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Palabras de la Comandancia General del EZLN a nombre de las mujeres, hombres, niños y

ancianos zapatistas en el Inicio del Encuentro “L@s Zapatistas y las ConCiencias por la
Humanidad”
Buenos días.
Compañeras, compañeros de México y del mundo:
Hermanas y hermanos de México y del mundo:
Primero que nada, a nombre de las compañeras y compañeros Bases de Apoyo del Ejército Zapatista de
Liberación Nacional, agradecemos a las y los compañeros del CIDECI, que de nueva cuenta nos han brindado estos
espacios, para que nos encontremos aquí, pueblos originarios zapatistas y científicos, como un comienzo de mirar y
de caminar de que hacer en el mundo en que vivimos que la está destruyendo el capitalismo.
Agradecemos también a las y los compañeros que trabajaron del registro y la coordinación de este evento.
Darles las gracias también a las y los compañeros del equipo de apoyo del transporte
De antemano compañeras y compañeros equipos de colectivos, darles las gracias de la chinga que se han
parado para llevar a cabo este encuentro. Muchas Gracias.
Para nosotras, nosotros las, los zapatistas, hoy ha comenzado un nuestro largo caminar, en búsqueda a las y
los otros quienes pensamos que con ell@s tenemos una gran responsabilidad de defender y salvar al mundo en que
vivimos, artes de artistas, ciencias de científicos y los pueblos originarios con los abajos del mundo entero.
Porque un puñado de unos cuantos llamados “neoliberalistas capitalistas” han decidido de acabar
destruyendo salvajemente todo, sin importar nada, la casa en que vivimos.
Entonces nos hace pensar y nos preguntamos nosotras, nosotros zapatistas. ¿A dónde nos vamos a vivir
nosotr@s l@s pobres de este mundo, porque ellos, los ricos, tal vez se van a vivir en otro planeta?
¿Qué hacer ahora, ya que la estamos viendo como la están destruyendo nuestra casa?
¿Qué tal si pasa o va pasar que nos llevaran en otro planeta para sus esclavos?
Entre tantas vueltas de soñar, concluimos.
En el mero de abajo están mujeres y hombres, que estudian ciencia, científica, la buena ciencia. Pero llegan
los malvados capitalistas las usan esa ciencia, para hacer un mal al quien descubrió esa ciencia, ¿Cuál es el mal?
1.- Es usado para hacerse más rico al rico, esa ciencia.
2.- Cambia el rico su destino por la cual fue creado, le da otro uso, a su conveniencia. Mata y destruye con
eso.
Más a hora, la están empeorando y entrará más ese empeoramiento en contra de nosotr@s los seres viv@s y
la madre naturaleza.
Así empezó a nacer todo el mal, y sigue y seguirá, ahora ya está llegando a un punto de mucha gravedad ese
mal.
Así fue y así están utilizado también los que hacen arte de artistas, todo lo llevo el capitalismo para hacerle
un mal a la sociedad y para su bien del capitalismo.
Lo que era natural, por naturaleza y los que en ella viven, es decir los pueblos originarios, están para que
sean destruidos junto con la madre naturaleza.
Entonces: Creemos, pensamos, imaginamos.
Que podemos organizarnos, trabajar y luchar, defender como cimiento que somos, para que este mundo, la
casa en donde vivimos, no la desaparezcan esos capitalistas, ahora es la hora, herman@s, compañer@s,
compañeroas, nadie lo hará esa salvación. Somos nosotr@s.
Pongan a soñar y se darán cuenta que contra el capitalismo, sólo se puede con la buena ciencia científica, y
el arte de artista y los guardianes de la madre naturaleza con los abajos del mundo. Tenemos esa responsabilidad.
No quiere decir que sólo somos los que debemos luchar, no, pero volteémonos a ver cómo están la cosas y
nos damos cuenta, que todo lo que tengamos de cosas de utilidades en las casas, es cosa de ciencia de cómo nació y
toda las figuras de las casa y figuras dentro de las habitaciones es por arte de artistas y donde salieron esos
materiales, en la madre naturaleza donde viven los pueblos originarios.
Entonces es como si fuera que somos el “germen” de eso.
Más claro.
¿Quién imaginó cómo hacer un celular el más moderno ahora? Y así de miles de mercancías que hay ahora,
que es para su bien del rico y no para el que tuvo la ciencia y ni para el pueblo.
¿Quién imaginó hacer esas imágenes que hay dentro de los celulares, que ahora es manipulado a todo
antojo?
¿Dónde salieron esos materiales en la que está compuesta esos celulares? Y así en todo de miles de artículos.
El capitalismo ha convertido para un mal uso esas ciencias: Para su gran acumulación de riqueza,
manipulación a su antojo, no tiene responsabilidad de la destrucción en la que hace con ella.
Sabemos lo que va pasar.
Otra claridad más.
Es que somos la sangre del rico para que viva, somos la carne y el hueso para que estén vivos y viven para
hacernos un mal en este sistema capitalista.
Los demás órganos que faltan, somos los consumidores.
Descubierto está donde nace el mal en que nos tiene el sistema capitalista.
Está en nuestras manos nuestra sobrevivencia, o la otra construcción de un mundo nuevo.
Hoy estamos aquí, no para decirnos qué tenemos que hacer, sino para conocernos cuál es nuestra función
que nos tiene el capitalismo en este mundo, y para ver si es un bien lo que nos hace hacer el capitalismo para este
mundo en que vivimos con los seres humanos y los seres vivos.
Y si descubrimos que está totalmente mal, el mal uso que hace el capitalismo de nuestras ciencias, entonces
tenemos que hacernos responsables y entonces tenemos que decidir lo que tenemos que hacer.
Antes de terminar compañeras y compañeros, hermanas y hermanos, hoy 26 de diciembre, no olvidaremos
que nos faltan vidas, la vida de los 46 jóvenes ausentes de Ayotzinapa, Guerrero.
Junto con los familiares y conocidos que siguen buscándolos y no se rinden, ni se vende, nosotras, nosotros
zapatistas también exigimos justicia y verdad. A esas madres, padres, hermanas y hermanos de los ausentes, les
damos nuestro mejor abrazo colectivo.
Así que bienvenid@s a este encuentro, a este largo caminar de otras ciencias y que no haya descanso, que el
descanso marque porque ya está construido el otro mundo nuevo y si no hay eso no habrá descanso.
Que su sabiduría de ustedes, científicas y científicos, se encuentre y se abrace con nuestra gana de aprender y
conocer los mundos.
Muchas gracias.
Desde el CIDECI-Unitierra, San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Subcomandante Insurgente Moisés.
México, 26 de diciembre del 2016
Algunas Primeras Preguntas a las Ciencias y sus Conciencias.
26 de diciembre del 2016.
Científicas y Científicos:
Compas de la Sexta:
Videntes y Escuchas aquí y a la distancia:
Buenos días, tardes, noches, madrugadas siempre.
Mi nombre es SupGaleano. Como apenas tengo un poco más de 2 años y medio de edad, lo que antes se
llamaba “curriculum vitae”, y ahora se dice “mi perfil de usuario” es muy breve. Además de ser insurgente y
zapatista, tengo varias profesiones. Por ejemplo, una de ellas es la de incomodar a las buenas conciencias y
despertar los más bajos instintos de las malas, mostrando mis evidentes y seductoras formas voluptuosas -que he
conseguido, con no pocos esfuerzos, gracias a una rigurosa dieta rica en garnachas con harta manteca y comida
chatarra a discreción-.
Soy también, a pesar mío y de no pocos lectores, el amanuense involuntario de los sube y baja de un ser,
mitológico para las personas mayores de 12 años, y de una obviedad existencial para cualquier persona apasionada
por la ciencia y para cualquier niño, niña o niñoa que se precie de no preocuparse por el calendario como no sea
para jugar. Me refiero, claro, a ese ente cuya sola existencia real echaría abajo el darwinismo social y biológico, y
marcaría el surgimiento de un nuevo paradigma epistémico: el gato-perro. Tal vez, cuando esta entidad abandone la
prisión de la palabra, habrá de partir la historia mundial y su calendario se redefinirá con un “antes y después del
gato-perro”.
(El Sup saca dos figuritas del Gato-Perro, talladas en madera y pintadas por manos insurgentes)
También me dedico, a veces y por indicación de mis jefas y jefes, a alentar las teorías paranoicas de complots
contra la siempre “sufrida, “abnegada” y bien portada izquierda institucional que, falta de argumentos y propuestas
reales, se refugia en el papel de víctima perene, esperando que la lástima se traduzca en votos, y que el fanatismo
supla al raciocinio y a un mínimo decoro.
Otra de mis profesiones es la de transgresor de leyes como la de gravedad, la de seriedad y la de buenos
modales.
Una más, que en esta ocasión es la que viene al caso, o cosa, según, es la de alquimista. En realidad, debería
ser de científico, pero como aún no logro transformar la esencia de una cosa en su contrario-contradictorio, no me
han otorgado el nivel que mi loable quehacer debiera. Pero no le aunque, en mi laboratorio sigo experimentando con
alcatraces y probetas, bajo la mirada siempre crítica del gato-perro, tratando de anular la esencia de esa aberración
de la naturaleza que es la sopa de calabazas, y lograr transmutarla en la muy amable y nutritiva del helado de nuez
que, junto a las palomitas de maíz y la salsa picante, son algunas de las pocas cosas que la ciencia ha producido en
beneficio de la humanidad y que nos diferencian, junto al pulgar opuesto y a pesar del espécimen Donald Trump, de
los primates no humanos.
Y, por lo mismo, pues a mí me toca hoy tratar de hacerles sentir, y no saber, la alegría que tenemos, como
zapatistas que somos, de que hayan respondido positivamente a nuestra invitación y de que, aún a pesar del
calendario, hayan encontrado el modo y el medio para participar en este encuentro.
Como zapatistas llevamos esperándolos ya casi 23 años. Como pueblos originarios, bueno, pues saquen la
cuenta con la ciencia de la matemática.
Claro, muchas, muchos dirán que no es primera vez, que ya han estado, en cuerpo o corazón, y tienen razón.
Han estado, pero no así como en estos días estarán, es decir, siendo lo que son para enseñar y, tal vez -es un
supositorio-, para algo aprender con lo que somos.
Nosotras, nosotros, zapatistas, ahora estamos aquí como sus alumnos, sus estudiantes, sus aprendices.
Aunque dispuestos a aprender como el que más, somos alumnas y alumnos muy otras, otros. Y para que nos
vayan conociendo como zapatistas, entonces empezaremos diciéndoles lo que no queremos y lo que sí queremos.
Por ejemplo, no les ayudaremos a cargar los libros, ni a preparar la bibliografía, ni a conseguir los materiales
para el laboratorio. Tampoco vamos esperar que no lleguen a dar la clase para poder irnos de pinta. No estamos
buscando una buena calificación, o acreditar una materia, o tener un título, o, al terminar los estudios, poner un
negocio de ciencia o de pseudociencia, o de ciencia falsa escondida detrás de un papel con membrete oficial.
No aspiramos a lucrar con el conocimiento, ni a obtener ganancia y prestigio ofreciendo las cuentas de vidrio
que son las pseudociencias y las filosofías de “el cambio está en un@ mism@”, “el amor redimirá al mundo”, “este
brebaje-partido-político-líder-de-ocasión-le-traerá-la-felicidad”, que se ponen de moda o no en tiempos de crisis,
cuando el menos común de los sentidos, el sentido común, es derrotado por la oferta de soluciones mágicas para
todos y para todo.
No concebimos al conocimiento como símbolo de status social o medida de inteligencia. Ya ven que
cualquiera se puede graduar previa acreditación de la materia de plagio, o puede aparentar tener soluciones reales
gracias a la cada vez más desgastada magia de los medios de comunicación masiva.
No queremos ir a la universidad, queremos que la universidad se levante en nuestras comunidades, que enseñe
y aprenda junto a nuestra gente.
No queremos ir a los grandes laboratorios y centros de investigación científica de las metrópolis, queremos
que se construyan aquí.
Queremos que, en lugar de cuarteles de ejércitos y policías, de minas a cielo abierto y hoteles de lujo, se
edifiquen, bajo nuestra dirección y operación colectivas, observatorios astronómicos, laboratorios, talleres de física
y robótica, puestos de observación, estudio y conservación de la naturaleza, y hasta un colisionador de Hadrones o
algo que permita liberar al Gravitón de la cárcel hipotética de partícula ídem, y empezar a definir así, de una vez por
todas, si los físicos que sostienen la Teoría de Cuerdas son sólo miembros de un neo culto malogrado o un grupo de
científicos paradigmáticos.
Queremos que se erijan escuelas para la formación de científicos, no talleres disfrazados de escuelas, que
enseñan sólo oficios de trabajo al servicio del capitalismo (mano de obra barata y mal calificada), o que sólo sirven
para entretener el tiempo y que los malos gobiernos, o quienes aspiran a serlo, digan que hicieron nuevas escuelas o
institutos.
Queremos estudios científicos, no sólo técnicos.
No sólo queremos saber manejar o arreglar un vehículo, una máquina de costurar, una herramienta de
carpintería, un microscopio; también queremos saber cuáles son los principios científicos de los movimientos
mecánicos y de la física óptica, y lo que es la combustión; queremos conocer que no es lo mismo velocidad que
aceleración, así como no hay que confundir valor y precio.
No queremos entrar a competencias científicas y tecnológicas, ésas que tanto entusiasman a las universidades
públicas y privadas, para ver qué máquina y maquinista son los mejores; queremos aprender y hacer ciencia y
tecnología para ganar la única competencia que vale la pena: la de la vida contra la muerte.
No queremos ir a las grandes ciudades y perdernos ahí. Y no es por falta de saberes (nuestros niños y niñas
que se formaron en las escuelas autónomas tienen mayor nivel de conocimientos que quienes se educaron en las
escuelas oficiales), ni por falta de inteligencia, ni por falta de paga.
Es que no queremos dejar de ser lo que somos. Y somos pueblos originarios, indígenas dicen. Y lo que nos
hace ser lo que somos es nuestra tierra, nuestra gente, nuestra historia, nuestra cultura y, como zapatistas, nuestra
lucha.
En resumen, queremos entender el mundo, conocerlo. Porque sólo si lo conocemos, podremos hacer uno
nuevo, uno más grande, uno mejor.
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Un viejo sabedor de los pueblos originarios, purépecha de sangre, mexicano de geografía e internacionalista
de corazón, el Tata Grande Juan Chávez Alonso, dijo alguna vez que la vida en los pueblos originarios era, entre
otras cosas, una continua preparación. “Tenemos que prepararnos para todo: para nacer, para crecer, para amar,
para odiar, para aprender, para construir, para destruir, para luchar, para morir. Y al final, eso es lo que
realmente dejamos a quienes siguen. No les heredamos riquezas, apellidos, puestos. Sólo les dejamos la enseñanza
de que hay que prepararse. Para todo, todo el tiempo, en todo lugar.”
Y por eso es que ustedes deben saber que, desde hace meses, nos hemos preparado para estos días.
No estamos llegando frente a ustedes así nomás, a ver qué dicen, cómo son, cuál es su modo, su tiempo, su
geografía. No, sino que con tiempo nos preparamos.
Porque la duda que nos mueve, la curiosidad científica, el afán de aprender, de conocer, viene desde hace
tiempo, tanto que los calendarios científicos no llevan la cuenta.
Por ejemplo, preparamos las preguntas.
Porque lo sabemos bien que, así como quienes saben se tienen que preparar para enseñar, así también quienes
no sabemos nos tenemos que preparar para aprender.
Y también lo sabemos que, así como se tiene que estudiar para dar respuestas, pues también se tiene que
estudiar para hacer preguntas.
Y no ha sido fácil. Porque, por ejemplo, tuvimos que estudiar cómo se escriben y se dicen unas palabras como
“anabólicos”, “salbuterol”, “clenbuterol”, “preeclampsia” y “eclampsia”; tuvimos que saber que se dice “el” mioma
y no “la” mioma”; tuvimos que buscar la forma de explicarles lo que es eso de “revienta pescado”; y así otras cosas
que vemos en nuestro mundo como indígenas que somos.
Nos reunimos varias veces. Primero se hizo una asamblea de zona. Ahí se eligieron a quienes van a participar
en este encuentro, según su área, que si promotor de salud, de educación, de agroecología, de plantas medicinales,
de radio comunitaria, de parter@s y hueser@s, etc. No importa si es joven o de edad, no importa si tiene 15 años o
524 años. Eso sí, que entienda la castilla, para poder entendernos con ustedes. Y, claro, que le interese la ciencia.
Luego las compañeras y compañeros que fuimos seleccionados, nos reunimos varias veces para preparar las
preguntas. Las primeras preguntas y más importantes que nos hicimos son: ¿qué les vamos a preguntar a estas
hermanas y hermanos científicos’, ¿será que sólo les preguntamos de lo que saben de su ciencia?, ¿o también les
preguntamos de cómo lo ven la situación, de si lo ven que está cabrón o tranquilo todo?, ¿les preguntamos de cómo
ven su trabajo de ciencias?, ¿les preguntamos de cómo luchan por la justicia y la libertad?
Entonces, en esas reuniones que tuvimos, preparamos algunas de estas preguntas que les vamos a leer. Como
se darán cuenta, varias de esas preguntas no corresponden a las ciencias exactas y naturales, así que ya tendrán idea
de cuál será el próximo encuentro. Van las preguntas:
¿Los transgénicos dañan a la madre naturaleza y a los seres humanos o no los dañan?
¿Existe alguna explicación científica de por qué, en algunas regiones, en zanjas donde en tiempo de sequía no
hay agua, al inicio de las primeras lluvias (en los meses de mayo y junio), brota la producción de peces?, ¿de
dónde vienen estos peces si no había agua? Esto es lo que llamamos “revienta pescado”.
Dejen ver si puedo aclararles un poco más esta pregunta. Hace muchos años, digamos unos 30, pongamos
mediando el año de 1986, estábamos en la montaña…
1986, cuando el ezetaelene ya había sido derrotado por las comunidades, pero todavía no lo sabíamos, ni ellas
ni nosotros…
1986, cuando acá afuera Michael Jackson era todavía de tez afroamericana…
