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REFLEXION
Por lo tanto, observa lo que hoy estás haciendo, como lo estás haciendo y qué
sentido tiene lo que estás haciendo...al reflexionar sobre esto...ya estás en el
sendero del Logos...del sentido.
¿Para qué lo haces? ¿Hacia quien diriges lo que haces ¿Lo que estás haciendo
...¿te construye ‘? ¿Te hace bien?
EL ARBOL DE LOS PROBLEMAS
Un hombre después de pensarlo se decidió a reparar una vieja casa que tenía en una
granja. Entonces, contrató a un carpintero que se encargaría de todos los detalles
logísticos de restauración.
Un día decidió ir a la granja, para verificar como iban todos los trabajos. Llegó
temprano y se dispuso a colaborar en los quehaceres que realizaba el carpintero. Ese
día parecía no ser el mejor para el carpintero. Su cortadora eléctrica se había dañado,
haciéndole perder dos horas de trabajo. Después de repararla, un corte de
electricidad en el pueblo le hizo perder dos horas más de trabajo. Tratando de
recuperar el tiempo, partió dos cierras de su cortadora. Ya finalizando la jornada,
el pegamento que disponía no le alcanzaba para mezclar su fórmula secreta de
acabado.
Después de un día tan irregular, ya disponiéndose para ir a su casa, el camión se le
negaba a arrancar. Por supuesto, el dueño de la granja se ofreció a llevarlo. Mientras
recorrían los hermosos paisajes de la granja, él iba en silencio meditando. Parecía un
poco molesto por los desaires que el día le había jugado.
Después de treinta minutos de recorrido llegaron a la casa del carpintero, y de
sorpresa lo invitó para que conociera a su familia. Mientras se dirigían a la puerta, el
carpintero se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, de color verde intenso y
por demás hermoso. Tocó varias ramas con sus manos, mientras admiraba sus
preciosas hojas.
Cuando abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara
estaba plena de sonrisas y alegría. Sus hijos se lanzaron sobre él, dando vueltas en
la sala. Le dio un beso a su esposa y lo presentó. Le invitó un refresco y una suculenta
empanada. Ya despidiéndose, lo acompañó hasta el auto.
Cuando pasaron nuevamente cerca del árbol, la curiosidad fue grande y le preguntó
acerca de lo que había visto hacer un rato antes. Le recordó su conducta con el árbol.
¡Ohh!, ese es mi árbol de los problemas, contestó.
Y luego procedió a explicar y dijo:
Sé que no puedo evitar tener dificultades en mi trabajo, percances y alteraciones
en mi estado de ánimo. Pero una cosa si es segura: Esos problemas no
pertenecen ni a mi esposa y mucho menos a mis hijos. Así que simplemente los
cuelgo en el “árbol de los problemas” cada noche cuando llego a casa. Luego
en la mañana los recojo nuevamente, porque tengo que solucionarlos. Lo
divertido es, dijo sonriendo el carpintero, que cuando salgo en la mañana a
recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche
anterior.
El dueño de la granja se subió a su auto, meditando sobre la estrategia del carpintero
para ser más feliz y evitar contaminar el hogar con los problemas laborales. Entonces
se dijo, valió la pena el paseo de hoy.
Llegó a la granja y se dispuso a seleccionar su árbol de los problemas. Y desde
entones cada vez que llegaba a su hogar ya saben lo primero que hacía.
LA PREGUNTA MÁS DIFÍCIL
Esta semana la queremos iniciar con una historia que en lo personal me ha tocado.
Sin darnos cuenta ya no valoramos a las personas por lo que son sino por el papel
que desempeñan. Casi siempre solemos adecuar nuestro comportamiento según
quién tengamos adelante: nos importa más ese quién que la propia persona. Hay que
humanizarnos más, no dejarnos arrastrar por las apariencias del mercado o de esta
sociedad que cada vez está más frívola. En cada uno, en cada individuo hay una
persona que merece ser respetada. Les dejo, a continuación, con esta fábula llamada
"La pregunta más difícil ":
En cierta ocasión, durante mi segundo semestre en la escuela de enfermería, el
profesor nos hizo un examen sorpresa. Leí rápidamente todas las preguntas,
hasta llegar a la última: ¿Cómo se llama la mujer que limpia la escuela?
