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El Nuevo Testamento

de nuestro Señor Dios y


Salvador Jesu Cristo

Valera 1602 Purificada


Antigua Versión de Cipriano de Valera 1602
Fielmente traducida y revisada al castellano del
Texto Recibido griego y cotejada posteriormente
con diversas traducciones castellanas

Obra llevado a cabo por la:


Iglesia Bautista Bíblica de la Gracia
Apartado 209
Santa Catarina, N.L.
México 66350
www.MaravillosaGracia.com

www.Valera1602.org
TABLA
de los libros del Nuevo Testamento
con el número de sus capítulos

Libros del Nuevo Testamento

Libro Página Caps.


Mateo.............................................................5 28
Marcos.........................................................50 16
Lucas............................................................78 24
Juan............................................................126 21
Actos..........................................................162 28
Romanos...................................................209 16
I Corintios.................................................228 16
II Corintios................................................247 13
Gálatas.......................................................260 6
Efesios.......................................................267 6
Filipenses..................................................274 4
Colosenses................................................279 4
I Tesalonicenses.......................................284 5
II Tesalonicenses .288 3
I Timoteo...................................................291 6
II Timoteo.................................................296 4
Tito............................................................300 3
Filemón.....................................................303 1
Hebreos.....................................................304 13
Jacobo........................................................319 5
I Pedro.......................................................324 5
II Pedro......................................................330 3
I Juan.........................................................334 5
II Juan........................................................339 1
III Juan......................................................340 1
Judas..........................................................341 1
Revelación................................................343 22
El Evangelio Según
MATEO

E CAPÍTULO 1
L LIBRO de la generación de
14 Y Azor engendró a Sadoc:
y Sadoc engendró a Aquim; y
Jesu Cristo, hijo de David, Aquim engendró a Eliud;
hijo de Abraham. 15 Y Eliud engendró a Eleazar; y
2 Abraham engendró a Isaac: e Eleazar engendró a Matán: y
Isaac engendró a Jacob: y Jacob Matán engendró a Jacob:
engendró a Judá y a sus hermanos: 16 Y Jacob engendró a José ma-
3 Y Judá engendró de Tamar a rido de María, de la cual nació
Fares y a Zara: y Fares engendró Jesús, el cual es llamado el Cristo.
a Esrom: y Esrom engendró a 17 De manera que todas las ge-
Aram: neraciones desde Abraham hasta
4 Y Aram engendró a Aminadab: y David son catorce generaciones: y
Aminadab engendró a Naasón: y desde David hasta la transmigra-
Naasón engendró a Salmón: ción a Babilonia, catorce genera-
5 Y Salmón engendró de Rahâb ciones: y desde la transmigración
a Booz: y Booz engendró de Rut de Babilonia hasta Cristo, cator-
a Obed: y Obed engendró a Isaí: ce generaciones.
6 E Isaí engendró al rey David: y el 18 Y el nacimiento de Jesu Cris-
rey David engendró a Salomón de la to fue así: Que estando María su
que fue esposa de Urías: madre desposada con José, antes
7 Y Salomón engendró a Roboam: y que se juntasen, se halló haber
Roboam engendró a Abía: y concebido del Espíritu Santo.
Abía engendró a Asa: 19 Y José su marido, como era
8 Y Asa engendró a Josafat: y Jo- justo, y no quisiese exponerla a
safat engendró a Joram: y Joram la infamia, quiso dejarla secreta-
engendró a Ozías: mente.
9 Y Ozías engendró a Joatam: 20 Y pensando él en estas cosas,
y Joatam engendró a Achaz: y he aquí el ángel del Señor le apa-
Achaz engendró a Ezequías: reció en sueños, diciendo: José,
10 Y Ezequías engendró a Mana- hijo de David, no temas de reci-
sés: y Manasés engendró a Amón: y bir a María tu esposa; porque lo
Amón engendró a Josías: que en ella es engendrado, del
11 Y Josías engendró a Jeconías Espíritu Santo es.
y a sus hermanos en el tiempo de 21 Y ella parirá un hijo, y llama-
la transmigración a Babilonia: rás su nombre JESÚS: porque él
12 Y después de la transmigra- salvará a su pueblo de sus peca-
ción a Babilonia, Jeconías engen- dos.
dró a Salatiel: y Salatiel engen- 22 Todo esto fue hecho para que
dró a Zorobabel: se cumpliese lo que había hablado
13 Y Zorobabel engendró a Abiud: y el Señor, por el profeta diciendo:
Abiud engendró a Eliaquim: y 23 He aquí una virgen concebi-
Eliaquim engendró a Azor: rá y parirá un hijo, y llamarán su
5
Mateo 2 Los sabios del oriente
nombre Emmanuel, que interpre- delante de ellos, hasta que llegan-
tado es: Dios con nosotros. do, se puso sobre donde estaba el
24 Y despertado José del sueño, niño.
hizo como el ángel del Señor le 10 Y viendo ellos la estrella, se
había mandado, y tomó consigo a regocijaron mucho de gran gozo.
su esposa. 11 Y entrando en la casa, vieron al
25 Y no la conoció hasta que parió a niño con su madre María, y pos-
su Hijo primogénito: y llamó su trándose, le adoraron; y abriendo sus
nombre JESÚS. tesoros, le ofrecieron dones, oro e
incienso y mirra.
CAPÍTULO 2 12 Y siendo avisados por Dios en
CUANDO fue nacido Jesús en un sueño que no volviesen a He-
Y Belem de Judea en los días

del rey Herodes, he aquí hombres


rodes, se volvieron a su tierra por

otro camino.
sabios vinieron del oriente a Je- 13 Y después que ellos hubieron
rusalem, partido, he aquí, el ángel del
2 Diciendo: ¿Dónde está el que Señor aparece en un sueño a José,
es nacido Rey de los Judíos? Por- diciendo: Levántate, y toma al
que su estrella hemos visto en el niño y a su madre, y huye a Egip-
oriente, y venimos a adorarle. to, y estáte allá hasta que yo te
3 Y oyendo esto el rey Herodes, se lo diga; porque ha de acontecer,
turbó, y toda Jerusalem con él. que Herodes buscará al niño para
4 Y habiendo convocado todos destruirle.
los principales sacerdotes, y los 14 Y levantándose él, tomó al
escribas del pueblo, les preguntó niño y a su madre de noche, y se fue
dónde había de nacer el Cristo. a Egipto;
5 Y ellos le dijeron: En Belem de 15 Y estuvo allá hasta la muerte de
Judea; porque así está escrito por el Herodes: para que se cumplie-
profeta: se lo que había hablado el Señor, por
6 Y tú, Belem, tierra de Judá, no el profeta, que dijo: De Egip-
eres la más pequeña entre los to llamé a mi Hijo.
príncipes de Judá; porque de ti 16 Herodes entonces, cuando se
saldrá un Gobernador, que regirá a vio burlado de los hombres sa-
mi pueblo Israel. bios, se enfureció mucho, y envió,
7 Entonces Herodes, habiendo y mató todos los niños que había
llamado a los sabios en secreto, en Belem y en todos sus términos,
inquirió de ellos diligentemente de edad de dos años abajo, con-
el tiempo del aparecimiento de la forme al tiempo que había inqui-
estrella; rido diligentemente de los sabios.
8 Y enviándoles a Belem, dijo: 17 Entonces se cumplió lo que
Andad allá, y buscad con diligen- había hablado por el profeta Je-
cia por el niño; y cuando le hu- remías, diciendo:
bieres hallado, hacédmelo saber, 18 Una voz fue oída en Ramá,
para que yo también vaya y le lamentación, y lloro y gemido
adore. grande: Raquel que llora por sus
9 Y ellos, habiendo oído al rey, se hijos; y no quiso ser consolada,
fueron: y he aquí, que la estrella porque no son.
que habían visto en el oriente, iba 19 Mas habiendo muerto Herodes,
6
La huída a Egipto Mateo 4
he aquí un ángel del Señor apare- 8 Haced pues frutos dignos de
ce en un sueño a José en Egipto, arrepentimiento.
20 Diciendo: Levántate, y toma al 9 Y no penséis decir dentro de vo-
niño y a su madre, y vete a tie- sotros mismos: A Abraham tene-
rra de Israel; que muertos son los mos por padre: porque yo os digo,
que buscaban la vida del niño. que puede Dios levantar hijos a
21 Entonces él se levantó, y tomó al Abraham aun de estas piedras.
niño y a su madre, y vínose a tierra 10 Y ya también el hacha está
de Israel. puesta a la raíz de los árboles;
22 Mas cuando él oyó que Arque- por tanto todo árbol que no hace
lao reinaba en Judea en lugar de buen fruto, es cortado y echado
Herodes su padre, tuvo temor de en el fuego.
ir allá; mas avisado por Dios en 11 Yo a la verdad os bautizo en
un sueño, se fue a las partes de agua para arrepentimiento; mas el
Galilea. que viene en pos de mí, más
23 Y vino, y habitó en una ciu- poderoso es que yo; los zapatos del
dad que se llama Nazaret: para cual yo no soy digno de lle-
que se cumpliese lo que fue dicho var; él os bautizará con el Espíri-
por los profetas, que será llamado tu Santo, y con fuego:
Nazareno. 12 Cuyo aventador está en su
mano, y limpiará su era: y reco-
CAPÍTULO 3 gerá su trigo en el alfolí, y que-
EN aquellos días vino Juan el mará la paja en fuego que nunca
Y Bautista predicando en el de-

sierto de Judea,
se apagará.

13 Entonces Jesús vino de Galilea a


2 Y diciendo: Arrepentíos, que el Juan al Jordán, para ser bauti-
reino del cielo está cerca. zado de él.
3 Porque éste es aquel del cual 14 Mas Juan le resistía mucho,
fue dicho por el profeta Isaías, di- diciendo: tengo necesidad de ser
ciendo: La voz del que clama en bautizado de ti, ¿y tú vienes a mí?
el desierto: Aparejad el camino 15 Empero respondiendo Jesús le
del Señor, enderezad sus veredas. dijo: Deja ahora; porque así nos
4 Y el mismo Juan tenía sus ves- conviene cumplir toda justicia.
tidos de pelos de camellos, y una Entonces le dejó.
cinta de cuero alrededor de sus 16 Y Jesús después que fue bau-
lomos; y su comida era langostas y tizado, subió inmediatamente del
miel silvestre. agua; y he aquí los cielos le fue-
5 Entonces salía a él Jerusalem, y ron abiertos, y vio al Espíritu de
toda Judea, y toda la provincia de al Dios que descendía como paloma,
derredor del Jordán, y venía sobre él.
6 Y eran bautizados por él en el 17 Y he aquí una voz del cielo que
Jordán, confesando sus pecados. decía: Este es mi Hijo muy amado,
7 Y viendo él muchos de los Fa- en el cual yo estoy muy agradado.
riseos y de los Saduceos, que
venían a su bautismo, les decía: CAPÍTULO 4
¡Generación de víboras! ¿quién NTONCES Jesús fue llevado
os ha enseñado a huir de la ira

venidera?
E por el Espíritu al desierto,

para ser tentado del diablo.


7
Mateo 5 Tentación de Jesús
2 Y cuando hubo ayunado cua- 16 El pueblo que estaba asentado en
renta días y cuarenta noches, des- tinieblas, vio gran luz; y a los
pués tuvo hambre. asentados en región y sombra de
3 Y llegándose a él el tentador, muerte, luz les esclareció.
dijo: Si tú eres el Hijo de Dios, di 17 Desde entonces comenzó Jesús
que estas piedras se hagan pan. a predicar, y a decir: Arrepentíos,
4 Mas él respondiendo, dijo: Es- que el reino del cielo está cerca.
crito está: No sólo de pan vivirá el 18 Y andando Jesús junto al mar
hombre, mas de toda palabra que de Galilea, vio a dos hermanos,
sale de la boca de Dios. Simón, que es llamado Pedro, y
5 Entonces el diablo le lleva a la Andrés su hermano, que echaban
santa ciudad, y le pone sobre el una red en el mar; porque eran
pináculo del templo, pescadores.
6 Y le dice: Si tú eres el Hijo de 19 Y díceles: Venid en pos de mí, y
Dios, échate de aquí abajo; porque haceros he pescadores de hombres.
escrito está: Que a sus ángeles te 20 Ellos entonces, dejando inme-
encargará; y te alzarán en sus diatamente las redes, le siguieron.
manos, para que nunca tropieces tu 21 Y pasando de allí vio otros
pie contra una piedra. dos hermanos, Jacobo, hijo de Ze-
7 Jesús le dijo: Otra vez está es- bedeo, y a Juan su hermano, en
crito: No tentarás al Señor tu Dios. una nave con Zebedeo, su padre,
8 Otra vez le lleva el diablo a un que remendaban sus redes; y los
monte muy alto, y le muestra llamó.
todos los reinos del mundo, y la 22 Y ellos, dejando inmediata-
gloria de ellos, mente la nave, y a su padre, le
9 Y le dice: Y te daré todas estas siguieron.
cosas, si postrado me adorares. 23 Y rodeaba Jesús a toda Gali-
10 Entonces Jesús le dice: Vete, lea, enseñando en las sinagogas
Satanás, porque escrito está: Al de ellos, y predicando el evan-
Señor tu Dios adorarás y a él sólo gelio del reino, y sanando toda
servirás. enfermedad y toda dolencia en el
11 Entonces el diablo le deja: y pueblo.
he aquí los ángeles llegaron y le 24 Y corría su fama por toda la
servían. Siria; y traían a él todos los que
12 Mas cuando Jesús hubo oído tenían mal: los tomados de diver-
que Juan era preso, se retiró a sas enfermedades y tormentos, y los
Galilea; endemoniados, y lunáticos, y
13 Y dejando a Nazaret, vino y paralíticos, y los sanaba.
habitó en Capernaum, que está 25 Y le seguían grandes multitu-
junto al mar, en los confines de des de gentes de Galilea y de De-
Zabulón y de Neftalí: cápolis y de Jerusalem y de Judea y de
14 Para que se cumpliese lo que la otra parte del Jordán.
fue dicho por el profeta Isaías,
que dice: CAPÍTULO 5
15 La tierra de Zabulón, y la tie- VIENDO las multitudes, subió
rra de Neftalí, camino del mar, de

la otra parte del Jordán, Galilea


Y en el monte; y cuando se

hubo sentado, se llegaron a él sus


de los Gentiles; discípulos.
8
Los primeros discípulos Mateo 5
2 Y abriendo su boca, les enseña- 16 Así resplandezca vuestra luz
ba, diciendo: delante de los hombres, para que
3 Bienaventurados los pobres en vean vuestras obras buenas, y
espíritu: porque de ellos es el glorifiquen a vuestro Padre que está
reino del cielo. en el cielo.
4 Bienaventurados los que lloran: 17 No penséis que yo he venido
porque ellos serán consolados. para destruir la ley o los profetas: no
5 Bienaventurados los mansos: soy venido para destruir, sino para
porque ellos heredarán la tierra. cumplir.
6 Bienaventurados los que tienen 18 Porque de cierto os digo, que
hambre y sed de justicia: porque hasta que pase el cielo y la tierra, ni
ellos serán hartos. una jota ni un tilde pasará de la ley,
7 Bienaventurados los misericor- hasta que todas las cosas sean
diosos: porque ellos alcanzarán cumplidas.
misericordia. 19 De manera que cualquiera que
8 Bienaventurados los puros de quebrantare uno de estos man-
corazón: porque ellos verán a damientos muy pequeños, y así
Dios. enseñare a los hombres, muy pe-
9 Bienaventurados los pacificado- queño será llamado en el reino
res: porque ellos serán llamados del cielo: mas cualquiera que los
hijos de Dios. hiciere y enseñare, éste será lla-
10 Bienaventurados los que pa- mado grande en el reino del cielo.
decen persecución por causa de la 20 Porque os digo, que si vues-
justicia: porque de ellos es el reino tra justicia no fuera mayor que la de
del cielo. los escribas y de los Fariseos, de
11 Bienaventurados sois cuando ningún modo entraréis en el reino
os vituperaren y os persiguieren, del cielo.
y dijeren toda mala palabra con- 21 Habéis oído que fue dicho por los
tra vosotros por mi causa, min- antiguos: No matarás; mas
tiendo. cualquiera que matare, estará ex-
12 Regocijaos y alegraos; porque puesto a juicio.
vuestro galardón es grande en el 22 Yo pues os digo, que cualquie-
cielo: que así persiguieron a los ra que se enojare sin causa con su
profetas que fueron antes de vo- hermano, estará expuesto a jui-
sotros. cio; y cualquiera que dijere a su
13 Vosotros sois la sal de la tie- hermano, Raca, estará expuesto
rra: pero si la sal perdiere su al concilio; y cualquiera que a su
sabor ¿con qué será salada? no hermano dijere: Necio, estará ex-
vale más para nada, sino que sea puesto al fuego del infierno.
echada fuera y sea hollada de los 23 Por tanto, si trajeres tu presen-
hombres. te al altar, y allí te acordares que
14 Vosotros sois la luz del mundo: tu hermano tiene algo contra ti,
La ciudad asentada sobre el 24 Deja allí tu presente delante del
monte no se puede esconder. altar, y ve, reconcíliate pri-
15 Ni encienden el candil y lo mero con tu hermano, y entonces ven
ponen debajo de un almud, sino y ofrece tu presente.
sobre el candelero, y alumbra a 25 Ponte de acuerdo con tu ad-
todos los que están en casa. versario presto, entre tanto que
9
Mateo 5 El sermón del monte
estás con él en el camino; porque 36 Ni por tu cabeza jurarás,
no acontezca que el adversario porque no puedes hacer un ca-
te entregue al juez, y el juez te bello blanco o negro.
entregue al oficial, y seas echado 37 Mas sea vuestro hablar: sí,
en prisión. sí; no, no; porque lo que es más de
26 De cierto te digo, que no sal- esto, de mal procede.
drás de allí, hasta que pagues el 38 Habéis oído que fue dicho:
último cuadrante. Ojo por ojo, y diente por diente.
27 Habéis oído que fue dicho 39 Mas yo os digo: que no resis-
por los antiguos: No cometerás táis al mal; antes a cualquiera
adulterio: que te diere un bofetón en tu
28 Mas yo os digo, que cualquie- mejilla derecha, vuélvele tam-
ra que mira a una mujer para bién la otra;
codiciarla, ya ha cometido adul- 40 Y al que quisiere ponerte a
terio con ella en su corazón. pleito y quitarte tu túnica, dé-
29 Por tanto, si tu ojo derecho jale también la capa;
te escandalizare, sácalo, y écha- 41 Y a cualquiera que te forzare a
lo de ti, que mejor te es que pe- ir una milla, ve con él dos.
rezca uno de tus miembros, que 42 Al que te pidiere, dale; y al
no que todo tu cuerpo sea lan- que quisiere tomar de ti presta-
zado en el infierno. do, no le rehuses.
30 Y si tu mano derecha te es- 43 Habéis oído que fue dicho:
candalizare, córtala, y échala Amarás a tu prójimo, y aborre-
de ti: que mejor te es que perez- cerás a tu enemigo.
ca uno de tus miembros, y no 44 Mas yo os digo: Amad a
que todo tu cuerpo sea lanzado vuestros enemigos, bendecid a
al infierno. los que os maldicen, haced bien
31 También ha sido dicho: a los que os aborrecen, y orad
Cualquiera que repudiare a su por los que os ultrajan y os per-
esposa, dele carta de divorcio: siguen;
32 Mas yo os digo, que el que 45 Para que seáis hijos de vues-
repudiare a su esposa, a no ser tro Padre que está en el cielo:
por causa de fornicación, hace que hace que su sol salga sobre
que ella cometa adulterio; y el malos y buenos; y envía lluvia
que se casare con la repudiada, sobre justos e injustos.
comete adulterio. 46 Porque si amareis a los que
33 Habéis oído que fue dicho a os aman, ¿qué galardón ten-
los antiguos: No te perjurarás; dréis? ¿No hacen también así
mas pagarás al Señor tus jura- los publicanos?
mentos. 47 Y si saludareis a vuestros
34 Yo pues os digo: no juréis en hermanos solamente, ¿qué ha-
ninguna manera: ni por el cielo, céis de más? ¿No hacen tam-
porque es el trono de Dios; bién así los publicanos?
35 Ni por la tierra, porque es el 48 Sed pues vosotros perfectos,
estrado de sus pies; ni por Jeru- como vuestro Padre que está en el
salem, porque es la ciudad del cielo es perfecto.
gran Rey.
10
El sermón del monte Mateo 6

M
CAPÍTULO 6 11 Danos hoy nuestro pan coti-
IRAD que no hagáis vuestra diano.
limosna delante de los 12 Y perdónanos nuestras deu-
hombres, para que seáis mirados das, como también nosotros per-
de ellos: de otra manera no te- donamos a nuestros deudores.
néis galardón de vuestro Padre 13 Y no nos metas en tentación,
que está en el cielo. mas líbranos de mal: porque
2 Pues cuando haces limosna, no tuyo es el reino, y el poder, y la
hagas tocar trompeta delante de gloria, por siempre. Amén.
ti, como hacen los hipócritas en 14 Porque si perdonareis a los
las sinagogas y en las calles, para hombres sus ofensas, os perdo-
ser glorificados de los hombres: nará también a vosotros vuestro
de cierto os digo, tienen su ga- Padre celestial.
lardón. 15 Mas si no perdonareis a los
3 Mas cuando tú haces limosna, hombres sus ofensas, tampoco
no sepa tu mano izquierda lo que vuestro Padre os perdonará vues-
hace tu mano derecha; tras ofensas.
4 Que sea tu limosna en secreto: y 16 Y cuando ayunáis, no seáis
tu Padre que ve en secreto, él te como los hipócritas, de un ros-
recompensará en lo público. tro triste: que demudan sus caras
5 Y cuando oréis, no seáis como para parecer a los hombres que
los hipócritas; porque ellos aman ayunan: de cierto os digo, ellos
el orar en las sinagogas, y en tienen su galardón.
las esquinas de las calles de pie, 17 Mas tú, cuando ayunas, unge tu
para que sean vistos de los hom- cabeza y lava tu cara,
bres. De cierto os digo que tienen 18 Para no parecer a los hombres
su galardón. que ayunas, sino a tu Padre que
6 Mas tú, cuando orares, entra está en lo secreto: y tu Padre que
en tu cámara, y cerrada tu puer- ve en lo secreto, te recompensará
ta, ora a tu Padre que está en lo en lo público.
secreto; y tu Padre que ve en lo 19 No atesoréis para vosotros en
secreto, te recompensará en lo la tierra, donde la polilla y el orín
público. corrompen, y donde ladro-
7 Mas cuando oréis, no uséis nes minan y hurtan;
vanas repeticiones como los pa- 20 Mas atesoraos para vosotros
ganos; que piensan que por su en el cielo, donde ni polilla ni
parlería serán oídos. orín corrompe, y donde ladrones no
8 No seáis pues semejantes a minan, ni hurtan.
ellos; porque vuestro Padre sabe 21 Porque donde estuviere vues-
de que cosas tenéis necesidad, tro tesoro, allí también estará
antes que vosotros le pidáis. vuestro corazón.
9 Vosotros, pues, oraréis así: 22 La luz del cuerpo es el ojo:
Padre nuestro que estás en el así que, si tu ojo fuere sincero,
cielo, Sea santificado tu nombre. todo tu cuerpo será luminoso.
10 Venga tu reino. Sea hecha tu 23 Mas si tu ojo fuere malo, todo
voluntad, como en la tierra, así tu cuerpo será tenebroso. Así
también en el cielo. que, si la luz que en ti hay son
11
Mateo 7 El sermón del monte
tinieblas, ¡cuán grandes serán las 34 Así que, no os acongojéis por el
mismas tinieblas! día de mañana; porque el día de
24 Ninguno puede servir a dos se- mañana traerá su congoja. Basta
ñores; porque o aborrecerá al uno al día su propio mal.
y amará al otro, o se allegará al
uno y menospreciará al otro: No CAPÍTULO 7
podéis servir a Dios y a mammón. O juzguéis, para que no seáis
25 Por tanto os digo: No os acon-

gojéis por vuestra vida, que ha-


N juzgados.

2 Porque con el juicio con que


béis de comer, o que habéis de juzgáis, seréis juzgados; y con la
beber, ni por vuestro cuerpo, que medida que medís, os será medi-
habéis de vestir: ¿La vida no es do.
más que el alimento, y el cuerpo 3 Y ¿por qué miras la mota que
que el vestido? está en el ojo de tu hermano, y
26 Mirad a las aves del cielo, que no consideras la viga que está en
no siembran, ni siegan, ni reco- tu ojo?
gen en alfolíes; y vuestro Padre 4 O ¿cómo dirás a tu hermano:
celestial las alimenta. ¿No sois Déjame sacar de tu ojo la mota, y he
vosotros mucho mejores que aquí la viga en tu ojo?
ellas? 5 ¡Hipócrita! saca primero la
27 ¿Mas quién de vosotros, por viga de tu ojo, y entonces verás
mucho que se acongoje, podrá claramente para sacar la mota
añadir a su estatura un codo? del ojo de tu hermano.
28 Y por el vestido ¿por qué os 6 No deis lo que es santo a los
acongojáis? considerad los lirios perros; ni echéis vuestras perlas
del campo, como crecen; no tra- delante de los puercos; porque
bajan, ni hilan; no las rehuellen con sus pies, y
29 Mas os digo, que ni aun Salo- vuelvan, y os despedacen.
món con toda su gloria fue vesti- 7 Pedid, y se os dará; buscad, y
do así como uno de ellos. hallaréis; llamad, y se os abrirá.
30 Y si la hierba del campo que 8 Porque cualquiera que pide, re-
hoy es, y mañana es echada en el cibe; y el que busca, halla; y al
horno, Dios la viste así, ¿no hará que llama, se le abrirá.
mucho más a vosotros, Oh voso- 9 ¿Qué hombre hay de vosotros, a
tros de poca fe? quien si su hijo pidiere pan, le dará
31 No os acongojéis, pues, di- una piedra?
ciendo: ¿Qué comeremos? o 10 ¿O si le pidiere un pez, le dará
¿Qué beberemos? o ¿Qué nos una serpiente?
vestiremos? 11 Pues si vosotros, siendo malos,
32 Porque los Gentiles buscan sabéis dar buenas dádivas a vues-
todas estas cosas: porque vuestro tros hijos, vuestro Padre que está
Padre celestial sabe que de todas en el cielo, ¿cuánto más dará
estas cosas tenéis necesidad. buenas cosas a los que le piden?
33 Mas buscad primeramente 12 Así que, todas las cosas que
el reino de Dios y su justicia, y querríais que los hombres hicie-
todas estas cosas os serán añadi- sen con vosotros, así también
das. haced vosotros con ellos; por-
12
Le fe del centurión Mateo 8
que esta es la ley y los profetas. tos, y acometieron aquella casa; y
13 Entrad por la puerta estrecha: no cayó: porque estaba funda-
porque ancha es la puerta, y es- da sobre la roca.
pacioso el camino que lleva a 26 Y todo aquel que oye estas mis
perdición, y los que entran por él palabras y no las hace, será se-
son muchos. mejante al varón insensato, que
14 Porque la puerta es estrecha, y edificó su casa sobre la arena;
angosto el camino que lleva a la 27 Y descendió la lluvia, y vi-
vida, y pocos son los que lo hallan. nieron los ríos, y soplaron los
15 Guardaos de los falsos profe- vientos, e hicieron ímpetu contra
tas, que vienen a vosotros con aquella casa y cayó, y su caída
vestidos de ovejas, mas de den- fue grande.
tro son lobos rapaces. 28 Y aconteció que cuando Jesús
16 Por sus frutos los conoceréis. hubo acabado estas palabras, las
¿Cógense uvas de los espinos, o gentes se espantaban de su doc-
higos de los abrojos? trina;
17 Así, todo árbol bueno hace 29 Porque les enseñaba como
buenos frutos; mas el árbol co- quien tiene autoridad, y no como
rrompido hace malos frutos. los escribas.
18 No puede el buen árbol hacer
malos frutos, ni el árbol corrom- CAPÍTULO 8
pido hacer buenos frutos. UANDO hubo descendido del
19 Todo árbol que no hace buen

fruto es cortado y echado en el


C monte, seguíanle grandes

multitudes.
fuego. 2 Y he aquí un leproso vino, y le
20 Así que, por sus frutos los co- adoró, diciendo: Señor, si quisie-
noceréis. res, puedes limpiarme.
21 No todo el que me dice: Señor, 3 Y extendiendo Jesús la mano,
Señor, entrará en el reino del le tocó, diciendo: Quiero; sé lim-
cielo: sino el que hiciere la vo- pio.Y al instante su lepra fue lim-
luntad de mi Padre que está en piada.
el cielo. 4 Y Jesús le dice: Mira, no lo
22 Muchos me dirán en aquel digas a nadie; mas ve, muéstrate
día: Señor, Señor, ¿no profetiza- al sacerdote, y ofrece el presente
mos en tu nombre, y en tu nom- que mandó Moisés, en testimo-
bre echamos demonios, y en tu nio a ellos.
nombre hicimos muchas maravi- 5 Y cuando Jesús hubo entrado en
llas? Capernaum, vino a él un cen-
23 Y entonces les diré claramen- turión, rogándole,
te: Nunca os conocí; apartaos de 6 Y diciendo: Señor, mi siervo
mí, vosotros que obráis maldad. está echado en casa paralítico,
24 Pues, todo aquel que oye estas gravemente atormentado.
mis palabras, y las hace, compa- 7 Y Jesús le dijo: Yo vendré y le
rarle he al varón prudente, que sanaré.
edificó su casa sobre la roca; 8 Y respondió el centurión, y
25 Y descendió la lluvia, y vinie- dijo: Señor, no soy digno que en-
ron los ríos, y soplaron los vien- tres debajo de mi techo; mas so-
13
Mateo 8 Los endemoniados Gergesenos
lamente di la palabra, y mi sier- nidos; mas el Hijo del hombre no
vo será sano. tiene donde recostar su cabeza.
9 Porque también yo soy hombre 21 Y otro de sus discípulos le
bajo de autoridad; y tengo solda- dijo: Señor, permíteme que vaya
dos bajo de mí mismo: y digo a primero, y entierre a mi padre.
éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y 22 Mas Jesús le dijo: Sígueme, y
viene; y a mi siervo: Haz esto, y deja que los muertos entierren a
lo hace. sus muertos.
10 Y oyéndolo Jesús, se maravi- 23 Y cuando él hubo entrado en
lló, y dijo a los que le seguían: De una nave, sus discípulos le si-
cierto os digo, que ni aun en Is- guieron.
rael he hallado tanta fe. 24 Y, he aquí, se levantó una tor-
11 Y yo os digo que vendrán mu- menta grande en el mar, tanto
chos del oriente y del occidente, y que la nave era cubierta de las
se asentarán con Abraham, e Isaac, ondas; mas él dormía.
y Jacob, en el reino del cielo: 25 Y sus discípulos vinieron a él, y
12 Mas los hijos del reino serán le despertaron, diciendo: Señor,
echados en las tinieblas de afue- sálvanos, perecemos.
ra: allí será el llanto y el crujir de 26 Y él les dice: ¿Por qué estáis
dientes. temerosos, oh hombres de poca
13 Entonces Jesús dijo al centu- fe? Entonces, levantado, repren-
rión: Ve, y como creíste así sea dió a los vientos y al mar; y fue
hecho contigo. Y su siervo fue grande bonanza.
sano en aquella misma hora. 27 Y los hombres se maravillaron,
14 Y vino Jesús a casa de Pedro, y diciendo: ¿Qué hombre es éste,
vio a su suegra echada en la que aun los vientos y el mar le
cama, y con fiebre. obedecen?
15 Y tocó su mano, y la fiebre la 28 Y cuando él llegó al otro lado
dejó: y ella se levantó, y les servía. en la región de los Gergesenos,
16 Y cuando la tarde fue venida, le vinieron al encuentro dos en-
trajeron a él muchos endemonia- demoniados que salían de los
dos; y echó fuera a los espíritus sepulcros, fieros en gran mane-
con la palabra, y sanó a todos los ra, así que nadie podía pasar por
que estaban enfermos; aquel camino.
17 Para que se cumpliese lo que 29 Y he aquí clamaron, diciendo:
fue dicho por el profeta Isaías, ¿Qué tenemos que ver contigo,
diciendo: El mismo tomó nues- Jesús, Hijo de Dios? ¿Eres veni-
tras flaquezas, y llevó nuestras do acá para atormentarnos antes
enfermedades. de tiempo?
18 Y viendo Jesús grandes multi- 30 Y estaba lejos de ellos un hato
tudes alrededor de sí, mandó que se de muchos puercos paciendo.
fuesen al otro lado. 31 Y los demonios le rogaban, di-
19 Y cierto escriba vino y le dijo: ciendo: Si nos echas, permítenos
Maestro, seguirte he donde quie- que vayamos en aquel hato de
ra que fueres. puercos.
20 Y Jesús le dice: Las zorras tie- 32 Y él les dijo: Id. Y ellos salidos,
nen cuevas, y las aves del cielo se fueron al hato de los puercos:
14
Curación del paralítico Mateo 9
y, he aquí, todo el hato de los sentado a la mesa en la casa, he
puercos se precipitó de un des- aquí que muchos publicanos y
peñadero en el mar; y perecieron pecadores, que habían venido, se
en las aguas. sentaron juntamente a la mesa
33 Y los porqueros huyeron, e con Jesús y sus discípulos.
idos a la ciudad, contaron todas 11 Y viendo esto los Fariseos, di-
las cosas, y lo que había pasado jeron a sus discípulos: ¿Por qué
con los endemoniados. come vuestro Maestro con los
34 Y, he aquí, toda la ciudad publicanos y pecadores?
salió a encontrar a Jesus: y cuan- 12 Y oyéndolo Jesús, les dijo: Los
do le vieron, le rogaban que se que están sanos no tienen ne-
fuese de sus términos. cesidad de médico, sino los que
están enfermos.
CAPÍTULO 9 13 Andad, antes aprended que
ENTRADO en la nave, pasó a cosa es: Misericordia quiero, y
Y la otra parte, y vino a su pro-
pia ciudad.
no sacrificio: Porque no he veni-
do a llamar a los justos, sino a
2 Y he aquí le trajeron a un pa- los pecadores a arrepentimiento.
ralítico echado en una cama: y 14 Entonces los discípulos de
viendo Jesús la fe de ellos, dijo al Juan vienen a él, diciendo: ¿Por
paralítico: ten buen ánimo hijo; qué nosotros y los Fariseos ayu-
tus pecados te son perdonados. namos muchas veces, y tus discí-
3 Y he aquí, ciertos de los es- pulos no ayunan?
cribas decían dentro de sí: Este 15 Y les dijo Jesús: ¿Pueden los
blasfema. hijos del tálamo tener luto entre
4 Y viendo Jesús sus pensamien- tanto que el desposado está con
tos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en ellos? Mas vendrán días cuan-
vuestros corazones? do el desposado será quitado de
5 ¿Cuál cosa es más fácil, decir: ellos, y entonces ayunarán.
Los pecados te son perdonados; o 16 Nadie echa remiendo de paño
decir: Levántate, y anda? nuevo en vestido viejo; porque el
6 Pues para que sepáis que el Hijo tal remiendo tira del vestido, y se
del hombre tiene potestad en la hace peor rotura.
tierra de perdonar pecados, (dice 17 Ni echan vino nuevo en cue-
entonces al paralítico:) Levánta- ros viejos: de otra manera los
te, toma tu cama, y vete a tu casa. cueros se rompen, y el vino se
7 Y él se levantó y se fue a su casa. derrama, y se pierden los cueros;
8 Y las gentes, viéndo lo, se ma- mas echan el vino nuevo en cue-
ravillaron, y glorificaron a Dios, ros nuevos; y lo uno y lo otro se
que había dado tal potestad a los conserva juntamente.
hombres. 18 Hablando él estas cosas a ellos, he
9 Y pasando Jesús de allí, vio a aquí cierto príncipe vino, y le adoró,
un hombre que estaba sentado al diciendo: Mi hija es muer-
banco de los tributos, el cual se ta poco ha: mas ven y pon tu
llamaba Mateo; y dícele: Sígue- mano sobre ella, y vivirá.
me. Y se levantó, y le siguió. 19 Y se levantó Jesús, y le siguió, y
10 Y aconteció que estando él sus discípulos.
15
Mateo 10 La hija de Jairo
20 Y he aquí una mujer enfer- 34 Mas los Fariseos decían: Por el
ma de flujo de sangre doce años príncipe de los demonios echa
había, llegándose por detrás, fuera los demonios.
tocó la fimbria de su vestido: 35 Y andaba Jesús por todas las
21 Porque decía entre sí: Si tocare ciudades y aldeas, enseñando en
solamente su vestido, seré sana. las sinagogas de ellos, y predi-
22 Mas Jesús volviéndose, y mi- cando el evangelio del reino, y
rándola, dijo: Ten ánimo, hija, tu sanando toda enfermedad y toda
fe te ha sanado. Y la mujer fue dolencia en el pueblo.
sana desde aquella hora. 36 Y viendo las multitudes, tuvo
23 Y cuando Jesús vino a la casa compasión de ellas; que eran fa-
del príncipe, y vio los tañedores tigadas y esparcidas como ovejas
de flautas, y la gente que hacía que no tienen pastor.
bullicio, 37 Entonces dice a sus discípu-
24 Díceles: Apartaos, porque la los: A la verdad la mies es mucha,
doncella no es muerta, sino que mas los obreros pocos.
duerme. Y se burlaban de él. 38 Rogad, pues, al Señor de la
25 Y cuando la gente fue echa- mies, que envíe obreros a su mies.
da fuera, entró, y la tomó de la
mano, y la doncella se levantó. CAPÍTULO 10
26 Y salió esta fama por toda LLAMANDO a sí sus doce
aquella tierra.
Y discípulos, les dio potestad

