dinero es = £ 15. En
ha pasado de 6 a 12 quarters. En B, la renta ha desapare­ el cuadro I, en el mismo suelo D los costos de producción
cido; en C, la renta en dinero ha aumentado en una mitad eran = £ 3, el capital desembolsado = £ 2 V i, la renta
en IVc, pero ha disminuido en una mitad en I W ; en D , dinerada = £ 9, siendo por consiguiente esta última el
ha permanecido constante = £ 9 en IVc, y ha aumentado triple de los costos de producción, y casi el cuádruplo del
de £ 9 a £ 15 en I W . La producción aumentó de 10 capital. En el cuadro I W , la renta en dinero para D es
quarters a 34 en IV c y a 30 quarters en IWd; la ganancia de £ 15, exactamente igual a los costos de producción
de £ 2 a £ 5 Vi en IV c y 4 Vi en IVd. La inversión y sólo Vs mayor que el capital. Sin embargo, la renta dine­
global de capital aumentó en un caso de £ 10 a £ 27 Vi, rada por acre es 2A mayor, de £ 15 en lugar de £ 9. En
y en el otro de £ 10 a £ 22 Vi, es decir que, en ambos I la renta en granos es de 3 quarters = % del producto
casos, en más del doble. La tasa de renta, la renta calcu­ global de 4 quarters; en I W es, con 10 quarters, la mitad
lada sobre el capital adelantado, es la misma en todos de todo el producto (2 0 quarters) del acre de D. Esto
los casos y para todos los tipos de suelo en todos los demuestra cóm o el valor dinerario y el valor en granos de
cuadros, IV a I W , cosa que ya se hallaba implícita en el la renta por acre pueden aumentar, a pesar de constituir
hecho de que la tasa de productividad de las diversas inver­ una parte alícuota más exigua del rendimiento total, y
siones sucesivas de capital se suponía constante en todos que ha disminuido en proporción al capital adelantado.
los tipos de suelo. Sin embargo, en comparación con el El valor del producto global en I es = £ 30, la renta
cuadro I, disminuyó para el término medio de todos los es = £ 18, más de la mitad del primero. El valor del
tipos de suelo, así com o para cada uno en particular de producto global de I W es = £ 45, de las cuales £ 18
los mismos. En I era = 180 % término medio, en IV c es — menos de la mitad— son de renta.
18 18 La razón por la cual, a pesar de la baja de precio
= X 100 = 65 5/ix % y en I W es = X 100 de £ 1 Vt. por quarter, es decir en un 50 % , y pese a la
27 Vi 22 Vi reducción de la tierra en competencia de 4 acres a 3,
= 80 %. La renta dinerada media por acre ha aumentado. la renta dineraria global permanece constante y la renta
Su término medio era anteriormente, en I, de £ 4 Vi por en granos se duplica, mientras que aumentan las rentas en
acre en los 4 acres, y ahora, en IV c y d, es de £ 6 por acre granos y en dinero calculadas por acre, estriba en que se
ten los 3 acres. Su término medio en el suelo que devenga producen más quarters de plusproducto. El precio del
renta era antes de £ 6, y es ahora de £ 9 por acre. El cereal disminuye en un 50 % , mientras que el pluspro­
valor dinerario de la renta por acre aumentó, en conse­ ducto aumenta en un 100 % . Pero para alcanzar este
cuencia, y representa ahora el doble de producto en granos resultado, la producción global bajo nuestras condiciones
ahora m enos de la mitad del producto de 34 y 30 quarters, debe aumentar al triple, y la inversión de capital en las
respectivam ente,a mientras que en el cuadro I los 6 tierras mejores a más del doble. La relación en la cual
debe aumentar esta última depende, en primera instancia,

* En la 1? edición: “33 y 27 quarters, respectivamente” , ‘ En la 1? edición: “costos de producción desem bolsados”.

894 895
de la distribución de las inversiones suplementarias de com o consecuencia de la inversión de capital dinerariü
capital entre los tipos mejores y óptimos de suelo, siempre adicional, manteniéndose constante la productividad, en los
presuponiendo que la productividad del capital aumente tipos mejores de suelo, que devengan renta, es decir en todos
en forma proporcional a su magnitud en cada uno de los los tipos de suelo situados por encima de A , el capital
tipos de tierra. global tiene la tendencia de no aumentar en la misma
Si la baja del precio de producción fuese menor, se proporción que la producción y la renta en granos; de modo
requeriría menos capital suplementario para producir la que por aumento de la renta en granos puede compensarse
misma renta dineraria. Si la oferta necesaria para despla­ nuevamente el faltarite de renta dineraria que se origina en
zar a A del cultivo — y ello depende no sólo del producto virtud de la baja del precio. La misma ley se manifiesta
por acre de A, sino también de la parte proporcional que le asimismo en el hecho de que el capital adelantado debe
corresponde a A respecto a toda la superficie cultivada— , ?;er mayor en la misma proporción en que se lo emplea
si la oferta necesaria para ello, decíamos, fuese mayor, y más en C que en D, en el suelo que devenga menos renta
en consecuencia también la masa de capital suplementario que en el que proporciona más. Es, simplemente, la si­
requerida en un suelo mejor que A , bajo condiciones en lo guiente: para que la renta dineraria permanezca constante
demás constantes, las rentas en dinero y en granos habrían o aumente, debe producirse una cantidad adicional deter­
aumentado más aun, a pesar de no producirse ya ninguna minada de plusproducto, y esto requiere tanto menos capi­
de las dos en el suelo B. tal cuanto mayor sea la fertilidad de las tierras que arrojan
Si el capital eliminado de A hubiese sido = £ 5, los plusproducto. Si la diferencia entre B y C y entre C y D
dos cuadros que deberían compararse para este caso serían fuese mayor aun, se requeriría incluso menos capital suple­
los cuadros II y IV d. El producto global habría aumen­ mentario. La proporción determinada depende 1) de la
tado de 2 0 a 30 quarters. La renta dineraria sólo sería igual proporción en la cual baja el precio, es decir de la dife­
a la mitad, de £ 18 en lugar de <£36; la renta en granos rencia .entre B, el suelo que ahora no devenga renta, y A,
sería la misma, = 1 2 quarters. que no la proporcionaba antes; 2 ) de la proporción de las
Si en D pudiera producirse un producto global de 44 diferencias entre los mejores tipos de tierra de B en ade­
quarters = £ 66 con un capital = £ 27 Vi — correspon­ lante; 3 ) de la masa del capital suplementario recién inver­
diente a la antigua proporción establecida para D, de 4 tido, y 4 ) de su distribución entre las diferentes calidades
quarters por £ 2 Vi de capital— , la renta global volvería de suelo.
al nivel de II, y el cuadro sería el siguiente: De hecho, se ve que la ley no expresa otra cosa que
T ip o s d e P ro d u c to R e n ta R e n ta
lo que ya desarrolláramos en el primer caso: que cuando
s u e lo C a p ita l l Qys l-n g r a n o s l :.n d i n e r o el precio de producción está dado, cualquiera que sea su
B 5 4 0 0 magnitud, la renta puede aumentar a causa de una inver­
C 5 6 2 3 sión suplementaria de capital. Pues com o consecuencia de
D UVi 44 22 33 la expulsión de A se halla dada ahora una nueva renta
diferencial I con B com o el suelo peor y £ 1 Vi por
T otal 37!/2 54 24 36
quarter com o nuevo precio de producción. Esto vale tanto
La producción global sería de 54 quarters, contra 20 para los cuadros IV com o para el cuadro II. Es la misma
quarters en el cuadro II, y la renta dineraria sería la ley, sólo que se toma com o punto de partida el suelo B
misma, = £ 36. Pero el capital global sería de £ 37 Vi, en lugar del suelo A , y el precio de producción de
mientras que en el cuadro II era = 20. El capital global £ 1 Vi en lugar del de £ 3.
adelantado casi se habría duplicado, mientras que la pro­ Ésta es aquí la única importancia de esta cuestión:
ducción casi se habría triplicado; la renta en granos se en la medida en que se necesitaba determinada cantidad de
habría duplicado, mientras que la renta dineraria habría capital suplementario para sustraerle al suelo el capital de
permanecido constante. Por consiguiente, si baja el precio A y conformar el suministro sin él, se revela que esto

896 897
puede estar acompañado de una renta por acre constante, demostrado que en el mismo la renta en grano o en dinero
creciente o decreciente, si no en todas las tierras, por lo por acre puede aumentar, disminuir o permanecer constante.
menos para algunas y para el término medio de las tierras Para mayor comodidad del cotejo reproduciremos aquí,
cultivadas. Hem os visto que la renta en grano y la renta primero, el
en dinero no se conducen de igual manera. Sin embargo Cuadro /
se debe sólo a una tradición, en general, el que la renta en Tipos de Capital Ganancia Costo de
producción Producto Renta Renta Tasa de
granos desempeñe aún un papel en la economía. Exacta­ suelo Acres. £ £ por qr en £ Qrs En granos En dinero plusganancia
mente de la misma manera podría demostrarse, por A 1 2Vi Vi 3 1 0 0 0
ejemplo, que, con su ganancia de £ 5, un fabricante puede B 1 2 Vi Vi IV i 2 1 3 120 %
comprar mucho más de su propio hilado que antes con una c 1 2Vi Vi 1 3 2 6 240%

ganancia de £ 10. Pero de cualquier manera, esto demues­ D 1 2V2 Vz y4 4 3 9 360%

tra que los señores terratenientes, si son al mismo tiempo Total 4 10 10 6 18 180%
propietarios o socios de manufacturas, refinadores de Promedio
azúcar, destiladores de licores, etc., aún pueden ganar can­ Supongamos ahora que el número de 16 quarters, pro­
tidades muy considerables, como productores de sus propias ducido por B, C y D , con una tasa declinante de producti­
materias primas, en caso de una baja de la renta dine­ vidad, baste para dejar a A fuera de cultivo, y el cuadro
rada. 34 III se convertirá en el siguiente

II) En caso de tasa declinante d e productividad Cuadro V


T ip o s do
de los capitales adicionales M id o Acres Inversión de capil, al £ G ananci; a £ P ro d u cto <Jr\

Esto no introduce nada nuevo, en tanto que tampoco B 1 21/2 + 21/2 1 2 + 11/2 = 31/1
c 1 2 'A + 2 '/ z 1 3 + 2 =5
aquí el precio de producción puede hacer otra cosa que D 1 21/ 2 + 21/2 1 4+ 3 /2 = 71/2
bajar, com o en el caso que acabamos de considerar, si a Total 3 15 16
causa de las inversiones suplementarias de capital en tipos
Tipos de Precio de Rento Renla T asa de
de suelo mejores que A , el producto de A se torna super- suelo producción R en d im ien to £ En g ranos Hn d iñ e n > plusganancia
fluo y por consiguiente se retira el capital de A , o se B i5/ . 6 0 0 0
emplea A para la obtención de otro producto. Este caso C 17. 87. 1 V2 27 5 1 7 .% a
D 17 - 12 7 . 4 67 137 7 . % b
ha sido expuesto anteriormente en forma exhaustiva. Se ha
Total 2 7 7 . 51/2 97 947. % c
Promedio
34 {F .E . — A causa de un ubicuo error de cálculo fue necesario
volver a calcular los cuadros anteriores IVa a IV7. Ello no afectó, Aquí, con una tasa decreciente de productividad de los
por cierto, los puntos de vista teóricos desarrollados a partir de los capitales suplementarios y con una disminución diferente
cuadros, pero en parte introdujo guarismos realm ente descom unales
en lo que respecta a la producción por acre. En el fondo, éstos no en los diferentes tipos de suelo, el precio de producción
son escandalosos. En todos los m apas topográficos y altim étricos regulador ha disminuido de £ 3 a £ 1 5/ 7. La inversión
se elige una escala considerablemente mayor para las verticales que de capital ha aumentado en una mitad, d e £ 1 0 a £ 1 5 .
para las horizontales. Sin embargo, quien se sienta herido en su La renta dineraria se ha reducido casi en una mitad, de
corazón agrario, está en libertad de m ultiplicar el núm ero de los
acres por cualquier cifra que le plazca. En el cuadro I tam bién es posi­ £ 18 a £ 9 V 7, pero la renta en grano sólo se redujo
ble sustituir los 1, 2, 3, 4 quarters por acre por 10, 12, 14, 16 bushels en ' / 12, de 6 quarters a 5 V2 . El producto global ha aumen­
(8 = 1 quarter), con lo cual los guarismos derivados de ellos en
las o tras tablas perm anecerán dentro de los límites de la verosimi­ * En la 13 edición, “51 7» %"■
litud; se descubrirá que el resultado, la relación entre el incremento b En la l 3 edición, “ 137 ' / B% ".
de la renta y el increm ento del capital, será idéntico. Eso es lo que '' En la l 3 edición, “94 7 1» %"■ Aquí y en los cuadros siguien-
ha ocurrido en los cuadros agregados por el editor en el capítulo les, Engels calcula el prom edio solamente de los tipos de suelo que
subsiguiente.) generan renta; prom edio B-D = 6 2 “/ : %.

898 899
tado de 10 a 16, o en un 60 % . a La renta en grano es algo más aun en la variante II (precio declinante de producción
más de un tercio del producto global. E l capital adelantado con tasa declinante de productividad), ya que de otro
es a la renta dineraria com o 15 : 9 3/ \ , mientras que la modo el capital suplementario en el suelo A debería elevar
relación anterior era de 10 : 18. el precio de producción. Pero aquí, en la variante III del
segundo caso, en la cual el precio de producción disminuye
III) En caso de tasa creciente de productividad porque aumenta la productividad del capital suplemen­
d e los capitales adicionales tario, este capital adicional puede ser invertido, llegado
el caso, tanto en el suelo A com o en los mejores tipos
Este caso se diferencia de la variante I expuesta al de suelo.
comienzo de este capítulo, en la cual el precio de produc­ Supondremos que un capital suplementario de £ 2 Vi,
ción disminuye con tasa de productividad constante, sola­ invertido en A , produce 1 Vs quarter en lugar de 1
mente por la circunstancia de que, si se necesita un pro­ quarter.
ducto adicional dado para expulsar al suelo A , ello ocurre
C uadro VI
con mayor celeridad en este caso. Tipos de C o s to de
Tanto si aumenta com o si disminuye la productividad Mielo A cres C a p ita l £ G a n a n c ia £ p ro d u c c ió n P ro d u c to Qrs

de las inversiones adicionales de capital, esto puede obrar A 1 Z 'A + Z V t =5 1 6 1+17 .= 2 7 .


B 1 2*/4 + 2 V ¡ =5 1 6 2 + 2 7 .= 4 7 .
de manera disímil, según que las inversiones se hallen dis­
C: i Z V l + Z 'A =5 1 6 3+ 37 .= 6 7 a
tribuidas entre los diversos tipos de suelo. En la medida E) i Z 'A + Z 'A =5 1 6 4+ 47 .= 8 7 .
en que este diferente efecto com pense o acentúe las dife­ 4 20 4 24 22
rencias, la renta diferencial de los mejores tipos de suelo, Tipos de Precio de Renta Tasa'de
y por ende también la renta global, aumentará o dismi­ suelo producción Rendimiento £ Qrs. £ plusganancia
nuirá, tal com o ya ocurriera en el caso de la renta dife­ 6 0 0 0
rencial I. Por lo demás, todo depende de la magnitud A 2 7« 12 27 . 6 120 %
de la superficie del terreno y del capital que se desalojan B 2 7n 18 47 . 12 240 %
con A , así com o del adelanto relativo de capital que, C 27 « 24 67 . 18 360 %
D 2 7« 60 13 7 . 36 240 %
en caso de productividad creciente, se requiere para sumi­
nistrar el producto suplementario destinado a cubrir la
demanda. Este cuadro, además de comparárselo con el cuadro fun­
E l único punto que vale la pena investigar aquí, y que, damental I, también debe ser comparado con el cuadro
en realidad, nos retrotrae a la investigación de cóm o se II, a en el cual una inversión doble de capital está ligada
transforma esta ganancia diferencial en renta diferencial, es a una productividad constante, proporcional a la inversión
el que sigue: de capital.
En el primer caso, en el cual el precio de producción Según el supuesto, el precio de producción regulador
permanece constante, el capital suplementario invertido disminuye. Si permaneciese constante, = £ 3, el suelo
acaso en el suelo A es indiferente para la renta diferencial peor A , que anteriormente no devengaba renta con una
en cuanto tal, ya que el suelo A sigue sin devengar renta, inversión de capital de sólo £ 2 Vi, ahora arrojaría renta
el precio de su producto permanece constante y prosigue sin que se incorporasen tierras peores al cultivo; y ello se
regulando el mercado. debería al hecho de. que la productividad en el mismo
En el segundo caso, variante I, en el cual disminuye habría aumentado, pero sólo para una parte del capital,
el precio de producción con una tasa de productividad y no para el capital originario. Las primeras £ 3 de costos
constante, el suelo A queda necesariamente excluido, y de producción producen 1 quarter; las segundas producen
1 Vs quarter; pero todo el producto de 2 Vs quarters se

" En al 1? edición, “en un 160% ”. * Véase en el presente volum en, p. 882.

9 00 901
vende ahora a su precio medio. Puesto que la tasa de vierten en nuevo precio regulador el precio m edio del ren­
productividad aumenta con la inversión suplementaria dimiento global, por ejemplo de un acre de A , y 2 ) se
de capital, ésta implica una mejora. La misma puede presentan como cambios en la cantidad global de capital
consistir en emplear más capital en general por acre (m ás requerida por acre, bajo las nuevas condiciones, para un
abono, más trabajo mecánico, e tc .), o también en que cultivo suficiente del suelo, y en la cual se hallan indiscer­
sólo con este capital suplementario se torne posible con­ niblemente fundidos tanto las diferentes inversiones suce­
cretar una inversión cualitativamente diferente, y más sivas de capital com o sus respectivos efectos. Exactamente
productiva, de capital. En ambos casos se habrá logrado, lo mismo acontece luego con las distintas rentas diferen­
con un desembolso de £ 5 de capital por acre, un pro­ ciales de los mejores tipos de suelo. En todos los casos
ducto de 2 Vs quarters, mientras que con la inversión de las mismas resultan determinadas por la diferencia del
capital de la mitad, de £ . 2 Vz, sólo se obtiene un pro­ producto medio del tipo de suelo de que se trata, en com­
ducto de 1 quarter. A l producto del suelo A — abstracción paración con el producto del suelo peor, en el caso de la
hecha de condiciones transitorias de mercado— sólo se lo inversión aumentada de capital, ahora convertida en normal.
podría seguir vendiendo a un precio de producción más N o hay suelo que dé producto alguno sin inversión
elevado, en lugar de vendérselo al nuevo precio medio, de capital. En consecuencia, incluso en el caso de la renta
mientras una considerable superficie de la clase de suelo diferencial simple — la renta diferencial I— cuando se
A prosiguiese cultivándose con un capital de sólo £. 2 Vz dice que 1 acre de A , del suelo que regula el precio de
por acre. Pero en cuanto se generalizasen las nuevas con­ producción, proporciona determinada cantidad de produc­
diciones de £ 5 de capital por acre, y con ello el cultivo to a determinado precio, y que los tipos de suelo mejores
mejorado, el precio de producción regulador tendría que B, C y D dan determinada cantidad de producto diferen­
descender a £ 2 8/ 11. La diferencia entre ambas porciones cial y por consiguiente, con el precio regulador, determi­
de capital desaparecería, y entonces, de hecho, un acre nada cantidad de renta en dinero, siempre se supone que
de A cultivado solamente con £ 2 Vz sería anormal, no se emplea un capital determinado, considerado normal
estaría cultivado en concordancia con las nuevas condi­ bajo las condiciones de producción dadas. Exactamente
ciones de producción. Ya no habría una diferencia entre el de la misma manera que en la industria se requiere deter­
rendimiento de diversas porciones de capital en un mismo minado mínimo de capital para cada ramo de la acti­
acre, sino entre inversión global de capital suficiente e insu­ vidad, a fin de poder elaborar las mercancías a su precio
ficiente por acre. D e ello se desprende, prim ero, que un de producción.
capital insuficiente en manos de gran número de arrenda­ Si com o consecuencia de la sucesiva inversión de capital
tarios (debe tratarse de un número grande, ya que uno en ese mismo suelo, ligada a mejoras, se modifica ese
reducido sólo se vería forzado a vender por debajo de su mínimo, ello ocurre de m odo paulatino. Mientras cierto
precio de producción) tiene exactamente el mismo efecto número de acres — de A , por ejemplo— no hayan recibido
que la propia diferenciación de los tipos de suelo en suce­ ese capital de explotación suplementario, se genera renta
sión descendente. Un tipo de cultivo peor en un suelo en los acres mejor cultivados de A en virtud del precio de
peor aumenta la renta en el suelo mejor; inclusive, en un producción que ha permanecido constante, y se eleva la
suelo de índole igualmente inferior pero mejor cultivado renta de todos los tipos de suelo mejores, B, C y D. Sin
puede crear una renta que, de otro modo, éste no arrojaría. embargo, apenas el nuevo tipo de explotación se haya im­
Segundo, se ve cóm o la renta diferencial, en la medida puesto al punto de convertirse en el tipo de explotación
en que surge de la sucesiva inversión de capital en la normal, el precio de producción disminuye; la renta de las
misma superficie global, en realidad desemboca en un tér­ mejores tierras vuelve a disminuir, y la parte del suelo A
mino medio en el cual los efectos de las diferentes inver­ que no posea ahora el capital medio de explotación deberá
siones de capital ya no resultan reconocibles ni discernibles, vender por debajo de su precio de producción individual,
y por ello no generan renta en el suelo peor, sino 1) con­ es decir, por debajo de la ganancia media.

902 903
Esto también ocurre en el caso de precio decreciente más del doble con relación a I, y en 1 Vs quarters respecto
de producción, incluso si disminuye la productividad del de II, mientras que la renta dineraria se ha duplicado con
capital suplementario, apenas los tipos mejores de suelo respecto a I y no se ha alterado con relación a II. Habría
suministren el producto global necesario com o consecuen­ aumentado considerablemente (m anteniéndose constantes
cia del aumento en la inversión de capital, y no bien se las demás premisas) si el suplemento de capital hubiese
sustraiga de A , por ejemplo, el capital de explotación, recaído más en los mejores tipos de suelo o si, por otro
es decir que A ya no compita en la producción de ese lado, los efectos de la adición de capital sobre A hubiesen
producto determinado, verbigracia de trigo. Ahora se con­ sido menorés, es decir que el precio medio, regulador, del
sidera com o normal la cantidad de capital que actualmente quarter de A hubiese sido mayor.
se emplea, término medio, en el nuevo suelo regulador, B, Si la elevación de la fertilidad por adición de capital
de calidad mejor; y si se habla de la diferente fertilidad obrase de diferente manera sobre los distintos tipos de
de las tierras, se supone que esa nueva cantidad normal de suelo, ello produciría una modificación de sus rentas di­
capital se emplea por acre. ferenciales.
Por otro lado está claro que esta inversión media de D e cualquier m odo está demostrado que en caso de
capital, a m odo de ejemplo £ . 8 por acre en Inglaterra precio decreciente de producción a causa de una tasa cre­
antes de 1848, y £ 12 después de esa fecha, constituye ciente de productividad de la inversión suplementaria de
la pauta al celebrarse los contratos de arrendamiento. capital — es decir, en tanto esta productividad aumenta en
Para el arrendatario que gaste más, la plusganancia no se mayor proporción que el adelanto de capital— la renta por
transformará en renta durante la vigencia del contrato. acre, por ejemplo en caso de una doble inversión de
E l que esto ocurra después de la expiración del mismo capital, puede no sólo duplicarse, sino aun más que dupli­
dependerá de la competencia entre los arrendatarios que carse. Pero también puede disminuir si a causa de una
estén en condiciones de efectuar el mismo adelanto extra­ productividad de aumento más rápido, el precio de pro­
ordinario. N o se trata aquí de mejoras permanentes del ducción descendiese mucho más en el suelo A.
suelo que siguen asegurando el incremento del producto Supongamos que las inversiones adicionales de capital,
en caso de un desembolso de capital igual o incluso decre­ por ejemplo en B y C, no eleven la productividad en la
ciente. Tales mejoras, a pesar de ser producto del capital, misma proporción que en A , de modo que para B y C dis­
obran en forma exactamente igual que la calidad diferen­ minuirían las diferencias proporcionales y el aumento del
cial natural del suelo. producto no compensaría el descenso del precio; entonces,
V em os entonces que en la renta diferencial II entra en en contra del caso del cuadro II, la renta aumentaría en
consideración un factor que no se desarrolla com o tal en la D y disminuiría en B y C.
renta diferencial I, ya que ésta puede subsistir indepen­
dientemente de cualquier cambio en la inversión normal de C uadro V ia
T ip o s d e P r o d u c to p o r a c re
capital por acre. Por una parte, es la confusión de los su e lo A cres C a p ita l i G a n a n c ia í e n qrs

resultados de diversas inversiones en el suelo regulador A , A i VA + 2 Í¿ = 5 1 1 + 3 = 4

cuyo producto aparece ahora simplemente com o producto B i 2 V ¡+ 2 V ¡ = 5 1 2 + 2 4 V4


C i 2 1 /2 + VA = 5 1 3 + 5 = 8
m edio normal por acre. Por otro lado es el cambio en el D i 2 A + 2 A = 5 1 4 + 1 2 = 1 6

mínimo normal o en la magnitud media del desembolso Total 4 20 32 Vi

de capital por acre, de m odo que ese cambio se presenta


com o un atributo del suelo. Por último, es la diferencia T ip o s d e P re c io de
su e lo p r o d u c c ió n R e n d im ie n to t R e n ta e n g r a n o s R e n ta e n d in e r o
en el m odo de conversión de la plusganancia en la forma A iv ¡ 6 0 0
de la renta. B m 6% 'A %

Adem ás, el cuadro VI, en comparación con los cuadros C m 12 4 6


D m 24 12 18
I y II, demuestra que la renta en grano ha aumentado en
T o tal 16 V i 24%

9 04 905
Por último, la renta dineraria aumentaría si, con el tante o decreciente, tasa decreciente de productividad con
mismo incremento proporcional de la fertilidad, se invir­ precio constante o decreciente, tasa creciente de produc­
tiese en las mejores tierras más capital adicional que en A , tividad con precio constante y decreciente. Pese a que
o si las inversiones adicionales de capital operasen sobre las en todos estos casos la renta puede permanecer estacio­
mejores tierras con una tasa creciente de productividad. En naria y disminuir, decrecería más aun si el empleo
ambos casos aumentarían las diferencias. adicional del capital no fuese condición del aumento de
La renta dineraria disminuye si la mejora producida la fertilidad, bajo circunstancias en lo demás iguales. El
a consecuencia de inversiones suplementarias de capital re­ suplemento de capital es, entonces, siempre la causa del
duce las diferencias en forma total o parcial, obrando más alto nivel relativo de la renta, a pesar de que la misma
sobre A que sobre B y C. Disminuye tanto más cuanto haya disminuido en términos absolutos.
menor sea la elevación de la productividad de las mejores
tierras. D e la proporción en la desigualdad de los efectos
dependerá el que la renta en granos aumente, disminuya
o permanezca estacionaria.
La renta dineraria aumenta, y otro tanto ocurre con la
renta en granos, si en caso de diferencia proporcional cons­
tante en la fertilidad suplementaria de los diversos tipos de
suelo se agrega más capital al suelo que devenga renta
que al suelo A , que no la da, y si se adiciona más al suelo
de renta elevada que al de renta baja, o bien si la fertilidad,
con un capital suplementario igual, aumenta más en el
suelo mejor y óptimo que en A , y ello en la proporción en
que ese aumento de la fertilidad sea más elevado en los
tipos de suelo superiores que en los inferiores.
Pero bajo todas las circunstancias la renta aumenta
relativamente si la productividad elevada es consecuencia
de un suplemento de capital y no la consecuencia de una
fertilidad simplemente elevada con una inversión constante
de capital. Ése es el punto de vista absoluto, que demuestra
que en este caso, com o en todos los anteriores, la renta y la
renta elevada por acre (com o en la renta diferencial I en
toda la superficie cultivada, el nivel de la renta global m edia)
es consecuencia de una inversión aumentada de capital en el
suelo, sin que importe si esa inversión actúa con una tasa
de productividad constante y precios constantes o decre­
cientes, o con una tasa declinante de productividad con
precios constantes o decrecientes, o bien con una tasa cre­
ciente de productividad y precios declinantes. Pues nuestra
hipótesis de precio constante con tasa de productividad
constante, creciente o decreciente del capital suplemen-
tante, creciente y decreciente se resuelve en tasa constante
de productividad del capital suplementario con precio cons-
tario y precio decreciente con tasa de productividad cons­

906 907
CAPÍTULO XLIII

L A R E N T A D IFER EN C IA L II - TE R C E R CASO:
PRECIO D E PRODUCCIÓN CRECIENTE.
RESULTA DO S a

{ F.E. - U n precio de producción creciente presupone


que disminuye la productividad de la calidad inferior de
suelo, que no abona renta. Sólo cuando las £ 2 Vi inver­
tidas en A producen menos de 1 quarter, o cuando las
£ 5 producen menos de 2 quarters, o si debe empren­
derse el cultivo de un suelo aun peor que A , el precio
de producción supuesto com o regulador puede elevarse por
encima de las £ 3 por quarter.
En caso de productividad constante, o incluso cre­
ciente, de la segunda inversión de capital, ello sólo sería
posible si la productividad de la primera inversión de ca­
pital de £ 2 Vi hubiese disminuido. Este caso se da con
harta frecuencia. Por ejemplo, si con una arada superficial
la capa superior agotada del mantillo da rendimientos
decrecientes con la antigua explotación, y si los estratos
inferiores elevados a la superficie mediante una labranza
más profunda suministran rendimientos superiores a los
de antesb al ser sometidos a un tratamiento más racional.
Pero, en rigor, no corresponde tratar aquí este caso espe­
cial. El descenso de la productividad de la primera
inversión de capital de £ 2 Vi produce un descenso de la

“ En el m anuscrito (I, p. 515) sólo aparece este título: “c)


Precio de producción creciente”. (Cfr. R 1350/2.)
b La traducción literal sería: “sum inistran nuevam ente rendi­
mientos superiores a los de antes”.

909
renta diferencial I para los mejores tipos de suelo, incluso -r
T ip o s
a
de
.
P r e c io d e E [) g ran Q S
RentaE n d ¡n e ro T a s a d,
si en ellos se supone la existencia de condiciones análogas; su e lo p r o d u c c ió n R e n d im ie n to £ Q rs. £ renta
pero en este caso sólo tom am os en consideración la renta
A 4 6 0 0 0
diferencial II. Sin embargo, puesto que el presente caso B 4 12 114 6 120%
especial no puede ocurrir sin que se presuponga la renta C 4 18 3 12 240%
diferencial II com o ya existente, y que, de hecho, el mismo D 4 24 414 18 360%
representa la repercusión de una modificación de la renta T otal 60 9 36 240%
diferencial I sobre II, daremos un ejemplo de ello.
También en este caso, el precio de producción que
C u a d r o V i l
aumenta en la misma proporción hace que la disminución
T ip o s d e I n v e r s ió n d e C o s to de P r o d u c to
s u e lo A cres c a p ita l t G a n a n c ia í p r o d u c c ió n (1rs en la productividad, tanto del rendimiento com o de la
A i 2V4+2V4 1 6 ■/2 + m = i% renta en dinero, se compense por completo.
B i 2W +294 1 6 i + 2 V i = 314 El tercer caso sólo se presenta puro en el caso de
C i 2 l/2 + 2 '/2 1 6 l>/2 + 3 % = 514
D i 2 '/2 + 2 l/2 1 6 2 + 5 =7 productividad decreciente de la segunda inversión de ca­
T otal 20 1714 pital, mientras que la de la primera, tal com o se supone
siempre para el primer y segundo casos, permanece cons­
T ip o s d e PlCC i» d e R e n ta R e n ia
tante. Aquí no se ve afectada la renta diferencial I, y la
s u e lo p r o d u c c ió n K c n d i m ic n u i t‘ E-i n g r a n o s 1in d in c ir o lu s a d e te n ia

0
modificación sólo ocurre con la parte que deriva de la
A 3 7 , 6 0 0
B 3 7 , 12 6 120% renta diferencial II. Daremos aquí dos ejemplos: en el
C 3 7 . 18 31/2 12 240% primero, la productividad de la segunda inversión de ca­
D 3 7 • 24 5V4 18 360%
pital está reducida a V i, y en el segundo, a Va .
T otal 60 W 'A 36 240%

Tanto la renta en dinero como el producido en di­ Cuadro IX


nero son los mismos que en el cuadro II. El precio de T ip o s d e
su e lo A c re s In v e rs ió n d e c a p ita l £
G a n a n c ia
£
C o s to d e
p r o d u c c ió n
P r o d u e lo
Q rs
producción regulador elevado repone exactamente la
merma de cantidad del producto; puesto que ambos varían A 1 214 + 214 = 5 1 6 1 + 1/2 = ha
de manera inversamente proporcional, es obvio que el B 1 21/2 + 214 = 5 1 6 2+1 = 3
C 1 214+214=5 1 6 3+14 = 414
producto de ambos permanecerá constante. D 1 21/2+21/2=5 1 6 4+ 2 = 6
En el caso anterior habíamos supuesto que la fuerza Total 20 15
productiva de la segunda inversión de capital sería mayor
que la productividad originaria de la primera inversión. La Renta
I i pos de P r e c io d e R e n d im ie n to En granos En dinero
cuestión permanece constante si para la segunda inversión s u e lo p ro d u c c ió n £ ßrr. £ T a s a d e re n ta

sólo suponemos la misma productividad que le corres­ A 4 6 0 0 0


pondía originariamente a la primera, como en el siguiente B 4 12 IV 2 6 120%
C 4 18 3 12 240%
D 4 24 4 1 /2 18 360%
Cuadro VIII
T ip o s d e In v e rs ió n d e G a n a n c ia C o s ío d e P ro d u e lo T otal 60 9 36 240%
s u e lo A c re s c a p ita l £ £ p ro d u c c ió n Qrs

A 1 2V i + 2V í = 5 1 6 Vi + \ = lV i
El cuadro IX es igual al cuadro VIII, sólo que en éste
B 1 2 'A + 2 'A = 5 1 6 1 + 2 = 3
C 1 2Vi + 2V4 = 5 1 6 U /i + 3 = 4W la disminución de la productividad recae en la primera
D 1 2 ' A + 2 l/ ¡ = 5 1 6 2 + 4 = 6 inversión de capital, y en el cuadro IX en la segunda in­
Total 20 15 versión de capital.

9 10 911
Cuadro X Tipos de Precio de Rendimiento
Renta
Tipos de Inversión de G anancia Costo de Producto suelo producción £ Renta creciente
£ Q rs.
suelo Acres capital £ £ producción Qrs

A 1 2% + 2<A = 5 1+
a 4 6 0 0 0
2+
1 6 Va = I V a A 4 7 Va 1 i
B 1 2% +2% =5 1 6 14 — 214 B 4 14 2 8 1+ 7
C 1 2% + 2% = 5 1 6 3 + Va = 3% C 4 21 3 Va 15 1+2x7
D 1 2 Vi + 2% = 5 1 6 4+ 1 = 5 D 4 28 51/2 22 1+ 3 x 7
T otal 20 24 1214
Total 76 1114 46
Renta
Tipos de Precio de En granos En dinero Cuadro V illa
suelo producción Rendim iento £ Q rs. £ Tasa de renta
Tipos de Ganancia ¡Costo de Produelo
suelo Acres Capital £ £ producción 0 «
A 4 7. 6 0 0 0
B 47. 12 m 6 120% a 1 5 6 11/4
C 4 * /. 18 2% 12 240% A 1 214 +214 6 1 4 + 1= 114
D 18 360% B 1 214+214 6 1 +2 = 3
4 7« 24 3 Va
C 1 214 + 214 6 114+3 = 414
Total 60 VA 36 240% D
Total
1
5
214 +214 6
30
2 +4 = 6
16'/4

También en este cuadro el rendimiento global, la renta Tipos de Precio de Rendim iento Renta
sudo producción £ Q rs. £ Renta creciente
global en dinero y la tasa de renta siguen siendo las
a 47. 6 0 0 0
mismas que en los cuadros II, V II y V III, porque nueva­ A 47. 7 7. *4 17. 17.
mente el producto y el precio de venta han variado en forma B 47. 147. 1% 87. l 7.+ 7 7 .
inversamente proporcional, mientras que la inversión de C 47. 21 7 . 3 Va a 15 7 . 1 7 . + 2 X7 7 .
capital ha permanecido constante. D 47. 28 7 , 4 Va 22 7 . l 7.+ 3X 77.

00
Total 48

o
Pero, ¿qué ocurre en el otro caso, posible en el caso
de precio de producción creciente, esto es, si se emprende
Cuadro X a
el cultivo de un suelo inferior, cuyo cultivo no era remu­ T ip o s d e Costo de
nerativo hasta ahora? s u e lo A cres Capital ^ Ganancia i producción Producto 0 «

Supongamos que ingrese a la competencia un suelo a 1 5 6 114


semejante, que designaremos con la letra a. Entonces el
A 1 214 + 214 6 i + i/4 = m
B 1 214 + 214 6 2 + 14 = 2V4
suelo A , que no generaba renta hasta el presente, arrojaría C 1 214 + 214 6 3 + % = 3%
una renta, y los cuadros anteriores VII, V III y X asumirían D 1 214+214 6 4+ 1 =5
Total 30 13%
la siguiente figura:
Tipos de Renta
suelo Acres Rendim iento £ Q rs. £ Renta creciente
Cuadro V ila
Tipos de Costo de Producto
a 51/3 6 0 0 0
suelo Acres Capital £ G anancia £ producción Qrs A 51/3 6% 14 % %
B 51/3 1314 1% 71/3 % + 6%
a 1 5 1 6 m
A 1 214 + 2Vi 1 6 14 + 114=1%
C
D
51/3
51/3
20
2634
234
334
14
20%
% + 2 x 6%
% + 3 x 6%
B 1 2 ! 4 + 2 '4 1 6 1 + 2 1 / 2 = 314
C 1 2V i + 2 1 /2 1 6 11/2 +3 % = 5 1 /4 T otal 72% 8 42%
D 1 214+ 214 1 6 2 +5 =7
T otal 30 19 ’ E n la 1® edición, “ 2 V a " .
b En la 1? edición, “9”.

912 913
E n virtud de esta intercalación del suelo a se origina ducen a relaciones numéricas totalmente forzadas. Pero en
una nueva renta diferencial I; sobre esta nueva base se segundo lugar suscitan una impresión totalmente errónea.
desarrolla entonces también la renta diferencial II en una Si para grados de fertilidad que guardan entre sí una
figura modificada. En cada uno de los tres cuadros ante­ relación de 1 : 2 : 3 : 4, etc., resultan rentas de la serie
riores, el suelo a tiene una fertilidad diferente; la serie 0 : 1 : 2 : 3, etc., se siente de inmediato la tentación de
de las fertilidades proporcionalmente crecientes sólo co­ deducir la segunda serie a partir de la primera y de explicar
m ienza con A. En forma correspondiente se comporta la duplicación, triplicación, etc., de las rentas a partir de la
asimismo la serie de las rentas crecientes. La renta del duplicación, triplicación, etc., de los rendimientos globales.
suelo que devenga la peor renta, y que antes no deven­ Pero esto sería totalmente erróneo. Las rentas también
gaba ninguna, constituye una constante, que se suma, sim­ guardan entre sí la proporción 0 : 1 : 2 : 3 : 4 incluso si los
plemente, a todas las rentas superiores; sólo después de grados de fertilidad guardan entre sí la relación n : n +
practicada la deducción de estas constantes surge con cla­ 1 : n -+- 2 : n -+- 3 : n + 4; las rentas no guardan entre
ridad la serie de las diferencias en las rentas superiores, y sí la misma proporción que los grados de fertilidad, sino
su paralelismo con la serie de fertilidad de los tipos de suelo. la de las diferencias de fertilidad, calculando a partir del
En todos los cuadros, la relación entre las fertilidades, suelo que no devenga renta, com o punto cero.
desde A hasta D, es de 1 : 2 : 3 : 4, y las rentas guardan,
correspondientemente, las siguientes proporciones: Los cuadros del original debieron darse para la expli­
en V lla com o 1 : 1 - | - 7 : 1 - | - 2 X 7 : 1 - | - 3 X 7 , cación del texto. Pero con la mira de obtener un funda­
en V illa com o 1 Vs : 1 Vs -+- 7 Vs : 1 Vs + 2 X 7 Vs : mento ilustrativo para los resultados de la investigación
1 i/s + 3 X 7 1/s, que siguen más adelante, daré a continuación una nueva
en X a com o % : % + 6 % :% + 2 X 6 % : % + serie de cuadros en la cual se han indicado los rendi­
3X6%. mientos en bushels (Vs de quarter ó 36,35 litros) y che­
En resumen: si la renta de A es = n y la renta del lines ( = m arcos).
suelo de fertilidad inmediata superior es = n -+- m, la El primer cuadro (X I ) corresponde al anterior cuadro I.
serie es com o n: n -+- m: n + 2 m: n + 3 m, etc.} El mismo indica los rendimientos y rentas para cinco cali­
dades de suelo A - E, en una primera inversión de capital
de 50 chelines, la cual con 10 chelines de ganancia,
asciende a 60 chelines de costos globales de producción
{F. E. — Puesto que el tercer caso arriba mencionado por acre. Los rendimientos en grano se han fijado en un
no se encontraba desarrollado en el manuscrito — sola­ nivel bajo: 10, 12, 14, 16 y 18 bushels por acre. El precio
mente figuraba allí el título— fue tarea reservada al editor de producción regulador que resulta es de 6 chelines por
la de completarlo lo mejor que le fuera posible, tal como bushel.
se ve arriba. También quedó para él la labor de extraer las Los 13 cuadros siguientes corresponden a los tres
conclusiones generales resultantes de toda la investigación casos de la renta diferencial II tratados en este capítulo
realizada hasta el presente acerca de la renta diferencial II y en los dos precedentes, con una inversión adicional de
en sus tres casos principales y nueve casos subsidiarios. capital en el mismo terreno de 50 chelines por acre, con
Pero los ejemplos dados en el manuscrito resultan poco precio de producción constante, creciente y decreciente.
adecuados a este fin. En primer lugar, efectúan la compa­ Cada uno de estos casos vuelve a presentarse tal como
ración entre porciones de terreno cuyos rendimientos, para se configura 1) en el caso de productividad constante, 2 )
superficies de igual magnitud, guardan entre sí la relación en el caso de productividad decreciente y 3 ) en el caso de
de 1 : 2: 3: 4; vale decir, diferencias que ya de antemano productividad creciente de la segunda inversión de capital
resultan sumamente exageradas, y que en el curso de las con respecto a la primera. Se producen entonces algunas
hipótesis y cálculos que se desarrollan sobre esa base con­ variantes que aún cabe ilustrar en forma especial.

91 4 915
En el caso I, de precio de producción constante, te­ sión (cuadro X X I ) a; esto implica nuevamente
nemos: la productividad decreciente de la primera in­
versión.
Variante 1: productividad constante de la segunda inver­
Segunda modalidad: ingresa a la competencia una ca­
sión de capital (cuadro X II).
lidad de suelo inferior (designada com o a ); el suelo A
Variante 2: productividad decreciente. Ésta puede produ­
arroja renta.
cirse sólo si no se efectúa una segunda inversión
Variante 1: productividad constante de la segunda inver­
en el suelo A . Y ello puede ocurrir
sión (cuadro X X II).
a) de tal m odo que tam poco el suelo B pro­
Variante 2: productividad decreciente (cuadro X X III).
porcione renta (cuadro X III), o bien
Variante 3: productividad creciente (cuadro X X IV ).
b) de tal m odo que el suelo B no deje por
Estas tres variantes se ajustan a las condiciones gene­
entero de devengar renta (cuadro X IV ).
rales del problema y no dan origen a observación alguna.
Variante 3: productividad creciente (cuadro X V ). Tam­
Veamos a continuación los cuadros.
bién este caso excluye la segunda inversión de
capital en el suelo A.
Cuadro X I
En el caso II: precio de producción decreciente, te­
T ip o s d e C o s to d e P r o d u c to P re c io d e R e n d im ie n to R e n ta
nemos: s u e lo p r o d u c c ió n ch b ush ets p ro d u c c ió n ch ch R e n t a c r e c ie n t e

Variante 1: productividad constante de la segunda inver­ A 60 10 6 60 0 0


B 60 12 6 72 12 12
sión (cuadro X V I). c 60 14 6 84 24 2 x 12
Variante 2: productividad decreciente (cuadro X V II). D 60 16 6 96 36 3 x 12
Esas dos variantes implican que el suelo A E 60 18 6 108 48 4X 12
quede fuera de competencia, que el suelo B deje 120 10x12
de devengar renta y regule el precio de pro­
ducción. Con una segunda inversión de capital en el mismo suelo.
Variante 3: productividad creciente (cuadro X V III). Aquí Primer caso: precio de producción que permanece
el suelo A es el que persiste en la función constante.
reguladora. Variante 1 : productividad constante de la segunda inversión
En el caso III: precio de producción creciente, hay dos de capital.
modalidades posibles; el suelo A puede seguir sin devengar
renta y regulando el precio, o bien una calidad de suelo Cuadro X II
inferior a A ingresa a la competencia y regula el precio, T ip o s d e ( 'o s t o d e P ro d u c to P re c io d e R e n d i» R e n ta R e n ta
s u e lo p r o d u c c ió n ch b u sh d s p r o d u c c ió n m ie n to ch c re c ie n te
en cuyo caso A arrojará renta. ch

Primera modalidad: el suelo A sigue siendo el regu­ A 60 + 6 0 = 120 10+10 = 20 6 120 0 0


B 60 + 6 0 = 120 12+12 = 24 6 144 24 24
lador. c 60 + 60 = 120 14+14 = 28 6 168 48 2X 24
D 60 + 6 0 = 120 16+16 = 32 6 192 72 3X 24
Variante 1: productividad constante de la segunda inver­ E 60 + 6 0 = 120 18 + 18 = 36 6 216 96 4X 24
sión (cuadro X I X ). Esto sólo resulta admisi­
ble, dados los supuestos iniciales, si disminuye 240 10X24
la productividad de la primera inversión.
Variante 2: productividad decreciente de la segunda inver­ Variante 2: productividad decreciente de la segunda in­
sión (cuadro X X ); esto no excluye la produc­ versión de capital; sin segunda inversión en el suelo A.
tividad constante de la primera inversión. 1) Si el suelo B deja de devengar renta.
Variante 3: productividad creciente de la segunda inver- * E n la 1? edición y en W erke, 1964, “X IX ”.

916 917
Cuadro X III Variante 2: productividad decreciente de la segunda in­
pos de C o sto de P ro d u c to P r e c io d e R eí r id im i* " " !
' R e n ta
R em a versión de capital; el suelo A queda fuera de compe­
s u c io p r o d u c c ió n ch bu.shcls p ro d u c c ió n ch c r e c ie n te
ch
tencia, y el suelo B deja de arrojar renta.
A 60 10 6 60 0 0
B 60 + 6 0 = 120 1 2 + 8 =20 6 120 0 0 Cuadro X VI I
c 60 + 60=120 14+ 9t/3 = 23!/3 6 14 0 20 20 C o sto de R e n d í-

D 60 + 60=120 16 + 10% = 2 6 % 6 16 0 40 2x20 T ip o s d e p r o d u c c ió n P r o d u c to P r e c io d e m íe n lo R e n ta R e n ta

3 x 20 m e lo ch husheh p r o d u c c ió n ch ch c re c ió m e
E 60 + 6 0 = 120 18+ 12 a = 3 0 6 180 60
B 60 + 60=120 12+ 9 =21 57, 120 0 0
120 6x20
C 60 + 60=120 14+10% =24% 5‘/ r 140 20 20
2) Si el suelo B no deja de devengar renta por com­ D 60 + 6 0 = 120 16+12 =28 57. 160 40 2x20
E 60 + 6 0 = 120 18 + 13 % = 31 % 57, 180 60 3x20
pleto.
120 6x20
Cuadro X IV
ip o s d e C o sto de P r o d u c to
R e n d i-
P r e c io d e m ie n to R e n ta R e n ta
Variante 3: productividad creciente de la segunda inversión
s u e lo p r o d u c c ió n ch husheh p r o d u c c tó ii i ch ch c re c ie n te de capital; el suelo A permanece en competencia. El
A 60 10 6 60 0 0 suelo B devenga renta.
B 60 + 6 0 = 120 12+ 9 =21 6 126 6 6
c 60 + 6 0 = 120 1 4 + 10% = 24% 6 147 27 6 + 21 Cuadro XVI I I
D 60 + 60=120 16 + 12 =28 6 168 48 6 + 2X21
E 60 + 6 0 = 120 18 + 1 3 % =31% 6 189 69 6 + 3 X 21 T ip o s de C o s t o de P r o d u e lo IV cci i de R c h la R em a
su e lo p r o d u c c ió n ch husheh p ro d u c c ió n ch ch c re c ie n te

150 4X 6 + 6X21 A 60+60=120 1 0 + 1 5 = 25 47» 120 0 0


B 60 + 6 0 = 1 2 0 12 + 18 = 3 0 47. 144 24 24
Variante 3: productividad creciente de la segunda inversión C 60 + 6 0 = 1 2 0 14 + 21 = 3 5 168 48 2X24
47.
de capital; tampoco aquí hay segunda inversión en el D 6 0 + 6 0 = 120 16 + 24 = 40 47 » 192 72 3X24
E 60 + 6 0 = 1 2 0 1 8 + 2 7 = 45 47 B 216 96 4X24
suelo A.
240 10X24
Cuadro X V
R e n d í'
pos d t C o s to de P r o d u c to P r e c io d e m ie n to R e n ta Tercer caso: precio de producción creciente.
suelo p r o d u c c ió n ,c h hushels p r o d u c c ió n ■ ch ch R e n ta c re c ie n te
A) Si el suelo A sigue sin devengar renta y regulando
A 60 10 6 60 0 0
B 60 + 6 0 = 120 12+15 =27 6 162 42 42 el precio.
C 60 + 60=120 1 4 + 17% = 31% 6 189 69 4 2 + 27 Variante 1 : productividad constante de la segunda inver­
D 60 + 6 0 = 120 16 + 2 0 =36 6 2 16 96 42 + 2 x 2 7
E 60 + 60=120 18 + 2 2 % = 40% 6 243 123 42 + 3 X 2 7
sión de capital; lo cual implica un descenso de produc­
tividad de la primera inversión.
330 4X 42 + 6X27
Cuadro X I X
Segundo caso: precio de producción decreciente.
'i p o s de C o s t o de P r o d u c to P re c io de n tie n u , R e n ia
Variante 1 : productividad constante de la segunda inversión su e lo p r o d u c c ió n ch h u sheh " p r o d u c c ió n -h
R e n ta
ch c re c ie n te
de capital. El suelo A queda fuera de competencia, A 60 + 6 0 = 1 2 0 7% + 10= 17% 120 0 0
6 7 ,
y el suelo B deja de devengar renta. B 6 0 + 6 0 = 120 9 + 12 = 21 6 7 , 144 24 24
c 6 0 + 6 0 = 120 10% + 14 = 24% 6 7 , 168 48 2X24
Cuadro X V I D 60+60=120 12 + 16 = 28 6 7 , 192 72 3X24
E 60+60=120 13% + 18 = 31% 6 7 , 216 96 4X24
¡p o s d e C o s to de P r o d u c to P r e c io d e R e n d im ie n to R e n ta
R e n ta
s u e lo p r o d u c c ió n ch bush els p r o d u c c ió n ch i c re c ie n te 240 10x24
ch

B 60 + 6 0 = 120 1 2 + 12 = 24 5 120 0 0
c 60 + 6 0 = 1 2 0 1 4 + 1 4 = 28 5 140 20 20 Variante 2: productividad decreciente de la segunda in­
D 60 + 6 0 = 120 16+16=32 5 160 40 2x20 versión de capital; lo que no excluye la productividad
E 60 + 6 0 = 120 18 + 18 = 36 5 180 60 3x20 constante de la primera.
120 6x20 * En la prim era edición se dan aquí, por error, las cifras del
En la 1® edición, “20”. cuadro XXI.

9 18 919
Cuadro X X Cuadro X X III
T ip o s d e
T ip o s d e C o sto de P ro d u c to P r e c io d e R e n d i­ R e n ta R e n ta
s u e lo R e n d im ie n to ch R e n ta eh R e n ta c r e c ie n te
s u c io p r o d u c c ió n ch bushels p ro d u c c ió n m ie n to ch ch c re c ie n te
a 120 0 0
A 60 + 6 0 = J20 10 + 5 = 15 8 120 0 0 A 140 20 20
B 60 + 6 0 = 120 12 + 6 = 18 8 144 24 24 B 168 48 20 + 28
c 60 + 6 0 = 120 14 + 7 = 21 8 168 48 2X 24 C 196 76 20 + 2X28
D 60 + 6 0 = 120 16 + 8 = 24 8 192 72 3X 24 D 224 104 20 + 3x28
18 + 9 = 27 8 216 96 4X 24 E 252 132 20 + 4X28
E 60 + 6 0 = 120
380 5 X 20+ 10X28
240 10X 24
C o sío de P r e c io d e
Variante 3: productividad creciente de la segunda in­ T i p o s d e s u e lo p r o d u c c ió n ch bushels
P r o d u c to p ro d u c c ió n
versión de capital, lo cual, dados nuestros supuestos, a 120 15 8
implica productividad decreciente de la primera in­ A 60 + 60=120 10+ 7Vi = 17Vi 8
B 60 + 60= 120 12+ 9 = 21 8
versión. C 60 + 60= 120 14 + 101/2 = 241/2 8
D 60 + 60= 120 16 + 12 = 28 8
E 60 + 60=120 18+ 13V4 = 31Vi 8
Cuadro X X I
T ip o s d e C o s to de P ro d u c to P re c io d e m ie n to R e n ta R e n ta Variante 3: productividad creciente de la segunda inversión
.s u e lo p r o d u c c ió n ch bushels p ro d u c c ió n ch ch c re c ie n te de capital.
A 60 + 60= 120 5 + 12 Vi = 17 Vi 67. 120 0 0
B 60 + 6 0= 120 6 + 15 =21 67. 144 24 24 Cuadro X X I V
C 60 + 60= 120 7 + 17 Vi = 24Vi 6 'h 168 48 2x24 T ip o s d e C o sío de P r e c i o de-
D 60 + 60= 120 8 + 20 = 28 67. 192 72 3x24 s u e lo p r o d u c c ió n ch bushels
P ro d u c to p ro d u c c ió n

E 60 + 6 0 = 120 9 + 22 Vi =31>/2 6 •/. 216 96 4X 24 a 120 16 7Vi


A 60 + 60= 120 10+ 12VÍ = 22Vi IVi
240 10x24 B 60 + 60= 120 12 + 15 = 27 IVi
B) U n suelo inferior (designado com o a ) asume las C 60 + 60= 120 14 + 17VÍ = 31 Vi IVi
D 60 + 60= 120 16 + 20 = 36 IVi
funciones de regulador del precio, a consecuencia de lo cual E 60 + 60=120 18 +22 Vi = A0Vz IVi
el suelo A arroja renta. Esto admite que en todas las
T ’p o s d e
variantes haya una productividad constante de la segunda s u e lo R e n d im ie n to ch R e n ta c h R e n ta c r e c i e n t e
inversión. a 120 0 0
Variante 1: Productividad constante de la segunda in­ A 168% 48% 15 + 33%
versión de capital. B 202Vi 82Vi 15 + 2 X 33%
C 236V4 1161/4 15 + 3 X 33%
D 270 150 15 + 4x33%
Cuadro X X I I E 303% 183% 15 + 5 x 33%
'I i p o s d e C om o de
581V& 5x15+15x33%
P ro d u c to P r e c io d e m ie n to R e n ta R e n ta
s u e lo p r o d u c c i ó n e l, bushels p ro d u c c ió n ch ch c re c ie n te
D e estos cuadros se desprenden los siguientes resultados.
a 120 16 IVi 120 0 0
A 60 + 6 0= 120 10+10 = 20 IV!
En primer lugar, que la serie de las rentas se com ­
150 30 30
B 60 + 6 0= 120 12 + 12 = 24 7 Vi 180 60 2x30 porta exactamente de la misma manera que la serie de las
C 60 + 6 0 = 120 14 + 14 = 28 7 Vi 210 90 3x30 diferencias de fertilidad, tomando com o punto de origen
D 60 + 60= 120 16+16 = 32 7 Vi 240 120 4x30
E
cero al suelo regulador, que no devenga renta. L o que de­
60 + 6 0 = 120 18 + 18 = 36 IV! 270 150 5x30
termina la renta no son los rendimientos absolutos, sino
450 15X30 sólo las diferencias de rendimiento. N o importa si los dis­
Variante 2: productividad decreciente de la segunda in­ tintos tipos de suelo dan 1, 2, 3, 4 y 5 bushels por acre,
versión de capital. o si su rendimiento es, en cambio, de 11, 12, 13, 1 4 y 15

9 20 921
bushels por acre; en ambos casos, las rentas son, sucesiva­ Caso I, variante 2, si las condiciones son tales que
mente, de 0, I, 2, 3 y 4 bushels, respectivamente, o su el suelo A queda eliminado (cuadro X III). La suma de las
correspondiente rendimiento en dinero. rentas es 6 X 20, es decir = 10 X 12 = 120, com o en
Pero mucho más importante es el resultado con rela­ el cuadro XI.
ción a los rendimientos globales de renta en caso de inversión Caso II, variantes 1 y 2. Aquí el suelo A queda nece­
repetida de capital en el mismo suelo. sariamente eliminado, con arreglo a los supuestos (cuadros
En cinco casos de los trece examinados, con la inversión X V I y X V II), y la suma de las rentas es nuevamente
de capital se duplica asimismo la suma global de las = 6 X 2 0 = 10 X 12 = 120 chelines.
rentas; en lugar de 10 X 12 chelines se convertirá en Por lo tanto, esto significa que en la gran mayoría
10 X 24 chelines. Estos casos son: de todos los casos posibles la renta aumenta, tanto por
Caso I, precio constante, variante 1: incremento cons­ acre del suelo que devenga renta como, en especial, en su
tante de la producción (cuadro X II). suma global, com o consecuencia de un incremento de la
Caso II, precio decreciente, variante 3: incremento inversión de capital en la tierra. Sólo en 3 casos de los
creciente de la producción (cuadro X V III). 13 examinados su suma global permanece inalterada.
Caso III, precio creciente, primera modalidad, en la Se trata de casos en los que la calidad inferior de suelo,
que el suelo A sigue siendo el regulador, en sus tres va­ que hasta el presente no devengaba renta y regulaba el
riantes (cuadros X IX , X X , X X I). precio, queda fuera de competencia, asumiendo su lugar
En cuatro casos la renta aumenta en más del doble, la calidad inmediata superior, por lo cual ésta deja de
a saber: arrojar renta. Pero también en estos casos aumentan las
Caso I, variante 3, precio constante, pero incremento rentas en los mejores tipos de tierra con respecto a las debi­
creciente de la producción (cuadro X V ). La suma de las das a la primera inversión de capital; si la renta en C
rentas asciende a 330 chelines. disminuye de 24 a 20, las rentas en D y E aumentan de 36
Caso III, segunda modalidad, en la cual el suelo A y 48 a 4 0 y 60 chelines, respectivamente.
arroja renta, en sus 3 variantes (cuadro X X II, renta Una disminución de las rentas globales por debajo del
= 15 X 30 = 4 5 0 chelines; cuadro X X III, renta = 5 X nivel que tienen en la primera inversión de capital (cuadro
2 0 -)- 10 X 28 = 380 chelines; cuadro X X IV , renta = 5 X I) sólo sería posible si además del suelo A también que­
X 15 + 15 X 33 % = 581 >+ chelines). dase fuera de competencia el suelo B, y el suelo C dejase de
En un caso aumenta, pero no al doble de la renta que arrojar renta y se convirtiese en regulador.
se genera en la primera inversión de capital: Por lo tanto, cuanto más capital se emplee en el suelo,
Caso I, precio constante, variante 2: productividad cuanto más elevado sea el desarrollo de la agricultura
decreciente de la segunda inversión bajo condiciones en y de la civilización en general en un país, tanto más se
las que B no deja de arrojar renta por com pleto (cuadro elevan las rentas por acre al igual que la suma global de las
X IV , renta = 4 X 6 + 6 X 2 1 = 150 chelines). rentas, tanto más gigantesco se torna el tributo que paga
Por último, sólo en tres casos ía renta global conserva, la sociedad a los latifundistas en la forma de plusganan-
en una segunda inversión de capital y para todos los cias; ello, mientras todos los tipos de suelo que han sido
tipos de suelo en conjunto, el mismo nivel de la primera incorporados alguna vez al cultivo sigan estando en condi­
inversión (cuadro X I ); se trata de casos en los que el ciones de competir.
suelo A queda fuera de competencia y el suelo B asume la Esta ley explica la maravillosa vitalidad de la clase
función reguladora y, por consiguiente, deja de arrojar de los latifundistas. N o hay clase social que viva con tanto
renta. Por lo tanto, la renta de B no sólo desaparece, sino derroche, no hay ninguna que, com o ella, reclame un
que también se la deduce de todos los miembros siguientes derecho a un tradicional lujo “adecuado a su posición
de la serie de rentas; esto condiciona el resultado. Estos social”, sin importarle el origen de ese dinero, ninguna
casos son: acumula despreocupadamente deudas sobre deudas. Y sin

922 923
embargo vuelve a caer de pie una y otra vez, gracias al arrendatario y campesino europeos ya no podían mante­
capital invertido en la tierra por otras personas, el cual le nerse a flote y seguir pagando las antiguas rentas. Una
reporta rentas totalmente desproporcionadas con las ga­ parte del suelo de Europa quedó definitivamente fuera de
nancias que extrae de él el capitalista. competencia para el cultivo de granos, las rentas se abatie­
La misma ley explica también, sin embargo, por qué ron en todas partes; nuestro segundo caso, variante 2
se agota paulatinamente la vitalidad del gran terrateniente. — precio decreciente y productividad decreciente de las
Cuando se derogaron los aranceles cerealeros ingleses inversiones adicionales de capital— se convirtió en la
en 1846, los fabricantes ingleses creyeron que de esa norma para Europa, y de ahí las lamentaciones de los
manera habían convertido a la aristocracia terrateniente en agricultores, desde Escocia hasta Italia y desde el M ediodía
indigentes. En lugar de eso, se enriquecieron más de lo que francés hasta Prusia Oriental. Afortunadamente, aún se está
jamás habían sido. ¿Cómo ocurrió eso? Muy sencillo. En muy lejos de haber iniciado el cultivo de todas las llanuras;
primer lugar, a partir de ese momento se exigía por con­ quedan suficientes com o para arruinar a la gran propiedad
trato a los arrendatarios que desem bolsasen £ 12 en lugar europea entera, y por añadidura a la pequeña.}
de £ 8 anuales por acre, y en segundo lugar los terrate­
nientes, que también contaban con una nutrida represen­
tación en la cámara baja, se otorgaron una fuerte subven­ Los rubros bajo los cuales debe tratarse la renta son
ción estatal para el drenaje y demás mejoras permanentes los siguientes:
de sus predios. Puesto que no se produjo un desplaza­ A ) Renta diferencial.
miento total del suelo de mala calidad, sino a lo sumo un 1) Concepto de la renta diferencial. Ilustración con
em pleo — mayormente también temporario— para otros la energía hidráulica. Transición a la renta agrícola
fines, las rentas aumentaron en proporción a la inversión propiamente dicha.
acrecentada de capital, y la situación de la aristocracia fue 2 ) Renta diferencial I, que surge de la diferente ferti­
mejor de lo que jamás había sido antes. lidad de diversas porciones de terreno.
Pero todo es efímero. Gracias a los vapores transoceá­ 3 ) Renta diferencial II, que surge de la sucesiva in­
nicos y los ferrocarriles norte y sudamericanos e indios, versión de capital en el mismo suelo. Debe inves­
regiones de características peculiarísimas quedaron en tigarse la renta diferencial II.
situación de competir en los mercados cerealeros de Europa. a) con precio de producción estacionario;
Estaban por un lado las praderas norteaméricanas, las b ) con precio de producción decreciente;
pampas argentinas, inmensos eriales que la naturaleza c ) con precio de producción creciente.
misma ha hecho arables, tierra virgen que durante años, Y además
incluso sometida a un cultivo primitivo y sin abonarla, d) transformación de la plusganancia en renta.
ofrecía pingües cosechas. Y estaban los predios de las 4 ) Influencia de esta renta sobre la tasa de ganancia.
colectividades comunistas rusas e indias, que tenían que B) Renta absoluta.
vender una parte de su producto, y justamente una parte C) Precio de la tierra.
siempre creciente, para obtener dinero con vistas a los D ) Consideraciones finales acerca de la renta de la tierra.
impuestos que les arrancaba el despiadado despotismo del
estado, muy a menudo por la tortura. Estos productos se
vendían sin parar mientes en los costos de producción, Como resultado general de la consideración de la renta
al precio que ofreciese el comerciante, porque al vencerse el diferencial en general se desprende lo siguiente:
plazo de pago el campesino tenía que disponer de dinero P rim ero: la formación de plusganancias puede produ­
fuera com o fuese. Y frente a esta competencia — tanto la cirse por diversas vías. Por un lado, sobre la base de la
del suelo virgen de las llanuras com o las del campesino renta diferencial I, es decir sobre la base de la inversión
ruso o indio exprimido por el torniquete impositivo— el del capital agrícola global en una superficie de terreno que

924 925
consta de tipos de suelo de diferente fertilidad. Luego en 5 quarters, de m odo que la segunda inversión de capital
carácter de renta diferencial II, sobre la base de la dife­ rindiese un excedente de 1 quarter. El precio de producción
rente productividad diferencial de sucesivas inversiones de de los primeros 2 quarters es de £ 1 V2 por quarter, y el de
capital en el mismo suelo, es decir aquí de una mayor pro­ los segundos 1 V2 quarters es de £ 2 por quarter. Por
ductividad — por ejemplo en quarters de trigo— de la que eso, los 3 V2 quarters cuestan, en conjunto, £ 6. Éste
se obtendría con la misma inversión de capital en el suelo es el precio de producción individual del producto global, y
inferior, que no devenga renta mas regula el precio de constituye tér/nino medio £ 1 y 1 4 2/ 7 chelines por quarter
producción. Pero comoquiera que se originen estas plusga- o digamos, redondeando, £ 1 3á . Con un precio de pro­
nancias, su transformación en renta, es decir su transfe­ ducción general de £ 3, determinado por el suelo A , esto
rencia del arrendatario al terrateniente, presupone siempre da una plusganancia de £ 1 14 por quarter, y por consi­
com o condición previa la de que los diversos precios de guiente, para 3 V2 quarters, un total de £ 4 %. Con el
producción individuales reales (es decir, independiente­ precio medio de producción de B, esto representa alre­
mente del precio de producción general, regulador del dedor de 1 1á quarters. Por lo tanto, la plusganancia
m ercado) que poseen los productos parciales de las dife­ de B se representa en una parte alícuota del producto de B,
rentes inversiones individuales sucesivas de capital, se esos 1 1/2 quarters que constituyen la renta expresada en
nivelen previamente para conformar un precio medio de grano y que, con arreglo al precio general de producción,
producción individual. El excedente del precio de produc­ se venden a £ 4 V2 . Pero, a la inversa, el producto exce-
ción general, regulador, alcanzado por el producto de un dentario de un acre de B por encima del de un acre de A
acre por encima de su precio medio individual de produc­ no es, lisa y llanamente, la expresión de plusganancia, y por
ción, constituye y mide la renta por acre. En la renta ende, plusproducto. Según el supuesto, el acre B produce
diferencial I, los resultados diferenciales resultan discer­ 3 I/2 quarters, mientras que el acre A sólo produce 1
nióles, de por sí, porque se producen en porciones de quarter. Por lo tanto, el producto excedentario en B es de
terrenos diferentes, situados en forma separada y contigua, 2 1/2 quarters, pero el plusproducto es sólo de 1 V2
en caso de un desembolso supuestamente normal de capital quarters; pues en B se ha invertido el doble de capital que
por acre y su correspondiente cultivo normal. En la renta en A , y por ello los costos de producción son aquí dobles.
diferencial II hay que tornarlos diferenciables, en primer Si en A también se efectuase una inversión de £ 5, y la
término; de hecho deben ser reconvertidos en la renta dife­ tasa de productividad permaneciese constante, el producto
rencial I, y ello sólo puede ocurrir de la manera indicada. sería de 2 quarters en lugar de 1, y de ese modo se reve­
Tom em os, por ejemplo, el cuadro III, p. 2 2 6 .a laría que el plusproducto real se halla por comparación no
Para la primera inversión de capital de £ 2 V2 , el entre 3 V2 y 1, sino entre 3 V2 y 2; y, por consiguiente,
suelo B rinde 2 quarters por acre, y para la segunda, que no es de 2 V2 quarters, sino sólo de 1 V2 . Pero además,
de igual magnitud, 1 V2 quarters; sumado, rinde 3 lá si B invirtiese una tercera porción de capital de £ 2 V2 ,
quarters en un mismo acre. N o es posible apreciar, en estos que sólo rindiese 1 quarter, es decir que este quarter cos­
3 V2 quarters crecidos en el mismo suelo, cuántos de ellos tara £ 3, com o en A, el precio de venta de éste, de £ 3,
son producto de la inversión I y cuántos son producto de sólo cubriría los costos de producción, sólo arrojaría la
la II. D e hecho son producto del capital global de £ 5; ganancia media, pero no así plusganancia, y en conse­
y el hecho real es sólo que un capital de £ 2 V2 rindió cuencia tampoco arrojaría nada que pudiese transformarse
2 quarters y que un capital de £ 5 no rindió 4, sino 3 V2 . en renta. El producto por acre de un tipo de suelo cual­
El caso sería exactamente el mismo si las £ 5 rindiesen 4 quiera, en comparación con el producto por acre del suelo
quarters, de modo que los rendimientos de ambas inver­ A, no indica si es producto de igual inversión de capital
siones de capital fuesen iguales, o también si rindiesen o de una inversión mayor, ni si el producto suplementario
sólo cubre el precio de producción o si obedece a la mayor
"Véase, e n el presenie volumen, p. 8X2. productividad del capital suplementario.

926 927
Segundo: con una tasa de productividad decreciente de producción serían de £ 15. El precio m edio de pro­
de las inversiones suplementarias de capital — cuyo límite, ducción por quarter para B habría vuelto a elevarse de
en la medida en que entra en consideración la nueva for­ £ 2 a a £ 2 4/ , :i, y la plusganancia por quarter, compa­
m ación de plusganancia, es la inversión de capital que sólo rada con el precio de producción regulador de A , habría
cubre los costos de producción, es decir que produce un vuelto a bajar de £ 1 a £ Vi*. Pero estas £ V 13 deberían
quarter al mismo precio que la misma inversión de capital calcularse ahora sobre 6 Vi quarters en lugar de calcularse
en un acre del suelo A , es decir, conforme a nuestro sobre 4 Vi. Y X 6 Vi = 1 X 4 Vi = £ 4 Vi.
supuesto, a £ 3— se desprende de lo que acabamos de D e ello sfe desprende, en primera instancia, que bajo
exponer que el límite en el cual la inversión global de ca­ estas circunstancias no es necesaria elevación alguna del
pital en el acre de B no formaría ya renta alguna, es aquél precio de producción regulador, para posibilitar inversiones
en el cual el precio medio individual de producción del suplementarias de capital en los tipos de suelo que generan
producto por acre de B ascendería al precio de producción renta, inclusive hasta el grado en que el capital adicional
por acre de A. cesa por completo de arrojar plusganancia, y sólo arroja
Si B sólo adiciona inversiones de capital que cubren el ya la ganancia media. Se desprende además que en este
precio de producción, es decir que no generan plusga­ caso la suma de la plusganancia por acre permanece
nancia, y en consecuencia no forman renta nueva, ello constante, por mucho que disminuya la plusganancia por
eleva por cierto el precio m edio individual de producción quarter-, esta disminución siempre se compensa por el co­
por quarter, pero no afecta la plusganancia formada por las rrespondiente aumento de los quarters producidos por acre.
inversiones anteriores de capital, ni en su caso la renta. Para que el precio de producción medio se eleve hasta el
Pues el precio medio de producción siempre permanece precio de producción general (es decir, que en este caso
por debajo del de A , y si disminuye el excedente de ascienda a £ 3 para el suelo B ), deben efectuarse adi­
precio por quarter, aumenta el número de quarters en la ciones de capital cuyo producto tiene un precio de pro­
misma proporción, de m odo que el excedente global del ducción superior que el precio regulador de £ 3. Pero se
precio permanece constante. verá que incluso esto no basta, sin más, para elevar el
E n el caso supuesto, las dos primeras inversiones de precio medio de producción por quarter para B hasta
capital de £ 5 en B producen 3 Vi quarters, es decir, con­ el precio de producción general de £ 3.
forme a nuestro supuesto, 1 V2 quarter de renta = £ 4 Vi. Supongamos que en el suelo B se hayan producido:
Si a ellas se suma una tercera inversión de capital de 1 )3 quarters, com o antes a un precio de produc­
£ 2 V i, pero que sólo produce un quarter suplementario, ción de £ 6; es decir, dos inversiones de capital de £ 2 Vi
el precio de producción global (incluyendo el 20 % de cada una, formando ambas plusganancias, pero de nivel
ganancia) de los 4 Vi quarters será = £ 9 , es decir que decreciente.
el precio medio por quarter será = £ 2. Por consi­ 2 ) 1 quarter a £ 3; una inversión de capital en la
guiente, el precio medio de producción por quarter en B que el precio de producción individual sería igual al precio
aumentó de £ 1 V? a £ 2, por lo que la plusganancia de producción regulador.
por quarter, en comparación con el precio regulador de A , 3 ) 1 quarter a £ 4; una inversión de capital en la que
disminuyó de £ 1 V? a £ 1. Pero 1 X 4 Vi = £ 4 Vi, el precio de producción individual es un 33 Vi % b más
exactamente de la misma manera que antes I V - X 3 Vi. elevado que el precio regulador.
= £ 4 Vi. Tendríamos entonces 5 Vi quarters por acre a £ 13,
Supongamos que se hayan efectuado aún una cuarta, con una inversión de capital de £ 10 7/ , 0, c el cuádruple
y una quinta inversiones suplementarias de capital de
£ 2 Vi cada una en B, que sólo produjeron el quarter " En la 1? edición, “ 1” en vez de “2”.
a su precio general de producción; entonces, el producto 1 b En la I a edición, “2 5 % ”.
global por acre sería ahora de 6 Vi quarters, y sus c o sto s! 1 En la 1? edición, “ £ 10”.

928 929
de la inversión originaria de capital, pero ni siquiera el Supongamos ahora que el precio m edio del quarter
triple del producto de la primera inversión de capital. de B coincide con el precio general de producción, com o
5 Vi quarters a £ 13 dan £ 2 V n de precio de pro­ consecuencia de cuatro inversiones sucesivas de capital
ducción m edio por quarter, es decir que, con un precio ( £ 2 1/2, 2 Vi, 5 y 5 ) con productividad decreciente.
de producción regulador de £ 3 da un excedente de
£ V n por quarter, que se puede transformar en renta. ** § Costos de c i
ÍÜ 0 .a ^ producción" ü Excedente
5 Vi quarters en venta al precio regulador de £ 3 dan 2 = .i Por En o ^ .§« para renta
g- .£ C Q rs. total E l ? Q rs. £
£ 16 V i. Previa deducción de los costos de producción ^ Ó a¿ £ £ £ £. £
de £ 13 quedan £ 3. Vi de plusganancia o renta que,
1) 2Vi Vi 2 IVi 3 3 6 1
calculados al actual precio m edio de producción del 2) 2 Vi Vi IVi 2 3 3 4 Vi Vi
quarter en B, es decir a £ 2 4/ n por quarter, representan 3) 5 1 IVi 4 6 3 4Vi — Vi
1 2V 52 quarters. a La renta dineraria se habría reducido 4) 5 1 1 6 6 3 3 —1
en £ 1, y la renta en granos en aproximadamente Vi 15 3 6 18 18 0
quarter, pero a pesar de que la cuarta inversión suple­
mentaria de capital en B no sólo no genera plusganancia,
Aquí, el arrendatario vende cada quarter a su precio
sino que produce menos que la ganancia media, siguen
de producción individual, y por ende el número global de
existiendo plusganancia y renta com o siempre. Supon­
quarters a su precio medio de producción por quarter, que
gamos que aparte de la inversión de capital 3, también la
coincide con el precio regulador de £ 3. Por ello sigue
inversión 2 produzca por encima del precio de producción
obteniendo, sobre su capital de £ 15, una ganancia del
regulador, y entonces la producción global de 3 Vi quarten
20 % = £ 3. Pero la renta ha desaparecido. ¿A dónde ha
a £ 6 + 2 quarters a £ 8 será, sumada, de 5 Vi quarters i
ido a parar el excedente en esta nivelación de los precios
£ 14 de costos de producción. El precio medio de pro­
de producción individuales de cada quarter con el precio de
ducción por quarter sería de £ 2 “/ , , , y dejaría un exce­ producción general?
dente de £ V n . Los 5 Vi quarters, vendidos a £ 3, dan
£ 16 Vi; deduciendo de ellas las £ 14 de costos de pro­ La plusganancia sobre las primeras £ 2 1/2 era de £ 3;
ducción, quedarían £ 2 Vi de renta. Con el precio de sobre las segundas £ 2 Vi era de £ 1 V i; sumada, la
producción m edio actual en B, esto daría 55/ 5g quarters. plusganancia sobre Ví> del capital adelantado, es decir
Por consiguiente, este suelo sigue arrojando renta, aunque sobre £ 5 = £ 4 Vi = 90 %.
menos que antes. En la inversión de capital 3, £ 5 no sólo no dan
D e cualquier manera, esto nos demuestra que en las plusganancia, sino que su producto de 1 Vi quarter, ven­
mejores tierras con inversiones adicionales de capital, cuyo dido al precio de producción general, presenta un déficit
producto cuesta más que el precio de producción regu­ de £ 1 V¿. Por último, en la inversión de capital 4,
lador, la renta no debe desaparecer, por lo menos dentro también de £ 5, su producto de 1 quarter, vendido al
de los límites de la práctica admisible, sino que sólo debe precio de producción general, arroja un défiéit de £ 3.
disminuir, y precisamente en proporción, por un lado, a la Ambas inversiones de capital sumadas arrojan, pues, un
parte alícuota que este capital menos productivo constituye saldo negativo de £ 4 Vi, igual a la' plusganancia de
respecto al desembolso global de capital, y por el otro, en £ 4 Vi resultante en las inversiones de capital 1 y 2.
proporción a la reducción de su productividad. El precio Las plusganancias y minusganancias se compensan. Por
m edio de su producto seguiría estando aún por debajo del ello desaparece la renta. Pero de hecho esto sólo es posible
precio regulador, y por ello todavía continuaría arrojando porque los elementos del plus valor que forman la plusga­
una plusganancia transformable en renta. nancia o renta entran ahora en la formación de la ganancia
media. El arrendatario obtiene esta ganancia media de
* En la 1* edición, “ 1 7?* quarters” . £ 3 sobre £ 15, o sea del 20 % , a expensas de la renta.

930 931
La nivelación del predo de producción medio indi* produce el 1 Vi quarter excedentario resulta compensada
vidual de B para constituir el precio de producción general por la parte del capital global que produce el déficit de
de A , regulador del precio de mercado, presupone que la 1 Vi quarter. La celeridad con que se alcanza esta nive­
diferencia por cuyo monto el precio individual del pro* lación o el monto de capital de fuerza productiva defici­
ducto de las primeras inversiones de capital se halla por taria que debe invertirse para ello en B, dependen — pre­
debajo del precio regulador, resulta compensada cada vez suponiendo dada la plusproductividad de las primeras
más, y finalmente nivelada, por la diferencia por cuyo inversiones d.e capital— de la subproductividad relativa de
monto el producto de las inversiones posteriores de capital los capitales posteriormente invertidos, en comparación
llega a estar situado por encima del precio regulador. Lo con una inversión de capital de igual magnitud en el suelo
que aparece com o plusganancia mientras el producto de peor y regulador A , o bien del precio individual de produc­
las primeras inversiones de capital se vende en forma sepa* ción de su producto, en comparación con el precio
rada, se convierte así paulatinamente en parte de su precio regulador.
de producción medio, y entra con ello en la formación de
la ganancia media, hasta que finalmente resulta totalmente
absorbido por ella.
Si en lugar de invertirse £ 15 de capital en B sólo se¡j D e lo expuesto hasta aquí se desprende, en primera
invierten £ 5 en B y los 2 Vi quarters suplementarios deL instancia:
último cuadro se produjesen en virtud del nuevo cultivo Primero. Mientras los capitales suplementarios se in­
de 2 Vi acres de A con una inversión de capital de £ 2 V i\ viertan en el mismo suelo con plusproductividad, aunque
por acre, el capital adicional desembolsado sólo ascendería sea decreciente, aumenta la renta absoluta en grano y en
a £ 6 Vá,es decir que el desembolso global en A y B paraj, dinero por acre, aunque disminuya relativamente, en pro­
la producción de esos 6 quarters sólo ascendería a £ 11 14^ porción al capital adelantado (es decir, la tasa de plusga­
en lugar de £ 15, y los costos de producción globales dé,! nancia o la renta). Lo que forma el límite en este caso
los mismos, inclusive ganancia, a £ 13 Vi. Los 6 quarters' es el capital suplementario que sólo arroja la ganancia
seguirían vendiéndose, en conjunto, a £ 18, pero el des­ media, o para cuyo producto coincide el precio de pro­
em bolso de capital habría disminuido en £ 3 34, y la rentaf ducción individual con el precio de producción general.
en B ascendería, como antes a £ 4 Vi por acre. Otra! Bajo estas circunstancias, el precio de producción perma­
sería la situación si para la producción de los 2 Vi quarters nece constante, en caso de que la producción de los tipos
suplementarios se debiese recurrir a tierras peores que A peores de suelo no se torne superflua en virtud del aumento
(A -,, A - 2); de modo que el precio de producción por en el suministro. Inclusive en caso de precio decreciente,
quarter de 1 Vi quarter en el suelo A -, = £ 4, y d e l ; estos capitales suplementarios pueden aún producir una
último quarter en A_2 = £ 6. En ese caso, £ 6 se con­ plusganancia, aunque menor, dentro de ciertos límites.
vertirían en el precio de producción regulador por quarter. Segundo. La inversión de capital suplementario que
Los 3 Vi quarters de B se venderían a £ 21, en lugar de sólo produce la ganancia media, y cuya plusproductividad
venderse a £ 10 Vi, lo cual daría una renta de £ 15 es, pues, = 0, en nada altera el nivel de la plusganancia
en lugar de £ 4 Vi, y en granos de 2 Vi quarters en formada, ni, por consiguiente, de la renta. Ello hace que
lugar de 1 Vi quarter. D e la misma manera, el quarter el precio medio individual del quarter aumente en los tipos
de A arrojaría ahora una renta de £ 3 = Vi quarter. de suelo mejores; el excedente por quarter disminuye,
Antes de entrar en este punto con mayor profundidad, pero en cambio aumenta el número de quarters que rinden
efectuemos aún una observación. este excedente disminuido, de modo que el producto per­
El precio medio del quarter de B se nivela y coincide manece constante.
con el precio general de producción de £ 3 por quarter, Tercero. Las inversiones suplementarias de capital en
regulado por A , en cuanto la parte del capital global que cuyo producto el precio de producción individual se halla
932 933
situado por encima del precio regulador, es decir en las ejemplo, anteriormente, en el cuadro de la p. 265 a, se
cuales la plusproductividad no sólo es = 0, sino inferior produjesen en el mismo suelo 2 Vi quarters en lugar de
a cero, una magnitud negativa, vale decir inferior a la pro­ 1 Vi quarters a £ 4 por quarter, tendríamos en total 7
ductividad de igual inversión de capital en el suelo regu­ quarters a £ 22 de costos de producción; el quarter cos­
lador A , acercan cada vez más el precio medio individual taría £ 3 'A ; vale decir, V 7 por encima del precio de pro­
del producto global del suelo mejor al precio de producción ducción general, el cual debería elevarse.
general, es decir que reducen cada vez más la diferencia Por consiguiente, aún podría emplearse por mucho
entre ambos, la cual forma la plusganancia o la renta. Cada tiempo capital suplementario con subproductividad, e in­
vez entra una parte mayor de lo que constituyó la plusga­ cluso con una subproductividad creciente, hasta tanto el
nancia o la renta en la formación de la ganancia media. precio medio individual del quarter se equiparase, en las
Pero no obstante el capital global invertido en el acre de B mejores tierras, al precio de producción general, hasta
prosigue arrojando plusganancia, aunque decreciente con que el excedente de este último por sobre el primero — y
el incremento de la masa del capital de productividad defi­ por consiguiente la plusganancia y la renta— hubiesen des­
citaria y con el grado de dicha subproductividad. Con aparecido por completo.
capital y producción en aumento, la renta disminuye aquí E inclusive en ese caso, con la extinción de la renta
en términos absolutos por acre, no cpmo en el segundo en los mejores tipos de suelo, el precio medio individual
caso sólo en forma relativa con respecto a la magnitud del producto de éstos no haría más que coincidir con el
creciente del capital invertido. precio de producción general, es decir que aún no se reque­
La renta sólo puede extinguirse en cuanto el precio riría un aumento del último.
medio de producción individual del producto global en el En el ejemplo anterior se producían en el suelo mejor
suelo mejor B coincide con el precio regulador, es decir B — que, sin embargo, es el de menor calidad en la serie de
en cuanto toda la plusganancia de las primeras inversiones los tipos de suelo mejores o que devengan renta— 3 Vi
más productivas de capital ha sido consumida para la for­ quarters con el empleo de un capital de £ 5 con pluspro­
mación de la ganancia media. ductividad y 2 Vi quarters mediante el empleo de un capital
El límite mínimo de disminución de la renta por acre de £ 10 con subproductividad; vale decir que, sumados,
es el punto en el cual la misma desaparece. Pero a ese se producían 6 quarters, es decir 5 Vi mediante el empleo
punto no se llega apenas las inversiones suplementarias de las últimas partes de capital, invertidas con subproduc­
de capital producen con subproductividad, sino apenas la tividad. Y sólo llegado a este punto aumenta el precio de
inversión adicional de las partes subproductivas de capital producción m edio individual de los 6 quarters a £ 3 por
se torna tan grande que su influencia anula la producti­ quarter, o sea que coincide con el precio de producción
vidad excedentaria de las primeras inversiones de capital general.
y la productividad del capital global invertido se torna Sin embargo, bajo la ley de la propiedad de la tierra
igual a la del capital de A , y por consiguiente el precio medio no hubiesen podido producirse los últimos 2 Vi quarters
individual del quarter de B se torna igual al precio medio in­ de este m odo a £ 3 por quarter, con excepción del caso
dividual del quarter de A. en el cual se los puede producir en 2 Vi acres nuevos del
tipo de suelo A. El caso en el que el capital suplementario
También en este caso el precio de producción regu­
sólo produce ya al precio de producción general habría
lador, de £ 3 por quarter, permanecería constante, a
constituido el límite. Por encima de ese límite, debería cesar
pesar de haber desaparecido la renta. Sólo por encima de la inversión suplementaria de capital en el mismo suelo.
este punto debería aumentar el precio de producción a Pues si el arrendatario debe pagar una vez £ 4 Vi de
causa del aumento, bien del grado de subproductividad del renta por las primeras dos inversiones de capital, debe pro­
capital suplementario, bien de la magnitud del capital
suplementario de la misma subproductividad. Si por “ Véase, en el presente volumen, p. 931.

9 34 935
seguir pagándolas, y cualquier inversión de capital que función compensadora, en el precio medio de producción
produzca el quarter por debajo de £ 3 a le acarrearía una individual del producto global de B, porque su excedente
deducción de su ganancia. D e esa manera queda impedida ha sido abonado com o renta a un tercero.
la nivelación del precio medio individual en el caso de Si para la demanda fuese necesario producir los 1 V2
subproductividad. quarters suplementarios mediante la tercera inversión de
Tom em os este caso en el ejemplo anterior, en el cual capital, el precio regulador de mercado debería elevarse
el precio de producción del suelo A , de £ 3 por quarter, a £ 4 por quarter. Como consecuencia de este encareci­
regula el precio de B„ miento del precio regulador de mercado, se elevaría la
renta en B para la primera y segunda inversiones de capital,

P lu s g a n a n c ia
R e n d im ie n to

en £
y se formaría una renta en A.

por qr en £
p r o d u c c ió n
£

p r o d u c c ió n
C a p ita l £

Costo de
de
G an an c ia

£
P re c io d e v e n ta Por consiguiente, aunque la renta diferencial sólo es

Pérdida
Q rs
i Costo
P o r Q rs. T o ta l
£ £ una trasmutación formal de plusganancia en renta, que la
2Vi Vi 3 2 1 V2 3 6 3 _ propiedad de la tierra sólo faculta aquí al propietario para
2 Vi Vi 3 IVi 2 3 4 1 /2 IVi --- transferirse a sí mismo la plusganancia del arrendatario,
5 1 6 IVi 4b 3 4Vi — \Vi se revela no obstante que la sucesiva inversión de capital
5 1 6 1 6 3 3 — 3 en la misma porción de tierra o, lo que es lo mismo, el
15 3 18 18 4V i 4V i incremento del capital invertido en la misma porción de
Los costos de producción de los 3 l/ i quarters en las tierra, con una tasa decreciente de productividad del
dos primeras inversiones de capital son asimismo de £ 3 capital y precio regulador constante, halla mucho antes
por quarter para el arrendatario, ya que éste debe abonar su límite, es decir que de hecho halla en mayor o menor
una renta de £ 4 V i; para aquél, por lo tanto, la diferencia grado una barrera artificial com o consecuencia de la
entre su precio de producción individual y el precio de trasmutación meramente formal de la plusganancia en renta
producción general no afluye hacia sus bolsillos. Por consi­ del suelo, que constituye la consecuencia de la propiedad
guiente, para él el excedente del precio del producto de de la tierra. Por consiguiente, el incremento del precio
las dos primeras inversiones de capital no puede servir general de producción, que se hace necesario aquí dentro
para la com pensación del déficit en los productos de la de límites más estrechos que los habituales, no es sólo, en
tercera y cuarta inversiones de capital. este caso, el motivo del aumento de la renta diferencial,
Los 1 Vi quarters de la inversión de capital 3 le cuestan sino que la existencia de la renta diferencial en cuanto
al arrendatario, ganancia incluida, £ 6; pero con el precio renta es, al mismo tiempo, la razón del aumento anterior
regulador de £ 3 por quarter sólo puede venderlos a y más rápido del precio de producción general, para de ese
£ 4 V2 . Por lo tanto, no sólo perdería toda la ganancia, m odo asegurar la oferta del producto incrementado que se
sino por añadidura £ V2 ó el 10 % del capital invertido ha tornado necesario.
de £ 5. La pérdida en materia de ganancia y de capital Adem ás, hemos de señalar lo siguiente:
en la inversión 3 ascendería para él a £ 1 V2 , y en la in­ Por adición de capital en el suelo B, el precio regu­
versión 4, a £ 3; en total £ 4 '/2 ; exactamente el mismo lador no podría ascender, com o antes, a £ 4, si en virtud
importe de la renta de las mejores inversiones de capital, de una segunda inversión de capital el suelo A produjese el
pero cuyo precio de producción individual, precisamente producto suplementario por debajo de £ 4, o si entrase en
por esa misma razón, no puede entrar, cumpliendo una competencia un nuevo suelo peor que A , cuyo precio de
producción se hallase, ciertamente, por encima de £ 3,
pero por debajo de £ 4. Vem os así como, mientras que
* Así en la I a edición y en W erke. E n T I 735, acertadam ente, la renta diferencial I constituye la base de la renta dife­
se corrige este pasaje de la siguiente manera: “y cualquier inversión
de capital que produzca el quarter por encim a de £ 3”, etc. rencial II, ambas constituyen al mismo tiempo sus límites
b E n la 1? edición, “3”. recíprocos, razón por la cual se condiciona ora la suce­

936 937
siva inversión de capital en la misma porción de tierras,
ora la inversión contigua de capital en nuevas tierras adi­
cionales. Asim ism o actúan com o límites recíprocos en otros
casos en los que, por ejemplo, les toca el turno a tierras
mejores.

CAPÍTULO XLIV
LA REN TA D IFER EN C IA L TAM BIÉN
EN EL SUELO PEOR C U L T IV A D O 3

Supongamos que la demanda de granos sea creciente


y que la oferta sólo pueda satisfacerse en virtud de suce­
sivas inversiones de capital con subproductividad en tierras
que devengan renta o por inversión adicional de capital,
asimismo con productividad decreciente, en suelo A, o por
inversión de capital, en tierras nuevas de calidad inferior
a la de A.
Tom em os el suelo B com o representante de las tierras
que devengan renta.
La inversión suplementaria de capital exige un aumento
del precio de mercado por encima del precio de produc­
ción regulador en vigencia hasta este momento, de £ 3
por quarter, para posibilitar la plusproducción de 1 quarter
(que en este caso puede representar un millón de quarters,
del mismo modo que un acre un millón de acres) en B.
En C y D, etc., los tipos de suelo de renta máxima, puede
producirse entonces también plusproducto, pero sólo con
plusproductividad decreciente; sin embargo se presupone
que ese quarter de B es necesario para cubrir la demanda.
Si ese quarter puede ser producido a menor precio por
agregado de capital en B que por igual agregado de capital
en A o por descenso hacia el suelo A_, que, por ejemplo,
sólo puede producir el quarter a £ 4, mientras que el
capital suplementario en A ya podría producir a £ 3 %
por quarter, el capital adicional en B regularía el precio
de mercado.

' Esla subdivisión del texto lleva en el m anu scrito el título:


‘Inversiones sucesivas en el suelo peor, A". (Véase R 1355/2.)

938 939
Tal el estado de cosas antes de la nueva inversión de
Supongamos que A haya producido, com o hasta el pre­ capital de £ 3 Vi en B, que sólo rinde 1 quarter. Luego
sente, 1 quarter a £ 3. B, al igual que hasta ahora, un de esta inversión de capital, las cosas se presentan de la
total de 3 Vi quarters al precio de producción individual siguiente manera:
de £ 6 en total. Si ahora se requiere en B un suple­
mento de £ 4 de costos de producción (inclusive ga­ H pos de C o s to de P ro d u c to P re c io de Producido en R e n ta R e n ta

nancia) para producir otro quarter, mientras que en A su e lo A c re s p ro d u c c ió n Q rs p ro d u c c ió n dinero, en £ En g ra n o s F.n d i n e r o

se lo podría producir a £ 3 3á , obviamente se lo produ­ A 1 3 1 3 Vi 3 Vi 7, 1/2


ciría en A y no en B. Supongamos, entonces, que se lo B 1 9 Vi 41/2 3 Vi 15% 1 “ A. 6%
podría producir en B con un costo de producción suple­ C 1 6 51/2 3 Vi 19% 3 'Y» 13%
mentario de £ 3 V i. En ese caso, £ 3 Vi se convertiría en D 1 6 V/i 31/2 26% 5 ‘Y« 20%
el precio regulador para toda la producción. B vendería Total 4 24 Vi 18 Vi 64% 11 Vi 40%
ahora su producto — actualmente de 4 Vi quarters— a
£ 15 3A . D e ellas se deducirían los costos de producción {F.E. — Una vez más, este cálculo no es del todo
de los primeros 3 Vi quarters con £ 6, y del último exacto. A l arrendatario de B, los 4 Vi quarters le cuestan,
quarter con £ 3 Vi, con un total de £ 9 Vi. Entonces en primera instancia, £ 9 Vi en materia de costos de
queda una plusganancia para renta = £ 6 V4, contra sólo producción y, en segundo término, £ 4 Vi en materia
£ 4 Vi anteriores. En este caso el acre A arrojaría igual­ de renta, con un total de £ 14; el término medio por
mente una renta de £ V i ; pero no el suelo peor A, sino el quarter = £ 3 V 9. D e este m odo, este precio medio de
suelo mejor B regularía el precio de producción de £ 3 Vi. su producción global se convierte en el precio regulador
Se supone, naturalmente, que el nuevo suelo de calidad A, de mercado. Según esto, la renta en A ascendería a £ Va,
de la misma ubicación favorable que el cultivado hasta el en lugar de ascender a £ Vi, y la renta en B permane­
presente, no resulta accesible, sino que sería necesaria una cería en £ 4 Vi, cóm o hasta el presente: 4 Vi quarters
segunda inversión de capital en la porción A ya cultivada, a £ 3 Va = £ 14; deduciendo de ellas £ 9 Vi de costos
aunque con mayores costos de producción, o bien habría de producción quedan £ 4 Vi para plusganancia. Vem os
que acudir a un suelo A -„ de calidad aun inferior. En que a pesar de los guarismos que deben modificarse, el
cuanto la renta diferencial II entra en vigor mediante suce­ ejemplo demuestra cómo, por intermedio de la renta dife­
sivas inversiones de capital, los límites del precio de pro­ rencial II, el suelo mejor, que ya devenga renta, puede
ducción creciente pueden ser regulados por suelo mejor, y regular el precio y de ese modo hacer que den renta todos
el peor de los suelos, base de la renta diferencial I, también los suelos, inclusive aquellos que hasta el presente no
podrá entonces devengar renta. En tal caso, con la mera arrojaban renta alguna.}
renta diferencial todas las tierras cultivadas devengarían La renta en grano debe aumentar en cuanto aumenta
renta. Tendríamos entonces los dos cuadros siguientes, en
el precio regulador de producción del grano, es decir en
los que se entiende por costos de producción la suma del cuanto aumenta el quarter de grano en el suelo regulador
capital adelantado más el 20 % de ganancia, es decir,
o la inversión de capital reguladora en uno de los tipos de
£ Vi de ganancia por cada £ 2 Vi de capital, vale decir
suelo. Es lo mismo que si todos los tipos de suelo se
un total de £ 3.
P r e c io d e
hubiesen tornado menos fértiles y sólo produjesen, por
T ip o s d e C o sto d e P r o d u c to p ro d u c- P ro d u c id o en R e n ta R e n ta ejemplo con £ 2 Vi de nueva inversión de capital, 5/ 7
s u e lo A cres p r o d u c c ió n O r\ c ió rt d in e ro , en £ Fn g ran o s E n d iñ e n *
de quarter en lugar de 1 quarter. Lo que producen de más,
A I 3 I 3 3 0 0 en materia de granos, con la misma inversión de capital, se
B I 6 3>/2 3 K )'/2 l>/2 4% transforma en plusproducto, en el cual se presenta la plus-
C 1 6 5 Vi 3 16% 3'/2 I0 '/2
D I 6 7 '/2 3 22% 5% 16% ganancia y, por consiguiente, la renta. Suponiendo que la
tasa de ganancia permaneciese constante, el arrendatario
T o ta l 4 21 17% 52% lO '/a . 3 1 '/:

940 941
puede comprar menos granos con su ganancia. La tasa de En segundo lugar, en cambio, cuando la productividad
ganancia puede permanecer constante si no aumenta el de las inversiones sucesivas de capital en el suelo A dis­
salario, sea porque ha sido deprimido hasta el mínimo minuye.
físico, es decir por debajo del valor normal de la fuerza de En ambos casos se presupone que el aumento de la
trabajo, o porque los otros objetos del consumo obrero, producción ha sido requerido por el estado de la demanda.
suministrados por la manufactura, se han abaratado relati­ Pero, desde el punto de vista de la renta diferencial,
vamente; o bien porque la jornada laboral se ha prolon­ se presenta aquí una curiosa dificultad acerca de la ley
gado o vuelto más intensa, y por ello la tasa de ganancia anteriormente desarrollada, en el sentido de que siempre es
en los ramos no agrícolas de la producción — tasa que el precio de producción medio individual del quarter en la
sin embargo regula la ganancia agrícola— ha permanecido producción global (o el desembolso global de capital)
constante, si no ha aumentado; o bien porque se ha desem­ lo que decide. Pero en el suelo A no está dado, com o en los
bolsado en la agricultura el mismo capital, es cierto, pero tipos de suelo mejores, un precio de producción fuera de él
mayor cantidad de capital constante y menor cantidad que limite, para nuevas inversiones de capital, la nivelación
de capital variable. del precio de producción individual con el general. Pues el
Hemos considerado ahora el primer modo en el que precio de producción individual de A es precisamente
puede originarse renta en el suelo A, que era el peor hasta el preció de producción general que regula el precio de
el presente, sin que se incorpore al cultivo un suelo peor mercado.
aun; es decir, mediante la diferencia entre su precio de 1 ) En caso de fuerza productiva creciente de las
producción individual, que ejercía hasta el presente la sucesivas inversiones de capital pueden producirse en un
función reguladora, y el nuevo precio de producción, más acre de A con £ 5 de adelanto de capital y, correspon­
elevado, al cual el último capital suplementario, con sub- dientemente, £ 6 de costos de producción, 3 quarters en
productividad y en un suelo mejor, suministra el producto lugar de 2. La primera inversión de capital de £ 2 V2
adicional necesario. rinde 1 quarter, y la segunda, 2 quarters. En ese caso,
Si el producto suplementario hubiese debido ser sumi­ £ 6 de costos de producción rinden 3 quarters, y por con­
nistrado por el suelo A _u que sólo puede producir el siguiente el quarter costará, término medio, £ 2; es decir,
quarter a £ 4, la renta por acre en A hubiese ascendido que si los 3 quarters se venden a £ 2, A seguirá sin arrojar
a £ 1. Pero en tal caso A -, hubiese ingresado en la renta, sino que sólo se habrá modificado la base de la renta
serie de los tipos de suelo que devengan renta, en su diferencial II. £ 2 es el nuevo precio de producción regu­
carácter de suelo peor cultivado, en lugar de A y com o lador, en lugar de £ 3; un capital de £ 2 V2 produce
miembro inferior de esa serie. La renta diferencial I se ahora, término medio, en el suelo peor, 1 V2 quarter en
hubiese modificado. Por lo tanto, este caso se halla lugar de 1, y ésta es ahora la fertilidad oficial para todos
situado fuera de la consideración de la renta diferencial 11, los tipos superiores de suelo al invertirse £ 2 V2 . Una
que emana de la diferente productividad de sucesivas inver­ parte del plusproducto que daban hasta el presente ingresa,
siones de capital en la misma porción de tierra. a partir de ahora, en la formación de su producto nece­
sario, tal com o una parte de su plusganancia entra en la
Hay además otras dos maneras en las que puede
formación de la ganancia media.
producirse renta diferencial en el suelo A.
Si en cambio se calcula com o en los tipos de suelo
Con precio constante — un precio dado cualquiera, mejores, en los que el cálculo medio en nada altera el
que incluso puede ser un precio reducido, en comparación excedente absoluto, ya que éste se halla dado para el precio
con precios anteriores;— , si la inversión adicional de capital de producción general com o límite de la inversión de
genera plusproductividad, lo cual, prim a facie y hasta capital, el quarter de la primera inversión de capital costará
cierto punto, siempre debe ocurrir en el caso del suelo £ 3, y los 2 quarters de la segunda sólo costarán £ 1 V2
peor. cada uno. Por consiguiente se originaría en A una renta

942 943
en grano de 1 quarter y una renta dinerada de £ 3, pero
abarcase por lo pronto una parte reducida de la super­
ios 3 quarters se venderían a su precio viejo y, en conjunto,
ficie de A , esta parte mejor cultivada rendiría una plusga­
a £ 9. Si se produjese una tercera inversión de capital de
nancia que el terrateniente estaría pronto en condiciones
£ 2 V2 con fertilidad constante com o la segunda, sólo
de convertir, total o parcialmente, en renta, de fijarla com o
se producirían en total 5 quarters con £ 9 de costos de
tal. D e este modo, si la demanda se mantuviese a la par
producción. Si el precio de producción medio individual
del crecimiento de la oferta, en la medida en que el suelo A
de A siguiera siendo el regulador, el quarter sólo debería
fuese paulatinamente sometido al nuevo método en toda
venderse ahora a £ 1 Vs. El precio medio habría vuelto a
su superficie, se formaría poco a poco renta en todo el
descender, no por un nuevo aumento de la productividad
suelo de la calidad A , y la plusproductividad resultaría
de la tercera inversión de capital, sino sólo por agregados
total o parcialmente confiscada, según las condiciones del
de una nueva inversión de capital con la misma producti­
mercado. La nivelación del precio de producción de A para
vidad suplementaria que la segunda. En lugar de elevar
formar el precio medio de su producto en caso de aumento
la renta, com o en los tipos de suelo que la devengan, las
del desembolso de capital podría verse impedida así por
sucesivas inversiones de capital de productividad superior
la fijación de la plusganancia de este desembolso aumen­
pero constante en el suelo A reducirían el precio de pro­
tado de capital en forma de renta. En este caso sería
ducción, y con ello, bajo circunstancias en lo demás cons­
nuevamente — tal com o lo veíam os en el caso de fuerza
tantes, la renta diferencial en todos los restantes tipos de
productiva decreciente de los capitales adicionales en las
suelo, en forma proporcional. Si en cambio la primera
tierras mejores— la transformación de la plusganancia en
inversión — que rinde I quarter con un costo de pro­
renta del suelo, es decir la intervención de la propiedad
ducción de £ 3— siguiese siendo decisiva de por sí, los
de la, tierra, lo que elevaría el precio de producción, en
5 quarters se venderían a £ 15, y la renta diferencial de
lugar de que la renta diferencial fuese solamente conse­
las inversiones posteriores de capital en el suelo A ascen­
cuencia de las diferencias entre el precio de producción
dería a £ 6. El agregado de pluscapital al acre de A,
individual y el general. E n el caso del suelo A , impediría
cualquiera que sea la forma en la que Se lo aplique, consti­
la coincidencia de ambos precios, porque impediría la regu­
tuiría aquí una mejora, y el capital adicional también
lación del precio de producción por el precio de producción
hubiese tornado más productiva la parte de capital origi­
m edio de A; por lo tanto, mantendría un precio de pro­
naria. Sería una necedad afirmar que Vs del capital habría
ducción más elevado que el necesario, y de ese modo
producido 1 quarter, y que los % restantes habrían produ­
crearía renta. Inclusive en caso de libre importación de
cido 4 quarters. £ 9 por acre siempre producirían 5
granos desde el exterior podría producirse o mantenerse el
quarters, mientra que £ 3 sólo producirían 1 quarter. El que
mismo resultado al obligar al arrendatario a que diera un
en este caso se originase o no una renta, una plusganancia,
destino diferente — por ejemplo, pasturas para el ganado—
dependería por com pleto de las circunstancias. Normal­
i al suelo que, dado el precio de producción determinado
mente debería disminuir el precio de producción regulador.
desde el exterior, podría competir en el cultivo de granos
Ése será el caso si este cultivo mejorado — aunque ligado
|sin devengar renta, por lo cual sólo se someterían al cultivo
a mayores costos— del suelo A, sólo se efectúa porque
■de granos las tierras que dan renta, es decir aquellas tierras
también se lo aplica en los tipos de suelo mejores, o sea
cuyo precio de producción medio individual por quarter
en virtud de una revolución general en la agricultura; de
fuese menor que el precio de producción determinado
modo que ahora, cuando se habla de la fertilidad natural
desde el exterior. En general se debe suponer que, en el
del suelo A , se supone que se lo cultiva con £ 6 o en su
caso dado, el precio de producción descenderá, pero no
caso con £ 9, en lugar de con £ 3. Esto tendría especial
hasta su precio medio, sino que estará situado por encima
validez si la mayor parte de los acres cultivados del suelo d e éste, aunque por debajo del precio de producción del
A , que suministran el grueso de la oferta de ese país, fuesen suelo peor cultivado A , de modo que quedará restringida
som etidos a ese método nuevo. Pero si la mejora sólo i ¡la competencia de nuevas tierras de A.

944 945
2) En caso de fuerza productiva decreciente de los Acerca de la productividad decreciente del suelo en
capitales adicionales. Supongamos que el suelo A_, pueda sucesivas inversiones de capital debe consultarse a
producir el quarter adicional sólo a £ 4, pero que el suelo LiebigJ2161 Hemos visto que la sucesiva disminución de la
A pueda hacerlo a £ 3 3A , es decir, más barato, pero en plusproductividad de las inversiones de capital incrementa
£ 3A más caro que el quarter producido en virtud de su siempre la renta por acre en caso de precio de producción
primera inversión de capital. En ese caso, el precio global constante, y que inclusive puede hacerlo en caso de precio
de los dos quarters producidos en A sería = £ 6 3A ; es de producción decreciente.
decir, que el precio medio por quarter sería = £ 3 3/a. El Pero en general hemos de observar lo siguiente:
precio de producción se-habría elevado, pero sólo en £ % , Desde el punto de vista del m odo capitalista de pro­
mientras que aumentaría en otros £ 3/s , hasta £ 3 3A , si ducción siempre se produce un encarecimiento relativo de
el capital adicional se invirtiese en nuevas tierras que pro­ los productos si, con el fin de conservar el mismo pro­
dujeran a £ 3 3A y con ello se provocaría una elevación ducto, se debe efectuar un desembolso, pagar algo que no
proporcional de todas las demás rentas diferenciales. se abonaba anteriormente. Pues por reposición del capital
El precio de producción de £ 3 % por quarter de A consumido en la producción sólo debe entenderse la repo­
quedaría nivelado así a su precio de producción medio sición de valores que se representan en determinados medios
con inversión de capital acrecentada, y sería el regulador; de producción. Elementos naturales que entran en la pro­
por lo tanto no arrojaría renta alguna, porque no arrojaría ducción como agentes sin costar nada, cualquiera que sea
plusganancia. el papel que puedan desempeñar en la producción, no
ingresan en ésta como componentes del capital, sino com o
Pero si este quarter producido por la segunda inversión
fuerza natural gratuita del capital, es decir com o fuerza
de capital se vendiese a £ 3 3A , el suelo A arrojaría
productiva natural gratuita del trabajo, pero que sobre la
ahora una renta de £ 3A , más exactamente también en
base del modo capitalista de producción, se presenta, al
todos los acres de A en los que no se ha efectuado inversión
igual que toda fuerza productiva, como fuerza productiva
suplementaria de capital alguna, los que, por consiguiente,
del capital. Por consiguiente, si una de tales fuerzas natu­
siguen produciendo el quarter a £ 3. Mientras existan aún
rales, que nada cuesta originariamente, entra en la pro­
extensiones de A sin cultivar, el precio sólo podría elevarse
ducción, no cuenta en la determinación del precio mientras
temporariamente a £ 3 3A . La incorporación de nuevas
el producto obtenido con su ayuda baste para cubrir las
porciones de A mantendría el precio de producción en £ 3,
necesidades. Pero si en el curso de la evolución se debe
hasta tanto estuviese agotado todo el suelo de A cuya
suministrar mayor cantidad de producto que la que pueda
ubicación favorable le permitiera producir el quarter a
producirse con ayuda de esa fuerza natural, es decir que si
menor precio que a £ 3 3A . Tal lo que habría que suponer,
ese producto adicional debe fabricarse sin la ayuda de esa
aunque el terrateniente, si un acre de tierra da renta, no
fuerza natural o con asistencia de la intervención humana,
le cederá otro acre a un arrendatario sin renta alguna.
'de trabajo humano, un nuevo elemento adicional ingresará
Nuevamente dependería de la mayor o menor genera­ >al capital. Por lo tanto tendrá lugar un desembolso de ca-
lización de la segunda inversión de capital en el suelo ipital relativamente mayor para mantener el mismo pro­
existente A el que el precio de producción se haya nive­ ducto. De permanecer inalteradas todas las demás
lado para convertirse en precio medio o que el precio de circunstancias, se producirá un encarecimiento de la pro­
producción individual de la segunda inversión de capital ducción.
se vuelva, con £ 3 3A , el precio regulador. Este último
caso sólo se da cuando el terrateniente gana tiempo, hasta
la satisfacción de la demanda, como para fijar en calidad
de renta la plusganancia obtenida al precio de £ 3 3Á por {[/•’.£'.] De un cuaderno “comenzado a mediados de
quarter. febrero de 1876”.}

946 947
R enta diferencial y renta com o m ero interés del capital esta ventaja por naturaleza y que el otro suelo hubiese
incorporado al suelo. tenido que adquirirla en forma artificial.
Las así denominadas mejoras permanentes — que modi­ También esta renta que puede resolverse en interés
fican las propiedades físicas, y en parte también las pro­ se convierte en una renta diferencial apenas esté amorti­
piedades químicas del suelo, en virtud de operaciones que zado el capital desembolsado. D e otro modo, el mismo
cuestan un desem bolso de capital y que pueden conside­ capital debería tener una doble existencia en cuanto capital.
rarse com o una incorporación del capital al suelo— des­
embocan casi todas en conferir a una extensión de terreno
determinada, al suelo de un lugar determinado y restrin­
gido, características que otros suelos, situados en otro lugar U no de los fenómenos más graciosos es que todos los
y a veces en las inmediaciones más próximas, poseen por adversarios de Ricardo que combaten la determinación del
naturaleza. Un suelo está nivelado por naturaleza, mientras valor en forma exclusiva por el trabajo, puestos frente a la
que otro debe ser nivelado; uno posee un desagüe natural, renta diferencial emanada de las diferencias entre los
mientras que el otro requiere drenaje artificial; uno posee, suelos, hacen valer la circunstancia de que en este caso
por naturaleza, un grueso mantillo, mientras que en el otro es la naturaleza, en lugar del trabajo, la que determina el
se debe engrosar artificialmente esa capa superior fértil; valor; pero al mismo tiempo reivindican esta determi­
un suelo arcilloso se halla mezclado, por naturaleza, con nación de la ubicación o también, y en mayor proporción
la cantidad conveniente de arena, mientras que en otro aun, el interés del capital invertido en la labranza del
debe establecerse aún esa proporción; una pradera resulta suelo. El mismo trabajo produce el mismo valor para el
regada o cubierta por limo naturalmente, mientras que en producto creado en un lapso dado; pero la magnitud o
otra ello se logra con el concurso del trabajo o, para la cantidad de ese producto, y en consecuencia también la
expresarlo en el lenguaje de la econom ía burguesa, del parte de valor que corresponde a una parte alícuota de ese
capital. ■producto, depende únicamente, para una cantidad de
Resulta entonces una teoría verdaderamente regoci­ trabajo dada, de la cantidad del producto y éste, a su vez,
jante la que sostiene que aquí, en el caso del suelo cuyas de la productividad de la cantidad de trabajo dada, y no de
ventajas comparativas han sido adquiridas, la renta es la magnitud de esa cantidad. D a exactamente lo mismo
interés, mientras que en el otro, que posee dichas ventajas que esta productividad se deba a la naturaleza o a la
por naturaleza, no lo es. (Pero en los hechos, esta cuestión sociedad. Solamente en el caso en que la propia produc­
se tergiversa en la práctica, en el sentido de que, puesto tividad insuma trabajo — y, por lo tanto, capital— acre­
que en un caso la renta coincide realmente con el interés, cienta los costos de producción en una nueva parte
en los otros casos, en los que esto positivamente no sucede constitutiva, caso éste que no se produce en la mera
así, hay que denominarla interés, es forzoso convertirla naturaleza.
falazmente en interés.) Pero el suelo da renta con arreglo
a la inversión de capital efectuada, no porque en él se
haya invertido capital, sino porque la inversión de capital
ha convertido el suelo en un campo de inversión más pro­
ductivo que antes. Suponiendo que todo el suelo de un país
requiriese esta inversión de capital, cualquier extensión de
terreno que no la hubiese recibido aún debería atravesar
primeramente esta fase, y la renta (el interés que arroja,
en el caso dado) que devenga el suelo al cual ya se le ha
dispensado una inversión de capital, es una renta dife­
rencial, exactamente de la misma manera qu$ si poseyese

948 949
CAPÍTU LO XLV

LA RENTA ABSO LUTA

En el análisis de la renta diferencial hemos partido


del supuesto de que el suelo de la peor calidad no abona
renta o, para expresarlo de una manera más general, que
sólo abona renta el suelo cuyo producto tiene un precio
de producción individual situado por debajo del precio de
producción regulador del mercado, de modo que de esta
suerte se origina una plusganancia que se transforma en
renta. En primera instancia cabe observar que la ley de
la renta diferencial, en cuanto renta diferencial, es inde­
pendiente por completo de la justeza o incorrección de
aquel supuesto.
Si denominamos P al precio de producción general,
regulador del mercado, en el caso del producto del peor
tipo de suelo, A, P coincidirá con su precio de producción
individual; es decir, que el precio paga el capital constante
y variable consumido en la producción, más la ganancia
media ( = ganancia empresarial más interés).
En este caso, la renta es igual a cero. El precio de
producción individual del tipo de suelo inmediato superior
B es = P', y P > P'; es decir, que P paga más que el
precio de producción real del producto del tipo de suelo B.
Supongamos ahora que P — P' = d\ por ello, d, el exce­
dente de P por encima de P' es la plusganancia que obtiene
el arrendatario de esta clase B. Este d se transforma en
renta, que debe ser abonada al terrateniente. Sea P" el
precio de producción real del tercer tipo de suelo C, y
P — P" = 2 d\ de esta manera, este 2 d se transforma en

951
renta; otro tanto ocurre para la cuarta clase D , de precio pendiente de esta ley y de experimentar al mismo tiempo
de producción individual P'", y P — P"' = 3 d, que se un incremento general con el precio del producto del suelo.
transforma en renta de la tierra, etc. Supongamos ahora D e allí se desprende que, como quiera que pueda condu­
que es falso el supuesto de que la renta = 0 para el tipo cirse la renta de los tipos de suelo menos fértiles, la ley
de suelo A , y por consiguiente que el precio de su pro­ de la renta diferencial no sólo es independiente de ello,
ducto es = P + 0. Por el contrario, digamos que también sino que también la única manera de concebir la propia
el tipo de suelo A abona una renta = r. En ese caso se renta diferencial de conformidad a su carácter consiste en
deducen dos cosas. suponer que la renta de la clase de suelo A es = 0. Pues
P rim ero: el precio del producto del suelo de la clase A resulta indiferente que ésta sea = 0 ó > 0, en tanto entre
no estaría regulado por su precio de producción, sino que en consideración la renta diferencial, por lo que de hecho
contendría un excedente por encima de éste, sería = P + r. no se la toma en cuenta.
Pues dando por supuesto el modo capitalista de producción
La ley de la renta diferencial es, en consecuencia,
en su normalidad, es decir suponiendo que el excedente r
independiente del resultado de la siguiente investigación.
que abona el arrendatario al terrateniente, no representa Si seguimos interrogando acerca de los fundamentos
una deducción del salario ni de la ganancia media del
del supuesto según el cual el producto del tipo de suelo
capital, sólo podrá pagarlo vendiendo su producto por en­
peor A no abona renta, la respuesta rezará necesariamente
cima del precio de producción, es decir que le arrojaría
de la siguiente manera: si el precio de mercado del pro­
una plusganancia si no debiese cederle al terrateniente este ducto del suelo — digamos de los cereales— ha alcanzado
excedente en la forma de renta. El precio regulador de un nivel tal que un adelanto adicional de capital, invertido
mercado del producto global de todos los tipos de suelos en la clase de suelo A , abona el precio de producción
que se encuentra en el mercado no sería, entonces, el precio corriente, es decir que arroja la ganancia media habitual para
de producción que arroja el capital en general en todas las
el capital, esta condición será suficiente para invertir el
esferas de la producción — es decir, un precio igual a los
capital adicional en la clase de suelo A. V ale decir que
desembolsos más la ganancia media— , sino que sería
esta condición basta al capitalista para invertir nuevo
el precio de producción más la renta, P + r, y no P. Pues el
capital con la ganancia corriente y valorizarlo de la manera
precio que alcanza el producto del suelo de la clase A
normal.
expresa en general el límite del precio regulador general
de mercado, del precio al cual puede suministrarse el pro­ Corresponde señalar aquí que también en este caso
ducto global, y en tal medida regula el precio de ese el precio de mercado debe ser más elevado que el precio
producto global. de producción de A. Pues no bien se ha creado la oferta
Segundo: sin embargo, en este caso, si bien el precio adicional, se habrá modificado evidentemente la relación
general del producto del suelo se habría modificado esen­ entre oferta y demanda. Antes la oferta era insuficiente,
cialmente, la ley de la renta diferencial no quedaría abolida mientras que ahora es suficiente. Por lo tanto, el precio
por ello en m odo alguno. Pues si el precio del producto debe descender. Para poder bajar, su nivel debe haber sido
de la clase A, y por ende el precio general de mercado, superior al precio de producción de A. Pero el carácter
fuese = P + r, el precio de las clases B, C, D, etc., sería menos fértil de la clase A, que acaba de ingresar al cultivo,
asimismo = P + r. Pero puesto que para la clase B es hace que no vuelva a bajar hasta un nivel tan inferior como
P — P' = d, sería (P + r) — (P ' + r ) igualmente = d, en la época en la que el precio de producción de la clase B
para C sería P — P " = ( P + r) — (P" + r) = 2 d, así regulaba el mercado. El precio de producción de A consti­
com o, por último, para D sería P — P'" = (P -j- r) — (P"' tuye el límite no para el ascenso temporario del precio
+ r) = 3 d, etc. Por consiguiente, la renta diferencial se­ de mercado, sino para su ascenso relativamente perma­
guiría siendo la misma de antes, y estaría regulada por la nente. Si, en cambio, el suelo recién incorporado al cultivo
misma ley, a pesar de contener la renta un elemento inde­ es más fértil que la clase A, reguladora hasta este momento,

952 953
y no obstante sólo basta para cubrir la demanda adicional, tario. Y la propiedad de la tierra en cuanto barrera
el precio de mercado permanecerá inalterado. Pero la inves­ persiste inclusive allí donde la renta desaparece en cuanto
tigación acerca de si la clase inferior de suelo abona una renta diferencial, es decir, en el tipo de suelo A. Consi­
renta también coincide, en este caso, con la investigación deremos los casos en los que, en un país de producción
que debe efectuarse aquí, pues también aquí el supuesto capitalista, puede verificarse la inversión de capital en la
de que la clase de suelo A no abona renta se explicaría a tierra sin pago de renta, y hallaremos que todos ellos
partir de la circunstancia de que el precio de mercado basta implican una derogación de hecho, si no jurídica, de la
al arrendatario capitalista para cubrir exactamente con propiedad del suelo, una abolición que sólo puede produ­
este precio el capital empleado más la ganancia media; en cirse bajo circunstancias muy determinadas y de índole
suma, que el precio de mercado le suministra el precio de fortuita.
producción de su mercancía. Primero: cuando el propio terrateniente es capitalista,
De cualquier manera, el arrendatario capitalista puede o si el propio capitalista es terrateniente. En tal caso,
cultivar la clase de suelo A bajo estas condiciones, en la apenas haya aumentado suficientemente el precio de mer­
medida en que pueda decidir en cuanto capitalista. La cado, podrá explotar personalm ente su propiedad, a fin
condición para la valorización normal de capital en el tipo de obtener el precio de producción de lo que es actual­
de suelo A existe ahora. Pero de la premisa de que el mente el tipo de suelo A, es decir, para obtener la repo­
capital podría ser invertido ahora por el arrendatario, con sición del capital más la ganancia media. Pero, ¿por qué?
arreglo a las condiciones medias de valorización del capital, Porque para él la propiedad del suelo no constituye una
en el tipo de suelo A, si no tuviese que pagar tampoco barrera para la inversión de su capital. Puede tratar el
renta alguna, no se concluye, de ninguna manera, que ese suelo com o un simple elemento natural, haciendo que, por
suelo perteneciente a la clase A se halle ahora, sin más, consiguiente, sólo pesen en su ánimo las consideraciones de
a disposición del arrendatario. La circunstancia de que el la valorización de su capital, vale decir, consideraciones
arrendatario podría valorizar su capital a la ganancia ha­ capitalistas. Tales casos se dan en la práctica, pero sólo
bitual si no abonase renta, no es en modo alguno razón como excepción. Exactamente de la misma manera como
para que el terrateniente preste gratuitamente su tierra al el cultivo capitalista del suelo presupone una separación
arrendatario, y que tenga frente a este colega comercial una entre el capital actuante y la propiedad de la tierra,
actitud tan filantrópica com o para instaurar el crédit excluye, por regla general, la autoexplotación de la pro­
gratuit. i-,:1 Lo que encierra semejante supuesto es la piedad del suelo. De inmediato se advierte que esto es
abstracción de la propiedad de la tierra, la abolición de puramente fortuito. Si el incremento de la demanda de
la propiedad inmueble, cuya existencia constituye precisa­ cereales requiere el cultivo de una mayor cantidad del
mente una barrera para la inversión de capital y para la tipo de suelo A que la que se encuentra en manos de los
valorización discrecional del mismo en la tierra, barrera propietarios que lo explotan por sí mismos, es decir, si es
ésta que en modo alguno se desvanece ante la mera necesario arrendar una parte de ese tipo de suelo para que
reflexión del arrendatario en el sentido de que el nivel de los se lo pueda cultivar desaparece de inmediato esta hipoté­
precios de los cereales le permitiría extraer de su capital la tica supresión3 de la barrera que constituye la propiedad
ganancia habitual por explotación del tipo de suelo A si no de la tierra para la inversión del capital. Es una contra­
abonase renta, es decir si pudiese tratar en la práctica a la dicción absurda partir de la escisión entre capital y suelo,
propiedad de la tierra com o no existente. El monopolio de entre arrendatarios y terratenientes, correspondiente al
la propiedad de la tierra, la propiedad inmueble com o barre­ modo capitalista de producción, y luego, por el contrario,
ra del capital, está presupuesto no obstante en la renta dife­ presuponer com o regla general que los terratenientes explo-
rencial, ya que sin ese monopolio la plusganancia no se
convertiría en renta de la tierra y no caería en poder del
" " A t t f h e b u n g " : e n la l ;- e d ic ió n , “A u j j a s s i m g " (“ c o n c e p c ió n ” );
terrateniente en lugar de quedar en manos del arrenda­ m o d ific a d o se g ú n el m a n u s c rito d e M a rx .

