Está en la página 1de 441

EL EVANGELIO SEGÚN

SAN MATEO
11 En el tiempo de la deportación a
Genealogía de Jesucristo Babilonia, a Josías engendró a Jeco-
(Lc 3.23-38) nías y a sus hermanos.

1 Libro de la genealogía de Jesu- 12 Después de la deportación a Ba-


cristo, hijo de David, hijo de bilonia, Jeconías engendró a Salatiel,


Abrahán. y Salatiel a Zorobabel.
2 Abrahán engendró a Isaac, Isaac

13 Zorobabel engendró a Abiud,

a Jacob, y Jacob a Judá y a sus her- Abiud a Eliaquín, y Eliaquín a Azor.


manos. 14 Azor engendró a Sadoc, Sadoc a

3 Judá engendró con Tamar a Fares


  Aquín, y Aquín a Eliud.
y a Zeraj, Fares a Esrón, y Esrón a 15 Eliud engendró a Eleazar, Eleazar

Aram. a Matán, Matán a Jacob;


4 Aram engendró a Aminadab, Ami-

16 y Jacob engendró a José, marido

nadab a Nasón, y Nasón a Salmón. de María, de la cual nació Jesús, lla-


5 Salmón engendró con Rajab a Booz,
  mado el Cristo.
Booz engendró con Rut a Obed, y 17De manera que todas las gene-

Obed a Yesé. raciones, desde Abrahán hasta Da-


6 Yesé engendró al rey David, y con
  vid, son catorce; desde David hasta
la que fue mujer de Urías el rey Da- la deportación a Babilonia, catorce;
vid engendró a Salomón. y desde la deportación a Babilonia
7Salomón engendró a Roboán, Ro-
  hasta Cristo, catorce.
boán a Abías, y Abías a Asa.
8 Asa engendró a Josafat, Josafat a

Nacimiento de Jesucristo
(Lc 2.1-7)
Jorán, y Jorán a Uzías.
9 Uzías engendró a Yotán, Yotán a
  El nacimiento de Jesucristo fue
18  

Ajaz, y Ajaz a Ezequías. así: María, la madre de Jesús, estaba


10 Ezequías engendró a Manasés,
  comprometida con José, b pero antes
Manasés a Amón, y Amón a Josías. de unirse como esposos se encontró

a 1.11: 2 R 24.14-15; 2 Cr 36.10; Jer 27.20. b 1.18: Lc 1.27.

1379
SAN MATEO  1​, ​2

que ella había concebido del Espíritu 2 y preguntaron: «¿Dónde está el rey
Santo. de los judíos, que ha nacido? Porque
19 José, su marido, era un hombre
  hemos visto su estrella en el orien-
justo y quiso dejarla secretamente, te, y venimos a adorarlo.»
pues no quería denigrarla. 3 Cuando el rey Herodes oyó esto, se

20 Mientras José reflexionaba al


  turbó, y toda Jerusalén con él.
respecto, un ángel del Señor se le 4 Convocó entonces a todos los prin-

apareció en sueños y le dijo: «José, cipales sacerdotes y a los escribas


hijo de David, no temas recibir a del pueblo, y les preguntó dónde
María, tu mujer, porque su hijo ha había de nacer el Cristo.
sido concebido por el Espíritu Santo. 5 Ellos le dijeron: «En Belén de Judea;

21 María tendrá un hijo, a quien


  porque así está escrito por el profeta:
pondrás por nombre c JESÚS, 1 por- 6 »“Y tú, Belén, de la tierra de
que él salvará a su pueblo de sus Judá,
pecados.» d no eres la más pequeña entre
22 Todo esto sucedió para que se
  los príncipes de Judá;
cumpliera lo que el Señor dijo por porque de ti saldrá un guía
medio del profeta: que apacentará 2 a mi pueblo
23 «Una virgen concebirá y dará a Israel.”» a
luz un hijo, 7Luego, Herodes llamó en secreto

y le pondrás por nombre Ema- a los sabios para saber de ellos el


nuel, e tiempo preciso en que había apare-
que significa: “Dios está con noso- cido la estrella.
tros.”» 8 Los envió a Belén, y les dijo: «Va-

24 Cuando José despertó del sueño,


  yan y averigüen con sumo cuidado
hizo lo que el ángel del Señor le ha- acerca del niño, y cuando lo en-
bía mandado y recibió a su mujer, cuentren, avísenme, para que yo
25 pero no la conoció hasta que dio a
  también vaya a adorarlo.»
luz a su hijo primogénito. Y le puso 9 Después de escuchar al rey, los

por nombre JESÚS. f sabios se fueron. La estrella que ha-


bían visto en el oriente iba delante
La visita de los sabios de ellos, hasta que se detuvo sobre

2 Jesús nació en Belén de Judea


en los tiempos del rey Herodes.
En aquel tiempo, unos sabios que
el lugar donde estaba el niño.
10 Al ver la estrella, se regocijaron

mucho.
venían desde el oriente llegaron a 11 Cuando entraron en la casa, vie-

Jerusalén ron al niño con su madre María y,

1 1.21 Es decir, Salvador. 2 2.6 O, regirá.


c 1.21: Lc 1.31. d 1.21: Sal 130.8. e 1.23: Is 7.14. f 1.25: Lc 2.21.
a 2.6: Miq 5.2.

1380
SAN MATEO  2​, ​3

postrándose ante él, lo adoraron. Después de que murió Herodes,


19 

Luego, abrieron sus tesoros y le un ángel del Señor se apareció en


ofrecieron oro, incienso y mirra. sueños a José en Egipto,
12 Pero como en sueños se les advir-

20 y le dijo: «Levántate, toma al niño

tió que no volvieran a donde estaba y a su madre, y regresa a Israel, por-


Herodes, regresaron a su tierra por que los que querían matar al niño
otro camino. han muerto ya.»
21 Entonces José se levantó y llevó

Matanza de los niños al niño y a su madre de regreso a


13 Después de que los sabios partie-
  Israel.
ron, un ángel del Señor se apareció 22 Cuando supo que Arquelao rei-

en sueños a José y le dijo: «Levánta- naba en Judea en lugar de su padre


te, toma al niño y a su madre, y hu- Herodes, tuvo temor de ir allá, pero
ye a Egipto. Quédate allá hasta que en sueños fue advertido y se dirigió
yo te diga, porque Herodes buscará a la región de Galilea.
al niño para matarlo.» 23 Allí se estableció en una ciudad

14 Cuando él despertó, tomó de no-


  llamada Nazaret, d para que se
che al niño y a su madre, y se fue cumpliera lo que fue dicho por los
a Egipto, profetas, que el niño habría de ser
15 y se quedó allá hasta la muerte de
  llamado nazareno. e
Herodes. Esto sucedió para que se
cumpliera lo que dijo el Señor por Predicación de Juan el Bautista
(Mc 1.1-8; Lc 3.1-9,15-17; Jn 1.19-28)
medio del profeta: «De Egipto llamé
a mi Hijo.» b
16 Cuando Herodes vio que los sa-

bios lo habían engañado, se enojó


3 En aquellos días Juan el Bautis-
ta se presentó predicando en el
desierto de Judea,
mucho y, calculando el tiempo in- 2 y decía: «Arrepiéntanse, porque el

dicado por los sabios, mandó matar reino de los cielos a se ha acercado. b
a todos los niños menores de dos 3 Éste es aquel de quien el profeta

años que vivían en Belén y en sus Isaías dijo:


alrededores. »“Una voz clama en el desier-
17Se cumplió así lo dicho por el pro-
  to:
feta Jeremías: Preparen el camino del Señor;
18 «Se oye una voz en Ramá; enderecen sus sendas.”» c
gran llanto y gemido: 4 Juan usaba un vestido de pelo de

es Raquel, que llora a sus hijos, camello, llevaba un cinto de cuero


y no quiere ser consolada, alrededor de la cintura, d y se alimen-
porque ya no existen.» c taba de langostas y miel silvestre.

b 2.15: Os 11.1. c 2.18: Jer 31.15. d 2.23: Lc 2.39. e 2.23: Is 11.1.


a 3.2: Dn 2.44. b 3.2: Mt 4.17; Mc 1.15. c 3.3: Is 40.3. d 3.4: 2 R 1.8.

1381
SAN MATEO  3​, ​4

5 A él acudía la gente de Jerusalén y Pero Juan se le oponía, diciendo:


14  

de toda Judea, y de toda la provincia «Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y
cercana al río Jordán, tú vienes a mí?»
6 y allí en el Jordán la gente confesa-

15 Jesús le respondió: «Por ahora,

ba sus pecados y Juan los bautizaba. déjalo así, porque conviene que
7Cuando él vio que muchos de los
  cumplamos toda justicia.» Entonces
fariseos y de los saduceos venían a Juan aceptó.
su bautismo, les decía: «¡Generación 16 Después de ser bautizado, Jesús

de víboras! e ¿Quién les enseñó a salió del agua. Entonces los cielos
huir de la ira venidera? se abrieron y él vio al Espíritu de
8 Produzcan frutos dignos de arre-
  Dios, que descendía como paloma
pentimiento, y se posaba sobre él.
9y no crean que pueden decir: “Tene-

17Desde los cielos se oyó entonces

mos a Abrahán por padre”, f porque una voz, que decía: «Éste es mi Hijo
yo les digo que aun de estas piedras amado, en quien me complazco.» h
Dios puede levantar hijos a Abrahán.
10 El hacha ya está lista para derri-

Tentación de Jesús
bar de raíz a los árboles; por tanto, (Mc 1.12-13; Lc 4.1-13)
todo árbol que no dé buen fruto
será cortado y echado en el fuego. g
11 »A decir verdad, yo los bautizo

4 Luego Jesús fue llevado por el
Espíritu al desierto, para ser
tentado por el diablo. a
en agua en señal de arrepentimiento, 2 Después de haber ayunado cua-

pero el que viene después de mí, de renta días y cuarenta noches, tuvo
quien no soy digno de llevar su cal- hambre.
zado, es más poderoso que yo. Él los 3 El tentador se le acercó, y le dijo:

bautizará en Espíritu Santo y fuego. «Si eres Hijo de Dios, di que estas
12 Ya tiene el bieldo en la mano, de
  piedras se conviertan en pan.»
modo que limpiará su era, recogerá 4 Jesús respondió: «Escrito está: No

su trigo en el granero, y quemará sólo de pan vive el hombre, sino


la paja en un fuego que nunca se de toda palabra que sale de la boca
apagará.» de Dios.» b
5 Entonces el diablo lo llevó a la

El bautismo de Jesús santa ciudad, lo puso sobre la parte


(Mc 1.9-11; Lc 3.21-22)
más alta del templo,
13 Jesús fue de Galilea al Jordán,

6 y le dijo: «Si eres Hijo de Dios,

donde estaba Juan, para ser bauti- lánzate hacia abajo; porque escrito
zado por él. está:

e 3.7: Mt 12.34; 23.33. f 3.9: Jn 8.33. g 3.10: Mt 7.19.


h 3.17: Is 42.1; Mt 12.18; 17.5; Mc 9.7; Lc 9.35. a 4.1: Heb 2.18; 4.15.
b 4.4: Dt 8.3.

1382
SAN MATEO  4

»“A sus ángeles mandará alre- 16 El pueblo asentado en tinieblas


dedor de ti”, c vio gran luz;
y también: a los que vivían en región de
“En sus manos te sostendrán, sombra de muerte,
Para que no tropieces con les resplandeció la luz.» i
piedra alguna.”» d 17Desde entonces Jesús comenzó a

7Jesús le dijo: «También está escrito:


  predicar, y decía: «Arrepiéntanse,
“No tentarás al Señor tu Dios”.» e porque el reino de los cielos j se ha
8 De nuevo el diablo lo llevó a un
  acercado.» k
monte muy alto. Allí le mostró 18 Mientras Jesús caminaba junto al

todos los reinos del mundo y sus lago de Galilea, vio a dos hermanos,
riquezas, Simón, llamado Pedro, y Andrés,
9 y le dijo: «Todo esto te daré, si te
  que estaban echando la red al agua,
arrodillas delante de mí y me ado- pues eran pescadores.
ras.» 19Jesús les dijo: «Síganme, y yo haré

10 Entonces Jesús le dijo: «Vete, Sata-


  de ustedes pescadores de hombres.»
nás, porque escrito está: “Al Señor 20 Ellos entonces, dejando al instan-

tu Dios adorarás, y a él sólo servi- te las redes, lo siguieron.


rás.”» f 21 Un poco más adelante, Jesús vio a

11 Entonces el diablo lo dejó, y unos


  otros dos hermanos, Jacobo y Juan,
ángeles vinieron y lo servían. hijos de Zebedeo, quienes estaban
en la barca, junto a su padre, y
Jesús principia su ministerio remendaban sus redes. Jesús los
(Mc 1.14-20; Lc 4.14-15; 5.1-11; 6.17-19) llamó,
Cuando Jesús se enteró de que
12   22 y ellos, dejando al instante la bar-

Juan estaba preso, g volvió a Galilea, ca y a su padre, lo siguieron.


13 pero se retiró de Nazaret y se

23 Jesús recorría toda Galilea. Ense-

estableció en Cafarnaún, h ciudad ñaba en las sinagogas de ellos, predi-


marítima en la región de Zabulón caba el evangelio del reino, y sanaba
y de Neftalí, toda enfermedad y toda dolencia en
14 para que se cumpliera lo dicho
  el pueblo. l
por el profeta Isaías: 24 Su fama se difundió por toda Si-

15 «Tierra de Zabulón y tierra de ria, así que le llevaron a todos los


Neftalí, que tenían dolencias, a los que su-
Camino del mar, al otro lado frían de diversas enfermedades y
del Jordán, tormentos, y a los endemoniados,
Galilea de los gentiles; lunáticos y paralíticos; y él los sanó.

c 4.6: Sal 91.11. d 4.6: Sal 91.12. e 4.7: Dt 6.16. f 4.10: Dt 6.13.


g 4.12: Mt 14.3; Mc 6.17; Lc 3.19-20. h 4.13: Jn 2.12. i 4.15-16: Is 9.1-2.
j 4.17: Dn 2.44. k 4.17: Mt 3.2. l 4.23: Mt 9.35; Mc 1.39.

1383
SAN MATEO  4​, ​5

Y lo seguía mucha gente de Gali-


25  persigan, y mientan y digan contra
lea, de Decápolis, de Jerusalén, de ustedes toda clase de mal. f
Judea y del otro lado del Jordán. 12 Gócense y alégrense, porque en

los cielos ya tienen ustedes un gran


El Sermón del monte: Las galardón; pues así persiguieron a los
bienaventuranzas profetas g que vivieron antes que us-
(Lc 6.20-23) tedes.

5  uando Jesús vio a la multitud,


C
subió al monte y se sentó. En-
tonces sus discípulos se le acerca-
La sal de la tierra
13 »Ustedes son la sal de la tierra,

ron, pero si la sal pierde su sabor, ¿cómo


2 y él comenzó a enseñarles dicien-
  volverá a ser salada? Ya no servirá
do: para nada, sino para ser arrojada a
3 «Bienaventurados los pobres en
  la calle y pisoteada por la gente. h
espíritu, porque de ellos es el reino
de los cielos. La luz del mundo
4 »Bienaventurados los que lloran, 

a »Ustedes son la luz del mundo. i
14  

porque ellos recibirán consolación. Una ciudad asentada sobre un monte


5 »Bienaventurados los mansos, 

b no se puede esconder.
porque ellos heredarán la tierra. 15 Tampoco se enciende una lámpa-

6 »Bienaventurados los que tienen


  ra y se pone debajo de un cajón,
hambre y sed c de justicia, porque sino sobre el candelero, j para que
ellos serán saciados. alumbre a todos los que están en
7»Bienaventurados los misericor-
  casa.
diosos, porque ellos serán tratados 16 De la misma manera, que la luz

con misericordia. de ustedes alumbre delante de


8 »Bienaventurados los de limpio
  todos, para que todos vean sus bue-
corazón, d porque ellos verán a Dios. nas obras y glorifiquen a su Padre,
9 »Bienaventurados los pacifica-
  que está en los cielos. k
dores, porque ellos serán llamados
hijos de Dios. Jesús y la ley
10 »Bienaventurados los que pa-
  »No piensen ustedes que he ve-
17 

decen persecución por causa de la nido para abolir la ley o los profetas;
justicia, e porque de ellos es el reino no he venido para abolir, sino para
de los cielos. cumplir.
11 »Bienaventurados serán ustedes

18 Porque de cierto les digo que,

cuando por mi causa los insulten y mientras existan el cielo y la tierra,

a 5.4: Is 61.2. b 5.5: Sal 37.11. c 5.6: Is 55.1-2. d 5.8: Sal 24.4. e 5.10: 1 P 3.14.


f 5.11: 1 P 4.14. g 5.12: 2 Cr 36.16; Hch 7.52. h 5.13: Mc 9.50; Lc 14.34-35.
i 5.14: Jn 8.12; 9.5. j 5.15: Mc 4.21; Lc 8.16; 11.33. k 5.16: 1 P 2.12.

1384
SAN MATEO  5

no pasará ni una jota ni una tilde 25 Ponte de acuerdo pronto con tu


de la ley, hasta que todo se haya adversario, mientras estás con él en
cumplido. l el camino, no sea que el adversario
19 De manera que, cualquiera que
  te entregue al juez, y el juez al al-
quebrante uno de estos man- guacil, y seas echado en la cárcel.
damientos muy pequeños, y así 26 De cierto te digo que no saldrás

enseñe a los demás, será considera- de allí, hasta que hayas pagado el
do muy pequeño en el reino de los último centavo.
cielos; pero cualquiera que los prac-
tique y los enseñe, será considerado Jesús y el adulterio
grande en el reino de los cielos. »Ustedes han oído que fue dicho:
27 
20 Yo les digo que, si la justicia de
  “No cometerás adulterio”. n
ustedes no es mayor que la de los 28 Pero yo les digo que cualquiera

escribas y los fariseos, ustedes no que mira con deseos a una mujer,
entrarán en el reino de los cielos. ya adulteró con ella en su corazón.
29 Por tanto, si tu ojo derecho te

Jesús y la ira hace caer en pecado, sácatelo y


(Lc 12.57-59)
deshazte de él; es mejor que se
21 »Ustedes han oído que se dijo a
  pierda uno de tus miembros, y no
los antiguos: “No matarás”, m y que que todo tu cuerpo sea echado al
cualquiera que mate será culpable infierno. o
de juicio. 30 Y si tu mano derecha te hace caer

22 Pero yo les digo que cualquiera


  en pecado, córtatela y deshazte de
que se enoje contra su hermano, se- ella; es mejor que se pierda uno de
rá culpable de juicio, y cualquiera tus miembros, y no que todo tu
que a su hermano le diga “necio”, cuerpo sea echado al infierno. p
será culpable ante el concilio, y
cualquiera que le diga “fatuo”, que- Jesús y el divorcio
dará expuesto al infierno de fuego. »También fue dicho: “Cualquiera
31 
23 Por tanto, si traes tu ofrenda al
  que se divorcia de su mujer, debe
altar, y allí te acuerdas de que tu darle un certificado de divorcio.” q
hermano tiene algo contra ti, 32 Pero yo les digo que el que se

24 deja allí tu ofrenda delante del


  divorcia de su mujer, a no ser por
altar, y ve y reconcíliate primero causa de fornicación, hace que ella
con tu hermano, y después de eso adultere, y el que se casa con la di-
vuelve y presenta tu ofrenda. vorciada, comete adulterio. r

l 5.18: Lc 16.17. m 5.21: Ex 20.13; Dt 5.17. n 5.27: Ex 20.14; Dt 5.18.


o 5.29: Mt 18.9; Mc 9.47. p 5.30: Mt 18.8; Mc 9.43.
q 5.31: Dt 24.1-4; Mt 19.7; Mc 10.4.
r 5.32: Mt 19.9; Mc 10.11-12; Lc 16.18; 1 Co 7.10-11.

1385
SAN MATEO  5​, ​6

Jesús y los juramentos »Ustedes han oído que fue di-


43  
33 »Ustedes han oído también que
  cho: “Amarás a tu prójimo, z y odia-
se dijo a los antiguos: “No perjura- rás a tu enemigo.”
rás, s sino que cumplirás tus jura- 44 Pero yo les digo: Amen a sus

mentos al Señor.” t enemigos, bendigan a los que los


34 Pero yo les digo: No juren en
  maldicen, hagan bien a los que los
ninguna manera; u ni por el cielo, odian, y oren por quienes los per-
porque es el trono de Dios, v siguen,
35 ni por la tierra, porque es el es-

45 para que sean ustedes hijos de su

trado de sus pies, w ni por Jerusalén, Padre que está en los cielos, que
porque es la ciudad del gran Rey. x hace salir su sol sobre malos y bue-
36 No jurarás ni por tu cabeza, por-
  nos, y que hace llover sobre justos
que no puedes hacer blanco o negro e injustos.
un solo cabello tuyo. 46 Porque si ustedes aman sola-

37Cuando ustedes digan algo, que


  mente a quienes los aman, ¿qué
sea “sí, sí”, o “no, no”; porque lo recompensa tendrán? ¿Acaso no
que es más de esto, proviene del hacen lo mismo los cobradores de
mal. impuestos?
47Y si ustedes saludan solamente a

El amor hacia los enemigos sus hermanos, ¿qué hacen de más?


(Lc 6.27-36) ¿Acaso no hacen lo mismo los pa-
»Ustedes han oído que fue dicho:
38   ganos?
“Ojo por ojo, y diente por diente.” y 48 Por lo tanto, sean ustedes perfec-

39 Pero yo les digo: No resistan al


  tos, como su Padre que está en los
que es malo, sino que a cualquiera cielos es perfecto. a
que te hiera en la mejilla derecha,
preséntale también la otra; Jesús y la limosna

6
40 al que quiera provocarte a pleito
  »Cuidado con hacer sus obras
para quitarte la túnica, déjale tam- de justicia sólo para que la gente
bién la capa; los vea. a Si lo hacen así, su Padre
41 y a cualquiera que te obligue a
  que está en los cielos no les dará
llevar carga por una milla, ve con ninguna recompensa.
él dos. 2 Cuando tú des limosna, no toques

42 Al que te pida, dale, y al que quiera


  trompeta delante de ti, como hacen
tomar de ti prestado, no se lo rehú- los hipócritas en las sinagogas y en
ses. las calles, para que la gente los ala-

s 5.33: Lv 19.12. t 5.33: Nm 30.2; Dt 23.21. u 5.34: Stg 5.12.


v 5.34: Is 66.1; Mt 23.22. w 5.35: Is 66.1. x 5.35: Sal 48.2.
y 5.38: Ex 21.24; Lv 24.20; Dt 19.21. z 5.43: Lv 19.18. a 5.48: Dt 18.13.
a 6.1: Mt 23.5.

1386
SAN MATEO  6

be. De cierto les digo que con eso en la tierra como en el cielo.
ya se han ganado su recompensa. 11 El pan nuestro de cada día,
3 Pero cuando tú des limosna, ase-
  dánoslo hoy.
gúrate de que tu mano izquierda no 12 Perdónanos nuestras deudas,
sepa lo que hace la derecha; como también nosotros perdo-
4 así tu limosna será en secreto, y
  namos a nuestros deudores.
tu Padre que ve en lo secreto te re- 13 No nos metas en tentación,
compensará en público. sino líbranos del mal.”
[Porque tuyo es el reino,
Jesús y la oración el poder, y la gloria, d
(Lc 11.2-4) por todos los siglos. Amén.] 3
»Cuando ores, no seas como los
5 

hipócritas, porque a ellos les encanta Si ustedes perdonan a los otros


14  

orar en pie en las sinagogas y en sus ofensas, también su Padre celes-


las esquinas de las calles, para que tial los perdonará a ustedes.
la gente los vea; b de cierto les digo 15 Pero si ustedes no perdonan a los

que con eso ya se han ganado su otros sus ofensas, tampoco el Padre
recompensa. de ustedes les perdonará sus ofen-
6 Pero tú, cuando ores, entra en tu
  sas. e
aposento, y con la puerta cerrada c
ora a tu Padre que está en secreto, Jesús y el ayuno
y tu Padre que ve en lo secreto te »Cuando ustedes ayunen, no se
16 

recompensará en público. muestren afligidos, como los hipócri-


7»Cuando ustedes oren, no sean
  tas, porque ellos demudan su rostro
repetitivos, como los paganos, que para mostrar a la gente que están
piensan que por hablar mucho serán ayunando; de cierto les digo que ya
escuchados. se han ganado su recompensa.
8 No sean como ellos, porque su

17Pero tú, cuando ayunes, perfúma-

Padre ya sabe de lo que ustedes te la cabeza y lávate la cara,


tienen necesidad, antes de que us- 18 para no mostrar a los demás que

tedes le pidan. estás ayunando, sino a tu Padre que


9 Por eso, ustedes deben orar así:
  está en secreto, y tu Padre que ve en
lo secreto te recompensará en público.
“Padre nuestro, que estás en
los cielos, Tesoros en el cielo
santificado sea tu nombre. (Lc 12.32-34)
10 Venga tu reino. »No acumulen ustedes tesoros
19 

Hágase tu voluntad, en la tierra, donde la polilla y el óxi-

3 6.13 La frase Porque tuyo... siglos. Amén. se halla sólo en mss. tardíos.
b 6.5: Lc 18.10-14. c 6.6: Is 26.20. d 6.13: 1 Cr 29.11. e 6.14-15: Mc 11.25-26.

1387
SAN MATEO  6​, ​7

do corroen, f y donde los ladrones alimenta. ¿Acaso no valen ustedes


minan y hurtan. mucho más que ellas?
20 Por el contrario, acumulen tesoros

27¿Y quién de ustedes, por mucho

en el cielo, donde ni la polilla ni el que lo intente, puede añadir medio


óxido corroen, y donde los ladrones metro a su estatura?
no minan ni hurtan. 28 ¿Y por qué se preocupan por el

21 Pues donde esté tu tesoro, allí es-


  vestido? Observen cómo crecen los
tará también tu corazón. lirios del campo: no trabajan ni hi-
lan,
La lámpara del cuerpo 29 y aun así ni el mismo Salomón,

(Lc 11.33-36) con toda su gloria, g se vistió como


»La lámpara del cuerpo es el ojo;
22   uno de ellos.
así que, si tu ojo es bueno, todo tu 30 Pues si Dios viste así a la hierba,

cuerpo estará lleno de luz; que hoy está en el campo y maña-


23 pero si tu ojo es malo, todo tu
  na se echa en el horno, ¿no hará
cuerpo estará a oscuras. Y si la luz mucho más por ustedes, hombres
que hay en ti es oscuridad, ¡cuán de poca fe?
oscura no será la misma oscuridad! 31 Por lo tanto, no se preocupen ni

se pregunten “¿Qué comeremos, o


Dios y las riquezas qué beberemos, o qué vestiremos?”
(Lc 16.13) 32 Porque la gente anda tras todo es-

»Nadie puede servir a dos amos,


24   to, pero su Padre celestial sabe que
pues odiará a uno y amará al otro, ustedes tienen necesidad de todas
o estimará a uno y menospreciará estas cosas.
al otro. Ustedes no pueden servir a 33 Por lo tanto, busquen primera-

Dios y a las riquezas. 4 mente el reino de Dios y su justicia,


y todas estas cosas les serán aña-
El afán y la ansiedad didas.
(Lc 12.22-31) 34 »Así que, no se preocupen por

»Por lo tanto les digo: No se


25   el día de mañana, porque el día de
preocupen por su vida, ni por qué mañana traerá sus propias preocu-
comerán o qué beberán; ni con qué paciones. ¡Ya bastante tiene cada día
cubrirán su cuerpo. ¿Acaso no va- con su propio mal!
le más la vida que el alimento, y el
cuerpo más que el vestido? El juzgar a los demás
26 Miren las aves del cielo, que no (Lc 6.37-38,41-42)

siembran, ni cosechan, ni recogen


en graneros, y el Padre celestial las 7 »No juzguen, para que no sean
juzgados.

4 6.24 Gr. Mamón.


f 6.19: Stg 5.2-3. g 6.29: 1 R 10.4-7; 2 Cr 9.3-6.

1388
SAN MATEO  7

2 Porque con el juicio con que uste- en esto se resumen la ley y los pro-
des juzgan, serán juzgados; y con fetas.
la medida con que miden, serán
medidos. a La puerta estrecha
3 ¿Por qué miras la paja que está en

(Lc 13.24)
el ojo de tu hermano, y no miras la »Entren por la puerta estrecha,
13 

viga que está en tu propio ojo? porque ancha es la puerta y espacioso


4 ¿Cómo dirás a tu hermano: “Déja-
  el camino que lleva a la perdición, y
me sacar la paja de tu ojo”, cuando muchos son los que entran por ella.
tienes una viga en el tuyo? 14 Pero estrecha es la puerta y an-

5 ¡Hipócrita! Saca primero la viga


  gosto el camino que lleva a la vida,
de tu propio ojo, y entonces verás y pocos son los que la encuentran.
bien para sacar la paja del ojo de tu
hermano. Según el árbol es el fruto
6 »No den ustedes lo santo a los

(Lc 6.43-44)
perros, ni echen sus perlas delante »Cuídense de los falsos profetas,
15 

de los cerdos, no sea que las piso- que vienen a ustedes disfrazados de
teen, y se vuelvan contra ustedes y ovejas, pero por dentro son lobos ra-
los despedacen. paces.
16 Ustedes los conocerán por sus

La oración, y la regla de oro frutos, pues no se recogen uvas de


(Lc 11.9-13; 6.31)
los espinos, ni higos de los abrojos.
»Pidan, y se les dará, busquen, y
7  17Del mismo modo, todo buen árbol

encontrarán, llamen, y se les abrirá. da buenos frutos, pero el árbol malo


8 Porque todo aquel que pide, reci-
  da frutos malos.
be, y el que busca, encuentra, y al 18 El buen árbol no puede dar frutos

que llama, se le abre. malos, ni el árbol malo dar frutos


9 ¿Quién de ustedes, si su hijo le pi-
  buenos.
de pan, le da una piedra? 19 Todo árbol que no da buen fruto,

10 ¿O si le pide un pescado, le da
  es cortado y echado en el fuego. b
una serpiente? 20 Así que ustedes los conocerán por

11 Pues si ustedes, que son malos,


  sus frutos. c
saben dar cosas buenas a sus hijos,
¡cuánto más su Padre que está en Jesús conoce a los suyos
los cielos dará buenas cosas a los (Lc 13.25-27)
que le pidan! »No todo el que me dice: “Señor,
21 
12 Así que, todo lo que quieran que
  Señor”, entrará en el reino de los
la gente haga con ustedes, eso mis- cielos, sino el que hace la voluntad
mo hagan ustedes con ellos, porque de mi Padre que está en los cielos.

a 7.2: Mc 4.24. b 7.19: Mt 3.10; Lc 3.9. c 7.20: Mt 12.33.

1389
SAN MATEO  7​, ​8

En aquel día, muchos me dirán:


22   2 Un leproso se le acercó, se arro-
“Señor, Señor, ¿no profetizamos dilló ante él y le dijo: «Señor, si
en tu nombre, y en tu nombre quieres, puedes limpiarme.»
echamos fuera demonios, y en tu 3 Jesús extendió la mano, lo tocó y

nombre hicimos muchos milagros?” le dijo: «Quiero. Ya has quedado


23 Pero yo les diré claramente:
  limpio.» Y al instante su lepra desa-
“Nunca los conocí. ¡Apártense de pareció.
mí, obreros de la maldad!” d 4 Entonces Jesús le dijo: «Ten cuida-

do de no decirle nada a nadie. Más


Los dos cimientos bien, ve y preséntate ante el sacer-
(Lc 6.46-49) dote, y ofrece por tu purificación lo
»A cualquiera que me oye estas
24   que Moisés mandó, a para que les
palabras, y las pone en práctica, lo sirva de testimonio.»
compararé a un hombre prudente,
que edificó su casa sobre la roca. Jesús sana al siervo de un centurión
25 Cayó la lluvia, vinieron los ríos, (Lc 7.1-10)

y soplaron los vientos, y azotaron Al entrar Jesús en Cafarnaún, se


5 

aquella casa, pero ésta no se vino le acercó un centurión, y le rogó:


abajo, porque estaba fundada sobre 6 «Señor, mi criado yace en casa, pa-

la roca. ralítico y con muchos sufrimientos.»


26 Por otro lado, a cualquiera que

7Jesús le dijo: «Iré a sanarlo.»

me oye estas palabras y no las po- 8 El centurión le respondió: «Señor,


ne en práctica, lo compararé a un yo no soy digno de que entres a mi


hombre insensato, que edificó su casa. Pero una sola palabra tuya
casa sobre la arena. bastará para que mi criado sane.
27Cayó la lluvia, vinieron los ríos,

9 Porque yo también estoy bajo au-

y soplaron los vientos, y azotaron toridad, y tengo soldados bajo mis


aquella casa, y ésta se vino abajo, y órdenes. Si a uno le digo que vaya,
su ruina fue estrepitosa.» va; y si a otro le digo que venga,
28 Cuando Jesús terminó de hablar,
  viene; y si le digo a mi siervo: “Haz
la gente se admiraba de su enseñanza, esto”, lo hace.»
29 porque les enseñaba como quien

10 Al oír esto Jesús, se quedó admi-

tiene autoridad, y no como sus es- rado y dijo a los que lo seguían: «De
cribas. e cierto les digo, que ni aun en Israel
he hallado tanta fe.
Jesús sana a un leproso 11 Yo les digo que muchos vendrán

(Mc 1.40-45; Lc 5.12-16) del oriente y del occidente, y se sen-

8 Al descender Jesús del monte,


lo seguía mucha gente.
tarán con Abrahán, Isaac y Jacob en
el reino de los cielos; b

d 7.23: Sal 6.8. e 7.28-29: Mc 1.22; Lc 4.32. a 8.4: Lv 14.1-32. b 8.11: Lc 13.29.

1390
SAN MATEO  8

pero los hijos del reino serán arro-


12   Jesús le dijo: «Sígueme, y deja que
22  

jados a las tinieblas de afuera. Allí los muertos entierren a sus muertos.»
habrá llanto y rechinar de dientes.» c
13 Luego dijo Jesús al centurión: «Ve,

Jesús calma la tempestad
y que se haga contigo tal y como has (Mc 4.35-41; Lc 8.22-25)
creído.» Y en ese mismo momento Luego subió a la barca, y sus dis-
23 

el criado del centurión quedó sano. cípulos lo siguieron.


24 En esto se levantó en el lago una

Jesús sana a la suegra de Pedro tempestad tan grande que las olas
(Mc 1.29-34; Lc 4.38-41) cubrían la barca, pero él dormía.
14 Jesús fue a la casa de Pedro, y

25 Sus discípulos lo despertaron y

encontró a la suegra de éste postrada le dijeron: «¡Señor, sálvanos, que


en cama y con fiebre. estamos por naufragar!»
15 Cuando Jesús le tocó la mano, la

26 Él les dijo: «¿Por qué tienen miedo,

fiebre se le quitó. Entonces ella se hombres de poca fe?» Entonces se le-


levantó y los atendió. vantó, reprendió al viento y a las aguas,
16 Al caer la noche, le llevaron mu-
  y sobrevino una calma impresionante.
chos endemoniados, y él, con su 27 Y esos hombres se quedaron

sola palabra, expulsó a los demo- asombrados, y decían: «¿Qué cla-


nios y sanó a todos los enfermos. se de hombre es éste, que hasta el
17 Esto, para que se cumpliera lo
  viento y las aguas lo obedecen?»
dicho por el profeta Isaías: «Él mis-
mo tomó nuestras enfermedades, y Los endemoniados gadarenos
llevó nuestras dolencias.» d (Mc 5.1-20; Lc 8.26-39)
Cuando llegó a la otra orilla, que
28  
Los que querían seguir a Jesús era la tierra de los gadarenos, dos
(Lc 9.57-62) endemoniados salieron de entre los
Al verse Jesús rodeado de tanta
18   sepulcros y se le acercaron. Eran tan
gente, dio órdenes de cruzar el lago. feroces que nadie se atrevía a pasar
19 Entonces se le acercó un escriba,
  por aquel camino.
y le dijo: «Maestro, yo te seguiré 29 Y entre gritos le dijeron: «Hijo de

adondequiera que vayas.» Dios, ¿qué tienes que ver con noso-
20 Jesús le dijo: «Las zorras tienen
  tros? ¿Has venido a atormentarnos
guaridas, y las aves del cielo tienen antes de tiempo?»
nidos, pero el Hijo del Hombre no 30 Lejos de ellos había un hato de

tiene dónde recostar su cabeza.» muchos cerdos, que pacían.


21 Otro de sus discípulos le dijo: «Se-

31 Y los demonios le rogaron: «Si nos

ñor, permíteme ir primero a enterrar expulsas, permítenos ir a aquel hato


a mi padre.» de cerdos.»

c 8.12: Mt 22.13; 25.30; Lc 13.28. d 8.17: Is 53.4.

1391
SAN MATEO  8​, ​9

Él les dijo: «Vayan.» Ellos salie-


32   Entonces el paralítico se levantó y
7 

ron, y se fueron a los cerdos, y todo se fue a su casa.


el hato se lanzó al lago por un des- 8 Al ver esto, la gente se quedó

peñadero, y perecieron ahogados. asombrada y glorificó a Dios, que


33 Los que cuidaban de los cerdos
  había dado tal poder a los hombres.
huyeron y fueron corriendo a la
ciudad, y allí contaron todas estas Llamamiento de Mateo
cosas, incluso lo que había pasado (Mc 2.13-17; Lc 5.27-32)
con los endemoniados. Al continuar su camino, Jesús vio
9 
34 Y todos en la ciudad fueron a ver
  a un hombre llamado Mateo, que
a Jesús y, cuando lo encontraron, estaba sentado donde se cobraban
le rogaron que se fuera de sus con- los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»
tornos. Y Mateo se levantó y lo siguió.
10 Estando Jesús en la casa, sentado

Jesús sana a un paralítico a la mesa, muchos cobradores de


(Mc 2.1-12; Lc 5.17-26) impuestos y pecadores que habían

9 Después de esto, Jesús subió a


la barca, cruzó a la otra orilla y
fue a su ciudad.
venido se sentaron también a la me-
sa, con Jesús y sus discípulos.
11 Cuando los fariseos vieron esto,

2 Allí le llevaron un paralítico, tendi-


  dijeron a los discípulos: «¿Por qué
do sobre una camilla. Cuando Jesús come su Maestro con cobradores de
vio la fe de ellos, le dijo al paralíti- impuestos y con pecadores?» a
co: «Ten ánimo, hijo; los pecados te 12 Al oír esto, Jesús les dijo: «No son

son perdonados.» los sanos los que necesitan de un


3 Algunos de los escribas se decían
  médico, sino los enfermos.
a sí mismos: «Éste blasfema.» 13 Vayan y aprendan lo que signi-

4 Pero Jesús, que conocía los pen-


  fica b “Misericordia quiero, y no
samientos de ellos, dijo: «¿Por qué sacrificio”. c Porque no he venido a
piensan mal dentro de ustedes mis- llamar a los justos al arrepentimien-
mos? to, sino a los pecadores.»
5 ¿Qué es más fácil? ¿Que le diga

“los pecados te son perdonados”, o La pregunta sobre el ayuno


(Mc 2.18-22; Lc 5.33-39)
que le diga “levántate y anda”?
6 Pues para que ustedes sepan que

14 Los discípulos de Juan se le acerca-

el Hijo del Hombre tiene autoridad ron entonces, y le preguntaron: «¿Por


en la tierra para perdonar pecados, qué nosotros y los fariseos ayunamos
entonces éste le dice al paralítico: muchas veces, y tus discípulos no?»
“Levántate, toma tu camilla, y vete 15 Jesús les respondió: «¿Acaso los

a tu casa.”» invitados a una boda pueden estar

a 9.10-11: Lc 15.1-2. b 9.13: Mt 12.7. c 9.13: Os 6.6.

1392
SAN MATEO  9

de luto mientras el esposo está con y les dijo: «Váyanse, porque la niña
24  

ellos? ¡Claro que no! Pero vendrán no está muerta, sino dormida.» Ellos
días, cuando el esposo les será qui- se burlaron de él.
tado. Entonces ayunarán.» 25 Pero luego de despedir a la gente,

16 Nadie remienda un vestido viejo


  él entró y tomó de la mano a la niña,
con un paño de tela nueva, porque y ella se levantó.
la tela nueva estira la tela vieja, y la 26 Esta noticia se difundió por toda

rotura se hace peor. aquella región.


17 Ni tampoco se echa vino nuevo en

odres viejos, porque el vino nuevo re- Dos ciegos reciben la vista
vienta los odres, y entonces el vino se Cuando Jesús salió de allí, dos cie-
27 

derrama y los odres se echan a perder. gos lo siguieron, y a gritos le decían:


Más bien, el vino nuevo debe echarse «¡Ten misericordia de nosotros, Hijo
en odres nuevos, y tanto lo uno como de David!»
lo otro se conserva juntamente. 28 Cuando Jesús llegó a la casa, los cie-

gos se le acercaron y él les preguntó:


La hija de Jairo, y la mujer que «¿Creen que puedo hacer esto?» Ellos
tocó el manto de Jesús dijeron: «Sí, Señor.»
(Mc 5.21-43; Lc 8.40-56) 29Entonces les tocó los ojos, y les dijo:

Mientras él les decía estas cosas,


18   «Que se haga con ustedes conforme
un magistrado vino y se arrodilló a su fe.»
ante él, y le dijo: «Mi hija acaba de 30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Pe-

morir; pero ven y pon tu mano sobre ro Jesús les encargó con mucha firmeza:
ella, y ella volverá a la vida.» «Asegúrense de que nadie sepa esto.»
19 Jesús se levantó y lo siguió con

31 Sin embargo, en cuanto ellos sa-

sus discípulos. lieron, divulgaron la fama de él por


20 En eso, una mujer que desde
  toda aquella región.
hacía doce años padecía de hemo-
rragias, se le acercó por detrás y Un mudo habla
tocó el borde de su manto, En el momento en que salían, le
32  
21 pues pensaba: «Si alcanzo a tocar
  trajeron a Jesús un mudo que estaba
tan sólo su manto, me sanaré.» endemoniado.
22 Pero Jesús se volvió a mirarla y le

33 En cuanto el demonio fue expulsa-

dijo: «Ten ánimo, hija; tu fe te ha do, el mudo comenzó a hablar. Y la


salvado.» Y a partir de ese momento gente se asombraba y decía: «¡Nunca
la mujer quedó sana. se ha visto nada igual en Israel!»
23 Cuando Jesús entró en la casa del

34 Pero los fariseos decían: «Éste ex-

magistrado, vio a los que tocaban pulsa a los demonios por el poder
flautas y a la gente que hacía alboroto, del príncipe de los demonios.» d

d 9.34: Mt 10.25; 12.24; Mc 3.22; Lc 11.15.

1393
SAN MATEO  9​, ​10

La mies es mucha Misión de los doce


(Mc 6.7-13; Lc 9.1-6)
Jesús recorría todas las ciu-
35  

dades y las aldeas, y enseñaba en Jesús envió a estos doce, con las
5 

las sinagogas de ellos, predicaba el siguientes instrucciones: «No vayan


evangelio del reino y sanaba toda por camino de paganos, ni entren en
enfermedad y toda dolencia del pue- ciudad de samaritanos,
blo. e 6 sino vayan más bien a las ovejas

36 Al ver las multitudes, Jesús tuvo


  perdidas de la casa de Israel.
compasión de ellas porque estaban 7 Vayan y prediquen: “El reino de

desamparadas y dispersas, como los cielos se ha acercado.”


ovejas que no tienen pastor. f 8 Sanen enfermos, limpien leprosos,

37 Entonces dijo a sus discípulos:


  resuciten muertos y expulsen de-
«Ciertamente, es mucha la mies, monios. Den gratuitamente lo que
pero son pocos los segadores. gratuitamente recibieron.
38 Por tanto, pidan al Señor de la

9 No lleven consigo oro ni plata ni

mies que envíe segadores a cose- cobre, a


char la mies.» g 10 ni mochila para el camino, ni

dos túnicas, ni calzado, ni bastón;


Elección de los doce apóstoles porque el obrero es digno de su ali-
(Mc 3.13-19; Lc 6.12-16)
mento. b

10 Jesús reunió a sus doce dis-


cípulos, y les dio poder para
expulsar a los espíritus impuros y
11 En cualquier ciudad o aldea a la

que lleguen, busquen a alguien que


sea digno, y quédense allí hasta que
para sanar toda enfermedad y toda salgan.
dolencia. 12 Al entrar en la casa, saluden.

2 Éstos son los nombres de los doce


  13 Si la casa es digna, recibirá la paz

apóstoles: primero Simón, llamado que ustedes le deseen; pero si no es


Pedro, y Andrés su hermano; luego digna, ese deseo de paz se volverá
Jacobo y su hermano Juan, hijos de a ustedes.
Zebedeo; 14 Si alguien no los recibe, ni oye

3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo


  sus palabras, salgan de aquella casa
el cobrador de impuestos, Jacobo o ciudad, y sacúdanse el polvo de
hijo de Alfeo, Tadeo, los pies. c
4 Simón el cananista, y Judas Iscario-
  15 De cierto les digo que, en el día

te, que después lo traicionó. del juicio, el castigo para la tierra de

e 9.35: Mt 4.23; Mc 1.39; Lc 4.44. f 9.36: 1 R 22.17; 2 Cr 18.16; Zac 10.2; Mc 6.34.


g 9.37-38: Lc 10.2. a 10.7-15: Lc 10.4-12. b 10.10: 1 Co 9.14; 1 Ti 5.18.
c 10.14: Hch 13.51.

1394
SAN MATEO  10

Sodoma y de Gomorra, d será más antes que venga el Hijo del Hom-
tolerable que para aquella ciudad. e bre.
24 El discípulo no es más que su

Persecuciones venideras maestro, j ni el siervo más que su


16 »Tengan ustedes en cuenta que
  señor. k
los estoy enviando como a ovejas en 25 Al discípulo debe bastarle con ser

medio de lobos; f así que sean pru- como su maestro, y al siervo como
dentes como serpientes y sencillos su señor. Si al dueño de la casa lo
como palomas. han llamado Beelzebú, l ¿cuánto
17Cuídense de la gente, porque los
  más a los de su familia?
entregarán a los tribunales, y los
azotarán en las sinagogas; A quién se debe temer
18 y por causa de mí, incluso los ha- (Lc 12.2-9)

rán comparecer ante gobernadores »Así que, no los teman, porque


26 

y reyes, para que den testimonio no hay nada encubierto que no haya
ante ellos y ante las naciones. de ser manifestado, ni nada oculto
19 Pero cuando ustedes sean entre-
  que no haya de saberse. m
gados, no se preocupen por lo que 27 Lo que les digo en las tinieblas,

han de decir, ni por cómo habrán díganlo en la luz; y lo que oyen al


de decirlo, porque en ese momento oído, proclámenlo desde las azoteas.
se les dará lo que tienen que decir. 28 No teman a los que matan el

20 Porque no serán ustedes los que


  cuerpo, pero no pueden matar el
hablen, sino que el Espíritu de su alma. Más bien, teman a aquel que
Padre hablará por ustedes. puede destruir alma y cuerpo en el
21 El hermano entregará a la muer-
  infierno.
te al hermano, y el padre al hijo. 29¿Acaso no se venden dos pajarillos

Los hijos se levantarán contra los por unas cuantas monedas? Aun
padres, y los harán morir. g así, ni uno de ellos cae a tierra sin
22 Por causa de mi nombre todo el
  que el Padre de ustedes lo permita,
mundo los odiará, h pero el que re- 30 pues aun los cabellos de ustedes

sista hasta el fin será salvado. i están todos contados.


23 Cuando los persigan en una ciu-

31 Así que no teman, pues ustedes

dad, huyan a otra; porque de cierto valen más que muchos pajarillos.
les digo que no terminarán de re- 32 A cualquiera que me confiese de-

correr todas las ciudades de Israel, lante de los hombres, yo también lo

d 10.15: Gn 19.24-28. e 10.15: Mt 11.23-24. f 10.16: Lc 10.3.


g 10.17-21: Mc 13.9-12; Lc 12.11-12; 21.12-16.
h 10.22: Mt 24.9; Mc 13.13; Lc 21.17. i 10.22: Mt 24.13; Mc 13.13.
j 10.24: Lc 6.40. k 10.24: Jn 13.16; 15.20.
l 10.25: Mt 9.34; 12.24; Mc 3.22; Lc 11.15. m 10.26: Mc 4.22; Lc 8.17.

1395
SAN MATEO  10​, ​11

confesaré delante de mi Padre que De cierto les digo que cualquiera


42  

está en los cielos. que dé a uno de estos pequeñitos


33 Y a cualquiera que me niegue de-
  aunque sea un vaso de agua fría,
lante de los hombres, yo también por tratarse de un discípulo, no per-
lo negaré delante de mi Padre que derá su recompensa.»
está en los cielos. n
Los mensajeros de Juan el Bautista
Jesús, causa de división (Lc 7.18-35)

11
(Lc 12.49-53; 14.26-27)
 uando Jesús terminó de dar
C
»No piensen que he venido para
34   instrucciones a sus doce dis-
traer paz a la tierra; no he venido cípulos, se fue de allí a enseñar y a
para traer paz, sino espada. predicar en otras ciudades.
35 He venido para poner al hijo

2 Juan, que estaba en la cárcel, se

contra su padre, a la hija contra su enteró de los hechos de Cristo y en-


madre, y a la nuera contra su suegra. vió a dos de sus discípulos
36 Los enemigos del hombre serán

3 para que le preguntaran: «¿Eres tú

los de su casa. o aquel que había de venir, o espera-


37El que ama a su padre o a su ma-
  remos a otro?»
dre más que a mí, no es digno de 4 Jesús les respondió: «Vuelvan y

mí. El que ama a su hijo o hija más cuéntenle a Juan las cosas que han
que a mí, no es digno de mí. visto y oído.
38 El que no toma su cruz y me si-

5 Los ciegos ven, los cojos andan, los

gue, no es digno de mí. p leprosos son limpiados, los sordos


39 El que halla su vida, la perderá; y
  oyen, a los muertos son resucitados,
el que pierde su vida por causa de y a los pobres se les anuncian las
mí, la hallará. q buenas noticias. b
6 Bienaventurado el que no tropieza

Recompensas por causa de mí.»


(Mc 9.41) 7Mientras ellos se iban, Jesús co-

40 »El que los recibe a ustedes, me menzó a decir a la gente acerca de


recibe a mí; r y el que me recibe a Juan: «¿Qué fueron ustedes a ver al
mí, recibe al que me envió. s desierto? ¿Una caña sacudida por el
41 El que recibe a un profeta porque
  viento?
es profeta, recibirá igual recompen- 8 ¿Qué fueron a ver? ¿A un hombre

sa que el profeta; y el que recibe a vestido con ropa elegante? Los que
un justo porque es justo, recibirá se visten con ropa elegante se en-
igual recompensa que el justo. cuentran en los palacios.

n 10.33: 2 Ti 2.12. o 10.35-36: Miq 7.6. p 10.38: Mt 16.24; Mc 8.34; Lc 9.23.


q 10.39: Mt 16.25; Mc 8.35; Lc 9.24; 17.33; Jn 12.25. r 10.40: Lc 10.16; Jn 13.20.
s 10.40: Mc 9.37; Lc 9.48. a 11.5: Is 35.5-6. b 11.5: Is 61.1.

1396
SAN MATEO  11

Pero ¿qué es lo que ustedes fueron


9  glotón y borracho, y de ser amigo
a ver? ¿A un profeta? Yo les digo de cobradores de impuestos y de
que sí, ¡y a alguien mayor que un pecadores. Pero a la sabiduría la
profeta! reivindican sus hijos.»
10 Porque éste es de quien está es-

crito: Ayes sobre las ciudades


“Yo envío mi mensajero delan- impenitentes
te de ti, (Lc 10.13-16)
El cual preparará tu camino.” c Jesús comenzó entonces a repren-
20  
11 »De cierto les digo que, entre los
  der a las ciudades donde había hecho
que nacen de mujer, no ha surgido muchos de sus milagros, porque no
nadie mayor que Juan el Bautista. se habían arrepentido. Les decía:
Aun así, el más pequeño en el reino 21 «¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, Bet-

de los cielos es mayor que él. saida! Porque si en Tiro y en Sidón f


12 Desde los días de Juan el Bautista
  se hubieran hecho los milagros
hasta ahora, el reino de los cielos que se han hecho en ustedes, hace
sufre violencia, y los violentos lo tiempo que en cilicio y cubiertas
arrebatan. de ceniza ellas habrían mostrado
13 Y todos los profetas y la ley profe-
  su arrepentimiento.
tizaron hasta Juan. d 22 Por tanto les digo que, en el día del

14 Si quieren recibirlo, él es Elías, el


  juicio, el castigo para Tiro y para Sidón
que había de venir. e será más tolerable que para ustedes.
15 El que tenga oídos para oír, que

23 Y tú, Cafarnaún, que te elevas

oiga. hasta el cielo, hasta el Hades 5 cae-


16 Pero ¿con qué compararé a esta
  rás abatida. g Porque si en Sodoma h
generación? Se parece a los niños se hubieran hecho los milagros que
que se sientan en las plazas y les se han hecho en ti, hasta el día de
gritan a sus compañeros: hoy habría permanecido.
17“Tocamos la flauta, y ustedes no

24 Por tanto les digo que, en el día

bailaron; entonamos cantos fúne- del juicio, el castigo para Sodoma i


bres, y ustedes no lloraron.” será más tolerable que para ti.»
18 Porque vino Juan, que ni comía

ni bebía, y dicen que tiene un de- Vengan a mí y descansen


monio; (Lc 10.21-22)
19 luego vino el Hijo del Hombre,

25 En ese momento, Jesús dijo: «Te

que come y bebe, y lo califican de alabo, Padre, Señor del cielo y de la

5 11.23 Nombre griego del lugar de los muertos.


c 11.10: Mal 3.1. d 11.12-13: Lc 16.16. e 11.14: Mal 4.5; Mt 17.10-13; Mc 9.11-13.
f 11.21: Is 23.1-18; Ez 26.1—28.26; Jl 3.4-8; Am 1.9-10; Zac 9.2-4.
g 11.23: Is 14.13-15. h 11.23: Gn 19.24-28. i 11.24: Mt 10.15; Lc 10.12.

1397
SAN MATEO  11​, ​12

tierra, porque estas cosas las escon- Panes que ni a él ni a sus acompa-
diste de los sabios y de los entendi- ñantes les estaba permitido comer,
dos, y las revelaste a los niños. sino solamente a los sacerdotes. c
26 Sí, Padre, porque así te agradó.

5 ¿O no han leído ustedes en la ley

27El Padre me ha entregado todas


  que, en el día de reposo, los sa-
las cosas, j y nadie conoce al Hijo, cerdotes que están en el templo
sino el Padre, ni nadie conoce al profanan el día de reposo, y no se
Padre, sino el Hijo, k y aquel a quien les culpa de nada? d
el Hijo lo quiera revelar. 6 Pues yo les digo que aquí está uno

28 Vengan a mí todos ustedes, los


  mayor que el templo.
agotados de tanto trabajar, que yo 7Si ustedes supieran lo que significa 

e

los haré descansar. “Misericordia quiero, y no sacrifi-


29 Lleven mi yugo sobre ustedes, y
  cio”, 
f no condenarían a los inocentes;

aprendan de mí, que soy manso y 8 porque el Hijo del Hombre es Se-

humilde de corazón, y hallarán des- ñor del día de reposo.»


canso para su alma; l
30 porque mi yugo es fácil, y mi car-

El hombre de la mano atrofiada
ga es liviana.» (Mc 3.1-6; Lc 6.6-11)
9 Al salir de allí, Jesús fue a la si-

Los discípulos recogen espigas nagoga del lugar.


en el día de reposo 10 Allí había un hombre que tenía

(Mc 2.23-28; Lc 6.1-5) atrofiada una mano. Para poder acu-

12 En aquel tiempo, al pasar


Jesús por los sembrados en
un día de reposo, sus discípulos
sar a Jesús, algunos le preguntaron:
«¿Está permitido sanar en el día de
reposo?»
tuvieron hambre y comenzaron a 11 Él les respondió: «¿Quién de us-

arrancar espigas a y a comerlas. tedes, si tiene una oveja, y ésta se


2 Cuando los fariseos vieron esto, le
  cae en un hoyo en día de reposo, no
dijeron: «¡Fíjate! Tus discípulos ha- va y la saca? g
cen lo que no está permitido hacer 12 ¡Y un hombre vale mucho más

en el día de reposo.» que una oveja! Por consiguiente,


3 Pero él les dijo: «¿No han leído
  está permitido hacer el bien en los
ustedes lo que hizo David, cuan- días de reposo.»
do él y sus acompañantes tuvieron 13 Entonces le dijo a aquel hombre:

hambre? «Extiende tu mano.» El hombre la


4 ¡Pues entró en la casa de Dios y
  extendió, y su mano le quedó tan
comió los panes de la proposición! b sana como la otra.

j 11.27: Jn 3.35. k 11.27: Jn 10.15. l 11.29: Jer 6.16. a 12.1: Dt 23.25.


b 12.3-4: 1 S 21.1-6. c 12.4: Lv 24.9. d 12.5: Nm 28.9-10. e 12.7: Mt 9.13.
f 12.7: Os 6.6. g 12.11: Lc 14.5.

1398
SAN MATEO  12

Pero los fariseos, en cuanto se fue-


14   poder de Beelzebú, príncipe de los
ron, conspiraron para matar a Jesús. demonios.» i
25 Pero Jesús, que sabía lo que ellos

El siervo escogido pensaban, les dijo: «Todo reino divi-


15 Cuando Jesús supo esto, se alejó
  dido internamente acaba en la ruina.
de allí. Pero mucha gente lo siguió, No hay casa o ciudad que permanez-
y él los sanó a todos, ca, si internamente está dividida.
16 aunque les encargaba con firmeza

26 Así que, si Satanás expulsa a

que no lo descubrieran, Satanás, se estará dividiendo a sí


17 para que se cumpliera lo dicho
  mismo; y así, ¿cómo podrá perma-
por el profeta Isaías: necer su reino?
18 «Éste es mi siervo, a quien he 27Si yo expulso a los demonios por

escogido; el poder de Beelzebú, ¿por el poder


mi Amado, en quien se com- de quién los expulsan los hijos de
place mi alma. ustedes? Por lo tanto, ellos serán los
Pondré mi Espíritu sobre él, jueces de ustedes.
y a las naciones anunciará 28 Pero si yo expulso a los demonios

juicio. por el poder del Espíritu de Dios,


19 No disputará, ni gritará, eso significa que el reino de Dios
ni nadie oirá su voz en las ha llegado a ustedes.
calles. 29 Porque ¿cómo va a entrar alguien

20 No quebrará la caña cascada, en la casa de un hombre fuerte, y


ni apagará la mecha humeante, cómo va a saquear sus bienes, si an-
hasta que haga triunfar la tes no lo ata? Sólo así podrá saquear
justicia. su casa.
21 En su nombre esperarán las 30 El que no está conmigo, está con-

naciones.» h tra mí; j y el que no recoge conmigo,


desparrama.
La blasfemia contra el Espíritu 31 Por tanto, les digo: A ustedes se les

Santo perdonará todo pecado y blasfemia,


(Mc 3.20-30; Lc 11.14-23) excepto la blasfemia contra el Espíritu.
Un día le llevaron un endemonia-
22   32 Cualquiera que hable mal del Hijo

do ciego y mudo, y él lo sanó, así que del Hombre, será perdonado; pero el
el ciego y mudo podía ver y hablar. que hable contra el Espíritu Santo no
23 Toda la gente estaba atónita, y de-
  será perdonado, ni en este tiempo ni
cía: «¿Será éste el Hijo de David?» en el venidero. k
24 Los fariseos, al oírlo, decían:

33 Si el árbol es bueno, también su

«Éste expulsa los demonios por el fruto es bueno; pero si el árbol es

h 12.18-21: Is 42.1-4. i 12.24: Mt 9.34; 10.25. j 12.30: Mc 9.40.


k 12.32: Lc 12.10.

1399
SAN MATEO  12

malo, también su fruto es malo. Al ellos se arrepintieron por la predi-


árbol se le conoce por sus frutos. l cación de Jonás, r y aquí hay alguien
34 ¡Generación de víboras! 

m ¿Cómo que es más grande que Jonás.
pueden decir cosas buenas, si son 42 En el juicio, la reina del Sur se

malos? Porque de la abundancia del levantará contra esta generación


corazón habla la boca. n y la condenará, porque ella vino
35 El hombre bueno saca cosas bue-
  desde los confines de la tierra para
nas del buen tesoro de su corazón; escuchar la sabiduría de Salomón, s
el hombre malo saca cosas malas de y aquí hay alguien que es más gran-
su mal tesoro. de que Salomón.
36 Pero yo les digo que, en el día del

juicio, cada uno de ustedes dará El espíritu inmundo que vuelve


cuenta de cada palabra ociosa que (Lc 11.24-26)
haya pronunciado. 43 »Cuando el espíritu impuro sale
37Porque por tus palabras serás rei-
  del hombre, anda por lugares áridos
vindicado, y por tus palabras serás en busca de reposo, y no lo halla.
condenado.» 44 Entonces dice: “Volveré a mi ca-

sa, de donde salí.” Y cuando llega,


La generación perversa demanda la halla desocupada, barrida y ador-
señal nada.
(Lc 11.29-32) 45 Entonces va y trae otros siete

Entonces algunos de los escribas


38   espíritus peores que él, y entran y
y de los fariseos le dijeron: «Maes- allí se quedan a vivir. ¡Y el estado
tro, deseamos ver una señal tuya.» o final de aquel hombre resulta ser
39 Pero él les dijo: «La generación
  peor que el primero! Así también le
mala y adúltera demanda una se- pasará a esta generación malvada.»
ñal, p pero no tendrán más señal
que la del profeta Jonás. La madre y los hermanos de
40 Porque así como Jonás estuvo tres

Jesús
días y tres noches en el vientre del (Mc 3.31-35; Lc 8.19-21)
gran pez, q así también el Hijo del Mientras Jesús hablaba con la
46  

Hombre estará tres días y tres no- gente, su madre y sus hermanos es-
ches en el corazón de la tierra. taban afuera, y querían hablar con él.
41 En el juicio, los habitantes de

47Alguien le dijo: «Tu madre y tus

Nínive se levantarán contra esta hermanos están afuera, y te quieren


generación y la condenarán, porque hablar.»

l 12.33: Mt 7.20; Lc 6.44. m 12.34: Mt 3.7; 23.33; Lc 3.7.


n 12.34: Mt 15.18; Lc 6.45. o 12.38: Mt 16.1; Mc 8.11; Lc 11.16.
p 12.39: Mt 16.4; Mc 8.12. q 12.40: Jon 1.17. r 12.41: Jon 3.5.
s 12.42: 1 R 10.1-10; 2 Cr 9.1-12.

1400
SAN MATEO  12​, ​13

Él respondió al que le dijo esto:


48   El que tenga oídos para oír, que
9 

«¿Quién es mi madre, y quiénes oiga.»


son mis hermanos?»
49 Y extendiendo la mano hacia sus

Propósito de las parábolas
discípulos, dijo: «Mi madre y mis (Mc 4.10-12; Lc 8.9-10)
hermanos están aquí. Los discípulos se acercaron y le
10 
50 Porque todos los que hacen la
  preguntaron: «¿Por qué les hablas
voluntad de mi Padre que está en por parábolas?»
los cielos son mis hermanos, mis 11 Él les respondió: «Porque a ustedes

hermanas, y mi madre.» se les concede entender el misterio del


reino de los cielos, pero a ellos no.
Parábola del sembrador 12 Porque a cualquiera que tiene, se

(Mc 4.1-9; Lc 8.4-8) le dará, y tendrá más; pero al que

13
lago.
Aquel día, Jesús salió de la
casa y se sentó a la orilla del
no tiene, aun lo poco que tiene se
le quitará.  b
13 Por eso les hablo por parábolas:

2 Como mucha gente se le acercó,


  porque viendo no ven, y oyendo no
él se subió a una barca y se sentó, a oyen, ni entienden.
mientras que la gente se quedó en 14 De manera que en ellos se cum-

la playa. ple la profecía de Isaías, que dijo:


3 Entonces les habló por parábolas

de muchas cosas. Les dijo: «El sem- “Ustedes oirán con sus oídos,
brador salió a sembrar. pero no entenderán;
4 Al sembrar, una parte de las semi-
  y verán con sus ojos, pero no
llas cayó junto al camino, y vinieron percibirán.
las aves y se la comieron. 15 Porque el corazón de este
5 Otra parte cayó entre las piedras,
  pueblo se ha endurecido;
donde no había mucha tierra, y con dificultad oyen con los oídos,
pronto brotó, porque la tierra no y han cerrado sus ojos;
era profunda; no sea que con sus ojos vean,
6 pero en cuanto salió el sol, se que-
  y con sus oídos oigan,
mó y se secó, porque no tenía raíz. y con su corazón entiendan
7 Otra parte cayó entre espinos,
  Y se vuelvan a mí,
pero los espinos crecieron y la aho- Y yo los sane.” c
garon. 16 Pero dichosos los ojos de ustedes,

8 Pero una parte cayó en buena tie-


  porque ven; y los oídos de ustedes,
rra, y rindió una cosecha de cien, porque oyen.
sesenta, y hasta treinta semillas por 17 Porque de cierto les digo, que muchos

una. profetas y hombres justos desearon ver

a 13.2: Lc 5.1-3. b 13.12: Mt 25.29; Mc 4.25; Lc 8.18; 19.26. c 13.14-15: Is 6.9-10.

1401
SAN MATEO  13

lo que ustedes ven, y no lo vieron; y oír 26 Cuando el trigo brotó y dio fruto,
lo que ustedes oyen, y no lo oyeron. d apareció también la cizaña.
27 Entonces, los siervos fueron a

Jesús explica la parábola del preguntarle al dueño del terreno:


sembrador “Señor, ¿acaso no sembraste buena
(Mc 4.13-20; Lc 8.11-15) semilla en tu campo? ¿De dónde
»Escuchen ahora lo que significa
18   salió la cizaña?”
la parábola del sembrador: 28 El dueño les dijo: “Esto lo ha he-

19 Cuando alguien oye la palabra del


  cho un enemigo.” Los siervos le
reino, y no la entiende, viene el malig- preguntaron: “¿Quieres que vaya-
no y le arrebata lo que fue sembrado mos y la arranquemos?”
en su corazón. Ésta es la semilla sem- 29 Y él les respondió: “No, porque al

brada junto al camino. arrancar la cizaña podrían también


20 El que oye la palabra es la semilla
  arrancar el trigo.
sembrada entre las piedras, que en 30 Dejen que crezcan lo uno y lo otro

ese momento la recibe con gozo, hasta la cosecha. Cuando llegue el


21 pero su gozo dura poco por tener
  momento de cosechar, yo les diré a
poca raíz; al venir la aflicción o la los segadores que recojan primero
persecución por causa de la palabra, la cizaña y la aten en manojos, para
se malogra. quemarla, y que después guarden el
22 La semilla sembrada entre espi-
  trigo en mi granero.”»
nos es el que oye la palabra, pero las
preocupaciones de este mundo y el en- Parábola de la semilla de mostaza
(Mc 4.30-32; Lc 13.18-19)
gaño de las riquezas ahogan la palabra,
por lo que ésta no llega a dar fruto. 31 Jesús les contó otra parábola: «El
23 Pero la semilla sembrada en bue-
  reino de los cielos es semejante a un
na tierra es el que oye la palabra y grano de mostaza, que un hombre
la entiende, y da fruto, y produce sembró en su campo.
cien, sesenta, y treinta semillas por 32 Sin duda, ésta es la más pequeña

cada semilla sembrada.» de todas las semillas; pero, cuando


crece, es la más grande de las plan-
Parábola del trigo y la cizaña tas; se hace árbol, y hasta las aves
Jesús les contó otra parábola: «El
24   del cielo vienen y hacen nidos en
reino de los cielos es semejante a un sus ramas.»
hombre que sembró buena semilla
en su campo; Parábola de la levadura
25 pero, mientras dormían los traba- (Lc 13.20-21)

jadores, vino su enemigo y sembró Jesús les contó otra parábola: «El
33 

cizaña entre el trigo, y se fue. reino de los cielos es semejante a

d 13.16-17: Lc 10.23-24.

1402
SAN MATEO  13

la levadura que una mujer tomó y Entonces, en el reino de su Padre


43 

mezcló con tres medidas de harina, los justos resplandecerán como el


hasta que toda la harina fermentó.» sol. El que tenga oídos, que oiga.
El uso que Jesús hace de las El tesoro escondido
parábolas »Además, el reino de los cielos
44  
(Mc 4.33-34) es semejante a un tesoro escondi-
De todo esto habló Jesús con la
34   do en un campo. Cuando alguien
gente por parábolas, y no les hablaba encuentra el tesoro, lo esconde de
de otra manera, nuevo y, muy feliz, va y vende todo
35 para que se cumpliera lo dicho
  lo que tiene, y compra ese campo.
por el profeta:
«Abriré mi boca y en parábolas La perla de gran precio
hablaré de cosas escondidas 45 »También el reino de los cielos
desde la fundación del mundo.» e es semejante a un comerciante que
busca buenas perlas,
Jesús explica la parábola 46 y que cuando encuentra una per-

de la cizaña la preciosa, va y vende todo lo que


36 Luego de despedir a la gente, Jesús
  tiene, y compra la perla.
entró en la casa. Sus discípulos se le
acercaron y le dijeron: «Explícanos la La red
parábola de la cizaña en el campo.» »Asimismo, el reino de los cielos
47 
37Él les dijo: «El que siembra la bue-
  es semejante a una red que, lanzada
na semilla es el Hijo del Hombre. al agua, recoge toda clase de peces.
38 El campo es el mundo, la buena

48 Una vez que se llena, la sacan a la

semilla son los hijos del reino, y la orilla, y los pescadores se sientan a
cizaña son los hijos del maligno. echar el buen pescado en cestas, y
39 El enemigo que la sembró es el
  desechan el pescado malo.
diablo, la cosecha es el fin del mun- 49 Así será al fin del mundo: los

do, y los segadores son los ángeles. ángeles saldrán y apartarán de los
40 Y así como se arranca la cizaña y
  hombres justos a la gente malvada,
se quema en el fuego, así también 50 y a esta gente la echarán en el

será en el fin de este mundo. horno de fuego. Allí habrá llanto y


41 El Hijo del Hombre enviará a
  rechinar de dientes.»
sus ángeles, y ellos recogerán de
su reino a todos los que sirven de Tesoros nuevos y viejos
tropiezo y a los que hacen lo malo, Jesús les preguntó: «¿Han com-
51 
42 y los echarán en el horno de fuego;
  prendido todo esto?» Ellos respon-
allí habrá llanto y rechinar de dientes. dieron: «Sí, Señor.»

e 13.35: Sal 78.2.

1403
SAN MATEO  13​, ​14

Él les dijo: «Por eso todo escriba


52   metido en la cárcel. Lo había hecho
que ha sido instruido en el reino de por causa de Herodías, la mujer de
los cielos es semejante al dueño de Felipe su hermano,
una casa, que de su tesoro saca cosas 4 pues Juan le decía: «No te es lícito

nuevas y cosas viejas.» tenerla.» a, b


5 Herodes quería matarlo, pero tenía

Jesús en Nazaret miedo porque la gente veía a Juan


(Mc 6.1-6; Lc 4.16-30) como un profeta.
Cuando Jesús terminó de expo-
53  6 En el cumpleaños de Herodes, la

ner estas parábolas, se fue de allí. hija de Herodías danzó delante de


54 Al llegar a su tierra, les enseñaba
  todos, y tanto agradó esto a Herodes
en la sinagoga del lugar. La gente se 7que bajo juramento prometió darle

asombraba y decía: «¿De dónde le todo lo que ella le pidiera.


viene a éste la sabiduría? ¿Cómo es 8 Ella, instigada por su madre, le di-

que hace estos milagros? jo: «Entrégame aquí, en un plato, la


55 ¿Acaso no es éste el hijo del car-
  cabeza de Juan el Bautista.»
pintero? ¿No se llama su madre 9Esto entristeció mucho al rey, pero

María, y sus hermanos son Jacobo, a causa del juramento y de los que
José, Simón y Judas? estaban con él a la mesa, mandó
56 ¿No están todas sus hermanas
  que se le concediera su deseo
con nosotros? ¿De dónde, pues, le 10 y ordenó decapitar a Juan en la

viene todo esto?» cárcel.


57Y les era muy difícil entenderlo.

11 Llevaron entonces la cabeza de

Pero Jesús les dijo: «No hay profeta Juan en un plato, y se la dieron a
sin honra, sino en su propia tierra la muchacha; y ella se la entregó a
y en su propia familia.» f su madre.
58 Y por la incredulidad de ellos no

12 Más tarde, los discípulos de Juan

hizo allí muchos milagros. fueron y tomaron el cuerpo, lo en-


terraron y fueron a darle las noticias
Muerte de Juan el Bautista a Jesús.
(Mc 6.14-29; Lc 9.7-9)

14 Por esos días Herodes el tetrar- Alimentación de los cinco mil


(Mc 6.30-44; Lc 9.10-17; Jn 6.1-14)
ca se enteró de la fama de Jesús,
2 y les dijo a sus criados: «Éste es Juan

13 Cuando Jesús se enteró, se fue de

el Bautista, que ha resucitado de los allí en una barca, a un lugar aparta-


muertos. Por eso operan en él estos po- do. Cuando la gente lo supo, lo siguió
deres.» a pie desde las ciudades.
3 Y es que Herodes había aprehendi-

14 Cuando Jesús salió de la barca y

do a Juan, y lo había encadenado y vio a tanta gente, tuvo compasión

f 13.57: Jn 4.44. a 14.4: Lv 18.16; 20.21. b 14.3-4: Lc 3.19-20.

1404
SAN MATEO  14

de ellos y sanó a los que estaban Cuando los discípulos lo vieron


26  

enfermos. caminar sobre las aguas, se asus-


15 Ya anochecía cuando sus discípu-
  taron y, llenos de miedo, gritaron:
los se acercaron a él y le dijeron: «¡Un fantasma!»
«Ya es muy tarde, y en este lugar 27 Pero enseguida Jesús les dijo:

no hay nada. Despide a toda esta «¡Ánimo! ¡Soy yo! ¡No tengan mie-
gente, para que vayan a las aldeas do!»
y compren de comer.» 28 Pedro le dijo: «Señor, si eres tú,

16 Jesús les dijo: «No tienen por qué


  manda que yo vaya hacia ti sobre
irse. Denles ustedes de comer.» las aguas.»
17 Ellos le dijeron: «Aquí tenemos

29 Y él le dijo: «Ven.» Entonces Pe-

sólo cinco panes y dos pescados.» dro salió de la barca y comenzó a


18 Él les dijo: «Tráiganmelos acá.»
  caminar sobre las aguas en direc-
19Mandó entonces a la gente que se
  ción a Jesús.
recostara sobre la hierba. Tomó los 30 Pero al sentir la fuerza del viento,

cinco panes y los dos pescados, y le- tuvo miedo y comenzó a hundirse.
vantando los ojos al cielo los bendijo, Entonces gritó: «¡Señor, sálvame!»
los partió, y dio los panes a los discí- 31 Al momento, Jesús extendió la

pulos, y los discípulos a la multitud. mano y, mientras lo sostenía, le di-


20 Todos comieron, y quedaron
  jo: «¡Hombre de poca fe! ¿Por qué
satisfechos; y de lo que sobró se re- dudaste?»
cogieron doce cestas llenas. 32 Cuando ellos subieron a la barca,

21 Los que comieron fueron como


  el viento se calmó.
cinco mil hombres, sin contar a las 33 Entonces los que estaban en la

mujeres y los niños. barca se acercaron y lo adoraron,


diciendo: «Verdaderamente, tú eres
Jesús camina sobre las aguas Hijo de Dios.»
(Mc 6.45-52; Jn 6.15-21)
Enseguida, Jesús hizo que sus
22   Jesús sana a los enfermos en
discípulos entraran en la barca y Genesaret
(Mc 6.53-56)
que se adelantaran a la otra orilla,
mientras él despedía a la multitud. Terminada la travesía, fueron a
34  
23 Luego de despedir a la gente, su-
  la tierra de Genesaret,
bió al monte a orar aparte. Cuando 35 y cuando la gente de aquel lugar

llegó la noche, Jesús estaba allí solo. lo reconoció, lo hizo saber por toda
24 La barca ya estaba a la mitad del
  aquella tierra. Entonces le llevaron
lago, azotada por las olas, porque todos los enfermos
tenían el viento en contra. 36 y le rogaban que los dejara tocar

25 Pero ya cerca del amanecer Jesús


  al menos el borde de su manto. ¡Y
fue hacia ellos caminando sobre las todos los que lo tocaban quedaban
aguas. sanos!

1405
SAN MATEO  15

La verdadera contaminación 11 Lo que contamina al hombre no


(Mc 7.1-23) es lo que entra por su boca. Por el

15  iertos escribas y fariseos


C
de Jerusalén se acercaron
entonces a Jesús, y le preguntaron:
contrario, lo que contamina al hom-
bre es lo que sale de su boca.»
12 Entonces sus discípulos se le

2 «¿Por qué tus discípulos quebran-


  acercaron y le preguntaron: «¿Sa-
tan la tradición de los ancianos? ¡No bes que los fariseos se ofendieron
se lavan las manos cuando comen cuando oyeron estas palabras?»
pan!» 13 Él les respondió: «Toda planta que

3 Él les respondió: «¿Por qué


  mi Padre celestial no ha plantado,
también ustedes quebrantan el será arrancada de raíz.
mandamiento de Dios por causa de 14 Déjenlos, pues son ciegos que

su tradición? guían a otros ciegos; y si un ciego


4 Porque Dios dijo: “Honra a tu pa-
  guía a otro ciego, ambos caerán en
dre y a tu madre”; a también: “El el hoyo.» d
que maldiga al padre o a la madre, 15 Pedro le dijo: «Explícanos esta

morirá irremisiblemente”. b parábola.»


5 Pero ustedes dicen: “Cualquiera

16 Jesús les dijo: «¿Tampoco ustedes

que diga a su padre o a su madre: han podido entender?


‘Todo aquello con lo que podría ayu- 17 ¿No entienden que todo lo que

darte es mi ofrenda a Dios’, entra por la boca se va al vientre, y


6 ya no tiene que honrar a su padre
  luego se echa en la letrina?
o a su madre”. Y así, por la tradición 18 Pero lo que sale de la boca, sale

de ustedes, invalidan el manda- del corazón; e y esto es lo que con-


miento de Dios. tamina al hombre.
7¡Hipócritas! Bien profetizó de uste-

19 Porque del corazón salen los

des Isaías, cuando dijo: malos deseos, los homicidios, los


8 “Este pueblo me honra con los adulterios, las fornicaciones, los
labios, robos, los falsos testimonios, las
Pero su corazón está lejos de blasfemias.
mí. 20 Estas cosas son las que contami-

9 No tiene sentido que me hon- nan al hombre. El comer sin lavarse


ren, las manos no contamina a nadie.»
si sus enseñanzas son manda-
mientos humanos.”» c La fe de la mujer cananea
10 Luego, Jesús convocó a la multitud (Mc 7.24-30)

y les dijo: «Escúchenme, y entien- Cuando Jesús salió de allí, se fue


21 

dan: a la región de Tiro y de Sidón.

a 15.4: Ex 20.12; Dt 5.16. b 15.4: Ex 21.17; Lv 20.9. c 15.8-9: Is 29.13.


d 15.14: Lc 6.39. e 15.18: Mt 12.34.

1406
SAN MATEO  15​, ​16

De pronto salió una mujer cana-


22   Alimentación de los cuatro mil
nea de aquella región, y a gritos le (Mc 8.1-10)
decía: «¡Señor, Hijo de David, ten 32 Jesús llamó a sus discípulos y les

misericordia de mí! ¡A mi hija la dijo: «Esta gente me parte el cora-


atormenta un demonio!» zón. Hace ya tres días que están con-
23 Pero Jesús no le dijo una sola pa-
  migo, y no tienen qué comer. Y no
labra. Entonces sus discípulos se quisiera enviarlos en ayunas, pues
acercaron a él y le rogaron: «Despí- se pueden desmayar en el camino.»
dela, pues viene gritando detrás de 33 Entonces sus discípulos le dije-

nosotros.» ron: «Y en este lugar tan apartado,


24 Él respondió: «Yo no fui enviado
  ¿de dónde vamos a sacar pan para
sino a las ovejas perdidas de la casa saciar a una multitud tan grande?»
de Israel.» 34 Jesús les preguntó: «¿Cuántos panes

25 Entonces ella vino, se postró ante


  tienen ustedes?» Ellos le respondieron:
él, y le dijo: «¡Señor, ayúdame!» «Siete, y unos cuantos pescaditos.»
26 Él le dijo: «No está bien tomar el

35 Entonces mandó que la multitud

pan que es de los hijos, y echarlo a se recostara en el suelo,


los perritos.» 36 luego tomó los siete panes y los pes-

27Ella respondió: «Cierto, Señor. Pero


  cados, dio gracias, y los partió y dio a
aun los perritos comen de las migajas sus discípulos, y ellos a la multitud.
que caen de la mesa de sus amos.» 37 Todos comieron hasta quedar

28 Entonces, Jesús le dijo: «¡Ah, mujer,


  satisfechos, y de lo que sobró se
tienes mucha fe! ¡Que se haga conti- recogieron siete canastas llenas.
go tal y como quieres!» Y desde ese 38 Y los que comieron eran cuatro

mismo instante su hija quedó sana. mil hombres, sin contar a las mu-
jeres y los niños.
Jesús sana a muchos 39 Luego de despedir a la gente,

Jesús se fue de allí y llegó a la


29  Jesús entró en la barca y se fue a
orilla del lago de Galilea. Luego, su- la región de Magdala.
bió al monte y se sentó allí.
30 Mucha gente se le acercó. Lleva-

La demanda de una señal
ban cojos, ciegos, mudos, mancos, y (Mc 8.11-13; Lc 12.54-56)
muchos otros enfermos, y los pusie-
ron a los pies de Jesús, y él los sanó,
31 La multitud se quedaba asom-

16 Los fariseos y los saduceos
se acercaron a Jesús para po-
nerlo a prueba, y le pidieron que les
brada, y al ver que los mudos mostrara una señal a del cielo.
hablaban, los mancos eran sanados, 2 Pero él les dijo: «Al llegar la noche,

los cojos andaban y los ciegos veían, ustedes dicen: “Va a hacer buen
glorificaban al Dios de Israel. tiempo, porque el cielo está rojizo.”

a 16.1: Mt 12.38; Lc 11.16.

1407
SAN MATEO  16

3 Por la mañana, ustedes dicen: de la levadura del pan, sino de las


“Hoy habrá tempestad, porque el enseñanzas de los fariseos y de los
cielo está rojizo y nublado.” ¡Bien saduceos.
que saben distinguir el aspecto del
cielo, pero no pueden distinguir las La confesión de Pedro
señales de los tiempos! (Mc 8.27-30; Lc 9.18-21)
4 La generación mala y adúltera

13 Al llegar a la región de Cesarea
demanda una señal, b pero no re- de Filipo, Jesús preguntó a sus dis-
cibirá más señal que la del profeta cípulos: «¿Quién dice la gente que
Jonás.» c Y los dejó y se fue. es el Hijo del Hombre?»
14 Ellos dijeron: «Unos dicen que es

La levadura de los fariseos Juan el Bautista; otros, que es Elías;


(Mc 8.14-21) y otros, que es Jeremías o alguno de
Los discípulos llegaron al otro la-
5  los profetas.» g
do, pero se olvidaron de llevar pan. 15 Él les preguntó: «Y ustedes,

6 En eso, Jesús les dijo: «Abran los


  ¿quién dicen que soy yo?»
ojos y cuídense de la levadura de los 16 Simón Pedro respondió: «¡Tú eres

fariseos d y de los saduceos.» el Cristo, el Hijo del Dios viviente!» h


7Ellos comentaban entre sí: «Dice

17Entonces Jesús le dijo: «Bienaven-

esto porque no trajimos pan.» turado eres, Simón, hijo de Jonás,


8 Pero Jesús se dio cuenta y les dijo:
  porque no te lo reveló ningún mor-
«Hombres de poca fe. ¿Por qué discu- tal, sino mi Padre que está en los
ten entre ustedes que no tienen pan? cielos.
9¿Todavía no entienden, ni se acuer-

18 Y yo te digo que tú eres Pedro, 

6 y

dan de los cinco panes entre cinco sobre esta roca  edificaré mi iglesia,
7

mil hombres, e y cuántas cestas re- y las puertas del Hades no podrán
cogieron? vencerla.
10 ¿Ni de los siete panes entre cuatro

19 A ti te daré las llaves del reino

mil, f y cuántas canastas recogieron? de los cielos. Todo lo que ates en


11 ¿Cómo es que no entienden? Si les
  la tierra será atado en los cielos, y
dije que se cuidaran de la levadura de todo lo que desates en la tierra será
los fariseos y de los saduceos, no fue desatado en los cielos.» i
por el pan.» 20 Entonces mandó a sus discípulos

12 Entonces ellos entendieron que


  que no dijeran a nadie que él era
no les había dicho que se cuidaran Jesús, el Cristo.

6 16.18 Gr. Petros. 7 16.18 Gr. petra.


b 16.4: Mt 12.39; Lc 11.29. c 16.4: Jon 3.4-5. d 16.6: Lc 12.1.
e 16.9: Mt 14.17-21. f 16.10: Mt 15.34-38.
g 16.14: Mt 14.1-2; Mc 6.14-15; Lc 9.7-8. h 16.16: Jn 6.68-69.
i 16.19: Mt 18.18; Jn 20.23.

1408
SAN MATEO  16​, ​17

Jesús anuncia su muerte La transfiguración


(Mc 8.31—9.1; Lc 9.22-27) (Mc 9.2-13; Lc 9.28-36)

17
21 Desde entonces Jesús comenzó
  Seis días después Jesús se lle-
a explicar a sus discípulos que él de- vó aparte a Pedro, a Jacobo
bía ir a Jerusalén y padecer mucho a y a su hermano Juan. Los llevó a un
manos de los ancianos, de los princi- monte alto,
pales sacerdotes y de los escribas, y 2 y allí se transfiguró delante de

morir, y resucitar al tercer día. ellos. a Su rostro resplandecía como


22 Pedro lo llevó aparte y comenzó
  el sol, y sus vestidos se hicieron
a reconvenirlo: «Señor, ¡ten compa- blancos como la luz.
sión de ti mismo! ¡Que esto jamás 3 De pronto se les aparecieron Moi-

te suceda!» sés y Elías, y hablaban con él.


23 Pero él se volvió y le dijo a Pedro:

4 Pedro dijo entonces a Jesús: «Se-

«¡Aléjate de mi vista, Satanás! ¡Me ñor, ¡qué bueno es para nosotros


eres un tropiezo! ¡Tú no piensas en estar aquí! Si quieres, podemos ha-
las cosas de Dios, sino en cuestio- cer tres cobertizos: uno para ti, otro
nes humanas!» para Moisés, y otro para Elías.»
24 A sus discípulos Jesús les dijo:

5 Todavía estaba hablando cuando

«Si alguno quiere seguirme, nié- una nube de luz los cubrió, y desde
guese a sí mismo, tome su cruz, y la nube se oyó una voz que decía:
sígame. j «Éste es mi Hijo amado, en quien
25 Porque todo el que quiera salvar
  me complazco. b ¡Escúchenlo!»
su vida, la perderá; y todo el que 6 Al oír esto los discípulos, se pos-

pierda su vida por causa de mí, la traron sobre sus rostros, llenos de
hallará. k miedo;
26 Porque ¿de qué le sirve a uno

7pero Jesús se acercó a ellos, los tocó

ganarse todo el mundo, si pierde y les dijo: «Levántense; no tengan


su alma? ¿O qué puede dar uno a miedo.»
cambio de su alma? 8 Y cuando ellos alzaron la vista, no

27 Porque el Hijo del Hombre ven-


  vieron a nadie más que a Jesús.
drá en la gloria de su Padre con sus 9Cuando descendieron del monte,

ángeles, l y entonces pagará a cada Jesús les mandó: «No digan nada a
uno conforme a sus obras. m nadie de esta visión, hasta que el Hi-
28 De cierto les digo que algunos de
  jo del Hombre resucite de los muer-
los que están aquí no morirán hasta tos.»
que hayan visto al Hijo del Hombre 10 Entonces sus discípulos le pregun-

venir en su reino.» taron: «¿Por qué dicen los escribas

j 16.24: Mt 10.38; Lc 14.27. k 16.25: Mt 10.39; Lc 17.33; Jn 12.25.


l 16.27: Mt 25.31. m 16.27: Sal 62.12. a 17.1-5: 2 P 1.17-18.
b 17.5: Is 42.1; Mt 3.17; 12.18; Mc 1.11; Lc 3.22.

1409
SAN MATEO  17

que es necesario que Elías venga «¿Por qué nosotros no pudimos ex-
primero?» c pulsarlo?»
11 Jesús les respondió: «A decir

20 Jesús les dijo: «Porque ustedes tie-

verdad, Elías vendrá primero y res- nen muy poca fe. De cierto les digo,
taurará todas las cosas. que si tuvieran fe como un grano
12 Pero yo les digo que Elías ya vi-
  de mostaza, le dirían a este monte:
no, d y no lo reconocieron, sino que “Quítate de allí y vete a otro lugar”,
hicieron con él todo lo que quisie- y el monte les obedecería. e ¡Nada
ron. Así también el Hijo del Hombre sería imposible para ustedes!»
padecerá a manos de ellos.» 21 [Pero este género no sale sino con

13 Al escuchar esto, los discípulos


  oración y ayuno.] 8
comprendieron que les estaba ha-
blando de Juan el Bautista. Jesús anuncia otra vez su muerte
(Mc 9.30-32; Lc 9.43-45)
Jesús sana a un muchacho Cuando ellos estaban en Galilea,
22  
lunático Jesús les dijo: «El Hijo del Hombre
(Mc 9.14-29; Lc 9.37-43) será entregado a los poderes de este
14 Cuando llegaron a donde estaba
  mundo,
la multitud, un hombre se le acercó, 23 y lo matarán, pero al tercer día

se arrodilló delante de él, y le dijo: resucitará.» Al oír esto, ellos se en-


15 «¡Señor, ten compasión de mi
  tristecieron mucho.
hijo! Es lunático, y padece muchí-
simo. Muchas veces se cae en el Pago del impuesto del templo
fuego, y muchas otras en el agua. Cuando llegaron a Cafarnaún,
24  
16 Lo he llevado a tus discípulos, pe-
  los que cobraban las dos dracmas se
ro no lo han podido sanar.» acercaron a Pedro f y le dijeron: «¿Su
17Jesús dijo: «¡Ay, gente incrédula y
  Maestro no paga las dos dracmas?»
perversa! ¿Hasta cuándo tendré que 25 Él les respondió que sí. Pero cuan-

estar con ustedes? ¿Hasta cuándo do Pedro entró en la casa, Jesús le


tendré que soportarlos? ¡Tráiganme- habló primero y le dijo: «¿Qué te
lo acá!» parece, Simón? Los reyes de la tie-
18 Jesús reprendió entonces al de-
  rra, ¿de quiénes cobran los tributos
monio, y éste salió del muchacho, y o los impuestos? ¿De sus hijos, o de
desde aquel mismo instante el mu- los extraños?»
chacho quedó sano. 26 Pedro le respondió: «De los extra-

19 Después los discípulos hablaron


  ños». Jesús le dijo: «Por lo tanto, los
con Jesús aparte, y le preguntaron: hijos quedan exentos de pagarlos.

8 17.21 La frase entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.


c 17.10: Mal 4.5. d 17.12: Mt 11.14. e 17.20: Mt 21.21; Mc 11.23; 1 Co 13.2.
f 17.24: Ex 30.13; 38.26.

1410
SAN MATEO  17​, ​18

Sin embargo, para no ofenderlos,


27   Es mejor que entres en la vida cojo o
ve al lago, echa el anzuelo, y toma el manco, y no que tengas las dos ma-
primer pez que saques. Al abrirle la nos o los dos pies y seas echado en
boca, hallarás una moneda. Tómala, el fuego eterno. c
y dásela a ellos por ti y por mí.» 9 Y si tu ojo te hace pecar, sácatelo y

deséchalo. Es mejor que entres en


¿Quién es el mayor? la vida con un solo ojo, y no que
(Mc 9.33-37; Lc 9.46-48) tengas los dos ojos y seas echado en

18 En ese momento los discípu-


los se acercaron a Jesús, y le
preguntaron: «¿Quién es el mayor
el infierno de fuego. d
Parábola de la oveja perdida
(Lc 15.3-7)
en el reino de los cielos?» a
2 Jesús llamó a un niño, lo puso en
  »Tengan cuidado de no menos-
10 

medio de ellos, preciar a uno de estos pequeños,


3 y dijo: «De cierto les digo, que si
  porque yo les digo que sus ángeles
ustedes no cambian y se vuelven en los cielos ven siempre el rostro
como niños, no entrarán en el reino de mi Padre que está en los cielos.
de los cielos. b 11 Porque el Hijo del Hombre ha

4 Así que, cualquiera que se humilla


  venido a salvar lo que se había per-
como este niño es el mayor en el dido. e
reino de los cielos; 12 ¿Qué les parece? Si un hombre

5 y cualquiera que recibe en mi nom-


  tiene cien ovejas, y una de ellas se
bre a un niño como éste, me recibe pierde, ¿no deja las otras noventa y
a mí. nueve y va por los montes a buscar
la que se ha perdido?
Ocasiones de caer 13 Si llega a encontrarla, de cierto

(Mc 9.42-48; Lc 17.1-2) les digo que se regocijará más por


»A cualquiera que haga tropezar a
6  aquélla, que por las noventa y nue-
alguno de estos pequeños que creen ve que no se perdieron.
en mí, más le valdría que le colgaran 14 Del mismo modo, el Padre de

al cuello una piedra de molino, y que ustedes, que está en los cielos, no
lo hundieran en el fondo del mar. quiere que se pierda ninguno de
7»¡Ay del mundo por los tropiezos!
  estos pequeños.
Es necesario que vengan tropiezos,
pero ¡ay de aquél por quien viene Cómo se debe perdonar
el tropiezo! al hermano
8 Por tanto, si tu mano o tu pie te lle-

15 »Por tanto, si tu hermano peca

van a pecar, córtatelos y deséchalos. contra ti, ve y repréndelo cuando

a 18.1: Lc 22.24. b 18.3: Mc 10.15; Lc 18.17. c 18.8: Mt 5.30. d 18.9: Mt 5.29.


e 18.11: Lc 19.10.

1411
SAN MATEO  18

él y tú estén solos. Si te hace caso, 25 Como éste no podía pagar, su se-


habrás ganado a tu hermano. f ñor ordenó que lo vendieran, junto
16 Pero si no te hace caso, haz que
  con su mujer y sus hijos, y con todo
te acompañen uno o dos más, para lo que tenía, para que la deuda que-
que todo lo que se diga conste en dara pagada.
labios de dos o tres testigos. g 26 Pero aquel siervo se postró ante

17Si tampoco a ellos les hace caso,


  él, y le suplicó: «Señor, ten paciencia
hazlo saber a la iglesia; y si tampoco conmigo, y yo te lo pagaré todo.»
a la iglesia le hace caso, ténganlo 27El rey de aquel siervo se compade-

entonces por gentil y cobrador de ció de él, lo dejó libre y le perdonó


impuestos. la deuda.
18 De cierto les digo que todo lo que

28 Cuando aquel siervo salió, se en-

aten en la tierra, será atado en el contró con uno de sus consiervos,


cielo; y todo lo que desaten en la que le debía cien días de salario,
tierra, será desatado en el cielo. h y agarrándolo por el cuello le dijo:
19 Una vez más les digo, que si en
  «Págame lo que me debes.»
este mundo dos de ustedes se po- 29 Su consiervo se puso de rodillas

nen de acuerdo en lo que piden, mi y le rogó: «Ten paciencia conmigo,


Padre, que está en los cielos, se lo y yo te lo pagaré todo.»
concederá. 30 Pero aquél no quiso, sino que lo

20 Porque donde dos o tres se reú-


  mandó a la cárcel hasta que pagara
nen en mi nombre, allí estoy yo, en la deuda.
medio de ellos.» 31 Cuando sus consiervos vieron lo

21 Entonces se le acercó Pedro y


  que pasaba, se pusieron muy tristes
le dijo: «Señor, si mi hermano peca y fueron a contarle al rey todo lo
contra mí, ¿cuántas veces debo per- que había pasado.
donarlo? ¿Hasta siete veces?» 32 Entonces el rey le ordenó pre-

22 Jesús le dijo: «No te digo que has-


  sentarse ante él, y le dijo: «Siervo
ta siete veces, sino hasta setenta malvado, yo te perdoné toda aquella
veces siete.» i gran deuda, porque me rogaste.
33 ¿No debías tú tener misericordia de

Los dos deudores tu consiervo, como yo la tuve de ti?»


23 Por eso, el reino de los cielos es

34 Y muy enojado, el rey lo entregó a

semejante a un rey que quiso hacer los verdugos hasta que pagara todo
cuentas con sus siervos. lo que le debía.
24 Cuando comenzó a hacer cuentas,

35 Así también mi Padre celestial

le llevaron a uno que le debía plata hará con ustedes, si no perdonan


por millones. de todo corazón a sus hermanos.

f 18.15: Lc 17.3. g 18.16: Dt 17.6; 19.15. h 18.18: Mt 16.19; Jn 20.23.


i 18.21-22: Lc 17.3-4.

1412
SAN MATEO  19

Jesús enseña sobre el divorcio Y él les respondió: «No todos


11  
(Mc 10.1-12; Lc 16.18) pueden comprender esto, sino sólo

19  uando Jesús terminó de de-


C
cir esto, se alejó de Galilea y
fue a las regiones de Judea, al otro
quienes tienen este don.
12 Porque hay eunucos que así nacie-

ron del vientre de su madre, hay otros


lado del Jordán. a quienes los hombres han hecho
2 Grandes multitudes lo siguieron, y
  eunucos, y aún hay otros que a sí mis-
él los sanó allí. mos se hacen eunucos por causa del
3 Entonces se le acercaron los fa-
  reino de los cielos. El que sea capaz de
riseos, y para ponerlo a prueba le comprender esto, que lo comprenda.»
dijeron: «¿Es lícito que un hombre
se divorcie de su mujer por cualquier Jesús bendice a los niños
(Mc 10.13-16; Lc 18.15-17)
causa?»
4 Él les respondió: «¿Acaso no han
  Entonces le llevaron unos niños,
13 

leído que al principio el Creador para que pusiera las manos sobre
“hombre y mujer los creó”? a ellos y orara, pero los discípulos los
5 Y agregó: “Por esto el hombre dejará
  reprendieron.
a su padre y a su madre, y se unirá a 14 Entonces Jesús dijo: «Dejen que

su mujer, y los dos serán un solo ser.” b los niños se acerquen a mí. No se
6 Así que ya no son dos, sino un solo
  lo impidan, porque el reino de los
ser. Por tanto, lo que Dios ha unido, cielos es de los que son como ellos.»
que no lo separe nadie.» 15 Y luego de poner las manos sobre

7Le preguntaron: «Entonces, ¿por qué


  ellos, se fue de allí.
Moisés mandó darle a la esposa un
certificado de divorcio y despedirla»? c El joven rico
8 Él les respondió: «Moisés les per- (Mc 10.17-31; Lc 18.18-30)

mitió hacerlo porque ustedes tienen 16 De pronto vino uno y le dijo:


muy duro el corazón, pero al prin- «Maestro, ¿qué de bueno debo hacer
cipio no fue así. para obtener la vida eterna?»
9Y yo les digo que, salvo por causa de

17Él le dijo: «¿Por qué me preguntas

fornicación, cualquiera que se divorcia acerca de lo “bueno”? Uno solo es


de su mujer y se casa con otra, comete bueno. Pero si quieres entrar en la
adulterio. Y el que se casa con la divor- vida, practica los mandamientos.»
ciada, también comete adulterio.» d 18 Aquél preguntó: «¿Cuáles?» Y

10 Sus discípulos le dijeron: «Si tal


  Jesús respondió: «No matarás. e No
es la condición del hombre con su adulterarás. f No hurtarás. g No dirás
mujer, no conviene casarse.» falso testimonio. h

a 19.4: Gn 1.27; 5.2. b 19.5: Gn 2.24. c 19.7: Dt 24.1-4; Mt 5.31.


d 19.9: Mt 5.32; 1 Co 7.10-11. e 19.18: Ex 20.13; Dt 5.17.
f 19.18: Ex 20.14; Dt 5.18. g 19.18: Ex 20.15; Dt 5.19. h 19.18: Ex 20.16; Dt 5.20.

1413
SAN MATEO  19​, ​20

Honra a tu padre y a tu madre. i Ama-


19   29 Cualquiera que, por causa de mi
rás a tu prójimo como a ti mismo.» j nombre, haya dejado casas, herma-
20 El joven le dijo: «Todo esto lo he
  nos, hermanas, padre, madre, mujer,
cumplido desde mi juventud. ¿Qué hijos, o tierras, recibirá cien veces
más me falta?» más, y también heredará la vida
21 Jesús le dijo: «Si quieres ser per-
  eterna.
fecto, anda, vende lo que tienes y 30 Muchos de los que ahora son los

dáselo a los pobres, y tendrás un primeros, serán los últimos; y los


tesoro en el cielo. Después de eso, que ahora son los últimos serán los
ven y sígueme.» primeros. n
22 Cuando el joven oyó estas pa-

labras, se fue triste, porque tenía La viña y los viñadores


muchas posesiones.
23 Entonces Jesús dijo a sus discí-

pulos: «De cierto les digo que difí-


20 »El reino de los cielos es
semejante al dueño de una
finca, que salió por la mañana a con-
cilmente entrará un rico en el reino tratar trabajadores para su viña.
de los cielos. 2 Convino con ellos en que les paga-

24 Una vez más les digo, que es más


  ría el salario de un día, y los envió
fácil que pase un camello por el ojo a su viña.
de una aguja, a que un rico entre 3 Como a las nueve de la mañana,

en el reino de Dios.» salió y vio en la plaza a otros que


25 Cuando sus discípulos oyeron es-
  estaban desocupados,
to, se quedaron muy sorprendidos 4 y les dijo: “Vayan también ustedes

y dijeron: «Entonces, ¿quién podrá a mi viña, y les pagaré lo que sea


salvarse?» justo.” Y ellos fueron.
26 Jesús los miró y les dijo: «Para los

5 Cerca del mediodía volvió a salir, y

hombres, esto es imposible; pero lo mismo hizo a las tres de la tarde,


para Dios todo es posible.» 6 y cuando salió cerca de las cinco

27Entonces Pedro le dijo: «Nosotros


  de la tarde halló a otros que esta-
lo hemos dejado todo, y te hemos ban desocupados, y les dijo: “¿Por
seguido. ¿Qué ganaremos con eso?» qué se han pasado todo el día aquí,
28 Jesús les dijo: «De cierto les digo
  sin hacer nada?”
que cuando todo sea hecho nuevo k y 7 Le respondieron: “Es que nadie

el Hijo del Hombre ocupe el trono de nos ha contratado.” Él les dijo: “Va-
su gloria, l también ustedes, los que yan también ustedes a la viña.”
me han seguido, ocuparán doce tro- 8 Cuando llegó la noche, el dueño de

nos para juzgar a las doce tribus de la viña dijo a su mayordomo: “Lla-
Israel. m ma a los trabajadores y págales su

i 19.19: Ex 20.12; Dt 5.16. j 19.19: Lv 19.18. k 19.28: 2 Co 5.17.


l 19.28: Mt 25.31. m 19.28: Lc 22.30. n 19.30: Mt 20.16; Lc 13.30.

1414
SAN MATEO  20

jornal. a Comienza por los últimos y Hombre será entregado a los prin-
termina por los primeros.” cipales sacerdotes y a los escribas,
9Los que habían llegado cerca de las
  y lo condenarán a muerte.
cinco de la tarde pasaron y cada uno 19 Lo entregarán a los no judíos, pa-

recibió el salario de un día de trabajo. ra que se burlen de él y lo azoten,


10 Cuando pasaron los primeros, pen-
  y lo crucifiquen; pero al tercer día
saron que recibirían más, pero cada resucitará.»
uno de ellos recibió también el sala-
rio de un día de trabajo. Petición de Santiago y de Juan
11 Al recibirlo, comenzaron a mur-

(Mc 10.35-45)
murar contra el dueño de la finca. 20 En ese momento la madre de los

12 Decían: “Estos últimos han traba-


  hijos de Zebedeo se acercó con sus
jado una sola hora, y les has pagado hijos a Jesús, y se postró ante él para
lo mismo que a nosotros, que he- pedirle algo.
mos soportado el cansancio y el 21 Él le dijo: «¿Qué es lo que quieres?»

calor del día.” Ella le respondió: «Manda que en tu


13 El dueño le dijo a uno de ellos:
  reino mis dos hijos se sienten, uno a
“Amigo mío, no te estoy tratando tu derecha y el otro a tu izquierda.»
injustamente. ¿Acaso no te arreglas- 22 Jesús le respondió: «Ustedes no

te conmigo por el salario de un día? saben lo que piden. ¿Acaso pueden


14 Ésa es tu paga. Tómala y vete. Si
  beber del mismo vaso del que yo
yo quiero darle a este último lo mis- he de beber?» Y ellos le dijeron: «Sí
mo que te doy a ti, podemos.»
15 ¿no tengo el derecho de hacer lo que

23 Él les dijo: «A decir verdad, bebe-

quiera con lo que es mío? ¿O acaso rán de mi vaso; pero el sentarse a


tienes envidia, porque yo soy bueno?” mi derecha y a mi izquierda no me
16 Así que los primeros serán los
  corresponde concederlo, pues ya es
últimos, y los últimos serán los pri- de aquellos para quienes mi Padre
meros.» b lo ha preparado.»
24 Cuando los otros diez oyeron esto,

Nuevamente Jesús anuncia su se enojaron contra los dos hermanos.


muerte 25 Entonces Jesús los llamó y les dijo:

(Mc 10.32-34; Lc 18.31-34) «Como ustedes saben, los gobernan-


17Mientras Jesús subía a Jerusalén,
  tes de las naciones las dominan, y los
en el camino llevó aparte a sus doce poderosos les imponen su autoridad.
discípulos, y les dijo: 26 Pero entre ustedes no debe ser así. c

18 «Como pueden ver, ahora vamos


  Más bien, aquel de ustedes que quie-
camino a Jerusalén, y el Hijo del ra hacerse grande será su servidor;

a 20.8: Lv 19.13; Dt 24.15. b 20.16: Mt 19.30; Mc 10.31; Lc 13.30.


c 20.25-26: Lc 22.25-26.

1415
SAN MATEO  20​, ​21

y aquel de ustedes que quiera ser


27  rán una burra atada, junto con un
el primero, será su esclavo. d burrito; desátenla y tráiganmelos.
28 Imiten al Hijo del Hombre, que

3 Si alguien les dice algo, respóndan-

no vino para ser servido, sino para le: “El Señor los necesita. Luego los
servir y para dar su vida en rescate devolverá.”»
por muchos.» 4 Esto sucedió para que se cumpliera

lo dicho por el profeta:


Dos ciegos reciben la vista 5 «Digan a la hija de Sión:
(Mc 10.46-52; Lc 18.35-43) Tu Rey viene a ti,
29 Cuando ellos salieron de Jericó,
  Manso, y sentado sobre una
una gran multitud seguía a Jesús. burra,
30 Junto al camino estaban senta-
  Sobre un burrito, hijo de ani-
dos dos ciegos que, al oír que Jesús mal de carga.» a
pasaba, gritaron: «¡Señor, Hijo de 6 Los discípulos fueron, e hicieron

David, ten misericordia de noso- tal y como Jesús les mandó:


tros!» 7trajeron la burra y el burrito, pu-

31 La gente los reprendía para que


  sieron sobre ellos sus mantos, y él
se callaran, pero ellos gritaban aún se sentó encima.
más: «¡Señor, Hijo de David, ten 8 La multitud, que era muy numero-

misericordia de nosotros!» sa, tendía sus mantos en el camino,


32 Entonces Jesús se detuvo, llamó
  y otros cortaban ramas de los árbo-
a los ciegos y les preguntó: «¿Qué les y las tendían en el camino.
quieren que les haga?» 9 Tanto los que iban delante como

33 Ellos le dijeron: «Señor, ¡que se


  los que iban detrás lo aclamaban
abran nuestros ojos!» y decían: «¡Hosanna b al Hijo de
34 Jesús se compadeció de ellos y
  David! ¡Bendito el que viene en el
les tocó los ojos, y en ese mismo nombre del Señor! c ¡Hosanna en las
instante ellos recibieron la vista y alturas!»
lo siguieron. 10 Cuando Jesús entró en Jerusalén,

todos en la ciudad se conmociona-


La entrada triunfal en Jerusalén ron, y decían: «¿Quién es éste?»
(Mc 11.1-11; Lc 19.28-40; Jn 12.12-19) 11 La multitud decía: «Éste es Jesús,

21  uando se acercaban a Jeru-


C
salén, y llegaron a Betfagué,
al monte de los Olivos, Jesús envió
el profeta de Nazaret de Galilea.»
Purificación del templo
(Mc 11.15-19; Lc 19.45-48; Jn 2.13-22)
a dos de sus discípulos,
2 y les dijo: «Vayan a la aldea que
  Al entrar Jesús en el templo de
12  

tienen ante ustedes. Allí encontra- Dios, expulsó de allí a todos los que

d 20.26-27: Mt 23.11; Mc 9.35; Lc 22.26. a 21.5: Zac 9.9. b 21.9: Sal 118.25.


c 21.9: Sal 118.26.

1416
SAN MATEO  21

vendían y compraban en el templo, Jesús les respondió: «De cierto les


21 

y volcó las mesas de los cambistas digo, que si ustedes tuvieran fe y


y las sillas de los que vendían pa- no dudaran, no sólo harían esto a
lomas; la higuera, sino que a este monte le
13 y les dijo: «Está escrito: “Mi casa
  dirían “¡Quítate de ahí y échate en
será llamada casa de oración”, d pe- el mar!”, y así se haría. g
ro ustedes han hecho de ella una 22 Si ustedes creen, todo lo que pi-

cueva de ladrones.» e dan en oración lo recibirán.»


14 Mientras Jesús estaba en el tem-

plo, algunos ciegos y cojos se acer- La autoridad de Jesús


caron, y él los sanó. (Mc 11.27-33; Lc 20.1-8)
15 Pero al ver las cosas maravillosas

23 Cuando Jesús llegó al templo, los
que hacía, y que los muchachos lo principales sacerdotes y los ancianos
aclamaban en el templo y decían del pueblo se acercaron a él mientras
«¡Hosanna al Hijo de David!», los enseñaba, y le preguntaron: «¿Con
principales sacerdotes y los escribas qué autoridad haces esto? ¿Quién te
se indignaron dio esta autoridad?»
16 y le dijeron: «¿Oyes lo que éstos

24 Jesús les respondió: «Yo también

dicen?» Y Jesús les dijo: «Lo oigo. les haré una pregunta. Si me la con-
¿Acaso ustedes nunca leyeron: testan, también yo les diré con qué
»“De la boca de los niños y de autoridad hago esto.
los que maman 25 El bautismo de Juan, ¿de dónde

Perfeccionaste la alabanza?”» f era? ¿Del cielo, o de los hombres?»


17Y dejándolos, se fue de la ciudad a
  Ellos discutían entre sí, y decían:
Betania, donde pasó la noche. «Si decimos que era del cielo, él
nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le
La higuera estéril creyeron?”
(Mc 11.12-14,20-26) 26 Y si decimos que era de los hom-

Cuando Jesús volvió a la ciudad


18   bres, tenemos miedo de la gente,
por la mañana, tuvo hambre. porque todos consideran que Juan
19 En eso, vio una higuera cerca del
  era un profeta.»
camino y se acercó a ella; pero al no 27Por lo tanto, respondieron a Jesús:

hallar en ella nada más que hojas, «No lo sabemos.» Y él también les
le dijo: «¡Nunca más vuelvas a dar dijo: «Pues yo tampoco voy a decirles
fruto!» Y al instante, la higuera se con qué autoridad hago todo esto.»
secó.
20 Cuando los discípulos vieron ésto,

Parábola de los dos hijos
decían asombrados: «¿Cómo es que Jesús les preguntó: «¿Qué les
28  

la higuera se secó tan pronto?» parece? Un hombre tenía dos hijos,

d 21.13: Is 56.7. e 21.13: Jer 7.11. f 21.16: Sal 8.2. g 21.21: Mt 17.20; 1 Co 13.2.

1417
SAN MATEO  21

y se acercó al primero y le pidió: labradores hicieron lo mismo con


“Hijo, ve hoy a trabajar en mi viña.” ellos.
29 El primero le respondió: “No

37Finalmente, les envió a su hijo,

quiero”; pero después se arrepintió pues decía: “A mi hijo lo respetarán.”


y fue. 38 Pero cuando los labradores vieron

30 Luego, se acercó al otro hijo, y le


  al hijo, dijeron entre sí: “Éste es el
pidió lo mismo. Éste le respondió: heredero. Vamos a matarlo, y así
“Sí, señor, ya voy”; pero no fue. nos quedaremos con su herencia.”
31 ¿Cuál de los dos hijos hizo la

39 Entonces, lo sacaron de la viña y

voluntad de su padre?» Ellos res- lo mataron.


pondieron: «El primero». Entonces 40 Así que, cuando el señor de la

Jesús les dijo: «De cierto les digo, viña venga, ¿qué hará con esos la-
que los cobradores de impuestos y bradores?»
las rameras les llevan la delantera 41 Le respondieron: «Destruirá sin

hacia el reino de Dios. misericordia a esos malvados, y


32 Porque Juan se acercó a ustedes
  arrendará su viña a otros labrado-
para encaminarlos en la justicia, y res que le entreguen el fruto a su
no le creyeron; mientras que los co- tiempo.»
bradores de impuestos y las rameras 42 Jesús les dijo: «¿Nunca leyeron

sí le creyeron. h Pero ustedes, aun- en las Escrituras:


que vieron esto, no se arrepintieron »“La piedra que desecharon
ni le creyeron.» los constructores,
ha venido a ser la piedra angular.
Los labradores malvados Esto lo ha hecho el Señor,
(Mc 12.1-12; Lc 20.9-19) y a nuestros ojos es una mara-
33 Escuchen esta otra parábola: «El
  villa”? j
dueño de una finca plantó una viña; i 43 Por tanto les digo, que el reino

le puso una cerca, cavó en ella un de Dios les será quitado a ustedes,
lagar, levantó una torre, y la arrendó para dárselo a gente que produzca
a unos labradores. Luego se fue lejos. los frutos que debe dar.
34 Cuando llegó el tiempo de la ven-

44 El que caiga sobre esta piedra será

dimia, envió a sus siervos para que quebrantado, y aquél sobre quien
les entregaran la cosecha. ella caiga quedará desmenuzado.»
35 Pero los labradores agarraron a

45 Cuando los principales sacerdotes

los siervos y a uno lo golpearon, y los fariseos oyeron sus parábolas,


a otro lo mataron, y a otro más lo entendieron que hablaba de ellos.
apedrearon. 46 Entonces quisieron aprehender a

36 El dueño envió de nuevo a otros


  Jesús, pero tuvieron miedo, porque
siervos, más que los primeros, y los la gente lo consideraba un profeta.

h 21.32: Lc 3.12; 7.29-30. i 21.33: Is 5.1-2. j 21.42: Sal 118.22-23.

1418
SAN MATEO  22

Parábola de la fiesta de bodas le dijo: “Amigo, ¿cómo fue que en-


12  

22 Jesús volvió a hablarles en


parábolas, y les dijo:
2 «El reino de los cielos es semejan-

traste aquí, sin estar vestido para la
boda?” Y aquél enmudeció.
13 Entonces el rey dijo a los que ser-

te a un rey que hizo una fiesta de vían: “Aten a éste de pies y manos,
bodas para su hijo. y échenlo de aquí, a las tinieblas de
3 Y envió el rey a sus siervos para
  afuera. ¡Allí habrá llanto y rechinar
convocar a los invitados a la fiesta de de dientes!” a
bodas, pero éstos no quisieron asistir. 14 Porque son muchos los llamados,

4 Volvió el rey a enviar otros siervos,


  pero pocos los escogidos.»
y les dijo: “Díganles a los invitados
que ya he preparado el banquete; La cuestión del tributo
(Mc 12.13-17; Lc 20.20-26)
que he matado mis toros y anima-
les engordados, y que todo está Entonces los fariseos se fueron
15 

dispuesto. Que vengan a la fiesta.” para pensar en cómo atrapar a Jesús


5 Pero los invitados no hicieron caso.
  en sus propias palabras.
Uno de ellos se fue a su labranza, otro 16 Enviaron a sus discípulos, jun-

a sus negocios, to con los herodianos, a decirle:


6 y otros más agarraron a los siervos,
  «Maestro, sabemos que eres aman-
los maltrataron y los mataron. te de la verdad, y que enseñas con
7 Cuando el rey supo esto, se enojó;
  verdad el camino de Dios; sabemos
así que envió a sus ejércitos, destru- también que no permites que nadie
yó a aquellos homicidas, y quemó su influya en ti ni te dejas llevar por
ciudad. las apariencias humanas.
8 Entonces dijo a sus siervos: “La fies-

17 Por tanto, dinos tu parecer. ¿Es

ta de bodas ya está preparada, pero lícito pagar tributo al César, o no?»


los que fueron invitados no eran dig- 18 Pero Jesús, que conocía la malicia

nos de asistir. de ellos, les dijo: «¡Hipócritas! ¿Por


9 Por tanto, vayan por las encrucijadas
  qué me tienden trampas?
de los caminos, e inviten a la fiesta 19Muéstrenme la moneda del tribu-

de bodas a todos los que encuentren.” to.» Y ellos le mostraron un denario. 


9
10 Los siervos salieron por los caminos

20 Entonces él les preguntó: «¿De

y juntaron a todos los que encontra- quién es esta imagen, y esta ins-
ron, lo mismo malos que buenos, y la cripción?»
fiesta de bodas se llenó de invitados. 21 Le respondieron: «Del César.» Y

11 »Cuando el rey entró para ver a


  él les dijo: «Pues bien, den al César
los invitados y se encontró con uno lo que es del César, y a Dios lo que
que no estaba vestido para la boda, es de Dios.»

9 22.19 Denario: moneda equivalente al salario de un día de trabajo.


a 22.13: Mt 8.12; 25.30; Lc 13.28.

1419
SAN MATEO  22

Al oír esto, se quedaron asombra-


22   Dios no es un Dios de muertos, sino
dos y se alejaron de él. de los que viven.»
33 Cuando la gente escuchaba esto,

La pregunta sobre la resurrección se admiraba de su enseñanza.


(Mc 12.18-27; Lc 20.27-40)
Ese mismo día se le acercaron
23   El gran mandamiento
(Mc 12.28-34)
los saduceos, que dicen que no hay
resurrección, b y le preguntaron: Al enterarse los fariseos que
34  
24 «Maestro, Moisés dijo que si algu-
  Jesús había hecho callar a los sadu-
no muere sin tener hijos, su hermano ceos, se reunieron alrededor de él;
debe casarse con la viuda, para que 35 y uno de ellos, que era intérprete

su hermano tenga descendencia. c de la ley, para ponerlo a prueba le


25 Ahora bien, entre nosotros se
  preguntó: e
dio el caso de siete hermanos. El 36 «Maestro, ¿cuál es el gran man-

primero de ellos se casó y, como damiento en la ley?»


murió sin dejar descendencia, dejó 37Jesús le respondió: «“Amarás al Se-

su mujer al hermano que le seguía. ñor tu Dios con todo tu corazón, y con
26 Lo mismo sucedió con el segundo,
  toda tu alma, y con toda tu mente.” f
y el tercero, hasta el séptimo. 38 Éste es el primero y más impor-

27Al final, todos murieron, y tam-


  tante mandamiento.
bién la mujer. 39 Y el segundo es semejante al pri-

28 Así que en la resurrección, ¿es-


  mero: “Amarás a tu prójimo como
posa de cuál de los siete será esta a ti mismo.” g
mujer, puesto que todos estuvieron 40 De estos dos mandamientos de-

casados con ella?» penden toda la ley y los profetas.»


29 Jesús les respondió: «El error de

ustedes es que no conocen las Escri- ¿De quién es hijo el Cristo?


turas ni el poder de Dios; (Mc 12.35-37; Lc 20.41-44)
30 porque en la resurrección, ni se
  Mientras los fariseos estaban
41 

casarán ni se darán en casamiento, reunidos, Jesús les preguntó:


sino que serán como los ángeles de 42 «¿Qué piensan ustedes del Cristo?

Dios en el cielo. ¿De quién es hijo?» Y le respondie-


31Pero en cuanto a la resurrección de
  ron: «De David».
los muertos, ¿acaso no han leído us- 43 Entonces él les dijo: «¿Y cómo es

tedes lo que Dios les dijo? Porque él que, en el Espíritu, David lo llama
dijo: Señor? Pues dijo:
32 “Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios
  44 »“El Señor le dijo a mi Señor:
de Isaac y el Dios de Jacob.” d Así que Siéntate a mi derecha,

b 22.23: Hch 23.8. c 22.24: Dt 25.5. d 22.32: Ex 3.6. e 22.35-40: Lc 10.25-28.


f 22.37: Dt 6.5. g 22.39: Lv 19.18.

1420
SAN MATEO  22​, ​23

hasta que ponga a tus enemi- Ni llamen “padre” a nadie en la


9 

gos tierra, porque sólo uno es el Padre


por estrado de tus pies.” h de ustedes, y él está en los cielos.
45 ¿Cómo, entonces, puede ser su

10 Ta mpoco se ha ga n l la ma r

hijo, si David lo llama Señor?» “maestros”, porque sólo uno es su


46 Nadie podía responderle nada, y
  Maestro, y es el Cristo.
desde aquel día nadie se atrevió a 11 El que sea más importante entre

hacerle más preguntas. ustedes, sea siervo de todos. d


12 Porque el que se enaltece será

Jesús acusa a escribas y fariseos humillado, y el que se humilla será


(Mc 12.38-40; Lc 11.37-54; 20.45-47) enaltecido. e

23 Después de esto, Jesús dijo 13 »Pero ¡ay de ustedes, escribas y


a la gente y a sus discípulos: fariseos, hipócritas! Porque le niegan


2 «Los escribas y los fariseos se apo-
  a la gente la entrada al reino de los cie-
yan en la cátedra de Moisés. los, y ni ustedes entran, ni tampoco
3 Así que ustedes deben obedecer
  dejan entrar a los que quieren hacerlo.
y hacer todo lo que ellos les digan, 14 [¡Ay de ustedes, escribas y fari-

pero no sigan su ejemplo, porque seos, hipócritas! Porque devoran las


dicen una cosa y hacen otra. casas de las viudas, y como pretex-
4 Imponen sobre la gente cargas
  to hacen largas oraciones. Por esto,
pesadas y difíciles de llevar, pero mayor será su condenación.] 10
ellos no mueven ni un dedo para 15 ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos,

levantarlas. hipócritas! Porque recorren mar y tie-


5 Al contrario, todo lo que hacen es
  rra en busca de seguidores, y una vez
para que la gente los vea. a Ensan- que los consiguen, los hacen dos ve-
chan sus filacterias b y extienden los ces más hijos del infierno que ustedes.
flecos c de sus mantos, 16 »¡Ay de ustedes, guías ciegos!

6 y les encanta ocupar los mejores


  Pues dicen: “Si alguno jura por el
asientos en las cenas y sentarse en templo, no es nada; pero si alguno
las primeras sillas de las sinagogas, jura por el oro del templo, debe cum-
7y que la gente los salude en las pla-
  plir el juramento.”
zas y los llame: “¡Rabí, Rabí!” 17¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más

8 Pero ustedes no busquen que los


  importante? ¿El oro, o el templo que
llamen “Rabí”, porque sólo uno es el santifica al oro?
Maestro de ustedes, y ése es el Cris- 18 También dicen: “Si alguno jura por

to; y todos ustedes son hermanos. el altar, no es nada; pero si alguno

10 23.14 La frase ¡Ay de ustedes,... mayor será su condenación se halla sólo en mss.
tardíos.
h 22.44: Sal 110.1. a 23.5: Mt 6.1. b 23.5: Dt 6.8. c 23.5: Nm 15.38.
d 23.11: Mt 20.26-27; Mc 9.35; 10.43-44; Lc 22.26. e 23.12: Lc 14.11; 18.14.

1421
SAN MATEO  23

jura por la ofrenda que está sobre el bres justos, pero por dentro están
altar, debe cumplir el juramento.” llenos de hipocresía y de maldad.
19 ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más im-

29 »¡Ay de ustedes, escribas y fari-

portante? ¿La ofrenda, o el altar que seos, hipócritas! Porque edifican los
santifica la ofrenda? sepulcros de los profetas y adornan
20 Porque el que jura por el altar,
  los monumentos de los justos,
jura por el altar y por todo lo que 30 y dicen: “Si hubiéramos vivido

está sobre el altar. en los días de nuestros padres, no


21 Y el que jura por el templo, jura
  hubiéramos sido sus cómplices en
por el templo y por el que lo habita. la muerte de los profetas.”
22 Y el que jura por el cielo, jura por

31 Con esto dan testimonio contra

el trono de Dios f y por aquel que ustedes mismos, de que son hijos de
está sentado en él. aquellos que mataron a los profetas.
23 »¡Ay de ustedes, escribas y fa-

32 ¡Terminen de hacer lo que sus pa-

riseos, hipócritas! Porque pagan el dres comenzaron!


diezmo de la menta, del eneldo y 33 ¡Serpientes, generación de ví-

del comino, g y soslayan lo más im- boras! i ¿Cómo escaparán de la


portante de la ley, que es la justicia, condenación del infierno?
la misericordia y la fe. Es necesario 34 Por eso, yo les enviaré profetas,

que hagan esto, pero sin dejar de sabios y escribas. De ellos, ustedes
hacer aquello. matarán y crucificarán a algunos, y a
24 ¡Guías ciegos, que cuelan el mos-
  otros los azotarán en sus sinagogas, y
quito, pero se tragan el camello! los perseguirán de ciudad en ciudad,
25 »¡Ay de ustedes, escribas y fari-

35 para que recaiga sobre ustedes

seos, hipócritas! Porque limpian por toda la sangre inocente que se ha


fuera el vaso y el plato, pero por den- derramado sobre la tierra, desde
tro están llenos de robo y de injusticia. la sangre de Abel j el justo hasta
26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero el
  la sangre de Zacarías k hijo de Be-
vaso y el plato por dentro, para que requías, a quien ustedes mataron
también quede limpio por fuera. entre el templo y el altar.
27»¡Ay de ustedes, escribas y fari-

36 De cierto les digo que todo esto

seos, hipócritas! Porque son como vendrá sobre esta generación.


los sepulcros blanqueados, h que
por fuera se ven hermosos pero por Lamento de Jesús sobre
dentro están llenos de carroña y de Jerusalén
total impureza. (Lc 13.34-35)
28 Así también ustedes, por fuera se
  »¡Jerusalén, Jerusalén, que matas
37 

presentan ante todos como hom- a los profetas y apedreas a los que

f 23.22: Is 66.1; Mt 5.34. g 23.23: Lv 27.30. h 23.27: Hch 23.3.


i 23.33: Mt 3.7; 12.34; Lc 3.7. j 23.35: Gn 4.8. k 23.35: 2 Cr 24.20-21.

1422
SAN MATEO  23​, ​24

son enviados a ti! ¡Cuántas veces angustien, porque es necesario que


quise juntar a tus hijos, como junta todo esto suceda; pero aún no será
la gallina a sus polluelos debajo de el fin.
sus alas, y no quisiste! 7 Porque se levantará nación con-

38 ¡Miren cuán desolada se queda la


  tra nación, y reino contra reino, y
casa de ustedes! habrá hambre y terremotos en dis-
39 Porque yo les digo que no vol-
  tintos lugares.
verán a verme, hasta que digan: 8 Todo esto será sólo el comienzo de

“Bendito el que viene en el nombre los dolores.


del Señor.”» l 9 »Entonces los entregarán a uste-

des para ser torturados, y los mata-


Jesús predice la destrucción del rán, y todos los odiarán por causa
templo de mi nombre. a
(Mc 13.1-2; Lc 21.5-6) 10 En aquel tiempo muchos tropeza-

24 Jesús salió del templo, y ya


se iba cuando sus discípulos
se acercaron para mostrarle los edi-
rán, y unos a otros se traicionarán y
odiarán.
11 Muchos falsos profetas se levanta-

ficios del templo. rán, y engañarán a muchos;


2 Él les dijo: «¿Ven todo esto? De

12 y tanto aumentará la maldad que

cierto les digo, que no quedará el amor de muchos se enfriará.


aquí piedra sobre piedra. Todo será 13 Pero el que resista hasta el fin,

derribado.» será salvo. b


14 Y este evangelio del reino será

Señales antes del fin predicado en todo el mundo para


(Mc 13.3-23; Lc 21.7-24) testimonio a todas las naciones, y
3 Mientras Jesús estaba sentado en
  entonces vendrá el fin.
el monte de los Olivos, los discípulos 15 »Por tanto, cuando en el lugar

se le acercaron por separado, y le santo vean la abominación desolado-


dijeron: «Dinos, ¿cuándo sucederá ra, de la que habló el profeta Daniel c
todo esto, y cuál será la señal de tu (el que lee, que entienda),
venida y del fin del mundo?» 16 los que estén en Judea, huyan a

4 Jesús les respondió: «Cuídense de


  los montes;
que nadie los engañe. 17El que esté en la azotea, no baje

5 Porque muchos vendrán en mi


  para llevarse algo de su casa;
nombre, y dirán: “Yo soy el Cristo”, 18 y el que esté en el campo, no

y engañarán a muchos. vuelva atrás a tomar su capa. d


6 Ustedes oirán hablar de guerras y

19 Pero ¡ay de las que en esos días

de rumores de guerras; pero no se estén embarazadas o amamantando!

l 23.39: Sal 118.26. a 24.9: Mt 10.22. b 24.13: Mt 10.22.


c 24.15: Dn 9.27; 11.31; 12.11. d 24.17-18: Lc 17.31.

1423
SAN MATEO  24

Pídanle a Dios que no tengan


20   las estrellas caerán del cielo, h y los
que huir en invierno ni en día de poderes celestiales se estremecerán.
reposo, 30 Entonces aparecerá en el cielo la

21 porque entonces habrá una gran


  señal del Hijo del Hombre, y todas
tribulación, e como no la ha habido las tribus de la tierra se lamentarán,
desde el principio del mundo hasta y verán al Hijo del Hombre venir
ahora, ni la habrá jamás. sobre las nubes del cielo, i con gran
22 Si aquellos días no fueran acorta-
  poder y gloria.
dos, nadie sería salvo, pero serán 31 Y enviará a sus ángeles con gran

acortados por causa de los escogi- voz de trompeta, y de los cuatro


dos. vientos, desde un extremo al otro
23 Así que, si alguien les dice: “Mi-
  del cielo, ellos juntarán a sus ele-
ren, aquí está el Cristo”, o “Miren, gidos.
allí está”, no lo crean. 32 »De la higuera deben aprender

24 Porque surgirán falsos cristos y


  esta parábola: Cuando sus ramas se
falsos profetas, y harán grandes ponen tiernas, y le brotan las hojas,
señales y prodigios, de tal manera ustedes saben que el verano ya está
que, de ser posible, engañarán in- cerca.
cluso a los elegidos. 33 De la misma manera, cuando us-

25 Ya los he prevenido de todo.


  tedes vean todas estas cosas, sepan
26 Así que, si les dicen: “Miren, está
  que la hora ya está cerca, y que está
en el desierto”, no vayan; o si les di- a la puerta.
cen: “Miren, está en los aposentos”, 34 De cierto les digo, que todo esto

no lo crean. sucederá antes de que pase esta ge-


27 Porque la venida del Hijo del
  neración.
Hombre será como el relámpago 35 El cielo y la tierra pasarán, pero

que sale del oriente y puede verse mis palabras no pasarán.


hasta el occidente. f 36 »En cuanto al día y la hora, na-

28 Porque los buitres se juntan don-


  die lo sabe, ni siquiera los ángeles
de está el cadáver. g de los cielos. Sólo mi Padre lo sabe.
37 La venida del Hijo del Hombre

La venida del Hijo del Hombre será como en los días de Noé; j
(Mc 13.24-37; Lc 21.25-36; 38 pues así como en los días antes

17.25-36; 12.41-48) del diluvio la gente comía y bebía,


29 »Inmediatamente después de la
  y se casaba y daba en casamiento,
aflicción de aquellos días, el sol se hasta el día en que Noé entró en
oscurecerá y la luna dejará de brillar, el arca,

e 24.21: Dn 12.1; Ap 7.14. f 24.26-27: Lc 17.23-24. g 24.28: Lc 17.37.


h 24.29: Is 13.10; Ez 32.7; Jl 2.31; Ap 6.12-13. i 24.30: Dn 7.13; Ap 1.7.
j 24.37: Gn 6.5-8.

1424
SAN MATEO  24​, ​25

39 y no entendieron hasta que vino correr la misma suerte de los hipó-
el diluvio y se los llevó a todos, k así critas. Allí habrá llanto y rechinar
será también la venida del Hijo del de dientes.
Hombre.
40 Entonces, estarán dos en el cam-

Parábola de las diez vírgenes
po, y uno de ellos será tomado, y el
otro será dejado.
41 Dos mujeres estarán en el molino,

25 »En aquel tiempo, el reino
de los cielos será semejante
a diez vírgenes que tomaron sus lám-
y una de ellas será tomada, y la otra paras, a y salieron a recibir al novio.
será dejada. 2 Cinco de ellas eran prudentes y

42 Por tanto, estén atentos, porque


  cinco insensatas.
no saben a qué hora va a venir su 3 Las insensatas, tomaron sus lám-

Señor. paras, pero no llevaron aceite;


43 Pero sepan esto, que si el dueño

4 en cambio, las prudentes llevaron

de la casa supiera a qué hora va a sus lámparas y también vasijas con


venir el ladrón, se quedaría despier- aceite.
to y no dejaría que robaran su casa. 5 Como el esposo se demoró, todas

44 Por tanto, también ustedes es-


  cabecearon y se durmieron.
tén preparados, porque el Hijo del 6 A la medianoche se oyó gritar:

Hombre vendrá a la hora que me- “¡Aquí viene el novio! ¡Salgan a


nos lo esperen. l recibirlo!”
45 »¿Quién es el siervo fiel y pru-

7Todas aquellas vírgenes se levanta-

dente, al cual su señor deja encar- ron, y arreglaron sus lámparas.


gado de los de su casa para que los 8 Entonces las insensatas dijeron a

alimente a su tiempo? las prudentes: “Dennos un poco de


46 Bien por el siervo que, cuando su
  su aceite, porque nuestras lámparas
señor venga, lo encuentre haciendo se están apagando.”
así. 9Pero las prudentes les respondieron:

47De cierto les digo que lo pondrá a


  “A fin de que no nos falte a nosotras
cargo de todos sus bienes. ni a ustedes, vayan a los que venden,
48 Pero si aquel siervo malo dice en su
  y compren para ustedes mismas.”
corazón: “Mi señor tarda en venir”, 10 Pero mientras ellas fueron a com-

49 y comienza a golpear a sus con-


  prar, llegó el novio, y las que estaban
siervos, y aun a comer y a beber con preparadas entraron con él a las bo-
los borrachos, das, y se cerró la puerta.
50 el señor de aquel siervo vendrá en

11 Después llegaron también las

el día menos pensado, y a una hora otras vírgenes, y decían: “¡Señor,


que nadie sabe, señor, ábrenos!”
51 y lo castigará duramente, y le hará

12 Pero él les respondió: “De cierto

k 24.39: Gn 7.6-24. l 24.43-44: Lc 12.39-40. a 25.1: Lc 12.35.

1425
SAN MATEO  25

les digo, que no las conozco.” b gaste dos mil monedas, y con ellas he
13 Estén atentos, porque ustedes no
  ganado otras dos mil; aquí las tienes.”
saben el día ni la hora en que el 23 Su señor le dijo: “Bien, buen sier-

Hijo del Hombre vendrá. vo y fiel, sobre poco has sido fiel,
sobre mucho te pondré. Entra en el
Parábola del siervo negligente gozo de tu señor.”
14 »Porque el reino de los cielos es

24 Pero el que había recibido mil

como un hombre que, al irse de via- monedas llegó y dijo: “Señor, yo


je, llamó a sus siervos y les entregó sabía que tú eres un hombre duro,
sus bienes. que siegas donde no sembraste y
15 A uno le dio cinco mil monedas
  recoges lo que no esparciste.
de plata; a otro, dos mil; y a otro, 25 Así que tuve miedo y escondí tu

mil, a cada uno conforme a su ca- dinero en la tierra. Aquí tienes lo


pacidad; y luego se marchó. que es tuyo.”
16 El que había recibido cinco mil

26 Su señor le respondió: “Siervo

monedas negoció con ellas, y ganó malo y negligente, si sabías que yo


otras cinco mil. siego donde no sembré, y que reco-
17Asimismo, el que había recibido
  jo donde no esparcí,
dos mil, ganó también otras dos mil. 27debías haber dado mi dinero a los

18 Pero el que había recibido mil


  banqueros y, al venir yo, hubiera reci-
hizo un hoyo en la tierra y allí es- bido lo que es mío más los intereses.
condió el dinero de su señor. 28 Así que, ¡quítenle esas mil mone-

19 Mucho tiempo después, el señor


  das y dénselas al que tiene diez mil!”
de aquellos siervos volvió y arregló 29 Porque al que tiene se le dará, y

cuentas con ellos. tendrá más; pero al que no tiene,


20 El que había recibido las cinco
  aun lo poco que tiene se le quitará. c
mil monedas se presentó, le entregó 30 En cuanto al siervo inútil, ¡échenlo

otras cinco mil, y dijo: “Señor, tú me en las tinieblas de afuera! Allí habrá
entregaste cinco mil monedas, y con llanto y rechinar de dientes. d , e
ellas he ganado otras cinco mil; aquí
las tienes.” El juicio de las naciones
21 Y su señor le dijo: “Bien, buen

31 »Cuando el Hijo del Hombre
siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, venga en su gloria, y todos los san-
sobre mucho te pondré. Entra en el tos ángeles con él, f se sentará en su
gozo de tu señor.” trono de gloria, g
22 El que había recibido las dos mil

32 y todas las naciones serán reuni-

monedas dijo: “Señor, tú me entre- das ante él. Entonces él apartará a

b 25.11-12: Lc 13.25. c 25.29: Mt 13.12; Mc 4.25; Lc 8.18.


d 25.14-30: Lc 19.11-27. e 25.30: Mt 8.12; 22.13; Lc 13.28. f 25.31: Mt 16.27.
g 25.31: Mt 19.28.

1426
SAN MATEO  25​, ​26

los unos de los otros, como aparta Ellos, a su vez, le preguntarán:


44  

el pastor a las ovejas de los cabritos. “Señor, ¿cuándo te vimos con ham-
33 Pondrá las ovejas a su derecha, y
  bre, o con sed, o forastero, desnudo,
los cabritos a su izquierda, enfermo, o en la cárcel, y no te ser-
34 y entonces el Rey dirá a los de su
  vimos?”
derecha: “Vengan, benditos de mi 45 Y él les responderá: “De cierto les

Padre, y hereden el reino preparado digo que todo lo que no hicieron por
para ustedes desde la fundación del uno de estos más pequeños, tampo-
mundo. co por mí lo hicieron.”
35 Porque tuve hambre, y ustedes

46 Entonces éstos irán al castigo eter-

me dieron de comer; tuve sed, y no, y los justos irán a la vida eterna.» h
me dieron de beber; fui forastero,
y me recibieron; El complot para prender a Jesús
36 estuve desnudo, y me cubrieron; es-

(Mc 14.1-2; Lc 22.1-2; Jn 11.45-53)
tuve enfermo, y me visitaron; estuve
en la cárcel, y vinieron a visitarme.”
37 Entonces los justos le pregunta-

26 Cuando Jesús terminó de decir
todo esto, dijo a sus discípulos:
2 «Como ustedes saben, dentro de

rán: “Señor, ¿cuándo te vimos con dos días se celebra la pascua, a y el


hambre, y te dimos de comer; o con Hijo del Hombre será entregado pa-
sed, y te dimos de beber? ra ser crucificado.»
38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te

3 Entonces los principales sacerdo-

recibimos; o desnudo, y te cubrimos? tes, los escribas, y los ancianos del


39 ¿Cuándo te vimos enfermo, o en
  pueblo se reunieron en el patio de
la cárcel, y te visitamos?” Caifás, el sumo sacerdote,
40 Y el Rey les responderá: “De cier-

4 y se confabularon para aprehender

to les digo que todo lo que hicieron con engaños a Jesús, y matarlo.
por uno de mis hermanos más pe- 5 Pero decían: «Que no sea durante

queños, por mí lo hicieron.” la fiesta, para que no se alborote el


41 Entonces dirá también a los de
  pueblo.»
la izquierda: “¡Apártense de mí,
malditos! ¡Vayan al fuego eterno, pre- Jesús es ungido en Betania
parado para el diablo y sus ángeles! (Mc 14.3-9; Jn 12.1-8)
42 Porque tuve hambre, y no me
  Mientras Jesús estaba en Betania,
6 

dieron de comer; tuve sed, y no me en casa de Simón el leproso,


dieron de beber; 7se le acercó una mujer. Llevaba un

43 fui forastero, y no me recibieron;


  vaso de alabastro con un perfume
estuve desnudo, y no me cubrieron; muy caro, que derramó sobre la
estuve enfermo, y en la cárcel, y no cabeza de Jesús mientras él estaba
me visitaron.” sentado a la mesa. b

h 25.46: Dn 12.2. a 26.2: Ex 12.1-27. b 26.7: Lc 7.37-38.

1427
SAN MATEO  26

8 Al ver esto, los discípulos se enoja- «¿Dónde quieres que te preparemos
ron y dijeron: «¿Pero qué desperdicio la comida de la pascua?»
es éste? 18 Él les indicó ir a la ciudad, a la

9 ¡Pudo haberse vendido esto por


  casa de cierto hombre, y decirle:
mucho dinero, y ser dado a los po- «El Maestro dice: “Mi tiempo está
bres!» cerca. Celebraré la pascua con mis
10 Jesús se dio cuenta de esto, y les
  discípulos en tu casa.”»
dijo: «¿Por qué molestan a esta mu- 19 Los discípulos hicieron lo que

jer? Lo que ha hecho conmigo es Jesús les mandó, y prepararon la


una buena obra. pascua.
11 Porque ustedes siempre tendrán

20 Cuando llegó la noche, Jesús se

a los pobres, c pero a mí no siempre sentó a la mesa con los doce,


me tendrán. 21 y mientras comían dijo: «De cier-

12 Lo que ha hecho ella al derramar


  to les digo, que uno de ustedes me
sobre mí este perfume, es preparar- va a traicionar.»
me para la sepultura. 22 Ellos se pusieron muy tristes, y

13 De cierto les digo que en cual-


  cada uno comenzó a preguntarle:
quier parte del mundo donde este «¿Soy yo, Señor?»
evangelio sea proclamado, también 23 Él les respondió: «El que mete la

se contará lo que esta mujer ha he- mano conmigo en el plato, es el que


cho, y así será recordada.» me va a entregar.
24 A decir verdad, el Hijo del Hom-

Judas ofrece entregar a Jesús bre sigue su camino, como está


(Mc 14.10-11; Lc 22.3-6) escrito acerca de él, d ¡pero ay de
Entonces Judas Iscariote, que
14   aquél que lo traiciona! ¡Más le val-
era uno de los doce, fue a ver a los dría no haber nacido!»
principales sacerdotes, 25 Entonces Judas, el que lo iba a

15 y les dijo: «¿Cuánto me darían, si


  traicionar, le preguntó: «¿Soy yo,
yo les entrego a Jesús?» Y ellos le Maestro?» Y Jesús le respondió: «Tú
asignaron treinta piezas de plata. lo has dicho.»
16 Desde entonces Judas buscaba el

26 Mientras comían, Jesús tomó el

mejor momento de entregar a Jesús. pan y lo bendijo; luego lo partió y


se lo dio a sus discípulos, y les dijo:
Institución de la Cena del Señor «Tomen, coman; esto es mi cuerpo.»
(Mc 14.12-25; Lc 22.7-23; Jn 27Después tomó la copa, y luego de

13.21-30; 1 Co 11.23-26) dar gracias, la entregó a sus discípu-


El primer día de la fiesta de los
17  los y les dijo: «Beban de ella todos,
panes sin levadura, los discípulos se 28 porque esto es mi sangre 

e del

acercaron a Jesús y le preguntaron: nuevo pacto,  que es derramada


f

c 26.11: Dt 15.11. d 26.24: Sal 41.9. e 26.28: Ex 24.6-8. f 26.28: Jer 31.31-34.

1428
SAN MATEO  26

por muchos, para perdón de los Jesús llevó consigo a Pedro y a los
37 

pecados. dos hijos de Zebedeo, y comenzó a


29 Yo les digo que, desde ahora, no
  ponerse triste y muy angustiado.
volveré a beber de este fruto de la 38 Entonces les dijo: «Quédense

vid, hasta el día en que beba con aquí, y velen conmigo, porque
ustedes el vino nuevo en el reino de siento en el alma una tristeza de
mi Padre.» muerte.»
39 Unos pasos más adelante, se incli-

Jesús anuncia la negación de nó sobre su rostro y comenzó a orar.


Pedro Y decía: «Padre mío, si es posible,
(Mc 14.26-31; Lc 22.31-34; Jn 13.36-38) haz que pase de mí esta copa. Pero
30 Luego de cantar el himno, fue- que no sea como yo lo quiero, sino
ron al monte de los Olivos. como lo quieres tú.»
31 Allí Jesús les dijo: «Todos ustedes

40 Luego volvió con sus discípulos, y

se escandalizarán de mí esta noche, como los encontró durmiendo, le di-


porque está escrito: “Heriré al pas- jo a Pedro: «¿Así que no han podido
tor, y las ovejas del rebaño serán mantenerse despiertos conmigo ni
dispersadas.” g una hora?
32 Pero después de que yo haya re-

41 Manténganse despiertos, y oren,

sucitado, iré delante de ustedes a para que no caigan en tentación. A


Galilea.» h decir verdad, el espíritu está dispues-
33 Pedro le dijo: «Aunque todos se
  to, pero la carne es débil.»
escandalicen de ti, yo nunca me es- 42 Otra vez fue y oró por segunda

candalizaré.» vez, y dijo: «Padre mío, si esta copa


34 Jesús le dijo: «De cierto te digo
  no puede pasar de mí sin que yo
que esta noche, antes que el gallo la beba, que se haga tu voluntad.»
cante, me negarás tres veces.» 43 Una vez más fue y los halló dur-

35 Pedro le dijo: «Aun cuando tenga


  miendo, porque los ojos se les caían
yo que morir contigo, jamás te ne- de sueño.
garé.» Y todos los discípulos dijeron 44 Entonces los dejó y volvió a irse, y

lo mismo. por tercera vez oró con las mismas


palabras.
Jesús ora en Getsemaní 45 Luego volvió con sus discípulos y

(Mc 14.32-42; Lc 22.39-46) les dijo: «Sigan durmiendo y des-


36 Entonces Jesús fue con ellos a
  cansando. Miren que ha llegado la
un lugar que se llama Getsemaní, hora, y el Hijo del Hombre es entre-
y dijo a sus discípulos: «Siéntense gado en manos de pecadores.
aquí, mientras yo voy a orar en aquel 46 ¡Vamos, levántense, que ya se

lugar.» acerca el que me traiciona!»

g 26.31: Zac 13.7. h 26.32: Mt 28.16.

1429
SAN MATEO  26

Arresto de Jesús tas.» Entonces todos los discípulos


(Mc 14.43-50; Lc 22.47-53; Jn 18.2-11) lo abandonaron y huyeron.
47 Todavía estaba hablando Jesús

cuando llegó Judas, que era uno de Jesús ante el concilio


(Mc 14.53-65; Lc 22.54,63-
los doce. Con él venía mucha gente
71; Jn 18.12-14,19-24)
armada con espadas y palos, de par-
te de los principales sacerdotes y de 57 Los que aprehendieron a Jesús
los ancianos del pueblo. lo llevaron ante el sumo sacerdote
48 El que lo estaba traicionando les
  Caifás, donde estaban reunidos los
había dado esta contraseña: «Al que escribas y los ancianos.
yo le dé un beso, ése es; arréstenlo.» 58 Pero Pedro lo siguió de lejos hasta

49 Enseguida se acercó a Jesús, y le di-


  el patio del sumo sacerdote, y entró
jo: «¡Hola, Maestro!» Y le dio un beso. y se sentó con los alguaciles, para
50 Jesús le dijo: «Amigo, ¿a qué vie-
  ver cómo terminaba aquello.
nes?» Entonces aquellos hombres 59 Los principales sacerdotes, y los

se acercaron, le echaron mano y lo ancianos y todo el concilio, busca-


arrestaron. ban algún falso testimonio contra
51 Pero uno de los que estaban con
  Jesús, para condenarlo a muerte;
Jesús extendió su mano, sacó su es- 60 pero no lo hallaron, aunque se

pada, e hirió a un siervo del sumo presentaron muchos testigos falsos.


sacerdote, y le cortó una oreja. Finalmente, llegaron dos testigos
52 Entonces Jesús le dijo: «Vuelve tu
  falsos
espada a su lugar. Quien esgrime la 61 y dijeron: «Éste dijo: “Puedo

espada, muere por la espada. derribar el templo de Dios, y ree-


53 ¿No te parece que yo puedo orar
  dificarlo en tres días.”» j
a mi Padre, y que él puede man- 62 El sumo sacerdote se levantó y

darme ahora mismo más de doce le preguntó: «¿No vas a responder?


legiones de ángeles? ¡Mira lo que éstos dicen contra ti!»
54 Pero entonces ¿cómo se cum-

63 Pero Jesús guardó silencio. Entonces

plirían las Escrituras? Porque es el sumo sacerdote le dijo: «Te ordeno en


necesario que así suceda.» el nombre del Dios viviente, que nos di-
55 En ese momento, Jesús dijo a la
  gas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios.»
gente: «¿Han venido a arrestarme 64 Jesús le respondió: «Tú lo has di-

con espadas y palos, como si fuera cho. Y además les digo que, desde
yo un ladrón? ¡Todos los días me ahora, verán al Hijo del Hombre
sentaba a enseñarles en el templo, i sentado a la diestra del Poderoso, y
y ustedes no me aprehendieron! venir en las nubes del cielo.» k
56 Pero todo esto sucede, para que

65 El sumo sacerdote se rasgó en-

se cumpla lo escrito por los profe- tonces las vestiduras y dijo: «¡Ha

i 26.55: Lc 19.47; 21.37. j 26.61: Jn 2.19. k 26.64: Dn 7.13.

1430
SAN MATEO  26​, ​27

blasfemado! ¿Qué necesidad te- Jesús ante Pilato


nemos de más testigos? ¡Ustedes (Mc 15.1; Lc 23.1-2; Jn 18.28-32)
acaban de oír su blasfemia!
66 ¿Qué les parece?» Y ellos respon-

dieron: «¡Que merece la muerte!» l


27 Cuando llegó la mañana,
todos los principales sacer-
dotes y los ancianos del pueblo se
67 Entonces unos lo escupieron en
  confabularon contra Jesús, para con-
el rostro, y le dieron puñetazos; y denarlo a muerte.
otros lo abofeteaban m 2 Lo ataron y se lo llevaron para

68 y decían: «¡Profetízanos, Cristo;


  entregárselo a Poncio Pilato, el go-
dinos quién te golpeó!» bernador.
Pedro niega a Jesús Muerte de Judas
(Mc 14.66-72; Lc 22.55-
Cuando Judas, el que lo había trai-
3 
62; Jn 18.15-18,25-27)
cionado, vio que Jesús había sido con-
69 Mientras Pedro estaba sentado denado, se arrepintió y devolvió las
afuera, en el patio, se le acercó una treinta monedas de plata a los prin-
criada y le dijo: «También tú estabas cipales sacerdotes y a los ancianos.
con Jesús el galileo.» 4 Les dijo: «He pecado al entregar

70 Pero él lo negó delante de todos, y


  sangre inocente.» Pero ellos le dije-
dijo: «No sé de qué hablas.» ron: «¿A nosotros qué nos importa?
71 Y se fue a la puerta. Pero otra cria-
  ¡Allá tú!»
da lo vio, y dijo a los que estaban 5 Entonces Judas arrojó en el templo

allí: «También éste estaba con Jesús las monedas de plata, y después de
el nazareno.» eso salió y se ahorcó.
72 Pero él lo negó otra vez, y hasta

6 Los principales sacerdotes toma-

juró: «No conozco a ese hombre.» ron las monedas y dijeron: «No
73 Un poco después, los que estaban
  está bien echarlas en el tesoro de
por allí se acercaron a Pedro y le las ofrendas, porque es el precio de
dijeron: «Sin lugar a dudas, tú tam- sangre derramada.»
bién eres uno de ellos, porque hasta 7Y después de ponerse de acuerdo,

tu manera de hablar te delata.» compraron con ellas el campo del


74 Entonces él comenzó a maldecir,
  alfarero, para sepultar allí a los ex-
y a jurar: «No conozco a ese hom- tranjeros.
bre.» Y enseguida cantó el gallo. 8 Por eso hasta el día de hoy aquel

75 Entonces Pedro se acordó de que


  campo se llama «Campo de sangre». a
Jesús le había dicho: «Antes de 9 Así se cumplió lo dicho por el pro-

que cante el gallo, me negarás tres feta Jeremías: «Y tomaron las treinta
veces.» Y saliendo de allí, lloró amar- monedas de plata, que es el precio
gamente. estimado por los hijos de Israel,

l 26.65-66: Lv 24.16. m 26.67: Is 50.6. a 27.3-8: Hch 1.18-19.

