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Congreso virtual de la CLAR agosto 2021

Apuntes, acentos y mensaje final


Mensaje Papa Francisco
+ Inculturar la fe y evangelizar la cultura
+ Meterse en el pueblo, respétalo y evangeliza… y el resto déjaselo a Jesucristo.
+ La alegría es el mejor testimonio. Paz, gozo y sentido del humor

Hna Liliana Franco


+ Época de testigos, no de textos
+ Intercongregacionalidad: siendo hermanos y hermanas
+ Interculturalidad: cuidando la dignidad humana
+ Itinerancia: modo de ser y ubicarnos en la vida

INTERCONGREGACIONALIDAD
(Luis Alberto Gonzalo, misionero claretiano y
director de la revista Vida Religiosa de Madrid)

1.- Dejarnos releer desde la eclesiología


Las estructuras congregacionales al servicio del autocuidado (formación ad intra). Acento en lo
propio, en lo nuestro, mantenimiento de señas de identidad. Vacunados contra la innovación.
Hoy experimentamos debilitamiento: para qué. Para sostener lo que teníamos.
Hoy, vocacionalmente distantes con el ayer. No estamos haciendo reflexión sobre la herencia.

2.- Presupuestos de la intercongregacionalidad


Conformar mesa común ofreciendo el don de la Consagración. Abrazar la diferencia. Profecía de
la hospitalidad. No sobra nadie.
¿Qué transparenta nuestra presencia en tal comunidad educativa?
La profecía del empobrecimiento voluntario es contradictoria cuando no generamos mejores
condiciones para otros. Compartir para que todos tengan. Inaugurar la comensalidad plena. Pobreza
también en las palabras. No soy vara para nadie. Ayuda amando, no evaluando. Pobreza no es todos igual y
de la misma manera.
Entre nosotros está el virus de la resignación y del conformismo. No nos preguntamos por si acaso.
Despertar la fraternidad que ya está. Observar lo que hay y ver qué posibilita. Nos ajustamos mejor a la
profecía de la productividad.
Nuestro proyecto no es sobrevivir. Nuestra vida común sin misión no tiene sentido. Ser hogar,
propiciar hogar, acoger. Principios visibles y creíbles.
Tiempo de profunda personalización, no de soluciones generales.
Misa-mesa-misión: ser signo, no tanta palabra.
La VR es valiosa cuando fundamenta, no cuando se exhibe.
No es cuestión de hacer, es cuestión de pensar, reflexionar. Hay muchos proyectos sin trayectos.
Encontrarse con las urgencias y pensar, reflexionar, esa es la actitud. Necesitamos líderes que piensen,
piensen en grande, en Dios. El pensamiento es vida, no teme a los problemas.
No preocuparnos por mantener lo propio, sino por visibilizar la consagración.
La debilidad numérica no es debilidad carismática.
La intercongregacionalidad no es moda, es coherencia y es para la misión. Organizarnos para
servir mejor. Creer en la complementariedad. En algunos lugares competimos por el mismo nicho
ecológico.
No es huida, es misión. Nos unimos para ponernos al servicio de las personas. Somos misión
cuando somos comunidad. La comunidad es hogar al servicio de la misión. Hay signos de agotamiento de
la comunidad por no vivir en esta línea.
Las NNGG vendrán a una comunidad en la que sea evidente que responde a una urgencia real, no
inventada.
Las NNGG buscan percibir la experiencia del absoluto (seguimiento de Jesús)
Libro sugerido: La suerte de haber nacido en este tiempo.

INTERCULTURALIDAD
(Hna. Adriana Carla Milmanda,
de la Congregación Misionera de las Siervas del Espíritu Santo
y actual Superiora Provincial de su congregación en Argentina sur)
Multiculturalidad: compartimentos estancos entre culturas
Interculturalidad: relaciones entre las culturas
Comunidad intercultural: surgimiento de la cultura E / En casa, pero extranjero. Me reconozco en
ella, pero no es ella. Enriquece y desafía: nos confronta con nuestros puntos ciegos, con nuestros
prejuicios. Abrazar la diferencia. No al modelo asimilasionista (ser como el conquistador).
Noción de cultura: manera de vivir de un grupo de personas. Cultura no es nacionalidad. La cultura
como tal no existe. Existen personas que encarnan una cultura. Esta se aprende y transmite. Las culturas
me habitan. La cultura no se pierde, se puede opacar. Es universal. Es como un lente desde el que leer la
realidad. Veo desde lo que soy. No veo al otro como es. Las culturas se conocen por comparación.
El problema que tiene y tuvo la Iglesia es creer que la fe es = a la cultura que medió la encarnación
del Evangelio.
Principios desde la Trinidad:
+ Respetar la individualidad, promover la comunidad
+ Enraizados en la comunidad, salir al encuentro
+ Reconocer debilidades para crecer hacia la plenitud
+ Fidelidad a la tradición, en búsqueda de nuevos caminos.
Sensibilidad intercultural y compromiso con las víctimas van de la mano.
Interculturalidad / Pistas
Es una decisión. Es posicionarnos a favor de la ética del encuentro y del cuidado.

