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experiencias

«Made in consolación»:
proyectos de prevención
del desconsuelo
Inmaculada Borillo
Profesora en el Colegio Nuestra Señora de la Consolación de Villarreal (Castellón)

Este mes comienza en la Iglesia universal el Año Jubilar de la Misericordia. Uno de los nombres de la
Misericordia en la Biblia es el de “consuelo, consolación, el Dios que consuela a su pueblo” (cf. Isaías
40,1). Por eso nos ha parecido oportuno recordar el aniversario que celebra una familia religiosa carac-
terizado por el carisma de la Consolación.

La Familia Consolación está de fiesta, celebra- María Rosa creyó que era posible cambiar
mos el 200 aniversario del nacimiento de María las circunstancias adversas. Soñó y defendió
Rosa Molas (Reus, Tarragona 1815 - Tortosa, que había que cambiar la sociedad y trans-
Tarragona, 1876), nuestra fundadora y, por formar el mundo.
ello, es un momento propicio para reflexio- María Rosa era una soñadora, pero una
nar de dónde venimos y hacia dónde vamos. soñadora práctica. Para algunos, este “sue-
El carisma de la Consolación, nuestro caris- ño”, nuestro carisma, responde a épocas
ma, surge de la respuesta valiente e ilusiona- pasadas y carece de actualidad, pues consi-
da de María Rosa Molas a la llamada de Dios: deran que este mundo de hoy no necesita
de consolación.

1 «¡Consolad, consolad a Ante esta afirmación, solo podemos decir


mi pueblo!» (Is 40,1) que quien piensa así o está ciego o no quiere
ver. Este mundo que nos rodea, este magní-
María Rosa sintió la necesidad en su cora- fico primer mundo, está plagado de descon-
zón de que la consolación llegara al mundo. suelo, de personas que precisan, que buscan
El reto era encontrar el camino, y el camino a quien las consuele.
lo encontró tras muchas horas de oración:
el camino era la Misericordia, la humildad, la El reto actual para la Familia Consolación,
sencillez y el encuentro personal. formada por hermanas, laicos y jóvenes del
movimiento es continuar la obra de la madre:
Los protagonistas de su sueño serían los más
“¡El sueño continua!”
débiles, los indefensos, y los más necesitados.
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La familia Consolación cree en el poten- y adultos, nuestros próximos/prójimos, con


cial consolador de nuestras comunidades, los que convivimos cada día, caigan y vivan
que acogen a niños, jóvenes, adultos, ancia- en desconsuelos como la droga, la soledad, la
nos y enfermos, los acompañan y proclaman anorexia, la apatía, la indiferencia, la violencia,
hacia el exterior el mensaje: “Un nuevo mun- el materialismo, la depresión, la enfermedad,
do está naciendo”. la pobreza, la marginación… de ahí la necesi-
dad de plantearnos un nuevo reto:
Es en nuestras comunidades de acción don-
de muchas personas, muchos próximos/pró-
jimos, van a tener la oportunidad de escuchar 3 Proyectos preventivos para
la llamada a luchar por un mundo distinto, a evitar el desconsuelo
vivir de forma distinta, a ser personas distin- ¿De qué premisas partimos para
tas con un fondo ético y que se mueven por poner en marcha estos proyectos?
unos valores morales.
Es en nuestras comunidades de acción don- 3.1 La primera premisa es una gran
de, con visión amplia y renovada, debemos claridad acerca de nuestro imaginario
caminar hacia la llamada prevención social, que “¿Sabéis lo que queréis?”, preguntó Jesús a
podríamos llamar también “prevención inte- Santiago y a Juan (cf. Mc 10,32-35).
gral” o “prevención positiva”. Nos podemos
La familia Consolación puede responder que
preguntar en qué consiste esta prevención
sí, siendo conscientes de que nuestro imagi-
social y tal vez la podríamos definir como:
nario tiene un fondo y una figura.
“Una acción encaminada a educar y acompa-
ñar personalidades que sean capaces de man- Nuestro fondo es el desarrollo global e inte-
tenerse y sostenerse en momentos de dificultad”. gral de la persona. Es necesario percibir a la
persona como ser global y complejo, de for-
Las Comunidades de acción de la Consolación
ma que, en cada una de nuestras intervencio-
asumen esa finalidad en los distintos ámbitos
nes y actuaciones, tengamos en cuenta que
en los que se mueven: colegios, hospitales,
tenemos ante nosotros un ser humano, social,
residencias de ancianos… Prevención social
inteligente, emocional, afectivo, sexual, moral
positiva, que podríamos traducir, en lengua-
y religioso. Cuando percibo globalmente a la
je consolacionista, como:
persona la entiendo mejor.