27 Y cuando partió Jesús de allí, contra los espíritus inmundos,


le siguieron dos ciegos, dando para que los echasen fuera, y sa-
voces y diciendo: Ten misericor- nasen toda enfermedad y toda
dia de nosotros, Hijo de David. dolencia.
28 Y habiendo entrado en la casa, 2 Y los nombres de los doce
vinieron a él los ciegos; y Jesús apóstoles son estos: El primero,
les dice: ¿Creéis que puedo hacer Simón, que es llamado Pedro, y
esto? Ellos dicen: Sí, Señor. Andrés su hermano; Jacobo, hijo
29 Entonces tocó los ojos de de Zebedeo, y Juan su hermano;
ellos, diciendo: Según a vuestra fe 3 Felipe, y Bartolomé; Tomás, y
os sea hecho. Mateo el publicano; Jacobo, hijo de
30 Y los ojos de ellos fueron Alfeo, y Lebeo, que tenía el
abiertos. Y Jesús les encargó ri- sobrenombre de Tadeo;
gurosamente, diciendo: Mirad 4 Simón el Cananeo, y Judas Is-
que nadie lo sepa. cariote, que también le entregó.
31 Mas ellos salidos, divulgaron 5 Estos doce envió Jesús, a los
su fama por toda aquella tierra. cuales dio mandamiento, dicien-
32 Y saliendo ellos, he aquí, le do: Por el camino de los Gentiles no
trajeron un hombre mudo, ende- iréis, y en ciudad de Samari-
moniado. tanos no entréis:
33 Y echado fuera el demonio, 6 Mas id antes a las ovejas perdi-
el mudo habló; y las gentes se das de la casa de Israel.
maravillaron, diciendo: Nunca 7 Y yendo, predicad, diciendo: El
ha sido vista cosa semejante en reino del cielo está cerca.
Israel. 8 Sanad enfermos, limpiad lepro-
16
La misión de los doce Mateo 10
sos, resucitad muertos, echad fuera 21 Y el hermano entregará al
demonios: gratuitamente habéis hermano a la muerte, y el padre
recibido, gratuitamente dad. al hijo; y los hijos se levantarán
9 No proveáis oro, ni plata, ni contra los padres, y los harán
latón en vuestras bolsas; morir.
10 Ni alforja para el camino, ni 22 Y seréis aborrecidos de todos
dos ropas de vestir, ni zapatos, ni por causa de mi nombre; mas el
bordón; porque el obrero digno que perseverare hasta el fin, éste
es de su alimento. será salvo.
11 Mas en cualquier ciudad, o 23 Mas cuando os persiguieren en
aldea donde entrareis, buscad esta ciudad, huid a otra: por-
quién sea en ella digno, y quedad que de cierto os digo, que no aca-
allí hasta que salgáis. baréis de andar todas las ciuda-
12 Y entrando en la casa, salu- des de Israel, antes que venga el
dadla. Hijo del hombre.
13 Y si la casa fuera digna, que 24 El discípulo no es sobre el
vuestra paz venga sobre ella; maestro, ni el siervo sobre su
mas si no fuere digna, que vues- señor.
tra paz vuelva sobre vosotros. 25 Bástele al discípulo que sea
14 Y cualquiera que no os reci- como su maestro, y al siervo
biere, ni oyere vuestras palabras, como su señor: Si al padre de la
cuando salgáis de aquella casa o familia han llamado Beelzebub,
ciudad, sacudid el polvo de vues- ¿cuánto más a los de su casa?
tros pies. 26 Así que, no les temáis; por-
15 De cierto os digo: Será más to- que nada hay encubierto, que no
lerable a la tierra de Sodoma y haya de ser revelado; ni oculto,
de Gomorra en el día del juicio, que no haya de saberse.
que a aquella ciudad. 27 Lo que yo os digo en tinieblas,
16 He aquí, yo os envío como decidlo en la luz; y lo que oís al
ovejas en medio de lobos: sed oído predicadlo desde los tejados.
pues prudentes como serpientes, y 28 Y no tengáis temor a los que
sencillos como palomas. matan el cuerpo, mas al alma
17 Y guardaos de los hombres: por- no pueden matar: temed antes a
que os entregarán a los concilios, aquel que puede destruir ambos
y en sus sinagogas os azotarán. el alma y el cuerpo en el infierno.
18 Y aun ante gobernadores y 29 ¿No se venden dos pajari-
reyes seréis llevados por causa llos por un cuadrante? Y uno de
de mí, para testimonio contra ellos no caerá a tierra sin vuestro
ellos y los Gentiles, Padre.
19 Mas cuando os entregaren, no 30 Y aun hasta los cabellos de
os acongojéis cómo o qué habéis vuestra cabeza están todos con-
de hablar porque en aquella hora tados.
os será dado que habléis. 31 Por tanto no temáis, más
20 Porque no sois vosotros los valéis vosotros que muchos paja-
que habláis, sino el Espíritu de rillos.
vuestro Padre que habla en vo- 32 Pues cualquiera que me con-
sotros. fesare delante de los hombres, le
17
Mateo 11 Los mensajeros de Juan
confesaré yo también delante de prisión las obras de Cristo, en-
mi Padre, que está en el cielo. vióle dos de sus discípulos,
33 Mas cualquiera que me ne- 3 Y díjole: ¿Eres tú el que había
gare delante de los hombres, le de venir, o esperaremos a otro?
negaré yo también delante de mi 4 Y respondiendo Jesús, les dijo:
Padre, que está en el cielo. Id, y haced saber a Juan estas
34 No penséis que he venido cosas que oís y veis:
para meter paz en la tierra: no 5 Los ciegos reciben vista, y los
vine para meter paz, sino espada. cojos andan; los leprosos son
35 Porque he venido para poner limpiados, y los sordos oyen; los
en disensión al hombre contra su muertos son resucitados, y a los
padre, y a la hija contra su madre, pobres es predicado el evangelio.
y a la nuera contra su suegra. 6 Y bienaventurado es el que no
36 Y los enemigos del hombre fuere escandalizado en mí.
serán los de su propia casa. 7 Y como ellos se iban, comenzó
37 El que ama a padre o a madre Jesús a decir de Juan a las multi-
más que a mí, no es digno de mí; y tudes: ¿Qué salisteis a ver al de-
el que ama a hijo o a hija más sierto? ¿una caña que es menea-
que a mí, no es digno de mí. da del viento?
38 Y el que no toma su cruz y 8 O ¿qué salisteis a ver? ¿un
sigue en pos de mí, no es digno hombre vestido de ropas delica-
de mí. das? He aquí, los que traen ropas
39 El que hallare su vida, la per- delicadas, en las casas de los
derá; y el que perdiere su vida reyes están.
por causa de mí, la hallará. 9 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿pro-
40 El que os recibe a vosotros, a feta? Ciertamente os digo, y más
mí recibe; y el que a mí me reci- excelente que un profeta.
be, recibe al que me envió. 10 Porque éste es de quien está
41 El que recibe a un profeta en escrito: He aquí, yo envío mi
nombre de profeta, galardón de mensajero delante de tu faz, que
profeta recibirá; y el que recibe a aparejará tu camino delante de tí.
un justo en nombre de justo, ga- 11 De cierto os digo, que entre
lardón de justo recibirá. los que son nacidos de mujeres
42 Y cualquiera que diere a uno no se ha levantado otro mayor
de estos pequeñitos una copa de que Juan el Bautista; mas el que
agua fría solamente, en nombre de es menor en el reino del cielo,
discípulo, de cierto os digo, que mayor es que él.
no perderá su galardón. 12 Y desde los días de Juan el
Bautista hasta ahora, el reino del
CAPÍTULO 11 cielo sufre violencia, y los vio-
ACONTECIÓ, que cuando lentos lo arrebatan.
Y Jesús hubo acabado de dar
mandamientos a sus doce discí-
13 Porque todos los profetas y la
ley hasta Juan profetizaron.
pulos, se partió de allí para en- 14 Y si queréis recibirlo, él es
señar y predicar en las ciudades aquel Elías que había de venir.
de ellos. 15 El que tiene oídos para oír, oiga.
2 Y cuando Juan hubo oído en la 16 Mas ¿a quién compararé esta
18
Grandeza de Juan el Bautista Mateo 12
generación? Es semejante a los 26 Sí, Padre, porque así agradó a
niños que se sientan en las plazas, tus ojos.
y dan voces a sus compañeros, 27 Todas las cosas me son entre-
17 Y dicen: Os tañimos flauta, y gadas por mi Padre: y ninguno
no bailasteis; os endechamos, y conoce al Hijo, sino el Padre; ni
no lamentasteis. nadie conoce al Padre, sino el
18 Porque vino Juan ni comien- Hijo, y aquel a quien el Hijo le
do ni bebiendo, y dicen: Demo- quisiere revelar.
nio tiene. 28 Venid a mí todos los que es-
19 Vino el Hijo del hombre co- táis trabajados, y cargados, que yo
miendo y bebiendo, y dicen: He os haré descansar.
aquí un hombre comilón, y bebe- 29 Tomad mi yugo sobre voso-
dor de vino, amigo de publicanos y tros, y aprended de mí, que yo
de pecadores. Mas la sabiduría es soy manso y humilde de cora-
justificada de sus hijos. zón; y hallaréis descanso para
20 Entonces comenzó a reconve- vuestras almas.
nir a las ciudades en las cuales 30 Porque mi yugo es suave, y li-
habían sido hechos los más de gera mi carga.
sus milagros, porque no se ha-
bían arrepentido, diciendo: CAPÍTULO 12
21 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti, N aquel tiempo iba Jesús por
Betsaida! porque si en Tiro y en

Sidón se hubieran hecho los mi-


E los sembrados en sábado; y

sus discípulos tenían hambre, y


lagros que han sido hechos en comenzaron a coger espigas, y a
vosotras, ya mucho ha que se comer.
hubieran arrepentido en cilicio y 2 Mas viéndolo los Fariseos, le
ceniza. dijeron: He aquí, tus discípulos
22 Por tanto os digo, que a Tiro hacen lo que no es lícito hacer
y a Sidón será más tolerable el en sábado.
castigo en el día del juicio, que a 3 Pero él les dijo: ¿No habéis
vosotras. leído qué hizo David, teniendo
23 Y tú, Capernaum, que eres hambre él y los que estaban con él:
ensalzada hasta el cielo, hasta 4 Cómo entró en la casa de Dios, y
el infierno serás abatida; porque comió los panes de la proposi-
si en Sodoma se hubieran hecho ción, que no le era lícito comer, ni
los milagros que han sido hechos a los que estaban con él, sino a
en ti, hubiera permanecido hasta sólo los sacerdotes?
el día de hoy. 5 O ¿no habéis leído en la ley,
24 Por tanto yo os digo, será más que los sábados en el templo los
tolerable para la tierra de Sodo- sacerdotes profanan el sábado, y
ma en el día del juicio que a ti. son sin culpa?
25 En aquel tiempo, respondien- 6 Pues yo os digo que uno mayor
do Jesús, dijo: Gracias te doy, que el templo está aquí.
oh Padre, Señor del cielo y de la 7 Mas si supieseis qué significa:
tierra, porque escondiste estas Misericordia quiero, y no sacri-
cosas de los sabios y prudentes, ficio, no condenaríais a los sin
y las has revelado a los niños. culpa.
19
Mateo 12 Jesús, Señor del sábado
8 Porque el Hijo del hombre es sanó; de tal manera, que el ciego y
Señor aun del sábado. mudo hablaba y veía.
9 Y habiendo partido de allí, vino a 23 Y todo el pueblo estaba ató-
la sinagoga de ellos. nito, y decía: ¿No es éste el hijo de
10 Y, he aquí, estaba un hombre David?
que tenía la mano seca; y ellos le 24 Mas los Fariseos, oyéndo lo,
preguntaron, diciendo: ¿Es lícito decían: Este no echa fuera los
curar en sábado? por acusarle. demonios, sino por Beelzebub,
11 Y él les dijo: ¿Qué hombre príncipe de los demonios.
habrá de vosotros, que tenga una 25 Y Jesús, como sabía los pen-
oveja, y si cayere ésta en una samientos de ellos, les dijo: Todo
fosa en sábado, no le eche mano, reino dividido contra sí mismo,
y la levante? es desolado; y toda ciudad o casa
12 ¿Pues cuánto más vale un dividida contra sí misma, no per-
hombre que una oveja? Así que, manecerá.
lícito es en los sábados hacer 26 Y si Satanás echa fuera a Sa-
bien. tanás, contra sí mismo está divi-
13 Entonces dice a aquel hombre: dido; ¿cómo, pues, permanecerá
Extiende tu mano. Y él la exten- su reino?
dió, y le fue restituida sana como 27 Y si yo por Beelzebub echo
la otra. fuera los demonios, ¿vuestros
14 Entonces salieron los Fari- hijos por quién los echan? Por
seos y tomaron consejo contra él, tanto, ellos serán vuestros jueces.
como podrían destruirle. 28 Mas si por el Espíritu de Dios yo
15 Mas sabiéndolo Jesús, se apar- echo fuera los demonios, cier-
tó de allí: y le siguieron grandes tamente ha llegado a vosotros el
multitudes, y sanó a todos. reino de Dios.
16 Y él les mandó que no le des- 29 Porque, ¿cómo puede algu-
cubriesen; no entrar a la casa del hombre
17 Para que se cumpliese lo que fuerte, y saquear sus alhajas, si
estaba dicho por el profeta Isaías, primero no prendiere al hombre
que dice: fuerte? y entonces saqueará su casa.
18 He aquí mi siervo, al cual he 30 El que no es conmigo, contra mí
escogido; mi amado, en el cual es; y el que conmigo no reco-
se agrada mi alma: Pondré mi es- ge, desparrama.
píritu sobre él, y a los Gentiles 31 Por tanto os digo: Todo peca-
anunciará juicio. do y blasfemia será perdonado a
19 No contenderá, ni voceará: ni los hombres: mas la blasfemia
nadie oirá en las calles su voz: contra el Espíritu Santo no será
20 La caña cascada no quebrará, perdonada a los hombres.
y el pábilo que humea no apaga- 32 Y cualquiera que dijere una
rá, hasta que saque a victoria el palabra contra el Hijo del hom-
juicio. bre, le será perdonado: mas cual-
21 Y en su nombre esperarán los quiera que dijere contra el Espí-
Gentiles. ritu Santo, no le será perdonado,
22 Entonces fue traído a él un ni en este mundo, ni en el venidero.
endemoniado, ciego y mudo, y le 33 O haced el árbol bueno, y su
20
Blasfemia de los Fariseos Mateo 13
fruto bueno; o haced el árbol co- lugares secos, buscando reposo, y
rrompido y su fruto corrompido; no lo halla,
porque por el fruto es conocido 44 Entonces dice: Me volveré a mi
el árbol. casa de donde salí: Y cuando viene,
34 ¡Oh generación de víboras! la halla desocupada, barri-
¿cómo podéis hablar bien, sien- da y adornada.
do malos? porque de la abundan- 45 Entonces va, y toma consigo
cia del corazón habla la boca. otros siete espíritus más malva-
35 El hombre bueno del buen dos que él mismo, y entrados,
tesoro del corazón saca buenas moran allí; y el postrer estado de
cosas: y el hombre malo del mal aquel hombre es peor que el pri-
tesoro saca malas cosas. mero. Así también acontecerá a
36 Mas yo os digo, que toda pala- esta generación malvada.
bra ociosa que hablaren los hom- 46 Y estando él aún hablando al
bres, de ella darán cuenta en el pueblo, he aquí su madre y sus
día del juicio. hermanos estaban de pie fuera,
37 Porque por tus palabras serás que le querían hablar.
justificado, y por tus palabras 47 Y le dijo uno: He aquí tu
serás condenado. madre y tus hermanos están de
38 Entonces respondieron ciertos pie fuera, que te quieren hablar.
de los escribas y de los Fariseos, 48 Y respondiendo él al que le
diciendo: Maestro, deseamos ver decía esto, dijo: ¿Quién es mi
de ti señal. madre y quiénes son mis herma-
39 Mas él respondió, y les dijo: nos?
La generación mala y adúltera 49 Y extendiendo su mano hacia
demanda señal; mas señal no le sus discípulos, dijo: He aquí mi
será dada, sino la señal de Jonás madre y mis hermanos.
el profeta. 50 Porque todo aquel que hiciere la
40 Porque como estuvo Jonás voluntad de mi Padre que está en el
en el vientre de la ballena tres cielo, éste es mi hermano, y
días y tres noches, así estará el hermana, y madre.
Hijo del hombre en el corazón de
la tierra tres días y tres noches. CAPÍTULO 13
41 Los varones de Nínive se le- N aquel día, salido Jesús de
vantarán en juicio con esta gene-

ración, y la condenarán; porque


E casa, se sentó junto al mar.

2 Y se allegaron a él grandes
ellos se arrepintieron a la predi- multitudes, de tal manera que
cación de Jonás; y he aquí, uno entró él en una nave y se sentó,
mayor que Jonás en este lugar. y toda la multitud estaba de pie
42 La reina del sur se levantará en la ribera.
en juicio con esta generación, y 3 Y les habló muchas cosas por
la condenará; porque vino de los parábolas, diciendo: He aquí, un
fines de la tierra para oír la sabi- sembrador salió a sembrar.
duría de Salomón: y he aquí, uno 4 Y sembrando, parte de la simien-
mayor que Salomón en este lugar. te cayó junto al camino; y vinie-
43 Cuando el espíritu inmundo ron las aves, y la devoraron.
ha salido del hombre, anda por 5 Y parte cayó en lugares pedre-
21
Mateo 13 Parábolas del sembrador
gosos, donde no tenía mucha tie- 19 Cuando alguno oye la palabra
rra; y nació pronto, porque no del reino, y no la entiende, viene
tenía profundidad de tierra: el malo, y arrebata lo que fue
6 Mas en saliendo el sol, se quemó; y sembrado en su corazón: Este es
porque no tenía raíz se secó. el que recibió la simiente junto
7 Y parte cayó entre las espinas; al camino.
y las espinas crecieron, y la aho- 20 Y el que fue sembrado en lu-
garon. gares pedregosos, éste es el que
8 Y parte cayó en buena tierra, y oye la palabra, y al instante la
dio fruto, uno de a ciento, y otro recibe con gozo,
de a sesenta, y otro de a treinta. 21 Y no tiene raíz en sí mismo,
9 Quien tiene oídos para oír, oiga. mas dura poco tiempo; porque
10 Y vinieron los discípulos y le venida la aflicción o la persecu-
dijeron: ¿Por qué les hablas por ción por causa de la palabra, al
parábolas? instante se escandaliza.
11 Y él respondiendo, les dijo: 22 El que recibió la simiente
Porque a vosotros es dado saber entre las espinas, éste es el que
los misterios del reino del cielo; oye la palabra; y el afán de este
mas a ellos no es dado. mundo y el engaño de las rique-
12 Porque a cualquiera que tiene, zas, ahogan la palabra, y se hace
se le dará, y tendrá más; mas al sin fruto.
que no tiene, aun lo que tiene le 23 Mas el que recibió la simien-
será quitado. te en buena tierra, éste es el que
13 Por eso les hablo por pará- oye y entiende la palabra, que
bolas; porque viendo no ven, y también da el fruto: y lleva uno
oyendo no oyen, ni entienden. a ciento, y otro a sesenta, y otro
14 Así que se cumple en ellos la a treinta.
profecía de Isaías, que dice: De 24 Otra parábola les propuso, di-
oído oiréis, y no entenderéis; y ciendo: El reino del cielo es seme-
viendo veréis, y no percibiréis. jante a un hombre que siembra
15 Porque el corazón de este buena simiente en su campo.
pueblo está engrosado, y de los 25 Pero mientras los hombres
oídos oyen pesadamente, y han dormían, vino su enemigo, y sem-
cerrado sus ojos: para que no bró cizaña entre el trigo, y se fue.
vean de los ojos, y oigan de los 26 Y cuando la hierba salió, e
oídos, y del corazón entiendan, y hizo fruto, entonces la cizaña
se conviertan, y yo los sane. apareció también.
16 Mas bienaventurados vues- 27 Y los siervos del padre de
tros ojos, porque ven; y vuestros la familia vinieron y le dijeron:
oídos, porque oyen. Señor, ¿no sembraste buena si-
17 Porque de cierto os digo, que miente en tu campo? ¿Pues de
muchos profetas y justos desea- dónde tiene cizaña?
ron ver lo que vosotros veis, y no lo 28 Y él les dijo: Un hombre ene-
vieron: y oír lo que vosotros oís, y no migo ha hecho esto. Y los siervos le
lo oyeron. dijeron: ¿Pues quieres que va-
18 Oíd, pues vosotros la parábola yamos, y la cojamos?
del sembrador: 29 Y él dijo: No: porque cogien-
22
El sembrador y la cizaña Mateo 13
do la cizaña, no arranquéis tam- el diablo; la siega es el fin del
bién con ella el trigo. mundo, y los segadores son los
30 Dejad crecer juntamente lo ángeles.
uno y lo otro hasta la siega; y al 40 De manera que como es co-
tiempo de la siega yo diré a los gida la cizaña, y quemada en
segadores: Recoged primero la el fuego, así será el fin de este
cizaña, y atadla en manojos para mundo.
quemarla; mas el trigo allegadlo 41 Enviará el Hijo del hombre
en mi alfolí. sus ángeles, y cogerán de su
31 Otra parábola les propuso, reino todos los escándalos, y los
diciendo: El reino del cielo es que hacen iniquidad;
semejante al grano de mostaza, 42 Y los echarán en el horno del
que un hombre tomó y lo sembró fuego: allí será el lloro y el crujir
en su campo: de dientes.
32 El cual a la verdad es el más 43 Entonces los justos resplande-
pequeño de todas las simientes; cerán como el sol en el reino de
mas cuando ha crecido, es el su Padre: El que tiene oídos para
mayor de todas las hortalizas; y oír, oiga.
se hace árbol, de modo que vie- 44 Otra vez el reino del cielo es
nen las aves del cielo y posan en semejante al tesoro escondido
sus ramas. en el campo el cual habiéndolo
33 Otra parábola les dijo: El hallado un hombre lo escondió,
reino del cielo es semejante a la y por el gozo de él, va y vende
levadura, que tomó una mujer, y todo lo que tiene, y compra aquel
escondió en tres medidas de ha- campo.
rina, hasta que todo fue leudado. 45 Otra vez el reino del cielo es
34 Todas estas cosas habló Jesús semejante a un hombre tratante,
en parábolas a la multitud; y que busca buenas perlas;
nada les habló sin parábolas: 46 El cual, habiendo hallado una
35 Para que se cumpliese lo que preciosa perla, fue y vendió todo lo
fue dicho por el profeta, que dice: que tenía, y la compró.
Abriré en parábolas mi boca; pro- 47 Otra vez, el reino del cielo es
nunciaré cosas escondidas desde semejante a una red, que echada
la fundación del mundo. en el mar, recoge de toda clase:
36 Entonces Jesús despidió las 48 La cual cuando fue llena, la
multitudes y entró en la casa; y sacaron a la orilla; y sentados,
vinieron a él sus discípulos, di- cogieron lo bueno en vasijas, y lo
ciendo: Decláranos la parábola malo echaron fuera.
de la cizaña del campo. 49 Así será en el fin del mundo:
37 Y respondiendo él, les dijo: El vendrán los ángeles, y apartarán
que siembra la buena simiente es a los malos de entre los justos,
el Hijo del hombre; 50 Y los echarán en el horno del
38 El campo es el mundo; la fuego: allí será el lloro y el crujir
buena simiente son los hijos del de dientes.
reino, y la cizaña son los hijos 51 Díceles Jesús: ¿Habéis enten-
del malo; dido todas estas cosas? Ellos le
39 El enemigo que la sembró, es dicen: Sí, Señor.
23
Mateo 14 Muerte de Juan el Bautista
52 Y él les dijo: Por tanto todo miento de Herodes, la hija de He-
escriba instruido en el reino del rodías danzó en medio, y agradó a
cielo, es semejante al hombre Herodes.
padre de familia, que saca de su 7 Por lo cual él prometió con ju-
tesoro cosas nuevas y cosas viejas. ramento de darle todo lo que pi-
53 Y aconteció que cuando acabó diese.
Jesús estas parábolas, se fue de 8 Y ella, instruída primero de su
allí. madre, dijo: Dame aquí en un
54 Y venido a su tierra, les en- plato la cabeza de Juan el Bau-
señó en la sinagoga de ellos, de tista.
tal manera que ellos estaban ató- 9 Entonces el rey se entristeció;
nitos, y decían: ¿De dónde tiene mas por el juramento, y por los
éste esta sabiduría, y estas mara- que estaban juntamente a la
villas? mesa, mandó que se le diese.
55 ¿No es éste el hijo del car- 10 Y enviando, degolló a Juan en la
pintero? ¿No se llama su madre cárcel.
María, y sus hermanos Jacobo y 11 Y fue traída su cabeza en un
Joses, y Simón, y Judas? plato, y dada a la doncella; y ella la
56 ¿Y no están todas sus herma- presentó a su madre.
nas con nosotros? ¿De dónde, 12 Y sus discípulos vinieron, y to-
pues, tiene éste estas cosas? maron el cuerpo, y le enterraron;
57 Y se escandalizaban en él. y fueron y se lo dijeron a Jesús.
Mas Jesús les dijo: No hay pro- 13 Y cuando Jesús lo oyó, se
feta sin honra sino en su tierra y apartó de allí en una nave, a un
en su casa. lugar desierto, apartado: y cuan-
58 Y no hizo allí muchos mila- do el pueblo lo oyó, le siguió a pie
gros, a causa de la incredulidad de las ciudades.
de ellos. 14 Y saliendo Jesús, vio una gran
multitud, y fue movido a compa-
CAPÍTULO 14 sión de ellos, y sanó a los enfer-
N aquel tiempo Herodes el mos de ellos.
E Tetrarca oyó la fama de Jesús,
2 Y dijo a sus criados: Este es
15 Y cuando fue la tarde del día,

se llegaron a él sus discípulos,


Juan el Bautista: él ha resucitado diciendo: El lugar es desierto, y
de entre los muertos, y por eso el tiempo es ya pasado: envía
los poderes obran en él. las multitudes, que se vayan por
3 Porque Herodes había prendi- las aldeas, y compren para sí de
do a Juan, y le había aprisionado comer.
y puesto en la cárcel, por causa 16 Mas Jesús les dijo: No tienen
de Herodías, esposa de Felipe su necesidad de irse: dadles voso-
hermano; tros de comer.
4 Porque Juan le decía: No te es 17 Y ellos dijeron: No tenemos
lícito tenerla. aquí sino cinco panes y dos peces.
5 Y quería matarle, mas tenía 18 Y él les dijo: Traédmelos acá.
miedo de la multitud; porque le 19 Y mandando a las multitudes
tenían como a profeta. sentarse sobre la hierba, y to-
6 Y celebrándose el día del naci- mando los cinco panes y los dos
24
Jesús anda sobre el mar Mateo 15
peces, alzando los ojos al cielo, 32 Y cuando ellos entraron en la
bendijo, y partió y dio los panes a nave, el viento cesó.
sus discípulos, y los discípulos a 33 Entonces los que estaban en la
las multitudes. nave, vinieron, y le adoraron,
20 Y comieron todos, y se harta- diciendo: Verdaderamente tú
ron; y alzaron lo que sobró de los eres el Hijo de Dios.
pedazos, doce canastos llenos. 34 Y habiendo pasado a la otra
21 Y los que comieron fueron parte, vinieron a la tierra de Ge-
varones como cinco mil, sin las nezaret.
mujeres y muchachos. 35 Y cuando los varones de aquel
22 Y Jesús hizo a sus discípu- lugar tuvieron conocimiento de él,
los entrar inmediatamente en la enviaron por toda aquella tie-
nave, e ir delante de él al otro rra al derredor, y trajeron a él
lado entre tanto que él despedía todos los enfermos.
las multitudes. 36 Y le rogaban que solamente
23 Y despedidas las multitudes, tocasen el borde de su manto; y
subió a un monte apartado a todos los que lo tocaron, fueron
orar: Y cuando vino la tarde del sanados.
día, estaba allí solo.
24 Y la nave estaba ya en medio CAPÍTULO 15
del mar, atormentada de las NTONCES llegaron a Jesús
ondas; porque el viento era con-

trario.
E ciertos escribas y Fariseos de

Jerusalem, diciendo:
25 Mas a la cuarta vela de la 2 ¿Por qué tus discípulos trans-
noche, Jesús fue a ellos andando greden la tradición de los ancia-
sobre el mar. nos? porque no lavan sus manos
26 Y cuando los discípulos lo vie- cuando comen pan.
ron andar sobre el mar, se tur- 3 Y él respondiendo, les dijo:
baron, diciendo: Es un espíritu. Y ¿Por qué también vosotros trans-
dieron voces de miedo. gredís el mandamiento de Dios
27 Mas Jesús les habló inmedia- por vuestra tradición?
tamente, diciendo: estad de buen 4 Porque Dios mandó, diciendo:
ánimo, yo soy; no tengáis miedo. Honra a tu padre y a tu madre, y,
28 Mas le respondió Pedro, y el que maldijere a padre o a
dijo: Señor, si tú eres, manda madre, muera de muerte.
que yo venga a ti sobre las aguas. 5 Mas vosotros decís: Cualquiera
29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo que dijere al padre o a la madre:
Pedro de la nave, anduvo sobre Toda ofrenda mía a ti aprovecha-
las aguas para ir a Jesús. rá;
30 Mas viendo el viento fuerte, 6 Y no honrare a su padre o a su
tuvo miedo; y comenzándose a madre. Así habéis invalidado el
hundir, dio voces, diciendo: mandamiento de Dios por vues-
Señor, sálvame. tra tradición.
31 Y al instante Jesús, extendien- 7 Hipócritas, bien profetizó de
do la mano, trabó de él, y le dice: vosotros Isaías, diciendo:
Oh tú de poca fe, ¿por qué du- 8 Este pueblo con su boca se
daste? acerca a mí y con sus labios me
25
Mateo 15 La mujer Cananea
honra; mas su corazón lejos está mente atormentada del demonio.
de mí. 23 Mas él no respondió palabra. Y
9 Mas en vano me adoran en- llegándose sus discípulos, le ro-
señando como doctrinas manda- garon, diciendo: Envíala, que da
mientos de hombres. voces tras nosotros.
10 Y habiendo llamado a sí la 24 Y él respondiendo, dijo: No
multitud, les dijo: Oíd y entended. soy enviado sino a las ovejas per-
11 No lo que entra en la boca didas de la casa de Israel.
contamina al hombre, mas lo 25 Entonces ella vino, y le adoró,
que sale de la boca, esto conta- diciendo: Señor, socórreme.
mina al hombre. 26 Y respondiendo él, dijo: No es
12 Entonces llegándose sus discí- bien tomar el pan de los hijos, y
pulos, le dijeron: ¿Sabes que los echarlo a los perrillos.
Fariseos oyendo esta palabra se 27 Y ella dijo: Sí Señor; pero aun
escandalizaron? los perros comen de las migajas
13 Mas respondiendo él, dijo: que caen de la mesa de sus señores.
Toda planta que no plantó mi 28 Entonces respondiendo Jesús,
Padre celestial, será desarraiga- le dijo: Oh mujer, grande es tu fe:
da. sea hecho contigo como quieres.
14 Dejadlos: son ciegos guías Y fue sana su hija desde aquella
de ciegos; y si el ciego guiare al hora.
ciego, ambos caerán en el hoyo. 29 Y partido Jesús de allí, vino
15 Y respondiendo Pedro, le dijo: junto al mar de Galilea: y subien-
Decláranos esta parábola. do en un monte, se sentó allí.
16 Y Jesús dijo: ¿También voso- 30 Y llegaron a él grandes multi-
tros sois aún sin entendimiento? tudes, que tenían consigo cojos,
17 ¿No entendéis aún, que todo ciegos, mudos, mancos, y otros
lo que entra en la boca, va al muchos y los echaron a los pies de
vientre, y es echado en la letrina? Jesús, y los sanó:
18 Mas las cosas que salen de la 31 De tal manera que las multitu-
boca, del corazón salen; y esto des se maravillaron, viendo ha-
contamina al hombre. blar los mudos, los mancos sanos,
19 Porque del corazón salen los andar los cojos, ver los ciegos: y
malos pensamientos, homicidios, glorificaron al Dios de Israel.
adulterios, fornicaciones, hurtos, 32 Entonces Jesús llamando a sus
falsos testimonios, blasfemias. discípulos, dijo: Tengo compa-
20 Estas cosas son las que conta- sión por la multitud, que ya hace tres
minan al hombre; mas el comer días que perseveran conmigo, y no
con las manos no lavadas no tienen que comer; y enviar-
contamina al hombre. los ayunos no quiero, porque no
21 Y saliendo Jesús de allí, se fue desmayen en el camino.
a las partes de Tiro y de Sidón. 33 Y sus discípulos le dicen:
22 Y he aquí una mujer Cananea, ¿Dónde tenemos nosotros tantos
que había salido de aquellos tér- panes en el desierto, que harte-
minos, clamábale diciendo: Oh mos tan gran multitud?
Señor, Hijo de David, ten mise- 34 Y Jesús les dice: ¿Cuántos
ricordia de mí; mi hija es mala- panes tenéis? Y ellos dijeron:
26
La confesión de Pedro Mateo 16
Siete, y unos pocos pececillos. razonáis entre vosotros, porque
35 Y mandó a las multitudes que no tomasteis pan?
se sentasen en tierra. 9 ¿No entendéis aún, ni os acor-
36 Y tomó los siete panes y los dáis de los cinco panes de los
peces, dio gracias, y partiólos, y cinco mil varones, y cuántos ca-
dio a sus discípulos; y los discí- nastos tomasteis?
pulos a la multitud. 10 ¿Ni de los siete panes entre
37 Y comieron todos, y se harta- cuatro mil, cuántos canastos to-
ron: y alzaron lo que sobró de los masteis?
pedazos, siete canastos llenos. 11 ¿Cómo es que no entendéis
38 Y eran los que habían comido, que no por el pan os dije, que os
cuatro mil varones, además las guardaseis de la levadura de los
mujeres y los niños. Fariseos y de los Saduceos?
39 Y despidiendo las multitudes, 12 Entonces entendieron que no
entró en una nave: y vino a los les había dicho que se guardasen
términos de Magdala. de levadura de pan, sino de la
doctrina de los Fariseos, y de los
CAPÍTULO 16 Saduceos.
VINIERON los Fariseos y los 13 Y cuando Jesús vino a las
Y Saduceos, y tentándole, le pe-
dían que les mostrase una señal
partes de Cesarea de Filipo, pre-
guntó a sus discípulos, diciendo:
del cielo. ¿Quién dicen los hombres que yo el
2 Mas él respondiendo, les dijo: Hijo del hombre soy?
Cuando es la tarde del día, decís: 14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el
Buen tiempo hará; porque el cielo Bautista; y otros, Elías; y otros, Je-
tiene arreboles. remías, o alguno de los profetas.
3 Y a la mañana: Hoy habrá tem- 15 Díceles él: ¿Pero vosotros,
pestad; porque tiene arreboles el quién decís que yo soy?
cielo sombrío. Oh hipócritas, que 16 Y respondiendo Simón Pedro,
sabéis discernir la faz del cielo; dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del
¿Y en las señales de los tiempos Dios viviente.
no podéis? 17 Y respondiendo Jesús, le dijo:
4 La generación mala y adúlte- Bienaventurado eres, Simón, hijo de
ra busca señal; mas señal no le Jonás; porque no te lo reveló carne
será dada, sino la señal de Jonás ni sangre, sino mi Padre que está
el profeta. Y dejándoles se fue. en el cielo.
5 Y venidos sus discípulos al 18 Y yo también te digo, que
otro lado, se habían olvidado de tú eres Pedro, y sobre esta roca
tomar pan. edificaré mi iglesia; y las puer-
6 Y Jesús les dijo: Mirad, y guar- tas del infierno no prevalecerán
daos de la levadura de los Fari- contra ella.
seos y de los Saduceos. 19 Y a ti daré las llaves del reino
7 Y ellos razonaban entre sí mis- del cielo; y todo lo que ligares en la
mos, diciendo: Esto es porque no tierra será ligado en el cielo; y todo
tomamos pan. lo que desatares en la tierra será
8 Y conociéndolo Jesús, les dijo: desatado en el cielo.
Oh vosotros de poca fe, ¿por qué 20 Entonces mandó a sus discí-
27
Mateo 17 La transfiguración
pulos que a nadie dijesen que él arriba a un monte alto aparte:
era Jesús el Cristo. 2 Y fue transfigurado delante de
21 Desde aquel tiempo comenzó ellos; y resplandeció su rostro
Jesús a declarar a sus discípulos, como el sol, y sus vestidos fueron
que era necesario ir él a Jeru- blancos como la luz.
salem, y padecer muchas cosas 3 Y he aquí, les aparecieron Moi-
de los ancianos, y de los princi- sés y Elías, hablando con él.
pales de los sacerdotes, y de los 4 Entonces respondiendo Pedro,
escribas; y ser muerto, y resuci- dijo a Jesús: Señor, bueno es que
tar al tercer día. nosotros estemos aquí: si quieres,
22 Y Pedro, tomándole aparte, hagamos aquí tres tabernáculos;
comenzó a reprenderle, dicien- para ti uno, y uno para Moisés, y
do: Señor, ten compasión de ti: en uno para Elías.
ninguna manera esto te acontezca. 5 Y estando aun hablando él, he
23 Entonces él, volviéndose, dijo aquí, una nube resplandeciente
a Pedro: Ponte detrás de mí, Sa- los cubrió; y, he aquí una voz
tanás; escándalo me eres; porque de la nube, que decía: Este es mi
no entiendes lo que es de Dios Hijo amado, en el cual estoy muy
sino lo que es de los hombres. complacido: a él oíd.
24 Entonces Jesús dijo a sus dis- 6 Y cuando los discípulos oyeron
cípulos: Si alguno quiere venir en esto, cayeron sobre sus rostros, y
pos de mí, niéguese a sí mismo, y temieron en gran manera.
tome su cruz, y sígame. 7 Mas Jesús llegando, les tocó, y
25 Porque cualquiera que quisie- dijo: Levantaos, y no temáis.
re salvar su vida, la perderá, y 8 Y cuando alzaron sus ojos, a
cualquiera que perdiere su vida nadie vieron, sino sólo a Jesús.
por causa de mí, la hallará. 9 Y cuando descendían del
26 Porque ¿De qué aprovecha al monte, les mandó Jesús, dicien-
hombre, si ganare todo el mundo, do: No digáis a nadie la visión,
y perdiere su alma? ¿O, qué re- hasta que el Hijo del hombre re-
compensa dará el hombre por su sucite de los muertos.
alma? 10 Y sus discípulos le pregun-
27 Porque el Hijo del hombre taron, diciendo: ¿Por qué pues
vendrá en la gloria de su Padre dicen los escribas que es menes-
con sus ángeles; y entonces re- ter que Elías venga primero?
compensará a cada uno confor- 11 Y respondiendo Jesús, les dijo: A
me a sus obras. la verdad, Elías vendrá prime-
28 De cierto os digo: que hay al- ro, y restituirá todas las cosas.
gunos de los que están de pie 12 Mas os digo, que Elías es ya
aquí, que no gustarán la muerte, venido, y no le conocieron; antes
hasta que hayan visto al Hijo del hicieron en él todo lo que quisie-
hombre viniendo en su reino. ron: Así también el Hijo del hom-
bre padecerá de ellos.
CAPÍTULO 17 13 Los discípulos entonces enten-
DESPUÉS de seis días, Jesús dieron, que les hablaba de Juan
Y toma a Pedro, y a Jacobo, y
a Juan su hermano, y los lleva
el Bautista.
14 Y cuando ellos fueron veni-
28
El mayor en el reino de Dios Mateo 18
dos a la multitud, vino a él cierto ¿de sus hijos o de los extraños?
hombre hincándosele de rodillas, y 26 Pedro le dice: De los extraños.
diciendo, Dícele Jesús: Luego libres son los
15 Señor, ten misericordia de hijos.
mi hijo, que es lunático, y pade- 27 Mas porque no los escan-
ce malamente; porque muchas dalicemos, ve al mar, y echa el
veces cae en el fuego, y muchas anzuelo, y el primer pez que vi-
en el agua. niere, tómale, y abierta su boca,
16 Y le traje a tus discípulos, y no hallarás un estatero, tómala y
le pudieron sanar. dásela a ellos por mí, y por ti.
17 Y respondiendo Jesús, dijo:
¡Oh generación incrédula y per- CAPÍTULO 18
versa! ¿hasta cuándo estaré con N aquel tiempo vinieron los
vosotros? ¿hasta cuándo os sufri-

ré? Traédmele acá.


