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CAS.

N° 350-2016 HUÁNUCO

Lima, veintinueve de noviembre de dos mil dieciséis.

LA SALA CIVIL PERMANENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA


REPÚBLICA; vista la causa número trescientos cincuenta – dos mil dieciséis; en audiencia pública
de la fecha; y producida la votación de acuerdo a ley, emite la siguiente sentencia. I. ASUNTO: En
el presente proceso de anulación de laudo arbitral, el demandado Consorcio Miramar, interpuso
recurso de casación a fojas quinientos noventa y cinco, contra la sentencia de fecha tres de
diciembre de dos mil quince obrante a fojas quinientos setenta y nueve, expedida por la Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Huánuco que declaró fundado en parte el recurso de
anulación de laudo arbitral; en los seguidos por el Gobierno Regional de Huánuco sobre anulación
de laudo arbitral.

II. ANTECEDENTES:

1. DEMANDA

Según escrito de fojas ochenta y seis, el Gobierno Regional de Huánuco interpone demanda de
anulación de laudo arbitral, respecto del el laudo arbitral contenido en la Resolución Nº 14 de fecha
diez de marzo de dos mil quince, sobre consentimiento de liquidación del contrato para la ejecución
de la obra “Mejoramiento y Ampliación de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de las
Urbanizaciones Los Naranjos, Jazmines, Cedros, María Luisa, Primavera, Limonal, San Francisco,
Santa Elena, Santa Elisa, J.G.A. y Nalvarte, Leoncio Prado, T. Llicua y Llicua”12. Expone el
soporte de su pretensión en los siguientes términos: 1.1. Respecto a la causal, prevista en el literal
a), del numeral 1 del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071: • Indica que, el convenio arbitral
institucional es inexistente, ya que en el contrato Nº 415-2010-GRH/PR no se hace referencia a que
la controversia sería resuelta con la intervención de una institución arbitral (Centro de Arbitraje de
la Cámara de Comercio de Huánuco), por lo que se entiende que las partes acordaron un arbitraje ad
hoc, no habiendo existido aceptación de las partes para la conversión de la cláusula ad hoc por una
institucional y, si bien el consorcio Miramar presentó su solicitud de arbitraje ante el Director del
Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Huánuco, la misma que emitió la resolución Nº
01, admitiendo la solicitud, ante lo cual la Procuraduría Pública desde el primer momento formuló
Oposición con la subversión del trámite del arbitraje, sin embargo al Árbitro Único no emitió
pronunciamiento al respecto, por lo que formuló la nulidad de los actuados, la cual fue declarada
improcedente, bajo el argumento de que las decisiones distintas al laudo solo se cuestionan con el
recurso de reconsideración, craso error, por cuanto la nulidad no es un recurso sino un remedio
procesal. 1.2. Respecto a la causal, prevista en el literal c), del numeral 1 del artículo 63 del Decreto
Legislativo N° 1071: • Por cuanto en el contrato, cláusula décimo primera, se pactó un convenio
arbitral ad hoc, no haciendo ninguna mención al Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de
Huánuco, como institución que se encargaría de administrar el arbitraje en caso de controversia, no
obstante ello, el consorcio Miramar decide someter la controversia sobre liquidación del contrato de
la obra a conocimiento del Centro de Arbitraje referido; más aún cuando el consorcio Miramar
inicialmente tramitó su solicitud de la forma como prescribe la Ley y el Reglamento de
Contrataciones del Estado, sin embargo posteriormente inicia un nuevo trámite de arbitraje, esta vez
ante el Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Huánuco; por lo que las actuaciones
arbitrales llevadas a cabo por el árbitro único no se encuentran ajustadas al acuerdo entre las partes
ni al trámite correspondiente. 1.3. Respecto a la causal de anulación, prevista en el literal g), del
numeral 1 del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071: • Señala que, no se emitió el laudo en el
plazo previsto por ley, esto es dentro de los 15 días luego de emitida la resolución que fi jaba el
plazo, así como tampoco se prorrogó el mismo para ser emitido en su debida oportunidad, por lo
que mediante escrito de fecha veintitrés de febrero de dos mil quince se reservaron el derecho de
acogerse a la causal de anulación de laudo, siendo notificados posteriormente con la resolución con
la cual se procede a prorrogar el plazo para laudar, lo cual resulta inválido por cuanto el plazo ya se
había vencido.

2. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

El árbitro único Fernando Corcino Barrueta contesta la demanda mediante escrito de fojas
cuatrocientos noventa y dos, alegando principalmente que: 2.1. El recurso de anulación de laudo
arbitral no reúne las exigencias para su admisión, establecidas en el Reglamento bajo el cual se
reguló el Arbitraje Administrativo de Derecho Constitucional, toda vez que se está vulnerando lo
establecido por las partes en el Acta de Instalación del proceso arbitral, que al determinar el marco
normativo del proceso acordaron que éste se regiría bajo las normas del Decreto Legislativo Nº
1017 – Ley de Contrataciones del Estado y su reglamento – y el reglamento del centro de arbitraje
de la cámara de comercio e industrias de Huánuco, instrumental última que establece la
presentación del documento que contiene la constitución de fianza bancaria, solidaria,
incondicionada y de realización automática, a favor de la otra parte, como requisito del recurso de
Anulación, garantía que no fue adjuntada a la demanda. 2.2. Del expediente arbitral se tiene que la
resolución Nº 13-2015, de fecha veintitrés de febrero de dos mil quince, con la que se prorroga el
plazo para laudar, en un periodo de 15 días adicionales, no fue cuestionada por el procurador
público del Gobierno Regional de Huánuco luego de haber sido notificado, sino que la dejó
consentir, por lo que su aceptación fue tácita, por lo que se procedió a emitir el laudo en el plazo fi
jado, presentando posteriormente el Procurador en mención su solicitud de interpretación,
integración y rectifi cación de laudo, en la que no hace referencia al extremo de la prórroga,
solicitud de interpretación que difi ere en cuanto a sus fundamentos del recurso de anulación. 2.3.
De acuerdo, a lo previsto en el numeral 2) del artículo 63 de la Ley de Arbitraje, las causales
previstas en los incisos a), b) y d) del numeral 1 del mismo artículo, solo serán procedentes si
fueron objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada y
fueron desestimados, siendo que el Procurador Público al formular su recurso de anulación
cuestiona actuaciones que oportunamente contaron con su aceptación, por lo que adquirieron la
calidad de consentidas.

3. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

El Consorcio MIRAMAR contesta la demanda mediante escrito de fojas quinientos cinco, alegando
principalmente que: 3.1. El Procurador Público del gobierno Regional de Huánuco no indicó que al
no llegar a un acuerdo conciliatorio, el Consorcio Miramar con fecha veinte de diciembre de dos
mil trece dirigió su solicitud de inicio de arbitraje al Presidente del Gobierno Regional en
referencia, designando al árbitro de parte por tratarse de un arbitraje Ad Hoc, otorgando el plazo de
diez días a la entidad con el apercibimiento de recurrir a la Dirección de Arbitraje del OSCE de no
tener respuesta, ante lo cual el Gobierno Regional mediante una carta da por aceptada la solicitud de
inicio de proceso arbitral, sin embargo presenta oposición respecto del árbitro de partes, por lo que
procede a designar nuevo árbitro de parte, solicitando a su vez que el proceso sea ventilado con un
tribunal arbitral de la Cámara de Comercio de Huánuco, siendo que ante el exceso del plazo sin que
los árbitros de parte nombren un presidente y se dé inicio al trámite, ante lo cual dirige una nueva
solicitud al Presidente del Gobierno Regional de Huánuco proponiendo la decisión de recurrir a la
vía de arbitraje Ad Hoc, con un árbitro único designado por la Cámara de Comercio, con lo cual no
se desnaturaliza en modo alguno la cláusula arbitral. 3.2. Luego que se admitió la solicitud por la
Cámara de Comercio de Huánuco, se corre traslado al Gobierno Regional, quien absuelve la
solicitud y manifiesta su conformidad con el árbitro único, formulando a su vez oposición respecto
a la solicitud dirigida a la Cámara de Comercio, siendo puesto en conocimiento de dicha parte
procesal toda las actuaciones del procedimiento arbitral, cuyo representante participó en la
instalación de arbitraje y audiencias posteriores, acto primero en el que se establecieron las reglas
del arbitraje, entre ellas que el arbitraje sea organizado y administrado por una institución arbitral,
ante el cual el accionante no formuló ninguna objeción, con lo cual aceptó la modifi cación del
acuerdo de convenio arbitral, no realizando actuaciones contrarias que permitan concluir su
desacuerdo. 3.3. En cuanto a la caducidad argumentada por el Procurador del Gobierno Regional y
de Huánuco, se encuentra demostrado que el inicio de las controversias en materia de
contrataciones se sujeta al plazo de caducidad, omisión advertida en la Ley N° 29879, norma
aplicable a los procesos de contratación a partir del mes de setiembre de 2012, posterior a la
celebración del contrato de autos, por lo que se debe declarar infundado el recurso de anulación.