954 955
tan sus propias fincas hasta el m onto y en todos aquellos nos permite ver lo siguiente: si el precio de mercado (y al
casos en que el capital no obtendría renta del cultivo del mismo tiempo la fertilidad del suelo) le permite obtener
suelo si no existiese la propiedad de la tierra enfrentándolo un plusrendimiento con el capital adicional, plusrendi-
en forma independiente. (V éase el pasaje de Adam Smith miento que, al igual que el capital antiguo, arroja para él
acerca de la renta minera, citado más adelante.) a Esta una plusganancia además del precio de producción, él
abolición de la propiedad de la tierra es casual; puede mismo se embolsará esa plusganancia durante la vigencia
producirse o no. del contrato de arrendamiento. Pero, ¿por qué? Porque
Segundo: en el área total de un arrendamiento puede durante la vigencia del contrato de arrendamiento ha des­
haber determinadas porciones de terreno que, dado el nivel aparecido la barrera de la propiedad de la tierra para la
de los precios de mercado, no abonen renta, es decir que, inversión de su capital en el suelo. Sin embargo, la mera
de hecho, se hayan concedido en forma gratuita; pero el circunstancia de que, a fin de asegurarle esta plusganancia,
terrateniente no lo considera de esa manera, ya que toma debe acudirse en forma independiente a un suelo peor
en consideración la renta global del suelo arrendado, y no adicional y arrendárselo independientemente, demuestra
la renta en especial de cada una de sus porciones com po­ en forma irrefutable que la inversión de capital adicional
nentes. En este caso desaparece para el arrendatario — en en el suelo originario no basta para la producción del
la medida en que entren en consideración las porciones mayor suministro requerido. Un supuesto excluye el otro.
constitutivas del arrendamiento que no devengan renta— Podría decirse, por cierto, que la propia renta del peor
la propiedad de la tierra en cuanto barrera para la inversión tipo de suelo, A , es una renta diferencial en comparación
del capital, y precisamente por contrato con el propio con el suelo cultivado por el propietario mismo (cosa que,
terrateniente. Pero si no abona renta por esos terrenos, sin embargo, sólo ocurre com o excepción puramente
ello obedece únicamente a que sí la abona por el suelo casual), o bien con la inversión adicional de capital en
cuyo accesorio constituyen. En este caso se presupone los viejos arrendamientos que no arrojan renta. Pero esto
justamente una combinación en la cual no es necesario sería, 1) una renta diferencial que no surgiría de la diver­
acudir al tipo de suelo peor A en cuanto nuevo campo sidad de las fertilidades de los distintos tipos de suelo,
de producción independiente, a fin de suministrar la oferta y que por ello no presupondría que el tipo de suelo A no
faltante, sino en la cual aquél sólo constituye una parte abona renta y que vende su producto al precio de pro­
intermedia indivisible del suelo mejor. Pero el caso que ducción. Y , 2 ) la circunstancia de que inversiones adicio­
debe examinarse es precisamente aquel en e! cual deben nales de capital en el mismo arrendamiento arrojen renta
explotarse en forma autónoma porciones del tipo de suelo o no, es exactamente tan indiferente para la circunstancia
A , es decir que deben ser arrendadas independientemente de que el nuevo suelo a cultivar de la clase A abone
bajo las condiciones generales del modo capitalista de renta o no com o resulta indiferente, por ejemplo para la
producción. instalación de una nueva actividad fabril independiente, el
hecho de que otro fabricante del mismo ramo de la acti­
Tercero: un arrendatario puede invertir capital adi­
vidad invierta parte de su capital en títulos y obligaciones
cional en el mismo arrendamiento, aunque con los precios
que devengan interés porque no puede valorizarlo por
de mercado vigentes el producto adicional así obtenido sólo
completo en su empresa; o bien que efectúe diversas amplia­
le brinde el precio de producción, sólo arroje para él la
ciones que no arrojan para él la ganancia plena, pero sí
ganancia corriente, pero sin permitirle el pago de una renta
más que el interés. Para él, ésta es una cuestión secun­
adicional. D e ese m odo paga renta del suelo con una parte
daria. En cambio los nuevos establecimientos adicionales
del capital invertido en la tierra, pero no con la otrá. Pero
deben arrojar la ganancia media, y se instalan con esa
este supuesto no resuelve en absoluto el problema, como
expectativa. De cualquier manera, las inversiones adicio­
nales de capital en los antiguos arrendamientos y el cultivo
" Véase, en el presente volumen, pp. 985-986. adicional de nuevas tierras del tipo de suelo A constituyen

956 957
límites recíprocos. El límite hasta el cual es posible invertir inversiones adicionales de capital sería entonces conse­
capital adicional bajo condiciones de producción más des­ cuencia de que el suelo A no puede ser cultivado sin arrojar
favorables en el mismo arrendamiento está dado por las renta. Pues si para un cultivo bastase el precio de pro­
nuevas inversiones competidoras en la clase de suelo A; ducción, el arrojar la mera ganancia media, el precio no
por otro lado, la renta que puede arrojar esta clase de suelo habría aumentado tanto y la competencia de las nuevas
resulta limitada por las inversiones adicionales de capital tierras ya se hubiese iniciado no bien arrojasen ya sólo esos
competidoras en los arrendamientos preexistentes. precios de producción. Con las inversiones adicionales de
Sin embargo, todos estos falsos subterfugios no re­ capital en los antiguos arrendamientos, que no arrojarían
suelven el problema, que sencillamente planteado es éste: renta, competirían entonces inversiones de capital en el
supongamos que el precio de mercado de los cereales (que suelo A que tampoco generarían renta. O bien, las últimas
en esta investigación representa para nosotros todo el pro­ inversiones de capital en los antiguos arrendamientos no
ducto del suelo) sea suficiente para que pueda iniciarse arrojan renta, pero no obstante el precio de mercado se ha
el cultivo de partes de la clase de suelo A y para que el elevado lo suficiente com o para que pueda iniciarse el
capital invertido en estos campos nuevos arroje el precio cultivo del suelo A y para que éste genere renta. En este
de producción del producto, es decir, la reposición del caso, la inversión adicional de capital que no arroja renta
capital más la ganancia media. Supongamos, entonces, que sólo resultó posible porque el suelo A no puede ser culti­
estén dadas las condiciones para la valorización normal de vado hasta tanto el precio de mercado le permita abonar
capital en la clase de suelo A. ¿Es suficiente eso? ¿Puede renta. Sin esta condición, su cultivo ya se habría iniciado
invertirse entonces realmente ese capital? ¿O debe ascender con un nivel de precios inferior; y las inversiones de capital
el precio de mercado hasta que también el suelo peor A ulteriores en los antiguos arrendamientos, que requieren
arroje una renta? Por consiguiente, ¿el monopolio del el precio de mercado elevado para arrojar la ganancia
terrateniente preceptúa a la inversión del capital una limi­ corriente sin renta, no habrían podido efectuarse. Pues con
tación que, desde el punto de vista puramente capitalista, el precio de mercado elevado sólo generan la ganancia
no existiría sin la existencia de ese monopolio? D e las con­ media. Con un precio más bajo, que con el cultivo del
diciones del propio planteo surge que, si en los antigqos suelo A se habría vuelto regulador en cuanto precio de
arrendamientos existen, por ejemplo, inversiones adicio­ producción de éste, no habrían arrojado entonces esa ga­
nales de capital que con el precio de mercado en vigencia nancia, es decir que bajo el supuesto dado no se habrían
no arrojan una renta, sino solamente la ganancia media, efectuado en absoluto. La renta del suelo A formaría
esta circunstancia no resuelve en m odo alguno el problema entonces, por cierto, una renta diferencial, en comparación
de si realmente puede invertirse entonces capital en la con esas inversiones de capital en los antiguos arrenda­
clase de suelo A, que también arrojaría la ganancia media, mientos que no arrojan renta. Pero el hecho de que las
pero no así renta. Pues ésta es precisamente la cuestión. El superficies del suelo A formen una renta diferencial seme­
que las inversiones adicionales de capital que no arrojan jante es sólo consecuencia de que no llegan a ser en abso­
renta no satisfacen la demanda, está demostrado por la luto accesibles al cultivo, salvo que arrojen una renta; es
necesidad de la incorporación del nuevo suelo de la clase decir, que la necesidad de esta renta — que en sí y para sí
A. Si el cultivo adicional del suelo A sólo se efectúa en no está condicionada por diferencia alguna entre los tipos
la medida en que éste arroja renta, es decir, más que el de suelo— tenga lugar y constituya el límite para la posible
precio de producción, sólo hay dos casos posibles. O bien inversión de capitales adicionales en los antiguos arrenda­
el precio de mercado debe ser tal que inclusive las últimas mientos. En ambos casos, la renta del suelo A no sería
inversiones adicionales de capital en los antiguos arrenda­ una consecuencia simple del aumento de los precios de los
mientos arrojen plusganancia, independientemente de si es cereales, sino a la inversa: la circunstancia de que el peor
el arrendatario o el terrateniente quien la embolsa. Este de los suelos debe arrojar renta para que resulte permisible
incremento del precio y esta plusganancia de las últimas su cultivo, sería la causa de la elevación de los precios de

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los cereales hasta el punto en que pueda cumplirse esta lación del precio de los cereales por el precio de pro­
condición. ducción— entendemos el término renta en el sentido cate­
La renta diferencial tiene la peculiaridad de que en ella górico de la palabra. Si el arrendatario paga un arriendo
la propiedad de la tierra sólo intercepta la plusganancia que constituye una deducción, sea del salario normal de
que de otro m odo embolsaría el arrendatario y que bajo sus obreros o de su ganancia media normal, no abona una
ciertas circunstancias éste embolsa realmente durante la renta, un componente autónomo del precio de su mer­
vigencia de su contrato de arrendamiento. En este caso, cancía que se diferencie del salario y de la ganancia. Ya
la propiedad de la tierra es sólo la causa de la transfe­ hemos señalado con anterioridad que esto ocurre constan­
rencia de una parte del precio mercantil, producida sin su temente en la práctica. En la medida en que el salario
intervención (m ejor dicho, com o consecuencia de la deter­ de los obreros agrícolas de un país se deprima en forma
minación del precio de producción regulador del precio de general por debajo del nivel medio normal del salario,
mercado por parte de la com petencia), y que se resuelve y por ello ingrese en forma general a la renta una deduc­
en plusganancia, es decir, de la transferencia de esta parte ción del salario, una parte de éste, ello no constituye una
del precio de una persona a la otra, del capitalista al terra­ excepción para el arrendatario del suelo peor. En el mismo
teniente. Pero la propiedad de la tierra no es aquí la causa precio de producción que torna admisible el cultivo del
que crea este componente del precio o la elevación del peor suelo, este bajo salario constituye ya una partida inte­
precio que dicho componente presupone. En cambio, si no grante de ese precio, y la venta del producto al precio de
es posible cultivar el tipo de suelo peor A — a pesar de que producción no capacita, por ello, al arrendatario de ese
su cultivo arrojaría el precio de producción— hasta que el suelo a abonar una renta. El terrateniente también puede
mismo arroje un excedente por encima de ese precio de arrendarle su tierra a un trabajador que se contente con
producción, una renta, entonces la propiedad del suelo es abonarle a aquél, en la forma de renta, todo o la mayor
la causa creadora de este aumento del precio. Es la misma - parte de cuanto le otorgue el precio de venta por encima
propiedad de la tierra la que ha generado la renta. En del salario. Sin embargo, en ninguno de estos casos se
nada se modifican las cosas si, tal com o ocurría en el paga úna renta real, aunque sí se pague un arriendo. Pero
segundo caso tratado, la renta abonada ahora por el suelo cuando existen condiciones adecuadas al modo capitalista
A constituye una renta diferencial, en comparación con la de producción, la renta y el arriendo deben coincidir.
última inversión adicional de capital en antiguos arrenda­ Es precisamente esta relación normal, sin embargo, la que
mientos, que sólo abona el precio de producción. Pues la debem os examinar aquí.
circunstancia de que el suelo A no pueda ser cultivado
Si los casos anteriormente examinados — en los cuales
hasta tanto el precio regulador del mercado haya aumen­
pueden efectuarse realmente inversiones de capital en el
tado lo suficiente com o para permitir que el suelo A arroje
suelo, dentro del m odo capitalista de producción, sin
una renta, es, en este caso, la única razón de que el precio
arrojar renta— no deciden nada con respecto a nuestro
de mercado ascienda hasta un punto en que, por cierto,
sólo abona su precio de producción a las últimas inver­ problema, menos decisiva aun es la remisión a condiciones
siones de capital efectuadas en los antiguos arrendamientos, coloniales. Lo que convierte a la colonia en tal — sólo
pero un precio de producción tal, no obstante, que al mismo hablamos aquí de colonias realmente agrícolas— no es
tiempo arroja una renta para el suelo A . El hecho de que sólo la extensión de tierras fértiles que se encuentran en
éste deba abonar una renta, en verdad, es aquí la causa de estado natural. Por el contrario, lo es la circunstancia
la creación de la renta diferencial entre el suelo A y las de que esas tierras no han sido apropiadas, subsumidas en
últimas inversiones de capital en los antiguos arrenda­ la propiedad de la tierra. Es esto lo que constituye la
mientos. inmensa diferencia entre los países viejos y las colonias,
En realidad, cuando hablamos de que la clase de suelo en lo que al suelo respecta: la inexistencia, legal o de
A no abona renta alguna — bajo el supuesto de la regu­ hecho, de la propiedad de la tierra, com o lo observa

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correctamente W akefield,35 y que habían descubierto, mercado. Por ello, y tal com o ya observara Fourier, es un
mucho antes que él, Mirabeau pére, el fisiócrata, y otros hecho característico el que en todos los países civilizados
economistas más antiguos. En este caso resulta totalmente siempre quede sustraída al cultivo una parte relativamente
indiferente que los colonos se apropien sin más del suelo, importante del suelo.
o que le abonen de hecho al estado, bajo el título de un Por consiguiente, suponiendo el caso de que la demanda
precio nominal del suelo, solamente un derecho a cambio requiera la incorporación de nuevas tierras, digamos que
de un título legal válido sobre la tierra. También da lo menos fértiles que las cultivadas hasta el presente, ¿el
mismo que los colonos ya establecidos sean propietarios terrateniente arrendará en forma gratuita dichas tierras
jurídicos de la tierra. D e hecho, la propiedad de la tierra porque el precio de mercado del producto agrícola se haya
no constituye aquí una barrera para la inversión de capital elevado lo suficiente com o para que la inversión de capital
o también de trabajo sin capital; la incautación de una en ese suelo le abone al arrendatario el precio de produc­
parte del terreno por parte de los colonos ya asentados ción, y por lo tanto arroje la ganancia corriente? De
no excluye a los recién llegados de la posibilidad de con­ ninguna manera. La inversión de capital debe arrojar una
vertir nuevas tierras en campo de aplicación de su capital renta para él. Sólo arrienda en cuanto pueda abonársele un
o de su trabajo. Por lo tanto, si se trata de investigar cómo arriendo. Por lo tanto, el precio de mercado debe haber
influye la propiedad del suelo sobre los precios de los ascendido por encima del precio de producción, a P + r,
productos agrarios y sobre la renta alH donde dicha pro­ de m odo que pueda abonársele una renta al terrateniente.
piedad limita el suelo com o campo de inversión del capital, Puesto que, conforme al supuesto, la propiedad del suelo
resulta el colm o del absurdo hablar de colonias burguesas nada reporta sin el arrendamiento, carece de valor econó­
libres cuando no existen ni el modo capitalista de pro­ mico, bastará un leve aumento del precio de mercado
ducción en la agricultura, ni la forma de la propiedad por encima del precio de producción para lanzar al mer­
de la tierra que a él corresponde, y si esta última, de cado la nueva tierra de la peor clase.
hecho, no existe en absoluto. Así, por ejemplo, Ricardo en Cabe formularse entonces la siguiente pregunta: ¿de la
el capítulo relativo a la renta de la tierra. En su intro­ renta del suelo peor, que no es posible derivar de ninguna
ducción afirma su intención de investigar los efectos de la diferencia de fertilidad, se deduce que el precio del pro­
apropiación del suelo sobre el valor de los productos del ducto agrícola es necesariamente un precio monopólico en
agro, y de inmediato toma como ilustración las colonias, el sentido corriente del término, o un precio en el cual la
donde supone que el suelo existe en un estado relativa­ renta ingresa a la manera de un impuesto, sólo que es el
mente elemental y que su explotación no está limitada por terrateniente quien percibe ese impuesto, en lugar de hacerlo
el m onopolio de la propiedad de la tierra. el estado? Es obvio que ese impuesto posee sus límites
La mera propiedad jurídica del suelo no crea una económ icos dados. Está limitado por inversiones adicio­
renta para el propietario. Pero sí le da el poder de sustraer nales de capital en los antiguos arrendamientos, por la
su tierra a la explotación hasta tanto las condiciones competencia de los productos agrícolas extranjeros —<lando
económicas permitan una valorización de la misma que por supuesta la libre importación de éstos— , por la com­
arroje un excedente para él, tanto si el suelo se emplea petencia de los terratenientes entre sí, y finalmente por las
para la agricultura propiamente dicha, com o si se lo emplea necesidades y solvencia de los consumidores. Pero no es
para otros fines de producción, com o edificaciones, etc. de esto de lo que aquí se trata. D e lo que sí se trata es
N o puede aumentar o reducir la cantidad absoluta de este de si la renta que abona el suelo peor ingresa en el
campo de actividad, pero sí su cantidad presente en el precio de su producto — que, conforme al supuesto, regula
el precio general de mercado— de la misma manera que
;tr' W akefield, England and America, Londres, 1833. Cfr., ingresa un impuesto en el precio de la mercancía a la cual
asimismo, tom o i, capítulo xxv.a grava, es decir, com o un elemento independiente de su
* Véase, en la presente edición, t. i, vol. 3, pp. 957-965. valor.

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Esto no es, en m odo alguno, una consecuencia nece­ producto se halla situado por encima de su precio de pro­
saria, y sólo se lo ha afirmado porque hasta el presente ducción, ya que ese precio de producción es igual a la
no se había comprendido la diferencia entre el valor de reposición del capital más la ganancia media, y que la
las mercancías y su precio de producción. Hemos visto ganancia media es menor que la ganancia producida en esá
que el precio de producción de una mercancía no es, en mercancía. El plusvalor producido por el capital social
m odo alguno, idéntico a su valor, a pesar de que los precios m edio es menor que el plusvalor producido por un capital
de producción de las mercancías, considerados en su tota­ de esta baja composición. Las relaciones son inversas si el
lidad, sólo están regulados por su valor global, y pese capital invertido en una esfera determinada de la pro­
a que el movimiento de los precios de producción de las ducción es de com posición más elevada que el capital social
distintas variedades de mercancías, presuponiendo cons­ medio. El valor de las mercancías por él producidas se
tantes todas las demás circunstancias, está exclusivamente halla por debajo de su precio de producción, caso que se
determinado por el movimiento de sus valores. Se ha de­ da en forma general en los productos de las industrias
mostrado que el precio de producción de una mercancía más desarrolladas.
puede hallarse por encima o por debajo de su valor, y que Si en una esfera determinada de la producción la com ­
sólo en forma excepcional coincide con él. Por ello, el posición del capital es más baja que la del capital social
hecho de que los productos del suelo se vendan por encima medio, ello sólo es, en primera instancia, una expresión
de su precio de producción no demuestra aún, en modo diferente para denotar que la fuerza productiva del trabajo
alguno, que también se los venda por encima de su valor; social se halla, en esa esfera particular, por debajo del
así com o el hecho de que, término medio, los productos nivel medio; pues el grado de fuerza productiva alcanzado
industriales se vendan a su precio de producción no de­ se representa en la preponderancia relativa de la parte
muestra de ninguna manera que se los venda a su valor. constante del capital por encima de la parte variable,
Es posible que los productos agrícolas se vendan por o en la constante disminución del componente desembol­
encima de su precio de producción y por debajo de su sado en salarios por un capital dado. Por el contrario, si
valor, así com o, por otro lado, muchos productos indus­ el capital es de com posición más elevada en una esfera
triales sólo arrojan e1 precio de producción porque se los determinada de la producción, ello expresa un desarrollo
vende por encima de su valor. de la fuerza productiva situado por encima del nivel medio.
La relación entre el precio de producción de una Sin entrar a hablar de trabajos artísticos propiamente
mercancía y su valor está determinada en forma exclusiva dichos, cuya consideración se halla excluida de nuestro
por la proporción existente entre la parte variable del tema por su propia índole, se sobrentiende, por lo demás,
capital con el cual se la produce y la parte constante del que diversas esferas de la producción requieren diferentes
mismo, o sea por la com posición orgánica del capital que proporciones de capital constante y variable con arreglo
la produce. Si la com posición del capital es menor, en una a sus peculiaridades técnicas, y que el trabajo vivo deberá
esfera de la producción, que la del capital social medio, ocupar mayor lugar en unas y menor en otras. Por ejemplo,
es decir que su componente variable, desembolsado en en la industria extractiva, que debe diferenciarse estric­
salarios, es mayor en proporción a su componente cons­ tamente de la agricultura, la materia prima desaparece por
tante, desem bolsado en las condiciones objetivas de trabajo, com pleto com o elemento del capital constante, y también
de lo que es habitual en el caso del capital social medio, el los materiales auxiliares sólo desempeñan aquí y allá un
valor de su producto debe hallarse situado por encima de papel significativo. Sin embargo, en la industria minera
su precio de producción. Esto es: puesto que emplea mayor desempeña un importante papel la otra parte del capital
cantidad de trabajo vivo, un capital semejante produce, constante: el capital fijo. N o obstante, también en este caso
con la misma explotación del trabajo, más plusvalor, es podrá medirse el progreso del desarrollo por el crecimiento
decir, más ganancia, que una parte alícuota de igual mag­ relativo del capital constante, en comparación con el
nitud del capital social medio. Por ello el valor de su variable.
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Si la composición del capital en la agricultura propia­ las sucesivas inversiones de capital en el mismo suelo, en
mente dicha es menor que la del capital social medio, ello suma, de una renta disímil en su concepto de la renta
expresaría, prim a facie, que en países de producción desa­ diferencial, y que por ende podem os calificar de renta
rrollada la agricultura no ha progresado en el mismo grado absoluta. Gran número de productos manufacturados
que la industria elaboradora. Un hecho semejante se expli­ poseen la característica de que su valor se halla situado
caría ya — haciendo abstracción de todas las restantes por encima de su precio de producción, sin que por ello
circunstancias económicas, decisivas en parte— a partir arrojen un excedente sobre la ganancia media o una plus-
del desarrollo más precoz y más acelerado de las ciencias ganancia que pudiera transformarse en renta. Por el con­
mecánicas, y en especial de su empleo, en comparación trario. Tanto la existencia com o el concepto del precio de
con el desarrollo posterior y en parte novísimo de la quí­ producción y de la tasa general de ganancia que aquél
mica, la geología y la fisiología, y en especial, una vez más, implica se basan en que las mercancías individuales no se
de su aplicación a la agricultura. Por lo demás, un hecho venden a su valor. Los precios de producción emanan de
conocido en forma indudable y desde hace mucho tiem po36 una compensación de los valores mercantiles, la cual, luego
lo constituye el que los progresos de la propia agricultura de la restitución de los respectivos valores de capital consu­
se expresan siempre en el crecimiento relativo de la parte midos en las diversas esferas de la producción, distribuye
constante del capital con respecto a la parte variable. el plusvalor global no en la proporción en la cual ha sido
La cuestión de si en un país determinado de producción producido en las distintas esferas de la producción, y en
capitalista, com o por ejemplo en Inglaterra, la composición que, por consiguiente, se encuentra en sus productos, sino
del capital agrícola es más baja que la del capital social en proporción a la magnitud de los capitales adelantados.
medio, es una cuestión que sólo puede decidirse de manera Sólo así se origina una ganancia media y el precio de
estadística, y en la cual resulta superfluo entrar en detalles producción de las mercancías, del cual dicha ganancia
para los fines que nos ocupan. D e cualquier manera, en el media constituye el elemento característico. La tendencia
aspecto teórico está firmemente establecido que sólo bajo permanente de los capitales es la de provocar, mediante la
tal supuesto puede el valor de los productos agrícolas competencia, esta nivelación en la distribución del plus-
hallarse situado por encima de su precio de producción; valor generado por el capital global, y superar todos los
es decir, que el plusvalor generado en la agricultura por un obstáculos que se oponen a esta nivelación. Por eso es su
capital de magnitud dada o, lo que es lo mismo, el plustra- tendencia la de tolerar sólo plusganancias tales com o las
bajo que el mismo pone en movimiento y del que dispone que surgen bajo todas las circunstancias, no de la diferencia
(y, por consiguiente también, el trabajo vivo empleado en entre los valores y los precios de producción de las mer­
general) es mayor que en el caso de un capital de igual cancías, sino, antes bien, del precio de producción general,
magnitud y de com posición social media. regulador del mercado, y de los precios de producción
Por lo tanto, para la forma de la renta que examinamos individuales que se diferencian de él; plusganancias que por
aquí y que sólo puede producirse bajo este supuesto, ello tampoco ocurren entre dos esferas diferentes de la
basta con formular el mismo. Cuando se descarta el su­ producción, sino dentro de cada esfera de la producción,
puesto, se descarta asimismo la forma de renta que le es decir que no afectan los precios de producción generales
corresponde. de las diferentes esferas, o sea la tasa general de ganancia,
Sin embargo, el mero hecho de un excedente del valor sino que, por el contrario, presuponen la transformación
de los productos agrícolas por encima de su precio de de los valores en precios de producción y la tasa general
producción no bastaría por sí solo, en modo alguno, para de ganancia. Sin embargo, y com o lo expusiéramos antes,
explicar la existencia de una renta del suelo independiente este supuesto3 se basa en la distribución proporcional con-
de la diferencia en la fertilidad de los tipos de suelo o de
" Rubel lee aquí en el m anuscrito “Ausgleichung” (“nivelación”)
36 Véase D om basle y R. Jones.!218! en vez de “ V oraussetzung” (“supuesto”). (Cfr. R 1373/1.)

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tinuamente cambiante del capital social global entre las piedad del suelo, el precio de mercado debe aumentar
diferentes esferas de la producción, en una continua inmi­ hasta un punto en el cual el suelo pueda abonar un exce­
gración y emigración de los capitales, en su transferibilidad dente por encima del precio de producción, es decir, que
de una esfera a la otra, en suma, en su libre movimiento pueda abonar una renta. Pero puesto que el valor de las
entre estas diferentes esferas de la producción en cuanto mercancías producidas por el capital agrícola se halla, con
otros tantos campos de inversión disponibles para las arreglo a nuestro supuesto, por encima de su precio de
partes autónomas del capital social global. Se presupone producción, esta renta constituye (con excepción de un
que no hay limitación alguna, o a lo sumo alguna barrera caso que examinaremos de inmediato) el excedente del
accidental y temporaria, que impida a la competencia de valor por encima del precio de producción o una parte
los capitales — por ejemplo en una esfera de la producción del mismo. El que la renta sea igual a toda la diferencia
en la cual el valor de las mercancías se halle situado por entre el valor y el precio de producción, o sólo a una
encima de su precio de producción, o en la que el plus- parte mayor o menor de esa diferencia, dependerá por com ­
valor generado se halle por encima de la ganancia media— pleto del estado de la oferta y la demanda y de la extensión
reducir el valor al precio de producción, y de esa manera de ese nuevo territorio incorporado al cultivo. Mientras la
distribuir el plusvalor excedente de esta esfera de la pro­ renta no iguale al excedente del valor de los productos
ducción, en forma proporcional, entre todas las esferas agrícolas por encima de su precio de producción, siempre
explotadas por el capital. Pero si se produce lo contrario, entrará una parte de ese excedente en la nivelación general
y el capital se topa con un poder ajeno al que sólo puede y en la distribución proporcional de todo el plusvalor
superar en forma parcial o que no puede superar del entre los diversos capitales individuales. Apenas la renta
todo, y que restringe su inversión en determinadas esferas iguale al excedente del valor por encima del precio de
particulares de la producción, que sólo la permite bajo producción, toda esta parte del plusvalor excedente por
condiciones que excluyen total o parcialmente esa nive­ encima de la ganancia media quedará sustraída a dicha
lación general del plusvalor para formar la ganancia media, nivelación. Pero no importa que esta renta absoluta iguale
se originaría obviamente en estas esferas de la producción a todo el excedente del valor por encima del precio de
una plusganancia en virtud del excedente del valor de las producción o sólo sea igual a una parte del mismo; los
mercancías por encima de su precio de producción, plusga­ productos agrícolas se venderían siempre a un precio m ono­
nancia que podría convertirse en renta y autonomizarse en polista, no porque su precio se hallase situado por encima
cuanto tal con respecto a la ganancia. Ahora bien, cuando de su valor, sino porque sería igual a él o estaría situado
el capital invierte en la tierra, la propiedad de la tierra lo por debajo del mismo, pero por encima de su precio de
enfrenta com o uno de tales poderes ajenos y como una producción. Su monopolio consistiría en no ser nivelados
barrera semejante, o, dicho de otra manera, así enfrenta al precio de producción, com o ocurre con otros productos
el terrateniente al capitalista. industriales cuyo valor se halla situado por encima del
En este caso, la propiedad de la tierra es la barrera precio de producción general. Puesto que una parte
que no permite una nueva inversión de capital en suelos del valor, así com o del precio de producción, es una
no cultivados o no arrendados hasta el presente sin percibir constante efectivamente dada — a saber, el precio de costo,
un gravamen, es decir, sin reclamar una renta, por más que el el capital consumido en la producción, = c— su dife­
nuevo suelo incorporado al cultivo pertenezca a una especie que rencia consiste en otra parte, variable, el plusvalor, que
no arroja renta diferencial alguna y que, de no ser por la propie­ se halla en el precio de producción = g, la ganancia, es
dad de la tierra habría podido ser cultivada ya con un incre­ decir que sería igual al plusvalor global, calculado sobre
mento menor del precio de mercado, de modo que el el capital social y sobre cada capital individual en cuanto
precio regulador del mercado sólo hubiese abonado parte alícuota del mismo, pero que en el valor de la
su precio de producción al cultivador de ese suelo peor. mercancía es igual al plusvalor real generado por este
Sin embargo, a causa de la barrera que establece la pro­ capital particular, y que constituye parte integrante de los

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»
valores mercantiles por él producidos. Si el valor de la vender los productos agrícolas a su valor pleno, a todo
mercancía se halla situado por encima de su precio de el excedente por encima del precio de producción, el efecto
producción, el precio de producción será = c + g y el se hallaría situado entre ambos extremos; los productos
valor = c + g + d, de m odo que el plusvalor que hay industriales se venderían un poco por encima de su valor, y
en ella es = g + d. La diferencia entre el valor y el precio los productos del agro un poco por encima de su precio de
de producción es, por consiguiente, = d, el excedente del producción.
plusvalor generado por ese capital por encima del que le Pese a que la propiedad de la tierra puede elevar el
asigna la tasa general de ganancia. D e ello se deduce que precio de los productos agrícolas por encima de su precio
el precio de los productos agrícolas puede estar situado por de producción, no depende de ella, sino de la situación
encima de su precio de producción, sin que alcance su general del mercado la medida en la que el precio de mer­
valor. Se deduce además que hasta cierto punto puede cado se acerca, por encima del precio de producción, al
producirse un encarecimiento constante de los productos valor, y por consiguiente la medida en la que el plusvalor
agrícolas, antes de que su precio haya alcanzado su valor. generado en la agricultura por encima de la ganancia media
Asim ism o se infiere que sólo a causa del m onopolio de la dada se transforma en renta, o bien entra en la nivelación
propiedad del suelo puede convertirse el excedente de valor general del plusvalor para formar la ganancia media. De
de los productos agrícolas por encima de su precio de cualquier manera, esta renta absoluta, emanada del exce­
producción en un factor determinante de su precio general dente del valor por encima del precio de producción, es
de mercado. Por último se deduce que en este caso el enca­ sólo una parte del plusvalor agrícola, la transformación de
recimiento del producto no es causa de la renta, sino que ese plusvalor en renta, la intercepción del mismo por parte
la renta es causa del encarecimiento del producto. Si el del terrateniente; exactamente de la misma manera en que
precio del producto de la unidad de superficie del suelo la renta diferencial emana de la transformación de plusga-
peor es = P + r, todas las rentas diferenciales aumentarán nancia en renta, de la intercepción de la misma por parte
en los correspondientes múltiplos de r, puesto que, con­ de la propiedad de la tierra, con un precio de producción de
forme al supuesto, P + r se convierte en el precio regu­ acción reguladora general. Estas dos formas de la renta son
lador de mercado. las únicas normales. Fuera de las mismas, la renta sólo
Si la com posición media del capital social no agrícoja puede basarse en un precio m onopólico propiamente dicho,
fuese = 8 5 , . + 15,. y la tasa del plusvalor del 1 0 0 % , que no está determinado por el precio de producción ni
el precio de producción sería = 1 1 5 . Si la composición por el valor de las mercancías, sino por las necesidades
del capital agrícola fuese = 75,. + 25,., el valor del pro­ y la solvencia de los compradores, y cuya consideración
ducto, con la misma tasa de plusvalor, y el precio regulador debe efectuarse en la teoría de la competencia, en la cual
de mercado serían = 125. Si el producto agrícola y el no se investiga el movimiento real de los precios de mercado.
agrícola se nivelasen en el precio medio (por razones de Si todo el suelo de un país, útil para fines agrícolas,
brevedad suponemos igual el capital global en ambos ramos estuviese arrendado — presuponiendo en forma general
de la producción), el plusvalor global sería = 40, es el modo capitalista de producción y condiciones nor­
decir un 20 % sobre los 200 de capital. El producto tanto males— no habría ninguna tierra que no arrojase renta,
de uno com o de otro se vendería a 120. Por lo tanto, pero podría haber inversiones de capital, partes indivi­
en una nivelación a los precios de producción, los precios duales del capital invertido en el suelo, que no arrojasen
medios de mercado del producto no agrícola llegarían a renta; pues en cuanto el suelo está arrendado, la propiedad
estar situados por encima de su valor, y los del producto de la tierra cesa de actuar com o barrera absoluta para la
agrícola, por debajo del suyo. Si los productos agrícolas se inversión necesaria de capital. Pero entonces aún sigue
vendiesen a todo su valor, se hallarían en 5 por encima, obrando com o barrera relativa en la medida en que la
y los productos industriales en 5 por debajo con respecto a caída del capital incorporado al suelo en manos del terra­
la nivelación. Si las condiciones del mercado no permiten teniente opone barreras muy precisas, en este caso, al

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arrendatario. Solamente en este caso se transformaría toda Por lo pronto, al considerar la formación de la tasa
la renta en renta diferencial, no en renta diferencial deter­ de ganancia hemos visto que capitales que, desde el
minada por la diferencia de calidad del suelo, sino por la punto de vista tecnológico, son de igual com posición orgá­
diferencia entre las plusganancias resultantes en un suelo nica, es decir que ponen en movimiento igual cantidad
determinado con arreglo a las últimas inversiones de capital, de trabajo en proporción a la maquinaria y la materia
y de la renta que se abonaría por el arrendamiento del prima, no obstante pueden estar com puestos de diferente
suelo de la peor clase. La propiedad de la tierra sólo obra manera por los diferentes valores de las partes constantes
en forma absoluta, en cuanto limitación, en la medida en del capital. La materia prima o la maquinaria pueden ser
que el acceso a la tierra en general — en cuanto acceso más caras en un caso que en otro. Para poner en movi­
a un campo de inversión del capital— condiciona el tributo miento la misma masa de trabajo (y conforme al supuesto
al terrateniente. Una vez que se ha producido ese acceso, esto sería necesario para elaborar la misma masa de
éste ya no puede oponer barreras absolutas al volumen materia prim a), habría que adelantar en un caso un capi­
cuantitativo de la inversión de capital en una parcela de tal mayor que en otro, ya que, por ejemplo, con un
terreno dada. A la edificación de viviendas se opone una capital de 100 no puedo poner en movimiento la misma
barrera impuesta por la propiedad de un tercero sobre el cantidad de trabajo si lamateria prima, que debe cu­
terreno en el cual ha de construirse la casa. Pero una vez brirse asimismo con partede esos 100, cuesta 40 en un
arrendado el terreno para la construcción, dependerá del caso y 20 en el otro. Pero el hecho de que estos capitales,
arrendatario el erigir en él un edificio de altos o una casa no obstante, están com puestos de manera igual desde el
poco elevada. punto de vista tecnológico, se revelaría de inmediato
Si la com posición media del capital agrícola fuese la si el precio de la materia prima más cara bajase hasta el
misma o más alta que la del capital social medio, desapa­ nivel de la más barata. Las relaciones de valor entre
recería la renta absoluta, siempre en el sentido expuesto, capital variable y constante se hubiesen igualado entonces,
es decir, la renta que difiere tanto de la renta diferencial pese a que no se hayan producido modificaciones en la
com o de la renta basada en el precio monopólico propia­ relación técnica entre el trabajo vivo empleado y la masa
mente dicho. El valor del producto agrícola no se hallaría e índole de las condiciones de trabajo empleadas. Por otra
situado, entonces, por encima de su precio de producción, parte, un capital de composición orgánica más baja, en
y el capital agrícola no pondría en movimiento más tra­ virtud del mero aumento de los valores de sus partes
bajo, y en consecuencia no realizaría tampoco más plus- constantes, y considerado desde el punto de vista de la
trabajo que el capital no agrícola. Lo mismo ocurriría si mera composición del valor, podría ponerse, en apariencia,
la com posición del capital agrícola se nivelase, a medida en el mismo nivel de un capital de com posición orgánica
superior. Sea un capital = 60,. -f- 40„, porque emplea
que avanza el cultivo, con la del capital social medio.
mucha maquinaria y materia prima en proporción a la
A primera vista parece una contradicción suponer fuerza de trabajo viva, y otro = 40,. - f 60t,, porque emplea
que por un lado se eleva la com posición del capital agrícola mucho trabajo vivo ( 6 0 % ) , poca maquinaria (digamos
es decir que aumenta su parte constante con relación a su un 10 % ), y materia prima escasa y barata (supongamos un
parte variable, mientras que por la otra el precio del pro­ 30 % ) en proporción a la fuerza de trabajo; de este
ducto agrícola se elevaría lo suficiente com o para que un m odo, en virtud de la sola alza del valor de las materias
suelo más nuevo y peor que el utilizado hasta ese momento primas y auxiliares de 30 a 80 podría igualarse la com po­
abone una renta que en este caso sólo podría provenir sición, de m odo que ahora, en el segundo capital, a 10
de un excedente del precio de mercado por encima del de máquinas corresponderían 80 de materias primas y 60
valor y del precio de producción, en suma, que sólo podría de fuerza de trabajo, es decir 90,. + 60,,, lo cual, en distri­
provenir de un precio m onopólico del producto. bución porcentual, sería igualmente = 60, + 40,,, sin que
En este aspecto cabe hacer distingos. hubiese ocurrido cambio de com posición técnica de nin­

972 973
guna especie. Por consiguiente, los capitales de igual com­ Pero también es posible que con el progreso de la
posición orgánica pueden tener diferente composición de agricultura sólo sea necesario un aumento moderado del
valor, y capitales de igual com posición porcentual de valor precio de mercado por encima del término medio, para
pueden hallarse situados en diferentes niveles de composición que un suelo peor, que en un nivel inferior de los medios
orgánica, es decir, pueden expresar diferentes niveles de de­ técnicos auxiliares, hubiese requerido una elevación mayor
sarrollo de la fuerza productiva social del trabajo. Por lo del precio de mercado, pueda ser cultivado y al mismo
tanto, la mera circunstancia de que, conforme a su composi­ tiempo arrojar una renta.
ción de valor, el capital agrícola se hallaría en el nivel general, La circunstancia de que en la ganadería en gran escala,
no demostraría que la fuerza productiva social del trabajo se por ejemplo, la masa de la fuerza de trabajo empleada sea
hallase en él en el mismo nivel de desarrollo. Sólo podría de­ muy exigua, en general, en comparación con el capital cons­
mostrar que su propio producto, que a su vez constituye una tante existente en los propios animales, podría considerarse
parte de sus condiciones de producción, es más caro, o que com o argumento decisivo contra la tesis de que el capital
materiales auxiliares, com o el abono, que antes se hallaban agrícola, calculado en forma porcentual, pone en movi­
al alcance de la mano, ahora deben acarrearse desde lejos, miento más fuerza de trabajo que el capital social medio
y otras cosas por el estilo. no agrícola. Hemos de indicar aquí que en el desarrollo
Pero haciendo abstracción de esto, debemos evaluar el de la renta partimos, com o hecho determinante, de la parte
carácter peculiar de la agricultura. del capital agrícola que produce los alimentos vegetales
decisivos, que son, en general, los medios de subsistencia
Suponiendo que la maquinaria que econom iza trabajo,
principales de los pueblos civilizados. Adam Smith ya ha
las materias químicas auxiliares, etc., ocupan aquí un
demostrado — y éste es uno de sus méritos— que en la
volumen mayor, es decir que el capital constante aumenta
ganadería, y en general en el término medio de todos
técnicamente, no sólo en cuanto a su valor, sino también
los capitales invertidos en el suelo pero no en la producción
en cuanto a su masa — con respecto a la masa de la fuerza
de los medios de subsistencia principales — es decir, por
de trabajo empleada— , en el caso de la agricultura (al
ejemplo, de granos— , se opera una determinación del
igual que en el de la industria minera) no se trata sólo
precio totalmente diferente. Pues éste se halla determinado
de la productividad social, sino también de la productividad
aquí por la circunstancia de que el precio del producto
natural del trabajo, que depende de las condiciones natu­
del suelo que se emplea, por ejemplo, com o pradera arti­
rales del trabajo. Es posible que el aumento de la fuerza
ficial para la cría de ganado, pero que de la misma
prod.uctiva social en la agricultura sólo compense, o ni
manera podría ser transformado en tierra laborable de cierta
siquiera com pense la disminución de la fuerza natural
calidad, debe elevarse lo suficiente como para arrojar la
— esta compensación sólo puede tener efecto únicamente
misma renta que tierra labrantía de igual calidad; por
por un tiempo— , de modo que allí, a pesar del desarrollo
consiguiente, en este caso la renta de las tierras cerealeras
técnico, el producto no se abarata, sino que sólo se impide entra en el precio del ganado, determinándolo, por lo cual
un encarecimiento aun mayor del mismo. También es posi­ Ramsay ha observado con razón que de esta manera se
ble que al aumentar el precio de los cereales disminuya la eleva artificialmente el precio del ganado en virtud de la
masa absoluta del producto, mientras aumenta el pluspro- renta, de la expresión económica de la propiedad de
ducto relativo; más exactamente, en el caso de aumento la tierra, es decir, por obra de la propiedad del suelo.12191
relativo del capital constante, que se compone en su mayor “A causa de la extensión del cultivo, las tierras incultas,
parte de máquinas o animales, de los cuales sólo se debe yermas, ya no bastan para el abastecimiento de reses de
reponer el desgaste, y en el caso de la correspondiente consumo. Gran parte de los terrenos cultivados ha de em­
disminución de la parte variable del capital, desembolsada plearse para la cría y el engorde de ganado, cuyo precio
en salarios, que siempre debe reponerse en su totalidad a debe ser, por ello, suficientemente elevado com o para
partir del producto. pagar no sólo el trabajo empleado para ello, sino también

974 975
la renta y la ganancia que habrían podido obtener de esos Hemos supuesto que el nuevo suelo recién incorpo­
suelos el terrateniente y el arrendatario, respectivamente, rado al cultivo es de calidad aun inferior al peor cultivado
si se los hubiese dedicado al cultivo. El ganado criado en en último término. Si es mejor, devengará una renta dife­
los terrenos pantanosos más incultos se vende, según su rencial. Pero aquí estamos examinando precisamente el caso
peso y calidad, en el mismo mercado, al mismo precio en el cual la renta no se manifiesta com o renta diferencial.
que el ganado criado en el terreno mejor cultivado. Los Entonces sólo hay dos casos posibles. El nuevo suelo incor­
propietarios de esos marjales lucran con ello y acrecientan porado al cultivo es peor, o exactamente de la misma
la renta de sus predios en proporción a los precios del calidad que el último suelo cultivado. Y a hemos examinado
ganado.” (A . Smith t. I, Cap. X I, parte 1.) el caso en el cual es peor. N os queda por examinar aún el
H e aquí nuevamente, a diferencia de la renta del grano, caso en el cual es exactamente de la misma calidad.
una renta diferencial en favor del suelo peor. Tal com o ya lo desarrolláramos al considerar la renta
La renta absoluta explica algunos fenómenos que a diferencial, a medida que prosigue el cultivo es igualmente
primera vista hacen aparecer a la renta como debida a un posible que se incorpore al mismo un suelo de igual calidad
mero precio monopólico. Tom em os, por ejemplo, al pro­ y aun mejor, que uno peor.
pietario de un bosque existente sin intervención humana Primero: porque en la renta diferencial (y en la renta
alguna — es decir no com o producto de la forestación— , en general, ya que también en el caso de la renta no dife­
y digamos que ese bosque está en Noruega, para mantener rencial siempre se presenta el problema de si la fertilidad
el ejemplo de Smith. Si un capitalista hace talar árboles del suelo en general, por una parte, y su ubicación, por la
— supongamos que a raíz de la demanda inglesa— y le otra, permiten cultivarlo con ganancia y renta, dado el
abona una renta al propietario, o bien si éste los hace precio regulador de m ercado) operan dos condiciones en
talar él mismo en calidad de capitalista, percibirá una renta sentido inverso: ora se paralizan recíprocamente, ora una
mayor o menor en madera, aparte de la ganancia por el de ellas puede resultar decisiva con respecto a la otra. El
capital adelantado. En el caso de este producto pura­ alza del precio de mercado — suponiendo que no haya
mente natural, eso parece ser un recargo monopólico. Pero bajado el precio de costo de la explotación o, en otras
palabras, que no haya progresos de índole técnica que
de hecho, en este caso el capital consta casi exclusivamente
constituyan un nuevo factor favorable a los cultivos
de capital variable, desembolsado en trabajo, por lo cual
nuevos— puede provocar el cultivo de suelos más fértiles,
también pone en movimiento más plustrabajo que otro
que antes estaban excluidos de la competencia en virtud
capital de la misma magnitud. Por consiguiente, en el valor
de su ubicación. O bien en el caso de un suelo menos
de la madera hay un excedente de trabajo impago, o de
fértil puede acrecentar a tal punto las ventajas de la ubica­
plusvalor, mayor que en el producto de capitales de com­
ción que de ese m odo se compense su menor capacidad
posición más elevada. Por ello puede pagarse la ganancia
de rendimiento. O bien sin un aumento del precio de
media a partir de la madera y corresponderle al propie­
mercado la ubicación, a causa del mejoramiento de los
tario del bosque un considerable excedente en forma de medios de comunicación, puede hacer ingresar a la com­
renta. A la inversa, es de suponer que dada la facilidad petencia las tierras mejores, tal com o lo vemos en gran
con la que puede expandirse la tala de árboles, es decir escala en los estados de praderas norteamericanos. Esto
con que puede incrementarse rápidamente esta producción, también ocurre constantemente en países de antigua civili­
la demanda debe aumentar en forma muy considerable para zación, aunque no en la misma medida que en colonias,
que el precio de la madera equivalga a su valor, y por lo donde, como observa correctamente W akefield,,22°' la ubi­
tanto todo el excedente de trabajo impago (por encima cación es decisiva. Es decir que, en primer lugar, los
de la parte del mismo que recae en el capitalista en ca­ efectos contradictorios de la ubicación y la fertilidad y la
lidad de ganancia m edia) corresponda al propietario en variabilidad del factor de la ubicación — que se compensa
la forma de renta. constantemente, que experimenta modificaciones perma­

976 977
nentemente progresivas, tendientes a la compensación— tierra depende del estado global del mercado de capitales
hacen que alternadamente entren en nueva competencia y de la situación de los negocios de un país. En períodos
con las tierras cultivadas desde antiguo porciones de suelo de escasez no bastará que un suelo sin cultivar pueda
de igual calidad, mejores o peores. proporcionar al arrendatario la ganancia media — abone
Segundo: Con el desarrollo de las ciencias naturales renta o no— para consagrar capital adicional a la agricul­
y de la agronomía se modifica asimismo la fertilidad del tura. En otros períodos, de plétora de capital, éste afluye
suelo, al modificarse los medios con los cuales pueden en torrentes hacia la agricultura, inclusive sin un alza del
tomarse inmediatamente valorizables los elementos del precio de mercado, con tal de que se hallen cumplidas las
suelo. Así, muy recientemente tipos de suelos livianos en condiciones normales restantes. De hecho, un suelo mejor
Francia y en los condados orientales de Inglaterra, que que el cultivado hasta el presente sólo quedaría excluido
anteriormente se consideraban de mala calidad, se han de la competencia por el factor de la ubicación, por limi­
elevado a un primer rango. (V éase P a ssy.)[221] Por otra taciones hasta el momento insuperables opuestas a su ex­
parte, suelos considerados de mala calidad no en virtud plotación,3 o bien por circunstancias fortuitas. Por ello
de su com posición química, sino que sólo oponían ciertos sólo debemos ocuparnos de tipos de suelo de la misma
obstáculos m ecánico-físicos al cultivo, se transforman en calidad que los últimamente cultivados. Entre el suelo
tierras buenas tan pronto com o se descubren los medios nuevo y el últimamente cultivado subsiste empero siempre
para superar dichos obstáculos. la diferencia de los costos de roturación, y dependerá del
Tercero: En todos los países de antigua civilización, estado de los precios de mercado y de las condiciones
viejas relaciones históricas y tradicionales — por ejemplo del crédito el que se emprenda esa tarea o no. N o bien
en la forma de tierras fiscales, comunales, etc.— han sus­ ese suelo entra luego realmente en competencia, de perma­
traído al cultivo, en forma puramente accidental, grandes necer constantes las demás condiciones el precio de mer­
extensiones de tierras, las que luego ingresan al cultivo cado vuelve a descender a su nivel anterior, con lo que el
sólo paulatinamente. La sucesión en la que se las somete nuevo suelo incorporado devengará entonces la misma
al cultivo no depende de su calidad ni de su ubicación, renta que el suelo antiguo correspondiente. Quienes sos­
sino de circunstancias totalmente exteriores. Si siguiésemos tienen el supuesto de que no devengará renta, lo demues­
la historia de las tierras comunales inglesas, tal com o tran suponiendo lo que deben demostrar, es decir, que el
fueron sucesivamente convertidas en propiedad privada y último suelo no ha arrojado renta. De la misma manera
aptas para el cultivo por medio de las Enclosure Bills [leyes podría demostrarse que las casas últimamente construidas
de cercamiento] no habría nada más ridículo que la hipó­ no arrojan renta fuera del alquiler propiamente dicho por
tesis fantástica de que un químico agrícola moderno, como el edificio, a pesar de estar alquiladas. El hecho es que
por ejemplo Liebig, habría orientado la elección de esa arrojan renta ya antes de devengar alquiler, porque a
secuencia, señalando para el cultivo a ciertos campos en menudo están desocupadas por mucho tiempo. Exacta­
virtud de sus propiedades químicas y excluyendo a otros. mente de la misma manera en que sucesivas inversiones de
Lo que decidió en este caso fue más bien la ocasión, que
hace al ladrón; los pretextos de apropiación, más o menos “ En vez de “A ufschliessbarkeit” (“explotación” o, más literal­
plausibles, que se les ofrecían a los grandes terratenientes. mente, “explotabilidad” , “carácter de explotable”), en el texto ori­
Cuarto: Prescindiendo de que la fase de desarrollo, ginal se lee: “Ausschliessbarkeit” (“exclusividad”); se trata, segura­
alcanzada en cada caso, del incremento de población y mente, de un error de descifram iento. En algunas traducciones de
la obra, aunque no se anota la dificultad, se coincide de hecho con
capital opone una barrera, aunque elástica, a la expansión la interpretación que aquí figura (TI 771, por ejemplo); en otras
del cultivo del suelo; prescindiendo del efecto de circuns­ (T. IT. 3, 176, R 1380) se elude el problem a suprim iendo las pala­
tancias fortuitas que influyen temporariamente sobre el bras ‘seiner A usschliessbarkeit”. Engels, según Rubel, om itió aquí
precio de mercado — como una serie de años favorables el siguiente paréntesis de Marx: “(tales como una rentabilidad
insuficiente a causa de una agronom ía poco dasarrollada o de la
o desfavorables— la expansión espacial del cultivo de la ausencia de medios quím icos)”.

978 979
capital efectuadas en una extensión de terreno pueden divergencia, o el que la misma existe en absoluto, es algo
arrojar un plusrendimiento proporcional y, por consi­ que dependerá del desarrollo relativo de la agricultura con
guiente, la misma renta que las primeras, campos de igual respecto a la industria. Conforme a la índole de la cuestión,
calidad que los cultivados en último término pueden arrojar con el progreso de la agricultura debe reducirse esta dife­
el mismo rendimiento a los mismos costos. D e lo con­ rencia, siempre que la relación en la que disminuye la parte
trario resultaría totalmente incomprensible que campos de variable del capital con respecto a la parte constante del
la misma calidad pudieran cultivarse jamás en forma suce­ mismo no sea mayor aun en el capital industrial que en el
siva, en vez de cultivarlos todos a 1? vez o de no cultivar capital agrícola.
ni uno solo, para no traer aparejada la competencia de Esta renta absoluta desempeña un papel más impor­
todos ellos. E l terrateniente siempre está dispuesto a tante aún en la industria extractiva propiamente dicha, en
obtener una renta, es decir a obtener algo de balde; pero el la que un elemento del capital constante, la materia prima,
capital necesita determinadas circunstancias para cumplir se halla ausente por completo, y en la cual, con excepción
los deseos del primero. Por ello, la competencia de las de los ramos en los que la parte que consta de maquinaria
tierras entre sí no depende de que el terrateniente quiera y demás capital fijo es sumamente importante, predomina
hacerlas competir, sino de que se obtenga capital como necesariamente la com posición más baja del capital. Preci­
para competir en los campos nuevos con los otros. samente aquí, donde la renta parece deberse sólo a un
En la medida en que la renta agrícola propiamente precio monopólico, se requieren condiciones de mercado
dicha sea mero precio m onopólico, éste sólo puede ser favorables en grado sumo para que las mercancías se
pequeño, del mismo m odo en que sólo puede ser pequeña vendan a su valor o para que la renta se torne igual a todo
la renta absoluta bajo condiciones normales, cualquiera que el excedente del plusvalor de la mercancía por encima de
sea el excedente del valor del producto por encima de su su precio de producción. Tal es el caso, por ejemplo, de
precio de producción. Por lo tanto, la naturaleza de la renta de pesquerías, canteras, bosques naturales, etc.37
la renta absoluta consiste en lo siguiente: capitales de igual
magnitud en esferas distintas de la producción producen,
según su diversa com posición media, con la misma tasa de
plusvalor o la misma explotación del trabajo, diferentes
masas de plusvalor. En la industria, esas diferentes masas
de plusvalor se nivelan para constituir la ganancia media,
y se distribuyen uniformemente entre los diferentes capi­
tales com o entre partes alícuotas del capital social. La
propiedad dei suelo, en cuanto la producción necesita
tierra, tanto para la agricultura com o para la extracción de
materias primas, obstaculiza esta nivelación de los capitales
invertidos en la tierra e intercepta una parte del plusvalor,
que de otro m odo entraría en la nivelación para formar la
tasa general de ganancia. La renta constituye entonces
una parte del valor, más específicamente del plusvalor de
las mercancías, sólo que en lugar de corresponderle a la
clase capitalista, que lo ha extraído de los obreros, cae
en manos de los terratenientes, que lo extraen de los capi­
talistas. Se presupone para ello que el capital agrícola
pone en movim iento más trabajo que una parte de igual 37 Ricardo despacha este punto de m anera extraordinariam ente
superficial. Véase el pasaje contra A dam Smith acerca de la renta
magnitud del capital no agrícola. Hasta dónde llegue la forestal en N oruega, Principies, ni bien comienza el capítulo II.

980
CAPÍTU LO XLVI
REN TA D E SOLARES.
REN TA M INER A. PRECIO D E L A TIE R R A 3

Dondequiera que exista renta, la renta diferencial se


presenta por doquier y obedece siempre las mismas leyes
que la renta diferencial agrícola. En todas partes donde
las fuerzas naturales sean monopolizables y le aseguren
al industrial que las emplea una plusganancia — trátese de
una caída de agua, de una fructífera mina, de aguas abun­
dantes en pesca o de un solar bien ubicado, la persona
cuyo título sobre una parte del globo terráqueo la carac­
teriza com o propietario de esos objetos naturales le inter­
cepta esa plusganancia, en la forma de renta, al capital
actuante. En lo que respecta a la tierra con fines de edifi­
cación, Adam Smith ha explicado cóm o el fundamento de
su renta, al igual que la de todos los predios no agrícolas,
está regulado por la renta agraria propiamente dicha.
(Libro I, capítulo X I, 2 y 3 .) Esta renta se caracteriza,
en primer lugar, por la influencia preponderante que la
ubicación ejerce en este caso sobre la renta diferencial
(muy importante, por ejemplo, en el caso de la viticultura
y de los solares en las grandes ciudades); en segundo lugar,
por el carácter palpable de la total pasividad del propie­
tario, cuya actividad consiste solamente (sobre todo en el
caso de las minas) en explotar los progresos de la evo­
lución social, a la cual en nada contribuye y en la que
nada arriesga, como sí lo hace el capitalista industrial, y
finalmente por el predominio del precio monopolista en
muchos casos, en especial de la más desvergonzada explo-

“ Ningún título ni cesura en el manuscrito. (Cfr. R 1382/2.)

983-
tación de la miseria (pues la miseria es para los alquileres En las ciudades en rápido progreso, en especial allí
una fuente más lucrativa de lo que jamás lo fueron para donde la edificación se practica, com o en Londres, a la
España las minas de P otosí38), y el poder descomunal que manera fabril, es la renta del suelo y no el propio edificio
confiere esa propiedad de la tierra cuando, unida en unas lo que constituye el objeto básico propiamente dicho de la
mismas manos con el capital industrial, permite práctica­ especulación inmobiliaria, de lo cual hemos dado un
mente a éste excluir de la tierra, en cuanto morada, a los ejemplo en el tom o II, capítulo X II, pp. 215, 216, a en las
obreros en lucha por su salario.39 U na parte de la sociedad declaraciones de un especulador londinense en edifica­
le reclama aquí a la otra un tributo a cambio del derecho ciones, Edward Capps, ante la comisión bancaria de 1857.
de habitar la tierra, así com o en general la propiedad de la Dice allí bajo el n? 5435: “Creo que un hombre que
tierra implica el derecho de los propietarios a explotar quiera progresar en el mundo, difícilmente pueda esperar
el cuerpo del planeta, sus entrañas, el aire, y con ello la hacerlo ateniéndose a un com ercio formal (fair t rade) . . .
conservación y desarrollo de la vida. N o sólo el incremento además, deberá dedicarse necesariamente a las construc­
de la población, y con él la creciente necesidad de vivien­ ciones especulativas, y ello en gran escala [ . . . ] ; pues el
das, sino también el desarrollo del capital fijo — que se empresario obtiene muy poca ganancia de los propios edi­
incorpora a la tierra o echa raíces en ella, descansa sobre ficios, ya que obtiene sus ganancias principales de las
ella, com o todos los edificios industriales, ferrocarriles, rentas de la tierra acrecentadas. Supongamos que se haga
almacenes, edificios fabriles, depósitos, etc.— acrecienta cargo de una porción de terreno, por la cual abona anual­
necesariamente la renta edilicia. N i siquiera con la buena mente £ 300; si erige en ella la clase adecuada de edificios
voluntad de Carey es posible confundir aquí entre el con arreglo a un cuidadoso plan de construcción, podrá
alquiler, en la medida en que es interés y amortización del obtener anualmente £ 400 ó £ 450, y su ganancia
capital invertido en el edificio, y la renta por el mero consistiría más bien en la renta acrecentada de la tierra
suelo, especialmente si, com o ocurre en Inglaterra, el terra­ de £ 100 ó £ 150 anuales que en la ganancia obtenida de
teniente y el especulador en edificaciones son personas los edificios, que [__ ] en muchos casos apenas toma en
totalmente diferentes.i2231 Aquí entran en consideración dos consideración.” b A lo que no debe olvidarse que, una
elementos: por un lado, la explotación de la tierra a los vez expirado el contrato de arrendamiento, las más veces
fines de la reproducción o extracción, y por el otro el es­ de 99 años, la tierra, con todos los edificios que se encuen­
pacio que se requiere com o elemento de cualquier pro­ tren sobre ella y con la renta del suelo, que en el ínterin
ducción y de toda acción humana. Y en ambos sentidos la se ha elevado las más veces al doble o al triple, retoma
propiedad de la tierra exige su tributo. La demanda de nuevamente del especulador en construcciones o de sus
terreno para edificar eleva el valor del suelo com o espacio sucesores legales al último terrateniente originario.
y fundamento, mientras que en virtud de ello aumenta al La renta minera propiamente dicha está determinada
mismo tiempo la demanda de elementos del cuerpo del exactamente de la misma manera que la renta agrícola.
planeta que sirven com o materiales de construcción.40 “Existen algunas minas cuyo producto apenas si alcanza
para pagar el trabajo y para reponer el capital invertido en
38 Laing, N ewm an.l222) ellas junto con la ganancia habitual. Las mismas arrojan
39 Crow lington strike [huelga de Crowlington], Engels, Lage
der arbeitenden Klasse in England, p. 307. (Edición de 1892, algunas ganancias para el empresario, pero no así una
p. 259.)a renta para el terrateniente. Sólo éste puede explotarlas con
40 “La pavim entación de las calles de Londres ha perm itido ventaja, ya que, como empresario de sí mismo obtiene la
que los propietarios de algunas rocas desnudas de la costa escocesa
extrajesen una renta de un suelo pétreo que anteriorm ente era
inútil en absoluto.” 12241 A dam Smith, libro i, capítulo xi, 2. ■ Véase, en la presente edición, 1 . 1, vol. 4, pp. 283-284.
'' De los extractos de deposiciones ante la Comisión Bancaria
* La referencia entre paréntesis (no entre llaves), es obvia­ efectuados por M arx en las pp. 439-440 del m anuscrito i, Engels
m ente un agregado de Engels. sólo ha conservado estas declaraciones de Capps. (Véase R 1384/1.)

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ganancia habitual a partir de su capital invertido. Muchas no se le aparece com o obtenido gratuitamente, y obtenido
minas de carbón escocesas se explotan de esta manera, y gratuitamente sin el trabajo, el riesgo y el espíritu de
no pueden explotarse de ninguna otra. El terrateniente no empresa del capital, sino com o pagado a cambio de su
le permite a nadie más explotarlas sin pagar renta, pero equivalente. Com o ya lo señaláramos anteriormente, la
nadie puede abonarla por ellas.” (A . Smith, libro I, capí­ renta sólo se le aparece com o un interés del capital con
tulo X I, 2 .) el cual ha comprado la tierra, y con ella el derecho a
Es necesario distinguir si la renta deriva de un precio percibir la renta. Exactamente de la misma manera, a un
m onopólico porque existe un precio monopólico de los esclavista que ha comprado un negro, le parece que su pro­
productos o del mismo suelo, independiente de ella, o si piedad del negro ha sido adquirida no en virtud de la
los productos se venden a un precio monopólico porque institución de la esclavitud com o tal, sino por la compra
existe una renta. Cuando hablamos de precio m onopólico y venta de mercancía. Pero la venta no crea el título mismo;
nos referimos en general a un precio únicamente determi­ sólo lo transfiere. El título debe existir antes de que
nado por la apetencia de compra y la capacidad de pago pueda vendérselo, pero así com o una venta no puede
de los compradores, independientemente del precio deter­ crear dicho título, tampoco puede crearlo una serie de
minado por el precio general de producción así com o por tales ventas, su repetición constante. Lo que lo ha creado
el valor de los productos. Un viñedo que produce vino han sido las condiciones de producción. Una vez llegadas
de calidad excepcional, un vino que sólo pueda produ­ éstas a un punto en el cual deben metamorfosearse, des­
cirse en cantidades relativamente exiguas, tiene un precio aparece la fuente material del título, económ ica e históri­
m onopólico. A causa de este precio monopólico, cuyo camente justificada, emanada del proceso de la generación
excedente por encima del valor del producto está exclusi­ social de vida, y de todas las transacciones fundadas en
vamente determinado por la riqueza y la afición de los aquél. Desde el punto de vista de una formación econó­
bebedores distinguidos, el vitivinicultor realizaría una im­ mico-social superior, la propiedad privada del planeta en
portante plusganancia. Esta plusganancia, que en este caso manos de individuos aislados parecerá tan absurda com o
emana de un precio monopólico, se transforma en renta la propiedad privada de un hombre en manos de otro
y cae de tal manera en poder del terrateniente, en razón hombre. N i siquiera toda una sociedad, una nación o, es
de sus títulos sobre esta porción del planeta, dotada de más, todas las sociedades contemporáneas reunidas, son
atributos especiales. En consecuencia, en este caso el precio propietarias de la tierra. Sólo son sus poseedoras, sus
m onopólico crea la renta. A la inversa, la renta crearía el usufructuarias, y deben legarla mejorada, com o boni paires
precio m onopólico si los cereales se vendiesen no sólo por familias [buenos padres de familia], a las generaciones
encima de su precio de producción, sino por encima de su venideras.
valor, com o consecuencia de la limitación que impone la
propiedad de la tierra a la inversión de capital, no gene­
radora de renta, en tierras incultas. El hecho de que sea En la siguiente investigación del precio del suelo
sólo el título de un número de personas sobre la propiedad hacemos abstracción de todas las fluctuaciones de la com ­
del globo terráqueo lo que las capacita para adueñarse de petencia, de todas las especulaciones de tierras o también
una parte del plustrabajo de la sociedad en calidad de tri­ de la pequeña propiedad de la tierra, en la cual ésta
buto, y de apropiarse de él en una medida que crece constituye el instrumento principal de los productores, que
constantemente con el desarrollo de la producción, es cosa por ende deben comprarla a cualquier precio.
que queda oculta por la circunstancia de que la renta capi­ I) El precio del suelo puede aumentar sin que aumente
talizada — e s decir, precisamente ese tributo capitalizado— la renta:
aparece com o precio del suelo, y que por ende éste pueda 1) en virtud de la mera baja del tipo de interés, lo que
ser vendido, com o cualquier otro artículo comercial. Por hace que la renta se venda más cara y por consiguiente
ello, para el comprador su derecho a percibir la renta aumente la renta capitalizada, el precio de la tierra;

986 987
2) porque aumenta el interés del capital incorporado aumenta la masa de la renta porque aumenta la masa del
al suelo. capital que genera rentas. La afirmación de que diversas
II) El precio de la tierra puede aumentar porque inversiones sucesivas de capital en una misma zona de
aumenta la renta. tierras sólo pueden generar una renta en la medida en que
La renta puede aumentar porque asciende el precio su rendimiento es desigual y en que por ello se origina
del producto agrícola, en cuyo caso siempre aumenta la una renta diferencial, desemboca en la afirmación de que,
tasa de la renta diferencial, sin que importe si la renta en si se invierten dos capitales de £ 1.000 cada uno en dos
el peor suelo cultivado es grande, pequeña, o no existe en campos de igual rendimiento, sólo uno de ellos podría
absoluto. Entendemos por tasa la relación entre la parte del arrojar renta, a pesar de pertenecer ambos campos a una
plusvalor que se transforma en renta y el capital adelan­ buena clase de tierras, a las que arrojan renta diferencial.
tado que produce el producto agrícola. Esto es diferente de (Por ello, el monto global de las rentas, la renta global
la relación entre el plusproducto y el producto global, pues de un país aumenta con la masa de la inversión de capital,
el producto global no comprende todo el capital adelan­ sin que aumente necesariamente el precio de la porción
tado, esto es, no comprende el capital fijo que subsiste al individual de terreno, o la tasa de renta, o la masa de la
lado del producto. En cambio está comprendido el hecho renta en las diversas porciones de terreno; en este caso, el
de que en todos los tipos de suelo que devengan renta monto global de las rentas se acrecienta con la expansión
diferencial, una parte creciente del producto se transforma espacial del cultivo. Esto puede estar ligado, inclusive, con
en plusproducto excedentario. En el suelo peor, el aumento la disminución de la renta en las diversas fincas.) D e otro
de precio del producto agrícola crea por primera vez la modo, esta afirmación desembocaría en esta otra: que la
renta, y por ende el precio del suelo. inversión de capital en dos porciones diferentes de terreno
Pero la renta puede aumentar, asimismo, sin que contiguas obedecería a otras leyes que la inversión suce­
aumente el precio del producto agrícola. Éste puede per­ siva de capital en la misma porción de terreno, mientras
manecer constante, o inclusive disminuir. que la renta diferencial se deriva precisamente de la iden­
Si dicho precio permanece constante, la renta sólo tidad de la ley en ambos casos, del mayor rendimiento
puede aumentar (abstracción hecha de precios monopó- de la inversión de capital tanto en el mismo campo com o en
lico s), bien porque en el caso de inversión de capital diversos campos. La única modificación que existe aquí,
de igual magnitud en las tierras antiguas, se cultivan tierras y que se pasa por alto, es que la inversión sucesiva de
nuevas de mejor calidad, pero que sólo son suficientes capital, en su aplicación a tierras espacialmente diferentes,
para cubrir la demanda acrecentada, de modo que el se topa con la barrera de la propiedad del suelo, caso
precio regulador de mercado permanece inalterado. En tal éste que no se da en las inversiones sucesivas de capital
caso no aumenta el precio de las tierras antiguas, pero en el mismo suelo. De ahí también el efecto opuesto, en
para el nuevo suelo incorporado al cultivo aumenta el virtud del cual estas diferentes formas de inversión se
precio por encima del precio de las primeras. mantienen, en la práctica, en limitación recíproca. Nunca
O bien aumenta la renta porque, manteniéndose cons­ se presenta aquí una diferencia del capital. Si la com po­
tantes el rendimiento relativo y el precio de mercado, sición del capital permanece constante y otro tanto ocurre
aumenta la masa del capital que explota el suelo. Por ello, con la tasa del plusvalor, la tasa de ganancia permanece
pese a que la renta permanece constante en proporción al inalterada, de modo que, al duplicarse el capital, se duplica
capital adelantado, se duplica, por ejemplo, su masa, la masa de la ganancia. Del mismo modo, bajo las condi­
porque se ha duplicado el propio capital. Puesto que no ciones supuestas permanece constante la tasa de renta. Si
se ha operado una baja del precio, la segunda inversión de un capital de £ 1.000 arroja una renta de x, bajo las
capital arroja una plusganancia, al igual que la primera, circunstancias supuestas un capital de £ 2.000 arrojará
plusganancia ésta que, una vez expirado el plazo de arren­ una renta de 2 x. Pero calculado con referencia a la super­
damiento, se transforma asimismo en renta. E n este caso ficie del suelo, que ha permanecido inalterada ya que,

988 989
conforme al supuesto, en el mismo campo trabaja el doble no se escandaliza por ellas en lo más mínimo. Una total
de capital— , com o consecuencia del aumento en la masa contradicción no tiene en absoluto nada de misterioso para
de la renta también se habrá elevado su nivel. El mismo ellos. Se encuentran tan a sus anchas dentro de formas
acre que reportaba una renta de £ 2, devengará ahora de manifestación que, enajenadas del contexto interno y
£ 4.-" tomadas aisladamente son absurdas, como un pez en el
La relación entre una parte del plusvalor, o sea entre agua. Aquí tiene vigencia lo que dice Hegel con referencia
la renta dineraria — pues el dinero es la expresión autó­ a ciertas fórmulas matemáticas, esto es, que lo que la razón
noma del valor— , y el suelo es, de por sí, absurda e irra­ humana corriente considera irracional, es lo racional, y que
cional; pues las que se miden entre sí son aquí magnitudes su racionalidad es la propia irracionalidad.1?261
inconmensurables: un valor de uso determinado, un terreno Considerado con referencia a la propia superficie del
de tantos y cuantos pies cuadrados, por un lado, y valor, y suelo, el aumento en la masa de la renta se expresa por
en especial plusvalor, por el otro. D e hecho, esto no entero com o un aumento en la tasa de la renta, y de ahí
expresa sino que, bajo las condiciones dadas, la propiedad la situación embarazosa que se produce cuando las condi­
de esos pies cuadrados de suelo capacitan al terrateniente ciones que explicarían un caso se hallan ausentes en otro.
para interceptar una cantidad determinada de trabajo Pero el precio del suelo también puede aumentar
impago, realizado por el capital que hoza en esos pies incluso cuando disminuye el precio del producto de la
cuadrados com o un cerdo entre las papas {en el manus­ tierra.
crito se encuentra aquí entre paréntesis, pero testado: En ese caso puede haberse incrementado, por ulterior
L iebig). Prima facie, sin embargo, la expresión es la misma diferenciación, la renta diferencial, y por ende el precio
que si se pretendiese hablar de la relación entre un billete del suelo, de las tierras mejores. O bien si no es éste
de cinco esterlinas y el diámetro de la tierra. Pero las el caso, con un incremento de la fuerza productiva del
mediaciones de las formas irracionales en las que se pre­ trabajo puede haber disminuido el precio del producto
sentan y se compendian prácticamente determinadas condi­ agrícola, de modo que, sin embargo, el incremento de la
ciones económicas, nada les importan a los agentes prácticos producción lo compense con creces. Supongamos que el
de estas condiciones en su quehacer cotidiano; y puesto que quarter haya costado 60 chelines. Si en el mismo acre
se hallan habituados a moverse dentro de ellas, su razón y con el mismo capital se produjeran 2 quarters en lugar
de uno, y el quarter bajase a 40 chelines, 2 quarters pro­
41 U no de los méritos de R odbertus — sobre cuyo im portante
trabajo acerca de la renta volveremos en el tom o IV— t225l es el de porcionarían 80 chelines, de m odo que el valor del
haber desarrollado este punto. Sólo que comete el error de suponer, producto del mismo capital habría aumentado, en el mismo
en prim er térm ino, que en el capital el aum ento de la ganancia se acre, en un tercio, a pesar de que el precio por quarter
expresa siempre tam bién com o aum ento del capital, de modo que se había reducido en un tercio. A l considerar la renta dife­
al acrecentarse la masa de la ganancia la relación perm anecería
constante. Sin em bargo, esto es un error, pues al modificarse la
rencial hemos expuesto cóm o esto es posible sin que el
composición del capital, a pesar de perm anecer constante la explo­ producto se venda por encima de su precio de producción
tación del trabajo, la tasa de ganancia puede aum entar precisam ente o su valor. D e hecho, sólo es posible de dos maneras. Una
porque el valor proporcional de la parte constante del capital dis­ es que un suelo de mala calidad se ponga fuera de com pe­
minuye en com paración con su parte variable. En segundo térm ino
comete el error de considerar esta relación entre la renta dineraria
tencia, pero el precio del suelo mejor aumente cuando
y una porción de terreno cuantitativam ente determ inada, de un aumenta la renta diferencial, es decir que el mejoramiento
acre, por ejemplo, como algo supuesto en general por la economía general no influya de manera uniforme sobre los diversos
clásica en sus investigaciones acerca del alza o la baja de la renta tipos de suelo. O bien que en el suelo peor el mismo
en general. Esto es nuevamente un error. La econom ía clásica siem­ precio de producción (y el mismo valor, en caso de que se
pre trata a la tasa de renta — en la medida en que considera a la
renta en su form a natural— con referencia al producto; y en tanto abone renta absoluta), se exprese, a causa del incremento
la considera com o renta dineraria, lo hace con referencia al capital en la productividad del trabajo, en una mayor masa de
adelantado, porque ésas son, de hecho, las expresiones racionales. producto. El producto sigue representando el mismo valor,

990 991
pero el precio de sus partes alícuotas ha disminuido, sucesivas inversiones de capital porque la propia tierra
mientras que la cantidad de éstas ha aumentado. Si se obra com o instrumento de producción, caso que no se da,
emplea el mismo capital, esto es imposible; pues en ese o sólo se da dentro de límites muy estrechos, en una fábrica,
caso el mismo valor se expresa siempre en cualquier en la cual la tierra sólo actúa com o sustrato, como lugar,
cantidad de producto que se quiera. Pero sí es posible com o base espacial de operaciones. Por cierto que se puede
si se ha efectuado una adición de capital para yeso, concentrar una gran instalación productora — com o lo hace
guano, etc., en suma, para mejoras cuyos efectos se extien­ la gran industria— en un lugar pequeño, en comparación
den a lo largo de varios años. La condición es que, aunque con los oficios artesanales, parcelados. Pero dada la fase
disminuya el precio del quarter individual, no lo haga de desarrollo de la fuerza productiva, siempre se requiere
en la misma proporción en que aumenta el número de los un espacio determinado, y la construcción de altos también
quarters. tiene sus limitaciones prácticas determinadas. Por encima
III) Estas diferentes condiciones para el aumento de de éstas, la expansión de la producción exige asimismo la
la renta, y por consiguiente del precio de la tierra en ampliación del espacio de terreno. El capital fijo invertido
general o de determinados tipos individuales de suelo en máquinas, etc., no mejora por el uso, sino que, por el
pueden competir en parte, mientras que por otra parte se contrario, se desgasta. A causa de nuevos inventos también
excluyen recíprocamente y sólo pueden operar en forma es posible incorporar aquí mejoras individuales, pero dando
alternada. Pero de lo expuesto se infiere que no es posible por supuesto el desarrollo de la fuerza productiva, la má­
deducir sin más de un aumento del precio de la tierra, un quina sólo puede empeorar. En el caso de un rápido desa­
aumento de la renta, ni que de un aumento de la renta, que rrollo de la fuerza productiva, toda la vieja maquinaria debe
siempre trae aparejado un aumento del precio de la tierra, ser sustituida por otra más ventajosa, es decir que debe
pueda concluirse sin más un aumento de los productos perderse. En cambio la tierra, correctamente tratada, me­
agrícolas.42 jora de continuo. La ventaja de la tierra, consistente en
que sucesivas inversiones de capital pueden reportar me­
joras sin que se pierdan las anteriores, implica al mismo
tiempo la posibilidad de la diferencia de rendimiento entre
En lugar de volver sobre las verdaderas causas natu­ estas sucesivas inversiones de capital.
rales del agotamiento del suelo, que por lo demás a todos
los economistas que escribieron acerca de la renta dife­
rencial les eran desconocidas a causa del estado de la
química agrícola en su época, se ha recurrido al auxilio
de la concepción superficial según la cual no es posible
invertir cualquier masa de capital que se quiera en un
campo espacialmente limitado; tal com o, por ejemplo, la
Edinburgh R e v ie w a aducía contra Richard Jones que no
se podía alimentar a toda Inglaterra mediante el cultivo de
Solio Square.[22S| Aunque se considera esto com o una des­
ventaja particular de la agricultura, lo cierto es precisa­
mente lo contrario. Aquí pueden efectuarse fructíferamente

42 Acerca de la baja de los precios de la tierra con aum ento de


la renta, véase Passy.l227!

* En la 1“ edición, “W estm inster Review ".

992 993
CAPÍTULO XLVII
GÉNESIS DE L A R E N T A C APITALISTA
DE L A TIE R R A

I ) Introduccióna

Hay que comprender con claridad en qué consiste real­


mente la dificultad de examinar la renta de la tierra desde
el punto de vista de la econom ía moderna, en cuanto
expresión teórica del modo capitalista de producción In­
cluso un gran número de escritores más recientes no Ib han
comprendido aún, tal com o lo demuestra cada renovada
tentativa de explicar “de nuevo” la renta de la tierra. En
este caso, lá novedad1 consiste casi siempre en: la recaída
en puntos de vista mucho ha superados. La dificultad no
consiste en explicar en general el plusproducto engendrado
por el capital agrícola y el plusvalor correspondiente a
dicho plusproducto.. Por el aontrario, ese problema está
resuelto ere el! análisis dél plUsvalor que todo capital produc­
tivo genera cualquiera que sea la esfera en la cual se halle
invertido. La dificultad consiste en demostrar de dónde
procede — luego de la nivelación del plusvalor entre los
diversos capitales para: formar la ganancia media, la partici­
pación proporcional (según sus respectivas magnitudes
proporcionales) en el plusvalor global generado por el
capital social cr. todas las esferas de la producción sumadas,
luego de esa nivelación, lüego de haberse producido ya,

* El título y el'subtitulo no figuran en el m anuscrito (l, p. 448).


(Cfr. R 1390/ 2.)

995
en apariencia, la distribución de todo el plusvalor existente dente por encima de la ganancia media, esa propia ganancia
para su distribución— , de dónde procede entonces, decía­ media debe estar establecida com o pauta y, tal com o se da
mos, la parte aún excedente de ese plusvalor que, bajo el caso en el m odo capitalista de producción, com o regula­
la forma de renta, abona al terrateniente el capital invertido dora de la producción en general. Es decir que en formas
en el suelo. Dejando por com pleto al margen los motivos de la sociedad en las que no es el capital el que lleva a
prácticos que incitaban a los economistas modernos, en cabo la función de forzar el plustrabajo y de adueñarse
cuanto voceros del capital industrial contra la propiedad él mismo de todo el plusvalor en primera instancia, es
del suelo, a investigar este problema — motivos que indi­ decir allí donde el capital no se ha subsumido aún el trabajo
caremos con mayor precisión en el capítulo relativo a la social, o sólo lo ha hecho de m odo esporádico, no es
historia de la renta del suelo— , la cuestión resultaba de posible hablar en absoluto de renta en el sentido moderno,
interés decisivo para ellos, en cuanto teóricos. Admitir que de la renta en cuanto excedente por encima de la ganancia
el fenómeno de la renta para el capital invertido en la agri­ media, es decir, por encima de la participación proporcional
cultura provenía de un efecto particular de la propia esfera de todo capital individual en el plusvalor producido por el
de inversiones, de la propia corteza terrestre, en cuanto capital social global. U na prueba de la ingenuidad del
atributos propios de la misma, significaba renunciar al señor Passy (véase más adelante), por ejemplo, es la
propio concepto del valor, es decir que implicaba renunciar de que ya habla de la renta en la sociedad primitiva com o de
a toda posibilidad de conocimiento científico en ese terreno. un excedente por encima de la ganancia, por encima de
Inclusive la sencilla noción de que la renta se abona a una forma social históricamente determinada del plus-
partir del precio del producto agrícola — cosa que ocurre valor que, por consiguiente y según el señor Passy, también
incluso allí donde se la abona en forma natural, si es que puede existir casi sin sociedad alguna.1229'
el arrendatario ha de obtener su precio de producción— Para los economistas más antiguos, que apenas comen­
demostraba el absurdo de explicar el excedente de ese zaban con el análisis del modo capitalista de producción
precio por encima del precio de producción corriente, es — sin desarrollar aún en su época— , el análisis de la renta
decir la carestía relativa del producto agrícola, a partir del o bien no ofrecía dificultad alguna o bien, en todo caso,
excedente de la productividad natural de la industria presentaba dificultades de otra índole. Petty, Cantillon,
agrícola por encima de la productividad de los demás y en general los escritores situados más cerca de la época
ramos de la industria; puesto que, a la inversa, cuanto más feudal, suponen la renta de la tierra com o la forma normal
productivo sea el trabajo, tanto más barata será cada parte del plusvalor en general,*2301 mientras que la ganancia se
alícuota de su producto, porque tanto mayor es la masa funde para ellos indefinidamente con el salario, o a lo sumo
de los valores de uso en los que se representa la misma se les aparece com o una parte de ese plusvalor extorsio­
cantidad de trabajo, y por tanto el mismo valor. nado por el capitalista al terrateniente. Por lo tanto,
Por lo tanto, toda la dificultad en el análisis de la parten de una situación en la cual, en primer lugar, la
renta consistía en explicar el excedente de la ganancia población agrícola aún constituye la parte ampliamente
agrícola por encima de la ganancia media, no el plusvalor, predominante de la nación y en que, en segundo término,
sino el plusvalor excedentario característico de esta esfera el terrateniente aparece aún com o la persona que se apropia
de la producción; es decir, tampoco el “producto neto”, en primera instancia del trabajo excedentario de los pro­
sino el excedente de ese producto neto por encima del ductores directos por medio del monopolio de la propie­
producto neto de los restantes ramos de la industria. La dad de la tierra, es decir en que la propiedad del suelo
propia ganancia media es un producto, una formación del aún aparece también com o la condición primordial de la
proceso de la vida social que se desarrolla bajo condi­ producción. Para ellos no podía existir aún una problemá­
ciones históricas de producción muy determinadas, un tica que, a la inversa, desde el punto de vista del modo
producto que, como hem os visto, presupone una mediación capitalista de producción, trata de averiguar cóm o se las
muy minuciosa. Para poder hablar en general.de un exce­ compone la propiedad de la tierra para sustraerle nueva­

996 997
mente al capital una parte de ese plusvalor por éste produ­ cantes de aquel entonces, y que resulta adecuado al período
cido (es decir, extorsionado al productor directo) y apro­ de desarrollo capitalista que representan, es que en la
piado ya en primera instancia. transformación de las sociedades agrícolas feudales en
Para los fisiócratas, la dificultad ya es de otra índole. industriales, y en la correspondiente lucha industrial entre
En su carácter de primeros intérpretes sistemáticos, de las naciones en el mercado mundial, lo que importa es un
hecho, del capital, intentan analizar la naturaleza del plus- desarrollo acelerado del capital, que no puede alcanzarse
valor en general. Para ellos, el análisis coincide con el por lo que ha dado en llamarse la vía natural, sino por
análisis de la renta, única forma en la cual, desde su punto medios coercitivos. Hay una enorme diferencia entre que el
de vista, existe el plusvalor. Por eso, a su juicio el capital capital nacional se transforme lenta y paulatinamente
que devenga renta o el agrícola es el único capital que en capital industrial, o que esa transformación se acelere a
genera plusvalor, y el trabajo agrícola puesto en movi­ mediante los impuestos con que gravan, a través de
miento por él es el único que pone plusvalor, es decir, en los aranceles proteccionistas, especialmente a terratenientes,
forma totalmente correcta desde el punto de vista capita­ medianos y pequeños campesinos y artesanos; mediante la
lista, el único trabajo productivo. Consideran con toda expropiación acelerada de los productores directos autóno­
justeza que la producción de plusvalor es lo decisivo. Al mos; mediante la acumulación y concentración forzada­
margen de otros méritos de los que nos ocuparemos en el mente aceleradas de los capitales; en suma, mediante un
tom o IV ,a tienen por lo pronto el gran mérito de retornar establecimiento acelerado de las condiciones del modo
del capital comercial, que actúa únicamente en la esfera capitalista de producción. Ello constituye al mismo tiempo
de la circulación, al capital productivo, en contraposición al una enorme diferencia en la explotación capitalista e indus­
sistema mercantilista, que con su grosero realismo consti­ trial de la fuerza productiva nacional natural. El carácter
tuye la econom ía vulgar propiamente dicha de aquella nacional del sistema mercantilista no es, por ello, una mera
época, y cuyos intereses prácticos relegaron por completo frase en boca de sus portavoces. Bajo el pretexto de ocu­
a un plano secundario los inicios de un análisis científico parse solamente de la riqueza de la nación y de los recursos
por parte de Petty y sus continuadores. En la crítica del del estado, de hecho declaran que los intereses de la clase
sistema mercantilista sólo se trata aquí, al pasar, acerca de capitalista y el enriquecimiento en general son el fin último
sus puntos de vista relativos al capital y al plusvalor. Ya de aquél, y proclaman la sociedad burguesa contra el
hemos señalado anteriormenteb que el sistema moneta- antiguo estado supraterrenal. Pero al mismo tiempo existe
rista proclama correctamente la producción para el merca­ la conciencia de que el desarrollo de los intereses del
do mundial y la transformación del producto en mer­ capital y de la clase capitalista, de la producción capita­
cancía, y por ende en dinero, com o supuesto y condición lista, se ha convertido en la base del poderío nacional y
de la producción capitalista. En su continuación en el del predominio nacional en la sociedad moderna.
sistema mercantilista no decide ya la transformación del Además, lo correcto en los fisiócratas es su tesis de
valor de las mercancías en dinero, sino la producción que, en realidad, toda producción de plusvalor, y por
de plusvalor, pero desde el punto de vista no conceptual de ende también todo desarrollo del capital se basan, con
la esfera de la circulación, y a la vez de tal suerte que ese arreglo a sus fundamentos naturales, en la productividad
plusvalor se representa en plusdinero, en excedente de la del trabajo agrícola. Si los hombres no fuesen en absoluto
balanza comercial. Pero al propio tiempo, lo que carac­ capaces de producir, en una jornada laboral, mayor can­
teriza justamente a los interesados comerciantes y fabri­ tidad de medios de subsistencia — es decir, en el sentido
más estricto del término, más productos agrícolas— de los
* En Teorías del plusvalor. Véase el volumen xxvi, de M E W , que precisa cualquier trabajador para su propia reproduc-
1? parte, pp. 10-33, 272-307, 342-344.
b E n la C ontribución a la crítica . . . Véase M E W , t. xlii, “ La traducción literal sería: “se acelere tem poralm ente”
pp. 133-134. (“zeitlich beschleunigt wird”).

998 999
ción, si el gasto diario de toda su fuerza de trabajo sólo mayor o menor grado (véase Vingard, H istoire du travail)
bastase para producir los medios de subsistencia indispen­ durante toda la Edad M edia, el producto y el plusproducto
sables para sus necesidades individuales, no podría hablarse de las grandes haciendas no constaba en m odo alguno
en absoluto de plusproducto ni de plusvalor. Una produc­ únicamente de los productos del trabajo agrícola. Abar­
tividad del trabajo agrícola que exceda las necesidades indi­ caba asimismo los productos del trabajo industrial. La
viduales del trabajador es la base de toda sociedad, y ante artesanía domiciliaria y el trabajo manufacturero como
todo la base de la producción capitalista, que libera de la actividades subsidiarias de la agricultura, que constituye
producción de los medios de subsistencia directos a una la base, son la condición del modo de producción en el cual
parte siempre creciente de la sociedad, convirtiéndolos, se funda esta economía natural, tanto de la Antigüedad y
com o dice Steuart12311, en free hands [brazos libres ] , 3 tor­ el M edioevo europeos com o en la actualidad en la com u­
nándolos disponibles para la explotación en otras esferas. nidad india, cuya organización tradicional no ha sido des­
Pero, ¿qué hemos de decir de los nuevos tratadistas de truida aún. El modo capitalista de producción deroga por
economía com o Daire, Passy, etc., quienes en el ocaso com pleto esta vinculación; es éste un proceso que, en gran
de toda la econom ía clásica o, más aun, junto al lecho de escala, puede estudiarse particularmente durante el último
muerte de la misma, repiten las ideas más primitivas acerca tercio del siglo xvm en Inglaterra. Mentalidades educadas
de las condiciones naturales del plustrabajo, y por ende en sociedades más o m enos semifeudales, com o la de
del plusvalor en general, y con ello creen aportar algo Herrenschwand, por ejemplo, consideran, aun en las postri­
novedoso y concluyente acerca de la renta de la tierra,1232’ merías del siglo xvm , esta separación entre la agricultura
luego de que dicha renta ha sido desarrollada desde mucho y la manufactura com o un alocado acto de temeridad
tiempo atrás com o una forma particular y una parte especí­ social, como un modo de existencia incomprensiblemente
fica del plusvalor? Lo que caracteriza precisamente a la arriesgado. E inclusive en las economías agrícolas de la
econom ía vulgar es que ésta repite lo que en determinada Antigüedad que exhiben la mayor analogía con la agricul­
etapa ya superada del desarrollo fuera nuevo, original, tura capitalista, en Cartago y en Roma, la similitud es
profundo y justificado, en una época en la cual es chato, mayor con respecto a la economía de plantación que a la
manido y erróneo. Con ello confiesa que ni siquiera tiene forma correspondiente al modo de explotación realmente
una noción acerca de los problemas que ocuparon a la capitalista . 42 bis Durante la Antigüedad no se encuentra
econom ía clásica. Los confunde con cuestiones tales com o en la Italia continental una analogía formal — una analogía
sólo pudieron ser planteadas en un estadio inferior del desa­ formal que, sin embargo, también aparece en todos sus
rrollo de la sociedad burguesa. Otro tanto ocurre con su puntos esenciales com o una ilusión para quien haya com­
manera incesante y complaciente de rumiar los principios prendido el modo capitalista de producción y que no des­
fisiocráticos acerca del libre cambio. Dichos principios han cubra, por ejemplo como el señor M ommsen , 43 el modo
perdido, desde muchísimo tiempo atrás, todo y cualquier
42 bl" A dam Smith subraya que en su época (y esto vale tam ­
interés teórico, por mucho que puedan interesar en la prác­
bién para la nuestra, en lo que respecta a la econom ía de planta­
tica a tal o cual estado. ción en los países tropicales y subtropicales) la renta y la ganancia
En la econom ía natural propiamente dicha, en la que no se han separado aún,t23’ l pues el terrateniente es, a la vez, el
no entra o sólo entra una parte sumamente insignificante capitaljsta, como lo era, por ejemplo, C atón en sus haciendas. Pero
del producto agrícola en el proceso de circulación, e inclu­ esta separación es, precisam ente, el supuesto del modo capitalista
de producción, con cuyo concepto se halla además en contradicción
sive sólo una parte relativamente insignificante de la parte la base de la esclavitud.
del producto que constituye el rédito del terrateniente, 12331 43 En su Historia de R om a, el señor M ommsen no entiende en
com o ocurre, por ejemplo, en muchos latifundios de la absoluto la palabra “capitalista” en el sentido de la econom ía y la
antigua Rom a, en las villas de Carlom agno 12341 y, en sociedad m odernas, sino a la m anera de la idea popular, tal como
ésta sigue proliferando no en Inglaterra o N orteam érica, sino en el
continente, en calidad de antigua tradición derivada de condiciones
" En la 1? edición, “free heads” (“cabezas libres”), pretéritas.

1000 1001
capitalista de producción en cualquier economía dinera­
da— sino solamente acaso en Sicilia, porque ésta existía fue removida violentamente por incongruente . 123“1 Pero en
com o país agrícola tributario de Roma, por lo cual la segundo lugar, allí donde persistió sobre la base del modo
agricultura estaba fundamentalmente orientada hacia la capitalista de producción, no era ni podía ser otra cosa
exportación. A llí se encuentran arrendatarios en el sentido que una expresión medievalmente disfrazada de la renta
moderno del término. dineraria. Por ejemplo, el quarter de trigo está a 40 che­
Una concepción errónea acerca de la naturaleza de la lines. Una parte de ese quarter debe reponer el salario
renta se basa en la circunstancia de que, a partir de la eco­ contenido en él y ser vendido para que sea posible des­
nomía natural de la Edad Media y en total contradicción embolsarlo nuevamente; otra porción debe venderse para
con las condiciones del modo capitalista de producción, abonar la parte de los impuestos que corresponde al
la renta en su forma natural 3 ha sido traída por arrastre a quarter. Allí donde se halla desarrollado el modo capita­
los tiempos modernos, en parte a través de los diezmos lista de producción, y con él la división del trabajo social,
eclesiásticos, en parte com o rareza, perpetuada por antiguos entran la propia simiente y una parte del abono como
contratos. Ello suscita la apariencia de que la renta surgiría mercancías en la reproducción, es decir que hay que com­
no del precio del producto agrícola, sino de su masa, es prarlos para su reposición; y por lo tanto hay que vender
decir no de las condiciones sociales, sino de la tierra. Ya otra parte del quarter para que suministre el dinero corres­
hemos demostrado anteriormente que, pese a que el plus- pondiente. En la medida en que no es menester comprarlos
valor se representa en un plusproducto, no se da la inversa, realmente com o mercancía, sino que se los extrae del propio
esto es, que un plusproducto, en el sentido de mero incre­ producto in natura [en especie] y entran de nuevo com o
mento en la masa del producto, represente un plusvalor. condiciones de producción en su reproducción — cosa que
Puede representar un minusvalor. De lo contrario, la indus­ ocurre no sólo en la agricultura, sino en muchos ramos de
tria algodonera de 1860 debería representar un enorme la producción que producen capital constante— , entran
plusvalor, en comparación con la de 1840, mientras que, en el cálculo, expresados en dinero de cuenta, y se deducen
por el contrario, bajó el precio del hilado. A consecuencia como partes constitutivas del precio de costo. El desgaste
de una serie de malas cosechas la renta puede aumentar de la maquinaria y del capital fijo en general debe repo­
enormemente porque aumenta el precio de los cereales, nerse en dinero. Finalmente arribamos a la ganancia, que
pese a que ese plusvalor se presenta en una masa decre­ se calcula sobre la suma de estos costos, expresados en di­
ciente — en términos absolutos— de trigo, más caro. A la nero o en dinero de cuenta. Esta ganancia se representa en
inversa, a causa de una serie de años fértiles puede dis­ una parte determinada del producto bruto, determinada
minuir la renta porque baja el precio, pese a que la renta por su precio. Y la parte luego restante configura la renta.
reducida se presenta en una masa mayor de trigo, más Si la renta contractual en productos es mayor que este
barato. Por ahora sólo cabe consignar acerca de la renta resto determinado por el precio, no constituye una renta,
en productos que la misma es una mera tradición, llegada sino una deducción de la ganancia. Y a por esta sola posibi­
de arrastre a partir de un modo de producción perimido, lidad, la renta en productos que no obedece al precio del
que pervive a la manera de una ruina y cuya contradicción producto, es decir que puede ascender a más o menos que
con el modo capitalista de producción se revela en la cir­ la renta real, y que por ello puede constituir no sólo una
cunstancia de que desapareció por sí sola de los contratos deducción de la ganancia, sino también de componentes
privados, y que allí donde pudo intervenir la legislación, de la reposición de capital, es una forma anticuada. De
com o en el caso de los diezmos eclesiásticos en Inglaterra, hecho, la renta en productos, en tanto sea una renta no
por su nombre sino por su índole, está exclusivamente
determinada por el excedente del precio del producto por
" En alg una versión de E l c a p ita l se prefiere verter “ Rente in encima de sus costos de producción. Sólo que supone esta
N a tu ra lf o r m " , m ás sencillamente, por “ renta en especie” (cfr.
magnitud variable com o una constante. Pero es una idea
TI 787: "rent in k ind” ).
muy reconfortante la de que el producto in natura alcance.
1002
1003
en primer lugar, para alimentar a los obreros, luego para que le pertenece de hecho, y los restantes días de la semana
dejarle al arrendatario capitalista más alimento del que en la propiedad del señor, para éste y en forma gratuita—
necesita, y que el excedente por encima de ello constituye la cuestión aún está aquí totalmente clara, ya que en este
la renta natural. Exactamente lo mismo que si un fabri­ caso renta y plusvalor son idénticos. La renta, y no la
cante de telas estampadas de algodón fabrica 2 0 0 .0 0 0 ganancia, es la forma en la que se expresa aquí el plustra-
varas. Estas varas no sólo bastan para vestir a los obreros bajo impago. a La medida en que el trabajador ( self-
del fabricante, a su mujer y toda su descendencia, así com o sustaining serf [siervo autosuficiente]) puede ganar aquí un
a él mismo, sino que, más aun, bastan para permitirle que excedente por encima de sus medios de subsistencia impres­
quede tela para la venta y finalmente para pagar una cindibles, es decir un excedente por encima de lo que
inmensa renta en telas de algodón. ¡La cuestión es tan en el modo capitalista de producción denominaríamos el
sencilla! Réstense los costos de producción de 200.000 salario, depende, bajo circunstancias en lo demás cons­
varas de tela estampada de algodón, y tendrá que quedar tantes, de la proporción en que se divide su tiempo
un excedente de telas en calidad de renta. Deducir de de trabajo en tiempo de trabajo para sí mismo y en tiempo de
2 0 0 .0 0 0 varas de tela de algodón, por ejemplo, los costos prestación personal servil para el señor. Este excedente por
de producción de £ 10 .0 0 0 sin conocer el precio de encima de los medios de subsistencia más indispensables,
venta de esas telas, deducir de la tela dinero, es decir el germen de lo que aparece en el modo capitalista de pro­
restar un valor de cambio a un valor de uso en cuanto tal, ducción com o ganancia, está por consiguiente determinado
y luego determinar el excedente de las varasde tela por en su totalidad por el nivel de la renta del suelo, que
encima de las libras esterlinas, es, de hecho, una idea en este caso no sólo es plustrabajo directamente impago,
ingenua. Es peor que la cuadratura del círculo, la cual se sino que también aparece com o tal; plustrabajo impago
basa, por lo menos, en el concepto de los límites en los para el “propietario” de las condiciones de producción, que
cuales se confunden rectas y curvas. Pero es la receta coinciden aquí con el suelo y que, en la medida en que se
del señor Passy: ¡hay que restar dinero de las telas de diferencien de él, sólo cuentan com o accesorios del mismo.
algodón antes de que éstas, en la mente o en la realidad,
El hecho de que el producto de quien efectúa la prestación
se hayan convertido en dinero! ¡El excedente lo constituye
servil deba bastar, en este caso, para reponer sus condi­
la renta, de la cual hay que apoderarse, sin embargo,
ciones de trabajo además de su sustento, es una circuns­
naturaliter [en especie] (véase, por ejemplo, Karl
tancia que permanece invariable en todos los m odos de
Arnd l2 iTl) , y no por medio de diabluras “sofísticas”! En
producción, ya que no es resultado de su forma específica,
esta necedad, en sustraer a tantas o cuantas fanegas de
sino una condición natural de cualquier trabajo continuo
trigo el precio de producción, en restar a una medida
y reproductivo en general, de toda producción continua,
cúbica cierta suma de dinero, desemboca toda esta restau­
que siempre es, al mismo tiempo, reproducción, es decir
ración de la renta en especie.
también reproducción de sus propias condiciones operantes.
II) La renta en trabajo a Además está claro que en todas las formas en las que el
trabajador directo sigue siendo “poseedor” de los medios
Si se considera la renta del suelo en su forma más de producción necesarios para la de sus propios medios de
simple, la de la renta en trabajob — en la cual el productor subsistencia y sus condiciones de trabajo, la relación de
directo labora durante una parte de la semana con ins­ propiedad debe manifestarse al mismo tiempo como re­
trumentos de trabajo que le pertenecen de hecho o jurídi­ lación directa de dominación y servidumbre, con lo que el
camente (arado, bestias de labor, etc .), atendiendo el suelo

“ Subtítulo de Engels (R 1398/2). “ E n el m anuscrito, M arx rem ite aquí al “libro i , cap. IV ” . Este
En el m anuscrito (i, p. 454) M arx emplea el térm ino inglés capítulo V i se transform aría m ás tarde en la sección séptima del
labour rent, que Engels traduce por Arbeitsrente. (Véase R 1398/2.) tom o i, “El proceso de acum ulación del capital” (Cfr. R 1399/ 1.)

1004 1005
productor directo aparecerá com o carente de libertad;
La forma económica específica en la que se le extrae
carencia ésta de libertad que podrá atenuarse desde la
el plustrabajo impago al productor directo determina la
servidumbre [Leibeigenschaft] con prestaciones personales relación de dominación y servidumbre, tal com o ésta surge
hasta la mera obligación tributaria. Con arreglo a nuestro
directamente de la propia producción y a su vez reacciona
supuesto, en este caso el productor directo se encuentra
en forma determinante sobre ella. Pero en esto se funda
en posesión de sus propios medios de producción, de las
toda la configuración de la entidad comunitaria económica,
condiciones objetivas de trabajo necesarias para llevar a
emanada de las propias relaciones de producción, y por
cabo su trabajo y para la producción de sus medios de
ende, al mismo tiempo, su figura política específica. En
subsistencia; desarrolla de manera autónoma su agricultura,
todos los casos es la relación directa entre los propietarios
así com o la industria domiciliaria rural vinculada con ella.
de las condiciones de producción y los productores directos
Esa autonomía no queda abolida por el hecho de que,
— relación ésta cuya forma eventual siempre corresponde
como sucede por ejemplo en la India, esos pequeños cam­
naturalmente a determinada fase de desarrollo del modo
pesinos formen entre sí una comunidad de producción más
de trabajo y, por ende, a su fuerza productiva social—
o menos resultante de un proceso natural, puesto que en
donde encontraremos el secreto más íntimo, el fundamento
este caso sólo se trata de la autonomía con respecto al
oculto de toda la estructura social, y por consiguiente
propietario nominal de la tierra. En estas condiciones, sólo
también de la forma política que presenta la relación de
es posible arrancarles el plustrabajo para el terrateniente
soberanía y dependencia, en suma, de la forma específica
nominal mediante una coerción extraeconómica, sea cual
del estado existente en cada caso. Esto no impide que la
fuere la forma que ésta asuma . 44 Lo que la diferencia
misma base económica — la misma con arreglo a las con­
de la economía esclavista o de plantación es que en ésta el
diciones principales— , en virtud de incontables diferentes
esclavo trabaja con condiciones de producción ajenas, y no
circunstancias empíricas, condiciones naturales, relaciones
en forma autónoma. Por lo tanto, son necesarias relaciones
raciales, influencias históricas operantes desde el exte­
de dependencia personal, la carencia de libertad personal,
rior, etc., pueda presentar infinitas variaciones y matices en
cualquiera que sea su grado, y el hallarse ligado a la tierra
sus manifestaciones, las que sólo resultan comprensibles
en cuanto accesorio de la misma, la servidumbre de la gleba
mediante el análisis de estas circunstancias empíricamente
[Hörigkeit] en el sentido propio del término . 123"1 Si no es el
dadas.
terrateniente privado sino, com o sucede en Asia, el estado
Con respecto a la renta en trabajo — la forma más
quien los enfrenta directamente com o terrateniente y a la
simple y primitiva de la renta— se comprende con nitidez
vez com o soberano, entonces coinciden la renta y el im­
lo siguiente: la renta es aquí la forma originaria del plus-
puesto o, mejor dicho, no existe entonces ningún impuesto
valor y coincide con él. Pero además, en este caso la coinci­
que difiera de esta forma de la renta de la tierra. En estas
dencia del plusvalor con el trabajo ajeno impago no re­
circunstancias, la relación de dependencia, tanto en lo polí­
quiere análisis alguno, ya que aún existe en su forma
tico com o en lo económ ico no necesita poseer ninguna
visible y palpable, pues el trabajo del productor directo
forma más dura que la que le es común a cualquier con­
para sí mismo todavía se halla espacial y temporalmente
dición de súbditos con respecto a ese estado. El estado
separado de su trabajo para el señor, y este último trabajo
en este caso, es el supremo terrateniente. La soberanía es
se manifiesta directamente en la forma brutal del tra­
aquí la propiedad del suelo concentrada en escala nacional.
bajo forzoso para un tercero. Del mismo modo, el “atri­
Pero en cambio no existe la propiedad privada de la tierra,
buto” del suelo en el sentido de arrojar una renta se halla
aunque sí la posesión y usufructo, tanto privados como
reducido aquí a un manifiesto secreto a voces, pues a la
comunitarios, del suelo.
naturaleza que proporciona la renta pertenece asimismo la
44 Después de la conquista de un país, siempre constituyó el fuerza de trabajo humana encadenada a la tierra, y también
paso inm ediato posterior para los conquistadores el de apropiarse la relación de propiedad que obliga al poseedor de esa
asimismo de los hombres. Cf. Linguet. Véase asimismo Moser.l'-3 * 1
fuerza de trabajo a aplicarla y esforzarla por encima de
1006 1007
la medida que se requeriría para la satisfacción de sus de cualquier otro excedente que sobrepase al salario, bajo
propias necesidades insoslayables. La renta consiste direc­ circunstancias en lo demás constantes no sólo el volumen
tamente en la apropiación, por parte del terrateniente, de de semejante ganancia, sino inclusive su existencia depen­
este gasto excedentario en materia de fuerza de trabajo, derán del volumen de la renta, es decir del plustrabajo que
pues el productor directo no le abona otra renta que ésa. debe efectuarse obligadamente para el propietario.
Aquí, donde no sólo son idénticos el plusvalor y la renta, Puesto que el productor directo no es propietario, sino
sino que el plusvalor aún posee manifiestamente la forma solamente poseedor, y en los hechos, todo su plustrabajo
de plustrabajo, resultan también palmarias las condiciones pertenece de jure al terrateniente, algunos historiadores han
o limitaciones naturales de la renta, porque lo son las del manifestado su extrañeza acerca de que bajo tales condi­
plustrabajo en general. El productor directo debe 1) poseer ciones pudiera darse un desarrollo independiente de patri­
suficiente fuerza de trabajo y 2 ) las condiciones naturales monio y — relativamente hablando— de riqueza por parte
de su trabajo, es decir, en primera instancia, las de la de los individuos sujetos a prestaciones personales o siervos.
tierra cultivada, deben ser suficientemente fértiles, en una No obstante, está claro que en las situaciones naturales y no
palabra, la productividad natural de su trabajo debe ser desarrolladas en las que se basa esta relación de producción
suficientemente grande como para que le quede la posibi­ social y el modo de producción correspondiente a ella, la
lidad de trabajo excedentario por encima del trabajo nece­ tradición debe desempeñar un papel dominante. Además
sario para la satisfacción de sus propias necesidades insos­ está claro que aquí, com o siempre, a la parte dominante de
layables. Esta posibilidad no crea la renta, cosa que sólo la sociedad le interesa santificar lo existente confiriéndole
hace la coerción, que convierte la posibilidad en una el carácter de ley y fijar com o legales sus barreras, dadas
realidad. Pero la propia posibilidad está ligada a condi­ por el uso y la tradición. Prescindiendo de todo lo demás,
ciones naturales subjetivas y objetivas. Tampoco en esto por otra parte esto se produce por sí solo apenas la repro­
hay nada de misterioso. Si la fuerza de trabajo es pequeña ducción constante de la base de las condiciones imperantes,
y las condiciones naturales del trabajo son precarias, el de la relación en la que se basa, asume con el correr del
plustrabajo será de escasa cuantía, pero en tal caso lo serán tiempo una forma regulada y ordenada; y esta regla y este
también, por una parte, las necesidades de los productores, orden son, de por sí, un factor imprescindible de cualquier
y por la otra el número relativo de explotadores del plus- modo de producción que pretenda asumir solidez social e
trabajo, y finalmente el plusproducto en el que se concreta independencia del mero azar o de la arbitrariedad. Esa
este plustrabajo poco rendidor para este número más redu­ regla y ese orden son precisamente, la forma en que se
cido de propietarios explotadores. consolida socialmente esc modo de producción, y por ende
Por último, en la renta en trabajo resulta por sí solo de su emancipación relativa con respecto a la mera arbitra­
que, bajo circunstancias en lo demás constantes, depen­ riedad o al mero azar. Alcanza esta forma, en el caso de
derá total y absolutamente del volumen relativo del plustra­ situaciones de estancamiento tanto del proceso de pro­
bajo o de la prestación personal servil en qué medida ducción com o de las relaciones sociales correspondientes
el productor directo será capaz de mejorar su propia si­ a él, por la mera reproducción reiterada de sí mismo. Si
tuación, de enriquecerse, de generar un excedente por dicha reproducción ha durado un tiempo, se consolida com o
encima de los medios de subsistencia imprescindibles o, costumbre y tradición, y termina por ser consagrada en
si hemos de anticipar el modo de expresión capitalista, si calidad de ley expresa. Pero puesto que la forma de ese
puede producir — o de ser así, en qué medida— alguna plustrabajo — la prestación personal servil— se basa en
ganancia para si mismo, es decir un excedente por encima la falta de desarrollo de todas las fuerzas productivas so­
de su salario, producido por él mismo. En este caso la ciales del trabajo, en la tosquedad del propio modo de
renta es la forma normal, que todo lo absorbe, digamos trabajo, debe restar, naturalmente, una parte alícuota mucho
que legítima, del plustrabajo; y muy lejos de ser un exce­ menor del trabajo global de los productores directos que
dente por encima de la ganancia, esto es, aquí por encima en modos de producción desarrollados, y en especial

1008 1009
que en la producción capitalista. Supongamos, por ejemplo, cias de la forma anterior, es decir de la renta que debe
que la prestación personal servil para el señor haya sido origi­ entregarse directamente en trabajo, o sea de la prestación
nariamente de dos días por semana. D e ese modo quedan personal servil, y ello tanto si el terrateniente es una per­
fijados esos dos días de prestación personal, constituyen sona privada o el estado. La renta en productos supone
una magnitud constante, legalmente regulada por la ley un nivel cultural superior del productor directo, es decir
escrita o consuetudinaria. Pero la productividad de los res­ una fase de desarrollo superior de su trabajo y de la so­
tantes días de la semana de los que dispone el propio pro­ ciedad en general; y se diferencia de la forma precedente
ductor directo es una.m agnitud variable, que debe desa­ por el hecho de que el plustrabajo ya no debe ejecutarse
rrollarse en el curso de su experiencia, exactamente de la en su figura natural, y por lo tanto tampoco ya bajo la
misma manera que las nuevas necesidades cuyo conoci­ vigilancia y coerción directas del terrateniente o sus repre­
miento adquiere, y exactamente del mismo modo que la sentantes, sino que el productor directo, impulsado por el
expansión del mercado para su producto y la creciente poder de las condiciones imperantes en lugar de serlo por
seguridad con que dispone de esa parte de su fuerza de la coerción directa, y por las disposiciones legales y no por
trabajo, lo acicatearán para que despliegue en mayor grado el látigo, debe efectuarlo bajo su propia responsabilidad.
su fuerza de trabajo, no debiendo olvidarse que el empleo La plusproducción, en el sentido de producción por encima
de esa fuerza no se limita en modo alguno a la agricultura, de las necesidades indispensables del productor directo y
sino que incluye la industria domiciliaria rural. Aquí está dentro del campo de producción que le pertenece de hecho
dada la posibilidad de cierto desarrollo económico, natu­ a él mismo, del suelo explotado por él mismo, en lugar
ralmente dependiente de las circunstancias favorables, del de efectuarse, com o antes, en la finca señorial, situada
carácter racial innato, etc. fuera y junto a su propia tierra, se ha convertido aquí ya
en una regla que se comprende de suyo. En este aspecto,
111) La renta en p ro du ctosa el productor directo dispone en mayor o menor grado del
empleo de todo su tiempo de trabajo, pese a que, com o
La transformación de la renta en trabajo en la renta antes, una parte de ese tiempo de trabajo — originaria­
en productos no altera en absoluto, económicamente ha­ mente, en forma aproximada, toda la parte excedentaria
blando, la esencia de la renta de la tierra. La misma con­ del mismo— pertenece gratis al terrateniente; sólo que éste
siste, en las formas que aquí consideramos, en que es la ya no lo recibe directamente en su propia forma natural,
única forma imperante y normal del plusvalor o del plus- sino en la forma natural del producto en el cual se realiza.
trabajo; lo cual, a su vez, se expresa diciendo que es el La enojosa interrupción ocasionada por el trabajo para el
único plustrabajo o el único plusproducto que el productor terrateniente, y que según la reglamentación de la prestación
directo, que se halla en posesión de las condiciones de tra­
personal servil interviene en forma más o menos pertur­
bajo necesarias para su propia reproducción, debe entregar
badora (véase tomo I, capítulo vm , 2: Fabricante y bo­
al propietario de la condición de trabajo que en esas condi­
yardo ) 3 desaparece cuando la renta en producto es pura,
ciones sociales todo lo engloba, o sea del suelo; y que,
o si por lo menos se halla reducida a pocos y breves inter­
por otra parte, es sólo la tierra la que lo enfrenta com o
valos en el año durante los cuales persisten ciertas presta­
una condición de trabajo que se encuentra en propiedad
ciones personales además de la renta en productos. El
ajena, que se ha vuelto autónoma frente a él y está perso­
nificada en el terrateniente. En la medida en que la renta trabajo del productor para sí mismo y su trabajo para
en productos es la forma dominante y más desarrollada de el terrateniente ya no se hallan ostensiblemente separados
la renta del suelo, aún se encuentra acompañada siempre, en el tiempo y el espacio. Esta renta en productos, en su
por lo demás, y en mayor o menor grado, por superviven­ forma pura — pese a que sus vestigios puedan arrastrar

“ En inglés en el manuscrito: "Produce ren t” (R 1403/2). “ Véase, en la presente edición, t. i, vol. 1, pp. 282 y ss.

1010 1011
una existencia ruinosa a través de m odos y relaciones de sumamente apropiada para proporcionar la base de situa­
producción más desarrollados— sigue presuponiendo la ciones sociales estacionarias tales com o las que vemos por
econom ía natural, es decir que las condiciones económicas ejemplo, en Asia. Aquí, com o en la forma anterior de la
se engendran en su totalidad o cuando menos en su parte renta en trabajo, la renta de la tierra es la forma normal
inmensamente mayor en la propia economía, reponiéndose del plusvalor, y por ende del plustrabajo, es decir de todo
y reproduciéndose de manera directa a partir del producto el trabajo excedentario que el productor directo debe pro­
bruto de la misma. Presupone además la unificación de porcionar en forma gratuita, esto es, de hecho, coercitiva­
la industria domiciliaria rural con la agricultura; el plus- mente — pese a que esa coerción no lo enfrente ya en la
producto, que constituye la renta, es el producto de esta antigua forma brutal— al propietario de su condición de
labor familiar agrícola-industrial unificada, sin que tenga trabajo más esencial: el suelo. La ganancia — si denomi­
importancia si, tal com o ocurría a menudo en la Edad namos así, adelantándonos indebidamente, la fracción del
Media, la renta en productos engloba mayor o menor excedente de su trabajo por encima del trabajo necesario
cantidad de productos industriales o si sólo se la tributa del que se apropia él mismo— dista tanto de determinar la
en la forma de producto agrícola propiamente dicho. Bajo renta en productos, que, por el contrario, crece a sus es­
esta forma de la renta, no es necesario que la renta en pro­ paldas y tiene su límite natural en el volumen de la renta
ductos, en la cual se representa el plustrabajo, agote en en productos. Ésta puede poseer una cuantía que ponga
modo alguno todo el trabajo excedentario de la familia seriamente en peligro la reproducción de las condiciones
rural. Por el contrario, en comparación con lo que ocurre de trabajo, de los propios medios de producción, que impo­
en el caso de la renta en trabajo, se le da al productor sibilite en mayor o menor grado la ampliación de la pro­
mucho mayor libertad de movimientos para lograr tiempo ducción y que reduzca a los productores directos al mínimo
con vistas al trabajo excedentario cuyo producto le perte­ físico de medios de subsistencia. Este caso se da, en es­
nece a él mismo, exactamente de la misma manera que el pecial, cuando una nación comercial conquistadora se
producto de su trabajo que satisface sus necesidades más encuentra con esta forma y la explota, com o ocurre, por
indispensables. Asimismo, con esta forma aparecerán dife­ ejemplo, con los ingleses en la India.
rencias mayores en la situación económ ica de los distintos
productores directos. Por lo menos existe la posibilidad IV ) La renta dinerada*
de ello, y la posibilidad de que ese productor directo haya
adquirido los medios para explotar él mismo, a su vez, Entendemos aquí por renta en dinero — a diferencia
trabajo ajeno en forma directa. Pero esto no nos concierne de la renta del suelo, comercial o industrial, basada en el
aquí, donde tenemos que vérnoslas con la forma pura modo capitalista de producción, que sólo constituye un ex­
de la renta en productos; del mismo modo que no podemos cedente por encima de la ganancia media— la renta ema­
entrar a considerar en absoluto las infinitamente diferentes nada de una mera trasmutación formal de la renta en
com binaciones en que pueden unirse, adulterarse y amal­ productos, del mismo modo que esta misma era sólo la
gamarse las diversas formas de la renta. A causa de la renta en trabajo transformada. En este caso, el productor
forma de la renta en productos, ligada a determinado tipo directo debe abonarle a su terrateniente (independiente­
de producto y de la producción misma, a causa de la com ­ mente de que éste sea el estado o un particular) el precio
binación de agricultura e industria domiciliaria que le es del producto en lugar del producto mismo. Por consi­
imprescindible, a causa de la autosuficiencia casi completa guiente ya no basta un excedente del producto en su forma
que adquiere la familia campesina en razón de ello, a natural, sino que debe ser convertido de esta forma natural
causa de su independencia con respecto al mercado y al a la forma dineraria. Pese a que el productor directo pro­
movimiento de la producción y de la historia de la parte
de la sociedad situada fuera de ella, en suma, a causa del * En inglés en el m anuscrito (i, p. 460): “ Money R ent”
carácter de la econom ía natural en general, esta forma es (R 1406/2).

1012 1013
sigue produciendo personalmente cuando menos la mayor general, en renta dineraria cuando menos la parte de esa
parte de sus m edies de subsistencia, debe transformar ahora renta existente com o impuesto estatal, atestiguan lo poco
una parte de su producto en mercancía, debe producirlo practicable que es esta transformación sin la existencia de
com o mercancía. En consecuencia, el carácter de todo el un desarrollo determinado de la fuerza productiva social
modo de producción se modifica en mayor o menor grado. del trabajo. La misma dificultad de transición presenta en
Dicho m odo de producción pierde su independencia, su Francia, por ejemplo, antes de la Revolución, la confusión
separación con respecto al contexto social. Se torna deci­ y adulteración de la renta dineraria por supervivencias de
siva la relación de los costos de producción, en los que sus formas precedentes.
entran ahora mayor o menor cantidad de desembolsos de Pero la renta dineraria, en cuanto forma trasmutada
dinero; en todo caso se torna decisivo el excedente de la de la renta en productos, y en contraposición a ella, es la
parte del producto bruto destinada a ser convertido en última forma, y al mismo tiempo la forma de la disolución
dinero por encima de la parte destinada a servir nueva­ del tipo de renta que hemos considerado hasta aquí, es
mente, por un lado, com o m edio de reproducción, y por decir de la renta de la tierra en cuanto forma normal del
el otro, com o medio directo de subsistencia. No obstante, plusvalor y del plustrabajo impago que se debe efectuar
la base de esta clase de renta, a pesar de acercarse a su para el propietario de las condiciones de producción. En su
disolución, sigue siendo la misma que en la renta en pro­ forma pura, esta renta — al igual que la renta en trabajo
ductos que constituye el punto de partida. El productor y en productos— no constituye un excedente por encima
directo sigue siendo, com o antes, poseedor hereditario o, de la ganancia. La absorbe, por definición. En la medida
de alguna otra manera, tradicional del suelo, y quien debe en que surge de hecho com o una parte peculiar del trabajo
tributarle al terrateniente, en cuanto propietario de la tierra, excedentario junto con éste, la renta dineraria, al igual
de su condición de trabajo más esencial, un trabajo for­ que la renta en sus formas anteriores, sigue siendo la limi­
zado excedentario, es decir, trabajo impago, efectuado sin tación normal de esta ganancia embrionaria, que sólo puede
equivalente, en la forma de plusproducto transformado en desarrollarse en proporción a la posibilidad de explotación,
dinero. La propiedad de las condiciones de trabajo dife­ sea de trabajo excedentario propio o de trabajo ajeno,
rentes del suelo — aperos de labranza y demás bienes remanente luego de tributar el plustrabajo representado
muebles— se transforma, ya en las formas primitivas, pri­ en la renta dineraria. Si realmente se origina una ganancia
meramente de hecho y luego también de derecho, en junto a esta renta, no será entonces la ganancia la limi­
propiedad de los productores directos, y ello se presupone tación de la renta, sino que, a la inversa, la renta será
en mayor medida aun para la forma de la renta dineraria. la limitación de la ganancia. Pero com o ya hemos dicho, la
La transformación de la renta en productos en la renta renta dineraria es al mismo tiempo la forma de disolución
dineraria, que ocurre primeramente en forma esporádica, y de la renta considerada hasta el presente, coincidente
luego en una escala más o menos nacional, presupone ya prim a facie con el plusvalor y el plustrabajo, de la renta de
un desarrollo relativamente considerable del comercio, de
la tierra en cuanto forma normal y predominante del
la industria urbana, de la producción mercantil en general plusvalor.
y, por ende, de la circulación dineraria. Presupone además
un precio de mercado para los productos, y que los mismos En su desarrollo ulterior, la renta dineraria debe con­
se vendan, en mayor o menor grado, aproximadamente a su ducir — prescindiendo de todas las formas intermedias,
valor, caso que de ningún m odo tiene por qué darse en las com o por ejemplo la del arrendatario pequeñocampe-
formas anteriores. En el este de Europa, en parte, aún sino— a la transformación del suelo en propiedad cam­
podemos ver con nuestros propios ojos el curso de esta pesina libre o a la forma del modo capitalista de producción,
transformación. Diversos intentos fallidos, bajo el Imperio a la renta que abona el arrendatario capitalista.
R om ano, de esta transformación y recaídas en la renta Con la renta dineraria se transforma necesariamente
en especie, luego de haberse pretendido transformar, en la relación tradicional del derecho consuetudinario entre el

1014 1015
campesino sujeto a prestaciones, que posee y labora una que, en general, sólo es posible en caso de un nivel rela­
parte de la tierra, y el terrateniente, en una relación dine­ tivo dado de desarrollo del mercado mundial, del comercio
rada pura, contractual, determinada según reglas fijamente y de la manufactura— , también interviene necesariamente
establecidas del derecho positivo. En consecuencia, el po­ el arrendamiento del suelo a capitalistas que hasta ese
seedor que cultiva se convierte, en la práctica, en mero momento se hallaban fuera de los marcos rurales, y que
arrendatario. Esta transformación se utiliza, por una parte, ahora transfieren al campo y a la agricultura capital adqui­
y bajo condiciones generales de producción apropiadas por rido en el medio urbano y los métodos de producción
lo demás, para expropiar poco a poco a los antiguos posee ■ capitalistas ya desarrollados en las ciudades, la confección
dores campesinos y remplazados por un arrendatario capi­ del producto en cuanto mera mercancía y en cuanto simple
talista; de otra parte, conduce a la redención del poseedor medio para la apropiación de plusvalor. Esta forma sólo
de hasta este momento respecto a su obligación de tributar puede convertirse en regla general en aquellos países que,
renta y a su transformación en campesino independiente, cuando se opera la transición del modo feudal de pro­
con plena propiedad de la tierra que cultiva. La transfor­ ducción al capitalista, dominan el mercado mundial. Con
mación de la renta en especie en la renta dineraria, además, la interpolación del arrendatario capitalista entre el terra­
no sólo es necesariamente acompañada, sino incluso prece­ teniente y el agricultor que trabaja realmente, quedan rotas
dida por la formación de una clase de jornaleros despo­ todas las relaciones emanadas del antiguo modo rural de
seídos que se alquilan por dinero. Durante su período de producción. El arrendatario se convierte en el verdadero
surgimiento, en el cual esta nueva clase aparece tan sólo comandante de esos trabajadores agrícolas y en el explo­
en forma esporádica, se habrá desarrollado por ello, de tador real de su plustrabajo, mientras que el terrateniente
manera necesaria, entre los campesinos sujetos al pago sólo se encuentra ya en relación directa — más exacta­
de rentas y que se hallan en mejor situación, el hábito de mente, en una mera relación dineraria y contractual— con
explotar jornaleros agrícolas por cuenta propia, exacta­ ese arrendatario capitalista. De ese modo se transforma
mente de la misma manera com o, ya en la época feudal, también la naturaleza de la renta, no sólo en forma efectiva
los campesinos siervos más acaudalados tenían, a su vez, y casual, cosa que en parte ya ocurría bajo las formas
siervos. Así se desarrolla paso a paso entre ellos la posi­ anteriores, sino normalmente, en su forma reconocida y
bilidad de acumular cierto patrimonio y de transformarse predominante. D e forma normal del plusvalor y del plus-
ellos mismos en futuros capitalistas. Entre los propios trabajo desciende a excedente de ese plustrabajo por encima
antiguos poseedores del suelo, que lo cultivaban perso­ de la parte del mismo de la cual se apropia el capitalista
nalmente, se genera así un semillero de arrendatarios explotador bajo la forma de la ganancia; del mismo modo,
capitalistas, cuyo desarrollo está condicionado por el des­ ahora éste extrae directamente todo el plustrabajo — la
envolvimiento general de la producción capitalista fuera ganancia y el excedente por encima de la ganancia— , lo
del campo mismo y que crece con especial celeridad si, tal percibe en la forma del plusproducto total y en esa forma
como ocurrió en Inglaterra en el siglo xvi, acuden en su lo convierte en dinero. Ya sólo queda una parte exceden-
auxilio circunstancias particularmente favorables como la taria de este plusvalor extraído por él, en virtud de su
progresiva desvalorización del dinero, que se operó por capital y por explotación directa de los obreros rurales, la
aquel entonces, la cual, en el caso de los tradicionales que cede com o renta al terrateniente. Lo mucho o lo poco
contratos de arrendamiento a largo plazo, hizo que los que le cede se halla determinado, término medio, como
arrendatarios se enriqueciesen a expensas de los terra­ límite, por la ganancia media que arroja el capital en las
tenientes. esferas no agrícolas de la producción, y por los precios de
Además, tan pronto como la renta adopta la forma producción no agrícolas que esa ganancia media regula.
de la renta dineraria, y por ende la relación entre el Por consiguiente, de forma normal del plusvalor y del
campesino que abona renta y el terrateniente asume la plustrabajo, la renta se ha convertido ahora en un exce­
forma de una relación contractual — transformación esta dente peculiar de esta esfera particular de la producción

1016 1017
— la esfera agrícola— , en un excedente por encima de la campo en el aspecto económico, por doquier y sin excep­
parte del plustrabajo que el capital reclama como pertene- ciones, mediante sus precios monopólicos, su sistema impo­
ciéndole de antemano y norm aliter [normalmente]. En sitivo, su sistema corporativo, su fraude comercial directo
lugar de la renta es ahora la ganancia la que se ha conver­ y su usura.
tido en forma normal del plusvalor, y la renta ya sólo
cuenta com o una forma, autonomizada bajo circunstancias Podría pensarse que el mero ingreso del arrendatario
especiales, no del plusvalor en general, sino de una rami­ capitalista a la producción agrícola suministra la prueba
ficación determinada del mismo: de la plusganancia. N o es de que el precio de los productos del agro, que desde
necesario profundizar en la consideración de cómo a esta siempre abonaron una renta en tal o cual forma, debe
transformación corresponde una paulatina transformación estar situado — cuando menos en la época de ese ingreso—
en el propio modo de producción. Ello ya se desprende del por encima de los precios de producción de la manufac­
hecho de que lo normal para este arrendatario capitalista tura; sea porque aquel precio alcanza el nivel de un precio
es producir el producto agrícola com o mercancía, y que, monopólico, sea porque ha aumentado hasta alcanzar el
mientras que antes sólo el excedente por encima de sus valor de los productos agrícolas, el cual se halla, de hecho,
medios de subsistencia se transformaba en mercancía, por encima del precio de producción regulado por la ga­
ahora sólo una parte relativamente evanescente de esas nancia media. Pues de lo contrario sería imposible que el
mercancías se convierte directamente en medios de subsis­ arrendatario capitalista, dados los precios preexistentes de
tencia para él. Ya no es el campo sino el capital el que ha los productos agrícolas pudiese realizar primeramente la
subsumido directamente el trabajo agrícola a su propio ganancia media a partir del precio de esos productos,
dominio y a su productividad. y luego pagar aún, a partir del mismo precio, un exce­
La ganancia media y el precio de producción que ésta dente por encima de esa ganancia bajo la forma de la
regula se forman fuera de las condiciones del campo, dentro renta. Según esto podría concluirse que la tasa general de
del círculo del comercio urbano y de la manufactura. La ganancia, que determina el arrendatario capitalista en su
ganancia del campesino obligado a abonar renta no entra contrato con el terrateniente, se formó sin inclusión de la
en ello en función compensadora, pues su relación con el renta, y que por ello, no bien entra en la producción
terrateniente no es de orden capitalista. En la medida en agrícola, regulándola, se encuentra ya con ese excedente
que obtiene ganancias, es decir en que realiza un excedente y lo abona al terrateniente. Es de este modo tradicional
por encima de sus medios de subsistencia necesarios — tanto como explica esta cuestión, por ejemplo, el señor Rod-
mediante su propio trabajo com o por la explotación de bertus. Sin embargo:
trabajo ajeno— ello ocurre a espaldas de la relación Primero. Este ingreso del capital como poder autónomo
normal y, bajo circunstancias en lo demás iguales, sin que y dominante en la agricultura no se produce de una sola
el nivel de dicha ganancia determine la renta, la cual, en vez y en forma general, sino paulatinamente y en ramos
cuanto límite de esa ganancia, es, a la inversa, la que la particulares de la producción. A l principio no afecta a la
determina. La elevada tasa de ganancia en la Edad Media agricultura propiamente dicha, sino a ramos de la pro­
no sólo se debe a la baja composición del capital, en el ducción com o la ganadería, en especial la cría del ganado
cual predomina el elemento variable, desembolsado en
ovino, cuyo producto principal, la lana, con el ascenso
salarios. Se debe a las estafas perpetradas en el campo,
de la industria ofrece al principio un constante excedente
a la apropiación de una parte de la renta del terrateniente
del precio de mercado por encima del precio de producción,
y de los ingresos de sus vasallos. Así como, en la Edad
cosa que luego se compensa. Tal lo ocurrido en Ingla­
Media, el campo explota políticamente a la ciudad en
terra durante el siglo xvi.
todos aquellos lugares donde el feudalismo no ha sido
quebrantado en virtud de un desarrollo urbano excep­ Segundo. Puesto que esta producción capitalista sólo
cional, com o en Italia, así también la ciudad explota al aparece, en un principio, en forma esporádica, no es posi­

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ble alegar nada en contra de la suposición de que, en V ) El régimen d e aparcería y la propiedad
primera instancia, sólo se apodera de grupos de tierras parcelaria cam pesinaa
tales que, com o consecuencia de su fertilidad específica
o de una ubicación especialmente favorable, pueden pagar, Hemos llegado aquí al cabo de nuestra serie de desa­
en general, una renta diferencial. rrollos acerca de la renta.
Tercero. Suponiendo inclusive que en los com ienzos de En todas estás formas de la renta de la tierra — renta
este modo de producción, que de hecho presupone una en trabajo, renta en productos, renta dineraria (en cuanto
gravitación creciente de la demanda urbana, los precios forma meramente trasmutada de la renta en productos)—
del producto agrícola se hallasen por encima del precio de siempre se presupone a quien abona la renta com o el po­
producción, tal com o ocurría, por ejemplo y sin duda al­ seedor y cultivador real de la tierra, y cuyo plustrabajo
guna, en la Inglaterra del último tercio del siglo xvn , en impago pasa directamente a manos del terrateniente. Inclu­
tal caso, apenas este m odo de producción haya logrado sive en la última forma, la de la renta en dinero — en
zafar hasta cierto punto de la mera subsunción de la agri­ tanto ésta sea pura, es decir mera forma trasmutada de la
cultura al capital, y no bien se haya verificado el mejora­ renta en productos— ello no sólo es posible, sino que se
miento de la agricultura y la disminución de los costos de da en forma efectiva.
producción, todo lo cual está necesariamente vinculado con
Como forma de transición entre la forma originaria
el desarrollo de dicho modo de producción, se operaría una
de la renta y la renta capitalista puede considerarse al
nivelación en virtud de una reacción, de una baja en el
sistema de aparcería o medianería, en el que el cultivador
precio de los productos agrícolas, tal com o ocurrió en In­
(arrendatario) provee, además de su trabajo (propio o
glaterra durante la primera mitad del siglo xvm .
o ajeno), una parte del capital de explotación, y el terra­
Por consiguiente, no es posible explicar la renta por teniente, además de la tierra, otra parte del capital de
esta vía tradicional, com o un excedente por encima de la explotación (por ejemplo, el ganado), dividiéndose el pro­
ganancia media. Sean cuales fueren las circunstancias histó­ ducto en determinadas proporciones, que varían según los
ricamente preexistentes bajo las cuales pueda aparecer en diversos países, entre el granjero y el terrateniente. Para
primera instancia, una vez que la renta ha echado raíces una explotación capitalista plena al arrendatario le falta
ya sólo puede tener lugar bajo las condiciones modernas aquí, por una parte, el capital suficiente. Por la otra, la
anteriormente desarrolladas. parte que obtiene aquí el terrateniente no tiene la forma
Por último cabe señalar aún, respecto a la transfor­ pura de la renta. Puede incluir, en efecto, el interés sobre
mación de la renta en productos en la renta dineraria, que el capital que ha adelantado y una renta excedentaria.
También puede absorber de hecho todo el plustrabajo
con ella la renta capitalizada — el precio del suelo— y por
ende la enajenabilidad y enajenación del mismo se con­ del arrendatario, o bien puede dejarle una mayor o menor
participación en ese plustrabajo. Pero lo fundamental es
vierten en un factor esencial, y que de esta suerte no sólo el
sujeto anteriormente obligado a abonar una renta puede que, en este caso, la renta ya no aparece com o la forma
normal del plusvalor en general. Por una parte el granjero,
transformarse en propietario campesino independiente, sino
que también poseedores de dinero urbanos y otros pueden sin que importe si emplea solamente trabajo propio o tam­
bién trabajo ajeno, debe tener derecho a una parte del pro­
comprar propiedades para arrendarlas tanto a campesinos
ducto, no en su calidad de trabajador, sino com o poseedor
com o a capitalistas, y disfrutar de la renta com o de una
forma del interés de su capital así invertido; que también de una parte de los instrumentos de trabajo, en cuanto
esta circunstancia ayuda a fomentar la transformación del capitalista de sí mismo. Por otro lado, el terrateniente no
modo anterior de explotación, de la relación entre propie­
tario y agricultor real, y de la propia renta. “ Subtítulo de Engels (m anuscrito i, p. 466; R 1412/2).