E discípulos a Jesús, diciendo:

¿Quién es el mayor en el reino


18 Y reprendió Jesús al demonio, y del cielo?
salió de él; y el muchacho fue 2 Y llamando Jesús a un niño, le
sano desde aquella hora. puso en medio de ellos,
19 Entonces, vinieron los dis- 3 Y dijo: De cierto os digo, que si
cípulos a Jesús aparte, dijeron: no os convirtiereis, y os hiciereis
¿Por qué nosotros no le pudimos como niños, no entraréis en el
echar fuera? reino del cielo.
20 Y Jesús les dijo: Por vuestra 4 Así que, cualquiera que se hu-
incredulidad; porque de cierto os millare como este niño, éste es el
digo, que si tuviereis fe como un mayor en el reino del cielo.
grano de mostaza, diréis a este 5 Y cualquiera que recibiere a un
monte: Pásate de aquí allá: y se tal niño en mi nombre, a mí recibe.
pasará: y nada os será imposible. 6 Y cualquiera que escandalizare
21 Mas este género no sale sino a alguno de estos pequeños que
por oración y ayuno. creen en mí, mejor le sería que le
22 Y estando ellos en Galilea, fuera colgada del cuello una pie-
les dijo Jesús: El Hijo del hom- dra de molino de asno, y fuese
bre será entregado en manos de anegado en el profundo del mar.
hombres, 7 ¡Ay del mundo por los escán-
23 Y le matarán; mas al tercer dalos! porque menester es que
día será resucitado. Y ellos se en- vengan escándalos; mas ¡ay de
tristecieron en gran manera. aquel hombre por el cual viene
24 Y cuando fueron venidos a el escándalo!
Capernaum, vinieron a Pedro los 8 Por tanto, si tu mano o tu pie te
que recibían las dos dracmas y escandaliza, córtalos y échalos de
dijeron: ¿No paga vuestro maes- ti; mejor te es entrar cojo o
tro las dos dracmas? manco en la vida, que teniendo
25 El dice: Sí. Y cuando él entró dos manos o dos pies ser echado
en la casa, Jesús le previno, di- en el fuego eterno.
ciendo: ¿Qué te parece, Simón? 9 Y si tu ojo te escandaliza, sáca-
Los reyes de la tierra, ¿de quién lo y échalo de ti: que mejor te es
reciben los tributos, o censo? entrar con un ojo en la vida, que
29
Mateo 18 Parábola de los dos deudores
teniendo dos ojos ser echado en congregados en mi nombre, allí
el infierno de fuego. estoy yo en medio de ellos.
10 Mirad no menospreciéis a uno 21 Entonces Pedro, llegándose
de estos pequeños; porque os a él, dijo: Señor, ¿cuántas veces
digo que sus ángeles en el cielo perdonaré a mi hermano que
ven siempre el rostro de mi Padre pecare contra mí? ¿hasta siete
que está en el cielo. veces?
11 Porque el Hijo del hombre 22 Jesús le dice: no te digo hasta
es venido para salvar lo que se siete, mas aun hasta setenta
había perdido. veces siete.
12 ¿Qué os parece? Si tuviese 23 Por lo cual, el reino del cielo
algún hombre cien ovejas, y se es semejante a un hombre rey,
descarriase una de ellas, ¿no iría que quiso hacer cuentas a sus
por los montes, dejadas las no- siervos.
venta y nueve, a buscar la que se 24 Y comenzando a hacer cuen-
había descarriado? tas, le fue traído uno que le debía
13 Y si aconteciese hallarla, de diez mil talentos.
cierto os digo, que más se goza 25 Mas no teniendo él de que
de aquélla, que de las noventa y pagar, mandó el señor que fuese
nueve que no se descarriaron. vendido él, y su esposa y sus
14 De la misma manera no es la hijos, y todo lo que tenía, y que
voluntad de vuestro Padre que fuese pagado.
está en el cielo, que perezca uno 26 Entonces aquel siervo postra-
de estos pequeños. do, le adoraba diciendo: Señor,
15 Por tanto, si tu hermano pe- ten paciencia conmigo, y yo te
care contra ti, ve, y redargúyele pagaré todo.
entre ti y él solo: si te oyere, ga- 27 El señor de aquel siervo, mo-
nado has a tu hermano. vido a compasión, le soltó y le
16 Mas si no te oyere, toma aún perdonó la deuda.
contigo uno o dos, para que en 28 Pero saliendo aquel siervo,
boca de dos o de tres testigos halló a uno de sus consiervos,
conste toda palabra. que le debía cien denarios; y
17 Y si no oyere a ellos, di lo a la asiendo de él, le ahogaba, dicien-
iglesia; y si no oyere a la iglesia do: Págame lo que debes.
tenle por un pagano y un publi- 29 Entonces su consiervo, cayó a
cano. sus pies y le rogaba diciendo: Ten
18 De cierto os digo que todo lo paciencia conmigo, y te lo pagaré
que ligareis en la tierra, será li- todo.
gado en el cielo; y todo lo que 30 Mas él no quiso, sino fue, y le
desatareis en la tierra, será desa- echó en la cárcel hasta que paga-
tado en el cielo. se la deuda.
19 Otra vez os digo, que si dos 31 Y viendo sus consiervos lo que
de vosotros convinieren sobre la pasaba, se entristecieron en gran
tierra, tocante a cualquiera cosa manera, y viniendo, declararon a
que pidieren, les será hecho por su señor todo lo que había pasado.
mi Padre que está en el cielo. 32 Entonces llamándole su señor,
20 Porque donde están dos o tres le dice: Oh siervo malvado, toda
30
El joven rico Mateo 19
aquella deuda te perdoné, por- terio: y el que se casare con la
que me rogaste: repudiada comete adulterio.
33 ¿No te convenía también a ti 10 Dícenle sus discípulos: Si así
tener compasión de tu consiervo, es la condición del hombre con
como también tuve compasión su esposa, no conviene casarse.
de ti? 11 Mas él les dijo: No todos son
34 Entonces su señor, enojado, capaces de recibir este dicho,
le entregó a sus verdugos, hasta sino aquellos a quienes es dado.
que pagase todo lo que debía. 12 Porque hay eunucos que nacie-
35 Así también hará con vosotros ron así del vientre de su madre;
mi Padre celestial, si no perdona- y hay eunucos, que fueron he-
reis de vuestros corazones cada chos eunucos por los hombres;
uno a su hermano sus ofensas. y hay eunucos, que se hicieron a
sí mismos eunucos por causa del
CAPÍTULO 19 reino del cielo. El que puede re-
ACONTECIÓ que cuando Jesús cibirlo, recíbalo.
Y hubo acabado estas palabras,
se partió de Galilea, y vino a los tér-
13 Entonces le fueron traídos
unos niños, para que pusiese las
minos de Judea, pasado el Jordán. manos sobre ellos, y orase; y los
2 Y le siguieron grandes multitu- discípulos les reprendieron.
des, y los sanó allí. 14 Mas Jesús dijo: Dejad a los
3 Y vinieron a él los Fariseos, niños, y no les impidáis de venir a
tentándole, y diciéndole: ¿Es lí- mí; porque de los tales es el
cito al hombre repudiar a su es- reino del cielo.
posa por cualquiera causa? 15 Y habiendo puesto sobre ellos
4 Y él respondiendo, les dijo: las manos, se partió de allí.
¿No habéis leído que el que los 16 Y he aquí, uno llegándose, le
hizo al principio, varón y hem- dijo: Maestro bueno, ¿qué bien
bra los hizo, haré, para tener la vida eterna?
5 Y dijo: Por esta causa, el hombre 17 Y él le dijo: ¿Por qué me dices
dejará padre y madre, y se unirá bueno? Ninguno es bueno sino
a su esposa, y serán dos en una uno, es a saber, Dios: Mas si quie-
carne? res entrar en la vida, guarda los
6 Así que no son ya más dos, sino mandamientos.
una carne. Por tanto lo que Dios 18 Dícele: ¿Cuáles? Y Jesús dijo:
juntó, no lo aparte el hombre. No matarás: No cometerás adul-
7 Dícenle: ¿Por qué, pues, Moi- terio: No hurtarás: No dirás falso
sés mandó dar carta de divorcio, testimonio:
y repudiarla? 19 Honra a tu padre y a tu madre:
8 Díceles: Por la dureza de vues- Y, amarás a tu prójimo como a ti
tro corazón Moisés os permitió mismo.
repudiar a vuestras esposas; mas 20 Dícele el mancebo: Todo esto
al principio no fue así. guardé desde mi mocedad: ¿Qué
9 Y yo os digo, que cualquiera aún me falta?
que repudiare a su esposa, si no 21 Jesús le dijo: Si quieres ser
fuere por causa de fornicación, y perfecto, anda, vende lo que tie-
se casare con otra, comete adul- nes, y da a los pobres, y tendrás
31
Mateo 20 Los obreros de la viña
tesoro en el cielo; y ven, sígueme. 2 Y cuando hubo concertado con
22 Mas cuando el mancebo oyó los obreros por un denario al día,
esta palabra, se fue triste; por- los envió a su viña.
que tenía muchas posesiones. 3 Y saliendo cerca de la hora ter-
23 Entonces Jesús dijo a sus dis- cera, vio otros que estaban de
cípulos: De cierto os digo, que pie en la plaza ociosos,
el rico difícilmente entrará en el 4 Y les dijo: Id también vosotros a
reino del cielo. mi viña, y os daré lo que fuere
24 Otra vez os digo: más fácil es justo. Y ellos fueron.
pasar un camello por el ojo de 5 Salió otra vez cerca de la sexta
una aguja, que el rico entrar en hora y de la hora novena, e hizo lo
el reino de Dios. mismo.
25 Sus discípulos, oyendo estas 6 Y saliendo cerca de la hora un-
cosas, se espantaron en gran décima, halló otros que estaban
manera, diciendo: ¿Quién pues de pie ociosos, y les dice: ¿Por
podrá ser salvo? qué estáis de pie aquí todo el día
26 Y mirándolos Jesús, les dijo: ociosos?
esto es imposible para con los 7 Ellos le dicen: Porque nadie
hombres, mas para con Dios todo nos ha contratado. Díceles: Id
es posible. también vosotros a la viña, y
27 Entonces respondiendo Pedro, recibiréis lo que fuere justo.
le dijo: He aquí, nosotros hemos 8 Y cuando fue la tarde del día,
dejado todo, y te hemos seguido: el señor de la viña dijo a su ma-
¿Qué pues tendremos? yordomo: Llama a los obreros y
28 Y Jesús les dijo: De cierto os págales el jornal, comenzando
digo, que vosotros que me habéis desde los postreros hasta los pri-
seguido, cuando en la regenera- meros.
ción se sentará el Hijo del hom- 9 Y viniendo los que habían ido
bre en el trono de su gloria, vo- cerca de la hora undécima, reci-
sotros también os sentaréis sobre bieron cada uno un denario.
doce tronos, juzgando a las doce 10 Y viniendo también los pri-
tribus de Israel. meros, pensaron que habían de
29 Y todo aquel que ha dejado recibir más; pero también ellos
casas, o hermanos, o hermanas, recibieron cada uno un denario.
o padre, o madre, o esposa, o 11 Y cuando lo recibieron, mur-
hijos, o tierras, por mi nombre, muraban contra el padre de la
recibirá cien veces tanto, y here- familia,
dará la vida eterna. 12 Diciendo: Estos postreros sólo
30 Mas muchos que son primeros han trabajado una hora, y los has
serán postreros, y los postreros hecho iguales a nosotros, que
primeros. hemos llevado la carga, y el calor
del día.
CAPÍTULO 20 13 Y él respondiendo, dijo a uno
ORQUE el reino del cielo es se- de ellos: Amigo, no te hago agra-
P mejante a un hombre, padre de vio; ¿No te concertaste conmigo
familia, que salió muy de mañana por un denario?
a contratar obreros para su viña. 14 Toma lo que es tuyo, y vete:
32
Cristo no vino para ser servido Mateo 21
mas yo quiero dar a este postrero se enojaron con los dos herma-
como a ti. nos.
15 ¿No me es lícito a mí hacer 25 Mas Jesús, los llamó a sí, y
lo que quiero con lo mío? ¿O dijo: Vosotros sabéis que los
es malo tu ojo, porque yo soy príncipes de los Gentiles se en-
bueno? señorean sobre ellos; y los que
16 Así los primeros serán pos- son grandes ejercen sobre ellos
treros, y los postreros primeros: autoridad.
porque muchos son llamados, 26 Mas entre vosotros no será
mas pocos escogidos. así; sino el que quisiere entre vo-
17 Y subiendo Jesús a Jerusalem, sotros hacerse grande, será vues-
tomó sus doce discípulos aparte tro servidor;
en el camino, y les dijo: 27 Y el que quisiere entre voso-
18 He aquí subimos a Jerusalem, tros ser el primero, será vuestro
y el Hijo del hombre será entre- siervo:
gado a los príncipes de los sacer- 28 Así como el Hijo del hom-
dotes y a los escribas, y le conde- bre no vino para ser servido,
narán a muerte; sino para servir, y para dar su
19 Y le entregarán a los Gentiles vida en rescate por muchos.
para que le escarnezcan, y azo- 29 Y saliendo ellos de Jeri-
ten, y crucifiquen; mas al tercer có, le seguía una gran multitud.
día resucitará. 30 Y he aquí, dos ciegos sentados
20 Entonces se llegó a él la madre junto al camino, cuando oyeron
de los hijos de Zebedeo con sus que Jesús pasaba, clamaron, di-
hijos, adorándole, y pidiéndole ciendo: Oh Señor, Hijo de David,
cierta cosa. ten misericordia de nosotros.
21 Y él le dijo: ¿Qué quieres? Ella 31 Y la multitud les reprendía
le dijo: Di que se asienten estos para que callasen; mas ellos cla-
dos hijos míos, el uno a tu mano maban más, diciendo: Oh Señor,
derecha, y el otro a la izquierda, Hijo de David, ten misericordia
en tu reino. de nosotros.
22 Entonces Jesús respondien- 32 Y Jesús se paró, y los llamó, y
do, dijo: No sabéis lo que pedís: dijo: ¿Qué queréis que os haga?
¿Podéis beber de la copa que yo 33 Ellos le dicen: Señor, que sean
tengo que beber, y ser bautiza- abiertos nuestros ojos.
dos con el bautismo en que yo 34 Entonces Jesús, teniéndoles
soy bautizado? Ellos le dicen: misericordia, tocó los ojos de
Podemos. ellos, y al instante sus ojos reci-
23 El les dice: A la verdad de mi bieron la vista; y le siguieron.
copa beberéis, y seréis bautiza-
dos con el bautismo en que yo CAPÍTULO 21
soy bautizado; mas sentaros a mi CUANDO se acercaron a Je-
mano derecha y a mi izquierda,

no es mío darlo, sino a aquellos


Y rusalem, y vinieron a Betfagé,

al monte de las Olivas, entonces


para quienes está aparejado por Jesús envió dos discípulos,
mi Padre. 2 Diciéndoles: Id a la aldea que
24 Y cuando los diez oyeron esto, está delante de vosotros, e inme-
33
Mateo 21 Jesús entra en Jerusalem
diatamente hallaréis una asna 15 Mas cuando los príncipes de
atada, y un pollino con ella: des- los sacerdotes y los escribas, vie-
atadla, y traédmelos. ron las maravillas que hacía, y a
3 Y si alguno os dijere algo, los muchachos clamando en el
decid: El Señor los ha menester; e templo, y diciendo: Hosanna al
inmediatamente los dejará. Hijo de David: se indignaron,
4 Y todo esto fue hecho, para que 16 Y le dijeron: ¿Oyes lo que
se cumpliese lo que fue dicho por éstos dicen? Y Jesús les dice: Sí:
el profeta, diciendo: ¿Nunca leisteis: De la boca de los
5 Decid a la hija de Sión: He aquí, niños y de los que maman per-
tu Rey viene a ti, manso, y senta- feccionaste la alabanza?
do sobre una asna, y un pollino, 17 Y dejándolos, se salió fuera de
hijo de asna. la ciudad a Betania; y posó allí.
6 Y los discípulos fueron, e hicie- 18 Y por la mañana volviendo a la
ron como Jesús les mandó. ciudad, tuvo hambre.
7 Y trajeron el asna y el pollino, y 19 Y viendo una higuera cerca del
pusieron sobre ellos sus mantos; y camino, vino a ella, y no halló
le sentaron sobre ellos. nada en ella, sino hojas solamen-
8 Y muy gran multitud de gente te; y le dijo: Nunca más nazca de
tendían sus mantos en el camino; ti fruto para siempre. E inmedia-
y otros cortaban ramos de los ár- tamente la higuera se secó.
boles, y los tendían por el camino. 20 Entonces viendo esto los dis-
9 Y las multitudes que iban de- cípulos, maravillados decían:
lante, y las que iban detrás acla- ¡Cómo se secó tan pronto la
maban, diciendo: ¡Hosanna al higuera!
Hijo de David! ¡Bendito el que 21 Y respondiendo Jesús, les dijo:
viene en el nombre del Señor! De cierto os digo, que si tuviereis
¡Hosanna en las alturas! fe, y no dudareis, no sólo haréis
10 Y cuando él hubo entrado en esto de la higuera: mas también
Jerusalem, toda la ciudad fue si a este monte dijereis: Quitate y
conmovida, diciendo: ¿Quién es échate en el mar, será hecho.
éste? 22 Y todo lo que pidiereis en ora-
11 Y las multitudes decían: Este ción, creyendo, lo recibiréis.
es Jesús, el profeta de Nazaret de 23 Y cuando vino al templo, los
Galilea. príncipes de los sacerdotes y los
12 Y entró Jesús en el templo de ancianos del pueblo vinieron
Dios, y echó fuera todos los que a él, cuando estaba enseñando,
vendían y compraban en el tem- diciendo: ¿Con qué autoridad
plo, y trastornó las mesas de los haces esto? ¿Y quién te dio esta
cambiadores de dinero, y las si- autoridad?
llas de los que vendían palomas. 24 Y respondiendo Jesús, les
13 Y les dice: Escrito está: Mi dijo: Yo también os preguntaré
casa, casa de oración será llama- una cosa; la cual si me dijereis,
da; mas vosotros cueva de ladro- también yo os diré con qué auto-
nes la habéis hecho. ridad hago esto.
14 Y vinieron a él ciegos y cojos 25 El bautismo de Juan, ¿de
en el templo, y los sanó. dónde era? ¿Del cielo, o de los
34
Los labradores malvados Mateo 22
hombres? Ellos entonces razo- 36 Envió otra vez a otros siervos,
naron entre sí, diciendo: Si dijé- más que los primeros; e hicieron
remos: Del cielo, nos dirá: ¿Por con ellos de la misma manera.
qué pues no lo creísteis? 37 Y a la postre les envió su hijo,
26 Y si dijéremos: De los hom- diciendo: Tendrán respeto a mi
bres, tememos al pueblo, porque hijo.
todos tienen a Juan por profeta. 38 Mas los labradores, cuando
27 Y respondiendo a Jesús, dije- vieron al hijo, dijeron entre sí:
ron: No sabemos. Y él también Este es el heredero; venid, maté-
les dijo: Ni yo os diré con que mosle, y tomemos su heredad.
autoridad hago estas cosas. 39 Y tomándole, le echaron fuera
28 Mas, ¿qué os parece? Un hom- de la viña, y le mataron.
bre tenía dos hijos, y llegando al 40 Pues cuando viniere el señor
primero, le dijo: Hijo, ve hoy a de la viña, ¿qué hará a aquellos
trabajar en mi viña. labradores?
29 Y respondiendo él, dijo: No 41 Dícenle ellos: A los malos des-
quiero; mas después, arrepenti- truirá malamente, y su viña dará
do, fue. a renta a otros labradores, que
30 Y llegando al segundo, le dijo le paguen el fruto a sus tiempos.
de la misma manera; y respon- 42 Díceles Jesús: ¿Nunca leísteis
diendo él, dijo: Yo, señor, voy. Y en las Escrituras: La piedra que
no fue. desecharon los edificadores, ésta
31 ¿Cuál de los dos hizo la vo- es puesta por cabeza del ángu-
luntad del padre? Dicen ellos: El lo: Por el Señor es hecho esto, y
primero. Díceles Jesús: De cierto es cosa maravillosa en nuestros
os digo, que los publicanos y las ojos?
rameras os van delante de voso- 43 Por tanto os digo, que el reino de
tros al reino de Dios. Dios será quitado de vosotros, y
32 Porque vino a vosotros Juan será dado a gente que haga los
en camino de justicia, y no lo frutos de él.
creísteis; y los publicanos y las 44 Y el que cayere sobre esta pie-
rameras le creyeron; y vosotros, dra, será quebrantado; y sobre
habiendo visto esto, no os arre- quien ella cayere, pulverizarle ha.
pentisteis después para creerle. 45 Y oyendo los príncipes de los
33 Oíd otra parábola: fue cierto sacerdotes y los Fariseos sus pa-
hombre, padre de familia, el cual rábolas, entendieron que habla-
plantó una viña; y la cercó de va- ba de ellos.
llado, y cavó en ella lagar, y edi- 46 Y buscando cómo echarle
ficó una torre, y la dio a renta a mano, temieron al pueblo; por-
labradores, y se partió lejos. que le tenían por profeta.
34 Y cuando se acercó el tiempo
de los frutos, envió sus siervos a CAPÍTULO 22
los labradores, para que recibie- RESPONDIENDO Jesús, les
sen sus frutos.

35 Mas los labradores, tomando


Y volvió a hablar en parábolas,

diciendo:
los siervos, al uno hirieron, y al 2 El reino del cielo es se-
otromataron, y al otro apedrearon. mejante a un hombre rey,
35
Mateo 22 Parábola de las bodas
que hizo bodas a su hijo; tomarían en alguna palabra.
3 Y envió a sus siervos a llamar a 16 Y envían a él sus discípulos
los convidados a las bodas; mas con los Herodianos, diciendo:
no quisieron venir. Maestro, sabemos que eres ver-
4 Volvió a enviar otros siervos, dadero, y que enseñas el camino
diciendo: Decid a los convidados: de Dios en verdad, y que no te
He aquí, mi comida he aparejado, cuidas de nadie, porque no tie-
mis toros y animales engordados nes acepción de persona de hom-
son muertos, y todo está apareja- bres:
do: venid a las bodas. 17 Dinos pues, ¿qué te parece?
5 Mas ellos no hicieron caso, y se ¿Es lícito dar tributo a César, o no?
fueron, uno a su labranza, y otro a 18 Mas Jesús, conociendo su ma-
sus negocios; licia, les dice: ¿Por qué me ten-
6 Y otros, tomando a sus siervos, táis, hipócritas?
afrentáronlos y matáronlos. 19 Mostradme la moneda del tri-
7 Y cuando el rey oyó esto, fue buto. Y ellos le presentaron un
airado; y envió sus ejércitos denario.
y destruyó a aquellos homici- 20 Entonces les dice: ¿Cúya es
das, y puso a fuego su ciudad. esta imagen y la inscripción?
8 Entonces dice a sus siervos: Las 21 Ellos le dicen: De César. Y les
bodas a la verdad están apareja- dice: Dad pues a César lo que es del
das; mas los que eran llamados, César, y a Dios lo que es de Dios.
no eran dignos. 22 Y oyendo esto, se maravilla-
9 Id pues a las salidas de los ca- ron; y dejáronle, y se fueron.
minos, y llamad a las bodas a 23 En aquel día vinieron a él los
cuantos hallareis. Saduceos, que dicen que no hay
10 Y saliendo los siervos por los resurrección, y le preguntaron,
caminos, juntaron todos los que 24 Diciendo: Maestro, Moisés
hallaron, juntamente malos y dijo: Si alguno muriere sin hijos,
buenos: y las bodas fueron llenas su hermano se case con su espo-
de convidados. sa, y levantará simiente a su her-
11 Y cuando entró el rey para ver mano.
los convidados, vio allí un hom- 25 Hubo, pues, entre nosotros
bre no vestido de vestidura de siete hermanos: y el primero se
boda. casó, y murió; no teniendo si-
12 Y le dice: Amigo, ¿cómo en- miente, dejó su esposa a su her-
traste acá no teniendo vestido de mano.
boda? Y él enmudeció. 26 De la misma manera también
13 Entonces el rey dijo a los el segundo, y el tercero, hasta los
que servían: Atadle de pies y de siete.
manos tomadle, y echadle en las 27 Y después de todos murió
tinieblas de afuera: allí será el también la mujer.
lloro y el crujir de dientes. 28 En la resurrección pues, ¿cúya de
14 Porque muchos son llamados, los siete será la esposa? por-
mas pocos escogidos. que todos la tuvieron.
15 Entonces se fueron y con- 29 Entonces respondiendo Jesús,
sultaron los Fariseos, cómo le les dijo: Vosotros erráis no sa-
36
El Cristo, hijo de David Mateo 23
biendo las Escrituras, ni el poder 45 Pues si David le llama Señor,
de Dios. ¿cómo es su hijo?
30 Porque en la resurrección, ni 46 Y nadie le podía responder pa-
se casan, ni se dan en casamien- labra: ni osó alguno desde aquel
to; mas son como los ángeles de día preguntarle más.
Dios en el cielo.
31 Y de la resurrección de los CAPÍTULO 23
muertos, ¿no habéis leído lo que NTONCES Jesús habló a la
es dicho por Dios a vosotros, que