4. SENTENCIA

La Sala Civil Permanente de Huánuco, mediante resolución de fecha tres de diciembre de dos mil
quince, obrante a fojas quinientos setenta y nueve, declaró improcedente la nulidad planteada por el
Consorcio Miramar; fundado en parte el recurso de anulación de laudo al considerar principalmente
que: 4.1. El pedido de Nulidad planteado por el Consorcio Miramar deviene en improcedente en
tanto la aceptación por decoro, del Juez Superior Alex Gaspar Reymundo, no constituye causal de
nulidad de todos los actos procesales y si bien el auto admisorio del recurso constituye una
resolución relevante que requiere motivación, no debe obviarse que dicha resolución fue firmada
por dos magistrados, cuyos votos conformes hacen resolución conforme a lo establecido en el
artículo. 141 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial; que los efectos de la
abstención operan a partir de su aceptación y no de manera retroactiva, y que finalmente al
expedirse la resolución en mención no hubo análisis de fondo pues simplemente se admitió a
trámite para correrse traslado a los otros sujetos procesales. Respecto a que sería nulo todo lo
actuado debido a un requisito no cumplido por el Gobierno Regional de Huánuco al interponer el
recurso de anulación, dicho argumento carece de asidero pues tanto el artículo 66 del Decreto
Legislativo N° 1071 como el artículo 86 del Reglamento del Centro de Arbitraje Nacional e
Internacional de la Cámara de Comercio e Industrias de Huánuco no establecen dicho requisito para
la admisión del recurso de anulación de laudo - salvo que así hayan pactado las partes, lo que no es
el caso-, sino tal solo posibilitaría que el recurrente pueda pedir la suspensión la ejecución del laudo
arbitral, lo que tampoco se ha solicitado. 4.2. El laudo de derecho, contenido en la resolución Nº 14,
se encuentra incurso en causal de anulación prevista en el inciso c) del artículo 63 de la Ley general
de Arbitraje, invocado por el Procurador Público del Gobierno Regional de Huánuco; vicio que fue
advertido por dicha parte procesal en el procedimiento de arbitraje manifestando su oposición
durante su tramitación, la misma que debía ser dilucidada por el Arbitro; siendo así debe declararse
fundada la anulación de laudo por la causal invocada; no siendo posible estimar los argumentos de
las otras partes procesales, quienes se enmarcaron en cuestionar la procedencia de esta causal,
circunstancia analizada tanto al momento de resolver el pedido de nulidad interpuesto como en el
punto 9.2 de la presente resolución. Por lo señalado, de conformidad con inciso c) del numeral 1 del
artículo 65º del Decreto Legislativo Nº 1071, corresponde a las partes proceder a un nuevo
nombramiento de árbitros. 4.3. Con relación a la causal prevista en el literal g) que se viene
analizando, consistente en que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las
partes, previsto en el reglamento arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral, conviene
señalar que: • El accionante argumenta este extremo, señalando que, el laudo arbitral no fue emitido
en el plazo previsto por ley, así como tampoco se dispuso ninguna prórroga para ser emitido
oportunamente, por lo que mediante escrito de fecha vientres de febrero de dos mil quince se
reservaron el derecho de acogerse a la causal de anulación de laudo, siendo notifi cados
posteriormente con la resolución con la cual se procede a prorrogar el plazo para laudar, lo cual
resulta inválido por cuanto el plazo ya se había vencido. • En el acta de instalación de tribunal
arbitral, realizada con fecha dieciocho de marzo de dos mil catorce, en el centro de arbitraje de la
cámara de comercio e industrias de Huánuco, se establecieron las reglas a seguir durante el
procedimiento arbitral, así, en el numeral 26) se precisó. “(...) realizada la audiencia de informes
orales, el tribunal arbitral unipersonal, procederá a señalar el plazo para laudar, dentro de los 15 días
siguientes, el mismo que podrá ser prorrogado, a discreción, por 15 días adicionales. De ser
necesario”. Por su parte el numeral 12 se estableció que, para el cómputo de los plazos del presente
proceso arbitral, el plazo se contará a partir del día hábil siguiente, a aquel en que se recibía la
notificación; de lo que se desprende que el cómputo para las actuaciones procedimentales se
encontraba fijado en días hábiles; siendo así, encontrándose establecida las reglas, corresponde
analizar si en el caso en concreto se respetaron las mismas. • De los actuados se tiene que, mediante
resolución Nº 12-2015 de fecha veinte de enero de dos mil quince, que obra a fojas ciento ochenta y
nueve de autos, se fi jó el plazo de 15 días hábiles para expedir el laudo arbitral, resolución que fue
notifi cada al consorcio Miramar y Gobierno Regional de Huánuco el veintiuno y veintidós de enero
de dos mil quince, como es de y verse a fojas ciento ochenta y siete y ciento chenta y ocho,
respectivamente; asimismo mediante resolución Nº 13-2015, de fecha veintitrés de febrero de dos
mil quince, se dispuso prorrogar el plazo para emitir el laudo arbitral en 15 días hábiles adicionales.
• Siendo así, el laudo no fue emitido dentro del plazo previsto primigeniamente por el tribunal
arbitral, así como tampoco corría plazo de prórroga alguna, cuando el Gobierno Regional de
Huánuco reclamo tal situación, consecuentemente, este colegiado no puede convalidar que el
Tribunal Arbitral haya notifi cado una prorroga cuando el plazo ya se encontraba vencido y cuyo
exceso de plazo había sido reclamado en su oportunidad, consecuentemente, este causal también
corresponde ser estimada. • En consecuencia, estando a que primero se ha estimado la causal
contemplada en el literal c) del numeral 1 del artículo 63º del Decreto Legislativo Nº 1071, carece
de objeto señalar cuál es la consecuencia al amparar la causal contemplada en el literal g) de la
misma norma en mención; ya que los efectos de la primera subsumen a la segunda.