1431
SAN MATEO  27

y las usaron para comprar el cam-


10   20 Pero los principales sacerdotes y
po del alfarero, como me ordenó el los ancianos persuadieron a la mul-
Señor.» b titud de que pidieran a Barrabás, y
que mataran a Jesús.
Pilato interroga a Jesús 21 El gobernador les preguntó: «¿A

(Mc 15.2-5; Lc 23.3-5; Jn 18.33-38) cuál de los dos quieren que les suel-
Jesús estaba en pie ante el gober-
11  te?» Y ellos dijeron: «¡A Barrabás!»
nador, y éste le preguntó: «¿Eres tú 22 Pilato les preguntó: «¿Qué debo

el Rey de los judíos?» Jesús le res- hacer entonces con Jesús, al que lla-
pondió: «Tú lo dices.» man el Cristo?» Y todos le dijeron:
12 Pero ante las acusaciones de los
  «¡Que lo crucifiquen!»
principales sacerdotes y de los an- 23 Y el gobernador les dijo: «Pero

cianos no respondió nada. ¿qué mal ha hecho?» Pero ellos gri-


13 Entonces Pilato le preguntó: «¿No
  taban aún más, y decían: «¡Que lo
oyes de cuántas cosas te acusan?» crucifiquen!»
14 Pero Jesús no le respondió ni

24 Al ver Pilato que no conseguía

una palabra, de tal manera que el nada, sino que se armaba más albo-
gobernador se quedó muy asom- roto, tomó agua, se lavó las manos c
brado. en presencia del pueblo, y dijo: «Allá
ustedes. Yo me declaro inocente de
Jesús es sentenciado a muerte la muerte de este justo.»
(Mc 15.6-20; Lc 23.13-25; Jn 18.38—19.16) 25 Y todo el pueblo respondió: «¡Que

Ahora bien, en el día de la fiesta


15  recaiga su muerte sobre nosotros y
el gobernador acostumbraba poner sobre nuestros hijos!»
en libertad a un preso, el que el pue- 26 Entonces les soltó a Barrabás, y

blo quisiera. luego de azotar a Jesús lo entregó


16 En aquel momento tenían un pre-
  para que lo crucificaran.
so muy famoso, llamado Barrabás. 27 Los soldados del gobernador

17 Pilato se reunió con ellos y les


  llevaron a Jesús al pretorio, y al-
preguntó: «¿A quién quieren que rededor de él reunieron a toda la
les suelte: a Barrabás, o a Jesús, al compañía;
que llaman el Cristo?» 28 luego lo desnudaron, le echaron

18 Y es que Pilato sabía que ellos lo


  encima un manto escarlata;
habían entregado por envidia. 29 sobre la cabeza le pusieron una

19 Mientras él estaba sentado en el


  corona tejida de espinas, y en la ma-
tribunal, su mujer mandó a decirle: no derecha le pusieron una caña;
«No tengas nada que ver con ese entonces se arrodillaron delante de
justo, pues por causa de él hoy he él, y burlonamente le decían: «¡Sal-
tenido un sueño terrible.» ve, Rey de los judíos!»

b 27.9-10: Zac 11.12-13. c 27.24: Dt 21.6-9.

1432
SAN MATEO  27

Además, le escupían y con una


30   Del mismo modo, también se
41  

caña le golpeaban la cabeza. burlaban de él los principales sa-


31 Después de burlarse de él, le
  cerdotes, los escribas, los fariseos
quitaron el manto, le pusieron sus y los ancianos. Decían:
vestidos, y lo llevaron para cruci- 42 «Salvó a otros, pero a sí mismo

ficarlo. no puede salvarse. Si es el Rey de


Israel, que baje ahora de la cruz, y
Crucifixión y muerte de Jesús creeremos en él.
(Mc 15.21-41; Lc 23.26-49; Jn 19.17-30) 43 Ya que él confió en Dios, pues que

Al salir de allí, se encontraron


32   Dios lo libre ahora, si lo quiere. g Por-
con un hombre de Cirene que se que él ha dicho: “Soy Hijo de Dios.”»
llamaba Simón, y lo obligaron a lle- 44 Y también lo insultaban los ladro-

var la cruz. nes que estaban crucificados con él.


33 Llegaron a un lugar llamado Gól-

45 Desde el mediodía y hasta las

gota, que significa «Lugar de la tres de la tarde hubo tinieblas sobre


Calavera», toda la tierra.
34 y allí le dieron a beber vinagre mez-

46 Cerca de las tres de la tarde, Jesús

clado con hiel; pero Jesús, después de clamó a gran voz. Decía: «Elí, Elí,
haberlo probado, no quiso beberlo. ¿lema sabactani?», es decir, «Dios
35 Después de que lo crucificaron,
  mío, Dios mío, ¿por qué me has
echaron suertes para repartirse sus desamparado?» h
vestidos, d con lo que se cumplió lo 47Algunos de los que estaban allí,

dicho por el profeta: «Se repartie- decían al oírlo: «Está llamando a


ron mis vestidos, y sobre mi ropa Elías.»
echaron suertes.» 48 Al instante, uno de ellos corrió

36 Luego se sentaron a custodiarlo.


  y tomó una esponja, la empapó en
37Sobre su cabeza pusieron su causa
  vinagre y, poniéndola en una caña,
escrita: «ÉSTE ES JESÚS, EL REY le dio a beber. i
DE LOS JUDÍOS». 49 Los otros decían: «Deja, veamos

38 Junto a él crucificaron también


  si Elías viene a librarlo.»
a dos ladrones, uno a la derecha y 50 Pero Jesús, después de clamar

otro a la izquierda. nuevamente a gran voz, entregó el


39 Los que pasaban lo insultaban, y
  espíritu.
mientras meneaban la cabeza e 51 En ese momento el velo j del tem-

40 decían: «Tú, que derribas el tem-


  plo se rasgó en dos, de arriba hacia
plo y en tres días lo reedificas, f abajo; la tierra tembló, las rocas se
sálvate a ti mismo. Si eres Hijo de partieron,
Dios, desciende de la cruz.» 52 los sepulcros se abrieron, y mu-

d 27.35: Sal 22.18. e 27.39: Sal 22.7; 109.25. f 27.40: Mt 26.61; Jn 2.19.


g 27.43: Sal 22.8. h 27.46: Sal 22.1. i 27.48: Sal 69.21. j 27.51: Ex 26.31-33.

1433
SAN MATEO  27​, ​28

chos cuerpos de santos, que ya ha- La guardia ante la tumba


bían muerto, volvieron a vivir. 62 Al día siguiente, que es el día

53 Después de la resurrección de
  después de la preparación, los prin-
Jesús, éstos salieron de sus sepul- cipales sacerdotes y los fariseos se
cros y fueron a la santa ciudad, reunieron ante Pilato
donde se aparecieron a muchos. 63 y le dijeron: «Señor, nos acorda-

54 Al ver el terremoto y las cosas que


  mos que, cuando aún vivía, aquel
habían sucedido, el centurión y los engañador dijo: “Después de tres
que estaban con él custodiando a días resucitaré.” l
Jesús se llenaron de miedo, y dije- 64 Por lo tanto, manda asegurar el

ron: «¡En verdad, éste era Hijo de sepulcro hasta el tercer día; no sea
Dios!» que sus discípulos vayan de noche
55 Muchas mujeres, que desde Ga-
  y se lleven el cuerpo, y luego di-
lilea habían seguido a Jesús para ser- gan al pueblo: “¡Resucitó de entre
virlo, estaban allí mirando de lejos. los muertos!” Porque entonces el
56 Entre ellas estaban María Mag-
  último engaño sería peor que el
dalena, María la madre de Jacobo y primero.»
de José, y la madre de los hijos de 65 Y Pilato les dijo: «Ahí tienen una

Zebedeo. k guardia. Vayan y aseguren el sepul-


cro como sepan hacerlo.»
Jesús es sepultado 66 Entonces ellos fueron y asegura-

(Mc 15.42-47; Lc 23.50-56; Jn 19.38-42)
ron el sepulcro, sellando la piedra
57 Cuando llegó la noche, un hom- y poniendo la guardia.
bre rico de Arimatea que se llamaba
José, y que también había sido dis- La resurrección
cípulo de Jesús, (Mc 16.1-8; Lc 24.1-12; Jn 20.1-10)

28
58 fue a hablar con Pilato para pe-
   uando pasó el día de repo-
C
dirle el cuerpo de Jesús. Y Pilato so, al amanecer del primer
ordenó que se lo entregaran. día de la semana, María Magdalena
59 José tomó el cuerpo, lo envolvió
  y la otra María fueron a visitar el
en una sábana limpia, sepulcro.
60 y lo puso en su sepulcro nuevo, que

2 De pronto, hubo un gran terre-

había sido cavado en una peña. Des- moto, porque un ángel del Señor
pués de hacer rodar una gran piedra descendió del cielo, removió la pie-
a la entrada del sepulcro, se fue. dra, y se sentó sobre ella.
61 María Magdalena y la otra María

3 Su aspecto era el de un relámpago,

se quedaron sentadas delante del y sus vestidos eran blancos como


sepulcro. la nieve.

k 27.55-56: Lc 8.2-3.
l 27.63: Mt 16.21; 17.23; 20.19; Mc 8.31; 9.31; 10.33-34; Lc 9.22; 18.31-33.

1434
SAN MATEO  28

4 Al verlo, los guardias temblaron de acuerdo, dieron mucho dinero a los
miedo y se quedaron como muertos. soldados
5 Pero el ángel les dijo a las muje-

13 y les dijeron: «Ustedes digan que

res: «No teman. Yo sé que buscan a sus discípulos fueron de noche y se


Jesús, el que fue crucificado. robaron el cuerpo, mientras ustedes
6 No está aquí, pues ha resucitado,
  estaban dormidos.
como él dijo. Vengan y vean el lugar 14 Si el gobernador se entera de esto,

donde fue puesto el Señor. nosotros lo convenceremos y a uste-


7Luego, vayan pronto y digan a sus
  des los pondremos a salvo.»
discípulos que él ha resucitado de 15 Ellos tomaron el dinero y siguie-

los muertos. De hecho, va delante ron las instrucciones recibidas. Y


de ustedes a Galilea; allí lo verán. ésta es la versión que se ha divul-
Ya se lo he dicho.» gado entre los judíos hasta el día
8 Entonces ellas salieron del sepul-
  de hoy.
cro con temor y mucha alegría, y
fueron corriendo a dar la noticia a La gran comisión
los discípulos. (Mc 16.14-18; Lc 24.36-49; Jn 20.19-23)
9 En eso, Jesús les salió al encuentro

16 Pero los once discípulos se fue-

y les dijo: «¡Salve!» Y ellas se acer- ron a Galilea, a al monte que Jesús
caron y le abrazaron los pies, y lo les había señalado,
adoraron. 17y cuando lo vieron, lo adoraron.

10 Entonces Jesús les dijo: «No te-


  Pero algunos dudaban.
man. Vayan y den la noticia a mis 18 Jesús se acercó y les dijo: «Toda

hermanos, para que vayan a Gali- autoridad me ha sido dada en el cie-


lea. Allí me verán.» lo y en la tierra.
19 Por tanto, vayan y hagan discípulos

El informe de la guardia en todas las naciones, b y bautícenlos


11 Mientras ellas iban, algunos de
  en el nombre del Padre, y del Hijo, y
la guardia fueron a la ciudad y les del Espíritu Santo.
contaron a los principales sacerdotes 20 Enséñenles a cumplir todas las co-

todo lo que había sucedido. sas que les he mandado. Y yo estaré


12 Éstos se reunieron con los an-
  con ustedes todos los días, hasta el
cianos y, después de ponerse de fin del mundo.» Amén.

a 28.16: Mt 26.32; Mc 14.28. b 28.19: Hch 1.8.

1435
EL EVANGELIO SEGÚN

SAN MARCOS
Al predicar, Juan decía: «Después de
7 
Predicación de Juan el Bautista mí viene uno más poderoso que yo.
(Mt 3.1-12; Lc 3.1-9,15-17; Jn 1.19-28) ¡Yo no soy digno de inclinarme ante él

1 Principio del evangelio de Jesu-


cristo, el Hijo de Dios.
2 Como está escrito en el profeta

para desatarle la correa de su calzado!
8 A ustedes yo los he bautizado con

agua, pero él los bautizará con el


Isaías: Espíritu Santo.»
«Yo envío a mi mensajero
delante de ti, El bautismo de Jesús
(Mt 3.13-17; Lc 3.21-22)
El cual preparará tu camino. a
Una voz clama en el desierto:
3 Por esos días llegó Jesús desde
9 

“Preparen el camino del Nazaret de Galilea, y fue bautizado


Señor; por Juan en el Jordán.
Enderecen sus sendas.”» b 10 En cuanto Jesús salió del agua,

4 Juan se presentó en el desierto, y


  vio que los cielos se abrían y que
bautizaba y proclamaba el bautismo el Espíritu descendía sobre él como
de arrepentimiento para el perdón una paloma.
de pecados. 11 Y desde los cielos se oyó una voz

5 Toda la gente de la provincia de


  que decía: «Tú eres mi Hijo amado,
Judea y de Jerusalén acudía a él, y en quien me complazco.» d
allí en el río Jordán confesaban sus
pecados, y Juan los bautizaba. Tentación de Jesús
6 La ropa de Juan era de pelo de (Mt 4.1-11; Lc 4.1-13)

camello, alrededor de la cintura 12 Enseguida, el Espíritu llevó a


llevaba un cinto de cuero, c y se Jesús al desierto,


alimentaba de langostas y miel sil- 13 y allí fue puesto a prueba por Sa-

vestre. tanás durante cuarenta días. Estaba

a 1.2: Mal 3.1. b 1.3: Is 40.3. c 1.6: 2 R 1.8.


d 1.11: Is 42.1; Mt 12.18; 17.5; Mc 9.7; Lc 9.35.

1436
SAN MARCOS  1

entre las fieras, y los ángeles lo ser- La gente se admiraba de sus en-
22  

vían. señanzas, porque enseñaba como


corresponde a quien tiene autori-
Jesús principia su ministerio dad, y no como los escribas. g
(Mt 4.12-17; Lc 4.14-15) 23 De pronto, un hombre que tenía

Después de que Juan fue encar-


14   un espíritu impuro comenzó a gri-
celado, Jesús fue a Galilea para pro- tar en la sinagoga:
clamar el evangelio del reino de Dios. 24 «Oye, Jesús de Nazaret, ¿qué tie-

15 Decía: «El tiempo se ha cumplido,


  nes contra nosotros? ¿Has venido a
y el reino de Dios e se ha acercado. destruirnos? ¡Yo sé quién eres tú!
¡Arrepiéntanse, f y crean en el evan- ¡Eres el Santo de Dios!»
gelio!» 25 Pero Jesús lo reprendió, y le dijo:

«¡Cállate, y sal de ese hombre!»


Jesús llama a cuatro pescadores 26 El espíritu impuro sacudió al

(Mt 4.18-22; Lc 5.1-11) hombre con violencia y, gritando


Mientras Jesús caminaba junto
16   con todas sus fuerzas, salió de aquel
al lago de Galilea, vio a Simón y a su hombre.
hermano Andrés. Estaban echando 27Todos quedaron muy asombrados,

la red al agua, porque eran pesca- y se preguntaban unos a otros: «¿Y


dores. esto qué es? ¿Acaso es una nueva
17Jesús les dijo: «Síganme, y yo haré
  enseñanza? ¡Con toda autoridad
de ustedes pescadores de hombres.» manda incluso a los espíritus im-
18 Enseguida, ellos dejaron sus redes
  puros, y éstos lo obedecen!»
y lo siguieron. 28 Y muy pronto la fama de Jesús se

19 Un poco más adelante, Jesús vio a


  difundió por toda la provincia de
otros dos hermanos, Jacobo y Juan, Galilea.
hijos de Zebedeo, quienes estaban
en la barca y remendaban sus redes. Jesús sana a la suegra de Pedro
20 Enseguida Jesús los llamó, y ellos (Mt 8.14-15; Lc 4.38-39)

dejaron a su padre Zebedeo en la En cuanto salieron de la sinago-


29 

barca con los jornaleros, y lo siguie- ga, Jesús fue con Jacobo y Juan a la
ron. casa de Simón y Andrés.
30 La suegra de Simón estaba en ca-

Un hombre con un espíritu ma porque tenía fiebre, y enseguida


impuro le hablaron de ella.
(Lc 4.31-37) 31 Jesús se acercó y, tomándola de

Llegaron a Cafarnaún, y en cuan-


21  la mano, la ayudó a levantarse. Al
to llegó el día de reposo, Jesús fue instante la fiebre se le fue, y ella
a la sinagoga y se dedicó a enseñar. comenzó a atenderlos.

e 1.15: Dn 2.44. f 1.15: Mt 3.2. g 1.22: Mt 7.28-29.

1437
SAN MARCOS  1​, ​2

Muchos sanados al ponerse el En cuanto Jesús pronunció estas


42  
sol palabras, la lepra desapareció y
(Mt 8.16-17; Lc 4.40-41) aquel hombre quedó limpio.
Al anochecer, cuando el sol se
32   43 Enseguida Jesús le pidió que se

puso, llevaron a Jesús a todos los que fuera, pero antes le hizo una clara
estaban enfermos y endemoniados. advertencia.
33 Toda la ciudad se agolpaba ante

44 Le dijo: «Ten cuidado de no decírse-

la puerta, lo a nadie. Más bien, ve y preséntate


34 y Jesús sanó a muchos que sufrían
  ante el sacerdote, y ofrece por tu pu-
de diversas enfermedades, y tam- rificación lo que Moisés mandó, i para
bién expulsó a muchos demonios, que les sirva de testimonio.»
aunque no los dejaba hablar porque 45 Pero una vez que aquel hombre

lo conocían. se fue, dio a conocer ampliamente


lo sucedido, y de tal manera lo di-
Jesús predica en Galilea vulgó que Jesús ya no podía entrar
(Lc 4.42-44) abiertamente en ninguna ciudad,
35 Muy de mañana, cuando todavía sino que se quedaba afuera, en lu-
estaba muy oscuro, Jesús se levantó gares apartados. Pero aun así, de
y se fue a un lugar apartado para todas partes la gente acudía a él.
orar.
36 Simón y los que estaban con él

Jesús sana a un paralítico
(Mt 9.1-8; Lc 5.17-26)
comenzaron a buscarlo,

2
37y cuando lo encontraron le dije-
  Algunos días después, Jesús vol-
ron: «Todos te están buscando.» vió a Cafarnaún. En cuanto se
38 Él les dijo: «Vayamos a las aldeas
  supo que estaba en la casa,
vecinas, para que también allí pre- 2 se juntó mucha gente, de manera

dique, porque para esto he venido.» que ya no cabían ni aun a la puerta,


39 Y Jesús recorrió toda Galilea; pre-
  mientras él les predicaba la palabra.
dicaba en las sinagogas y expulsaba 3 Llegaron entonces cuatro hombres

demonios. h que cargaban a un paralítico.


4 Como no podían acercarse a Jesús

Jesús sana a un leproso por causa de la multitud, quitaron


(Mt 8.1-4; Lc 5.12-16) parte del techo donde estaba Jesús,
40 Un leproso se acercó a Jesús, se
  hicieron una abertura, y por ahí
arrodilló ante él y le dijo: «Si quie- bajaron la camilla en la que estaba
res, puedes limpiarme.» acostado el paralítico.
41 Jesús tuvo compasión de él, así que

5 Cuando Jesús vio la fe de ellos, le

extendió la mano, lo tocó y le dijo: dijo al paralítico: «Hijo, los pecados


«Quiero. Ya has quedado limpio.» te son perdonados.»

h 1.39: Mt 4.23; 9.35. i 1.44: Lv 14.1-32.

1438
SAN MARCOS  2

6 Algunos de los escribas que es- sentaron a la mesa con Jesús y sus
taban allí sentados, se decían a sí discípulos, pues ya eran muchos los
mismos: que lo seguían.
7 «¿Qué es lo que dice éste? ¡Está

16 Cuando los escribas y los fariseos

blasfemando! ¿Quién puede perdo- lo vieron comer con cobradores de


nar pecados? ¡Nadie sino Dios!» impuestos y con pecadores, les pre-
8 Enseguida Jesús se dio cuenta de lo
  guntaron a los discípulos: «¿Cómo?
que estaban pensando, así que les ¿Éste come y bebe con cobradores
preguntó: «¿Qué es lo que cavilan de impuestos y con pecadores?»
en su corazón? 17Jesús los oyó, y les dijo: «No son

9 ¿Qué es más fácil? ¿Que le diga al


  los sanos los que necesitan de un
paralítico: “Tus pecados te son per- médico, sino los enfermos. Y yo no
donados”, o que le diga: “Levántate, he venido a llamar a los justos, sino
toma tu camilla y anda”? a los pecadores.»
10 Pues para que ustedes sepan que

el Hijo del Hombre tiene autoridad La pregunta sobre el ayuno


en la tierra para perdonar pecados, (Mt 9.14-17; Lc 5.33-39)
éste le dice al paralítico: 18 Los discípulos de Juan y los fari-

11 “Levántate, toma tu camilla, y


  seos estaban ayunando, así que algu-
vete a tu casa.”» nos fueron a preguntarle: «¿Por qué
12 Enseguida el paralítico se levantó,
  los discípulos de Juan y de los fari-
tomó su camilla y salió delante de seos ayunan, y tus discípulos no?»
todos, que se quedaron asombrados 19 Jesús les dijo: «¿Acaso pueden

y glorificando a Dios, al tiempo que ayunar los invitados a una boda,


decían: «¡Nunca hemos visto nada mientras el novio está con ellos?
parecido!» ¡Claro que no, mientras el novio
esté presente!
Llamamiento de Leví 20 Pero vendrá el día en que el novio

(Mt 9.9-13; Lc 5.27-32) les será quitado, y entonces sí, ese


Después Jesús volvió a la orilla
13   día ayunarán.
del lago. Y toda la gente se le acer- 21 Nadie remienda un vestido viejo

caba, y él les enseñaba. con un paño de tela nueva, porque


14 De paso vio a Leví hijo de Al-
  la tela nueva estira la tela vieja y la
feo, que estaba sentado donde se rotura se hace peor.
cobraban los impuestos, y le dijo: 22 Ni tampoco se echa vino nuevo

«Sígueme». Y Leví se levantó y lo en odres viejos, porque el vino nue-


siguió. vo revienta los odres, y entonces
15 Y sucedió que mientras Jesús es-
  el vino se derrama y los odres se
taba sentado a la mesa, en la casa echan a perder. Más bien, el vino
de Leví, también muchos cobrado- nuevo debe echarse en odres nue-
res de impuestos y pecadores se vos.»

1439
SAN MARCOS  2​, ​3

Los discípulos espigan en el día 3 Jesús le dijo al hombre con la ma-


de reposo no atrofiada: «Levántate, y ponte en
(Mt 12.1-8; Lc 6.1-5) medio.»
Un día de reposo, mientras Jesús
23  4 A los demás les preguntó: «¿Qué

pasaba por los sembrados, sus discí- está permitido hacer en los días de
pulos comenzaron a arrancar espigas reposo? ¿El bien, o el mal? ¿Salvar
a su paso. a una vida, o quitar la vida?» Ellos
24 Entonces los fariseos le dijeron:
  guardaron silencio.
«¡Fíjate! ¿Por qué hacen éstos en el 5 Jesús los miró con enojo y tristeza,

día de reposo lo que no está permi- al ver la dureza de sus corazones.


tido hacer?» Entonces dijo al hombre: «Extiende
25 Jesús les respondió: «¿Nunca le-
  la mano.» El hombre la extendió, y
yeron lo que hizo David con sus su mano quedó sana.
acompañantes, en aquella ocasión 6 Tan pronto como los fariseos sa-

en que tuvieron hambre? lieron, empezaron a conspirar con


26 Pues entró en la casa de Dios
  los herodianos para matar a Jesús.
y comió los panes de la proposi-
ción, que sólo a los sacerdotes les La multitud a la orilla del lago
es permitido comer, b ¡y hasta los 7Jesús se retiró al lago con sus dis-

compartió con sus acompañantes! c cípulos, y mucha gente de Galilea y


En aquel tiempo Abiatar era el su- de Judea lo siguió
mo sacerdote.» 8 al enterarse de todo lo que hacía.

27 También les dijo: «El día de re-


  También acudieron a él muchos de
poso se hizo por causa del género Jerusalén, de Idumea y del otro lado
humano, y no el género humano del Jordán, así como de los alrede-
por causa del día de reposo. dores de Tiro y de Sidón.
28 De modo que el Hijo del Hombre

9 Por causa del gentío, y para evitar

es también Señor del día de repo- que lo apretujaran, Jesús pidió a sus
so.» discípulos tener siempre lista una
barca;
El hombre de la mano atrofiada 10 y es que, como había sanado a

(Mt 12.9-14; Lc 6.6-11) muchos, todos los que tenían pla-

3 Jesús volvió a visitar la sinagoga,


y allí se encontró con un hom-
bre que tenía una mano atrofiada.
gas querían tocarlo y se lanzaban
sobre él. a
11 Cuando los espíritus impuros lo

2 Algunos lo vigilaban, para ver si


  veían, se arrodillaban delante de él
sanaba al hombre en el día de re- y a gritos le decían: «¡Tú eres el Hijo
poso y así poder acusarlo. de Dios!»

a 2.23: Dt 23.25. b 2.26: Lv 24.9. c 2.25-26: 1 S 21.1-6.


a 3.9-10: Mc 4.1; Lc 5.1-3.

1440
SAN MARCOS  3

Pero él les exigía con toda firmeza


12   Entonces Jesús los llamó, y en
23  

que no revelaran quién era él. parábolas les dijo: «¿Y cómo puede
Satanás expulsar a Satanás?
Elección de los doce apóstoles 24 Si un reino se divide contra sí

(Mt 10.1-4; Lc 6.12-16) mismo, no puede permanecer.


Después Jesús subió a un monte
13  25 Si una casa se divide contra sí

y llamó a los que él quiso, y ellos se misma, tampoco puede permane-


reunieron con él. cer.
14 A doce de ellos los designó para

26 Y si Satanás se subleva contra sí

que estuvieran con él, para enviarlos mismo, y se divide, tampoco puede
a predicar, permanecer. Su fin habrá llegado.
15 y para que tuvieran el poder de

27 Nadie puede entrar en la casa

expulsar demonios. de un hombre fuerte y robarle sus


16 Estos doce eran: Simón, a quien
  pertenencias, si antes no lo ata. En-
puso por nombre «Pedro»; tonces sí podrá saquear su casa.
17Jacobo y su hermano Juan, hijos

28 »De cierto les digo que a todos

de Zebedeo, a quienes les puso por ustedes se les perdonará todo peca-
nombre «Boanerges», que significa do y toda blasfemia,
«Hijos del trueno»; 29 pero el que blasfeme contra el Es-

18 Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo,


  píritu Santo jamás será perdonado, c
Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Tadeo, sino que será culpable de un pecado
Simón el cananista, eterno.»
19 y Judas Iscariote, que fue quien

30 Y es que ellos habían dicho: «Éste

lo traicionó. tiene un espíritu impuro.»


La blasfemia contra el Espíritu La madre y los hermanos de Jesús
Santo (Mt 12.46-50; Lc 8.19-21)
(Mt 12.22-32; Lc 11.14-23) Llegaron entonces la madre y los
31 

Jesús entró en una casa, y de nue-


20   hermanos de Jesús, pero se queda-
vo se juntó tanta gente, que ni siquie- ron afuera y mandaron a llamarlo.
ra podían comer él y sus discípulos. 32 La muchedumbre sentada a su

21 Cuando sus familiares lo supie-


  alrededor le dijo: «Tu madre, tus
ron, fueron para llevárselo, porque hermanos y tus hermanas están
pensaban que estaba fuera de sí. allí afuera, y te buscan.»
22 Pero los escribas que habían ve-

33 Jesús les respondió: «¿Y quién es

nido de Jerusalén decían: «A éste lo mi madre, y mis hermanos?»


domina Beelzebú. Y expulsa a los 34 Miró entonces a los que estaban

demonios por el poder del príncipe sentados a su alrededor, y dijo: «Mi


de los demonios.» b madre y mis hermanos están aquí.

b 3.22: Mt 9.34; 10.25. c 3.29: Lc 12.10.

1441
SAN MARCOS  3​, ​4

Porque todo el que hace la volun-


35  11 Él les respondió: «A ustedes se
tad de Dios es mi hermano, y mi les concede entender el misterio
hermana, y mi madre.» del reino de Dios; pero a los que
están afuera todo se les dice por
Parábola del sembrador parábolas,
(Mt 13.1-23; Lc 8.4-15) 12 para que “viendo, vean y no

4 Jesús comenzó a enseñar una vez


más a la orilla del lago, y fue tan-
ta la gente que se reunió alrededor de
entiendan; y oyendo, oigan y no
comprendan; no sea que se con-
viertan y sus pecados les sean
él, que se subió a una barca que esta- perdonados”.» b
ba en el lago y se sentó allí, a mientras 13 También les dijo: «Si no entien-

que la gente se quedó en la orilla. den ustedes esta parábola, ¿cómo


2 Muchas cosas les enseñó por medio
  podrán entender todas las demás?
de parábolas, y en sus enseñanzas 14 El sembrador es el que siembra

les decía: la palabra.


3 «Presten atención. Resulta que un

15 Algunos son como lo sembrado

sembrador salió a sembrar. junto al camino. En ellos se siem-


4 Al sembrar, una parte de las semi-
  bra la palabra, pero enseguida,
llas cayó junto al camino, y vinieron después de oírla, viene Satanás y
las aves del cielo y se la comieron. les arrebata la palabra sembrada en
5 Otra parte cayó entre las piedras,
  su corazón.
donde no había mucha tierra, y en- 16 Otros son como lo sembrado en-

seguida brotó, porque la tierra no tre las piedras. Al oír la palabra,


era profunda, enseguida la reciben con gozo;
6 pero en cuanto salió el sol, se que-

17pero, como no tienen raíz, su vida

mó y se secó, porque no tenía raíz. es muy corta, y al venir las afliccio-


7Otra parte cayó entre espinos, pero
  nes o la persecución por causa de la
los espinos crecieron y la ahogaron, palabra, enseguida tropiezan.
de modo que no dio fruto. 18 Otros son como los que fueron

8 Pero otra parte cayó en buena


  sembrados entre espinos. Éstos son
tierra, y brotó y creció y dio fruto, los que oyen la palabra,
y rindió una cosecha de treinta y 19 pero las preocupaciones de este

sesenta, y hasta de ciento por uno.» mundo, el engaño de las riquezas,


9 Entonces les dijo: «El que tenga
  y la codicia por otras cosas, entran
oídos para oír, que oiga.» en ellos y ahogan la palabra, por lo
10 Cuando se quedó solo, los que
  que ésta no llega a dar fruto.
estaban cerca de él junto con los do- 20 Pero hay otros, que son como lo

ce le preguntaron qué quería decir sembrado en buena tierra. Son los


la parábola. que oyen la palabra y la reciben, y

a 4.1: Lc 5.1-3. b 4.12: Is 6.9-10.

1442
SAN MARCOS  4

rinden fruto; ¡dan treinta, sesenta y y cuando el grano madura, ense-


29 

hasta cien semillas por cada semilla guida se mete la hoz, porque ya es
sembrada!» tiempo de cosechar.»
Nada oculto queda sin Parábola de la semilla de mostaza
manifestarse (Mt 13.31-32; Lc 13.18-19)
(Lc 8.16-18) También dijo: «¿Con qué vamos
30 
21 También les dijo: «¿Acaso la luz a comparar el reino de Dios? ¿Qué
se enciende para ponerla debajo de parábola nos sirve de comparación?
un cajón, o debajo de la cama? Al 31 Puede compararse con el grano

contrario, ¡se enciende para ponerla de mostaza, que al sembrarlo en la


en el candelero! c tierra es la más pequeña de todas
22 Porque no hay nada oculto que no
  las semillas,
llegue a manifestarse, ni hay nada 32 pero que después de sembrada

escondido que no salga a la luz. d crece hasta convertirse en la más


23 Si alguno tiene oídos para oír, que
  grande de todas las plantas, y echa
oiga.» ramas tan grandes que aun las aves
24 También les dijo: «Fíjense bien en
  pueden poner su nido bajo su som-
lo que oyen, porque con la medida bra.»
con que ustedes midan a otros, se-
rán medidos, e y hasta más se les Aplicación de las parábolas
añadirá. (Mt 13.34-35)
25 Porque al que tiene, se le dará; y

33 Con muchas parábolas como és-
al que no tiene, hasta lo poco que tas Jesús les hablaba de la palabra,
tiene se le arrebatará.» f hasta donde podían entender,
34 y sin parábolas no les hablaba,

Parábola del crecimiento aunque a sus discípulos les expli-


de la semilla caba todo en privado.
26 Jesús dijo también: «El reino de

Dios es como cuando un hombre Jesús calma la tempestad


arroja semilla sobre la tierra: (Mt 8.23-27; Lc 8.22-25)
27ya sea que él duerma o esté des-
  Ese mismo día, al caer la noche,
35 

pierto, de día y de noche la semilla Jesús les dijo a sus discípulos: «Pase-
brota y crece, sin que él sepa cómo. mos al otro lado.»
28 Y es que la tierra da fruto por sí

36 Despidió a la multitud, y partie-

misma: primero sale una hierba, ron con él en la barca donde estaba.
luego la espiga, y después el grano También otras barcas lo acompaña-
se llena en la espiga; ron.

c 4.21: Mt 5.15; Lc 11.33. d 4.22: Mt 10.26; Lc 12.2. e 4.24: Mt 7.2; Lc 6.38.


f 4.25: Mt 13.12; 25.29; Lc 19.26.

1443
SAN MARCOS  4​, ​5

Pero se levantó una gran tempes-


37  7 y a voz en cuello le dijo: «Jesús,
tad con vientos, y de tal manera las Hijo del Dios Altísimo, ¿qué tienes
olas azotaban la barca, que ésta es- que ver conmigo? ¡Yo te ruego por
taba por inundarse. Dios que no me atormentes!»
38 Jesús estaba en la popa, y dormía

8 Y es que Jesús le había dicho: «Es-

sobre una almohada. Lo despertaron píritu impuro, ¡deja a este hombre!»


y le dijeron: «¡Maestro! ¿Acaso no te 9 Jesús le preguntó: «¿Cómo te lla-

importa que estamos por naufragar?» mas?», y él respondió: «Me llamo


39 Jesús se levantó y reprendió al
  Legión, porque somos muchos.»
viento, y dijo a las aguas: «¡Silencio! 10 Y el hombre le rogaba e insistía

¡A callar!» Y el viento se calmó, y que no los mandara lejos de aquella


todo quedó en completa calma. región.
40 A sus discípulos les dijo: «¿Por

11 Cerca del monte pacía un gran

qué tienen tanto miedo? ¿Cómo es hato de cerdos,


que no tienen fe?» 12 y todos los demonios le rogaron:

41 Ellos estaban muy asustados, y


  «¡Envíanos a los cerdos! ¡Déjanos
se decían unos a otros: «¿Quién es entrar en ellos!»
éste, que hasta el viento y las aguas 13 Jesús se lo permitió. Y en cuanto

lo obedecen?» los espíritus impuros salieron del


hombre, entraron en los cerdos,
El endemoniado geraseno que eran como dos mil, y el hato se
(Mt 8.28-34; Lc 8.26-39) lanzó al lago por un despeñadero,

5 Llegaron al otro lado del lago, a


la región de los gerasenos,
2 y en cuanto Jesús salió de la barca,

y allí se ahogaron.
14 Los que cuidaban de los cerdos

huyeron, y fueron a contar todo esto


se le acercó un hombre que tenía a la ciudad y por los campos. La gen-
un espíritu impuro. te salió a ver qué era lo que había
3 Este hombre vivía entre los sepul-
  sucedido,
cros, y nadie lo podía sujetar, ni 15 y cuando llegaron a donde estaba

siquiera con cadenas. Jesús, y vieron que el que había es-


4 Muchas veces había sido sujeta-
  tado atormentado por la legión de
do con grilletes y cadenas, pero él demonios estaba sentado, vestido y
rompía las cadenas y despedazaba en su sano juicio, tuvieron miedo.
los grilletes, de manera que nadie 16 Luego, los que habían visto lo su-

podía dominarlo. cedido con el endemoniado y con los


5 Este hombre andaba de día y de
  cerdos, se lo contaron a los demás,
noche por los montes y los sepul- 17 y comenzaron a rogarle a Jesús

cros, gritando y lastimándose con que se fuera de sus contornos.


las piedras, 18 Cuando Jesús abordó la barca, el

6 pero al ver a Jesús de lejos, corrió


  que había estado endemoniado le
para arrodillarse delante de él, rogó que lo dejara estar con él;

1444
SAN MARCOS  5

pero Jesús, en vez de permitírse-


19  por lo que sintió en su cuerpo que
lo, le dijo: «Vete a tu casa, con tu había quedado sana de esa enfer-
familia, y cuéntales las grandes co- medad.
sas que el Señor ha hecho contigo. 30 Jesús se dio cuenta enseguida de

Cuéntales cómo ha tenido miseri- que de él había salido poder. Pero


cordia de ti.» se volvió a la multitud y preguntó:
20 El hombre se fue, y en Decápolis
  «¿Quién ha tocado mis vestidos?»
comenzó a contar las grandes cosas 31 Sus discípulos le dijeron: «Estás

que Jesús había hecho con él. Y to- viendo que la multitud te apretuja, y
dos se quedaban asombrados. preguntas: “¿Quién me ha tocado?”»
32 Pero Jesús seguía mirando a su

La hija de Jairo, y la mujer que alrededor, para ver quién había he-
tocó el manto de Jesús cho eso.
(Mt 9.18-26; Lc 8.40-56) 33 Entonces la mujer, que sabía lo

21 Jesús regresó en una barca a la que en ella había ocurrido, con


otra orilla, y como una gran multi- temor y temblor se acercó y, arrodi-
tud se reunió alrededor de él, deci- llándose delante de él, le dijo toda
dió quedarse en la orilla del lago. la verdad.
22 Entonces vino Jairo, que era uno

34 Jesús le dijo: «Hija, por tu fe has

de los jefes de la sinagoga, y cuando sido sanada. Ve en paz, y queda sa-


lo vio, se arrojó a sus pies na de tu enfermedad.»
23 y le rogó con mucha insistencia:

35 Todavía estaba él hablando cuan-

«¡Ven que mi hija está agonizando! do de la casa del jefe de la sinagoga


Pon tus manos sobre ella, para que vinieron a decirle: «Ya no molestes
sane y siga con vida.» al Maestro. Tu hija ha muerto.»
24 Jesús se fue con él, y una gran

36 Pero Jesús, que oyó lo que decían,

multitud lo seguía y lo apretujaba. le dijo al jefe de la sinagoga: «No


25 Allí estaba una mujer que desde
  temas. Sólo debes creer.»
hacía doce años padecía de hemo- 37Y con la excepción de Pedro, Jaco-

rragias bo y Juan, el hermano de Jacobo, no


26 y había sufrido mucho a manos de
  permitió que nadie más lo acompa-
muchos médicos, pero que lejos de ñara.
mejorar había gastado todo lo que 38 Cuando llegó a la casa del jefe de

tenía, sin ningún resultado. la sinagoga, vio mucho alboroto, y


27Cuando oyó hablar de Jesús, se le
  gente que lloraba y lamentaba.
acercó por detrás, entre la gente, y 39 Al entrar, les dijo: «¿A qué viene

le tocó el manto. tanto llanto y alboroto? La niña no


28 Y es que decía: «Si alcanzo a tocar
  está muerta, sino dormida.»
aunque sea su manto, me sanaré.» 40 La gente se burlaba de él, pero

29 Y tan pronto como tocó el manto


  él ordenó que todos salieran. Tomó
de Jesús, su hemorragia se detuvo, luego al padre y a la madre de la

1445
SAN MARCOS  5​, ​6

niña, y a los que estaban con él, y y aunque se quedó asombrado de


6 

entró adonde estaba la niña. la incredulidad de ellos, siguió reco-


41 Jesús la tomó de la mano, y le dijo:
  rriendo las aldeas de alrededor para
«¡Talita cumi!», es decir, «A ti, niña, seguir enseñando.
te digo: ¡levántate!»
42 Enseguida la niña, que tenía doce

Misión de los doce discípulos
años, se levantó y comenzó a ca- (Mt 10.5-15; Lc 9.1-6)
minar. Y la gente se quedó llena de Jesús llamó a los doce y comenzó
7 

asombro. a enviarlos de dos en dos. Les dio au-


43 Pero Jesús les insistió mucho que
  toridad sobre los espíritus impuros,
no dijeran a nadie lo que había ocu- 8 y les mandó 

b que no llevaran nada

rrido, y les mandó que dieran de para el camino. Aparte de un bas-


comer a la niña. tón, no debían llevar mochila, ni
pan, ni dinero en el cinto.
Jesús en Nazaret 9 También podían llevar sandalias,

(Mt 13.53-58; Lc 4.16-30) pero no dos mudas de ropa.

6 De allí, Jesús se fue a su tierra, y 10 Les dijo: «Cuando ustedes lleguen

sus discípulos lo siguieron. a una casa, quédense allí hasta que


2 Cuando llegó el día de reposo, co-
  salgan de ese lugar.
menzó a enseñar en la sinagoga. Al 11Si en algún lugar no los reciben ni

escuchar a Jesús, muchos se pregunta- los escuchan, salgan de allí y sacú-


ban admirados: «¿De dónde sabe éste danse el polvo de los pies, como un
todo esto? ¿Qué clase de sabiduría ha testimonio contra ellos.»  c [De cierto

recibido? ¿Cómo es que con sus ma- les digo que, en el día del juicio, el
nos puede hacer estos milagros? castigo para los de Sodoma y Gomorra
3 ¿Acaso no es éste el carpintero, hijo
  será más tolerable que para aquella
de María y hermano de Jacobo, José, ciudad.] 1

Judas y Simón? ¿Acaso no están sus 12 Los doce salieron e iban predican-

hermanas aquí, entre nosotros?» Y do a la gente que se arrepintiera.


les resultaba muy difícil entenderlo. 13 También expulsaban muchos

4 Pero Jesús les dijo: «No hay profe-


  demonios, y ungían con aceite a
ta sin honra, excepto en su propia muchos enfermos y los sanaban. d
tierra, a entre sus parientes, y en su
familia.» Muerte de Juan el Bautista
5 Y Jesús no pudo realizar allí nin- (Mt 14.1-12; Lc 9.7-9)

gún milagro, a no ser sanar a unos Como la fama de Jesús había lle-
14  

pocos enfermos y poner sobre ellos gado a ser muy notoria, el rey Hero-
las manos; des supo acerca de él y dijo: «¡Juan el

1 6.11 El texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.
a 6.4: Jn 4.44. b 6.8-13: Lc 10.4-11. c 6.11: Hch 13.51. d 6.13: Stg 5.14.

1446
SAN MARCOS  6

Bautista ha resucitado de los muertos! Ella salió y le preguntó a su ma-


24  

¡Por eso operan en él estos poderes!» dre: «¿Qué debo pedirle?» Y su


15 Algunos decían: «Es Elías.» Pero
  madre le respondió: «¡Pídele la ca-
otros más afirmaban: «Es un profe- beza de Juan el Bautista!»
ta, o alguno de ellos.» e 25 Enseguida ella entró corriendo y

16 Cuando Herodes oyó esto, dijo:


  le dijo al rey: «Quiero que me des
«Éste es Juan, al que yo mandé que ahora mismo, en un plato, la cabeza
le cortaran la cabeza. ¡Ahora ha re- de Juan el Bautista.»
sucitado de los muertos!» 26 Esto entristeció mucho al rey, pe-

17Y es que por causa de Herodías,


  ro por causa del juramento y de los
la mujer de su hermano Felipe, que que estaban con él a la mesa, no
Herodes había tomado por mujer, quiso desairarla.
Herodes mismo había mandado que 27Enseguida, el rey ordenó a un sol-

aprehendieran a Juan y lo encade- dado de la guardia que le trajeran la


naran en la cárcel. cabeza de Juan.
18 Juan le había dicho a Herodes:

28 El soldado fue a la cárcel y lo

«No te es lícito tener a la mujer de decapitó, y llevó su cabeza en un


tu hermano.» f plato, se la entregó a la muchacha,
19Por eso Herodías le guardaba ren-
  y ésta se la entregó a su madre.
cor, y deseaba matarlo; pero no podía 29 Cuando los discípulos de Juan

20 porque Herodes temía a Juan,


  supieron esto, fueron a reclamar el
pues sabía que era un hombre jus- cuerpo para darle sepultura.
to y santo. Y aunque lo que Juan le
decía lo dejaba confundido, lo escu- Alimentación de los cinco mil
chaba de buena gana y lo protegía. (Mt 14.13-21; Lc 9.10-17; Jn 6.1-14)
21 Pero llegó la oportunidad. En la

30 Los apóstoles se reunieron con

fiesta de su cumpleaños, Herodes Jesús y le contaron todo lo que ha-


ofreció una cena a sus príncipes y bían hecho y enseñado.
tribunos, y a la gente importante 31 Jesús les dijo: «Vengan conmigo

de Galilea. ustedes solos, a un lugar apartado, y


22 Entonces la hija de Herodías se
  descansen un poco.» Y es que tanta
presentó en la fiesta y bailó, y tanto gente iba y venía, que ellos no te-
agradó esto a Herodes y a los que nían tiempo ni para comer.
estaban con él a la mesa, que el rey 32 Así que se fueron solos en una

le dijo a la muchacha: «Pídeme lo barca a un lugar apartado.


que quieras, y yo te lo daré.» 33 Pero muchos que los vieron partir

23 Y bajo juramento le dijo: «Yo te


  los reconocieron y los siguieron a
daré todo lo que me pidas, ¡aun si pie desde las ciudades. Llegaron an-
me pides la mitad de mi reino!» tes que ellos, y se reunieron con él.

e 6.14-15: Mt 16.14; Mc 8.28; Lc 9.19. f 6.17-18: Lc 3.19-20.

1447
SAN MARCOS  6

Cuando Jesús salió de la barca y


34   Jesús camina sobre las aguas
vio a tanta gente, tuvo compasión (Mt 14.22-27; Jn 6.15-21)
de ellos, porque parecían ovejas sin 45 Enseguida, hizo que sus discí-

pastor, g y comenzó entonces a ense- pulos subieran a la barca y que se


ñarles muchas cosas. adelantaran a la otra orilla, a Bet-
35 El tiempo pasó y se hizo tarde, así
  saida, mientras que él despedía a la
que sus discípulos se acercaron a él multitud,
y le dijeron: «Ya es muy tarde, y en 46 pero después de despedirlos se

este lugar no hay nada. fue al monte a orar.


36 Despide a esta gente, para que va-

47Cuando llegó la noche, la barca ya

yan a los campos y aldeas cercanas, estaba a la mitad del lago, y Jesús
y compren algo de comer.» estaba en tierra solo;
37Jesús les respondió: «Denles uste-

48 pero cerca del amanecer fue ha-

des de comer.» Pero ellos le dijeron: cia ellos caminando sobre las aguas,
«¿Quieres que vayamos a comprar pues los vio remar con mucha difi-
pan y les demos de comer? ¡Eso cultad porque tenían el viento en
costaría como doscientos denarios!» contra. Hizo el intento de pasar de
38 Jesús les dijo: «Vayan a ver cuán-
  largo,
tos panes tienen ustedes.» Cuando 49 pero ellos, al verlo caminar sobre

lo averiguaron, le dijeron: «Tenemos las aguas, pensaron que era un fan-


cinco panes y dos pescados.» tasma y comenzaron a gritar,
39 Jesús les mandó entonces que hi-

50 pues todos lo vieron y se asusta-

cieran que la gente se recostara por ron. Pero él enseguida habló con
grupos sobre la hierba verde, ellos y les dijo: «¡Ánimo! ¡Soy yo!
40 y ellos así lo hicieron, formando gru-
  ¡No tengan miedo!»
pos de cien y de cincuenta personas. 51 Al subir a la barca con ellos, el

41 Jesús tomó entonces los cinco pa-


  viento se calmó. Y ellos estaban
nes y los dos pescados, y levantando muy asombrados.
los ojos al cielo los bendijo. Luego 52 Más bien, su corazón estaba

partió los panes y se los dio a sus endurecido, y aún no habían en-
discípulos para que los repartieran tendido lo de los panes.
entre la gente, y también repartió
entre todos los dos pescados. Jesús sana a los enfermos en
42 Todos comieron y quedaron satis-

Genesaret
fechos, (Mt 14.34-36)
43 y con lo que sobró del pan y los
  Terminada la travesía, llegaron a
53 

pescados llenaron doce cestas. la orilla y tocaron tierra en Genesaret.


44 Los que comieron fueron como

54 Tan pronto como bajaron de la

cinco mil hombres. barca, la gente reconoció a Jesús,

g 6.34: 1 R 22.17; 2 Cr 18.16; Zac 10.2; Mt 9.36.

1448
SAN MARCOS  6​, ​7

y a medida que recorrían todos


55   6 Jesús les respondió: «¡Hipócritas!
los alrededores, en cuanto sabían Bien profetizó de ustedes Isaías,
donde estaba Jesús comenzaron a cuando escribió:
llevar de todas partes enfermos en »“Este pueblo me honra con
sus lechos. los labios,
56 Dondequiera que él entraba, ya
  pero su corazón está lejos de
fueran aldeas, ciudades o campos, mí.
ponían en las calles a los que esta- 7 No tiene sentido que me hon-
ban enfermos, y le rogaban que les ren,
permitiera tocar siquiera el borde si sus enseñanzas son manda-
de su manto. ¡Y todos los que lo to- mientos humanos.” a
caban quedaban sanos! 8 Porque ustedes dejan de lado el

mandamiento de Dios, y se aferran


Lo que contamina al hombre a la tradición de los hombres.» [Es
(Mt 15.1-20) decir, al lavamiento de jarros y de

7 Los fariseos y algunos de los


escribas, que habían venido de
Jerusalén, se acercaron a Jesús
vasos para beber, y a muchas otras
cosas semejantes.] 2
9 También les dijo: «¡Qué bien

2 y vieron que algunos de sus dis-


  invalidan ustedes el mandamiento
cípulos comían pan con manos de Dios, para mantener su propia
impuras, es decir, sin habérselas tradición!
lavado. 10 Porque Moisés dijo: “Honra a tu

3 (Los fariseos, y todos los judíos,


  padre y a tu madre”, b y también:
viven aferrados a la tradición de “El que maldiga al padre o a la ma-
los ancianos, de modo que, si no dre, morirá irremisiblemente.” c
se lavan las manos muchas veces, 11 Pero ustedes dicen: “Basta que

no comen. alguien diga al padre o a la ma-


4 Cuando vuelven del mercado,
  dre: ‘Todo aquello con que podría
no comen si antes no se lavan. Y ayudarte es Corbán’ (es decir, mi
conservan también muchas otras ofrenda a Dios)”,
tradiciones, como el lavar los vasos 12 y con eso ustedes ya no permiten

en que beben, los jarros, los utensi- que nadie ayude más a su padre o
lios de metal, y las camas.) a su madre.
5 Entonces los fariseos y los escribas

13 Es así como ustedes invalidan la

le preguntaron a Jesús: «¿Por qué palabra de Dios con la tradición que


tus discípulos no siguen la tradición se han transmitido, además de que
de los ancianos, sino que comen hacen muchas otras cosas pareci-
pan con manos impuras?» das.»

2 7.8 El texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.
a 7.6-7: Is 29.13. b 7.10: Ex 20.12; Dt 5.16. c 7.10: Ex 21.17; Lv 20.9.

1449
SAN MARCOS  7

Jesús volvió a llamar a toda la


14   y trató de que nadie lo supiera, pero
gente, y les dijo: «Escúchenme to- no pudo esconderse
dos, y entiendan: 25 porque, tan pronto como una

15 Nada que venga de afuera puede


  mujer, cuya hija tenía un espíritu
contaminar a nadie. Lo que contami- impuro, supo que él había llegado,
na a la persona es lo que sale de ella.» fue a su encuentro y se arrojó a sus
16 [Si alguno tiene oídos para oír,
  pies.
que oiga.] 3 26 Esa mujer era griega, de nacio-

17 Cuando entró en la casa, luego de


  nalidad sirofenicia, y le rogaba que
alejarse de la multitud, sus discípulos expulsara de su hija al demonio;
le preguntaron acerca de la parábola. 27pero Jesús le dijo: «Primero deja

18 Jesús les dijo: «¿Tampoco ustedes


  que los hijos queden satisfechos,
pueden entender esto? ¿Acaso no porque no está bien quitarles a los
entienden que nada que venga de hijos su pan y echárselo a los pe-
afuera y entre en alguien puede rritos.»
contaminarlo? 28 La mujer le respondió: «Es ver-

19 Porque eso no entra en su cora-


  dad, Señor. Pero hasta los perritos
zón, sino en su vientre, y al final comen debajo de la mesa las miga-
va a parar en la letrina.» Con esto jas que dejan caer los hijos.»
Jesús estaba diciendo que todos los 29 Entonces Jesús le dijo: «Por esto

alimentos son limpios, que has dicho, puedes irte tranqui-


20 aunque también decía que lo que
  la; el demonio ya ha salido de tu
contamina es lo que sale de la per- hija.»
sona. 30 Cuando la mujer llegó a su casa,

21 Porque de adentro del corazón


  encontró a su hija acostada en la
humano salen los malos pensa- cama, y el demonio ya había salido
mientos, la inmoralidad sexual, los de ella.
robos, los homicidios,
22 los adulterios, las avaricias, las

Jesús sana a un sordo
maldades, el engaño, la lujuria, la Jesús volvió a salir de la región
31 

envidia, la calumnia, la soberbia y de Tiro, y fue por Sidón al lago de


la insensatez. Galilea, pasando por la región de
23 Todos estos males vienen de aden-
  Decápolis.
tro y contaminan a la persona. 32 Le llevaron allí a un sordo y tar-

tamudo, y le rogaban que pusiera la


La fe de la mujer sirofenicia mano sobre él.
(Mt 15.21-28) 33 Jesús lo apartó de la gente, le me-

De allí Jesús se fue a la región


24   tió los dedos en las orejas y, con su
de Tiro y de Sidón. Llegó a una casa saliva, le tocó la lengua;

3 7.16 El texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.

1450
SAN MARCOS  7​, ​8

luego levantó los ojos al cielo, y


34   los dio a sus discípulos, para que
lanzando un suspiro le dijo: «¡Efa- ellos los repartieran entre la multi-
ta!», es decir, «¡Ábrete!» tud. Ellos así lo hicieron.
35 Al instante se le abrieron los oí-

7Tenían también unos cuantos pes-

dos y se le destrabó la lengua, de caditos, así que Jesús los bendijo y


modo que comenzó a hablar bien. mandó también que los repartieran.
36 Jesús les mandó que no contaran

8 Toda la gente comió hasta quedar

esto a nadie, pero mientras más se satisfecha y, cuando recogieron lo


lo prohibía, ellos más y más lo di- que sobró, llenaron siete canastas.
vulgaban. 9 Los que comieron eran como cua-

37La gente estaba muy asombrada,


  tro mil. Luego Jesús los despidió
y decía: «Todo lo hace bien. Hasta 10 y enseguida entró en la barca con

puede hacer que los sordos oigan y sus discípulos para irse a la región
que los mudos hablen.» de Dalmanuta.
Alimentación de los cuatro mil La demanda de una señal
(Mt 15.32-39) (Mt 16.1-4; Lc 12.54-56)

8 Por esos días volvió a reunirse 11 Los fariseos llegaron y comenza-


una gran multitud. Como no ron a discutir con él, y para ponerlo
tenían qué comer, Jesús llamó a sus a prueba le pidieron que hiciera una
discípulos y les dijo: señal del cielo. a
2 «Esta gente me parte el corazón.

12 Lanzando un profundo suspiro,

Hace ya tres días que están conmi- Jesús dijo: «¿Por qué pide esta gente
go, y no tienen qué comer. una señal? b De cierto les digo que
3 Si los mando a sus casas en ayu-
  ninguna señal se le concederá.»
nas, podrían desmayarse en el 13 Los dejó entonces, y volvió a entrar

camino, pues algunos de ellos han en la barca para irse a la otra orilla.
venido de muy lejos.»
4 Sus discípulos le respondieron: «¿Y

La levadura de los fariseos
(Mt 16.5-12)
dónde vamos a conseguirles pan
suficiente en un lugar tan apartado Los discípulos se habían olvidado
14  

como éste?» de llevar comida, así que en la barca


5 Jesús les preguntó: «¿Cuántos
  sólo tenían un pan.
panes tienen ustedes?» Y ellos res- 15 Jesús les mandó: «Abran los ojos

pondieron: «Siete.» y cuídense de la levadura de los fa-


6 Entonces Jesús mandó a la mul-
  riseos, c y también de la levadura de
titud que se recostara en el suelo, Herodes.»
luego tomó los siete panes, y des- 16 Ellos se decían entre sí: «Lo dice

pués de dar gracias los partió y se porque no trajimos pan.»

a 8.11: Mt 12.38; Lc 11.16. b 8.12: Mt 12.39; Lc 11.29. c 8.15: Lc 12.1.

1451
SAN MARCOS  8

17 Pero Jesús se dio cuenta y les di- La confesión de Pedro


jo: «¿Por qué discuten de que no (Mt 16.13-20; Lc 9.18-21)
tienen pan? ¿Todavía no entienden 27 Jesús y sus discípulos fueron

ni se dan cuenta? ¿Todavía tienen entonces a las aldeas de Cesarea


cerrada la mente? de Filipo. En el camino, Jesús les
18 ¿Tienen ojos, pero no ven? ¿Tie-
  preguntó: «¿Quién dice la gente que
nen oídos, pero no oyen? d ¿Acaso soy yo?»
ya no se acuerdan? 28 Ellos respondieron: «Unos dicen

19 Cuando repartí los cinco panes


  que eres Juan el Bautista; otros, que
entre los cinco mil, ¿cuántas cestas Elías; y otros más, que alguno de
llenas del pan que sobró recogie- los profetas.» e
ron?» Y ellos dijeron: «Doce.» 29 Entonces él les preguntó: «Y uste-

20 «Y cuando repartí los siete pa-


  des, ¿quién dicen que soy?» Pedro
nes entre los cuatro mil, ¿cuántas le respondió: «Tú eres el Cristo.» f
canastas llenas del pan que sobró 30 Pero él les mandó que no dijeran

recogieron?» Ellos respondieron: nada a nadie acerca de él.


«Siete.»
21 Entonces les dijo: «¿Y cómo es que

Jesús anuncia su muerte
todavía no entienden?» (Mt 16.21-28; Lc 9.22-27)
31 Jesús comenzó entonces a en-
Un ciego sanado en Betsaida señarles que era necesario que el
22 Cuando fueron a Betsaida, le
  Hijo del Hombre sufriera mucho y
llevaron un ciego y le rogaron que fuera desechado por los ancianos, los
lo tocara. principales sacerdotes y los escribas,
23 Jesús tomó la mano del ciego y lo
  y que tenía que morir y resucitar
llevó fuera de la aldea. Allí escupió después de tres días.
en los ojos del ciego, y luego le pu- 32 Esto se lo dijo con toda franqueza.

so las manos encima y le preguntó: Pero Pedro lo llevó aparte y comen-


«¿Puedes ver algo?» zó a reconvenirlo.
24 El ciego levantó los ojos y dijo:

33 Entonces Jesús se volvió a ver a

«Veo gente. Parecen árboles que los discípulos, y reprendió a Pedro.


caminan.» Le dijo: «¡Aléjate de mi vista, Sata-
25 Jesús le puso otra vez las manos
  nás! ¡Tú no piensas en las cosas de
sobre los ojos, y el ciego recobró la Dios sino en cuestiones humanas!»
vista y pudo ver a todos de lejos y 34 Luego llamó a la gente y a sus

con claridad. discípulos, y les dijo: «Si alguno


26 Jesús lo envió a su casa, y le dijo:
  quiere seguirme, niéguese a sí mis-
«No vayas ahora a la aldea.» mo, tome su cruz, y sígame. g

d 8.18: Is 6.9-10; Jer 5.21; Ez 12.2. e 8.28: Mc 6.14-15; Lc 9.7-8. f 8.29: Jn 6.68-69.


g 8.34: Mt 10.38; Lc 14.27.

1452
SAN MARCOS  8​, ​9

35 Porque todo el que quiera salvar 6 Y es que no sabía qué decir, pues
su vida, la perderá, y todo el que todos estaban espantados.
pierda su vida por causa de mí y del 7En eso, vino una nube y les hizo

evangelio, la salvará. h sombra. Y desde la nube se oyó


36 Porque ¿de qué le sirve a uno ga-
  una voz que decía: «Éste es mi Hijo
narse todo el mundo, si pierde su amado. b ¡Escúchenlo!»
alma? 8 Miraron a su alrededor, pero no

37¿O qué puede dar uno a cambio


  vieron a nadie; sólo Jesús estaba
de su alma? con ellos.
38 »Si en esta generación adúltera y

9 Mientras bajaban del monte, Jesús

pecadora alguien se avergüenza de les mandó que no dijeran a nadie


mí y de mis palabras, también el nada de lo que habían visto, hasta
Hijo del Hombre se avergonzará de que el Hijo del Hombre hubiera re-
él, cuando venga en la gloria de su sucitado de los muertos.
Padre con los santos ángeles.» 10 Por eso ellos guardaron el secre-

9 Jesús les dijo: «De cierto les digo


que algunos de los que están
aquí no morirán hasta que vean
to entre sí, aunque se preguntaban
qué querría decir aquello de «resu-
citar de los muertos».
llegar el reino de Dios con poder.» 11 Entonces le preguntaron: «¿Por

qué dicen los escribas que es ne-


La transfiguración cesario que Elías venga primero?» c
(Mt 17.1-13; Lc 9.28-36) 12 Él les respondió: «A decir verdad,

Seis días después, Jesús se llevó


2  Elías vendrá primero y restaurará
aparte a Pedro, Jacobo y Juan. Los todas las cosas. ¿Y cómo, entonces,
llevó a un monte alto, y allí se trans- dice la Escritura que el Hijo del
figuró delante de ellos. a hombre tiene que padecer mucho y
3 Sus vestidos se volvieron resplan-
  ser despreciado?
decientes y muy blancos, como la 13 Pues yo les digo que Elías ya vino,

nieve. ¡Nadie en este mundo que y que hicieron con él todo lo que
los lavara podría dejarlos tan blan- quisieron, tal y como está escrito
cos! acerca de él.»
4 Y se les aparecieron Elías y Moi-

sés, y hablaban con Jesús. Jesús y el joven endemoniado


5 Pedro le dijo entonces a Jesús: (Mt 17.14-21; Lc 9.37-43)

«Maestro, ¡qué bueno es para noso- 14 Cuando llegaron adonde estaban


tros estar aquí! Vamos a hacer tres los otros discípulos, los encontraron
cobertizos; uno para ti, otro para rodeados de una gran multitud. Al-
Moisés, y otro para Elías.» gunos escribas discutían con ellos.

h 8.35: Mt 10.39; Lc 17.33; Jn 12.25. a 9.2-7: 2 P 1.17-18.


b 9.7: Mt 3.17; Mc 1.11; Lc 3.22. c 9.11: Mal 4.5; Mt 11.14.

1453
SAN MARCOS  9

15 En cuanto la gente vio a Jesús, se impuro y le dijo: «Espíritu sordo y


quedó asombrada y corrió a salu- mudo, ¡yo te ordeno que salgas de
darlo. este muchacho, y que nunca vuel-
16 Jesús les preguntó: «¿Qué es lo
  vas a entrar en él!»
que discuten con ellos?» 26 El espíritu salió gritando y sacu-

17De entre la multitud, uno le res-


  diendo con violencia al muchacho, el
pondió: «Maestro, te he traído a cual se quedó como muerto. En efec-
mi hijo. Tiene un espíritu que lo to, muchos decían: «Está muerto.»
ha dejado mudo. 27Pero Jesús lo tomó de la mano, lo

18 Cada vez que se posesiona de él,


  enderezó, y el muchacho se puso
lo sacude; entonces mi hijo echa de pie.
espuma por la boca, rechina los 28 Cuando Jesús entró en la casa, sus

dientes, y se queda rígido. Les pedí discípulos le preguntaron a solas:


a tus discípulos que expulsaran a «¿Por qué nosotros no pudimos ex-
ese espíritu, pero no pudieron.» pulsarlo?»
19 Jesús dijo: «¡Ay, gente incrédula!

29 Jesús les respondió: «Estos demo-

¿Hasta cuándo tendré que estar con nios no salen sino con oración.»
ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que
soportarlos? ¡Tráiganme al mucha- Jesús anuncia otra vez su muerte
cho!» (Mt 17.22-23; Lc 9.43-45)
20 Cuando se lo llevaron, tan pronto

30  Cuando se fueron de allí, pasa-
como el espíritu vio a Jesús, sacudió ron por Galilea. Pero Jesús no quería
al muchacho con violencia, y éste que nadie lo supiera,
cayó al suelo revolcándose y echan- 31 porque estaba enseñando a sus

do espuma por la boca. discípulos. Les decía: «El Hijo del


21 Jesús le preguntó al padre: «¿Des-
  Hombre será entregado a los pode-
de cuándo le sucede esto?» Y el res de este mundo, y lo matarán.
padre respondió: «Desde que era Pero, después de muerto, al tercer
niño. día resucitará.»
22 Muchas veces lo arroja al fuego, o

32 Ellos no entendieron lo que Jesús

al agua, con la intención de matarlo. quiso decir con esto, pero tuvieron
Si puedes hacer algo, ¡ten compa- miedo de preguntárselo.
sión de nosotros y ayúdanos!»
23 Jesús le dijo: «¿Cómo que “si

¿Quién es el mayor?
puedes”? Para quien cree, todo es (Mt 18.1-5; Lc 9.46-48)
posible.» 33  Llegaron a Cafarnaún, y cuan-
24 Al instante, el padre del mucha-
  do ya estaban en la casa, Jesús les
cho exclamó: «¡Creo! ¡Ayúdame en preguntó: «¿Qué tanto discutían
mi incredulidad!» ustedes en el camino?»
25 Cuando Jesús vio que la multitud

34 Ellos se quedaron callados, por-

se agolpaba, reprendió al espíritu que en el camino habían estado

1454
SAN MARCOS  9​, ​10

discutiendo quién de ellos era el al cuello una piedra de molino, y


más importante. d que lo arrojaran al mar.
35 Jesús se sentó, llamó a los doce, y

43 Si tu mano te lleva a pecar, córta-

les dijo: «Si alguno quiere ser el pri- tela. Es mejor que entres en la vida
mero, deberá ser el último de todos, manco, y no que entres con las dos
y el servidor de todos.» e manos y que vayas al infierno, al
36 Luego puso a un niño en medio
  fuego que nunca se apaga. i
de ellos, y tomándolo en sus brazos 44 [Allí, los gusanos no mueren, y el

les dijo: fuego nunca se apaga.] 4


37«El que recibe en mi nombre a un

45 Si tu pie te lleva a pecar, córtatelo.

niño como éste, me recibe a mí, y Es mejor que entres en la vida cojo,
el que me recibe a mí, no me reci- y no que tengas los dos pies y que
be a mí sino al que me envió.» f vayas al infierno, [al fuego que no
puede ser apagado,
Quién está a favor de Jesús 46 donde los gusanos no mueren, y

(Lc 9.49-50) el fuego nunca se apaga.] 5


Juan le dijo: «Maestro, hemos
38   47Si tu ojo te lleva a pecar, sácate-

visto a uno que expulsaba demonios lo. Es mejor que entres en el reino
en tu nombre, pero se lo prohibi- de Dios con un solo ojo, y no que
mos, porque no es de los nuestros.» tengas los dos ojos y seas arrojado
39 Pero Jesús les dijo: «No se lo pro-
  al infierno, j
híban, porque nadie puede hacer 48 donde los gusanos no mueren, y

un milagro en mi nombre, y luego el fuego nunca se apaga. k


hablar mal de mí. 49Porque todos serán sazonados con

40 El que no está contra nosotros,


  fuego.
está a favor de nosotros. g 50 La sal es buena. Pero si la sal

41 De cierto les digo que cualquiera


  se hace insípida, ¿con qué le de-
que les dé un vaso de agua en mi volverán su sabor? l Tengan sal en
nombre, por ser ustedes de Cristo, ustedes mismos, y vivan en paz
no perderá su recompensa. h unos con otros.»
Ocasiones de pecar Jesús enseña sobre el divorcio
(Mt 18.6-9; Lc 17.1-2) (Mt 19.1-12; Lc 16.18)

10
42 »A cualquiera que haga tropezar
  Jesús salió de allí y se fue a
a uno de estos pequeñitos que creen la región de Judea y al otro
en mí, más le valdría que le colgaran lado del Jordán. El pueblo volvió a
4 9.44 El texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos. 5 9.45-46 El
texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.
d 9.34: Lc 22.24. e 9.35: Mt 20.26-27; 23.11; Mc 10.43-44; Lc 22.26.
f 9.37: Mt 10.40; Lc 10.16; Jn 13.20. g 9.40: Mt 12.30; Lc 11.23. h 9.41: Mt 10.42.
i 9.43: Mt 5.30. j 9.47: Mt 5.29. k 9.48: Is 66.24. l 9.50: Mt 5.13; Lc 14.34-35.

1455
SAN MARCOS  10

reunirse en torno suyo, y él volvió a reprendieron a quienes los habían


enseñarles, como era su costumbre. llevado.
2 Unos fariseos se le acercaron y,

14 Al ver esto, Jesús se indignó y

para ponerlo a prueba, le pregunta- les dijo: «Dejen que los niños se
ron si le estaba permitido al esposo acerquen a mí. No se lo impidan,
divorciarse de su esposa. porque el reino de Dios es de los
3 Jesús les respondió: «¿Qué les
  que son como ellos.
mandó Moisés?» 15 De cierto les digo que el que no

4 Ellos dijeron: «Moisés permitió el


  reciba el reino de Dios como un ni-
divorciarse de la esposa mediante ño, no entrará en él.» e
un certificado de divorcio.» a 16 Entonces Jesús tomó a los niños

5 Jesús les dijo: «Ese mandamiento


  en sus brazos, puso sus manos so-
les escribió Moisés por lo obstinado bre ellos, y los bendijo.
que es el corazón de ustedes.
6 Pero, al principio de la creación,

El joven rico
Dios los hizo hombre y mujer. b (Mt 19.16-30; Lc 18.18-30)
7Por esto el hombre dejará a su pa-

17  Jesús salía ya para seguir su
dre y a su madre, y se unirá a su camino, cuando un hombre llegó
mujer, corriendo, se arrodilló delante de
8 y los dos serán un solo ser, así que
  él, y le preguntó: «Maestro bueno,
ya no son dos, sino uno solo. c ¿qué debo hacer para heredar la vida
9 Por tanto, lo que Dios ha unido,
  eterna?»
que no lo separe nadie.» 18 Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas

10 Ya en la casa, los discípulos volvie-


  bueno? No hay nadie que sea bue-
ron a preguntarle acerca de lo mismo, no, sino sólo Dios.
11 y Jesús les dijo: «Quien se divor-

19 Ya conoces los mandamientos: No

cia de su mujer y se casa con otra, mates. g No cometas adulterio. f No


comete adulterio contra la primera. robes. h No des falso testimonio. i No
12 Y si la mujer se divorcia de su
  defraudes. Honra a tu padre y a tu
marido y se casa con otro, también madre. j »
comete adulterio.» d 20 Aquel hombre le respondió:

«Maestro, todo esto lo he cumplido


Jesús bendice a los niños desde mi juventud.»
(Mt 19.13-15; Lc 18.15-17) 21 Jesús lo miró y, con mucho amor, le

Llevaron unos niños a Jesús para


13  dijo: «Una cosa te falta: anda y vende
que los tocara, pero los discípulos todo lo que tienes, y dáselo a los po-

a 10.4: Dt 24.1-4; Mt 5.31. b 10.6: Gn 1.27; 5.2. c 10.7-8: Gn 2.24.


d 10.11-12: Mt 5.32; 1 Co 7.10-11. e 10.15: Mt 18.3. g 10.19: Ex 20.13; Dt 5.17.
f 10.19: Ex 20.14; Dt 5.18. h 10.19: Ex 20.15; Dt 5.19. i 10.19: Ex 20.16; Dt 5.20.
j 10.19: Ex 20.12; Dt 5.16.

1456
SAN MARCOS  10

bres. Así tendrás un tesoro en el cielo. Jesús vuelve a anunciar su muerte


Después de eso, ven y sígueme.» (Mt 20.17-19; Lc 18.31-34)
22 Cuando aquel hombre oyó eso, se

32 Iban por el camino, subiendo

afligió y se fue triste, porque tenía a Jerusalén, y Jesús iba al frente de


muchas posesiones. los discípulos, los cuales estaban
23 Jesús miró a su alrededor, y les di-
  asombrados y lo seguían con miedo.
jo a sus discípulos: «¡Qué difícil es pa- Volvió entonces a llevar aparte a los
ra los ricos entrar en el reino de Dios!» doce, y comenzó a decirles lo que le
24 Los discípulos se asombraron de
  iba a suceder.
sus palabras, pero Jesús volvió a de- 33 «Como pueden ver, ahora vamos

cirles: «Hijos, ¡qué difícil es entrar camino a Jerusalén, y el Hijo del


en el reino de Dios! Hombre será entregado a los prin-
25 Es más fácil que un camello pase
  cipales sacerdotes y a los escribas,
por el ojo de una aguja, a que un los cuales lo condenarán a muerte
rico entre en el reino de Dios». y lo entregarán a los no judíos.
26 Ellos se asombraron aún más, y se

34 Y se burlarán de él y lo escupirán,

preguntaban unos a otros: «Enton- lo azotarán y lo matarán. Pero al


ces, ¿quién podrá salvarse?» tercer día resucitará.»
27Jesús los miró fijamente y les dijo:

«Esto es imposible para los hom- Petición de Santiago y de Juan


bres, pero no para Dios. Porque (Mt 20.20-28)
para Dios todo es posible.» 35 Jacobo y Juan, los hijos de Zebe-
28 Pedro comenzó entonces a decir-
  deo, se acercaron a él y le dijeron:
le: «Como sabes, nosotros lo hemos «Maestro, queremos que nos conce-
dejado todo, y te hemos seguido.» das lo que vamos a pedirte.»
29 Jesús respondió: «De cierto les

36 Jesús les preguntó: «¿Qué quieren

digo: No hay nadie que por causa que haga por ustedes?»
de mí y del evangelio haya dejado 37 Ellos le respondieron: «Concé-

casa, hermanos, hermanas, madre, denos que, en tu gloria, uno de


padre, hijos, o tierras, nosotros se siente a tu derecha y el
30 que ahora en este tiempo no reci-
  otro a tu izquierda.»
ba, aunque con persecuciones, cien 38 Jesús les dijo: «Ustedes no saben

veces más casas, hermanos, herma- lo que piden. ¿Acaso pueden beber
nas, madres, hijos, y tierras, y en el del mismo vaso del que yo bebo, o
tiempo venidero la vida eterna. ser bautizados con el mismo bautis-
31 Muchos de los que ahora son los
  mo que voy a recibir?» l
primeros, serán los últimos; y los que 39 Ellos dijeron: «Sí podemos.»

ahora son los últimos, serán los pri- Entonces Jesús les dijo: «A decir
meros. k » verdad, beberán del vaso del que

k 10.31: Mt 20.16; Lc 13.30. l 10.38: Lc 12.50.

1457
SAN MARCOS  10​, ​11

yo bebo, y recibirán el mismo bau- 49 Jesús se detuvo y mandó que lo


tismo que voy a recibir, llamaran. Los que llamaron al ciego
40 pero no me corresponde conce-
  le dijeron: «¡Mucho ánimo! ¡Leván-
derles que se sienten a mi derecha o tate, que Jesús te llama!»
a mi izquierda, pues ya es de aque- 50 Arrojando su capa, el ciego dio un

llos para quienes está preparado.» salto y se acercó a Jesús,


41 Cuando los otros diez oyeron esto,

51y Jesús le preguntó: «¿Qué quieres

se enojaron contra Jacobo y Juan. que haga por ti?» El ciego le respondió:
42 Pero Jesús los llamó y les dijo: «Co-
  «Maestro, quiero recobrar la vista.»
mo ustedes saben, los gobernantes 52 Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha sal-

de las naciones las dominan, y los vado.» Y enseguida el ciego recobró


poderosos les imponen su autoridad. la vista, y siguió a Jesús en el camino.
43 Pero entre ustedes no debe ser

así. m Más bien, aquel de ustedes La entrada triunfal en Jerusalén


que quiera hacerse grande será su (Mt 21.1-11; Lc 19.28-40; Jn 12.12-19)
servidor,
44 y aquel de ustedes que quiera ser

el primero, será su esclavo. n


11  uando ya estaban cerca de
C
Jerusalén, Betfagué y Beta-
nia, y frente al monte de los Olivos,
45 Porque ni siquiera el Hijo del
  Jesús envió a dos de sus discípulos
Hombre vino para ser servido, si- 2 y les dijo: «Vayan a la aldea que

no para servir y para dar su vida en tienen ante ustedes. Al entrar en


rescate por muchos.» ella, van a encontrar atado un
burrito, sobre el cual nadie se ha
Bartimeo recibe la vista montado. Desátenlo y tráiganlo acá.
(Mt 20.29-34; Lc 18.35-43) 3 Si alguien les pregunta: “¿Por qué

Llegaron a Jericó, y al salir de


46   hacen esto?”, respondan que el Se-
la ciudad Jesús iba seguido de sus ñor lo necesita, y que muy pronto
discípulos y de una gran multitud. lo devolverá.»
Junto al camino estaba sentado un 4 Los discípulos fueron, y en la calle,

mendigo llamado Bartimeo hijo de junto a una puerta, encontraron el


Timeo, que era ciego. burrito atado. Lo desataron.
47Cuando éste supo que quien ve-

5 Algunos de los que estaban allí les

nía era Jesús de Nazaret, comenzó preguntaron: «¿Qué hacen? ¿Por


a gritar y a decir: «Jesús, Hijo de qué están desatando el burrito?»
David, ¡ten misericordia de mí!» 6 Ellos les respondieron lo que Jesús les

48 Muchos lo reprendían para que


  había dicho, y los dejaron desatarlo.
callara, pero él gritaba con más 7 Ellos llevaron a Jesús el burrito,

fuerza: «Hijo de David, ¡ten mise- sobre el que echaron sus mantos, y
ricordia de mí!» luego Jesús se montó sobre él.

m 10.42-43: Lc 22.25-26. n 10.43-44: Mt 23.11; Mc 9.35; Lc 22.26.

1458
SAN MARCOS  11

8 Por el camino, muchos tendían utensilio;


también sus mantos, mientras que 17más bien, les enseñaba y les decía:

otros cortaban ramas que habían «¿Acaso no está escrito: “Mi casa
cortado en el campo. será llamada casa de oración para
9 Tanto los que iban delante como
  todas las naciones”? c ¡Pero ustedes
los que iban detrás gritaban: «¡Ho- han hecho de ella una cueva de la-
sanna! a ¡Bendito el que viene en el drones!» d
nombre del Señor! b 18 Cuando los escribas y los prin-

10 ¡Bendito el reino venidero de nuestro


  cipales sacerdotes lo oyeron,
padre David! ¡Hosanna en las alturas!» comenzaron a buscar la manera de
11 Jesús entró en Jerusalén y se diri-
  matarlo. Y es que le tenían miedo,
gió al templo. Después de mirar todo a pues toda la gente estaba admirada
su alrededor, se fue a Betania con los de sus enseñanzas.
doce, pues ya estaba anocheciendo. 19 Pero al llegar la noche, Jesús salió

de la ciudad.
Maldición de la higuera estéril
(Mt 21.18-19) La higuera maldecida se seca
(Mt 21.19-22)
Al día siguiente, cuando salieron
12  

de Betania, Jesús tuvo hambre. 20 A la mañana siguiente, cuando


13 Al ver de lejos una higuera con


  pasaron cerca de la higuera, vieron
hojas, fue a ver si hallaba en ella al- que ésta se había secado de raíz.
gún higo; pero al llegar no encontró 21 Pedro se acordó y le dijo: «¡Mira,

en ella más que hojas, pues no era Maestro! ¡La higuera que maldijiste
el tiempo de los higos. se ha secado!»
14 Entonces Jesús le dijo a la higuera:

22 Jesús les dijo: «Tengan fe en Dios.

«¡Que nadie vuelva a comer fruto 23 Porque de cierto les digo que

de ti!» Y sus discípulos lo oyeron. cualquiera que diga a este mon-


te: “¡Quítate de ahí y échate en el
Purificación del templo mar!”, su orden se cumplirá, siempre
(Mt 21.12-17; Lc 19.45-48; Jn 2.13-22) y cuando no dude en su corazón, si-
Llegaron a Jerusalén. Y al entrar
15   no que crea que se cumplirá. e
Jesús en el templo comenzó a echar 24 Por tanto, les digo: Todo lo que

de allí a los que vendían y compra- pidan en oración, crean que lo re-
ban en su interior. Volcó las mesas cibirán, y se les concederá.
de los cambistas y las sillas de los 25 Y cuando oren, si tienen algo con-

que vendían palomas, tra alguien, perdónenlo, para que


16 y no permitía que nadie atra-
  también su Padre que está en los cie-
vesara el templo llevando algún los les perdone a ustedes sus ofensas.

a 11.9: Sal 118.25. b 11.9: Sal 118.26. c 11.17: Is 56.7. d 11.17: Jer 7.11.


e 11.23: Mt 17.20; 1 Co 13.2.

1459
SAN MARCOS  11​, ​12

Porque si ustedes no perdonan,


26   una torre, y la arrendó a unos labra-
tampoco su Padre que está en los dores. Luego se fue lejos.
cielos les perdonará a ustedes sus 2 A su debido tiempo, envió un

ofensas.» f siervo a los labradores para que le


entregaran la parte de lo que la vi-
La autoridad de Jesús ña había producido.
(Mt 21.23-27; Lc 20.1-8) 3 Pero los labradores lo agarraron y

Volvieron a Jerusalén. Y mientras


27  lo golpearon, y lo mandaron con las
Jesús andaba por el templo, los prin- manos vacías.
cipales sacerdotes, los escribas y los 4 Volvió a enviarles otro siervo, pero

ancianos se le acercaron a éste lo descalabraron y lo insul-


28 y le preguntaron: «¿Con qué au-
  taron.
toridad haces todo esto? ¿Quién te 5 Volvió a enviar otro más, y a és-

dio autoridad para hacerlo?» te lo mataron. Después mandó a


29 Jesús les dijo: «Yo también voy a
  muchos otros pero a unos los gol-
hacerles una pregunta. Si me la res- pearon y a otros los mataron.
ponden, entonces les diré con qué 6 Todavía le quedaba uno a quien

autoridad hago esto. enviar, que era su hijo amado, y


30 Díganme: el bautismo de Juan,
  finalmente lo envió a ellos, pues
¿era del cielo, o de los hombres?» pensó: “A mi hijo lo respetarán.”
31 Ellos comenzaron a discutir entre

7Pero aquellos labradores se dijeron

sí: «Si decimos que era del cielo, él unos a otros: “Éste es el heredero.
nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le Vamos a matarlo, y la herencia será
creyeron?” nuestra.”
32 Y si decimos que era de los hom-

8 Y lo agarraron y lo mataron, y lue-

bres...» Y es que tenían miedo de go arrojaron su cuerpo fuera de la


la gente, pues todos consideraban viña.
que Juan era un verdadero profeta. 9 ¿Qué hará entonces el dueño de la

33 Entonces le respondieron a Jesús:


  viña? ¡Pues irá y matará a los labra-
«No lo sabemos.» Y Jesús les dijo: dores, y dará su viña a otros!
«Pues yo tampoco voy a decirles 10 ¿Ni siquiera han leído la escritura

con qué autoridad hago todo esto.» que dice:


»“La piedra que desecharon
Los labradores malvados los constructores
(Mt 21.33-46; Lc 20.9-19) ha venido a ser la piedra

12 Jesús comenzó a hablarles


por medio de parábolas: «Un
hombre plantó una viña; a le puso
11
angular.
¡Esto lo ha hecho el Señor,
y a nuestros ojos es una mara-
una cerca, le cavó un lagar, levantó villa!”»? b

f 11.25-26: Mt 6.14-15. a 12.1: Is 5.1-2. b 12.10-11: Sal 118.22-23.

1460
SAN MARCOS  12

Al darse cuenta de que Jesús ha-


12   «Maestro, Moisés nos escribió d que,
19 

bía contado esta parábola por causa si el hermano de alguien muere y deja a
de ellos, quisieron aprehenderlo; su esposa sin hijos, algún hermano su-
pero como temían a la multitud lo yo debe casarse con la viuda para darle
dejaron y se fueron. descendencia a su hermano muerto.
20 Se dio el caso de siete hermanos.

La cuestión del tributo El primero de ellos se casó, y murió


(Mt 22.15-22; Lc 20.20-26) sin dejar descendencia.
Luego mandaron gente de los fa-
13  21 El segundo se casó con la viuda,

riseos y de los herodianos, para atra- y murió y tampoco dejó descenden-


par a Jesús en sus propias palabras. cia. Lo mismo pasó con el tercero,
14 Cuando aquéllos llegaron, le dije-

22 y con los siete; y ninguno de ellos

ron: «Maestro, sabemos que hablas dejó descendencia. Al final, todos


con la verdad, y que no permites murieron, y también la mujer.
que nadie influya en ti ni te dejas 23 En la resurrección, cuando todos

llevar por las apariencias humanas, resuciten, ¿esposa de cuál de ellos


sino que enseñas con verdad el ca- será esta mujer, puesto que los siete
mino de Dios. ¿Es lícito entonces estuvieron casados con ella?»
pagar tributo al César, o no? ¿De- 24 Jesús les respondió: «El error de

bemos pagarlo, o no?» ustedes es que no conocen las Escri-


15 Pero Jesús percibió la hipocresía
  turas ni el poder de Dios.
de ellos, así que les dijo: «¿Por qué 25 Porque cuando los muertos resu-

me tienden trampas? Tráiganme citen, no se casarán ni se darán en


una moneda, para que la vea.» casamiento, sino que serán como
16 Cuando se la llevaron, él les dijo:
  los ángeles que están en los cielos.
«¿De quién es esta imagen, y esta 26 Pero en cuanto a la resurrección

inscripción?» Ellos respondieron: de los muertos, ¿acaso no han leído


«Del César.» en el libro de Moisés? Allí dice que
17Entonces Jesús les dijo: «Pues den
  Dios le habló en la zarza y le dijo:
al César lo que es del César, y a “Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios
Dios lo que es de Dios.» Y se que- de Isaac y el Dios de Jacob.” e
daron admirados de él. 27Así que ustedes están muy equivo-

cados, porque Dios no es un Dios de


La pregunta acerca de la muertos, sino el Dios de los que viven.»
resurrección
(Mt 22.23-33; Lc 20.27-40) El gran mandamiento
(Mt 22.34-40)
Se le acercaron entonces los sa-
18  

duceos, que dicen que no hay resu- Uno de los escribas, que había
28  

rrección, c y le preguntaron: estado presente en la discusión y

c 12.18: Hch 23.8. d 12.19: Dt 25.5. e 12.26: Ex 3.6.

1461
SAN MARCOS  12

que vio lo bien que Jesús les había Siéntate a mi derecha,


respondido, le preguntó: f «De todos hasta que ponga a tus enemi-
los mandamientos, ¿cuál es el más gos
importante?» por estrado de tus pies.” k
29 Jesús le respondió: «El más im-

37 Y si David mismo lo llama Se-

portante es: “Oye, Israel: el Señor, ñor, ¿cómo, entonces, puede ser su
nuestro Dios, el Señor es uno.” hijo?» Y una gran multitud lo escu-
30 Y “amarás al Señor tu Dios con
  chaba de buena gana.
todo tu corazón, y con toda tu alma,
y con toda tu mente y con todas tus Jesús acusa a los escribas
fuerzas.” g (Mt 23.1-36; Lc 11.37-54; 20.45-47)
31 El segundo en importancia es:
  En su enseñanza también les
38  

“Amarás a tu prójimo como a ti mis- decía: «Cuídense de los escribas.


mo.” h No hay otro mandamiento Porque les gusta pasearse con ropas
más importante que éstos.» largas, y les encanta que los saluden
32 El escriba le dijo: «Bien, Maestro;
  en las plazas,
hablas con la verdad cuando dices 39 y sentarse en las primeras sillas

que Dios es uno, y que no hay otro de las sinagogas, y ocupar los mejo-
Dios fuera de él, i res asientos en las cenas.
33 y que amarlo con todo el corazón,

40 Además, se apoderan de los bie-

con todo el entendimiento y con to- nes de las viudas, y luego fingen
das las fuerzas, y amar al prójimo hacer largas oraciones. ¡Pero peor
como a uno mismo, es más impor- será su condenación!»
tante que todos los holocaustos y
sacrificios.» j La ofrenda de la viuda
34 Al verlo Jesús responder de ma-

(Lc 21.1-4)
nera tan sabia, le dijo: «No estás 41 Jesús estaba sentado frente al ar-

lejos del reino de Dios.» Y nadie se ca de las ofrendas, y miraba cómo


atrevía ya a preguntarle nada. la gente echaba sus monedas en el
arca. Muchos ricos echaban mucho,
¿De quién es hijo el Cristo? 42 pero una viuda pobre llegó y echó

(Mt 22.41-46; Lc 20.41-44)
dos moneditas de muy poco valor.
Al enseñar Jesús en el templo,
35  43 Entonces Jesús llamó a sus discí-

decía: «¿Cómo es que los escribas pulos y les dijo: «De cierto les digo
dicen que el Cristo es hijo de David? que esta viuda pobre echó más que
36 David mismo dijo, por el Espíritu
  todos los que han echado en el arca,
Santo: 44 porque todos han echado de lo

»“El Señor le dijo a mi Señor: que les sobra, pero ésta, de su po-

f 12.28-34: Lc 10.25-28. g 12.29-30: Dt 6.4-5. h 12.31: Lv 19.18. i 12.32: Dt 4.35.


j 12.33: Os 6.6. k 12.36: Sal 110.1.

1462
SAN MARCOS  13

breza echó todo lo que tenía, ¡todo 9  »Pero ustedes tengan cuidado;
su sustento!» porque los entregarán a los tribuna-
les, y los azotarán en las sinagogas;
Jesús predice la destrucción del por causa de mí los harán compare-
templo cer ante gobernadores y reyes, para
(Mt 24.1-2; Lc 21.5-6) dar testimonio ante ellos.

13 Jesús salía del templo cuando 10 Pero antes tendrá que proclamar-

uno de sus discípulos le dijo: se el evangelio a todas las naciones.


«Maestro, ¡mira qué piedras! ¡Qué 11 Cuando los arresten y los hagan

edificios!» comparecer, no se preocupen por


2 Jesús le dijo: «¿Ves estos gran-
  lo que deben decir, sino sólo digan
des edificios? Pues no va a quedar lo que en ese momento les sea dado
piedra sobre piedra. Todo será de- decir. Porque no serán ustedes los
rribado.» que hablen, sino el Espíritu Santo. a
12 El hermano entregará a la muerte

Señales antes del fin al hermano, y el padre al hijo; y los


(Mt 24.3-28; Lc 21.7-24; 17.22-24) hijos se rebelarán contra los padres,
3 Estaba Jesús sentado en el monte
  y los matarán.
de los Olivos, frente al templo, cuan- 13 Por causa de mi nombre todo el

do Pedro, Jacobo, Juan y Andrés le mundo los odiará a ustedes, pero el


preguntaron por separado: que resista hasta el fin, se salvará. b
4 «Dinos, ¿cuándo sucederá todo es-

14 »Ahora bien, cuando vean que la

to? ¿Y cuál será la señal de que todas abominación desoladora, c de la que


estas cosas están por cumplirse?» habló el profeta Daniel, se encuen-
5 Jesús les respondió: «Cuídense de
  tra donde no debiera estar (el que
que nadie los engañe. lee, que entienda), entonces los que
6 Porque muchos vendrán en mi
  estén en Judea huyan a los montes;
nombre, y dirán: “Yo soy el Cristo,” 15 el que esté en la azotea, no baje a

y a muchos los engañarán. su casa ni entre en ella para tomar


7Cuando oigan hablar de guerras y
  algo;
de rumores de guerras, no se an- 16 y el que esté en el campo, no

gustien, porque así es necesario vuelva atrás para tomar su capa. d


que suceda, pero aún no será el fin. 17¡Ay de las que en esos días estén

8 Se levantará nación contra nación,


  embarazadas o amamantando!
y reino contra reino, y habrá terre- 18 ¡Pídanle a Dios que esto no suce-

motos en muchos lugares, y habrá da en el invierno!


también hambre. Esto será el prin- 19 Porque esos días serán de gran

cipio de los dolores. aflicción, e como no los hubo desde

a 13.9-11: Mt 10.17-20; Lc 12.11-12. b 13.13: Mt 10.22.


c 13.14: Dn 9.27; 11.31; 12.11. d 13.15-16: Lc 17.31. e 13.19: Dn 12.1; Ap 7.14.

1463
SAN MARCOS  13​, ​14

el principio de la creación que Dios sepan que la hora ya está cerca, y


hizo, ni los habrá jamás. que está a la puerta.
20 Si el Señor no hubiera acortado

30 De cierto les digo que todo esto

esos días, no habría quien se salva- sucederá antes de que pase esta ge-
ra; pero los ha acortado por causa neración.
de sus elegidos. 31 El cielo y la tierra pasarán, pero

21 Así que si alguien les dice: “¡Mi-


  mis palabras no pasarán.
ren, aquí está el Cristo!”; o “¡Miren, 32 »En cuanto al día y la hora, na-

allí está!”, no le crean. die lo sabe, ni siquiera los ángeles


22 Porque surgirán falsos cristos y
  en el cielo, ni el Hijo. Sólo el Padre
falsos profetas, y harán señales y lo sabe. h
prodigios para engañar, de ser po- 33 Pero ustedes, presten atención y

sible, incluso a los elegidos. manténganse atentos, porque no


23 Pero ustedes, tengan cuidado. Ya
  saben cuándo llegará el momento.
los he prevenido de todo. 34 Es como cuando alguien deja su

casa y se va lejos, y delega autoridad


La venida del Hijo del Hombre en sus siervos y deja a cada uno una
(Mt 24.29-35,42-44; Lc 21.25-36) tarea, y ordena al portero mante-
24 »En aquellos días, después de
  nerse despierto. i
esa gran aflicción, sucederá que el 35 Así que ustedes deben mante-

sol se oscurecerá y la luna dejará de nerse despiertos, porque no saben


brillar; cuándo vendrá el señor de la casa,
25 las estrellas caerán del cielo 

f y los si al caer la tarde, o a la mediano-
poderes celestiales se estremecerán. che, o cuando cante el gallo, o al
26 Entonces verán al Hijo del Hom-
  amanecer;
bre venir en las nubes g con gran 36 no sea que venga cuando menos

poder y gloria, lo esperen, y los encuentre dormi-


27 y él enviará a sus ángeles para
  dos.
reunir a sus elegidos de los cuatro 37Esto que les digo a ustedes, se lo

vientos, desde los extremos de la digo a todos: ¡Manténganse despier-


tierra hasta los extremos del cielo. tos!»
28 »De la higuera deben aprender

esta parábola: Cuando sus ramas se El complot para aprehender a


ponen tiernas, y le brotan las hojas, Jesús
(Mt 26.1-5; Lc 22.1-2; Jn 11.45-53)
ustedes saben que el verano ya está
cerca.
29 De la misma manera, cuando us-

tedes vean que todo esto sucede,


14 Faltaban dos días para la pas-
cua a y para la fiesta de los
panes sin levadura. Por medio de

f 13.24-25: Is 13.10; Ez 32.7; Jl 2.31; Ap 6.12-13. g 13.26: Dn 7.13; Ap 1.7.


h 13.32: Mt 24.36. i 13.34: Lc 12.36-38. a 14.1: Ex 12.1-27.

1464
SAN MARCOS  14

engaños, los principales sacerdotes Judas ofrece entregar a Jesús


y los escribas buscaban la manera de (Mt 26.14-16; Lc 22.3-6)
arrestar a Jesús para matarlo. 10 Judas Iscariote, que era uno de

2 Pero decían: «No lo haremos


  los doce, fue a hablar con los prin-
durante la fiesta, para que no se cipales sacerdotes para entregarles
alborote el pueblo.» a Jesús.
11 Cuando ellos lo oyeron, se alegra-

Jesús es ungido en Betania ron y prometieron darle dinero. Y


(Mt 26.6-13; Jn 12.1-8)
Judas comenzó a buscar el mejor
3 Mientras Jesús estaba en Betania,
  momento de entregarlo.
sentado a la mesa en la casa de Simón
el leproso, llegó una mujer. Llevaba és- Institución de la Cena del Señor
ta un vaso de alabastro con perfume (Mt 26.17-29; Lc 22.7-23; Jn
de nardo puro, que era muy costoso. 13.21-30; 1 Co 11.23-26)
Rompió el vaso de alabastro, y derramó El primer día de la fiesta de los
12  

el perfume sobre la cabeza de Jesús. b panes sin levadura, que es cuando se


4 Algunos de los que allí estaban se
  sacrifica el cordero de la pascua, sus
enojaron internamente, y dijeron: discípulos le preguntaron: «¿Dónde
«¿Por qué se ha desperdiciado así quieres que hagamos los preparati-
este perfume? vos para que comas la pascua?»
5 ¡Podría haberse vendido por más

13 Jesús envió a dos de sus discípulos.

de trescientos denarios, y ese dine- Les dijo: «Vayan a la ciudad, y les


ro habérselo dado a los pobres!» Y saldrá al encuentro un hombre que
se enojaron mucho contra ella. lleva un cántaro de agua. Síganlo,
6 Pero Jesús dijo: «Déjenla tranquila.

14 y díganle al dueño de la casa don-

¿Por qué la molestan? Ella ha efec- de entre: “El Maestro pregunta:


tuado en mí una buena obra. ‘¿Dónde está el aposento en donde
7A los pobres siempre los tendrán
  comeré la pascua con mis discípu-
entre ustedes, c y cuando quieran los?’”
podrán hacer por ellos algo bueno. 15 El dueño les mostrará entonces

Pero a mí no siempre me tendrán. un gran aposento alto, ya dispues-


8 Esta mujer ha hecho lo que pudo.
  to. Hagan allí los preparativos para
Se ha anticipado a ungir mi cuerpo nosotros.»
para la sepultura. 16 Los discípulos partieron, y al en-

9De cierto les digo que en cualquier


  trar en la ciudad encontraron todo
parte del mundo donde este evan- tal y como Jesús se lo había dicho,
gelio sea proclamado, también se y prepararon la pascua.
contará lo que esta mujer ha hecho, 17Al caer la noche, llegó Jesús con

y así será recordada.» los doce.

b 14.3: Lc 7.37-38. c 14.7: Dt 15.11.

1465
SAN MARCOS  14

Ya sentados a la mesa, y mientras


18   crito: “Heriré al pastor, y las ovejas
comían, Jesús dijo: «De cierto les serán dispersadas.” g
digo que uno de ustedes me va a 28 Pero después de que yo haya re-

traicionar. Ahora está comiendo sucitado, iré delante de ustedes a


conmigo.» Galilea. h»
19 Ellos se pusieron muy tristes, y

29 Entonces Pedro le dijo: «Aunque

uno por uno comenzaron a pregun- todos se escandalicen, yo no lo haré.»


tarle: «¿Seré yo?» 30 Jesús le dijo: «De cierto te digo

20 Jesús les respondió: «Es uno de


  que esta misma noche, antes de
los doce, el que está mojando el pan que el gallo cante dos veces, tú me
en el plato conmigo. habrás negado tres veces.»
21 A decir verdad, el Hijo del Hom-

31 Pero Pedro insistía: «Aun si tuvie-

bre sigue su camino, como está ra que morir contigo, no te negaré.»


escrito acerca de él, d ¡pero ay de Y todos decían lo mismo.
aquél que lo traiciona! ¡Más le val-
dría no haber nacido!» Jesús ora en Getsemaní
22 Mientras comían, Jesús tomó el

(Mt 26.36-46; Lc 22.39-46)
pan y lo bendijo; luego lo partió y se 32 Al llegar a un lugar llamado

lo dio, al tiempo que decía: «Tomen, Getsemaní, Jesús les dijo a sus dis-
esto es mi cuerpo.» cípulos: «Siéntense aquí, mientras
23 Después tomó la copa, y luego de
  yo voy a orar.»
dar gracias, se la dio, y todos bebie- 33 Se llevó consigo a Pedro, Jacobo

ron de ella. y Juan, y comenzó a entristecerse y


24 Les dijo entonces: «Esto es mi
  angustiarse.
sangre e del pacto, f que por muchos 34 Les dijo: «Siento en el alma una

es derramada. tristeza de muerte. Quédense aquí,


25 De cierto les digo que no volveré
  y manténganse despiertos.»
a beber del fruto de la vid, hasta el 35 Se fue un poco más adelante y,

día en que beba el vino nuevo en el postrándose en tierra, oró que, de


reino de Dios.» ser posible, no tuviera que pasar
por ese momento.
Jesús anuncia la negación de 36 Decía: «¡Abba, Padre! Para ti,

Pedro todo es posible. ¡Aparta de mí es-


(Mt 26.30-35; Lc 22.31-34; Jn 13.36-38) ta copa! Pero que no sea lo que yo
26 Luego de cantar el himno, fue-
  quiero, sino lo que quieres tú.»
ron al monte de los Olivos. 37 Volvió luego a donde estaban

27Allí Jesús les dijo: «Todos ustedes


  sus discípulos, y los encontró dor-
se escandalizarán de mí. Está es- midos. Entonces le dijo a Pedro:

d 14.21: Sal 41.9. e 14.24: Ex 24.6-8. f 14.24: Jer 31.31-34. g 14.27: Zac 13.7.


h 14.28: Mt 28.16.

1466
SAN MARCOS  14

«¿Duermes, Simón? ¿No has podido Jesús les dijo: «¿Han venido a
48  

mantenerte despierto ni una hora? arrestarme con espadas y palos,


38 Manténganse despiertos, y oren,
  como si fuera yo un ladrón?
para que no caigan en tentación. 49 Todos los días estuve con ustedes

A decir verdad, el espíritu está dis- enseñando en el templo, i y no me


puesto, pero la carne es débil.» aprehendieron. Pero esto sucede pa-
39 Una vez más se retiró para orar,
  ra que se cumplan las Escrituras.»
y repitió la misma oración. 50 Y todos los discípulos lo abando-

40 Cuando volvió, otra vez los en-


  naron y huyeron.
contró dormidos, porque los ojos
de ellos se les cerraban de sueño, y El joven que huyó
no sabían qué responderle. Cierto joven seguía a Jesús, cu-
51 
41 Cuando volvió la tercera vez, les di-
  bierto con sólo una sábana. Cuando
jo: «Sigan durmiendo y descansando. lo aprehendieron,
¡Ya basta! La hora ha llegado. ¡Miren 52 el joven dejó la sábana y huyó

al Hijo del Hombre, que es entregado desnudo.


en manos de los pecadores!
42 ¡Vamos, levántense, que ya se

Jesús ante el concilio
acerca el que me traiciona!» (Mt 26.57-68; Lc 22.54-55,63-
71; Jn 18.12-14,19-24)
Arresto de Jesús Llevaron a Jesús ante el sumo
53  
(Mt 26.47-56; Lc 22.47-53; Jn 18.2-11)
sacerdote, y se reunieron todos los
43 De pronto, mientras Jesús estaba principales sacerdotes, los ancianos
hablando, llegó Judas, que era uno y los escribas.
de los doce. Con él venía mucha 54 Pedro lo siguió de lejos hasta el

gente armada con espadas y palos, interior del patio del sumo sacerdo-
y enviada por los principales sacer- te. Allí se quedó, sentado con los
dotes, los escribas y los ancianos. alguaciles y calentándose junto al
44 El que lo estaba traicionando les
  fuego.
había dado esta contraseña: «Al que 55 Los principales sacerdotes y todo

yo le dé un beso, ése es. ¡Arrésten- el tribunal buscaban alguna prueba


lo, y llévenselo bien asegurado!» contra Jesús, para poder condenarlo
45 Cuando Judas llegó, se acercó a Jesús
  a muerte, pero no la encontraban.
y le dijo: «¡Maestro!» Y le dio un beso. 56 Muchos presentaban falsos

46 Aquellos hombres le echaron ma-


  testimonios contra él, pero sus tes-
no y lo arrestaron. timonios no concordaban.
47Pero uno de los que estaban allí

57 Entonces algunos se levantaron

sacó la espada e hirió al siervo del y presentaron un falso testimonio


sumo sacerdote, cortándole la oreja. contra él. Dijeron:

i 14.49: Lc 19.47; 21.37.

1467
SAN MARCOS  14​, ​15

58 «Nosotros le hemos oído decir: “Yo Pero Pedro lo negó, y dijo: «No lo
68  

derribaré este templo hecho por la ma- conozco, ni sé de qué hablas.» Y se


no del hombre, y en tres días levantaré dirigió a la entrada. En ese momen-
otro sin la intervención humana.”» j to cantó el gallo.
59Pero ni aun así se ponían de acuer-

69 Pero la criada volvió a verlo, y

do en sus testimonios. comenzó a decir a los que estaban


60 El sumo sacerdote se paró en me-
  allí: «¡Éste es uno de ellos!»
dio del tribunal y le preguntó a Jesús: 70 Pedro volvió a negarlo. Pero po-

«¿No vas a responder? ¡Mira lo que co después los que estaban allí
éstos dicen contra ti!» volvieron a decirle: «La verdad es
61 Pero Jesús guardó silencio, y no
  que eres uno de ellos, pues eres
contestó nada, así que el sumo sa- galileo.»
cerdote le volvió a preguntar: «¿Eres 71 Pedro comenzó entonces a malde-

tú el Cristo, el Hijo del Bendito?» cir y a jurar: «¡Yo no conozco a ese


62 Jesús le respondió: «Yo soy. Y
  hombre, del que ustedes hablan!»
ustedes verán al Hijo del Hombre 72 En ese mismo instante el gallo can-

sentado a la derecha del Poderoso, tó por segunda vez. Entonces Pedro


y venir en las nubes del cielo.» k se acordó de lo que Jesús le había
63 El sumo sacerdote se rasgó en-
  dicho: «Antes de que el gallo cante
tonces sus vestiduras, y dijo: «¿Qué dos veces, tú me habrás negado tres
necesidad tenemos de más testigos? veces.» Y al pensar en esto, se echó
64 ¡Ustedes han oído la blasfemia!
  a llorar.
¿Qué les parece?» Y todos ellos lo
condenaron y declararon que mere- Jesús ante Pilato
cía la muerte. l (Mt 27.1-2,11-14; Lc 23.1-5; Jn 18.28-38)

15
65 Algunos comenzaron a escupir-
  En cuanto amaneció, y luego
lo, y mientras le cubrían el rostro de reunirse los principales
y le daban de puñetazos, le decían: sacerdotes, los ancianos, los escri-
«¡Profetiza!» Y también los alguaci- bas y todo el tribunal para ponerse
les le daban de bofetadas. de acuerdo, ataron a Jesús y se lo
llevaron a Pilato.
Pedro niega a Jesús 2 Éste le preguntó: «¿Eres tú el Rey

(Mt 26.69-75; Lc 22.55-62; Jn 18.15-18,25-27)
de los judíos?» Y Jesús le respondió:
66 Mientras Pedro estaba abajo, en
  «Tú lo dices.»
el patio, llegó una de las criadas del 3 Los principales sacerdotes lo acu-

sumo sacerdote saban de muchas cosas,


67 y, al ver a Pedro calentándose

4 así que Pilato volvió a preguntar-

junto al fuego, le dijo: «¡También le: «¿No vas a responder? ¡Mira de


tú estabas con Jesús el nazareno!» cuántas cosas te acusan!»

j 14.58: Jn 2.19. k 14.62: Dn 7.13. l 14.64: Lv 24.16.

1468
SAN MARCOS  15

Pero Jesús ni aun así respondió,


5  Los soldados lo llevaron al inte-
16  

lo que sorprendió mucho a Pilato. rior del atrio, es decir, al pretorio, y


llamaron a toda la compañía.
Jesús sentenciado a muerte 17Lo vistieron de púrpura, le colo-

(Mt 27.15-31; Lc 23.13- caron una corona tejida de espinas,


25; Jn 18.38—19.16) 18 y comenzaron a saludarlo: «¡Sal-

En el día de la fiesta Pilato acos-


6  ve, Rey de los judíos!»
tumbraba poner en libertad a un 19 Lo golpeaban en la cabeza con

preso, el que la gente quisiera. una caña, y lo escupían, y doblaban


7 Había uno que se llamaba Ba-
  las rodillas para hacerle reverencias.
rrabás, que estaba preso con sus 20 Después de burlarse de él, le

compañeros de motín porque en quitaron la ropa de púrpura, lo vis-


una revuelta habían cometido un tieron con sus propios vestidos, y
homicidio. lo sacaron de allí para crucificarlo.
8 Cuando la multitud se aproximó,

comenzó a pedirle a Pilato que hi- Crucifixión y muerte de Jesús


(Mt 27.32-56; Lc 23.26-49; Jn 19.17-30)
ciera lo que acostumbraba hacer.
9 Pilato les preguntó: «¿Quieren que

21 A uno que volvía del campo y

ponga en libertad al Rey de los ju- que pasaba por allí lo obligaron a
díos?» llevar la cruz. Ese hombre se llama-
10 Y es que Pilato sabía que los
  ba Simón de Cirene, y era padre de
principales sacerdotes lo habían Alejandro y de Rufo. a
entregado por envidia. 22 Llevaron a Jesús a un lugar llama-

11 Pero los principales sacerdotes in-


  do Gólgota, que significa «Lugar de
citaron a la multitud para que Pilato la Calavera».
soltara más bien a Barrabás. 23 Le dieron a beber vino mezclado

12 Pilato les preguntó: «¿Y qué quie-


  con mirra, pero él no lo tomó.
ren que haga con el que ustedes 24 Después de crucificarlo, se repar-

llaman Rey de los judíos?» tieron sus vestidos y los sortearon b


13 Y ellos volvieron a gritar: «¡Cru-
  para ver qué le tocaría a cada uno
cifícalo!» de ellos.
14 Pilato les decía: «¿Pues qué cri-

25 Cuando lo crucificaron eran las

men ha cometido?» Pero ellos nueve de la mañana.


gritaban más todavía: «¡Crucifíca- 26 Como razón de su condena pusie-

lo!» ron este epígrafe: «EL REY DE LOS


15 Pilato optó por complacer al pue-
  JUDÍOS».
blo y puso en libertad a Barrabás; 27Con él crucificaron también a dos

luego mandó que azotaran a Jesús, y ladrones, uno a su derecha y el otro


lo entregó para que lo crucificaran. a su izquierda.

a 15.21: Ro 16.13. b 15.24: Sal 22.18.

1469
SAN MARCOS  15

[Así se cumplió la Escritura que


28   En ese momento el velo h del tem-
38  

dice: «Y será contado con los peca- plo se rasgó en dos, de arriba abajo,
dores.»] c, 6 39 y el centurión que estaba frente a

29 Los que pasaban lo insultaban,


  él, al verlo morir así, dijo: «En ver-
y mientras meneaban la cabeza d dad, este hombre era Hijo de Dios.»
decían: «Oye, tú, que derribas el 40 Algunas mujeres estaban allí,

templo de Dios y en tres días lo mirando de lejos. Entre ellas esta-


reedificas, e ban María Magdalena, María, la que
30 ¡sálvate a ti mismo y desciende
  era madre de Jacobo el menor y de
de la cruz!» José, y Salomé.
31 Así también se burlaban de él

41 Ellas habían seguido y atendido a

los principales sacerdotes, y se su- Jesús cuando él estaba en Galilea. i


maban a los escribas para decir: Pero había también otras muchas
«¡Salvó a otros, pero a sí mismo no mujeres, que habían ido con él a
puede salvarse! Jerusalén.
32 ¡Que baje ahora de la cruz el

Cristo, el Rey de Israel, para que Jesús es sepultado


podamos ver y creer!» Y también le (Mt 27.57-61; Lc 23.50-56; Jn 19.38-42)
hacían burla los que estaban cruci- 42 Al caer la tarde del día de la pre-

ficados con él. paración, es decir, la víspera del día


33 Desde el mediodía y hasta las
  de reposo,
tres de la tarde hubo tinieblas sobre 43 José de Arimatea fue y con mucha

toda la tierra, osadía se presentó ante Pilato para


34 y a las tres de la tarde Jesús clamó
  pedirle el cuerpo de Jesús. Este José
a gran voz: «Eloi, Eloi, ¿lama sabac- era un miembro importante del tri-
tani?», que significa «Dios mío, Dios bunal, y también esperaba el reino
mío, ¿por qué me has desamparado?»  f de Dios.
35 Al oírlo, algunos de los que es-

44 Pilato se sorprendió al saber que

taban allí decían: «Escuchen, está Jesús ya había muerto, así que man-
llamando a Elías.» dó llamar al centurión y le preguntó
36 Uno de ellos corrió a empapar en
  si, en efecto, Jesús ya había muerto.
vinagre una esponja, la puso en una 45 Luego de que el centurión le con-

caña, y le dio a beber, g al tiempo firmó la noticia, Pilato entregó a


que decía: «Déjenlo, veamos si Elías José el cuerpo de Jesús.
viene a bajarlo.» 46 José fue y bajó de la cruz el cuerpo

37 Pero Jesús lanzó un fuerte grito


  de Jesús, lo envolvió en una sábana
y murió. que había comprado, y lo puso en un

6 15.28 El texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.
c 15.28: Is 53.12. d 15.29: Sal 22.7; 109.25. e 15.29: Mc 14.58; Jn 2.19.
f 15.34: Sal 22.1. g 15.36: Sal 69.21. h 15.38: Ex 26.31-33. i 15.40-41: Lc 8.2-3.

1470
SAN MARCOS  15​, ​16

sepulcro que estaba cavado en una sepulcro. Y era tanto el miedo que
peña. Luego, hizo rodar una piedra tenían, que no le dijeron nada a na-
para sellar la entrada del sepulcro. die.
47Mientras tanto, María Magdalena

y María la madre de José miraban Jesús se aparece a María


dónde ponían el cuerpo. Magdalena
(Jn 20.11-18)
La resurrección
(Mt 28.1-10; Lc 24.1-12; Jn 20.1-10) [El primer día de la semana por la
9 

mañana, después de que Jesús resu-


16 Cuando pasó el día de repo-
so, María Magdalena, Ma-
ría la madre de Jacobo, y Salomé,
citó, se le apareció primero a María
Magdalena, de quien había echado
siete demonios.
compraron especias aromáticas 10 Ella fue y se lo dijo a los que
para ir a ungir el cuerpo de Jesús.

2 El primer día de la semana muy


habían estado con él, los cuales es-
taban tristes y llorando.

temprano, en cuanto salió el sol, 11 Al oír ellos que Jesús vivía y que
fueron al sepulcro.

3 Y unas a otras se decían: «¿Quién


ella lo había visto, no lo creyeron.

nos quitará la piedra para entrar al


sepulcro?» Jesús se aparece a dos de sus
4 Pero, al llegar, vieron que la piedra

discípulos
(Lc 24.13-35)
ya había sido removida, a pesar de
que era muy grande. 12 Pero después Jesús se apareció,

5 Cuando entraron en el sepulcro,


  en otra forma, a dos de ellos que
vieron que en el lado derecho iban de camino al campo.
estaba sentado un joven, vestido 13 Ellos fueron y se lo contaron a los

con una túnica blanca. Ellas se otros; y ni aun a ellos les creyeron.
asustaron,
6 pero el joven les dijo: «No se
  Jesús comisiona a los apóstoles
asusten. Ustedes buscan a Jesús el (Mt 28.16-20; Lc 24.36-49; Jn 20.19-23)
nazareno, el que fue crucificado. No 14 Finalmente se apareció a los on-

está aquí. Ha resucitado. Miren el ce mismos, mientras ellos estaban


lugar donde lo pusieron. sentados a la mesa, y les reprochó su
7Pero vayan ahora y digan a sus dis-
  incredulidad y obstinación, porque
cípulos, y a Pedro, “Él va delante de no habían creído a los que lo habían
ustedes a Galilea.” a Allí lo verán, visto resucitado.
tal y como él les dijo.» 15 Y les dijo: «Vayan por todo el

8 Ellas se espantaron, y temblando


  mundo y prediquen el evangelio a
de miedo salieron corriendo del toda criatura. b

a 16.7: Mt 26.32; Mc 14.28. b 16.15: Hch 1.8.

1471
SAN MARCOS  16

El que crea y sea bautizado, se


16   La ascensión
salvará; pero el que no crea, será (Lc 24.50-53)
condenado. 19 Después de que el Señor Jesús

17Y estas señales acompañarán a los


  habló con ellos, fue recibido en el
que crean: En mi nombre expul- alto cielo c y se sentó a la derecha
sarán demonios, hablarán nuevas de Dios.
lenguas, 20 Ellos salieron entonces y predi-

18 tomarán en sus manos serpientes,


  caron por todas partes, y el Señor
y si beben algo venenoso, no les hará los ayudaba confirmando la palabra
daño. Además, pondrán sus manos con las señales que la acompaña-
sobre los enfermos, y éstos sanarán.» ban. Amén.] 7

7 16.9-20 El texto que aparece entre corchetes, con distintas variantes, se halla sólo en
mss. tardíos.
c 16.19: Hch 1.9-11.

1472
EL EVANGELIO SEGÚN

SAN LUCAS
Pero no tenían hijos, porque Elisa-
7 
Dedicatoria a Teófilo bet era estéril y los dos eran ya muy

1 Excelentísimo Teófilo: Muchos


han tratado ya de relatar en
forma ordenada la historia de los
ancianos.
8 Un día en que Zacarías oficiaba co-

mo sacerdote delante de Dios, pues


sucesos que ciertamente se han le había llegado el turno a su grupo,
cumplido entre nosotros, 9 le tocó en suerte entrar en el

2 tal y como nos los enseñaron


  santuario del Señor para ofrecer
quienes desde el principio fueron incienso, conforme a la costumbre
testigos presenciales y ministros de del sacerdocio.
la palabra. 10 Mientras se quemaba el incienso,

3 Después de haber investigado todo


  todo el pueblo estaba orando afuera.
con sumo cuidado desde su origen, 11 En eso, un ángel del Señor se le

me ha parecido una buena idea es- apareció a Zacarías. Estaba parado


cribírtelas por orden, a la derecha del altar del incienso.
4 para que llegues a conocer bien la

12 Cuando Zacarías lo vio, se descon-

verdad de lo que se te ha enseñado. certó y le sobrevino un gran temor;


13 pero el ángel le dijo: «Zacarías, no

Anuncio del nacimiento de Juan tengas miedo, porque tu oración ha


5 En los días de Herodes, rey de
  sido escuchada. Tu esposa Elisabet
Judea, había un sacerdote llamado te dará un hijo, y tú le pondrás por
Zacarías, de la clase de Abías, a cuya nombre Juan.
esposa, Elisabet, era descendiente de 14 Tendrás gozo y alegría, y muchos

Aarón. se regocijarán de su nacimiento,


6 Ambos eran íntegros delante de

15 pues ante Dios será un hombre

Dios y obedecían de manera irre- muy importante. No beberá vino


prensible todos los mandamientos ni licor, b y tendrá la plenitud del
y ordenanzas del Señor. Espíritu Santo desde antes de nacer.

a 1.5: 1 Cr 24.10. b 1.15: Nm 6.3.

1473
SAN LUCAS  1

Él hará que muchos de los hijos


16   «El Señor ha actuado así conmigo
25 

de Israel se vuelvan al Señor su para que ya no tenga nada de qué


Dios, avergonzarme ante nadie.»
17y lo precederá con el espíritu y el

poder de Elías, para hacer que los Anuncio del nacimiento de Jesús
padres se reconcilien con sus hijos, c 26 Seis meses después, Dios envió

y para llevar a los desobedientes a al ángel Gabriel a la ciudad galilea


obtener la sabiduría de los justos. de Nazaret
Así preparará bien al pueblo para 27para ver a María, 

e una virgen que

recibir al Señor.» estaba comprometida con José, un


18 Zacarías le preguntó al ángel: «¿Y
  hombre que era descendiente de
cómo voy a saber que esto será así? David.
¡Yo estoy ya muy viejo, y mi esposa 28 El ángel entró en donde ella esta-

es de edad avanzada!» ba y le dijo: «¡Salve, muy favorecida!


19 El ángel le respondió: «Yo soy
  El Señor está contigo.»
Gabriel, d y estoy en presencia de 29 Cuando ella escuchó estas pala-

Dios. He sido enviado a hablar con- bras, se sorprendió y se preguntaba


tigo para comunicarte estas buenas qué clase de saludo era ése.
noticias. 30 El ángel le dijo: «María, no temas.

20 Pero como no has creído mis pa-


  Dios te ha concedido su gracia.
labras, las cuales se cumplirán a su 31 Vas a quedar encinta, y darás a

debido tiempo, ahora vas a quedar- luz un hijo, y le pondrás por nom-
te mudo, y no podrás hablar hasta bre JESÚS. f
el día en que esto suceda.» 32 Éste será un gran hombre, y lo

21 Mientras tanto, el pueblo es-


  llamarán Hijo del Altísimo. Dios, el
peraba a que saliera Zacarías, Señor, le dará el trono de David, su
extrañados de que se tardara tanto padre,
en el santuario. 33 y reinará sobre la casa de Jacob

22 Pero cuando salió y no les podía


  para siempre, y su reino no tendrá
hablar, comprendieron que habría fin.» g
tenido una visión en el santuario, 34 Pero María le dijo al ángel: «¿Y

pues les hablaba por señas y seguía esto cómo va a suceder? ¡Nunca he
mudo. estado con un hombre!»
23 Cuando terminaron los días de su

35 El ángel le respondió: «El Espíritu

ministerio, Zacarías se fue a su casa. Santo vendrá sobre ti, y el poder del
24 Días después, su esposa Elisabet
  Altísimo te cubrirá con su sombra.
quedó encinta y se recluyó en su ca- Por eso el Santo Ser que nacerá será
sa durante cinco meses, pues decía: llamado Hijo de Dios.

c 1.17: Mal 4.5-6. d 1.19: Dn 8.16; 9.21. e 1.27: Mt 1.18. f 1.31: Mt 1.21.


g 1.32-33: Is 9.7.

1474
SAN LUCAS  1

También tu parienta Elisabet, la


36   Y desde ahora me llamarán
que llamaban estéril, ha concebido dichosa
un hijo en su vejez, y ya está en su por todas las generaciones.
sexto mes de embarazo. 49 Grandes cosas ha hecho en mí
37 ¡Para Dios no hay nada imposi-
  el Poderoso;
ble!» h ¡Santo es su nombre!
38 María dijo entonces: «Yo soy la
  50 La misericordia de Dios es
sierva del Señor. ¡Cúmplase en mí eterna
lo que has dicho!» Y el ángel se fue para aquellos que le temen.
de su presencia. 51 Con su brazo hizo grandes
proezas,
María visita a Elisabet y deshizo los planes de los
39 Por esos mismos días, María fue soberbios.
de prisa a una ciudad de Judá que 52 Derrocó del trono a los pode-
estaba en las montañas. rosos,
40 Al entrar en la casa de Zacarías,
  Y puso en alto a los humildes.
saludó a Elisabet. 53 A los hambrientos los colmó
41 Y sucedió que, al oír Elisabet el
  de bienes,
saludo de María, la criatura saltó y a los ricos los dejó con las
en su vientre y Elisabet recibió la manos vacías.
plenitud del Espíritu Santo. Socorrió a su siervo Israel,
54
42 Entonces ella exclamó a voz en
  y se acordó de su misericordia,
cuello: «¡Bendita eres tú entre las 55 de la cual habló con nuestros
mujeres, y bendito es el fruto de tu padres,
vientre! con Abrahán j y con su descen-
43 ¿Cómo pudo sucederme que la ma-
  dencia para siempre.»
dre de mi Señor venga a visitarme? 56 María se quedó con Elisabet como

44 ¡Tan pronto como escuché tu sa-


  tres meses, y después volvió a su casa.
ludo, la criatura saltó de alegría en
mi vientre! Nacimiento de Juan el Bautista
45 ¡Dichosa tú, que has creído, por-

57 Cuando se cumplió el tiempo,

que se cumplirá lo que el Señor te Elisabet dio a luz un hijo.


ha anunciado!» 58 Y cuando sus vecinos y parien-

46 Entonces María dijo: 



i tes supieron que Dios le había
«Mi alma glorifica al Señor, mostrado su gran misericordia, se
47 y mi espíritu se regocija en alegraron con ella.
Dios mi Salvador. 59 Al octavo día fueron para circun-

48 Pues se ha dignado mirar a su cidar al niño, k y querían ponerle el


humilde sierva, nombre de su padre, Zacarías.

h 1.37: Gn 18.14. i 1.46-55: 1 S 2.1-10. j 1.55: Gn 17.7. k 1.59: Lv 12.3.

1475
SAN LUCAS  1​, ​2

60 Pero su madre dijo: «No, va a lla- 72 Mostró su misericordia a nues-


marse Juan.» tros padres,
61 Le preguntaron: «¿Por qué? ¡No
  y se acordó de su santo pacto,
hay nadie en tu familia que se lla- 73 de su juramento a nuestro
me así!» padre Abrahán:
62 Luego le preguntaron a su padre,
  Prometió que nos concedería
por señas, qué nombre quería po- 74 ser liberados de nuestros ene-
nerle. migos,
63 Zacarías pidió una tablilla y escri-
  para poder servirle sin temor,
bió: «Su nombre es Juan.» Y todos 75 en santidad y en justicia
se quedaron asombrados. todos nuestros días delante de
64 En ese mismo instante, a Zacarías
  él.
se le destrabó la lengua y comenzó Y a ti, niño, te llamarán “Pro-
76

a hablar y a bendecir a Dios. feta del Altísimo”,


65 Todos sus vecinos se llenaron de
  porque irás precediendo al Señor
temor, y todo esto se divulgó por para preparar sus caminos. l
todas las montañas de Judea. Darás a conocer a su pueblo la
77
66 Todos los que oían esto se ponían
  salvación
a pensar, y se preguntaban: «¿Qué y el perdón de sus pecados,
va a ser de este niño?» Y es que la 78 por la entrañable misericordia
mano del Señor estaba con él. de nuestro Dios.
La aurora nos visitó desde lo alto,
Profecía de Zacarías 79 para alumbrar a los que viven
67 Lleno del Espíritu Santo, Zaca- en tinieblas m
rías, su padre, profetizó: y en medio de sombras de
68 «Bendito sea el Señor, Dios de muerte;
Israel, para encaminarnos por la
porque ha venido a redimir a senda de la paz.»
su pueblo. 80 El niño fue creciendo y fortalecién-

69 Nos ha levantado un poderoso dose en espíritu, y vivió en lugares


Salvador apartados hasta el día en que se pre-
en la casa de David, su siervo, sentó públicamente a Israel.
70 tal y como lo anunció en el
pasado Nacimiento de Jesús
(Mt 1.18-25)
por medio de sus santos pro-
71
fetas:
“Salvación de nuestros enemigos,
y del poder de los que nos
2 Por esos días, Augusto César
promulgó un edicto en el que
ordenaba levantar un censo de todo
odian.” el mundo.

l 1.76: Mal 3.1. m 1.79: Is 9.2.

1476
SAN LUCAS  2

2 Este primer censo se llevó a cabo huestes celestiales, que alababan a


cuando Quirino era gobernador de Dios y decían:
Siria, 14 «¡Gloria a Dios en las alturas!
3 por lo que todos debían ir a su pro-
  ¡Paz en la tierra a todos los
pio pueblo para inscribirse. que gozan de su favor!»
4 Como José era descendiente de David

15 Cuando los ángeles volvieron al

y vivía en Nazaret, que era una ciudad cielo, los pastores se dijeron unos a
de Galilea, tuvo que ir a Belén, la ciu- otros: «Vayamos a Belén, y veamos
dad de David, que estaba en Judea, esto que ha sucedido, y que el Se-
5 para inscribirse junto con María,
  ñor nos ha dado a conocer.»
que estaba desposada con él y se 16 Así que fueron de prisa, y ha-

hallaba encinta. llaron a María y a José, y el niño


6 Y mientras ellos se encontraban
  estaba acostado en el pesebre.
allí, se cumplió el tiempo de que 17Al ver al niño, contaron lo que se

ella diera a luz, les había dicho acerca de él.


7y allí tuvo a su hijo primogénito; y

18 Todos los que estaban escuchan-

lo envolvió en pañales, y lo acostó do quedaron asombrados de lo que


en un pesebre, porque no había lu- decían los pastores,
gar para ellos en ese albergue. 19 pero María guardaba todo esto

en su corazón, y meditaba acerca


Los ángeles y los pastores de ello.
En esa misma región había pas-
8  20 Al volver los pastores, iban ala-

tores que pasaban la noche en el bando y glorificando a Dios por todo


campo cuidando a sus rebaños. lo que habían visto y oído, pues to-
9Allí un ángel del Señor se les apareció,
  do había sucedido tal y como se les
y el resplandor de la gloria del Señor los había dicho.
envolvió. Ellos se llenaron de temor,
10 pero el ángel les dijo: «No teman,

Presentación de Jesús en el templo
que les traigo una buena noticia, 21 Cuando se cumplieron los ocho

que será para todo el pueblo motivo días para que el niño fuera circun-
de mucha alegría. cidado, a le pusieron por nombre
11 Hoy, en la ciudad de David, les ha
  JESÚS, que era el nombre que el
nacido un Salvador, que es Cristo ángel b le había puesto antes de que
el Señor. fuera concebido.
12 Esto les servirá de señal: Hallarán

22 Y cuando se cumplieron los días

al niño envuelto en pañales y acos- para que, según la ley de Moisés,


tado en un pesebre.» ellos fueran purificados, llevaron al
13 En ese momento apareció, jun-
  niño a Jerusalén para presentarlo
to con el ángel, una multitud de las ante el Señor

a 2.21: Lv 12.3. b 2.21: Lc 1.31.

1477
SAN LUCAS  2

23 y cumplir con lo que está escrito aunque a ti te traspasará el alma


en la ley del Señor: «Todo primer hi- como una espada.»
jo varón será consagrado al Señor», c 36 También estaba allí Ana, hija de

24 y para ofrecer un sacrificio en


  Fanuel, de la tribu de Aser. Ana era
cumplimiento de la ley del Señor, una profetisa de edad muy avanzada.
que pide «un par de tórtolas, o dos Desde su virginidad, había vivido
palominos». d siete años de matrimonio,
25 En Jerusalén vivía un hombre jus-

37y ahora era una viuda de ochenta y

to y piadoso, llamado Simeón, que cuatro años. Nunca se apartaba del


esperaba la salvación de Israel. El templo, sino que de día y de noche ren-
Espíritu Santo reposaba en él día culto a Dios con ayunos y oraciones.
26 y le había revelado que no moriría

38 En ese mismo instante Ana se

antes de que viera al Ungido del Señor. presentó, y dio gracias a Dios y
27Simón fue al templo, guiado por
  habló del niño a todos los que es-
el Espíritu. Y cuando los padres del peraban la redención de Jerusalén.
niño Jesús lo llevaron al templo para
cumplir con lo establecido por la ley, El regreso a Nazaret
28 él tomó al niño en sus brazos y

39Después de cumplir con todo lo

bendijo a Dios con estas palabras: prescrito en la ley del Señor, volvieron
29 «Señor, ahora despides a este a Nazaret, que era su ciudad en Galilea. 
f

siervo tuyo, 40 El niño crecía y se fortalecía, y se


y lo despides en paz, de acuer- llenaba de sabiduría, y la gracia de


do a tu palabra. Dios reposaba en él.
30 Mis ojos han visto ya tu salvación,
31 que has preparado a la vista de El niño Jesús en el templo
todos los pueblos: 41 Todos los años, los padres de Je-

32 luz reveladora para las naciones, e sús iban a Jerusalén durante la fiesta
y gloria para tu pueblo Israel.» de la pascua, g
33 José y la madre del niño estaban

42 y siguiendo su costumbre, cuando

asombrados de todo lo que de él se Jesús cumplió doce años fueron a


decía. Jerusalén para la fiesta.
34 Simeón los bendijo, y a María, la

43 Cuando la fiesta terminó y em-

madre del niño, le dijo: «Tu hijo ha prendieron el regreso, sucedió que
venido para que muchos en Israel el niño Jesús se quedó en Jerusalén
caigan o se levanten. Será una señal sin que sus padres lo notaran.
que muchos rechazarán 44 Como ellos pensaban que el niño

35 y que pondrá de manifiesto el


  estaba entre los otros viajeros, hi-
pensamiento de muchos corazones, cieron un día de camino y, mientras

c 2.23: Ex 13.2, 12. d 2.22-24: Lv 12.6-8. e 2.32: Is 42.6; 49.6. f 2.39: Mt 2.23.


g 2.41: Ex 12.1-27; Dt 16.1-8.

1478
SAN LUCAS  2​, ​3

tanto, lo buscaban entre los parien- Iturea y de la provincia de Traconite,


tes y conocidos. y Lisanias era tetrarca de Abilinia.
45 Como no lo hallaron, volvieron a

2 Anás y Caifás eran sumos sacer-

Jerusalén para buscarlo allí. dotes. En esos días Dios le habló a


46 Tres días después lo hallaron en
  Juan hijo de Zacarías en el desierto.
el templo, sentado en medio de los 3 Juan fue entonces por toda la re-

doctores de la ley, a quienes escu- gión cercana al Jordán, y predicaba


chaba y les hacía preguntas. el bautismo de arrepentimiento pa-
47 Todos los que lo oían se asom-
  ra el perdón de pecados,
braban de su inteligencia y de sus 4 tal y como está escrito en el libro

respuestas. del profeta Isaías:


48 Cuando sus padres lo encontra-
  «Una voz clama en el desierto:
ron, se sorprendieron; y su madre Preparen el camino del Señor
le dijo: «Hijo, ¿por qué nos has y enderecen sus sendas.
hecho esto? ¡Con qué angustia tu 5 Todo valle será rellenado,
padre y yo te hemos estado buscan- y todo monte y colina será
do!» nivelado.
49 Él les respondió: «¿Y por qué me
  Los caminos torcidos serán
buscaban? ¿Acaso no sabían que es enderezados,
necesario que me ocupe de los ne- las sendas dispares serán
gocios de mi Padre?» allanadas,
50 Ellos no comprendieron lo que
  6 y todos verán la salvación de
Jesús les dijo, Dios.» a
51 aunque se fue con ellos a Nazaret

7 A las multitudes que acudían

y vivió sujeto a ellos. Por su parte, para ser bautizadas, Juan les decía:
su madre guardaba todo esto en su «¡Generación de víboras! b ¿Quién
corazón. les enseñó a huir de la ira venidera?
52 Y Jesús siguió creciendo en sabi-

8 Produzcan frutos dignos de arrepen-

duría y en estatura, y en gracia para timiento, y no comiencen a decirse:


con Dios y con los hombres. h “Tenemos a Abrahán por padre”,  c por-

que yo les digo que aun de estas piedras


Predicación de Juan el Bautista Dios puede levantar hijos a Abrahán.
(Mt 3.1-12; Mc 1.1-8; Jn 1.19-28) 9 El hacha ya está lista para derribar

3 Era el año decimoquinto del im-


perio de Tiberio César. Poncio
Pilato era entonces gobernador de
de raíz a los árboles; por tanto, todo
árbol que no dé buen fruto será cor-
tado y echado en el fuego.» d
Judea, Herodes era tetrarca de Gali- 10 La gente le preguntaba: «Enton-

lea, su hermano Felipe era tetraca de ces, ¿qué debemos hacer?»

h 2.52: 1 S 2.26; Pr 3.4. a 3.4-6: Is 40.3-5. b 3.7: Mt 12.34; 23.33. c 3.8: Jn 8.33.


d 3.9: Mt 7.19.

1479
SAN LUCAS  3

Y Juan les respondía: «El que ten-


11  añadió esta otra: encerró a Juan
20 

ga dos túnicas, comparta una con en la cárcel. f


el que no tiene ninguna, y el que
tenga comida, haga lo mismo.» El bautismo de Jesús
12 También unos cobradores de

(Mt 3.13-17; Mc 1.9-11)
impuestos llegaron para ser bauti- Un día en que todo el pueblo es-
21 

zados, e y le preguntaron: «Maestro, taba siendo bautizado, también fue


¿qué debemos hacer nosotros?» bautizado Jesús. Y mientras Jesús
13 Él les dijo: «No cobren más de lo
  oraba, el cielo se abrió
que deban cobrar.» 22 y el Espíritu Santo descendió

14 Unos soldados también le pregun-


  sobre él en forma de paloma. En-
taron: «Y nosotros, ¿qué debemos tonces vino una voz del cielo, que
hacer?» Y Juan les respondió: «No decía: «Tú eres mi Hijo amado, en
extorsionen ni calumnien a nadie, y quien me complazco.» g
confórmense con su salario.»
15 Como el pueblo estaba expectan-

Genealogía de Jesús
te y todos se preguntaban si acaso (Mt 1.1-17)
Juan sería el Cristo, 23 Cuando Jesús comenzó su minis-

16 Juan les dijo a todos: «A decir ver-


  terio, tenía unos treinta años. Según
dad, yo los bautizo en agua, pero se creía, era hijo de José, que fue
después de mí viene uno que es hijo de Elí,
más poderoso que yo, y de quien 24 que fue hijo de Matat, que fue hi-

no soy digno de desatar la correa jo de Leví, que fue hijo de Melqui,


de su calzado. Él los bautizará en que fue hijo de Janaí, que fue hijo
Espíritu Santo y fuego. de José,
17Ya tiene el bieldo en la mano, de

25 que fue hijo de Matatías, que fue

modo que limpiará su era; recogerá hijo de Amós, que fue hijo de Na-
su trigo en el granero, y quemará húm, que fue hijo de Esli, que fue
la paja en un fuego que nunca se hijo de Nagay,
apagará.» 26 que fue hijo de Mat, que fue hijo de

18 Con exhortaciones como éstas,


  Matatías, que fue hijo de Semei, que
y con muchas otras, anunciaba al fue hijo de José, que fue hijo de Yodá,
pueblo estas buenas noticias. 27que fue hijo de Joana, que fue hijo

19 Además, Juan reprendió al tetrar-


  de Resa, que fue hijo de Zorobabel,
ca Herodes por causa de Herodías, que fue hijo de Salatiel, que fue hijo
que era mujer de su hermano Feli- de Nerí,
pe. Pero a todas las maldades que 28 que fue hijo de Melqui, que fue

Herodes había cometido, hijo de Adi, que fue hijo de Cosán,

e 3.12: Lc 7.29. f 3.19-20: Mt 14.3-4; Mc 6.17-18.


g 3.22: Is 42.1; Mt 12.18; 17.5; Mc 9.7; Lc 9.35.

1480
SAN LUCAS  3​, ​4

que fue hijo de Elmodam, que fue Tentación de Jesús


hijo de Er, (Mt 4.1-11; Mc 1.12-13)

4
29 que fue hijo de Josué, que fue hi-
  Jesús volvió del Jordán lleno del
jo de Eliezer, que fue hijo de Jorín, Espíritu Santo, y fue llevado por
que fue hijo de Matat, el Espíritu al desierto.
30 que fue hijo de Leví, que fue hijo

2 Allí estuvo cuarenta días, y el diablo

de Simeón, que fue hijo de Judá, lo estuvo poniendo a prueba. Como


que fue hijo de José, que fue hijo durante esos días no comió nada, pa-
de Jonán, que fue hijo de Eliaquín, sado ese tiempo tuvo hambre.
31 que fue hijo de Melea, que fue

3 Entonces el diablo le dijo: «Si eres

hijo de Mainán, que fue hijo de Ma- Hijo de Dios, di que esta piedra se
tata, que fue hijo de Natán, convierta en pan.»
32 que fue hijo de David, que fue

4 Jesús le respondió: «Escrito está:

hijo de Yesé, que fue hijo de Obed, “No sólo de pan vive el hombre.”» a
que fue hijo de Booz, que fue hijo 5 Entonces el diablo lo llevó a un lu-

de Salmón, que fue hijo de Nasón, gar alto, y en un instante le mostró


33 que fue hijo de Aminadab, que
  todos los reinos del mundo,
fue hijo de Aram, que fue hijo de 6 y le dijo: «Yo te daré poder so-

Esrón, que fue hijo de Fares, que bre todos estos reinos y sobre sus
fue hijo de Judá, riquezas, porque a mí han sido
34 que fue hijo de Jacob, que fue hijo
  entregados, y yo puedo dárselos a
de Isaac, que fue hijo de Abrahán, quien yo quiera.
que fue hijo de Téraj, que fue hijo 7Si te arrodillas delante de mí, to-

de Najor, dos serán tuyos.»


35 que fue hijo de Serug, que fue hi-

8 Jesús le respondió: «Escrito está:

jo de Ragau, que fue hijo de Peleg, “Al Señor tu Dios adorarás, y a él


que fue hijo de Éber, que fue hijo sólo servirás.”» b
de Sala, 9Entonces el diablo lo llevó a Jerusa-

36 que fue hijo de Cainán, que fue


  lén, lo puso sobre la parte más alta
hijo de Arfaxad, que fue hijo de del templo, y le dijo: «Si eres Hijo
Sem, que fue hijo de Noé, que fue de Dios, lánzate hacia abajo.
hijo de Lamec, 10 Porque está escrito:

37 que fue hijo de Matusalén, que


  »“A sus ángeles mandará
fue hijo de Enoc, que fue hijo de alrededor de ti, para que te
Yared, que fue hijo de Malalel, que protejan”; c
fue hijo de Cainán, 11 y también:

38 que fue hijo de Enós, que fue hijo


  “En sus manos te sostendrán,
de Set, que fue hijo de Adán, que Para que no tropieces con
fue creado por Dios. piedra alguna.”» d

a 4.4: Dt 8.3. b 4.8: Dt 6.13. c 4.10: Sal 91.11. d 4.11: Sal 91.12.

1481
SAN LUCAS  4

Jesús le respondió: «También es-


12   Entonces él comenzó a decirles:
21 

tá dicho: “No tentarás al Señor tu «Hoy se ha cumplido esta Escritura


Dios.”» e delante de ustedes.»
13 Cuando el diablo agotó sus inten-

22 Todos hablaban bien de él y se

tos de ponerlo a prueba, se apartó quedaban asombrados de las pala-


de él por algún tiempo. bras de gracia que emanaban de sus
labios, y se preguntaban: «¿Acaso
Jesús principia su ministerio no es éste el hijo de José?»
(Mt 4.12-17; Mc 1.14-15) 23 Jesús les dijo: «Sin duda ustedes

Con el poder del Espíritu, Jesús


14   me recordarán el refrán que dice:
volvió a Galilea; y su fama se difun- “Médico, cúrate a ti mismo”, y tam-
dió por todos los lugares vecinos. bién “Haz aquí en tu tierra todo lo
15 Enseñaba en las sinagogas de
  que hemos oído que hiciste en Ca-
ellos, y todos lo glorificaban. farnaún.”»
24 Y añadió: «De cierto les digo que

Jesús en Nazaret ningún profeta es bien recibido en


(Mt 13.53-58; Mc 6.1-6) su propia tierra. g
16 Jesús fue a Nazaret, donde se ha-

25 A decir verdad, en los días de

bía criado, y en el día de reposo entró Elías, cuando durante tres años y
en la sinagoga, como era su costum- medio el cielo se cerró y hubo mu-
bre, y se levantó a leer las Escrituras. cha hambre en toda la tierra, había
17Se le dio el libro del profeta Isaías,
  muchas viudas en Israel; h
y al abrirlo encontró el texto que 26 pero Elías no fue enviado a nin-

dice: guna de ellas, sino a una viuda en


18 «El Espíritu del Señor está Sarepta de Sidón. i
sobre mí. 27 Y en los días del profeta Eliseo

Me ha ungido para proclamar había también muchos leprosos en


buenas noticias a los pobres; Israel, pero ninguno de ellos fue
me ha enviado a proclamar limpiado sino Namán el sirio.» j
libertad a los cautivos, 28 Al oír esto, todos en la sinagoga

a dar vista a los ciegos, se enojaron mucho.


a poner en libertad a los opri- 29 Se levantaron, lo echaron fuera

midos de la ciudad, y lo llevaron hasta


19 y a proclamar el año de la la cumbre del monte sobre el que
buena voluntad del Señor.» f estaba edificada la ciudad, para des-
20 Enrolló luego el libro, se lo dio
  peñarlo.
al asistente, y se sentó. Todos en la 30 Pero él pasó por en medio de

sinagoga lo miraban fijamente. ellos, y se fue.

e 4.12: Dt 6.16. f 4.18-19: Is 61.1-2. g 4.24: Jn 4.44. h 4.25: 1 R 17.1.


i 4.26: 1 R 17.8-16. j 4.27: 2 R 5.1-14.

1482
SAN LUCAS  4​, ​5

Un hombre que tenía un espíritu Muchos sanados al caer la tarde


impuro (Mt 8.16-17; Mc 1.32-34)
(Mc 1.21-28) 40 Al ponerse el sol, todos los que

Jesús fue a Cafarnaún, ciudad de


31  tenían enfermos de diversas enfer-
Galilea, y allí enseñaba a la gente en medades se los llevaban, y él ponía
los días de reposo. sus manos sobre cada uno de ellos
32 Y la gente se admiraba de sus en-
  y los sanaba.
señanzas, porque les hablaba con 41 También de muchos salían demo-

autoridad. k nios, los cuales gritaban: «¡Tú eres


33 Había en la sinagoga un hombre
  el Hijo de Dios!» Pero Jesús los
que tenía el espíritu de un demonio reprendía y no los dejaba hablar,
impuro, el cual gritó con gran fuerza: porque sabían que él era el Cristo.
34 «¿Qué tienes contra nosotros,

Jesús de Nazaret? ¿Has venido a Jesús predica en Galilea


destruirnos? ¡Yo te conozco, y sé (Mc 1.35-39)
que eres el Santo de Dios!» Al llegar el día, Jesús salió y se
42  
35 Pero Jesús lo reprendió y le dijo:
  fue a un lugar apartado. La gente lo
«¡Cállate, y sal de ese hombre!» buscaba, y cuando lo encontraron
Entonces el demonio derribó al intentaron retenerlo para que no se
hombre en medio de ellos, y salió alejara de ellos;
de él sin hacerle ningún daño. 43 pero él les dijo: «También es necesa-

36 Todos estaban asustados, y se pre-


  rio que yo anuncie en otras ciudades
guntaban unos a otros: «¿Qué clase las buenas noticias del reino de Dios,
de palabra es ésta? ¡Con autoridad porque para esto he sido enviado.»
y poder da órdenes a los espíritus 44 Y siguió predicando en las sinago-

impuros, y éstos salen!» gas de esa región.


37Y su fama se iba extendiendo por

todos los lugares vecinos. La pesca milagrosa


(Mt 4.18-22; Mc 1.16-20)

5
Jesús sana a la suegra de Pedro En cierta ocasión, Jesús estaba
(Mt 8.14-15; Mc 1.29-31)
junto al lago de Genesaret y el
Jesús salió de la sinagoga y se
38   gentío se agolpaba sobre él para oír
dirigió a la casa de Simón. La suegra la palabra de Dios.
de Simón tenía una fiebre muy alta, 2 Jesús vio que cerca de la orilla del

así que le rogaron a Jesús por ella. lago estaban dos barcas, y que los
39Él se inclinó hacia ella y reprendió
  pescadores habían bajado de ellas
a la fiebre, y la fiebre se le quitó. Al para lavar sus redes.
instante, ella se levantó y comenzó 3 Jesús entró en una de aquellas bar-

a atenderlos. cas, la cual era de Simón, y le pidió

k 4.32: Mt 7.28-29.

1483
SAN LUCAS  5

que la apartara un poco de la orilla; presentó un hombre lleno de lepra,


luego se sentó en la barca, y desde quien al ver a Jesús se arrodilló y,
allí enseñaba a la multitud. a rostro en tierra, le rogaba: «Señor, si
4 Cuando terminó de hablar, le dijo
  quieres, puedes limpiarme.»
a Simón: «Lleva la barca hacia la 13 Entonces Jesús extendió la mano,

parte honda del lago, y echen allí lo tocó y le dijo: «Quiero. Ya has
sus redes para pescar.» quedado limpio.» Y al instante se
5 Simón le dijo: «Maestro, toda la
  le quitó la lepra.
noche hemos estado trabajando, y 14 Jesús le ordenó: «No se lo cuentes

no hemos pescado nada; b pero ya a nadie. Sólo ve y preséntate ante


que tú me lo pides, echaré la red.» el sacerdote, y ofrece por tu purifi-
6 Así lo hicieron, y fue tal la canti-
  cación lo que ordenó Moisés, d para
dad de peces que atraparon, c que la que les sirva de testimonio.»
red se rompía. 15 Pero su fama seguía extendiéndo-

7Entonces hicieron señas a los compa-


  se, y mucha gente se reunía para
ñeros que estaban en la otra barca, para escucharlo y para que los sanara de
que vinieran a ayudarlos. Cuando aque- sus enfermedades;
llos llegaron, llenaron ambas barcas de 16 pero Jesús se retiraba a lugares

tal manera, que poco faltaba para que se apartados para orar.
hundieran.
8 Cuando Simón Pedro vio esto, cayó de

Jesús sana a un paralítico
rodillas ante Jesús y le dijo: «Señor, ¡apár- (Mt 9.1-8; Mc 2.1-12)
tate de mí, porque soy un pecador!» 17 Un día, mientras Jesús enseña-
9 Y es que tanto él como todos sus
  ba, estaban sentados los fariseos y
compañeros estaban pasmados por doctores de la ley que habían venido
la pesca que habían hecho. de todas las aldeas de Galilea, y de
10También estaban sorprendidos Jacobo
  Judea y Jerusalén. El poder del Señor
y Juan, los hijos de Zebedeo, que eran estaba con Jesús para sanar.
compañeros de Simón. Pero Jesús le dijo 18 En ese momento llegaron unos

a Simón: «No temas, que desde ahora hombres que traían en una cami-
serás pescador de hombres.» lla a un paralítico. Querían llevarlo
11Llevaron entonces las barcas a tierra, y
  adentro y ponerlo delante de Jesús,
lo dejaron todo para seguir a Jesús. 19 pero como a causa de la multitud

no hallaron la manera de hacerlo, se


Jesús sana a un leproso subieron a la azotea y, por el tejado,
(Mt 8.1-4; Mc 1.40-45) bajaron al paralítico en la camilla,
En otra ocasión, mientras Jesús
12   hasta ponerlo en medio de la gente
estaba en una de las ciudades, se y delante de Jesús.

a 5.1-3: Mt 13.1-2; Mc 3.9-10; 4.1. b 5.5: Jn 21.3. c 5.6: Jn 21.6.


d 5.14: Lv 14.1-32.

1484
SAN LUCAS  5

20 Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo 29 Más tarde, Leví ofreció un gran
al paralítico: «Buen hombre, tus pe- banquete en su casa, en honor de
cados te son perdonados.» Jesús. Sentados a la mesa con ellos
21 Los escribas y los fariseos co-
  estaban muchos cobradores de im-
menzaron a murmurar, y decían: puestos y otras personas.
«¿Quién es éste, que profiere blas- 30 Pero los escribas y los fariseos

femias? ¿Quién puede perdonar murmuraban contra los discípulos


pecados? ¡Nadie sino Dios!» de Jesús, y les dijeron: «¿Por qué
22 Jesús, que conocía sus pensamien-
  ustedes comen y beben con cobra-
tos, les dijo: «¿Por qué cavilan en dores de impuestos y pecadores?» e
su corazón? 31 Jesús les respondió: «Los que

23 ¿Qué es más fácil? ¿Que le diga al


  están sanos no necesitan de un
paralítico: “Tus pecados te son per- médico, sino los enfermos.
donados”, o que le diga: “Levántate 32 Yo no he venido a llamar al arre-

y anda”? pentimiento a los justos, sino a los


24 Pues para que ustedes sepan que
  pecadores.»
el Hijo del Hombre tiene autoridad
en la tierra para perdonar pecados, La pregunta sobre el ayuno
éste le dice al paralítico: “Leván- (Mt 9.14-17; Mc 2.18-22)
tate, toma tu camilla, y vete a tu Entonces ellos le dijeron: «¿Por
33  

casa.”» qué los discípulos de Juan y de los


25 Al instante, aquel hombre se le-
  fariseos ayunan muchas veces, y
vantó en presencia de ellos, tomó hacen oraciones, mientras que los
la camilla en la que había estado tuyos comen y beben?»
acostado, y se fue a su casa alaban- 34 Jesús les dijo: «¿Acaso ustedes

do a Dios. pueden hacer que ayunen los invi-


26 Todos estaban admirados y alaba-
  tados a una boda, mientras el novio
ban a Dios, y llenos de temor decían: está con ellos?
«¡Hoy hemos visto maravillas!» 35 Llegará el día en que el novio ya

no estará con ellos. Entonces sí, ese


Llamamiento de Leví día, ayunarán.»
(Mt 9.9-13; Mc 2.13-17) 36 También les contó una parábola:

Después de esto, Jesús salió y vio


27  «Nadie corta un retazo de un vestido
a un cobrador de impuestos llama- nuevo para remendar un vestido vie-
do Leví, que estaba sentado donde jo. Si lo hace, no solamente arruinará
se cobraban los impuestos. Le dijo: el vestido nuevo, sino que el remien-
«Sígueme.» do no quedará bien en el vestido viejo.
28 Leví se levantó y, dejándolo todo,

37 Ni tampoco se echa vino nuevo

lo siguió. en odres viejos, porque el vino nue-

e 5.30: Lc 15.1-2.