2 «Prevenir las causas Y no es casualidad que optemos y exprese-


mos en primer lugar el fondo y la considera-
del desconsuelo» ción humana. Nuestros Proyectos de Prevención
Esta es la forma actualizada del Desconsuelo (PPD) se asientan en conocer
de ser Consolación. y respetar todos los aspectos madurativos
propios de cada una de estas dimensiones.
Es importante saber consolar. Como comu-
Sin un buen fondo no resalta ninguna figu-
nidades del siglo XXI, hemos de velar por evi-
ra. Nadie puede estar preparado para soste-
tar que nuestros próximos/prójimos lleguen a
ner una figura si no cuenta con un buen fon-
caer en tantos y tantos “desconsuelos”, de los
do. En nuestras Comunidades de Acción es
que está repleto el mundo en el que vivimos.
fundamental cuidar el equilibrio emocional,
Por ello, y, actualizando nuestro carisma, la
capacidad asertiva, buen nivel de autoesti-
misión de nuestra Congregación es también,
ma, sano autoconcepto, respeto hacia el otro,
junto con otras, evitar que los niños, jóvenes
actitud empática. Es imposible, sin ese fondo
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HUMANO, diseñar las figuras de un hombre papel, no serviría para nada, no cumpliría-
y una mujer capaces de vivir para los demás, mos con nuestra misión. Nos dice Jeremías:
con y por los demás. “Plántate hitos, ponte jalones de ruta, presta
Y la figura, ¿qué o quién es la figura de atención a la calzada, al camino que anduvis-
nuestro imaginario? Para nosotros está cla- te, vuelve a esta tu ciudad…y que no se mar-
ro: la Buena Nueva del Evangelio, teniendo chite tu corazón” (Jer 31,21).
como referente y modelo a Cristo. Se trata de pisar con los pies en el suelo:
La combinación entre fondo y figura nos - tenemos que ser realistas en nuestra acción
llevará a buscar la relación perfecta entre lo (“Plántate hitos”), tenemos objetivos y líneas
humano y lo cristiano. Formamos parte de de acción arraigadas en la realidad.
Comunidades de Acción en colegios, casas - “Ponte jalones”, marca tiempos, momentos
de acogida, residencias de mayores, centros para consolar. Todo momento es bueno.
sanitarios, que van más allá de lo meramente - “Presta atención a la calzada”: tenemos los
humano, somos plataforma de evangeliza- ojos abiertos para estar atentos a los des-
ción. Nuestro imaginario tiende hacia un sen- consuelos del día a día.
tido último, trascendente, pero no irrealiza-
- “Presta atención al camino que anduviste”:
ble, ni utópico. Se cuida la formación en valo-
no solo hacemos, evaluamos lo realizado,
res humanos y la formación cristiana, en un
planificamos nuestras mejoras.
equilibrio que me gustaría definir como exqui-
- Pero, sobre todo, “vuelve a esta tu ciudad”,
sito y dotado de una gran dosis de libertad.
vuelve a Jerusalén, a la esencia, a la oración,
3.2 Nuestra segunda premisa es partir de solo desde la esencia del evangelio se pue-
un imaginario arraigado en la realidad de consolar.

Algunos nos acusan de utópicos, de creer en Hoy, 200 años después, nuestra misión es que
algo que está tan lejos, tan inalcanzable, tan nuestro imaginario se vaya haciendo realidad
bonito, que está hecho para hablar de él, pero desde la propia realidad. En la sociedad en
no para realizarse. Bagatelas en el aire, ilusio- que vivimos tenemos la tentación de divagar, lo
nes imposibles… Nada más lejos de nuestra urgente nos absorbe y nos impide hacer lo más
realidad. Si dejáramos el imaginario en un importante: encontrarnos con los demás, cru-
mero ideal, redactado brillantemente en un zar las miradas, estrechar abrazos… solo desde
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el encuentro se consuela. Nuestra forma tiene Nuestra prevención del desconsuelo no se