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reclama su parte exclusivamente fundado en su propiedad productores directos. A llí donde predomina la concepción
del suelo, sino también com o prestamista de capital.44lbisl capitalista, com o en las plantaciones americanas , 3 todo ese
Un resto de la antigua propiedad común del suelo, plusvalor se concibe com o ganancia; allí donde no existe
que se había conservado luego de la transición a la eco­ ni el propio modo capitalista de producción, ni la corres­
nomía campesina independiente en Polonia y Rumania, por pondiente manera de concebir las cosas ha sido importada
ejemplo, sirvió allí com o pretexto para provocar la tran­ desde los países capitalistas, se manifiesta com o renta. De
sición a las formas inferiores de la renta. Una parte del cualquier modo, esta forma no ofrece dificultad alguna.
suelo pertenece a los campesinos individuales, quienes lo El ingreso del terrateniente, sea cual fuere el nombre que
cultivan en forma autónoma. Otra porción se cultiva colecti­ se le dé, el plusproducto disponible del que se ha apropiado,
vamente y crea un plusproducto que sirve en parte para sol­ es aquí la forma normal y dominante en la que es apro­
ventar gastos comunitarios, en parte com o reserva para piado directamente todo el plustrabajo impago, y la pro­
casos de malas cosechas, etc. Estas dos últimas partes piedad de la tierra constituye la base de esta apropiación.
del plusproducto, y finalmente todo el plusproducto junto
En segundo término tenemos la propiedad parcelaria.
con el suelo en el que creciera son usurpadas poco a poco
En ella, el campesino es al mismo tiempo libre propie­
por funcionarios estatales y por particulares, y los propie­
tario de su suelo, que se presenta com o su instrumento
tarios campesinos, originariamente libres, cuya obligación
principal de producción, com o el campo ocupacional indis­
de cultivar en común ese suelo se mantiene en pie, se
pensable de su trabajo y de su capital. En esta forma no se
transforman así en personas obligadas a prestaciones per­
paga arriendo; por consiguiente, la renta no aparece como
sonales o al pago de renta en productos, mientras que los
una forma separada del plusvalor, pese a que en países
usurpadores de las tierras comunes se transforman en los
donde, en lo demás, el modo capitalista de producción está
terratenientes no sólo de la tierra comunal usurpada,
desarrollado, aquélla se presenta com o plusganancia por
sino también de las mismas propiedades campesinas.
comparación con otros ramos de la producción, pero com o
N o necesitamos considerar aquí más en detalle la eco­ plusganancia que recae en el campesino, como sucede en
nomía esclavista (que también recorre una escala que
general con todo el producido de su trabajo.
va desde la esclavitud patriarcal, predominantemente orien­
tada hacia el autoconsumo, hasta el sistema de plantación Esta forma de la propiedad del suelo presupone, al
propiamente dicho, que trabaja para el mercado mundial) igual que en las formas previas y más antiguas de la
ni en el sistema de haciendas en el cual el terrateniente misma, que la población rural posee gran preponderancia
efectúa el cultivo por cuenta propia, posee todos los instru­ numérica sobre la urbana, es decir que, aun cuando en
mentos de producción y explota el trabajo de jornaleros, lo demás impere el modo capitalista de producción, está
libres o no, pagados en especie o en dinero. Aquí coinciden relativamente poco desarrollado, por lo que predomina la
terratenientes y propietarios de los instrumentos de pro­ fragmentación de capitales, ya que también en los otros
ducción, y por ende también el explotador directo de los ramos de la producción la concentración de los capitales
trabajadores que se cuentan entre esos elementos de pro­ se mueve dentro de límites estrechos. Por la índole de los
ducción. Asim ism o coinciden la renta y la ganancia, no hechos, en este caso una parte preponderante del producto
se verifica una separación entre las diversas formas del agrario debe ser consumido, en cuanto medio directo de
plusvalor. T odo el plustrabajo de los trabajadores, que subsistencia, por sus propios productores, los campesinos,
se presenta aquí en el plusproducto, les es directamente y sólo el excedente por encima de ello entrará com o
extraído a éstos por el propietario de todos los instru­ mercancía en el com ercio con las ciudades. Comoquiera
mentos de producción, entre los cuales se cuentan el suelo que está regulado aquí el precio medio de mercado del pro-
y, en la forma originaria de la esclavitud, los propios
“ Es muy posible, aunque no seguro, que M arx utilice aquí el
44 |bis| cfr. Buret, Tocqüeville, Sismondi.i240! adjetivo “am erikanisch” en el sentido de “nordam erikanisch” .

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ducto agrícola, la renta diferencial — una parte exceden- por la otra, la necesidad de una renta, en tanto es terra­
taria del precio de las mercancías para las tierras mejores teniente. En su condición de pequeño capitalista no aparece
o mejor situadas— debe existir, obviamente, de la misma para él, com o límite absoluto, otra cosa que el salario que
manera que en el modo capitalista de producción. Inclu­ se abona a sí mismo, previa deducción de los costos propia­
sive si esta forma se da en situaciones sociales en las que mente dichos. Mientras el precio del producto cubra su
aún no se ha desarrollado ningún precio de mercado salario, cultivará su campo, y ello inclusive y a menudo
general, esta renta diferencial existe; se manifiesta entonces hasta llegar a un mínimo físico del salario. En lo que a su
en el plusproducto excedentario. Sólo que afluye a los bol­ calidad de terrateniente respecta, desaparece para él la
sillos del campesino cuyo trabajo se realiza bajo condi­ barrera de la propiedad, que sólo puede tornarse efectiva
ciones naturales más favorables. Precisamente en esta por oposición al capital separado de ella (inclusive el tra­
forma, en la que el precio del suelo entra com o elemento b ajo), al erigir un obstáculo contra su inversión. D e
de los costos de producción efectivos para el campesino, cualquier manera, el interés del precio de la tierra, que las
puesto que, al proseguir el desarrollo de esta forma, en más veces debe abonarse aún a un tercero — al acreedor
caso de divisiones sucesorias, se recibe el suelo a cambio hipotecario— constituye una limitación. Pero este interés
de cierto valor en dinero, o en caso de constante cambio, puede pagarse precisamente a partir de la parte del plus-
tanto de la propiedad entera com o de sus porciones inte­ trabajo que bajo condiciones capitalistas constituiría la
grantes, el suelo resulta comprado por el propio cultivador, ganancia. La renta anticipada en el precio de la tierra y en
en la mayor parte de los casos por toma de dinero sobre el interés abonado por él no puede ser entonces otra cosa
hipoteca; es decir, cuando el precio de la tierra — no otra que una parte del plustrabajo capitalizado del campesino
cosa que la renta capitalizada— es un elemento presu­ por encima del trabajo indispensable para su subsistencia,
puesto, y por ello la renta parece existir independiente­ sin que ese plustrabajo se realice en una parte de valor
mente de toda diferenciación en la fertilidad y ubicación de la mercancía igual a toda la ganancia media, y menos
del suelo; precisamente aquí, decíamos, cabe suponer, tér­ aun en un excedente por encima del plustrabajo realizado
mino medio, que no existe una renta absoluta, es decir que en la ganancia media, en una plusganancia. La renta puede
el suelo peor no abona renta alguna; pues la renta absoluta ser una deducción de la ganancia media o inclusive la única
presupone o bien un excedente realizado del valor del parte de la misma que se realiza. Por consiguiente, para
producto por encima de su precio de producción, o bien que el campesino parcelario cultive su campo o compre
un precio m onopólico excedentario por encima del valor tierra destinada al cultivo, no es necesario, pues, com o
del producto. Pero puesto que aquí la econom ía agrícola ocurre en el modo normal de producción capitalista, que
consiste las más de las veces en la explotación del agro para el precio de mercado del producto agrícola se eleve lo sufi­
la subsistencia directa, y el suelo cuenta com o campo de ciente como para arrojar la ganancia media para él, y
ocupación imprescindible para el trabajo y el capital de la menos aun un excedente por encima de esa ganancia media
mayor parte de la población, sólo bajo condiciones extra­ fijado en la forma de la renta. Por lo tanto, no es nece­
ordinarias alcanzará su valor el precio regulador de mer­ sario que aumente el precio de mercado, ni hasta el valor
cado del producto; pero por regla general este valor estará ni hasta el precio de producción de su producto. Es ésta
por encima del precio de producción, debido al predominio una de las causas por la cual el precio de los cereales es
del elemento del trabajo vivo, pese a que este excedente del más bajo en países de propiedad parcelaria predominante
valor por encima del precio de producción volverá a estar que en países de m odo capitalista de producción. Parte del
restringido por la baja composición, también del capital plustrabajo de los campesinos que laboran bajo las condi­
no agrícola, en países de econom ía parcelaria predomi­ ciones más desfavorables se dona gratuitamente a la so­
nante. Com o límite de la explotación para el campesino ciedad, y no entra en la regulación de los precios de
parcelario no aparece, por una parte, la ganancia media producción o en la formación del valor en general. Ese
del capital, en tanto es un pequeño capitalista; ni tampoco, precio más bajo es, entonces, un resultado de la pobreza de

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los productores, y en m odo alguno de la productividad en la agricultura — que por una parte provocan un des­
de su trabajo. censo en los precios de los productos agrícolas, mientras
Esta forma de la libre propiedad parcelaria de campe­ que por la otra requieren mayores desem bolsos y más
sinos que cultivan sus propias tierras, en cuanto forma abundantes condiciones objetivas de producción— también
normal y dominante, constituye por una parte el funda­ coadyuvan a ello, com o ocurrió en Inglaterra durante la
mento económ ico de la sociedad en los mejores tiempos primera mitad del siglo xvih .
de la antigüedad clásica y la encontramos entre los pueblos La propiedad parcelaria excluye, por su índole, el
modernos com o una de las formas que surgen al disol­ desarrollo de las fuerzas productivas sociales del trabajo,
verse la propiedad feudal de la tierra. Tal el caso de la las formas sociales del trabajo, la concentración social de
yeom anry en Inglaterra, del estamento campesino en Suecia, los capitales, la ganadería en gran escala y la aplicación
de los campesinos de Francia y del oeste de Alemania. No avanzada de la ciencia.
hablamos aquí de las colonias, ya que en ellas el campe­ La usura y el sistema impositivo necesariamente han
sino independiente se desarrolla en otras condiciones . 3 de empobrecerla por doquier. El desembolso del capital
La libre propiedad del campesino que trabaja por su propia en el precio del suelo sustrae dicho capital al cultivo. La
cuenta es, evidentemente, la forma más normal de la pro­ infinita fragmentación de los medios de producción y el
piedad de la tierra para la explotación en pequeña escala, aislamiento de los propios productores. La monstruosa
es decir, para un m odo de producción en que la posesión dilapidación de las fuerzas humanas. El progresivo em­
del suelo es una condición de la propiedad, por parte del peoramiento de las condiciones de producción y el
trabajador, del producto de su propio trabajo, y en la cual, encarecimiento de los medios de producción cons­
ya sea propietario libre o vasallo, el agricultor siempre debe tituyen una ley necesaria de la propiedad parcelaria. La
producir sus medios de subsistencia para sí mismo, inde­ desgracia que constituyen los años más fructíferos para
pendientemente, com o trabajador aislado con su familia. este modo de producción.4fl
La propiedad de la tierra es tan necesaria para el completo Uno de los males específicos de la agricultura en pe­
desenvolvimiento de este m odo de explotación com o lo queña escala, cuando la misma se halla vinculada con la
es la propiedad del instrumento para el libre desarrollo de la libre propiedad de la tierra, surge del hecho de que el
actividad artesanal. Dicha propiedad constituye aquí la base cultivador desembolsa un capital en la compra del suelo.
para el desarrollo de la independencia personal. Es un (L o mismo se aplica a la forma de transición en la cual
punto de transición necesario para el desarrollo de la propia el gran hacendado desembolsa primeramente un capital
agricultura. Las causas que lo hacen sucumbir revelan su para comprar tierras, y luego para explotarlo él mismo
limitación. Son ellas: la aniquilación de la industria domi­ en cuanto su propio arrendatario.) Dada la movilidad
ciliaria rural, que constituye su complemento normal, como que adquiere aquí la tierra com o mera mercancía, aumen­
consecuencia del desarrollo de la gran industria; el paula­ tan los cambios de posesión,4“ de modo que a cada nueva
tino empobrecimiento y agotamiento del suelo sometido generación, a cada partición sucesoria, la tierra entra nue­
a este cultivo; la usurpación, por parte de grandes terra­ vamente com o inversión de capital, desde el punto de vista
tenientes, de la propiedad comunal, que constituye por del campesino, es decir que se convierte en tierra com ­
doquier el segundo complemento de la econom ía parce­ prada por él. En este caso, el precio de la tierra conforma
laria, pues sólo ella le permite el criar ganado; la compe­ un elemento predominante de los costos de producción
tencia del cultivo en gran escala, practicado com o economía individuales improductivos o del precio de costo del pro­
de plantación o com o explotación capitalista. Las mejoras ducto para los productores individuales.

4r" Véase, en Tooke, el discurso de la corona pronunciado por


" Esta últim a frase figura entre paréntesis en el m anuscrito e l rey de Francia.I24']
(i, p. 469). (Véase R 1417/1.) 4,! Véase M ounier y Rubichon.l242!

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El precio de la tierra no es otra cosa que la renta contrario. Es capital que el poseedor de esclavos ha enaje­
capitalizada, y por ende anticipada. Si la agricultura se nado, deducción del capital del que dispone en la pro­
explota de manera capitalista, de m odo que el terrate­ ducción real. Ha cesado de existir para él, exactamente
niente sólo percibe la renta y el arrendatario no abona por de la misma manera en que el capital desembolsado en la
el suelo otra cosa que esa renta anual, resulta palmario compra del suelo ha cesado de existir para la agricultura.
que el capital invertido por el propio terrateniente en la La mejor prueba la constituye el hecho de que sólo vuelve
compra del suelo es para él, por cierto, una inversión de a cobrar existencia para el poseedor de esclavos o para el
capital que devenga interés, pero que nada tiene que ver terrateniente una vez que vuelve a vender al esclavo o el
en absoluto con el capital invertido en la propia agricul­ suelo. Pero entonces se produce la misma situación para
tura. N o constituye una parte del capital operante aquí, el comprador. La circunstancia de que ha comprado el
ni del fijo ni del circulante ;47 por el contrario, sólo le pro­ esclavo, no lo capacita aún, sin más ni más, para explo­
porciona al comprador un título a la percepción de la renta tarlo. Sólo lo capacita para ello un capital adicional, que se
anual, pero nada tiene que ver, en absoluto, con la pro­ encuentra dentro de la propia econom ía esclavista.
ducción de esa renta. Pues el comprador de la tierra le U n mismo capital no existe dos veces, una en manos
abona el capital precisamente a quien la vende, y el ven­ del vendedor de la tierra y la otra en las de su comprador.
dedor renuncia por ello a su propiedad del suelo. Por Pasa de manos del comprador a las del vendedor, y con
consiguiente, el capital no existe ya com o capital del com­ ello queda concluido el asunto. El comprador no tiene ahora
prador, pues éste ha dejado de tenerlo; por lo tanto, no un capital, sino, en su lugar, un bien inmueble. La circuns­
se cuenta entre el capital que de alguna manera puede tancia de que la renta obtenida ahora por la inversión real
invertir en el propio suelo. El que la tierra haya sido del capital en ese bien inmueble sea calculada por el nuevo
adquirida cara o barata, o que la haya recibido en forma propietario de la tierra com o interés del capital que no ha
gratuita, en nada altera el capital invertido por el arrenda­ invertido en ella, sino que ha cedido para su adquisición,
tario en la explotación, y en nada modifica la renta, sino no altera ni en lo mínimo la naturaleza económ ica del factor
que sólo modifica lo siguiente: si se le aparece com o interés tierra, del mismo modo que la circunstancia de que alguien
o no interés, com o un interés alto o bajo. haya abonado £ 1.0 0 0 por consolidados al tres por ciento
Tom em os, por ejemplo, la econom ía esclavista. El nada tiene que ver con el capital de cuyos réditos se abonan
precio que se abona en este caso por el esclavo no es otra los intereses de la deuda estatal.
cosa que el plusvalor o ganancia, anticipado y capitalizado, De hecho, el dinero desembolsado para la compra de
que ha de extraerse de él. Pero el capital abonado en la la tierra, exactamente de la misma manera que el dinero
compra del esclavo no pertenece al capital mediante el cual desembolsado en la compra de títulos del estado, sólo es
se extrae del esclavo la ganancia, el plustrabajo. Por el capital en sí, de la misma forma que sobre la base del
m odo capitalista de producción toda suma de valor es
47 El doctor H. M arón (en Extensiv oder Intensiv? {no hay
capital en sí, capital potencial. Lo que se ha abonado por
mayores precisiones acerca de este opúsculo})!243! parte del supuesto
falso de aquellos a quienes combate. Supone que el capital inver­ la tierra, al igual que por los títulos estatales o por otras
tido en la com pra del suelo es “capital de inversión” , y disputa mercancías compradas, es una suma de dinero. Ésta es
entonces acerca de las respectivas definiciones de capital de inver­ capital en sí porque puede ser transformada en capital. Del
sión y capital de explotación, es decir de capital fijo y circulante. uso que de ella haga el vendedor dependerá si el dinero
T odas sus ideas, harto elementales, acerca del capital en general
— que por lo dem ás resultan disculpables en alguien que no es un que ha obtenido se transforma realmente en capital o no.
economista, dado el estado de la “teoría económica nacional” Para el comprador nunca podrá ya obrar com o tal, al igual
alem ana— le ocultan el hecho de que este capital no es capital de que cualquier otro dinero que haya gastado definitivamente.
inversión ni de explotación; del mismo modo que el capital que En sus cálculos figura para él como capital que devenga
alguien invierte en la bolsa en la com pra de acciones o de títulos
estatales, y que para él, personalmente, representa una inversión de interés, porque las entradas que obtiene com o renta del
capital, no se halla “invertido” en ram o alguno de la producción. suelo o com o interés por la deuda estatal las calcula como

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interés del dinero que le ha costado la compra del título compra se verifica en el caso de grandes haciendas. D e
sobre ese rédito. En cuanto capital sólo podrá realizarlo hecho contradice al modo capitalista de producción, que en
mediante su reventa. Pero entonces otra persona, el nuevo general es indiferente a la circunstancia del endeudamiento
comprador, ingresará en la situación en que se hallaba del terrateniente, sin que nada importe que haya heredado
aquél, y no hay cambio de dueños que pueda hacer que el o comprado su finca. En sí, el hecho de que el propietario
dinero así desembolsado se transforme en capital real para se embolse personalmente la renta o deba abonársela,
quien lo desembolsa. a su vez, a sus acreedores hipotecarios, es algo que no
En la pequeña propiedad de la tierra se fortalece altera en nada el manejo de la finca arrendada.
mucho más aun la ilusión de que la propia tierra tiene Hemos visto que, con una renta del suelo dada, el
valor, y que por ello entra com o capital en el precio de precio rie la tierra está regulado por el tipo de interés. Si
producción del producto, exactamente de la misma manera éste es bajo, el precio de la tierra será elevado, y vice­
que una máquina o que una materia prima. Pero hemos versa. Por lo tanto, normalmente deberían coincidir un
visto que sólo en dos casos la renta, y por ende la renta precio elevado de la tierra y un bajo tipo de interés, de
capitalizada, el precio de la tierra, puede entrar como modo que, si el campesino compró el suelo a un precio
factor determinante en el precio del producto agrícola. elevado, a causa de la baja tasa de interés, ese mismo bajo
En el primero, si el valor del producto agrario, a causa tipo de interés también debería procurarle capital de explo­
de la composición del capital agrícola- — un capital que tación a crédito, en condiciones ventajosas. En la realidad,
nada tiene en común con el capital desembolsado para la las cosas se dan de otra manera cuando predomina la pro­
compra de la tierra—- se halla por encima de su precio de piedad parcelaria. En primer lugar, las leyes generales del
producción, y las condiciones de mercado permiten al terra­ crédito no se adecúan al campesino, ya que las mismas
teniente valorizar esta diferencia. En segundo lugar, si existe presuponen al productor com o capitalista. En segundo tér­
un precio monopólico. Y ambos casos se dan menos que mino, donde predomina la propiedad parcelaria — no
nunca en la econom ía parcelaria y en la pequeña propie­ hablamos aquí de colonias— y el agricultor parcelario
dad del suelo, pues precisamente allí la producción habrá constituye la columna vertebral de la nación, la formación
satisfecho en muy gran parte las propias necesidades, trans­ de capital, vale decir la reproducción social, es relativa­
curriendo independientemente de la regulación por parte mente débil, y más aun lo es la formación de capital dine­
de la tasa general de ganancia. Incluso si la explotación rario prestable en el sentido anteriormente expuesto. Tal
parcelaria se lleva a cabo en suelo arrendado, el arriendo formación presupone la concentración y la existencia de
comprende, mucho más que bajo otras circunstancias cua­ una clase de ricos capitalistas ociosos (M assie12441). Ter­
lesquiera, una parte de la ganancia, e inclusive una deduc­ cero, allí donde la propiedad de la tierra constituye una
ción del salario; entonces sólo nominalmente es una renta, condición vital para la mayor parte de los productores
y no la renta como categoría autónoma con respecto al y un campo de inversión imprescindibles para su capital,
salario y la ganancia. se acrecienta el precio del suelo, independientemente del
Por consiguiente, el desembolso de capital dinerario tipo de interés y a menudo en forma inversamente propor­
para la compra de la tierra no es una inversión de capital cional al mismo, debido a que la demanda de propiedad
agrícola. Es, pro tanto [en proporción], una reducción del de la tierra predomina sobre su oferta. En este caso, ven­
capital del que pueden disponer los pequeños campesinos dido en parcelas el sucio alcanza un precio muchísimo
en su propia esfera de producción. Ese desembolso reduce más elevado que en la venta de grandes extensiones, porque
pro tanto el volumen de sus medios de producción, por aquí es grande el número de pequeños compradores, y
lo que estrecha la base económica de la reproducción. pequeño el número de grandes compradores ( Bandes
Somete al pequeño campesino a la usura, ya que en esa Noires, Rubichon ;12451 Newman |246)). Por todas estas ra­
esfera, en general, el crédito propiamente dicho es poco zones aumenta aquí el precio de la tierra con un tipo de
importante. Es un obstáculo para la agricultura, aun si esa interés relativamente alto. Al interés relativamente bajo

1030 1031
que extrae aquí el campesino del capital desembolsado en lo que implica la no propiedad de los otros— , es el funda­
la compra de la tierra (M ounier), corresponde, por el lado mento del modo capitalista de producción.
opuesto, el elevado, usurario tipo de interés que él mismo Aquí, en el cultivo en pequeña escala, el precio de la
debe abonar a sus acreedores hipotecarios. El sistema tierra, forma y resultado de la propiedad privada del suelo,
irlandés presenta el mismo fenóm eno, sólo que de otra se manifiesta com o barrera a la propia producción. En la
forma. agricultura en gran escala y en la propiedad del suelo en
Este elemento, de por sí ajeno a la producción — el gran escala, fundada en el modo capitalista de producción,
precio de la tierra— puede elevarse aquí hasta un nivel en la propiedad también se manifiesta com o una barrera,
el que imposibilite la producción. (D om basle.) porque restringe al arrendatario en su inversión productiva
El hecho de que el precio de la tierra desempeñe de capital, que en última instancia no lo beneficia a él,
semejante papel, el que la compra y venta del suelo, la sino al terrateniente. En ambas formas, el lugar del trata­
circulación de la tierra com o una mercancía se desarrolle miento consciente y racional del suelo en cuanto propiedad
hasta este volumen, es prácticamente consecuencia del colectiva eterna, condición inalienable de existencia y repro­
desarrollo del modo capitalista de producción, en la medida ducción de la serie de generaciones humanas que se relevan
en que en él la mercancía se convierte en la forma unas a otras es ocupado por la explotación y despilfarro
general de todo producto y de todos los instrumentos de de las fuerzas del suelo (prescindiendo de la circuns­
producción. Por otra parte, este desenvolvimiento sólo tancia de que se hace depender la explotación no del nivel
acontece allí donde el m odo capitalista de producción no alcanzado por el desarrollo social, sino de las circuns­
se desarrolla más que en forma restringida, sin desplegar tancias fortuitas y dispares de los productores individuales).
todas sus peculiaridades; precisamente porque se basa En el caso de la pequeña propiedad, ello ocurre por falta
en el hecho de que la agricultura ya no está sometida — o de medios y de conocimientos científicos para la apli­
aún no lo está— al m odo capitalista de producción, sino cación de la fuerza productiva social del trabajo. En el
a un m odo de producción proveniente de formas sociales caso de la gran propiedad, sucede ello porque se explotan
caducas. Por consiguiente, las desventajas del modo capi­ esos medios con el objetivo de que arrendatarios y propie­
talista de producción, con su dependencia del productor tarios se enriquezcan con la mayor rapidez posible. En uno
con respecto al precio dinerario de su producto, coinciden y otro caso, por la dependencia con respecto al precio de
aquí con las desventajas emanadas del desarrollo incom­ mercado.
pleto del m odo capitalista de producción. El campesino Toda crítica a la pequeña propiedad de la tierra se
se convierte en comerciante e industrial, sin las condiciones resuelve, en última instancia, en la crítica a la propiedad
bajo las cuales puede producir su producto en calidad de privada com o barrera y obstáculo opuestos a la agricul­
mercancía. tura. Otro tanto ocurre con cualquier crítica que, a la
El conflicto entre el precio del suelo en cuanto ele­ inversa, se haga de la gran propiedad de la tierra. Com o es
mento del precio de costo para el productor, y no elemento natural, en ambos casos se prescinde aquí de considera­
del precio de producción para el producto (aunque la renta ciones políticas subsidiarias. Esa barrera y ese obstáculo
entre com o factor determinante en el precio del producto que toda propiedad privada del suelo opone a la pro­
agrícola, la renta capitalizada que se adelanta por 2 0 o más ducción agrícola y al tratamiento racional, a la conser­
años no entra en él, determinándolo, en m odo alguno) es vación y mejoramiento de la propia tierra, se desarrolla
sólo una de las formas en las que se presenta, en general, en uno y otro caso sólo en diferentes formas, y en la
la contradicción entre la propiedad privada del suelo y disputa acerca de esas formas específicas del mal se olvida
una agricultura racional, una utilización social normal del su razón última.
suelo. Pero, por otra parte, la propiedad privada del suelo, La pequeña propiedad del suelo presupone que la parte
y por ende que a los productores directos se les expropie la inmensamente mayor de la población es rural, y que pre­
tierra — la propiedad privada del suelo por parte de unos, domina no el trabajo social, sino el trabajo aislado; que,

1032 1033
por consiguiente, bajo tales circunstancias queda excluida S E C C IÓ N S É P T IM A
la riqueza y el desarrollo de la reproducción, tanto de sus
condiciones materiales com o espirituales, y por ende asi­ LOS RÉDITOS Y SUS FUENTES
mismo las condiciones de un cultivo racional. Por el otro
lado, la gran propiedad del suelo reduce la población
agrícola a un mínimo en constante disminución, oponién­
dole una población industrial en constante aumento, haci­
nada en las ciudades; de ese m odo engendra condiciones
que provocan un desgarramiento insanable en la continuidad
del metabolismo social, prescrito por las leyes naturales de
la vida, com o consecuencia de lo cual se dilapida la fuerza
del suelo, dilapidación ésta que, en virtud del comercio,
se lleva mucho más allá de las fronteras del propio país.
(L iebig.)
Si la pequeña propiedad del suelo crea una clase
de bárbaros situados a medias fuera de la sociedad, que
aúna toda la tosquedad de las formaciones sociales pri­
mitivas con todos los tormentos y todas las miserias de
los países civilizados, la propiedad del suelo en gran escala
socava la fuerza de trabajo en la última región en la que se
asila su energía natural, y donde se almacena com o fondo
de reserva para la renovación de la energía vital de las
naciones: en el propio campo. La gran industria y la agri­
cultura industrialmente explotada en gran escala operan
en forma conjunta. Si en un principio se distinguen por
el hecho de que la primera devasta y arruina más la
fuerza de trabajo, y por ende la fuerza natural del hombre,
mientras que la segunda depreda en forma más directa la
fuerza natural del suelo, en el curso ulterior de los sucesos
ambas se estrechan la mano, puesto que el sistema industrial
rural también extenúa a los obreros, mientras que la in­
dustria y el comercio, por su parte, procuran a la agricul­
tura los medios para el agotamiento del suelo.

1034
CA PÍT U L O X LV III

L A FÓ R M U LA T R IN IT A R IA

ps
Capital - ganancia (ganancia empresarial más interés),
suelo - renta de la tierra, trabajo - salario: ésta es la fór­
mula trinitaria que comprende todos los misterios del
proceso social de producción.
Puesto que además, tal cual se mostró anteriormente,
el interés se presenta com o el producto propio y carac­
terístico del capital, y la ganancia empresarial, en antítesis
con él, como salario independiente del capital, aquella
forma trinitaria se reduce más de cerca a ésta:
Capital - interés, suelo - renta de la tierra, trabajo - sa­
lario, donde queda afortunadamente eliminada la ganancia,
la forma del plusvalor que caracteriza específicamente al
modo capitalista de producción.
Ahora bien, si examinamos más de cerca esta trinidad
económica, encontraremos que:
Primero-, las presuntas fuentes de la riqueza anual­
mente disponible pertenecen a esferas totalmente dispares
y no presentan la más mínima analogía entre sí. Recípro­
camente guardan entre sí más o menos la misma relación
que existe entre los aranceles notariales, las remolachas y
la música.
¡Capital, suelo, trabajo! Pero el capital no es una cosa,
sino determinada relación social de producción pertene-

48 {F .E . Los tres fragm entos que siguen se encuentran en dife­


rentes pasajes del m anuscrito correspondiente a la sección sexta.)

1037
cíente a determinada formación histórico - social y que abstracción y que considerado de por sí no existe en abso­
se representa en una cosa y le confiere a ésta un carácter luto o, si consideram os... [ilegible ],3 la actividad produc­
específicamente social. El capital no es la suma de los tiva del hombre en general, merced a la cual él media el
medios de producción materiales y producidos. El capital metabolismo con la naturaleza, despojada no sólo de
son los medios de producción transformados en capital, cualquier forma y carácter determinado sociales, sino
medios que en sí distan tanto de ser capital com o el oro o incluso en su mera existencia natural independiente de la
la plata, en sí, de ser dinero. Son los medios de producción sociedad, eximida de toda sociedad y com o exteriorización
monopolizados por determinada parte de la sociedad, los y confirmación vitales comunes al hombre que todavía no
productos y las condiciones de actividad de la fuerza de es social en absoluto y al que de algún modo está social­
trabajo viva autonomizados precisamente frente a dicha mente determinado.
fuerza de trabajo, que se personifican en el capital por
obra de ese antagonismo. N o sólo los productos del II
obrero transformados en poderes autónomos, los pro­
ductos como dominadores y adquirentes de sus productores, Capital-interés; propiedad de la tierra, propiedad pri­
sino también las fuerzas sociales y la futura... {? ilegible) a vada del globo terráqueo, y precisamente en la forma mo­
forma de ese trabajo se le enfrentan com o atributos de su derna, correspondiente al modo de producción capitalista-
producto. O sea que aquí tenemos determinada forma renta; trabajo asalariado-salario. En esta fórmula, pues, ha
social, muy mística a primera vista, de uno de los factores de consistir la conexión entre las fuentes del rédito. Como el
de un proceso social de producción históricamente fabri­ capital, el trabajo asalariado y la propiedad de la tierra son
cado. b formas sociales históricamente determinadas; la una lo es del
Y ahora viene el suelo, la naturaleza inorgánica en trabajo, la otra del globo terráqueo monopolizado y ambas,
cuanto tal, rudis indigestaque m oles [la masa ruda y caó­ por cierto, son formas correspondientes al capital y perte­
tica ]1'2471 en todo su primitivismo selvático. El valor es necientes a la misma formación económ ico-social.
trabajo. El plusvalor, por ende, no puede ser tierra.1'24“1 Lo primero que tiene esta fórmula de sorprendente es
La fertilidad absoluta del suelo sólo hace que cierta can­ que junto al capital, junto a esta forma de un elemento
tidad de trabajo rinda cierto producto condicionado por de producción perteneciente a determinado modo de pro­
la fertilidad natural del suelo. La diferencia en la fertilidad ducción, a determinada figura histórica del proceso social
del suelo ocasiona que la misma cantidad de trabajo y de producción, junto a un elemento de producción combi­
capital, o sea el mismo valor, se exprese en diferentes can­ nado con determinada forma social y representado en ella
tidades de productos del suelo; o sea que estos productos se ordene, sin más, la tierra de un lado y el trabajo del
tengan diferentes valores individuales. La nivelación de otro: esto es, dos elementos del proceso real de trabajo
estos valores individuales hasta formar valores de mercado que en esta forma material resultan comunes a todos los
hace que las “ventajas del suelo fértil sobre el inferior... modos de producción, que son los elementos materiales
sean transferidas del cultivador o consumidor al terrate­ de todo proceso de producción y nada tienen que ver con
niente”. (Ricardo, Principies, p. 6 2 .) la forma social del mismo.
Y por fin, com o tercer miembro de esta alianza, un Segundo: En la fórmula capital - interés, tierra - renta
mero espectro: “el” trabajo, que es nada más que una del suelo, trabajo - salario, capital, tierra y trabajo apa­
recen respectivamente com o fuentes de interés (en vez de
‘ En las ediciones IM EL se descifra (desde “y” hasta “ tra­ ganancia), y renta de la tierra y salario com o sus pro­
bajo”): “y la forma colectiva de ese trabajo". ductos, sus frutos; aquéllos son el motivo, éstos la conse-
b En las ediciones IM EL se anota: “ Desciframos: «especifi­
cado»”. Esta interpretación no es sostenida en Werke, que mantiene
la lectura de Engels. Rubel — sin anotar la posible dificultad, lee: " En las ediciones IM EL se descifra así esle pasaje (desde “o"):
“determ inado”. "o, si consideram os lo que se quiere decir con ello”.

1038 1039
cuencia; aquéllos la causa, éstos el efecto, y ello de tal III
manera que cada fuente por separado es referida a su
producto com o a lo segregado y producido por ella. Todos D e hecho, la econom ía vulgar no hace otra cosa que
esos tres ingresos — interés (en vez de ganancia), renta, interpretar, sistematizar y apologizar doctrinariamente las
salario— son tres partes del valor del producto, o sea en ideas de los agentes de la producción burguesa, prisioneros
general partes de valor, o expresado en dinero: ciertas de las relaciones burguesas de producción. N o nos puede
partes de dinero, de precio. Ahora bien, por cierto que maravillar, por ende, que precisamente en la forma enaje­
la fórmula capital - interés es la fórmula del capital nada jde manifestación de las relaciones económicas, donde
que menos corresponde a su concepto, pero es una fórmula éstas prim a facie [a primera vista] son contradicciones
del mismo. Pero ¿cómo ha de crear la tierra un valor, vale absurdas y consumadas — y toda ciencia sería superflua
decir una cantidad socialmente determinada de trabajo, si la forma de manifestación y la esencia de las cosas
y lo que es más, esa parte especial de valor de sus propios coincidiesen directamente— , que precisamente aquí, decía­
productos que forma la renta? La tierra, por ejemplo, m os, la economía vulgar se sienta perfectamente a sus
actúa com o agente de producción en la creación de un anchas y que esas relaciones se le aparezcan com o tanto
valor de uso, de un producto material, del trigo. Pero nada más evidentes cuanto más escondida esté en ellas la cone­
tiene que ver con la producción del valor del trigo. En la xión interna, pero más correspondan a la representación
medida en que se representa valor en el trigo, el trigo sólo ordinaria. Por eso no tiene la más mínima noción de que la
se considera com o determinada cantidad de trabajo social trinidad de la que parte: tierra - renta, capital - interés,
objetivado, sin que interesen en lo más mínimo la materia trabajo - salario o precio del trabajo son, prim a facie, tres
particular en que se representa ese trabajo o el particular composiciones imposibles. Primero tenemos el valor de uso
valor de uso de esa materia. N o contradicen a esto: 1) que suelo, que no tiene valor alguno, y el valor de cambio
bajo circunstancias en los demás iguales, la baratura o ca­ renta, de manera que una relación social, concebida como
restía del trigo dependa de la productividad de la tierra. La cosa, está puesta en relación con la naturaleza; dos magni­
productividad del trabajo agrícola está vinculada a condi­ tudes inconmensurables, pues que tienen que guardar en­
ciones naturales, y según la productividad del mismo se tre sí una proporción recíproca. Después, capital - interés,
representará en muchos o en pocos productos o valores Si se concibe prim a facie el capital com o cierta suma de
de uso la misma cantidad de trabajo. La magnitud de la valor autónomamente representada en dinero, resulta prim a
cantidad de trabajo que se representa en una fanega depen­ facie un absurdo que un valor haya de valer más de lo
derá de la cantidad de fanegas que suministre la misma que vale. Precisamente en la forma capital - interés caduca
cantidad de trabajo. Aquí depende de la productividad de toda intermediación y el capital queda reducido a su fór­
la tierra en qué cantidad de producto se representará el mula más general, pero por eso también a una fórmula
valor; pero este valor está dado independientemente de esa por sí misma inexplicable y absurda. D e ahí que el eco­
distribución. El valor se representa en un valor de uso, y nomista vulgar prefiera la fórmula capital - interés — con la
el valor de uso es una condición de la creación de valor; oculta cualidad de ser un valor desigual a sí mismo—
pero es una tontería formular una antítesis donde por un a la fórmula capital - ganancia, porque con ésta ya nos
lado haya un valor de uso, la tierra, y por el otro un valor, acercamos más a la relación real de capital. Después, con
y por añadidura una parte especial de valor. 2 ) {Aquí se la intranquila sensación de que 4 no son 5 y de que, por
interrumpe el manuscrito . } 3 ende, es imposible que 1 0 0 táleros sean 1 1 0 táleros, huye
del capital com o valor a la sustancia material del capital,
* N o existe esa interrupción, sostiene Rubel, sino un traspa- a su valor de uso com o condición de producción del
pelam iento. El texto continuaría aquí directam ente con el párrafo trabajo, a la maquinaria, la materia prima, etc. Con esto
de la p. 1047 que comienza: “La renta diferencial está ligada”, etc.
Ver tam bién la subnota que figura en esa página y 'R 1425/2 y logra obtener entonces, en vez de la incomprensible pri­
1430/ 1. mera relación según la cual 4 = 5, una totalmente incon-

1040 1041
mensurable entre un valor de uso, una cosa, por un lado, individuos contraen en el proceso de reproducción de su
y determinada relación social de producción, el plusvalor, vida. Aquellas condiciones, com o estas relaciones, son por
por el otro; tal com o en el caso de la propiedad de la tierra. un lado supuestos, y por el otro resultados y creaciones del
Ni bien llega a ese inconmensurable, todo se le vuelve proceso capitalista de producción, el cual las produce y
claro al economista vulgar y ya no siente la necesidad de reproduce. Vimos además que el capital — y el capitalista
seguir reflexionando, y pues acaba de arribar a lo “racio­ sólo es el capital personificado, sólo funciona en el proceso
nal” de la representación burguesa. Finalmente trabajo - de producción como portador del capital— , el capital,
salario, o precio del trabajo, com o se demostró en el repito, durante el proceso social de producción que le co­
libro I ,a es una expresión que prim a facie contradice rresponde extrae de los productores directos u obreros
el concepto de valor y asimismo el de precio, que en determinada cantidad de plustrabajo, plustrabajo que aquél
general es tan sólo una expresión determinada del valor, recibe sin equivalente y que, según su esencia, siempre
y “precio del trabajo” es algo tan irracional com o un loga­ sigue siendo trabajo forzado, por mucho que aparezca
ritmo amarillo. Pero aquí el economista vulgar sí que está com o resultado de un libre convenio contractual. Este
satisfecho, pues ahora llegó a la profunda intelección del plustrabajo se representa en un plusvalor, y este plusvalor
burgués, convencido de que paga dinero por el trabajo, existe en un plusproducto. Plustrabajo en general, en cuanto
y porque precisamente la contradicción entre la fórmula y trabajo por encima de la medida de las necesidades dadas,
el concepto de valor lo dispensa de la obligación de com ­ tiene que seguir existiendo siempre. En el sistema capita­
prender el último. lista como en el esclavista etc., sólo reviste una forma anta­
gónica y es complementado por la pura ociosidad de una
parte de la sociedad. La necesidad de asegurarse contra
hechos accidentales y la necesaria y progresiva expansión
49Hem os visto que el proceso capitalista de producción del proceso de reproducción, expansión que corresponde al
es una forma históricamente determinada del proceso social desarrollo de las necesidades y al progreso de la población
de producción en general. Este último es tanto un pro­ y que desde el punto de vista capitalista se denomina acu­
ceso de producción de las condiciones materiales de exis­ mulación, requieren determinada cantidad de plustra­
tencia de la vida humana como un proceso que operándose bajo. Es uno de los aspectos civilizadores del capital el que
en específicas relaciones histórico-económicas de produc­ éste arranque ese plustrabajo de una manera y bajo condi­
ción, produce y reproduce estas relaciones mismas de ciones que son más favorables para el desarrollo de las
producción y junto con ello a los portadores de este pro­ fuerzas productivas, de las relaciones sociales y de la
ceso, sus condiciones materiales de existencia y sus rela­ creación de los elementos para una nueva formación
ciones recíprocas, vale decir su formación económico-social superior, que bajo las formas anteriores de la esclavitud,
determinada, pues la totalidad de esas relaciones con la la servidumbre, etc. De esta suerte, esto lleva por un lado
naturaleza y entre sí en que se encuentran y en que pro­ a una fase en la que desaparecen la coerción y la monopo­
ducen los portadores de esa producción, esa totalidad es lización del desarrollo social (inclusive de sus ventajas
justamente la sociedad, considerada según su estructura materiales e intelectuales) por una parte de la sociedad
económica. Como todos sus predecesores, el proceso capi­ a expensas de la otra; por el otro, crea los medios mate­
talista de producción se opera bajo determinadas condi­ riales y el germen de relaciones que en una forma superior
ciones materiales que, empero, son al mismo tiempo de la sociedad permitirán ligar ese plustrabajo con una
portadoras de determinadas relaciones sociales que los mayor reducción del tiempo dedicado al trabajo material
en general, pues con arreglo al desarrollo de la fuerza pro­
49 C o m ie n z o del capítulo x lv iii según el manuscrito. ductiva del trabajo, el plustrabajo puede ser grande con
una breve jornada laboral global, y relativamente pequeño
“ Véase, en nuestra edición, t. i, vol. 2, pp. 651-660. con una extensa jornada laboral global. Si el tiempo de

1042 1043
trabajo necesario es = 3 y el plustrabajo = 3, la jornada com o la ganancia media que le toca al capital, ganancia
laboral global será = 6 y la tasa del plustrabajo = 10 0 %. media que vuelve a desdoblarse a su vez en ganancia em­
Si el trabajo necesario es = 9 y el plustrabajo = 3, la presarial e interés, y bajo estas dos categorías puede
jornada laboral global será = 1 2 y la tasa del plustrabajo recaer en diferentes variedades de capitalistas. Esta apro­
sólo = 33 */3 % . Pero de la productividad del trabajo piación y distribución del plusvalor, o en su caso del
depende cuánto valor de uso se produce en determinado plusproducto, por el capital posee sin embargo su límite
en la propiedad de la tierra. Así com o el capitalista
tiempo, y por consiguiente, también, en determinado tiempo
de plustrabajo. La riqueza real de la sociedad y la posibi­ actuante extrae del obrero el plustrabajo y con éste, bajo
lidad de ampliar constantemente el proceso de su repro­ la forma de la ganancia, el plusvalor y el plusproducto,
ducción no dependen de la duración del plustrabajo, pues, también el terrateniente extrae a su vez del capitalista una
sino de su productividad y de las condiciones más o menos parte de ese plusvalor o plusproducto bajo la forma de la
fecundas de producción en que aquél se lleva a cabo. De renta, según leyes anteriormente desarrolladas.
hecho, el reino de la libertad sólo comienza allí donde Cuando aquí hablamos de la ganancia com o de la
cesa el trabajo determinado por la necesidad y la adecua­ porción del plusvalor que recae en el capital, pues, aludi­
ción a finalidades exteriores; con arreglo a la naturaleza mos a la ganancia media (igual a la ganancia empresarial
de las cosas, por consiguiente, está más allá de la esfera de más el interés) que ya está restringida por haberse dedu­
la producción material propiamente dicha. Así com o el cido la renta de la ganancia global (idéntica en su masa
salvaje debe bregar con la naturaleza para satisfacer sus al plusvalor global); se presupone la deducción de la renta.
necesidades, para conservar y reproducir su vida, también Ganancia del capital (ganancia empresarial más interés)
debe hacerlo el civilizado, y lo debe hacer en todas las y renta de la tierra, por tanto, son nada más que com po­
formas de sociedad y bajo todos los modos de producción nentes particulares del plusvalor, categorías en que éste
posibles. Con su desarrollo se amplía este reino de la nece­ se diferencia según recaiga en el capital o en la propiedad
sidad natural, porque se amplían sus necesidades; pero de la tierra, rúbricas que sin embargo nada modifican de su
al propio tiempo se amplían las fuerzas productivas que las esencia. Su adición constituye la suma del plusvalor social.
satisfacen. La libertad en este terreno sólo puede consistir El capital extrae directamente de los obreros el plustrabajo
en que el hombre socializado, los productores asociados, que se representa en el plusvalor y el plusproducto. En este
regulen racionalmente ese metabolismo suyo con la natu­ sentido puede considerárselo, pues, com o productor del
raleza poniéndolo bajo su control colectivo, en vez de ser plusvalor. La propiedad de la tierra no tiene nada que
dominados por él com o por un poder ciego; que lo lleven ver con el proceso real de producción. Su papel se res­
a cabo con el mínimo empleo de fuerzas y bajo las condi­ tringe a hacer que una parte del plusvalor producido pase
ciones más dignas y adecuadas a su naturaleza humana. del bolsillo del capital al suyo propio. Sin embargo, el
Pero éste siempre sigue siendo un reino de la necesidad. propietario de tierras desempeña un papel en el proceso
Allende el mismo empieza el desarrollo de las fuerzas capitalista de producción, no sólo por la presión que ejerce
humanas, considerado com o un fin en sí mismo, el verda­ sobre el capital ni tampoco meramente por el hecho que
dero reino de la libertad, que sin embargo sólo puede una gran propiedad de la tierra sea supuesto y condición
florecer sobre aquel reino de la necesidad como su base. La de la producción capitalista — por constituir la expropia­
reducción de la jornada laboral es la condición básica. ción al trabajador de las condiciones de trabajo— sino
En la sociedad capitalista, este plusvalor o este plus- especialmente por el hecho que él aparezca como personi­
producto — si prescindimos de las oscilaciones casuales de ficación de una de las más esenciales condiciones de pro­
la distribución y consideramos su ley reguladora, sus fron­ ducción.
teras normativas— se distribuye entre los capitalistas como Finalmente el obrero, com o propietario y vendedor de
dividendos en proporción a la cuota de capital social que su fuerza de trabajo personal, recibe bajo el nombre de
pertenece a cada uno. En esta figura el plusvalor aparece salario una parte del producto en que se representa la parte

1044 1045
de su trabajo que denominamos trabajo necesario, vale asalariado una tercera parte en la forma del salario, y pre­
decir el trabajo necesario para la conservación y repro­ cisamente a través de esta transformación se convierten
ducción de esa fuerza de trabajo, ya sean más pobres o en los réditos del capitalista, del terrateniente y del obrero,
más ricas, más favorables o más desfavorables las condi­ pero sin crear la sustancia misma que se transforma en
ciones de esa conservación y reproducción. estas diferentes categorías. La distribución más bien presu­
Ahora bien, por dispares que puedan manifestarse estas pone la existencia de esa sustancia, a saber: el valor
relaciones, todas tienen una cosa en común: el capital arroja global del producto anual, que es nada más que trabajo
año tras año ganancia para el capitalista, el suelo renta social objetivado. Sin embargo, no es en esta forma como
de la tierra para el propietario de tierras y la fuerza de se presenta la cosa a los agentes de la producción, a los
trabajo — en circunstancias normales y mientras siga siendo portadores de las diferentes funciones del proceso de pro­
una fuerza de trabajo utilizable— salario para el obrero. ducción, sino más bien en una forma distorsionada. Por qué
Estas tres partes de valor del valor global producido anual­ sucede esto es algo que desarrollaremos ulteriormente, a me­
mente y las partes que le corresponden del producto global dida que avance la investigación. A esos agentes de la produc­
producido anualmente — aquí, por lo pronto, prescindimos ción el capital, la propiedad de la tierra y el trabajo se les
de la acumulación— pueden ser consumidas anualmente por presentan com o tres fuentes diferentes e independientes
sus respectivos poseedores sin que se agote la fuente de su en las que, en cuanto tales, se originan tres componentes
reproducción. Se manifiestan com o frutos anualmente con­ diferentes del valor producido anualmente — y por ende
sumibles de un árbol perenne o más bien de tres árboles, del producto en que éste existe— , o sea en las que no sólo
y constituyen el ingreso anual de tres clases, del capita­ se originan las diferentes formas de ese valor com o réditos,
lista, del terrateniente y del obrero, réditos que el capi­ que recaen en factores particulares del proceso social de
talista actuante distribuye com o extractor directo del producción, sino ese mismo valor y, con él, la sustancia
plustrabajo y empleador del trabajo en general. Al capita­ de esas formas de rédito.
lista se le manifiesta su capital, al terrateniente su suelo {Aquí falta un pliego en el manuscrito . } 3
y al obrero su fuerza de trabajo, o más bien su traba­ . . . La renta diferencial está ligada a la fertilidad relativa
jo mismo (pues sólo vende realmente su fuerza de trabajo de los predios, o sea a atributos que se originan en el
en cuanto ésta se exterioriza, y para él, tal cual se mostró suelo com o tal. Pero en la medida en que, primero, des­
anteriormente, el precio de la fuerza de trabajo, sobre la cansa en los diferentes valores individuales de los productos
base del modo capitalista de produción, se presenta nece­ de diferentes tipos de suelo, sólo es la determinación que
sariamente com o precio del trabajo), en cuanto tres fuentes acabamos de mencionar; en la medida en que, segundo,
diferentes de sus réditos específicos: la ganancia, la renta descansa en el valor regulador general de mercado, que se
de la tierra y el salario. De hecho, lo son en el sentido que distingue de esos valores individuales, es una ley social que
el capital es para el capitalista una perenne máquina extrac­ opera por intermedio de la competencia, una ley que nada
tara de plustrabajo; el suelo, un perenne imán que atrae tiene que ver ni con el suelo ni con los diferentes grados
para el terrateniente una parte del plusvalor succionado por de su fertilidad.
el capital, y, finalmente, el trabajo la condición que constan­ Podría parecer que al menos en “trabajo - salario” se
temente se renueva y el medio que siempre se renueva para enuncia una relación racional. Pero esto dista tanto de ser
adquirir, bajo el título de salario, parte del valor creado así com o en el caso de “suelo - renta de la tierra”. E n la
por el obrero y, por ende, una parte del producto social medida en que el trabajo es formador de valor y se re-
medida por esa parte de valor: los medios imprescindibles
de subsistencia. Además lo son en el sentido que el capital
fija una parte del valor y, por ende, del producto del tra­ “ Según Rubel (1425/2, 1427/ 1) no hay tal falta, sino simple­
m ente un traspapelam iento y error de paginación: debería figurar
bajo anual en la forma de la ganancia, la propiedad de la aquí, a continuación, el fragm ento que Engels colocó bajo el nu­
tierra otra parte en la forma de la renta y el trabajo m eral I al comienzo de este capítulo.

1046 1047
presenta en el valor de las mercancías, nada tiene que ver Tercero. En este sentido, pues, la fórmula cap ital-
con la distribución de ese valor en diferentes categorías. interés (ganancia), tierra - renta, trabajo - salario ofrece
En la medida en que tiene el carácter específicamente una incongruencia uniforme y simétrica. D e hecho, puesto
social del trabajo asalariado, no es formador del valor. que el trabajo asalariado no se manifiesta com o forma
A ntes se mostró justamente que salario o precio del tra­ socialmente determinada del trabajo, sino que todo trabajo
bajo sólo es una expresión irracional para el valor o precio se manifiesta según su naturaleza como trabajo asalariado
de la fuerza de trabajo, y las determinadas condiciones (tal como se lo figura quien está prisionero de las rela­
sociales en que se vende esa fuerza de trabajo nada tienen ciones de producción capitalistas), las formas sociales espe­
que ver con el trabajo como agente general de la pro­ cíficas y determinadas que cobran las condiciones objetivas
ducción. E l trabajo también se objetiva en el componente de trabajo — los medios producidos de producción y la
de valor de la mercancía, componente que como salario tierra— frente al trabajo asalariado (así como inversa­
forma el precio de la fuerza de trabajo, y crea esta parte mente y por su lado presuponen el trabajo asalariado)
al igual que las demás partes del producto, pero en esta coinciden sin más con la existencia material de esas condi­
parte no se objetiva más ni de modo distinto que en las ciones de trabajo o con la figura que justamente poseen
partes que forman la renta o la ganancia. Y en general, si en el proceso real de trabajo, al margen de toda forma
nos fijamos en el trabajo com o formador de valor, no lo social históricamente determinada y, en rigor, al margen
consideramos en su figura concreta com o condición de de toda forma social del mismo. La figura de las condi­
producción, sino en una determinación social que difiere ciones de trabajo, enajenada al trabajo, autonomizada
de la del trabajo asalariado. frente a él y por lo tanto transformada, o sea donde los
Incluso la expresión “capital - ganancia” es incorrecta medios producidos de producción se transforman en capital
aquí. Si el capital se concibe en la única relación en que y la tierra en tierra monopolizada, en propiedad de la
produce plusvalor, a saber, en su relación con el obrero, tierra; esa figura perteneciente a determinado período de la
donde exprime plustrabajo mediante la coerción que ejerce historia, coincide, por ende, con la existencia y la función
sobre la fuerza de trabajo, vale decir sobre el asalariado, de los medios producidos de producción y de la tierra
ese plusvalor, fuera de la ganancia (ganancia empresarial en el proceso de producción en general. Aquellos medios
más interés), también abarca la renta o, para abreviar, de producción, en sí y para sí, son capital por naturaleza;
todo el plusvalor indiviso. En cambio aquí, como fuente capital es nada más que un mero “nombre económ ico” de
de rédito, sólo es puesto en relación con la parte que aquellos medios de producción, y así la tierra, en sí y para
recae en el capitalista. N o es éste el plusvalor que el capital sí, por naturaleza, es la tierra monopolizada por cierto
extrae en general, sino sólo la parte que extrae para el número de terratenientes. Así como en el capital y en el
capitalista. Y con más razón aun cesa toda conexión no capitalista — quien de hecho no es otra cosa que el capital
bien la fórmula se transforma en ésta: “capital - interés” . personificado— los productos se convierten en un poder
Si primeramente consideramos la disparidad de las autónomo frente al productor, también en el terrateniente
tres fuentes, ahora y en segundo lugar consideraremos que se personifican la tierra, que asimismo se levanta sobre sus
en cambio sus productos, sus vástagos, los réditos, perte­ patas traseras y, como poder autónomo, reclama su porción
necen todos a la misma esfera: la del valor. Pero esto del producto generado con su ayuda; de manera que no es
(esta relación no sólo entre magnitudes inconmensurables, el suelo el que recibe la parte que le corresponde del
sino entre cosas totalmente heterogéneas, sin relación producto, para reponer y acrecentar su productividad, sino
entre sí e incomparables) se nivela porque de hecho el que en vez de él es el terrateniente quien recibe una
capital, al igual que la tierra y el trabajo, es tomado mera­ porción de ese producto para mercar con ella y derro­
mente según su sustancia material, o sea simplemente como charla. Resulta claro que el capital presupone el trabajo
medio producido de producción, con lo cual se lo abstrae como trabajo asalariado. Pero asimismo resulta claro que
tanto com o relación con el obrero cuanto com o valor. si partimos del trabajo com o trabajo asalariado, de manera

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que parezca sobrentendida la coincidencia del trabajo en bajo, y la otra parte respectiva que corresponde a los
general con el trabajo asalariado, también el capital y la medios de producción producidos (instrumentos, materias
tierra m onopolizada deberán aparecer como forma natural primas, etc.) en el proceso de producción en general,
de las condiciones de trabajo, frente al trabajo en general. deben parecer expresarse entonces en las partes respectivas
Ahora bien, ser capital se manifiesta como forma natural que les corresponden com o capital y propiedad de la tierra,
del medio de trabajo y, por ende, como carácter pura­ vale decir que les tocan a sus representantes sociales en
mente material y emanado de la función de esos medios forma de ganancia (interés) y renta, tal cual le toca al
dentro del proceso de producción en general. Así, capital obrero, en el salario, la parte que representa su trabajo
y medio de producción producido se convierten en expre­ en el proceso de producción. Renta, ganancia, salario,
siones idénticas. D el mismo m odo, el suelo y el suelo parecen brotar así del papel que desempeñan la tierra, los
monopolizado por la propiedad privada se vuelven expre­ medios de producción producidos y el trabajo en el pro­
siones idénticas. Los medios de trabajo en cuanto tales, ceso laboral simple, incluso en la medida en que conside­
que por naturaleza son capital, se trasmutan por tanto en remos que este proceso de trabajo ocurre meramente entre
la fuente de la ganancia, así como la tierra en cuanto tal el hombre y la naturaleza, al margen de toda determinación
en la fuente de la renta. histórica. Es la misma cosa, en otra forma, que cuando
El trabajo en cuanto tal, en su simple determinación se dice: el producto en que se representa el trabajo del
de actividad productiva orientada a un fin, se relaciona asalariado para sí mismo, en que se representa com o su
con los medios de producción, no en la determinación rendimiento, su rédito, sólo es el salario, la parte del valor
de la forma social de éstos sino en la sustancia material de (y por ende del producto social medido por ese valor)
los mismos, com o materiales y medios de trabajo que asi­ que representa su salario. Si el trabajo asalariado coincide
mismo, en cuanto valores de uso, sólo difieren material­ con el trabajo en general, pues, también coincidirá el sa­
mente entre sí: la tierra como medio no producido de lario con el producto del trabajo, y la parte de valor que
trabajo, los demás com o medios producidos. Si el trabajo representa el salario con el valor creado en general por el
coincide con el trabajo asalariado, pues, también la forma trabajo. Pero de este modo las demás partes de valor, la
social determinada en que ahora se enfrentan las condi­ ganancia y la renta, se enfrentan con igual autonomía
ciones de trabajo al trabajo coincidirá con la existencia al salario y han de surgir de fuentes propias, específica­
material de las mismas. Los medios de trabajo en cuanto mente diferentes e independientes del trabajo; deben surgir
tales son capital, entonces, y la tierra en cuanto tal es la de los elementos cooperantes de producción en cuyos
propiedad de la tierra. La autonomización formal de esas poseedores recaen: la ganancia, por ende, ha de derivar de
condiciones de trabajo frente al trabajo, la forma especial los medios de producción, de los elementos materiales del
de esa autonomización que éstas poseen frente al trabajo capital, y la renta deberá surgir de la tierra o la natura­
asalariado, es por ende un atributo inseparable de ellas leza, representadas por el propietario de tierras. (R oscher.)
com o cosas, com o condiciones materiales de producción, Propiedad de la tierra, capital y trabajo asalariado se
un carácter inmanentemente, intrínseco de ellas, que por transforman, pues, de fuentes del rédito en el sentido
necesidad les corresponde como elementos de producción. de que el capital atrae hacia el capitalista, en la forma de
Su carácter social dentro del proceso de producción capi­ ganancia, una parte del plusvalor que él extrae del traba­
talista, determinado por determinada época histórica, es un jo, de que el m onopolio de la tierra atrae hacia el terrate­
carácter de cosa que les resulta naturalmente innato, y que niente otra parte en la forma de la renta, y el trabajo
por así decir lo poseen desde la eternidad, como elementos asigna al obrero, en la forma del salario, la última parte
del proceso de producción. Por ende, la parte respectiva de valor aún disponible, se transforman, decíamos, de
que corresponde a la tierra com o campo originario de ocu­ fuentes mediante las cuales una parte del valor se trasmuta
pación del trabajo, com o reino de las fuerzas naturales, en la forma de la ganancia, una segunda parte en la forma
com o arsenal preexistente de todos los objetos de tra­ de la renta y una tercera en la forma del salario, en fuentes

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reales de las que surgen esas mismas partes de valor y las
interpone el proceso de circulación, en cuyo metabolismo
partes respectivas del producto en que aquéllas existen
y metamorfosis recaen todas las partes del capital, incluso
o por las cuales son intercambiables, y en fuentes de las
del capital agrícola, en el mismo grado en que se desarrolla
cuales, com o manantial último, brota por consiguiente el
el m odo específicamente capitalista de producción. Es ésta
valor mismo del producto .50
una esfera donde las relaciones de la producción de valor
A l examinar las categorías más simples del modo capi­
originaria se retiran por completo a un segundo plano. Ya
talista de producción, e incluso de la producción mercantil,
en el proceso directo de producción el capitalista actúa
al examinar la mercancía y el dinero, hemos puesto de re­
al mismo tiempo com o productor de mercancías, como
lieve ya el carácter mistificador que transforma las rela­
dirigente de la producción mercantil. Por eso este proceso
ciones sociales a las que sirven en la producción, como
de producción en modo alguno se le presenta simplemente
portadores, los elementos materiales de la riqueza, en
como proceso de producción de plusvalor. Pero cualquiera
atributos de esas mismas cosas (m ercancía) y que llega
que sea el plusvalor que el capital extrajo en el proceso
aun más lejos al convertir la relación misma de pro­
inmediato de producción y que representó en mercancías,
ducción en una cosa (dinero). Todas las formas de la
el valor y el plusvalor contenidos en las mercancías no
sociedad, en la medida en que conducen a la producción
han de realizarse sino en el proceso de circulación. Y
mercantil y a la circulación dineraria, toman parte de esta
tanto la restitución de los valores adelantados en la pro­
distorsión. Pero en el modo capitalista de producción y en
ducción como, ante todo, el plusvalor contenido en las
el caso del capital, que forma su categoría dominante, su
mercancías no parecen realizarse meramente en la circu­
relación de producción determinante, ese mundo encan­
lación, sino surgir de ella, apariencia que consolidan, en
tado y distorsionado se desarrolla mucho más aun. Si se
especial dos circunstancias: primero, la ganancia sobre la
considera primero el capital en el proceso directo de pro­
enajenación,<T6i que depende de la estafa, la astucia, la
ducción, com o extractor de plustrabajo, esa relación toda­
pericia, la habilidad y mil coyunturas de mercado; luego,
vía es muy simple, y la conexión real se impone al portador
sin embargo, la circunstancia de que aquí, junto al tiempo
de ese proceso, al capitalista mismo, y aún está en su
de trabajo, se añade un segundo elemento determinante: el
conciencia. Lo prueba contundentemente la violenta lucha
tiempo de circulación. Por cierto que éste sólo funciona
por los límites de la jornada laboral. Pero incluso dentro
com o barrera negativa de la formación de valor y de
de esta esfera no mediada, en la esfera del proceso directo
plusvalor, pero tiene la apariencia de ser una causa tan
entre trabajo y capital, las cosas no son tan simples. Al
positiva com o el trabajo mismo y de aportar una deter­
desarrollarse el plusvalor relativo en el propio modo espe­
minación proveniente de la naturaleza del capital e inde­
cíficamente capitalista de producción, con lo cual se desa­
pendientemente del trabajo. En el libro II, naturalmente,
rrollan las fuerzas productivas sociales del trabajo, estas
sólo tuvimos que presentar esta esfera de circulación en
fuerzas productivas y las conexiones sociales del trabajo
relación con las determinaciones formales que genera e
aparecen en el proceso laboral directo com o desplazadas
indicar el desarrollo ulterior de la figura del capital que
del trabajo al capital. D e esta suerte, el capital ya se vuelve
se verifica en ella. Pero en la realidad esta esfera es la
un ente místico en grado sumo, puesto que todas las fuer­ esfera de la competencia que, considerando cada caso por
zas productivas sociales del trabajo se presentan como separado, está dominada por la casualidad, o sea donde la
fuerzas que le pertenecen al capital y no al trabajo en ley interna que se impone en estas casualidades y las
cuanto tal, y que retoñan de su propio seno. Luego se regula sólo se torna visible no bien estas casualidades se
50 “Salarios, ganancia y renta son las tres fuentes originarias de
agrupan en grandes masas, esto es, donde ella permanece
todo rédito así com o de todo valor de cam bio.” (A. Sm ith.)l249l “Así invisible e ininteligible para los agentes singulares de la
es com o las causas de la producción m aterial son al mismo tiempo producción misma. Pero además, el proceso real de pro­
las fuentes de los réditos primitivos existentes.” (Storch [Cours ducción, com o unidad del proceso directo de producción
d'économ ie politique, San Petersburgo, 1815] l, p. .259.) y del proceso de circulación, genera nuevas configuraciones
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donde se pierde cada vez más el hilo de la conexión rece condicionar las divergencias respecto de la ganancia
interna, las relaciones de producción se autonomizan unas media, y no a esta misma. La escisión de la ganancia en
con respecto a otras y los componentes de valor se petri­ ganancia empresarial e interés (para no hablar en abso­
fican unos frente a otros en formas autónomas. luto de la interposición de la ganancia comercial ni de la
Com o hemos visto, la transformación del plusvalor en ganancia derivada del tráfico dinerario, que están fundadas
ganancia está tan determinada por el proceso de circulación en la circulación y parecen surgir por entero de ella y no
com o por el proceso de producción. El plusvalor, en la del proceso mismo de producción) consuma la autonomi­
forma de la ganancia, ya no es referido a la parte de zación de la forma del plusvalor, el esclerosamiento de su
capital desembolsada en trabajo, de la que deriva, sino forma con respecto a su sustancia, a su esencia. Una parte
al capital global. La tasa de ganancia se regula por leyes de la ganancia, por oposición a la otra, se desprende total­
propias que admiten e incluso condicionan un cambio de mente de la relación de capital en cuanto tal y se presenta
la misma aun con una tasa permanentemente igual de plus- com o si se originara no en la función de la explotación
valor. Todo esto vela cada vez más la verdadera natura­ del trabajo asalariado, sino en el trabajo asalariado del
leza del plusvalor y por ende el verdadero mecanismo capitalista mismo. En antítesis con ello, el interés aparece
motor del capital. Y esto sucede aun más por obra de la entonces com o independiente, ya sea del trabajo asalariado
transformación de la ganancia en ganancia media y de los del obrero, ya del propio trabajo del capitalista, y manar
valores en precios de producción, en los términos medios del capital com o de su propia fuente independiente. Si origi­
reguladores de los precios de mercado. Aquí interviene un nariamente el capital apareció sobre la superficie de la
com plejo proceso social, el proceso de nivelación de los circulación com o un fetiche de capital, com o un valor
capitales, que a los precios m edios relativos de las mer­ generador de valor, ahora se vuelve a presentar en la figura
cancías los separa de sus valores y, [por otra parte], a las del capital que devenga interés com o en su forma más
ganancias medias en las diferentes esferas de la producción enajenada y más característica. Por ello, la forma “capital-
(con total prescindencia de las inversiones individuales de interés”, com o tercer término después de “tierra-renta” y
capital en cada esfera particular de la producción) las aísla “trabajo-salario”, es también mucho más consecuente que
de la real explotación del trabajo por los capitales particu­ “capital-ganancia”, puesto que en la ganancia persiste
lares. N o sólo parece serlo, sino que aquí, de hecho, el siempre un recuerdo de su origen, que en el interés no sólo
precio medio de las mercancías es diferente de su valor, esto está extinguido sino colocado en una forma antitética y fija,
es, del trabajo realizado en ellas, y la ganancia media contrapuesta a ese origen.
de un capital particular diferente del plusvalor que ese Finalmente, junto al capital como fuente autónoma de
capital extrajo de los obreros ocupados por él. El valor plusvalor, se ubica la propiedad de la tierra com o límite
de las mercancías ya sólo se manifiesta directamente en la de la ganancia media y transferidora de una parte del
influencia de la fluctuante fuerza productiva del trabajo plusvalor a una clase que ni trabaja ella misma, ni explota
sobre la baja y el alza de los precios de producción, sobre directamente a trabajadores, ni puede, com o el capital que
su movimiento, y no sobre sus últimos límites. La ganancia devenga interés, recurrir a consuelos moralmente edifi­
tan sólo se manifiesta accesoriamente determinada por la cantes, com o, por ejemplo, el riesgo y el sacrificio inhe­
explotación directa del trabajo, en la medida en que ésta rentes al préstamo de capital. Puesto que aquí una parte
permite al capitalista, con los precios reguladores del mer­ del plusvalor no parece directamente ligada a relaciones
cado — que existen de m odo aparentemente independiente sociales, sino a un elemento natural, la tierra; la forma
de esa explotación— realizar una ganancia divergente de de la recíproca enajenación y esclerosamiento de las dife­
la ganancia media. Las mismas ganancias medias normales rentes partes del plusvalor se consuma, la conexión interna
parecen inmanentes al capital, independientes de la explo­ queda definitivamente desgarrada y la fuente del plusvalor
tación; la explotación anormal o incluso la explotación sepultada por entero, precisamente porque las relaciones
media bajo condiciones excepcionales favorables sólo pa­ de producción vinculadas a los diferentes elementos mate-

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nales del proceso de producción se han vuelto autónomas natural, y puesta al abrigo de toda duda, de sus triviales
unas con respecto a las otras. jactancias. Esa fórmula corresponde al mismo tiempo al
En capital-ganancia o, mejor aun, capital-interés, interés de las clases dominantes, puesto que proclama la
suelo-renta de la tierra, trabajo-salario, en esta trinidad necesidad natural y la legitimación eterna de las fuentes
económ ica com o conexión de los componentes del valor y de sus entradas, elevándolas a la calidad de dogma.
de la riqueza en general con sus fuentes, está consumada la Al exponer la cosificación de las relaciones de pro­
mistificación del m odo capitalista de producción, la cosifi- ducción y su autonomización frente a los agentes de la
cación de las relaciones sociales, la amalgama directa de producción, no entramos a analizar la manera en que las
las relaciones materiales de producción con su determi­ conexiones a través del mercado mundial, sus coyunturas,
nación histórico-social: el mundo encantado, invertido y el movimiento de los precios de mercado, los períodos del
puesto de cabeza donde M onsieur le C apital y M adam e la crédito, los ciclos de la industria y el comercio, la alter­
Terre rondan espectral mente com o caracteres sociales y, al nancia de la prosperidad y la crisis, se les presentan como
propio tiempo de manera directa, com o meras cosas. El leyes naturales todopoderosas que los dominan al margen
gran mérito de la economía clásica consiste en haber de su voluntad y se imponen frente a ellos com o una ciega
disuelto esa falsa apariencia, esa superchería, esa autono- necesidad. N o lo hacemos porque el movimiento real de la
mización recíproca y ese esclerosamiento de los diferentes competencia queda fuera de nuestro plan y sólo hemos
elementos sociales de la riqueza, esa personificación de de presentar la organización interna del modo capitalista de
las cosas y cosificación de las relaciones de producción, producción, por así decirlo, en su término medio ideal.
esa religión de la vida cotidiana, puesto que reduce el En formas anteriores de la sociedad, esta mistificación
interés a una parte de la ganancia y la renta al excedente económica sólo se verifica principalmente con relación al
sobre la ganancia media, de tal manera que ambos coin­ dinero y al capital que devenga interés. Se halla excluida,
ciden en el plusvalor; puesto que presenta el proceso de por la naturaleza de las cosas, primero, allí donde prepon­
circulación com o mera metamorfosis de las formas y final­ dera la producción para el valor de uso, para satisfacer
mente, en el proceso inmediato de producción, reduce el directamente las propias necesidades; segundo, allí donde,
valor y el plusvalor de las mercancías al trabajo. N o com o en la Antigüedad y en la Edad Media, la esclavitud o la
obstante, incluso sus mejores portavoces, com o no podía servidumbre forman la amplia base de la producción so­
ser de otra manera desde el punto de vista burgués, cial: aquí el dom inio de las condiciones de producción
siguen siendo prisioneros, en mayor o menor medida del sobre los productores está ocultado por las relaciones de
mundo de la apariencia críticamente disuelto por ellos, dominación y servidumbre que aparecen y son visibles
y por ende todos incurren más o menos en inconsecuen­ com o los resortes directos del proceso de producción. En
cias, semiverdades y contradicciones no resueltas. Por otro las comunidades primitivas, donde impera el comunismo
lado, en cambio, es asimismo natural que los agentes reales natural y espontáneo, e incluso en las comunas urbanas
de la producción se sientan por entero a sus anchas en de la Antigüedad, es esta misma comunidad con sus condi­
estas formas enajenadas e irracionales de capital-interés, ciones la que se presenta com o base de la producción, y
suelo-renta, trabajo-salario, pues son precisamente las su reproducción aparece com o el último fin de ésta. Incluso
configuraciones de la apariencia en que se mueven y con en el sistema corporativo medieval, ni el capital ni el tra­
las cuales tienen que vérselas todos los días. Por eso es bajo aparecen desligados, sino determinadas sus relaciones
asimismo natural que la econom ía vulgar, que es nada por el sistema de corporaciones y las circunstancias conexas
más que una traducción didáctica, más o menos doctri­ con el mismo y las ideas de deber profesional, maestría, etc.,
naria, de las representaciones corrientes de los agentes correspondientes a esas relaciones. Sólo en el modo capi­
reales de la producción, entre las cuales introduce cierto talista de producción . . . 3
orden inteligible, encuentre precisamente en esa trinidad,
donde está extinguida toda la conexión interna, la base “ Aquí se interrum pe el manuscrito.

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C A PÍT U L O XLIX

P A R A EL A NÁLISIS D EL PROCESO
D E PRODUCCIÓN

En la investigación que sigue se puede prescindir de la


distinción entre precio de producción y valor, pues esa dis­
tinción cesa absolutamente cuando, com o aquí sucede, se
considera el valor del producto global anual del trabajo,
o sea el valor del producto del capital social global.
Ganancia (ganancia empresarial más interés) y renta
son nada más que formas peculiares que asumen partes
especiales del plusvalor de las mercancías. La magnitud del
plusvalor es el límite que se opone a la suma de magnitudes
de las partes en que se puede descomponer. Por ende,
ganancia media más renta son iguales al plusvalor. Es
posible que una parte del plustrabajo contenido en las mer­
cancías, y por ende del plusvalor, no entre directamente
en la nivelación para llegar a la ganancia media, de manera
que una parte del valor de las mercancías no se exprese
en absoluto en su precio. Sólo que, primero, eso se com ­
pensa porque o bien crece la tasa de ganancia si la mer­
cancía vendida por debajo de su valor forma un elemento
del capital constante, o bien ganancia y renta se presentan
en un producto mayor si la mercancía vendida por debajo
de su valor entra com o artículo de consumo individual en
la parte del valor consumida com o rédito. Pero, segundo,
eso se anula en el movimiento medio. En cualquier caso,
aun cuando una parte del plusvalor no expresada en el
precio de la mercancía se pierda para la formación del pre­
cio, la suma de ganancia media más renta, en su forma

1059
normal, nunca puede ser mayor, aunque sí menor que el ninguna parte de valor de las mercancías con que es
plusvalor global. Su forma normal presupone un salario pagado. N o se le tiene en cuenta, pues, en el análisis del
correspondiente al valor de la fuerza de trabajo. Incluso la valor de las mercancías y de los componentes en que éste
renta m onopólica, en la medida en que no es deducción se descom pone.) Es la objetivación de la parte de la jornada
del salario, en cuyo caso no constituye categoría particular laboral global del obrero en que se reproduce el valor del
alguna, siempre debe constituir indirectamente una parte capital variable y, por ende, el precio del trabajo; la pane
del plusvalor; si no es una parte del excedente de precio del valor de las mercancías en que el obrero reproduce el
sobre los costos de producción de la mercancía misma valor de su propia fuerza de trabajo o el precio de su
de la cual constituye un com ponente (com o en el caso de trabajo. La jornada laboral global del obrero se subdivide
la renta diferencial), o una parte excedentaria del plusvalor en dos. Una parte en que ejecuta la cantidad de trabajo
de la mercancía misma de la cual forma un componente, necesaria para reproducir el valor de sus propios medios
por encima de la parte de su propio plusvalor medida por de subsistencia: la parte paga de su trabajo global, la
la ganancia media (com o en la renta absoluta), sí lo es parte de su trabajo necesaria para su propia conservación
del plusvalor de otras mercancías, esto es, de las mercan­ y reproducción. Toda la parte restante de la jornada
cías que se intercambian por esa mercancía que tiene un laboral, toda la cantidad excedentaria de trabajo que eje­
precio monopólico. La suma de ganancia media más renta cuta por encima del trabajo realizado en el valor de su
de la tierra nunca puede ser mayor que la magnitud de la salario, es plustrabajo, trabajo impago que se representa en
cual son partes y que ya está dada antes de esa división. el plusvalor de su producción mercantil global (y, por ende,
Por ende, resulta indiferente para nuestro análisis el que en una cantidad excedentaria de m ercancía), plusvalor que
el plusvalor total de las mercancías, vale decir todo el por su lado se descom pone en diferentes partes ya nom­
plustrabajo contenido en las mercancías, se realice o no en bradas: ganancia (ganancia del empresario más interés)
su precio. El plustrabajo no se realiza totalmente, aunque y renta.
más no sea porque con el constante cambio de magnitud Por consiguiente, la parte global de valor de las mer­
del trabajo socialmente necesario para la producción de una cancías en que se realiza el trabajo global de los obreros
mercancía dada, que se origina en el constante cambio agregado durante un día o un año, el valor global del
de la fuerza productiva del trabajo, una parte de las mer­ producto anual que ese trabajo crea, se subdivide en el
cancías ha de ser producida siempre bajo condiciones valor del salario, la ganancia y la renta, pues ese trabajo glo­
anormales, y por ende vendida por debajo de su precio bal se disgrega en trabajo necesario, por obra del cual el
individual. En cualquier caso, ganancia más renta son obrero crea la parte de valor del producto con que a su
iguales a todo el plusvalor (plustrabajo) realizado, y para vez se le paga, o sea el salario, y en plustrabajo impago,
la consideración de que aquí se trata el plusvalor realizado por obra del cual crea la parte de valor del producto que
puede ser equiparado con todo plusvalor, pues ganancia se representa en el plusvalor y que luego se desglosa
y renta son plusvalor realizado, o sea, en suma, el plus- en ganancia y en renta. Fuera de este trabajo, el obrero
valor que entra en los precios de las mercancías; esto es, no ejecuta ningún trabajo, y fuera del valor global del
en la práctica, todo plusvalor que sea parte constitutiva de producto, que asume las formas de salario, ganancia y
ese precio. renta, no crea ningún valor. El valor del producto anual
Por otro lado, el salario, que constituye la tercera en que se representa su trabajo nuevo agregado durante el
forma peculiar del rédito, es siempre igual al componente año es igual al salario o al valor del capital variable más
variable del capital, vale decir al componente que no se el plusvalor, que vuelve a dividirse en las formas de
desembolsa en medios de trabajo, sino en la adquisición ganancia y renta.
de la fuerza viva de trabajo, en el pago a los obreros. (El La parte global de valor del producto anual que el
trabajo que se paga en el gasto de rédito es pagado a su obrero crea en el curso del año, por ende, se expresa
vez con salario, ganancia o renta y, por ende, no forma en la suma de valor anual de los tres réditos: el valor de

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salario, ganancia y renta. Por eso resulta evidente que el se consumió totalmente y otra sólo en parte, y así en la pro­
valor de la parte constante de capital no está reproducido ducción sólo se consumió una parte de su valor. Toda
en el valor del producto anualmente creado, pues el salario esta parte del capital constante consumida en la produc­
sólo es igual al valor de la parte variable de capital adelan­ ción debe ser repuesta in natura [en especie]. Presupo­
tada en la producción, y renta y ganancia sólo son iguales niendo inalteradas todas las demás circunstancias, y sobre
al plusvalor, al excedente de valor producido sobre el todo la fuerza productiva del trabajo, esa parte cuesta
valor global del capital adelantado, valor global que es la misma cantidad de trabajo que antes para su reposición,
igual al valor del capital constante más el del capital vale decir debe ser repuesta por un equivalente de valor.
variable. Donde ello no ocurre, la reproducción ni siquiera puede
Para la dificultad que hay que resolver aquí, resulta efectuarse en la antigua escala. Pero ¿quién ha de ejecutar
completamente indiferente que una parte del plusvalor estos trabajos y quién los ejecuta?
trasmutado en la forma de ganancia y renta no se consuma En el caso de la primera dificultad — ¿quién ha de
com o rédito, sino que sirva para la acumulación. La parte pagar, y con qué, la parte constante de valor contenida
de él que se ahorra com o fondo de acumulación sirve para en el producto?— , se supone que el valor del capital
la formación de capital nuevo, adicional, pero no para la constante consum ido en la producción reaparece com o
reposición del viejo, ni de la parte constitutiva del capital parte de valor del producto. Esto no contradice el supuesto
viejo desembolsada en fuerza de trabajo' ni de la desembol­ de la segunda dificultad, pues ya en el libro I, capítulo V
sada en medios de trabajo. O sea que aquí, para simpli­ (Proceso de trabajo y proceso de valorización ) , 3 se de­
ficar, se puede aceptar que los réditos entraron totalmente mostró cóm o aunque la mera adición de trabajo nuevo no
en el consumo individual. La dificultad presenta dos aspec­ reproduce el valor antiguo, sino que sólo crea una adición
tos. Por un lado: el valor del producto anual en que se al mismo, sólo crea valor adicional, hace al mismo tiempo,
consumen esos réditos — salario, ganancia, renta— contiene no obstante, que el antiguo valor permanezca conservado
en sí un^ parte de valor igual a la porción de valor de la en el producto; cóm o esto sucede con el trabajo no en la
parte constante de capital absorbida en dicho producto. medida en que es creador de valor, o sea trabajo en
Contiene esa parte de valor, además de la parte de valor general, sino en su función de determinado trabajo pro­
que se resuelve en salario y de la parte de valor que se ductivo. N o era necesario, entonces, ningún trabajo adi­
resuelve en ganancia y renta. Su valor, por ende, es = sala­ cional para conservar el vailor de la parte constante dentro
rio ganancia 4 - renta -f- C, que representa su parte cons­ del producto donde se gasta el rédito, es decir todo el valor
tante de valor. Ahora bien, ¿cómo el valor producido creado durante el año. Pero sí es necesario nuevo trabajo
anualmente, que sólo es = salario -f- ganancia -f- renta, ha adicional para reponer el capital constante consumido en
de comprar un producto cuyo valor es = (salario -f- ga­ su valor y valor de uso durante el año transcurrido, repo­
nancia + renta) -f- C? ¿Cómo el valor producido anual­ sición sin la cual resulta absolutamente imposible la repro­
mente puede comprar un producto cuyo valor es superior ducción.
al suyo?
Por otro lado: si prescindimos de la parte del capital Todo trabajo nuevo agregado queda representado en
constante que no entró en el producto y que por ende, el valor nuevo creado durante el año, que a su vez se
aunque con valor disminuido, continúa existiendo tanto resuelve totalmente en los tres réditos: salario, ganancia y
antes com o después de la producción anual de las mer­ renta. Por un lado, pues, no resta ningún trabajo social
cancías, esto es, si abstraemos por un instante el capital excedentario para la reposición del capital constante con­
fijo empleado, pero no consumido, la parte constante del sumido, al que en parte hay que restaurar in natura y con
capital adelantado en forma de materias primas y mate­ arreglo a su valor, y en parte meramente según su valor
riales auxiliares está totalmente absorbida en el nuevo
producto, mientras que una parte de los medjos de trabajo * Véase, en la presente edición, t. i, vol. 1, pp. 215 y ss.

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(por el mero desgaste del capital fijo). Por otro lado, por más capacidad que tenga naturaliter [por naturaleza]
el valor anualmente creado por el trabajo, que se des­ ese producto de servir de medio de consumo, es producto
com pone en las formas de salario, ganancia y renta y ha de de un capital invertido en la mera producción de medios
gastarse en ellas, no parece suficiente para pagar o de producción. La parte mayor, con mucho, de los pro­
comprar la parte constante de capital que, fuera del propio ductos que forman el capital constante, existe material­
valor de aquéllas, debe estar encerrado en el producto mente, asimismo, en una forma bajo la cual no puede
anual. entrar en el consum o individual. En la medida en que lo
Como vemos, el problema aquí planteado ya quedó pudiera, tal como, por ejemplo un campesino podría co­
resuelto cuando consideramos la reproducción del capital so­ merse el grano reservado com o simiente o sacrificar sus
cial global, libro II, sección III. Acá retornamos a él porque, animales de tiro, la barrera económica funciona para él
por lo pronto, allí el plusvalor aún no estaba desarrollado exactamente lo mismo que si esa parte existiese bajo una
en sus formas de rédito — ganancia (ganancia del empre­ forma no consumible.
sario más interés) y renta— , y por ende tampoco podía Com o se dijo ya, en ambas clases abstraemos la parte
ser tratado en esas formas, pero luego asimismo, porque fija del capital constante, que continúa existiendo in natura
precisamente con la forma de salario, ganancia y renta y en cuanto a su valor, independientemente del producto
se asocia un increíble error de análisis que, desde Adam anual de ambas clases.
Smith, recorre toda la economía política. En la clase II, en cuyos productos se gastan salario,
Dividíamos allí todo capital en dos grandes clases: ganancia y renta o, para abreviar, se consumen los réditos,
la clase I, que produce medios de producción, y la clase II, el producto mismo, según su valor, consta de tres com po­
que produce medios de consumo individual. La circuns­ nentes. Un componente es igual al valor de la parte
tancia de que ciertos productos puedan servir tanto para constante de capital consumida en la producción; un se­
el disfrute personal como de medios de producción (un gundo componente es igual al valor de la parte variable
caballo, granos, e tc.), no anula en modo alguno la justeza adelantada en la producción, desembolsada en el salario;
absoluta de esa división. D e hecho, no es ninguna hipó­ finalmente, un tercer componente es igual al plusvalor
tesis, sino sólo expresión de un hecho. Tómese el producto producido, o sea = ganancia + renta. El primer compo­
anual de un país. Una parte del producto, sea cual fuere nente del producto de la clase II, el valor de la parte
su capacidad para servir de medio de producción, ingresa constante de capital, no puede ser consumido ni por los
en el consumo individual. Es el producto en que se gastan capitalistas, ni por los obreros de la clase II, ni por
salario, ganancia y renta. Este producto es el producto los terratenientes. No forma parte alguna de los réditos de
de determinada división del capital social. Es posible que ellos; debe ser repuesto in natura, y para que eso pueda
este mismo capital también cree productos pertenecientes suceder es necesario venderlo. En cambio los otros dos
a la clase I. En la medida en que lo haga, la parte de ese com ponentes de ese producto son iguales al valor de
capital consumida en el producto de la clase II, en un los réditos generados en esa clase, = salario + ganancia
producto que realmente recae en el consumo individual, ■f renta.
no será la que suministra los productos que recaen en la En la clase I, el producto, en lo que concierne a la
clase I y se consumen productivamente. Todo este pro­ forma, consta de los mismos componentes. Pero la parte
ducto II, que entra en el consumo individual y en el cual, que aquí forma rédito — salario + ganancia + renta o,
por ende, se gasta el rédito, es la existencia del capital para abreviar, la parte variable del capital + el plusvalor—
consumido en él más el excedente producido. Es, por no se consume aquí en la forma natural de los productos
ende, producto de un capital invertido en la mera produc­ de esa clase I, sino en los productos de la clase II. El
ción de medios de consumo. Y del mismo modo, el sector valor de los réditos de la clase I, por consiguiente, debe
I del producto anual, el sector que sirve de medio de ser consumido en la parte del producto de la clase II que
reproducción, materia prima e instrumentos de trabajo, forma el capital constante a reponer de II. Del producto

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de la clase II, la parte que debe reponer el capital constante constante ni la clase I convertir su rédito de la forma
de dicha clase es consumida en su forma natural por los inconsumible en la consumible.
obreros, los capitalistas y los terratenientes de la clase I. El valor del producto mercantil anual, exactamente
Ellos desembolsan sus réditos en ese producto II. Por otro com o el valor del producto mercantil de una inversión
lado, el producto de I, en la medida en que representa un particular de capital e igual que el valor de cada mercan­
rédito de la clase I, es consumido en su forma natural, y cía por separado, se resuelve en dos componentes de valor:
productivamente por la clase II, cuyo capital constante uno, A, que repone el valor del capital constante adelan­
repone in natura. Finalmente, la parte constante, consu­ tado, y otro, B, que se presenta en la forma de rédito
mida, de capital de la clase I es repuesta con los propios com o salario, ganancia y renta. E l último componente de
productos de esta clase, que precisamente constan de valor, B, forma una antítesis con el primero, A, por cuanto
medios de trabajo, materias primas y auxiliares, etc., en éste, bajo circunstancias en lo demás iguales, 1 ) , jamás
parte mediante el intercambio recíproco entre los capi­ asume la forma del rédito, y 2 ) refluye siempre en la
talistas I, y en parte debido a que una porción de esos forma de capital, y precisamente de capital constante. Sin
capitalistas puede volver a emplear directamente su propio embargo, el otro componente B también está a su vez
producto com o m edio de producción. contrapuesto en sí mismo. Ganancia y renta tienen de
Tom em os el anterior esquema (libro II, capítulo X X , com ún con el salario el que los tres constituyen formas
I I ) a de reproducción simple: de rédito. A pesar de ello se distinguen esencialmente
I) 4.000, + 1.000, + 1.000,, = 6.000 ) _ ... porque en la ganancia y la renta se representa plusvalor,
II) 2 .000 , + 500 , + 500 p , = 3.000 j — y ‘UUU o sea trabajo impago, y en el salario trabajo pago. La
parte de valor del producto que representa salario gastado,
Conforme a esto, en II los productores y terratenientes o sea que repone el salario y que, según nuestros supuestos,
consum en 500 , + 500p , = 1 .000 com o rédito; quedan all( donde la reproducción se lleva a cabo en la misma
2 .000 , para reponer. Esto es consumido por los obreros, escala y bajo las mismas condiciones, se vuelve a con­
capitalistas y beneficiarios de renta de I, cuya entrada vertir en salario, refluye por lo pronto com o capital varia­
= 1.000 , -|- 1 .000 ,« = 2 .000 . El producto consumido de ble, com o un componente del capital que se debe adelantar
II se consume com o rédito de I, y la parte de rédito de I de nuevo a la reproducción. Este componente funciona de
representada en el producto inconsumible es consumida manera doble. Primeramente existe en la forma de capital
com o capital constante de II. Queda por rendir cuentas, y se intercambia en cuanto tal por la fuerza de trabajo.
pues, de 4 .000 , en I. Esto se repone con el propio pro­ En manos del obrero se transforma en el rédito que éste
ducto de I = 6 .0 0 0 , o más bien = 6 .0 0 0 — 2 .0 0 0 , pues extrae de la venta de su fuerza de trabajo, se convierte
esos 2 .0 0 0 ya están convertidos en capital constante para com o rédito en medios de subsistencia y se consume. Este
II. Es conveniente observar que los guarismos, por cierto, doble proceso se pone de manifiesto en virtud de la me­
han sido arbitrariamente elegidos, o sea que incluso la diación de la circulación dineraria. El capital variable se
relación entre el valor del rédito de I y el valor del capital adelanta en dinero, se desembolsa en el pago de salarios.
constante de II parece arbitraria. Sin embargo, es evidente Es ésta su primera función como capital. Se trueca por
que en la medida en que el proceso de reproducción se fuerza de trabajo y se transforma en la exteriorización
efectúa de manera normal y bajo circunstancias en lo demás de esa fuerza de trabajo, en trabajo. Éste es el proceso
iguales, esto es, prescindiendo de la acumulación, la suma para el capitalista. Pero, segundo: con ese dinero los
de valor de salario, ganancia y renta en la clase I debe ser obreros compran una parte de su producto mercantil,
igual al valor de la parte constante de capital de la clase II. que está medido por ese dinero y que ellos consumen com o
Caso contrario, la clase II no puede reponer su capital rédito. Si hacemos caso omiso de la circulación dineraria,
una parte del producto del obrero está en manos del
“ Véase, en la presente edición, t. H, vol. 5, p.' 486. capitalista en la forma de capital disponible. Él adelanta

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esa parte como capital, dándosela al obrero a cambio de que se limita a reponer capital constante, y otra que,
nueva fuerza de trabajo, mientras que el obrero la consume aunque una fracción de ella refluye com o capital variable,
com o rédito, directamente o mediante intercambio por otras o sea incluso en la form a de capital, tiene sin embargo por
mercancías. La parte de valor del producto, pues, que destino transformarse totalmente en ingreso bruto y asumir
en la reproducción está destinada a transformarse en la forma del salario, de la ganancia y la renta, cuya suma
salario, en rédito para los obreros, refluye primero a manos constituye el ingreso bruto. Vim os además que el caso
del capitalista en la forma de capital, y con más pre­ es el mismo con relación al valor del producto global anual
cisión de capital variable. Que refluya en esa forma es de-una sociedad. Entre el producto del capitalista indi­
una condición esencial para que se vuelvan a reproducir vidual y el de la sociedad sólo existe una diferencia en
invariablemente el trabajo com o trabajo asalariado, los cuanto a esto: considerado desde el punto de vista del
medios de producción como capital y el proceso mismo capitalista individual, el ingreso neto se distingue del in­
de producción como capitalista. greso bruto en que éste incluye el salario y aquél lo excluye.
Si no queremos extraviarnos en inútiles dificultades, Considerando el ingreso de toda la sociedad, el ingreso
hemos de distinguir rendimiento bruto y rendimiento neto nacional consta de salario más ganancia más renta, o sea
de ingreso bruto e ingreso neto. del ingreso bruto. Pero esto también es una abstracción,
El rendimiento bruto o producto bruto es todo el pro­ por cuanto toda la sociedad, fundada en la producción capi­
ducto reproducido. Con exclusión de la parte empleada, talista, se coloca en el punto de vista capitalista y por ende
pero no consumida, del capital fijo, el valor del rendi­ sólo considera ingreso neto el ingreso que se resuelve en
miento bruto o del producto bruto es igual al valor del ganancia y renta.
capital adelantado y consumido en la producción, del ca­ En cambio la fantasía del señor Say, por ejemplo, según
pital constante y el variable, más el plusvalor que se la cual el rendimiento total, el producto bruto global de
resuelve en ganancia y renta. O si no consideramos el pro­ una nación se resuelve en rendimiento neto o no se dis­
ducto del capital individual, sino del capital social global, tingue de él, o sea que esa distinción deja de existir desde
el rendimiento bruto es igual a los elementos materiales el punto de vista nacional, sólo es la expresión necesaria
que forman el capital constante y el variable más los ele­ y última del dogma absurdo que desde Adam Smith atra­
mentos materiales del plusproducto, en el que se representan viesa toda la economía política y según el cual el valor de
la ganancia y la renta. las mercancías se descompone totalmente y en última ins­
El ingreso bruto es la parte de valor, y la porción tancia en ingreso, en salario, ganancia y renta . 51
del producto bruto medida por esa parte, que restan luego 51 Ricardo form ula la siguiente y muy buena observación sobre
de deducir de la producción global la parte de valor, y la el irreflexivo Say: “El señor Say habla com o sigue del producto neto
porción del producto por ella medida, que repone el capital y del producto bruto: «El valor total producido es el producto bruto;
constante adelantado y consumido en la producción. El este valor, tras deducir de él el costo de producción, es el producto
neto». [Traite d ’économ ie politiqueé t. II, p. 491). N o puede haber,
ingreso bruto, por ende, es igual al salario (o a la parte por ende, producto neto, porque según el señor Say el costo de pro­
del producto destinada a reconvertirse en el ingreso del ducción consiste en renta, salarios y ganancias. En la página 508
obrero) + la ganancia-)- la renta. El ingreso neto es en dice: «El valor de un producto, el valor de un servicio productivo, el
cambio el plusvalor y, por consiguiente, el plusproducto v alor del costo de producción son, pues, en su totalidad, valores
sim ilares cuando se deja que las cosas sigan su curso natural.» Si se
que resta tras la deducción del salario; por tanto, en rigor sacu todo de un todo, no queda nada.” (Ricardo, Principies, capítulo
representa el plusvalor realizado por el capital y que hay XXXII, p. 512, nota.) Por lo demás, como se verá más tarde, tam poco
que compartir con los terratenientes, y el plusproducto R icard o refuta en parte alguna el falso análisis de Smith acerca del
precio de las mercancías, su resolución en la suma de valor de los
medido por ese plusvalor.
réditos. N o se aflige por él y en sus análisis lo acepta como correcto
Ahora bien, se vio que el valor de cada mercancía en lu medida en que “abstrae” la parte constante de valor de las
por separado y el valor de todo el producto mercantil de m ercancías. Incluso recae de vez en cuando en el mismo modo de
cada capital individual se descom pone en dos partes: una ver las cosas.

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En el caso de cada capitalista por separado, inteligir •1 infinito. D e manera que lo que se manifiesta com o
que una parte de su producto debe reconvertirse en capital capital constante se puede resolver en salario, ganancia
(incluso si prescindimos de la ampliación de la reproduc­ y renta, pero los valores mercantiles en los que se repre­
ción, o de la acum ulación), y por cierto que no sólo en sentan el salario, la ganancia y la renta vuelven a estar
capital variable — que está destinado, a su vez, a retrans- determinados a su vez por el salario, la ganancia y la renta,
formarse en ingreso para los obreros, o sea en una forma y así sucesivamente, hasta el infinito . 62
de rédito— , sino además en capital constante, que nunca E l dogma absolutamente falso según el cual el valor
se puede transformar en ingreso, es, naturalmente, una de-las mercancías, en última instancia, puede resolverse en
intelección de extraordinaria baratura. La más simple per­ Salario -|- ganancia + renta, también se expresa diciendo
cepción del proceso de producción lo muestra a ojos vistas. que, en última instancia, el consumidor debe pagar el valor
La dificultad sólo comienza no bien se considera el pro­ lobai del producto global, o también que la circulación
ceso de producción en su conjunto. El valor de toda la
parte de producto que se consume com o rédito en la forma
SIneraria entre productores y consumidores debe ser en
última instancia igual a la circulación dineraria entre los pro­
de salario, ganancia y renta (en lo cual es totalmente indi­ ductores mismos (T ook e) ;i251i tesis todas que son tan
ferente que ese consumo sea individual o productivo), de falsas como el axioma en que descansan.
hecho y en el análisis se resuelve totalmente en la suma Las dificultades que conducen a este análisis falso y
de valor formada por salario más ganancia más renta — o prima facie absurdo son, en resumen, las siguientes:
sea en el valor global de los tres réditos— , pese> a que 1 ) Que no se comprende la relación fundamental entre
el valor de esa parte del producto, exactamente como el Capital constante y variable, y, por consiguiente, tampoco
que no ingresa en el rédito, contiene una parte de valor la naturaleza del plusvalor ni, por ende, la base íntegra del
= C, igual al valor del capital constante contenido en esas modo capitalista de producción. El valor de cada pro­
porciones; prim a facie [a primera vista], pues, es imposible ducto parcial del capital, de cada mercancía individual,
que el valor del rédito pueda limitar esa parte: por un lado Incluye una parte de valor = capital constante, una parte
el hecho prácticamente innegable, por el otro lado la con­ d# valor = capital variable (transformado en salario para
tradicción teórica igualmente innegable. D e la más fácil IOS obreros) y una parte de valor = plusvalor (escindido
de las maneras, se elude esta dificultad cuando se afirma Rlál tarde en ganancia y en renta). ¿Cómo es posible en-
que el valor de las mercancías sólo en apariencia contiene,
•* "En toda sociedad el precio de cada m ercancía se resuelve,
desde el punto de vista del capitalista individual, una parte SA definitiva, en una u otra de estas tres partes, o en las tres en su
ulterior de valor que difiera de la parte existente en forma SOnJuntO" (a saber: salario, ganancia, renta) “. . . Podrá pensarse,
de rédito. La frase hecha según la cual para unos se mani­ UMál, que resulta necesaria una cuarta parte para reponer el capital
fiesta com o rédito lo que para otros forma capital, ahorra I ll agricultor o para com pensar el desgaste de sus anim ales de labor
y de SUS dem ás aperos de labranza. Pero debe tenerse en cuenta que
toda reflexión ulterior. Cómo, entonces, se puede reponer el pfeclo de cualquier apero, por ejem plo el de un caballo de tiro,
el antiguo capital si el valor de todo el producto es consu­ M com pone a su vez de las mismas tres partes: la renta del cam po
mible en la forma de réditos, y cóm o el valor del pro­ CU q u e lo crian, el trabajo de atenderlo y criarlo y la ganancia del
ducto de cada capital individual puede ser igual a la suma arren d atario que adelanta la renta de su cam po y el salario de su
ireba)o. Por tanto, aunque el precio del grano pague tanto el precio
de valor de los tres réditos más C, el capital constante, del Caballo com o su m antención, el precio íntegro se resuelve como
mientras que la suma total de valor de los productos de dem prc, Inm ediatamente o en últim a instancia, en las mismas tres
todos los capitales es igual a la suma de valor de los tres |i r t 0 l ¡ renta, trabajo” (debería decir salario) “y ganancia”. (Adam
réditos más 0 , todo esto, pues, aparece desde luego como lmilh.)l"i>°l M ás adelante m ostram os que el mismo Smith siente
un enigma insoluble; un enigma que es necesario explicar 10 Contradictorio e insuficiente de ese subterfugio — pues no es otra
CMC que un subterfugio— cuando nos envía de la Ceca a la Meca,
diciendo que el análisis es absolutamente incapaz de des­ MHiqUC Cn ninguna parte muestre la real inversón de capital donde
cubrir los elementos simples del precio y que debe conten­ « j r e e l o del producto se resuelve puram ente y ultim ately [en últim a
tarse más bien, con el círculo vicioso y la pr.ogresión hasta MMencla] en esas tres partes, sin más progressus [progresión],

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tonces que el obrero con su salario, el capitalista con su Efectuamos ese análisis en el libro II, sección tercera.
ganancia, el terrateniente con su renta hayan de comprar 2 ) Que no se ha comprendido la manera en que el
mercancías cada una de las cuales no sólo contiene uno de trabajo, al agregar valor nuevo, conserva el antiguo valor
esos componentes sino los tres, y cóm o es posible que la en forma nueva, sin tener que producir de nuevo ese valor.
suma de valor de salario, ganancia y renta, o sea de las 3 ) Que no se comprende la conexión del proceso de
tres fuentes de ingresos juntas, haya de comprar las mer­ reproducción tal cual se presenta, considerado no desde el
cancías que entran en el consumo global de quienes per­ punto de vista del capital individual, sino desde el del ca­
ciben esos ingresos, mercancías que, fuera de esos tres pital global; la dificultad de cóm o el producto donde se
componentes de valor, contienen además un componente realizan el salario y el plusvalor, o sea el valor total que
de valor excedentario, a saber, capital constante? ¿Cómo creó durante el año el trabajo nuevo agregado, puede re­
han de comprar con un valor de tres un valor de cuatro ? 53 poner su parte constante de valor y aun resolverse simultá­
neamente en valor limitado meramente por los réditos; de
53 Proudhon m anifiesta su incapacidad de com prender esto con
la obtusa fórm ula: l’ouvrier ne peut pas racheter son propre produit cómo, además, el capital constante consumido en la pro­
[el obrero no puede volver a com prar su propio producto] porque en el ducción puede ser repuesto materialmente y según el valor
mismo está contenido el interés agregado al prix-de-revient [precio de por uno nuevo, aunque la suma global del trabajo nuevo
costo].!252! ¿Pero cómo le enm ienda la plana el señor Eugène Forcade? agregado sólo se realice en el salario y el plusvalor y se pre-
“Si la objeción de Proudhon fuera justa, no sólo afectaría la ganancia
aente exhaustivamente en la suma del valor de ambos.
del capital, [sino q u e ] . . . aniquilaría la posibilidad misma de la indus­
tria. Si al trabajador se le obliga a pagar a 100 la cosa por la cual A q u í es precisamente donde radica la dificultad principal:
no ha recibido más que 80, si el salario sólo puede volver a com prar, en el análisis de la reproducción y de la relación entre sus
en un producto, el valor que él ha puesto en el mismo, daría lo diferentes componentes, tanto según su carácter material
mismo decir que el trabajador no puede volver a com prar nada, que como en lo que respecta a sus relaciones de valor.
el salario nada puede pagar. En efecto, en el precio de costo hay
siempre algo m ás que el salario del obrero, y en el precio de venta 4 ) Pero se suma una nueva dificultad, que se acre­
algo más que la ganancia del em presario: por ejemplo, el precio de cienta no bien los diferentes componentes del plusvalor
la m ateria prima, que a m enudo se paga al e x tra n je ro . . . Proudhon aparecen en la forma de réditos recíprocamente autó-
ha olvidado el crecimiento incesante del capital nacional; ha olvidado nomoa: la dificultad de que las determinaciones fijas de
que este crecimiento se verifica para todos los trabajadores, tanto
para los em presarios como para la mano de obra.” (Revue des deux rédito y capital se intercambian y varían de ubicación,
M ondes, 1848, t. xxtv, pp. 998, 999.) He aquí el optimism o de la d f manera que desde el punto de vista del capitalista indi­
ofuscación burguesa, en la form a sapiente que mejor le sienta. En vidual ióio parecen ser determinaciones relativas y desva-
primer térm ino, el señor Forcade cree que el obrero no podría vivir nacerie en el conjunto del proceso de producción global.
si, am én del valor producido por él, no recibiera un valor aun supe­
rior, cuando por el contrario el modo capitalista de producción sería Por ejemplo el rédito de los obreros y capitalistas de la
imposible si el obrero recibiera realm ente el valor que produce. oiaae I, productora de capital constante, repone en valor
En segundo lugar, generaliza correctam ente la dificultad que Proud­ meterla el capital constante de la clase de los capita­
hon sólo enunció desde un punto de vista limitado. El precio de la
m ercancía no sólo contiene un excedente sobre el salario sino tam bién
Í lina 11, que produce medios de consumo. D e ahí que se
sobre la ganancia, a saber: la parte constante de valor. De modo que pueda pasar a escape sobre la dificultad, con la idea de
según el razonam iento de Proudhon, tam poco el capitalista podría lo que para unos es rédito es capital para los otros,
volver a com prar la m ercancía con su ganancia. ¿Y cóm o resuelve f que, por ende, estas determinaciones nada tienen que
Forcade el enigm a? Con una frase huera y absurda: el crecimiento Ver con las particularidades reales de los componentes
del capital. Por consiguiente, el crecimiento constante del capital
también habría de verificarse, entre otras cosas, en el hecho de que de valor de la mercancía. Además, mercancías que están
el análisis del precio de las mercancías, que al economista le resulta deitlnadas en última instancia a formar los elementos
imposible en el caso de un capital de 1 0 0 , se tornaría superfluo para
uno de 10.000. ¿Qué se diría de un quím ico que a la pregunta de (M ÍO ? La indulgente buena voluntad de descubrir en el m undo bur­
por qué el producto del suelo contiene más carbono que el suelo, gués si m ejor de todos los m undos posibles rem plaza, en la economía
respondiese: proviene del crecimiento constante de la producción del V ulgar, to d as lus exigencias del am or a la verdad y del impulso a la
Investigación científica.
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1073
materiales del gasto rediticio, o sea medios de consumo, anula el plusvalor mismo ni el valor global de las mercan­
pasan durante el año por diferentes fases: por ejemplo, cías com o fuente de esos diferentes componentes de predo.
hilado de lana, paño. En una fase forman una parte del Es éste el quidproquo que consideraremos en el capí­
capital constante, en la otra se consumen individualmente, tulo siguiente, y que necesariamente se vincula a la apa­
esto es, ingresan totalmente en el rédito. Por lo tanto, es riencia de que el valor surge de sus propios componentes.
posible figurarse con Adam Smith que el capital constante Es decir quer primeramente, los diferentes componentes de
no es más que un elemento aparente del valor mercantil, valor de la mercancía conservan en los réditos formas
que se desvanece en la conexión global. D e esta suerte, por autónomas y que, com o tales réditos, se los refiere no al
lo demás, se opera un intercambio de capital variable por valor de la mercancía com o su fuente, sino a los elementos
rédito. El obrero compra con su salario la parte de las materiales particulares de producción com o sus fuentes.
mercancías que forma su rédito. Con ello al mismo tiempo Están realmente referidos a ellos, pero no com o com po­
le repone al capitalista la forma dineraria del capital nentes de valor, sino com o réditos, com o componentes de
variable. Finalmente, una parte de los productos que valor que recaen en esas categorías determinadas de los
constituyen capital constante se repone in natura o por agentes de la producción: el obrero, el capitalista y el
intercambio de los productores del capital constante mismo, terrateniente. Ahora bien, es posible imaginarse, sin em­
proceso en el cual los consumidores nada tienen que ver. bargo, que esos componentes de valor, en vez de originarse
A l pasar por alto esta circunstancia, surge la apariencia en la descomposición del valor mercantil, lo forman, por
de que el rédito de los consumidores repone el producto el contrario, mediante su conjunción, de donde surge en­
total, o sea incluso la parte constante de valor. tonces el hermoso círculo vicioso según el cual el valor
5) Prescindiendo de la confusión que engendra la de las mercancías se origina en la suma de valor de salario,
transformación de los valores en precios de producción, ganancia y renta y, por su parte, el valor del salario, la ga­
surge otra por obra de la trasmutación del plusvalor en nancia y la renta se vuelve a determinar por el valor de
diferentes formas particulares de rédito, recíprocamente las mercancías, etc .64
autónomas y referidas a los diferentes elementos de la Considerando el estado normal de la reproducción, sólo
producción: la ganancia y la renta. Se olvida que los va­ una parte del trabajo nuevo agregado se emplea en la pro-
lores de las mercancías son la base y que la descomposición
de ese valor mercantil en componentes particulares y el 54 “e i capital circulante em pleado en m ateriales, m aterias pri­
ulterior desarrollo de estos componentes de valor hasta m as y productos term inados se compone a su vez de m ercancías
convertirse en formas de rédito, su transformación en rela­ cuyo precio necesario está form ado por los mismos elementos, de
modo que al considerar la totalidad de las m ercancías en un país,
ciones de los diferentes poseedores de las diversas fuerzas sería u n a duplicación ubicar esta porción del capital circulante entre
operantes de la producción con esos componentes singu­ los elem entos del precio necesario.” (Storch, Cours d’Économ ie Poli-
lares de valor y su distribución entre estos poseedores tique, ii, p. 140.) Por esos elem entos del capital circulante Storch
con arreglo a determinadas categorías y títulos, no modifica entiende (el fijo sólo es capital circulante cuya form a se ha modifi­
cado) la parte constante de valor. “Es verdad que el salario del
absolutamente en nada la determinación del valor ni su obrero, al igual que esa parte de la ganancia em presarial que con­
ley misma. Tam poco se ve modificada la ley del valor por siste en salarios, si se los considera como una porción de los medios
la circunstancia de que la nivelación de la ganancia, esto de subsistencia, se com ponen igualmente de m ercancías com pradas
es, la distribución del plusvalor global entre los diferentes al precio corriente, y que asimismo com prenden salarios, rentas de
los capitales, rentas de la tierra y ganancias em presariales . . . Esta
capitales, y los obstáculos que en parte (en la renta abso­ observación sólo sirve p ara probar que es imposible resolver el precio
luta) pone la propiedad de la tierra en el camino de esa necesario en sus elem entos más simples.” (Ibídem , nota.) E n sus
nivelación, determinen, divergentemente de sus valores in­ Considérations sur la nature du revenu national (París, 1824), Storch,
dividuales, los precios medios reguladores de las mercan­ polem izando contra Say, ve ciertam ente el absurdo a que conduce
el falso análisis acerca del valor de las m ercancías, que él resuelve
cías. Esto sólo afecta, por su parte, el recargo del plusvalor en meros réditos, y expresa correctam ente — desde el punto de
sobre los diferentes precios de las mercancías, pero no vista no del capitalista individual, sino de una nación— la falta de

1074 1075
ducción y, por ende, en la reposición de capital constante, también la única parte del plusvalor y del plusproducto, o
a saber: precisamente la parte que repone el capital cons­ sea del plustrabajo, que fuera de la parte que sirve para
tante consumido en la producción de medios de consumo, la acumulación, o sea para ampliar el proceso de repro­
de elementos materiales del rédito. Ello se compensa porque ducción, también debería continuar existiendo después de
esa parte constante de la clase II no cuesta ningún trabajo la abolición del modo capitalista de producción. Esto pre­
adicional. Ahora bien, el capital constante, que (conside­ supone^ com o es natural, que la parte regularmente con­
rando el proceso global de reproducción, o sea donde está sumida por el productor directo no quede restringida a su
comprendida aquella compensación entre las clases I y II) actual medida mínima. Fuera del plustrabajo para quienes,
no es ningún producto del trabajo nuevo agregado — aun­ por causa de la edad, todavía no pueden o ya no pueden
que sin él no se podría producir este producto— ese participar de la producción, caducaría todo trabajo para
capital constante, considerado materialmente, está expuesto sustentar a aquellos que no trabajan. Si se piensa en los
durante el proceso de reproducción a accidentes y peligros inicios de la sociedad, aún no existen medios de produc­
que pueden diezmarlo. (Pero además, considerado incluso ción producidos, o sea ningún capital constante cuyo valor
en lo que respecta al valor, puede desvalorizarse a causa entre en el producto y que en la reproducción en la misma
de una alteración en la fuerza productiva del trabajo; sin escala deba ser repuesto in natura a partir del producto,
embargo, esto sólo se refiere a los capitalistas individua­ en una medida determinada por su valor. Pero aquí la
les. ) Conforme a ello, una parte de la ganancia — o sea del naturaleza proporciona de manera directa los medios de
plusvalor y por ende, también, del plusproducto, en el cual subsistencia, que no precisan ser producidos. Por ende
(considerado según su valor) sólo se representa trabajo proporciona también al salvaje, que sólo tiene que satis­
nuevo agregado— sirve de fondo de emergencia. Respecto facer pocas necesidades, el tiempo no para que utilice en
a este punto, que este fondo sea administrado o no por la nueva producción los medios de producción aún inexis­
compañías de seguros com o negocio aparte no modifica tentes, sino para que junto al trabajo que insume la apro­
en nada la naturaleza de la cosa. Es ésta la única parte del piación de los medios de subsistencia existentes por
rédito que ni se consume en cuanto tal ni tampoco sirve naturaleza transforme otros productos naturales en medios
necesariamente com o fondo de acumulación. Que en los de producción: arcos, cuchillos de piedra, botes, etc. Este
hechos sirva com o tal o sólo cubra el déficit de la repro­ proceso, en el caso del salvaje, corresponde por entero,
ducción, es algo que depende de la casualidad. Es ésta si lo consideramos meramente en su aspecto material, a la
lógica de esos resultados, pero a su vez no da un paso adelante en el reconversión de plustrabajo en nuevo capital. En el pro­
análisis del precio necesario, del cual explica en su Cours que es ceso de acumulación sigue verificándose continuamente
imposible resolverlo en sus elem entos reales sin resolverlo en una la transformación de tal producto de trabajo excedentario
falsa progresión hacia el infinito. “ Resulta claro que el valor del en capital, y la circunstancia de que todo nuevo capital se
producto anual se distribuye parte en capitales y parte en beneficios,
y que cada una de estas porciones de valor del producto anual com ­ origine en la ganancia, la renta u otras formas del rédito,
prará regularm ente los productos que requiere la nación tanto para vale decir en el plustrabajo, conduce a la falsa idea de que
m antener su capital como para renovar su fondo de consum o” (pp. todo el valor de las mercancías se origina en un rédito.
134, 135). . . .“¿Acaso puede” (una fam ilia de campesinos que tra­ A l ser analizada más de cerca, esta reconversión de la
baja por su propia cuenta) “habitar sus graneros o sus establos, comer
sus simientes y forrajes, vestirse con sus anim ales de labor, divertirse ganancia en capital muestra más bien, a la inversa, que
con sus aperos de labranza? Según la tesis del señor Say habría que el trabajo adicional — que invariablemente se presenta en
contestar afirm ativam ente todas estas preguntas.” (135, 136.) . . . “Si forma de rédito— no sirve para conservar o, en su caso,
se adm ite que el rédito de una nación equivale a su producto bruto, reproducir el antiguo valor de capital, sino, en la medida
esto es, que no hay capital que deducir de él, hay que adm itir
tam bién que aquélla puede gastar im productivam ente el valor íntegro en que no se consum e como rédito, para crear nuevo
de su producto anual sin infligir el m enor perjuicio a su rédito capital excedentario.
futuro” l25aI (p. 147). “Los productos que conform an el capital de Toda la dificultad deriva de que todo trabajo nuevo
una nación no son consumibles” (p. 150). agregado, en la medida en que el valor por él creado no se
1076 1077
resuelve en salario, se manifiesta com o ganancia — conce­ que repone in natura los medios de producción de ese
bida aquí com o forma del plusvalor en general— , esto es, capital constante; 2 ) que la parte de valor donde se repre­
com o un valor que nada le costó al capitalista, com o un senta realmente ese trabajo nuevo adicionado no se con­
valor, por ende, que con seguridad no tiene que reponer sume in natura com o rédito, sino que repone el capital
a aquél ningún adelanto, ningún capital. Por tanto, este constante en otra esfera, a la cual se transfirió a éste bajo
valor existe en la forma de la riqueza disponible, adicional una forma natural en la que puede ser consumido com o
o, para abreviar, y desde el punto de vista del capitalista rédito, rédito que, sin embargo, no es producto exclusivo
individual, en la forma de su rédito. Pero este valor recién de trabajo nuevo agregado.
creado puede ser consumido tanto productiva cuanto indi­ En la medida en que la reproducción se opera en una
vidualmente, tanto en calidad de capital cuanto en calidad escala inalterada, se debe reponer in natura cada elemento
de rédito, En parte ya debe ser consumido productiva­ consumido del capital constante — si no según la cantidad y
mente con arreglo a su forma natural. Resulta claro, pues, la forma, sí según la capacidad de actuar— con un
que el trabajo adicionado anualmente crea capital al igual nuevo ejemplar de tipo correspondiente. Si la fuerza pro­
que rédito, lo cual se muestra también en el proceso de ductiva del trabajo sigue siendo la misma, esa reposición
acumulación. Pero la parte de la fuerza de trabajo empleada en especie incluye la reposición del mismo valor que tenía
en la nueva creación de capital (o sea, por analogía, la el capital constante en su antigua forma. Pero si se intensi­
parte de la jornada laboral que el salvaje emplea no para fica la fuerza productiva del trabajo de manera que los
apropiarse de sus alimentos, sino para hacer el instrumento mism os elem entos materiales se puedan reproducir con
con que se apropia de aquéllos) se torna invisible porque menos trabajo, una parte más exigua de valor del producto
el producto total del plustrabajo se presenta por lo pronto puede reponer completamente in natura la parte cons­
en la forma de ganancia, determinación que de hecho nada tante. En tal caso, el excedente puede servir para la for­
tiene que ver con ese plusproducto mismo sino que sólo mación de nuevo capital adicional, o una parte mayor del
se refiere a la relación privada del capitalista con el plus- producto puede asumir la forma de medios de consumo, o
valor embolsado por él. D e hecho, el plusvalor que crea el se puede disminuir el plustrabajo. En cam bio, si decrece
obrero se descom pone en rédito y capital, vale decir en la fuerza productiva del trabajo, una parte mayor del
medios de consumo y en medios adicionales de producción. producto debe entrar en la reposición del antiguo capital,
Pero el antiguo capital constante recibido del año anterior y el plusproducto decrece.
(prescindiendo de la parte que se echa a perder, o sea La reconversión de ganancia, o en general de cualquier
que se aniquila p ro tanto, esto es, el capital constante en forma del plusvalor, en capital pone de manifiesto — si
la medida en que no deba ser reproducido, y tales pertur­ prescindimos de la forma económica históricamente deter­
baciones del proceso de reproducción caen dentro del se­ minada y sólo la consideramos com o simple formación
gu ro), en lo que atañe a su valor, no es reproducido por de nuevos medios de producción— que todavía persiste
el trabajo nuevo agregado. el estado en que el trabajador, además del trabajo para
Vem os además que una parte del trabajo nuevo agre­ adquirir m edios de subsistencia directos, emplea trabajo
gado es absorbida constantemente en la reproducción y para producir medios de producción. Transformación de
reposición de capital constante consumido, aunque este ganancia en capital quiere decir nada más que em pleo
trabajo nuevo adicionado sólo se resuelva en réditos: de una parte del trabajo excedentario para la formación de
salario, ganancia y renta. Pero a este respecto se pasa por nuevos medios suplementarios de producción. Que esto
alto: 1 ) que una parte de valor del producto de ese suceda en la forma de la conversión de ganancia en capital
trabajo no es ningún producto de ese trabajo nuevo agre­ sólo quiere decir que no es el obrero, sino el capitalista,
gado, sino capital constante preexistente y consumido; quien dispone del trabajo excedentario. Que este trabajo
que la parte de los productos donde se representa esa parte excedentario deba transitar primeramente por un estadio
de valor tampoco se transforma, por ende, en rédito, sino donde aparece com o rédito (mientras que en el caso del

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salvaje, por ejemplo, aparece com o trabajo excedentario plusvalor en general, es un excedente sobre el valor de la
directamente orientado a la producción de medios de pro­ mercancía que sólo se obtiene mediante un recargo,
ducción) sólo quiere decir que este trabajo, o su producto, la estafa recíproca o la ganancia sobre la enajenación. A l
es apropiado por quien no trabaja. Pero lo que de hecho pagarse el precio de producción o incluso el valor de la
se transforma en capital no es la ganancia en cuanto tal. mercancía, también se pagan naturalmente los componentes
Transformación de plusvalor en capital sólo quiere decir de valor de la mercancía, que para su vendedor se pre­
que el plusvalor y el plusproducto no son consumidos indi­ sentan en forma de rédito. N o se habla aquí, com o es
vidualmente com o rédito por el capitalista. Pero lo que natural, de precios monopólicos.
realmente se transforma así es valor, trabajo objetivado En segundo lugar, es totalmente correcto que los com­
o, en su caso, el producto en que este valor se representa ponentes de las mercancías que integran el capital cons­
directamente, o por el cual se intercambia después de trans­ tante son reducibles, com o todo otro valor mercantil, a
formarse en dinero. Aunque la ganancia se reconvierta en partes de valor que para los productores y los propietarios
capital, esta determinada forma del plusvalor, la ganancia, de los medios de producción se resolvían en salario, ganan­
no constituye la fuente del nuevo capital. En esa operación, cia y renta. Ésta es sólo la forma capitalista de expresar
el plusvalor sólo se trasmuta de una forma en otra. Pero el hecho de que todo valor mercantil no es más que la
no es esta trasmutación formal la que lo torna en capital. medida del trabajo socialmente necesario contenido en una
Son la mercancía y su valor, que ahora funcionan com o mercancía. Pero ya se mostró en el primer libro que esto
capital. Sin embargo, que no esté pago el valor de la en modo alguno impide que el producto mercantil de cada
mercancía — y sólo de este m odo se convierte en plus- capital se descomponga en partes separadas, una de las
valor— resulta absolutamente indiferente para la objeti­ cuales representa exclusivamente la parte constante de
vación del trabajo, para el valor mismo. capital, otra la parte variable de capital y una tercera nada
E l equívoco se expresa en diferentes formas. Se sos­ más que el plusvalor.
tiene, por ejemplo, que las mercancías de que se compone Storch también expresa la opinión de muchos cuando
el capital constante contienen asimismo elementos de sa­ dice: “Los productos vendibles que constituyen el rédito
lario, ganancia y renta. O, si no, que lo que para unos nacional deben ser considerados en la economía política
representa rédito, representa capital para los otros, y que de dos diferentes maneras: con relación a los individuos,
éstas son, por ende, relaciones meramente subjetivas. Así, com o valores, y con relación a la nación, com o bienes,
el hilado del hilandero contiene una parte de valor que pues el rédito de una nación no se aprecia como el de un
para él representa ganancia. D e manera que si el tejedor individuo, según su valor, sino según su utilidad o según
compra el hilado, realiza la ganancia del hilandero, pero las necesidades que puede satisfacer.” ( Considérations sur
para él mismo ese hilado sólo es una parte de su capital la nature du revenu national, p. 19.)
constante. E n primer término, es una falsa abstracción consi­
Además de lo ya desarrollado anteriormente sobre la derar que una nación cuyo modo de producción descansa
relación entre rédito y capital, es preciso indicar aquí que en el valor, y que además está organizada de manera capi­
aquello que, considerado según el valor, entra constituti­ talista, es un cuerpo colectivo que trabaja meramente para
vamente con el hilado en el capital del tejedor es el valor satisfacer las necesidades nacionales.
del hilado. La manera en que las partes de este valor se Segundo: después de la abolición del modo capitalista
resolvieron en capital y rédito o, con otras palabras, en de producción, pero no de la producción social, sigue
trabajo pago e impago para el hilandero mismo, resulta predominando la determinación del valor en el sentido
completamente indiferente para la determinación de valor que la regulación del tiempo de trabajo y la distribución
de la mercancía misma (prescindiendo de las modifica­ del trabajo social entre los diferentes grupos de producción,
ciones ocasionadas por la ganancia m edia). Aquí siempre y por último la contabilidad relativa a ello, se tornan más
acecha, en el trasfondo, la idea de que la ganancia, y el esenciales que nunca.