1485
SAN LUCAS  5​, ​6

vo hará que se revienten los odres; 7 y los escribas y los fariseos, que
entonces el vino se derramará, y los buscaban un motivo para acusar
odres se echarán a perder. a Jesús, lo observaban para ver si
38 El vino nuevo debe echarse en
  en el día de reposo sanaba a aquel
odres nuevos. Así, tanto el vino co- hombre.
mo los odres se conservan. 8 Pero Jesús, que sabía lo que pen-

39 Y nadie que haya bebido el vino


  saban, dijo al hombre que tenía la
añejo, quiere beber el nuevo, por- mano atrofiada: «Levántate, y ponte
que dice: “El vino añejo es mejor.”» en medio.» El hombre se puso de
pie,
Los discípulos espigan en el día 9 y Jesús dijo: «Voy a preguntarles

de reposo algo. ¿Qué está permitido hacer en


(Mt 12.1-8; Mc 2.23-28) los días de reposo? ¿El bien, o el

6 En cierto día de reposo, al pa-


sar Jesús por los sembrados, sus
discípulos iban arrancando espigas y
mal? ¿Salvar una vida, o quitar la
vida?»
10 Miró entonces a todos los que es-

desgranándolas con las manos, para taban alrededor, y dijo al hombre:


comerse el grano. a «Extiende tu mano.» Aquel hombre
2 Algunos de los fariseos les dijeron:
  lo hizo así, y su mano quedó sana.
«¿Por qué hacen lo que no está per- 11 Los escribas y los fariseos se pu-

mitido hacer en los días de reposo?» sieron furiosos y comenzaron a


3 Jesús les respondió: «¿Ni siquiera
  discutir qué podrían hacer contra
han leído lo que hizo David, cuan- Jesús.
do él y sus acompañantes tuvieron
hambre? Elección de los doce apóstoles
4 Pues entró en la casa de Dios y (Mt 10.1-4; Mc 3.13-19)

tomó los panes de la proposición, 12 Por esos días Jesús fue al mon-

que sólo a los sacerdotes les es per- te a orar, y pasó la noche orando a
mitido comer. Y comió David, y los Dios.
compartió con sus acompañantes.» c 13 Al llegar el día, llamó a sus dis-

5 Y añadió: «El Hijo del Hombre es


  cípulos y escogió a doce de ellos, a
también Señor del día de reposo.» los cuales también llamó apóstoles,
a saber:
El hombre de la mano atrofiada 14 Simón, a quien llamó Pedro; su

(Mt 12.9-14; Mc 3.1-6) hermano Andrés, Jacobo, Juan, Fe-


Otro día de reposo, Jesús entró
6  lipe, Bartolomé,
en la sinagoga y comenzó a enseñar. 15 Mateo, Tomás, Jacobo hijo de

Había allí un hombre que tenía la Alfeo, Simón, conocido como el


mano derecha atrofiada, Zelote,

a 6.1: Dt 23.25. c 6.3-4: 1 S 21.1-6.

1486
SAN LUCAS  6

Judas hijo de Jacobo, y Judas Isca-


16  »Pero ¡ay de ustedes los ricos!,
24  

riote, que llegó a ser el traidor. porque ya han recibido su consuelo.


25 »¡Ay de ustedes, los que ahora

Jesús atiende a una multitud están satisfechos!, porque habrán de


(Mt 4.23-25) pasar hambre.
Jesús descendió con ellos y se de-
17  »¡Ay de ustedes, los que ahora
tuvo en un llano, en compañía de ríen!, porque habrán de llorar y de
sus discípulos y de una gran mul- lamentarse.
titud de toda Judea, de Jerusalén y 26 »¡Ay de ustedes, cuando todos

de la costa de Tiro y Sidón. Habían los alaben!, porque lo mismo hacían


venido a escucharlo y a ser sanados con los falsos profetas los antepasa-
de sus enfermedades. dos de esta gente.
18 También eran sanados los que

eran atormentados por espíritus El amor hacia los enemigos


(Mt 5.38-48)
impuros.
19 Toda la gente procuraba tocarlo,

27 »A ustedes, los que me escu-
porque de él salía un poder que sa- chan, les digo: Amen a sus enemi-
naba a todos. gos, hagan bien a quienes los odian,
28 bendigan a quienes los maldicen,

Bienaventuranzas y ayes y oren por quienes los calumnian.


(Mt 5.1-12) 29 Si alguno te golpea en una meji-

20  Jesús miró a sus discípulos y les lla, preséntale también la otra. Si
dijo: «Bienaventurados ustedes los alguien te quita la capa, deja que se
pobres, porque el reino de Dios les lleve también la túnica.
pertenece. 30 A todo el que te pida, dale; y a

21 »Bienaventurados ustedes los que


  quien se lleve lo que es tuyo, no le
ahora tienen hambre, porque serán pidas que te lo devuelva.
saciados. Bienaventurados ustedes los
que ahora lloran, porque reirán. La regla de oro
22 »Bienaventurados serán ustedes (Mt 7.12)

cuando, por causa del Hijo del Hom- 31 »Traten a los demás como uste-
bre, d la gente los odie, los segregue, des quieran ser tratados.
los vitupere, y menosprecie su nom- 32 Porque si ustedes aman sólo a quienes

bre como algo malo. los aman, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los
23 Cuando llegue ese día, alégrense y
  pecadores aman a quienes los aman!
llénense de gozo, porque grande será 33 Y si ustedes tratan bien sólo a quie-

el galardón que recibirán en los cielos. nes los tratan bien a ustedes, ¿qué
¡Eso mismo hicieron con los profetas e mérito tienen? ¡Hasta los pecadores
los antepasados de esta gente! hacen lo mismo!

d 6.22: 1 P 4.14. e 6.23: 2 Cr 36.16; Hch 7.52.

1487
SAN LUCAS  6

Si prestan algo a aquellos de


34   la paja que tienes en tu ojo”, si no
quienes ustedes esperan recibir al- ves la viga que tienes en tu propio
go, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga
pecadores se prestan unos a otros de tu propio ojo, y entonces podrás
para recibir otro tanto! ver bien para sacar la paja que está
35 Ustedes deben amar a sus enemi-
  en el ojo de tu hermano.
gos, hacer el bien y dar prestado,
sin esperar nada a cambio. Grande Por sus frutos serán conocidos
será entonces el galardón que re- (Mt 7.15-20)
cibirán, y serán hijos del Altísimo. 43 »Ningún árbol bueno produce

Porque él es benigno con los ingra- frutos malos, ni tampoco un árbol


tos y con los malvados. malo produce frutos buenos.
36 Por lo tanto, sean compasivos, co-

44 Porque cada árbol se conoce por

mo también su Padre es compasivo. su fruto. h No se cortan higos de los


espinos, ni se vendimian uvas de
El juzgar a los demás las zarzas.
(Mt 7.1-5) 45 El hombre bueno, saca lo bueno del

37 »No juzguen, y no serán juz- buen tesoro de su corazón. El hom-


gados. No condenen, y no serán bre malo, saca lo malo del mal tesoro
condenados. Perdonen, y serán de su corazón; porque de la abundan-
perdonados. cia del corazón habla la boca. i
38 Den, y se les dará una medida

buena, incluso apretada, remecida Los dos cimientos


y desbordante. Porque con la mis- (Mt 7.24-27)
ma medida con que ustedes midan, »¿Por qué me llaman ustedes
46  

serán medidos.» “Señor, Señor”, y no hacen lo que


39 Les dijo también una parábola:
  les mando hacer?
«¿Acaso un ciego puede guiar a otro 47Les voy a decir como quién es el

ciego? ¿Acaso no se caerán los dos que viene a mí, y oye mis palabras
en algún hoyo? f y las pone en práctica:
40 El discípulo no es superior a su

48 Es como quien, al construir una

maestro, g pero el que complete su casa, cava hondo y pone los cimien-
aprendizaje será como su maestro. tos sobre la roca. En caso de una
41 ¿Por qué miras la paja que está en
  inundación, si el río golpea con
el ojo de tu hermano, y no miras la ímpetu la casa, no logra sacudirla
viga que está en tu propio ojo? porque está asentada sobre la roca.
42 ¿Cómo puedes decirle a tu her-

49 Pero el que oye mis palabras y no

mano: “Hermano, déjame sacarte las pone en práctica, es como quien

f 6.39: Mt 15.14. g 6.40: Mt 10.24-25; Jn 13.16; 15.20. h 6.44: Mt 12.33.


i 6.45: Mt 12.34.

1488
SAN LUCAS  7

construye su casa sobre el suelo y dijo: «Quiero decirles que ni siquie-


no le pone cimientos. Si el río gol- ra en Israel he hallado tanta fe.»
pea con ímpetu la casa, la derrumba 10 Los que habían sido enviados re-

y la deja completamente en ruinas.» gresaron entonces a la casa, y se


encontraron con que el siervo ya
Jesús sana al siervo de un estaba sano.
centurión
(Mt 8.5-13) Jesús resucita al hijo de

7 Jesús terminó de hablar con el la viuda de Naín


pueblo y entró en Cafarnaún. 11 Después Jesús se dirigió a una

2 Allí había un centurión que tenía


  ciudad llamada Naín. Lo acompaña-
un siervo al que amaba mucho, el ron muchos de sus discípulos, y una
cual estaba a punto de morir. gran multitud.
3 Cuando el centurión oyó hablar de

12 Cuando se acercó a la puerta de la

Jesús, envió a unos ancianos de los ciudad, vio que llevaban a enterrar
judíos para que le rogaran que fuera al hijo único de una viuda. Mucha
a sanar a su siervo. gente de la ciudad acompañaba a
4 Ellos fueron a hablar con Jesús, y
  la madre.
con mucha insistencia le rogaron: 13 Cuando el Señor la vio, se compa-

«Este hombre merece que le con- deció de ella y le dijo: «No llores.»
cedas lo que pide, 14 Luego se acercó al féretro y lo

5 pues ama a nuestra nación y nos


  tocó, y los que lo llevaban se detu-
ha construido una sinagoga.» vieron. Entonces Jesús dijo: «Joven,
6 Jesús se fue con ellos, y ya estaban
  a ti te digo, ¡levántate!»
cerca de la casa cuando el centu- 15 En ese momento, el que estaba

rión envió a unos amigos suyos, muerto se incorporó y comenzó a ha-


para que le dijeran: «Señor, no te blar, y Jesús se lo entregó a su madre.
molestes. Yo no soy digno de que 16 El miedo se apoderó de todos, y

entres en mi casa. unos alababan a Dios y decían «Un


7Ni siquiera me consideré digno de
  gran profeta se ha levantado entre
presentarme ante ti. Pero con una nosotros», y otros más decían «Dios
sola palabra tuya mi siervo sanará. ha venido a ayudar a su pueblo.»
8 Yo mismo sé lo que es estar bajo

17Y la fama de Jesús se difundió por

autoridad, y lo que es tener soldados toda Judea y por toda la región vecina.
bajo mis órdenes. Si a uno le digo
“Ve allá”, él va; y si a otro le digo Los mensajeros de Juan el
“Ven acá”, él viene; y si a mi siervo Bautista
(Mt 11.2-19)
le digo: “Haz esto”, lo hace.»
9 Cuando Jesús oyó esto, se quedó
  Los discípulos de Juan fueron a
18  

admirado del centurión. Se volvió contarle todas estas cosas. Entonces


entonces a la gente que lo seguía, y Juan llamó a dos de sus discípulos,

1489
SAN LUCAS  7

y los envió a Jesús para que le pre-


19  para que te prepare el cami-
guntaran: «¿Eres tú aquel que había no.” c
de venir, o esperaremos a otro?» 28 Yo les digo que, entre los que na-

20 Aquellos fueron a ver a Jesús, y


  cen de mujer, no hay nadie mayor
le dijeron: «Juan el Bautista nos ha que Juan el Bautista. Aun así, el
enviado para que te preguntemos si más pequeño en el reino de Dios
eres tú el que ha de venir, o debe- es mayor que él.»
mos esperar a otro.» 29Al oír esto, todo el pueblo y los co-

21 En ese mismo momento, Jesús


  bradores de impuestos reconocieron
sanó a muchos que tenían enferme- la justicia de Dios y se bautizaron
dades, plagas y espíritus malignos, con el bautismo de Juan.
y a muchos ciegos les dio la vista. 30 Pero los fariseos y los intérpretes

22 Entonces Jesús les respondió:


  de la ley rechazaron el propósito de
«Vuelvan y cuéntenle a Juan lo que Dios respecto de sí mismos, y no
han visto y oído: Los ciegos ven, los fueron bautizados por Juan. d
cojos andan, los leprosos son limpia- 31 El Señor agregó: «¿Con qué com-

dos, los sordos oyen, a los muertos pararé a la gente de esta generación?
son resucitados, y a los pobres se ¿A qué puedo compararlos?
les anuncian las buenas noticias. b 32 Son como los niños que se sien-

23 ¡Bienaventurado el que no tropie-


  tan en la plaza y se gritan unos a
za por causa de mí!» otros: “Tocamos la flauta, y ustedes
24 Cuando los mensajeros de Juan
  no bailaron; entonamos cantos fú-
se fueron, Jesús comenzó a decir a la nebres, y ustedes no lloraron.”
gente acerca de Juan: «¿Qué fueron 33 Porque vino Juan el Bautista, que

ustedes a ver al desierto? ¿Querían no comía pan ni bebía vino, y us-


ver una caña sacudida por el viento? tedes decían: “Tiene un demonio.”
25 ¿O qué fueron a ver? ¿A un hom-

34 Luego vino el Hijo del Hombre,

bre vestido con ropa elegante? Los que come y bebe, y ustedes dicen:
que se visten con ropa elegante y “Este hombre es un glotón y un
disfrutan de grandes lujos, están en borracho, amigo de cobradores de
los palacios de los reyes. impuestos y de pecadores.”
26 Entonces, ¿qué es lo que ustedes

35 Pero a la sabiduría la reivindican

fueron a ver? ¿A un profeta? Pues yo sus hijos.»


les digo que sí, ¡y a alguien mayor
que un profeta! Jesús en la casa de
27Porque éste es de quien está es-

Simón el fariseo
crito: 36 Uno de los fariseos invitó a Jesús

»“Yo envío mi mensajero a comer, así que Jesús fue a la casa


delante de ti, del fariseo y se sentó a la mesa.

a 7.22: Is 35.5-6. b 7.22: Is 61.1. c 7.27: Mal 3.1. d 7.29-30: Mt 21.32; Lc 3.12.

1490
SAN LUCAS  7​, ​8

37 Cuando una mujer de la ciudad, Por eso te digo que sus muchos
47 

que era pecadora, se enteró de que pecados le son perdonados, porque


Jesús estaba a la mesa, en la casa amó mucho. Pero a quien poco se
del fariseo, llegó con un frasco de le perdona, poco ama.»
alabastro lleno de perfume. 48 Y a ella le dijo: «Tus pecados te

38 Llorando, se arrojó a los pies de


  son perdonados.»
Jesús y comenzó a bañarlos con lá- 49Los que estaban sentados a la me-

grimas y a secarlos con sus cabellos; sa con él, comenzaron a decir entre
también se los besaba, y los ungía sí: «¿Quién es éste, que también
con el perfume. e perdona pecados?»
39Cuando el fariseo que lo había con-

50 Pero Jesús le dijo a la mujer: «Tu

vidado vio esto, pensó: «Si éste fuera fe te ha salvado. Ve en paz.»


profeta, sabría que la mujer que lo es-
tá tocando es una pecadora.» Mujeres que servían a Jesús

8
40 Entonces Jesús le dijo: «Simón,
  Después de esto, Jesús andaba
tengo que decirte algo.» Simón dijo: por todas las ciudades y aldeas,
«Dime, Maestro.» y allí proclamaba y anunciaba las
41 «Un acreedor tenía dos deudores:
  buenas noticias del reino de Dios.
uno le debía quinientos denarios, y Lo acompañaban los doce,
el otro cincuenta. 2 y también algunas mujeres que

42 Como ninguno de los dos podía


  habían sido sanadas de espíritus
pagarle, les perdonó la deuda a los malignos y de enfermedades: Ma-
dos. Ahora, dime: ¿cuál de ellos lo ría, a la que llamaban Magdalena,
amará más?» y de la que habían sido expulsados
43 Simón le respondió: «Me parece
  siete demonios;
que aquel a quien le perdonó más.» 3 Juana, la mujer de Chuza, el in-

Y Jesús le dijo: «Tu juicio es correcto.» tendente de Herodes; Susana, y


44 Entonces se volvió a la mujer y le
  muchas otras que los atendían con
dijo a Simón: «Mira a esta mujer. sus propios recursos. a
Cuando llegué a tu casa, no me dis-
te agua para lavarme los pies, pero Parábola del sembrador
ésta los ha bañado con sus lágrimas (Mt 13.1-15,18-23; Mc 4.1-20)
y los ha secado con sus cabellos. De cada ciudad acudía gente para
4 
45 No me diste un beso, pero ésta
  ver a Jesús. Al reunirse una gran
no ha dejado de besarme los pies multitud, Jesús les relató esta pará-
desde que entré. bola:
46 No ungiste mi cabeza con aceite,

5 «El sembrador salió a sembrar su

pero ésta ha ungido mis pies con semilla. Mientras sembraba, parte
perfume. de ella cayó junto al camino, y fue

e 7.37-38: Mt 26.7; Mc 14.3; Jn 12.3. a 8.2-3: Mt 27.55-56; Mc 15.40-41; Lc 23.49.

1491
SAN LUCAS  8

pisoteada y las aves del cielo se la corazón bueno y recto retienen la


comieron. palabra oída, y dan una buena co-
6 Otra parte cayó sobre las piedras,
  secha porque permanecen firmes.
pero al brotar se secó por falta de
humedad. Nada hay oculto que no se manifieste
7Otra parte cayó entre los espinos,

(Mc 4.21-25)
pero la ahogaron los espinos que »Nadie que enciende una luz la
16  

brotaron con ella. cubre con un cajón, ni la coloca de-


8 Otra parte cayó en buena tierra;
  bajo de la cama. Más bien, la pone
y brotó y produjo una cosecha del en un candelero c para que los que
ciento por uno.» entren vean la luz.
Y levantando la voz, dijo: «El que 17Porque no hay nada oculto que no

tenga oídos para oír, que oiga.» llegue a manifestarse, ni hay nada
9 Sus discípulos le preguntaron:
  escondido que no haya de ser cono-
«¿Qué significa esta parábola?» cido y de salir a la luz. d
10 Y él les respondió: «A ustedes se

18 Escúchenme bien: a todo el que tie-

les concede conocer los misterios del ne, se le dará; y al que no tiene, hasta
reino de Dios, pero a los otros se les lo que cree tener se le quitará.» 
e

habla en parábolas, para que viendo


no vean, y oyendo no entiendan. b La madre y los hermanos de Jesús
11 La parábola significa lo siguiente:

(Mt 12.46-50; Mc 3.31-35)
La semilla es la palabra de Dios. La madre y los hermanos de Jesús
19  
12 Las semillas junto al camino son
  fueron a donde él estaba, pero no
los que oyen, pero que luego viene podían acercarse a él por causa de
el diablo y les quita del corazón la pa- la multitud.
labra, para que no crean y se salven. 20 Alguien le dijo: «Tu madre y tus

13 Las que cayeron sobre las piedras


  hermanos están allí afuera, y quie-
son los que, al oír la palabra, la reci- ren verte.»
ben con gozo, pero como no tienen 21Pero él respondió: «Mi madre y mis

raíces, creen por algún tiempo, pe- hermanos son los que oyen la palabra
ro al llegar la prueba se apartan. de Dios y la ponen en práctica.»
14 Las que cayeron entre los espinos

son los que oyen, pero se alejan y Jesús calma la tempestad


son ahogados por las preocupacio- (Mt 8.23-27; Mc 4.35-41)
nes, las riquezas y los placeres de la 22 Un día, Jesús abordó una barca

vida, y no dan fruto. con sus discípulos, y les dijo: «Pase-


15 Pero la semilla que cayó en bue-
  mos al otro lado del lago.» Y así lo
na tierra representa a los que con hicieron.

b 8.10: Is 6.9-10. c 8.16: Mt 5.15; Lc 11.33. d 8.17: Mt 10.26; Lc 12.2.


e 8.18: Mt 25.29; Lc 19.26.

1492
SAN LUCAS  8

23 Mientras navegaban, Jesús se que- 30 Jesús le preguntó: «¿Cómo te lla-


dó dormido. Pero se desencadenó en mas?» Y él respondió: «Legión.»
el lago una tempestad con viento, de Porque eran muchos los demonios
tal manera que la barca se inundó y que habían entrado en él,
corrían el peligro de naufragar. 31 y le rogaban a Jesús que no los

24 Los discípulos despertaron a Jesús


  mandara al abismo.
y le dijeron: «¡Maestro, Maestro, 32 Como allí había un gran hato de

estamos por naufragar!» Entonces cerdos que pacían en el monte, los


Jesús despertó, reprendió al viento demonios le rogaron a Jesús que los
y a las olas, y éstas se sosegaron, y dejara entrar en ellos; y él les dio per-
todo quedó en calma. miso.
25 Jesús les dijo: «¿Dónde está la fe

33 Una vez fuera del hombre, los

de ustedes?» Pero ellos, temorosos demonios entraron en los cerdos,


y asombrados, se decían unos a y éstos se lanzaron al lago por un
otros: «¿Quién es éste, que hasta despeñadero, y allí se ahogaron.
a los vientos y a las aguas les da 34 Cuando los que apacentaban los

órdenes, y lo obedecen?» cerdos vieron lo sucedido, huyeron y


fueron a contar todo esto en la ciu-
El endemoniado geraseno dad y por los campos.
(Mt 8.28-34; Mc 5.1-20) 35 La gente salió a ver lo que había

26 Después arribaron a la tierra de sucedido. Cuando llegaron a donde


los gerasenos, que está en la ribera estaba Jesús, se encontraron con
opuesta a Galilea. que el hombre, de quien habían
27Cuando él llegó a tierra, vino a su
  salido los demonios, estaba senta-
encuentro un hombre de la ciudad do a los pies de Jesús, vestido y en
que estaba endemoniado. Hacía mu- su cabal juicio. Y tuvieron miedo.
cho tiempo que no se vestía ni vivía 36 Los que habían visto todo esto,

en una casa, sino en los sepulcros. les contaron cómo había sido salva-
28 Cuando el endemoniado vio a
  do el endemoniado.
Jesús, se arrodilló delante de él, lan- 37 Entonces toda la gente de la re-

zó un fuerte grito, y le dijo: «Jesús, gión de los gerasenos le rogó a Jesús


Hijo del Dios Altísimo, ¿qué tienes que se alejara de ellos, pues tenían
que ver conmigo? ¡Te ruego que no mucho miedo. Así que Jesús entró
me atormentes!» en la barca y se fue.
29 (Y es que Jesús le ordenaba al espí-

38 El hombre de quien habían salido

ritu impuro que saliera del hombre los demonios le rogaba que lo dejara
porque hacía mucho tiempo que se estar con él, pero Jesús lo despidió
había apoderado de él. Aunque lo y le dijo:
ataban con cadenas y grilletes, él 39 «Vuelve a tu casa, y cuenta allí

rompía las cadenas y el demonio lo todo lo que Dios ha hecho contigo.»


llevaba a lugares apartados.) Entonces el hombre se fue y contó

1493
SAN LUCAS  8​, ​9

por toda la ciudad lo que Jesús ha- Entonces Jesús le dijo: «Hija, tu fe
48  

bía hecho con él. te ha sanado. Ve en paz.»


49 Mientras Jesús hablaba, alguien

La hija de Jairo, y la mujer que de la casa del jefe de la sinagoga lle-


tocó el manto de Jesús gó a decirle: «Tu hija ha muerto. No
(Mt 9.18-26; Mc 5.21-43) molestes más al Maestro.»
40 Cuando Jesús regresó, la multi- 50 Cuando Jesús oyó ésto, le dijo:

tud lo recibió con alegría, pues todos «No temas. Sólo debes creer, y tu
lo estaban esperando. hija será sanada.»
41 Llegó entonces un hombre llama-

51 Jesús entró en la casa y no dejó

do Jairo, que era jefe de la sinagoga. que nadie entrara con él, excepto
Este hombre se arrojó a los pies de Pedro, Jacobo y Juan, y los padres
Jesús y le rogó que fuera a su casa, de la niña.
42 pues su única hija, que tenía co-

52 Todos estaban llorando y se la-

mo doce años, se estaba muriendo. mentaban por ella. Pero él les dijo:
Mientras Jesús se dirigía a la casa «No lloren, que no está muerta, si-
de Jairo, la multitud lo apretujaba. no dormida.»
43 Una mujer, que hacía doce años pa-

53 La gente se burlaba de él, pues

decía de hemorragias y había gastado sabían que la niña estaba muerta;


en médicos todo lo que tenía, sin 54 pero él la tomó de la mano, y con

que ninguno hubiera podido curarla, fuerte voz le dijo: «Niña, ¡levántate!»
44 se le acercó por detrás y le tocó

55 La niña volvió a la vida, y ensegui-

el borde del manto. Al instante, su da se levantó, y Jesús mandó que le


hemorragia se detuvo. dieran de comer.
45 Entonces Jesús dijo: «¿Quién me

56 Sus padres estaban atónitos, pero

ha tocado?» Todos negaban haberlo Jesús les mandó que no dijeran a


tocado, así que Pedro y los que es- nadie lo que había sucedido.
taban con él le dijeron: «Maestro,
son muchos los que te aprietan y te Misión de los doce discípulos
(Mt 10.5-15; Mc 6.7-13)
oprimen.»

9
46 Pero Jesús dijo: «Alguien me ha
  Jesús reunió a sus doce discípulos
tocado. Yo sé bien que de mí ha sa- y, después de darles poder y auto-
lido poder.» ridad para expulsar a todos los demo-
47Cuando la mujer se vio descubier-
  nios, y para sanar enfermedades,
ta, se acercó temblorosa y se arrojó 2 los envió a predicar el reino de

a los pies de Jesús, y delante de todo Dios y a sanar a los enfermos.


el pueblo le contó por qué lo había 3 Les dijo: 

a «No lleven nada para el

tocado, y cómo al instante había camino. Ni bastón, ni mochila, ni


sido sanada. pan, ni dinero, ni dos túnicas.

a 9.3-5: Lc 10.4-11.

1494
SAN LUCAS  9

4 En cualquier casa donde entren, le dijeron: «Despide a la gente, pa-


quédense allí hasta que salgan. ra que vayan a las aldeas y campos
5 Si en alguna ciudad no los reciben
  vecinos, y busquen comida y aloja-
bien, salgan de allí y sacúdanse el miento, porque aquí no hay nada.»
polvo de los pies, como un testimo- 13 Jesús les dijo: «Denles ustedes de

nio contra ellos.» b comer.» Pero ellos respondieron:


6 Los discípulos salieron y fueron
  «No tenemos más que cinco panes
por todas las aldeas, y por todas par- y dos pescados, a no ser que vaya-
tes anunciaban las buenas noticias mos a comprar alimentos para toda
y sanaban enfermos. esta multitud.»
14 Allí había como cinco mil perso-

Muerte de Juan el Bautista nas. Y Jesús dijo a sus discípulos:


(Mt 14.1-12; Mc 6.14-29) «Hagan que la gente se siente en
Herodes el tetrarca se enteró de
7  grupos de cincuenta personas.»
todo lo que hacía Jesús, y estaba per- 15 Los discípulos lo hicieron así, y

plejo, pues algunos decían que Juan todos se sentaron.


había resucitado de los muertos; 16 Jesús tomó entonces los cinco panes

8 otros decían que Elías se había apa-


  y los dos pescados y, levantando los
recido; y aún otros, que alguno de los ojos al cielo, los bendijo, los partió,
antiguos profetas había resucitado. c y se los dio a sus discípulos para que
9 Pero Herodes dijo: «¡Yo mandé
  ellos los repartieran entre la gente.
decapitar a Juan! Entonces, ¿quién 17 Y todos comieron y quedaron

es éste, de quien oigo decir tales satisfechos; y de lo que sobró reco-


cosas?» Y trataba de verlo. gieron doce cestas.
Alimentación de los cinco mil La confesión de Pedro
(Mt 14.13-21; Mc 6.30-44; Jn 6.1-14) (Mt 16.13-20; Mc 8.27-30)
Cuando los apóstoles regresaron,
10  Un día, mientras Jesús se apartó
18  

le contaron a Jesús todo lo que ha- para orar, les preguntó a los discípu-
bían hecho. Entonces él los llevó a los que estaban con él: «¿Quién dice
un lugar apartado de la ciudad lla- la gente que soy yo?»
mada Betsaida. 19 Ellos respondieron: «Unos dicen

11Pero la gente lo supo y lo siguió, y él


  que eres Juan el Bautista; otros, que
los recibió y les hablaba del reino de Elías; y otros más, que eres alguno
Dios, y sanaba a los que necesitaban de los antiguos profetas que ha re-
ser sanados. sucitado. d»
12 Cuando el día comenzó a declinar,

20 Entonces les preguntó: «¿Y uste-

los discípulos se acercaron a Jesús y des, quién dicen que soy?» Y Pedro

b 9.5: Hch 13.51. c 9.7-8: Mt 16.14; Mc 8.28; Lc 9.19.


d 9.19: Mt 14.1-2; Mc 6.14-15; Lc 9.7-8.

1495
SAN LUCAS  9

le respondió: «Tú eres el Cristo de a orar, h y se llevó con él a Pedro,


Dios.» e Juan y Jacobo.
29 Y mientras oraba, cambió la apa-

Jesús anuncia su muerte riencia de su rostro, y su vestido se


(Mt 16.21-28; Mc 8.31—9.1) hizo blanco y resplandeciente.
Jesús les mandó que de ninguna
21  30 Aparecieron entonces dos hom-

manera se lo dijeran a nadie. bres, y conversaban con él. Eran


22 También les dijo: «Es necesario
  Moisés y Elías,
que el Hijo del Hombre padezca 31 que rodeados de gloria hablaban

muchas cosas, que sea desechado de la partida de Jesús, la cual se iba


por los ancianos, por los principales a cumplir en Jerusalén.
sacerdotes y por los escribas, y que 32 Pedro y los que estaban con él tenían

muera y resucite al tercer día.» mucho sueño pero, como se quedaron


23 Y a todos les decía: «Si alguno
  despiertos, vieron la gloria de Jesús y a
quiere seguirme, niéguese a sí mis- los dos hombres que estaban con él.
mo, tome su cruz cada día, y síga- 33 Mientras éstos se alejaban de Jesús,

me. f Pedro dijo: «Maestro, ¡qué bueno es


24 Porque todo el que quiera salvar
  para nosotros estar aquí! Vamos a ha-
su vida, la perderá, y todo el que cer tres cobertizos; uno para ti, otro
pierda su vida por causa de mí, la para Moisés, y otro para Elías.» Pero
salvará. g no sabía lo que decía.
25 Porque ¿de qué le sirve a uno ga-

34 Y mientras decía esto, una nube

narse todo el mundo, si se destruye los cubrió, y tuvieron miedo de en-


o se pierde a sí mismo? trar en la nube.
26 Porque si alguno se avergüenza

35 Entonces, desde la nube se oyó

de mí y de mis palabras, el Hijo del una voz que decía: «Éste es mi Hijo
Hombre se avergonzará de él cuan- amado. i ¡Escúchenlo!»
do venga en su gloria, y en la gloria 36 Cuando la voz cesó, Jesús se encon-

del Padre y de los santos ángeles. traba solo. Pero ellos mantuvieron esto
27 Pero en verdad les digo, que al-
  en secreto y, durante aquellos días, no
gunos de los que están aquí no le dijeron a nadie lo que habían visto.
morirán hasta que vean el reino de
Dios.» Jesús sana a un muchacho
endemoniado
La transfiguración (Mt 17.14-21; Mc 9.14-29)
(Mt 17.1-8; Mc 9.2-8) Al día siguiente, cuando bajaron
37 

Como ocho días después de


28   del monte, una gran multitud les sa-
que Jesús dijo esto, subió al monte lió al encuentro,

e 9.20: Jn 6.68-69. f 9.23: Mt 10.38; Lc 14.27. g 9.24: Mt 10.39; Lc 17.33; Jn 12.25.


h 9.28-35: 2 P 1.17-18. i 9.35: Is 42.1; Mt 3.17; 12.18; Mc 1.11; Lc 3.22.

1496
SAN LUCAS  9

y con fuerte voz un hombre de la


38   ¿Quién es el mayor?
multitud le dijo: «Maestro, te ruego (Mt 18.1-5; Mc 9.33-37)
que veas a mi hijo. ¡Es el único hijo 46 En cierta ocasión, los discípulos

que tengo! comenzaron a discutir acerca de


39Sucede que un espíritu se apodera
  quién de ellos era el más importante. j
de él, y de repente lo sacude con 47Cuando Jesús se dio cuenta de lo

violencia, y lo hace gritar y echar que estaban pensando, tomó a un


espuma por la boca. Cuando lo niño y, poniéndolo junto a él,
atormenta, a duras penas lo deja 48 les dijo: «Cualquiera que reciba

tranquilo. a un niño así en mi nombre, me


40 Yo les pedí a tus discípulos que
  recibe a mí; y cualquiera que me re-
expulsaran al espíritu, pero no pu- cibe a mí, recibe al que me envió. k
dieron.» Porque el más insignificante entre
41 Jesús dijo entonces: «¡Ay, gente
  todos ustedes, es el más grande de
incrédula y perversa! ¿Hasta cuán- ustedes.»
do tendré que estar con ustedes y
soportarlos? ¡Trae acá a tu hijo!» El que no está contra nosotros,
42 Mientras el muchacho se acer-

está a favor de nosotros
caba, el demonio lo derribó y lo (Mc 9.38-40)
sacudió con violencia, pero Jesús 49 Entonces Juan le dijo: «Maestro,
reprendió al espíritu impuro, sanó hemos visto a uno que expulsaba
al muchacho, y se lo entregó a su demonios en tu nombre, pero se lo
padre. prohibimos, porque no anda con
43 Y todos se admiraban de la gran-
  nosotros.»
deza de Dios. 50 Jesús le dijo: «No se lo prohíban,

porque el que no está contra noso-


Jesús anuncia otra vez su muerte tros, está a favor de nosotros.»
(Mt 17.22-23; Mc 9.30-32)
Entre el asombro que causaba to- Jesús reprende a Jacobo y a Juan
do lo que Jesús hacía, dijo él a sus 51 Se acercaba el tiempo en que

discípulos: Jesús había de ser recibido arriba,


44 «Pongan mucha atención a estas
  así que resolvió con firmeza dirigirse
palabras: El Hijo del Hombre será a Jerusalén.
entregado a los poderes de este 52 Envió mensajeros delante de él, y

mundo.» ellos se fueron y entraron en una al-


45 Pero ellos no las entendieron,
  dea samaritana para prepararle todo;
pues les estaban veladas para que 53 pero los de allí no lo recibieron

no las entendieran, y tenían miedo porque se dieron cuenta de que su


de preguntarle qué querían decir. intención era ir a Jerusalén.

j 9.46: Lc 22.24. k 9.48: Mt 10.40; Lc 10.16; Jn 13.20.

1497
SAN LUCAS  9​, ​10

Al ver esto, sus discípulos Jaco-


54   Misión de los setenta y dos
bo y Juan dijeron: «Señor, ¿quieres
que mandemos que caiga fuego del
cielo, como hizo Elías, para que los
10 Después de esto, el Señor
eligió a otros setenta y dos,
y de dos en dos los envió delante
destruya?» l de él a todas las ciudades y lugares
55 Pero Jesús se volvió y los repren-
  adonde él tenía que ir.
dió. [Y les dijo: «Ustedes no saben 2 Les dijo: «Ciertamente, es mucha

de qué espíritu son. la mies, pero son pocos los segado-


56 Porque el Hijo del Hombre no ha
  res. Por tanto, pidan al Señor de la
venido a quitarle la vida a nadie, mies que envíe segadores a cose-
sino a salvársela.»] 1 Y se fueron a char la mies. a
otra aldea. 3 Y ustedes, pónganse en camino.

Pero tengan en cuenta que yo los


Los que querían seguir a Jesús envío como a corderos en medio de
(Mt 8.18-22)
lobos. b
Mientras seguían su camino, al-
57  4 No lleven bolsa, ni alforja, ni cal-

guien le dijo: «Señor, yo te seguiré zado; ni se detengan en el camino


adondequiera que vayas.» a saludar a nadie.
58 Jesús le dijo: «Las zorras tienen

5 En cualquier casa adonde entren,

guaridas, y las aves de los cielos tie- antes que nada digan: “Paz a esta
nen nidos, pero el Hijo del Hombre casa.”
no tiene dónde recostar su cabe- 6 Si allí hay gente de paz, la paz de

za.» ustedes reposará sobre esa gente; de


59 Y a otro le dijo: «Sígueme.» Aquél
  lo contrario, la paz volverá a ustedes.
le respondió: «Señor, permíteme ir 7Quédense en esa misma casa, y co-

primero a enterrar a mi padre.» man y beban lo que les den, porque


60 Pero Jesús le dijo: «Deja que los
  el obrero es digno de su salario. c
muertos entierren a sus muertos. No vayan de casa en casa.
Tú, ve y anuncia el reino de Dios.» 8 En cualquier ciudad donde en-

61 Otro también le dijo: «Señor, yo


  tren, y los reciban, coman lo que
te seguiré; pero antes déjame des- les ofrezcan.
pedirme de los que están en mi 9Sanen a los enfermos que allí haya,

casa.» m y díganles: “El reino de Dios se ha


62 Jesús le dijo: «Nadie que mire ha-
  acercado a ustedes.”
cia atrás, después de poner la mano 10 Pero si llegan a alguna ciudad y

en el arado, es apto para el reino de no los reciben, salgan a la calle y


Dios.» digan:

1 9.55-56 El texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.
l 9.54: 2 R 1.9-16. m 9.61: 1 R 19.20. a 10.2: Mt 9.37-38. b 10.3: Mt 10.16.
c 10.7: 1 Co 9.14; 1 Ti 5.18.

1498
SAN LUCAS  10

“Hasta el polvo de su ciudad, que


11  Jesús les dijo: «Yo veía a Satanás
18  

se ha pegado a nuestros pies, lo caer del cielo como un rayo.


sacudimos contra ustedes. d Pero 19Miren que yo les he dado a ustedes

sepan que el reino de Dios se ha poder para aplastar serpientes y escor-


acercado a ustedes.” e piones, k y para vencer a todo el poder
12 Yo les digo que, en aquel día, el
  del enemigo, sin que nada los dañe.
castigo para Sodoma será más to- 20 Pero no se alegren de que los es-

lerable f que para aquella ciudad. g píritus se les sujetan, sino de que
los nombres de ustedes ya están
Ayes sobre las ciudades escritos en los cielos.»
impenitentes
(Mt 11.20-24) Jesús se regocija
(Mt 11.25-27; 13.16-17)
»¡Ay de ti, Corazín! ¡Y ay de ti,
13  

Betsaida! Porque si en Tiro y en Si- En ese momento Jesús se regocijó


21 

dón h se hubieran hecho los milagros en el Espíritu Santo, y dijo: «Te alabo,
que se han hecho en ustedes, ya ha- Padre, Señor del cielo y de la tierra,
ce tiempo que, sentadas en cilicio y porque estas cosas las escondiste de los
cubiertas de ceniza, habrían mos- sabios y entendidos, y las revelaste a los
trado su arrepentimiento. niños. ¡Sí, Padre, porque así te agradó!
14 Por tanto, en el día del juicio, el

22 Mi Padre me ha entregado todas

castigo para Tiro y para Sidón será las cosas, l y nadie conoce al Hijo,
más tolerable que para ustedes. sino el Padre; ni nadie conoce al
15 Y tú, Cafarnaún, que te elevas
  Padre, sino el Hijo, m y aquel a quien
hasta los cielos, ¡hasta el Hades el Hijo lo quiera revelar.»
caerás abatida! i 23 Jesús se volvió a los discípulos,

16 »El que los escucha a ustedes, me


  y aparte les dijo: «Dichosos los ojos
escucha a mí. j El que los rechaza a us- que ven lo que ustedes ven.
tedes, me rechaza a mí; y el que me re- 24 Porque les digo que muchos profe-

chaza a mí, rechaza al que me envió.» tas y reyes desearon ver lo que ustedes
ven, pero no lo vieron; y oír lo que us-
Regreso de los setenta y dos tedes oyen, pero no lo oyeron.»
Cuando los setenta y dos volvie-
17 

ron, estaban muy contentos y de- El buen samaritano


cían: «Señor, en tu nombre, ¡hasta 25 En ese momento, un intérprete

los demonios se nos sujetan!» de la ley se levantó y, para poner

d 10.10-11: Hch 13.51. e 10.4-11: Mt 10.7-14; Mc 6.8-11; Lc 9.3-5.


f 10.12: Gn 19.24-28; Mt 11.24. g 10.12: Mt 10.15.
h 10.13: Is 23.1-18; Ez 26.1—28.26; Jl 3.4-8; Am 1.9-10; Zac 9.2-4.
i 10.15: Is 14.13-15. j 10.16: Mt 10.40; Mc 9.37; Lc 9.48; Jn 13.20.
k 10.19: Sal 91.13. l 10.22: Jn 3.35. m 10.22: Jn 10.15.

1499
SAN LUCAS  10​, ​11

a prueba a Jesús, dijo: n «Maestro, 36 De estos tres, ¿cuál crees que fue
¿qué debo hacer para heredar la vida el prójimo del que cayó en manos
eterna?» de los ladrones?»
26 Jesús le dijo: «¿Qué es lo que está

37 Aquél respondió: «El que tuvo

escrito en la ley? ¿Qué lees allí?» compasión de él.» Entonces Jesús le


27 El intérprete de la ley respondió:
  dijo: «Pues ve y haz tú lo mismo.»
«Amarás al Señor tu Dios con todo
tu corazón, con toda tu alma, con to- Jesús visita a Marta y a María
das tus fuerzas y con toda tu mente, o Mientras Jesús iba de camino,
38  

y a tu prójimo como a ti mismo.» p entró en una aldea, y una mujer lla-


28 Jesús le dijo: «Has contestado co-
  mada Marta, lo hospedó en su casa.
rrectamente. Haz esto, y vivirás.» q 39 Marta tenía una hermana que se

29Pero aquél, queriendo justificarse


  llamaba María, r la cual se sentó a
a sí mismo, le preguntó a Jesús: «¿Y los pies de Jesús para escuchar lo
quién es mi prójimo?» que él decía.
30 Jesús le respondió: «Un hombre

40 Pero Marta, que estaba ocupada

descendía de Jerusalén a Jericó, y con muchos quehaceres, se acercó a


cayó en manos de unos ladrones, Jesús y le dijo: «Señor, ¿no te impor-
que le robaron todo lo que tenía y ta que mi hermana me deje trabajar
lo hirieron, dejándolo casi muerto. sola? ¡Dile que me ayude!»
31 Por el camino descendía un sa-

41 Jesús le respondió: «Marta, Mar-

cerdote, y aunque lo vio, siguió de ta, estás preocupada y aturdida con


largo. muchas cosas.
32 Cerca de aquel lugar pasó tam-

42 Pero una sola cosa es necesaria.

bién un levita, y aunque lo vio, María ha escogido la mejor parte, y


siguió de largo. nadie se la quitará.»
33 Pero un samaritano, que iba de

camino, se acercó al hombre y, al Jesús y la oración


verlo, se compadeció de él (Mt 6.9-15; 7.7-11)

11
34 y le curó las heridas con aceite y
  En cierta ocasión, Jesús es-
vino, y se las vendó; luego lo puso taba orando en un lugar y,
sobre su cabalgadura y lo llevó a cuando terminó, uno de sus discí-
una posada, y cuidó de él. pulos le dijo: «Señor, enséñanos a
35 Al otro día, antes de partir, sacó
  orar, así como Juan enseñó a sus
dos monedas, se las dio al dueño de discípulos.»
la posada, y le dijo: “Cuídalo. Cuan- 2 Jesús les dijo: «Cuando ustedes

do yo regrese, te pagaré todo lo que oren, digan: “Padre, santificado sea


hayas gastado de más.” tu nombre. Venga tu reino.

n 10.25-28: Mt 22.35-40; Mc 12.28-34. o 10.27: Dt 6.5. p 10.27: Lv 19.18.


q 10.28: Lv 18.5. r 10.38-39: Jn 11.1.

1500
SAN LUCAS  11

3 El pan nuestro de cada día, dános- Una casa dividida contra
lo hoy. sí misma
4 Perdónanos nuestros pecados, por-

(Mt 12.22-30; Mc 3.20-27)
que también nosotros perdonamos Jesús estaba expulsando un de-
14  

a todos los que nos deben. Y no nos monio que había dejado mudo a un
metas en tentación.”» hombre, y cuando el demonio salió,
5 También les dijo: «¿Quién de us-
  el mudo comenzó a hablar y la gente
tedes, que tenga un amigo, va a ver- quedó asombrada.
lo a medianoche y le dice: “Amigo, 15 Pero algunos dijeron: «Éste ex-

préstame tres panes, pulsa a los demonios por el poder


6 porque un amigo mío ha venido
  de Beelzebú, príncipe de los demo-
a visitarme, y no tengo nada que nios.» a
ofrecerle”? 16 Otros, para ponerlo a prueba, le

7Aquél responderá desde adentro y


  pedían alguna señal del cielo. b
le dirá: “No me molestes. La puerta 17Pero él, que sabía lo que ellos pen-

ya está cerrada, y mis niños están saban, les dijo: «Todo reino dividido
en la cama conmigo. No puedo le- contra sí mismo queda devastado.
vantarme para dártelos” No hay casa que permanezca, si in-
8 Yo les digo que, aunque no se le-
  ternamente está dividida.
vante a dárselos por ser su amigo, 18 Ya que ustedes dicen que yo ex-

sí se levantará por su insistencia, y pulso a los demonios por el poder


le dará todo lo que necesite. de Beelzebú, ¿cómo podrá perma-
9 Así que pidan, y se les dará. Bus-
  necer el reino de Satanás, si él está
quen, y encontrarán. Llamen, y se dividido contra sí mismo?
les abrirá. 19 Porque, si yo expulso a los demo-

10 Porque todo aquel que pide, reci-


  nios por el poder de Beelzebú, ¿por
be; y el que busca, encuentra; y al el poder de quién los expulsan los
que llama, se le abre. hijos de ustedes? Por tanto, ellos
11 ¿Quién de ustedes, si su hijo le
  mismos serán los jueces de ustedes.
pide pan, le da una piedra? ¿O si le 20 Pero si yo expulso a los demonios

pide un pescado, en lugar del pes- por el poder de Dios, ciertamente el


cado le da una serpiente? reino de Dios ha llegado a ustedes.
12 ¿O si le pide un huevo, le da un

21 Cuando un hombre fuerte está

escorpión? bien armado y protege su palacio,


13 Pues si ustedes, que son malos,
  lo que posee no corre peligro.
saben dar cosas buenas a sus hijos, 22 Pero cuando otro más fuerte que

¡cuánto más el Padre celestial da- él viene y lo derrota, le quita todas


rá el Espíritu Santo a quienes se lo las armas en las que confiaba, y re-
pidan!» parte el botín.

a 11.15: Mt 9.34; 10.25. b 11.16: Mt 12.38; 16.1; Mc 8.11.

1501
SAN LUCAS  11

El que no está conmigo, está


23   tendrán más señal que la del profeta
contra mí; c y el que conmigo no Jonás.
recoge, desparrama. 30 Porque así como Jonás fue una

señal para los ninivitas, e también


El espíritu impuro que vuelve el Hijo del Hombre será una señal
(Mt 12.43-45) para esta generación.
»Cuando el espíritu impuro sale
24   31 En el día del juicio, la reina del

del hombre, anda por lugares áridos Sur se levantará con la gente de esta
en busca de reposo, pero al no en- generación, y la condenará; porque
contrarlo dice: “Volveré a mi casa, ella vino desde los confines de la
de donde salí.” tierra para escuchar la sabiduría de
25 Y cuando llega y la encuentra ba-
  Salomón, f y aquí hay alguien que es
rrida y adornada, más grande que Salomón.
26 va y trae otros siete espíritus peo-

32 En el día del juicio, los habitantes

res que él, y todos entran y allí se de Nínive se levantarán con esta ge-
quedan a vivir. ¡Y el estado final de neración, y la condenarán; porque
aquel hombre resulta peor que el al oír la predicación de Jonás se
primero!» arrepintieron, g y aquí hay alguien
que es más grande que Jonás.
Los que en verdad
son dichosos La lámpara del cuerpo
27 Mientras Jesús decía esto, una
(Mt 6.22-23)

mujer de entre la multitud levantó »Nadie esconde la luz que se


33  

la voz y le dijo: «¡Dichoso el vientre enciende, ni la pone debajo de un


que te dio a luz, y los senos que te cajón, sino en el candelero, h para
amamantaron!» que los que entran vean la luz.
28 Jesús respondió: «Más bien, di- 34 La lámpara del cuerpo es el ojo.

chosos los que escuchan la palabra Cuando tu ojo es bueno, también


de Dios, y la obedecen.» todo tu cuerpo esta lleno de luz; pe-
ro cuando tu ojo es malo, también
La gente perversa demanda tu cuerpo estará a oscuras.
señal 35 Ten cuidado, no sea que la luz

(Mt 12.38-42) que hay en ti resulte ser oscuridad.


36 Así que, si todo tu cuerpo está lleno
Como la multitud que lo rodeaba
29   

iba en aumento, Jesús comenzó a de luz, y no participa de la oscuridad,


decir: «¡Qué malvada es esta genera- será todo luminoso, como cuando una
ción! Demanda una señal, d pero no lámpara te alumbra con su resplandor.»

c 11.23: Mc 9.40. d 11.29: Mt 16.4; Mc 8.12. e 11.30: Jon 3.4.


f 11.31: 1 R 10.1-10; 2 Cr 9.1-12. g 11.32: Jon 3.5.
h 11.33: Mt 5.15; Mc 4.21; Lc 8.16.

1502
SAN LUCAS  11​, ​12

Jesús acusa a fariseos y a


difíciles de llevar, pero ustedes ni
intérpretes de la ley
siquiera con un dedo las tocan.
(Mt 23.1-36; Mc 12.38-40; Lc 20.45-47) 47¡Ay de ustedes, los que erigen los

37 Después de que Jesús terminó


  sepulcros de los profetas que ma-
de hablar, un fariseo lo invitó a que taron los antepasados de ustedes!
comiera con él. Jesús entró en la 48 Con ello, no sólo son ustedes

casa y se sentó a la mesa. testigos sino cómplices de lo que


38 Al fariseo le extrañó ver que
  hicieron sus antepasados, pues ellos
Jesús no se hubiera lavado antes de los mataron y ustedes les erigen sus
comer, sepulcros.
39 pero el Señor le dijo: «Ustedes los

49 Por eso, Dios en su sabiduría dijo:

fariseos limpian por fuera el vaso y “Les enviaré profetas y apóstoles.


el plato, pero por dentro están lle- De ellos, a unos matarán y a otros
nos de robo y de maldad. perseguirán.”
40 ¡Necios! ¿Acaso el que hizo lo

50 Por lo tanto, a la gente de esta ge-

de afuera, no hizo también lo de neración se le demandará la sangre


adentro? de todos los profetas, que desde la
41 Den limosna de lo que está aden-
  fundación del mundo ha sido derra-
tro, y así todo quedará limpio para mada,
ustedes. 51 desde la sangre de Abel 

j hasta la
42 »¡Ay de ustedes, fariseos!, que
  sangre de Zacarías,  que murió entre
k

dan el diezmo de la menta y de la el altar y el templo. Sí, les aseguro que


ruda, y de toda clase de hortalizas, i será demandada de esta generación.
pero pasan por alto la justicia y el 52 ¡Ay de ustedes, intérpretes de la

amor de Dios. Esto es necesario que ley! Porque se han apoderado de la


lo hagan, sin dejar de hacer aquello. llave del conocimiento, ¡y ni uste-
43 ¡Ay de ustedes, fariseos!, que
  des entraron, y a los que sí querían
aman los primeros lugares en las si- entrar se lo impidieron!»
nagogas, y los saludos en las plazas. 53 Como Jesús les decía todo esto,

44 ¡Ay de ustedes, escribas y fari-


  los escribas y los fariseos comenza-
seos, hipócritas! Son ustedes como ron a hostigarlo en gran manera, y
sepulcros que no se ven, y los que a provocarlo para que hablara de
pasan por encima no lo saben.» muchas cosas,
45 Uno de los intérpretes de la ley,

54 y le tendían trampas para atrapar-

le dijo: «Maestro, cuando dices esto, lo en sus propias palabras.


nos insultas también a nosotros.»
46 Y Jesús dijo: «¡Ay de ustedes tam-

La levadura de los fariseos
bién, intérpretes de la ley! Porque
imponen a los otros cargas muy 12
Mientras tanto, la gente se
había reunido por millares.

i 11.42: Lv 27.30. j 11.51: Gn 4.8. k 11.51: 2 Cr 24.20-21.

1503
SAN LUCAS  12

Era tal la multitud que se atropella- bres, también el Hijo del Hombre
ban unos contra otros. Jesús comen- lo confesará delante de los ángeles
zó entonces a hablar, y en primer de Dios.
término les dijo a sus discípulos: 9 Pero al que me niegue delante de

«Cuídense de la levadura de los fa- los hombres, se le negará delante


riseos, a que es la hipocresía. de los ángeles de Dios.
2 Porque no hay nada encubierto que

10 Toda palabra que se diga en

no haya de ser manifestado, ni nada contra del Hijo del Hombre, será
oculto que no haya de saberse. b perdonada; pero toda blasfemia en
3 Por tanto, todo lo que ustedes digan
  contra del Espíritu Santo no será
en la oscuridad, se oirá a plena luz, y perdonada. c
lo que ustedes musiten en la alcoba, 11 Cuando ustedes sean llevados a

se dará a conocer desde las azoteas. las sinagogas, y presentados ante


magistrados y autoridades, no se
A quién se debe temer preocupen de cómo o qué respon-
(Mt 10.26-31) der, o qué decir,
»Amigos míos, yo les digo a us-
4  12 porque en ese mismo instante el

tedes que no deben temer a los que Espíritu Santo les enseñará lo que
matan el cuerpo, pero más de eso deban decir.» d
no pueden hacer después.
5 Yo les voy a enseñar a quién deben

El rico insensato
temer: Teman a aquel que, después Uno de la multitud le dijo:
13  

de quitar la vida, tiene el poder de «Maestro, dile a mi hermano que


arrojarlos en el infierno. Sí, a él tén- comparta conmigo la herencia.»
ganle miedo. 14 Pero Jesús le dijo: «Hombre,

6 ¿Acaso no se venden cinco paja-


  ¿quién me ha puesto como juez o
rillos por un par de monedas? Sin mediador entre ustedes?»
embargo, Dios no se olvida de nin- 15 También les dijo: «Manténganse

guno de ellos. atentos y cuídense de toda avari-


7Lo mismo pasa con ustedes, pues
  cia, porque la vida del hombre no
hasta los cabellos de su cabeza depende de los muchos bienes que
están todos contados. Así que no posea.»
teman, pues ustedes valen más que 16 Además, les contó una parábola:

muchos pajarillos. «Un hombre rico tenía un terreno


que le produjo una buena cosecha.
Confesión de fe en Jesús 17Y este hombre se puso a pensar:

»Yo les digo que a todo aquel que


8  “¿Qué voy a hacer? ¡No tengo dón-
me confiese delante de los hom- de guardar mi cosecha!”

a 12.1: Mt 16.6; Mc 8.15. b 12.2: Mc 4.22; Lc 8.17. c 12.10: Mt 12.32; Mc 3.29.


d 12.11-12: Mt 10.19-20; Mc 13.11; Lc 21.14-15.

1504
SAN LUCAS  12

Entonces dijo: “¡Ya sé lo que haré!


18   digo que ni Salomón, con todas sus
Derribaré mis graneros, construiré riquezas, e llegó a vestirse como uno
otros más grandes, y allí guardaré de ellos.
todos mis frutos y mis bienes. 28 Y si Dios viste así a la hierba, que

19 Y me diré a mí mismo: ‘Ya puede


  hoy está en el campo y mañana es
descansar mi alma, pues ahora ten- echada al horno, ¡cuánto más hará
go guardados muchos bienes para por ustedes, hombres de poca fe!
muchos años. Ahora, pues, ¡a co- 29Así que no se preocupen ni se an-

mer, a beber y a disfrutar!’” gustien por lo que han de comer, ni


20 Pero Dios le dijo: “Necio, esta
  por lo que han de beber.
noche vienen a quitarte la vida; ¿y 30 Todo esto lo busca la gente de es-

para quién será lo que has guarda- te mundo, pero el Padre sabe que
do?” ustedes tienen necesidad de estas
21 Eso le sucede a quien acumula
  cosas.
riquezas para sí mismo, pero no es 31 Busquen ustedes el reino de Dios,

rico para con Dios.» y todas estas cosas les serán aña-
didas.
El afán y la ansiedad
(Mt 6.25-34) Tesoro en el cielo
(Mt 6.19-21)
Después, Jesús dijo a sus discí-
22  

pulos: «Por eso les digo que no se »Ustedes son un rebaño peque-
32  

preocupen por su vida ni por lo que ño. Pero no tengan miedo, porque
han de comer, ni por su cuerpo ni su Padre ha decidido darles el reino.
por lo que han de vestir. 33 Vendan lo que ahora tienen, y

23 La vida es más que la comida, y el


  denlo como limosna. Consígan-
cuerpo es más que el vestido. se bolsas que no se hagan viejas,
24 Fíjense en los cuer vos: no
  y háganse en los cielos un tesoro
siembran, ni siegan; no tienen al- que no se agote. Allí no entran los
macenes ni bodegas, y no obstante ladrones, ni carcome la polilla.
Dios los alimenta. ¿Acaso no valen 34 Porque donde ustedes tengan su

ustedes mucho más que las aves? tesoro, allí también estará su cora-
25 ¿Quién de ustedes, por mucho
  zón.
que lo intente, puede añadir medio
metro a su estatura? El siervo vigilante
26 Pues si ustedes no pueden hacer
  »Manténganse listos, con la ropa
35 

ni lo más pequeño, ¿por qué se pre- puesta y con su lámpara encendida. f


ocupan por lo demás? 36 Sean como los siervos que están

27Fíjense en los lirios, cómo crecen,


  pendientes de que su señor regrese g
y no trabajan ni hilan; pero yo les de una fiesta de bodas: en cuanto su

e 12.27: 1 R 10.4-7; 2 Cr 9.3-6. f 12.35: Mt 25.1-13. g 12.36: Mc 13.34-36.

1505
SAN LUCAS  12

señor llega y llama, ellos le abren que no sabe, y lo castigará duramente,


enseguida. y lo echará con los incrédulos.
37¡Dichosos los siervos a los que su

47 El siervo que, a pesar de cono-

señor encuentra pendientes de su cer la voluntad de su señor, no se


regreso! De cierto les digo que se prepara para cumplirla, se hace
ajustará la ropa, los hará sentarse a la acreedor de muchos azotes.
mesa, y él mismo vendrá a servirles. 48 Pero el que se hace acreedor a recibir

38 Dichosos los siervos a los que su


  azotes sin conocer la voluntad de su se-
señor encuentre así, aunque llegue ñor, será azotado poco. Porque al que
a la medianoche o en la madrugada. se le da mucho, también se le exigirá
39Pero esto deben saber: si el dueño
  mucho; y al que se le confía mucho, se
de la casa supiera a qué hora va a le pedirá más todavía.
llegar el ladrón, estaría pendiente y
no permitiría que robaran su casa. Jesús, causa de división
40 También ustedes deben estar pre-

(Mt 10.34-36)
parados, porque el Hijo del Hombre »Yo he venido a lanzar fuego so-
49 

vendrá cuando ustedes menos lo es- bre la tierra. ¡Y cómo quisiera que
peren.» h ya estuviera en llamas!
50 Hay un bautismo que debo

El siervo infiel recibir, i ¡y cómo me angustio espe-


(Mt 24.45-51) rando que se cumpla!
41 Entonces Pedro le dijo: «Señor, 51 ¿Creen ustedes que he venido a la

¿esta parábola es para nosotros, o tierra para traer paz? Pues les digo
para todos?» que no, sino más bien división.
42 El Señor le respondió: «¿Quién

52 Porque de ahora en adelante una fa-

es el mayordomo fiel y prudente, al milia de cinco estará dividida en tres


cual su señor deja a cargo de los de contra dos, y en dos contra tres.
su casa para que los alimente a su 53 El padre se enfrentará con el hijo,

debido tiempo? y el hijo con el padre. La madre es-


43 Dichoso el siervo al que, cuando su
  tará en contra de la hija, y la hija en
señor venga, lo encuentre haciendo así. contra de la madre. La suegra estará
44 De cierto les digo que lo pondrá a
  en contra de su nuera, y la nuera en
cargo de todos sus bienes. contra de su suegra.» j
45 Pero si aquel siervo cree que su

señor va a tardar, y comienza a gol- ¿Cómo no reconocen este


pear a los criados y a las criadas, y a tiempo?
comer y beber y embriagarse, (Mt 16.1-4; Mc 8.11-13)
46 el señor de aquel siervo vendrá cuan-
  Jesús decía también a la multi-
54  

do éste menos lo espere, y a una hora tud: «Cuando ustedes ven que se

h 12.39-40: Mt 24.43-44. i 12.50: Mc 10.38. j 12.53: Miq 7.6.

1506
SAN LUCAS  12​, ​13

levanta una nube en el poniente, que ellos eran más culpables que el
dicen: “Va a llover”; y así sucede. resto de los habitantes de Jerusalén?
55 Cuando sopla el viento del sur,

5 ¡Pues yo les digo que no! Y si us-

dicen: “Va a hacer calor”; y así su- tedes no se arrepienten, también


cede. morirán como ellos.»
56 ¡Hipócritas! Si saben discernir

el aspecto del cielo y de la tierra, Parábola de la higuera estéril


¿cómo es que no saben discernir el También les dijo esta parábola:
6 

tiempo en que viven? «Un hombre había plantado una hi-


guera en su viña, y cuando fue a bus-
Arréglate con tu adversario car higos en ella no encontró ninguno.
(Mt 5.25-26) 7Entonces le dijo al viñador: “Hace

»¿Por qué no juzgan ustedes mis-


57  tres años que vengo a buscar higos
mos lo que es justo? en esta higuera, y nunca encuentro
58 Cuando comparezcas con tu ad-
  uno solo. ¡Córtala, para que no se
versario ante el magistrado, procura desaproveche también la tierra!”
arreglarte con él mientras vas de 8 Pero el viñador le dijo: “Señor, dé-

camino; no sea que te lleve ante jala todavía un año más, hasta que
el juez, y el juez te entregue al al- yo le afloje la tierra y la abone.
guacil, y el alguacil te meta en la 9Si da fruto, qué bueno. Y si no, cór-

cárcel. tala entonces.”»


59 Te digo que no saldrás de allí

hasta que hayas pagado la última Jesús sana a una mujer


moneda.» en el día de reposo
10 Un día de reposo, Jesús estaba

Arrepiéntanse o perecerán enseñando en una sinagoga,

13 En ese momento estaban 11 y allí estaba una mujer que ha-

allí algunos que le contaron cía ya dieciocho años sufría de un


a Jesús el caso de los galileos cuya espíritu de enfermedad. Andaba
sangre Pilato había mezclado con los encorvada, y de ninguna manera
sacrificios que ellos ofrecían. podía enderezarse.
2 Jesús les dijo: «¿Y creen ustedes

12 Cuando Jesús la vio, la llamó y

que esos galileos eran más pecado- le dijo: «Mujer, quedas libre de tu
res que el resto de los galileos, sólo enfermedad.»
porque padecieron así? 13 Y en el mismo instante en que

3 ¡Pues yo les digo que no! Y si us-


  Jesús puso las manos sobre ella, la
tedes no se arrepienten, también mujer se enderezó y comenzó a glo-
morirán como ellos. rificar a Dios.
4 Y en el caso de los dieciocho, que

14 Pero el jefe de la sinagoga se enojó

murieron aplastados al derrumbar- porque Jesús la había sanado en el día


se la torre de Siloé, ¿creen ustedes de reposo, así que le dijo a la gente:

1507
SAN LUCAS  13

«Hay seis días en los que se puede tra- La puerta estrecha


bajar. Para ser sanados, vengan en esos (Mt 7.13-14,21-23)
días; pero no en el día de reposo.» a 22 En su camino a Jerusalén, Jesús

15 Entonces el Señor le dijo: «Hipó-


  iba enseñando por ciudades y aldeas.
crita, ¿acaso cualquiera de ustedes 23 Alguien le preguntó: «Señor, ¿son

no desata su buey, o su asno, del pe- pocos los que se salvan?» Y él res-
sebre y lo lleva a beber, aun cuando pondió:
sea día de reposo? 24 «Hagan todo lo posible para en-

16 Y a esta hija de Abrahán, que Sa-


  trar por la puerta angosta, porque
tanás había tenido atada durante yo les digo que muchos tratarán de
dieciocho años, ¿no se le habría de li- entrar y no podrán hacerlo.
berar, aunque hoy sea día de reposo?» 25 En cuanto el padre de familia se

17Ante estos razonamientos de Je-


  levante y cierre la puerta, y ustedes
sús, todos sus adversarios quedaron desde afuera comiencen a golpear
avergonzados, pero todo el pueblo la puerta y a gritar: “¡Señor, Señor;
se alegraba de las muchas maravi- ábrenos!”, él les responderá: “No sé
llas que él realizaba. de dónde salieron ustedes.”
26 Entonces ustedes comenzarán a

Parábola de la semilla de mostaza decir: “Hemos comido y bebido en


(Mt 13.31-32; Mc 4.30-32)
tu compañía, y tú has enseñado en
Jesús dijo también: «¿Semejante
18   nuestras plazas.”
a qué es el reino de Dios? ¿Con qué 27Pero él les responderá: “No sé de

lo compararé? dónde salieron ustedes. ¡Apártense


19 Pues es semejante al grano de
  de mí todos ustedes, hacedores de
mostaza que alguien toma y siem- injusticia!” b
bra en su huerto, y ese grano crece 28 Allí habrá entonces llanto y re-

hasta convertirse en un gran árbol, chinar de dientes, c cuando vean a


en cuyas ramas ponen su nido las Abrahán, Isaac y Jacob, y a todos
aves del cielo.» los profetas, en el reino de Dios,
mientras que ustedes son expulsa-
Parábola de la levadura dos.
(Mt 13.33) 29 Porque habrá quienes vengan del

Y volvió a decir: «¿Con qué com-


20  oriente y del occidente, del norte y
pararé el reino de Dios? del sur, para sentarse a la mesa en
21 Pues es semejante a la levadura
  el reino de Dios. d
que una mujer toma y guarda en 30 Pero habrá algunos últimos que

tres medidas de harina, hasta que serán primeros, y algunos primeros


toda la masa fermenta.» que serán últimos.» e

a 13.14: Ex 20.9-10; Dt 5.13-14. b 13.27: Sal 6.8. c 13.28: Mt 22.13; 25.30.


d 13.28-29: Mt 8.11-12. e 13.30: Mt 19.30; 20.16; Mc 10.31.

1508
SAN LUCAS  13​, ​14

Lamento de Jesús sobre permitido sanar en el día de repo-


Jerusalén so?»
(Mt 23.37-39) 4 Pero ellos no respondieron. En-

En ese preciso momento llegaron


31  tonces Jesús tomó al hombre de la
algunos fariseos, y le dijeron: «Vete mano, lo sanó y lo despidió;
de aquí, porque Herodes te quiere 5 luego se dirigió a ellos, y les dijo:

matar.» «¿Quién de ustedes, si su asno o


32 Jesús les dijo: «Vayan y díganle
  su buey se cae en un pozo, no lo
a ese zorro: “Mira, hoy y mañana saca enseguida, aunque sea en día
voy a expulsar demonios y a sanar de reposo?» a
enfermos, y al tercer día terminaré 6 Y nadie podía responderle.

mi obra.”
33 Pero es necesario que hoy, ma-

Los convidados a las bodas
ñana, y pasado mañana, siga mi Cuando Jesús vio que los invita-
7 

camino, porque no puede ser que dos a la mesa escogían los mejores
un profeta muera fuera de Jerusa- lugares, les contó una parábola:
lén. 8 «Cuando te inviten a una boda, no

34 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas


  vayas a sentarte en el mejor lugar,
a los profetas y apedreas a los que no sea que otro de los invitados sea
son enviados a ti! ¡Cuántas veces más importante que tú,
quise juntar a tus hijos, como junta 9y cuando venga el anfitrión te diga:

la gallina a sus polluelos debajo de “Dale tu lugar a este otro”; porque


sus alas, y no quisiste! entonces, con toda vergüenza, ten-
35 Pues bien, la casa de ustedes va a
  drás que ir a ocupar el último lugar.
quedar desolada; y les digo que us- 10 Así que, cuando seas invitado,

tedes no volverán a verme hasta el ve más bien a sentarte en el últi-


día en que digan: “¡Bendito el que mo lugar, para que cuando venga
viene en el nombre del Señor!”» f el anfitrión te diga: “Amigo mío,
ven y siéntate más adelante”. Así
Jesús sana a un enfermo serás honrado delante de los otros

14 En cierta ocasión, Jesús fue


a comer a la casa de un fari-
seo muy importante. Era un día de
invitados a la mesa. b
11 Porque todo el que se enaltece,

será humillado; y el que se humilla,


reposo, y ellos estaban acechándolo. será enaltecido.» c
2 Delante de Jesús estaba un hom-

12 También le dijo a su anfitrión:

bre enfermo de hidropesía, «Cuando ofrezcas una comida o una ce-


3 y Jesús les preguntó a los intérpre-
  na, no invites a tus amigos ni a tus her-
tes de la ley y a los fariseos: «¿Está manos, ni a tus parientes y vecinos ricos,

f 13.35: Sal 118.26. a 14.5: Mt 12.11. b 14.8-10: Pr 25.6-7.


c 14.11: Mt 23.12; Lc 18.14.

1509
SAN LUCAS  14

no sea que ellos también te vuelvan a el señor dijo al siervo: “Ve enton-
23 

invitar, y quedes así compensado. ces por los caminos y por los atajos,
13 Al contrario, cuando ofrezcas un
  y hazlos entrar por la fuerza. ¡Quie-
banquete, invita a los pobres y a los ro que se llene mi casa!
mancos, a los cojos y a los ciegos, 24 Quiero decirles que ninguno de

14 y así serás dichoso. Porque aun-


  los que fueron invitados disfrutará
que ellos no te puedan devolver la de mi cena.”»
invitación, tu recompensa la recibi-
rás en la resurrección de los justos.» Lo que cuesta seguir a Cristo
25 Como grandes multitudes lo se-

Parábola de la gran cena guían, Jesús se volvió a ellos y les


15 Uno de los que estaban sentados
  dijo:
con él a la mesa oyó esto, y le dijo: 26 «Si alguno viene a mí, y no re-

«Dichoso el que participe del ban- nuncia a su padre y a su madre,


quete en el reino de Dios.» ni a su mujer y sus hijos, ni a sus
16 Entonces Jesús le dijo: «Un hom-
  hermanos y hermanas, y ni siquiera
bre ofreció un gran banquete, e a su propia vida, no puede ser mi
invitó a muchos. discípulo. d
17A la hora del banquete envió a su

27 Y el que no toma su cruz y me

siervo a decir a los invitados: “Ven- sigue, no puede ser mi discípulo. e


gan, que la mesa ya está servida.” 28 Porque ¿quién de ustedes que

18 Pero todos ellos comenzaron a


  quiera levantar una torre, no se
disculparse. El primero dijo: “Acabo sienta primero a calcular los cos-
de comprar un terreno, y tengo que tos, para ver si tiene todo lo que
ir a verlo. Por favor, discúlpame.” necesita para terminarla?
19 Otro dijo: “Acabo de comprar

29 No sea que después de haber

cinco yuntas de bueyes, y voy a puesto los cimientos, se dé cuenta


probarlas. Por favor, discúlpame.” de que no puede terminarla, y to-
20 Y otro más dijo: “Acabo de casar-
  dos los que lo sepan comiencen a
me, así que no puedo asistir.” burlarse de él
21Cuando el siervo regresó, le comunicó

30 y digan: “Este hombre comenzó

todo esto a su señor. Entonces el dueño a construir, y no pudo terminar.”


de la casa se enojó, y le dijo a su siervo: 31 ¿O qué rey que marche a la gue-

“Ve enseguida por las plazas y por las ca- rra contra otro rey, no se sienta
lles de la ciudad, y trae acá a los pobres, primero a calcular si puede hacerle
a los mancos, a los cojos y a los ciegos.” frente con diez mil soldados al que
22 Cuando el siervo le dijo: “Señor,
  viene a atacarlo con veinte mil?
se ha hecho lo que mandaste hacer, 32 Si no puede hacerle frente, envía

y todavía hay lugar”, una embajada al otro rey cuando

d 14.26: Mt 10.37. e 14.27: Mt 10.38; 16.24; Mc 8.34; Lc 9.23.

1510
SAN LUCAS  14​, ​15

éste todavía está lejos, y le propone Les digo que así también será en
7 

condiciones de paz. el cielo: habrá más gozo por un pe-


33 Así también, cualquiera de uste-
  cador que se arrepiente, que por
des que no renuncia a todo lo que noventa y nueve justos que no ne-
tiene, no puede ser mi discípulo. cesitan arrepentirse.
Cuando la sal pierde su sabor Parábola de la moneda perdida
(Mt 5.13; Mc 9.50) 8 »¿O qué mujer, si tiene diez mo-

»La sal es buena, pero si se vuel-


34   nedas y pierde una de ellas, no en-
ve insípida, ¿con qué puede recupe- ciende la lámpara, y barre la casa, y
rar su sabor? busca con cuidado la moneda, hasta
35 No sirve ni para la tierra ni para
  encontrarla?
el montón de abono, y hay que ti- 9 Y cuando la encuentra, reúne a

rarla. El que tenga oídos para oír, sus amigas y vecinas, y les dice:
que oiga.» “¡Alégrense conmigo, porque he
encontrado la moneda que se me
Parábola de la oveja perdida había perdido!”
(Mt 18.10-14) 10 Yo les digo a ustedes que el mis-

15 Todos los cobradores de im-


puestos y pecadores se acer-
caban a Jesús para escucharlo.
mo gozo hay delante de los ángeles
de Dios por un pecador que se arre-
piente.»
2 Los fariseos y los escribas comen-

zaron a murmurar, y decían: «Éste Parábola del hijo perdido


recibe a los pecadores, y come con Jesús dijo también: «Un hombre
11 

ellos.» a tenía dos hijos,


3 Entonces Jesús les contó esta pa-

12 y el menor de ellos le dijo a su

rábola: padre: “Padre, dame la parte de los


4 «¿Quién de ustedes, si tiene cien
  bienes que me corresponde.” Enton-
ovejas y pierde una de ellas, no deja ces el padre les repartió los bienes.
las noventa y nueve en el desierto, 13 Unos días después, el hijo menor

y va tras la que se perdió, hasta en- juntó todas sus cosas y se fue lejos, a
contrarla? una provincia apartada, y allí dilapidó
5 Y cuando la encuentra, gozoso la
  sus bienes llevando una vida disipada.
pone sobre sus hombros, 14 Cuando ya lo había malgastado to-

6 y al llegar a su casa reúne a sus


  do, sobrevino una gran hambruna
amigos y vecinos, y les dice: en aquella provincia, y comenzó a
“¡Alégrense conmigo, porque he pasar necesidad.
encontrado la oveja que se me ha- 15 Se acercó entonces a uno de los

bía perdido!” ciudadanos de aquella tierra, quien

a 15.1-2: Lc 5.29-30.

1511
SAN LUCAS  15​, ​16

lo mandó a sus campos para cuidar 27 El criado le respondió: “Tu her-
de los cerdos. mano ha vuelto, y tu padre ha
16 Y aunque deseaba llenarse el
  ordenado matar el becerro gordo,
estómago con las algarrobas que co- porque lo ha recibido sano y salvo.”
mían los cerdos, nadie se las daba. 28 Cuando el hermano mayor es-

17 Finalmente, recapacitó y dijo:


  cuchó esto, se enojó tanto que no
“¡Cuántos jornaleros en la casa de quería entrar. Así que su padre sa-
mi padre tienen pan en abundan- lió a rogarle que entrara.
cia, y yo aquí me estoy muriendo 29 Pero el hijo mayor le dijo a su pa-

de hambre! dre: “Aunque llevo tantos años de


18 Pero voy a levantarme, e iré con
  servirte, y nunca te he desobedeci-
mi padre, y le diré: ‘Padre, he peca- do, tú nunca me has dado siquiera
do contra el cielo y contra ti, un cabrito para disfrutar con mis
19 y no soy digno ya de ser llamado
  amigos.
tu hijo; ¡hazme como a uno de tus 30 Pero ahora viene este hijo tuyo,

jornaleros!’” que ha malgastado tus bienes con


20 Y así, se levantó y regresó con su
  rameras, ¡y has ordenado matar el
padre. Todavía estaba lejos cuando becerro gordo para él!”
su padre lo vio y tuvo compasión de 31 El padre le dijo: “Hijo mío, tú

él. Corrió entonces, se echó sobre siempre estás conmigo, y todo lo


su cuello, y lo besó. que tengo es tuyo.
21 Y el hijo le dijo: “Padre, he pecado

32 Pero era necesario hacer una

contra el cielo y contra ti, y no soy fiesta y regocijarnos, porque tu


digno ya de ser llamado tu hijo.” hermano estaba muerto, y ha revi-
22 Pero el padre les dijo a sus siervos:
  vido; se había perdido, y lo hemos
“Traigan la mejor ropa, y vístanlo. hallado.”»
Pónganle también un anillo en su
mano, y calzado en sus pies. Parábola del mayordomo infiel

16
23 Vayan luego a buscar el becerro
  Jesús también les dijo a sus
gordo, y mátenlo; y comamos y ha- discípulos: «Había un hom-
gamos fiesta, bre rico, que tenía un mayordomo,
24 porque este hijo mío estaba muer-
  el cual fue acusado de malgastar los
to, y ha revivido; se había perdido, bienes de su amo.
y lo hemos hallado.” Y comenzaron 2 Ese hombre llamó al mayordomo,

a regocijarse. y le dijo: “¿Qué es esto que me di-


25 »El hijo mayor estaba en el cam-
  cen de ti? Ríndeme cuentas de tu
po, y cuando regresó y llegó cerca de mayordomía, porque no puedes se-
la casa, oyó la música y las danzas. guir siendo mi mayordomo.”
26 Entonces llamó a uno de los

3 Entonces el mayordomo se puso

criados, y le preguntó qué estaba a pensar: “¿Qué voy a hacer si mi


pasando. amo me quita la mayordomía? ¿Ca-

1512
SAN LUCAS  16

var la tierra? ¡No soy capaz! ¿Pedir 13 Ningún siervo puede servir a dos
limosna? ¡Qué vergüenza! señores, porque a uno lo odiará y
4 ¡Ya sé lo que haré! Así, cuando se
  al otro lo amará. O bien, estima-
me quite la mayordomía, seré bien rá a uno y menospreciará al otro.
recibido en cualquier casa.” Así que ustedes no pueden servir a
5 Llamó entonces a cada uno de los
  Dios a y a las riquezas.» 2
deudores de su amo, y al primero le 14 Los fariseos, que eran avaros,

dijo: “¿Cuánto le debes a mi amo?” también escuchaban estas cosas, y


6 Aquél respondió: “Cien barriles de
  se burlaban de él.
aceite.” El mayordomo le dijo: “To- 15 Entonces Jesús les dijo: «Ustedes

ma tu cuenta y, enseguida, siéntate se justifican a ustedes mismos de-


y anota cincuenta.” lante de la gente, pero Dios conoce
7A otro le dijo: “Y tú, ¿cuánto de-
  su corazón; pues lo que la gente
bes?” Y aquél respondió: “Cien sacos considera sublime, ante Dios resul-
de trigo.” El mayordomo le dijo: “To- ta repugnante.
ma tu cuenta, y anota ochenta.”
8 Y el amo elogió al mal mayordo-

La ley y el reino de Dios
mo por haber actuado con tanta 16 »La ley y los profetas llegan hasta

sagacidad, pues en el trato con sus Juan. Desde entonces se anuncian las
semejantes los hijos de este mundo buenas noticias del reino de Dios, y
son más sagaces que los hijos de todos se esfuerzan por entrar en él. b
la luz. 17 Pero más fácilmente pasarán el

9 »Por tanto, les digo: Háganse de


  cielo y la tierra, a que deje de cum-
amigos por medio de las riquezas plirse una sola letra de la ley. c
injustas, para que cuando éstas fal-
ten, sean ustedes recibidos en las Jesús enseña sobre el divorcio
mansiones eternas. (Mt 19.1-12; Mc 10.1-12)
10 »El que es confiable en lo poco,
  »Todo el que se divorcia de su
18  

también lo es en lo mucho; y el que mujer, y se casa con otra, comete


no es confiable en lo poco, tampoco adulterio; y el que se casa con la di-
lo es en lo mucho. vorciada, también comete adulterio. d
11Porque si en el manejo de las rique-

zas injustas ustedes no son confiables, El rico y Lázaro


¿quién podrá confiarles lo verdadero? 19 »Había un hombre rico, que se

12 Y si con lo ajeno no resultan con-


  vestía de púrpura y de lino fino, y
fiables, ¿quién les dará lo que les cada día celebraba espléndidos ban-
pertenece? quetes.

2 16.13 Gr. Mamón.


a 16.13: Mt 6.24. b 16.16: Mt 11.12-13. c 16.17: Mt 5.18.
d 16.18: Mt 5.32; Mc 10.11-12; 1 Co 7.10-11.

1513
SAN LUCAS  16​, ​17

Había también un mendigo lla-


20   Pero Abrahán le respondió: “Pero
29 

mado Lázaro, que lleno de llagas ellos tienen a Moisés y a los profe-
pasaba el tiempo echado a la puerta tas. ¡Que los escuchen!”
de aquél, 30 Y aquél contestó: “No lo harán,

21 ansioso de saciarse con las miga-


  padre Abrahán. Pero si alguien de
jas que caían de la mesa del rico, y entre los muertos va a ellos, sí se
hasta los perros venían y le lamían arrepentirán.”
las llagas. 31Abrahán le dijo: “Si no han escucha-

22 Llegó el día en que el mendigo


  do a Moisés y a los profetas, tampoco
murió, y los ángeles se lo llevaron se van a convencer si alguien se le-
al lado de Abrahán. Después murió vanta de entre los muertos.”»
también el rico, y fue sepultado.
23 Cuando el rico estaba en el Ha-

Ocasiones de caer
des, en medio de tormentos, alzó (Mt 18.6-7,21-22; Mc 9.42)
sus ojos y, a lo lejos, vio a Abrahán,
y a Lázaro junto a él.
24 Entonces gritó: “Padre Abrahán,

17 Jesús dijo a sus discípulos:
«Es imposible que no ven-
gan tropiezos, pero ¡ay de aquel por
¡ten compasión de mí! ¡Envía a Láza- quien vengan!
ro para que moje la punta de su dedo 2 Más le valdría que le colgaran al

en agua, y me refresque la lengua, cuello una piedra de molino, y que


porque estas llamas me atormentan!” lo arrojaran al mar, que servir de tro-
25 Pero Abrahán le dijo: “Hijo mío,
  piezo a uno solo de estos pequeñitos.
acuérdate de que, mientras vivías, tú 3 Así que, ¡tengan cuidado! Si tu

recibiste tus bienes y Lázaro recibió hermano peca contra ti, repréndelo;
sus males. Pero ahora, aquí él recibe y si se arrepiente, perdónalo. a
consuelo y tú recibes tormentos. 4 Si en un solo día peca siete veces

26 Pero, además, hay un gran abismo


  contra ti, y siete veces vuelve a ti el
entre nosotros y ustedes, de manera mismo día y te dice: “Me arrepien-
que los que quieran pasar de aquí to”, perdónalo.»
a donde están ustedes, no pueden
hacerlo; ni tampoco pueden pasar Auméntanos la fe
de allá hacia acá.” Los apóstoles le dijeron al Señor:
5 
27Aquél respondió: “Padre, enton-
  «Auméntanos la fe.»
ces te ruego que envíes a Lázaro a 6 Entonces el Señor les dijo: «Si us-

la casa de mi padre, tedes tuvieran fe del tamaño de un


28 donde tengo cinco hermanos, pa-
  grano de mostaza, podrían decirle
ra que les advierta, a fin de que no a este sicómoro: “Desarráigate, y
vengan ellos también a este lugar plántate en el mar”, y el sicómoro
de tormento.” los obedecería.

a 17.3: Mt 18.15.

1514
SAN LUCAS  17

El deber del siervo Jesús dijo: «¿No eran diez los que
17 
7 »Si alguno de ustedes tiene un
  fueron limpiados? ¿Dónde están los
siervo que ara o apacienta el ga- otros nueve?
nado, ¿acaso cuando él vuelve del 18 ¿No hubo quien volviera y alabara

campo le dice: “Pasa y siéntate a a Dios sino este extranjero?»


la mesa”? 19 Y al samaritano le dijo: «Levánta-

8 ¡No! Más bien, le dice: “Prepára-


  te y vete. Tu fe te ha salvado.»
me la cena, y arréglate la ropa para
servirme mientras yo como y bebo. La venida del Reino
(Mt 24.23-28,36-41)
Después podrás comer y beber tú.”
9 ¿Y acaso se le agradece al siervo el

20 Cuando los fariseos le pregunta-

hacer lo que se le ordena? ron cuándo había de venir el reino


10 Así también ustedes, cuando
  de Dios, él les respondió: «El reino
hayan hecho todo lo que se les ha de Dios no vendrá con advertencia,
ordenado, digan: “Somos siervos 21 ni se dirá: “Aquí está”, o “Allí es-

inútiles, no hemos hecho más que tá”; c porque el reino de Dios está
cumplir con nuestro deber.”» entre ustedes.»
22 A sus discípulos les dijo: «Llegará

Diez leprosos son limpiados el tiempo cuando ustedes querrán


11 En su camino a Jerusalén, Jesús
  ver siquiera uno de los días del Hijo
pasó entre Samaria y Galilea. del Hombre, y no lo verán.
12 Al entrar en una aldea, le salieron

23 Les dirán: “Está aquí”, o “está

al encuentro diez leprosos, los cua- allí”, pero no vayan ni los sigan.
les se quedaron a cierta distancia 24 Porque como el relámpago que al

de él, fulgurar resplandece de un extremo


13 y levantando la voz le dijeron:
  del cielo hasta el otro, así también
«¡Jesús, Maestro, ten compasión será el día del Hijo del Hombre.
de nosotros!» 25 Pero primero es necesario que pa-

14 Cuando él los vio, les dijo: «Vayan


  dezca mucho, y que sea desechado
y preséntense ante los sacerdotes.» b por esta generación.
Y sucedió que, mientras ellos iban 26 Tal y como sucedió en los días de

de camino, quedaron limpios. Noé, d así también sucederá en los


15 Entonces uno de ellos, al ver que
  días del Hijo del Hombre.
había sido sanado, volvió alabando 27La gente comía y bebía, y se casa-

a Dios a voz en cuello, ba y se daba en casamiento, hasta


16 y rostro en tierra se arrojó a los
  el día en que Noé entró en el arca;
pies de Jesús y le dio las gracias. entonces vino el diluvio y los des-
Este hombre era samaritano. truyó a todos. e

b 17.14: Lv 14.1-32. c 17.20-21: Mc 13.21-22. d 17.26: Gn 6.5-8.


e 17.27: Gn 7.6-24.

1515
SAN LUCAS  17​, ​18

Lo mismo sucedió en los días de


28   2 Les dijo: «En cierta ciudad había
Lot: f la gente comía y bebía, com- un juez que no temía a Dios ni res-
praba y vendía, plantaba y edificaba petaba a nadie.
casas; 3 En esa misma ciudad había tam-

29 pero cuando Lot salió de Sodoma,


  bién una viuda, la cual acudía a ese
llovió del cielo fuego y azufre, y los juez y le pedía: “Hazme justicia con-
destruyó a todos. tra mi adversario.”
30 Así será el día en que el Hijo del

4 Pasó algún tiempo, y el juez no

Hombre se manifieste. quiso atenderla, pero después se


31 En aquel día, el que esté en la
  puso a pensar: “Aunque no temo a
azotea y tenga sus bienes en su ca- Dios ni respeto a nadie,
sa, que no baje a tomarlos; y el que 5 esta viuda me molesta tanto que

esté en el campo, que no regrese a voy a hacerle justicia, no sea que


su casa. g siga viniendo y me agote la pacien-
32 ¡Acuérdense de la mujer de Lot! 

h cia.”»
33 Todo el que procure salvar su

6 Dijo entonces el Señor: «Presten

vida, la perderá; y todo el que la atención a lo que dijo el juez injus-


pierda, la salvará. i to.
34 Yo les digo que esa noche, si dos

7 ¿Acaso Dios no les hará justicia

están en una cama, uno de ellos a sus elegidos, que día y noche
será tomado, y el otro será dejado. claman a él? ¿Se tardará en respon-
35 Si dos mujeres están moliendo
  derles?
juntas, una de ellas será tomada, y 8 Yo les digo que sin tardanza les

la otra será dejada. hará justicia. Pero cuando venga el


36 Si dos están en el campo, uno de
  Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la
ellos será tomado, y el otro será de- tierra?»
jado.»
37Entonces le preguntaron: «Y eso,

Parábola del fariseo y el
Señor, ¿dónde ocurrirá?» Y Jesús les cobrador de impuestos
respondió: «Donde está el cadáver, 9 A unos que a sí mismos se con-

allí se juntan los buitres.» sideraban justos y menospreciaban


a los demás, Jesús les dijo esta pa-
Parábola de la viuda rábola:
y el juez injusto 10 «Dos hombres fueron al templo

18 A demás, Jesús les contó


una parábola en cuanto a la
necesidad de orar siempre y de no
a orar: uno de ellos era fariseo, y
el otro era cobrador de impuestos.
11 Puesto de pie, el fariseo oraba con-

desanimarse. sigo mismo de esta manera: “Dios

f 17.28-29: Gn 18.20—19.25. g 17.31: Mt 24.17-18; Mc 13.15-16.


h 17.32: Gn 19.26. i 17.33: Mt 10.39; 16.25; Mc 8.35; Lc 9.24; Jn 12.25.

1516
SAN LUCAS  18

mío, te doy gracias porque no soy Jesús le dijo: «¿Por qué me llamas
19 

como los demás, que son ladrones, bueno? No hay nadie que sea bue-
injustos y adúlteros. ¡Ni siquiera soy no, sino sólo Dios.
como este cobrador de impuestos! 20 Conoces los mandamientos: No

12 Ayuno dos veces a la semana, y


  adulterarás, b no matarás, c no hur-
doy la décima parte de todo lo que tarás, d no dirás falso testimonio, e
gano.” honra a tu padre y a tu madre.» f
13 Pero el cobrador de impuestos,

21 Aquél le dijo: «Todo esto lo he

desde lejos, no se atrevía siquiera cumplido desde mi juventud.»


a levantar los ojos al cielo, sino que 22 Al oír esto, Jesús le dijo: «Aún te

se golpeaba el pecho y decía: “Dios falta una cosa: vende todo lo que
mío, ten misericordia de mí, porque tienes, y dáselo a los pobres; así ten-
soy un pecador.” drás un tesoro en el cielo. Después
14 Yo les digo que éste volvió a su
  de eso, ven y sígueme.»
casa justificado, y no el otro. Por- 23 Cuando aquel hombre oyó esto, se

que cualquiera que se enaltece, será puso muy triste, porque era muy rico.
humillado; y el que se humilla será 24 Y al ver Jesús que se había entriste-

enaltecido.» a cido mucho, dijo: «¡Qué difícil es para


los ricos entrar en el reino de Dios!
Jesús bendice a los niños 25 Le es más fácil a un camello pasar

(Mt 19.13-15; Mc 10.13-16) por el ojo de una aguja, que a un


15 La gente llevaba los niños a Jesús, rico entrar en el reino de Dios.»
para que él los tocara. Cuando los dis- 26 Los que oyeron esto dijeron: «En-

cípulos vieron esto, los reprendieron; tonces, ¿quién podrá salvarse?»


16 pero Jesús los llamó y les dijo: «De-

27Y Jesús les respondió: «Lo que es

jen que los niños se acerquen a mí. imposible para los hombres, es po-
No se lo impidan, porque el reino de sible para Dios.»
los cielos es de los que son como ellos. 28 Pedro dijo entonces: «Nosotros

17De cierto les digo: el que no reci-


  hemos dejado nuestras posesiones,
be el reino de Dios como un niño, y te hemos seguido.»
no entrará en él.» 29 Y Jesús les dijo: «De cierto les di-

go, que cualquiera que haya dejado


El joven rico casa, padres, hermanos, mujer, o
(Mt 19.16-30; Mc 10.17-31) hijos, por el reino de Dios,
18 Un hombre importante le pre-

30 recibirá mucho más en este tiem-

guntó: «Maestro bueno, ¿qué debo po, y en el tiempo venidero recibirá


hacer para heredar la vida eterna?» la vida eterna.»

a 18.14: Mt 23.12; Lc 14.11. b 18.20: Ex 20.14; Dt 5.18.


c 18.20: Ex 20.13; Dt 5.17. d 18.20: Ex 20.15; Dt 5.19. e 18.20: Ex 20.16; Dt 5.20.
f 18.20: Ex 20.12; Dt 5.16.

1517
SAN LUCAS  18​, ​19

Nuevamente Jesús anuncia su Jesús le dijo: «Ya la has recibido.


42  
muerte Tu fe te ha sanado.»
(Mt 20.17-19; Mc 10.32-34) 43 Al instante, el ciego pudo ver y

Jesús llamó aparte a los doce, y


31   comenzó a seguir a Jesús, mientras
les dijo: «Como pueden ver, ahora glorificaba a Dios. Y al ver todo el
vamos camino a Jerusalén. Allí se pueblo lo sucedido, también alababa
cumplirá todo lo que los profetas es- a Dios.
cribieron acerca del Hijo del Hombre.
32 Éste será entregado a los no ju-

Jesús y Zaqueo
díos, los cuales se burlarán de él,
lo insultarán y le escupirán,
33 y después de azotarlo, lo matarán.

19 Jesús entró en Jericó, y co-
menzó a cruzar la ciudad.
2 Mientras caminaba, un hombre

Pero al tercer día resucitará.» rico llamado Zaqueo, que era jefe
34 Ellos no entendieron nada de es-
  de los cobradores de impuestos,
to, pues el mensaje no les resultaba 3 trataba de ver quién era Jesús, pe-

claro ni podían comprenderlo. ro por causa de la multitud no podía


hacerlo, pues era de baja estatura.
Un ciego de Jericó recibe la 4 Pero rápidamente se adelantó y,

vista para verlo, se trepó a un árbol, pues


(Mt 20.29-34; Mc 10.46-52) Jesús iba a pasar por allí.
35 Cuando Jesús estuvo cerca de Je- 5 Cuando Jesús llegó a ese lugar, le-

ricó, junto al camino estaba sentado vantó la vista y le dijo: «Zaqueo,


un mendigo ciego. apúrate y baja de allí, porque hoy ten-
36 Al oír éste a la multitud que pasa-
  go que pasar la noche en tu casa.»
ba, preguntó qué era lo que sucedía, 6 Zaqueo bajó de prisa, y con mucho

37y cuando le dijeron que Jesús de


  gusto recibió a Jesús.
Nazaret estaba pasando por allí, 7 Todos, al ver esto, murmuraban,

38 comenzó a gritar: «¡Jesús, Hijo de


  pues decían que Jesús había entrado
David, ten misericordia de mí!» en la casa de un pecador.
39 Los que iban al frente lo repren-

8 Pero Zaqueo se puso de pie y le dijo al

dían para que se callara; pero él Señor: «Señor, voy a dar ahora mismo la
gritaba más aún: «¡Hijo de David, mitad de mis bienes a los pobres. Y si en
ten misericordia de mí!» algo he defraudado a alguien, le devol-
40 Entonces Jesús se detuvo y man-
  veré cuatro veces más lo defraudado.»
dó que lo llevaran a su presencia. 9Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la sal-

Cuando el ciego llegó, Jesús le pre- vación a esta casa, pues este hombre
guntó: también es hijo de Abrahán.
41 «¿Qué quieres que haga por ti?»

10 Porque el Hijo del Hombre vino

Y el ciego respondió: «Señor, quiero a buscar y a salvar lo que se había


recibir la vista.» perdido.» a
a 19.10: Mt 18.11.

1518
SAN LUCAS  19

Parábola de los siervos pues tuve miedo de ti, porque sé


21 
11 Al escuchar la gente estas cosas,
  que eres un hombre duro, que to-
Jesús les contó una parábola, pues ya mas lo que no pusiste, y recoges lo
estaba cerca de Jerusalén y la gente que no sembraste.”
pensaba que el reino de Dios estaba 22 Entonces aquel hombre le dijo:

por manifestarse. “¡Mal siervo! Por tus propias pala-


12 Jesús les dijo: «Un hombre de alto
  bras voy a juzgarte. Si sabías que
rango se fue a un país lejano, para soy un hombre duro, que tomo lo
recibir un reino y luego volver. que no puse, y que recojo lo que
13 Antes de partir, llamó a diez de
  no sembré,
sus siervos, les dio una buena can- 23 ¿por qué no pusiste mi dinero en

tidad de dinero, 3 y les dijo: “Hagan el banco? Así, ¡a mi regreso lo ha-


negocio con este dinero, hasta que bría recibido con los intereses!”
yo vuelva.” 24 Y dijo entonces a los que estaban

14 Pero sus conciudadanos lo odiaban,


  presentes: “¡Quítenle el dinero, y
y enviaron tras él unos representan- dénselo al que ganó diez veces más!”
tes para que dijeran: “No queremos 25 Pero ellos objetaron: “Señor, ése

que éste reine sobre nosotros.” ya tiene mucho dinero.”


15 Cuando ese hombre volvió, después

26 Y aquel hombre dijo: “Pues al que

de recibir el reino, hizo comparecer tiene, se le da más; pero al que no


ante él a los siervos a quienes había tiene, aun lo poco que tiene se le
dado el dinero, para saber qué nego- quita. b
cios había hecho cada uno. 27Y en cuanto a mis enemigos, los

16 Cuando llegó el primero, dijo:


  que no querían que yo fuera su rey,
“Señor, tu dinero ha producido diez ¡tráiganlos y decapítenlos delante
veces más”. de mí!”» c
17Aquel hombre dijo: “¡Bien hecho!

Eres un buen siervo. Puesto que en La entrada triunfal en Jerusalén


(Mt 21.1-11; Mc 11.1-11; Jn 12.12-19)
lo poco has sido fiel, vas a gobernar
diez ciudades.” Después de decir esto, Jesús
28  
18 Otro más llegó y le dijo: “Señor,
  siguió su camino en dirección a Je-
tu dinero ha producido cinco veces rusalén.
más.” 29 Cuando ya estaba cerca de Betfa-

19 Y también a éste le dijo: “Tú vas


  gué y de Betania, junto al monte
a gobernar cinco ciudades.” que se llama de los Olivos, les dijo
20 Llegó otro más, y le dijo: “Señor,
  a dos de sus discípulos:
aquí tienes tu dinero. Lo he tenido 30 «Vayan a la aldea que está ante

envuelto en un pañuelo, ustedes. Al entrar en ella, van a

3 19.13 Lit. diez minas.


b 19.26: Mt 13.12; Mc 4.25; Lc 8.18. c 19.11-27: Mt 25.14-30.

1519
SAN LUCAS  19​, ​20

encontrar atado un burrito, sobre 43 Porque van a venir sobre ti días,


el cual nadie se ha montado. Desá- cuando tus enemigos levantarán un
tenlo y tráiganlo aquí. cerco a tu alrededor, y te sitiarán.
31 Si alguien les pregunta: “¿Por qué

44 Y te destruirán por completo, a

lo desatan?”, respondan: “Porque el ti y a tus hijos dentro de ti, y no


Señor lo necesita.”» dejarán en ti piedra sobre piedra,
32 Los discípulos se fueron y encon-
  por cuanto no te diste cuenta del
traron todo tal y como él les había momento en que Dios vino a visi-
dicho. tarte.»
33 Mientras desataban el burrito,

sus dueños les dijeron: «¿Por qué Purificación del templo


lo desatan?» (Mt 21.12-17; Mc 11.15-19; Jn 2.13-22)
34 Y ellos contestaron: «Porque el
  Después Jesús entró en el tem-
45 

Señor lo necesita.» plo, y comenzó a echar de allí a to-


35 Luego se lo llevaron a Jesús, echa-
  dos los que vendían y compraban.
ron sus mantos sobre el burrito, e 46 Les decía: «Escrito está: “Mi casa

hicieron montar a Jesús. es casa de oración.” e ¡Pero ustedes


36 Conforme Jesús avanzaba, la
  han hecho de ella una cueva de la-
multitud tendía sus mantos por el drones!» f
camino. 47 Todos los días Jesús enseñaba

37Cuando se acercó a la bajada del


  en el templo, g pero los principa-
monte de los Olivos, todo el conjun- les sacerdotes, los escribas y los
to de sus discípulos comenzó a gritar principales del pueblo procuraban
de alegría y a alabar a Dios por todas matarlo.
las maravillas que habían visto; 48 Sin embargo, no hallaban la ma-

38 y decían: «¡Bendito el rey que vie-


  nera de hacerlo, pues todo el pueblo
ne en el nombre del Señor! d ¡Paz en estaba pendiente de lo que él decía.
el cielo, y gloria en las alturas!»
39 Algunos de los fariseos que iban

La autoridad de Jesús
entre la multitud le dijeron: «Maes- (Mt 21.23-27; Mc 11.27-33)
tro, ¡reprende a tus discípulos!»
40 Pero Jesús les dijo: «Si éstos calla-

ran, las piedras clamarían.»


20  n día, mientras Jesús esta-
U
ba en el templo enseñando
al pueblo y anunciándoles las bue-
41 Ya cerca de la ciudad, Jesús lloró
  nas noticias, llegaron los principales
al verla, sacerdotes y los escribas, junto con
42 y dijo: «¡Ah, si por lo menos hoy
  los ancianos,
pudieras saber lo que te puede traer 2 y le preguntaron: «¿Con qué auto-

paz! Pero eso ahora está oculto a ridad haces todo esto? ¿Quién te ha
tus ojos. dado esta autoridad?»

d 19.38: Sal 118.26. e 19.46: Is 56.7. f 19.46: Jer 7.11. g 19.47: Lc 21.37.

1520
SAN LUCAS  20

3 Jesús les dijo: «Yo también voy a amado. Tal vez, cuando lo vean, le
hacerles una pregunta. Díganme: tendrán respeto.”
4 El bautismo de Juan, ¿era del cielo,

14 Pero cuando los labradores lo vie-

o de este mundo?» ron, se dijeron unos a otros: “Éste


5 Ellos empezaron a discutir entre
  es el heredero. Vamos a matarlo,
sí: «Si decimos que era del cielo, para quedarnos con la herencia.”
nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le 15 Así que lo expulsaron de la viña,

creyeron?” y lo mataron. ¿Qué creen ustedes


6 Y si decimos que era de los hom-
  que el dueño de la viña hará con
bres, todo el pueblo nos matará a ellos?
pedradas, pues están convencidos 16 Pues irá y matará a esos labrado-

de que Juan era un profeta.» res, y dará su viña a otros.»


7Y respondieron que no sabían de
  Al oír esto, la gente exclamó:
dónde era. «¡Dios nos libre!»
8 Entonces Jesús les dijo: «Pues yo

17Pero Jesús los miró fijamente y les

tampoco les diré con qué autoridad dijo: «¿Qué significa esta escritura
hago estas cosas.» que dice:
»“La piedra que desecharon
Los labradores malvados los constructores
(Mt 21.33-44; Mc 12.1-11) ha venido a ser la piedra angu-
Luego comenzó a contarle a la gen-
9  lar?” b
te esta parábola: «Un hombre plantó 18 Todo el que caiga sobre esa piedra,

una viña, a se la arrendó a unos labra- se hará pedazos; y si ella cae sobre
dores, y se ausentó por mucho tiempo. alguien, lo aplastará por completo.»
10 A su debido tiempo, envió a uno

de sus siervos para que los labrado- La cuestión del tributo


(Mt 21.45-46; 22.15-22; Mc 12.12-17)
res le entregaran la parte de lo que
la viña había producido; pero los En ese mismo instante los prin-
19 

labradores lo golpearon y lo man- cipales sacerdotes y los escribas


daron con las manos vacías. trataron de echarle mano, pues
11 Volvió a enviar a otro siervo; pero
  comprendieron que, al contar esa
ellos golpearon y humillaron tam- parábola, Jesús se refería a ellos.
bién a éste, y lo enviaron con las Pero tenían miedo de la gente;
manos vacías. 20 entonces enviaron espías que

12 Envió entonces a un tercer siervo,


  parecían gente buena, para que lo
pero también a éste lo hirieron y lo acecharan y atraparan a Jesús en
echaron de allí. sus propias palabras, y así poder
13 Entonces el dueño de la viña dijo:
  ponerlo bajo el poder y la autoridad
“¿Qué haré? Voy a enviar a mi hijo del gobernador.

a 20.9: Is 5.1-2. b 20.17: Sal 118.22.

1521
SAN LUCAS  20

Los espías le preguntaron: «Maes-


21  Finalmente, murió también la
32  

tro, sabemos que dices y enseñas mujer.


con rectitud, y que no discriminas 33 Así que, en la resurrección, ¿esposa

a nadie, sino que en verdad enseñas de cuál de ellos será la viuda, ya que
el camino de Dios. los siete estuvieron casados con ella?»
22 ¿Nos está permitido pagar tributo

34 Entonces Jesús les dijo: «La gen-

al César, o no?» te de este mundo se casa, y se da en


23 Pero Jesús se dio cuenta de sus
  casamiento,
malas intenciones, y les dijo: 35 pero los que sean considerados

24 «Muéstrenme una moneda. ¿De


  dignos de alcanzar el mundo veni-
quién son la imagen y la inscripción?» dero y la resurrección de entre los
Ellos respondieron: «Del César.» muertos, no se casarán ni se darán
25 Entonces Jesús les dijo: «Pues den
  en casamiento,
al César lo que es del César, y a 36 porque ya no podrán morir, sino

Dios lo que es de Dios.» que serán semejantes a los ángeles,


26 Así que no pudieron sorprenderlo
  y son hijos de Dios por ser hijos de
ante el pueblo en ninguna palabra; la resurrección.
y admirados de su respuesta, no di- 37Pero en cuanto a que los muertos

jeron más. han de resucitar, aun Moisés lo en-


señó en el pasaje de la zarza, pues
La pregunta sobre la resurrección llama al Señor, “Dios de Abrahán,
(Mt 22.23-33; Mc 12.18-27) Dios de Isaac y Dios de Jacob”. e
27 Algunos de los saduceos, que 38 Porque Dios no es Dios de muer-

decían que no hay resurrección, c le tos, sino de vivos, pues para él


preguntaron: todos viven.»
28 «Maestro, Moisés nos escribió:

39 Algunos de los escribas le respon-

“Si el hermano de alguien tiene dieron: «Maestro, has dicho bien.»


esposa y muere sin tener hijos, el 40 Y no se atrevieron a preguntarle

hermano del difunto debe casarse nada más.


con la viuda y darle descendencia a
su hermano muerto.” d ¿De quién es hijo el Cristo?
29 Pues bien, se dio el caso de siete (Mt 22.41-46; Mc 12.35-37)

hermanos, y el primero de ellos se Entonces él les dijo: «¿Cómo


41 

casó, y murió sin tener hijos. pueden decir que el Cristo es hijo
30 El segundo se casó con la viuda,
  de David?
pero también murió sin tener hijos. 42 David mismo dice, en el libro de

31 El tercero también se casó con


  los Salmos:
ella, y así todos los siete, y todos
murieron sin dejar descendencia. »“El Señor le dijo a mi Señor:

c 20.27: Hch 23.8. d 20.28: Dt 25.5. e 20.37: Ex 3.6.

1522
SAN LUCAS  20​, ​21

‘Siéntate a mi derecha, Jesús predice la destrucción del


43 hasta que ponga a tus enemi- templo
gos (Mt 24.1-2; Mc 13.1-2)
por estrado de tus pies.’” f Algunos hablaban de las hermo-
5 

sas piedras con las que el templo


»Y si David lo llama Señor, ¿có-
44   estaba adornado, y de las ofrendas
mo entonces puede ser su hijo?» dedicadas a Dios, así que Jesús les
dijo:
Jesús acusa a los escribas 6 «En cuanto a lo que ustedes ven,

(Mt 23.1-36; Mc 12.38-40; Lc 11.37-54) vienen días en que no quedará


45 Como todo el pueblo lo estaba
  piedra sobre piedra. Todo será des-
escuchando, Jesús les dijo a sus dis- truido.»
cípulos:
46 «Cuídense de los escribas, porque

Señales antes del fin
les gusta pasearse con ropas largas, (Mt 24.3-28; Mc 13.3-23)
y que los saluden en las plazas, y Entonces le preguntaron: «Y esto,
7 

sentarse en las primeras sillas de Maestro, ¿cuándo sucederá? ¿Y qué


las sinagogas, y en los lugares más señal habrá cuando esto ya esté por
importantes de los banquetes. suceder?»
47 Se adueñan de los bienes de las

8 Jesús les respondió: «Cuídense de

viudas, y para disimular todo esto no ser engañados. Porque muchos


hacen largas oraciones. ¡Pero ellos vendrán en mi nombre, y dirán:
recibirán una mayor condenación!» “Yo soy”, y también: “El tiempo es-
tá cerca.” Pero ustedes no los sigan.
La ofrenda de la viuda 9 Y cuando oigan hablar de guerras

(Mc 12.41-44) y de levantamientos, no se alarmen,

21 Jesús estaba observando a


los ricos que depositaban
sus ofrendas en el arca del templo,
porque es necesario que esto suce-
da primero, pero el fin no llegará de
manera repentina.»
2 y vio que una viuda muy pobre

10 También les dijo: «Se levantará

depositaba allí dos moneditas de nación contra nación, y reino contra


poco valor. reino.
3 Entonces dijo: «En verdad les digo,

11 Habrá impresionantes terremotos,

que esta viuda pobre ha echado más y hambre y pestilencias en diferen-


que todos. tes lugares; también sucederán
4 Porque todos aquellos ofrendaron
  cosas espantosas y habrá grandes
a Dios de lo que les sobra, pero ella señales del cielo.
puso, en su pobreza, todo lo que 12 Pero antes de que todo esto su-

tenía para su sustento.» ceda, a ustedes les echarán mano,

f 20.42-43: Sal 110.1.

1523
SAN LUCAS  21

los perseguirán, y los entregarán a Y caerán a filo de espada, y serán


24  

las sinagogas y a las cárceles, y por llevados cautivos a todas las nacio-
causa de mi nombre los harán com- nes; y Jerusalén será pisoteada por
parecer ante reyes y gobernantes. los paganos, hasta que se cumplan
13 Pero esto les servirá para dar tes-
  los tiempos que a ellos les esperan.
timonio.
14 Propónganse en su interior no

La venida del Hijo del Hombre
ponerse a pensar cómo responder (Mt 24.29-35,42-44; Mc 13.24-37)
en su defensa, »Habrá entonces señales en el
25 
15 porque yo les daré las palabras y
  sol, en la luna y en las estrellas. c
la sabiduría, las cuales no podrán En la tierra, la gente se angustiará
resistir ni contradecir todos sus y quedará confundida por causa del
oponentes. a bramido del mar y de las olas.
16 Ustedes serán entregados incluso

26 El miedo y la expectación de las co-

por sus padres, hermanos, parientes sas que sobrevendrán en la tierra hará
y amigos, y a algunos de ustedes que los hombres desfallezcan, y los
los matarán. poderes celestiales se estremecerán.
17Por causa de mi nombre, todo el

27Entonces verán al Hijo del Hom-

mundo los odiará, bre venir en una nube, con poder


18 pero ustedes no perderán ni un
  y gran gloria. d
solo cabello de su cabeza. 28 Cuando esto comience a suceder,

19Tengan paciencia, que así ganarán


  anímense y levanten la cabeza, por-
sus almas. que su redención estará cerca.»
20 »Pero cuando vean a Jerusalén

29 También les contó una parábola:

rodeada de ejércitos, sepan que su «Fíjense en la higuera y en todos los


destrucción ha llegado. árboles.
21 Entonces, los que estén en Judea,

30 Cuando ustedes ven que brotan

huyan a los montes; y los que estén en sus hojas, pueden saber que ya se
la ciudad, salgan de allí. Los que estén acerca el verano.
en los campos, no entren en la ciudad. 31 De la misma manera, cuando us-

22 Porque esos días serán de retri-


  tedes vean que todo esto sucede,
bución, b para que se cumplan todas podrán saber que ya se acerca el
las cosas que están escritas. reino de Dios.
23 Pero ¡ay de las que en esos días

32 De cierto les digo, que todo esto

estén embarazadas, o amamantan- sucederá antes de que pase esta ge-


do! Porque vendrá sobre la tierra neración.
una gran calamidad, y sobre este 33 El cielo y la tierra pasarán, pero

pueblo vendrá la ira. mis palabras no pasarán.

a 21.14-15: Lc 12.11-12. b 21.22: Os 9.7.
c 21.25: Is 13.10; Ez 32.7; Jl 2.31; Ap 6.12-13. d 21.27: Dn 7.13; Ap 1.7.

1524
SAN LUCAS  21​, ​22

»Pero tengan cuidado de que su


34   Judas aceptó y comenzó a buscar
6 

corazón no se recargue de glotonería el mejor momento de entregarles a


y embriaguez, ni de las preocupacio- Jesús sin que el pueblo lo supiera.
nes de esta vida, para que aquel día
no les sobrevenga de repente. Institución de la Cena del Señor
35 Porque caerá como un lazo sobre

(Mt 26.17-29; Mc 14.12-25; Jn
todos los que habitan la faz de la 13.21-30; 1 Co 11.23-26)
tierra. Llegó el día de los panes sin leva-
7 
36 Por lo tanto, manténganse siem-
  dura, cuando es necesario sacrificar
pre atentos, y oren para que se les el cordero de la pascua.
considere dignos de escapar de todo 8 Jesús envió a Pedro y a Juan con

lo que habrá de suceder, y de pre- estas instrucciones: «Vayan a pre-


sentarse ante el Hijo del Hombre.» parar todo para que comamos la
37 De día, Jesús enseñaba en el
  pascua.»
templo; e de noche, se quedaba en 9 Ellos le preguntaron: «¿Dónde quie-

el monte llamado de los Olivos. res que hagamos los preparativos?»


38 Y toda la gente acudía a él por

10 Jesús les dijo: «Al entrar en la ciu-

la mañana, para escucharlo en el dad, verán ustedes a un hombre que


templo. lleva un cántaro de agua; síganlo
hasta la casa donde entre,
El complot para matar a Jesús 11 y díganle al dueño de la casa: “El

(Mt 26.1-5,14-16; Mc 14.1- Maestro pregunta dónde está el


2,10-11; Jn 11.45-53) aposento en donde comerá la pas-

22 Se acercaba la fiesta de los


panes sin levadura, que se
llama la pascua. a
cua con sus discípulos.”
12 Entonces él les mostrará un gran

aposento alto, ya dispuesto. Hagan


2 Los principales sacerdotes y los
  allí los preparativos.»
escribas buscaban la manera de 13 Los discípulos partieron, y encon-

matar a Jesús, pero le tenían miedo traron todo tal y como Jesús se lo
al pueblo. había dicho, y prepararon la pascua.
3 Entonces Satanás entró en Judas,

14 Cuando llegó la hora, Jesús se

uno de los doce, al que llamaban sentó a la mesa, y los apóstoles se


Iscariote, sentaron con él.
4 y éste fue a hablar con los princi-

15 Entonces les dijo: «¡Cómo he

pales sacerdotes y con los jefes de deseado comer con ustedes esta
la guardia, para acordar con ellos pascua, antes de que padezca!
cómo les entregaría a Jesús. 16 Porque yo les digo que no volveré

5 Ellos se alegraron, y acordaron


  a comerla hasta su cumplimiento en
darle dinero. el reino de Dios.»

e 21.37: Lc 19.47. a 22.1: Ex 12.1-27.

1525
SAN LUCAS  22

Y Jesús tomó la copa, dio gracias


17  menor; y el que manda tiene que
y dijo: «Tomen esto, y repártanlo actuar como el que sirve. g
entre ustedes; 27Porque, ¿quién es mayor? ¿El que

18 porque yo les digo que no volveré


  se sienta a la mesa, o el que sirve?
a beber del fruto de la vid hasta que ¿Acaso no es el que se sienta a la
venga el reino de Dios.» mesa? Sin embargo, yo estoy entre
19 Luego tomó el pan, lo partió, dio
  ustedes como el que sirve. h
gracias y les dio, al tiempo que de- 28 »Pero son ustedes los que han

cía: «Esto es mi cuerpo, que por permanecido conmigo en mis prue-


ustedes es entregado; hagan esto bas.
en memoria de mí.» 29Por tanto, yo les asigno un reino,

20 De igual manera, después de ha-


  así como mi Padre me lo asignó a mí,
ber cenado tomó la copa y les dijo: 30 para que en mi reino coman y

«Esta copa es el nuevo pacto b en beban a mi mesa, y se sienten en


mi sangre, c que por ustedes va a tronos para juzgar a las doce tribus
ser derramada. de Israel.» i
21 Pero sepan que la mano del que

me va a traicionar está sobre esta Jesús anuncia la negación de Pedro


mesa, conmigo. (Mt 26.31-35; Mc 14.27-31; Jn 13.36-38)
22 A decir verdad, el Hijo del Hombre

31 El Señor dijo también: «Simón,
va, según lo que está determinado; d pe- Simón, Satanás ha pedido sacudirlos
ro ¡ay de aquél que lo va a traicionar!» a ustedes como si fueran trigo;
23 Ellos comenzaron a preguntarse

32 pero yo he rogado por ti, para que

unos a otros, quién de ellos sería no te falte la fe. Y tú, cuando hayas
capaz de hacer esto. vuelto, deberás confirmar a tus her-
manos.»
La grandeza en el servicio 33 Pedro le dijo: «Señor, no sólo

Además, los discípulos tuvieron


24   estoy dispuesto a ir contigo a la
una discusión en cuanto a quién de cárcel, sino también a la muerte.»
ellos sería el mayor. e 34 Y Jesús le dijo: «Pedro, te aseguro

25 Pero Jesús les dijo: «Los reyes de


  que el gallo no cantará hoy antes de
las naciones se enseñorean de ellas, que tú hayas negado tres veces que
y los que tienen autoridad sobre me conoces.»
ellas son llamados benefactores;
26 pero entre ustedes no debe ser

Bolsa, alforja y espada
así, f sino que el mayor entre us- Luego Jesús les preguntó: «Cuan-
35 

tedes tiene que hacerse como el do los envié sin bolsa, sin alforja y

b 22.20: Jer 31.31-34. c 22.20: Ex 24.6-8. d 22.22: Sal 41.9.


e 22.24: Mt 18.1; Mc 9.34; Lc 9.46. f 22.25-26: Mt 20.25-27; Mc 10.42-44.
g 22.26: Mt 23.11; Mc 9.35. h 22.27: Jn 13.12-15. i 22.30: Mt 19.28.

1526
SAN LUCAS  22

sin calzado, j ¿les faltó algo?» Ellos 45 Cuando Jesús se levantó después
respondieron: «Nada.» de orar, fue a donde estaban sus
36 Entonces Jesús les dijo: «Pues
  discípulos, y a causa de la tristeza
ahora, el que tenga bolsa, que la los halló durmiendo.
tome, junto con la alforja. Y el que 46 Les dijo: «¿Por qué duermen? ¡Le-

no tenga espada, que venda su capa vántense y oren para que no caigan
y se compre una. en tentación!»
37 Porque yo les digo que todavía

se tiene que cumplir en mí aquello Arresto de Jesús


que está escrito: “Y fue contado en- (Mt 26.47-56; Mc 14.43-50; Jn 18.2-11)
tre los pecadores”. k Porque lo que 47Mientras Jesús estaba hablando,

está escrito acerca de mí, tiene que se hizo presente una turba, al frente
cumplirse.» de la cual iba Judas, que era uno de
38 Ellos le dijeron: «Señor, ¡aquí hay
  los doce y que se acercó a Jesús para
dos espadas!» Y Jesús respondió: besarlo.
«¡Basta!» 48 Jesús le dijo: «Judas, ¿con un beso

entregas al Hijo del Hombre?»


Jesús ora en Getsemaní 49 Cuando los que estaban con él se

(Mt 26.36-46; Mc 14.32-42) dieron cuenta de lo que pasaba, le


39 Jesús salió y, conforme a su dijeron: «Señor, ¿echamos mano a
costumbre, se fue al monte de los la espada?»
Olivos. Sus discípulos lo siguieron. 50 Uno de ellos hirió a un siervo del

40 Cuando llegó a ese lugar, Jesús les


  sumo sacerdote, y le cortó la oreja
dijo: «Oren para que no caigan en derecha.
tentación.» 51 Pero Jesús les dijo: «¡Basta! ¡Dé-

41 Luego, se apartó de ellos a una


  jenlos!» Tocó entonces la oreja de
distancia como de un tiro de piedra, aquel hombre, y lo sanó.
y allí se arrodilló y oró. 52 Luego, Jesús les dijo a los prin-

42 Y decía: «Padre, si quieres, haz


  cipales sacerdotes, a los jefes de la
que pase de mí esta copa; pero que guardia del templo y a los ancianos,
no se haga mi voluntad, sino la tu- que habían venido contra él: «¿Han
ya.» venido con espadas y palos, como si
43 [Se le apareció entonces un ángel
  fuera yo un ladrón?
del cielo, para fortalecerlo. 53 Todos los días he estado con uste-

44 Lleno de angustia, oraba con más


  des en el templo, y no me pusieron
intensidad. Y era su sudor como las manos encima. Pero ésta es la
grandes gotas de sangre que caían hora de ustedes, la hora del poder
hasta la tierra.] 4 de las tinieblas.»

4 22.43-44 El texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.
j 22.35: Mt 10.9-10; Mc 6.8-9; Lc 9.3; 10.4. k 22.37: Is 53.12.

1527
SAN LUCAS  22​, ​23

Pedro niega a Jesús «Profetiza, ¿quién es el que te gol-


(Mt 26.57-58,69-75; Mc 14.53- peó?»
54,66-72; Jn 18.12-18,25-27) 65 Y lo insultaban y le decían mu-

54  Aquellos arrestaron a Jesús y lo chas otras cosas.


llevaron a la casa del sumo sacerdo-
te. Pedro lo seguía de lejos. Jesús ante el tribunal
55 En medio del patio encendieron (Mt 26.59-66; Mc 14.55-64; Jn 18.19-24)

una fogata, y se sentaron alrededor Cuando se hizo de día, se jun-


66  

de ella. También Pedro se sentó en- taron los ancianos del pueblo, los
tre ellos. principales sacerdotes y los escribas,
56 Pero una criada que lo vio sen-
  y llevaron a Jesús ante el tribunal y
tado frente al fuego, se fijó en él y le preguntaron:
dijo: «Éste también estaba con él.» 67«¿Eres tú el Cristo? ¡Responde!»

57Pedro lo negó, y dijo: «Mujer, yo


  Él les dijo: «Si les dijera que sí, no
no lo conozco.» me lo creerían.
58 Un poco después, otro lo vio y le

68 Y si les hiciera preguntas, no me

dijo: «Tú también eres de ellos.» Pero responderían ni me soltarían.


Pedro le dijo: «¡Hombre, no lo soy!» 69 Pero a partir de este momento el

59Como una hora después, otro afir-


  Hijo del Hombre se sentará a la de-
mó: «No hay duda. Éste también recha del poder de Dios.»
estaba con él, porque es galileo.» 70 Todos dijeron: «¿Así que tú eres

60 Pedro le dijo: «¡Hombre, no sé


  el Hijo de Dios?» Él les respondió:
de qué hablas!» Y en ese momen- «Ustedes dicen que lo soy.»
to, mientras Pedro aún hablaba, el 71 Entonces ellos dijeron: «¿Qué

gallo cantó. más pruebas necesitamos? ¡Noso-


61 En ese mismo instante el Señor
  tros mismos las hemos oído de sus
se volvió a ver a Pedro, y entonces propios labios!»
Pedro se acordó de las palabras del
Señor, cuando le dijo: «Antes de Jesús ante Pilato
(Mt 27.1-2,11-14; Mc 15.1-5; Jn 18.28-38)
que el gallo cante, me negarás tres
veces.»
62 Enseguida, Pedro salió de allí y

lloró amargamente.
23 Entonces todos ellos se le-
vantaron, y llevaron a Jesús
ante Pilato.
2 Allí comenzaron a acusarlo. Decían:

Jesús escarnecido y azotado «Hemos encontrado que éste sub-


(Mt 26.67-68; Mc 14.65) vierte a la nación, que prohíbe pagar
63 Los hombres que custodiaban a tributo al César, y que dice que él
Jesús se burlaban de él y lo golpea- mismo es el Cristo, es decir, un rey.»
ban. 3 Pilato le preguntó: «¿Eres tú el Rey

64 También le vendaron los ojos,


  de los judíos?». Jesús le respondió:
le golpearon el rostro, y le decían: «Tú lo dices.»

1528
SAN LUCAS  23

4 Pilato dijo entonces a los principales y les dijo: «Ustedes me han pre-
14  

sacerdotes, y a la gente: «Yo no encuen- sentado a este hombre como a un


tro delito alguno en este hombre.» perturbador del pueblo, pero lo he
5 Pero ellos seguían insistiendo: «Éste
  interrogado delante de ustedes, y no
alborota al pueblo con lo que enseña lo he hallado culpable de ninguno
por toda Judea, desde Galilea hasta de los delitos de los que ustedes lo
este lugar.» acusan.
15 Se lo envié a Herodes, y tampoco

Jesús ante Herodes él lo ha hallado culpable. Por tanto,


6 Cuando Pilato escuchó esto, pre-
  este hombre no ha hecho nada que
guntó si él era galileo. merezca la muerte.
7 Y al saber que era de la jurisdic-

16 Voy a castigarlo, y después de eso

ción de Herodes, se lo envió a éste, lo dejaré libre.»


que en aquellos días también estaba 17[Y en cada fiesta él tenía que po-

en Jerusalén. ner en libertad a un preso.] 5


8 Herodes se alegró mucho al ver a Jesús,

18 Pero toda la multitud gritaba al

pues hacía tiempo que deseaba verlo, ya unísono: «¡Fuera con éste! ¡Déjanos
que había oído hablar mucho acerca de libre a Barrabás!»
él, y esperaba verlo hacer alguna señal. 19 Barrabás había sido encarcelado

9Pero aunque Herodes le hacía muchas


  por un levantamiento en la ciudad,
preguntas, Jesús no respondía nada. y también por homicidio.
10 También estaban allí los princi-

20 Como Pilato quería soltar a Jesús,

pales sacerdotes y los escribas, los volvió a dirigirse al pueblo;


cuales lo acusaban con extremado 21 pero ellos seguían gritando:

apasionamiento. «¡Crucifícalo, crucifícalo!»


11 Entonces Herodes y sus soldados

22 Por tercera vez Pilato les dijo:

lo humillaron y se burlaron de él, «¿Pues qué crimen ha cometido és-


y lo vistieron con una ropa muy lu- te? ¡Yo no he hallado en él ningún
josa, después de lo cual Herodes lo delito que merezca la muerte! Voy
envío de vuelta a Pilato. a castigarlo, y luego lo dejaré libre.»
12 Antes de ese día, Pilato y Herodes

23 Pero ellos seguían gritando, e

estaban enemistados entre sí, pero insistían en que Jesús fuera cruci-
ese día se hicieron amigos. ficado. Al final, prevalecieron las
voces de ellos y de los principales
Jesús es sentenciado a muerte sacerdotes.
(Mt 27.15-26; Mc 15.6-15; Jn 18.38—19.16) 24 La sentencia de Pilato fue que se

Pilato convocó a los principales


13   hiciera lo que ellos pedían;
sacerdotes, y a los gobernantes y al 25 puso en libertad a quien habían

pueblo, pedido, que había sido encarcelado

5 23.17El texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.

1529
SAN LUCAS  23

por rebelión y homicidio, y puso a Y los soldados echaron suertes para


Jesús a la disposición de ellos. repartirse entre ellos sus vestidos. b
35 Mientras el pueblo observaba, los

Crucifixión y muerte de Jesús gobernantes se burlaban de él y de-


(Mt 27.32-56; Mc 15.21-41; Jn 19.17-30) cían: «Ya que salvó a otros, que se
26  Cuando llevaban a Jesús, echa- salve a sí mismo, si en verdad es el
ron mano de un tal Simón de Ci- Cristo, el escogido de Dios.»
rene, que volvía del campo, y le 36 También los soldados se burlaban

pusieron la cruz encima, para que de él; hasta se acercaron y le ofre-


la llevara detrás de Jesús. cieron vinagre,
27 Detrás de Jesús iba una gran

37mientras decían: «Si eres el Rey

multitud del pueblo, y mujeres que de los judíos, ¡sálvate a ti mismo!»


lloraban y se lamentaban por él. 38 Había sobre él un epígrafe que

28 Pero Jesús se volvió hacia ellas


  en letras griegas, latinas y hebreas
y les dijo: «Mujeres de Jerusalén, decía: «ÉSTE ES EL REY DE LOS
no lloren por mí, sino por ustedes JUDÍOS.»
mismas y por sus hijos. 39 Uno de los malhechores que es-

29 Porque vienen días en que se


  taban allí colgados lo insultaba y le
dirá: “Dichosas las estériles, y los decía: «Si tú eres el Cristo, ¡sálvate
vientres que no concibieron, y los a ti mismo y sálvanos a nosotros!»
pechos que no amamantaron.” 40 Pero el otro lo reprendió y le dijo:

30 Entonces comenzarán a pe-


  «¿Ni siquiera ahora, que sufres la
dir a los montes: “¡Caigan sobre misma condena, temes a Dios?
nosotros!” Y dirán a las colinas: 41 Lo que nosotros ahora padecemos

“¡Cúbrannos por completo!” a es justo, porque estamos recibiendo


31 Porque, si esto hacen con el árbol
  lo que merecían nuestros hechos,
verde, ¡qué no harán con el árbol pero éste no cometió ningún cri-
seco!» men.»
32 Con Jesús llevaban también a

42 Y a Jesús le dijo: «Acuérdate de

otros dos, que eran malhechores, mí cuando llegues a tu reino.»


para ser ejecutados. 43 Jesús le dijo: «De cierto te digo

33 Cuando llegaron al lugar llamado


  que hoy estarás conmigo en el pa-
de la Calavera, lo crucificaron allí, raíso.»
lo mismo que a los malhechores, 44 Desde el mediodía y hasta las

uno a la derecha de Jesús y otro a tres de la tarde hubo tinieblas sobre


su izquierda. toda la tierra.
34 [Jesús decía: «Padre, perdónalos,

45 El sol se oscureció, y el velo 

c del

porque no saben lo que hacen.»] 6 templo se rasgó por la mitad.

6 23.34El texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.
a 23.30: Os 10.8; Ap 6.16. b 23.34: Sal 22.18. c 23.45: Ex 26.31-33.

1530
SAN LUCAS  23​, ​24

En ese momento Jesús clamó


46   Galilea, y vieron el sepulcro y cómo
a gran voz, y dijo: «Padre, en tus fue colocado el cuerpo.
manos encomiendo mi espíritu.» d 56 Después regresaron a su casa para

Y después de haber dicho esto, ex- preparar especias aromáticas y un-


piró. güentos, y descansaron en el día de
47Cuando el centurión vio lo sucedi-
  reposo, conforme al mandamiento. f
do, alabó a Dios y dijo: «Realmente,
este hombre era justo.» La resurrección
48 A l ver lo sucedido, toda la

(Mt 28.1-10; Mc 16.1-8; Jn 20.1-10)
multitud que presenciaba este es-
pectáculo se golpeaba el pecho y se
fue alejando de allí.
24 Pero el primer día de la se-
mana, muy temprano, las
mujeres regresaron al sepulcro. Lle-
49 Pero todos los conocidos de Jesús,
  vaban las especias aromáticas que
y las mujeres e que lo habían seguido habían preparado.
desde Galilea, seguían observando a 2 Como se encontraron con que la

cierta distancia lo que sucedía. piedra del sepulcro había sido qui-
tada,
Jesús es sepultado 3 entraron; pero no hallaron el cuer-

(Mt 27.57-61; Mc 15.42-47; Jn 19.38-42)
po del Señor Jesús.
Un hombre bueno y justo, lla-
50   4 Mientras ellas se preguntaban qué

mado José, que era miembro del podría haber pasado, dos hombres
tribunal, con vestiduras resplandecientes se
51 no había estado de acuerdo con lo
  pararon junto a ellas.
que los del tribunal planearon, ni 5 Llenas de miedo, se inclinaron

con lo que hicieron. Este José era ocultando su rostro; pero ellos les
de Arimatea, una ciudad de Judea, y dijeron: «¿Por qué buscan entre los
también esperaba el reino de Dios, muertos al que vive?
52 así que fue a ver a Pilato y le pidió

6 No está aquí. ¡Ha resucitado!

el cuerpo de Jesús. Acuérdense de lo que les dijo cuan-


53 Después de bajarlo de la cruz,
  do aún estaba en Galilea:
envolvió el cuerpo en una sábana 7“Es necesario que el Hijo del Hom-

y lo puso en un sepulcro abierto en bre sea entregado en manos de


una peña, en donde aún no se había hombres pecadores, y que sea crucifi-
sepultado a nadie. cado. Pero al tercer día resucitará.”» a
54 Era el día de la preparación, y es-

8 Ellas se acordaron de sus palabras,

taba por comenzar el día de reposo. 9y cuando volvieron del sepulcro les

55 Acompañaron a José las mujeres


  contaron todo esto a los once, y a
que habían venido con Jesús desde todos los demás.

d 23.46: Sal 31.5. e 23.49: Lc 8.2-3. f 23.56: Ex 20.10; Dt 5.14.


a 24.6-7: Mt 16.21; 17.22-23; 20.18-19; Mc 8.31; 9.31; 10.33-34; Lc 9.22; 18.31-33.

1531
SAN LUCAS  24

10 Las que contaron esto a los após- para que lo condenaran a muerte, y lo
toles eran María Magdalena, Juana, crucificaron.
María la madre de Jacobo, y las 21 Nosotros teníamos la esperanza

otras mujeres. de que él habría de redimir a Israel.


11 El relato de las mujeres les pareció
  Sin embargo, ya van tres días de
a los apóstoles una locura, así que que todo esto pasó.
no les creyeron; 22 Aunque también nos han dejado

12 pero Pedro se fue corriendo al se-


  asombrados algunas mujeres de en-
pulcro y, cuando miró hacia dentro tre nosotros, que fueron al sepulcro
y vio los lienzos allí dejados, volvió antes de que amaneciera.
a su casa pasmado de lo que había 23 Como no hallaron el cuerpo, han

sucedido. venido a decirnos que tuvieron una


visión, en la que unos ángeles les
En el camino a Emaús dijeron que él vive.
(Mc 16.12-13) 24 Algunos de los nuestros fueron al

Ese mismo día, dos de ellos


13   sepulcro, y encontraron todo tal y
iban de camino a una aldea llama- como las mujeres lo dijeron, pero a
da Emaús, que distaba de Jerusalén él no lo vieron.»
sesenta estadios. 25 Entonces Jesús les dijo: «¡Ay, insen-

14 Iban hablando de todo lo que ha-


  satos! ¡Cómo es lento su corazón para
bía sucedido, creer todo lo que los profetas han dicho!
15 y mientras hablaban y discutían

26 ¿Acaso no era necesario que el

entre sí, Jesús mismo se acercó y los Cristo padeciera estas cosas, antes
iba acompañando. de entrar en su gloria?»
16 Pero ellos no lo reconocieron, y es

27Y partiendo de Moisés, y siguien-

que parecían tener vendados los ojos. do por todos los profetas, comenzó
17Se veían tan tristes que Jesús les
  a explicarles todos los pasajes de las
preguntó: «¿De qué tanto hablan Escrituras que hablaban de él.
ustedes?» 28 Cuando llegaron a la aldea adon-

18 Uno de ellos, que se llamaba


  de iban, Jesús hizo como que iba a
Cleofas, le respondió: «¿Eres tú el seguir adelante,
único forastero en Jerusalén que no 29pero ellos lo obligaron a quedarse. Le

sabe lo que ha sucedido en estos dijeron: «Quédate con nosotros, porque


días?» ya es tarde, y es casi de noche.» Y Jesús
19 «¿Y qué ha sucedido?», preguntó
  entró y se quedó con ellos.
Jesús. Y ellos le respondieron: «Lo 30 Mientras estaba sentado a la mesa

de Jesús de Nazaret, que ante Dios con ellos, tomó el pan y lo bendijo;
y ante todo el pueblo era un profeta luego lo partió y les dio a ellos.
poderoso en hechos y en palabra. 31 En ese momento se les abrieron

20 Pero los principales sacerdotes y


  los ojos, y lo reconocieron; pero él
nuestros gobernantes lo entregaron desapareció de su vista.

1532
SAN LUCAS  24

Y se decían el uno al otro:


32   43 y él lo tomó y se lo comió delante
«¿Acaso no ardía nuestro corazón de ellos.
mientras nos hablaba en el camino 44 Luego les dijo: «Lo que ha pa-

y nos explicaba las Escrituras?» sado conmigo es lo mismo que les


33 En ese mismo instante se levan-
  anuncié cuando aún estaba con
taron y volvieron a Jerusalén. Allí ustedes: que era necesario que se
encontraron reunidos a los once y cumpliera todo lo que está escrito
a los que estaban con ellos, acerca de mí en la ley de Moisés, en
34 los cuales decían: «¡En verdad el
  los profetas y en los salmos.»
Señor ha resucitado, y se le ha apa- 45 Entonces les abrió el entendimien-

recido a Simón!» to para que pudieran comprender


35 Los dos, por su parte, les contaron
  las Escrituras,
lo que les había sucedido en el ca- 46 y les dijo: «Así está escrito, y así

mino, y cómo lo habían reconocido era necesario, que el Cristo pade-


al partir el pan. ciera b y resucitara de los muertos
al tercer día, c
Jesús se aparece a los discípulos 47y que en su nombre se predicara

(Mt 28.16-20; Mc 16.14-18; Jn 20.19-23) el arrepentimiento y el perdón de


36 Todavía estaban ellos hablando
  pecados en todas las naciones, co-
de estas cosas, cuando Jesús se puso menzando por Jerusalén.
en medio de ellos y les dijo: «¡La paz 48 De esto, ustedes son testigos.

sea con ustedes!» 49 Yo voy a enviar sobre ustedes la


37Ellos se espantaron y se atemori-


  promesa de mi Padre; d pero us-
zaron, pues creían estar viendo un tedes, quédense en la ciudad de
espíritu; Jerusalén hasta que desde lo alto
38 pero Jesús les dijo: «¿Por qué se
  sean investidos de poder.»
asustan? ¿Por qué dan cabida a esos
pensamientos en su corazón? La ascensión
39 ¡Miren mis manos y mis pies! (Mc 16.19-20)

¡Soy yo! Tóquenme y véanme: un 50 Luego los llevó de allí a Betania,


espíritu no tiene carne ni huesos, y levantando sus manos los bendijo.
como pueden ver que los tengo yo.» 51 Pero sucedió que, mientras los

40 Y al decir esto, les mostró las ma-


  bendecía, se apartó de ellos y fue
nos y los pies. llevado a las alturas del cielo. e
41Y como ellos, por el gozo y la sorpre-

52 Ellos lo adoraron, y después vol-

sa que tenían, no le creían, Jesús les vieron muy felices a Jerusalén;


dijo: «¿Tienen aquí algo de comer?» 53 y siempre estaban en el templo,

42 Entonces ellos le dieron parte de


  alabando y bendiciendo a Dios.
un pescado asado, Amén.

b 24.46: Is 53.1-12. c 24.46: Os 6.2. d 24.49: Hch 1.4. e 24.50-51: Hch 1.9-11.

1533
EL EVANGELIO SEGÚN

SAN JUAN
la que alumbra a todo hombre,
La Palabra hecha carne venía a este mundo.

1 En el principio ya existía la


Palabra.
La Palabra estaba con Dios,
10 En el mundo estaba,
y el mundo fue hecho por ella,
pero el mundo no la conoció.
y Dios mismo era la Palabra. 1 11 La Palabra vino a lo suyo,
2 La Palabra estaba en el princi- pero los suyos no la recibieron.
pio con Dios. 12 Pero a todos los que la recibie-
3 Por ella fueron hechas todas ron,
las cosas. a los que creen en su nombre,
Sin ella nada fue hecho les dio la potestad de ser he-
de lo que ha sido hecho. chos hijos de Dios;
4 En ella estaba la vida, 13 los cuales no son engendrados
y la vida era la luz de la huma- de sangre,
nidad. ni de voluntad de carne,
5 La luz resplandece en las tinie- ni de voluntad de varón,
blas, sino de Dios.
y las tinieblas no prevalecieron
contra ella. 14 Y la Palabra se hizo carne,
6 Hubo un hombre enviado de
  y habitó entre nosotros, y
Dios, el cual se llamaba Juan. a vimos su gloria
7Éste vino por testimonio, para dar
  (la gloria que corresponde al
testimonio de la luz, a fin de que unigénito del Padre),
todos creyeran por él. llena de gracia y de verdad.
8 Él no era la luz, sino que vino para

15 Juan dio testimonio de ella, y cla-

dar testimonio de la luz. mó diciendo: «De ella es de quien yo


9 La Palabra, la luz verdadera, decía: “Viene después de mí, pero

1 1.1 existía... estaba... era: El verbo griego permite y demanda estos tres equivalentes.
a 1.6: Mt 3.1; Mc 1.4; Lc 3.1-2.

1534
SAN JUAN  1

es anterior a mí; porque ya existía Juan les respondió: «Yo bautizo


26  

antes que yo.”» con agua; pero en medio de uste-


16 Ciertamente de su plenitud des está uno, a quien ustedes no
tomamos todos, conocen.
y gracia sobre gracia. 27Éste viene después de mí, del cual

17 La ley fue dada por medio de no soy digno de desatar la correa de


Moisés, su calzado.»
pero la gracia y la verdad vinieron 28 Estas cosas sucedieron en Betá-

por medio de Jesucristo. bara, al otro lado del Jordán, donde


18 A Dios nadie lo vio jamás; Juan estaba bautizando.
quien lo ha dado a conocer es
el Hijo unigénito, El Cordero de Dios
que está en el seno del Padre. El siguiente día Juan vio que
29 

Jesús venía hacia él, y dijo: «Éste


Testimonio de Juan el Bautista es el Cordero de Dios, que quita el
(Mt 3.11-12; Mc 1.7-8; Lc 3.15-17) pecado del mundo.
19 Éste es el testimonio de Juan. 30 Él es de quien yo dije: “Después

Cuando los judíos enviaron desde Je- de mí viene un varón, el cual es


rusalén sacerdotes y levitas para que antes de mí; porque era primero
le preguntaran: «Tú, ¿quién eres?», que yo.”
20 Juan confesó, y no negó, sino que

31 Yo no lo conocía; pero vine bauti-

confesó: «Yo no soy el Cristo.» zando con agua para esto: para que
21 Y le preguntaron: «Entonces,
  él fuera manifestado a Israel.»
¿qué? ¿Eres Elías?» b Dijo: «No lo 32 Juan también dio testimonio y

soy.» «¿Entonces eres el profeta?» c dijo: «Vi al Espíritu descender del


Y él respondió: «No.» cielo como paloma, y permanecer
22 Le dijeron: «¿Quién eres, enton-
  sobre él.
ces? Para que demos respuesta a los 33 Yo no lo conocía; pero el que me

que nos enviaron, ¿qué dices de ti envió a bautizar con agua me dijo:
mismo?» “Aquél sobre quien veas que el Es-
23 Juan dijo: «Yo soy la voz que cla-
  píritu desciende, y que permanece
ma en el desierto: “Enderecen el sobre él, es el que bautiza con el
camino del Señor”, como dijo el Espíritu Santo.”
profeta Isaías.» d 34 Y yo lo he visto, y he dado testimo-

24 Los que habían sido enviados


  nio de que éste es el Hijo de Dios.»
eran de los fariseos,
25 y le preguntaron: «Entonces, si

Los primeros discípulos
tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el Al día siguiente, Juan estaba de
35 

profeta, ¿por qué bautizas?» nuevo allí con dos de sus discípulos.

b 1.21: Mal 4.5. c 1.21: Dt 18.15, 18. d 1.23: Is 40.3.

1535
SAN JUAN  1​, ​2

Al ver a Jesús, que andaba por


36   Natanael le dijo: «¿Y de Nazaret
46  

allí, dijo: «Éste es el Cordero de puede salir algo bueno?» Y le dijo


Dios.» Felipe: «Ven a ver.»
37Los dos discípulos lo oyeron ha-

47Cuando Jesús vio que Natanael se

blar, y siguieron a Jesús. le acercaba, dijo de él: «Aquí tienen


38 Jesús se volvió y, al ver que lo
  a un verdadero israelita, en quien
seguían, les dijo: «¿Qué buscan?» no hay engaño.»
Ellos le dijeron: «Rabí (que tradu- 48 Natanael le dijo: «¿Y de dónde me

cido significa “Maestro”), ¿dónde conoces?» Jesús le respondió: «Te


vives?» vi antes de que Felipe te llamara,
39 Les dijo: «Vengan y vean.» Ellos
  cuando estabas debajo de la higue-
fueron, y vieron donde vivía, y se ra.»
quedaron con él aquel día, porque 49 Natanael le dijo: «Rabí, ¡tú eres

ya eran como las cuatro de la tarde. el Hijo de Dios!; ¡tú eres el Rey de
40 Andrés, el hermano de Simón Pe-
  Israel!»
dro, era uno de los dos que habían 50 Jesús le respondió: «¿Crees sólo

oído a Juan y habían seguido a Jesús. porque te dije que te vi debajo de


41 Éste halló primero a Simón, su
  la higuera? ¡Pues cosas mayores que
hermano, y le dijo: «Hemos hallado éstas verás!»
al Mesías (que traducido significa 51 También le dijo: «De cierto, de

“el Cristo”).» cierto les digo, que de aquí en ade-


42 Entonces lo llevó a Jesús, quien al
  lante verán el cielo abierto, y a los
verlo dijo: «Tú eres Simón, el hijo ángeles de Dios subir y bajar e sobre
de Jonás; tú serás llamado Cefas 2 el Hijo del Hombre.»
(que quiere decir, Pedro 3 ).»
Las bodas de Caná

2
Jesús llama a Felipe y a Natanael Al tercer día se celebraron unas
43 Al día siguiente, Jesús quiso ir
  bodas en Caná de Galilea; y allí
a Galilea, y halló a Felipe y le dijo: estaba la madre de Jesús.
«Sígueme.» 2 También Jesús y sus discípulos

44 Felipe era de Betsaida, la ciudad


  fueron invitados a la boda.
de Andrés y Pedro. 3 Cuando se terminó el vino, la ma-

45 Y Felipe halló a Natanael y le dijo:


  dre de Jesús le dijo: «Ya no tienen
«Hemos hallado a aquél de quien vino.»
escribió Moisés en la ley, y también 4 Jesús le dijo: «¿Qué tienes con-

los profetas: a Jesús, el hijo de José, migo, mujer? Mi hora aún no ha


de Nazaret.» llegado.»

2 1.42 De la palabra piedra en arameo. 3 1.42 De la palabra piedra en griego.


e 1.51: Gn 28.12.

1536
SAN JUAN  2

5 Su madre dijo a los que servían: 15 Entonces hizo un azote de cuer-
«Hagan todo lo que él les diga.» a das y expulsó del templo a todos, y
6 En ese lugar había seis tinajas de
  a las ovejas y bueyes; esparció las
piedra para agua, como las que monedas de los cambistas y volcó
usan los judíos para el rito de la pu- las mesas,
rificación, cada una con capacidad 16 y dijo a los que vendían palomas:

de más de cincuenta litros. «Saquen esto de aquí, y no con-


7Jesús les dijo: «Llenen de agua estas
  viertan la casa de mi Padre en un
tinajas.» Y las llenaron hasta arriba. mercado.»
8 Entonces les dijo: «Ahora saquen

17Entonces sus discípulos se acorda-

lo que está allí, y llévenselo al cata- ron de que está escrito: «El celo de
dor.» Y se lo llevaron. tu casa me consume.» d
9 El catador probó el agua hecha vi-

18 Y los judíos preguntaron: «Ya que

no, sin que él supiera de dónde era, haces esto, ¿qué señal nos das?»
aunque sí lo sabían los sirvientes 19 Jesús les respondió: «Destruyan este

que habían sacado el agua. Enton- templo, y en tres días lo levantaré.» e


ces llamó al esposo, 20 Entonces los judíos le dijeron:

10 y le dijo: «Todo el mundo sirve


  «Este templo fue edificado en cua-
primero el buen vino, y cuando ya renta y seis años, ¿y tú en tres días
han bebido mucho, entonces sirve lo levantarás?»
el menos bueno; ¡pero tú has reser- 21 Pero él hablaba del templo de su

vado el buen vino hasta ahora!» cuerpo.


11 Este principio de señales hizo Jesús

22 Por tanto, cuando resucitó de en-

en Caná de Galilea, y manifestó su tre los muertos, sus discípulos se


gloria; y sus discípulos creyeron en acordaron de que había dicho esto,
él. y creyeron en la Escritura y en la
12 Después de esto él, su madre,
  palabra que Jesús había dicho.
sus hermanos y sus discípulos des-
cendieron a Cafarnaún, b pero no Jesús conoce a todos los hombres
estuvieron allí por muchos días. 23 Mientras Jesús estaba en Jeru-

salén durante la fiesta de la pascua,


Jesús purifica el templo muchos, al ver las señales que hacía,
(Mt 21.12-13; Mc 11.15-18; Lc 19.45-46) creyeron en su nombre.
13 Estaba cerca la pascua 

c de los 24 Pero Jesús mismo no se fiaba de

judíos; y Jesús subió a Jerusalén, ellos, porque los conocía a todos


14 y halló en el templo a los que ven-

25 y no tenía necesidad de que nadie

dían bueyes, ovejas y palomas, y a le dijera nada acerca del hombre, pues
los cambistas allí sentados. él sabía lo que en el hombre había.

a 2.5: Gn 41.55. b 2.12: Mt 4.13. c 2.13: Ex 12.1-27. d 2.17: Sal 69.9.


e 2.19: Mt 26.61; 27.40; Mc 14.58; 15.29.

1537
SAN JUAN  3

Jesús y Nicodemo 11 De cierto, de cierto te digo, que

3 E ntre los fariseos había un


hombre que, entre los judíos,
era muy importante. Se llamaba
hablamos de lo que sabemos y da-
mos testimonio de lo que hemos
visto; pero ustedes no aceptan nues-
Nicodemo. tro testimonio.
2 Éste vino de noche a ver a Jesús,

12 Si les he hablado de cosas terre-

y le dijo: «Rabí, sabemos que has nales, y no creen, ¿cómo creerán si


venido de parte de Dios como maes- les hablo de las cosas celestiales?
tro, porque nadie podría hacer estas 13 Nadie subió al cielo, sino el que

señales que tú haces si Dios no es- descendió del cielo, que es el Hijo
tuviera con él.» del Hombre.
3 Jesús le respondió: «De cierto, de

14 Y así como Moisés levantó la ser-

cierto te digo, que el que no nace piente en el desierto, a así también


de nuevo, no puede ver el reino de es necesario que el Hijo del Hombre
Dios.» sea levantado,
4 Nicodemo le dijo: «¿Y cómo puede

15 para que todo aquel que en él

un hombre nacer, siendo ya viejo? cree no se pierda, sino que tenga


¿Acaso puede entrar en el vientre vida eterna.
de su madre, y volver a nacer?»
5 Jesús le respondió: «De cierto, de

De tal manera amó
cierto te digo, que el que no nace Dios al mundo
de agua y del Espíritu, no puede en- 16 »Porque de tal manera amó Dios

trar en el reino de Dios. al mundo, que ha dado a su Hijo


6 Lo que nace de la carne, carne es;
  unigénito, para que todo aquel que
y lo que nace del Espíritu, 4 espíritu en él cree no se pierda, sino que
es. tenga vida eterna.
7No te maravilles de que te dije que

17 Porque Dios no envió a su Hijo

es necesario que ustedes nazcan de al mundo para condenar al mundo,


nuevo. sino para que el mundo sea salvo
8 El viento 

5 sopla de donde quiere, por él.
y lo puedes oír; pero no sabes de 18 El que en él cree, no es condena-

dónde viene, ni a dónde va. Así es do; pero el que no cree, ya ha sido
todo aquel que nace del Espíritu.» condenado, porque no ha creído
9 Nicodemo le preguntó: «¿Y cómo
  en el nombre del unigénito Hijo de
es posible que esto suceda?» Dios.
10 Jesús le respondió: «¿Y tú eres

19 Y ésta es la condenación: que la

maestro de Israel, y no lo sabes? luz vino al mundo, pero los hombres

4 3.6 La misma palabra griega significa tanto viento como espíritu. 5 3.8 La misma
palabra griega significa tanto viento como espíritu.
a 3.14: Nm 21.9.