dice:
E multitud y a sus discípulos,

2 Diciendo: Sobre la cátedra de


32 Yo soy el Dios de Abraham, Moisés se sientan los escribas y
y el Dios de Isaac, y el Dios de los Fariseos:
Jacob? Dios no es Dios de los 3 Así que, todo lo que os dijeren
muertos, sino de los vivos. que guardéis, guardadlo y haced-
33 Y oyendo esto las multitudes, lo; mas no hagáis conforme a sus
estaban atónitos de su doctrina. obras, porque dicen, y no hacen.
34 Entonces los Fariseos, oyen- 4 Porque atan cargas pesadas, y
do que había cerrado la boca a difíciles de llevar, y las ponen
los Saduceos, se juntaron a una; sobre los hombros de los hom-
35 Y preguntó uno de ellos, doc- bres; mas ni aun con su dedo las
tor de la ley, tentándole y diciendo: quieren mover.
36 Maestro, ¿cuál es el manda- 5 Antes, todas sus obras hacen
miento grande de la ley? para ser mirados de los hombres;
37 Y Jesús le dijo: Amarás al porque ensanchan sus filacte-
Señor tu Dios de todo tu corazón, rias, y extienden los flecos de sus
y de toda tu alma, y de toda tu mantos,
mente. 6 Y aman los primeros asientos
38 Este es el primero y el grande en las cenas, y las primeras sillas en
mandamiento. las sinagogas;
39 Y el segundo es semejante a 7 Y las salutaciones en las plazas, y
éste: Amarás a tu prójimo como a ser llamados de los hombres
ti mismo. Rabí, Rabí.
40 De estos dos mandamientos 8 Pero vosotros, no seáis llama-
depende toda la ley y los profe- dos Rabí: porque uno es vuestro
tas. Maestro, es a saber el Cristo, y
41 Y estando juntos los Fariseos, todos vosotros sois hermanos.
Jesús les preguntó, 9 Y vuestro padre no llaméis a
42 Diciendo: ¿Qué os parece del nadie sobre la tierra; porque uno
Cristo? ¿De quién es hijo? Dícen- es vuestro Padre, el cual está en
le ellos: De David. el cielo.
43 El les dice: Pues, ¿cómo David 10 Ni seáis llamados maestros:
en espíritu le llama Señor, di- porque uno es vuestro Maestro, es
ciendo: a saber el Cristo.
44 Dijo el Señor a mi Señor: Sién- 11 Mas el que es el mayor de vo-
tate a mi diestra, entre tanto que sotros, será vuestro siervo.
pongo tus enemigos por estrado 12 Porque el que se ensalza-
de tus pies? re, será humillado; y el que
37
Mateo 23 Jesús censura a los Fariseos
se humillare, será ensalzado. lo más grave de la ley, es a saber, el
13 Mas ¡ay de vosotros, escribas juicio y la misericordia y la fe.
y Fariseos, hipócritas! porque Esto era menester hacer, y no dejar
cerráis el reino del cielo delante lo otro.
de los hombres; que ni vosotros 24 ¡Guías ciegos! que coláis el
entráis, ni a los que entran dejáis mosquito, mas tragáis el camello.
entrar. 25 ¡Ay de vosotros, escribas y
14 ¡Ay de vosotros, escribas y Fa- Fariseos, hipócritas! porque lim-
riseos, hipócritas! porque devo- piáis lo de fuera de la copa y del
ráis las casas de las viudas, y por plato; mas de dentro estáis lle-
pretexto hacéis larga oración: nos de robo y de exceso.
por esto recibiréis más grave 26 ¡Fariseo ciego! limpia prime-
condenación. ro dentro de la copa y del plato,
15 ¡Ay de vosotros, escribas y para que también lo que está de
Fariseos, hipócritas! porque ro- fuera se haga limpio.
deáis el mar y la tierra por hacer 27 ¡Ay de vosotros, escribas y
un prosélito; y cuando fuere Fariseos, hipócritas! porque sois
hecho, le hacéis hijo del infierno semejantes a sepulcros blan-
dos veces más que vosotros. queados, que de fuera, a la ver-
16 ¡Ay de vosotros, guías ciegos! dad, parecen hermosos, mas de
que decís: Cualquiera que jurare dentro están llenos de huesos de
por el templo, es nada; mas cual- muertos y de toda suciedad.
quiera que jurare por el oro del 28 Así también vosotros de fuera,
templo, deudor es. a la verdad, parecéis justos a los
17 ¡Insensatos y ciegos! porque, hombres; mas de dentro, llenos
¿cuál es mayor, el oro, o el tem- estáis de hipocresía e iniquidad.
plo que santifica al oro? 29 ¡Ay de vosotros, escribas y
18 Y, cualquiera que jurare por Fariseos, hipócritas! porque edi-
el altar, es nada; mas cualquie- ficáis los sepulcros de los profe-
ra que jurare por el don que está tas, y adornáis los monumentos
sobre él, deudor es. de los justos,
19 ¡Insensatos y ciegos! porque 30 Y decís: Si fuéramos en los
¿cuál es mayor, el don, o el altar días de nuestros padres, no hu-
que santifica al don? biéramos sido sus compañeros en
20 Pues el que jurare por el altar, la sangre de los profetas.
jura por él, y por todas las cosas 31 Así que, testimonio dais a vo-
que están sobre él. sotros mismos, que sois hijos de
21 Y el que jurare por el templo, aquellos que mataron a los profetas.
jura por él, y por aquél que mora 32 Vosotros también henchid la
en él; medida de vuestros padres.
22 Y el que jurare por el cielo, 33 ¡Serpientes, generación de ví-
jura por el trono de Dios, y por boras! ¿cómo escaparéis la con-
aquél que está sentado sobre él. denación del infierno?
23 ¡Ay de vosotros, escribas y 34 Por tanto, he aquí, yo envío a
Fariseos, hipócritas! porque diez- vosotros profetas, y sabios, y es-
máis la menta y el eneldo y el co- cribas: y de ellos, a unos mataréis
mino, y habéis dejado lo que es y crucificaréis; y a otros de ellos
38
El sermón profético Mateo 24
azotaréis en vuestras sinagogas, Cristo; y a muchos engañarán.
y perseguiréis de ciudad en ciu- 6 Y oiréis de guerras, y rumo-
dad: res de guerras: mirad que no os
35 Para que venga sobre vosotros turbéis; porque es menester que
toda la sangre justa que se ha de- todo esto acontezca; mas aún no
rramado sobre la tierra, desde la es el fin.
sangre de Abel el justo, hasta la 7 Porque se levantará nación con-
sangre de Zacarías, hijo de Bara- tra nación, y reino contra reino;
quías, al cual matasteis entre el y serán pestilencias, y hambres, y
templo y el altar. terremotos en diversos lugares.
36 De cierto os digo: todas estas 8 Y todas estas cosas, serán prin-
cosas vendrán sobre esta genera- cipio de dolores.
ción. 9 Entonces os entregarán para
37 ¡Oh Jerusalem, Jerusalem, ser afligidos, y os matarán; y se-
que matas a los profetas, y ape- réis aborrecidos de todas las na-
dreas a los que son enviados a ti! ciones, por causa de mi nombre.
¡cuántas veces quise juntar tus 10 Y muchos entonces serán es-
hijos, como la gallina junta sus candalizados; y se entregarán
pollos debajo de las alas, y no unos a otros, y unos a otros se
quisiste! aborrecerán.
38 He aquí, vuestra casa os es de- 11 Y muchos falsos profetas se le-
jada desierta. vantarán y engañarán a muchos.
39 Porque yo os digo, que desde 12 Y por haberse multiplicado la
ahora no me veréis, hasta que di- iniquidad, el amor de muchos se
gáis: Bendito el que viene en el resfriará.
nombre del Señor. 13 Mas el que perseverare hasta el
fin, éste será salvo.
CAPÍTULO 24 14 Y será predicado este evange-
SALIDO Jesús del templo, lio del reino en todo el mundo,
Y íbase; y se llegaron sus dis-
cípulos, para mostrarle los edifi-
por testimonio a todas las nacio-
nes, y entonces vendrá el fin.
cios del templo. 15 Por tanto, cuando viereis la
2 Y Jesús les dijo: ¿No veis todas abominación de desolación, que
estas cosas? De cierto os digo, fue dicha por Daniel el profeta,
que no será dejada aquí piedra estar en pie en el lugar santo, (el
sobre piedra, que no sea derriba- que lee, entienda),
da. 16 Entonces los que estuvieren en
3 Y estando sentado él en el Judea, huyan a los montes;
monte de las Olivas, se llegaron 17 Y el que está sobre la techum-
a él los discípulos aparte, dicien- bre, no descienda a tomar algo de
do: Dinos, ¿cuándo serán estas su casa;
cosas? ¿y qué señal habrá de tu 18 Y el que está en el campo, no
venida, y del fin del mundo? vuelva atrás a tomar sus ropas.
4 Y respondiendo Jesús, les dijo: 19 Mas ¡ay de las preñadas, y de las
Mirad que nadie os engañe. que den de mamar en aque-
5 Porque vendrán muchos en llos días!
mi nombre, diciendo: Yo soy el 20 Orad, pues, que vuestra huída
39
Mateo 24 La grande tribulación
no sea en invierno, ni en día de tos, del un cabo del cielo hasta el
sábado. otro.
21 Porque habrá entonces grande 32 De la higuera aprended la pa-
tribulación, cual no fue desde el rábola: Cuando ya su rama está
principio del mundo hasta ahora, tierna, y las hojas brotan, sabéis
ni será jamás. que el verano está cerca.
22 Y si aquellos días no fuesen 33 Así también vosotros, cuando
acortados, ninguna carne sería viereis todas estas cosas, sabed
salva; mas por causa de los escogi- que está cerca, a las puertas.
dos, aquellos días serán acortados. 34 De cierto os digo, que no pa-
23 Entonces, si alguien os dijere: sará esta generación hasta que
He aquí está el Cristo, o allí, no lo todas estas cosas sean cumplidas.
creáis. 35 El cielo y la tierra pasarán,
24 Porque se levantarán falsos mas mis palabras no pasarán.
cristos, y falsos profetas; y darán 36 Mas de aquel día y hora nadie
señales grandes y prodigios; de sabe, ni aun los ángeles del cielo,
tal manera que engañarán, si sino mi Padre solo.
fuese posible, aun a los escogidos. 37 Mas como los días de Noé, así
25 He aquí, os lo he dicho antes. será la venida del Hijo del hombre.
26 Así que, si os dijeren: He aquí, 38 Porque como en los días antes
en el desierto está; no salgáis: del diluvio estaban comiendo y
He aquí en los aposentos; no lo bebiendo, casándose y dando en
creáis. casamiento, hasta el día en que
27 Porque como el relámpago Noé entró en el arca,
que sale del oriente y se muestra 39 Y no conocieron hasta que
hasta el occidente, así será tam- vino el diluvio y los llevó a todos,
bién la venida del Hijo del hom- así será también la venida del
bre. Hijo del hombre.
28 Porque donde quiera que es- 40 Entonces estarán dos en el
tuviere el cuerpo muerto, allí se campo; el uno será tomado, y el
juntarán también las águilas. otro será dejado:
29 E inmediatamente después de la 41 Dos mujeres moliendo a un
tribulación de aquellos días, el sol molino; la una será tomada, y la
se oscurecerá, y la luna no dará otra será dejada.
su luz y las estrellas caerán del 42 Velad pues, porque no sabéis
cielo, y los poderes de los cie- a que hora ha de venir vuestro
los serán conmovidos. Señor.
30 Y entonces se aparecerá la 43 Esto empero sabed, que si el
señal del Hijo del hombre en padre de la familia supiese a cuál
el cielo; y entonces lamentarán vela el ladrón había de venir, ve-
todas las tribus de la tierra, y laría, y no dejaría minar su casa.
verán al Hijo del hombre venir 44 Por tanto, también vosotros
en las nubes del cielo, con poder estad apercibidos; porque el Hijo
y gran gloria. del hombre ha de venir a la hora
31 Y enviará a sus ángeles con que no pensáis.
gran voz de trompeta, y juntarán 45 ¿Quién pues es el siervo fiel y
sus escogidos de los cuatro vien- prudente, al cual su señor puso
40
Las diez vírgenes Mateo 25
sobre su familia para que les dé nos falte a nosotras y a vosotras: id
alimento a tiempo? antes a los que venden, y com-
46 Bienaventurado aquel siervo, prad para vosotras mismas.
al cual, cuando su señor viniere, 10 Y entre tanto que ellas fueron a
le hallare haciendo así. comprar, vino el desposado; y las
47 De cierto os digo, que sobre que estaban apercibidas, en-
todos sus bienes le pondrá. traron con él a las bodas: y fue
48 Mas si aquel siervo malo di- cerrada la puerta.
jere en su corazón: Mi señor se 11 Y después vinieron también
tarda en venir; las otras vírgenes, diciendo:
49 Y comenzare a herir sus com- Señor, Señor, ábrenos.
pañeros, y aun a comer y beber 12 Mas respondiendo él, dijo: De
con los borrachos; cierto os digo, que no os conozco.
50 Vendrá el señor de aquel sier- 13 Velad, pues, porque no sa-
vo el día que él no espera, y a la béis el día ni la hora en la cual
hora que él no sabe, el Hijo del hombre ha de venir.
51 Y le cortará por medio y pon- 14 Porque el reino del cielo es como un
drá su parte con los hipócritas: allí hombre que partiéndose lejos, llamó
será el lloro, y el crujir de dientes. a sus propios siervos, y les entregó
sus bienes.
CAPÍTULO 25 15 Y a uno dio cinco talentos, y
NTONCES el reino del cielo al otro dos, y al otro uno: a cada
E será semejante a diez vírge-
nes, que tomando sus lámparas,
uno conforme a su facultad; y se
partió inmediatamente lejos.
salieron a recibir al desposado. 16 Entonces el que había recibi-
2 Y cinco de ellas eran prudentes, do cinco talentos, se fue, negoció
y cinco insensatas. con ellos, e hizo otros cinco ta-
3 Las que eran insensatas, to- lentos.
mando sus lámparas, no toma- 17 Semejantemente también el
ron aceite consigo. que había recibido dos, ganó tam-
4 Mas las prudentes tomaron bién él otros dos.
aceite en sus vasos, juntamente 18 Mas el que había recibido uno,
con sus lámparas. fue, y cavó en la tierra, y escon-
5 Y tardándose el desposado, ca- dió el dinero de su señor.
becearon todas, y se durmieron. 19 Y después de mucho tiempo,
6 Y a la media noche fue oído un viene el señor de aquellos sier-
clamor: He aquí, el desposado vos, y hace cuentas con ellos.
viene, salid a recibirle. 20 Y llegando el que había reci-
7 Entonces todas aquellas vírge- bido cinco talentos, trajo otros
nes se levantaron, y aderezaron cinco talentos, diciendo: Señor,
sus lámparas. cinco talentos me entregaste; he
8 Y las insensatas dijeron a las aquí, otros cinco talentos he ga-
prudentes: Dadnos de vuestro nado con ellos.
aceite, porque nuestras lámparas 21 Y su señor le dijo: Bien hecho,
se apagan. buen siervo y fiel: sobre poco has
9 Mas las prudentes respondie- sido fiel, sobre mucho te pondré:
ron, diciendo: No, para que no entra en el gozo de tu señor.
41
Mateo 25 Parábola de los talentos
22 Y llegando también el que que estarán a su derecha: Venid,
había recibido dos talentos, dijo: benditos de mi Padre, heredad
Señor, dos talentos me entregas- el reino aparejado para vosotros
te; he aquí, otros dos talentos he desde la fundación del mundo:
ganado con ellos. 35 Porque tuve hambre, y me
23 Su señor le dijo: Bien hecho, disteis de comer: tuve sed, y me
buen siervo y fiel: sobre poco has disteis de beber: fui extranjero, y
sido fiel, sobre mucho te pondré: me recogisteis:
entra en el gozo de tu señor. 36 Desnudo, y me cubristeis: es-
24 Y llegando también el que tuve enfermo, y me visitasteis:
había recibido un talento, dijo: estuve en la cárcel, y vinisteis a mí.
Señor, yo te conocía que eres 37 Entonces los justos le respon-
hombre duro, que siegas donde derán, Diciendo: Señor, ¿cuándo
no sembraste, y recoges donde te vimos hambriento, y te dimos
no esparciste: de comer? ¿o sediento, y te dimos
25 Y tuve miedo, y fui y escon- de beber?
dí tu talento en la tierra: he aquí, 38 ¿Cuándo te vimos extranjero, y
tienes lo que es tuyo. te recogimos? ¿o desnudo, y te
26 Mas respondiendo su señor, le cubrimos?
dijo: Mal siervo y perezoso, sa- 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o
bías que siego donde no sembré, en la cárcel, y vinimos a ti?
y que recojo donde no esparcí: 40 Y respondiendo el Rey, les
27 Por tanto te convenía dar mi dirá: De cierto os digo, que en
dinero a los banqueros, y vinien- cuanto lo hicisteis a uno de estos
do yo, recibiera lo que es mío con mis hermanos pequeñitos, a mí
usura. lo hicisteis.
28 Quitadle pues el talento, y 41 Entonces dirá también a los
dadlo al que tiene diez talentos. que estarán a la izquierda: Apar-
29 Porque a todo aquel que tiene taos de mí malditos, al fuego
le será dado y tendrá en abun- eterno, que está aparejado para el
dancia: mas al que no tiene, aun diablo y sus ángeles;
lo que tiene le será quitado. 42 Porque tuve hambre, y no me
30 Y al siervo inútil echadle en disteis de comer: tuve sed, y no
las tinieblas de afuera: allí será el me disteis de beber:
llorar, y el crujir de dientes. 43 Fui extranjero, y no me reco-
31 Cuando el Hijo del hombre gisteis; desnudo, y no me cubris-
vendrá en su gloria, y todos los teis; enfermo, y en la cárcel, y no me
santos ángeles con él, entonces se visitasteis.
sentará sobre el trono de su gloria. 44 Entonces también ellos le
32 Y serán juntadas delante de responderán, diciendo: Señor,
él todas las naciones, y los apar- ¿cuándo te vimos hambriento, o
tará los unos de los otros, como sediento, o extranjero, o desnu-
aparta el pastor sus ovejas de los do, o enfermo, o en la cárcel, y
cabritos; no te servimos?
33 Y pondrá las ovejas a su dere- 45 Entonces les responderá, di-
cha, y los cabritos a la izquierda. ciendo: De cierto os digo, que en
34 Entonces el Rey dirá a los cuanto no lo hicisteis a uno de
42
La cena en Betania Mateo 26
estos pequeñitos, ni a mí lo hicis- 13 De cierto os digo, que donde-
teis. quiera que este evangelio fuere
46 Y éstos irán al castigo eterno, predicado en todo el mundo,
y los justos a la vida eterna. también será dicho para memo-
ria de ella, lo que ésta ha hecho.
CAPÍTULO 26 14 Entonces uno de los doce, que
ACONTECIÓ que, cuando se llamaba Judas Iscariote, fue a
Y hubo acabado Jesús todas
estas palabras, dijo a sus discí-
los príncipes de los sacerdotes,
15 Y les dijo: ¿Qué me queréis dar,
pulos: y yo os lo entregaré? Y ellos le
2 Vosotros sabéis que dentro de señalaron treinta piezas de plata.
dos días se hace la pascua, y el 16 Y desde entonces buscaba
Hijo del hombre es entregado oportunidad para entregarle.
para ser crucificado. 17 Y el primer día de la fiesta de
3 Entonces los príncipes de los los panes sin levadura, vinieron
sacerdotes, y los escribas, y los los discípulos a Jesús, diciéndo-
ancianos del pueblo se juntaron le: ¿Dónde quieres que te adere-
en el palacio del sumo sacerdote, cemos para comer la pascua?
el cual se llamaba Caifás. 18 Y él dijo: Id a la ciudad a tal
4 Y tuvieron consejo para pren- hombre, y decidle: El Maestro
der por engaño a Jesús, y matarle. dice: Mí tiempo está cerca; en tu
5 Mas decían: No en el día de la casa haré la pascua con mis dis-
fiesta, porque no se haga alboro- cípulos.
to en el pueblo. 19 Y los discípulos hicieron como
6 Y estando Jesús en Betania, en Jesús les mandó, y aderezaron la
casa de Simón el leproso, pascua.
7 Vino a él una mujer, con un 20 Y venida la tarde del día, es-
vaso de alabastro de ungüento de taba sentado a la mesa con los
gran precio, y lo derramó sobre doce.
la cabeza de él, estando sentado 21 Y estando comiendo ellos,
a la mesa: dijo: De cierto os digo, que uno
8 Lo cual viendo sus discípulos, de vosotros me ha de entregar.
se indignaron, diciendo: ¿Para 22 Y ellos entristecidos en gran
qué este desperdicio? manera, comenzaron cada uno
9 Porque este ungüento se podía de ellos a decirle: ¿Soy yo, Señor?
vender por gran precio, y darse a 23 Entonces él respondiendo,
los pobres. dijo: El que mete la mano con-
10 Y entendiéndo lo Jesús, les migo en el plato, éste me ha de
dijo: ¿Por qué dais pena a la entregar.
mujer? porque ha hecho buena 24 A la verdad el Hijo del hombre
obra para conmigo. va, como está escrito de él; mas
11 Porque siempre tenéis pobres ¡ay de aquel hombre por quien
con vosotros, mas a mí no siem- el Hijo del hombre es entregado!
pre me tenéis. bueno le fuera al tal hombre no
12 Porque echando ella este un- haber nacido.
güento sobre mi cuerpo, para se- 25 Entonces respondiendo Judas,
pultarme lo ha hecho. que le entregaba, dijo: ¿Quizá
43
Mateo 26 Jesús en Getsemaní
soy yo, Maestro? Dícele: Tú lo entristecerse, y a angustiarse en
has dicho. gran manera.
26 Y estando comiendo ellos, 38 Entonces él les dice: Mi alma
tomó Jesús el pan, y lo bendijo, está muy triste hasta la muerte:
y lo partió, y dio a los discípulos, quedaos aquí, y velad conmigo.
y dijo: Tomad, comed: esto es mi 39 Y yéndose un poco más ade-
cuerpo. lante, se postró sobre su rostro,
27 Y tomando la copa, y dando orando, y diciendo: Oh Padre
gracias, dióles, diciendo: Bebed mío, si es posible pase de mí esta
de ella todos. copa: empero no como yo quiero,
28 Porque esto es mi sangre del mas como tú.
nuevo testamento, la cual es de- 40 Y viene a los discípulos, y los
rramada por muchos para remi- halla durmiendo; y dice a Pedro:
sión de los pecados. ¡Qué! ¿No habéis podido velar
29 Y os digo, que desde ahora conmigo una hora?
no beberé más de este fruto de 41 Velad y orad, para que no en-
la vid, hasta aquel día, cuando tréis en tentación: el espíritu a la
lo beba nuevo con vosotros en el verdad está presto, mas la carne
reino de mi Padre. débil.
30 Y cuando hubieron cantado 42 Se fue otra vez, por segunda
un himno, salieron al monte de vez, y oró, diciendo: Oh Padre
las Olivas. mío, si no puede esta copa pasar
31 Entonces Jesús les dice: Todos de mí sin que yo la beba, hágase
vosotros seréis escandalizados tu voluntad.
en mí esta noche; porque escrito 43 Y vino, y los halló otra vez
está: Heriré al pastor, y serán es- durmiendo; porque los ojos de
parcidas las ovejas de la manada. ellos eran agravados.
32 Mas después que haya resu- 44 Y dejándolos fue otra vez, y
citado, iré delante de vosotros a oró tercera vez, diciendo las mis-
Galilea. mas palabras.
33 Y respondiendo Pedro, le dijo: 45 Entonces viene a sus discí-
Aunque todos sean escandaliza- pulos, y les dice: Dormid ya, y
dos en ti, yo nunca seré escan- descansad: he aquí ha llegado la
dalizado. hora, y el Hijo del hombre es en-
34 Jesús le dice: De cierto te digo tregado en manos de pecadores.
que esta noche, antes de que el 46 Levantaos, vamos: he aquí, se
gallo cante, me negarás tres veces. acerca el que me entrega.
35 Dícele Pedro: Aunque me sea 47 Y estando él aún hablando, he
menester morir contigo, no te aquí Judas, uno de los doce, vino, y
negaré. Y todos los discípulos di- con él una grande multitud con
jeron lo mismo. espadas y palos, de parte de los
36 Entonces viene Jesús con ellos príncipes de los sacerdotes, y de los
a un lugar que se llama Getsema- ancianos del pueblo.
ní, y dice a los discípulos: Sentaos 48 Y el que le entregaba les había
aquí, hasta que vaya allí y ore. dado señal diciendo: Al que yo
37 Y tomando a Pedro, y a los besare, aquél es: prendedle.
dos hijos de Zebedeo, comenzó a 49 Y llegándose inmediatamente
44
Jesús entregado por Judas Mateo 26
a Jesús, dijo: ¡Salve, Maestro! Y 60 Y no hallaban: y aunque mu-
le besó. chos testigos falsos vinieron, no lo
50 Y Jesús le dijo: Amigo, ¿a hallaron. Mas a la postre vinie-
qué vienes? Entonces llegaron, y ron dos testigos falsos,
echaron mano a Jesús, y le pren- 61 Que dijeron: Este dijo: Puedo
dieron. destruir el templo de Dios, y ree-
51 Y, he aquí, uno de los que es- dificarlo en tres días.
taban con Jesús, extendiendo la 62 Y levantándose el sumo sa-
mano, sacó su espada, e hiriendo a cerdote, le dijo: ¿No respondes
un siervo del sumo sacerdote, le nada? ¿Qué testifican éstos con-
cortó su oreja. tra ti?
52 Entonces Jesús le dice: Vuel- 63 Mas Jesús callaba. Y respon-
ve tu espada a su lugar; porque diendo el sumo sacerdote, le dijo: Te
todos los que tomaren espada, a conjuro por el Dios viviente, que
espada perecerán. nos digas, si eres tú el Cristo, el Hijo
53 O ¿piensas tú que yo no de Dios.
puedo ahora orar a mi Padre, y 64 Jesús le dice: Tú lo has dicho.
él me daría más de doce legiones Y aun os digo, que desde ahora
de ángeles? habéis de ver al Hijo del hombre
54 Mas ¿cómo se cumplirían en- sentado a la diestra de poder, y
tonces las Escrituras, que así es viniendo en las nubes del cielo.
menester que sea hecho? 65 Entonces el sumo sacerdote
55 En aquella hora dijo Jesús a la rasgó sus vestiduras, diciendo:
multitud: ¿Como a ladrón habéis Blasfemado ha: ¿qué más nece-
salido con espadas y con palos a sidad tenemos de testigos? He
prenderme? cada día me senta- aquí, ahora habéis oído su
ba con vosotros enseñando en el blasfemia.
templo, y no me prendisteis. 66 ¿Qué os parece? Y respon-
56 Mas todo esto fue hecho para diendo ellos, dijeron: Culpado es de
que se cumplan las Escrituras de muerte.
los profetas. Entonces todos los 67 Entonces le escupieron en su
discípulos, dejándole, huyeron. rostro, y le herían a puñadas y
57 Y los que habían prendido otros le dieron de bofetadas,
a Jesús, le llevaron a Caifás el 68 Diciendo: Profetízanos, Cristo,
sumo sacerdote, donde los escri- ¿quién es el que te ha herido?
bas y los ancianos estaban jun- 69 Y Pedro entretanto estaba sen-
tados. tado fuera en el patio; y se llegó
58 Mas Pedro le seguía de lejos a él una criada, diciendo: tú tam-
hasta el palacio del sumo sacer- bién estabas con Jesús el Galileo.
dote; y entrado dentro, se estaba 70 Mas él negó delante de todos,
sentado con los siervos, para ver diciendo: No sé lo que dices.
el fin. 71 Y cuando salió al pórtico, le
59 Y los príncipes de los sacer- vio otra, y dijo a los que estaban
dotes, y los ancianos, y todo el allí: También éste estaba con
concilio, buscaban algún falso Jesús de Nazaret.
testimonio contra Jesús, para en- 72 Y negó otra vez con juramen-
tregarle a la muerte; to: No conozco al hombre.
45
Mateo 27 Negación de Pedro
73 Y después de un poco se campo, el campo de sangre hasta el
llegaron los que por allí esta- día de hoy.
ban de pie, y dijeron a Pedro: 9 Entonces se cumplió lo que fue
Verdaderamente también tú dicho por el profeta Jeremías,
eres uno de ellos; porque aun diciendo: Y tomaron las treinta
tu habla te hace manifiesto. piezas de plata, precio del apre-
74 Entonces comenzó a echarse ciado, que fue apreciado por los
maldiciones, y a jurar, diciendo: hijos de Israel;
No conozco al hombre. Y al ins- 10 Y las dieron para comprar el
tante el gallo cantó. campo del alfarero, como me or-
75 Y se acordó Pedro de la pala- denó el Señor.
bra de Jesús, que le dijo: Antes 11 Y Jesús estaba de pie delante
que cante el gallo, me negarás del gobernador, y el gobernador
tres veces. Y saliéndose fuera, le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el
lloró amargamente. rey de los judíos? Y Jesús le dijo:
Tú lo dices.
CAPÍTULO 27 12 Y siendo acusado por los prín-
VENIDA la mañana, tomaron cipes de los sacerdotes, y por los
Y consejo todos los príncipes
de los sacerdotes, y los ancianos
ancianos, nada respondió.
13 Pilato entonces le dice: ¿No oyes
del pueblo, contra Jesús, para cuántas cosas testifican contra ti?
entregarle a muerte. 14 Y no le respondió ni una pala-
2 Y le llevaron atado, y le entre- bra; de tal manera que el gober-
garon a Poncio Pilato gobernador. nador se maravillaba mucho.
3 Entonces Judas, el que le había 15 Y en el día de la fiesta acos-
entregado, viendo que era con- tumbraba el gobernador soltar al
denado, volvió arrepentido las pueblo un preso, cual quisiesen.
treinta piezas de plata a los prín- 16 Y tenían entonces un preso
cipes de los sacerdotes, y a los famoso que se llamaba Barrabás.
ancianos, 17 Pues, habiéndose juntado
4 Diciendo: Yo he pecado entre- ellos, les dijo Pilato: ¿Cuál que-
gando la sangre inocente. Mas réis que os suelte? ¿a Barrabás, o
ellos dijeron: ¿Qué se nos da a no- a Jesús que es llamado Cristo?
sotros? Viéraslo tú. 18 Porque sabía que por envidia le
5 Y arrojando las piezas de plata habían entregado.
al templo, se partió, y fue, y se 19 Y estando él sentado en el tri-
ahorcó. bunal, su esposa envió a él, di-
6 Y los príncipes de los sacerdo- ciendo: No tengas que ver con
tes, tomando las piezas de plata, aquel justo; porque hoy he pade-
dijeron: No es lícito echarlas en cido muchas cosas en sueños por
el tesoro, porque es precio de causa de él.
sangre. 20 Mas los príncipes de los sacer-
7 Y tomando consejo, compraron dotes y los ancianos, persuadie-
con ellas el campo del alfarero, ron a la multitud que pidiese a
por sepultura para los extranje- Barrabás, y destruyese a Jesús.
ros. 21 Y respondiendo el gobernador
8 Por lo cual fue llamado aquel les dijo: ¿Cuál de los dos queréis
46
Jesús es crucificado Mateo 27
que os suelte? Y ellos dijeron: A mezclado con hiel; y cuando lo
Barrabás. hubo gustado, no quiso beberlo.
22 Pilato les dijo: ¿Qué pues haré 35 Y después que le hubieron
con Jesús el que es llamado Cris- crucificado, repartieron sus ves-
to? Dícenle todos: Sea crucificado. tidos, echando suertes: para que
23 Y el gobernador les dijo: Pues se cumpliese lo que fue dicho por el
¿qué mal ha hecho? Mas ellos al- profeta: Se repartieron mis vestidos,
zaban más el grito, diciendo: Sea y sobre mi ropa echaron suertes.
crucificado. 36 Y sentados allí, le vigilaban.
24 Y viendo Pilato que nada 37 Y pusieron sobre su cabeza
aprovechaba, antes se hacía más la acusación contra él escrita:
alboroto, tomando agua lavó las ESTE ES JESÚS EL REY DE LOS
manos delante del pueblo, di- JUDÍOS.
ciendo: Inocente soy yo de la san- 38 Entonces fueron crucificados
gre de este justo: vedlo vosotros. con él dos ladrones, uno a la de-
25 Y respondiendo todo el pue- recha, y otro a la izquierda.
blo, dijo: Su sangre sea sobre no- 39 Y los que pasaban, le injuria-
sotros, y sobre nuestros hijos. ban, meneando sus cabezas,
26 Entonces les soltó a Barrabás; y 40 Y diciendo: Tú, el que destru-
habiendo azotado a Jesús, le yes el templo, y en tres días lo ree-
entregó para ser crucificado. dificas, sálvate a ti mismo: Si eres
27 Entonces los soldados del Hijo de Dios, desciende de la cruz.
gobernador llevaron a Jesús al 41 De esta manera también los
pretorio y juntaron a él toda la príncipes de los sacerdotes, es-
compañía. carneciendo con los escribas y
28 Y desnudándole, echáronle los ancianos, decían:
encima un manto de grana. 42 A otros salvó, a sí mismo no se
29 Y habiendo tejido una corona puede salvar: Si es el Rey de
de espinas, la pusieron sobre su Israel, descienda ahora de la
cabeza, y una caña en su mano cruz, y le creeremos.
derecha; e hincando la rodilla de- 43 Confió en Dios: líbrele ahora si
lante de él, hacían burla de él, di- le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo
ciendo: ¡Salve, Rey de los Judíos! de Dios.
30 Y escupiendo en él, tomaron 44 Lo mismo también le zaherían
la caña, y le herían en la cabeza. los ladrones que estaban crucifi-
31 Y después que le hubieron cados con él.
escarnecido, le desnudaron el 45 Y desde la hora de sexta fue-
manto, y le vistieron de sus vesti- ron tinieblas sobre toda la tierra
dos, y le llevaron para crucificarle. hasta la hora novena.
32 Y saliendo, hallaron a un 46 Y cerca de la hora novena,
hombre Cireneo, que se llamaba Jesús exclamó con gran voz, di-
Simón: a éste cargaron para que ciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani?
llevase su cruz. esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por
33 Y cuando llegaron al lugar qué me has desamparado?
que se llama Gólgota, que quiere 47 Y algunos de los que estaban de
decir, el lugar de la Calavera, pie allí, oyéndolo, decían: A Elías
34 Le dieron a beber vinagre llama éste.
47
Mateo 28 Sepultura de Jesús
48 E inmediatamente, corriendo en la roca; y revuelta una grande
uno de ellos, tomó una esponja, y piedra a la puerta del sepulcro,
la hinchió de vinagre, y ponién- se fue.
dola en una caña, le daba para 61 Y estaban allí María Magda-
que bebiese. lena, y la otra María, sentadas
49 Y los otros decían: Deja, vea- delante del sepulcro.
mos si vendrá Elías a salvarle. 62 Y el siguiente día, que es des-
50 Mas Jesús, habiendo otra vez pués de la preparación, se junta-
clamado con grande voz, entre- ron los príncipes de los sacerdo-
gó el espíritu. tes y los Fariseos a Pilato,
51 Y he aquí, el velo del templo 63 Diciendo: Señor, nos acorda-
se rompió en dos, de alto a bajo: mos que aquel engañador dijo,
y la tierra tembló, y las rocas se viviendo aún: Después de tres
hendieron; días resucitaré.
52 Y los sepulcros se abrieron; y 64 Manda, pues, asegurar el se-
muchos cuerpos de santos, que pulcro hasta el tercer día; por-
habían dormido, se levantaron. que no vengan sus discípulos de
53 Y salidos de los sepulcros, des- noche, y le hurten, y digan al
pués de su resurrección, vinieron pueblo: Resucitó de los muertos;
a la santa ciudad, y aparecieron y será el postrer error peor que el
a muchos. primero.
54 Y el centurión, y los que es- 65 Pilato les dijo: La guardia te-
taban con él vigilando a Jesús, néis: id, aseguradlo como sabéis.
visto el terremoto, y las cosas 66 Ellos, pues, se fueron y ase-
que habían sido hechas, temie- guraron el sepulcro, sellando la
ron en gran manera, diciendo: piedra y poniendo la guardia.
Verdaderamente el Hijo de Dios
era éste. CAPÍTULO 28
55 Y estaban allí muchas mu- N el fin del sábado, así como
jeres mirando de lejos, las

cuales habían seguido de Ga-


E iba amaneciendo el primer

día de la semana, vino María


lilea a Jesús, sirviéndole: Magdalena, y la otra María, a ver el
56 Entre las cuales era María sepulcro.
Magdalena, y María madre de 2 Y he aquí, fue hecho un gran
Jacobo y de Joses, y la madre de terremoto: porque el ángel del
los hijos de Zebedeo. Señor, descendió del cielo y vino y
57 Y cuando fue la tarde del día, revolvió la piedra de la puerta, y
vino un hombre rico de Arimatea, estaba sentado sobre ella.
llamado José, el cual también 3 Y su aspecto era como relámpago,
era discípulo de Jesús. y su vestido blanco como la nieve.
58 Este llegó a Pilato, y pidió el 4 Y los guardas temblaron del
cuerpo de Jesús: Entonces Pilato miedo de él, y fueron vueltos
mandó que el cuerpo se le diese. como muertos.
59 Y tomando José el cuerpo, lo 5 Y respondiendo el ángel, dijo a
envolvió en una sábana limpia, las mujeres: No temáis vosotras;
60 Y lo puso en un sepulcro porque yo sé que buscáis a Jesús, el
suyo nuevo, que había labrado que fue crucificado.
48
La resurrección de Jesús Mateo 28
6 No está aquí; porque es resu- y habido consejo, dieron mucho
citado, como dijo. Venid, ved dinero a los soldados,
el lugar donde estaba puesto el 13 Diciendo: Decid: Sus discípu-
Señor. los vinieron de noche, y le hurta-
7 E id presto, decid a sus discí- ron, estando nosotros dormidos.
pulos que es resucitado de los 14 Y si esto fuere oído del gober-
muertos: y, he aquí, él va delante nador, nosotros le persuadire-
de vosotros a Galilea; allí le ve- mos, y os haremos seguros.
réis; he aquí, os lo he dicho. 15 Y ellos, tomando el dinero hi-
8 Y saliendo ellas prestamente cieron como habían sido instrui-
del sepulcro con temor y gran dos; y este dicho ha sido divulgado
gozo, fueron corriendo a dar las entre los judíos hasta el día de hoy.
nuevas a sus discípulos. 16 Mas los once discípulos se fue-
9 Y mientras iban a dar las nue- ron a Galilea, al monte, donde
vas a sus discípulos, he aquí, Jesús les había mandado.
Jesús les sale al encuentro, di- 17 Y cuando le vieron, le adora-
ciendo: ¡Salve! Y ellas se llega- ron: mas algunos dudaban.
ron, y abrazaron sus pies, y le 18 Y llegando Jesús, les habló,
adoraron. diciendo: Toda potestad me es
10 Entonces Jesús les dice: No dada en el cielo y en la tierra.
temáis: id, dad las nuevas a mis 19 Por tanto id, enseñad a todas
hermanos, para que vayan a Ga- las naciones, bautizándoles en el
lilea, y allá me verán. nombre del Padre, y del Hijo, y
11 Y yendo ellas, he aquí unos de del Espíritu Santo:
la guardia vinieron a la ciudad, y 20 Enseñándoles que guarden
dieron aviso a los principales de todas las cosas que os he man-
los sacerdotes de todas las cosas dado: y he aquí, yo estoy con vo-
que habían acontecido. sotros todos los días, hasta el fin del
12 Y juntados con los ancianos, mundo. Amén.

49
El Evangelio Según
MARCOS

P CAPÍTULO 1
RINCIPIO del evangelio de
píritu le impele al desierto.
13 Y estuvo allí en el desierto
Jesu Cristo, el Hijo de Dios. cuarenta días, siendo tentado de
2 Como está escrito en los profe- Satanás; y estaba con las fieras; y
tas: He aquí, yo envío a mi men- los ángeles le servían.
sajero delante de tu faz, que apa- 14 Mas después que Juan fue
reje tu camino delante de ti. encarcelado, Jesús vino a Gali-
3 La voz de uno que clama en el lea predicando el evangelio del
desierto: Aparejad el camino del reino de Dios,
Señor; haced derechas sus veredas. 15 Y diciendo: el tiempo es cum-
4 Bautizaba Juan en el desierto, plido; y el reino de Dios está
y predicaba el bautismo de arre- cerca: Arrepentíos, y creed al
pentimiento para remisión de evangelio.
pecados. 16 Y andando junto al mar de
5 Y salía a él toda la provincia de Galilea, vio a Simón, y a Andrés
Judea, y los de Jerusalem; y eran su hermano, que echaban la red
todos bautizados por él en el río en el mar; porque eran pescadores.
Jordán, confesando sus pecados. 17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de
6 Y Juan estaba vestido de pelos mí, y haré que seáis pescado-
de camello, y con un cinto de res de hombres.
cuero alrededor de sus lomos; y 18 Y dejando inmediatamente
comía langostas y miel silvestre. sus redes, le siguieron.
7 Y predicaba, diciendo: Viene en 19 Y pasando de allí un poco más
pos de mí el que es más poderoso adelante, vio a Jacobo, hijo de
que yo, del cual no soy digno yo Zebedeo, y a Juan su hermano,
de encorvarme a desatar la co- también ellos en la nave, que re-
rrea de sus zapatos. mendaban las redes.
8 Yo a la verdad os he bautizado 20 E inmediatamente los llamó; y
en agua; mas él os bautizará con ellos dejando a su padre Zebe-
el Espíritu Santo. deo en la nave con los jornaleros,
9 Y aconteció en aquellos días, fueron en pos de él.
que Jesús vino de Nazaret de Ga- 21 Y entraron en Capernaum; e
lilea, y fue bautizado por Juan en inmediatamente en el día de sá-
el Jordán. bado, él entró en la sinagoga y
10 E inmediatamente, subiendo enseñaba.
del agua, vio abrirse los cielos, 22 Y estaban atónitos de su doc-
y al Espíritu como paloma, que trina; porque los enseñaba como
descendía sobre él. quien tiene autoridad, y no como los
11 Y vino una voz del cielo, que escribas.
decía: Tú eres mi Hijo amado; en 23 Y había en la sinagoga de ellos un
quien estoy muy agradado. hombre con espíritu inmundo, el
12 E inmediatamente el Es- cual dio voces,
50
Curación del leproso Marcos 2
24 Diciendo: ¡Ah!, déjanos ¿Qué 37 Y hallándole, le dicen: Todos te
tenemos nosotros que ver conti- buscan.
go, Jesús de Nazaret? ¿Has ve- 38 Y les dice: Vamos a las aldeas
nido a destruirnos? Te conozco vecinas, para que predique tam-
quién eres, el Santo de Dios. bién allí; porque para esto he ve-
25 Y Jesús le reprendió, dicien- nido.
do: Enmudece, y sal de él. 39 Y predicaba en las sinagogas de
26 Y haciéndole pedazos, el espí- ellos en toda Galilea, y echa-
ritu inmundo, y clamando a gran ba fuera los demonios.
voz, salió de él. 40 Y un leproso vino a él, rogán-
27 Y todos se maravillaron, de dole; e hincándose de rodillas,
tal manera que inquirían entre y diciéndole: Si quieres puedes
sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué limpiarme.
nueva doctrina es esta, que con 41 Y Jesús, movido de compa-
autoridad aun a los espíritus in- sión, extendió la mano, y le tocó, y
mundos manda, y le obedecen? le dice: Quiero, sé limpio.
28 Y al instante se divulgó su 42 Y habiendo él dicho esto, in-
fama por todo el país alrededor mediatamente la lepra se fue de él,
de la Galilea. y fue limpio.
29 E inmediatamente saliendo 43 Y le encargó estrechamente, y le
de la sinagoga, vinieron a casa envió inmediatamente,
de Simón y de Andrés, con Jaco- 44 Y le dice: Mira, no digas a
bo y Juan. nadie nada; sino ve, muéstrate al
30 Pero la suegra de Simón esta- sacerdote, y ofrece por tu lim-
ba acostada con calentura; y le pieza lo que Moisés mandó, para
dijeron inmediatamente de ella. testimonio a ellos.
31 Entonces llegando él, la tomó 45 Mas él salió, y comenzó a pu-
de su mano y la levantó; e inme- blicarlo mucho, y a divulgar el
diatamente la dejó la calentura, y negocio de manera que ya Jesús
les servía. no podía entrar manifiestamente
32 Y cuando fue la tarde, cuando en la ciudad, mas estaba fuera en
el sol se puso, traían a él todos los lugares desiertos; y venían a
los que tenían enfermedades, y él de todas partes.
endemoniados;
33 Y toda la ciudad se juntó a la CAPÍTULO 2
puerta. ENTRÓ otra vez en Caper-
34 Y sanó a muchos que estaban

enfermos de diversas enfermeda-


Y naum después de algunos

días; y se oyó que estaba en casa.