como finalidad ser Comunidades de Acción faci- puede llevar a cabo desde un macro-cerebro,
litadoras del encuentro para consolar. se realiza por cada miembro de nuestras comu-
nidades y cada uno de los miembros acompa-
3.3 Nuestra tercera premisa: ña, respalda, aúna, impulsa, atiende, consue-
el deseo de ser Comunidad la, rescata, cura, obliga a descansar, agradece,
“Y no puede el ojo decirle a la mano: facilita… Nuestro deseo es escuchar, mejor
no tengo necesidad de ti” (1Cor 12,21). sentir a nuestra comunidad, estar atentos a
nuestros próximos/prójimos, para darles apo-
La acción preventiva del desconsuelo podrá
yo. Expresado en lenguaje consolacionista:
ser realidad si somos un todo que actúa de
forma globalizada. Hay que retomar el senti- “Estar atentos a cualquier desconsuelo que
do consolador de toda la comunidad, unidos pueda surgir”
en un mismo proyecto, en un mismo imagi- Creamos comunidades de Acción que con-
nario. En el consuelo no hay individualidad, suelan desde el encuentro, desde la actitud
hay Comunidad Consoladora. empática, con mucha atención para ponernos
Ningún ser humano mejora ni madura si no en el lugar del otro y comprender como siente.
interactúa con toda la comunidad. Cuidar del La incorporación de los laicos a las
bienestar emocional y afectivo de nuestros Comunidades de Acción ha aproximado el
cercanos precisa de la interacción de toda la sentir y ha facilitado el comprender, ha sido
comunidad, es un “estar todos a lo mismo”. un paso decisivo en crear Familia Consolación.
Nos encontramos en ocasiones con insti-
tuciones macrocéfalas, es decir, con cabe- Nuestro estilo comunicativo:
zas grandes, con equipos de gestión poten- Cuidar las palabras y los silencios
tes y fuertes, que emiten y lanzan mensajes En un mundo con tantas palabras hay que
y energía; que programan, proponen y dise- saber elegir bien, las justas y necesarias.
ñan… y el cuerpo no reacciona. Aprender a comunicarnos desde el interior,
desde la espiritualidad profunda. Esta forma
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de comunicación solo surge de la oración: “El de sufrimientos sociales importantes, buscan
Señor me ha dado una lengua de experto para en nuestras Comunidades de Acción posar y
que yo sepa responder al cansado. Cada maña- reposar, poder parar y sosegar.
na me despierta el oído para que sepa escuchar
como un discípulo” (Is 50). 3.4 Nuestra cuarta premisa:
La personalización
Ofrecer una palabra de consuelo es impres-
La personalización de nuestra acción es una
cindible. En el mundo que vivimos hay muchos
exigencia carismática; es imprescindible para
próximos/prójimos que esperan solo una
poder consolar la proximidad, el hacer ver al
palabra, una frase, una pequeña reflexión.
prójimo/próximo que es único. Es en la aten-
Nuestras Comunidades de Acción son luga-
ción individualizada donde se detectan los des-
res de Palabra, pero también de escucha. Hay
consuelos, problemas familiares, malos tratos,
que aprender a consolar también con silen-
adicciones… y tantos y tantos desconsuelos
cios. Queremos rescatar el valor del silen-
que, conocidos a tiempo, pueden frenarse,
cio, hacer ver a nuestros prójimos/próximos
darles solución o una ayuda para sobrellevarlos.
que estamos ahí, a su lado, no con grandes
reflexiones maravillosas o magníficas solucio- Optamos por la personalización de las rela-
nes, sino, simplemente, con nuestro silencio ciones. Nuestras Comunidades de Acción, com-
y presencia que les acompaña. puestas por grandes y anchos corazones de
profesores, sanitarios, jóvenes del movimien-
Nuestras Comunidades de Acción intentan
to y laicos, que se vuelcan en consolar y preve-
ser un lugar de acogida, donde el cansancio
nir el desconsuelo, con amor y desde el amor.
acumulado por la misma vida, pueda ser un
remanso de paz. Las fechas, los horarios y los La atención personalizada nos permite que
problemas presionan y se necesita sosegar el todo lo que queremos transmitir descien-
espíritu. Nuestras comunidades desean ofre- da individualmente a cada uno; se trata de
cer un lugar donde hay paz. Algunos de nues- hablar desde el corazón y al corazón, cum-
tros próximos/prójimos con familias deses- pliendo con una finalidad carismática, y una
tructuradas, con problemas de convivencia llamada evangélica:
familiar, de sufrimientos familiares fuertes o HABLAD AL CORAZÓN DEL HOMBRE