1538
SAN JUAN  3​, ​4

amaron más las tinieblas que la luz, mucho al oír la voz del esposo. Así
porque sus obras eran malas. que esta alegría mía ya se ha cum-
20 Porque todo aquel que hace lo
  plido.
malo, aborrece la luz y no se acerca 30 Es necesario que él crezca, y que

a la luz, para que sus obras no sean yo decrezca.»


reprendidas.
21 Pero el que practica la verdad vie-

El que viene de arriba
ne a la luz, para que sea evidente El que viene de arriba, está por
31 

que sus obras son hechas en Dios.» encima de todos; el que es de la tie-
rra, es terrenal, y habla cosas terre-
El amigo del esposo nales; el que viene del cielo, está por
22  Después de esto, Jesús fue con encima de todos
sus discípulos a la tierra de Judea, 32 y da testimonio de lo que vio y

y estuvo allí con ellos, y bautizaba. oyó, pero nadie recibe su testimo-
23 También Juan bautizaba en Enón,
  nio.
junto a Salín, porque allí había mu- 33 El que acepta su testimonio, con-

chas aguas; y la gente acudía y era firma que Dios es veraz.


bautizada, 34 Porque el enviado de Dios habla

24 porque Juan aún no había sido


  las palabras de Dios; pues Dios no
encarcelado. b da el Espíritu por medida.
25 Hubo entonces una discusión en-

35 El Padre ama al Hijo, y ha puesto

tre los discípulos de Juan y los judíos en sus manos todas las cosas. d
acerca de la purificación. 36 El que cree en el Hijo tiene

26 Fueron entonces adonde estaba


  vida eterna, pero el que se niega
Juan, y le dijeron: «Rabí, resulta a creer en el Hijo no verá la vida,
que el que estaba contigo al otro sino que la ira de Dios recae sobre
lado del Jordán, y de quien tú diste él.
testimonio, bautiza, y todos acuden
a él.» Jesús y la mujer samaritana

4
27Juan les respondió: «Nadie puede
  Cuando el Señor supo que los
recibir nada, si no le es dado del fariseos habían oído decir: «Je-
cielo. sús hace y bautiza más discípulos
28 Ustedes mismos son mis testigos
  que Juan»
de que dije: “Yo no soy el Cristo, c 2 (aunque en realidad Jesús no bau-

sino que he sido enviado delante tizaba, sino sus discípulos),


de él.” 3 salió de Judea, y se fue otra vez a

29 El que tiene la esposa, es el espo-


  Galilea.
so; pero el amigo del esposo, que 4 Le era necesario pasar por Sama-

está a su lado y lo oye, se alegra ria,

b 3.24: Mt 14.3; Mc 6.17; Lc 3.19-20. c 3.28: Jn 1.20. d 3.35: Mt 11.27; Lc 10.22.

1539
SAN JUAN  4

5 así que fue a una ciudad llamada Jesús le dijo: «Ve a llamar a tu
16  

Sicar, la cual está junto a la heredad marido, y luego vuelve acá.»


que Jacob le dio a su hijo José. a 17 La mujer le dijo: «No tengo ma-

6 Allí estaba el pozo de Jacob, y


  rido.» Jesús le dijo: «Haces bien en
como Jesús estaba cansado del ca- decir que no tienes marido,
mino, se sentó allí, junto al pozo. 18 porque ya has tenido cinco ma-

Eran casi las doce del día. ridos, y el que ahora tienes no es
7Una mujer de Samaria vino a sa-
  tu marido. Esto que has dicho es
car agua, y Jesús le dijo: «Dame de verdad.»
beber.» 19La mujer le dijo: «Señor, me pare-

8 Y es que sus discípulos habían ido


  ce que tú eres profeta.
a la ciudad para comprar de comer. 20 Nuestros padres adoraron en este

9La samaritana le dijo: «¿Y cómo es


  monte, y ustedes dicen que el lugar
que tú, que eres judío, me pides de donde se debe adorar es Jerusalén.»
beber a mí, que soy samaritana?» Y 21 Jesús le dijo: «Créeme, mujer,

es que los judíos y los samaritanos que viene la hora cuando ni en es-
no se tratan entre sí. b te monte ni en Jerusalén adorarán
10 Jesús le respondió: «Si conocieras
  ustedes al Padre.
el don de Dios, y quién es el que te 22 Ustedes adoran lo que no saben;

dice: “Dame de beber”; tú le pedi- nosotros adoramos lo que sabemos;


rías a él, y él te daría agua viva.» porque la salvación viene de los ju-
11 La mujer le dijo: «Señor, no tienes
  díos.
con qué sacar agua, y el pozo es 23 Pero viene la hora, y ya llegó,

hondo. Así que, ¿de dónde tienes cuando los verdaderos adoradores
el agua viva? adorarán al Padre en espíritu y en
12 ¿Acaso eres tú mayor que nuestro
  verdad; porque también el Padre
padre Jacob, que nos dio este pozo, busca que lo adoren tales adorado-
del cual bebieron él, sus hijos y sus res.
ganados?» 24 Dios es Espíritu; y es necesario

13 Jesús le respondió: «Todo el que be-


  que los que lo adoran, lo adoren en
ba de esta agua, volverá a tener sed; espíritu y en verdad.»
14 pero el que beba del agua que yo

25 Le dijo la mujer: «Yo sé que el Me-

le daré, no tendrá sed jamás. Más sías, llamado el Cristo, ha de venir;


bien, el agua que yo le daré será y que cuando él venga nos explicará
en él una fuente de agua que fluya todas las cosas.»
para vida eterna.» 26 Jesús le dijo: «Yo soy, el que habla

15 La mujer le dijo: «Señor, dame de


  contigo.»
esa agua, para que yo no tenga sed 27En esto vinieron sus discípulos,

ni venga aquí a sacarla.» y se asombraron de que hablaba con

a 4.5: Gn 33.19; Jos 24.32. b 4.9: Esd 4.1-5; Neh 4.1-2.

1540
SAN JUAN  4

una mujer; sin embargo, ninguno le la palabra de la mujer, que en su


dijo: «¿Qué pretendes? ¿O de qué ha- testimonio decía: «Él me dijo todo
blas con ella?» lo que he hecho.»
28 La mujer dejó entonces su cántaro y

40 Entonces los samaritanos fueron

fue a la ciudad, y les dijo a los hombres: adonde él estaba, y le rogaron que
29 «Vengan a ver a un hombre que
  se quedara con ellos; y él se quedó
me ha dicho todo cuanto he hecho. allí dos días.
¿No será éste el Cristo?» 41 Y muchos más creyeron por la

30 Entonces ellos salieron de la ciu-


  palabra de él,
dad, y fueron a donde estaba Jesús. 42 y decían a la mujer: «Ya no cree-

31 Mientras tanto, con ruegos los


  mos solamente por lo que has
discípulos le decían: «Rabí, come.» dicho, pues nosotros mismos hemos
32 Pero él les dijo: «Para comer, yo
  oído, y sabemos, que éste es verda-
tengo una comida que ustedes no deramente el Salvador del mundo.»
conocen.»
33 Los discípulos se decían unos a

Jesús sana al hijo de un noble
otros: «¿Alguien le habrá traído algo 43  Dos días después, Jesús salió de
para comer?» allí y fue a Galilea;
34 Jesús les dijo: «Mi comida es ha-

44 y es que Jesús mismo hizo cons-

cer la voluntad del que me envió, y tar que el profeta no tiene honra en
llevar a cabo su obra. su propia tierra. c
35 ¿Acaso no dicen ustedes: “Aún fal-

45 Cuando llegó a Galilea, los gali-

tan cuatro meses para el tiempo de leos lo recibieron, pues habían visto
la siega”? Pues yo les digo: Alcen los todo lo que él había hecho durante
ojos, y miren los campos, porque ya la fiesta en Jerusalén; d pues tam-
están blancos para la siega. bién ellos habían ido a la fiesta.
36 Y el que siega recibe su salario y

46 Jesús fue otra vez a Caná de Ga-

recoge fruto para vida eterna, pa- lilea, donde había convertido el agua
ra que se alegren por igual el que en vino. e En Cafarnaún había un ofi-
siembra y el que siega. cial del rey, cuyo hijo estaba enfermo.
37Porque en este caso es verdad lo

47Cuando éste supo que Jesús había

que dice el dicho: “Uno es el que llegado de Judea a Galilea, fue a ver-
siembra, y otro es el que siega.” lo y le rogó que bajara y sanara a su
38 Yo los he enviado a segar lo que us-
  hijo, que estaba a punto de morir.
tedes no cultivaron; otros cultivaron, 48 Jesús le dijo: «Si ustedes no ven

y ustedes se han beneficiado de sus señales y prodigios, no creen.»


trabajos.» 49 El oficial del rey le dijo: «Señor,

39 Muchos de los samaritanos de


  ven a mi casa antes de que mi hijo
aquella ciudad creyeron en él por muera.»

c 4.44: Mt 13.57; Mc 6.4; Lc 4.24. d 4.45: Jn 2.23. e 4.46: Jn 2.1-11.

1541
SAN JUAN  4​, ​5

Jesús le dijo: «Vuelve a tu casa,


50   6 Cuando Jesús lo vio acostado, y se
que tu hijo vive.» Y ese hombre cre- enteró de que llevaba ya mucho tiem-
yó en lo que Jesús le dijo, y se fue. po así, le dijo: «¿Quieres ser sano?»
51 Cuando volvía a su casa, sus sier-

7El enfermo le respondió: «Señor, no

vos salieron a recibirlo y le dieron tengo a nadie que me meta en el es-


la noticia: «¡Tu hijo vive!» tanque cuando el agua se agita; y en
52 Él les preguntó a qué hora había
  lo que llego, otro baja antes que yo.»
comenzado a estar mejor. Y le di- 8 Jesús le dijo: «Levántate, toma tu

jeron: «Ayer, a las siete, lo dejó la lecho, y vete.»


fiebre.» 9 Y al instante aquel hombre fue sa-

53 El padre entendió entonces que


  nado, y tomó su lecho y se fue. Pero
aquélla era la hora en que Jesús le aquel día era día de reposo,
había dicho «Tu hijo vive», y creyó, 10 así que los judíos le dijeron a

lo mismo que toda su familia. aquel que había sido sanado: «Hoy
54 Esta segunda señal la hizo Jesús
  es día de reposo; no te está permi-
cuando fue de Judea a Galilea. tido llevar tu lecho.» a
11 Pero él les respondió: «El mismo

El paralítico de Betesda que me sanó fue el que me dijo:

5 Después de estas cosas había


una fiesta de los judíos, y Jesús
subió a Jerusalén.
“Toma tu lecho y anda”.»
12 Entonces le preguntaron: «¿Y

quién fue el que te dijo: “Toma tu


2 En Jerusalén, cerca de la puer-
  lecho y anda”?»
ta de las ovejas, hay un estanque, 13 Pero el que había sido sanado no

llamado en hebreo Betesda, el cual sabía quién lo había sanado, pues


tiene cinco pórticos. Jesús se había apartado de la gente
3 En ellos yacían muchos enfermos,
  que estaba en aquel lugar.
ciegos, cojos y paralíticos [que espe- 14 Después Jesús lo encontró en el

raban el movimiento del agua, templo, y le dijo: «Como puedes ver,


4 porque un ángel descendía al es-
  has sido sanado; así que no peques
tanque de vez en cuando, y agitaba más, para que no te sobrevenga al-
el agua; y el primero que descendía go peor.»
al estanque después del movimiento 15 Aquel hombre se fue, y les hizo

del agua, quedaba sano de cualquier saber a los judíos que el que lo ha-
enfermedad que tuviera.] 6 bía sanado era Jesús,
5 Allí había un hombre que hacía

16 y por eso los judíos lo perseguían

treinta y ocho años que estaba en- y procuraban matarlo, porque hacía
fermo. esto en el día de reposo.

6 5.3 El texto de la parte final del v. 3, y del v. 4, que aparece entre corchetes, se halla
sólo en mss. tardíos.
a 5.10: Neh 13.19; Jer 17.21.

1542
SAN JUAN  5

Pero Jesús les respondió: «Hasta


17  muertos oirán la voz del Hijo de
ahora mi Padre trabaja, y yo tam- Dios; y los que la oigan vivirán.
bién trabajo.» 26 Porque así como el Padre tiene

18 Por esto los judíos con más ganas


  vida en sí mismo, así también le
procuraban matarlo, porque no sólo ha dado al Hijo el tener vida en sí
quebrantaba el día de reposo sino mismo;
que, además, decía que Dios mismo 27y también le dio autoridad de ha-

era su Padre, con lo cual se hacía cer juicio, por cuanto es el Hijo del
igual a Dios. Hombre.
28 No se asombren de esto: Vendrá

La autoridad del Hijo el tiempo cuando todos los que es-


19 Entonces Jesús les dijo: «De
  tán en los sepulcros oirán su voz;
cierto, de cierto les digo: El Hijo no 29 y los que hicieron lo bueno, sal-

puede hacer nada por sí mismo, sino drán a resurrección de vida; pero
lo que ve que el Padre hace; porque los que hicieron lo malo, a resurrec-
todo lo que el Padre hace, eso mis- ción de condenación. b
mo lo hace el Hijo.
20 Y es que el Padre ama al Hijo, y le

Testigos de Cristo
muestra todo lo que él hace; y ma- »Yo no puedo hacer nada por mí
30 

yores obras que éstas le mostrará, mismo. Yo juzgo según lo que oigo;
para el asombro de ustedes. y mi juicio es justo, porque no bus-
21 Porque así como el Padre levan-
  co hacer mi voluntad, sino hacer la
ta a los muertos, y les da vida, así voluntad del que me envió.
también el Hijo da vida a los que 31 Si yo doy testimonio acerca de mí

él quiere. mismo, mi testimonio no es verda-


22 Pues el Padre no juzga a nadie,
  dero;
sino que todo el juicio se lo ha dado 32 Pero el que da testimonio acerca

al Hijo, de mí es otro, y yo sé que el testi-


23 para que todos honren al Hijo tal
  monio que de mí da es verdadero.
y como honran al Padre. El que no 33 Ustedes enviaron mensajeros a

honra al Hijo, no honra al Padre Juan, y él dio testimonio de la verdad. 


c

que lo envió. 34 Yo no recibo el testimonio de


24 De cierto, de cierto les digo: El


  ningún hombre, sino que digo esto
que oye mi palabra, y cree al que para que ustedes sean salvos.
me envió, tiene vida eterna; y no 35 Juan era una antorcha que ardía y

será condenado, sino que ha pasado alumbraba, y por algún tiempo uste-
de muerte a vida. des quisieron regocijarse en su luz.
25 De cierto, de cierto les digo: La

36 Pero yo cuento con un testimonio

hora viene, y ya llegó, cuando los mayor que el de Juan, y son las obras

b 5.29: Dn 12.2. c 5.33: Jn 1.19-27; 3.27-30.

1543
SAN JUAN  5​, ​6

que el Padre me dio para que las lle- Alimentación de los cinco mil
vara a cabo. Las obras mismas que yo (Mt 14.13-21; Mc 6.30-44; Lc 9.10-17)
hago son las que dan testimonio de
mí, y de que el Padre me ha enviado.
37También el Padre, que me envió,

6 Después de esto, Jesús se dirigió
al otro lado del lago de Galilea,
el lago de Tiberias.
ha dado testimonio de mí. d Ustedes 2 Y una gran multitud lo seguía, por-

nunca han oído su voz, ni han visto que veía las señales que hacía en los
su aspecto, enfermos.
38 ni tienen su palabra permanente-

3 Entonces Jesús subió a un monte,

mente en ustedes, porque a quien y se sentó allí con sus discípulos.


él envió ustedes no le creen. 4 Ya estaba cerca la pascua, la fiesta

39Ustedes escudriñan las Escrituras,


  de los judíos.
porque les parece que en ellas tie- 5 Cuando Jesús alzó la vista y vio

nen la vida eterna; ¡y son ellas las que una gran multitud se acercaba a
que dan testimonio de mí! él, le dijo a Felipe: «¿Dónde compra-
40 Pero ustedes no quieren venir a
  remos pan, para que éstos coman?»
mí para que tengan vida. 6 Pero decía esto para ponerlo a

41 Yo no recibo gloria de parte de


  prueba, pues él ya sabía lo que es-
los hombres. taba por hacer.
42 Pero yo los conozco a ustedes, y

7Felipe le respondió: «Ni doscien-

sé que el amor de Dios no habita tos denarios de pan bastarían para


en ustedes. que cada uno de ellos recibiera un
43 Yo he venido en nombre de mi
  poco.»
Padre, y ustedes no me reciben; 8 Andrés, que era hermano de Simón

pero si otro viniera en su propio Pedro y uno de sus discípulos, le dijo:


nombre, a ése sí lo recibirían. 9 «Aquí está un niño, que tiene cin-

44 ¿Y cómo pueden ustedes creer,


  co panes de cebada y dos pescados
si se honran los unos de los otros, pequeños; pero ¿qué es esto para
pero no buscan la honra que viene tanta gente?»
del Dios único? 10 Entonces Jesús dijo: «Hagan que

45 No piensen que yo voy a acusarlos


  la gente se recueste.» Había mucha
delante del Padre. Hay alguien que hierba en aquel lugar, y se recosta-
sí los acusa, y es Moisés, en quien ron como cinco mil hombres.
ustedes tienen puesta su esperanza. 11 Jesús tomó aquellos panes, y luego

46 Si ustedes le creyeran a Moisés,


  de dar gracias los repartió entre los
me creerían a mí, porque él escri- discípulos, y los discípulos entre los
bió acerca de mí. que estaban recostados. Esto mis-
47 Pero si no creen a sus escritos,
  mo hizo con los pescados, y les dio
¿cómo van a creer a mis palabras?» cuanto querían.

d 5.37: Mt 3.17; Mc 1.11; Lc 3.22.

1544
SAN JUAN  6

Cuando quedaron saciados, les


12   no había habido más que una sola
dijo a sus discípulos: «Recojan los barca, y que Jesús no había entrado
pedazos que sobraron, para que no en ella con sus discípulos, sino que
se pierda nada.» éstos se habían ido solos.
13 Entonces ellos los recogieron, y

23 Pero otras barcas habían arribado

con los pedazos que sobraron de los de Tiberias, cerca del lugar donde
cinco panes de cebada a los que ha- habían comido el pan después de
bían comido, llenaron doce cestas. haber dado gracias el Señor.
14 Al ver aquellos hombres la señal

24 Cuando la gente vio que ni Jesús ni

que Jesús había hecho, dijeron: sus discípulos estaban allí, entraron
«Verdaderamente, éste es el profeta en las barcas y fueron a Cafarnaún,
que había de venir al mundo.» para buscar a Jesús.
15 Cuando Jesús se dio cuenta de

que iban a venir para apoderarse de Jesús, el pan de vida


él y hacerlo rey, volvió a retirarse al 25 Cuando lo hallaron al otro lado
monte él solo. del lago, le dijeron: «Rabí, ¿cuándo
llegaste acá?»
Jesús camina sobre el agua 26 Jesús les respondió: «De cierto, de

(Mt 14.22-27; Mc 6.45-52) cierto les digo que ustedes no me


Al anochecer sus discípulos ba-
16   buscan por haber visto señales, sino
jaron al lago, porque comieron el pan y quedaron
17 y en una barca comenzaron a
  satisfechos.
cruzar el lago hacia Cafarnaún. Ya 27Trabajen, pero no por la comida

estaba oscuro, y Jesús no había ve- que perece, sino por la comida que
nido a reunirse con ellos. permanece para vida eterna, la cual
18 Y el lago se agitaba con un gran
  el Hijo del Hombre les dará; porque
viento que soplaba. a éste señaló Dios el Padre.»
19 Habrían remado unos veinticinco

28 Entonces le dijeron: «¿Y qué de-

o treinta estadios, cuando vieron a bemos hacer para poner en práctica


Jesús caminar sobre el lago y acer- las obras de Dios?»
carse a la barca. Y tuvieron miedo. 29 Jesús les respondió: «Ésta es la

20 Pero él les dijo: «Yo soy; no teman.»


  obra de Dios: que crean en aquel
21 Entonces ellos gustosamente lo
  que él ha enviado.»
recibieron en la barca, y ésta llegó 30 Le dijeron entonces: «Pero ¿qué

enseguida a la tierra adonde iban. señal haces tú, para que veamos y
te creamos? ¿Qué es lo que haces?
La gente busca a Jesús 31 Nuestros padres comieron el maná

Al día siguiente, la gente que es-


22   en el desierto, a tal y como está escri-
taba al otro lado del lago vio que allí to: “Pan del cielo les dio a comer.”» b

a 6.31: Ex 16.4, 15. b 6.31: Sal 78.24.

1545
SAN JUAN  6

Y Jesús les dijo: «De cierto, de


32   Ninguno puede venir a mí, si el
44  

cierto les digo, que no fue Moisés Padre que me envió no lo trae. Y yo
quien les dio el pan del cielo, sino lo resucitaré en el día final.
que es mi Padre quien les da el ver- 45 En los profetas está escrito: “Y to-

dadero pan del cielo. dos serán enseñados por Dios.” c Así
33 Y el pan de Dios es aquel que des-
  que, todo aquel que ha oído al Padre,
cendió del cielo y da vida al mundo.» y ha aprendido de él, viene a mí.
34 Le dijeron: «Señor, danos siempre

46 No es que alguno haya visto al Pa-

este pan.» dre, sino el que vino de Dios; éste


35 Jesús les dijo: «Yo soy el pan de
  sí ha visto al Padre.
vida. El que a mí viene, nunca ten- 47 De cierto, de cierto les digo: El

drá hambre; y el que en mí cree, no que cree en mí, tiene vida eterna.
tendrá sed jamás. 48 Yo soy el pan de vida.

36 Pero yo les he dicho que, aunque



49 Los padres de ustedes comieron

me han visto, no creen. el maná en el desierto, y murieron.


37Todo lo que el Padre me da, ven-

50 Éste es el pan que desciende del

drá a mí; y al que a mí viene, no lo cielo, para que el que coma de él,
echo fuera. no muera.
38 Porque no he descendido del cielo

51 Yo soy el pan vivo que descendió

para hacer mi voluntad, sino la vo- del cielo. Si alguno come de este
luntad del que me envió. pan, vivirá para siempre; y el pan
39 Y ésta es la voluntad del que me
  que yo daré es mi carne, la cual da-
envió: Que de todo lo que él me ré por la vida del mundo.»
dio, yo no pierda nada, sino que lo 52 Los judíos discutían entre sí, y

resucite en el día final. decían: «¿Y cómo puede éste darnos


40 Y ésta es la voluntad de mi Padre:
  a comer su carne?»
Que todo aquel que ve al Hijo, y 53 Jesús les dijo: «De cierto, de cierto

cree en él, tenga vida eterna; y yo les digo: Si no comen la carne del
lo resucitaré en el día final.» Hijo del Hombre, y beben su san-
41 Los judíos murmuraban acerca
  gre, no tienen vida en ustedes.
de él, porque había dicho: «Yo soy el 54 El que come mi carne y bebe mi

pan que descendió del cielo.» sangre, tiene vida eterna; y yo lo


42 Y decían: «¿Acaso no es éste Jesús,
  resucitaré en el día final.
el hijo de José, cuyo padre y ma- 55 Porque mi carne es verdadera

dre nosotros conocemos? Entonces comida, y mi sangre es verdadera


¿cómo puede decir: “Del cielo he bebida.
descendido”?» 56 El que come mi carne y bebe mi

43 Jesús les respondió: «No estén


  sangre, permanece en mí, y yo en
murmurando entre ustedes. él.

c 6.45: Is 54.13.

1546
SAN JUAN  6​, ​7

Así como el Padre viviente me


57  Simón Pedro le respondió: «Se-
68  

envió, y yo vivo por el Padre, así ñor, ¿a quién iremos? Tú tienes


también el que me come también palabras de vida eterna.
vivirá por mí. 69 Y nosotros hemos creído, y sabe-

58 Éste es el pan que descendió


  mos, que tú eres el Cristo, el Hijo
del cielo. No es como el pan que del Dios viviente.» d
comieron los padres de ustedes, y 70 Jesús les respondió: «¿Y acaso no

murieron; el que come de este pan, los he escogido yo a ustedes doce, y


vivirá eternamente.» uno de ustedes es un diablo?»
59Jesús dijo estas cosas en la sinago-

71 Y se refería Jesús a Judas Iscariote,

ga, cuando enseñaba en Cafarnaún. hijo de Simón, porque éste era uno
de los doce, y era el que lo iba a
Palabras de vida eterna entregar.
60  Al oír esto, muchos de sus discí-
pulos dijeron: «Dura es esta palabra; Incredulidad de los
¿quién puede escucharla?» hermanos de Jesús

7
61 Jesús, al darse cuenta de que sus
  Después de estas cosas, Jesús
discípulos murmuraban acerca de andaba en Galilea; no quería
esto, les dijo: «¿Esto les resulta es- andar en Judea porque los judíos
candaloso? procuraban matarlo.
62 ¿Pues qué pasaría si vieran al Hijo

2 Como ya estaba cerca la fiesta de

del Hombre ascender adonde antes los judíos, la de los tabernáculos, a


estaba? 3 sus hermanos le dijeron: «Sal de

63 El espíritu es el que da vida; la


  aquí y vete a Judea, para que tam-
carne para nada aprovecha. Las pa- bién tus discípulos vean las obras
labras que yo les he hablado son que haces.
espíritu y son vida. 4 Porque ninguno que procura darse

64 Pero hay algunos de ustedes que


  a conocer hace algo en secreto. Ya
no creen.» Y es que Jesús sabía des- que haces estas cosas, manifiéstate
de el principio quiénes eran los que al mundo.»
no creían, y quién lo entregaría, 5 Y es que ni siquiera sus hermanos

65 así que dijo: «Por eso les he dicho


  creían en él.
que ninguno puede venir a mí, si el 6 Entonces Jesús les dijo: «Para mí,

Padre no se lo concede.» el momento aún no ha llegado; pa-


66 A partir de entonces muchos de
  ra ustedes, cualquier momento es
sus discípulos dejaron de seguirlo, y siempre bueno.
ya no andaban con él. 7El mundo no puede odiarlos a us-

67 Entonces, Jesús dijo a los doce:


  tedes; pero a mí me odia, porque yo
«¿También ustedes quieren irse?» hago constar que sus obras son malas.

d 6.68-69: Mt 16.16; Mc 8.29; Lc 9.20. a 7.2: Lv 23.34; Dt 16.13.

1547
SAN JUAN  7

8 Vayan ustedes a la fiesta; yo no iré ¿Acaso no les dio Moisés la ley, y


19 

todavía a esa fiesta, porque el mo- ninguno de ustedes la cumple? ¿Por


mento para mí aún no ha llegado.» qué procuran matarme?»
9 Después de decirles esto, se quedó

20 La multitud le respondió: «Tienes

en Galilea. un demonio. ¿Quién procura ma-


tarte?»
Jesús en la fiesta de 21 Jesús les respondió: «Hice una

los tabernáculos obra, ¡y todos se quedan asombra-


10 Pero después de que sus herma-
  dos!
nos se fueron, también él fue a la 22 Por cierto, Moisés les dio la circun-

fiesta, aunque no abiertamente, sino cisión b (no porque sea de Moisés, sino
como en secreto. de los padres c ), ¡y en el día de reposo
11 Los judíos lo buscaban en la fiesta,
  ustedes circuncidan al hombre!
y decían: «¿Y dónde está ése?» 23 Si para no quebrantar la ley de

12 También la multitud murmuraba


  Moisés, el hombre es circuncidado
mucho acerca de él. Algunos de- en el día de reposo, ¿por qué uste-
cían: «Él es una buena persona», des se enojan conmigo por sanar
pero otros decían: «No lo es, sino completamente a un hombre en el
que engaña a la gente», día de reposo? d
13 aunque por miedo a los judíos

24 Sean justos en sus juicios, y no

ninguno hablaba abiertamente de juzguen según las apariencias.»


él.
14 A la mitad de la fiesta, Jesús fue

¿Es éste el Cristo?
al templo y comenzó a enseñar. Algunos de Jerusalén decían:
25  
15 Y los judíos se asombraban, y de-
  «¿Qué, no es éste al que buscan
cían: «¿Cómo es que éste sabe de para matarlo?
letras, sin haber estudiado?» 26 Pero véanlo hablar tranquilamen-

16 Jesús les respondió: «Esta ense-


  te, y nadie le dice nada. ¿Será que
ñanza no es mía, sino de aquel que en verdad las autoridades han reco-
me envió. nocido que éste es el Cristo?
17 El que quiera hacer la voluntad

27 Bien sabemos de dónde viene

de Dios, sabrá si la enseñanza es éste, pero cuando venga el Cristo


de Dios, o si yo hablo por mi propia nadie sabrá de dónde viene.»
cuenta. 28 Mientras Jesús enseñaba en el

18 El que habla por su propia cuen-


  templo, exclamó: «A mí me cono-
ta, busca su propia gloria; pero el cen, y saben de dónde soy, y que
que busca la gloria del que lo envió, no he venido por mi cuenta; pero
éste es verdadero, y en él no hay el que me envió, a quien ustedes no
injusticia. conocen, es verdadero.

b 7.22: Lv 12.3. c 7.22: Gn 17.10. d 7.23: Jn 5.9.

1548
SAN JUAN  7

Yo sí lo conozco, porque de él pro-


29  Del interior del que cree en mí,
38  

cedo, y él fue quien me envió.» correrán ríos de agua viva, como


30 Y aunque procuraban aprehen-
  dice la Escritura.» f
derlo, ninguno le puso la mano 39 Jesús se refería al Espíritu que

encima, porque su hora aún no ha- recibirían los que creyeran en él.
bía llegado. El Espíritu aún no había venido,
31 Pero muchos de la multitud cre-
  porque Jesús aún no había sido glo-
yeron en él, y decían: «El Cristo, rificado.
cuando venga, ¿hará más señales
que las que éste hace?» División entre la gente
Algunos de la multitud, al oír
40  
Los fariseos envían alguaciles estas palabras, decían: «En verdad,
para arrestar a Jesús éste es el profeta.»
32 Los fariseos oyeron que la gente

41 Otros decían: «Éste es el Cristo.»

murmuraba estas cosas acerca de él; Pero algunos otros decían: «¿Y de
entonces los principales sacerdotes y Galilea habría de venir el Cristo?
los fariseos enviaron guardias para 42 ¿Acaso no dice la Escritura que el

que lo arrestaran. Cristo será descendiente de David,


33 Pero Jesús dijo: «Voy a estar con
  y que vendrá de la aldea de Belén, g
ustedes un poco más de tiempo, y de donde era David?»
luego volveré al que me envió. 43 Y por causa de él hubo disensión

34 Ustedes me buscarán, pero no me


  entre la gente.
hallarán; a donde yo voy a estar, us- 44 Algunos de ellos querían apre-

tedes no podrán venir.» henderlo; pero ninguno le puso la


35 Los judíos dijeron entre sí: «¿Y
  mano encima.
a dónde se irá éste, que no podre-
mos hallarlo? ¿Acaso se irá a los que ¡Nunca nadie ha hablado así!
andan dispersos entre los griegos, Los guardias fueron adonde esta-
45 

para enseñar a los griegos? ban los principales sacerdotes y los


36 ¿Qué significa esto de que: “Me
  fariseos, y éstos les dijeron: «¿Por
buscarán, pero no me hallarán”; y qué no lo han traído?»
de que “a donde yo voy a estar, us- 46 Los guardias respondieron:

tedes no podrán venir”?» «¡Nunca antes alguien ha hablado


como este hombre!»
Ríos de agua viva 47Pero los fariseos les respondieron:

En el último y gran día de la


37  «¿También ustedes han sido enga-
fiesta, e Jesús se puso en pie y en ñados?
voz alta dijo: «Si alguno tiene sed, 48 ¿Acaso ha creído en él alguno de

venga a mí y beba. los gobernantes, o de los fariseos?

e 7.37: Lv 23.36. f 7.38: Ez 47.1; Zac 14.8. g 7.42: Miq 5.2.

1549
SAN JUAN  7​, ​8

49 Pero esta gente, que no conoce la de ustedes que esté sin pecado, que
ley, está bajo maldición.» le arroje la primera piedra.»
50 Nicodemo, que había ido a hablar

8 Y Jesús volvió a inclinarse, y siguió

con Jesús de noche h y era uno de escribiendo en el suelo.


ellos, les dijo: 9 Ellos, al oír esto, se fueron retiran-

51 «¿Acaso nuestra ley juzga a un


  do uno a uno, comenzando por los
hombre sin antes oírlo y sin saber más viejos y siguiendo por los más
lo que ha hecho?» jóvenes. Sólo se quedó Jesús, y la
52 Los fariseos le respondieron:
  mujer permanecía en medio.
«¿Qué, también tú eres galileo? 10 Entonces Jesús se enderezó y le

Escudriña y verás que de Galilea dijo: «Y, mujer, ¿dónde están todos?
nunca ha surgido un profeta.» ¿Ya nadie te condena?»
11 Ella dijo: «Nadie, Señor.» Entonces

La mujer adúltera Jesús le dijo: «Tampoco yo te conde-


53 [Cada uno se fue a su casa,
  no. Vete, y no peques más.»] 7

8 y Jesús se fue al monte de los


Olivos.
2 Por la mañana Jesús volvió al tem-

Jesús, la luz del mundo
12 En otra ocasión, Jesús dijo: «Yo

plo, y todo el pueblo se le acercó; y soy la luz del mundo; b el que me


él se sentó y les enseñaba. sigue, no andará en tinieblas, sino
3 Entonces los escribas y los fariseos
  que tendrá la luz de la vida.»
le llevaron a una mujer que había 13 Entonces los fariseos le dijeron:

sido sorprendida cometiendo adul- «Tú das testimonio acerca de ti


terio. La pusieron en medio, mismo; tu testimonio no es verda-
4 y le dijeron: «Maestro, esta mujer
  dero.» c
ha sido sorprendida en el acto mis- 14 Jesús les respondió: «Aunque yo

mo de adulterio. doy testimonio acerca de mí mismo,


5 En la ley, Moisés nos ordenó ape-
  mi testimonio es verdadero, porque
drear a mujeres como ésta. a ¿Y tú, sé de dónde he venido y a dónde
qué dices?» voy; pero ustedes no saben de dón-
6 Ellos decían esto para ponerle una
  de vengo ni a dónde voy.
trampa, y así poder acusarlo. Pero 15 Ustedes juzgan según criterios

Jesús se inclinó y, con el dedo, es- humanos; yo no juzgo a nadie.


cribía en el suelo. 16 Y si acaso juzgo, mi juicio es ver-

7Como ellos insistían en sus pregun-


  dadero; porque no soy sólo yo, sino
tas, él se enderezó y les dijo: «Aquel el Padre, que me envió, y yo.

7 8.11 El texto entre corchetes sólo se halla en mss. tardíos.


h 7.50: Jn 3.1-2. a 8.5: Lv 20.10; Dt 22.22-24. b 8.12: Mt 5.14; Jn 9.5.
c 8.13: Jn 5.31.

1550
SAN JUAN  8

17 En la ley de ustedes está escrito Mucho es lo que tengo que decir
26  

que el testimonio de dos hombres y juzgar de ustedes. Pero el que me


es verdadero. envió es verdadero; y yo le digo al
18 Yo soy quien da testimonio de mí
  mundo lo que de él sé.»
mismo, y el Padre, que me envió, 27Pero ellos no entendieron que les

da testimonio de mí.» hablaba del Padre.


19 Ellos le dijeron: «¿Y dónde está tu

28 Entonces Jesús les dijo: «Cuando

Padre?» Jesús respondió: «Ustedes ustedes hayan levantado al Hijo del


no me conocen a mí, ni tampoco Hombre, sabrán entonces que yo
conocen a mi Padre. Si me cono- soy, y que nada hago por mí mis-
cieran a mí, también conocerían a mo, sino que hablo según lo que el
mi Padre.» Padre me enseñó.
20 Jesús pronunció estas palabras

29 Porque el que me envió está

en el lugar de las ofrendas, cuando conmigo, y no me ha dejado solo,


enseñaba en el templo; y nadie lo porque yo hago siempre lo que a él
aprehendió, porque aún no había le agrada.»
llegado su hora. 30 Luego de que él dijo estas cosas,

muchos creyeron en él.


A donde yo voy, ustedes
no pueden venir La verdad los hará libres
21 Una vez más, Jesús les dijo: «Yo
  Entonces Jesús dijo a los judíos
31 

me voy, y ustedes me buscarán; pero que habían creído en él: «Si ustedes
en su pecado morirán. A donde yo permanecen en mi palabra, serán
voy, ustedes no pueden venir.» verdaderamente mis discípulos;
22 Los judíos decían: «¿Acaso se

32 y conocerán la verdad, y la verdad

matará a sí mismo? Pues dice: “A los hará libres.»


donde yo voy, ustedes no pueden 33 Le respondieron: «Nosotros so-

venir.”» mos descendientes de Abrahán, d y


23 Él les dijo: «Ustedes son de aquí
  jamás hemos sido esclavos de nadie.
abajo; yo soy de allá arriba. Ustedes ¿Cómo puedes decir: “Ustedes se-
son de este mundo; yo no soy de rán libres”?»
este mundo. 34 Jesús les respondió: «De cierto,

24 Por eso les dije que morirán en


  de cierto les digo, que todo aquel que
sus pecados; porque si ustedes no comete pecado, esclavo es del pecado.
creen que yo soy, en sus pecados 35 Y el esclavo no se queda en la ca-

morirán.» sa para siempre; el hijo sí se queda


25 Ellos le dijeron: «¿Y quién eres
  para siempre.
tú?» Jesús les respondió: «Lo que 36 Así que, si el Hijo los liberta, se-

desde el principio les he dicho. rán verdaderamente libres.

d 8.33: Mt 3.9; Lc 3.8.

1551
SAN JUAN  8

37 Yo sé que ustedes son descen- El que es de Dios, escucha las pa-
47 

dientes de Abrahán; pero intentan labras de Dios; pero ustedes no las


matarme porque mi palabra no ha- escuchan, porque no son de Dios.»
lla cabida en ustedes.
38 Yo hablo de lo que he visto con

La preexistencia de Cristo
el Padre, pero ustedes hacen lo que Los judíos le respondieron:
48  

han oído de parte de su padre.» «¿Acaso no tenemos razón al decir


39 Ellos le respondieron: «Nuestro
  que tú eres samaritano, y que tienes
padre es Abrahán.» Jesús les dijo: un demonio?»
«Si fueran hijos de Abrahán, harían 49 Respondió Jesús: «Demonio no

las obras de Abrahán. tengo. Yo lo que hago es honrar a


40 Pero ahora intentan matarme; a
  mi Padre, pero ustedes me deshon-
mí, que les he dicho la verdad, la ran.
cual he escuchado de Dios. Esto no 50 Y yo no busco mi gloria. Pero hay

lo hizo Abrahán. uno que la busca, y que juzga.


41 Ustedes hacen las obras de su

51 De cierto, de cierto les digo que,

padre.» Entonces le dijeron: «No- el que obedece mi palabra, nunca


sotros no hemos nacido de un acto verá la muerte.»
de inmoralidad. Tenemos un padre, 52 Entonces los judíos le dijeron:

que es Dios.» «Ahora estamos seguros de que tie-


42 Y Jesús les dijo: «Si su padre fue-
  nes un demonio. Abrahán murió, lo
ra Dios, ciertamente me amarían; mismo que los profetas; ¿y tú dices:
porque yo he salido y he venido de “El que guarda mi palabra, nunca
Dios. No he venido por mi propia verá la muerte”?
cuenta, sino que él me envió. 53 ¿Acaso eres tú mayor que nues-

43 ¿Por qué no entienden mi len-


  tro padre Abrahán, el cual murió?
guaje? Pues porque no pueden ¡Y también los profetas murieron!
escuchar mi palabra. ¿Quién te crees tú?»
44 Ustedes son de su padre el diablo,

54 Jesús respondió: «Si yo me glo-

y quieren cumplir con los deseos de rifico a mí mismo, mi gloria nada


su padre, quien desde el principio ha es; pero el que me glorifica es mi
sido un homicida. No se mantiene Padre, el que ustedes dicen que es
en la verdad, porque no hay verdad su Dios.
en él. Cuando habla mentira, habla 55 Ustedes no lo conocen, pero yo sí

de lo que le es propio; porque es lo conozco. Y si yo dijera que no lo


mentiroso y padre de la mentira. conozco, sería un mentiroso como
45 Pero a mí, que digo la verdad, no
  ustedes. Pero lo conozco, y obedez-
me creen. co su palabra.
46 ¿Quién de ustedes puede acusar-

56 Abrahán, el padre de ustedes, se

me de haber pecado? Y si digo la alegró al saber que vería mi día. Y


verdad, ¿por qué no me creen? lo vio, y se alegró.»

1552
SAN JUAN  8​, ​9

Los judíos le dijeron: «Ni siquiera


57  10 Y le dijeron: «¿Y cómo es que se
tienes cincuenta años, ¿y has visto te han abierto los ojos?»
a Abrahán?» 11 Él les respondió: «Aquel hombre

58 Jesús les dijo: «De cierto, de cier-


  que se llama Jesús hizo lodo, me lo
to les digo: Antes de que Abrahán untó en los ojos, y me dijo: “Ve a
fuera, yo soy.» Siloé, y lávate.” Y yo fui, me lavé, y
59 Entonces tomaron piedras para
  recibí la vista.»
arrojárselas; pero Jesús se escondió 12 Ellos le dijeron: «¿Y dónde está

y salió del templo. él?» Él dijo: «No lo sé.»


Jesús sana a un ciego de nacimiento Los fariseos interrogan

9 Al pasar, Jesús vio a un hombre al ciego sanado


que era ciego de nacimiento. 13 El que había sido ciego fue lle-

2 Sus discípulos le preguntaron: «Ra-


  vado ante los fariseos.
bí, ¿quién pecó, para que éste haya 14 Cuando Jesús hizo lodo y le abrió

nacido ciego? ¿Él, o sus padres?» los ojos al ciego era día de reposo.
3 Jesús respondió: «No pecó él, ni

15 También los fariseos volvieron a

tampoco sus padres. Más bien, fue preguntarle cómo había recibido la
para que las obras de Dios se ma- vista. Y él les dijo: «Me puso lodo en
nifiesten en él. los ojos, y yo me lavé, y ahora veo.»
4 Mientras sea de día, nos es necesario

16 Algunos de los fariseos decían:

hacer las obras del que me envió; viene «Ese hombre no procede de Dios,
la noche, cuando nadie puede trabajar. porque no guarda el día de reposo.»
5 Mientras que estoy en el mundo,
  Y otros decían: «¿Cómo puede un
soy la luz del mundo.» a pecador hacer estas señales?» Y ha-
6 Dicho esto, escupió en tierra, hizo
  bía disensión entre ellos.
lodo con la saliva, y untó el lodo en 17Entonces volvieron a preguntarle

los ojos del ciego; al ciego: «¿Tú qué opinas del que
7entonces le dijo: «Ve a lavarte en
  te abrió los ojos?» Y él respondió:
el estanque de Siloé (que significa «Creo que es un profeta.»
“Enviado”).» El ciego fue, se lavó, y 18 Pero los judíos no creían que

al volver ya veía. aquel hombre había sido ciego y


8 Entonces los vecinos, y los que
  que había recibido la vista, hasta
antes habían visto que era ciego, que llamaron a los padres del que
decían: «¿No es éste el que se sen- había recibido la vista
taba a mendigar?» 19 y les preguntaron: «¿Es éste el

9 Unos decían: «Sí, es él»; otros de-


  hijo de ustedes, de quien ustedes
cían: «Se le parece»; pero él decía: dicen que nació ciego? ¿Cómo es
«Yo soy». que ahora ve?»

a 9.5: Mt 5.14; Jn 8.12.

1553
SAN JUAN  9​, ​10

20 Sus padres les respondieron: «Sa- temeroso de Dios y hace su volun-


bemos que éste es nuestro hijo, y tad, a ése sí lo escucha.
que nació ciego; 32 Nunca se ha oído decir que al-

21 lo que no sabemos es cómo es que


  guien le abriera los ojos a un ciego
ahora ve, y tampoco sabemos quién de nacimiento.
le abrió los ojos. Pero pregúntenle a 33 Si éste no viniera de Dios, nada

él, que ya es mayor de edad y puede podría hacer.»


hablar por sí mismo.» 34 Ellos le dijeron: «Tú naciste del

22 Sus padres dijeron esto porque


  todo en pecado, ¿y nos vas a ense-
tenían miedo de los judíos, pues ñar?» Y lo expulsaron de allí.
éstos ya habían acordado expulsar
de la sinagoga a quien confesara que Ceguera espiritual
Jesús era el Mesías. Jesús supo que lo habían expul-
35 
23 Por eso dijeron sus padres: «Ya es
  sado, así que cuando lo halló le dijo:
mayor de edad; pregúntenle a él.» «¿Crees tú en el Hijo de Dios?»
24 Entonces volvieron a llamar al

36 Él le respondió: «Señor, ¿y quién

que había sido ciego, y le dijeron: es, para que crea en él?»
«Da gloria a Dios. Nosotros sabemos 37Jesús le dijo: «Pues ya lo has visto,

que ese hombre es pecador.» y es el que habla contigo.»


25 Pero él respondió: «Si es pecador,

38 Y él dijo: «Creo, Señor.» Y lo adoró.

no lo sé; lo que sí sé, es que yo era 39 Jesús dijo: «Yo he venido a este

ciego y ahora veo.» mundo para juicio; para que vean


26 Volvieron a decirle: «¿Pero qué te
  los que no ven, y para que los que
hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?» ven se queden ciegos.»
27 Él les respondió: «Ya se lo he

40 Al oír esto, algunos de los fariseos

dicho, y ustedes no escuchan. que estaban con él le preguntaron:


¿Por qué quieren oírlo otra vez? «¿Acaso también nosotros somos
¿También ustedes quieren hacerse ciegos?»
discípulos suyos?» 41 Jesús les respondió: «Si ustedes

28 Ellos lo insultaron, y le dijeron:


  fueran ciegos, no tendrían pecado;
«¡Discípulo suyo lo serás tú! ¡No- pero ahora, como dicen que ven, su
sotros somos discípulos de Moisés! pecado permanece.»
29 Nosotros sabemos que Dios le

habló a Moisés; pero de ése, no sa- Parábola del redil


bemos ni de dónde es.»
30 El hombre les dijo: «Pues esto es

lo asombroso, que ustedes no sepan


10 « De cierto, de cierto les digo:
El ladrón y el salteador es el
que no entra por la puerta del redil
de dónde es, pero a mí me abrió de las ovejas, sino que trepa por otra
los ojos. parte.
31 Y sabemos que Dios no escucha a

2 Pero el que entra por la puerta, es

los pecadores, pero que si alguno es el pastor de las ovejas.

1554
SAN JUAN  10

3 A éste el portero le abre, y las así como el Padre me conoce a


15  

ovejas oyen su voz; y él llama a las mí, y yo conozco al Padre; b y yo


ovejas por su nombre, y las saca. pongo mi vida por las ovejas.
4 Y una vez que ha sacado a todas sus

16 También tengo otras ovejas, que

ovejas, va delante de ellas; y las ove- no son de este redil; también a


jas lo siguen, porque conocen su voz. aquéllas debo traer, y oirán mi voz,
5 Pero a un extraño no lo siguen,
  y habrá un rebaño y un pastor.
sino que huyen de él, porque no 17Por eso el Padre me ama, porque

conocen la voz de gente extraña.» yo pongo mi vida para volver a to-


6 Jesús les dijo esta alegoría; pero
  marla.
ellos no entendieron qué les quiso 18 Nadie me la quita, sino que yo

decir. la doy por mi propia cuenta. Tengo


poder para ponerla, y tengo poder
Jesús, el buen pastor para volver a tomarla. Este manda-
Una vez más Jesús les dijo: «De
7  miento lo recibí de mi Padre.»
cierto, de cierto les digo: Yo soy la 19 Y volvió a haber disensión entre

puerta de las ovejas. los judíos por causa de estas pala-


8 Todos los que vinieron antes de
  bras.
mí, son ladrones y salteadores; pero 20 Muchos de ellos decían: «Tiene

las ovejas no los oyeron. un demonio, y ha perdido el juicio.


9 Yo soy la puerta; el que por mí en-
  ¿Por qué hacerle caso?»
tra, será salvo; y entrará y saldrá, y 21 Otros decían: «Estas palabras no

hallará pastos. son de un endemoniado. ¿Acaso un


10 El ladrón no viene sino para hur-
  demonio puede abrir los ojos de los
tar, matar y destruir; yo he venido ciegos?»
para que tengan vida, y para que la
tengan en abundancia. Los judíos rechazan a Jesús
11 Yo soy el buen pastor; 

a el buen Era invierno, y en Jerusalén se
22  

pastor da su vida por las ovejas. estaba celebrando la fiesta de la de-


12 Pero el asalariado, el que no es el
  dicación.
pastor ni el dueño de las ovejas, hu- 23 Jesús andaba en el templo, por el

ye y abandona las ovejas cuando ve pórtico de Salomón.


venir al lobo, y el lobo las arrebata 24 Entonces los judíos lo rodearon

y las dispersa. y le dijeron: «¿Hasta cuándo vas a


13 Al que es asalariado, no le impor-
  perturbarnos el alma? Si tú eres el
tan las ovejas. Cristo, dínoslo abiertamente.»
14 Yo soy el buen pastor. Yo conozco

25 Jesús les respondió: «Ya se lo he

a mis ovejas, y ellas me conocen a dicho, y ustedes no creen; pero las


mí, obras que yo hago en nombre de mi

a 10.11-13: Ez 34.11-12. b 10.15: Mt 11.27; Lc 10.22.

1555
SAN JUAN  10​, ​11

Padre son las que dan testimonio Pero si las hago, crean a las obras,
38  

de mí. aunque no me crean a mí, para que


26 Si ustedes no creen, es porque no
  sepan y crean que el Padre está en
son de mis ovejas. mí, y que yo estoy en el Padre.»
27Las que son mis ovejas, oyen mi

39 Una vez más procuraron apre-

voz; y yo las conozco, y ellas me henderlo, pero él se escapó de sus


siguen. manos.
28 Y yo les doy vida eterna; y no

40 Y volvió al otro lado del Jordán,

perecerán jamás, ni nadie las arre- al lugar donde antes había estado
batará de mi mano. bautizando Juan, e y allí se quedó.
29 Mi Padre, que me las dio, es ma-

41 Y muchos se acercaban a él, y de-

yor que todos, y nadie las puede cían: «A decir verdad, Juan no hizo
arrebatar de la mano de mi Padre. ninguna señal; pero todo lo que dijo
30 El Padre y yo somos uno.»
  de éste, era verdad.»
31 Entonces los judíos volvieron a

42 Y muchos allí creyeron en él.

tomar piedras para apedrearlo,


32 pero Jesús les respondió: «Yo les

Muerte de Lázaro
he mostrado de mi Padre muchas
buenas obras; ¿por cuál de ellas me
apedrean?»
11 Había un hombre enfermo,
que se llamaba Lázaro y era
de Betania, la aldea de María y de
33 Los judíos le respondieron: «No
  Marta, sus hermanas. a
te apedreamos por ninguna buena 2 (María, cuyo hermano Lázaro

obra, sino por la blasfemia; c por- estaba enfermo, fue la que ungió
que tú eres hombre, pero te haces al Señor con perfume, y quien le
Dios.» enjugó los pies con sus cabellos. b)
34 Jesús les respondió: «¿Y no está

3 Las hermanas mandaron a decir

escrito en la ley de ustedes: “Yo di- a Jesús: «Señor, el que amas está
je, ustedes son dioses”? d enfermo.»
35 Si se llamó dioses a aquellos a

4 Cuando Jesús lo oyó, dijo: «Esta

quienes vino la palabra de Dios (y enfermedad no es de muerte, sino


la Escritura no puede ser quebran- que es para la gloria de Dios y para
tada), que el Hijo de Dios sea glorificado
36 ¿ustedes dicen “Tú blasfemas” a
  por ella.»
quien el Padre santificó y envió al 5 Jesús amaba a Marta, a su her-

mundo, sólo porque dije: “Hijo de mana y a Lázaro.


Dios soy”? 6 Y cuando Jesús se enteró de que

37Si no hago las obras de mi Padre,


  estaba enfermo, se quedó dos días
no me crean. más en el lugar donde estaba.

c 10.33: Lv 24.16. d 10.34: Sal 82.6. e 10.40: Jn 1.28. a 11.1: Lc 10.38-39.


b 11.2: Jn 12.3.

1556
SAN JUAN  11

Luego les dijo a los discípulos: «Va-


7  Y Marta le dijo a Jesús: «Señor, si
21 

mos otra vez a Judea.» hubieras estado aquí, mi hermano


8 Los discípulos le dijeron: «Rabí,
  no habría muerto.
hace poco los judíos intentaron 22 Pero también sé ahora que todo

apedrearte, ¿y de nuevo vas allá?» lo que le pidas a Dios, Dios te lo


9 Jesús respondió: «¿Acaso no tiene
  concederá.»
el día doce horas? El que anda de 23 Jesús le dijo: «Tu hermano resu-

día no tropieza, porque ve la luz de citará.»


este mundo; 24 Marta le dijo: «Yo sé que resuci-

10 pero el que anda de noche tropie-


  tará en la resurrección, en el día
za, porque no hay luz en él.» final.»
11 Dicho esto, agregó: «Nuestro ami-

25 Jesús le dijo: «Yo soy la resurrec-

go Lázaro duerme, pero voy para ción y la vida; el que cree en mí,
despertarlo.» aunque esté muerto, vivirá.
12 Entonces, sus discípulos dijeron:

26 Y todo aquel que vive y cree en

«Señor, si duerme, sanará.» mí, no morirá eternamente. ¿Crees


13 Pero Jesús decía esto de la muerte
  esto?»
de Lázaro, aunque ellos pensaron 27Le dijo: «Sí, Señor; yo he creído

que hablaba del reposo del sueño. que tú eres el Cristo, el Hijo de
14 Entonces Jesús les dijo abierta-
  Dios, que has venido al mundo.»
mente: «Lázaro ha muerto;
15 y me alegro por ustedes de no

Jesús llora ante la
haber estado allí, para que crean. tumba de Lázaro
Vayamos a verlo.» 28 Dicho esto, Marta fue y llamó

16 Tomás, a quien llamaban Dídimo,


  a María, su hermana, y en secreto
dijo a sus condiscípulos: «Vamos le dijo: «El Maestro está aquí, y te
también nosotros, para que mura- llama.»
mos con él.» 29Al oír esto, ella se levantó de prisa

y fue a su encuentro.
Jesús, la resurrección y la vida 30 Jesús todavía no había entrado en

17Cuando Jesús llegó, se encontró


  la aldea, sino que estaba en el lugar
con que hacía ya cuatro días que donde Marta lo había encontrado.
Lázaro estaba en el sepulcro. 31 Cuando los judíos que estaban en

18 Betania estaba cerca de Jerusalén,


  casa con María, y la consolaban,
como a quince estadios; vieron que ella se había levantado
19 y muchos de los judíos se habían
  de prisa y había salido, la siguieron.
acercado a Marta y a María, para Decían: «Va al sepulcro, a llorar
consolarlas por su hermano. allí.»
20 Cuando Marta oyó que Jesús

32 Y cuando María llegó a donde es-

venía, salió a su encuentro; pero taba Jesús, y lo vio, se arrojó a sus


María se quedó en casa. pies y le dijo: «Señor, si hubieras

1557
SAN JUAN  11

estado aquí, mi hermano no habría vendas, y el rostro envuelto en un


muerto.» sudario. Entonces Jesús les dijo:
33 Entonces Jesús, al ver llorar a
  «Quítenle las vendas, y déjenlo ir.»
María y a los judíos que la acompa-
ñaban, se conmovió profundamente El complot para matar a Jesús
y, con su espíritu turbado, (Mt 26.1-5; Mc 14.1-2; Lc 22.1-2)
34 dijo: «¿Dónde lo pusieron?» Le

45  Muchos de los judíos que habían
dijeron: «Señor, ven a verlo.» venido para acompañar a María, y
35 Y Jesús lloró.
  que vieron lo que hizo Jesús, creye-
36 Los judíos dijeron entonces: «Mi-
  ron en él.
ren cuánto lo amaba.» 46 Pero algunos de ellos fueron a los

37Pero algunos de ellos dijeron: «Y


  fariseos y les contaron lo que Jesús
éste, que le abrió los ojos al ciego, había hecho.
¿no podría haber evitado que Láza- 47Entonces los principales sacerdotes

ro muriera? y los fariseos reunieron al concilio, y


dijeron: «¿Qué haremos? ¡Este hom-
Resurrección de Lázaro bre está haciendo muchas señales!
38 Una vez más profundamente

48 Si lo dejamos así, todos creerán

conmovido, Jesús fue al sepulcro, en él. Entonces vendrán los roma-


que era una cueva y tenía una pie- nos, y destruirán nuestro lugar
dra puesta encima. santo y nuestra nación.»
39 Jesús dijo: «Quiten la piedra.»

49 Uno de ellos, Caifás, que ese año

Marta, la hermana del que había era sumo sacerdote, les dijo: «Uste-
muerto, le dijo: «Señor, ya hue- des no saben nada,
le mal, pues ha estado allí cuatro 50 ni se dan cuenta de que nos con-

días.» viene que un hombre muera por


40 Jesús le dijo: «¿No te he dicho
  el pueblo, y no que toda la nación
que, si crees, verás la gloria de perezca.»
Dios?» 51 Pero esto no lo dijo por cuenta

41 Entonces quitaron la piedra. Y


  propia sino que, como aquel año
Jesús, levantando los ojos a lo alto, era el sumo sacerdote, profetizó que
dijo: «Padre, te doy gracias por ha- Jesús moriría por la nación;
berme escuchado. 52 y no solamente por la nación, sino

42 Yo sabía que siempre me escu-


  también para congregar en un solo
chas; pero lo dije por causa de la pueblo a los hijos de Dios que esta-
multitud que está alrededor, para ban dispersos.
que crean que tú me has enviado.» 53 Así que desde aquel día acordaron

43 Y habiendo dicho esto, clamó a


  matarlo.
gran voz: «¡Lázaro, ven fuera!» 54 Por eso Jesús ya no andaba abier-

44 Y el que había muerto salió, con


  tamente entre los judíos, sino que
las manos y los pies envueltos en se alejó de allí y se fue a la región

1558
SAN JUAN  11​, ​12

contigua al desierto, a una ciudad 6 Pero no dijo esto porque se pre-


llamada Efraín; y allí se quedó con ocupara por los pobres, sino porque
sus discípulos. era un ladrón y, como tenía la bolsa,
55 Como estaba próxima la pascua

sustraía de lo que se echaba en ella.
de los judíos, muchos de aquella re- 7 Entonces Jesús le dijo: «Déjala

gión fueron a Jerusalén antes de la tranquila, que ha guardado esto


pascua, para purificarse. para el día de mi sepultura.
56 Buscaban a Jesús, y mientras es-
  8 A los pobres siempre los tendrán

taban en el templo, se preguntaban entre ustedes, b pero a mí no siem-


unos a otros: «¿Ustedes qué creen? pre me tendrán.»
¿Vendrá él a la fiesta?»
57 Por su parte, los principales sa-
  El complot contra Lázaro
cerdotes y los fariseos habían dado Una gran multitud de los judíos se
9 
orden de que, si alguien sabía dón- enteró de que él estaba allí, así que
de estaba, lo dijera, para que lo vinieron, no solamente por causa
arrestaran. de Jesús, sino también para ver a
Lázaro, pues sabían que él lo había
Jesús es ungido en Betania resucitado de los muertos.
(Mt 26.6-13; Mc 14.3-9) 10 Pero los principales sacerdotes

12

Seis días antes de la pascua, acordaron matar también a Lázaro,


Jesús fue a Betania, donde 11 pues por causa de él muchos de

vivía Lázaro, el que había estado los judíos se apartaban y creían en


muerto y a quien Jesús había resu- Jesús.
citado de los muertos.
2 Allí le ofrecieron una cena, y Marta
  La entrada triunfal en Jerusalén
servía, y Lázaro era uno de los que (Mt 21.1-11; Mc 11.1-11; Lc 19.28-40)
estaban sentados con él a la mesa. Al día siguiente, al oír que Jesús
12  
3 Entonces María tomó unos tres-

venía a Jerusalén, grandes multitu-
cientos gramos de perfume de des que habían venido a la fiesta
nardo puro, que era muy caro, y 13 tomaron ramas de palmera y

con él ungió los pies de Jesús, y con salieron a recibirlo. Y clamaban: «¡Ho-
sus cabellos los enjugó. a Y la casa se sanna! c ¡Bendito el que viene en el
llenó con el olor del perfume. nombre del Señor, d el Rey de Israel!»
4 Y dijo Judas Iscariote hijo de Si-
  14 Y Jesús halló un asno, y montó

món, que era uno de sus discípulos sobre él, como está escrito:
y el que más tarde lo entregaría: 15 «No temas, hija de Sión;
5 «¿Por qué no se vendió este per-

Aquí viene tu Rey,
fume por trescientos denarios, y se Montado sobre un pollino de
les dio a los pobres?» asna.» e
a 12.3: Lc 7.37-38. b 12.8: Dt 15.11. c 12.13: Sal 118.25. d 12.13: Sal 118.26.
e 12.15: Zac 9.9.

1559
SAN JUAN  12

Al principio, sus discípulos no


16   Si alguno me sirve, sígame; donde
26 

comprendieron estas cosas; pero yo esté, allí también estará mi ser-


cuando Jesús fue glorificado, enton- vidor. Si alguno me sirve, mi Padre
ces se acordaron de que estas cosas lo honrará.
estaban escritas acerca de él, y de
que así le habían sucedido. Jesús anuncia su muerte
17Y la gente que estaba con él daba

27 »Ahora mi alma está turbada. ¿Y
testimonio de cómo ordenó a Láza- acaso diré: “Padre, sálvame de esta
ro salir del sepulcro y lo resucitó de hora”? ¡Si para esto he venido!
los muertos. 28 Padre, ¡glorifica tu nombre!» En ese

18 Por eso también la gente había


  momento vino una voz del cielo: «Lo
venido a recibirlo, pues sabía que he glorificado, y volveré a glorificarlo.»
él había hecho esta señal. 29 La multitud que estaba allí, y que

19 Pero los fariseos dijeron entre sí:


  había oído la voz, decía que había
«Como pueden ver, así no conse- sido un trueno. Pero otros decían:
guiremos nada. ¡Todo el mundo se «Le ha hablado un ángel.»
va tras él!» 30 Jesús les dijo: «Esta voz no ha ve-

nido por mí, sino por ustedes.


Unos griegos buscan a Jesús 31 Ahora es el juicio de este mundo;

Entre los que habían ido a la fies-


20  ahora será expulsado el príncipe de
ta para adorar había algunos griegos. este mundo.
21 Éstos se acercaron a Felipe, que

32 Y cuando yo sea levantado de la

era de Betsaida de Galilea, y entre tierra, atraeré a todos a mí mismo.»


ruegos le dijeron: «Señor, quisiéra- 33 Con esto Jesús daba a entender de

mos ver a Jesús.» qué muerte iba a morir.


22 Felipe fue y se lo dijo a Andrés, y

34 Pero la gente le respondió: «Noso-

Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús. tros hemos oído que, según la ley,
23 Jesús les dijo: «Ha llegado la hora
  el Cristo permanece para siempre. g
de que el Hijo del Hombre sea glo- Entonces, ¿cómo puedes decir que
rificado. es necesario que el Hijo del Hombre
24 De cierto, de cierto les digo que,
  sea levantado? ¿Quién es este Hijo
si el grano de trigo no cae en la tie- del Hombre?»
rra y muere, se queda solo; pero si 35 Jesús les dijo: «Por un poco más

muere, lleva mucho fruto. de tiempo la luz está entre ustedes;


25 El que ama su vida, la perderá;
  mientras tengan luz, caminen, para
pero el que aborrece su vida en que no los sorprendan las tinieblas;
este mundo, la guardará para vida porque el que anda en tinieblas no
eterna. f sabe por dónde va.

f 12.25: Mt 10.39; 16.25; Mc 8.35; Lc 9.24; 17.33.


g 12.34: Sal 110.4; Is 9.7; Ez 37.25; Dn 7.14.

1560
SAN JUAN  12​, ​13

Mientras tengan la luz, crean


36   45 y el que me ve, ve al que me en-
en la luz, para que sean hijos de vió.
la luz.» 46 Yo soy la luz, y he venido al mun-

do para que todo aquel que cree en


Incredulidad de los judíos mí no permanezca en tinieblas.
Dicho esto, Jesús se fue y se ocultó 47Al que oye mis palabras, y no las

de ellos. obedece, no lo juzgo; porque no he


37Y a pesar de que había hecho tan-
  venido a juzgar al mundo, sino a
tas señales ante ellos, no creían en salvar al mundo.
él; 48 El que me rechaza, y no recibe

38 para que se cumpliera la palabra


  mis palabras, tiene quien lo juzgue,
del profeta Isaías, que dijo: y es la palabra que he hablado; ella
«Señor, ¿quién ha creído a lo juzgará en el día final.
nuestro anuncio? 49 Porque yo no he hablado por mi

¿Y a quién se ha revelado el propia cuenta; el Padre, que me


brazo del Señor?» h envió, me dio también el manda-
39 Por esto no podían creer, pues
  miento de lo que debo decir y de lo
Isaías también dijo: que debo hablar.
40 «Cegó los ojos de ellos, y en- 50 Y sé que su mandamiento es vida

dureció su corazón; eterna. Por lo tanto, lo que yo ha-


Para que no vean con los ojos, blo, lo hablo como el Padre me lo
y entiendan con el corazón, ha dicho.»
Y se conviertan, y yo los
sane.» i Jesús lava los pies de
41 Isaías dijo esto cuando vio su glo-

sus discípulos
ria y habló acerca de él.
42 Con todo eso, muchos creyeron

en él, incluso algunos de los go-


13 A ntes de la fiesta de la pas-
cua, Jesús sabía que su hora
había llegado para pasar de este mun-
bernantes; pero por causa de los do y volver al Padre. A los suyos que
fariseos no lo confesaban, para no estaban en el mundo los había ama-
ser expulsados de la sinagoga. do siempre, y los amó hasta el fin.
43 Y es que amaban más la gloria de

2 El diablo ya había puesto en el

los hombres que la gloria de Dios. corazón de Judas Iscariote, hijo de


Simón, que entregara a Jesús, así
Las palabras de Jesús que mientras cenaban
juzgarán a los hombres 3 Jesús, que sabía que el Padre ha-

44 Jesús clamó y dijo: «El que cree


  bía puesto en sus manos todas las
en mí, no cree en mí sino en el que cosas, y que había salido de Dios, y
me envió; que a Dios volvía,

h 12.38: Is 53.1. i 12.40: Is 6.10.

1561
SAN JUAN  13

4 se levantó de la cena, se quitó su 15 Porque les he puesto el ejemplo,


manto y, tomando una toalla, se la para que lo mismo que yo he he-
sujetó a la cintura; cho con ustedes, también ustedes
5 luego puso agua en un recipiente y
  lo hagan. a
comenzó a lavar los pies de los dis- 16 De cierto, de cierto les digo: El

cípulos, para luego secárselos con siervo no es mayor que su señor, b


la toalla que llevaba en la cintura. ni el enviado es mayor que el que
6 Cuando llegó a Simón Pedro, és-
  le envió.
te le dijo: «Señor, ¿tú me lavas los 17Si saben estas cosas, y las hacen,

pies?» serán bienaventurados.


7Respondió Jesús y le dijo: «Lo que

18 No hablo de todos ustedes; yo sé

yo hago, no lo entiendes ahora; pero a quiénes he elegido. Pero es para


lo entenderás después.» que se cumpla la Escritura: “El que
8 Pedro le dijo: «¡Jamás me lavarás
  come pan conmigo, levantó contra
los pies!» Y Jesús le respondió: «Si mí el talón.” c
no te los lavo, no tendrás parte con- 19Les digo esto desde ahora, y antes

migo.» de que suceda, para que cuando su-


9 Simón Pedro le dijo: «Entonces,
  ceda crean que yo soy.
Señor, lávame no solamente los 20 De cierto, de cierto les digo: El

pies, sino también las manos y la que recibe al que yo envío, me re-
cabeza.» cibe a mí; y el que me recibe a mí,
10 Jesús le dijo: «El que está lavado,
  recibe al que me envió.» d
no necesita más que lavarse los pies,
pues está todo limpio. Y ustedes es- Jesús anuncia la traición de
tán limpios, aunque no todos.» Judas
11 Y es que él sabía quién lo entre-

(Mt 26.20-25; Mc 14.17-21; Lc 22.21-23)
garía; por eso dijo: «No todos están 21 Dicho esto, Jesús se conmovió

limpios.» en espíritu, y declaró: «De cierto, de


12 Después de lavarles los pies, Jesús
  cierto les digo, que uno de ustedes
tomó su manto, volvió a la mesa, y me va a entregar.»
les dijo: «¿Saben lo que he hecho 22 Los discípulos se miraban unos a

con ustedes? otros, dudando de quién hablaba.


13 Ustedes me llaman Maestro, y

23 Uno de sus discípulos, al cual Jesús

Señor; y dicen bien, porque lo soy. amaba, estaba recostado al lado de


14 Pues si yo, el Señor y el Maestro,
  Jesús.
les he lavado los pies, también us- 24 A éste, Simón Pedro le hizo se-

tedes deben lavarse los pies unos ñas, para que preguntara quién era
a otros. aquel de quien Jesús hablaba.

a 13.12-15: Lc 22.27. b 13.16: Mt 10.24; Lc 6.40; Jn 15.20. c 13.18: Sal 41.9.


d 13.20: Mt 10.40; Mc 9.37; Lc 9.48; 10.16.

1562
SAN JUAN  13​, ​14

25 Entonces el que estaba recostado Jesús anuncia la negación de


cerca del pecho de Jesús, le dijo: Pedro
«Señor, ¿quién es?» (Mt 26.31-35; Mc 14.27-31; Lc 22.31-34)
26 Respondió Jesús: «Es aquel a
  Simón Pedro le dijo: «Señor, ¿a
36  

quien yo le dé el pan mojado.» En- dónde vas?» Jesús le respondió: «A


seguida, Jesús mojó el pan y se lo donde yo voy, no me puedes seguir
dio a Judas Iscariote, hijo de Simón. ahora; pero me seguirás después.»
27Después del bocado, Satanás en-

37Pedro le dijo: «Señor, ¿por qué no

tró en él. Entonces Jesús le dijo: «Lo te puedo seguir ahora? ¡Por ti daré
que vas a hacer, hazlo pronto.» mi vida!»
28 Pero ninguno de los que estaban

38 Jesús le respondió: «¿Tú darás tu

a la mesa entendió por qué le dijo vida por mí? De cierto, de cierto te
esto. digo, que no cantará el gallo sin que
29 Y es que, como Judas tenía la bolsa,
  me hayas negado tres veces.»
algunos pensaban que Jesús le decía
que comprara lo necesario para la Jesús, el camino al Padre
fiesta, o que diera algo a los pobres.
30 En cuanto Judas tomó el bocado

de pan, salió. Era ya de noche.


14 «No se turbe su corazón. Us-
tedes creen en Dios; crean
también en mí.
2 En la casa de mi Padre hay muchos

El nuevo mandamiento aposentos. Si así no fuera, ya les hu-


31 Después de que Judas salió, Jesús
  biera dicho. Así que voy a preparar
dijo: «Ahora el Hijo del Hombre es lugar para ustedes.
glorificado, y Dios es glorificado en él. 3 Y si me voy y les preparo lugar, vendré

32 Si Dios es glorificado en él, Dios


  otra vez, y los llevaré conmigo, para que
también lo glorificará en sí mismo, donde yo esté, también ustedes estén.
y lo glorificará sin tardanza. 4 Y ustedes saben a dónde voy, y sa-

33 Hijitos, aún estaré con ustedes un


  ben el camino.»
poco. Y me buscarán. Pero lo que 5 Tomás le dijo: «Señor, no sabemos

les dije a los judíos, les digo a uste- a dónde vas; ¿cómo podemos saber
des ahora: A donde yo voy, ustedes el camino?»
no pueden ir. e 6 Jesús le dijo: «Yo soy el camino, y

34 Un mandamiento nuevo les doy:


  la verdad, y la vida; nadie viene al
Que se amen unos a otros. f Así Padre, sino por mí.
como yo los he amado, ámense 7Si me conocieran, también cono-

también ustedes unos a otros. cerían a mi Padre; y desde ahora lo


35 En esto conocerán todos que uste-
  conocen, y lo han visto.»
des son mis discípulos, si se aman 8 Felipe le dijo: «Señor, muéstranos

unos a otros.» el Padre. Con eso nos basta.»

e 13.33: Jn 7.34. f 13.34: Jn 15.12, 17; 1 Jn 3.23; 2 Jn 5.

1563
SAN JUAN  14

Jesús le dijo: «Hace ya tanto tiem-


9  y porque yo vivo, ustedes también
po que estoy con ustedes, ¿y tú, vivirán.
Felipe, no me has conocido? El que 20 En aquel día ustedes sabrán que

me ha visto a mí, ha visto al Padre; yo estoy en mi Padre, y que uste-


¿cómo entonces dices: “Muéstranos des están en mí, y que yo estoy en
al Padre”? ustedes.
10 ¿No crees que yo estoy en el Pa-

21 El que tiene mis mandamientos, y

dre, y que el Padre está en mí? Las los obedece, ése es el que me ama;
palabras que yo les hablo, no las ha- y el que me ama, será amado por
blo por mi propia cuenta, sino que mi Padre, y yo lo amaré, y me ma-
el Padre, que vive en mí, es quien nifestaré a él.»
hace las obras. 22 Judas (pero no el Iscariote) le

11 Créanme que yo estoy en el Pa-


  dijo: «Señor, ¿cómo es que te mani-
dre, y que el Padre está en mí; de festarás a nosotros, y no al mundo?»
otra manera, créanme por las obras 23 Jesús le respondió: «El que me

mismas. ama, obedecerá mi palabra; y mi


12 »De cierto, de cierto les digo: El
  Padre lo amará, y vendremos a él, y
que cree en mí, hará también las con él nos quedaremos a vivir.
obras que yo hago; y aun mayores 24 El que no me ama, no obedece

obras hará, porque yo voy al Padre. mis palabras; y la palabra que han
13 Y todo lo que pidan al Padre en
  oído no es mía, sino del Padre que
mi nombre, lo haré, para que el Pa- me envió.
dre sea glorificado en el Hijo. 25 »Les he dicho estas cosas mien-

14 Si algo piden en mi nombre, yo


  tras estoy con ustedes.
lo haré. 26 Pero el Espíritu Santo, a quien el

Padre enviará en mi nombre, los


La promesa del Espíritu Santo consolará y les enseñará todas las
15 »Si me aman, obedezcan mis
  cosas, y les recordará todo lo que yo
mandamientos. les he dicho.
16 Y yo rogaré al Padre, y él les dará

27»La paz les dejo, mi paz les doy;

otro Consolador, para que esté con yo no la doy como el mundo la da.
ustedes para siempre: No dejen que su corazón se turbe y
17 es decir, el Espíritu de verdad,
  tenga miedo.
al cual el mundo no puede recibir 28 Ya me han oído decir que me

porque no lo ve, ni lo conoce; pero voy, pero que vuelvo a ustedes.


ustedes lo conocen, porque perma- Si ustedes me amaran, se habrían
nece con ustedes, y estará en ustedes. regocijado de que voy al Padre, por-
18 »No los dejaré huérfanos; vendré
  que el Padre es mayor que yo.
a ustedes. 29 Y les he dicho esto ahora, antes

19 Dentro de poco, el mundo no me


  de que suceda, para que cuando
verá más; pero ustedes me verán; suceda, ustedes crean.

1564
SAN JUAN  14​, ​15

30 Ya no hablaré mucho con ustedes, Así como el Padre me ha amado,


9 

pues viene el príncipe de este mun- así también yo los he amado a uste-
do, que ningún poder tiene sobre des; permanezcan en mi amor.
mí. 10 Si obedecen mis mandamientos,

31 Pero para que el mundo sepa que


  permanecerán en mi amor; así
amo al Padre, hago todo tal y como como yo he obedecido los manda-
el Padre me lo ordenó. Levántense, mientos de mi Padre, y permanezco
vámonos de aquí. en su amor.
11 Estas cosas les he hablado, para

Jesús, la vid verdadera que mi gozo esté en ustedes, y su

15 »Yo soy la vid verdadera, y mi


Padre es el labrador.
2 Todo pámpano que en mí no lleva

gozo sea completo.
12 ȃste es mi mandamiento: Que

se amen unos a otros, a como yo los


fruto, lo quitará; y todo aquel que he amado.
lleva fruto, lo limpiará, para que 13 Nadie tiene mayor amor que és-

lleve más fruto. te, que es el poner su vida por sus


3 Ustedes ya están limpios, por la
  amigos.
palabra que les he hablado. 14 Ustedes son mis amigos, si hacen

4 Permanezcan en mí, y yo en uste-


  lo que yo les mando.
des. Así como el pámpano no puede 15 Ya no los llamaré siervos, porque el

llevar fruto por sí mismo, si no siervo no sabe lo que hace su señor;


permanece en la vid, así tampoco yo los he llamado amigos, porque to-
ustedes, si no permanecen en mí. das las cosas que oí de mi Padre, se
5 Yo soy la vid y ustedes los pámpa-
  las he dado a conocer a ustedes.
nos; el que permanece en mí, y yo 16 »Ustedes no me eligieron a mí.

en él, éste lleva mucho fruto; por- Más bien, yo los elegí a ustedes, y
que separados de mí ustedes nada los he puesto para que vayan y lle-
pueden hacer. ven fruto, y su fruto permanezca;
6 El que no permanece en mí, será
  para que todo lo que pidan al Padre
desechado como pámpano, y se se- en mi nombre, él se lo conceda.
cará; a éstos se les recoge y se les 17Éste es mi mandamiento para us-

arroja al fuego, y allí arden. tedes: Que se amen unos a otros.


7Si permanecen en mí, y mis pala-

bras permanecen en ustedes, pidan El mundo los aborrecerá


todo lo que quieran, y se les con- »Si el mundo los aborrece, sepan
18  

cederá. que a mí me ha aborrecido antes


8 En esto es glorificado mi Padre: en
  que a ustedes.
que lleven mucho fruto, y sean así 19 Si ustedes fueran del mundo, el

mis discípulos. mundo amaría lo suyo; pero el mun-

a 15.12: Jn 13.34; 15.17; 1 Jn 3.23; 2 Jn 5.

1565
SAN JUAN  15​, ​16

do los aborrece porque ustedes no 3 Y esto lo harán porque no conocen


son del mundo, aun cuando yo los al Padre ni a mí.
elegí del mundo. 4 Pero les he dicho estas cosas para

20 »Acuérdense de la palabra que


  que, cuando llegue ese momento,
les he dicho: El siervo no es mayor se acuerden de que ya se lo había
que su señor. b Si a mí me han perse- dicho.
guido, también a ustedes los perse-
guirán; si han obedecido mi palabra, La obra del Espíritu Santo
también obedecerán la de ustedes. »No les dije esto al principio, por-
21 Pero todo esto les harán por causa
  que yo estaba con ustedes.
de mi nombre, porque no conocen 5 Pero ahora vuelvo al que me envió;

al que me ha enviado. y ninguno de ustedes me pregunta:


22 Si yo no hubiera venido, ni les hubie-
  “¿A dónde vas?”
ra hablado, no tendrían pecado; pero 6 Al contrario, por esto que les he

ahora no tienen excusa por su pecado. dicho, su corazón se ha llenado de


23 El que me aborrece a mí, también
  tristeza.
aborrece a mi Padre. 7Pero les digo la verdad: les convie-

24 Si yo no hubiera hecho entre ellos


  ne que yo me vaya; porque si no
las obras que ningún otro ha hecho, me voy, el Consolador no vendrá a
no tendrían pecado; pero ahora las ustedes; pero si me voy, yo se lo
han visto, y nos han aborrecido tan- enviaré.
to a mí como a mi Padre. 8 Y cuando él venga, convencerá al

25 Pero esto es para que se cumpla


  mundo de pecado, de justicia y de
la palabra que está escrita en su ley: juicio.
“Me aborrecieron sin motivo.” c 9 De pecado, por cuanto no creen

26 Pero cuando venga el Consola-


  en mí;
dor, el Espíritu de verdad, el cual 10 de justicia, por cuanto voy al Pa-

procede del Padre y a quien yo les dre, y no me verán más;


enviaré de parte del Padre, él dará 11 y de juicio, por cuanto el príncipe

testimonio acerca de mí. de este mundo ya ha sido juzgado.


27Y ustedes también darán testimo-

12 »Aún tengo muchas cosas que

nio, porque han estado conmigo decirles, pero ahora no las pueden
desde el principio. sobrellevar.

16 »Les he dicho estas cosas, pa- 13 Pero cuando venga el Espíritu


ra que no tengan tropiezos. de verdad, él los guiará a toda la


2 Ustedes serán expulsados de las
  verdad; porque no hablará por su
sinagogas, y llegará el momento en propia cuenta, sino que hablará to-
que cualquiera que los mate, pen- do lo que oiga, y les hará saber las
sará que rinde un servicio a Dios. cosas que habrán de venir.

b 15.20: Mt 10.24; Lc 6.40; Jn 13.16. c 15.25: Sal 35.19; 69.4.

1566
SAN JUAN  16​, ​17

Él me glorificará, porque tomará


14   Hasta ahora nada han pedido en
24  

de lo mío y se lo hará saber. mi nombre; pidan y recibirán, para


15 Todo lo que tiene el Padre es mío;
  que su alegría se vea cumplida.
por eso dije que tomará de lo mío, y
se lo dará a conocer a ustedes. Yo he vencido al mundo
16 Todavía un poco, y no me verán;
  »Les he hablado de esto en ale-
25 

y de nuevo un poco, y me verán.» gorías, pero viene la hora en que


ya no les hablaré por alegorías, sino
La tristeza se convertirá en gozo que claramente les anunciaré acerca
17Entonces algunos de sus discípulos
  del Padre.
se dijeron unos a otros: «¿Qué es esto 26 En aquel día ustedes pedirán en

que nos dice: “Todavía un poco y no me mi nombre; y no les digo que yo


verán; y de nuevo un poco, y me verán”; rogaré al Padre por ustedes,
y también, “porque yo voy al Padre”?» 27pues el Padre mismo los ama, por-

18 Así que decían: «¿Qué es esto de


  que ustedes me han amado y han
“Todavía un poco”? ¡No sabemos de creído que yo salí de Dios.
qué habla!» 28 Salí del Padre, y he venido al

19 Jesús se dio cuenta de que querían


  mundo; otra vez dejo el mundo, y
preguntarle, así que les dijo: «¿Se voy al Padre.»
preguntan ustedes acerca de que di- 29 Sus discípulos le dijeron: «Aho-

je: “Todavía un poco, y no me verán; ra hablas claramente, y ya no dices


y de nuevo un poco, y me verán”? ninguna alegoría.
20 De cierto, de cierto les digo, que

30 Ahora entendemos que sabes

ustedes llorarán y lamentarán, todas las cosas, y no necesitas que


mientras que el mundo se alegrará; nadie te pregunte; por esto creemos
pero aunque ustedes estén tristes, que has salido de Dios.»
su tristeza se convertirá en gozo. 31 Jesús les respondió: «¿Ahora

21 Cuando la mujer da a luz, siente


  creen?
dolor porque ha llegado su hora; pe- 32 La hora viene, y ya ha llegado, en

ro después de que ha dado a luz al que ustedes serán esparcidos, cada


niño, ni se acuerda de la angustia, uno por su lado; y me dejarán solo.
por la alegría de que haya nacido un Pero no estoy solo, porque el Padre
hombre en el mundo. está conmigo.
22 También ustedes ahora están

33 Estas cosas les he hablado para

tristes; pero yo los volveré a ver, y que en mí tengan paz. En el mundo


su corazón se alegrará, y nadie les tendrán aflicción; pero confíen, yo
arrebatará su alegría. he vencido al mundo.»
23 En aquel día ya no me pregunta-

rán nada. De cierto, de cierto les Jesús ora por sus discípulos
digo, que todo lo que pidan al Padre,
en mi nombre, él se lo concederá. 17 Jesús habló de estas cosas, y
levantando los ojos al cielo,

1567
SAN JUAN  17

dijo: «Padre, la hora ha llegado; glo- bre; a los que me diste, yo los cuidé,
rifica a tu Hijo, para que también tu y ninguno de ellos se perdió, sino
Hijo te glorifique a ti; el hijo de perdición, para que la Es-
2 como le has dado potestad sobre
  critura se cumpliera. a
toda la humanidad, para que dé vi- 13 Pero ahora voy a ti; y hablo de

da eterna a todos los que le diste. esto en el mundo, para que mi gozo
3 Y ésta es la vida eterna: que te co-
  se cumpla en ellos mismos.
nozcan a ti, el único Dios verdadero, 14 Yo les he dado tu palabra, y el

y a Jesucristo, a quien has enviado. mundo los aborreció porque no son


4 Yo te he glorificado en la tierra; he
  del mundo, como tampoco yo soy
acabado la obra que me diste que del mundo.
hiciera. 15 No ruego que los quites del mun-

5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú


  do, sino que los protejas del mal.
al lado tuyo, con aquella gloria que 16 Ellos no son del mundo, como

tuve contigo antes de que el mundo tampoco yo soy del mundo.


existiera. 17Santifícalos en tu verdad; tu pala-

6 »He manifestado tu nombre a


  bra es verdad.
aquellos que del mundo me diste; 18 Tal como tú me enviaste al mun-

tuyos eran, y tú me los diste, y han do, así yo los he enviado al mundo.
obedecido tu palabra. 19 Y por ellos yo me santifico a mí

7Ahora han comprendido que todas


  mismo, para que también ellos sean
las cosas que me has dado, proce- santificados en la verdad.
den de ti. 20 »Pero no ruego solamente por és-

8 Yo les he dado las palabras que me


  tos, sino también por los que han de
diste, y ellos las recibieron; y han creer en mí por la palabra de ellos,
comprendido en verdad que salí de 21para que todos sean uno; como tú,

ti, y han creído que tú me enviaste. oh Padre, en mí, y yo en ti, que tam-
9Yo ruego por ellos. No ruego por el
  bién ellos sean uno en nosotros; para
mundo, sino por los que me diste, que el mundo crea que tú me enviaste.
porque son tuyos. 22 Yo les he dado la gloria que me

10 Y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo es


  diste, para que sean uno, así como
mío; y he sido glorificado en ellos. nosotros somos uno.
11 Y ya no estoy en el mundo; pero

23 Yo en ellos, y tú en mí, para que

ellos sí están en el mundo, y yo voy a sean perfectos en unidad, para que


ti. Padre santo, a los que me has da- el mundo crea que tú me enviaste,
do, cuídalos en tu nombre, para que y que los has amado a ellos como
sean uno, como nosotros. también a mí me has amado.
12 Cuando estaba con ellos en el

24 »Padre, quiero que donde yo es-

mundo, yo los cuidaba en tu nom- toy también estén conmigo aquellos

a 17.12: Sal 41.9.

1568
SAN JUAN  17​, ​18

que me has dado, para que vean mi Él volvió a preguntarles: «¿A quién
7 

gloria, la cual me has dado; porque buscan?» Y ellos dijeron: «A Jesús


me has amado desde antes de la fun- nazareno.»
dación del mundo. 8 Respondió Jesús: «Ya les he dicho

25 Padre justo, el mundo no te ha


  que yo soy. Si es a mí a quien bus-
conocido, pero yo te he conocido, can, dejen que éstos se vayan.»
y éstos han reconocido que tú me 9 Esto, para que se cumpliera lo que

enviaste. había dicho: «De los que me diste,


26 Y les he dado a conocer tu nom-
  no perdí a ninguno.»
bre, y aún lo daré a conocer, para 10 Simón Pedro, que tenía una espa-

que el amor con que me has amado da, la desenvainó e hirió con ella al
esté en ellos, y yo en ellos.» siervo del sumo sacerdote, que se
llamaba Malco, y le cortó la oreja
Arresto de Jesús derecha.
(Mt 26.47-56; Mc 14.43-50; Lc 22.47-53) 11 Pero Jesús le dijo a Pedro: «Regre-

18 Luego de haber dicho estas


cosas, Jesús salió con sus dis-
cípulos hacia el otro lado del torrente
sa la espada a su vaina. ¿Acaso no
he de beber la copa a que el Padre
me ha dado?»
de Cedrón, donde había un huerto, y
entró en él con sus discípulos. Jesús ante el sumo sacerdote
2 También Judas, el que le entre- (Mt 26.57-58; Mc 14.53-54; Lc 22.54)

gaba, conocía aquel lugar, porque Entonces la compañía de solda-


12  

muchas veces Jesús se había reuni- dos, el tribuno y los alguaciles de


do allí con sus discípulos. los judíos aprehendieron a Jesús. Lo
3 Así que Judas tomó una compañía
  ataron
de soldados, y algunos alguaciles 13 y lo llevaron primeramente a

de los principales sacerdotes y de Anás, que era suegro de Caifás,


los fariseos, y fue allí con linternas, porque ese año era sumo sacerdote.
antorchas y armas. 14 Caifás era el que había aconsejado a

4 Pero Jesús, que sabía todas las co-


  los judíos que era conveniente que un
sas que le habían de sobrevenir, se solo hombre muriera por el pueblo. b
adelantó y les preguntó: «¿A quién
buscan?» Pedro en el patio de Anás
5 Le respondieron: «A Jesús nazare- (Mt 26.69-70; Mc 14.66-68; Lc 22.55-57)

no.» Jesús les dijo: «Yo soy.» Y con 15 Simón Pedro y otro discípulo se-

ellos estaba también Judas, el que guían a Jesús. Como el otro discípu-
lo entregaba. lo era conocido del sumo sacerdote,
6 Cuando les dijo: «Yo soy», ellos
  entró con Jesús al patio del sumo
retrocedieron y cayeron por tierra. sacerdote;

a 18.11: Mt 26.39; Mc 14.36; Lc 22.42. b 18.14: Jn 11.49-50.

1569
SAN JUAN  18

mientras que Pedro se quedó


16   Pedro niega a Jesús
afuera, a la entrada. Pero salió el (Mt 26.71-75; Mc 14.69-72; Lc 22.58-62)
discípulo que era conocido del su- 25 Pedro estaba allí de pie, calen-

mo sacerdote, le habló a la portera, tándose, y le dijeron: «¿Acaso no


e hizo que Pedro entrara. eres tú uno de sus discípulos?» Él
17 Entonces la portera le dijo a Pe-
  lo negó, y dijo: «No lo soy.»
dro: «¿Acaso no eres tú también 26 Uno de los siervos del sumo sa-

uno de los discípulos de este hom- cerdote, que era pariente de aquel
bre?» Y él dijo: «No lo soy.» a quien Pedro le había cortado la
18 Los siervos y los alguaciles, que
  oreja, le dijo: «¿Qué, no te vi yo en
habían encendido un fuego porque el huerto con él?»
hacía frío y se calentaban, estaban 27Pedro lo negó otra vez; y ensegui-

de pie; y también de pie, calentán- da cantó el gallo.


dose con ellos, estaba Pedro.
Jesús ante Pilato
Anás interroga a Jesús (Mt 27.1-2,11-31; Mc 15.1-
(Mt 26.59-66; Mc 14.55-64; Lc 22.66-71) 20; Lc 23.1-5,13-25)
19 El sumo sacerdote preguntó a

28 Llevaron a Jesús de la casa de

Jesús acerca de sus discípulos y de Caifás al pretorio. Era de mañana,


su enseñanza. y ellos no entraron en el pretorio,
20 Jesús le respondió: «Yo he habla-
  para no contaminarse y así poder
do al mundo abiertamente. Siempre comer la pascua.
he enseñado en la sinagoga y en el 29 Entonces Pilato salió a pregun-

templo, donde se reúnen todos los tarles: «¿De qué acusan a este
judíos. Nunca he dicho nada en se- hombre?»
creto. 30 Ellos le dijeron: «Si éste no fuera

21 ¿Por qué me preguntas a mí? Pre-


  un malhechor, no te lo habríamos
gúntales a los que han oído, de qué entregado.»
les he hablado. Ellos saben lo que 31 Pero Pilato les dijo: «Llévenselo

he dicho.» ustedes, y júzguenlo de acuerdo


22 Al decir esto Jesús, uno de los al-
  con su ley.» Y los judíos le dijeron:
guaciles, que estaba allí, le dio una «A nosotros no se nos permite dar
bofetada y le dijo: «¿Y así le respon- muerte a nadie.»
des al sumo sacerdote?» 32 Esto, para que se cumpliera la pa-

23 Jesús le dijo: «Si he hablado mal,


  labra que Jesús había dicho, y en la
señálame el mal; pero si he hablado que daba a entender de qué muerte
bien, ¿por qué me golpeas?» iba a morir. c
24 Entonces Anás lo envió atado a

33 Pilato volvió a entrar en el pre-

Caifás, el sumo sacerdote. torio; llamó entonces a Jesús, y le

c 18.32: Jn 3.14; 12.32.

1570
SAN JUAN  18​, ​19

preguntó: «¿Eres tú el Rey de los 3 y le decían: «¡Salve, Rey de los ju-
judíos?» díos!», y le daban de bofetadas.
34 Jesús le respondió: «¿Dices tú es-

4 Pilato salió otra vez, y les dijo:

to por ti mismo, o te lo han dicho «Miren, lo he traído aquí afuera,


otros de mí?» ante ustedes, para que entiendan
35 Pilato le respondió: «¿Soy yo acaso
  que no hallo en él ningún delito.»
judío? Tu nación, y los principales 5 Jesús salió, portando la corona de

sacerdotes, te han puesto en mis espinas y el manto de púrpura. Y


manos. ¿Qué has hecho?» Pilato les dijo: «¡Aquí está el hom-
36 Respondió Jesús: «Mi reino no es
  bre!»
de este mundo. Si mi reino fuera de 6 Cuando los principales sacerdotes

este mundo, mis servidores lucha- y los alguaciles lo vieron, a gritos


rían para que yo no fuera entregado dijeron: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!»
a los judíos. Pero mi reino no es de Pero Pilato les dijo: «Pues llévense-
aquí.» lo, y crucifíquenlo ustedes; porque
37Le dijo entonces Pilato: «¿Así que
  yo no hallo en él ningún delito.»
tú eres rey?» Respondió Jesús: «Tú 7 Los judíos le respondieron: «No-

dices que yo soy rey. Yo para esto sotros tenemos una ley y, según
he nacido, y para esto he venido nuestra ley, éste debe morir porque
al mundo: para dar testimonio de a sí mismo se hizo Hijo de Dios.»
la verdad. Todo aquel que es de la 8 Cuando Pilato oyó decir esto, tuvo

verdad, oye mi voz.» más miedo.


38 Le dijo Pilato: «¿Y qué es la ver-

9Y entró otra vez en el pretorio, y le

dad?» dijo a Jesús: «¿De dónde eres tú?»


Y dicho esto, salió otra vez a de- Pero Jesús no le respondió.
cirles a los judíos: «Yo no hallo en él 10 Entonces le dijo Pilato: «¿A mí

ningún delito. no me respondes? ¿Acaso no sabes


39 Pero ustedes tienen la costumbre
  que tengo autoridad para dejarte en
de que les suelte un preso en la pas- libertad, y que también tengo auto-
cua. ¿Quieren que les suelte al Rey ridad para crucificarte?»
de los judíos?» 11 Jesús le respondió: «No tendrías

40 Todos ellos gritaron de nuevo, y


  sobre mí ninguna autoridad, si no
dijeron: «¡No sueltes a éste! ¡Suel- te fuera dada de arriba. Por eso, ma-
ta a Barrabás!» Y Barrabás era un yor pecado ha cometido el que me
ladrón. ha entregado a ti.»

19 Entonces Pilato tomó a Jesús 12 A partir de entonces Pilato pro-


y lo azotó. curaba ponerlo en libertad; pero los


2 Y los soldados tejieron una corona
  judíos gritaban y decían: «Si dejas
de espinas, se la pusieron sobre la libre a éste, no eres amigo del César.
cabeza, y lo vistieron con un manto Todo el que a sí mismo se hace rey,
de púrpura; se opone al César.»

1571
SAN JUAN  19

Al oír esto, Pilato llevó a Jesús


13   Pero Pilato les respondió: «Lo que
22  

afuera y se sentó en el tribunal, en he escrito, escrito queda.»


el lugar conocido como «el Enlosa- 23 Cuando los soldados crucificaron

do», que en hebreo es «Gabata». a Jesús, tomaron sus vestidos y los


14 Eran casi las doce del día de la
  partieron en cuatro, una parte pa-
preparación de la pascua. Allí les ra cada soldado. Tomaron también
dijo a los judíos: «¡Aquí está el Rey su túnica, la cual no tenía ninguna
de ustedes!» costura, y de arriba abajo era de un
15 Pero ellos gritaron: «¡Fuera, fuera!
  solo tejido.
¡Crucifícalo!» Pilato les dijo: «¿Y he 24 Y dijeron entre sí: «No la parta-

de crucificar al Rey de ustedes?» mos. Más bien, echemos suertes, a


Pero los principales sacerdotes res- ver quién se queda con ella.» Esto
pondieron: «No tenemos más rey fue así para que se cumpliera la Es-
que el César.» critura, que dice:
16 Entonces Pilato se lo entregó a
  «Repartieron entre sí mis
ellos, para que lo crucificaran. Y ellos vestidos,
tomaron a Jesús y se lo llevaron. Y sobre mi ropa echaron
suertes.» a
Crucifixión y muerte de Jesús Y así lo hicieron los soldados. 25 Jun-

(Mt 27.32-50; Mc 15.21-37; Lc 23.26-49) to a la cruz de Jesús estaban su


Con su cruz a cuestas, Jesús salió
17  madre, y la hermana de su madre,
al llamado «Lugar de la Calavera», María mujer de Cleofas, y María
que en hebreo es «Gólgota», Magdalena.
18 y allí lo crucificaron. Con él esta-

26 Cuando Jesús vio a su madre, y

ban otros dos, uno a cada lado suyo, vio también presente al discípulo a
y Jesús en medio de ellos. quien él amaba, le dijo a su madre:
19 Además, Pilato escribió también
  «Mujer, ahí tienes a tu hijo.»
un título, que puso sobre la cruz, 27Y al discípulo le dijo: «Ahí tienes a

el cual decía: JESÚS NAZARENO, tu madre.» Y a partir de ese momen-


REY DE LOS JUDÍOS. to el discípulo la recibió en su casa.
20 Y muchos de los judíos leyeron

28 Después de esto, y como Jesús

este título, porque el lugar donde sabía que ya todo estaba consumado,
Jesús fue crucificado estaba cerca de dijo «Tengo sed», para que la Escri-
la ciudad. Este título estaba escrito tura se cumpliera. b
en hebreo, griego y latín. 29Había allí una vasija llena de vina-

21 Los principales sacerdotes de los


  gre; entonces ellos empaparon una
judíos le dijeron a Pilato: «No escri- esponja en el vinagre, la pusieron
bas “Rey de los judíos”; sino que él en un hisopo, y se la acercaron a
dijo: “Soy Rey de los judíos”.» la boca.

a 19.24: Sal 22.18. b 19.28: Sal 69.21.

1572
SAN JUAN  19​, ​20

Cuando Jesús probó el vinagre, di-


30  judíos lo mantenía en secreto. Des-
jo «Consumado es»; luego inclinó la pués de todo esto, José le rogó a
cabeza y entregó el espíritu. Pilato que le permitiera llevarse el
cuerpo de Jesús, y Pilato se lo per-
El costado de Jesús traspasado mitió. Entonces José fue y se llevó
31 Como era la preparación de la
  el cuerpo de Jesús.
pascua, y a fin de que los cuerpos no 39 También Nicodemo, el que antes

se quedaran en la cruz durante el día había visitado a Jesús de noche, e lle-


de reposo (ya que aquel día de reposo gó con un compuesto de mirra y de
era de gran solemnidad), los judíos le áloes, como de treinta kilos.
rogaron a Pilato que se les quebraran 40 Tomaron el cuerpo de Jesús y lo

las piernas y se les quitara de allí. envolvieron en lienzos con especias


32 Entonces los soldados fueron y le
  aromáticas, como acostumbran los
quebraron las piernas al primero, lo judíos sepultar a sus muertos.
mismo que al otro que había sido 41 En el lugar donde Jesús fue cru-

crucificado con él. cificado, había un huerto, y en el


33 Cuando llegaron a Jesús, como lo
  huerto había un sepulcro nuevo,
vieron ya muerto, no le quebraron en el que aún no habían puesto a
las piernas. nadie.
34 Pero uno de los soldados le abrió

42 Y por causa de la preparación de

el costado con una lanza, y al ins- la pascua de los judíos, y porque


tante le brotó sangre y agua. aquel sepulcro estaba cerca, pusie-
35 El que vio esto da testimonio, y su
  ron allí a Jesús.
testimonio es verdadero; y él sabe
que dice la verdad, para que uste- La resurrección
des también crean. (Mt 28.1-10; Mc 16.1-8; Lc 24.1-12)

20
36 Porque estas cosas sucedieron
  El primer día de la semana,
para que se cumpliera la Escritura: muy temprano, cuando toda-
«No será quebrado ningún hueso vía estaba oscuro, María Magdalena
suyo.» c fue al sepulcro y vio que la piedra
37 Además, hay también otra Es-
  del sepulcro había sido quitada.
critura que dice: «Mirarán al que 2 Entonces fue corriendo a ver a Si-

traspasaron.» d món Pedro y al otro discípulo, aquel


al que Jesús amaba, y les dijo: «¡Se
Jesús es sepultado han llevado del sepulcro al Señor, y
(Mt 27.57-61; Mc 15.42-47; Lc 23.50-56) no sabemos dónde lo han puesto!»
José de Arimatea era discípulo
38   3 Pedro y el otro discípulo salieron

de Jesús, aunque por miedo a los y fueron al sepulcro.

c 19.36: Ex 12.46; Nm 9.12; Sal 34.20. d 19.37: Zac 12.10; Ap 1.7.


e 19.39: Jn 3.1-2.

1573
SAN JUAN  20

4 Corrían los dos juntos, aunque el pero no se dio cuenta de que era
otro discípulo corrió más aprisa que Jesús.
Pedro, y llegó primero al sepulcro. 15 Jesús le dijo: «Mujer, ¿por qué

5 Cuando se acercó para mirar, vio


  lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pen-
los lienzos puestos allí, pero no en- sando que era el hortelano, le dijo:
tró. «Señor, si tú te lo has llevado, di-
6 Tras él llegó Simón Pedro, y en-
  me dónde lo has puesto, y yo me
tró en el sepulcro, y vio los lienzos lo llevaré.»
puestos allí; 16 Jesús le dijo: «¡María!» Entonces

7pero el sudario, que había estado


  ella se volvió y le dijo en hebreo:
sobre la cabeza de Jesús, no estaba «¡Raboni!» (que quiere decir,
puesto con los lienzos, sino enrolla- «Maestro»).
do en un lugar aparte. 17Jesús le dijo: «No me toques, por-

8 Entonces entró también el otro


  que aún no he subido a donde está
discípulo, el que había llegado pri- mi Padre; pero ve a donde están
mero al sepulcro; y al ver todo eso, mis hermanos, y diles de mi parte
creyó. que subo a mi Padre y Padre de us-
9 Y es que aún no habían entendido
  tedes, a mi Dios y Dios de ustedes.»
la Escritura, de que era necesario 18 Entonces María Magdalena fue a

que él resucitara de los muertos. dar las nuevas a los discípulos, de


10 Y los discípulos volvieron a sus
  que había visto al Señor, y de que
casas. él le había dicho estas cosas.
Jesús se aparece a María Jesús se aparece a los discípulos
Magdalena (Mt 28.16-20; Mc 16.14-18; Lc 24.36-49)
(Mc 16.9-11) 19 La noche de ese mismo día, el

Pero María estaba afuera, lloran-


11  primero de la semana, los discípulos
do junto al sepulcro. Mientras llora- estaban reunidos a puerta cerrada
ba, se inclinó para mirar dentro del en un lugar, por miedo a los judíos.
sepulcro, En eso llegó Jesús, se puso en medio
12 y vio a dos ángeles con vestidu-
  y les dijo: «La paz sea con ustedes.»
ras blancas, que estaban sentados 20 Y mientras les decía esto, les mos-

donde el cuerpo de Jesús había sido tró sus manos y su costado. Y los
puesto; uno estaba a la cabecera, y discípulos se regocijaron al ver al
el otro a los pies. Señor.
13 Y le dijeron: «Mujer, ¿por qué

21 Entonces Jesús les dijo una vez

lloras?» Les dijo: «Porque se han más: «La paz sea con ustedes. Así
llevado a mi Señor, y no sé dónde como el Padre me envió, también
lo han puesto.» yo los envío a ustedes.»
14 Tan pronto dijo esto, María se dio

22 Y habiendo dicho esto, sopló y les

vuelta y vio a Jesús, que estaba allí; dijo: «Reciban el Espíritu Santo.

1574
SAN JUAN  20​, ​21

A quienes ustedes perdonen los


23   Jesús se aparece a siete
pecados, les serán perdonados; y a de sus discípulos
quienes no se los perdonen, no les
serán perdonados.» a 21 Después de esto, Jesús se ma-
nifestó otra vez a sus discí-
pulos, junto al lago de Tiberias; y lo
Incredulidad de Tomás hizo de esta manera:
Pero Tomás, uno de los doce, co-
24   2 Estaban juntos Simón Pedro, To-

nocido como el Dídimo, no estaba más, conocido como el Dídimo,


con ellos cuando Jesús vino. Natanael, el de Caná de Galilea,
25 Entonces los otros discípulos le
  los hijos de Zebedeo, y otros dos de
dijeron: «Hemos visto al Señor.» Y sus discípulos.
él les dijo: «Si yo no veo en sus ma- 3 Simón Pedro les dijo: «Voy a pes-

nos la señal de los clavos, ni meto car.» Ellos le dijeron: «También


mi dedo en el lugar de los clavos, y nosotros vamos contigo.» Fueron, y
mi mano en su costado, no creeré.» entraron en una barca; pero aquella
26 Ocho días después, sus discí-
  noche no pescaron nada. a
pulos estaban otra vez a puerta 4 Cuando ya estaba amaneciendo,

cerrada, y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó en la playa; pero


Estando las puertas cerradas, Jesús los discípulos no se dieron cuenta
llegó, se puso en medio de ellos y de que era Jesús.
les dijo: «La paz sea con ustedes.» 5 Y él les dijo: «Hijitos, ¿tienen algo

27Luego le dijo a Tomás: «Pon aquí


  de comer?» Le respondieron: «No».
tu dedo, y mira mis manos; y acerca 6 Él les dijo: «Echen la red a la dere-

tu mano, y métela en mi costado; y cha de la barca, y hallarán.» Ellos


no seas incrédulo, sino creyente.» echaron la red, y eran tantos los
28 Entonces Tomás respondió y le
  pescados que ya no la podían sacar. b
dijo: «¡Señor mío, y Dios mío!» 7 Entonces el discípulo a quien Je-

29 Jesús le dijo: «Tomás, has creído


  sús amaba le dijo a Pedro: «¡Es el
porque me has visto. Bienaventura- Señor!» Y cuando Simón Pedro oyó
dos los que no vieron y creyeron.» que era el Señor, se puso la ropa
(porque se había despojado de ella)
El propósito del libro y se echó al mar.
Jesús hizo muchas otras señales
30  8 Los otros discípulos vinieron con

en presencia de sus discípulos, las la barca, arrastrando la red llena de


cuales no están escritas en este libro. pescados, pues estaban como a dos-
31 Pero éstas se han escrito para que
  cientos codos de la orilla.
ustedes crean que Jesús es el Cristo, 9 Al descender a tierra, vieron bra-

el Hijo de Dios, y para que al creer, sas puestas, un pescado encima de


tengan vida en su nombre. ellas, y pan.

a 20.23: Mt 16.19; 18.18. a 21.3: Lc 5.5. b 21.6: Lc 5.6.

1575
SAN JUAN  21

10 Jesús les dijo: «Traigan algunos de De cierto, de cierto te digo: Cuan-


18  

los pescados que acaban de pescar.» do eras más joven, te vestías e ibas
11 Simón Pedro salió del agua y sa-
  a donde querías; pero cuando ya
có la red a tierra, llena de grandes seas viejo, extenderás tus manos y
pescados. Eran ciento cincuenta y te vestirá otro, y te llevará a donde
tres, y a pesar de ser tantos la red no quieras.»
no se rompió. 19 Jesús dijo esto, para dar a enten-

12 Jesús les dijo: «Vengan a comer.»


  der con qué muerte glorificaría a
Y ninguno de los discípulos se Dios. Y dicho esto, añadió: «Sígue-
atrevía a preguntarle: «¿Tú, quién me».
eres?», pues sabían que era el Se-
ñor. El discípulo amado
13 Entonces, Jesús tomó el pan y les
  Al volverse Pedro, vio que los
20  

dio de él, lo mismo que del pescado. seguía el discípulo a quien Jesús
14 Ésta era la tercera vez que Jesús
  amaba, el mismo que en la cena se
se manifestaba a sus discípulos, había recostado al lado de él, y que
después de haber resucitado de los le había dicho: «Señor, ¿quién es el
muertos. que te entregará?» c
21 Cuando Pedro lo vio, le dijo a

Apacienta mis ovejas Jesús: «Señor, ¿y éste, qué?»


15 Cuando terminaron de comer,

22 Jesús le dijo: «Si yo quiero que él

Jesús le dijo a Simón Pedro: «Simón, se quede hasta que yo venga, ¿a ti


hijo de Jonás, ¿me amas más que qué? Tú sígueme.»
éstos?» Le respondió: «Sí, Señor; 23 De allí surgió la idea entre los

tú sabes que te quiero.» Él le dijo: hermanos de que aquel discípulo no


«Apacienta mis corderos.» moriría. Pero Jesús no le dijo que no
16 Volvió a decirle por segunda vez:
  moriría. Sólo le dijo: «Si yo quiero
«Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?» que él se quede hasta que yo venga,
Pedro le respondió: «Sí, Señor; tú ¿a ti qué?»
sabes que te quiero.» Le dijo: «Pas- 24 Éste es el discípulo que da tes-

torea mis ovejas.» timonio de estas cosas, y que las ha


17 Y la tercera vez le dijo: «Simón,
  escrito. Y sabemos que su testimonio
hijo de Jonás, ¿me quieres?» Pedro es verdadero.
se entristeció de que la tercera vez 25 Jesús también hizo muchas otras

le dijera «¿Me quieres?», y le res- cosas, las cuales, si se escribieran


pondió: «Señor, tú lo sabes todo; tú una por una, pienso que ni aun en
sabes que te quiero.» Jesús le dijo: el mundo cabrían los libros que se
«Apacienta mis ovejas. habrían de escribir. Amén.

c 21.20: Jn 13.25.

1576
HECHOS
DE LOS APÓSTOLES
¿vas a devolverle a Israel el reino en
La promesa del Espíritu Santo este tiempo?»

1 Estimado Teófilo, en mi primer 7Y él les respondió: «No les toca a


tratado a hablé acerca de todo ustedes saber el tiempo ni el mo-


lo que Jesús comenzó a hacer y a mento, que son del dominio del
enseñar, Padre.
2 hasta el día en que fue recibido en el

8 Pero cuando venga sobre ustedes

cielo, después de que por medio del el Espíritu Santo recibirán poder, y
Espíritu Santo, les dio mandamientos serán mis testigos en Jerusalén, en
a los apóstoles que había escogido. Judea, en Samaria, y hasta lo último
3 Después de su muerte, se les pre-
  de la tierra.» d
sentó vivo y, con muchas pruebas 9Después de haber dicho esto, ellos

que no admiten duda, se les apa- lo vieron elevarse y ser recibido por
reció durante cuarenta días y les una nube, que lo ocultó de sus ojos. e
habló acerca del reino de Dios. 10 Mientras miraban al cielo y veían

4 Mientras estaban juntos, les mandó


  cómo él se alejaba, dos varones ves-
que no se fueran de Jerusalén, sino tidos de blanco se pusieron junto
que les dijo: «Esperen la promesa del a ellos
Padre, b la cual ustedes oyeron de mí. 11 y les dijeron: «Varones galileos,

5 Como saben, Juan bautizó con


  ¿por qué están mirando al cielo? Este
agua, pero dentro de algunos días mismo Jesús, que ustedes han vis-
ustedes serán bautizados con el Es- to irse al cielo, vendrá de la misma
píritu Santo.» c manera que lo vieron desaparecer.»
La ascensión Elección del sucesor de Judas
Entonces los que estaban reuni-
6  Entonces los apóstoles volvieron
12  

dos con él le preguntaron: «Señor, a Jerusalén desde el monte del Oli-

a 1.1: Lc 1.1-4. b 1.4: Lc 24.49. c 1.5: Mt 3.11; Mc 1.8; Lc 3.16; Jn 1.33.


d 1.8: Mt 28.19; Mc 16.15; Lc 24.47-48. e 1.9: Mc 16.19; Lc 24.50-51.

1577
HECHOS  1​, ​2

var, que dista de Jerusalén poco más »Que su habitación quede


de un kilómetro. 1 desierta;
13 Cuando llegaron a Jerusalén, su-
  que nadie viva allí, h
bieron al aposento alto, donde se y que otro tome su oficio. i
hallaban Pedro, Jacobo, Juan, An- 21 »Se hace necesario que, de aque-

drés, Felipe, Tomás, Bartolomé, llos que nos acompañaron todo el


Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón tiempo en que el Señor Jesús estuvo
el Zelote y Judas, el hermano de entre nosotros,
Jacobo. f 22 desde que Juan bautizaba 

j hasta
14 Todos ellos oraban y rogaban a
  el día en que el Señor subió al cie-
Dios continuamente, en unión de lo, k uno de ellos se nos una para ser
las mujeres, de María la madre de testigo de su resurrección.»
Jesús, y de sus hermanos. 23 Entonces señalaron a José, lla-

15 Uno de esos días Pedro se puso


  mado Barsabás, que tenía por sobre-
de pie, en medio de los hermanos nombre «el Justo», y a Matías.
(que estaban reunidos y eran como 24 Y en su oración dijeron: «Señor,

ciento veinte), y dijo: tú conoces todos los corazones.


16 «Hermanos míos, tenía que cum-
  Muéstranos a cuál de los dos has
plirse la Escritura, donde por boca escogido,
de David se dice que el Espíritu 25 para que tome la parte de este

Santo habló acerca de Judas, el que ministerio y apostolado, de la que


guió a los que prendieron a Jesús. Judas cayó por su transgresión para
17Nosotros lo considerábamos como
  irse a donde le correspondía.»
uno de los nuestros, porque era par- 26 Y lo echaron a la suerte, y ésta

te de este ministerio. recayó en Matías. Y a partir de en-


18 Con lo que le pagaron por su ini-
  tonces fue contado entre los once
quidad, Judas compró un campo; apóstoles.
pero se cayó de cabeza y su cuerpo
se reventó por la mitad, y todas sus La llegada del Espíritu Santo
entrañas se derramaron.
19Como esto lo supieron todos los ha-

bitantes de Jerusalén, aquel campo


2 Cuando llegó el día de Pentecos-
tés, a todos ellos estaban juntos
y en el mismo lugar.
se llama Acéldama, que en su lengua 2 De repente, un estruendo como de

quiere decir “Campo de sangre”. g un fuerte viento vino del cielo, y


20 En el libro de los Salmos está es-
  sopló y llenó toda la casa donde se
crito: encontraban.

1 1.12 Lit. Camino de un día de reposo.


f 1.13: Mt 10.2-4; Mc 3.16-19; Lc 6.14-16. g 1.18-19: Mt 27.3-8. h 1.20: Sal 69.25.
i 1.20: Sal 109.8. j 1.22: Mt 3.16; Mc 1.9; Lc 3.21. k 1.22: Mc 16.19; Lc 24.51.
a 2.1: Lv 23.15-21; Dt 16.9-11.

1578
HECHOS  2

3 Entonces aparecieron unas lenguas Primer discurso de Pedro


como de fuego, que se repartieron y 14 Entonces Pedro se puso de pie,

fueron a posarse sobre cada uno de junto con los otros once, y con po-
ellos. tente voz dijo: «Varones judíos, y
4 Todos ellos fueron llenos del Espí-
  ustedes, habitantes todos de Jeru-
ritu Santo, y comenzaron a hablar salén, sepan esto, y entiendan bien
en otras lenguas, según el Espíritu mis palabras.
los llevaba a expresarse. 15 Contra lo que ustedes suponen,

5 En aquel tiempo vivían en Jeru-


  estos hombres no están borrachos,
salén judíos piadosos, que venían de pues apenas son las nueve de la
todas las naciones conocidas. mañana.
6 Al escucharse aquel estruendo, la

16 Más bien, esto es lo que dijo el

multitud se juntó, y se veían con- profeta Joel:


fundidos porque los oían hablar en
su propia lengua. 17 »Dios ha dicho:
7 Estaban atónitos y maravillados,
  En los últimos días derramaré
y decían: «Fíjense: ¿acaso no son de mi Espíritu
galileos todos estos que están ha- sobre toda la humanidad.
blando? Los hijos y las hijas de ustedes
8 ¿Cómo es que los oímos hablar en
  profetizarán;
nuestra lengua materna? sus jóvenes tendrán visiones
9Aquí hay partos, medos, elamitas, y
  y sus ancianos tendrán sueños.
los que habitamos en Mesopotamia, 18 En esos días derramaré de mi
Judea, Capadocia, el Ponto y Asia. Espíritu
10 Están los de Frigia y Panfilia, los
  sobre mis siervos y mis siervas,
de Egipto y los de las regiones de y también profetizarán.
África que están más allá de Ci- 19 Haré prodigios en el cielo,
rene. También están los romanos y en la tierra se verán señales
que viven aquí, tanto judíos como de sangre,
prosélitos, de fuego y de vapor de humo.
11 y cretenses y árabes, ¡y todos
  20 El sol se oscurecerá,
los escuchamos hablar en nuestra la luna se pondrá roja como
lengua acerca de las maravillas de sangre,
Dios!» antes de que llegue el día del
12 Todos ellos estaban atónitos y per-
  Señor
plejos, y se decían unos a otros: «¿Y y se muestre en toda su gran-
esto qué significa?» deza.
13 Pero otros se burlaban, y decían:
  21 Y todo el que invoque el nom-
«¡Están borrachos!» bre del Señor será salvo. b

b 2.17-21: Jl 2.28-32.

1579
HECHOS  2

»Varones israelitas, escuchen


22   y fue sepultado, y que hoy sabemos
mis palabras: Jesús nazareno, que dónde está su sepulcro entre noso-
fue el varón que Dios aprobó entre tros.
ustedes por las maravillas, prodigios 30 David era profeta, y sabía que

y señales que hizo por medio de él, Dios le había jurado que de su lina-
como ustedes mismos lo saben, je humano saldría el Cristo, que se
23 fue entregado conforme al plan
  sentaría en su trono. f
determinado y el conocimiento 31 Esto lo vio antes de que sucediera,

anticipado de Dios, y ustedes lo y habló de la resurrección de Cristo


aprehendieron y lo mataron por y de que su alma no se quedaría en
medio de hombres inicuos, cruci- el Hades, ni su cuerpo se corrom-
ficándolo. c pería.
24 Pero Dios lo levantó, 

d liberándolo 32 Pues a este Jesús Dios lo resuci-

de los lazos de la muerte, porque tó, y de eso todos nosotros somos


era imposible que la muerte lo ven- testigos.
ciera. 33 Y como él fue exaltado por la

25 De él dice David:
  diestra de Dios, recibió del Padre
la promesa del Espíritu Santo, y ha
Siempre veía al Señor ante mí. derramado esto que ahora están
Él está a mi derecha, y nada viendo y oyendo.
me perturbará. 34 David mismo no subió a los cie-

26 Por eso mi corazón se alegró, los, pero sí dice:


y mi lengua cantó llena de
gozo. »Dijo el Señor a mi Señor:
Mi cuerpo descansará en la Siéntate a mi derecha,
esperanza, 35 hasta que yo ponga a tus ene-
27 porque no dejarás mi alma en migos
el Hades, por estrado de tus pies. g
ni permitirás que tu Santo se
corrompa. »Sépalo bien todo el pueblo de
36  

28 Me hiciste conocer los cami- Israel, que a este Jesús, a quien us-
nos de la vida, tedes crucificaron, Dios lo ha hecho
y me llenarás de gozo con tu Señor y Cristo.»
presencia. e 37 Al oír esto, todos sintieron un

profundo remordimiento en su co-


»Varones hermanos, podemos
29  razón, y les dijeron a Pedro y a los
afirmar, sin temor a equivocarnos, otros apóstoles: «Hermanos, ¿qué
que nuestro patriarca David murió debemos hacer?»

c 2.23: Mt 27.35; Mc 15.24; Lc 23.33; Jn 19.18. d 2.24: Mt 28.5-6; Mc 16.6; Lc 24.5.


e 2.25-28: Sal 16.8-11. f 2.30: Sal 89.3-4; 132.11. g 2.34-35: Sal 110.1.

1580
HECHOS  2​, ​3

Y Pedro les dijo: «Arrepiéntan-


38   mientras alababan a Dios y brin-
47 

se, y bautícense todos ustedes en daban ayuda a todo el pueblo. Y


el nombre de Jesucristo, para que cada día el Señor añadía a la iglesia
sus pecados les sean perdonados. a los que habían de ser salvos.
Entonces recibirán el don del Espí-
ritu Santo. Curación de un cojo

3
39Porque la promesa es para ustedes
  Un día, Pedro y Juan subían
y para sus hijos, para todos los que juntos al templo. Eran las tres
están lejos, y para todos aquellos a de la tarde, es decir, el momento de
quienes el Señor nuestro Dios lla- la oración,
me.» 2 y vieron allí a un hombre cojo

40 Y con muchas otras palabras les


  de nacimiento. Todos los días era
hablaba y los animaba. Les decía: puesto a la entrada del templo, en la
«Pónganse a salvo de esta genera- puerta llamada «la Hermosa», para
ción perversa.» pedirles limosna a los que entraban
41 Fue así como los que recibieron
  en el templo.
su palabra fueron bautizados, y ese 3 Cuando el cojo vio que Pedro y

día se añadieron como tres mil per- Juan estaban por entrar, les rogó
sonas, que le dieran limosna.
42 las cuales se mantenían fieles a

4 Entonces Pedro, que estaba con

las enseñanzas de los apóstoles y en Juan, fijó la mirada en el cojo y le


el mutuo compañerismo, en el par- dijo: «¡Míranos!»
timiento del pan y en las oraciones. 5 El cojo se les quedó mirando, por-

que esperaba que ellos le dieran algo,


La vida de los primeros cristianos 6 pero Pedro le dijo: «No tengo oro

43 Al ver las muchas maravillas y


  ni plata, pero de lo que tengo te
señales que los apóstoles hacían, doy. En el nombre de Jesucristo de
todos se llenaban de temor, Nazaret, ¡levántate y anda!»
44 y todos los que habían creído se

7Y tomándolo de la mano derecha,

mantenían unidos y lo compartían lo levantó, ¡y al momento se le afir-


todo; h maron los pies y los tobillos!
45 vendían sus propiedades y pose-

8 El cojo se puso en pie de un salto,

siones, y todo lo compartían entre y se echó a andar; luego entró con


todos, según las necesidades de ca- ellos en el templo, mientras saltaba
da uno. i y alababa a Dios.
46 Todos los días se reunían en el

9 Todo el pueblo lo vio andar y ala-

templo, y partían el pan en las ca- bar a Dios,


sas, y comían juntos con alegría y 10 y lo reconocían como el cojo que

sencillez de corazón, se sentaba a pedir limosna a la en-

h 2.44: Hch 4.32-35. i 2.45: Mt 19.21; Mc 10.21; Lc 12.33; 18.22.

1581
HECHOS  3

trada del templo, en la puerta «la pero Dios cumplió de esta manera
18  

Hermosa», y se quedaban admi- lo que ya había anunciado por me-


rados y asombrados por lo que le dio de todos sus profetas, es decir,
había sucedido al cojo. que su Cristo tenía que padecer.
19 Por lo tanto, arrepiéntanse y vuél-

Discurso de Pedro en el vanse a Dios, para que sus pecados


pórtico de Salomón les sean perdonados
11 Mientras el cojo que había sido

20 y Dios haga venir sobre ustedes

sanado no soltaba a Pedro ni a Juan, tiempos de alivio y les envíe a Cris-


todo el pueblo fue al pórtico llama- to Jesús, que ya les fue anunciado.
do «de Salomón», y sin salir de su 21 Es necesario que el cielo reciba

asombro se acercó a ellos. a Jesús hasta el momento en que


12 Cuando Pedro los vio, les dijo: «Va-
  todas las cosas sean restauradas, lo
rones israelitas, ¿qué es lo que les cual Dios ya ha anunciado desde los
asombra? ¿Por qué nos ven como si tiempo antiguos por medio de sus
por nuestro poder o piedad hubiéra- santos profetas.
mos hecho que este hombre camine? 22 Porque Moisés dijo: “El Señor su

13 El Dios de Abrahán, de Isaac y de


  Dios les levantará un profeta de en-
Jacob, que es el Dios de nuestros ante- tre sus hermanos, como me levantó
pasados, ha glorificado a su Hijo Jesús, a mí. Ustedes deben atender a todo
a quien ustedes entregaron y negaron lo que él les diga. b
delante de Pilato, cuando éste ya ha- 23 Todo aquel que no escuche a ese

bía resuelto ponerlo en libertad. profeta, será eliminado del pue-


14 Pero ustedes negaron al Santo y
  blo.” c
Justo, y pidieron que se les entrega- 24 Porque todos los profetas, a par-

ra un homicida. a tir de Samuel, han hablado de estos


15 Fue así como mataron al Autor
  días y los han anunciado.
de la vida, a quien Dios resucitó de 25 Ustedes son los descendientes

los muertos. De eso nosotros somos de los profetas; son herederos del
testigos, pacto que Dios hizo con nuestros
16 y por la fe en su nombre, a este
  antepasados, cuando le prometió
hombre que ustedes ven y conocen, a Abrahán: “En tu simiente serán
Dios lo ha restablecido; por la fe en bendecidas todas las naciones de la
Jesús, Dios lo ha sanado completa- tierra.” d
mente en presencia de ustedes. 26 Cuando Dios resucitó a su Hijo, en

17»Hermanos, yo sé que tanto us-


  primer lugar lo envió a ustedes para
tedes como sus gobernantes lo ne- bendecirlos, y para que cada uno de
garon por ignorancia, ustedes se convierta de su maldad.»

a 3.14: Mt 27.15-15-23; Mc 15.6-14; Lc 23.13-23; Jn 19.12-15. b 3.22: Dt 18.15-16.


c 3.23: Dt 18.19. d 3.25: Gn 22.18.

1582
HECHOS  4

Pedro y Juan ante el concilio que no obstante ha llegado a ser la

4 Mientras hablaban así con el


pueblo, se les vinieron encima
los sacerdotes, el jefe de la guardia
piedra angular. a
12 En ningún otro hay salvación,

porque no se ha dado a la huma-


del templo, y los saduceos. nidad ningún otro nombre bajo el
2 Estaban resentidos porque enseña-
  cielo mediante el cual podamos al-
ban y anunciaban la resurrección canzar la salvación.»
de entre los muertos en Jesús, 13 Al ver el valor de Pedro y de

3 así que los aprehendieron y los


  Juan, y como sabían que ellos eran
echaron en la cárcel hasta el día gente del pueblo y sin mucha prepa-
siguiente, porque ya era tarde. ración, se maravillaron al reconocer
4 Pero muchos de los que habían
  que habían estado con Jesús.
oído sus palabras, creyeron; y con- 14 Y al ver junto a ellos al hombre

tados solamente los varones eran que había sido sanado, no pudieron
como cinco mil. decir nada en su contra,
5 Al día siguiente se reunieron en

15 pero les ordenaron que salieran del

Jerusalén los gobernantes, los ancia- concilio para poder dialogar entre sí.
nos, los escribas, 16 Y se preguntaban: «¿Qué vamos a

6 el sumo sacerdote Anás, Caifás,


  hacer con estos hombres? Tenemos
Juan y Alejandro, y todos los fami- que admitir que lo que han hecho
liares de los sumos sacerdotes. es una señal innegable. Esto es evi-
7Pusieron en medio de ellos a Pedro
  dente para todos los que viven en
y Juan, y les preguntaron: «¿Con Jerusalén, y no lo podemos negar.
qué autoridad, o en nombre de 17Sin embargo, para que esto no se

quién hacen ustedes esto?» divulgue más entre el pueblo, va-


8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu
  mos a amenazarlos para que, desde
Santo, les dijo: «Gobernantes y an- hoy, no le hablen a nadie acerca de
cianos del pueblo: este nombre.»
9Ya que hoy se nos interroga acerca

18 Entonces los llamaron y les ad-

del beneficio otorgado a un hombre virtieron que no debían volver a


enfermo, y de cómo fue sanado, hablar ni enseñar acerca del nom-
10 sepan todos ustedes, y todo el pue-
  bre de Jesús.
blo de Israel, que este hombre está 19 Pero Pedro y Juan les respondie-

sano en presencia de ustedes gracias ron: «Juzguen ustedes: ¿Es justo


al nombre de Jesucristo de Nazaret, delante de Dios obedecerlos a uste-
a quien ustedes crucificaron y a des antes que a él?
quien Dios resucitó de los muertos. 20 Porque nosotros no podemos

11 Este Jesús es la piedra que uste-


  dejar de hablar acerca de lo que
des, los edificadores, rechazaron, y hemos visto y oído.»

a 4.11: Sal 118.22.

1583
HECHOS  4

Entonces ellos los dejaron en li-


21  »Es un hecho que Herodes d y
27 

bertad, no sin antes amenazarlos, Poncio Pilato, e junto con los no ju-
pues no hallaron ningún modo díos y el pueblo de Israel, se reunie-
de castigarlos. Y es que temían al ron en esta ciudad en contra de tu
pueblo, porque todos glorificaban a santo Hijo y ungido, Jesús,
Dios por lo sucedido. 28 para hacer todo lo que, por tu

22 Y el hombre que había sido sa-


  poder y voluntad, ya habías deter-
nado milagrosamente tenía más de minado que sucediera.
cuarenta años. 29Ahora, Señor, mira sus amenazas,

y concede a estos siervos tuyos pro-


Los creyentes piden clamar tu palabra sin ningún temor.
confianza y valor 30 Extiende también tu mano, y

23 Una vez que fueron puestos en


  permite que se hagan sanidades y
libertad, ellos se fueron con los su- señales y prodigios en el nombre de
yos y les contaron todo lo que los tu santo Hijo Jesús.»
principales sacerdotes y los ancianos 31 Cuando terminaron de orar, el lu-

les habían dicho. gar donde estaban congregados se


24 Al oírlos, todos juntos elevaron
  sacudió, y todos fueron llenos del
sus voces a Dios y dijeron: «Sobe- Espíritu Santo y proclamaban la
rano Señor, tú creaste el cielo y la palabra de Dios sin ningún temor.
tierra, y el mar y todo lo que hay
en ellos; b La vida comunitaria
25 tú, Padre nuestro, por medio del
  Todos los que habían creído eran
32  

Espíritu Santo dijiste en labios de tu de un mismo sentir y de un mismo


siervo David: pensar. Ninguno reclamaba como
suyo nada de lo que poseía, sino que
»¿Por qué se amotinan las todas las cosas las tenían en común. f
gentes, 33 Y los apóstoles daban un testi-

y los pueblos piensan cosas monio poderoso de la resurrección


vanas? del Señor Jesús, y la gracia de Dios
26 Los reyes de la tierra se reu- sobreabundaba en todos ellos.
nieron, 34 Y no había entre ellos ningún

y los príncipes se confabula- necesitado, porque todos los que


ron, poseían terrenos o casas, los ven-
contra el Señor, y contra su dían, y el dinero de lo vendido lo
Cristo. c llevaban

b 4.24: Ex 20.11; Sal 146.6. c 4.25-26: Sal 2.1-2. d 4.27: Lc 23.7-11.


e 4.27: Mt 27.1-2; Mc 15.1; Lc 23.1; Jn 18.28-29. f 4.32: Hch 2.44-45.

1584
HECHOS  4​, ​5

y lo ponían en manos de los após-


35  Pedro le dijo entonces: «¿Por qué
9 

toles, y éste era repartido según las se pusieron de acuerdo para poner a
necesidades de cada uno. g prueba al Espíritu del Señor? ¡Mira!,
36 Fue así como José, un levita de
  aquí vienen los que fueron a sepul-
Chipre, a quien los apóstoles apo- tar a tu marido, y ellos te sacarán
daban Bernabé (que significa, Hijo también a ti.»
de consolación), 10 Al instante, ella cayó muerta a los

37vendió un terreno de su propiedad


  pies de Pedro, y cuando entraron
y entregó a los apóstoles el dinero los jóvenes y la hallaron muerta, la
de la venta. sacaron y la sepultaron junto a su
marido.
Ananías y Safira 11 Esto hizo que toda la iglesia y

5 Pero un hombre que se llama-


ba Ananías, junto con Safira, su
mujer, vendió un terreno
todos los que supieron esto se lle-
naran de mucho miedo.
2 y, con el consentimiento de ella,

Señales y maravillas en abundancia
sustrajo algo del dinero que recibió; 12 Dios hacía muchas señales y pro-

así que llevó sólo una parte y la en- digios entre el pueblo por medio de
tregó a los apóstoles. los apóstoles, y todos ellos se reunían
3 Entonces Pedro le dijo: «Ananías,
  sin falta en el pórtico de Salomón.
¿por qué le permitiste a Satanás que 13 Ninguno del pueblo se atrevía a

entrara en ti para mentirle al Espíritu juntarse con ellos, aunque el pueblo


Santo y sustraer parte de tu dinero? los elogiaba mucho.
4 ¿Acaso el terreno no era tuyo? Y, si

14 Los hombres y mujeres que creían

lo vendías, ¿acaso no era tuyo el di- en el Señor iban aumentando en


nero? ¿Por qué decidiste hacer esto? número,
No les has mentido a los hombres, 15 y en sus camas y lechos sacaban a

sino a Dios.» los enfermos a la calle, para que al


5 Al oír Ananías estas palabras, cayó
  pasar Pedro por lo menos su som-
muerto. Y a todos los que se entera- bra cayera sobre alguno de ellos.
ron les entró mucho miedo. 16 Aun de las ciudades vecinas ve-

6 Entonces los jóvenes se levantaron,


  nían muchos a Jerusalén, y traían a
lo envolvieron, lo sacaron y lo se- sus enfermos y a los atormentados
pultaron. por espíritus inmundos, y todos
7 Como tres horas más tarde, entró su
  eran sanados.
mujer sin saber lo que había sucedido.
8 Y Pedro le dijo: «Dime: ¿vendieron

Pedro y Juan son perseguidos
ustedes el terreno en ese precio?» Y El sumo sacerdote y todos los
17 

ella respondió: «Sí, en ese precio.» que estaban de su parte, es decir,

g 4.34-35: Mt 19.21; Mc 10.21; Lc 12.33; 18.22.

1585
HECHOS  5

los de la secta de los saduceos, re- dió, aunque sin violencia, porque
accionaron llenos de celos temían que el pueblo los apedreara.
18 y aprehendieron a los apóstoles y

27 Cuando los llevaron y los pre-

los echaron a la cárcel del pueblo. sentaron ante el concilio, el sumo


19 Pero en la noche un ángel del
  sacerdote les dijo:
Señor llegó y abrió las puertas de 28 «¿Acaso no les dimos órdenes es-

la cárcel. Cuando ellos salieron, el trictas de no enseñar en ese nombre?


ángel les dijo: Ahora han llenado a Jerusalén de su
20 «Vayan al templo y anuncien al
  doctrina, y quieren culparnos de la
pueblo todas las enseñanzas acerca muerte de ese hombre.» a
de esta vida.» 29 Pedro y los apóstoles respondie-

21 Luego de oír esto, entraron en el


  ron: «Es necesario obedecer a Dios
templo por la mañana y se pusieron antes que a los hombres.
a enseñar. 30 El Dios de nuestros antepasados

Mientras tanto, el sumo sacerdo- resucitó a Jesús, el mismo al que


te y los que estaban de su parte se ustedes mataron y colgaron de un
reunieron para convocar al concilio madero.
y a todos los ancianos del pueblo de 31 Pero Dios, por su poder, lo ha

Israel, y al mismo tiempo mandaron exaltado y sentado a su derecha


traer de la cárcel a los apóstoles; como Príncipe y Salvador, dando a
22 pero como al llegar los alguaciles
  Israel la oportunidad de arrepentir-
no los encontraron, regresaron y se y de que sean perdonados sus
dijeron: pecados.
23 «Cuando llegamos a la cárcel, ésta

32 De esto somos testigos nosotros, y

tenía todos los candados puestos y los también el Espíritu Santo, que Dios
guardias estaban afuera, frente a las ha dado a quienes lo obedecen.»
puertas; pero al abrir la cárcel, vimos 33 Al oír esto, ellos se enfurecieron

que allí adentro no había nadie.» tanto que querían matarlos.


24 Al oír esto, el sumo sacerdote, el

34 Entonces Gamaliel, un fariseo que

jefe de la guardia del templo y los era doctor de la ley y a quien todo
principales sacerdotes no lograban el pueblo respetaba, se levantó ante
entender en qué pararía todo esto. el concilio y ordenó que sacaran por
25 Pero llegó otro y les dijo: «Es-
  un momento a los apóstoles;
cuchen: los hombres que ustedes 35 luego dijo: «Varones israelitas,

metieron a la cárcel, están ahora en piensen bien en lo que van a hacer


el templo, impartiendo enseñanzas con estos hombres.
al pueblo.» 36 Hace ya algún tiempo, se levantó

26 Entonces el jefe de la guardia se


  Teudas, quien se jactaba de ser al-
fue con los alguaciles y los aprehen- guien, y logró que se le uniera un

a 5.28: Mt 27.25.

1586
HECHOS  5​, ​6

grupo como de cuatrocientos hom- 2 Entonces los doce convocaron a


bres; pero lo mataron, y todos los todos los discípulos y les dijeron:
que lo seguían fueron dispersados y «No está bien que desatendamos la
exterminados. proclamación de la palabra de Dios
37Después, cuando se hizo el censo,
  por atender a las mesas.
se levantó Judas el galileo y logró 3 Así que, hermanos, busquen en-

que muchos del pueblo lo siguieran. tre todos ustedes a siete varones de
Pero también lo mataron, y todos los buen testimonio, que estén llenos
que lo seguían fueron dispersados. del Espíritu Santo y de sabiduría,
38 Por eso les digo ahora: Olvídense
  para que se encarguen de este tra-
de estos hombres. Déjenlos. Porque bajo.
si esto que hacen es de carácter hu- 4 Así nosotros podremos continuar

mano, se desvanecerá; orando y proclamando la palabra.»


39 pero si es de Dios, no lo podrán

5 Esta propuesta fue del agrado de

destruir. ¡No vaya a ser que uste- todos los creyentes, y eligieron a
des se encuentren luchando contra Esteban, que era un varón lleno de
Dios!» fe y del Espíritu Santo, y a Felipe,
Todos estuvieron de acuerdo con Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas
él, y Nicolás, un prosélito de Antioquía.
40 así que llamaron a los apóstoles y,

6 Luego los llevaron ante los após-

después de azotarlos, les advirtie- toles, y oraron por ellos y les


ron que no siguieran hablando en impusieron las manos.
el nombre de Jesús y los pusieron 7Conforme crecía el conocimiento

en libertad. de la palabra del Señor, se multipli-


41 Los apóstoles salieron del concilio
  caba también el número de los dis-
felices de haber sido dignos de su- cípulos en Jerusalén, y aun muchos
frir por causa del Nombre. de los sacerdotes llegaron a creer.
42 Y todos los días, no dejaban de

enseñar y de anunciar en el templo Arresto de Esteban


y por las casas las buenas noticias Como Esteban estaba lleno de la
8 

acerca de Cristo Jesús. gracia y del poder de Dios, realizaba


grandes prodigios y señales entre el
Elección de siete diáconos pueblo.

6 En aquellos días el número de 9 Pero unos que eran de la sinagoga


los discípulos iba en aumento, llamada «de los libertos», y otros


pero también comenzaron las mur- que eran de Cirene, Alejandría, Ci-
muraciones de los griegos en contra licia y Asia, se pusieron a discutir
de los hebreos, pues se quejaban de con Esteban;
que en la distribución diaria de ayu- 10 pero como no pudieron superar

da las viudas de los griegos no eran la sabiduría y el Espíritu que Dios


bien atendidas. le daba,
1587
HECHOS  6​, ​7

11 sobornaron a otros para que di- 4 Entonces Abrahán dejó la tierra de


jeran que habían oído a Esteban los caldeos y se fue a vivir en Jarán; b
blasfemar contra Moisés y contra y cuando murió su padre, Dios lo
Dios. trajo a esta tierra, donde ustedes vi-
12 De esa manera soliviantaron al
  ven ahora. c
pueblo, a los ancianos y a los escri- 5 Y aunque no le dio siquiera un po-

bas, los cuales se lanzaron contra él co de terreno donde poner el pie, le


y, con lujo de violencia, lo llevaron prometió que esa tierra se la daría
ante el concilio. a su descendencia, d a pesar de que
13 Los testigos falsos que presenta-
  él no tenía ningún hijo.
ron, dijeron: «Este hombre no deja 6 También le dijo Dios que sus des-

de blasfemar contra este lugar santo cendientes vivirían cuatrocientos


y contra la ley. años en otras tierras, como extran-
14 Le hemos oído decir que ese Jesús
  jeros, y que allí los esclavizarían y
de Nazaret destruirá este lugar, y los tratarían muy mal.
que cambiará las costumbres que 7Pero añadió: “Yo juzgaré a la nación

nos dio Moisés.» que los hará esclavos, y después de


15 Entonces todos los que estaban
  eso saldrán y me servirán en este
sentados en el concilio se fijaron lugar.” e
bien en Esteban, y vieron que su 8 Luego le dio el pacto de la circunci-

rostro parecía el de un ángel. sión. f Y Abrahán fue padre de Isaac, g


y lo circuncidó al octavo día. El hijo
Defensa y muerte de Esteban de Isaac fue Jacob; h y Jacob fue el

7 El sumo sacerdote le preguntó:


«¿Es verdad lo que se dice?»
2 Y Esteban respondió:

padre de los doce patriarcas. i
9 Pero ellos, por envidia, 

j vendieron

a José, y él fue llevado a Egipto. k


«Escúchenme, padres y hermanos: Pero Dios estaba con él, l
El Dios de la gloria se le apareció 10 así que lo libró de todos sus su-

a nuestro padre Abrahán mucho frimientos y le dio sabiduría para


tiempo antes de que éste viviera en congraciarse ante el faraón, rey de
Jarán, cuando aún estaba en Meso- Egipto, quien lo nombró gobernador
potamia, de su país y de su casa. m
3 y le dijo: “Deja tu tierra y tu pa-

11 En ese tiempo se desató una ham-

rentela, y ven a la tierra que te voy bruna en toda la tierra de Egipto y


a mostrar.” a de Canaán, que trajo un gran sufri-

a 7.2-3: Gn 12.1. b 7.4: Gn 11.31. c 7.4: Gn 12.4.


d 7.5: Gn 12.7; 13.15; 15.18; 17.8. e 7.6-7: Gn 15.13-14. f 7.8: Gn 17.10-14.
g 7.8: Gn 21.2-4. h 7.8: Gn 25.26. i 7.8: Gn 29.31—35.18. j 7.9: Gn 37.11.
k 7.9: Gn 37.28. l 7.9: Gn 39.2, 21. m 7.10: Gn 41.39-41.

1588
HECHOS  7

miento. Y nuestros padres tampoco lo educó en la sabiduría de los


22  

tenían qué comer. n egipcios, y él llegó a tener poder


12 Pero cuando Jacob supo que en
  por sus conocimientos y por lo que
Egipto había trigo, mandó por prime- hacía.
ra vez a nuestros padres a comprarlo. o 23 »Cuando Moisés cumplió cua-

13 La segunda vez, José les reveló a sus


  renta años, sintió deseos de visitar
hermanos quién era él, p y el Faraón a sus hermanos israelitas.
llegó a saber de dónde provenía José. q 24 Así lo hizo. Pero al ver que un

14 Luego, José mandó que llevaran


  egipcio maltrataba a uno de ellos,
a Egipto a su padre Jacob r y a toda hirió al egipcio para vengar el mal-
su familia, que eran setenta y cinco trato a su hermano.
personas. s 25 Moisés creía que los israelitas

15 Así fue como Jacob llegó a Egipto, 



t sabían que Dios los liberaría por
donde murió.  Allí también murie-
u medio de él; pero ellos no lo enten-
ron nuestros padres, dieron así.
16 pero luego sus restos fueron tras-

26 Al día siguiente, vio que unos de

ladados a Siquén y puestos en el ellos reñían, y queriendo ponerlos


sepulcro que Abrahán había com- en paz les dijo: “Ustedes son her-
prado a los hijos de Jamor. v manos; ¿por qué se maltratan?”
17 »Cuando se fue acercando el

27 Pero uno de ellos le dijo: “¿Y

tiempo de la promesa que Dios le quién te ha nombrado nuestro go-


hizo a Abrahán, el pueblo creció y bernador y juez?
se multiplicó en Egipto, 28 ¿Acaso quieres matarme, como lo

18 hasta que subió al trono otro rey,


  hiciste ayer con el egipcio?”
que no había conocido a José. w 29Al oír esto, Moisés huyó a la tierra

19 Este rey fue astuto y cruel con


  de Madián, y allí vivió como extran-
nuestro pueblo; maltrató a nuestros jero, b y se casó y tuvo dos hijos. c
padres x para que murieran sus ni- 30 »Después de cuarenta años, un

ños y no se propagaran. y ángel se le apareció en el desierto


20 Por ese tiempo nació Moisés, ni-
  del monte Sinaí, entre las llamas de
ño que agradó a Dios. Durante tres una zarza que ardía.
meses lo criaron sus padres, z 31 Moisés se quedó maravillado de

21 pero cuando estaba en peligro de


  esa visión, y se acercó para obser-
morir, la hija del faraón lo recogió y var bien. Entonces oyó la voz del
lo crió como a su propio hijo; a Señor, que le decía:

n 7.11: Gn 41.54-57. o 7.12: Gn 42.1-2. p 7.13: Gn 45.1. q 7.13: Gn 45.16.


r 7.14: Gn 45.9-10, 17-18. s 7.14: Gn 46.27. t 7.15: Gn 46.1-7. u 7.15: Gn 49.33.
v 7.16: Gn 23.3-16; 33.19; 50.7-13; Jos 24.32. w 7.17-18: Ex 1.7-8.
x 7.19: Ex 1.10-11. y 7.19: Ex 1.22. z 7.20: Ex 2.2. a 7.21: Ex 2.3-10.
b 7.23-29: Ex 2.11-15. c 7.29: Ex 18.3-4.

1589
HECHOS  7

“Yo soy el Dios de tus padres. Soy


32   rechazaron porque en su corazón
el Dios de Abrahán, de Isaac y de querían volver a Egipto.
Jacob.” Moisés temblaba de miedo 40 Por eso le dijeron a Aarón: “Haz

y no se atrevía a mirar. unos dioses que nos guíen, porque


33 Pero el Señor añadió: “Descálzate
  no sabemos que le sucedió a Moi-
los pies, porque estás pisando un sés, el que nos sacó de Egipto.” j
lugar sagrado. 41 Fue así como se hicieron un ídolo

34 He estado viendo la aflicción


  con forma de becerro, y a la he-
que sufre mi pueblo en Egipto, y chura de sus manos le ofrecieron
sé cómo gime. Por eso he venido a sacrificios y le hicieron fiesta. k
librarlos. Prepárate, porque voy a 42 Entonces Dios se apartó de ellos,

enviarte a Egipto.” d y los entregó a rendir culto a los


35 »A este Moisés, a quien los is-
  astros que veían en el cielo. Así está
raelitas rechazaron al preguntarle: escrito en el libro de los profetas:
“¿Quién te ha nombrado nuestro
gobernador juez?”, fue a quien Dios »“Israelitas, ¿acaso en el desierto
mismo envió como gobernador y li- me ofrecieron ofrendas y
bertador por medio del ángel que se sacrificios
le apareció en la zarza. durante cuarenta años?
36 Y Moisés liberó a los israelitas al
  43 ”Lejos de eso, llevaron el
realizar prodigios y señales durante tabernáculo de Moloc
cuarenta años en Egipto, e en el Mar y la estrella de su dios Refán.
Rojo f y en el desierto. g ¡Ésas fueron las imágenes que
37 Fue este mismo Moisés quien dijo
  se hicieron para adorarlas!
a los israelitas: “Dios hará que surja Por eso los llevaré más allá de
entre los hermanos de ustedes un Babilonia.” l
profeta, como me hizo surgir a mí.” h
38 Éste es el mismo Moisés que estu-
  »Nuestros padres tuvieron en el
44  

vo en el desierto con todo el pueblo desierto el tabernáculo del testimo-


y con nuestros padres, y que en el nio, que Dios mismo ordenó cuan-
monte Sinaí les comunicaba lo que do le dijo a Moisés que lo hiciera
el ángel le decía. i Fue él quien re- conforme al modelo que le había
cibió las palabras de vida que debía mostrado. m
comunicarnos. 45 Y ellos lo recibieron y lo introdu-

39 Pero nuestros padres no quisie-


  jeron con Josué n cuando tomaron
ron obedecerlo. Al contrario, lo posesión de la tierra de las nacio-

d 7.30-34: Ex 3.1-10. e 7.36: Ex 7.3. f 7.36: Ex 14.21. g 7.36: Nm 14.33.


h 7.37: Dt 18.15, 18. i 7.38: Ex 19.1—20.17; Dt 5.1-33. j 7.40: Ex 32.1.
k 7.41: Ex 32.2-6. l 7.42-43: Am 5.25-27. m 7.44: Ex 25.9, 40.
n 7.45: Jos 3.14-17.

1590
HECHOS  7​, ​8

nes, a las que Dios arrojó de la 55 Pero Esteban, lleno del Espíritu
presencia de nuestros padres. Y el Santo, levantó los ojos al cielo y vio
tabernáculo estuvo con ellos hasta la gloria de Dios, y a Jesús a su de-
los días de David. recha.
46 David fue del agrado del Señor y

56 Dijo entonces: «Veo los cielos

quiso edificarle un tabernáculo al abiertos, y que el Hijo del Hombre


Dios de Jacob, o está a la derecha de Dios.»
47pero fue Salomón quien lo edificó, p

57 Pero ellos, lanzando un fuerte

48 aunque es verdad que el Altísimo


  grito, se taparon los oídos y arre-
no habita en templos hechos por ma- metieron contra Esteban,
nos humanas. Porque el profeta dice: 58 y lo sacaron de la ciudad y lo

apedrearon. Los testigos falsos pu-


49 »“Así dice el Señor: sieron sus ropas a los pies de un
El cielo es mi trono, joven que se llamaba Saulo,
y la tierra es el estrado de mis 59 y mientras lo apedreaban, Este-

pies. ban rogaba: «Señor Jesús, recibe mi


¿Qué casa pueden edificarme? espíritu.»
¿En qué lugar pueden hacerme 60 Luego cayó de rodillas y clamó

descansar? con fuerte voz: «Señor, no les tomes


50 ¿Acaso no soy yo quien hizo en cuenta este pecado.» Y dicho es-
todo esto?” q to, murió.
51 »¡Pero ustedes son duros de ca- Saulo persigue a la iglesia
beza, de corazón y de oídos! ¡Siem-
pre se oponen al Espíritu Santo! ¡Son
iguales que sus padres! r
8 Saulo estuvo de acuerdo con la
muerte de Esteban, y ese día se
desató una gran persecución contra
52 ¿A qué profeta no persiguieron?
  la iglesia que estaba en Jerusalén, y
Mataron a los que antes habían muchos se dispersaron por las tie-
anunciado la venida del Justo, el rras de Judea y de Samaria, menos
mismo a quien ustedes entregaron los apóstoles.
y mataron. 2 Y mientras que unos hombres

53 Ustedes, que recibieron la ley por


  piadosos levantaron a Esteban y lo
medio de ángeles, no la obedecie- enterraron y lloraron mucho por él,
ron.» 3 Saulo hacía destrozos en la iglesia:

54 Cuando ellos oyeron a Esteban


  entraba a las casas, y arrastraba a
decir esto, se enfurecieron tanto que hombres y mujeres y los llevaba a
hasta les rechinaban los dientes. la cárcel. a

o 7.46: 2 S 7.1-16; 1 Cr 17.1-14. p 7.47: 1 R 6.1-38; 2 Cr 3.1-17.


q 7.49-50: Is 66.1-2. r 7.51: Is 63.10. a 8.1-3: Hch 22.4-5; 26.9-11.

1591
HECHOS  8

Predicación del evangelio 14   Los apóstoles que estaban en


en Samaria Jerusalén se enteraron de que en
4 Mientras tanto, los que se habían
  Samaria se había recibido la palabra
dispersado iban por todas partes de Dios, y enviaron a Pedro y a Juan.
anunciando el evangelio. 15 Cuando éstos llegaron, oraron por

5 Fue así como Felipe llegó a la ciu-


  ellos para que recibieran el Espíritu
dad de Samaria, y allí les predicaba Santo,
a Cristo. 16 porque el Espíritu aún no había

6 Toda la gente escuchaba con aten-


  descendido sobre ninguno de ellos,
ción lo que les decía Felipe, y oían y ya que sólo habían sido bautizados
veían los milagros que hacía. en el nombre de Jesús.
7Muchos de los que tenían espíritus

17En cuanto les impusieron las ma-

malignos eran sanados, y los espíri- nos, recibieron el Espíritu Santo.


tus salían de ellos lanzando fuertes 18 Y al ver Simón que el Espíritu

gritos; también muchos de los cojos Santo se recibía por la imposición


y paralíticos quedaban sanos, de manos de los apóstoles, les ofre-
8 y había una gran alegría en toda
  ció dinero
la ciudad. 19 y les dijo: «Denme también a mí

9 Había en Samaria un hombre lla-


  este poder, para que cuando yo im-
mado Simón, que antes había prac- ponga las manos sobre cualquier
ticado la magia, y con ella engañaba persona, ésta reciba el Espíritu
a la gente, pues les hacía creer que Santo.»
era muy poderoso. 20 Al oír esto, Pedro le dijo: «Que tu

10 Todos, desde el más pequeño has-


  dinero perezca contigo, si crees que
ta el más grande, lo escuchaban con el don de Dios puede comprarse.
mucha atención y decían que era el 21 Tú no tienes nada que ver en es-

gran poder de Dios, te asunto, porque en tu interior no


11 pues con sus artes mágicas había
  eres recto con Dios. b
captado su atención y por mucho 22 Arrepiéntete de tu maldad, y rue-

tiempo los había engañado; ga a Dios. Tal vez te perdone por


12 pero muchos hombres y mujeres
  ese mal pensamiento.
se bautizaron cuando creyeron a 23 Por lo que veo, estás en manos de

Felipe y a las buenas noticias que la amargura y la maldad.»


les anunciaba del reino de Dios y 24 Simón respondió: «Rueguen por

del nombre de Jesucristo. mí al Señor, para que no me sobre-


13 Incluso el mismo Simón creyó y se
  venga nada de lo que han dicho.»
bautizó, y siempre andaba con Felipe; 25 Después de haber testificado y

y lleno de asombro veía las señales y proclamado la palabra de Dios, ellos


los grandes milagros que Felipe hacía. volvieron a Jerusalén, y en muchas

b 8.21: Sal 78.37.