5. RECURSO DE CASACIÓN

Contra la resolución dictada por la Sala Superior, el demandado Consorcio Miramar interpone
recurso de casación a fojas quinientos noventa y cinco, el mismo que ha sido calificado mediante
resolución de fecha uno de junio de dos mil dieciséis obrante a fojas setenta y uno del cuadernillo
de casación, que declaró procedente el recurso de casación por las causales de: i) Vulneración del
artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado. Alegando que, se ha vulnerado el
debido proceso en tanto la Sala ha expedido el admisorio del recurso de anulación cuando la Sala
estuvo integrada por un Juez Superior con impedimento para conocer el proceso, formando Sala los
señores Garay Molina, Malpartida Ramos y Gaspar Raymundo; en la audiencia de vista de la causa
en que se dejó la causa al voto, la Sala estuvo conformada por los señores Malpartida Ramos,
Fernández Lazo y Gaspar Raymundo; vencido el plazo para resolver se declara el impedimento del
Juez Superior Gaspar Raymundo únicamente con la intervención de los señores Malpartida Ramos
y Fernández Lazo, sin intervención de un tercer Juez ni decidir la conformación de la Sala y en la
nueva fecha señalada para la vista de la causa los señores Garay Molina, Malpartida Ramos y
Manzano Sandoval, vulnerándose el artículo 141 del la Ley Orgánica del Poder Judicial. Precisa
que la Sala debió declarar nula la vista de la causa y el admisorio del recurso de anulación,
conformar la Sala con los miembros que se definan y emitir nuevo pronunciamiento respecto al
recurso de anulación. Señala que se incurre en motivación aparente, pues considera que el auto que
admite el recurso de anulación es una resolución de trascendencia para luego sostener que es una
resolución de mero trámite; no realiza un análisis serio del caso omitiendo examinar la audiencia de
instalación del Tribunal Arbitral a fi n de no analizar que en el acta de instalación las partes se
sometieron a las reglas allí establecidas, vulnerando asimismo el derecho de la parte que recurrente
a un juicio justo e imparcial, al atribuirle la desnaturalización del convenio arbitral sin una justifi
cación razonable. ii) Vulneración del artículo 2 numeral 2 de la Constitución Política del Estado.
Alega que, se privilegia el derecho del Estado (Gobierno Regional de Huánuco) frente al derecho de
la recurrente, sosteniendo que no se puede obligar al Gobierno Regional al cumplimiento de la fi
anza para la interposición del recurso de anulación, en tanto implica una vulneración del derecho
del referido Gobierno Regional de acceder a la justicia como expresión del principio a la tutela
jurisdiccional que protege nuestra Constitución, no obstante haberse sometido de manera expresa al
Reglamento del Centro de Conciliación y Arbitraje Internacional de la Cámara de Comercio de
Huánuco, violando así el principio de igualdad de las partes ante la Ley, olvidando que en el
proceso de arbitraje las partes se encuentran en un plano de igualdad sin privilegios de ninguna
clase, y que el requisito mencionado no es inconstitucional. iii) Infracción del artículo 141 del Texto
Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Que la Sala interpreta que puede estar
conformada solo por dos jueces superiores y que se puede prescindir de la intervención del Tercer
Juez Superior; sin embargo es una interpretación errónea, siendo la interpretación correcta que la
Sala Superior la conforman tres Jueces Superiores los mismos que emiten decisiones, pero
tratándose de aquellas que no ponen fi n a la instancia bastan dos votos conforme pues el tercero
puede tener un criterio diferente y si bien consta su voto no resulta necesario integrar la Sala cono
otro Juez Superior pues no se precisan de tres votos conformes. iv) Infracción de los artículos 62 y
64 numeral 3 del Decreto Legislativo N° 1071 Arguye que; de lo establecido en el referido artículo
62 del Decreto Legislativo N° 1071 se infiere que la resolución que admite el recurso de anulación
de aludo arbitral es trascendental porque para su admisión debe analizarse si se cumple con los
requisitos de procedibilidad; por otro lado la Sala incurre en contradicción pues por una parte
precisa que el auto admisorio de la demanda es una resolución relevante que requiere de motivación
y por otra parte que se trata de una resolución de mero trámite; sin embargo, conforme al numeral 3
del artículo. 64 del Decreto Legislativo N° 1071, la Corte Superior tiene un plazo de diez días para
resolver y se encuentra en la facultad de desestimar de plano el recurso de anulación; en
consecuencia es obligación de la Sala Civil examinar el recurso de anulación y la documentación
presentada para resolver si se admite a trámite el mismo o se deniega de plano, por lo que la Sala
infringe este artículo al admitir sin mayor examen la demandad de anulación por considerarla una
resolución de mero trámite. v) Infracción del artículo 86 del Reglamento del Centro de Arbitraje de
la Cámara de Comercio e Industrias de Huánuco. Señala que, el referido artículo establece
expresamente que es requisito del recurso de anulación el documento que contiene la constitución
de fi anza bancaria solidaria; sin embargo, la Sala de modo arbitrario considera que no existe
fundamento fáctico ni legal que establezca el requisito de constitución de fi anza para la admisión
del recurso de anulación, obviando además analizar que en el acta de instalación del arbitraje las
partes se someten expresamente a las reglas establecidas por el Reglamento del referido Centro de
Arbitraje. vi) Infracción del artículo 171 del Código Procesal Civil. Dado que la Sala ha violado el
artículo 141 de la Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial y vulnera el derecho
a la imparcialidad en la administración de justicia porque mantiene vigente la resolución que admite
el recurso de anulación no obstante haber sido expedido con la intervención de un Juez Superior
impedido de conocer el caso, trasgrediendo el artículo 171 del Código Procesal Civil, aplicable
excepcionalmente a la causa en tanto en un proceso autónomo de naturaleza jurisdiccional vii)
Infracción del inciso c) del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071. La Sala no examina el acta
de instalación en su integridad, refi riéndose a dicha acta únicamente para efectuar el cómputo del
plazo para la emisión del laudo, no ha tenido en cuenta que en el acta dejaron establecidas las reglas
del arbitraje y se sometieron expresamente a ellas y expresamente a lo regulado por el Reglamento
del Centro de Arbitraje Nacional e Internacional de la Cámara de Comercio e Industrias de
Huánuco, siendo dichas reglas las establecidas defi nitivamente; debiéndose tener en cuenta que
conforme a lo interpretado por la OSCE, con carácter vinculante, las reglas del arbitraje pueden
constan en cláusula arbitral o fuera de ella; por lo que lo sostenido por la Sala en el sentido que el
Consorcio Miramar desnaturalizó el convenio arbitral carece de sustento legal. Agrega que, cuando
la ley se refi ere a la trasgresión del acuerdo arbitral exige la existencia de una arbitrariedad, además
la conducta debe ser coherente, por lo que si en un primer momento el Gobierno Regional se opone
al arbitraje en ese mismo momento admite la designación del árbitro (escrito del veintiséis de
febrero de dos mil catorce) posteriormente concurre al acta de instalación de Tribunal Arbitral
(dieciocho de marzo de dos mil catorce) y se somete a las reglas establecidas en el acta en forma
expresa; no existe justifi cación para considerar arbitraria la conducta de la recurrente, pues desde
que las partes se someten a las reglas establecidas en el acta de instalación de Tribunal Arbitral no
existe posibilidad alguna para cuestionar el tipo de arbitraje, de allí que al alegada desnaturalización
que se le atribuye solo es un criterio sin sustentación razonable, que de admitirse infringiría el
inciso “c” del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071, porque precisamente, como se ha
demostrado el proceso arbitral ha obedecido al acuerdo de las partes, razón por la cual dicho
numeral no es aplicable al caso de autos. Precisa que conforme al inciso 2 del referido artículo. 63
las causales previstas en los incisos a, b, c y d del numeral 1 del referido artículo solo serán
procedentes si fueron objeto de reclamo en su momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada
y fueron desestimadas; sin embargo la parte demandante no cumplió con cuestionar o reclamar
expresamente en el proceso arbitral, los argumentos que forman parte de su recurso de anulación y
por el contrario se acogió a las reglas establecidas para el proceso arbitral. viii) Infracción del inciso
g) del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071. Dado que, la Sala no advierte que el Gobierno
Regional, no formuló reclamo alguno respecto a la emisión del laudo fuera del plazo, porque si bien
interpuso rectifi cación, interpretación e integración del laudo, a que se refi ere el artículo 58 de la
Ley, en dicha oportunidad tendría que haber reclamado respecto a la extemporaneidad de la
decisión arbitral y del hecho de no haberse resuelto su petición, procediendo en contrario pues no
solo cuando fue notifi cada con la resolución de prórroga no la cuestionó, sino que cuando interpuso
el recurso de rectifi cación interpretación e integración el veintiséis de marzo de dos mil quince
tampoco lo hizo de manera que consintió indiscutiblemente con el plazo de expedición del laudo.
Precisa que considera a las causales c y g incompatibles aun cuando sus efectos sean semejantes, en
tanto la primera sustenta en la vulneración del acuerdo arbitral de manera que si prueba
fehacientemente como exige la ley resulta írrito emitir pronunciamiento sobre si el laudo fue o no
emitido extemporáneamente. ix) Inaplicación del Principio Kompetenz – Kompetenz – artículo 41
numeral 1 del Decreto Legislativo N° 1071. La Sala omite aplicar el mencionado principio, el
mismo que se haya recogido en el artículo 41, numeral 1 del Decreto Legislativo N° 1071 conforme
al cual son los árbitros los que pueden decidir cualquier cuestionamiento sobre su propia
competencia, principio que legalmente se encontraba obligada a aplicar a fi n de desestimar la
causal “c” alegada por el Gobierno Regional. Finalmente precisa que, si la Sala hubiera interpretado
y/o aplicado adecuadamente las normas invocadas la Sala de mérito habría desestimado la nulidad
pretendida; y que su pedido casatorio es nulifi cante y en forma subordinada revocatorio.