des, y echó fuera muchos demo- 2 E inmediatamente se allegaron
nios; y no dejaba a los demonios muchos, que ya no cabían ni aun al
hablar porque le conocían. contorno de la puerta; y les
35 Y levantándose muy de ma- predicaba la palabra.
ñana, aún muy de noche, salió, y 3 Entonces vienen a él trayendo
se fue a un lugar muy desierto, y un paralítico, que era llevado de
allí oraba. cuatro.
36 Y le siguió Simón, y los que 4 Y como no podían llegar a él
estaban con él. a causa de la multitud, destecha-
51
Marcos 2 El paralítico de Capernaum
ron el techo donde estaba, y ha- 16 Y los escribas y los Fariseos,
biéndolo destechado, bajaron el viéndole comer con publicanos,
lecho en que el paralítico estaba y con pecadores, dijeron a sus
echado. discípulos: ¿Qué es esto, que él
5 Y cuando Jesús vio la fe de come y bebe con publicanos y
ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecadores?
pecados te son perdonados. 17 Y oyéndoles Jesús, les dice:
6 Y estaban allí sentados ciertos Los sanos no tienen necesidad de
de los escribas, los cuales razo- médico, sino los que están enfer-
naban en sus corazones, mos. No he venido a llamar a los
7 ¿Por qué habla éste blasfemias? justos, mas los pecadores a arre-
¿Quién puede perdonar pecados, pentimiento.
sino sólo Dios? 18 Y los discípulos de Juan, y
8 Y conociendo inmediatamente los de los Fariseos ayunaban; y
Jesús en su espíritu que razona- vienen, y le dicen: ¿Por qué los
ban esto dentro de sí, les dijo: discípulos de Juan, y los de los
¿Por qué razonáis estas cosas en Fariseos ayunan; y tus discípulos
vuestros corazones? no ayunan?
9 ¿Cuál es más fácil, decir al pa- 19 Y Jesús les dice: ¿Pueden ayu-
ralítico: Tus pecados te son per- nar los que están de bodas, cuan-
donados, o decirle: Levántate, y do el desposado está con ellos?
toma tu lecho, y anda? Entre tanto que tienen consigo al
10 Pues para que sepáis que el desposado no pueden ayunar.
Hijo del hombre tiene potestad 20 Mas vendrán días; cuando el
en la tierra de perdonar pecados, desposado será quitado de ellos,
(dice al paralítico:) y entonces en aquellos días ayu-
11 A ti digo: Levántate, y toma tu narán.
lecho, y vete a tu casa. 21 Nadie cose remiendo de paño
12 Y él se levantó inmediatamen- nuevo en vestido viejo; de otra
te, y tomando el lecho, se salió manera el mismo remiendo
delante de todos, de manera que nuevo tira del viejo, y se hace
todos quedaron atónitos, y glori- peor rotura.
ficaron a Dios, diciendo: Nunca 22 Ni nadie echa vino nuevo en
tal hemos visto. odres viejos; de otra manera, el
13 Y volvió a salir al mar, y toda vino nuevo rompe los odres, y se
la multitud venía a él, y les en- derrama el vino, y los odres se
señaba. pierden; mas el vino nuevo en
14 Y pasando, vio a Leví, hijo de odres nuevos se ha de echar.
Alfeo, sentado al banco de los 23 Y aconteció, que pasando él
públicos tributos, y le dice: Sí- por los sembrados en sábado, sus
gueme. Y levantándose, le siguió. discípulos andando comenzaron a
15 Y aconteció que estando Jesús arrancar espigas.
a la mesa en casa de él, muchos 24 Entonces los Fariseos le dije-
publicanos y pecadores se sen- ron: He aquí, ¿por qué hacen en
taban también juntamente con sábado lo que no es lícito?
Jesús y sus discípulos: porque 25 Y él les dijo: ¿Nunca leísteis
había muchos, y le seguían. qué hizo David cuando tuvo ne-
52
Jesús, Señor del sábado Marcos 3
cesidad, y tuvo hambre, él y los navecilla le estuviese siempre
que estaban con él? apercibida, por causa de la mul-
26 ¿Cómo entró en la casa de titud, para que no le oprimiesen.
Dios, en tiempo de Abiatar el 10 Porque había sanado a mu-
sumo sacerdote, y comió los chos, de tal manera que caían
panes de la proposición, de los sobre él, cuantos tenían plagas,
cuales no es lícito comer sino a por tocarle.
los sacerdotes, y aún dio a los 11 Y los espíritus inmundos, al
que estaban con él? verle, se postraban delante de él, y
27 Díjoles también: El sábado por daban voces, diciendo: Tú eres el
causa del hombre fue hecho; no Hijo de Dios.
el hombre por causa del sábado. 12 Mas él les reprendía mucho
28 Así que el Hijo del hombre que no le manifestasen.
Señor es también del sábado. 13 Y subió a un monte, y llamó a
sí los que él quiso; y vinieron a él.
CAPÍTULO 3 14 Y ordenó a doce, para que es-
OTRA vez entró en la sina- tuviesen con él, y para enviarlos
Y goga; y había allí un hombre
que tenía una mano seca.
a predicar,
15 Y que tuviesen potestad de
2 Y le acechaban, si en sábado le sanar enfermedades, y de echar
sanaría, para acusarle. fuera demonios:
3 Entonces dijo al hombre que 16 A Simón, al cual puso por so-
tenía la mano seca: Levántate en brenombre Pedro;
medio. 17 Y a Jacobo, hijo de Zebedeo, y a
4 Y les dice: ¿Es lícito hacer bien Juan hermano de Jacobo; y les puso
en sábados, o hacer mal? ¿salvar la por sobrenombre Boaner-
vida, o matar? Mas ellos callaban. ges, que es, Hijos del trueno;
5 Y mirándolos en derredor con 18 Y a Andrés, y a Felipe, y a Bar-
enojo, siendo entristecido por la tolomé, y a Mateo, y a Tomás, y a
dureza de sus corazones, dice al Jacobo hijo de Alfeo, y a Tadeo, y a
hombre: Extiende tu mano. Y él Simón el Cananeo,
la extendió, y su mano fue resti- 19 Y a Judas Iscariote, el que le
tuida sana como la otra. entregó. Y vinieron a una casa.
6 Y salidos los Fariseos, inme- 20 Y otra vez se juntó la multi-
diatamente tomaron consejo con tud, de tal manera que ellos ni
los Herodianos contra él, cómo aun podían comer pan.
le podrían destruir. 21 Y cuando lo oyeron los suyos,
7 Mas Jesús se apartó al mar con vinieron para prenderle; porque
sus discípulos; y le siguió una decían: Está fuera de sí.
gran multitud de Galilea, y de 22 Y los escribas que habían des-
Judea, cendido de Jerusalem, decían
8 Y de Jerusalem, y de Idumea, y que tenía a Beelzebub, y que
de la otra parte del Jordán. Y de por el príncipe de los demonios
los alrededores de Tiro y de Sidón, echaba fuera los demonios.
grande multitud, oyendo cuán 23 Y llamándoles, les dijo por
grandes cosas hacía, vinieron a él. parábolas: ¿Cómo puede Satanás
9 Y dijo a sus discípulos que una echar fuera a Satanás?
53
Marcos 4 Vocación de los doce
24 Y si un reino contra sí mismo una gran multitud; tanto que en-
fuere dividido, no puede perma- trándose él en un barco, se sentó en
necer el tal reino. el mar, y toda la multitud es-
25 Y si una casa fuere dividida taba en tierra junto al mar.
contra sí misma, no puede per- 2 Y les enseñaba por parábolas
manecer la tal casa. muchas cosas, y les decía en su
26 Y si Satanás se levantare con- doctrina:
tra sí mismo, y fuere dividido, no 3 Oíd: He aquí, el sembrador
puede permanecer; mas tiene fin. salió a sembrar.
27 Nadie puede saquear los bienes 4 Y aconteció que al sembrar, que
del hombre fuerte entrando en su una parte cayó junto al camino;
casa, si antes no atare al hombre y vinieron las aves del cielo, y la
fuerte; y entonces saqueará su devoraron.
casa. 5 Y otra parte cayó en pedrega-
28 De cierto os digo que todos les, donde no tenía mucha tierra; y
los pecados serán perdonados a nació inmediatamente, porque no
los hijos de los hombres, y las tenía la tierra profunda.
blasfemias cualesquiera con que 6 Mas salió el sol, se quemó; y
blasfemaren: por cuanto no tenía raíz se secó.
29 Mas cualquiera que blasfema- 7 Y otra parte cayó en espinas; y
re contra el Espíritu Santo, no crecieron las espinas, y la ahoga-
tiene perdón por siempre; mas ron, y no dio fruto.
está expuesto a condenación 8 Y otra parte cayó en buena tie-
eterna. rra, y dio fruto, que subió y cre-
30 Porque decían: Tiene espíritu ció; y llevó uno a treinta, y otro a
inmundo. sesenta, y otro a ciento.
31 Vienen pues sus hermanos y 9 Y les decía: El que tiene oídos
su madre, y estando de pie afue- para oír, oiga.
ra, enviaron a él llamándole. 10 Y cuando estuvo solo le pre-
32 Y la multitud estaba sentada guntaron, los que estaban alrede-
alrededor de él, y le dijeron: He dor de él con los doce, de la parábola.
aquí, tu madre y tus hermanos te 11 Y él les decía: A vosotros es
buscan fuera. dado saber el misterio del reino
33 Y él les respondió, diciendo: de Dios; mas a los que están fuera,
¿Quién es mi madre, y mis her- todas las cosas se les hacen por
manos? parábolas;
34 Y mirando al derredor a los 12 Para que viendo, vean y no
que estaban sentados en derre- perciban; y oyendo, oigan y no
dor de él, dijo: He aquí mi madre, y entiendan: porque alguna vez no se
mis hermanos. conviertan, y les sean perdo-
35 Porque cualquiera que hiciere nados sus pecados.
la voluntad de Dios, éste es mi her- 13 Y les dijo: ¿No sabéis esta pa-
mano, y mi hermana, y mi madre. rábola? ¿Cómo pues entenderéis
todas las parábolas?
CAPÍTULO 4 14 El sembrador siembra la palabra.
OTRA vez comenzó a enseñar 15 Y éstos son los de junto al ca-
Y junto al mar, y se allegó a él
54
mino: en los que la palabra es
Parábola del sembrador Marcos 4
sembrada; mas después que la 27 Y durmiese, y se levantase de
oyeron, inmediatamente viene noche y de día, y la simiente bro-
Satanás, y quita la palabra que tase y creciese sin saber él como.
fue sembrada en sus corazones. 28 Porque la tierra de suyo fruc-
16 Y asimismo éstos son los que tifica, primero hierba, luego es-
son sembrados en pedregales; piga, después grano lleno en la
los que cuando han oído la pa- espiga;
labra, inmediatamente la reciben 29 Y cuando el fruto fuere pro-
con gozo; ducido, inmediatamente él mete
17 Y no tienen raíz en sí mismos, la hoz, porque la siega es llegada.
antes son temporales; que en le- 30 También decía: ¿A qué hare-
vantándose la tribulación, o la per- mos semejante el reino de Dios? ¿o
secución por causa de la palabra, con qué comparación le com-
inmediatamente se escandalizan. pararemos?
18 Y éstos son los que son sem- 31 Es como el grano de mosta-
brados entre espinas, los que za, que cuando es sembrado en
oyen la palabra; la tierra, es el más pequeño de
19 Mas los afanes de este mundo, todas las simientes que hay en la
y el engaño de las riquezas, y las tierra;
concupiscencias que hay en las 32 Mas cuando fuere sembra-
otras cosas entrando, ahogan la do, sube, y se hace la mayor de
palabra, y se hace infructuosa. todas las legumbres, y hace gran-
20 Y éstos son los que fueron des ramas, de tal manera que las
sembrados en buena tierra; los aves del cielo puedan posar de-
que oyen la palabra y la reciben, y bajo de su sombra.
hacen fruto, uno a treinta, otro a 33 Y con muchas tales parábolas
sesenta, otro a ciento. les hablaba la palabra, conforme a
21 Y les decía: ¿Acaso se trae la lo que podían oír.
candela debajo de un almud, o 34 Y sin parábola no les hablaba;
debajo de la cama? ¿No la trae mas cuando estaban solos, decla-
para ser puesta en el candelero? raba todas las cosas a sus discí-
22 Porque no hay nada oculto pulos.
que no haya de ser manifestado; 35 Y les dijo aquel día, cuando
ni secreto, que no haya de venir fue tarde: Pasemos al otro lado.
en descubierto. 36 Y enviada la multitud, le to-
23 Si alguno tiene oídos para oír, maron así como estaba, en la
oiga. nave, y había también con él
24 Y les decía: Mirad lo que oís: otros barquitos.
Con la medida que medís, os será 37 Y se levantó una grande tem-
medido, y será añadido a voso- pestad de viento, y echaba las
tros los que oís. ondas en la nave, de tal manera
25 Porque al que tiene, le será que ya se llenaba.
dado; y al que no tiene, aun 38 Y él estaba en la popa, dur-
lo que tiene le será quitado. miendo sobre una almohada; y
26 Decía más: Así es el reino de le despertaron, y le dicen: ¿Maes-
Dios, como si un hombre echase tro, no tienes cuidado que perez-
simiente en la tierra; camos?
55
Marcos 5 El endemoniado Gadareno
39 Y levantándose, reprendió al echase fuera de aquella provincia.
viento, y dijo al mar: Calla, en- 11 Y estaba allí cerca de los mon-
mudece. Y cesó el viento; y fue tes una grande manada de puer-
hecha grande bonanza. cos paciendo.
40 Y a ellos dijo: ¿Por qué estáis 12 Y le rogaron todos aquellos
tan temerosos? ¿Cómo es que no demonios, diciendo: Envíanos a
tenéis fe? los puercos para que entremos
41 Y temieron con gran temor, y en ellos.
decían el uno al otro: ¿Quién es 13 Y les permitió inmediatamen-
éste, que aun el viento y el mar te Jesús; y saliendo aquellos es-
le obedecen? píritus inmundos, entraron en
los puercos; y la manada se pre-
CAPÍTULO 5 cipitó con impetuosidad por un
VINIERON a la otra parte del despeñadero en el mar; y eran
Y mar a la provincia de los Ga-
darenos.
como dos mil, y se ahogaron en
el mar.
2 Y cuando él salió de la nave, in- 14 Y los que apacentaban los
mediatamente le salió al encuen- puercos huyeron, y dieron aviso a
tro un hombre de los sepulcros, la ciudad y en los campos. Y sa-
con un espíritu inmundo, lieron para ver que era aquello
3 Que tenía su morada en los se- que había acontecido.
pulcros, y nadie le podía tener 15 Y vienen a Jesús, y ven al que
atado, ni aun con cadenas, había sido endemoniado, y que
4 Porque muchas veces había había tenido la legión, sentado y
sido atado con grillos y cadenas, vestido, y en su juicio cabal: y
mas las cadenas habían sido he- tuvieron miedo.
chas pedazos por él, y los grillos 16 Y los que lo habían visto, con-
desmenuzados; y nadie le podía táronles cómo había acontecido
dominar. al endemoniado, y de los puer-
5 Y siempre de día y de noche cos.
estaba en los montes y en los se- 17 Y comenzaron a rogarle que
pulcros dando voces, e hiriéndo- se fuese de los términos de ellos.
se a sí mismo con piedras. 18 Y cuando fue entrado él en la
6 Y cuando vio a Jesús de lejos, nave, el que había estado ende-
corrió, y le adoró. moniado, le rogaba que le dejase
7 Y clamando a gran voz, dijo: estar con él.
¿Qué tengo yo que ver contigo, 19 Mas Jesús no le permitió, sino
Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te le dijo: Vete a tu casa a los tuyos,
conjuro por Dios que no me ator- y cuéntales cuán grandes cosas el
mentes. Señor ha hecho contigo, y cómo
8 Porque le decía: Sal fuera de ha tenido misericordia de ti.
este hombre, espíritu inmundo. 20 Y él se fue, y comenzó a pu-
9 Y le preguntó: ¿Cómo te lla- blicar en Decápolis cuán grandes
mas? Y respondió, diciendo: Le- cosas Jesús había hecho con él; y
gión me llamo; porque somos todos se maravillaban.
muchos. 21 Y cuando Jesús hubo pasado
10 Y le rogaba mucho que no los otra vez en una nave a la otra
56
La hija de Jairo Marcos 6
parte, se allegó a él una gran do: Tu hija es muerta: ¿para qué
multitud; y estaba junto al mar. fatigas más al Maestro?
22 Y, he aquí, viene uno de los 36 Mas Jesús, al instante que
príncipes de la sinagoga, llama- oyó la palabra que se decía, dijo al
do Jairo; y cuando le vio, se pos- príncipe de la sinagoga: No
tró a sus pies, temas, cree solamente.
23 Y le rogaba mucho, diciendo: 37 Y no permitió que alguno vi-
Mi hija está a la muerte: Ven y niese tras él, sino Pedro, y Jaco-
pon las manos sobre ella, para bo, y Juan hermano de Jacobo.
que sea salva, y vivirá. 38 Y viene a casa del príncipe de
24 Y Jesús fue con él, y le siguió la sinagoga, y ve el alboroto, y
mucha gente, y le apretaban. los que lloraban y gemían mucho.
25 Y cierta mujer que estaba con 39 Y entrado, les dice: ¿Por qué
flujo de sangre doce años hacía, os alborotáis, y lloráis? La mu-
26 Y había sufrido muchas cosas chacha no está muerta, sino que
de muchos médicos, y había gasta- duerme.
do todo lo que tenía, y nada había 40 Y hacían burla de él; mas él,
aprovechado, antes le iba peor, echados fuera todos, toma al padre
27 Cuando oyó de Jesús, vino y a la madre de la muchacha, y a los
entre el gentío por detrás y tocó que estaban con él, y entra donde
su vestido. estaba la muchacha echada.
28 Porque decía: Si yo tocare tan 41 Y tomando la mano de la mu-
solamente su vestido, seré salva. chacha, le dice: Talita cumi; que
29 E inmediatamente la fuen- interpretado es: Muchacha, a ti te
te de su sangre se secó; y sintió digo, levántate.
en su cuerpo que estaba sana de 42 E inmediatamente la mucha-
aquella plaga. cha se levantó, y andaba; porque
30 E inmediatamente Jesús, co- era de doce años: Y se espanta-
nociendo en sí mismo la virtud ron de grande espanto.
que había salido de él, volvién- 43 Mas él les encargó estrecha-
dose entre el gentío, dijo: ¿Quién mente que nadie lo supiese; y
ha tocado mis vestidos? mandó que diesen a ella de comer.
31 Y le dijeron sus discípulos:
Ves que la multitud te aprieta, y CAPÍTULO 6
dices: ¿Quién me ha tocado? SALIÓ de allí, y vino a su tie-
32 Y él miraba alrededor por ver

a la que había hecho esto.


Y rra, y le siguen sus discípulos.

2 Y llegado el sábado, comenzó


33 Entonces la mujer, temiendo y a enseñar en la sinagoga; y mu-
temblando, sabiendo lo que en sí chos oyéndole, estaban atónitos,
había sido hecho, vino y se pos- diciendo: ¿De dónde tiene éste
tró delante de él, y le dijo toda estas cosas? ¿Y qué sabiduría es
la verdad. ésta que le es dada, que tales mi-
34 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha lagros son hechos por sus manos?
hecho salva; ve en paz, y sé sana 3 ¿No es éste el carpintero, hijo
de tu azote. de María, hermano de Jacobo, y
35 Hablando aún él, vinieron del de Joses, y de Judas, y de Simón?
príncipe de la sinagoga, dicien- ¿No están también aquí con no-
57
Marcos 6 La misión de los doce
sotros sus hermanas? Y se escan- dijo: Este es Juan el que yo dego-
dalizaban en él. llé: él ha resucitado de los muertos.
4 Mas Jesús les decía: No hay 17 Porque Herodes mismo había
profeta sin honor sino en su tierra, enviado y prendido a Juan, y lo
y entre sus parientes, y en su casa. había encadenado en la cárcel
5 Y no pudo hacer allí ningún mi- por causa de Herodías, esposa de
lagro: sino que sanó unos pocos Felipe su hermano; porque se había
enfermos, poniendo sobre ellos casado con ella.
las manos. 18 Porque Juan decía a Herodes:
6 Y estaba maravillado de la in- No te es lícito tener la esposa de tu
credulidad de ellos. Y rodeaba las hermano.
aldeas de alrededor, enseñando. 19 Por tanto Herodías le tenía
7 Y llamó a los doce, y comenzó ojeriza, y deseaba matarle, mas no
a enviarlos de dos en dos: y les podía;
dio potestad sobre los espíritus 20 Porque Herodes temía a Juan,
inmundos. conociéndole por varón justo y
8 Y les mandó que no llevasen santo, y le tenía respeto: y ha-
nada para el camino, sino sola- biéndolo oído, hacía muchas
mente un bordón; ni alforja, ni cosas; y le oía de buena gana.
pan, ni dinero en la bolsa; 21 Y habiendo venido un día
9 Mas que calzasen sandalias; y oportuno, en que Herodes, en
no vistiesen dos ropas. la fiesta del día de su nacimien-
10 Y les decía: Dondequiera que to, hacía cena a sus príncipes y
entréis en una casa, quedad allí capitanes, y a los principales de
hasta que salgáis de aquel lugar. Galilea,
11 Y todos aquellos que no os re- 22 Y cuando la hija de la misma
cibieren, ni os oyeren, saliendo Herodías entró y danzó, y agra-
de allí, sacudid el polvo que está dó a Herodes, y a los que estaban
debajo de vuestros pies, en testi- con él a la mesa, el rey dijo a la
monio contra ellos. De cierto os doncella: Pídeme lo que quisie-
digo que será más tolerable para res, que yo te lo daré.
Sodoma y Gomorra en el día del 23 Y le juró: Todo lo que me pi-
juicio, que de aquella ciudad. dieres te daré, hasta la mitad de mi
12 Y salidos ellos, predicaban reino.
que se arrepintiesen los hombres. 24 Y saliendo fuera ella, dijo a su
13 Y echaban fuera muchos de- madre: ¿Qué pediré? Y ella dijo:
monios, y ungían con aceite a La cabeza de Juan el Bautista.
muchos enfermos, y sanaban. 25 Y ella entró inmediatamente
14 Y oyó el rey Herodes de él, con prisa al rey, y pidió diciendo:
(porque su nombre era hecho no- Quiero que ahora mismo me des
torio,) y dijo: Juan el Bautista ha en un plato la cabeza de Juan el
resucitado de los muertos, y por Bautista.
tanto, los poderes obran en él. 26 Y el rey se entristeció mucho;
15 Otros decían: Elías es. Y otros mas a causa del juramento, y de los
decían: Profeta es, o como uno que estaban con él a la mesa, no la
de los profetas. quiso desechar.
16 Mas cuando lo oyó Herodes, 27 E inmediatamente el rey, en-
58
Jesús alimenta a cinco mil Marcos 6
viando a un verdugo, mandó que tenéis? Id, y vedlo. Y cuando lo su-
fuese traída su cabeza: y él fue, y pieron, dicen: Cinco, y dos peces.
le degolló en la cárcel, 39 Y les mandó que hiciesen sen-
28 Y trajo su cabeza en un plato, tar a todos por compañías sobre la
y la dio a la doncella, y la donce- hierba verde.
lla la dio a su madre. 40 Y se sentaron por grupos, de
29 Y cuando sus discípulos oye- ciento en ciento, y de cincuenta en
ron esto, vinieron y tomaron su cincuenta.
cuerpo y lo pusieron en un sepul- 41 Y tomados los cinco panes y
cro. los dos peces, mirando al cielo,
30 Y los apóstoles se juntaron a bendijo, y partió los panes, y dio a
Jesús, y le contaron todo lo que sus discípulos para que los pu-
habían hecho, y lo que habían siesen delante de ellos: Y los dos
enseñado. peces repartió entre todos.
31 Y él les dijo: Venid vosotros 42 Y comieron todos, y se har-
mismos aparte a un lugar desier- taron.
to, y reposad un poco: porque 43 Y alzaron de los pedazos doce
eran muchos los que iban y ve- canastos llenos, y de los peces.
nían, que ni aun tenían tiempo 44 Y eran los que comieron de
de comer. los panes como cinco mil varo-
32 Y se fueron en una nave a un nes.
lugar desierto aparte. 45 E inmediatamente hizo a sus
33 Y la gente los vio partir, y mu- discípulos entrar en la nave, e
chos le conocieron; y de todas ir delante de él a la otra parte a
las ciudades corrieron allá a pie, Betsaida, entre tanto que él des-
y llegaron antes que ellos, y se pedía la multitud.
juntaron a él. 46 Y cuando los hubo despedido, se
34 Y Jesús cuando salió, vio fue al monte a orar.
grandes multitudes de gente, y 47 Y cuando llegó la tarde, la
tuvo compasión de ellos porque nave estaba en medio del mar, y él
eran como ovejas que no tenían solo en tierra.
pastor; y comenzó a enseñarles 48 Y viólos fatigarse remando,
muchas cosas. porque el viento les era contra-
35 Y cuando ya fue el día muy rio: y cerca de la cuarta vela de
tarde, sus discípulos llegaron a él, la noche, vino a ellos andando
diciendo: El lugar es desierto y el sobre el mar, y quería pasarlos
día es ya muy entrado, de largo.
36 Envíalos para que vayan a los 49 Mas cuando ellos lo vieron
cortijos y aldeas de alrededor, y andar sobre el mar, pensaron que
compren para sí pan, porque no era un espíritu, y dieron voces;
tienen qué comer. 50 Porque todos le veían, y se tur-
37 Y respondiendo él, les dijo: baron. E inmediatamente habló
Dadles de comer vosotros. Y le con ellos, y les dijo: tened buen
dijeron: ¿Iremos a comprar dos- animo; Yo soy, no temáis.
cientos denarios de pan, y les da- 51 Y subió a ellos en la nave,
remos de comer? y el viento cesó, y estaban
38 Y él les dice: ¿Cuántos panes entre sí mismos sobre mane-
59
Marcos 7 La tradición dos los ancianos
ra atónitos, y se maravillaban: Hipócritas, bien profetizó de vo-
52 Porque aún no entendían el sotros Isaías, como está escrito:
milagro de los panes; porque sus Este pueblo con los labios me
corazones estaban endurecidos. honra, mas su corazón lejos está
53 Y cuando fueron a la otra de mí.
parte, vinieron a tierra de Gene- 7 Mas en vano me adoran, en-
zaret, y tomaron puerto. señando como doctrinas, manda-
54 Y saliendo ellos de la nave, in- mientos de hombres.
mediatamente le conocieron, 8 Porque dejando el mandamien-
55 Y corriendo por toda aquella to de Dios, os guardáis la tra-
región de alrededor, comenza- dición de los hombres: como el
ron a traer en lechos a los que lavar de los jarros y de las copas; y
estaban enfermos, a donde oían hacéis muchas otras cosas se-
que estaba. mejantes a éstas.
56 Y donde quiera que entraba, 9 Y les decía: Bien invalidáis el
en aldeas, o ciudades, o campos, mandamiento de Dios para guar-
ponían en las plazas los que esta- dar vuestra tradición.
ban enfermos, y le rogaban que 10 Porque Moisés dijo: Honra a tu
tocasen siquiera el borde de su padre y a tu madre, y: El que
vestido, y todos los que le toca- maldijere al padre o a la madre
ban quedaban sanos. muera de muerte.
11 Mas vosotros decís: Si el
CAPÍTULO 7 hombre dijere a su padre o a su
SE juntaron a él los Fariseos, madre: Es Corbán (que quiere
Y y ciertos de los escribas que
habían venido de Jerusalem;
decir, don mío) a ti aprovechará;
quedará libre.
2 Y cuando vieron a algunos de 12 Y no le dejáis más hacer nada
sus discípulos comer pan con por su padre o por su madre;
manos inmundas, que quiere 13 Invalidando la palabra de Dios
decir, no lavadas, los condena- con vuestra tradición que disteis:
ban. y muchas cosas hacéis semejan-
3 Porque los Fariseos y todos los tes a estas.
judíos, aferrándose a la tradición 14 Y cuando hubo llamado a sí
de los ancianos, si muchas veces toda la multitud, les dijo: Oídme
no se lavan las manos, no comen. todos, y entended:
4 Y volviendo de la plaza, si no se 15 Nada hay fuera del hombre
lavaren, no comen. Y otras mu- que entrando en él, le pueda
chas cosas hay que han recibido contaminar; mas lo que sale de
para guardar, como el lavar de las él, aquello es lo que contamina
copas, y de los jarros, y de los al hombre.
vasos de latón, y de las mesas. 16 Si alguno tiene oídos para oír,
5 Entonces le preguntaron los Fa- oiga.
riseos y los escribas: ¿Por qué tus 17 Y cuando él fue entrado en
discípulos no andan conforme a casa, apartado de la multitud, le
la tradición de los ancianos, mas preguntaban sus discípulos de la
comen pan sin lavar las manos? parábola.
6 Y respondiendo él, les dijo: 18 Y les dice: ¿Así también voso-
60
Jesús sana al sordo Marcos 8
tros sois sin entendimiento? ¿No 31 Y volviendo a salir de los tér-
entendéis que todo lo de fuera minos de Tiro y de Sidón, vino al
que entra en el hombre, no le mar de Galilea, por en medio de los
puede contaminar; términos de Decápolis.
19 Porque no entra en su corazón, 32 Y le traen un sordo y tartamu-
sino en el vientre, y sale a la le- do, y le ruegan que le ponga la
trina, purgando todas las viandas? mano encima.
20 Y decía, lo que del hombre 33 Y tomándole aparte de la mul-
sale, aquello contamina al hom- titud, metió sus dedos en las ore-
bre. jas de él, y escupiendo, tocó su
21 Porque de dentro, del corazón lengua;
de los hombres, salen los malos 34 Y mirando al cielo, gimió, y
pensamientos, adulterios, forni- dijo: Efata: es decir: Sé abierto.
caciones, homicidios, 35 Y al instante fueron abiertos
22 Hurtos, avaricias, maldades, sus oídos, y fue desatada la li-
engaño, lascivia, ojo maligno, gadura de su lengua, y hablaba
blasfemia, soberbia, insensatez. bien.
23 Todas estas maldades de den- 36 Y les mandó que no le dije-
tro salen, y contaminan al hom- sen a nadie; mas cuanto más les
bre. mandaba, tanto más y más lo pu-
24 Y levantándose de allí, se blicaban.
fue a los términos de Tiro y de 37 Y estaban sobremanera atóni-
Sidón, y entrando en una casa, tos, diciendo: Bien lo ha hecho
quiso que nadie lo supiese; mas todo: hace a los sordos oír, y a
no pudo esconderse. los mudos hablar.
25 Porque una mujer, cuya hija
tenía un espíritu inmundo, luego CAPÍTULO 8
que oyó de él, vino y se echó a N aquellos días, como hubo
sus pies.

26 Y la mujer era Griega, Sirofe-


E una muy grande multitud, y

no tenían que comer, Jesús llamó a


nisa de nación, y le rogaba que sus discípulos, y les dijo:
echase fuera de su hija al demo- 2 Tengo compasión de la multi-
nio. tud, porque ya hace tres días que
27 Mas Jesús le dijo: Deja pri- están conmigo, y no tienen que
mero hartarse los hijos: por- comer:
que no es bien tomar el pan de 3 Y si los envío en ayunas a sus
los hijos y echarlo a los perros. casas, desmayarán en el camino;
28 Y respondió ella, y le dijo: Sí, porque algunos de ellos han ve-
Señor; pero los perros debajo de nido de lejos.
la mesa, comen de las migajas de 4 Y sus discípulos le respondie-
los hijos. ron: ¿De dónde podrá alguien
29 Entonces le dice: Por esta pa- hartar a éstos de pan aquí en el
labra, ve; el demonio ha salido desierto?
de tu hija. 5 Y les preguntó: ¿Cuántos panes
30 Y cuando llegó a su casa, halló tenéis? Y ellos dijeron: siete.
que el demonio había salido, y 6 Entonces mandó a la multitud
a la hija echada sobre la cama. que se sentasen sobre la tierra; y
61
Marcos 8 La levadura de los Fariseos
tomando los siete panes, habien- canastos llenos de los pedazos
do dado gracias, los partió, y dio a alzasteis? Y ellos le dicen: doce.
sus discípulos para que los pu- 20 Y cuando los siete panes entre
siesen delante: y los pusieron de- cuatro mil, ¿cuántos canastos
lante a la multitud. llenos de los pedazos alzasteis? Y
7 Tenían también unos pocos pe- ellos dijeron: Siete.
cecillos: y habiendo bendecido, 21 Y les dijo: ¿Cómo aún no en-
dijo que también se los pusiesen tendéis?
delante. 22 Y viene a Betsaida; y le traen
8 Y comieron, y se hartaron: y le- un ciego, y le ruegan que le to-
vantaron de los pedazos que ha- case.
bían sobrado, siete canastos. 23 Entonces, tomando al ciego de
9 Y eran los que comieron, como la mano, le sacó fuera de la
cuatro mil; y los despidió. aldea; y escupiendo en sus ojos, y
10 Y entrando inmediatamente poniéndole las manos encima, le
en una nave con sus discípulos, preguntó si veía algo.
vino a las partes de Dalmanuta. 24 Y él, alzando los ojos dijo:
11 Y vinieron los Fariseos, y co- Veo los hombres como árboles
menzaron a altercar con él, pi- que andan.
diéndole señal del cielo, tentán- 25 Luego le puso otra vez las
dole. manos sobre sus ojos, y le hizo
12 Y él, gimiendo profundamen- que mirase; y quedó restituido, y
te en su espíritu, dice: ¿Por qué veía claramente a todos.
pide señal esta generación? De 26 Y le envió a su casa, diciendo:
cierto os digo, que no se dará No entres en la aldea, ni lo digas a
señal a esta generación. nadie en la aldea.
13 Y dejándoles, volvió a entrar a 27 Y salió Jesús y sus discípu-
la nave, y se fue al otro lado. los por las aldeas de Cesarea de
14 Y los discípulos se habían olvi- Filipo. Y en el camino pregun-
dado de tomar pan, y no tenían tó a sus discípulos, diciéndoles:
sino un pan consigo en la nave. ¿Quién dicen los hombres que yo
15 Y les mandó, diciendo: Mirad, soy?
guardaos de la levadura de los 28 Y ellos respondieron: Juan el
Fariseos, y de la levadura de He- Bautista; y otros, Elías; y otros:
rodes. uno de los profetas.
16 Y razonaban entre sí, dicien- 29 Entonces él les dice: ¿Y voso-
do: Es porque no tenemos pan. tros, quién decís que yo soy? Y
17 Y cuando Jesús lo entendió, respondiendo Pedro, le dice: TÚ
les dice: ¿Qué razonáis, porque ERES EL CRISTO.
no tenéis pan? ¿No consideráis, 30 Y mandóles con rigor que a
ni entendéis? ¿Aún tenéis endu- ninguno dijesen esto de él.
recido vuestro corazón? 31 Y comenzó a enseñarles, que
18 ¿Teniendo ojos no veis, y te- era menester que el Hijo del hom-
niendo oídos no oís? ¿Y no os bre padeciese mucho, y fuese
acordáis? desechado de los ancianos, y de
19 Cuando yo partí los cinco los príncipes de los sacerdotes, y
panes entre cinco mil, ¿cuántos de los escribas, y ser muerto, y
62
La transfiguración Marcos 9
resucitar después de tres días. lavador en la tierra los puede
32 Y claramente decía esta pala- blanquear.
bra. Entonces Pedro le tomó, y le 4 Y les apareció Elías con Moisés,
comenzó a reprender. que hablaban con Jesús.
33 Mas él, volviéndose, y miran- 5 Y Pedro respondiendo, dice
do a sus discípulos, reprendió a a Jesús: Maestro, bueno es que
Pedro, diciendo: ponte detrás de estemos aquí, y hagamos tres
mí, Satanás; porque no sabes las tabernáculos: uno para ti, y uno
cosas que son de Dios, sino las para Moisés, y uno para Elías.
que son de los hombres. 6 Porque no sabía lo que decía,
34 Y llamando a la multitud con que estaban espantados.
sus discípulos les dijo: Cualquie- 7 Y vino una nube que los asom-
ra que quisiere venir en pos de bró, y una voz de la nube que
mí, niéguese a sí mismo, y tome decía: Éste es mi Hijo amado: a
su cruz, y sígame. él oíd.
35 Porque el que quisiere salvar 8 Y repentinamente, cuando ha-
su vida, la perderá; y el que per- bían mirado al derredor, no vie-
diere su vida por causa de mí y ron más a nadie consigo, sino a
del evangelio, éste la salvará. Jesús solo.
36 Porque ¿qué aprovechará al 9 Y descendiendo ellos del monte,
hombre si ganare todo el mundo, y les mandó que a nadie dijesen
perdiere su alma? las cosas que habían visto, sino
37 ¿O qué recompensa dará el cuando el Hijo del hombre hu-
hombre por su alma? biese resucitado de los muertos.
38 Porque el que se avergonzare 10 Y ellos retuvieron la palabra en sí
de mí y de mis palabras en esta mismos, preguntando entre sí qué
generación adúltera y pecadora, sería aquello de resucitar de los
el Hijo del hombre también se muertos.
avergonzará de él, cuando venga 11 Y le preguntaron, diciendo:
en la gloria de su Padre con los ¿Qué es lo que los escribas dicen,
santos ángeles. que es menester que Elías venga
primero?
CAPÍTULO 9 12 Y respondiendo él, les dijo:
LES dijo: de cierto os digo, Elías a la verdad vendrá prime-
Y que hay algunos de los que
están de pie aquí, que no gusta-
ro, y restituirá todas las cosas;
y como está escrito del Hijo del
rán la muerte, hasta que hayan hombre: que padezca mucho, y
visto el reino de Dios que viene sea tenido en nada.
con poder. 13 Empero os digo que Elías es
2 Y seis días después tomó Jesús venido, y le hicieron todo lo que
a Pedro, y a Jacobo, y a Juan, y quisieron, como está escrito de
los sacó aparte solos a un monte él.
alto; y fue transfigurado delante 14 Y cuando vino a los discípulos,
de ellos. vio una grande multitud al derre-
3 Y sus vestidos fueron vueltos dor de ellos, y los escribas que
resplandecientes, muy blancos, disputaban con ellos.
como la nieve; tanto que ningún 15 E inmediatamente toda la
63
Marcos 9 El joven lunático
multitud, viéndole, se espantó, y mano, le enderezó, y se levantó.
corriendo a él, le saludaron. 28 Y cuando él se entró en casa,
16 Y preguntó a los escribas: sus discípulos le preguntaron
¿Qué disputáis con ellos? aparte: ¿Por qué nosotros no pu-
17 Y respondiendo uno de la mul- dimos echarle fuera?
titud, dijo: Maestro, traje mi hijo 29 Y les dijo: Este género con
a ti, que tiene un espíritu mudo, nada puede salir, sino con ora-
18 El cual, dondequiera que le ción y ayuno.
toma, le despedaza, y echa es- 30 Y salidos de allí, caminaron
pumarajos, y cruje los dientes, y por Galilea; y no quería que
se va secando; y dije a tus discí- nadie lo supiese.
pulos que le echasen fuera, y no 31 Porque enseñaba a sus dis-
pudieron. cípulos, y les decía: El Hijo del
19 Y respondiendo él, le dice: hombre es entregado en manos
¡Oh generación incrédula! ¿hasta de hombres, y le matarán; y des-
cuándo estaré con vosotros? pués de muerto, resucitará al ter-
¿hasta cuándo os tengo de sufrir? cer día.
Traédmelo a mí. 32 Mas ellos no entendían esta
20 Y se lo trajeron a él; y cuando palabra, y tenían miedo de pre-
le vio, inmediatamente el espíri- guntarle.
tu le despedazaba; y cayendo en 33 Y vino a Capernaum; y cuan-
tierra se revolcaba, echando es- do estuvo en casa, les preguntó:
pumarajos. ¿Qué disputabais entre vosotros en
21 Y preguntó a su padre: ¿Cuán- el camino?
to tiempo ha que le aconteció 34 Mas ellos callaron; porque los
esto? Y él dijo: Desde niño: unos con los otros habían dispu-
22 Y muchas veces le echa en el tado en el camino, quién había de ser
fuego, y en aguas, para destruir- el mayor.
le; mas, si puedes algo, ayúdanos, 35 Entonces sentándose, llamó
teniendo compasión de nosotros. a los doce, y les dice: Si alguno
23 Y Jesús le dijo: Si puedes quiere ser el primero, será el pos-
creer, al que cree todo es posible. trero de todos, y el servidor de
24 E inmediatamente el padre todos.
del muchacho, clamando con 36 Y tomando a un niño, púso-
lágrimas dijo: Señor, yo creo: lo en medio de ellos; y tomán-
ayuda mi incredulidad. dole en sus brazos, les dice:
25 Y cuando Jesús vio que la 37 El que recibiere en mi nombre
multitud concurría, reprendió al uno de los tales niños, a mí reci-
espíritu inmundo, diciéndole: Es- be; y el que a mí recibe, no me
píritu mudo y sordo, yo te mando, recibe a mí, sino al que me envió.
sal de él, y no entres más en él. 38 Y le respondió Juan, diciendo:
26 Entonces el espíritu clamando, Maestro, hemos visto a uno, que
y despedazándole mucho, salió; en tu nombre echaba fuera los
y él quedó como muerto, de ma- demonios, el cual no nos sigue; y
nera que muchos decían: Muerto se lo prohibimos, porque no nos
está. sigue.
27 Mas Jesús tomándole de la 39 Y Jesús le dijo: No se lo pro-
64
Sobre el escándalo Marcos 10
hibáis; porque ninguno hay que CAPÍTULO 10
haga milagro en mi nombre que
ligeramente pueda decir mal de Y LEVANTÁNDOSE de
vino a los términos de Judea
allí,

mí. por la otra parte del Jordán; y


40 Porque el que no es contra no- volvió la multitud a juntarse a él;
sotros, por nosotros es. y volviólos a enseñar como acos-
41 Porque cualquiera que os tumbraba.
diere una copa de agua en mi 2 Y llegándose los Fariseos, le
nombre, porque sois de Cristo, preguntaron, ¿Es lícito al marido
de cierto os digo, que no perderá repudiar a su esposa? Tentándole.
su galardón. 3 Mas él respondiendo, les dijo:
42 Y cualquiera que escandaliza- ¿Qué os mandó Moisés?
re a uno de estos pequeñitos que 4 Y ellos dijeron: Moisés permi-
creen en mí, mejor le sería que le tió escribir carta de divorcio, y
fuere puesta al cuello una piedra repudiarla.
de molino, y que fuese echado en 5 Y respondiendo Jesús, les dijo:
el mar. Por la dureza de vuestro corazón
43 Y si tu mano te escandaliza- os escribió este mandamiento.
re, córtala: mejor te es entrar en 6 Pero desde el principio de la
la vida manco, que teniendo dos creación, varón y hembra los
manos ir al infierno, al fuego que hizo Dios.
no puede ser apagado: 7 Por esto dejará el hombre a su
44 Donde su gusano no muere, y padre y a su madre, y se juntará a
su fuego nunca se apaga. su esposa.
45 Y si tu pie te escandalizare, 8 Y los dos serán hechos una
córtale: mejor te es entrar en carne: así que no son más dos,
la vida cojo, que teniendo dos sino una carne.
pies ser echado en el infierno, al 9 Pues lo que Dios juntó, no lo
fuego que no puede ser apagado; aparte el hombre.
46 Donde el gusano de ellos 10 Y en casa volvieron los discí-
no muere, y su fuego nunca se pulos a preguntarle de lo mismo.
apaga. 11 Y les dice: Cualquiera que re-
47 Y si tu ojo te escandalizare, pudiare a su esposa, y se casare
sácalo: mejor te es entrar en el con otra, comete adulterio con-
reino de Dios con un ojo, que tra ella:
teniendo dos ojos ser echado al 12 Y si la mujer repudiare a su
fuego del infierno: marido, y se casare con otro, ella
48 Donde el gusano de ellos no comete adulterio.
muere, y el fuego nunca se apaga. 13 Y le traían niños para que los
49 Porque todos serán salados tocase; y los discípulos repren-
con fuego, y todo sacrificio será dían a los que los traían.
salado con sal. 14 Mas cuando Jesús lo vio se in-
50 Buena es la sal; mas si la sal dignó, y les dijo: Dejad venir a
perdiere su sabor, ¿con qué la mí los niños, y no se los vedéis; por-
sazonaréis? Tened en vosotros que de los tales es el reino de Dios.
mismos sal; y tened paz los unos 15 De cierto os digo, que el que
con los otros. no recibiere el reino de Dios
65
Marcos 10 El joven rico
como un niño, en ninguna mane- 27 Y Jesús mirándolos, dice:
ra entrará en él. Para los hombres es imposible;
16 Y tomándolos en los brazos, mas para Dios, no: porque todas
poniendo las manos sobre ellos, las cosas son posibles para Dios.
los bendecía. 28 Entonces Pedro comenzó a
17 Y cuando fue salido al camino, decirle: He aquí, nosotros hemos
llegóse uno corriendo, y arrodi- dejado todas las cosas, y te
llándose delante de él, le pregun- hemos seguido.
tó: Maestro bueno, ¿Qué haré 29 Y respondiendo Jesús, dijo:
para heredar la vida eterna? De cierto os digo, que ninguno
18 Y Jesús le dijo: ¿Porqué me lla- hay que haya dejado casa, o her-
mas bueno? Ninguno hay bueno, manos, o hermanas, o padre, o
sino sólo uno, que es Dios. madre, o esposa, o hijos, o tierras,
19 Sabes los mandamientos: No por causa de mí y del evangelio,
adulteres, No mates, No hurtes, 30 Que no reciba cien tantos
No digas falso testimonio, No de- ahora en este tiempo, casas, y
fraudes, Honra a tu padre y a tu hermanos, y hermanas, y madres,
madre. e hijos, y tierras, con persecu-
20 Y él respondiendo, le dijo: ciones; y en el mundo venidero,
Maestro, todo esto he guardado vida eterna.
desde mi mocedad. 31 Empero muchos primeros
21 Entonces Jesús mirándole, le serán postreros, y postreros pri-
amó, y le dijo: Una cosa te falta: meros.
ve, todo lo que tienes vende, y da 32 Y estaban en el camino su-
a los pobres, y tendrás tesoro en biendo a Jerusalem; y Jesús iba
el cielo; y ven, toma tu cruz, y delante de ellos, y se espanta-
sígueme. ban, y le seguían con miedo. Y
22 Mas él, entristecido por esta volviendo a tomar a los doce, les
palabra, se fue triste, porque comenzó a decir las cosas que le
tenía muchas posesiones. habían de acontecer:
23 Entonces Jesús, mirando al 33 He aquí, subimos a Jeru-
derredor, dice a sus discípulos: salem, y el Hijo del hombre será
¡Cuán difícilmente entrarán en entregado a los príncipes de los
el reino de Dios los que tienen sacerdotes, y a los escribas, y le
riquezas! condenarán a muerte, y le entre-
24 Y los discípulos se espanta- garán a los Gentiles;
ron de sus palabras. Mas Jesús 34 Y le escarnecerán, y le azota-
respondiendo otra vez, les dice: rán, y escupirán en él, y le mata-
¡Hijos, cuán difícil es entrar en el rán; mas al tercer día resucitará.
reino de Dios los que confían en 35 Entonces Jacobo y Juan, hijos
las riquezas! de Zebedeo, se llegan a él, di-
25 Más fácil es pasar un camello ciendo: Maestro, querríamos
por el ojo de una aguja, que el que nos hagas lo que pidiéremos.
rico entrar en el reino de Dios. 36 Y él les dijo: ¿Qué queréis que os
26 Y ellos estaban sobre manera haga?
atónitos, diciendo dentro de sí: 37 Y ellos le dijeron: Danos que
¿Y quién puede ser salvo? en tu gloria nos sentemos el uno
66
Petición de Jacobo y Juan Marcos 11
a tu diestra, y el otro a tu siniestra. 49 Y Jesús se paró, y mandó que
38 Mas Jesús les dijo: No sabéis fuese llamado. Y llaman al ciego,
lo que pedís. ¿Podéis beber la diciéndole: Ten confianza: le-
copa que yo bebo, y ser bautiza- vántate, que te llama.
dos con el bautismo en que yo 50 El entonces echando a un lado
soy bautizado? su capa, se levantó, y vino a Jesús.
39 Y ellos le dijeron: Podemos. Y 51 Y respondiendo Jesús, le dice:
Jesús les dijo: A la verdad la copa ¿Qué quieres que te haga? El ciego
que yo bebo, beberéis; y con el le dijo: Señor, que reciba la vista.
bautismo en que yo soy bautiza- 52 Y Jesús le dijo: Ve; tu fe te ha
do, seréis bautizados; sanado. E inmediatamente reci-
40 Mas sentaros a mi diestra, y a bió su vista, y seguía a Jesús en
mi siniestra, no es mío darlo, el camino.
sino a los que está aparejado.
41 Y cuando lo oyeron los diez, CAPÍTULO 11
comenzaron a indignarse de Ja- CUANDO llegaron cerca de
cobo y de Juan.