1592
HECHOS  8​, ​9

poblaciones de los samaritanos de este mundo de los vivien-


anunciaron el evangelio. tes?» c
34 El eunuco le preguntó a Felipe:

Felipe y el etíope «Te ruego que me digas: ¿De quién


26 Un ángel del Señor le habló a
  habla el profeta? ¿Habla de sí mismo,
Felipe, y le dijo: «Prepárate para ir al o de algún otro?»
desierto del sur, por el camino que 35 Entonces Felipe le empezó a ex-

va de Jerusalén a Gaza.» plicar a partir de la escritura que


27 Felipe obedeció y fue. En el ca-
  leía, y le habló también de las bue-
mino vio a un etíope eunuco, nas noticias de Jesús.
funcionario de la Candace, reina 36 En el camino encontraron agua,

de Etiopía. Era el administrador de y el eunuco dijo: «Aquí hay agua;


todos sus tesoros, y había venido a ¿hay algo que me impida ser bauti-
Jerusalén para adorar; zado?» [37Felipe le dijo: «Si crees de

28 y ahora iba de regreso en su ca-


  todo corazón, puedes ser bautiza-
rro, leyendo al profeta Isaías. do.» Y el eunuco respondió: «Creo
29 El Espíritu le dijo a Felipe: «Acér-
  que Jesucristo es el Hijo de Dios.»] 2
cate y júntate a ese carro.» 38 Y el eunuco mandó detener el ca-

30 Cuando Felipe se acercó y lo oyó


  rro, y ambos descendieron al agua
leer al profeta Isaías, le preguntó: y Felipe lo bautizó.
«¿Entiendes lo que lees?» 39 Cuando salieron del agua, el Es-

31 El etíope le respondió: «¿Y cómo


  píritu del Señor se llevó a Felipe y
voy a entender, si nadie me ense- el eunuco no volvió a verlo, pero
ña?» Y le rogó a Felipe que subiera siguió su camino lleno de gozo.
al carro y se sentara con él. 40 Mientras tanto, Felipe se en-

32 El pasaje de la Escritura que leía


  contró en Azoto, y allí anunció el
era éste: evangelio en todas las ciudades,
«Como oveja fue llevado a la hasta que llegó a Cesarea.
muerte,
como cordero delante de sus Conversión de Saulo
(Hch 22.6-16; 26.12-18)
trasquiladores
se callará y no abrirá su boca.
33 Sufrirá la cárcel, el juicio y la
muerte;
9 Saulo aún lanzaba amenazas de
muerte contra los discípulos del
Señor cuando fue a ver al sumo sa-
¿y quién entonces contará su cerdote.
historia, 2 Allí le pidió cartas para las sinago-

si él será arrancado por com- gas de Damasco para que, en caso


pleto de hallar a hombres o mujeres de

2 8.37 El texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.
c 8.32-33: Is 53.7-8.

1593
HECHOS  9

este Camino, los pudiera llevar pre- Saulo ha tenido una visión, en la
12  

sos a Jerusalén. que vio que un varón llamado Ana-


3 Pero sucedió que de pronto en el
  nías entraba y le imponía las manos,
camino, ya cerca de Damasco, lo con lo que le hacía recobrar la vista.»
rodeó un poderoso haz de luz que 13 Ananías respondió: «Pero, Se-

venía del cielo ñor, he sabido que este hombre ha


4 y que lo hizo rodar por tierra,
  tratado muy mal a tus santos en
mientras oía una voz que le decía: Jerusalén.
«Saulo, Saulo, ¿por qué me persi- 14 También sé que los principales sa-

gues?» cerdotes le han dado autoridad para


5 Y él contestó: «¿Quién eres, Se-
  aprehender a todos los que invocan
ñor?» Y la voz le dijo: «Yo soy Jesús, tu nombre.»
a quien tú persigues. [Dura cosa te 15 Y el Señor le dijo: «Ve allá, por-

es dar de coces contra el aguijón. que él es para mí un instrumento


6 Él, temblando de temor, dijo: “Se-
  escogido. Él va a llevar mi nombre
ñor, ¿qué quieres que yo haga?” Y a las naciones, a los reyes y a los
el Señor le dijo:] 3 Levántate y entra hijos de Israel.
en la ciudad. Allí se te dirá lo que 16 Yo le voy a mostrar todo lo que tiene

debes hacer.» que sufrir por causa de mi nombre.»


7Los acompañantes de Saulo se que-

17Ananías fue y, una vez dentro de

daron atónitos, porque oían la voz la casa, le impuso las manos y le di-
pero no veían a nadie. jo: «Hermano Saulo, el Señor Jesús,
8 Saulo se levantó y, cuando abrió
  que se te apareció en el camino por
los ojos, ya no podía ver, así que donde venías, me ha enviado para
de la mano lo llevaron a Damasco, que recobres la vista y seas lleno del
9 y allí estuvo tres días sin poder
  Espíritu Santo.»
ver, y tampoco comió ni bebió na- 18 Al momento, de los ojos de Saulo

da. cayó algo que parecían escamas, y


10 En Damasco había un discípu-
  éste recibió la vista. Luego que se
lo llamado Ananías, que había te- levantó, fue bautizado;
nido una visión en la que el Señor 19 y después de comer recobró las

lo llamaba por su nombre. Ananías fuerzas y durante algunos días se


había respondido: «Aquí me tienes, quedó con los discípulos que esta-
Señor.» ban en Damasco.
11 El Señor le dijo: «Levántate y ve a

la calle llamada “Derecha”; allí, en Saulo predica en Damasco


la casa de Judas, busca a un hombre Enseguida Pablo comenzó a pre-
20 

llamado Saulo, que es de Tarso y dicar en las sinagogas, donde afir-


está orando. maba que Jesús era el Hijo de Dios.

3 9.5-6 El texto que aparece entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.

1594
HECHOS  9

Todos los que lo oían predicar se


21  Desde entonces Pablo pudo
28  

quedaban atónitos, y decían: «¿Aca- quedarse en Jerusalén con los após-


so no es éste el que exterminaba toles, y entraba y salía de la ciudad,
en Jerusalén a los que invocaban el 29 y hablaba con los griegos y deba-

nombre de Jesús? ¿No es verdad que tía con ellos, pero éstos trataban de
vino acá para aprehenderlos y llevar- matarlo.
los ante los principales sacerdotes?» 30 Cuando los hermanos supieron

22 Pero Saulo iba cobrando más


  esto, lo llevaron hasta Cesarea y lo
fuerza, y confundía a los judíos que enviaron a Tarso.
vivían en Damasco al demostrarles 31 Mientras tanto, las iglesias en toda

que Jesús era el Cristo. Judea, Galilea y Samaria vivían en


paz y eran edificadas en el temor del
Saulo escapa de los judíos Señor, y su número iba en aumento
Después de algún tiempo los
23   por la fuerza del Espíritu Santo.
judíos se reunieron en consejo y
resolvieron matarlo, Curación de Eneas
24 así que día y noche hacían guar-
  Pedro visitaba a todos los her-
32  

dia a la entrada de la ciudad para manos, así que también visitó a los
matarlo. Pero Pablo se enteró de sus santos que vivían en Lida.
planes, 33 Allí había un hombre llamado

25 y una noche los discípulos lo pu-


  Eneas, que tenía ocho años de estar
sieron dentro de una canasta y lo en cama, pues era paralítico.
bajaron por la muralla de la ciudad. a 34 Cuando Pedro lo vio, le dijo:

«Eneas, Jesucristo te ha sanado.


Saulo en Jerusalén Levántate y arréglate.» Y Eneas se
26 Cuando Saulo llegó a Jerusalén,
  levantó enseguida.
tuvo la intención de reunirse con 35 Al ver esto, los habitantes de Lida

los discípulos; pero todos le tenían y de Sarón se convirtieron al Señor.


miedo porque no creían que fuera
uno de ellos. Resurrección de Dorcas
27Entonces Bernabé se encargó de
  En Jope había una discípula lla-
36  

llevar a Saulo ante los apóstoles, y mada Tabitá, es decir, Dorcas. 4 Ta-
allí les contó cómo Saulo había visto bitá siempre hacía muchas buenas
al Señor en el camino, cómo había obras y ayudaba mucho a la gente
hablado con él, y con qué valor pobre.
había predicado en Damasco en el 37Pero sucedió que en esos días se

nombre de Jesús. enfermó y murió. Entonces lavaron

4 9.36 Tanto el nombre arameo Tabitá como su equivalente griego Dorcas significan
gacela.
a 9.23-25: 2 Co 11.32-33.

1595
HECHOS  9​, ​10

su cadáver, y luego lo pusieron en que claramente vio que un ángel de


una sala. Dios entraba en donde él estaba y
38 Como Lida estaba cerca de Jope,
  le hablaba por su nombre.
los discípulos supieron que Pedro 4 Cornelio miró fijamente al ángel y,

estaba allí; entonces enviaron a dos con mucho temor, le preguntó: «Se-
hombres para pedirle que fuera a ñor, ¿qué se te ofrece?» Y el ángel
Jope urgentemente. le respondió: «Dios ha escuchado
39 Pedro se levantó y se fue con
  tus oraciones, y la ayuda que has
ellos. Cuando llegó, lo llevaron dado a otros la ha recibido como
a la sala. Allí, todas las viudas lo una ofrenda.
rodearon y, mientras lloraban, le 5 Envía a tus hombres a Jope, y haz

mostraron las túnicas y los vestidos que venga Simón, al que también
que Dorcas había hecho cuando vi- se le conoce como Pedro,
vía. 6 que está hospedándose en casa de

40 Entonces Pedro pidió que salieran


  Simón el curtidor, quien vive junto
todos; luego se puso de rodillas y, al mar.»
dirigiéndose al cuerpo, oró y dijo: 7 En cuanto se fue el ángel que

«Tabitá, ¡levántate!» Ella abrió los había hablado con Cornelio, éste
ojos y, cuando vio a Pedro, se puso llamó a dos de sus criados y a uno
de pie. de sus asistentes, que era un solda-
41 Pedro le dio la mano y la levan-
  do piadoso,
tó; luego llamó a los santos y a las 8 y luego de contarles lo sucedido los

viudas, y les entregó viva a Tabitá. envió a Jope.


42 Esto llegó a saberse en toda Jope,

9 Al día siguiente, como al medio-

y muchos creyeron en el Señor. día, mientras ellos iban acercándose


43 Durante muchos días Pedro se
  a la ciudad, Pedro subió a la azotea
quedó en Jope, en la casa de un para orar.
curtidor llamado Simón. 10 De pronto le dio mucha hambre,

y pidió de comer. Mientras le pre-


Pedro y Cornelio paraban algo, cayó en éxtasis

10 En Cesarea vivía un hombre 11 y vio que el cielo se abría, y que


llamado Cornelio; que era de él descendía algo semejante a


centurión del regimiento conocido un gran lienzo, atado por las cua-
como «Italiano». tro puntas.
2 Cornelio era un hombre piadoso

12 Dentro del lienzo había toda clase

y temeroso de Dios, lo mismo que de cuadrúpedos, reptiles y aves.


toda su familia, pues ayudaba mu- 13 Entonces oyó una voz que le decía:

cho a la gente con dinero y siempre «Pedro: levántate, mata y come.»


oraba a Dios. 14 Pedro respondió: «No, Señor, por-

3 Un día, como a las tres de la tar-


  que nunca he comido nada que sea
de, Cornelio tuvo una visión, en la común o impuro.»

1596
HECHOS  10

15 Por segunda vez la voz le dijo: «Lo 26 Pero Pedro le dijo: «Levántate. Yo
que Dios ha limpiado, no lo llames mismo soy un hombre, como tú.»
común.» 27 Mientras hablaba con él, Pedro

16 Esto se repitió tres veces. Después


  entró y se encontró con que ya se
el lienzo fue recogido y llevado in- habían reunidos muchas personas.
mediatamente al cielo. 28 Entonces les dijo: «Como ustedes

17 Mientras Pedro no lograba enten-


  saben, para un judío es muy repug-
der el significado de la visión que ha- nante juntarse o acercarse a un
bía tenido, los hombres que Cornelio extranjero, Pero Dios me ha hecho
había enviado llegaron a la puerta, y ver que no puedo llamar a nadie
preguntaban por la casa de Simón. gente común o impura.
18 Llamaron y preguntaron si allí se

29Por eso, cuando me llamaron vine

estaba hospedando Simón, al que sin replicar. Pero ahora les pregun-
también se le conocía como Pedro. to: ¿Para qué me han hecho venir?»
19 Y mientras Pedro meditaba en

30 Cornelio le dijo: «Hace cuatro

la visión, el Espíritu le dijo: «Tres días, como a esta hora, es decir, a las
hombres te buscan. tres de la tarde, yo estaba orando en
20 Así que baja a verlos, y no dudes en
  mi casa. De pronto, vi que delante
ir con ellos, porque yo los he enviado.» de mí estaba un varón vestido con
21Pedro bajó entonces a donde estaban
  ropas resplandecientes.
los hombres enviados por Cornelio, y 31 Ese varón me dijo: “Cornelio,

les dijo: «Yo soy el que ustedes buscan. Dios ha escuchado tus oraciones, y
¿Por qué han venido?» la ayuda que has dado a otros la ha
22 Ellos le dijeron: «Cornelio, el
  recibido como una ofrenda.
centurión, es un hombre justo y 32 Envía a tus hombres a Jope, y haz que

temeroso de Dios. Todos los judíos venga Simón, al que también se le cono-
hablan bien de él. Un ángel le dio ce como Pedro. Está hospedado en casa
instrucciones de que vayas a su casa, de Simón el curtidor, junto al mar.”
para que él escuche tus palabras.» 33 Así que los mandé por ti; y has

23 Entonces Pedro los hizo pasar y


  hecho bien en venir. Como puedes
los hospedó, y al día siguiente se ver, aquí estamos en la presencia de
fue con ellos y con algunos de los Dios para oír todo lo que Dios te ha
hermanos de Jope. mandado decirnos.»
24 Cuando llegaron a Cesarea, Cornelio

34 Entonces Pedro empezó a hablar, y

ya los estaba esperando y había llamado dijo: «En verdad comprendo ahora que
a sus parientes y amigos más íntimos. Dios no hace acepción de personas, a
25 En cuanto Pedro entró, Cornelio

35 sino que a él le agrada todo aquel

salió a recibirlo y, arrodillándose que le teme y hace justicia, sea de


delante él, le rindió honor. la nación que sea.

a 10.34: Dt 10.17.

1597
HECHOS  10​, ​11

36 Dios envió un mensaje a los hijos atónitos de que también los no ju-
de Israel, y en él les anunciaba las díos recibieran el don del Espíritu
buenas noticias de la paz por me- Santo,
dio de Jesucristo, que es el Señor 46 pues los oían hablar en lenguas y

de todos. magnificar a Dios.


37Ustedes bien saben que, después

47Entonces Pedro dijo: «¿Hay algún

del bautismo que predicó Juan, este impedimento para que no sean bau-
mensaje se divulgó por toda Judea, tizadas en agua estas personas, que
a partir de Galilea. también han recibido el Espíritu
38 Ese mensaje dice que Dios ungió
  Santo, como nosotros?»
a Jesús de Nazaret con el Espíritu 48 Y mandó bautizarlos en el nom-

Santo y con poder, y que él anduvo bre del Señor Jesús. Entonces le
haciendo el bien y sanando a todos rogaron que se quedara con ellos
los que estaban oprimidos por el algunos días más.
diablo, porque Dios estaba con él.
39 Nosotros somos testigos de todo

Informe de Pedro a la
lo que Jesús hizo en Judea y en Jeru- iglesia de Jerusalén
salén. Pero lo mataron, colgándolo
de un madero.
40 Sin embargo, Dios lo resucitó al

11 Los apóstoles y los herma-
nos que estaban en Judea
supieron que también los no judíos
tercer día, y permitió que muchos habían recibido la palabra de Dios,
lo vieran. 2 así que cuando Pedro subió a

41 Pero no lo vio todo el pueblo, si-


  Jerusalén, los que practicaban la
no sólo aquellos testigos que Dios circuncisión comenzaron a discutir
había elegido de antemano, es de- con él.
cir, nosotros, los que comimos y 3 Le dijeron: «¿Por qué entraste en la

bebimos con él después de que él casa de gente no judía, y comiste allí?»


resucitó de entre los muertos. 4 Pedro comenzó entonces a con-

42 Él mismo nos mandó a predicar


  tarles detalladamente lo que había
al pueblo, y a dar testimonio de que sucedido. Les dijo:
Dios lo ha nombrado Juez de los vi- 5 «Mientras yo estaba orando en Jope,

vos y de los muertos. entré en éxtasis y tuve una visión. Vi


43 Acerca de él dicen los profetas
  que del cielo bajaba hacia mí un gran
que todos los que crean en su lienzo, atado por las cuatro puntas.
nombre recibirán el perdón de sus 6 Me fijé bien, y vi que allí había

pecados.» cuadrúpedos, fieras, reptiles y aves.


44 Mientras Pedro les hablaba así,

7Oí además una voz que me decía:

el Espíritu Santo cayó sobre todos “Pedro, levántate, mata y come.”


los que lo escuchaban. 8 Yo respondí: “No, Señor, porque

45 Los judíos circuncidados que ha-


  nunca he comido nada que sea co-
bían acompañado a Pedro estaban mún o impuro.”

1598
HECHOS  11

Pero desde el cielo la voz me dijo


9  La iglesia en Antioquía
la segunda vez: “Lo que Dios ha 19 Mientras tanto, los que habían

limpiado, no lo llames tú impuro.” sido dispersados por la persecución


10 Esto se repitió tres veces, después
  que se desató por causa de Esteban, b
de lo cual el lienzo fue llevado de llegaron hasta Fenicia, Chipre y An-
nuevo al cielo. tioquía, y hablaban de las buenas
11 En ese momento llegaron a la casa
  noticias solamente a los judíos.
donde yo estaba, tres hombres que 20 Pero había allí unos varones de

desde Cesarea habían venido por mí. Chipre y de Cirene, que al entrar
12 El Espíritu me dijo que no dudara
  en Antioquía habían hablado tam-
y los acompañara, así que estos seis bién a los griegos acerca de las
hermanos fueron conmigo, y entra- buenas noticias del Señor Jesús.
mos en casa de un varón 21 Y con la ayuda del Señor un gran

13 que nos contó que en su casa


  número de personas creyó y se con-
había visto un ángel, que le dijo: virtió al Señor.
“Envía algunos de tus hombres a 22 Como esto llegó a oídos de la

Jope, y haz que venga Simón, al que iglesia en Jerusalén, enviaron a


también se le conoce como Pedro. Bernabé hasta Antioquía.
14 Él te dirá cómo tú y todos los de

23 Y cuando él llegó y constató la

tu casa pueden ser salvados.” bondad de Dios, se alegró mucho y


15 Apenas había comenzado a hablar
  exhortó a todos a permanecer fieles
cuando el Espíritu Santo se manifes- al Señor, con todo el fervor de su
tó sobre ellos, como al principio se corazón.
manifestó en nosotros. 24 Bernabé era un hombre bueno,

16 Entonces me acordé de las pa-


  lleno de fe y del Espíritu Santo, así
labras del Señor, cuando dijo: que una gran multitud se agregó
“Ciertamente, Juan bautizó con para seguir al Señor.
agua; pero ustedes serán bautizados 25 Después de eso, Bernabé se fue a

con el Espíritu Santo.” a Tarso para buscar a Saulo, y cuando


17 Pues si Dios les concedió a ellos
  lo encontró lo llevó a Antioquía.
el mismo don que a nosotros, que 26 Durante todo un año se congre-

hemos creído en el Señor Jesucristo, garon con la iglesia y enseñaron a


¿quién soy yo para oponerme a mucha gente. Y fue allí en Antio-
Dios?» quía en donde a los discípulos de
18 Al oír esto, ellos se callaron y
  Jesús se les llamó cristianos por
glorificaron a Dios. Decían: «¡Así primera vez.
que Dios también les ha concedido 27Por aquellos días, unos profetas

a los no judíos la oportunidad de salieron de Jerusalén para visitar


arrepentirse para que tengan vida!» Antioquía.

a 11.16: Hch 1.5. b 11.19: Hch 8.1-4.

1599
HECHOS  11​, ​12

Uno de ellos, llamado Agabo, c se


28   dos soldados, sujeto con dos cadenas,
levantó para anunciar la hambruna y frente a la puerta había también
que estaba por llegar a toda la tie- guardias que vigilaban la cárcel.
rra, y que el Espíritu le había dado 7De pronto una luz iluminó la cár-

a saber. Esto sucedió en los días del cel y apareció un ángel del Señor, el
emperador Claudio. cual tocó a Pedro en el costado para
29 Entonces los discípulos acordaron
  despertarlo, y le dijo: «¡De prisa, le-
socorrer a los hermanos que vivían vántate!» Y al instante las cadenas
en Judea, según lo que cada uno se le cayeron de las manos.
tuviera, 8 Entonces el ángel le dijo: «Recoge

30 y por medio de Bernabé y de Sau-


  tu ropa y átate las sandalias; en-
lo enviaron ayuda a los ancianos. vuélvete en tu manto y sígueme.»
Y Pedro obedeció.
Muerte de Jacobo; 9 Salieron de la celda y Pedro lo si-

encarcelamiento de Pedro guió, aunque creía que lo que el

12 Por eso mismos días el rey


Herodes mandó aprehender
a algunos miembros de la iglesia pa-
ángel hacía era una visión.
10 Pasaron la primera y la segunda

guardia, y al llegar a la puerta de


ra maltratarlos. hierro que daba a la ciudad, ¡ésta se
2 A Jacobo, hermano de Juan, lo ma-
  abrió por sí misma! Una vez afuera,
tó a filo de espada cruzaron una calle y luego el ángel
3 Y al ver que esto agradó a los ju-
  desapareció.
díos, mandó aprehender también a 11 Entonces Pedro volvió en sí, y di-

Pedro, en la fiesta de los panes sin jo: «Ahora me doy cuenta de que en
levadura. verdad el Señor envió su ángel para
4 Luego lo encarceló y lo entregó
  librarme de Herodes y de todo lo
a cuatro grupos de soldados, para que el pueblo judío esperaba hacer.»
que lo vigilaran. Cada grupo esta- 12 Mientras pensaba así, llegó a

ba compuesto de cuatro soldados, y casa de María, la madre de Juan, a


Herodes tenía la intención de pre- quien todos conocían como Marcos.
sentarlo ante el pueblo después de Muchos hermanos se habían reuni-
la pascua. a do allí para orar.
5 Mientras que Pedro era bien vi-

13 Cuando Pedro llamó a la puerta

gilado en la cárcel, en la iglesia se del patio, una muchacha llamada


oraba constantemente a Dios por él. Rode salió a ver quien llamaba,
14 y al reconocer la voz de Pedro se

Pedro es librado de la cárcel puso tan alegre que no abrió, sino


6 La noche en que Herodes lo iba a
  que corrió a decir que Pedro estaba
sacar, Pedro estaba durmiendo entre a la puerta.

c 11.28: Hch 21.10. a 12.4: Ex 12.1-27.

1600
HECHOS  12​, ​13

15 Ellos le dijeron que estaba loca. gloria a Dios, y Herodes murió agu-
Pero ante su insistencia, ellos dije- sanado.
ron: «¡Ha de ser su ángel!» 24 Mientras tanto, la palabra del

16 Mientras tanto, Pedro seguía lla-


  Señor seguía extendiéndose y mul-
mando; así que cuando abrieron y tiplicándose.
lo vieron, se quedaron atónitos. 25 Cuando Bernabé y Saulo cum-

17Pero Pedro les hizo señas con la


  plieron su servicio, volvieron de Jeru-
mano para que callaran, y entonces salén y se llevaron con ellos a Juan,
les contó cómo el Señor lo había sa- también conocido como Marcos.
cado de la cárcel. Y añadió: «Digan
esto a Jacobo y a los hermanos.» Bernabé y Saulo comienzan
Luego salió, y se fue a otro lugar. su primer viaje misionero

13
18 Cuando amaneció, hubo mucho
  En la iglesia de Antioquía
alboroto entre los soldados, pues no eran profetas y maestros
sabían qué había pasado con Pedro. Bernabé y Simón, al que llamaban
19 Herodes lo buscó y, como no lo
  Niger; Lucio de Cirene; Manaén,
halló, hizo interrogar a los guardias que se había criado con el tetrarca
y luego ordenó que los mataran. Pe- Herodes, y Saulo.
dro, por su parte, salió de Judea y 2 Como ellos servían al Señor y

se fue a Cesarea, donde se quedó. ayunaban siempre, el Espíritu San-


to dijo: «Apártenme a Bernabé y a
Muerte de Herodes Saulo, porque los he llamado para
Herodes estaba muy enojado con
20   un importante trabajo.»
los habitantes de Tiro y de Sidón, pe- 3 Y así, después de que todos ayu-

ro ellos se pusieron de acuerdo y so- naron y oraron, les impusieron las


bornaron al camarero mayor del rey, manos y los despidieron.
un hombre llamado Blasto, para que
los llevara ante él; y es que querían Los apóstoles predican en Chipre
llegar a un arreglo amistoso, pues 4 Bernabé y Saulo fueron llevados

sus abastos los recibían a través del por el Espíritu Santo a Seleucia, y de
territorio del rey. allí navegaron a Chipre.
21 El día convenido, Herodes llegó

5 Al llegar a Salamina, comenzaron

vestido con sus ropas reales y se a predicar la palabra de Dios en las


sentó en el trono para dirigirles un sinagogas de los judíos. Juan iba con
discurso formal. ellos y les ayudaba.
22 El pueblo estaba muy emociona-

6 Luego atravesaron toda la isla, has-

do y lo aclamaba a grandes gritos: ta llegar a Pafos, donde había un


«¡Queremos voz de Dios, y no voz mago y falso profeta judío, llamado
de un hombre!» Bar Jesús,
23 En ese momento, un ángel del

7que estaba con el procónsul Sergio

Señor lo hirió porque no le dio la Paulo, quien era un varón muy pru-

1601
HECHOS  13

dente. Sergio Paulo mandó llamar a tienen alguna enseñanza o exhorta-


Bernabé y a Saulo, porque deseaba ción para el pueblo, los escuchamos.»
oír la palabra de Dios. 16 Entonces Pablo se levantó y, lue-

8 Pero el mago Elimas (que así se tra-


  go de hacerles una señal para que
duce su nombre), se lo impedía y guardaran silencio, dijo:
procuraba apartar de la fe al procónsul. «Escúchenme ustedes, varones is-
9 Como Saulo, o sea, Pablo, estaba
  raelitas, y todos los que temen a Dios:
lleno del Espíritu Santo, fijó la mi- 17El Dios de Israel eligió a nuestros

rada en el mago padres y enalteció a su pueblo, y


10 y dijo: «¡Eres un hijo del diablo!
  aunque ellos vivieron en Egipto co-
¡Estás lleno de mentira y de mal- mo extranjeros, a Dios los sacó de
dad, y eres enemigo de la justicia! allí con gran despliegue de poder. b
¿Cuándo dejarás de trastornar los 18 Durante unos cuarenta años los

caminos rectos del Señor? toleró en el desierto; c


11 Pon atención, porque la mano del

19 y después de destruir a siete na-

Señor está en tu contra y vas a que- ciones en Canaán, d les dio esas
darte ciego; no podrás ver el sol por tierras por herencia. e
algún tiempo.» Y al instante quedó 20 Cuatrocientos cincuenta años des-

completamente ciego; y caminaba pués, fueron gobernados por jueces f


en círculos, buscando alguien que hasta que llegó el profeta Samuel. g
lo llevara de la mano. 21 Más tarde pidieron un rey, 

h y
12 Cuando el procónsul vio lo que
  Dios les dio a Saúl hijo de Cis, de la
había sucedido, quedó maravillado tribu de Benjamín, i quien los gober-
de la enseñanza del Señor y creyó. nó durante cuarenta años.
22 Cuando Dios le quitó el trono a

Pablo y Bernabé en Saúl, j puso como rey a David, de


Antioquía de Pisidia quien dijo: “Me agrada David, el
13 Después de que zarparon de Pa-
  hijo de Yesé, porque sé que él cum-
fos, Pablo y sus compañeros arriba- plirá los planes que yo tengo.” k
ron a Perge de Panfilia; allí Juan se 23 De acuerdo con su promesa, Dios

apartó de ellos y volvió a Jerusalén. levantó de la descendencia de David


14 De Perge, siguieron a Antioquía de
  un salvador para Israel, que es Jesús.
Pisidia; y un día de reposo entraron 24 Antes de que Jesús viniera, Juan

en la sinagoga del lugar y se sentaron. predicó el bautismo de arrepenti-


15 Después de la lectura de la ley y
  miento l a todo el pueblo de Israel.
de los profetas, los principales de la 25 Cuando Juan estaba por terminar

sinagoga les dijeron: «Hermanos, si su obra, preguntó: “¿Quién creen

a 13.17: Ex 1.7. b 13.17: Ex 12.51. c 13.18: Nm 14.34; Dt 1.31. d 13.19: Dt 7.1.


e 13.19: Jos 14.1. f 13.20: Jue 2.16. g 13.20: 1 S 3.20. h 13.21: 1 S 8.5.
i 13.21: 1 S 10.21. j 13.22: 1 S 13.14. k 13.22: 1 S 16.12; Sal 89.20.
l 13.24: Mc 1.4; Lc 3.3.

1602
HECHOS  13

ustedes que soy yo? No soy el que En cuanto a levantarlo de entre


34  

esperan. m Pero después de mí vie- los muertos, para que su cuerpo no


ne uno, del que no soy digno de llegara a corromperse, se dijo así:
desatar las correas de su calzado.” n “Yo les cumpliré fielmente a uste-
26 »Ustedes, hermanos descendien-
  des las santas promesas que le hice
tes de Abrahán, y todos ustedes, los a David.” s
que honran a Dios, este mensaje de 35 Y también se dice en otro salmo:

salvación ha sido enviado a nosotros. “No permitirás que el cuerpo de tu


27 Los habitantes de Jerusalén y
  escogido se corrompa.” t
sus gobernantes no reconocieron a 36 Es un hecho que, por la voluntad

Jesús ni lo que dijeron los profetas, de Dios, David sirvió a su gene-


lo cual se lee en los días de reposo, ración y, cuando murió, se fue a
pero dieron cumplimiento a esas reunir con sus padres; pero su cuer-
palabras al condenar a Jesús. po se corrompió.
28 Y aunque no encontraron en él

37Sin embargo, el cuerpo de Jesús

nada que mereciera su muerte, le no se corrompió, porque Dios lo


pidieron a Pilato que lo matara. o resucitó.
29 Cuando se cumplió todo lo que

38 Hermanos, quiero que sepan que

estaba escrito acerca de él, lo ba- les estamos anunciando el perdón


jaron del madero y lo sepultaron. p de sus pecados por medio de Jesús.
30 Pero Dios lo resucitó de los muer-

39 La ley de Moisés no pudo justifi-

tos, carles todos esos pecados, pero en


31 y durante muchos días Jesús
  Jesús queda justificado todo aquel
se apareció a los que lo habían que cree en él.
acompañado desde Galilea hasta 40 Tengan, pues, cuidado de que no

Jerusalén. q Y ellos son ahora sus les sobrevenga lo que anunciaron


testigos ante el pueblo. los profetas:
32 Nosotros también les anunciamos

a ustedes las buenas noticias de la 41 “Ustedes, que todo lo despre-


promesa que Dios hizo a nuestros cian,
padres: ¡asómbrense y desaparezcan!
33 Dios la ha cumplido en sus hijos,
  En los días de ustedes haré
es decir, en nosotros, al resucitar a algo tan grande
Jesús. Así está escrito en el salmo que no podrán creerlo,
segundo, que dice: “Tú eres mi hijo. aunque alguien se lo expli-
Hoy te he engendrado.” r que.”» u

m 13.25: Jn 1.20. n 13.25: Mt 3.11; Mc 1.7; Lc 3.16; Jn 1.27.


o 13.28: Mt 27.22-23; Mc 15.13-14; Lc 23.21-23; Jn 19.15.
p 13.29: Mt 27.57-61; Mc 15.42-47; Lc 23.50-56; Jn 19.38-42. q 13.31: Hch 1.3.
r 13.33: Sal 2.7. s 13.34: Is 55.3. t 13.35: Sal 16.10. u 13.41: Hab 1.5.

1603
HECHOS  13​, ​14

Cuando ellos salieron de la si-


42   49 Y la palabra del Señor se difundía
nagoga, les rogaron que el siguiente por toda aquella provincia.
día de reposo volvieran a hablarles 50 Pero los judíos instigaron a las

de estas cosas. mujeres piadosas y distinguidas, y


43 Luego se despidió a la congrega-
  a los principales de la ciudad, para
ción, y muchos judíos y conversos que iniciaran una persecución en
piadosos siguieron a Pablo y a Ber- contra de Pablo y Bernabé; así que
nabé, y ellos siguieron hablándoles los expulsaron de su territorio.
y animándolos a mantenerse en la 51 Ellos, por su parte, al salir de la

gracia de Dios. ciudad se sacudieron el polvo de los


44 El siguiente día de reposo casi to-
  pies en señal de protesta, w y se fue-
dos los habitantes de la ciudad se reu- ron a Iconio.
nieron para oír la palabra de Dios, 52 Y los discípulos estaban gozosos

45 pero cuando los judíos vieron tanta


  y llenos del Espíritu Santo.
gente, se llenaron de celos y rebatían
lo que Pablo decía, y lo contradecían Pablo y Bernabé en Iconio
y lo maldecían.
46 Entonces Pablo y Bernabé les di-

jeron con toda franqueza: «Estamos


14 Cuando llegaron a Iconio,
siguiendo su costumbre en-
traron en la sinagoga de los judíos; y
seguros de que era necesario que era tal la convicción con que habla-
ustedes fueran los primeros en es- ban que una gran multitud de judíos
cuchar la palabra de Dios. Pero como y de griegos creyó.
ustedes la rechazan y no se conside- 2 Pero los judíos que no quisieron

ran dignos de recibir la vida eterna, creer, dañaron el ánimo de los que
ahora vamos a predicarles a los que no eran judíos y los azuzaron contra
no son judíos. los hermanos.
47Ésa es la orden que el Señor nos

3 A pesar de eso, Bernabé y Pablo

dio, cuando dijo: se quedaron allí mucho tiempo,


y hablaban sin ningún temor y
»“Te he puesto como luz para confiados en el Señor, que por su
las naciones, bondad y misericordia les concedió
para que lleves salvación hasta hacer milagros prodigiosos.
los confines de la tierra.”» v 4 La gente de la ciudad estaba divi-

dida, porque unos apoyaban a los


48 Cuando los que no eran judíos
  judíos y otros a los apóstoles.
oyeron esto, se alegraron y glorifica- 5 Entonces judíos y no judíos, y sus

ron la palabra del Señor, y todos los gobernantes, se juntaron con la


que estaban destinados a recibir la intención de hacerles daño a los
vida eterna creyeron. apóstoles y apedrearlos;

v 13.47: Is 42.6; 49.6. w 13.51: Mt 10.14; Mc 6.11; Lc 9.5; 10.11.

1604
HECHOS  14

pero ellos se dieron cuenta y hu-


6  la tierra y el mar, y de todo lo que
yeron a Listra y Derbe, ciudades de hay en ellos, y que se aparten de
Licaonia, y de allí fueron a todas las todo esto, que para nada sirve.
regiones cercanas, 16 En el pasado, Dios permitió que

7donde predicaban el evangelio.


  la gente anduviera por sus propios
caminos,
Pablo es apedreado en Listra 17aunque no dejó de manifestar su

En Listra había un hombre lisia-


8  poder al enviarnos toda clase de
do de nacimiento; no podía mover bienes, pues del cielo nos viene la
los pies ni había caminado jamás. lluvia, que hace fructificar la tierra
Estaba sentado, para nuestro sustento y alegría.»
9 escuchando a Pablo; y cuando Pa-

18 Cuando ellos dijeron esto, casi les

blo lo vio a los ojos, comprendió fue imposible impedir que la multi-
que tenía fe para ser sanado. tud les ofreciera sacrificio.
10 Entonces Pablo levantó la voz y

19En ese momento llegaron de An-

le dijo: «Levántate, y apóyate sobre tioquía y de Iconio unos judíos que


tus pies.» Y aquel hombre dio un persuadieron a la multitud para que
salto y comenzó a caminar. apedreara a Pablo; después de eso lo
11 Al ver la gente lo que Pablo había
  arrastraron y lo llevaron fuera de la ciu-
hecho, comenzó a gritar en lengua dad, pues creían que estaba muerto.
licaónica: «Los dioses han bajado 20 Pero los discípulos lo protegieron,

en forma de hombres, y nos están y Pablo se levantó y entró en la ciu-


visitando.» dad, y al día siguiente salió con
12 A Bernabé lo llamaron Júpiter, y
  Bernabé para Derbe.
como Pablo era el que hablaba, a él 21 Después de anunciar el evangelio

lo llamaron Mercurio. en aquella ciudad y de hacer mu-


13 El sacerdote de Júpiter, que oficia-
  chos discípulos, los dos regresaron
ba en el templo que estaba frente a Listra, a Iconio y a Antioquía,
a la ciudad, llevó hasta las puertas 22 y allí infundían ánimo a los dis-

toros y guirnaldas, y les quería cípulos y los alentaban a mantener


ofrecer sacrificios junto con la mu- la fe. Les decían: «Para entrar en
chedumbre. el reino de Dios nos es necesario
14 Cuando Bernabé y Pablo se ente-
  pasar por muchas tribulaciones.»
raron de esto, se rasgaron la ropa 23 También nombraron ancianos en

y corrieron entre la multitud, y a cada iglesia, y luego de orar y ayu-


gritos dijeron: nar los encomendaron al Señor, en
15 «Amigos, ¿por qué hacen esto?
  quien habían creído.
Nosotros somos unos simples mor-
tales, lo mismo que ustedes. Hemos El regreso a Antioquía de Siria
venido a decirles que se vuelvan al 24 Luego de pasar por Pisidia, lle-

Dios de la vida, al creador del cielo, garon a Panfilia;

1605
HECHOS  14​, ​15

25 después predicaron el evangelio opusieron a ellos y dijeron: «Es ne-


en Perge, y se fueron a Atalia; cesario circuncidarlos, y mandarles
26 de allí navegaron hasta Antioquía,
  que cumplan con la ley de Moisés.»
en donde los habían encomendado 6 Los apóstoles y los ancianos se

a Dios para que hicieran la obra que reunieron para tratar este asunto,
ya habían cumplido. 7y luego de mucho discutir, Pedro

27Cuando llegaron, reunieron a la


  se levantó y les dijo: «Queridos
iglesia y narraron las grandes cosas hermanos, ustedes saben que hace
que Dios había hecho con ellos, y algún tiempo Dios determinó que
cómo había abierto la puerta de la yo mismo proclamara a los no ju-
fe para que los no judíos entraran díos el mensaje del evangelio, para
por ella. que creyeran. b
28 Y allí se quedaron mucho tiempo

8 Y Dios, que conoce los corazones,

con los discípulos. los confirmó y les dio el Espíritu


Santo, c lo mismo que a nosotros. d
El concilio en Jerusalén 9 Dios no hizo ninguna diferencia

15 De Judea llegaron algunos


que enseñaban a los her-
manos que, si no se circuncidaban
entre ellos y nosotros, sino que por
la fe purificó sus corazones.
10 Entonces, ¿por qué ponen a prueba

según el rito de Moisés, a no podían a Dios, al imponer sobre los discípu-


ser salvos. los una carga que ni nuestros padres
2 Como Pablo y Bernabé tuvieron
  ni nosotros hemos podido llevar?
una fuerte discusión con ellos, se 11 Lo que creemos es que, por la

acordó que los dos y algunos otros bondad del Señor Jesús, seremos
fueran a Jerusalén para tratar esta salvos lo mismo que ellos.»
cuestión con los apóstoles y los an- 12 Al oír que Bernabé y Pablo con-

cianos. taban las grandes señales y mara-


3 Como habían sido enviados por la
  villas que Dios había realizado por
iglesia, pasaron por Fenicia y Sama- medio de ellos entre los no judíos,
ria, y allí hablaron de la conversión toda la multitud guardó silencio;
de los no judíos, lo cual hizo que 13 y cuando terminaron de hablar,

todos los hermanos se alegraran Jacobo respondió y dijo: «Herma-


mucho. nos, escúchenme.
4 Cuando llegaron a Jerusalén, fueron

14 Simón nos ha contado cómo Dios

recibidos por la iglesia, los apóstoles visitó a los no judíos por primera
y los ancianos, y allí contaron todo lo vez, para añadirlos al pueblo que
que Dios había hecho con ellos. cree en su nombre.
5 Pero algunos creyentes de la secta

15 Las palabras de los profetas con-

de los fariseos, que estaban allí, se cuerdan en esto, pues está escrito:

a 15.1: Lv 12.3. b 15.7: Hch 10.1-43. c 15.8: Hch 10.44. d 15.8: Hch 2.4.

1606
HECHOS  15

16 »“Después de esto volveré, Hemos sabido que algunos her-


24  

y reedificaré el caído taber- manos que estaban con nosotros,


náculo de David; a quienes no les dimos ninguna
repararé sus ruinas orden, los han perturbado e inquie-
y lo volveré a levantar, tado a ustedes con sus enseñanzas.
17 para que el resto de la huma- 25 Hemos llegado al acuerdo, que nos

nidad busque al Señor, parece bien, de elegir a algunos herma-


y también todas las naciones nos y enviarlos a ustedes con nuestros
que invocan mi nombre.” amados hermanos Bernabé y Pablo.
26 Ellos han expuesto su vida por

18  »Esto lo dice el Señor. Lo ha causa del nombre de nuestro Señor


dado a conocer desde los tiempos Jesucristo.
antiguos. e 27Así que con ellos van Judas y Silas,

19»Mi consejo es que no inquieten


  quienes en sus propias palabras les
a los no judíos para que se convier- dirán esto mismo.
tan a Dios, 28 Al Espíritu Santo y a nosotros nos

20 sino que los instruyan para que


  ha parecido bien no imponerles nin-
se aparten de la idolatría, f del li- guna otra carga, sino sólo esto que
bertinaje sexual, g del comer carne necesitan saber:
de animales ahogados, y de comer 29 que deben abstenerse de comer

sangre. h lo que se ha sacrificado a los ído-


21 A Moisés no le falta quien lo pre-
  los, de comer sangre o la carne de
dique en las sinagogas, cada día de animales ahogados, y del libertinaje
reposo, en cada ciudad y desde los sexual. Harán bien en evitar estas
tiempos antiguos.» cosas. Que estén muy bien.»
22 A los apóstoles, a los ancianos

30 Cuando los hermanos que fue-

y a toda la iglesia, les pareció bue- ron enviados llegaron a Antioquía,


na idea elegir de entre ellos a algu- reunieron a la congregación y entre-
nos hermanos, y eligieron a Judas, garon la carta.
también conocido como Barsabás, 31 Cuando los hermanos terminaron

y a Silas, pues sobresalían entre los de leerla, se alegraron por el con-


demás hermanos, y los enviaron a suelo recibido.
Antioquía con Pablo y Bernabé. 32 Como Judas y Silas también eran

23 Por conducto de ellos enviaron un


  profetas, con mucho afecto fraternal
escrito: «Los apóstoles y los ancia- consolaron y confirmaron en la fe a
nos, a nuestros hermanos no judíos los hermanos,
en Antioquía, Siria y Cilicia. Reci- 33 y después de haber pasado un

ban nuestros saludos. tiempo con ellos, los hermanos

e 15.16-18: Am 9.11-12. f 15.20: Ex 34.15-17. g 15.20: Lv 18.6-23.


h 15.20: Lv 17.10-16.

1607
HECHOS  15​, ​16

los despidieron en paz, para que hijo de una judía cristiana y de pa-
regresaran con quienes los habían dre griego.
enviado. 2 Los hermanos que estaban en Listra

34 Silas prefirió quedarse allí,


  y en Iconio hablaban muy bien de él,
35 así que Pablo y Bernabé conti-

3 así que Pablo quiso que Timoteo lo

nuaron enseñando la palabra del acompañara. Para evitar problemas


Señor en Antioquía, y anunciando con los judíos que había en aquellos
el evangelio a muchos más. lugares, Pablo hizo que Timoteo se
circuncidara, pues todos sabían que
Pablo se separa de Bernabé su padre era griego.
y comienza su segundo 4 Cuando ellos pasaban por las ciu-

viaje misionero dades, entregaban las reglas que


36 Algunos días después, Pablo le
  los apóstoles y los ancianos en Je-
dijo a Bernabé: «Volvamos a visitar rusalén habían acordado que se
a los hermanos en las ciudades don- pusieran en práctica.
de hemos anunciado la palabra del 5 Y así las iglesias eran confirmadas

Señor, para ver cómo están.» en la fe, y su número aumentaba


37Bernabé quería que los acompaña-
  cada día.
ra Juan, que también era conocido
como Marcos, La visión del varón macedonio
38 pero Pablo no estuvo de acuerdo

6 Como el Espíritu Santo no les per-

porque Juan se había separado de mitió proclamar la palabra en Asia,


ellos en Panfilia i y no había traba- ellos se limitaron a atravesar Frigia
jado con ellos. y la provincia de Galacia.
39 Tan grande fue el desacuerdo

7 Cuando llegaron a Misia, inten-

entre ellos, que terminaron por se- taron ir a Bitinia, pero el Espíritu
pararse: Bernabé tomó a Marcos y tampoco se lo permitió.
se embarcó a Chipre, 8 Entonces dejaron de lado a Misia

40 pero Pablo escogió a Silas. Los


  y llegaron a Troas.
hermanos lo encomendaron a la 9 Allí, una noche Pablo tuvo una

bendición del Señor, visión, en la que veía ante él a un


41 y a su paso por Siria y Cilicia fue
  varón macedonio, que suplicante le
confirmando a las iglesias. decía: «Pasa a Macedonia, y ayúda-
nos.»
Timoteo acompaña a 10 Después de que Pablo tuvo la vi-

Pablo y a Silas sión, enseguida nos dispusimos a

16 Después, Pablo llegó a Der-


be y a Listra. Allí había un
discípulo llamado Timoteo, que era
partir hacia Macedonia, pues estába-
mos seguros de que Dios nos estaba
llamando a anunciarles el evangelio.

i 15.38: Hch 13.13.

1608
HECHOS  16

En la cárcel de Filipos Jesucristo, te ordeno que salgas de


11 Nos embarcamos en Troas, y
  ella!» Y al instante el espíritu la
fuimos directamente a Samotra- abandonó.
cia; al día siguiente proseguimos a 19 Pero al ver sus amos que iban a

Neápolis, perder sus ganancias, aprehendieron


12 y de allí fuimos a Filipos, que es
  a Pablo y a Silas, y los presentaron
una colonia y la ciudad principal de ante las autoridades, en la plaza pú-
la provincia de Macedonia; en esa blica.
ciudad estuvimos algunos días. 20 Allí, ante los magistrados, dijeron:

13 Un día de reposo salimos de la


  «Estos judíos andan alborotando a
ciudad y llegamos al río, donde se nuestra ciudad,
hacía la oración; allí nos sentamos 21 y enseñan costumbres que noso-

y trabamos conversación con las tros, como romanos, no podemos


mujeres allí reunidas. aceptar ni practicar.»
14 Entre las que nos oían estaba

22 La gente se agolpó contra ellos;

una mujer llamada Lidia, que ven- los magistrados les rasgaron las ro-
día telas de púrpura en la ciudad pas, y ordenaron que se les azotara
de Tiatira. Lidia adoraba a Dios, y con varas.
el Señor tocó su corazón para que 23 Después de darles muchos azo-

diera cabida a lo que Pablo decía. tes, los arrojaron en la cárcel y le


15 Cuando ella y su familia fueron
  ordenaron al carcelero que los man-
bautizadas, suplicante nos dijo: tuviera constantemente vigilados.
«Si ustedes consideran que soy 24 Al recibir esta orden, el carcelero

fiel al Señor, vengan a mi casa y los metió hasta el último calabozo,


hospédense allí.» Y nos sentimos y les sujetó los pies en el cepo.
obligados a quedarnos allí. 25 A la medianoche, Pablo y Silas

16 Pero sucedió que, mientras nos


  oraban y cantaban himnos a Dios,
dirigíamos al lugar de oración, una mientras los presos los escuchaban.
joven adivina salió a nuestro encuen- 26 De pronto hubo un terremoto,

tro; por su capacidad de adivinación, tan violento que los cimientos de la


ella era para sus amos una fuente de cárcel se estremecieron. Al instante
muchas ganancias. se abrieron todas las puertas, y las
17La joven venía tras nosotros, y a
  cadenas de todos se soltaron.
voz en cuello gritaba: «Estos hom- 27 El carcelero despertó, y cuando

bres son siervos del Dios Altísimo, vio abiertas las puertas de la cár-
y les anuncian el camino de salva- cel, sacó su espada y quiso matarse,
ción.» pues pensaba que los presos habían
18 Esto lo repitió durante muchos
  huido.
días; pero Pablo se molestó mucho 28 Pero con fuerte voz Pablo le dijo:

y, finalmente, se dio vuelta y le dijo «¡No te hagas ningún daño, que to-
a ese espíritu: «¡En el nombre de dos estamos aquí!»

1609
HECHOS  16​, ​17

29 Entonces el carcelero pidió una Al salir de la cárcel, se dirigieron


40 

luz y, temblando de miedo, corrió a la casa de Lidia y, luego de ver a


hacia dentro y se echó a los pies de los hermanos, los consolaron y se
Pablo y de Silas; fueron.
30 luego los sacó y les preguntó:

«Señores, ¿qué debo hacer para El alboroto en Tesalónica


salvarme?»
31 Ellos le dijeron: «Cree en el Se-

ñor Jesucristo, y se salvarán tú y tu


17 Después de pasar por Anfí-
polis y Apolonia, llegaron a
Tesalónica, donde había una sina-
familia.» goga judía.
32 Y les hablaron de la palabra del

2 Pablo fue entonces a la sinagoga,

Señor a él y a toda su familia. como era su costumbre, y duran-


33 A esas horas de la noche el carce-
  te tres días de reposo debatió con
lero los tomó y les lavó las heridas, ellos. Con base en las Escrituras,
y luego él y toda su familia fueron 3 les aclaró y explicó que era necesa-

bautizados; rio que Cristo padeciera y resucitara


34 después los llevó a su casa y les
  de los muertos. Les decía: «Jesús, a
sirvió de comer, y él y toda su casa quien yo les anuncio, es el Cristo.»
se alegraron mucho de haber creído 4 Algunos de ellos creyeron y se

en Dios. unieron a Pablo y a Silas, lo mismo


35 Al día siguiente, los magistrados
  que muchos griegos piadosos y nu-
enviaron unos alguaciles a decirle: merosas mujeres nobles.
«Suelta a esos hombres.» 5 Pero los judíos que no creyeron se

36 El carcelero le dijo a Pablo: «Los


  llenaron de envidia, así que lograron
magistrados mandan a decir que los reunir a una turba de vagos y ma-
deje libres; así que salgan y váyanse leantes, y comenzaron a alborotar la
tranquilos.» ciudad, y en su búsqueda de Pablo Y
37Pero Pablo dijo: «Después de que
  Silas irrumpieron en la casa de Jasón,
nos azotaron públicamente, nos echa- pues querían expulsarlos del pueblo.
ron en la cárcel sin una sentencia 6 Como no los hallaron, llevaron a

judicial, ¿ahora nos van a liberar en Jasón y a algunos hermanos ante las
secreto? ¡De ninguna manera! Noso- autoridades de la ciudad, mientras
tros somos ciudadanos romanos. ¡Que gritaban: «¡Esos que están trastor-
vengan ellos mismos a sacarnos!» nando el mundo entero, ya han
38 Los alguaciles fueron a decir a los
  llegado acá!
magistrados lo que Pablo había di- 7Jasón los ha recibido, y todos sus

cho; y éstos se asustaron al enterarse seguidores desobedecen los decre-


de que eran ciudadanos romanos. tos de César. Dicen que hay otro
39 Entonces fueron a la cárcel, y con
  rey, y que se llama Jesús.»
ruegos les pidieron que salieran y 8 Al oír esto, el pueblo y las autori-

se fueran de la ciudad. dades de la ciudad se alborotaron:

1610
HECHOS  17

pero Jasón respondió por ellos, y


9  Algunos filósofos de los epicúreos
18  

los dejaron en libertad. y de los estoicos discutían con él.


Unos preguntaban: «¿De qué habla
Pablo y Silas en Berea este parlanchín?» Y otros decían:
Esa misma noche, los hermanos
10  «Es alguien que habla de dioses
enviaron a Pablo y Silas hasta Berea. extranjeros.» Y es que les hablaba
Y cuando éstos llegaron allá, entra- del evangelio de Jesús, y de la re-
ron en la sinagoga de los judíos. surrección.
11 Éstos eran más nobles que los de

19 Entonces lo tomaron, lo llevaron

Tesalónica, pues recibieron la pa- al Areópago y le dijeron: «¿Nos


labra con mucha atención, y todos puedes explicar qué es esta nueva
los días examinaban las Escrituras enseñanza de la que hablas?
para ver si era cierto lo que se les 20 Porque esto suena extraño en

anunciaba. nuestros oídos. Nos gustaría saber


12 Entre los que creyeron, había dis-
  qué significa todo esto.»
tinguidas mujeres griegas y un buen 21 (Y es que a todos los atenienses y

número de hombres. extranjeros que allí vivían, no les


13 Cuando los judíos de Tesalónica su-
  interesaba nada que no fuera decir
pieron que también en Berea Pablo o escuchar cosas novedosas.)
anunciaba la palabra de Dios, fueron 22 Pablo se puso entonces en medio

allá para alborotar a las multitudes. del Areópago, y dijo: «Varones ate-
14 Pero de inmediato los hermanos
  nienses, he observado que ustedes
enviaron a Pablo al mar, mientras son muy religiosos.
Silas y Timoteo se quedaban allí. 23 Porque al pasar y observar sus

15 Los encargados de trasladar a Pa-


  santuarios, hallé un altar con esta
blo lo llevaron a Atenas; y a Silas inscripción: «Al Dios no conocido».
y a Timoteo les ordenaron que se Pues al Dios que ustedes adoran
reunieran con él tan pronto como sin conocerlo, es el Dios que yo les
pudieran, y así lo hicieron. anuncio.
24 El Dios que hizo el mundo y todo

Pablo en Atenas lo que en él hay, es el Señor del cie-


16 Mientras Pablo los esperaba en
  lo y de la tierra. No vive en templos
Atenas, su espíritu se enardeció al hechos por manos humanas,
ver que la ciudad estaba entregada 25 ni necesita que nadie le sirva,

a la idolatría. porque a él no le hace falta nada,


17Por eso en la sinagoga discutía con
  pues él es quien da vida y aliento a
los judíos y con hombres piadosos, y todos y a todo. a
también con todos los que a diario 26 De un solo hombre hizo a todo el

acudían a la plaza. género humano, para que habiten

a 17.24-25: Is 42.5.

1611
HECHOS  17​, ​18

sobre la faz de la tierra, y les ha 2 Allí se encontró con un judío que


prefijado sus tiempos precisos y sus se llamaba Aquila, nacido en el
límites para vivir, Ponto, y que había llegado recien-
27 a fin de que busquen a Dios, y
  temente de Italia junto con Priscila,
puedan encontrarlo, aunque sea a su mujer, porque Claudio había or-
tientas. Pero lo cierto es que él no denado que todos los judíos salieran
está lejos de cada uno de nosotros, de Roma. Pablo fue a verlos
28 porque en él vivimos, y nos mo-

3 y se quedó con ellos para que

vemos, y somos. Ya algunos poetas trabajaran juntos, pues tanto ellos


entre ustedes lo han dicho: “Porque como él fabricaban tiendas de cam-
somos linaje suyo.” paña;
29 Puesto que somos linaje de Dios,

4 y todos los días de reposo debatía

no podemos pensar que la Divini- en la sinagoga y lograba persuadir


dad se asemeje al oro o a la plata, o a judíos y a griegos.
a la piedra o a esculturas artísticas, 5 Cuando Silas y Timoteo llegaron

ni que proceda de la imaginación de Macedonia, Pablo estaba total-


humana. mente dedicado a la predicación de
30 Dios, que ha pasado por alto esos
  la palabra, y les probaba a los judíos
tiempos de ignorancia, ahora quie- que Jesús era el Cristo.
re que todos, en todas partes, se 6 Pero como ellos se oponían y blas-

arrepientan. femaban, Pablo se molestó mucho


31 Porque él ha establecido un día en
  y les dijo: «Que su propia sangre
que, por medio de aquel varón que recaiga sobre ustedes. Yo no tengo
escogió y que resucitó de los muer- nada de qué avergonzarme. Desde
tos, juzgará al mundo con justicia.» ahora, me voy a predicar a los no
32 Cuando los allí presentes oye-
  judíos.»
ron hablar de la resurrección de los 7Al salir de allí, se fue a la casa de

muertos, unos se burlaban, y otros Ticio Justo, un hombre que honraba


decían: «Ya te oiremos hablar de es- a Dios y que vivía junto a la sina-
to en otra ocasión.» goga.
33 Entonces Pablo se retiró de en

8 Crispo, que era el jefe de la sina-

medio de ellos; goga, creyó en el Señor junto con


34 pero algunos le creyeron y se
  toda su familia; y muchos de los
unieron a él. Entre ellos estaba corintios que oían a Pablo también
Dionisio, que era miembro del areó- creyeron y fueron bautizados.
pago, una mujer llamada Dámaris, 9 Una noche, mientras Pablo dor-

y otros más. mía, el Señor le dijo en una visión:


«No temas. Habla y no calles,
Pablo en Corinto 10 porque yo estoy contigo. Nadie

18 Después de esto, Pablo salió


de Atenas y se fue a Corinto.
podrá hacerte daño, porque en esta
ciudad cuento con mucho pueblo.»

1612
HECHOS  18

11 Pablo se quedó allí un año y seis Al despedirse, les dijo: «Si es la


21 

meses, y les enseñaba la palabra de voluntad de Dios, volveré a uste-


Dios. des.» Y zarpó de Éfeso.
12 Cuando Galión era procónsul

de Acaya, los judíos que estaban Pablo regresa a Antioquía.


en contra de Pablo se pusieron de Comienza su tercer
acuerdo y lo llevaron ante el tribu- viaje misionero
nal. 22 Cuando desembarcó en Cesarea,

13 Allí dijeron: «Este hombre persua-


  fue a saludar a la iglesia; después de
de al pueblo a que honre a Dios, eso regresó a Antioquía
aun en contra de nuestra ley.» 23 y estuvo allí algún tiempo, pero

14 Cuando Pablo comenzó a hablar,


  luego se fue y recorrió la región de
Galión les dijo: «Si ustedes los ju- Galacia, y luego la de Frigia, para
díos acusaran a este hombre de confirmar a todos los discípulos.
algún agravio o de un crimen muy
grave, yo les aseguro que atendería Apolos predica en Éfeso
el caso, como corresponde. Por esos días llegó a Éfeso un
24  
15 Pero como esto es cuestión de
  judío de Alejandría, que se llamaba
palabras y nombres, y de su propia Apolos. Era muy elocuente, y tenía un
ley, véanlo ustedes mismos. Yo no sólido conocimiento de las Escrituras;
quiero meterme en sus cosas.» 25 además, había sido instruido en

16 Y los echó del tribunal.


  el camino del Señor, y con espíritu
17Entonces se lanzaron sobre Sóste-
  fervoroso hablaba y enseñaba con
nes, que era el jefe de la sinagoga, precisión todo lo concerniente al Se-
y lo golpearon delante del tribunal, ñor. Pero sólo conocía el bautismo
pero eso a Galión no le importó de Juan.
nada. 26 Apolos comenzó a hablar en la

18 Pablo se quedó allí muchos días,


  sinagoga sin ningún temor, pero
pero después se despidió de los her- cuando Priscila y Aquila lo oyeron,
manos y se embarcó a Siria. Con él lo llamaron aparte y le expusieron
se fueron Priscila y Aquila. En Cen- con todo detalle el camino de Dios.
crea, Pablo se rapó la cabeza debido 27 Apolos quería ir a Acaya, y los

a un voto que había hecho. a hermanos lo animaron; escribieron


19 Cuando llegaron a Éfeso, Pablo los
  a los discípulos de allá para que lo
dejó y entró luego a la sinagoga, don- recibieran y, cuando él llegó, fue de
de empezó a debatir con los judíos. mucho provecho para los que, por
20 Éstos le rogaban que se quedara
  la gracia de Dios, habían creído,
con ellos más tiempo, pero él no 28 pues con mucha vehemencia re-

aceptó. futaba en público a los judíos, y con

a 18.18: Nm 6.18.

1613
HECHOS  19

las Escrituras les demostraba que juntó a unos discípulos y se apartó


Jesús era el Cristo. de ellos; pero todos los días debatía
en la escuela de Tiranno.
Pablo en Éfeso 10 Esto se prolongó durante dos

19 Mientras Apolos estaba en


Corinto, Pablo estuvo reco-
rriendo las regiones altas. Y sucedió
años, así que muchos de los judíos
y griegos que vivían en la provincia
de Asia llegaron a oír la palabra del
que, cuando llegó a Éfeso, se encon- Señor.
tró con algunos discípulos 11 Dios, por medio de Pablo, hacía

2 y les preguntó: «¿Ustedes reci-


  milagros tan extraordinarios
bieron el Espíritu Santo cuando 12 que muchos le llevaban los paños o

creyeron en el Señor Jesús?» Y ellos delantales de los enfermos, y las en-


respondieron: «No, ¡ni siquiera fermedades desaparecían y la gente
habíamos oído hablar del Espíritu quedaba libre de espíritus malignos.
Santo!» 13 Andaban por ahí algunos judíos

3 Pablo les preguntó entonces:


  exorcistas, que intentaban invocar
«¿Pues qué enseñanza recibieron el nombre del Señor Jesús sobre los
al ser bautizados?» Y ellos respon- que tenían espíritus malignos. Les
dieron: «La del bautismo de Juan.» decían: «En el nombre de Jesús, a
4 Pablo les dijo: «El bautismo de
  quien Pablo predica, les ordenamos
Juan enseñaba el arrepentimiento. salir.»
Le decía al pueblo que tenía que 14 Los que hacían esto eran los siete

creer en el que vendría después de hijos de un judío llamado Esceva,


él, es decir, en Jesús.» a que era jefe de los sacerdotes;
5 Al oír esto, pidieron ser bautizados

15 pero el espíritu maligno les res-

en el nombre del Señor Jesús. pondió: «Yo sé quién es Jesús, y sé


6 Cuando Pablo les impuso las ma-
  también quién es Pablo; pero uste-
nos sobre la cabeza, el Espíritu des, ¿quiénes son?»
Santo vino sobre ellos, y empezaron 16 Dicho esto, el hombre que tenía el

a hablar en lenguas y a profetizar. espíritu malo se arrojó sobre ellos; y


7Eran doce hombres en total.
  los derribó con tanta fuerza que los
8 Durante tres meses Pablo estuvo
  hizo huir desnudos y heridos.
yendo a la sinagoga, y allí predica- 17 Esto lo supieron todos los habitantes

ba sin ningún temor, y trataba de de Éfeso, tanto judíos como griegos, y


convencer a sus oyentes acerca del les entró mucho temor, pero magnifi-
reino de Dios. caban el nombre del Señor Jesús.
9 Pero algunos de ellos no creyeron,

18 Muchos de los que habían creí-

y delante de toda la gente hablaron do venían y confesaban sus malas


mal del Camino. Entonces Pablo prácticas.

a 19.4: Mt 3.11; Mc 1.4, 7-8; Lc 3.4, 16; Jn 1.26-27.

1614
HECHOS  19

De igual manera, muchos de los


19  sa Diana, que es venerada en toda
que practicaban la magia llevaron la provincia de Asia y en el mundo
sus libros y los quemaron delante entero. ¡Esto la despoja de su divi-
de todos. ¡Y el precio de esos libros nidad y majestad!»
era de cincuenta mil piezas de pla- 28 Cuando los artesanos oyeron

ta! esto, se llenaron de ira y gritaron:


20 Y fue así como la palabra del
  «¡Grande es Diana de los efesios!»
Señor fue extendiéndose y difun- 29 La ciudad entera se llenó de con-

diéndose con mucha fuerza. fusión, así que todos se fueron al


21 Cuando Pablo vio esto, le pare-
  teatro y se llevaron a rastras a Gayo
ció que luego de visitar Macedonia y Aristarco, los compañeros mace-
y Acaya debía ir a Jerusalén. Decía: donios de Pablo.
«Después de estar allí, tengo que ir 30 Pablo intentó enfrentarse al pue-

a Roma y ver qué pasa allá.» blo, pero los discípulos no lo dejaron.
22 Envió entonces a Macedonia a

31 También algunas de las autorida-

Timoteo y Erasto, que eran dos de des de Asia, que eran sus amigos,
sus ayudantes, pero él se quedó por le enviaron un mensaje, en el que
algún tiempo en Asia. le rogaban que no se presentara en
el teatro.
El alboroto en Éfeso 32 Era tal la confusión entre la concu-

23 Por esos días hubo un gran dis- rrencia que unos gritaban una cosa,
turbio por causa de las enseñanzas y otros, otra; aunque la mayoría no
del Camino. sabía para qué se habían reunido.
24 Resulta que un platero llamado

33 De entre la multitud, los judíos

Demetrio hacía réplicas en plata sacaron a empujones a un tal Ale-


del templo de la diosa Diana, con jandro, que a señas pidió silencio,
lo cual ganaban mucho dinero los pues quería presentar su defensa
artífices. ante el pueblo;
25 Demetrio reunió a los obreros y

34 pero cuando supieron que era

les dijo: «Amigos míos, ustedes sa- judío, todos a una voz gritaron du-
ben que este oficio es para nosotros rante casi dos horas: «¡Grande es
una buena fuente de ingresos. Diana de los efesios!»
26 Pero como han visto y sabido, Pa-

35 Una vez que la multitud se apa-

blo ha persuadido a mucha gente de ciguó, el escribano dijo: «Varones


que no son dioses los que hacemos efesios, ¿quién no sabe que la
con nuestras manos. De esto ha ciudad de Éfeso es guardiana del
convencido a mucha gente, no sólo templo de la gran diosa Diana, y de
en Éfeso sino en casi toda Asia. la imagen que cayó del cielo?
27 Esto no sólo desacredita y pone

36 Esto nadie lo puede contradecir.

en peligro nuestro negocio, sino Lo que ustedes deben hacer es cal-


también al templo de la gran dio- marse y no actuar con precipitación.

1615
HECHOS  19​, ​20

37 Han traído ustedes a estos hom- sin levadura, y cinco días después
bres, que no han profanado ni nos reunimos con ellos en Troas.
ofendido a nuestra diosa. Allí nos quedamos siete días.
38 Si Demetrio y sus artífices tienen

motivo de queja contra alguno, Visita de despedida de


tenemos tribunales, y también Pablo en Troas
procónsules. Ante ellos pueden 7 El primer día de la semana los

presentar su acusación. discípulos se reunieron para partir


39 Y si tienen alguna otra demanda,
  el pan, y Pablo estuvo enseñándo-
eso puede resolverse en una asam- les. Pero como tenía que salir al día
blea legalmente constituida. siguiente, alargó su discurso hasta
40 Por sucesos como el de hoy, corre-
  la medianoche.
mos el riesgo de que se nos acuse 8 En el aposento alto donde se

de sedición, ya que nada justifica habían reunido había muchas lám-


una reunión como ésta.» paras.
41 Dicho esto, el escribano disolvió

9Un joven que se llamaba Eutico es-

la asamblea. taba sentado en la ventana del tercer


piso. Como Pablo se extendió dema-
Viaje de Pablo a siado en su predicación, a Eutico lo
Macedonia y a Grecia venció el sueño y se cayó, así que

20 Una vez que se calmó el


alboroto, Pablo llamó a los
discípulos y, luego de animarlos y
cuando lo levantaron estaba muerto.
10 Entonces Pablo bajó y se echó

sobre él, lo abrazó y dijo: «No se


abrazarlos, se despidió de ellos y se alarmen. Está vivo.»
fue a Macedonia. 11 Después volvió a subir, y partió el

2 Después de recorrer aquellas regio-


  pan y comió; luego siguió hablando
nes y de animar a los hermanos con hasta que amaneció, y entonces se
largos discursos, se dirigió a Grecia, fue.
3 donde estuvo tres meses. Pero

12 Para consuelo de todos, al joven

como los judíos le tendieron una se lo llevaron vivo.


emboscada cuando él estaba por
embarcarse rumbo a Siria, decidió Viaje de Troas a Mileto
regresar por Macedonia. Nosotros nos embarcamos antes,
13 
4 Lo acompañaron Sópater de Berea,
  y navegamos hasta Asón, donde te-
Aristarco y Segundo, de Tesalónica; níamos que recoger a Pablo, pues
Gayo, de Derbe; Timoteo, y Tíquico él había decidido ir allá por tierra.
y Trófimo, de Asia. 14 Cuando se reunió con nosotros en

5 Pero ellos se adelantaron y nos es-


  Asón, subió a bordo y nos fuimos a
peraron en Troas. Mitilene.
6 Nosotros salimos de Filipos en bar-

15 Partimos de allí, y al día siguiente

co, después de la fiesta de los panes estábamos frente a Quío. Al otro

1616
HECHOS  20

día tocamos puerto en Samos, y un cho valor, con tal de que pueda
día después llegamos a Mileto. terminar con gozo mi carrera a y el
16 Pablo se apresuraba porque, de
  ministerio que el Señor Jesús me
ser posible, quería estar en Jerusa- encomendó, de hablar del evangelio
lén el día de Pentecostés, así que y de la gracia de Dios.
había decidido pasar de largo a Éfe- 25 Yo sé que no me volverá a ver

so y no detenerse en Asia. ninguno de ustedes, entre quienes


he estado proclamando el reino de
Discurso de despedida Dios;
de Pablo en Mileto 26 por lo tanto, puedo asegurarles

17 Desde Mileto Pablo envió un


  que estoy limpio de la sangre de
mensaje a los ancianos de la iglesia todos,
de Éfeso, para que se reunieran con 27pues no me he negado a anunciar-

él. les el plan de Dios.


18 Cuando los ancianos llegaron, les

28 Yo les ruego que piensen en us-

dijo: tedes mismos, y que velen por el


«Ustedes saben cómo me he com- rebaño sobre el cual el Espíritu San-
portado todo el tiempo, desde el pri- to los ha puesto como obispos, para
mer día que entré en Asia. que cuiden de la iglesia del Señor,
19Saben que he servido al Señor con
  que el ganó por su propia sangre.
toda humildad y con muchas lágri- 29Yo sé bien que después de mi par-

mas, y que he sido puesto a prueba tida vendrán lobos rapaces, que no
por las intrigas de los judíos. perdonarán al rebaño.
20 También saben que no me he

30 Aun entre ustedes mismos, al-

negado a serles útil, y que en pú- gunos se levantarán y con sus


blico y en las casas he anunciado y mentiras arrastrarán tras de sí a
enseñado los discípulos.
21 a los judíos y a los no judíos que

31 Por lo tanto, manténganse atentos

deben volverse a Dios, y tener fe en y recuerden que noche y día, du-


nuestro Señor Jesucristo. rante tres años, con lágrimas en los
22 Ahora voy a Jerusalén, llevado por
  ojos siempre he aconsejado a cada
el Espíritu, pero no sé lo que allá uno de ustedes.
me espera, 32 Ahora los encomiendo a Dios y a

23 a no ser lo que el Espíritu Santo


  su palabra de bondad, la cual puede
me ha confirmado en todas las ciu- edificarlos y darles la herencia pro-
dades, de que me esperan cárceles metida con todos los que han sido
y tribulaciones. santificados.
24 Pero eso a mí no me preocupa,

33 Nunca he codiciado la plata ni el

pues no considero mi vida de mu- oro ni el vestido de nadie.

a 20.24: 2 Ti 4.7.

1617
HECHOS  20​, ​21

Bien saben ustedes que mis ma-


34   5 Cumplidos los siete días, salimos
nos me han servido para ganar lo de la ciudad, y todos nos acompa-
que nos faltaba a mí y a los que es- ñaron con sus mujeres y sus hijos.
tán conmigo. En la playa nos pusimos de rodillas
35 Siempre les enseñé, y ustedes lo
  y oramos,
aprendieron, que a los necesita- 6 luego nos abrazamos unos a otros,

dos se les ayuda trabajando como y subimos al barco. Ellos, por su


he trabajado yo, y recordando las parte, volvieron a sus casas.
palabras del Señor Jesús, que dijo: 7 Nosotros seguimos navegando.

“Hay más bendición en dar que en Salimos de Tiro y arribamos a Tole-


recibir.”» maida; allí saludamos a los herma-
36 Dicho esto, Pablo se puso de ro-
  nos y nos quedamos con ellos un
dillas y oró con ellos. día.
37 Todos comenzaron a llorar y,

8 Al día siguiente, salimos y nos

echándose al cuello de Pablo, lo dirigimos a Cesarea; allí nos hos-


besaron, pedamos en casa de Felipe a el
38 pues les dolió mucho el que dijera
  evangelista, que era uno de los siete
que no lo volverían a ver. Después 9 y que tenía cuatro hijas doncellas

de eso, lo acompañaron hasta el que profetizaban.


barco. 10 Durante los días que allí per-

manecimos, un profeta llamado


Viaje de Pablo a Jerusalén Agabo b llegó de Judea,

21 Después de despedirnos de 11 pues venía a vernos. Agabo tomó


ellos, zarpamos y nos fuimos el cinto de Pablo, se ató con él las


directamente a Cos, y al día siguien- manos y los pies, y dijo: «El Espíri-
te a Rodas, y de allí continuamos a tu Santo ha dicho: “Así atarán los
Pátara. judíos en Jerusalén al dueño de es-
2 Allí dimos con un barco que se
  te cinto, y lo entregarán a los no
dirigía a Fenicia, así que nos em- judíos.”»
barcamos en él y zarpamos. 12 Al oír esto, nosotros y los de Cesa-

3 Del lado izquierdo pudimos ver


  rea le rogamos a Pablo que no fuera
Chipre, pero seguimos navegando a Jerusalén.
hacia Siria y arribamos a Tiro, por- 13 Pero Pablo respondió: «¿Por qué

que el barco tenía que descargar allí. lloran? ¡Se me parte el corazón! Por
4 Como allí encontramos a los discí-
  el nombre del Señor Jesús, yo estoy
pulos, nos quedamos con ellos siete dispuesto no sólo a que me aten,
días. Ellos, por medio del Espíritu, sino a que me maten en Jerusalén.»
le decían a Pablo que no fuera a Je- 14 Como no pudimos convencerlo,

rusalén. dejamos de insistir y le dijimos:

a 21.8: Hch 6.5; 8.5. b 21.10: Hch 11.28.

1618
HECHOS  21

«¡Que se haga la voluntad del Se- cierto lo que supieron acerca de ti,
ñor!» y que también tú obedeces la ley.
15 Días después hicimos los prepa-

25 En cuanto a los creyentes no ju-

rativos y subimos a Jerusalén. díos, nosotros ya les hemos escrito y


16 Algunos de los discípulos de Cesarea
  les recomendamos que no observen
nos acompañaron; consigo llevaron a nada de esto, sino que se absten-
Mnasón, un antiguo discípulo de Chi- gan solamente de comer lo que se
pre, en cuya casa nos hospedaríamos. sacrifica a los ídolos, que no coman
sangre ni animales ahogados, ni in-
Arresto de Pablo en el templo curran en libertinaje sexual.» d
17 Cuando llegamos a Jerusalén, los 26 Pablo tomó consigo a aquellos

hermanos nos recibieron con mucho hombres, y al día siguiente se puri-


gozo. ficó con ellos y entró en el templo
18 Al día siguiente entramos con Pa-
  para dar a conocer los días cuando
blo en casa de Jacobo. Allí estaban se cumpliría la purificación y se pre-
reunidos todos los ancianos. sentaría la ofrenda por cada uno de
19 Después de saludarlos, Pablo les
  ellos.
habló de su ministerio, y con mucho 27Cuando estaban por cumplirse

detalle les contó lo que Dios había los siete días, unos judíos de la pro-
hecho entre los no judíos. vincia de Asia lo vieron en el tem-
20 Cuando ellos lo oyeron, glorificaron
  plo, así que alborotaron a toda la
a Dios y le dijeron: «Hermano Pablo, multitud y lo aprehendieron,
ya hemos visto cuántos miles de judíos 28 al tiempo que gritaban: «¡Varones

han creído, todos ellos celosos de la ley. israelitas, vengan a ayudarnos! Éste
21 Lo que aquí se ha sabido es que
  es el hombre que por todas partes
a los judíos que están entre los no anda esparciendo sus enseñanzas en
judíos los enseñas a renegar de las contra del pueblo, de la ley y de este
enseñanzas de Moisés, y que les di- lugar. Y no sólo eso, sino que ha me-
ces que no circunciden a sus hijos tido a unos griegos en el templo, con
ni observen nuestras costumbres. lo que ha profanado este santo lugar.»
22 ¿Qué dices a esto? Seguramente ya

29 Y es que en la ciudad ya habían

se sabe que has venido, visto a Pablo con Trófimo, e el de


23 así que te recomendamos hacer lo
  Éfeso, y pensaban que Pablo lo ha-
siguiente: Hay entre nosotros cuatro bía metido en el templo.
hombres que están obligados a cumplir 30 Así que había mucha inquietud

un voto. en toda la ciudad; la gente se agolpó


24 Ve y purifícate con ellos, y paga
  y se apoderó de Pablo, y entre todos
para que les rasuren la cabeza. c lo sacaron del templo a rastras, y
Así todos comprenderán que no es enseguida cerraron las puertas,

c 21.23-24: Nm 6.13-20. d 21.25: Hch 15.29. e 21.29: Hch 20.4.

1619
HECHOS  21​, ​22

pues querían matarlo. Pero se dio


31  Pablo, de pie en las gradas, hizo una
aviso al tribuno de la compañía, de señal con la mano al pueblo, para
que había mucho alboroto en la ciu- que se callaran. En cuanto hubo si-
dad de Jerusalén, lencio, les dijo en arameo:

22
32 y éste tomó soldados y centurio-
  «Padres y hermanos míos,
nes, y se fue tras ellos. Cuando la escuchen ahora lo que tengo
gente vio al tribuno y a los solda- que decir en mi defensa.»
dos, dejó de golpear a Pablo. 2 Al oír que les hablaba en lengua

33 Entonces llegó el tribuno y lo


  aramea, todos guardaron silencio.
aprehendió, y ordenó que lo enca- Pablo siguió diciendo:
denaran; luego le preguntó quién 3 «Yo soy judío. Nací en Tarso de Ci-

era y qué había hecho. licia, pero me criaron en esta ciudad,


34 Entre la multitud, unos gritaban
  donde Gamaliel me instruyó a con to-
una cosa, y otros, otra; y como a tal apego a la ley de nuestros antepa-
causa del alboroto el tribuno no sados. El celo por Dios que ustedes
podía entender nada con claridad, sienten hoy, también lo sentí yo,
mandó que lo llevaran a la forta- 4 pues perseguí a muerte a los de es-

leza. te Camino. Yo aprehendía y llevaba


35 Al llegar a las gradas, los soldados
  a las cárceles a hombres y mujeres;
tuvieron que llevarlo en vilo, pues 5 el sumo sacerdote y todos los

la multitud estaba muy violenta, ancianos me dieron cartas para


36 y todo el pueblo que venía detrás
  apresar a los hermanos; ellos son
gritaba: «¡Mátenlo!» testigos de que fui a Damasco para
aprehender a los creyentes que es-
Defensa de Pablo ante el pueblo tuvieran allí, y llevarlos a Jerusalén
37 Cuando estaban por meter a
  para castigarlos. b
Pablo en la fortaleza, éste le dijo al
tribuno: «¿Me permites decirte al- Pablo relata su conversión
go?» Y el tribuno respondió: «¿Sabes (Hch 9.1-19; 26.12-18)
griego? »Pero sucedió que en el camino,
6 
38 ¿Acaso no eres tú aquel egipcio
  ya cerca de Damasco y como a me-
sedicioso, que hace poco se suble- diodía, de repente me rodeó una
vó y llevó al desierto a cuatro mil intensa luz del cielo,
sicarios?» 7Caí al suelo, y entonces oí una voz

39 Pablo le dijo: «No. Soy judío, y


  que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por
nací en Tarso de Cilicia, que no es qué me persigues?”
una ciudad insignificante. Te ruego 8 Yo respondí: “¿Quién eres, Señor?”

que me permitas hablar al pueblo.» Y la voz me contestó: “Yo soy Jesús


40 El tribuno se lo permitió. Entonces
  de Nazaret, a quien tú persigues.”

a 22.3: Hch 5.34-39. b 22.4-5: Hch 8.3; 26.9-11.

1620
HECHOS  22

Los que me acompañaban vieron la


9  pronto de Jerusalén, porque no van
luz, y se espantaron; pero no escu- a creer lo que les digas de mí.”
charon la voz del que me hablaba. 19Yo le respondí: “Señor, ellos saben

10 Entonces dije: “Señor, ¿qué debo


  que yo andaba por todas las sinago-
hacer?” Y el Señor me dijo: “Leván- gas encarcelando y azotando a los
tate, y ve a Damasco; allí se te dirá que creían en ti.
todo lo que se ha determinado que 20 Cuando corría la sangre de Esteban,

hagas.” tu testigo, yo estaba allí, aprobando


11 Como yo no podía ver por causa
  su muerte con mi presencia y cuidan-
de esa luz tan potente, los que me do la ropa de quienes lo mataron.” c
acompañaban me llevaron de la ma- 21 Pero el Señor me dijo: “Anda, que

no, y así llegué a Damasco. voy a enviarte lejos, a los que no


12 »Allí vivía Ananías, un hombre
  son judíos.”»
piadoso y apegado a la ley, de quien
todos los judíos que allí vivían ha- Pablo en manos del tribuno
blaban bien. 22  Hasta aquí lo escucharon. En-
13 Ananías vino, se me acercó y
  tonces alzaron la voz y gritaron:
me dijo: “Hermano Saulo, ¡recibe «¡Mátalo! ¡Bórralo de este mundo!
la vista!” Y en ese mismo instante ¡Gente así no merece vivir!»
recobré la vista y pude verlo. 23 Y se rasgaban la ropa y lanzaban

14 Y él me dijo: “El Dios de nuestros


  polvo al aire, y no dejaban de gritar.
padres te ha escogido para que co- 24 Entonces el tribuno mandó que

nozcas su voluntad, y veas al Justo llevaran a Pablo a la fortaleza, con


y escuches de sus propios labios su órdenes de que lo interrogaran y lo
palabra, azotaran para saber por qué protes-
15 pues tú serás su testigo ante todo
  taban contra él.
el mundo de esto que has visto y 25 Cuando lo estaban atando con

oído. correas, Pablo le preguntó al cen-


16 ¿Qué esperas, entonces? ¡Levánta-
  turión allí presente: «¿Acaso está
te y bautízate, e invoca su nombre, permitido azotar a un ciudadano
para que quedes limpio de tus pe- romano sin que antes se le juzgue?»
cados!” 26 Cuando el centurión oyó esto, fue

con el tribuno y le dijo: «¿Y ahora


Pablo es enviado a los no judíos qué vas a hacer? ¡Este hombre es
17»Cuando volví a Jerusalén, mien-
  ciudadano romano!»
tras oraba yo en el templo, entré en 27 Fue entonces el tribuno y le

éxtasis. preguntó: «Dime, ¿en verdad eres


18 Vi entonces al Señor, y escuché
  ciudadano romano?» Y como Pablo
que me decía: “Date prisa, y sal respondió que sí,

c 22.20: Hch 7.58.

1621
HECHOS  22​, ​23

el tribuno se jactó: «¡A mí me


28   sacerdote. Pero sé que está escrito:
costó mucho dinero adquirir la ciu- “No maldecirás a un príncipe de tu
dadanía!» Pero Pablo le respondió: pueblo.”» b
«Yo soy romano de nacimiento.» 6 Cuando Pablo se dio cuenta de

29 Al saber que Pablo era ciudadano


  que una parte del concilio era de
romano, los que iban a interrogarlo saduceos y otra de fariseos, alzó la
se apartaron de él, y el tribuno hizo voz y dijo: «Hermanos, yo soy fa-
lo mismo, pues tuvo miedo de ha- riseo, c y soy hijo de un fariseo. Se
ber ordenado que lo interrogaran. me está juzgando porque espero la
resurrección de los muertos.»
Pablo ante el concilio 7En cuanto dijo esto, se suscitó una

Al día siguiente, el tribuno quiso


30  discusión entre los fariseos y los
saber por qué realmente lo acusa- saduceos, y la asamblea se dividió.
ban los judíos, así que ordenó que 8 Y es que los saduceos dicen que

le quitaran las cadenas, y también no hay resurrección, d ni ángeles, ni


que se presentaran los principales espíritus; pero los fariseos sí creen
sacerdotes y el concilio. Luego sacó en todo esto.
a Pablo, y lo hizo comparecer ante 9 Se levantó entonces una gritería, y

ellos. los escribas que apoyaban a los fari-

23 Pablo fijó la mirada en el


concilio, y dijo: «Hermanos,
toda mi vida he vivido delante de
seos se levantaron a protestar: «No
vemos que este hombre haya come-
tido ningún crimen. ¡Puede haberle
Dios sin tener nada de qué avergon- hablado un espíritu o un ángel!
zarme.» 10 Y como la discusión iba en au-

2 Entonces Ananías, que era el sumo


  mento, el tribuno temía que fueran
sacerdote, ordenó a los que estaban a despedazar a Pablo, así que man-
junto a él que lo golpearan en la dó que los soldados bajaran y lo
boca; quitaran de en medio, y se lo lleva-
3 pero Pablo le dijo: «¡Así te golpea-
  ran a la fortaleza.
rá Dios a ti, muro blanqueado! a Tú 11 A la noche siguiente, el Señor

estás sentado allí para juzgarme se le presentó y le dijo: «Pablo, ten


conforme a la ley; ¿por qué violas ánimo, pues necesito que des testi-
la ley al mandar que me golpeen?» monio de mí en Roma, así como lo
4 Los que estaban allí le dijeron: ¡Es-
  has hecho en Jerusalén.
tás insultando al sumo sacerdote de
Dios! Complot contra Pablo
5 Entonces Pablo respondió: «Her-
  Al amanecer, los judíos se reu-
12  

manos, yo no sabía que era el sumo nieron para conspirar, y bajo maldi-

a 23.3: Mt 23.27-28; Lc 11.44. b 23.5: Ex 22.28. c 23.6: Hch 26.5; Fil. 3.5.


d 23.8: Mt 22.23; Mc 12.18; Lc 20.27.

1622
HECHOS  23

ción se comprometieron a no comer nada hasta haberlo matado. Están


ni beber hasta darle muerte a Pablo. dispuestos a hacerlo, y sólo esperan
13 Los que hicieron este juramento
  que hagas venir a Pablo.»
eran más de cuarenta; 22 El tribuno despidió al joven y le

14 fueron ante los principales sacer-


  mandó que no dijera nada a nadie
dotes y los ancianos, y les dijeron: del aviso que le había dado.
«Nosotros hemos jurado, bajo mal-
dición, que no comeremos nada Pablo es enviado a Félix
hasta que hayamos matado a Pablo. el gobernador
15 Les sugerimos a ustedes y al

23 El tribuno llamó a dos centu-

concilio, pedirle al tribuno la com- riones y les mandó que para las
parecencia de Pablo para mañana, nueve de esa noche prepararan a
porque ustedes quieren averiguar doscientos soldados, setenta jinetes
algunas cosas acerca de él. Nosotros y doscientos lanceros, pues irían
estaremos listos para matarlo antes hasta Cesarea;
de que se presente. 24 ordenó también que prepararan

16 Pero el hijo de la hermana de


  cabalgaduras para Pablo, y que lo
Pablo se enteró de la emboscada, y llevaran sano y salvo ante el gober-
fue a la fortaleza y entró para darle nador Félix.
aviso a Pablo. 25 Le escribió una carta en estos

17Éste llamó entonces a uno de los


  términos:
centuriones, y le dijo: «Lleva a este 26 «Saludos de Claudio Lisias al ex-

joven ante el tribuno, porque tiene celentísimo gobernador Félix.


algo que informarle.» 27Este hombre fue aprehendido por

18 El centurión llevó al joven ante


  los judíos y lo iban a matar; yo acu-
el tribuno, y a éste le dijo: «El pre- dí con la tropa y lo puse a salvo,
so Pablo me llamó y me pidió que pues me enteré de que era ciuda-
trajera a este joven a tu presencia, dano romano.
porque tiene algo de qué hablarte.» 28 Quise saber de qué lo acusaban,

19 El tribuno lo tomó de la mano


  y lo llevé ante su concilio.
y, llevándolo aparte, le preguntó: 29Allí me di cuenta de que lo acusa-

«¿Qué es lo que tienes que decir- ban por cuestiones de su ley, pero
me?» que no había cometido ningún de-
20 El joven le dijo: «Los judíos han
  lito que mereciera la muerte o la
acordado pedirte que lleves mañana cárcel.
a Pablo ante el concilio, porque le 30 Luego me avisaron de que los

quieren preguntar algunas cosas. judíos le habían preparado una em-


21 Pero no les creas, porque más de
  boscada, y por eso ahora te lo envío.
cuarenta de sus hombres lo esperan Les he exigido a sus acusadores que
para matarlo. Han jurado, bajo mal- traten en tu presencia lo que tengan
dición, que no comerán ni beberán en su contra.»

1623
HECHOS  23​, ​24

Siguiendo la orden que habían


31  sedición entre los judíos, y además
recibido, los soldados tomaron a encabeza la secta de los nazarenos.
Pablo y lo llevaron de noche a An- 6 ¡Lo más grave es que intentó pro-

típatris. fanar nuestro templo! Por eso lo


32 Al día siguiente, los soldados deja-
  aprehendimos, para juzgarlo con-
ron a los jinetes con él, y regresaron forme a nuestra ley,
a la fortaleza. 7pero intervino el tribuno Lisias, y

33 Cuando los jinetes llegaron a


  con lujo de violencia nos lo arrebató
Cesarea, le dieron la carta al go- de las manos.
bernador y le presentaron a Pablo. 8 Como nosotros somos la parte acu-

34 El gobernador leyó la carta y le


  sadora, nos mandó comparecer ante
preguntó de qué provincia era, y ti. Cuando lo juzgues, tú mismo po-
cuando supo que era de Cilicia, drás darte cuenta de que nuestras
35 le dijo: «Te oiré cuando vengan
  acusaciones son ciertas.»
tus acusadores.» Y mandó que lo 9 Los judíos confirmaron esto al

custodiaran en el pretorio de He- afirmar la veracidad de las acusacio-


rodes. nes.
10 El gobernador hizo entonces a

Defensa de Pablo ante Félix Pablo una señal para que hablara,

24 Cinco días después llegó el


sumo sacerdote Ananías con
algunos de los ancianos y un orador
y éste dijo:
«Yo sé que llevas muchos años im-
partiendo justicia en esta nación, así
llamado Tértulo, y se presentaron que con mucho gusto me defenderé.
ante el gobernador para acusar a 11 Como podrás comprobar, no hace

Pablo. más de doce días que fui a adorar


2 Cuando llamaron a Pablo, Tértulo
  a Jerusalén.
comenzó su acusación de la siguien- 12 Nadie me vio discutir con ningu-

te manera: no, ni sublevar a la multitud en el


«Excelentísimo Félix, gracias a ti templo, ni en las sinagogas ni en
gozamos de paz, y por tu prudencia la ciudad.
y buen gobierno el pueblo tiene mu- 13 Las cosas por las que me acusan

chas cosas buenas. no te las pueden probar.


3 Esto lo percibimos en muchos lu-

14 Sin embargo, una cosa debo con-

gares, y estamos muy agradecidos. fesar, y es que sirvo al Dios de mis


4 Como no queremos molestarte
  padres de acuerdo con el Camino
más, te ruego que nos oigas un que ellos llaman herejía. Yo creo en
momento, y que juzgues conforme todo lo que está escrito en la ley y
a tu equidad. en los profetas,
5 Nos hemos dado cuenta de que

15 y tengo, como ellos, la misma es-

este hombre es una plaga; por peranza en Dios de que habrán de


dondequiera que va promueve la resucitar los justos y los injustos.

1624
HECHOS  24​, ​25

16 Yo siempre me esfuerzo por man- pantó y le dijo: «Por ahora, puedes
tener una conciencia limpia que no retirarte. En su momento volveré a
ofenda a Dios ni a los hombres. llamarte.»
17Después de algunos años fui a mi

26 Y es que, además, Félix esperaba

pueblo para llevar limosnas y pre- que Pablo le ofreciera dinero para
sentar ofrendas. soltarlo; por eso muchas veces lo
18 Yo me estaba purificando en el
  llamaba para hablar con él.
templo cuando me encontraron allí, 27 Dos años después, Porcio Festo

pero ni había mucha gente ni yo llegó para suceder a Félix, y como


estaba alborotando a nadie. a quería quedar bien con los judíos,
19 Los que me vieron eran unos
  dejó preso a Pablo.
judíos de la provincia de Asia. De
haber tenido ellos algo contra mí, Pablo apela a César
debieron haber venido a verte per-
sonalmente para acusarme.
20 De lo contrario, que digan los

25 Tres días después de que
Festo llegó a la provincia,
fue de Cesarea a Jerusalén.
aquí presentes si cuando me presen- 2 Los principales sacerdotes y los

té en el concilio me vieron cometer judíos más influyentes se presenta-


algún delito. ron ante él, y hablaron en contra
21 Lo que yo dije en su presencia, y
  de Pablo.
lo dije a voz en cuello, fue: “Ustedes 3 Como un favor especial, le pidie-

me están juzgando por causa de la ron que ordenara trasladar a Pablo


resurrección de los muertos.”» b a Jerusalén. Y es que ellos ya habían
22 Como Félix estaba bien infor-
  planeado tenderle una emboscada y
mado de este Camino, cuando oyó matarlo en el camino.
esto aplazó el juicio, y dijo: «Cuando 4 Festo les dijo que Pablo estaba

venga el tribuno Lisias, me gustaría custodiado en Cesarea, adonde él


conocer más de este asunto.» mismo partiría en breve.
23 Luego, mandó al centurión que

5 Les dijo: «Si algunos de ustedes

custodiara a Pablo, pero que le die- pueden acompañarme, háganlo. Y


ra cierta libertad y permitiera que si este hombre ha cometido algún
los suyos le sirvieran. crimen, acúsenlo allí.»
24 Unos días después, Félix llegó

6 Festo se detuvo en Jerusalén unos

con Drusila, su mujer, que era judía: ocho o diez días; luego fue a Cesa-
Mandó llamar a Pablo y quiso oír rea, y al día siguiente se sentó en el
acerca de la fe en Jesucristo. tribunal y mandó traer a Pablo.
25 Pero cuando Pablo le habló acer-

7 Cuando Pablo llegó, lo rodearon

ca de la justicia, del dominio propio los judíos que habían ido desde Je-
y del juicio venidero, Félix se es- rusalén. Presentaron en su contra

a 24.17-18: Hch 21.17-28. b 24.21: Hch 23.6.

1625
HECHOS  25

muchas y graves acusaciones, pero Yo les respondí que los romanos


16  

no pudieron probar ninguna. no acostumbran condenar a muer-


8 Pablo, en su defensa, dijo: «Yo no
  te a nadie, si quienes lo acusan no
he cometido ningún delito. Ni con- están presentes. Es decir, para que
tra la ley de los judíos, ni contra el el acusado pueda defenderse.
templo, ni contra el emperador.» 17Entonces todos ellos se presenta-

9 Pero Festo, que se quería congra-


  ron, y yo actué sin tardanza. Al día
ciar con los judíos, le preguntó: siguiente ocupe mi lugar en el tri-
«¿Prefieres ir a Jerusalén, para que bunal, y mandé traer a ese hombre.
seas juzgado de todo esto delante de 18 Sus acusadores, aunque estaban

mí?» presentes, no presentaron ninguno


10 Y Pablo respondió: «Yo estoy ante
  de los cargos que yo pensaba que
el tribunal del emperador, y es en harían;
este tribunal donde debo ser juzga- 19 lo que tenían contra él eran, más

do. Como tú bien sabes, en nada he bien, algunas cuestiones acerca de


agraviado a los judíos. su religión y de un tal Jesús, ya
11 Si he cometido algo que merezca
  muerto, del que Pablo afirma que
la pena de muerte, no me rehúso a está vivo.
morir. Pero si las acusaciones que 20 Como yo tenía mis dudas acerca

se me hacen no tienen sustento, na- de estas cuestiones, le pregunté si


die puede entregarme a ellos. ¡Yo prefería ir a Jerusalén y ser juzgado
apelo al emperador!» allá;
12 Entonces Festo habló con el con-

21 pero Pablo pidió que se le retu-

sejo y, después de consultar con viera, apelando a que el emperador


ellos, respondió: «Puesto que has mismo conociera su caso. Entonces
apelado al emperador, ante el em- di órdenes de que lo custodiaran
perador comparecerás.» mientras lo remitía al emperador.»
22 Agripa dijo entonces a Festo:

Pablo ante Agripa y Berenice «También yo quiero oír a ese hom-


13 Algunos días después, el rey
  bre.» Y Festo le respondió: «Pues
Agripa y su hermana Berenice fue- mañana mismo lo oirás.»
ron a Cesarea para saludar a Festo. 23 Al día siguiente, Agripa y Bereni-

14 Allí pasaron muchos días, así que


  ce se presentaron en medio de gran
Festo le expuso al rey el caso de ostentación, y entraron en la audien-
Pablo. Le dijo: «Félix dejó preso a cia con los tribunos y los principales
cierto hombre, hombres de la ciudad. Festo mandó
15 contra el cual los principales sa-
  entonces que llevaran a Pablo,
cerdotes y los ancianos de los judíos 24 y dijo: «Rey Agripa, y señores

presentaron acusaciones. Cuando que nos acompañan: Fíjense en


fui a Jerusalén, éstos se presentaron este hombre. Aquí y en Jerusalén
y me exigieron que lo condenara. un gran número de judíos me ha

1626
HECHOS  25​, ​26

pedido a gritos que lo condene a 6 ¡Y ahora me juzgan por mi espe-


muerte. ranza en la promesa que Dios les
25 Yo no he hallado en él nada que
  hizo a nuestros padres!
merezca la pena de muerte. Y como 7Se trata de la promesa cuyo cumpli-

él mismo ha apelado al emperador, miento nuestras doce tribus esperan


he decidido remitirlo a él. alcanzar; por eso día y noche sirven
26 Como no tengo nada concreto
  constantemente a Dios. ¡Y es por te-
que pueda escribir a mi señor, lo ner esta esperanza, rey Agripa, por
he traído ante ustedes, y principal- lo que me acusan los judíos!
mente ante ti, rey Agripa, para que 8 ¿Acaso a ustedes les resulta increí-

lo examines, y así tenga yo algo qué ble que Dios resucite a los muertos?
escribir.
27 Ciertamente no me parece ra-

Pablo el perseguidor
zonable enviar a un preso, y no »Reconozco haber creído que
9 

informar de qué se le acusa.» era mi deber hacer cualquier cosa


en contra del nombre de Jesús de
Defensa de Pablo ante Agripa Nazaret.

26 Entonces Agripa le dijo a 10 Y eso mismo hice en Jerusalén:


Pablo: «Puedes hablar en tu con la autoridad que me dieron los


defensa.» Pablo hizo un ademán con principales sacerdotes, puse en la
la mano, e inició su defensa: cárcel a muchos de esos santos, y
2 «Rey Agripa, con mucho gusto
  hasta llegué a aprobar su muerte.
presentaré ante ti mi defensa de las 11 En las sinagogas, muchas veces

acusaciones que me hacen los judíos, los castigué y los forcé a blasfemar.
3 especialmente porque tú conoces
  Tan furioso estaba yo contra ellos,
las costumbres y las cuestiones que que los perseguí aun en las ciuda-
se debaten entre los judíos. Yo te rue- des extranjeras. b
go que me escuches con paciencia.
Pablo relata su conversión
Vida anterior de Pablo (Hch 9.1-19; 22.6-16)
4 »Todos los judíos saben cómo he
  »Con amplios poderes en mi
12  

vivido desde mi niñez y juventud, mano, y comisionado por los prin-


lo mismo en Jerusalén que entre mi cipales sacerdotes, iba yo una vez
pueblo. hacia Damasco;
5 Ellos saben también, y lo pueden

13 y de pronto, rey Agripa, a eso del

atestiguar, que desde el principio he mediodía, una luz del cielo, más bri-
vivido según las normas de los fari- llante que el resplandor del sol, nos
seos, que es el grupo más riguroso rodeó en el camino a mí y a mis
de nuestra religión. a acompañantes.

a 26.5: Hch 23.6; Fil. 3.5. b 26.9-11: Hch 8.3; 22.4-5.

1627
HECHOS  26

Todos rodamos por tierra. Y en-


14   timonio a grandes y pequeños. Y no
tonces oí una voz que me hablaba digo nada que no hayan dicho ya
en arameo, y me decía: “Saulo, los profetas y Moisés.
Saulo, ¿por qué me persigues? Du- 23 Por ejemplo, que el Cristo tenía

ra cosa te es dar de coces contra el que padecer, y que sería el primero


aguijón.” en resucitar de los muertos, para
15 Yo pregunté: “¿Quién eres, Se-
  anunciar la luz al pueblo de Israel y
ñor?” Y el Señor me dijo: “Yo soy a las naciones.» e
Jesús, a quien tú persigues.
16 Ponte de pie, que me he apareci-

Pablo insta a Agripa a que crea
do a ti porque tú vas a ser ministro 24 Esto decía Pablo en su defensa,

y testigo de lo que has visto, y de cuando Festo gritó a voz en cuello:


otras que aún te voy a mostrar. «¡Estás loco, Pablo! ¡Las muchas le-
17Yo te libraré de tu pueblo y de los
  tras te han vuelto loco!»
no judíos, y quiero que vayas a ellos 25 Pero Pablo respondió: «No estoy lo-

18 para que les abras los ojos y se


  co, excelentísimo Festo. Lo que estoy
conviertan de las tinieblas a la luz, diciendo es la verdad, y tiene sentido.
y del poder de Satanás al poder de 26 El rey también lo sabe, y por eso

Dios; para que por la fe en mí, re- hablo con él de esto sin ningún te-
ciban el perdón de sus pecados y la mor. Estoy seguro que él no ignora
herencia de los que han sido santi- nada de esto, porque no lo hemos
ficados.” discutido en un rincón.
27Tú, rey Agripa, ¿crees en lo que

Pablo obedece a la visión dicen los profetas? ¡Yo sé que sí lo


19 »Por eso, rey Agripa, no desobe-
  crees!»
decí esa visión celestial, 28 Agripa le respondió: «¿Con tan

20 sino que comenzando por los que


  poco pretendes hacerme cristiano?»
viven en Damasco c y en Jerusalén, d 29 Y Pablo dijo: «Pues Dios quiera

y siguiendo por los que viven en que, con poco o con mucho, no sólo
Judea, sin pasar por alto a los no tú sino también todos los que hoy
judíos, les anuncié que debían me escuchan lleguen a ser como yo,
arrepentirse y volverse a Dios, y ¡pero sin estas cadenas!»
demostrar con sus hechos que real- 30 El rey se puso de pie, lo mismo

mente se habían arrepentido. que el gobernador y Berenice y los


21 ¡Y por esto los judíos me aprehen-
  que estaban sentados con ellos,
dieron en el templo y trataron de 31 y todos ellos se retiraron aparte y

matarme! comentaron entre ellos: «Este hom-


22 Pero Dios vino en mi ayuda. Por
  bre no ha hecho nada que merezca
eso hasta hoy no dejo de dar mi tes- la prisión ni la pena de muerte.»

c 26.20: Hch 9.20. d 26.20: Hch 9.28-29. e 26.23: Is 42.6; 49.6.

1628
HECHOS  26​, ​27

Por su parte, Agripa le dijo a Fes-


32   arriesgado continuar con la navega-
to: «Se le podría poner en libertad, ción. Entonces Pablo les hizo una
si no hubiera apelado al empera- observación.
dor.» 10 Les dijo: «Amigos, si seguimos

navegando, creo que sufriremos


Pablo es enviado a Roma perjuicios y pérdidas, no sólo del

27 Cuando se decidió que de-


bíamos ir por barco a Italia,
Pablo y otros prisioneros fueron
cargamento y de la nave sino tam-
bién de nosotros.»
11 Pero el centurión no le hizo caso,

entregados a un centurión llamado pues le creía más al piloto y al capi-


Julio, de la compañía Augusta. tán de la nave que a Pablo.
2 Nos embarcaron en una nave de

12 Como el puerto era incómodo para

Adramitio que tocaría los puertos invernar, casi todos acordaron zarpar
de la provincia de Asia. Al zarpar, de allí. Creían poder arribar a Fenice,
iba con nosotros Aristarco, un ma- un puerto de Creta que mira al no-
cedonio de Tesalónica. roeste y al suroeste, e invernar allí.
3 Un día después llegamos a Sidón.

Julio trataba a Pablo con mucha de- La tempestad en el mar


ferencia, y le permitía visitar a sus 13 Como empezó a soplar una brisa
amigos, para que lo atendieran. del sur, les pareció que el viento era
4 De allí desplegamos velas, y na-
  adecuado; entonces levaron anclas y
vegamos a sotavento de Chipre, se fueron siguiendo la costa de Creta.
porque teníamos el viento en con- 14 Pero al poco tiempo un viento

tra. huracanado, conocido como Euro-


5 Después de cruzar el mar frente a
  clidón, dio contra la nave
Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira, 15 y la arrastró. Como no fue posible

una ciudad de Licia. poner proa al viento, simplemente


6 Allí el centurión dio con una nave
  nos dejamos llevar por el viento.
alejandrina que zarpaba para Italia, 16 Luego de deslizarnos a sotavento

y nos embarcó en ella. de la isla llamada Cauda, con mu-


7Nuestra navegación fue muy lenta
  chas dificultades pudimos recoger
durante varios días, y a duras penas la lancha salvavidas,
llegamos frente a Gnido, porque el 17la cual fue subida a bordo y atada

fuerte viento nos lo impedía. Na- a la nave. Por temor a quedar vara-
vegamos entonces a sotavento de dos en la arena, se arriaron las velas
Creta, frente a Salmón. y la nave quedó a la deriva.
8 Logramos costear con dificultad, y

18 Como éramos azotados por una fu-

llegamos a un lugar llamado Buenos riosa tempestad, al siguiente día se


Puertos, cerca de la ciudad de Lasea. comenzó a aligerar la nave de su carga,
9 Pasaron muchos días, incluso

19y al tercer día se arrojaron los apa-

el día del Perdón, así que era muy rejos de la nave.

1629
HECHOS  27

20 Durante muchos días no pudieron querían soltar las anclas de proa,


verse el sol ni las estrellas, y la fuer- echaron al mar la lancha salvavidas;
te tempestad nos seguía azotando, 31 Pero Pablo les dijo al centurión y a

así que ya habíamos perdido toda los soldados: «Si éstos no se quedan
esperanza de salvarnos. en la nave, ustedes no se podrán
21 Como hacía mucho que no co-
  salvar.»
míamos, Pablo se puso de pie y dijo: 32 Entonces los soldados cortaron las

«Amigos, ustedes debieron haberme amarras de la lancha y dejaron que


hecho caso, y no haber zarpado de ésta se perdiera.
Creta. Así se habría evitado este 33 Comenzaba a amanecer cuando

perjuicio y esta pérdida. Pablo los animó a comer. Les dijo:


22 Pero yo les pido que no pierdan el áni-
  «Ya van catorce días que ustedes
mo, pues ninguno de ustedes perderá están en ayunas y en compás de es-
la vida. Solamente se perderá la nave. pera. ¡No han comido nada!
23 Lo sé porque esta noche ha estado

34 Yo les ruego que coman algo para

conmigo el ángel del Dios, a quien mantenerse sanos. Tengan la segu-


sirvo y pertenezco, ridad de que no van a perder ni un
24 y me ha dicho: “Pablo, no tengas
  cabello de su cabeza.»
miedo. Es necesario que comparez- 35 Dicho esto, Pablo tomó el pan y dio

cas ante el emperador. Dios te ha gracias a Dios en presencia de todos;


concedido que todos los que nave- luego lo partió y comenzó a comer.
gan contigo salgan ilesos.” 36 Entonces todos se animaron y

25 Así que, ¡anímense, amigos míos!,


  también comieron.
que Dios hará todo tal y como me 37Los que estábamos en la nave éra-

lo ha dicho. mos un total de doscientas setenta


26 Sin embargo, necesitamos llegar
  y seis personas.
a alguna isla.» 38 Ya satisfechos, se aligeró más la

27Catorce noches después de nave-


  nave y se arrojó el trigo al mar.
gar a la deriva por el mar Adriático, a
eso de la medianoche los marineros El naufragio
intuyeron que estaban cerca de tierra, 39 Al llegar el día, no reconocieron
28 así que echaron la sonda y ésta mar-
  el lugar, pero vieron una ensenada
caba una profundidad de veinte brazas; que tenía playa, y acordaron hacer
un poco más adelante volvieron a el intento de encallar allí.
echarla, y ya marcaba quince brazas. 40 Soltaron las anclas y las dejaron en

29 Ante el temor de dar con algunos


  el mar; soltaron también las amarras
escollos, se echaron cuatro anclas del timón, izaron al viento la vela de
por la popa, esperando con ansias proa, y se enfilaron hacia la playa.
que amaneciera. 41 Como encontraron un lugar de

30 Algunos marineros trataron de


  dos corrientes, hicieron encallar la
huir de la nave y, aparentando que nave; allí la proa quedó inmóvil y

1630
HECHOS  27​, ​28

enclavada en la arena, pero la vio- En aquella isla las propiedades


7 

lencia del mar hizo pedazos la popa. eran de un hombre importante lla-
42 Entonces los soldados acordaron
  mado Publio, quien nos recibió y
matar a los presos, para que ningu- amablemente nos hospedó durante
no tratara de fugarse nadando, tres días.
43 pero el centurión quería salvar a

8 Y resultó que el padre de Publio

Pablo, así que les impidió su intento estaba enfermo. Tenía fiebre y di-
y ordenó que los que supieran na- sentería, y estaba en cama. Pero
dar fueran los primeros en echarse Pablo fue a verlo y, luego de orar
al mar para llegar a tierra, por él, le impuso las manos y lo
44 y que los demás usaran tablas, o
  sanó.
algunos restos de la nave. Fue así 9Cuando se supo lo que Pablo había

como todos pudimos llegar a tierra hecho, otros de la isla con distintas
y salvarnos. enfermedades vinieron a él, y tam-
bién fueron sanados.
Pablo en la isla de Malta 10 En agradecimiento, nos trataron

28 Una vez a salvo, supimos


que la isla se llamaba Malta.
2 Allí los habitantes nos trataron con

con mucha amabilidad, y cuando
zarpamos nos llenaron de todas las
provisiones necesarias.
mucha amabilidad. Como estaba
lloviendo y hacía mucho frío, nos Pablo llega a Roma
recibieron a todos con una fogata Después de haber estado tres me-
11 

que hicieron. ses en la isla, nos hicimos a la mar en


3 Pablo fue entonces a recoger al-
  una nave alejandrina que había pa-
gunas ramas secas para echarlas al sado el invierno allí, y que tenía por
fuego, pero una víbora que huía del insignia a los dioses Cástor y Pólux.
calor se le prendió de la mano. 12 Llegamos a Siracusa, y allí nos

4 Cuando los lugareños vieron que la


  quedamos tres días.
víbora pendía de su mano, se dijeron 13 Luego seguimos la costa y lle-

unos a otros: «Con toda seguridad gamos a Regio; un día después


este hombre es un homicida, pues tuvimos viento del sur, y al segundo
logró escapar del mar, pero la justicia día llegamos a Puteoli,
lo ha alcanzado y no lo dejará vivir.» 14 donde hallamos algunos her-

5 Pero Pablo se sacudió la víbora y


  manos, los cuales nos pidieron
ésta cayó en el fuego, sin que Pablo quedarnos con ellos siete días; lue-
sufriera ningún daño. go fuimos a Roma.
6 La gente esperaba que Pablo se hin-

15 Cuando los hermanos supieron de

chara o cayera muerto; pero como nosotros, salieron a recibirnos hasta


después de mucho esperar vieron el Foro de Apio y las Tres Tabernas.
que no le pasaba nada, cambiaron de Al verlos, Pablo dio gracias a Dios y
parecer y lo consideraban un dios. recuperó el ánimo.

1631
HECHOS  28

Al llegar a Roma, el centurión


16   gar donde se hospedaba, y desde la
entregó los presos al prefecto mi- mañana hasta la tarde les habló del
litar, pero a Pablo se le permitió reino de Dios, citando tanto la ley
vivir aparte, bajo la vigilancia de de Moisés como a los profetas para
un soldado. convencerlos acerca de Jesús.
24 Algunos concordaban con lo que

Pablo predica en Roma Pablo decía, pero otros no creían.


17Tres días después, Pablo convo-

25 Y como no se pusieron de acuer-

có a los judíos más importantes, y do, al retirarse Pablo les dijo: «Bien
cuando todos estuvieron reunidos, habló el Espíritu Santo a nuestros
les dijo: «Hermanos míos, yo no padres por medio del profeta Isaías,
he cometido ningún mal contra el cuando dijo:
pueblo ni contra las costumbres de
nuestros padres; sin embargo, me 26 »“Ve a este pueblo, y dile:
aprehendieron en Jerusalén y me Ustedes oirán, pero no enten-
entregaron al poder de los romanos. derán;
18 Éstos examinaron mi caso y qui-
  Verán, pero no percibirán.
sieron ponerme en libertad, pues 27 Porque su corazón se ha endu-
no hallaron ninguna razón para recido,
condenarme a muerte. Y sus oídos son incapaces de oír.
19Pero como los judíos se opusieron,
  Han cerrado sus ojos, para no
me vi obligado a apelar al empera- ver
dor, a aun cuando no tengo nada en ni oír, ni entender bien;
contra de mi pueblo. para que no se conviertan
20 Por esta razón los he llamado,
  y yo los sane.” b
pues quería verlos y hablar con us-
tedes. ¡Me encuentro encadenado 28 »Por lo tanto, deben saber que a

por creer en la esperanza de Israel! los no judíos se les envía esta salva-
21 Ellos le dijeron: «Nosotros no he-
  ción de Dios, y ellos sí oirán.»
mos recibido de Judea ninguna carta 29 Al oír esto los judíos, se fueron

en relación contigo, ni ha venido nin- luego de discutir largamente entre


guno de los hermanos a denunciarte ellos.
o a decir algo malo acerca de ti. 30 Pablo permaneció dos años en-

22 Pero nos gustaría que nos dijeras lo


  teros en una casa alquilada, y allí
que piensas, pues sabemos que por recibía a todos los que iban a verlo;
todas partes se habla en contra de 31 y sin ningún temor ni impedi-

esta secta.» mento les predicaba acerca del


23 Pablo les señaló un día para reu-
  reino de Dios y les enseñaba acerca
nirse, y muchos acudieron al lu del Señor Jesucristo.

a 28.19: Hch 25.11. b 28.26-27: Is 6.9-10.

1632
CARTA DEL APÓSTOL
SAN PABLO A LOS

ROMANOS
Saludo Deseo de Pablo de visitar Roma

1 Yo, Pablo, siervo de Jesucristo, 8 En primer lugar, por medio de


llamado a ser apóstol y apartado Jesucristo doy gracias a mi Dios por


para el evangelio de Dios, todos ustedes y porque su fe se di-
2 que él ya había prometido por
  funde por todo el mundo.
medio de sus profetas en las santas 9Dios, a quien sirvo con todo mi co-

Escrituras, razón predicando el evangelio de su


3 les escribo acerca de su Hijo, nues-
  Hijo, es testigo de que los recuerdo
tro Señor Jesucristo, que conforme siempre en mis oraciones,
a los hombres descendía de David, 10 y de que en ellas le ruego que, si

4 pero que conforme al Espíritu de


  es su voluntad, me conceda que por
santidad fue declarado Hijo de Dios fin pueda ir a visitarlos.
con poder, por su resurrección de 11 Porque deseo verlos para impar-

entre los muertos. tirles algún don espiritual, a fin de


5 Por medio de Jesucristo recibimos
  que sean fortalecidos;
la gracia del apostolado, para que 12 es decir, para que nos fortalezca-

por su nombre llevemos a todas las mos unos a otros con esta fe que
naciones a obedecer a la fe. ustedes y yo compartimos.
6 Entre esas naciones están también

13 Pero quiero que sepan, herma-

ustedes, llamados a ser de Jesucristo. nos, que muchas veces me propuse


7A todos ustedes que están en Ro-
  ir a visitarlos a para tener también
ma, los amados de Dios que fueron entre ustedes algún fruto, como
llamados a ser santos: Que la gracia entre los otros hermanos no judíos,
y la paz de Dios nuestro Padre y del pero hasta ahora he encontrado obs-
Señor Jesucristo sean con ustedes. táculos.

a 1.13: Hch 19.21.

1633
ROMANOS  1

Estoy en deuda con todos, sean


14   mientos, y su necio corazón se llenó
griegos o no griegos, sabios o no de oscuridad.
sabios. 22 Aunque afirmaban que eran sa-

15 Así que, por mi parte, estoy dis-


  bios, se hicieron necios,
puesto a anunciarles el evangelio 23 y cambiaron la gloria del Dios in-

también a ustedes, los que están mortal por imágenes de hombres


en Roma. mortales, de aves, de cuadrúpedos
y de reptiles.
El poder del evangelio 24 Por eso Dios los entregó a los

16 No me avergüenzo del evange-


  malos deseos de su corazón y a la
lio, porque es poder de Dios para la impureza, de modo que degradaron
salvación de todo aquel que cree: entre sí sus propios cuerpos.
en primer lugar, para los judíos, y 25 Cambiaron la verdad de Dios por

también para los que no lo son. la mentira, y honraron y dieron


17Porque en el evangelio se revela
  culto a las criaturas antes que al
la justicia de Dios, que de principio Creador, el cual es bendito por los
a fin es por medio de la fe, tal co- siglos. Amén.
mo está escrito: «El justo por la fe 26 Por esto Dios los entregó a pasio-

vivirá.» b nes vergonzosas. Hasta sus mujeres


cambiaron las relaciones naturales
La culpabilidad del hombre por las que van en contra de la na-
La ira de Dios se revela desde el
18   turaleza.
cielo contra toda impiedad y maldad 27De la misma manera, los hombres

de quienes injustamente retienen la dejaron las relaciones naturales con


verdad. las mujeres y se encendieron en su
19 Para ellos, lo que de Dios se pue-
  lascivia unos con otros. Cometie-
de conocer es evidente, pues Dios ron hechos vergonzosos hombres
se lo reveló; con hombres, y recibieron en sí
20 porque lo invisible de Dios, es de-
  mismos la retribución que merecía
cir, su eterno poder y su naturaleza su perversión.
divina, se hacen claramente visi- 28 Y como ellos no quisieron tener

bles desde la creación del mundo, en cuenta a Dios, Dios los entregó
y pueden comprenderse por medio a una mente depravada, para hacer
de las cosas hechas, de modo que cosas que no convienen.
no tienen excusa. 29Están atiborrados de toda clase de

21 Pues a pesar de haber conocido


  injusticia, inmoralidad sexual, per-
a Dios, no lo glorificaron como a versidad, avaricia, maldad; llenos de
Dios, ni le dieron gracias, sino que envidia, homicidios, contiendas, en-
se envanecieron en sus razona- gaños y malignidades.

b 1.17: Hab 2.4.

1634
ROMANOS  1​, ​2

30 Son murmuradores, detractores, 8 pero castigará con ira a los que por
aborrecedores de Dios, injuriosos, egoísmo se rebelan y no obedecen a
soberbios, altivos, inventores de la verdad, sino a la injusticia.
males, desobedientes a los padres, 9 Habrá sufrimiento y angustia pa-

31 necios, desleales, insensibles, im-


  ra todos los que hacen lo malo, en
placables, inmisericordes. primer lugar para los judíos, pero
32 Y aunque saben bien el juicio de
  también para los que no lo son.
Dios, en cuanto a que los que practi- 10 En cambio, habrá gloria, honra

can tales cosas son dignos de muerte, y paz para todos los que hacen lo
no sólo las hacen, sino que también bueno, en primer lugar para los ju-
se regodean con los que las practican. díos, pero también para los que no
lo son;
El justo juicio de Dios 11 porque ante Dios todas las perso-

2 Por tanto tú, que juzgas a otros,


no tienes excusa, no importa
quién seas, pues al juzgar a otros te
nas son iguales. c
12 Así que todos los que han peca-

do sin haber tenido la ley, perecerán


condenas a ti mismo, a porque haces sin la ley, y todos los que han pecado
las mismas cosas que hacen ellos. bajo la ley, serán juzgados por la ley.
2 Todos sabemos que el juicio de

13 Porque Dios no considera justos

Dios contra los que practican tales a los que simplemente oyen la ley
cosas se ciñe a la verdad. sino a los que la obedecen.
3 Y tú, que juzgas a los demás pe-

14 Porque cuando los paganos, que

ro practicas las mismas cosas que no tienen ley, hacen por naturaleza
ellos, ¿piensas que escaparás del lo que la ley demanda, son ley para
juicio de Dios? sí mismos, aunque no tengan la ley;
4 ¿No te das cuenta de que menos-

15 y de esa manera demuestran que

precias la benignidad, la tolerancia llevan la ley escrita en su corazón,


y la paciencia de Dios, y que ignoras pues su propia conciencia da testi-
que su benignidad busca llevarte al monio, y sus propios razonamientos
arrepentimiento? los acusarán o defenderán
5 Pero por la obstinación y dureza

16 en el día en que Dios juzgará por

de tu corazón, vas acumulando ira medio de Jesucristo los secretos de


contra ti mismo para el día de la ira, los hombres, conforme a mi evan-
cuando Dios revelará su justo juicio, gelio.
6 en el cual pagará a cada uno con-

forme a sus obras. b Los judíos y la ley


7 Dios dará vida eterna a los que,
  Ahora bien, tú te llamas judío,
17 

perseverando en hacer el bien, bus- confías en la ley, y te enorgulleces


can gloria, honra e inmortalidad; de tu Dios.

a 2.1: Mt 7.1; Lc 6.37. b 2.6: Sal 62.12. c 2.11: Dt 10.17.

1635
ROMANOS  2​, ​3

Conoces la voluntad de Dios y juz-


18   29 El verdadero judío lo es en su
gas lo que es mejor porque la ley así interior, y la circuncisión no es la
te lo ha enseñado. literal sino la espiritual, la del cora-
19Estás convencido de que eres guía
  zón. El que es judío de esta manera
de los ciegos y luz de los que están es aprobado, no por los hombres,
en tinieblas, sino por Dios.

3
20 instructor de los ignorantes y maes-
  Entonces, ¿qué ventaja tiene el
tro de niños, y que tienes en la ley la judío? ¿De qué sirve la circun-
clave del conocimiento y de la verdad. cisión?
21 Pues bien, tú que enseñas a otros,

2 De mucho, y por muchas razones.

¿no te enseñas a ti mismo? Tú que En primer lugar, a los judíos se les


predicas que no se debe robar, ¿ro- confió la palabra de Dios.
bas? 3 Pero entonces, si algunos de ellos

22 Tú que dices que no se debe co-


  no fueron fieles, ¿su falta de fe anu-
meter adulterio, ¿adulteras? Tú que lará la fidelidad de Dios?
detestas a los ídolos, ¿robas en los 4 ¡De ninguna manera! Dios es siem-

templos? pre veraz aunque todo hombre sea


23 Tú que te sientes orgulloso de la
  mentiroso. Como está escrito:
ley, ¿deshonras a Dios quebrantan- «Para que seas justificado en
do la ley? tus palabras,
24 Porque, como está escrito: «Por
  Y salgas airoso cuando seas
causa de ustedes el nombre de Dios juzgado.» a
es blasfemado entre los paganos.» d 5 Entonces, ¿qué diremos si nuestra

25 Es verdad que, si obedeces a la


  injusticia hace resaltar la justicia de
ley, la circuncisión es provechosa, Dios? ¿Que Dios es injusto cuando
pero si la desobedeces, será como si nos castiga? (Hablo como hombre.)
no estuvieras circuncidado. 6 ¡De ninguna manera! Pues si Dios

26 Por lo tanto, si el que no está


  fuera injusto, ¿cómo juzgaría al
circuncidado obedece lo que la ley mundo?
ordena, ¿no se lo considerará como 7Pero si mi mentira sirve para que

si estuviera circuncidado? la verdad de Dios abunde para su


27Y el que no está físicamente cir-
  gloria, ¿por qué todavía soy juzgado
cuncidado, pero obedece a la ley, te como pecador?
condenará a ti, que desobedeces a 8 ¿Y por qué no decir: «Hagamos

la ley a pesar de que tienes la ley y males para que vengan bienes»? Así
estás circuncidado. nos calumnian algunos que afirman
28 Porque lo exterior no hace judío
  que eso es lo que enseñamos. ¡Estas
a nadie, y estar circuncidado no es personas se tienen bien merecida la
una señal externa solamente. condenación!

d 2.24: Is 52.5. a 3.4: Sal 51.4.

1636
ROMANOS  3

No hay justo La justicia viene por


9 ¿Entonces, qué? ¿Somos nosotros

medio de la fe
mejores que ellos? ¡De ninguna ma- 21 Pero ahora, aparte de la ley, se

nera! Porque ya hemos demostrado ha manifestado la justicia de Dios,


que todos, judíos y no judíos, están y de ello dan testimonio la ley y los
bajo el pecado. profetas.
10 Como está escrito:

22 La justicia de Dios, por medio de

«¡No hay ni uno solo que sea la fe en Jesucristo, i es para todos


justo! los que creen en él. Pues no hay
11 No hay quien entienda; diferencia alguna,
no hay quien busque a Dios. 23 por cuanto todos pecaron y están

12 Todos se desviaron, a una se destituidos de la gloria de Dios;


han corrompido. 24 pero son justificados gratuita-

No hay quien haga lo bueno, mente por su gracia, mediante la


¡no hay ni siquiera uno! b redención que proveyó Cristo Jesús,
Su garganta es un sepulcro
13 25 a quien Dios puso como sacrificio

abierto, de expiación por medio de la fe en


y con su lengua engañan. c su sangre. Esto lo hizo Dios para
¡En sus labios hay veneno de manifestar su justicia, pues en su
serpientes! d paciencia ha pasado por alto los pe-
Su boca está llena de maldi-
14 cados pasados,
ción y de amargura. e 26 para manifestar su justicia en este

Sus pies son veloces para


15 tiempo, a fin de que él sea el justo
derramar sangre. y, al mismo tiempo, el que justifica
16 Destrucción y desgracia hay en al que tiene fe en Jesús.
sus caminos, 27Entonces, ¿dónde está la jactan-

17 Y no conocen el camino de la cia? Queda excluida. ¿Por cuál ley?


paz. f ¿Por la de las obras? No, sino por la
No hay temor de Dios delante
18 ley de la fe.
de sus ojos.» g 28 Por lo tanto, llegamos a la conclu-

19 Pero sabemos que todo lo que


  sión de que el hombre es justificado
dice la ley, se lo dice a los que están por la fe, sin las obras de la ley.
bajo la ley, para que todos callen y 29 ¿Acaso Dios es solamente Dios de

caigan bajo el juicio de Dios, los judíos? ¿No es también Dios de


20 ya que nadie será justificado de-
  los no judíos? Ciertamente, también
lante de Dios por hacer las cosas es Dios de los no judíos.
que la ley exige, h pues la ley sirve 30 Porque Dios es uno, y él jus-

para reconocer el pecado. tificará por la fe a los que están

b 3.10-12: Sal 14.1-3; 53.1-3. c 3.13: Sal 5.9. d 3.13: Sal 140.3. e 3.14: Sal 10.7.


f 3.15-17: Is 59.7-8. g 3.18: Sal 36.1. h 3.20: Sal 143.2; Gl 2.16. i 3.22: Gl 2.16.

1637
ROMANOS  3​, ​4

circuncidados, y por medio de la fe Abrahán se le tomó en cuenta como


a los que no lo están. justicia.
31 Entonces, ¿por la fe invalidamos la

10 ¿Cuándo se le tomó en cuenta?

ley? ¡De ninguna manera! Más bien ¿Antes de ser circuncidado, o des-
confirmamos la ley. pués? Antes, y no después.
11 Entonces Abrahán fue circunci-

El ejemplo de Abrahán dado c como señal, como sello de la

4 E ntonces, ¿qué fue lo que


obtuvo nuestro antepasado
Abrahán?
justicia por la fe que tuvo antes de
ser circuncidado. De esa manera,
Abrahán es padre de todos los cre-
2 Porque si Abrahán hubiera sido
  yentes que no están circuncidados,
justificado por las obras, tendría a fin de que también a ellos la fe se
de qué jactarse, pero no delante de les tome en cuenta como justicia.
Dios. 12 Y también es padre de aquellos

3 Pues ¿qué es lo que dice la Escri-


  que, además de estar circuncidados,
tura? Que Abrahán le creyó a Dios, siguen las pisadas de la fe que tuvo
y esto se le tomó en cuenta como nuestro padre Abrahán antes de ser
justicia. a circuncidado.
4 Ahora bien, para el que trabaja,

su salario no es un regalo sino algo La promesa realizada


que tiene merecido; mediante la fe
5 pero al que no trabaja, sino que

13 Porque la promesa dada a

cree en aquel que justifica al pe- Abrahán y a su descendencia en


cador, su fe se le toma en cuenta cuanto a que recibiría el mundo co-
como justicia. mo herencia, d no le fue dada por la
6 David también se refiere a la fe-
  ley sino por la justicia que se basa
licidad del hombre a quien Dios en la fe.
atribuye justicia sin obras, 14 Pues si los que van a recibir la

7cuando dice:
  herencia se basan en la ley, la fe
«¡Dichoso aquel cuyas iniqui- resulta vana y la promesa queda
dades son perdonadas, anulada. e
Y cuyos pecados son cubiertos! 15 Porque la ley produce castigo, pe-

8 ¡Dichoso aquél a quien el ro donde no hay ley, tampoco hay


Señor no culpa de pecado!» b transgresión.
9 ¿Acaso esta dicha es solamente

16 Por tanto, la promesa se recibe

para los que están circuncidados, o por fe, para que sea por gracia, a fin
es también para los que no lo es- de que la promesa sea firme para
tán? Porque decimos que la fe de toda su descendencia, tanto para los

a 4.3: Gn 15.6; Gl 3.6. b 4.7-8: Sal 32.1-2. c 4.11: Gn 17.10. d 4.13: Gl 3.29.


e 4.14: Gl 3.18.

1638
ROMANOS  4​, ​5

que son de la ley como para los que Resultados de la justificación


son de la fe de Abrahán, el cual es
padre de todos nosotros. f
17Como está escrito: «Te he puesto

5 Así, pues, justificados por la fe
tenemos paz con Dios por me-
dio de nuestro Señor Jesucristo,
por padre de muchas naciones.» g Y 2 por quien tenemos también, por

lo es delante de Dios, a quien creyó, la fe, acceso a esta gracia en la cual


el cual da vida a los muertos, y lla- estamos firmes, y nos regocijamos
ma las cosas que no existen, como en la esperanza de la gloria de Dios.
si existieran. 3 Y no sólo esto, sino que también

18 Contra toda esperanza, Abrahán


  nos regocijamos en los sufrimientos,
creyó para llegar a ser padre de mu- porque sabemos que los sufrimien-
chas naciones, conforme a lo que se tos producen resistencia,
le había dicho: «Así será tu descen- 4 la resistencia produce un carácter

dencia.» h aprobado, y el carácter aprobado


19 Además, su fe no flaqueó al con-
  produce esperanza.
siderar su cuerpo, que estaba ya 5 Y esta esperanza no nos defrauda,

como muerto (pues ya tenía casi porque Dios ha derramado su amor


cien años i ), o la esterilidad de la en nuestro corazón por el Espíritu
matriz de Sara. Santo que nos ha dado.
20 Tampoco dudó, por incredulidad,

6 Porque a su debido tiempo, cuan-

de la promesa de Dios, sino que do aún éramos débiles, Cristo murió


se fortaleció en la fe y dio gloria a por los pecadores.
Dios, 7 Es difícil que alguien muera por

21 plenamente convencido de que


  un justo, aunque tal vez haya quien
Dios era también poderoso para se atreva a morir por una persona
hacer todo lo que había prometido. buena.
22 Por eso su fe se le tomó en cuenta

8 Pero Dios muestra su amor por

como justicia. nosotros en que, cuando aún éra-


23 Y no solamente con respecto a él
  mos pecadores, Cristo murió por
se escribió que se le tomó en cuen- nosotros.
ta, 9 Con mucha más razón, ahora que

24 sino también con respecto a no-


  ya hemos sido justificados en su
sotros, pues Dios tomará en cuenta sangre, seremos salvados del casti-
nuestra fe, si creemos en el que go por medio de él.
levantó de los muertos a Jesús, 10 Porque, si cuando éramos enemigos

nuestro Señor, de Dios fuimos reconciliados con él


25 el cual fue entregado por nuestros
  mediante la muerte de su Hijo, mucho
pecados, y resucitó para nuestra jus- más ahora, que estamos reconcilia-
tificación. dos, seremos salvados por su vida.

f 4.16: Gl 3.7. g 4.17: Gn 17.5. h 4.18: Gn 15.5. i 4.19: Gn 17.17.

1639
ROMANOS  5​, ​6

Y no sólo esto, sino que tam-


11   Así que, como por la transgre-
18  

bién nos regocijamos en Dios por sión de uno solo vino la condenación
nuestro Señor Jesucristo, por quien a todos los hombres, de la misma
ahora hemos recibido la reconcilia- manera por la justicia de uno solo
ción. vino la justificación de vida a todos
los hombres.
Adán y Cristo 19 Porque así como por la desobe-

Por tanto, como el pecado entró


12   diencia de un solo hombre muchos
en el mundo por un solo hombre, y fueron constituidos pecadores, así
por medio del pecado entró la muer- también por la obediencia de uno
te, a así la muerte pasó a todos los solo muchos serán constituidos jus-
hombres, por cuanto todos pecaron. tos.
13 Antes de la ley ya había pecado en

20 La ley se introdujo para que

el mundo, aunque el pecado no se abundara el pecado; pero cuando


toma en cuenta cuando no hay ley. el pecado abundó, sobreabundó la
14 No obstante, la muerte reinó des-
  gracia;
de Adán hasta Moisés, aun para 21 para que así como el pecado reinó

aquellos que no pecaron del mismo para traer muerte, también la gra-
modo que Adán, el cual es figura de cia reine por la justicia para darnos
aquel que había de venir. vida eterna mediante Jesucristo,
15 Pero el pecado de Adán no pue-
  nuestro Señor.
de compararse con el don de Dios.
Pues si por el pecado de un solo Muertos al pecado
hombre muchos murieron, la gracia
y el don que Dios nos dio por me-
dio de un solo hombre, Jesucristo,
6 Entonces, ¿qué diremos? ¿Se-
guiremos pecando, para que la
gracia abunde?
abundaron para el bien de muchos. 2 ¡De ninguna manera! Porque los

16 El don de Dios no puede com-


  que hemos muerto al pecado, ¿có-
pararse con el pecado de Adán, mo podemos seguir viviendo en él?
porque por un solo pecado vino la 3 ¿No saben ustedes que todos los

condenación, pero el don de Dios que fuimos bautizados en Cris-


vino por muchas transgresiones to Jesús, fuimos bautizados en su
para justificación. muerte?
17Pues si por la transgresión de uno

4 Porque por el bautismo fuimos se-

solo reinó la muerte, mucho más pultados con él en su muerte, para


reinarán en vida los que reciben la que así como Cristo resucitó de los
abundancia de la gracia y del don muertos por la gloria del Padre, así
de la justicia mediante un solo hom- también nosotros vivamos una vida
bre, Jesucristo. nueva. a

a 5.12: Gn 3.6. a 6.4: Col 2.12.

1640
ROMANOS  6​, ​7

Porque si nos hemos unido a Cris-


5  16 ¿Acaso no saben ustedes que, si se
to en su muerte, así también nos someten a alguien para obedecerlo
uniremos a él en su resurrección. como esclavos, se hacen esclavos de
6 Sabemos que nuestro antiguo yo
  aquel a quien obedecen, ya sea del
fue crucificado juntamente con él, pecado que lleva a la muerte, o de
para que el cuerpo del pecado sea la obediencia que lleva a la justicia?
destruido, a fin de que no sirvamos 17Pero gracias a Dios que, aunque

más al pecado. ustedes eran esclavos del pecado,


7Porque el que ha muerto, ha sido
  han obedecido de corazón al mode-
liberado del pecado. lo de enseñanza que han recibido,
8 Así que, si morimos con Cristo, cree-

18 y una vez liberados del pecado

mos que también viviremos con él. llegaron a ser siervos de la justicia.
9 Sabemos que Cristo resucitó y que

19 Hablo en términos humanos, por

no volverá a morir, pues la muerte la debilidad de su naturaleza hu-


ya no tiene poder sobre él. mana. Así como para practicar la
10 Porque en cuanto a su muerte,
  iniquidad presentaron sus miem-
murió al pecado de una vez y para bros para servir a la impureza y
siempre; pero en cuanto a su vida, la maldad, ahora, para practicar la
vive para Dios. santidad, presenten sus miembros
11 Así también ustedes, considérense
  para servir a la justicia.
muertos al pecado pero vivos para 20 Cuando ustedes eran esclavos

Dios en Cristo Jesús, nuestro Señor. del pecado, eran libres en cuanto
12 Por lo tanto, no permitan uste-
  a la justicia.
des que el pecado reine en su cuer- 21 ¿Pero qué provecho sacaron de

po mortal, ni lo obedezcan en sus eso? Ahora ustedes se avergüenzan


malos deseos. de aquellas cosas, pues conducen a
13 Tampoco presenten sus miem-
  la muerte;
bros al pecado como instrumentos 22 pero como ya han sido liberados

de iniquidad, sino preséntense us- del pecado y hechos siervos de


tedes mismos a Dios como vivos de Dios, el provecho que obtienen es
entre los muertos, y presenten sus la santificación, cuya meta final es
miembros a Dios como instrumen- la vida eterna.
tos de justicia. 23 Porque la paga del pecado es

14 El pecado ya no tendrá poder so-


  muerte, pero la dádiva de Dios es
bre ustedes, pues ya no están bajo vida eterna en Cristo Jesús, nuestro
la ley sino bajo la gracia. Señor.
Siervos de la justicia Analogía tomada del matrimonio
¿Entonces, qué? ¿Pecaremos por-
7 Puesto que hablo con quienes
15 

que no estamos bajo la ley sino bajo conocen la ley, les pregunto:
la gracia? ¡De ninguna manera! ¿Acaso ignoran, hermanos, que la

1641
ROMANOS  7

ley ejerce poder sobre alguien mien- clase de codicia, porque sin la ley el
tras esa persona vive? pecado está muerto.
2 Por ejemplo, por la ley una mu-

9 En un tiempo, yo vivía sin la ley,

jer casada está sujeta a su marido pero cuando vino el mandamiento,


mientras éste vive; pero si el mari- el pecado cobró vida y yo morí.
do muere, ella queda libre de la ley 10 Entonces me di cuenta de que

que la sujetaba a él. el mismo mandamiento que debía


3 Así que, si ella se une a otro hom-
  darme vida, me llevó a la muerte,
bre mientras su marido vive, comete 11 porque el pecado se aprovechó del

adulterio, pero si su marido muere, mandamiento y me engañó, y por


ella queda libre de esa ley; de modo medio de él me mató.
que, si se une a otro hombre, no co- 12 Podemos decir, entonces, que la

mete adulterio. ley es santa, y que el mandamiento


4 Así también ustedes, hermanos
  es santo, justo y bueno.
míos, por medio del cuerpo de Cristo 13 Pero entonces, ¿lo que es bueno,

han muerto a la ley, para pertenecer se convirtió en muerte para mí? ¡De
a otro, al que resucitó de los muertos, ninguna manera! Más bien el peca-
a fin de que demos fruto para Dios. do, para demostrar que es pecado,
5 Porque mientras vivíamos en la
  produjo en mí la muerte por medio
carne, las pasiones pecaminosas de lo que es bueno, a fin de que por
estimuladas por la ley actuaban en medio del mandamiento llegara a ser
nuestros miembros y producían fru- extremadamente pecaminoso.
tos que llevan a la muerte. 14 Sabemos que la ley es espiritual.

6 Pero ahora que hemos muerto a su


  Pero yo soy un simple ser carnal,
dominio, estamos libres de la ley, y que ha sido vendido como esclavo
de ese modo podemos servir en la al pecado.
vida nueva del Espíritu y no bajo el 15 No entiendo qué me pasa, pues

viejo régimen de la letra. no hago lo que quiero, sino lo que


aborrezco. b
El pecado que mora en mí 16 Y si hago lo que no quiero hacer,

¿Concluiremos entonces que la ley


7  compruebo entonces que la ley es
es pecado? ¡De ninguna manera! Sin buena.
embargo, de no haber sido por la ley, 17 De modo que no soy yo quien

yo no hubiera conocido el pecado; hace aquello, sino el pecado que


porque si la ley no dijera: «No codi- habita en mí.
ciarás», a tampoco yo habría sabido lo 18 Yo sé que en mí, esto es, en mi na-

que es codiciar. turaleza humana, no habita el bien;


8 Pero el pecado se aprovechó del
  porque el desear el bien está en mí,
mandamiento y despertó en mí toda pero no el hacerlo.

a 7.7: Ex 20.17; Dt 5.21. b 7.15: Gl 5.17.

1642
ROMANOS  7​, ​8

Porque no hago el bien que quie-


19  guimos los pasos de nuestra carne,
ro, sino el mal que no quiero. sino los del Espíritu.
20 Y si hago lo que no quiero, ya no

5 Porque los que siguen los pasos de

soy yo quien lo hace, sino el pecado la carne fijan su atención en lo que


que habita en mí. es de la carne, pero los que son del
21 Entonces, aunque quiero hacer
  Espíritu, la fijan en lo que es del
el bien, descubro esta ley: que el mal Espíritu.
está en mí. 6 Porque el ocuparse de la carne es

22 Porque, según el hombre interior,


  muerte, pero el ocuparse del Espí-
me deleito en la ley de Dios; ritu es vida y paz.
23 pero encuentro que hay otra ley

7Las intenciones de la carne llevan

en mis miembros, la cual se rebela a la enemistad contra Dios; porque


contra la ley de mi mente y me tie- no se sujetan a la ley de Dios, ni
ne cautivo a la ley del pecado que tampoco pueden;
está en mis miembros. 8 además, los que viven según la

24 ¡Miserable de mí! ¿quién me li-


  carne no pueden agradar a Dios.
brará de este cuerpo de muerte? 9 Pero ustedes no viven según las

25 Doy gracias a Dios, por medio de


  intenciones de la carne, sino según el
nuestro Señor Jesucristo. Así que Espíritu, si es que el Espíritu de Dios
yo mismo, con la mente, sirvo a la habita en ustedes. Y si alguno no tie-
ley de Dios, pero con la naturaleza ne el Espíritu de Cristo, no es de él.
humana sirvo a la ley del pecado. 10 Pero si Cristo está en ustedes, el

cuerpo está en verdad muerto a cau-


Viviendo en el Espíritu sa del pecado, pero el espíritu vive

8 Por tanto, no hay ninguna con-


denación para los que están uni-
dos a Cristo Jesús, los que no andan
a causa de la justicia.
11 Y si el Espíritu de aquel que le-

vantó de los muertos a Jesús vive en


conforme a la carne, sino conforme ustedes, el que levantó de los muer-
al Espíritu, tos a Cristo Jesús también dará vida
2 porque la ley del Espíritu de vida
  a sus cuerpos mortales por medio
en Cristo Jesús me ha librado de la de su Espíritu que vive en ustedes.
ley del pecado y de la muerte. 12 Así que, hermanos, tenemos una

3 Porque Dios ha hecho lo que para la


  deuda pendiente, pero no es la de
ley era imposible hacer, debido a que vivir en conformidad con la carne,
era débil por su naturaleza pecami- 13 porque si ustedes viven en confor-

nosa: por causa del pecado envió a su midad con la carne, morirán; pero si
Hijo en una condición semejante a la dan muerte a las obras de la carne por
del hombre pecador, y de esa manera medio del Espíritu, entonces vivirán.
condenó al pecado en la carne, 14 Porque los hijos de Dios son todos

4 para que la justicia de la ley se


  aquellos que son guiados por el Es-
cumpliera en nosotros, que no se- píritu de Dios.

1643
ROMANOS  8

Pues ustedes no han recibido


15   Porque con esa esperanza fuimos
24  

un espíritu que los esclavice nue- salvados. Pero la esperanza que se ve,
vamente al miedo, sino que han ya no es esperanza, porque ¿quién
recibido el espíritu de adopción, espera lo que ya está viendo?
por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 25 Pero si lo que esperamos es algo

16 El Espíritu mismo da testimonio a


  que todavía no vemos, tenemos que
nuestro espíritu, de que somos hijos esperarlo con paciencia.
de Dios. 26 De igual manera, el Espíritu nos

17Y si somos hijos, somos también


  ayuda en nuestra debilidad, pues no
herederos; a herederos de Dios y sabemos qué nos conviene pedir, pe-
coherederos con Cristo, si es que ro el Espíritu mismo intercede por
padecemos juntamente con él, pa- nosotros con gemidos indecibles.
ra que juntamente con él seamos 27Pero el que examina los corazones

glorificados. sabe cuál es la intención del Espíri-


18 Pues no tengo dudas de que
  tu, porque intercede por los santos
las aflicciones del tiempo presente conforme a la voluntad de Dios.
en nada se comparan con la gloria
venidera que habrá de revelarse en Más que vencedores
nosotros. Ahora bien, sabemos que Dios
28  
19 Porque la creación aguarda con
  dispone todas las cosas para el bien
gran impaciencia la manifestación de los que lo aman, es decir, de los
de los hijos de Dios. que él ha llamado de acuerdo a su
20 Porque la creación fue sujetada a
  propósito.
vanidad, no por su propia voluntad, 29 Porque a los que antes conoció,

sino porque así lo dispuso Dios, pe- también los predestinó para que
ro todavía tiene esperanza, sean hechos conforme a la imagen
21 pues también la creación misma
  de su Hijo, para que él sea el pri-
será liberada de la esclavitud de mogénito entre muchos hermanos.
corrupción, para así alcanzar la li- 30 Y a los que predestinó, tam-

bertad gloriosa de los hijos de Dios. bién los llamó; y a los que llamó,
22 Porque sabemos que toda la crea-
  también los justificó; y a los que
ción hasta ahora gime a una, y sufre justificó, también los glorificó.
como si tuviera dolores de parto. 31 ¿Qué más podemos decir? Que

23 Y no sólo ella, sino también noso-


  si Dios está a nuestro favor, nadie
tros, que tenemos las primicias del podrá estar en contra de nosotros.
Espíritu, gemimos dentro de noso- 32 El que no escatimó ni a su propio

tros mismos mientras esperamos la Hijo, sino que lo entregó por todos
adopción, la redención de nuestro nosotros, ¿cómo no nos dará tam-
cuerpo. bién con él todas las cosas?

a 8.15-17: Gl 4.5-7.

1644
ROMANOS  8​, ​9

33 ¿Quién acusará a los escogidos de 4 que son israelitas. De ellos son la


Dios? Dios es el que justifica. adopción, la gloria, el pacto, la pro-
34 ¿Quién es el que condenará? Cris-
  mulgación de la ley, el culto y las
to es el que murió; más aun, el que promesas.
también resucitó, el que además es- 5 De ellos son los patriarcas, y de

tá a la derecha de Dios e intercede ellos, desde el punto de vista hu-


por nosotros. mano, vino Cristo, el cual es Dios
35 ¿Qué podrá separarnos del amor
  sobre todas las cosas. ¡Bendito sea
de Cristo? ¿Tribulación, angustia, por siempre! Amén.
persecución, hambre, desnudez, 6 Ahora bien, no estoy diciendo

peligro, espada? que la palabra de Dios haya fallado,


36 Como está escrito:
  porque no todos los que descienden
«Por causa de ti siempre nos de Israel son israelitas;
llevan a la muerte, 7 ni todos los descendientes de

Somos contados como ovejas Abrahán son verdaderamente sus


de matadero.» b hijos, pues dice: «Tu descendencia
37Sin embargo, en todo esto somos
  vendrá por medio de Isaac.» a
más que vencedores por medio de 8 Esto significa que los hijos de Dios

aquel que nos amó. no son los descendientes naturales,


38 Por lo cual estoy seguro de que ni
  sino aquellos que son considerados
la muerte, ni la vida, ni los ángeles, descendientes según la promesa.
ni los principados, ni las potestades, 9La promesa dice así: «Por este tiem-

ni lo presente, ni lo por venir, po vendré, y Sara tendrá un hijo.» b


39ni lo alto, ni lo profundo, ni ningu-

10 Y no sólo esto. También sucedió

na otra cosa creada nos podrá separar cuando Rebeca concibió de un solo
del amor que Dios nos ha mostrado hombre, de nuestro antepasado Isaac,
en Cristo Jesús nuestro Señor. 11 aunque sus hijos todavía no ha-

bían nacido ni habían hecho algo


La elección de Israel bueno o malo; y para confirmar que

9 Digo la verdad en Cristo, no


miento. Mi conciencia me da
testimonio en el Espíritu Santo:
el propósito de Dios no está basado
en las obras sino en el que llama,
12 se le dijo: «El mayor servirá al

2 tengo una gran tristeza y un con-


  menor.» c
tinuo dolor en mi corazón. 13 Como está escrito: «A Jacob amé,

3 Porque desearía ser yo mismo mal-


  pero a Esaú aborrecí.» d
decido y separado de Cristo, por 14 Entonces, ¿qué diremos? ¿Que

amor a mis hermanos, por los de Dios es injusto? ¡De ninguna ma-
mi propia raza, nera!

b 8.36: Sal 44.22. a 9.7: Gn 21.12. b 9.9: Gn 18.10. c 9.12: Gn 25.23.


d 9.13: Mal 1.2-3.

1645
ROMANOS  9

15 Porque Dios dijo a Moisés: «Ten- díos, sino también de entre los no
dré misericordia del que yo quiera, judíos.
y me compadeceré del que yo quie- 25 Como también se dice en Oseas:

ra.» e
16 Así pues, no depende de que el
  «Llamaré “pueblo mío” al que
hombre quiera o se esfuerce, sino no era mi pueblo,
de que Dios tenga misericordia. Y llamaré “amada mía” a la
17 Porque la Escritura le dice a
  que no era mi amada. h
Faraón: «Te he levantado precisa- Y en el lugar donde se les dijo:
26

mente para mostrar en ti mi poder, “Ustedes no son mi pueblo”,


y para que mi nombre sea anuncia- Allí serán llamados “hijos del
do por toda la tierra.» f Dios viviente”.» i
18 De manera que Dios tiene mise-

ricordia de quien él quiere tenerla 27 También Isaías clama, en refe-


y endurece a quien él quiere endu- rencia a Israel: «Aunque los descen-
recer. dientes de Israel sean tan numerosos
19Entonces me dirás: ¿Por qué Dios
  como la arena del mar, tan sólo el
todavía nos echa la culpa? ¿Quién remanente será salvo;
puede oponerse a su voluntad? 28 porque el Señor ejecutará su sen-

20 Pero tú, hombre, ¿quién eres para


  tencia sobre la tierra con justicia y
discutir con Dios? ¿Acaso el vaso prontitud.» j
de barro le dirá al que lo formó por 29 Y como antes dijo Isaías:

qué lo hizo así? g


21 ¿Qué, no tiene derecho el alfarero
  «Si el Señor de los ejércitos no
de hacer del mismo barro un vaso nos hubiera dejado descen-
para honra y otro para deshonra? dencia,
22 ¿Y qué si Dios, queriendo mostrar
  Ya seríamos como Sodoma, y nos
su ira y dar a conocer su poder, so- pareceríamos a Gomorra.» k
portó con mucha paciencia los vasos
de ira que estaban preparados para La justicia que es por fe
destrucción? Entonces, ¿qué diremos? Que
30  
23 ¿Y qué si, para dar a conocer las
  los no judíos, que no buscaban la
riquezas de su gloria, se las mostró justicia, la han alcanzado; es decir, la
a los vasos de misericordia que él justicia que viene por medio de la fe.
de antemano preparó para esa glo- 31 Pero Israel, que buscaba una ley

ria? de justicia, no la alcanzó.


24 Esos somos nosotros, a quienes

32 ¿Por qué? Porque no la buscaba a

Dios llamó, no sólo de entre los ju- partir de la fe, sino a partir de las

e 9.15: Ex 33.19. f 9.17: Ex 9.16. g 9.20: Is 45.9. h 9.25: Os 2.23.


i 9.26: Os 1.10. j 9.27-28: Is 10.22-23. k 9.29: Is 1.9.