1986, cuando el Partido Verde Ecologista de México, el partido Movimiento Ciudadano, el Partido del
Trabajo, el Partido de la Revolución Democrática y el partido Movimiento de Regeneración Nacional todavía se
llamaban Partido Revolucionario Institucional y tenían en Carlos Salinas de Gortari al delfín sucesorio cuya política
económica todos ellos avalarían hoy en día, y el Partido Nueva Alianza y el Partido Encuentro Social todavía se
llamaban Partido Acción Nacional.
(Décadas después, el ezetaelene ya ha reconocido su derrota y tiene otra estructura; Michael Jackson, aunque
con otro color, siguió siendo Michael Jackson; y el PRI y el PAN siguen siendo los mismos, aunque con otros
colores)…
Mediando 1986, cuando unas semanas después, en el mundial de fútbol, ese derviche. ese “intermediario entre
el cielo y la tierra” llamado Diego Armando Maradona, arrancó desde la media cancha, y dejó sembrado y con la
cintura rota a cuanto jugador inglés topó, hasta que, al fin saciado, lanzó el balón a las redes en una jugada que
marcó ese siglo XX y todavía hace que los viejos aficionados se digan, al mirar los bordados de Lionel Messi,
“¡bah!, yo vi a Maradona hacer la demostración científica de que dios existe y es redondo”.
Ok, eso no sonó muy ortodoxo que digamos.
Bueno, 1986, en ese entonces, estábamos en un campamento insurgente llamado “Reclutas”. Un grupo de
susodichos le pidió al mando autorización para ir a un pueblo cercano a recoger pescado. “Será a pescar”, les dijo el
mando. “No”, dijeron, “a recoger, porque es su tiempo de que revienta pescado”. El mando quiso saber de qué se
trataba eso y le dijeron: “está el arroyo seco, primera lluvia, revienta pescado, no hay agua, lo agarras así nomás”.
“¿Pero es pescadito?”, preguntó escéptico el mando. “No, ya grande, ya pescado, sardina o bobito pues”, le
respondieron. El mando dijo “La magia no existe, pero vayan”. Al otro día regresaron con un costal lleno de
pescado fresco. Esa tarde comimos tanto caldo de pescado que los árboles que cubrían el campamento se adornaron
con una luz fluorescente que hubiera podido ser vista sin problemas por el telescopio espacial Hubble.
En resumen: no hay más que un cauce seco, una primera y tímida lluvia, y, en el lecho apenas húmedo y
manchado con unos cuantos charquitos, miles de pescados adultos brincando desconcertados y con la misma mirada
desconfiada que ahora tienen ustedes. ¿Cuál es la explicación científica? Fin de la aclaración ociosa. Sigo con las
preguntas:
Cuando hay un paciente o pacienta y sufre fractura de hueso, el médico amputa la parte afectada o le pone
un fierro (clavo). Pero si este paciente lo trata un hueser@, lo cura. ¿Cuál es la explicación de esta situación?
Con los alimentos químicos, enlatados, embolsados, embotellados, ¿dañan o no la salud?, ¿son las sustancias
que dañan o qué hace dañino a la salud o de plano no son dañinos estos productos alimenticios?
¿Cuál es la explicación científica, si las medicinas químicas curan una enfermedad, pero dañan otras partes
del organismo? ¿Se puede hacer científicamente que la medicina química no dañe y solo te cure la parte afectada?
¿Científicamente se tiene comprobado cuáles de todas las herbicidas químicos dañan más y cuáles dañan
menos?
¿Cómo tener el conocimiento científico para saber y mejorar la producción, qué sustancias orgánicas se
necesitan?
¿Cuál es la explicación científica del por qué existe el nerviosismo, el miedo y el valor?
¿Por qué hay nube negra y nube blanca?
¿Tiene alguna explicación científica que cuando soñamos algo, luego llega a cumplirse en lo real?
¿Existe o hay una explicación a través del estudio científico sobre la telepatía?
¿Qué explicación científica hay sobre la relación del movimiento de la luna para la siembra de semillas,
árboles frutales? También en la tumba (de tumbar) de un árbol para construcción, y para que no se pique al igual
en el corte de la palma para el techo de la casa. ¿Qué relación tiene la luna con los movimientos de la tierra y que
explicación científica hay?
Trato de aclarar: la palma que servirá para techar, y la madera que será horcón y travesaño en las champas,
debe cortarse cuando hay luna llena (“luna maciza”, decimos), Si cortas cuando no es luna llena, la palma y la
madera se llenan de gorgojo, se pudren, no sirven.
¿Cuál es la explicación científica de que le calculan el tiempo de la construcción de las ruinas?
¿Cuál es la explicación científica acerca de los relámpagos, los truenos, etc.?
¿De qué se compusieron o cómo están formados, de qué sustancias, los recursos minerales que están dentro
de la tierra como oro, plata, petróleo, etc.?
¿Qué explicación científica hay cuando algunos animales como el gallo, el saraguato, o la chachalaca,
cantan y anuncian unos fenómenos o cambios en la madre naturaleza?
¿Qué explicación científica hay cuando algunas personas que al dormir roncan y cuál es la cura?
¿Cómo está estudiado científicamente que los alimentos enlatados, embotellados durante su tiempo de
caducidad marcada no sufre algún cambio que daña la salud de las personas?
¿Han hecho estudios científicos de cómo nuestros antepasados estudiaban el movimiento de los astros?
¿Cuál es la explicación científica del por qué se dan los terremotos?
¿Cuál es la explicación científica de la formación de los volcanes y de que sustancias están formados?
¿Científicamente cuál es la explicación del por qué surge el viento, como se forman los tornados y los
huracanes, los ciclones y qué son?
¿Cuál es la explicación científica que cuando hay enfermedades (peste) de los animales de corral se mueren
las gallinas y a los patos no les pasa nada, por qué sucede esto? O cuando las gallinas están junto con los borregos
y conejos, no le pasa nada a las gallinas ¿Cuál es la explicación científica? Y si la peste viene muy fuerte, aunque
estén en orden las vacunas o la medicina (al igual en ganados), aun así, se enferman y mueren todas las gallinas
¿cuál es la explicación científica?
¿Cuál es la explicación científica de que hay algunos animales que ven muy bien en la oscuridad y otros no, y
por qué las personas sólo podemos ver de día o con la luz?
Cuando nace un bebe y solo su corazón palpita, está vivo pero el cuerpo esta verdusco, muerto, está inmóvil,
entonces en un recipiente con agua hirviendo, se coloca la placenta del bebé y sin cortar el cordón umbilical, el
bebé se empieza a recuperar mientras la placenta se desintegra en el agua hirviendo. También si se quema la
placenta, hasta quedarse completo asada, el bebé se recupera, ¿cuál es la explicación científica?
¿Cuál es la explicación científica cuando las personas se enferman y se ponen como locas, y esta enfermedad
se desarrolla a los 12, 20, 30 años?
El agua salada y azufrada que hay en algunos arroyos o manantiales, ¿científicamente qué utilidad tiene
para la humanidad?
¿Científicamente es necesario vacunarse y por qué, o hay medios y/o formas para sustituir las vacunas por
otras cosas? Por ejemplo, las enfermedades de tosferina, sarampión, viruela, tétano, etc.
¿Cómo se explica científicamente cómo se forma el arco iris, por qué se dice que tiene 7 colores y cuál es la
función que tiene?
¿Cómo se define, cuando hay embarazo, que son gemelos, trillizos, etc.? ¿Cuál es la causa y por qué sucede
esto? Y ¿por qué a la hora de fecundación es niño o niña? ¿cuál es la explicación científica?
Nosotros sabemos que las abejas hacen una labor importante en la polinización de las plantas y las flores
para la fecundación y reproducción, entonces qué pasa con los invernaderos que sí brotan las flores, pero no hay la
polinización, ¿cómo se explica científicamente?
¿Se explica científicamente si es verdad que los teléfonos y los celulares hacen daño al usar por las
radiaciones de ondas, cuál es la potencia mínima y máxima y cuál es el rango de frecuencia?, ¿una repetidora de
señales de teléfonos y celulares qué potencia mínima o máxima transmiten o retransmiten, hacen daño o no hacen
daño?, ¿las emisoras de onda corta, la AM, la FM y la TV hacen daño por las radiaciones de las ondas? ¿Las
micro ondas para los enlaces de emisoras (FM) y las micro ondas domésticas, ¿cuál es su rango de frecuencia, las
radiaciones provocan daño?
¿Se explica científicamente cuál es la velocidad de la luz del sol y qué diferencia hay con la luz artificial?
¿Científicamente qué métodos o fórmulas se aplican para medir distancias en longitud y altitud?
¿Científicamente a qué altura lo mínimo y lo máximo vuela un avión a diferencia de un helicóptero?
¿Científicamente qué métodos se usan para calcular el diámetro de un balón, embudo y convertirlo en
cuadrado?
Científicamente ¿cuál es el diámetro, el volumen y el peso del globo terráqueo?
¿Científicamente existe un fin de los números enteros o decimales?
Científicamente, ¿en qué consiste la ciencia más exacta que es la matemática?, ¿desde cuándo y dónde nació
la matemática y quién la descubrió?
Científicamente, ¿la transformación del hombre vino del mono?
Científicamente, ¿qué sustancias contienen el trago (vino) y el alcohol y qué efectos causa al ser humano?
¿Científicamente está estudiado que las sustancias que contiene anabólicos, salbuterol y clenbuterol, y los
implantes que se usan para la engorda de ganados, pollos, puercos no dañan a la salud humana?
¿Científicamente está estudiado si los métodos de planificación (por ejemplo, las hormonas) hacen daño a la
salud de las mujeres?
¿Está estudiado científicamente por qué las radioterapias y quimioterapias (y otras) curan algunas partes del
cuerpo humano dañado, pero provocan otros daños?
¿Científicamente está estudiado qué daños trae el cruce a través de la polinización de la semillas
transgénicas y mejoradas con las semillas nativas? ¿Qué daños causa al medio ambiente (árboles frutales, flores,
abejas)?
¿La ciencia ha descubierto cómo proteger a las semillas nativas y el medio ambiente por la contaminación de
las nuevas semillas mejoradas y transgénicas?
Científicamente está comprobado que el flúor en gel, pastas dentales, fluoración del agua, influye en lograr
un esmalte resistente al ataque de la caries, pero hay un artículo que se titula “las mentiras del flúor” que dice es
causa de índices más altos de cáncer, caries, fluorosis dental, osteoporosis y otros problemas de la salud. ¿Cuál es
la verdad?
Si la pareja es de dos tipos de sangre diferentes ¿hay algún problema o consecuencia en las personas?
¿Por qué se produce la preeclamsia y eclamsia?, ¿cómo se puede prevenir para que no le dé a la mujer
embarazada?
La enfermedad de Chagas que es producida por la chinche americana, las investigaciones científicas se
habían suspendido desde 1989 por no considerarlo como un negocio porque sólo existe en las comunidades pobres
esa enfermedad. ¿ya continuaron las investigaciones y ya hay medicamento para combatirla?
¿Científicamente se puede explicar qué contienen los rayos del sol de la mañana y de la tarde que hace que
ayude al cuerpo de un bebé prematuro para su desarrollo, y, comparando con la incubadora, qué hace o qué
contienen la incubadora?
¿Explicar científicamente por qué la deficiencia del lenguaje técnico de las diferentes ciencias impide la
formulación de conceptos precisos sobre objetos fundamentales para el bien de la tierra o de la humanidad?
¿Científicamente está estudiado que los jabones detergentes y aromatizantes no dañan la salud y a la
naturaleza, que sustancias tienen?
¿Habrá una explicación científica por qué cuando una persona se asusta, se pone pálido, se le cae el cabello,
duerme mucho o se desestabiliza alguna función de su cuerpo?
¿Habrá una explicación científica sobre el desgaste de los dos polos?, dicen que es el calentamiento global,
otros dicen que es cíclico, ¿cuál es la verdad?
Científicamente está demostrado que se hacen trasplantes de órganos ¿por qué de huesos no?
Con los estudios del genoma humano ¿qué enfermedades pueden ser prevenidas y curables, y cuáles son las
consecuencias si las hay?
Dicen que, al utilizar las computadoras, celulares, tabletas y otros, al entrar a internet, automáticamente
rastrean los archivos que tenemos. ¿Científicamente es cierto o no y si es cierto, en qué forma podemos evitar que
pase esto?
El desarrollo de la mente de los niñ@s es diferente que al de los adultos, ¿cómo se explica científicamente ese
cambio y qué podemos hacer para mantener y mejorar el buen funcionamiento del cerebro?
Las enfermedades específicas de la mujer, como los tumores o cáncer cervicouterino, cáncer de mama,
quistes en los ovarios, el mioma, ¿cuáles son las causas?, ¿cómo prevenir o curar?
¿Qué sustancias tóxicas tienen las toallas sanitarias femeninas, pañales desechables, vendajes, etc., y en qué
afecta la salud de la mujer y a los niñ@s?
¿Científicamente se puede comprobar que existen cosas sobrenaturales en las personas o en algunas
personas?
¿Por qué en estos tiempos se ha acelerado o aumentado el número de niños que nacen con deformación física
(sin brazos, sin pies, etc.)? ¿Cómo se explica científicamente?
¿Científicamente está demostrado que ya se puede clonar a las personas y a los animales?
Los lentes de aumento utilizados para ver mejor cuando la vista se daña por diferentes causas,
¿científicamente está estudiado si causa algún daño al cerebro de las personas que la utilizan?
Con los grandes avances científicas y tecnológicos ¿hay alguna consecuencia que pueda sufrir la inteligencia
de los seres humanos?
¿Cuál es la explicación científica que nos ponemos viejas y viejos?
¿Cuál es su explicación científica que hay cerebros que son rápidos en captar, otros menos, otros muy lentos
y otros nada?
¿Cómo nos aconsejan si es posible que nosotr@s podamos aprender a manejar equipos y aparatos de
laboratorio y entre otros aparatos, para mejorar la tierra y elaborar medicinas?
Bueno, ésas son algunas de las preguntas fáciles. Ahora algunas de las que, tal vez, les puedan presentar
alguna dificultad:
¿Científicamente han estudiado que todos sus trabajos, como científicos que son, algún día benefician al
pueblo?
¿Qué dicen ustedes cuando de lo que han inventado o creado con la ciencia, que se hicieron para tener más
conocimiento y para el bien del pueblo, pero resulta que alguien lo desvía o lo utiliza para otro fin, por ejemplo, las
bombas atómicas, o todos los residuos que contaminan tanto a la madre naturaleza?
¿Científicamente han estudiado si es posible hacer construcciones sin dañar a la madre naturaleza, así como
lo hicieron nuestros antepasados?
¿Científicamente la Madre Tierra tiene órganos y defensas como los seres humanos? Porque el ser humano,
si tiene un parásito que le hace daño, tiene sus defensas para eliminar a ese mal. ¿No será que la Tierra tiene el
parásito del Capitalismo y se defiende de ese mal?
¿Cuál es la explicación científica que hace que la misma madre naturaleza tenga reacciones fuertes o que ha
sufrido cambios? Por ejemplo: el mar que va comiendo más y más a la tierra, etc.
¿Por qué los científicos inventan cosas que saben que dañan, o es que se inventa y no se sabe si daña o no?
¿Está científicamente estudiado eso que dicen que está rota la capa de ozono (atmósfera)? Y dicen que por
este daño hay muchas plagas, entonces ¿cómo se cura?, ¿qué o quién lo dañó o lo está dañando? y ¿se ha hecho
estudio científico si es posible repararlo o definitivamente es un daño irreparable?
Sabiendo que el mundo está en un proceso de deshumanización, como científicos, ¿qué análisis o qué estudios
científicos han hecho o están haciendo para el futuro de la humanidad?
¿Tienen estudiado científicamente si tienen en su control esa ciencia científica que tienen?
¿Hay demostración científica que las enfermedades (peste) de animales son artificiales o naturales?
¿Hay estudio científico que una vez que se acaba los recursos naturales (oro, plata, petróleo, uranio, barita,
etc.), qué va a pasar? ¿Hay estudio científico que cuando se acaba todo, hay otra forma de como sustituirlo?, ¿y en
cuánto tiempo se recupera si es que se recupera o no? ¿Científicamente nos pueden decir si ocasiona daños o no a
la madre naturaleza el extraer cada una de estas riquezas?
Herman@s cientific@s, en sus trabajos, estudios científicos cuando hacen sus experimentos, etc. como
científicos que son, ¿se comparten sus conocimientos, crean, experimentan en equipo o en colectivo, o cada quien,
en lo individual que es como competencia? Entonces ¿es posible compartir en equipo, dar cursos o talleres,
impartir capacitación a otras personas?
Todos los conocimientos naturales de los pueblos originarios ¿es justo que otro lo patente?
¿Científicamente han estudiado que, si ustedes como científic@s no existieran, tal vez no existirían los ricos?
¿Científicamente hay estudios de que se puede vivir sin el capitalismo?
¿Cuál es la explicación científica o no científica de por qué se inventó el dinero?
¿Qué explicación científica hay y qué seguridad hay que un día van a sustituir las máquinas a la humanidad
(o sea a las personas)?
¿Qué explicación científica tiene que las especialidades médicas no pueden atender un parto normal y,
cuando el bebé está en una posición fuera de lo normal, hacen una cesárea; y las parteras tradicionales lo
acomodan en la posición para un parto normal?; al igual cuando el bebé va enredado con el cordón umbilical en el
cuello, el médico hace una cesárea y, en cambio, la partera lo acomoda y hace el parto normal.
¿Científicamente por qué y para qué se crearon los bancos, cual es la función científica de un banco y cuáles
son sus secretos?
¿Científicamente hay o habrá una explicación por qué los países pobres no pueden pagar la deuda externa o
hay una explicación para que no paguen dicha deuda?
Científicamente ¿pueden explicarnos los principios del neoliberalismo?
¿Cuáles son los principios éticos de la ciencia?
¿Con la ciencia matemática se puede detener el exterminio de la madre tierra, y si no, quién puede?
¿Científicamente por qué hay unos cuantos ricos y millones de pobres?
