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Además de los suelos expansivos, la presencia de turba soterrada del subsuelo, que tiene
una baja capacidad de carga y se deteriora con el tiempo, también puede causar
asentamiento diferencial.
En la actualidad es bien sabido que muchas estructuras se ven afectadas por el bufamiento
de suelos constituidos por partículas finas. Ciertos suelos ricos en arcilla bentonítica sufren
grandes cambios de volumen a causa de las variaciones estacionales en su contenido de
humedad, sobre todo cuando las cargas son ligeras. Este fenómeno se ve complicado aún
más por el efecto de sombra debajo de la edificación y hacia el lado norte (en el hemisferio
boreal), lo que provoca desigualdades en la velocidad de secado del suelo.
Las arcillas, compactas y duras cuando secas, pierden estas cualidades en presencia de
agua. La consolidación de algunos estratos del suelo, como resultado del drenaje de aguas
mediante resumideros o algunas otras obras subsuperficiales, así como la consolidación
normal, más lenta, ocasionada por la presión de una sobrecarga, pueden ocasionar
inclinación de los cimientos.
Es muy fácil observar los asentamientos y el problema se detecta a partir de la forma de las
cuarteaduras de los muros.
Los asentamientos a causa de la disolución de rocas calizas, por percolación de aguas, son
particularmente peligrosos.
Cuando se hacen rellenos por detrás de los muros de sótanos con tierras que se encogen al
deshidratarse lo que a menudo ocurre cuando el concreto absorbe el agua del suelo
adyacente, dichos rellenos forman huecos inmediatamente por detrás de los muros. Estas
condiciones han sido causa del colapso total de muros poco después de una lluvia intensa,
cuando penetra suficiente agua en los huecos como para que la presión hidrostática rebase
las especificaciones de resistencia del muro.
http://www.arcus-global.com/wp/causas-de-fallas-en-las-cimentaciones/
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lic/canales_g_aa/capitulo2.pdf