1646
ROMANOS  9​, ​10

obras de la ley; y tropezaron en la que Dios lo levantó de los muertos,


piedra de tropiezo, serás salvo.»
33 como está escrito:

10 Porque con el corazón se cree

para alcanzar la justicia, pero con


«Yo pongo en Sión una piedra de la boca se confiesa para alcanzar la
tropiezo y una roca de caída; salvación.
pero el que crea en él, no será 11 Pues la Escritura dice: «Todo aquel

avergonzado.» l que cree en él, no será defrauda-

10 Hermanos, ciertamente lo
que mi corazón anhela, y
lo que pido a Dios en oración es la
do.» c
12 Porque no hay diferencia entre el

que es judío y el que no lo es, pues


salvación de Israel. el mismo que es Señor de todos,
2 Me consta que ustedes tienen celo
  es rico para con todos los que lo
por Dios, pero su celo no se basa en invocan,
el conocimiento. 13 porque todo el que invoque el

3 Pues al ignorar la justicia de Dios


  nombre del Señor será salvo. d
y procurar establecer su propia jus- 14 Ahora bien, ¿cómo invocarán a

ticia, no se sujetaron a la justicia aquel en el cual no han creído? ¿Y


de Dios; cómo creerán en aquel de quien no
4 porque el cumplimiento de la ley
  han oído? ¿Y cómo oirán si no hay
es Cristo, para la justicia de todo quien les predique?
aquel que cree. 15 ¿Y cómo predicarán si no son en-

5 Moisés describe así a la justicia


  viados? Como está escrito: «¡Cuán
que se basa en la ley: «Quien prac- hermosa es la llegada de los que
tique estas cosas, vivirá por ellas.» a anuncian la paz, de los que anun-
6 Pero la justicia que se basa en la fe
  cian buenas nuevas!» e
dice así: «No digas en tu corazón: 16 Pero no todos obedecieron al

¿Quién subirá al cielo? (Es decir, evangelio; pues Isaías dice: «Señor,
para hacer que Cristo baje.) ¿quién ha creído a nuestro anun-
7 ¿O quién bajará al abismo? (Es
  cio?» f
decir, para hacer subir a Cristo de 17Así que la fe proviene del oír, y el

entre los muertos.)» oír proviene de la palabra de Dios.


8 Lo que dice es: «La palabra está

18 Pero yo pregunto: ¿En verdad no

cerca de ti, en tu boca y en tu cora- han oído? ¡Por supuesto que sí!
zón.» b Ésta es la palabra de fe que «Por toda la tierra ha salido la
predicamos: voz de ellos,
9«Si confiesas con tu boca que Jesús
  Y sus palabras han llegado has-
es el Señor, y crees en tu corazón ta los confines de la tierra.» g

l 9.33: Is 28.16. a 10.5: Lv 18.5. b 10.6-8: Dt 30.12-14. c 10.11: Is 28.16.


d 10.13: Jl 2.32. e 10.15: Is 52.7. f 10.16: Is 53.1. g 10.18: Sal 19.4.

1647
ROMANOS  10​, ​11

Y vuelvo a preguntar: ¿En verdad


19  5 De la misma manera, aun en este
Israel no ha comprendido esto? En tiempo ha quedado un remanente
primer lugar, Moisés dice: escogido por gracia.
«Yo haré que ustedes sientan 6 Y si es por gracia, ya no es por

celos de un pueblo que no obras; de otra manera la gracia ya


es pueblo; no sería gracia. Y si fuera por obras,
Y haré que ustedes se enojen ya no sería gracia; de otra manera
con un pueblo insensato.» h la obra ya no es obra.
20 También Isaías dice resueltamen-

7¿Entonces, qué? Israel no ha al-

te: canzado lo que buscaba, pero los


«Los que no me buscaban, me escogidos sí lo han alcanzado, y los
encontraron; demás fueron endurecidos.
me manifesté a los que no 8 Como está escrito: «Dios les dio un

preguntaban por mí.» i espíritu de estupor, y así son hasta


21 Pero acerca de Israel dice: «Todo
  el día de hoy. Tienen ojos que no
el día extendí mis manos a un pue- ven y oídos que no oyen.» d
blo rebelde y contestatario.» j 9 Y David dice:

«Que sus banquetes se con-


El remanente de Israel viertan en trampa y en red,

11 Por lo tanto, pregunto: ¿Aca-


so Dios desechó a su pueblo?
¡De ninguna manera! Porque tam-
En tropezadero y en retribución;
10 Que sus ojos se nublen para
que no vean,
bién yo soy israelita, descendiente de Y sus espaldas se encorven
Abrahán y de la tribu de Benjamín. a para siempre.» e
2 Dios no desechó a su pueblo, al

cual conoció desde un principio. ¿No La salvación de los no judíos


saben ustedes lo que dice la Escritu- Pregunto entonces: «¿Será que
11 

ra acerca de Elías, de cómo invocó a los de Israel tropezaron para caer?»


Dios contra Israel, cuando dijo: ¡De ninguna manera! Más bien, su
3 «Señor, han dado muerte a tus
  transgresión redundó en la salvación
profetas, y han derribado tus alta- de los no judíos, para que los israe-
res. Sólo yo he quedado, y procuran litas se pongan celosos.
matarme»? b 12 Pues si su transgresión ha enri-

4 ¿Y cuál fue la respuesta divina?


  quecido al mundo, y su fracaso ha
«Me he reservado siete mil hom- enriquecido a los no judíos, ¡mucho
bres, que no han doblado la rodilla más será lo que logre su plena res-
delante de Baal.» c tauración!

h 10.19: Dt 32.21. i 10.20: Is 65.1. j 10.21: Is 65.2. a 11.1: Fil. 3.5.


b 11.3: 1 R 19.10, 14. c 11.4: 1 R 19.18. d 11.8: Dt 29.4; Is 29.10.
e 11.9-10: Sal 69.22-23.

1648
ROMANOS  11

13 Ahora les hablo a ustedes, a los neces en esa bondad, pues de otra
que no son judíos. Por cuanto yo manera también tú serás cortado.
soy el apóstol de ustedes, honro mi 23 Y aun ellos pueden ser injertados,

ministerio. si no permanecen en su incredu-


14 Yo quisiera poner celosos a los de
  lidad, pues Dios es poderoso para
mi sangre, y de esa manera salvar volver a injertarlos.
a algunos de ellos. 24 Porque si tú, que por naturaleza

15 Porque si su exclusión trajo como


  eras un olivo silvestre, contra la na-
resultado la reconciliación del mun- turaleza fuiste cortado e injertado
do, ¿qué resultará de su admisión, en el buen olivo, ¡con más razón
sino vida de entre los muertos? éstos, que son las ramas naturales,
16 Si la primera parte de la masa es
  serán injertados en su propio olivo!
santa, también lo es la masa restan-
te; y si la raíz es santa, también lo La restauración de Israel
son las ramas. 25  Hermanos, no quiero que igno-
17Si algunas de las ramas fueron
  ren este misterio, para que no se
cortadas, y tú, que eras un olivo sil- vuelvan arrogantes. Parte de Israel
vestre, fuiste injertado en su lugar se ha endurecido, y esto será así
y has venido a participar de la raíz hasta que se haya incorporado la
y de la rica savia del olivo, totalidad de los no judíos;
18 no te jactes contra las ramas; y si

26 y después de eso todo Israel será

te jactas, conviene que sepas que salvo. Como está escrito:


no eres tú el que sustenta a la raíz, «El Libertador vendrá de Sión,
sino que es la raíz la que te sustenta y apartará de Jacob la impiedad. f
a ti. Y éste será mi pacto con ellos,
27
19 Tal vez digas: «Las ramas fueron
  cuando yo quite sus pecados.» g
cortadas para que yo fuera injerta- 28 Así que, en cuanto al evangelio,

do.» son enemigos por causa de ustedes;


20 De acuerdo. Pero ellas fueron cor-
  pero en cuanto a la elección, son
tadas por su incredulidad, y tú te amados por causa de sus antepasados.
mantienes firme por la fe. Por lo tan- 29Porque los dones y el llamamiento

to, no seas soberbio, sino temeroso. de Dios son irrevocables.


21 Porque si Dios no perdonó a las

30 Así como en otro tiempo ustedes

ramas naturales, tampoco a ti te eran desobedientes a Dios, pero


perdonará. ahora han alcanzado misericordia
22 Por lo tanto, toma en cuenta la
  por la desobediencia de ellos,
bondad y la severidad de Dios; se- 31 así también éstos han sido deso-

veridad para con los que cayeron, bedientes ahora, para que por la
pero bondad para contigo, si perma- misericordia concedida a ustedes

f 11.26: Is 59.20. g 11.27: Jer 31.33-34.

1649
ROMANOS  11​, ​12

también ellos alcancen misericor- 4 Porque así como en un cuerpo hay


dia. muchos miembros, y no todos los
32 Porque Dios sujetó a todos a la
  miembros tienen la misma función,
desobediencia, para tener misericor- 5 así también nosotros, aunque so-

dia de todos. mos muchos, formamos un solo


33 ¡Qué profundas son las riquezas
  cuerpo en Cristo, a y cada miembro
de la sabiduría y del conocimiento está unido a los demás.
de Dios! ¡Cuán incomprensibles son 6 Ya que tenemos diferentes dones,

sus juicios, e inescrutables sus ca- según la gracia que nos ha sido da-
minos! da, b si tenemos el don de profecía,
34 Porque ¿quién ha entendido la
  usémoslo conforme a la medida de
mente del Señor? ¿O quién ha sido la fe.
su consejero? h 7 Si tenemos el don de servicio,

35 ¿O quién le dio a él primero, para


  sirvamos; si tenemos el don de la
que él tenga que devolverlo? i enseñanza, enseñemos;
36 Ciertamente, todas las cosas son

8 si tenemos el don de exhortación,

de él, y por él, y para él. ¡A él sea la exhortemos; si debemos repartir,


gloria por siempre! Amén. hagámoslo con generosidad; si nos
toca presidir, hagámoslo con soli-
Deberes cristianos citud; si debemos brindar ayuda,

12 A sí que, hermanos, yo les


ruego, por las misericordias
de Dios, que se presenten ustedes
hagámoslo con alegría.
9 Nuestro amor debe ser sincero.

Aborrezcamos lo malo y sigamos lo


mismos como un sacrificio vivo, san- bueno.
to y agradable a Dios. ¡Así es como 10 Amémonos unos a otros con amor

se debe adorar a Dios! fraternal; respetemos y mostremos


2 Y no adopten las costumbres de
  deferencia hacia los demás.
este mundo, sino transfórmense por 11 Si algo demanda diligencia, no

medio de la renovación de su men- seamos perezosos; sirvamos al Se-


te, para que comprueben cuál es la ñor con espíritu ferviente.
voluntad de Dios, lo que es bueno, 12 Gocémonos en la esperanza, so-

agradable y perfecto. portemos el sufrimiento, seamos


3 Por la gracia que me es dada, digo
  constantes en la oración.
a cada uno de ustedes que no tenga 13 Ayudemos a los hermanos necesi-

más alto concepto de sí que el que tados. Practiquemos la hospitalidad.


debe tener, sino que piense de sí con 14 Bendigamos a los que nos per-

sensatez, según la medida de fe que siguen; c bendigamos y no maldiga-


Dios repartió a cada uno. mos.

h 11.34: Is 40.13. i 11.35: Job 41.11. a 12.4-5: 1 Co 12.12.


b 12.6-8: 1 Co 12.4-11. c 12.14: Lc 6.28.

1650
ROMANOS  12​, ​13

15 Gocémonos con los que se gozan 3 Porque los gobernantes no están pa-
y lloremos con los que lloran. ra infundir temor a los que hacen lo
16 Vivamos como si fuéramos uno
  bueno, sino a los que hacen lo malo.
solo. No seamos altivos, sino jun- ¿Quieres vivir sin miedo a la autoridad?
témonos con los humildes. No Haz lo bueno, y tendrás su aprobación,
debemos creernos más sabios que 4 pues la autoridad está al servicio de

los demás. d Dios para tu bien. Pero si haces lo


17 No paguemos a nadie mal por
  malo, entonces sí debes temer, por-
mal. Procuremos hacer lo bueno a que no lleva la espada en vano, sino
los ojos de todo el mundo. que está al servicio de Dios para darle
18 Si es posible, y en cuanto depen-
  su merecido al que hace lo malo.
da de nosotros, vivamos en paz con 5 Por lo tanto, es necesario que nos

todos. sujetemos a la autoridad, no sólo por


19 No busquemos vengarnos, ama-
  causa del castigo, sino también por
dos míos. Mejor dejemos que actúe motivos de conciencia.
la ira de Dios, porque está escrito: 6 Por eso mismo ustedes pagan los

«Mía es la venganza, yo pagaré, di- impuestos, porque los gobernantes


ce el Señor.» e están al servicio de Dios y se dedi-
20 Por lo tanto, si nuestro enemigo
  can a gobernar.
tiene hambre, démosle de comer; si 7Paguen a todos lo que deban pagar,

tiene sed, démosle de beber. Si así ya sea que deban pagar tributo, im-
lo hacemos, haremos que éste se puesto, respeto u honra. a
avergüence de su conducta. f 8 No tengan deudas con nadie,

21 No permitamos que nos venza el


  aparte de la deuda de amarse unos
mal. Es mejor vencer al mal con el a otros; porque el que ama al próji-
bien. mo, ha cumplido la ley.

13 Todos debemos someternos a 9 Los mandamientos: «No adul-


las autoridades, pues no hay terarás», b «no matarás», c «no


autoridad que no venga de Dios. Las hurtarás», d «no dirás falso testimo-
autoridades que hay han sido esta- nio», e «no codiciarás», f y cualquier
blecidas por Dios. otro mandamiento, se resume en
2 Por lo tanto, aquel que se opone a
  esta sentencia: «Amarás a tu próji-
la autoridad, en realidad se opone a mo como a ti mismo.» g
lo establecido por Dios, y los que se 10 El amor no hace daño a nadie. De

oponen acarrean condenación sobre modo que el amor es el cumplimien-


ellos mismos. to de la ley.

d 12.16: Pr 3.7. e 12.19: Dt 32.35. f 12.20: Pr 25.21-22.


a 13.6-7: Mt 22.21; Mc 12.17; Lc 20.25. b 13.9: Ex 20.14; Dt 5.18.
c 13.9: Ex 20.13; Dt 5.17. d 13.9: Ex 20.15; Dt 5.19. e 13.9: Ex 20.16; Dt 5.20.
f 13.9: Ex 20.17; Dt 5.21. g 13.9: Lv 19.18.

1651
ROMANOS  13​, ​14

Hagan todo esto, conscientes


11  Otros consideran que todos los
del tiempo en que vivimos y de que días son iguales. Cada uno está ple-
ya es hora de que despertemos del namente convencido de su propio
sueño. Porque nuestra salvación es- pensamiento.
tá más cerca de nosotros ahora que 6 El que da importancia a ciertos

cuando creímos. días, lo hace para el Señor; y el que


12 La noche ha avanzado, y se acer-
  no les da importancia, también lo
ca el día. Por tanto, desechemos las hace para el Señor. El que come,
obras de las tinieblas, y revistámo- para el Señor come, porque da gra-
nos de las armas de la luz. cias a Dios; y el que deja de comer,
13 Vivamos con honestidad, como a la
  lo hace para el Señor, y también da
luz del día, y no andemos en glotone- gracias a Dios. a
rías ni en borracheras, ni en lujurias y 7Y es que nadie vive para sí, ni na-

lascivias, ni en contiendas y envidias. die muere para sí,


14 Más bien, revistámonos del Señor

8 pues si vivimos, para el Señor vi-

Jesucristo, y no busquemos satisfa- vimos, y si morimos, para el Señor


cer los deseos de la carne. morimos. Así que, ya sea que vi-
vamos, o que muramos, somos del
Los débiles en la fe Señor.

14 Reciban al que es débil en 9 Porque para esto mismo Cristo


la fe, pero no para entrar en murió y resucitó: para ser Señor de


discusiones. los vivos y de los muertos.
2 Algunos creen que está permiti-

10 Así que tú, ¿por qué juzgas a tu

do comer de todo, pero hay otros, hermano? O tú también, ¿por qué


que son débiles y que sólo comen menosprecias a tu hermano? ¡Todos
legumbres. tendremos que comparecer ante el
3 El que come de todo, no debe me-
  tribunal de Cristo! b
nospreciar al que no come ciertas 11 Escrito está:

cosas, y el que no come de todo, «Vivo yo, dice el Señor, que ante
no debe juzgar al que come, porque mí se doblará toda rodilla,
Dios lo ha aceptado. Y toda lengua confesará a
4 ¿Quién eres tú, para juzgar al cria-
  Dios.» c
do ajeno? Si éste se mantiene firme o 12 Así que cada uno de nosotros ten-

cae, es un asunto de su propio amo. drá que rendir cuentas a Dios de sí


Pero se mantendrá firme, porque el mismo.
Señor es poderoso para mantenerlo 13 Por tanto, no sigamos juzgán-

así. donos unos a otros. Más bien, pro-


5 Algunos creen que ciertos días
  pongámonos no poner tropiezo al
son más importantes que otros. hermano, ni hacerlo caer.

a 14.1-6: Col 2.16. b 14.10: 2 Co 5.10. c 14.11: Is 45.23.

1652
ROMANOS  14​, ​15

Yo sé, y confío en el Señor Jesús,


14   flaquezas de los débiles, en vez de
que nada es impuro en sí mismo; hacer lo que nos agrada.
pero si alguien piensa que algo es 2 Cada uno de nosotros debe agra-

impuro, lo es para él. dar a su prójimo en lo que es bueno,


15 Pero si tu hermano se siente agra-
  con el fin de edificarlo.
viado por causa de lo que comes, 3 Porque ni aun Cristo se agradó a sí

entonces tu conducta ya no refleja mismo sino que, como está escrito:


el amor. No hagas que por causa de «Las ofensas de los que te insulta-
tu comida se pierda aquel por quien ban cayeron sobre mí.» a
Cristo murió. 4 Las cosas que se escribieron an-

16 No permitan que se hable mal del


  tes, se escribieron para nuestra
bien que ustedes hacen, enseñanza, a fin de que tengamos
17porque el reino de Dios no es cues-
  esperanza por medio de la paciencia
tión de comida ni de bebida, sino y la consolación de las Escrituras.
de justicia, paz y gozo en el Espíritu 5 Que el Dios de la paciencia y de

Santo. la consolación les conceda a ustedes


18 El que de esta manera sirve a
  un mismo sentir, según Cristo Jesús,
Cristo, agrada a Dios, y es aprobado 6 para que todos juntos y a una sola

por los hombres. voz glorifiquen al Dios y Padre de


19 Así que, sigamos lo que contribu-
  nuestro Señor Jesucristo.
ye a la paz y a la mutua edificación.
20 No destruyas la obra de Dios por

El evangelio a los no judíos
causa de la comida. Todas las cosas Por tanto, recíbanse unos a otros,
7 

son limpias; lo malo es hacer trope- como también Cristo nos recibió, pa-
zar a otros por lo que comemos. ra la gloria de Dios.
21 Lo mejor es no comer carne, ni

8 Pues les digo que Cristo Jesús vi-

beber vino, ni hacer nada que haga no a ser siervo de los judíos para
que tu hermano tropiece, o se ofen- mostrar la verdad de Dios, para
da, o se debilite. confirmar las promesas hechas a
22 ¿Tú tienes fe? Tenla para contigo
  nuestros antepasados,
delante de Dios. Dichoso aquel, a 9 y para que los que no son judíos

quien su conciencia no lo acusa por glorifiquen a Dios por su misericor-


lo que hace. dia, como está escrito:
23 Pero el que duda acerca de lo que
  «Por tanto, yo te confesaré
come, ya se ha condenado, porque no entre las naciones,
lo hace por convicción; y todo lo que Y cantaré salmos a tu nombre.» b
no se hace por convicción es pecado. 10 Y en otra parte dice:

15 Así que, los que somos fuer-


tes debemos soportar las
«Alégrense, naciones, con su
pueblo.» c

a 15.3: Sal 69.9. b 15.9: 2 S 22.50; Sal 18.49. c 15.10: Dt 32.43.

1653
ROMANOS  15

Y también dice:
11  hasta Ilírico, todo lo he llenado del
«Alaben al Señor todas las evangelio de Cristo.
naciones, 20 Fue así como me esforcé a predi-

Y exáltenlo todos los pueblos.» d car el evangelio, no donde Cristo


12 Y otra vez dice Isaías:
  ya hubiera sido anunciado, para no
«Se alzará la raíz de Yesé; edificar sobre fundamento ajeno,
se levantará a gobernar a las 21 sino, como está escrito:

naciones, «Aquellos a quienes nunca les fue


las cuales pondrán en él su anunciado acerca de él, verán;
esperanza.» e Y los que nunca han oído de
13 ¡Que el Dios de la esperanza los
  él, entenderán.» f
llene de todo gozo y paz en la fe,
para que rebosen de esperanza por Pablo se propone ir a Roma
el poder del Espíritu Santo! Por esto muchas veces no me ha
22  
14 Estoy seguro, hermanos míos, de
  sido posible ir a visitarlos; g
que ustedes mismos están llenos de 23 pero como no me queda más ta-

bondad y de todo conocimiento, de rea pendiente en estas regiones, y


tal manera que pueden amonestarse como desde hace muchos años de-
unos a otros. seo ir a verlos,
15 Pero les he escrito con toda fran-

24 iré a visitarlos ahora que vaya a

queza, como para hacerles recordar, España. Espero verlos cuando pase
por la gracia que Dios me ha dado, por allá, y que me ayuden a conti-
16 para ser ministro de Jesucristo a
  nuar con mi viaje, luego de haber
los no judíos y ministrarles el evan- disfrutado de su compañía.
gelio de Dios, para que ellos sean 25 Pero ahora voy a Jerusalén para

una ofrenda agradable a Dios, san- servir a los santos.


tificada por el Espíritu Santo. 26 Macedonia y Acaya tuvieron a

17 Tengo, pues, de qué gloriarme


  bien hacer una ofrenda para los po-
en Cristo Jesús en lo que a Dios se bres que hay entre los santos que
refiere. están en Jerusalén, h
18 Porque no me atrevería a contar

27pues les pareció que era lo correc-

sino lo que, de palabra y obra, Cris- to, y se sienten en deuda con ellos.
to ha hecho por medio de mí para Porque si los que no son judíos han
la obediencia de los no judíos; sido hechos partícipes de las bendi-
19y esto mediante poderosas señales
  ciones espirituales, deben también
y prodigios, en el poder del Espíritu compartir las bendiciones materiales. i
de Dios, de tal manera que desde 28 Así que, cuando esto haya con-

Jerusalén y por los alrededores cluido y yo les haya entregado este

d 15.11: Sal 117.1. e 15.12: Is 11.10. f 15.21: Is 52.15. g 15.22: Ro 1.13.


h 15.25-26: 1 Co 16.1-4. i 15.27: 1 Co 9.11.

1654
ROMANOS  15​, ​16

fruto, pasaré a visitarlos de camino 6 Saluden a María, que tanto ha tra-


a España, bajado entre ustedes.
29 y sé que, cuando los visite, llega-

7Saluden a Andrónico y a Junias, mis

ré con la abundante bendición del parientes y compañeros de prisiones;


evangelio de Cristo. ellos son muy estimados entre los
30 Pero les ruego, hermanos, por
  apóstoles, y se convirtieron a Cristo
nuestro Señor Jesucristo y por el antes que yo.
amor del Espíritu, que me ayuden 8 Saluden a Amplias, a quien amo

con sus oraciones a Dios por mí, en el Señor.


31 para que sea yo librado de los re-

9 Saluden a Urbano, nuestro colabo-

beldes que están en Judea, y que la rador en Cristo Jesús, y a mi amado


ofrenda de mi servicio a los santos hermano Estaquis.
en Jerusalén sea agradable, 10 Saluden a Apeles, un auténtico

32 para que, por la voluntad de Dios,


  cristiano. Saluden a los de la casa
llegue a ustedes gozoso y pueda des- de Aristóbulo.
cansar entre ustedes. 11 Saluden a Herodión, mi pariente,

33 Que el Dios de paz sea con todos


  y a los de la casa de Narciso, quie-
ustedes. Amén. nes están en el Señor.
12 Saluden a Trifena y a Trifosa, las

Saludos personales cuales trabajan en el Señor. Saluden

16 L es recomiendo a nuestra
hermana Febe, diaconisa de
la iglesia en Cencrea.
a la amada Pérsida, la cual ha traba-
jado mucho en el Señor.
13 Saluden a Rufo, b escogido en el

2 Les pido que la reciban en el Se-


  Señor, y a su madre, que es también
ñor, como merecen ser recibidos la mía.
los santos, y que la ayuden en cual- 14 Saluden a Asíncrito, Flegonte,

quier cosa que necesite de ustedes, Hermas, Patrobas, Hermes y los


porque ha ayudado a muchos, y hermanos que están con ellos.
también a mí mismo. 15 Saluden a Filólogo y Julia, a Nereo

3 Saluden a Priscila y a Aquila, 



a y a su hermana, a Olimpas y a todos
mis colaboradores en Cristo Jesús, los santos que están con ellos.
4 que arriesgaron su vida por mí.

16 Salúdense unos a otros con un be-

Tanto yo como todas las iglesias so santo. Todas las iglesias en Cristo
de los no judíos les estamos muy los saludan.
agradecidos. 17Pero les ruego, hermanos, que se

5 Saluden también a la iglesia de su


  cuiden de los que causan divisiones
casa. Saluden a mi amado hermano y tropiezos en contra de la enseñan-
Epeneto, que fue el primer conver- za que ustedes han recibido, y que
tido a Cristo en Acaya. se aparten de ellos.

a 16.3: Hch 18.2. b 16.13: Mc 15.21.

1655
ROMANOS  16

Porque tales personas no sirven a


18   Los saluda Erasto, e el tesorero de la
nuestro Señor Jesucristo, sino a su ciudad, y el hermano Cuarto.
propio vientre, y con palabras sua- 24 Que la gracia de nuestro Señor

ves y lisonjeras engañan al corazón Jesucristo sea con todos ustedes.


de los ingenuos. Amén.
19 La obediencia de ustedes ha lle-

gado a ser bien conocida por todos, Doxología final


lo que me llena de alegría por us- Y al que puede fortalecerlos
25  

tedes; pero quiero que sean sabios conforme a mi evangelio y a la


para el bien, e ingenuos para el predicación de Jesucristo, según la
mal. revelación del misterio que se ha
20 Muy pronto el Dios de paz aplasta-
  mantenido oculto desde tiempos
rá a Satanás bajo los pies de ustedes. eternos,
Que la gracia de nuestro Señor Jesu- 26 pero que ahora ha sido revelado

cristo sea con ustedes. por medio de las Escrituras de los


21 Reciban saludos de mi colabo-
  profetas, y que de acuerdo al man-
rador Timoteo c y de Lucio, Jasón y damiento del Dios eterno se ha
Sosípater, mis parientes. dado a conocer a todas las naciones
22 Yo, Tercio, que escribí la carta,
  para que obedezcan a la fe,
los saludo en el Señor. 27al único y sabio Dios, sea la gloria

23 Los saluda Gayo, d que nos ha


  mediante Jesucristo para siempre.
hospedado a mí y a toda la iglesia. Amén.

c 16.21: Hch 16.1. d 16.23: Hch 19.29; 1 Co 1.14. e 16.23: 2 Ti 4.20.

1656
PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL
SAN PABLO A LOS

CORINTIOS
la manifestación de nuestro Señor
Saludo Jesucristo,

1 Yo, Pablo, llamado a ser apóstol 8 el cual también los confirmará


de Jesucristo por la voluntad de hasta el fin, para que sean irrepren-


Dios, y el hermano Sóstenes, sibles en el día de nuestro Señor
2 saludamos a la iglesia de Dios que
  Jesucristo.
está en Corinto,  a a los que han sido 9 Fiel es Dios, quien los ha llamado

santificados en Cristo Jesús y llamados a tener comunión con su Hijo Jesu-


a ser santos, junto con todos los que cristo, nuestro Señor.
en todas partes invocan el nombre del
Señor Jesucristo, Señor suyo y nuestro. ¿Está dividido Cristo?
3 Que la gracia y la paz de Dios
  Hermanos, les ruego por el nom-
10 

nuestro Padre y del Señor Jesucristo bre de nuestro Señor Jesucristo, que
sean con ustedes. se pongan de acuerdo y que no haya
divisiones entre ustedes, sino que es-
Acción de gracias por los tén perfectamente unidos en un mis-
dones espirituales mo sentir y en un mismo parecer.
4 Siempre doy gracias a mi Dios por

11 Digo esto, hermanos míos, porque

ustedes y por la gracia que él les ha los de Cloé me han informado que
dado en Cristo Jesús. entre ustedes hay contiendas.
5 Porque en él ustedes fueron enri-

12 Quiero decir, que algunos de

quecidos en todas las cosas, tanto ustedes dicen: «Yo soy de Pablo»;
en palabra como en conocimiento. otros, «yo soy de Apolos»; b otros,
6 Así se ha confirmado en ustedes el
  «yo soy de Cefas»; y aun otros, «yo
testimonio acerca de Cristo, soy de Cristo».
7 de tal manera que nada les falta

13 ¿Acaso Cristo está dividido?

en ningún don, mientras esperan ¿Acaso Pablo fue crucificado por us-

a 1.2: Hch 18.1. b 1.12: Hch 18.24.

1657
1 CORINTIOS  1​, ​2

tedes? ¿O fueron ustedes bautizados 23 pero nosotros predicamos a Cristo


en el nombre de Pablo? crucificado, que para los judíos es
14 Doy gracias a Dios de que no he
  ciertamente un tropezadero, y para
bautizado a ninguno de ustedes, los no judíos una locura,
excepto a Crispo, c y a Gayo, d 24 pero para los llamados, tanto ju-

15 para que ninguno de ustedes diga


  díos como griegos, Cristo es poder
que fueron bautizados en mi nom- de Dios, y sabiduría de Dios.
bre. 25 Porque lo insensato de Dios es

16 También bauticé a la familia de Es-


  más sabio que los hombres, y lo
téfanas. e Pero no sé si he bautizado débil de Dios es más fuerte que los
a algún otro, hombres.
17pues Cristo no me envió a bautizar,

26 Consideren, hermanos, su llama-

sino a predicar el evangelio, y esto, miento: No muchos de ustedes son


no con palabras elocuentes, para que sabios, según los criterios humanos,
la cruz de Cristo no perdiera su valor. ni son muchos los poderosos, ni mu-
chos los nobles;
Cristo, poder y sabiduría de Dios 27sino que Dios eligió lo necio del

18 El mensaje de la cruz es cierta-


  mundo, para avergonzar a los sa-
mente una locura para los que se pier- bios; y lo débil del mundo, para
den, pero para los que se salvan, es avergonzar a lo fuerte.
decir, para nosotros, es poder de Dios. 28 También Dios escogió lo vil del

19 Pues está escrito:


  mundo y lo menospreciado, y lo que
«Destruiré la sabiduría de los no es, para deshacer lo que es,
sabios, 29 a fin de que nadie pueda jactarse

y desecharé la inteligencia de en su presencia.


los inteligentes.» f 30 Pero gracias a Dios ustedes ahora

20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde


  son de Cristo Jesús, a quien Dios ha
está el escriba? ¿Dónde está el que constituido como nuestra sabiduría,
escudriña estos tiempos? ¿Acaso no nuestra justificación, nuestra santifi-
ha hecho Dios enloquecer a la sabi- cación y nuestra redención,
duría de este mundo? g 31 para que se cumpla lo que está

21 Porque Dios no permitió que el


  escrito: «El que se gloría, que se
mundo lo conociera mediante la gloríe en el Señor.» h
sabiduría, sino que dispuso salvar
a los creyentes por la locura de la Proclamación de
predicación. Cristo crucificado

2
22 Los judíos piden señales, y los
  Así que, hermanos, cuando fui
griegos van tras la sabiduría, a ustedes para anunciarles el

c 1.14: Hch 18.8. d 1.14: Hch 19.29; Ro 16.23. e 1.16: 1 Co 16.15.


f 1.19: Is 29.14. g 1.20: Is 44.25. h 1.31: Jer 9.24.

1658
1 CORINTIOS  2​, ​3

testimonio de Dios, no lo hice con Pero Dios nos las reveló a noso-
10  

palabras elocuentes ni sabias. tros por medio del Espíritu, porque


2 Más bien, al estar entre ustedes
  el Espíritu lo examina todo, aun las
me propuse no saber de ninguna profundidades de Dios.
otra cosa, sino de Jesucristo, y de 11 Porque ¿quién de entre los hom-

éste crucificado. bres puede saber las cosas del


3 Estuve entre ustedes con tanta de-
  hombre, sino el espíritu del hombre
bilidad, que temblaba yo de miedo. a que está en él? Así mismo, nadie
4 Ni mi palabra ni mi predicación
  conoce las cosas de Dios, sino el
se basaron en palabras persuasivas Espíritu de Dios.
de sabiduría humana, sino en la de- 12 Y nosotros no hemos recibido el

mostración del Espíritu y del poder, espíritu del mundo, sino el Espíritu
5 para que la fe de ustedes no esté
  que proviene de Dios, para que en-
fundada en la sabiduría de los hom- tendamos lo que Dios nos ha dado,
bres, sino en el poder de Dios. 13 de lo cual también hablamos, pe-

ro no con palabras aprendidas de la


La revelación por el sabiduría humana, sino con las que
Espíritu de Dios enseña el Espíritu, que explican las
6 Sin embargo, entre los que han
  cosas espirituales con términos es-
alcanzado la madurez sí hablamos pirituales.
con sabiduría, pero no con la sabi- 14 Pero el hombre natural no per-

duría de este mundo ni la de sus cibe las cosas que son del Espíritu
gobernantes, los cuales perecen. de Dios, porque para él son una
7Más bien hablamos de la sabiduría
  locura; y tampoco las puede enten-
oculta y misteriosa de Dios, que des- der, porque tienen que discernirse
de hace mucho tiempo Dios había espiritualmente.
predestinado para nuestra gloria, 15 En cambio, el hombre espiritual

8 sabiduría que ninguno de los go-


  juzga todas las cosas, pero él no está
bernantes de este mundo conoció, sujeto al juicio de nadie.
porque si la hubieran conocido, 16 Porque ¿quién conoció la mente

nunca habrían crucificado al Señor del Señor? ¿O quién podrá instruir-


de la gloria. lo? c Pero nosotros tenemos la mente
9 Como está escrito:
  de Cristo.
«Las cosas que ningún ojo vio,
ni ningún oído escuchó, Colaboradores de Dios
Ni han penetrado en el cora-
zón del hombre,
Son las que Dios ha preparado
3 Hermanos, yo no pude hablar-
les como a personas espirituales
sino como a gente carnal, como a
para los que lo aman.» b niños en Cristo.

a 2.3: Hch 18.9. b 2.9: Is 64.4. c 2.16: Is 40.13.

1659
1 CORINTIOS  3

2 Les di a beber leche, pues no eran Y si alguno edifica sobre este fun-
12  

capaces de asimilar alimento sólido, damento, y pone oro, plata, piedras


ni lo son todavía, preciosas, madera, heno, u hojaras-
3 porque aún son gente carnal. Pues
  ca,
mientras haya entre ustedes celos, 13 su obra podrá verse claramente;

contiendas y divisiones, serán gen- el día la pondrá al descubierto, y la


te carnal y vivirán según criterios obra de cada uno, sea la que sea, se-
humanos. rá revelada y probada por el fuego.
4 Y es que cuando alguien dice: «Yo

14 Si lo que alguno sobreedificó per-

ciertamente soy de Pablo»; y el otro: manece, ése recibirá su recompensa.


«Yo soy de Apolos», b ¿acaso no son 15 Si lo que alguno sobreedificó se

gente carnal? quema, ése sufrirá una pérdida, si


5 Después de todo, ¿quién es Pablo,
  bien él mismo se salvará, aunque
y quién es Apolos? Sólo servidores como quien escapa del fuego.
por medio de los cuales ustedes han 16 ¿No saben que ustedes son tem-

creído, según lo que a cada uno le plo de Dios, y que el Espíritu de Dios
concedió el Señor. habita en ustedes? e
6 Yo sembré, 

c y Apolos regó,  d pero 17 Si alguno destruye el templo de

el crecimiento lo ha dado Dios. Dios, Dios lo destruirá a él, porque


7Así que ni el que siembra ni el que
  el templo de Dios es santo, y uste-
riega son algo, sino Dios, que da el des son ese templo.
crecimiento. 18 Que nadie se engañe. Si alguno

8 Y tanto el que siembra como el


  de ustedes se cree sabio según la
que riega son iguales, aunque cada sabiduría de este mundo, hágase ig-
uno recibirá su recompensa confor- norante, para que llegue a ser sabio.
me a su labor. 19 Porque para Dios la sabiduría de

9Porque nosotros somos colaborado-


  este mundo es insensatez; pues es-
res de Dios, y ustedes son el campo de crito está: «Él atrapa a los sabios en
cultivo de Dios, son el edificio de Dios. sus propias trampas». f
10 Según la gracia que Dios me ha

20 Y en otra parte dice: «El Señor

dado, yo, como perito arquitecto, conoce los pensamientos de los sa-
puse el fundamento, mientras que bios, y éstos son inútiles». g
otro sigue construyendo encima, 21 Así que nadie debe vanagloriarse

pero cada uno debe tener cuidado de los hombres, porque todo es de
de cómo sobreedifica. ustedes:
11 Porque nadie puede poner otro

22 sea Pablo, Apolos, Cefas, el mun-

fundamento que el que está puesto, do, la vida, la muerte, lo presente


el cual es Jesucristo. o lo por venir, todo es de ustedes,

b 3.4: 1 Co 1.12. c 3.6: Hch 18.4-11. d 3.6: Hch 18.24-28.


e 3.16: 1 Co 6.19; 2 Co 6.16. f 3.19: Job 5.13. g 3.20: Sal 94.11.

1660
1 CORINTIOS  3​, ​4

y ustedes son de Cristo, y Cristo


23   ran, para que también nosotros rei-
es de Dios. náramos juntamente con ustedes!
9 Lo que creo es que Dios nos ha

El ministerio de los apóstoles exhibido a nosotros los apóstoles

4 Todos deben considerarnos ser-


vidores de Cristo y administra-
dores de los misterios de Dios.
como si fuéramos lo último, ¡co-
mo si estuviéramos sentenciados a
muerte! Hemos llegado a ser el haz-
2 Ahora bien, de los administrado-
  merreír del mundo, de los ángeles y
res se espera que demuestren ser de los hombres.
dignos de confianza. 10 Por amor a Cristo, nosotros somos

3 Por mi parte, no me preocupa mu-


  los insensatos, y ustedes los pruden-
cho ser juzgado por ustedes o por tes en Cristo; nosotros somos los
algún tribunal humano; es más, ni débiles, y ustedes los fuertes; uste-
siquiera yo mismo me juzgo. des son respetados, y a nosotros se
4 Y aunque mi conciencia no me
  nos desprecia.
acusa de nada, no por eso quedo 11 Hasta el momento pasamos

justificado; quien me juzga es el hambre, tenemos sed, andamos


Señor. desnudos, nos abofetean, y no te-
5 Así que no juzguen ustedes nada
  nemos dónde vivir.
antes de tiempo, hasta que venga 12 Trabajamos hasta el cansancio

el Señor, el cual sacará a la luz lo con nuestras propias manos; a nos


que esté escondido y pondrá al maldicen, y bendecimos; nos persi-
descubierto las intenciones de los guen, y soportamos la persecución;
corazones. Entonces Dios le dará a 13 nos difaman, y no nos ofendemos.

cada uno la alabanza que merezca. Hemos llegado a ser como la esco-
6 Pero esto, hermanos, lo digo
  ria del mundo, como el desecho de
para su propio bien, y pongo como todos.
ejemplo a Apolos y a mí, para que 14 No escribo esto para avergonzar-

de nuestro ejemplo aprendan a no los, sino para amonestarlos como a


pensar más allá de lo que está es- mis hijos amados.
crito, no sea que se envanezcan por 15 Porque aunque ustedes tengan

favorecer a uno en perjuicio del otro. diez mil instructores en Cristo,


7Porque ¿quién te hace superior? ¿O
  no tienen muchos padres, pues en
qué tienes que no hayas recibido? Cristo Jesús yo los engendré por
Y si lo recibiste, ¿por qué te jactas medio del evangelio.
como si no te lo hubieran dado? 16 Por tanto, les ruego que me imi-

8 Ustedes ya están satisfechos. Ya


  ten. b
son ricos, y aun sin nosotros reinan. 17Por eso les he enviado a Timoteo,

¡Pues cómo quisiera yo que reina- que es mi hijo amado y fiel en el Se-

a 4.12: Hch 18.3. b 4.16: 1 Co 11.1; Fil. 3.17.

1661
1 CORINTIOS  4​–​6

ñor, el cual les recordará mi modo de No está bien que ustedes se jac-
6 

ser en Cristo, tal y como enseño en ten. ¿No saben que un poco de leva-
todas partes y en todas las iglesias. dura hace fermentar toda la masa? b
18 Pero algunos se creen muy impor-

7 Límpiense de la vieja levadura,

tantes, y creen que yo nunca iré a para que sean una nueva masa, sin
visitarlos. levadura, como en realidad lo son.
19 Pero, si el Señor así lo quiere,
  Nuestra pascua, c que es Cristo, ya
pronto iré a verlos, y entonces sabré ha sido sacrificada por nosotros.
cuánto pueden hacer esos engreí- 8 Así que celebremos la fiesta, pero

dos, y no cuánto pueden hablar. no con la vieja levadura, ni con la


20 Porque el reino de Dios no es
  levadura de malicia y de maldad,
cuestión de palabras, sino de poder. sino con panes sin levadura, d de
21 ¿Qué prefieren ustedes? ¿Que los
  sinceridad y de verdad.
visite con una vara, o con amor y 9 Por carta ya les he dicho que no

con un espíritu apacible? se junten con esos libertinos.


10 Y no me refiero a que se aparten

Un caso de inmoralidad sexual del todo de los libertinos mundanos,

5 Se ha sabido de un caso de in-


moralidad sexual entre ustedes,
que ni siquiera los paganos tolera-
o de los avaros, o de los ladrones, o
de los idólatras, pues en ese caso
tendrían que salirse de este mundo.
rían, y es que uno de ustedes tiene 11 Más bien les escribí que no se

como mujer a la esposa de su padre. a junten con los que se dicen her-
2 Ustedes están engreídos. ¿No
  manos pero son libertinos, avaros,
deberían, más bien, lamentar lo su- idólatras, insolentes, borrachos y la-
cedido y expulsar de entre ustedes drones. Con esa gente, ni siquiera
al que cometió tal acción? coman juntos.
3 Yo, por mi parte, aunque física-

12 ¿Con qué derecho podría yo juz-

mente no estoy entre ustedes, sí lo gar a los de afuera, si ustedes no


estoy en espíritu y, como si hubiera juzgan a los de adentro?
estado presente, he juzgado al que 13 A los de afuera, ya Dios los juz-

hizo tal cosa. gará. Así que, ¡saquen de entre


4 Cuando ustedes se reúnan, y en
  ustedes a ese perverso!
espíritu yo esté con ustedes, en el
nombre de nuestro Señor Jesucristo, Litigios en presencia
y con su poder, de los incrédulos

6
5 entreguen a ese hombre a Satanás
  Si alguno de ustedes tiene un
para que lo destruya, a fin de que pleito con otro, ¿por qué pre-
su espíritu sea salvado en el día del senta el caso ante los impíos, y no
Señor Jesús. ante los santos?

a 5.1: Dt 22.30. b 5.6: Gl 5.9. c 5.7: Ex 12.5. d 5.8: Ex 13.7; Dt 16.3.

1662
1 CORINTIOS  6

2 ¿Acaso no saben ustedes que los santificados, ya han sido justificados


santos juzgarán al mundo? Y si son en el nombre del Señor Jesús, y por
ustedes quienes han de juzgar al el Espíritu de nuestro Dios.
mundo, ¿acaso les es poca cosa juz-
gar casos muy pequeños? Glorifiquen a Dios en su cuerpo
3 ¿No saben ustedes que nosotros

12 Todo me está permitido, pero no

juzgaremos a los ángeles? ¡Pues con todo me conviene. a Todo me está


más razón los asuntos de esta vida! permitido, pero no permitiré que
4 Si ustedes pueden emitir juicios en
  nada me domine.
cuanto a los asuntos de esta vida, 13 Los alimentos son para el estó-

¿cómo entonces ponen como jueces mago, y el estómago es para los


a gente de poca estima en la iglesia? alimentos, pero Dios destruirá tanto
5 Les digo esto para avergonzarlos.
  al uno como a los otros. Y el cuerpo
¿Acaso no hay entre ustedes siquie- no es para la inmoralidad sexual, si-
ra uno que sea sabio y que pueda no para el Señor, y el Señor es para
servir de juez entre sus hermanos? el cuerpo.
6 ¡Y es que no sólo se pelean entre

14 Y así como Dios levantó al Señor,

hermanos, sino que lo hacen en también nos levantará a nosotros


presencia de los incrédulos! con su poder.
7Sin duda, ya es bastante grave que

15 ¿Acaso no saben ustedes que

haya pleitos entre ustedes. ¿No sería sus cuerpos son miembros de
mejor pasar por alto la ofensa? ¿No Cristo? ¿Voy entonces a tomar los
sería mejor dejar que los defrauden? miembros de Cristo para hacerlos
8 ¡Pero el caso es que son ustedes
  miembros de una prostituta? ¡De
los que cometen el agravio, y los ninguna manera!
que defraudan, y lo hacen contra 16 ¿Acaso no saben que el que se

los hermanos! une con una prostituta se hace un


9 ¿Acaso no saben que los injustos
  solo cuerpo con ella? La Escritura
no heredarán el reino de Dios? No dice: «Los dos serán un solo ser». b
se equivoquen: ni los fornicarios, ni 17Pero el que se une al Señor, es un

los idólatras, ni los adúlteros, ni los espíritu con él.


afeminados, ni los que se acuestan 18 Huyan de la inmoralidad sexual.

con hombres, Cualquier otro pecado que el


10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los
  hombre cometa, ocurre fuera del
borrachos, ni los malhablados, ni los cuerpo; pero el que comete inmo-
estafadores, heredarán el reino de ralidad sexual peca contra su propio
Dios. cuerpo.
11 Y eso eran algunos de ustedes, pe-

19 ¿Acaso ignoran que el cuerpo

ro ya han sido lavados, ya han sido de ustedes es templo del Espíritu

a 6.12: 1 Co 10.23. b 6.16: Gn 2.24.

1663
1 CORINTIOS  6​, ​7

Santo, que está en ustedes, c y que A los solteros y a las viudas les
8 

recibieron de parte de Dios, y que digo que sería bueno que se queda-
ustedes no son dueños de sí mis- ran como yo;
mos? 9 pero si no pueden dominarse, que

20 Porque ustedes han sido compra-


  se casen; pues es mejor casarse que
dos; el precio de ustedes ya ha sido arder de pasión.
pagado. Por lo tanto, den gloria a 10 Pero a los que están unidos en

Dios en su cuerpo y en su espíritu, matrimonio les doy este mandato


los cuales son de Dios. (que en realidad no es mío sino del
Señor): Que la esposa no se separe
Problemas matrimoniales del esposo;

7 En cuanto a los temas de que 11 pero en caso de separarse, que no


ustedes me escribieron, lo me- se vuelva a casar, o que se recon-


jor para hombres y mujeres sería no cilie con su esposo. De la misma
tener relaciones sexuales, manera, que el esposo no abandone
2 pero por causa de la inmoralidad
  a su mujer. a
sexual, cada hombre debe tener su 12 A los demás, les digo yo (y no el

propia esposa y cada mujer su pro- Señor): Si la esposa de algún hermano


pio esposo. no es creyente, pero ella consiente en
3 El marido debe cumplir el deber
  vivir con él, éste no debe abandonarla.
conyugal con su esposa, lo mismo 13 Y si el esposo de alguna hermana

que la mujer con su esposo. no es creyente, pero él consiente en


4 La esposa ya no tiene poder sobre
  vivir con ella, tampoco ésta debe
su propio cuerpo, sino su esposo; y abandonarlo.
tampoco el esposo tiene poder sobre 14 Porque el esposo no creyente es

su propio cuerpo, sino su esposa. santificado en su esposa, y la espo-


5 No se nieguen el uno al otro, a
  sa no creyente es santificada en su
no ser por algún tiempo de mutuo esposo. Si así no fuera, los hijos de
consentimiento, para dedicarse a la ustedes serían impuros, mientras
oración. Pero vuelvan luego a jun- que ahora son santos.
tarse, no sea que Satanás los tiente 15 Pero si el no creyente quiere se-

por no poder dominarse. pararse, que lo haga; en ese caso,


6 Aunque esto lo digo más como
  el hermano o la hermana no están
concesión que como mandamiento. obligados a mantener esa relación,
7En realidad, quisiera que todos los
  pues Dios nos llamó a vivir en paz.
hombres fueran como yo; pero Dios 16 Porque ¿cómo sabes tú, mujer, si

le ha dado a cada uno su propio acaso salvarás a tu esposo? ¿O cómo


don, a algunos de alguna manera y sabes tú, hombre, si acaso salvarás
a otros, de otra. a tu esposa?

c 6.19: 1 Co 3.16; 2 Co 6.16. a 7.10-11: Mt 5.32; 19.9; Mc 10.11-12; Lc 16.18.

1664
1 CORINTIOS  7

17 De todas maneras, cada uno debe Aunque, si te casas, no pecas; y


28  

comportarse de acuerdo a la condi- si alguna joven soltera se casa, tam-


ción que el Señor le asignó y a la poco peca. Sin embargo, los que se
cual lo llamó. Esto es lo que mando casan tendrán que enfrentar sufri-
en todas las iglesias. mientos, y yo quisiera evitárselos.
18 ¿Fue alguno llamado cuando ya

29 Pero quiero decirles, hermanos,

estaba circuncidado? Que se quede que el tiempo se acorta; por lo tan-


circuncidado. ¿Fue alguno llamado to, el que tiene esposa debe vivir
sin haber sido circuncidado? Que como si no la tuviera;
no se circuncide. 30 el que llora, como si no llorara;

19 Lo que importa es obedecer los


  el que se alegra, como si no se ale-
mandamientos de Dios, y no el es- grara; el que compra, como si no
tar o no circuncidado. tuviera nada;
20 Cada uno debe permanecer en la

31 y el que disfruta de este mundo,

condición en que estaba cuando fue como si no lo disfrutara; porque


llamado. el mundo que conocemos está por
21 ¿Fuiste llamado cuando aún eras
  desaparecer.
esclavo? No te preocupes. Aunque, 32 Yo quisiera verlos libres de pre-

si tienes la oportunidad de liberar- ocupaciones. El soltero se preocupa


te, debes aprovecharla. de servir al Señor, y de cómo agra-
22 Porque el que era esclavo cuando el
  darlo.
Señor lo llamó, es libre en el Señor. Del 33 Pero el casado se preocupa de las

mismo modo, el que era libre cuando cosas del mundo, y de cómo agradar
el Señor lo llamó, es esclavo de Cristo. a su esposa.
23 Ustedes han sido comprados por

34 También hay diferencia entre la mu-

un precio; por lo tanto, no se hagan jer casada y la joven soltera. La joven


esclavos de los hombres. soltera se preocupa de servir al Señor
24 Hermanos, cada uno de ustedes debe
  y de ser santa, tanto en cuerpo como
permanecer ante Dios en la condición en espíritu. Pero la mujer casada se
en que estaba cuando él lo llamó. preocupa de las cosas del mundo, y de
25 En cuanto a los solteros y las sol-
  cómo agradar a su esposo.
teras, no tengo un mandamiento del 35 Esto lo digo para el provecho de

Señor; simplemente doy mi opinión ustedes; no para ponerles trabas si-


como alguien que, por la misericor- no para que vivan en honestidad y
dia del Señor, es digno de confianza. decencia, y para que se acerquen
26 Soy del parecer de que, ante la
  al Señor sin ningún impedimento.
situación apremiante, es mejor que 36 Pero si alguno piensa que es im-

cada uno se quede como está. propio que su hija continúe siendo
27 ¿Estás casado? No trates de se-
  soltera después de cierta edad, que
pararte. ¿Eres soltero? No busques haga lo que quiera. Con eso no pe-
casarte. can. Que se case.

1665
1 CORINTIOS  7​–​9

37 El que está plenamente conven- Pero no todos tienen este conoci-
7 

cido, y no se siente obligado y es miento. Algunos, que todavía están


dueño de su propia voluntad, y deci- acostumbrados a los ídolos, comen
de que su hija no se case, hace bien. de lo que se ofrece a los ídolos, y
38 De manera que quien permite que
  su conciencia, que es débil, se con-
su hija se case, hace bien; y quien tamina.
prefiere que no se case, hace mejor. 8 Es verdad que los alimentos no nos

39 De acuerdo con la ley, la mu-


  acercan más a Dios, pues no somos
jer casada está ligada a su esposo mejores por comer ni peores por no
mientras éste vive; pero si su esposo comer;
muere, queda en libertad de casarse 9 pero tengan cuidado de que esa

con quien quiera, con tal de que sea libertad que ustedes tienen no se
en el Señor. convierta en motivo de tropiezo
40 Pero, en mi opinión, ella sería
  para los que son débiles.
más dichosa si se quedara como es- 10 Porque si a ti, que tienes cono-

tá; y creo que yo también tengo el cimiento, te ve sentado a la mesa,


Espíritu de Dios. en un lugar de ídolos, alguien cuya
conciencia es débil, ¿acaso no se
Las ofrendas a los ídolos sentirá estimulado a comer de lo

8 En cuanto a lo que se ofrece a


los ídolos, es cierto que todos
sabemos algo de eso. El conocimien-
que se ofrece a los ídolos?
11 En tal caso, ese hermano débil,

por quien Cristo murió, se perderá


to envanece, pero el amor edifica. por causa de tu conocimiento.
2 Si alguno cree saber algo, todavía

12 Y así, al pecar ustedes contra los

no lo sabe como se debe saber; hermanos y herir su débil concien-


3 pero si alguno ama a Dios, es por-
  cia, pecan contra Cristo.
que Dios ya lo conoce. 13 Por lo tanto, si la comida es moti-

4 En cuanto a los alimentos que se


  vo de que mi hermano caiga, jamás
ofrecen a los ídolos, sabemos que un comeré carne, para no poner a mi
ídolo no tiene valor alguno en este hermano en peligro de caer.
mundo, y que solamente hay un Dios.
5 Y aunque haya algunos que se

Los derechos de un apóstol
llamen dioses, ya sea en el cielo o
en la tierra (así como hay muchos
dioses y muchos señores),
9 ¿Qué, no soy apóstol? ¿Y acaso
no soy libre? ¿Acaso no he visto
a Jesús, nuestro Señor? ¿Y no son
6 para nosotros hay un solo Dios, el
  ustedes el fruto de mi trabajo en el
Padre, de quien proceden todas las Señor?
cosas, y a quien nosotros pertene- 2 Tal vez otros no me consideren

cemos; y un solo Señor, Jesucristo, apóstol, pero para ustedes sí lo soy,


por medio de quien existen todas porque ustedes son el sello de mi
las cosas, incluso nosotros mismos. apostolado en el Señor.

1666
1 CORINTIOS  9

Mi defensa contra los que me acu-


3  mos todo, a fin de no presentar nin-
san es la siguiente: gún obstáculo al evangelio de Cristo.
4 ¿Acaso nosotros no tenemos dere-

13 ¿Acaso no saben ustedes que los

cho a comer y beber? que trabajan en el templo, comen


5 ¿Y acaso no tenemos derecho
  del templo; y que los que sirven al
a traer con nosotros una esposa altar, participan del altar? c
creyente, como lo hacen los otros 14 Así también el Señor ordenó a los

apóstoles, y Cefas y los hermanos que anuncian el evangelio, que vi-


del Señor? van del evangelio. d
6 ¿O es que sólo Bernabé y yo esta-

15 Pero yo no me he aprovechado

mos obligados a trabajar? de nada de esto, ni tampoco he es-


7 ¿Qué soldado presta servicio a
  crito esto para que se haga así con-
expensas de sus propios recursos? migo; porque prefiero morir antes
¿Quién planta una viña y no come que alguien me despoje de este mo-
de sus uvas? ¿O quién pastorea el tivo de orgullo.
rebaño y no bebe de la leche que 16 Pues si anuncio el evangelio, no

ordeña? tengo por qué jactarme, porque ésa


8 Esto lo digo, no sólo de acuerdo
  es mi misión insoslayable. ¡Ay de
con el punto de vista humano, sino mí si no predico el evangelio!
también de acuerdo con la ley. 17 Así que, si lo hago de buena

9 Porque en la ley de Moisés está


  voluntad, recibiré mi recompensa;
escrito: «No pondrás bozal al buey pero si lo hago de mala voluntad, no
que trilla». a ¿Quiere decir esto que hago más que cumplir con la misión
Dios se preocupa de los bueyes, que me ha sido encomendada.
10 o más bien lo dice por todos no-

18 ¿Cuál es, pues, mi recompensa? La

sotros? En realidad, esto se escribió de predicar el evangelio de Cristo de


por nosotros; porque tanto el que manera gratuita, para no abusar de
ara como el que trilla deben hacerlo mi derecho en el evangelio.
con la esperanza de recibir su parte 19 Porque, aunque soy libre y no

de la cosecha. dependo de nadie, me he hecho es-


11 Si nosotros sembramos entre
  clavo de todos para ganar al mayor
ustedes lo espiritual, ¿será mucho número posible.
pedir que cosechemos de ustedes 20 Entre los judíos me comporto co-

lo material? b mo judío, para ganar a los judíos; y,


12 Si otros participan de este de-
  aunque no estoy sujeto a la ley, en-
recho sobre ustedes, ¡con mayor tre los que están sujetos a la ley me
razón nosotros! comporto como si estuviera sujeto
Sin embargo, no hemos hecho uso a la ley, para ganar a los que están
de este derecho, sino que lo tolera- sujetos a la ley.

a 9.9: Dt 25.4. b 9.11: Ro 15.27. c 9.13: Dt 18.1. d 9.14: Mt 10.10; Lc 10.7.

1667
1 CORINTIOS  9​, ​10

21 Entre los que no tienen ley, me 2 Todos ellos, en unión con Moisés,
comporto como si no tuviera ley, fueron bautizados en la nube y en
para ganar a los que no tienen ley el mar.
(aun cuando no estoy libre de la ley 3 También todos ellos comieron el

de Dios, sino bajo la ley de Cristo). mismo alimento espiritual, c


22 Entre los débiles me comporto

4 y todos bebieron la misma bebida

como débil, para ganar a los débi- espiritual, d porque bebían de la ro-
les; me comporto como todos ante ca espiritual que los seguía, la cual
todos, para que de todos pueda yo era Cristo.
salvar a algunos. 5 Pero la mayoría de ellos no agradó

23 Y esto lo hago por causa del evan-


  a Dios, y por eso quedaron tendidos
gelio, para ser copartícipe de él. en el desierto. e
24 ¿Acaso no saben ustedes que,

6 Pero todo esto sucedió como un

aunque todos corren en el estadio, ejemplo para nosotros, a fin de que


solamente uno se lleva el premio? no codiciemos cosas malas, como
Corran, pues, de tal manera que lo ellos lo hicieron. f
obtengan. 7No sean idólatras, como lo fueron

25 Todos los que luchan, se abstie-


  algunos de ellos, según está escrito:
nen de todo. Ellos lo hacen para «El pueblo se sentó a comer y a be-
recibir una corona corruptible; pero ber, y luego se levantó a divertirse.» g
nosotros, para recibir una corona 8 No caigamos en la inmoralidad

incorruptible. sexual, como lo hicieron algunos


26 Así que yo corro y lucho, pero
  de ellos, y por lo cual en un solo
no sin una meta definida; no lo ha- día murieron veintitrés mil. h
go como si estuviera golpeando el 9 Tampoco pongamos a prueba a

viento; Cristo, como también algunos de


27más bien, golpeo mi cuerpo y lo
  ellos lo hicieron, y murieron por
someto a servidumbre, no sea que causa de las serpientes. i
después de haber predicado a otros 10 Ni murmuren, como algunos de

yo mismo quede eliminado. ellos lo hicieron, y perecieron a ma-


nos del destructor. j
Amonestaciones 11 Todo esto les sucedió como

contra la idolatría ejemplo, y quedó escrito como ad-

10 Hermanos, no quiero que


ignoren que todos nuestros
antepasados estuvieron bajo la nu-
vertencia para nosotros, los que
vivimos en los últimos tiempos.
12 Así que, el que crea estar firme,

be, a y que todos cruzaron el mar. b tenga cuidado de no caer.

a 10.1: Ex 13.21-22. b 10.1: Ex 14.22-29. c 10.3: Ex 16.35.


d 10.4: Ex 17.6; Nm 20.11. e 10.5: Nm 14.29-30. f 10.6: Nm 11.4.
g 10.7: Ex 32.6. h 10.8: Nm 25.1-18. i 10.9: Nm 21.5-6. j 10.10: Nm 16.41-49.

1668
1 CORINTIOS  10

A ustedes no les ha sobreveni-


13   ¿O vamos a provocar a celos al
22  

do ninguna tentación que no sea Señor? n ¿Acaso somos más fuertes


humana; pero Dios es fiel y no per- que él?
mitirá que ustedes sean sometidos a
una prueba más allá de lo que pue- Todo sea para la gloria de Dios
dan resistir, sino que junto con la 23 Todo me está permitido, pero no

prueba les dará la salida, para que todo es provechoso; o todo me está
puedan sobrellevarla. permitido, pero no todo edifica.
14 Por tanto, amados míos, huyan

24 Ninguno debe buscar su propio

de la idolatría. bien, sino el bien del otro.


15 Les hablo como a personas sen-

25 Ustedes coman de todo lo que se

satas; juzguen ustedes mismos lo vende en la carnicería, y no pregun-


que digo. ten nada por motivos de conciencia,
16 La copa de bendición por la cual

26 porque del Señor es la tierra y su

damos gracias, ¿no es la comunión plenitud. p


de la sangre de Cristo? Y el pan que 27Si algún incrédulo los invita, y us-

partimos, ¿no es la comunión del tedes aceptan la invitación, vayan y


cuerpo de Cristo? k coman de todo lo que se les ofrezca,
17 Hay un solo pan, del cual todos
  y no pregunten nada por motivos de
participamos; por eso, aunque so- conciencia.
mos muchos, conformamos un solo 28 Pero si alguien les dice: «Esto fue

cuerpo. sacrificado a los ídolos», no lo co-


18 Fíjense en el pueblo de Israel; los
  man, por causa de aquel que lo dijo
que comen de los animales que se y por motivos de conciencia.
ofrendan, son partícipes del altar. l 29 Claro que me refiero a la concien-

19 ¿Qué quiero decir con esto? ¿Que


  cia del otro, no a la tuya. Pues ¿por
el ídolo o los animales que se ofren- qué se habría de juzgar mi libertad
dan a los ídolos son algo? por la conciencia de otro?
20 Lo que quiero decir es que los ani-

30 Y si yo participo de la comida y

males que ofrecen los no judíos, se doy gracias a Dios, ¿por qué he de
ofrecen a los demonios, y no a Dios; m ser censurado por aquello por lo
y yo no quiero que ustedes tengan al- cual doy gracias?
go que ver con los demonios. 31 Así que, si ustedes comen o

21 Ustedes no pueden beber de la co-


  beben, o hacen alguna otra cosa,
pa del Señor, y también de la copa háganlo todo para la gloria de Dios.
de los demonios; no pueden partici- 32 No sean motivo de tropiezo para

par de la mesa del Señor, y también los judíos ni para los no judíos, ni
de la mesa de los demonios. para la iglesia de Dios.

k 10.16: Mt 26.26-28; Mc 14.22-24; Lc 22.19-20. l 10.18: Lv 7.6.


m 10.20: Dt 32.17. n 10.22: Dt 32.21. o 10.23: 1 Co 6.12. p 10.26: Sal 24.1.

1669
1 CORINTIOS  10​, ​11

Hagan lo que yo, que procuro


33   11 Pero en el Señor, ni el hombre
agradar a todos en todo, y no bus- existe sin la mujer, ni la mujer exis-
co mi propio beneficio sino el de te sin el hombre;
muchos, para que sean salvos. 12 porque así como la mujer procede

11 Imítenme a mí, a así como yo


imito a Cristo.
del hombre, también el hombre nace
de la mujer, y todo procede de Dios.
13 Juzguen ustedes mismos: ¿Está

Atavío de las mujeres bien que la mujer ore a Dios sin


2 Ustedes merecen que los felicite
  cubrirse la cabeza?
porque se acuerdan de mí en todo, 14 ¿Acaso la naturaleza misma no les

y porque retienen las instrucciones enseña que al hombre le es deshon-


tal como se las entregué. roso dejarse crecer el cabello?
3 Pero quiero que sepan que Cristo

15 Por el contrario, para la mujer es

es la cabeza de todo hombre, y que motivo de honra dejarse crecer el


el hombre es la cabeza de la mujer, cabello; porque en lugar de velo le
y que Dios es la cabeza de Cristo. fue dado el cabello.
4 Todo el que ora o profetiza con la

16 Pero si alguno quiere discutir

cabeza cubierta, deshonra su cabeza. acerca de esto, yo digo que nosotros


5 Pero toda mujer que ora o profetiza
  no tenemos otra costumbre, ni las
con la cabeza descubierta, deshonra iglesias de Dios.
su cabeza; es como si se hubiera
rapado. Abusos en la Cena del Señor
6 Si la mujer no se cubre, que se cor-
  Pero mi felicitación no se extien-
17 

te también el cabello; pero si le es de a lo que sigue, porque ustedes no


vergonzoso cortarse el pelo o rapar- se congregan para buscar lo mejor,
se, entonces que se cubra. sino lo peor.
7 El hombre no debe cubrirse la

18 Pues en primer lugar oigo decir

cabeza porque él es la imagen y la que, cuando se reúnen como igle-


gloria de Dios; b pero la mujer es la sia, hay divisiones entre ustedes; y
gloria del hombre. en parte lo creo.
8 Porque el hombre no procede de

19 Porque es preciso que haya disen-

la mujer, sino que la mujer procede siones entre ustedes, para que se
del hombre. vea claramente quiénes de ustedes
9Y tampoco fue creado el hombre por
  son los que están aprobados.
causa de la mujer, sino que la mujer 20 Y es que, cuando ustedes se re-

fue creada por causa del hombre. c únen, en realidad ya no lo hacen


10 Por esta razón, y por causa de los
  para participar en la cena del Señor,
ángeles, la mujer debe llevar sobre 21 sino que cada uno se adelanta a

su cabeza una señal de autoridad. comer su propia cena; y mientras

a 11.1: 1 Co 4.16; Fil. 3.17. b 11.7: Gn 1.26. c 11.8-9: Gn 2.18-23.

1670
1 CORINTIOS  11​, ​12

que unos se quedan con hambre, cuerpo del Señor, come y bebe para
otros se emborrachan. su propio castigo.
22 ¿Acaso no tienen casas, donde

30 Por eso hay entre ustedes muchos

pueden comer y beber? ¿O es que enfermos y debilitados, y muchos


menosprecian a la iglesia de Dios, han muerto.
y quieren poner en vergüenza a los 31 Si nos examináramos a nosotros

que no tienen nada? ¿Qué debo de- mismos, no seríamos juzgados;


cirles? ¿Que los felicito? ¡No puedo 32 pero si somos juzgados por el

felicitarlos por esto! Señor, somos disciplinados por él,


para que no seamos condenados
Institución de la Cena del Señor con el mundo.
(Mt 26.26-29; Mc 14.22-25; Lc 22.14-20) 33 Así que, hermanos míos, cuando

23 Yo recibí del Señor lo mismo que se reúnan a comer, espérense unos
les he enseñado a ustedes: Que la a otros.
noche que fue entregado, el Señor 34 Si alguno tiene hambre, que

Jesús tomó pan, coma en su casa, para que sus re-


24 y que luego de dar gracias, lo par-
  uniones no se hagan acreedoras al
tió y dijo: «Tomen y coman. Esto es castigo. Lo demás lo pondré en or-
mi cuerpo, que por ustedes es par- den cuando vaya a verlos.
tido; hagan esto en mi memoria.»
25 Asimismo, después de cenar tomó

Dones espirituales
la copa y dijo: «Esta copa es el nuevo
pacto d en mi sangre; e hagan esto, ca-

da vez que la beban, en mi memoria.»


12 Hermanos, no quiero que
ignoren lo relacionado con
los dones espirituales.
26 Por lo tanto, siempre que coman

2 Ustedes saben que, cuando no

este pan, y beban esta copa, pro- eran creyentes, eran arrastrados
claman la muerte del Señor, hasta hacia los ídolos mudos.
que él venga. 3 Por tanto, quiero que sepan que

nadie que hable por el Espíritu de


Participación indigna en la Cena Dios puede maldecir a Jesús; y que
27 Así que cualquiera que coma
  nadie puede llamar «Señor» a Jesús,
este pan o beba esta copa del Señor si no es por el Espíritu Santo.
de manera indigna, será culpado del 4 Ahora bien, hay diversidad de

cuerpo y de la sangre del Señor. dones, pero el Espíritu es el mismo.


28 Por tanto, cada uno de ustedes debe

5 Hay diversidad de ministerios, pe-

examinarse a sí mismo antes de co- ro el Señor es el mismo.


mer el pan y de beber de la copa. 6 Hay diversidad de actividades, pe-

29 Porque el que come y bebe de


  ro Dios, que hace todo en todos, es
manera indigna, y sin discernir el el mismo.

d 11.25: Jer 31.31-34. e 11.25: Ex 24.6-8.

1671
1 CORINTIOS  12

Pero la manifestación del Espíritu


7  Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde
17 

le es dada a cada uno para prove- estaría el oído? Y si todo fuera oído,
cho. ¿dónde estaría el olfato?
8 A uno el Espíritu le da palabra de

18 Pero Dios ha colocado a cada

sabiduría; a otro, el mismo Espíritu miembro del cuerpo donde mejor


le da palabra de ciencia; le pareció.
9a otro, el mismo Espíritu le da fe; y

19 Porque, si todos fueran un solo

a otro, dones de sanidades; miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?


10 a otro más, el don de hacer mi-

20 Lo cierto es que son muchos los

lagros; a otro, el don de profecía; miembros, pero el cuerpo es uno


a otro, el don de discernir los es- solo.
píritus; a otro, el don de diversos 21 Ni el ojo puede decir a la mano:

géneros de lenguas; y a otro, el don «No te necesito», ni tampoco puede


de interpretar lenguas; la cabeza decir a los pies: «No los
11 pero todo esto lo hace uno y el
  necesito».
mismo Espíritu, que reparte a cada 22 En realidad, los miembros del

uno en particular, según su volun- cuerpo que parecen ser los más dé-
tad. a biles, son los más necesarios,
12 Porque así como el cuerpo es

23 y a los que nos parecen menos

uno solo, y tiene muchos miembros, dignos, los vestimos con mayor
pero todos ellos, siendo muchos, dignidad; y a los que nos parecen
conforman un solo cuerpo, así tam- menos decorosos, los tratamos con
bién Cristo es uno solo. b más decoro,
13 Por un solo Espíritu todos fuimos

24 Porque eso no les hace falta a los

bautizados en un solo cuerpo, tan- que nos parecen más decorosos.


to los judíos como los no judíos, lo Pero Dios ordenó el cuerpo de tal
mismo los esclavos que los libres, manera, que dio mayor honor al
y a todos se nos dio a beber de un que le faltaba,
mismo Espíritu. 25 para que no haya divisiones en el

14 Además, el cuerpo no esta cons-


  cuerpo, sino que todos los miem-
tituido por un solo miembro, sino bros se preocupen los unos por los
por muchos. otros.
15 Aun cuando el pie diga: «Yo no soy

26 De manera que, si uno de los

mano, así que no soy del cuerpo», no miembros padece, todos los miem-
dejará de ser parte del cuerpo. bros se conduelen, y si uno de los
16 Y aun cuando la oreja diga: «Yo
  miembros recibe honores, todos los
no soy ojo, así que no soy del cuer- miembros se regocijan con él.
po», tampoco dejará de ser parte del 27Ahora bien, ustedes son el cuer-

cuerpo. po de Cristo, y cada uno de ustedes

a 12.4-11: Ro 12.6-8. b 12.12: Ro 12.4-5.

1672
1 CORINTIOS  12​–​14

es un miembro con una función par- 5 no hace nada impropio; no es


ticular. egoísta ni se irrita; no es rencoroso;
28 En la iglesia Dios ha puesto, en

6 no se alegra de la injusticia, sino

primer lugar, apóstoles, luego pro- que se une a la alegría de la verdad.


fetas, y en tercer lugar, maestros; c 7Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo

luego están los que hacen milagros, espera, todo lo soporta.


después los que sanan, los que ayu- 8 El amor jamás dejará de existir.

dan, los que administran, y los que En cambio, las profecías se acaba-
tienen don de lenguas. rán, las lenguas dejarán de hablarse,
29 ¿Son todos apóstoles? ¿Son todos
  y el conocimiento llegará a su fin.
profetas? ¿Son todos maestros? ¿Ha- 9 Y es que sólo conocemos y profeti-

cen todos milagros? zamos de manera imperfecta,


30 ¿Tienen todos dones de sanidad?

10 pero cuando venga lo perfecto, lo

¿Hablan todos lenguas? ¿Interpretan que es imperfecto se acabará.


todos? 11 Cuando yo era niño, mi manera

31 Como no es así, ustedes deben


  de hablar y de pensar y razonar era
procurar los mejores dones. Pero la de un niño; pero cuando llegué a
yo les muestro un camino aun más ser hombre, dejé atrás las cuestio-
excelente. nes típicas de un niño.
12 Ahora vemos con opacidad, como

La preeminencia del amor a través de un espejo, pero en aquel

13 Si yo hablara lenguas huma-


nas y angélicas, y no tengo
amor, vengo a ser como metal reso-
día veremos cara a cara; ahora co-
nozco en parte, pero en aquel día
conoceré tal y como soy conocido.
nante, o címbalo retumbante. 13 Y ahora permanecen la fe, la

2 Y si tuviera el don de profecía, y


  esperanza y el amor. Pero el más
entendiera todos los misterios, y importante de todos es el amor.
tuviera todo el conocimiento, y si
tuviera toda la fe, de tal manera que El hablar en lenguas
trasladara los montes, a y no tengo
amor, nada soy.
3 Y si repartiera todos mis bienes

14 Ustedes vayan en pos del amor,
y procuren alcanzar los dones
espirituales, sobre todo el de profecía,
para dar de comer a los pobres, y 2 pues el que habla en lenguas extrañas

entregara mi cuerpo para ser que- le habla a Dios, pero no a los hombres;
mado, y no tengo amor, de nada me y nadie le entiende porque, en el Espí-
sirve. ritu, habla de manera misteriosa.
4 El amor es paciente y bondadoso;

3 Pero el que profetiza les habla a los

no es envidioso ni jactancioso, no se demás para edificarlos, exhortarlos


envanece; y consolarlos.

c 12.28: Ef 4.11. a 13.2: Mt 17.20; 21.21; Mc 11.23.

1673
1 CORINTIOS  14

4 El que habla en lengua extraña, se 13  Por lo tanto, el que hable en una
edifica a sí mismo; en cambio, el que lengua extraña, pida en oración po-
profetiza, edifica a la iglesia. der interpretarla.
5 Así que, yo quisiera que todos uste-

14 Porque, si yo oro en una lengua

des hablaran en lenguas, pero más extraña, es mi espíritu el que ora,


quisiera que profetizaran; porque pero mi entendimiento no se bene-
profetizar es más importante que ficia.
hablar en lenguas, a menos que el 15 Entonces, ¿qué debo hacer? Pues

que las hable también las interpre- orar con el espíritu, pero también
te, para que la iglesia sea edificada. con el entendimiento; cantar con el
6 Hermanos, ¿de qué les serviría a
  espíritu, pero también con el enten-
ustedes que yo fuera a visitarlos y les dimiento.
hablara en lenguas, a menos que les 16 Porque si tú alabas a Dios sólo

comunicara alguna revelación, o co- con el espíritu, ¿qué hará el que so-
nocimiento, o profecía, o enseñanza? lamente está escuchando? ¿Cómo
7Si los instrumentos musicales, como
  dirá «Amén» a tu acción de gracias,
la flauta o la cítara, no tuvieran un si no sabe lo que has dicho?
sonido claramente distinto, ¿cómo 17 Tu acción de gracias puede ser

podríamos distinguir entre la música muy buena, pero el otro no será


de flauta y la música de cítara? edificado.
8 Y si el toque de trompeta resulta

18 Doy gracias a Dios de que hablo

incierto, ¿quién se alistará para el en lenguas más que todos ustedes,


combate? 19 pero en la iglesia prefiero hablar

9 Lo mismo pasa con ustedes: si no


  cinco palabras con mi entendimien-
usan la lengua para comunicar un to, para poder enseñar a los demás,
mensaje claro y comprensible, ¿có- que diez mil palabras en una lengua
mo se va a entender lo que dicen? extraña.
Es como si hablaran al aire. 20 Hermanos, no sean como niños

10 No hay duda de que en el mundo


  en su modo de razonar. Sean como
hay muchos idiomas, y que ninguno niños en cuanto a la malicia, pero
de ellos carece de significado. en su modo de razonar actúen como
11 Pero si yo no sé lo que significan
  gente madura.
las palabras, seré como un extranje- 21 En la ley está escrito:

ro para el que habla, y el que habla «Yo hablaré con este pueblo
será como un extranjero para mí. en otras lenguas y con otros
12 Lo mismo pasa con ustedes. Pues-
  labios,
to que anhelan tener los dones pero ni así me obedecerán,
espirituales, procuren abundar en dice el Señor.» a 22 Las len-

ellos para la edificación de la iglesia. guas son una señal para los

a 14.21: Is 28.11-12.

1674
1 CORINTIOS  14​, ​15

incrédulos, pero no para los 31 así todos podrán profetizar por


creyentes; en cambio, la pro- turno, a fin de que todos aprendan
fecía no es una señal para y sean exhortados.
los incrédulos, sino para los 32 El don de profecía debe estar bajo

creyentes. el control de los profetas,


23 Imagínense a toda la iglesia reunida

33 pues Dios no es Dios de confu-

en un solo lugar, y que llegue alguien sión, sino de paz.


que sepa poco de la fe cristiana, o que Como en todas las iglesias de los
sea incrédulo, y oiga a todos hablar santos,
en lenguas extrañas. ¿Acaso no pen- 34 en la congregación las esposas

sará que ustedes están locos? deben guardar silencio, porque no


24 Pero si todos ustedes profetizan, y
  les está permitido hablar, sino que
entra algún incrédulo o alguien que estén sujetas, como también la ley
sepa poco de la fe cristiana, esa per- lo dice.
sona podrá ser reprendida y juzgada 35 Si la esposa quiere aprender algo,

por todos ustedes; que le pregunte a su esposo en su


25 así los secretos de su corazón que-
  casa, porque no es apropiado que
darán al descubierto, y esa persona una mujer hable en la congregación.
se postrará ante Dios y lo adorará, y 36 La palabra de Dios, ¿se originó en-

reconocerá que Dios está realmente tre ustedes, o más bien solamente
entre ustedes. llegó a ustedes?
26 Por lo tanto, hermanos, cuando

37Si alguno se cree profeta, o espi-

ustedes se reúnan, tal vez cada uno ritual, reconozca que lo que les es-
tenga un salmo, una enseñanza, una cribo son mandamientos del Señor;
revelación, un mensaje en lengua ex- 38 pero si alguien no quiere recono-

traña, o una interpretación; pero to- cerlo, que no lo reconozca.


do deben hacerlo para la edificación. 39Así que, hermanos, procuren pro-

27Si se habla en una lengua extraña,


  fetizar, y no impidan que se hable
que hablen dos, y hasta tres, pero en lenguas extrañas,
que lo hagan por turnos, y que uno 40 siempre y cuando todo se haga

de ellos interprete lo que se diga. decentemente y con orden.


28 Pero si no hay quien interprete,

esa persona debe guardar silencio La resurrección de los muertos


en la iglesia, y hablar para sí mismo
y para Dios.
29 De la misma manera, que hablen

15 Además, hermanos, les anun-
cio el evangelio que les pre-
diqué, que es el mismo que ustedes
dos y hasta tres profetas, y que los recibieron y en el cual siguen firmes.
demás juzguen lo dicho. 2 Por medio de este evangelio serán

30 Si alguien estando sentado recibe


  salvados, siempre y cuando retengan
una revelación, el primero debe de- la palabra que les he predicado. De
jar de hablar; no ser así, habrán creído en vano.

1675
1 CORINTIOS  15

En primer lugar, les he enseñado


3  Y si Cristo no resucitó, nuestra
14  

lo mismo que yo recibí: Que, con- predicación no tiene sentido, y tam-


forme a las Escrituras, Cristo murió poco tiene sentido la fe de ustedes.
por nuestros pecados; a 15 Entonces resultaríamos testigos

4 que también, conforme a las Es-


  falsos de Dios por haber testificado
crituras, fue sepultado y resucitó al que Dios resucitó a Cristo, lo cual
tercer día; b no habría sucedido... ¡si es que en
5 y que se apareció a Cefas, 

c y luego verdad los muertos no resucitan!
a los doce.  d 16 Porque, si los muertos no resuci-

6 Después se apareció a más de qui-


  tan, tampoco Cristo resucitó;
nientos hermanos a la vez, de los 17 y si Cristo no resucitó, la fe de

cuales muchos aún viven, y otros ustedes no tiene sentido, y ustedes


ya han muerto. todavía están en sus pecados.
7 Luego se apareció a Jacobo, des-

18 En tal caso, también los que mu-

pués a todos los apóstoles; rieron en Cristo están perdidos.


8 y por último se me apareció a mí,

19 Si nuestra esperanza en Cristo

que soy como un niño nacido fuera fuera únicamente para esta vida,
de tiempo. e seríamos los más desdichados de
9 A decir verdad, yo soy el más pe-
  todos los hombres;
queño de los apóstoles, y no soy 20 pero el hecho es que Cristo ha re-

digno de ser llamado apóstol porque sucitado de entre los muertos, como
perseguí a la iglesia de Dios. f primicias de los que murieron;
10 Pero por la gracia de Dios soy lo

21 porque así como la muerte vino

que soy, y su gracia para conmigo por medio de un solo hombre, tam-
no ha sido en vano, pues he traba- bién por medio de un solo hombre
jado más que todos ellos, aunque vino la resurrección de los muertos.
no lo he hecho yo, sino la gracia de 22 Pues así como en Adán todos

Dios que está conmigo. mueren, también en Cristo todos


11Pero ya sea que lo haga yo, o que lo
  serán vivificados.
hagan ellos, esto es lo que predicamos 23 Pero cada uno en su debido or-

y esto es lo que ustedes han creído. den: en primer lugar, Cristo; y


12 Pero, si se predica que Cristo ha
  después, cuando Cristo venga, los
resucitado de entre los muertos, ¿có- que son de él.
mo es que algunos de ustedes dicen 24 Entonces vendrá el fin, cuando él

que los muertos no resucitan? entregue el reino al Dios y Padre,


13 Porque, si los muertos no resuci-
  y haya puesto fin a todo dominio,
tan, tampoco Cristo resucitó. autoridad y poder.

a 15.3: Is 53.5-12. b 15.4: Sal 16.8-10; Os 6.2. c 15.5: Lc 24.34.


d 15.5: Mt 28.16-17; Mc 16.14; Lc 24.36; Jn 20.19. e 15.8: Hch 9.3-6.
f 15.9: Hch 8.3.

1676
1 CORINTIOS  15

25 Porque es necesario que él reine 35  Tal vez alguien pregunte: ¿Y có-
hasta que haya puesto a todos sus mo resucitarán los muertos? ¿Con
enemigos debajo de sus pies, g qué cuerpo vendrán?
26 y el último enemigo que será des-

36 No preguntes tonterías. Lo que tú

truido es la muerte. siembras no cobra vida, si antes no


27 Porque Dios sujetó todas las co-
  muere.
sas debajo de sus pies. h Y cuando 37Y lo que siembras no es lo que lue-

dice que todas las cosas quedaron go saldrá, sino el grano desnudo, ya
sujetas a él, es evidente que esto no sea de trigo o de algún otro grano;
incluye a aquel que puso todas las 38 pero Dios le da el cuerpo que qui-

cosas debajo de sus pies. so darle, y a cada semilla le da su


28 Pero una vez que todas las cosas
  propio cuerpo.
queden sujetas a él, entonces el Hijo 39 No todos los cuerpos son iguales,

mismo quedará sujeto al que puso sino que uno es el cuerpo de los
todas las cosas debajo de sus pies, hombres, y otro muy distinto el de
para que Dios sea el todo en todos. los animales, otro el de los peces, y
29 Si en verdad los muertos no re-
  otro el de las aves.
sucitan, ¿qué ganan los que se bau- 40 También hay cuerpos celestiales,

tizan por los muertos? ¿Para qué y cuerpos terrenales; pero la gloria
bautizarse por ellos? de los celestiales es una, y la de los
30 ¿Y por qué nosotros estamos a ca-
  terrenales es otra.
da momento en peligro de muerte? 41 Uno es el esplendor del sol, otro

31 Hermanos, por el motivo de or-


  el de la luna, y otro el de las estre-
gullo que tengo por ustedes en llas, pues una estrella es diferente
nuestro Señor Jesucristo, yo les de otra en su magnificencia.
aseguro que muero a cada instante. 42 Así será también en la resurrección

32 Pero ¿de qué me serviría, desde


  de los muertos: Lo que se siembra en
el punto de vista humano, haber corrupción, resucitará en incorrupción;
luchado en Éfeso contra fieras? Si 43 lo que se siembra en deshonra, re-

los muertos no resucitan, ¡entonces sucitará en gloria; lo que se siembra


«comamos y bebamos, que mañana en debilidad, resucitará en poder.
moriremos»! i 44 Se siembra un cuerpo animal, y

33 No se dejen engañar: las malas


  resucitará un cuerpo espiritual. Por-
compañías corrompen las buenas que así como hay un cuerpo animal,
costumbres; hay también un cuerpo espiritual.
34 así que vuelvan en sí y vivan con

45 Así también está escrito: «El pri-

rectitud, y no pequen, porque algunos mer hombre, Adán, se convirtió en


de ustedes no conocen a Dios. Y esto un ser con vida»; j y el postrer Adán,
lo digo para que sientan vergüenza. un espíritu que da vida.

g 15.25: Sal 110.1. h 15.27: Sal 8.6. i 15.32: Is 22.13. j 15.45: Gn 2.7.

1677
1 CORINTIOS  15​, ​16

Pero lo espiritual no vino pri-


46   ¿Dónde está, oh muerte, tu
55  

mero, sino lo animal; y luego lo aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu


espiritual. victoria? m
47El primer hombre es terrenal, de

56 Porque el pecado es el aguijón de

la tierra; el segundo hombre, que es la muerte, y la ley es la que da po-


el Señor, es del cielo. der al pecado.
48 Semejantes al terrenal, serán tam-

57¡Pero gracias sean dadas a Dios,

bién los terrenales; y semejantes al de que nos da la victoria por medio


celestial, serán también los celes- de nuestro Señor Jesucristo!
tiales. 58 Así que, amados hermanos míos,

49 Y así como hemos llevado la


  manténganse firmes y constantes,
imagen del hombre terrenal, así y siempre creciendo en la obra del
también llevaremos la imagen del Señor, seguros de que el trabajo de
celestial. ustedes en el Señor no carece de
50 Pero una cosa les digo, hermanos:
  sentido.
ni la carne ni la sangre pueden he-
redar el reino de Dios, y tampoco La ofrenda para los santos
la corrupción puede heredar la in-
corrupción.
51 Presten atención, que les voy a

16 En cuanto a la ofrenda para
los santos, a hagan lo que les
ordené a las iglesias de Galacia.
contar un misterio: No todos mo- 2 Cada primer día de la semana, cada

riremos, pero todos seremos trans- uno de ustedes ponga algo aparte, se-
formados gún lo que haya ganado, y guárdelo,
52 en un instante, en un abrir y
  para que no se tengan que recoger
cerrar de ojos, cuando suene la las ofrendas cuando yo esté allá.
trompeta final. Pues la trompeta 3 Y cuando llegue, enviaré a aquellos

sonará, y los muertos serán resu- que ustedes hayan designado por
citados incorruptibles, y nosotros carta, para que lleven la ofrenda de
seremos transformados. k ustedes a Jerusalén.
53 Porque es necesario que lo co-

4 Si acaso es conveniente que yo

rruptible se vista de incorrupción, también vaya, ellos irán conmigo.


y lo mortal se vista de inmortalidad.
54 Y cuando esto, que es corruptible,

Planes de Pablo
se haya vestido de incorrupción, y 5 Tengo que pasar por Macedonia.

esto, que es mortal, se haya vestido Así que luego de pasar por allí b iré
de inmortalidad, entonces se cum- a visitarlos
plirá la palabra escrita: «Devorada 6 y tal vez me quede algún tiempo

será la muerte por la victoria». l con ustedes, o pase allí el invierno,

k 15.51-52: 1 Ts 4.15-17. l 15.54: Is 25.8. m 15.55: Os 13.14.


a 16.1: Ro 15.25-26. b 16.5: Hch 19.21.

1678
1 CORINTIOS  16

para que me ayuden a seguir mi ca- Háganlo todo con amor.


14  

mino, cualquiera que éste sea. 15 Hermanos, ustedes ya saben que


7 Porque esta vez no quiero verlos
  la familia de Estéfanas f fue el primer
solamente de paso, sino que espe- fruto de Acaya, y que ellos se han
ro quedarme con ustedes por algún dedicado a servir a los santos.
tiempo, si el Señor así lo permite. 16 Les ruego que se sometan a per-

8 Pero me quedaré en Éfeso hasta


  sonas como ellos, y a todos los que
Pentecostés; c ayudan y trabajan.
9 porque, aunque hay muchos que

17 Me alegré mucho de que hayan

están en contra de mí, d se me ha venido Estéfanas, Fortunato y


presentado una gran oportunidad Acaico, pues ellos han suplido la
para el trabajo. ausencia de ustedes,
10 Si llega Timoteo, 

e asegúrense de 18 ya que han fortalecido mi espíritu

que se sienta cómodo entre ustedes, y el de ustedes. Lleven en cuenta a


porque él hace la obra del Señor lo personas como ellos.
mismo que yo. 19 Reciban los saludos de las igle-

11 Por tanto, que nadie lo menos-


  sias de Asia. También de Aquila y
precie; al contrario, ayúdenlo a Priscila, g y de la iglesia que está en
seguir su camino en paz, para que su casa, los cuales les envían mu-
se reúna conmigo, pues estoy es- chos saludos en el Señor.
perándolo junto con los hermanos. 20 Reciban saludos de todos los her-

12 En cuanto al hermano Apolos, le


  manos; y ustedes, salúdense unos a
insistí mucho que fuera a visitarlos los otros con un beso santo.
junto con otros hermanos, pero esta 21 Yo, Pablo, les escribo este saludo

vez no hubo manera de convencerlo; de mi puño y letra.


sin embargo, lo hará cuando tenga 22 Si alguno no ama al Señor, quede

oportunidad. bajo maldición. ¡El Señor viene! 1


23 Que la gracia del Señor Jesucristo

Salutaciones finales sea con ustedes,


13 Manténganse atentos y firmes en

24 lo mismo que mi amor por uste-

la fe; sean fuertes y valientes. des en Cristo Jesús. Amén.

1 16.22 Gr. del arameo, Maran-ata.


c 16.8: Lv 23.15-21; Dt 16.9-11. d 16.8-9: Hch 19.8-10. e 16.10: 1 Co 4.17.
f 16.15: 1 Co 1.16. g 16.19: Hch 18.2.

1679
SEGUNDA CARTA DEL
APÓSTOL SAN PABLO A LOS

CORINTIOS
6 Si nosotros sufrimos, es para que
Saludo ustedes reciban consolación y salva-

1 Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo


por la voluntad de Dios, y el
hermano Timoteo, saludamos a la
ción; si somos consolados, es para
que ustedes reciban consuelo y pue-
dan soportar como nosotros cuando
iglesia de Dios que está en Corinto, a pasen por los mismos sufrimientos.
con todos los santos que están en 7 Firme es nuestra esperanza res-

toda Acaya. pecto a ustedes, pues sabemos que


2 Que la gracia y la paz de Dios
  así como participan en nuestras
nuestro Padre, y del Señor Jesucrito, aflicciones, también participan en
sean con todos ustedes. nuestra consolación.
8 Hermanos, no queremos que

Aflicciones de Pablo ustedes ignoren nada acerca de


3 Bendito sea el Dios y Padre de
  los sufrimientos que padecimos en
nuestro Señor Jesucristo, Padre de mi- Asia; b porque fuimos abrumados de
sericordias y Dios de toda consolación, manera extraordinaria y más allá de
4 quien nos consuela en todas
  nuestras fuerzas, de tal modo que
nuestras tribulaciones, para que hasta perdimos la esperanza de se-
también nosotros podamos conso- guir con vida.
lar a los que están sufriendo, por 9 Pero la sentencia de muerte que

medio de la consolación con que no- pendía sobre nosotros fue para que
sotros somos consolados por Dios. no confiáramos en nosotros mis-
5 Porque así como abundan en no-
  mos, sino en Dios que resucita a
sotros las aflicciones de Cristo, así los muertos;
también por el mismo Cristo abun- 10 y él nos libró, y nos libra, y aún

da nuestra consolación. tenemos la esperanza de que él se-

a 1.1: Hch 18.1. b 1.8: 1 Co 15.32.

1680
2 CORINTIOS  1​, ​2

guirá librándonos de tal peligro de Dios es testigo fiel de que noso-


18  

muerte, tros no les decimos a ustedes «Sí»


11 si ustedes nos apoyan con sus
  y «No» al mismo tiempo.
oraciones por nosotros. Si muchos 19 Porque Jesucristo, el Hijo de Dios,

oran por nosotros, también serán que Silvano, Timoteo y yo les hemos
muchos los que den gracias a Dios predicado, d no ha sido «Sí» y «No»;
por el don concedido a nosotros por sino que siempre ha sido «Sí» en él.
tantas oraciones. 20 Porque todas las promesas de

Dios en él son «Sí». Por eso, por


Pablo pospone su visita a Corinto medio de él también nosotros deci-
12 Nuestro motivo de orgullo es el
  mos «Amén», para la gloria de Dios.
testimonio de nuestra conciencia 21 Y es Dios el que nos confirma con

ante Dios, que nos dice que en este ustedes en Cristo, y es Dios el que
mundo, y especialmente con ustedes, nos ha ungido,
nos hemos comportado no con sabi- 22 y es Dios el que también nos ha

duría humana, sino con la sencillez marcado con su sello, y el que, co-
y la sinceridad que proviene de Dios. mo garantía, ha puesto al Espíritu
13 Porque no les escribimos nada
  en nuestros corazones.
que no pudieran leer y entender, 23 Así que pongo a Dios por testi-

y espero que al final puedan com- go de que, si aún no he pasado por


prenderlo todo, Corinto, ha sido por consideración
14 así como ya en parte han entendi-
  a ustedes.
do que pueden estar orgullosos de 24 No es nuestra intención dirigir

nosotros, y que nosotros estaremos la fe de ustedes, sino colaborar con


orgullosos de ustedes en el día del ustedes para que tengan gozo, pues
Señor Jesús. por la fe se mantienen firmes.

2
15 Seguro de esto, quise antes que
  Por esto decidí no hacerles otra
nada ir a visitarlos, para que tuvie- visita que les causara tristeza.
ran una doble bendición; 2 Porque si yo los entristezco, ¿quién

16 es decir, quise visitarlos de ca-


  podrá alegrarme, sino aquel a quien
mino a Macedonia, c y visitarlos yo entristecí?
nuevamente a mi regreso, para que 3 Por eso les escribí como lo hice,

me ayudaran a continuar mi viaje para que ustedes no me pongan


a Judea. triste cuando yo llegue, cuando en
17Cuando quise hacer esto, ¿fue aca-
  realidad debieran alegrarme, pues
so algo decidido a la ligera? ¿Acaso yo estaba convencido de que todos
lo que pienso hacer, lo pienso como ustedes harían suya mi alegría.
toda la gente, que está lista para de- 4 Era tanto el dolor y la angustia de

cir «Sí» y «No» al mismo tiempo? mi corazón que, al escribirles, lo

c 1.16: Hch 19.21. d 1.19: Hch 18.5.

1681
2 CORINTIOS  2​, ​3

hice con muchas lágrimas. Pero no Triunfantes en Cristo


lo hice para entristecerlos, sino pa- 14 Pero gracias a Dios, que en Cris-

ra que comprendieran el gran amor to Jesús siempre nos hace salir triun-
que les tengo. fantes, y que por medio de nosotros
manifiesta en todas partes el aroma
Pablo perdona al ofensor de su conocimiento.
Pero si alguno me ha causado
5  15 Ciertamente, para Dios somos el

tristeza, no me la ha causado sólo fragante aroma de Cristo, tanto en


a mí sino, en cierto modo, a todos los que se salvan como en los que
ustedes (y espero no exagerar). se pierden.
6 El castigo que muchos de ustedes

16 Para éstos somos olor de muerte,

le impusieron a esa persona, es su- que lleva a la muerte, y para aqué-


ficiente. llos somos olor de vida que lleva a
7Ahora deben perdonarlo y conso-
  la vida. ¿Quién está calificado para
larlo, pues de lo contrario podría una tarea tan importante?
consumirlo la tristeza. 17Nosotros no somos como muchos,

8 Por tanto, les ruego que confirmen


  que negocian con la palabra de
su amor hacia él. Dios, sino que hablamos de Cristo
9También les escribí para comprobar
  con sinceridad, como enviados por
la obediencia de ustedes en todo. Dios, y en la presencia de Dios.
10 Así que a quien ustedes perdo-

nen, yo también lo perdono. Y se Ministros del nuevo pacto


lo perdono, si es que hay algo que
perdonar, por consideración a uste-
des en la presencia de Cristo;
3 ¿Comenzamos otra vez a reco-
mendarnos a nosotros mismos?
¿O tenemos acaso que presentarles
11 no vaya a ser que Satanás se apro-
  a ustedes, o pedir de ustedes, car-
veche de nosotros, pues conocemos tas de recomendación, como hacen
sus malignas intenciones. algunos?
2 Nuestras cartas son ustedes mis-

Ansiedad de Pablo en Troas mos, y fueron escritas en nuestro


12 Aunque el Señor me había pro-
  corazón, y son conocidas y leídas
visto una buena oportunidad para por todos.
trabajar en Troas, cuando llegué a 3 Es evidente que ustedes son una

ese lugar para predicar el evangelio carta escrita por Cristo y expedida
de Cristo por nosotros; carta que no fue escri-
13 estaba yo muy intranquilo por no
  ta con tinta sino con el Espíritu del
haber encontrado allí a mi hermano Dios vivo, y no en tablas de piedra a
Tito. Por eso, me despedí de ellos y sino en las tablas de corazones que
me fui a Macedonia. a sienten.

a 2.12-13: Hch 20.1. a 3.3: Ex 24.12.

1682
2 CORINTIOS  3​, ​4

Ésta es la confianza que tenemos


4  leen el antiguo pacto, llevan puesto
ante Dios por medio de Cristo. el mismo velo, que solamente por
5 Y no es que nos creamos compe-
  medio de Cristo puede ser quitado.
tentes por nosotros mismos, como 15 Y aun hasta el día de hoy, cuando

si esta competencia nuestra surgiera leen a Moisés, el velo les cubre el


de nuestra propia capacidad. Nues- corazón;
tra competencia proviene de Dios, 16 pero ese velo les será quitado cuan-

6 pues él nos hizo ministros compe-


  do se conviertan al Señor.
tentes de un nuevo pacto, b no de la 17Porque el Señor es el Espíritu; y

letra, sino del Espíritu; porque la donde está el Espíritu del Señor, allí
letra mata, pero el Espíritu vivifica. hay libertad.
7Si el ministerio que llevaba a la

18 Por lo tanto, todos nosotros, que

muerte, y cuya letra estaba grabada miramos la gloria del Señor a cara
en piedra, fue tan glorioso que los descubierta, como en un espejo,
hijos de Israel no podían ni mirar el somos transformados de gloria en
rostro de Moisés debido al resplan- gloria en la misma imagen, como
dor que su rostro reflejaba, c aunque por el Espíritu del Señor.
era un resplandor efímero,
8 ¿no será más glorioso aún el minis-

terio del Espíritu?


4 Por lo tanto, puesto que por la
misericordia de Dios hemos re-
cibido este ministerio, no nos desa-
9 A decir verdad, si el ministerio de
  nimamos;
la condenación fue glorioso, más 2 por el contrario, renunciamos a lo

glorioso aún será el ministerio de oculto y vergonzoso, y no andamos


la justificación; con engaños, ni falseamos la pala-
10 Pues incluso lo que fue glorioso en
  bra de Dios, sino que por medio de
su momento, ya no lo es tanto si se la manifestación de la verdad nos
le compara con la gloria más excelsa. recomendamos a toda conciencia
11 Y si lo perecedero era glorioso,
  humana delante de Dios.
mucho más glorioso será lo perma- 3 Pero si nuestro evangelio está aún

nente. encubierto, lo está entre los que se


12 Por lo tanto, como nosotros te-
  pierden;
nemos tal esperanza, actuamos con 4 pues como ellos no creen, el dios

plena libertad. de este siglo les ha cegado el enten-


13 No actuamos como Moisés, que se
  dimiento para que no resplandezca
cubría el rostro con un velo d para en ellos la luz del evangelio de la
que los hijos de Israel no se fijaran gloria de Cristo, el cual es la imagen
en el fin de lo perecedero. de Dios.
14 Pero la mente de ellos se endure-

5 Nosotros no nos predicamos a

ció, y hasta el día de hoy, cuando nosotros mismos, sino que procla-

b 3.6: Jer 31.31-34. c 3.7: Ex 34.29. d 3.13: Ex 34.33.

1683
2 CORINTIOS  4​, ​5

mamos a Jesucristo como Señor, y 15 Pues nosotros padecemos todas es-


nos declaramos siervos de ustedes tas cosas por amor a ustedes, para
por amor a Jesús. que al multiplicarse la gracia por me-
6 Porque Dios, que mandó que de las
  dio de muchos, más se multipliquen
tinieblas surgiera la luz, a es quien bri- los que den gracias, para la gloria
lló en nuestros corazones para que se de Dios.
revelara el conocimiento de la gloria 16 Por lo tanto, no nos desanima-

de Dios en el rostro de Jesucristo. mos. Y aunque por fuera nos vamos


desgastando, por dentro nos vamos
Vivimos por la fe renovando de día en día.
Pero tenemos este tesoro en va-
7  17Porque estos sufrimientos insigni-

sos de barro, para que se vea que la ficantes y momentáneos producen


excelencia del poder es de Dios, y en nosotros una gloria cada vez más
no de nosotros, excelsa y eterna.
8 que estamos atribulados en todo,

18 Por eso, no nos fijamos en las co-

pero no angustiados; en apuros, pe- sas que se ven, sino en las que no
ro no desesperados; se ven; porque las cosas que se ven
9 perseguidos, pero no desampara-
  son temporales, pero las que no se
dos; derribados, pero no destruidos; ven son eternas.

5
10 siempre llevamos en el cuerpo, y
  Bien sabemos que si se deshace
por todas partes, la muerte de Jesús, nuestra casa terrenal, es decir,
para que también la vida de Jesús esta tienda que es nuestro cuerpo,
se manifieste en nosotros. en los cielos tenemos de Dios un edi-
11 Porque nosotros, los que vivimos,
  ficio, una casa eterna, la cual no fue
siempre estamos entregados a la hecha por manos humanas.
muerte por amor a Jesús, para que 2 Y por esto también suspiramos y

también la vida de Jesús se mani- anhelamos ser revestidos de nuestra


fieste en nuestro cuerpo mortal. casa celestial;
12 De manera que en nosotros actúa

3 ya que así se nos encontrará vesti-

la muerte, y en ustedes la vida. dos y no desnudos.


13 Pero en ese mismo espíritu de fe,

4 Los que estamos en esta tienda, que

y de acuerdo a lo que está escrito: es nuestro cuerpo, gemimos con an-


«Creí, y por lo tanto hablé», b noso- gustia; porque no quisiéramos ser
tros también creemos, y por lo tanto desvestidos, sino revestidos, para que
también hablamos. lo mortal sea absorbido por la vida.
14 Sabemos que el que resucitó al

5 Pero Dios es quien nos hizo para

Señor Jesús también a nosotros nos este fin, y quien nos dio su Espíritu
resucitará con él, y nos llevará a su en garantía de lo que habremos de
presencia juntamente con ustedes. recibir.

a 4.6: Gn 1.3. b 4.13: Sal 116.10.

1684
2 CORINTIOS  5​, ​6

Por eso vivimos siempre confiados,


6  Así que, de aquí en adelante,
16  

pues sabemos que mientras estemos en nosotros ya no conocemos a nadie


el cuerpo, estamos ausentes del Señor desde el punto de vista humano; y
7(porque vivimos por la fe, no por
  aun si a Cristo lo conocimos desde
la vista). el punto de vista humano, ya no lo
8 Pero confiamos, y quisiéramos más
  conocemos así.
bien ausentarnos del cuerpo y pre- 17 De modo que si alguno está en

sentarnos ante el Señor. Cristo, ya es una nueva creación;


9 Pero ya sea que estemos ausentes
  atrás ha quedado lo viejo: ¡ahora ya
o presentes, siempre procuramos todo es nuevo!
agradar a Dios. 18 Y todo esto proviene de Dios,

10 Porque es necesario que todos noso-


  quien nos reconcilió consigo mis-
tros comparezcamos ante el tribunal mo a través de Cristo y nos dio el
de Cristo, a para que cada uno reciba ministerio de la reconciliación.
según lo bueno o lo malo que haya he- 19 Esto quiere decir que, en Cristo,

cho mientras estaba en el cuerpo. Dios estaba reconciliando al mun-


do consigo mismo, sin tomarles en
El ministerio de la reconciliación cuenta sus pecados, y que a noso-
11 Así que, puesto que conocemos
  tros nos encargó el mensaje de la
el temor del Señor, procuramos con- reconciliación.
vencer a todos. Para Dios es evidente 20 Así que somos embajadores en

lo que somos; y espero que también nombre de Cristo, y como si Dios


lo sea para la conciencia de ustedes. les rogara a ustedes por medio de
12 No estamos recomendándonos
  nosotros, en nombre de Cristo les
otra vez a ustedes, sino que les rogamos: «Reconcíliense con Dios».
damos la oportunidad de estar orgu- 21 Al que no cometió ningún pe-

llosos de nosotros, para que tengan cado, por nosotros Dios lo hizo
con qué responder a los que presu- pecado, para que en él nosotros
men de las apariencias y no de lo fuéramos hechos justicia de Dios.
que hay en el corazón.
13 Si estamos locos, lo estamos para

Dios; y si estamos cuerdos, lo esta-


6 Por lo tanto, nosotros, como
colaboradores de Dios, les ro-
gamos a ustedes que no reciban su
mos para ustedes. gracia en vano.
14 El amor de Cristo nos lleva a ac-

2 Porque él dice:

tuar así, al pensar que si uno murió «En el momento oportuno te


por todos, entonces todos murieron; escuché;
15 y él murió por todos, para que los
  en el día de salvación te ayudé». a
que viven ya no vivan para sí, sino pa- Y éste es el momento oportuno; és-
ra aquel que murió y resucitó por ellos. te es el día de salvación.

a 5.10: Ro 14.10. a 6.2: Is 49.8.

1685
2 CORINTIOS  6​, ​7

3 No somos motivo de tropiezo para Somos templo del Dios viviente
nadie, para que tampoco nadie ha- 14 No se unan con los incrédulos

ble mal de nuestro ministerio. en un yugo desigual. Pues ¿qué tie-


4 Más bien, siempre damos muestras
  ne en común la justicia con la injus-
de que somos ministros de Dios, con ticia? ¿O qué relación puede haber
mucha paciencia en las tribulaciones, entre la luz y las tinieblas?
en las necesidades, en las angustias; 15 ¿Y qué concordia tiene Cristo con

5 en los azotes, en las cárceles, 



b en Belial? ¿O qué tiene en común el
los tumultos, en los trabajos, en los creyente con el incrédulo?
desvelos, en los ayunos; 16 ¿Y qué acuerdo puede haber en-

6 en la pureza, en el conocimiento,
  tre el templo de Dios y los ídolos?
en la tolerancia, en la bondad, en el ¡Ustedes son el templo del Dios vi-
Espíritu Santo, en el amor sincero, viente! c Ya Dios lo ha dicho:
7en la palabra de verdad, en el poder
  «Habitaré y andaré entre ellos,
de Dios, con las armas justas, tanto y yo seré su Dios
para el ataque como para la defensa; y ellos serán mi pueblo.» d
8 recibiendo honra y deshonra, mala

17Por lo tanto, el Señor dice:

fama y buena fama; se nos conside- «Salgan de en medio de ellos,


ra mentirosos, pero somos veraces; y apártense;
9 desconocidos para unos, somos
  y no toquen lo inmundo;
bien conocidos para otros; pare- y yo los recibiré. e
cemos estar moribundos, pero Y seré un Padre para ustedes,
18

seguimos con vida; se nos ve cas- y ustedes serán mis hijos y mis
tigados, pero no muertos; hijas.»
10 parecemos estar tristes, pero
  Lo ha dicho el Señor Todopo-
siempre estamos gozosos; parece- deroso. f
mos pobres, pero enriquecemos a
muchos; parecemos no tener nada,
pero somos dueños de todo.
7 Amados míos, puesto que tene-
mos tales promesas, limpiémo-
nos de toda contaminación de carne
11 ¡Ay, corintios! Les hemos habla-
  y de espíritu, y perfeccionémonos en
do con toda franqueza; les hemos la santidad y en el temor de Dios.
abierto nuestro corazón.
12 No les hemos cerrado nuestro co-

Regocijo de Pablo ante el
razón, aunque ustedes sí nos han arrepentimiento de los corintios
cerrado el suyo. 2 Ábrannos su corazón, pues a

13 Por tanto les pido, como de un


  nadie hemos agraviado, a nadie
padre a sus hijos, correspondan del hemos corrompido, a nadie hemos
mismo modo y ábrannos su corazón. engañado.

b 6.5: Hch 16.23. c 6.16: 1 Co 3.16; 6.19. d 6.16: Lv 26.12; Ez 37.27.


e 6.17: Is 52.11. f 6.18: 2 S 7.14; 1 Cr 17.13.

1686
2 CORINTIOS  7​, ​8

3 No digo esto para condenarlos, 10 La tristeza que proviene de Dios
pues ya antes les he dicho que es- produce arrepentimiento para
tán en nuestro corazón. ¡Juntos en salvación, y de ésta no hay que
la muerte, y juntos en la vida! arrepentirse, pero la tristeza que pro-
4 Soy demasiado franco con ustedes,
  viene del mundo produce muerte.
pero mi orgullo por ustedes tam- 11 ¡Fíjense! Esta tristeza que provino

bién es demasiado. En medio de de Dios, ¡produjo en ustedes pre-


todas nuestras tribulaciones, me ocupación, el deseo de disculparse,
siento muy estimulado y estoy re- indignación, temor, vehemencia,
bosando de alegría. celo, y deseos de hacer justicia! Es
5 Cuando llegamos de Macedonia, 

a evidente que en este asunto ustedes
no tuvimos ningún descanso, sino no tuvieron la culpa.
que enfrentamos tribulaciones de to- 12 Y aunque yo les escribí, no lo hice

das partes: desde afuera, conflictos; por el que cometió el agravio, ni por
desde adentro, temores. el que lo padeció, sino para que se
6 Pero Dios, que consuela a los hu-
  hiciera evidente la preocupación que
mildes, nos consoló con la llegada tenemos por ustedes delante de Dios.
de Tito; 13 Por eso el consuelo de ustedes ha

7y no sólo con su llegada, sino tam-


  sido nuestro propio consuelo. Pero
bién con el consuelo que él había más nos alegró el ver a Tito tan fe-
recibido de parte de ustedes, pues liz porque su espíritu fue confortado
nos habló del gran afecto que reci- por todos ustedes.
bió por parte de ustedes, así como 14 Yo me había jactado de ustedes

de su profunda tristeza y de su pre- con él, y no he quedado mal. Y así


ocupación por mí, lo cual me hizo como en todo les hemos hablado
alegrarme aún más. con la verdad, también resultaron
8 Ciertamente, mi carta fue para us-
  ciertos los elogios que hice ante Ti-
tedes motivo de tristeza, y entonces to acerca de ustedes.
lamenté haberla escrito porque vi 15 Y el cariño que él les tiene es

que por algún tiempo ella los en- aun mayor cuando se acuerda de la
tristeció; pero ahora no lo lamento obediencia de todos ustedes, y del
9 sino que me alegro. Y no porque
  temor y temblor con que ustedes lo
ustedes se hayan entristecido, si- recibieron.
no porque esa tristeza los llevó al 16 Me alegra poder confiar plena-

arrepentimiento. Ustedes fueron mente en ustedes.


entristecidos conforme a la volun-
tad de Dios, de modo que en nada La ofrenda para los santos
fueron perjudicados por parte de
nosotros. 8 Hermanos, también queremos
contarles acerca de la gracia que

a 7.5: 2 Co 2.13.

1687
2 CORINTIOS  8

Dios ha derramado sobre las iglesias to. Desde el año pasado, ustedes no
de Macedonia, sólo fueron los primeros en hacer
2 cuya generosidad se desbordó en
  algo sino que deseaban hacerlo;
gozo y en ricas ofrendas, a pesar 11 así que ahora, dentro de sus po-

de su profunda pobreza y de las sibilidades, lleven a cabo lo que ya


grandes aflicciones por las que han estaban dispuestos a hacer.
estado pasando. 12 Porque si hay buena disposición,

3 Yo soy testigo de que ellos han


  lo que se da es bien recibido, según
ofrendado con espontaneidad, y de lo que uno tiene y no según lo que
que lo han hecho en la medida de no tiene.
sus posibilidades, e incluso más allá 13 No digo esto para que otros ten-

de éstas. gan demasiado mientras ustedes


4 Insistentemente nos rogaron que les
  sufren de escasez,
concediéramos el privilegio de parti- 14 sino para que en este tiempo la

cipar en este servicio para los santos, a abundancia de ustedes supla, con
5 e hicieron más de lo que espe-
  igualdad, la escasez de ellos, y para
rábamos, pues primeramente se que la abundancia de ellos supla la
entregaron al Señor, y luego a no- necesidad de ustedes. De este modo
sotros, por la voluntad de Dios. habrá igualdad,
6 Por eso le rogamos a Tito comple-

15 como está escrito: «El que recogió

tar la obra de gracia que ya había mucho, no tuvo más, y el que reco-
comenzado entre ustedes. gió poco, no tuvo menos.» b
7Por lo tanto, ya que ustedes sobre-

16 Gracias a Dios, que puso en el co-

salen en todo, es decir, en fe, en razón de Tito la misma preocupación


palabra, en conocimiento, en todo por ustedes;
esmero, y en su amor por nosotros, 17pues, a decir verdad, aceptó nues-

sobresalgan también en este acto tra exhortación, pero estaba más


de amor. que listo para ir a verlos, y por su
8 No es que les esté dando órdenes,
  propia voluntad.
sino que quiero ponderar la since- 18 Junto con él, enviamos al herma-

ridad del amor de ustedes en com- no a quien todas las iglesias elogian
paración con la dedicación de otros, por su trabajo en el evangelio;
9 pues ustedes ya conocen la gracia

19 y no sólo esto, sino que también

de nuestro Señor Jesucristo que, por fue designado por las iglesias como
amor a ustedes, siendo rico se hizo compañero de nuestra peregrinación
pobre, para que con su pobreza uste- para llevar este donativo, que es ad-
des fueran enriquecidos. ministrado por nosotros para la gloria
10 Y ahora, por el bien de ustedes,
  del Señor mismo, y para demostrar la
les doy mi opinión sobre este asun- buena voluntad de ustedes;

a 8.1-4: Ro 15.26. b 8.15: Ex 16.18.

1688
2 CORINTIOS  8​, ​9

20 así evitamos que se nos censure desprevenidos, tengamos que aver-


en cuanto a esta abundante ofrenda gonzarnos de la confianza que
que administramos, depositamos en ustedes, y ustedes
21 pues procuramos hacerlo todo con
  mismos queden avergonzados.
honradez, no sólo ante el Señor sino 5 Por tanto, me pareció necesario

también ante los hombres. c rogar a los hermanos que vayan


22 Con ellos enviamos también a
  primero a visitarlos y preparen de
nuestro hermano, cuya diligencia antemano lo que ustedes ya habían
hemos comprobado repetidas ve- prometido, para que lo tengan listo
ces en muchas cosas, y que ahora como un donativo generoso y no
muestra más diligencia por la gran como una exigencia nuestra.
confianza que tiene en ustedes. 6 Pero recuerden esto: El que poco

23 En cuanto a Tito, él es mi com-


  siembra, poco cosecha; y el que mu-
pañero y colaborador para con cho siembra, mucho cosecha.
ustedes; en cuanto a nuestros her- 7Cada uno debe dar según se lo ha-

manos, ellos son mensajeros de ya propuesto en su corazón, y no


las iglesias, y son una honra para debe dar con tristeza, ni por nece-
Cristo. sidad, porque Dios ama a quien da
24 Por lo tanto, ante las iglesias, de-
  con alegría.
muestren a estos hermanos su amor 8 Y Dios es poderoso como para que

por ellos, y por qué nos sentimos abunde en ustedes toda gracia, para
orgullosos de ustedes. que siempre y en toda circunstancia

9 En cuanto a la ayuda para los


santos, no es necesario que yo
les escriba;
tengan todo lo necesario, y abunde
en ustedes toda buena obra;
9 como está escrito:

2 pues conozco la buena predis-


  «Repartió, dio a los pobres,
posición de ustedes, de la cual he y su justicia permanece para
hablado con orgullo entre los de Ma- siempre.» a
cedonia, pues les he dicho que los 10 Y aquel que da semilla al que

de Acaya estaban preparados desde siembra, y pan al que come, b pro-


el año pasado, y el entusiasmo de veerá los recursos de ustedes y los
ustedes ha estimulado a la mayoría. multiplicará, aumentándoles así sus
3 Pero he enviado a los hermanos,
  frutos de justicia,
para que nuestro orgullo por ustedes 11 para que sean ustedes enriqueci-

no sea en vano, y para que ustedes dos en todo, para toda generosidad,
estén preparados, como ya lo había que por medio de nosotros produce
dicho; acción de gracias a Dios.
4 no sea que, si algunos macedonios

12 Porque la contribución de este

vienen conmigo y los encuentran servicio suple no solamente lo que

c 8.21: Pr 3.4. a 9.9: Sal 112.9. b 9.10: Is 55.10.

1689
2 CORINTIOS  9​, ​10

les falta a los santos, sino que tam- Ustedes se fijan sólo en la apa-
7 

bién abunda en muchas acciones de riencia de las cosas. Pero si alguno


gracias a Dios; está convencido de que es de Cristo,
13 pues al experimentar este servicio
  piense bien en esto que le digo: que
glorifican a Dios por la obediencia así como él es de Cristo, también
de ustedes al evangelio de Cristo, y nosotros somos de Cristo.
por su generosa contribución para 8 No me avergüenza el jactarme

ellos y para todos. una vez más de nuestra autoridad,


14 Además, ellos orarán por ustedes,
  la cual el Señor nos dio para la edi-
pues los aman por la superabundan- ficación de ustedes, y no para su
te gracia de Dios en ustedes. destrucción.
15 ¡Demos gracias a Dios por su don

9No quiero dar la impresión de que-

inefable! rer asustarlos por carta.


10 Hay quienes dicen que mis cartas

Pablo defiende su ministerio son duras y fuertes, pero que mi

10 Yo, Pablo, que cuando estoy


entre ustedes soy ciertamen-
te humilde, pero atrevido cuando es-
presencia física es débil y que mis
palabras no valen nada.
11 Quienes eso dicen deben tener en

toy lejos de ustedes, les ruego esto cuenta que, así como somos con pa-
por la bondad y dulzura de Cristo: labras y por carta, cuando estamos
2 les ruego que, cuando esté entre
  lejos, así también lo seremos en los
ustedes, no tenga yo que actuar con hechos, cuando estemos entre us-
la osadía que estoy resuelto a utilizar tedes.
contra los que creen que actuamos 12 Nosotros no nos atrevemos a igua-

según los criterios humanos. larnos ni a compararnos con quienes


3 Es verdad que aún somos seres hu-
  se alaban a sí mismos; cuando ellos
manos, pero no luchamos como los se miden con sus propias medidas
seres humanos. y se comparan unos con otros, no
4 Las armas con las que luchamos
  demuestran buen juicio.
no son las de este mundo, sino las 13 Nosotros no vamos a jactarnos

poderosas armas de Dios, capaces de manera exagerada, sino que nos


de destruir fortalezas ceñiremos a los límites establecidos
5 y de desbaratar argumentos y to-
  por Dios, que llegan también hasta
da altivez que se levanta contra el ustedes.
conocimiento de Dios, y de llevar 14 Si antes no hubiéramos llegado

cautivo todo pensamiento a la obe- hasta ustedes, podría decirse que


diencia a Cristo. nos hemos extralimitado; pero fui-
6 Estamos listos para castigar to-
  mos los primeros en llegar hasta
da desobediencia, una vez que la ustedes con el evangelio de Cristo.
obediencia de ustedes llegue a la 15 No nos jactamos desmedidamen-

perfección. te en trabajos ajenos, sino que, a

1690
2 CORINTIOS  10​, ​11

medida que crezca la fe de ustedes, to; de esto les hemos dado muestra
esperamos ser engrandecidos entre en todo y por todo.
ustedes, siempre dentro de nuestros 7¿Acaso cometí un pecado al humi-

límites. llarme a mí mismo y al predicarles el


16 También anunciaremos el evan-
  evangelio de Dios gratuitamente, para
gelio en lugares más allá de donde que ustedes fueran enaltecidos?
están ustedes, pero sin incursionar 8 He despojado a otras iglesias, al reci-

en la obra de otro, para no jactarnos bir un salario para servirles a ustedes.


en los trabajos ajenos. 9 Y cuando estaba entre ustedes y

17Pero si alguno quiere jactarse, que


  tuve necesidad, no fui una carga
lo haga en el Señor; a para nadie, pues lo que me falta-
18 porque no es aprobado el que se
  ba lo suplieron los hermanos que
alaba a sí mismo, sino aquel a quien vinieron de Macedonia. b Procuré
Dios alaba. entonces no ser una carga para us-

11 ¡Cómo quisiera yo que me


toleraran un poco de locura!
¡Sí, tolérenmela!
tedes, y seguiré haciéndolo así.
10 Por la verdad de Cristo que está en

mí, no se me impedirá tener este moti-


2 El celo que muestro por ustedes
  vo de orgullo en las regiones de Acaya.
proviene de Dios; ustedes son co- 11 ¿Y por qué? ¿Acaso porque no los

mo una doncella pura, a la que he amo? ¡Dios sabe que sí!


comprometido en matrimonio con 12 Pero seguiré haciendo lo que ha-

un solo esposo, que es Cristo. go, para que los que quieren vana-
3 Pero me temo que, así como la ser-
  gloriarse no tengan ningún pretexto
piente engañó a Eva con su astucia, a para hacerse semejantes a nosotros.
así también los sentidos de ustedes 13 Porque ellos son falsos apóstoles,

sean de alguna manera apartados obreros fraudulentos que se disfra-


de la sincera fidelidad a Cristo; zan de apóstoles de Cristo.
4 porque si alguno llega predicando

14 Y esto no debe sorprendernos,

a un Jesús diferente del que les he- porque hasta Satanás mismo se
mos predicado, o si ustedes reciben disfraza de ángel de luz.
a otro espíritu diferente del que han 15 Así que, tampoco es una sorpresa

recibido, u otro evangelio diferen- que sus ministros se disfracen de


te del que han aceptado, ustedes lo administradores de justicia, pero
toleran bien. como sus obras será su fin.
5 Pero yo considero que en nada he

sido inferior a esos grandes após- Sufrimientos de Pablo


toles. como apóstol
6 Tal vez sea yo torpe al hablar, pero

16 Vuelvo a decirlo: Que nadie crea

no lo soy en cuanto al conocimien- que estoy loco, pero si es así, re-

a 10.17: Jer 9.24. a 11.3: Gn 3.1-5, 13. b 11.9: Fil. 4.15-18.

1691
2 CORINTIOS  11​, ​12

cíbanme entonces como a un loco, Son muchas las veces que he es-
26  

para que yo también me vanaglorie tado de viaje corriendo peligros de


un poco. ríos, peligros de ladrones, peligros
17Al decir esto, no lo digo en con-
  de mi propia gente, g peligros de
formidad con el Señor, sino como los no judíos, h peligros en la ciu-
una locura mía, confiado en mi va- dad, peligros en el desierto, peligros
nagloria. en el mar, peligros entre falsos her-
18 Puesto que muchos se vanaglo-
  manos.
rian según los criterios humanos, 27He pasado por muchos trabajos y

también yo puedo vanagloriarme. fatigas; muchas veces me he queda-


19 Ustedes, aunque cuerdos, toleran
  do sin dormir; he sufrido de hambre
de buena gana a los necios. y de sed; muchas veces no he comi-
20 Toleran a quienes los esclavizan,
  do, y he pasado frío y desnudez.
a quienes los devoran, a quienes les 28 Además de todo esto, lo que cada

quitan lo suyo, a quienes se sienten día pesa sobre mí es la preocupa-


importantes, a quienes les dan de ción por todas las iglesias.
bofetadas. 29 ¿Quién enferma, y yo no enfer-

21 Lo digo para vergüenza mía: ¡para


  mo? ¿A quién se le hace tropezar, y
eso fuimos demasiado débiles! yo no me indigno?
Pero si otros tienen el descaro de 30 Si es necesario vanagloriarse, lo

vanagloriarse (hablo como un loco), haré en aquello que demuestre mi


también yo puedo hacerlo. debilidad.
22 ¿Son hebreos? Yo también. ¿Son

31 El Dios y Padre de nuestro Señor

israelitas? Yo también. ¿Son descen- Jesucristo, ¡bendito sea por siem-


dientes de Abrahán? Yo también. pre!, sabe que no miento.
23 ¿Son ministros de Cristo? (Hablo

32 En Damasco, el gobernador de la

como si estuviera loco.) Yo lo soy más. provincia del rey Aretas vigilaba
Mis trabajos son más abundantes; la ciudad de los damascenos para
mis azotes, innumerables; mis encar- arrestarme,
celamientos,  c muchos más; muchas 33 pero fui descolgado en un canasto

veces he estado en peligro de muerte. por una ventana de la muralla, y así


24 Cinco veces he recibido de los
  me libré de caer en sus manos. i
judíos treinta y nueve azotes; d
25 Tres veces he sido azotado con va-

El aguijón en el cuerpo
ras; e una vez he sido apedreado; f
tres veces he padecido naufragio;
una noche y un día he estado como
12 En realidad, nada gano con
vanagloriarme. Sin embargo,
ahora voy a hablar de las visiones y
náufrago en alta mar. de las revelaciones del Señor.

c 11.23: Hch 16.23. d 11.24: Dt 25.3. e 11.25: Hch 16.22. f 11.25: Hch 14.19.


g 11.26: Hch 9.23. h 11.26: Hch 14.5. i 11.32-33: Hch 9.23-25.

1692
2 CORINTIOS  12

2 Sé de un hombre en Cristo, que nadie, yo debía haber sido alabado


hace catorce años fue arrebatado por ustedes, ya que en nada he sido
hasta el tercer cielo (sólo Dios sabe menos que esos grandes apóstoles.
si esto ocurrió físicamente o no), 12 Con todo, las señales de apóstol

3 y sé que ese hombre (sólo Dios sa-


  se han realizado entre ustedes con
be si esto ocurrió físicamente o no), toda paciencia, por medio de seña-
4 fue arrebatado al paraíso, donde
  les, prodigios y milagros.
oyó palabras inefables que a ningún 13 ¿En qué han sido ustedes menos

hombre se le permite pronunciar. que las otras iglesias, sino en que


5 De ese hombre puedo jactarme;
  yo mismo nunca les he sido una
pero de mí mismo, sólo me jactaré carga? ¡Perdónenme este agravio!
de mis debilidades.
6 Sin embargo, no sería insensato de

Pablo anuncia su tercera visita
mi parte el querer jactarme, por- 14 Ya estoy dispuesto a visitarlos

que estaría diciendo la verdad; pero por tercera vez, y tampoco esta vez
prefiero no hacerlo, para que nadie les seré una carga, porque no ando
piense de mí más de lo que ve u tras lo que es de ustedes, sino tras
oye de mí. de ustedes mismos. No son los hijos
7 Y para que no me exaltara de-
  los que deben juntar tesoros para los
masiado por la grandeza de las padres; son los padres los que deben
revelaciones, se me clavó un agui- juntar tesoros para los hijos.
jón en el cuerpo, un mensajero de 15 Por amor a ustedes, yo con gran

Satanás, para que me abofetee y no placer gastaré lo mío, y aun yo


deje que yo me enaltezca. mismo me gastaré del todo, aun si
8 Tres veces le he rogado al Señor
  mientras más los ame, menos ama-
que me lo quite, do sea yo.
9 pero él me ha dicho: «Con mi

16 Pero admitamos esto: yo no he sido

gracia tienes más que suficiente, una carga para ustedes, sino que co-
porque mi poder se perfecciona en mo soy astuto, los atrapé con engaños.
la debilidad.» Por eso, con mucho 17¿Acaso los engañé mediante algu-

gusto habré de jactarme en mis no de los que he enviado a ustedes?


debilidades, para que el poder de 18 Rogué a Tito que los visitara, y

Cristo repose en mí. con él envié al hermano. ¿Acaso


10 Por eso, por amor a Cristo me
  Tito los engañó? ¿Qué, no hemos
gozo en las debilidades, en las actuado con el mismo espíritu y de
afrentas, en las necesidades, en las la misma manera?
persecuciones y en las angustias; 19 ¿Todavía creen que nos estamos

porque mi debilidad es mi fuerza. disculpando con ustedes? Cuando


11 Al jactarme, me he portado como
  hablamos, lo hacemos delante de
un necio; pero ustedes me han obli- Dios en Cristo; y todo esto, amados
gado a hacerlo así. Aunque no soy míos, para la edificación de ustedes.

1693
2 CORINTIOS  12​, ​13

20 Mucho me temo que, cuando lle- cen? ¿Acaso no saben que Jesucristo
gue, no los encuentre como quisiera está en ustedes? ¡A menos que no
encontrarlos, y que tampoco uste- hayan pasado la prueba!
des me encuentren así. Me temo 6 Yo espero que ustedes se den

que entre ustedes hay pleitos, envi- cuenta de que nosotros sí pasamos
dias, enojos, divisiones, calumnias, la prueba;
chismes, insolencias y desórdenes. 7 y si pedimos a Dios que ustedes

21 También me temo que, cuando


  no hagan nada malo, no es para de-
vuelva, Dios me humille ante uste- mostrar que nosotros pasamos la
des, y que tal vez tenga que llorar prueba, sino para que ustedes ha-
por muchos de los que antes han gan lo bueno, aun cuando parezca
pecado y no se han arrepentido de que nosotros no pasamos la prueba.
la inmundicia, ni de la inmoralidad 8 Nosotros nada podemos hacer

sexual y el libertinaje a que se han contra la verdad, sino a favor de la


entregado. verdad.

13 Ésta será la tercera vez que 9 Por eso nos alegramos de que

los visite. Todo asunto se re- nosotros seamos débiles y ustedes


solverá por el testimonio de dos o fuertes, y hasta oramos para que
tres testigos. a ustedes sean perfectos.
2 Ya lo he dicho antes y, como si es-

10 Por eso les escribo ahora que estoy

tuviera presente, vuelvo a decirlo: lejos, para no ser severo cuando esté
aunque ahora me encuentre lejos, entre ustedes, ciñéndome a la auto-
les digo a los que antes pecaron, y ridad que el Señor me ha dado, que
a todos los demás, que en caso de es para edificar y no para destruir.
volver, esta vez no seré indulgente.
3 Ustedes buscan una prueba de que

Saludos y doxología final
Cristo, quien no es débil para con Por lo demás, hermanos, regocí-
11 

ustedes, sino que es poderoso en jense, perfecciónense, consuélense;


ustedes, actúa por medio de mí. sean de un mismo sentir, y vivan en
4 Él, aunque fue crucificado en de-
  paz. Y el Dios de la paz y del amor
bilidad, vive por el poder de Dios. estará con ustedes.
Y nosotros, aunque también somos 12 Salúdense unos a otros con un

débiles en él, viviremos con él por beso santo.


el poder de Dios para el bien de us- 13 Todos los santos les mandan sa-

tedes. ludos.
5 Examínense ustedes mismos y

14 Que la gracia del Señor Jesucristo,

vean si permanecen en la fe; pón- el amor de Dios, y la comunión del


ganse a prueba ustedes mismos. ¿O Espíritu Santo sean con todos uste-
acaso ustedes mismos no se cono- des. Amén.

a 13.1: Dt 17.6; 19.15.

1694
CARTA DEL APÓSTOL
SAN PABLO A LOS

GÁLATAS
y quieren pervertir el evangelio de
Saludo Cristo.

1 Yo, Pablo, apóstol (y no de los 8 Pero si aun nosotros, o un ángel


hombres ni por medio de los del cielo, les anuncia otro evangelio
hombres, sino por Jesucristo y por diferente del que les hemos anun-
Dios el Padre que lo resucitó de los ciado, quede bajo maldición.
muertos), 9 Como antes lo hemos dicho, tam-

2 y todos los hermanos que están


  bién ahora lo repito: Si alguno les
conmigo, deseamos a las iglesias predica un evangelio diferente del
de Galacia que han recibido, quede bajo mal-
3 que tengan gracia y paz de Dios
  dición.
el Padre y de nuestro Señor Jesu- 10 ¿Busco acaso el favor de la gente,

cristo, o el favor de Dios? ¿O trato acaso de


4 el cual se dio a sí mismo por nues-
  agradar a la gente? ¡Si todavía bus-
tros pecados para librarnos del cara yo agradar a la gente, no sería
presente siglo malo, conforme a la siervo de Cristo!
voluntad de nuestro Dios y Padre,
5 a quien sea dada la gloria por los

El ministerio de Pablo
siglos de los siglos. Amén. Pero les hago saber, hermanos,
11 

que el evangelio anunciado por mí


No hay otro evangelio no sigue criterios humanos,
6 Me asombra que tan pronto se

12 pues yo no lo recibí ni lo aprendí

hayan alejado ustedes del que los de nadie, sino que Jesucristo me lo
llamó por la gracia de Cristo, para reveló.
seguir un evangelio diferente. 13 Porque ya han oído ustedes ha-

7 No que haya otro evangelio, sino


  blar de cuál era mi conducta antes,
que hay algunos que los perturban en el judaísmo, cuando perseguía

1695
GÁLATAS  1​, ​2

y asolaba sobremanera a la iglesia 2 Pero subí en obediencia a una re-


de Dios. a velación. Y para no correr, o para no
14 En el judaísmo, yo aventajaba en
  haber corrido en vano, el evangelio
mi nación a muchos de mis contem- que predico entre los no judíos lo
poráneos, y era mucho más celoso expuse en privado a los que tenían
de las tradiciones de mis padres. b cierta reputación.
15 Pero Dios me apartó desde el vien-

3 Pero ni siquiera Tito, que estaba

tre de mi madre y me llamó por su conmigo, fue obligado a circunci-


gracia, y cuando a él le agradó darse, aunque era griego;
16 revelar a su Hijo en mí 

c para que 4 y esto a pesar de los falsos herma-

yo lo anunciara entre los no judíos, nos introducidos a escondidas, que


no me apresuré a consultar a nadie, entraban para espiar la libertad que
17ni subí a Jerusalén para hablar con
  tenemos en Cristo Jesús y para re-
los que eran apóstoles antes que yo; ducirnos a esclavitud,
sino que fui a Arabia, y volví de nue- 5 a los cuales ni por un momento ac-

vo a Damasco. cedimos a someternos, para que la


18 Después, pasados tres años, subí
  verdad del evangelio permaneciera
a Jerusalén d para ver a Pedro, y per- con ustedes.
manecí con él quince días; 6 Los que tenían fama y reputación

19 pero no vi a ningún otro apóstol,


  de ser algo (lo que hayan sido en
sino a Jacobo el hermano del Señor. otro tiempo nada me importa; Dios
20 En esto que les escribo, pueden
  no hace acepción de personas b), no
ver delante de Dios que no miento. me comunicaron nada nuevo.
21 Después fui a las regiones de Siria

7Por el contrario, como vieron que

y de Cilicia, me había sido encomendado el


22 y las iglesias de Judea, que eran
  evangelio de la incircuncisión, como
en Cristo, no me conocían ni me a Pedro el de la circuncisión
habían visto; 8 (pues el que actuó en Pedro para el

23 solamente habían oído decir:


  apostolado de los judíos, actuó tam-
«Aquel que antes nos perseguía, bién en mí para con los no judíos),
ahora predica la fe que en otro 9 y como reconocieron la gracia que

tiempo buscaba destruir.» me había sido dada, Jacobo, Cefas


24 Y glorificaban a Dios en mí.
  y Juan, que eran considerados co-

2 Después de catorce años, subí


otra vez a Jerusalén a con Berna-
bé, y también llevé conmigo a Tito.
mo columnas, nos dieron a mí y
a Bernabé la diestra en señal de
compañerismo, para que nosotros

a 1.13: Hch 8.3; 22.4-5; 26.9-11. b 1.14: Hch 22.3.


c 1.15-16: Hch 9.3-6; 22.6-10; 26.13-18. d 1.18: Hch 9.26-30.
a 2.1: Hch 11.30; 15.2. b 2.6: Dt 10.17.

1696
GÁLATAS  2​, ​3

fuéramos a los no judíos, y ellos a 17 Y si al buscar ser justificados en


los judíos. Cristo, también nosotros somos
10 Solamente nos pidieron que nos
  hallados pecadores, ¿será por eso
acordáramos de los pobres; lo cual Cristo ministro de pecado? ¡De
también procuré hacer con diligen- ninguna manera!
cia. 18 Porque si las mismas cosas que

destruí, las vuelvo a edificar, me


Pablo reprende a Pedro hago transgresor.
en Antioquía 19 Porque yo, por la ley, soy muerto

11 Pero cuando Pedro vino a Antio-


  para la ley, a fin de vivir para Dios.
quía, me enfrenté a él cara a cara, 20 Pero con Cristo estoy juntamente

porque lo que hacía era reprochable. crucificado, y ya no vivo yo, sino


12 Pues antes de que vinieran algu-
  que Cristo vive en mí; y lo que aho-
nos de parte de Jacobo, comía con ra vivo en la carne, lo vivo en la fe
los no judíos; pero después que del Hijo de Dios, el cual me amó y
vinieron, se retraía y se apartaba, se entregó a sí mismo por mí.
porque tenía miedo de los judíos. 21 No desecho la gracia de Dios;

13 Y en su simulación participaban
  pues si la justicia dependiera de
también los otros judíos, de modo la ley, entonces por demás habría
que hasta Bernabé fue arrastrado muerto Cristo.
también por la hipocresía de ellos.
14 Pero cuando vi que no andaban

El Espíritu se recibe por la fe
rectamente y conforme a la verdad
del evangelio, dije a Pedro delante
de todos: «Si tú, que eres judío, no
3 ¡Oh gálatas insensatos! ¿quién
los fascinó para no obedecer a
la verdad, si ante los ojos de ustedes
vives como los judíos sino como los Jesucristo ya fue presentado clara-
no judíos, ¿por qué obligas a los no mente como crucificado?
judíos a hacerse judíos?» 2 Sólo esto quiero que me digan:

15 Nosotros somos judíos de naci-


  ¿Recibieron el Espíritu por las obras
miento, y no pecadores salidos de de la ley, o por el oír con fe?
los no judíos. 3 ¿Tan necios son? ¿Comenzaron por

16 Sabemos que el hombre no es jus-


  el Espíritu, y ahora van a acabar por
tificado por las obras de la ley c sino la carne?
por la fe de Jesucristo, d y también 4 ¿Tantas cosas han padecido en vano?

hemos creído en Jesucristo, para ¡Si es que realmente fue en vano!


ser justificados por la fe de Cristo 5 Aquel que les suministra el Espíri-

y no por las obras de la ley, ya que tu y hace maravillas entre ustedes,


por las obras de la ley nadie será ¿lo hace por las obras de la ley, o
justificado. por el oír con fe?

c 2.16: Sal 143.2; Ro 3.20. d 2.16: Ro 3.22.

1697
GÁLATAS  3

El pacto de Dios con Abrahán añadir nada, aunque sea un pacto


6 Así Abrahán creyó a Dios, y le
  humano.
fue contado por justicia. a 16 Ahora bien, las promesas fueron

7Sepan, por tanto, que los que son


  hechas a Abrahán y a su simiente.
de la fe son hijos de Abrahán. b No dice: «Y a las simientes», como si
8 Y la Escritura, al prever que Dios
  hablara de muchos, sino: «Y a tu si-
habría de justificar por la fe a los miente», como de uno, h que es Cristo.
no judíos, dio de antemano la bue- 17 Digo, pues, que el pacto previa-

na nueva a Abrahán, cuando dijo: mente ratificado por Dios no puede


«En ti serán benditas todas las na- ser anulado por la ley, que vino
ciones.» c cuatrocientos treinta años después, i
9 De modo que los de la fe son ben-
  pues invalidaría la promesa.
decidos con el creyente Abrahán. 18 Porque si la herencia es por la ley,

10 Porque todos los que dependen


  ya no es por la promesa; j pero Dios
de las obras de la ley están bajo mal- la concedió a Abrahán mediante la
dición, pues está escrito: «Maldito promesa.
sea todo aquel que no se mantenga
firme en todas las cosas escritas en El propósito de la ley
el libro de la ley, y las haga.» d Entonces, ¿para qué sirve la ley?
19 
11 Y es evidente que por la ley nin-
  Pues fue añadida por causa de las
guno se justifica para con Dios, transgresiones, hasta que viniera la
porque «El justo por la fe vivirá»; e simiente, a quien fue hecha la pro-
12 y la ley no es de fe, sino que dice:
  mesa; y fue ordenada por medio de
«El que haga estas cosas vivirá por ángeles en manos de un mediador.
ellas.» f 20 Y el mediador no lo es de uno so-

13 Cristo nos redimió de la maldi-


  lo; pero Dios sí es uno.
ción de la ley, y por nosotros se 21 ¿Contradice la ley a las prome-

hizo maldición (porque está escrito: sas de Dios? ¡De ninguna manera!
«Maldito todo el que es colgado en Porque, si la ley dada pudiera dar
un madero» g), vida, la justicia sería verdaderamente
14 para que en Cristo Jesús la ben-
  por la ley.
dición de Abrahán alcanzara a los 22 Pero la Escritura lo encerró todo

no judíos, a fin de que por la fe re- bajo pecado, para que la promesa
cibiéramos la promesa del Espíritu. que es por la fe en Jesucristo fuera
15 Hermanos, hablo en términos
  dada a los creyentes.
humanos: Un pacto nadie puede 23 Pero antes de que viniera la fe,

invalidarlo, ni tampoco se le puede estábamos confinados bajo la ley,

a 3.6: Gn 15.6; Ro 4.3. b 3.7: Ro 4.16. c 3.8: Gn 12.3. d 3.10: Dt 27.26.


e 3.11: Hab 2.4. f 3.12: Lv 18.5. g 3.13: Dt 21.23. h 3.16: Gn 12.7.
i 3.17: Ex 12.40. j 3.18: Ro 4.14.

1698
GÁLATAS  3​, ​4

encerrados para aquella fe que iba Así que ya no eres esclavo, sino
7 

a ser revelada. hijo; y si eres hijo, también eres he-


24 De manera que la ley ha sido
  redero de Dios por medio de Cristo. a
nuestro tutor, para llevarnos a
Cristo, a fin de que fuéramos justi- Exhortación contra el
ficados por la fe. volver a la esclavitud
25 Pero al venir la fe, no estamos ya

8 Ciertamente, en otro tiempo, cuan-

al cuidado de un tutor, do ustedes no conocían a Dios, servían


26 pues todos ustedes son hijos de
  a los que por naturaleza no son dioses;
Dios por la fe en Cristo Jesús. 9 pero ahora que conocen a Dios, o

27Porque todos ustedes, los que han


  más bien, que Dios los conoce a us-
sido bautizados en Cristo, están re- tedes, ¿cómo es que han vuelto de
vestidos de Cristo. nuevo a los débiles y pobres rudi-
28 Ya no hay judío ni griego; no hay
  mentos, a los cuales quieren volver
esclavo ni libre; no hay varón ni a esclavizarse?
mujer, sino que todos ustedes son 10 Ustedes guardan los días, los me-

uno en Cristo Jesús. ses, los tiempos y los años.


29 Y si ustedes son de Cristo, cier-

11 ¡Me temo que, con ustedes, yo he

tamente son linaje de Abrahán y, trabajado en vano!


según la promesa, herederos. k 12 Les ruego, hermanos, que se

4 Pero digo también: Mientras el


heredero es niño, en nada difiere
del esclavo, aunque es señor de todo,
hagan como yo, porque yo también
me he hecho como ustedes. Ningún
agravio me han hecho.
2 sólo que está bajo tutores y guar-

13 Bien saben ustedes que, debido

dianes hasta el tiempo señalado por a una enfermedad del cuerpo, les
el padre. anuncié el evangelio al principio,
3 Así también nosotros, cuando éra-

14 y ustedes no me despreciaron ni de-

mos niños, vivíamos en esclavitud secharon por la prueba que tenía en el


y sujetos a los principios básicos del cuerpo, sino que me recibieron como a
mundo. un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.
4 Pero cuando se cumplió el tiempo

15 ¿Dónde, pues, está esa satisfac-

señalado, Dios envió a su Hijo, que ción que experimentaban? Yo doy


nació de una mujer y sujeto a la ley, testimonio de que, de haber podido,
5 para que redimiera a los que es-
  ustedes se habrían sacado sus pro-
taban sujetos a la ley, a fin de que pios ojos, para dármelos.
recibiéramos la adopción de hijos. 16 ¿Acaso me he vuelto enemigo de

6 Y por cuanto ustedes son hijos, Dios


  ustedes, por decirles la verdad?
envió a sus corazones el Espíritu de su 17Algunos muestran mucho interés

Hijo, el cual clama: «¡Abba, Padre!» por ustedes, pero no para bien, sino

k 3.29: Ro 4.13. a 4.5-7: Ro 8.15-17.

1699
GÁLATAS  4​, ​5

que quieren apartarlos de nosotros tú que no das a luz;


para que ustedes muestren interés prorrumpe en júbilo y clama,
por ellos. tú que no tienes dolores de
18 Qué bien que muestren interés en
  parto;
lo bueno siempre, y no sólo cuando porque más son los hijos de la
estoy presente con ustedes. desolada
19 Hijitos míos, por quienes vuelvo
  que los de la que tiene mari-
a sufrir dolores de parto, hasta que do.» d
Cristo sea formado en ustedes, 28 Así que, hermanos, nosotros, co-

20 quisiera estar con ustedes ahora


  mo Isaac, somos hijos de la promesa.
mismo y cambiar de tono, pues us- 29 Pero como entonces el que había

tedes me tienen perplejo. nacido según la carne perseguía al


que había nacido según el Espíritu, e
Alegoría de Sara y Agar así también sucede ahora.
21 Díganme, ustedes que quieren 30 Pero ¿qué dice la Escritura? «Echa

estar sujetos a la ley: ¿no han oído fuera a la esclava y a su hijo, porque
lo que dice la ley? el hijo de la esclava no heredará con
22 Porque está escrito que Abrahán
  el hijo de la libre.» f
tuvo dos hijos; uno de la esclava, b 31De modo, hermanos, que no somos

y el otro de la libre. c hijos de la esclava, sino de la libre.


23 El hijo de la esclava nació confor-

me a una decisión humana; pero el Firmes en la libertad


hijo de la libre nació conforme a la
promesa.
24 Lo cual es una alegoría, pues es-

5 Manténganse, pues, firmes en la
libertad con que Cristo nos hizo
libres, y no se sometan otra vez al
tas mujeres son los dos pactos; el yugo de la esclavitud.
uno proviene del monte Sinaí, el 2 Miren que yo, Pablo, les digo que

cual da hijos para esclavitud; éste si se circuncidan, de nada les apro-


es Agar. vechará Cristo.
25 Porque Agar es el monte Sinaí en

3 Y otra vez testifico a todo hombre

Arabia, y corresponde a la Jerusalén que se circuncida, que está obligado


actual, y ésta, junto con sus hijos, a cumplir toda la ley.
está en esclavitud. 4 Ustedes, los que por la ley se jus-

26 Pero la Jerusalén de arriba, la


  tifican, se han desligado de Cristo;
cual es madre de todos nosotros, han caído de la gracia.
es libre. 5 Pues nosotros por el Espíritu

27Porque está escrito:


  aguardamos, por fe, la esperanza
«Regocíjate, oh estéril, de la justicia.

b 4.22: Gn 16.15. c 4.22: Gn 21.2. d 4.27: Is 54.1. e 4.29: Gn 21.9.


f 4.30: Gn 21.10.

1700
GÁLATAS  5​, ​6

6 Porque en Cristo Jesús nada valen se opone a la carne; y éstos se opo-


la circuncisión ni la incircuncisión, nen entre sí para que ustedes no
sino la fe que obra por el amor. hagan lo que quisieran hacer. c
7 Ustedes corrían bien; ¿quién les

18 Pero si ustedes son guiados por el

impidió el no obedecer a la verdad? Espíritu, no están ya sujetos a la ley.


8 Esta persuasión no procede de

19 Las obras de la carne se mani-

aquel que los llama. fiestan en adulterio, fornicación,


9Un poco de levadura fermenta toda
  inmundicia, lascivia,
la masa. a 20 idolatría, hechicerías, enemista-

10 Yo confío respecto de ustedes, en el


  des, pleitos, celos, iras, contiendas,
Señor, que no pensarán de otro modo; disensiones, herejías,
pero el que los perturba, quienquiera 21 envidias, homicidios, borracheras, or-

que sea, llevará la sentencia. gías, y cosas semejantes a éstas. Acerca


11Y yo, hermanos, si aún predicara la
  de ellas les advierto, como ya antes les
circuncisión, ¿por qué habría de pade- he dicho, que los que practican tales
cer todavía persecución? En tal caso, se cosas no heredarán el reino de Dios.
habría quitado el tropiezo de la cruz. 22 Pero el fruto del Espíritu es amor,

12 ¡Cómo quisiera yo que se mutila-


  gozo, paz, paciencia, benignidad,
ran quienes los perturban! bondad, fe,
13 Hermanos, ustedes han sido

23 mansedumbre, templanza. Contra

llamados a la libertad, sólo que no tales cosas no hay ley.


usen la libertad como pretexto para 24 Y los que son de Cristo han crucifica-

pecar; más bien, sírvanse los unos a do la carne con sus pasiones y deseos.
los otros por amor. 25 Si vivimos por el Espíritu, viva-

14 Porque toda la ley se cumple en


  mos también según el Espíritu.
esta sola palabra: «Amarás a tu pró- 26 No nos hagamos vanidosos, ni

jimo como a ti mismo.» b nos irritemos unos a otros, ni sin-


15 Pero si ustedes se muerden y se
  tamos envidia entre nosotros.
devoran los unos a los otros, tengan
cuidado de no consumirse también
los unos a los otros.
6 Hermanos, si alguno es sorpren-
dido en alguna falta, ustedes,
que son espirituales, restáurenlo con
espíritu de mansedumbre. Piensa
Las obras de la carne y en ti mismo, no sea que también tú
el fruto del Espíritu seas tentado.
16 Digo, pues: Vivan según el Es-

2 Sobrelleven los unos las cargas de

píritu, y no satisfagan los deseos de los otros, y cumplan así la ley de


la carne. Cristo.
17 Porque el deseo de la carne se

3 Porque el que se cree ser algo, y

opone al Espíritu, y el del Espíritu no es nada, a sí mismo se engaña.

a 5.9: 1 Co 5.6. b 5.14: Lv 19.18. c 5.17: Ro 7.15-23.

1701
GÁLATAS  6

4 Así que, cada uno ponga a prueba Todos los que quieren agradar a
12  

su propia obra, y entonces tendrá los demás los obligan a que se cir-
motivo de jactarse, pero sólo res- cunciden, solamente para no ser
pecto de sí mismo y no por otro; perseguidos por causa de la cruz
5 porque cada uno llevará su propia
  de Cristo.
carga. 13 Porque ni siquiera los mismos

6 El que recibe enseñanza en la pa-


  que se circuncidan cumplen la ley,
labra, haga partícipe de toda cosa aunque quieren que ustedes se cir-
buena al que lo enseña. cunciden para tener de qué jactarse.
7 No se engañen. Dios no puede

14 Pero lejos esté de mí el jactarme,

ser burlado. Todo lo que el hombre a no ser en la cruz de nuestro Señor


siembre, eso también cosechará. Jesucristo, por quien el mundo me
8 El que siembra para sí mismo, de
  es crucificado a mí, y yo al mundo.
sí mismo cosechará corrupción; pe- 15 Porque en Cristo Jesús nada valen

ro el que siembra para el Espíritu, la circuncisión ni la incircuncisión,


del Espíritu cosechará vida eterna. sino una nueva creación.
9 No nos cansemos, pues, de hacer

16 Y a todos los que anden conforme

el bien; porque a su tiempo cose- a esta regla, que la paz y la miseri-


charemos, si no nos desanimamos. cordia sean con ellos, y con el Israel
10 Así que, según tengamos opor-
  de Dios.
tunidad, hagamos bien a todos, y 17 De aquí en adelante nadie me

mayormente a los de la familia de cause molestias, que yo llevo en mi


la fe. cuerpo las marcas del Señor Jesús.
Pablo se gloría en la Bendición final
cruz de Cristo 18 Hermanos, que la gracia de

11 Miren con cuán grandes letras


  nuestro Señor Jesucristo sea con su
les escribo de mi propia mano. espíritu. Amén.