42 Mas Jesús llamándolos, les


Y Jerusalem, a Betfagé, y a Be-

tania, al monte de las Olivas, él


dice: Sabéis que los que se ven envía dos de sus discípulos,
ser príncipes sobre los Gentiles, 2 Y les dice: Id a la aldea que está
se enseñorean sobre ellos; y los delante de vosotros, y tan pronto
que entre ellos son grandes, tie- que entréis en ella, hallaréis un
nen autoridad sobre ellos. pollino atado, sobre el cual nin-
43 Mas no será así entre vosotros, gún hombre se ha sentado; desa-
antes cualquiera que quisiere ha- tadle, y traedle.
cerse grande entre vosotros, será 3 Y si alguien os dijere: ¿Por qué
vuestro servidor: hacéis eso? Decid que el Señor lo ha
44 Y cualquiera de vosotros que menester; e inmediatamente lo
quisiere hacerse el primero, será enviará acá.
siervo de todos. 4 Y fueron, y hallaron el pollino
45 Porque el Hijo del hombre atado a la puerta fuera, entre dos
tampoco vino para ser servi- caminos; y le desatan.
do, sino para servir, y dar su 5 Y ciertos de los que estaban de
vida en rescate por muchos. pie allí, les dijeron: ¿Qué hacéis
46 Y vienen a Jericó: y saliendo desatando el pollino?
él de Jericó, con sus discípulos y 6 Ellos entonces les dijeron como
una gran multitud, Bartimeo el Jesús había mandado; y los deja-
ciego, hijo de Timeo, estaba sen- ron.
tado junto al camino mendigando. 7 Y trajeron el pollino a Jesús, y
47 Y cuando oyó que era Jesús echaron sobre él sus vestidos, y él
de Nazaret, comenzó a dar voces, y se sentó sobre él.
decir: Jesús, Hijo de David, ten 8 Y muchos tendían sus vestidos en
misericordia de mí. el camino, y otros cortaban
48 Y muchos le reprendían, para ramas de los árboles, y las ten-
que callase; mas él daba mayores dían en el camino.
voces: Hijo de David, ten miseri- 9 Y los que iban delante, y los
cordia de mí. que seguían detrás, daban voces,
67
Marcos 11 La entrada triunfal
diciendo: ¡Hosanna! Bendito el ron que la higuera se había seca-
que viene en el nombre del Señor. do desde las raíces.
10 Bendito sea el reino de nues- 21 Entonces Pedro acordándose,
tro padre David, que viene en el le dice: Maestro, he aquí, la hi-
nombre del Señor: ¡Hosanna en guera que maldijiste se ha secado.
las alturas! 22 Y respondiendo Jesús, les
11 Y entró Jesús en Jerusalem, y dice: Tened fe en Dios.
en el templo; y habiendo mira- 23 Porque de cierto os digo que
do al derredor todas las cosas, y cualquiera que dijere a este
siendo ya tarde, se salió a Beta- monte: Quítate, y échate en el
nia con los doce. mar, y no dudare en su corazón,
12 Y el día siguiente, cuando sa- mas creyere que será hecho lo que
lieron de Betania, tuvo hambre. dice, lo que dijere le será hecho.
13 Y viendo de lejos una higue- 24 Por tanto os digo, que todo lo
ra, que tenía hojas, vino a ver que orando pidiereis, creed que lo
si quizá hallaría en ella algo, y recibiréis, y lo tendréis.
cuando vino a ella, nada halló 25 Y cuando estuviereis de pie
sino hojas; porque aún no era orando, perdonad, si tenéis algo
tiempo de higos. contra alguno, para que vuestro
14 Y Jesús respondiendo, dijo Padre que está en el cielo, os per-
a la higuera: Nunca más nadie done a vosotros vuestras ofensas.
coma de ti fruto por siempre. Y 26 Porque si vosotros no perdo-
lo oyeron sus discípulos. nareis, tampoco vuestro Padre
15 Vienen pues a Jerusalem; y que está en el cielo os perdonará
entrando Jesús en el templo, vuestras ofensas.
comenzó a echar fuera a los 27 Y vienen otra vez a Jeru-
que vendían y compraban en el salem; y andando él por el tem-
templo; y trastornó las mesas plo, vienen a él los príncipes de
de los cambiadores de dinero, los sacerdotes, y los escribas, y
y las sillas de los que vendían los ancianos.
palomas; 28 Y le dicen: ¿Con qué autori-
16 Y no consentía que nadie lle- dad haces estas cosas? ¿Y quién te
vase cualquier vaso por el templo. ha dado esta autoridad para
17 Y enseñaba, diciéndoles: ¿No hacer estas cosas?
está escrito, que mi casa, casa de 29 Y Jesús, respondiendo, les
oración será llamada de todas las dijo: Yo os preguntaré también
naciones? mas vosotros la habéis una palabra, y respondedme, y
hecho cueva de ladrones. os diré con que autoridad hago
18 Y oyéronlo los escribas y los estas cosas:
príncipes de los sacerdotes, y 30 El bautismo de Juan, ¿era del
procuraban cómo le destruirían; cielo, o de los hombres? Respon-
porque le tenían miedo, por dedme.
cuanto toda la multitud estaba 31 Y ellos razonaban dentro de sí,
atónita por su doctrina. diciendo: Si dijéremos, del cielo,
19 Mas cuando fue tarde, él salió dirá: ¿Por qué pues, no le creísteis?
de la ciudad. 32 Pero si dijéremos, de los hom-
20 Y pasando por la mañana, vie- bres, tememos al pueblo; porque
68
Los labradores malvados Marcos 12
todos tenían de Juan, que verda- esto, y es cosa maravillosa en
deramente era profeta. nuestros ojos?
33 Y respondiendo, dicen a 12 Y procuraban prenderle; mas
Jesús: No sabemos. Y respon- temían a la multitud, porque en-
diendo Jesús, les dice: Tampo- tendían que decía contra ellos
co yo os diré con que autoridad aquella parábola; y dejándole, se
hago estas cosas. fueron.
13 Y envían a él ciertos de los Fa-
CAPÍTULO 12 riseos y de los Herodianos, para
COMENZÓ a hablarles por que le tomasen en alguna palabra.
Y parábolas: Plantó cierto hom-
bre una viña, y la cercó con va-
14 Y venidos ellos, le dicen:

Maestro, sabemos que eres ver-


llado, y cavó un lagar, y edificó dadero, y no te cuidas de nadie;
una torre, y la arrendó a labrado- porque no miras a la apariencia
res, y se partió lejos. de hombres, antes en verdad en-
2 Y al tiempo envió un siervo a señas el camino de Dios: ¿Es líci-
los labradores, para que recibie- to dar tributo a César, o no?
se de los labradores del fruto de 15 ¿Daremos, o no daremos? Mas
la viña. él, como entendía la hipocresía de
3 Mas ellos, tomándole, le hirie- ellos, les dijo: ¿Por qué me
ron, y le enviaron vacío. tentáis? Traedme un denario
4 Y volvió a enviarles otro siervo; para que la vea.
mas ellos apedreándole, le hirie- 16 Y ellos se la trajeron. Y les dice:
ron en la cabeza, y volvieron a ¿Cúya es esta imagen, y esta ins-
enviarle afrentado. cripción? Y ellos le dijeron: De
5 Y volvió a enviar otro, y a aquél César.
mataron; y a otros muchos, hi- 17 Y respondiendo Jesús, les dijo:
riendo a unos y matando a otros. Dad lo que es de César, a César; y lo
6 Teniendo, pues, aún un hijo que es de Dios, a Dios. Y se ma-
suyo muy amado, le envió tam- ravillaron de él.
bién a ellos el postrero, diciendo: 18 Entonces vienen a él los Sa-
Porque tendrán en reverencia a duceos, que dicen que no hay
mi hijo. resurrección, y le preguntaron,
7 Mas aquellos labradores dije- diciendo:
ron entre sí: Este es el heredero; 19 Maestro, Moisés nos escribió,
venid, matémosle, y la heredad que si el hermano de alguno mu-
será nuestra. riese, y dejase esposa, y no deja-
8 Y tomándole, le mataron, y se hijos, que su hermano tome su
echaron fuera de la viña. esposa, y levante simiente a su
9 ¿Qué, pues, hará el señor de la hermano.
viña? Vendrá, y destruirá a estos 20 Fueron pues siete hermanos; y
labradores, y dará su viña a otros. el primero tomó esposa; y mu-
10 ¿Ni aun esta Escritura habéis riendo, no dejó simiente.
leído: La piedra que desecharon 21 Y la tomó el segundo, y murió,
los edificadores, ésta es puesta y ni aquel tampoco dejó simiente;
por cabeza del ángulo: y el tercero, de la misma manera.
11 Por el Señor ha sido hecho 22 Y la tomaron los siete; y tam-
69
Marcos 12 El primer mandamiento
poco dejaron simiente: a la pos- de toda el alma, y de todas las
tre murió también la mujer. fuerzas, y amar al prójimo como a
23 En la resurrección, pues, sí mismo, más es que todos los
cuando resucitaren, ¿esposa de holocaustos y sacrificios.
cuál de ellos será? porque los 34 Y Jesús, cuando vio que res-
siete la tuvieron por esposa. pondió sabiamente, le dijo: No
24 Entonces respondiendo Jesús, estás lejos del reino de Dios. Y ya
les dice: ¿No erráis por eso, por- ninguno osaba preguntarle.
que no sabéis las Escrituras, ni el 35 Y respondiendo Jesús decía,
poder de Dios? enseñando en el templo: ¿Cómo
25 Porque cuando resucitarán de dicen los escribas que el Cristo es
los muertos, no se casan, ni se dan hijo de David?
en matrimonio; mas son como los 36 Porque David mismo dijo por el
ángeles que están en el cielo. Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi
26 Y de los muertos que hayan Señor: Asiéntate a mi diestra,
de resucitar, ¿no habéis leído en hasta que ponga tus enemigos
el libro de Moisés, como le habló por estrado de tus pies.
Dios en el zarzal, diciendo: Yo 37 Pues David mismo le llama Señor,
soy el Dios de Abraham, y el Dios ¿de dónde pues es su hijo? Y el pue-
de Isaac, y el Dios de Jacob? blo común le oía de buena gana.
27 El no es el Dios de los muer- 38 Y les decía en su doctrina: Guar-
tos, sino el Dios de los vivos: así daos de los escribas, que quieren
que vosotros erráis mucho. andar con ropas largas, y aman
28 Y llegándose uno de los escri- las salutaciones en las plazas,
bas, que los había oído disputar, 39 Y las primeras sillas en las si-
y sabía que les había respondido nagogas, y los primeros asientos en
bien, le preguntó: ¿Cuál es el pri- las cenas:
mer mandamiento de todos? 40 Que devoran las casas de las
29 Y Jesús le respondió: El pri- viudas, y por pretexto hacen lar-
mer mandamiento de todos es: gas oraciones. Estos recibirán
Oye, Oh Israel, el Señor nuestro mayor condenación.
Dios, el Señor uno es. 41 Y estando sentado Jesús de-
30 Y amarás al Señor tu Dios de lante del arca de las ofrendas,
todo tu corazón, y de toda tu alma, miraba como el pueblo echaba
y de toda tu mente, y de todas tus dinero en el arca; y muchos ricos
fuerzas; éste es el primer manda- echaban mucho.
miento. 42 Y vino cierta viuda pobre, y echó
31 Y el segundo es semejante a dos blancas que es un cuadrante.
éste: Amarás a tu prójimo como a 43 Entonces llamando a sus dis-
ti mismo. No hay otro manda- cípulos, les dice: De cierto os
miento mayor que éstos. digo, que esta viuda pobre echó
32 Entonces el escriba le dijo: más que todos los que han echa-
Bien, Maestro, verdad has dicho, do en el arca;
que uno es Dios, y no hay otro 44 Porque todos ellos han echa-
fuera de él; do de lo que les sobra; mas ésta de
33 Y que amarle de todo cora- su pobreza echó todo lo que tenía,
zón, y de todo entendimiento, y todo su sustento.
70
El sermón profético Marcos 13

Y CAPÍTULO 13
SALIENDO del templo le dice
uno de sus discípulos: Maestro,
habláis, sino el Espíritu Santo.
12 Y entregará a la muerte el her-
mano al hermano, y el padre al
mira que piedras, y que edificios. hijo; y se levantarán los hijos con-
2 Y Jesús respondiendo, le dijo: tra los padres, y los harán morir.
¿Ves estos grandes edificios? no 13 Y seréis aborrecidos de todos
quedará piedra sobre piedra que por mi nombre; mas el que perse-
no sea derribada. verare hasta el fin, éste será salvo.
3 Y estando sentado en el monte 14 Empero cuando viereis la abo-
de las Olivas delante del templo, minación de desolación, de que
le preguntaron aparte Pedro, y habló el profeta Daniel, estando
Jacobo, y Juan, y Andrés: de pie donde no debe, (el que lee,
4 Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? entienda,) entonces los que estuvie-
¿y qué señal habrá cuando todas las ren en Judea huyan a los montes;
cosas han de ser cumplidas? 15 Y el que estuviere sobre el te-
5 Y Jesús respondiéndoles, co- rrado, no descienda a la casa, ni
menzó a decir: Mirad que nadie entre para tomar algo de su casa;
os engañe: 16 Y el que estuviere en el campo,
6 Porque vendrán muchos en mi no torne atrás a tomar su capa.
nombre, diciendo: Yo soy el Cris- 17 Mas ¡ay de las preñadas, y de las
to; y engañarán a muchos. que amamanten en aquellos días!
7 Mas cuando oyereis de guerras, 18 Orad pues que no acontezca
y de rumores de guerras, no os vuestra huida en invierno.
turbéis; porque es menester que 19 Porque en aquellos días habrá
suceda así; mas aún no será el fin. aflicción, cual nunca fue desde el
8 Porque nación se levantará príncipio de la creación que creó
contra nación, y reino contra Dios, hasta este tiempo, ni habrá
reino; y habrá terremotos en di- jamás.
versos lugares, y habrá hambres, 20 Y si el Señor no hubiese
y alborotos: principios de dolo- acortado aquellos días, ninguna
res serán estos. carne sería salva; mas por causa de
9 Mas vosotros, mirad por vo- los escogidos, que él escogió,
sotros; porque os entregarán a acortó aquellos días.
los concilios; y en las sinagogas 21 Y entonces si alguno os dijere:
seréis azotados; y delante de go- He aquí, aquí está Cristo; o, He
bernadores y de reyes seréis lle- aquí, allí está, no le creáis;
vados por causa de mí, por testi- 22 Porque se levantarán falsos
monio contra ellos. Cristos y falsos profetas; y darán
10 Y es menester que el evange- señales y prodigios, para enga-
lio sea publicado primero a todas ñar, si fuese posible, aun a los
las naciones. escogidos.
11 Y cuando os llevaren entre- 23 Mas vosotros mirad: he aquí, os
gándoos, no premeditéis que lo he dicho antes todas las cosas.
habéis de decir, ni lo penséis; 24 Empero en aquellos días, des-
mas lo que os fuere dado en pués de aquella tribulación, el
aquella hora, eso hablad; por- sol se oscurecerá, y la luna no
que no sois vosotros los que dará su luz.
71
Marcos 14 La cena en Betania
25 Y las estrellas del cielo caerán, los sacerdotes y los escribas bus-
y los poderes que están en el cielo caban como le prenderían por
serán conmovidos. engaño, y le matarían.
26 Y entonces verán al Hijo del 2 Mas decían: No en el día de la
hombre, que vendrá en las nubes fiesta, porque no se haga alboro-
con grande poder y gloria. to del pueblo.
27 Y entonces enviará sus ánge- 3 Y estando él en Betania en casa
les, y juntará sus escogidos de los de Simón el leproso, y sentado a
cuatro vientos, desde el un cabo la mesa, vino una mujer tenien-
de la tierra hasta el cabo del cielo. do un vaso de alabastro de un-
28 De la higuera aprended la güento de nardo puro de mucho
parábola: Cuando su rama ya se precio, quebrando el alabastro, se
hace tierna, y brota hojas, sabéis lo derramó sobre su cabeza.
que el verano está cerca. 4 Y hubo algunos que se indigna-
29 Así también vosotros, cuando ron dentro de sí, y dijeron: ¿Para
viereis hacerse estas cosas, cono- qué se ha hecho este desperdicio de
ced que está cerca a las puertas. ungüento?
30 De cierto os digo, que no pa- 5 Porque podía esto ser vendido
sará esta generación, sin que por más de trescientos denarios, y
todas estas cosas sean hechas. darse a los pobres. Y murmura-
31 El cielo y la tierra pasarán, mas ban contra ella.
mis palabras nunca jamás pasarán. 6 Mas Jesús dijo: Dejadla ¿Por
32 Empero de aquel día, y de qué la molestáis? buena obra me ha
aquella hora, nadie sabe; ni aun hecho.
los ángeles que están en el cielo, 7 Porque siempre tenéis los po-
ni el Hijo, sino el Padre. bres con vosotros, y cuando qui-
33 Mirad, velad, y orad; porque siereis, les podéis hacer bien;
no sabéis cuando el tiempo es. mas a mí no siempre me tenéis.
34 Porque el Hijo del hombre es 8 Esta, lo que pudo hizo; se ha
como el hombre que partiéndo- anticipado para ungir mi cuerpo
se lejos, dejó su casa, y dio a sus para la sepultura.
siervos su autoridad, y a cada 9 De cierto os digo, que donde
uno su obra, y al portero mandó quiera que fuere predicado este
que velase. evangelio en todo el mundo,
35 Velad pues, porque no sabéis también esto que ha hecho ésta,
cuando el señor de la casa vendrá; será dicho para memoria de ella.
a la tarde, o a la media noche, o 10 Y Judas Iscariote, uno de los
al canto del gallo, o a la mañana: doce, fue a los príncipes de los
36 Para que cuando viniere de sacerdotes, para entregársele.
repente, no os halle durmiendo. 11 Y ellos oyéndolo se gozaron, y
37 Y lo que a vosotros digo, a prometieron que le darían dine-
todos digo: Velad. ro. Y buscaba oportunidad como le
entregaría.
CAPÍTULO 14 12 Y el primer día de los panes
DOS días después era la fiesta sin levadura, cuando sacrifica-
Y de la pascua, y de los panes

sin levadura: y los príncipes de


ban la pascua, sus discípulos le
dicen: ¿Dónde quieres que vaya-
72
La última pascua Marcos 14
mos a prepararte para que comas 25 De cierto os digo, que no be-
la pascua? beré más del fruto de la vid hasta
13 Y envía dos de sus discípulos, aquel día, cuando lo beberé
y les dice: Id a la ciudad, y os en- nuevo en el reino de Dios.
contrará un hombre que lleva un 26 Y cuando hubieron cantado
cántaro de agua, seguidle; un himno, se salieron al monte
14 Y donde entrare, decid al de las Olivas.
padre de la familia: El Maestro 27 Jesús entonces les dice: Todos
dice: ¿Dónde está el aposento seréis escandalizados en mí esta
donde tengo de comer la pascua noche, porque escrito está: Heri-
con mis discípulos? ré al pastor, y serán dispersas las
15 Y él os mostrará un gran ce- ovejas.
nadero alto aparejado, aderezad 28 Mas después que haya resu-
para nosotros allí. citado, iré delante de vosotros a
16 Y fueron sus discípulos, y vi- Galilea.
nieron a la ciudad, y hallaron 29 Entonces Pedro le dijo: Aun-
como les había dicho, y adereza- que todos sean escandalizados,
ron la pascua. mas no yo.
17 Y llegada la tarde, viene con 30 Y le dice Jesús: De cierto te
los doce. digo, que hoy, en esta noche,
18 Y estando ellos sentados co- antes que el gallo haya cantado
miendo, Jesús dijo: De cierto os dos veces, me negarás tres veces.
digo, que uno de vosotros, que 31 Mas él con más vehemen-
come conmigo, me ha de entregar. cia decía: Si me fuere menes-
19 Entonces ellos comenzaron ter morir contigo, no te negaré.
a entristecerse, y a decirle cada También todos decían lo mismo.
uno por sí: ¿Seré yo? y el otro: 32 Y vienen al lugar que se llama
¿Seré yo? Getsemaní, y dice a sus discípulos:
20 Y él respondiendo, les dijo: Es Sentaos aquí, entre tanto que oro.
uno de los doce, que moja con- 33 Y toma consigo a Pedro y a
migo en el plato. Jacobo, y a Juan, y comenzó a
21 A la verdad el Hijo del hombre entristecerse, y a angustiarse en
va, como está de él escrito; mas gran manera.
¡ay de aquel hombre por quien 34 Y les dice: Del todo está triste
el Hijo del hombre es entregado! mi alma hasta la muerte: esperad
Bueno le fuera, si no hubiera na- aquí, y velad.
cido el tal hombre. 35 Y yéndose un poco adelante,
22 Y estando ellos comiendo, se postró en tierra, y oró, que si
tomó Jesús pan, y bendiciendo, fuese posible, pasase de él aque-
lo partió y les dio, y dijo: Tomad, lla hora;
comed, esto es mi cuerpo. 36 Y dijo: Abba, Padre, todas las
23 Y tomando la copa, habiendo cosas son a ti posibles: aparta de
dado gracias, les dio; y bebieron mí esta copa; empero no lo que
de ella todos. yo quiero, sino lo que tú quieres.
24 Y les dijo: Esto es mi sangre 37 Y vino, y los halló durmiendo;
del nuevo testamento, que por y dice a Pedro: ¿Simón, duermes?
muchos es derramada. ¿No has podido velar una hora?
73
Marcos 14 Jesús en Getsemaní
38 Velad, y orad, para que no en- cuerpo desnudo, y los mancebos le
tréis en tentación: el espíritu a la prendieron.
verdad está presto, mas la carne 52 Mas él, dejando la sábana, se
débil. huyó de ellos desnudo.
39 Y volviéndose a ir, oró, y dijo 53 Y trajeron a Jesús al sumo sa-
las mismas palabras. cerdote; y se juntaron a él todos los
40 Y cuando volvió, los halló príncipes de los sacerdotes, y los
otra vez durmiendo; porque los ancianos, y los escribas.
ojos de ellos estaban cargados, 54 Pedro empero le siguió de
y no sabían qué responderle. lejos hasta dentro del palacio del
41 Y vino la tercera vez, y les sumo sacerdote; y estaba senta-
dice: Dormid ya, y descansad. do con los siervos, y calentándo-
Basta, la hora es venida; he aquí, se al fuego.
el Hijo del hombre es entregado 55 Y los príncipes de los sacerdotes,
en manos de pecadores. y todo el concilio, buscaban testi-
42 Levantaos, vamos: he aquí, el monio contra Jesús, para entregar-
que me entrega se acerca. le a la muerte; mas no hallaban.
43 Y de repente, aún hablando él, 56 Porque muchos decían falso
vino Judas, que era uno de los testimonio contra él; mas sus tes-
doce, y con él gran multitud con timonios no concertaban.
espadas y palos, de parte de los 57 Entonces levantándose cier-
príncipes de los sacerdotes, y de tos, dieron falso testimonio con-
los escribas, y de los ancianos. tra él, diciendo:
44 Y el que le entregaba les había 58 Nosotros le hemos oído decir:
dado una señal, diciendo: Al que Yo destruiré este templo, que es
yo besare, aquél es: prendedle, y hecho de manos, y en tres días
llevadle seguramente. edificaré otro hecho sin manos.
45 Y cuando vino, se llegó inme- 59 Mas ni aun así se concertaba el
diatamente a él, y dice: Maestro, testimonio de ellos.
Maestro. Y le besó. 60 El sumo sacerdote entonces,
46 Entonces ellos echaron en él levantándose en medio, pregun-
sus manos, y le prendieron. tó a Jesús, diciendo: ¿No respon-
47 Y uno de los que estaban de des nada? ¿Qué atestiguan éstos
pie allí, sacando la espada, hirió contra ti?
al siervo del sumo sacerdote, y le 61 Mas él callaba, y nada respon-
cortó la oreja. dió. El sumo sacerdote le volvió a
48 Y respondiendo Jesús, les dijo: preguntar, y le dice: ¿Eres tú el
¿Cómo a ladrón, habéis salido con Cristo, el Hijo del Bendito?
espadas y con palos a tomarme? 62 Y Jesús le dijo: Yo soy; y ve-
49 Cada día estaba con vosotros réis al Hijo del hombre asentado a
enseñando en el templo, y no me la diestra de poder, y viniendo en
prendisteis. Mas es así para que se las nubes del cielo.
cumplan las Escrituras. 63 Entonces el sumo sacerdo-
50 Entonces dejándole todos, hu- te, rompiendo sus vestidos, dijo:
yeron. ¿Qué necesidad tenemos más de
51 Y un cierto mancebo le seguía, testigos?
cubierto de una sábana sobre su 64 Oído habéis la blasfemia: ¿Qué
74
Jesús ante Pilato Marcos 15
os parece? Y ellos todos le con- los sacerdotes de muchas cosas:
denaron ser culpado de muerte. mas él no respondió nada.
65 Y algunos comenzaron a es- 4 Y le preguntó otra vez Pilato,
cupir en él, y a cubrir su rostro, y diciendo: ¿No respondes nada?
a darle bofetadas, y decirle: Pro- Mira de cuántas cosas atestiguan
fetiza. Y los siervos le herían de contra ti.
bofetadas. 5 Mas Jesús ni aun con eso res-
66 Y estando Pedro abajo en el pondió; de manera que Pilato se
palacio, vino una de las criadas maravillaba.
del sumo sacerdote; 6 Empero en el día de la fiesta les
67 Y cuando vio a Pedro que se soltaba un preso, cualquiera que
calentaba, mirándole, dice: Y tú, pidiesen.
con Jesús de Nazaret estabas. 7 Y había uno que se llamaba Ba-
68 Mas él negó, diciendo: No le rrabás, el cual estaba preso con
conozco, no sé, ni entiendo lo los sediciosos, que habían come-
que tú dices. Y se salió fuera a la tido homicidio en una sedición.
entrada, y cantó el gallo. 8 Y la multitud, dando voces, co-
69 Y la criada viéndole otra vez, menzó a pedir que les hiciese como
comenzó a decir a los que estaban siempre les había hecho.
de pie allí: Este es uno de ellos. 9 Mas Pilato les respondió, di-
70 Mas él negó otra vez. Y poco ciendo: ¿Queréis que os suelte al
después otra vez los que esta- Rey de los Judíos?
ban de pie allí, dijeron a Pedro: 10 Porque él sabía que por envi-
Verdaderamente tú eres de ellos; dia le habían entregado los prín-
porque eres Galileo, y tu habla es cipes de los sacerdotes.
semejante. 11 Mas los principes de los sa-
71 Y él comenzó a maldecir y a cerdotes incitaron a la multitud,
jurar, diciendo: No conozco a ese que les soltase antes a Barrabás.
hombre de que habláis. 12 Y respondiendo Pilato, les
72 Y el gallo cantó la segunda vez; y dice otra vez: ¿Qué pues queréis
Pedro se acordó de la palabra que haga del que llamáis Rey de
que Jesús le había dicho: Antes los Judíos?
que el gallo cante dos veces, me 13 Y ellos volvieron a dar voces:
negarás tres veces; y pensando Crucifícale.
en esto comenzó a llorar. 14 Mas Pilato les decía: ¿Pues,
qué mal ha hecho? Y ellos daban
CAPÍTULO 15 mayores voces: Crucifícale.
INMEDIATAMENTE por la 15 Y Pilato, queriendo contentar
E mañana, habiendo hecho
consejo los sumos sacerdotes
al pueblo, les soltó a Barrabás, y
entregó a Jesús, después de azo-
con los ancianos, y los escribas, y tarle, para que fuese crucificado.
todo el concilio, llevaron a Jesús 16 Entonces los soldados le lle-
atado, y le entregaron a Pilato. varon dentro de la sala, que es
2 Y le preguntó Pilato: ¿Eres tú el el Pretorio; y convocaron toda la
Rey de los Judíos? Y respondien- cohorte,
do él, le dijo: Tú lo dices. 17 Y le visten de púrpura, y le ponen
3 Y le acusaban los príncipes de una corona tejida de espinas;
75
Marcos 15 Muerte y sepultura de Jesús
18 Y comenzaron a saludarle: los que estaban crucificados con él
¡Salve, Rey de los Judíos! le denostaban.
19 Y le herían su cabeza con una 33 Y cuando vino la hora de
caña, y escupían en él, e hincan- sexta, fueron hechas tinieblas
do las rodillas, le adoraban. sobre toda la tierra, hasta la hora
20 Y cuando le hubieron escarne- novena.
cido, le desnudaron de la púrpu- 34 Y a la hora novena, exclamó
ra, y le vistieron sus propios ves- Jesús a gran voz, diciendo: Eloi,
tidos; y le sacan para crucificarle. Eloi, ¿lama sabactani? que inter-
21 Y constriñeron a uno que pa- pretado, es: Dios mío, Dios mío,
saba, Simón Cireneo, padre de ¿por qué me has desamparado?
Alejandro y de Rufo, que venía del 35 Y oyéndolo unos de los que es-
campo, para que llevase su cruz. taban de pie allí, decían: He aquí, a
22 Y le llevan al lugar de Gólgota, Elías llama.
que interpretado es: Lugar de la 36 Y corrió uno, e hinchiendo de
Calavera. vinagre una esponja, y poniéndo-
23 Y le dieron a beber vino mez- la en una caña, le dio de beber,
clado con mirra; mas él no lo tomó. diciendo: Dejad, veamos si ven-
24 Y cuando le hubieron cruci- drá Elías a quitarle.
ficado, repartieron sus vestidos, 37 Mas Jesús, dando una grande
echando suertes sobre ellos, qué voz, expiró.
llevaría cada uno. 38 Entonces el velo del templo se
25 Y era la hora tercera, y le cru- rasgó en dos de arriba a abajo.
cificaron. 39 Y cuando el centurión que es-
26 Y el título escrito de su causa taba de pie delante de él, vio que
era, EL REY DE LOS Judíos. expiró así clamando, dijo: Ver-
27 Y crucificaron con él dos la- daderamente este hombre era el
drones, uno a su mano derecha, y Hijo de Dios.
otro a su mano izquierda. 40 Y también estaban algunas
28 Y se cumplió la Escritura que mujeres mirando de lejos: entre
dice: Y con los transgresores fue las cuales era María Magdale-
contado. na, y María madre de Jacobo el
29 Y los que pasaban le denos- menor y de Joses, y Salomé;
taban, meneando sus cabezas, y 41 (Las cuales también, cuando
diciendo: ¡Ah! Tú que destruyes él estaba en Galilea, le seguían, y
el templo de Dios, y en tres días le servían;) y otras muchas que
lo edificas: juntamente con él habían subido
30 Sálvate a ti mismo, y descien- a Jerusalem.
de de la cruz. 42 Y cuando fue la tarde, porque
31 Y de esta manera también los era la preparación, esto es, el día
príncipes de los sacerdotes es- antes del sábado,
carneciendo, decían unos a otros, 43 José de Arimatea, consejero
con los escribas: A otros salvó, a noble, que también él esperaba el
sí mismo no se puede salvar. reino de Dios, vino, y osada-
32 Que el Cristo, el Rey de Israel, mente entró a Pilato, y pidió el
descienda ahora de la cruz, para cuerpo de Jesús.
que veamos y creamos. También 44 Y Pilato se maravilló, si ya
76
La resurrección y la ascensión de Jesús Marcos 16
fuese muerto; y llamando a sí al 9 Mas cuando Jesús resucitó por
centurión, le preguntó, si era ya la mañana, el primer día de la
muerto. semana, apareció primeramente
45 Y cuando lo supo del centu- a María Magdalena, de la cual
rión, dio el cuerpo a José. había echado siete demonios.
46 Y él compró una sábana, y ba- 10 Y yendo ella, lo hizo saber a
jándole, le envolvió en la sábana, los que habían estado con él, que
y le puso en un sepulcro cavado estaban tristes y llorando.
en una roca; y revolvió una pie- 11 Y ellos, cuando oyeron que
dra a la puerta del sepulcro. vivía, y que había sido visto de
47 Y María Magdalena, y María ella, no lo creyeron.
madre de Joses, miraban dónde le 12 Mas después de estas cosas se
ponían. apareció en otra forma a dos de
ellos que iban caminando, yendo
CAPÍTULO 16 al campo.
CUANDO pasó el sábado, 13 Y ellos fueron, y lo hicieron
Y María Magdalena, y María
madre de Jacobo, y Salomé, com-
saber a los otros; mas ni aun a
ellos creyeron.
praron especias aromáticas, para 14 Finalmente se apareció a los
venir a ungirle. once, estando sentados a la mesa;
2 Y muy de mañana, el pri- y les zahirió su incredulidad y la
mer día de la semana, vienen dureza de corazón, porque no
al sepulcro, a la salida del sol. habían creído a los que le habían
3 Y decían entre sí: ¿Quién nos visto resucitado.
revolverá la piedra de la puerta 15 Y les dijo: Id por todo el mundo, y
del sepulcro? predicad el evangelio a toda
4 Y cuando miraron, vieron la criatura.
piedra revuelta; porque era muy 16 El que creyere, y fuere bauti-
grande. zado, será salvo; mas el que no
5 Y entrando en el sepulcro, vieron creyere, será condenado.
un mancebo sentado a la mano de- 17 Y estas señales seguirán a
recha cubierto de una ropa larga y los que creyeren: En mi nombre
blanca; y se espantaron. echarán fuera demonios; habla-
6 Mas él les dice: No tengáis rán nuevas lenguas:
miedo; buscáis a Jesús de Naza- 18 Alzarán serpientes; y si bebie-
ret, que fue crucificado; resucita- ren cosa mortífera, no les daña-
do ha, no está aquí: he aquí el rá: sobre los enfermos pondrán las
lugar donde le pusieron. manos, y sanarán.
7 Mas id, decid a sus discípulos y 19 Y el Señor, después que les
a Pedro, que él va antes que hubo hablado, fue recibido arri-
vosotros a Galilea: allí le veréis, ba en el cielo, y se asentó a la
como os dijo. diestra de Dios.
8 Y ellas se fueron prestamente 20 Y ellos, saliendo, predicaron
huyendo del sepulcro; porque las en todas partes, obrando con
había tomado temblor y espanto; ellos el Señor, y confirmando la
ni decían nada a nadie; porque palabra con las señales que se
tenían miedo. seguían. Amén.
77
El Evangelio Según
LUCAS