¿Hay estudio científico, qué y cómo están destruyendo a nuestra madre naturaleza con formas que no vemos y
no conocemos?
¿Cuál es la explicación científica por qué los grandes empresarios quieren ser los dueños del mundo
destruyendo la humanidad y la madre naturaleza?
Sabiendo que la petroquímica fabrica la mayoría de los productos que usamos y que son tóxicos. ¿por qué se
siguen fabricando?
Cómo científicos crearon algo que no destruye, que no daña sabiendo que otro lo usa como mercancía, pero
ahora se sabe que sí daña. ¿Qué piensan ahora, cómo piensan seguir y con quién seguir?
¿Hay estudios científicos que nosotros los pueblos originarios destruimos a la madre tierra o hay estudios
científicos que son otros los que están destruyendo a la humanidad y a la madre tierra o quién es el que hace el
daño?
¿Ven ustedes necesario y urgente unir la ciencia con los esfuerzos y conocimientos organizados de los
pueblos originarios en resistencia y rebeldía por la defensa de la vida, de la salud y la Madre Tierra?
De acuerdo a sus experiencias como científicos, ¿cuál es la mejor forma de enseñar las ciencias a los niñ@s,
jóvenes y jóvenas de las escuelas autónomas y a los pueblos para preparar a las futuras generaciones, y estarían
dispuestos a compartir colectivamente sus conocimientos?
¿Científicamente ya está comprobado que la energía solar puede mover máquinas, carros para sustituir a los
hidrocarburos y de ser sí, por qué no lo han sustituido ahora?
¿Científicamente se puede predecir cuánto tiempo de vida le queda al planeta tierra? y ¿se puede predecir
cuanto tiempo de vida le queda al capitalismo?
¿Existe alguna explicación científica el por qué existen ciertos valores de dinero, por ejemplo, el dólar, el
euro, a diferencia del peso y en qué consiste los límites de producción del dinero de cada país?
¿Han estudiado científicamente si no es una pena donde hacen guerra los capitalistas que hasta los animales
matan sin conocer por qué, y qué piensan ustedes al respecto de estos daños?
¿Qué piensan como científicos de que la ciencia es utilizada y controlada por los militares para la
construcción de armas sofisticadas y qué se puede hacer para detener la carrera armamentista?
¿Es cierto que existen las ciencias ocultas y en qué se basan?
¿Hay una explicación científica de las conductas humanas? Por ejemplo, ¿hay una explicación científica de
la conducta de los pinches capitalistas de por qué son tan malditos y no tienen llenadero? ¿Es que algo tienen mal
en su cabeza, o sea en su cerebro, o por qué es que, mientras más asesinan y destruyen, más contentos están?
¿Científicamente nos pueden explicar por qué el capitalismo prepara ciertas crisis cada tanto tiempo para
reactivar su economía?
Con todos los daños que los capitalistas provocan al pueblo con el mal uso de la ciencia, ¿científicamente se
puede crear una ciencia verdaderamente humana para no caer en una ciencia inhumana, y, si se puede crear
verdaderamente humana, quién lo puede crear?
Nosotros con nuestra lucha de liberación vemos y sentimos la realidad que provoca la hidra capitalista y
algo debemos hacer, por eso estamos creando una nueva sociedad y un mundo nuevo, para salvar a la naturaleza
por el bien de la humanidad donde no haya injusticia, desigualdad, explotación y miseria. Para esto se necesita la
unidad de los pueblos originarios, todos los explotados, los artistas y ustedes como científicos. Porque los inventos
y descubrimientos de ustedes son muy importantes para el desarrollo de la humanidad. ¿Qué piensan y qué dicen al
respecto?
Herman@s compañer@s científic@s, a ustedes que son diferentes en conocimiento pero que tenemos algo en
común junto con otros sectores, porque el capitalismo igual nos explota y mal usan nuestros conocimientos. ¿Qué
piensan, vamos a permitir que siga la explotación o hay otra forma para vivir con justicia y libertad, habrá manera
de trabajar con unidad y colectivamente, defender la vida y la humanidad?
Herman@s, compañer@s científic@s, la explotación y maltrato del ser humano y de la naturaleza ha
provocado mucho sufrimiento y muerte, quisiéramos que los explotadores y alguien que no sufre como nosotros
sufrimos y morimos, se ponga en nuestro lugar. Esto nos provocó a pensar que algo se tiene que hacer y quiénes
son necesarios. Concluimos pensando que artistas, científicos y pueblos originarios con los que son de abajo,
juntemos nuestra sabiduría y empezar a construir un mundo nuevo donde los que vivamos, vivamos bien. ¿Estarían
ustedes de acuerdo a ser parte de la construcción del nuevo mundo junto con nosotros y nosotras?
Herman@s, compañer@s científic@s, nosotras, nosotros como zapatistas pensamos que la ciencia en sí es
una serie de conocimientos que podría ayudarnos a desarrollar un sistema más humano, donde nuestros sueños de
unidad y conservación de la madre tierra y los seres vivos sean posibles. Al mismo tiempo destruiríamos más
pronto el monstruo capitalista. Entonces ¿sus sueños, sus conocimientos, su ciencia, caben en el mundo de la
opresión?, ¿en el despojo, en el horror, el miedo y el exterminio de la vida, caben ahí sus sueños?, ¿creen ustedes
que la ciencia se puede humanizar colectivamente con los pueblos del campo y la ciudad?
Herman@s, compañer@s científic@s, ¿qué piensan de las mujeres que están siendo explotadas,
manipuladas, marginadas, asesinadas, torturadas, secuestradas, discriminación de colores, y nos utiliza como
objetos para promocionar sus mercancías del capitalista, nos usan como publicidad de propagandas y traspaso de
drogas, nos usan para obtener satisfacciones de relaciones sexuales, nos prostituyen para obtener ventas de
artículos para tener ganancias? Porque vemos con dolor la violencia y la muerte que día a día enfrentan miles de
mujeres en el mundo, y no solo sentimos dolor sino rabia y coraje.
Por ejemplo, nosotras como mujeres zapatistas estamos ejerciendo nuestro derecho y libertad de participar
en nuestro gobierno autónomo de mandar obedeciendo vimos que es un espacio para nosotras para la construcción
de una sociedad nueva. ¿Qué piensan ustedes como científicas para poder ser libres de todos estos sufrimientos y
maldades que nos hacen el sistema capitalista y qué podemos hacer ustedes y nosotras? Ya que sin nosotras las
mujeres el mundo no vive, ¿cuánto tiempo tenemos que esperar como mujeres para ser libres, es ahora o nunca?
Nosotras como mujeres zapatistas vemos que es posible organizar, luchar y trabajar, vemos que ustedes y nosotras
nos necesitamos.
-*-
Y, ya para terminar esta sección, les pongo dos preguntas. La primera la agregó el Subcomandante Insurgente
Moisés:
¿Cuál es la explicación científica de por qué les entra su sueño a las insurgentas y los insurgentes cuando se
da plática política? Aunque dicen que no pueden dormir, nomás se da la plática política y hasta roncan, ¿hay una
explicación científica o es que se hacen patos y patas?
La segunda encontrará su sentido la próxima sesión:
¿Por qué esa flor es de ese color, por qué tiene esa forma, por qué tiene ese olor?
-*-
(El Sup saca los muñequitos de Einstein y Sherlock Holmes, y los coloca al centro, flanqueados por el par de
figuras del gato-perro)
Como todo alquimista que se precie, siento una mezcla de envidia y admiración por quienes, sin dejar de
atender los problemas mundanos de injusticia y esclavitud, hacen ciencias duras (como Albert Einstein, aquí
presente) y por quienes logran ir más acá del universo abstracto y aplican las ciencias a la búsqueda de la verdad y
la justicia (como el detective consultor Sherlock Holmes). Einstein y Holmes, ambos representando el compromiso
de su quehacer científico y técnico con la transformación social. Ambos recordándonos que, como ha señalado antes
el compañero Subcomandante Insurgente Moisés, no podemos delegar en otros la tarea que nos corresponde como
seres humanos cabales.
Porque, aunque yo sólo sea un alquimista mediocre, ustedes, que han hecho del quehacer científico su motor y
destino, coincidirán conmigo y con el plural que aquí se anida y con ustedes se encuentra, que algo tenemos que
hacer. Y que ese algo no tiene nada qué ver con la irresponsabilidad de delegar en otros la responsabilidad de algo
hacer.
Claro, ustedes dirán que hago trampa. Que, al ponerles enfrente las figuras de Albert Einstein y Sherlock
Holmes, recurro a un chantaje burdo y caricaturesco para así obligarles a adherirse a una propuesta política que
aspira a hegemonizar y homogeneizar todo: las ciencias, las artes, la vida.
Pudiera ser, pero no. Dejemos de un lado por un momento los chantajes, más propios del romance adolescente
y la política de arriba que se llena la boca de “amor” y “fraternidad” mientras milita en el desprecio, el racismo, la
intolerancia y el “detrás de mí o contra mí” que toda propuesta fascista supone.
Noten ustedes que he puesto, a los costados de Einstein y Holmes, las figuritas del Gato-perro. Al mismo
tiempo mirando a este par y mirándolos a ustedes.
El Gato-perro haciendo las veces del Doctor Watson, dispuesto a contar sus hazañas científicas, es decir,
humanas.
Pero también el Gato-perro señalando las sombras de Moriarty y el Proyecto Manhattan, advirtiéndoles sobre
la presencia ominosa y depredadora de la Hidra, el sistema siempre dispuesto a operar su alquimia perversa y
convertir el conocimiento para la vida y la creación, en conocimiento para la destrucción y la muerte.
Así que, más que un chantaje, les estoy representando lo que es este encuentro entre su ciencia y conciencia
con nosotras, nosotros, zapatistas.
Les estoy mostrando que les miramos y que nuestra mirada es también una forma de escucharles y
aprenderles.
Que nuestra mirada tiene esa mezcla de admiración y envidia por lo que ustedes son; por lo que, al menos para
nosotros, nosotras, zapatistas, les hace especiales.
Y nuestra mirada no está esperando o desesperando.
Nuestra mirada simplemente les está preguntando:
¿Y ustedes qué?
Desde el CIDECI-Unitierra, Chiapas, México, Latinoamérica, Planeta Tierra, Sistema Solar, etcétera.
SupGaleano.
México, 26 de diciembre del 2016
“La culpa es de la flor”
27 de diciembre del 2016.
“El 30 de febrero de este año de 2016, la revista electrónica sueca especializada en temas científicos, “River´s
Scientist Research Institute”, publicó un estudio que, tal vez, habrá de revolucionar las ciencias y su aplicación al
entorno social.
Un grupo de científicos, encabezados por los doctores suecos Stod Sverderg, Kurt Wallander y Stellan
Skarsgard, presentaron un complejo análisis multidisciplinario que llega a una conclusión que sonará escandalosa:
hay una relación directa entre el aumento en la cantidad y calidad de los movimientos feministas y la disminución
de la tasa de natalidad.
Combinando métodos de estadística, embriología, biología molecular, genética y análisis conductual, los
científicos establecen que el aumento en la diversidad y beligerancia del feminismo, provoca una inhibición de la
libido en los varones, lo que reduce la frecuencia de la actividad sexual reproductiva.
Pero no sólo. Análisis de laboratorio establecen que los espermatozoides de los varones expuestos a la
actividad feminista son más débiles que los de los varones que no están expuestos. Lo que se conoce como
astebizisoermia, o síndrome del “espermatozoide perezoso”, tiene más presencia en la población masculina de las
sociedades donde el feminismo ocupa un lugar protagónico en las relaciones sociales. Según la prestigiada
publicación citada, el doctor Everet Bacstrom, del “Rainn Wilson Institute”, con sede en Londres, Inglaterra,
confrontó los resultados de la investigación con una muestra de varones europeos, de clase media, WASP, y obtuvo
la misma conclusión.
Por su parte, las activistas feministas europeas, Chloë Sevigny y Sarah Linden, consultadas por la publicación,
declararon que todo no era más que una sucia maniobra de lo que llamaron “el cientificismo patriarcal”.
Mientras tanto, el centro internacional de consultoría para gobiernos “Odenkirk Associated”, declaró, a través
de sus voceros, James Gordon y Harvey Bullock, que recomendarían a los gobiernos de los países del primer
mundo, cito textualmente, “inhibir el activismo y la beligerancia de los grupos feministas”, para así elevar la tasa de
natalidad en los países desarrollados. Así mismo, declararon que recomendarán a los gobiernos de los países del
Tercer mundo, principalmente en África y Latinoamérica, alentar el surgimiento y participación de grupos
feministas, principalmente en zonas marginadas, de modo que se reduzca la tasa de natalidad en esos sectores,
evitando así que proliferen los disturbios sociales.
Consultadas al respecto, las asesoras de la Comunidad Económica Europea, Stella Gibson y Gillian Anderson,
se negaron a confirmar o desmentir que el citado estudio será la base de la nueva política internacional de Europa
para con el tercer mundo.”
Bien, esto que les he leído es un ejemplo del nuevo periodismo científico. Aunque es mi autoría total, se los
damos como regalo de fiestas decembrinas. Tómenlo y hagan un experimento: publíquenlo.
No recurran a la prensa escrita. Salvo el que esto escribe y un cada vez más reducido número de personas, ya
nadie lee los periódicos y revistas para informarse. Vaya, ni siquiera quienes escriben en esos medios los leen, sólo
consultan las referencias que de sus textos se hagan en redes sociales; y más, son las redes sociales quienes les
dictan el tema que deben tratar. Hace apenas unos meses, leí a un “líder de opinión” y “analista especializado”,
preguntar a sus “seguidores” el tema que debía tratar en su columna periodística: “fav, si sobre la candidata del
Consejo Nacional Indigenista” (me cae que así escribió), “rt, si sobre el gran camarada y dirigente, sol de nuestra
ruta y preclaro constructor del porvenir”. No necesito decirles que ganaron los rt.
No, si quieren tener “repercusión mediática” recurran, como fuente primaria de difusión, a las redes sociales.
Busquen a una estrella de las redes sociales, por ejemplo, un adolescente tuitstar con cientos de miles de
seguidores, alguien preocupado siempre por darle a sus fans materiales que promuevan la tolerancia crítica, el
debate racional y la reflexión profunda (cosas que, es evidente, se encuentran en abundancia en esa estimulante red
social). Alguien como, por ejemplo, John M. Ackerman (253 mil seguidores). Sí, ya sé que dije que un adolescente,
y el señor John Ackerman ya tiene sus kilómetros recorridos, pero estoy hablando de edad mental, así que sean
comprensivos.
Luego “síganlo” y consigan que no los bloquee. Esto es muy sencillo, no necesitan escribir nada
medianamente inteligible. Basta con llenar su “time line” de rt´s de todas las grandes y sólidas verdades que emanan
del teclado del susodicho. Y tampoco eso es complicado, porque pueden configurar su cuenta de ustedes para que dé
rt en automático.
Bien, ahora sólo necesitan convencer a ese “influencer” que ponga una breve referencia al citado estudio, y
sus cientos de miles de seguidores, en automático, le darán fav y rt.
Así el estudio “científico” será un éxito y será la base de futuros análisis, coloquios, mesas redondas y entrará
a la abultada biblioteca de las teorías de la conspiración.
No, no tendrán que preocuparse de que alguien se tome la molestia de analizar críticamente la nota
supuestamente científica y se dé cuenta de lo siguiente:
.- Febrero no tiene 30 días.
.- “River” es una serie policial británica en la que protagonista, John River, es interpretado por el sueco Stellan
John Skarsgård.
.- Stod Sverderg y Kurt Wallander, son personajes de la serie policial sueca “Wallander”.
.- Everet Bacstrom, es el nombre del protagonista de la serie policial “Bacstrom”, y Rainn Wilson es el
nombre del actor.
.- Chloë Sevigny es el nombre de la actriz que protagoniza, en el papel de Catherine Jensen, la serie policial
danesa “Those Who Kill”
.- Sarah Linden es el nombre de la protagonista de la serie policial estadunidense The Killing, con la actriz
Mireille Enos.
.- Bob Odenkirk es el nombre del actor principal de la serie “Better Call Saul”, supuestamente la precuela de
Breaking Bad.
.- James Gordon y Harvey Bullock son personajes de la serie “Gotham”.
.- La Comunidad Económica Europea no existe más, desapareció en 2009 para dar paso a Unión Europea.
.- Y Stella Gibson y Gillian Anderson, son respectivamente el personaje protagónico y la actriz que
desempeña ese papel en la serie “The Fall”.
Ahí disculpen si mi pronunciación del inglés está lejos de la etiqueta de coloquios científicos internacionales,
y más bien parece de “wet back” de los años 40´s, pero la solidaridad con los migrantes latinos que padecen la
pesadilla Trump tiene caminos insospechados y no siempre evidentes. En todo caso, quienes lean y no escuchen
estas palabras, no tendrán por qué ligar nada con el horror que ya se vive al norte del río Bravo.
Claro, hubiera bastado que cualquiera de ustedes “googleara” las principales referencias para darse cuenta de
que el supuesto “estudio científico” descrito, es un completo fraude.
-*-
¿Tiene qué preocuparse la ciencia de esos fraudes que reducen el quehacer científico a una caricatura de
consumo masivo?
¿Creen que sólo deben enfrentarse a la religión y al creacionismo? La religión es la religión, no pretende ser
científica. En cambio, la pseudociencia sí es un problema mayor. Si creen que están en la época de la Ilustración, y
son felices ridiculizando los paradigmas religiosos y ganando las encuestas de popularidad de la televisión en
stream, donde se enfrentan ateos contra creyentes, no se han dado cuenta del boquete que las ciencias tienen bajo la
línea de flotación.
Las pseudociencias o ciencias falsas no sólo ganan cada vez más seguidores, se están convirtiendo ya en una
explicación aceptada de la realidad.
Si no me creen, tomen una terapia de cuarzo y de balance bioenergético. O inscríbanse en un diplomado de