IV. FUNDAMENTOS:

PRIMERO.- Ante todo, en materia de casación es factible ejercer el control de las decisiones
jurisdiccionales, para determinar si en ellas se han infringido o no las normas que garantizan el
derecho al debido proceso, tomándose en consideración que éste supone el cumplimiento de los
principios y de las garantías que regulan el proceso como instrumento judicial, cautelando sobre
todo el ejercicio absoluto del derecho de defensa de las partes en litigio.

SEGUNDO.- Que, el recurso de casación tiene como fi nes esenciales la correcta aplicación e
interpretación del derecho objetivo y la unifi cación de la jurisprudencia nacional de la Corte
Suprema de Justicia, conforme se señala en el artículo 384 del Código Procesal Civil.

TERCERO.- Que, respecto a la causal de infracción normativa, según Monroy Cabra, “Se entiende
por causal (de casación) el motivo que establece la ley para la procedencia del recurso...”1 . A decir
de De Pina.- “El recurso de casación ha de fundarse en motivos previamente señalados en la ley.
Puede interponerse por infracción de ley o por quebrantamiento de forma. Los motivos de casación
por infracción de ley se refi eren a la violación en el fallo de leyes que debieran aplicarse al caso, a
la falta de congruencia de la resolución judicial con las pretensiones deducidas por las partes, a la
falta de competencia etc.; los motivos de la casación por quebrantamiento de forma afectan (….) a
infracciones en el procedimiento”2 . En ese sentido Escobar Forno señala. “Es cierto que todas las
causales supone una violación de ley, pero esta violación puede darse en la forma o en el fondo”3 .