Seguramente era una broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que
limpiaba la escuela. Era alta, de cabello oscuro, unos 50 años, pero, ¿Cómo iba
a saber su nombre? Entregué el examen sin contestar la última pregunta.
Nunca olvidaré esa lección, y supe luego que su nombre era Dorothy. Todos
somos importantes.
REFLEXION
En una tarde nublada y fría, dos niños patinaban sin preocupación sobre una laguna
congelada. De repente el hielo se rompió, y uno de ellos cayó al agua. El otro agarro
una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas, hasta que logró
quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron:
“¿Cómo lo hizo? El hielo está muy grueso, es imposible que haya podido quebrarlo
con esa piedra y sus manos tan pequeñas...”
En ese instante apareció un abuelo y, con una sonrisa, dijo:
—Yo sé cómo lo hizo.
— ¿Cómo? —le preguntaron.
—No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
Reflexión
"Si lo puedes imaginar, lo puedes lograr".
EL ELOGIO
Es bueno saberlo...... Los seres humanos necesitan que los alienten. Sentir la calidez
de la aprobación, aumenta la confianza en sí mismo. En la persona cuya autoestima
se ha elevado, se obra una especie de milagro. Repentinamente le caen mejor los
demás y se hace más amable y solidaria, con quienes le rodean. El elogio, también
contribuye a suavizar los inevitables roces de la convivencia cotidiana. Una buena y
saludable vida familiar se nutre de ellos. Los niños, en especial, están deseosos de
reconocimiento y aprecio.
Una joven madre contó esta anécdota: "Mi hijito se porta mal a menudo, de manera
que debo regañarlo. Pero un día su conducta fue especialmente buena, sin embargo,
esa noche después de acomodarlo en su cama y al bajar por las escaleras lo oí llorar:
fui a verlo, y lo encontré con la cara hundida en la almohada. Entre sollozos me
preguntó si no había sido un buen niño. "La pregunta me traspasó como un puñal -
agregó la madre- nunca había dudado en corregirlo cuando hacía algo malo; pero
cuando se portó bien ni siquiera lo noté. Lo había mandado a dormir sin darle una
palabra de reconocimiento".
REFLEXION
El elogio hace que la gente, de lo mejor de sí, pero quien lo da siente también la
satisfacción de haber creado en el otro un especial estado de ánimo, de la misma
manera como "... las flores dejan siempre parte de su fragancia en la mano de quien
las ofrece".
Algunas veces te pasan cosas que parecen horribles, dolorosas e injustas, pero luego
comprendes que, si no las hubieras superado, nunca hubieses realizado tu potencial,
tu fuerza o el poder de tu corazón. Todo pasa por una razón en la vida. Enfermedades,
heridas, ausencias, amores que se quiebran, momentos perdidos de grandeza o puras
tonterías.
Todo ocurre para probar los límites de tu alma. Sin estas pequeñas pruebas la vida
sería como una carretera recién asfaltada, suave y lisa, pero que no conduce a
ninguna parte. Aún se puede aprender de las malas experiencias. Es más, quizá
sean las más significativas en nuestras vidas. Si alguien te hiere o te traiciona, dale
las gracias porque te ha dado la oportunidad de perdonar, y a tener más cuidado de
escoger a quién le abres tu corazón. Si alguien te ama, ámalo tú también, no porque
te amé sino porque te ha enseñado a amar y a ver las cosas pequeñas de la vida.
Permítete enamorarte, liberarte y poner la vista en un lugar bien alto. Repítete a ti
mismo que eres un individuo magnífico y ¡CRÉELO! Si no crees en ti mismo, nadie lo
hará. Crea tu propia vida y ¡VÍVELA! arriésgate a ser lo que eres.
Cierra los ojos, pon delante de ti imaginariamente a la persona a la que debes decirle
que NO, o a la que tienes que decirle BASTA, obsérvala con paciencia y serenidad, y
pon imaginariamente en el medio entre ella o él y tu persona un cristal, y a medida que
se va colocando ese cristal, di “tu hasta ahí, yo hasta aquí”. Así cada uno seguirá su
camino de aprendizaje, sin intentar empujar nada…
LA RANITA SORDA
Un grupo de ranas viajaba por el bosque, cuando de repente dos de ella cayeron en
un pozo profundo. Las demás se reunieron alrededor del agujero y, cuando vieron lo
hondo que era, le dijeron a las caídas que, por efectos prácticos, debían darse por
muertas. Sin embargo, ellas seguían tratando de salir del hoyo con todas sus fuerzas.