“Teoría de la Ciencia”, en la división de estudios superiores de una universidad respetable, y sorpréndanse de que
deben cursar una materia que se llama “filosofía científica” (el oximorón que les persigue desde aún antes de las
leyendas de Prometeo, Sísifo y Teseo).
Créanlo o no, los tiempos oscuros que se vienen, llevan ya a las ciencias, del banquillo de los acusados, al
patíbulo social.
Ya volveré en otra ocasión sobre este punto más en extenso.
Pero ahora esto viene al caso, o cosa, según, porque, así como ustedes tienen que confrontar la invasión de
esas ciencias falsas, nosotras, nosotros zapatistas enfrentamos eso y algunas cosas más.
-*-
En nuestra participación en la primera sesión general de ayer, les presenté algunas de las preguntas que mis
compañeras y compañeros que han sido seleccionados como alumnas y alumnos suyos, prepararon.
No son mis preguntas. Si fueran mías, hubieran sido de otro estilo. Serían preguntas tipo: ¿Qué relación hay
entre la sopa de calabaza y la deficiencia cognitiva?, ¿Cuáles son cualidades nutritivas de ese portento alimenticio
que es el helado de nuez?, ¿las inyecciones son una forma pseudocientífica de la tortura?, etcétera.
Así que lo único que hice con las preguntas de mis compas fue agruparlas. Quité algunas preguntas porque
supuse que serían respondidas en las exposiciones y por otra razón que, si da tiempo, les explicaré.
Estas 200 compañeras y compañeros, 100 mujeres y 100 hombres, fueron seleccionados para asistir, es decir,
responden a colectivos. Su presencia aquí no obedece a interés o beneficio personal. Al regresar, deben responder a
sus colectivos sobre lo que este encuentro fue, lo que aprendieron o no, lo que entendieron o no. O sea que están
obligados a socializar el conocimiento. Esta es la razón por la que ven que estos compas escriben y escriben en sus
cuadernos y se consultan entre sí, con una agitación que dudo que encuentren en su alumnado en la academia.
Con esto quiero decirles que, aunque aparentemente ustedes están confrontando a 200 encapuchados y
encapuchadas, en realidad sus palabras llegarán a decenas de miles de indígenas de diferentes lenguas originarias.
Sí, da un poco de miedo. O mucho, según.
El interés por la ciencia en las comunidades zapatistas es legítimo, real. Pero es relativamente nuevo, no ha
sido siempre así. Responde a una de las transformaciones que nuestra lucha ha experimentado, a nuestro proceso de
construcción de nuestra autonomía, es decir, de nuestra libertad.
Esto se los explicará más en extenso el compañero Subcomandante Insurgente Moisés en la sesión de mañana.
Por ahora sólo me detendré en un par de detalles:
1.- Las comunidades indígenas zapatistas, representadas aquí por estos 200 transgresores del estereotipo del
indígena que reina en la derecha y la izquierda institucional, no conciben este encuentro como un evento único. Para
que me entiendan: no es una aventura pasajera. Ellos, los pueblos zapatistas, esperan que este primer encuentro sea
el inicio de una relación estable y duradera. Esperan seguir en contacto con ustedes, mantener un continuo
intercambio. O como dicen en los pueblos: “que no sea la primera ni la última vez”.
2.- El modo de nuestro modo. Para que no se desesperen y para que entiendan por qué no hay preguntas
después de cada exposición, permítanme explicarles cuál es nuestro modo como alumnas y alumnos.
Nosotras, nosotros, no nos planteamos problemas individuales. Como alumnado funcionamos también en
colectivo. Cada quien hace sus apuntes, luego de la clase o la plática, se reúne el colectivo y se completan los
apuntes tomando lo de todos. Así, si alguna o alguno se distrajo o entendió otra cosa, los demás le completan o le
aclaran. Por ejemplo, en la ponencia de ayer, la del físico que leyó la Doctora, hay una parte donde él señala que
alguien pudiera decir que no hay avances en las ciencias, comparando con países desarrollados, porque en México
somos indios. Un compa zapatista estaba bastante molesto porque, según él, el físico nos estaba criticando como
indígenas que somos y nos echaba la culpa del nulo avance científico en nuestro país. En la recapitulación colectiva
le aclararon que no el físico decía eso, sino que el físico criticaba a los que decían eso.
Con las preguntas ocurre lo mismo. Primero se preguntan entre ellos sus dudas. Así, buena parte de ellas se
aclaran porque son producto de que no escucharon, o no apuntaron bien o no entendieron lo que se decía. Otro tanto
de las preguntas las responden entre sí. Y ya entonces quedan las preguntas que sí son dudas colectivas.
Yo sé que a ustedes les puede parecer un proceso engorroso y tardado, y que más de una, uno se desilusione
pensando que no participamos, o que no supo captar la atención de nosotros. Se equivoca: después de que se reúnan
los colectivos de cada zona, escribirán las preguntas que les surgieron y se las haremos llegar por el mismo medio
por el que se les invitó a este encuentro. Al menos mientras acordamos un medio y un modo para estar
comunicados.
Claro, todo esto parte del convencimiento nuestro de que este encuentro es el primero de muchos, y que todas,
todos ustedes mantendrán comunicación con sus alumnas y alumnos, y, a través de ellas y ellos, con decenas de
miles de zapatistas.
Entonces, tengan paciencia. Al menos la misma con la que acometen sus investigaciones y experimentos, o
con la que desesperan a que les aprueben el presupuesto para sus proyectos.
Dicho lo anterior, permítanme proponerles la metodología zapatista por excelencia: responder a una pregunta
con otra pregunta.
Así, tendrían que iniciar sus respuestas con una pregunta fundamental: ¿por qué están preguntando eso?
Bien, les explico. Debido al modo del zapatismo, nuestra acción en las comunidades no pretende hegemonizar
ni homogeneizar. Esto es: no nos relacionamos sólo entre zapatistas, ni pretendemos que todos lo sean. Mientras
nuestros tropiezos y errores son sólo nuestros, nuestros logros y avances los compartimos con quienes no son
zapatistas e incluso con quienes son antizapatistas. Para entender el porqué de eso, sería necesario estudiar nuestra
historia, algo que rebasa con mucho las pretensiones de este encuentro.
Por ahora baste con decir que, por ejemplo, los promotores de salud apoyan también a partidistas. Así que, si
un promotor de salud está vacunando, no es extraño que se tope con partidistas que se niegan porque, argumentan,
las vacunas no son naturales, porque son venenosas, porque enferman, porque meten males en el cuerpo y otras
supercherías que se deben, lo que sea de cada quien, al fraude que es el sistema gubernamental de salud. En efecto,
los mayores y mejores promotores de la mala salud en las comunidades partidistas, son las autoridades
gubernamentales.
Por eso, frente a los dichos de los partidistas, la promotora de salud busca cómo argumentar y convencer de
que sí es buena la vacuna. Por eso es lógico que una de las preguntas que les leí ayer sea: ¿Científicamente es
necesario vacunarse y por qué, o hay medios y/o formas para sustituir las vacunas por otras cosas? Por ejemplo,
las enfermedades de tosferina, sarampión, viruela, tétano, etc. Con esta pregunta, les están pidiendo más
argumentos.
Igual es con los promotores de educación, las locutoras de radio comunitaria, las autoridades y las
coordinaciones de colectivos.
Otro ejemplo: cuando en una comunidad una persona se convulsiona o se enferma y presenta síntomas
extraños, los partidistas empiezan a decirse que es que alguien hizo brujería. Como las acusaciones de brujería
suelen terminar en linchamientos, los zapatistas se esfuerzan en convencer a los partidistas de que no hay tal cosa,
que las convulsiones tienen una explicación científica y no mágica, y que no es brujería sino epilepsia lo que
provoca esos ataques. Por eso les preguntan de lo sobrenatural, las ciencias ocultas, la telepatía, etcétera. No hay
estadísticas de esto, pero más de un partidista le debe al neozapatismo el no haber sido linchado por brujería, mal de
ojo, y cosas parecidas.
Están también las preguntas sobre tópicos de los que han recibido visiones contradictorias. Por ejemplo, los
transgénicos. Hay quien les dice que son perjudiciales y hay quien dice que no, o que no como se cree. Entonces los
compas piden pruebas científicas, y no consignas, de una u otra posición.
El día de ayer, la bióloga nos platicaba de una encuesta que realizó, me parece, en redes sociales. Nos dijo que
alguien le respondió que participaría cuando incluyera entre las opciones algo como “la ciencia es un mal”.
Bueno, a las comunidades zapatistas llega todo tipo de gente. La mayoría a decirnos lo que debemos o no
hacer. Llega gente, por ejemplo, que nos dice que es bueno vivir en casas con piso de tierra y paredes de bajareque y
barro; que es bueno andar descalzos; que todo eso nos beneficia porque nos pone en contacto directo con la madre
naturaleza y recibimos así, directamente, los efluvios benéficos de la armonía universal. No se reían pensando que
estoy caricaturizando, estoy transcribiendo textualmente una valoración de un exalumno de la escuelita zapatista.
“La modernidad es mala”, dicen, e incluyen en ella el calzado, el piso, las paredes y el techo de material, y la
ciencia.
Claro, la ciencia no tiene mucho a su favor. De su mano llegan las minas a cielo abierto, las maquinarias para
levantar hoteles y fraccionamientos, los cultivos impuestos con dádivas y programas gubernamentales de
“progreso”.
Se dice que la religión llegó a las comunidades indígenas con la espada, cierto. Pero se olvida que las
pseudociencias y las anticiencias llegan de la mano de la buena vibra, el naturismo como neo-religión, el esoterismo
como “sabiduría ancestral”, y las microdosis como neo-medicina.
Yo comprendo que esas cosas funcionen en los establecimientos hípsters de San Cristóbal de Las Casas o de
los Coyoacanes más cercanos a su corazón, y que suenen bien mientras se dan un toquecín (prexta pa la orquexta),
bebiendo smartdrinks y consumiendo drogas blandas. Ok, cada quien se evade de la realidad según su presupuesto.
No lo juzgamos.
Pero entiendan que el reto que nos hemos propuesto afrontar como zapatistas que somos, necesita
herramientas que, lamento si desilusiono a más de una, uno, SÓLO nos pueden proporcionar las “ciencias
científicas”, que es como el Subcomandante Insurgente Moisés denomina a las ciencias “que sí son ciencias”, a
diferencia de las ciencias que no lo son.
-*-
También ayer se nos habló de un experimento de algo así como “ciencia y género”. Creo que era así: se
ponían a un hombre y a una mujer a competir por un puesto en la academia, una y otro con idéntico curriculum
vitae; quienes seleccionaban, estaban al par: igual cantidad de hombres que de mujeres; seleccionaban al hombre;
les preguntaban por qué lo habían elegido a él y no a ella, y respondieron que la mujer era sumisa, conciliadora y
débil.
Claro, mi composición químico biológica incluye las obras completas de José Alfredo Jiménez y Pedro
Infante, así que celebré la decisión. Pero luego, con el SubMoy quedamos pensando y haciendo cuentas.
Le preguntamos a la insurgenta Erika (aquí presente) qué pensaba de eso. Ella, a su vez, me preguntó qué
significaba “sumisa”, le dije que “obediente”. Luego que qué quería decir “conciliadora”, “que no pelea, que no
quiere imponer, que busca el acuerdo”, le respondí. De “débil”, dijo que sí entendía. Quedó pensando un rato y nos
respondió: “creo no conozco esas cosas”.
Así que, discúlpenme si vivimos en otro mundo, pero no conocemos a ninguna compañera que sea sumisa,
conciliadora y débil. Tal vez porque si lo fueran, no serían zapatistas.
Sin embargo, creo que en estas tierras, ése experimento tendría tal vez el mismo resultado, pero con la razones
en contra, a favor. Es decir, elegirían al hombre precisamente porque la mujer no es sumisa, ni conciliadora, ni
mucho menos débil.
Y les menciono esto, por lo que a continuación explico:
La anécdota me la contó el Subcomandante Insurgente Moisés y se las narro aquí, después de confirmar los
detalles con él.
Debió haber sido en un caracol, en una reunión para el curso de la Hidra que se dio a mensajeros y
mensajeras, no está seguro.
El asunto es que una compañera jóvena lo topó al SubMoy y le dijo algo como “Oí compañero
subcomandante, yo tengo una duda a ver si lo puedes resolver” (el cambio continuo del femenino al masculino en
una misma oración no debe sorprenderles, es ya parte del “modo” en que se habla la castilla en muchas de las
comunidades).
El SubMoy le respondió algo como “bueno compañera, dime y si sí sé, te respondo; y si no, pues vamos a ver
cómo le hacemos”.
Se veía que la jóvena tenía días y noches con la pregunta rondándole la cabeza, así que la soltó sin titubear:
¿Por qué esa flor es de ese color, por qué tiene esa forma, por qué tiene ese olor?
Ella no se detuvo ahí. Sentía que había librado el obstáculo principal (expresar la pregunta), así que se siguió
de largo:
“Y no quiero que me respondan que la madre tierra con su sabiduría así la hizo a la flor, o que el Dios, o lo
que sea. Quiero saber cuál es la respuesta científica”.
El SubMoy pudo haber respondido lo que cualquier militar, de izquierda o de derecha, hubiera respondido:
que se dejara la compañera de tonterías y se fuera a la posta, o al trabajo que le tocaba, o que se pusiera a estudiar
los 7 principios, o que se aprendiera bien la explicación de la Hidra; o tal vez la hubiera remitido a la JBG o al
MAREZ o a la comisión de educación o de salud.
Pudo haber hecho eso, pero no lo hizo. El SubMoy me explicó lo que le respondió, cierto. Pero yo me quedé
pensando en la multitud de opciones que, en diferentes calendarios y geografías, hubieran inspirado otras respuestas.
Ya con todo eso pasado, a mí, alquimista inédito y anacrónico, se me ocurre que la compañera zapatista no
esperaba que el SubMoy le respondiera por qué la mentada flor era la flor que era, sino que captara, como quien
dice, la complejidad que en esa flor se anidaba
Tan sólo la pregunta y quien la hacía, ya daba para un seminario completo de historia del zapatismo. No, no
los voy a abrumar contándoles una historia que seguro no les interesa. Ustedes ahora, como yo entonces, están más
interesados en saber qué le respondió el SubMoy a la compañera.
El SubMoy me contó, con el tono pausado y didáctico que es su modo de por sí, que se dio cuenta de que,
detrás de esa pregunta, había no sólo una pregunta, sino una pregunta todavía más grande.
Una pregunta que tenía qué ver con lo que, entonces y ahora, se refiere a los cambios que hay en las
comunidades zapatistas.
La compañera jóvena, a diferencia de su madre y de su abuela cuando tenían la misma edad, ha ya rechazado
dos propuestas matrimoniales (“acaso estoy pensando en marido”, fue la idéntica respuesta que recibieron los 2
pretendientes que, previamente, se habían vaciado medio frasco de loción y se habían peinado con un gel que les
durará siglos); habla con fluidez dos lenguas, la materna y la castilla; sabe leer y escribir con una corrección que ya
quisieran estudiantes de licenciatura de cierta universidad nacional; ha cursado la primaria y la secundaria
autónomas; se desempeña como promotora de salud y Tercio Compa; maneja sin dificultad la computadora y hasta
3 sistemas operativos distintos (iOS, Windows y Linux), además de cámara y programas de edición de video; y
navega con soltura en internet, claro, siempre que el clima atmosférico le permita al enlace satelital de la JBG
superar la barrera de upload y download de 0,05 kilobites por segundo, y que el límite contratado no se haya
agotado con las denuncias de las comunidades.
Con esos antecedentes, era de esperar que no quedara satisfecha con la respuesta de “la madre tierra, con su
infinita sabiduría, ha hecho esa flor así como es, porque todo está en armonía con la fuerza universal que emana de
la naturaleza” (aquí pueden todos cerrar los ojos, tomarse de las manos y repetir conmigo “ommm, ommmm”).
O sería lógico pensar que, cuando su madre, como respuesta a la pregunta, la hubiera mandado por agua o por
leña, la jóvena fuera por las susodichas sin rezongar, pero rumiando la pregunta en el camino de 4 kilómetros a por
la leña, o de 2 km a por el agua.
Claro, si les digo que la jóvena zapatista de la pregunta se llama “Azucena”, o “Camelia”, o “Dalia”, o
“Jazmín”, o “Violeta”, o, claro, “Flor”, ustedes van a pensar si no son ya suficientes las obviedades absurdas como
para seguir lloviendo sobre mojado, así que no, no tiene ninguno de esos nombres. Y no les diré la verdad, a saber,
que la compañera se llama Rosita, su mamá se llama Rosa y su abuela se llama Rosalía. Imaginen el horror si la
compañera tiene una cría hembra, seguro le va a poner de nombre “Rositía”.
Bueno, el asunto es que, cuando unos días después, el SubMoy me dijo que teníamos que pensar en cómo
contactar a los científicos, yo puse la misma cara de extrañeza que pusieron ustedes cuando vieron el título de esta
participación. Por supuesto que el SubMoy no se dio por aludido, así que me obligó a preguntarle: “¿y eso por qué,
o a qué viene?”
El SupMoy encendió un cigarrillo y me respondió lacónico: “La culpa es de la flor”.
Yo, claro, a mi vez encendí la pipa y quedé callado, pero puse cara de “ah, ¿te cae?”. Nah, no es cierto, puse
cara de “¡¿What?!”. Nah, tampoco es cierto. Pero de algo puse cara, porque no traía pasamontañas y el SubMoy se
río y me explicó lo que antes les he referido.
El contexto, como quien dice, de la pregunta, y la respuesta, es lo que el SubMoy les platicará mañana.
Así que si a ustedes, científicas y científicos, cuando ya estén de regreso en sus mundos, alguien les pregunta
por qué se realizó este encuentro, o a qué vinieron, o de qué se trató, o cómo les fue, pueden ustedes iniciar su larga
o corta respuesta así:
“La culpa es de la flor”.
Muchas gracias.
Desde el CIDECI-Unitierra, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, Latinoamérica, planeta Tierra, Sistema
Solar, etc.
SupGaleano.