1702
CARTA DEL APÓSTOL
SAN PABLO A LOS

EFESIOS
7 En él tenemos la redención por
Saludo medio de su sangre, el perdón de

1 Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo


por la voluntad de Dios, saludo
a los santos y fieles en Cristo Jesús
los pecados b según las riquezas de
su gracia,
8 la cual desbordó sobre nosotros en

que están en Éfeso. a toda sabiduría y entendimiento,


2 Que la gracia y la paz de nuestro

9 y nos dio a conocer el misterio de

Dios y Padre, y del Señor Jesucristo, su voluntad, según su beneplácito,


sean con todos ustedes. el cual se había propuesto en sí
mismo,
Bendiciones espirituales en Cristo 10 para que cuando llegara el tiem-

3 Bendito sea el Dios y Padre de nues-


  po señalado reuniera todas las cosas
tro Señor Jesucristo, que en Cristo en Cristo, tanto las que están en
nos ha bendecido con toda bendición los cielos, como las que están en
espiritual en los lugares celestiales. la tierra.
4 En él, Dios nos escogió antes de la

11 En él asimismo participamos de

fundación del mundo, para que en la herencia, pues fuimos predesti-


su presencia seamos santos e inta- nados conforme a los planes del que
chables. Por amor todo lo hace según el designio de su
5 nos predestinó para que por medio
  voluntad,
de Jesucristo fuéramos adoptados 12 a fin de que nosotros, los prime-

como hijos suyos, según el bene- ros en esperar en Cristo, alabemos


plácito de su voluntad, su gloria.
6 para alabanza de la gloria de su

13 También ustedes, luego de haber

gracia, con la cual nos hizo aceptos oído la palabra de verdad, que es el
en el Amado. evangelio que los lleva a la salva-

a 1.1: Hch 18.19-21; 19.1. b 1.7: Col 1.14.

1703
EFESIOS  1​, ​2

ción, y luego de haber creído en él, pues la iglesia es su cuerpo, e la


23  

fueron sellados con el Espíritu Santo plenitud de Aquel que todo lo llena
de la promesa, a plenitud.
14 que es la garantía de nuestra heren-

cia hasta la redención de la posesión Salvados por su gracia


adquirida, para alabanza de su gloria.
El espíritu de sabiduría
2 A ustedes, él les dio vida cuan-
do aún estaban muertos en sus
delitos y pecados,
y de revelación 2 los cuales en otro tiempo practi-

15 Por esta causa también yo, desde


  caron, pues vivían de acuerdo a la
que supe de la fe de ustedes en el corriente de este mundo y en con-
Señor Jesús y del amor que ustedes formidad con el príncipe del poder
tienen para con todos los santos, del aire, que es el espíritu que
16 no ceso de dar gracias por ustedes
  ahora opera en los hijos de desobe-
al recordarlos en mis oraciones, diencia.
17para que el Dios de nuestro Señor

3 Entre ellos todos nosotros también

Jesucristo, el Padre de gloria, les dé vivimos en otro tiempo. Seguíamos


espíritu de sabiduría y de revelación los deseos de nuestra naturaleza
en el conocimiento de él. humana y hacíamos lo que nuestra
18 Pido también que Dios les dé la
  naturaleza y nuestros pensamientos
luz necesaria para que sepan cuál nos llevaban a hacer. Éramos por
es la esperanza a la cual los ha lla- naturaleza objetos de ira, como los
mado, cuáles son las riquezas de la demás.
gloria de su herencia en los santos, 4 Pero Dios, cuya misericordia es

19 y cuál la supereminente grandeza


  abundante, por el gran amor con
de su poder para con nosotros, los que nos amó,
que creemos, según la acción de su 5 nos dio vida junto con Cristo 

a , aun

fuerza poderosa, cuando estábamos muertos en nues-


20 la cual operó en Cristo, y lo resucitó
  tros pecados (la gracia de Dios los
de entre los muertos y lo sentó a su ha salvado),
derecha c en los lugares celestiales, 6 y también junto con él nos resu-

21 muy por encima de todo princi-


  citó, y asimismo nos sentó al lado
pado, autoridad, poder y señorío, de Cristo Jesús en los lugares celes-
y por encima de todo nombre que tiales,
se nombra, no sólo en este tiempo, 7para mostrar en los tiempos veni-

sino también en el venidero. deros las abundantes riquezas de su


22 Dios sometió todas las cosas bajo
  gracia y su bondad para con noso-
sus pies, d y lo dio a la iglesia, como tros en Cristo Jesús.
cabeza de todo, 8 Ciertamente la gracia de Dios los

c 1.20: Sal 110.1. d 1.22: Sal 8.6. e 1.22-23: Col 1.18. a 2.1-5: Col 2.13.

1704
EFESIOS  2​, ​3

ha salvado por medio de la fe. Ésta cruz, c sobre la cual puso fin a las
no nació de ustedes, sino que es un enemistades.
don de Dios; 17Él vino y a ustedes, que estaban

9 ni es resultado de las obras, para


  lejos, les anunció las buenas nuevas
que nadie se vanaglorie. de paz, lo mismo que a los que es-
10 Nosotros somos hechura suya;
  taban cerca. d
hemos sido creados en Cristo Jesús 18 Por medio de él, unos y otros

para realizar buenas obras, las cua- tenemos acceso al Padre en un mis-
les Dios preparó de antemano para mo Espíritu.
que vivamos de acuerdo con ellas. 19 Por lo tanto, ustedes ya no son

extranjeros ni advenedizos, si-


Reconciliación por no conciudadanos de los santos y
medio de la cruz miembros de la familia de Dios,
11 Por lo tanto ustedes, que por na-

20 y están edificados sobre el funda-

cimiento no son judíos, y que son mento de los apóstoles y profetas,


llamados «incircuncisos» por los cuya principal piedra angular es
que desde su nacimiento han sido Jesucristo mismo.
físicamente circuncidados, deben 21 En Cristo, todo el edificio, bien

recordar esto: coordinado, va creciendo para llegar


12 En aquel tiempo ustedes estaban
  a ser un templo santo en el Señor;
sin Cristo, vivían alejados de la ciu- 22 en Cristo, también ustedes son

dadanía de Israel y eran ajenos a los edificados en unión con él, para
pactos de la promesa; vivían en este que allí habite Dios en el Espíritu.
mundo sin Dios y sin esperanza.
13 Pero ahora, en Cristo Jesús, us-

Ministerio de Pablo a los no judíos
tedes, que en otro tiempo estaban
lejos, han sido acercados por la san-
gre de Cristo.
3 Por eso yo, Pablo, estoy preso
por causa de Cristo Jesús para
bien de ustedes, los no judíos.
14 Porque él es nuestra paz. De dos

2 Sin duda ustedes se habrán entera-

pueblos hizo uno solo, al derribar do del plan que Dios, en su bondad,
la pared intermedia de separación me asignó para el bien de ustedes;
15 y al abolir en su propio cuerpo

3 me refiero al misterio que me de-

las enemistades. Él puso fin a la ley claró por revelación, como ya les
de los mandamientos expresados en había escrito brevemente.
ordenanzas, b para crear en sí mis- 4 Al leerlo, podrán darse cuenta de

mo, de los dos pueblos, una nueva que conozco el misterio de Cristo,
humanidad, haciendo la paz, 5 misterio que en otras generaciones

16 y para reconciliar con Dios a los


  no se dio a conocer a la humanidad
dos en un solo cuerpo mediante la tal y como ahora se ha revelado a

b 2.15: Col 2.14. c 2.16: Col 1.20. d 2.17: Is 57.19.

1705
EFESIOS  3​, ​4

sus santos apóstoles y profetas por 15 de quien recibe su nombre toda
el Espíritu. familia en los cielos y en la tierra,
6 Ahora sabemos que, por medio

16 para que por su Espíritu, y confor-

del evangelio, los no judíos son co- me a las riquezas de su gloria, los
herederos y miembros del mismo fortalezca interiormente con poder;
cuerpo, y copartícipes de la prome- 17para que por la fe Cristo habite en

sa en Cristo Jesús. a sus corazones, y para que, arraiga-


7 Por el don de la gracia de Dios,
  dos y cimentados en amor,
que me ha sido dado conforme a su 18 sean ustedes plenamente capaces

gran poder, yo fui designado minis- de comprender, con todos los san-
tro de este evangelio. tos, cuál es la anchura, la longitud,
8 Yo, que soy menor que el más
  la profundidad y la altura del amor
pequeño de todos los santos, he de Cristo;
recibido el privilegio de anunciar 19 en fin, que conozcan ese amor,

entre los no judíos el evangelio de que excede a todo conocimiento,


las insondables riquezas de Cristo, para que sean llenos de toda la ple-
9 y de hacer entender a todos cuál
  nitud de Dios.
es el plan del misterio que Dios, el 20 Y a Aquel que es poderoso para

creador de todas las cosas, mantuvo hacer que todas las cosas excedan a
en secreto desde tiempos remotos lo que pedimos o entendemos, se-
10 para dar a conocer ahora, por
  gún el poder que actúa en nosotros,
medio de la iglesia, su multiforme 21 a él sea dada la gloria en la iglesia

sabiduría a los principados y pode- en Cristo Jesús por todas las gene-
res en los lugares celestiales, raciones, por los siglos de los siglos.
11 conforme al propósito eterno que
  Amén.
llevó a cabo por medio de Cristo
Jesús nuestro Señor, La unidad del Espíritu

4
12 en quien tenemos seguridad y
   o, que estoy preso por causa
Y
confiado acceso por medio de la fe del Señor, les ruego que vivan
en él. como es digno del llamamiento que
13 Por lo tanto, les pido que no se
  han recibido,
desanimen a causa de mis sufri- 2 y que sean humildes y mansos,

mientos por ustedes. Al contrario, y tolerantes y pacientes unos con


considérenlos un motivo de orgullo. otros, en amor. a
3 Procuren mantener la unidad del

El sublime amor de Cristo Espíritu en el vínculo de la paz.


14 Por eso yo me arrodillo delante

4 Así como ustedes fueron llamados

del Padre de nuestro Señor Jesu- a una sola esperanza, hay también
cristo, un cuerpo y un Espíritu,

a 3.4-6: Col 1.26-27. a 4.2: Col 3.12-13.

1706
EFESIOS  4

5 un Señor, una fe, un bautismo, de quien todo el cuerpo, bien con-
16 
6 y un Dios y Padre de todos, el cual
  certado y unido entre sí por todas las
está por encima de todos, actúa por coyunturas que se ayudan mutua-
medio de todos, y está en todos. mente, según la actividad propia de
7Pero a cada uno de nosotros se nos
  cada miembro, recibe su crecimien-
ha dado la gracia conforme a la me- to para ir edificándose en amor. c
dida del don de Cristo.
8 Por esto dice:

La nueva vida en Cristo
«Subiendo a lo alto, llevó con- 17 Pero esto quiero decirles en el
sigo a los cautivos, nombre del Señor, y en esto quiero
Y dio dones a los hombres.» b insistir: no vivan ya como la gente
9Y al decir «subiendo», ¿qué quiere
  sin Dios, que vive de acuerdo a su
decir, sino que también primero ha- mente vacía.
bía descendido a lo más profundo 18 Esa gente tiene el entendimiento

de la tierra? entenebrecido; por causa de la ig-


10 El que descendió, es el mismo que
  norancia que hay en ellos, y por la
también ascendió por encima de to- dureza de su corazón, viven ajenos
dos los cielos, para llenarlo todo. de la vida que proviene de Dios.
11 Y él mismo constituyó a unos,

19 Después de que perdieron toda

apóstoles; a otros, profetas; a otros, sensibilidad, se entregaron al liber-


evangelistas; a otros, pastores y tinaje para cometer con avidez toda
maestros, clase de impureza.
12 a fin de perfeccionar a los santos

20 Pero eso no lo aprendieron uste-

para la obra del ministerio, para la des de Cristo,


edificación del cuerpo de Cristo, 21 si es que en verdad oyeron su

13 hasta que todos lleguemos a estar


  mensaje y fueron enseñados por él,
unidos por la fe y el conocimiento del de acuerdo con la verdad que está
Hijo de Dios; hasta que lleguemos a en Jesús.
ser un hombre perfecto, a la medida 22 En cuanto a su pasada manera de

de la estatura de la plenitud de Cristo; vivir, despójense de su vieja natu-


14 para que ya no seamos niños fluc-
  raleza, d la cual está corrompida por
tuantes, arrastrados para todos lados los deseos engañosos;
por todo viento de doctrina, por los 23 renuévense en el espíritu de su

engaños de aquellos que emplean mente,


con astucia artimañas engañosas, 24 y revístanse de la nueva natura-

15 sino para que profesemos la ver-


  leza, e creada en conformidad con
dad en amor y crezcamos en todo Dios f en la justicia y santidad de la
en Cristo, que es la cabeza, verdad.

b 4.8: Sal 68.18. c 4.16: Col 2.19. d 4.22: Col 3.9. e 4.24: Col 3.10.


f 4.24: Gn 1.26.

1707
EFESIOS  4​, ​5

Por eso cada uno de ustedes de-


25  de depravación, pues ustedes son
be desechar la mentira y hablar la santos.
verdad con su prójimo; g porque so- 4 Tampoco digan obscenidades, ni

mos miembros los unos de los otros. tonterías ni palabras groseras. Eso
26 Enójense, pero no pequen; h recon-
  no es conveniente. En vez de eso,
cíliense antes de que el sol se ponga, den gracias a Dios.
27y no den lugar al diablo.

5 Ustedes bien saben que ninguno

28 El que antes robaba, que no vuel-


  que sea libertino, inmundo, o avaro
va a robar; al contrario, que trabaje (es decir, ningún idólatra), tendrá
y use sus manos para el bien, a fin parte en el reino de Cristo y de Dios.
de que pueda compartir algo con 6 Que nadie los engañe con palabras

quien tenga alguna necesidad. vanas, porque por estas cosas viene
29 No pronuncien ustedes ninguna
  la ira de Dios sobre aquellos que no
palabra obscena, sino sólo aquellas lo obedecen.
que contribuyan a la necesaria edifi- 7Por tanto, no se junten con esa cla-

cación y que sean de bendición para se de gente.


los oyentes. 8 En otro tiempo, ustedes eran oscu-

30 No entristezcan al Espíritu Santo


  ridad; pero ahora son luz en el Señor.
de Dios, con el cual ustedes fueron Por tanto, vivan como hijos de luz
sellados para el día de la redención. 9(porque el fruto del Espíritu se mani-

31 Desechen todo lo que sea amar-


  fiesta en toda bondad, justicia y verdad),
gura, enojo, ira, gritería, calumnias, 10 y comprueben lo que es agradable

y todo tipo de maldad. al Señor.


32 En vez de eso, sean bondadosos y

11 No tengan nada que ver con las

misericordiosos, y perdónense unos obras infructuosas de las tinieblas;


a otros, así como también Dios los al contrario, denúncienlas.
perdonó a ustedes en Cristo. i 12 ¡Hasta vergüenza da hablar de lo

que ellos hacen en secreto!


Pórtense como hijos de luz 13 Pero cuando todas las cosas son ex-

5 Por tanto, imiten a Dios, como


hijos amados.
2 Vivan en amor, como también

puestas a la luz, quedan de manifiesto;
porque la luz lo manifiesta todo.
14 Por eso dice:

Cristo nos amó y se entregó a sí «Despiértate, tú que duermes.


mismo por nosotros, como ofrenda Levántate de entre los muer-
y sacrificio a Dios, de aroma fragan- tos,
te. a y te alumbrará Cristo.»
3 Entre ustedes ni siquiera deben

15 Por tanto, ¡cuidado con su ma-

hablar de inmoralidad sexual, ni de nera de vivir! No vivan ya como


avaricia, ni de ninguna otra clase necios, sino como sabios.

g 4.25: Zac 8.16. h 4.26: Sal 4.4. i 4.32: Col 3.13. a 5.2: Ex 29.18.

1708
EFESIOS  5​, ​6

16 Aprovechen bien el tiempo, b por- Así también los esposos deben


28  

que los días son malos. amar a sus esposas como a su pro-
17No sean, pues, insensatos; procu-
  pio cuerpo. El que ama a su esposa,
ren entender cuál es la voluntad del se ama a sí mismo.
Señor. 29Nadie ha odiado jamás a su propio

18 No se emborrachen con vino, lo


  cuerpo, sino que lo sustenta y lo cui-
cual lleva al desenfreno; más bien, da, como lo hace Cristo con la iglesia,
llénense del Espíritu. 30 porque somos miembros de su

19 Hablen entre ustedes con salmos,


  cuerpo, de su carne y de sus huesos.
himnos y cánticos espirituales; can- 31 Por eso el hombre dejará a su pa-

ten y alaben al Señor con el corazón, dre y a su madre, y se unirá a su


20 y den siempre gracias por todo
  mujer, y los dos serán un solo ser. f
al Dios y Padre, en el nombre de 32 Grande es este misterio; pero yo

nuestro Señor Jesucristo. c digo esto respecto de Cristo y de


la iglesia.
La mutua sumisión 33 Por lo demás, cada uno de uste-

21 Cultiven entre ustedes la mutua des ame también a su esposa como


sumisión, en el temor de Dios. a sí mismo; y ustedes, las esposas,
22 Ustedes, las casadas, honren a sus
  honren a sus esposos.
propios esposos, d como honran al
Señor;
23 porque el esposo es cabeza de la

6 Hijos, obedezcan a sus padres
en el nombre del Señor, porque
esto es justo. a
mujer, así como Cristo es cabeza de 2 Honra a tu padre y a tu madre,

la iglesia, la cual es su cuerpo, y él que es el primer mandamiento con


es su Salvador. promesa;
24 Así como la iglesia honra a Cristo,

3 para que te vaya bien, y tengas

así también las casadas deben hon- una larga vida sobre la tierra. b
rar a sus esposos en todo. 4 Ustedes, los padres, no exasperen

25 Esposos, amen a sus esposas, 



e así a sus hijos, c sino edúquenlos en la
como Cristo amó a la iglesia, y se disciplina y la instrucción del Señor.
entregó a sí mismo por ella, 5 Ustedes, los siervos, obedezcan

26 para santificarla. Él la purificó en


  a sus amos terrenales con temor y
el lavamiento del agua por la palabra, temblor, y con sencillez de corazón,
27a fin de presentársela a sí mismo
  como obedecen a Cristo.
como una iglesia gloriosa, santa e 6 No actúen así sólo cuando los es-

intachable, sin mancha ni arruga ni tén mirando, como los que quieren
nada semejante. agradar a la gente, sino como sier-

b 5.16: Col 4.5. c 5.19-20: Col 3.16-17. d 5.22: Col 3.18; 1 P 3.1.


e 5.25: Col 3.19; 1 P 3.7. f 5.31: Gn 2.24. a 6.1: Col 3.20.
b 6.2-3: Ex 20.12; Dt 5.16. c 6.4: Col 3.21.

1709
EFESIOS  6

vos de Cristo que de corazón hacen Además de todo esto, protéjan-


16  

la voluntad de Dios. se con el escudo de la fe, para que


7Cuando sirvan, háganlo de buena
  puedan apagar todas las flechas in-
gana, como quien sirve al Señor y cendiarias del maligno.
no a los hombres, 17 Cúbranse con el casco de la sal-

8 sabiendo que cada uno de noso-


  vación, j y esgriman la espada del
tros, sea siervo o libre, recibirá del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Señor según lo que haya hecho. d 18 Oren en todo tiempo con toda

9Ustedes, los amos, hagan lo mismo


  oración y súplica en el Espíritu, y
con sus siervos. Ya no los amena- manténganse atentos, siempre oran-
cen. Como saben, el Señor de ellos do por todos los santos.
y de ustedes está en los cielos, e y él 19 Oren también por mí, para que

no hace acepción de personas. f cuando hable me sea dado el don de


la palabra y dé a conocer sin temor
La armadura de Dios el misterio del evangelio,
Por lo demás, hermanos míos,
10  20 del cual soy embajador en cade-

manténganse firmes en el Señor y nas. Oren para que lo proclame sin


en el poder de su fuerza. ningún temor, que es como debo
11 Revístanse de toda la armadura de
  hacerlo.
Dios, para que puedan hacer frente
a las asechanzas del diablo. Salutaciones finales
12 La batalla que libramos no es contra
  Nuestro querido hermano Tí-
21 

gente de carne y hueso, sino contra quico, k que es un fiel ministro en


principados y potestades, contra los el Señor, habrá de comentarles todo
que gobiernan las tinieblas de este acerca de mis actividades, para que
mundo, ¡contra huestes espirituales también ustedes estén al tanto de
de maldad en las regiones celestes! todo.
13 Por lo tanto, echen mano de toda

22 Lo envío a ustedes precisamente

la armadura de Dios para que, cuan- para que sepan todo lo referente a
do llegue el día malo, puedan resistir nosotros, y para que de esa manera
hasta el fin y permanecer firmes. sus corazones reciban consuelo. l
14 Por tanto, manténganse firmes y

23 Que Dios el Padre y el Señor

fajados con el cinturón de la verdad, g Jesucristo concedan a los hermanos


revestidos con la coraza de justicia, h paz, amor y fe.
15 y con los pies calzados con la dis-

24 Que la gracia sea con todos los

posición de predicar el evangelio de que, con amor inalterable, aman a


la paz. i nuestro Señor Jesucristo. Amén.

d 6.5-8: Col 3.22-25. e 6.9: Col 4.1. f 6.9: Dt 10.17; Col 3.25. g 6.14: Is 11.5.


h 6.14: Is 59.17. i 6.15: Is 52.7. j 6.17: Is 59.17. k 6.21: Hch 20.4; 2 Ti 4.12.
l 6.21-22: Col 4.7-8.

1710
CARTA DEL APÓSTOL
SAN PABLO A LOS

FILIPENSES
evangelio, todos ustedes participan
Saludo conmigo de la gracia.

1 Pablo y Timoteo, siervos de 8 Porque Dios me es testigo de cuán-


Jesucristo, a todos los santos en to los amo a todos ustedes con el


Cristo Jesús que están en Filipos, a entrañable amor de Jesucristo.
junto con los obispos y diáconos: 9 Y esto le pido en oración: que el

2 Gracia y paz reciban ustedes de


  amor de ustedes abunde aún más
Dios nuestro Padre y del Señor y más en ciencia y en todo cono-
Jesucristo. cimiento,
10 para que aprueben lo mejor, a fin

Oración de Pablo por de que sean sinceros e irreprensi-


los creyentes bles para el día de Cristo,
3 Doy gracias a mi Dios cada vez

11 llenos de los frutos de justicia que

que me acuerdo de ustedes. vienen por medio de Jesucristo, pa-


4 En todas mis oraciones siempre
  ra gloria y alabanza de Dios.
ruego con gozo por todos ustedes,
5 por su comunión en el evangelio,

Para mí el vivir es Cristo
desde el primer día hasta ahora. Quiero que sepan, hermanos, que
12 
6 Estoy persuadido de que el que
  lo que me ha sucedido más bien ha
comenzó en ustedes la buena obra, servido para el avance del evangelio,
la perfeccionará hasta el día de 13 de tal modo que mis encarcela-

Jesucristo. mientos b por Cristo se han hecho


7Es justo que yo sienta esto por to-
  evidentes en todo el pretorio, y a
dos ustedes, porque los llevo en el todos los demás.
corazón. Tanto en mis prisiones co- 14 Con mis encarcelamientos, la ma-

mo en la defensa y confirmación del yoría de los hermanos ha cobrado

a 1.1: Hch 16.12. b 1.13: Hch 28.30.

1711
FILIPENSES  1​, ​2

ánimo en el Señor, y más y más Y confío en esto, y sé que me


25  

se atreven a hablar la palabra sin quedaré, que aún permaneceré con


temor. todos ustedes, para su provecho y
15 A decir verdad, algunos predican
  gozo de la fe,
a Cristo por envidia y por pelear; pe- 26 para que abunde su vanagloria

ro otros lo hacen de buena voluntad. por mí en Cristo Jesús, por mi pre-


16 Unos anuncian a Cristo por pe-
  sencia otra vez entre ustedes.
lear, y no con sinceridad, pues 27Sólo compórtense ustedes como

creen que así añaden aflicción a es digno del evangelio de Cristo, pa-
mis prisiones; ra que ya sea que vaya a verlos, o
17 pero otros lo hacen por amor, y
  que me encuentre ausente, sepa yo
saben que estoy aquí para defender que ustedes siguen firmes, en un
al evangelio. mismo espíritu y luchando unáni-
18 ¿Qué diré, entonces? Pues que a
  mes por la fe del evangelio,
pesar de todo, y de todas maneras, 28 sin que en nada los intimiden los

sea por pretexto o por verdad, Cris- que se oponen. Para ellos, cierta-
to es anunciado. Y en esto me gozo, mente, es indicio de perdición, pero
y me gozaré aún. para ustedes lo es de salvación; y
19 Yo sé que por la oración de us-
  esto de parte de Dios.
tedes, y con el apoyo del Espíritu 29 Porque, por causa de Cristo, a us-

de Jesucristo, esto redundará en mi tedes les es concedido no sólo creer


liberación, en él, sino también padecer por él
20 conforme a mi anhelo y esperanza

30 y tener el mismo conflicto que

de que en nada seré avergonzado, han visto en mí, c y que ahora sa-
sino que con toda confianza, y co- ben que hay en mí.
mo siempre, también ahora Cristo
será magnificado en mi cuerpo, ya Humillación y exaltación
sea por vida o por muerte. de Cristo

2
21 Porque para mí el vivir es Cristo,
  Por tanto, si hay alguna consola-
y el morir es ganancia. ción en Cristo, si algún consue-
22 Pero si el vivir en la carne resulta
  lo de amor, si alguna comunión del
para mí en beneficio de la obra, no Espíritu, si algún afecto entrañable,
sé entonces qué escoger. si alguna misericordia,
23 Por ambas cosas me encuentro en

2 completen mi gozo sintiendo lo

un dilema, pues tengo el deseo de mismo, teniendo el mismo amor,


partir y estar con Cristo, lo cual es unánimes, sintiendo una misma
muchísimo mejor; cosa.
24 pero quedarme en la carne es

3 No hagan nada por contienda o por

más necesario por causa de ustedes. vanagloria. Al contrario, háganlo con

c 1.30: Hch 16.19-40.

1712
FILIPENSES  2

humildad y considerando cada uno a 15 para que sean irreprensibles y sen-


los demás como superiores a sí mismo. cillos, e intachables hijos de Dios en
4 No busque cada uno su propio in-
  medio de una generación maligna y
terés, sino cada cual también el de perversa, b en medio de la cual us-
los demás. tedes resplandecen como luminares
5 Que haya en ustedes el mismo sen-
  en el mundo,
tir que hubo en Cristo Jesús, 16 aferrados a la palabra de vida, pa-

6 quien, siendo en forma de Dios, no


  ra que en el día de Cristo yo pueda
estimó el ser igual a Dios como cosa gloriarme de que no he corrido ni
a que aferrarse, trabajado en vano.
7sino que se despojó a sí mismo y

17Y aunque mi vida sea derramada

tomó forma de siervo, y se hizo se- en libación sobre el sacrificio y ser-


mejante a los hombres; vicio de la fe de ustedes, me gozo y
8 y estando en la condición de hom-
  regocijo con todos ustedes.
bre, se humilló a sí mismo y se hizo 18 Y asimismo, también ustedes gó-

obediente hasta la muerte, y muerte cense y regocíjense conmigo.


de cruz.
9 Por lo cual Dios también lo exaltó

Timoteo y Epafrodito
hasta lo sumo, y le dio un nombre 19 Espero en el Señor Jesús enviar-
que es sobre todo nombre, les pronto a Timoteo, para que yo
10 para que en el nombre de Jesús se
  también pueda regocijarme al saber
doble toda rodilla de los que están cómo se encuentran ustedes;
en los cielos, y en la tierra, y debajo 20 pues no tengo a nadie con ese

de la tierra; mismo ánimo, y que con tanta sin-


11 y toda lengua confiese 

a que Jesu- ceridad se interese por ustedes.
cristo es el Señor, para gloria de 21 Porque todos buscan su propio in-

Dios el Padre. terés, y no lo que es de Cristo Jesús.


22 Pero ya conocen los méritos de él,

Luminares en el mundo que ha servido conmigo en el evan-


12 Por tanto, amados míos, ya que
  gelio como sirve un hijo a su padre.
siempre han obedecido, no sólo en 23 Así que espero enviarlo a ustedes tan

mi presencia, sino mucho más ahora pronto vea yo cómo van mis asuntos,
en mi ausencia, ocúpense en su sal- 24 y confío en el Señor que yo tam-

vación con temor y temblor, bién iré pronto a ustedes.


13 porque Dios es el que produce en

25 Pero consideré necesario en-

ustedes lo mismo el querer como el viarles a Epafrodito, mi hermano y


hacer, por su buena voluntad. colaborador y compañero de lucha,
14 Háganlo todo sin murmuracio-
  y además mensajero de ustedes y
nes ni peleas, proveedor de mis necesidades,

a 2.10-11: Is 45.23. b 2.15: Dt 32.5.

1713
FILIPENSES  2​, ​3

26 porque él tenía grandes deseos de 5 fui circuncidado al octavo día, y


verlos a todos ustedes, y se angustió soy del linaje de Israel, de la tribu
mucho al saber que ustedes se en- de Benjamín; a soy hebreo de he-
teraron de su enfermedad. breos y, en cuanto a la ley, fariseo; b
27A decir verdad, sí estuvo enfermo

6 en cuanto a celo, perseguidor de

y a punto de morir; pero Dios tuvo la iglesia; c en cuanto a la justicia


misericordia de él, y no solamente que se basa en la ley, irreprensible.
de él, sino también de mí, para que 7 Pero todo lo que para mí era

yo no añadiera más tristeza a mis ganancia, lo he estimado como pér-


tristezas. dida, por amor de Cristo.
28 Así que lo he enviado con la ma-

8 Y a decir verdad, incluso estimo

yor urgencia para que, al verlo de todo como pérdida por la excelencia
nuevo, ustedes puedan alegrarse y del conocimiento de Cristo Jesús,
yo tener menos tristeza. mi Señor. Por su amor lo he perdido
29 Recíbanlo en el Señor con todo
  todo, y lo veo como basura, para
gozo, y tengan en alta estima a los ganar a Cristo
que son como él; 9y ser hallado en él, no por tener mi

30 porque por la obra de Cristo estu-


  propia justicia, que viene por la ley, si-
vo a punto de morir, y hasta arriesgó no por tener la justicia que es de Dios
su vida por mí, para suplir el servi- y que viene por la fe, la fe en Cristo;
cio que de ustedes me faltaba. 10 a fin de conocer a Cristo y el poder

de su resurrección, y de participar
Prosigo al blanco de sus padecimientos, para llegar a

3 Por lo demás, hermanos, gó-


cense en el Señor. A mí no me
molesta escribirles las mismas cosas,
ser semejante a él en su muerte,
11 si es que de alguna manera llego a

la resurrección de entre los muertos.


y para ustedes es mejor. 12 No es que ya lo haya alcanzado,

2 Tengan cuidado de los perros,


  ni que ya sea perfecto, sino que sigo
cuídense de los malos obreros y de adelante, por ver si logro alcanzar
los que mutilan el cuerpo. aquello para lo cual fui también al-
3 Porque nosotros somos la circunci-
  canzado por Cristo Jesús.
sión; somos los que servimos a Dios 13 Hermanos, yo mismo no pretendo

en el Espíritu, los que nos gloriamos haberlo alcanzado ya; pero una cosa
en Cristo Jesús y no ponemos nues- sí hago: me olvido ciertamente de
tra confianza en la carne. lo que ha quedado atrás, y me ex-
4 Aunque también yo tengo de qué
  tiendo hacia lo que está adelante;
confiar en la carne. Si alguno piensa 14 ¡prosigo a la meta, al premio del

que tiene de qué confiar en la car- supremo llamamiento de Dios en


ne, yo más: Cristo Jesús!

a 3.5: Ro 11.1. b 3.5: Hch 23.6; 26.5. c 3.6: Hch 8.3; 22.4; 26.9-11.

1714
FILIPENSES  3​, ​4

15 Así que, todos los que somos per- Regocíjense en el Señor siempre.
4 

fectos, sintamos esto mismo; y si Y otra vez les digo, ¡regocíjense!


ustedes sienten otra cosa, también 5 Que la gentileza de ustedes sea

esto se lo revelará Dios. conocida de todos los hombres. El


16 Pero en aquello a que hemos lle-
  Señor está cerca.
gado, sigamos una misma regla y 6 No se preocupen por nada. Que

sintamos una misma cosa. sus peticiones sean conocidas delan-


17Hermanos, sean ustedes imitado-
  te de Dios en toda oración y ruego,
res de mí, d y fíjense en los que así con acción de gracias,
se conducen, según el ejemplo que 7Y que la paz de Dios, que sobrepa-

ustedes tienen de nosotros. sa todo entendimiento, guarde sus


18 Porque por ahí andan muchos, de
  corazones y sus pensamientos en
los cuales muchas veces les dije, y Cristo Jesús.
llorando vuelvo a decirlo, que son
enemigos de la cruz de Cristo. Piensen en todo esto
19 Ellos sólo piensan en lo terrenal.
  Por lo demás, hermanos, piensen
8 

Su dios es el vientre, su orgullo es su en todo lo que es verdadero, en todo


vergüenza, y su fin será la perdición. lo honesto, en todo lo justo, en todo
20 Pero nuestra ciudadanía está en
  lo puro, en todo lo amable, en todo
los cielos, de donde también espera- lo que es digno de alabanza; si hay
mos al Salvador, al Señor Jesucristo; en ello alguna virtud, si hay algo que
21 él transformará el cuerpo de nuestra
  admirar, piensen en ello.
humillación, para que sea semejante 9 Lo que ustedes aprendieron y re-

al cuerpo de su gloria, por el poder cibieron de mí; lo que de mí vieron


con el que puede también sujetar a sí y oyeron, pónganlo por obra, y el
mismo todas las cosas. Dios de paz estará con ustedes.
Regocíjense en el Señor siempre Dádivas de los filipenses

4 Así que, hermanos míos, ama- Grande ha sido mi gozo en el


10  

dos y deseados, gozo y corona Señor de que al fin han reanudado


mía, ¡manténganse firmes en el Se- ustedes su cuidado por mí. Claro, la
ñor, amados! disposición la tenían, pero les faltaba
2 Ruego a Evodia y a Síntique, que
  la oportunidad.
se pongan de acuerdo en el Señor. 11 No lo digo porque tenga escasez,

3 También a ti, mi compañero fiel, te


  pues he aprendido a estar contento
ruego que ayudes a éstas que lucharon en cualquier situación.
conmigo en el evangelio, junto con Cle- 12 Sé vivir con limitaciones, y tam-

mente y mis otros colaboradores, cuyos bién sé tener abundancia; en todo y


nombres están en el libro de la vida. por todo estoy enseñado, tanto pa-

d 3.17: 1 Co 4.16; 11.1.

1715
FILIPENSES  4

ra estar satisfecho como para tener Pero todo lo he recibido, y tengo


18  

hambre, lo mismo para tener abun- abundancia. Estoy lleno, y he reci-


dancia que para sufrir necesidad; bido de Epafrodito lo que ustedes
13 ¡todo lo puedo en Cristo que me
  me enviaron: sacrificio aceptable,
fortalece! de olor fragante c y agradable a Dios.
14 Sin embargo, hicieron bien en

19 Así que mi Dios suplirá todo lo

participar conmigo en mi tribula- que les falte, conforme a sus rique-


ción. zas en gloria en Cristo Jesús.
15 Y bien saben ustedes, hermanos

20 A nuestro Dios y Padre sea la

filipenses, que al principio de la gloria, por los siglos de los siglos.


predicación del evangelio, cuando Amén.
partí de Macedonia, ninguna iglesia
participó conmigo en cuestiones de Salutaciones finales
dar y recibir, sino sólo ustedes. Saluden a todos los santos en
21 
16 Incluso a Tesalónica 

a una y otra Cristo Jesús. Los hermanos que es-
vez ustedes me enviaron para cu- tán conmigo les mandan saludos.
brir mis necesidades. b 22 Todos los santos los saludan, y es-

17No es que yo busque dádivas. Lo


  pecialmente los de la casa de César.
que busco es que abunde fruto en 23 La gracia de nuestro Señor Jesu-

la cuenta de ustedes. cristo sea con todos ustedes. Amén.

a 4.16: Hch 17.1. b 4.15-16: 2 Co 11.9. c 4.18: Ex 29.18.

1716
CARTA DEL APÓSTOL
SAN PABLO A LOS

COLOSENSES

han sabido de esto por el evangelio,


Saludo que es la palabra de verdad,

1 Yo, Pablo, apóstol de Jesu- 6 y que ha llegado hasta ustedes, así


cristo por la voluntad de Dios, como a todo el mundo, y que desde


y el hermano Timoteo, el día que ustedes la escucharon y
2 a los santos y fieles hermanos en
  la comprendieron claramente, y co-
Cristo que están en Colosas: Que nocieron la gracia de Dios, crece en
la gracia y la paz de Dios nuestro ustedes y produce fruto.
Padre y del Señor Jesucristo sean 7Esto lo aprendieron por medio de

con ustedes. Epafras, a nuestro consiervo amado,


que es un fiel ministro de Cristo
Pablo pide sabiduría espiritual para ustedes,
para los colosenses 8 quien también nos ha hablado del

3 Siempre que oramos por ustedes,


  amor que ustedes tienen en el Es-
damos gracias a Dios, el Padre de píritu.
nuestro Señor Jesucristo, 9Por eso nosotros, desde el día que

4 pues hemos recibido noticias de


  lo supimos, no cesamos de orar por us-
la fe de ustedes en Cristo Jesús, y tedes y de pedir que Dios los llene del
del amor que tienen por todos los conocimiento de su voluntad en toda
santos, sabiduría e inteligencia espiritual,
5 a causa de la esperanza que en los

10 para que vivan como es digno del

cielos les está reservada. Ustedes ya Señor, es decir, siempre haciendo

a 1.7: Col 4.12; Flm 23.

1717
COLOSENSES  1

todo lo que a él le agrada, produ- están en la tierra como las que es-
ciendo los frutos de toda buena tán en los cielos, haciendo la paz
obra, y creciendo en el conocimien- mediante la sangre de su cruz. d
to de Dios; 21 Y también a ustedes, que en otro

11 todo esto, fortalecidos con todo


  tiempo eran extranjeros y enemigos,
poder, conforme al dominio de su tanto en sus pensamientos como en
gloria, para que puedan soportarlo sus acciones, ahora los ha reconci-
todo con mucha paciencia. Así, con liado completamente
gran gozo, 22 en su cuerpo físico, por medio de

12 darán las gracias al Padre, que


  la muerte, para presentárselos a sí
nos hizo aptos para participar de la mismo santos, sin mancha e irre-
herencia de los santos en luz; prensibles,
13 y que también nos ha librado del

23 siempre y cuando en verdad per-

poder de la oscuridad y nos ha tras- manezcan cimentados y firmes en


ladado al reino de su amado Hijo, la fe, inamovibles en la esperanza
14 en quien tenemos redención por
  del evangelio que han recibido, el
su sangre, el perdón de los peca- cual se predica en toda la creación
dos. b debajo del cielo; del cual yo, Pablo,
he llegado a ser ministro.
Reconciliación por medio
de la muerte de Cristo Ministerio de Pablo
15 Él es la imagen del Dios invisi-

a los no judíos
ble, el primogénito de toda la crea- 24 Ahora me alegro de lo que sufro

ción. por ustedes, y completo en mi cuer-


16 En él fue creado todo lo que hay
  po lo que falta de los sufrimientos
en los cielos y en la tierra, todo lo de Cristo por la iglesia, que es su
visible y lo invisible; tronos, pode- cuerpo;
res, principados, o autoridades, todo 25 de la cual llegué a ser ministro,

fue creado por medio de él y para él. según el plan que Dios me enco-
17Él existía antes de todas las cosas,
  mendó para el bien de ustedes, de
y por él se mantiene todo en orden. anunciar cabalmente la palabra de
18 Él es la cabeza del cuerpo, que
  Dios,
es la iglesia. c Él es el principio, el 26 el misterio que había estado ocul-

primogénito de entre los muertos, to desde los tiempos antiguos, pero


para tener la preeminencia en todo, que ahora ha sido manifestado a sus
19 porque al Padre le agradó que en
  santos,
él habitara toda plenitud, 27a quienes Dios quiso dar a cono-

20 y por medio de él reconciliar con-


  cer las riquezas de la gloria de este
sigo todas las cosas, tanto las que misterio entre los no judíos, y que

b 1.14: Ef 1.7. c 1.18: Ef 1.22-23. d 1.20: Ef 2.16.

1718
COLOSENSES  1​, ​2

es Cristo en ustedes, la esperanza Plenitud de vida en Cristo


de gloria. 8 Cuídense de que nadie los en-

28 Nosotros anunciamos a Cristo, y


  gañe mediante filosofías y huecas
amonestamos y enseñamos a todo sutilezas, que siguen tradiciones
el mundo en toda sabiduría, a fin de humanas y principios de este mun-
presentar perfecta en Cristo Jesús a do, pero que no van de acuerdo con
toda la humanidad. Cristo.
29 Con este fin, trabajo y lucho con

9 Porque en él habita corporalmente

todas mis fuerzas y con el poder toda la plenitud de la Deidad,


que actúa en mí. 10 y en él, que es la cabeza de toda

2 Quiero que sepan que es grande


la lucha que sostengo por uste-
des y por los que están en Laodicea,
autoridad y poder, ustedes reciben
esa plenitud.
11 En él ustedes fueron también cir-

lo mismo que por todos los que nun- cuncidados. Pero no me refiero a la
ca me han visto personalmente, circuncisión física, sino a la circun-
2 para que su corazón se anime y
  cisión que nos hace Cristo, y que
para que permanezcan unidos en consiste en despojarnos de la natu-
amor, hasta que alcancen todas las raleza pecaminosa.
riquezas que provienen de la con- 12 Cuando ustedes fueron bautiza-

vicción y el entendimiento, para dos, fueron también sepultados con


que conozcan el misterio de Dios él, pero al mismo tiempo resucita-
el Padre y de Cristo, ron con él, por la fe en el poder de
3 en quien se hallan escondidos to-
  Dios, que lo levantó de los muertos. a
dos los tesoros de la sabiduría y del 13 Antes, ustedes estaban muertos en

conocimiento. sus pecados; aún no se habían des-


4 Les digo esto para que nadie los
  pojado de su naturaleza pecaminosa.
engañe con palabras persuasivas, Pero ahora, Dios les ha dado vida
5 porque aunque físicamente estoy
  juntamente con él, b y les ha perdo-
lejos de ustedes, en el espíritu estoy nado todos sus pecados.
entre ustedes, y me alegra ver su 14 Ha anulado el acta de los decretos

buen orden y la firmeza de su fe que había contra nosotros y que nos


en Cristo. era adversa; la quitó de en medio y
6 Por tanto, vivan en el Señor Jesu-
  la clavó en la cruz. c
cristo de la manera que lo recibie- 15 Desarmó además a los poderes y

ron: las potestades, y los exhibió públi-


7arraigados y sobreedificados en él,
  camente al triunfar sobre ellos en
confirmados en la fe y rebosantes la cruz.
de acciones de gracias, que es como 16 No permitan, pues, que nadie los

fueron enseñados. juzgue por lo que comen o beben,

a 2.12: Ro 6.4. b 2.13: Ef 2.1-5. c 2.14: Ef 2.15.

1719
COLOSENSES  2​, ​3

o en relación con los días de fiesta, 3 Porque ustedes ya han muerto, y


la luna nueva o los días de reposo. d su vida está escondida con Cristo
17Todo esto no es más que una som-
  en Dios.
bra de lo que está por venir; pero lo 4 Cuando Cristo, que es la vida de

real y verdadero es Cristo. ustedes, se manifieste, entonces


18 No permitan que los condenen
  también ustedes serán manifesta-
esos que se ufanan de humildad dos con él en gloria.
pero rinden culto a los ángeles.
Los tales se meten en cosas que no La vida antigua y la nueva
han visto y están envanecidos por 5 Por lo tanto, hagan morir en

su razonamiento humano; ustedes todo lo que sea terrenal:


19 no están unidos a la Cabeza, que
  inmoralidad sexual, impureza, pa-
es quien nutre y une a todo el cuerpo siones desordenadas, malos deseos
mediante las coyunturas y ligamentos, y avaricia. Eso es idolatría.
y lo hace crecer con el crecimiento 6 Por cosas como éstas les so-

que da Dios. e breviene la ira de Dios a los


20 Si con Cristo ustedes han muerto
  desobedientes.
a los principios de este mundo, ¿por 7También ustedes practicaron estas

qué, como si vivieran en el mundo, cosas en otro tiempo, cuando vivían


se someten a sus preceptos? en ellas.
21 Les dicen: «No tomes eso en tus

8 Pero ahora deben abandonar tam-

manos, no pruebes aquello, y ni si- bién la ira, el enojo, la malicia, la


quiera lo toques.» blasfemia y las conversaciones obs-
22 Esos preceptos se ciñen a man-
  cenas.
damientos y doctrinas humanas, y 9 No se mientan los unos a los

todas ellas son cosas que se destru- otros, b pues ya ustedes se han des-
yen con el uso. pojado de la vieja naturaleza y de
23 Sin duda, tales cosas pueden pare-
  sus hechos,
cer sabias en cuanto a la religiosidad 10 y se han revestido de la nueva

sumisa y el duro trato del cuerpo, naturaleza, c la naturaleza del nue-


pero no tienen ningún valor contra vo hombre, que se va renovando
los apetitos humanos. a imagen del que lo creó d hasta el

3 Puesto que ustedes ya han resu-


citado con Cristo, busquen las
cosas de arriba, donde está Cristo
pleno conocimiento,
11 donde ya no importa el ser griego

o judío, estar circuncidado o no es-


sentado a la derecha de Dios. a tarlo, ser extranjero o inculto, siervo
2 Pongan la mira en las cosas del
  o libre, sino que Cristo es todo, y
cielo, y no en las de la tierra. está en todos.

d 2.16: Ro 14.1-6. e 2.19: Ef 4.16. a 3.1: Sal 110.1. b 3.9: Ef 4.22.


c 3.10: Ef 4.24. d 3.10: Gn 1.26.

1720
COLOSENSES  3​, ​4

Por lo tanto, como escogidos de


12   Ustedes los siervos, obedezcan en
22  

Dios, santos y amados, revístanse de todo a sus amos terrenales, no sólo


entrañable misericordia, de benigni- cuando los ven, como si quisieran
dad, de humildad, de mansedumbre agradar a sus semejantes, sino con
y de paciencia. sinceridad de corazón, por temor a
13 Sean mutuamente tolerantes. Si
  Dios.
alguno tiene una queja contra otro, 23 Y todo lo que hagan, háganlo de

perdónense e de la misma manera corazón, como para el Señor y no


que Cristo los perdonó. f como para la gente,
14 Y sobre todo, revístanse de amor,

24 porque ya saben que el Señor les

que es el vínculo perfecto. dará la herencia como recompen-


15 Que en el corazón de ustedes go-
  sa, pues ustedes sirven a Cristo el
bierne la paz de Cristo, a la cual Señor.
fueron llamados en un solo cuerpo. 25 Pero el que hace lo malo, recibirá

Y sean agradecidos. el pago del mal que haya hecho, l


16 La palabra de Cristo habite rica-
  porque ante Dios no hay favoritis-
mente en ustedes. Instrúyanse y mos. m
exhórtense unos a otros con toda
sabiduría; canten al Señor salmos,
himnos y cánticos espirituales, con
4 Ustedes los amos, sean rectos
y justos con sus siervos, pues
ya saben que tienen un Amo en los
gratitud de corazón. cielos. a
17 Y todo lo que hagan, ya sea de

2 Dedíquense a la oración, y sean

palabra o de hecho, háganlo en el constantes en sus acciones de gracias.


nombre del Señor Jesús, dando gra- 3 Oren también por nosotros, para

cias a Dios el Padre por medio de él. g que el Señor nos abra las puertas y
prediquemos la palabra, para que
Deberes sociales de la nueva vida demos a conocer el misterio de Cristo,
18 Ustedes las esposas, respeten a sus
  por el cual también estoy preso.
esposos, h como conviene en el Señor. 4 Oren para que pueda proclamarlo

19 Ustedes los esposos, amen a sus


  como debo hacerlo.
esposas, i y no las traten con dureza. 5 Compórtense sabiamente con los

20 Ustedes los hijos, obedezcan a sus


  no creyentes, y aprovechen bien el
padres en todo, porque esto agrada tiempo. b
al Señor. j 6 Procuren que su conversación

21 Ustedes los padres, no exasperen


  siempre sea agradable y de buen
a sus hijos, k para que no se desa- gusto, para que den a cada uno la
lienten. respuesta debida.

e 3.12-13: Ef 4.2. f 3.13: Ef 4.32. g 3.16-17: Ef 5.19-20. h 3.18: Ef 5.22; 1 P 3.1.


i 3.19: Ef 5.25; 1 P 3.7. j 3.20: Ef 6.1. k 3.21: Ef 6.4. l 3.22-25: Ef 6.5-8.
m 3.25: Dt 10.17; Ef 6.9. a 4.1: Ef 6.9. b 4.5: Ef 5.16.

1721
COLOSENSES  4

Salutaciones finales rogando por ustedes con gran pre-


7Nuestro querido hermano Tíqui-
  ocupación, para que ustedes se
co, c fiel ministro y consiervo en el mantengan firmes y sean completa-
Señor, les llevará noticias mías. mente perfectos en todo lo que Dios
8 Lo envío a ustedes para que les
  quiere.
cuente cómo estamos y reanime su 13 Yo soy testigo de que él se preocu-

corazón. d pa mucho por ustedes, y por los que


9 Lo acompaña Onésimo, 

e querido están en Laodicea y Hierápolis.
y fiel hermano, que es uno de uste- 14 Los saluda Lucas, 

i el médico ama-

des. Ellos les contarán todo lo que do, y Demas. j


sucede aquí. 15 Saluden a los hermanos que están

10 Los saluda Aristarco, 



f mi com- en Laodicea, y a Ninfas y a la iglesia
pañero de prisión, lo mismo que que se reúne en su casa.
Marcos, g el sobrino de Bernabé, 16 Una vez que esta carta haya sido

acerca del cual ya han recibido ins- leída entre ustedes, asegúrense de
trucciones. Si Marcos va a visitarlos, que se lea también en la iglesia de
recíbanlo bien. los laodicenses, y que la carta de
11 También los saluda Jesús, llamado
  Laodicea la lean también ustedes.
el Justo. Éstos son los únicos judíos 17Díganle a Arquipo 

k que no deje

que me ayudan en el reino de Dios, de cumplir con el ministerio que


y para mí han sido un gran consue- recibió del Señor.
lo. 18 Yo, Pablo, escribo este saludo

12 Los saluda Epafras, h que es uno


  de mi puño y letra. Recuerden que
de ustedes. En sus oraciones, es- estoy preso. Que la gracia sea con
te siervo de Cristo siempre está ustedes. Amén.

c 4.7: Hch 20.4; 2 Ti 4.12. d 4.7-8: Ef 6.21-22. e 4.9: Flm 10-12.


f 4.10: Hch 19.29; 27.2; Flm 24. g 4.10: Hch 12.12, 25; 13.13; 15.37-39.
h 4.12: Col 1.7; Flm 23. i 4.14: 2 Ti 4.11; Flm 24. j 4.14: 2 Ti 4.10; Flm 24.
k 4.17: Flm 2.

1722
PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL
SAN PABLO A LOS

TESALONICENSES

Ustedes bien saben que, cuando


Saludo estuvimos entre ustedes, siempre

1 Pablo, Silvano y Timoteo, nos


dirigimos a la iglesia de los te-
salonicenses en Dios el Padre y en
buscamos su propio bien.
6 Ustedes recibieron la palabra con

gozo del Espíritu Santo, aún en


el Señor Jesucristo. a Reciban ustedes medio de muchos sufrimientos, b y
gracia y paz. llegaron a ser imitadores de nosotros
y del Señor,
Ejemplo de los tesalonicenses 7con lo que llegaron a ser un ejem-

Siempre damos gracias a Dios por


2  plo para todos los creyentes de
todos ustedes, y los tenemos presen- Macedonia y de Acaya.
tes en nuestras oraciones. 8 Con ustedes como punto de par-

3 Constantemente los recordamos


  tida, la palabra del Señor ha sido
delante de nuestro Dios y Padre divulgada, y no sólo en Macedonia
por sus actos de fe; por su trabajo, y Acaya, sino también en muchos
que es fruto de su amor, y por su otros lugares donde se sabe de la fe
sufrida esperanza en nuestro Señor que ustedes tienen en Dios. Ya no
Jesucristo. es necesario que nosotros digamos
4 Hermanos amados de Dios, sabe-
  nada,
mos que él los ha escogido, 9 porque ellos mismos hablan de lo

5 pues nuestro evangelio no llegó


  bien que ustedes nos recibieron, y
a ustedes solamente en palabras, cómo se apartaron de los ídolos y se
sino también en poder, en el Espí- volvieron al Dios vivo y verdadero,
ritu Santo y con plena convicción. para servirlo

a 1.1: Hch 17.1. b 1.6: Hch 17.5-9.

1723
1 TESALONICENSES  1​, ​2

y esperar de los cielos a Jesús, su


10  entregarles no sólo el evangelio de
Hijo, a quien Dios resucitó de los Dios sino también nuestra propia
muertos, y que es quien nos libra vida. ¡A tal grado hemos llegado a
de la ira venidera. amarlos!
9 Hermanos, ustedes se acordarán

Ministerio de Pablo en Tesalónica de nuestros trabajos y fatigas, y de

2 Hermanos míos, ustedes mis-


mos saben que nuestra visita a
ustedes no fue en vano.
cómo noche y día nos dedicamos a
predicarles el evangelio de Dios, sin
ser una carga para nadie.
2 También saben que, a pesar de ha-

10 Ustedes son testigos, y Dios tam-

ber sufrido y de ser maltratados en bién, de que nos hemos comportado


Filipos, a Dios nos dio el valor nece- con ustedes los creyentes de mane-
sario para anunciarles su evangelio, ra santa, justa e intachable.
aun en medio de grandes peligros. b 11 Ustedes saben, además, que los

3 Porque nuestra exhortación no


  hemos exhortado y consolado, como
se basa en el error ni en malas in- lo hace un padre con sus hijos,
tenciones, ni tampoco tratamos de 12 y les hemos recomendado vivir

engañar a nadie, con dignidad ante Dios, que los lla-


4 sino que hablamos porque Dios
  mó a su reino y gloria.
nos aprobó y nos confió el evan- 13 Por eso también nosotros siem-

gelio. No buscamos agradar a los pre damos gracias a Dios de que,


hombres, sino a Dios, que es quien cuando ustedes recibieron la pala-
examina nuestro corazón. bra de Dios que nosotros les predi-
5 Como ustedes bien saben, no-
  camos, no la recibieron como mera
sotros nunca usamos palabras palabra humana sino como lo que
lisonjeras, ni hay en nosotros ava- es, como la palabra de Dios, la cual
ricia encubierta. Dios es nuestro actúa en ustedes los creyentes.
testigo. 14 Porque ustedes, hermanos, llega-

6 Tampoco hemos buscado recibir


  ron a ser imitadores de las iglesias
honores de ustedes, ni de otros ni de Dios en Cristo Jesús que están
de nadie, aun cuando como após- en Judea, ya que de parte de sus
toles de Cristo podríamos haberles compatriotas sufrieron c las mismas
pedido que nos ayudaran. cosas que ellas padecieron de los
7En vez de eso, los hemos tratado
  judíos,
con ternura, con el mismo cuidado 15 los cuales mataron al Señor Jesús

de una madre por sus hijos. y a sus propios profetas, y a nosotros


8 Tan grande es nuestro cariño por
  nos expulsaron. d Ellos no agradan
ustedes, que hubiéramos querido a Dios, se oponen a todo el mundo,

a 2.2: Hch 16.19-24. b 2.2: Hch 17.1-9. c 2.14: Hch 17.5.


d 2.15: Hch 9.23, 29; 13.45, 50; 14.2, 5, 19; 17.5, 13; 18.12.

1724
1 TESALONICENSES  2​, ​3

y a nosotros nos impiden predicar


16   de su fe, pues el tentador podría ha-
a los no judíos para que se salven. berlos tentado, y entonces nuestro
Con esto llegan al colmo de sus pe- trabajo habría sido en vano.
cados, y se hacen acreedores a la ira 6 Pero ahora Timoteo ha vuelto a

más extrema. nosotros, luego de haber estado con


ustedes, b y nos ha dado las buenas
Ausencia de Pablo de la iglesia noticias de la fe y el amor que uste-
17Pero nosotros, hermanos, aun-
  des tienen. Nos ha contado, además,
que estuvimos separados de ustedes que ustedes siempre nos recuerdan
por algún tiempo (físicamente, pero con cariño, y que desean vernos.
no en el corazón), hicimos todo lo También nosotros deseamos verlos
posible para ir a verlos. a ustedes.
18 Por lo tanto, quisimos ir a verlos,

7 Por eso, hermanos, en medio de

y yo mismo lo intenté varias veces, todas nuestras necesidades y aflic-


pero Satanás nos lo impidió. ciones, ustedes nos han consolado
19 Porque ¿cuál es nuestra esperan-
  por medio de su fe;
za o gozo delante de nuestro Señor 8 ¡el saber que ustedes están firmes

Jesucristo? ¿De qué corona puedo en el Señor nos ha devuelto la vida!


vanagloriarme cuando él venga, si 9 ¿Cómo podríamos dar gracias a

no es de ustedes? Dios por ustedes, y por todo el go-


20 Porque son ustedes el motivo de
  zo que ustedes nos hacen disfrutar
nuestro orgullo y de nuestro gozo. delante de nuestro Dios?

3 Por lo tanto, cuando ya no pudi- 10 De día y de noche, no hay un solo


mos soportarlo más, decidimos momento en que no oremos para


quedarnos solos en Atenas, a que podamos volver a verlos, y así
2 y enviar a ustedes a nuestro her-
  podamos completar lo que falte a la
mano Timoteo, que es un servidor fe de ustedes.
de Dios y colaborador de nosotros 11 Que nuestro Dios y Padre, y

en el evangelio de Cristo, con el fin nuestro Señor Jesucristo, dirijan


de afianzarlos y animarlos en su fe, nuestro camino hacia ustedes,
3 para que nadie se inquiete por es-

12 Y que el Señor los haga crecer y

tas dificultades. Como ustedes bien aumente el amor entre ustedes y


saben, a esto se nos ha destinado. hacia los demás, así como también
4 Cuando todavía estábamos con
  nosotros los amamos a ustedes,
ustedes, les advertimos que tendría- 13 para que se fortalezca su corazón

mos dificultades; y, como ustedes y sean ustedes santos e irrepren-


saben, así sucedió. sibles delante de nuestro Dios y
5 Por eso, cuando ya no pude espe-
  Padre, cuando venga nuestro Señor
rar más, mandé a preguntar acerca Jesucristo con todos sus santos.

a 3.1: Hch 17.15. b 3.6: Hch 18.5.

1725
1 TESALONICENSES  4​, ​5

La vida agradable a Dios y que procuren vivir en paz, y


11 

4 Por lo demás, hermanos, les


rogamos y animamos en el Se-
ñor Jesús a que cada día su compor-
ocuparse de sus negocios y trabajar
con sus propias manos, tal y como
les hemos ordenado,
tamiento sea más y más agradable 12 a fin de que se conduzcan hon-

a Dios, que es como debe ser, de radamente con los de afuera, y no


acuerdo con lo que han aprendido tengan necesidad de nada.
de nosotros.
2 Ustedes ya conocen las instruc-

La venida del Señor
ciones que les dimos de parte del 13 Hermanos, no queremos que

Señor Jesús. ustedes se queden sin saber lo que


3 La voluntad de Dios es que ustedes
  pasará con los que ya han muerto,
sean santificados, que se aparten de ni que se pongan tristes, como los
toda inmoralidad sexual, que no tienen esperanza.
4 que cada uno de ustedes sepa te-

14 Así como creemos que Jesús mu-

ner su propio cuerpo en santidad rió y resucitó, así también Dios


y honor, levantará con Jesús a los que mu-
5 y no en pasiones desordenadas, co-
  rieron en él.
mo la gente que no conoce a Dios. 15 Les decimos esto como una ense-

6 Ninguno debe agraviar ni engañar


  ñanza del Señor: Nosotros, los que
en nada a su hermano; porque el vivimos, los que habremos quedado
Señor toma en cuenta todo esto, co- hasta que el Señor venga, no nos
mo ya les hemos dicho y declarado. adelantaremos a los que murieron,
7Pues Dios no nos ha llamado a vi-

16 sino que el Señor mismo descen-

vir en la inmundicia, sino a vivir derá del cielo con voz de mando,
en santidad. con voz de arcángel y con trompeta
8 El que desecha esto, no desecha a
  de Dios, y los muertos en Cristo re-
un hombre, sino a Dios, que tam- sucitarán primero.
bién nos dio su Espíritu Santo. 17Luego nosotros, los que aún viva-

9 En cuanto al amor fraternal, no


  mos y hayamos quedado, seremos
es necesario que les escriba, porque arrebatados juntamente con ellos en
Dios mismo les ha enseñado que us- las nubes, para recibir en el aire al
tedes deben amarse los unos a los Señor, y así estaremos con el Señor
otros, siempre. a
10 y eso es lo que ustedes hacen con

18 Por lo tanto, anímense unos a otros

todos los hermanos que viven por con estas palabras.


toda Macedonia. Sin embargo, her-
manos, les rogamos que su amor
abunde más y más,
5 En cuanto a los tiempos y las
ocasiones, no hace falta, herma-
nos míos, que yo les escriba.

a 4.15-17: 1 Co 15.51-52.

1726
1 TESALONICENSES  5

2 Ustedes saben perfectamente que 13 Ténganlos en alta estima y ámen-


el día del Señor llegará como ladrón los por causa de su obra. Y ustedes,
en la noche; a vivan en paz.
3 De repente, cuando la gente diga:

14 También les rogamos, hermanos,

«Paz y seguridad», les sobrevendrá la que les llamen la atención a los


destrucción, como le llegan a la mujer ociosos, que animen a los de poco
encinta los dolores, y no escaparán. ánimo, que apoyen a los débiles, y
4 Pero ustedes, hermanos, no viven
  que sean pacientes con todos.
en tinieblas, como para que ese día 15 Tengan cuidado de que nadie pague

los sorprenda como un ladrón, a otro mal por mal; más bien, procu-
5 sino que todos ustedes son hijos de
  ren siempre hacer el bien, tanto entre
la luz e hijos del día. No somos de ustedes como con los demás.
la noche ni de la oscuridad, 16 Estén siempre gozosos.

6 así que no durmamos como los de-



17Oren sin cesar.

más, sino mantengámonos atentos 18 Den gracias a Dios en todo, por-


y sobrios. que ésta es su voluntad para ustedes


7Los que duermen, de noche duer-
  en Cristo Jesús.
men; los que se embriagan, de 19 No apaguen el Espíritu.

noche se embriagan; 20 No menosprecien las profecías.


8 pero nosotros, los que somos del



21 Examínenlo todo; retengan lo

día, debemos ser sobrios, ya que bueno.


nos hemos revestido de la coraza 22 Absténganse de toda especie de mal.

de la fe y del amor, y tenemos como 23 Que el mismo Dios de paz los


casco la esperanza de la salvación. b santifique por completo; y que guar-


9Dios no nos ha puesto para sufrir el
  de irreprensible todo su ser, espíri-
castigo, sino para alcanzar la salvación tu, alma y cuerpo, para la venida de
por medio de nuestro Señor Jesucristo, nuestro Señor Jesucristo.
10 quien murió por nosotros para

24 Aquel que los llama es fiel, y cum-

que, despiertos o dormidos, viva- plirá todo esto.


mos unidos a él.
11 Por lo tanto, anímense y edi-

Salutaciones y bendición final
fíquense unos a otros, como en Hermanos, oren por nosotros.
25 

efecto ya lo hacen. 26 Saluden a todos los hermanos


con un beso santo.


Pablo exhorta a los hermanos 27Les encargo en el nombre del Se-

Hermanos, les rogamos que sean


12   ñor que esta carta sea leída a todos
considerados con los que trabajan los santos hermanos.
entre ustedes, y que los instruyen y 28 Que la gracia de nuestro Señor

dirigen en el Señor. Jesucristo sea con ustedes. Amén.

a 5.2: Mt 24.43; Lc 12.39; 2 P 3.10. b 5.8: Is 59.17.

1727
SEGUNDA CARTA DEL
APÓSTOL SAN PABLO A LOS

TESALONICENSES
6 Delante de Dios es justo también
Saludo que se haga sufrir a quienes los ha-

1 Pablo, Silvano y Timoteo, nos


dirigimos a la iglesia de los te-
salonicenses a en Dios nuestro Padre
cen sufrir a ustedes,
7y al mismo tiempo darles un des-

canso a ustedes, los que sufren, lo


y en el Señor Jesucristo: mismo que a nosotros, cuando el
2 Que Dios nuestro Padre y el Señor
  Señor Jesús se manifieste desde el
Jesucristo les concedan gracia y paz. cielo con sus poderosos ángeles,
8 entre llamas de fuego, para darles

El juicio de Dios al volver Cristo su merecido a los que no conocie-


3 Hermanos, siempre debemos dar
  ron a Dios ni obedecen al evangelio
gracias a Dios por ustedes. Así debe de nuestro Señor Jesucristo.
de ser, ya que la fe de ustedes va 9 Éstos sufrirán el castigo de la des-

creciendo, y todos y cada uno de trucción eterna, y serán excluidos


ustedes abunda en amor para con de la presencia del Señor y de la
los demás. gloria de su poder,
4 Nosotros mismos nos sentimos

10 el día que venga para ser glorifi-

muy orgullosos de ustedes en las cado en sus santos y admirado por


iglesias de Dios, al ver la paciencia todos los que creyeron. Y ustedes
y la fe de ustedes para soportar las han creído a nuestro testimonio.
persecuciones y sufrimientos. 11 Por eso siempre oramos por us-

5 Esto es evidencia del justo juicio


  tedes, para que nuestro Dios los
de Dios, de que ustedes son consi- considere dignos de su llamamiento,
derados dignos de su reino, por el y cumpla con su poder todo propósi-
cual sufren. to de bondad y toda obra de fe,

a 1.1: Hch 17.1.

1728
2 TESALONICENSES  1​, ​2

para que, por la gracia de nues-


12   8 Entonces se manifestará ese mal-
tro Dios y del Señor Jesucristo, el vado, a quien el Señor matará con el
nombre de nuestro Señor Jesucristo espíritu de su boca c y destruirá con
sea glorificado en ustedes, y ustedes el resplandor de su venida.
en él. 9 La llegada de este malvado, que

es obra de Satanás, vendrá acom-


Manifestación del pañada de gran poder y de señales
hombre de pecado y prodigios engañosos, d

2 Hermanos, con respecto a la 10 y con toda falsedad e iniquidad


venida de nuestro Señor Jesu- para los que se pierden, por no ha-
cristo y nuestra reunión con él, a les ber querido recibir el amor de la
rogamos verdad para ser salvados.
2 que no cambien fácilmente de ma-

11 Por eso Dios les envía un poder

nera de pensar. No se dejen asustar engañoso, para que crean a la men-


por nadie, ni siquiera por un espí- tira,
ritu, una palabra, o una carta que 12 a fin de que sean condenados

pretenda aparecer como nuestra, en todos los que, lejos de creer a la ver-
el sentido de que el día del Señor dad, se deleitaron en la injusticia.
está cerca.
3 De ninguna manera se dejen en-

Escogidos para salvación
gañar. Porque ese día no vendrá sin Pero nosotros siempre debemos
13 

que antes venga la apostasía, y se dar gracias a Dios por ustedes, her-
manifieste el hombre de pecado, es manos amados por el Señor, de que
decir, el hijo de perdición, desde el principio Dios los haya es-
4 el cual se opone y se enfrenta a
  cogido para salvación, mediante la
todo lo que se llama Dios o es objeto santificación por el Espíritu y la fe
de culto. b Llega al grado de sentarse en la verdad.
en el templo de Dios y de ocupar 14 A esto los llamó por medio de

su lugar, haciéndose pasar por Dios. nuestro evangelio, para que alcan-
5 ¿No se acuerdan de que, cuando
  zaran la gloria de nuestro Señor
yo estaba todavía con ustedes, les Jesucristo.
advertía esto? 15 Por lo tanto, hermanos, mantén-

6 Y ahora ustedes saben bien qué es


  ganse firmes y retengan la doctrina
lo que lo detiene, a fin de que a su que personalmente y por carta les
debido tiempo se manifieste. hemos enseñado.
7Porque el misterio de la iniquidad ya

16 Que nuestro Señor Jesucristo

está en acción, sólo que en este mo- mismo, y nuestro Dios y Padre, que
mento hay quien lo detiene, hasta que nos amó y nos dio consuelo eterno
él a su vez sea quitado de en medio. y buena esperanza por gracia,

a 2.1: 1 Ts 4.15-17. b 2.4: Dn 11.36. c 2.8: Is 11.4. d 2.9: Mt 24.24.

1729
2 TESALONICENSES  2​, ​3

les infunda ánimo en el corazón y


17  Y no es que no tuviéramos derecho
9 

los confirme en toda buena palabra de hacerlo, sino que quisimos darles
y obra. un buen ejemplo a seguir.
10 Cuando estábamos con ustedes,

Que la palabra de Dios también les ordenamos esto: «Si


sea glorificada alguno no quiere trabajar, que tam-

3 Por lo demás, hermanos, oren


por nosotros, para que la pala-
bra del Señor corra y sea glorificada,
poco coma.»
11 Y es que nos hemos enterado de

que algunos de ustedes viven desor-


tal como sucedió entre ustedes, denadamente, y no trabajan en na-
2 y para que seamos librados de los
  da, y se entrometen en lo ajeno.
hombres perversos y malvados; por- 12 A tales personas les ordenamos y

que no todos tienen fe. exhortamos, por nuestro Señor Jesu-


3 Pero el Señor es fiel, y él los forta-
  cristo, que simplemente se pongan
lecerá y guardará del mal. a trabajar y se ganen su propio pan.
4 Nosotros confiamos en el Señor

13 Y ustedes, hermanos, no se can-

que ustedes hacen y seguirán ha- sen de hacer el bien.


ciendo lo que les hemos ordenado. 14 Si alguien no obedece a lo que

5 Que el Señor encamine el corazón


  en esta carta decimos, señálenlo
de ustedes al amor de Dios y a la y no se junten con él, para que se
paciencia de Cristo. avergüence.
15 Pero no lo traten como enemigo,

Trabajar es un deber sino aconséjenlo como a un herma-


6 Hermanos, en el nombre de nues-
  no.
tro Señor Jesucristo les ordenamos
que se aparten de todo hermano que Bendición final
viva desordenadamente y no siga las Que el Señor de paz mismo les
16  

enseñanzas que ustedes recibieron dé paz siempre y en toda circuns-


de nosotros. tancia. Que el Señor esté con todos
7 Ustedes mismos saben cómo seguir
  ustedes.
nuestro ejemplo. Porque nosotros 17 Yo, Pablo, escribo este saludo

no vivimos entre ustedes de manera de mi puño y letra. Ésa es la marca


desordenada, distintiva de todas mis cartas. Así
8 ni comimos el pan de nadie sin
  escribo.
pagarlo, sino que día y noche trabaja- 18 Que la gracia de nuestro Señor

mos muy duro y sin descanso, para no Jesucristo sea con todos ustedes.
ser una carga a ninguno de ustedes. Amén.

1730
PRIMERA CARTA DEL
APÓSTOL SAN PABLO A

TIMOTEO
6 De estas cosas se han desviado algu-
Saludo nos y se han apartado a palabrerías

1 Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo


por mandato de Dios nuestro
Salvador, y del Señor Jesucristo, que
sin sentido;
7 pretenden ser doctores de la ley,

aunque no entienden lo que dicen


es nuestra esperanza, ni lo que afirman.
2 a Timoteo, a verdadero hijo en la fe: 8 Pero sabemos que la ley es buena,

Recibe gracia, misericordia y paz de cuando se usa de manera legítima;


9 también sabemos que la ley no
Dios nuestro Padre, y de Cristo Jesús  

nuestro Señor. fue dada para el justo, sino para


los transgresores y desobedientes,
Advertencia contra para los impíos y pecadores, para
falsas doctrinas los irreverentes y profanos, para
3 Cuando fui a Macedonia, te ro-
los parricidas y matricidas, para los
homicidas,

gué que te quedaras en Éfeso para 10 para los fornicarios, para los sodo-
que mandaras a algunos que no en-

mitas, para los secuestradores, para


señaran una doctrina diferente, los mentirosos y perjuros, y para
4 ni prestaran atención a fábulas

todo lo que se oponga a la sana
y genealogías interminables, que doctrina,
acarrean disputas más que la edifi- 11 según el glorioso evangelio del

cación de Dios que es por la fe. Y Dios bendito, que a mí se me ha


ahora te encargo lo mismo. encomendado.
5 Pues el propósito de este manda-

miento es el amor que nace de un El ministerio de Pablo


corazón limpio, de una buena con- Doy gracias a Cristo Jesús nues-
12  
ciencia y de una fe sincera. tro Señor, que me fortaleció, porque

a 1.2: Hch 16.1.

1731
1 TIMOTEO  1​, ​2

me consideró fiel al ponerme en el ticiones y acciones de gracias por


ministerio, todos los hombres;
13 aun cuando antes yo había sido

2 por los reyes y por todos los que

blasfemo, perseguidor b e injuriador; ocupan altos puestos, para que vi-


pero fui tratado con misericordia vamos con tranquilidad y reposo, y
porque lo hice por ignorancia, en en toda piedad y honestidad.
incredulidad. 3 Porque esto es bueno y agradable

14 Pero la gracia de nuestro Señor


  delante de Dios nuestro Salvador,
fue más abundante con la fe y el 4 el cual quiere que todos los hom-

amor que es en Cristo Jesús. bres sean salvos y lleguen a conocer


15 Esta palabra es fiel y digna de ser
  la verdad.
recibida por todos: Cristo Jesús vino 5 Porque hay un solo Dios, y un solo

al mundo para salvar a los pecado- mediador entre Dios y los hombres,
res, de los cuales yo soy el primero. que es Jesucristo hombre,
16 Pero por esto fui tratado con mise-

6 el cual se dio a sí mismo en rescate

ricordia, para que en mí, el primer por todos, de lo cual se dio testimo-
pecador, Jesucristo mostrara toda nio a su debido tiempo.
su clemencia, para ejemplo de los 7 Para esto fui constituido predi-

que habrían de creer en él para vi- cador y apóstol (digo la verdad en


da eterna. Cristo, no miento), y maestro de los
17Por tanto, al Rey de los siglos, al
  no judíos en la fe y la verdad. a
inmortal e invisible, al único y sa- 8 Por tanto, quiero que los hombres

bio Dios, sean el honor y la gloria oren en todas partes, y levanten ma-
por los siglos de los siglos. Amén. nos santas, sin ira ni contienda.
18 Timoteo, hijo mío, te encargo es-

9Quiero también que las mujeres se

te mandamiento para que, conforme vistan con ropa decorosa, con pu-
a las profecías que antes se hicieron dor y modestia, y no con peinados
acerca de ti, presentes por ellas la ostentosos, ni con oro, ni perlas, ni
buena batalla vestidos costosos, b
19 y mantengas la fe y la buena con-

10 sino con buenas obras, como

ciencia, que por desecharlas algunos corresponde a las mujeres que pro-
naufragaron en cuanto a la fe, fesan la piedad.
20 entre ellos Himeneo y Alejandro,

11 Que la mujer aprenda en silencio

a quienes entregué a Satanás para y con toda sujeción,


que aprendan a no blasfemar. 12 pues no permito que la mujer

enseñe ni ejerza dominio sobre el


Instrucciones sobre la oración hombre, sino que guarde silencio.

2
13 Porque primero fue formado
A nte todo, exhorto a que se  

hagan rogativas, oraciones, pe- Adán, c y después Eva; d

b 1.13: Hch 8.3; 9.4-5. a 2.7: 2 Ti 1.11. b 2.9: 1 P 3.3. c 2.13: Gn 2.7.


d 2.13: Gn 2.21-22.

1732
1 TIMOTEO  2​–​4

y el engañado no fue Adán, sino


14   10 Además, éstos primero deben ser
que la mujer, al ser engañada, incu- puestos a prueba y, si son irrepren-
rrió en transgresión. e sibles, entonces podrán ejercer el
15 Pero se salvará al engendrar hijos,
  diaconado.
si es que con modestia permanece 11 Las mujeres, por su parte, deben

en la fe, el amor y la santificación. ser honestas, y no calumniadoras,


sino sobrias y fieles en todo.
Requisitos de los obispos 12 Los diáconos deben tener una sola

3 Ésta es palabra fiel: Si alguno


anhela ser obispo, desea una
buena obra.
esposa, y gobernar bien sus hijos y
sus casas,
13 pues los que ejercen bien el dia-

2 Pero es necesario que el obispo sea


  conado ganan para sí mismos un
irreprensible y que tenga una sola grado honroso y mucha confianza
esposa; que sea sobrio, prudente, en la fe que es en Cristo Jesús.
decoroso, hospedador, apto para
enseñar; El misterio de la piedad
3 no afecto al vino, ni pendenciero,
  Aunque tengo la esperanza de
14  

ni codicioso de ganancias deshones- ir pronto a visitarte, te escribo esto


tas, sino amable, apacible, no avaro; 15 para que, si me tardo, sepas cómo

4 que gobierne bien su casa, que


  conducirte en la casa de Dios, que
tenga a sus hijos en sujeción y con es la iglesia del Dios viviente, co-
toda honestidad lumna y baluarte de la verdad.
5 (pues el que no sabe gobernar su

16 Indiscutiblemente, el misterio de

propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la piedad es grande:


la iglesia de Dios?); Dios fue manifestado en carne,
6 no debe ser un neófito, no sea que
  Justificado en el Espíritu,
se envanezca y caiga en la condena- Visto de los ángeles,
ción del diablo. Predicado a las naciones,
7 También es necesario que tenga
  Creído en el mundo,
buen testimonio de los de afuera, Recibido arriba en gloria.
para que no caiga en descrédito y
en los lazos del diablo. a Predicción de la apostasía

Requisitos de los diáconos


De igual manera, los diáconos
8 
4 Pero el Espíritu dice claramen-
te que, en los últimos tiempos,
algunos apostatarán de la fe y escu-
deben ser honestos y sin doblez, no charán a espíritus engañadores y a
demasiado afectos al vino ni codicio- doctrinas de demonios,
sos de ganancias deshonestas; 2 y que por la hipocresía de los men-

9 y deben guardar el misterio de la


  tirosos que tienen cauterizada la
fe con limpia conciencia. conciencia,

e 2.14: Gn 3.1-6. a 3.2-7: Tit 1.6-9.

1733
1 TIMOTEO  4​, ​5

3 prohibirán casarse y mandarán cía, cuando se te impusieron las


abstenerse de los alimentos que manos del presbiterio.
Dios creó, para que los creyentes 15 Ocúpate en estas cosas, y

y los que han conocido la verdad permanece en ellas, para que tu apro-
participaran de ellos con acción de vechamiento sea evidente a todos.
gracias. 16 Ten cuidado de ti mismo y de la

4 Porque todo lo que Dios creó es


  doctrina; persiste en ello. Si haces
bueno, y nada es desechable, si se esto, te salvarás a ti mismo y a los
toma con acción de gracias, que te escuchen.
5 pues por la palabra de Dios y por

la oración es santificado. Deberes hacia los demás

Un buen ministro de Jesucristo


6 Si enseñas esto a los hermanos,

5 No reprendas al anciano, sino
exhórtalo como a un padre; a
los más jóvenes, como a hermanos;
serás un buen ministro de Jesu- 2 a las ancianas, como a madres; a

cristo, nutrido con las palabras de las jovencitas, con toda pureza, co-
la fe y de la buena doctrina que has mo a hermanas.
seguido. 3 Honra a las viudas que en verdad

7Desecha las fábulas profanas y de


  son viudas.
viejas. Ejercítate para la piedad; 4 Pero si alguna viuda tiene hijos, o

8 porque el ejercicio corporal es po-


  nietos, éstos deben aprender prime-
co provechoso, pero la piedad es ro a ser piadosos para con su propia
provechosa para todo, pues cuenta familia, y a recompensar a sus pa-
con promesa para esta vida presen- dres; porque ante Dios esto es bueno
te, y para la venidera. y agradable.
9 Esta palabra es fiel, y digna de ser

5 La viuda que en verdad es viuda,

recibida por todos. y que se ha quedado sola, espera


10 Y por esto mismo trabajamos y
  en Dios y noche y día persevera en
sufrimos oprobios, porque hemos súplicas y oraciones;
puesto nuestra esperanza en el Dios 6 pero la que se entrega a los place-

vivo, que es el Salvador de todos res, está muerta en vida.


los hombres, y mayormente de los 7Manda también estas cosas, para

que creen. que sean irreprensibles;


11 Esto manda y enseña.

8 porque si alguno no provee para

12 Ninguno tenga en poco tu ju-


  los suyos, y especialmente para los
ventud, sino sé ejemplo de los de su casa, niega la fe y es peor que
creyentes en palabra, conducta, un incrédulo.
amor, espíritu, fe y pureza. 9 En la lista deben figurar sólo las

13 Mientras llego, ocúpate en la lec-


  viudas mayores de sesenta años, y
tura, la exhortación y la enseñanza. que hayan tenido un solo marido;
14 No descuides el don que hay en

10 que cuente con un testimonio de

ti, y que recibiste mediante profe- buenas obras, como haber criado

1734
1 TIMOTEO  5​, ​6

hijos, practicado la hospitalidad, 21 Te encarezco delante de Dios y


lavado los pies de los santos, soco- del Señor Jesucristo, y de sus án-
rrido a los afligidos, y practicado geles escogidos, que guardes estas
toda buena obra. cosas sin prejuicios y sin actuar con
11 Pero no admitas viudas más jóve-
  parcialidad.
nes, porque luego se rebelan contra 22 No impongas a nadie las manos

Cristo y, llevadas por sus deseos, con ligereza, ni participes en peca-


quieren casarse, dos ajenos. Consérvate puro.
12 con lo que incurren en condena-

23 Por causa de tu estómago y de

ción por quebrantar su primera fe. tus frecuentes enfermedades ya no


13 Además, aprenden a ser ociosas
  bebas agua, sino toma un poco de
y a andar de casa en casa; y no so- vino.
lamente se vuelven ociosas sino 24 Los pecados de algunos hombres

también chismosas y entrometidas, se hacen evidentes antes de que


y hablan de lo que no deben. ellos sean llevados a juicio, aunque
14 Por eso quiero que las viudas jó-
  a otros se les descubren después.
venes se casen y críen hijos; que 25 De igual manera, las buenas obras

gobiernen su casa y no den al se hacen evidentes; y aun las que


adversario ninguna ocasión de ma- son diferentes, tampoco pueden
ledicencia. permanecer ocultas.

6
15 Porque ya algunas se han aparta-
  Todos los que están sujetos a es-
do por seguir a Satanás. clavitud, consideren a sus amos
16 Si algún creyente o alguna creyen-
  dignos de todo honor, para que no
te tiene viudas, que las mantenga, sea blasfemado el nombre de Dios
para no gravar a la iglesia; así habrá ni la doctrina.
lo suficiente para las viudas que en 2 Y los que tienen amos creyentes,

verdad lo son. no deben considerarlos menos por


17Los ancianos que gobiernan bien
  ser hermanos. Al contrario, deben
deben considerarse dignos de doble servirles mejor, ya que los que se
honor, mayormente los que se dedi- benefician de su buen servicio son
can a predicar y enseñar. creyentes y amados. Esto debes en-
18 Pues la Escritura dice: «No pon-
  señar y exhortar.
drás bozal al buey que trilla», a y:
«Digno es el obrero de su salario.» b Piedad y contentamiento
19 No admitas ninguna acusación
  Si alguno enseña otra cosa, y no
3 
contra un anciano, a menos que se aviene a las sanas palabras de
haya dos o tres testigos. c nuestro Señor Jesucristo y a la doc-
20 A los que persisten en pecar, re-
  trina que corresponde a la piedad,
préndelos delante de todos, para 4 está envanecido, no sabe nada, y

que los demás también teman. delira acerca de cuestiones y con-

a 5.18: Dt 25.4. b 5.18: Mt 10.10; Lc 10.7. c 5.19: Dt 17.6; 19.15.

1735
1 TIMOTEO  6

tiendas de palabras, de las cuales dio testimonio de la buena profe-


nacen los envidias, los pleitos, las sión delante de Poncio Pilato, a te
blasfemias, las malas sospechas mando
5 y las disputas necias de hombres

14 que mantengas el mandamiento

de entendimiento corrupto y pri- inmaculado e irreprensible hasta


vados de la verdad, que hacen de la aparición de nuestro Señor Jesu-
la piedad una fuente de ganancia. cristo,
De gente así, apártate. 15 la cual a su debido tiempo mos-

6 Pero la piedad es una gran ga-


  trará el bienaventurado y solo
nancia, cuando va acompañada de Soberano, Rey de reyes, y Señor de
contentamiento; señores,
7porque nada hemos traído a este

16 el único que es inmortal y que

mundo, y sin duda nada podremos habita en luz inaccesible, a quien


sacar. ningún hombre ha visto ni puede
8 Así que, si tenemos sustento y abri-
  ver, al cual sea la honra y el imperio
go, contentémonos con eso. sempiterno. Amén.
9Los que quieren enriquecerse caen

17 A los ricos de este siglo mán-

en la trampa de la tentación, y en dales que no sean altivos, ni pon-


muchas codicias necias y nocivas, gan su esperanza en las riquezas,
que hunden a los hombres en la las cuales son inciertas, sino en
destrucción y la perdición; el Dios vivo, que nos da todas las
10 porque la raíz de todos los males
  cosas en abundancia para que las
es el amor al dinero, el cual algu- disfrutemos.
nos, por codiciarlo, se extraviaron 18 Mándales que hagan el bien, y

de la fe y acabaron por experimen- que sean ricos en buenas obras,


tar muchos dolores. dadivosos y generosos;
19 que atesoren para sí mismos un

La buena batalla de la fe buen fundamento para el futuro,


11 Pero tú, hombre de Dios, huye
  que se aferren a la vida eterna.
de estas cosas y sigue la justicia, la
piedad, la fe, el amor, la paciencia y Encargo final de Pablo a Timoteo
la mansedumbre. 20 Timoteo, guarda lo que se te

12 Presenta la buena batalla de la fe,


  ha encomendado. Evita las pláticas
aférrate a la vida eterna, a la cual profanas acerca de cosas vanas, y los
también fuiste llamado cuando hi- argumentos de la falsamente llama-
ciste la buena profesión delante de da ciencia,
muchos testigos. 21 la cual algunos profesaron y se

13 Delante de Dios, que da vida a


  desviaron de la fe. Que la gracia
todas las cosas, y de Jesucristo, que sea contigo. Amén.

a 6.13: Jn 18.37.

1736
SEGUNDA CARTA DEL
APÓSTOL SAN PABLO A

TIMOTEO
6 Por eso te aconsejo que avives el

Saludo fuego del don de Dios, que por la

1 Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo


por la voluntad de Dios y según
la promesa de la vida que es en Cris-
imposición de mis manos está en ti.
7Porque no nos ha dado Dios un es-

píritu de cobardía, sino de poder, de


to Jesús, amor y de dominio propio.
2 a Timoteo,  a amado hijo: Que ten- 8 Por tanto, no te avergüences de

gas gracia, misericordia y paz, de dar testimonio de nuestro Señor, ni


Dios el Padre y de Jesucristo nues- tampoco de mí, preso suyo. Al con-
tro Señor. trario, participa de las aflicciones por
el evangelio según el poder de Dios,
Testificando de Cristo 9 quien nos salvó y nos llamó con

Doy gracias a Dios, a quien, como


3  llamamiento santo, no conforme a
mis antepasados, sirvo con limpia nuestras obras, sino según el pro-
conciencia, de que siempre, día y pósito suyo y la gracia que nos fue
noche, me acuerdo de ti en mis ora- dada en Cristo Jesús antes de los
ciones. tiempos de los siglos,
4 Al acordarme de tus lágrimas sien- 10 pero que ahora ha sido manifes-

to deseos de verte, para llenarme tada por la aparición de nuestro


de gozo; Salvador Jesucristo, quien quitó la
5 pues me viene a la memoria la fe

muerte y sacó a la luz la vida y la in-
sincera que hay en ti, la cual habitó mortalidad por medio del evangelio,
11 del cual yo fui constituido predi-
primero en tu abuela Loida, y en tu  

madre b Eunice, y estoy seguro que cador, apóstol y maestro de los no


habita en ti también. judíos. c

a 1.2: Hch 16.1. b 1.5: Hch 16.1. c 1.11: 1 Ti 2.7.

1737
2 TIMOTEO  1​, ​2

Por eso mismo padezco esto. Pero


12   6 El labrador, para participar de los
no me avergüenzo, porque yo sé a frutos, debe trabajar primero.
quién he creído, y estoy seguro de 7Considera lo que digo, y el Señor

que él es poderoso para guardar mi te dé entendimiento en todo.


depósito para aquel día. 8 Acuérdate de Jesucristo, del linaje

13 Retén la forma de las sanas pala-


  de David, que resucitó de los muer-
bras que oíste de mí, en la fe y en el tos conforme a mi evangelio,
amor que es en Cristo Jesús. 9en el cual sufro penalidades, y has-

14 Guarda el buen depósito por el Es-


  ta encarcelamientos, como si fuera
píritu Santo que habita en nosotros. yo un malhechor; pero la palabra de
15 Ya sabes que me abandonaron
  Dios no está presa.
todos los que están en Asia, dos de 10 Por eso todo lo soporto por cau-

los cuales son Figelo y Hermógenes. sa de los escogidos, para que ellos
16 Que el Señor tenga misericordia
  también obtengan la salvación que
de la casa de Onesíforo, porque es en Cristo Jesús con gloria eterna.
muchas veces me reanimó, y no se 11 Esta palabra es fiel:

avergonzó de mis cadenas, Si morimos con él, también


17sino que cuando estuvo en Roma,
  viviremos con él;
me buscó afanosamente y me halló. 12 Si sufrimos, también reinare-
18 Que en aquel día el Señor le con-
  mos con él;
ceda hallar misericordia cerca del Si lo negamos, también él nos
Señor. Tú mejor que nadie sabes negará. a
cuánto nos ayudó en Éfeso. 13 Si somos infieles, él permane-
ce fiel;
Un buen soldado de Jesucristo Él no puede negarse a sí

2 Tú, hijo mío, esfuérzate en la

Jesús.
gracia que tenemos en Cristo
mismo.
Un obrero aprobado
2 Lo que has oído de mí ante
  Recuérdales esto, y exhórtalos
14  
muchos testigos, encárgaselo a ante el Señor a no contender acerca
hombres fieles que sean idóneos de palabras, que para nada aprove-
para enseñar también a otros. cha y que sólo lleva a la perdición
3 Tú, por tu parte, sufre penalidades
  de los que escuchan.
como buen soldado de Jesucristo. 15 Procura con diligencia presentarte

4 Ninguno que milita se enreda en
  ante Dios aprobado, como obrero
los negocios de la vida, a fin de agra- que no tiene de qué avergonzarse
dar a aquel que lo tomó por soldado. y que usa bien la palabra de verdad.
5 Y tampoco el que lucha como
  16 Pero evita las palabrerías vanas y

atleta es coronado, si no lucha le- profanas, porque más y más condu-


gítimamente. cen a la impiedad

a 2.12: Mt 10.33; Lc 12.9.

1738
2 TIMOTEO  2​, ​3

17 y su palabra carcome como Carácter de los hombres


gangrena; entre esa gente están en los postreros días
Himeneo y Fileto,
18 que se desviaron de la verdad al

decir que la resurrección ya se efec-


3 También debes saber que en los
últimos días vendrán tiempos
peligrosos,
tuó, con lo que trastornan la fe de 2 y que habrá hombres amantes de

algunos. sí mismos, avaros, vanagloriosos,


19 Pero el fundamento de Dios está
  soberbios, blasfemos, desobedientes
firme, y tiene este sello: «El Se- a los padres, ingratos, impíos,
ñor conoce a los que son suyos»; 3 sin afecto natural, implacables,

y: «Que se aparte de la iniquidad calumniadores, intemperantes,


todo aquel que invoca el nombre crueles, aborrecedores de lo bueno,
de Cristo.» 4 traidores, impetuosos, envaneci-

20 En una casa grande hay no só-

dos, que amarán los deleites más
lo utensilios de oro y de plata, sino que a Dios,
también de madera y de barro; y 5 que parecerán muy piadosos, pe-

unos son para usos honrosos, y otros ro negarán la eficacia de la piedad;


para usos viles. evítalos.
21 Así que, quien se limpia de es-
  6 Porque son éstos los que se meten

tas cosas será un instrumento para en las casas y cautivan a mujeres


honra, santificado, útil al Señor, y débiles y cargadas de pecados, que
dispuesto para toda buena obra. se dejan llevar por sus malos de-
22 Huye también de las pasiones ju-

seos,
veniles, y sigue la justicia, la fe, el 7que siempre están aprendiendo y

amor y la paz, junto con aquellos nunca pueden llegar al conocimien-


que con un corazón limpio invocan to de la verdad.
al Señor. 8 Y así como Janes y Jambres se

23 Pero desecha las cuestiones necias

opusieron a Moisés, a también estos
e insensatas; tú sabes que generan hombres se oponen a la verdad; su
contiendas. entendimiento está corrompido, y
24 Y el siervo del Señor no debe ser

en cuanto a la fe están descalifica-
contencioso, sino amable para con dos.
todos, apto para enseñar, sufrido; 9 Pero no podrán seguir avanzando,

25 que corrija con mansedumbre a

porque su insensatez se hará evi-
los que se oponen, por si acaso Dios dente a todos, como también lo fue
les concede arrepentirse para que la de aquéllos.
conozcan la verdad 10 Pero tú has seguido mi doctrina,

26 y escapen del lazo del diablo, en

conducta, propósito, fe, longanimi-
el cual se hallan cautivos y sujetos dad, amor, paciencia,
a su voluntad. 11 persecuciones y padecimientos,

a 3.8: Ex 7.11.

1739
2 TIMOTEO  3​, ​4

como los que me sobrevinieron en amontonarán maestros conforme a


Antioquía, b en Iconio c y en Listra; d sus propios malos deseos,
persecuciones que he sufrido, y de 4 y apartarán de la verdad sus oídos

las cuales me ha librado el Señor. y se volverán a las fábulas.


12 También todos los que quieren

5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta

vivir piadosamente en Cristo Jesús las aflicciones, haz obra de evange-


padecerán persecución; lista, cumple tu ministerio.
13 pero los hombres malvados y los

6 Yo estoy ya a punto de ser sacrifi-

engañadores irán de mal en peor: cado, y el tiempo de mi partida está


engañarán y serán engañados. cercano.
14 Tú, por tu parte, persiste en lo

7He peleado la buena batalla, he aca-

que has aprendido y en lo que te bado la carrera, he guardado la fe.


persuadiste, pues sabes de quién 8 Por lo demás, me está reservada la

has aprendido; corona de justicia, que en aquel día


15 tú desde la niñez has conocido
  me dará el Señor, el juez justo; y no
las Sagradas Escrituras, las cuales sólo a mí, sino también a todos los
te pueden hacer sabio para la salva- que aman su venida.
ción por la fe que es en Cristo Jesús.
16 Toda la Escritura es inspirada por
  Instrucciones
Dios, y útil para enseñar, para re- personales
dargüir, para corregir, para instruir 9 Procura venir pronto a verme,

en justicia, 10 porque Demas 



a me ha desampa-
17 a fin de que el hombre de Dios
  rado. Prefirió este mundo, y se fue
sea perfecto, enteramente prepara- a Tesalónica. Crescente se fue a Ga-
do para toda buena obra. lacia, y Tito b a Dalmacia.
11 Sólo Lucas c está conmigo. Toma a

Predica la palabra Marcos d y tráelo contigo, porque me

4 Te encargo delante de Dios y del


Señor Jesucristo, quien juzgará
a los vivos y a los muertos en su
es útil para el ministerio.
12 A Tíquico e lo envié a Éfeso.

13 Cuando vengas, tráeme el capote


manifestación y en su reino, que dejé en Troas, f en casa de Carpo,


2 que prediques la palabra; que instes
  y también los libros, especialmente
a tiempo y fuera de tiempo; redar- los pergaminos.
guye, reprende, exhorta con toda 14 Alejandro, g el calderero, me ha

paciencia y doctrina. causado mucho daño; que el Señor


3 Porque vendrá un tiempo en que
  le pague conforme a sus hechos.
no soportarán la sana doctrina, sino 15 Cuídate también tú de él, pues se ha

que aun teniendo comezón de oír se opuesto mucho a nuestras palabras.

b 3.11: Hch 13.14-52. c 3.11: Hch 14.1-7. d 3.11: Hch 14.8-20.


a 4.10: Col 4.14; Flm 24. b 4.10: 2 Co 8.23; Gl 2.3; Tit 1.4. c 4.11: Col 4.14; Flm 24.
d 4.11: Hch 12.12, 25; 13.13; 15.37-39; Col 4.10; Flm 24.
e 4.12: Hch 20.4; Ef 6.21-22; Col 4.7-8. f 4.13: Hch 20.6. g 4.14: 1 Ti 1.20.

1740
2 TIMOTEO  4

En mi primera defensa nadie estuvo


16   Saludos y bendición final
a mi lado; todos me desampararon. 19 Saluda a Prisca y a Aquila, h y a
Espero que no les sea tomado en cuen- la casa de Onesíforo. i
ta. 20 Erasto 

j se quedó en Corinto, y a
17Pero el Señor sí estuvo a mi lado, y
  Trófimo  lo dejé en Mileto, pues es-
k
me dio fuerzas, para que por mí se taba enfermo.
cumpliera la predicación y todos las 21 Procura venir antes del invierno.

naciones la oyeran. Así fui librado Eubulo te saluda, lo mismo que


de la boca del león. Pudente, Lino, Claudia y todos los
18 Y el Señor me librará de toda obra
  hermanos.
mala, y me preservará para su reino 22 Que el Señor Jesucristo esté con

celestial. A él sea la gloria por los tu espíritu. Que la gracia sea con us-
siglos de los siglos. Amén. tedes. Amén.

h 4.19: Hch 18.2. i 4.19: 2 Ti 1.16-17. j 4.20: Hch 19.22; Ro 16.23.


k 4.20: Hch 20.4; 21.29.

1741
CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A

TITO
7 Porque es necesario que el obis-

Saludo po, como administrador de Dios,

1 Yo, Pablo, siervo de Dios y após-


tol de Jesucristo, según la fe de
los escogidos de Dios y el conoci-
sea irreprensible, no soberbio ni
iracundo, ni afecto al vino, ni pen-
denciero, ni codicioso de ganancias
miento de la verdad que correspon- deshonestas,
8 sino hospitalario, amante de lo
de a la piedad,  

2 en la esperanza de la vida eterna,


  bueno, sobrio, justo, santo, dueño
la cual Dios, que no miente, pro- de sí mismo,
9 apegado a la palabra fiel, tal y
metió desde antes del principio de  

los siglos, como ha sido enseñada, para que


3 y a su debido tiempo manifestó su
  también pueda exhortar con sana
palabra por medio de la predicación enseñanza y convencer a los que
que me fue encomendada por man- contradicen. b
10 Porque aún hay muchos rebel-
dato de Dios nuestro Salvador,  

4 a Tito, 

a verdadero hijo en nuestra des, que hablan de vanidades y de
fe común: Recibe gracia, misericor- engaños, especialmente los de la
dia y paz, de Dios el Padre y del circuncisión,
11 a los cuales es preciso tapar la bo-
Señor Jesucristo, nuestro Salvador.  

ca. Éstos trastornan casas enteras, y


Requisitos de ancianos y obispos a cambio de ganancias deshonestas
5 Por esto te dejé en Creta, para

enseñan lo que no conviene.
12 Uno de ellos, que es su propio
que corrigieras lo deficiente y esta-  

blecieras ancianos en cada ciudad, profeta, dijo: «Los cretenses son


tal y como yo te mandé: siempre mentirosos, malas bestias
6 ancianos irreprensibles, maridos

y glotones ociosos.»
13 Éste es un testimonio verdadero;
de una sola mujer y con hijos cre-  

yentes, que no estén acusados de así que repréndelos duramente, pa-


disolución ni de rebeldía. ra que sean sanos en la fe

a 1.4: 2 Co 8.23; Gl 2.3; 2 Ti 4.10. b 1.6-9: 1 Ti 3.2-7.

1742
TITO  1​–​3

y no atiendan a fábulas judaicas,


14   Exhorta a los siervos a que se suje-
9 

ni a mandamientos de hombres que ten a sus amos y a que les agraden


se apartan de la verdad. en todo; que no sean respondones
15 Para los puros, todas las cosas son

10 ni los defrauden, sino que se

puras; pero para los corruptos e in- muestren fieles en todo, para que
crédulos nada es puro, pues hasta en todo engalanen la doctrina de
su mente y su conciencia están co- Dios, nuestro Salvador.
rrompidas; 11 Porque la gracia de Dios se ha

16 dicen conocer a Dios, pero con los


  manifestado para la salvación de
hechos lo niegan, pues son odiosos todos los hombres,
y rebeldes, reprobables en cuanto a 12 y nos enseña que debemos re-

toda buena obra. nunciar a la impiedad y a los deseos


mundanos, y vivir en esta época de
Enseñanza de la sana doctrina manera sobria, justa y piadosa,

2
13 mientras aguardamos la bendita
Pero tú habla de lo que vaya de  

acuerdo con la sana doctrina. esperanza y la gloriosa manifesta-


2 Que los ancianos sean sobrios, se-
  ción de nuestro gran Dios y Salvador
rios, prudentes, sanos en la fe, en Jesucristo,
14 quien se dio a sí mismo por no-
el amor y en la paciencia.  

3 Asimismo, las ancianas deben ser


  sotros para redimirnos de toda
reverentes en su porte y maestras iniquidad a y purificar para sí un pue-
del bien, no calumniadoras ni escla- blo propio, b celoso de buenas obras.
15 Habla de estas cosas, y exhorta
vas del vino;  

4 deben enseñar a las mujeres más


  y reprende con toda autoridad. Que
jóvenes a amar a sus maridos y a nadie te menosprecie.
sus hijos,
5 a ser prudentes, castas, cuidado-

Justificados por gracia
sas de su casa, buenas y sujetas a
sus maridos, para que la palabra de
Dios no sea blasfemada.
3 Recuérdales que se sujeten a los
gobernantes y a las autoridades;
que obedezcan y que estén dispues-
6 Exhorta asimismo a los jóvenes a
  tos a toda buena obra.
que sean prudentes; 2 Que no difamen a nadie ni sean

7preséntate tú mismo en todo como


  pendencieros, sino amables; que
ejemplo de buenas obras y muestra muestren toda mansedumbre para
en la enseñanza integridad y serie- con todos los hombres.
dad, 3 Porque en otro tiempo nosotros

8 con palabras sanas e irreprocha-


  también éramos insensatos, rebel-
bles, de modo que el adversario se des, extraviados, esclavos de los
avergüence y no tenga nada malo malos deseos y de diversos delei-
que decir de ustedes. tes; vivíamos en malicia y envidia,

a 2.14: Sal 130.8. b 2.14: Ex 19.5; Dt 4.20; 7.6; 14.2; 26.18; 1 P 2.9.

1743
TITO  3

nos aborrecían y nos aborrecíamos Al que cause divisiones, deséchalo


10  

unos a otros. después de una y otra amonestación,


4 Pero cuando se manifestó la bon-

11 pues sabrás que tal persona se ha

dad de Dios, nuestro Salvador, y su pervertido, y peca y su propio juicio


amor para con los hombres, lo condena.
5 nos salvó, y no por obras de justi-

cia que nosotros hubiéramos hecho, Instrucciones personales


sino por su misericordia, por el la- Cuando te envíe a Artemas o
12  
vamiento de la regeneración y por a Tíquico, a apresúrate a reunirte
la renovación en el Espíritu Santo, conmigo en Nicópolis, porque he
6 el cual derramó en nosotros abun-
  decidido pasar allí el invierno.
dantemente por Jesucristo, nuestro 13 Apresúrate también a poner en

Salvador, camino a Zenas, el intérprete de la


7para que al ser justificados por su
  ley, y a Apolos, b y ayúdalos para que
gracia viniéramos a ser herederos nada les falte.
conforme a la esperanza de la vida 14 Y que aprendan también los nues-

eterna. tros a ocuparse en las buenas obras


8 Ésta es palabra fiel, y en esto
  para los casos de necesidad, para
quiero que insistas con firmeza, que no se queden sin dar fruto.
para que los que creen en Dios pro-
curen ocuparse en las buenas obras. Salutaciones y bendición final
Estas cosas son buenas y útiles a los Todos los que están conmigo te
15 
hombres. saludan. Saluda a los que nos aman
9Pero evita las cuestiones necias, las

en la fe.
genealogías, las contenciones y las Que la gracia sea con todos uste-
discusiones acerca de la ley, porque des. Amén.
son vanas y no son de provecho.

a 3.12: Hch 20.4; Ef 6.21-22; Col 4.7-8; 2 Ti 4.12. b 3.13: Hch 18.24; 1 Co 16.12.

1744
CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A

FILEMÓN
Saludo Pablo intercede por Onésimo
Yo, Pablo, prisionero de Jesu-
1  Por eso, y aunque tengo mucha
8 

cristo, y el hermano Timoteo, al ama- libertad en Cristo para mandarte lo


do Filemón, colaborador nuestro, que conviene,
2 a la amada hermana Apia, a Arqui-

9 más bien te ruego por amor. Yo,

po, a nuestro compañero de milicia, Pablo, que ya soy anciano, y además


y a la iglesia que está en tu casa: prisionero de Jesucristo,
3 Reciban ustedes gracia y paz de

10 te ruego por mi hijo Onésimo, 

1, 
b

Dios nuestro Padre, y del Señor que es el fruto de mis prisiones.


Jesucristo. 11 En otro tiempo, él te resultaba inú-

til, pero ahora nos es útil a ti y a mí.


El amor y la fe de Filemón 12 Ahora vuelvo a enviártelo, y te pi-

Doy gracias a mi Dios siempre


4  do recibirlo como si me recibieras
que me acuerdo de ti en mis ora- a mí mismo.
13 Yo quisiera retenerlo conmigo, pa-
ciones,  

5 porque me he enterado del amor


  ra que me sirviera en mis prisiones
y de la fe que tienes hacia el Señor por el evangelio, en lugar tuyo;
14 pero no he querido hacer nada
Jesús, y para con todos los santos;  

6 y pido que la participación de tu


  sin tu consentimiento, para que tu
fe sea eficaz en el conocimiento de favor no te resulte una imposición,
todo el bien que está en ustedes por sino que sea un acto voluntario.
15 Tal vez para esto se apartó de ti
Cristo Jesús.  

7 Hermano, tenemos gran gozo y


  por algún tiempo; para que lo reci-
consolación en tu amor, porque por bieras para siempre,
16 no ya como a un esclavo, sino
ti han sido reconfortados los cora-  

zones de los santos. como a alguien más que un esclavo,

1 1.10 Este nombre significa útil (v. 11) o provechoso (v. 20).
a 2: Col 4.17. b 10: Col 4.9.

1745
FILEMÓN

como a un hermano amado, de ma- Te he escrito porque confío en tu


21 

nera especial para mí, pero más aún obediencia, y porque sé que harás
para ti, tanto en la carne como en aun más de lo que te pido.
el Señor. 22 Prepárame también alojamiento,

17Así que, si me consideras tu com-


  pues espero que por las oraciones
pañero, recíbelo como si fuera yo de ustedes se les concederá verme.
mismo.
18 Y si algún daño te causó, o si te
  Salutaciones y bendición final
debe algo, ponlo a mi cuenta. 23 Te saludan Epafras, c que es mi
19 Yo, Pablo, escribo esto de mi pu-
  compañero de prisiones por Cristo
ño y letra; yo te lo pagaré; por no Jesús,
decir que tú mismo estás en deuda 24 y mis colaboradores Marcos, 

d
conmigo. Aristarco, e Demas f y Lucas. g
20 Así es, hermano; permíteme sacar
  25 Que la gracia de nuestro Se-

algún provecho de ti en el Señor; ñor Jesucristo sea con su espíritu.


reconforta mi corazón en el Señor. Amén.

c 23: Col 1.7; 4.12. d 24: Hch 12.12, 25; 13.13; 15.37-39; Col 4.10.


e 24: Hch 19.29; 27.2; Col 4.10. f 24: Col 4.14; 2 Ti 4.10. g 24: Col 4.14; 2 Ti 4.11.

1746
CARTA A LOS

HEBREOS
Ni tampoco:
Dios ha hablado por su Hijo «Yo seré su Padre,

1 Dios, que muchas veces y de


distintas maneras habló en
otros tiempos a nuestros padres por

y él será mi hijo.» b
6 Además, cuando Dios introduce al

Primogénito en el mundo, dice:


medio de los profetas, «Que lo adoren todos los ánge-
2 en estos días finales nos ha ha-
  les de Dios.» c
blado por medio del Hijo, a quien 7Acerca de los ángeles, dice:

constituyó heredero de todo, y me- «Él hace que sus ángeles sean
diante el cual hizo el universo. como vientos,
3 Él es el resplandor de la gloria de
  y sus ministros como llamas
Dios. Es la imagen misma de lo que de fuego.» d
Dios es. Él es quien sustenta todas 8 Pero del Hijo dice:

las cosas con la palabra de su poder. «Tu trono, oh Dios, es eterno y


Después de llevar a cabo la purifica- para siempre;
ción de nuestros pecados por medio el cetro de tu reino es un cetro
de sí mismo, se sentó a la derecha de justicia.
de la Majestad, en las alturas, Amas la justicia, y odias la maldad.
9
4 y ha llegado a ser superior a los án-
  Por eso te ungió Dios, tu Dios,
geles, pues ha recibido un nombre con óleo de alegría más que a
más sublime que el de ellos. tus compañeros.» e
10 Y también dice:

El Hijo es superior a los ángeles «Señor, tú fundaste la tierra en


5 Porque jamás dijo Dios a ninguno
  el principio,
de sus ángeles: Y los cielos son obra de tus manos.
«Tú eres mi Hijo. 11 Ellos perecerán, pero tú per-
Yo te he engendrado hoy.» a maneces para siempre.

a 1.5: Sal 2.7. b 1.5: 2 S 7.14; 1 Cr 17.13. c 1.6: Dt 32.43 (Gr.). d 1.7: Sal 104.4.


e 1.8-9: Sal 45.6-7.

1747
HEBREOS  1​, ​2

Todos ellos se desgastarán 6 Como alguien testificó en cierto


como un vestido; lugar:
12 los enrollarás como un manto, «¿Qué es el hombre, para que
y quedarán cambiados; te acuerdes de él,
pero tú eres el mismo, o el hijo del hombre, para que
Y tus años no tendrán fin.» f lo tengas en cuenta?
13 Dios jamás le dijo a ninguno de
  7 Lo hiciste un poco menor que
los ángeles: los ángeles;
«Siéntate a mi derecha lo coronaste de gloria y de
hasta que ponga a tus enemigos honra,
por estrado de tus pies.» g y lo pusiste sobre las obras de
14 ¿Y acaso no son todos ellos espí-
  tus manos;
ritus ministradores, enviados para todo lo sujetaste debajo de sus
8

servir a quienes serán los herederos pies.» a


de la salvación? Así que, si Dios puso todas las co-
sas debajo de sus pies, entonces
Una salvación tan grande no dejó nada que no esté sujeto a

2 Por tanto, es necesario que


prestemos más atención a lo
que hemos oído, no sea que nos ex-
él. Sin embargo, todavía no vemos
que todas las cosas le estén sujetas.
9 Lo que sí vemos es que Jesús, que

traviemos. fue hecho un poco menor que los


2 Porque si el mensaje anunciado
  ángeles, está coronado de gloria y
por medio de los ángeles fue firme, de honra, a causa de la muerte que
y toda transgresión y desobediencia sufrió. Dios, en su bondad, quiso
recibió su justo castigo, que Jesús experimentara la muerte
3 ¿cómo escaparemos nosotros, si
  para el bien de todos.
descuidamos una salvación tan 10 Porque convenía que Dios, por

grande? Esta salvación fue anuncia- quien todas las cosas existen y sub-
da primeramente por el Señor, y los sisten, perfeccionara mediante el
que la oyeron nos la confirmaron. sufrimiento al autor de la salvación
4 Además, Dios la ha confirmado
  de ellos, a fin de llevar muchos hijos
con señales y prodigios, y con diver- a la gloria.
sos milagros y repartimientos del 11 Porque el mismo origen tienen el

Espíritu Santo, según su voluntad. que santifica y los que son santifi-
cados. Por eso no se avergüenza de
El autor de la salvación llamarlos hermanos
Dios no puso el mundo venidero,
5  12 cuando dice:

del cual estamos hablando, bajo la «Anunciaré tu nombre a mis


autoridad de los ángeles. hermanos,

f 1.10-12: Sal 102.25-27. g 1.13: Sal 110.1. a 2.6-8: Sal 8.4-6.

1748
HEBREOS  2​, ​3

Y en medio de la congregación 3 Pero a Jesús se le ha concedido más


te alabaré.» b honor que a Moisés, así como al que
13 Y en otra parte:
  hace una casa se le rinde más honor
«Yo confiaré en él.» c que a la casa misma.
Y una vez más: 4 Porque toda casa es hecha por al-

«Aquí estoy, con los hijos que guien, pero el que hizo todas las
Dios me dio.» d cosas es Dios.
14 Así como los hijos eran de carne y

5 Como siervo, Moisés fue fiel en

hueso, también él era de carne y hue- toda la casa de Dios, para dar testi-
so, para que por medio de la muerte monio de lo que se iba a decir.
destruyera al que tenía el dominio so- 6 Cristo, en cambio, como hijo es fiel

bre la muerte, es decir, al diablo, sobre su casa, que somos nosotros,


15 y de esa manera librara a todos
  si mantenemos la confianza firme
los que, por temor a la muerte, toda hasta el fin y nos gloriamos en la
su vida habían estado sometidos a esperanza.
esclavitud.
16 Ciertamente él no vino para

El reposo del pueblo de Dios
ayudar a los ángeles, sino a los des- 7 Por eso, como dice el Espíritu

cendientes de Abrahán. Santo:


17 Por eso le era necesario ser se-
  «Si ustedes oyen hoy su voz,
mejante a sus hermanos en todo: no endurezcan su corazón,
8

para que llegara a ser un sumo sa- como lo hicieron en el desierto,


cerdote misericordioso y fiel en lo en el día de la tentación,
que a Dios se refiere, y expiara los cuando me provocaron.
pecados del pueblo. 9 Allí los antepasados de ustedes
18 Puesto que él mismo sufrió la ten-
  me tentaron, me pusieron a
tación, es poderoso para ayudar a prueba,
los que son tentados. aun cuando durante cuarenta
años
Jesús, superior a Moisés habían visto mis obras. 10 Por

3 Por lo tanto, hermanos santos,


que tienen parte del llamamien-
to celestial, consideren a Cristo Jesús,
eso me disgusté contra ellos,
y dije: “Su corazón siempre
divaga;
el apóstol y sumo sacerdote de la fe no han reconocido mis caminos.”
que profesamos. 11 Por eso, en mi furor juré:
2 Él es fiel al que lo constituyó, como
  “No entrarán en mi reposo.”» b
lo fue también Moisés en toda la 12 Hermanos, cuiden de que no haya

casa de Dios. a entre ustedes ningún corazón peca-

b 2.12: Sal 22.22. c 2.13: Is 8.17. d 2.13: Is 8.18. a 3.2: Nm 12.7.


b 3.7-11: Sal 95.7-11.

1749
HEBREOS  3​, ​4

minoso e incrédulo, que los lleve a a ellos el oír esta palabra porque,
apartarse del Dios vivo. cuando la oyeron, no la acompaña-
13 Más bien, anímense unos a otros
  ron con fe.
día tras día, mientras se diga «Hoy», 3 Pero los que creímos hemos entra-

para que el engaño del pecado no do en el reposo, conforme a lo que


endurezca a nadie. él dijo:
14 Nosotros hemos llegado a parti-
  «Por eso, en mi furor juré:
cipar de Cristo, siempre y cuando “No entrarán en mi reposo”», a
retengamos firme hasta el fin la aun cuando sus obras estaban aca-
confianza que tuvimos al principio. badas desde la creación del mundo.
15 Como ya se ha dicho:

4 En cierto lugar se dice así del sép-

«Si ustedes oyen hoy su voz, timo día: «Dios reposó de todas sus
No endurezcan su corazón, obras en el séptimo día.» b
como cuando me provoca- 5 Y una vez más dice: «No entrarán

ron.» c en mi reposo». c
16 ¿Y quiénes fueron los que lo pro-

6 Por lo tanto, y puesto que aún falta

vocaron, aun después de haberlo que algunos entren en el reposo, y


oído? ¿No fueron acaso todos los como aquellos a quienes primero se
que salieron de Egipto por media- les anunció la buena nueva no entra-
ción de Moisés? ron por causa de su desobediencia,
17¿Y con quiénes estuvo él disgusta-

7 vuelve a determinarse un día,

do durante cuarenta años? ¿No fue «Hoy», al decir después de tanto


acaso con los que pecaron, cuyos tiempo, por medio de David:
cadáveres quedaron tendidos en el «Si ustedes oyen hoy su voz,
desierto? no endurezcan su corazón». d
18 ¿Y a quiénes les juró que no en-

8 Si Josué les hubiera dado el repo-

trarían en su reposo, sino a aquellos so, e no habría hablado después de


que desobedecieron? d otro día.
19 Como podemos ver, no pudieron

9De modo que aún queda un reposo

entrar por causa de su incredulidad. para el pueblo de Dios.

4 Por eso, temamos a Dios mien- 10 Porque el que entra en su reposo,


tras tengamos todavía la pro- reposa también de sus obras, como


mesa de entrar en su reposo, no Dios reposó de las suyas. f
sea que alguno de ustedes parezca 11 Procuremos, pues, entrar en ese

haberse quedado atrás. reposo, para que nadie siga el ejem-


2 Porque la buena nueva se nos ha
  plo de los que desobedecieron.
anunciado a nosotros lo mismo 12 La palabra de Dios es viva y efi-

que a ellos; pero de nada les sirvió caz, y más cortante que las espadas

c 3.15: Sal 95.7-8. d 3.16-18: Nm 14.1-35. a 4.3: Sal 95.11. b 4.4: Gn 2.2.


c 4.5: Sal 95.11. d 4.7: Sal 95.7-8. e 4.8: Dt 31.7; Jos 22.4. f 4.10: Gn 2.2.

1750
HEBREOS  4​, ​5

de dos filos, pues penetra hasta 4 Pero nadie puede tomar este ho-
partir el alma y el espíritu, las co- nor por cuenta propia, sino sólo el
yunturas y los tuétanos, y discierne que es llamado por Dios, como en
los pensamientos y las intenciones el caso de Aarón. b
del corazón. 5 Tampoco Cristo se glorificó a sí

13 Nada de lo que Dios creó puede


  mismo haciéndose sumo sacerdote,
esconderse de él, sino que todas las sino que ese honor se lo dio el que
cosas quedan al desnudo y descu- le dijo:
biertas a los ojos de aquel a quien «Tú eres mi Hijo,
tenemos que rendir cuentas. Yo te he engendrado hoy», c
6 y que en otro lugar también dice:

Jesús el gran sumo sacerdote «Tú eres sacerdote para siem-


14 Por lo tanto, y ya que en Jesús,
  pre,
el Hijo de Dios, tenemos un gran su- según el orden de Melquise-
mo sacerdote que traspasó los cielos, dec». d
retengamos nuestra profesión de fe. 7Cuando Cristo vivía en este mun-

15 Porque no tenemos un sumo


  do, con gran clamor y lágrimas ofre-
sacerdote que no pueda compade- ció ruegos y súplicas al que lo podía
cerse de nuestras debilidades, sino librar de la muerte, e y fue escuchado
uno que fue tentado en todo de la por su temor reverente.
misma manera que nosotros, aun- 8 Aunque era Hijo, aprendió a obe-

que sin pecado. decer mediante el sufrimiento;


16 Por tanto, acerquémonos confia-

9 y una vez que alcanzó la per-

damente al trono de la gracia, para fección, llegó a ser el autor de la


alcanzar misericordia y hallar gra- salvación eterna para todos los que
cia para cuando necesitemos ayuda. le obedecen,

5 Todo sumo sacerdote es elegido 10 y Dios lo declaró sumo sacerdote,


entre los hombres, y constitui- según el orden de Melquisedec.


do a favor de los hombres ante la
presencia de Dios, para presentar Advertencia contra la apostasía
ofrendas y sacrificios por los pecados 11 Acerca de esto tenemos mucho

2 y para mostrarse paciente con los


  que decir, aunque no es fácil expli-
ignorantes y extraviados, ya que él carlo porque ustedes son lentos para
mismo adolece de la debilidad hu- entender.
mana. 12 Aunque después de tanto tiempo

3 Por eso mismo debe presentar una


  ya debieran ser maestros, todavía es
ofrenda por sus propios pecados, así necesario que se les vuelva a ense-
como por los del pueblo. a ñar lo más elemental de las palabras

a 5.3: Lv 9.7. b 5.4: Ex 28.1. c 5.5: Sal 2.7. d 5.6: Sal 110.4.


e 5.7: Mt 26.36-46; Mc 14.32-42; Lc 22.39-46.

1751
HEBREOS  5​, ​6

de Dios. Esto es tan así que lo que duce plantas útiles para quienes
necesitan es leche, y no alimento la cultivan, recibe la bendición de
sólido. Dios;
13 Pero todos los que se alimentan de

8 pero cuando produce espinos y

leche son inexpertos en la palabra abrojos, no vale nada; poco le falta


de justicia, porque son como niños. f para ser maldecida, a y acaba por ser
14 El alimento sólido es para los que
  quemada.
ya han alcanzado la madurez, para 9 Queridos hermanos, aunque

los que pueden discernir entre el hablamos así, con respecto a uste-
bien y el mal, y han ejercitado su des estamos convencidos de cosas
capacidad de tomar decisiones. mejores, que tienen que ver con la

6 Por lo tanto, dejemos a un la-


do las enseñanzas elementales
acerca de Cristo, y avancemos hacia
salvación.
10 Porque Dios es justo, y no olvida-

rá el trabajo de ustedes y el amor


la perfección. No volvamos a cuestio- que han mostrado hacia él median-
nes básicas, tales como el arrepen- te el servicio a los santos, como
tirnos de las acciones que nos llevan hasta ahora lo hacen.
a la muerte, o la fe en Dios, 11 Pero deseamos que cada uno de

2 o las enseñanzas acerca del bau-


  ustedes muestre el mismo entu-
tismo, o la imposición de manos, o siasmo hasta el fin, para la plena
la resurrección de los muertos y el realización de su esperanza
juicio eterno. 12 y para que no se hagan perezosos,

3 Todo esto lo haremos, si Dios nos


  sino que sigan el ejemplo de quie-
lo permite. nes por medio de la fe y la paciencia
4 No es posible que los que alguna
  heredan las promesas.
vez fueron iluminados y saborearon 13 Cuando Dios hizo la promesa

el don celestial, y tuvieron parte en a Abrahán, juró por sí mismo, por-


el Espíritu Santo, que no había nadie superior a él por
5 y saborearon además la buena
  quien jurar,
palabra de Dios y los poderes del 14 y dijo: «Ciertamente te bendeci-

mundo venidero, ré con abundancia y multiplicaré tu


6 pero volvieron a caer, vuelvan
  descendencia». b
también a ser renovados para arre- 15 Y Abrahán esperó con paciencia,

pentimiento. ¡Eso sería volver a y recibió lo que Dios le había pro-


crucificar al Hijo de Dios para ellos metido.
mismos, y exponerlo a la vergüenza 16 Cuando alguien jura, lo hace por

pública! alguien superior a sí mismo. De esa


7Cuando la tierra absorbe la lluvia
  manera confirma lo que ha dicho y
que le cae con frecuencia, y pro- pone fin a toda discusión.

f 5.12-13: 1 Co 3.2. a 6.8: Gn 3.17-18. b 6.14: Gn 22.16-17.

1752
HEBREOS  6​, ​7

17 Por eso Dios, queriendo demos- sacerdocio, tienen el derecho de


trar claramente a los herederos de tomar los diezmos del pueblo, es
la promesa que sus propósitos no decir, de sus propios hermanos, aun
cambian, les hizo un juramento, cuando éstos sean también descen-
18 para que por estas dos cosas que
  dientes de Abrahán.
no cambian, y en las que Dios no 6 Pero Melquisedec, aunque no

puede mentir, tengamos un sólido era descendiente de Leví, tomó de


consuelo los que buscamos refugio Abrahán los diezmos, y bendijo al
y nos aferramos a la esperanza que que tenía las promesas;
se nos ha propuesto. 7 ¡y nadie puede negar que el que

19 Esta esperanza mantiene nuestra


  bendice es superior al que recibe
alma firme y segura, como un an- la bendición!
cla, y penetra hasta detrás del velo, c 8 En este caso, los que reciben los

20 donde Jesús, nuestro precursor,


  diezmos son simples hombres; pero
entró por nosotros y llegó a ser su- en aquél, los recibe Melquisedec, de
mo sacerdote para siempre, según quien se da testimonio de que vive.
el orden de Melquisedec. d 9 Y hasta podría decirse que Leví,

que ahora recibe los diezmos, en


El sacerdocio de Melquisedec aquel tiempo los pagó por medio de

7 Este Melquisedec, que era rey


de Salén y sacerdote del Dios
Altísimo, salió al encuentro de
Abrahán,
10 pues Leví ya estaba presente en

su antepasado Abrahán cuando


Abrahán cuando éste volvía de de- Melquisedec le salió al encuentro.
rrotar a los reyes, y lo bendijo. 11 Si la perfección se alcanzara me-

2 Entonces Abrahán le dio los


  diante el sacerdocio levítico (ya que
diezmos de todo. a Melquisedec bajo éste el pueblo recibió la ley),
significa, en primer lugar, «Rey de ¿qué necesidad habría de que aún
justicia», y también «Rey de Salén», se levantara otro sacerdote, según
que significa «Rey de paz». el orden de Melquisedec y no según
3 Nada se sabe de su padre ni de su
  el de Aarón?
madre, ni de sus antepasados, ni si 12 Porque al cambiar el sacerdocio,

tuvo principio ni fin; pero, a seme- también se tiene que cambiar la ley.
janza del Hijo de Dios, permanece 13 Pero nuestro Señor, de quien la

como sacerdote eterno. Escritura dice esto, era de otra tri-


4 Ustedes pueden ver, entonces, su
  bu, de la cual nadie sirvió al altar.
grandeza, pues el mismo patriarca 14 Es bien sabido que nuestro Señor

Abrahán le dio los diezmos del botín. procedía de la tribu de Judá, acerca
5 Ahora bien, según la ley, 

b los des- de la cual Moisés no dijo nada en
cendientes de Leví, que reciben el relación con el sacerdocio.

c 6.19: Lv 16.2. d 6.20: Sal 110.4. a 7.1-2: Gn 14.17-20. b 7.5: Nm 18.21.

1753
HEBREOS  7​, ​8

15  Esto resulta más evidente si el Por eso, también puede salvar
25  

nuevo sacerdote que se levanta es para siempre a los que por medio
alguien semejante a Melquisedec, de él se acercan a Dios, ya que vive
16 quien no llegó a ser sacerdote por
  siempre para interceder por ellos.
ceñirse a una ley meramente huma- 26 Jesús es el sumo sacerdote que

na, sino por el poder de una vida necesitábamos tener: santo, ino-
indestructible. cente, sin mancha, apartado de los
17Pues de él se hace constar:
  pecadores, y exaltado por encima de
«Tú eres sacerdote para siem- los cielos.
pre, 27 No es como los otros sumos sa-

Según el orden de Melquise- cerdotes, que diariamente tienen


dec». c que ofrecer sacrificios, primero por
18 De modo que el mandamiento
  sus propios pecados y luego por los
anterior queda anulado por resultar del pueblo. e Jesús hizo esto una sola
endeble e inútil, vez y para siempre, cuando se ofre-
19 ya que la ley no perfeccionó nada,
  ció a sí mismo.
y en su lugar tenemos una esperan- 28 La ley nombra sumos sacerdotes a

za mejor, por la cual nos acercamos hombres débiles; pero el juramento,


a Dios. que es posterior a la ley, nombra
20 Además, esto no se hizo sin un
  sumo sacerdote al Hijo, quien ha
juramento. sido hecho perfecto para siempre.
21 Los otros sacerdotes fueron nom-

brados sin juramento, pero éste El mediador de un nuevo pacto


fue nombrado por el juramento de
aquel que le dijo:
«El Señor lo ha jurado, y no se
8 Ahora bien, el punto principal
de lo que venimos diciendo es
que el sumo sacerdote que tenemos
arrepentirá: es tal que se sentó a la derecha del
“Tú eres sacerdote para siem- trono de la Majestad en los cielos. a
pre, 2 Él es ministro del santuario, de ese

según el orden de Melquise- tabernáculo verdadero, levantado


dec”». d por el Señor y no por los hombres.
22 Por lo tanto, es Jesús quien garan-

3 Todo sumo sacerdote es designado

tiza un pacto mejor. para presentar ofrendas y sacri-


23 Ahora bien, los otros sacerdotes
  ficios, y por eso es necesario que
fueron muchos porque la muerte les también tenga algo que ofrecer.
impedía continuar; 4 Si estuviera sobre la tierra, ni si-

24 pero Jesús tiene un sacerdocio


  quiera sería sacerdote, porque aquí
inmutable porque permanece para ya hay sacerdotes que presentan las
siempre. ofrendas de acuerdo con la ley.

c 7.17: Sal 110.4. d 7.21: Sal 110.4. e 7.27: Lv 9.7. a 8.1: Sal 110.1.

1754
HEBREOS  8​, ​9

Estos sacerdotes sirven a lo que no


5  pondré mis leyes en su mente,
es más que modelo y sombra de las y las escribiré sobre su cora-
cosas celestiales, tal y como se le zón.
advirtió a Moisés cuando iba a le- Yo seré su Dios,
vantar el tabernáculo: «Ten cuidado y ellos serán mi pueblo.
de hacer todas las cosas según el 11 Ya nadie enseñará a su prójimo,
modelo que se te ha mostrado en ni le dirá a su hermano “Cono-
el monte.» b ce al Señor”,
6 Pero nuestro Sumo Sacerdote ha
  porque todos me conocerán,
recibido un ministerio mucho me- desde el más pequeño hasta el
jor, pues es mediador de un pacto más grande.
mejor, establecido sobre mejores 12 Seré misericordioso con sus
promesas. injusticias,
7Si el primer pacto hubiera sido per-
  y nunca más me acordaré de
fecto, no habría sido necesario un sus pecados
segundo pacto. ni de sus iniquidades.» c
8 Pero Dios, al reprocharles sus

13 Al decir «nuevo pacto», se ha da-

defectos, dice: do por viejo al primero; y lo que


«Vienen días (dice el Señor) es viejo y anticuado está en vías de
en que estableceré un nuevo desaparecer.
pacto
con la casa de Israel y la casa
de Judá.
9 A hora bien, incluso el primer
pacto tenía reglas para el culto,
y un santuario terrenal.
9 Ese pacto no será semejante 2 En efecto, el tabernáculo 

a estaba

al que hice con sus antepasados dispuesto así: en la primera parte,


el día en que los tomé de la llamada el Lugar Santo, estaban el
mano candelabro, b la mesa y los panes de
para sacarlos de la tierra de la proposición. c
Egipto, 3 Tras el segundo velo estaba la par-

pues ellos no fueron fieles a mi te del tabernáculo llamada el Lugar


pacto, Santísimo, d
y por eso los abandoné (dice el 4 el cual tenía un incensario de oro 

e

Señor). y el arca del pacto, totalmente recu-


10 Éste es el pacto que haré bierta de oro; f en el arca había una
con la casa de Israel: urna de oro que contenía el maná, g
Después de aquellos días (dice la vara de Aarón que reverdeció, h y
el Señor) las tablas del pacto. i

b 8.5: Ex 25.40. c 8.8-12: Jer 31.31-34. a 9.2: Ex 26.1-30. b 9.2: Ex 25.31-40.


c 9.2: Ex 25.23-30. d 9.3: Ex 26.31-33. e 9.4: Ex 30.1-6. f 9.4: Ex 25.10-16.
g 9.4: Ex 16.33. h 9.4: Nm 17.8-10. i 9.4: Ex 25.16; Dt 10.3-5.

1755
HEBREOS  9

5 Por encima del arca estaban los y no por medio de la sangre de


12  

querubines de la gloria, los cuales machos cabríos ni de becerros, si-


cubrían el propiciatorio. j Pero de esto no por medio de su propia sangre.
no se puede hablar ahora en detalle. Entró una sola vez y para siempre
6 Con todo esto dispuesto así, los
  en el Lugar Santísimo, y así obtuvo
sacerdotes entran continuamente para nosotros la redención eterna.
en la primera parte del tabernáculo 13 Si la sangre de los toros y de los

para celebrar los oficios del culto; k machos cabríos, m y las cenizas de
7 pero en la segunda parte entra
  la becerra n rociadas sobre los impu-
únicamente el sumo sacerdote, y ros, santifican para la purificación
esto sólo una vez al año, y siempre de la carne,
llevando sangre, la cual ofrece por 14 ¡cuánto más la sangre de Cristo,

sí mismo y por los pecados involun- que por medio del Espíritu eterno
tarios que el pueblo comete. l se ofreció a sí mismo sin mancha
8 Con esto el Espíritu Santo nos da a
  a Dios, limpiará de obras muertas
entender que, mientras la primera nuestra conciencia, para que sirva-
parte del tabernáculo siga en pie, el mos al Dios vivo!
camino que lleva al Lugar Santísi- 15 Por eso Cristo es mediador de un

mo aún no estará abierto. nuevo pacto, 1 para que los llamados


9 Todo esto es un símbolo para
  reciban la promesa de la herencia
el tiempo presente, de que las eterna, pues con su muerte libera a
ofrendas y sacrificios que allí se los hombres de los pecados cometi-
presentan no pueden perfeccionar dos bajo el primer pacto.
la conciencia de los que adoran así, 16 Porque cuando hay un testa-

10 ya que tienen que ver sólo con


  mento, 2 es necesario que haya
comidas y bebidas, y con diversas constancia de la muerte del que lo
ceremonias de purificación y orde- hizo,
nanzas externas, cuyo valor tiene 17 ya que un testamento no tiene

vigencia hasta que llegue el tiempo ningún valor mientras el que lo hi-
de reformarlo todo. zo siga con vida.
11 Pero Cristo vino ya, y es el sumo

18 Por eso, ni siquiera el primer pac-

sacerdote de los bienes venideros, a to se estableció sin sangre,


través del tabernáculo más amplio 19 porque después de que Moisés

y más perfecto, el cual no ha sido anunció todos los mandamientos


hecho por los hombres, es decir, que de la ley a todo el pueblo, tomó la
no es de esta creación, sangre de los becerros y de los ma-

1 9.15 La misma palabra griega significa tanto pacto como testamento. 2 9.16 La misma
palabra griega significa tanto pacto como testamento.
j 9.5: Ex 25.18-22. k 9.6: Nm 18.2-6. l 9.7: Lv 16.2-34. m 9.13: Lv 16.15-16.
n 9.13: Nm 19.9, 17-19.

1756
HEBREOS  9​, ​10

chos cabríos junto con agua, lana 27 Y así como está establecido que
escarlata y una rama de hisopo, y los hombres mueran una sola vez,
roció el libro de la ley y a todo el y después venga el juicio,
pueblo. 28 así también Cristo fue ofrecido

20 Entonces le dijo al pueblo: «Ésta


  una sola vez para llevar los peca-
es la sangre del pacto que Dios les dos de muchos; pero aparecerá por
ha mandado.» o segunda vez, ya sin relación con el
21 Además de esto, con la sangre ro-
  pecado, para salvar a los que lo es-
ció también el tabernáculo y todos peran.
los vasos del ministerio. p
22 Según la ley, casi todo es pu-

rificado con sangre; pues sin


10 La ley es apenas el contorno
de los bienes venideros, y no
su imagen real. Por eso jamás podrá
derramamiento de sangre no hay hacer perfectos a los que cada año
perdón. q se acercan a Dios para ofrecer los
mismos sacrificios.
El sacrificio de Cristo 2 Si en realidad pudiera, entonces

quita el pecado los que rinden este culto, una vez


23 Por lo tanto, era absolutamente
  limpios, dejarían de ofrecerlos, pues
necesario que las réplicas de las co- ya no tendrían más conciencia de
sas celestiales fueran purificadas así; pecado.
pero las cosas celestiales mismas ne- 3 Pero con estos sacrificios, cada año

cesitan mejores sacrificios que éstos, se hace memoria de los pecados,


24 porque Cristo no entró en el

4 porque la sangre de los toros y de

santuario hecho por los hombres, los machos cabríos no puede quitar
el cual era un mero reflejo del ver- los pecados.
dadero, sino que entró en el cielo 5 Por eso, al entrar en el mundo,

mismo para presentarse ahora ante Cristo dijo:


Dios en favor de nosotros. «No quieres sacrificio y ofren-
25 Y no entró para ofrecerse muchas
  da,
veces, como el sumo sacerdote, que pero me has dado un cuerpo.
cada año entra en el Lugar Santísi- 6 No te agradan los holocaustos
mo con sangre ajena. ni las expiaciones por el pecado.
26 Si así fuera, Cristo habría tenido
  7 Entonces dije: “Mi Dios,
que morir muchas veces desde la aquí estoy para hacer tu volun-
creación del mundo; pero ahora, tad,
al final de los tiempos, se presentó como está escrito de mí en el
una sola vez y para siempre, y se libro.”» a
ofreció a sí mismo como sacrificio 8 Al decir primero: «No quieres ni

para quitar el pecado. te agradan sacrificios ni ofrendas,

o 9.19-20: Ex 24.6-8. p 9.21: Lv 8.15. q 9.22: Lv 17.11. a 10.5-7: Sal 40.6-8.

1757
HEBREOS  10

ni holocaustos ni expiaciones por de presentar ofrendas por el peca-


el pecado» (cosas que se ofrecen do.
según la ley), 19 Hermanos, puesto que con to-

9 y luego añadir: «Aquí estoy, para


  da libertad podemos entrar en el
hacer tu voluntad», quita lo primero Lugar Santísimo por la sangre de
para establecer esto último. Jesucristo,
10 Por esa voluntad somos santifica-

20 por el camino nuevo y vivo que él

dos, mediante la ofrenda del cuerpo nos abrió a través del velo, es decir,
de Jesucristo, hecha una sola vez y de su propio cuerpo,
para siempre. 21 y puesto que tenemos un gran

11 Todo sacerdote ministra día


  sacerdote al frente de la casa de
tras día, y una y otra vez ofrece los Dios,
mismos sacrificios, los cuales nunca 22 acerquémonos con un corazón

pueden quitar los pecados. b sincero, y con la plena seguridad


12 Pero Cristo, después de ofrecer
  de la fe, con el corazón f purificado
una sola vez un solo sacrificio por de una mala conciencia, y con el
los pecados, para siempre se sentó cuerpo lavado en agua pura. g
a la derecha de Dios, 23 Mantengamos firme y sin fluc-

13 y de ahí en adelante está en es-


  tuar la esperanza que profesamos,
pera de que sus enemigos sean porque fiel es el que prometió.
puestos por estrado de sus pies. c 24 Tengámonos en cuenta unos

14 Él, por medio de una sola ofrenda,


  a otros, a fin de estimularnos al
hizo perfectos para siempre a los amor y a las buenas obras.
santificados. 25 No dejemos de congregarnos,

15 De esto nos da testimonio el Espí-


  como es la costumbre de algunos,
ritu Santo, pues primero dice: sino animémonos unos a otros; y
16 «El Señor ha dicho: con más razón ahora que vemos
Éste es el pacto que haré con que aquel día se acerca.
ellos
después de aquellos días: Advertencia a los
Pondré mis leyes en su corazón, pecadores deliberados
y las escribiré en su mente.» d 26 Si con toda intención pecamos

17Y luego añade:


  después de haber recibido el cono-
«Y nunca más me acordaré de cimiento de la verdad, ya no queda
sus pecados y transgresio- más sacrificio por los pecados
nes.» e 27sino una terrible expectativa del

18 Cuando los pecados ya han sido


  juicio y del fuego ardiente que devo-
perdonados, no hay más necesidad rará a los enemigos de Dios. h

b 10.11: Ex 29.38. c 10.12-13: Sal 110.1. d 10.16: Jer 31.33. e 10.17: Jer 31.34.


f 10.22: Lv 8.30. g 10.22: Lv 8.6. h 10.27: Is 26.11.

1758
HEBREOS  10​, ​11

Cualquiera que desobedece la ley


28   reciban lo que él ha prometido dar-
de Moisés, muere sin falta, siempre nos.
y cuando haya dos o tres testigos 37 «Porque dentro de muy poco
que declaren en su contra. i tiempo
29 ¿Y qué mayor castigo piensan
  el que ha de venir, vendrá y no
ustedes que merece el que pisotea tardará.
al Hijo de Dios y considera impura 38 Pero el justo vivirá por la fe;
la sangre del pacto, j en la cual fue y si se vuelve atrás, no será de
santificado, e insulta al Espíritu de mi agrado.» m
la gracia? 39 Pero nosotros no somos de los

30 Bien sabemos que el Señor ha


  que se vuelven atrás y se pierden,
dicho: «Mía es la venganza, yo sino de los que tienen fe y salvan
pagaré», k y también: «El Señor juz- su alma.
gará a su pueblo». l
31 ¡Horrenda cosa es caer en las ma-

La fe
nos del Dios vivo!
32 Pero recuerden ustedes los

tiempos pasados, cuando después


11 Ahora bien, tener fe es estar
seguro de lo que se espera; es
estar convencido de lo que no se ve.
de haber sido iluminados soporta- 2 Gracias a ella, nuestros antepasa-

ron ustedes los sufrimientos de una dos fueron reconocidos y aprobados.


gran lucha. 3 Por la fe entendemos que Dios

33 Algunas veces fueron expuestos


  creó el universo por medio de su
públicamente a las burlas y las aflic- palabra, a de modo que lo que aho-
ciones, y otras veces llegaron a ser ra vemos fue hecho de lo que no
compañeros de los que enfrentaban se veía.
una situación semejante. 4 Por la fe, Abel ofreció a Dios un

34 Además, ustedes también se com-


  sacrificio más aceptable que el de
padecieron de los presos, y gozosos Caín, y por eso fue reconocido co-
soportaron el despojo de sus pro- mo un hombre justo, y Dios aceptó
pios bienes, sabedores de que en los con agrado sus ofrendas. Y aunque
cielos tienen una herencia mejor y Abel está muerto, todavía habla por
permanente. medio de su fe. b
35 Por lo tanto, no pierdan la con-

5 Por la fe, Enoc traspuso sin morir

fianza, que lleva consigo una gran el umbral de la muerte, y nunca


recompensa. más se supo de él, porque Dios le
36 Lo que ustedes necesitan es tener
  hizo cruzar ese umbral; pero antes
paciencia; para que, una vez que de cruzarlo, todos reconocieron que
hayan hecho la voluntad de Dios, él era del agrado de Dios. c

i 10.28: Dt 17.6; 19.15. j 10.29: Ex 24.8. k 10.30: Dt 32.35. l 10.30: Dt 32.36.


m 10.37-38: Hab 2.3-4. a 11.3: Gn 1.1. b 11.4: Gn 4.3-10. c 11.5: Gn 5.21-24.

1759
HEBREOS  11

6 Sin fe es imposible agradar a Dios, como la arena que está a la orilla


porque es necesario que el que se del mar. i
acerca a Dios crea que él existe, y 13 Por la fe, todos ellos murieron

que sabe recompensar a quienes lo sin haber recibido lo que se les ha-
buscan. bía prometido, y sólo llegaron a ver
7 Por la fe, con mucho temor Noé
  esto a lo lejos; pero lo creyeron y lo
construyó el arca para salvar a saludaron, pues reconocieron que
su familia, cuando Dios le advir- eran extranjeros y peregrinos en
tió acerca de cosas que aún no se esta tierra. j
veían. d Fue su fe la que condenó 14 Porque los que dicen esto, clara-

al mundo, y por ella fue hecho he- mente dan a entender que buscan
redero de la justicia que viene por una patria;
medio de la fe. 15 pues si hubieran estado pensando

8 Por la fe, Abrahán obedeció cuan-


  en la patria de donde salieron, tiem-
do fue llamado, y salió sin saber a po tenían para volver.
dónde iba, y se dirigió al lugar que 16 Pero ellos anhelaban una patria

iba a recibir como herencia. e mejor, es decir, la patria celestial.


9 Por la fe, habitó en la tierra pro-
  Por eso Dios no se avergüenza de
metida como un extraño en tierra llamarse su Dios; al contrario, les
extraña, y vivió en tiendas con ha preparado una ciudad.
Isaac y Jacob, quienes eran cohere- 17 Por la fe, cuando Abrahán fue

deros de la misma promesa; f puesto a prueba, ofreció a Isaac; y


10 porque esperaba llegar a la ciudad
  el que había recibido las promesas
que tiene fundamentos, cuyo arqui- ofrecía a su único hijo, k
tecto y constructor es Dios. 18 a pesar de que Dios le había di-

11 Por la fe, Sara misma recibió


  cho: «Por medio de Isaac te vendrá
fuerzas para concebir, aunque era descendencia». l
estéril, y dio a luz, aun cuando por 19 Y es que Abrahán sabía que Dios

su edad se le había pasado el tiem- tiene poder incluso para levantar a


po, g porque creyó que era fiel quien los muertos; y en sentido figurado,
le había hecho la promesa. de entre los muertos lo volvió a re-
12 Por eso también, de un solo hom-
  cibir.
bre, que ya estaba casi muerto, 20 Por la fe, Isaac bendijo a Jacob y a

llegó a tener una multitud de des- Esaú acerca de las cosas venideras. m
cendientes, tan numerosos como las 21 Por la fe, cuando Jacob murió,

estrellas del cielo h y tan incontables bendijo a cada uno de los hijos de

d 11.7: Gn 6.13-22. e 11.8: Gn 12.1-5. f 11.9: Gn 35.27.


g 11.11: Gn 18.11-14; 21.2. h 11.12: Gn 15.5. i 11.12: Gn 22.17.
j 11.13: Gn 23.4. k 11.17: Gn 22.1-14. l 11.18: Gn 21.12.
m 11.20: Gn 27.27-29, 39-40.

1760
HEBREOS  11

José, y adoró apoyado en la punta cuando los egipcios intentaron hacer


de su bastón. n lo mismo, murieron ahogados. u
22 Por la fe, cuando José murió,

30 Por la fe, cayeron las murallas de

anunció la salida de los hijos de Is- Jericó después de rodearlas siete


rael y dio instrucciones en cuanto a días. v
qué hacer con sus restos mortales. o 31 Por la fe, la ramera Rajab no mu-

23 Por la fe, cuando Moisés nació,


  rió junto con los desobedientes, w
sus padres lo escondieron durante pues había recibido en paz a los
tres meses, p pues al ver que era un espías. x
niño muy hermoso no tuvieron mie- 32 ¿Y qué más puedo decir? Tiempo

do del decreto del rey. q me faltaría para hablar de Gedeón, y


24 Por la fe, cuando Moisés ya era
  de Barac, z de Sansón, a de Jefté, b de
adulto, rehusó llamarse hijo de la David, c así como de Samuel d y de
hija del faraón, r los profetas,
25 y prefirió ser maltratado junto

33 que por la fe conquistaron reinos,

con el pueblo de Dios, antes que impartieron justicia, alcanzaron


gozar de los deleites temporales del promesas, taparon bocas de leo-
pecado, nes, e
26 pues consideró que sufrir el opro-

34 apagaron fuegos impetuosos, 

f

bio de Cristo era una riqueza mayor escaparon del filo de la espada, sa-
que los tesoros de los egipcios. Y caron fuerzas de flaqueza, llegaron
es que su mirada estaba fija en la a ser poderosos en batallas y pusie-
recompensa. ron en fuga a ejércitos extranjeros.
27Por la fe salió de Egipto, 

s sin te- 35 Hubo mujeres que por medio

mor a la ira del rey, y se mantuvo de la resurrección recuperaron a


firme, como si estuviera viendo al sus muertos. g Pero otros fueron
Invisible. atormentados, y no aceptaron ser
28 Por la fe, celebró la pascua y el
  liberados porque esperaban obtener
rociamiento de la sangre, para que una mejor resurrección.
el que destruía a los primogénitos 36 Otros sufrieron burlas y azotes, y

no llegara a tocarlos. t hasta cadenas y cárceles. h


29 Por la fe, pasaron por el Mar

37 Fueron apedreados, 

i aserrados,

Rojo como si pisaran tierra seca; y puestos a prueba, muertos a filo

n 11.21: Gn 47.31—48.20. o 11.22: Gn 50.24-25; Ex 13.19. p 11.23: Ex 2.2.


q 11.23: Ex 1.22. r 11.24: Ex 2.10-12. s 11.27: Ex 2.15. t 11.28: Ex 12.21-30.
u 11.29: Ex 14.21-31. v 11.30: Jos 6.12-21. w 11.31: Jos 6.22-25.
x 11.31: Jos 2.1-21. y 11.32: Jue 6.11—8.32. z 11.32: Jue 4.6—5.31.
a 11.32: Jue 13.2—16.31. b 11.32: Jue 11.1—12.7. c 11.32: 1 S 16.1—1 R 2.11.
d 11.32: 1 S 1.1—25.1. e 11.33: Dn 6.1-27. f 11.34: Dn 3.1-30.
g 11.35: 1 R 17.17-24; 2 R 4.25-37.
h 11.36: 1 R 22.26-27; 2 Cr 18.25-26; Jer 20.2; 37.15; 38.6. i 11.37: 2 Cr 24.21.

1761
HEBREOS  11​, ​12

de espada; anduvieron de un lado «Hijo mío, no menosprecies la


a otro cubiertos de pieles de oveja disciplina del Señor,
y de cabra, pobres, angustiados y ni te desanimes cuando te
maltratados. reprenda;
38 Estos hombres, de los que el
  porque el Señor disciplina al
6

mundo no era digno, anduvieron que ama,


errantes por los desiertos, por los y azota a todo el que recibe
montes, por las cuevas y por las ca- como hijo.» a
vernas de la tierra. 7Si ustedes soportan la disciplina,

39 Y aunque por medio de la fe to-


  Dios los trata como a hijos. ¿Acaso
dos ellos fueron reconocidos y apro- hay algún hijo a quien su padre no
bados, no recibieron lo prometido. discipline?
40 Todo esto sucedió para que ellos

8 Pero si a ustedes se les deja sin

no fueran perfeccionados aparte de la disciplina que todo el mundo


nosotros, pues Dios había prepara- recibe, entonces ya no son hijos
do algo mejor para nosotros. legítimos, sino ilegítimos.
9 Por otra parte, tuvimos padres

Con la mirada fija en Jesús terrenales, los cuales nos disciplina-

12 Por lo tanto, también no-


sotros, que tenemos tan
grande nube de testigos a nuestro
ban, y los respetábamos. ¿Por qué
no mejor obedecer al Padre de los
espíritus, y así vivir?
alrededor, liberémonos de todo pe- 10 La verdad es que nuestros padres

so y del pecado que nos asedia, y terrenales nos disciplinaban por


corramos con paciencia la carrera poco tiempo, y como mejor les pare-
que tenemos por delante. cía, pero Dios lo hace para nuestro
2 Fijemos la mirada en Jesús, el autor
  beneficio y para que participemos
y consumador de la fe, quien por el de su santidad.
gozo que le esperaba sufrió la cruz 11 Claro que ninguna disciplina nos

y menospreció el oprobio, y se sentó pone alegres al momento de reci-


a la derecha del trono de Dios. birla, sino más bien tristes; pero
3 Por lo tanto, consideren a aquel
  después de ser ejercitados en ella,
que sufrió tanta contradicción de nos produce un fruto apacible de
parte de los pecadores, para que no justicia.
se cansen ni se desanimen.
4 En la lucha que ustedes libran

Los que rechazan la gracia de Dios
contra el pecado, todavía no han 12 Levanten, pues, las manos caídas

tenido que resistir hasta derramar y las rodillas entumecidas; b


su sangre; 13 enderecen las sendas por donde

5 y ya han olvidado la exhortación


  van, c para que no se desvíen los
que como a hijos se les dirige: cojos, sino que sean sanados.
a 12.5-6: Job 5.17; Pr 3.11-12. b 12.12: Is 35.3. c 12.13: Pr 4.26.

1762
HEBREOS  12​, ​13

Procuren vivir en paz con todos,


14   vivo, y a una incontable muche-
y en santidad, sin la cual nadie verá dumbre de ángeles,
al Señor. 23 a la congregación de los primo-

15 Tengan cuidado. No vayan a per-


  génitos que están inscritos en los
derse la gracia de Dios; no dejen cielos, a Dios, el Juez de todos, a los
brotar ninguna raíz de amargura, d espíritus de los justos que han sido
pues podría estorbarles y hacer que hechos perfectos,
muchos se contaminen con ella. 24 a Jesús, el Mediador del nuevo

16 Que no haya entre ustedes nin-


  pacto, y a la sangre rociada que ha-
gún libertino ni profano, como bla mejor que la de Abel. j
Esaú, que por una sola comida ven- 25 Tengan cuidado de no desechar

dió su primogenitura. e al que habla. Si no escaparon los que


17 Ya ustedes saben que después,
  desecharon al que los amonestaba
aunque deseaba heredar la bendi- en la tierra, k mucho menos escapa-
ción, fue rechazado y no tuvo ya remos nosotros si desechamos al
la oportunidad de arrepentirse, aun que amonesta desde los cielos.
cuando con lágrimas buscó la ben- 26 En aquella ocasión, la voz de Dios

dición. f sacudió la tierra, pero ahora ha pro-


18 Ustedes no se han acercado a
  metido: «Una vez más sacudiré no
aquel monte que se podía tocar y sólo la tierra, sino también el cie-
que ardía en llamas, ni tampoco a lo.» l
la oscuridad, a las tinieblas y a la 27Y esta frase, «Una vez más», signi-

tempestad, fica que las cosas movibles, es decir,


19ni al sonido de la trompeta, ni a la
  las cosas hechas, serán removidas
voz que hablaba, y que quienes la para que permanezcan las incon-
oyeron rogaban que no les hablara movibles.
más g 28 Así que nosotros, que hemos

20 porque no podían sobrellevar lo


  recibido un reino inconmovible,
que se les ordenaba: «Incluso si una debemos ser agradecidos y, con
bestia toca el monte, será apedreada esa misma gratitud, servir a Dios y
o atravesada con una lanza». h agradarle con temor y reverencia.
21 Lo que se veía era tan terrible,

29 Porque nuestro Dios es un fuego

que Moisés dijo: «Estoy temblando que todo lo consume. m


de miedo». i
22 Ustedes, por el contrario, se han

Deberes cristianos
acercado al monte de Sión, a la ce-
lestial Jerusalén, ciudad del Dios 13  ue el amor fraternal per-
Q
manezca en ustedes.

d 12.15: Dt 29.18. e 12.16: Gn 25.29-34. f 12.17: Gn 27.30-40.


g 12.18-19: Ex 19.16-22; 20.18-21; Dt 4.11-12; 5.22-27. h 12.20: Ex 19.12-13.
i 12.21: Dt 9.19. j 12.24: Gn 4.10. k 12.25: Ex 20.19. l 12.26: Hag 2.6.
m 12.29: Dt 4.24.