P CAPÍTULO 1
UESTO que muchos han in-
Señor puesto en pie a la derecha
del altar del incienso.
tentado a poner en orden la 12 Y cuando lo vio Zacarías, se
historia de las cosas que entre turbó, y cayó temor sobre él.
nosotros son ciertamente creídas, 13 Mas el ángel le dijo: Zacarías,
2 Como nos las entregaron los no temas; porque tu oración ha
que desde el principio las vieron sido oída, y tu esposa Elisabet te
con sus propios ojos, y fueron parirá un hijo, y llamarás su
ministros de la palabra; nombre Juan;
3 Hame parecido bueno también a 14 Y tendrás gozo y alegría, y
mí, después de haber entendi- muchos se gozarán de su naci-
do perfectamente todas las cosas miento.
desde el principio con diligencia, 15 Porque será grande delante
escribírtelas por orden, oh muy del Señor, y no beberá vino ni
excelentísimo Teófilo, bebida fermentada; y será lleno
4 Para que conozcas la certeza del Espíritu Santo, aun desde el
de las cosas en las cuales has vientre de su madre.
sido enseñado. 16 Y a muchos de los hijos de Is-
5 Hubo en los días de Herodes, rael convertirá al Señor Dios de
rey de Judea, cierto sacerdo- ellos.
te llamado Zacarías, de la clase 17 Y él irá delante de él en el es-
de Abías; y su esposa, era de las píritu y poder de Elías, para con-
hijas de Aarón, el nombre de ella vertir los corazones de los padres a
era Elisabet. los hijos, y los rebeldes a la pru-
6 Y eran ambos justos delante de dencia de los justos, para aparejar al
Dios, andando en todos los man- Señor pueblo perfecto.
damientos y estatutos del Señor 18 Y dijo Zacarías al ángel: ¿En
sin reprensión. qué conoceré esto? porque yo
7 Y no tenían hijo, porque Elisa- soy viejo, y mi esposa avanzada
bet era estéril, y ambos eran en días.
avanzados en sus días. 19 Y respondiendo el ángel, le
8 Y aconteció que administrando dijo: Yo soy Gabriel, que estoy de
Zacarías el sacerdocio delante de pie delante de Dios; y soy en-
Dios en el orden de su clase, viado a hablarte, y a darte estas
9 Conforme a la costumbre del buenas nuevas.
sacerdocio, salió en suerte a en- 20 Y he aquí, serás mudo, y no
cender incienso, entrando en el podrás hablar, hasta el día que
templo del Señor. esto sea hecho; por cuanto no
10 Y toda la multitud del pueblo creíste a mis palabras, las cuales se
estaba fuera orando a la hora del cumplirán a su tiempo.
incienso. 21 Y el pueblo estaba esperando
11 Y se le apareció un ángel del a Zacarías, y se maravillaban que
78
La anunciación lucas 1
él se tardase tanto en el templo. 35 Y respondiendo el ángel, le
22 Y cuando salió, no les podía dijo: El Espíritu Santo vendrá
hablar; y entendieron que había sobre ti, y el poder del Altísimo te
visto visión en el templo; y él hará sombra; por lo cual tam-
les hablaba por señas; y quedó bién lo Santo que nacerá de ti,
mudo. será llamado Hijo de Dios.
23 Y aconteció, que cumplidos 36 Y, he aquí, Elisabet tu parien-
los días de su ministerio, se vino a ta, también ella ha concebido un
su casa. hijo en su vejez; y éste es el sexto
24 Y después de aquellos días mes a ella que era llamada la es-
concibió su esposa Elisabet, y téril;
se escondió por cinco meses, di- 37 Porque ninguna cosa es impo-
ciendo: sible para Dios.
25 Porque el Señor me hizo esto 38 Y María dijo: He aquí la sierva
en los días en que miró para qui- del Señor, hágase conmigo con-
tar mi afrenta entre los hombres. forme a tu palabra. Y el ángel se
26 Y al sexto mes, el ángel Ga- partió de ella.
briel fue enviado de Dios a una 39 Y en aquellos días levantán-
ciudad de Galilea, que se llama dose María, fue a la montaña con
Nazaret, priesa a una ciudad de Judá.
27 A una virgen desposada con 40 Y entró en casa de Zacarías, y
un varón que se llamaba José, de saludó a Elisabet.
la casa de David; y el nombre de 41 Y aconteció, que cuando oyó
la virgen era María. Elisabet la salutación de María,
28 Y entrando el ángel a donde la criatura saltó en su vientre;
estaba ella, dijo: ¡Salve, altamen- y Elisabet fue llena del Espíritu
te favorecida! el Señor es conti- Santo,
go: bendita tú entre las mujeres. 42 Y exclamó con gran voz, y
29 Mas ella, cuando le vio, se dijo: Bendita tú entre las mujeres,
turbó de su palabra, y pensaba y bendito el fruto de tu vientre.
qué salutación fuese esta. 43 ¿Y de dónde esto a mí, que
30 Entonces el ángel le dijo: venga la madre de mi Señor a mí?
María, no temas, porque has ha- 44 Porque he aquí, luego que
llado gracia delante de Dios. llegó la voz de tu salutación a
31 Y he aquí, que concebirás en mis oídos, la criatura saltó de
el vientre, y parirás un hijo, y lla- alegría en mi vientre.
marás su nombre JESÚS. 45 Y bienaventurada la que creyó,
32 Este será grande, y será lla- porque se cumplirán las cosas
mado Hijo del Altísimo: y le dará que le fueron dichas de parte del
el Señor Dios el trono de David Señor.
su padre; 46 Entonces María dijo: Engran-
33 Y reinará sobre la casa de dece mi alma al Señor:
Jacob eternamente, y de su reino 47 Y mi espíritu se alegró en Dios
no habrá fin. mi Salvador.
34 Entonces María dijo al ángel: 48 Porque ha mirado la bajeza de
¿Cómo será esto? porque no co- su sierva; porque, he aquí, desde
nozco varón. ahora me llamarán bienaven-
79
Lucas 1 La visión de Zacarías
turada todas las generaciones. divulgadas todas estas cosas.
49 Porque el que es poderoso ha 66 Y todos los que las oían, las
hecho grandes cosas conmigo; y guardaban en su corazón, dicien-
santo es su nombre, do: ¿Quién será este niño? Y la
50 Y su misericordia es de gene- mano del Señor era con él.
ración a generación a los que le 67 Y Zacarías su padre fue lleno
temen. del Espíritu Santo, y profetizó,
51 Hizo valentía con su brazo: diciendo:
esparció los soberbios en la ima- 68 Bendito el Señor Dios de Is-
ginación de su corazón. rael, que ha visitado y redimido a
52 Derribó los poderosos de los su pueblo.
tronos, y ensalzó a los humildes. 69 Y nos ensalzó el cuerno de
53 A los hambrientos hinchió de salvación en la casa de David su
bienes; y a los ricos envió vacíos. siervo;
54 Socorrió a Israel su siervo, 70 Como habló por boca de sus
acordándose de su misericordia, santos profetas, que fueron desde el
55 Como habló a nuestros pa- principio del mundo:
dres, a Abraham y a su simiente 71 Que nosotros seríamos salvos
por siempre. de nuestros enemigos, y de mano
56 Y se quedó María con ella como de todos los que nos aborrecen:
tres meses; y se volvió a su casa. 72 Para hacer misericordia con
57 Y a Elisabet se le cumplió el nuestros padres, y acordarse de su
tiempo de parir, y parió un hijo. santo pacto:
58 Y oyeron los vecinos y los pa- 73 Del juramento que juró a
rientes que el Señor había hecho Abraham nuestro padre,
grande misericordia con ella, y 74 Que nos daría él; que librados de
se alegraron con ella. las manos de nuestros enemi-
59 Y aconteció, que al octavo día gos, le serviríamos sin temor,
vinieron para circuncidar al niño, 75 En santidad y justicia delante
y le llamaban del nombre de su de él, todos los días de nuestra
padre, Zacarías. vida.
60 Y respondiendo su madre, 76 Y tú, niño, profeta del Altísi-
dijo: No; sino Juan será llamado. mo serás llamado; porque irás
61 Y le dijeron: nadie hay en tu delante de la faz del Señor, para
parentela que se llame por este aparejar sus caminos;
nombre. 77 Para dar conocimiento de sal-
62 Y hablaron por señas a su vación a su pueblo para remisión de
padre, cómo le quería llamar. sus pecados,
63 Y pidiendo una tablilla, escri- 78 Por las entrañas de misericor-
bió, diciendo: Juan es su nombre. dia de nuestro Dios, con que el
Y todos se maravillaron. alba de lo alto nos visitó,
64 E inmediatamente fue abier- 79 Para dar luz a los que están
ta su boca, y suelta su lengua, y sentados en tinieblas y en som-
habló bendiciendo a Dios. bra de muerte; para guiar nues-
65 Y vino temor sobre todos tros pies por camino de paz.
los vecinos de ellos; y en toda 80 Y el niño crecía, y era fortale-
la montaña de Judea fueron cido en espíritu, y estuvo en los
80
Nacimiento de Jesús lucas 2
desiertos hasta el día que se mos- 13 Y repentinamente apareció
tró a Israel. con el ángel una multitud de
ejércitos celestiales, que alaba-
CAPÍTULO 2 ban a Dios, y decían:
ACONTECIÓ en aquellos días 14 Gloria a Dios en las alturas, y
Y que salió un edicto de parte
de Augusto César, para que todo
en la tierra paz, y a los hombres
buena voluntad.
el mundo fuera empadronado. 15 Y aconteció, que como los án-
2 Este empadronamiento prime- geles se fueron de ellos al cielo,
ro fue hecho, siendo Cirenio go- los pastores dijeron los unos
bernador de la Siria. a los otros: Pasemos ya hasta
3 E iban todos para ser empadro- Belem y veamos esta cosa que ha
nados cada uno a su propia ciu- sucedido, la cual el Señor nos ha
dad. manifestado.
4 Y José también subió de Gali- 16 Y vinieron con prisa, y halla-
lea, de la ciudad de Nazaret, a ron a María, y a José, y al niño
Judea, a la ciudad de David, que acostado en el pesebre.
se llama Belem, por cuanto era 17 Y cuando lo hubieron visto,
de la casa y familia de David; hicieron notoria la palabra que les
5 Para ser empadronado, con había sido dicha del niño.
María su esposa desposada con 18 Y todos los que lo oyeron, se
él, la cual estaba encinta. maravillaron de las cosas que los
6 Y aconteció que estando ellos pastores les decían.
allí, los días en que ella había de 19 Mas María guardaba todas
parir se cumplieron. estas cosas ponderándolas en su
7 Y parió a su hijo primogénito, y corazón.
le envolvió en pañales, y le acos- 20 Y se volvieron los pastores
tó en el pesebre; porque no había glorificando y alabando a Dios
lugar para ellos en el mesón. por todas las cosas que habían
8 Y había en la misma región oído y visto, como les había sido
pastores que vivían en los cam- dicho.
pos, y guardaban las velas de la 21 Y cuando fueron cumplidos
noche sobre su rebaño. ocho días para circuncidar al
9 Y, he aquí, el ángel del Señor niño, llamaron su nombre JESÚS,
vino sobre ellos, y la gloria del el cual fue así llamado por el
Señor resplandeció en derredor ángel antes que él fuese concebi-
de ellos, y tuvieron gran temor. do en el vientre.
10 Mas el ángel les dijo: No te- 22 Y cuando fueron cumplidos
máis, porque he aquí os traigo los días de la purificación de ella
nuevas de gran gozo, que será a conforme a la ley de Moisés, le
todo el pueblo: trajeron a Jerusalem para pre-
11 Que os es nacido hoy en la ciu- sentarle al Señor,
dad de David, el Salvador, que es 23 (Como está escrito en la ley
Cristo el Señor. del Señor: Todo varón que abrie-
12 Y esto os será por señal: halla- re la matriz, será llamado santo
réis al niño envuelto en pañales, al Señor;)
acostado en el pesebre. 24 Y para ofrecer sacrificio, con-
81
Lucas 2 Presentación en el templo
forme a lo que está dicho en la y cuatro años, que no se apartaba
ley del Señor, un par de tórtolas, del templo, en ayunos y oracio-
o dos palominos. nes sirviendo de noche y de día.
25 Y, he aquí, había un hombre 38 Y ésta, sobreviniendo en la
en Jerusalem, llamado Simeón, y misma hora, también daba gra-
este hombre, justo y piadoso, es- cias al Señor, y hablaba de él a
peraba la consolación de Israel; y todos los que esperaban la reden-
el Espíritu Santo era sobre él. ción en Jerusalem.
26 Y le había sido revelado por 39 Y cuando ellos hubieron cum-
el Espíritu Santo, que no vería la plido todas las cosas según la ley
muerte antes que viese al Cristo del Señor, se volvieron a Galilea, a
del Señor. su ciudad de Nazaret.
27 Y vino por el Espíritu al tem- 40 Y el niño crecía, y se fortalecía en
plo. Y cuando metieron al niño espíritu, lleno de sabiduría, y la
Jesús sus padres en el templo, gracia de Dios era sobre él.
para hacer por él conforme a la 41 Y sus padres iban todos los
costumbre de la ley, años a Jerusalem en la fiesta de la
28 Entonces él le tomó en sus pascua.
brazos, y bendijo a Dios, y dijo: 42 Y cuando él fue de doce años,
29 Ahora despides, Señor, a tu ellos subieron a Jerusalem con-
siervo, conforme a tu palabra, en forme a la costumbre de la fiesta.
paz: 43 Y acabados los días, volvien-
30 Porque han visto mis ojos tu do ellos, se quedó el niño Jesús
salvación, en Jerusalem, sin saberlo José y
31 La cual has aparejado ante la su madre.
faz de todos los pueblos: 44 Y pensando que estaba en la
32 Luz para revelación a los Gen- compañía, anduvieron camino
tiles, y la gloria de tu pueblo Israel. de un día; y le buscaban entre los
33 Y José y su madre estaban parientes y entre los conocidos.
maravillados de las cosas que se 45 Y cuando no le hallasen, vol-
decían de él. vieron a Jerusalem, buscándole.
34 Y los bendijo Simeón, y dijo a 46 Y aconteció, que tres días
su madre María: He aquí, que después le hallaron en el templo,
este niño es puesto para caída y sentado en medio de los docto-
para levantamiento de muchos res, oyéndoles, y preguntándoles.
en Israel, y para señal a la que 47 Y todos los que le oían, esta-
será contradicho; ban atónitos de su entendimien-
35 (Y una espada traspasará tam- to y respuestas.
bién tu propia alma) para que 48 Y cuando le vieron se mara-
sean revelados los pensamientos villaron; y le dijo su madre: Hijo,
de muchos corazones. ¿por qué nos has hecho así? He
36 Estaba también allí Ana, pro- aquí, tu padre y yo te hemos bus-
fetisa, hija de Fanuel, de la tribu cado con dolor.
de Aser; la cual era ya de grande 49 Entonces él les dijo: ¿Por qué
edad, y había vivido con su mari- me buscabais? ¿No sabíais que es
do siete años desde su virginidad. menester que yo estuviese en el
37 Y era viuda de como ochenta negocio de mi Padre?
82
Predicación de Juan lucas 3
50 Mas ellos no entendieron las que os digo, que puede Dios, aun de
palabras que les habló. estas piedras, levantar hijos a
51 Y descendió con ellos, y vino a Abraham.
Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y 9 Y ya también el hacha está
su madre guardaba todas estas puesta a la raíz de los árboles:
cosas en su corazón. todo árbol pues que no hace
52 Y Jesús crecía en sabiduría, y buen fruto, es cortado, y echado
en estatura, y en favor para con en el fuego.
Dios y de los hombres. 10 Y las multitudes le pregunta-
ban, diciendo: ¿Pues, qué hare-
CAPÍTULO 3 mos?
EN el año decimoquinto del 11 Y respondiendo, les dice: el
Y imperio de Tiberio César,

siendo gobernador de Judea


que tiene dos túnicas, dé al que
no tiene; y el que tiene alimen-
Poncio Pilato, y Herodes tetrarca tos, haga lo mismo.
de Galilea, y su hermano Felipe 12 Y vinieron también publi-
tetrarca de Iturea y de la región canos para ser bautizados, y le
de Traconite, y Lisanias tetrarca dijeron: ¿Maestro, qué haremos
de Abilinia; nosotros?
2 Siendo sumos sacerdotes Anás 13 Y él les dijo: No exijáis más de lo
y Caifás, vino la palabra de Dios que os está ordenado.
a Juan, hijo de Zacarías, en el de- 14 Y le preguntaron también los
sierto. soldados, diciendo: Y nosotros,
3 Y él vino por toda la tierra al ¿qué haremos? Y les dice: No ha-
derredor del Jordán, predicando gáis violencia a nadie, ni calum-
el bautismo de arrepentimiento niéis; y sed contentos con vues-
para remisión de pecados; tros salarios.
4 Como está escrito en el libro 15 Y estando el pueblo esperando,
de las palabras del profeta Isaías, y pensando todos de Juan en sus
que dice: Voz del que clama en corazones, si él fuese el Cristo,
el desierto: Aparejad el camino 16 Respondió Juan, diciendo a
del Señor, haced derechas sus todos: Yo, a la verdad, os bautizo
sendas. en agua; mas viene uno que es
5 Todo valle se henchirá, y todo más poderoso que yo, de quien
monte y collado se abajará; y lo no soy digno de desatar la correa
torcido será enderezado, y los de sus zapatos: él os bautizará
caminos ásperos allanados; con el Espíritu Santo y con fuego;
6 Y verá toda carne la salvación 17 Cuyo aventador está en su
de Dios. mano, y limpiará su era, y re-
7 Y decía a las multitudes que cogerá el trigo en su alfolí; mas
salían para ser bautizados por él: quemará la paja en fuego que
¡Oh generación de víboras! ¿quién nunca se apagará.
os enseñó a huir de la ira venidera? 18 Y exhortando también otras
8 Haced, pues, frutos dignos de muchas cosas, predicaba el evan-
arrepentimiento, y no comencéis gelio al pueblo.
a decir en vosotros mismos: Por 19 Entonces Herodes el tetrarca,
padre tenemos a Abraham; por- siendo reprendido por él a causa
83
Lucas 4 Jesús y los doctores
de Herodías, esposa de Felipe su 31 Que fue el hijo de Melea, que
hermano, y de todas las malda- fue el hijo de Menán, que fue el
des que había hecho Herodes, hijo de Matata, que fue el hijo de
20 Añadió también esto sobre Natán, que fue el hijo de David,
todo, que encerró a Juan en la 32 Que fue el hijo de Isaí, que fue el
cárcel. hijo de Obed, que fue el hijo de
21 Y aconteció, que cuando todo Booz, que fue el hijo de Salmón,
el pueblo fue bautizado, también que fue el hijo de Naasón,
Jesús fue bautizado; y orando, el 33 Que fue el hijo de Aminadab,
cielo se abrió, que fue el hijo de Aram, que fue
22 Y descendió el Espíritu Santo el hijo de Esrom, que fue el hijo
en forma corporal, como palo- de Fares, que fue el hijo de Judá,
ma, sobre él, y vino una voz del 34 Que fue el hijo de Jacob, que
cielo que decía: Tú eres mi Hijo fue el hijo de Isaac, que fue el hijo
amado, en ti me complazco. de Abraham, que fue el hijo de
23 Y el mismo Jesús comenzaba a Tara, que fue el hijo de Nachor,
ser como de treinta años, sien- 35 Que fue el hijo de Serug, que
do (como se creía,) hijo de José, fue el hijo de Ragau, que fue el
que fue hijo de Elí, hijo de Peleg, que fue el hijo de
24 Que fue el hijo de Matat, que Heber, que fue el hijo de Sala,
fue de Leví, que fue el hijo de 36 Que fue el hijo de Cainán, que
Melchi, que fue el hijo de Jana, fue el hijo de Arfaxad, que fue
que fue el hijo de José, el hijo de Sem, que fue el hijo de
25 Que fue el hijo de Matatías, Noé, que fue el hijo de Lamec,
que fue el hijo de Amós, que fue 37 Que fue el hijo de Matusalem,
el hijo de Nahum, que fue el hijo que fue el hijo de Enoc, que fue
de Esli, que fue el hijo de Nagge, el hijo de Jared, que fue el hijo de
26 Que fue el hijo de Maat, que Maleleel, que fue el hijo de Cainán,
fue el hijo de Matatías, que fue el 38 Que fue el hijo de Enós, que
hijo de Semei, que fue el hijo de fue el hijo de Set, que fue el hijo
José, que fue el hijo de Judá, de Adam, que fue el hijo de Dios.
27 Que fue el hijo de Joana, que
fue el hijo de Rhesa, que fue el CAPÍTULO 4
hijo de Zorobabel, que fue el hijo JESÚS, lleno del Espíritu
de Salatiel, que fue el hijo de Neri,
Y Santo, volvió del Jordán, y

28 Que fue el hijo de Melqui, que fue llevado por el Espíritu al de-
fue el hijo de Abdi, que fue el hijo sierto,
de Cosam, que fue el hijo de El- 2 Por cuarenta días siendo tenta-
modam, que fue el hijo de Er, do del diablo. Y no comió nada en
29 Que fue el hijo de Joses, que aquellos días: los cuales pasa-
fue el hijo de Eliezer, que fue el dos, después tuvo hambre.
hijo de Joreim, que fue el hijo de 3 Entonces el diablo le dijo: Si
Matat, que fue el hijo de Leví, eres Hijo de Dios, di a esta pie-
30 Que fue el hijo de Simeón, que dra que se haga pan.
fue el hijo de Judá, que fue el hijo de 4 Y Jesús respondió, dicien-
José, que fue el hijo de Jonán, que do: Escrito está: Que no con
fue el hijo de Eliachim, pan sólo vivirá el hombre,
84
La tentación en el desierto lucas 4
mas con toda palabra de Dios. mí, por cuanto me ha ungido
5 Y le llevó el diablo a un alto para predicar el evangelio a
monte, y le mostró todos los rei- los pobres; Me ha enviado para
nos de la tierra habitada en un sanar a los quebrantados de co-
momento de tiempo. razón; Para predicar a los cauti-
6 Y le dijo el diablo: A ti daré vos libertad, y a los ciegos vista,
toda esta potestad, y la gloria de para poner en libertad a los opri-
ellos; porque a mí ha sido entre- midos;
gada, y a quien quiero la doy. 19 Para predicar el año aceptable
7 Tú, pues, si adorares delante de del Señor.
mí, serán todos tuyos. 20 Y cerrando el libro, lo dio al
8 Y respondiendo Jesús, le dijo: ministro, y se sentó: y los ojos
Vete para atrás de mí, Satanás, de todos en la sinagoga estaban
porque escrito está: Al Señor tu fijos en él.
Dios adorarás, y a él solo servirás. 21 Y comenzó a decirles: Hoy es
9 Y le llevó a Jerusalem, y le cumplida esta Escritura en vues-
puso sobre las almenas del tem- tros oídos.
plo, y le dijo: Si eres el Hijo de 22 Y todos le daban testimonio,
Dios, échate de aquí abajo. y estaban maravillados de las
10 Porque escrito está: Que a sus palabras de gracia que salían de
ángeles te encomendará, para su boca, y decían: ¿No es éste el
que te guarden; hijo de José?
11 Y que en sus manos te lleva- 23 Y les dijo: Sin duda me diréis
rán, para que no hieras tu pie en esta parábola: Médico, cúrate
piedra. a ti mismo: de tantas cosas que
12 Y respondiendo Jesús, le dijo: hemos oído haber sido hechas en
Dicho está: No tentarás al Señor Capernaum, haz también aquí en
tu Dios. tu tierra.
13 Y acabada toda la tentación, 24 Y dijo: De cierto os digo, que
el diablo se partió de él por algún ningún profeta es acepto en su
tiempo. tierra.
14 Y Jesús volvió en poder del 25 Mas en verdad os digo, que
Espíritu a Galilea, y salió la fama muchas viudas había en Israel
de él por toda la región de al de- en los días de Elías, cuando el
rredor. cielo fue cerrado por tres años y
15 Y él enseñaba en las sinago- seis meses, cuando hubo grande
gas de ellos, y era glorificado de hambre por toda la tierra:
todos. 26 Mas a ninguna de ellas fue
16 Y vino a Nazaret, donde había enviado Elías, sino a Sarepta de
sido criado, y entró, conforme a Sidón, a una mujer viuda.
su costumbre, el día del sábado 27 Y muchos leprosos había en
en la sinagoga, y se levantó a leer. Israel en tiempo del profeta Eli-
17 Y le fue dado el libro del pro- seo; mas ninguno de ellos fue
feta Isaías; y cuando abrió el limpio, sino Naamán el Siro.
libro, halló el lugar donde estaba 28 Entonces todos en la sinago-
escrito: ga fueron llenos de ira, oyendo
18 El Espíritu del Señor es sobre estas cosas.
85
Lucas 5 La pesca milagrosa
29 Y levantándose, le echaron 41 Y salían también demonios de
fuera de la ciudad, y le llevaron muchos, dando voces, y dicien-
hasta la cumbre del monte sobre do: Tú eres el Cristo, el Hijo de
el cual la ciudad de ellos estaba Dios; mas él reprendiéndoles no les
edificada, para despeñarle. dejaba hablar; porque sabían que él
30 Mas él, pasando por medio de era el Cristo.
ellos, se fue. 42 Y siendo ya de día salió, y se
31 Y descendió a Capernaum, fue a un lugar desierto; y las gen-
ciudad de Galilea, y allí les ense- tes le buscaban, y vinieron hasta él;
ñaba en los sábados. y le detenían para que no se
32 Y estaban atónitos de su doc- apartase de ellos.
trina; porque su palabra era con 43 Y él les dijo: También a otras
potestad. ciudades es menester que yo
33 Y estaba en la sinagoga un predique el evangelio del reino de
hombre que tenía un espíritu de Dios; porque para esto soy enviado.
un demonio inmundo, el cual ex- 44 Y predicaba en las sinagogas de
clamó a gran voz, Galilea.
34 Diciendo: Déjanos, ¿qué te-
nemos nosotros que ver contigo, CAPÍTULO 5
Jesús de Nazaret? ¿Has venido a ACONTECIÓ, que estando él
destruirnos? Yo te conozco quién

eres, el Santo de Dios.


Y de pie junto al lago de Gene-

zaret, la multitud se agolpaban


35 Y Jesús le reprendió, diciendo: sobre él para oír la palabra de
Enmudece, y sal de él. Entonces el Dios.
demonio, derribándole en medio, 2 Y vio dos naves que estaban
salió de él; y no le hizo daño alguno. cerca de la orilla del lago; y los
36 Y cayó espanto sobre todos, y pescadores, habiendo descendi-
hablaban unos a otros, diciendo: do de ellas, lavaban sus redes.
¿Qué palabra es ésta, que con au- 3 Y entrado en una de estas naves, la
toridad y poder manda a los espí- cual era de Simón, le rogó que la
ritus inmundos, y salen? desviase de tierra un poco; y
37 Y la fama de él se divulgaba sentándose, enseñaba desde la
de todas partes por todos los lu- nave al pueblo.
gares de la comarca. 4 Y cuando cesó de hablar, dijo
38 Y levantándose de la sinagoga, a Simón: Entra en alta mar, y
se entró en casa de Simón: Y la sue- echad vuestras redes para pescar.
gra de Simón estaba con una gran- 5 Y respondiendo Simón, le dijo:
de fiebre; y le rogaron por ella. Maestro, habiendo trabajado
39 Y estando cerca de ella, re- toda la noche, nada hemos toma-
prendió a la fiebre, y la fiebre la do; mas en tu palabra echaré la red.
dejó. Y levantándose ella inme- 6 Y habiéndolo hecho, encerra-
diatamente, les servía. ron gran multitud de peces, que su
40 Y poniéndose el sol, todos los red se rompía.
que tenían enfermos de diversas 7 E hicieron señas a los com-
enfermedades, los traían a él; y pañeros que estaban en la otra
él, poniendo las manos sobre nave, que viniesen a ayudarles; y
cada uno de ellos, los sanaba. vinieron, y llenaron ambas naves
86
El leproso y el paralítico lucas 5
de tal manera que se hundían. ban por donde meterle, y ponerle
8 Cuando Simón Pedro lo vio, se delante de él.
derribó a las rodillas de Jesús, di- 19 Y no hallando por dónde me-
ciendo: apártate de mí, Oh Señor, terle a causa de la multitud, su-
porque soy hombre pecador. bieron encima de la casa, y por el
9 Porque temor le había rodeado, tejado le bajaron con el lecho en
y a todos los que estaban con él, medio, delante de Jesús;
por la presa de los peces que ha- 20 El cual, viendo la fe de ellos, le
bían tomado: dice: Hombre, tus pecados te son
10 Y asimismo a Jacobo y a Juan, perdonados.
hijos de Zebedeo, que eran com- 21 Entonces los escribas y los Fa-
pañeros de Simón. Y Jesús dijo a riseos comenzaron a razonar, di-
Simón: No temas: desde ahora ciendo: ¿Quién es éste que habla
pescarás hombres. blasfemias? ¿Quién puede perdo-
11 Y cuando trajeron a tierra las nar pecados sino sólo Dios?
naves, dejándolo todo, le siguieron. 22 Jesús entonces, conociendo
12 Y aconteció que estando en los pensamientos de ellos, res-
cierta ciudad, he aquí, un hom- pondiendo les dijo: ¿Qué razo-
bre lleno de lepra, el cual viendo náis en vuestros corazones?
a Jesús, postrándose sobre el ros- 23 ¿Cuál es más fácil; decir: Tus
tro, le rogó, diciendo: Señor, si pecados te son perdonados, o
quisieres, puedes limpiarme. decir: Levántate, y anda?
13 Entonces, extendiendo la 24 Pues porque sepáis que el
mano, le tocó diciendo: Quiero: Hijo del hombre tiene potestad
sé limpio. Y al instante la lepra en la tierra de perdonar pecados,
se fue de él. (dice al paralítico), A ti digo: Le-
14 Y él le mandó que no lo dijese a vántate, toma tu lecho; y vete a
nadie: Mas ve, muéstrate al sa- tu casa.
cerdote, y ofrece por tu limpieza, 25 Y al instante, levantándose
como mandó Moisés, por testi- en presencia de ellos, y tomando
monio a ellos. aquello en que estaba echado, se
15 Empero, tanto más se exten- fue a su casa, glorificando a Dios.
día su fama; y se juntaban gran- 26 Y tomó espanto a todos, y glo-
des multitudes a oír y ser sana- rificaban a Dios; y fueron llenos de
dos por él de sus enfermedades. temor, diciendo: Hemos visto cosas
16 Mas él se apartaba a los de- maravillosas hoy.
siertos, y oraba. 27 Y después de estas cosas salió; y
17 Y aconteció cierto día, que él vio a un publicano llamado
estaba enseñando, y Fariseos y Leví, sentado al banco de los tri-
doctores de la ley estaban senta- butos, y le dijo: Sígueme.
dos, los cuales habían venido de 28 Y dejadas todas cosas, levan-
todas las aldeas de Galilea, y de tándose, le siguió.
Judea, y de Jerusalem; y el poder 29 Y Leví hizo un gran banquete
del Señor estaba allí para sanarlos. en su casa, y había mucha com-
18 Y he aquí, unos hombres, que pañía de publicanos, y de otros,
traían en un lecho un hombre que estaban sentados a la mesa
que estaba paralítico; y busca- con ellos.
87
Lucas 6 Jesús, Señor del sábado
30 Y los escribas y los Fariseos que él pasaba por los sembra-
murmuraban contra sus discípu- dos, y sus discípulos arrancaban
los, diciendo: ¿Por qué coméis y espigas, y comían, estregándolas
bebéis con los publicanos y pe- entre las manos.
cadores? 2 Y ciertos de los Fariseos les di-
31 Y respondiendo Jesús, les jeron: ¿Por qué hacéis lo que no es
dijo: Los que están sanos no ne- lícito hacer en los sábados?
cesitan médico, sino los que están 3 Y respondiendo Jesús, les dijo:
enfermos. ¿Ni aun esto habéis leído, lo qué
32 No he venido a llamar a los hizo David cuando tuvo hambre,
justos, sino a los pecadores a él, y los que con él estaban?
arrepentimiento. 4 ¿Cómo entró en la casa de Dios, y
33 Entonces ellos le dijeron: ¿Por tomó los panes de la proposi-
qué los discípulos de Juan ayu- ción, y comió, y dio también a
nan muchas veces, y hacen ora- los que estaban con él; los cua-
ciones, y asimismo los de los Fa- les no era lícito comer, sino sola-
riseos; mas tus discípulos comen mente a los sacerdotes?
y beben? 5 Y les decía: El Hijo del hombre es
34 Y él les dijo: ¿Podéis hacer Señor aun del sábado.
que los que están de bodas ayu- 6 Y aconteció también en otro
nen, entre tanto que el desposa- sábado, que él entró en la sina-
do está con ellos? goga y enseñaba; y estaba allí un
35 Empero vendrán días cuando hombre que tenía la mano dere-
el desposado les será quitado; cha seca.
entonces ayunarán en aquellos 7 Y le acechaban los escribas y
días. los Fariseos, si sanaría en sábado,
36 Y les decía también una pa- por hallar de qué le acusasen.
rábola: Nadie pone remiendo de 8 Mas él sabía los pensamientos de
paño nuevo en vestido viejo: de ellos; y dijo al hombre que
otra manera el nuevo rompe, y tenía la mano seca: Levántate, y
al viejo no conviene remiendo ponte de pie en medio. Y él le-
nuevo. vantándose, se puso de pie.
37 Y nadie echa vino nuevo en 9 Entonces Jesús les dijo: Pre-
odres viejos: de otra manera el guntaros he una cosa: ¿Es lícito
vino nuevo romperá los odres, y en sábados hacer bien, o hacer
el vino se derramará, y los odres mal? ¿salvar la vida, o destruirla?
se perderán. 10 Y mirándolos a todos en derre-
38 Mas el vino nuevo en odres dor, dijo al hombre: Extiende tu
nuevos se ha de echar; y lo uno y mano, y él lo hizo así, y su mano
lo otro se conserva. fue restituida sana como la otra.
39 Y ninguno que bebiere el viejo, 11 Y ellos fueron llenos de furor, y
quiere inmediatamente el nuevo; hablaban los unos a los otros qué
porque dice: El viejo es mejor. harían a Jesús.
12 Y aconteció en aquellos días,
CAPÍTULO 6 que fue a orar en un monte, y
ACONTECIÓ que el segundo pasó toda la noche orando a Dios.
Y sábado después del primero,
88
13 Y cuando fue de día, llamó a
Elección de los doce lucas 6
sus discípulos; y escogió doce de porque tenéis vuestro consuelo.
ellos, los cuales también llamó 25 ¡Ay de vosotros, los que estáis
Apóstoles: hartos! porque tendréis hambre.
14 A Simón, (al cual también ¡Ay de vosotros, los que ahora
llamó Pedro,) y a Andrés su her- reís! porque lamentaréis y llora-
mano, Jacobo y Juan, Felipe y réis.
Bartolomé, 26 ¡Ay de vosotros, cuando todos los
15 Mateo y Tomás, y Jacobo, hombres dijeren bien de vo-
hijo de Alfeo, y Simón, el que se sotros! porque así hacían sus pa-
llama Zelote, dres a los falsos profetas.
16 Judas hermano de Jacobo, y 27 Mas a vosotros los que oís,
Judas Iscariote, que también fue el digo: Amad a vuestros enemigos,
traidor. haced bien a los que os aborrecen;
17 Y descendió con ellos, y se 28 Bendecid a los que os maldi-
paró en un lugar llano; y la com- cen; y orad por los que os calum-
pañía de sus discípulos, y una nian.
grande multitud de pueblo de 29 Y al que te hiriere en una me-
toda Judea, y de Jerusalem, y de jilla, dale también la otra; y del
la costa de Tiro y de Sidón, que que te quitare la capa, no le impi-
habían venido a oirle, y para ser das llevar la túnica también.
sanados de sus enfermedades; 30 Y a cualquiera que te pidiere,
18 Y los que habían sido ator- da, y al que tomare lo que es tuyo, no
mentados de espíritus inmundos; y se lo vuelvas a pedir.
eran sanos. 31 Y como queréis que os hagan
19 Y toda la multitud procura- los hombres, hacedles también
ba de tocarle; porque salía de él vosotros así:
poder, y sanaba a todos. 32 Porque si amáis a los que os
20 Y alzando él los ojos sobre sus aman, ¿qué gracias tendréis?
discípulos, decía: Bienaventura- porque también los pecadores
dos los pobres; porque vuestro aman a los que los aman.
es el reino de Dios. 33 Y si hiciereis bien a los que os
21 Bienaventurados los que hacen bien, ¿qué gracias ten-
ahora tenéis hambre; porque se- dréis? porque también los peca-
réis hartos. Bienaventurados los dores hacen lo mismo.
que ahora lloráis; porque reiréis. 34 Y si prestareis a aquellos de
22 Bienaventurados sois cuando quienes esperáis recibir, ¿qué
los hombres os aborrecieren, y gracias tendréis? porque también
cuando os apartaren de sí, y os de- los pecadores prestan a los peca-
nostaren, y desecharen vuestro dores, para recibir otro tanto.
nombre como malo, por causa 35 Amad pues a vuestros enemi-
del Hijo del hombre. gos; y haced bien, y emprestad,
23 Gozaos en aquel día, y sal- no esperando de ello nada; y
tad de gozo; porque, he aquí, será vuestro galardón grande, y
vuestro galardón es grande en el seréis hijos del Altísimo; porque
cielo; porque así hacían sus pa- él es benigno aun para con los in-
dres a los profetas. gratos y los malos.
24 Mas ¡ay de vosotros, ricos! 36 Sed pues misericordiosos,
89
Lucas 7 El sermón del monte
como también vuestro Padre es os enseñaré a quién es semejante.
misericordioso. 48 Semejante es a un hombre
37 No juzguéis, y no seréis juz- que edificó una casa, que cavó
gados: no condenéis, y no seréis y ahondó, y puso el fundamento
condenados: perdonad, y seréis sobre la roca; y cuando vino la
perdonados: creciente, el río dio con ímpetu
38 Dad, y se os dará; medida en aquella casa, mas no la pudo
buena, apretada, remecida, y re- menear; porque estaba fundada
bosando darán en vuestro seno; sobre la roca.
porque con la misma medida que 49 Mas el que oye, y no hace,
midiereis, os será vuelto a medir. semejante es a un hombre que
39 Y les decía una parábola: edificó su casa sobre tierra sin
¿Puede el ciego guiar al ciego? fundamento; en la cual el río dio
¿no caerán ambos en el hoyo? con ímpetu, e inmediatamente
40 El discípulo no es sobre su cayó; y fue grande la ruina de
maestro; mas cualquiera que fuere aquella casa.
como su maestro, será perfecto.
41 ¿Y por qué miras la mota que CAPÍTULO 7
está en el ojo de tu hermano, y la CUANDO acabó todas sus
viga que está en tu propio ojo no

consideras?
Y palabras en oídos del pueblo,

entró en Capernaum.
42 ¿O cómo puedes decir a tu 2 Y el siervo de cierto centurión, al
hermano: Hermano, deja, echa- cual tenía él en estima, estaba
ré fuera la mota que está en tu enfermo y a punto de morir.
ojo, no mirando tú la viga que 3 Y cuando oyó de Jesús, envió a
está en tu ojo? Hipócrita, echa él los ancianos de los Judíos, ro-
fuera primero de tu ojo la viga; y gándole que viniese y sanase a su
entonces mirarás de echar fuera siervo.
la paja que está en el ojo de tu 4 Y cuando ellos vinieron a Jesús,
hermano. rogáronle con diligencia, dicién-
43 Porque no es buen árbol el dole: Porque es digno de conce-
que hace malos frutos; ni árbol derle esto:
malo el que hace buen fruto. 5 Que ama nuestra nación, y él
44 Porque cada árbol por su pro- nos edificó una sinagoga.
pio fruto es conocido: que no 6 Y Jesús fue con ellos: y cuando él
cogen higos de las espinas, ni estuvo ya no lejos de la casa,
vendimian uvas de las zarzas. envió el centurión amigos a él,
45 El buen hombre del buen teso- diciéndole: Señor, no te molestes,
ro de su corazón saca lo bueno; y que no soy digno de que entres
el mal hombre del mal tesoro de debajo de mi techo:
su corazón saca lo malo; porque 7 Por lo cual ni aun me tuve por
de la abundancia del corazón digno de venir a ti; mas di la pa-
habla la boca. labra, y mi siervo será sano.
46 ¿Y por qué me llamáis, Señor, 8 Porque también yo soy hombre
Señor, y no hacéis lo que digo? puesto bajo autoridad, que tengo
47 Todo aquel que viene a mí, y debajo de mí soldados; y digo a
oye mis palabras, y las hace, yo éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y
90
Jesús en la ciudad de Naín lucas 7
viene; y a mi siervo: Haz esto, y ha enviado a ti, diciendo: ¿Eres tu
lo hace. aquél que había de venir, o es-
9 Lo cual oyendo Jesús, se ma- peraremos a otro?
ravilló de él, y vuelto, dijo a las 21 Y en la misma hora sanó a
multitudes que le seguían: Os muchos de enfermedades, y de
digo ni aun en Israel he hallado plagas, y de espíritus malos; y a
tanta fe. muchos ciegos dio la vista.
10 Y vueltos a casa los que habían 22 Y respondiendo Jesús, les
sido enviados, hallaron sano al dijo: Id, contad a Juan de lo que
siervo que había estado enfermo. habéis visto y oído: Que los cie-
11 Y aconteció el día siguien- gos ven, los cojos andan, los le-
te, que él iba a la ciudad que se prosos son limpiados, los sordos
llama Naín, e iban con él muchos oyen, los muertos resucitan, a los
de sus discípulos, y gran compa- pobres es predicado el evangelio.
ñía. 23 Y bienaventurado es el que no
12 Y cuando llegó cerca de la fuere escandalizado en mí.
puerta de la ciudad, he aquí, que 24 Y cuando se fueron los mensa-
sacaban un difunto, hijo único jeros de Juan, comenzó a hablar
de su madre, y ella era viuda; y de Juan a las gentes: ¿Qué salis-
había con ella mucha gente de la teis a ver en el desierto? ¿una
ciudad. caña que es meneada del viento?
13 Y cuando el Señor la vio, fue 25 Mas ¿qué salisteis a ver?
movido a compasión de ella, y le ¿un hombre cubierto de vesti-
dice: No llores. dos delicados? He aquí, que los
14 Y se acercó, y tocó el féretro; que están en vestido precioso, y
y los que le llevaban, se pararon. viven en delicias, en los palacios
Y dijo: Mancebo, a ti digo, leván- de los reyes están.
tate. 26 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿un
15 Y volvióse a sentar el que profeta? De cierto os digo, y aun
había sido muerto, y comenzó a más que profeta.
hablar; y le dio a su madre. 27 Este es de quien está escrito:
16 Y tomó a todos temor, y glo- He aquí, envío mi mensajero de-
rificaban a Dios, diciendo: Que lante de tu faz, el cual aparejará tu
profeta grande se ha levantado camino delante de ti.
entre nosotros; y, que Dios ha vi- 28 Porque yo os digo que entre
sitado a su pueblo. los nacidos de mujeres, no hay
17 Y salió esta fama de él por mayor profeta que Juan el Bau-
toda Judea, y por toda la región tista; empero el que es menor en
de alrededor. el reino de Dios es mayor que él.
18 Y los discípulos de Juan le 29 Y todo el pueblo que le oyó, y
contaron todas estas cosas. los publicanos, justificaron a
19 Y llamó Juan dos de sus discí- Dios, siendo bautizados con el
pulos, y les envió a Jesús, dicien- bautismo de Juan.
do: ¿Eres tú aquél que había de 30 Mas los Fariseos, y los docto-
venir, o esperaremos a otro? res de la ley, desecharon el con-
20 Y cuando los varones vinieron sejo de Dios contra sí mismos, no
a él, dijeron: Juan el Bautista nos siendo bautizados por él.
91
Lucas 8 Jesús en casa de Simón
31 Y dijo el Señor: ¿A quién, denarios, y el otro cincuenta.
pues, compararé los hombres de 42 Y no teniendo ellos de que
esta generación, y a qué son se- pagar, perdonó a ambos. Di, pues,
mejantes? ¿cuál de éstos le amará más?
32 Semejantes son a los niños 43 Y respondiendo Simón, dijo:
sentados en la plaza, y que dan Pienso que aquél al cual perdonó
voces los unos a los otros, y más. Y él le dijo: Rectamente has
dicen: Os tañimos con flautas, y juzgado.
no bailasteis: os endechamos, y 44 Y vuelto a la mujer, dijo a
no llorasteis. Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en
33 Porque Juan el Bautista vino tu casa, no diste agua para mis
no comiendo pan, ni bebiendo pies; mas ésta ha regado mis pies
vino, y vosotros decís: Demonio con lágrimas, y los ha limpiado
tiene. con los cabellos de su cabeza.
34 El Hijo del hombre es venido 45 No me diste beso; mas ésta,
comiendo y bebiendo, y decís: desde que entré, no ha cesado de
He aquí un hombre glotón, y be- besar mis pies.
bedor de vino, amigo de publica- 46 No ungiste mi cabeza con
nos y de pecadores. aceite; mas ésta ha ungido con
35 Mas la sabiduría es justificada ungüento mis pies.
de todos sus hijos. 47 Por lo cual te digo, que sus
36 Y le rogaba uno de los Fari- muchos pecados son perdonados,
seos, que comiese con él. Y en- porque amó mucho; mas al que se
trando en la casa del Fariseo, se perdona poco, poco ama.
sentó a la mesa. 48 Y a ella dijo: Los pecados te
37 Y he aquí una mujer en la son perdonados.
ciudad que era pecadora, cuan- 49 Y los que estaban juntamente
do supo que estaba a la mesa en sentados a la mesa, comenzaron
la casa de aquel Fariseo, trajo un a decir entre sí: ¿Quién es éste,
vaso de alabastro de ungüento, que también perdona pecados?
38 Y estando a sus pies por detrás 50 Y dijo a la mujer: Tu fe te ha
llorando, comenzó a regar sus salvado, ve en paz.
pies con lágrimas, y los limpiaba
con los cabellos de su cabeza; y CAPÍTULO 8
besaba sus pies, y los ungía con el ACONTECIÓ después, que él
ungüento.