ITINERANCIA
(Hna. Teresa Maya, religiosa mexicana, radicada en EEUU,
superiora general de la Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado)

“Caminar es lo propio del cristiano”, inclusive “la itinerancia fue una opción de Jesús” de tal forma
toda la Vida Consagrada está invitada a vivir de este modo, porque “acompañar es un arte siempre en
movimiento. La itinerancia de Jesús no era fuga, ni aislamiento, sino acercamiento. Jesús se movía para
acercarse, para acompañar, para estar con, para ir donde están los otros y las otras”.
Itinerar, también en la mentalidad.
Itinerancia y movilidad humana: la migración es parte de la nueva normalidad.
La itinerancia es lo propio del cristiano: los seguidores del camino. Es hora de movernos.
La itinerancia es condición humana. ¿Cómo ha cambiado nuestra vida pastoral ante esta situación
de migración constante? ¿Cómo integramos este perfil migratorio en nuestro instituto?
Es tiempo de migrar. ¿Por qué nos quedamos anclados en el ayer? La clave itinerante también es
digital.
El carisma SUCEDE cuando respondemos a las necesidades. Cómo movernos para responder.
La itinerancia como opción. Dónde quedaron los bastones y las sandalias, se nos domesticó el
sueño. La VR pasó de pionera a colonos. Nos traicionan nuestros apegos.
Itinerar:
+ Lugares: estamos 3 en una casa que es para 30.
+ Tiempos: estamos enamorados del pasado.
+ ir hacia lugares poco transitados es OPTAR por la vulnerabilidad.
Itinerancia acompañada. Para ir con otros donde nos necesiten. Itinerancia de las distintas
generaciones. Trayecto y destino en el caminar.
La meta de la itinerancia es el encuentro. Hay que itinierar para encontrarse. Salir al encuentro
del que está en el camino. La itinerancia hace posible el diálogo, nos desplaza. Cada vez que me encuentro
con un hermano en el amor, me capacito para percibir algo de Dios. ¿A quiénes invitamos a nuestra casa?
La VC no se trata de bienes raíces. Tenemos que despojarnos de lo que nos ata.
La itinerancia como metanoia. Encuentros que cambian. El movimiento nos llevará / nos
posibilitará liberarnos de prejuicios. Las instituciones también deben moverse: transformación de los
apostolados. ¿Hacia qué metanoia tenemos que itinerar como VC?
La itinerancia como entrega. ¿Cómo enfrentamos el envejecimiento colectivo? ¿Cómo hacer que
nuestra muerte sea un regalo para otros? ¿Qué estamos haciendo activamente para preparar a nuestros
hermanos hacia la itinerancia final?
Pensamos más la VR en función de casa que de camino y la VR es camino. La identidad no está en
las obras sino en la comunidad.

MENSAJE FINAL
(Hna. Gloria Liliana Franco, presidenta de la CLAR)

El Congreso no se puede agotar aquí, será necesario actualizarlo en lo cotidiano y a punta de


opciones, lo que nos queda es renovar el deseo de ofrendar la vida, ser como pan partido, partirnos,
repartirnos, desplazarnos hasta esas parcelas del Reino en las que urge que se comparta el pan.
En el evangelio de la liturgia de hoy, recordamos que María se puso en camino y fue aprisa a la
montaña, como Ella estamos convocados a abrir horizontes de nueva relacionalidad:
Intercongregacionalidad, interculturalidad e itinerancia; nos corresponde movilizarnos, optar. Les
propongo que a partir de lo que hemos hilvanado juntos durante este Congreso, hagamos este decálogo de
opciones:

1. Optar por la presencia, lugar de la gracia: Estar es la condición para la epifanía, para la
manifestación de Dios. Si estamos, las personas y los lugares se constituyen en sagrados, en escenarios
teológicos. La gracia habita justo ahí en el lugar de la presencia. Salir, itinerar es la condición para la
fecundidad, en el lugar de la costumbre y la parálisis, nos esterilizamos.