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CAPÍTULO L

LA A PA R IEN C IA D E LA COM PETENCIA

Hemos visto que el valor de las mercancías o el precio


de producción regulado por su valor global se resuelve en:
1) Una parte de valor que repone capital constante
o representa el trabajo pretérito consumido, bajo la forma
de medios de producción, en la producción de la mer­
cancía; en una palabra, el valor o precio con el cual esos
medios de producción entraron en el proceso de pro­
ducción de la mercancía. Aquí nunca nos referimos a la
mercancía individual, sino al capital mercantil, esto es,
a la forma en que el producto del capital se presenta en
determinado lapso, por ejemplo anualmente, y del cual
la mercancía individual sólo forma un elemento que por
lo demás, en lo que atañe a su valor, también se desglosa de
modo análogo en los mismos componentes.
2 ) La parte de valor del capital variable que mide el
ingreso del obrero y se transforma en salario para éste,
o sea salario que el obrero reprodujo en esa parte variable
de valor; en suma, la porción de valor en que se representa
la parte paga del trabajo nuevo agregado, durante la
producción de la mercancía, a la parte primera, constante.
3 ) El plusvalor, esto es, la parte de valor del pro­
ducto mercantil en que se representa el trabajo impago
o plustrabajo. Esta última parte de valor asume, a su vez,
las formas autónomas que al mismo tiempo son formas
de rédito: las formas de ganancia del capital (interés del
capital en cuanto tal y ganancia empresarial del capital
com o capital actuante) y de renta, la cual recae en el pro-

1083
pietario del suelo que coopera en el proceso de producción. La diferencia salta enseguida a la vista.
Los componentes 2 y 3, vale decir el componente de valor Supongamos que el valor de los productos de un
que asume invariablemente las formas rediticias de salario capital de 500 e s ^ = 400c + 100.. + 150r. = 650, y que
(esto, siempre, sólo después de haber pasado por la forma luego los 150?. se descom ponen en 75 de ganancia + 7 5
de capital variable), la ganancia y la renta, se distinguen de renta. Además para evitar dificultades inútiles, supon­
del componente constante I por el hecho que en ellos se dremos que este capital es de com posición media, de ma­
resuelve todo el valor en que se objetiva el trabajo nuevo nera que su precio de producción coincida con su valor,
agregado a aquella parte constante, los medios de pro­ coincidencia que siempre se verifica si el producto de ese
ducción de la mercancía. Si ahora prescindimos de la parte capital individual puede ser considerado com o producto
constante de valor, es correcto decir que el valor de la de una parte del capital global que corresponda a su
mercancía, en la medida en que representa trabajo nuevo magnitud.
adicionado, se resuelve constantemente en tres partes que Aquí el salario, medido por el capital variable, forma
constituyen tres formas de rédito — salario, ganancia y el 2 0 % del capital adelantado, y el plusvalor, calculado
renta— 55 en las cuales las respectivas magnitudes de valor, sobre el capital global, el 30 % , o sea el 15 % de ganancia
esto es, las partes alícuotas que ésas magnitudes consti­ y el 15 % de renta. Él componente global de valor de la
tuyen del valor global, están determinadas por leyes dife­ mercancía, en que se objetiva el trabajo nuevo agregado,
rentes y peculiares, anteriormente desarrolladas. Pero sería es igual a 100.. + 150?. = 250. Su magnitud es indepen­
falso decir, a la inversa, que el valor del salario, la tasa diente de su descom posición en salario, ganancia y renta.
de la ganancia y la tasa de la renta forman elementos A partir de la relación entre estas partes vem os que la
constitutivos autónomos de valor que al combinarse originan fuerza dé trabajo que se pagó con 10 0 en dinero, digamos
el valor de la mercancía, y prescindir del componente cons­ £ 1 0 0 , suministró una cantidad de trabajo que se presenta
tante; en otras palabras, sería falso decir que forman ele­ en una cantidad dineraria de £ 250. D e ahí vem os que el
mentos constitutivos del valor de las mercancías o del obrero efectuó 1 Vi vez más plustrabajo que trabajo para
precio de producción . 56 sí mismo. Si la jornada laboral fue = 1 0 horas, trabajó
4 horas para sí y 6 para el capitalista. El trabajo de los
55 C uando el valor agregado a la parte constante de capital obreros pagados con £ . 1 0 0 se expresa, por ende, en un
se descom pone en salario, ganancia y renta de la tierra, resulta valor dinerario de £ 250. Fuera de este valor de £ 250,
obvio que éstas son partes de valor. N aturalm ente, se las puede nada hay para repartir entre obrero y capitalista, entre
concebir como existentes en el producto directo en que se representa
ese valor, esto es, en el producto directo que obreros y capitalistas capitalista y terrateniente. Es ése todo el valor nuevo agre­
produjeron en una esfera particular de la producción, por ejem plo la gado al valor — 400— de los medios de producción. Por
hilandería, o sea en el hilado. Pero de hecho, en ese producto no ende, el valor — 250— de las mercancías así producido y
se representan ni más ni menos que en cualesquiera otras mercancías, determinado por la cantidad de trabajo objetivado en él,
en cualesquiera otros componentes de la riqueza m aterial que tengan
el mismo valor. Y en la práctica, por cierto, el salario se paga en constituye el límite de los dividendos que obrero, capitalista
dinero, o sea en la expresión pura de valor; otro tanto ocurre con y terrateniente pueden extraer de ese valor bajo la forma
el interés y la renta. De hecho, para el capitalista, la transform ación de rédito, de salario, ganancia y renta.
de su producto en la expresión pura de valor es muy im portante; en Supongamos que un capital de la misma composición
la distribución misma ya está presupuesta. E n nada cam bian las
cosas si esos valores se reconvierten en el mismo producto, en la orgánica, vale decir de la misma proporción entre la fuerza
misma m ercancía en cuya producción se originaron, si el obrero
vuelve a com prar una parte del producto directam ente producido
por él o com pra el producto de otro trabajo de distinta índole. El tam bién es aplicable a los metales; su valor no depende de la tasa
señor Rodbertus se apasiona muy inútilmente a propósito de este de ganancia ni de la tasa de salarios ni de la renta pagada por las
tema. minas, sino de la cantidad total de trabajo necesario para obtener el
56 “ Bastará con advertir que la misma regla general que regula m etal y colocarlo en el m ercado.” (Ricardo, Principies, cap. m ,
el valor de los productos en bruto y las m ercancías m anufacturadas p. 77.)

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de trabajo viva empleada y el capital constante puesto en mente se encontraría esta diferencia: que una parte del
movimiento, se vea com pelido a pagar, por la misma fuerza plusvalor se transfirió de ellas a esa mercancía específica.
de trabajo que pone en movimiento el capital constante de
400, £ 150 en vez de 100, y supongamos además que Recapitulemos:
la ganancia y la renta también se repartieron en diferentes V a lo r del p ro d u cto
V alor T asa de Tasa de
proporciones el plusvalor. Com o se presupone que el capital n u ev o plusvalor ganancia
b ru ta
variable de £ 1 5 0 pone en movimiento la misma masa
de trabajo que anteriormente el de 1 0 0 , el valor nuevo P rim er caso:
producido sería, com o antes, = 250, y el valor del pro­ 400t + 100, + 150,,,. = 650 250 150 % 30%
ducto global, com o antes, = 650, pero entonces tendría­ Segundo caso:
mos: 400« -f- 150» + 100p», y estos 100p» se descompon­ 400c + 150, + 100p„ = 650 250 66 2/ =. % 1 8 2/ „ %
drían, digamos, en 45 de ganancia más 55 de renta. La pro­
porción en que se distribuye todo el valor nuevo producido En primer lugar, el plusvalor disminuye en un tercio
entre salario, ganancia y renta sería muy diferente; asimismo, de su monto anterior: de 150 a 100. La tasa de ganancia
sería diferente la magnitud del capital global adelantado, baja en algo más de un tercio, del 30 % al 1 8 % , porque
aunque sólo ponga en movimiento la misma masa global hay que calcular el plusvalor disminuido sobre un capital
de trabajo. El salario ascendería al 27 3/ n % , la ganancia global adelantado mayor. Pero en modo alguno mengua
al 3 2/ n % y la renta al 10 % del capital adelantado, o en la misma proporción que la tasa del plusvalor. Ésta
sea que el plusvalor global ascendería a algo más del 18 % . , 150 100
A causa del aumento salarial se modificaría la disminuye d e l al , o sea del 150 % al 66 % % ,
parte impaga del trabajo global, y con ello el plusvalor. 100 150
E l obrero habría trabajado para sí 6 horas de una jornada 150 100
mientras que la tasa de ganancia solo baja d e l al
laboral de diez horas, y sólo 4 horas para el capitalista. 500 550
También serían diferentes las proporciones entre ganancia o sea del 30 % al 18 2/ n %. En proporción, pues, la tasa
y renta, y el plusvalor disminuido se distribuiría en una de ganancia mengua más que la masa del plusvalor, pero
proporción modificada entre capitalista y terrateniente. menos que la tasa del plusvalor. Se comprueba, además, que
Finalmente, com o permanecería incambiado el valor del tanto los valores com o las masas de los productos siguen
capital constante y aumentaría el valor del capital variable siendo los mismos si se emplea la misma masa de trabajo
adelantado, el plusvalor disminuido se expresaría en una que antes, aunque debido al incremento de su componente
tasa de ganancia bruta aun más reducida, que aquí enten­ variable se haya acrecido el capital adelantado. Claro que
demos com o la relación del plusvalor global con todo el este crecimiento del capital adelantado se haría sentir
capital adelantado. mucho al capitalista que comenzase un nuevo negocio.
El cambio en el valor del salario, en la tasa de la Pero considerando la totalidad de la reproducción, el
ganancia y en la tasa de la renta, cualquiera que fuere incremento del capital variable no quiere decir otra cosa
el efecto de las leyes que regulan la relación de esas que lo siguiente: una parte mayor del valor nuevo creado
partes, sólo se podría mover dentro de los límites que por el trabajo nuevo agregado se transforma en salario, y
traza el valor nuevo creado — 250— de las mercancías. por consiguiente primero en capital variable, en vez de
Sólo se daría una excepción si la renta se fundase en un transformarse en plusvalor y plusproducto. El valor del
precio m onopólico. Esto no modificaría en nada la ley, producto, pues, sigue siendo el mismo, porque por un lado
sino que sólo complicaría la observación. Pues si en este lo limita el valor del capital constante = 400, y por el
caso no consideramos más que el producto mismo, sólo otro el guarismo 250, en el que se representa el nuevo
sería diferente el reparto del plusvalor; pero si conside­ trabajo agregado. Pero ambos permanecieron inalterados.
ramos su valor relativo frente a otras mercancías, única­ Este producto, en la medida en que a su vez volviese

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a entrar en el capital constante, representaría com o antes contrario, permanecerá inalterado si el acrecentamiento
igual cantidad de valor de uso en la misma magnitud de o decrecirhiento del capital adelantado proviene, siendo
valor, o sea que la misma masa de elementos del capital permanentemente igual la fuerza productiva del trabajo,
constante conservaría el mismo valor. Las cosas serían de la magnitud de valor alterada de la parte variable de
distintas si el salario subiera no porque el obrero reci­ capital. En el caso del capital constante, el aumento o dis­
biese una parte mayor de su propio trabajo, sino si recibie­ minución de su valor no está com pensado por ningún mo­
se una parte mayor de su propio trabajo porque hubiera vimiento contrapuesto. En el caso del capital variable,
decrecido la productividad del trabajo. En este caso, el presuponiendo una productividad constante del trabajo,
valor global en que se representara el mismo trabajo, pago el acrecentamiento o decrecimiento de su valor está com ­
más impago, seguiría siendo el mismo, pero la masa de pensado por el movimiento inverso por parte del plusvalor,
producto en que se presentara esa masa de trabajo habría de manera que el valor del capital variable más el plus-
disminuido; esto es, subiría el precio de cada parte alícuota valor, o sea el valor nuevo agregado por el trabajo a los
del producto porque cada parte representaría más trabajo. medios de producción y presentado por primera vez en el
E l salario aumentado de 150 no representaría ahora más producto, permanece inalterado.
producto que antes el de 1 0 0 ; el plusvalor mermado de 10 0 Si, en cambio, el aumento o disminución en el valor
tan sólo representaría % del producto de antes y el del capital variable o del salario es consecuencia del
6 6 % % de la masa de valores de uso que antes se repre­ encarecimiento o del abaratamiento de las mercancías, esto
sentaban en 100. En este caso también se encarecería es, de la reducción o del alza de la productividad del
el capital constante en la medida en que ese producto trabajo empleado en esa inversión de capital, ello influye
entrase en él. Pero esto no sería consecuencia del aumento en el valor del producto. Pero aquí el aumento o merma
salarial, sino que el aumento del salario sería conse­ del salario no es causa, sino solamente consecuencia.
cuencia del encarecimiento de la mercancía y consecuen­ Por el contrario, si en el ejemplo de arriba, con un
cia de la productividad disminuida de la misma cantidad capital constante inalterado = 400« la mudanza de 100.
de trabajo. Aquí surge la apariencia de que el alza del + 150?« a 1 5 0 « + 100?«, o sea el aumento del capital
salario habría encarecido el producto, pero en el presente variable, fuese consecuencia del decrecimiento de la fuerza
caso esa alza no es causa, sino consecuencia de un cambio productiva del trabajo, no en ese ramo particular — por
en el valor de la mercancía, debido a la productividad ejemplo la hilandería de algodón— sino en la agricultura,
disminuida del trabajo. que suministra los medios alimentarios del obrero, o sea
En cambio, bajo circunstancias en lo demás iguales, consecuencia del encarecimiento de estos medios, el valor
esto es, si la misma cantidad de trabajo empleada se del producto permanecería inalterado. El valor de 650,
representa com o antes en 250, al aumentar o disminuir com o antes, se representaría en la misma masa de hilado
el valor de los medios de producción empleados por de algodón.
aquélla, el valor de la misma masa de productos aumen­ Además, se desprende de lo desarrollado que si la dis­
taría o disminuiría en la misma magnitud. 450? + 100« minución en el desembolso de capital constante por eco­
+ 150?« da un valor del producto = 7 0 0 ; en cambio nomías, etc. se verifica en ramos de la producción cuyos
350« + 100« + 150?« sólo da, para el valor de la misma productos entran en el consumo de los obreros, esto
masa de productos, 600 en vez de los 650 de antes. O sea podría, al igual que el incremento directo de la produc­
que si crece o decrece el capital adelantado que pone en tividad misma del trabajo empleado, resultar en una dismi­
m ovimiento la misma cantidad de trabajo, aumentará o nución del salario por abaratamiento de los medios de
disminuirá el valor del producto, bajo circunstancias en lo subsistencia del obrero y, por ende, un acrecentamiento
demás iguales, si el acrecentamiento o decrecimiento del del plusvalor, de manera que aquí la tasa de ganancia
capital adelantado proviene de una modificación en la crecería por dos razones, a saber: por un lado, porque de­
magnitud de valor de la parte constante de.capital. Por el crece el valor del capital constante, y por el otro, porque

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aumenta el plusvalor. Cuando consideramos la transfor­ la3jornada laboral que necesita el obrero para producir y
m ación del plusvalor en ganancia, supusimos que el salario reproducid un equivalente por el valor de esos medios de
no disminuye, sino que permanece constante, porque allí subsistencia imprescindibles. Si por ejemplo, en lo que
debíamos investigar las fluctuaciones en la tasa de ganancia toca al valor, el promedio diario de sus medios de subsis­
independientemente de las alteraciones en la tasa de plus- tencia es = 6 horas de trabajo medio, debe laborar en
valor. Fuera de ello, las leyes allí desarrolladas son gene­ promedio 6 horas de su trabajo diario para sí mismo. El
rales, y rigen también para inversiones de capital cuyos valor real de su fuerza de trabajo diverge de este mínimo
productos no entran en el consumo del obrero, o sea donde físico; es diferente según el clima y el nivel del desarrollo
las alteraciones en el valor del producto no tienen influen­ social; no sólo depende de las necesidades físicas, sino
cia sobre el salario. también de las necesidades sociales históricamente desarro­
lladas, que se convierten en segunda naturaleza. Pero en
cada país y para un período dado, este salario medio regu­
lador es una magnitud dada. Así, el valor del conjunto
La circunstancia de que el valor nuevo añadido anual­ de los demás réditos tiene un límite: es invariablemente
mente a los medios de producción, o a la parte constante igual al valor en que se corporifica la jornada laboral
de capital, por el trabajo nuevo adicionado se particularice global (que aquí coincide con la jornada laboral media,
y resuelva en las diferentes formas rediticias de salario, pues abarca en su totalidad la masa de trabajo puesta en
ganancia y renta, no modifica en nada, pues, los límites movimiento por el capital social global), menos la parte
del valor mismo, de la suma de valor que se distribuye de la misma que se corporifica en salario. Su límite está
entre esas diferentes categorías, como tampoco un cambio dado, pues, por el límite del valor en el cual se expresa
en la proporción recíproca de esas partes individuales el trabajo impago, esto es, por la cantidad de ese trabajo
puede alterar su suma, esa magnitud dada de valor. El impago. Si la parte de la jornada laboral que requiere el
guarismo dado de 1 0 0 sigue siendo siempre el mismo obrero para reproducir el valor de su salario tiene su límite
aunque se desmembre en 50 + 50 ó en 20 -f- 70 -f- 10 ó último en el mínimo físico de su salario, la otra porción
en 4 0 -f- 30 -f- 30. La parte de valor del producto que se de la jornada laboral en que se representa su plustrabajo,
descom pone en esos réditos está determinada, exactamente o sea también la parte de valor que expresa el plusvalor,
igual que la parte constante de valor del capital, por el tiqne su límite en el máximo físico de dicha jornada, esto
valor de las mercancías, es decir por la cantidad del traba­ es, en la cantidad global de tiempo diario de trabajo que
jo en cada caso objetivado en ellas. Primero, pues, está pued? proporcionar el obrero para conservar y reproducir
dada la masa de valor de las mercancías que se distribuye su fuerza de trabajo en general. Com o en el presente aná­
en salario, ganancia y renta, esto es, el límite absoluto de la lisis nos ocupa la distribución del valor en que se presentó
suma de las porciones de valor de esas mercancías. Se­ el trabajo global nuevo agregado cada año, la jornada
gundo, en lo que atañe a las categorías singulares mismas, laboral puede ser considerada aquí como una magnitud
están dados igualmente sus límites medios y reguladores. constante y está presupuesta en cuanto tal, por mucho o
En esa limitación de aquéllas, el salario forma la base. poco que diverja de su máximo físico. Por consiguiente,
En un aspecto está regulado por una ley natural; su límite está dado el límite absoluto de la parte de valor que cons­
mínimo está dado por el mínimo físico de medios de subsis­ tituye el plusvalor y se resuelve en ganancia y renta de la
tencia que debe obtener el obrero para conservar y reprodu­ tierra; lo determina el excedente de la parte impaga de
cir su fuerza de trabajo, o sea por determinada cantidad de ia jornada laboral por encima de su parte paga, esto es,
mercancías. El valor de estas mercancías está determinado ia parte de valor del producto global en que se realiza
por el tiempo de trabajo que requiere su reproducción,
esto es, por la parte del trabajo nuevo agregado a los
" En la 1? edición, “cada” en vez de “la”. Corregido según el
medios de producción; o sea, también, ppr la parte de
m anuscrito de Marx.

1090 1091
ese plustrabajo. Si, com o hice, denominamos ganancia al perturbado por accidentes naturales o sociales, nos resul­
plusvalor así determinado en sus límites y calculado sobre tarán sorprendentes, en primer lugar, los límites relativa­
el capital global adelantado, esa ganancia, considerada mente estrechos de las divergencias y, en segundo término,
según su magnitud absoluta, será igual al plusvalor, o sea la regularidad de su nivelación. Se encontrará el mismo
que en sus límites estará determinada por las mismas leyes dominio de los términos medios reguladores que Quételet
que éste. Pero el nivel de la tasa de ganancia es asimismo comprobó en los fenómenos sociales .12’41 Si la nivelación
una magnitud encerrada en ciertos límites, determinados de los valores de las mercancías que desemboca en los
por el valor de las mercancías. Es la proporción del plus- precios de producción no tropieza con ningún obstáculo, la
valor global con el capital social global adelantado a la renta se resuelve en renta diferencial, vale decir, se res­
producción. Si este capital es = 500 (digamos que sean tringe a la nivelación de las plusganancias que los precios
m illones) y el plusvalor = 10 0 , el 2 0 % forma el límite de producción reguladores otorgarían a una parte de los
absoluto de la tasa de ganancia. La distribución de la capitalistas, y de las que ahora se apropian los terrate­
ganancia social de conformidad con esta tasa entre los nientes. La renta tiene aquí, pues, su límite determinado
capitales invertidos en las diferentes esferas de la pro­ de valor en las divergencias entre las tasas individuales de
ducción genera precios de producción divergentes de los ganancia, debidas a la regulación de los precios de pro­
valores de las mercancías, que son los precios medios de ducción por la tasa general de ganancia. Si la propiedad
mercado realmente reguladores. La divergencia, sin em­ de la tierra pone obstáculos en el camino de la nivelación de
bargo, nq anula ni la determinación de los precios por los los valores mercantiles que convierte a éstos en precios
valores ni los límites, sujetos a ley, de la ganancia. En de producción, si se apropia de renta absoluta, ésta se verá
vez de que el valor de una mercancía sea igual al capital limitada por el excedente de valor de los productos del
consumido en ella más el plusvalor encerrado en la misma, suelo por encima de su precio de producción, o sea por el
ahora su precio de producción es igual al capital c consu­ excedente del plusvalor contenido en ellos por encima de
mido en ella más el plusvalor que le corresponde a con­ la tasa de ganancia que les toca a los capitales merced
secuencia de la tasa general de ganancia, o sea, por a la tasa general de ganancia. Esta diferencia forma
ejemplo, el 2 0 % sobre el capital adelantado para su entonces el límite de la renta, que, como antes, sólo cons­
producción, tanto consumido com o meramente empleado. tituye determinada parte del plusvalor dado, contenido en
Pero este recargo del 20 % está determinado a su vez las mercancías.
por el plusvalor que genera el capital social global y por Si, finalmente, la nivelación del plusvalor para llegar
su proporción con el valor del capital, y por eso es del a la ganancia media encuentra dentro de las diversas es­
20 %, y no del 10 o del 100. La transformación de los feras de la producción un obstáculo en m onopolios artifi­
valores en precios de producción, pues, no anula los límites ciales o naturales, y especialmente en el m onopolio de la
de la ganancia, sino que sólo altera su distribución entre propiedad de la tierra, de tal manera que sería posible un
los diferentes capitales particulares de que consta el capital precio m onopólico superior al precio de producción y al
social, y la distribuye entre ellos de manera uniforme, valor de las mercancías sobre las que opera el monopolio,
en la proporción en que forman partes de valor de ese no por ello se anularían los límites trazados por el valor
capital global. Los precios de mercado superan esos de las mercancías. El precio m onopólico de ciertas mer­
precios reguladores de producción o caen por debajo de cancías sólo transferiría una parte de la ganancia de los
ellos, pero estas oscilaciones se anulan recíprocamente. Si Otros productores mercantiles a las mercancías con precio
se examinan listas de precios durante un período relati­ monopólico. Indirectamente, se verificaría una perturbación
vamente prolongado, haciendo caso om iso de los casos local en la distribución del plusvalor entre las diversas
en que debido a un cambio en la fuerza productiva del esferas de la producción, que no obstante dejaría inalterado
trabajo se alteró el valor real de las mercancías, así el límite de ese plusvalor mismo. Si la mercancía con precio
com o de los casos en que el proceso de producción se vio m onopólico entrase en el consumo necesario del obrero,

1092 1093
haría que aumentara el salario y con ello que disminuyera la fornlia de réditos, asumen figuras autónomas unas frente
el plusvalor, siempre y cuando al obrero se le pagara, como a otras, no por eso hay que considerar, ni con mucho, que
hasta entonces, el valor de su fuerza de trabajo. Podría el salario, la ganancia y la renta de la tierra sean los ele­
deprimir el salario por debajo del valor de la fuerza de mentos constitutivos de cuya com posición o suma surgiría
trabajo, pero esto sólo en la medida en que dicho salario el precio regulador (natural price, prix nécessaire [precio
estuviese por encima del límite de su mínimo físico. En natural, precio necesario]) de las mercancías mismas, de
tal caso el precio m onopólico se pagaría por deducción manera que, después de la deducción de la parte constante
del salario real (esto es, de la masa de los valores de uso de valor, no sería el valor mercantil la unidad originaria
que el obrero recibiría con la misma masa de trabajo) y que se descom pone en esas tres partes, sino que, a la
de la ganancia de los demás capitalistas. Los límites dentro inversa, el precio de cada una de esas tres porciones se
de los cuales el precio m onopólico afectaría la regulación determinaría autónomamente, y sólo con la adición de esas
normal de los precios mercantiles estarían sólidamente tres magnitudes independientes se formaría el precio de
determinados y serían calculables con exactitud. la mercancía. En realidad, el valor de las mercancías es la
A sí com o la división del valor nuevo agregado a las magnitud previa, la suma del valor' global de salario,
mercancías y en general resoluble en rédito, encuentra en ganancia y renta, cualquiera que sea la magnitud relativa
la relación entre trabajo necesario y plustrabajo, salario y de los mismos. En aquella falsa concepción, salario, ganan­
plusvalor, sus límites dados y reguladores, también la cia y renta son tres magnitudes autónomas de valor cuya
división del plusvalor mismo en ganancia y renta de magnitud global produce, limita y determina la magnitud
la tierra los encuentra a su vez en las leyes que regulan del valor mercantil.
la nivelación de la tasa de ganancia. A l desdoblarse en Resulta evidente, por lo pronto, que si salario, ganan­
interés y ganancia empresarial, la ganancia media misma cia y renta constituyeran el precio de las mercancías, esto
forma el límite de la suma del uno y la otra. Proporciona regiría tanto para la parte constante del valor mercantil
la magnitud dada de valor en que tienen que dividirse y com o para otra parte, aquella en que se representa el
que es la única que pueden dividirse. Aquí la proporción capital variable y el plusvalor. Aquí, pues, se podría dejar
determinada de la división es casual, esto es, se halla deter­ totalmente al margen esa parte constante, ya que el valor
minada exclusivamente por relaciones de competencia. de las mercancías que la componen se resolvería asimismo
Mientras que, en otros casos, la coincidencia entre la en la suma de los valores del salario, la ganancia y la renta.
oferta y la demanda equivale a la anulación de la diver­ C om o ya se indicó, esta concepción niega asimismo la exis­
gencia entre los precios de mercado y sus precios medios tencia de tal parte constante de valor.
reguladores, esto es, a que se anule el influjo de la com pe­ Es obvio, además, que aquí cesa todo concepto de valor.
tencia, aquí es lo único determinante. ¿Pero por qué? Tan sólo queda la idea del precio, en el sentido que se paga
Porque el mismo factor de producción, el capital, tiene cierta masa de dinero a los poseedores de fuerza de tra­
que repartir la parte del plusvalor que le toca entre dos bajo, capital y suelo. Pero ¿qué es el dinero? El dinero
poseedores de dicho factor de producción. Sin embargo, la no es ninguna cosa, sino determinada forma del valor, o
circunstancia de que aquí no exista ningún límite determi­ sea que vuelve a suponer el valor. Diremos, pues, que se
nado, sujeto a ley, para la distribución de la ganancia paga determinada masa de oro o plata por aquellos ele­
media, no suprime el límite de ésta en cuanto parte del mentos de producción o que éstos se equiparan mental­
valor mercantil, así com o el hecho de que dos socios de mente a esa masa. Pero el oro y la plata (y el economista
un negocio se repartan desigualmente la ganancia, tampoco ilustrado está orgulloso de este conocim iento) son a su vez
afecta en m odo alguno los límites de esa ganancia. mercancías, al igual que todas las demás. El precio del oro
Por ende, si la parte del valor mercantil en que se y la plata, pues, también está determinado por el salario,
representa el trabajo nuevo agregado al valor de los medios la ganancia y la renta. O sea que no podemos determinar
de producción se descompone en diferentes partes que, en el salario, la ganancia y la renta por el hecho de que éstos

1094 1095
se equiparen a cierta cantidad de oro y de plata, pues el pital, ya que el valor del capital mismo también está deter­
valor de ese oro y esa plata — en que aquéllos han de ser minado en parte por el salario.
estimados com o en su equivalente— en rigor ha de Por lo demás, de nada nos serviría introducir la com­
ser determinado primero precisamente por ellos, al margen petencia. La competencia hace subir o bajar los precios de
del oro y la plata, vale decir al margen del valor de toda mercado del trabajo. Pero supongamos que la derríanda y
mercancía, el cual es precisamente el producto de esos tres. la oferta de trabajo coinciden. ¿Qué es, entonces, lo que
Decir que el valor del salario, la ganancia y la renta consiste determina el salario? La competencia. Pero justamente se
en que es igual a cierta cantidad de oro y plata sólo signi­ presupone que la competencia cesa de determinar, que
ficaría decir, pues, que aquéllos son iguales a cierta can­ anula su efecto merced al equilibrio de sus dos fuerzas
tidad de salario, ganancia y renta. encontradas. En rigor, encontraremos precisamente el precio
Tom em os en primer lugar el salario, pues incluso en natural del salario, vale decir el precio del trabajo que no
el caso de esta concepción se debe partir del trabajo. ¿Cómo está regulado por lg competencia sino que, a la inversa,
se determina entonces el precio regulador del salario, el la regula.
precio en torno al cual oscilan sus precios de mercado? Resta nada más que determinar el precio necesario del
Diremos que por la oferta y demanda de fuerza de trabajo por los medios de subsistencia imprescindibles del
trabajo. Pero ¿de qué demanda de la fuerza de trabajo se obrero. Pero esos medios de subsistencia son mercancías,
trata? De la demanda que efectúa el capital. La demanda y éstas tienen un precio. El precio del trabajo está deter­
de trabajo, por consiguiente es igual a la oferta de capital. minado, pues, por el precio de los medios de subsistencia
Para hablar de oferta de capital debemos saber ante todo imprescindibles, y el precio de los medios de subsistencia,
qué es capital. ¿De qué consta el capital? Tomemos su como el de todas las demás mercancías, se determina en
manifestación más simple: de dinero y mercancías. Pero primer término por el precio del trabajo. De modo que el
el dinero es meramente una forma de la mercancía. El precio del trabajo determinado por el precio de los medios
capital, pues, se compone de mercancías. Mas el valoF de de subsistencia se determina por el precio del trabajo. El
las mercancías, según el supuesto, está determinado en precio del trabajo está determinado por sí mismo. En otras
primera instancia por el precio del trabajo que las produce, palabras, no sabemos por qué está determinado el precio
del trabajo. Aquí el trabajo tiene un precio, en general,
por el salario. Aquí el salario está supuesto y tratado como
porque se lo considera mercancía. Para hablar del precio
elemento constitutivo del precio de las mercancías. Ahora
del trabajo, por ende, debemos saber qué es precio en
bien, este precio ha de ser determinado por la proporción
general. Pero por este camino averiguaremos menos que
entre el trabajo ofrecido y el capital. El precio del capital
nunca qué es precio en general.
mismo es igual al precio de las mercancías de que consta.
No obstante, supondremos que el precio necesario del
La demanda de trabajo formulada por el capital es igual
trabajo se determina de esta alentadora manera. Ahora
a la oferta del capital. Y la oferta del capital es igual a la
bien, ¿cómo se determinará la ganancia media, la ganancia
oferta de una suma de mercancías de precio dado, y este
de cada capital en condiciones normales, que forma el se­
precio está regulado en primera instancia por el precio del
gundo elemento de precio de la mercancía? La ganancia
trabajo, y el precio del trabajo, a su vez, es de nuevo igual
media debe ser determinada por una tasa media de la
a la parte del precio de las mercancías de las que se com ­ ganancia; ¿cómo se determina ésta? ¿Por la competencia
pone el capital variable cedido al obrero en intercambio entre los capitalistas? Pero esta competencia ya supone la
por su trabajo, y el precio de las mercancías de que consta existencia de la ganancia. Supone diferentes tasas de ganan­
este capital variable está determinado a su vez y en primer cia y por ende diferentes ganancias, sea en los mismos o
término por el precio del trabajo, pues lo determinan los bien en diferentes ramos de la producción. La competencia
precios del salario, la ganancia y la renta. Por consiguiente, sólo puede influir sobre la tasa de ganancia en la medida
para determinar el salario no podemos presuponer el ca­ en que influye sobre los precios de las mercancías. La com ­

1096 1097
petencia sólo puede hacer que los productores dentro de la más o menos consecuente, hace que la ganancia y la renta
misma esfera de producción vendan sus mercancías a aparezcan com o meros recargos de precio — determinados
iguales precios y que los que están dentro de diferentes por leyes incomprensibles— sobre el precio de las mer­
esferas de producción vendan sus mercancías a precios cancías, el cual está determinado en primer término por
que les proporcionen la misma ganancia, el mismo recargo el salario. En pocas palabras: la competencia debe encar­
proporcional sobre el precio de la mercancía ya parcial­ garse de explicar todas las faltas de lógica en que incurren
mente determinado por el salario. Por ende, la compe­ los economistas, mientras que, por el contrario, son los
tencia sólo puede nivelar desigualdades en la tasa de economistas quienes tendrían que explicar la competencia.
ganancia. Para nivelar tasas de ganancia desiguales, la ga­ Ahora bien, si se deja aquí a un lado la fantasía de
nancia debe existir ya com o elemento del precio mercantil. una ganancia y una renta creadas por la circulación, esto
La competencia no la crea. La aumenta o disminuye, pero es, de componentes del precio que surgirían de la venta
no crea el nivel que se establece a consecuencia de la nive­ — y la circulación nunca puede dar lo que no se le dio
lación. Y al hablar de una tasa necesaria de la ganancia, previamente— , se llega simplemente al siguiente resultado:
queremos conocer justamente la tasa de ganancia indepen­ Sea el precio de una mercancía, determinado por el
diente de los movimientos de la competencia, de una tasa salario, = 1 0 0 ; la tasa de ganancia el 1 0 % sobre el salario
que regule de su parte la competencia. La tasa media de y la renta el 15 % sobre el salario. Así, el precio de la
ganancia se establece con el mutuo equilibrio de fuerzas mercancía, determinado por la suma de salario, ganancia
entre los capitalistas competidores. La competencia puede y renta, es = 1 2 5 . Ese 25 de recargo no puede provenir
establecer ese equilibrio, pero no la tasa de ganancia que de la venta de la mercancía. Cada uno de los que se
aparece en ese equilibrio. N o bien se establece ese equi­ venden mutuamente, en efecto, vende a 125 lo que le costó
librio, ¿por qué la tasa general de ganancia es del 1 0 , o 10 0 de salario, lo cual es exactamente igual que si todós
del 20, o del 100 %? Por obra de la competencia. Pero vendieran a 1 0 0 . O sea que la operación debe ser consi­
a la inversa, la competencia anuló las causas que producían derada independientemente del proceso de circulación.
las divergencias de ese 10, ó 20, ó 100 % . Estableció un Si los tres se reparten la mercancía misma, que ahora
precio mercantil en que cada capital, en proporción a su cuesta 125 — y en nada modifica las cosas que el capita­
magnitud, arroja la misma ganancia. Pero la magnitud lista venda primero a 125 y luego pague 100 al obrero,
de esta ganancia misma es independiente de la compe­ se quede él con 10 y le dé 15 al rentista de la tierra— , el
tencia, que no hace más que volver siempre a reducir obrero recibirá ^ = 100 del valor y del producto. El capi­
todas las divergencias a esa magnitud. Un hombre compite talista recibirá V 25 del valor y del producto y el rentista
con otro, y la competencia lo compele a vender su mer­ de la tierra V 25. Puesto que el capitalista vende a 125 y no
cancía al mismo precio que aquél. Pero, ¿por qué este a 1 0 0 , sólo le da al obrero 4/s del producto en que se
precio es 1 0 , ó 2 0 , ó 10 0 ? representa su trabajo. Por ende, sería exactamente lo mismo
Por ende, no queda más salida que explicar la tasa que le diera 80 al obrero y retuviera 2 0 , de los cuales le
de ganancia y, por ende, la ganancia com o un recargo, corresponderían 8 a él y 12 al rentista. Entonces habría
determinado de manera incomprensible, sobre el precio vendido la mercancía a su valor, pues de hecho los recargos
de la mercancía, que hasta aquí estaba determinado por el de precio sobre el valor de la mercancía, que con arreglo a
salario. Lo único que nos dice la competencia es que esa este presupuesto está determinado por el valor del salario,
tasa de ganancia debe ser una magnitud dada. Pero eso son aumentos independientes. Por un rodeo, se viene a
ya lo sabíamos antes, cuando hablábamos de tasa general parar en que en esta concepción la palabra salario, los IDO,
de ganancia y del “precio necesario” de la ganancia. es igual al valor del producto, esto es = a la suma de
Es totalmente innecesario aplicar, una vez más, este dinero donde se representa esa cantidad determinada de tra­
procedimiento absurdo al caso de la renta. Sin necesidad bajo; pero como ese valor es a su vez diferente del salario
de hacerlo, se advierte que cuando se lo aplica de modo real deja, por ende, un excedente. Sólo que aquí se llega

1098 1099
a esto merced a un recargo nominal de precio. Si el salario,
de las magnitudes de valor del salario, la ganancia y la
pues, fuese igual a 110 en vez de = 100, la ganancia
renta, determinadas al margen del valor de la mercancía
debería ser = 1 1 y la renta de la tierra = 16 Vi \ el precio
e independientemente unas de otras, de manera que x, y
de la mercancía, pues, sería = 137 (ó. Esto dejaría igual­
y z, cada una de por sí, están dadas y determinadas de
mente inalterada la proporción. Pero com o la división manera autónoma, y sólo de la suma de estas magnitudes,
siempre se conservaría merced a un recargo nominal de
que puede ser menor o mayor que 100, resultaría la mag­
cierto tanto por ciento sobre el salario, el precio subiría
nitud de valor de la mercancía misma com o de la adición
y caería con el salario. Aquí se supone, primero, que el
de aquéllas sus formadoras de valor. Este quidproquo es
salario es igual al valor de la mercancía y, luego, que
inevitable:
difiere de él. Pero de hecho, por un rodeo ilógico, las cosas Primero, porque los componentes de valor de la mer­
desembocan en lo siguiente: el valor de la mercancía está cancía se enfrentan unos a otros com o réditos autónomos
determinado por la cantidad de trabajo contenida en ella,
que en cuanto tales están referidos a tres fuerzas operantes
pero el valor del salario lo está por el precio de los en la producción totalmente diferentes entre sí — el tra­
medios de subsistencia imprescindibles y el excedente del bajo, el capital y la tierra— y que, por ende, parecen
valor sobre el salario forma ganancia y renta.
brotar de éstas. La propiedad de la fuerza de trabajo,
La descomposición de los valores de las mercancías,
del capital y de la tierra es la causa que hace que esos
una vez deducido el valor de los medios de producción diferentes componentes de valor de las mercancías re­
consumidos en su producción; la descom posición de esa caigan en esos respectivos propietarios y, por ende, los
masa dada de valor — determinada por la cantidad de transforma en réditos para ellos. Pero el valor no surge
trabajo objetivada en el producto mercantil— en tres com ­ de una transformación en rédito, sino que debe existir
ponentes, que com o salario, ganancia y renta de la tierra antes de que pueda transformarse en rédito y asumir
asumen la figura de formas rediticias autónomas y mutua­ esa figura. La apariencia inversa se consolida con tanto
mente independientes; esa descom posición, decíamos, se mayor necesidad, por cuanto la determinación de la
presenta invertida en la superficie visible de la producción magnitud relativa de esas tres partes obedece a leyes hete­
capitalista y, por ende, en las concepciones de ios agentes rogéneas entre sí, cuya conexión con el valor de las mer­
inmersos en ella. cancías mismas y cuya limitación por dicho valor en modo
Supongamos que el valor global de una mercancía alguno se muestra en la superficie.
cualquiera es = 300, 2 00 de los cuales son el valor de Segundo: vimos ya que un alza o una baja generales
los medios de producción consumidos en su producción del salario, al generar, bajo circunstancias en lo demás
o elementos del capital constante. Quedan, pues, 100 com o iguales, un movimiento de la tasa general de ganancia en
suma del valor nuevo agregado a esa mercancía en su dirección opuesta, altera los precios de producción de las
proceso de producción. Este valor nuevo de 100 es todo diferentes mercancías, elevando unos y bajando los otros
lo que está disponible para la distribución entre las tres según la com posición media del capital en las esferas
formas de rédito. Si suponemos que el salario = x, la de la producción afectadas. En todo caso, pues, en algunas
ganancia = _v, la renta de la tierra = z, entonces la suma esferas de la producción la experiencia muestra aquí que
de x - f y - f z siempre será en nuestro caso = 100. Pero el precio medio de una mercancía aumenta porque aumentó
en la concepción de los industriales, comerciantes y ban­ el salario, y baja porque éste bajó. Lo que no “muestra la
queros, así com o en la de los economistas vulgares, esto experiencia” es la regulación oculta de esas alteraciones
ocurre de modo totalmente distinto. Para ellos el valor de por el valor de las mercancías, que no depende del salario.
la mercancía, después de deducir el valor de los medios En cambio, si la suba del salario es local, si sólo se veri­
de producción consumidos en ella, no es un valor dado fica en esferas particulares de la producción debido a
= 100, un 100 que se distribuye luego en x, y, z, sino circunstancias peculiares, puede operarse un alza nominal
que el precio de la mercancía se compone simplemente correspondiente en el precio de esas mercancías. Esta suba
1100 1101
del valor relativo de una variedad de mercancías con res­ riencias confirman la apariencia suscitada por la forma
pecto a las demás, para las cuales el salario permaneció autónoma e invertida de los componentes de valor, esto es,
inalterado, es tan sólo una reacción contra la perturbación que el salario solo o el salario y la ganancia juntos deter­
local de la distribución uniforme del plusvalor entre las minan el valor de las mercancías. N o bien se suscita esta
diversas esferas de la producción, un medio de nivelar las apariencia con relación al salario, y por ende parecen coin­
tasas particulares para llegar a la tasa general de ganancia. cidir el precio del trabajo y el valor generado por el tra­
La “experiencia” vuelve así a mostrar una determina­ bajo, se sobrentiende lo mismo para la ganancia y la renta.
ción del precio por el salario. O sea que lo que se Sus precios, esto es, sus expresiones dinerarias, deben ser
experimenta en esos dos casos es que el salario deter­ regulados independientemente del trabajo y del valor gene­
minó los precios de las mercancías. Lo que no muestra rado por éste.
la experiencia es la causa oculta de esa conexión. Además, Tercero: supongamos que los valores de las mercancías
el precio medio del trabajo, esto es, el valor de la fuerza o Iqs precios de producción, independientes de aquéllos
de trabajo, está determinado por el precio de producción de sólo en apariencia, coincidiesen directa y constantemente
los medios de subsistencia imprescindibles. Si este precio en su manifestación con los precios de mercado de las mer­
aumenta o disminuye, también lo hará aquél. Lo que aquí cancías, en vez de imponerse, antes bien, sólo com o los
se experimenta, una vez más, es la existencia de una precios medios reguladores merced a la compensación inin­
conexión entre el salario y el precio de las mercancías, terrumpida de las constantes oscilaciones que experimentan
pero la causa puede presentarse com o efecto, y el efecto los precios de mercado. Supongamos además que la repro­
com o causa, tal cual se da el caso incluso en el movimiento ducción se verifica siempre bajo las mismas, inalteradas
de los precios de mercado, donde un alza del salario por condiciones, o sea que la productividad del trabajo perma­
encima de su término medio corresponde al alza, vincu­ neciese constante en todos los elementos del capital. Y
lada con el período de prosperidad, de los precios de mer­ supongamos, por último, que la parte de valor del producto
cado por encima de los precios de producción, y la mercantil que se forma en cada esfera de la producción
subsiguiente reducción, del salario por debajo de su término por adición de una nueva cantidad de trabajo — o sea de un
medio a la disminución de los precios de mercado por valor recién producido— al valor de los medios de pro­
debajo de los precios de producción. Prima facie, a la ducción, se descompusiese, bajo circunstancias siempre
dependencia de los precios de producción con respecto iguales, en salario, ganancia y renta, de tal manera que el
a los valores de las mercancías — prescindiendo de los mo­ salario realmente pagado, la ganancia efectivamente reali­
vimientos oscilatorios de los precios de mercado— debería zada y la renta efectiva coincidieran de manera constante
corresponderle invariablemente la experiencia de que, y directa con el valor de la fuerza de trabajo, con la porción
cuando sube el salario, disminuye la tasa de ganancia y del plusvalor global que, en virtud de la tasa de ganancia
viceversa. Pero se vio que la tasa de ganancia puede ser media, recae en cada una de las partes del capital global
determinada por movimientos en el valor del capital cons­ que funcionan en forma autónoma y con los límites en
tante, independientemente de los movimientos del salario, que, normaliter [normalmente], está confinada sobre esta
de manera que salario y tasa de ganancia pueden moverse base la renta de la tierra. En una palabra, supongamos que
en la misma dirección en vez de hacerlo en la opuesta, la distribución del producto social de valor y la regulación
y ascender o bajar de manera conjunta. Si la tasa del de los precios de producción se efectúan sobre una base
plusvalor coincidiese directamente con la tasa de la ganan­ capitalista, pero con eliminación de la competencia.
cia, ello no sería posible. Aunque el salario aumente debido Bajo estos supuestos, pues, donde el valor de las mer­
a que aumentaron los precios de los medios de subsis­ cancías sería y se manifestaría constante; donde la parte de
tencia, la tasa de ganancia puede seguir siendo la misma o valor del producto mercantil, que se resuelve en réditos,
incluso subir debido a una mayor intensidad del trabajo o seguiría siendo una magnitud constante e invariablemente
a la prolongación de la jornada laboral. Todas estas expe­ se presentaría como tal; donde, por último, esa parte dada

1102 1103
y constante de valor se descompondría invariablemente, una parte que se desprende en forma autónoma del valor
bajo condiciones constantes, en salario, ganancia y renta; global de la mercancía, sino a la inversa, com o una mag­
incluso bajo estos supuestos, el movimiento real se mani­ nitud dada que predetermina a aquél, vale decir como
festaría necesariamente en una figura invertida: no como formador de precio o de valor. Un papel similar al del
descom posición en tres partes de una magnitud de valor salario en el precio de costo de la mercancía desempeña
dada de antemano, partes que asumen formas rediticias la ganancia media en su precio de producción, pues el
mutuamente independientes, sino, a la inversa, com o for­ precio de producción es igual al precio de costo más
mación de esa magnitud de valor a partir de la suma de los la ganancia media sobre el capital adelantado. Esta ganan­
elementos que la compondrían: el salario, la ganancia y la cia media entra prácticamente, en la manera de pensar
renta, independientes y determinados de manera autónoma, y en el cálculo del capitalista mismo, com o un elemento
cada cual por su lado. Esta apariencia surgiría necesaria­ regulador, no sólo en la medida en que determina la trans­
mente porque en el movimiento real de los capitales indi­ ferencia de los capitales de una a otra esfera de inversión,
viduales y de sus productos mercantiles no es el valor de sino también con respecto a todas las ventas y contratos
las mercancías el que aparece presupuesto a su desglosa- que abarcan un proceso de reproducción que se extiende
miento, sino que, a la inversa, son los componentes en por períodos relativamente extensos. Pero en la medida
que se desglosan los que funcionan com o presupuestos al en que entra en ese cálculo, constituye una magnitud presu­
valor de las mercancías. Por lo pronto, vimos que a cada puesta que, de hecho, es independiente del valor y plus-
capitalista el precio de costo de la mercancía se le mani­ valor generados en cada esfera particular de la producción
fiesta com o una magnitud dada y se le presenta constan­ y aun más, en consecuencia, de los generados por cada
temente com o tal en el precio real de producción. Pero el inversión individual de capital en cada una de esas esferas.
precio de costo es igual al valor del capital constante, de En vez de mostrarla com o resultado de un desdoblamiento
los medios de producción adelantados, más el valor de la del valor, su manifestación más bien la muestra com o mag­
fuerza de trabajo que, no obstante, se presenta para los nitud que no depende del valor del producto mercantil,
agentes de la producción en la forma irracional del precio dada de antemano en el proceso de producción de las
del trabajo, de manera que el salario se manifiesta al mismo mercancías y determinante del precio medio de las mer­
tiempo com o rédito del obrero. El precio medio del trabajo cancías mismas, esto es, como formadora de valor. Y por
es una magnitud dada porque el valor de la fuerza de cierto que el plusvalor, debido a la disociación de sus
trabajo, com o el de cualquier otra mercancía, está deter­ diferentes partes en formas totalmente independientes
minado por el tiempo de trabajo necesario para su repro­ entre sí, aparece, en forma aun mucho más concreta, presu­
ducción. Pero en lo concerniente a la parte de valor de las puesto a la formación de valor de las mercancías. Una
mercancías que se resuelve en salario, ésta no se origina en parte de la ganancia media, en la forma del interés,
el hecho de asumir esa forma del salario, en el hecho que el enfrenta autónomamente al capitalista actuante com o un
capitalista adelante al obrero la participación de éste en su elemento presupuesto a la producción de las mercancías
propio producto bajo la forma de manifestación propia del y a su valor. Por mucho que oscile la magnitud del interés,
salario, sino debido a que el obrero produce un equiva­ éste es en cada instante y para cada capitalista una mag­
lente correspondiente a su salario, vale decir que una parte nitud dada que para él, el capitalista individual, entra en el
de su trabajo diario o anual produce el valor contenido en el precio de costo de las mercancías que produce. Otro tanto
precio de su fuerza de trabajo. Pero el salario se concierta ocurre con la renta de la tierra en la forma del arriendo
contractualmente antes de que se produzca el equivalente de estipulado por contrato, en el caso del capitalista agrícola,
valor que le corresponde. Por ende, en cuanto elemento de y en la forma de alquiler por locales de negocios en el
precio cuya magnitud está dada antes de producidos la caso de otros empresarios. Por ende, estas partes en que
mercancía y el valor 4 e la mercancía; en cuanto com po­ se descompone el plusvalor, al estar dadas com o elementos
nente del precio de costo, el salario se manifiesta ng como del precio de costo para el capitalista individual, se mani­

1104 1105
fiestan a la inversa com o formadoras del plusvalor; forma- de costo y el precio de producción, también la parte cons­
doras de una porción del precio de las mercancías, tal cual tante de capital, cuyo valor ingresa com o dado en la pro­
el salario forma la porción restante. El secreto de por qué ducción de cada mercancía, es formadora de valor. Pero
esos productos de la descomposición del valor mercantil la parte constante de capital no es otra cosa que una suma
se manifiestan siempre com o los supuestos de la formación de mercancías y, por tanto, de valores mercantiles. Se des­
misma del valor es, simplemente, que el modo capitalista embocaría, pues, en la absurda tautología de que el valor
de producción, com o cualquier otro, no sólo reproduce de las mercancías es el formador y la causa del valor de
constantemente el producto material, sino además las rela­ las mercancías.
ciones económ ico-sociales, las determinaciones formales Pero si el capitalista tuviera algún interés en refle­
económ icas bajo las cuales se forma ese producto. Por ello, xionar acerca de eso — y su reflexión com o capitalista está
el resultado de dicho m odo de producción aparece constan­ exclusivamente determinada por su interés y sus intere­
temente com o presupuesto a él, sus presupuestos aparecen sados motivos— , la experiencia le mostraría que el pro­
com o sus resultados. Y es esta reproducción constante de ducto que él mismo produce ingresa com o parte constante
las mismas relaciones la que el capitalista individual da por de capital en otras esferas de producción, y productos de
descontada, com o hecho sobrentendido, indiscutible. Mien­ esas otras esferas de la producción entran com o partes
tras la producción capitalista continúe existiendo en cuanto constantes de capital en su producto. O sea que como
tal, una parte del trabajo nuevo agregado se resolverá cons­ para él, en lo que atañe a su nueva producción, la adición
tantemente en salario, otra en ganancia (interés y ganancia de valor está formada, según las apariencias, por las mag­
empresarial) y la tercera en renta. Esto está presupuesto nitudes del salario, la ganancia y la renta, otro tanto ocurre
en los contratos entre los propietarios de las diferentes con la parte constante, compuesta de productos de otros
fuerzas operantes en la producción, y esa presuposición es capitalistas, y por ende el precio de la parte constante
correcta, por mucho que oscilen las proporciones relativas de capital, y por consiguiente el valor global de las mer­
de las magnitudes en cada caso individual. La figura deter­ cancías, se reduce en última instancia, aunque de un modo
minada en que se enfrentan las partes de valor está presu­ no totalmente claro, a la suma de valor que resulta de la
puesta porque se reproduce constantemente, y se reproduce adición de los formadores de valor autónomos, regidos
constantemente por estar constantemente presupuesta. por leyes diferentes y surgidos de distintas fuentes: salario,
Ahora bien, la experiencia y la apariencia también ganancia y renta.
muestran que los precios de mercado, sólo en cuya influen­ C uarto: la venta o no venta de las mercancías a sus
cia se le manifiesta al capitalista, de hecho, la determi­ valores, o sea la determinación misma del valor, es algo
nación del valor, considerada según su magnitud, no que al capitalista individual no le interesa absolutamente
dependen ni mucho menos de esas suposiciones previas; nada. Desde un primer momento esa determinación se
que no se rigen por el hecho de que el interés o la renta opera a sus espaldas, por la fuerza de relaciones indepen­
se hayan estipulado a un nivel alto o bajo. Pero los precios dientes de él, pues no son los valores, sino los precios de
de mercado sólo son constantes en su variación, y su tér­ producción, que difieren de aquéllos, los que en cada
mino medio durante períodos lo bastante largos da justa­ esfera de la producción forman los precios medios regula­
mente los respectivos términos medios del salario, la dores. La determinación del valor en cuanto tal sólo inte­
ganancia y la renta com o las magnitudes constantes, esto resa y determina al capitalista individual y al capital, en
es, las que en última instancia dominan los precios de cada esfera particular de la producción, en la añedida
mercado. en que la cantidad disminuida o acrecentada de trabajo
Por otro lado, parece muy simple la reflexión de que que se requiere con el aumento o la disminución de la
si salario, ganancia y renta son formadores de valor porque fuerza productiva del trabajo para la producción de las
aparecen presupuestos a la producción del valor y están mercancías, en un caso le permite hacer una ganancia
presupuestos para los capitalistas individuales en el precio extra, dados los precios de mercado existentes, y en el otro

1106 1107
lo compele a aumentar el precio de las mercancías porque com o magnitudes limitativas y reguladoras de precio en
en el producto parcial, o en la mercancía individual, recae esa producción. Esto es, se le manifiestan com o los ele­
una porción más de salario, más capital constante y, por mentos que determinan el precio de las mercancías. Desde
ende, también más interés. Sólo le interesa en la medida este punto de vista, la ganancia empresarial aparece o bien
en que aumenta o rebaja para él mismo los costos de determinada por el excedente de los precios de mercado,
producción de la mercancía, esto es, sólo en la medida en dependientes de relaciones casuales de competencia, por
que lo coloca en una situación excepcional. encima del valor inmanente de las mercancías, determinado
Por el contrario, salario, interés y renta se le mani­ por aquellos elementos de precio, o bien, en la medida en
fiestan com o límites reguladores no sólo del precio a que que ella misma influye de manera determinante en el precio
puede realizar la parte de la ganancia que le toca en de’mercado, reaparece a su vez com o dependiendo de la
cuanto capitalista actuante — la ganancia empresarial— , competencia entre compradores y vendedores.
sino del precio al que en general debe poder vender la Tanto en la competencia de los capitalistas individuales
mercancía si es que ha de serle posible una reproducción entre sí com o en la competencia en el mercado mundial,
continua. Para él es absolutamente indiferente que realice son las magnitudes dadas y presupuestas del salario, el
o no en la venta el valor y plusvalor encerrados en la interés y la renta las que entran en el cálculo como magni­
mercancía, siempre y cuando extraiga del precio la ganan­ tudes constantes y reguladoras; constantes no en el sentido
cia empresarial acostumbrada o una mayor, por encima de que sus magnitudes no varían, sino en el de que están
del precio de costo dado individualmente para él por el dadas en cada caso individual y forman el límite constante
salario, el interés y la renta. Por ende, prescindiendo de de los precios siempre oscilantes de mercado. Por ejemplo,
la parte constante de capital, el salario, el interés y la en el caso de la competencia en el mercado mundial, se
renta se le manifiestan com o los elementos determinantes trata exclusivamente de saber si con el salario, el interés
limitativos, y por ende creadores, del precio de las mer­ y la renta dados, la mercancía puede ser vendida con ven­
cancías. Si, por ejemplo, logra deprimir el salario por taja a los precios generales de mercado dados, o por debajo
debajo del valor de la fuerza de trabajo, o sea por debajo de los mismos, esto es, con realización de una ganancia
de su nivel normal, obtener capital a un tipo más bajo de empresarial adecuada. Si en un país el salario y el precio
interés y pagar un arriendo inferior al nivel normal de la del suelo son bajos, y en cambio es alto el interés del
renta, le resulta completamente indiferente vender el pro­ capital porque en él no está desarrollado en absoluto
ducto por debajo de su valor e incluso por debajo del el m odo capitalista de producción, mientras que en otro
precio general de producción, o sea ceder gratuitamente país el salario y el precio del suelo son nominalmente altos,
una parte del plustrabajo contenido en la mercancía. Esto y en cambio el interés del capital está bajo, el capitalista
rige, asimismo, para la parte constante de capital. Si, a empleará en aquel país más trabajo y suelo, y en el otro,
título de ejemplo un industrial puede comprar la materia en proporción, más capital. Esos factores entran com o ele­
prima por debajo de su precio de producción, esto lo mentos determinantes en el cálculo de hasta dónde es po­
protege contra pérdidas, aunque en la mercancía terminada sible aquí la competencia entre ambos. O sea que aquí
revenda la materia prima por debajo del precio de la experiencia muestra en la teoría, y el cálculo interesado
producción. Su ganancia empresarial puede seguir siendo del capitalista en la práctica, que los precios de las mer­
la misma, e incluso crecer, con sólo que el excedente del cancías están determinados por el salario, el interés y la
precio mercantil por encima de los elementos del mismo renta, por el precio del trabajo, del capital y del suelo y
que deben ser pagados, repuestos por un equivalente, siga que, en rigor, estos elementos de precio son los forma-
siendo el mismo o crezca. Pero fuera del valor de los dores reguladores del precio.
medios de producción, que entran com o magnitudes dadas Naturalmente, queda siempre un elemento que no está
de precio en la producción de sus mercancías, son preci­ presupuesto sino que resulta del precio de mercado de las
samente el salario, el interés y la renta los que entran mercancías, a saber: el excedente por encima del precio

1108 1109
de costo formado a partir de la adición de aquellos ele­ mirse en las formas rediticias de éste — y, hasta cierto
mentos, del salario, el interés y la renta. Este cuarto punto, de manera no incorrecta— , se consolida tanto más
elemento aparece determinado en cada caso individual por la apariencia de que las relaciones capitalistas son rela­
la competencia, y, en el promedio de los casos, por la ga­ ciones naturales de todo m odo de producción.
nancia media vuelta a regular por la misma competencia, Cierto que si se reduce el salario a su base general,
sólo que en períodos más largos. vale decir, a la parte del propio producto laboral que entra
Quinto: sobre la base del modo capitalista de pro­ en el consumo individual del obrero; si se libera de las
ducción, se torna tan obvio que el valor en que se repre­ trabas capitalistas a esa porción y se la amplía hasta el
senta el trabajo nuevo agregado se descomponga en las volumen de consumo que por un lado admite la fuerza
formas rediticias de salario, ganancia y renta, que este prbductiva existente de la sociedad (o sea la fuerza pro­
método (para no hablar de períodos históricos pasados ductiva social del propio trabajo del obrero com o trabajo
de los que dimos ejemplos cuando examinamos la renta realmente social) y que por el otro requiere el pleno desa­
de la tierra) también se emplea allí donde faltan desde rrollo de la individualidad; si además se reduce el plustra­
un primer momento las condiciones de existencia de bajo y el plusproducto a la medida que bajo las condiciones
aquellas formas de rédito. Esto es, que todo se subsume de producción dadas de la sociedad se requiere, por un
en ellas por analogía. lado, para formar un fondo de emergencia y de reserva
Si un trabajador independiente — tomemos un pe­ y, por el otro, para ampliar incesantemente la reproducción
queño campesino, porque aquí pueden encontrar aplica­ en el grado que determine la necesidad social; si, final­
ción las tres formas de rédito— trabaja para sí mismo y mente, se incluye en el n1? 1, el trabajo necesario, y en el
vende su propio producto, se lo considera primeramente n9 2, el plustrabajo, la cantidad de trabajo que los
com o su propio empleador (capitalista), que se emplea miembros de la sociedad aptos para trabajar deben ejecutar
a sí mismo com o obrero, y com o su propio terrateniente, siempre para los que aún no son aptos o ya han dejado
que se emplea a sí mismo com o su arrendatario. Como de serlo, esto es, si se despoja tanto al salario com o al
trabajador asalariado se paga salario a sí mismo, como plusvalor, al trabajo necesario com o al plustrabajo, el ca­
capitalista se posesiona de ganancia y com o terrateniente rácter específicamente capitalista, no quedan en pie preci­
se paga renta. Presupuestos com o base social general el samente estas formas, sino sólo sus bases, que son comu­
modo capitalista de producción y sus relaciones corres­ nes a todos los m odos sociales de producción.
pondientes, esa subsunción es correcta en la medida en Por lo demás, este tipo de subsunción también es
que él no debe a su trabajo, sino a la posesión de los propio de modos de producción anteriormente dominantes,
medios de producción — que aquí asumieron en general por ejemplo del feudal. Relaciones de producción que no
la forma de capital— , el estar en condiciones de apro­ le correspondían en absoluto, que estaban totalmente
piarse de su propio plustrabajo. Además, en la medida fuera de las suyas, fueron subsumidas bajo relaciones feu­
en que él produce su producto com o mercancía y por lo dales, por ejemplo los tenures in com m on socage [feudos
tanto depende del precio del mismo (y aunque no fuera campesinos libres] de Inglaterra (por oposición a los
así, ese precio es evaluable), la masa del plustrabajo tenures on knight’s service [feudos de caballería]), que
que puede valorizar dependerá no de su propia magnitud, sólo implicaban obligaciones dinerarias y no eran feudales
sino de la tasa general de ganancia y, asimismo, el eventual más que de nombre. 12r,'r’1
excedente sobre la cuota del plusvalor determinada por
la tasa general de ganancia no está, a su vez, determinado
por la cantidad del trabajo por él efectuado, sino que sólo
puede ser apropiado por él porque es propietario del suelo.
Como semejante forma de producción, que no corres­
ponde al modo capitalista de producción,. puede subsu-

1 110 1111
CAPÍTULO LI
RELACIO NES D E DISTRIBUCIÓN Y RELACIONES
DE PRODUCCIÓN

El valor nuevo agregado por el trabajo nuevo agregado


anualmente — y por ende también la parte del producto
anual en que se representa este valor y que puede ser
extraída, separada del producido global— se descompone,
pues, en tres partes que asumen tres formas rediticias dife­
rentes, en formas que expresan una parte de este valor
C0mo perteneciendo al poseedor de la fuerza de trabajo
o recayendo en él, una parte com o perteneciente o tocante
al poseedor del capital y una tercera parte que pertenece
o al poseedor de la propiedad de la tierra o recae en el
mismo. Son éstas, pues, relaciones o formas de distribu­
ción, pues expresan las relaciones en que el valor global
nuevo generado se distribuye entre los poseedores de las
diferentes fuerzas operantes en la producción.
Para la concepción habitual, estas relaciones de dis­
tribución se manifiestan com o relaciones naturales, com o
relaciones que brotan sin más ni más de la naturaleza
de toda producción social, de las leyes de la producción
humana. N o puede negarse, por cierto que las sociedades
precapitalistas muestran otros modos de distribución, pero
se los interpreta com o m odos no desarrollados, imperfectos
y disfrazados, desfigurados de una u otra manera, de
aquellas relaciones naturales de distribución; como m odos
que no están reducidos a su más pura expresión ni a su
más alta figura.
Lo único correcto de esta representación es lo siguiente:
una vez supuesta una producción social de cualquier tipo

1113
(por ejemplo la de las comunidades indias, naturales y ambas comparten el mismo carácter históricamente transi­
espontáneas, o la del comunismo más artificialmente desa­ torio.
rrollado de los peruanos), puede distinguirse siempre entre Al examinar las relaciones de distribución, se toma
la parte del trabajo cuyo producto es consumido directa com o punto de partida, ante todo, el presunto hecho de
e individualmente por los productores y sus allegados, y que el producto anual se distribuye com o salario, ganancia
— prescindiendo de la parte que recae en el consumo pro­ y renta de la tierra. Pero así enunciado, el hecho es falso.
ductivo— otra parte que siempre es plustrabajo, cuyo El producto se distribuye por un lado en capital, y por
producto sirve siempre para satisfacer necesidades sociales el otro en réditos. A su vez uno de esos réditos, el salario,
generales, com o quiera que se distribuya ese plusproducto asume siempre la forma de un rédito, del rédito del obrero,
y sea quien fuere el que haga las veces de representante sólo después de haberse enfrentado previamente al mismo
de esas necesidades sociales. La identidad entre los dis­ obrero en la forma de capital. El enfrentamiento de las
tintos m odos de distribución, pues, viene a parar en que condiciones de trabajo producidas y en general de los pro­
son idénticos si abstraemos sus diferenciaciones y formas ductos del trabajo, com o capital, con el productor directo,
específicas y sólo retenemos la unidad que hay en ellos, implica desde un primer momento un carácter social deter­
por oposición a su diferencia. minado de las condiciones materiales de trabajo con res­
N o obstante, una conciencia más evolucionada, más pecto a los obreros y, por lo tanto, determinada relación
crítica, conviene en el carácter históricamente desarrollado que éstos, en la producción misma, establecen con los
de las relaciones de distribución,™“ pero en cambio se poseedores de las condiciones de trabajo y entre sí. Por
aferra con tanto mayor firmeza al carácter constante de su lado, la transformación de estas condiciones de trabajo
las relaciones mismas de producción, emanadas de la natu­ en capital implica, asimismo, que se expropie la tierra a
raleza humana y por ende independientes de todo desarro­ los productores directos y, por lo tanto, determinada forma
llo histórico. de la propiedad de la tierra.
Si una parte del producto no se transformase en capital,
Pero el análisis científico del m odo capitalista de pro­
la otra no asumiría las formas de salario, ganancia y renta.
ducción demuestra, a la inversa, que es un modo de
Por otro lado, si el modo capitalista de producción
producción de índole particular, de una determinación his­
presupone esa determinada figura social de las condiciones
tórica específica; que al igual que cualquier otro modo
de producción, reproduce constantemente la misma. N o
determinado de producción presupone, com o condición sólo produce los productos materiales, sino que reproduce
histórica suya, una fase dada de las fuerzas productivas constantemente las relaciones de producción en que aquéllos
sociales y de sus formas de desarrollo, condición que a su son producidos y también, por lo tanto, las relaciones de
vez es resultado y producto histórico de un proceso prece­ distribución correspondientes.
dente y del cual parte el nuevo m odo de producción como Puede decirse, por cierto, que el capital (y la propiedad
de su base dada; que las relaciones de producción corres­ de la tierra, a la que incluye com o su antítesis) ya presu­
pondientes a ese modo de producción específico e históri­ pone, a su vez, una distribución: la expropiación a los
camente determinado — relaciones que los hombres con­ obreros de las condiciones de trabajo, la concentración
traen en el proceso de su vida social y en la generación de estas condiciones en manos de una minoría de indi­
de su vida social— tienen un carácter específico, histórico viduos, la propiedad exclusiva de la tierra por otros indivi­
y transitorio, y que, finalmente, las relaciones de distri­ duos y, para abreviar, todas las relaciones que se exami­
bución son esencialmente idénticas a esas relaciones de naron en la sección sobre la acumulación originaria (libro
producción, un reverso de las mismas, de manera que I, capítulo X X IV ). Pero esta distribución es absoluta­
mente diferente de lo que se entiende por relaciones
r,lidJo h n S tu a rt M ili, S o m e U n s e ttle d Q u e s tio n s o f P o lilic a l E c o - de distribución cuando se reivindica para éstas, por opo­
n o m y , L ondres, 1844.
sición a las relaciones de producción, un carácter histórico.
1114 1115
Con ella se alude a los diferentes títulos a la parte del com o trabajo social; por el otro, la distribución de este
producto que recae en el consumo individual. En cambio trabajo social y la mutua complementación, el metabolismo
esas relaciones de distribución son las bases de funciones de sus productos, la subordinación al engranaje social y la
sociales particulares que dentro de la relación misma inserción en el mismo, quedan librados a las acciones
de producción recaen en determinados agentes de la misma, casuales, y que se anulan recíprocamente, de los produc­
por oposición a los productores directos. Ellas confieren tores capitalistas individuales. Com o éstos sólo se en­
una cualidad social específica a las condiciones mismas frentan en cuanto poseedores de mercancías y cada uno
de producción y a sus representantes. Determinan el ca­ procura vender lo más caro posible su mercancía (incluso,
rácter total y el movimiento total de la producción. aparentemente, sólo lo guía su arbitrariedad en la regula­
Hay dos rasgos característicos que distinguen desde un ción de la producción m ism a), la ley interna sólo se impone
primer momento al modo capitalista de producción. por intermedio de su competencia, de la presión recíproca
Prim ero, produce sus productos com o mercancías. Pro­ de unos sobre otros, gracias a lo cual se anulan mutua­
ducir mercancías no lo distingue de otros modos de produc­ mente las divergencias. La ley del valor sólo opera aquí,
ción, pero sí el hecho de que ser mercancía es el carácter frente a los agentes individuales, com o ley interna, com o
dominante y determinante de su producto. Esto implica, ciega ley natural, e impone el equilibrio social de la pro­
por lo pronto, que el obrero mismo sólo aparezca como ducción en medio de las fluctuaciones casuales de la misma.
vendedor de mercancías y, por ende, como asalariado Por lo demás, en la mercancía, y más aun en la mer­
libre, o sea que el trabajo aparezca en general como tra­ cancía com o producto del capital, están implícitas ya la
bajo asalariado. Según el desarrollo hecho hasta aquí, re­ cosificación de las determinaciones sociales de la produc­
sulta superfluo comprobar nuevamente de qué m odo la ción y la subjetivización de las bases materiales de la pro­
relación entre capital y trabajo asalariado determina el ducción, que caracterizan a todo el m odo capitalista de
carácter total del m odo de producción. Los principales
producción.!2581
agentes de este modo mismo de producción, el capitalista
y el asalariado, sólo son, en cuanto tales, encarnaciones, El segundo rasgo que caracteriza especialmente al modo
personificaciones de capital y trabajo asalariado, determi­ capitalista de producción es la producción del plusvalor
nados caracteres sociales que el proceso social de pro­ com o objetivo directo y motivo determinante de la pro­
ducción estampa en los individuos; productos de esas ducción. El capital produce esencialmente capital, y sólo
determinadas relaciones sociales de producción. lo hace en la medida en que produce plusvalor. Cuando
El carácter, 1) del producto com o mercancía, y, 2 ) de examinamos el plusvalor relativo, y luego al considerar la
la mercancía com o producto del capital implica ya el con­ transformación del plusvalor en ganancia, vimos cómo
junto de las relaciones de circulación, vale decir, determi­ se funda en esto un modo de producción peculiar del
nado proceso social que los productos deben recorrer período capitalista: una forma particular del desarrollo
y en el cual asumen determinados caracteres sociales; de las fuerzas productivas sociales del trabajo, pero como
asimismo, implica determinadas relaciones entre los agentes fuerzas del capital autonomizadas frente al obrero y, por
de la producción que determinan la valorización de su ende, en directa antítesis con su propio desarrollo, con el
producto y la reconversión de éste, ora en medios de del obrero. La producción para el valor y el plusvalor,
subsistencia, ora en medios de producción. Pero incluso tal cual se mostró en el desarrollo ulterior, implica la
prescindiendo de esto, toda la determinación del valor y tendencia, siempre operante, a reducir el tiempo de tra­
la regulación de la producción global por el valor, derivan bajo necesario para la producción de una mercancía, esto
de los dos caracteres arriba mencionados: del producto es, su valor, por debajo del promedio social existente en
com o mercancía o de la mercancía com o mercancía pro­ cada ocasión. El deseo acuciante de reducir el precio de
ducida de manera capitalista. En esta forma totalmente costo a su mínimo se convierte en la más fuerte palanca
específica del valor el trabajo, por un lado, sólo cuenta para la intensificación de la fuerza productiva social del

1116 1117
trabajo, que aquí, empero, sólo se presenta com o intensi­ rentes productos determina, en cierta medida, el respec­
ficación constante de la fuerza productiva del capital. tivo peso social de éstos. La forma determinada bajo la
La autoridad que asume el capitalista com o personi­ cual el tiempo social de trabajo se impone com o determi­
ficación del capital en el proceso directo de producción, nante en el valor de las mercancías está vinculada, por
la función social que reviste com o director y dominador cierto, a la forma del trabajo com o trabajo asalariado y a
de la producción, es esencialmente diferente de la auto­ la forma correspondiente de los medios de producción
ridad que se funda en la producción con esclavos, siervos, com o capital, en la medida en que sólo sobre esta base
etcétera. la producción mercantil se convierte en la forma general
Mientras que, sobre la base de la producción capita­ de la producción.
lista, a la masa de los productores directos se les contra­ Examinemos, por lo demás, las llamadas relaciones de
pone el carácter social de su producción bajo la forma distribución mismas. El salario supone el trabajo asala­
de una autoridad rigurosamente reguladora y de un meca­ riado; la ganancia, el capital. Estas formas determinadas
nismo social del proceso laboral articulado com o jerarquía de distribución, pues, suponen determinados caracteres
completa — autoridad que, sin embargo, sólo recae en sus sociales de las condiciones de producción y determinadas
portadores en cuanto personificación de las condiciones de relaciones sociales entre los agentes de la producción. O
trabajo frente al trabajo, y no, com o en anteriores formas sea que la relación determinada de distribución no es otra
de producción, en cuanto dominadores políticos o teocrá­ cosa que expresión de la relación de producción histórica­
ticos— , entre los portadores de esa autoridad, los capita­ mente determinada.
listas mismos, que sólo se enfrentan en cuanto poseedores Y ahora, consideremos la ganancia. Esta forma deter­
de mercancías, reina la más completa anarquía, dentro de minada del plusvalor es la condición previa para que la
la cual la conexión social de la producción sólo se impone nueva formación de los medios de producción se opere
com o irresistible ley natural a la arbitrariedad individual. en la forma de la producción capitalista; es, pues, una rela­
Sólo porque el trabajo está presupuesto en la forma ción que domina la reproducción, aunque al capitalista
de trabajo asalariado y los medios de producción en la individual le parezca que él puede, en realidad, engullir
forma de capital — o sea sólo debido a esta específica com o rédito la ganancia íntegra. Pero si intentara hacerlo,
figura social de esas dos esenciales fuerzas operantes encontraría barreras que ya se le oponen en la forma
de la producción— , una parte del valor (del producto) de fondos de emergencia y de reserva, ley de la compe­
se presenta com o plusvalor, y este plusvalor como ganan­ tencia, etc., y que le prueban en la práctica que la ganancia
cia (ren ta), com o ganancia del capitalista, com o riqueza no es una mera categoría de distribución del producto indi­
adicional disponible que le pertenece. Pero sólo porque vidualmente consumible. Todo el proceso de producción
se presenta así com o su ganancia, los medios adicionales capitalista, además, está regulado por los precios de
de producción, destinados a la ampliación de la repro­ los productos. Pero a su vez los precios de producción
ducción y que forman una parte de la ganancia, se pre­ reguladores están regulados por la nivelación de la tasa
sentan com o nuevo capital adicional y la ampliación de ganancia y la distribución del capital, correspondiente
del proceso de reproducción en general com o proceso a ella, en las diferentes esferas de la producción social.
capitalista de acumulación. La ganancia se manifiesta aquí, por ende, com o factor prin­
Aunque la forma del trabajo como, trabajo asalariado cipa!, no de la distribución de los productos, sino de su
sea decisiva para la figura del proceso total y para el modo producción misma; com o factor de distribución de los
específico de la producción misma, el trabajo asalariado capitales y del trabajo mismo en las diferentes esferas
no es determinante de valor. En la determinación del de la producción. La escisión de la ganancia en ganancia
valor se trata del tiempo social de trabajo en general, empresarial e interés se manifiesta com o distribución del
de la cantidad de trabajo que tiene a su disposición la so­ mismo rédito. Pero ese desdoblamiento dimana, ante todo,
ciedad en general y cuya absorción relativa por los dife­ del desarrollo del capital com o valor que se valoriza a sí

1118 1119
mismo y genera plusvalor; surge de esa figura social deter­ proceso de producción social con el proceso simple de
minada del proceso dominante de producción. Desarrolla trabajo, tal cual debiera ejecutarlo también un hombre
el crédito y las instituciones crediticias a partir de sí misma, anormalmente aislado, sin ningún auxilio social. En la me­
y con ello la figura de la producción. En el interés, etc., dida en que el proceso de trabajo sólo es un mero proceso
las presuntas formas de distribución entran en el precio entre el hombre y la naturaleza, sus elementos simples
com o determinantes de producción. siguen siendo comunes a todas las formas sociales de desa­
D e la renta de la tierra podría pensarse que es mera rrollo del mismo. Pero cada forma histórica determinada
forma de distribución, porque la propiedad de la tierra de este proceso desarrolla ulteriormente las bases mate­
en cuanto tal no desempeña ninguna función o, al menos, riales y las formas sociales de aquél. Una vez que ha
ninguna función normal en el proceso mismo de pro­ llegado a cierto grado de madurez, se remueve la forma
ducción. Pero la circunstancia de que, 1) la renta se res­ histórica determinada, la cual deja su lugar a una superior.
trinja al excedente sobre la ganancia media y, 2 ) el terra­ Que ha llegado el momento de tal crisis es algo que se
teniente se vea despojado de su papel como director y advierte no bien la contradicción y antagonismo entre las
dominador del proceso de producción y de todo el proceso relaciones de distribución, y por ende también entre la
de la vida social y reducido a mero arrendador de tierras, figura histórica determinada de las relaciones de produc­
usurero de suelos y mero perceptor de rentas, es un resul­ ción que les corresponden, por un lado, y las fuerzas
tado histórico específico del modo capitalista de producción. productivas, la capacidad de producción y el desarrollo
Que el suelo haya conservado la forma de propiedad de sus fuerzas operantes, por el otro, ganan amplitud y
de la tierra es un supuesto histórico del mismo. Que la profundidad. Entonces se verifica un conflicto entre el
propiedad de la tierra conserve formas que admiten el desarrollo material de la producción y su forma social.57
modo capitalista de explotación de la agricultura es un
producto del carácter específico de este modo de produc­
ción. En otras formas de sociedad también se puede deno­
minar renta a la entrada del terrateniente. Pero ésa es
esencialmente diferente de la renta tal cual aparece en este
modo de producción.
Las denominadas relaciones de distribución corres­
ponden a formas específicamente sociales e históricamente
determinadas del proceso de producción y de las relaciones
que los hombres contraen entre sí en el proceso de repro­
ducción de su vida humana y derivan de esas formas. El
carácter histórico de estas relaciones de distribución es el ca­
rácter histórico de las relaciones de producción, de las
que aquéllas sólo expresan una faceta. La distribución
capitalista es diferente de las formas de distribución que
surgen de otros modos de producción, y cada forma de
distribución desaparece con la forma determinada de pro­
ducción de la que procede y a la que corresponde.
La concepción que sólo considera históricas las rela­
ciones de distribución, pero no las de producción, por un
lado sólo es la concepción de la crítica incipiente, pero
aún apocada, de la economía burguesa. Por el otro, sin V éase el escrito sobre C o m p e titio n and C o -o p e r a lio n
embargo, se funda en una confusión e identificación del

1120
CAPÍTULO LII

LAS CLASES

Los propietarios de mera fuerza de trabajo, los propie­


tarios de capital y los terratenientes, cuyas respectivas
fuentes de ingreso son el salario, la ganancia y la renta de
la tierra, esto es, asalariados, capitalistas y terratenientes,
forman las tres grandes clases de la sociedad moderna, que
se funda en el modo capitalista de producción.
Es en Inglaterra, sin disputa, donde la sociedad mo­
derna está más amplia y clásicamente desarrollada en su
articulación económica. Sin embargo, ni siquiera aquí se
destaca con pureza esa articulación de las clases. También
aquí grados intermedios y de transición (aunque incompa­
rablemente menos en el campo que en las ciudades) encu­
bren por doquier las líneas de demarcación. Pero esto
resulta indiferente para nuestro análisis. Hemos visto que
la tendencia constante y la ley de desarrollo del modo
capitalista de producción es separar más y más del trabajo
los medios de producción, así com o concentrar más y más
en grandes grupos los medios de producción dispersos, esto
es, transformar el trabajo en trabajo asalariado y los medios
de producción en capital. Y a esta tendencia corresponde
por otro lado la separación autónoma de la propiedad de la
tierra frente al capital y el trabajo58 o la trasmutación
de toda propiedad de la tierra en la forma de la propiedad
de la tierra correspondiente al modo capitalista de pro­
ducción.

r,s Friedrich List observa con acierto: “El predom inio del cultivo
autosuficiente en grandes haciendas sólo dem uestra la falta de civi-

1123
La próxima pregunta a responder es ésta: ¿qué forma
una clase?, y por cierto que esto se desprende de suyo de
la respuesta a la otra pregunta: ¿qué hace que trabaja­
dores asalariados, capitalistas y terratenientes formen las
tres grandes clases sociales?
A primera vista, la identidad de los réditos y de las
fuentes de rédito. Son tres grandes grupos sociales, cuyos
componentes, los individuos que las forman, viven respec­
tivamente de salario, ganancia y renta de la tierra, de la
valorización de su fuerza de trabajo, su capital y su pro­ FRIEDRICH ENGELS
piedad de la tierra. APÉNDICE Y NOTAS COM PLEM ENTARIAS
Pero desde este punto de vista médicos y funcionarios, AL TOM O III DE EL CAPITAL'2'8'
por ejemplo, también formarían dos clases, pues perte­
necen a dos grupos sociales diferentes, en los cuales los Desde que se halla sometido al juicio público, el tercer
réditos de los miembros de cada uno de ambos fluyen de la tom o de El capital ya ha experimentado múltiples y varia­
misma fuente. Lo mismo valdría para la infinita fragmen­ das interpretaciones. No cabía esperar otra cosa. Al edi­
tación de los intereses y posiciones en que la división del tarlo, lo que me interesaba sobre todo era preparar un
trabajo social desdobla a los obreros como a los capita­ texto lo más auténtico posible, presentar los nuevos resul­
listas y terratenientes; a los últimos, por ejemplo, en viti­ tados obtenidos por Marx, en lo posible, con las propias
cultores, agricultores, dueños de bosques, poseedores de palabras de éste, e inmiscuirme sólo cuando era absolu­
minas y poseedores de pesquerías. tamente inevitable, pero aun en ese caso no dejar en el
lector duda .alguna acerca de quién se estaba dirigiendo a
{Aquí se interrumpe el manuscrito.}
él. Se me ha reprochado eso, se ha opinado que hubiese
debido transformar el material a mi disposición en un libro
sistemáticamente elaborado, en faire un livre [hacer de ello
un libro], como dicen los franceses o, en otras palabras,
sacrificar la autenticidad del texto a la comodidad del
lector. Pero yo no había concebido de esa manera mi
tarea. Para una reelaboración de esa índole carecía yo de
toda justificación; un hombre como Marx tiene el derecho
de que se lo oiga personalmente, de legar a la posteridad
sus descubrimientos científicos con la plena autenticidad
de su propia exposición. Además, carecía de todo deseo
de abusar de tal modo — así debía yo considerarlo— del
legado de un hombre tan descollante; se me hubiese anto­
jado una deslealtad. Y en tercer lugar, hubiese sido pura­
mente inútil. N o tiene objeto alguno desvelarse de alguna
manera por gente que no sabe o no quiere leer, que ya
lización, de m edios de co m unicación, de industrias locales y de ciu­ en ocasión de aparecer el primer tomo hizo mayores
d ades ricas. P o r eso se lo h alla por d o q u ier en Rusia, P olonia, H u n ­ esfuerzos para entenderlo mal, que los que hubiesen sido
g ría, M ecklem burgo. A ntes tam bién p red o m in ab a en In g laterra , pero necesarios para entenderlo correctamente. En cambio, para
con el ad v en im ien to del co m ercio y la industria lo re m p laz ó su aquellos interesados en una real comprensión, lo principal
p a rtició n en ex p lo tacio n es m edianas y el a rre n d a m ie n to ." (D ie A c k e r -
v e r fa ss u n g , d ie Z w e r g w ir th s c h a fl u n d d ie A u s w a n d e r u n g , 1842, p. 10).
era precisamente el texto original; para ellos, mi reelabo­

1124 1125
ración hubiese tenido, a lo sumo, el valor de un comen­ se venden las mercancías está determinado en proporción
tario, y por añadidura del comentario a algo inédito e al trabajo contenido en ellas, ¿qué otra cosa hace sino
inaccesible. En ocasión de la primera controversia habría repetir, en forma invertida, la tesis de los economistas
que acudir al texto original, y a la segunda o tercera su ortodoxos según la cual el valor al cual se venden [ .. .]
edición in extenso resultaría ineludible. las mercancías n o a es proporcional al trabajo empleado
Esta clase de controversias se descuentan en el caso en ellas? . . . De nada sirve tampoco que Marx diga que
de una obra que aporta tanto de nuevo, y ello sólo en una pese a la divergencia de los precios individuales con res­
primera elaboración rápidamente esbozada y parcialmente pecto a los valores individuales, el precio total de todas
incompleta. Y aquí es donde mi intervención puede ser, las mercancías siempre coincide con su valor total, o sea
en todo caso, de utilidad para eliminar dificultades de con la cantidad de trabajo contenida en la cantidad total
comprensión, para situar en un plano más prominente de mercancías. Pues dado que el valor no es otra cosa que
importantes puntos de vista cuya significación no se des­ la relación en que se intercambia una mercancía por otra,
taca de manera suficientemente palmaria en el texto, y ya la mera idea de un valor total es un absurdo, un
para adicionar algunos importantes datos complementarios disparate. . . una contradictio in adiecto [contradicción
al texto, escrito en 1865, para situarlo en el estado de en los términos].” A l com ienzo mismo de la obra, prosigue,
cosas imperante en 1895. De hecho tenemos ya dos puntos, Marx dice que el intercambio sólo puede equiparar dos
respecto a los cuales me parece necesaria una breve ex­ mercancías en virtud de un elemento de igual especie y
posición. magnitud contenido en ellas, a saber, de la cantidad de
trabajo de igual magnitud contenida en ellas. Y ahora, sos­
I ) La ley del valor y la tasa d e ganancia
tiene Loria, reniega de sí mismo, de la manera más solem­
Era de esperar que la solución de la aparente contra­ ne, al aseverar que las mercancías se intercambian en una
dicción entre estos dos factores conduciría a debates, tanto proporción totalmente diferente que la de la cantidad de
antes como después de publicarse el texto de Marx. Hasta trabajo contenido en ellas. “¿Cuándo hubo nunca tan
hay quienes se habían preparado para asistir a un milagro plena reducción ad absurdum, mayor bancarrota teórica?
total y se sienten decepcionados, porque en lugar del espe­ ¿Cuándo se consumó jamás un suicidio científico con
rado juego de manos se encuentran con una mediación mayor pompa y con más solemnidad?” ( N uova A ntología,
sencillamente racional y prosaicamente sobria de la con­ 19 de febrero de 1895, pp. 477, 478, 4 7 9 .)
tradicción. Com o es natural, quien más regocijadamente Vemos que nuestro Loria se halla en el colm o de la
desencantado está es el conocido e ¡Ilustre Loria. Éste ha dicha. ¿No tenía razón, acaso, en tratar a Marx como un
encontrado por fin el punto de apoyo para la palanca de igual, como un charlatán ordinario? Ahí lo veis: Marx se
Arquímedes, gracias al cual hasta un homúnculo de su mofa de su público exactamente de la misma manera que
calibre puede elevar y hacer saltar por los aires la gigan­ Loria, vive de mistificaciones exactamente igual que el
tesca y firmemente estructurada construcción de Marx. más insignificante profesor italiano de economía. Pero
¿Cómo?, esclama indignado, ¿y esto es una solución? ¡Si es mientras que Dulcamarai‘3i puede permitérselo, porque
pura mistificación! Pues cuando los economistas hablan conoce su oficio, el torpe septentrional Marx cae en una
del valor, hablan de aquel valor que se establece efectiva­ serie de desatinos, comete errores y disparates, de modo
mente en el intercambio. “Pero ocuparse de un valor al que por último no le queda otro recurso que un suicidio
cual no se venden las mercancías ni pueden venderse solemne.
ja m á sa (né possono vendersi m ai), es cosa que nunca hizo Reservémonos para más adelante la afirmación de que
ni hará economista alguno que posea un atisbo de crite­ las mercancías jamás se han vendido a los valores deter­
r io ... Cuando Marx afirma que el valor al cual nunca a minados por el trabajo, ni que jamás podrán venderse a

“ Subrayados de Engels. “ Subrayado de Engels.

1126 1127
ellos. Atengámonos solamente aquí a la aseveración del menos aun; a la postre, nadie tiene nada. Y una vez más
señor Loria, en el sentido de que “el valor no es otra cosa admiramos la superioridad con que nuestro Cagliostro meri­
que la relación en que se intercambia una mercancía dional ha escamoteado el concepto del valor a tal punto
por otra, y que en consecuencia la mera idea de un valor que ya no ha quedado ni el menor rastro del mismo. ¡He
total de las mercancías es un absurdo, un disparate, etc.”125"1 aquí el máximo perfeccionamiento de la economía vulgar!1
Por consiguiente, la relación en la que se intercambian dos 1 El m ism o señor "conocido por su fa m a " (p a ra decirlo con
mercancías, su valor, es algo puramente casual, algo llegado H eine),l2li|l tam bién se vio obligado, poco después, a c o n te star a mi
a las mercancías desde afuera, que puede ser hoy de una prólogo al tom o tu, luego de que el m ism o a p are cie ra en italiano en
manera y mañana de otra. Que un quintal métrico de trigo el prim er fascículo de 1895 de la R assegna. La respuesta se e n cu e n tra
en la R ifo r m a S o c ia le del 25 de fe b re ro de 1895. D espués de h a b erm e
se intercambie por un gramo o un kilogramo de oro no
co lm ad o en p rim er térm ino de las b ajas adulacio n es inevitables en
depende en lo más mínimo de condiciones inherentes a ese él, y por ello precisam ente, dos veces m ás repulsivas, d e clara que no
trigo o a ese oro, sino de circunstancias que les son total­ se le h a b ría o c u rrid o e sc am o te a r p a ra sí m ism o los m éritos de M arx
mente ajenas a ambos. Pues de otro modo estas condiciones en cu an to a la concepción m aterialista de la h istoria. Ya los h ab ría
también deberían imponerse en el intercambio, dominarlo reconocido en 1885, a decir verdad m uy al pasar, en un a rtícu lo de
revista. Pero en cam bio lo silencia tan to m ás o b stin ad a m en te allí
en general y también, al margen del intercambio, tener una d onde debía fig u rar ese reconocim iento, es d ecir en su libro sobre el
existencia independiente, con lo cual podría hablarse de un tem a, en el cual sólo se cita a M arx al llegar a la p. 129, y ello en
valor global de las mercancías. Eso es un disparate, dice el ocasión de tratarse la p equeña propiedad de la tie rra en F ra n c ia . Y
¡Ilustre Loria. Cualquiera que sea la proporción en que a h o ra declara con audacia q u e M arx ni siquiera sería el a u to r de
esta teoría; si no la insinuó ya A ristóteles, la proclam ó sin duda
puedan intercambiarse dos mercancías, ése es su valor, y alg u n a H a rrin g to n ya en 1656, y h ab ría sido d e sa rro llad a por una
con ello basta. Por lo tanto, el valor es idéntico al precio, pléyade de h istoriadores, políticos, ju ristas y econom istas m uy a n te ­
y toda mercancía tiene tantos valores como precios pueda riores a M arx. T o d o lo cual puede leerse en la edición fran cesa de
obtener. Y el precio resulta determinado por la oferta y la o b ra de L oria. En sum a, el plagiario perfecto. D espués de haberle
im posibilitado yo q u e prosiguiera fa n fa rro n e a n d o con sus plagios a
la demanda, y quien pregunte aún más es un estúpido si M arx, afirm a con a rro g a n c ia que M arx tam bién se a d o rn a con plu­
espera una respuesta. m as ajenas, al igual que él. De mis o tro s a ta q u es tam bién recoge el
Pero la cuestión tiene un pequeño inconveniente. En de que, según L oria, M arx jam ás h abría tenido el propósito de
situaciones normales, la oferta y la demanda coinciden. escribir un segundo tom o, y m enos aun un tercero, de E l ca p ita l.
"Y ah o ra E ngels responde triu n fa n te, a rro já n d o m e el segundo y el
Dividamos entonces todas las mercancías existentes en el tercer tom os . . . ¡M agnífico! Y me alegro tan to de esos volúm enes,
mundo en dos mitades: en el grupo de la demanda, y en a los cuales debo tan ta s satisfacciones intelectuales, que nunca dis­
el grupo, de igual magnitud, de la oferta. Supongamos que fru té tan to de una victoria com o d isfruto hoy de esta d e rro ta . . .
cada cual represente un precio de un billón de marcos, si es que, en realid ad , es una d e rro ta . Pero, ¿lo es, en efecto ? ¿Es
francos, libras esterlinas o lo que sea. Según las reglas realm en te cierto que M arx haya escrito con intención de pub licarla
esta m ezcolanza de n otas incoherentes, q u e E ngels c om puso con
de la aritmética,1'-'“’1 esto da sumado un precio o valor de piadosa am istad? ¿Es realm ente lícilo suponer que M arx h aya . . .
2 billones. Disparate, absurdo, dice el señor Loria. Ambos c o n fia d o a estas páginas la coro n ació n de su o b ra y de su sistem a?
grupos podrán representar, sumados, un precio de 2 billo­ ¿Es efectivam ente cierto que M arx h a b ría publicad o ese cap ítu lo
nes. Pero con el valor las cosas son distintas. Si hablamos acerca de la lasa de ganancia m edia, en la que la solución p ro m etid a
desde hace tan to s años se redujo a la m ás desco n so lad o ra m istifi­
de precio, serán 1 + 1 = 2 . Pero si hablamos de valor, cación, a la fraseología m ás vulgar? Es lícito d u d a r de ello, cuan d o
serán 1 + 1 = 0 . Por lo menos en este caso, en que se m enos . . . Ello d em u estra, me parece, que M arx, luego de la edición
trata de la totalidad de las mercancías. Pues aquí la mer­ de su espléndido (splendido) libro no tenía la intención de dárselo
cancía de cada grupo sólo vale 1 billón, porque cada uno a un sucesor, o por lo m enos a sus herederos, dejando fuera de su
propia responsabilidad la consu m ació n de esa o bra gigantesca."
de ellos quiere y puede dar esa suma por la mercancía T al lo que escribe, así. en la p. 267, H eine no pudo h a b la r con
del otro. Pero si reunimos la totalidad de las mercancías m ayor desdén de su público de filisteos alem anes que c u an d o lo hizo
de ambos en manos de un tercero, el primero ya no tendrá c o n 'la s siguientes palabras: el a u to r se hab itú a, e n últim a instancia,
ningún valor en sus manos, el otro tampoco, y el tercero a su público, co m o si éste fuese un ser racional. ¿P or quién to m a ría a
su público el ¡Ilustre L oria?

1128 1129
En el A rchiv für soziale G esetzgebung de Braun, VII, mente excelente, de Conrad Schmidt, acerca del tercer
fase. 4, Werner Sombart ofrece una exposición a grandes tomo de El capital. Cabe destacar especialmente, en este
rasgos, en general excelente, del sistema de Marx. Es la caso, la demostración de cóm o, al deducir la ganancia
primera vez que un profesor universitario alemán logra ver, media del plusvalor, Marx responde por primera vez a
en líneas generales, en los escritos de Marx, lo que éste ha la interrogante, ni siquiera planteada por la economía pre­
dicho; que declara que la crítica del sistema marxiano no cedente, respecto a cóm o se determina el nivel de esa tasa
podría consistir en una refutación — “de la cual podrá media de ganancia, y cómo es que la misma es del 10 ó
ocuparse el advenedizo político”— , sino sólo en un ulterior 15 % , digamos, y no del 50 ó 100 %. Desde que sabemos
desarrollo. También Sombart, naturalmente, se ocupa de que el plusvalor apropiado por el capitalista industrial en
nuestro tema. Examina el problema de la importancia del primera instancia es la fuente única y exclusiva a partir
valor en el sistema de Marx, y arriba a los siguientes resul­ de la cual fluyen la ganancia y la renta del suelo, este
tados: el valor no se manifiesta en la relación de inter­ problema se resuelve por sí solo. Esta parte del artículo
cambio de las mercancías producidas de manera capita­ de Schmidt podría haber sido escrita especialmente para
lista; no vive en la conciencia de los agentes capitalistas economistas á la Loria, si no constituyese tarea vana la de
de la producción; no es un hecho empírico, sino lógico, del pretender abrir los ojos a quienes no quieren ver.
pensamiento; el concepto de valor en su determinación También Schmidt tiene sus reparos formales con res­
material no es en Marx otra cosa que la expresión econó­ pecto a la ley del valor. La califica de hipótesis científica,
mica correspondiente al hecho de la fuerza productiva establecida para explicar el proceso efectivo de intercambio,
social del trabajo en cuanto fundamento de la existencia hipótesis que se comporta frente a los fenómenos de los
económica; la ley del valor rige en última instancia, en un precios competitivos — que en apariencia la contradicen
orden económ ico capitalista, los procesos económ icos, y por com pleto— como el punto de partida teórico necesa­
tiene para ese orden económ ico, en forma totalmente rio, ineludible y revelador; en su opinión, sin la ley del
general, el siguiente contenido: el valor de las mercancías valor cesa toda comprensión teórica del engranaje eco­
es la forma histórica específica en la que se impone de nómico de la realidad capitalista. Y en una carta privada,
manera determinante la fuerza productiva del trabajo, que a cuya cita me autoriza, Schmidt declara que la ley del
en última instancia domina todos los acontecimientos eco­ valor es, dentro de la forma capitalista de producción, una
nómicos. Hasta aquí lo que sostiene Sombart; no es posible ficción cabal, aunque teóricamente necesaria.1263' Pero, en
afirmar, en contra de esta concepción acerca de la signi­ mi opinión, esta concepción de ninguna manera es acer­
ficación de la ley del valor para la forma capitalista de tada. La ley del valor tiene para la producción capitalista
producción, que la misma sea incorrecta. Pero en cambio una significación mucho mayor y determinada que la de
sí me parece estar concebida de manera demasiado gené­ una mera hipótesis, para no hablar de una ficción, aunque
rica y que es susceptible de una formulación más estrecha fuese necesaria.
y precisa; en mi opinión, no agota en modo alguno toda Ni Sombart ni Schmidt — sólo citamos aquí al illustre
la significación de la ley del valor para las fases de desa­ Loria como divertido contraste, producto típico de la eco­
rrollo económicas de la sociedad dominadas por esta ley. nomía vulgar— toman suficientemente en cuenta que no
En el Sozialpolitisches Zentralblatt de Braun, del 25 sólo se trata aquí de un proceso puramente lógico, sino
de febrero de 1895, ri? 22, se encuentra un artículo igual- de un proceso histórico y su reflejo explicativo en el pen­
P ara term inar descarga sobre mí, y para mi desdicha, una nueva
samiento, de la consecución lógica de sus conexiones
andanada de elogios. A l hacerlo, nuestro Sganarello!12! se com para internas.
a sí mismo con Balaam, quien había venido para maldecir, pero de El pasaje decisivo se encuentra en Marx, [tomo] III,
cuyos labios brotaban, contra su voluntad, “palabras de bendición [volumen] I, p. 154a: “Toda esta dificultad se produce por
y am or”. El bueno de Balaam se distinguía especialmente por una
burra que m ontaba, y que era más inteligente que su amo. Esta vez,
es evidente que Balaam ha olvidado su burra en casa.!262! “ Véase, en la presente edición, t. m , vol. 6, p. 222.

1130 1131
el hecho de que las mercancías no simplemente se inter­ cide con nuestra opinión, anteriormente expresada, de que
cambian com o mercancías, sino com o producto de capitales la transformación de los productos en mercancías se ori­
que exigen una participación en la masa global del plus- gina por el intercambio entre diversas entidades comunita­
valor, una participación proporcional a la magnitud de los rias, y no entre los miembros de una misma comunidad.
capitales, o igual en caso de tratarse de capitales de igual Así com o esa tesis se aplica a ese estado de cosas primi­
magnitud”. Para ilustrar esta diferencia se supone, enton­ genio, también tiene vigencia para condiciones posteriores,
ces, que los trabajadores se hallan en posesión de sus fundadas en la esclavitud y la servidumbre, y para la orga­
medios de producción, que trabajan igual cantidad de nización corporativa del artesanado, mientras los medios de
tiempo en promedio y con igual intensidad, y que inter­ producción fijados en cada ramo de la producción sólo son
cambian directamente sus mercancías entre sí. En ese difícilmente trasmisibles de una esfera a la otra, y las
caso, en un día dos obreros habrían agregado a su producto diversas esferas [ . ..] , por consiguiente, guardan entre sí
una cantidad igual de valor nuevo en virtud de su trabajo, una relación que [. . .] es com o la que existe entre países
pero el producto de cada uno de ellos tendría diferente extranjeros o entidades comunitarias comunistas.” (Marx,
valor según el trabajo ya anteriormente incorporado a los III, 1, pp. 155, 156.) a
medios de producción. Esta última parte de valor repre­ Si Marx hubiese alcanzado a reelaborar el tercer tomo,
sentaría el capital constante de la economía capitalista; la no cabe duda de que hubiese desarrollado considerable­
parte del valor recién agregado empleada para los medios mente más este pasaje. Tal com o está, sólo ofrece un
de subsistencia del trabajador representaría el capital varia­ contorno esbozado de lo que hay para decir acerca del
ble, y la parte aún remanente del nuevo valor representaría punto en cuestión. Entremos pues un poco más profunda­
el plusvalor, que en este caso pertenecería, por consiguiente, mente en su consideración.
al trabajador. Ambos trabajadores recibirían entonces, Todos sabemos que en los comienzos de la sociedad, los
previa deducción de la reposición por la parte “constante” propios productores son quienes consumen sus productos, y
del valor, sólo adelantada por ellos, iguales valores; pero que esos productores se hallan organizados de manera
la relación entre la parte que representa el plusvalor y el natural y espontánea en colectividades más o menos comu­
valor de los medios de producción — relación que corres­ nistas;1’ que el intercambio del excedente de esos productos
pondería a la tasa capitalista de ganancia— sería diferente con extraños, el cual inicia la transformación de los pro­
en ambos. Pero puesto que cada cual recibe la reposición ductos en mercancías, es de fecha posterior, y que al prin­
del valor de los medios de producción en el intercambio, cipio sólo ocurre entre comunidades ajenas a la tribu, pero
ello constituiría una circunstancia totalmente indiferente. luego cobra vigencia también dentro de la comunidad, con­
“ Por lo tanto, el intercambio de mercancías a sus valores tribuyendo esencialmente a su disolución en grupos fami­
o aproximadamente a sus valores requiere un estadio muy liares mayores o menores. Pero inclusive después de esta
inferior que el intercambio a precios de producción, para disolución los jefes de familia que intercambian siguen
el cual es necesario determinado nivel de desarrollo capi­ siendo campesinos que trabajan, que producen casi todo
talista . . . Aun prescindiendo del hecho de que los precios lo que necesitan, con ayuda de su familia, en su propia
y su movimiento son regidos por la ley del valor, es total­ finca, y que sólo intercambian una exigua parte de los
mente apropiado considerar los valores de las mercancías objetos que necesitan desde afuera por excedentes de su
no sólo teóricam ente, sino también históricamente, com o el propio producto. La familia no sólo practica la agricultura
pritts [lo previo, el antecedente] de los precios de produc­ y la ganadería, sino que también elabora sus productos
ción. Esto tiene vigencia para casos en los que los m edios
de producción pertenecen al trabajador, y tal circunstancia " Véase, en esta edición, l. ni, vol. 6, pp. 224-225. Los subrayados
se da, tanto en el mundo antiguo como en el moderno, son de Engels.
b La traducción literal sería: “que esos productores se hallan
en el caso del campesino propietario de la tierra que tra­ organizados de m anera natural y espontánea en colectividades orga­
baja por sí mismo y en el del artesano. Ello también coin­ nizadas de m anera más o menos comunista '.

I 132 1133
para convertirlos en artículos listos para el consumo, en de trabajo del otro? En todo el período de la economía
algunos lugares aún muele ella misma con el molino de natural campesina no es posible otro intercambio que aquél
mano, hornea pan, hila, tiñe, teje lino y lana, curte cuero, en el cual las cantidades de mercancías intercambiadas
erige y repara construcciones de madera, confecciona herra­ tienen la tendencia a mensurarse, cada vez más, según las
mientas y aperos, y no es raro que realice labores de cantidades de trabajo corporificadas en ellas. A partir del
carpintería y herrería; de modo que, en lo principal, la instante en que irrumpe el dinero en este tipo de economía,
familia o grupo familiar se basta a sí misma. la tendencia a la adecuación a la ley del valor (¡en la
Por consiguiente, lo poco que necesitaba trocar o com ­ formulación de Marx, nota benel) se hace más manifiesta,
prar a otros una familia semejante, consistía preponderan- por un lado, pero por el otro ya resulta quebrantada por
temente — incluso hasta comienzos del siglo xix en Alema­ las intervenciones del capital usurario y de la voracidad
nia— en objetos de producción artesanal, esto es, en cosas fiscal, y los períodos durante los cuales los precios se
que se producían de una manera que no le era extraña al aproximan, término medio, a los valores hasta una mag­
campesino, ni con mucho, y que no producía personal­ nitud desdeñable, ya se hacen más prolongados.
mente sólo porque no le resultaba accesible la materia Otro tanto vale para el intercambio entre productos de
prima o porque el artículo comprado era mucho mejor o los campesinos y los de los artesanos urbanos. Al comiénzo,
muchísimo más barato. Por eso, el campesino de la Edad ese intercambio tiene lugar de manera directa, sin inter­
Media conocía con bastante exactitud el tiempo de trabajo mediación del comerciante, en los días de mercado en las
necesario para la confección de los objetos que obtenía en ciudades, que es cuando el campesino vende y efectúa sus
el intercambio. Pues el herrero o el carrocero de la aldea compras. En este caso, asimismo, no sólo el campesino
trabajaban bajo su vista; otro tanto ocurría con el sastre conoce las condiciones de trabajo del artesano, sino que
y zapatero, quienes todavía en tiempos de mi juventud también éste conoce las del campesino. Pues él mismo es
entraban en casa por casa de nuestros campesinos renanos, aún un poco campesino, no sólo tiene un huerto, sino muy
para convertir en vestimentas y calzado los materiales ela­ a menudo también una pequeña parcela de campo, una o
borados por éstos. Tanto el campesino com o las personas dos vacas, cerdos, aves de corral, etc. De ese modo, los
a quienes compraba eran, a su vez, trabajadores,3 y los hombres de la Edad Media estaban en condiciones de efec­
artículos intercambiados eran los productos propios de tuar, cada uno de ellos, el cálculo de los costos de produc­
cada cual. ¿Qué habían empleado para la confección de ción del otro en cuanto a materias primas, materiales
esos productos? Trabajo y solamente trabajo: nada habían auxiliares, tiempo de trabajo, con cierta precisión, cuando
gastado para reposición de las herramientas, para la pro­ menos en lo que a artículos de consumo diario y genera­
ducción de la materia prima ni para su elaboración, salvo lizado respecta.
su propia fuerza de trabajo; ¿de qué otra manera podían Pero, ¿cómo podía calcularse, para este intercambio
intercambiar entonces sus productos por los de otros labo­ según el patrón de medida de la cantidad de trabajo, esta
riosos productores sino en proporción al trabajo empleado última — siquiera en forma indirecta y relativa— en el
en confeccionarlos? En ese caso, el tiempo de trabajo caso de productos que requerían un trabajo más prolon­
empleado para esos productos no era sólo el único patrón gado, interrumpido a intervalos irregulares, e incierto en
de medida apropiado para la determinación cuantitativa de cuanto a su rendimiento, com o por ejemplo los granos o
las magnitudes a trocar; es que no había absolutamente el ganado? ¿Y ello, por añadidura, en gentes que no sabían
ningún otro posible. ¿O podemos creer que el campesino efectuar cálculos? Evidentemente, eso sólo podía hacerse
mediante un trabajoso proceso de aproximación en zigzag,
y el artesano eran tan tontos com o para ceder el producto
que a menudo tanteaba a derecha e izquierda en la oscu­
de diez horas de trabajo del uno, por el de una sola hora
ridad, y en cuyo transcurso, com o suele ocurrir, sólo se
obtenía experiencia en virtud de los perjuicios sufridos.
" En el m anuscrito, tachado: “productores directos”. Pero la necesidad de cada cual de cubrir sus gastos, a

1134 1135
grandes rasgos, siempre ayudaba a hallar la orientación en la superficie del intercambio mercantil. El dinero se
correcta, y el reducido número de los tipos de objetos que convirtió en patrón decisivo de medida del valor para la
ingresaban al tráfico, así com o la estabilidad de su [forma concepción práctica, y ello tanto más cuanto más variadas
de] producción — que a menudo perduraba siglos— faci­ se hacían las mercancías que arribaban al comercio, cuanto
litaba la consecución del objetivo. Y que en modo alguno más proviniesen de países distantes, es decir cuanto menos
insumía tanto tiempo el establecer en forma bastante pudiera controlarse el tiempo de trabajo necesario para su
aproximada la magnitud relativa de valor de esos produc­ confección. Pues al principio, el propio dinero llegaba las
tos, lo demuestra el mero hecho de que la mercancía en más de las veces desde el extranjero; cuando también se
la que ello parece más difícil, a causa del prolongado obtuvo metal precioso en el propio país, el campesino y el
tiempo de producción de cada unidad — el ganado— se artesano no estaban en condiciones, por una parte, de
convirtió en la primera mercancía dineraria de reconoci­ evaluar el trabajo empleado en él en forma aproximada,
miento casi general. Para lograrlo, el valor del ganado, su mientras que por la otra ya se le había oscurecido bastante
relación de intercambio con toda una serie de otras mer­ la conciencia de la propiedad mensuradora del valor que
cancías, debía haber alcanzado ya una estabilidad relati­ tenía el trabajo, en virtud del hábito de efectuar cálculos
vamente inusual, reconocida sin contradicciones en el terri­ en dinero; en la idea popular, el dinero comenzó a repre­
torio de numerosas tribus. Y la gente de aquel entonces sentar el valor absoluto.
era seguramente bastante despierta — así los ganaderos
En pocas palabras: la ley marxiana del valor tiene
com o sus clientes— com o para no regalar sin equivalente
vigencia general — en la medida en que tienen vigencia las
alguno, en el intercambio, el tiempo de trabajo que habían
leyes económicas— durante todo el período de la produc­
empleado. Por el contrario: cuanto más cerca se hallan los
ción mercantil simple, es decir hasta el momento en que
hombres de las condiciones primitivas de la producción
mercantil — com o los rusos y los orientales, por ejemplo— ésta experimenta una modificación por el establecimiento
tanto más tiempo dilapidan, aun hoy, para obtener la plena de la forma capitalista de producción. Hasta entonces, los
compensación por el tiempo de trabajo empleado en un precios gravitan hacia los valores determinados por la ley
producto, mediante un tenaz, interminable regateo. de Marx y oscilan en torno a esos valores, de modo que,
Partiendo de esa determinación del valor por el tiempo cuanto más plenamente se desarrolle la producción mer­
de trabajo se desarrolló entonces toda la producción de cantil simple, tanto más coincidirán — dentro de los límites
mercancías, y con ella las múltiples relaciones en las que de diferencias desdeñables— los precios medios con los
cobran vigencia los diversos aspectos de la ley del valor, valores durante prolongados períodos, no interrumpidos
tales com o se exponen en la sección primera del primer por perturbaciones violentas externas. Por consiguiente, la
tomo de El capital-, es decir, sobre todo las condiciones ley marxiana del valor tiene vigencia económica general
en las cuales, únicamente, el trabajo es formador de valor. por un lapso que se extiende desde el comienzo del inter­
Y éstas son condiciones que se imponen sin llegar a la cambio que transforma los productos en mercancías hasta
conciencia de los participantes, y que inclusive sólo en el siglo xv de nuestra era. Ahora bien: el intercambio de
virtud de una trabajosa investigación teórica pueden ser mercancías data de una época situada antes de cualquier
abstraídas de la práctica cotidiana, es decir que obran a la historia escrita, que en Egipto nos remonta por lo menos
manera de leyes naturales, tal com o también demostró a a tres mil quinientos o acaso cinco mil años, y en Babilonia
continuación Marx que ocurría necesariamente a partir a cuatro mil, y quizá seis mil años antes de nuestra era; por
de la naturaleza de la producción mercantil. El progreso lo tanto, la ley del valor estuvo en vigencia durante un
más importante y radical fue la transición al dinero metá­ período de cinco a siete milenios. ¡Admírese, entonces, la
lico, progreso que también tuvo como consecuencia, sin escrupulosidad del señor Loria, quien califica al valor, vi­
embargo, que entonces la determinación del valor por el gente de manera general y directa durante esa época, de va­
tiempo de trabajo ya no apareciera de manera visible lor al cual las mercancías no se venden ni pueden venderse

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nunca, y del que no puede ocuparse jamás economista garantizados a la asociación en su conjunto, tal com o se
alguno que posea un atisbo de buen sentido! manifiesta aún patentemente en el privilegio del “abasteci­
Hasta el presente no hemos hablado del comerciante. miento de hilado” de Elberfeld y Barmen, en 1527. (Thun,
H em os podido ahorramos el examen de su intervención Industrie am Niederrhein, II, p. 164 ss.) Otro tanto vale
hasta ahora, en que pasaremos a la transformación de la para los gremios mineros, en los cuales también cada
producción mercantil simple en la producción mercantil acción tenía igual participación y, al igual que las parcelas
capitalista. El comerciante fue el elemento revolucionario del miembro de la marca, era divisible con todos sus
en esta sociedad, en la cual todo lo demás era estacionario, derechos y deberes. Y lo mismo vale en grado no menor
estacionario por herencia válganos la expresión; en la cual para las asociaciones comerciales, que dieron origen al
el campesino recibía no sólo su parcela, sino también su comercio ultramarino. Los venecianos y los genoveses en el
posición de propietario libre, de censatario — libre o sujeto puerto de Alejandría o el de Constantinopla, cada “nación”
a la gleba— o de siervo personalmente ligado al señor, y en su propio fondaco — residencia, fonda, depósito, salón
el artesano de las ciudades su oficio y sus privilegios de exposición y ventas, además de oficina central— cons­
corporativos, en forma hereditaria y casi inalienable, y cada tituían asociaciones comerciales completas, cerradas con
cual, por añadidura, su clientela, su mercado de ventas, del respecto a competidores y clientes, vendían a precios con­
mismo modo que la pericia, adiestrada desde la juventud, venidos entre sí, sus mercancías tenían una calidad deter­
para la profesión heredada. En este mundo ingresó entonces minada, garantizada por examen público y a menudo por
el comerciante, de quien habría de partir el trastocamiento un sello, decidían conjuntamente acerca de los precios a
de aquél. Pero no lo haría en carácter de revolucionario pagar a los nativos por sus productos, etc. N o de otro modo
consciente, sino por el contrario, com o carne de su carne procedieron los hanseáticos en el Puente Alemán ( Tydske
y sangre de su sangre. El comerciante de la Edad Media Bryggen) de Bergen, en Noruega, y de la misma manera
no era en m odo alguno un individualista, sino que era lo hicieron sus competidores holandeses e ingleses. ¡Ay
esencialmente el miembro de alguna asociación, com o todos de aquél que hubiese vendido por debajo del precio o com ­
sus contemporáneos. En el campo reinaba la asociación prado por encima de él! El boicot que se decretaba en su
de la marca, surgida del comunismo primitivo. Cada cam­ contra significaba entonces la ruina sin remisión, para no
pesino tenía una parcela originariamente del mismo tamaño, hablar de las penalidades directas que imponía la asociación
con iguales porciones de tierra de cada calidad, y una a los culpables. Pero también se fundaron asociaciones
participación, por ende de igual magnitud, en los derechos más estrechas con fines determinados, com o la Maona de
de la marca común. Desde que la asociación de la marca Génova, dominadora por muchos años de las minas de
se volvió cerrada y no se distribuían ya nuevas parcelas, se alumbre de Focea, en el Asia Menor, así com o de la isla
produjeron — por herencia, etc.— subdivisiones de las par­ de Quíos, en los siglos xiv y xv, o la gran sociedad comer­
celas, y las correspondientes subdivisiones de los derechos cial de Ravensburgo, que comerció desde fines del siglo xiv
en la marca; pero la parcela completa siguió siendo la con Italia y España, fundando allí sucursales, y la sociedad
unidad, de modo que había mitades, cuartos y octavos de alemana de los Fúcares [Fugger], los Welser, los Vohlin,
parcela con mitades, cuartos y octavos de derechos en la los Hochstetter, etc., de Augsburgo, de los Hirschvogel de
marca común. Según el m odelo de la asociación de Nuremberg y otros, que con un capital de 66.000 ducados
la marca se orientaron todas las ulteriores asociaciones here­ y tres naves participó en la expedición portuguesa a la
ditarias, sobre todo las corporaciones urbanas, cuyo orde­ India de 1505-1506, obteniendo en ella una ganancia neta
namiento no era otra cosa que la aplicación de la constitu­ del 150 por ciento según unos, y del 175 según otros,
ción de la marca al privilegio de un oficio, en lugar de (H eyd, Levantehandel, II, p. 5 2 4 ) y toda una serie de
aplicársela a un territorio delimitado. El centro de toda la otras sociedades “M onopolia”, que tanto irritaban a Lutero.
organización lo constituía la igual participación de cada Aquí nos topamos por vez primera con una ganancia
miembro en la totalidad de las prerrogativas y beneficios y una tasa de ganancia. Y por cierto que los esfuerzos de

1138 1139
los comerciantes están intencional y conscientemente orien­ Esta alta tasa de ganancia, igual para todos los partici­
tados a hacer que esa tasa de ganancia sea igual para pantes y obtenida en virtud de la cooperación corporativa,
todos los participantes. Los venecianos en el Levante, los tenía empero sólo validez local, dentro de la corporación,
hanseáticos en el norte, cada cual pagaba los mismos pre­ o sea de la “nación” en el caso que nos ocupa. Venecianos,
cios que sus vecinos por sus mercancías, que tenían genoveses, hanseáticos, holandeses, cada nación tenía para
todas los mismos costos de trasporte, obtenía a cambio sí una tasa especial de ganancia, y al principio, en mayor
■ los mismos precios y asimismo pagaba el flete de retorno o menor grado, también una tasa especial para cada uno
a los mismos precios que cualquier otro comerciante de su de los territorios en que colocaban sus mercancías. La
“nación”. Por consiguiente, la tasa de ganancia era igual nivelación de estas diferentes tasas de ganancia corporativas
para todos. En las grandes sociedades comerciales, se des­ se estableció por el procedimiento inverso, por la compe­
cuenta que la ganancia se distribuye a prorrata de la parti­ tencia. En un comienzo, [se nivelaron] las tasas de ganancia
cipación de capital invertido, exactamente de la misma de los diversos mercados para la misma nación. Si Alejan­
manera que la participación en los derechos de la marca dría prometía más ganancia a las mercancías venecianas
se distribuye a prorrata de la participación justificada de que Chipre, Constantinopla o Trebisonda, los venecianos
la parcela, o la ganancia minera a prorrata de las acciones ponían en movimiento más capital hacia Alejandría y lo
de minas. La tasa uniforme de ganancia, que en su pleno retiraban del tráfico con los otros mercados. A continua­
desarrollo es uno de los resultados finales de la producción ción debía tocarle el turno a la paulatina nivelación de las
capitalista, también se revela aquí, en su forma más simple, tasas de ganancia entre las diversas naciones que exportaban
com o uno de los puntos de los cuales partió históricamente mercancías iguales o similares a los mismos mercados, con
el capital o, más aun, com o un vástago directo de la aso­ lo cual muy a menudo tal o cual de esas naciones era
ciación de la marca que es, a su vez, un vástago directo aplastada y desaparecía de la escena. Pero este proceso se
del comunismo primitivo. vio interrumpido de continuo por acontecimientos políticos,
Esta tasa originaria de ganancia era necesariamente así com o todo el comercio levantino descaeció a causa de
muy elevada. Los negocios a eran muy riesgosos, y no sólo las invasiones mongólicas y turcas, y los grandes descubri­
por la piratería, que hacía grandes estragos; también las mientos geográfico-comerciales efectuados a partir de 1492
naciones competidoras se permitían a veces toda clase de no hicieron otra cosa que acelerar esta decadencia y, más
violencias, cuando se ofrecía la ocasión para ello; por tarde, volverla definitiva.
último, la colocación de los productos y las condiciones de La súbita expansión que por entonces se verificó en
la misma se basaban en privilegios de príncipes extranjeros, las áreas de mercado, así com o el consiguiente trastoca-
que bastante a menudo los quebrantaban o derogaban. Por miento de las vías de comunicación no suscitó, en un pri­
lo tanto, la ganancia debía englobar una elevada prima de mer momento, alteraciones esenciales en la índole del m ovi­
seguros. Además, el movimiento comercial era lento, el miento comercial. También con la India y América, al
desarrollo de los negocios, dilatado, y en las mejores principio, la regla general fue que el comercio estuviera
épocas — que, por lo demás, rara vez eran de larga dura­ aún a cargo de asociaciones. Pero, en primer término,
ción— el negocio era un com ercio m onopólico con ganan­ detrás de esas asociaciones se alzaban naciones mayores.
cia m onopólica. El que la tasa de ganancia era muy alta, A los catalanes que mercaban con el Levante los sustituyó,
término medio, lo demuestran también las altísimas tasas en el com ercio americano, toda la gran España unificada, y
de interés vigentes a la sazón, que por lo demás, en general, junto a ella dos grandes países com o Inglaterra y Francia;
debían ser menores que el porcentaje de la ganancia y hasta Holanda y Portugal mismos, los más pequeños, eran
comercial habitual. en cualquier caso, cuando menos, tan grandes y fuertes
com o Venecia, la nación comercial mayor y más poderosa
“ En el m anuscrito, tachado: “ante todo actividad monopólica,
del período precedente. El respaldo proporcionado por esta
por ende excepcionalm ente rem unerativa”. circunstancia al mercader itinerante, al m erchant-adven-

