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De la cabeza FACUNDO MANES

neurologo.
neurocientifico.
rector de la
universidad favaloro
Twitter: @ManesF

El valor de pensar
para adentro
por FACUNDO MANES

La metacognición
T
oda revolución tiene un pensamos, aprendemos y conocemos; y,
orador y la de 1810 lo tuvo: por otro, la capacidad de planificar, au-
es la capacidad de el abogado Juan José Cas- torregular y monitorear la manera en la
reflexionar sobre telli, vocal de la Primera que lo hacemos. A través de estudios de
Junta de Gobierno. El escritor argen- resonancia magnética se observó que,
nuestros propios tino Andrés Rivera recrearía sus últi- a nivel cerebral, los participantes que
pensamientos y mos días en la novela La revolución es un tenían mayores capacidades metacog-
sueño eterno, conmovido por el hecho de nitivas presentaban más sustancia gris,
evaluar la precisión que quien fuera el orador de la revolu- el tejido que contiene los cuerpos de las
de las decisiones ción muriera de cáncer de lengua. Rive- neuronas, en la corteza prefrontal ante-
que tomamos. Una ra imagina un Castelli que, como ya no rior del cerebro.
puede hablar, escribe sus pensamientos Si bien todos tenemos la habilidad
sociedad que y recapacita sobre ellos. metacognitiva, no somos igualmente
le atribuye Esta habilidad que tenemos de re- exitosos al momento de ponerla en prác-
flexionar sobre nuestros propios pen- tica. Diversas investigaciones exponen
relevancia a su samientos y evaluar la precisión de las que quienes son eficientes en la resolu-
conciencia puede decisiones que tomamos se denomina ción de problemas tienen más desarro-
“metacognición”. Es aquella capacidad lladas estas habilidades. Por lo tanto,
revisar sus errores. que nos permite emitir juicios de valor suelen reconocer los errores en el pro-
sobre nuestras propias ideas. pio pensamiento y monitorear los pro-
En la década de los setenta, el psicó- cesos de reflexión. Ahora bien, también
logo norteamericano John H. Flavell la es posible desarrollarlas. Por eso sería
definió por primera vez como el cono- beneficioso que se la considerara aún
cimiento que tenemos sobre nosotros más, especialmente, en el ámbito educa-
mismos, nuestras actividades y las es- tivo. Los educadores pueden contribuir
trategias que utilizamos cotidianamen- a su impulso. Si los alumnos reflexionan
te. Cuando metacognizamos, nos con- sobre su proceso de aprendizaje pueden
vertimos en audiencia de nuestro propio ser más conscientes para la autocorrec-
desempeño intelectual, nos volvemos ción. Además, la ciencia de la metacog-
observadores activos y reflexivos de nición contribuye a la reflexión sobre
nuestro pensamiento. “Yo, ¿quién soy? culpas y castigos en el ámbito judicial,
Yo, que me pregunto quién soy, miro mi sobre tratamientos en enfermedades
mano, esta mano, y la pluma que sostiene neurológicas y psiquiátricas, y en la in-
esta mano, y la letra apretada y aún firme terpretación de la naturaleza humana.
que traza, con la pluma, esta mano, en las Una sociedad que le atribuye re-
hojas de un cuaderno de tapas rojas”: así levancia a la propia conciencia puede
procede el Castelli de Rivera. también reflexionar sobre sus decisio-
Dos aspectos fundamentales están in- nes, sus juicios, sus errores y sus proyec-
volucrados en la metacognición. Por un tos. Así, en soledad y en sus últimos días,
lado, la habilidad de pensar sobre lo que lo exhibe el Castelli de Rivera: “En esas
desveladas noches de las que te hablo,
orador de la revolucion pienso, en el intransferible y perpetuo
Juan José Castelli, vocal de la aprendizaje de los revolucionarios: per-
Primera Junta en 1810, murió dos der, resistir. Perder, resistir. Y resistir. Y
años después de cáncer de lengua. no confundir lo real con la verdad.”

18 v i va 29.11.2015

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