27 de diciembre del 2016.


Del Cuaderno de Apuntes del Gato-Perro:
Defensa Zapatista, el arte y la ciencia.
No se ha podido esclarecer bien a bien la razón. Unos dicen que fue una apuesta. Otros que el Pedrito se
pasó de rosca y así le fue. Algunos señalan que sólo era una práctica. Los menos, hablan de un partido de fútbol en
toda su forma, decidiéndose en los últimos segundos cuando el árbitro, el SupMoisés, decretó la pena máxima.
El caso, o cosa, según, es que la niña Defensa Zapatista está a unos metros del manchón de penal, donde un
balón deshilachado espera.
En la portería, el Pedrito balancea sus brazos como el portero que fue de lo que fue la selección de fútbol de
lo que fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas: Lev Yashin, “la araña negra”. Pedrito sonríe socarrón,
pues según él, puede predecir a dónde dirigirá su disparo la niña: “Defensa Zapatista es perfectamente predecible.
Como acaba de regresar de la plática de mensajeras, seguro que tirará abajo y a la izquierda”
Por su parte la niña, que apenas levanta poco más de un metro del suelo, voltea a mirar hacia uno de los
costados de la cancha (en realidad es un potrero en el que irrumpen, impertinentes, vacas con becerros, además de
un caballo tuerto).
En ese costado se pueden ver: un extraño ser, mitad perro y mitad gato, meneando alegre la cola; y a dos
individuos que, si no fueran éstas tierras zapatistas, se podría decir que desentonaban totalmente con el paisaje. El
uno, de complexión mediana, cabello canoso y corto, portando una especie de gabardina. El otro, flaco, alto y
desgarbado, con un elegante gabán y un sombrero ridículo en la cabeza.
La niña va hacia el extraño grupo. El caballo choco se acerca también. Cuando están reunidos, el hombre
delgado dibuja extrañas figuras sobre el suelo, mientras la niña mira con atención y asiente cada tanto con la cabeza.
La niña Defensa Zapatista regresa al área grande y toma posición. Inicia un trote hacia el balón, pero se
sigue de largo, sin tocar siquiera el esférico, y se detiene a pocos centímetros del lado derecho de la portería
defendida por el Pedrito, que mira receloso a la niña. Defensa Zapatista se ha detenido y, en cuclillas, empieza a
escarbar un poco el suelo, de modo de tomar una flor con todo y su raíz. Con cuidado, la niña lleva la flor en sus
manitas, la planta de nuevo lejos de la portería y regresa a la cancha.
El respetable está en vilo, intuyendo que está presenciando uno de esos eventos irrepetibles en la historia del
mundo mundial.
El Pedrito, por su parte, está más que confiado. Si tenía alguna duda, Defensa Zapatista ha cometido un
grave error: al quitar la flor de donde se encontraba, la niña ha delatado la dirección a la que irá su disparo: abajo y a
la izquierda de Pedrito. Claro, se dijo Pedrito, porque las niñas cuidan las flores, entonces Defensa Zapatista no
querría que el balón arrancara la flor.
Por si faltara más suspenso, la niña se ha colocado no a distancia del balón y frente a la portería, sino que se
coloca justo a un lado de la pelota y dándole la espalda a un Pedrito que ya sonríe imaginando las burlas que le hará
a Defensa Zapatista por el penal fallado.
Defensa Zapatista voltea el rostro hacia donde se encuentra el extraño ser llamado Gato-perro, quien
empieza a dar brinquitos, girando sobre sí mismo, como un monito bailarín. La niña sonríe e inicia un movimiento
que dividirá las opiniones durante las próximas décadas:
Unas participantes del CompArte dicen que inició con la primera posición de ballet, levantó y recogió su
pierna derecha, y empezó a girar sobre sí misma, en el movimiento que llaman “pirouette en dehors”, con “relevés”
y “passés” rotados. “Fue impecable”, añadieron.
El finado SupMarcos dijo que lo que había ejecutado Defensa Zapatista no era otra cosa que la Ushiro
Mawashi Geri Ashi Mawatte, el movimiento de artes marciales que se logra poniéndose de espaldas al objetivo,
dando un giro de casi 360 grados y culminando con una patada al frente con el talón del pie.
Las insurgentas reunidas en la célula “Como Mujeres que Somos”, por su parte, dijeron que la flor que
recogió Defensa Zapatista era del bejuco conocido como “Chenek Caribe”, cuyas flores semejan pollitos o pajaritos
y que es con lo que las niñas más pequeñas juegan en las comunidades indígenas de la Selva Lacandona. El
“Chenek Caribe” suele florecer en potreros y acahuales, y es un indicador de que la tierra está lista para la siembra
de maíz y frijol.
El SupGaleano que, como siempre, está de colado en estos textos, dice que estaba claro que el Pedrito se iba
a confundir con lo evidente; que, en efecto, Defensa Zapatista iba a tirar el disparo abajo y la izquierda, pero que
Pedrito pensó que a SU abajo y a la izquierda, y el tiro fue abajo y a la izquierda sí, pero desde la perspectiva de la
niña.
El Doctor Watson dijo que lo que hizo Defensa Zapatista fue una breve emulación de la danza-meditación
Sema de los Derviches de la orden Sufí, tal y como la vio en su estancia en Turquía, y en la que los danzantes giran
sobre sí mismos y se desplazan, semejando el movimiento de los planetas en el cosmos.
El detective consultor Sherlock Holmes explica que ni una cosa ni la otra, que lo que hizo la niña fue aplicar
la explicación científica que le dio sobre la inercia rotacional de un cuerpo y la aplicación de la fuerza centrífuga
sobre el esférico. “Elemental, mi querido Watson” dijo el detective extraviado en las montañas del Sureste
Mexicano, “era claro que, dado el peso y la estatura de Defensa Zapatista, había que aumentar lo más posible la
fuerza con la que conectará el esférico, de modo de darle al balón la velocidad y aceleración necesarias para
recorrer los 11 metros. Claro, las probabilidades de que el disparo tuviera éxito estaban en 50 y 50%. Es decir, el
guardameta bien podría moverse al lado contrario, o moverse hacia el lado donde iría el balón, deteniéndolo sin
dificultad.”
“¿Y la flor?”, preguntó el Doctor Watson. “Ah”, respondió Sherlock, “eso, mi querido Watson, es aportación
de la niña y no se me ocurrió a mí. Es más, me sorprendió tanto como al parecer sorprendió al niño que
resguardaba el marco. Con eso que hizo, aumentó las probabilidades de que el portero se moviera hacia la
dirección donde se encontraba la flor. Fue algo que, es claro, no tenía qué ver con la ciencia, ni con el arte. Si me
permite Doctor Watson, fue como si ella hubiera logrado sintetizar ambas cosas. Muy interesante, mi querido
Watson, muy interesante.”
Después de la algarabía, los Tercio Compas entrevistaron al Pedrito. Cuestionado sobre la causa del gol
recibido, el Pedrito respondió lacónico:
“La culpa es de la flor”.
Doy fe.
Guau-miau