CUARTO.- Se ha declarado procedente el recurso de casación por las causales de infracción


normativa procesal y material. Teniendo en cuenta ello, es de advertirse que conforme lo dispone el
artículo 396° del Código Procesal Civil, cuando se declara fundado el recurso de casación por
vulneraciones a las normas que garantizan el debido proceso o las infracciones de las formas
esenciales para la efi cacia y validez de los actos procesales en todos los supuestos se debe devolver
el proceso a la instancia inferior para que emita un nuevo fallo, mientras que si se declara fundado
el recurso por las otras causales contempladas en el artículo 386° del Código Procesal Civil, la Sala
Suprema actuando en sede de instancia deberá resolver el confl icto según su naturaleza. Es por
ello, que la revisión de las causales por las que ha sido declarado procedente el recurso de casación
debe comenzar por el análisis de la alegación de vulneración a las normas que garantizan el derecho
a un debido proceso.

QUINTO.- Que, en las causales “i”, “ii”, “iii”, “iv”, “v” y “vi” el recurrente invoca hechos que en
suma resultarían ser atentatorios al debido proceso, específi camente a la correcta motivación de las
resoluciones y la correcta valoración de las pruebas.

SEXTO.- En atención a ello, corresponde precisar que, el debido proceso es un derecho complejo,
pues está conformado por un conjunto de derechos esenciales que impiden que la libertad y los
derechos de los individuos sucumban ante la ausencia o insufi ciencia de un proceso o
procedimiento, o se vean afectados por cualquier sujeto de derecho -incluyendo el Estadoque
pretenda hacer uso abusivo de éstos. Como señala la doctrina procesal y constitucional, "por su
naturaleza misma, se trata de un derecho muy complejamente estructurado, que a la vez está
conformado por un numeroso grupo de pequeños derechos que constituyen sus componentes o
elementos integradores, y que se refi eren a las estructuras, características del tribunal o instancias
de decisión, al procedimiento que debe seguirse y a sus principios orientadores, y a las garantías con
que debe contar la defensa (Faúndez Ledesma, Héctor. "El Derecho a un Juicio Justo". En: Las
garantías del debido proceso (Materiales de Enseñanza). Lima: Instituto de Estudios Internacionales
de la Pontifi cia Universidad Católica del Perú y Embajada Real de los Países Bajos, p, 17). Dicho
de otro modo, el derecho al debido proceso constituye un conjunto de garantías de las cuales goza el
justiciable, que incluyen, la tutela procesal efectiva, la observancia de los principios o reglas básicas
y de la competencia predeterminada por Ley, así como la pluralidad de instancias, la motivación y
la logicidad y razonabilidad de las resoluciones, el respecto a los derechos procesales de las partes
(derecho de acción, de contradicción) entre otros.

SÉTIMO.- Que, bajo ese contexto dogmático, la causal de la infracción normativa procesal
denunciada se confi gura entre otros supuestos en los casos en los que en el desarrollo del proceso,
no se han respetado los derechos procesales de las partes, se han obviado o alterado actos de
procedimiento o si la tutela jurisdiccional no ha sido efectiva y/o el órgano jurisdiccional deja de
motivar sus decisiones o lo hace en forma incoherente a la naturaleza del proceso, en clara
trasgresión de la normatividad vigente y de los estadios superlativos del procedimiento.

OCTAVO.- El principio denominado motivación de los fallos judiciales, constituye un valor


jurídico que rebasa el interés de los justiciables por cuanto se fundamenta en principios de orden
jurídico, pues la declaración del derecho en un caso concreto, es una facultad del Juzgador que por
imperio del artículo 138 de la Constitución Política del Estado, impone una exigencia social de que
la comunidad sienta como un valor jurídico, denominado, fundamentación o motivación de la
sentencia; el mismo que se encuentra consagrado en el artículo 139 inciso 5 de la Constitución
Política del Estado concordante con el artículo 12 del Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del
Poder Judicial e incisos 3 y 4 del artículo 122 y 50 inciso 6 del Código Procesal Civil.
NOVENO.- Que, bajo dicho contexto, la motivación escrita de las resoluciones judiciales
constituye un principio y un derecho de la función jurisdiccional, y debe ser el resultado del
razonamiento jurídico que efectúa el juzgador sobre la base de los hechos acreditados en el proceso
(los que forman convicción sobre la verdad de ellos) y la aplicación del derecho objetivo.

DÉCIMO.- Que, a su vez, el principio precedente de motivación de los fallos judiciales tiene como
vicio procesal dos manifestaciones: 1) La falta de motivación y 2) La defectuosa motivación, la cual
a su vez se divide en tres agravios procesales: a) Motivación aparente; b) Motivación insufi ciente;
y c) Motivación defectuosa en sentido estricto; en ese sentido y coincidiendo con la doctrina, la
motivación aparente se da cuando la decisión se basa en pruebas no actuadas o en hechos no
ocurridos; la motivación insufi ciente, que se presenta cuando vulnera el principio de la razón sufi
ciente y la motivación defectuosa propiamente dicha, se presenta cuando el razonamiento del Juez
viola los principios lógicos y las reglas de la experiencia.