1140 1141
turer de los siglos xvi y xvn, hacía que la corporación — la en el que los precios de producción tienen vigencia en
cual protegía también con las armas a sus miembros— se el comercio internacional y mayorista, mientras que en el
volviese cada vez más superflua, y por consiguiente que comercio minorista urbano la formación de precios se
sus costos fuesen incuestionablemente onerosos. La riqueza regula por tasas de ganancia totalmente diferentes. D e modo
particular de ciertos individuos se desarrolló entonces con que, por ejemplo, hoy en día la carne vacuna experimenta
una rapidez significativamente mayor, de suerte que pronto un mayor recargo de precio en el trayecto que va desde
tales o cuales mercaderes pudieron invertir tantos fondos el comerciante mayorista de Londres hasta el consumidor
en una empresa com o antes toda una asociación. Las socie­ londinense individual, que desde el comerciante mayorista
dades mercantiles, allí donde aún subsistían, se transfor­ de Chicago, inclusive transporte, hasta el comerciante mayo­
maron las más de las veces en corporaciones armadas, que rista de Londres.
bajo la égida y autoridad de la metrópoli conquistaban El instrumento que produjo paulatinamente este tras-
países enteros recién descubiertos y los explotaban mono- tocamiento en la formación de los precios fue el capital
pólicamente. Pero cuantas más colonias se establecían en industrial. Ya en la Edad Media se habían formado puntos
los nuevos territorios, lo que por regla general ocurría de partida del mismo, más exactamente en tres terrenos:
también a iniciativa del estado, tanto más el comercio la navegación, la minería y la industria textil. La navega­
corporativo cedía sus posiciones al del comerciante indi­ ción en la escala en que la desarrollaron las repúblicas
vidual, con lo cual la nivelación de la tasa de ganancia marítimas italianas y hanseáticas resultaba imposible sin
cayó progresivamente en la órbita exclusiva de la com ­ el concurso de marineros, es decir de trabajadores asala­
petencia.
riados (cuya relación salarial podía estar oculta bajo for­
Hasta aquí hemos conocido una tasa de ganancia sólo mas corporativas con participación en las ganancias), como
para el capital comercial. Pues hasta entonces sólo había era imposible para las galeras de esa época funcionar sin
existido el capital comercial y el usurario, ya que el capital
remeros — asalariados o esclavos— . Los gremios de las
industrial aún debía desarrollarse. La producción todavía
minas, consistentes originariamente en trabajadores asocia­
se hallaba preponderantemente en manos de trabajadores
dos, se habían transformado ya en casi todos los casos en
que se encontraban en posesión de sus propios medios de
sociedades por acciones para la explotación de la empresa
producción, es decir cuyo trabajo no arrojaba plusvalor para
por medio de asalariados. Y en la industria textil el comer­
capital alguno. Si debían ceder una parte de su producto
sin compensación a terceros, era en forma de un tributo a ciante había comenzado a poner a los pequeños maestros
señores feudales. Por ello, el capital comercial sólo podía tejedores directamente a su servicio, suministrándoles el
hilado y haciéndolo transformar en tejido, por su cuenta,
obtener su ganancia — por lo menos al principio— de los
compradores extranjeros de productos internos o de los com ­ a cambio de un salario fijo, en suma, convirtiéndose de
pradores internos de productos extranjeros; sólo hacia mero comprador en lo que ha dado en llamarse un
fines de este período — para Italia, entonces, con el ocaso Verleger. i2641
del comercio levantino— la competencia externa y la colo­ Tenem os aquí ante nosotros los comienzos incipientes
cación más dificultosa de los productos pudieron obligar a de la formación capitalista de plusvalor. Podemos omitir
los productores artesanales de mercancías de exportación la consideración de los gremios mineros, en su carácter de
a ceder la mercancía por debajo de su valor al comerciaute corporaciones monopólicas cerradas. Con respecto a los
exportador. Y así hallamos aquí el fenómeno de que en el armadores, resulta obvio que sus ganancias debían ser
tráfico minorista interno de los diferentes productores cuando menos las corrientes en el país, con un recargo
entre sí las mercancías se vendían, término medio, a sus adicional por seguros, desgaste de las naves, etc. Pero
valores, cosa que, sin embargo, no ocurría por regla general ¿cómo era la situación de los Verleger textiles, que fueron
en el comercio internacional, por las razones expuestas. los primeros en llevar al mercado directamente mercan­
T odo lo contrario de lo que ocurre en el mundo actual, cías confeccionadas por cuenta de los capitalistas, compi­

1142 1143
tiendo con las mercancías de la misma clase producidas quiere hacer tejer por cuenta propia, convertirse en Verle­
por cuenta de los artesanos?3 ger. ¿Cuánto capital deberá adicionar para ello? Digamos
La tasa de ganancia del capital comercial era preexis­ que el tiempo de producción de la pieza, tal como las que
tente. También se hallaba nivelada ya — cuando menos vende, sea término medio de dos meses, lo cual es segura­
para la localidad respectiva en una tasa media aproximada. mente muy elevado. Supongamos además que debe pagar
¿Qué podía inducir entonces al comerciante a hacerse todo al contado. Entonces deberá suplir suficiente capital
cargo del negocio extra de V erlegerl Una sola cosa: las com o para proveer a sus tejedores hilado para dos meses.
perspectivas de obtener, en igualdad de precio de venta con Puesto que hace rotar 15.000 al año, en dos meses com­
los demás, una mayor ganancia. Y tales perspectivas exis­ prará tejido por 2.500. Digamos que, de los mismos, 2.000
tían para él. Al tomar a su servicio al pequeño maestro representen el valor del hilado y 500 el salario de los
artesano quebraba las barreras tradicionales opuestas a la tejedores, de m odo que nuestro comerciante necesitará un
producción, dentro de las cuales el productor vendía su capital suplementario de 2.000. Supongamos que el plus-
producto terminado y nada más. El capitalista comercial valor del que se apropia mediante este nuevo método sólo
compraba la fuerza de trabajo, que por el momento aún asciende al 5 % del valor del tejido, lo cual significa que
poseía su instrumento de producción, pero ya no la materia la tasa de plusvalor — por cierto que muy modesta— es del
prima. A l asegurarle de ese modo una ocupación regular al 125
tejedor, podía en cambio deprimir a tal punto el salario 2 5 % (2 .0 0 0 r + 5 0 0 „ + 125™; p v ’ = ------- = 2 5 % ,
del mismo que una parte del tiempo de trabajo efectuado 500
quedaba impaga. E l Verleger se convirtió así en apropiador 125
g — ------- = 5 % ) . Entonces nuestro hombre obtendrá,
de plusvalor, por encima de su ganancia comercial de hasta 2 500
ese momento. Desde luego que para ello debía emplear sobre su rotación anual de 15.000, una ganancia extra­
asimismo un capital adicional, para comprar hilado, etc., ordinaria de 750, lo que equivale a decir que en 2 %
y poner esa materia prima en manos del tejedor hasta años habrá recuperado ya su capital suplementario.
que estuviese concluida la pieza, por la cual anteriormente Pero a fin de acelerar su venta, y por ende su rotación,
sólo en el momento de la compra debía pagar el precio y para de ese modo obtener, con el mismo capital y en un
total. Pero en primer lugar, en la mayor parte de los casos lapso más breve, la misma ganancia — es decir que, en el
ya había utilizado también un capital extra para efectuar mismo lapso que hasta el presente, obtendrá una ganancia
anticipos al tejedor, a quien por regla general sólo la escla­ mayor— obsequiará al comprador una pequeña parte de
vitud de sus deudas impulsaba a someterse a las nuevas su plusvalor, venderá más barato que sus competidores.
condiciones de producción. Y en segundo lugar, también al Estos también se transformarán paulatinamente en Verle­
margen de ello, el cálculo se presenta con arreglo al ger, y entonces la ganancia extraordinaria se reducirá para
siguiente esquema: todos a la ganancia habitual, o inclusive a una ganancia
Supongamos que nuestro comerciante lleve a cabo su m enor para el capital acrecentado de todos ellos. La uni­
negocio de explotación con un capital de 30.000 ducados, formidad de la tasa de ganancia estará restablecida, aunque
cequíes, libras esterlinas o lo que fuese. De ellos, 10.000 posiblemente en otro nivel, por el hecho de que una parte
operan en la compra de mercancías internas, mientras que del plusvalor obtenido en el interior ha sido cedido al
2 0 .000 se requieren para su em pleo en los mercados ultra­ comprador externo.
marinos. Supongamos que el capital rote una vez en dos El paso siguiente en el sometimiento de la industria
años; rotación anual = 15.000. Ahora, nuestro comerciante al capital se produce en virtud de la introducción de la
manufactura. También ésta permite al manufacturero, quien
“ N os atenem os al original, pero sería más lógico: “com pi­ en los siglos xvu y xvm — en Alemania, en forma casi
tiendo con las m ercancías de la m ism a clase producidas por los generalizada, hasta 1850, y en algunos lugares hasta el
artesanos” . día de hoy— es aún las más veces su propio comerciante
1144 1145
exportador, producir más barato que su competidor cha­ pleta resultan sometidas a la explotación capitalista; sobre
pado a la antigua, el artesano. Se repite el mismo proceso; todo, la agricultura. En cambio, en lo que atañe a la eleva­
el plusvalor apropiado por el capitalista manufacturero ción de los precios de producción por encima de los valores
le permite — o en su caso se lo permite al comerciante de las mercancías, necesaria para elevar al nivel de la tasa
exportador, que lo comparte con él— vender más barato media de ganancia el plusvalor deficitario contenido en los
que sus competidores, hasta la generalización del nuevo productos de la esfera de composición alta del capital,
m odo de producción, caso en el cual vuelve a producirse ello tiene un aspecto teórico extremadamente dificultoso;
la nivelación. La tasa de ganancia comercial preexistente, pero, tal com o hemos visto, en la práctica se efectúa de la
inclusive si la misma sólo se halla localmente nivelada, manera más fácil y rápida. Pues las mercancías de esta
sigue siendo el lecho de Procusto en el cual se cercena sin clase, cuando se producen por vez primera de manera
piedad el plusvalor industrial excedentario. capitalista e ingresan al comercio capitalista, entran en
Si la manufactura logró imponerse gracias al abarata­ competencia con mercancías del mismo tipo fabricadas
miento de los productos, mucho más aun lo hace la gran según métodos precapitalistas, y que por ende son más
industria, que con sus siempre renovadas revoluciones de caras. Por consiguiente, el productor capitalista, incluso
la producción abate cada vez más los costos de producción renunciando a una parte del plusvalor, aún puede seguir
de las mercancías, eliminando inexorablemente todos los obteniendo la tasa de ganancia vigente en su localidad, la
modos de producción anteriores. También es ella la que, cual originariamente no poseía una relación directa con el
en virtud de este proceso, conquista definitivamente el plusvalor, porque había nacido del capital comercial mucho
mercado interno para el capital, pone fin a la producción antes aún de que se hubiera producido de manera capita­
en pequeña escala y a la economía natural de la familia lista, es decir mucho antes de que fuese posible una tasa
campesina autosuficiente, elimina el intercambio directo en­ industrial de ganancia.
tre los pequeños productores, y pone a toda la nación al ser­
vicio del capital. Asim ism o nivela las tasas de ganancia de II) L a bolsa
los diversos ramos comerciales e industriales de los negocios
1 ) D el tomo m , sección quinta, en especial del capítulo
para conformar una sola tasa general de ganancia, asegu­
[x se desprende la posición que le corresponde a la
x v ii]
rándole por último a la industria el lugar de predominio
bolsa en la producción capitalista en general. Sin embargo,
que le corresponde en esa nivelación, al remover la mayor
desde 1865, cuando se escribió este libro, se produjo una
parte de los obstáculos que se oponían hasta el presente
modificación que asigna a la bolsa, en la actualidad, un
a la transferencia de capital de un ramo al otro. D e ese
papel significativamente acrecentado y aún creciente, y que
m odo se lleva a cabo para el intercambio global, en general,
con la evolución ulterior tiene la tendencia a concentrar
la transformación de los valores en precios de producción.
la producción global, tanto industrial com o agrícola, y
En consecuencia, esta transformación se efectúa con arreglo
todo el tráfico — tanto los medios de comunicación com o
a leyes objetivas, sin la conciencia ni la intención de los
la función de intercambio— en manos de los bolsistas, de
participantes. El hecho de que la competencia reduzca al
modo que la bolsa se convierte en la representante más
nivel general las ganancias excedentarias por encima de la
conspicua de la producción capitalista.
tasa general, sustrayéndole así de nuevo al primer apropia-
dor industrial el plusvalor que sobrepasa el término medio, 2 ) En 1865 la bolsa era aún un elemento secundario
no ofrece dificultad teórica alguna. Pero en la práctica en el sistema capitalista. Los títulos estatales representaban
ello ocurre tanto más por cuanto las esferas de la produc­ el volumen principal de los valores bursátiles, y aún su
ción que tienen plusvalor excedentario, es decir que tienen volumen era relativamente exiguo. Junto a ellos se hallaban
un capital variable elevado y un capital constante bajo, vale los bancos por acciones, predominantes en el continente y
decir una baja com posición de capital, son precisamente, en Norteamérica, pero que en Inglaterra apenas se dispo­
por su naturaleza, aquellas que en forma tardía e incom­ nían a engullir a los bancos aristocráticos particulares. Pero

1146 1147
su cuantía aún era relativamente insignificante. 3 ) a Tam­ ello aún no hubiera ocurrido, nuevas formas legales de
bién las acciones ferroviarias eran de escasa entidad en sociedades de responsabilidad limitada, reduciéndose asi­
comparación con el día de hoy. [Había] establecimientos mismo ± [más o menos] las obligaciones de los accionistas
directamente productivos en forma accionaria, pero sólo ilimitadamente responsables hasta ese momento. (Socieda­
muy pocos — b en aquel entonces, “el ojo del amo”0 era des por acciones en Alemania en 1890. ¡40 % de sus­
aún una superstición no superada— y com o los bancos, cripción! )
[existían] en mayor proporción en los países más pobres, 4 ) En consecuencia, paulatina transformación de la
com o Alemania, Austria, Norteamérica, etc. industria en empresas por acciones. Un ramo tras otro
Por consiguiente, en aquel entonces la bolsa era aún un sucumben a su destino. Primeramente el hierro, en el que
lugar donde los capitalistas se quitaban mutuamente sus ahora se necesitan inversiones gigantescas (anteriormente
capitales acumulados, y que sólo les interesaba directa­ las minas, si las mismas no habían sido organizadas ya
mente a los obreros en cuanto nueva prueba de los efectos com o sociedades por acciones). Luego otro tanto con la
desmoralizadores generales de la economía capitalista, y industria química. Fábricas de maquinaria. En el conti­
com o confirmación del principio calvinista según el cual nente, la industria textil; en Inglaterra, aún, sólo en algunas
la predestinación — alias el azar— decide, ya en esta vida, zonas de Lancashire (Hilandería Oldham, Tejeduría Burn-
acerca de la salvación y la condenación, la riqueza — es ley, etc., cooperativas de sastres, pero ésta sólo [es una]
decir, el disfrute y el poder— y la pobreza — esto es, las etapa previa para volver a caer, en la crisis siguiente, en
privaciones y la servidumbre— . manos de los masters [patrones]), cervecerías (hace un par
3) Ahora las cosas son diferentes. Desde la crisis de de años, las cervecerías norteameric[anas] vendidas a capi­
1866, la acumulación ha procedido con celeridad constan­ talistas] ingl[eses], luego Guinness, Bass, A llsopp). Luego
temente creciente, y ello de tal manera que en ningún los trusts, que crean empresas gigantescas con una dirección
país industrial, y menos aun en Inglaterra, la expansión común (com o la United A lkali). La firma individual ordi­
de la producción ha podido mantenerse al ritmo de la naria + & + [cada vez más] es sólo una etapa preliminar
expansión de la acumulación, ni la acumulación del capita­ para llevar el negocio hasta donde sea suficientemente
lista individual ha podido emplearse plenamente en la am­ grande como para ser “fundado” [como sociedad].
pliación de sus propios negocios; la industria algodonera, Lo mismo para el comercio, Leafs, Parsons, Morleys,
ya en 1845; la estafa ferroviaria. Pero con esta acumulación Morrison, Dillon, [están] todas fundadas [como socieda­
aumentó asimismo la masa de los rentistas, de personas des], Lo mismo ya actualmente con las casas minoristas, y
hartas de hallarse regularmente atadas a sus ocupaciones, ello no sólo bajo la apariencia de cooperación á la “stores”
que por consiguiente sólo querían divertirse, o sólo querían [a la manera de las grandes tiendas].
tener una ocupación llevadera com o directores o asesores Lo mismo con respecto a los bancos y otras institu­
de compañías. Y en tercer lugar, a fin de facilitar la inver­ ciones de crédito, también en Inglaterra. Infinidad de
sión de esa masa que flotaba así como capital dinerario, nuevas, todas por acciones, delim ited [de responsabilidad
se establecieron entonces, en todas aquellas partes donde limitada]. Inclusive bancos antiguos com o Glyns, etc., se
transforman, con 7 accionistas privados, en limited.
" N um eral aparentem ente superfluo, ya que se lo repite más 5 ) Otro tanto ocurre en el dominio de la agricultura.
abajo. Los bancos enormemente expandidos, especialmente en
b Sustituimos por un guión el punto que figura aquí en W erke, Alemania (bajo toda clase de nombres burocráticos) son
con lo cual, creemos, lo que sigue resulta comprensible. titulares, en forma cada vez mayor, de la hipoteca, con sus
c En W erke, “das Auge des Meisters"; en ediciones alem anas
anteriores del m anuscrito de Engels, “das Auge des M inisters” (“el ojo acciones se transmite la propiedad suprema real de la
del m inistro”). T odas las traducciones anteriores del m anuscrito con­ propiedad de la tierra a la bolsa, y ello aun más en caso
sultadas por nosotros reiteran este error de descifram iento: “the de caer las fincas en manos de los acreedores. Aquí, la
«minister’s eye»”, “l’occhio del m inistro”, etc. revolución agrícola del cultivo de llanuras actúa de modo
1148 1149
violento; de proseguir así, cabe prever el momento en
que también el suelo de Inglaterra y Francia caiga en
poder de la bolsa.
6 ) Pero ahora todas las inversiones extranjeras son en
acciones. Para hablar solamente de Inglaterra: ferroca­
NOTAS DEL EDITOR
rriles norteamericanos, Norte y Sur (consultar la lista de
cotizaciones), Goldberger,8 etc. E ÍNDICES
7 ) Luego la colonización. Ésta es actualmente una
mera sucursal de la bolsa, en cuyo interés las potencias
europeas han repartido el África hace pocos años y los
franceses conquistado Túnez y Tonkín. El África está direc­
tamente arrendada a compañías (Níger, África del Sur,
África Sudoccidental y Oriental A lem ana), y Mashonaland
y Natal han sido tomadas en posesión' para la bolsa por
R hodesJ2651

Los índices de nombres y de temas fueron confeccionados


a T al vez un e rro r de descifram ien to p o r “G o ld b erg w ” , a b rev ia­ po r Jorge Tula y M. Soler.
tu ra de “G o ld b e rg w erk e ” (“m inas de o ro ” ).
NOTAS DEL EDITOR

Las anotaciones que siguen — cuyas llamadas se distinguen


de las correspondientes a notas de Marx o Engels por apa­
recer entre corchetes, y a las que llamamos posnotas para
diferenciarlas de las que figuran al pie de página— procuran:
completar ciertas lagunas del texto en materia bibliográfica;
ofrecer el texto original de citas que Marx m odificó en alguna
medida, o cotejar traducciones o adaptaciones alemanas dife­
rentes de la misma cita en dos lugares diferentes de El capital
(o en otros escritos de Marx); corregir algunos errores m eno­
res que, desde 1894 hasta nuestros días, figuran en las edicio­
nes alemanas de este tom o (y en otras); proporcionar mayor
información sobre acontecimientos o instituciones presenta­
dos esquemáticamente en el cuerpo de la obra; fundamentar
nuestra traducción de ciertos pasajes o términos; contribuir a
determinar, en la medida no muy amplia de lo posible para un
investigador que no ha tenido acceso a los manuscritos, la
autoría de ciertos fragmentos que, si bien fueron presentados
por Engels com o de Marx, no parecen (o no pueden, en algún
caso) deberse a la pluma del segundo, sino a la del autor del
Anti-Dühring.
En lo que respecta a la identificación de las fuentes, nues­
tras notas se basan principalmente en el enorme, engorroso
trabajo efectuado por editores precedentes de El capital. (Per­
mítasenos acotar aquí que este reconocimiento obvio, y en
nuestro caso reiterado, suele eludirse incluso en buenas edi­
ciones de la obra, com o las Marx-Engels W erke; sus prolo­
guistas y anotadores prefieren pasar prudentemente por alto

1153
su deuda con hombres com o David Riazánov y colaborado­ nuestras {plustrabajo, plusproducto, sobrepoblación, dinerario,
res, a cuya sagacidad y obstinación se debe el descubrimiento etc.) tienden a imponerse en el uso general; otros, com o plus-
de muchos manuscritos marxianos y el redescubrimiento de valor, encuentran aún la resistencia de traductores y profeso­
no pocos textos de Marx éditos pero olvidados, así com o la res reverentes de las tradiciones o afectos a cierta oscuridad del
ubicación de las fuentes de muchísimas citas que Marx no discurso, supuestamente prestigiosa. Nuestra posnota 248
había docum entado de manera exhaustiva.) muestra cóm o incluso algunos de los intérpretes que vierten
Hemos seguido concediendo especial atención a la presen­ Mehrwert por “plusvalía” encuentran excesiva, en ocasiones,
tación de las citas por Marx (o Engels). Si en el tom o i de El la opacidad de ese término. Pero talvez el caso más notable,
capital, publicado en vida del autor, era aquél, en ocasiones, en este aspecto, sea el de un traductor de El capital que, no
un problema de solución no fácil, es natural que las dificulta­ contento con haber revolucionado el sistema de pesas y medi­
des proliferen aquí, en el caso de un enorme borrador donde das inglés, la historia sagrada, el profano materialismo de
frecuentemente aparece más de una vez la misma cita, pero Marx y otras minucias, y luego de haber proclamado solem­
redactada casi siempre de manera desemejante. Nuestra tra­ nemente en una “ Nota preliminar” a su versión que no hay
ducción castellana (salvo unos pocos casos en que dejamos “necesidad de inventar otro [término] nuevo, tal com o «plus-
expresa constancia de lo contrario) se va ajustando a las valor»” , copió devotamente nuestra traducción de un índice
distintas versiones alemanas ofrecidas por Marx (o Engels) de conceptos en la que pulula (quince veces en media página)
del mismo texto inglés o francés; en las posnotas consignamos el espantable pero diáfano neologism o por él excomulgado en
el motivo de las disimilitudes entre nuestras dos traslaciones el texto.
españolas del mismo pasaje. Una de nuestras preocupaciones constantes ha sido la de
Para la explicación de hechos que suponemos poco cono­ leer críticamente la obra, esto es, la de tratar de presentar los
cidos por buena parte de los lectores, a menudo encomenda­ escritos de Marx y Engels con ese mismo espíritu crítico con
mos a Marx y a Engels, por así decirlo, la tarea de anotarse a sí que ellos analizaban a otros autores (véase, entre muchísimos
mismos; vale decir, de la vasta cantera de sus libros, artículos y ejemplos posibles, aquí, voi. 7, p. 780: “si leemos críticamente
cartas, hemos extraído los materiales que nos parecieron sus obras” , etc.). Engels comparó alguna vez que otra El
apropiados para ilustrar tal o cual acontecimiento histórico. capital con la Biblia. Un desacierto, sin duda: el propio Marx
Gracias a ello, no pocas de estas notas podrán servir de había reprochado a Proudhon, en el pórtico mismo de Mise­
acicate para el mejor conocim iento de una obra que a ria de la filosofía, el que éste presentara su obra no “simple­
menudo ha sido rechazada en bloque y sin previa lectura, o mente com o un tratado de economía, un libro ordinario” ,
difundida de manera apologética y arbitrariamente incom­ sino com o “una Biblia” (Karl Marx, op. cit., en Oeuvres, 1 . 1,
pleta. Esas notas servirán, asimismo, para hacer conocer París, 1963, p. 8). Pero es un yerro que encierra m efistofèlica­
mejor la evolución de un pensamiento o modo de concebir el mente una sugerencia valiosa: la de leer El capital, mutatis
mundo que, com o subrayaba heterodoxamente Engels, “no mutandis, tal com o leemos la Biblia o cualquier otro docu­
es una doctrina, sino un m étodo” , “no proporciona dogmas mento histórico, esto es, de manera crítica. Cuando en el
acabados, sino puntos de apoyo para la investigación ulterior evangelio atribuido a Lucas, por poner un ejemplo, encontra­
y el método para esta investigación” (MEW, t. x x x i x , p. 428). mos una profecía excesivamente precisa acerca de la destruc­
Parte de estos apuntes están destinados a fundamentar ción del templo de Jerusalén, podemos optar entre la actitud
nuestra versión de algunos pasajes del original y a compararla, crédula, acritica, de un testigo de Jehová o la de concluir que la
cuando lo juzgamos conveniente, con la traducción de los supuesta predicción es una prueba de que ese evangelio ha
mismos en otras ediciones de El capital, o explican nuestra sido escrito, al menos en parte, después de la toma de aquella
elección de tal o cual término técnico. En este aspecto, parece­ ciudad por Tito; si tropezamos en el tom o m de El capital,
ría que ciertos neologism os acuñados por nosotros o emplea­ entonces, con una referencia a la producción industrial de la
dos antes de manera excepcionalísima o esporádica en alizarina sintética (que no com enzó antes de 1871) o, caso
versiones de escritos de Marx, pero sistemáticamente en las más claro aun, con una mención a la muerte del economista

1155
1154
Henry Fawcett, ocurrida año y medio después de la de Marx, insuperable de borradores de Marx: difícilmente alguien
¿por qué habríamos de seguir creyendo, con Engels, que el hubiera podido, mejor que él, interpretar el sentido exacto de
manuscrito principal de dicho tom o se com puso en 1864-1865 más de un pasaje oscuro de su amigo o deducir de algunos
y que él mismo se limitó a inmiscuirse en la redacción “sólo apuntes sueltos (escritos, además, en la letra endemoniada y
cuando era absolutamente inevitable” y, aun en ese caso, sin el anglogermanofrancogrecolatino, etcétera característicos
“ dejar en el lector duda alguna acerca de quién [Marx o el de Marx) lo que éste proyectaba decir acerca de tal o cual
propio Engels] se estaba dirigiendo a él” ? En varias de nues­ punto. Pero, al propio tiem po, difícilmente podría exigírsele
tras notas, por ello, se contribuye a establecer de manera más ese respeto extremo, riguroso, por los textos de Marx, esa
precisa las fechas de redacción de los manuscritos del libro III objetividad que debe tener, a m odo de ejemplo, un editor
y, paralelamente, a determinar la autoría de ciertos pasajes. moderno de obras de Aristóteles: es natural que tendiera a
En más de un caso no hemos podido pasar de las conjeturas, hacer con las páginas de Marx muerto, más o menos lo mismo
pero aunque un análisis posterior de los manuscritos revelara que habría hecho con ellas si su amigo viviera aún, o lo que
que algunas de éstas no eran correctas, entendemos que el Marx hacía con los trabajos del mismo Engels, esto es, tratar­
simple hecho de formularlas contribuirá a un conocim iento los (casi) com o propios. Por explicable, con todo, que sea la
más afinado del texto. Un ejemplo: si es Marx y no Engels actitud de Engels com o editor de los tom os n y m de El capital
quien en las páginas 528 y 694 (de nuestra edición) se refiere a o de las Tesis sobre Feuerbach, nos parece claro que no debe
la bancarrota de Overend, Gurney & Co. acaecida en mayo ser la nuestra; de ahí que, en todos los casos en que nos ha sido
de 1866, habremos de corregir ligeramente las fechas dadas posible, hayamos aportado elementos que determinen o con­
por Engels parala redacción del manuscrito principal; si no se tribuyan a determinar, ante un pasaje concreto, si estamos
trata de alusiones a esa bancarrota, sino a una auiebra ante­ ante líneas escritas por Marx a mediados del decenio de 1860
rior de la misma firma, será necesario establecer a cuál; si, por o por Engels casi treinta años después.
último, nos hallamos efectivamente ante interpolaciones de Nuestro trabajo com o editor del libro ni ha debido termi­
Engels, hipótesis que nos parece la más probable, quedará narse en lucha contra dificultades múltiples, entre las cuales
establecida más claramente la posibilidad de que también en no son las menores la de trabajar en una oficina por la que
otros pasajes el coautor de La Sagrada Familia y La ideología pasan, torrenciales, papeles muy otros que los de Marx y la de
alemana haya presentado sus propios comentarios y reflexio­ haber perdido, en el curso de migraciones no estrictamente
nes com o si fueran de Marx. Apuntemos aquí quesería fácil, y voluntarias, una biblioteca harto menos inconmensurable
en cierta medida justo, reprobar determinados criterios de que la erigida por Borges para amueblar el universo, pero
Engels com o editor de los tom os II y III de El capital. Pero es
talvez más fácilmente utilizable que ella y sin duda más
importante comprender que sus criterios no podrían ser los amplia que las de cierta ciudad europea de cuyo nombre
nuestros: aparte las necesidades militantes a las aue aludimos preferiría no acordarme. (Otros trabajan en lugares peores
en nuestra advertencia al segundo tomo de la presente edi­ que oficinas o han perdido cosas más insustituibles que
ción, es evidente que pocas personas podían resistir menos bibliotecas.)
que Engels a la tentación de enmendar o modificar, al editar­ Com o un barco, la edición de un libro “es el producto de
los, manuscritos de Marx. Ligado a éste por casi cuarenta años una maravillosa compañía de fuego y fogoneros, [...] de
de militancia com ún y por un contacto coloquial o epistolar brazos y banderas congregados” , y ésta no habría podido
frecuente e intenso, coautor con él de importantes trabajos, realizarse sin el aliento y el concurso de muchos. Particular­
redactor principa! (o único, en algunos casos) de obras y mente injusto sería olvidar, entre ellos, a Gustavo Beyhaut, a
artículos — com o Revolución y contrarrevolución en doña Justa, a G onzalo, Marcela y Oriana, y en la parte
A lemania— que Marx y él. de común acuerdo, habían presen­ idiomàtica a Margarita Rittau y Anne-Marie Rübens, que por
tado ante la dirección y lectores de The N ew -York Daily haber nacido en el mismo país y siglo que Karl Marx están en
Tribune (e incluso ante sus íntimos) como debidos únicamente mejores condiciones que yo de comprender la significación
a la pluma de M arx, Engels era, en cierto sentido, un editor precisa de algunos giros alemanes hoy inusuales.

1156 1157
tanto en anotaciones marginales como en una carta a Engels fechada el 22 de
En nuestras posnotas, M E W significa Marx-Engels Werke, marzo de 1888, som etió a critica los desarrollos de Marx: “ Empleando una
ed. cit.; W o Werke, tom o XXV de MEW\ TI, traducción fórm ula general aplicable al caso particular", escribe Moore, “ Marx habría
inglesa del tom o III de £7 capital (Karl Marx, Capital — A podido obtener sus resultados en media docena de líneas” . (Cfr. R 897/1 y
Critique o f Political Economy, t. ni, Progress Publishers, 4a. 905/1.) — 7.
impresión, Moscú, 1971, basada en parte en la versión inglesa [5] " R efo rm a " practicada en R usia en 1861. — Engels se refiere a la
llam ada “ liberación de los siervos” , proclam ada el 19 de febrero (3 de marzo
de ese tom o publicada por Charles Kerr & Co., Chicago, según el calendario occidental) de 1861 por el zar Alejandro II. Com o explica
1909); ES, Karl Marx, Le capital-Critique de l’économiepoliti- Marx en otros escritos, la guerra de Crimea había contribuido poderosa­
que, t. ni, traducción de C. Cohén Solal y Gilbert Badia, mente a volver inevitable esa medida: por un lado, porque “ obligó nueva­
París, 1974; T. IT., Karl Marx, II capitale, t. m, ed. cit.; K, m ente [al zar] Nicolás a ordenar que se arm ara a la generalidad de los siervos
y a respaldar esa movilización, com ode costumbre, con prom esas acerca de
reimpresión del tom o m de la “V olksausgabe” kautsquiana
la liberación de la servidum bre” (M E W , t. xn, p. 681); por el otro, porque el
de Das Kapital, ed. cit.; R, ed. cit. del tom o ni de El capital a transcurso y desenlace de la contienda “ puso al descubierto la podredum bre
cargo de Maximilien Rubel (dentro de Karl Marx, Oeuvres, t. [del] sistema social y adm inistrativo” de Rusia (M arx-Engels A rchiv, t. m
II, París, 1968). Las notas tomadas de Werke o Rubel están [ v i i i ] , Moscú, 1934, p. 280). En sus artículos de 1858 sobre la proyectada

inicialadas W o R , respectivamente, lo cual no significa que en “ abolición de la servidum bre” , M arx, que sabía com o pocos que “ no se
puede liberar a la clase oprim ida sin perjudicar a la clase que vive de su
anotaciones no diferenciadas de esa manera no hayamos opresión y sin trastocar, al mismo tiempo, toda la superestructura del estado
utilizado, en algunos casos, datos sueltos recogidos de esas (u que se funda sobre esa miserable base social” , expuso lúcidamente los
otras) ediciones de El capital. Al final de cada posnota se m anejos de un sector de la nobleza rusa que se declaraba “ contra la servi­
indica la página (o en su caso las páginas) en que aparece la dum bre, pero sólo [admitía] la liberación bajo condiciones tales que la
[reducían] a una mera estafa” ; afirm ó, sin em bargo, que “ apenas puede
llamada correspondiente a dicha anotación.
caber una duda de que el intento de poner en práctica las propuestas de la
com isión” (form ada en 1857 por Alejandro II para preparar la reforma)
P. S. “ tiene que ser la señal que desencadene una poderosa conflagración entre la
población rural de Rusia” , vale decir, la señal de “ un 1793 ruso” (M E W , t.
xn, pp. 591, 590, 681, 682). Más tarde, en sus apuntes de 1881-1882 sobre la
reforma, señaló que el “ verdadero contenido” de la misma se reducía simple­
mente a que si bien “ el terrateniente noble ya no puede disponer de la persona
['] Denom inación, hoy en desuso, de conexiones cerebrales estudiadas deI cam pesino, no puede venderlo, etc.” , “ el cam pesino ha caído en la depen­
por el neurólogo y siquiatra austríaco T heodor Herm ann Meynert ( 1833- dencia económ ica con respecto a su antiguo terra ten ien te", “ las condiciones en
1892). — 5. que el gobierno [ha] puesto al cam pesino” facilitan el saqueo de éste por
[2] Las palabras “ un prim er b o rrad o r” (“ ein erster Entw urf” ) parecen k u ia k a m i [kulakes, esto es, cam pesinos ricos] y comerciantes (M EW , t. xix,
sugerir que Marx sólo dejó un m anuscrito del tercer libro de El capital. Pero pp. 414, 412). Véase tam bién, en los im portantes borradores de su respuesta
más adelante Engels se refiere: a) al “manuscrito principal”, b)a “dos comien­ de 1881 a una consulta de Vera Zasúlich, el siguiente pasaje referente a los
zos de reelaboración", c) a “un cuaderno casi com pleto” , utilizado por efectos de la reform a de 1861 sobre la com una cam pesina rusa: “ Desde la
Samuel Moore y 'p o r él mismo para com poner el capítulo ni de este tom o presunta emancipación de los cam pesinos, el estado ha puesto a la com una
(véase aquí, pp. 6-7), d) a un cuaderno de 1876 que sirvió para elaborar una rusa en condiciones económ icas anorm ales, y desde esa época no ha cesa­
parte del capítulo x l i v (cfr. aquí, vol. 8 , pp. 948-949). En una nota a su do de oprim irla por medio de las fuerzas sociales concentradas en sus ma­
edición de El capital, Rubel observa lo siguiente: “ Recordemos que la nume­ nos. Extenuada por sus exacciones fiscales, la com una se ha convertido en
ración de los m anuscritos es de Engels, por más que él no haya deseado que la una m ateria inerte, fácilmente explotable p or el comercio, la propiedad rural
misma se mantuviera en este libro, com o sí lo había hecho en el libro i” y la usura.” “ Lo que am enaza la vida de la comuna rusa” ,dice Marx, “ no es
(errata, sin duda, por “ II” ). “ En efecto, en el original que preparó con su ni una fatalidad histórica ni una teoría; es la opresión por el estado y la
secretario para la im prenta, Engels indicó: «En la copia definitiva se om itirán explotación por intrusos capitalistas, que el mismo estado ha vuelto podero­
las remisiones a los m anuscritos II. m. etc., anotadas al m argen».” (R 884/1) sos a exnensas y en detrim ento de los cam pesinos” íK arl Marx, Oeuvres.
— 5. París, 1968, t. I I , pp. 1571 y 1569, o M E W , t. xix, pp. 393 y 400). — 9.
[3] En la presente edición todos los pasajes señalados claram ente p o r el [6] Aunque Engels dedicó gran parte de los últimos años de su vidala la
propio Engels como suyos figuran entre llaves | ) y precedidos por las iniciales puesta a punto y publicación de manuscritos de M arx, no pudo dar a la
“ F .E .” . — 6. im prenta ese im portante trabajo de su amigo. Karl Kautsky se hizo cargo de
[4] Según Rubel, el cuaderno al que aquí se refiere Engels consta de 135 la tarea y editó el m anuscrito b?jo el título de Teorías deip lu sva lo r (Theorien
páginas y lleva la anotación, de la m anode M arx,“ com enzadoel 20 de mayo über den M ehrw ert, Stuttgart, 1905-1910). Con el original del libro iv.
de 1875” . Moore efectuó un “ resumen analítico” del mismo en seis páginas y,

1158 1159
K autsky se perm itió más o menos las mismas libertades que Engels en el caso tura, Sganarelle desempeña con respecto a don Juan, que marcha alegre­
de los manuscritos correspondientes a los tom os II y ni, con la im portante mente hacia su perdición, algo así como la función de un coro griego
diferencia de que Engels podía apoyarse p ara ello en la especialísima relación condenado a expresarse en el lenguaje de un picaro español. — 24.
que lo vinculó a Marx durante casicuarenta años, y Kautsky no. El Instituto [ 13] Dulcamara. — Personaje de la ópera bufa de G aetano Donizetti,
de Marxismo-Leninismo de la URSS estableció nuevamente el texto de las L 'elisir d'am ore, representada por primera vez en 1832. El em baucador
Teorías... y lo publicó en ruso en 1954-1961; su similar de la RDA, basándose D ulcam ara vende una pócima milagrosa: curalotodo, filtro de am or y elixir
en la edición rusa, hizo imprim ir en 1956-1962 una nueva versión del libro iv, de la eterna juventud, todo en uno. — 24; 1127.
más completa y fiel que la de Kautsky. Cabe destacar aqui el hecho de que [14] [jyj “Bemerkung zu dem Aufsatze des Herrn Stiebeling: «'líber den
tanto Marx com o Engels se refieren regularm ente al texto hoy intitulado Einfluss der Verdichtung des Kapitals auf den Lohn unddie A usbeutungder
Teorías d e l plusvalor c o m o Xomo o libro iv d e E l capital , lo cual m uestra a las Arbeit».” En Die Neue Z eit, 1887, n° 3, pp. 127-133. [PS: Die N e u e Z e it se
claras que Jo consideraban parte integrante de la obra, a igual título que los publicó de 1883a 1923, en el período en que la teoría era aún im portante para
libros o tomos II o m. — 11. la socialdem ocracia alemana. Dirigida primero por Karl Kautsky (hasta
[7] Teoría del valor de uso y de la utilidad lím ite. — Según esta teoría, 1917) y luego por Heinrich Cunow, la revista reflejó en general la línea
propagada por economistas com o Friedrich von Wieser, Karl Menger y predom inante en la Segunda Internacional (reform ista, parlam entarista y de
William Jevons, el valor de una mercancía se determ ina p o rsu u lilid a d lím ite, apoyo al expansionism o europeo), pero publicó tam bién im portantes traba­
esto es, la que proporciona la última parte de una cantidad de bienes jos críticos sobre el capitalism o y el imperialismo ] — 24.
em pleada para satisfacer una necesidad cualquiera. Para estos economistas, [15] ( IV) George Ramsay, A n E ssay on the D islribulion o f Wealth. Edim ­
por lo tanto, el valor depende de una estimación subjetiva de la necesidad del burgo, 1836, p. 184. — 43.
consum idor. — 13. [ 16] Peso negativo d el flo g isto . — Para explicar la reducción de peso de los
I8] Alusión irónica a M ateo, xvi, 18: “ Tú eres Pedro, y sobre esta piedra cuerpos en com bustión, la química a n te rio ra Lavoisier suponía que en las
edificaré mi iglesia” , etc. La Fabian Society, fundada en 1884. contaba entre sustancias inflamables existía un cuerpo m isterioso, el flogisto; el mismo
sus miembros al eminente escritor inglés George BernardShaw. Lasociedad escapaba de ellas durante la com bustión. Como los metales aum entan de
tom ó su nom bre de Quinto Fabio Máximo, apodado C unctator (Contem po­ peso al p a sa ra la incandescencia, algunos científicoseliminaron esta molesta
rizador), el general rom ano de fines del siglo III a.n.e. que preconizába, por dificultad atribuyendo un peso negativo al flogisto de determ inados cuerpos.
oposición a los partidarios de arriesgar las legiones en un combate frontal y Cfr., sobre la teoría flogística, el pasaje que le dedica Engels en su prólogo al
decisivo, una larga guerra de desgaste contra el invasorcartaginés. En honor tom o n de £7 capital (vol. 4, pp. 18-19 en la presente edición); véase también
del patricio epónim o conviene señalar que contribuyó eficazmente a derrotar D ialektik d er Natur, M E W , t. x x , pp. 314 y 355-356. — 44.
a Anibal, m ientras que la Sociedad Fabiana, con su rechazo de la acción [17] Banco popular. — El 31 de enero de 1849 Proudhon fundó su
revolucionaria, no hizo otra cosa que coadyuvar al ascenso del Labour Party, “ Banque du Peuple” , con la intención de favorecer el intercam bio
adm inistrador inteligente y fiel de los intereses del capital y del imperio entre los pequeños productores y de ofrecer créditos gratuitos a los
británicos. — 1 3. trabajadores. Encarcelado por sus críticas a Luis Bonaparte y en la
[’] (IV) Lexis, “ Kritische E rörterungen über die W ährungsfrage” . En imposibilidad de evitar la bancarrota, Proudhon puso térm ino al
Jahrbuch fü r Gesetzgebung. Verwaltung und Volksw irthschafl im Deutschen experimento el 11 de abril de 1849. Cfr. el juicio de Marx sobre el
R eich , año 5, cuaderno 1, Leipzig 1881, pp. 87-132. — 14. crédito gratuito en los Grundrisse: “El crédit gratuit [...] es sólo una
[I0] Engels reproduce en distinto orden las palabras de Julius W olf (véase tem erosa e hipócrita forma pequeñoburguesa sustitutiva de: La
una docena de líneas más arriba.'en el texto). Nuestras dos versiones castella­ propriété c’est le vol [la propiedad es un robo]. En lugar de que los
nas reflejan aproxim adam ente ese ordenam iento diferente. — 19. obreros les quiten el capital a los capitalistas, los capitalistas debe­
[ " ] Loria cita la versión francesa del libro i de El capital, cuyo capítulo xi rían ser obligados a dárselo a los obreros” (op. iit„ Berlín. 1953, p. 43). —
corresponde al ix de la segunda, tercera y cuarta ediciones alem anas de ese 44.
tom o. Véase, en nuestra edición, t. i, vol. 1, p. 372, el pasaje en que Marx [“ ] Aunque con algunas dudas, hemos traducido más bien lite­
enuncia la ley según la cual, "estando dado e l valor de la fuerza de trabajo y ralmente (“ enajenación"): la p a la b ra alem an a “ V eráusserlichung” .
siendo igualm ente grande el grado de explotación de la m ism a, las m asas de T.IT. /, 78, prefiere “ differenziazione” ; TI 48, “ alienation” ; en R 897
valor y plusvalor producidas por diversos capitales estarán en razón directa a las se ha suprim ido todo el párrafo, sin explicación de motivos (¿texto
m agnitudes d e las p a rtes variables d e esos capitales" y señala que dicha “ ley interpolado por Engels, pasaje de Marx pero juzgado poco im por­
con tra dice abiertam ente toda la experiencia fundada en las apariencias", tante por Rubel?). ES 6, 67, traduce “ décalage” y agrega esta nota al
etcétera. — 21. pie: “ El térm ino alemán es Veráusserlichung, que puede traducirse
[,2] Sganare/le (del italiano “ sgannare” , “ desengañar” , "q u itar la venda por alienation [enajenación], con una resonancia filosófica. Aquí el
de los o jo sa alguien” )es el nom bre dado por Molière a personajesde seisde contexto indica que el décalage [diferenciación, desfase] entre plus-
sus com edias, a partir de Sganarelle ou le cocu im aginaire (1660). El más valor y ganancia se opera en la conciencia del capitalista. Así se
conocido de ellos, y al que probablem ente se refiera Engels, es el cobarde e prosigue, según Marx, el proceso de mistificación. Se vuelve a
ingenuo criado del protagonista en Don Juan ( 1665), en parte reencarnación encontrar el mismo térm ino en el capítulo xxiv.” Pero en el título de
del Catalinón de T irso: arrastrado contra su voluntad dé aventura en aven­ dicho capítulo (ES 7, 551 los traductores franceses vierten “el mismo

1161
1160
térm ino", esto es, “ Veráusserlichung", no por “ décalage" sino por “ forme aum ento del volumen de la producción” (subrayados nuestros). Con todo,
alienée" (“ forma enajenada” ). (En T. IT. 2, 68, se traduce allí “ Verausser­ nos parece exagerado hablar aquí, con los anotadores de ES (6 ,97), de “un
lichung” por “ esteriorizzazione” ; TI 391 elige “ externalization"; R 1150, error de traducción”: éstos advierten que Marx sustituye “decreases” (“dismi­
“ fétichisme” , con la curiosa aclaración, en este últim o caso, de que no se nuye” , "decrece”) por “ zunim m t” ( “ aum enta” ), pero pasan por alto el otro
ha intentado traducir el título de Marx, sino expresar “ la idea central del cam bio, en lo esencial com pensatorio, de “ increases” (“ aum enta” ) por
texto” .) — 56.
“ abnim m t” (“ dism inuye” ). — 95.
f 1’] En las versiones basadas en las viejas ediciones del IMEL ligura aquí [24] Cfr. [Simón Linguet.] Théoric des loix civiles ou principes fondam en-
esta nota: “ Es decir, después de haber expresado en porcentajes toda la ta u x d e la société, Londres, 1767, t. II, libro v, cap. X X , o la ediciónde 1774,
fórmula <• + v + pv. Pero esta conversión modifica las magnitudes de v>y »>,,
cap. xvi. Cfr. eti el tom o 1, vol. 1, p. 347 de la presente edición de E lc a p ita l,
e incluso su relación recíproca. La fórmula siguiente, por ende, sólo se aplica
otra referencia de Marx a las hipótesis de Linguet acerca de la situación legal
(salvo que C sea igual a C,) a capitales expresados en porcentajes. Véase, a de los deudores en la antigua Roma. Sobre el sentido de la crítica antibur­
este respecto, la observación de M arx en el pasaje que figura a continuación ” guesa de Linguet, véase el siguiente pasaje del capítulo que Marx le dedica en
(Cfr. ES 6. 72, y T. IT. I, 85.) — 63. Theorien über den M ehrw ert (M E W , t. xxvi, parte I, p. 320): “ Linguet, sin
[20] En diversas ediciones del tom o m (K 659, T.1T 1, 99, ES<5, 85, R 903) embargo, no es un socialista. (Era, más bien, un reaccionario.) Su polémica
se remplaza el “ 3” por un “ 111” . Seguimos la prim era edición de Engels y contra las ideas liberal-burguesas de sus contem poráneos ilustrados, contra
W crke, 76 (cfr. tam bién TI 67). En rigor, p v ', v y C variables puede ser el dom inio naciente de la burguesía, se recubre, medio en serio, medio
considerado com o otro caso particulardel grupo II (pv’ variable), y entonces irónicam ente, de una apariencia reaccionaria. Defiende el despotism o asiá­
lo que corresponde aquí es po n er “ 3” , o bien com o form ando p o r sí solo un tico contra las form as europeas civilizadas del mismo, así como la esclavitud
grupo III en el que todos los factores son variables (siendo el I p v' constante y contra el trabajo asalariado" (la frase entre paréntesis, dentro de la cita, ha
el II pv variable). La solución de Engels y W erke parece la más lógica, pero en sido tachada por el propio Marx en el m anuscrito). — 103.
favor de la contraria puede aducirse lo que dice Marx en el párrafo de la p. 62 [25] Rochdale. — En I844un grupo de discípulos de RobertO w en fundó
inmediatamente anterior al subtítulo — 78.
en la ciudad inglesa de Rochdale, Lancashire, la S o ciety o f E quitable Pion-
[21] Engels juega con el nom bre de K arlB iederm ann( 1812-1901), historia­ neers, una cooperativa de consum o que más tarde se convirtió también en
dor y periodista liberal: “ Biederm ann” , palabra de difícil traducción al cooperativa de producción. En el congreso de 1866 de la Internacional se
castellano, significa algo así com o “ buen hom bre” , “ filisteo“ , “ sujeto estre­ reconoció al “movimiento cooperativo com o una de las fuerzas transform a­
cho y lim itado". En algunas traducciones de E l capital se cae aquí en la doras de la sociedad presente” , pero se señaló, asimismo, que aquél “es
tram pa de las mayúsculas alem anas (en alem án, como es sabido, también los im potente por si mismo para transform ar la sociedad capitalista” , tarea que
nom bres com unes llevan mayúscula) y no se advierte que Engels no se burla requiere el empleo de “ las fuerzas organizadas de la sociedad". Véase más
de un “ Biederm ann” cualquiera, sino de un personaje concreto así apelli­ adelante, en el capítulo X X U l (pp. 494-495 en la presente edición), otro
dado: en T. IT t, 111, por ejemplo, se vierte “ ein gewisser Biederm ann” por im portante pasaje sobre las fábricas cooperativas. — 103.
“ qualche ingenuo” y en ES ó, 94, p o r “quelque bon bourgeois” . El caso que [26] (W ) Ki/ling no m urder (M atar no es asesinar). — Título de un panfleto
escandalizaba a Karl Biedermann figura en el capítulo xvi del tom o Mde El publicado en Inglaterra en 1657. El autor, el leveller [Edward] Sexby, exhor­
capital (véase, en nuestra edición, t. 11, vol. 4, p. 361 y ss.). — 90. taba a m atar al Lord Protector, Oliver Cromwell, por ser un cruel tirano, y
[22] Engels alude, indirectamente, a su actividad com o copropietario de la presentaba tal acción com o m eritoria y patriótica. — 109.
empresa textil Ermen & Engels, de M anchester, firma a la que se referirá [27] C ourt o f Queen's Bench. — Tribunal suprem o inglés en lo criminal y,
también en el capítulo xxvi de este mismo tom o (cfr., en la presente edición, en general, instancia superior para todos los tribunales de derecho civil; en
vol. 7, p. 552). D urante la elaboración de E l capital Marx solicitó y obtuvo de 1873 se convirtió en una de las cinco (de 1880en adelante, tres) secciones de la
Engels una información apundante, de la que su amigo disponía, precisa­ Corte Suprema de Justicia, la Q ueen’s (o K ing’s ) Bench División. (Com o es
mente, gracias a su condición de empresario. Véase en el tom o i (vol. I , p. 265 sabido, muchas instituciones y dignatarios ingleses cam bian de denomi­
en nuestra edición) la mención al “ fabricante de M anchester” que “ me ha nación según el sexo del m onarca reinante; así, por ejem plo, el noble señot
proporcionado los datos, absolutam ente exactos, que figuran en el texto” , y encargado de retirar ciertas vasijas de la alcoba real se denom inaba “ Lord-
la correspondencia intercam biada entre Marx y Engels durante el período, of-the-bedcham ber“ — “ Lord de la alcoba” — si el soberano era varón, pero
por ejemplo la consulta que el 24de agosto de 1867 form ula aquél a éste: “ Tú, “ Lord-in-waiting” —“ Lord a la espera” — si al frente de la m onarquía se
como fabricante” , etc. (M E W , t. xxxi, p. 327). — 90. hallaba una m ujer.) — 110.
[23] Marx parafrasea en este lugar, indicando la fuente pero sin entreco­ [2S] Marx ya había recogido este cuadro, con alguna ligera variante de
millar, un pasaje de un informe fabril que ya había extractado en el libro i presentación, en el tom o 1 de El capital (véase aquí, vol. 2, p. 566). — 114.
(véase dicho tom o, vol. 2, p . 495, n. 152). En líneas generales, la traducción [29] Este mismo pasaje de John Simón, aunque con diversa extensión,
alem ana es aquí, aunque no figuren las comillas, más precisa que allí, donde aparece ya en el tom o i (en la presente edición, vol. 2,p. 566). Las im portantes
éstas aparecían: “ [...] the proportion o f which to profits irtcreases as the diferencias de redacción entre nuestras dos versiones castellanas del mismo
production decreases" se traduce m ejor por “ [...] en la misma relación en reflejan, en la medida de lo posible, diferencias similares entre la traducción
que dism inuye la producción, aum entan con respecto a la ganancia” que “ [...] alem ana que se incluye en el tom o i efectuada por M arx, v la que figura aquí,
cuya proporción con respecto a la ganancia decrece proporcionalm ente al hecha por él o por Engels. Sorprendentem ente, entre el texto ingles ae esta

1162
1163
em bargo una barrera para la producción industrial de la alizarina, hasta que
cita reproducido en el tom o 1 de la edición inglesa de E l capital y el que
Clemens W inkler.en 1870, enunció el principio de obtención por contacto de
aparece en el tom o 111 de esa misma versión, existen divergencias análogas, lo
dicho ácido. La alizarina sintética fue puesta “ en venta p o r p rim era vez en
que prueba que por lo menos en uno de los dos casos, pese a las afirmaciones
1871" (Encyclopédie interna!ionale des Sciences e t des techniques, t. i, París,
de los editores ingleses en sus advertencias preliminares, éstos no nos ofrecen
1969, p. 333, subrayados nuestros). Ahora bien, en un pasaje del prólogo al
la versión original del informe, sino una retraducción del alemán. Com ­
párese, a m odo de ejemplo, este fragmento: tom o n de El capital Engels dice que el m anuscrito del libro m “ fue redac­
tado, p o r lo menos en su m ayor parte, en 1864 y 1865", y más adelante se
refiere simplemente al “ m anuscrito en folio de 1864-65” (véase, en nuestra
TI I, p. 465: “ [...] while the w ork­ TI ill, p. 96: “ [...] while workpeople
edición, vol. 4, pp. 5 y 8); la salvedad “ en su m ayor parte” abriría la
people are practically incapable of are practically unable to exact that
posibilidad de que, en su menor parte, el manuscrito hubiera sido compuesto
doing themselves this sanitary justi­ sanitary justice for themselves, they
en alguna fecha posterior (o anterior), pero nos parece claro que Engels no
ce, they are unable to obtain any also (notwithstanding the presu­
alude con ello a posibles incorporaciones tardías, sino al cuaderno de la
effective support from the paid ad­ med intentions of the law) cannot
década de 1870 utilizado por él mismo para preparar el capítulo til y a un
ministrations of the sanitary police” . expect any effectual asistance from
fragm ento de un cuaderno de 1876 incluido en el capítulo X L t v (véase vol. 6,
the appointed adm inistrators o f the
pp. 6-7, y vol. 8, pp. 948-949). Aquí, en el tercer libro de El capital, Engels
Nuisances Removal Acts". — I 17.
fecha reiteradam ente el manuscrito principal de este tom o com o de 1865
(cfr., en la presente edición, vol. 6, pp. 110-148—dos casos— ,224,385 y 428,
[30] La frase precedente aparece también en el tom o 1 (en nuestra edición,
vol. 7, p. 496, vol. 8, pp. 1126 y 1147). Com o esta referencia a la producción
vol. 2, p. 566); las diferencias en la versión castellana de la misma procuran
reproducir disimilitudes análogas entre las dos traducciones alem anas de de la alizarina a partir del alquitrán de hulla de ningún modo puede haber sido he-
cna en 1865, es evidente que nos encontramos o bien ante un agregado tardío del
dicha frase. También en este caso, al igual que en el com entado en nuestra
posnota anterior, el texto de esta cita, tal com o se lo brinda en el tom o 1de la propio M arx o bien, como parece sugerirlo la existencia de una mención
edición inglesa de El capital, no coincide con el que aparece en el tom o Ni de anterior a la alizarina en el capítulo iv. redactado íntegram ente por el alba-
dicha versión. — 117. cea literario de Marx (cfr. vol. 6, p. 84), ante una interpolación de Engels. — 126.
p 1] En el tom o i (vol. 2, p. 506 en la presente edición), Marx ya había f33l Progreso de Ia cultura. —- bn el original, “ Fortschritt der K ultur".
citado este pasaje, aunque dándole otra traducción. En este caso la edición Traducim os literalmente, aunque con ciertas vacilaciones, el vocablo alemán
inglesa ofrece dos textos iguales (cfr. TI 1, 415, y TI 111,99), si se exceptúa una “ K ultur” , que muchas veces se vierte mejor por “ civilización” . Nos parece
ligera diferencia de puntuación y, siempre que la versión dada en TI lll sea que en este caso Marx, al hablar de K u ltu r “en su sentido propiam ente dicho”
fiel, una supresión no indicada en TI 1. — I 22. y referirse a la industria extractiva y la agricultura, utiliza el térm ino en una
P 2] La referenciaa la obtención industrial de la alizarina o dioxiantraqui- acepción más etimológica, más restrictiva que la habitual, esto es, se refiere
nona a partir del gas de alquitrán o antraceno plantea un interesante pro­ más bien a la K ultur como m odo de producir. Cfr. ES 6, 121, “ civilisation"
blema de datación, no advertido, que sepamos, por editores precedentes de (seguida por Cartago 127 y E D A F 483, “ civilización” ); R 918, “ culture” ; TI
El capital', esta m ención de ninguna manera puede ser anterior a 1871, y 103, “ civilisation"; T. IT. I, 141, “ cultura” ; Roces 114, “ cultivo” , versión no
posiblemente sea bastante posterior. La alizarina o rubiacina es un colorante absurda pero excesivamente restringida, pues no abarca la industria extrac­
contenido en la raíz de la rubia (Rubia tinctorum ); “ hasta 1868 se la preparó tiva. — 126.
únicam entea partir de esa fuente” (Encyciopaedia Britannica, Chicago-Londres- P 4] Fragm entos de este mismo pasaje de D ureau de la Malle se reprodu­
Toronto, 1.1, 1958, p. 636). “ Hasta fines del decenio de 1860” ningún coloran­ cen en los (Irundrisse (ed. cit., p. 719). Las diferencias entre las dos versiones
te natural de origen vegetal había sido reproducido artificialm ente en la­ castellanas de esta cita reflejan, aproxim adam ente, las presentaciones dife­
boratorio ( H istoire genérale des techniques, publicada bajo la dirección de rentes de la misma en aquella obra y aquí, en El capital, — I 27.
M aurice D aum as, t. iv, l.es techniques de la civilisation industrielle - É nergie et P 5] Cfr. A. Ure, The P hilosophy o f M anufactures, 2a. ed., Londres, 1855, y
m ateriaux, por M. D aum as, J. G uéron, A. Herléa, R. Moi'se, J. Payen, París, Charles Babbage, On the E conom y o f M achinery a n d M anufactures, Londres,
1978, p. 586). Es en 1868 cuando los químicos alemanes Karl G raebe y Karl 1832, pp. 211-212. Véase, en la presente edición, 1.1, vol. 2, p. 493, n. 147. —
Liebermann logran aislar la alizarina y, por primera vez, determ inar su 128.
estructura: destilándola sobre zinc en polvo obtuvieron un carburo, el P 6] E x suis ossihus (de sus huesos). — Marx parafrasea a Virgilio (Eneida,
antraceno, y “ concluyeron que la alizarina era un derivado de la cetona libro IV, v. 625). A bandonada por Eneas, la reina Dido exclama antes de
correspondiente, que había sido preparada por primera vez en 1826 por inmolarse: “ Exoriare aliquis nostris ex ossibus ultor” (“ levántase de mis
oxidación del antraceno” (Daum as, op. cit., p. 587). Graebe y Liebermann cenizas algún vengador” ). En la versión de la Eneida hecha por Lorenzo
obtuvieron entonces la alizarina a partir de la cetona, por interm edio de un Riber dice este pasaje: “ Que entre los pueblos no haya am or alguno ni alianza
derivado del brom o. “ Pero la utilización del brom o bajo presión era un pro­ alguna. Que de mis huesos surja algún vengador que a hierro y fuego acose
cedim iento caro y peligroso a escala industrial” (ibíd.) y fue sustituido por las colonias dardanias.” (Publio Virgilio M arón — Q uinto H oracio Flacco,
otro, descubierto por William Perkin, consistente en sulfonar la antraqui- O bras com pletas, M adrid, 5a. ed., 1967, p. 273.) — 128.
nona . El costo elevado del ácido sulfúrico, preparado hasta entonces según el P 7j ( IT) Robert Torrens, An E ssay on the Production o f W ealth, Londres,
m étodo tradicional de la pirogenación de los sulfates, constituyó sin 1821, p. 28 y ss. — 132.

1164 1165
[’*] David Ricardo, On the Principies o f P olitical Economy, andT axation, l, Marx estaba lejos de abandonar el plan de 1858-1859” (esto es, el expuesto
3a. ed., Londres, 1821, pp. 131-138. — I 32. en el prefacio de la Contribución a la crítica de la econom ía política). — 136.
[” ] Los aranceles cerealeros, dice Marx en el quinto de su serie de [45] Cfr. Charles Babbage, On the E conom y o f M achinery and M anufactu­
artículos de 1855 sobre L ord John R ussell, fueron establecidos en Inglaterra res. Londres, 1832, pp. 211-212, y el vol. 2 de esta edición, pp. 492-493. — 140.
en 1815 “ porque lories y whigs estaban de acuerdo en elevar sus rentas f44] David Ricardo, On the Principies o f Political Econom y a n d Taxalion,
m ediante un gravam en a la nación. Ello no sólo se logró gracias a que las 3a. ed., Londres, 1821. — 141.
leyes cerealeras —las leyes contra la im portación de trigo [...]— aum entaron [45] La frase precedente también aparece citada en el tom o l (véase, en
artificialmente, no pocos años, los precios del cereal [...;] quizás fue más nuestra edición, vol. 2, pp. 473-474); la versión alem ana que allí se da de la
im portante aun la ilusión de los arrendatarios de que bajo cualesquiera cir­ misma y la que figura aquí, en el tom o ni, difieren considerablem ente, y
cunstancias podrían m antener los precios del trigo a un nivel determ inado a nuestras distintas redacciones castellanas no hacen más que reproducir
priori.” Pero “ durante los años 1841-1845 la Anti-Corn-Law-League [Liga aproxim adam ente esa disimilitud. También divergen entres! las versiones de
contra la Ley Cerealera] adquirió proporciones colosales. El viejo acuerdo esta frase en TI i, pp. 388-389, y TI ni, p. 123, aunque, por tratarse de una cita
entre la aristocracia terrateniente y la aristocracia financiera ya no servia de en inglés, en am bos lugares se nos debería ofrecer el mismo e idéntico texto, el
garantía a las leyes cerealeras, puesto que la burguesía industrial se convertía, original. Nos parece claro: 1) que en el caso del tom o i, en parte porque Marx
cada vez más, en el sector dirigente de las clases medias, en lugar de la no proporcionó la referencia bibliográfica de la cita y en parte porque no
aristocracia financiera.” Para la burguesía industrial, que luchaba por la fechó bien (1858 en vez de 1857) la conferencia de John Baynes, Eleanor
reducción de los costos de producción, por la ampliación del comercio Marx no pudo ubicar el texto original y se contentó con una retraducción del
exterior y el acrecentam iento de la ganancia y aspiraba a reducir la principal alemán; 2) que en lo que respecta al libro m, Engels o sus colaboradores
fuente de ingresos y, con ello, el poder de la aristocracia terrateniente, p ara tam poco lograron dar con el texto de la conferencia de Baynes, o con el infor­
esa burguesía que se había fijado com o meta el aum ento de su propio poder me de octubre de 1858 donde se la cita, como lo demuestra suficientemente
político, “ la abolición de las leyes cerealeras era una cuestión vital" (M E W , —véase K 130— el hechode que Baynes, en la primera edición de este tom o
t. xt, pp. 395 y 397). Dichas leyes fueron derogadas parcialm ente en 1842 y lil, sea m encionado siempre como “ Payns” . — 153.
por entero en junio de 1846. Véase también aqui, p. 806. — 132; 419; 844. [46] La segunda m itad de esta cita (a partir de “ Este recurso [...]” )
[40] Si “ la pérdida en la elaboración del algodón indio es del 25%” , lo figuraba ya en el tom o i (en la presente edición, vol. 2, pp. 557-558). Las dos
“que el algodón en realidad le cuesta al hilandero" es 1/3, no 1/4, “ más de lo traslaciones alem anas del pasaje presentan diferencias de entidad (cfr. M EW ,
que paga por él” . Si el hilandero com pra 100 libras de algodón a 200chelines t. xxiii, p. 482, y t. xxv, p . 139); entre las dos versiones ofrecidas por la
y de ellas sólo puede utilizar realmente 100 — 25 = 75, cada una de estas 75 edición inglesa de E l capital existen algunas disimilitudes menores. — 161.
libras utilizadas le habrá costado en realidad 200 : 75 = 2,66 chelines (dos [4,j La cita aparece tam bién en el tom o i, aunque con o tra redacción
chelines y ocho peniques), vale decir, un 33,33% por encima del precio alem ana (cfr. M E W , t. xxm , p. 482, y t. xxv, p . 139). Véase, en nuestra
nominal de 2 chelines la libra. — 135. edición, vol. 2, p. 557. — 161.
[41] En nuestra modesta opinión, es Engels quien comete aquí un lapsus [48] Como en casos anteriores, parte de este pasaje (desde “ después de una
de interpretación. El informe de los inspectores fabriles fechado en octubre quincena” hasta nuestra llam ada) se reproduce ya en el prim er tom o, pero en
de 1863, esto es, en plena G uerra de Secesión, se refiere al remplazo, en el una traducción alemana muy diferente (cfr. M E W , t. xxm , p .481, y t. xxv, p .
m ercado británico, del algodón norteam ericano por el de la India, de peor 142). A juzgar por el texto inglés que figura en TI i, p. 457, y TI m, p. 133, la
calidad y más caro; es en el caso de este algodón, a un precio de 2 chelines la versión alem ana ofrecida aqui es, en general, más fiel que la dada por Marx
libra y con un 25% de desperdicio, que “ la pérdida asciende a 6 peniques” por en el tom o i. — 165.
libra adquirida (ya 8 peniques por libra efectivamente utilizada). En 1863 el [49] A teliers nalionaux. — Los talleres nacionales fueron creados por la
algodón norteam ericano se había vuelto rarísim o en Europa debido al eficaz revolución de febrero de 1848, con el propósito declarado de em plear en
bloqueo de los puertos de la Confederación por la escuadra del Norte; según trabajos públicos de interés común a los desocupados. En la práctica muchos
el historiador m ilitar Mark Boatner las posibilidades de captura de las naves de esos trabajos eran im productivos (cfr., en la presente edición, 1. 1, vol. 2, p.
que intentaban burlar el bloqueo eran en 1861 de 1 en 10, pero en 1864 de 1 514, n. 183). El intento gubernam ental de reducir la im portancia de los
en 3. De ahí que las exportaciones algodoneras del Sur cayeran vertiginosa­ talleres nacionales fue una de las causas inmediatas de la Revolución de
mente: de 191 millones de dólares en 1860 pasaron a apenas 4 millones ya en Junio (véase M E W , t. v, p . 112). Engels explica por la estructuración semimi-
1862, (Cfr. M ark Boatner, The Civil W ar D ictionary, Nueva York, 1966, p. litar de los ateliers la extraordinaria capacidad organizativa dem ostrada por
70.) Véase también aquí, p. 160, el informe de octubre de 1862 donde se alude los obreros de París durante los com bates de junio (cfr. su artículo Die
a “ las causas que interrum pieron nuestro abastecim iento habitual de algodón Junirevolution en M E W , t. V , p. 145). — 168.
desde Norteam érica” (subrayado nuestro — P.S.)o, en las pp. 169-170, otro [50] Aunque en una versión alemana diferente, este pasaje se encuentra
pasaje de este mismo informe de 1863 en el que se hace referencia a las también en el tom o i de El capital ( cfr., en nuestra edición, vol. 2, p. 557). La
reducciones salariales debidas al remplazo del algódon norteam ericano traducción de la última frase es más correcta allí que en este lugar. — 168.
(Sea Island) por el egipcio y el indio. — 136. [51] M ansion-H ouse es la residencia oficial del L o rd M ayor o alcalde de
[42] Rubel anota aqui: “ Esas líneas aportan una nueva prueba de que en Londres. — 169.
1865-1866,en momentos en que trabajabaen la redacción definitiva del libro [52] ( W) Rodbertus-Jagetzow , Sociale Briefe an von K irchm ann. D ritter

1166 1167
Brief: W iderlegung der R icardo'schen Lehre vor der Grundrente and Begriin- fértil. Mientras los productos del tipo de suelo más fértil bastan para la
dung einer neuen R erten th eo rie, Berlín, 1851, p. 125. — 174. satisfacciónde la dem anda, los tipos desuelo menos fértil que com piten con
[55j La expresión no es afortunada, pues si el valor del oro disminuyera aquél no son cultivados, o por lo menos no arrojan renta alguna. Pero no
“ en un 100%”, dicho metal carecería totalm ente de valor y, por ende, “ el bien la dem anda comienza a sobrepasar la cantidad del producto que puede
mismo capital que antes valía £ 100” tendría ahora un valor, expresado en sum inistrar el suelo más fértil, aum enta el precio del producto y se vuelve
libras esterlinas de oro, no de £ 200 sino de infinitas libras (y otro tanto posible laborar los tipos de suelo menos fértiles y obtener renta de ellos.”
ocurriría con la ganancia). L oque Marx quiere decir es: “ Si ahora el valor del Véase Theorien iiberden M ehrw erl, M E W , t. xxvi, pp. 92-93: “ Aquí se aplica,
oro disminuye en un 50%, [...] el mismo capital que antes valía £ 100 valdrá pues, la ley de Storch según la cual la renta del suelo m á s f é r ti l determ ina la
ahora £ 200” , o: “ Si ahora el valor del oro se reduce a la m itad” , etc. renta del último suelo que no arroja renta, y por ende tam bién la diferencia
Com párese esa equivalencia inexacta (reducción en un 100% = reducción a la entre el suelo que devenga la renta indiferenciada y aquel que no devenga
m itad) con la form ulación correcta, casi diríam os tautológica, de la p. 283: ninguna” . — 232.
“ Si la tasa de ganancia disminuye en un 50%, disminuye en la m itad” . En W [64j ( W) Thom as Corbet, An ¡nquiry into the Causes a n d M odes o f the
148, K 751, T. IT. /, 182, ES 6 , 155, no se advierte el error del original; en TI W ealth o f Individuáis: o r the Principies o f Trade and Speculation Explained,
139 los editores han enm endado acertadam ente el texto, aunque sin indicarlo Londres, 1841, pp. 42-44. — 232.
en una nota, como debían: “ Should gold fall by half, or double, the same [65j Thom as M althus, Principies o f P olitical Econom y, Londres, 1820, p .
capital” , etc. — 175. 75. — 242.
[54] Adam Smith, A n ¡nquiry into the N ature and Causes o f the W ealth o f [66j Rubel acota aquí: “ Innecesario repetir que Marx nunca pensó modifi­
Nations, libro i, cap. x. — 179. car el plan de la Economía establecido en 1857-1858” (R 988/1). — 248.
[55j ( W ) A. Cherbuliez, R ichesse ou pauvreté. E xposition des causes el des [6,j Thom as M althus, Principies o f P olitical E conom y, Londres, 1836, pp.
effets de la distribution actuelle des richesses sociales , París, 1841. pp. 70-72. — 77-78. — 250.
2Ó0. [68j David Ricardo, On the Principies o f P olitical Economy, a nd Taxation,
[56] T hom as Corbet, An ¡nquiry into the Causes a n d M o d e s o f the W ealth o f 3a. ed., Londres, 1821, pp. 36-41. — 258.
Individuáis: o r the Principies o f Trade a n d Speculation Explained, Londres, [69] Marx parafrasea el “ O im itatores, servum pecus” de H oracio (Epísto­
1841. — 210. las. libro i. epístola xiX. v. 19). “ Es engañoso aquel modelo que es imitable
[” ] En sus Principies o f Political Econom y ( 2a. ed., Londres, 1836, p. 268), por sus vicios. Si acaso yo me parase amarillo, no faltarían al momento poetas
Malthus expone la tesis de que “ el capitalista espera una utilidad igual de que, para ser amarillos com o yo, beberían cominos, que hacen tornar exan­
todas las partes del capital adelantadas por él". Véase el com entario de Marx gües. ¡Oh imitadores, m anada servil!” (versiónespañola de Lorenzo Riberen
en los Grundrisse, p. 463: “ Esto significa, simplemente, que distribuye la Publio Virgilio M arón-Q uinto Horacio Flacco, Obras com pletas, Madrid,
utilidad que ha hecho —y sobre cuyo origen bien puede estar com pletamente 5a. ed.. 1967, p. 1033). — 258.
a oscuras— de manera uniforme entre todas las partes de sus desembolsos, [,0] ( W) Thom as Corbet, An ¡nquiry into the Causes and M odes o f the
haciendo total abstracción de sus diferencias cualitativas” . — 214. Wealth o f Individuáis, Londres, 1841, pp. 100-102. — 267.
[58] ( W) Thom as Corbet, An ¡nquiry into the Causes and M odes o f the [7I] Esta referencia a “ una sección [Abschnitt] posterior” m uestra a las
W ealth o f Individuáis: o r the Principies o f Trade an d Speculation Explained, claras que, para Marx, lo que hoy conocemos por Teorías d e l plusvalor
Londres, 1841, p. 20. — 215. form aba parte de El capital, a igual título, por ejemplo, que los tomos II y III. —
[59] Las setllem ent laivs (leyes de residencia), sancionadas a partir de 1662, 272.
prohibían de hecho a toda “ persona que presumiblemente pueda convertirse [,2j Véase en Resultados del proceso inm ediato de producción o C apitulo VI
en una carga para la beneficencia” (esto es, a todo aquel que viviera de de E l capital (6a. ed., México, 1978, p. 54) lo que entiende Marx por subsun-
vender su fuerza de trabajo, y en particular a todo jornalero agrícola) ción form al del trabajo en el capital: “ El proceso de trabajo se convierte en el
instalarse fuera del lugar donde estaba “ radicado legalmente” (“ legally instrum ento del proceso de valorización, del proceso de la autovaiorización
settled” ), con lo cual reforzaban la ya enorme dependencia de los trabajado­ del capital: de la creación de plusvalía. El proceso de trabajóse subsum eenel
res rurales respecto a los terratenientes. (La versión de setllem ent latvs capital (es su propio proceso) y el capitalista se ubica en él como dirigente,
ofrecida en ES 6, 191, “ législation régionale” , es inexacta.) — 222. conductor; para éste es al mismo tiem po, de manera directa, un proceso de
[60] David Ricardo, On the Principies o f Political Economy, and Taxation. explotación de trabajo ajeno. Es esto lo que denom ino subsunción fo r m a l del
3a. ed., Londres, 1821, pp. 60-61. — 227. trabajo en el capital. Es la form a genera! de todo proceso capitalista de p ro­
[61] David Ricardo, On the Principies o f Political Economy, and Taxation, ducción, pero es a la vez una form a particu la r respecto al m odo
3a. ed., Londres, 1821, p. 15. — 227. de producción específicamente capitalista, desarrollado, ya que la última
[62j David Ricardo, On the Principies o f Political Economy, a n d Taxation, incluye la primera, pero la primera no incluye necesariamente la segunda.” —
3a. ed., Londres, 1821, pp. 60-61. — 232. 274.
[63j Cfr. Heinrich Storch, Cours d ’économ ie polilique. o u exposition des [” ] Raiat. — Término urdu con que se designaba, especialmente bajo la
principes qui déterm inent Ia prospéritédes nations, t.n.S an Petersburgo, 1815, dom inación inglesa, al pequeño campesino de la India. El vocablo deriva del
pp. 78-79: “ La renta del tipo de suelo más fértil determ ina la m agnitud de la árabe raia: rebaño, grey, súbditos. — 274.
renta de todos los demás tipos de suelo que compiten con el tipo de suelo más [74j H inc illae lacrimae (‘‘de a h í esas lágrim as"). — La expresión figura en

1168 1169
Terencio (L a andriana, acto i, escena la .); ya en la Antigüedad se la empleaba K om m erzieües Kapital: capital comercial.
para caracterizar una situación en la cual una circunstancia revelada súbita­ M erkantiles Kapital: capital comercial (no m ercantil, térm ino que, insisti­
mente explica un com portam iento de por sí extraño. — 286. mos, reservamos para lo referente a la m ercancía ); cfr. W erke 295, donde se
[” ] (W ) Wilhelm Roscher, Die Grundlagen der N ationalökonom ie, 3a. ed., emplea como expresiones idénticas K aufm a n n ska p ita l y m erka n tiles Kapital,
Stuttgart-A ugsburgo, § 108, p. 192. — 287. o 297, donde se iguala m erka n til a kom m erziell.
[76] P rofit upon alienation (ganancia sobre la enajenación). — Término W arendh’á ndler o Kaufm ann: comerciante (cfr. en W erke 280-281 ó 296 el
con el que Jam es Steuart designa una ganancia “ relativa” , esto es, una empleo indistinto de uno u otro vocablo).
m odificación en “ el equilibrio de la riqueza entre los participantes” , a Hemos procurado, muy particularm ente, evitar ciertos térm inos sesqui­
diferencia de la ganancia “ positiva” o acrecentam iento de la riqueza social. pedales y anfibológicos (como “capital-mercancías de com ercio” , por ejem­
“ En este orden de cosas, pues” , com enta Marx en el m anuscrito del cuarto plo) que figuran en otras versiones castellanas de E l capital. — 343.
tom o de E l capital, “ Steuart constituye la expresión raciona! del sistema [83] En el contexto, la afirm ación precedente no es correcta. El capital
m onetarista y m ercantilista.” “ Su teoría acerca de la Vibration o f the balance comercial del ejemplo tratado en esta página y las dos anteriores, en efecto,
o f weahh between parties, aunque sea poco útil para dilucidar la naturaleza y no deberá com prar al precio de 100 libras mercancías que valen 118, sino al
el origen del plusvalor, resulta im portante cuando se considera la distribu­ precio de 1.062 libras mercancías que valen 1.080 (lo debe hacer, dado su
ción del sur plus valué entre clases diferentes y entre rúbricas diferentes, como exiguo volumen, en varias veces; véase aquí, pp. 354-355). Por lo tanto, no
ganancia, interés, ren ta.” (Theorien,,,, M E W , t. xxvi, parte i, pp. 11 y 8). — podrá vender a 118 lo que !e costó 100. Si tal hiciera, ganaría 18% en cada
293; 421; 1053. rotación de sus 100 libras: las mercancías que le costaron 1.062 libras no las
[” ] La primera indicación de página debe corresponder, en efecto, a la vendería a 1.080 con una ganancia de apenas 18 libras, sino a algo más de
segunda edición del tom o i de El capital-, la segunda, a la tercera edición, tal 1.253 libras con una ganancia de m ásde 191 libras. Con sus 100 libras, pues,
com o lo indica Engels en su prólogo al tercer tom o de la obra (en nuestra ganaría m ás que los capitalistas industriales con un capital nueve veces
edición, vol. 6, p. 10). Véase, por ejemplo, otra referencia a esas mismas mayor; su tasa anual de ganancia no sería del 18%, com o la del capital
páginas del tom o i en la p. 59 de este mismo volumen 6. — 294. industrial, sino de más del 191 %. Pero esto, según M arx, no es posible, ya que
[78] David Ricardo, On the Principies o f P olitical Economy, and Taxation, el capital comercial “ debe arrojar la ganancia anual media, lo mismo que el
3a. ed., Londres, 1821, cap. vn. — 304. capital que actúa en los diversos ram os de la producción” (veáse aquí, p.
[7,j (W ) T hom as Chalm ers, On Political E conom y in Connexion with the 362). Ahora bien, si en el ejemplo propuesto por Marx lo que hace el capital
M oral S ta te and M ora! P rospects o f S o ciety, 2a. ed., Glasgow, 1832, p. 88. — comercial es vender a 1.080 libras mercancías que com pró a 1.062, las
315. mercancías que com pra a 100 las venderá a su valor, esto es, a poco menos de
[801 Marx emplea aquí, en vez de M ehrw ert, el sinónimo Surpluswert, 102 libras. ( Recuérdese que Marx —véanse las pp. 363 y 370 de este tom o—
frecuentísimo en los Grundrisse. Nótese cómo, en el contexto, el neologismo hace abstracción aquí de los costos de circulación.) En otras palabras, pese a
español plusvalor mantiene con toda nitidez la relación del original entre que gana poco menos del 2% en cada transacción, el capital comercial llega a
W ert (valor) y Surplusw ert (plusva/or), la cual seria velada un tanto si tradujé­ la misma tasa anual de ganancia del capital industrial, 18%, gracias a que
ram os el segundo térm ino por “ plusva/fa” . — 319. rota unas 9 veces más rápidam ente que éste. Cfr. el prim er párrafo de la
[81] Correjimos una errata de W erke 276, donde, en lugar de “ by aslow er interpolación de Engels en la p. 289 y, muy particularm ente, el párrafo
rate” , se lee “ by as lower rate” . “ Slower" (“ más lenta” )se contrapone aqui a central de la p. 398. — 367.
“ rapid” , no a “high” . Véase TI 265. — 340. f84] ( IV) John Bellers, E ssa ys a bout the Poor, M anufactures, Trade, Planta-
[82] En toda esta sección —y no se olvide que estam os ante la primera tions. and Im m o ra lity, Londres, 1699, p. 10. — 368.
redacción de un texto, más o menos enm endada por Engels, no ante una I*5] Rubel apunta aqui, pertinentemente: “ Estas observaciones pro domo
versión definitiva— , Marx emplea determ inados térm inos técnicos de [para su uso personal] m uestran a las claras que Marx sólo está, todavía, en la
m anera fluctuante, y por momentos algo confusa; en especial, recurre a etapa de preparación del libro m ” . — 377.
sinónimos muy variados para designar las mismas categorías económicas. [86] En 1602 los Estados Generales dispusieron la fusión de diversas
Hemos puesto un cuidado extremo, por ello, en verterde manera inequívoca empresas rivales en una sola Com pañía Holandesa de las Indias Orientales
esos térm inos, y muy en particular los siguientes: (Ostindische Vereenigde M aatschappij), a la que otorgaron el m onopolio del
W arenkapital: capital mercantil (mercantil es siempre, en nuestra versión, comercio con la región del globo com prendida entre el cabo de Buena
lo que tiene que ver con la mercancía [W are], no con el m ercader o com er­ Esperanza y el estrecho de Magallanes, la exención del pago de todo arancel
ciante [ Kaufmann]). aduanero sobre la im portación de mercancías (sólo un 3% gravaba su
W arenhandlungskapital: capital dedicado al tráfico de mercancías. exportación), el derecho de acuñar m oneda y el de m antener ejércitos y
G eldkapital: capital dinerario. escuadras, así com o la facultad de hacer la guerra y concluir la paz en nom bre
Geldhandlungskapital: capital dedicado al tráfico de dinero. del estatúder. La com pañía, que llegó a contar con fuertes y factorías en F'
K aufm ännisches Kapital: capital comercial. Cabo, la India, Ceilán, Siam, Cam boya, Tonkín y Form osa, centró su
H andelskapital: capital comercial (aveces, capital de comercio); véase, en actividad en la conquista y expoliación del Archipiélago Malayo (la actual
W erke 278, la primera línea de este capítulo, donde Marx trata como sinóni­ Indonesia), para lo cual no sólo aplastó a sangre y fuego la resistencia inicial
mos los térm inos kaufm ännisches K a p ita l y H andelskapital. y las frecuentes insurrecciones posteriores de la población local, sino que se

1171
1170
empeñó en largas guerras contra sus predecesores portugueses (que gracias a que Rubel, en el pasaje que nos ocupa, haya traducido “ industriel” en vez de
su colonia en Am boina habían m onopolizado entre 1521 y 1605 el comercio “ productif” , lo que parecería ser un indicio, entre otros, de que en ciertos
del clavo de olor) y sus com petidores británicos. El saqueo de las islas y de casos su versión no se apoya en el manuscrito, sino en la traducción de
M alaca por la compañía (durante la prim era mitad del siglo xvn la misma Éditions Sociales. — 418.
pagó un dividendo anual medio de 25%, el cual se había elevado hacia 1669 a [94] Dioses de Epicuro. — Según el filósofo griego, los dioses residen en los
un 40%) constituyó una de las fuentes principales de la acum ulación origina­ interm undos (m etakosm ia), o espacios existentes entre los astros, y ni se
ria del capital en H olanda, así como de la posterior prosperidad de ese país. interesan por el destino de los hom bres ni se inmiscuyen en el gobierno del
La Compañía Holandesa de las Indias Orientales conoció una lenta decadencia universo; el sabio, por ende, debe honrarlos, pero no temerlos. Marx solía
a lo largo del siglo xvm , hasta su disolución (1798) en m omentos en que servirse de esa comparación: véase Grundrisse.,., Berlín, 1953, pp. 741 y 922,
Holanda, ocupada por los franceses, se había transform ado en República el tom o i de El capital (pp. 97 y 1012 en nuestra edición); cfr. tam bién
Báta va. — 392; 421. Theorien..., ed. cit., parte I, p. 37. — 422; 771.
[8?] Wilhelm Roscher. Die Grundlagen der N ationalökonom ie, 3a. ed [95] Lutero, en efecto, cita a Isaías, t, 23: “ Tus príncipes, prevaricado­
Stuttgart-A ugsburgo, 1858, p. 192. Las diferencias de redacción entre la res y com pañeros de ladrones: todos am an las dádivas, y van tras las
presente versión castellana de ese breve pasaje y la que figura en la p. 287 de recompensas: no oyen en juicio al huérfano, ni llega a ellos la causa de la
este mismo tom o de nuestra edición, corresponden a disimilitudes análogas viuda.” — 423.
en la presentación de la cita por Marx (o Engels). — 393. p961 M artin Luther, Von Kauffshandlung u nd W ucher, en Der
f*“l Maximilien Rubel señala en este lugar: “ He aquí una nueva precisión Seehste Teil der Bücher des Ehrnwirdigen H errns D octoris M artini
sobre el contenido de la «rúbrica» que Marx debía dedicar a la «competencia Lutheri, W ittemberg, 1589, pp. 296-297. Los editores de W erke agre­
entre los capitales»” . — 398. gan en este lugar, luego de la precedente referencia bibliográfica: “ Repro­
[89] La corrección de estilo efectuada por Engels contribuye a dem ostrar ducim os la cita de Lutero según la primera edición de El capital, tom o itt,
que para éste, com o para Marx, “ Rente” (renta) y “ G rundrente” (renta de la H am burgo, 1894” . La afirmación es inexacta, pues dichos editores han
tierra o del suelo) son simples sinónimos: toda renta es para ellos renta de la introducido en la cita, precisamente, las dos correcciones que nosotros
tierra. — 402. seguimos en el texto, y un tanto extraña, ya que lo norm al es que en una
f90] Rubel anota aquí: "Tom em os en consideración la nueva alusión a la reedición se incluya una nota explicativa cuando se ha modificado en
«rúbrica» del crédito que debe ser tratada «en otro lugar»” . Pero la expresión algo la edición príncipe, no cuando se la sigue (salvo que se indiquen los
“ en otro lugar” no figura en el original de Marx, al menos si Engels lo motivos que podrían haber inducido a no seguirla...). De todos modos, si
reproduce fielmente: “ das uns hier noch nichts angeht” no parece traducible la impresión m oderna dé este opúsculo de Lutero incluida en sus Aus-
por "d o n t nous nous occupons ailleurs" (subrayado nuestro, P.S.). En su gew áhlte W erke, tom o v, 3a. ed., M unich, 1962, p. 133, es fiel, la otra
afán p o re n co n trar referenciasal plan original de la obra económica de Marx, única diferencia de alguna entidad entre el texto de ese pasaje tal com o
Rubel transform a en mención directa lo que es, en el mejor de los casos, una figura en la primera edición del libro Iti de E l capital y tal com o lo escri­
alusión indirecta. — 407. bió Lutero, es que éste no habla de aquellos que “ roban con m ayor segu­
[91] N ota de las viejas ediciones IMEL de E lca p ita h “ La cita, en parte, es ridad [sicherer] que todos los dem ás” , sino que “ roban más [mehr] que
libre” . — 409. todos los dem ás” . — 424.
[,2] (W ) Wilhelm Roscher, Grundlagen der N ationalökonom ie, 3a. ed.. [” ] M arx alude al pasaje siguiente de la obra de Joseph Massie, An
Stuttgart-A ugsburgo, 1858, § 60, p. 103. — 414. E ssay on the Governing Causes o f the N atural R ate o f ¡nterest
[,J] En diversas ediciones de El capital se sustituye aquí el térm ino (Londres, 1750, p. 60): “ Un tipo de necesidad que es peculiar a H olanda
“ productivo” por “ industrial” , apartándose, si la nota de Éditions Sociales [...] deriva de que el país está sobrepoblado, lo cual, junto a los grandes
es exacta, del m anuscrito de Marx: “ En la prim era edición, al igual que en el trabajos requeridos para aislar y desecar las tierras, hace que la necesi­
manuscrito de Marx: productivo" (cfr. ES, 6, p. 336, las retraducciones de dad de la industria sea m ayor que en cualquier otra parte del mundo
Cartago [339] y EDAF[731], o T. IT. /,p.393,enestecasosinnotaexplicativa). habitable” , etc. Cfr. Theorien über den M ehrwert, M E W , t. xxvt, parte l,
“ Industrial” no es en sí erróneo, en este lugar, pero la corrección no parece pp. 353/453-454. — 425.
necesaria puesto que Marx contrapone en otros muchos pasajes el produk­ [98] Tower H am lets. — Barrio al este de Londres; debe su nom bre a
tives K apital (produktiv porque, a diferencia del capital comercial, produce la Torre de Londres, que se levanta en su parte sudoccidental. — 428.
valor y plusvalor y porque actúa en la esfera de la producción de mercancías, [ " ] Com o hemos señalado en nuestra posnota 153 al tom o t, el
no en la de la circulación mercantil) al H andelskapital o K aufm annskapital térm ino alem án Verleger —que hoy en día se emplea generalmente en el
(capital comercial); véanse, entre otros muchos lugares, W erke, pp. 304, 305, sentido de editor — en la acepción en que se le utiliza aquí no tiene un
335. Es posible que Engels haya corregido aquí y allá el m anuscrito de Marx equivalente exacto en castellano. T am poco, que sepamos, en otros idio­
en este sentido (“ industrial” en vezde “ productivo” ), como parece sugerirlo mas, com o parecen dem ostrarlo las vacilaciones y errores de muchos
el cotejo entre W erke 278, línea 6 del texto (“ industriell” , sin nota explica­ traductores de E l capital a diversas lenguas europeas. El sustantivo
tiva) y Rubel II, 1048 (“ productif” , también sin nota) y la rispida enmienda a alem án deriva de verlegen, un verbo sum amente polisémico que las más
Loria en el prólogo a este tom o de E l capital', donde Loria hablaba del de las veces se puede verter por trasladar o trasponer, pero que diccio­
“capital im productivo” , Engels acota: “ quiere decir comercial” . Es curioso narios del siglo X I X (como Flügel, 15a. ed., Leipzig, 1891) traducen

1172 1173
también por to advance a sum o f m oney fo r ... (una de las acepciones irach sólo es usual desde la gran crisis de Viena de 1873; el sustantivo,
actuales de aus/egen, o sea to advance, disburse [money]), to furnish: derivado del verbo onom atopéyico krachen, inicialmente sólo significó
esto es, adelantar dinero, desembolsar, proveer (dinero, fondos). Pre­ ruido, estrépito, alboroto; de ahí riña, escándalo y, probablem ente bajo la
cisam ente era ése el sentido de ferlegen o verlegen en alto alemán influencia del inglés crash (empleado ya en 1817 en esta acepción), bancarrota
medio, y de ahí que el viejo diccionario Tolhausen (Leipzig, 1889) generalizada, colapso económico. — 460.
traduzca todavía Verlag no sólo por editorial, sino tam bién por "fondo, [ I05j Talvez por haber entrevisto que durante la segunda m itad del siglo
caudal, capital para una em presa, los gastos, el coste que se ha hecho por xx el continente europeo iba a ser invadido por los perros y recubierto por
una em presa” . Si los editores (no los que preparan, anotan, etc., obras sus excrementos —a excepción, se dice, de la parte superior del Monte
para su publicación, personas que en alemán se denominan Herausge- Blanco— . Karl Arnd había propuesto en Die naturgem asse V olksw irtschaft
ber, sino quienes financian la impresión y difusión de aquéllas) aún se (H anau, 1845, pp. 420-421) que los mejores amigos del hom bre pagasen
llam an Verleger en alemán, es sencillamente porque la industria edito­ impuestos com o cualquier otro contribuyente honrado. Esta idea resultaba
rial, a diferencia de otras, m antuvo con una categoría especial de trabaja­ particularm ente regocijante a Marx (véase, entre otros lugares, Grundrisse, p.
dores, esto es, con autores, antologistas, etc., una relación hasta cierto punto 734, y el cuarto tom o de El capital o Theorien überden M ehnvert, M E W , t.
análoga a la que existía entre los viejos Verleger de los que aqui habla M arx y xxvi, parte 3, pp. 494-495). — 464.
los artesanos — tejedores, sederos, etc.— que producían para los primeros. [ I06j El presente pasaje m uestra a las claras que Marx emplea los términos
(Nótese que Tolhausen todavía traduce Verleger por “ m andatario de una P rofit y Gewinn como sinónimos: la ganancia empresarial (“ Unternehm er-
sociedad de m inas” , no sólo por “ editor” ). En este pasaje de Poppe y Marx, gew inn", térm ino con el que Marx, sea dicho entre paréntesis, traduce la
T. IT. 403 vierte Verleger por “ traspositore” (neologismo que tom a como expresión inglesa "p ro fit of entreprise" [los subrayados son nuestros, P. S.])
base, equivocadam ente, una de las acepciones más comunes del verbo verle- engloba tanto la ganancia (P rofit) industrial como la comercial. Más ade­
geny, TI 336 recurre a una paráfrasis, tam bién errónea: “ one who [...] lante (véase W erke 860,888, etc.), Marx expondrá cómo la ganancia (Profit)
«transferred» the goods” ; a TI la siguen C artago 345, que además retraduce se escinde a su vez en ganancia (G ewinn) empresarial e interés. — 477.
mal ( “ una persona que «trasladaba» las m ercancías” ), y, al parecer, Rubel [ ll,7¡ Véase Joseph Massie, A n E ssay on the Governing Causes o f the
1103-4 (“ le comm ercant ne fait que «transférer»; ES 6, 344 (copiada por N atural R a te o f Interes!, Londres, 1750, p. 49: “ Si lo que los hom bres pagan
ED A F 740), opta por la traducción “éditeur” , que aqui es totalm ente como interés por lo que han tom ado en préstam o es una p a rte de la ganancia
inaceptable, y otro tanto hace Roces 324 (“ editor” ). Sobre los “ Verleger” , que dicha sum a está en condiciones de producir, este interés debe estar regido
véase el análisis que les dedica Engels en su epílogo a este tom o de E l capital siempre por aquella ganancia” . Cfr. también David Hume, O f Interes!, en
,en nuestra edición, p. 1143 y ss.). — 429. Essays an d Treatises on Severa! Subjects. nueva edición, 1.1, parte 11, Londres,
j -ioo ] Johann Poppe, Geschichte der Technologie seit der W iederher- 1764, pp. 329-336. “ Massie define el interés como mera parte de la ganancia
ste/lung der W issenschaften bis an das Ende des achtzehnten Jahrhunderts, de una manera más neta que Hume” , com enta Marx en el tom o iv de El
tom o i, G otinga, 1807, p. 70. — 429. capital, de donde extraemos estas referencias (los subrayados en la cita de
[ 101] Marx presenta estas líneas como de Proudhon, pero el escritor Massie, suponem os, son de Marx). Véase M E W , t. xxvi, parte i, pp. 349-
francés, aunque seguram ente de acuerdo con la tesis allí enunciada, no es el 353/453. — 481.
autor de las mismas. Véase ES 7, 14, o la posnota 51 de W erke: “ L aspalabras [,08] Los 32 libros de M agón o Mago (autor cartaginés que talvez pertene­
citadas son de C harles-Franjois Chevé, un redactor del periódico ¿ a Voi.xdu ciera a la poderosa familia oligárquica del mismo nombre, pero del que todo
Peuple, quien escribió la primera carta del libro G ratuitédu Crédit. Discussion lo que se sabe a ciencia cierta es que vivió antes del I46a.n.e.) se inspiran en
entre M. Fr. Bastiat et M. Proudhon, París, 1850.” En los Grundrisse (Berlín, buena parte en manuales agronóm icos egipcios utilizados en el régimen de
1953, p. 727) este texto es presentado como “ la primera carta [a] Chevé, uno explotación agrícola vigente bajo los Tolomeos (una agricultura esclavista
de los redactores de L a Voix du Peuple": sin em bargo, la preposición entre planificada y controlada por el estado). Una vez traducida al latín por
corchetes ( “ a n ” en alem án, o sea “ a” ) procede de los editores de los Grun­ decisión del senado rom ano (Columela i, /, 13), pocodespués de la destruc­
drisse, no de Marx. — 442. ción de Cartago, la obra de Magón fue durante cierto tiem po el libro de
[102] Como las citas precedentes, esta última, extraída de la carta de cabecera de los latifundistas rom anos, deseosos de adaptar la econom ía de
Proudhon fechada el 31 de diciembre de 1849, figuraba también en los plantación cartaginesa a las condiciones de Italia. Este “ oráculo de los
Grundrisse (p. 728 de la edición alemana de 1953). Puede resultar útil cotejar agricultores” , como lo denom ina Mommsen, se convirtió en una de las
las críticas antiprudonianas form uladas por Marx en estos dos borradores, fuentes principales de los agrónom os latinos posteriores, y en particular de
los G rundrisse y el tercer tom o de E l capital. — 444. V arrón, Celso, Columela y Plinio. — 492.
[103j No estam os, al parecer, ante una cita rigurosamente textual. Los [IW] Las últimas palabras de la cita aparecían ya en el primer tom o de El
editores de W erke anotan aquí: “ Reproducim os la cita de Lutero según la capital (en nuestra edición, vol. 1, p. 208, nota 43). Aunque en uno y otro caso
primera edición de E l capital, tom o iii, H am burgo, 1894” . — 444' 504. (M E W , t. xxiii, p. 185, y t. xxv, p. 398) el texto de Mommsen aparece
[UM] c r isis catastrófica. — La palabra alem ana Krach es de difícil versión entrecom illado, la redacción ale mana del mismo no es idéntica: a juzgar por
española, y de ahí que algunos traductores de obras económicas (por ejemplo la décima edición de la R o m isch e G eschichte (primer tom o, Berlín, 1907, p.
sobre la gran crisis de 1929) hayan com enzado a dejarla en alem án. En 834), es aquí donde Marx se habría ajustado más al original. — 492.
el sentido de “ catástrofe, crisis catastrófica, ruina súbita, b a n c a rro ta ” , [ n0] En la versión española de Francisco Sam aranch (Aristóteles, Obras,

1174 1175
Madrid, 1964, p . 1420) este pasaje dice así: “ [...] ya que la función del señor crito denom inado Capítulo V! de El capital, 6a. ed. en español, México, 1978,
no consiste en adquirir esclavos, sino en emplearlos. Esta ciencia, sin p. 40. o, en esta misma edición, t. i , vol. 1, p. 236). Si no se capta la alusión
em bargo, no tiene ninguna im portancia o dignidad particular. El señor debe literaria — Marx era cualquier cosa menos uno de esos econom istas sin
saber cóm o dirigir los trabajos que el esclavo debe saber cómo ejecutar. Por imaginación que se horrorizarían ante la sola idea de leer o, peor aun, citar
eso toda la gente suficientemente rica para evitar las preocupaciones perso­ obras de teatro o poemas en sus trabajos cientificos—la frase de Marx resulta
nales tiene un m ayordom o que desempeñe este oficio, mientras que ellos oscura: “ Money is now pregnant", se interpreta en TI 393: “ Nel denaro
mismos se dedican a la política o a la filosofía." En el contexto, nos parece germogha la vita" (T. IT. 2, 71). Cohen-Solal y Gilbert Badia (seguidos,
que “ oficio” (o, más propiam ente, “cargo” ) traduce mejor que “ honor" como de costum bre por las retraducciones de EDAF y Cartago) vierten:
(“E hre") el vocablo griego “ tim é". — 492. “ Désormais, l’argent est engrossé", y a continuación reproducen el original
[ '" ] N cw -Y ork Daily Tribune del 20 de diciembre de 1859 (véase W erkc, alem án, señal evidente de que su propia traducción no les resultaba excesiva­
posnota 57). De 1851 a 1862 Marx y Engels escribieron más o menos mente precisa (ES 7. 57). Rubel II. 1153, traslada asi: “ L’argent a m aintenant
regularmente para el N ew -York Daily Tribune , un periódico norteam ericano le diable au corps” . No es fiel, pero precisamente el chiste de G oethe consiste
que exponía, en general, posiciones antiesclavistas, no siempre consecuentes, en haber puesto “ am or" donde lo normal seria escribir “ diablo". — 502.
y vagam ente socialistas. Entre otros trabajos de aquéllos el diario neoyor­ f “ 5] Schadew acht (don Seguro, don Prevenido). — Personaje imaginario
quino publicó la serie de artículos Revolución r contrarrevolución en Alemania, que simbolizaba en Alemania, en tiempos de la Reforma, al usurero. Vigila
donde se condensan las tesis de Engels y Marx sobre el problema nacional: ( W acht) día y noche para no sufrir ningún perjuicio (Schade)', al otorgar un
diversos análisis acerca del colonialismo, en los que Marx suele presentar préstam o, Schadewacht establece los intereses de manera de reducirel riesgo
com o revolucionaria la destrucción de la industria vernácula de los países al mínimo y alcanzar rápidam ente la ganancia apetecida. — 503.
colonizados pero denuncia, al mismo tiempo, las atrocidades de los coloniza­ [ ll6] Véase tam bién, sobre el sinking fu n tl, Grundrisse, ed. cit., pp. 726-727,
dores; numerosos artículos sobre la guerra de Crimea (Marx y Engels propo­ y el artículo de 1858 “ El presupuesto del señor D israeli" (M E W , t. xu, pp.
nen en ellos, en esencia, una conducción más vigorosa de las hostilidades 448^449) en el que Marx com para el plan financiero del doctor Price al del
contra Rusia, a su juicio el principal baluarte de la reacción europea); una “ loco que en una de las novelas de Cervantes propone a todo el pueblo de
im portante serie intitulada L a España revolucionaria, denuncias de la inter­ España abstenerse de comer y de beber, durante sólo dos semanas, para
vención franco-británica contra México y m ultitud de otros comentarios obtener los medios que permitieran pagar la deuda pública [...]". — 504.
donde se pasa revista a los m ásdiversos aspectos de la política internacional [U1](W ) A ct 26.Jorge III, cap. 31. — Esto es, ley 31 del vigésimo sexto año
o de la situación interior de distintos países, muy en particular de Inglaterra. — de reinado de Jorge III. Se alude a “ An Act for Vesting Certains Sums in
493. Commissioners, at the End of Every Q uarter of a Year, to be by them' Applied
[U2] véase en el tom o i (vol. 3, p. 931, nota 229, en nuestra edición) cómo to the Reduction of the National Debt (Anno vicésimo sexto Georgii III re­
el régisseur, del que Marx nos dice aquí que su salario “ diverge por completo gis)". — 506
de la ganancia", puede ser considerado como la crisálida de otro personaje: ["*] En TI 396 sólo las primeras palabras de la cita ("the most wide-
“ El régisseur [...] pronto se convierte en hom m e d ’affaires que por la extor­ spread and enduring cause, that ofaccum ulation” ) figuran entrecom illas; no
sión, él fraude, etcétera, trepa m añosam ente hasta alcanzarla posición de un asi el resto (desde “This principie" hasta el final), pero para que quede claro
capitalista” . Aunque mal podía prever esta evolución, el m onarca carolingio que se trata de palabras de Pitt y no de Marx, los editores ingleses intercalan
que prom ulgó la capitular De villis era perfectamente consciente de que los (¡sin corchetes!) las palabras “ he said", “ he continued" (“ dijo", “ con­
régisseurs tendían a m anejar como propios los bienes cuya adm inistración se tinuó"). Verosímilmente, pues, estamos ante una paráfrasis, no una cita
les había confiado: “ Queremos que nuestras grandes fincas [domaines en la textual. — 506.
versión francesa de la capitular], que hemos constituido para subvenir a [ " , ] Las palabras atribuidas por Marx a Josiah Child no figuran entre
nuestras necesidades, estén íntegram ente a nuestro servicio, y no al de otros comillas en la versión inglesa de El capital ( TI 396). — 506.
hom bres [...]"; “ Que de ninguna manera se designe como régisseurs hom bres [ I2°] M oloc (en hebreo M olek, probablemente una deformación inten­
poderosos, sino hombres de condición media, que sean fieles" (véase Georges cional de la palabra semítica melek, "rey", para aproxim arla a un vocablo
Duby, L 'économ ie rurale et la vie des cam pagnes dans l’O ccident m édiéval, que significa vergüenza o ignominia). — Dios semítico al que según la Biblia
París, 1962, apéndice documental, pp. 277 y 278). — 494. (I.evítico, x v i i i , 21, 1 Reves, xi, 7, II R eyes, xvm , 10, Jerem ías, xxxn, 35) se
[IIJ] Tokos. — Com o observa Marx en el tomo l,a propósito de un pasaje sacrificaban seres humanos, y niños en especial. Marx, que frecuentemente
de Aristóteles, “ tokos significa interés y lo nacido" (cfr., en la presente compara la sociedad burguesa con el dios, dice en su artículo“ Agitación contra
edición, vol. 1, p. 200). Alexandre (D ictionnaire grec-français, Paris, 1864) Prusia..." ( marzo de 1855): “ Es sabido que los señores de Tiro y C artago no
consigna que el térm ino significa “ alum bram iento, nacimiento, (a veces) aplacaban la cólera de los dioses sacrificándose ellos mismos, sino com prando
niño, fruto, cam ada, (a veces) generación, raza, descendencia, (a veces) pro­ niños a los pobres para arrojarlos a los brazos ígneos de Moloc’T.AffBz, t. xi.
ducido de un cam po, rédito; (m ás a m enudo, i en prosa casi siem pre), pp. 132-133). — 507.
producto del dinero, préstam o, interés, usura” . — 502. [I21] En T. IT. 2, 76, y ES 7, 61, se introducen correcciones a esta cita,
f IH] E l dinero tiene ahora dentro del cuerpo el am or. — En la canción de los seguramente para ajustarla al original de Adam Müller: en lugar de “ la
bebedores de la taberna de Auerbach (Faust, parte i) la rata envenenada salta existencia de un orden uniforme” (líneas 10-11 de la p. 507 de nuestra
de angustia, “ cual si tuviera dentro del cuerpo el a m o r” . 'Marx gustaba de edición), “ una utilización": en vez de “ todo el proceso" (línea 14),“ toda la
citar este verso de Goethe (véase, por ejemplo, Grundrisse, p. 592, el m anus­

1176 1177
progresión” , y en lugar de “ la ley del consum o, el apetito y el derroche” (linea norte y un enorme desarrollo del tráfico del opio en el sur. Aunque proscrito
8 desde abajo), “ otra ley, profundam ente enraizada en la naturaleza en el tratado con el que Inglaterra concluyó una guerra iniciada y realizada
hum ana, la del consum o, el apetito y el derroche” . M antenemos aquí en el por ella en defensa del comercio de opio, dicho tráfico disfrutó a partir de
texto, como es nuestra norm a, la manera en que Marx presentó la cita. — 1843 de una im punidad total” (cfr. M E W , t. xn, pp. 549-556 y 586; sobre la
507. penetración y las anexiones rusas al socaire de las guerras del opio, ibid., pp.
[ '” ] (W ) Marx se refiere aquí a las obras siguientes: John Stuart Mill. 588-589). — 522.
P rincipies o f P olitical E conom y with S o m e o f thcir A pplications to Social [I2S] L om bard Street. — Com o explica Marx en la versión francesa del
Philosophy, tom o i, 2a. ed., Londres, 1849, pp. 91-92; Henry Carey, Principies tom o i de El capital (ES /, 74, ó TFA 61 ó R i. 592), Lom bard Street es “ la
o f S o cia l Science, t. m, Filadelfia - Londres - París, 1859, pp. 71-73; Wilhelm calle de los grandes banqueros de Londres” . Los banqueros lombardos
Roscher, Die Grundlagen der N ationalökonom ie, 3a. ed., Stutgart-Augs- dieron su nom bre a la calle: com o en el siglo xvi la mayor parte de los
burgo, 1858, § 45. — 508. banqueros y prestamistas de Londres eran nativos de Lom bardía, la palabra
[ m ] En TI 401 no se lee “ de todos los bancos” , sino: “ del Banco [esto es, “ lom bard" pasó a designar, en inglés, a cualquiera que se ocupase de nego­
del Banco de Inglaterra] y de los bancos provinciales” . La referencia a los 14 cios dinerarios. L om bard S tre et es, actualm ente, sinónim o del mercado del
millones de respaldo no figura entre comillas en la versión inglesa de El capi­ dinero o de la banca. — 525; 530; 641.
tal. — 512. t 124] M incing Lañe. — Calle londinense en la que tenían sus oficinas
[ 124] Traducim os R eitw echsel (en inglés accom odalion papers, accomoda- diversas grandes empresas dedicadas al com ercio con las colonias y, en
tion bilis), por letras de colusión. Véase más adelante, pp. 525-526, un ejemplo particular, a la compra y venta en gran escala del téy el café. — 526;642; 722.
clásico de cómo se utilizan las letras de este tipo. — 513. [ ,,01 Aplicada a Overend. G urney & C o., la expresión “ tristem ente céle­
[ 125] Las palabras “en tanto transfieren propiedad de mano en mano bre” no parece aludir a otra cosa que a la ruidosa quiebra de esa firma, cuya
mediante el endoso” , no figuran entre comillas en TI 401. — 513. suspensión de pagos, con obligaciones por 11.000.000 de libras esterlinas,
[ 126] Esta cita aparecía ya en la página anterior (520), pero con una ligera provocó el I I de m ayo de 1866 el más fam oso “ viernes negro” (“ Black
diferencia de redacción (“ los negocios y la especulación” en vez de “ los unos Friday” ) de la bolsa londinense, una jornada de pánico financiero durante la
y la o tra ” ). Según TI 405 y 406 G ilbart no creia difícil, sino imposible cual las reservas del Banco de Inglaterra se hundieron de £ 5.700.000 a £
(“ impossible” ) decir en tales casos en qué punto preciso termina el negocio y 3.000.000. (Para hacerse una idea dé la suma enorme que significaban £
comienza la especulación. — 521. 11.000.000 en la época, baste recordar que el total de las exportaciones del
[ 127] Prim era Guerra del Opio (1839-1842). — En 1833 el parlam ento Reino Unido en 1866, según datos recogidos por Marx en el tom o i de El
inglés abolió el lucrativo m onopolio que del comercio con China ejercía la capital [véase aquí, vol. 3, p. 8 12], fue de unos 190.000.000 de libras.) Hasta
East India C om pany (véase, sobre ésta, nuestra posnota 155), y muchos ese momento, y pese a que en 1855 “ el tan rico como piadoso G urney” , “ el
comerciantes ingleses procuraron tener éxito allí donde esa compañía había prim er corredor de letras de Londres" {M E W , t. xi, p . 347). habia protegido
fracasado parcialm ente: la introducción forzada y masiva del opio indio en el los manejos fraudulentos de Strahan & Co. (lo que movió a “ la prensa
Celeste Im perio. “ Las medidas extraordinarias del gobierno chino en los profana” , según Marx y Engels, a publicar toda suerte de “ com entarios
años 1837, 1838 y 1839—que culm inaron con la llegada del plenipotenciario maliciosos sobre la condición pecaminosa de los escogidos” ), Overend,
Lin a C antón y la confiscación y destrucción por orden suya del opio G urney & Co. gozaba de una sólida reputación burguesa: era el banco de
contrabandeado— proporcionaron el pretexto de la primera guerra anglo- descuentos más grandes del mundo y, al igual que al Banco de Inglaterra,
china” . relata Marx en “ La historia del tráfico del opio” . Este duelo en el cual solía dársele la denominación de “ the bankers’ b a n k er"(“ el banquero de los
“ el representante de un mundo arcaico parece actuar im pulsado por móviles banqueros"). Si nos hallamos entonces, como creemos, ante una referencia a
morales, m ientras que el campeón de la sociedad m oderna, superior, lucha la bancarrota de mayo de 1866, caben las posibilidades siguientes: 1) que
por el privilegio de com prar en los mercados más baratos y vender en los más dicha referencia sea de Marx, en cuyo caso, y siempre que no se trate de una
caros” (cuando “ se examina de cerca la esencia del libre cam bio inglés” , dice incorporación tardía, habría que corregir ligeramente las fechas de redacción
Marx, “ se com prueba casi siempre que la base de su «libertad» es el m onopo­ del m anuscrito indicadas de manera reiterada por Engels (véase, para la
lio” ), finalizó con la derrota de China. Por el tratado de Nanking del 29 de datación del m anuscrito principal del libro m, nuestra posnota 32 sobre la
agosto de 1842 y el com plem entario del 8 de octubre de 1843, el Celeste producción industrial de la alizarina sintética); 2) que se deba a la pluma de
Im perio se vio obligado a abrir cinco grandes puertos a Inglaterra, cederle Engels, no a la de Marx. Es esto lo que nos parece más probable: véase aquí la
en perpetuidad a Hong-Kong, perm itir que los comerciantes ingleses arrui­ página 740, nota 20, donde otra mención a “ la gran empresa de bill-brokers
naran su propia industria (esto es, com pro meterse a no grava rías mercancías Overend, Gurney & C o." aparece entre llaves, vale decir, indicada clara­
británicas con tasas superiores al 5%), conceder la extraterritorialidad a los mente como de autoría de Engels. Cfr., asimismo, nuestra posnota 157. —
súbditos británicos, “ indem nizar” a los contrabandistas y traficantes de 528.
drogas extranjeros con una suma de 1.200.000 libras esterlinas y a los pul] Versiones de E l capital basadas en las viejas ediciones alem anas del
incendiarios y saqueadores de ciudades chinas con otra de 3.000.000de libras TMEL (por ejemplo ES 7, 78) anotan aquí: “ En el informe citado se dice que
(“ gastos de guerra” ). La G uerra del Opio, resume Marx, arrojó como princi­ el negocio no fue term inado enteram ente, pues la casa de Londres entró en
pales resultados “ la rebelión china [véase mas adelante, posnota 163], el cesación de pagos” . En efecto, el original inglés (tal como se presenta en TI
vaciamiento más extremo del erario, la exitosa penetración de Rusia en el 412) dice asi en su parte final: “ Con lo obtenido por estas letras vendidas en

1178 1179
Calcuta iban a com prar [they w ereto b uy]otras letras y remitirlas ala casa de circulación] hace circular” ). En Marx esas palabras son: “ die es zirkuliert"
Londres para pagar las prim eras letras libradas en Glasgow... Habría habido (“ que él [el pronom bre se refiere, en nuestra opinión, al sistema crediticio]
[there would have been] £ 600.000 en letras creadas mediante esta transac­ hace circular"). Véase también nuestra posnota 152. — 552.
ción." — 530. [14<l] El originai alem án es claro (“ solche Unternehm ungen zugleich, die
[ 132] Traducim os “ Geldbeträge” por “ m ontos de dinero", pero en el früher Regierungsunternehm ungen waren, werden gesellschaftliche"), pero
original inglés, según TI 417, se lee "am ount o f bullion" (“ monto [o can­ los traductores de Éditions Sociales, desorientados por esta contraposición,
tidad] de oro [o plata] en lingotes", “ m onto en m etálico"), lo que es más quizás incomprensible para ellos, entre lo gubernam ental y lo social, vierten
coherente con el contexto, pues los billetes de banco también son “ dinero", así la frase: “ En même temps, des entreprises, qui étaient jadis gouvernemen­
pero no “ bullion". Probablem ente se trate de un error de descifra miento o de tales, se constituent en sociétés" (?) (ES 7, p. 102; véanse tam bién las
una simple errata: “ Geld" (“ dinero” ) por “ G old" (“ oro"). — 537. retraducciones de Cartago, p. 445, y ED A F, p. 856). En T. IT. 2 , 22,
[ 133] Los sostenedores del currency principie (lord Overstone, Torrens, correctamente, “ [...] divengono ora sociali"; TI 436, “ [...] become public". —
A rbuthnot, etc.) partían de la hipótesis ricardiana según la cual el oro es 562.
únicamente dinero; creían, por ende, que todo oro im portado acrecentaba el [ “"] Estafa de Panama. — Bajo los auspicios de Ferdinand de Lesseps,
dinero en circulación y hacía que subieran los precios, y que todo oro presidente de la sociedad constructora del canal de Suez, en enero de 1879 se
exportado reducía la cantidad de dinero en circulación y hacía que aquéllos fundó una Com pañía Universal del Canal de Panam á, que poco después
disminuyeran. Para producir los mismos efectos sobre los precios, los bancos inició los trabajos para cortar el istmo panam eño. Pero a pesar de una
debían imitar las leyes de la circulación metálica, lanzando billetes a la inmensa pérdida en vidas hum anas —se calcula que unos 22.000 obreros
circulación cuando afluía oro del exterior y retirándolos cuando refluía. lat inoam ericanos, culíes chinos e indios, obligados a trabajar en condiciones
La aplicación de la ley bancaria de 1844, que se basaba en esos principios, horrorosas, perecieron de fiebre amarilla y de malaria durante la excavación
debió suspenderse en 1847 y a fines de 1857 para evitar que quebrara el de unos pocos quilóm etros de canal—, las obras progresaban con una
Banco de Inglaterra. Véas e Contribución a la crítica..., n c (M E W ), t. Xlli, pp. rapidez inversamente proporcional a la velocidad con que se evaporaban,
157-158). — 537; 576. como por arte de magia, los ingentes fondos reunidos por la com pañía. Los
[ 134] E l am igo S am uel Gurney. — Amigo (Freund) se emplea aquí en el directores de la empresa sobornaron a cientos de parlam entarios para poder
sentido de integrante de la Sociedad de A m igos, vale decir, cuáquero: véase, organizar una lotería ilegal, y a jueces y ministros para que encubrieran los
en la página 531, la mención al "honorable y taim ado cuáquero Samuel manejos turbios y la situación catastrófica de la firma. Pese a todas esas
G urney” , a quien en la 679 se le trata de “ respetable cuáquero Samuel G ur­ m aniobras, y en parte a causa de ellas, en febrero de 1889 la com pañía dio
ney". Algunos traductores de El capital no captan la alusión, traspa­ quiebra, dejando en la ruina a miles de pequeños accionistas; sólo a fines de
rente, y suprimen el térm ino “ am igo” o lo remplazan por expresiones 1892, sin em bargo, se inicia una serie de revelaciones que permite a aquéllos
presuntam ente equivalentes (cfr., por ejemplo, R 1167, “Samuel Gurney". a enterarse de por qué y cóm o habían perdido todo contacto con sus caudales.
secas, ó 1242, “ le brave Samuel G urney” ). — 540; 701. Engels llegó a creer que el asunto de Panam á sería la antesala inmediata o
[135] En rigor, más arriba (en nuestra edición p. 540, líneas 9 y 17 desde mediata del triunfo del socialismo en Francia: “ La república burguesa y sus
abajo) Marx (o Engels) no había traducido “ cantidad" [Q uantität] de dinero políticos mal pueden sobrevivir a este desenmascaram iento. No restan más
existente", sino “ suma [Sum m ejde dinero existente” . Com o en otros casos, que tres posibilidades: una intentona m onárquica, otro Boulanger y el
nuestra versión sigue las fluctuaciones de la traducción o adaptación ale­ socialismo. La primera y la segunda, si se procura concretarlas, sólo pueden
m ana de Marx (o Engels), no el original (en este caso inglés) de la cita. — 541; llevar a la tercera", etc. (cfr. Friedrich Engels - Paul et Laura Lafargue,
542. Correspondance, t. lit, 1891-1895, Paris, 1959, p. 230; véase tam bién la carta de
[ I3‘] Seguir el camino de inda carne. — Marx solía usar irónicam ente este Engels a Sorgedel 31/ X I 1/92 en M E W , t. xxxvin, pp. 563-564). Más que a un
eufemismo de origen bíblico por decaer y morir. Véase, por ejemplo, 1.1, pp. desarrollo de las corrientes socialistas, sin em bargo, el escándalo de Panam á,
136 y 859, t. 11, p. 513, etc. — 544. hábilm ente explotado por la prensa reaccionaria, dio pie a una ola de histeria
[I37] Este pasaje figuraba ya en la p. 547 (líneas 9-11 desde abajo) de este antisemita (varios pro-hom bres de la compañía eran de origen judío), la cual
mismo volumen; las diferencias entre nuestras dos versiones castellanas alcanzaría poco después su punto máximo con el caso Dreyfus. — 566.
obedecen aquí, como en otros muchos casos, a divergencias análogas entre [142] Sobre Law, véase la posnota 180. En uno de sus artículos de 1856
las dos traducciones alem anas de las mismas palabras. — 5 50. acerca del Crédit Mobilier, Marx explica así la actividad de los herm anos
[13S] En el texto de Marx que cita Engels en este lugar no se subraya Isaac y Émile Pereire: Luis Bonaparte, “ obligado a presentarse al mismo
convertibilidad en dinero, sino únicamente la palabra dinero (véasela p. 664de tiem po como saqueador y benefactor patriarcal de todas las clases’, [no]
nuestra edición). Al final de la cita, en lugar de “ sino también [auch] el podía dar a una clase sin quitarle a la otra, y no podía satisfacer sus propios
equivalente", se lee: “ sino el equivalente". En ES 7, 95, se elimina aquí la deseos y los de sus partidarios sin despojar a am bas". En sus intentos por
palabra “ aussi” (“ tam bién") porque, como se explica en una nota, aquélla resolver ese espinoso problem a contó con la colaboración no desinteresada
no figuraría en el m anuscrito de Marx. — 552. de “ dos judíos portugueses, vinculados prácticamente a la especulación
[I39] Los subrayados, a juzgar por la presentación del texto de Marx en bursátil y a Rothschild, que se habían sentado a los pies del Père Enfantin y
W erke 547 (pp. 684-685 en nuestra edición), son de Engels, no de Marx. En que, basados en su experiencia práctica, poseían el coraje de descubrir la
Engels la cita finaliza con las palabras: “ die diese zirkuliert" (“ que ésta [la especulación de bolsa detrás del socialismo y a Law detrás de Saint-Simon.