Palabras del Subcomandante Insurgente Galeano


28 de diciembre del 2016.
La noche de ayer, les platicaba del desbarajuste interplanetario que había desatado la pregunta “¿Por qué
esa flor es de ese color, por qué tiene esa forma, por qué tiene ese olor?
Ok, me excedí con eso de “interplanetario”. Debí decir: el desbarajuste que en el microcosmos del
zapatismo había provocado la pregunta hecha por la jóvena Rosita al Subcomandante Insurgente Moisés.
Aunque creo que es evidente, no sobra el aclarar que la respuesta que el SubMoy le dio a la jovencita
zapatista fue la misma que, tal vez, no sé, es probable, es un supositorio, ha dado combustible al avance de la
ciencia desde sus inicios: “No sé”.
Ahora pienso que, seguramente, la jovena sabía que ésa era la respuesta, pero esperaba que el SubMoy
entendiera que, dentro de la flor, había una pregunta más grande.
El SubMoy, ahora lo sabemos porque estamos aquí, en este encuentro, sabía que la respuesta “No sé”, no
sólo era insuficiente, sino que sería inútil si no llevaba a otras preguntas.
Ahora él les platicará lo que es, como quien dice, el contexto de la pregunta… y de su respuesta.
A mí me toca ahora platicarles brevemente algo de la prehistoria de esa pregunta y de esa respuesta.
Las artes y las ciencias antes del inicio del alzamiento, al interior del ezetaelene, tenían un universo muy
reducido y una historia breve: ambas, ciencias y artes, tenían un motivo, una dirección, una razón impuesta: la
guerra.
Primero en los campamentos guerrilleros, luego en los cuarteles y después en las comunidades, las artes se
limitaban a la música, la poesía y algo de dibujo y pintura, todas con mensajes revolucionarios exclusivamente.
Claro, no era raro que de pronto se colaran canciones de amores y desamores, corridos, rancheras, y hasta alguna
balada de Juan Gabriel, pero eso era en la clandestinidad dentro de la clandestinidad.
El cine o la cinematografía tenía como sala exclusiva o “vip”, nuestra imaginación. Uno de los insurgentes
nos contaba siempre la misma película, pero hallaba el modo de modificarla en cada ocasión, o de mezclarla con
otras. Así fue como vimos el original y varios “remakes” de “Enter the Dragon”, con Bruce Lee en el único papel,
porque el compa se pasaba horas explicándonos los movimientos y golpes. Esto siguió hasta que, con una pequeña
planta de luz y un pesado y estorboso proyector de 16 milímetros, vimos una película vietnamita que creo se
llamaba “Punto de Enlace” o algo así, y que, por supuesto, sólo estaba en el idioma original, así que con
imaginación le poníamos diálogos en español y hacíamos otra película de la película original. No estoy seguro, pero
creo eso se llama “intervención artística”.
Llamo la atención sobre esto, porque creo fue la primera vez que confluyeron las ciencias y las artes en un
campamento zapatista. Y por las ciencias no me refiero al generador portátil y al proyector, sino a las palomitas de
maíz, que alguien tuvo a bien incluir en el envío del aparato y la película.
Por supuesto que nos atascamos de maíz palomero al grito de “comer hoy o morir mañana”, y al otro día
casi se cumple la consigna: desde la madrugada, con una diarrea colectiva, el batallón insurgente entero dejó el
paraje como si una piara de jabalíes se hubiera asentado ahí. Nos consolamos después, pensando que era una
muestra de guerra bacteriológica. Moraleja: tengan cuidado con las consignas.
El contacto con los pueblos, amplió ese limitado horizonte: en las celebraciones, los compas establecían
horarios para “el programa cultural”, decían, y “para la fiesta”. Así, en un horario que se fue acortando con los
años, se declamaban poesías, se leían pensamientos y se cantaban canciones, todo de lucha. Paulatinamente, “la
fiesta” fue ampliando su duración y calidad. En ese horario era donde se bailaba y se cantaba lo que estaba de moda
en esa época. Las músicas digamos “comerciales”, a su vez, empezaron a ser desplazadas por la producción local.
Primero, cambiando las letras de las canciones; después componiendo también la música.
Los bailes cambiaron: de las filas enfrentadas, al baile de parejas. Originalmente, en los bailes de los
pueblos, se ponían dos líneas: una de mujeres y, enfrente, una de hombres. Esto tenía su razón de ser: con la línea
desplegada de las mujeres, las mamaces podían controlar a sus hijas, y ver si se escapaban o se mantenían en el
balanceo continuo de “La del moño colorado”. Posteriormente, poco a poco y después de acaloradas asambleas, se
permitió el baile de parejas, aunque con el mismo ritmo. Pero la línea pesaba, así que era común ver a una pareja
bailando, pero con ella mirando a un costado y él mirando al lado contrario. El teatro, o “seña”, era muy
esporádico. Los dibujos y pinturas de los periódicos murales de montaña, se mudaron a las comunidades, pero los
temas se mantuvieron.
-*-
Si les parece que la actividad artística era rala, la científica era prácticamente nula (porque el libro de Isaac
Asimov, que el finado cargaba en su mochila, no cuenta como ciencia). Para el contacto con la naturaleza,
usábamos los conocimientos de las comunidades, es decir, nos limitábamos a conocer hechos, sin saber la
explicación o, explicándolos de acuerdo a los cuentos y leyendas que circulaban en las comunidades.
Por ejemplo, el tiempo de lluvia y las etapas de la siembra. Había datos empíricos que indicaban que iba a
llover o que no, y estadísticamente funcionaba. En los campamentos de montaña, por ejemplo, cuando los
mosquitos aumentaban en número y agresividad, quería decir que iba a llover. Claro, también teníamos barómetros
y altímetros, pero los zancudos eran más precisos. Si nos hubieran preguntado entonces cuál era la relación entre
los mosquitos y la lluvia, hubiéramos respondido “no sé”, pero no hubiéramos ido más allá, y sabíamos que lo que
correspondía era poner los techos de plástico o apurarse a llegar al pueblo o al campamento, y no hacer
investigaciones científicas.
Lo más científico que se hacía era calcular energía y trayectorias de bala, resistencia de materiales (porque
había que saber dónde protegerse de los disparos del enemigo), alinear miras telescópicas, fabricación de artefactos
explosivos, y “navegación terrestre” con el uso de mapas, altímetros y el clisímetro, para lo cual era necesario
estudiar lo básico de trigonometría, álgebra y cálculo. Estábamos por aprender a usar el sextante, para poder
orientarnos de noche, pero no llegamos a tanto. Y no era necesario, porque los compas de los pueblos conocían tan
bien el terreno, que no necesitaban ninguna máquina para orientarse. Y podían “predecir” fenómenos naturales a
partir de otros, o de usos y costumbres.
El mundo estaba habitado entonces por personajes mágicos, con el Sombrerón y Xpaquinté recorriendo los
caminos reales, picadas y caminos de extravío, y sentándose con nosotras, nosotros, en los campamentos
insurgentes de las montañas del sureste mexicano.
En medicina se aplicaban dos métodos fundamentales. Como no sabíamos de la existencia de la cura con
cuarzos, el biomagnetismo o cosas parecidas con igual rigor científico, entonces recurríamos a la sugestión impuesta
o a la autosugestión. Como no pocas veces no teníamos medicinas, si teníamos fiebre, nos decíamos y repetíamos:
“no tengo fiebre, todo está en mi cabeza”. A ustedes les provocará risa tal vez, pero el finado SupMarcos contaba
que él enfrentó varios casos de salmonelosis con ese método. “¿Y funcionaba?”, le preguntamos en esa ocasión. Él
respondió con su acostumbrada modestia: “Pues mírenme, estoy vivo y más hermoso que nunca”. Bueno, eso fue
antes de que le diéramos muerte.
Cuando sí teníamos medicina, usábamos el método científico del “ensayo y el error”. Es decir, alguien se
enfermaba, le dábamos una medicina, si no se curaba, otra diferente, y así, hasta que le atináramos o la enfermedad,
seguramente aburrida del método, cedía.
Otro método científico de cura era el llamado “escopetazo”. Si alguien tenía síntomas de una infección, le
dábamos un antibiótico de amplio espectro. Casi siempre se curaba y, claro, quedaba químicamente puro, con lo
mínimo para sobrevivir hasta la próxima infección.
Años después, cuenta el finado, los tratamientos médicos que dictaba se basaban en estadística simple: en
montaña, tales y tales síntomas se curan con tales medicamentos en el x % de los casos; si en una tropa de X número
de combatientes, tantos se enferman con tales síntomas, hay x % de probabilidades de que se trate de la misma
enfermedad.
-*-
Una anécdota de montaña, contada también por el difunto SupMarcos hace años, puede servir para
contrastar con el ahora que les mostramos: contaba el finado que, en una exploración en lo profundo de la Selva
Lacandona, una sección insurgente de infantería quedó lejos del campamento base, viéndose obligada a pernoctar
sin más cobijo que las copas de los árboles y las hojas de las plantas; hicieron una fogata para ver si podían asar una
víbora nauyaca que era lo único que habían podido cazar. El SupMarcos entonces no era “sup”, sino teniente
insurgente de infantería y estaba al mando de esa unidad militar.
Como era costumbre en esa época, cuando la noche al fin descendía de los árboles y se sentaba junto a los
insurgentes, con las sombras bajaban también a sentarse junto al fuego, toda clase de historias, cuentos y leyendas
que, entre otras cosas, cumplían la misión de mitigar el hambre y secar las ropas que el sudor y la lluvia habían
empapado. El entonces teniente de infantería, se mantuvo apartado y se limitó a escuchar lo que platicaba la tropa.
A uno de los nuevos le había pasado que, al andar por el camino de extravío, el roce de las hojas de la
planta llamada La´aj, u Ortiga, le había provocado urticaria en una mano y se le había hinchado. Entre doliéndose y
quejándose, el recluta le preguntó a otro combatiente por qué o qué tenía esa planta que hacía tanto daño. El
veterano, sintiéndose obligado a educar al nuevo, le respondió: “Mira compa, claro te digo que eso sólo dios y la
hojita lo saben”.
Tal vez por todo esto que les cuento, el finado SupMarcos, cuando era el vocero zapatista, abundaba y
redundaba en leyendas, cuentos y anécdotas más referidos a explicaciones de la realidad ligadas a la cultura
ancestral. Los cuentos del Viejo Antonio, por ejemplo.
Si el finado era una ventana para asomarse al zapatismo de entonces, y ahora es el Subcomandante
Insurgente Moisés, no es que haya cambiado sólo la ventana, también lo que se ve y escucha a través de esa
ventana. El zapatismo de hoy en las comunidades, es cuantitativa y cualitativamente diferente, ya no digamos al de
hace 30 años, sobre todo al de los últimos 10-12 años, que es el período en el cual debe haber nacido la niña que se
autodenomina “Defensa Zapatista”.
Con esto quiero decirles que, si los niños de hace 25-30 años nacieron en los preparativos del alzamiento y
los de hace 15-20 nacen en la resistencia y la rebeldía; los de los últimos 10-15 años nacen en un proceso de
autonomía ya consolidado, con nuevas características, algunas de las cuales, entre las que está la necesidad de la
Ciencia, les platicará el Subcomandante Insurgente Moisés, a quien cedo la palabra…

Palabras del Subcomandante Insurgente Moisés


Buenas noches hermanos y hermanas, compañeros, compañeras.
La ciencia que estamos platicando acá, nosotras, nosotros, las zapatistas, queremos ciencia para la vida. Así
como les dijo el sub Galeano, nada más es para decir nada más ya, no les voy a explicar más de ahí eso, la ciencia sí
la estudiamos también cuando estábamos pues en la montaña, en la preparación. Ya que salimos a aplicar la ciencia,
o sea la guerra, el matar y morir, nuestros compañeros y compañeras de los pueblos, bases de apoyo, ellos y ellas
nos dijeron de otra forma de cómo hacer la guerra sin perder los principios de lo que queremos. Entonces de ahí
nosotros, los combatientes y combatientas, lo bueno que fue es que reconocimos que hay algo dentro de nuestros
compañeros y compañeras, o sea los pueblos, y entonces ahí empezamos pues a aprender, empezamos a entender y
empezamos a conocer que el ser ejército, cualquiera de los dos ejércitos, ejército pues del rico y el ejército del pobre
que lucha, es excluyente, porque ahí no pelea todo hombres y mujeres y niños, y en lo que nos plantearon nuestros
compañeros y nuestras compañeras es pelear juntos para lograr lo que queremos. Y nos dijeron de que entonces en
eso que el arma de que hay que luchar es la resistencia y la rebeldía.
Como se trata de que entonces de que no queremos el mal gobierno, el mal sistema, se trata de que entonces
hay que rechazar todas las formas de cómo nos engañan, y entonces, nosotros, los combatientes, los insurgentes, las
insurgentas, fuimos aprendiendo la forma de cómo es eso, de cómo hay que hacer eso. Entonces, a nosotros,
nosotras, entendimos de cómo hay que pelear juntos, juntas, como de por sí las comunidades hasta ahora viven en
común, en colectivo se puede decir. Ahí el sistema, el mal gobierno ahora, trata de dividirlo, pero aún no ha podido.
Las mismas comunidades se entienden, por ejemplo, en algunas comunidades hay varios partidos políticos, o hay
varias religiones, pero están en una comunidad. Si en esa comunidad es invadido un pedazo de su terreno, por otra
comunidad, esa comunidad invadida inmediatamente se juntan, o sea se olvidan de lo que son, que es dividido en
varios partidos políticos o en varias religiones, ahí donde funciona, ahí donde no borra lo que significa ser común,
comunidad.
De ahí entonces nosotros empezamos a entender eso de lo que decían, de lo que nos dijeron nuestros
compañeras, compañeros, bases de apoyo, que vamos a tener que pelear juntos, juntas. Entonces fue más, mucho
más mejor de lo que ellos, ellas, pensaron, porque entonces no sólo el combatiente pelea, sino todos y todas. Y
entonces, nosotros, los combatientes empezamos así a trabajar juntos con ellos y entonces lo que pasó es de que
entonces en esa lucha, en esa organización se fue creándose la forma de cómo se quiere de lo que se busca, o sea,
quiero decir que de lo que vieron los compañeros, las compañeras, es de que entonces hay que poner en la práctica,
chiquito, lo que se quiere, lo que se busca.
Entonces con su autonomía, con su gobierno autónomo de nuestros compañeros y compañeras, empezó lo
que nosotros no sabíamos durante el tiempo de la clandestinidad, en nuestra preparación, y entonces entendimos eso
de que ya es la forma de cómo se piensa de que se haga pues el cambio, y esto a lo largo de estos tiempos que
llevamos durante los 23 años que estamos haciendo el autogobernar con nuestras comunidades, la verdad pues es
que entonces no tenemos tantos muertos de balazos, o heridos o torturados, desaparecidos, de lo que fuimos primero
nosotros en el año 94. Con estos 23 años, lo que nos mostraron los compañeros y las compañeras es de que hay otra
forma de cómo hacerle la guerra al sistema, que no se muera y que no se mata, pero para eso se necesita
organización, para eso se necesita acuerdo, para eso se necesita trabajo y para eso se necesita luchar y poner en la
práctica.
Ahora vemos que con ese arma de lucha que es resistencia y rebeldía, la verdad el sistema no ha podido
hacer nada con nuestros compañeros y compañeras, todo han hecho por querer hacer que lo dejen, no ha podido el
sistema. ¿Por qué? porque las compañeras y los compañeros ya lo vivieron durante los 23 años, de lo que ellas,
ellos, lo construyeron. Como bien estaba diciendo el Sub Galeano, nosotros mismos quedamos sorprendidos de que
pero si eso no soñábamos, pero si eso no veíamos, entonces, porque todo lo que han logrado los compañeros y las
compañeras, es a través de su pensar, es a través de ver sus necesidades, de lo que se necesita y pensar qué hacer
después de que entonces se haya logrado algo de cómo mejorar o de cómo seguir los pasos para hacer el bien de
nuestros pueblos, pues.
Entonces ahora, las mismas compañeras, compañeros, hacen la comprobación entre ellos y ellas, pues, y las
mamás y papás por supuesto que los animan, porque no lo habían visto, pues. Por ejemplo hay compañeras que ya
son, no sé cómo se dice, de esos que lo ayudan a los doctores de pasarlo, como los mecánicos que ahí va tu pinza,
ahí va tu martillo, ahí va tu marro, como se llamen, pues, pero las compañeras entonces ahora ya son ellas las que le
ayudan al médico de pasar lo que necesita a la hora de que está haciendo la cirugía el médico, ya saben manejar
pues así aparato de ultrasonido, que los médicos ya le dijeron de que entonces que ya puede decir o sea diagnosticar,
pues, de que si ya sabe leer de lo que muestra la placa o la foto de lo que saca el ultrasonido, y así muchos otros tipo
de aparato ya las compañeras y compañeros ya saben manejar, de dentistas, de Papanicolau y de muchas otras cosas
de la salud, del área de salud, de laboratoristas, pues.
Que eso no pensábamos eso, y eso de que entonces ahora nosotros pensamos y decimos: ¿en 23 años de
balazos hubiéramos construido eso? y nuestra respuesta de nosotros es no estaríamos hablando aquí con ustedes
ahora hermanos, hermanas, compañeros, compañeras, científicos, científicas. Si hubiera que es 23 años de balazos,
no nos hubiéramos conocido, pues. Pero gracias a su forma de ver, a nuestros compañeros y compañeras, aquí
estamos platicando con ustedes, pues. Tanto que así fue el avance de nuestros compañeros y compañeras, claro, se
tuvo que separarse de su modo del explotador, del capitalismo pues, o del mal gobierno para ir creando ellos de
cómo la piensan su libertad pues, que la conquistamos y que empezamos a construir a nuestra manera de entenderlo
pues.
Entonces, así es como ahora tienen su educación, tienen su agroecología, tienen su radio comunitaria, hacen
sus propios intercambios de experiencias, hacen compartición nuestros compañeros y compañeras, porque lo que se
quiere es la vida. Ejemplo, pues, así como la que nos dio ya el Sub Galeano, que le platicamos también a él, eso por
ejemplo, pues, de que se comparten, de cómo, que no se muera uno pues, como el caso de una de las preguntas, de
que se daba eso de que la asan la placenta del bebé, o que lo hierven pues con tal de que se logra la vida pues, pero
eso se hace con un simplemente, una lucha pues, no hay un estudio real de que esto es la mejor manera pues.
Entonces como hay muchas generaciones ya de que se ha traído ya esto, de la que les decía el Sub Galeano
de la culpa de la flor es que en la Educación Autónoma Zapatista que tanto se ha avanzado pues ya, los jovencitos y
jovencitas vieron que entonces han aprendido mucho. Entonces lo que pasó es de que empezó a preguntar pues el
hijo de un compa, y es hijo de un compa de Tercios Compa, entonces le dijo a su papá porque ya terminó pues su
primaria, su primer nivel le dicen los compañeros en los pueblos, entonces el hijo del compa le dijo, papá ya terminé
de mi escuela, pero voy a seguir porque quiero aprender más. Y entonces el Compa Tercio, que es el papá, entonces
le dijo, hijo, déjame ver, porque es que todavía se está planeándose el segundo nivel o sea la secundaria que se dice,
se está planeándose porque la educación que queremos no van a aprender cosas que no va a servir si no se necesita,
que está pensada qué es lo que aprendan para que va a servir, le dijo el compa a su hijo. Y entonces el chavito pues,
así de por ahí de 13, 14 años entonces dice: papá, pero no vayas a pensar de que me vas a mandar aquí, en Cideci,
porque en Cideci ahí se aprende sastrería, zapatería y otras cosas, más que bien lo pueden hacer aquí en el Caracol,
sólo que hace falta que se pongan de acuerdo para hacerlo, dijo el chavito a su papá. Y entonces el chavito dice lo
que quiero aprender yo es qué sustancia tiene el estafiate, y qué es lo que cura eso. Y entonces el compa, pero ahí
está presente ahí su hijo pues, que quería que yo le dijera pues que cuándo y dónde puede aprender eso, entonces yo
le decía, pues déjame ver porque yo no sé.
Entonces tan sorprendido que yo me quedé, pues y eso de que bueno, hasta yo me quedé así, ¿será que se
puede aprender? Entonces platicando con el Sub Galeano dice, pues eso les corresponde a los científicos, la ciencia,
de los que estudian la ciencia, y los científicos pues. Entonces pero lo que vemos es que entonces ya las
generaciones que vienen ya están viendo otra cosa y lo bueno es de que están pensando, porque el chavito eso que
les platico es que en las Comunidades hay compartición como se dice pues, tanto como le dicen de las tres áreas, o
sea donde van compañeros y compañeras a intercambiarse experiencias de las plantas medicinales, de parteros y
parteras, y de hueseros y hueseras, ahí donde pues el chavito eso escuchó pues así de muchas plantas que se habla
que cura tal y tal ¿no? Pero no se sabe qué es, qué sustancia tiene pues, ahí donde aprendió pues eso pues.
Entonces sus mismos prácticos de lo que hacen, sus mismos conocimientos de lo que hacen así pues las
compañeras y los compañeros en los pueblos, eso va a ir como abriendo pues así experiencias, pero también al
mismo tiempo va a ir abriendo pues otras necesidades de querer aprender más pues. Entonces yo creo que pues
escuchando pues ya de lo que se está planteando aquí entre nosotros pues, ojalá de que entonces se vengan pues acá
a poner en práctica con un pueblo pues, en colectivo, les daría mucho gusto pues así a los compañeros a las
compañeras para que entonces se aproveche más ese conocimiento porque con lo poco que tienen los compañeros y
las compañeras que está dando pues un … como les diré, o sea de lo que se está haciendo, de lo que están
construyendo los compañeros y las compañeras claro lo ven a los otros hermanos, hermanas que no son zapatistas.
O sea por ejemplo, en los hospitales que tienen pues así los compañeros, sus hospitales autónomos, son más los
hermanos partidistas que son operadas, operados allí que los zapatistas. Entonces ahí donde la gente no zapatista,
partidistas como les decimos, ahí donde se dan cuenta de que entonces está más mejor de que lo que están haciendo
los zapatistas incluso lo dicen directamente ya, que está mucho más mejor lo que están haciendo los zapatistas, pero
no solo nada más en eso dan el poco avance que ha habido pues en la salud los compañeros y las compañeras sino
también ayudan en orientar o sea hacer política pues, de por qué así están engañados o por qué así están
manipulados o por qué así están dominados pues.
Entonces, si hubiera de que hay más apoyo a través de la ciencia pues, entonces habrá más avances pues así
de los compañeros y de las compañeras pues, y entonces eso les queremos decirles que ojalá de que entonces en
verdad empezáramos pues ahora aquí con nuestros compañeros y compañeras en los pueblos a que se vaya viendo
de que se pudiera pues de que haiga clases, haiga talleres, que haiga cosas prácticas porque las y los compañeros lo
que ven pues así tan interesante y tan importante para enfrentar pues a la hidra capitalista es de que hay que mejorar
pues así la salud, y hay que mejorar pues así la alimentación, pero para eso se necesita aprender, se necesita ciencia.
Los compañeros y las compañeras hacen pues, pero como ya se ha dicho varias veces que es mediante usos y
costumbres pues, o sea se hace la prueba que siembras ahí el maíz a ver si te va a dar, o la calabaza, o el camote, qué
es lo que va a dar ahí, porque no hay un estudio de la ciencia ahí, de qué es lo que va a dar ahí en esa tierra y qué
cosa da aquí en esta parte pues no. Es de mucho sufrimiento de cómo es que se vive, pero si viera que hay una
ciencia, un laboratorio por ejemplo, ahí sí sería diferente, no es cosa de probar sino que ya es porque tiene un
estudio científico qué es lo que hace falta a la madre tierra esto o es lo que puede dar aquí esto pues.
Entonces pues así se ve, así hacen sus estudios también los compañeros y las compañeras y que entonces de
donde nace esto por la cual estamos aquí, la verdad es eso de que entonces es el estafiate que dijo el chavito eso que
quiere saber cuál es la sustancia y que entonces ya de ahí eso se vio de que entonces están los demás, Escuelas
Autónomas Zapatistas que están en otra necesidad de lo que quieren aprender los jóvenes pues.
Entonces hermanos, hermanas, compañeros, compañeras, que los invitamos pues con los compañeros y las
compañeras a que vamos formando pues un colectivo, como colectivo pues que andamos las y los zapatistas y que
entonces mostremos después al pueblo de México que el pueblo, el propio pueblo puede crear la forma de cómo
vivir y que no necesitamos a alguien que manipulen pues así a nuestra riqueza o que las expropian lo que es nuestro
como pueblo, más que nosotros como pueblos pues y que para eso necesitamos pues estar juntos con los pueblos
originarios y con la ciencia de los científicos y la ciencia de los artistas, qué vamos imaginando, o qué vayamos
construyendo, o que vayamos practicando y que vayamos demostrándonos entre nosotros mismos que sí se puede
como los compañeros y compañeras bases de apoyo que sin más, más que su propio esfuerzo, su propia resistencia y
su propio pensar de ver y crear, imaginar, han demostrado, aunque no sepan leer y escribir, y aunque no dominan
bien el español, pero en los hechos la tienen, lo que decimos pues acá, que el sistema acá, el mal gobierno pues de
México se ha hecho a un lado pues y estamos practicando lo que nosotros pensamos y de lo que nosotros creemos,
pero sentimos solos porque no sólo nada más los que estamos explotados pues, los indígenas en México, sino están
los hermanos y hermanas tanto en el campo y en la ciudad pues. Pero para eso se necesita Ciencia pues, de cómo
vamos a tener que construir el mundo nuevo pues.
Necesitamos, se siente la necesidad pues, tan eso como así pues el chavito que platicamos, que siendo
chavito ya está pensando así de que quiere conocer, que quiere saber por qué es tan importante la sustancia que tiene
el estafiate, porque tanto escucha en el colectivo pues, en la compartición que se hacen las compañeras y los
compañeros pues. Entonces eso es lo que queremos pues así plantearles, que entonces ojalá nos unamos pues para
crear otra forma de ver, otra forma de pensar, imaginar pues de cómo tenemos que ir construyendo un cambio, pues
que realmente es el cambio no nomás el nombre, ni nada más de color pues.
Eso es lo que sería que les podemos compartir compañeros y compañeras, hermanos y hermanas.