DÉCIMO PRIMERO.- En materia probatoria el derecho a la utilización de los medios de prueba,


se encuentra íntimamente conectado con el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, que entre sus
vertientes engloba el derecho a obtener una resolución razonable, motivada y fundada en derecho,
además de congruente con las pretensiones deducidas por las partes en el interior del proceso; como
también con el derecho de defensa del que es realmente inseparable. Así, el contenido esencial de
éste derecho se respeta siempre que, una vez admitidas las pruebas declaradas pertinentes, sean
valoradas por los órganos judiciales conforme a las reglas de la lógica y de la sana crítica, según lo
alegado y probado.

DÉCIMO SEGUNDO.- Que, precisamente, regulando éste derecho fundamental, el legislador ha


optado por imponer al Juez, en los términos que señala el artículo 197 del Código Procesal Civil, la
obligación de valorar en forma conjunta y razonada todos los medios de prueba, dado que, las
pruebas en el proceso, sea cual fuera su naturaleza, están mezcladas formando una secuencia
integral; por lo que, es responsabilidad del Juzgador reconstruir, en base a los medios probatorios,
los hechos que den origen al confl icto, por lo tanto, ninguna prueba deberá ser tomada en forma
aislada, tampoco en forma exclusiva, sino en su conjunto, toda vez, que sólo teniendo una visión
integral de los medios probatorios se puede sacar conclusiones en busca de la verdad que es el fi n
del proceso.

DECIMO TERCERO.- Es del caso señalar que, si bien es cierto en materia casatoria no
corresponde a esta Sala Suprema analizar las conclusiones relativas a la valoración de la prueba
examinada en instancia, sin embargo, es factible el control casatorio tratándose de la infracción de
las reglas que regulan la actividad probatoria, entre ellas, las que establecen que el Juez tiene la
obligación procesal de valorar todos los medios probatorios en forma conjunta, utilizando su
apreciación razonada conforme lo prevé el artículo 181 del Código Procesal Civil. La doctrina
autorizada como la emitida por el autor Marcelo Sebastián Midón 4 refi riéndose al principio de
motivación conjunta de los medios probatorios señala “en el caso del derecho a la prueba, este
contenido esencial se integra por las prerrogativas que posee el litigante a que se admitan,
produzcan y valoren debidamente los medios aportados, al proceso con la fi nalidad de formar la
convicción del órgano judicial acerca de los hechos articulados como fundamentos de su pretensión
o de defensa. El derecho a la adecuada valoración de la prueba se exhibe, entonces, como
manifestación e ineludible exigencia del derecho fundamental a probar. Si el poder de probar tiene
por fi nalidad producir en el juzgador convicción sufi ciente sobre la existencia o inexistencia de los
hechos litigiosos, este se convertiría, alerta Taruffo, en una garantía ilusoria, en una proclama vacía,
si el magistrado no pondera o toma en consideración los resultados obtenidos en la actuación de los
medios probatorio (el derecho a probar se resiente, y por consiguiente, también la garantía del
debido proceso), si el juzgador prescinde de valorar algún medio probatorio admitido; o lo hace de
manera defectuosa, invocando fuentes de los que se extraen las consecuencias aseveradas como
fundamento de la sentencia, o atribuyendo valor de la prueba a la que no puede tener ese carácter
(sea por desconocimiento de una norma legal que predetermina la valoración de la prueba, o por
conceder efi cacia a pruebas ilícitas o por violar proposiciones lógicas, u observaciones de la
experiencia)”.

DÉCIMO CUARTO.- En las causales descritas en los ítems “i”, “iii” y “vi” el recurrente sustenta
que el auto admisorio del recurso de anulación deviene en nulo por cuanto fue suscrito por un Juez
Superior que se abstuvo por decoro, y que por tanto todo lo actuado suscrito por él estaría afectado
de nulidad. Sobre el particular es de precisar que conforme al artículo. 141 del Texto Único
Ordenado de la Ley Orgánica del Poder Judicial “En las Salas de la Corte Suprema, cuatro votos
conformes hacen resolución. En las Cortes Superiores tres votos conformes hacen resolución,
tratándose de las que ponen fi n a la instancia, y en los demás casos bastan dos votos conformes. En
las Salas Penales se requiere de dos votos. Salvo las excepciones que señala la ley. Los votos,
incluso los singulares y discordantes, se emiten por escrito, con fi rma de su autor. Todos se
archivan juntamente con una copia de la resolución.” De lo que se colige que, aun cuando el Juez
Superior Alex Gaspar Raymundo hubiere fi rmado el auto admisorio de la demanda pese a estar
incurso en una causal de abstención, dicha causa no acarrea la nulidad de la resolución en tanto
estaríamos ante una omisión intrascendente; conforme a lo establecido en el segundo párrafo del
artículo 171 del Código Procesal Civil, el cual establece que: “Cuando la ley prescribe formalidad
determinada sin sanción de nulidad para la realización de un acto procesal, éste será válido si
habiéndose realizado de otro modo, ha cumplido su propósito”, pues el voto de los dos magistrados
integrantes del Colegiado que suscribe dicho auto admisorio la valida, al constituir el cumplimiento
del requisito de validez expresamente establecido en la norma, el cual es, al ser un auto que no pone
fi n al proceso requiere el voto de dos magistrados para su validez.