1763
HEBREOS  13

2 Y no se olviden de practicar la hos- en el santuario a causa del pecado,


pitalidad, pues gracias a ella algunos, se queman fuera del campamento. d
sin saberlo, hospedaron ángeles. a 12 De igual manera, Jesús sufrió fue-

3 Acuérdense de los presos, como si


  ra de la puerta, para santificar así al
ustedes mismos estuvieran presos pueblo mediante su propia sangre.
con ellos, y también de los que son 13 Así que salgamos con él fuera del

maltratados, como si ustedes mis- campamento, y llevemos su deshon-


mos fueran los que sufren. ra,
4 Todos ustedes deben honrar su

14 pues no tenemos aquí una ciudad

matrimonio, y ser fieles a sus cón- permanente, sino que vamos en pos
yuges; pero a los libertinos y a los de la ciudad que está por venir.
adúlteros los juzgará Dios. 15 Por lo tanto, ofrezcamos siempre a

5 Vivan sin ambicionar el dinero. Más


  Dios, por medio de Jesús, un sacri-
bien, confórmense con lo que ahora ficio de alabanza, es decir, el fruto
tienen, porque Dios ha dicho: «No te de labios que confiesen su nombre.
desampararé, ni te abandonaré». b 16 No se olviden de hacer bien ni de

6 Así que podemos decir con toda


  la ayuda mutua, porque éstos son
confianza: los sacrificios que agradan a Dios.
«El Señor es quien me ayuda; 17Obedezcan a sus pastores, y res-

no temeré lo que pueda hacer- pétenlos. Ellos cuidan de ustedes


me el hombre.» c porque saben que tienen que rendir
7Acuérdense de sus pastores, que
  cuentas a Dios. Así ellos cuidarán de
les dieron a conocer la palabra de ustedes con alegría, y sin quejarse;
Dios. Piensen en los resultados de de lo contrario, no será provechoso
su conducta, e imiten su fe. para ustedes.
8 Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y

18 Oren por nosotros, pues estamos

por los siglos. seguros de tener la conciencia tranqui-


9No se dejen llevar por doctrinas di-
  la y deseamos portarnos bien en todo.
versas y extrañas. Es mejor afirmar 19 Pido especialmente sus oraciones,

el corazón con la gracia, y no con para que pronto pueda volver a es-
alimentos, los cuales nunca fueron tar con ustedes.
de provecho para los que se ocupa-
ron de ellos. Bendición y saludos
10 Nosotros tenemos un altar, del

finales
cual no tienen derecho de comer 20 Que el Dios de paz, que resucitó

los que sirven en el tabernáculo. de los muertos a nuestro Señor Jesu-


11 Los cuerpos de los animales cuya
  cristo, el gran pastor de las ovejas,
sangre introduce el sumo sacerdote por la sangre del pacto eterno,

a 13.2: Gn 18.1-8; 19.1-3. b 13.5: Dt 31.6, 8; Jos 1.5. c 13.6: Sal 118.6.


d 13.11: Lv 16.27.

1764
HEBREOS  13

los capacite para toda buena obra,


21   Quiero que sepan que nuestro her-
23  

para que hagan su voluntad, y haga mano Timoteo ya está en libertad; si


en ustedes lo que a él le agrada, por llega pronto, iré con él a verlos.
medio de Jesucristo. A él sea la gloria 24 Saluden a todos sus pastores y

por los siglos de los siglos. Amén. a todos los santos. Los de Italia les
22 Hermanos, les ruego que reciban
  mandan saludos.
con paciencia estas palabras que les he 25 Que la gracia sea con todos ustedes.

escrito, como una breve exhortación. Amén.

1765
CARTA DE

SANTIAGO
9 El hermano pobre debe sentirse

Saludo orgulloso cuando sea exaltado;

1
10 el rico debe sentirse igual cuando
Yo, Santiago, a siervo de Dios y  

del Señor Jesucristo, saludo a las sea humillado, porque las riquezas
doce tribus que están en la disper- pasan como las flores del campo:
11 en cuanto sale el sol, quemándolo
sión.  

todo con su calor, la hierba se mar-


La sabiduría que viene de Dios chita b y su flor se cae, con lo que su
2 Hermanos míos, considérense

hermosa apariencia se desvanece.
muy dichosos cuando estén pasando Así también se desvanecerá el rico
por diversas pruebas. en todas sus empresas.
3 Bien saben que, cuando su fe es

puesta a prueba, produce paciencia. Enfrentando las pruebas


4 Pero procuren que la paciencia
  Dichoso el que hace frente a la
12  

complete su obra, para que sean tentación; porque, pasada la prueba,


perfectos y cabales, sin que les fal- se hace acreedor a la corona de vida,
ta nada. la cual Dios ha prometido dar a quie-
5 Si alguno de ustedes requiere de
  nes lo aman.
13 Cuando alguien sea tentado, no
sabiduría, pídasela a Dios, y él se la da-  

rá, pues Dios se la da a todos en abun- diga que ha sido tentado por Dios,
dancia y sin hacer ningún reproche. porque Dios no tienta a nadie, ni
6 Pero tiene que pedir con fe y sin
  tampoco el mal puede tentar a Dios.
14 Al contrario, cada uno es tentado
dudar nada, porque el que duda es  

como las olas del mar, que el viento cuando se deja llevar y seducir por
agita y lleva de un lado a otro. sus propios malos deseos.
7Quien sea así, no piense que reci- 15 El fruto de estos malos deseos, una

birá del Señor cosa alguna, vez concebidos, es el pecado; y el fru-


8 pues quienes titubean son incons-
  to del pecado, una vez cometido, es la
tantes en todo lo que hacen. muerte.

a 1.1: Mt 13.55; Mc 6.3; Hch 15.13; Gl 1.19. b 1.10-11: Is 40.6-7.

1766
SANTIAGO  1​, ​2

Queridos hermanos míos, no se


16 
Delante de Dios, la religión pura
27 
equivoquen. y sin mancha consiste en ayudar a
17 Toda buena dádiva y todo don
  los huérfanos y a las viudas en sus
perfecto descienden de lo alto, del aflicciones, y en mantenerse limpio
Padre de las luces, en quien no hay de la maldad de este mundo.
cambio ni sombra de variación.
18 Él, por su propia voluntad, nos
  Amonestación contra
hizo nacer por medio de la palabra la discriminación

2
de verdad, para que seamos los pri- Hermanos míos, ustedes que tie-
meros frutos de su creación. nen fe en nuestro glorioso Señor
Jesucristo, no deben hacer diferencias
Poniendo en práctica la palabra entre las personas.
19Por eso, amados hermanos míos,
  2 Puede darse el caso de que al lugar

todos ustedes deben estar dispuestos donde ustedes se reunen llegue al-
a oír, pero ser lentos para hablar y guien vestido con ropa elegante y con
para enojarse, anillos de oro, y llegue también un
20 porque quien se enoja no promue-
  pobre vestido con ropa andrajosa.
ve la justicia de Dios. 3 Si ustedes reciben gustosos al que vis-

21 Así que despójense de toda impure-
  te la ropa elegante, y le dicen: «Venga
za y de tanta maldad, y reciban con usted, siéntese aquí, que es un buen
mansedumbre la palabra sembrada, lugar», pero al pobre le dicen: «Tú, qué-
que tiene el poder de salvarlos. date allá de pie, o siéntate en el suelo»,
22 Pero pongan en práctica la palabra,
  4 ¿acaso no están discriminando entre

y no se limiten sólo a oírla, pues se es- ustedes y haciendo juicios malinten-


tarán engañando ustedes mismos. cionados?
23 El que oye la palabra pero no la
  5 Amados hermanos míos, escuchen

pone en práctica es como el que se esto: ¿Acaso no ha escogido Dios a los


mira a sí mismo en un espejo: pobres de este mundo para que sean
24 se ve a sí mismo, pero en cuanto
  ricos en fe y herederos del reino que
se va, se olvida de cómo es. él ha prometido a los que lo aman?
25 En cambio, el que fija la mirada
  6 ¡Pero ustedes han despreciado a los

en la ley perfecta, que es la ley de la pobres! ¿Acaso no son los ricos quie-
libertad, y no se aparta de ella ni se nes los explotan a ustedes, y quienes
contenta sólo con oírla y olvidarla, los llevan ante los tribunales?
sino que la practica, será dichoso en 7¿Acaso no son ellos los que blasfe-

todo lo que haga. man contra el precioso nombre que


26 Si alguno de ustedes cree ser re-
  fue invocado sobre ustedes?
ligioso, pero no refrena su lengua, 8 Bien harán ustedes en cumplir la

se engaña a sí mismo y su religión ley suprema de la Escritura: «Ama-


no vale nada. rás a tu prójimo como a ti mismo»; a

a 2.8: Lv 19.18.

1767
SANTIAGO  2​, ​3

pero si ustedes hacen diferencia en-


9  Tú crees que Dios es uno, y haces
19 

tre una persona y otra, cometen un bien. ¡Pues también los demonios lo
pecado y son culpables ante la ley. creen, y tiemblan!
10 Porque cualquiera que cumpla to-

20 ¡No seas tonto! ¿Quieres pruebas

da la ley, pero que falle en un solo de que la fe sin obras es muerta?


mandato, ya es culpable de haber 21 ¿Acaso nuestro padre Abrahán no

fallado en todos. fue justificado por las obras cuando


11 Porque el que dijo «No cometerás
  ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? d
adulterio» b también dijo «No mata- 22 ¿No ves que la fe de Abrahán ac-

rás». c Es decir, que alguien puede tuó juntamente con sus obras, y que
no cometer adulterio, pero si mata, su fe se perfeccionó por las obras?
ya ha violado la ley. 23 Y se cumplió la Escritura que di-

12 Hablen y vivan como quienes van


  ce: «Abrahán creyó a Dios, y eso
a ser juzgados por la ley que nos da le fue contado por justicia», e por lo
libertad, que fue llamado «amigo de Dios». f
13 pues a los que no tienen compa-

24 Como pueden ver, podemos ser

sión de otros, tampoco se les tendrá justificados por las obras, y no sola-
compasión cuando sean juzgados, mente por la fe.
porque la compasión prevalece so- 25 Lo mismo sucedió con Rajab, la

bre el juicio. prostituta. ¿Acaso no fue justificada


por las obras, cuando hospedó a los
La fe sin obras es muerta mensajeros y los ayudó a escapar
Hermanos míos, ¿de qué sirve
14   por otro camino? g
26 Pues así como el cuerpo está
decir que se tiene fe, si no se tienen  

obras? ¿Acaso esa fe puede salvar? muerto si no tiene espíritu, también


15 Si un hermano o una hermana
  la fe está muerta si no tiene obras.
están desnudos, y no tienen el ali-
mento necesario para cada día, La lengua

3
16 y alguno de ustedes les dice: «Va-
  Hermanos míos, no se convierta
yan tranquilos; abríguense y coman la mayoría de ustedes en maes-
hasta quedar satisfechos», pero no tros. Bien saben que el juicio que
les da lo necesario para el cuerpo, recibiremos será mayor.
¿de qué sirve eso? 2 Todos cometemos muchos errores.

17Lo mismo sucede con la fe: si no


  Quien no comete errores en lo que di-
tiene obras, está muerta. ce, es una persona perfecta, y además
18 Pero alguien podría decir: «Tú
  capaz de dominar todo su cuerpo.
tienes fe, y yo tengo obras. Muéstra- 3 A los caballos les ponemos un freno

me tu fe sin obras, y yo te mostraré en la boca, para que nos obedezcan, y


mi fe por mis obras.» así podemos controlar todo su cuerpo.

b 2.11: Ex 20.14; Dt 5.18. c 2.11: Ex 20.13; Dt 5.17. d 2.21: Gn 22.1-14.


e 2.23: Gn 15.6. f 2.23: 2 Cr 20.7; Is 41.8. g 2.25: Jos 2.1-21.

1768
SANTIAGO  3​, ​4

4 Y fíjense en los barcos: Aunque conducta, y por medio de actos rea-
son muy grandes e impulsados por lizados con la humildad propia de
fuertes vientos, se les dirige por un la sabiduría.
timón muy pequeño, y el piloto los 14 Pero si ustedes abrigan en su

lleva por donde quiere. corazón amargura, envidia y riva-


5 Así es la lengua. Aunque es un
  lidad, no tienen de qué presumir y
miembro muy pequeño, se jacta de están falseando la verdad.
grandes cosas. ¡Vean qué bosque 15 Esta clase de sabiduría no es la

tan grande puede incendiarse con que desciende de lo alto, sino que
un fuego tan pequeño! es terrenal, estrictamente humana,
6 Y la lengua es fuego; es un mun-
  y diabólica.
do de maldad. La lengua ocupa un 16 Pues donde hay envidias y riva-

lugar entre nuestros miembros, pero lidades, allí hay confusión y toda
es capaz de contaminar todo el cuer- clase de mal.
po; si el infierno la prende, puede 17Pero la sabiduría que viene de lo

inflamar nuestra existencia entera. alto es, ante todo, pura, y además
7 La gente puede domesticar y, en
  pacífica, amable, benigna, llena de
efecto, ha domesticado, a toda clase compasión y de buenos frutos, ecuá-
de bestias, aves, serpientes y anima- nime y genuina.
les marinos, 18 Y el fruto de la justicia se siembra

8 pero nadie puede domesticar a la


  en paz para los que trabajan por la
lengua. Ésta es un mal indómito, paz.
que rebosa de veneno mortal.
9 Con la lengua bendecimos al Dios
  La amistad con el mundo
y Padre, y con ella maldecimos a
los seres humanos, que han sido
creados a imagen de Dios. a
4 ¿De dónde vienen las guerras y
las peleas entre ustedes? ¿Acaso
no vienen de sus pasiones, las cuales
10 De la misma boca salen bendicio-
  luchan dentro de ustedes mismos?
nes y maldiciones. Hermanos míos, 2 Si ustedes desean algo, y no lo ob-

¡esto no puede seguir así! tienen, entonces matan. Si arden


11 ¿Acaso de una misma fuente puede
  de envidia y no consiguen lo que
brotar agua dulce y agua amarga? desean, entonces discuten y luchan.
12 No es posible, hermanos míos, que
  Pero no obtienen lo que desean,
la higuera dé aceitunas, o que la vid porque no piden;
dé higos. Ni tampoco puede ninguna 3 y cuando piden algo, no lo reciben

fuente dar agua salada y agua dulce. porque lo piden con malas inten-
ciones, para gastarlo en sus propios
La sabiduría de lo alto placeres.
¿Quién de ustedes es sabio y en-
13  4 ¡Ay, gente adúltera! ¿No saben que

tendido? Demuéstrelo con su buena la amistad con el mundo es enemis-

a 3.9: Gn 1.26.

1769
SANTIAGO  4​, ​5

tad con Dios? Todo aquel que quiera estaremos allá un año, y haremos
ser amigo del mundo, se declara negocios, y ganaremos dinero.»
enemigo de Dios. 14 ¡Si ni siquiera saben cómo será el día

5 No crean que la Escritura dice en


  de mañana! b ¿Y qué es la vida de us-
vano: «Ardientemente nos desea el tedes? Es como la neblina, que en un
Espíritu que él ha hecho habitar en momento aparece, y luego se evapora.
nosotros.» 15 Lo que deben decir es: «Si el Señor

6 Pero la gracia que él nos da es ma-


  quiere, viviremos y haremos esto o
yor. Por eso dice: «Dios se opone a aquello.»
los soberbios, y da gracia a los hu- 16 Pero ustedes se jactan con arrogan-

mildes.» a cia, y toda jactancia de este tipo es


7 Por lo tanto, sométanse a Dios;
  mala.
opongan resistencia al diablo, y él 17El que sabe hacer lo bueno, y no

huirá de ustedes. lo hace, comete pecado.


8 Acérquense a Dios, y él se acerca-

rá a ustedes. ¡Límpiense las manos, Contra los ricos opresores


pecadores! Y ustedes, los pusiláni-
mes, ¡purifiquen su corazón!
9¡Lloren, aflíjanse, hagan lamentos!

5 Ahora, ustedes los ricos, escu-
chen con cuidado. ¡Lloren a voz
en cuello por las calamidades que les
¡Conviertan su risa en llanto, y su sobrevendrán!
alegría en tristeza! 2 Sus riquezas están podridas, y sus

10 ¡Humíllense ante el Señor, y él los


  ropas están carcomidas por la polilla.
exaltará! 3 Su oro y su plata están llenos de

moho, y ese mismo moho los acu-


No juzguen a los hermanos sará, y los consumirá como el fuego.
Hermanos, no hablen mal los
11   Ustedes acumulan riquezas, ¡hasta
unos de los otros. El que habla mal en los últimos tiempos! a
del hermano y lo juzga, habla mal de 4 Pero claman contra ustedes los

la ley y juzga a la ley. Y si tú juzgas sueldos que, con engaños, no han


a la ley, te eriges en juez de la ley, y pagado a los que trabajaron levan-
no en alguien que debe cumplirla. tando sus cosechas. ¡Y el clamor de
12 La ley la ha dado Uno solo, el cual
  esos trabajadores ha llegado a los
tiene poder para salvar y destruir. oídos del Señor de los ejércitos! b
Pero tú, ¿quién eres para juzgar a 5 Aquí en la tierra, ustedes han vivi-

tu prójimo? do rodeados de placeres, y lo único


que han logrado es engordar para
Nada sabemos del mañana el día de la matanza.
Ahora escuchen con cuidado,
13   6 A la gente honrada la han conde-

ustedes los que dicen: «Hoy o ma- nado a morir, sin que ellos pudieran
ñana iremos a tal o cual ciudad, y defenderse.

a 4.6: Pr 3.34. b 4.13-14: Pr 27.1. a 5.2-3: Mt 6.19. b 5.4: Dt 24.14-15.

1770
SANTIAGO  5

Oración y paciencia ¿Hay alguien entre ustedes, que


13 

Pero ustedes, hermanos, tengan


7  esté afligido? Que ore a Dios. ¿Algu-
paciencia hasta la venida del Señor. no de ustedes está de buen humor?
Fíjense en el labrador, cómo espera Que cante alabanzas.
el preciado fruto de la tierra, y cómo 14 ¿Hay entre ustedes algún enfer-

aguarda con paciencia a que lleguen mo? Que se llame a los ancianos
las lluvias tempranas y tardías. de la iglesia, para que oren por él y
8 También ustedes, tengan paciencia
  lo unjan con aceite f en el nombre
y manténganse firmes, que ya está del Señor.
cerca la venida del Señor. 15 La oración de fe sanará al enfer-

9 Hermanos, no se quejen unos de


  mo, y el Señor lo levantará de su
otros, para que no sean condena- lecho. Si acaso ha pecado, sus pe-
dos. ¡Vean que el juez ya está a la cados le serán perdonados.
puerta! 16 Confiesen sus pecados unos a

10 Hermanos míos, tomen como


  otros, y oren unos por otros, para
ejemplo de sufrimiento y de pacien- que sean sanados. La oración del
cia a los profetas que hablaron en el justo es muy poderosa y efectiva.
nombre del Señor. 17Elías era un hombre con limitacio-

11 Recuerden que nosotros con-


  nes semejantes a las nuestras. Pero
sideramos dichosos a los que oró con fervor para que no lloviera,
pacientemente sufren. Ustedes ya y durante tres años y seis meses no
han sabido de la paciencia de Job, c llovió sobre la tierra. g
y saben también cómo lo trató el 18 Después volvió a orar, y el cielo

Señor al final, porque él es todo dejó caer su lluvia, y la tierra dio


compasión y misericordia. d sus frutos. h
12 Pero sobre todo, hermanos míos,

19 Hermanos, si alguno de ustedes

no juren ni por el cielo, ni por la se ha apartado de la verdad, y otro


tierra, ni por ninguna otra cosa. lo hace volver a ella,
Cuando digan «sí», que sea «sí»; y 20 sepan que el que haga volver al

cuando digan «no», que sea «no». pecador de su mal camino, lo salva-
De lo contrario, caerán en conde- rá de la muerte y cubrirá una gran
nación. e cantidad de pecados. i

c 5.11: Job 1.21-22; 2.10. d 5.11: Sal 103.8. e 5.12: Mt 5.34-37. f 5.14: Mc 6.13.


g 5.17: 1 R 17.1; 18.1. h 5.18: 1 R 18.42-45. i 5.20: Pr 10.12.

1771
PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL

SAN PEDRO
por algún tiempo diversas pruebas
Saludo y aflicciones;

1
7 pero cuando la fe de ustedes sea
Yo, Pedro, apóstol de Jesucristo,  

saludo a los que se hallan ex- puesta a prueba, como el oro, habrá
patriados y dispersos en el Ponto, de manifestarse en alabanza, glo-
Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, ria y honra el día que Jesucristo se
y que fueron elegidos, revele. El oro es perecedero y, sin
2 según el propósito de Dios Padre
  embargo, se prueba en el fuego; ¡y
y mediante la santificación del Es- la fe de ustedes es mucho más pre-
píritu, para obedecer a Jesucristo y ciosa que el oro!
8 Ustedes aman a Jesucristo sin ha-
ser limpiados con su sangre. Que  

la gracia y la paz les sean multipli- berlo visto, y creen en él aunque


cadas. ahora no lo ven, y se alegran con
gozo inefable y glorioso,
Una esperanza viva 9 porque están alcanzando la meta

Bendito sea el Dios y Padre de


3  de su fe, que es la salvación.
10 Los profetas que hablaron de la
nuestro Señor Jesucristo, que por su  

gran misericordia y mediante la re- gracia destinada a ustedes, estudia-


surreción de Jesucristo nos ha hecho ron e investigaron con detalle todo
nacer de nuevo a una esperanza viva, acerca de esta salvación.
4 para que recibamos una herencia 11 Ellos querían determinar a quién

incorruptible, incontaminada e im- y a qué momento se refería el Espí-


perecedera. Esta herencia les está ritu de Cristo que estaba en ellos,
reservada en los cielos cuando anunciaba de antemano los
5 a ustedes, que por medio de la fe

sufrimientos de Cristo y las glorias
son protegidos por el poder de Dios, que les seguirían.
12 Dios les hizo saber que su tarea
para que alcancen la salvación, lista  

ya para manifestarse cuando llegue no era para ellos mismos, sino para
el momento final. nosotros, y que sólo administraban
6 Esto les causa gran regocijo, aun

lo que a ustedes ahora les anuncian
cuando les sea necesario soportar aquellos que les han predicado el

1772
1 PEDRO  1​, ​2

evangelio por el Espíritu Santo en- tengan puesta su fe y su esperanza


viado del cielo. Éstas son cosas que en Dios.
aun los ángeles quisieran contem- 22 Y ahora, ya que se han purifi-

plar. cado mediante su obediencia a la


verdad, para amar sinceramente a
Llamamiento a una vida santa sus hermanos, ámense los unos a
Por lo tanto, preparen su mente
13  los otros de todo corazón,
23 pues ustedes han nacido de
para la acción, estén atentos y pon-  

gan toda su esperanza en la gracia nuevo, y no de una simiente pe-


que recibirán cuando Jesucristo sea recedera, sino de una simiente
manifestado. imperecedera, por la palabra de
14 Pórtense como hijos obedientes, y
  Dios que vive y permanece para
no sigan los dictados de sus anterio- siempre.
24 Porque:
res malos deseos, de cuando vivían  

en la ignorancia. «Todo hombre es como la


15 Al contrario, vivan una vida com-
  hierba,
pletamente santa, porque santo es Y toda su gloria es como una
aquel que los ha llamado. flor.
16 Escrito está: «Sean santos, porque
  La hierba se seca, y la flor se
yo soy santo.» a marchita,
17Si ustedes llaman «Padre» a aquel
  25 pero la palabra del Señor per-
que al juzgar se fija en lo que se ha manece para siempre.» b
hecho, y no en quién lo hizo, vivan Y éstas son las buenas noticias que
el resto de sus vidas en el temor se les han anunciado.
de Dios.
18 Ustedes saben que fueron rescata-

dos de una vida sin sentido, la cual


2 Por lo tanto, desechen toda clase
de maldad, todo engaño e hi-
pocresía, envidias y toda clase de
heredaron de sus padres; y que ese calumnia.
rescate no se pagó con cosas corrup- 2 Busquen, como los niños recién

tibles, como el oro y la plata, nacidos, la leche espiritual no adul-


19 sino con la sangre preciosa de
  terada, para que por medio de ella
Cristo, sin mancha y sin contami- crezcan y sean salvos,
nación, como la de un cordero, 3 si es que han probado ya la bondad

20 que ya había sido destinado desde


  del Señor. a
antes de que Dios creara el mundo,
pero que se manifestó en estos úl- La piedra viva
timos tiempos por amor a ustedes. Acérquense a él, a la piedra viva
4 
21 Por él ustedes creen en Dios, que
  que los hombres desecharon, pero
fue quien lo resucitó de los muertos que para Dios es una piedra escogida
y lo ha glorificado, para que ustedes y preciosa.

a 1.16: Lv 11.44-45; 19.2. b 1.24-25: Is 40.6-9. a 2.3: Sal 34.8.

1773
1 PEDRO  2

5 Y ustedes también, como piedras nos, les ruego que se aparten de los
vivas, sean edificados como casa deseos pecaminosos que batallan
espiritual y sacerdocio santo, para contra el alma.
ofrecer sacrificios espirituales que 12 Mantengan una buena conducta

Dios acepte por medio de Jesucristo. entre los no creyentes para que,
6 Por eso dice la Escritura:
  aunque los acusen de malhechores,
«¡Miren! Yo pongo en Sión al ver las buenas obras de ustedes
la principal piedra angular, glorifiquen a Dios el día que él nos
escogida y preciosa; visite.
y el que crea en ella no será 13 Por causa del Señor, muéstrense

avergonzado.» b respetuosos de toda institución hu-


7Para ustedes, los que creen, él es de
  mana, se trate del rey, porque es el
gran valor; pero para los que no creen: que gobierna,
«La piedra que desecharon los 14 o de sus gobernadores, porque el

edificadores rey los ha enviado para castigar a


ha llegado a ser la piedra los malhechores y para elogiar a los
angular», c que hacen el bien.
8 y también:

15 La voluntad de Dios es que us-

«Una piedra de tropiezo, tedes practiquen el bien, para que


y una roca que hace tropezar.» d así hagan callar la ignorancia de la
Porque al ser desobedientes, ellos gente insensata.
tropiezan en la palabra, para lo cual 16 Hagan uso de su libertad, pero no

estaban ya destinados. la usen como pretexto para hacer lo


malo, sino para servir a Dios.
El pueblo de Dios 17Respeten a todos. Amen a los her-

Pero ustedes son linaje escogido,


9  manos. Teman a Dios y respeten al
real sacerdocio, nación santa, e pue- rey.
18 Ustedes los criados, muéstrense
blo adquirido por Dios, f para que  

anuncien los hechos maravillosos de respetuosos con sus amos; no sólo


aquel que los llamó de las tinieblas con los que son buenos e indulgen-
a su luz admirable. tes, sino también con los que son
10 Antes, ustedes no eran un pueblo;
  difíciles de sobrellevar.
19 El soportar sufrimientos injus-
¡pero ahora son el pueblo de Dios!; an-  

tes no habían sido compadecidos, pero tos es digno de elogio, si quien los
ahora ya han sido compadecidos. g soporta lo hace por motivos de con-
ciencia delante de Dios.
Vivan como siervos de Dios 20 Porque ¿qué mérito hay en so-

Amados hermanos, como si us-


11  portar malos tratos por hacer algo
tedes fueran extranjeros y peregri- malo? Pero cuando se sufre por ha-

b 2.6: Is 28.16. c 2.7: Sal 118.22. d 2.8: Is 8.14-15. e 2.9: Ex 19.5-6.


f 2.9: Dt 4.20; 7.6; 14.2; 26.18; Tit 2.14. g 2.10: Os 2.23.

1774
1 PEDRO  2​, ​3

cer el bien y se aguanta el castigo, tipo de belleza es muy valorada por


entonces sí es meritorio ante Dios. Dios.
21 Y ustedes fueron llamados para

5 Porque así era la belleza de aque-

esto. Porque también Cristo sufrió llas santas mujeres que en los
por nosotros, con lo que nos dio tiempos antiguos esperaban en
un ejemplo para que sigamos sus Dios y mostraban respeto por sus
pasos. esposos.
22 Cristo no cometió ningún pecado,

6 Por ejemplo, Sara obedecía a

ni hubo engaño en su boca. h Abrahán y lo llamaba señor. c Y us-


23 Cuando lo maldecían, no respon-
  tedes son sus hijas, si hacen el bien
día con maldición; cuando sufría, y viven libres de temor.
no amenazaba, sino que remitía su 7 De la misma manera, ustedes,

causa al que juzga con justicia. los esposos, sean comprensivos con
24 Él mismo llevó en su cuerpo nues-
  ellas en su vida matrimonial. d Hón-
tros pecados al madero, para que renlas, pues como mujeres son más
nosotros, muertos ya al pecado, delicadas, y además, son coherederas
vivamos para la justicia. Por sus con ustedes del don de la vida. Así
heridas fueron ustedes sanados. i las oraciones de ustedes no encon-
25 Porque ustedes eran como ovejas
  trarán ningún estorbo.
descarriadas, j pero ahora se han
vuelto al Pastor que cuida de sus Una buena conciencia
vidas. En fin, únanse todos en un mis-
8 

mo sentir; sean compasivos, mise-


Deberes conyugales ricordiosos y amigables; ámense

3 Así también ustedes, las espo-


sas, respeten a sus esposos, a a
fin de que los que no creen a la pa-
fraternalmente
9 y no devuelvan mal por mal, ni

maldición por maldición. Al contra-


labra, puedan ser ganados más por rio, bendigan, pues ustedes fueron
la conducta de ustedes que por sus llamados para recibir bendición.
palabras, 10 Porque:

2 cuando ellos vean su conducta cas-


  «El que quiera amar la vida
ta y respetuosa. Y llegar a ver días buenos,
3 Que la belleza de ustedes no de-
  debe refrenar su lengua del
penda de lo externo, es decir, de mal,
peinados ostentosos, adornos de oro Y sus labios no deben mentir.
o vestidos lujosos, b 11 Debe apartarse del mal y
4 sino de lo interno, del corazón, de
  hacer el bien,
la belleza incorruptible de un es- buscar la paz, y seguirla.
píritu cariñoso y sereno, pues este

h 2.22: Is 53.9. i 2.24: Is 53.5. j 2.25: Is 53.6. a 3.1: Ef 5.22; Col 3.18.


b 3.3: 1 Ti 2.9. c 3.6: Gn 18.12. d 3.7: Ef 5.25; Col 3.19.

1775
1 PEDRO  3​, ​4

12 Porque los ojos del Señor están ocho en total, fueron salvadas por
sobre los justos, medio del agua. h
y sus oídos están atentos a sus 21 Todo esto es símbolo del bautis-

oraciones; mo (el cual no consiste en lavar las


pero el rostro del Señor está impurezas del cuerpo sino en el
en contra de los que hacen compromiso ante Dios de tener una
el mal.» e buena conciencia) que ahora nos sal-
13 ¿Quién podrá hacerles daño, si
  va por la resurrección de Jesucristo,
22 quien subió al cielo y está a la
ustedes siguen el bien?  

14 ¡Dichosos ustedes, si sufren por


  derecha de Dios, y a quien están
causa de la justicia! f Así que no les sujetos los ángeles, las autoridades
tengan miedo, ni se asusten. y las potestades.
15 Al contrario, honren en su co-

razón a Cristo, como Señor, g y Buenos administradores


manténganse siempre listos para de la gracia de Dios
defenderse, con mansedumbre y
respeto, ante aquellos que les pidan
explicarles la esperanza que hay en
4 Puesto que Cristo sufrió por
nosotros en su cuerpo, también
ustedes deben adoptar esa misma
ustedes. actitud, porque quien sufre en su
16 Tengan una buena conciencia, pa-
  cuerpo pone fin al pecado,
ra que sean avergonzados aquellos 2 para que el tiempo que le queda

que murmuran y dicen que ustedes de vida en este mundo lo viva con-
son malhechores, y los calumnian forme a la voluntad de Dios y no
por su buena conducta en Cristo. conforme a los deseos humanos.
17Es mejor que ustedes sufran por
  3 Baste el tiempo pasado para ha-

hacer el bien, si Dios así lo quiere, ber hecho lo que agrada a los no
que por hacer el mal. creyentes, que viven entregados
18 Porque también Cristo padeció
  al libertinaje y las pasiones, a las
una sola vez por los pecados, el jus- borracheras, orgías, disipaciones y
to por los injustos, para llevarnos a detestables idolatrías.
Dios. En el cuerpo, sufrió la muerte; 4 Para ellos resulta extraño que us-

pero en el espíritu fue vivificado; tedes ya no los acompañen en ese


19 en el espíritu también, fue y pre-
  mismo desenfreno y libertinaje, y
dicó a los espíritus encarcelados, por eso los ultrajan;
20 a los que en otro tiempo deso-
  5 pero tendrán que dar cuenta de

bedecieron, en los días de Noé, ello al que está preparado para juz-
cuando Dios esperaba con pacien- gar a los vivos y a los muertos.
cia mientras se preparaba el arca, 6 Por esto también a los muertos se

en la que unas cuantas personas, les predicó el evangelio, para que

e 3.10-12: Sal 34.12-16. f 3.14: Mt 5.10. g 3.14-15: Is 8.12-13.


h 3.20: Gn 6.1—7.24.

1776
1 PEDRO  4​, ​5

sean juzgados en su cuerpo según bre de Cristo! ¡Sobre ustedes reposa


los criterios humanos, pero vivan el glorioso Espíritu de Dios! 1
en el espíritu según Dios. 15 Que ninguno de ustedes sufra por

7 El fin de todo se acerca. Por lo


  ser homicida, ladrón o malhechor,
tanto, pórtense juiciosamente y no ni por meterse en asuntos ajenos.
dejen de orar. 16 Pero tampoco tenga ninguno ver-

8 Por sobre todas las cosas, ámense


  güenza si sufre por ser cristiano. Al
intensamente los unos a los otros, contrario, glorifique a Dios por lle-
porque el amor cubre infinidad de var ese nombre.
pecados. a 17Ya es tiempo de que el juicio co-

9 Bríndense mutuo hospedaje, pero


  mience por la casa de Dios; y si
no lo hagan a regañadientes. comienza primero por nosotros,
10 Ponga cada uno al servicio de los
  ¿cómo será el fin de los que no obe-
demás el don que haya recibido, y decen al evangelio de Dios?
sea un buen administrador de la 18 Además:

gracia de Dios en sus diferentes «Si el justo con dificultad se


manifestaciones. salva,
11 Cuando hable alguno, hágalo
  ¿En dónde quedarán el impío y
ciñéndose a las palabras de Dios; el pecador?» b
cuando alguno sirva, hágalo según 19 Así que aquellos que sufren por

el poder que Dios le haya dado, pa- cumplir la voluntad de Dios, enco-
ra que Dios sea glorificado en todo mienden su alma al fiel Creador, y
por medio de Jesucristo, de quien hagan el bien.
son la gloria y el poder por los siglos
de los siglos. Amén. Cuidando de la grey de Dios

La vida cristiana y el sufrimiento


12 Amados hermanos, no se sor-

5 Yo, que he sido testigo de los su-
frimientos de Cristo y que he par-
ticipado de la gloria que será revelada,
prendan de la prueba de fuego a como anciano que soy les ruego a los
que se ven sometidos, como si les ancianos que están entre ustedes:
estuviera sucediendo algo extraño. 2 Cuiden de la grey de Dios, 

a que
13 Al contrario, alégrense de ser
  está bajo su cuidado. Pero háganlo
partícipes de los sufrimientos de de manera voluntaria y con el deseo
Cristo, para que también se ale- de servir, y no por obligación ni por
gren grandemente cuando la gloria el mero afán de lucro.
de Cristo se revele. 3 No traten a la grey como si uste-

14 ¡Bienaventurados ustedes, cuando


  des fueran sus amos. Al contrario,
sean insultados por causa del nom- sírvanle de ejemplo.

1 4.14 Algunos mss. tardíos añaden la frase Ciertamente, por parte de ellos él es
blasfemado, pero por parte de ustedes es glorificado.
a 4.8: Pr 10.12. b 4.18: Pr 11.31. a 5.2: Jn 21.15-17.

1777
1 PEDRO  5

4 Así, cuando se manifieste el Prínci- el mundo sus hermanos están en-


pe de los pastores, ustedes recibirán frentando los mismos sufrimientos,
la corona incorruptible de gloria. 10 pero el Dios de toda gracia, que en

5 También ustedes, los jóvenes,


  Cristo nos llamó a su gloria eterna,
muestren respeto ante los ancianos, los perfeccionará, afirmará, forta-
y todos ustedes, practiquen el mutuo lecerá y establecerá después de un
respeto. Revístanse de humildad, breve sufrimiento.
porque: 11 A él sea dado el poder por los si-

«Dios resiste a los soberbios, glos de los siglos. Amén.


pero se muestra favorable a los
humildes.» b Saludos finales
6 Por lo tanto, muestren humildad
  Les he escrito brevemente por
12  
bajo la poderosa mano de Dios, para medio de Silvano, d a quien considero
que él los exalte a su debido tiem- un hermano fiel, para darles ánimo
po. c y asegurarles que ya están en la ver-
7 Descarguen en él todas sus an-
  dadera gracia de Dios, que es ésta.
gustias, porque él tiene cuidado de 13 La iglesia que está en Babilonia, y

ustedes. que fue elegida juntamente con us-


8 Sean prudentes y manténganse
  tedes, les manda saludos, lo mismo
atentos, porque su enemigo es el que mi hijo Marcos. e
diablo, y él anda como un león ru- 14 Salúdense unos a otros con un

giente, buscando a quien devorar. beso de amor fraternal. Que la paz


9 Pero ustedes, manténganse firmes
  sea con todos ustedes, los que están
y háganle frente. Sepan que en todo en Cristo. Amén.

b 5.5: Pr 3.34. c 5.6: Mt 23.12; Lc 14.11; 18.14. d 5.12: Hch 15.22, 40.


e 5.13: Hch 12.12, 25; 13.13; 15.37-39; Col 4.10; Flm 24.

1778
SEGUNDA CARTA DEL APÓSTOL

SAN PEDRO
afecto fraternal a la piedad, y amor
7 
Saludo al afecto fraternal.

1
8 Si todo esto abunda en ustedes,
Yo, Simón Pedro, siervo y após-  

tol de Jesucristo, envío un salu- serán muy útiles y productivos en


do a ustedes, que por la justicia de el conocimiento de nuestro Señor
nuestro Dios y Salvador Jesucristo Jesucristo.
9Quien no tiene todo esto es corto de
han alcanzado una fe tan preciosa  

como la nuestra. vista, o ciego, y ha olvidado que sus


2 Que la gracia y la paz les sea multi-
  antiguos pecados fueron limpiados.
10 Por eso, hermanos, procuren for-
plicada por medio del conocimiento  

de Dios y de nuestro Señor Jesús. talecer su llamado y elección. Si


hacen esto, jamás caerán.
Partícipes de la naturaleza divina 11 De esta manera se les abrirán

3 Todas las cosas que pertenecen



de par en par las puertas del reino
a la vida y a la piedad nos han sido eterno de nuestro Señor y Salvador
dadas por su divino poder, mediante Jesucristo.
12 Por esta razón siempre habré de
el conocimiento de aquel que nos  

llamó por su gloria y excelencia. recordarles estas cosas, aun cuando


4 Por medio de ellas nos ha dado

ya las sepan y estén firmemente afian-
preciosas y grandísimas promesas, zados en la verdad que han recibido.
13 Mientras yo tenga vida, es mi
para que por ellas ustedes lleguen  

a ser partícipes de la naturaleza di- obligación animarlos y recordarles


vina, puesto que han huido de la todo esto,
14 pues sé que pronto tendré que
corrupción que hay en el mundo  

por causa de los malos deseos. abandonar este cuerpo, tal y como
5 Por eso, ustedes deben esforzarse

nuestro Señor Jesucristo me lo ha
por añadir virtud a su fe, conoci- hecho saber.
15 También debo esforzarme para
miento a su virtud,  

6 dominio propio al conocimiento;



que después de mi partida ustedes
paciencia al dominio propio, piedad puedan tener siempre presentes to-
a la paciencia, das estas cosas.

1779
2 PEDRO  1​, ​2

Testigos presenciales de jías destructivas, y hasta llegarán a


la gloria de Cristo negar al Señor que los rescató, con
16 Porque, cuando les hicimos sa-
  lo que atraerán sobre sí mismos sú-
ber que nuestro Señor Jesucristo bita destrucción.
2 Muchos imitarán su conducta
vendrá con todo su poder, no lo hi-  

cimos siguiendo fábulas artificiosas, indecente, y por causa de ellos se


sino como quienes han visto su ma- hablará mal del camino de la ver-
jestad con sus propios ojos. dad.
17 Pues cuando él recibió de Dios 3 Por su rapacidad, estos falsos

Padre la honra y la gloria, desde maestros harán negocio con uste-


la magnífica gloria le fue enviada des. Pero la condenación los espera
una voz que decía: «Éste es mi Hijo desde hace mucho tiempo, y su per-
amado, en quien me complazco.» dición ya está en camino.
18 Y nosotros oímos esa voz que ve- 4 Es un hecho que Dios no perdonó

nía del cielo, mientras estábamos a los ángeles que pecaron, sino que
con él en el monte santo. a los arrojó al infierno y los lanzó a
19 Además, contamos con la muy
  oscuras prisiones, donde se les vigila
confiable palabra profética, a la cual para llevarlos a juicio.
5 Y tampoco perdonó al mundo anti-
ustedes hacen bien en atender, que  

es como una antorcha que alumbra guo, sino que protegió a Noé, quien
en la oscuridad, hasta que aclare el proclamó la justicia, y a otras siete
día y el lucero de la mañana salga personas, y luego envió el diluvio
en el corazón de ustedes. sobre el mundo de los impíos. a
20 Pero antes que nada deben en- 6 Dios también condenó a la destruc-

tender esto: Ninguna profecía de ción a las ciudades de Sodoma y de


la Escritura es de interpretación Gomorra, y las redujo a cenizas, b
privada, para que sirvieran de escarmiento
21 porque la profecía nunca estuvo
  a los futuros impíos,
7pero puso a salvo al justo Lot, que
bajo el control de la voluntad hu-  

mana, sino que los santos hombres vivía abrumado por la desenfrenada
de Dios hablaron bajo el control del conducta de los malvados. c
8 (Porque para este hombre justo,
Espíritu Santo.  

que vivía entre ellos, cada día era


Falsos profetas y falsos maestros un tormento al ver y oír lo que esos
(Judas 3-13) malvados hacían.)

2 Entre el pueblo hubo también 9El Señor sabe librar de la tentación


falsos profetas, como también a los piadosos, y sabe también re-


habrá entre ustedes falsos maestros servar a los injustos para que sean
que con disimulo introducirán here- castigados en el día del juicio,

a 1.17-18: Mt 17.1-5; Mc 9.2-7; Lc 9.28-35. a 2.5: Gn 6.1—7.24. b 2.6: Gn 19.24.


c 2.7: Gn 19.1-16.

1780
2 PEDRO  2​, ​3

sobre todo a los que se dejan


10   ra siempre les espera la más densa
llevar por la depravada naturaleza oscuridad.
humana, y andan en deseos impu- 18 Cuando hablan, lo hacen con pala-

ros y en la inmundicia, con lo que bras arrogantes y vanas; mediante las


desprecian la autoridad divina. pasiones humanas y el libertinaje se-
Son atrevidos y arrogantes, y no ducen a los que habían comenzado a
tienen miedo de insultar a los po- apartarse de los que viven en el error.
deres superiores. 19 Les prometen libertad, pero ellos

11 Los ángeles, en cambio, aunque


  mismos son esclavos de la corrup-
son mayores en fuerza y en poder, ción, pues todo aquel que es vencido,
no se atreven a insultarlos ni a con- se vuelve esclavo del que lo venció.
denarlos delante del Señor. 20 Gracias al conocimiento de nues-

12 Pero éstos hablan mal de cosas


  tro Señor y Salvador Jesucristo,
que no entienden; son como anima- habían logrado escapar de las con-
les irracionales, que nacieron para taminaciones del mundo, pero
ser presa de la destrucción. Por eso, volvieron a enredarse en ellas y fue-
su propia destrucción los destruirá, ron vencidos, con lo que su estado
13 y recibirán el castigo que merece
  final fue peor que el primero.
su injusticia. Creen que el placer 21 Les hubiera sido mejor no haber

consiste en gozar de los deleites a conocido el camino de la justicia,


plena luz del día. Son una vergüen- que volverse atrás después de haber
za y una deshonra, pues mientras conocido y recibido el santo manda-
comen con ustedes se solazan en miento.
sus propios placeres. 22 Pero en ellos se ha cumplido la

14 Su mirada está cargada de adulte-


  verdad proverbial: «El perro vuelve
rio, no se cansan de pecar, seducen a su vómito», e y «la puerca recién la-
a los pusilánimes, su corazón está vada vuelve a revolcarse en el lodo.»
habituado a la codicia; ¡son hijos de
maldición! El día del Señor se acerca

3
15 Se han apartado del camino recto,
  A mados hermanos, ésta es la
se han extraviado por seguir el ca- segunda carta que les escribo,
mino de Balaam hijo de Beor, que y en ambas los he animado a tener
tanto amó el premio de la maldad presentes, con su mente pura,
16 que fue reprendido por su iniqui-
  2 las palabras que antes pronuncia-

dad; ¡una bestia de carga, que no ron los santos profetas, así como el
podía hablar, habló con voz huma- mandamiento que el Señor y Salva-
na y puso un alto a la locura del dor nos ha dado por medio de los
profeta! d apóstoles. Recuérdenlo.
17Éstos son fuentes sin agua, nu-
  3 Pero antes deben saber que en los

bes que arrastra la tormenta, y pa- días finales vendrá gente blasfema,

d 2.15-16: Nm 22.4-35. e 2.22: Pr 26.11.

1781
2 PEDRO  3

que andará según sus propios malos 11 Puesto que todo será deshecho,
deseos a ustedes deben vivir una vida santa
4 y que dirá: «¿Qué pasó con la pro-
  y dedicada a Dios,
mesa de su venida? Desde el día 12 y esperar con ansias la venida del

en que nuestros padres murieron, día de Dios. Ese día los cielos serán
todas las cosas siguen tal y como deshechos por el fuego, y los elemen-
eran desde el principio de la crea- tos se fundirán por el calor de las
ción.» llamas.
5 Pero con toda intención se olvidan

13 Pero, según sus promesas, nosotros

de que, desde la antigüedad, fue- esperamos un cielo nuevo y una tie-


ron creados los cielos por la palabra rra nueva, donde reinará la justicia. f
de Dios, lo mismo que la tierra, la 14 Por eso, amados hermanos, mien-

cual proviene del agua y subsiste tras esperan que esto suceda, hagan
por medio del agua. b todo lo posible para que Dios los
6 Por eso el mundo de entonces fue
  encuentre en paz, intachables e irre-
destruido por una inundación. c prensibles.
7 Pero esa misma palabra ha re-

15 Tengan en cuenta que la paciencia

servado los cielos y la tierra que de nuestro Señor es para salvación,


ahora existen; los ha guardado pa- tal y como nuestro amado hermano
ra el fuego en el día del juicio y Pablo, según la sabiduría que le ha
de la destrucción de los hombres sido dada, les ha escrito
perversos. 16 en casi todas sus cartas, donde ha-

8 Pero no olviden, amados herma-


  bla de estas cosas, aun cuando entre
nos, que para el Señor un día es ellas hay algunas que son difíciles
como mil años, y mil años como de entender y que los ignorantes e
un día. d inconstantes tuercen, como hacen
9 El Señor no se tarda para cumplir
  también con las otras Escrituras,
su promesa, como algunos piensan, para su propia perdición.
sino que nos tiene paciencia y no 17Pero ustedes, amados hermanos,

quiere que ninguno se pierda, sino que ya saben todo esto, cuídense de
que todos se vuelvan a él. no ser arrastrados por el error de
10 Pero el día del Señor llegará como
  esos malvados, para que no caigan
un ladrón en la noche. e Ese día los de su firme postura.
cielos desaparecerán en medio de 18 Más bien, crezcan en la gracia y

un gran estruendo, y los elementos el conocimiento de nuestro Señor y


arderán y serán reducidos a cenizas, Salvador Jesucristo, a quien sea dada
y la tierra y todo lo que en ella se ha la gloria ahora y hasta el día de la
hecho será quemado. eternidad. Amén.

a 3.3: Jud 18. b 3.5: Gn 1.6-8. c 3.6: Gn 7.11. d 3.8: Sal 90.4.


e 3.10: Mt 24.43; Lc 12.39; 1 Ts 5.2; Ap 16.15. f 3.13: Is 65.17; 66.22; Ap 21.1.

1782
PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL

SAN JUAN
Si decimos que tenemos comunión
6 
La palabra de vida con él, y vivimos en tinieblas, esta-

1 Lo que era desde el principio, a


lo que hemos oído, lo que he-
mos visto con nuestros ojos, lo que
mos mintiendo y no practicamos la
verdad.
7Pero si vivimos en la luz, así como

hemos contemplado, y palparon él está en la luz, tenemos comunión


nuestras manos referente al Verbo unos con otros, y la sangre de Jesús,
de vida, su Hijo, nos limpia de todo pecado.
2 la vida que se ha manifestado, y 8 Si decimos que no tenemos pe-

que nosotros hemos visto b y de la cado, nos engañamos a nosotros


que damos testimonio, es la que mismos, y la verdad no está en no-
nosotros les anunciamos a ustedes: sotros.
9Si confesamos nuestros pecados, él
la vida eterna, la cual estaba con el  

Padre, y se nos ha manifestado. es fiel y justo para perdonar nues-


3 Así que, lo que hemos visto y oído
  tros pecados y limpiarnos de toda
es lo que les anunciamos a ustedes, maldad.
10 Si decimos que no hemos pecado,
para que también ustedes tengan  

comunión con nosotros. Porque lo hacemos a él mentiroso, y su pa-


nuestra comunión es con el Padre labra no está en nosotros.
y con su Hijo Jesucristo.
4 Les escribimos estas cosas, para

Cristo, nuestro abogado
que el gozo de ustedes sea comple-
to. 2 Hijitos míos, les escribo estas co-
sas para que no pequen. Si algu-
no ha pecado, tenemos un abogado
Dios es luz ante el Padre, a Jesucristo el justo.
2 Y él es la propiciación por nues-
Éste es el mensaje que hemos
5   

oído de él, y que les anunciamos a tros pecados; y no solamente por


ustedes: Dios es luz, y en él no hay los nuestros, sino también por los
tiniebla alguna. de todo el mundo.

a 1.1: Jn 1.1. b 1.2: Jn 1.14.

1783
1 JUAN  2

3 Con esto podemos saber que lo el principio. Les escribo a ustedes,


conocemos: si obedecemos sus jóvenes, porque han vencido al ma-
mandamientos. ligno. Les escribo a ustedes, hijitos,
4 El que dice: «Yo lo conozco», y no
  porque han conocido al Padre.
obedece sus mandamientos, es un 14 Les he escrito a ustedes, padres,

mentiroso, y no hay verdad en él. porque han conocido al que es


5 El amor de Dios se ha perfeccio-
  desde el principio. Les he escrito a
nado verdaderamente en el que ustedes, jóvenes, porque son fuertes,
obedece su palabra, y por esto sa- y la palabra de Dios permanece en
bemos que estamos en él. ustedes, y han vencido al maligno.
6 El que dice que permanece en él,

15 No amen al mundo, ni las cosas

debe andar como él anduvo. que están en el mundo. Si alguno


ama al mundo, el amor del Padre
El nuevo mandamiento no está en él.
16 Porque todo lo que hay en el
Hermanos, no les escribo un
7   

mandamiento nuevo, a sino el man- mundo, es decir, los deseos de la


damiento antiguo que ustedes han carne, los deseos de los ojos, y la
tenido desde el principio; este man- vanagloria de la vida, no proviene
damiento antiguo es la palabra que del Padre, sino del mundo.
17El mundo y sus deseos pasan; pe-
han oído desde el principio.  

8 Sin embargo, les escribo un man-


  ro el que hace la voluntad de Dios
damiento nuevo, que es verdadero permanece para siempre.
en él y en ustedes, porque las tinie-
blas se van desvaneciendo, y la luz El anticristo
verdadera ya alumbra. Hijitos, han llegado los últimos
18  
9 El que dice que está en la luz, y
  tiempos; y así como ustedes oyeron
aborrece a su hermano, está todavía que el anticristo viene, ahora han
en tinieblas. surgido muchos anticristos; por esto
10 El que ama a su hermano, per-
  sabemos que han llegado los últimos
manece en la luz, y en él no hay tiempos.
tropiezo. 19Ellos salieron de nosotros, pero no

11 Pero el que aborrece a su hermano


  eran de nosotros. Si hubieran sido
está en tinieblas, y anda en tinie- de nosotros, habrían permanecido
blas, y no sabe a dónde va, porque con nosotros. Pero salieron para
las tinieblas le han cegado los ojos. que fuera evidente que no todos
12 Les escribo a ustedes, hijitos, por-
  son de nosotros.
que sus pecados les han sido perdo- 20 Pero ustedes tienen la unción del

nados por su nombre. Santo, y conocen todas las cosas.


13 Les escribo a ustedes, padres, por-

21 No les he escrito porque no co-

que han conocido al que es desde nocen la verdad, sino porque la

a 2.7: Jn 13.34.

1784
1 JUAN  2​, ​3

conocen, y porque ninguna mentira 2 Amados, ahora somos hijos de


procede de la verdad. Dios, y aún no se ha manifestado
22 ¿Quién es el mentiroso, sino el
  lo que hemos de ser. Pero sabe-
que niega que Jesús es el Cristo? mos que, cuando él se manifieste,
Éste es el anticristo, el que niega al seremos semejantes a él porque lo
Padre y al Hijo. veremos tal como él es.
23 Todo aquel que niega al Hijo, tam-

3 Y todo aquel que tiene esta espe-

poco tiene al Padre. El que confiesa ranza en él, se purifica a sí mismo,


al Hijo, tiene también al Padre. así como él es puro.
24 Que permanezca en ustedes lo

4 Todo aquel que comete pecado,

que han oído desde el principio. Si quebranta también la ley, pues el


lo que han oído desde el principio pecado es quebrantamiento de la ley.
permanece en ustedes, también us- 5 Y ustedes saben que él apareció

tedes permanecerán en el Hijo y en para quitar nuestros pecados, b y en


el Padre. él no hay pecado.
25 Y ésta es la promesa que él nos

6 Todo aquel que permanece en él,

hizo, la vida eterna. no peca; todo aquel que peca, no lo


26 Les he escrito esto acerca de los
  ha visto, ni lo ha conocido.
que los engañan. 7 Hijitos, que nadie los engañe, el

27La unción que ustedes recibieron


  que hace justicia es justo, así como
de él permanece en ustedes, y no él es justo.
tienen necesidad de que nadie les 8 El que practica el pecado es del

enseñe. Así como la unción misma diablo, porque el diablo peca des-
les enseña todas las cosas, y es ver- de el principio. Para esto se ha
dadera y no falsa, permanezcan en manifestado el Hijo de Dios: para
él, tal y como él les ha enseñado. deshacer las obras del diablo.
28 Y ahora, hijitos, permanezcan en

9 Todo aquel que ha nacido de Dios

él para que, cuando se manifieste, no practica el pecado, porque la si-


tengamos confianza, y cuando venga miente de Dios permanece en él, y
no nos alejemos de él avergonzados. no puede pecar, porque ha nacido
29 Si saben que él es justo, sepan
  de Dios.
también que todo el que hace justi- 10 En esto se manifiestan los hijos

cia ha nacido de él. de Dios, y los hijos del diablo: todo


aquel que no hace justicia, ni ama
Hijos de Dios a su hermano, tampoco es de Dios.

3
11 Éste es el mensaje que ustedes
Miren cuánto nos ama el Padre,  

que nos ha concedido ser lla- han oído desde el principio: Que nos
mados hijos de Dios. Y lo somos. a amemos unos a otros. c
12 No como Caín, que era del ma-
El mundo no nos conoce, porque no  

lo conoció a él. ligno y mató a su hermano. d ¿Y por

a 3.1: Jn 1.12. b 3.5: Jn 1.29. c 3.11: Jn 13.34. d 3.12: Gn 4.8.

1785
1 JUAN  3​, ​4

qué lo mató? Porque sus obras eran sucristo, y nos amemos unos a otros
malas, y las de su hermano eran jus- como Dios nos lo ha mandado. f
tas. 24 El que obedece sus mandamien-

13 Hermanos míos, no se extrañen


  tos, permanece en Dios, y Dios en
si el mundo los odia. él. En esto sabemos que él perma-
14 En esto sabemos que hemos pasa-
  nece en nosotros: por el Espíritu
do de la muerte a la vida: e en que que él nos ha dado.
amamos a los hermanos. El que no
ama a su hermano, permanece en El Espíritu de Dios y el
la muerte. espíritu del anticristo

4
15 Todo aquel que odia a su hermano
  Amados, no crean a todo espí-
es homicida, y ustedes saben que ritu, sino pongan a prueba los
ningún homicida tiene vida eterna espíritus, para ver si son de Dios.
permanente en él. Porque muchos falsos profetas han
16 En esto hemos conocido el amor:
  salido por el mundo.
en que él dio su vida por nosotros. 2 Pero ésta es la mejor manera de

Así también nosotros debemos dar reconocer el Espíritu de Dios: Todo


nuestra vida por los hermanos. espíritu que confiesa que Jesucristo
17Pero ¿cómo puede habitar el amor
  ha venido en carne, es de Dios;
de Dios en aquel que tiene bienes de 3 y todo espíritu que no confiesa a Je-

este mundo y ve a su hermano pasar sús, no es de Dios. Éste es el espíritu


necesidad, y le cierra su corazón? del anticristo, el cual ustedes han oído
18 Hijitos míos, no amemos de pala-
  que viene, y que ya está en el mundo.
bra ni de lengua, sino de hecho y 4 Hijitos, ustedes son de Dios, y han

en verdad. vencido a esos falsos profetas, por-


19Y en esto sabemos que somos de
  que mayor es el que está en ustedes
la verdad, y aseguraremos nuestro que el que está en el mundo.
corazón delante de él, 5 Ellos son del mundo. Por eso ha-

20 pues si nuestro corazón nos re-
  blan del mundo, y el mundo los oye.
prende, Dios es mayor que nuestro 6 Nosotros somos de Dios. El que co-

corazón, y él sabe todas las cosas. noce a Dios, nos oye; el que no es
21 Amados, si nuestro corazón no
  de Dios, no nos oye. Por esto sabe-
nos reprende, confianza tenemos mos cuál es el espíritu de la verdad,
en Dios, y cuál es el espíritu del error.
22 y recibiremos de él todo lo que le

pidamos, porque obedecemos sus Dios es amor


mandamientos, y hacemos las cosas Amados, amémonos unos a otros,
7 
que le son agradables. porque el amor es de Dios. Todo
23 Éste es su mandamiento: Que

aquel que ama, ha nacido de Dios y
creamos en el nombre de su Hijo Je- conoce a Dios.

e 3.14: Jn 5.24. f 3.23: Jn 13.34; 15.12, 17.

1786
1 JUAN  4​, ​5

El que no ama, no ha conocido a


8  el temor, porque el temor lleva en
Dios, porque Dios es amor. sí castigo. Por lo tanto, el que te-
9En esto se mostró el amor de Dios
  me, no ha sido perfeccionado en el
para con nosotros: en que Dios en- amor.
vió al mundo a su Hijo unigénito, 19 Nosotros lo amamos a él, porque

para que vivamos por él. él nos amó primero.


10 En esto consiste el amor: no

20 Si alguno dice: «Yo amo a Dios»,

en que nosotros hayamos amado pero odia a su hermano, es un


a Dios, sino en que él nos amó a mentiroso. Pues el que no ama a
nosotros, y envió a su Hijo en pro- su hermano a quien ha visto, ¿cómo
piciación por nuestros pecados. puede amar a Dios, a quien no ha
11 Amados, si Dios nos ha amado así,
  visto?
nosotros también debemos amarnos 21 Nosotros recibimos de él este

unos a otros. mandamiento: El que ama a Dios,


12 Nadie ha visto jamás a Dios. 

a Si ame también a su hermano.
nos amamos unos a otros, Dios per-
manece en nosotros, y su amor se La fe que vence al mundo
perfecciona en nosotros.
13 En esto sabemos que permane-

cemos en él, y él en nosotros: en que


5 Todo aquel que cree que Jesús
es el Cristo, ha nacido de Dios.
Todo aquel que ama al que engen-
él nos ha dado de su Espíritu. dró, ama también al que ha sido
14 Nosotros hemos visto y damos
  engendrado por él.
testimonio de que el Padre ha 2 En esto sabemos que amamos a los

enviado al Hijo, el Salvador del hijos de Dios: en que amamos a Dios


mundo. y obedecemos sus mandamientos.
15 Todo aquel que confiese que Jesús
  3 Pues éste es el amor a Dios: que

es el Hijo de Dios, permanece en obedezcamos sus mandamientos. a Y


Dios, y Dios en él. sus mandamientos no son difíciles
16 Y nosotros hemos conocido y creí-
  de cumplir.
do el amor que Dios tiene para con 4 Porque todo el que ha nacido de

nosotros. Dios es amor; y el que Dios vence al mundo. Y ésta es la


permanece en amor, permanece victoria que ha vencido al mundo:
en Dios, y Dios en él. nuestra fe.
17 En esto se perfecciona el amor
  5 ¿Quién es el que vence al mundo,

en nosotros: para que tengamos sino el que cree que Jesús es el Hijo
confianza en el día del juicio, pues de Dios?
como él es, así somos nosotros en
este mundo. El testimonio del Espíritu
18 En el amor no hay temor, sino

Éste es Jesucristo, que vino me-
6 
que el perfecto amor echa fuera diante agua y sangre; no mediante

a 4.12: Jn 1.18. a 5.3: Jn 14.15.

1787
1 JUAN  5

agua solamente, sino mediante agua Y ésta es la confianza que tene-


14  

y sangre. Y el Espíritu es el que da mos en él: si pedimos algo según


testimonio, porque el Espíritu es la su voluntad, él nos oye.
verdad. 15 Y si sabemos que él nos oye en

7 Porque tres son los que dan tes-


  cualquiera cosa que pidamos, tam-
timonio [en el cielo: el Padre, el bién sabemos que tenemos las
Verbo y el Espíritu Santo; y estos peticiones que le hayamos hecho.
tres son uno. 16 Si alguno ve que su hermano es-

8 Y tres son los que dan testimonio


  tá cometiendo un pecado, que no
en la tierra]: 1 el Espíritu, el agua y sea de muerte, debe pedir por él,
la sangre; y estos tres concuerdan. y Dios le dará vida. Esto vale para
9 Si aceptamos el testimonio de los
  los que cometen un pecado que
hombres, mayor es el testimonio de no sea de muerte. Hay pecados de
Dios; porque éste es el testimonio muerte, y yo no digo que se pida
que Dios ha presentado acerca de por ellos.
su Hijo. 17 Toda injusticia es pecado, pero

10 El que cree en el Hijo de Dios, tiene


  hay pecado que no es de muerte.
el testimonio en sí mismo; el que no 18 Sabemos que todo aquel que ha

cree a Dios, lo ha hecho mentiroso, nacido de Dios, no practica el peca-


porque no ha creído en el testimonio do, pues Aquel que fue engendrado
que Dios ha presentado acerca de su por Dios lo protege, y el maligno no
Hijo. lo toca.
11 Y éste es el testimonio: que Dios

19 Sabemos que somos de Dios, y

nos ha dado vida eterna, y esta vida que el mundo entero está bajo el
está en su Hijo. b maligno.
12 El que tiene al Hijo, tiene la vida,

20 Pero también sabemos que el

el que no tiene al Hijo de Dios no Hijo de Dios ha venido y nos ha


tiene la vida. dado entendimiento para conocer
al que es verdadero; y estamos en
El conocimiento de la vida eterna el verdadero, en su Hijo Jesucristo.
13 Les he escrito estas cosas a us-
  Éste es el verdadero Dios, y la vida
tedes, los que creen en el nombre eterna.
21 Hijitos, manténganse apartados de
del Hijo de Dios, para que sepan que  

tienen vida eterna. los ídolos. Amén.

1 5.7-8 El texto entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.


b 5.11: Jn 3.36.

1788
SEGUNDA CARTA DEL APÓSTOL

SAN JUAN
Porque muchos engañadores han
7 
Salutación salido por el mundo, los cuales no
1 El anciano, a la señora elegida y
  confiesan que Jesucristo ha venido
a sus hijos, a quienes amo en la ver- en carne. Éstos son engañadores,
dad; y no sólo yo, sino también to- son el anticristo.
8 Tengan cuidado de no perder el fru-
dos los que han conocido la verdad,  

2 a causa de la verdad que perma-


  to de su trabajo, a fin de que reciban
nece en nosotros, y que estará para el galardón completo.
9 Cualquiera que se extravía, y que
siempre con nosotros:  

3 Que la gracia, la misericordia y


  no persevera en la enseñanza de
la paz de Dios Padre, y del Señor Cristo, no tiene a Dios, pero el que
Jesucristo, Hijo del Padre, sean con persevera en la enseñanza de Cristo
ustedes en verdad y en amor. sí tiene al Padre y al Hijo.
10 Si alguno se les acerca, y no trae

Permanezcan en la esta doctrina, no lo reciban en su


doctrina de Cristo casa, y ni siquiera le deseen que
4 Gran regocijo me ha causado el

tenga paz.
11 Porque quien le desea la paz par-
hallar a algunos de tus hijos andan-  

do en la verdad y conforme al man- ticipa en sus malas obras.


damiento que recibimos del Padre.
5 Ahora, señora, te ruego que nos

Espero ir a ustedes
amemos unos a otros. Pero no como Tengo muchas otras cosas que
12  

si te escribiera un nuevo manda- escribirles, pero no he querido ha-


miento, sino el que hemos tenido cerlo por medio de papel y tinta,
desde el principio. a pues espero ir a verlos y hablarles
6 Éste es el amor: que andemos según
  cara a cara, para que nuestro gozo
sus mandamientos. Y éste es el man- sea completo.
13 Los hijos de tu hermana, la ele-
damiento: que ustedes anden en amor,  

como desde el principio lo han oído. gida, te saludan. Amén.

a 5: Jn 13.34; 15.12,17.

1789
TERCERA CARTA DEL APÓSTOL

SAN JUAN
Saludo primer lugar entre ellos, no nos re-
El anciano a Gayo, a el amado, a
1  cibe.
quien amo en la verdad. 10 Por esta causa, cuando yo vaya,

2 Amado, deseo que seas prosperado


  haré mención de lo que hace, pues
en todo, y que tengas salud, a la vez anda hablando mal de nosotros. Y
que tu alma prospera. no contento con esto, no recibe a
3 Pues yo me regocijé mucho cuando
  los hermanos, y a los que quieren
los hermanos vinieron y dieron tes- recibirlos les prohíbe hacerlo y los
timonio de tu fidelidad, y de cómo expulsa de la iglesia.
andas en la verdad.
4 No tengo mayor gozo que oír que

Buen testimonio acerca
mis hijos andan en la verdad. de Demetrio
11 Amado, no imites lo malo, sino

Elogio de la hospitalidad de Gayo lo bueno. El que hace lo bueno es de


5 Amado, procedes fielmente cuando
  Dios, pero el que hace lo malo, no
prestas algún servicio a los hermanos, ha visto a Dios.
especialmente a los desconocidos, 12 Todos dan buen testimonio de

6 los cuales han dado testimonio de


  Demetrio, incluso la verdad misma.
tu amor, ante la iglesia. Bien harás También nosotros damos ese testi-
en encaminarlos para que conti- monio, y ustedes saben que nuestro
núen su viaje, como lo merece su testimonio es verdadero.
servicio a Dios.
7Porque por amor al Nombre ellos

Saludos finales
se pusieron en camino, sin aceptar 13  Yo tenía muchas otras cosas que
nada de los paganos. escribirte, pero no quiero escribírte-
8 Nosotros, pues, debemos acoger
  las con tinta y pluma,
a tales personas, para que seamos 14 pues espero verte pronto y habla-

colaboradores con la verdad. remos cara a cara.


15 Que la paz sea contigo. Los ami-

La oposición de Diótrefes gos te saludan. Saluda tú a los amigos,


9 Yo le he escrito a la iglesia; pero
  a cada uno en particular.
Diótrefes, a quien le gusta tener el

a 1: Hch 19.29; Ro 16.23; 1 Co 1.14.

1790
CARTA DEL APÓSTOL

SAN JUDAS
5 Aunque ustedes ya lo saben, quie-

Saludo ro recordarles que cuando el Señor


1 Yo, Judas, 

a que soy siervo de Jesu- salvó al pueblo y lo sacó de Egipto, b
cristo y hermano de Jacobo, saludo a destruyó a los que no creyeron. c
los llamados, amados por Dios Padre 6 Incluso a los ángeles que no cuidaron

y resguardados por Jesucristo. su dignidad, sino que abandonaron


2 Que la misericordia, la paz y el
  su propia mansión, los ha retenido
amor abunden en ustedes. para siempre en prisiones oscuras,
para el juicio del gran día.
Falsas doctrinas y falsos 7También Sodoma y Gomorra, y las

maestros ciudades vecinas, que lo mismo que


(2 P 2.1-17) aquéllos practicaron la inmoralidad
Amados hermanos, yo he tenido
3  sexual y los vicios contra la natura-
un gran deseo de escribirles acer- leza, fueron puestas como ejemplo y
ca de la salvación que tenemos en sufrieron el castigo del fuego eterno. d
común, pero ahora me encuentro 8 Así mismo, también estos hom-

en la necesidad de escribirles para bres, en sus sueños, contaminan


rogarles que luchen ardientemente su cuerpo, rechazan la autoridad y
por la fe que una vez fue dada a los blasfeman de los poderes superiores.
santos, 9Pero ni siquiera el arcángel Miguel, e

4 pues por medio de engaños se


  cuando luchaba con el diablo y le dispu-
han infiltrado entre ustedes algu- taba el cuerpo de Moisés, f se atrevió a
nos malvados. Éstos, que desde proferir contra él juicio de maldición, sino
antes habían sido destinados a la que le dijo: «Que el Señor te reprenda.» g
condenación, convierten la gracia 10 Pero éstos blasfeman de las cosas

de nuestro Dios en libertinaje y que no conocen; y en las que por


niegan a Jesucristo, nuestro único instinto conocen se corrompen co-
Soberano y Señor. mo animales irracionales.

a 1: Mt 13.55; Mc 6.3. b 5: Ex 12.51. c 5: Nm 14.29-30. d 7: Gn 19.1-24.


e 9: Dn 10.13, 21; 12.1; Ap 12.7. f 9: Dt 34.6. g 9: Zac 3.2.

1791
SAN JUDAS

11 ¡Lástima de ellos!, porque han caron los apóstoles de nuestro Señor


seguido el camino de Caín. h Por Jesucristo.
amor al dinero cayeron en el error 18 Ellos les advirtieron: «En los úl-

de Balaam i y murieron en la rebe- timos días habrá gente blasfema,


lión de Coré. j que vivirá de acuerdo con sus bajos
12 Éstos empañan los ágapes que us-
  deseos.» l
tedes celebran, pues sin vergüenza 19 Son éstos los que causan divisio-

alguna comen pensando sólo en sí nes, pues son carnales y no tienen


mismos. Son nubes sin agua, que al Espíritu.
el viento arrastra de un lado a otro; 20 Pero ustedes, amados hermanos,

árboles otoñales que no dan fruto; sigan edificándose sobre la base de


carentes de raíces, se han secado y su santísima fe, oren en el Espíritu
vuelto a secar. Santo,
13 Son indómitas olas del mar, cuya

21 manténganse en el amor de Dios,

espuma es su propia vergüenza; es- mientras esperan la misericordia de


trellas errantes, cuyo eterno destino nuestro Señor Jesucristo para vida
serán las más densas tinieblas. eterna.
14 Acerca de ellos profetizó tam-

22 Sean comprensivos con los que

bién Enoc, k el séptimo en orden dudan.


a partir de Adán, y dijo: «¡Miren! 23 A otros, arrebátenlos del fuego y

El Señor viene con sus miríadas de pónganlos a salvo; y a otros más,


santos. ténganles compasión, pero ¡cuida-
15 Viene para juzgar a todos, y con-
  do!, desechen aun la ropa que su
denará a todos los impíos por todas cuerpo haya contaminado.
las malas obras que en su impiedad
han cometido, y por todas las inso- Doxología
lencias que los pecadores e impíos Y a aquel que es poderoso para
24  

han lanzado contra él.» cuidar de que no caigan, y presen-


16 Éstos critican y se quejan de todo,
  tarlos intachables delante de su glo-
y sólo buscan satisfacer sus propios ria con gran alegría,
deseos. Son arrogantes al hablar, 25 al único Dios, nuestro Salvador

aunque también lisonjean a los por medio de Jesucristo, sean dadas


otros para sacar provecho. la gloria y la majestad, y el dominio
y el poder, desde antes de todos los
Amonestaciones y exhortaciones siglos y siempre. Amén.
17Pero ustedes, amados hermanos,

recuerden lo que antes les comuni-

h 11: Gn 4.3-8. i 11: Nm 22.1-35. j 11: Nm 16.1-35. k 14: Gn 5.21-24.


l 18: 2 P 3.3.

1792
EL APOCALIPSIS
y nos hizo reyes y sacerdotes para
6 
La revelación de Jesucristo Dios, su Padre. d Por eso, a él sea da-

1 Esta revelación Dios se la dio a


Jesucristo para que mostrara a
sus siervos lo que pronto tiene que
da la gloria y el poder por los siglos
de los siglos. Amén.
7¡Miren! ¡Ya viene en las nubes! e Y

suceder. Jesucristo envió a su ángel y todos lo verán, aun los que lo tras-
se la dio a conocer a su siervo Juan, pasaron; f y todas las naciones de la
2 y éste da fe de todo lo que ha visto,
  tierra harán lamentación por él. g Sí,
y de la palabra de Dios y del testi- amén.
monio de Jesucristo. 8 Dios el Señor dice: «Yo soy el Alfa

3 Bienaventurado el que lee, y los


  y la Omega, h [el principio y el fin,] 1
que oyen las palabras de esta pro- el que es, el que era, y el que ha de
fecía, y observan lo que en ella está venir. i Soy el Todopoderoso.»
escrito, porque el tiempo está cerca.
Una visión del Hijo del Hombre
Saludos a las siete iglesias 9Yo, Juan, soy hermano de ustedes

4 Yo, Juan, me dirijo a las siete igle-


  y participo con ustedes en la tribula-
sias que están en Asia. Que la gracia ción, en el reino y en la paciencia de
y la paz estén con ustedes, de parte Jesucristo. Por causa de la palabra de
del que es, el que era, y el que ha Dios y del testimonio de Jesucristo
de venir, a y de los siete espíritus que estaba yo en la isla de Patmos.
están ante su trono, b 10 En el día del Señor quedé bajo el

5 y de Jesucristo, el testigo fiel, pri-


  poder del Espíritu, y detrás de mí oí
mogénito de entre los muertos y una fuerte voz, parecida al sonido
soberano de los reyes de la tierra. c de una trompeta,
Él nos amó; con su sangre nos lavó 11 que decía: «Escribe en un libro

de nuestros pecados, lo que ves, y envíalo a estas siete

1 1.8 El texto entre corchetes se halla sólo en mss. tardíos.


a 1.4: Ex 3.14. b 1.4: Ap 4.5. c 1.5: Sal 89.27. d 1.6: Ex 19.6; Ap 5.10.
e 1.7: Dn 7.13; Mt 24.30; Mc 13.26; Lc 21.27; 1 Ts 4.17.
f 1.7: Zac 12.10; Jn 19.34, 37. g 1.7: Zac 12.10-14; Mt 24.30. h 1.8: Ap 22.13.
i 1.8: Ex 3.14.

1793
EL APOCALIPSIS  1​, ​2

iglesias: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Éste es el significado de las siete


20 

Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodi- estrellas que has visto en mi mano


cea.» derecha, y de los siete candeleros
12 Yo volví la mirada para ver de
  de oro: las siete estrellas son los
quién era la voz que hablaba conmi- ángeles de las siete iglesias, y los
go, y al volverme vi siete candeleros siete candeleros que has visto, son
de oro; las siete iglesias.
13 en medio de los siete candeleros

vi a alguien, semejante al Hijo del Mensaje a la iglesia de Éfeso


Hombre, j que vestía un ropaje que
le llegaba hasta los pies, y que lle-
vaba un cinto de oro a la altura del
2 »Escribe al ángel de la iglesia
en Éfeso: Así dice el que lleva
siete estrellas en su mano derecha
pecho. k y anda en medio de los siete cande-
14 Su cabeza y sus cabellos eran
  leros de oro:
blancos como lana. Parecían de 2 »Yo conozco tus obras, tu arduo

nieve. l Sus ojos chispeaban como trabajo y tu paciencia. Sé que no


una llama de fuego. soportas a los malvados, que has
15 Sus pies eran semejantes al bron-
  puesto a prueba a los que dicen ser
ce pulido, m y brillaban como en un apóstoles y no lo son, y que has des-
horno; su voz resonaba como el es- cubierto que son unos mentirosos.
truendo de un poderoso caudal de 3 Por causa de mi nombre has resisti-

agua; n do, sufrido y trabajado arduamente,


16 en su mano derecha llevaba sie-
  sin rendirte.
te estrellas, y de su boca salía una 4 Pero tengo contra ti que has aban-

aguda espada de doble filo; su rostro donado tu primer amor.


era radiante, como el sol en todo su 5 Así que ponte a pensar en qué has fa-

esplendor. llado, y arrepiéntete, y vuelve a actuar


17Cuando lo vi, caí a sus pies como
  como al principio. De lo contrario,
muerto. Pero él puso su mano dere- vendré a ti y, si no te arrepientes, qui-
cha sobre mí, y me dijo: «No temas. taré tu candelero de su lugar.
Yo soy el primero y el último, o 6 Pero tienes algo a tu favor: que no

18 y el que vive. Estuve muerto, pero


  soportas las obras de los nicolaítas,
ahora vivo para siempre. Amén. Yo las cuales tampoco yo soporto.
tengo las llaves de la muerte y del 7El que tenga oídos, que oiga lo que

infierno. el Espíritu dice a las iglesias. Al que


19 Escribe esto que has visto, y lo
  salga vencedor, le permitiré comer
que ahora sucede, y lo que va a su- del árbol de la vida, a el cual está en
ceder después de esto. medio del paraíso de Dios.

j 1.13: Dn 7.13. k 1.13: Dn 10.5. l 1.14: Dn 7.9. m 1.14-15: Dn 10.6.


n 1.15: Ez 1.24. o 1.17: Is 44.6; 48.12; Ap 2.8; 22.13. a 2.7: Gn 2.9; Ap 22.2.

1794
EL APOCALIPSIS  2

Mensaje a la iglesia de Esmirna de lo sacrificado a los ídolos, y a


8 »Escribe al ángel de la iglesia en
  caer en inmoralidades sexuales. d
Esmirna: Así dice el primero y el 15 También tienes contigo a los que

último, b el que estuvo muerto y ha se aferran a la doctrina de los ni-


vuelto a vivir: colaítas.
9 »Yo conozco tus obras, tus sufri-

16 Así que, ¡arrepiéntete! De lo con-

mientos, y tu pobreza (aunque en trario, pronto vendré a ti, y con la


realidad eres rico). Sé cómo te ca- espada de mi boca pelearé contra
lumnian los que dicen ser judíos, ellos.
pero que en realidad no son sino 17 El que tenga oídos, que oiga lo

una sinagoga de Satanás. que el Espíritu dice a las iglesias: Al


10 No tengas miedo de lo que vas a
  que salga vencedor, le daré a comer
sufrir, pues el diablo pondrá a prue- del maná escondido, e y le daré tam-
ba a algunos de ustedes y los echará bién una piedrecita blanca; en ella
en la cárcel, y allí tendrán que sufrir está escrito un nombre nuevo, que
durante diez días. Tú sé fiel hasta la nadie conoce sino el que lo recibe.
muerte, y yo te daré la corona de
la vida. Mensaje a la iglesia de Tiatira
11 El que tenga oídos, que oiga lo

18  »Escribe al ángel de la iglesia
que el Espíritu dice a las iglesias: en Tiatira: Así dice el Hijo de Dios,
El que salga vencedor, no sufrirá el cuyos ojos son como una llama de
daño de la segunda muerte. c fuego, y cuyos pies se asemejan al
bronce pulido:
Mensaje a la iglesia de Pérgamo 19 »Yo conozco tus obras, tu amor,

12 »Escribe al ángel de la iglesia en


  y tu fe; tu servicio y tu paciencia.
Pérgamo: Así dice el que tiene la También sé que tus últimas obras
espada aguda de doble filo: son mejores que las primeras.
13 »Yo sé dónde vives, y dónde está

20 Pero tengo algunas cosas contra

el trono de Satanás. Sin embargo, ti: Tú toleras a Jezabel, f esa mujer


te mantienes fiel a mi nombre, y no que se llama profetisa, pero que
has negado mi fe, ni siquiera cuando seduce a mis siervos y los lleva a
a Antipas, mi testigo fiel, lo mataron incurrir en inmoralidad sexual y a
en esa ciudad, donde vive Satanás. comer lo sacrificado a los ídolos.
14 Pero tengo algunas cosas contra

21 Le he dado tiempo para que se

ti. Tienes contigo a los que se afe- arrepienta, pero no quiere renun-
rran a la doctrina de Balaam, el que ciar a su inmoralidad sexual.
enseñó a Balac a poner tropiezos a 22 Por tanto, a ella y a los que con ella

los hijos de Israel, a hacerlos comer adulteran los haré caer en cama; y si

b 2.8: Is 44.6; 48.12; Ap 1.17; 22.13. c 2.11: Ap 20.14; 21.8.


d 2.14: Nm 25.1-3; 31.16. e 2.17: Ex 16.14-15. f 2.20: 1 R 16.31; 2 R 9.22, 30.

1795
EL APOCALIPSIS  2​, ​3

no se arrepienten de sus malas obras, pues he encontrado que tus obras


los haré sufrir en gran manera. no son perfectas ante mi Dios.
23 Y heriré de muerte a sus hijos,

3 Haz memoria de lo que has reci-

y todas las iglesias sabrán que yo bido y oído, y ponlo en práctica y


soy el que escudriña la mente y el arrepiéntete. Si no te mantienes
corazón; g y a cada uno de ustedes vigilante, cuando menos lo esperes
le daré según lo que haya hecho. h vendré sobre ti como un ladrón. a
24 Pero a ustedes y a los demás que

4 Pero cuentas en Sardis con unos

están en Tiatira, y que no siguen cuantos que no han manchado sus


esa doctrina ni han conocido lo que vestiduras; ellos son dignos de andar
ellos llaman “las profundidades de conmigo vestidos de blanco.
Satanás”, yo les digo que no les im- 5 El que salga vencedor será vestido de

pondré ninguna carga más; blanco, y jamás borraré su nombre del


25 pero deben conservar lo que tie-
  libro de la vida, b sino que lo reconoceré
nen hasta que yo venga. delante de mi Padre y de sus ángeles. c
26 Al que salga vencedor y cumpla

6 El que tenga oídos, que oiga lo que

hasta el final con lo que yo mando, el Espíritu dice a las iglesias.


le daré autoridad sobre las naciones,
27la misma que he recibido de mi

Mensaje a la iglesia de Filadelfia
Padre. Y gobernará a las naciones 7»Escribe al ángel de la iglesia en

con cetro de hierro, y las despeda- Filadelfia: Así dice el Santo y Verda-
zará como a un vaso de alfarero. i dero, el que tiene la llave de David,
28 Además, le daré la estrella de la
  el que abre y nadie puede cerrar, y
mañana. cierra y nadie puede abrir: d
29 El que tenga oídos, que oiga lo

8 Yo sé todo lo que haces. Delante

que el Espíritu dice a las iglesias. de ti he puesto una puerta abierta, la


cual nadie puede cerrar. Aunque son
Mensaje a la iglesia de Sardis pocas tus fuerzas, has obedecido mi

3 »Escribe al ángel de la iglesia


en Sardis: Así dice el que tiene
los siete espíritus de Dios, y las siete
palabra y no has negado mi nombre.
9 Yo haré que esos que en la sinago-

ga de Satanás dicen ser judíos y no


estrellas: lo son, sino que mienten, vayan y
»Yo sé todo lo que haces, y sé que se arrodillen ante ti, e y reconozcan
estás muerto, aunque parezcas estar que yo te he amado.
vivo. 10 Por cuanto has obedecido mi man-

2 Manténte vigilante y afirma todo


  damiento de ser perseverante, yo
aquello que está a punto de morir, también te protegeré a la hora de

g 2.23: Sal 7.9; Jer 17.10. h 2.23: Sal 62.12. i 2.26-27: Sal 2.8-9.


a 3.3: Mt 24.43-44; Lc 12.39-40; Ap 16.15. b 3.5: Ex 32.32-33; Sal 69.28; Ap 20.12.
c 3.5: Mt 10.32; Lc 12.8. d 3.7: Is 22.22. e 3.9: Is 60.14.

1796
EL APOCALIPSIS  3​, ​4

la prueba, la cual vendrá sobre el 19 A todos los que amo, yo los re-
mundo entero para poner a prueba a prendo y los castigo; h así que
cuantos habitan en la tierra. muestra tu fervor y arrepiéntete.
11 Ya pronto vengo. Lo que tienes, no

20 ¡Mira! Ya estoy a la puerta, y lla-

lo sueltes, y nadie te quitará tu coro- mo. Si alguno oye mi voz y abre la


na. puerta, yo entraré en su casa, y ce-
12 Al que salga vencedor lo conver-
  naré con él, y él cenará conmigo.
tiré en columna del templo de mi 21 Al que salga vencedor, le concederé

Dios, y nunca más saldrá de allí. el derecho de sentarse a mi lado en mi


Sobre él escribiré el nombre de mi trono, así como yo he vencido y me he
Dios y el de su ciudad, es decir, de sentado al lado de mi Padre en su trono.
la nueva Jerusalén que desciende 22 El que tenga oídos, que oiga lo que

del cielo f de mi Dios, y también mi el Espíritu dice a las iglesias.»


nuevo nombre.
13 El que tenga oídos, que oiga lo

La adoración celestial
que el Espíritu dice a las iglesias.
Mensaje a la iglesia de Laodicea
4 Después de esto, miré y vi que
en el cielo había una puerta
abierta. Entonces la voz que antes
14 »Escribe al ángel de la iglesia
  había escuchado, y que era como el
en Laodicea: Así dice el Amén, el sonido de una trompeta, me dijo:
testigo fiel y verdadero, el principio «Sube acá y te mostraré lo que va a
de la creación de Dios: g suceder después de esto.»
15 »“Yo sé todo lo que haces, y sé

2 Al instante quedé bajo el poder del Es-

que no eres frío ni caliente. ¡Cómo píritu y vi que en el cielo había un trono,
quisiera que fueras frío o caliente! y que alguien estaba sentado en él.
16 Pero como eres tibio, y no frío ni

3 El que estaba sentado en el trono te-

caliente, te vomitaré de mi boca.” nía el aspecto de una piedra de jaspe y


17Tú dices: “Yo soy rico; he llegado
  de cornalina. Alrededor del trono había
a tener muchas riquezas. No carez- un arco iris, semejante a la esmeralda.  a

co de nada.” Pero no sabes que eres 4 Alrededor del trono había veinti-

un desventurado, un miserable, y cuatro tronos, y en ellos estaban


que estás pobre, ciego y desnudo. sentados veinticuatro ancianos, ves-
18 Para que seas realmente rico, yo te
  tidos de ropas blancas y con sendas
aconsejo que compres de mí oro refi- coronas de oro en la cabeza.
nado en el fuego, y vestiduras blancas, 5 Del trono salían voces, relámpagos

para que te vistas y no se descubra la y truenos; b y delante del trono ar-


vergüenza de tu desnudez. Unge tus dían siete antorchas de fuego, c que
ojos con colirio, y podrás ver. son los siete espíritus de Dios. d

f 3.12: Ap 21.2. g 3.14: Pr 8.22. h 3.19: Pr 3.12. a 4.2-3: Ez 1.26-28; 10.1.


b 4.5: Ex 19.16; Ap 8.5; 11.19; 16.18. c 4.5: Ez 1.13. d 4.5: Ap 1.4.

1797
EL APOCALIPSIS  4​, ​5

Delante del trono había algo que


6  2 Vi también a un ángel poderoso,
parecía un mar de vidrio semejante al que a gran voz proclamaba: «¿Quién
cristal, e y en el centro, alrededor del es digno de abrir el libro y de qui-
trono, había cuatro seres vivientes que tarle los sellos?»
tenían ojos por delante y por detrás. 3 Pero no había nadie en el cielo, ni

7El primer ser viviente parecía un


  en la tierra ni debajo de la tierra,
león, el segundo parecía un becerro, que pudiera abrir el libro, y ni si-
el rostro del tercero era semejante al quiera mirarlo.
de un hombre, y el cuarto parecía 4 Yo lloraba mucho al ver que no ha-

un águila en vuelo. f bía nadie digno de abrir el libro, ni


8 Cada uno de los cuatro seres vivien-
  de leerlo, ni de mirarlo.
tes tenía seis alas, y estaba lleno de 5 Y uno de los ancianos me dijo: «No

ojos por fuera y por dentro. g Día y llores, pues el León de la tribu de
noche no cesaban de decir: «Santo, Judá, b la raíz de David, c ha vencido
santo, santo es el Señor Dios Todo- y puede abrir el libro y quitarle sus
poderoso, h el que era, el que es, y el siete sellos.»
que ha de venir.» 6 En ese momento vi un Cordero en

9Cada vez que aquellos seres vivientes


  medio del trono y de los cuatro seres
daban gloria, honra y acción de gra- vivientes, y en medio de los ancianos.
cias al que estaba sentado en el trono Estaba de pie, y parecía haber sido in-
y que vive por los siglos de los siglos, molado.  d Tenía siete cuernos, y siete
10 los veinticuatro ancianos se pos-
  ojos,  que son los siete espíritus que
e

traban delante de él y lo adoraban, Dios ha enviado por toda la tierra.


y mientras ponían sus coronas de- 7El Cordero se acercó al que estaba

lante del trono del que vive por los sentado en el trono, y de su mano
siglos de los siglos, decían: derecha tomó el libro.
11 «Digno eres, Señor, de recibir la

8 Tan pronto como lo tomó, los cua-

gloria, la honra y el poder; porque tro seres vivientes y los veinticuatro


tú creaste todas las cosas, y por tu ancianos se arrodillaron ante el
voluntad existen y fueron creadas.» Cordero. Todos llevaban arpas, y
también copas de oro llenas de in-
El rollo y el Cordero cienso, que son las oraciones de los

5 Vi entonces que el que estaba


sentado en el trono tenía en la
mano derecha un libro, el cual esta-
santos, f
9y entonaban un cántico nuevo, que

decía:
ba escrito por dentro y por fuera. a El «Digno eres de tomar el libro
libro estaba sellado con siete sellos. y de abrir sus sellos,

e 4.6: Ez 1.22. f 4.6-7: Ez 1.5-10; 10.14. g 4.8: Ez 1.18; 10.12. h 4.8: Is 6.2-3.


a 5.1: Ez 2.9-10. b 5.5: Gn 49.9-10. c 5.5: Is 11.1. d 5.6: Is 53.7. e 5.6: Zac 4.10.
f 5.8: Sal 141.2.

1798
EL APOCALIPSIS  5​, ​6

porque fuiste inmolado. uno de los cuatro seres vivientes me


Con tu sangre redimiste para decía con voz de trueno: «¡Ven!»
Dios 2 Yo miré, y vi un caballo blanco. a

gente de toda raza, lengua, El que lo montaba tenía un arco, y


pueblo y nación, le fue dada una corona, y salió para
10 y para nuestro Dios los hiciste vencer y seguir venciendo.
reyes y sacerdotes, g y reinarán 3 Abrió entonces el segundo sello,

sobre la tierra.» y oí al segundo ser viviente decirme:


11 Miré entonces, y alrededor del
  «¡Ven!»
trono oí la voz de muchos ángeles, y 4 Salió entonces otro caballo, éste de

de los seres vivientes y de los ancia- color rojo, b y al que lo montaba se


nos. Eran una multitud incontable; le dio una gran espada, junto con el
¡miríadas y miríadas de ellos! h poder de adueñarse de la paz de la
12 A grandes voces decían:
  tierra y de hacer que los hombres
«Digno es el Cordero inmolado se mataran unos a otros.
de recibir el poder y las rique- 5 El Cordero rompió el tercer sello,

zas, y entonces oí que el tercer ser vi-


la sabiduría y la fortaleza, viente me decía: «¡Ven!» Vi entonces
la honra, la gloria y la alaban- aparecer un caballo negro, c y el que
za.» lo montaba llevaba en la mano una
13 Entonces oí que todo lo creado
  balanza.
en el cielo, y en la tierra, y debajo de 6 En medio de los cuatro seres vivien-

la tierra y en el mar, y todo lo que tes, oí una voz que decía: «¡Un kilo
hay en ellos, decían: de trigo, o tres kilos de cebada, por
«Al que está sentado en el el salario de un día! ¡Pero no seas in-
trono, justo con el aceite ni con el vino!»
y al Cordero, 7Al abrir el Cordero el cuarto sello,

sean dadas la alabanza, la oí la voz del cuarto ser viviente, que


honra, me decía: «¡Ven!»
la gloria y el poder, 8 Yo miré, y vi aparecer un caballo

por los siglos de los siglos.» descolorido, y el que lo montaba


14 Los cuatro seres vivientes de-
  se llamaba Muerte. Tras él venía
cían: «Amén.» Y los veinticuatro el Infierno. Recibió poder sobre la
ancianos se inclinaron y adoraron. cuarta parte de la tierra, para matar
con guerras, hambre y mortandad,
Los sellos y con las fieras de la tierra. d

6 Entonces vi que el Cordero rom- 9 Al abrir el Cordero el quinto se-


pió uno de los sellos, y oí que llo, debajo del altar vi a las almas

g 5.10: Ex 19.6; Ap 1.6. h 5.11: Dn 7.10. a 6.2: Zac 1.8; 6.3. b 6.4: Zac 1.8; 6.2.


c 6.5: Zac 6.2, 6. d 6.8: Jer 15.3; Ez 5.12, 17; 14.21.

1799
EL APOCALIPSIS  6​, ​7

de los que habían muerto por causa dejen que nos mire j el que está sen-
de la palabra de Dios y de su testi- tado sobre el trono! ¡Escóndannos
monio. de la ira del Cordero!
10 A gran voz decían: «Señor santo

17El gran día de su ira ha llegado; ¿y

y verdadero, ¿hasta cuándo segui- quién podrá mantenerse en pie?» k


rás sin juzgar a los habitantes de la
tierra y sin vengar nuestra sangre? Los 144 mil sellados

7
11 Entonces se les dieron vestiduras
  Después de esto vi a cuatro án-
blancas, y se les dijo que descansa- geles que estaban de pie sobre
ran todavía un poco más de tiempo, los cuatro extremos de la tierra. Es-
hasta que se completara el número tos ángeles impedían que los cuatro
de sus consiervos y hermanos, que vientos a de la tierra soplaran sobre
también sufrirían la muerte como la tierra o sobre el mar, o sobre todo
ellos. árbol.
12 Yo vi cuando el Cordero abrió

2 También vi que otro ángel venía

el sexto sello, y entonces se produjo por donde sale el sol. Tenía el sello
un gran terremoto. e El sol se cubrió del Dios vivo, y con grandes voces
de oscuridad, como con un vestido llamaba a los cuatro ángeles, los
de luto, y la luna entera se puso roja cuales habían recibido el poder de
como la sangre; dañar a la tierra y al mar.
13 las estrellas del cielo cayeron so-

3 Les dijo: «No dañen a la tierra, ni

bre la tierra, f como caen los higos al mar ni a los árboles, hasta que a
cuando un fuerte viento sacude la los siervos de nuestro Dios les haya-
higuera. mos puesto un sello en la frente.» b
14 El cielo se esfumó, como si fuera

4 Pude oír que el número de los

un pergamino que se enrolla, g y que fueron sellados era de ciento


todos los montes y las islas fueron cuarenta y cuatro mil, tomados de
removidas de su lugar. h entre todas las tribus de los hijos
15 Todos se escondieron en las
  de Israel:
cuevas y entre las grietas de los 5 Doce mil de la tribu de Judá,
montes: i lo mismo los reyes de la doce mil de la tribu de Rubén,
tierra que los príncipes, los ricos, doce mil de la tribu de Gad,
los capitanes y los poderosos; lo 6 doce mil de la tribu de Aser,
mismo los esclavos que los libres; doce mil de la tribu de Neftalí,
16 y decían a los montes y a las pe-
  doce mil de la tribu de Mana-
ñas: «¡Caigan sobre nosotros! ¡No sés,

e 6.12: Ap 11.13; 16.18.
f 6.12-13: Is 13.10; Ez 32.7; Jl 2.31; Mt 24.29; Mc 13.24-25; Lc 21.25.
g 6.13-14: Is 34.4. h 6.14: Ap 16.20. i 6.15: Is 2.10. j 6.16: Os 10.8; Lc 23.30.
k 6.17: Jl 2.11; Mal 3.2. a 7.1: Zac 6.5. b 7.3: Ez 9.4.

1800
EL APOCALIPSIS  7​, ​8

7 doce mil de la tribu de Si- Yo le respondí: «Señor, tú lo sa-


14  

meón, bes.» Entonces él me dijo: «Éstos


doce mil de la tribu de Leví, han salido de la gran tribulación. c
doce mil de la tribu de Isacar, Son los que han lavado y emblan-
doce mil de la tribu de Zabu-
8 quecido sus ropas en la sangre del
lón, Cordero.
doce mil de la tribu de José, 15 Por eso están delante del trono de

doce mil de la tribu de Benja- Dios, y le rinden culto en su tem-


mín. plo de día y de noche; y el que está
sentado en el trono los protege con
La multitud vestida su presencia.
de ropas blancas 16 No volverán a tener hambre ni

9 Después de esto vi aparecer una


  sed, ni les hará daño el sol ni el
gran multitud compuesta de todas calor los molestará, d
las naciones, tribus, pueblos y len- 17 porque el Cordero que está en

guas. Era imposible saber su núme- medio del trono los pastoreará e
ro. Estaban de pie ante el trono, en y los llevará a fuentes de agua de
presencia del Cordero, y vestían ro- vida, f y Dios mismo secará de sus
pas blancas; en sus manos llevaban ojos toda lágrima.» g
ramas de palma,
10 y a grandes voces gritaban: «La

El séptimo sello
salvación proviene de nuestro Dios,
que está sentado en el trono, y del
Cordero.»
8 Cuando el Cordero abrió el sép-
timo sello, hubo silencio en el
cielo durante una media hora.
11 Todos los ángeles estaban de pie,

2 Vi entonces que a los siete ángeles

alrededor del trono y de los ancia- que estaban de pie ante Dios se les
nos y de los cuatro seres vivientes, dieron siete trompetas,
y delante del trono inclinaron el 3 y otro ángel vino con un incen-

rostro y adoraron a Dios. sario de oro, y se detuvo ante el


12 Decían: «¡Amén! A nuestro Dios
  altar. a A ese ángel se le dio mucho
sean dadas la bendición y la gloria, incienso para que lo añadiera a las
la sabiduría y la acción de gracias, oraciones de todos los santos, y lo
y la honra, el poder y la fortaleza, ofreciera sobre el altar de oro que
por los siglos de los siglos. ¡Amén!» estaba delante del trono.
13 Entonces uno de los ancianos me

4 De la mano del ángel subió el hu-

dijo: «Y estos que están vestidos de mo del incienso a la presencia de


ropas blancas, ¿quiénes son? ¿De Dios, junto con las oraciones de los
dónde vienen?» santos.

c 7.14: Dn 12.1; Mt 24.21; Mc 13.19. d 7.16: Is 49.10. e 7.17: Sal 23.1; Ez 34.23.


f 7.17: Sal 23.2; Is 49.10. g 7.17: Is 25.8. a 8.3: Ex 30.1.

1801
EL APOCALIPSIS  8​, ​9

El ángel tomó el incensario, lo lle-


5  perdieron una tercera parte de su
nó con fuego del altar, b y ese fuego brillo, g y también se oscureció una
lo arrojó a la tierra. c Hubo entonces tercera parte del día, lo mismo que
truenos, voces, relámpagos y un te- una tercera parte de la noche.
rremoto. d 13 Miré entonces, y oí que un águi-

la revoloteaba en medio del cielo y


Las trompetas a grandes voces gritaba: «¡Ay, ay,
Los siete ángeles se dispusieron a
6  ay! ¡Pobres de los habitantes de la
tocar las siete trompetas que tenían. tierra cuando suenen las trompetas
7Cuando el primer ángel tocó su
  que están a punto de tocar los otros
trompeta, cayeron sobre la tierra tres ángeles!»
granizo y fuego e mezclados con san-
gre, con lo que se quemó la tercera
parte de la tierra, la tercera parte de
9 Cuando el quinto ángel tocó su
trompeta, vi que una estrella
cayó del cielo a la tierra, y que se
los árboles y toda la hierba verde. le dio la llave del profundo abismo.
8 Cuando el segundo ángel tocó

2 El ángel abrió las profundidades

su trompeta, cayó sobre el mar al- del abismo, y de allí salió humo,
go parecido a una gran montaña en como de un horno enorme, y ese
llamas, y la tercera parte del mar se humo hizo que el sol y el aire se
convirtió en sangre, oscurecieran.
9 con lo que murió la tercera parte

3 Del humo salieron también langos-

de todo lo que vivía en el mar y tas, que infestaron la tierra; a y se


fue destruida la tercera parte de las les dio el mismo poder que tienen
embarcaciones. los escorpiones de la tierra,
10 Cuando el tercer ángel tocó su

4 pero con la orden de no dañar la

trompeta, del cielo cayó una gran es- hierba ni los árboles, ni nada que
trella, f la cual ardía como una antor- tuviera verdor, sino sólo a quienes
cha. Cayó sobre la tercera parte de los no tuvieran en la frente el sello de
ríos, y sobre los manantiales de agua. Dios. b
11 El nombre de esa estrella es Amar-

5 No se les permitió matar a nadie,

gura, así que la tercera parte de las sino sólo hacer sufrir a la gente du-
aguas se volvió amarga, y mucha rante cinco meses con el mismo
gente murió por causa de esas aguas dolor de una picadura de escorpión.
amargas. 6 Durante ese tiempo la gente inten-

12 Cuando el cuarto ángel tocó su


  tará morir, pero no lo conseguirá;
trompeta, fue tal el daño que sufrie- deseará la muerte, pero ésta huirá
ron el sol, la luna y las estrellas, que de ellos. c

b 8.5: Lv 16.12. c 8.5: Ez 10.2. d 8.5: Ap 11.19; 16.18. e 8.7: Ex 9.23-25.


f 8.10: Is 14.12. g 8.12: Is 13.10; Ez 32.7; Jl 2.10. a 9.3: Ex 10.12-15.
b 9.4: Ez 9.4. c 9.6: Job 3.21.

1802
EL APOCALIPSIS  9​, ​10

Las langostas tenían el aspecto de


7  Ésta es la visión que tuve de los ca-
17 

caballos preparados para la guerra; d ballos y sus jinetes: Sus corazas eran
en la cabeza llevaban algo parecido rojas como el fuego, azules como el
a una corona de oro, y sus caras eran zafiro y amarillas como el azufre.
semejantes a los rostros humanos. Las cabezas de los caballos parecían
8 Sus crines parecían cabelleras de
  cabezas de león, y por el hocico lan-
mujer, y sus dientes eran como los zaban fuego, humo y azufre.
colmillos de los leones. e 18 La tercera parte de la gente murió

9 Su caparazón parecía una coraza


  por causa de estas tres plagas, es
de hierro, y con sus alas producían decir, por el fuego, por el humo y
un estruendo semejante al de mu- por el azufre que lanzaban por el
chos carros f y caballos que corren hocico.
a la batalla. 19 Y es que los caballos tenían poder

10 Sus colas y aguijones eran como de


  en el hocico y en la cola, pues su
escorpiones, y con su cola podían da- cola parecía serpiente, y el daño lo
ñar a la gente durante cinco meses. causaban con la cabeza.
11 El rey que los gobierna es el ángel

20 El resto de la gente, los que no

del abismo, cuyo nombre en hebreo murieron por estas plagas, ni aun
es Abadón, y en griego, Apolión. 2 así se arrepintieron de su maldad, ni
12 El primer ay pasó, pero aún fal-
  dejaron de adorar a los demonios ni
tan dos ayes más. a las imágenes de oro, plata, bronce,
13 Cuando el sexto ángel tocó su
  piedra y madera, las cuales no pue-
trompeta, oí una voz que salía de den ver ni oír ni caminar. h
entre los cuatro cuernos del altar 21 Tampoco se arrepintieron de sus

de oro g que estaba delante de Dios. asesinatos ni de sus hechicerías, ni


14 Esa voz le decía al sexto ángel que
  de su inmoralidad sexual ni de sus
tenía la trompeta: «Desata a los cua- robos.
tro ángeles que están atados junto
al gran río Éufrates.» El ángel con el librito

10
15 Y fueron desatados los cuatro án-
  Entonces vi descender del
geles, los cuales estaban preparados cielo a otro ángel poderoso.
para matar en esa hora y ese día, Venía envuelto en una nube y con el
de ese mes y año, a la tercera parte arco iris sobre su cabeza. Su rostro
de la gente. era semejante al sol, y sus piernas
16 Y oí que el número de las tropas
  parecían dos columnas de fuego.
de a caballo era de doscientos mi- 2 En su mano tenía un librito abier-

llones. to, y se quedó con el pie derecho

2 9.11 O, destructor.
d 9.7: Jl 2.4. e 9.8: Jl 1.6. f 9.9: Jl 2.5. g 9.13: Ex 30.1-3.
h 9.20: Sal 115.4-7; 135.15-17; Dn 5.4.

1803
EL APOCALIPSIS  10​, ​11

sobre el mar y con el izquierdo so- que lo comí, me amargó el estóma-


bre la tierra; go. b
3 en ese momento lanzó un grito tan

11 Y se me dijo: «Debes profetizar

fuerte como el rugido de un león, y otra vez acerca de muchos pueblos,


se oyó la estruendosa voz de siete naciones, lenguas y reyes.»
truenos.
4 Después de que hablaron los siete

Los dos testigos
truenos, me dispuse a escribir, pero
desde el cielo oí una voz que me
decía: «No reveles lo que han dicho
11 Entonces se me dio una ca-
ña, parecida a una vara de
medir, y se me dijo: «Levántate y
los siete truenos. No lo escribas.» mide el templo de Dios a y el altar, y
5 Entonces el ángel que vi que es-
  cuenta a los que adoran en él.
taba sobre el mar y sobre la tierra 2 Pero no midas el patio que está

levantó su mano derecha al cielo fuera del templo; déjalo sin medir,
6 y jurando por el que vive por los
  porque ha sido entregado a los no
siglos de los siglos, por el mismo creyentes, y ellos van a pisotear la
que creó el cielo, la tierra y el mar, ciudad santa b durante cuarenta y
y todo lo que hay en ellos, dijo: «¡Se dos meses.
acabó el tiempo! 3 Yo enviaré a dos testigos míos,

7Cuando llegue el momento de que


  vestidos de cilicio, a que profeti-
el séptimo ángel comience a tocar cen durante mil doscientos sesenta
la trompeta, se cumplirá el misterio días.»
de Dios, que él ya había anunciado 4 Estos testigos son los dos olivos y

a sus siervos los profetas.» a los dos candeleros que permanecen


8 La voz que oí del cielo volvió a
  delante del Señor de la tierra. c
hablarme, y me dijo: «Ve y toma el 5 Si alguien quiere dañarlos, de su

librito abierto que tiene en la mano boca sale un fuego que consume
el ángel que está de pie sobre el mar a sus enemigos; cualquiera que
y la tierra.» quiera hacerles daño morirá de esa
9 Yo me dirigí al ángel y le pedí que
  manera.
me diera el librito. Y él me dijo: 6 Ellos tienen poder para cerrar el

«Aquí lo tienes. Cómetelo. Te amar- cielo e impedir que llueva durante


gará el estómago, pero en tus labios los días de su profecía; d tienen tam-
será dulce como la miel.» bién poder para convertir el agua en
10 Yo tomé el librito de la mano del
  sangre, e y para azotar la tierra con
ángel, y me lo comí. En mis labios toda clase de plagas, todas las veces
era dulce como la miel, pero una vez que quieran.

a 10.5-7: Dn 12.7. b 10.8-10: Ez 2.8—3.3. a 11.1: Ez 40.3. b 11.2: Lc 21.24.


c 11.4: Zac 4.3, 11-14. d 11.6: 1 R 17.1. e 11.6: Ex 7.17-19.

1804
EL APOCALIPSIS  11​, ​12

7 Cuando terminen de dar su tes- La séptima trompeta


timonio, la bestia que sube del 15 Cuando el séptimo ángel tocó su

abismo f luchará contra ellos y los trompeta, se oyeron fuertes voces en


vencerá, g y les dará muerte. el cielo, que decían: «Los reinos del
8 Sus cadáveres quedarán tendidos
  mundo han llegado a ser de nuestro
en las calles de la gran ciudad, la Señor y de su Cristo; y él reinará por
que en sentido espiritual se llama los siglos de los siglos.» l
Sodoma, h y también Egipto, donde 16 Entonces los veinticuatro ancia-

el Señor de ellos fue crucificado. nos que estaban sentados en sus


9 Y durante tres días y medio gente
  tronos delante de Dios, inclinaron
de distintos pueblos, tribus, lenguas su rostro y adoraron a Dios.
y naciones verá sus cadáveres, y no 17Decían:

permitirá que sean sepultados. «Te damos gracias, Señor Dios


10 Los habitantes de la tierra se ale-
  Todopoderoso,
grarán de la muerte de estos dos el que eres, y el que eras,
profetas; la celebrarán y hasta se ha- porque has tomado tu gran poder
rán regalos unos a otros, porque estos y has comenzado a reinar.
dos los habían estado atormentando. 18 Las naciones se han enfurecido,
11 Después de tres días y medio,
  pero ha llegado tu ira,
entró en ellos el espíritu de vida el tiempo de juzgar a los muertos
enviado por Dios, y se pusieron de y de recompensar a tus siervos
pie, i y todos los que los vieron se los profetas,
llenaron de temor. a los santos y a los que temen
12 Entonces los dos testigos oyeron
  tu nombre,
una fuerte voz del cielo, que les de- lo mismo grandes que pequeños, m
cía: «Suban acá.» Y ellos subieron al y de destruir a los que destru-
cielo en una nube, j y sus enemigos yen la tierra.»
los vieron. 19En ese momento el templo de Dios

13 En ese momento hubo un gran te-


  se abrió en el cielo, y en él se veía el
rremoto, k y a causa del terremoto se arca de su pacto. Hubo entonces re-
derrumbó la décima parte de la ciu- lámpagos, voces, truenos, un terremo-
dad y murieron siete mil personas. to n y una granizada impresionante. o
Los demás se llenaron de terror y
dieron gloria al Dios del cielo. La mujer y el dragón

12
14 El segundo ay pasó, pero el tercer
  P udo entonces verse una
ay viene pronto. gran señal en el cielo: Apare-

f 11.7: Dn 7.3; Ap 13.5-7; 17.8. g 11.7: Dn 7.21. h 11.8: Is 1.9-10.


i 11.11: Ez 37.10. j 11.12: 2 R 2.11. k 11.13: Ap 6.12; 16.18.
l 11.15: Dn 7.14, 27. m 11.18: Sal 115.13. n 11.19: Ap 8.5; 16.18.
o 11.19: Ap 16.21.

1805
EL APOCALIPSIS  12

ció una mujer cuyo vestido era el sol. ña a todo el mundo. Él y sus ángeles
La luna estaba debajo de sus pies, y fueron arrojados a la tierra. i
en su cabeza llevaba una corona con 10 Entonces oí una fuerte voz en el

doce estrellas. a cielo, que decía:


2 Estaba encinta, y gritaba por los

dolores de parto y por la angustia «¡Aquí están ya la salvación y


del alumbramiento. b el poder
3 También pudo verse en el cielo
  y el reino de nuestro Dios,
otra señal: Apareció un gran dra- y la autoridad de su Cristo!
gón rojo, con siete cabezas y diez ¡Ya ha sido expulsado el que
cuernos, c y con una diadema en día y noche
cada cabeza. acusaba a nuestros hermanos j
4 Con su cola arrastró a la tercera
  delante de nuestro Dios!
parte de las estrellas del cielo, y las 11 Ellos lo vencieron por la san-
arrojó sobre la tierra. d Luego el dra- gre del Cordero
gón se colocó frente a la mujer que y por la palabra que ellos pro-
iba a dar a luz, para devorar a su clamaron;
hijo en cuanto naciera. siempre estuvieron preparados
5 La mujer dio a luz un hijo varón, 

e a entregar sus vidas y morir.
el cual gobernará a todas las nacio- 12 ¡Alégrense por eso, ustedes los
nes con cetro de hierro. f Pero su cielos!
hijo le fue arrebatado para Dios y ¡Alégrense ustedes, que los
su trono. habitan!
6 La mujer huyó entonces al desier-
  ¡Pero ay de ustedes,
to, a un lugar que Dios le había los que habitan la tierra y el
preparado, para que allí la alimenta- mar!
ran durante mil doscientos sesenta El diablo ha llegado a ustedes
días. lleno de ira,
7Después hubo una batalla en el
  porque sabe que le queda poco
cielo: Miguel g y sus ángeles lucha- tiempo.»
ron contra el dragón, y el dragón y
sus ángeles también lucharon, Cuando el dragón se dio cuenta
13 
8 pero no pudieron vencer, y ya no
  de que había sido arrojado a la tie-
hubo lugar para ellos en el cielo. rra, persiguió a la mujer que había
9 Así fue expulsado el gran dragón,
  dado a luz al hijo varón.
que es la serpiente antigua h que se 14 Pero a la mujer se le dieron las

llama Diablo y Satanás, y que enga- dos alas de la gran águila para que

a 12.1: Gn 37.9. b 12.2: Miq 4.10. c 12.3: Dn 7.7. d 12.4: Dn 8.10.


e 12.5: Is 66.7. f 12.5: Sal 2.9. g 12.7: Dn 10.13, 21; 12.1; Jud 9. h 12.9: Gn 3.1.
i 12.9: Lc 10.18. j 12.10: Job 1.9-11; Zac 3.1.

1806
EL APOCALIPSIS  12​, ​13

volara a su lugar en el desierto, don- a la bestia. Decían: «¿Quién puede


de es alimentada por un tiempo, y compararse a la bestia? ¿Quién po-
tiempos, y la mitad de un tiempo, k drá luchar contra ella?»
para estar a salvo de la serpiente. 5 También se le permitió fanfarro-

15 Entonces la serpiente arrojó mu-


  near y proferir blasfemias, y se le
cha agua por la boca, para que la dio autoridad para hacer y deshacer
mujer fuera arrastrada como por durante cuarenta y dos meses.
un río. 6 La bestia comenzó a blasfemar

16 Pero la tierra vino en su ayuda,


  contra Dios d y contra su nombre
pues abrió su boca y se tragó el río y su tabernáculo, y contra los que
que el dragón había arrojado por su viven en el cielo.
boca. 7Se le permitió combatir contra los

17 Entonces el dragón se llenó de


  santos, y vencerlos; e y también se
ira contra la mujer y se fue a luchar le dio autoridad sobre toda raza,
contra el resto de sus descendientes, pueblo, lengua y nación.
es decir, contra los que obedecen 8 Y adoraron a la bestia todos los ha-

los mandamientos de Dios y tienen bitantes de la tierra, todos los que


el testimonio de Jesucristo. no tienen su nombre inscrito en el
libro de la vida f del Cordero que
Las dos bestias fue inmolado desde el principio del

13 Y el dragón se detuvo a la ori-


lla del mar. Entonces vi que
del mar subía una bestia a que tenía
mundo.
9 El que tenga oídos, que oiga.

10 El que deba ir al cautiverio,


siete cabezas y diez cuernos. En al cautiverio irá; g
cada cuerno llevaba una diadema, y el que deba morir por la
y en cada cabeza tenía un nombre espada,
blasfemo. b por la espada morirá.
2 La bestia que vi parecía un leo-
  Aquí se verá la paciencia y la
pardo; sus patas parecían las de fe de los santos.
un oso, y sus fauces eran como de 11 Después vi subir de la tierra otra

león. c El dragón cedió a la bestia su bestia. Tenía dos cuernos como de


poder y su trono, y gran autoridad. cordero, pero hablaba como un dra-
3 Una de sus cabezas parecía tener
  gón.
una herida mortal, pero su herida 12 Cuando estaba en presencia de la

fue sanada. Toda la gente se llenó de primera bestia, cuya herida mortal
asombro y siguió a la bestia, fue sanada, ejercía toda la autoridad
4 y adoraron al dragón que había da-
  de ésta, y hacía que la tierra y sus
do autoridad a la bestia, y también habitantes la adoraran.

k 12.14: Dn 7.25; 12.7. a 13.1: Dn 7.3. b 13.1: Ap 17.3, 7-12. c 13.2: Dn 7.4-6.


d 13.5-6: Dn 7.8, 25; 11.36. e 13.7: Dn 7.21. f 13.8: Sal 69.28. g 13.10: Jer 15.2.

1807
EL APOCALIPSIS  13​, ​14

13 También hacía grandes prodigios, un poderoso caudal de agua, y al


al grado de que a la vista de todos sonido de un fuerte trueno. La voz
hacía que cayera fuego del cielo a que oí parecía ser la de arpistas que
la tierra. tocaban sus arpas.
14 Por medio de las señales que se

3 Estaban ante el trono, delante de

le permitía hacer en presencia de la los cuatro seres vivientes y de los


primera bestia, engañó a los habi- ancianos, y cantaban un cántico
tantes de la tierra y les mandó que nuevo, que nadie más podía apren-
hicieran una imagen de la bestia, der sino los ciento cuarenta y cuatro
que vivió a pesar de tener una he- mil que habían sido redimidos de
rida de espada. la tierra.
15 También se le permitió infundir

4 Éstos son los que jamás tuvieron

aliento a la imagen de la bestia, contacto con mujeres, pues son


para que ésta hablara y mandara vírgenes, y son los que siguen al
matar a todo aquel que no la ado- Cordero por dondequiera que va.
rara. Fueron redimidos de entre toda la
16 Además, hizo que a todos, grandes
  gente como los primeros frutos para
y pequeños, ricos y pobres, libres y Dios y para el Cordero.
esclavos, se les pusiera una marca 5 No se halló en sus labios mentira

en la mano derecha o en la frente, alguna, b pues son irreprochables.


17 y que nadie pudiera comprar ni

vender si no tenía la marca o el El mensaje de los tres ángeles


nombre de la bestia, o el número Luego vi otro ángel, el cual vo-
6 

de su nombre. laba en medio del cielo. Tenía el


18 Aquí hay sabiduría. El que ten-
  evangelio eterno, para predicarlo a
ga entendimiento, que calcule el los habitantes de la tierra, es decir,
número de la bestia, pues es el a toda nación, raza, lengua y pueblo.
número de un ser humano, y es el 7 Ese ángel decía con fuerte voz:

seiscientos sesenta y seis. «Teman a Dios, y denle gloria, por-


que la hora de su juicio ha llegado.
El cántico de los 144 000 Adoren al que hizo el cielo y la

14 Miré, y vi que el Cordero es-


taba de pie sobre el monte de
Sión, y que con él había ciento cua-
tierra, el mar y los manantiales de
agua.»
8 A ese ángel lo siguió otro, que

renta y cuatro mil personas, las cuales decía: «¡Ya cayó Babilonia! c ¡Ya ca-
tenían inscritos en la frente el nom- yó esa gran ciudad! Cayó porque
bre de él y el de su Padre. a embriagó a todas las naciones con
2 Entonces oí una voz que venía del
  el ardiente vino de su inmoralidad
cielo, semejante al estruendo de sexual.»

a 14.1: Ez 9.4; Ap 7.3. b 14.5: Sof 3.13. c 14.8: Is 21.9; Ap 18.2.

1808
EL APOCALIPSIS  14​, ​15

A los dos ángeles los siguió un


9  al que estaba sentado sobre la nube:
tercero, que a grandes voces decía: «¡Usa tu hoz, y levanta la cosecha!
«El que adore a la bestia y a su ima- ¡Ha llegado la hora de cosechar,
gen, y acepte llevar su marca en la pues la cosecha de la tierra ya está
frente o en la mano, madura! h
10 también beberá del vino de la

16 El que estaba sentado sobre la nu-

ira de Dios, que ha sido vaciado be lanzó su hoz sobre la tierra, y la


puro en la copa de su ira, d y será cosecha de la tierra fue levantada.
atormentado con fuego y azufre e 17En ese momento, del templo que

delante de los santos ángeles y del está en el cielo salió otro ángel. Tam-
Cordero. bién llevaba una hoz afilada.
11 El humo de su tormento subirá por

18 Y un ángel más salió del altar, el

los siglos de los siglos, f pues ni de cual tenía poder sobre el fuego. Con
día ni de noche tendrán reposo los fuerte voz llamó al ángel que tenía
que adoren a la bestia y a su imagen, la hoz afilada, y le dijo: «Usa tu afi-
ni nadie que acepte llevar la marca lada hoz, y vendimia los racimos de
de su nombre.» la tierra, porque sus uvas ya están
12 Aquí se verá la paciencia de los
  maduras.»
santos, de los que obedecen los man- 19 El ángel lanzó su hoz sobre la

damientos de Dios y mantienen la tierra y vendimió su viña, y luego


fe en Jesús. echó las uvas en el gran lagar de la
13 Entonces oí una voz que venía
  ira de Dios.
del cielo, la cual me decía: «Escribe: 20 Y se exprimieron las uvas en el

De aquí en adelante, bienaventura- lagar, i fuera de la ciudad, y la san-


dos sean los que mueren en el Se- gre que salió del lagar les llegó a los
ñor.» Y el Espíritu dice: «Sí, porque caballos hasta los frenos, a una dis-
así descansarán de sus trabajos, pues tancia de mil seiscientos estadios.
sus obras los acompañan.»
Las siete últimas plagas

15
La tierra es segada E n el cielo vi otra señal,
14 Miré, y vi aparecer una nube
  grande y asombrosa: Eran
blanca. Sobre esa nube estaba sen- siete ángeles, que tenían las siete
tado alguien que parecía ser el Hijo últimas plagas, con las cuales la ira
del Hombre. g Llevaba en la cabeza de Dios quedaba satisfecha.
una corona de oro, y en la mano 2 Vi también lo que parecía ser un

tenía una hoz afilada. mar de cristal mezclado con fuego;


15 En ese momento, otro ángel salió
  allí, sobre el mar de cristal, y con las
del templo; y con fuerte voz le gritó arpas que Dios les había dado, esta-

d 14.10: Is 51.17. e 14.10: Gn 19.24. f 14.11: Is 34.10. g 14.14: Dn 7.13.


h 14.15: Jl 3.13. i 14.20: Is 63.3; Ap 19.15.

1809
EL APOCALIPSIS  15​, ​16

ban los que habían logrado vencer a Las copas de ira


la bestia y a su imagen, y a su marca
y el número de su nombre.
3 Entonaban el cántico de Moisés, 

a
16 Luego oí que del templo salía
una fuerte voz, que les decía
a los siete ángeles: «¡Vayan y derra-
el siervo de Dios, y también el cán- men sobre la tierra las siete copas
tico del Cordero. Decían: de la ira de Dios!»
«¡Grandes y maravillosas son 2 El primer ángel fue y derramó su

tus obras, copa sobre la tierra, y a todos los


Señor Dios Todopoderoso! que tenían la marca de la bestia y
¡Justos y verdaderos son tus adoraban su imagen les salió una
caminos, úlcera maligna y pestilente. a
Rey de las naciones! 3 El segundo ángel derramó su

4 ¿Quién no te temerá, Señor? copa sobre el mar, y el mar se con-


¿Quién no glorificará tu nom- virtió en sangre, como de la sangre
bre? b de un muerto; y murieron todos los
¡Sólo tú eres santo! seres vivos que había en el mar.
Por eso todas las naciones 4 El tercer ángel derramó su copa

vendrán y te adorarán, c sobre ríos y manantiales, y sus aguas


porque tus juicios se han ma- se convirtieron en sangre. b
nifestado.» 5 Y oí que el ángel de las aguas de-

5 Después de esto miré, y vi que


  cía:
en el cielo se abrió el templo donde «Justo eres tú, Señor,
está el tabernáculo del testimonio. d el que eres, y el que eras;
6 Del templo salieron los siete ánge-
  el Santo que ha juzgado estas
les en posesión de las siete plagas. cosas.
Estaban vestidos de un lino limpio 6 Tú les has dado a beber sangre,
y resplandeciente, y alrededor del pues ellos se lo merecen
pecho llevaban cintos de oro. porque derramaron la sangre
7Uno de los cuatro seres vivientes
  de los santos y de los profetas.»
entregó a los siete ángeles sendas 7Oí también que otro decía desde

copas de oro, llenas de la ira de el altar:


Dios, que vive por los siglos de los «Ciertamente, Señor y Dios
siglos. Todopoderoso,
8 El templo se llenó de humo 

e por tus juicios son justos y verda-
causa de la gloria de Dios y de su deros.»
poder; y nadie podía entrar en el 8 El cuarto ángel derramó su copa

templo hasta que se cumplieran las sobre el sol, con lo que se le permitió
siete plagas de los siete ángeles. quemar con fuego al género humano.

a 15.3: Ex 15.1. b 15.4: Jer 10.7. c 15.4: Sal 86.9. d 15.5: Ex 40.34.


e 15.8: 1 R 8.10-11; 2 Cr 5.13-14; Is 6.4. a 16.2: Ex 9.10. b 16.4: Ex 7.17-21.

1810
EL APOCALIPSIS  16​, ​17

9 Y hombres y mujeres se quemaron Entonces hubo relámpagos, vo-


18  

con ese gran calor, pero en vez de ces y truenos, y un gran temblor
arrepentirse y dar gloria al nombre de tierra. ¡Nunca antes, desde que
de Dios, que tiene poder sobre estas la humanidad existe, había habido
plagas, blasfemaron contra él. un terremoto g tan grande!
10 El quinto ángel derramó su copa

19 La gran ciudad se partió en tres,

sobre el trono de la bestia, y su reino y las ciudades de las naciones se


se cubrió de tinieblas. c La gente se vinieron abajo; entonces Dios se
mordía la lengua de dolor, acordó de la gran Babilonia y le dio
11y por causa de sus dolores y sus úlce-
  a beber de la copa que tenía el ar-
ras blasfemaron contra el Dios del cielo, diente vino de su ira, h
pero no se arrepintieron de sus obras. 20 y todas las islas y los montes desa-

12 El sexto ángel derramó su copa


  parecieron. i
sobre el gran río Éufrates; y el agua 21 Del cielo cayó sobre la gente una

del río se secó, para preparar el cami- enorme granizada, j con granizos que
no a los reyes que venían del oriente. d pesaban más de veinte kilos; y fue
13 De la boca del dragón, de la boca
  tan grande la plaga de granizo que
de la bestia, y de la boca del falso toda la gente blasfemó contra Dios.
profeta, vi salir tres espíritus impu-
ros con aspecto de ranas. Condenación de la gran ramera

17
14 Éstos son espíritus de demonios que
  Uno de los siete ángeles que
hacen señales milagrosas, y que sa- tenían las siete copas, vino y
lieron por todo el mundo para reunir me dijo: «Ven acá, y te mostraré el
a los reyes de la tierra, para la batalla castigo para la gran ramera, la que
del gran día del Dios Todopoderoso. está sentada sobre muchas aguas. a
15 «Miren, yo vengo como un ladrón. e

2 Con ella han adulterado los reyes

Bienaventurados los que se manten- de la tierra, y los habitantes de la


gan despiertos y conserven sus ropas, tierra se han embriagado con el vi-
no sea que se queden desnudos y se no de su inmoralidad sexual.» b
vea la vergüenza de su desnudez.» 3 Después el ángel me llevó en el Es-

16 Y los reunió en el lugar que en


  píritu al desierto, y allí vi a una mujer
hebreo se llama «Armagedón». f sentada sobre una bestia escarlata, que
17El séptimo ángel derramó su copa
  tenía siete cabezas y diez cuernos,  c y

en el aire, y desde el trono en el tem- estaba llena de nombres blasfemos.


plo salió una fuerte voz que decía: 4 La mujer estaba vestida de púrpura

«Todo está hecho». y escarlata, y portaba adornos de

c 16.10: Ex 10.21. d 16.12: Is 11.15-16. e 16.15: Mt 24.43-44; Lc 12.39-40; Ap 3.3.


f 16.16: 2 R 23.29; 2 Cr 35.22. g 16.18: Ap 8.5; 11.13, 19. h 16.19: Is 51.17.
i 16.20: Ap 6.14. j 16.21: Ex 9.23; Ap 11.19. a 17.1: Jer 51.13. b 17.2: Jer 51.7.
c 17.3: Ap 13.1.

1811
EL APOCALIPSIS  17​, ​18

oro, piedras preciosas y perlas. En Los diez cuernos que has visto,
12  

la mano tenía una copa de oro, d la son diez reyes g que aún no han
cual rebosaba de cosas detestables y empezado a reinar; pero recibirán
de la inmundicia de su inmoralidad autoridad para reinar toda una hora,
sexual. junto con la bestia.
5 Inscrito en la frente ostentaba un

13 El propósito de estos reyes es el

nombre, cuyo sentido era un mis- mismo, que es el de entregar a la


terio: «La gran Babilonia, madre de bestia su poder y autoridad.
las rameras y de las abominaciones 14 Pelearán contra el Cordero, pero

de la tierra.» el Cordero los vencerá, porque él es


6 Vi que la mujer estaba ebria de la
  Señor de señores y Rey de reyes; y
sangre de los santos, y de la sangre a los que están con él se les llama
de los testigos de Jesús. Al verla, “elegidos” y “fieles”.»
quedé muy asombrado. 15 El ángel también me dijo: «Las

7Pero el ángel me dijo: «¿Por qué


  aguas que has visto, donde está
te asombras? Yo te voy a decir cuál sentada la ramera, son multitud de
es el misterio de la mujer, y de la pueblos, naciones y lenguas.
bestia en que viene, la bestia de sie- 16 Y los diez cuernos y la bestia que

te cabezas y diez cuernos. viste aborrecerán a la ramera y la


8 La bestia que has visto, era pero
  dejarán abandonada y desnuda; de-
ya no es; y está a punto de subir del vorarán sus carnes, y la quemarán
abismo e para ir a la perdición. Los con fuego.
habitantes de la tierra, cuyos nom- 17Dios ha puesto en el corazón de

bres no están inscritos en el libro de ellos el ejecutar lo que él se ha


la vida f desde la fundación del mun- propuesto hacer: se pondrán de
do, se asombrarán al ver que la bestia acuerdo, y entregarán su reino a
era y ya no es, pero que reaparecerá. la bestia, hasta que se cumplan las
9 Aquí se verá la mente que tenga
  palabras de Dios.
sabiduría: Las siete cabezas son sie- 18 La mujer que has visto es la gran

te montes, sobre los cuales se sienta ciudad que reina sobre los reyes de
la mujer, la tierra.»
10 y son también siete reyes. Cinco

de ellos ya no reinan; uno está rei- La caída de Babilonia


nando, y el otro aún no ha llegado;
pero cuando venga, es preciso que
reine algún tiempo.
18 Después de esto vi que otro
ángel bajaba del cielo; el po-
der que tenía era muy grande, y su
11 La bestia que era y ya no es, es
  gloria iluminaba la tierra.
también el octavo rey; y es uno de 2 El ángel gritó con fuerte voz: «¡Ya

los siete, y va camino a la perdición. ha caído! ¡Ya ha caído la gran Babi-

d 17.4: Jer 51.7. e 17.8: Dn 7.3; Ap 11.7. f 17.8: Sal 69.28. g 17.12: Dn 7.24.

1812
EL APOCALIPSIS  18

lonia! a Se ha convertido en refugio en deleites, llorarán y harán lamen-


de demonios, en guarida de todo tación cuando vean el humo de su
espíritu impuro; ¡está habitada de incendio.
toda clase de aves inmundas y abo- 10 Sentirán miedo al ver su tormen-

rrecibles! b to, y desde lejos dirán: «¡Ay de ti, la


3 Todas las naciones han bebido del
  grande y poderosa ciudad de Babilo-
ardiente vino de su inmoralidad nia! ¡Ay de ti, porque en el preciso
sexual. c Los reyes de la tierra han momento llegó tu castigo!» h
tenido relaciones sexuales con ella, 11 Y los comerciantes de la tierra

y los comerciantes de la tierra se llorarán y harán lamentación por


han enriquecido gracias a su impre- ella, porque ya nadie les comprará
sionante prosperidad.» sus mercaderías
4 Oí entonces otra voz del cielo, que

12 ni sus cargamentos de oro, plata,

decía: «Ustedes, los de mi pueblo, piedras preciosas, perlas, telas de lino


salgan de esa ciudad d para que no fino y seda, de color púrpura y rojo, y
participen de sus pecados ni reci- toda clase de madera aromática, toda
ban parte de sus plagas; clase de objetos de marfil, y maderas
5 pues son tantos sus pecados que
  preciosas, cobre, hierro y mármol;
llegan hasta el cielo, e y Dios ha to- 13 canela, especias aromáticas, in-

mado en cuenta sus injusticias. cienso, mirra, perfumes, vino,


6 ¡Páguenle ustedes con la misma
  aceite, flor de harina, trigo, bestias,
moneda! f ¡Denle a beber en la mis- ovejas, caballos y carros, y aun es-
ma copa el doble de la bebida que clavos, que son vidas humanas.
ella preparó! 14 «Los frutos que tanto deseabas

7¡Páguenle con tantos tormentos y


  se han alejado de ti. Has perdido
llanto como el esplendor y las rique- todas las cosas exquisitas y esplén-
zas en que ha vivido! Porque en su didas, y jamás las recuperarás.»
corazón dice: “Estoy en mi trono de 15 Eso dirán los que comerciaban

reina; no soy viuda, y jamás experi- con todo esto, y que se enriquecie-
mentaré el sufrimiento.” ron a costa de ella. A la distancia,
8 Por eso, en un mismo día le sobre-
  por temor a su tormento, llorarán y
vendrán estas tres plagas: g la muerte, harán lamentación,
el llanto y el hambre. Y será consu- 16 y dirán: «¡Ay de ti, ay de ti, la

mida por el fuego, porque Dios, el gran ciudad, que te vestías de lino
Señor, que la juzga, es poderoso.» fino, de púrpura y de escarlata, y
9Entonces los reyes de la tierra, los
  que te adornabas con oro, piedras
que con ella adulteraron y vivieron preciosas y perlas!

a 18.2: Is 21.9. b 18.2: Is 13.21; Jer 50.39. c 18.3: Jer 51.7.


d 18.4: Is 48.20; Jer 50.8. e 18.5: Jer 51.9. f 18.6: Sal 137.8; Jer 50.29.
g 18.7-8: Is 47.8-9. h 18.9-10: Ez 26.16-18.

1813
EL APOCALIPSIS  18​, ​19

¡En una sola hora han sido consu-


17  de la tierra, y con tus hechicerías en-
midas tantas riquezas!» Todos los gañaste a todas las naciones.
capitanes de barco, y los que viajan 24 Fue en ti donde se halló la sangre

en naves, y los marineros, y los que de los profetas y de los santos, y de


trabajan en el mar, se quedaron a todos los que han sido asesinados
la distancia en la tierra.» o
18 y, al ver el humo de su incendio,

exclamaron: «¿Qué otra ciudad po- Alabanzas en el cielo


día compararse a esta gran ciudad?»
19 Y se echaron polvo sobre la ca-

beza, y entre llanto y lamentos


19 Después de esto, oí en el
cielo la potente voz de una
gran multitud que decía: «¡Aleluya!
exclamaron: «¡Ay de ti, la gran ciu- La salvación, la honra, la gloria y el
dad! ¡Ay de ti, donde todos los que poder son de nuestro Dios,
tenían naves en el mar se hicieron 2 porque sus juicios son justos y ver-

ricos con su riqueza! ¡En el momen- daderos. Ha condenado a la gran


to preciso has sido asolada! i ramera, que con su inmoralidad
20 ¡Alégrate de ella, cielo! 

j ¡Y alé- sexual ha corrompido a la tierra, y
grense ustedes, santos, apóstoles y ha vengado la sangre de sus siervos,
profetas, porque en ella Dios les ha que fue derramada por ella.» a
hecho justicia!» 3 Y una vez más dijeron: «¡Aleluya!

21 Entonces un ángel poderoso le-


  El humo de ella sube por los siglos
vantó una piedra, tan grande como de los siglos.» b
una piedra de molino, y mientras 4 Los veinticuatro ancianos y los

la arrojaba al mar decía: «Con este cuatro seres vivientes se inclinaron


mismo ímpetu serás derribada, gran y adoraron a Dios, que estaba sen-
ciudad de Babilonia, k y nunca más tado en el trono, mientras decían:
se sabrá de ti. l «¡Amén! ¡Aleluya!»
22 Nunca más volverá a oírse en ti la

5 Del trono salió entonces una voz,

música del arpa, de la flauta y de la que decía: «¡Alaben a nuestro Dios


trompeta; m nunca más habrá en ti todos sus siervos, los que le temen,
artífices de ningún oficio, ni volverá los grandes y los pequeños!» c
a oírse en ti el ruido de la piedra 6 También oí una voz que parecía

del molino. el rumor de una gran multitud, o


23 No volverá a alumbrar en ti ninguna
  el estruendo de muchas aguas, d o
lámpara, ni volverá a oírse la voz del el resonar de poderosos truenos, y
esposo o de la esposa. n Tus comer- decía: «¡Aleluya! ¡Reina ya el Señor,
ciantes eran los grandes personajes nuestro Dios Todopoderoso!

i 18.11-19: Ez 27.25-36. j 18.20: Jer 51.48. k 18.21: Jer 51.63-64.


l 18.21: Ez 26.21. m 18.22: Ez 26.13. n 18.22-23: Jer 25.10. o 18.24: Jer 51.49.
a 19.2: Dt 32.43. b 19.3: Is 34.10. c 19.5: Sal 115.13. d 19.6: Ez 1.24.

1814
EL APOCALIPSIS  19

¡Regocijémonos y alegrémonos y
7  blancos y vestían lino finísimo,
démosle gloria! ¡Ha llegado el mo- blanco y limpio.
mento de las bodas del Cordero! Ya 15 De su boca salía una espada

su esposa se ha preparado, afilada, para herir con ella a las


8 y se le ha concedido vestirse de
  naciones. Él las gobernará con ce-
lino fino, limpio y refulgente.» Y es tro de hierro; h y pisará el lagar del
que el lino fino simboliza las accio- ardiente vino de la ira del Dios To-
nes justas de los santos. dopoderoso. i
16 En su manto y en su muslo lleva

La cena de las bodas del Cordero inscrito este nombre: «Rey de reyes
9 Entonces el ángel me dijo: «Es-
  y Señor de señores.»
cribe: “Bienaventurados los que han 17Vi entonces que un ángel esta-

sido invitados a la cena de las bodas e ba de pie en el sol, y que con voz
del Cordero.”» Y también me dijo: potente les decía a todas las aves
«Éstas son palabras verdaderas de que surcan los cielos: «Vengan ya;
Dios.» júntense para la gran cena de Dios,
10 Yo me postré a sus pies para adorar-

18 para que devoren los cadáveres

lo, pero él me dijo: «¡No hagas eso! Yo de reyes, capitanes y poderosos; los
soy consiervo tuyo, y de tus hermanos cadáveres de caballos y de jinetes,
que retienen el testimonio de Jesús. ¡los cadáveres de todos, libres y es-
Adora a Dios. Pues el testimonio de clavos, pequeños y grandes!» j
Jesús es el espíritu de la profecía. 19 Vi entonces que la bestia y los

reyes de la tierra y sus ejércitos se


El jinete del caballo blanco reunían para luchar contra el que
Entonces vi que el cielo se había
11  montaba el caballo, y contra su
abierto, f y que allí aparecía un ca- ejército.
ballo blanco. El nombre del que lo 20 Pero la bestia fue apresada, y

montaba es Fiel y Verdadero, el que también el falso profeta que había


juzga y pelea con justicia. hecho señales milagrosas delante
12 Sus ojos parecían dos llamas de
  de ella, con las que había engañado
fuego, g y en su cabeza había mu- a los que recibieron la marca de la
chas diademas, y tenía inscrito un bestia y habían adorado su imagen. k
nombre que sólo él conocía. Estos dos fueron lanzados vivos a
13 La ropa que vestía estaba teñida de
  un lago de fuego que arde con azu-
sangre, y su nombre es: «El verbo de fre.
Dios.» 21 Los demás fueron muertos con

14 Iba seguido de los ejércitos ce-


  la espada que salía de la boca del
lestiales, que montaban caballos que montaba el caballo, y todas las

e 19.9: Mt 22.2-3. f 19.11: Ez 1.1. g 19.12: Dn 10.6. h 19.15: Sal 2.9.


i 19.15: Is 63.3; Jl 3.13; Ap 14.20. j 19.17-18: Ez 39.17-20. k 19.20: Ap 13.1-18.

1815
EL APOCALIPSIS  20

aves se saciaron devorando sus ca- de Cristo, y reinarán con él durante


dáveres. mil años.
7Al cabo de los mil años, Satanás

Los mil años fue puesto en libertad de su prisión,

20 Vi entonces que un ángel 8 y salió a engañar a las naciones


descendía del cielo. Llevaba que están en los cuatro extremos


en su mano la llave del abismo y una de la tierra, y a Gog y a Magog, c
gran cadena. a fin de reunirlos para la batalla.
2 Apresó al dragón, que es la ser-
  ¡Su número era incontable, como la
piente antigua, a y que es también arena del mar!
el Diablo y Satanás, y lo ató durante 9 Y subieron por todo lo ancho de

mil años; la tierra, y rodearon el campamen-


3 luego lo arrojó al abismo y lo en-
  to de los santos y la ciudad amada.
cerró, y selló la puerta, para que Pero del cielo cayó fuego y los con-
no volviera a engañar a las nacio- sumió.
nes hasta el cabo de los mil años. 10 El diablo, que los había engaña-

Después de esto es necesario que do, fue lanzado al lago de fuego y


se le suelte por un poco de tiempo. azufre, donde estaban la bestia y el
4 Vi entonces unos tronos, y sobre
  falso profeta. Y allí serán atormen-
ellos estaban sentados los que re- tados día y noche por los siglos de
cibieron la autoridad para juzgar. b los siglos.
También vi las almas de los que
fueron decapitados por causa del El juicio ante el gran trono blanco
testimonio de Jesús y por la palabra 11 Vi también un gran trono blan-

de Dios. Ellos son los que nunca ado- co, y al que estaba sentado en él. De
raron a la bestia ni a su imagen, ni su presencia huyeron la tierra y el
aceptaron jamás llevar su marca en cielo, y no se volvió a hallar su lugar.
la frente ni en las manos; y éstos vol- 12 Vi entonces de pie, ante Dios, a

vieron a vivir y reinaron con Cristo los muertos, grandes y pequeños.


durante mil años. Unos libros fueron abiertos, y des-
5 Ésta es la primera resurrección. Pe-
  pués otro más, que es el libro de la
ro los otros muertos no volvieron a vida. Los muertos fueron juzgados
vivir hasta que se cumplieron los conforme a sus obras y conforme a
mil años. lo que estaba anotado en los libros. d
6 Bienaventurados y santos son los

13 El mar entregó los muertos que

que tienen parte en la primera re- yacían en él; también la muerte y el


surrección, pues la segunda muerte Hades entregaron los muertos que
no tiene poder sobre ellos; al con- yacían con ellos, y cada uno fue juz-
trario, serán sacerdotes de Dios y gado conforme a sus obras.

a 20.2: Gn 3.1. b 20.4: Dn 7.9, 22. c 20.8: Ez 38.1-16. d 20.11-12: Dn 7.9-10.

1816
EL APOCALIPSIS  20​, ​21

Luego la muerte y el Hades fueron


14   pio y el fin. Al que tenga sed, yo le
lanzados al lago de fuego. Ésta es la daré a beber gratuitamente h de la
muerte segunda. fuente del agua de la vida.
15 Todos los que no tenían su nom-

7El que salga vencedor heredará to-

bre registrado en el libro de la vida das las cosas, y yo seré su Dios y él


fueron lanzados al lago de fuego. será mi hijo. i
8 Pero los cobardes, los incrédulos,

Cielo nuevo y tierra nueva los abominables, los homicidas,

21 Vi entonces un cielo nuevo


y una tierra nueva, a porque
el primer cielo y la primera tierra
los que incurren en inmoralidad
sexual, los hechiceros, los idólatras
y todos los mentirosos tendrán su
habían dejado de existir, y el mar parte en el lago que arde con fuego
tampoco existía ya. y azufre, que es la muerte segunda.
2 Vi también que la ciudad santa, 

b

la nueva Jerusalén, descendía del La nueva Jerusalén


cielo, de Dios, c ataviada como una Entonces se me acercó uno de los
9 

novia que se adorna para su espo- siete ángeles que tenían las siete co-
so. d pas llenas de las siete plagas finales,
3 Entonces oí que desde el trono sa-
  y me dijo: «Ven acá, voy a mostrarte
lía una potente voz, la cual decía: a la novia, la esposa del Cordero.»
«Aquí está el tabernáculo de Dios 10 Y en el Espíritu me llevó a un

con los hombres. Él vivirá con ellos, monte de gran altura, y me mostró
y ellos serán su pueblo, e y Dios mis- la gran ciudad santa de Jerusalén, j
mo estará con ellos y será su Dios. la cual descendía del cielo, de Dios.
4 Dios enjugará las lágrimas de los

11 Tenía la gloria de Dios y bri-

ojos de ellos, y ya no habrá muerte, f llaba como una piedra preciosa,


ni más llanto, ni lamento ni dolor; g semejante a una piedra de jaspe,
porque las primeras cosas habrán transparente como el cristal.
dejado de existir. 12 Tenía una muralla grande y eleva-

5 El que estaba sentado en el trono


  da, y doce puertas; en cada puerta
dijo: «Mira, yo hago nuevas todas las había un ángel, e inscripciones que
cosas.» Y me dijo: «Escribe, porque correspondían a los nombres de las
estas palabras son fieles y verdade- doce tribus de Israel.
ras.» 13 Tres puertas daban al oriente, tres

6 También me dijo: «Ya está hecho.


  puertas al norte, tres puertas al sur,
Yo soy el Alfa y la Omega, el princi- y tres puertas al occidente. k

a 21.1: Is 65.17; 66.22; 2 P 3.13. b 21.2: Is 52.1. c 21.2: Ap 3.12.


d 21.2: Is 61.10. e 21.3: Ez 37.27. f 21.4: Is 25.8. g 21.4: Is 65.19.
h 21.6: Is 55.1. i 21.7: 2 S 7.14; 1 Cr 17.13. j 21.10: Ez 40.2.
k 21.12-13: Ez 48.30-34.

1817
EL APOCALIPSIS  21​, ​22

La muralla de la ciudad tenía doce


14   La ciudad no tiene necesidad de
23  

cimientos, y en ellos estaban los nom- que el sol y la luna brillen en ella,
bres de los doce apóstoles del Cordero. porque la ilumina la gloria de Dios n
15 El que hablaba conmigo tenía
  y el Cordero es su lumbrera.
una caña de oro para medir la ciu- 24 Las naciones caminarán a la luz

dad, sus puertas y su muralla. l de ella, y los reyes de la tierra trae-


16 La ciudad era cuadrada, pues me-
  rán a ella sus riquezas y su honra.
día lo mismo de ancho que de largo. 25 Sus puertas jamás serán cerradas

Él midió la ciudad con la caña, y de día, y en ella no habrá noche.


de largo y de ancho medía dos mil 26 A ella serán llevadas las riquezas

doscientos kilómetros. 3 y la honra de las naciones, o


17También midió la muralla, y me-

27y no entrará en ella nada que sea

día sesenta y cinco metros, según impuro, p o detestable, o falso, sino


las medidas empleadas por la gente solamente los que están inscritos en
y que el ángel estaba usando. el libro de la vida del Cordero.

22
18 La muralla estaba hecha de jaspe,
  Después me mostró un río
pero la ciudad era de oro puro, diá- límpido, de agua de vida. a
fana como el cristal. Era resplandeciente como el cristal,
19 Los cimientos de la muralla de la
  y salía del trono de Dios y del Cor-
ciudad estaban adornados con toda dero.
clase de piedras preciosas. El primer 2 En medio de la calle de la ciudad,

cimiento era de jaspe; el segundo, y a cada lado del río, estaba el árbol
de zafiro; el tercero, de ágata; el de la vida, b el cual produce doce
cuarto, de esmeralda; frutos y da su fruto cada mes; las
20 el quinto, de ónice; el sexto, de
  hojas del árbol eran para la sanidad
cornalina; el séptimo, de crisólito; el oc- de las naciones.
tavo, de berilo; el noveno, de topacio; el 3 Allí no habrá maldición. 

c El trono

décimo, de crisoprasa; el undécimo, de de Dios y del Cordero estará en me-


jacinto, y el duodécimo, de amatista. dio de ella, y sus siervos lo adorarán
21Las doce puertas eran doce perlas, 

m 4 y verán su rostro, y llevarán su

es decir, que cada una de las puertas era nombre en la frente.


una perla, y la calle de la ciudad era de 5 Allí no volverá a haber noche; no

oro puro y transparente como el vidrio. hará falta la luz de ninguna lámpara
22 No vi en ella ningún templo,
  ni la luz del sol, porque Dios el Se-
porque su templo son el Señor y ñor los iluminará. d Y reinarán por
Dios Todopoderoso, y el Cordero. los siglos de los siglos. e

3 21.16 Lit. doce mil estadios.


l 21.15: Ez 40.3. m 21.18-21: Is 54.11-12. n 21.23: Is 60.19. o 21.25-26: Is 60.11.
p 21.27: Is 52.1. a 22.1: Ez 47.1; Zac 14.8. b 22.2: Gn 2.9. c 22.3: Zac 14.11.
d 22.5: Is 60.19. e 22.5: Dn 7.18.

1818
EL APOCALIPSIS  22

La inminente venida de Cristo 14  Bienaventurados los que lavan


6 Y me dijo: «Estas palabras son fie-
  sus ropas, para tener derecho al ár-
les y verdaderas. El Señor, el Dios bol de la vida k y para entrar por las
de los espíritus de los profetas, ya puertas en la ciudad.
ha enviado a su ángel para que les 15 Pero afuera se quedarán los per-

muestre a sus siervos lo que pronto vertidos, los hechiceros, los que
tiene que suceder.» han caído en la inmoralidad sexual,
7«¡Vengo pronto! ¡Dichoso el que
  los homicidas, los idólatras, y todo
obedece las palabras proféticas de aquel que ama y practica la men-
este libro!» tira.
8 Yo, Juan, soy quien vio y oyó es-

16 «Yo, Jesús, he enviado a mi ángel

tas cosas. Después de verlas y oír- para que les dé a ustedes testimonio
las, me postré a los pies del ángel acerca de estas cosas, que tratan de
que me mostraba estas cosas, para las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje
adorarlo, de David, l la estrella resplandeciente
9 pero él me dijo: «¡No lo hagas! Yo
  de la mañana.»
soy consiervo tuyo y de tus her- 17Y el Espíritu y la Esposa dicen:

manos los profetas, y de los que «¡Ven!» Y el que oiga, que diga:
obedecen las palabras de este libro. «¡Ven!» Y el que tenga sed, que
¡Tú, adora a Dios!» venga; y el que quiera, que tome
10 Y me dijo también: «No selles
  gratuitamente del agua de la vida. m
las palabras proféticas de este libro, 18 Yo le advierto a todo aquel que

porque el tiempo está cerca. oiga las palabras proféticas de este


11 Deja que quien sea injusto, si-
  libro, que a quien añada algo a estas
ga siendo injusto; que quien sea cosas, Dios le añadirá las plagas que
impuro, siga siendo impuro; que están descritas en este libro.
quien sea justo, siga practicando la 19 Y a quien quite algo de las pala-

justicia; y que quien sea santo, siga bras de este libro profético, n Dios le
santificándose.» f quitará su parte del árbol de la vida,
12 «¡Miren! ¡Ya pronto vengo! Y
  y de la santa ciudad y de lo que está
traigo conmigo mi galardón, g para descrito en este libro.
recompensar a cada uno conforme 20 El que da testimonio de estas

a sus acciones. h cosas dice: «Ciertamente, vengo


13 Yo soy el Alfa y la Omega, i el
  pronto.» Amén. ¡Ven, Señor Jesús!
principio y el fin, el primero y el 21 Que la gracia del Señor Jesucristo

último.» j sea con todos. Amén.

f 22.11: Dn 12.10. g 22.12: Is 40.10; 62.11. h 22.12: Sal 28.4. i 22.13: Ap 1.8.


j 22.13: Is 44.6; 48.12; Ap 1.17; 2.8. k 22.14: Gn 2.9; 3.22. l 22.16: Is 11.1.
m 22.17: Is 55.1. n 22.18-19: Dt 4.2; 12.32.

1819

También podría gustarte