Las otras les decían que esos esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas atendió a lo que las demás decían, se dio por vencida y
murió. La otra continuó saltando con tanto esfuerzo como le era posible. La multitud
le gritaba que era inútil pero la rana seguía saltando, cada vez con más fuerza, hasta
que finalmente salió del hoyo. Las otras le preguntaron: “¿No escuchabas lo que te
decíamos?” la ranita les explicó que era sorda, y creía que las demás la estaban
animando desde el borde para esforzarse más y más para salir del hueco.
RELEXION
La palabra tiene poder de vida y muerte. Una voz de aliento a alguien que siente
desanimado puede ayudarle a terminar el día con buen término, mientras que una
palabra negativa puede acabar por destruirlo. Cualquiera puede decir palabras que
roben a los demás el espíritu que les permite seguir la lucha mediante tiempos
difíciles. Tengamos cuidado con lo que decimos, sobre todo con lo que
escuchamos.
La familia completa comían juntos en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista
enferma del anciano hacían el alimentarse un asunto difícil.
Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del
comedor.
Ahí, el abuelo comía solo mientras el resto de la familia disfrutaba la hora de comer.
Como el abuelo había roto uno o dos platos, su comida se la servían en un tazón de
madera.
De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en
sus ojos mientras estaba ahí sentado solo. Sin embargo, las únicas palabras que la
pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención cada vez que dejaba caer el tenedor
o la comida.
El niño de cuatro años observaba todo en silencio. Una tarde antes de la cena, el papá
observó que su hijo estaba jugando con trozos de madera en el suelo. Le pregunto
dulcemente: "¿Que estás haciendo?" Con la misma dulzura el niño le contestó: "Ah,
estoy haciendo un tazón para ti y otro para mamá para que cuando yo crezca, ustedes
coman en ellos."
Sonrió y siguió con su tarea. Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal
forma que quedaron sin habla.
Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto,
ambos sabían lo que tenían que hacer.
Esa tarde el esposo tomo gentilmente la mano del abuelo y lo guio de vuelta a la mesa
de la familia. Por el resto de sus días ocupo un lugar en la mesa con ellos. Y por alguna
razón, ni el esposo ni la esposa parecían molestarse más, cada vez que el tenedor se
caía, la leche se derramaba o se ensuciaba el mantel.
MENSAJE
Los niños son altamente perceptivos. Sus ojos observan, sus oídos siempre
escuchan y sus mentes procesan los mensajes que absorben. Si ven que con
paciencia proveemos un hogar feliz para todos los miembros de la familia, ellos
imitaran esa actitud por el resto de sus vidas.
Los padres y madres inteligentes se percatan que cada día colocan los bloques
con los que construyen el futuro de su hijo. Seamos constructores sabios y
modelos a seguir.
EL TONTO
Reflexión
"Te moldearé", le dijo el hacha al pedazo de hierro mientras descendía con toda su
fuerza sobre uno de sus costados.
Pero a cada golpe que le daba iba perdiendo su filo, hasta que después de un rato
aquella herramienta no pudo más, había quedado completamente obtusa.
"¿Me permiten probar?, inquirió humildemente una pequeña llama. Los tres se rieron
a carcajadas, pero se lo permitieron porque estaban convencidos de que también iba
a fracasar. Sin embargo, aquella llamita cubrió el pedazo de hierro; no se desprendió
de él, lo abrazó y lo abrazó hasta volverlo blando y darle la figura que quería.
Aquella pequeña llama logró lo que las otras tres poderosas herramientas no pudieron
alcanzar. Así es el amor.
REFLEXION
Hay en el mundo corazones tan duros que pueden resistir los hachazos de la ira, los
dientes del encono, y los golpes de orgullo y del rechazo, pero por más severo que
sea el corazón de la persona, no podrá resistir los embates del amor; porque el amor
es la fuerza más poderosa de este mundo.