JOEL PEIRAT FOTOGRAFÍA


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3.5 Nuestra quinta premisa: Para poder hablar debemos acoger, abrir
¿A quién queremos hablar? nuestras puertas. Nuestras Comunidades
de Acción son un lugar de acogida, de dar
Nuestra misión es buscar el encuentro con los
techo… Hay muchos que necesitan ser aco-
más desfavorecidos, con los corazones que
gidos, porque viven en un éxodo continuo,
sienten hambre de justicia. Conscientes de
que saben de dónde vienen, pero no saben
que somos el rico Epulón del siglo XXI, des-
dónde van, inmigrantes, desplazados. Sin mie-
pertar en los jóvenes la necesidad de colabo-
do a tener abiertas nuestras Comunidades…
rar con los mas necesitados, ayudarles a reen-
¿Recordáis cuantos le negaron la posada a José
contrarse con el sentido auténtico de lo que
y a María? El fruto del espíritu no sobreviene
es la necesidad, descubrir la diferencia entre
con las ventanas cerradas, estamos llamados
lo superfluo y lo fundamental, para que sean
a tener nuestras puertas abiertas, conscientes
capaces de vivir en clave de justicia y de soli-
de que entrarán gentes diversas en nuestras
daridad con los últimos.
Comunidades y que todos serán acogidos.
Queremos hablar, compartiendo mesa,
con los que no comparten nuestro proyec- En nuestra manera de acoger notarán nues-
to. Si estamos dispuestos a evangelizar, deje- tro estilo y en nuestra forma de vivir notarán
mos que se sienten a nuestra mesa, invitan- cuál es el alimento y el agua que van a reci-
do preferencialmente a los más necesitados, bir. Algunos buscarán solo un refugio mate-
a los que se encuentran marginados, abando- rial, para otros será solo un rincón de sosie-
nados y tienen la sensación de no tener dere- go pero muchos buscarán afecto, reconoci-
cho a sentarse a ninguna mesa. Es un nue- miento, cariño, e, incluso, la seguridad que no
vo reto de la Congregación en el siglo XXI. encuentran en sus propias familias.
Nuestra acción toma características propias
Y así nuestras Comunidades de Acción viven
de la asistencia social.
el camino de la misericordia, pensado por María
Y con los que están hartos materialmente, Rosa, sirviendo al hombre por el hombre.
¿qué hacer?, ¿cómo hablarles? Una tarea
novedosa… Se trata de hablarles al corazón Pero el camino de la misericordia no es neu-
para suscitarles el hambre de un auténtico tral, es una reacción que choca a menudo fron-
alimento, despertar hambres urgentes a talmente con estructuras sociales que preten-
nuestros jóvenes y no tan jóvenes: Hambre den institucionalizar el dolor, el sufrimiento
de pensar, “¡Atrévete a pensar!” tendría que y la existencia de la necesidad como normal,
ser uno de nuestros eslóganes. Hambre de asumiendo la imposibilidad de un cambio.
comunidad, denunciar la actitud individua- La misericordia es una llamada a la disiden-
lista de la sociedad, en nombre de un Dios cia, a disentir de lo que todos hagan, o de lo
comunitario, en nombre de una Iglesia que que todo el mundo ve como “lo que nos ha
se define como Pueblo de Dios y que tie- tocado vivir”. El conformismo no es el camino.
ne una larga tradición de enseñanza social.
Hablar al corazón para que crezca la espe- Lo importante por encima de todo es la fide-
ranza. La esperanza protege del desaliento lidad en el cumplimiento de la tarea enco-
y dilata el corazón en las largas esperas, en mendada:
los momentos de dificultad, ayuda a man- “Consolad, consolad a mi pueblo”
tenerse, a luchar, a no decaer.
Inmaculada Borillo

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