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¿QUÉ ES LA CAPACIDAD DE CARGA TURÍSTICA?

La capacidad de carga turística es también un tipo de capacidad de carga ambiental; se


refiere a la posibilidad biofísica y social que tiene determinado lugar para permitir un
determinado flujo de personas mientras realizan una actividad turística, a la par que se
mantiene el desarrollo del área y la completa satisfacción del visitante. Representa el
máximo nivel de personas que un espacio físico puede soportar antes que el recurso
ambiental se comience a deteriorar.

De igual manera, se puede definir la capacidad de carga ambiental como la capacidad


máxima de población que permite un ecosistema para preservar con vida sus organismos
(flora y fauna), mientras mantiene su productividad, adaptabilidad y capacidad de
regeneración.

Determinar la capacidad de carga turística es fundamental para el desarrollo sustentable de


los recursos en un destino turístico, ya que permite conocer la intensidad de uso que se les
dará. De esta manera tomar decisiones sobre el manejo de sus visitantes y reducir los
posibles impactos.

Para obtener la capacidad de carga de un destino, es necesaria una evaluación científica y


de sentido común, mientras se analizan factores ecológicos, físicos, sociales, económicos y
culturales. También se deben conocer las condiciones propias de la zona y el impacto que
dejarán los visitantes en relación a las actividades que se van a realizar.

La metodología más aceptada para obtener de la capacidad de carga, es la de Cifuentes


(1992), que busca establecer el número máximo de visitas que puede recibir un área
protegida con base en las condiciones físicas, biológicas y de manejo que se presentan en el
lugar en el momento del estudio.

 http://www.entornoturistico.com/la-capacidad-carga-turistica/
PARA ELLO, SE DEFINEN 3 NIVELES:

Capacidad de Carga Física (CCF)

Es la simple relación entre el espacio disponible y la cantidad de personas que lo pueden visitar
durante un día, sin considerar el daño que se ocasiona. Considera factores como: el espacio
disponible, el horario en que está abierto el sitio y el tiempo de visita por grupo.

Capacidad de Carga Real (CCR)

En este caso, se lleva la capacidad de carga física a un siguiente nivel. Aquí se analiza otra serie de
factores más del sitio, como son: el factor social, la vulnerabilidad del suelo, la accesibilidad, la
precipitación, el brillo solar, los cierres temporales, la propensión a inundarse del terreno, entre
otros.

Capacidad de Carga Efectiva (CCE)

Es el límite máximo aceptable de personas que un lugar puede recibir sin dañarlo o afectarlo.

 La CCF siempre será mayor que la CCR y ésta ser mayor o igual que la CCE.

Según la OMT:

Número máximo de personas que pueden visitar un lugar turístico sin dañar el medio físico,
económico o social y sin reducir de manera inaceptable la calidad de la experiencia de los visitantes.

El impacto ambiental al medio natural es el efecto que produce la actividad humana sobre el
medio ambiente. El concepto puede extenderse a los efectos de un fenómeno natural
catastrófico. Técnicamente, es la alteración en la línea de base ambiental.

Gran parte de esta diversidad se concentra en las costas de México, a lo largo de los
aproximadamente 11,000 km. de litoral, que albergan los 167 municipios costeros, en las
17 entidades federativas costeras del país. Debido al crecimiento poblacional, así como al
incremento de la inversión privada, en los últimos años se ha detectado una mayor presión
ambiental en los litorales, lo que ha traído nuevas formas de ocupación y aprovechamiento
de recursos naturales.

El desarrollo turístico inmobiliario en las costas (construcción de infraestructura básica,


hoteles, condominios, campos de golf, marinas, obras complementarias, entre otros)
ocasionan fuertes presiones ambientales a los ecosistemas costeros, los cuales son
considerados frágiles (manglares, arrecifes, duna costera, marismas, etcétera),
principalmente por la falta de una adecuada planeación y la inobservancia de la
normatividad ambiental por parte de los inversionistas, ya que desarrollan sus proyectos
turísticos sin contar con las autorizaciones federales ambientales (autorización de impacto
ambiental y cambio de uso de suelo forestal) y patrimoniales (concesión, permiso o
autorización). Los principales impactos ambientales negativos generados
por el desarrollo de infraestructura turística son:

• Modificación y destrucción del hábitat de flora y fauna terrestre y


acuática.

• Cambios de uso de suelo forestal.

• Generación de residuos peligrosos.

• Contaminación de suelos y cuerpos de agua por emisiones líquidas


(descargas de aguas residuales, aceites, lubricantes e hidrocarburos).

• Introducción de especies exóticas.

• Emisión de ruidos y vibraciones por el empleo de maquinaria pesada.

• Alteración de dunas costeras.

• Obstrucción de cuerpos de agua superficiales y subterráneos.

• Remoción de vegetación de manglar por la apertura de caminos, zonas


de tiro, bancos de explotación e instalación de campamentos y oficinas.

Desde el punto de vista patrimonial, el desarrollo turístico ha generado:


• Ocupación ilegal de la zona federal marítimo terrestre (ZOFEMAT) y los
terrenos ganados al mar (TGM), tanto por nacionales como por
extranjeros.

• Incumplimiento a lo establecido en los instrumentos que amparan el


uso, goce o aprovechamiento de la ZOFEMAT y los TGM.

• Propiedades que, por la falta de acceso, convierten a las playas


públicas en privadas.

• Empresas de bienes raíces, que no orientan a sus compradores acerca


de las obligaciones que establece la ley y el título de concesión con
respecto de la ZOFEMAT.

Derivado de la problemática en las zonas costeras, tanto ambiental como


patrimonial, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente
(PROFEPA), a través de la Subprocuraduría de Recursos Naturales y las
Delegaciones Estatales, lleva a cabo acciones de vigilancia sistemática,
operativos especiales e instrumentación de mecanismos de promoción
para el cumplimiento de la normatividad ambiental y patrimonial que
permiten promover el cumplimiento de la legislación aplicable.
La instrumentación de políticas y acciones de inspección, vigilancia y
verificación de las obras y actividades competencia de la federación y la
participación de los diferentes sectores de la población, han contribuido a
incrementar el nivel de observancia de la legislación ambiental,
principalmente en los polos turísticos de playa del país, así como
conseguir avances importantes en la protección y conservación de los
recursos naturales presentes en los ecosistemas costeros considerados
frágiles, a través de la realización de actividades de restauración y
compensación de los daños ocasionados por infractores.

Ejemplo de las acciones emprendidas por la PROFEPA son las


inspecciones realizadas a proyectos turísticos e inmobiliarios en la
Riviera Maya, Quintana Roo; en los corredores turísticos Los Cabos y
Loreto, Baja California Sur; en la Riviera Nayarita; en el corredor
Acapulco-Zihuatanejo, Guerrero; en Bahías de Huatulco, Oaxaca; en la
costa de Jalisco; en Boca del Río y Antón Lizardo, Veracruz; y en la zona
costera de Yucatán, principalmente en zonas que se encuentran
inmersas en algún área natural protegida de competencia federal.

Con estas acciones, la presencia de la PROFEPA se ha fortalecido y se


procura la legalidad a aquellas inversiones que se destinan a la
promoción y ejecución de proyectos que requieren ser sometidos al
procedimiento de evaluación de impacto ambiental y a los usuarios de la
ZOFEMAT, principalmente en aquellas áreas costeras en donde el nivel
de incumplimiento es alto. Con su atención se otorga seguridad jurídica a
la sociedad y a los promoventes de desarrollos turísticos e inmobiliarios a
gran escala, provocando con ello una mayor inversión y reduciendo los
impactos negativos hacia esta zona.

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