1180 1181
Estos hom bres — Émile e Isaac Pereire— son los fundadores del Crédit [15lj La B ank R estriction A ct (Ley de Limitaciones a la Banca) de 1797,
Mobilier y los creadores del socialismo bonapartista." El banco de los vigente hasta 1819, impuso el curso forzoso de los billetes de banco y
hermanos Pereire aspiraba, según Marx, a “ convertirse él m ismoen poseedor prohibió al Banco de Inglaterra el canje de dichos papeles dinerarios por oro. —
y a Napoleón el Pequeño en director principal de todas las múltiples activi­ 684.
dades industriales de Francia. Es precisamente esto lo que denom inam os [ 152] El sentido de las últimas palabras de la frase (“ die es zirkuliert” ,
socialismo im perial.” (M E W , t. xil, pp. 26, 27, 23.) — 569. literalmente “ que él hace circular" o “ que eso hace circular” ) no es entera­
[ I4J] Aunque con fuertes dudas, traducim os literalmente del alemán: “ mit mente claro. Lo más probable, a nuestro juicio, es que el pronom bre neutro
grossem O pfern", “ con grandes sacrificios". Pero lo que se lee en el original “ es" se refiera al “ sistema crediticio” (“ das Kreditwesen” ). Idéntica interpre­
inglés de esa traducción alem ana, según TI 452, es: “ sugar, coffee and tea tación en T. IT. líi, 2, 231: “ il sistema creditizio” . En TI 5 3 1. gracias a que en
were sacrificed", vale decir, “ el azúcar, el café y el té fueron m alvenidos" inglés existe un pronom bre exactam ente correspondiente al alem án “ es", la
(sacriflce, aparte las acepciones comunes con el “ sacrificio" español, signi­ dificultad no se presenta o, m ejor dicho, es el lector quien debe resolver a
fica "pérdida que se experimenta al vender una mercancía por debajo de su qué se refiere “ it” : “ which it circulates” . En ES 7, 192, se supone —equivo­
valor para desem barazarse de ella" [Shorter O xford English Dictionary]). La cadam ente, nos parece— que “ es” = el dinero: “ dont cet argent assure
traducción del texto tiene al menos la ventaja de m antener la coherencia la circulat ion” . Véase cómo interpreta o presenta Engels esta misma frase en
con las líneas siguientes, donde “ ein beträchtliches O pfer” (en el original el capítulo xxvi (p. 552 de nuestra edición). — 685.
inglés, traducido por Marx o Engels, “ a considerable sacrifice” ) parece [153] Traducim os “ tanto empleo para el o ro ” porque es lo que se lee en el
perfectamente traducible por “ un considerable sacrificio” . Véase más ade­ texto alem án: “ soviel Verwendung für G old” . Pero la versión alem ana de
lante, p. 738, un uso norm al del térm ino en un contexto similar: “ Tooke Marx (o Engels) no es correcta, pues lo que dice el original inglés (si TI 533 lo
adm ite, lo mismo que lord Overstone, que se hacen necesarios los mayores reproduce con fidelidad) es “ such occasion for bullion", vale decir, “ tanta
sacrificios de la riqueza real para m antener la base metálica en el m om ento necesidad de o ro ” o, más precisamente, de “ oro en lingotes” (to have
crítico” . — 584, occasion for = tener necesidad de). — 687.
[144] Adam Smith, An Enquiry inlo the N ature and Causes o f the W eatth o f [154] Marx se refiere a la obra del político liberal Seton Laing, The Great
Nations, Aberdeen-Londres, p. 236. — 607. C ity Frauds o f Colé. Davidson and Gordon, en la que se com enta el proceso
[ 145] La presente cita se reproducía ya en el capítulo xxv de este tom o (p. judicial contra esos especuladores. — 690.
521 en la presente edición). Las diferencias entre nuestras dos versiones caste­ [ 155] La E ast India C om pany, fundada a fines del siglo xvi, obtuvo en 1600
llanas obedecen a diferencias análogas entre las dos traducciones alem anas la autorización real de com erciar con las "Indias O rientales” , vale decir,
de ese mismo pasaje. — 608. todos los territorios ubicados al oeste del estrecho de M agallanes y al este del
[146] En el original, tal como lo presenta W erke, “ D epositoren" (esto es, cabo de Buena Esperanza. Las fabulosas ganancias logradas por la com pañía
no "depósitos" sino "depositarios"), pero en el contexto parece más lógica despertaron la avidez de otros mercaderes, que rivalizaron con ella, no pocas
nuestra versión. — 623. veces a cañonazos, en el saqueo de la India y otras regiones de Asia. En 1689,
[147] Este pasaje de Turner figura ya en el capítulo xxvi (p. 535 en nuestra “ gracias al poder de la corrupción, esa prim era y última fuerza m otrizde la
edición), pero en una traslación alem ana m uydiferente. N uestrasdos versio­ m onarquía constitucional“ (M arx), la com pañía consolidó y am plió sus ya
nes castellanas reflejan, en la medida de lo posible, esas disimilitudes de enorm es prerrogativas (hacer la p a zo la guerra, acuñar m oneda, ejercer la
presentación de la cita. — 626. jurisdicción civil y penal, etc ), pero sólo en 1702, luego de su fusión con una
[148] Si el m anuscrito principal del tom o m fue redactado en 1864-1865 sociedad com petidora, obtuvo el m onopolio efectivo del comercio con la
(véase, para la datación del mismo, nuestra posnota 32) este paréntesis India. “ Puede consignarse como un hecho curioso en esta singular historia
difícilmente puede ser otra cosa que un agregado tardío de Marx o una india” , dice Marx, “ que los m onopolistas en la India fueron los primeros
interpolación o corrección de Engels, hipótesis esta últim a que nos parece la heraldos del libre cam bio en Inglaterra"; esa “era de aparente libertad
más probable (nótese, dicho sea de paso, que en el párrafo siguiente los datos constituía, en realidad, una era de los m onopolios". A partir de las modestas
estadísticos sobre las exportaciones inglesas llegan hasta 1863, y no hasta factorías iniciales, el territorio sobre el que la com pañía ejercía una soberanía
1870). Rubel (li, 1219), pese a que ha "exam inado m inuciosamente los de hecho fue adquiriendo proporciones colosales, a tal punto que luego de las
m anuscritos originales” de este tomo, reproduce sin ningún com entario el conquistas de Clive (mediados del siglo xvm), y durante varios decenios, la
paréntesis (¿lo tom a del m anuscrito de Marx o, en este punto, sigue la edición historia de aquélla es difícilmente distinguible de la de la India británica.
de Engels?). A los editores de las demás versiones de El capital consultadas Com pañía y gobierno inglés están tan com penetrados en ese período que es
por nosotros tam poco parece extrañarles esta mención a 1870en un manus- difícil establecer si es el segundo el que pone sus escuadras y tropas al
cri'o fechado por Engels en 1864-1865. — 645. servicio de la primera o si ésta no es más que una m áscara de aquél (Marx
[ I4,j Este mismo fragm ento ya habia sido citado anteriorm ente (véase la vaciló entre am bas hipótesis). El parlam ento dispuso en 1784 la creación de
p. 639 de nuestra edición), aunque más in extenso y con una redacción un Consejo de Control (Board of Control) gubernam ental que som etió
diferente. — 669. form alm ente la East India Com pany a la autoridad del gabinete; en 1813
[I5°] Véase la p. 645, donde tam bién se reproduce esta cita de Weguelin. anuló su m onopolio del com ercio con la India y en 1833 el del comercio
Com o en otros casos, nuestras versiones procuran reflejar las disimilitudes con la China (fundamentalmente, tráfico de opio); a partir deesa fecha, y sin
entre presentaciones alem anas diferentes de la misma cita. — 669. que por ello sus accionistas dejaran de ser una carga insoportable para el

1182 I 183
pueblo indio, las actividades de la com pañía se redujeron a las adm inistrati­ indicado para cerrar esta nota, nos parece, que el siguiente pasaje de
vas, hasta que la "G uerra de los Cipayos” obligó al gobierno inglés a hacerse “ Com ercio y finanzas británicos” , un artículo de Marx de setiem bre de 1858:
cargo directam ente de la gestión de su gran colonia asiática (1858). La “ Para que pueda surgir un sistema de crédito ficticio hacen falta siempre dos
enorme influencia de la East India Com pany sobre la vida inglesa no se bandos: el de los deudores y el de los acreedores. Que el primer b ando esté
puede m edir únicamente en térm inos materiales o, mejor dicho, fue esa anim ado continuam ente por la tendencia a hacer negocios con el capital de
abundancia de recursos materiales arrancados a la India lo que le permitió otros, que se esfuerce por enriquecerse a expensas de éstos, es algo tan
com prar influencia no sólo en el terreno político sino en el de la literatura y cristalinamente obvio que es lo contrario lo que debería sorprendernos. La
las ciencias sociales: en sus planillas de sueldos figuraron, por ejemplo, cuestión que se plantea es, más bien, cómo en todas las naciones industriales
econom istas com o M althus, Jam es Mili y John Stuart Mili. Marx dedicó a la m odernas hay personas que, bajo la influencia de ilusiones superlativam ente
com pañía un im portante estudio (del que proceden las citas incluidas más diáfanas y cual si estuvieran atacadas por un paroxism o periódico, se des­
arriba): “ The East India Com pany — Its Elistory and Results” (véase K. prenden de sus caudales y lo hacen pese a las advertencias más enérgicas,
M arx-F. Engels, On Colonialism, Moscú, s.d., p. 41 y ss., o M E W , t. ix, p. repetidas cada diez años” (M E W , t. xn, p . 570). — 694.
181 y ss.; cfr. tam bién ibid., t. x n . pp. 378 y ss., 523 y ss., 551 y ss.) — 691. [ 158] Heinrich Heine, “ D isputation", poema del tercer libro (“ Hebräische
[I56] B irm ingham -m an de la Escuela de Attw ood, little-shilling m en de M elodien” ) del R om anzerò. Heine describe una controversia teològica en
Birm ingham . — Al térm ino de las guerras napoleónicas, en Inglaterra se Toledo, en presencia de Pedro el Cruel, entre Fray José, guardián de los
planteó el problema de cómo pagar la inmensa deuda pública y la gran masa capuchinos, y Rabí Judá, el N avarro, secundado cada uno por ayudantes
de deudas privadas contraídas en billetes de banco depreciados. Hom bres prontos a bautizar al rabino o circuncidar al monje, respectivam ente, al
com o el banquero Thomas Attwood, de Birmingham, W right, Harlow, menor desfallecimiento de uno u otro campeón. Rabí Judá, para convertirá
Spoones y otros propusieron que se pagara a los acreedores tantos chelines su contrario, aduce diversos pasajes del Tauves lo n to f, cuando el franciscano
como habían prestado, pero que se diera el nom bre de chelín no a 1/78 de envía al mismísimo diablo esa docta recopilación de com entarios talm údi­
onza de oro sino a 1/90, por ejemplo; de ahí el nombre de “ partidarios de los cos, provoca con ello la horripilada réplica rabínica que cita Marx. — 695.
chelines pequeños" dado a la escuela. (Véase Contribución a ¡a crítica..., n. B. [159] Respetamos la traducción de Engels ( M a rkra te, tasa de mercado).
en M E W , t. x m , pp. 64-65.) — 693; 722. Pero en el original inglés (véase TI 543) se lee “ discount rate” (“ tasa de
[ '” ] “ No estuvieron enterados". — Alusión, bajo una redacción ligera­ descuento” ), lo que es coherente con el resto del texto. — 700.
mente modificada, a la respuesta de Gurney que figura en el capítulo xxvi de [ I6°] A juzgar por la manera en que se presentó este mismo pasaje en el
este tom o (p. 541 en nuestra edición). La referencia a una “ bancarrota capítulo xxvi (cfr., en nuestra edición, pp. 540-541), esta nueva cita, aunque
tristem ente célebre” de G urney esahora directa (véase, en la p. 528, lo que a no infiel al pensamiento de Gurney, es form alm ente inexacta: seatribuyen al
nuestro juicio es una alusión indirecta a la misma). A hora bien, la única banquero no sólo palabras que figuraban en su respuesta, sino otras tom adas
bancarrota que conocemos de Overend, G urney & Co., la poderosa firma de la pregunta que le había form ulado un parlam entario. — 701.
dirigida durante más de treinta años por Samuel Gurney (y nótese que en el [ 161] En nuestra opinión (y prescindiendo de la form ulación un tanto
texto se habla de una "bancarrota tristem ente célebre” , no de dificultades pleonàstica, que respetamos, del original alem án), lo lógico sería decir, a la
financieras menores) es la que se produce en mayo de 1866, diez años después inversa, “ disminuya por debajo o ascienda por encim a” , etc. Osea: “ la masa
de la muerte de aquél (1856). O bien Marx (o Engels) menciona aquí otra global del dinero circulante [...] puede aum entar de precio o depreciarse
bancarrota de G urney (la cual no debería ser posteriora 1856 ni, probable­ según que su cantidad global [...] dism inuya por debajo o ascienda por
mente, anterior a 1855, fecha del artículo de Marx y Engels citado en nuestra encima del nivel determ inado por el valor de cam bio de las mercancías
posnota 130), y entonces cabría preguntarse cóm o su firma, después de esa circulantes y por el valor m etálico del oro [...]” . Compárese con un análisis
“ bancarrota tristem ente célebre” , habría podido recuperar su posición de similar de la teoría ricardiana de los precios publicado por The E conom ist, el
primer banco de descuentos del mundo, o bien, si aquise alude efectivamente 15 de mayo de 1858, y citado por Marx en los G rundrisse, ed. cit., p. 762:
al desastre financiero de 1866, es evidente que el autor de esta referencia a “ Según el señor Ricardo, todo el metal precioso en lingotes y todas las
Samuel Gurney suponía, erróneamente, que el financista vivía aún en esa monedas de oro existentes en el país, deben contarse dentro del circulante y si
época, cuando la cesación de pagos dé Overend, Gurney & Co. provocan el éste aum enta sin un increm ento correspondiente en las mercancías, e l circulante
más famoso Black Fridav de la bolsa de Londres. Pero si la quiebra a la que se se deprecia y resulta más lucrativo exportar metal precioso en lingotes que
alude aquí es realmente la de mayo de 1866, como nos parece, caben a su vez mercancías. [...] Conforme a estas nociones acerca de la circulación, que
dos posibilidades: 1) que el autor de dicha referencia sea Marx, en cuyo caso, están en la base de la teoría de lord Overstone, la oferta de medios de
y siempre que estas líneas no constituyan un agregado tardío, las fechas de circulación o circulante tiene una capacidad permanente de que su m onto sea
redacción del manuscrito principal dadas por Engels deberían ser sometidas aum entado indefinidamente, y dism inuye en valor con arreglo a ese aum ento, y
a revisión, o 2) que estemos ante una interpolación de Engels. Es ésta, hasta sólo se lo puede restablecer en su propio valor mediante la exportación de la
prueba en contrario, la hipótesis que nos parece más verosímil: aunque no parte sobrante” (los subrayados, salvo en el caso de la palabra lodo, son
imposible, es muy im probable que Marx, en 1866, directam ente bajo el nuestros — P.S.). Señalemos adem ás que, en rigor, conform e a las premisas
impacto de los hechos, no estuviera al tanto de que Samuel Gurney había de Ricardo lo que disminuye o aum enta cuando aum enta o disminuye la masa
m uerto diez años atrás; mucho menos extraño, en cam bio, sería que Engels lo global del circulante no es el precio (expresado en mercancías) de dicha masa
hubiera olvidado casi treinta años después. Sea como fuere, nada más global, sino, siempre a igual masa y valor de cambio de las mercancías, el

1184 1185
precio unitario (expresado en mercancías) de x cantidad de circulante (por decirlo, el eje en torno al cual” ; puede tratarse, sin em bargo.de una errata de
ejemplo de un lingote de oro, de una guinea o de un billete de 5 libras la edición inglesa, com o parece sugerirlo una ligera diferencia de redacción
esterlinas). Con arreglo a los supuestos de Ricardo, frente a una cantidad entre las dos presentaciones de la cita en dicha versión. — 738.
constante de mercancías (digamos I millón de toneladas), una masa global [K.5] p rexjdenc¡a (president e ) era la denom inación dada a cada una de las
variable de circulante (hoy de un millón de libras esterlinas, por ejemplo, tres grandes divisiones o provincias de la India en tiem posdela Com pañía de
m añana de dos millones) tendrá siempre el mismo precio expresado en las Indias Orientales: Bengala (o Calcuta), M adrás y Bombay. Aunque
mercancías; loque variaría sería el precio de cada com ponente de dicha masa Bengala dejó de ser una presidencia ya en 1773, la denom inación tradicional,
global de circulante, por ejemplo el precio (en mercancías) de una onza de oficialmente en desuso, continuó em pleándose en el lenguaje corriente
oro (hoy x, m añana x/2). — 706. (véase, por ejemplo, en la presente edición de El capital, t. i, vol. 2, p. 624,
[ I62] En el original (según tVerke, p. 565), “ 1845-1856" en vezde “ 1844- nota 6, una referencia de Marx a la ham bruna de 1866 en la “ presidencia de
1853” , como en nuestra versión. Hemos ajustado las fechas al cuadro de Bengala” ). — 750.
H ubbard efectivamente reproducido en la página siguiente (710en nuestra [ 166] La presentación de la cita es imprecisa o errónea: en 1856, cuando
edición) y a las palabras del ex-gobernador del Banco de Inglaterra que form ula esta declaración, Charles W ood no había ocupado aún el cargo de
figuran inmediatam ente después del cuadro: “Al igual que durante el decenio ministro para la India. Sus conocim ientos acerca del “ buen gobierno”
1834-1843, durante los años que van de 1844a 1853", etc. En ES 7, 210, se exportado por Inglaterra hacia su gran colonia de Asia son anteriores, pues, a
mantienen las fechas topes erróneas del original alemán, mientras que TI sus responsabilidades m inisteriales en la m ateria: tuvo sobrada oportunidad
549, curiosam ente, corrige una de ellas pero no la otra: “ 1845 to 1853" en vez de adquirirlos de fines de 1852 a principios de 1855, período en que fue
de “ 1845 to 1856” . - 709. presidente del Board of C ontrol o Indian Board, el organism o gubernam en­
[IM] Guerra civil china. — En el sur de China se desencadena a p a rtird e tal encargado de fiscalizar la East India Com pany. Sería singular que Marx,
1850 una de las más grandes insurrecciones campesinas de la historia, la que de 1852 a 1860 había seguido con cierta atención la carrera de “ ese
revolución de los tai-ping. Los rebeldes, que se reclutaban entre boteros y verdadero modelo de un auténtico cazador whig de puestos” (canciller del
mozos de cordel de C antón (desocupados a raíz de la decadencia de ese tesoro de 1846 a 1852, presidente del Consejo de C ontrol de 1852 a 1855,
puerto, consecutiva a la apertura de Shanghai al comercio europeo luego de prim er lord del alm irantazgo de 1855 a 1858, m inistro para la India a partir
la Primera G uerra del Opio), carboneros, mineros, desertores y, sobre todo, de 1859), sería curioso que Marx, decíam os, quien sólo en sus artículos de
campesinos pobres, luchaban contra los grandes terratenientes y la dinastía agosto de 1852 a diciembre de 1853 dedicó a W ood no menos d e treinta
m anchó, por la supresión de los impuestos, la abolición del comercio privado menciones, algunas de ellas memorables, hubiera podido, hacia 1865, pre­
y la im plantación de una sociedad com unitaria de justicia y abundancia, la sentar al político inglés com o ministro para la India ya en 1856. El desliz, sin
T a i P in g Kwoh (dinastía de la gran paz, o de la paz —o justicia— perfecta). duda inesencial, sería mucho más explicable si casi treinta años más tarde lo
“ El movimiento es no sólo igualitario y revolucionario” , escribe Jacqúes hubiera com etido Engels, del que sólo he podido encontrar en las W erke ana
Gernet (L e m onde chináis. París, 1972, p. 474), “ sino puritano y feminista. referencia a W ood, y ella en un artículo redactado por él sobre la base de
Condena el concubinato y la práctica del vendaje de los pies de las niñas [...], apuntes que Marx le había proporcionado. No teniendo acceso al m anus­
aspira a la igualdad absoluta de los sexos en el trabajo y la guerra [...]. Los crito, no podemos desechar ni confirm ar la conjetura de que talvez estemos
tai-ping proscriben todo lujo inútil, prohíben los juegos de dinero, el alcohol, aquí ante un agregado tardío de Engels. Com o m uestra del trato que reser­
el tabaco,el opio.” En m ateria religiosa profesan diversas creencias tom adas vaba Marx a Wood, el lector perm itirá que le ofrezcamos estos dos botones
de misioneros protestantes (su “ rey” , Hong Xinquan, afirm a ser el herm ano de m uestra en los que el prim ero com enta la designación del segundo al frente
m enor de Jesucristo), pero, como apunta Gernet, “ es en un molde típica­ del Indian Board: “ C uando un partido llega al gobierno en G ran Bretaña y
mente chino donde se funden los aportes nuevos del cristianism o" (ibid.). arrastra el lastre de un «estadista» de décima categoría, considera que lo
D urante largos años los rebeldes controlan buena parte del sur de China, y m ejor es desem barazarse de él con virtiéndolo en presidente del Consejo de
uno de sus ejércitos llega a am enazar a Pekín. Víctimas, sin em bargo, de sus C ontrol, en sucesor del G ran Mogol: teste Carolo W ood [la prueba, Charles
propias disensiones y del surgimiento, entre ellos, de una nueva clase domi­ W ood], ” “ [...] La coalición [gobernante] estaba sum ida en una horrible
nante (los wang), los tai-ping fueron batidos finalmente, en 1864, por tropas perplejidad y no sabia qué diablos hacer con [sir Charles W ood], hasta
del gobierno y una fuerza de mercenarios extranjera com andada primero por que se le ocurrió la ¡dea de confiarle la India. Ricardo III ofreció un reino
un oficial norteam ericano y luego por el mayor inglés Charles G ordon (el por un caballo, la coalición ofrece un asno por un reino.” (M E W , t. ix, pp.
mismo que años más tarde procura sofocar la insurrección nacionalista 182 y 105.) — 751.
sudanesa del Mahdí). Pese a la inconsecuencia con que aplicaron sus generosos [167] S i la unidad dineraria de cuenta utilizada en Ham burgo (“ el gran
proyectos iniciales y a su derrota final, los tai-ping contribuyeron a debilitar centro comercial de las exportaciones e importaciones del Zollverein y
el poder de los em peradores manchúes, abriendo así el camino a la revolu­ del mercado dinerario general de Alemania del N orte” , como escribe
ción de 1911. — 712. M arx en 1857) se hubiera basado en el sistema decimal, esta baja del
[IM] Este pasaje de Newmarch aparecía ya parcialmente citado en el tipo cam biarlo de “ 13,10” a “ 13,9 no tendría sentido: o no sería tal
capítulo xxxt de este mismo tomo (p. 645 en nuestra edición). La redacción de baja o habría un error en uno o ambos guarismos (13,10 > 13,925). De
las dos versiones alem anas del mismo presenta disimilitudes notables. En TI ahí que en ES 7, 249, después de “ 13,9 se anote: “ Esese guarism o el
572 no figuran las palabras: “ se basan todos los negocios del país. Es, por así que aparece en el texto; manifiestamente se debe leer, como lo indica el

1186 1187
cuadro, 13, 09 V 4". Aparte que los 13,09 3/„ del cuadro corresponden a otra ros. De hecho, por esa harto frecuente ironía histórica de la que habla Marx,
fecha (20 de marzo, no 5 de marzo) y de que sería curioso que en H am burgo los m ontes de piedad se transform aron paulatinam ente en meros com petido­
se hubiera registrado una baja tan ínfima ( ‘/ 4 de “ céntim o") en comparación res, sim ilarmente despiadados, de los usureros tradicionales. — 775.
con las d e Paris y Am sterdam , lo que ocurre es que el dinero de cuenta de [ 174] "S arlins” en el original. Se trata de Salins-le-Bains, en el actual de­
H am burgo, el m arco bancario (M ark Banko o M ark Banco o, simplemente. partam ento francés del Jura. — 775.
Banco), no se dividía en céntimos, sino en 16 chelines. Del 1° de enero al 5 de [ 175] La nobleza y la g en try. — La nobility o nobleza propiam ente dicha era
marzo de 1847, pues, el tipo de cam bio había descendido de 13 marcos 10 la capa superior de la aristocracia; sus integrantes (lores, condes, m arque­
chelines a 13 marcos-9 chelines ' / 4. — 759. ses, duques, vizcondes), latifundistas en la casi totalidad de los casos, tenían
[ 168] s egu¡mos sin m ayor entusiasm o (porque aquí es anfibológica) la derecho a integrar la Cám ara de los Lores o estar representados en ella. La
traducción alem ana anglicista (“ realisiert [...] w urde") del original inglés gentrv era la capa inferior de la nobleza (hasta baronet inclusive), y sus
(“ were realised’T. Cfr. el tom o n de El capital (M E W , t. xxiv, p. 318, en representantes se sentaban ju n to a los grandes burgueses en la Cám ara de los
nuestra edición voi. 4, p. 387), donde Marx identifica “la venta de las Com unes. Posteriormente el térm ino g en try pasó a designara los grandes
m ercancías” a “ la realización [Realisation] del capital m ercantil” ; véase terratenientes en su conjunto, tuvieran o no un título de nobleza. — 775.
tam bién otro pasaje de ese mismo tom o (p. 379 en la edición alem ana, voi. 5, [176] D urante la E dad Media y la Epoca M oderna se llamó yeom en a los
p. 463, en la nuestra), en el que se emplean com o expresiones equivalentes cam pesinos libres, no sujetos a prestaciones feudales y propietarios, p o r lo
“ recibe su valor en dinero” y “ realiza [realisiert] su precio” . Cfr. asimismo, general, de las tierras que cultivaban. En el siglo X I X el térm ino yeo m a n ry
en el capítulo xxxvi de este tom o tercero (M E W , t. xxv, p. 650, en nuestra solía aplicarse al conjunto de los pequeños y medianos propietarios rurales,
edición voi. 8 ,p . 820), la sucinta explicación del térm ino “ realizable” (“ reali- esto es, a los terratenientes que no integraban la g entry. — 775.
sierbar” ): “ transform able en dinero". — 759. [ 177] Inicialmente tally significó tarja, esto es, palo, caña o tablilla cortado
[ 169] 13 m arcos bancarios con 10 ' / 2 chelines. — El m arco bancario de longitudinalm ente y del cual el acreedor y el deudor, o en su caso el cobrador
H am burgo, existente hasta 1873, se empleaba únicamente en las transaccio­ y el pagador, conservaban cada uno una mitad; la cantidad y tipo de muescas
nes cam biarías y tenía una equivalencia fija en m etálico, a diferencia del hechas en la tablilla indicaban la suma adeudada o, según los casos, pagada.
depreciado dinero local. En Roces 511 se lee aquí “ 13 m arcos” (se suprim e la La palabra se aplicó más tarde a las tallies o f assignem enl o tallies o f
palabra “ bancarios” y toda referencia a los chelines), m ientras que ES 7,251, anticipa/ion, esto es, asignaciones sobre sumas debidas al Exchequer (fisco o
seguida por las retraduccionesde C artago (p. 590) y E D A F (p. 1028), elimina m inisterio de hacienda inglés); estos docum entos, como indican H aberkern y
el térm ino “ bancarios” , esto es, convierte el dinero de cuenta de H am burgo Wallach, se utilizaban como medios de pago y son precursores, hasta cierto
en m arcos... prusianos (pero divididos, aquí sí, en chelines...). — 762. punto, de los cheques modernos. Es precisamente en este sentido que se
[ 17°] Alusión a M arcos, xvi, 16: “ El que creyere y fuere bautizado, será emplea tallies aquí; la traducción literal del vocablo inglés por los anotadores
salvo; mas el que no creyere, será condenado” , y a Lucas, vn, 50: “ Pero él dijo de las A/£'W/ (“ K erbhóltzer” , o sea “ tarjas” ), no nos parece correcta. — 776.
a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz” . — 763. f 78] En el original inglés, si TI 602 lo reproduce correctam ente, las
[m ] Aunque no figura entre comillas, todo el párrafo es una cita de la palabras “ los orfebres" no están entrecom illadas, esto es, Francis las emplea
obra de Karl Hüllm ann mencionada al final. Cfr. estos mismos extractos, com o un térm ino corriente (cfr. una cita de este mismo a u to r y otra de
aunque con diferencias de redacción a veces im portantes, en Grundrisse, ed. M acaulaydos páginas más adelante). Casi todo este pasaje, por el contrario,
cit., p. 723, y en el cuarto tom o de E l capital (Theorien über den M ehrw erl), desde “ a efectuar" inclusive hasta el final, es presentado en TI com o una cita
M E W , t. xxvi, parte m, p. 526. — 770. de otro autor dentro de la cita de Francis. — 776.
[1721 Fermiers généraux, receveurs généraux. — A partir del siglo xiv los [ I79] (W ) No ha sido posible com probar que Thom as Manley sea el autor
m onarcas franceses arrendaron la percepción de derechos de aduana y de del escrito anónim o Interest o f M oney M ista ken , publicado en Londres en
ciertos tributos (más tarde de todos los impuestos indirectos) a personas que 1668. — 777.
actuaban en representación del estado, pero por su cuenta y riesgo: los [ls0] Marx alude a los manejos financieros de un com patriota y ém ulode
fe rm ie rs du roi. En 1680 se creó el cargo de fe r m ie r géne'ral du ro i: con el William Paterson, John Law. Luego que proyectos similares suyos fueran
concurso de funcionarios subalternos, tam bién denom inados fe rm ie rs géné­ rechazados en Escocia y otros países europeos, Law encontró su Isabel la
raux, aquél arrendaba por cuenta de una sociedad la percepción de ciertos Católica en el regente Felipe de O rleansy fundó, en mayo de 1716, el prim er
impuestos en todo el país. Los receveurs généraux. por su parte, eran algo así banco de Francia, la Banque Générale. Esta comenzó a em itir considerables
com o cajeros que dependían de los généraux de fin a n ces, quienes se ocupaban cantidades de billetes y a especular con la im portación de mercancías colo­
de percibir los impuestos propiam ente dichos, y en particular la taille. — 773. niales. En abril de 1717 Law crea una empresa asociada, la Compagnie de la
[,73] M onts-de-piélé (m ontes de piedad, casas de empeño), del italiano Louisiane ou d ’Occident, organiza la venta masiva de sus acciones y se lanza
m onte di pietà, o sea crédito piadoso; m onte, todavía en el italiano del siglo a una especulación desenfrenada de venta de tierras en Luisiana. Absorbe o
xvi, significa “ crédito", “ sum a adeudada” . Institutos de préstam o creados a funda las com pañías francesas del C anadá,de las Indias Orientales, de China
partir del siglo x/v en territorios hoy franceses (no en Francia propiam ente y de África y adquiere el estancodel tabaco. C uando la Banque Générale, en
dicha hasta 1774) y sobre todo en Italia con la intención de com batir la diciembre de 1718, se m etam orfosea en Royale, Law pasa a acuñar moneda.
usura: la idea central era que, concediendo a los pobres préstam os a bajo Pero este financista impaciente, que a diferencia de los estados m odernos no
interés, generalm ente pignoraticios, se les libraría de las garras de los usure­ gozaba del privilegio de hacer aceptar indefinidam ente pedazos de papel por

1188 1189
piezas de oro y plata contantes y sonantes, dio quiebra en mayo de 1720 y a [ 185] Entre la presentación de la cita en alemán y el original inglés (según
fines de ese mismo año debió evitar, mediante un oportuno traslado al extran­ TI 610) existen diversas variantes. Una sola im portante: la versión alem ana
jero, los excesos de reconocimiento de numerosos ahorristas y de las mismas de la segunda frase, versión que nos hemos lim itado a reproducir en español,
autoridades que lo habían ayudado a esquilm ar a los primeros. 778. muestra a G ilbart como si creyera que en la Edad Media existía un régimen
[m-j ( [jq John Francis, H isiorv o f the B ank o f England. its Tim es and (“ gobierno” ) diferente del feudal, pero lo que escribe el a u to r inglés es:
Traditions, t. i, Londres, [1848,] pp. 39-40. — 7 78. “ Under such a government as was the feudal system” , etc., o sea: “ Bajo un
p« 2] Crédit M obilier. — Marx lo define en 1856 como una “ curiosa gobierno tal como el sistema feudal” , etc. Cfr. Grundrisse, ed. cit., p . 744,
mezcla de socialismo imperial, especulación sansim oniana por acciones y donde se cita también (aunque con diversa extensión y redacción) este
estafa filosófica” , como “ un banco por acciones que aspiraba al monopolio de la fragm ento. — 786.
actividad múltiple y fragmentaria de los prestam istas privados y cuyo princi­ [186] Gulden (de Gold, oro) fue originariam ente el nom bre de la primera
pio básico debía ser la fundación de un número enorme de sociedades moneda áurea acuñada en Alemania (siglo xiv); se trataba de una imitación
industriales, no con el objeto de invertir productivam ente, sino con vistas, del fio rin o d ’oro de Florencia. En tiempos de Lutero la denominación se
tan sólo, a las ganancias especulativas” . Fundado en 1852 por Emile Pereire, aplicaba ya a una moneda de plata de valor más o menos equivalente a esa
“ el gran doctor milagrero del Segundo Im perio” , con la bendición de “ Luis vieja moneda de oro, a la que a su vez, por pleonasm o etim ológico, se la
Bonaparte, el socialista im perial” , el banco suscribió voluminosos emprésti­ com enzó a llam ar Goldgulden (gulden de oro). — 786.
tos, adquirió el control de los principales ferrocarriles de Francia, una [ 187] Com o señalan los anotadores de W erke, se trata de un préstam o de
participación en empresas ferroviarias de Austria y Suiza, en la canalización 100 güldenes, cuyos intereses se debían pagar en tres cuotas de 10 güldenes
del Ebro y en las empresas de ómnibus y de gas parisienses, prom ovió la cada una en la Feria de Leipzig. En esta ciudad se celebraban tres ferias
constitución de la Compagnie Genérale Maritime (“ una de las fantásticas anuales: en Año Nuevo, Pascua y San Miguel (el 29 de setiembre). De ahí
creaciones de los Pereire” , com prom etida “en especulaciones que eran cual­ que el deudor pagara el 30%. — 786.
quier cosa menos «m arítim as»” ) y de otras m uchas sociedades industriales y [ 188] Adam Smith, An lnqu iry into the N ature a nd Causes o f the W e a lth o f
comerciales. “ La especulación bursátil” , dice Marx refiriéndose al Crédit N ations, Aberdeen-Londres, 1848, pp. 105-116. Véase, sobre la teoría de la
Mobilier, debe “constituir [...] la base del desarrollo industrial o, mejor renta de Adam Smith, el capítulo que le dedica Marx en el cuarto tom o de El
dicho, toda la actividad industrial ha de convertirse en mero pretexto de la capital ( Theorien über den M ehrw ert, M E W , t. xxvi, pp. 341-374). Dicho
especulación bursátil” . “ En esta operación, que desvía una gran parte del capítulo comienza precisamente por una breve referencia a la tesis deSm ith
capital nacional de una actividad productiva a la especulación improductiva, según la cual la renta de los medios de subsistencia más im portantes determi­
funda principalmente el Crédit Mobilier su aspiración a la gratitud de la na las demás rentas agrícolas (el economista inglés exceptúa el cultivo del
nación. Luis Napoleón, en realidad, recibe un poderoso apoyo de los señores arroz, porque las tierras que se le destinan no se pueden convertir en pasturas
Pereire y com pañía. No sólo otorgan al patrim onio imperial un valor ficticio, o trigales). — 792.
sino que adem ás cultivan, practican, promueven y propagan constantem ente [ 189] Siervos ligados a la tierra o al señor (Hörigen, Leibeigenen). — Com o
ese espíritu de especulación que constituye el principio vital del actual ya hemos señalado respecto a pasajes de los libros i y II de £7 capital, no
im perio” (véase M E W , t. xn, pp. 50, 34, 236, 36, 435, 22, 32, 208 y pássim). siempre es posible establecer una distinción neta entre H örig y Leibeigen.
Las actividades financieras del Crédit Mobilier se vieron coronadas en 1867 Pero, en general, m ientras que el prim ero era glebae adscriptus (no podía ser
por Una estrepitosa bancarrota, reiteradam ente prevista por Marx y otros enajenado sin la tierra, ni la tierra sin él), el segundo a veces no lo era, lo
econom istas. — 780. ligaba al señor una relación de dependencia de tipo personal. Cfr. el ilustra­
[183] Cfr. G ratuitédu crédit. Discussion entre M. Fr. B astiat et M. Proudhon, tivo pasaje del capítuo x l v i i de este mismo tom o ( p . 1006 en nuestra edición),
París, 1850. Marx discute en muchos lugares la idea de Proudhon — que ha donde Marx define la H ö rig k e it,“ ened sentido propio del térm ino” , como “ el
conocido tantas imitaciones positivas o sim étricamente negativas— sobre la hallarse ligado a la tierra en cuanto accesorio de la misma” . — 794.
posibilidad de abolir el dinero pero dejar subsistir la producción de mercan­ [IM] Sobre la com unidad de la marca véase más adelante, en el “ Apéndice y
cías. Com párese con la crítica m arxiana a otra utopía similar de Proudhon: notas com plem entarias” de Engels, las pp. 1138-39. — 794.
“ H acer que el trabajo asalariado subsista y, al mismo tiem po, abolir el [ m ] (W0 Charles Comte, T raite de la propriété, t. i, París, 1834, p. 228. —
capital, es [...] una reivindicación que se contradice y disuelve a sí m ism a" 795.
(G rundrisse, ed. cit., p. 216). — 783. [,,J] Adam A nderson, A Calm Investigation o f the Circum stances thal have
[ 184] E stam ento com ercial (en el original, “ K aufm annstand” ). — A la le d to the Present Scarcitv o f Grain in Britain, Londres, 1801, pp. 35-38. Cfr.,
inversa de casi todas las ediciones de El capital que hemos consultado, no en Theorien ü b er den M ehrw ert, el apartado “ Anderson contra M althus, la
vemos razones poderosas para apartarnos del original. T. IT. 2, 31, traduce tesis de Anderson sobre la productividad creciente y su influencia sobre la
“ capitale commerciale” y explica en nota: “C orregido sobre la base de la renta diferencial” , y en particular el pasaje siguiente: “ Anderson, pues,
edición rusa” . TI 610: “ [wealth] of the m erchant” (“ [riqueza] del m ercader” comprende aquí los dos fenómenos: 1) que la renta diferencial de los land-
o “ del comerciante” ). R 1283, sin nota aclaratoria, “ sph'ereducom m erce". ES lords [terratenientes] es en parte el resultado de la fe r tility agregada artificial­
7, 269, también sin explicación de los editores, “corporations des m archands” mente al suelo por el arrendatario; 2) que esu fe rtility artificial, luego de cierto
(siguen esta discutible interpretación las retraducciones de E D A F y Car- lapse o f tim e [lapso] aparece como original productivity [productividad origi­
tago). Roces 570, correctam ente, “ estam ento comercial” . '— 786. nal] del propio soii [suelo], ya que el soll mismo ha sido transform ado y el

1190 1191
proceso por el que se ha operado esta transform ación ha desaparecido, ya no G esam trental. Más adelante (p. 850 en la presente edición), Marx propor­
es visible” (op. cit., M E W , t. xxvi, parte II, p. 144). Véase tam bién Henry ciona la siguiente definición de rental (vocablo inglés que vertemos por renta
Carey, The Pasl, ihe Presen!, and the Fulure, Filadelfia, 1848, pp. 128-131. global)', “ la renta total de toda la superficie cultivada” . Cfr. tam bién en
Carey com para el suelo con una máquina de vapor, y al com prador del Theorien... (ed. cit., parte II, p. 37) otra definición de rental: “ La renta
primero con el adquirente de la segunda: “ El uno com pra una m áquina que calculada con relación al terreno mismo es la rental, el am ount o f rent [m onto
se mejora por el uso, [...] el otro una m áquina que se deteriora con el uso [...]. de la renta]” . — 804.
Una es una m áquina sobre la cual se puede em plear capital y trabajo con un [iii] Véase, sobre el particular, el artículo m arxiano fechado el 28 de
rendim iento siempre creciente, m ientras que en el caso de la segunda no se junio de 1853 e intitulado “ Lacuestión india — El derecho irlandés relativo a
puede realizar tal inversión.” (C itado por Marx en T heorien...,e d. cit., parte los arriendos” (pero dedicado únicam ente, salvo un breve párrafo inicial, al
II, pp. 595/671.) — 797. segundo de esos temas): “ E l« Proyecto de ley acerca de la indemnización a los
[I93] Fruges consum ere nali (nacidos para consum ir los frutos). — En arrendatarios» (Irlanda), aprobado el viernes pasado, contiene una cláusula
E pístolas , libro I, epístola 2, v. 27, dice Horacio: “ Núm ero somos [esto es, según la cual el arrendatario, al térm ino del arriendo, debe recibir una
sólo hacemos núm ero] y nacidos para consum ir los frutos [de la tierra]” . En indem nización dinerada por las mejoras incorporadas al suelo y por las que
la traducción castellana de Lorenzo Riber: “N osotros somos de aquellos que son separables de éste; el nuevo arrendatario estará en libertad de adquirir las
sólo hacemos núm ero y nacidos nada más que para consum ir los frutos de la segundas a su valor de tasación, mientras que en el caso de las mejoras
tierra” (Publio Virgilio M arón y Quinto H oracio Flacco, Obras com pletas, incorporadas al suelo la indem nización se deberá estipular por contrato entre
M adrid, 1967, p. 972). — 798. el terrateniente y el arren d atario ” . Esta ley, resultado de un com prom iso
[iM] Véase en Theorien... (ed. cit., p a rte n , pp. 107-110, 140-145,235-239 y entre los parlam entarios irlandeses y los del gobierno, m ejoraba un tanto una
pássim ), más sobre Anderson, “ un decidido adversario de la teoría m altu­ situación que Marx sintetiza de la siguiente manera: “ El arrendatario irlan­
siana de la población” , el cual no había barruntado “ que su propia teoría de dés pobre pertenece al suelo, y el suelo al lord inglés"-. (M EW , t. ix.pp. 157.
la renta serviría de base a esa m onstruosidad” . — 798. 160.) — 805.
[I,s] En TI 621 se traduce así: “ La parte ampliam ente m ayor de la tierra [2n0] Guerra antijacobina. — En la versión francesa del tom o i de El capital
utilizada [subrayado nuestro — P.S.] con fines de edificación pero no ven­ (TFA 493 o ES I, 3, p. 114) Marx atribuye la autoría de esa expresión al
dida com o fre eh o ld , es alquilada” , etc. Tal interpretación, aunque se aparta escritor y líder radical y obrerista William C obbett (1762-1835): “antijacobin
del original, nos parece más coherente que éste. Freehold (o fre eh o ld properly) war, tal es el nom bre dado por William Cobbett a la guerra contra la Revolu­
es la propiedad libre (en particularde la tierra), tem poralm ente ilimitada; en ción Francesa". Marx gustaba de citar esta y otras fórm ulas de C obbett, a su
un artículo de 1852 Engels la define como “ propiedad plena, independiente, juicio “ el más grande escritor p o lítico de Inglaterra en este siglo; le faltaba la
de la tierra” (“ England” , en M E W , t. vm , p. 216). — 799. form ación profesoral de Leipzig y era un firme adversario de los «learned
[I9t] West End. — Barrio elegante de Londres, al oeste de C haringC ross y languages» [del estilo de los letrados]" ( Theorien.... ed. cit., parte n, p. 113).
Regent Street. Temple Bar: Próxima a edificios antaño ocupados por los — 806.
templarios (de ahí su nom bre), esta puerta fortificada de Londres, removida | 2nl] (W ) R ep o n fr o m the Select C om m ittee on Petitions relating lo the Corn
en 1878, comunicaba el Strand con la City. — 800. L aw s o f this K ingdom together with the M inutes o f Evidence, a n d an A ppendix
[I9?] Marx se refiere al discurso de Thiers, del 26 de julio de 1848, contra o f A ccounts. Ordered, by the House of Com mons, to be printed, 26 July 1814.
los proyectos de reforma presentados por Proudhon ante la comisión de R e p o r ts re sp e c tin g G rain, a n d the C orn L aw s, viz.: F irst a n d S e c o n d
finanzas de la Asamblea Nacional (la perorata de Thiers se publicó por R eports fr o m the Lords C om m ittee. A ppo in ted to enquire into the S ta le o f the
entregas en el periódico belga L e C onstituíionnel, en setiem bre-octubre de Growth. C om m erce and C onsum ption o f Grain, and A ll L aw s relating there­
1848, y poco más tarde, como folleto y bajo el título De la p ro p riété.e n París; to;... O rdered, by the House of Com m ons, to be printed, 23 November
véase también C om pte rendu des séances de l’A ssem blée Nationale, vol. 2, 1814.— 807.
París, 1849, pp. 666-671). La réplica de Proudhon ("cuando digo nosotros me [202] Society o f A rts [and Trades], — Esta asociación, fundada en 1754, se
identifico con el proletariado, y a ustedes con la burguesía” , etc.) m otivó una había fijado como finalidad la “ prom oción de artes y oficios y del com ercio”
interesante crónica de Marx (o de Engels, o talvez de ambos) en la Neue y efectuaba investigaciones sobre la situación fabril. En 1854 los cañistas v
R heinische Z eilung del 5 de agosto de 1848. Sin dejar de criticar severamente Robert Owen salieron al paso de sus intentos de conciliar el proletariado con
las propuestas económ icas de Proudhon (“ su lado débil” ), dicho com entario la burguesía; a propósito de esa confrontación, en un artículo publicado en la
rinde tributo a su “ lado fuerte” : “ Mientras el señor Proudhon se mantiene en N ew -Y o rk Daily Tribune (véase M E W , t. x, p. 63), Marx la rebautizó irónica­
este punto de vista económ ico es débil, aunque provoque un escándalo mente S o c ie ty o f A lls a n d T ricks (Sociedad de Mañas v Jugarretas). — 809.
im presionante en esa cám ara burguesa. Pero cuando se ubica, incitado preci­ [203] El lector habrá advertido ya que la brevísima presentación de la cita
samente por ese escándalo, en el punto de vista del proletario, la cám ara cae de este discípulo y popularizador de Jam es Mili es, obviam ente, anacrónica:
en espasmos nerviosos. [...] La gente queda clavada de terror a sus escaños Marx, que muere el 14 de m arzo de 1883, mal podía referirse (ni en 1865,
cada vez que Proudhon suelta una frasecontra la propiedad” (/W£B/, t. v, pp. fecha de redacción del m anuscrito principal del tom o ni según Engels, ni en
306, 307; cfr. tam bién el paralelo, trazado por M arx, entre Thiers y Proudhon ningún otro momento) al fallecimiento de Fawcett, ocurrido el 6 de noviem­
en “ Sobré J.P. Proudhon” , M E W , t. xvi, p. 30). — 803. bre de 1884. Pero el mismo hecho de que Engels haya creído oportuno
[I98] M om o global de las rentas: traducim os así el térm ino germano-inglés introducir esta mención sin indicar que era suya —en su edición no aparecen

1192 1193
ni corchetes ni iniciales que lo identifiquen com o autor de la interpolación—, [20?] ( W) Patrick Dove, The E lem ents o f Political Science, Edimburgo,
m uestra a las claras la libertad con que m anejaba el m anuscrito de Marx. En 1854, pp. 264 y 273. — 814.
W erke, p . 642, se reproduce el texto sin que se apunte en una nota, o de f2"*] (W ) Patrick Dove, The Elem ents o f Political Science, Edimburgo.
alguna otra m anera, que Engels lo haya modificado. TI 628 presenta entre 1854, p. 279. — 821.
corchetes —esto es. atribuyéndoselas a Engels— las palabras “ who died in [209] Esto es. An Inquiry into those Principles, respecting the N ature o f
1884 while Postm aster G eneral", pero no, curiosam ente, el vocablo “ then” D em and and the N ecessity o f Consum ption, la tely advocated b y M r. M althus...,
(“ a la sazón” , “ entonces” ), que difícilmente puede ser de Marx: éste, en Londres, 1821. — 830.
efecto, n o podía citar a fines de 1865 (o poco después) palabras pronunciadas pui] (nz) Francis Newman, Lectures on P olitical Econom y. Lon­
por Fawcett en octubre de ese mismo año y referirse a él como profesor “ a la dres, 1851, p. 158. — 844.
sazón" en Cambridge, ya que Fawcett no abandonó su cátedra de economía [211] Henri Storch. Cours d ’economic politique, ou exposition des
política ni siquiera en 1880, cuando G ladstone le ofreció el puesto de director principes qui determ inent la prospérité des nations, tom o n. San
general de correos. En ES 8, 20, se sigue un criterio doblem ente discutible: en Petersburgo, 1815. p p . 78-79. Véase nuestra posnota 63. — 846.
vez de m antener tal cual la presentación de Engels y explicar, en nota, qué [212] ( W) [Richard West], E ssay on the Application o f C a pital to
palabras fueron interpoladas por aquél, los editores franceses hacen figurar Land, with Observations shewing the Im policy o f any G reat R estriction o f the
entre paréntesis el agregado “ m ort directeur général des postes en 1884", le Im portation o f Corn, Londres, 1815.
yuxtaponen las iniciales “ F E." y añaden al pie una nota de redacción que es, Thomas M althus, Principles o f Political E conom y Considered with
nos parece, el producto de una conciencia intranquila: “ C om oen los volúme­ a View to their Practical Applications, 2a. ed., Londres, 1836.
nes precedentes, las adiciones, anotaciones y observaciones de Engels son T hom as M althus. An Inquiry into . the Nature and Progress o f
puestas [¿son puestas por quién?, ¡ése es el problema! — P.S.] entre paréntesis Rent, and the Principles b y which it is Regulated, Londres, 1815.
v las siguen las inicíales F.E .” Rubel (n, 1299) suprim e la referencia anacró­ David Ricardo, On the Principles o f Political Economy, and
nica a la muerte de Fawcett, sin a clara ren nota el motivo, pero aunque ha Taxation, 3a. ed., Londres, 1821, capítulo u. — 847.
“ exam inado m inuciosamente los m anuscritos originales” de este tom o, tam ­ [213] La expansión de los Estados Unidos hacia el Pacífico, a expensas
poco parece advertirque la palabra “ dam als" (“ entonces", “ a la sazón") ha de las colonias francesas, de México y, sobre todo.de las tribus indias, era tan
sido agregada por Engels: “ H. Fawcett, alors professeurd’économiepolitique rápida que al lenguaje general le costaba seguirla; de ahí que hacia 1865
á C am bridge” (subrayados nuestros). — 809. se siguieran empleando calificaciones geográficas tradicionales que dicha
[2I>4] Com o observan los anotadores de W erke, el M orton citado más expansión había vuelto inadecuadas. Aunque “ occidental" o “del oeste"
arriba (John Chalm ers M orton), no es la misma persona que John Lockhart hasta 1848, cuando Marx escribe el manuscrito del tercer tom o de El capital
M orton, autor de los pasajes que Marx reproduce a continuación. — 8 10. M ichigan está al nor-noreste de los Estados Unidos. — 859.
f205] Año de jubileo. — No pocos esclavos norteamericanos creían encon­ [214] Alto Canadá. — Denom inación tradicional (hasta 1841, oficial)de la
trar, en determ inados textos bíblicos, un respaldo a sus aspiraciones de actual provincia canadiense de O ntario o, más bien.de su parte meridional
libertad y justicia: en lugar de adm irar a los obsecuentes siervos que sus (el Bajo C anadá coincidía en buena parte con la actual provincia canadiense
amos, por boca del apóstol Pedro, les proponían como modelos, los negros de Quebec). — 859.
preferían identificarse con el pueblo escogido —esclavos liberados del poder [215] Johnston emplea la denominación “ Noroeste” en su acepción tradi­
de Faraón, según la Biblia— y veían en la Tierra Prom etida y su minúsculo cional, vale decir, la misma designa los estados de Ohio, Indiana, Illinois.
Jordán el Africa natal o atávica y sus ríos anchurosos. La palabra jubileo (que Michigan y Wisconsin, surgidos del “ Viejo N oroeste" o “Territorio al
ha sufrido la influencia del latín iubilare, gritar de alegría) deriva del hebreo Noroeste del Río O hio", y tam bién a lowa y al territorio de Minnesota. En
iobel (cuerno), el instrum ento con que cada medio siglo se anunciaba el 1783, cuando por el tratado de París Estados Unidos obtuvo el “ Viejo
advenim iento de un año en que los siervos de origen israelita recuperaban su N oroeste” , esa región se hallaba ubicada efectivamente al NW del país, pero
libertad personal y parte de las tierras vendidas podían ser rescatadas por sus aunque ello ya no ocurría en 1851, la denominación era todavía usual. —
antiguos dueños (cfr. Levítico, xxv, 8 y ss,). La institución del jubileo 859.
constituye, en esencia, un intento de retorno, fugaz y sumamente parcial, a la
[216] Justus von Liebig, Die Chemie in ihrer Anwendung a u f A gricultur und
igualdad existente antes de la aparición de la sociedad de clases. — 812.
Phvsiologie, 7a. ed., Brunswick, 1862. — 947.
[206] ¡ j de diciem bre de 1865 (así en W erke y en TI; en Rubel y ES, 15 de
diciembre de 1865). Maximilien Rubel señala acertadam ente que “ la men­ [217] Marx alude burlonam ente al crédito gratuito prudoniano. Véase
ción del discurso de John Bright puede servir de punto de referencia para la nuestra posnota 17. — 954.
datación de la últim a parte del manuscrito del libro itt” , pero no extrae la [218] ( W) Marx se refiere evidentemente aquí a la obra de Dombasle,
conclusión que parecería imponerse: si estamos en la página 416 de un en varios tomos, A m a les agricoles de Rovi/le, ou m elanges d ‘agriculture,
manuscrito de p o r lo menos 575, si Marx no pudo haberla redactado antes d'économ ie rurale, et de legislation agricole, publicada en París de 1824 a
del 14 ó 15 de diciembre de 1865, es harto difícil (siempre que esta referencia 1837. en varias entregas.
aldiscursodc Bright noscauna inserción tardía) que su autor haya podido ter­ Richard Jones, An E ssay on the D istribution o f Wealth, a n d on the
m inar el manuscrito principal del tomo 111 ese mismo año, esto es, que haya po­ Sources o f Taxation, Londres, 1821, p. 227. [Cfr., sobre Richard Jones,
dido com poner en unos 15 días más de una cuarta parte d t aquél. — 813. Theorien..., parte ill, pp. 390-432; en particular, acerca de la reducción

1194 1195
relativa del capital variable con respecto al constante, las pp. 403-404.] [22,1 ( IV) Hippolyte Passy, “ De la rente du sol” , en D iclionnaire de
— 966. l’économ ie politique, t. II, París, 1854, p. 511. — 997.
[2!9] ( Geor ge Ramsay, An E ssay on thc D istribution o f W cahh, [23°] Cfr. William Petty, “ Political A rithm etick” , en William Petty, S e ­
Edim burgo-Londres, 1836, pp. 278-279. — 975. vera! Essays on Politicai A rithm etick, Londres, 1699, y [William Petty,] A
[22°] ( Edwar d Wakefield, E ng/and and America. A Comparison o f thc Treatise o fT a x c s and Conrributions, Londres, 1679, pp. 23, 24, 31, 67. Véase
Social and Political S ta teo fb o th Nations, tomo i, Londres, 1833, pp. 2 14-215. — Thcorien..., parte i, p. 151: “ En un pasaje de Petty puede verse un vislumbre
977. acerca de la naturaleza del plusvalor, aunque sólo trate a éste bajo la forma de
[221] Hippolyte Passy, “ De la rente du sol", en Diclionnaire de la renta” . La renta es para Petty, “ com o después para los fisiócratas, la
l'économ ie politique. tom o I I , París, 1854, p. 515. — 978. auténtica fo r m a del surplus-value [...]” ; la renta incluye aquí [en Petty] la
[222] Samuel Laing, N ational Distress, its Causes and R em edies, Londres, ganancia; ésta aún no se ha separado de la renta” ( ibíd., pp. 332, 333); para
1844. (Véase en el tom o i, vol. 3, p. 822, subnota 115, una cita de esta misma Petty, dice Marx, la renta "no deriva del suelo, sino del trabajo” (p. 335).
obra de Laing sobre las terribles condiciones habitacionales de la clase [Richard Cantillon], Essai sur la nature du com m erce en généraì. A m ster­
obrera.) dam, 1756. — 997.
Francis Newman, L ectures on Political Econom y, Londres, 1857. — 984. [23>] (IV) Jam es Steuart, An Inquiry into the Principies o f P oliticai Econ­
[223] Alquiler, renta. — Esta crítica de Marx a la confusión de Carey entre om y, tom o I, D ublín, 1770, p. 396. — 1000.
alquiler (en alemán M iele, H ausm iete) y renta (Rente, G rundiente) tam bién se [232] (PV) Louis Daire, “ Introduction", en Physiocrales, parte i, París,
dirige, postum am ente, a los traductores de Marx al español que las más de las 1846.
veces vierten ambos térm inos alemanes por uno solo: “ renta" (algunos Hippolyte Passy, “ De la rente du sol” , en Diclionnaire d e l’économ ie
traductores simplifican, o com plican, aun más las cosas al verter también politique, t. », París, 1854, p. 5 11. — 1000.
E inkom m en [ingresos], Einnahm en [entradas] y Revcnue [rédito] por la misma [23J] Rédito del terrateniente (R evenue des Grundeigentüm ers). Marx, que
palabra castellana, “ renta” ). Véase igualmente cuatro páginas más atrás ya en el tom o il (vol. 5, p. 458 en nuestra edición) había definido la renta
(979): “ De la misma manera podría dem ostrarse que las casas últimamente com o rédito del terrateniente (tal com o el salario es el rédito del obrero y la
construidas no arrojan renta [Rente] fuera del alquiler propiam ente dicho ganancia el del capitalista) aplica aquí la misma expresión, rédito del terrate­
[eigentlichen Mietzins] por el edificio. El hecho es que arrojan renta ya antes niente, a form as que preceden históricam ente a la renta. (Véanse tam bién, en
de devengar alquiler, porque a m enudo están desocupadas por mucho el capítulo x l i de este mismo tom o, reiteradas menciones de Marx a “ los tres
tiem po" (subrayados nuestros — P.S.). En inglés la confusiones normal, por réditos” , el salario, la ganancia y la renta.) El térm ino Rcvenue des Grundei­
así decirlo, ya que un solo térm ino (rent) designa tanto la renta com o el gentüm ers (o su traslación francesa, revena du propriétairc fo n d e r ) plantea
alquiler; cuando la distinción es forzosa se habla, com o por ejemplo en TI un problema insoluble a los traductores que vierten indistintam ente R enta y
774al verter este pasaje, de “ house-rent” p o r un lado y por otro de “ rent for Revcnue por un solo y único térm ino español: “ renta". Roces (p. 729) y los
the mere land” . (Apuntem os aquí, entre paréntesis, que un enemigo encarni­ retraductores de EDAF (p. 1231)no advierten la dificultad y hacen hablaT a
zado de lo que él denomina la “ angliparla” , Ricardo Alfaro, en su muy útil Marx de “ renta del terrateniente"; dejandoa un lado la forma pleonàstica de
Diccionario de anglicism os adopta una actitud indebidamente tolerante res­ la expresión, lo menos que se puede decir de esta versión es que atribuye a
pecto al uso de “ renta” por alquiler. No deja de ser interesante, sin embargo, Marx, en el contexto, la tesis que el autor de E! capital acaba de criticar en
que los tres casos que aduce Alfaro sean otras tantas pruebas en contrario de Passy y otros autores: a saber, que sería posible hablar de renta en el caso de
su tesis, ya que en ninguno de ellos la palabra “ renta" se aplica al pago por el sociedades donde el capital no se ha subsum idoaún el trabajo social (o sólo
uso de una simple casa.) — 984. lo ha hecho de manera esporádica). En Cartago 771 se procura salir del paso
[224] Marx cita Wealth o f Nations. En la edición de Wakefield, Londres, dejando en inglés el térm ino revcnue: “revcnue del terrateniente” . O tro tanto
1835-39, el pasaje figura en la p. 33 del vol. 2 (cfr. ES, 8, p. 157). — 984. había hecho Pedroso (p. 1536), pero por lo menos éste, a diferencia deM azía,
[225] Este “ im portante trabajo de R odbertus” es la tercera “ carta" de sus adoptaba regularmente esa (discutible) solución. La versión correcta, Reve-
Sociale B riefe an von Kirchmann, Berlín, 1851. Nótese cómo Marx (¿o nue = rédito, resuelve de manera completa la dificultad. — 1000.
Engels?) sigue denom inando “ tom o i v” (“ Buch i v” ) de El capital lo que hoy [234] Villas de Carlom agno. — Las villas (villae, generalmente denom ina­
conocemos bajo el título empleado por Karl Kautsky, su primer editor: das fisci cuando pertenecían a la corona) constituían las unidades de explota­
Teorías delplusvalor. Marx dedica allí un gran espacio (véase M E W , t. xxvi, ción rural, las células económ icas de base de la época carolingia. “ La función
parte n, pp. 7-106, 120-122, 145-157 y pássim ) a la discusión de las tesis de primera de estas grandes fincas [domaines] era perm itir a ciertos hom bres
Rodbertus. — 990. vivir en la ociosidad, la abundancia y el poderío" (Georges Duby, L 'écono­
[226] Georg Hegel, E ncyclopddie der philosophischen W issenschaften im m ie rurale et la vie des cam pagncs dans t O ccident m édiéval, Paris, 1962, p. 98).
Grundrisse, parte i, Die L ogik, en W erke, t. vi, Berlin, 1840, p. 404. — 991. Cada villa se componía de dos porciones fundamentales: el dom anium pro­
[22?] (77) Hippolyte Passy, "D e la rente du sol” , en D iclionnaire de piam ente dicho (terra dom inicata, terra salica, sa/ihova), reservadoal uso más,
l'économ ie politique, t. n, París, 1854, p. 511. — 992. o menos exclusivo del propietario (de ahí que la mayor parte de los historia­
[228] (77) The Edinburgh Rcvicw, t. l i v , agosto-diciembre de 1831, pp. dores m odernos lo denom inen “ la reserva” ) y trabajado en parte por escla­
94-95. [Soho Square, en el barrio londinense del Soho, era a mediados del vos o siervos domésticos (mancipium o prebendarii) y en parte por
siglo X I X una zona residencial elegante.] — 992. cam pesinos (semi) libres; se retribuía el trabajo de éstos m ediante la cesión de

1196 1197
lotes de tierra en el otro sector de la finca, la térra mansionaria. “ El principio H origkeit (servidumbre de la gleba). Es justam ente la existencia de ese uso
mismo del sistema dom anial, tal com o se desprende de los documentos impreciso lo que lleva aquí a Marx a decir que emplea H origkeit “ en el
carolingios, consiste pues en hacer explotar las tierras de la reserva señorial sentido propio del térm ino” , esto es, en el de “ hallarse ligado a la tierra en
por cam pesinos, libres o no, establecidos en la otra parte de las tierras de la cuanto accesorio de la misma” . — 1006.
finca, y a los cuales el señor ha concedido predios hereditarios que les f2“10] Antoine Buret, Cours d ’économie politique, Bruselas, 1842.
permiten asegurar su propia subsistencia y la de sus familias” (Edouard Alexis Tocqueville, L ’ancien régim e et la révolution, Paris, 1856.
Perroy, L e m onde carolingien, París, 1974, p. 31). Com o señala Marx en el Jean Simonde de Sismondi, N ouveaux principes d ’économ ie politique, 2a.
texto, el producto y el plusproducto de estas grandes haciendas no era éd., t. i, Paris, 1827. — 1022.
puram ente agrícola: ya en la capitular De vi/lis, reglamento adm inistrativo [241] Thom as Tooke y William Newmarch, A H istorv o f Prices and o f the
rural no anterior a 770 ni posterior a 813, se exige “que cada adm inistrador S ta te o f the Circulation during the Ninc Years 1848-1856 (parte final de la
tenga a su servicio buenos obreros, es decir, herreros, orfebres y plateros, H istory o f Prices from 1792 lo the Present Times), vol. 6, Londres, 1857, pp.
zapateros, curtidores, carpinteros, fabricantes de escudos, pescadores, paja­ 29-30. Tooke y Newmarch (véase Rubel 1418/1) aluden al discurso pronun­
reros. jaboneros, hom bres que sepan hacer la cerveza, la sidra o la perada, u ciado el 2 de mayo de 1854 por Napoleón III ante el Cuerpo Legislativo, en el
otras bebidas, panaderos que hagan los panes para nuestro uso, personas que cual se proponía la creación de una “Caja de Panadería” (“ Caissede Boulan­
sepan hacer bien las redes para la caza, la pesca y para capturar los enjam ­ gerie” ) destinada a prevenir las “ variaciones extremas de los precios del
bres” , etc. — 1000. trigo” , las cuales “en los períodos de abundancia hacen que la agricultura se
[235] Cfr. Adam Smith, A n Inquiry into the N ature and the Causes o f the estanque" y en los años de escasez "ocasionan grandes sufrim ientos a las
W ealth o f Nations, Aberdeen-Londres, 1848, p. 44. — 1001. clases populares". Marx, de quien tom am os esta cita del discurso de Bona­
[2J6] Marx se refiere a las leyes que de 1836 a 1860 (Tithes Com m utation parte, concluye así un artículo de 1858 dedicado a dicho proyecto: “ En
Acts) abolieron el pago de los diezmos y los rem plazaron, parcialm ente, por cualquier caso, podem os estar seguros de que el socialista imperial tendrá
un im puesto en dinero (cuyo m onto, según la ley de 1836, se regulaba por el más éxitoen lo que se refiere a aum entar el precio del pan que el que ha
precio del trigo). En un articulo de 1853 Marx m uestra cuál era, a su juicio, el coronado sus esfuerzos por rebajarlo" (M E W , t. xu, p. 648). — 1027.
trasfondo de la lucha entre la Iglesia de Inglaterra y los fabricantes de t242] L. M ounier, De l'agriculture en France, d" après les docum ents officiels.
M anchester (uno de cuyos episodios es, justam ente, la supresión de los viejos Avec des remarques par M. Rubichon. Paris, 1846. — 1027.
diezmos): con su súbita transform ación “en otros tantos ardorosos y andan­ P 43] Se trata de la obra de H. M aron, Fin K a p itela u sd er landwirthschaftli-
tes caballeros de los derechos obreros” , los señores de la iglesia estatal inglesa chen Betriebslehre, Oppeln, 1859. Apunta aquí Rubel: “ En un cuaderno [de
“ no sólo quieren asegurarse una reserva de popularidad para los turbios días Marx] que data de 1865 figuran dos extractos del libro de M aron, entre
de la democracia venidera; no sólo son conscientes de que la iglesia estatal es, dieciocho títulos de obras relativas a la agricultura” . — 1028.
en esencia, una institución aristocrática, que habrá de sobrevivir o perecer [2M] [Joseph Massie,] An E ssa y on the Governing Causes o f the Natura!
con la oligarquía terrateniente; hay algo más. Los hom bres d e M anchester R ate o f Interest..., Londres, 1750. — 1031.
son adversarios de la iglesia estatal, son dissenters y, sobre todo, se han p 45] Bandes noires [ Bandas negras], — Especuladores q uea comienzos del
enam orado tanto de los 13 millones de libras esterlinas que la iglesia estatal siglo xix se enriquecían con la reventa de tierras y edificios expropiados a la
de Inglaterra y Gales les sustrae cada año de sus bolsillos, sólo a ellos, que iglesia durante la Revolución Francesa. Marx se refiere al libro de Maurice
están decididos a establecer una separación entre esos profanos millones y el Rubichon, Du m écanism e de la so ciété en France et en A ngleterre, París. 1837.
estam ento eclesiástico a fin de que éste se muestre más digno del cielo” — 1031.
(M E W , t. vitt, pp. 539-540). — 1003. p«] ( Francis Newman, L ectures on P olítica !Econom e, Londres, 1851,
[2,?] (fE) Karl A rnd, Die naturgem asse V olkswirthschaft, g egenüberdem pp. 180-181. — 1031.
M onopo/iengeiste unddem C om m unism us , H anau, 1845, pp. 461-462. — 1004. p 47] Rudis indigestaque m ole [la masa ruda y caótica]. — Ovidio, M eta­
[2J*] [Simón Linguet,] Théorie des loix civiles, ou principesfondam entaux m orfosis, libro i, 7. — 1038.
de la société, Londres, 1767. A propósito de Müser anota aquí Rubel p 4*] El valor es trabajo. El plusvalor, por ende, no puede ser tierra [ Wert ist
(1400/1): “ La alusión a Justus Müser a punta probablem ente a los Ensueños Arbeit. Mehrwert kann daher nicht Erde sein], — Com o en el caso de
patrióticos (1820) de este autor, que Marx había leído en 1845; Marx había muchísimos otros pasajes del tom o III de El capital, pero tal vez aun más que
extractado unos treinta pasajes" de esa obra. Consignemos aquí que la tesis en ellos, sólo es posible reproducir en castellano esta fórm ula m arxiana, en
del texto sobre la necesidad, para el conquistador, de apropiarse de los toda su claridad, cuando se vierte W ert por valor y M ehrw ert por plusvalor.
hom bres luego de dom inar el territorio, habría sido suscrita sin vacilaciones Si, en cam bio, se traduce aquí M ehrw ert por el opaco térm ino"p!usvalía"(o
por el viejo Cid Cam peador: “ Los m oros e las m oras” , dice a su hueste en francés por “ plus-value” ), el nexo im portantísim o, esencial, entre valor y
después de la tom a de Alcocer, “ vender non los podrem os / q u e los descabe­ plusvalor se vuelve menos claro y la fórmula pierde buena parte de su
cemos — nada non ganaremos; / cojámoslos de dentro, —ca el señorío tenemos; contundencia. (Es lo que ocurre en Pedroso [Madrid, 1931, p. 1555]: “ El
posaremos en sus casas—e dellos nos serviremos” {Cantar, 1.31).— 1006. valor es trabajo. La plusvalía no puede, pues, ser tierra” , así como en Rubel,
[2M] Hemos llam ado antes la atención sobre el empleo, muchas veces p. 1429: “ La valeur c ’est du travail. La plus-value ne peut donc être de la
confuso, de los térm inos alemanes Leibeingenschaft (que en rigor debería terre.” ) A hora bien, que tanto “ plus-value” como el galicismo “ plusvalía”
aplicarse únicamente a la servidumbre basada en la dependéncia personal) y traducen pobre, insuficientemente Mehrw ert, es una tesis de cuyo m onopolio

1198 1199
no podemos ufanarnos. Antes que nosotros, parecen haberla com partido [2ÎI] Thom as Tooke, An Inquiry in to the Currency Principie, 2a. ed.,
otros traductores de £7 capital. “ Plus-value” o “ plusvalía” les parecieron a Londres, 1844, p. 36. — 1071.
ellos mismos térm inos tan poco d a ros, tan opacos, que se sintieron movidos a [252j Esta fórm ula figura en diversos escritos de Proudhon ( Q u’est ce que
explicarlos o, mejor dicho, adoptaron la extraña solución de obligar a M arx a ¡a propriété. París, 1841, pp. 201-202, G ratuité du crédit, París, 1860, p. 105);
aclarar, por cuenta de ellos, el sentido del oscuro térm ino francés o castellano. Marx, a su vez, la analizó en diferentes lugares; cfr., entre otros, los Grun­
Asi, por ejemplo, en Éditions Sociales (vol. 8, p. 194): "L a valeur c’est du drisse, pp. 326-327 y 728, aquí, p. 359 de este mismo tom o, y el m anuscrito
travail. Un excédent d e valeur, la plus-value, ne saurait done etre de la terre" denom inado Capítulo VI del libro i de E l capital. Es en este último m anuscrito
(las palabras subrayadas por mi, P.S., son una interpolación de los traducto­ donde aparece, a propósito de ese mismo pasaje prudoniano y de su crítica
res, no figuran en el original alem án). Im itan disciplinadam ente a Éditions por Forcade, la siguiente evaluación de la polémica entre Proudhon y los
Sociales las retraducciones de Cartago, p. 798 (“ El valor es trabajo. Un econom istas vulgares: “ En realidad, lo bueno en los procedim ientos de
excedente de valor, la plusvalía, no puede, entonces, ser tierra” ) y ED A F, p. Proudhon es que al poner de manifiesto abiertam ente, con sofistica arrogan­
1264 (“ El valor es trabajo. Un excedente de valor, la plusvalía, no puede ser, cia, la m araña de los fenómenos económicos, en oposición a los economistas
por tanto, tierra” ). La misma solución, la interpolación explicativa,ha sido vulgares (que procuran encubrirla pero son incapaces de com prenderla), la
adoptada por Roces, p. 755, para tratar de aclarar el opaco vocablo “ plusva­ indigencia teórica de estos últimos se presenta a la luz del día. [...] La
lía": “ El valores trabajo. La plusvalía o valor de más no puede ser, por tanto, economía vulgar [...] no es capaz de resolver las contradicciones de la
tierra" (subrayamos las palabras añadidas por Roces). Ninguna interpolación producción capitalista ni siquiera en la forma confusa, superficial y sofistica
es necesaria, por el contrario, si se traduce M ehrw ert por el diáfano término en que Proudhon las concibe y se las arroja por la cabeza.” (K arl Marx, E i
plusvalor. “ El valores trabajo. El plusvalor, por ende, no puede ser tierra." capital - libro I - Capítulo VI - Inédito, 6a. ed. en español, México, 1978, p.
(Si el valor es trabajo, esa forma del plusvalor que es la renta no puede ser 136.)— 1072.
tierra, no puede ser otra cosa que plustrabajo.) Cfr. lo que señala Marx en [253] Esta últim a cita de Storch figura también al final del capítulo xix del
otros lugares (por ejemplo aquí, p. 509), acerca de la identidad entre el tom o il de El capital (v ol. 5, p. 477 en la presente edición). Nuestra versión se
plusvalor y el plustrabajo y lo que dice al final del capítulo x l v de este mismo basaba allí en la traducción o adaptación alem ana de Marx (o Engels); aquí,
tom o (p. 980 en nuestra edición): “ La renta constituye [...] una parte del seguimos el original francés reproducido por Marx. — 1076.
valor, más específicamente del plusvalor de las mercancías” , etc. (subrayados [254] Sobre el estadígrafo belga Quételet (1796-1874) y su teoría del
nuestros). — 1038. “ hombre m edio” le escribe Marx a Engels en agosto de 1875 (en un contexto
[24g] Adam Smith, An Inquiry into the N ature and the C a u s e so f the Weatth humorístico): “ el average m an de Quételet constituye la excepción” . En
o f Nations, Aberdeen-Londres, 1848, p. 43. — 1052. m arzo de 1869 le había explicado a Kugelmann: “ [Quételet] ha tenido en el
[25°] Adam Smith, A n Inquiry into the N ature and the Causes o f the W eahh pasado el gran mérito de dem ostrar cómo incluso las casualidades aparen tes
o f N ations, Aberdeen-Londres, 1848, p. 42. Este pasaje de Smith aparecía ya dé la vida social poseen una necesidad interior por su recurrencia periódica y
en el tom o n de E l capital (pp. 456-457 en nuestra edición), pero mientras que sus cantidades medias periódicas. Pero nunca ha tenido éxito en la interpreta­
allí Marx (o Engels) lo había traducido al alem án, m odificándolo ligera­ ción de esta necesidad. No ha hecho progreso alguno, sólo ha extendido el
mente (y nuestra traslación castellana se basa en ese lugar, naturalm ente, en m aterial de su observación y cálculo: no está hoy más adelante de lo que
dicha versión), aquí dejó el texto de S mith en inglés; ello explica las disimili­ estaba antes de 1830.” (M E W , t. xxxiv, p. 6, y t. xxx u , p. 596.) — 1093.
tudes de redacción entre nuestras dos traslaciones al español. En ES <5,219,se [255] Tenares in com m on socage (feudos cam pesinos libres). — E soem an o
inserta en este lugar una nota errónea: "M arx había citado este pasaje (con sochem annus de fines de. la época sajona y comienzos de la dom inación
una referencia inexacta) en el libro ti, p. 376 de la edición alem ana [...]. La norm anda era un cam pesino libre, poseedor de una propiedad enajenable o
traducción que da aquí del mismo difiere bastante sensiblemente de la pri­ no (según los casos), por la que pagaba un “ tributo de reconocim iento”
mera, en cuanto a la forma. Este ejemplo m uestra cómo trabajaba Marx. frecuentemente nominal y rara vez proporcional a la im portancia de su
Cada vez que le hacia falta una cita para su razonam iento, volvía a traducir el predio. Aunque algo más tarde los soem en se vieron reducidos, en no pocos
texto original. De ahí las diferencias de traducción." Lo que m uestra este casos, a una condición semiservil (pero sujetos a la jurisdicción real, no a la
ejemplo, más bien, escom o trabajaron los anotadores de Éditions Sociales: del señor), hacia 1300 el socage era una institución más o menos sim ilar a la
dado que en las ediciones populares alem anas que utilizaron la cita de Smith fee-farm o feodi firm a, cuyos titulares no estaban obligados a realizar
aparece las dos veces en alem án, supusieron que en am bos casos estaban ante prestaciones personales. Las tenares on kn ig h t's service (más o menos corres­
traducciones o adaptaciones de Marx. Pero ello no es así: lo que encontraron pondientes a los feudos d e caballería en España) eran feudos propiam ente
aquí,en el tom o m, es simplemente una versión alemana moderna del pasaje dichos; sus ocupantes debían efectuar, entre otras prestaciones, el servicio
de Smith, hecha por los editores del Instituto Marx-Engels-Lenin de Moscú. militar para el señor feudal. — 1111.
Por otra parte, si bien es cierto que en sus obras éditas Marx solía verter de [256] La traducción de este párrafo en Rubel muestra las libertades que
m anera diferente un mismo pasaje, lo más frecuente es que en sus borradores con los textos de Marx se permiten algunos intérpretes: “ En outre, il est de la
— y es el caso de los Grundrisse y de los tomos M, I II y [ V de E l capital — dejara nature de la m archandise et, plus encore, de la m archandise en tant que
las c itasen el idiom a original o las parafraseara en ese mismo idioma o en esa produit du capital que les caractères sociaux de la production se fixent dans
mezcla de alem án e inglés (o alemán y francés, según los casos) tan caracterís­ des choses et que ses fondam ents matériels s’incarnent en personnes: voilà ce
tica de su m odo de escribir y de pensar. — 1071. qui caractérise le système de production capitaliste” . Rubel agrega una nota

1200 1201
para justificar esta vulgarización del pensamiento marxiano: “ Marx emplea compárese con el barèm e francés (en España, barem o), del nom bre del
aquí los térm inos Verdinglichung y Versubjektivierung, que en lenguaje —o en m atem ático François Bárreme. — 1128.
jerga— filosófico se podrían [!] traducir por «reificación» y «subjetiviza- j261] ‘‘Conocido por su fa m a " . — Heinrich Heine, “ Ritter Olaf” . — 1129.
ción». Com o sabemos que Marx había roto definitivamente con todo tipo de [2W] Según Núm eros, xxu-xxiv, Balac, rey de los m oabitas, solicitó al
especulación filosófica, n odam os a estas palabras otro sentido que el que nos adivino Balaam que maldijera a los israelitas, invasores de M oab, pero el
parece ajustarse a todo el análisis crítico, sustancia esencialmente ética, de su profeta, luego de una anim ada discusión con su burra dicharachera a propó­
E conom ía" (R 1479/1). Esto es, “ com o sabemos que Marx había roto defini­ sito de un problema de tránsito (el sagaz anim al se negaba a atropellar un
tivam ente con todo tipo de especulación filosófica” , eliminamos de los textos ángel que Jehová había puesto en el cam ino de Balaam y que el cegatón del
de Marx las huellas que parecerían probar que Marx no había roto tan adivino colaboracionista no veía), colm ó a Israel de bendiciones en lugar de
definitivamente que digamos, etc., etc. Cabe preguntarse, además, si la maldecirlo. — 1 130.
ruptura definitiva de Marx “ con toda especulación filosófica" comenzó a [2ft1] La carta de C onrad Schmidt a la que alude Engels está fechada el Io
producirse poco antes de la página 1479 de la edición Rubel, más precisa­ de m arzo de 1895. En su respuesta del 12 de ese mismo mes dice Engels: “ Los
mente en la 1438, ya que allí se traduce Verdinglichung por lo que personas reproches que form ula usted contra la ley del valor son aplicables a todos los
suspicaces podrían considerar un térm ino perteneciente al lenguaje (o jerga) conceptos cuando se los considera desde el punto de vista de la realidad. [...]
filosófico: “ réification” ... Sólo que Rubel, en dicho lugar, pasa a Marx la Ambos, el concepto de una cosa y la realidad de ésta, discurren como dos
tarea ingrata de explicar esa palaba oscura: donde el autor se refería simple­ asíntotas, que se aproxim an de continuo pero sin encontrarse jam ás. Es esta
mente a la “ Verdinglichung der gesellschaftlichen Verhältnisse” (“ cosifica- diferencia entre el uno y la otra lo que hace que el concepto no sea, sin más
ción de las relaciones sociales” ), el editor francés lo hace hablar de preám bulos, directa e inm ediatam ente la realidad, y que la realidad no sea de
“ reificación — m etam orfosis de las condiciones sociales m ateriales en una m anera directa e inmediata su propio concepto. Precisamente porque un
cosas— ” , Líneas más abajo, al parecer ya consum ada la ruptura definitiva, concepto tiene la naturaleza esencial del concepto, porque no coincide
Rubel sustituye una Versachlichung (sinónim o de Verdinglichung, esto es, sin más, p rim a fa c ie , con la realidad de la que hubo que abstraerlo en un
cosificación o reificación) por una “ transform ation [...jenchoses". Sin dejar principio, precisamente por eso es siempre más que una ficción, a menos que
de reconocer los méritos de Rubel como editor de Marx, parece necesario usted declare que todos los resultados del pensam iento son ficciones porque
recordar aquí que un traductor debe tratar de reducir sus errores a los la realidad sólo coincide con ellos luego de un largo rodeo, e incluso entonces
involuntarios (inevitables, hasta cierto punto, en toda versión a una lengua sólo se aproxim a a ellos de una manera asintótica [...] ¿Acaso el feudalismo
extranjera), y en ningún caso presentar intencionalm ente sus personalísimas existió en algún m om ento en correspondencia con su concepto? Fundado en
interpretaciones del texto como si fueran del autor de éste. — 1117. el oeste de Francia, desarrollado ulteriorm ente en N orm andía por los con­
[257] ( W) Marx se refiere probablem ente a la obra A P rize Essav on the quistadores noruegos, en Inglaterra y en el sur de Italia por los norm andos
Com parativo M erits o f C om petition and Cooperation, Londres, 1834. — 1121. franceses, se aproxim ó al máximo a su concepto en el efímero reino de
[258] Apéndice y notas com plem entarias a l tercer tom o de El capital. — Jerusalén, que en los A ssises de.Jérusalem ha dejado la expresión másclásica
Meses después de la publicación del tom o ni, el 21 de mayo de 1895, Engels le del orden feudal. ¿Pero ese orden era una ficción por el hecho de que sólo
escribió a Karl Kautsky: “ Me dispongo a entregarte para Die Neue Z e it, entre1 .haya tenido una efímera existencia plena mente clásica en Palestina, e incluso
tanto, un trabajo que te causará satisfacción: «Apéndice y notas complemen­ allí,en su mayor parte, sólo en el papel?” (M E W , t. xxxix, pp. 431 y 433). —
tarias a El capital, libro til». N° 1: Ley del valor y tasa de ganancia, respuesta a 1131.
objeciones de Som bart y C jonrad] Schmidt. Sigue luego el n°2: el papel de la [2M] Verleger. — Hemos a puntado ya (véase nuestra posnota 153 al tomo
bolsa, papel que ha experim entado modificaciones muy im portantes desde i o la 99 aquí, más arriba (que en esta acepción el térm ino alemán Verleger no
que Marx escribió sobre el mismo en 1865. Según las necesidades y la tiene un equivalente preciso en castellano (ni tam poco, que sepamos, en otros
disponibilidad de tiem po seguirá una continuación. El primer artículo esta­ idiomas). T. IT. /, 47 y ss. traduce im prenditore (pero precisamente el
ría pronto si tuviera despejada la cabeza" (M E W , t. xxxix, p . 482; nótese, problem a es que no todo im prenditore es un Verleger ); TI 904, contractor, ES
incidentalmente, la nueva referencia a 1865 como a ñ o de redacción del 6, 39, m antiene aquí en alemán el térm ino Verleger y lo vierteentre paréntesis
manuscrito del tom o tu). Engels logró term inar la primera parte de su (y sin paréntesis en los párrafos siguientes) p o r entrepreneur, Floreal Mazía
trabajo, la cual apareció postum am ente en la revista dirigida por Karl (Cartago 45 y s.) vacila entre su sd o s fuentes (empresario, contratista), mien­
Kautsky (Die N eue Z eit, nos. 1 y 2, 1895-96, pp. 37-44), pero la muerte le tras que Roces (37 y ss.) y E D A F (388 y s.) se inclinan en este lugar por
impidió desarrollar el borrador de la segunda parte (incluido aquí en la p em presario. Basta com parar estas versiones de Verleger, no absurdas pero sí
1147 y ss.). — 1125. incom pletas, con las de estos mismos traductores com entadas en nuestra
[25,j Las diferencias de redacción entre la presente traducción castellana posnota 99 de este tom o y en la 153 del tom o i, para advertir las dificultades,
de este pasaje de Loria y la que figura en la página precedente reflejan, no resueltas, que plantea la traducción del térm ino al italiano, el inglés, el
aproxim adam ente, diferencias análogas entre las dos versiones alem anas del español o el francés. A lo largo de la versión francesa de Editions Sociales,
mismo pasaje hechas por Engels. — 1 128. por ejemplo, se traslada Verleger por: a) “ débitant", b) “ éditeur", c) “entrepre­
[26°] “ Según las reglas de la aritm ética"; literalmente, “ según Adam neur", m ientras que TI fluctúa entre a) “ dealer", b) “ one who [...] «transfe-
Riese". El nom bre de Riese (1492-1559), autor de un manual de aritm ética rred»” , c) “co n tracto r", y Roces entre “ editor" y “em presario” . — 1143.
difundidísimo en Alemania durante los siglos xvt y xvu.se volvió proverbial; f265] M ashonalandy N atal [M aschonaland und N atalland],— Reproduci­

1202 1203
mos el pasaje tal como aparece en W erke, pero nos parece claro que estamos
ante un lapsus de Engels o, más probablemente, un error de desciframiento
de los editores de las M E W . Cecil Rhodes (1853-1902), primer m inistro de la
colonia británica de El Cabo cuando Engels escribe estas líneas, no podía
tom ar posesión (in Besitz nehmen) de la provincia de Natal por la simple
razón de que los ingleses la habían conquistado en 1840-1843 y anexado ÍN D IC E B IB L IO G R Á F IC O
formalmente a aquella colonia en 1844. Vale decir, mucho antes del naci­
miento de Rhodes. En procura de unir El Cabo y El Cairo por una faja
continua de colonias inglesas, este corsario terrestre, acaudalado accionista
de minas de oro y diam antíferas, precursor del apartheid y de los bantustanes,
dirigió, prom ovió o apoyó la ocupaciónde diversos territoriosafricanos y el
genocidio o esclavización de sus pobladores: Bechuanalandia (1884, dividida
en 1885 en una parte meridional, incorporada diez años más tarde a la
colonia de El Cabo, y un protectorado septentrional); Barotseland (1887-
1891) y otras zonas d e lo que años después sería denominado Rodesia del En el caso de los escritos citados p or Marx y Engels se dan, hasta donde
Nopte; Zululand (1887, anexada a la colonia británica de Natal en 1897), ha sido posible, las ediciones que es de suponerse que utilizaron. En algunos
casos, especialmente en las referencias a fuentes y obras literarias de tipo
M ashonaland y M atabeleland (entre 1889, fecha de fundación d e la British
general, no se indica edición determ inada alguna. Sólo se registran las leyes y
South Africa Chartered Com pany, y la guerra de 1893, una serie de duelos
breves y sangrientos entre la nueva am etralladora Maxim y una lanza no docum entos de los que se cita en la obra algún pasaje. Algunas fuentes no
mucho más joven que la Edad de Piedra); en 1891 una de las compañías de pudieron ser verificadas.
Rhodes adquirió el control de parte de Mozambique, bajo la soberanía
formal portuguesa. Aunque aquí sólo podam os conjeturar a cuáles de esas
m uchas conquistas se refiere Engels, lo más verosímil es que aluda a M asho­ I. Libros y artículos
naland y M atabeleland, que en ese mismo año de 1895 (véase, por ejemplo, (de autores conocidos y anónim os)
The Cambridge H lstory o f the British Empire, t. vm, Cambridge, 1963, pp. 572
y 817) reciben la designación oficial de Southern Rhodesia (Rodesia del Sur).
[Anderson, Adam:] An H istorical and Chronological D eduction o f the
En algunas versiones de El capital (T. IT. m, /, 52, y ES m, 6 , 44, seguida esta
O rigin o f Comm erce, fr o m the Earliest A ccounts to the Present Time.
última por C artago 50 y E D A F 393) se lee aquí: “ M ozambique y N atal",
Containing an H istory o f the Great C om m ercial Interests o f the British
desciframiento que parece, por lo menos, tan dudoso como el de W erke —
Empire, With an Appendix. Vol. II. Londres, 1764. 6, 426.
1150.
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1204 1205
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1208 1209
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W ittemberg, 1540. 7, 444, 504, 787 1125, 1136
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Ehrnwirdigen H errn D octoris M artini Lutheri... W ittembergk, 1589. 6,424 — Kapital. K ritik der politischen O ekonom ie. Bd. 3. Th. 1-2. Buch 3: Der
Luzac, Elias: Hollands Rijkdom , beheizende den Oorsprong van den Koophan- Gesam m tprocess der kapitalistischen Produktion. Hrsg. von Friedrich
del. en van d e M agi van dezen Staat, de toeneem endc vermeerdering van
Engels. H am burgo, 1894. 8, 1 125, 1129-1133, 1147
deszelfs Koophande! en Scheepvaarl, de oorzaaken, w elke tot derzelver — C apital: a C ritical A nalysis o f Capitalist Production. Transl. from the 3rd
aanw as m edegew erkt h ebben: die, w elke legenwoordig tot derzelver ver- German ed., by Samuel Moore and Edward Avelingand ed. by Frederick
val strekken: miisgaders de middelen, w elke dezelven wederom zouden kunnen
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opbeuren, en tot hunnen voorigen bloei brengen. H ei Fransch ontwerp — L e capital. Trad, de J. Roy, entifcrement rev. par l’auteur. Paris [1872-
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32, 34, 37, 38,42-48,52, 59, 89,95, 101, 103, 105, 111, 112, 115, 165, 179, A gricultural Im provem ent a n d Genera! M anagem ent o f Landed Property.
182, 202, 224, 230, 282, 293-297, 316, 336, 394, 406, 407, 409; 7, 511, 576, Londres, 1858. 8, 810, 867
626,673-675, 738; 8, 794, 808, 812,962,985,1011,1042, 1063,1081, 1115, Moser. Justus: Osnabrückische Geschichte. 1. Th., mit Urkunden. Neue
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32, 34. 37, 38, 42-48, 52, 59,89,95, 101, 103, 105, 111, 11,2, 115,165, 179, Müller. Adam Hfeinrich]: Die E lem ente der S ta atskunst. O effentliche Vorle­
182, 202, 224, 230, 282, 293-297, 316, 336, 394, 406, 407, 409; 7, 51 1, 576, sungen vor Sr. Durchlaucht dem Prinzen Bernhard von Sachsen-W eim ar

1210 1211
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Distress W hich H as f o r S o m e Tim e Prevailed A m ong the C om m ercial — f o r the h a lf ye a r ending 31st October 1852... Londres, 1852. 6, 118-122
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1848. (Reprinted, 1857.) — for the h a lf yea r ending 31st O ctober 1853... Londres, 1854. 6, 158
C o m p te rendu des séances d e I A ssem blée Nationale. E xposés des m o tifs et — fo r the h a lf year ending 30th A pril 1854... Londres, 1854. 6, 158
p rojets de lois présentés p a r le gouvernem ent; rapports de M M. les représen­ — f o r the h a lf year ending 31st O ctober 1855... Londres, 1856. 6, 108-109
tants. T . 2e. Du 17 Juin au 7 A oût 1848. Paris, 1849. 8, 803 — fo r the h a lf y e a r ending 31st O ctober 1858... Londres, 1858. 6, 94, 152
First R eport fr o m the Secret C om m ittee on C om m ercial Distress; with the — fo r the h a lf yea r ending 30th A pril 1859... Londres, 1859. 6, 159
M inutes o f Evidence. Ordered, by the H ouse o f Com m ons, to be printed, 8 — f o r the h a lf ye a r ending 31st O ctober 1859... Londres, 1860. 6, 159
June 1848. 6, 10; 7, 517, 526-530, 535-537, 584, 603, 609, 625-627 — fo r the h a lf year ending 30th April I860... Londres, 1860. 6, 159
First R eport fr o m the Select C om m ittee o f the H ouse o f Lords on the Sw eating — f o r the h a lf yea r ending 31st O ctober I860... Londres, 1860. 6, 160
S ystem ; Together with the Proceedings o f the C om m ittee, M inutes o f — fo r the h a lf y e a r ending 30th A pril 1861... Londres, 1861. 6, 110, 160, 162
Evidence, and Appendix. Ordered, by the House of Com mons, to be — fo r the h a lf ye a r ending 31st O ctober 1861... Londres, 1862. 6, 160
printed, 11 August 1888. 6, 428 — f o r the h a lf yea r ending 30th A p ril 1862... Londres, 1862. 6, 110, 162
First R eport o f the Children’s E m ploym ent Com m issioners in M ines a n d Col­ — fo r th e h a lf ye a r ending 3 1s t O ctober 1862... Londres, 1863. 6,95,125,160,
lieries... 21 April 1841. 6, 107 163
Public Health. S ixth R eport o f the M edical O fficer o f the Privy Council. With — f o r the h a lf y e a r ending 30th A pril 1863... Londres, 1863. 6, 164
an Appendix. 1863. Presented pursuant to act o f Parliament. Londres, — fo r the h a lf year ending 31st October 1863... Londres, 1864. 6, 108,
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R eport fr o m the Secret C om m ittee o f the H ouse o f Lords A ppointed to Inquire — fo r the h a lf ye a r ending 30th A p ril 1864... Londres, 1864. 6, 161, 168
into the Causes o f the Distress which H as f o r Som e T im e Prevailed A m ong R eports R especting Grain, and the Corn Laws: viz: First a n d Second Reports
the C om m ercial Classes a n d How Far It H as Been A ffe c te d by the Laws fo r fr o m the Lords C om m ittees, A ppointed to Enquire into the S ta te o f the
R egulating the Iss u e 'o f B ank N otes Payable on Demand. Together with the Growth, C om m erce and C onsum ption o f Grain, a nd AH L aw s R elating
M inutes o f Evidence, and an Appendix. Ordered, by the House o f Com­ There to;... Ordered, by the House of Com m ons, to be printed, 23
mons, to be printed, 28 July 1848. (Reprinted, 1857.)6, 10-11; 7,522,527, Novem ber 1814. 8, 807
530, 540, 660, 676-680, 700, 712, 718-722, 724-726, 733
R eport fr o m the Select C o m m ittee on B ank Acts; Together with the Proceedings
o f the C om m ittee, M inutes o f Evidence, A ppendix a n d Index. P a rti. R eport
and Evidence. Ordered, by the House o f Com mons, to be printed, 30 July
III. Publicaciones periódicas
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656-658, 668, 674,678,681,696,697-700, 709,717,718,722-726,730,732,
A rchiv f ü r G esetzgebung und S ta tistik. Vierteljahresschrift zur Erforschung
735-738, 740-742; 8, 985
der gesellschaftlichen Z ustände aller Länder. In Verbindung mit einer
— ... Part II. A ppendix and Index. 7, 672
Reihe nam hafter Fachm änner des In- und Auslandes hrsg. von Hein­
R eport fr o m the Select C om m ittee on the B ank A d s; Together with the Proceed­
rich Braun. Bd. 7. Berlin, 1894. 8, 1130
ings o f the C om m ittee, M inutes o f Evidence, Appendix a n d Index. O rder­
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R eport fr o m the Select C om m ittee on Petitions R elating to the Corn Law s o f
— 15 de diciembre de 1892. 7, 609
this K ingdom ; Together with the M inutes o f Evidence, and an A ppendix o f — 18 de enero de 1894. 7, 700
Accounts. Ordered, by the House of Com mons, to be printed, 26 July The E conom ist. Weekly Commercial Times, Bankers’ G a zette, and Railway
1814. 8, 807 M onitor: a Political, L iterary,and General Newspaper. [Londres.] 7,506,
R eports o f the Inspectors o f Factories to H er M ajesty's Principal S ecreta ry o f
509, 641, 709, 754-758
S ta te f o r the H om e D epartm ent. 8, 806
— 15 de marzo de 1845. 7, 562
— 22 de mayo de 1847. 7, 696, 754
— f o r the h a lf year ending 3 ls l O ctober 1845. Presented to both Houses of
— 21 de agosto de 1847. 7, 759
Parliam ent by com m and of Her Majesty. Londres, 1846. 6, 154
— 23 de octubre de 1847. 7, 726
— fo r the h a lf yea r ending 31st O ctober 1846... Londres, 1847. 6, 155
— 20 de noviembre de 1847. 7, 566, 643
— fo r the halt yea r ending 31st October /847... Londres, 1848. 6, 156
— 11 de diciembre de 1847. 7, 739
— fo r the h a lf ye a r ending 31st October 1848... Londres, 1849. 6, 94, 133
— 30 de noviembre de 1850. 7, 762
— fo r the h a lf ye a r ending 30th April 1849... Londres, 1849. 6, 157
— 11 de enero de 1851. 7, 761

1216 1217
— 10 de julio de 1851. 7, 506
— 22 de enero de 1853. 7, 458
The Edinburgh Review, or C ritical Journal: agosto-diciem bre de 1831. T o b e
continued quarterly. Vol. 54. 8, 992
Jahrbuch f ü r G esetzgebung, Verwaltung und Volksw irthschaft im Deutschen
Reich. Des “ Jahrbuchs für Gesetzgebung, Verwaltung und Rechtspflege
ÍN D IC E D E N O M B R E S
des Deutschen Reiches” . Neue Folge. Hrsg. von Gustav Schmoller. Jg. 5.
1. Heft. Leipzig, 1881. 8, 14
Jahrbücher f ü r Nationalökonom ie und S ta tistik . Gegr. von Bruno Hilde­
brand, hrsg. von Johannes Conrad. Neue Folge. 11. Bd. Jena, 1885.6, 11
— Neue Folge. 20. Bd. Jena, 1890. 6, 22-23
— 3. Folge. 2. Bd. Jena, 1891. 6, 18-19 Braun. Heinrich (1854-1927): 8,
A lexander, N athaniel : 7, 532,71 1
— 3. Folge. 3. Bd. Jena, 1892. 6^ 16-18 1130
A n a (reina de Inglaterra, 1665-
Journal o f the S o ciety o f A rts, and o f the Institutions in Union. Londres, 9 de Bright, John (1811-1889): 8, 812
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A rbuthnot, John (1802-1865): 7, 709
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Nuova A ntologia. Rivista di Scienze, Lettere ed Arti. Roma. Terza serie. Vol.
1126 Cairnes, John E lliot (1823-1875): 7,
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1004
A shley, L o rd (conde Shaftesbury, Cantillon. R ichard (1680-1734): 8,
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1801-1885): 8, 808
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A ttw ood.Thomas (1783-1856): 7, Capps, Edward: 7, 724; 8, 985
Sozialpolitisches C entralblatt. Berlin, 25 de febrero de 1895. 8, 1130
693, 722 Cardwell, E dward (1813-1886): 7,
The Times. Londres. 7,566
Augier, Marie: 7, 766, 788 713
Carey, H en ry C harles ( 1793-1879):
Babbage, Charles (1792-1871): 6, 6, 140, 190; 7, 508, 768, 797; 8,
128, 140 801, 984
Baker, Robert: 6, 108, 110, 152, Carlom agno (742-814): 7, 770, 772;
155, 157 8, 1000
Balzac, H o n o réde( 1799-1850): 6,44 Carlos I I (rey de Inglaterra, 1630-
Bastiat. Frédéric (1801-1850): 6, 1685): 7, 776, 786
190; 7, 442 Catón, M arco Porcio (hacia 234-149
B arnes. John: 6, 152-154 a. C.): 6, 424; 7, 49M 92; 8, 1001
B ekker, Im m anuel (1785-1871): 7, Cayley: 7, 548, 693
492 Clay, W illiam (1791-1869): 7, 709
Bell, G. M.: 7, 703 C om te, F ra n q o is-C h a rles (1782-
Bellers, Jo An (1654-1725): 6, 368 1837): 7, 795
B entinck, George (1802-1898): 7, Coquelin, Charles (1803-1853): 7,
536 514
Bessemer, H enry (1813-1898): 6, 84 Corbet, Thom as (s. xix): 6. 210,
Biedermann. K a rl( 1812-1901): 6, 90 215, 232, 267, 393
Bosanquet, Jam es W hatm an (1804- Cotton, W illiam (1786-1866): 7,
1877): 7, 474, 513 536

1219
1218
Cross, John: 8, 812-813 Epicuro (hacia 341-270 a. C.): 7, 771 H eyd. W ilhelm (1823-1906): 8, 1139 Loria. Achille (1857-1943): 6, 20-24;
Curtis, T im othy A braham : 7, 498 Esaú: 6, 423 Hodgskin, Thom as (1787-1869): 7, 8, 1 126-1129, 1131, 1 137
E zequiel : 6, 424 497, 509 Loyd, S a m u el Jones: véase Over-
Chalmers, Thom as (1780-1847): 6, Hodgson. Adam: 7, 528, 625-626 stone, Lord
315; 7, 568 Fairbairn, W illiam (1789-1874): 6, Horner, L eonard (1785-1864): 6, L uis XTV (rey de Francia, 1638-
Cham berleyne. Hugh (1630-1720): 109 108, 110, 118, 136, 154, 158 1715): 6, 126
7, 775 Fawcett, H enry (1833-1884): 8, 809 Hubbard, J. 6W//Aram/(1805-1889): Luther, M artin (1483-1546): 6, 424;
Chapman, David Barely. 7, 552,659, F ederico I I (em perador, 1194- 7,534,683,700,709-710,7 42,757 7, 443-444, 503-504, 772, 787; 8,
679, 681, 685-695, 697, 740 1250): 7, 770 HiiUmann, K art Dietrich (1765- 1139
Cherbuliez, Antoine-Élisée (1797- Feller, Friedrich Ernst (1800-1859): 1846): 6, 406, 409; 7, 770 Luzac, Elie (1723-1796): 6, 408
1869): 6, 200 6, 400 H um e, David (1711-1776): 7, 481,
Child. Josias (1630-1699): 7, 506, Fireman, Peter: 6, 16-18,26 706 M acaulay, Thom as (1800-1859): 7,
777-778 Forcade. Eugene (1820-1889): 8, 778
1072 Isaías: 6, 423 M acCuìloch, John R a m sa y (1789-
flo w , Eugene (1798-1847): 8, 1000 Fourier, F rancois-M ari e-C h a rles 1864): 6, 76, 286, 305
D ante Alighieri (1265-1321): 6, 24 (1772-1837): 7, 780; 8, 963 Jacobo I (rey de Inglaterra, 1566- MacDonnell, John: 7, 677
Dave nani, Charles (1656-1714): 8, Francis. John (1810-1866): 7, 776, 1625): 7, 786 Magón (s. in a. C.): 7, 492
848 778 Jevons. W illiam S ta n ley (1835- M althus, Thom as R obert ( 1766-
Davidson, D aniel M itchell: 7, 690 Fullarton, John (1780-1849): 7, 518, 1882): 6, 13 1834): 6, 40,44, 51, 214, 242,250;
Disraeli, B ejam in (1804-1881): 7, 579-582, 584-587, 591-593, 597, Johnston, Jam es Finlay W eir (1796- 7, 505; 8, 830, 847
536 709 1855): 7, 795; 8, 859, 861 M anley, Thom as (1628-1690): 7,777
D o m b a s le . C h r is to p h e - J o s e p h - Jones, R ichard (1790-1855): 6, 340- Marón. H.: 8, 1028
A le x a n d re -M a th ie u de (1777- Gardner, Robert: 7, 528, 626-627 341; 8, 966, 992 M arshall: 7, 672
1843): 8, 966, 1032 Garibaldi, Giuseppe (1807-1882): 6, M arx, K a r l( 1818-1883): 6, 3-16, 18-
Dove, P atrick Edward ( 1815-1873): 24 21, 23-24, 26, 54, 106, 108, 127,
K autsky, Karl (1854-1938): 6, 79,
8, 814, 821 G ilbart, Ja m es W illiam (1794- 136, 141, 173, 175, 189, 198,223-
167
Dureau de la M alie, Adolphe-Jules- 1863): 7, 435, 460, 518, 521, 695- 226, 230-232, 241, 253, 255, 257,
Kennedy, Primrose William: 7,677,
César (1777-1857): 6, 127 696, 701, 786 259, 303,318, 326, 351, 364,367,
725
G ilchrist, Percy: 6, 84 395, 424; 7, 457, 478, 491, 498,
Kiesselbach, Wilhelm: 6, 418
E n fa n t in , B a r th é / e m v - P r o s p e r Glyn. George G renfell (1824-1887): 511, 552, 564-565, 573, 579, 637,
Kincaid, S ir John (1787-1862): 6,
(1796-1864): 7, 779 7, 700 681, 700, 705, 720, 761,765,780,
109
Engels, Friedrich (1820-1895): 6, 19, Greg, Robert H yde (1795-1875): 6, 783; 8, 805, 824, 889, 955, 979,
Kinnear, John G.: 7, 571-572, 678 985, 1004-1005, 1023,1091,1125-
26, 29, 69, 82-83, 106, 127, 129, 132
135, 148, 150, 152, 156, 167, 173, Grey, George (1799-1882): 6, 109 1127, 1129-1131, 1133, 1135-
184, 191-193, 198, 211, 215, 250, Gurney. 5’omue/(1786-1856): 7,528, Laing, S a m u el (1810-1897): 8, 984 1137
256, 261. 268, 289, 297, 301, 307, 531, 535, 540, 679-681, 694, 701 Lavergne, Louis-Léonce de (1809- Massie, Joseph (m . 1784): 6, 425; 7,
312.316-317,322, 333, 337,363,367, 1880): 8, 811-812 450, 458-459, 463, 466, 481; 8,
385, 393, 413, 427-428; 7, 439, H alifax, Lord: véase Wood, Sir L a w .Jo h n de Lauriston (1671-1729): 1031
457, 460, 466, 4 7 1, 483,490, 495- Charles 7, 569, 778 M aurer, Georg Ludwig von (1790-
496,498, 511, 513, 521,526, 536, Hamilton, R obert (1743-1829): 7, Leatham. W illiam (1815-1884): 7, 1872): 6, 220
550, 559, 563-566, 571, 587, 589, 504 512 M enger, Car! (1840-1921): 6, 13
597, 603, 605, 609-610, 613, 629, H ardcastle. Daniel: 7, 702, 787 Lexis. W ilhelm (1837-1914): 6, 11, M eynert, Theodor H erm ann (1833-
637, 643, 646, 651, 667, 671,675, Harrington, Jam es (1611-1677): 8, 13-14 1892): 6, 5
679, 681, 687, 699-700, 705, 714, 1129 Liebig. Justus von (1803-1873): 8, Mill, John S tu a rt (1806-1873): 7,
717, 726, 729, 735, 739-740, 765; Hegel, Georg Friedrich Wilhelm 978, 990, 1034 497 , 508 , 669, 716-717, 742; 8,
8, 860, 898-899, 909, 914, 941, (1770-1831): 6, 55; 7, 793; 8, 991 L in g u e t, S i m o n - N ic o / a s - H e n r i 1114
947, 979, 984-985, 1004, 1021, Heine. Heinrich (1797-1856): 8, (1736-1794): 6, 103; 8, 1006 Mirabeau. Victor R iqueti de (1715-
1037-1038. 1047, 1126-1127, 1129, 1129 List, Friedrich (1789-1846): 8, 1123 1789): 8, 962
1133, 1148 Henderson: 6, 167 L i ster, James: 7, 530 M om m sen, Theodor (1817-1903): 6,
Enrique V il i (rey de lnglaterra, Herrenschwand, Jean Frederic de Locke, ,/o/r« (1632-1704): 7, 450; 8, 319, 392; 7, 491-492; 8, 1001
1491-1547): 7, 786 (1728-1812): 8, 1001 801 M oore. S a m u el (1830-1912): 6, 6

1220 1221
Rodwell, W illiam : 7, 640 Thomas, S id n ey Gilchrist (1850-
M organ, Lewis H enry (1818-1881): Passy, H ippolyte-Philibert (1793-
Roscher, Wilhelm G a n g (1817-1894): 1885): 6, 84
6, 224 1880): 8,978,992,997, 1000, 1004 Thun, AIphons (1853-1885): 8 1139
M orris. James: 7, 536,584,603,608, Paterson, W illiam (1658-1719): 7,
6, 287, 393, 414; 7, 508; 8, 1051
Rothschild, Jam es (1792-1868): 7, Tocque ville, A lexis- H enri-C hatjes-
660, 734 778 M aurice C /erel de (1805-1859): 8,
M o rton, John C halm ers (1821- Pease, Joseph: 7, 517, 536 603
Roy. Henry: 7, 461, 464 1022
1888): 8, 809 Pecqueur, Constantin (1801-1887): Tooke, Thom as (1774-1858): 7, 453,
M orton, John L ockhart: 8,810, 866- Rubel, M aximilien: 6, 107, 141, 198,
7, 783-784 460, 473-475, 513, 517, 537, 566,
867 Peel. S ir R obert (1788-1850): 7,706, 215, 268,272, 312, 363, 393,401;
7, 439, 490,565, 643,681,705:8, 571, 573-576, 580, 584-585, 591,
M öser, Justus (1720-1794): 8, 1006 709 624, 676, 695, 709, 717-718,733,
Mounier, L.: 8, 1027, 1032 Pereire, Isaac (1806-1880): 7, 569
967, 979, 1038, 1040, 1047
Rubichon, M aurice (1766-1849): 8, 738; 8, 1027, 1071
M üller, A dam (1779-1829): 7, 455- Pereire, Jacques-Em ile (1800-1875): Torrens, R o b ert (1780-1864): 6, 42-
456, 507-508 7, 780 810, 1027, 1031
Russell. L o rd John (1792-1878): 7, 44, 51, 132; 7, 452, 709
M urray, Robert: 7, 677 P etty, S ir W illiam (1623-1687): 7, T u ckett, John D ebell (m. 1864): 7,
450, 600; 8,848, 997-998 535
775
N asm yth. Jam es (1808-1890): 6,118 Pindato (hacia 522-442 a. C.): 7,494 Turgot, A nne-R obert-Jacques (1727-
Neave, Sheffield: 7, 611, 676 Pitt. W illiam (1759-1806): 7, 504- S a in t- S im o n , C ta u d e -H e n r i de
(1760-1825): 7, 779-780 1781): 8, 801
Newman, Francis W illiam ( 1805- 506 Turner, Charles: 7, 529, 535, 626
1897): 7, 767; 8, 844, 984, 1031 Plinio, el Viejo (23-79): 6, 127 Say, Jean-Baptiste (1767-1832): 6,
357; 8, 1069, 1075-1076 Twells, John: 7, 656-657, 722
Newman, Sam uel Philips (1797- Poppe, Johann Heinrich M oritz von
1842): 6, 358 (1776-1854): 6, 429 Schm idt, Conrad (1863-1932): 6, 14- Vre. Andrew (1778-1857): 6, 98,128;
Newmarch, W illiam (1820-1882): 7, Price, R ichard (1723-1791): 7, 504- 16, 19, 22, 26; 8, 1131
Senior, N assau W illiam (1790-
7, 494
645, 675, 678, 696-698, 718, 730, 507, 509
732, 735-736, 738, 745-751, 753 1864): 6 , 37-51 Verri, Pietro (1728-1797): 6, 357
P roudhon, P ierre-Joseph (1809-
Shaw , George B ernard( 1856-1950): Vingard, Pierre-Denis (1820-1882):
Norman, George Warde (1793- 1865): 6, 44; 7,442-443,453, 783;
1882): 7, 537-540, 550, 709, 711 8, 803, 1072 6, 13 8 , 1001
Siem ens, Friedrich (1826-1904): 6, Vissering, S im on (1818-1888): 6,
North. S ir D udley (1804-1884): 7,
788; 8, 801 84 407, 409
Q uetelet, L am bert-A dolphe-Jacques
(1796-1874): 8, 1093 Sim on, John (1816-1904): 6, 111,
114, 117 W akefield, E dw ard Gibbon (1796-
O 'Conor, Charles (1804-1884): 7,
493 S ism ondi, Jean- C h arles-L eo n a rd - 1862): 8, 962, 977
R a d d iffe, John N etten (1826-1884):
Sim onde de (1773-1842): 7, 614; 8, Walton, A lfred A. (n. 1816): 8, 798
Odermann, K arI Gustav (1815- 6, 117
1022 W egelin, Thomas: 7, 580, 639, 645,
1904): 6,4 0 0 Ram say, S ir George (1800-1871): 6,
O pdyke, J. George (1805-1880): 7, S m ith , A dam (1723-1790): 6, 179, 647, 668-669, 679, 737, 746
43, 51, 357; 7, 462, 485; 8, 975
242-243, 250, 272, 287, 305, 415, W est, E dw ard( 1782-1818): 6, 310;8,
463; 8, 858 Reden, Friedrich W ilhelm von (1804-
Ord, W illiam M iller ( 1834-1902): 6, 1857): 7, 600 420, 423; 7, 490, 506, 571-572, 847
606, 608; 8, 792, 956, 975-976, Wilson, Jam es (1805-1860): 7, 571,
115-116 Redgrave, Alexander. 6, 122, 167,
Osborne, Ralph Berna! ( 1808-1882): 981, 983-984, 986, 1001, 1052, 580, 686-688, 696, 698, 709, 725,
169
6, 171 1064, 1069, 1071, 1074 743-748, 751-753
Rhodes, C ecil John (1853-1902): 8,
O verstone, L ord (S a m u el Jones S m ith . E d w a rd ( 1818-1874): 6, 113- W ilson-Patten, John (1802-1892): 6,
1150
Loyd): 7, 540-543, 545-550, 552- Ricardo, D avid (1772-1823): 6, II, 114 110
554, 556-559, 656-657, 662, 664- Sombarr, W erner (1863-1941): 8, W o lf Julius (1862-1937): 6, 18-19,
19,42, 52, 76, 132, 141, 227,232,
665, 667, 669, 693, 706, 709, 711, 250, 256, 258-259, 286, 304-305, 1130-1131 23
713, 717, 723, 726-727, 738-739 Steuart, S ir Jam es (1712-1780): 7, Wood, S ir Charles (Lord Halifax,
309-310, 312, 319, 332-333, 415;
Owen. R obert (1771-1858): 7, 78Ö 466; 8, 1000 1800-1885): 7, 713, 750-751, 753
7, 705-709; 8, 835-836, 847, 861,
Stiebeling, George C. : 6, 24-26 W oolf, A rth u r (1766-1837): 6, 120-
874, 949, 962, 981, 1038, 1069,
Palm er, John H orsley ( 1811-1857): Storch, H einrich Friedrich von: 6, 121
1085
7. 719, 734 232; 8, 846, 1052, 1075, 1081 W right, Charles: 7, 676, 680
Ritchie, Charles Thomson (1838-
P alm erston, Lord, H enry John Tem ­ W ylie. A lexander Henry: 7, 668,
1906): 7, 699
p le (1784-1865): 6, 109; 8, 805 Rodbertus(-Jagetzow ), K a rl (1805- Tepper. 7, 788 712-713
Parmenticr, A ntoine Augustin ( 1737- 1875): 6, 11, 174, 193; 8,990, 1019, Thiers, Louis-Adolphe (1797-1877):
8, 803 Zwilchenbart, R.: 7, 603
1813): 6, 126 1084

1223
1222
ÍN D IC E D E M A T E R IA S

Accidentes —la ganancia en la sociedad por a.:


—casos fatales: 6, 107, 110 7, 563-564
—naturales y sociales: 8, 1093 —la sociedad por a. y la caída de la
Acciones tasa general de ganancia: 7, 564
—crecim iento del capital accio­ —el sistema de la sociedad por a. en
nario: 6, 307 ciertas esferas establece el m ono­
—especulaciones accionarias: 6, polio y requiere la intervención
322 del estado: 7, 565
—cam po de inversión de fuertes —centralización del capital y
concentraciones de capital bajo expropiación con el desarrollo de
la forma de: 6, 337 la sociedad por a.: 7, 566-567
—efectos del desarrollo de la socie­ —en el sistema accionarioseda una
dad por a.: 6, 341 forma al contraste entre el carác­
—los “ salarios de supervisión” en ter social del trabajo y el carácter
la fábrica cooperativa y en la privado de la riqueza: 7, 567
sociedad por a.: 7, 494-497 —y préstam os m onetarios: 7, 590
—consejeros de adm inistración y —la a. es un título de propiedad pro
de supervisión en la sociedad por rata sobre el plusvalor que verá
a.: 7, 498 realizado porel capital que repre­
—préstam o sobre a.: 7, 516 senta: 7, 601, 614
—el depreciam iento de los títulos —casos enloscuaies las a. represen­
del estado y de las a. durante la tan capital efectivo: 7, 601-
crisis de 1847: 7, 524 602, 614
—de la form ación de la sociedad — prejerred y deferred: 7, 606
por a. deriva una ampliación —sociedad por a. en la industria, el
enorme de la producción y de la comercio, la agricultura y la
empresa: 7, 562 banca: 8, 1149
—con la sociedad por a. se tiene la —inversiones en el exterior bajo la
supresión del capital como pro­ forma de a.: 8, 1150
piedad privada en el ám bito del Acopios
m odo capitalista de producción: —c o n se cu e n cia s so b re a. del
7, 562, 565, 566 aumento del precio de las mate­
—el crédito hace posible la form a­ rias primas: 6, 139
ción de la sociedad por a.: 7, 562- —inversiones de capital en a. exce-
565 dentarios de elementos del capi­
—las sociedades por a. transform an tal productivo: 7, 663
al capitalista trabajador en sim ­ Acum ulación
ple dirigente y al propietario del —la a. depende más de la producti­
capital en capitalista puro: 7, 563 vidad que de la masa de trabajo
—la sociedad por a. representa un empleado: 6, 101; 8, 1044
m omento necesario de transición —y variaciones de los precios: 6,
a la propiedad social inm ediata 137
del capital: 7, 563, 565, 567 —representa un medio material

1225
para aum entar la productividad: —utilización de los residuos de la —el precio de m onopolio de los capital del a. y del renuncia­
6, 278, 280, 337 producción: 6, 123-124, 126 productos agrícolas: 8, 969 miento: 7, 566
— y descenso de la tasa de ganancia: —relación entre los precios agríco­ — productividad social y producti­ —el capitalista dinerario trans­
6, 280, 285, 309-310, 315, 320, las y el valor del capital: 6, 141 vidad natural del trabajo: 8, 974 forma los a. ajenos en capital
329, 337, 340 —disminución de la productividad: —determinación del precio de los propio: 7, 655
—y comercio exterior: 6, 303 6, 145 productos agrícolas no funda­ —econom ía de los medios de pro­
—parte integrante de la producción —el sistema capitalista obstaculiza mentales: 8, 975-976 ducción: 7, 672
del plusvalor: 6, 313 una a. racional: 6, 150 —es aventajada respecto a la indus­ Alemania
— una intensificación de la a. — y nivelación de la tasa de ganan­ tria en cuanto a la posibilidad de —desarrollo de la industria: 6, 149
implica una concentración cre­ cia: 6, 248 sucesivas inversiones rediticias de —circulación dineraria: 7, 581
ciente de capital: 6, 338 —y producción de plusvalor rela­ capital: 8, 992-993 —la agricultura y el comercio de
— la teoría de la a. de Smith trans­ tivo: 6, 299 ■ —la productividad de la industria granos: 8, 860-861
form ada por Pitt: 7, 506 —com o tipo particular de capital agrícola y de las otras ramas de la — propiedad parcelaria campesina:
—la identidad de plustrabajo y industrial: 6, 413 industria en el análisis de la renta 8, 1026
plusvalor pone un límite cualita­ —unidad de a. e industria dom és­ fiduciaria: 8, 996 —intercam bio de productos hasta
tivo a la a. del capital: 7, 509 tica: 6, 426 —y m anufactura: 8, 1001 m ediados del siglo xix: 8, 1134
—de capital dinerario: 7, 533-559, —y medios de circulación: 7, 581 —en la Antigüedad y en la Edad Algodón: véase Industria algodonera
603 , 613-616, 624-635, 646-648, —y modo de producción capitalista: 8, Media: 8, 1001-1002, 1012 Alim entación
651-654 791-796, 836-838, 869, 1017-1020 — e industria domiciliaria rural: 8, —el grano, alim ento principal de
—de riqueza adicional en Inglate­ —expropiación de los trabajadores 1012, 1026 los pueblos modernos: 8,792,975
rra: 7, 533-534 agrícolas: 8, 792, 796, 836 —fraccionam iento del capital: 8, — producción de alim entos destina­
—del capital de la deuda pública —obstáculos al desarrollo de una a. 1023 dos a los productores directos: 8,
expresa el incremento de una racional: 8, 795, 798, 1032-1034 —efectos de los perfeccionamientos: 816-817
clase de acreedores del Estado: 7, —capitalism o y racionalización de 8, 1026-1027 —c o n se c u e n c ia s del e n c a re c i­
614 la a.: 8, 795-797 — uno de los males específicos de la miento y de la dism inución del
—de los títulos de propiedad sobre —e inversión de capital: 8, 797, a. en pequeña escala unida a la precio de los alimentos: 8, 1089
empresas expresa la am pliación 1017 libre propiedad de la tierra es el Am érica
del proceso real de reproducción: — inglesa: 8, 799-800 anticipo de capital para adquirir —censos norteamericanos de 1870
7, 614-615 —y capital variable: 8, 819 el terreno: 8, 1027 y 1880 y tasa de ganancia: 6, 25,.
—relaciones entre la a. del capital — desarrollo químico y mecánico —introducción de los m étodos 91
dinerario prestable y la a. real: 7, de la a. y explotación de la fertili­ capitalistas: 8, 1120 —Norteam érica y el desarrollo de
637-639, 647-648, 653-657 dad natural: 8, 837-838 —cultivo autosuficiente y arrenda­ los medios de com unicación: 6,
—la estadística de las exportaciones —efectos del cultivo de las prade­ miento: 8, 1123-1124 84-85
y de las im portaciones provee un ras, estepas, etc., sobre la a. euro­ — véase tam bién Campo, C apital y —guerra civil en Estados Unidos y pre­
índice de la a. del capital real: 7, pea: 8, 861 agricultura cio del algodón: 6, 135-136, 159
645 —cultivo intensivo: 8, 867, 873 Agronom ía —producción de algodón en N or­
—real y capital de préstamo: 7,647, —y modos de producción precapi- —agricultura y aplicación científica teamérica. 6, 148
653 talistas: 8, 868 de la a.: 8, 795 —la lucha de los países europeos
—originaria: 8, 794, 1115 —el modo de producción capita­ —el desarrollo de las ciencias natu­ por los tesoros de A. contribuyó
—en la sociedad socialista: 8, 1043, lista se adueña sólo lentamente y rales y de la a. acrecienta la ferti­ a rom per los límites feudales de la
1077 no uniformem ente de la a.: 8, 869 lidad de los terrenos: 8, 978 producción: 6, 425
—fondo de a.: 8, 1062, 1076 —la tasa de ganancia en la a. y en Ahorro — esclavitud en Estados Unidos: 7,
—exceso de a.: 8, 1148 sectores no agrícolas: 8, 942 —econom ía en el empleo del capital 493; 8, 797
—véase también Proceso de acum u­ —revolución en la a.: 8, 944 constante: 6, 93-128, 130; 7, 477- —form ación de trust en Estados
lación —utilización para pastura de los 478 Unidos: 7, 564-565
Á frica terrenos cultivados con granos: —de los medios de producción: 6, —crisis de 1857 en Estados Unidos:
—colonización: 8, 1150 8, 945 101 7, 633
A gente de cambio: véase B illbroket —retraso respecto de la industria: —econom ía derivada de la unión de —minas de oro california ñas: 7,
Agricultura 8, 966 agricultura y m anufactura: 6,427 647, 730
—y capital constante: 6, 66, 98-99 —composición orgánica de capital: — y form ación del capital: 7, 507 —relaciones financieras y comer­
8, 966, 972, 974, 980, 1030 —el absurdo de hacer derivar el ciales entre Inglaterra y Estados

1226 1227
Unidos: 7, 713-714, 742, 753 Aranceles aduaneros m ará en renta durante la vigencia — véase tam bién Seguros, Socorro
— relaciones comerciales con Asia y —im portancia para la industria de del contrato para el a. que gaste A soc ¡ación
m ovimiento de los metales pre­ la supresión o disminución de los más que la inversión media: 8, —de los capitalistas para regular la
ciosos: 7, 730-731 а.a. sobre las m aterias primas: 6, 904 producción: 6, 148
—exportaciones norteam ericanas 132 —efectos de la competencia nortea­ —de obreros en las fábricas coope­
de granos y fertilidad de las tie­ — proteccionistas: 6, 132, 149; 7, mericana, rusa e hindú sobre los rativas: 7, 567-568
rras: 8, 859-860 564, 630; 8, 807, 999 a. europeos: 8, 924-925 —de crédito venecianas y genove-
— efecto de la exportación de grano —cerealeros: 8, 806-807, 812, 844, —en la Sicilia rom ana: 8, 1002 sas en los siglos xu y xiv, 7, 775-
argentino sobre los m ercados 924 —véase también Aparcería, A rren­ 776
europeos: 8, 925 A rgentina damiento. C ontrato —la sociedad como a.: 8, 849
—comercio en los siglos xvi yxvii: —efectos de la exportación de gra­ Artesanado — tasa de ganancia en las a. de
8, 1142 nos sobre los mercados europeos: —com o trabajador propietario de comerciantes: 8, 1138-1142
—bancos por acciones en N ortea­ 8, 924-925 los medios de producción: 6, 224; Ateliers nationaux
mérica: 8, 1147 Aristocracia 8, 1132 — trabajos públicos durante la cri­
Análisis', véase M etodología —terrateniente: 6, 419 —disgregación de la producción del sis, nueva edición de los a. n.: 6,
Anarquía —financiera: 6,419; 7,565,658, 702 a.: 6, 425-429 168
—del m odo de producción capita­ Arrendam iento —ejercicio artesanal de la agricul­ A tesoram iento
lista: 8, 1118 —de la vivienda obrera: 6, 164-165, tura: 8, 868 —com o efecto del comercio: 6,408,
A ntagonismo 170; 8, 984 —golpeado por el mercantilismo: 8, 410
—entre el gobierno y la masa del — y renta de la tierra: 8, 804-807 999 —y capital productivo de intereses:
pueblo: 7, 491 —del terreno a obreros de fábrica: —intercam bio de mercancías con el 7, 502
—entre propietarios de los medios 8, 806 campesinado: 8, 1134-1135 —en los bancos durante la crisis de
de producción y propietarios de —de casas y renta: 8, 979 Asia 1847: 7, 536-537
la fuerza de trabajo: 7, 491-494, —en la economía parcelaria: 8, —desarrollo industrial y comercial — medios: 7, 683
567-568 1030 de las ciudades griegas del A. —durante la revolución de 1848: 7,
— en la sociedad capitalista como —desarrollo del a.: 8, 1124 menor: 6, 425 762
en la esclavista el trabajo exce­ —véase tam bién Aparcería. Arren­ —la lucha de las naciones por el —con el dinero aparece necesaria­
dente asume una forma antagó­ datario, Contrato producto proveniente de A, con­ mente: 7, 766
nica: 8, 1043 A rrendatario tribuye a destruir los límites feu­ — y usura: 7, 771
— véase tam bién Contradicciones —utilización de los residuos de la dales de la producción: 6, 425 Australia
A ntigüedad producción entre los a. irlandeses: — producción capitalista rusa y — minas de oro: 7, 647, 730
—el trabajador com o propietario б, 124-125 m ercado asiático: 6, 427 —exportaciones de la India a A. y
de los medios de producción: 6, —capitalista: 8, 791, 795-796, 954- — metales preciosos en el comercio tipos de cambio: 7, 745
224; 8, 1132 956, 1004, 1015-1019 con A.: 7, 712, 730 —bancos: 7, 760
—influencia del comercio y des­ —e inversión de capitales: 8, 796- — tipos de cambio: 7, 720, 743-760 Austria
arrollo del capital comercial: 6, 798, 871, 1033 —balanza de pagos con E uropa y —jornada laboral: 6, 274
424-425 —pequeño campesino: 8,805, 1015 América: 7, 735 A ulonom ización
—el trabajo de supervisión en los —la legislación inglesacontribuyea —efectos de la usura: 7, 770 —de las operaciones dinerarias: 6,
escritores antiguos: 7, 491-493 la explotación de los pequeños a, —¡dea jurídica déla libre propiedad 405
—capital usurario: 7, 766-767, 769 por parte de los terratenientes: 8, privada: 8, 794 —del proceso de circulación: 6, 419
—surgim iento de la idea jurídica de 806 —el estado se contrapone a los pro­ —de. la forma del plusvalor res­
la libre propiedad privada: 8, 794 —la desigualdad del reparto del pietarios privados como propie­ pecto de su sustancia: 8, 1051,
—economía agrícola en la A. y la capital entre los a. y su influencia tario de la tierra y al mismo 1053-1057
Edad Media: 8, 1001 sobre la renta: 8, 836, 866-867 tiempo como soberano: 8, 1006 —de la relación de producción: 8,
—falsa analogía con el m odo de —la lucha entre los a. y el terrate­ —la renta en productos, base de las 1055-1057
producción capitalista: 8, 1001 niente: 8, 866 condiciones sociales estaciona­ —de las varias formas del plusva­
—la libre propiedad parcelaria: 8, —un capital insuficiente en manos rias: 8, 1013 lor: 8, 1073-1074
1026 de un gran número de a. produce —la Maona de Génova, dom ina­ A utoridad
—y mistificación de las relaciones una renta incluso en el peor tipo dora de minas en el A. menor: 8, —en el capitalismo y en los modos
sociales de producción: 8, 1057 de suelo: 8, 902 1013 de producción precapitalistas: 8,
Aparcería: 8, 861, 1021-1023 —la plusganancia no se transfor­ Asistencia: 6, 165-169 1118

1228 1229
A utovalorización —relación entre masa de títulos de —las variaciones de la tasa de inte­ —en circulación y nivel del tesoro
—el obrero en el proceso de a. del un b. y masa completa de circula­ rés enriquecen a los b.: 7,540,700- áureo que garantiza la converti­
capital: 6, 104-105 ción: 7, 591 701 bilidad: 7, 677
—en el flujo y reflujo de los fondos —toda operación en que el b. da —circulación en los períodos de
Babilonia : 8, 1137 de reserva del b. se tiene la pánico durante la crisis: 7, 680
dinero le parece un préstam o: 7,
Balanza com ercia! medida de la inutilización del —la emisión no siempre significa
550
—y balanza de pagos: 7, 632-633, capital dinerario de préstam o: 7, —llegan a concebir las deudas co­ anticipo de capital: 7, 694
660, 732 645 mo mercancías: 7, 600 —el comercio al mayoreo tiene como
—de Inglaterra: 7, 760-762 —concentración de las operaciones medio de circulación las letras de
—la m ayor parte del capital del b.
—en el sistema mercantilista el crediticias en manos de los gran­ es puramente ficticio: 7, 604 cam bio y los b. de b.: 7, 695
plusvalor se presenta como exce­ des b.: 7, 647 — acumulación del capital dinera­ —relaciones entre b. de b. y letras
dente de la b.c.: 8, 998 —de Irlanda: 7, 677, 702 rio de préstamo: 7, 615-616, 652- de cambio: 7, 696-697
Balanza de pagos —“ crean” créditos y capital dando —con la emisión no cubierta por
653
— y flujo del metal precioso: 7, 583, en pago letras de cambio descon­ —acum ulación de la riqueza: 7,616 reservas metálicas, los bancos
735 tadas: 7, 699 crean un capital adicional ficticio
—y depósitos: 7, 657
—véase tam bién Balanza com ercial —reserva metálica: 7, 731-734, 737- —alim entan la especulación: 7, 659 del cual extraen una ganancia
Bancarrota 738 adicional: 7, 698
—fuerza creciente de los b. y de los
—de los prim eros empresarios: 6, —desarrollo del sistema bancario: financieros con el crecim iento del —acumulación: 7, 729
128 7, 737, 782 sistema crediticio: 7, 702 Bim etalismo: 6, 14
—durante la crisis de 1847 Inglate­ —australiano, indio y canadiense B eneficencia: véase A sistencia Bolsa
rra hizo frente a sus obligaciones fundados con capital británico: Bill-broker. 7,610-611, 640-643,699- —especuladores: 6, 400; 7, 567
por im portaciones de granos con 7, 760 700 —los boletines de la b. indican con
la b.: 7, 634 —de H am burgo: 7, 776 precisión el nivel de la tasa de
Billetes de banco
Bancos —el sistema bancario y la lucha interés del capital depréstam o: 7,
—se fundan en la circulación de las
— populares de Proudhon: 6, 44 contra la usura: 7, 778 469-470
letras de cambio: 7, 512
—de cambio: 6, 406-408 —en la doctrina sansim oniana: 7, —es una letra de cam bio contra el —es la representante más notoria
—de A m sterdam : 6, 408; 7, 776 780, 783-784 banquero: 7, 516 de la producción capitalista: 8,
—compensación de pagos: 6, 411 —el sistema bancario lleva a su —según un autor del currency prin­ 1147-1150
—de Inglaterra: 7, 434, 536-537, límite extremo el carácter social cipie: 7, 537
548, 553-558, 580, 582-586, 589, del capital: 7, 782 — circulación: 7, 557-558, 561, 573- Cajero
591, 603, 608-611, 634, 639, 645, —inicial en la Edad Media: 7, 786- 574, 580-592, 694-697 —función típica de la institución de
647, 667-669, 673-674, 676-680, 788 —límites a la emisión: 7, 582, 675- los c. en las ciudades comerciales:
682-683, 687, 689-690, 693,'695, —sociedad por acciones en los b.: 678 6, 408-409
697-701, 709, 711, 714-715, 718- 8, 1149 —emisión y drenaje del oro: 7, 582- —el banco com o c. de los capitalis­
720, 722, 724-725, 729-730, 732, — véase tam bién Billetes de banco 584 tas industriales: 7, 515
734, 738. 741-742, 776, 778, 781 Bank R eslriction A c t . : 7, 684 — diferencia entre emisión de m eta­ Calidad
—fuente de la cual el capital afluye Banquero les preciosos en la circulación —y cantidaden la repartición entre
a los b.: 7, 515-516 —concepción que tiene de la com ­ internacional y emisión de b. en plusvalor y salario: 7, 465
—nacional: 7, 516, 702 petencia: 6, 400-401 el m ercado interno: 7, 585-586 —y cantidad en la subdivisión de la
—atesoram iento durante la crisis —crédito: 7, 511, 638 — fondo de garantía para su con­ ganancia en interés y ganancia
de 1847 en Inglaterra: 7, 536 —se convierten en los adm inistra­ vertibilidad: 7, 586, 732 del empresario: 7, 475-484
—técnica bancaria y aceleración de dores generales del capital dine­ — modo según el cual puede ocurrir — oculta de los escolásticos: 7, 504
la circulación: 7, 561-562 rario: 7, 515, 550-552 el refluio de b. sobre la banca: 7, Cambio
—de Francia: 7, 561 —en general, la actividad del b. 586-587 —origen del negocio cam biario: 6,
—el dinero pagado com o salario se consiste en concentrar en sus — anticipos: 7, 589 406-407
gasta en el pequeño comercio y manos grandes masas de capital —como medio de pago: 7, 591-592 —véase tam bién Tipos de cambio.
refluye a los b.: 7, 577 dinerario disponible para el prés­ —inconvertibles: 7, 675 Valor de cam bio
—el temor del sistema bancario tam o: 7, 515 —la cantidad en circulación está Campesino
m oderno por el drenaje del oro: —diversas formas en que el b. con­ determinada por las necesidades —pequeño c. y usurero: 6, 44; 7,
7, 584 cede el crédito: 7, 516 del m ovim iento comercial: 7, 766-767; 8, 1027, 1030
—privado: 7, 589, 698; 8, 1147 —doble actividad: 7, 517 676, 696 —pequeña propiedad parcelaria: 6,