“Cuenta una leyenda mitológica griega que el rey Pigmalión esculpió una estatua con
la figura ideal de la mujer. A Pigmalión le gustó tanto su obra que quiso que se
convirtiera en un ser real. El deseo fue muy fuerte e hizo todo lo que pudo para
conseguirlo. Pidió ayuda a Venus Afrodita, la diosa del amor, la cual colaboró en que
su sueño se hiciera realidad. Así nació Galatea, su mujer ideal”
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Cuantas veces son las expectativas que me hago de una situación, o de una persona,
lo que verdaderamente no me deja ser feliz dentro de un vínculo de cualquier origen.
Parecería ser, que cuando algo “falla”, es porque inevitablemente se encontraba
dentro de un parámetro de posibilidades que yo mismo fui poniendo dentro de esa
situación. Como “calculando” lo que puede pasar, y si pasa, porque hay algo que no
está bajo control, ahí vienen los malestares y problemas, y sobre todo
las “decepciones”
Una madre se “decepciona “de una hija que trae un enamorado que no le gusta, un
padre se decepciona de un hijo que no estudio la carrera que él quería, un jefe se
decepciona de su equipo de trabajo, porque no cumplieron con la meta a alcanzar, un
amigo se decepciona de otro porque en el momento de estar mal, este no se dio
cuenta… así podríamos enumerar tantas y tantas decepciones.
Yo espere de ti…
Pero…me pregunto ¿podrás darme lo que necesito?
¿Quieres darme lo que necesito?
Si yo no te explico o te comunico lo que necesito ¿cómo lo vas a adivinar?
Las expectativas traerán conflictos, resentimientos, dolor, y hasta algún sentimiento
de culpa. Decepcionarse de “alguien” es la consecuencia de haber asumido que ese
“alguien” no iba a fallar, no se iba a equivocar, o estaría tan atento a mi persona, que
sabría al 100% cuales son mis necesidades.
El saco de carbón
Un día, Jorgito entró a su casa dando patadas en el suelo y gritando muy molesto. Su
padre, lo llamó. Jorgito, le siguió, diciendo en forma irritada:
- Papá, ¡Te juro que tengo mucha rabia! Pedrito no debió hacer lo que hizo conmigo.
Por eso, le deseo todo el mal del mundo, ¡Tengo ganas de matarlo!
Su padre, un hombre simple, pero lleno de sabiduría, escuchaba con calma al hijo
quien continuaba diciendo:
- Imagínate que el estúpido de Pedrito me humilló frente a mis amigos. ¡No acepto
eso!..Me gustaría que él se enfermara para que no pudiera ir más a la escuela.
El padre siguió escuchando y se dirigió hacia una esquina del garaje de la casa, de
donde tomó un saco lleno de carbón el cual llevó hasta el final del jardín y le propuso:
- ¿Ves aquella camisa blanca que está en el tendedero? Hazte la idea de que es
Pedrito y cada pedazo de carbón que hay en esta bolsa es un mal pensamiento que
va dirigido a él. Tírale todo el carbón que hay en el saco, hasta el último pedazo.
Después yo regreso para ver como quedó.
El niño lo tomó como un juego y comenzó a lanzar los carbones pero como la
tendedera estaba lejos, pocos de ellos acertaron la camisa.
El padre tomó al niño de la mano y le dijo: – Ven conmigo quiero mostrarte algo.
Lo colocó frente a un espejo que le permite ver todo su cuerpo. ¡Qué susto! . Estaba
todo negro y sólo se le veían los dientes y los ojos. En ese momento el padre dijo:
- Hijo, cómo pudiste observar la camisa quedó un poco sucia pero no es comparable
a lo sucio que quedaste tú. El mal que deseamos a otros se nos devuelve y multiplica
en nosotros. Por más que queremos o podamos perturbar la vida de alguien con
nuestros pensamientos, los residuos y la suciedad siempre queda en nosotros
mismos.
Reflexion:
Ten mucho cuidado con tus pensamientos porque ellos se transforman en palabras.
Ten mucho cuidado con tus palabras porque ellas se transforman en acciones.
Ten mucho cuidado con tus acciones porque ellas se transforman en hábitos.