DÉCIMO QUINTO.- Sobre la trascendencia de las nulidades se ha pronunciado esta Sala


Suprema, en la casación 1819-2012 – La Libertad, señalando que “Principios básicos para que
proceda la declaración de nulidad es la existencia de perjuicio y el interés jurídico en su
declaración. Este presupuesto indica que no puede admitirse el pronunciamiento de la nulidad por la
nulidad misma, si bien el objeto de esta fi gura es asegurar el cumplimiento de las formas prescritas
por la ley, en garantía para las partes, no puede ocasionarse perjuicios innecesarios, declarándose
nulidades intrascendentes o sin interés, por lo que también el mencionado cuerpo legal establece
limitaciones o excepciones a la declaración de las nulidades, entre ellas, está el principio de la
trascendencia, el cual enseña que la nulidad solo puede ser declarada cuando haya un fi n que
trascienda la nulidad misma, es decir, la nulidad no procede si la desviación no tiene trascendencia
sobre las garantías esenciales de la defensa (…)”. Por lo que corresponde desestimar las causales en
mención por infundadas.
DÉCIMO OCTAVO.- De otro lado, en las causales citadas en los ítems “ii”, “iv” y “v”, se alega
que se ha admitido a trámite el recurso de anulación de laudo arbitral sin verifi car adecuadamente
los requisitos de admisibilidad, entre ellos, la constitución de fi anza bancaria solidaria, la cual es
obligatoria en mérito al Reglamento del Centro de Conciliación al cual se sometieron las partes en
el acta de instalación. Al respecto corresponde precisar, que tal como lo ha determinado la instancia
de mérito, ni el artículo 66 del Decreto Legislativo N° 1071 ni el Reglamento del Centro de
Arbitraje que conoció el confl icto de autos, establecen con requisito de admisibilidad la referida fi
anza, sino que únicamente se requiere cuando el demandante además solicita la suspensión de la
ejecución del laudo, lo que no ocurre en el caso de autos. Razonamiento que resulta acorde a la fi
nalidad de la fi anza, la cual es, garantizar el posible perjuicio de la otra parte ante la suspensión de
la ejecución del laudo, de allí que no se afecta el derecho a la igualdad contemplado en el artículo
2.2 de la Constitución Política del Estado.

DÉCIMO NOVENO.- Sin perjuicio de lo antes precisado, este Supremo Colegiado advierte que la
instancia de mérito ha infringido el artículo 139 incisos 3 y 5 de la Constitución Política del Estado,
por hechos distintos a los alegados en la causal descrita en el ítem “i” (los cuales ya merecieron
pronunciamiento); en tanto concluye que el Consorcio Miramar desnaturalizó el convenio arbitral,
sin embargo, incurre en motivación defectuosa al omitir valorar de manera conjunta y razonada los
escritos presentados por la demandante y el acta de instalación en el que manifi esta su conformidad
con la designación del Tribunal Arbitral Unipersonal. Por lo que, corresponde declarar fundado el
recurso de casación, y ordenarse se emita una nueva decisión, motivándola acorde a la naturaleza de
las actuaciones arbitrales, que se rigen por la libertad de regulación.

VIGESIMO.- Habiéndose amparado el recurso por la causal de infracción normativa procesal, no


corresponde emitir pronunciamiento respecto de las demás causales que inciden en el fondo del
proceso. VIGESIMO PRIMERO.- El criterio precedentemente expuesto en modo alguno comporta
la apreciación positivamente por parte de este Supremo Tribunal de Casación respecto de la
anulación de laudo arbitral, sino que éste simplemente se limita a sancionar con nulidad la
resolución que ha incurrido en afectación al debido proceso.

V. DECISIÓN:

Esta Sala Suprema, en aplicación de lo señalado por el artículo 396 del Código Procesal Civil;
declara: a) FUNDADO el recurso de casación interpuesto por el demandado Consorcio Miramar a
fojas quinientos noventa y cinco; en consecuencia, CASARON la sentencia de fecha tres de
diciembre de dos mil quince obrante a fojas quinientos setenta y nueve. b) ORDENARON que la
Sala Civil Permanente de la Corte Superior de Justicia de Huánuco expida nueva sentencia, con
arreglo a los fundamentos expuestos en esta decisión suprema; DISPUSIERON la publicación de
esta resolución en el diario Ofi cial “El Peruano”, bajo responsabilidad; y los devolvieron; en los
seguidos por el Gobierno Regional de Huánuco, sobre anulación de laudo arbitral; intervino como
Ponente, el Juez Supremo señor De la Barra Barrera.

SS. TELLO GILARDI, DEL CARPIO RODRÍGUEZ, RODRÍGUEZ CHÁVEZ, CALDERÓN


PUERTAS, DE LA BARRA BARRERA
1 Monroy Cabra, Marco Gerardo, Principios de Derecho Procesal Civil, Segunda edición, Editorial
Temis Librería, Bogotá Colombia, 1979, p. 359
2 De Pina Rafael, Principios de Derecho Procesal Civil, Ediciones Jurídicas Hispano Americanas,
México D.F., 1940, p. 222.
3 Escobar Fornos Iván, Introducción al Proceso, Editorial Temis, Bogota, Colombia, 1990, p. 241
4 TARUFFO, Michelle citado por Marcelo Sebastián Midón. Derecho Probatorio, Parte General.
Buenos Aires: Ediciones Jurídicas, Cuyo, 2007. pp. 167-168. C-1599201-171

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