1230 1231
150, 248, 416; 8, 792, 794, 816, —viejo y nuevo: 6, 138, 142, 181, —como cosa: 7, 499-501, 504; 8, —la usura transform a las condicio­
869, 1021-1034, 1110 320, 323-325, 337; 7, 508 1037, 1050 nes de trabajo en c.: 7, 770-771
—independiente en la India: 6, 274 —y. tasa de ganancia: 6, 174-177. —como fetiche: 7, 500-501, 504, —tierra-c.: 8, 797
—el comerciante y los c. en la Edad 246-250, 277, 303-305, 319-320; 509; 8, 1055 —interés por el c. incorporado a la
Media; 6, 429 7, 433, 468-469, 557 —concepción dele, como valor que tierra y la renta: 8, 797-798, 800-
—transform ación de los cultivado­ —y masa de las ganancias: 6, 189 se autovaloriza: 7, 504-508, 601; 802, 804-805
res directos en trabajadores asa­ —com o fuerza social: 6, 246 8, 1055 —inversión de c. y disminución del
lariados; 8, 836 —exceso de c. y población exce­ —ficticio: 7, 511, 513, 599-606,614, precio de costo: 8, 828
—indios, 8, 924 dente: 6, 310, 322-333 634, 698 —distribución del c. total empleado
—rusos, 8, 924 —el verdadero limite de la produc­ —concepción d e lc .c o m o “ mercan- entre los diversos tipos de suelo y
—europeos; 8, 925 ción capitalista es el c. mismo: 6. cía empleada en la producción”: renta: 8, 856
—pequeño y medio, golpeados por 321 7, 539 —diferencias en la distribución del
el mercantilismo; 8, 999 —minimo de c. necesario para que —con la sociedad por acciones se c. entre los arrendatarios y renta
—la familia c. y la renta en produc­ el capitalista ponga en acción el tiene la supresión del c. como diferencial II: 8, 869
tos: 8, 1012 trabajo: 6, 322, 337; 8, 869, 897- propiedad privada en el ám bito —efectos de insuficiencia del c. en
—pequeño c. arrendatario: 8, 1015 904 del modo de producción capita­ manos de un gran núm ero de
—transform ación del c. tributario —superproducción: 6, 322-323, lista: 7, 562-563 arrendatarios sobre la renta dife­
en c. libre: 8, 1015-1017, 1020 328-330; 7, 654 —y crédito: 7, 566, 699 rencial: 8, 902
—suizo, francés y alemán: 8, 1026 — adicional: 6, 323-325, 329 —el capitalista dispone mediante el —de explotación: 8, 903-904, 1028
— el rédito del pequeño c.: 8, 1110 —inactivo: 6, 323-325; 7, 668-669 crédito de c. ajeno: 7, 566 —las fuerzas naturales no son c.
—cam bio de productos entre c. y —destrucción: 6, 325-326, 328 —concepción del c. com o producto pero se presentan como fuerzas
artesanos: 8, 1134-1136 — el fin del c. no es la satisfacción del ahorro y del renunciam iento: productivas del c.: 8, 947
— economía natural de la familia c.: de las necesidades sino la produc­ 7, 566, 654-655 —en las formas sociales en las que no
8, 1146 ción de ganancia: 6, 329 —los límites de la valorización del existe el c. no existe la renta de la tie­
Cam po c. en el sistema capitalista: 7, 568 rra en su sentido moderno: 8,997
—exportación: 6, 329; 7, 615, 741,
—la gran propiedad y la gran indus­ —y medios de circulación: 7, 571- —acuerdo de los econom istas bur­
743-750, 753, 760
tria minan la fuerza de trabajo en 594, 693-694 gueses sobre el c. com o fuente
— formación de c. y tasa de ganan­
el c.: 8, 1034 —distinción entre form a dineraria efectiva de rédito (ganancia): 8,
cia: 6, 332
— véase ta m b ié n A g r ic u ltu r a , del rédito.y form a dineraria del 1037-1041, 1046-1052
—de circulación: 6, 345, 353,415; 7,
Arrendamiento, Campesino, Ciu­ c.: 7, 573-577 —irracionalidad de la relación c.-
576
dad, Propiedad d e la tierra. Traba­ —dem anda de medios de circula­ ganancia: 8, 1037-1042, 1049
—invertido en la circulación: 6, 397
ja d o res agrícolas ción y dem anda de c.: 7, 579-584, —es una relación de producción
Canadá —como mercancía: 7,434,437-440,
—bancos: 7, 760 444, 448-454, 500 684-685 social históricamente determ i­
Capital —existe com o c. solamente en el —anticipo de c. y anticipo de nada: 8, 1037-1038, 1050
—aspectos analizados en el tercer proceso de producción: 7, 439 medios de pago: 7, 587-589, 694- —la fórmula c.-interés: 8, 1039-
libro: 6, 29-30 — y dinero: 7, 450-451, 551, 554- 695 1041
—adelanto: 6, 33-36, 47-48, 372; 7, 555, 572-574, 583-584, 590, 593, —desde el punto de vista del ban­ —progresos debidos al c.: 8, 1043
453, 455, 521-522, 587-589 597, 637, 693-694 quero: 7, 590 —com o medios de producción son
—mistificación: 6, 37-40, 52; 8, —analogía entre el préstam o de c. y —efectivo: 7, 590-591. 613, 669 considerados en sí y para si, por
1052-1057 la venta pura y simple: 7,449-450 — falta: 7, 593 , 613 , 622-623, 628 naturaleza: 8, 1049-1051
—global y precio de costo: 6, 40 —realización: 7, 451 —y deuda pública: 7, 598-600 —proceso de nivelación de los c.
—fórmula general: 6, 47 —valor: 7, 453 —aparente m ultiplicidad: 7, 605 particulares: 8, 1054
—las fuerzas productivas del tra­ —el producto del c. es la ganancia: — la reconstitución de los c. —el trabajo adicional, ñ o la g anan­
bajo aparecen como fuerzas pro­ 7, 453 empleados en la producción cia, form a nuevo c.: 8, 1077-1078
ductivas del c.: 6, 52; 8, 1052 —propiedad: 7, 454, 478, 488, 568 depende sobre todo de la capaci­ —subdivisión del producto anual
— tiende a reducir al mínimo indis­ —en sí y c. operante: 7, 479 dad de consum o de las clases no en c. y ganancia: 8, 1115
pensable el empleo de trabajo —dinerario com oc. por excelencia: productivas: 7, 623 — la transform ación de las condi­
vivo: 6, 105 7, 481 —flo a tin g capital: 7, 639 ciones de trabajo en c.: 8, 1115
—aum ento del valor y desvaloriza­ —e interés: 7,488-498,554-555,669 —mercado: 7, 656; 8, 979 —produce esencialmente c.: 8, 1117
ción: 6, 136-154, 302, 319-320; 7, —y ganancia del empresario: 7, — metales preciosos com o c. por —la ganancia presupone el c.: 8,
508, 546 488-498 excelencia: 7, 739 1119

1232 1233
—véase tam bién Dinero, Ganancia, —centralización del c. en pocas la concentración social del c.: 8, —ciclo: 6, 348, 350-351, 387-388,
Interés, Inversión, Renta, Valori­ manos: 6, 316 1027 421; 7, 436-437
zación —industrial: 6, 389; 7, 629 C apital adiciona! —rotación: 6, 354-356, 368, 387-
Capital, com posición dei —comercial: 6, 389, 421 —igual a cero: 6, 323 402
—y productividad del trabajo: 6,59 —en el proceso de circulación se —se reparte gradualm ente entre las —se com pone de capital mercantil
—y tasa de ganancia: 6, 81-82, 176- descompone en una serie de com ­ diversas esferas de inversión: 7, y capital dinerario: 6, 356-357
177, 179-194, 198-199, 247, 306; pras y ventas: 7, 441 468 —es el capital que funciona en la
8, 989-990 —en el proceso de circulación apa­ —y plusganancia: 8, 870-878 esfera de la circulación: 6, 358
—en el seno de la gran industria rece siempre com o mercancía o —productividad del c. a. y renta —e industria de los transportes: 6,
m oderna: 6, 90-91 como dinero: 7, 441 diferencial II: 8. 879, 882-884, 357-358
—orgánica: 6, 182-184, 195-196; 8, —considerando la circulación glo­ —no crea valor ni plusvalor: 6, 358-
886-887, 889-949
973-974 bal del capital, se adelanta cons­ Capital bancario 359, 362, 369-370, 374
—técnica: 6, 183-184; 8, 973-974 tantem ente una determ inada —formación y composición: 7, 518- —estimula la productividad del
—la diversa c. orgánica del c. es suma de valor y se retira de la 519, 597-598 capital industrial y su acum ula­
independiente de su magnitud circulación esa suma de valor ción: 6, 359
—confusión entre c. b. y capital
absoluta: 6, 187 más el plusvalor o ganancia: 7, real: 7, 591 —costos de circulación: 6, 373-375
—orgánica y cantidad de trabajo 442 —elementos: 7, 597-611 —concentración: 6, 378
vivo puesto en movimiento: o, —el retorno del c. a su punto de —invertido en documentos que de­ —se mueve, d entro de.ciertos lími­
187-188 partida es el m ovim iento caracte­ vengan interés constituye una parte tes, en form a independiente de
—relación entre parte fija y parte rístico del c. en su ciclo global: 7, de la reserva bancaria: 7, 604 las barreras del proceso de repro­
circulante: 6, 191; 8, 1086 444-445 —la m ayor parte es puram ente fic­ ducción: 6, 389
—de com posición i nferi or, media y — retorno del c.: 7, 444-447 , 455, ticio: 7, 604 —m agnitud absoluta del c. c. nece­
superior: 6, 206-207; 8, 972-973 577-578 —la ocupación del c. b. en el descuen­ sario: 6, 396
—para los capitales de composición —la entrega y restitución del c. to de letras de cambio comerciales —rotación media: 6, 397
media el precio de producción es prestado aparecen como movi­ en Inglaterra: 7, 687 —como fuente de las concepciones
igual al valor y la ganancia al m ientos arbitrarios, mediados C apital circulante erróneas de los agentes de la cir­
plusvalor: 6, 220 por transacciones jurídicas que —entra íntegram ente en la form a­ culación: 6, 400
—aum ento de la orgánica: 6, 270- ocurren antes y después del movi­ ción del precio de costo de la mer­ —y atesoram iento: 6, 408
271, 287-288, 320 m iento real del c.: 7, 445 cancía: 6, 36-37 —consideraciones históricas: 6,
—la relación entre el precio de pro­ —que devenga interés: 7, 445, 502 —desde el punto de vista del capita­ 413-431
ducción y el valor de la mercan­ —figura exterior del movimiento lista, capital constante y capital —representa la forma histórica­
cía está determ inado por la c. del c. en el c. que devenga interés: variable se identifican bajo el tér­ mente más antigua de existencia
orgánica del c. que la produce: 8, 7, 445 mino de c. c.: 6, 37 del capital: 6,415,418; 7,765,784
964 —el retorno es una fase del proceso —constante: 6, 86-87 —condiciones de existencia del c. c.
—el nivel de la fuerza productiva se de circulación: 7, 446 —y capital variable: 6, 89-91 y la circulación del dinero: 6, 416
manifiesta en la c. orgánica del c.: —para refluir como c., la sum a de —com o parte del capital constante: —existencia y desarrollo del c. c.
8, 965 valor adelantada no sólo debe 6, 93-106, 193 como premisa histórica para el
C apital, m ovim iento de! haberse conservado en el m ovi­ — y variaciones de los precios: 6, desarrollo del m odo de produc­
—precio de costo y proceso de valo­ miento, sino haberse valorizado: 134 ción capitalista: 6, 418
rización del c.: 6, 31 7, 448 —aum enta proporcionalm ente a la —cualquier desarrollo del c. c. obra
—relaciones entre c. y plusvalor: 6, —el proceso de acum ulación de c. productividad del trabajo, lo que en el sentido de imprim ir a la pro­
52-54 como acum ulación de interés no es el caso del capital fijo: 6,334 ducción un carácter cada vez más
—liberación e inversión de c.: 6, compuesto: 7, 505-509 orientado hacia el valor de cam ­
—préstam o de c. c.: 7, 440
136-154; 8, 884 —relación entre el crédito y la bio: 6, 4)8, 424
—como capital de explotación: 8,
—rotación del c.: 6, 181 expansión del proceso de repro­ —el desarrollo del c. c. está en rela­
1028
—nivelación de la tasa de ganancia ducción: 7, 621 ción inversa con el desarrollo
C apital comercial
según la m ovilidad del c.: 6, 247 —prestable: 7, 629 económ ico general de la socie­
—y tasa de ganancia: 6, 22-23, 286,
—transferencia del c.: 6,247,265; 7, —la libre transferibilidad de los c. y 359, 365-368, 381; 8, 1142-1147 dad: 6, 419
467-468, 55 1-552, 577-579 condiciones de nivelación en la —se subdivide en capital para el —concepción en la E dad Media y
—la concentración del c. aum enta distribución del plusvalor: 8, 968
tráfico de mercancías y capital en los um brales de la era
la productividad: 6, 278, 316-317 —la propiedad parcelaria excluye para el tráfico de dinero: 6, 343 moderna: 6, 429-431

1234 1235
—para el comercio de dinero: 6,403- producto: 6, 260, 288-289, 292 —el capitalista dinerario cede al — la función del dinerocom o medio
412 —la intensificación del trabajo capitalista industrial el valor de de pago desarrolla el interés y,
—se refiere a la técnica de la cir­ supone a m enudo un aumento uso del dinero com o c. d.: 7, 449 por ende, el c. d.: 7, 771, 773
culación del dinero y a las fun­ del c. c. respecto del capital varia­ —no es otra cosa que una suma de — inversiones de capital adicional
ciones técnicas que derivan de ble: 6, 298 dinero, y el valor de una determ i­ en el mejor suelo: 8, 897
él: 6, 411 —disminución del precio de sus ele­ nada masa de m ercancías fijado —el desembolso de c. d. para la
—desarrollo en la antigüedad: 7, mentos: 6, 301-302, 318-319 como suma de dinero: 7, 452 adquisición del terreno no es
765 —aum ento del c. c. fijo respecto del —el interés expresa la valorización inversión de capital agrícola: 8,
— para e l comercio de mercancías variable: 6, 340 del c. d.: 7, 453 1030
—transform aciones del capital —del comerciante: 6, 353, 379-380 —y tasa de interés: 7,462,469-470, Capital fijo
mercantil en: 6, 343-359 —en la in dustria y en la agricultura: 481-482, 501, 539-540, 543, 647- —entra sólo parcialm ente en el pre­
—función autónom a: 6, 345-351 8, 819 648, 661-667, 711 cio del producto: 6, 36-37, 133
—el c. c. media el intercambio de —para el capitalista el empleo de c. —con el desarrollo de la gran indus­ —y formación del plusvalor: 6, 37-
mercancías cualquiera que sea c. es menos costoso que el empleo tria es puesto bajo el control de 40
el m odo de producción en que de capital variable: 8, 885-886 los banqueros: 7, 470 —necesidad de la distinción entre
se base la producción: 6,416-417 —valor del c. c. y valor del pro­ —concepción popular: 7, 481 capital circulante y c. f. y la tasa
Capital constante ducto anual: 8, 1062-1063 —com o forma autónom a del capi­ de ganancia: 6, 55, 88-89
—las variaciones en el c. c. se refle­ —reposición: 8, 1063-1064, 1077- tal: 7, 48 1 —aum ento del c. f. y explotación
jan en el valor del producto: 6,33 1080, 1083 — y capital que devenga interés: 7, del trabajo intensificada: 6, 93-
—la diferencia entre c. c. y capital —y producto de las clases I y II: 8, 501-502, 597 94, 270-271
variable desaparece en el valor de 1065-1067 —los banqueros se convierten en —reproducción: 6, 95
las mercancías: 6, 35 — y producto bruto: 8, 1068 los adm inistradores generales del —disminución del consum o del c. f.
—anticipo: 6, 48 — y rédito: 8, 1069-1072, 1080-1081 c. d.: 7, 515 y su incidencia sobre el precio de
—está constituido por los instru­ —la relación entre c.c. y variable — acumulación: 7, 533-559, 603, costo: 6, 98
mentos de trabajo y la m ateria se hace incomprensible en el aná­ 613-614, 624-625, 646-649, 653, — masa y calidad: 6, 100
prima: 6, 53 lisis de la economía burguesa: 8, 654-657 —desgaste: 6, 133, 145-146, 287-
— y plusvalor: 6, 53-54 1071 —dem anda y oferta: 7, 539-546, 288, 298; 8,993, 1062, 1064, 1068
—disminución de la productividad —efectos de la variación del valor 661-663, 667-668, 711 —superproducción relativa: 6, 147
contem poránea a una dism inu­ del c. c.: 8, 1088-1089 — y capital real: 7, 545-546, 590- —una notable cantidad de c. f. es
ción del c. c.: 6, 66 —y ganancia del empresario: 8, 591, 613-669, 711 índice de una producción en gran
—relación entre c. c. y tasa de — y actividad bancaria: 7, 587-589, escala: 6, 193
1108
ganancia: 6, 71, 129-131 Capital dinerario 638 —crecim iento dele. f. y de la fuerza
—econom ía en el empleo de c. c.: 6, —transform ación del capital mer­ —plétora: 7, 613, 654; 8, 979 productiva del trabajo: 6, 271,
—la expansión del c. d. debida al 334
71, 93-130 cantil en c. d. y viceversa: 6, 345,
—la economía de c. c. es el producto 350 desarrollo del sistema bancario —préstamo: 7, 440
del desarrollo de la fuerza produc­ —anticipo de c. d. por parte del no indica un increm ento del capi­ —incorporado a lá tierra: 8, 797-
tiva del trabajo social: 6, 102 comerciante: 6, 350-351, 369-370 tal productivo: 7, 628, 638 798, 800, 804-805
—liberación y vinculación: 6, 144- —anticipo: 6, 356-357 —durante la crisis el capital ficticio, —el desarrollo del c. f. acrecienta la
145 —el capital comercial como parte los títulos que devengan interés, renta edilicia: 8, 984
—y agricultura: 6, 145; 8, 819, 875 del c. d.: 6, 356-357, 359 pierde en gran parte su propiedad —com o capital de inversión: 8,
—es un índice de la masa de medios —capital mercantil y c. d. com o de representar c. d.: 7, 634 1028
de producción puestos en movi­ forma general del capital indus­ —la misma masa de dinero real C apital industrial
miento por la fuerza de trabajo: trial: 6, 386 puede representar masas muy —ganancia: 6, 214-217
6, 183-184 — y capital para el tráfico de dinero: diversas de c. d.: 7, 657 —el capital m ercantil es una form a
—composición: 6, 193, 334 6, 403, 411-412 —el desarrollo del sistema crediti­ de existencia del c. i.: 6, 345-346
—influencia sobre el valor del pro­ — y dinero: 7, 438 cio y bancario obliga a todo el c. — en el proceso de circulación dele,
ducto de la diferente composi­ — todo capital prestado es siempre d. a ponerse al servicio de la p ro­ i. se tiene un doble cam bio de
ción del c. c.: 6, 197 una forma particular de c. d.: 7 ducción: 7, 737 manos del mismo dinero: 6, 348,
—a un creciente aum ento del valor 440 — y capital en general: 7, 748 387
del c. c. corresponde una cre­ —concepción de Proudhon: 7,442- — usura y concentración de grandes —circulación: 6, 351-352, 382-383,
ciente disminución del precio del 443 capitales dinerarios: 7, 767 386

1236 1237
—metamorfosis:-6. 352,387; 7,561-564 C apital prestable —en la investigación económica: 6, Capital usurario
—rotación: 6, 354. 399 —doble reflujo del c. prestado: 7, 430-431; 7, 481 —y capital comercial son form as de
—y capital comercial: 6, 367-368, 441 —exteriorización de la relación ca­ capital que preceden al m odo de
372-378 , 404, 41M 12, 419-420, —supuestos del préstam o de dinero pitalista en el c. que devenga i.: producción capitalista: 7, 765-
426 como c.: 7, 447 7, 455, 499-509; 8, 1055-1056 766; 8, 1142
—tema de los economistas clásicos: —dem anda y oferta: 7, 470, 625, —y capital productivo: 7, 482-483 —corresponde a la pequeña pro­
6,415 628, 644, 663-664 —es el capital como propiedad con­ ducción campesina y artesana: 7,
—la categoría del interés es extraña —y bancario: 7, 470, 550-552, 608, trapuesto al capital como fun­ 767-768
al movi miento del c. i. en sí y pa ra 643-645 ción: 7, 485, 489 —paraliza las fuerzas productivas,
sí: 7, 473 —relación entre c. dado en prés­ — y trabajo: 7, 489 no las desarrolla: 7, 768
—el crédito comercial aumenta con tam o y capital propio en el pro­ — y economía vulgar: 7, 501 — posee el m odo de explotación del
la expansión del c. i.: 7, 619-621, ceso de reproducción: 7, 474-475 —form as históricas: 7, 765-789 capital sin su m odo de produc­
628-629 —escasez: 7, 613, 628 — y capital usurario: 7, 766-767, ción: 7, 770
—sobreabundancia: 7,621,628-631 —acumulación: 7, 615-616, 637- 773-774 —y capital que devenga interés: 7,
— y capital de préstamo: 7,628,637, 639, 646-648, 653-655 —subordinación del c. que devenga 773-774
661-662, 755 —y capital industrial: 7, 619, 628- i. a las condiciones de la produc­ — y ley del valor: 8, 1135
—al inicio del ciclo industrial la 629, 637, 662 ción capitalista: 7, 773 , 777-779 C apital variable
baja tasa de interés coincide con —en la fase del ciclo industrial que C apital social — y valor de la mercancía: 6, 33-34;
la contracción dele.i.: 7,629,638 sigue a la superación de la crisis, — medio: 6, 206-207, 219-220, 253- 8, 1086,1089
—dem anda: 7, 661 el c. p. permanece en masa inac­ 255 —la diferencia entre capital constan­
—la usura constituye una poderosa tivo: 7, 624-629 —división en capital industrial y te y c.v. desaparece en la mistifi­
palanca para la form ación de los — transform ación del dinero en c. capital comercial: 6, 352-353 cación del proceso de valorización
supuestos del c. i.: 7, 786 p.: 7, 637-649 —véase también Capital social global del capital: 6, 34-37
—y propiedad de la tierra: 8, 984 —sobreabundancia: 7, 637-639, Capital social global —anticipo: 6, 48
—y revolución de los precios: 8, 654; 8, 885 —y precio de costo: 6, 40 —sólo él crea plusvalor: 6,48,87-88
1143 —la masa de c. p. es independiente —y tasa de ganancia: 6, 205, 213, —como índice del trabajo puesto en
C apital m ercantil de la masa de dinero en circula­ 270, 284; 7, 469 movimiento: 6, 61 182-183, 185-
— transform ación en capital comer­ ción: 7, 643 —distribución: 6, 205, 213 186
cial: 6, 343-402 —velocidad de la circulación del —precio de costo y precio de pro­ — variaciones y tasa de ganancia: 6,
—retransform ación en dinero: 6, dinero como c. p.: 7, 655 ducción de las mercancías produ­ 64-65, 81, 258, 282-284; 7, 508
344-345 —la tasa de interés puede ser afec­ cidas: 6, 208 —proporción respecto del capital glo­
—como capital del comercio de tada sólo en el caso en que se acre­ —variaciones de la relación entre bal en la gran industria: 6, 68,90
mercancías: 6, 351 cienta la dem anda total de c. p.: suma del plusvalor y c. s. g. anti­ —tiempo de rotación yeficiencia:6,
—transform ación del capital dine- 7. 663 cipado: 6, 261-262, 267-268 86, 191-192
rario en mercancías: 6, 351 —la dem anda de c.p. se ve influida —capital mercantil y capital dine­ —y el capitalista: 6, 88-89, 216
—y capital productivo: 6, 352 por la oferta y la dem anda de ca­ rario com o parte del c. s. g.: 6, —y estadística: 6, 91
—com o parte del capital del comer­ pital mercantil: 7, 663-664 345, 357 —e inversión de c. v.: 6, 142-144
ciante: 6, 355-356 —en períodos de depresión la de­ —forma de existencia: 6, 345 —dism inución relativa: 6. 270
—com o parte del capital industrial: manda de c.p. es dem anda de —su subdivisión en capital indus­ —y costo de circulación: 6,371-386
6, 386, 413 medios de pago y no de dinero trial y capital comercial: 6, 366 —y medio de circulación: 7, 581
—la rotación del capital comercial como medio de compra: 7,664-665 —relación entre capital comercial y —disminución absoluta en la agri­
media la m etam orfosis del c. m.: C apital productivo c. s. g.: 6, 398 cultura: 8, 819
6, 391 —y capital de circulación: 6, 345, —clases: 8, 1064-1066, 1076 — y salario: 8, 1060-1062, 1067-
—transferencia de capital bajo la 353 — y capitalista individual: 8, 1068- 1068, 1083-1084
forma de c. m.: 6, 410 —y capital dinerario: 7, 482, 542, 1070, 1073 —y producto de la sección II: 8,
—en el acto de circulación tiene la 545 —la transform ación de los valores 1065
función de mercancía, no la de —reconversión del valor de la mer­ en precios de producción sólo —una parte del valor del producto
capital: 7, 438 cancía en c. p.: 7, 578 altera la distribución de la ganan­ retorna a los capitalistas como c.
—y crisis: 7, 594, 634 —falta: 7, 622-623 cia entre los diferentes capitales v.: 8, 1068
—y capital dinerario: 7, 631 C apital que devenga interés : 7, 433- particulares de que consta el c. s.: —y producto bruto: 8, 1068
—y composición del valor: 8, 1083 456 8. 1092 —y rédito: 8, 1070

1238 1239
—sustitución: 8, 1074 capitalista se halla dom inado por acabada del plusvalor generado uniformemente de la agricultura:
Capital v agricultura las concepciones capitalistas: 6, por el capital mucho antes de que 8, 869
—variaciones del valor de los c. in­ 44 existiera el m. c. de p.: 7, 481 —encarecimiento de los productos:
vertidos en la agricultura: 6, 141 — promueve el desarrollo de las —y el trabajo de supervisión: 7, 8, 947
—constante y variable: 8, 819, 875 fuerzas productivas: 6, 104, 320 491,494-498 —la economía m oderna, expresión
—repartición del c. global entre los —impulsa hacia la economía del —con su desarrollo, el capitalista teórica del m. c. de p.: 8, 995
diversos tipos de suelo: 8, 856 empleo de capital constante y actuante desaparece del proceso —desarrollo acelerado del capital
—inversión normal del c. en la agri­ dilapida la vida y la salud del de producción: 7, 496 por medios coercitivos: 8, 999
cultura: 8, 903 obrero: 6, 104-108 —el predominio de los productos —deroga la vinculación entre arte­
— penetración del c. en la agricul­ —imposibilidad de control de la del trabajo pretérito sobre el plus- sanado, m anufactura y agricul­
tura: 8, 1017-1020 producción de m aterias primas: trabajo vivo dura sólo mientras tura: 8, 1001
—el c. gastado en la adquisición de 6, 148 dure la relación de capital: 7, 509 —idea popular en Mommsen: 8,
la tierra no es c. invertido en la ;—dificulta una agricultura racio­ —en su ám bito, con la sociedad por 1001-1002
agricultura: 8, 1028-1030 nal: 6, 150 acciones se tiene la supresión del —la renta en productos es anacró­
—c. agrícola y proceso de circula­ —carácter de sus leyes: 6, 222 capital como propiedad privada: nica en el m. c. de p.: 8,1002-1003
ción: 8, 1053 — resultado de su desarrollo: 6, 246- 7, 562. 565 —forma ae la renta: 8, 1015
C a pital y trabajo 247, 283-284, 307, 318, 395, 397; — las empresas capitalistas por —y propiedad parcelaria: 8, 1023,
— la transform ación del obrero en 7, 508-509, 511 acciones deben considerarse, al 1032
animal de trabajo es un m étodo —el objetivo del c. es producir plus- igual que las fábricas cooperati­ — precio del suelo: 8, 1032
para acelerarla autovalorización valor: 6, 246-247, 312-313; 8, vas, com o formas de transición —propiedad privada de la tierra:
del c.: 6, 105 1117 del m. c. de p. hacia el m odo de 8, 1032-1033
— y fuerza de trabajo en la reparti­ — la tendencia progresiva de la ta­ producción asociado: 7, 568 —form a antagónica del plustraba-
ción del valor del producto: 7, sa general de ganancia a la ba­ —es ilusión del c. que. el capital sea jo: 8, 1043
465 ja es peculiar del m. c. de p.: 6, retoño del trabajo y del ahorro —mistificación de las relaciones
—en el c. que devenga interés: 7, 271 propios: 7, 655 sociales: 8, 1052, 1055-1057
488 —cuanto más se desarrolla el m, c. —en el c. se halla abolida en la —sería imposible si el obrero reci­
—el trabajo de supervisión brota de p. se necesita una cantidad de forma más completa la produc­ biera realmente el valor que pro­
del dom inio del c. sobre el tra­ capital cada vez mayor para ocu­ ción para el valor de uso directo: duce: 8, 1072
bajo: 7, 494, 498 par la misma fuerza de trabajo: 6, 7, 740 — y ley del valor: 8, 1080-1081
—en el proceso de producción 284 — capital usurario y capital comer­ —reproduce constantem ente las
social: 8, 1042-1047 — no es un m odo de producción cial son formas que preceden al relaciones económicas y sociales
—en la formación del rédito: 8, absoluto sino simplemente histó­ m. c. de p.: 7, 765, 771 de su formación: 8, 1106, I I 15
1049-1052 rico: 6, 310, 330, 333, 338; 8, — y sistema bancario: 7, 781-782 —generalización de las relaciones
—dem anda de trabajo y oferta de 1114-1115 — y agricultura: 8, 791-796, 836- capitalistas: 8, 1110
c.: 8, 1096-1097 —límites: 6, 330-338; 7, 568 838, 868-869, 1017-1020, 1026- —características: 8, 1116-1118
—la relación entre c. y trabajo asa- —la producción no se decide basán­ 1027 —autoridad en el c. y en los modos
Ja riad o determ ina todo el carác­ dose en las necesidades sociales, —se adueña de la agricultura: 8, 791 precapitalistas de producción: 8,
ter del m odo capitalista de sino en el nivel de la tasa de — supuestos históricos: 8, 792, 794- 1118
producción: 8, 1116 ganancia: 6, 331-332 796 —anarquía: 8, 1118
Capitalism o (m odo capitalista de —contradicción entre el poder — y racionalización de la agricul­ —características d e la renta del
producción) social general en que se convierte tura: 8, 796 suelo: 8, I I 20
—el precio de costo adquiere la el capital y el poder privado de —econom istas que aspiran a con­ —ley de desarrollo: 8, 1123
falsa apariencia de una categoría los capitalistas individualessobre vertir el sistema capitalista de —véase también Producción (rela­
de la producción misma del las condiciones sociales de pro­ producción e r un sistema de ciones de. proceso de). Producción
valor: 6, 31 ducción: 6, 339 “ arm onías": 8, 800-801 capitalista
—el m. c. de p . se diferencia de —desarrollo del comercio y condi­ —es propio de su naturaleza el que Capitalista
aquel fundado en la esclavitud, ciones del surgim iento del m. c. reduzca de continuo la población —en el proceso productivo: 6,47-49
entre otras cosas, en que el valor de p.: 6, 424-431 consagrada a la agricultura en —la medida real de la ganancia del
de la fuerza de trabajo se p resenta —transición del m odo feudal de proporción a la población no c. no está determ inada por la tasa
como salario: 6. 34 producción al c.: 6, 425-431 agrícola: 8, 819 de plusvalor sino por la tasa de
—en el c. tam bién el productor no —el interés existe com o subform a —se adueña sólo lentamente y no ganancia: 6, 48

1240 1241
—la naturaleza del plusvalor en la —c. industrial y c. comercial: 6, —renta neta y renta bruta según el manda es puram ente casual: 6,
conciencia del c.: 6, 51 361-363, 372 c.: 8, 1069 240
—el trabajo pretérito que dom ina al —com o vendedor de mercancías: 7, —Storch polemiza con Say par­ —la esfera de la competencia, con­
trabajo vivo está personificado 438 tiendo del punto de vista de la siderando cada caso por sepa­
en el c.: 6, 52 —industrial en el proceso de repro­ nación, no del c. individual: 8, rado, está dom inada por la c.: 8,
—concepciones: 6, 52, 267-268, ducción: 7, 442 1075-1076 1053
286-287; 7, 400; 8, 849 — productivo y c. prestam ista: 7, —y desvalorización del capital Categoría (económica)
— para él, la única diferencia esen­ 443 constante: 8, 1076 —del precio de costo: 6, 31
cial es la que hayentre capital fijo —industrial y capital dinerario: 7, —dispone del trabajoexcedentario: —economistas que tratan el modo
y capital circulante: 6, 89, 194 444-445, 448 8, 1079 capitalista de producción en la
—economiza capital constante: 6, —interés y c. actuante: 7, 473 —salario, interés y renta del suelo agricultura, y la forma de propie­
101-104 —productivo y c. dinerario tienen para el c.: 8, 1084, 1108-1109 dad del suelo que le corresponde,
—aprovecha la productividad del en el procesa de producción fun­ —el precio de costo de la mercancía como c. no histórica sino eterna:
trabajo, tanto de su fábrica como ciones totalmente diferentes: 7, aparece ante él como una m agni­ 8. 792
de la ajena: 6, 102 476 tud dada: 8, 1104-1105 —mercancía y dinero, c. más sim­
—dinerario: 6, 128; 7,448-451,476, —la parte de ganancia que corres­ —sus reflexiones com o tal están ples del modo capitalista de pro­
486, 647-648, 655, 657, 742 ponde al c. activo aparece, en su e x clu siv am en te d e te rm in a d a s ducción: 8, 1052
—prejuicios de los c. a propósito carácter de ganancia empresa­ por su interés: 8, 1107 Catolicism o
del equilibrio entre la oferta y la rial, com o emergiendo de sus —la determinación del valor no — y sistema m onetario: 7. 762-763
demanda: 6, 148-149 funciones en la industria o en el interesa al c. individual: 8. 1107 Centralización
— razones por las que el c. no consi­ comercio: 7, 478 Capitalización —de los capitales y expropiación de
dera su ganancia com o plustra- — trabajo del c. industrial: 7, 488, — la formación del capital ficticio se los pequeños capitalistas: 6, 310,
bajo impago: 6, 173-174 495 llama c.: 7, 601 315-316
— habilidad individual del c. en —las fábricas cooperativas prue­ —con el proceso de c. se consolida —del capital dinerario: 7, 515
relación con la tasa de ganancia: ban la inutilidad de la dirección la idea del capital como un autó- —de los capitalistas y expropiación
6, 174, 268 del c.: 7, 494 mata que se valoriza por sí solo: con el desarrollo de la sociedad
—tom ando en consideración la —V managers industriales: 7, 494, 7, 601 por acciones: 7, 566-567
ganancia, los diversos capitalis­ 4V 8 —de la renta del suelo: 8, 802, 832, —de los patrim onios dinerarios: 7,
tas se conducen como meros —y crédito bancario: 7, 547-549, 857, 1024 603
accionistas de una sociedad por 566 Carestía —y sistema crediticio: 7, 702
acciones: 6, 200, 267 —la sociedad por acciones trans­ —el crédito y la c. entre 1846 y 1847 Cereales: véase Granos
—el concepto del valor escapa al c.: forma al c. actuante en simple en Inglaterra: 7, 535-537 Cervecerías
6, 2 1 2 dirigente y al propietario de capi­ Cartago —norteam ericanas vendidasa capi­
— la idea del c. sobre la transform a­ tal en mero c. dinerario: 7, 563 —desarrollo del capital comercial: tales ingleses: 8, 1149
ción del plusvalor en ganancia: 6, —“ renuncia” : 7, 566, 654-655 6, 424 Ciclo
214-217 —y agricultura: 8, 791-792, 796, —economía agrícola: 8, 1001 — del capital comercial: 6, 351
—interés del c. en la productividad 1017 Cárteles —global del capital: 7, 444
del trabajo social em pleado por —constituyen una de las tres gran­ — tendencia a la formación de c.: 6, —de la tasa de interés durante el c.
el capital global: 6, 249 des clases sociales: 8, 796, 1123 149; 7, 564, 630 industrial: 7, 457
—constituyen una verdadera cofra­ — transform ación de los campesi- — véase ta mbién Trust —del crédito comercial: 7, 617
día francmasónica frente a la nosarrendatarios en futuros c.: 8, Casas Ciclo industrial
totalidad de la clase obrera: 6, 1016 — préstam o de c.: 7, 785 —de la industria textil: 6, 152
250 —capital personificado: 8, 1043, —edificación y arrendam iento del —y tasa de interés: 7, 457,460-462,
—idea a propósito de la ganancia: 1049, 1116, 1118 terreno: 8, 972, 979 464, 629, 660, 664
6, 267-268, 293-294; 7, 485^86, —cómo distribuyen el plusvalor: 8, — véase también Arrendam iento, —fases: 7, 460, 679
489, 497 1044-1045 Terreno para edificar. Vivienda —oscilaciones de los precios: 7, 468
—la dism inución de la tasa de —relación entre c. y terrateniente: Casas de em peño ( monts-de-piété): —períodos de prosperidad: 7, 576-
ganancia hace que el c. redoble 8, 1045, 1086, 1094 7, 775 577, 680
sus esfuerzos por asegurarse una —en qué sentido puede ser conside­ Casualidad —el crédito en la fase del c. i. que
ganancia extraordinaria: 6, 332 rado como productor de plusva­ — m onopolio accidental: 6, 225 sigue a una crisis: 7,578,581,622,
—y maquinaria: 6, 336 lor: 8, 1045, 1051 —el equilibrio de la oferta y la de­ 624

1242 1243
—crédito y estancamiento: 7, 581 —concepciones de los agentes de la —ganancia del capitalista indus­ —metálica: 7, 589, 732-733
—y reflujo del oro: 7, 584-585, 738 c.: 6, 400 trial y del comerciante: 6, 372-374 —y crédito: 7, 643-644, 671-703
—estancam iento y exceso de capital —nacional e internacional: 6, 407- —real: 7, 441 —especulación de los capitalistas
industrial: 7, 622 408; 7, 583-584 —se resuelve en la m etamorfosis de para crear dificultades moneta­
—carácter crónico y periodicidad: —velocidad: 7, 576-577, 671 la mercancía: 7, 441 rias en las cuales el nivel de lac. d.
7, 629, 645 —la esfera de la c. es la esfera de la —en el movimiento real del capital baja: 7, 681, 694, 697
— y acum ulación del capital pres- competencia: 8, 1053 el reflujo es una fase del p. de c.: —contracción y expansión: 7, 682-
table: 7, 637-638, 652-654, 662- —jam ás puede dar lo que antes no 7, 446 684
665 ha recibido: 8, 1099 —contribuye a la mistificación de la — influencia de su volumen sobre la
—capital prestable y estancam iento —el carácter del producto como producción de valor y plusvalor: tasa de interés: 7, 683-684
del capital industrial: 7, 638 mercancía y de la mercancía 8, 1052-1053 — y flujo y reflujo del oro y de la
—ciclos decenales de la industria com o p ro d u cto del capital Circulación, tiem po de plata: 7, 729-731
inglesa: 7, 645 implica ya el conjunto de las rela­ —com o límite del plusvalor: 6, 50, — fondo de reserva para la c. d.
—oscilaciones en el incremento de ciones de c.: 8, 1116 358-359:8, 1053 metálica interna: 7, 732-733
los medios de circulación en —véase también Costos de circula­ —el medio principal para la reduc­ —transform ación de la renta en
correspondencia con las diversas ción ción del t. de c. está en el perfec­ productos en renta dineraria pre­
fases del c. i.: 7, 679-680 Circulación, medios de cionam iento de las comunicacio­ supone un desarrollo considera­
— y crédito: 7, 739 —el dinero como m. de c.: 6, 244, nes: 6, 84, 97 ble de la c. d : 8, 1014
—los ciclos de la industria y el 388, 404; 7, 597 —reducción: 6, 97 —tesis errada de T ooke sobre la
comercio aparecen ante los agen­ —el préstam o bancario como capi­ —de las mercancías: 6, 372 c. d. entre productores y consu­
tes de la producción capitalista tal y como m. de c.: 7, 551 —la rotación del capital industrial midores: 8, 1071
como leyes naturales: 8, 1057 — y capital: 7, 571-594 es la unidad de su tiem po de pro­ —véase también Billetes de banco
—véase también Crisis. Prosperidad —internacionales: 7, 585 ducción y de c.: 6, 387 Circulación m ercantil
Ciencia — masa: 7, 591, 679-680, 682-684 —del capital productivo: 6, 389 —y m ovim iento de la masa del
—la economía política burguesa —posibilidad de grandes depósitos Circulación de capital dinero: 6, 409
renuncia al procedimiento cientí­ con una cantidad relativamente —el capital arroja, pro rata de su —como interm ediaria entre diver­
fico: 6, 212 pequeña de m. de c.: 7, 644 magnitud, la misma ganancia sas esferas de la producción: 6,
—discierne entre esencia de las —aum ento en Inglaterra luego del anual media sin que importe que 419
cosas y su forma de manifesta­ descubrim iento de oro en Aus­ se invierta dentro de la esfera de Ciudad
ción: 6, 212-213; 8, 1041 tralia y California: 7, 646-647 la producción o de la esfera de la —desarrollo comercial y separa­
Ciencias naturales —en el sistema crediticio: 7, 671 - c.: 7, 433 ción de c. y cam po en la Antigüe­
— y el desarrollo de la fuerza 703 —peculiar del capital que devenga dad: 6, 425
productiva: 6, 98-99 —eficacia: 7, 672 interés: 7, 436-437, 439-441 —transferencia de capital de la c. al
—combinación del trabajo con las —dem anda excesiva: 7, 694 — y circulación de rédito: 7,573-579 campo: 8, 1017
c. n. en la producción capitalista: —las letras de cam bio como m. de Circulación dineraria —y cam po en la Edad Media: 8,
6, 341 c.: 7, 695-696 —velocidad: 6, 388; 7, 561, 576, 1018-1019
—retraso en el desarrollo de las c. Circulación, proceso de 607-608 — y cam po en la Inglaterra del siglo
n.: 8, 966, 992 —com o parte del movimiento total — y comercio de dinero: 6, 405-406, xvin: 8, 1020
—el desarrollo de las c. n. y de la del capital: 6, 29-30, 357-358, 410-412 —concentración de la población
agronom ía modifica la fertilidad 430-431 —como medio de adquisición y de industrial: 8, 1034
del suelo: 8, 978 —y proceso de producción reali­ pago: 6, 409-410; 7, 591-594 Clases
— y propiedad parcelaria: 8, 1027, zan el plusvalor: 6, 47, 50 —como intermediaria entre diferen­ —las tres grandes c. de la sociedad
1033 — y ptoceso de producción se inter- tes esferas de producción: 6, 419 capitalista: 6, 10; 8, 796, 1123-
—y gran propiedad: 8, 1033 penetran constantem ente: 6, 50- —técnica bancaria y aceleración de 1124
Circulación 51 la c. d.: 7, 561 —lucha de c.: 6, 10
—períodos: 6, 55 —en él el burgués olvida el proceso —relación entre crédito, c. d. y pre­ —las necesidades sociales resultan
—capital comercial y esfera de la c.: de producción: 6, 173 cios: 7, 578-579 de la relación existente entre las
6, 351-352, 358-359 —autonom ización: 6, 344, 403, —en las fases del ciclo industrial: 7, diversas c.: 6, 230, 246
—el com erciante toma el puesto del 419-420 578-579, 679-680, 682 —antagonism o entre los intereses
capitalista industrial en la esfera —capital actuante en el p . de c.: 6, —interna e internacional: 7, 583- del capitalista individual y los de
de la c.: 6, 372 344-346, 361-362; 7, 437-442, 446 586 la c. capitalista: 6. 325

1244 1245
—el capital industrial como capital —la colonización como sucursal de —ruso en Asia: 6, 427 — en el mercado mundial: 6, 148; 8,
com ún de toda la c. capitalista: 7, la Bolsa: 8, 1149 —subordinado a la producción 1109
470 C om erciante industrial: 6, 430 —de capitales: 6, 194,228,369,398,
—el trabajo de supervisión, en —concluye las operaciones necesa­ —con el desarrollo del c. y de la 401; 8, 829, 967-968
tanto se origina en la dominación rias para la transform ación del producción capitalista la base del —lucha competitiva: 6, 212, 314,
del capital sobre el trabajo, es capital mercantil en dinero: 6, sistema de crédito se amplia. 7, 324, 329
común a todos los modos de pro­ 347 511 —reparte el capital social entre las
ducción que se basan en el anta­ —y capitalista industrial: 6, 352- —las letras de cam bio constituyen diferentes esferas de producción:
gonismo de c.: 7, 494 353, 372-373 el verdadero dinero del c.: 7, 512- 6, 219; 7. 467-468
—incorporación de los hombres —capital variable y capital cons­ 513 —de los obreros: 6, 221
más eminentes de las c. dom ina­ tante: 6, 371, 377 — mercantil: 7, 514-515 —crea el precio de producción: 6,
das a la c. dom inante: 7, 774 —trabajo: 6, 377-378, 381-382 — y crédito: 7, 522-532, 617-619 228, 265
—vitalidad y decadencia de la c. de —ideas: 6, 400-401 —la moneda fraccionaria tiene su —entre com pradores: 6, 23J
los latifundistas: 8, 923-924 —empresario [ Verleger]: 6, 429; 8, centro de gravedad en la esfera —régimen de libre c.: 6, 286, 305; 7,
—los mercantilistas proclaman los 1143-1145 del c. minorista: 7, 574 564, 630
intereses de la c. capitalista y el — el medio de circulación en el —el dinero pagado com o salario es —y reducción del salario: 6, 301
enriquecimiento general como intercam bio entre consumidores gastado en el c. m inorista y —en los períodos de crisis: 6, 325
fin últim o del estado: 8, 999 y pequeños c.: 7, 572-574 refluye en los bancos: 7, 577 —anarquía: 6, 333
—la aparición de la renta dineraria —intercam bio sin intervención del —los reflujos de metal precioso son —generaliza los nuevos métodos de
es acom pañada y precedida por c.: 8, 1135 síntom as de una m odificación de producción: 6, 339
la form ación de una c. de jornale­ —representa un elemento revolu­ la situación del c. exterior: 7, 729- —y determinaciones del precio del
ros desposeídos: 8, 1016 cionario en la sociedad medieval: 732, 735 mercado: 7, 454-455
—capital, renta y salario aparecen 8, 1138 —si la usura y el c. aprovechan un —por tasa natural de interés se
como los réditos de tres c. dife­ —aislados y asociaciones comercia­ modo de producción dado, no lo entiende la tasa determ inada por
rentes: 8, 1046 les: 8, 1142 crean: 7, 785 la libre c.: 7, 455
Cíe a ring H ouse : 6, 411; 7, 513, 671, Comercio —su desarrollo es una condición —entre quien toma un préstamo o cré­
674, 690, 692-693 —internacional: 6, 131, 224 para la renta dineraria: 8, 1014 dito y quien lo da: 7, 457, 462, 470
Colonias —exterior y tasa de ganancia: 6, —dilapidación de la fuerza del —la libre c. entre capitales y su
—comercio: 6, 304; 8, 1142 131-132, 224, 303-307 suelo que, en virtud del comercio, transferibilidad como condicio­
— tasa de ganancia de los capitales —el c. exterior hace posible la se lleva más allá de las fronteras nes esenciales del modo capita­
invertidos: 6, 304 expansión de la escala de produc­ del propio país: 8, 1034 lista de producción: 8, 791
—capital comercial y sistema colo­ ción: 6, 303 —desarrollo: 8, 1138-1147 — de los productos agrícolas ex­
nial: 6, 421, 424, 426 —la expansión del c. exterior es —desarrollo del c. y tasa de ganan­ tranjeros limita la renta absoluta:
—rédito del capital invertido: 7,751 consecuencia del desarrollo de la cia de la Edad Medía a la 8, 963
— remesas: 7, 760 producción: 6, 303 M oderna: 8, 1140-1141 —de los campos de cultivo: 8, 980
— propiedad de los colonos: 8, 816 —minorista: 6, 368; 7, 514, 572; 8, C om pañía de las Indias Orientales: —la esfera de la circulación es, en
—la ubicación de las tierras es el ele­ 1143 7, 777 realidad, la esfera de la c.:8, 1053
mento determinante: 8, 837, 977 —oficina comercial: 6, 383-386 Competencia —es el único elemento determi­
—fertilidad del suelo: 8, 860 —mayorista: 6, 390; 7, 514, 566, —liberadora de ganancias: 6, 16, nante de la división de la ganan­
—sobreproducción relativa e inm i­ 675; 8, 1114 199, 219-251, 265, 369; 8, 1097- cia media en interés y ganancia
gración: 8, 862 —dinerario: 6, 405^12; 7, 514-515 1098 empresarial: 8, 1094
—los agentes principales de la pro­ —de lingotes: 6, 407, 409; 7, 515 —aspectos del capital en la c.: 6, 30 —límites de su acción: 8, 1097-1099
ducción son el trabajo y la tierra: —creación de valor y c. exterior: 6, —ley fundam ental de la c. capita­ —la ley del valor se impone
8, 867 415 lista: 6. 42 mediante la c. entre capitalistas:
— trabajo y plustrabajo del colono: —intermediario: 6, 420-424 — apariencia: 6, 50, 266, 288, 294, 8. 1117'
8, 886 —en la fase que precede a la socie­ 400; 8, 849, 886, 1083-1111 Compra y renta
—la inexistencia de la propiedad de dad capitalista el c. dom ina la —y el ahorro de capital constante: —mercancía y dinero en la c. y la v.:
la tierra, característica de las c. industria: 6, 422 6, 104 6, 230, 243; 7, 441-442
agrícolas: 8, 961 —acción disolvente del c. sobre las —oscilaciones de precios por la c.: —la oferta y la demanda presupo­
—condiciones del cam pesinado organizaciones preexistentes de 6, 133, 135, 139, 146 nen relaciones más complejas
independiente: 8, 1026 la producción: 6, 424 —principio: 6, 148 que la simple c. y v.: 6, 246

1246 1247
— los actos de la c. y la v. no produ­ Concentración —la expansión de la parte del rédito miento, las mejoras incorporadas
cen valor ni plusvalor: 6, 361 —de los medios de producción: 6, destinado al c. se presenta como al suelopasan al propietario de la
96, 111, 341; 7, 562 acum ulación de capital dinera­ tierra: 8, 798
—costos: 6. 371
—de los obreros: 6 , 99; 7 , 562 rio: 7, 652 —los aranceles proteccionistas o
—el capital comercial cumple con cerealeros y los c. de arrenda­
las funciones de la c. y la v.: 6,377 —del capital: 6, 106, 278, 310, 315- —de los medios de subsistencia y su
316, 322, 338; 8, 867 precio: 8, 844-845 miento: 8, 806, 924
—capital mercantil y capital dine- —lucha del arrendatario por prolon­
—aparece prim ero en el comercio —y capital constante: 8, 1063-1065
rario en la c. y la v.: 7, 438-439, gados c. de arrendam iento: 8, 866
que en la industria: 6, 378 —producción de los medios de c.: 8,
441-444 —la inversión media de capital y los
—del capital dinerario: 7, 462, 767 1064. 1073
— y crédito: 7, 452, 471, 562, 575 —del crédito: 7 , 467 , 647, 672 c. de arrendam iento de la tierra:
—toda c. y v. entre comerciantes es — y rédito: 8, 1070 8, 904, 957, 960
—del fondo de reserva nacional en
una transferencia de capitales: 7,551 un solo banco: 7 , 586 —circulación dineraria entre pro­ Control
—el descuento de letras de cambio —la agricultura intensiva como c. ductores y consumidores: 8, 1071 —de los capitalistas sobre la produc­
es una c. y v. pura: 7, 551, 588 de capital: 8, 867 —efectos de las variaciones de valor ción de m aterias primas: 6, 148
— véase también t'enta Concepto de los productos que entran en el —de los productores asociados: 6,
Com unicaciones —y condiciones reales: 6, 16, 180, c. de los obreros: 8, 1089 150, 237
—desarrollo: 6, 84 240, 266, 400 —efectos de un precio m onopólico C onvertibilidad
—y competencia entre los mejores Constantinopla'. 6, 429 de las mercancías que entran en el —de los billetes de banco: 7, 586,
suelos: 8, 977 Construcción: véase Industrio de la c. necesario de los obreros: 8, 738
Com unidad construcción, Terreno para edifi­ 1093-1094 —crisis y c .d e las letras de cambio,
—los productos se transform an en car — individual y productivo en los de los títulos, de las mercancías
mercancías cuando el cambio Consumo medios de producción no capita­ en dinero bancario y del dinero
ocurre entre c. diferentes: 6, 225; —productivo colectivo: 6, 128 listas: 8, l i l i bancario en oro: 7, 740
8, 1133 —productivo e individual: 6, 237, C ontabilidad Cooperación
—relación tributaria de la c. prim i­ 244, 352, 389; 7 , 449 —el atesoram iento torna necesaria —como factor de economía en las
tiva: 6, 417 —de los obreros y necesidad social: su función: 6, 408 condiciones de producción: 6,95-
— el c o m e rc io in te r m e d ia r io 6, 237-238 —en la sociedad socialista: 8, 1081 96, 99, 111, 128
explota a la c. menos desarro­ —la competencia hace valer el Contradicciones — la organización del trab a jo
llada: 6, 420, 422-423 carácter social de la producción y —entre desarrollo de las fuerzas mediante la c. es una de las carac­
—comunista india: 6, 426-427; 8, del c.: 6, 244-245 productivas y capacidad de con­ terísticas fundam entales de la
924 —la capacidad de c. de la sociedad sumo: 6, 313-314 producción capitalista: 6, 341
—doméstica: 8, 814 es una condición de realización —del proceso de acumulación: 6, —com o forma del trabajo social
—com unista rusa: 8, 924 del plusvalor: 6, 313-314 319-320 que puede volverse indepen­
—econom ía natural en la c. india: 8, —límites: 6 , 313-314, 329; 7 , 621; 8, —entre el desarrollo de las fuerzas diente del capital: 7, 495
1001, 1006 1093-1094 productivas y las condiciones —el desarrollo de la c. por parte de
—la finalidad de la producción específicas de producción dentro los trabajadores aclara la esencia
—usurpación del suelo de la c.: 8,
capitalista es la valorización del de las cuales se mueve el capital: de la ganancia: 7, 498
1022
capital y no el c.: 6, 330 6, 330 —com o fondo de la fuerza natural
—la propia c. se presenta como del trabajo social: 8, 827
base de la producción en la c. —la mercancía pasa de la esfera de —entre el poder social general del
la circulación a la esfera del c.: 6, capital y el poder privado de los Cooperativa (fábrica)
primitiva y hasta en la antigua c. —prueban la inutilidad del capita­
351 capitalistas individuales: 6, 339
urbana' 8, 1057 lista: 7, 494-496
el com unism o de las c. indias y de —com o límite de la rotación del —entre el carácter social y el ca­
capital comercial: 6, 389 —son form as de paso del modo
las peruanas: 8, 1114 rácter privado de la riqueza: 7,
—reproductivo: 6, 389 567 capitalista de producción al aso­
— véase tam b ién C o m u n is m o , —en el estado actual, la reposición ciado: 7, 568
—entre propiedad privada del suelo
M arca de los capitales empleados en la Corporaciones'. 6, 225, 429; 8, 1019,
Com unism o
y agricultura racional: 8, 1032- 1057, 1133, 1138
producción depende en gran 1033
—primitivo: 6, 225, 417,426-427; 8, parte de la capacidad de c. de las Costos d e circulación'. 6, 344, 363,
924, 1057, I I 14, 1133, 1138, 1140 — véase también Antagonism o 370-386, 391,404-405; 7,561,577
clases productivas: 7 , 623
—disminución de la capacidad de c. Contrato Costos de producción
—véase tam bién Sociedad socialista
de las clases de renta fija: 7 , 631 —al vencimiento del c. de arrenda- —gastos generales: 6, 94-96
(com unista)

1248 1249
— y re la c ió n e n tre o fe rta y —ilusiones crediticias de los sansi- —y capital comercial: 6, 389-391 culación y de crédito en los perío­
demanda: 6, 242 monianos: 7, 780, 783-784 —y tasa de interés: 7,460-461, 555, dos de c.: 7 , 579
—fa u x fr a is : 8, 828 — crédit mobilier: 7, 780, 783 628-629, 661-662, 716, 718, 758- —dificultad dineraria (falta de
—del arrendatario como capital — crédit gratuit: 7, 783; 8, 954 759 dinero para préstam os): 7, 591,
más la ganancia media: 8, 839 —influencia del c. sobre la puesta —cóm o aprovechan el período de c. 613, 684, 733-734
—y productividad: 8, 943-944 en cultivo de los suelos: 8, 979 los comerciantes de dinero: 7, —la circulación de billetes de banco
—la relación de los c. de p. se torna —es poco im portante en la esfera de 541, 583-584 como medio de pago es la carac­
decisiva con la renta dineraria: 8, la propiedad parcelaria: 8, 1030 —de 1837: 7, 549, 714, 733 terística de la c. d.: 7, 592
1014 —períodos del c. y agentes de la —de 1839: 7, 549 —no es la falta de capital mercantil
—el precio del suelo entra como producción: 8, 1057 —y crédito: 7, 569, 591, 622, 630, lo que provoca la c. d.: 7, 594
elem ento de los c. de p. efectivos — véase también M oneda de crédito. 664-666, 782 —e inconvertibilidad: 7, 621, 740
para el campesino: 8, 1024 Sistem a crediticio —y depreciación de los títulos: 7, —inevitabilidad: 7, 666
Crédito Cría de ganado 602-603 —en el períodode calm aquesigue a
—especulación crediticia: 6, 322; 7, —com o tipo particular de capital —en la fase del ciclo industrial que una c. d. la circulación está redu­
640-643, 654 industrial: 6, 413 sigue a la superación de la c., el cida al mínimo: 7, 680
—forma especial: 7, 471 —y renta de la tierra: 8, 792, 811 capital prestable permanece inac­ —circulación de las letras de cam ­
—comercial: 7, 511, 616-624, 638, —en los pastos naturales: 8, 861 tivo en masa: 7, 624 bio y de los billetes de banco en
652, 667, 755 —explotación de los pastos en —d e 1867: 7, 629 los períodos de pánico durante
—y capital ficticio: 7, 511-532 común en las condiciones preca- —y convertibilidad dineraria: 7, lase, d.: 7, 680-681, 697
—facilita los negocios y la especula­ pitalistas: 8, 868 630, 689-691, 740 —causas: 7, 691-693
ción: 7, 521 — y modo capitalista de produc­ — y capital mercantil: 7, 631-634 Currencv, principio d e ¡a: 7, 537-
—y la ham bruna de 1846-1847 en ción: 8, 868, 1019 —durante la c. la balanza de pagos 538, 584, 705-727
Inglaterra: 7, 535-537 —capital constante y variable en la es desfavorable para todos los
China
—y anticipo de capital dinerario: 7, c. de g.: 8, 975 países: 7, 632-633
—y propiedad parcelaria: 8, 1027 —utilización de los desechos de la
551-552 —y movimiento de los metales pre­
producción: 6, 124
—funciones del c. en la producción —véase también Ganadería ciosos: 7, 633-634, 733-738. 762
capitalista: 7, 561-569; 8, 1120 Crisis
—efectos de la perturbación del
— teorías: 7, 664-669
mercado chino: 6, 160
—y crisis: 7, 569,591,622,630,664- —los dos grandes focos de las c. — no hacen más que condensar en
666, 782 comerciales en el período 1825- —resistencia de los modos precapi-
un breve período la diferencia
talistas de producción al capital
—y los reflujos en form a dineraria: 1857: 6, 85 entre balanza de pagos y balanza
comercial inglés: 6 , 426-427
7, 578 —de 1847: 6, 84; 7, 524-532, 536, comercial: 7, 666
—relación entre c., velocidad de la —la G uerra del Opio: 7, 522
541-542, 584, 624-626, 634, 716, —y circulación dineraria: 7, 680-
circulación y precios: 7, 578-579 —la especulación en el m ercado de
733-734, 758-759, 762 681
las Indias O rientales y de Ch. en
—contracciones: 7, 579-581, 621 - —d e 1825: 6, 85; 7, 549, 706, 716, —comercial de 1836: 7, 706
622, 630, 667 1847: 7, 529-530, 542
733 —el fenómeno más evidente de las
—concatenación: 7, 642-643 —comercio entre Ch. e Inglaterra:
—d e 1857: 6, 85, 150; 7, 524, 532, c. comerciales es la disminución
7, 627, 745-746
— transferencia: 7, 644 624, 633, 716, 721, 729, 733 de los precios de las mercancías:
—aventureros: 7, 664 , 737 —drenaje de plata hacia la India y
—colapso de los precios de las 7, 707
—los métodos que ahorran medios materias primas: 6, 147 Ch. desde Inglaterra a mediados
—la ley bancaria de 1844: 7, 715
de circulación se fundan en el c.: del decenio de 1850: 7, 712
—del algodón en el periodo 1861- — fase de ascenso posterior y
7, 671 1865: 6, 154-170 movimiento de los metales pre­ Demanda
—y velocidad de la circulación: 7, —y precios de mercado: 6, 251 ciosos: 7, 734-735, 754 —de materias primas: 6, 146, 148
671-673 —causas: 6, 310, 326-327, 341; 7, —la alternancia de la prosperidad y —oferta de materias p rim a sy d .d e
—los bancos crean c. y capital 622-623 lac. a los ojos de los agentes de la productos: 6, 154-155
dando en pago letras de cambio —com o soluciones tem porarias y producción capitalista: 8, 1057 —relación accidental entre oferta y
descontadas: 7, 698-699 violentas de las contradicciones —de 1866 y acum ulación: 8, 1148 d.: 6, 225
— y dinero: 7, 738-739 existentes: 6, 320, 331 Crisis dineraria . — y oferta en relación con las oscila­
— refuerza la suprem acía del capi­ —desocupación en período de c.: 6, —en 1847: 6, 155 ciones de los precios de mercado:
tal: 7, 774 338 — pánico financiero: 7, 542, 691- 6, 226-227
—asociaciones: 7, 775-776 — fase de ascenso posterior: 6, 390; 692, 697 , 733 —relación entre oferta y d. y valor
— teorías: 7, 779-784 7, 624, 638, 754 —variaciones de los medios de cir­ de mercado: 6 , 229, 234-243

1250 1251
—sobre el concepto de oferta y d.: D epresión : véase Ciclo industria!. por el tiem po que aún deban Dilapidación
6, 235-239 Crisis, Estrechez estar pendientes: 7, 604 —de la vida de los obreros: 6, 104,
—equilibrio de oferta y d.: 6, 239- Derecho —en los d .d e las letras de cam bio el 107
240, 243 ; 7, 454, 463 — modo de producción y forma anticipo es puram ente nominal: —de los desechos de la producción:
— y oferta y determinación del jurídica: 7, 435 7, 623 6, 124-125
valor: 6, 239-246 —el movimiento del capital presta- Desechos —de las fuerzas del suelo: 8, 1033
—lo que representa la d. y lo que ble está m ediado por las opera­ —su utilización forma parte de las Dinero
representa la oferta: 6, 244-245 ciones jurídicas: 7, 445-447 econom ías del capital constante: —valor del d. (véase Valor)-. 6, 58,
—la producción capitalista no —propiedad jurídica de la tierra: 8, 6, 96-97, 123-127 177, 388; 7, 705-706
corresponde a la d„ sino a la 962 —relación entre d. y calidad de la — la transform ación de mercancía
ganancia: 6, 330-331 —en la renta en productos el pro­ materia prima: 6, 100 en d. y viceversa: 6, 243-244; 7,
—ficticia: 6, 389 ductor directo es impulsado por —los costos debidos a los d. se 436, 447, 470
—tasa de ganancia y oferta y d. de la norm a jurídica y no por la modifican en forma directamente —como medio de circulación: 6,
capitales: 7, 470, 557, 660-662 coerción directa: 8, 1011 proporcional a las oscilaciones 244, 388; 7, 571-573, 597, 672-
—tasa de interés y oferta y d. de —con el advenim iento de la renta de precios de la materia prima: 6, 673
capitales: 7, 469-470, 663-664 dineraria el d. consuetudinario 135, 146 —com o medio de pago: 6,326,409-
—v oferta de capital dinerario: 7. cede el paso al d. positivo: 8, D esgaste 411; 7, 572-573, 592-593, 597,
539-540, 545, 552, 557, 625, 661- 1015-1016 —del capital fijo y valor de las mer­ 664, 771, 773
663 Descapitalización', véase Expropia­ cancías: 6, 98, 133, 195-198, 340 —intercam bio por medios de pro­
—de fuerza de trabajo: 7, 661-662 ción — moral: 6, 140 ducción y fuerza de trabajo: 6,
—y oferta de capital prestable y de Descuentos 358
—la parte del precio destinada a
capital en general: 7, 668 — préstam os mediante d. de letras —el comercio dinerario tiene su ori­
com pensar el d. de la m aquina­
— y oferta de productos agrícolas: de cambio: 7, 516 gen en el tráfico internacional: 6,
ria: 6, 145
8, 953-954 — los banqueros y las operaciones 406
—de trabajo corresponde a la — y velocidad de la m aquinaria: 6,
de d.: 7, 519 — valor de uso: 7, 434,' 449-450
298
oferta de capitales: 8, 1096 — tasa de d.: 7, 544, 553-558, 699- —es aquella forma en la cual el
—y oferta como único determ i­ 700, 710-711, 736, 741 Desocupación
valor existe como valor de cam­
nante del precio según Loria: 8, —la confusión de Lord Overstone —en la industria algodonera, como
bio autónom o: 7, 502
1128 acerca de los d.: 7, 546-547, 71 1 efecto del encarecimiento de la
—de la circulación simple de la
Depósitos —diferente significado económico materia prima: 6, 162-165 mercancía nace la función del d.
—el capital prestable del banco está de la emisión y del d. de letras de —subsidio a los obreros desocupa­ com o medio de .pago: 7, 511
constituido por los d .d e los capi­ cambio: 7, 549 dos, que en realidad es un subsi­ —las letras de cam bio constituyen
talistas dinerarios: 7, 515, 644, —observaciones de Engels sobre dio a los fabricantes: 6, 165 el d. comercial propiamente
657 los préstam os de capitales y los d. —resultado de las contradicciones dicho: 7, 512-513
—banco de d.: 7, 519 efectuados por los banqueros: 7, del m odo capitalista de produc­ —cómo aprovechan los períodos de
— multiplicación de ¡os d.: 7, 521, 550-552 ción: 6, 327, 338 crisis los comerciantes ded.: 7,537,
608 —cuando el banquero anticipa Despilfarro-, véase Dilapidación 540-541
—en la circulación de oro y de bille­ mediante d. se tiene una simple Despotismo-. 8, 924 —la tasa de interés en relación con
tes: 7, 589-590 compra y venta: 7, 551-552, 588 las variaciones de la cantidad de
Deuda pública
—funciones: 7, 605-608 d.: 7, 539-541, 683-684
—observaciones de Marx sobre los — intereses sobre la d. p.: 7,504-506
— la difusión de la práctica de los d. —teoría de Ricardo: 7, 553
préstamos de capital y los d. efec­ —y el capital que representa: 7,599-
en Inglaterra: 7, 640 —escasez: 7, 555, 681, 695-696
tuados por los banqueros: 7, 552 600, 614
—adelantos sobre dock ivarrants y —uno de los principales costos de
conocim ientos de carga: 7, 642 —de las letras de cam bio cuando la —y circulación m onetaria: 7, 678 circulación está representado por
—posibilidad de grandes d. con balanza nacional de pagos es des­ —expansión de la circulación por el
favorable: 7, 583 el d.: 7, 561
escasos medios de circulación: 7, pago de los intereses de la d. p.: 7, —dinero áureo y papel: 7, 561
644-645 —operaciones de d. por parte del 682-683 —las dos operaciones esencial­
—fondo de reserva para el rem­ banco: 7, 586-587 Deudas mente diferentes para las que se
bolso de los d. y para la converti­ —es la operación por la cual en el — los banqueros llegan a concebir usa el d., según Kinnean 7, 571-
bilidad de los billetes de banco: 7, m omento de la compra de letras las d. com o mercancías: 7, 600 572
^32-733 de cam bio se deduce el interés —esclavitud por d.: 8, 1114 —cantidad del d. circulante: 7,573-

1252 1253
577, 643-644, 656-657, 673-674, —el ganado fue la primera mercan­ —el d. gastado para la adquisición Economía naturaI
678-679, 682-685, 692, 706 cía dineraria: 8, 1136 de la tierra es sólo c. en sí: 8, 1029 —agrícola en el paso del modo feu­
—el grado de la velocidad de la cir­ — véase tam b ién C ircu la ció n . Dinero y crédito dal de producción: 6, 427
culación determina la masa del d. Comercio. M oneda —desarrollo del c. y comercio ded.: —características de la agricultura:
circulante, la currency. 7, 576 Dinero y capital 7, 514-515 8, 1000-1001
— como moneda mundial: 7, 583- —c. para el comercio de d.: 6, 341, —d. y c. comercial: 7, 617 —la renta en productos supone una
584, 586 403-412, 415 —con el drenaje de oro, su converti­ e. n.: 8, 1011-1012
— puede realizar sucesivam ente —desarrollo de las funciones del d. bilidad en d. (es decir, su identi­ Economía política
diversos valores mercantiles: 7, como medio de pago y c. dinera- dad con el oro verdadero) se hace —teoría de la utilidad límite: 6, 13
607 rio: 6, 357 problem ática: 7, 665 —y teoría del valor: 6, 188
—en épocas de buenos negocios, la —la circulación del d., condición de —el d. real es siempre d. del mer­ —confusión de los econom istas a
mayor parte de las funciones de existencia del c.com ercial: 6,416 cado mundial, y el d. de c. se basa propósito de la diferencia entre
la circulación se cumple sin la — transform ación del d. en c.: 7, siempre en el d. del m ercado plusvalor y ganancia: 6, 212, 214
intervención del d.: 7, 644 434, 500-501, 548, 556, 637-669 mundial: 7, 692 —relación entre oferta y demanda:
— metálico: 7, 656; 8, 1136 —para tener funciones de c., el d. —el c„ en cuanto forma social de la 6, 240-242
—se contrapone a la mercancía debe gastarse como tal: 7, 435- riqueza, desplaza al d. y usurpa —y ley de la caída tendencial de la
como forma autónom a del valor: 436 su lugar: 7, 739 tasa de ganancia: 6, 272-273, 284
7, 665 —d. y c. dinerario: 7, 438-439 —no bien se conmueve el c., enton­ —moderna no distingue entre el
—la velocidad del d. en circulación: —el préstam o de d. como c. supone ces toda riqueza real debe trans­ capital comercial y el capital
7, 672-673 que sea efectivamente empleado form arse súbita y efectivamente industrial: 6, 343, 414-415
—la masa del d. en circulación, com o tal, que refluya efectiva­ en oro y plata: 7, 739 —ley del valor: 6, 399-400
suponiendo dada la velocidad de mente a su punto de partida: 7, —bajo la forma de metales precio­ —eco n o m ía clásica y c a p ita l
circulación y la economización 447 sos, el d. permanece com o base comercial: 6, 415
de los pagos, está determinada —una mercancía cedida en prés­ del sistema crediticio: 7, 781 —la verdadera e. p. moderna co­
por el precio de las mercancías y tam o como c. no es más que la Dirección mienza cuando la consideración
por la masa de las transacciones: forma disfrazada de una suma de —trabajo de d. como trabajo pro­ teórica pasa del proceso de circu­
7, 673 d.: 7, 452 ductivo: 7, 490 lación al proceso de producción:
—oscilaciones periódicas de la can­ —el valor del d. o de las mercancías —retribución del director com er­ 6, 430-431
tidad de d. circulante en Inglate­ en cuanto c. no está determ inado cial e industrial: 7, 494-498, 563 —rom anticism o económico: 7,455-
rra: 7, 678-679 por su valor en cuanto d. o mer­ —en la fábrica cooperativa: 7,495- 456, 507-508
—sólo mediante el d.seefectiviza la cancía, sino por la cantidad de 496 —de los banqueros (bankingschooí)
riqueza individual com o riqueza plusvalor que producen para su —transform ación del capitalista tiende a dem ostrar que el dinero
social: 7, 739 poseedor: 7, 453 actuante en mero adm inistrador es el capital por excelencia: 7,595
—el tipo de cam bio es el baróm etro —el d. o, en su caso, la mercancía de capital ajeno: 7, 563-565 —los economistas ingleses de 1830
del movimiento internacional de son, en sí, c. potencial: 7,453-454 conciben la exportación de los
Disciplina
los metales dinerarios: 7, 740- —anticipo de d. y anticipo de c.: 7, metales preciosos desdeun punto
—en la hacienda capitalista y en la
741 549-552 de vista puram ente nacional: 7,
sociedad comunista: 6, 101
—devaluación: 7, 761 —d. como forma dineraria del 633-634
—exceso: 7, 762 Distensión
rédito y del c.: 7, 573-575 —little-shilling mcn: 7, 722
—con el d. aparece necesariamente —dem anda de c. en cuanto tal y de —relación entre d. y nivel de la pro­
ducción: 7, 629 —eclecticismo de la e. p. de Stuart
tam bién el atesoram iento: 7, 766 c. en cuanto d.: 7, 583-584 Mili: 7, 717
—de cuenta: 8, 1003 —hoy en dia, cuando todo valor se Distribución, relaciones de
—francesa: 7, 784-785
—desvalorización: 8, 1016 expresa como valor de c., el d. —antagonismo: 6,313
—capital y trabajo en ellenguajede
—mistificación económica: 8, 1057 representa sucesivamente diver­ —y relaciones de producción: 8,
la e. p. burguesa: 8, 948
—como expresión pura del valor: 8 sos c. en l. s diferentes préstamos: 1113-1121
—la teoría de la renta como interés:
1084 7, 607 —carácter histórico: 8, 1120 8, 948-949
— no es más que una forma deter­ — transform ación del d. en c. de —c o n tradicción y an ta g o n ism o —renta en especie y renta dineraria
minada del v a lo r 8, 1095 préstamo: 7, 637-649, 657 entre las r. de d. y las fuerzas en la e. p. clásica: 8, 990
—como forma de mercancía: 8, —la masa de c. dinerario prestable productivas: 8, 1121 —la pretendida limitación de la
1096 difiere y no depende de la masa Dividendos'. 6, 307, 337; 7, 563, 760 posibilidad de inversiones sucesi­
— y ley del valor: 8, 1135-1137 del d. circulante: 7, 644 D ock warrants: 7, 516, 526, 642 vas de capital en la tierra: 8, 992

1254 1255
—dificultad en el análisis de la renta —las relaciones de dom inación y en las colonias gracias al uso de —ideas de los especuladores de la
del suelo: 8, 995-1004 servidumbre ocultan el dominio los esclavos: 6, 304 Bolsa: 6, 400
—méritos y límites de la e. p. clási­ de las condiciones de producción — la a c u m u la c ió n o r ig in a r ia —y bancos: 7, 520
ca: 8, 1056-1057 sobre los productores: 8. 1057 supone la emancipación del tra­ —en los negocios con las Indias
—análisis errado sobre el valor de —intercam bio de productos: 8. bajador (siervo o esclavo): 6, 304 Orientales: 7, 524-526, 529-530.
las mercancías: 8, 1063-1064, I I 34-I 136 —y desarrollo del capital com er­ 541
1069-1075 —asociaciones de la marca, gremia­ cial: 6, 416-417, 423-424 —en los ferrocarriles, 1844-4847: 7,
—c ontradicciones de la teoría les y comerciales: 8, 1138-1139 —sistema esclavista patriarcal: 6, 527, 541
según la cual el precio de las mer­ Egipto 424; 8, 1022 —cambiaría: 7, 541
cancías estaría determ inado por —“ injusticia": 7, 435 —y capital dinerario: 7, 541, 623
—algodón: 6, 169-170
la suma de salario, ganancia y —y trabajo de supervisión: 7, 491- —y aum ento de los precios: 7, 543-
— propiedad del suelo: 8, 815
renta: 8, 1095-1099, 1107 494 544
—intercam bio de mercancías: 8,
—concepción errada de las relacio­ —en el sistema esclavista el trabaja­ —el crédito sirve de base a la e.: 7,
1137
nes de distribución como relacio­ dor tiene un vaicr ele capital: 7,600 562, 568
nes naturales: 8, 1113 Emigración
—econom ía esclavista como medio —y medios de circulación: 7, 680-
—concepción errada de las relacio­ —y crisis del algodón: 6, 165-166, 681
de enriquecimiento: 7, 766
nes de producción: 8, 1114, 1120 170 —en edificaciones en Londres: 7,
—usura en la economía esclavista:
E conom ía política vulgar —de los jornaleros agrícolas: 8, 810 724; 8, 984-985
7, 766-770
—y ley del valor: 6, 11-13; 8, 1126- Empobrecimiento —en Estados Unidos: 8, 797 —con tierras: 8, 858
1128 —del obrero es obra del capital: 6, —economía esclavista y propiedad — véase también L etras de cambio
—y precio de producción: 6, 250 104, 165-171 de la tierra: 8, 815-816, 1006, E stadística
—com o expresión de la conciencia —y sobrepoblación: 6, 278 1022, 1028-1029 —el silencio de la e. sóbrela com po­
de los agentes de la producción —uno de los límites de la produc­ —cómo aparece ante el esclavista sición del capital global social:
capitalista: 6, 250; 8, 1041,-1042, ción capitalista es el e. de la gran su propiedad sobre el esclavo: 8, 6 , 91
1056 masa de los productores: 6, 321 987 — tasa de salarios y tasa de ganan­
—y confusión entre capital com er­ —la pobreza y las limitaciones del —plustrabajo del esclavo: 8, 1006, cia: 6, 306-307
cial e industrial: 6, 414 consum o de las masas son la cau­ 1022, 1028, 1043 —de las exportaciones y de las
—capital productivo y capital pres- sa última de la crisis: 7, 623 —la mistificación de las relaciones importaciones provee un índice
table: 7, 482-483 —de los productores directos en la sociales de producción se halla de la acumulación del capital
— y capital que devenga interés: 7, agricultura: 8, 796 excluida donde predomina la e.: real: 7, 645
501-502 — véase también Pauperismo 8, 1057 —oposición de los arrendatarios a
—y sobreproducción: 7, 714 Enajenación —la autoridad en el sistema capita­ una e. oficial de la agricultura: 8,
—a propósito de la renta de la tie­ —del obrero frente a las condicio­ lista y en el esclavista: 8, 1118 866
rra, repite trivialmente a la eco­ nes de su propio trabajo: 6, 103- —empleo de esclavos en la navega­ Estado
nomía política clásica: 8, 1000 104 ción: 8, 1143 —i nfluencia de las acciones del e. en
—absurdo de las form as utilizadas: —en cuanto mercancía de una Escocia la circulación de metales precio­
8, 1041-1042, 1072-1073 naturaleza particular, el capital —industria de la lana: 6, 156 sos: 6, 410
—descomposición del valor de las posee también un tipo peculiar dé —medios de circulación: 7, 521, —y el comercio entre com unidades
mercancías: 8, 1100-1101 e.: 7, 446 581, 677 poco desarrolladas: 6, 423
Econom ización : véase Ahorro —la ganancia sobre la e.: 7, 499:8, —ley bancaria de 1845: 7, 724-725 —el trabajo de supervisión en los e.
E dad M edia 1053, 1081 Escolásticos-, 7, 504 despóticos: 7, 491
— y desarrollo del m odo m oderno —en la sociedad por acciones, se Especulación —antagonism o entre e. y masas
de producción: 6, 425 obtiene la e. de los medios de pro­ —sobre las materias primas: 6, 157 populares: 7, 491
—comercio: 6, 427-430 ducción con respecto al produc­ —sobre las mercancías más busca­ —el sistema de la sociedad por
—interés: 7, 770-776, 786-789 to r real: 7. 563 das: 6, 265 acciones en ciertas esferas esta­
—organización de la Iglesia: 7, 774 Enclosures Bill: 8, 978 —y la caída de la tasa de ganancia: blece el m onopolio y requiere la
— la renta en la econom ía natural: Esclavitud 6, 310 intervención del e.: 7, 565
8 , 1001-1002, 1012 —m odo esclavista de producción: —la concentración de capital pone —inconvertibilidad de la moneda
—causa de la elevada tasa de 6, 34, 416; 7, 491 a los pequeños capitalistas en el respaldada por el crédito del e.: 7.
ganancia: 8, 1018 —ley del valor: 6, 225; 8, 1133 cam ino de la e.: 6, 322 675
—la ciudad y el campo: 8, 1018 —aum ento de la tasa de ganancia —y comercio: 6, 393 —p a rtic ip a c ió n a c c io n a ria de

1256 1257
Inglaterra en los e. europeos: 7, dad y de la Edad Media: 8, 1000- —influencia sobre la tasa de interés —com o causa de la renta diferen­
760 1002 de la e. de capital excedente, sea cial: 8, 836, 1047
— y el sistema mercantilista: 8, 999 —renta dineraria en la E. oriental: bajo la forma de mercancías o de —y ubicación: 8, 836-838, 858-859
—com o propietario de la tierra: 8, 8, 1014 metal precioso: 7, 753-760 —diferencia de la f. natural: 8, 837-
1006, 1011, 1013, 1015 Explotación —comercio: 8, 1142 838, 859-860, 1038
Estado, títulos del — tendencia general de la e. capita­ Expropiación —económica: 8, 838
—adelantos: 7, 516 lista: 6, 122 —de los productores directos: 6, —crecimiento de la f. absoluta y
—el deprecia miento de los t. del e. —tasa de ganancia y e. de los traba­ 279, 310, 316; 7, 567; 8,999, 1032, renta diferencial: 8, 847
ingleses durante la crisis de 1847: jadores: 6, 284 1045, 1115 —en las colonias: 8, 859-860
7, 524 —el trabajo de supervisión como — de los pequeños capitalistas por —y productividad de los capitales
— por sí mismos los t. del e. no son justificación de la e.: 7, 493 parte de los grandes: 6, 310,315- posteriorm ente agregados: 8,
capital, sino simplemente exigen­ —capitalista industrial, capitalista 316; 7, 567 874-875
cias de deudas: 7, 590, 598-599, dinerario y e. délos trabajadores: —de los capitalistas por parte de la
—las rentas diferenciales no son
614-616 7, 495 sociedad: 7, 565, 567 proporcionales a los grados de f.,
—depreciación de los t. del e. en —secundaria de la clase obrera: 7, —de la tierra, a la masa del pueblo:
sino a la diferencia de f.: 8, 914-
períodos de dificultades del mer­ 785 8, 794, 999, 1016, 1032, 1115 915, 921-923
cado dinerario: 7, 602-603, 647 Explotación del trabajo, grado de
—capital gastado en la compra de t. — y tasa de ganancia: 6, 173, 180, Fabianos'. 6, 13
—influencia de la ubicación y de la
del e.: 8, 1028-1030 248-249, 270, 297-298, 306 Fábricas
f. de la tierra sobre su incorpora­
—en 1865 representaban la gran — nacional: 6, 179-180 —econom ía de las condiciones de ción al cultivo: 8, 977
masa de los valores de la Bolsa: 8, —intensidad media del trabajo y trabajo: 6, 95, 108-110 —aum ento de la f. determ inado por
1147 duración de la jornada laboral: 6, —inspectores: 6, 108-110, 149-154 los progresos de la agronom ía y
E stados Unidos', véase Am érica 249 —construcción: 6, 123 de las ciencias naturales: 8, 978
Estam ento campesino —masa de plusvalor y masa de —oficina: 6, 382-383 Feudalismo
—en Suecia: 8, 1026 ganancia: 6, 249 —sistema: 6, 386 —tributo a los señores feudales: 6,
E stancam iento: véase Ciclo indus­ — y plusvalor: 6, 312-313 Familia 417; 8, 1006, 1142
trial, Crisis, Estrechez — y disminución del núm ero de — los señores feudales como posee­
—plustrabajo de la com unidad
Estoicos'. 6, 171 obreros: 6, 317-318 dores de plusproductos: 6, 423
agrícola o de la f.: 8, 813-814
Es trechez Exportación —el desarrollo del capital com er­
—disolución de la com unidad en
—en tiempos de e. la demanda de — plusexportación: 7, 633, 688,731 cial acelera el paso del m odo feu­
grupos de f.: 8, 1133
capital prestable es dem anda de —la estadística de e. e im portacio­ dal de producción al capitalista:
Ferrocarriles
medios de pago y no de dinero nes provee un Índice de la acum u­ 6, 425, 430
— y desarrollo de la industria algo­
como medio de compra: 7, 664 lación del capital real: 7, 645 —la usura mina y trastorna la
donera: 6, 159
—en tiempos de e. el dinero se con­ — marcha de las e. de Inglaterra y riqueza y la propiedad de la
—el capital invertido en f. rinde
trapone súbitam ente a las mer­ de Irlanda en los períodos de época feudal: 7, 769
sólo interés bajo la form a de divi­
cancías com o único medio de prosperidad y de crisis entre 1824 —la propiedad feudal de la tierra
dendos: 6, 307, 337
pago y verdadera existencia del y 1863: 7, 645-646 modificada por el capital: 8, 791 -
—crecim iento del capital invertido
valor: 7, 665 —el crecim iento de la e. se presenta 792, 794
en f.: 6, 398
Europa para cada país com o una cre­ —especulación: 7, 522, 527-528, —transform ación de las sociedades
— tasa de ganancia: 6, 190 ciente exigencia al m ercado dine­ 542, 625 agrícolas feudales en sociedades
—exportaciones de plata hacia el rario interno: 7, 685-687 —acciones: 7, 527, 625; 8, 1148 industriales: 8, 999
Asia: 7, 730 —créditos otorgados al exterior —inversiones inglesas para la cons­ —explotación de los siervos por
—balanza de pagos con el Asia: 7, para fom entar las e. inglesas: 7, parte de los siervos más acauda­
trucción de f. en la India: 7, 746-750
735 685-688 lados: 8, 1016
—influencia de losf. sobre los mer­ — p ro p ie d a d p a rc e la ria com o
—la agricultura europea y la pro­ —importación y e. y reserva metáli­
cados de granos europeos: 8, 924- forma derivada de la disolución de
ducción de granos en Norteam é­ ca en los bancos centrales: 7, 731
rica y Rusia: 8, 860-862, 924-925 925 la propiedad feudal de la tierra: 8,
—de metal precioso y de capital y
—los mercados de granos en la sus efectos sobre los tipos de Fertilidad (de los suelos) 1026
segunda m itad del siglo xix: 8, cambio: 7, 743-750, 753 —natural, constituye un límite y —relaciones no feudales clasifica­
924 —e im portación y tipos de cambio: una base natural para la existen­ das entre las feudales: 8, l i l i
—econom ía natural de la Antigüe­ 7, 750-753 cia del plusvalor: 8, 816 Fiscalismo: véase Im puestos

1258 1259
Fisiócratas —variaciones del valor de la f. de t. Ganadería
—valor de uso de la f. de t.: 7, 449,
500 y precios de produción: 8, 1 102 —el precio del ganado se eleva arti­
— p rix necessaire : 6, 250
—determinación de su valor: 8, ficialmente en virtud de la renta
—el cultivaleur de los f.:7 , 779 —com o capital potencial: 7, 454
1104 de las tierras: 8, 975
— la colonia agrícola en la concep­ —oferta y demanda: 7,455; 8, 1096
—y capitalista comercial: 8, 1144 —el g a n ad o fu e la primera mercan­
ción de los f.: 8, 961-962 —funciones de la f. de t. y del capi­
Fuerzas productivas cía dineraria: 8, 1136
—análisis de la renta del suelo: 8, tal en el reparto entre plusvalor y
—del trabajo se presentan como f. —véase tam bién Cría de ganado
998-1000 salario: 7, 465
p. del capital: 6, 52; 8, 947, 1052 Ganancia
Fisiología: 8, 966 —en el interés el capital en general
—la economía de capital constante —teoría de Marx: 6, 13
Flogisto: 6, 44 se contrapone como poder autó­
es el producto del desarrollo de la —teoría de Schmidt: 6, 14-16, 26
nom o a la f. de t. viva: 7,484-485
Francia f. p. del trabajo social: 6, 102 — teoría de Fireman: 6, 16-18, 26
— afirma su poder creador de valor
—economización en el empleo de —el m odo capitalista de produc­ — teoría de Wolf: 6, 18-19
cuando actúa y se realiza en el
capital constante en la minería ción encuentra un límite en el —teoría de Loria: 6, 20-24
proceso laboral: 7, 487
del carbón: 6, 119-120 desarrollo de las f. p.: 6, 310 —comercial: 6, 22, 303-306, 361-
—antagonism o entre propiedad de
—industria de la seda: 6, 427 —contraste entre el desarrollo de 386, 392-393, 398, 414, 422; 7 ,
los medios de producción y pro­
—ahorro francés y especulaciones las f. p. y la base estrecha de las 433 , 4 77 ; 8, 1139, 1 142-1146
piedad de la f. de t.: 7,493-494; 8,
por Panamá: 7 , 566 relaciones de consumo: 6, 314 —teoría de Stiebeling; 6, 24-26
1038
—im portancia de los sansimonia- —influencia contradictoria del des­ —y precio de costo: 6, 29-45, 201 -
—la disminución de los costos de
nos en el Segundo Imperio: 7 , arrollo de las f. p. sobre la tasa de 203
producción con la f. de t. con
779-781 instrucción específica y la polé­ ganancia: 6, 317-319 —y plusvalor: 6, 29-41
—arrendam iento: 8, 809-810 mica sobre salarios de supervi­ — desarrollo de las f. p. y valoriza­ —es una forma mistificada del plus-
— incorporación al cultivo de los ción del capital: 6, 317-321 valor: 6, 40, 52-56
sión: 7 , 497-498
terrenos livianos: 8, 978 —sim ultáneam ente con el desarro­ —resulta de la diferencia entre pre­
—considerada como un capital
—la renta en dinero antes de la cuyo interés está representado llo de las f. p. se eleva cada vez cio de costo y precio de venta de
Revolución: 8, 1015 por el salario: 7, 600 más la composición del capital: 6, la mercancía: 6, 41-43, 49
—propiedad campesina parcelaria: —relación entre demanda de f. de t. 320-321 —del capitalista, deriva del hecho
8, 1026 y tasa de interés: 7 , 661-662 —conflicto entre el desarrollo de las de que vende alguna cosa que no
—comercio con América en los f. p. y las relaciones de produc­ ha pagado: 6, 49
—demanda de f. de t. y ganancia: 7,
siglos xvi y xvii: 8, 1141-1142 ción que se hallan en el modo —estadísticas: 6, 91
661-662
— y desarrollo de la Bolsa: 8, 1150 capitalista de producción: 6, 330- —orígenes: 6, 212
— valor de la f. de t. y tasa de ganan­ 331; 8, 1121
Fuerza de trabajo —y plusganancia: 6, 226, 251
cia: 8, 942 —las fábricas cooperativas demues­
—como valor y com o creador de —global: 6, 267
—explotación por parte de la gran tran cóm o se desarrolla y forma — motivo com pensatorio válido: 6,
valor: 6, 33-34
industria y de la gran agricultura: un nuevo m odo de producción a 267-268
— variaciones del valor de la f. de t.
8, 1034 partir de otro m odo de produc­ —sobre la enajenación: 6, 293; 8,
v variaciones del plusvalor: 6,
141-142 —el salario y el precio del trabajo ción: 7 , 567 1053
—valor de la f. de t. en relación con son modos irracionales de expre­ —el capital usurario paraliza el de­ —industrial: 6, 310-312, 367-368,
las inversiones y con las libera­ sar el valor o el precio de la f. de sarrollo de las f. p.: 7 , 768 380; 7,433.46 9 ;8 ,841, 1146-1147
ciones de capital: 6, 141-144 t.: 8, 1048, 1104 —la propiedad parcelaria excluye el —división de la g. en interés y g. del
—efectos de la variación de valor de —el valor real de la f. de t. difiere desarrollo de las f. p. sociales del em presario: 7,451-454,457-459,
la f. de t. sobre el capital: 6, 141- del m ínim o físico de los medios trabajo: 8, 1027, 1033 473, 475-484, 488-490, 501-502,
144 de su subsistencia: 8, 1091 —el desarrollo de las f. p. sociales 543 , 546, 563, 647, 660-661; 8,
—relación técnica entre f. de t. y —el límite mínimo del salario está del trabajo en el m odo capitalista 1048, 1083. 1094, 1119
masa de medios de producción en determ inado por el valor de los de producción: 8, 1043-1044, 1052, —bruta: 7 , 461-462, 476, 479^»83
la composición orgánica delcapi- medios de subsistencia necesa­ 1117 —neta: 7 , 475-476, 484^85
tal: 6, 195 rios para conservar y reproducir —cada m odo de producción presu­ —aparece como salario de supervi­
—variaciones del valor de la f. de t. la f. de t.: 8, 1090-1091 pone un cierto nivel de las f. p. sión: 7, 489
v tasa de plusvalor: 6, 261, 279- —reducción del salario por debajo sociales: 8, 11 14 —en la sociedad por acciones: 7,
280 del valor de la f. de t. como conse­ —contraste entre f. p. y relaciones 563-564
—del trabajador comercial: 6, 375- cuencia de los precios de m ono­ de distribución: 8, 1121 —del banquero: 7 , 698
376, 384-385 polio: 8, 1094, 1108 — véase tam bién P roductividad —condiciones generales de existen-

1260 1261
cia del plusvalor v de la g. como —la forma en que el prestam ista y el —elementos que contribuyen a —no es una parte constitutiva a u tó ­
tales: 8, 816-818 prestatario se dividen la g. perte­ m odificar la t. de g. independien­ noma del valor délas mercancías:
—em brionaria: 8, 1015 nece al reino de lo fortuito: 7,465 temente de la composición del 8, 1084, 1094
— posibilidad de una “g." con la —la dem anda de capital dinerario capital: 6, 173-177 —bruta: 8, 1086-1087
renta en trabajo: 8, 1018 puede aum entar pese a la dism i­ —relación entre capital global y t. —form a originaria: 8, 1139-1141,
—com o forma de rédito: 8, 1083- nución de la g.: 7, 541 de g.: 6, 174-175 1145
1084 —transform ación déla g. en capital — variaciones de m agnitud del capi­ — originaria: 8, 1140
—distribución de la g. social: 8, dinerario prestable: 7, 648, 653 tal empleado y de la t. de g.: 6, — industrial: 8, 1147
1092-1093 —y dem anda creciente de fuerza de 175-177 Ganancia, tasa media (genera!) déla
Ganancia, m agnitud de ia trabajo: 7, 661-662 —nacionales: 6, 180, 190, 273-274 —en la economía vulgar: 6, 11-26
—masa de la ganancia m ayor o —y renta: 8, 1003, 1015, 1096 —tendencia a la nivelación: 6, 219- —y competencia: 6, 16, 199, 265,
m enor y masa del plusvalor: 6, —la relación capital-g.: 8, 1037- 220, 339 324-325; 8, 1097-1098
174, 181, 187, 277 1038, 1046 —y acumulación: 6, 280, 285-286, —ley: 6, 42, 213
—y m agnitud de los capitales: 6, — transform ación de la g. en capi­ 309-310, 321, 337, 340; 7, 508 — formación: 6, 180, 195-217; 7,
187-189, 193 tal: 8, 1079-1080 —y masa de ganancia: 6, 291-294, 433, 468-469
—en las diversas esferas de la pro­ —y la acumulación capitalista: 8 ,1 118 300, 302 —la diferencia entre las t. m. de g.
ducción: 6, 188-189 — presupone el capital: 8, 1118 —reducción del salario como ele­ para los diversos ramos de la
—y composición del capital: 6,189- — función de la g . en la producción m ento que obstaculiza su caída: industria no existe ni podría exis­
191 y en la distribución: 8, 1118-1120 6, 301 tir sin abolir todo el sistema de la
— las leyes de la producción y de la Ganancia, tasa de ia —desvalorización del capital exis­ producción capitalista: 6, 193
acumulación com portan para el — y ley del valor: 6, 11-26; 8, 1126- tente como elemento que obsta­ —oscilaciones: 6, 209, 228, 261
capital-social un aum ento de la 1147 culiza su caída: 6, 302, 319-320 —nivelación: 6, 219-251, 265; 7,
masa absoluta de la g. y una dis­ —caída: 6, 26, 143, 177, 269-341 —sobre población relativa como 467-469, 561, 564; 8, 1093-1094
minución de la tasa de g.: 6, 277- 380; 7, 564 elem ento que obstaculiza su —depende del grado de explotación
287, 318 —determ ina la medida real de la caída: 6, 302-303 del trabajo global por parte del
—la masa de la g. para cada una de ganancia del capitalista: 6, 48 — influencia co n tra d ic to ria del capital global: 6, 248-250
las mercancías disminuye con el —definición: 6, 49, 54-55, 57-58, comercio exterior 6, 303-304 —ley de la baja tendencial: 6,259-
desarrollo de la productividad 139-140 —de los capitales invertidos en las 341; 7, 564
del trabajo: 6, 288, 292 —no expresa más que una diferente colonias: 6, 304-305 —ycrecim ientodeleapital acciona­
—masa de la g. del comerciante: 6, medida del plusvalor 6, 54 — vínculos entre la disminución de rio: 6, 307
376 —relación entre t. de g. y tasa de precio de las mercancías y caida —y capital comercial: 6, 365-369,
—y nuevo valor agregado: 8, 1085- plusvalor: 6, 57-82, 93, 143-144, de la t. de g.: 6, 306 374, 381-382, 392, 394-401; 7,433
1087, 1090-1091 176-177, 288, 301, 306-307; 8, —disminuye porque se emplea —y capital industrial global: 6, 365-
— no puede derivar de la circula­ 1054, 1102 menos trabajo en relación con el 366; 7, 433
ción: 8, 1099 —y composición orgánica del capi­ capital anticipado: 6, 315 —y tasa real déla gpnancia del capi­
Ganancia, relaciones de ia tal: 6, 61-74, 176-177, 189-194, —com o factor determ inante de la talista: 6, 368
—transform ación del plusvalor en 198-199, 270; 8, 989-990 producción: 6, 331-333 —el capital adicional em pleado en
g.:6, 16-18,29-177,202,210-212; —determinación: 6, 81-82, 133, —cuando disminuye, el capitalista gpstos de circulación entra en la
8, 1017-1018, 1044-1045, 1054- 173-189, 287-295, 331-332 redobla sus esfuerzos con el fin de form ación de la t. g. de g.: 7, 468-
1056, 1059-1060, 1067 —efectos de la rotación: 6, 83-91, asegurarse una plusganancia: 6, 469; 8, 841
—en la g. el capital se presenta 191-193, 289-291 332 —y dem anda de capital: 7, 557
com o relación respecto a sí —anual: 6, 88 —y capital comercial: 6, 359, 365- —y sociedad por acciones: 7, 564
mismo: 6, 55-56 —aum ento: 6, 97-99, 104, 301 369; 8, 1141 —y precio de producción general:
—relación entre g. y salario: 6, 76; —en las diferentes esferas de la pro­ —y dem anda de capital: 7, 557-558 8, 826-827
7, 661-662 ducción: 6, 99, 173-174, 179-194, —y crédito: 7, 561 —y renta: 8, 995-997, 1017-1018
—adicional sobre un determ inado 198-199, 204-206, 210, 219-221, — y renta: 8,841-843,871,874-878, —aum enta cuando disminuye el
precio de costo es independiente 303 1019 precio de subsistencia de los
de su particular esfera de produc­ — y productividad: 6,99,250; 7,508 —y salarios agrícolas: 8, 875, 942 obreros: 8, 1089
ción: 6, 201 —y m ateria prima: 6, 100, 129-135, —la industrial regula la agrícola: 8, —límites: 8, 1092-1094
—división del plusvalor entre renta 137, 173 942 Ganancia em presarial
y g..\ 7, 465 —diversidad: 6, 173-175, 221, 269 —en la E dad Media: 8, 1018-1019 —ganancia, interés y g .e .: 6,307; 7,

1262 1263
473-498 , 501-543, 546, 660 ; 8, —es ella misma un producto, una
—excedente y exportación de g.: 8, Iglesia
1037, 1045, 1055, 1094, 1119 formación del proceso de la vida
860-862 —prohibición del interés: 7, 770
—como salario: 7, 486, 489-498; 8, social que se desarrolla bajo con­
—el comercio de g. en la segunda —organización de la clase dom i­
1037 diciones históricas de producción nante en la Edad Media: 7, 774
mitad del siglo xix: 8, 924-925
—el salario adm inistrativo aparece muy determinadas: 8, 996
—im portación y renta: 8, 945 —utilidad que le reportó a la i. la
totalmente separado de la g. e.: 7, —y ganancia agrícola en la explica­
—la renta determina un aum ento prohibición del interés: 7, 788-
495 ción de la renta de la tierra: 8,
del precio de los g.: 8, 959 789
—la división de la ganancia en g. e. 996-997
—el precio es menor en los países en —el diezmo, form a natural de la
e interés com pleta la autonom i- —de la esfera no agrícola determina
los que predomina la propiedad renta: 8, 1002
zación de la forma del plusvalor también la ganancia del arrenda­
parcelaria: 8, 1025 Im portación
respecto de su sustancia: 8, 1055 tario capitalista: 8, 1017
—leyes: véase Legislación —sobreim portación: 7, 633
—la influencia del salario, el inte­ — nivelación: 8, 1054, 1059, 1074
—aranceles cerealeros: véase Legis­ —la estadística de exportaciones e i.
rés, la renta y el precio del capital — limitada por la propiedad del
lación da una pauta de la acumulación
constante: 8, 1108-1109 suelo: 8, 1055 Grecia del capital real: 7, 645
Ganancia extraordinaria: 6, 13, 22; —determinación: 8, 1097
—negocio cam biario entre los grie­ —y exportación de metales precio­
8, 869 —aparece como factor de valor: 8, gos y los romanos: 6, 407 sos: 7, 708
—véase tam bién Plusganancia 1115-1116 —desarrollo comercial de las anti­ —relación entre i. y exportaciones y
Ganancia m edia —y el excedente de los precios de guas ciudades griegas: 6, 425 reserva metálica en los bancos
— transform ación de la ganancia en m ercado sobre los precios de pro­ Guerras centrales: 7, 731
g. m.: 6, 179-268 ; 8, 1054-1055 ducción: 8, 1109-11 10 —civil norteamericana: 6, 135, 159 —relación entre i. y exportación y
—y competencia: 6, 194, 199, 226; Genova —de Crimea: 6, 158; 7,545,751-753 tipo de cambio: 7, 750-753
8, 1044-1045 —com ercio interm ediario: 6, 420 —antijacobina (1792-1815): 7, 545; —de granos y renta: 8, 945, 963
—definición: 6, 199 —asociaciones crediticias en Vene-
. 8, 807 —véase también Comercio
—realización déla g. m.: 6, 220-221, cia y en G. en el siglo xti y en el
—gasto bélico: 7, 753, 761 Im puestos
246-247 siglo xtv: 7, 775
—ruina de los plebeyos de la anti­ —contracción de la circulación por
—y plusvalor: 6, 227-228: 8, 1044- —comercio con el Levante: 8, 1139- gua Roma a causa de la g.: 7, 772 el pago de i.: 7, 682
1045 1141
—arrendadores de contribuciones:
—efectos del aum ento de los sala­ Geología'. 8, 966 Herramientas'. 6, 96, 126 7, 773
rios sobre la g. m.: 6, 228, 256 Gran industria H ipotecas : 7, 590; 8,886, 1025, 1032 —distribución del i. y renta diferen­
—en el capital comercial: 6, 362-366 —composición orgánica del capi­
H istoria cial: 8, 836
—en el capital presta ble: 7,434-435, tal: 6, 68-69, 90 — proceso histórico y proceso —en la agricultura inglesa: 8, 866-
450 —y energía hidráulica: 8, 829 lógico: 8, 1131 867
—e interés: 7, 459^160,464-465,484 —la formación de la g, i. provoca la H olanda —el fiscalismo, causa déla exporta­
—no aparece directam ente como destrucción de la industria —Com pañía Holandesa de las ción de granos de la India y
resultado de la nivelación de las doméstica rural: 8, 1026 Indias: 6, 392 Rusia: 8, 924
g.: 7, 468^169 —colaboración entre g. i. y gran
— funciones del cajero: 6, 408^409 —el sistema fiscal, causa del em po­
— y ganancia bruta: 7, 476-477 agricultura: 8, 1034 —comercio interm ediario: 6, 420 brecimiento de la propiedad par­
—subdivisión en interés y ganancia — paso de la m anufactura a la g. i.: —nación comercial: 6, 424-426; 8, celaria: 8, 1027
del empresario: 7, 483-484 8, 1146 India
1141
—bajo el arriendo se oculta una Grano —foco de las crisis en el período
—bancos: 7, 776-777
deducción de la g. m.: 8, 804-808 —alim ento principal de los pueblos 1825-1857: 6, 85
H om bre
—y propiedad de la tierra: 8, 832- modernos con desarrollo capita­ — producción de algodón: 6, 148-
—necesidades humanas: 6, 236
833 lista: 8, 792 149, 165, 169-170
—fuerza natural del hom bre: 8,
—ganancia superior a la g. m.: 8, —efectos del aum ento de produc­ —crisis del algodón: 6, 159-160
1034
869 ción de g. y de la disminución de —colonos indios (ra ia t ): 6, 274
—la econom ía burguesa considera
—ganancia inferior a la g. m.: 8,869 su precio: 8, 844-845 —sobrevivencia de modos precapi-
al h. artificialmente aislado: 8,
—y plusganancia: 8,870-871, 932 —m ovim iento de los precios de los talistas de producción: 6, 426
1120-1121
—y plusproducto: 8, 888 cereales en la Inglaterra de los Huelgas: 6, 162, 168; 8, 984 —comunidades rurales fundadas
—y renta: 8,931,933-934,943,967- siglos xvm y xix: 8, 847-848 H ungría sobre la propiedad común: 6,
969 —renta en g.: 8, 851-852, 898-899, — predom inio del cultivo autosufi- 426; 8, 1001, 1006, 1114
—génesis: 8, 967 941
ciente: 8, 1123-1124 —la especulación sobre el mercado

1264 1265
de la I. y de la China: 7, 524-526, — tra n s fo rm a c ió n en em p resa —desarrollo y utilización de los Industria textil
529-532, 542 accionaria: 8, 1149 residuos: 6, 126 — productividad del trabajo: 6, 98
— reflujo de plata de Inglaterra —véase tam bién Gran industria —im portancia de los materiales —desarrollo del hilado mecánico
hacia la I. y la China en torno a Industria algodonera auxiliares: 6, 145 en Irlanda: 6, 156
mediados de los años de 1850: 7, —tasa de ganancia en el hilado del —composición orgánica del capi­ —desarrollo de la empresa acciona­
712, 743-750 algodón: 6, 90 tal: 8, 965 ria: 8, 1149
— tipo de cam bio entre Inglaterra y —economías de los hilanderos para —renta: 8, 981 Industria tipográfica
la I.: 7, 743-750 sostener la competencia: 6, 120 — véase tam bién Industria minera —condiciones de trabajo: 6, 115
— inversiones inglesas para la cons­ — utilización de residuos: 6, 125 Industria lanera Inglaterra
trucción de ferrocarriles: 7, 746- —blanqueado del algodón: 6, 132 —utilización de los residuos: 6, 125 —desperdicios en la producción del
750 —precios de las materias primas: 6, —de la lana artificial: 6, 125 lino y en la agricultura: 6, 124-
— balanza comercial de Inglaterra 132-133 —crisis: 6, 151-152 125
con la I.: 7, 745-750 —asociaciones de industriales para re­ —aum ento de la demanda: 6, 155- —industria lanera: 6, 151-152, 156
—explotación por parte de los gular el precio del algodón: 6,148 157 —industria textil: 6, 155-157
ingleses: 7, 751, 760; 8, 1013 —producción de algodón en N or­ Industria mecánica —legislación de residencia de los
— Com pañía de las I. Orientales: 7, teamérica y la India: 6, 148-150 —ahorro en el proceso productivo: jornaleros agrícolas: 6, 222
777 —crisis algodonera de 1861-1865: 6, 97, 99 —jorn ad a laboral: 6, 274
—causas y efectos d éla exportación 6, 154-171 — productividad del trabajo: 6, 98 —actividad bancaria en el siglo
de granos: 8, 924-925 —y plusproducto: 8, 1002-1004 —desarrollo de las empresas accio­ xvii: 6, 407
—trabajo necesario y plustrabajo —exceso de acumulación: 8, 1148 narias: 8, 1149 —alianza de la clase comerciante
en las primitivas comunidades Industria de la construcción Industria metalúrgica con la aristocracia terrateniente y
indias: 8, 1114 —productividad del trabajo: 6, 98 — progresos: 6, 84 financiera contra elcapital indus­
—comercio en los siglos xv-xvii; —y legislación bancaria: 7, 724 — utilización de los residuos: 6, 123 trial: 6, 419
8,1139,1141 1 —y propiedad del suelo: 8, 972 —empresa accionaria: 8, 1149 —relaciones con la India y con la
Industria | —y renta: 8, 979, 983-985 Industria minera China: 6, 426; 7, 626-627, 711-
—aum ento de la productividad y Industria de la seda —economías en las condiciones de 712, 745-751; 8, 1013
del capital constante, reducción —condiciones de trabajo y m ortali­ trabajo en la minería del carbón: —comercio y crédito de 1842 a
de los obreros y caída de la tasa dad: 6, 112 6, 106-108 1847: 7, 521-538
de ganancia caracterizan la i. —utilización de los residuos: 6, 125 —im portancia de los materiales —crisis de 1847: 7, 524, 530-532,
m oderna: 6, 68, 70, 291-292 Industria del lino auxiliares: 6, 145 536-537, 541-542, 624-627, 634
—la necesidad siempre creciente de —residuos: 6, 124-125 —esfera de inversión del capital —especulación sobre los ferrocarri­
aum entar el capital fijo en la i. —asociaciones de capitalistas para industrial: 6, 413 les: 7, 527, 625-626; 8; 1149
m oderna: 6, 93-94 regular la producción de lino: 6, — pago del salario: 7, 717 —acum ulación de riqueza adicio­
— productividad y precio de las 148 — productos minerales y renta del nal: 7, 533-534
mercancías: 6, 291-293 —expansión: 6, 156, 159-160 suelo: 8, 823 —cártel internacional del hierro: 7,
— para la producción de bienes sun­ —depresión: 6, 158-159 —renta: 8, 833, 956, 983-986 564
tuarios que se fundan en la sobre- Industria del transporte —composición orgánica del capi­ — política proteccionista contra I.:
población relativa: 6, 303 —marítimo: 6, 267, 371, 398; 8, tal: 8, 965 7, 564, 630
—separación entre i. urbana y agrí­ 1143 — productividad social y producti­ — medios de circulación: 7, 581 -
cola: 6, 425 —funciones: 6, 344 vidad natural: 8, 974 586, 647, 674-680, 698-701
—ciclos de rotación según los cua­ —y capital comercial: 6, 357, 371, —explotación de las minas de —fin del m onopolio industrial
les se mueve la i. m oderna: 7,460 413 alum bre en Asia Menor por los inglés: 7, 629
—en la i. más desarrollada el valor —véase tam bién T ranspones genoveses: 8, 1139 —crisis de 1857: 7, 633
de las m ercancías es general­ Industria del vestido — desarrollo de la empresa acciona­ —durante la crisis de 1847 hizo
mente m enor que su precio de —condiciones de trabajo: 6, 115- ria: 8, 1149 frente a sus deudas por concepto
producción: 8, 965 116 Industria química de im portaciones de granos
—inversiones sucesivas de capital Industria dom éstica rural : 8, 1001, — progresos: 6, 84 mediante bancarrotas: 7, 634
en la i. y en la agricultura: 8, 992- 1012, 1026 — utilización de desechos: 6, 124- —la reserva de oro del Banco de I.
993 Industria extractiva 126 constituye la reserva central sobre
—urbana com o condición de la —reducción de la productividad del —difusión de la empresa acciona­ la cual se regula todoel movimien­
renta dineraria: 8, 1014 trabajo: 6, 66 ria: 8, 1149 to de negocios del pais: 7, 645

1266 1267
—ciclos industriales: 7, 645-646 —la articulación de las clases: 8, —si el precio expresa el valor de la —y renta del suelo: 8, 797,800-804,
— ahorro de medios de circulación 1023 mercancía, entonces el i. expresa 948-949, 987, 1029
en el período 1844-1857: 7, 674- — Yeomanry: 8, 1026 la valorización del capital dinera­ —y alquiler de locales: 8, 984
675 —inversiones de capital en la agri­ rio: 7 , 453 —la relación i.-capital: 8, 1037,
—oscilaciones periódicas de la can­ cultura en el siglo x v i i i ; 8, 1027 —determinación y límites: 7, 455, 1039-1041, 1048-1049,1055-1056
tidad de dinero en circulación: 7, —los tenures in common socage 457-460 —aparece ante el capitalista como
678 [feudos campesinos libres] y los —y ganancia media: 7 , 459, 462; 8, una m agnitud dada: 8, 1105
—práctica del crédito concedido al tenures on k n ig h t’s Service [feudos 1045, 1055, 1094, 1119 —salario, i. y renta aparecen ante el
exterior para sus exportaciones: de caballería]: 8, 1111 — nivel del i. y ciclo del capital capitalista como límites regulares
7, 685-688 —comercio con Norteamérica en industrial: 7, 460-461 del precio: 8, 1108
—actividad del empleo de capital los siglos XVi y xvn: 8, 1141-1142 —aparece como parte de la ganan­ Interés, tasa de
bancario en el descuento de letras —exceso de acumulación en la cia bruta que le corresponde a la —nacional: 6, 274
de cam bio comerciales: 7, 687 industria: 8, 1148 propiedad en cuanto tal del capi­ —y curso cambiario: 6 , 409; 7, 700-
—tasa de interés: 7, 699-701, 771 —desarrollo de las empresas accio­ tal: 7, 478 701, 740-741, 743-744, 748-749,
—especulación de la construcción narias y de la Bolsa: 8, 1148-1150 —históricam ente existe m ucho 753, 757-760
en Londres: 7, 724 ; 8, 984-985 Intercam bio antes que el m odo capitalista de — no existe un nivel natural de la t.
—centro del mercado dinerario —de mercancías basándose en producción: 7, 481 de i.: 7, 455, 463, 465
mundial: 7, 735 valores reales: 6, 221-224 —forma exteriorizada: 7, 501 —determinación: 7, 455, 462-464,
— tipo de cambio: 7, 741-753 —de mercancías como producto —el proceso de acumulación del 467-469, 473, 643, 659-660; 662-
—tipo de cambio con Norteamérica del capital: 6, 222; 8, 1132 capital como acumulación del i. 663
y Rusia en 1847: 7, 742-743 —naturaleza del i. en la relación compuesto: 7, 504-509 —definición: 7, 458-459
— balanza comercial: 7 , 752, 760- esclavista, de servidumbre y tri­ —el capital com o cuyo i. se consi­ —y tasa de ganancia: 7 , 459, 462,
762 butaria: 6, 225, 417 dera al pago estatal es capital fic­ 465-467, 469-471, 482, 541, 546,
—usura: 7, 775-776 —el proceso de valorización del ticio: 7, 599, 614-615 643, 660-661; 8, 802-803
—la propiedad del suelo, obstáculo capital no es visible en los hechos —concepción según la cual cual­ —tendencia histórica: 7, 459, 461 -
al progreso de la agricultura: 8, del i.: 7, 442 quier rédito dinerario determ i­ 462, 768
798-799 — valor determ inado por el trabajo nado y regular aparece como el i. — variaciones y ciclos industriales:
—composición de la Cám ara de los y valor determ inado por el i.: 8, de un capital: 7, 598 7, 460461, 542-544, 624, 628-
Comunes: 8, 805, 924 1126-1128 —concepción según la cual el sala­ 629, 638, 647,661, 667-669, 716-
—reducción de los salarios de los —entre productores directos: 8, rio constituye el i. de un capital 718, 735-736
jornaleros agrícolas: 8, 807-808, 1133-1136 representado por la fuerza de —caída: 7, 461
810 Interés trabajo: 7, 600 — media: 7, 462-466
—productividad del ganado: 8, 811 —en los estadios retrasados de la — privado: 7, 660 —de mercado: 7, 465-469,664,699-
— precio del grano: 8, 845-848 producción comprende la totali­ —comercial: 7 , 660 700
—país clásico del m odo capitalista dad de la ganancia: 6, 274 — y precio de las mercancías: 7 , 667; —circunstancias que favorecen su
de producción en la agricultura: —y ganancia empresarial: 6, 307; 7, 8, 1108 consolidación: 7, 469
8, 869 473-498, 501; 8, 1045, 1055,1094, —los informes bursátiles indican su
—de la deuda pública; 7, 678
—consecuencias de la abolición de 1119 nivel: 7, 469
—las universidades católicas reco­ — y ganancia empresarial: 7, 482,
los aranceles cerealeros: 8, 924 —en Ricardo: 6, 310
nocen la legitimidad del i. para 546, 660-661
—apropiación de la tierra comunal: —las empresas de composición
los préstamos comerciales: 7 , 766 —influencia de la acumulación del
8, 978 orgánica elevada producen sólo
i.: 6, 337 —el nivel del i. de los usureros no se capital dinerario: 7,533-559,625,
—desarrollo del m odo capitalista puede com parar con el nivel del i.
de producción en el últim o tercio —es la parte de la ganancia que el 643-644
capitalista paga por el valor de moderno: 7 , 768 —y bancos: 7 , 540-541, 648, 700-
del siglo x v i i i : 8, 1001
uso del dinero: 7, 434-435, 437, —en la Edad Media: 7 , 770,786-788 703
—eliminación del diezmo eclesiás­ —y la iglesia: 7, 770, 788-789
448-457, 473-481, 543, 546, 660; —diferencias en las de los diferentes
tico: 8, 1002-1003 —la función del dinero como medio
8, 1044-1045, 1055, 1095, 1119- países: 7 , 643
—desarrollo de los arrendam ientos 1120 de pago desarrolla el i.: 7, 771 —y medios de circulación: 7, 657,
capitalistas en el siglo xvi: 8,1016 —como precio del capital es a priori —del capital fijo incorporado en la 682-684, 711
—el capital en el cam po en los siglos una expresión cabalm ente irra­ tierra: 8, 797 , 800-801, 804-805, — y demanda decapitales industria­
xvi, x v i i y xviii: 8, 1019-1020 cional: 7, 452 948, 988 les: 7, 661-662, 667

1268 1269
—demanda de.fuerza de trabajo y entre las diferentes esferas de i.: —la pretendida lim itación de la —relación entre la j. 1. y el desarro­
medios de circulación: 7, 661-662 7 , 468 posibilidad de i. sucesivas de llo de las fuerzas productivas
— y dem anda y oferta de mercan­ —de capital bancario en títulos capital en la tierra: 8, 992-993 sociales: 8, 1043-1044
cías: 7, 662-663 productivos: 7, 604 —capital fijo como capital de i.: 8, —reducción, condición fundam en­
—y precios de las mercancías: 7, —de los importadores ingleses en las 1028 tal para el paso del reino de la
683-684, 709-713, 755-758 plantaciones coloniales: 7 , 642 —extranjeras bajo forma de accio­ necesidad al reino de la libertad:
—el poder del Banco de Inglaterra —de capital en la agricultura: 8, nes: 8, 1150 8, 1044
se manifiesta en el hecho de que 792, 797-801, 805, 828, 844, 846, Irlanda —la lucha por los límites de la j. 1.
regula la t. de mercado del i.: 7, 852-853, 862, 866, 869-876, 902- —elaboración del lino: 6, 124-125, aclara la relación capitalista de
699-700 904. 1017-1020. 1027-1030, 1053 148, 156 producción: 8, 1052
—y movimiento de los metales pre­ —de capital y carácter temporario: —desarrollo del hilado mecánico: —se divide en dos partes: 8, 1061
ciosos: 7, 709-71 1, 735-736, 741- 8, 797 6, 156 —límites de las partes en que se
742, 758-760 —de capital y disminución del pre­ — marcha de las exportaciones en el divide: 8, 1091
—todas las medidas previstas en el cio de costo: 8, 828 período 1824-1863: 7, 645-646 Jornaleros', véase P roletariado agrí­
Bank A ct tienden a su aumento: —de capital en diferentes suelos y —circulación de los billetes de cola. Trabajadores agrícolas
7, 720 renta diferencial: 8, 839-844, 846, banco: 7, 677 Judíos: 6, 422
—en vez de limitar la actividad cre­ 871-872 — propiedad del suelo y arrenda­ Justicia
diticia, el aum ento de la t. de i. la —y renta global: 8, 852-854, 877, miento: 8, 805 — natural en las operaciones de
a u m en ta hasta p ro v o car el 883-888, 989 —emigración: 8, 808 préstamo según Gilbert: 7, 435
colapso: 7, 736 —aum ento de las necesidades y — propiedad parcelaria: 8, 1032 —véase tam bién Derecho
—influencia de las exportaciones de nuevas i. en tierras: 8, 862 Italia
capital excedente: 7, 743-744, —sucesivas en el mismo predio y —características: 6, 24 Legislación
748-750, 753-758 renta diferencial: 8,866-867,872- —comercio en el siglo xv: 6, 429; 8, —aranceles cerealeros: 6, 132-133,
— m oderna y usura: 7, 768, 777 873, 989 1139, 1142 419; 8, 806-812, 844, 873, 924
—caída con el desarrollo del capi­ —y precio de producción de los —tasa de interés en los siglos xn- —ley fie las diez horas: 6, 133
tal: 7, 768 productos agrícolas: 8, 870-871 xiv: 7 , 770 — Public W orks Acl: 6, 166-168
—en la Italia de los siglos xn-xiv: 7, —adicionales de capital, precio de —la agricultura en la I. antigua: 8, — settlem ent laws: 6, 222
770 producción y plusganancia: 8, 1000-1001 — los secuaces de la teoría de la
—y renta capitalizada: 8, 801-802, 874-877 —desarrollo de las ciudades en la currency buscan elevar la tasa de
857, 987 —disminución del precio de pro­ Edad Media: 8, 1018 interés mediante la intervención
—y precio de la tierra: 8, 802-803, ducción regular de los productos artificial de' la 1.: 7, 540
987, 1031-1032 agrícolas cuando la productivi­ Japón —los propietarios de tierras ingle­
—alto nivel en los siglos xiv y xv; dad del capital adicional inver­ —agricultura: 6, 124 sas explotan la I. en perjuicio de
8, 1140 tido permanece constante: 8. Jo m a d a laboral los arrendatarios: 8, 806
Invenios 889-898, 988 —duración y tasa de plusvalor 6, —de indigentes e n losdistritosagrí-
—economía: 6, 127.-128 —suplementaria: 8, 889-898, 988 59-61, 76-78 colas: 8, 807
—reducen el tiem po de trabajo ne­ —de capital dinerario adicional en —prolongación: 6, 93, 140, 298 — bancaria: véase B ank A cts
cesario y, por consiguiente, el los mejores suelos: 8, 897 —ley de las diez horas: 6, 133 Letras de cambio
propio valor de mercado: 6, 241; —de capital dinerario adicional —reducción en períodos de crisis: 6, —tráfico de I. de c. con las Indias
8, 828 cuando la productividad de la i. 162-163 Orientales: 6, 155
— p e rm iten al c a p ita lis ta un de capital decrece: 8, 898-900; y — nivelación en las diferentes esfe­ —como instrum ento técnico en el
aum ento del plusvalor: 6, 299 cuando crece: 8, 900-907,943-944 ras de producción: 6, 179-180 comercio de dinero: 6, 411
Inversión —la renta aum enta relativamente —y explotación del trabajo: 6, 249, —medio de pago: 7, 471, 617
—de capital y liberación: 6, 136- cuando crece la i. de capital: 8, 297 —constituyen el verdadero y pro­
154; 8, 883-884 906, '923, 979-980 —diversa duración según el grado pio dinero del comercio: 7, 512-
—concepto; 6, 137 —la renta como productividad de desarrollo capitalista de los 514
—causas de las i. y de la liberación decreciente de las i. adicionales diferentes países: 6, 274-275 —y crédito: 7, 516, 520
de capital variable: 6, 144 de capital: 8, 928-938 —global: 7, 509 —los billetes de banco son 1. de c.
—crecimiento del capital invertido —la propiedad del suelo como —prolongación e intensificación en emitidas contra el banquero: 7,
en la circulación: 6, 398 límite a la i. de capital: 8, 937. relación con la tasa de ganancia: 516, 575
—el capital adicional se reparte 954-956, 968-969, 971-972, 986 8, 942 —especulativas: 7, 528-531, 552