Ten mucho cuidado con tus hábitos porque ellos moldean tu carácter.
Un joven con un récord académico excelente fue a solicitar un puesto directivo en una
gran empresa.
El director descubrió a partir del análisis del CV que los logros académicos del joven
fueron excelentes en todo momento, desde la escuela secundaria hasta la
investigación de postgrado, nunca había tenido un año en el que no obtuvo excelentes
calificaciones.
El director dijo: "Tengo una petición. Al volver hoy, vaya y limpie las manos de su
madre, y luego venga a verme mañana por la mañana .*
El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era muy alta. Cuando
regresó, felizmente pidió a su madre para limpiarle las manos. Su madre se sentía
extraña, feliz, pero con sentimientos encontrados, y mostró finalmente sus manos a
su hijo.
El joven comenzó a limpiar las manos de su madre poco a poco. Sus lágrimas cayeron
a medida en que lo hizo. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de
su madre estaban tan arrugadas, y con tan numerosas callosidades y contusiones.
Algunos eran tan dolorosos que su madre se estremeció cuando los limpió con solo
agua.
Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de que era este par de manos que
lavan la ropa todos los días, los que hacia posible pagar la cuota de la escuela y la
universidad. Los moretones en las manos de su madre fueron el precio que pagó por
su graduación, por su excelencia académica y su futuro.
Después de terminar la limpieza de las manos de su madre, el joven lavó toda la ropa
restante.
El Director notado las lágrimas en los ojos del joven, le preguntó: "¿Puede usted
decirme qué ha hecho y que aprendió ayer en su casa"
El joven respondió: "Yo limpié las manos de mi madre, y también terminé de lavar toda
la ropa que aun quedaba. '
El joven dijo,
Quiero contratar a una persona que aprecia la ayuda de los demás, una persona que
conoce el sufrimiento de los demás para hacer las cosas, y una persona que no
pondría el dinero como su única meta en la vida. Usted está contratado.
Con el paso del tiempo, este joven trabajó muy duro, y recibió el respeto de sus
subordinados. Cada empleado trabajó con diligencia y en equipo. El desempeño de la
empresa mejoró enormemente.
Comentarios
Cuando comienza a hablar, se supone que cada persona tiene que escucharlo a él, y
cuando se convierte en un gerente, nunca sabe de los sufrimientos de sus empleados
y siempre culpa a los demás.
TU MEJOR TESORO
Tras muchos años de duro trabajo, un viejo labrador, comenzó a notar que sus
fuerzas iban mermando cada vez más. Como no quería que sus tierras fueran
abandonadas tras su muerte, trazó un plan, para que sus hijos aprendieran a
cuidarlas, sin darse cuenta.
Cuando tuvo todo apunto, les llamó hasta su presencia y les anunció:
-Queridos hijos míos, siento que mi fin se está acercando; id a la viña que con tanto
amor llevo cultivando todos estos años y buscad aquello que escondí para cuando
llegara este día.
Meses después, cuando uno de los hermano pasaba por allí, descubrió que todo su
trabajo no había sido en balde, ya que la viña estaba llena de apetitosos frutos, con
los que pudieron enriquecerse.
Reflexion:
El mejor de los tesoros, es el que se consigue con nuestro propio esfuerzo.
No. No lo estoy.
No le hará bien.
abono y riego. También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a
la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita sea!
Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes:
Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad, no pasa nada con la semilla
durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de
Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú
crece
¡más de 30metros!
Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un
complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después
de siete años.
Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas,
triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento
Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo,
Es tarea difícil convencer al impaciente que sólo llegan al éxito aquellos que luchan en forma
En esos momentos (que todos tenemos), recordar el ciclo de maduración del bambú japonés, y
aceptar que en tanto no bajemos los brazos -, ni abandonemos por no “ver” el resultado que
temple que les permitirá sostener el éxito cuando éste al fin se materialice.
Un proceso que exige aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros.
Tiempo… Cómo nos cuestan las esperas, qué poco ejercitamos la paciencia en este mundo
Apuramos a nuestros hijos en su crecimiento, apuramos al chofer del taxi… nosotros mismos
nuestros sueños, nos generamos patologías que provienen de la ansiedad, del estrés…
¿Para qué?