Subcomandante Insurgente Moisés Subcomandante Insurgente Galeano


29 de diciembre del 2016.
Ciencia ficción.
Recuerden eso: ciencia ficción. Ya verán que, en sus próximas pesadillas, les ayudará para no angustiarse
tanto, o al menos para no angustiarse inútilmente.
Tal vez recuerden alguna película de ciencia ficción. Tal vez a alguna, alguno de ustedes, la ciencia ficción
los llevó luego al camino de la ciencia científica.
A mí no, tal vez porque mi película de ciencia ficción favorita es “La Nave de los Monstruos”, con el
inolvidable Eulalio González, “el Piporro”, y cuya banda sonora ha sido injustamente excluida de los premios
Oscar, los Globos de Oro, o el renombrado y local “Pozol de Barro”. Tal vez hayan escuchado hablar de ella, es
una película de “culto”, según alguna de esas revistas especializadas que nadie lee, ni los que la editan. Si
recuerdan el filme y/o lo ven, de seguro entenderán por qué terminé perdido en las montañas del Sureste Mexicano,
y no extraviado en la asfixiante red burocrática que, al menos en México, ahoga la investigación científica.
Y también celebrarán que haya sido esa película mi referente de ciencia ficción, y no “2001, Odisea del
Espacio” de Kubrick, o “Alien, el octavo pasajero” de Riddley Scott (con la teniente Rippley rompiendo el esquema
del macho sobreviviente de Charlton Heston en “El Planeta de los Simios”), o “Blade Runer”, también de Ridley
Scott, donde la pregunta, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, es el punto nodal.
Así que al Piporro y su “Estrella del Desello”, y al robot Tor enamorado de una rockola, deben agradecer el
que yo no esté de su lado en este encuentro.
En fin, filias cinéfilas aparte, supongamos una película promedio del género: un apocalipsis en curso o en el
pasado; la humanidad entera en peligro; primero un audaz e intrépido varón como protagonista; después, de la mano
del feminismo inocuo, una mujer, también audaz e intrépida; un grupo de científicos es convocado a una instalación
súper secreta (claro, invariablemente situada en la Unión Americana); un militar de alto rango les explica: deben
crear un plan que salve a la humanidad; se hace, pero resulta que necesitan de un individuo o individua que, dicho
de paso, anule el trabajo colectivo y, en el último segundo, corte, con unas pinzas que aparecieron
inexplicablemente, el cable verde o azul o blanco o negro o rojo en una decisión azarosa, y zás, la humanidad está a
salvo; el grupo de científicos aplaude a rabiar; el muchacho o la muchacha encuentran el verdadero amor; el
respetable público se retira de la sala, mientras los colados revisan los asientos para ver si alguien dejó, a medio
terminar, algún cartón de palomitas, con ese delicioso e inigualable sabor a benzoato de sodio.
La catástrofe tiene variados orígenes: un meteorito ha cambiado de ruta con la misma constancia de un
político haciendo declaraciones sobre el gasolinazo; o un tornado de tiburones; o un planeta desviado de su curso; o
un sol irritado y lanzando fuera de su órbita una de esas lenguas ígneas; o una enfermedad proveniente del espacio o
de una nave extraterrestre; o un arma biológica que se sale de control y, convertida en gas inodoro, transforma a
quien entra en contacto con él y lo transmuta en político profesional o en algo no tan horrible.
Eso, o el apocalipsis ya es un hecho y un grupo de sobrevivientes deambula sin esperanza, introyectando la
barbarie exterior en su comportamiento individual y colectivo, mientras la humanidad agoniza.
El final puede variar, pero la constante es el grupo de científicos, sea como responsables de la catástrofe,
sea como esperanza de salvación, claro, si un chico o chica guapa aparece en el momento oportuno.
O el desenlace puede ser de interrogante, o de plano modelo “dark azotado” (ya José Alfredo Jiménez nos
había advertido que “la vida no vale nada”).
Bien, tomemos como ejemplo cualquier novela, película o serie de televisión de tema apocalíptico o
catastrófico. Digamos una con tema de moda: zombis.
Un ejemplo concreto, la serie de televisión “The Walking Dead”. Para quien no la conoce el argumento es
sencillo: por alguna causa sin definir, las personas que mueren, se “convierten” en zombis; el protagonista
deambula, se topa con un grupo, establecen una organización jerárquica en continua crisis, y tratan de sobrevivir. El
éxito de la serie pudiera deberse a que muestra a personajes que en situaciones normales son mediocres o parias, y
se convierten en heroínas y héroes dispuestos a todo. Algun@s de ellos:
Michonne, una ama de casa ninguneada por el marido y los hermanos, convertida en una temible guerrera
con katana (interpretada por la actriz y dramaturga Danai Jekesal Gurira y, no es por dárselas a desear, es la única
de quien doy el nombre real porque, en el baúl dejado por el SupMarcos encontré una foto de ella en el personaje de
Michonne, dedicada de su puño y letra al finado, ¡arrrrroz con leche!).
Daril, un paria manipulado, transformado en un “tracker” y ballestero temible. Hasta ahora, el símbolo de
la insumisión, la resistencia y la rebeldía.
Glenn, un repartidor de pizzas vuelto explorador estrella. El milusos y mil vidas de la serie, hasta que
Rickman regresó al comic.
Maggie, una joven a la que el apocalipsis zombi salva de la vida monótona de la granja y la convierte en
líder aún embarazada.
Carol, una esposa maltratada, transfigurada en la versión femenina de Rambo pero inteligente.
Carl, un púber que esconde detrás del parche a un asesino serial, como bien dedujo Negan.
Eugene, el nerd que simboliza la ciencia y pasa a ser, de mitómano, a útil para el colectivo.
El Padre Gabriel, el religioso convenenciero y oportunista que se reconvierte y se vuelve necesario.
Tara y Aaron, la lesbiana y el gay que aseguran corrección política a la trama.
Rosita, mi sueño húmedo preferido, la latina que combina pasión, habilidad y coraje.
Morgan, el superviviente en modo monje shaolín.
Sasha, la mujer que muta del rol clásico romántico a la de superviviente realista.
Y, en la parte alta de la jerarquía, el maltrecho símbolo del orden, Rick, un ex alguacil que difícilmente
puede ocultar las inclinaciones fascistas de cualquier policía.
No sé en qué temporada van. Desde la quinta dejé de verla porque al películero que me mandaba las
ediciones “alternativas” le cayó la justicia y a saber dónde está (lo que es una pena, porque me había prometido
hasta la temporada 10, aunque ni siquiera Kirkman sabe si habrá 10 temporadas). Pero con lo que he alcanzado a
ver, me doy cuenta del porqué de su éxito.
Como quiera, no es difícil seguir la trama, basta revisar los spoliers que se cuelan en twiter en los hashtags
respectivos.
Hace algunas lunas, le pregunté a una compañera qué hubiera pasado si Rick, o cualquiera de los del grupo,
supiera con anterioridad que iba a pasar lo que pasó. Elijo al policía porque parece que es el único que tiene
garantizada la supervivencia, al menos en el comic homónimo.
Rick, ¿se hubiera preparado?, ¿habría construido un bunker y en él acumularía alimentos, medicinas,
combustible, armas y municiones, las obras completas de George Romero?
¿O tal vez intentaría detener el desastre?
La compañera, zapatista al fin, me respondió con la misma pregunta: ¿qué pensaba yo que hubiera hecho
Rick Grimes?
No dudé en responderle: nada. Aun sabiendo lo que iba a pasar, ni Rick, ni cualquiera de los personajes
hubieran hecho nada.
Y eso por una sencilla razón: a pesar de todas las evidencias, seguirían pensando, hasta el minuto previo,
que nada malo iba a pasar, que no era para tanto, que alguien en algún lado tendría la solución, que el orden se
restablecería, que habría a quien obedecer y a quien mandar, que, en todo caso, la desgracia le pasaría a otros, en
otra parte, lejos en geografía o lejos en posición social.
Pensarían hasta la víspera que la desgracia es algo destinado, no a ellas, ellos, elloas, sino a quienes
sobreviven abajo… y a la izquierda.
Zombis aparte, en la mayoría de esas narraciones apocalípticas, hay uno o varios momentos en que alguien,
invariablemente el o la protagonista, cuando todos están rodeados por una horda de zombis, o el meteorito está a
poca distancia de sus cabezas, o una situación límite semejante, con serenidad y aplomo dice: “Todo va a salir
bien”.
Y resulta que, en este encuentro, a mí me ha tocado el ingrato papel de aguafiestas. Así que debo decirles
lo que vemos: No, no es una película de ciencia ficción, sino la realidad; y no, no todo va a salir bien, sólo algunas
pocas cosas saldrán bien si nos preparamos antes.
Según nuestros análisis (y hasta ahora no hemos visto a nadie ni nada que los refute, antes bien, los
confirman), estamos ya en medio de una crisis estructural que, en términos coloquiales significa imperio de la
violencia criminal, catástrofes naturales, carestía y desempleo desenfrenados, escases de servicios básicos, colapso
energético, migraciones, hambre, enfermedad, destrucción, muerte, desesperación, angustia, terror, desamparo.
En suma: deshumanización.
Un crimen está en curso. El más grande, brutal y cruel en la breve historia de la humanidad.
El criminal es un sistema dispuesto a todo: el capitalismo.
En términos apocalípticos: es una lucha entre la humanidad y el sistema, entre la vida y la muerte.
La segunda opción, la de la muerte, no se las recomiendo.
Mejor no se mueran. No les conviene. Créanme, yo algo sé de eso porque he muerto varias veces.
Es muy aburrido. Como las entradas al cielo y al infierno sufren de una burocracia pesada (aunque no tanto
como las de las universidades y centros de investigación), la espera es peor que en un aeropuerto o central de
autobuses en épocas decembrinas.
El infierno es ídem, tienes que organizar encuentros de artes, de ciencias exactas y naturales, de ciencias
sociales, de pueblos originarios, y cosas igualmente terribles. Te obligan a bañarte y peinarte. Te inyectan y te
fuerzan a comer sopa de calabazas todo el tiempo. Tienes que escuchar a Peña Nieto y a Donald Trump en una
conferencia de prensa sin fin.
El cielo, por su parte, es igual, sólo que ahí tienes que soportar el coro monótono de unos ángeles
descoloridos, y todos te dan largas si lo quieres hablar al dios para quejarte de la música.
En resumen; digan no a la muerte y sí a la vida.
Pero no se engañen.
Van a tener que luchar todos los días, a todas horas y en todo lugar.
En esa lucha, tarde o temprano, se darán cuenta de que sólo en colectivo tendrán posibilidades de triunfar.
Y, aun así, verán que necesitan también las artes, y que nos necesitan también a nosotras, y a otros, otras,
otroas como nosotros.
Organícense.
Como zapatistas que somos no sólo no les pedimos que abandonen su práctica científica, les demandamos
que continúen en ella, que la profundicen.
Sigan explorando éste y otros mundos, no se detengan, no desesperen, no se rindan, no se vendan, no
claudiquen.
Pero también les pedimos que busquen las artes. Aunque parezca lo contrario, ellas “anclarán” su quehacer
científico en lo que tienen en común: la humanidad.
Disfruten la danza en cualquiera de sus versiones. Tal vez al inicio no puedan evitar enmarcar los
movimientos en las leyes de la física, pero después sentirán, punto.
Vayan más allá de la geometría, la teoría del color y la neurología y gocen la pintura y la escultura.
Resistan la tentación de encontrarle lógica científica a ese poema, a esa novela, y dejen que las palabras les
descubran galaxias que sólo en las artes viven.
Ríndanse ante la falta de sustento científico en las historias que en teatro y cine se asoman a lo humano
imperfecto, voluble e impredecible.
Y así con todas las artes.
Ahora imaginen que no es su cotidianeidad de ustedes, sino esas artes las que están en peligro de extinción.
Imaginen a personas, no estadísticas, hombres, mujeres, niños, ancianos, con un rostro, una historia, una
cultura, amenazadas con el aniquilamiento.
Véanse en esos espejos.
Entiendan que no se trata de luchar por ellas o en su lugar, sino con ellas.
Véanse a sí mismas, a sí mismos, como los vemos nosotras, nosotros, zapatistas.
La ciencia no es su límite, su peso muerto, su carga inútil, la actividad que deben ejercer en la
clandestinidad u ocultándose en el closet de las academias y los institutos.
Entiendan ya lo que ya entendimos nosotros: que, como científicas y científicos, ustedes luchan por la
humanidad, es decir, por la vida.
-*-
Ayer nos explicaba el Subcomandante Insurgente Moisés, que los pueblos son ya, y desde hace décadas,
nuestros maestros, nuestros tutores. Que el interés por las ciencias es nuevo en el zapatismo. Que ha sido incitado
por las nuevas generaciones, por las jóvenas y jóvenes zapatistas que quieren saber más y mejor de cómo es el
mundo. Que de los pueblos organizados salió el novísimo empujón que nos tiene frente a ustedes.
Cierto. Pero lo que no es nuevo en el zapatismo es la lucha por la vida.
Aun en la disposición y planes frente a la muerte, tuvimos desde el inicio la preocupación por la vida.
Los que tienen más edad, o interés a pesar de la edad, pueden conocer lo que fue el alzamiento: la toma de
las 7 cabeceras municipales; los bombardeos, los choques con las fuerzas militares, la desesperación del gobierno al
ver que no podía derrotarnos, el levantamiento civil que lo obligó a detenerse, lo que le ha seguido en estos ya casi
23 años.
Lo que tal vez no conozcan, es lo que le voy a contar a continuación:
Nos preparamos para matar y morir, eso ya se los resumió el Subcomandante Insurgente Moisés. Entonces
teníamos dos opciones frente nuestro: el país se incendiaba o nos aniquilaban. Imaginen nuestro desconcierto
cuando no ocurrió ni una ni otra cosa, pero eso es otra historia para la que tal vez habrá ocasión.
Dos opciones, pero ambas tenían como común denominador la muerte y la destrucción. Aunque no lo
crean, lo primero que hicimos fue prepararnos para vivir.
Y no me refiero a quienes combatimos, a quienes los conocimientos de resistencia de materiales nos
sirvieron para tomar abrigo y cubierta en combates y bombardeos; o a los conocimientos que permitieron a las
insurgentas de sanidad salvar la vida de decenas de zapatistas.
Hablo de las bases de apoyo zapatistas, ésas a quienes, como explicó anoche el Subcomandante Insurgente
Moisés, les debemos el camino, el paso, el rumbo y el destino como zapatistas que somos, así como les debemos el
interés por las artes, las ciencias, y el esfuerzo por incluirnos con trabajadores del campo y de la ciudad, el cuartel
mundial de lucha, de resistencia y rebeldía que se llama “Sexta”.
Desde algunos años previos a ese primero de enero aparentemente ya lejano, en las comunidades zapatistas
se formaron los llamados “batallones de reserva”.
La misión que se les encomendó fue la más importante del gigantesco operativo que llevó al combate a
miles de combatientes: sobrevivir.
Durante meses se les dio instrucción. Miles de niños, niñas, mujeres, hombres y ancianos se entrenaron
para protegerse de las balas y las bombas, para reunirse y replegarse en orden en caso de que el ejército atacara o
bombardeara los poblados, para colocar depósitos de comida, agua y medicinas que les permitieran sobrevivir en las
montañas durante mucho tiempo.
“No morir” era la orden única que debían acatar.
La que teníamos quienes salimos a combatir era: “No rendirse, no venderse, no claudicar”.
Cuando regresamos a las montañas y nos reencontramos con nuestros pueblos, fusionamos las dos órdenes
y las convertimos en una sola: “luchar por construir nuestra libertad”.
Y acordamos hacerlo con todas, con todos, con todoas.
Y acordamos que, si no era posible hacerlo en este mundo, entonces haríamos otro mundo, uno más grande,
uno mejor, uno donde quepan todos los mundos posibles, los que ya hay y los que aún no imaginamos pero que ya
están en las artes y las ciencias.
Muchas gracias.
Desde el CIDECI-Unitierra.