1270 1271
—diferente significado económico talista no pueden ser explicadas Libertad —sobreproducción: 6, 147
de la emisión y del descuento de por la dem anda y por la oferta: 6, —de competencia: 7, 565 —velocidad: 6, 164
1. de c.: 7, 549-550 239-240; 7, 454-455 — reino de la 1. y reino de la necesi ­ —y composición orgánica del capi­
—el descuento de 1. de c. representa —de la productividad creciente del dad: 8, 1044 tal: 6, 270-271
una simple com pra y venta: 7, trabajo: 6, 336 Libre cambio: 6, 132; 8, 1000 —introducción de nueva m.: 6,336
551, 588 —histórica de la renta capitalista de Lógica —véase tam bién Industria mecánica
—descuento de I. de c. y tasa de la tierra: 8, 923-924 —de Overstone: 7, 543-545 Marca
interés: 7, 555 —de la renta diferencialesindepen- — proceso h istórico y proceso —asociación y com unidad de la m.:
—como parte más im portante del diente de las variaciones entre lógico: 8, 1131 8, 794, 1138, 1140
capital bancario: 7, 604 precio de mercado y precios de Lombardía M atemáticas: 6, 6, 15, 57
—el pago de las I. de c. comerciales producción: 8, 952-953 —horticultura: 6, 124 M aterias prim as
depende de la fluidez de la repro­ — natural de la vida: 8, 1034 Lucha de clases: véase Clases —adelanto por parte del capita­
ducción: 7, 617-619 — reguladora de la repartición del Lujo
—crisis crediticia y convertibilidad lista: 6, 48
plusvalorentre los capitalistas: 8, —industria: 6, 101, 130, 303, 429 —y productividad del trabajo: 6,
de las I. de c. en dinero: 7, 630, 1044 —como medio para obtener cré­ 94, 287-288, 333-334
690 —la renta diferencial como 1. social dito: 7, 566 —variaciones de los precios: 6, 95,
—economía de medios de circula­ que actúa mediante la competen­ —consum o de metales preciosos 129-135, 137-139, 145-148, 150-
ción a través de la compensación cia: 8, 1047 com o artículos de I.: 7, 730-731
de I. de c. vencidas: 7, 671-672 170
—de la competencia, permanece
—empleo del capital bancario en el —calidad de la m. p. y tasa de
ininteligible para los agentes de la Manager: véase Dirección
descuento de I. de c. comerciales: ganancia: 6, 100
producción: 8, 1053 M anufactura
7, 687 —calidad de la m. p. y desechos de
—que regulan los límites delsalario —tipo particular del capital indus­
—com o medio de circulación: 7, la producción: 6, 126
y de la ganancia: 8, 1090-1094 trial: 6, 413
695-697 —sucedáneos: 6, 146, 161
—de desarrollo del modo capita­ — periodo de la m. y comercio: 6,
—subproducción relativa de las m.
—comerciales, bancarias y de espe­ lista de producción: 8, i 123 425-426
culación: 7, 695-696 p. vegetales y animales: 6, 147
L e y Bancaria de 1844 —en la m. propiam ente dicha se
—volumen de la circulación de lasl. —mejoras: 6, 149
—suspensión: 7, 524,535,610,683, forma un mínimo propio de volu­
de c. y de los billetes de banco: 7, —la esfera de la producción de las
692, 714, 716, 727 men de operaciones y de capital:
696 m. p. sólo se modifica de manera
—y la crisis: 7, 541-542, 630, 692, 8, 869
—en el m om ento de la crisis, su 716 intermitente: 6, 149
—y agricultura: 8, 1001
circulación se paraliza por —la creciente demanda de m. p. y la
—relación entre el comercio inglés —introducción: 8, 1145
entero: 7, 696-697 saturación del mercado con pro­
y la I. b. de 1844: 7, 544-545 M aquinaria
—los bancos crean crédito y capital ductos fabriles van juntas: 6, 155
—y reserva de oro: 7, 548 —adelantada por el capitalista: 6,
dando en pago I. de c. desconta­ —interrupción del proceso de pro­
—y tasa de interés: 7, 555, 557, 716, 47-48
das: 7, 699 ducción por la falta o el ahorro de
718, 720 —y economización del capital
Levante m. p.: 6, 160-162
—emisión de billetes de banco: 7, constante: 6, 95-101, 125-126
—comercio: 8, 1140 —y trabajo agrícola: 8, 814
610 — mejoras: 6, 97-98, 104, 123, KO­
— precio de las m. p. ycomposición
L ey —explota la diferencia de los intere­ MI
del capital: 8, 973
—del valor: 6, 11,14,19,227-228:8, ses en beneficio del capital dine- —de vapor: 6, 98, 118, 122
—y ganancia empresarial: 8, 1108
817-818, 1074, 1117, 1126-1147 rario: 7, 662 —reparaciones: 6, 98
— y fuerza de trabajo en el desarro­
— fundamental de la competencia, —favorece la especulación: 7, 701- —calidad de la m. y ganancia: 6,
se basa en la diferencia entre 702 llo del capital comercial y en la
100, 126
valor y precio de costo de las formación del modo capitalista
—y el currency principie: 7, 705-729 —perfeccionamientos: 6, 118, 122-
mercancías: 6, 42; 7, 455 de producción: 8, 1144
—divide el Banco de Inglaterra en 123, 125, 140-141
—de la tasa de ganancia: 6,213-214, dos departam entos: el de emisión —el precio de las materias primas M aterialism o histórico
269-341 y el bancario: 7, 714 incide sobre el de la m. y sobre la — falseado y deform ado por Loria:
—carácter tendencial de la I. econó­ —consecuencias: 7, 715-727 tasa de ganancia: 6, 130-131 6, 20; 8, 1129
mica y, por consiguiente, de las 1. —oprim e a los pequeños com er­ —y desarrollo de la productividad —como análisis científico del modo
del modo capitalista de produc­ ciantes y provoca una depresión del trabajo: 6, 133-134 capitalista de producción y de los
ción: 6, 222 en los negocios: 7, 722-723 — relación entre valor de la m. y otros modos de producción: 8,
— intrínsecas de la producción capi­ L ey de las d iez horas: 6, 132-133 progreso técnico: 6, MO-141 1114-1121

1272 1273
M ateriales auxiliares: 6, 100, 126, —como medios para la explotación — distribución: 6, 344
M ercado m undial
130-131, 133, 145,288; 8, 965,973 del trabajo: 6, 103 —competencia: 6, 148-149; 8, 1109 — no está todavía definitivamente
M edios de compra — perfeccionamiento: 6, 104 vendida cuando pasa del produc­
—formación: 6, 341; 7, 569, 629
— y crédito: 7, 471 —el proceso de acum ulación —expansión: 6, 426; 7, 646 tor al comerciante: 6, 348, 352
—medios de circulación com o m. supone un aum ento de los m, de —el capital industrial debe siempre —el capital com o m.: 7, 434, 437-
de c.: 7, 572-573 p.: 6, 277-279 tener en cuenta al m. m.: 6, 430 439, 444, 448-454, 500, 753-758
—billetes de banco como m. de c. y —destrucción: 6, 325-326 —y tasa de interés: 7, 457, 469 —el proceso de circulación se
com o medios de pago: 7,591-592 —sobreproducción: 6, 328 —con el surgim iento del m. m. se resuelve en la m etam orfosis de la
M edios de consumo —concentración: 6, 341 m.: 7, 441
elim inaron o debilitaron los anti­
—clase II del capital: 8, 1064-1066, —antagonismo entre trabajadores y guos focos de crisis pero surgió la — una m. cedida en préstam o como
1073-1074 propietarios de los m. de p.: 7,493 capital no es más que la forma
fuente de una crisis futura muchó
—sustitución del capital constante —y sociedad por acciones: 7, 563 más terrible: 7, 630 invertida de una sum a de dinero:
absorbido en la producción de m. —en la producción capitalista y en —dinero: 7, 692 7, 452
de c.: 8, 1076 la producción social: 7, 567 —las crisis del siglo xix, tempesta­ —de la circulación simple de las m.
—el plusvalor se descompone en —la usura centraliza los patrim o­ des del m. m.: 7, 706 nace la función del dinero como
rédito y capital, vale decir en m. nios dinerarios allí donde los m. medio de pago: 7, 511
—dinerario: 7, 735
de c. y en medios adicionales de de p. están dispersos: 7, 769 —división del trabajo en el m.m.: 8, —el crédito com ercial media la
producción: 8, 1078 —en el modo antiguo la propiedad m etamorfosis de la m.: 7, 621
860
M edios de pago de los m. de p. es la base de las — oferta y dem anda de m. y tasa de
—y sistema m onetarista: 8, 998
— y sistema crediticio: 6, 326, 357, relaciones políticas, de la inde­ —y sistema mercantilista: 8, 998- interés: 7, 662-663
388; 7, 511-512, 573 pendencia del ciudadano: 7, 769 —véase C apital com ercial. C om er­
999
—y medios de compra: 6, 357; 7, —distribución de los m. de p. a es­ — y agentes de la producción: 8, cio, Precio, V alor
591-592 cala social: 7, 781 M ercantilismo: 6, 430-431; 8, 998-
1057
— y medios de circulación: 6, 388, —reproducción: 8, 1013 999
M ercancía
404-405; 7, 572-573, 597, 671 —en la propiedad parcelaria: 8, —costo capitalista y costo real: 6, M etales preciosos
—dem anda de m. de p. en las crisis: 1027, 1030 30-31 —y sobreproducción de capital: 6,
7, 549, 591, 680 — y capital: 8, 1038, 1049-1050, 326
—com o producto del capital: 6,
—adelanto de m. dé p. y adelanto 1118-1119 —comercio: 6, 406-407
222, 246, 291; 8, 1117, 1132
de capital: 7, 551-552, 587-590 — y trabajo asalariado: 8, 1049, 1118 — producción: 6, 407; 7, 730-731,
— y producto: 6, 225, 419, 430; 8,
—en períodos de depresión la —clase I del capital: 8, 1064-1066, 754
821-822, 1014, 1116-1117
demanda de capital de préstam o 1073 —movimiento de m. p. como mer­
— producida en condiciones más
es una demanda de m. de p. y no —adicionales: 8, 1078-1080 cancía y com o dinero: 6, 409-
favorables, com o determ inante
de dinero com o medio de com ­ — trabajo incorporado en los m. de 411
del valor del mercado: 6,227,234
pra: 7, 664 p.: 8, 1132 —im portación y exportación (flujo
—y dinero: 6, 230, 243-244, 344,
—la función del dinero com o m. de M edios de subsistencia y reflujo): 7, 534, 583-586, 589-
347-348, 352, 370; 7. 665, 740
p. desarrolla el interés y, p o r , — necesarios: 6, 238, 256; 8, 816 590, 592-593, 632-634, 645, 665-
—no hay una conexión necesaria
ende, el capital tiinerario: 7, 771 - —el grano como principal m. de s. 667, 693, 708-712, 729-738,
entre el volumen que ocupa la
773 de los pueblos civilizados: 8, 792, 740-741, 754, 758-759
producción de una m. y su necesi­
M edios d e producción 975 —y tasa de interés: 7, 538, 682-683,
dad social: 6, 236-237
—el valor de los m. de p. consum i­ —el excedente sobre los m. de s, 710-711, 735-736, 740-741, 753-
—son adquiridas como medios de
dos viene transferido en el pro­ necesarios del trabajador en la 759
producción o como medios de
ducto: 6, 32-33; 8, 1083-1084 renta en trabajo: 8, 1005 —efectos del descubrim iento de oro
—propiedad de los m. de p. por subsistencia: 6, 237
—en la renta en producto: 8, 1013 —con el desarrollo de la productivi­ en Australia y C alifornia: 7, 646-
pa rte de Ios no tra baja dore s: 6,48 647
—producción de los m. de s. en la dad del trabajo cada m. contiene
—relación entre masa de trabajo renta en dinero: 8, 1014 un porcentaje menor de trabajo —funciones en una producción
vivo y masa de los m. de p.: 6,53, —el mínimo físico de los m. de s. del organizada: 7, 666
vivo y pasado: 6, 287-288
183-184, 195, 271 obrero: 8, 1090-1091 —depreciación: 7, 706
—la masa de ganancia para cada
—uso colectivo: 6, 97 M edios de trabajo: 6, 47-48, 53, 325- —efectos de las variaciones de la
m. disminuye con la productivi­
—ahorro: 6, 101-104 326 masa de oro existente: 7, 710-711
dad del trabajo: 6, 288, 293
—reducción relativa de su precio: 6, —véase también M edios de produc­ —funciones de la plata: 7, 720-721
—relación entre trabajo pago e
102-104 ción — y tipps de cambio: 7, 729-763
im pago en cada m.: 6, 294

1274 1275
—consum o para artículos de lujo: M ínim o físico —desvalorización: 7, 665 Naturaleza
7, 730-731 —del salario: 8, 807, 942, 1025, — y moneda del m ercado mundial: —la riqueza natural se presenta
—efectos de las oscilaciones en la 1090-1091 7, 692 como fertilidad natural del capi­
cantidad de m. p. como capital: —véase también M edios de subsis­ —limita el m onopolio de los meta­ tal: 6, 130
7, 737-73? _ tencia, Salario les preciosos: 7, 778 —condiciones naturales de la pro­
—el oro y la plata se distinguen de Miseria', véase Empobrecimiento. Mongoles: 8, 1141 ductividad del trabajo: 6, 144-
las demás formas de riqueza en Pauperismo M onopolio 147, 305, 333-334; 8Í 813, 816,
cuanto encam ación autónom a M odo de producción —de los países productores de 831, 974, 996, 1008
de su carácter social: 7 , 739 —el com ercio en el m. de p. precapi- materias primas: 6, 147-148 —explotación de las fuerzas natu­
— no bien el crédito se conmueve, talista: 6, 408, 422-424 — natural y artificial: 6, 225, 248, rales de la producción: 6, 145
entonces toda riqueza real debe —la equidad de las transacciones 251 —com o base del plustrabajo (y del
ser transform ada en dinero, en económicas radica en su relación —accidental: 6, 225 plusvalor): 8, 813, 816-817
oro y en plata: 7, 739 con el m. de. p.: 7, 435 —común de muchos capitalistas: 6, —fuerza natural y plusganancia: 8,
—efectos de la exportación de capi­ —los fundam entos del salario, el 245 827-830
tal bajo la forma de m. p.: 7, 743- trabajo necesario, el plustrabajo —y movilidad del capital: 6, 248 — m onopolio de fuerzas naturales:
750 y el plusvalor, comunes a todos —plusganancia: 6, 251 8, 829-831
los m. de p. sociales: 8, 1111 — y tasa de ganancia: 6, 286, 305 —las fuerzas naturales no tienen
—dem anda de plata para el Asia
—concepción errada sobre los —del comercio y de la producción valor: 8, 832-833
oriental: 7, 745
modos de distribución de la por parte del comerciante: 6, 392 —las fuerzas naturales como fuer­
—influencia sobre la tasa de interés sociedad precapitalista: 8, 1113 —del'sistem a de producción mejo­ zas productivas del capital: 8,947
de las exportaciones de capital —carácter histórico y supuestos de rado: 6, 401 —causas naturales del agotam iento
excedente, sea bajo la forma de los m. de p.: 8, 1114-1115 —del comercio intermediario: 7, 420 del suelo e inversiones de capital:
mercancías o de m. p.: 7, 753-758 —la autoridad en el capitalismo y —el sistema de la sociedad por 8, 992
—tipo de cam bio entre dos países, en los m. de p. precapitalistas: 8, acciones en ciertas esferas esta­ —la gran industria y la gran agri­
uno de los cuales emplea como 1118 blece el m. y requiere la interven­ cultura dilapidan las fuerzas
dinero el oro y el otro la plata: 7, —véase también Capitalismo, Comu­ ción del estado: 7, 565 naturales del hombre y del suelo:
761-762 nismo, Esclavitud, Feudalismo, Ser­ —y renta del suelo: 8,795,804-805, 8, 1034
—base del sistema crediticio: 7, 781 vidumbre, Sociedad socialista 954, 958, 962, 970-971, 976, 980- —y sociedad: 8, 1038-1039, 1042-
—determinación del precio del oro M olinos : 6, 126-127 981, 986, 1060, 1081 1044
y de la plata: 8, 1095-1096 M oneda —capacidad de la propiedad de la —la participación de la tierra,
M etam orfosis —nacional: 6, 406-408 tierra de adueñarse, en virtud de como reino de las fuerzas natura­
— mundial: 6 , 406-408, 424; 7, 583, su m. de la tierra, de una parte les, en el proceso de producción:
—de la mercancía: 6, 243-244, 345,
349, 358, 387; 7 , 436, 441, 561 624, 735 creciente del plusvalor: 8, 820 8, 1050-1051
—el medio de circulación com o m.: —de fuerzas naturales: 8, 827,829- —proceso laboral como relación
—del capital m ercantil: 6, 343-431
7, 572 830 entre el hom bre y la n.: 8, 1121
—del capital industrial: 6, 387; 7,
—fraccionaria: 7 , 574 —véase tam bién Precio de m ono­ —véase también Ciencias naturales,
563
—como capital de préstamo: 7 , 606- polio Fertilidad (de los suelos)
—el cam bio de ubicación del dinero
608, 655-656 M ortalidad Navegación
del capitalista prestatario al capi­
—teoría cuantitativa: 7 , 706-709, —índices de m. de la población —ganancia de los capitales inverti­
talista industrial no expresa nin­
711 obrera: 6, 111-115 dos en los transportes marítimos:
gún acto de m., ni compra ni
venta: 7, 444 —crisis y convertibilidad .de las Multas: 6, 169 6, 267
letras de cambio, los títulos, las —crecimiento del capital invertido
M etodología mercancías en m. bancaria y la m. Nación en la n.: 6, 398
—supuestos del análisis general de bancaria en oro: 7, 740 —es una falsa abstracción conside­ —influencia de los vapores en el mer­
la producción capitalista: 6, 180, —véase tam b ién C ircu la ció n : rar que una n. cuyo m odo de pro­ cado europeo de granos: 8, 924
221-222 Dinero, Pieza dineraria, R iqueza ducción descansa en el valor es —com o premisa del capital indus­
—criterios para el análisis del valor m onetaria. Sistem a m onetario un cuerpo colectivo que traba­ trial: 8, 1143
del mercado: 6, 231-233 M oneda de crédito ja meramente para satisfacer —véase tam bién Industria del trans­
—criterios para el análisis de la —instrum ento del sistema crediti­ las necesidades nacionales: 8, porte
renta del suelo: 8, 803-804, 815- cio: 7, 511-512 1081 Necesidad
822, 845-847 —y dinero en efectivo: 7, 665 —comerciales: 8, 1141 — reino de la n.: 8, 1044

1276 1277
Necesidades —aparece como fuerza de trabajo —no es el o. sino el capitalista quien Panamá
—las n. sociales resultan esencialmen­ puram ente objetiva, como mer­ dispone del trabajo excedente: 8, —el ahorro y los especuladores: 7,
te de la relación que hay entre las cancía: 6, 52 1079 566
diversas clases y de su respectiva —adiestram iento y disciplina: 6, —rédito: 8, 1083-1084, 1104, 1115 Pánico: véase Crisis
posición económica: 6, 230 101 —efectos de las variaciones de valor Pauperismo
— volumen de las n. sociales: 6, 234- —relación entre el o. y el carácter de los productos que entran en
—las “dem andas” de los pobres
235 social de su trabajo: 6, 102-104 su consum o necesario: 8, 1089
están siempre por debajo de sus
— no hay una relación necesaria —relación entre el o. y los medios —mínimo físico de los medios de
necesidades físicas: 6, 238
entre la ampliación de la produc­ de producción: 6, 103 subsistencia necesarios: 8, 1090
—explotación de la miseriá en la
ción de una mercancía y la n. —en el proceso de autovalorización —efectos del precio de monopolio
renta de las zonas fabriles: 8,983-
correspondiente: 6, 236-237 del capital: 6, 105 de las m ercancías que entran en el 984
—las n. sociales en la producción —las condiciones del proceso pro­ consum o necesario: 8, 1093-1094
—véase también E m pobrecim iento
controlada: 6, 237 ductivo constituyen en gran parte —el salario asume la form a de
— física: 6, 238 las condiciones de vida del o.: 6, rédito sólo después de haberse Perú
—límites en la dem anda y n. socia­ 104-106 enfrentado al mismo o, en la —comunism o de los peruanos: 8,
les efectivas: 6, 239 —economía de las condiciones de form a de capital: 8, 1115 1114
—sociales solventes: 6, 243 trabajo a expensas de los o.: 6, —en el capitalismo, el desarrollo de Pesca
—sociales y esfera particular de la 106-118 las fuerzas productivas sociales
—y trabajo industrial: 8, 814
producción: 6, 247 —es preciso su experiencia para del trabajo está en directa antite­ —renta: 8, 981
—el fin del capital no es la satisfac­ aplicar en el proceso productivo sis con su desarrollo: 8, 1117
Piraterías: 6, 423-424; 8, 1140
ción de las n„ sino la producción los descubrimientos teóricos: 6, —los propietarios de mera fuerza
Plantaciones
de ganancia: 6, 329 128 de trabajo, los propietarios de
—la ampliación o reducción de la pro­ —al o. asalariado le resulta indife­ capital y los terratenientes for­ —economía de p.: 8, 1001, 1006,
ducción no está determinada basán­ rente la tasa de ganancia en la man las tres grandes clases de la 1022, 1026
dose en la relación entre produc­ cual se expresa la cantidad de sociedad m oderna: 8, 1123 Plata: véase M etales preciosos
ción v n. sociales: 6, 331-332 plusvalor que le ha sido expo­ — véase también Fuerza de trabajo, Plebeyos: véase R om a
—sociales y ley del valor: 8,817-818 liada: 6, 224 Trabajadores, Trabajo Plusganancia: 6,219-251; 8, 825-829
—sociales y renta diferencial: 8, —indiferencia con respecto al carác­ Ocio —y productividad del trabajo: 6,
844-845 ter específico de su trabajo: 6, 247 —de una parte de la sociedad: 8, 59, 250, 332
—de los productores: 8, 1006-1008, —es una necesidad del modo capi­ 1043 —del capitalista comercial: 6, 402
1030-1031 talista de producción el que el Oferta: véase Demanda —transform ación de la p. en renta
—y trabajo excedentario: 8, 1012, n ú m e ro de o. a s a la ria d o s del suelo: 6, 402; 8, 791-1034
Oriente
1043, 1077 aumente en form a absoluta, a —y precio general de producción:
— déspotas: 6, 423 8, 824-826
—la mistificación de las relaciones pesar de su dism inución relativa:
—regateo: 8, 1136 —derivada del m onopolio de las
sociales de producción no se veri­ 6, 338
Oro: véase M etales preciosos fuerzas naturales: 8, 829-830
fica donde predom ina la produc­ —el capitalista extrae plustrabajo
ción para n. inmediatas: 8, 1057 del o.: 8, 1043, 1045, 1048 — tasa: 8, 866, 872, 877-878, 882-
Pagos 883, 890-891
—del salvaje: 8, 1077 —recibe bajo el nombre de salario
una parte del productoque repre­ —interrupción: 6, 326; 7, 523, 592- —form ación de la p. en renta dife­
—el valor de la fuerza de trabajo
senta el trabajo necesario: 8, 593, 666 rencial II: 8, 869, 875-878, 882
depende de las n. físicas y de las n.
1045-1046 — internacionales: 6, 407-409 —conversión de la p. adicional en
sociales: 8, 1091 —compensaciones de p.: 6, 408; 7,
—el trabajo global del o. crea el renta: 8, 873
—la satisfacción de las n. sociales
valor total del producto: 8, 1061 512, 610-611, 671-672, 674 —masa de p. y crecim iento de la
en los modos no capitalistas de —vencimientos: 7, 436, 512, 666,
— y medios de consumo: 8, 1066 renta: 8, 887
producción: 8, 1111, 1114
—y capital variable: 8, 1067, 1074 678-679, 682-683; 8, 924 —plusproducto como parte del
Niños —al contado en el sistema crediti­
—el m odo capitalista de produc­ producto en el que se representa
—trabajo: 6, 106, 111, 298 cio: 7, 618
ción sería imposible si el o. reci­ la p.: 8, 888
Noruega: 8, 976
biera el valor que produce: 8, —economía: 7, 655, 671-673 —de las últimas inversiones adicio­
Obreros 1072 —suspensión de p. al contado: 7, nales de capital: 8, 958-959
—com o elem ento del capital pro­ —el plusvalor creado por él se 666 —véase también Ganancia extraor­
ductivo: 6, 30, 52-53, 103-104 divide en rédito y capital: 8, 1078 —véase tam bién Balanza de pagos dinaria

1278 1279
Plusproduclo —como excedente de valor de la —el único fin de la producción Plusvalor, magnitud de!
—realización del p. y ley del valor: 6, mercancía sobre el precio de capitalista es la producción de p.: —y composición orgánica del capi­
14-15 costo: 6, 37-38, 49 6, 247; 8, 1117 tal adelantado: 6, 45
— y renta del suelo: 8, 813-814, —constituye un incremento de —medio: 6, 248 —relación entre masa del p. y tasa
1000, 1010, 1012-1013 valor no sólo del capital gastado —y ganancia media: 6, 248-249; de ganancia: 6, 77, 84, 130, 301
—doble acepción: 8, 888 sino de todo el capital empleado 8, 995, 1044-1045 —masa anual del p.: 6, 87
—y plusvalor: 8, 1000, 1002, 1043- en la producción: 6, 38-39 —variaciones de la relación entre —y capital constante y ganancia: 6,
1044, 1080 — para el capitalista, deriva con­ la suma del p. y la suma del capi­ 173-176
— y producto bruto: 8, 1068 tem poráneam ente de todas las tal social adelantado: 6, 261-262 —masa del p. y masa de la ganan­
—y productividad del trabajo: 8, partes de capital empleado: 6, 39- —y plusproducto: 6, 312; 8, 820, cia: 6, 181
1079 40 —extraordinario y plusganancia: 6,
888, 1002, 1043, 1078
Plus trabajo —la ganancia como forma mistifi­ 226
—transform ación del p. en capital
—mistificación de la relación entre cada del p.: 6, 40-41, 52, 21 1 —la productividad del trabajo
nuevo: 6, 313, 331
p. y plusvalor: 6, 52 —erróneamente considerado como aum enta la m asa del p.: 6, 284
—y circulación (y capital com er­
— y masa de los medios de produc­ excedente del precio de venta —tasa del p. y masa del p.: 6, 298-
cial): 6, 358-359, 361-362, 368,
ción: 6, 53 301, 394; 8, 1087
sobre el precio de costo: 6, 42-45, 372, 375-377, 383-384
—prolongación del p.: 6, 93-94 51, 54; 8, 1053, 1081 —límites del p.: 6, 312-313, 400-
—cualitativamente el interés es'el p. 401; 8, 1091-1093
—y capital variable: 6, 185-186 — producción: 6, 47, 50, 312-313, proporcionado por la mera pro­ —aum ento de la masa del p. y dis­
—aum ento de la masa de p.: 6, 276- 368, 376; 7, 434, 439-441, 453; 8 ,
278 piedad del capital: 7, 481 minución de la tasa de ganancia:
998, 1053 —el interés como forma autónom a
— vivo: 7, 509 6, 313
—contenido en la mercancía no le del p.: 7, 481-482
—la productividad natural del tra­ —adicional; 6, 374
cuesta nada al capitalista, pero
bajo agrícola es la base de todo —mistificación; 7, 486-487, 509; 8, —relativa y absoluta: 6, 394
cuesta trabajo al obrero: 6, 48-49
p.: 8, 813, 816-817 1052-1054 —masa del p. y salario: 6, 394; 8,
—repartición: 6, 50; 8, 1044-1045
— y trabajo necesario: 8,814, 1060- —y acum ulación del capital: 7,508- 1087
—distribución: 6, 5b, 57, 230, 273;
1061, 1091-1092, 1094 509 —medida: 7, 453
7, 465, 487; 8, 820-821, 967-968,
—condiciones generales, objetivas 1045, 1048, 1059-1062, 1074,
—y ganancia en la sociedad por Plusvalor. tasa del
y subjetivas, de existencia del p. y 1078, 1083-1084, 1086-1087, acciones: 7, 563-564 — y tasa de ganancia: 6, 6, 48-49,
de la ganancia como tales: 8,816- 1093-1094 —la ganancia, que constituye la 54-58, 81-82, 97, 129-132, 143-
817 fuente de acum ulación de los 144, 180-181, 210-212, 249, 269-
—realización: 6, 50-56, 173, 313-
—y renta del suelo: 8, 1001, 1013 capitales dinerarios, representa 270, 273-275, 312-313, 339; 8,
314, 331, 358, 362, 368,376,383-
—extraído por el capital a los pro­ sólo una deducción del p. 1054
384; 7, 438; 8, 818
ductores directos sigue siendo extraído por los capitalistas —y tasa anual del p.: 6, 88-90
—leyes del p, y leyes de la ganancia:
según su esencia trabajo forzado: reproductivos: 7, 647 —y masa del p.: í , 129, 210, 299-
6, 52
8, 1043 —interés usurario: 7, 768 301, 394; 8, 1087
—y capital constante: 6, 53-54 —y renta de la tierra: 8, 816, 971, — nivelación: 6, 179-180
—en una sociedadnocapitalista: 8, —en él queda al descubierto la rela­
1043-1044, 1077, 1111 995-1002, 1005, 1007-1008, 1015, —nacional: 6, 180, 190
ción entre capital y trabajo: 6, 55 1045, 1048, 1059-1062, 1074, — y grado de explotación del tra­
— trabajo impago en la jornada
laboral: 8, 1061 —y salario: 6, 59-61, 76-77, 230, 1086, 1093-1095, 1105-1106 bajo: 6, 210, 221, 249, 270
—y productividad del trabajo: 8, 394; 7, 465; 8, 1087-1088 —condiciones generales de existen­ —general: 6, 222
1079 —relación entre la masa del p. y la cia: 8, 816-818, 999-1000 —variaciones: 6. 261-262, 273-275,
—véase también Trabajo tasa de ganancia: 6, 77 —en el sistema mercantilista, se 299-301; 8, 1087
Plusvalor —según el burgués: 6, 173 presenta com o excedente de la Plusvalor absoluto
—teoría: 6, 12, 21 —la única fuente de p. es el trabajo balanza comercial: 8, 998 —y variaciones de la composición
—y tasa de ganancia: 6, 14-16, 47- vivo: 6, 186-188, 268 — no es el producto de la tierra: 8, orgánica del capital: 6, 18-19
49, 77; 8, 1103, 1132, 1142-1144 —y capital, com ponentes de la 1038 —aum ento: 6, 279
— transform ación del p. en ganan­ ganancia: 6, 202 —autonom ización de su forma: 8, Plusvalor relativo
cia: 6, 29-177,401; 7,453; 8, 1044- 1061-1064, 1068, 1073-1074, —y variaciones de la composición
—la suma de las ganancias debe ser
1045, 1054-1055. 1074 igual a la suma de los p.: 6, 219 1078, 1083-1084, 1105-1106 orgánica del capital: 6, 18-19
—en una sociedad no capitalista: 8, —y sobre población: 6, 278
— y capital variable: 6, 33-34,48^19, — condiciones del p . extraordina­
215 rio: 6, 226 1110-1111 —producción: 6, 278, 298

1280 1281
—aum ento: 6, 340 productividad social del trabajo:
—efectos de su desarrollo: 8, 1052 6, 271, 287-295 — ley del valor y determ inación del —tendencia a su reducción: 8, 1117
Población p.: 8, 1074-1075 Precio de mercado
—y rotación del capital: 6, 290-291,
—contrad iccio n es de la teoría — oscilaciones: 6, 209, 243, 266,
—relación entre densidad de la p. y 387-402
según la cual el p. de las mercan­ 393; 7, 455; 8, 825, 975, 1092,
movilidad del capital: 6, 247-248 —comercial: 6. 394
cías estaría determ inado por la 1102-1103, 1106, 1108-1109
—y acum ulación capitalista: 6,278, —concepto: 7, 452-453 — y valor del mercado: 6, 219-251,
suma de salario, ganancia y
310, 319, 340-341 —determ inación del p. y del interés: 266
renta: 8, 1094-1095
—y tasa de ganancia: 6, 310, 315 7, 452-456 —y ley de la dem anda y de la oferta:
— la aparente determinación del p.
—obrera com o límite del plusvalor: —de los títulos productivos: 7, 461 6, 234-235; 7, 454, 467-468, 538-
por obra del salario: 8,1101-1103
6, 312 —aum ento de los p. yespeculaclón: 539
—determ inación del p. en la circu­
—y exportación de capital: 6, 329 7. 543-544 —emigración de capital: 6, 265
lación simple de las mercancías:
— masa de la p. y producción: 6, —relación entre crédito, circula­ —de producción: 6, 266; 8, 824-825
8, 1134-1135
330-331 ción y p.: 7, 578-579, 673-674, Precio de costo —y tasa de ganancia: 6, 294, 339-
—y desarrollo de la productividad: 683-684 — yganancia: 6,29-45,194,215-216 340
6, 341 —caída: 7, 671 —capitalista y real de las m er­ —introducción de m étodos más
—disminución absoluta y relativa —y crisis: 7, 631, 707 perfeccionados de producción y
cancías: 6, 30-31
de la p. rural: 8, 809 — y masa de dinero circulante: 7, — en r e g ím e n e s c a p i t a l i s t a s p. de m.: 6, 294-295, 339-340
—variaciones de la p. rural respecto 657 _ adquiere la falsa apariencia de —mundial: 6, 430
de la no agrícola: 8, 819, 1033- —de las mercancías y valor del una categoría de la producción —y competencia: 7, 454
1034 —medio: 7, 454; 8, 824, 970, 1023
dinero: 7, 705-707 del valor: 6, 31
—crecimiento de la p. y consumo: — movimiento de los p. y flujo y —elementos: 6, 32-33, 215-217 — y tasa de interés: 7, 538-539
8, 845 reflujo del oro: 7, 708-714 —regulador: 8, 846, 952, 963, 970,
—para el capitalista, representa el
—principio de Malthus: 8, 860 verdadero valor intrínseco de la 1023
—y tasa de Ínteres: 7, /uy-713,755-
—increm ento de la p. y extensión de mercancía: 6, 42, 44, 51 —identidad para mercancías del
758
los cultivos: 8, 978 —la confusión entre p. de c. y valor mismo tipo: 8, 849
—causas de la caida de los p. de las
—rural en el sistema de la pequeña en Proudhon: 6, 44 —determinación del p. de m. de los
mercancías: 7, 756
y de la gran propiedad: 8, 1033- —para los capitalistas no hay dife­ productos agrícolas: 8, 869, 872
—de la tierra: 8, 802-804, 807, 815,
1034
820, 832-833, 857-858, 877-878, rencia entre capital variable y —y precio de producción en la
—véase también Sobrepoblación capital constante en el p. de c.: 6, renta absoluta del suelo: 8, 952,
888, 925, 986-992, 1020, 1024,
Polonia 1027-1033, 1109 194 956-957, 963-964, 970-971
—usura y bancos: 7, 788 —de bienes que no tienen valor: 8, —la igualdad de los p. de c. consti­ —con la renta absoluta, la propie­
— pequeña propiedad campesina: 815, 832-833 tuye la base de la competencia de dad de la tierra determina un
8, 1022 —disminución de p. y aum ento del las inversiones de capitales: 6, aum ento del p. de m.: 8,960,969-
—prevalencia del cultivo autosufi- consumo: 8, 844-845 194 970
ciente: 8, 1123-1124 —del grano y renta diferencial: 8, —específicos: 6, 201 —y renta: 8, 962-963, 975, 1014
Portugal : 6, 424-425; 8, 1141 845-863 —en relación con la ganancia ya —el m ovim iento de los p. de m.
Posesión —de los productos agrícolas: 8, realizada en los elementos del aparece ante los agentes de la
—de la tierra y propietario de la 845-849, 1019-1020, 1023-1027, capital productivo: 6, 201 producción capitalista como una
misma: 8, 1010 1030 —y precio de producción: 6, 206- ley natural: 8, 1057
Precio 210, 263-264 — no son constantes más que en el
—causas de los bajos p. de los pro­
— de una mercancía está en relación intercambio: 8, 1106
— natural: 6, 42, 242-243 ductos agrícolas en los países
sólo con la cantidad de trabajo —salario, interés y renta aparecen
—efectos de su variación: 6, 95, donde dom ina la economía par­
129-177 pago contenido en ella: 6, 208 como límites de los p. de m.: 8,
celaria: 8, 1024-1026
—y mercado mundial: 6, 430 1108-1109
—y tasa de ganancia: 6, 129-135, —irracionalidad de la expresión p.
292-294 —individual: 8. 824-826 Precio de monopolio
del trabajo: 8, 1041-1042, 1048, —disminución del p. de c. e inver­ —el precio del producto agrícola
—determ inación por parte del 1096-1097
sión de capital: 8, 828-829 com o p. de m.: 8, 963, 969
valor y ley de la oferta y la —el análisis de los econom istas es —y anticipo de capital: 8, 886 — naturaleza: 8, 971, 986
dem anda: 6, 225-246 en generaf incapaz de descubrir
— de la mercancía aparece ante el —y renta: 8, 976, 980-981, 986,
—dism inución del p. de las mercan­ los elementos simples de los p.: 8,
capitalista com o una dimensión 1024-1025, 1060, 1086
cías a partir del desarrollo de la 1070, 1072
dada: 8. 1104 —medida: 8, 980

1282
1283
— y relaciones entre ciudad y —diferencia de los de los diferentes Préstamo —capitalista com o unidad de los p.
campo: 8, 1018-1019, 1023-1024 países: 6, 422-423 —forma de p. y form a de venta: 7, de p. y circulación: 6, 29-30, 50-
—se presenta raram ente en la eco­ — nivelación de los precios de mer­ 437, 784-785 51; 8, 1053
nomía parcelaria: 8, 1030 cado a p. de p.: 7, 443-468; 8, — de capital: 7, 437-441, 444-449, —el capital constante en el p. dep.:
— y realización del plusvalor: 8, 1103, 1108-1109 452, 470 6, 53-54
1081 —y división del trabajo: 8, 817 —a interés según Proudhon: 7, 442-
—efectos: 8, 1086-1087, 1093-1094 —economía de capital constante: 6.
—y renta del suelo: 8, 823-824,830- 444 97-128
—límites: 8, 1094 832, 870, 872, 936-937 —puede ser también una form a
Precio de producción —interrupción: 6, 159, 347
—y productividad: 8, 826-827 para transacciones que nada tie­
—y tasa general de ganancia: 6,42, —en el proceso de circulación el
— del suelo mejor o peor como nen que ver con el proceso ca pita-
228, 261-262; 7, 468 burgués olvida el p. de p.: 6. 173
regulador: 8, 846, 903, 943-944 lista de reproducción: 7, 448
—competencia: 6, 42, 228, 265 —es al mismo tiempo proceso de
—global: 8, 848 —dinerario: 7, 449-451, 582-583,
—transform ación de los valores en acumulación: 6. 277
—y form ación de la plusganancia: 586-587, 589-591
p. de p.: 6,195-217,228,242,266; — directo: 6, 313
8, 871-876 — toda la transacción ocurre entre
8, 1146 —e n el p. de p. global se distingue el
—creciente y renta diferencial II: 8, dos tipos de capitalistas: elT&pi-
—definición: 6, 198-199, 250, 366- capital de producción y el capital
872-874, 909-925 talista dinerario y el capitalista
367; 8, 823-824, 830-831, 870- de circulación: 6, 345
— yaum ento déla dem anda:8,874- industrial o comercial: 7, 451
871, 1083-1084 — y proceso de circulación en el
875 —forma: 7, 516
—la suma de los p. de p. de las capital comercial: 6, 419-420
—decreciente y renta diferencial II: — y operaciones del banquero: 7,
mercancías producidas por la —en el análisis económico: 6, 430-
8, 875-876, 889-907, 915-916, 550-551
sociedad es parecida a la suma de 431
918-919, 947 —de ninguna manera es la fuerte
sus valores: 6, 201, 216, 255 —constante y renta diferencial II; 8, demanda de p. la que distingue el —el capital existesólocom ocapital
—y valor: 6, 203, 208-209,216,224- 876-888, 915, 917-918 en el p. de p.: 7, 439
período de estancam iento del de
225, 261-264, 339-340; 8, 817, —del grano y productividad de las prosperidad, sino la facilidadcon — y movimiento de capital: 7, 446-
831, 963-964, 966-970, 1059, inversiones adicionales de capi­ 447
que se satisface esta demanda: 7,
1092-1093, 1106-1107 tal: 8, 890 581 —y carácter social antagónico de la
—y precio de costo: 6,206,208-209, —supuestos de un p. de p. creciente: —la misma pieza m onetaria puede riqueza material: 7, 454
263; 8,824-825, 1107 8, 909-910 servir a diferentes p.: 7, 606-607 —y trabajo de supervisión: 7, 490-
—variaciones: 6, 209, 261-263 —medio individual, supuesto de la —exteriores: 7, 741 491
— vcom posición del capital: 6, 220, renta del suelo: 8, 926, 929-933, —de casas: 7, 785 —límites: 7, 630
263-266 936-937, 942-945 —a los propietarios del suelo: 7,788 —con el desarrollo de la acum ula­
—génesis histórica: 6, 224; 8, 1018, —la propiedadde la tierra, causa de —véase tam bién Capital. Crédito ción del capital dinerario de prés­
1132-1147 su aumento: 8, 937, 945 Proceso de acum ulación tamo se acentúa la necesidad de
—intercam bio a p. de p.: 6, 224; 8, —y renta en productos: 8, 941 impulsar el p. de p. más allá de
—el proceso de producción capita­
1132 —e importación: 8, 945 sus límites capitalistas: 7, 654
lista es al mismo tiem po un p. de
— y valor de mercado: 6, 225-227, — y precio de m ercado en la renta —capitalista, form a históricamente
a.: 6, 277
232,233; 8, 848-849 del suelo absoluta: 8, 952, 970- determ inada del p. de p. social en
—com porta un aumento de los
—constituye el centro de gravedad 971 general: 8. 1042
medios de producción y de la
en to m o del cual oscilan los pre­ —función de la propiedad de la tie­
Precio de venia población obrera: 6 , 278-280
cios de mercado: 6, 227 rra en el p. de p. capitalista: 8.
— límite mínimo: 6. 43 —capital y trabajo, factores del p.
—lo determina la ley del valor: 6, 1045
—la ganancia aparece ante el capi­ de a.: 6, 319
227-228
talista como excedente del p. de —sobreacum ulación de capital: 6, —mistificación del carácter social
—varias denom inaciones según
v. sobre el precio de costo: 6, 51 322 de las condiciones de trabajo en
Sm ith, Ricardo y los fisiócratas:
—límites del p. de v. del comer­ —com o acumulación del interés el p. de p. capitalista: 8, 1050-
6, 250
ciante: 6, 392 compuesto: 7, 508-509 1051
—efectos de las oscilaciones de los
— y velocidad de rotación del capi­ —capital dinerario y velocidad del —com o unidad de p. de p. inme­
salarios sobre los p. de p.: 6, 253-
tal comercial: 6. 399-400 p. de a.: 7, 653 diato y de proceso de circulación:
259, 264-266
Precio necesario: 8, 1075-1076,1095 —condiciones del p, de a. capita­ 8, 1053
—de mercado: 6, 266; 8, 824-825
Prestación persona! servil: 8. 1004- lista: 8. 1118 —y producción de valor y plusva­
—individual y general: '6, 294; 8,
1011, 1022 — véase también Acumulación lor: 8, 1053-1054
824-827, 830-831. 849, 931-934,
942-944, 951-955 —véase tam bién Tributo Proceso de producción: 8, 1059-1060 —necesidad del reflujo de capital

1284 1285
Producción capitalista —en el m odo de p. c. se comprueba
variable para el capitalista por el apologiza las ideas de los agentes —es muy pródiga en material la necesidad de un aumento absolu­
p. de p. capitalista: 8, 1067-1068 de la producción burguesa, pri­ hum ano: 6, 104-105 to del núm ero de asalariados pese
Producción sioneros de sus relaciones de p.: —desarrollo: 6, 146-147, 180,271- a su disminución relativa: 6, 338
—mistificación de la relación de p. 8, 1041 272, 303-304, 307, 421, 459 — tres características fundam enta­
en la sociedad capitalista: 6, 52, —el complejo de las relaciones de p. —cualquier control de la produc­ les: 6, 341
103-104; 8, 1052-1057 constituye la sociedad conside­ ción de m aterias primas es —y capital comercial: 6, 414, 417-
—en gran escala o masiva: 6, 104, rada en su estructura económica: incom patible con las leyes de la p. 422
128, 430 8, 1042 c.: 6, 148 —transform ación de la producción
—subproducción relativa de m ate­ — fusión de las relaciones de p. con —espíritu: 6, 149 feudal en p. c.: 6, 430-431
rias primas vegetales y animales: su forma histórico-social: 8, 1056 —análisis: 6, 180 —sustitución de la p. c. por la pro­
6, 147 —relaciones de p, y relaciones de —y tasa media de ganancia: 6, 193 ducción asociada: 8, 849
—planificada: 6, 148-150, 237; 8. distribución: 8, I I 13-1121 —tendencia de la ley general: 6, 203 —im portancia de la Bolsa: 8, 1147-
849, 1081 —carácter histórico de las relacio­ —es por naturaleza producción en 1150
—ampliación de la escala de la p.: 6. nes de p,: 8, 1114-1115 masa: 6, 229, 430 —el precio de costo: 8, 1147-1150
303 —contraste entre relaciones de p. y —en ella, la relación entre produc­ Producción m ercantil
—la equidad de las operaciones fuerzas productivas: 8, 1121 ción mercantil y necesidades —simple, premisa histórica del ca­
económicas está en relación con —véase tam bién Proceso de produc­ sociales no es necesaria, sino pital: 6, 16-17
el m odo de producción: 7, 435 ción casual: 6, 236-237 — y división del trabajo: 6, 236
—la tasa de interés, com o la tasa de Producción, agentes de ia —las leyes internas reales de la p. c. — y renta dineraria: 8, 820-822,
ganancia, es necesariamente pro­ no pueden explicarse a partir de
— falsas ideas sobre las leyes de la 1014-1015
porcional al desarrollo de la p. la interacción de la oferta y la
producción capitalista: 6, 400; 8, —paso de la p. m. simple a la pro­
industrial: 7, 459 dem anda: 6, 239-240
1056 ducción capitalista: 8, 1137
—exteriorización de la relación de —y valor de uso: 6 , 246; 7 , 739-740
—la economía vulgar representa las Productividad dei capital
p. en la form a de capital produc­ —su único fin es producir plusva-
ideas de los a. de la p. capitalista: —precio de producción constante
tivo de intereses: 7, 499-509 lor: 6, 247, 320-321
8, 1041, 1056 con p. decreciente de las sucesi­
—con la ampliación de la p. indus­ —tendencia a una más elevada
Producción, esferas de vas inversiones de c. adicional: 8,
trial se amplia su gestión sobre la composición orgánica del capital
—de las materias primas: 6, 149 871, 875, 882-883, 886-887, 916-
base del sistema crediticio: 7,545, global y a la disminución de la
—tasa de ganancia: 6, 173,181,190- 918, 920-921
781-782 tasa general de ganancia: 6, 271,
191, 204-206, 213-214, 270 — precio de producción constante
-•-y sociedad por acciones: 7, 562, 318
—grado de explotación del trabajo con p. constante del c. adicional:
565, 567-568 —y sobrepoblación: 6, 278, 321
en las diferentes e. de p.: 6, 179- 8, 875, 879-881, 886-887, 916-
—la form ación de cárteles para —en la competencia, las leyes de la
180,313 917, 920
regular la p.: 7, 564 p. c. son relaciones representadas
—tiempo de rotación: 6, 191 —precio de producción constante
—equilibrio entre p. y mercado: 7, de un m odo absolutam ente falso:
—reparto del capital global entre con p. creciente del c. adicional: 8,
564-565 6, 286-287
las diferentes e. de p.: 6, 205, 213 875, 883-887, 916-918, 921
—y ciclo industrial: 7, 629-631 —la ampliación del comercio exte­
— y composición del capital: 6, 219- —disminución del precio de pro­
—y desarrollo del sistema crediticio rior como base de la p. c. y conse­
220, 270 ducción cuando la p. de la inver­
capitalista: 7, 737-738, 740, 773- cuencia de su desarrollo: 6,
—transferencia de los medios de sión adicional de c. permanece
781 303-304
—y usura: 7, 766-773 producción de úna esfera a la —su tendencia a la disgregación: 6, constante: 8, 889-898, 918
—desarrollo de la p. no agrícola otra: 6, 225 316 —disminución del precio de pro­
— proporción entre las diferentes e.: —límites: 6, 320-321, 329-333, 338; ducción cuando la p. decrece: 8,
respecto de la rural y renta dine-
raria: 8, 820 6, 313, 329 7, 568, 654 898-900, 919
—el titulo de propiedad de la tierra — progreso y retroceso en las dife­ —carácter contradictorio yantagó- —la p. creciente acelera la elimina­
creado por las relaciones de p.: 8, rentes e. de p.: 6, 333 nico: 6 , 320-321, 329-330; 7, 568- ción del suelo peor: 8, 900
987 —la ley del valor y los productos 569, 740 —disminución del precio de pro­
— relaciones de p. en la renta en globales de la e. de p.: 8,817-818 —y consumo: 6, 329-330 ducción cuando la p. crece: 8,
—en el m odo capitalista de produc­ 900-907, 919
productos: 8, 1011-1012 Producción, tiem po de
—el capital es una relación social de ción, la ganancia decide la pro­ —aum ento del precio de produc­
— reducción: 6, 83-84
p .:8 , 1037-1038 ducción y no las necesidades ción y variaciones de la p. del c.
—com o parte del tiem po de rota­
—la economía vulgar interpreta y. sociales: 6, 331-332 adicional: 8, 909-912, 919-921
ción: 6, 83, 387

1287
1286
—la renta con una p. decreciente de m odo capitalista de producción:
disminución de la p. del t.: 8, —la existencia de un p. a. como
las inversiones adicionales de c.: 6, 336-337 1088-1089 premisa del m odo capitalista de
8, 928-938, 946-947 —y capital comercial: 6, 397 Productor producción: 8, 7%
—la renta con una p. creciente de —con el desarrollo de las fuerzas —relación entre p. y consum idor en —disminución del salario: 8, ,807-
las inversiones adicionales de c.: productivas del trabajo y, por la relación entre oferta y dem an­ 809,812
8, 943-945 consiguiente, de la producción en da: 6, 243-245 —y renta dineraria: 8, 1016-1017
Productividad del trabajo gran escala, los mercados se — usura a costa de los pequeños p.: — véase también Trabajadores agrí­
— y tasa de ganancia: 6, 59, 66, 69- extienden y se alejan de su lugar 7, 766-767 colas
71, 80, 94-97, 103-104, 249-250, de producción: 7, 619 —pauperización del p. directo: 8, Propiedad
270-272, 283-284, 287-288, 290- —con el desarrollo de las fuerzas 7% —el m odo capitalista de produc­
295, 317-318; 7, 508; 8, 831 productivas del trabajo y, por —trabajo necesario y plustrabajo ción suprim e la p. individual y el
—medio principal para abreviar el consiguiente, de la producción en del p.: 8,816-817 trabajo privado: 6, 341
tiempo de producción es el creci­ gran escala, los créditos debenser —rédito del pequeño p.: 8, 885 —la sociedad por acciones repre­
miento de la p. del t.: 6, 84 a más largo plazo y la especula­ —formas en las que el p. directo no
ción entra cada vez más en la senta un m om ento necesario de
—y trabajo intelectual: 6, 98-99 es libre: 8, 1005-1007 transición a la p. inm ediata social
—el capitalista aprovecha también transacción: 7, 619 —directo en la renta en productos: del capital: 7, 563
la de fábricas ajénas: 6, .102 —en la producción capitalista, se 8 , 1010-1012 —en las sociedades por acciones se
—y economía de capital constante: desarrolla a costa del trabajo —en la renta dineraria: 8, 1013- tiene la producción privada sin el
6, 102, 144-147; 8, 1076, 1079 mismo: 7, 768 1014 control de la p. privada: 7, 565
—y composición orgánica del capi­ —p. natural del t. agrícola como —aislam iento en la propiedad par­ —la usura mina o trastorna la
tal: 6, 205-206, 271,275,317-318 base del plustrabajo: 8, 813 celaria: 8, 1027 riqueza y la p. en la Antigüedad y
— y variación del valor de las mer­ —social y nivel de la renta del suelo: —véase tam bién Expropiación en la Edad Media: 7, 769
cancías: 6, 216-217, 262 8, 819 Producto —y crédito: 7, 782-785
—y tiem po de trabajo socialmente —valor del producto agrícola y p. — valor: 6, 32; 8, 1132 —teoría de Hegel sobre el desarro­
necesario: 6, 237 de la población no agrícola: 8, —social global: 6, 202-203 llo dé la p. privada: 8, 793-794
—interés de los capitalistas en la p. 821-822 —transform ación del p. en m ercan­ — privada y concepción jurídica; 8,
del t. social global y en la p. del t. —la m ayor p. del t. no va en benefi­ cía: 6, 225, 306, 430; 8, 821-822, 794
en una esfera particular de pro­ cio de los trabajadores: 8, 826 I I 33-1147 —ciánica, 8, 794
ducción: 6, 249-250 —causas generales que la acrecien­ —repartición del p. social: 6, 414 —privada de la tierra en los diferen­
—y acumulación: 6, 277-280; 7, 508 tan: cooperación, división: 8,827 —global de las esferas particulares tes sistemas de producción: 8,
—y precio de las mercancías: 6,291- —y m onopolización de las fuerzas de la producción: 8, 817-818 815-816
295, 393-394 naturales: 8, 827-831 —y plusproducto en la econom ía —la relación de p. com o relación
—y sobrepoblación: 6, 302-303 —y renta diferencial: 8, 831, 847 natural: 8, I000-I00I directa de señorío yservidumbre:
—superior de los países capitalistas —y fertilidad económica: 8, 838 —bruto: 8, 1012, 1068-1069, 1076 8, 1005
más desarrollados: 6, 304-305 — y costo de producción: 8, 947-949 — valor del p. global anual: 8,1059, Propiedad com ún
—el desarrollo de las fuerzas pro­ —natural y social: 8,94 9 ,9 7 4 ,9 9 6 , I06I-1064 —en la com unidad india: 7, 426
ductivas contrasta con la base 1007-1008 —subdivisión del p. de la clase II; 8, —resto de la antigua p. c. como
restringida de las relaciones de —agrícola: 8, 999-1000, 1040 1064-1066 medio para pasar a las formas
consumo: 6, 314 —la transform ación de la renta en —neto: 8, 1068-1069 inferiores de la renta del suelo: 8,
—y concentración del capital: 6, productos en renta en dinero —repartición del p. anual: 8, 1115 1022
316-317 supone un cierto desarrollo de la —el carácter del p. en cuanto mer­ —usurpación: 8, 1022, 1026
—desarrollo desigual de las fuerzas fuerza productiva social del tra­ cancía y de la mercancía en —com plem entaria de la propiedad
productivas del trabajo en las bajo: 8, 1014-1015 cuanto p. del capital implica parcelaria: 8, 1026
diferentes ramas industriales: 6, — p. social del t. y pequeña propie­ todas las relaciones de circula­ Propiedad de ¡a tierra
333 dad de la tierra: 8, 1027, 1033 ción y la ley del valor: 8, 1116 —su supresión: 7, 782; 8, 954-955
—concepto de su aumento: 6, 333- —y reducción de la jornada laboral: —las mercancías como p. de capita­ —la forma de la p. de la t. modifi­
334; 8, 886, 965 8, 1043-1044 les: 8, 1116-1117, 1132 cada por la acción del capital: 8,
—aumento en la producción capi­ —y precio de producción mercan­ Proletariado agrícola 791-792
talista y no capitalista: 6 , 335-336 til: 8 , 1054 —legislación de residencia para los —m onopolio: 8, 793-795, 820, 997
—la ley de la p. creciente del t. —consecuencias de un aum ento de jornaleros agrícolas en Ingla­ — obstáculo para una agricultura
encuentra su limite en el propio los salarios determ inado por una terra: 6, 222 racional: 8, 795, 1032

1288
1289
—la p. de la t. al inicio de la Droduc- Propietarios —funciones en el m odo capitalista Redescuento: 7, 640-641
—antagonism o entre p. de los de producción: 8, 1045, 1120 Rédito
ción capitalista: 8, 801
—en la propiedad privada de la tie­ —las tres form as fundamentales: 6,
—y su distinción de otras form as de medios de producción y p. de la
rra se encuentra la fuente de su 10; 8, 1037-1057, 1073, 1081,
propiedad: 8, 801 fuerza de trabajo: 7, 493
—la relación entre p. de las condi­ rédito: 8, 1046 1084-1095,1100,1113,1123-1124
—privada en los diversos sistemas
—subdivisión: 8, 1124 —liberación e inversión der.: 6, 137
de producción: 8, 815-816 ciones de producción y producto­
res directos es el fundam ento de Prosperidad —global de la sociedad: 6, 246
—en la medida en que se desarrolla
la construcción social y de sus —aparente: 6, 391; 7, 624, 736 —fondo de r.: 6, 249
la producción del plusvalor, se
form as políticas: 8, 1007 —la fase de p. en los ciclos de rota­ —de los capitalistas: 6, 390
desarrolla la capacidad de la p. de
—y posesión: 8, 1009 ción de la industria moderna: 7, —intercam bio de capital por r. y de
adueñarse, en virtud de su m ono­
Propietario de la tierra 460 r. por r.: 6, 410; 8, 1073
polio de la tierra, de una parte
— pequeño y agricultura racional: — período de p. en Inglaterra de —el dinero como forma dineraria
creciente de este plusvalor: 8,820
6, 150 1844 a 1847: 7, 527 del r. y com o forma dineraria del
—y fuerzas naturales: 8, 830-832
—y capitalista: 7, 495 —ocupación obrera en tiempos de capital: 7, 575
— permite a los propietarios adue­
—arruinado por la usura: 7, 766- p.: 7, 576 —en períodos de prosperidad, la
ñarse de la diferencia entre la
767 —en períodos de p., la masa de los masa de los medios de circula­
ganancia individual y la ganancia
— una de las tres clases fundamen­ medios de circulación que sirve ción que sirve para el gasto del r.
media: 8, 932
tales de la sociedad moderna: 8, para el gasto del rédito aum enta aumenta decididam ente: 7, 577
—com o límite a la inversión de
796, 1123 decididamente: 7, 577 —concepción según la cual cual­
capital: 8,937, 954-955, 968-969,
— y crédito: 7. 579-581, 624 quier r. dinerarío determ inado y
972, 986, 989 —relación entre p. de la t.,arre n d a ­
tarios y trabajadores agrícolas: 8, —en la fase d ep . la producción con­ regular aparece com o interés de
—causa de aum ento de precio de la
797-800, 804-808,866,1015-1018 tinúa desarrollándose sobre la un capital: _7, 598
producción: 8, 937, 945
— poder político de los ingleses: 8, base técnica obtenida: 7, 630 —transform aciones del r. en capital
—con la renta absoluta, la p .d e la t.
—aum ento de los salarios y de los prestable: 7, 646-649
determina un aum ento del precio 806
—pequeño y formas de la renta: 8, precios de m ercado en los perío­ —la expansión de aquella parte del
del mercado: 8, 960-961, 970,
816-817 dos de p.: 8, 1102 r. destinada al consum o se pre­
975-976
P roteccionism o: véase A ra n celes senta en primer lugar como una
—en la p. de la t. está incluso el —apropiación del plusvalor: 8,820,
aduaneros acumulación de capital dinera-
derecho a disfrutar y explotar la 1045, 1086, 1093
P rotestantism o: 7, 763 rio: 7, 651
conservación y el desarrollo de la —se adueña de la diferencia entre
vida: 8, 984 ganancia individual y ganancia —del capital invertido en las colo­
Química nias: 7, 751
—las relaciones de producción media: 8, 830-832
—y utilización de los residuos de la —y sus fuentes: 8, 1035-1124
crean el título de p.: 8, 987 —la sociedad paga por los produc­
producción: 6, 123-124 —fórmula trinitaria: 8, 1037-1057
—pequeña, rural (parcelaria): 8, tos de la tierra un excedente que
—agraria y propiedad de la tierra:- — pertenecen a la esfera del valor:
1021, 1023-1034 va al p. de la t.: 8, 849
8, 795 8, 1048
—grande: 8, 1026-1027, 1033-1034, —vitalidad y decadencia de la clase —se desarrolló más tarde que la
1045 de los grandes terratenientes: 8, —el valor del producto anual del
ciencia mecánica: 8, 966 trabajo obrero se expresa por la
— privada, base del m odo capita­ 923-925
—agraria y teoría económica: 8, suma de valor de los tres r.: 8,
lista de producción y límite a la —capitalistas: 8, 955
992 1061-1062
producción: 8, 1032-1033 — puede acrecentar o dism inuir la
cantidad de tierra que se encuen­ —diferencia entre r. y rendim iento
—fuente de renta: 8, 1039-1040,
tra en el mercado: 8, 962-963
Racionalidad (producto): 8, 1068
1046
—golpeados porlosaranceles protec­ —e irracionalidad de las relaciones —bruto y neto: 8, 1068-1069
— form a social históricam ente
económicas: 8, 989-990 —nacional: 8, 1069, 1081
determinada: 8, 1039 cionistas del mercantilismo: 8,999
Raiat: 6, 274 —conceptos que la sociedad capita­
—privada, límite a la distribución —con la renta dineraria se trans­
Raza: 8, 1007, 1010 lista tiene del r.: 8, 1069
capitalista del plusvalor 8, 1045 form a la relación tradicional
Reacción — falso concepto de que todo el
—en cuanto lím ite de la ganancia entre ellos y el cam pesino sujeto a
— teóricos puros com o apologistas valor mercantil deriva del r.: 8,
media, com pleta la enajenación prestaciones en una relación
de la r.: 6, 40 1075-1077, 1080-1081, 1084-
del plusvalor de su fuente efec­ dineraria pura, contractual: 8,
tiva: 8, 1055 Realidad 1086, 1099-1100, 1105-1106
1015-1017
—y concepto: 6, 16, 180, 240, 266, —el trabajo excedente adopta la
—sus form as en el m odo capitalista —el gran p. de la t.com o arrendata­
400 forma de r.: 8, 1076-1079
de producción: 8, 1120-1121 rio de sí mismo: 8, 1027

1290 1291
—subdivisión del valor de la m er­ — un aum ento de la r. trae apare­ Renta, tasa de la
renta misma y no viceversa: 8,
cancía en r. y capital: 8, 1080 jad o un aum ento del precio de la —y masa de la renta: 6, 310; 8, 850,
802
—descomposición del valor de la tierra, mas no necesariam ente un 853, 877-878, 989-991
—como deducción de la ganancia
mercancía en forma de r.: 8,1080- aum ento de los productos agríco­ — aumento: 8, 850, 854, 857
media y del salariom edio: 8,810,
1084, 1110 las: 8, 992 — media: 8, 853-857, 876
1030
—el valor agregado nuevo, límite de —caracteres comunes y caracteres —génesis de la r. capitalista: 8,995- —noes una p arteconstitutivaautó-
la sum a de los r.: 8, 1085-1086, 1034 noma del valor délas mercancías:
específicos de sus diversas for­
1090-1091, 1094-1095 —en form as de la sociedad en las 8, 1084
mas: 8, 815-816
— y salario: 8, 1089-1090 que el capital no se hasubsum ido Renta, teoría de la
—cualquier r. es plusvalor, pro­
—generalización de las formas del aún el trabajo social noes posible —controversia entre Ricardo y
ducto del plustrabajo: 8, 816
r,: 8, 1109 hablar de renta en el sentido Storch: 6, 232
—correspondiente al m odo capita­
—las form as de r. son for mas o rela­ m oderno: 8, 997 — méritos del análisis de Adam
lista de producción es siempre un
ciones de distribución: 8, 1113 —com o forma norm al del plusva­ Smith: 8, 792
excedente sobre la ganancia: 8,
—el salario asume siempre la forma lor: 8, 997-998 — m oderna: 8, 798
816
de un r. sólo después de haberse —análisis científico: 8, 804
—su m onto no está determ inado en —irracionalidad de la relación
enfrentado al mismo o breroen la —errores principales que evitar en
modo alguno por la intervención tierra-r.: 8, 1002, 1037, 1041,
form a de capital: 8, 1115 su estudio: 8, 815
de su receptor, sino por el des­ 1047, 1052
—no son los r. los que caracterizan —confusión entre diversas formas
arrollo del trabajo social: 8, 819- —aum ento y disminución: 8, 1002
a las clases: 8, 1124 de renta que corresponden a
821 —en el estado de tipo feudal asiá­
Relaciones diversos grados de desarrollo del
—y precio de la tierra: 8, 819-820, tico r. e im puesto coinciden: 8,
— inversión de r, e inversión de proceso social de producción: 8,
987-992, 1020, 1028, 1030 1006
ideas: 6, 266 815
—su valor crece con el desarrollo de —com o forma originaria del plus-
—social como r. de cosa: 7, 499- —concepción de Ricardo: 8, 835-
la producción de plusvalor: 8, valor: 8, 1007-1008
500; 8, 1056-1057 836, 872, 874
820 — transform ación de la r., de forma
—enajenación de la r. capitalista: 7, — peculiaridad de que se desen­ —en su estudio se partirá siempre
normal del plusvalor y del plustra­
499-509 vuelva la facultad de la propie­ del suelo que produzca m ayor
bajo a excedente de plustrabajo
—racionalidad de las r. económ i­ dad de la tierra de apropiarse de renta: 8, 845-846
más ganancia: 8, 1017-1018,1021
cas: 8, 990-991 una parte creciente del plusvalor —y la econom ía clásica: 8, 990
—el precio de la tierra es la r. capi­
—véase tam bién Distribución (rela­ sin participar en la creación de —concepción errónea de la renta
talizada: 8, 1020, 1028, 1030
ciones de ), Producción (relaciones este últim o: 8, §21-822 como derivada de la tierra y no de
—se deduce de la ganancia global las relaciones sociales: 8, 990,
de) —condiciones de la transform ación de los capitalistas: 8, 1045
de la plusganancia en r.: 8, 830, 1002, 1038, 1041, 1047-1052
R enta (de la tierra) —com o elem ento del plusvalor: 8,
—la investigación de Marx después 832-833, 835-836, 925-926, 937 —dificultad del análisis desde el
1045-1046, 1059-1060
de 1870: 6, 9 — y la distribución impositiva: 8, punto de vista de la economía
—como rédito: 8, 1046-1047, 1067,
—y tasa de ganancia: 6, 69 836 burguesa: 8, 995-997
1083-1084
—relación entre r. y superficie de la —las desigualdades emergentes del —el análisis en (os antiguos econo­
—ganancia, r. ysa!ario;diferencias:
tierra: 6, 174 diferente desarrollo.de la agricul­ mistas todavía cercanos a la
8, 1067
tura en diversas partes del país: 8, época feudal: 8, 997
—como forma en la cual se realiza —la suma de salario, ganancia y r.
económ icamente la propiedad de 836, 923 —•imposibilidad de determ inar la
está limitada por el nuevo valor renta según la teoría de que el
la tierra, la form a en la cual se —ley histórica de la r. de la t. capi­ agregado: 8, 1085-1086, 1090
valoriza: 8, 796, 816, 819 talista: 8, 923-924 precio de las mercancías estaría
—aparece ante los capitalistas determinado por la suma de sa­
—y clases sociales: 8, 796 —de terrenos edificados: 8, 962, como dimensión dada: 8, 1106- lario, ganancia y renta: 8, 1099
—e interés del capital incorporado 979-981, 983-985 1107 R enta absoluta: 8, 925, 951-981
a la tierra: 8, 797-798, 800-801, — y precio del mercado: 8,963,970- —salario, interés y r. aparecen ante
971, 979 —y renta diferencial: 8, 957, 959-
803-804, 930 el capitalista como límites regula­ 960, 1060
— acrecentam iento de la r. de la t. y —y precio de monopolio: 8, 969, dores del precio: 8, 1108-1109 —y precio de monopolio: 8, 963,
aum ento del valor de la tierra: 8, 980, 986, 1060. 1086
— minera: 8, 985-986 —características en el m odo capita­ 980-981
798-799 lista de producción: 8, 1120 —límites: 8, 963, 980, 1093
— y propiedad de los edificios: 8, — total de un país se acrecienta
— véase también P ropiedad de la tie­ —casos en los que no existe: 8,972,
799-800 cuando aumenta la masa de capi­ rra, Rédito, Tierra 1024
— su capitalización presupone la tal invertido: 8, 98p-989

1293
1292
—cuando las form as II y I se nes en productos en r. d.: 7, 771 —perturbaciones: 6, 325-326; 7,
—en la silvicultura: 8. 976
—en la industria extractiva: 8, encuentran juntas: 8, 872 —no puede desarrollarse la renta 508
981 — II en caslo de fertilidad decre­ com o r. d. más que sobre la base —estancam iento: 6, 326; 8, 835,
Renta diferencial ciente de las sucesivas inversiones de la producción de mercancías, 977, 1009
—definición: 8, 830-831, 846, 989, .de capital: 8, 872 más particularm ente de la pro­ —del capital industrial: 6, 345
1047 —conversión de la plusganancia ducción capitalista: 8, 820 —interrupción: 6, 347, 352
—I: 8, 835-878, 887, 906, 925-926 adicional en r. d.: 8, 873 —y renta erí"grano: 8, 898, 990 —el proceso de circulación es una
—dos causas distintas: fertilidad y —aum ento de la r. d. ydisminución —la relación entre la r. d. y la tierra fase del p. global de r.: 6,357-358,
ubicación: 8, 836-837 de la tasa de ganancia: 8, 874 es absurda e irracional: 8, 990 409-410; 7, 573-579, 684
—y suelos de diferente fertilidad: 8, —distinción entre I y 11:8,876,904- —la renta en productos como —límites: 6, 389
838-841, 865-866, 881 forma disfrazada de la r. d.: 8, —del capital mercantil: 7, 439
905, 925-926, 937
—e inversiones de capital en suelos 1003 — y capital productivo de intereses:
—com o un precio de producción
diferentes: 8, 839-840, 842-844, Renta en especie: 8, 1010-1013 7, 441-446, 478, 484-485
constante: 8, 876-888
846-847 —11 y capital adicional invertido: 8, —es directamente plusproducto: 8, —en todo el p. de r. el capitalista
— y tasa de ganancia: 8, 840-842 879-881 816 industrial conserva en sus manos
—y variaciones del precio del pro­ —aum enta absolutam ente y no en —en el modo capitalista de produc­ el mismo valor (al margen del
ducto: 8, 842-847 proporción con el capital adicio­ ción es un residuo de m odos de plusvalor) sólo que en diferentes
—aum ento de la r. d. y mejoras en nalmente invertido: 8, 883 producción superados: 8, 1002- formas: 7, 442
la agricultura: 8, 844, 881' — II con precios de producción 1003 —relaciones entre capital tom ado
—aum ento de la r.d . ydisminución decrecientes: 8, 889-907 —supone una econom ía natural y en préstam o y capital propio: 7,
del precio de los cereales: 8, 847 — aum enta relativam ente cuando la unión de agricultura e indus­ 473-475
tria doméstica rural: 8, 1012 —el valor de las mercancías está
—incremento de la renta, de la crece la inversión de capital: 8,
—la base de la renta dineraria es la determ inado por el tiem po de
superficie cultivada, de la pro­ 906-907, 988-989
misma que en la r. en e.: 8, 1014, trabajo que cuesta su p. de r.: 7,
ducción agrícola y de la pobla­ —II con precios de producción cre­
1021 508
ción: 8, 847-848 cientes: 8, 909-938
Renta en trabajo: 8, 1004-1010, —desvalorización de las mercan­
—su abolición en una sociedad — no son proporcionales a los gra­
1012-1013, 1021 cías en el curso del p. de r.: 7, 508
socialista: 8, 849 dos de fertilidad, sino a las dife­
Rentista: 7, 462, 653, 658 —el crédito acelera el p. de r. en
—renta global de toda la superficie rencias de fertilidad: 8, 915, 921
Renuncia general: 7, 562
cultivada y tasa de la renta: 8, —causa del aum ento del precio de
— mentís a la frase hecha según la —esfera: 7, 573
850-853, 877-878, 956 producción: 8, 937
cual el capital deriva de la r. del —la acum ulación de los títulos de
—renta global en relación con la — no es otra cosa que una transfor­
mación form al de la ganancia: 8, capitalista: 7, 566, 654-655 propiedad expresa la ampliación
superficie cultivada, con la inver­
Reproducción del p. real de r.: 7, 614-615
sión de capital y con la produc­ 937
—el valor de cada mercancía está —el crédito comercial media sus
ción global: 8, 853-858, 876,883, —com o límite a la inversión de
determ inado por el tiem po de diferentes fases: 7, 620-621
887, 890-893, 903 capital: 8, 937-938
trabajo socialmente necesario —expansión: 7, 638
—renta media p o r unidad de super­ —sobre el peor suelo cultivado: 8,
para su r.: 6, 177 —sobre la base del crédito comer­
ficie cultivada: 8, 853-858, 876, 939-949, 956, 959
—de las mercancías: 6, 235 cial, un capitalista presta a o tro el
883, 887, 902-903, 990 —la ley de la r. d. es independiente
—anual: 6, 235 dinero que necesita en el p. de r.:
— y fertilidad absoluta del suelo: 8, de las diferencias entre precio de
Reproducción, costos de 7, 652
856-857 mercado y precio de producción:
—de las máquinas: 6, 128 — y acum ulación de capital dinera-
— II: 8, 865-938 8, 952-953
—de las fuerza de trabajo: 6, 144 rio: 7, 652-653
—e inversiones adicionales en la —distinción entre renta absoluta y
—de las mercancías: 6, 177 —en la propiedad parcelaria: 8,
misma porción de terreno: 8,866- r. d.: 8, 957, 960, 1060
Reproducción, proceso de 1031
867 —sobre el peor suelo para la cría del
ganado: 8, 975-976 —social: 6, 29 —su ampliación depende de la pro­
— Icom o p unto de partida y base de
—y producción capitalista: 8, 1019- —duración del p. de r. del capital ductividad del plustrabajo: 8,
la II: 8, 867-871, 875-879
fijo: 6, 95 1044
— II y distribución del capital (y del 1020
crédito) entre los arrendatarios: —en la forma precapitalista: 8, 1023 —y materia prima: 6, 100, 145-148, —condiciones: 8, 1063-1064, 1068
8, 869 —límites: 8, 1093 159-160 —simple: 8, 1066-1067
—form ación de la plusganancia en Renta dineraria — trastornos debidos a oscilaciones —en el análisis de la economía polí­
la r. d. II: 8, 869-878 — transform ación de las prestacio- de precios: 6, 145 tica no se com prende su nexo

1294 1295
desde el p unto de vista del capital un mínimo en el que no puede m odo capitalista de producción: —esfuerzos por crear una produc­
global: 8, 1073 cumplir con sus funciones: 7.737 8 , 1001-1002 ción capitalista: 6, 427
—de las relaciones económicas y — metálica es la piedra angular del —intentos fallidos dé introducir la —circulación de los billetes de
sociales: 8, 1116 banco: 7, 738 renta dineraria en los tiem pos de banco: 7, 675
—la r. am pliada en una sociedad no —sacrificios de la riqueza real para los em peradores romanos: 8, — minas de oro: 7, 730
capitalista: 8, 1111 conservar la r. metálica: 7, 739 1014-1015 — tipo de cam bio de Inglaterra con
—la r. am pliada en el capitalismo: Residuos: véase Desechos Romanticismo económico: véase Norteam érica y R. en 1847: 7,
8, 1118 Revolución Economía política 742-743
Reserva —industrial: 6, 84 Rotación —colectividad comunista: 8, 924
—dineraria del capitalista indus­ —de los medios de transporte: 6, 85 — y tasa de ganancia: 6,58, 181-182, —causas y efectos de la exportación
trial: 6, 352-353 —de las relaciones de producción: 191-193 de grano: 8, 924-925
—de los medios de compra: 6, 405, 6, 338 —y capital variable: 6, 191-192 — predom inio del cultivo autosufi-
408, 410 — agrícola: 8, 944, 1149 —del capital comercial: 6, 354-356, ciente: 8, 1123-1124
—de los medios de pago: 6, 405, Riqueza 368, 387-402
408, 410 —trabajo adicional y r. adicional: —del capital industrial: 6, 354-355 Sansimonianos: 7, 783-784
—fondo de r.: 7, 515,562,604,608- 6, 278 Rotación, tiempo de Salario
610, 732-733;8, 1119 — material: 7, 454, 657 —y masa de plusvalor: 6, 83, 87-88, —en el m odo capitalista de produc­
—tasa de interés y r. de oro: 7, 548 —sacrificios de la r. real para man­ 191-193 ción el precio de la fuerza de tra­
—tasa de descuento y r. de oro: 7, tener la base metálica en el — tiempo de producción y tiem po bajo aparece en la form a
553, 556-558, 669 m om ento crítico: 7, 738 de circulación son dos fases del t. trasm utada del s.: 6, 41
— metálica: 7, 557, 669, 693, 720- —el oro y la plata se diferencian de de r.: 6, 83-85 —relación entre s. y plusvalor 6,
721, 724-725, 737 las otras figuras de la r. en cuanto — reducción: 6, 83-86 59-60, 66-67, 76-77, 279
—áurea y ciclo industrial: 7, 585 encarnaciones autónom as, com o — y tasa de ganancia: 6, 83-88, 180- —variaciones del s. y tasa de plus-
expresiones del carácter social 182, 191-193, 267 valor: 6, 73, 80
—dineraria del banquero: 7, 604
—de los bancos privados y Banco de la r.: 7, 739 —diversidad: 6, 181-182, 191-193 —estadísticas: 6, 91
de Inglaterra: 7, 608-610 —sólo mediante el dinero, la r. del —el mismo capital variable pro­ — relaciones entre s. y tasa de
individuo se efectiviza como r. duce masas desiguales de plusva­ ganancia: 6, 129-130, 227-228,
—metálica del Banco de Inglaterra
social: 7, 739 lor según el t. de r.: 6, 191 249; 7, 465; 8, 875, 942
es la r. central o el tesoro metálico —y crédito: 7, 739-740 —la diversa composición de los —intentos de reducción general de
central sobre el cual se basan
—de la sociedad: 7, 739-740:8, 1044 capitales en parte fija y parte cir­ los s. luego de la reducción de la
todos los negocios del país: 7,738 —dineraria: 7, 769, 785-786 culante influye siempre sobre su jornada laboral a 10 horas: 6,133
—de dinero del m ercado mundial: —y pequeña propiedad: 8, 1034 t. de r.: 6, 191 —influencia de la falta y del enca­
7, 692 —pretendida fuente de la r.: 8,1037 — y capital productivo de intereses: recimiento de la m ateria prima
—dism inución de la r. ban caria: 7, Riqueza monetaria 7, 455 sobre los $.: 6, 161-168
693 —la usura centraliza el patrim onio Rotación, velocidad de —oscilaciones en relación con la
—relaciones entre exportación e monetario: 7, 769, 785-786 —y capital comercial: 6, 396-398, calidad de la m ateria prima
importación y aum ento o dismi­ —el patrim onio monetario como 401-402 em pleada: 6, 164-170
nución de la r. metálica en los forma particular de patrim onio: —influencia de la v. media de r. de —lucha por el s.: 6, 168; 8, 984
bancos centrales: 7, 731-732 7, 785 los capitales en las diferentes —a un aum ento general de los s.
—destino de la r. metálica del Rochdale ramas del comercio sobre los pre­ corresponde una disminución de
banco nacional: 7, 732-733 —fábrica cooperativa: 6, 103 cios de venta: 6, 399 la tasa de ganancia: 6, 253
—fondo de r. para el pago interna­ Roma —del capital industrial determ ina y —efectos de las oscilaciones de los
cional: 7, 732 —negocio cam biario entre los limita la tasa general de la gana­ s. sobre los precios de produc­
—alteración del fondo de r.: 7, 732 rom anos y los griegos: 6, 407 d a : 7, 401 ción: 6, 253-259
—fondo de r. para el rembolso de —capital comercial y usurario en la Rumania — un aum ento y una dism inución
los depósitos y para la convertibi­ antigua R.: 6,423-424; 7,765-767, —pequeña propiedad campesina: de s., perm aneciendo constantes
lidad de los billetes de banco: 7, 769, 772 8, 1022 las demás circunstancias, no
732-733 —patricios y plebeyos: 7, 767, 772 Rusia: 6, 9 influye sobre el valor de las mer­
—el desarrollo del sistema crediti­ —latifundistas: 8, 1000-1001 —exportación de lino y cáñam o: 6, cancías sino sólo sobre la magni­
cio y bancario, en una cierta fase —econom ía agrícola de la antigua 158 tud del plusvalor 6, 264-265
del ciclo, reduce la r. metálica a R. y sus analogías formales con el —comercio: 6, 427 —reducción del s. más allá de su

1296 1297
valor y caída general de la tasa de bajo impago, el salario trabajo 816, 1005-1011, 1016, 1043, 1057, través de banqueros y prestamis­
ganancia: 6, 301 pago: 8. 1067 1118,1133,1138 tas: 7. 702-703
—tasa de los s. y tasa de la ganan­ —y rédito neto: 8, 1068-1069 —véase también Prestación perso­ —el desarrollo del s. c. y bancario
cia: 6, 306-307 —y valor de las mercancías: 8, nal servil tiende a hacer que todo capital
—el bajo nivel de los s. corresponde 1084-1085, 1094-1095, 1099- Sicilia dinerario entre al servicio de la
a la falta de'energía de los obre­ 1101, 1104-1108 —economía en la S. romana: 8, producción: 7, 737
ros: 6, 315 —la suma de s., ganancia y renta 1001-1002 —la banca central es la piedra
—reducción del s. por debajo del s. está lim itada por el valor nuevo Silvicultura angular del s. c.: 7, 738
medio en los períodos de crisis: 6, agregado: 8, 1085-1086, 1090- —la propiedad privada impide la —con su desarrollo, la producción
327; 7, 576, 579 1091 explotación de los bosques según capitalista tiende a derogar esta
—del trabajador de comercio: 6, —efectos de un aum ento del valor el interés general: 8, 795 barrera metálica de la riqueza y
379, 382-385 de los s.: 8, 1086-1090 —la renta absoluta en la s.: 8, 976, de su movimiento: 7, 740
—sí la demanda y la oferta se equili­ —constituye la base de la delimita­ 981 —el sistema monetarista es esen­
bran, el s. es igual al valor de la ción de los demás réditos: 8, S istem a bancario: véase B ancos cialmente católico, mientras que
fuerza de trabajo: 7, 455 1090, 1094 Sistem a crediticio el sistema crediticio es esencial­
—la ganancia empresarial no confi­ —el mínimo físico del s.: 8, 1090- —y variaciones de los precios: 6, mente protestante: 7, 762-763
gura una antítesis con respecto al 1091 136 —su desarrollo se cumple como
trabajo asalariado, sino sola­ —en cada pais, por un período —influencias del s. c. sobre los reacción contra la usura: 7, 773-
mente al interés: 7, 485-487 dado, el s. medio regulador es precios de la materia prima: 6, 779
—de supervisión: 7, 486, 489-498 una dimensión dada: 8, 1091 138-139 —el dinero, bajo la forma de meta­
—el s. administrativo aparece total­ — reducción del s. por debajo del —y ganancia: 6, 173 les preciosos, constituye la base
mente separado de la ganancia valor de la fuerza de trabajo: 8, —la movilidad del capital supone el del s. c.: 7, 781
empresarial: "7, 495-497 1094 desarrollo del s, c.: 6, 247-248 —es una forma inmanente del
—aumento de los s. en períodos de — no hay que considerar que el s.,1a —crisis: 6, 326; 7, 592 modo de producción capitalista y
prosperidad: 7, 576 ganancia y la renta de la tierra —yacumulación: 6, 341; 7, 613-616 fuerza impulsora de su desarro­
—y medios de circulación: 7, 577, «ean los elementos constitutivos —y medios de circulación: 6, 357; 7, llo: 7, 781
581, 717 de cuya composición o suma sur­ 575, 580-581, 671-703 —el carácter social del capital se
—concepciones según las cuales el giría el precio regulador de las —y capital comercial: 6, 388-389 media y efectiviza integralmente
s. constituye el interés de un capi­ mercancías mismas: 8, 1095-1097 —su desarrollo reduce la tasa de por el pleno desarrollo del s. c. y
tal representado por la fuerza de —la aparente determinación del interés: 7, 462 bancario: 7, 782
trabajo: 7, 600 precio por obra del s.: 8, 1101- —desarrolla la sociedad por accio­ —en el período de transición del
—un s. más elevado no es nunca 1103 nes y las fábricas cooperativas: 7,
modo capitalista de producción
causa de una ganancia más ele­ —interés y renta aparecen ante el 496, 568 al mo’do asociado: 7, 782
vada: 7, 661-662 capitalista como límites regula­ —se amplía su base con el desarro­
Sistem a fiscal', véase Im puestos
—la renta como deducción del s.: 8, dores del precio: 8, 1108-1109 llo del comercio y de la produc­
804-805, 807-810, 961 —en una sociedad no capitalista: 8, ción capitalista: 7, 511 Sistem a m onetario
—reducción del s. y depresión de 1110-1111 —al expandirse la producción in­ —y sistema crediticio en la crisis: 7,
éste por debajo del mínimofisico: Salvaje: 8, 1044, 1077, 1080 dustrial se expandió su conduc­ 691, 738
8, 807-813, 942 ción sobre la base del s. c.: 7, 545 —vínculos entre sistema crediticio
Sastrerías y s. m.: 7, 763
—introducción de m aquinaria, —condiciones de trabajo: 6, 113- —ilusiones: 7, 608, 614-615
sobrepoblación y reducción del —el crédito comercial constituye la —proclama, como premisa de la
118 producción capitalista, la pro­
s.: 8, 809 base del s. c.: 7, 617
—la fórmula trabajo-salario: 8, Seguros
—no elimina la necesidad de los ducción parael mercado mundial
1037-1042, 1047-1049 —el sistema de s. se desarrolla al pagos en dinero constante: 7,618 y la transformación del producto
—forma social históricamente mismo tiempo que la producción
—con el desarrollo del s. c. se crean en mercancía y, por ende, en
determinada: 8, 1039 capitalista: 6, 267 dinero: 8, 998
grandes mercados dinerarios
—como rédito del obrero: 8, 1046- —fondo de emergencia: 8, 1076, concentrados que son al mismo Soberanía
1047, 1083-1084, 1103, 1115 1111, 1119 tiempo sedes del comercio de —fundamento de la relación entre
—es igual a la parte variable del — y antiguo capital constante: 8, títulos: 7, 659 s. y dependencia: 8, 1007
capital: 8, 1060-1062 1078 —y sistema monetarista: 7, 691 Sob repoblación
—ganancia y renta representan tra­ Servidumbre-, 6, 225, 417; 8, 794, —es una enorme centralización a —obrera relativa, se desarrolla con

1298 1299
la producción capitalista: 6, 278, tas del proceso de la producción: —el valor de m ercado en la s. c. y en —reducción del tiempo de trabajó:.
283, 302-303 7, 630 la sociedad socialista: 8, 849 8, 1043-1044
—el aum ento de la productividad y —la crisis de 1837 y el miedo a la s.: —repartición del plusvalor: 8, 1044- —paso del reino de la necesidad al
la s. obrera: 6, 283 7, 714 1045 reino de la libertad: 8, 1044
—y caída de la tasa de ganancia: 6, —determ inada por el aum ento déla —concepción del rédito: 8, 1069- —determ inación del valor: 8, 1081
310, 319 población y, en las colonias, por 1070 —salario, trabajo necesario, plus-
—y exceso de capital: 6, 314, 322- la continua emigración: 8, 8 6 2 Sociedad p o r acciones: véase A ccio­ trabajo y plusvalor en una socie­
333 Socialismo nes dad no capitalista: 8, 1111
—sim ultáneamente con los estímu­ —vulgar: 6, 13 Socorro: 6, 166-169
Sociedad prim itiva
los para el aum ento de la pobla­ —véase también Sociedad socialista — véase tam bién Seguros
—y renta del suelo: 8, 997
ción obrera operan las fuerzas Sociedad Suecia
—el trabajo excedente: 8, 1077,
impulsoras que crean una s. sola­ — la riqueza de la s. como riqueza —estam ento cam pesino: 8, 1026
1080
mente relativa: 6, 319-321 individual y como riqueza social: Suelos: véase F ertilidad (de los sue­
—sobreproducción de capital y s. 7, 739
véase ta m b ié n C o m u n id a d ,
los), Precio, P ropiedad de la tie­
obrera: 6, 327-328 —efectos sociales de la pequeña Comunismo
rra, Tierra
—rural: 8, 809 propiedad de la tierra: 8, 9 3 3 -9 3 4 Sociedad socialista (comunista) S u ez, canal de: 6, 84; 7, 629
Sobreproducción —en las form as sociales en las que —la disciplina instaurada por el Supervisión
— de m aquinaria: 6, 147 no existe el capital no puede exis­ capitalista en la fábrica se hace —costos: 6, 94
—y acum ulación: 6, 147 tir renta de la tierra en el sentido superflua en una sociedad en la —y tasa de ganancia: 6, 173
—de la industria algodonera: 6,160 m oderno: 8, 9 9 7 que los obreros trabajan por sí —salario: 7, 486-498
—y precios del mercado: 6, 234- —transform ación de la s. agrícola mismos: 6, 101 —trabajo: 7, 489-495
235 , 251 feudal en s. industrial en el —para una agricultura racional es
— y subproducción relativa de mer­ período del mercantilismo: 8 , 9 9 9 necesario el control de la socie­ Técnica
cancías en relación con la oferta y —los m ercantilistas proclam an las. dad sobre la producción: 6, 150 —desarrollo técnico de la agricul­
la dem anda: 6, 235 burguesa c o n tra el antiguo — necesidades sociales y distribu­ tura: 6, ¡50; 8, 977-978
—y caída de la tasa de ganancia: 6, estado supraterrenal: 8, 9 9 9 ción del tiempo de trabajo social —base técnica de la composición
310 —burguesa y problem as de la eco­ cuando la sociedad controla la del capital: 6, 183-184:8,973-974
—absoluta de capital: 6, 322-329 nomía: 8, 1000 producción: 6, 237 — modificaciones técnicas del pro­
—de capital implica una s. de m er­ —la renta en productos presupone —transform ación de las condicio­ ceso laboral: 6, 210
cancías: 6, 322-329 un más a lto d e sa rro llo d e la s. que nes capitalistas de producción en —base técnica de la producción
—para restablecer el equilibrio roto la renta en trabajo: 8, 1011 condiciones de producción social: industrial y ciclo industrial: 7,
por la s. de capital se hace necesa­ —estacionaria: 8, 1 0 1 3 6, 339 629-630
ria la destrucción de capital: f>, 325 —desgarram iento insanable en la —sociedad por acciones, trust y Telégrafo: 6, 84, 398
—de capital y sobrepoblación co n tin u id ad del m etabolism o cooperativas como form as de Térm inos medios
obrera: 6, 327-328 social provocado por la gran pro­ paso del modo capitalista de p ro­ —existencia de lost. m. reguladores
—de capital es s. de medios de pro­ piedad de la tierra: 8, 1 0 3 4 ducción al asociado: 7, 564-569 en los precios del m ercado y en
ducción: 6, 328 —el capital está constituido por los —bases m ateriales de la producción los fenómenos sociales: 8, 1093
—como fase del ciclo industrial: 7, medios de producción m onopoli­ asociada: 7, 568 Terrateniente: véase P ropietario de
460 zados por una parte de la s.: 8, —abolición de la renta diferencial: ¡a tierra
—industrial y dem anda de capital 1038 8, 849 Terreno para edificar
dinerario: 7, 541 —y naturaleza: 8, 1 0 3 8 - 1 0 3 9 , 1 0 4 2 — y precios de Ios prod uctos agríco­ —arrendam iento: 8, 801
—crónica: 7, 564 —considerada en su estructura eco­ las: 8, 849 —renta: 8, 983-985
—el crédito como palanca pri ncipal nómica, es la totalidad de las —desde el punto de vista de una s. —la propiedad del t. junto con el
de la s. y de la sobrespeculación: relaciones histórico-económ icas s., la propiedad privada de la tie­ capital industrial, arm a contra
7, 568 de producción: 8, 1 0 4 2 rra aparece como un absurdo: 8, los trabajadores en la lucha por
— plétora de capitales y s. indus­ Sociedad capitalista (burguesa) 987 los salarios: 8, 984
trial: 7, 613, 654 —sus tres grandes clases: 6, 10 —en las sociedades no capitalistas Tesoro
—en la fase de s. y de especulación —con el desarrollo de la s. b. las continúa subsistiendo el plustra- —una parte del capital debe encon­
la producción despliega al máxi­ funciones jurídico-adm inistrati- bajo para los fondos deacum ula­ trarse siempre en form a de t.: 6,
mo las fuerzas productivas, hasta vas se separan de la propiedad de ción y de emergencia: 8, 1043, 405
más allá de los límites capitalis­ la tierra: 7, 4 9 6 1076-1077 —form a del t.: 6, 408

1300 1301
—relación entre la masa de los bille­ ción química de los suelos: 8,837, —dilapidación de las energías do la —la acum ulación de los t. de pro­
tes de banco y el t. áureo del 977-978 t.: 8, 1033-1034 piedad sobre la em presa expresa
Banco de In g laterra , según —diversos tipos de suelo y renta — personificada en el terrateniente: la ampliación del proceso real de
Overstone: 7, 557-558 diferencial: 8, 838-847, 856, 858- 8. 1049 reproducción: 7, 614-615
—del Banco de Inglaterra: 7, 585 860, 881, 977 —véase tam bién Fertilidad (de los —de cualquier tipo son esferas de
—en la misma medida en que se —falsa ley de la productividad de­ suelos). Precio (de la tierra). Pro­ inversión para el capital (Je prés­
agbta el t. metálico se agota tam ­ creciente: 8, 847, 992-993 tamo: 7, 616
piedad de Ia tierra, Terreno para
bién la reserva de billetes de —distribución del capital global
construir —durante la crisis, el capital ficticio
banco: 7, 669 em pleado entre los diferentes
Tipo general de la producción capita­ los t. productivos, pierden en gran
—los billetes de banco en circula­ tipos de suelo y renta: 8, 856-857
lista: 6, 180 parte su capacidad de representar
ción y el t. áureo que garantiza su —explotación esquilmante: 8 , 859
Tipos de cambio: 7, 740-763 capital dinerario: 7, 634-635
convertibilidad: 7, 677 —costos de roturación: 8 , 860, 979
— y tasa de interés: 7, 700-701, 741- —especulaciones de los capitalistas
— funciones: 7, 692 —no productiva de renta, que regula 742, 748-749 dinerarios sobre los t. en las fases
— movimiento del t. áureo: 7, 729- el precio del mercado: 8, 872
— y reserva metálica: 7, 732 desfavorables del ciclo industrial:
740 —inversiones de capital en los
— y crisis: 7, 733-735 7, 647, 742
— metálico, véase Reserva (m etá ­ diversos tipos de suelo y renta
—es el baróm etro del m ovim iento —de estado, véase E stado, títulos
lica) diferencial II: 8 , 872-876, 881, internacional de los metales di ne- de!
Tiem po de trabajo 895-896 rarios: 7, 740-741 Tonkín: 8, 1150
—y tiem po de circulación: 6, 50-51; —mejoramientos: 8,873,903-904,948
—consecuencias del aum ento de la Trabajadores
8, 1053 —la renta sobre suelos peores: 8,
tasa de interés sobre lost. de c.: 7,
—socialm ente necesario: 6, 177; 8, 939-949, 953-954 —la posesión de los medios de pro­
741-743
817-818, 829 —en todos los países civilizados se ducción por los no trabajadores
sustrae al cultivo una parte im­ —con Asia: 7, 743-760
—social: 6,236-237; 8, 817-818,821 — y exportaciones de capital: 7, transform a a los t. en asalariados
—el valor de las mercancías está portante de la t.: 8 , 963 y a aquéllos en capitalistas: 6, 48
—influencia de la ubicación, la fer­ 743-750
determ inado por el t. de t. global —intercam bio entre t. en posesión
tilidad, las t. públicas y comunales —relación entre im portación y
que le es incorporado: 6. 334 de los medios de producción: 6,
y la ubicación del mercado sobre exportación y t. de c.: 7, 751-753
—doble significado del t, de t. nece­ 222-224
la puesta en cultivo: 8 , 977-980 — tasa de interés, t. de c. y reflujo
sario: 8, 817-818 del oro: 7, 757-760 —cumercial: 6, 371, 375-376, 378,
—división del trabajo del siervo de —t. públicas y comunales sustraen 383-384
al cultivo extensiones de t.: 8,978 —causa de las variaciones: 7, 760-
la gleva en la renta en trabajo: 8, 762 —la ganancia del em presario apa­
—el titulo de propiedad creado por las rece ante el capitalista como
1004-1005 Títulos
relaciones de producción: 8 , 987 resultado de las funciones que
—del productor directo en la renta — precio de lost. y tasa de interés: 7,
en productos: 8, 1011 —relación entre renta en dinero y t., ejercitan com o no propietarios,
absurda e irracional: 8, 990 461, 602, 615, 634-635
—en la sociedad socialista: 8, 1043- com o t.: 7, 486
—agotam iento: 8, 992, 1026 —la compensación de los t. susti­
1044, 1081 tuye el dinero: 7, 4 7 1 —antagonism o entre t. y propieta­
—elemento del proceso de form a­ — posibilidad de inversiones sucesi­ rio de los medios de producción:
vas y siempre rediticias del capi­ —transferibilidad de los t. de cré­
ción del plusvalor: 8, 1053 dito: 7. 518 7, 493
—es la medida que regula el inter­ tal: 8, 992-993 —transform ación de los cam pesi­
—com o instrum ento de produc­ —en poder del banco se subdividen
cam bio en la E dad Media: 8, en letras de cambio y t. públicos: nos cultivadores directos en t.
1134-1136 ción: 8, 993 asalariados: 8, 836
—erró n eam en te asum ida com o 7, 597-598, 604
— véase también Jornada laboral — movimiento autónom o del valor —ganancia del t. en la renta en tra­
Tierra fuente de la renta de la t.: 8,1002, bajo: 8, 1005
1037-1040, 1046-1047, 1049-1051 de los t.': 7, 601-603,614-615,634
—la posesión de la t. aparece ante el —el valor de m ercado de los t. de — asalariado como personificación
productor directo com o una de —com o condición de trabajo: 8, del trabajo asalariado: 8, 1116
1013 propiedad difiere del valor nomi­
las condiciones de la producción: nal: 7, 602. 615 —todavía en posesión de los
8, 792 —usurpación de las t. colectivas: 8, medios de producción: 8, 1142
1022, 1026 —la riqueza de u na nación no varia
—separación del suelo de la propie­ com o consecuencia de las varia­ —paso de los t. asociados a t. asala­
dad de la tierra: 8, 795 —rendim iento de la t. en la propie­ riados en la m inería: 8, 1143
ciones del valor de los t.: 7, 603
—t.-capital: 8, 797 dad parcelaria: 8 , 1022-1025 Trabajadores agrícolas
—son una acum ulación de dere­
—“ valor” : 8, 798-799 —movilidad de la t. com o simple chos sobre la producción futura: —salarios de los mineros y salarios
—posición geográfica y com posi­ mercancía: 8, 1027 7, 603-604 de los t. a.: 6, 106

1302 1303
—legislación de residencia para los —asalariado es indiferente al carác­ —relación t.-salario: 8, 1037-1042, —y capital comercial: 6, 353, 380
jornaleros agrícolas en Inglate­ ter específico del t.: 6, 247 1046-1049 —comercial: 6, 377-378. 384. 405
rra: 6, 222 —m enor empleo de t. en la produc­ —abstracto: 8. 1038-1039. 1049 —entre trabajo agrícola y trabajo
—en el modo capitalista de produc­ ción capitalista: 6, 272, 287 —irracionalidad de la expresión industrial: 8 , 814, 817
ción los verdaderos agricultores —pago y t. impago (t. necesario y precio del t.: 8, 1042, 1048 —proporcional entre las diversas
son asalariados: 8, 796 — reducción del tiem po dedicado al esferas de producción, en rela­
plustrabajo): 6, 272, 289, 291,
—el salario de los agricultores y la 306, 336-338, 376-377, 384-385, t. m aterial en la sociedad socia­ ción con las necesidades sociales:
renta de la tierra: 8, 807-808 394; 7, 434; 8, 1005-1008, 1010- lista: 8, 1043 8, 817-818
—su salario y renta: 8, 961 1015, 1061, 1067, 1077-1080, —excedente en la sociedad socia­ —social: 8, 820
—la transform ación de la renta en 1091, 1111 lista: 8, 1043-1044 —como fuente de fuerza natural del
productos en renta dineraria está —concreto: 8, 1048, 1063 trabajo social: 8, 827
—intensificación: 6, 297-299
precedida por la form ación de —asalariado como form a social —en el mercado mundial: 8, 860
— paso del t. manual al t. mecánico:
una clase de jornaleros: 8, 1016 históricamente determ inada: 8, —fraccionam iento determ inado de
6, 301-302
—explotación de los t. a. por parte 1048-1049 la d. social del t.: 8, 1124
—organización social del t. en la
de los campesinos más ricos tri­ —en el m odo capitalista desarro­ Trabajo social
producción capitalista: 6, 341
butarios de la renta: 8, 1016 llado de producción aparece la —la economía derivada de la con­
—privado: 6, 341
—explotación por parte de la gran ganancia sólo accesoriamente centración de los medios de pro­
—el m odo capitalista de produc­
industria y de la gran agricultura: determ inada por la explotación ducción es el origen del carácter
ción suprime la propiedad indivi­
8, 1034 directa del t.: 8, 1054 social del t.: 6, %
dual y el t. privado: 6, 341
Trabajo —asalariado y ganancia: 8, 1055 —cada desarrollo de las fuerzas
—comercial: 6, 375-378, 381-382,
—y producción del valor en el aná­ productivas siempre se rem onta
—transfiere en el producto el valor 384-386
lisis de la econom ía política bur­ al carácter social del t. puesto en
de los medios de producción con­ —salario y t. medio: 6, 385
guesa: 8, 1072-1073 acción: 6, 99, 102, 111
sumidos: 6, 32 —el antagonism o entre riqueza —adicional com o creador de nuevo —necesario: 6, 236-237
— medios de t. y objetos de t.: 6,47 material y t. asalariado se expresa capital: 8, 1077-1080 —y trabajo del capitalista: 7, 494-
—la extorsión del t. impago se pre­ ya en la propiedad del capital — la relación entre capital y t. asala­ 495
senta al capitalista com o ahorro como tal: 7, 454 riado determina todo el carácter —exteriorización del carácter social
del costo: 6, 51 —relación entre t. asa la ria d o , del m odo capitalista de produc­ del t.: 7, 666
—intensidad: 6, 59-60, 76-77, 94, ganancia empresarial e interés: 7, ción: 8, 1116 —tiem po de trab ajo individual y
249, 274, 297-298 485-489 —no es el t. asalariado el que deter­ tiem po de t. s.: 8, 821
—global y capital variable: 6, 61
—simple y t. complejo: 7, 486 mina el valor: 8, 1118 —fuerzas naturales: 8, 827
—extraordinario: 6, 93 —de supervisión y capitalista: 7, —véase también Explotación del —carácter social del t. y precio de
—intelectual: 6, 98-99 489-495, 497-498 trabajo (grado de). Jornada labo­ m ercado de m ercancías del
—a destajo: 6, 101, 163-164
—adm inistrativo como t. produc­ ra!, Productividad, Tiempo de tra­ mismo tipo: 8 , 849
—exceso de t.: 6, 105, 115
tivo: 7, 490 bajo, Trabajador —en la pequeña propiedad no pre­
— vivo y t. objetivado (t. presente y
—sistema del t. asalariado: 7, 491 Trabajo, condiciones de dom ina el t. s. sino el aislado: 8 ,
t. pasado): 6, 105, 183, 185-188,
—la acumulación de capital dinera- —economía: 6, 106-118 1033
201, 272, 287-289, 306, 331, 334-
rio se reduce a la acum ulación de —la propiedad de las c. de t. en las —el valor global del producto
336, 340, 394; 7,509; 8, 886,1063,
títulos de propiedad sobre el t.: 7, diferentes form as de renta: 8, anual es t. socialmente objeti­
1080, 1083-1084
613-614 1014 vado: 8, 1047, 1061-1062
—socialmente necesario: 6, 105, 177,
— necesario y plustrabajo: 8, 814, —expropiación al trabajador: 8, —en el modo específicamente capi­
230-231. 236-237. 245; 8, 1081
816-817, 1046 1045, 1049, 1115 talista de producción las fuerzas
—y econom ía de capital constante:
—industrial: 8, 996, 1001 —transform ación en capital: 8, productivas sociales del t. y las
6, 105-118
—agrícola: 8, 996-998, 1001 1115 conexiones sociales del t. apare­
—de las mujeres y de los niños: 6,
—artesanal: 8, 1001 Trabajo, división del cen en el proceso laboral directo
106, 111, 298
—m anufacturero: 8, 1001 —economía en las condiciones de como desplazadas del trabajo al
—general y t. colectivo: 6, 128
— necesario y plustrabajo en una producción: 6, 95 capital: 8, 1052
—y capital variable: 6. 190 Trabajos públicos
sociedad no capitalista: 8, 1005, —como base de la producción de
—explotación de! t. y tasa de
1077, 1111 las mercancías: 6, 236; 8, 820 —para los obreros desocupados: 6,
ganancia: 6, 210, 248-249, 271,
—forma parte de la organización 166-168
298, 322 —forzado: 8, 1007, 1014, 1043
social del trabajo: 6, 341 —com o nueva edición de los ate-

1304 1305
liers nationaux durante la crisis: cio como una reacción contra la — el capital comercial no crea ni v. cen como factores de v.: 8, 1104-
6. 168 u.: 7, 773-779 ni plusvalor: 6, 358-359 1105
Tradición: 8, 1009 — formas ilusorias de reacción con­ —realización: 6, 370-371, 376, 382- —la determinación del v. y el capi­
Transportes tra la u.: 7, 775-779 383; 7, 438; 8, 822 talista individual: 8, 1107-1108
— revolución de los medios de t.: 6, —-tanto la u. com o el comercio —la mercancía capital tiene la —la ley del v. como ley ciega de la
84-85 explotan un modo de produc­ peculiaridad de que en virtud del naturaleza: 8, 1117
—costos: 6, 370-371, 378, 384 ción, no lo crean: 7, 785 consum o de su v. de uso, su v. y — no es el trabajo asalariado el que
— medios: 6, 397 —en Polonia: 7, 788 su v. de uso no sólo se conservan, determina el v.: 8, 1118
—véase también Industria del trans­ sino que se incrementan: 7, 449 —el dinero com o medida del v.: 8,
porte Valor —del capital: 7, 542-543, 556-557 1137
Tribu — fórmula del v. de la mercancía en —el dinero se contrapone a la mer­ Valor de cam bio
—propiedad: 8, 794 el régimen capitalista: 6, 30 cancía como form a autónom a — mercancía y dinero, unidad de v.
—agrícola: 8, 814 —y precio de costo: 6, 30-32,41-43, del v.: 7, 665 de c. y valor de uso: 6, 230
Tributo 51, 197-198, 215-217 —de la tierra: 8, 819 —y valor de uso en la circulación de
—relación tributaria: 6, 417 — la fuerza de trabajo como v. y —de los productos agrícolas: 8, las mercancías: 6, 358
—de la India a Inglaterra: 7, 751 com o creadora de v.: 6, 33 820, 966-970 —el dinero, form a autónom a del v.
—en especie del pequeño agricul­ —y capital constante: 6, 32-33, 53- — y precio de mercado: 8, 826 de c.: 6, 417; 7, 665
tor: 7, 771; 8, 1022 54, 93, 195; 8 , 1062-1064 —social falso: 8, 849 —el comercio somete cada vez más
—véase también Prestación perso­ —determinación: 6, 33-34,145-146; —el concepto de v. com o base de la la producción al v. de c.: 6,422-424
n a l servil 8 , 824-825, 829, 848-849, 949, realidad económica y del conoci­ —valor determ inado por el trabajo
Trust. 6, 149; 7, 565, 605, 630; 8, 1107, 1126-1128, 1136 miento científico de esa realidad: y valor determ inado por el inter­
1149 — partes constitutivas de v. del 8, 996, 1130 cambio: 8, 1126-1128
Túnez: 8, 1150 capital anticipado: 6, 35-36, 176- —la renta en dinero presupone que Valor de mercado
Turquía: 7,751; 8, 1141 177 el producto sea vendido más o —y precios de mercado: 6, 219-251
—definición y composición: 6, 48, menos a su valor: 8, 1014 —y valor individual de las mercan-
Usura 189, 208-210, 216-217, 223-226, —la tierra no crea v.: 8, 1040 . cías: 6, 225-227
— e x p lo ta ció n del cam p esin o 334-335, 400; 7, 508; 8, 1047, —global del producto anual: 8, — determinación en forma abs­
mediante la u.: 6, 44; 7, 766-767, 1083-1085, 1095-1096, 1103-1104 1046-1047, 1059, 1061-1064, tracta del v. de m. de las mercan­
772-773; 8, 1027, 1030 —m agnitud: 6, 53, 175-176, 279, 1067-1069 cías: 6, 230-236
—relación entre tasa de interés y 292, 301 —proceso de producción y proceso —y competencia: 6, 233; 8,848-849
proporción en la que la u. se apro­ —relación entre v. del capital glo­ de circulación y producción de v.: —no hay una conexión necesaria
pia de la renta de la tierra: 6,274 bal y plusvalor: 6, 53-54 8, 1052-1053 entre la cantidad de mercancías
— Lutero contra la u.: 7, 503-504, —del dinero: 6,58, 177, 388; 7,705- —y rédito: 8, 1069-1071,1076,1101 en el mercado y su v. de m.: 6,
786-78 7 706 —nuevo: 8, 1073, 1085-1087, 1090- 236-237
—lógica del usurero: 7, 544 —producto de v.: 6, 77-78 1091. 1094, 1113, 1132 —y oferta y dem anda: 6, 240-242
—los usureros com o parte de una —la masa y el v. de la maquinaria —después de la eliminación del Valor de uso
clase de parásitos: 7, 702 crecen con el desarrollo de la fuer­ modo capitalista de producción: —de las máquinas: 6, 97
—la legislación bancaria inglesa de za productiva del trabajo: 6, 133 8, 1052-1053 —de los medios de producción: 6,
1844 juzgada com o sistema para —de la materia prima: 6, 134, 137- —descomposición del v. del capital 103
transferir periódicam ente las 139 mercantil: 8, 1083-1084, 1100, —v. de u., valor individual y valor
ganancias de la industria a los —y precio de producción: 6, 195- 1109-11 10 social de la mercancía: 6, 230-232
bolsillos de los usureros: 7, 724 217, 224-228; 8 , 817, 964, 966- — nuevo agregado: 8, 1085-1086, —concepto de v. de u. de la mercan­
—en los modos precapitalistas de 967, 969-971, 1024, 1054, 1059, 1090-1091, 1094, 1113 cía: 6, 234 '
producción: 7, 765-773, 786-788 1072, 1074, 1092, 1132, 1146- —el m onopolio no suprime los —y valor de mercado: 6, 235-236
—ruina de los terratenientes y de 1147 límites dados del v.: 8, 1093-1094 —y valor de cambio: 6, 243
los productores directos por obra —estimación dineraria: 6, 221 —de las mercancías no están deter­ —y producción capitalista: 6, 246
de la u. y concentración de gran­ —venta de las mercancías a su v.: 6, m inados por la suma de salario, —aum ento de la masa de los v. de u.
des capitales dinerarios: 7, 767 221, 225 ganancia y renta: 8, 1095-1096, producidos: 6, 278
—com o premisa del capital: 7, 771 - —individual: 6, 225-233 1103-1104 —realización: 6, 358
786 —de la fuerza de trabajo: 6, 261; 8, —y salario: 8, 1099-1101 — m odo de producción fundado en
—el desarrollo del sistema crediti­ 942, 1060, 1091, 1094, 1102-1104 —salario y ganancia media apare­ el v. de u.: 6, 423

1306 1307
— a d ic io n a l del d in e ro q u e o p e ra —véase tam bién Aulovalorización
c o m o c a p ita l: 7, 4 3 4 , 4 4 0 , 449, Venecia
4 5 3 , 500 —asociaciones de cajas: 6, 409
— e n el s iste m a c a p ita lis ta se h a lla —desarrollo del capital comercial:
a b o lid a la p r o d u c c ió n p a ra el v. 6, 424
d e u. d ire c to : 7, 740 — asociaciones crediticias en V . y en
— c o m o c o n d ic ió n d el v a lo r: 8 ,8 1 7 - Génova en la Edad Media: 7,
818, 1040-1042 775-776
— y d iv is ió n p ro p o r c io n a l e n tre las
Venia
d iv e rs a s e sfe ra s d e p ro d u c c ió n en
ÍN D IC E
re la c ió n c o n las n e c e s id a d e s —de la mercancía por debajo de su
8
s o cia le s: , 81 7 -8 1 8 valor: 6, 41
— c o m o p o r ta d o r d e l v a lo r de c a m ­
—condiciones de la v.: valor de uso
de la mercancía e igualación
b io : 8, 831
— es im p o s ib le la re la c ió n e n tre v.
entre precio de v. y valor social de
de u ., s u e lo , re n ta y p lu s v a lo r: 8 .
la mercancía: 6, 230
—en la v. común se aliena el valor
1041-1042
— p r e d o m in o de la p ro d u c c ió n p a ra
de uso de la mercancía, no su
valor: 7, 446-447
8
el v. d e u.: , 1057
—relación entre el préstam o del
Valorización capital y la v. pura y simple: 7,
— p re c io d e c o s to y p ro c e so d e v. del
449-451
c a p ita l: 6 , 3 1-32 —como medio de compra: 7, 471
— m is tific a c ió n d el p ro c e s o d e v. d el — véase también Alienación, C om ­ Prólogo
c a p ita l: 6, 34-37
pra y venia
— e l c a p ita l g lo b a l e n tr a p a r c ia l­
m e n te en el p ro c e s o d e v.: 6 , 4 0 Violencia
— c o n flic to e n tre a m p lia c ió n d e la
—coerción extraeconóm ica para
p ro d u c c ió n y V.: 6, 317-321
extraer plustrabajo: 8, 1006-1009
Libro tercero
— la p r o d u c c ió n c a p ita lis ta tie n e
—con la renta en productos cesa la EL PROCESO GLOBAL
p o r fin la m á x im a v. d el c a p ita l:
coerción directa del propietario: DE LA PRODU CCIÓ N CAPITALISTA
6, 3 2 0 8, 1011, 1013
— c o n flic to e n tre d e s a r r o llo in c o n -
Vivienda Sección prim era
d ic io n a d o d e la s fu e rz a s p ro d u c ­
tiv a s y el fin re s trin g id o d e la v. —expulsión de los trabajadores de LA T RA N SFO R M A CIÓ N DEL PLUSVALOR
d el c a p ita l e x iste n te : 6, 321 su v.: 8, 984 EN G A N A N CIA Y DE LA TASA DEL
—véase tam bién Arrendam iento. PLUSVALOR EN TASA DE GA N A N CIA
— e l c a p ita l se m a n ifie s ta c o m o ta l
m e d ia n te s u v.: 7, 453 Casas, Terreno para construir
— c o n el p ro c e d im ie n to d e c a p ita li­ C a p ítu lo i. P r e c i o d e c o s t o y g a n a n c ia 29
Voluntad
z a c ió n se c o n s o lid a la id e a d e q u e
—de los agentes de la producción: C a p itu lo ii. L a t a s a d e g a n a n c i a 47
el c a p ita l s e ría u n v a lo r a u tó ­
7, 435
n o m o q u e e fe c tú a su v. p o r sí
m ism o : 7, 601 Yeomanry. 8, 1026 C a p itu lo n i. R e l a c i ó n e n t r e l a t a s a d e g a n a n c i a y la t a s a
D E PLU SV A LO R 57

C a p ítu lo iv. I n f l u e n c ia d e la r o t a c ió n s o b r e la t a s a d e
G A N A N C IA 83

C apítulo v. E c o n o m ía e n e l e m p le o d e l c a p i t a l c o n s t a n t e 93
I. Consideraciones generales 93
II. A horro en las condiciones de trabajo a expensas de los
obreros (06

1308
1309
III. Econom ía en la generación y trasmisión de fuerza motriz ni. A baratam iento de los elementos del capital constante 301
en m ateria de construcciones 118 iv. La sobrepoblación relativa 302
iv. A provecham iento de las deyecciones de la producción 123 v. El comercio exterior 303
v. Econom ía mediante inventos 127 vi. El aum ento del capital accionario 307

C apítulo vi. I n f l u e n c i a d e l o s c a m b i o s d e p r e c i o s 129 C apítulo xv. D e s a r r o l l o d e l a s c o n t r a d i c c i o n e s in t e r n a s


DE LA LEY 3Q 9
I. Oscilaciones de precios de la materia prima; sus efectos
directos sobre la tasa de ganancia 129 L Generalidades 309

n. A um ento de valor y desvalorización, liberación y 11. Conflicto entre expansión de la producción yvalorización 317
vinculación de capital 136 III Exceso de capital con exceso de población 322
iv. Consideraciones com plem entarias 333
Capítulo v il C o n s id e r a c io n e s c o m p l e m e n t a r ia s 173

Sección cuarta
TRA N SFO R M A CIO N D E CA PITA L M ERCAN TIL
Sección segunda
Y DE CAPITA L D IN ER A R IO EN CA PITA L D E D IC A D O
LA TRA N SFO R M A CIÓ N D E LA GA NAN CIA
AL T R Á FIC O D E M ERCANCIAS Y EN CAPITA L
EN G A NAN CIA M EDIA
D E D IC A D O AL T R Á FIC O DE DIN ERO
(CA PITA L COM ERCIAL)
Capítulo v iii. D if e r e n t e c o m p o s ic ió n d e l o s c a p it a l e s en
D IV E R S O S R A M O S D E L A P R O D U C C IÓ N , Y C O N S IG U IE N T E
D IF E R E N C IA E N T R E L A S T A S A S D E G A N A N C IA 179
Capítulo xvi. El c a p it a l d e d ic a d o a l t r á f ic o d é
M E R C A N C IA S 343
C apítulo ix. F o r m a c ió n d e u n a t a s a g e n e r a l d e g a n a n c ia
(T a s a m e d ia d e g a n a n c ia ) y t r a n s f o r m a c ió n d e lo s
Capítulo xvii. L a g a n a n c ia c o m e rc ia l 351
v a l o r e s m e r c a n t il e s en p r e c io s d e p r o d u c c ió n 195
C apítulo x v iii. La r o t a c ió n d e l c a p it a l c o m e r c ia l
Capítulo x. N iv e l a c i ó n d e l a t a s a g e n e r a l d e g a n a n c i a
L O S P R E C IO S 387
p o r l a c o m p e t e n c ia , p r e c io s d e m e r c a d o y v a l o r e s
D E M E R C A D O . P L U S G A N A N C IA 219
C apítulo xix. El c a p it a l d e d ic a d o a l t r á f ic o d e d in e r o 403
Capítulo xi. E fecto s d e l a s o s c il a c io n e s g e n e r a l e s d e l
C apítulo xx. C o n s id e r a c io n e s h is t ó r ic a s s o b r e e l c a p it a l
S A L A R IO S O B R E L O S P R E C IO S D E P R O D U C C IÓ N 253 C O M E R C IA L 413

Capítulo x i i . C o n s i d e r a c i o n e s c o m p l e m e n t a r i a s 261
I. Causas que condicionan una m odificación en el precio
de producción 261 Sección quinta
I I. Precio de producción de las mercancías de composición ESCISIÓN D E LA GA N A N CIA EN INTERÉS
media 263 Y GA N A N CIA EM PRESARIAL. EL CAPITA L
ni. Causas de compensación para el capitalista 265 QU E D EV EN G A INTERÉS

Capítulo xxi. El c a p it a l q u e d e v e n g a in t e r é s 433

Sección tercera C apítulo xxii. D iv is ió n d e l a g a n a n c ia , t ip o d e in t e r é s .


LEY DE LA BAJA T EN D EN CIA L T A S A “ N A T U R A L ” D E L IN T E R É S 457
DE LA TASA D E G A NAN CIA
C apitulo x x iii. El in t e r é s y l a g a n a n c i a e m p r e s a r i a l 473
C apítulo xiii. La ley en c u a n t o t a l 269
Capítulo xxiv. E n a je n a c ió n d e la r e l a c ió n d e c a p it a l
C apítulo xiv. C a u s a s c o n t r a r r e s t a n t e s 297 B A JO L A F O R M A D E L C A P IT A L Q U E D E V E N G A IN T E R É S 499
i. Elevación del grado de explotación del trabajo 297
U. Reducción del salario por debajo de su valor 301 Capítulo X X V . C R É D IT O Y C A P IT A L F IC T IC IO 511

1310 1311
Capítulo xxvi. L a a c u m u l a c i ó n d e l c a p i t a l d i n e r a r i o y Sección sexta
SU INFLUENCIA SOBRE EL TIPO DE INTERÉS 533 TRA N SFO R M A CIÓ N DE LA PLUSGAN ANCIA
EN RENTA DE LA TIERRA
Capítulo x x v ii. E l p a p e l d e l c r é d i t o e n l a p r o d u c c i ó n
CAPITALISTA 561
Capítulo xxxvil. I n t r o d u c c i ó n 791
C apítulo x x v iii. M e d io s d e c i r c u l a c i ó n y c a p i t a l .
CONCEPCIÓN DE TOOKE Y DE FULLARTON 571 Capítulo x x x v iii. La r e n t a d i f e r e n c i a l - c o n s i d e r a c i o n e s
GENERALES 823

C apítulo xxxix. P r i m e r a f o r m a d e l a r e n t a d i f e r e n c i a l
(RENTA DIFERENCIAL I) 835

C apítulo x l . S e g u n d a f o r m a d e l a r e n t a d i f e r e n c i a l
Libro tercero (RENTA DIFERENCIAL II) 865
EL PROCESO GLOBAL D E LA PRODUCCIÓN
CAPITALISTA C apítulo XL1. L a r e n t a d i f e r e n c i a l II - PRIMER CASO:
PRECIO DE PRODUCCIÓN CONSTANTE 879

Parte segunda Capítulo x l i i . L a r e n t a d i f e r e n c i a l ii - s e g u n d o c a s o -


p r e c i o DE PRODUCCIÓN DECRECIENTE 889
Sección quinta I. En caso de productividad constante de la inversión
suplem entaria de capital 889
ESCISIÓN DE LA G A NAN CIA EN INTERÉS Y G A NAN CIA ii . En caso de tasa declinante de productividad de los
EM PRESARIAL. EL CA PITA L QUE DEVENGA INTERÉS capitales adicionales 898
(continuación)
C apítulo XLIII. LA RENTA DIFERENCIAL II - TERCER CASO:
C apítulo xxix. P a r t e s c o n s t i t u t i v a s d e l c a p i t a l b a n c a r i o 597 p r e c io d e p r o d u c c ió n c r e c ie n t e , r e s u l t a d o s 909

C apítulo xxx. C a p i t a l d i n e r a r i o y c a p i t a l r e a l , i 613 Capítulo x l i v . La r e n t a d i f e r e n c i a l t a m b i é n e n e l s u e l o


PEOR CULTIVADO 939
Capítulo xxxi. C a p i t a l d i n e r a r i o y c a p i t a l r e a l , ii
(CONTINUACIÓN) 637 Capítulo x l v . La r e n t a a b s o l u t a 951

Capítulo x x x ii. C a p i t a l d i n e r a r i o y c a p i t a l r e a l , iii C apítulo x l v i . R e n t a d e s o l a r e s , r e n t a m in e r a , p r e c i o


(CONCLUSIÓN) 651 DE LA TIERRA 983

Capítulo x x x iii. E l m e d io d e c i r c u l a c i ó n b a j o e l s is te m a C apítulo XLV1I. G é n e s is d e l a r e n t a c a p i t a l i s t a d e l a


CREDITICIO 671 TIERRA 995
i. Introducción 995
C apítulo xxxiv. E l p r in c ip io d e l a c u r r e n c y y l a l e g i s l a c i ó n II. La renta en trabajo 1004
BANCARIA INGLESA DE 1844 705 iii. La renta en productos 1010
iv. La renta dineraria 1013
Capítulo xxxv. Los m e t a l e s p r e c i o s o s y e l t i p o d e c a m b io 729 v. El régimen de aparcería y la propiedad parcelaria
i. El m ovim iento del tesoro áureo 729 campesina 1021
11. El tipo de cam bio 740
El tipo de cam bio con Asia 743
La balanza comercial de Inglaterra 760
Sección séptima
Capítulo xxxvi. C o n d i c i o n e s p r e c a p i t a l i s t a s 765 LOS RÉDITOS Y SUS FUENTES
El interés en la Edad Media 786'
Utilidad que le reportó a la iglesia la prohibición de
C apítulo x l v i ii. L a f ó r m u l a t r i n i t a r i a 1037
los intereses 788

1312 1313
C a p ítu lo x l ix . Pa r a e l a n á l is is d e l p r o c e s o d e p r o d u c c ió n 1059

C a p ítu lo l. La a p a r ie n c ia d e l a c o m p e t e n c ia 1083

C a p ítu lo l i. R e l a c io n e s d e d is t r ib u c ió n y r e l a c io n e s d e
p r o d u c c ió n 1113

C a p ítu lo l ii. L as clases 1123

APÉN D ICE

FRIEDR ICH ENGELS: A PÉN D ICE Y NOTAS COM PLEM ENTARIAS AL


TO M O III DE E L CA PITA L 1125
i. L a ley del v a lo r y la tasa de ga na ncia 1126
ii. L a bolsa 1147

NOTAS DEL ED ITO R E ÍN D ICES

N o ta s d e l e d it o r 1153

Í n d ic e b ib l io g r á f ic o 1205

Í n d ic e d e nom bres 1219

Í n d ic e d e m a t e r ia s 1225

1314
V ol. 7: Sección quinta (primera parte), Escisión de la ganancia en
interés y ganancia empresarial. El capital que devenga interés;
(segunda parte), Escisión de la ganancia en interés y ganancia em pre­
sarial. E l capital que devenga interés (continuación).
Vol. 8: Sección sexta, Trasformación de plusganancia en renta de la
tierra', sección séptima, L os réditos y sus fuentes. Se agregan en este
volumen notas del traductor, índice analítico, de nombres y de obras
citadas.

La obra ha sido traducida directamente del alemán. En el caso del


primer tomo, se tomó com o base la segunda edición (1 8 7 2 -1 8 7 3 ), o
sea la última edición alemana publicada en vida de Marx; para las
variantes de la tercera y cuarta edición — que se registran en su
totalidad— se utilizaron la edición Kautsky, la Dietz, la del tomo
X X III de las M arx-Engels Werke y una nueva edición publicada
recientemente por Ullstein Verlag; para las variantes de la edición
francesa de 1872-1875 no recogidas por Engels (en nuestra edición
sólo se consignan las más im portantes), nos apoyamos en reediciones
modernas de Gallimard, Éditions Sociales y Garnier-Flammarion. En
el caso del segundo tomo se utilizaron la edición original de 1885, la
de Kautsky, la de Dietz, el tomo X X IV de las Marx-Engels Werke,
la edición Ullstein y, para parte de las variantes, la de Gallimard; para
el tercer tomo, la de Kautsky, la de Dietz, el tomo X X V de las
M arx-Engels Werke y la edición Ullstein.
Se comparó nuestra versión con las ediciones francesas (Éditions So­
ciales, Gallimard, Garnier-Flammarion), italiana (Editori Riuniti)
e inglesa (Foreign Languages Publishing House - Progress Publishers -
Lawrence & W ishart). En cuanto a las versiones y retraducciones en
español (Editora “La Vanguardia”, Aguilar, FCE, E D A F, Cartago)
todas fueron revisadas críticamente.
La nueva versión de Siglo X X I es la más com pleta de las ediciones de
El capital publicadas en cualquier idioma y la primera aproximación
a una edición crítica de la obra en castellano. Además de variantes
de las distintas ediciones del primer tomo, en el segundo y en el ter­
cero se recogen numerosos fragmentos de los manuscritos originarios
de Marx, fragmentos que Engels dejó a un lado en la redacción final
de esos tomos pero que tienen importancia para una comprensión más
afinada del texto de Marx.
La edición Siglo X X I de El capital está compuesta de ocho volúmenes
divididos de la siguiente manera:

Tom o I (libro prim ero): El proceso de producción del capital.


Vol. 1: Sección primera. Mercancía y din ero; sección segunda, La
trasformación de dinero en capital; sección tercera, La producción
del plusvalor absoluto.
Vol. 2: Sección cuarta, La producción del plusvalor relativo; sección
quinta, La producción del plusvalor absoluto y relativo; sección sexta.
El salario.
Vol. 3: Sección séptima, El proceso de acumulación del capital.
Este volumen contiene además un apéndice con la redacción del
capítulo I ( “La mercancía” ) tal com o figuró en la primera edición y
con el trabajo “La forma de valor”, redactado por Marx para dicha
edición e incorporado al final del libro com o texto complementario
y aclaratorio del análisis de la mercancía y el dinero. Se agregan
asimismo más de trescientas notas del editor (referencias bibliográ­
ficas, texto original de citas, breves explicaciones, etc.), índice analí­
tico, de nombres y de obras citadas.

Tom o II (libro segundo): El proceso de circulación del capital.


Vol. 4: Sección primera, Las m etam orfosis del capital y el ciclo de
las m ism as; sección segunda, La rotación del capital.
Vol. 5: Sección tercera, La reproducción y circulación del capital
social global. Se agregan en este volumen notas del editor, índice
analítico, de nombres y de obras citadas.

Tom o III (libro tercero): E l proceso global d e la producción


capitalista.
Vol. 6: Sección primera. La trasformación del plusvalor en ganancia
y de la tasa de plusvalor en tasa de ganancia; sección segunda. La
trasformación d e la ganancia en ganancia media; sección tercera.
L ey de la baja tendencial de la tasa de ganancia; sección cuarta,
Trasformación de capital mercantil y capital dinerario en capital
dedicado al tráfico de mercancías y capital dedicado al tráfico de
dinero ( capital com ercial).

m
Sltfo
veintiuno
editon's
968 23 0916-6
- -

9789682309168

9 789682 309168

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