1. Alejandro: Hombre hablador y patán que se jacta de las cosas que
hace con las mujeres. 2. Samuel: Amigo de Alejandro. 3. Lucas: amigo que se incomoda con los comentarios. 4. Perla: novia de Alejandro que le demuestra que hay personas que si se saben valorar.
Ambientación: Mesa de una cantina.
Introducción: Alejandro y sus dos amigos toman unos tragos
mientras hablan animadamente.
Alejandro (hablando fuerte y con risas de satisfacción): Yo no soy
hombre de una sola mujer. Los hombres tenemos que probar opciones, yo tengo mi novia Perla y salgo con dos chicas más, cada una en su lugar y todas queriéndome mucho.
Samuel (riendo y levantando su vaso): Eso es así amigo, las mujeres
por no quedarse solas se hacen las locas, prefieren fingir que no se dan cuenta de nada y seguir con uno.
Lucas (incómodo con la conversación): ¿O sea que para ustedes es
más hombre el que hace eso que quien respeta a su pareja?
Alejandro (sin parar de reír y chocando su vaso con el de Samuel)
¿Por qué vas a tener feliz a una sola mujer, cuando puedes tener feliz a muchas? Eso de hacer feliz a una sola es para los hombres que no levantan nada, no son fieles por convicción amigo, sino por falta de oportunidades.
Samuel y Alejandro reían de buena gana, mientras a Lucas le
incomodaba cada vez más la conversación. Lucas (molesto): ¿y qué pasa cuando alguna se da cuenta?
Alejandro: ¿No escuchaste a Samuel? Se hacen las locas, las mujeres
viven para tener un hombre y son capaces de soportar lo que sea con tal de no perderlo.
Lucas: ¿Perla soportaría algo así?
Mientras los amigos hablaban, una chica se acerca a la mesa, pero al
escuchar se oculta quedándose donde puede oír, pero no pueden verla.
Alejandro (haciendo alarde): Perla tiene el mejor hombre del mundo,
a mí. Si se entera de que salgo con otras chicas, lo más inteligente para ella es quedarse callada y aceptar que este con otras, mientras no la deje a ella.
Samuel (riendo): Perla tiene carácter, pero mujer enamorada lo
acepta todo.
Alejandro (riendo más fuerte aun): Así es amigo, si no quiere
quedarse sola, se aguanta, ella no va a encontrar otro hombre como yo.
La chica que está escondida, se acerca molesta a la mesa.
Perla (poniendo su mano sobre el hombro de Alejandro): Tienes razón
Alejandro, dudo que pueda encontrar otro hombre como tú, empezando porque tú de hombre no tienes nada, eres un pobre ser, inseguro y poca cosa, que necesita tener muchas mujeres para engañar su propia hombría.
Alejandro (sorprendido): Perla, mi amor, déjame explicarte
Perla (hablando más fuerte como para ridiculizar a Alejandro):
¿Explicarme que Alejandro? Ya con todo lo que escuche está más que explicado. Cometí la estupidez de enredarme con un poco hombre, infantil y sin cerebro, pero te tengo malas noticias, en el mundo hay muchos hombres de verdad, aunque no lo creas, y tal vez te has conseguido con chicas que no se valoran y has corrido con la suerte de que alimenten ese pensamiento anormal que tienes.
Alejandro (tratando de calmarla): Perla, no es necesario que digas
todo eso, podemos hablar a solas.
Perla: ¿A solas? No me hagas reír Alejandro, para llenarte la boca
hablas en público ¿pero ahora que estas en ridículo quieres hablar a solas? Yo no tengo que decirte nada más, me valoro y mucho y un poco hombre como tú, no me merece, no se te ocurra volver a buscarme, desapareces de mi vida, te quede grande Alejandro.
Perla se da media vuelta y sale del lugar mientras Alejandro trata de
levantarse y Lucas lo detiene.
Lucas (sonriendo): ¿No que se tenía que aguantar para no perderte?
Te viste muy mal amigo, te pusieron en tu lugar en público y que rápido perdiste la postura de macho que tenías, que triste.
Lucas y Samuel comenzaron a reír, mientras Alejandro se sentía