SupGaleano.
México, diciembre del 2016.

Del cuaderno de Apuntes del Gato-Perro.


“La Carencia”
Estaba yo en mi champa, revisando y analizando algunos videos de las jugadas de Maradona y de Messi.
Como si fuera una premonición, llegó rebotando una pelota hasta el interior. Detrás de ella llegó “Defensa
Zapatista”, entrando sin avisar ni pedir permiso. Detrás de la niña, entró el mentado gato-perro.
“Defensa Zapatista” tomó el balón y se acercó a mirar por encima de mi hombro. Yo estaba demasiado
ocupado tratando de evitar que el gato-perro se comiera el ratón de la computadora, así que no me di cuenta de que
la niña miraba con interés los videos.
“Oí Sup”, me dijo, “¿tú lo crees que son muy muy el Maradona y el Messi?”
Yo no respondí. Por experiencia sé que las preguntas de Defensa Zapatista o son retóricas, o no le interesa
saber qué respondo.
Ella siguió:
“Pero no lo estás viendo bien el asunto”, dijo, “por más que mucho de arte y de científicos, los dos tienen
una gran carencia”.
Sí, así dijo: “carencia”. Yo ahí sí la interrumpí y le pregunté: “¿Y tú de dónde la sacaste esa palabra o
dónde la aprendiste?”
Me respondió indignada: “Me la dijo el Pedrito, el muy maldito. Me dijo que no podía jugar fútbol porque
las niñas tienen una carencia de técnica”.
“Yo me embravecí y le di un zape, porque no lo sé qué cosa quiere decir esa palabra y qué tal que es una
grosería. Claro, el muy maldito de Pedrito fue a acusarme con la promotora de educación y me llamaron. Yo lo
expliqué a la maestra como quien dice la situación nacional y de internacional, que está cabrón de la Hidra y todo.
Y como la promotora entendió que tenemos que apoyarnos como mujeres que somos, no me regañaron, pero me
pusieron a buscar qué cosa quiere decir “carencia”. Y yo pues pensé que es mejor ese castigo a que me manden a
comer sopa de calabaza”.
Yo asentí comprensivo, mientras trataba de quitarle el mouse de la boca al gato-perro.
“Pues total, que lo fui a buscar en el internet de la Junta de Buen Gobierno qué cosa es “carencia” y ahí
nomás lo vi que es una canción de los musiqueros de lucha, que es bien alegre y todos se ponen a bailar y a brincar
como que se metieron a donde hay hormiga arriera. Entonces fui con la promotora de educación y ya le dije que
“carencia” es una canción que dice: “Por la mañana yo me levanto, no me dan ganas de ir a estudiar”. La
promotora se río y dijo “será a trabajar”. Entonces le dije que las músicas son según cada quien y según su
problema que tiene. O sea que le di la explicación política, pero creo ella no entiende, porque sólo se ríe. Y
entonces que me manda de vuelta, que no la canción, sino que tengo que saber qué quiere decir la palabra. Y anda
vete, ahí voy de vuelta y tengo que esperar que el que está de guardia en la Junta lo manda una denuncia, y
entonces ya pude entrar yo y ahí lo miré que “carencia” quiere decir que te falta algo. Y voy otra vuelta con la
promotora y ya le dije, y entonces ella me dijo que ya vi que no es grosería y me felicitó, pero como ahí estaba el
Pedrito de metiche, le di otro zape, por andar diciéndome que me falta la técnica. Y entonces pues la promotora
dijo que le va a decir a mis mamaces que así estoy haciendo, entonces pues me vine a esconder aquí porque lo sé
que a ti no hay quien te viene a ver”.
Yo encajé la puya con heroísmo, pues logré al fin arrebatarle el ratón al gato-perro.
“Defensa Zapatista” siguió su perorata:
“Pero no preocupas Sup, antes de entrar, primero me asomé para ver si no estás viendo fotos de mujeres
encueradas que, errrr, de una vez, Sup, no se puede creer, y como quiera no te voy a acusar con el colectivo de
“Como mujeres que somos”, pero claro te digo que no sirve así como haces, porque eso quiere decir que tienes
carencia de mamaces, o sea que, como dice el SubMoy cuando se embravece, no tienes madre”.
Yo aclaro aquí que no es cierto lo que dice “Defensa Zapatista”, lo que pasa es que estaba yo tomando un
curso por correspondencia de anatomía.
Como quiera, antes de que la niña siguiera balconeándome, le pregunté por qué decía que Maradona y
Messi tenían una gran carencia.
Ella ya casi estaba en el dintel de la puerta cuando me respondió:
“Porque les falta algo que es lo más importante: ser mujeres”.
-*-

“Un Viaje Interestelar”


Entre el montón de papeles y dibujos que dejó en difunto SupMarcos, encontré esto que a continuación les
leo. Es una especie de borrador o apuntes para un guion, o algo así, de una supuesta película de ciencia ficción. Se
llama:
“¿Hacia dónde la Mirada?”
Planeta Tierra. Algún año lejano en el futuro, digamos 2024. Entre los nuevos destinos turísticos, ahora se
puede viajar al espacio y dar la vuelta al mundo en un satélite adaptado “ad hoc” para ese fin. La nave espacial es
una réplica en escala del satélite lunar, con un gran ventanal que da vista, todo el tiempo del viaje, a la Tierra. En el
lado contrario, digamos la parte posterior, hay una especie de claraboya, del tamaño de una ventana casera, que da
siempre vista hacia el resto de la galaxia. Los turistas, de todos los colores y nacionalidades, se agolpan en el
ventanal que mira hacia el planeta de origen. Se toman selfies y trasmiten en stream a sus familiares y amistades las
imágenes del mundo, “azul como una naranja”. Pero no todos los viajeros están de ese lado. Al menos cuatro
personas están frente a la ventana contraria. Se han olvidado de sus respectivas cámaras y miran extasiados el
abigarrado collage de cuerpos celestes: el serpenteante trazo de luz polvosa de la Vía Láctea, el rutilante destello de
estrellas que tal vez ya no existan, la danza frenética de astros y planetas.
Una de las personas es artista; no está inmóvil, en su cerebro imagina notas y ritmos, líneas y colores,
movimientos, secuencias, palabras, representaciones inertes o móviles; sus manos y dedos se mueven
involuntariamente, sus labios balbucean palabras y sonidos incomprensibles, cierra y abre los ojos continuamente.
Las artes miran lo que miran y miran lo que puede llegar a ser mirado.
Otra de las personas es científica; nada de su cuerpo se mueve, mira fijamente no las luces y colores
cercanos, sino las más lejanas; en su cerebro imagina galaxias impensadas, mundos inertes y vivos, estrellas
naciendo, hoyos negros insaciables, naves interplanetarias sin banderas. Las ciencias miran lo que miran y miran lo
que puede llegar a ser mirado.
La tercera de las personas es indígena, de estatura menor, de tez oscura y rasgos ancestrales, mira y toca la
ventana. Su mente y cuerpo cargan sobre el sólido material transparente. En su cerebro imagina el camino y el
paso, la velocidad y el ritmo; imagina un destino en continua mutación. Los pueblos originarios miran lo que miran
y miran la vida que puede llegar a ser creada para ser mirada.
La cuarta de las personas es zapatista, de complexión y tez cambiante, mira a través y toca delicadamente
con su mano el cristal, saca su cuaderno de apuntes y empieza a escribir frenéticamente. En su cerebro empieza a
hacer cuentas, listas de tareas, trabajos a emprender, traza planos, sueña. El zapatismo mira lo que mira y mira el
mundo que será necesario construir para que las artes, las ciencias y los pueblos originarios puedan realizar sus
miradas.
Al término del viaje, mientras los demás viajeros adquieren los últimos souvenirs en las tiendas “duty free”,
la persona artista corre a su estudio, o lo que sea, para que su mirada sea sentida por otros, otras, otroas; la persona
científica convoca inmediatamente a otras y otros científicos porque hay teorías y fórmulas que hay que proponer,
demostrar, aplicar; la persona indígena se reúne con sus semejantes y les cuenta lo mirado, para que, en colectivo, la
mirada defina el camino, el paso, la compañía, el ritmo, la velocidad y el destino.
La persona zapatista va su comunidad, en la asamblea del pueblo explica y detalla todo lo que hay que
hacer para que la artista, la científica y la indígena puedan viajar. La asamblea lo primero que hace es criticar la
historia o cuento o guion o como se diga, porque falta poner a los trabajadores del campo y la ciudad. Se propone
entonces que una comisión le haga una carta al finado SupMarcos para que ponga en el cuento al quinto elemento, o
sea al gato-perro, que porque ya se comió el cable del internet y dos usb´s de los Tercios Compas, y se la pasa
persiguiendo el mouse de la computadora, así que mejor se lo lleven; y que ponga, como sexto elemento, a la Sexta
también, porque sin la sexta no está cabal la historia. Aprobado eso, la asamblea propone, discute, agrega y quita,
planea los tiempos, distribuye los trabajos, vota el acuerdo general y nombra las comisiones para cada tarea.
Antes de que se dé por terminada la asamblea y cada quien vaya al trabajo que le corresponde, una niña
pide la palabra.
Sin pasar al frente, parada casi al fondo de la casa comunal, la niña se esfuerza por elevar la voz y dice: “yo
propongo que en la lista de cosas que les van a dar para que llevan, pongan una pelota y una bola de pozol”.
El resto de la asamblea estalla en risas. El SubMoy, que es quien está en la mesa que coordina la reunión,
llama al respeto. Conseguido el silencio, el SubMoy le pregunta a la niña cómo se llama. La niña responde “Yo me
llamo Defensa Zapatista” y pone su mejor cara de “no pasarán, manque sean extraterrestres”. El SubMoy
entonces le pregunta a Defensa Zapatista por qué propone eso.
La niña se sube a la banca de madera y argumenta:
“La pelota es porque si no van a poder jugar, pues de balde van a donde quieren ir. Y la bola de pozol es
para agarran “juerza” y no se desmayan en el camino. Y también para que allá, lejos, donde están los otros
mundos, no se olvidan de dónde salieron”.
La propuesta de la niña es aprobada por aclamación.
El SubMoy está a punto de dar por terminada la reunión, cuando “Defensa Zapatista” levanta su manita
pidiendo de nuevo la palabra. Se le concede.
La niña habla mientras, con un brazo, sostiene un balón de fútbol, y con el otro abraza un animalito que
parecer ser un perro… o un gato, o un gato-perro:
“Sólo les quiero decir que no hemos completado el equipo, pero no preocupan, ya vamos a ser más, de
repente dilata, pero ya vamos a ser más”.
Doy fe.
Guau-miau.

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