2. Optar por la bondadosa cercanía, abrigo ético que dignifica: por el acompañamiento, desde
la conciencia de ser convocados al encuentro: con la realidad, con el otro, con el plenamente Otro y esto
supondrá receptividad, acogida, hospitalidad. Entender desde lo más profundo que este es un tiempo
privilegiado para el encuentro. Las decisiones éticas responsables y respetuosas de la dignidad humana,
brotan de la bondadosa cercanía.

3. Optar por la escucha, susurro que trae la conversión: La escucha se constituye en una actitud
vital, porque nos ubica en el lugar del otro, ahí donde resuena la palabra, y se hacen nítidas las necesidades
reales. Escuchar, libera de protagonismos, del accionar mediático, populista y mesiánico, de la suficiencia
de quien cree tener las respuestas.

4. Optar por la palabra, antídoto para la sanación: La palabra posibilita la expresión de la


vivencia. Hacer de la narración terapia que sane, que reconcilie, que devuelva el sentido. Permitir que se
narre la historia, que el relato de cuenta de la posición y el sentimiento de la víctima. Y optar también por
la Palabra con mayúscula, por la que hecha carne habitó entre los seres humanos y dejar que esa Palabra,
esa Buena Noticia resuene con la capacidad que tiene de sanar, liberar, dignificar, levantar. Hacer lectura
de fe, lectura Encarnada y liberadora.

5. Optar por el discernimiento, escenario del Espíritu: atención al ritmo y a las mociones del
Espíritu, por eso es necesario discernir, buscar en el querer de Dios, las bitácoras que actualicen el
compromiso y lo hagan pertinente y significativo. Entre los pobres, en las fronteras, al descampado, por los
territorios de migración y trata, donde niños y jóvenes ven vulnerados sus derechos y las mujeres las
posibilidades de participación… ahí, el Espíritu clama y como con dolores de parto, urge por consagrados
apasionados por la vida, dispuestos a darlo todo, generosos y consecuentes con el Sí.

6. Optar por los procesos, posibilidad de desplegar el potencial de la vida: Las acciones
aisladas y no articuladas a redes y procesos, terminan siendo muchas veces estériles. Será necesario
generar procesos que posibiliten la continuidad de las acciones. Interrelacionados e interdisciplinares, que
partan de la realidad, abarquen la vida y den protagonismo a las personas con las que caminamos.

7. Optar por lo comunitario, tejido vital que articula: Generar vínculos de hospitalidad y
ternura. En la construcción de ese tejido eclesial que necesita el mundo, nuestra misión como consagrados
será la escucha activa, construir redes interinstitucionales, intercongregacionales, generar pactos
comunitarios y sociales realistas, contextualizados e inclusivos, en los que se respeten las diferencias, se
asuman las distintas culturas, cosmovisiones y estilos de vida. Se trata de hacer la comunión, purificar las
relaciones y situarnos desde la horizontalidad en la que todos caben y la voz de todos resuena para abrir
caminos y posibilidades.

8. Optar por la misericordia: dinamizador del compromiso solidario: La Vida Religiosa, no


debe aplazar más la decisión de abandonar los “odres viejos”; la salida misionera es el camino. Ubicarnos
ante la realidad con entrañas de misericordia, dejarnos desacomodar por la realidad, reorganizar
estructuras, proyectos comunitarios y opciones en función de los ecos de la realidad… ese es el camino.
9. Optar por la interioridad, fundamento que repuebla de razones para existir: Ir al fondo, la
superficie no permite ahondar en lo profundo. Llamados a situarnos ante la realidad, al modo de Jesús y
eso supone conocimiento interno de su Persona, configuración con Él, deseos de hacer nuestro su proyecto.

10. Optar por la Casa Común, lugar de la manifestación de Dios: La tierra, las culturas y los
más pobres claman. El cuidado de la Casa Común, no da tregua, esta es una opción en la que no caben
excusas. A todos compete, empeñarnos en esta tarea, desde la conciencia de la interrelación y la sacralidad
de todo lo creado. El rostro de la humanidad se configura cada vez más con matices universales, habitamos
una Casa Común y coincidimos en la misma preocupación: el modo como se construye el futuro del
planeta.

Podrían ser muchas y muy variadas las opciones, esas que surgen de lo que el espíritu ha
movilizado en nosotros durante este Congreso. Lo que es claro es que, este es un tiempo propicio para
optar.

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