39 Y cuando vio esto el Fariseo


Y caminaba por todas las ciuda-

des y aldeas, predicando y anun-


que le había convidado, habló en ciando el evangelio del reino de
sí, diciendo: Éste, si fuera profe- Dios; y los doce con él,
ta, conocería quién y qué clase es 2 Y ciertas mujeres que habían
la mujer que le toca; que es pe- sido curadas de los malos espí-
cadora. ritus, y de enfermedades: María,
40 Entonces respondiendo Jesús, que se llamaba Magdalena, de la
le dijo: Simón, una cosa tengo que cual habían salido siete demo-
decirte. Y él le dice: Di, Maestro. nios;
41 Cierto acreedor tenía dos deu- 3 Y Juana, esposa de Chuza, ma-
dores: el uno le debía quinientos yordomo de Herodes; y Susana,
92
Jesús calma la tempestad lucas 8
y otras muchas que le servían de 15 Y la que en buena tierra, éstos
sus bienes. son los que con corazón bueno y
4 Y cuando se juntó una grande recto retienen la palabra oída, y
multitud, y los que estaban en llevan fruto en paciencia.
cada ciudad vinieron a él, dijo 16 Ninguno cuando ha encendido
por una parábola: una candela la cubre con un vaso,
5 Un sembrador salió a sembrar o la pone debajo de la cama; mas
su simiente; y sembrando, una la pone en un candelero, para
parte cayó junto al camino, y fue que los que entran, vean la luz.
hollada, y las aves del cielo la de- 17 Porque no hay cosa oculta,
voraron. que no haya de ser manifestada;
6 Y otra parte cayó sobre la roca; y ni cosa escondida, que no haya de
nacida, se secó, porque no tenía ser conocida, y de venir en pú-
humedad. blico.
7 Y otra parte cayó entre espinas; y 18 Mirad pues como oís; porque
naciendo las espinas juntamen- a cualquiera que tuviere, le será
te, la ahogaron. dado; y a cualquiera que no tu-
8 Y otra parte cayó en buena tie- viere, aun lo que parece tener le
rra; y cuando fue nacida, llevó será quitado.
fruto a ciento por uno. Diciendo 19 Entonces vinieron a él su
estas cosas clamaba: el que tiene madre y hermanos, y no podían
oídos para oír, oiga. llegar a él por causa de la mul-
9 Y sus discípulos le preguntaron, titud.
qué era esta parábola. 20 Y le fue dado aviso, diciendo:
10 Y él dijo: A vosotros es dado Tu madre, y tus hermanos están de
conocer los misterios del reino pie fuera, queriendo verte.
de Dios; mas a los otros por pa- 21 Mas él respondiendo, les
rábolas, para que viendo no vean, y dijo: Mi madre y mis hermanos
oyendo no entiendan. son éstos que oyen la palabra de
11 Es pues ésta la parábola: La Dios, y la hacen.
simiente es la palabra de Dios. 22 Y aconteció un día que él entró en
12 Y los de junto al camino, éstos una nave con sus discípulos, y les
son los que oyen; y después dijo: Pasemos a la otra parte del
viene el diablo, y quita la palabra lago; y se partieron.
de su corazón, para que no crean 23 Y navegando ellos, él se dur-
y sean salvos. mió. Y descendió una tempes-
13 Y los de sobre la roca, son tad de viento en el lago; y se
los que cuando oyen, reciben la llenaban de agua, y peligraban.
palabra con gozo; mas éstos no 24 Y llegándose a él le desperta-
tienen raíces; que por un tiempo ron, diciendo: ¡Maestro, maestro,
creen, y en el tiempo de la tenta- que perecemos! Y despertando él,
ción se apartan. reprendió al viento y a la tem-
14 Y la que cayó en espinas, éstos pestad del agua; y cesaron, y fue
son los que oyeron; mas yéndose, hecha grande bonanza.
son ahogados de los afanes y de 25 Y les dijo: ¿Dónde está vues-
las riquezas y de los pasatiempos tra fe? Y ellos temiendo, queda-
de la vida, y no llevan fruto. ron maravillados, diciendo los
93
Lucas 8 El endemoniado Gadareno
unos a los otros: ¿Quién es éste, hallaron sentado al hombre del
que aun a los vientos y al agua cual habían salido los demonios,
manda, y le obedecen? vestido, y en su juicio cabal, a los
26 Y navegaron a la tierra de los pies de Jesús; y tuvieron temor.
Gadarenos, que está delante de 36 Y también, los que lo habían
Galilea. visto, les contaron de que ma-
27 Y saliendo él a tierra, le salió nera el endemoniado había sido
al encuentro de la ciudad cierto sanado.
hombre que tenía demonios ya 37 Entonces toda la multitud de
de mucho tiempo; y no vestía la tierra de los Gadarenos al de-
ropa ninguna, ni moraba en casa, rredor le rogaron, que se retira-
sino en los sepulcros. se de ellos; porque tenían gran
28 El cual, cuando vio a Jesús ex- temor. Y él subiendo en la nave
clamó, y postróse delante de él, y se volvió.
dijo a gran voz: ¿Qué tengo yo 38 Y aquel hombre, del cual ha-
que ver contigo, Jesús, Hijo del bían salido los demonios, le rogó
Dios Altísimo? Ruégote que no para estar con él; mas Jesús le
me atormentes. despidió, diciendo:
29 (Porque mandaba al espíritu 39 Vuélvete a tu casa, y cuen-
inmundo que saliese del hombre; ta cuán grandes cosas ha hecho
porque ya de muchos tiempos le Dios contigo. Y él se fue, publi-
arrebataba; y le guardaban preso cando por toda la ciudad cuán
con cadenas y grillos; mas rom- grandes cosas había Jesús hecho
piendo las prisiones era impelido con él.
del demonio por los desiertos.) 40 Y aconteció que volviendo
30 Y le preguntó Jesús, diciendo: Jesús, la multitud le recibió con
¿Qué nombre tienes? Y él le dijo: gozo; porque todos le esperaban.
Legión; porque muchos demo- 41 Y he aquí un varón, llamado
nios habían entrado en él. Jairo, el cual también era prínci-
31 Y le rogaban que no les man- pe de la sinagoga, vino, y cayen-
dase que fuesen al abismo. do a los pies de Jesús, le rogaba
32 Y había allí un hato de mu- que entrase en su casa;
chos puercos que pacían en el 42 Porque tenía una hija única,
monte, y le rogaron que los deja- como de doce años, y ella se es-
se entrar en ellos; y los dejó. taba muriendo. Y yendo, le apre-
33 Y salidos los demonios del taba la gente.
hombre, entraron en los puercos; y 43 Y una mujer que tenía flujo
el hato de ellos se arrojó con de sangre ya hacía doce años, la
impetuosidad por un despeñade- cual había gastado en médicos
ro en el lago, y se ahogó. toda su hacienda, y de ninguno
34 Y cuando los que los apacen- había podido ser curada,
taban vieron lo que había acon- 44 Llegándose por detrás, tocó el
tecido, huyeron; y yendo, dieron borde de su vestido; y al instante
aviso en la ciudad y por los cam- se estancó el flujo de su sangre.
pos. 45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién
35 Y salieron a ver lo que había es el que me ha tocado? Y negan-
acontecido, y vinieron a Jesús; y do todos, dijo Pedro y los que
94
Jesús sana a la hija de Jairo lucas 9
estaban con él: Maestro, la mul- 2 Y los envió para predicar el
titud te aprieta y oprime, y dices reino de Dios, y para sanar los
¿Quién es el que me ha tocado? enfermos.
46 Y Jesús dijo: Me ha tocado 3 Y les dijo: No toméis nada para el
alguien; porque yo he conocido camino, ni bordones, ni alfor-
que ha salido poder de mí. ja, ni pan, ni dinero, ni tengáis
47 Entonces, cuando la mujer vio dos vestidos cada uno.
que no se había escondido, vino 4 Y en cualquiera casa que entra-
temblando, y postrándose delan- reis, quedad allí, y salid de allí.
te de él, le declaró delante de 5 Y todos los que no os recibie-
todo el pueblo la causa porque le ren, saliéndoos de aquella ciudad,
había tocado, y como al instante aun el polvo sacudid de vuestros
había sido sanada. pies en testimonio contra ellos.
48 Y él le dijo: Confía hija, tu fe 6 Y saliendo ellos, rodeaban por
te ha sanado: ve en paz. todas las aldeas, predicando el
49 Estando aún él hablando, evangelio, y sanando por todas
vino uno de casa del príncipe de partes.
la sinagoga diciéndole: Tu hija es 7 Y oyó Herodes el tetrarca todas
muerta: no molestes al Maestro. las cosas que hacía, y estaba en
50 Y oyéndolo Jesús, le respon- duda, porque decían algunos:
dió, diciendo: No temas: cree so- Que Juan había resucitado de los
lamente, y será salva. muertos;
51 Y entrado en casa, no dejó 8 Y otros: Que Elías había apare-
entrar a nadie, sino a Pedro, y a cido; y otros: Que algun profeta
Jacobo, y a Juan, y al padre y a de los antiguos había resucitado.
la madre de la muchacha. 9 Y dijo Herodes: A Juan yo le
52 Y lloraban todos, y hacían la- degollé: ¿quién pues será éste,
mentación por ella. Y él dijo: No de quién yo oigo tales cosas? Y
lloréis: no es muerta, mas duerme. procuraba verle.
53 Y hacían burla de él, sabiendo 10 Y vueltos los apóstoles, le con-
que estaba muerta. taron todas las cosas que habían
54 Y él, echados todos fuera, y hecho. Y tomándolos, se retiró
tomándola de la mano, clamó, aparte a un lugar desierto de la
diciendo: Muchacha, levántate. ciudad que se llamaba Betsaida.
55 Entonces su espíritu volvió, y 11 Y cuando las gentes lo supie-
se levantó inmediatamente; y él ron, le siguieron; y él les recibió, y
mandó que le diesen de comer. les hablaba del reino de Dios, y
56 Y sus padres estaban atóni- sanaba a los que tenían necesi-
tos: a los cuales él mandó, que dad de ser curados.
a nadie dijesen lo que había sido 12 Y el día había comenzado a
hecho. declinar; y llegándose los doce,
le dijeron: Despide la multitud,
CAPÍTULO 9 para que yendo a las aldeas y
LAMANDO a sus doce discí- campos de alrededor, se alber-
L pulos, les dio poder y autori-
dad sobre todos los demonios, y
guen y hallen viandas; porque
aquí estamos en lugar desierto.
para sanar enfermedades. 13 Y les dijo: Dadles vosotros de
95
Lucas 9 Jesús alimenta a cinco mil
comer. Y dijeron ellos: No tene- cualquiera que perdiere su vida
mos más de cinco panes y dos por causa de mí, éste la salvará.
peces, a no ser que vayamos no- 25 Porque ¿qué aprovecha al
sotros a comprar viandas para hombre, si ganare todo el mundo, y
toda esta gente. se pierda él a sí mismo, o se
14 Y eran como cinco mil hom- destruye a sí mismo?
bres. Entonces dijo a sus discípu- 26 Porque el que se avergonza-
los: Hacedlos sentar por grupos re de mí y de mis palabras, de
de cincuenta en cincuenta. este tal el Hijo del hombre se
15 Y así lo hicieron, haciéndolos avergonzará cuando vendrá en
sentar a todos. su gloria, y del Padre, y de los
16 Entonces él tomó los cinco santos ángeles.
panes, y los dos peces, y miran- 27 Y os digo de verdad, que hay
do al cielo los bendijo, y partió, algunos de los que están de pie
y dio a sus discípulos para que aquí, que no gustarán la muerte,
pusiesen delante de la multitud. hasta que vean el reino de Dios.
17 Y comieron todos, y se harta- 28 Y aconteció, como ocho días
ron; y alzaron lo que les sobró, después de estas palabras, que
doce canastos de pedazos. tomó a Pedro, y a Juan, y a Ja-
18 Y aconteció, que estando él cobo, y subió a un monte a orar.
solo orando, estaban con él los 29 Y entre tanto que oraba, la
discípulos, y les preguntó, di- apariencia de su rostro se hizo
ciendo: ¿Quién dicen las gentes otra; y su vestido blanco y res-
que yo soy? plandeciente.
19 Y ellos respondieron, y dije- 30 Y, he aquí, dos varones que
ron: Juan el Bautista; y otros: hablaban con él, los cuales eran
Elías; y otros, que algún profeta Moisés, y Elías,
de los antiguos ha resucitado. 31 Que aparecieron en gloria, y
20 Y él les dijo: ¿Mas vosotros, hablaban de su fallecimiento, la
quién decís que yo soy? Entonces cual había de cumplir en Jeru-
respondiendo Simón Pedro, dijo: salem.
El Cristo de Dios. 32 Y Pedro y los que estaban
21 Entonces él amonestándolos, con él, estaban cargados de
les mandó que a nadie dijesen esto, sueño; y como despertaron, vie-
22 Diciendo: Es menester que el ron su gloria, y a los dos varo-
Hijo del hombre padezca muchas nes que estaban de pie con él.
cosas, y que sea desechado de los 33 Y aconteció, que apartándose
ancianos, y de los príncipes de ellos de él, Pedro dice a Jesús:
los sacerdotes, y de los escribas, Maestro, bien es que nos estemos
y que sea muerto, y resucite al aquí; y hagamos tres tabernácu-
tercer día. los, uno para ti, y uno para Moi-
23 Y decía a todos: Si alguno sés, y uno para Elías; no sabien-
quiere venir en pos de mí, nié- do lo que se decía.
guese a sí mismo, y tome su cruz 34 Y estando él hablando esto,
cada día, y sígame. vino una nube que los cubrió; y
24 Porque cualquiera que quisie- tuvieron temor, entrando ellos en
re salvar su vida, la perderá; y la nube.
96
Humildad, tolerancia, perdón lucas 9
35 Y vino una voz de la nube, 46 Entonces entraron en disputa,
que decía: Este es mi Hijo amado, cuál de ellos sería el mayor.
a él oíd. 47 Mas Jesús, viendo los pen-
36 Y pasada aquella voz, Jesús samientos del corazón de ellos,
fue hallado solo; y ellos callaron, tomó un niño, y le puso junto a
y por aquellos días no dijeron sí,
nada a nadie de lo que habían 48 Y les dijo: Cualquiera que re-
visto. cibiere este niño en mi nombre,
37 Y aconteció el día siguien- a mí recibe; y cualquiera que
te, que descendiendo ellos del me recibiere a mí, recibe al que
monte, un gran gentío le salió al me envió; porque el que fuere el
encuentro; menor entre todos vosotros, éste
38 Y, he aquí, que un hombre será grande.
de la multitud clamó, diciendo: 49 Entonces respondiendo Juan,
Maestro; ruégote que veas a mi dijo: Maestro, hemos visto a uno
hijo, el único que tengo. que echaba fuera demonios en tu
39 Y, he aquí, un espíritu le toma, nombre, y se lo vedamos, porque no
y de repente da voces; y le despe- sigue con nosotros.
daza de modo que echa espuma, 50 Jesús le dijo: No se lo vedéis,
y apenas se aparta de él quebran- porque el que no es contra noso-
tándole. tros, por nosotros es.
40 Y rogué a tus discípulos que 51 Y aconteció que cuando se
le echasen fuera, y no pudieron. cumplió el tiempo en que había
41 Y respondiendo Jesús, dijo: de ser recibido arriba, él afirmó
¡Oh generación incrédula y per- su rostro para ir a Jerusalem.
versa! ¿hasta cuándo tengo de 52 Y envió mensajeros delante
estar con vosotros, y os sufriré? de sí, los cuales fueron y entra-
Trae tu hijo acá. ron en una ciudad de los Sama-
42 Y como aún se acercaba, el ritanos, a fin de preparar para él.
demonio le derribó, y le despeda- 53 Mas no le recibieron, porque
zó; mas Jesús reprendió al espíri- su rostro era de hombre que iba a
tu inmundo, y sanó al muchacho, y Jerusalem.
le volvió a su padre. 54 Y cuando sus discípulos Ja-
43 Y todos estaban atónitos del cobo y Juan vieron esto, dijeron:
gran poder de Dios. Y mientras Señor, ¿quieres que mandemos
que todos se maravillaban de que descienda fuego del cielo, y
todas las cosas que Jesús hacía, los consuma, como también hizo
él dijo a sus discípulos: Elías?
44 Poned vosotros en vuestros 55 Entonces volviendo él, les re-
oídos estas palabras; porque ha prendió, diciendo: Vosotros no
de acontecer que el Hijo del hom- sabéis de qué espíritu sois:
bre será entregado en manos de 56 Porque el Hijo del hombre no es
hombres. venido para destruir las vidas de
45 Mas ellos no entendían esta los hombres, sino para salvar-
palabra; y les era encubierta para las. Y se fueron a otra aldea.
que no la entendiesen, y temían 57 Y aconteció que yendo ellos,
de preguntarle de esta palabra. uno le dijo en el camino: Señor, yo
97
Lucas 10 Misión de los setenta
te seguiré donde quiera que fueres. 8 Y en cualquier ciudad donde
58 Y le dijo Jesús: Las zorras tie- entrareis, y os recibieren, comed lo
nen cuevas, y las aves del cielo que os pusieren delante;
nidos; mas el Hijo del hombre no 9 Y sanad a los enfermos que en
tiene donde recline su cabeza. ella hubiere, y decidles: se ha
59 Y él dijo a otro: Sígueme. Mas acercado a vosotros el reino de
él dijo: Señor, déjame que prime- Dios.
ro vaya, y entierre a mi padre. 10 Mas en cualquier ciudad
60 Y Jesús le dijo: Deja los muertos donde entrareis, y no os reci-
que entierren a sus muertos; mas bieren, saliendo por sus calles,
tú ve, y predica el reino de Dios. decid:
61 Entonces también dijo otro: 11 Aun el polvo que se nos ha
Seguirte he, Señor: mas déjame pegado de vuestra ciudad sacu-
que me despida primero de los dimos contra vosotros: esto em-
que están en mi casa. pero sabed que el reino de Dios se
62 Y Jesús le dijo: Ninguno que ha acercado a vosotros.
poniendo su mano al arado mi- 12 Y os digo, que será más tole-
rare atrás, es apto para el reino rable para Sodoma en aquel día,
de Dios. que aquella ciudad.
13 ¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti,
CAPÍTULO 10 Betsaida! que si en Tiro, y en
ESPUÉS de estas cosas, de- Sidón se hubieran hecho los mi-
D signó el Señor aun otros se-
tenta, a los cuales envió de dos
lagros que han sido hechos en
vosotras, ya tiempo ha, que sen-
en dos delante de su faz, a toda tados en cilicio y ceniza, se hu-
ciudad y lugar a donde él había bieran arrepentido:
de venir. 14 Por tanto, será más tolerable
2 Y les decía: La mies a la verdad para Tiro y Sidón que para voso-
es mucha, mas los obreros pocos; tras en el juicio.
por tanto, rogad al Señor de la 15 Y tú, Capernaum, que hasta el
mies que envíe obreros a su mies. cielo eres ensalzada, hasta el in-
3 Andad, he aquí, yo os envío como a fierno serás abatida.
corderos en medio de lobos. 16 El que a vosotros oye, a mí
4 No llevéis bolsa, ni alforja, ni oye; y el que a vosotros desecha,
zapatos; y a nadie saludéis en el a mí desecha; y el que a mí des-
camino. echa, desecha al que me envió.
5 En cualquier casa donde entra- 17 Y volvieron los setenta con
reis, primeramente decid: Paz sea a gozo, diciendo: Señor, aun los
esta casa. demonios se nos sujetan por tu
6 Y si hubiere allí el hijo de paz, nombre.
vuestra paz reposará sobre él; y 18 Y les dijo: Yo veía a Satanás,
si no, se volverá a vosotros. como un rayo caer del cielo.
7 Y posad en aquella misma casa, 19 He aquí, yo os doy potestad
comiendo y bebiendo lo que os de hollar sobre las serpientes, y
dieren; porque el obrero digno sobre los escorpiones, y sobre
es de su salario. No os paséis de todo el poder del enemigo, y
casa en casa. nada de ningún modo os dañará:
98
El buen Samaritano lucas 10
20 Empero no os regocijéis en despojaron, e hiriéndole, se fue-
esto, de que los espíritus se os ron, dejándole medio muerto.
sujeten; mas antes regocijaos de 31 Y aconteció, que descendió
que vuestros nombres están es- cierto sacerdote por el mismo
critos en el cielo. camino; y viéndole, se pasó del
21 En aquella misma hora Jesús otro lado.
se alegró en espíritu, y dijo: Te 32 Y asimismo un Levita, llegan-
doy gracias, oh Padre, Señor del do cerca de aquel lugar, y mirán-
cielo y de la tierra, que escondis- dole, se pasó del otro lado.
te estas cosas a los sabios y pru- 33 Y cierto Samaritano que iba
dentes, y las has revelado a los su camino, viniendo cerca de él,
pequeños: sí, Padre, porque así y viéndole, fue movido a compa-
te agradó. sión;
22 Todas las cosas me son entre- 34 Y llegándose, le vendó las he-
gadas de mi Padre; y nadie sabe ridas, echándole aceite y vino; y
quién es el Hijo, sino el Padre; ni poniéndole sobre su propia ca-
quién es el Padre, sino el Hijo, y balgadura, le llevó al mesón, y
a quien el Hijo le quisiere revelar. cuidó de él.
23 Y vuelto particularmente a sus 35 Y al otro día partiéndose, sacó
discípulos, dijo: Bienaventura- dos denarios, y le dio al mesone-
dos los ojos que ven lo que voso- ro, y le dijo: Cuida de él; y todo lo
tros veis; que de más gastares, yo cuan-
24 Porque os digo, que muchos do vuelva, te lo pagaré.
profetas y reyes desearon ver lo 36 ¿Quién, pues, de estos tres
que vosotros veis, y no lo vieron; te parece que fue el prójimo de
y oír lo que oís, y no lo oyeron. aquél que cayó entre ladrones?
25 Y he aquí, cierto doctor de la 37 Y él dijo: El que usó de mise-
ley se levantó, tentándole, y di- ricordia con él. Entonces Jesús le
ciendo: Maestro, ¿qué haré para dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
heredar la vida eterna? 38 Y aconteció, que yendo, entró
26 Y él dijo: ¿Qué está escrito en él en cierta aldea: y cierta mujer
la ley? ¿Cómo lees? llamada Marta, le recibió en su
27 Y él respondiendo, dijo: Ama- casa.
rás al Señor tu Dios de todo tu 39 Y ésta tenía una hermana que
corazón, y de toda tu alma, y de se llamaba María, la cual sentán-
todas tus fuerzas, y de toda tu dose a los pies de Jesús, oía su
mente; y a tu prójimo como a ti palabra.
mismo. 40 Marta empero se distraía en
28 Y le dijo: Bien has respondido: muchos servicios; y sobrevinien-
haz esto, y vivirás. do, dijo: Señor, ¿no tienes cui-
29 Mas él, queriéndose justificar a dado que mi hermana me deja
sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es servir sola? Dile, pues, que me
mi prójimo? ayude.
30 Y respondiendo Jesús, dijo: 41 Respondiendo Jesús entonces, le
Cierto hombre descendía de dijo: Marta, Marta, cuidado-
Jerusalem a Jericó, y cayó en sa estás, y con las muchas cosas
manos de ladrones, los cuales le estás turbada:
99
Lucas 11 La oración
42 Empero una cosa es necesa- 11 ¿Y cuál padre de vosotros, si
ria; y María ha escogido la buena su hijo le pidiere pan, le dará
parte, la cual no le será quitada. una piedra? o, si un pescado, ¿en
lugar de pescado, le dará una
CAPÍTULO 11 serpiente?
ACONTECIÓ que estando él 12 O, si le pidiere un huevo, ¿le
Y orando en cierto lugar, cuan- dará un escorpión?
do acabó, uno de sus discípulos 13 Pues, si vosotros, siendo
le dijo: Señor, enséñanos a orar, malos, sabéis dar buenas dádivas
como también Juan enseñó a sus a vuestros hijos, ¿cuánto más
discípulos. vuestro Padre celestial dará el
2 Y les dijo: Cuando orareis, Espíritu Santo a los que le pidie-
decid: Padre nuestro, que estás ren de él?
en el cielo, sea tu nombre santi- 14 Y estaba echando fuera un de-
ficado. Venga tu reino: sea hecha monio, el cual era mudo: y acon-
tu voluntad como en el cielo, así teció que salido fuera el demo-
también en la tierra. nio, el mudo habló, y las gentes se
3 El pan nuestro de cada día dá- maravillaron.
noslo hoy. 15 Y algunos de ellos decían: Por
4 Y perdónanos nuestros peca- Beelzebub, príncipe de los demo-
dos, porque también nosotros nios, echa fuera los demonios.
perdonamos a todos los que nos 16 Y otros, tentándole, pedían de él
deben. Y no nos metas en tenta- una señal del cielo.
ción; mas líbranos del mal. 17 Mas él, conociendo los pensa-
5 Les dijo también: Quién de vo- mientos de ellos, les dijo: Todo
sotros tendrá un amigo, e irá a él a reino dividido contra sí mismo es
media noche, y le dirá: Amigo, asolado; y casa contra casa cae.
préstame tres panes, 18 Y si también Satanás está divi-
6 Porque un amigo mío es veni- dido contra sí, ¿cómo permane-
do a mí de camino, y no tengo cerá su reino? porque decís, que
que ponerle delante; por Beelzebub echo yo fuera los
7 Y él de dentro respondien- demonios.
do, diga: No me seas molesto: 19 Pues si yo echo fuera los de-
la puerta está ya cerrada, y mis monios por Beelzebub, ¿vuestros
niños están conmigo en la cama: hijos, por quién los echan fuera?
no puedo levantarme, y darte. Por tanto ellos serán vuestros jueces.
8 Dígoos, que aunque no se le- 20 Mas si con el dedo de Dios yo
vante a darle por ser su amigo, echo fuera los demonios, cierto el
cierto por su importunidad se reino de Dios es llegado a vosotros.
levantará, y le dará todo lo que 21 Cuando un hombre fuerte ar-
habrá menester. mado guarda su palacio, en paz
9 Y yo os digo: Pedid, y se os está lo que posee.
dará: buscad, y hallaréis, tocad, y 22 Mas cuando otro más fuerte
os será abierto. que él sobreviniere, y le venciere,
10 Porque todo aquel que pide, le toma todas sus armas en que
recibe; y el que busca, halla; y al confiaba, y reparte sus despojos.
que llama, se abre. 23 El que no es conmigo, contra
100
La señal de Jonás lucas 11
mí es; y el que conmigo no reco- delero, para que los que entran
ge, desparrama. vean la luz.
24 Cuando el espíritu inmundo 34 La luz del cuerpo es el ojo: por
saliere del hombre, anda por lu- tanto, cuando tu ojo fuere senci-
gares secos, buscando reposo, y llo, también todo tu cuerpo será
no hallándolo, dice: Me volveré a lleno de luz; mas cuando fuere
mi casa, de donde salí. malo, también tu cuerpo será te-
25 Y viniendo, la halla barrida y nebroso.
adornada. 35 Mira pues, que la luz que en ti
26 Entonces va, y toma otros hay, no sea tinieblas.
siete espíritus peores que él, y 36 Así que siendo todo tu cuer-
entrados, moran allí; y lo postre- po resplandeciente, no teniendo
ro del tal hombre es peor que lo alguna parte de tinieblas, será
primero. todo luminoso como cuando el
27 Y aconteció, que diciendo él resplandor de una candela te
estas cosas, cierta mujer de la alumbra.
multitud, levantando la voz, le 37 Y estando él hablando, le rogó
dijo: Bienaventurado el vientre que cierto Fariseo que comiese con
te trajo, y los pechos que mamaste. él: y entró y se sentó a la mesa.
28 Y él dijo: Antes bienaventu- 38 Y el Fariseo, cuando lo vio, se
rados los que oyen la palabra de maravilló de que no se lavó antes de
Dios, y la guardan. comer.
29 Y cuando las multitudes se 39 Y el Señor le dijo: Ahora voso-
juntaban, comenzó a decir: Esta tros los Fariseos lo de fuera de la
generación mala es: señal busca, copa y del plato limpiáis; mas lo
mas señal no le será dada, sino la que está dentro de vosotros, está
señal de Jonás el profeta. lleno de rapiña y de maldad.
30 Porque como Jonás fue señal 40 Insensatos ¿el que hizo lo de
a los Ninivitas, así también será fuera, no hizo también lo de dentro?
el Hijo del hombre a esta gene- 41 Empero de lo que tenéis, dad
ración. limosna; y, he aquí, todas las
31 La reina del Sur se levanta- cosas os son limpias.
rá en juicio con los hombres de 42 Mas ¡ay de vosotros Fariseos!
esta generación, y los condenará; que diezmáis la menta, y la ruda, y
porque vino de los fines de la tie- toda hortaliza; mas el juicio y el
rra a oír la sabiduría de Salomón; amor de Dios pasáis de largo.
y, he aquí, hay uno mayor que Sa- Empero estas cosas era menester
lomón en este lugar. hacer, y no dejar las otras.
32 Los hombres de Nínive se le- 43 ¡Ay de vosotros Fariseos! que
vantarán en juicio con esta ge- amáis las primeras sillas en las
neración, y la condenarán; por- sinagogas, y las salutaciones en
que a la predicación de Jonás se las plazas.
arrepintieron; y, he aquí, hay uno 44 ¡Ay de vosotros, escribas y Fa-
mayor que Jonás en este lugar. riseos, hipócritas! que sois como
33 Ninguno enciende la candela sepulcros que no parecen, y los
y la pone en lugar oculto, ni de- hombres que andan encima no lo
bajo del almud, sino en el can- saben.
101
Lucas 12 Censuras a los Fariseos
45 Y respondiendo uno de los CAPÍTULO 12
doctores de la ley, le dice: Maes-
tro, cuando dices esto, también E N ESTO habiéndose juntado
una innumerable multitud de
nos afrentas a nosotros. gente, de modo que unos a otros se
46 Y él dijo: ¡Ay de vosotros hollaban, comenzó a decir a sus
también, doctores de la ley! que discípulos: Primeramente
cargáis los hombres con cargas guardaos de la levadura de los
que no pueden llevar; mas vo- Fariseos, que es hipocresía.
sotros, ni aun con un dedo to- 2 Porque nada hay encubierto,
cáis las cargas. que no haya de ser revelado; ni
47 ¡Ay de vosotros! que edifi- oculto, que no haya de ser sabi-
cáis los sepulcros de los profe- do.
tas, y los mataron vuestros pa- 3 Por tanto, las cosas que dijis-
dres. teis en tinieblas, en la luz serán
48 Ciertamente dais testimonio oídas; y lo que hablasteis al oído en
que consentís en los hechos de los aposentos, será pregonado desde
vuestros padres; porque a la los tejados.
verdad ellos los mataron, mas 4 Mas os digo, amigos míos: No
vosotros edificáis sus sepulcros. temáis a los que matan el cuerpo, y
49 Por tanto la sabiduría de después de esto no tienen más que
Dios también dijo: Enviaré a puedan hacer;
ellos profetas y apóstoles, y de 5 Mas yo os enseñaré a quién
ellos a unos matarán, y a otros temáis: Temed a aquel que des-
perseguirán. pués que hubiere matado, tiene
50 Para que de esta generación potestad de echar en el infierno:
sea demandada la sangre de de cierto os digo: A éste temed.
todos los profetas, que ha sido 6 ¿No se venden cinco pajarillos
derramada desde la fundación por dos blancas? y ni uno de ellos
del mundo: está olvidado delante de Dios.
51 Desde la sangre de Abel, 7 Y aun los cabellos de vuestra
hasta la sangre de Zacarías, que cabeza, todos están contados. No
pereció entre el altar y el tem- temáis pues: de más estima sois
plo: De cierto os digo, será de- vosotros que muchos pajarillos.
mandada de esta generación. 8 Pero os digo que todo aquel
52 ¡Ay de vosotros, doctores de que me confesare delante de los
la ley! porque habéis quitado la hombres, también el Hijo del
llave del conocimiento: voso- hombre le confesará delante de
tros mismos no entrasteis, y a los ángeles de Dios.
los que entraban impedisteis. 9 Mas el que me negare delante de
53 Y diciéndoles estas cosas, los hombres, será negado de-
los escribas y los Fariseos co- lante de los ángeles de Dios.
menzaron a apretar le en gran 10 Y todo aquel que dice pala-
manera, y a provocarle a que bra contra el Hijo del hombre, le
hablase de muchas cosas, será perdonado; mas al que blas-
54 Acechándole, y procurando femare contra el Espíritu Santo, no
de cazar algo de su boca para le será perdonado.
acusarle. 11 Y cuando os trajeren a las
102
El rico insensato lucas 12
sinagogas, y a los magistrados y 25 ¿Quién de vosotros acongo-
potestades, no os acongojéis jándose, podrá añadir a su esta-
cómo, o qué hayáis de responder, o tura un codo?
qué hayáis de decir. 26 Pues si no podéis aun lo que es
12 Porque el Espíritu Santo os menos, ¿por qué os acongojáis de lo
enseñará en la misma hora lo demás?
que será menester decir. 27 Considerad los lirios, como
13 Y le dijo uno de la compañía: crecen: no labran, ni hilan; y os
Maestro, di a mi hermano que digo, que ni Salomón con toda
parta conmigo la herencia. su gloria se vistió como uno de
14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién ellos.
me puso por juez, o partidor 28 Y si así viste Dios a la hier-
sobre vosotros? ba, que hoy está en el campo, y
15 Y les dijo: Mirad, y guardaos mañana es echada en el horno,
de avaricia; porque la vida del ¿cuánto más a vosotros, Oh vo-
hombre no consiste en la abun- sotros de poca fe?
dancia de los bienes que posee. 29 Vosotros, pues, no busquéis
16 Y les dijo una parábola, dicien- qué hayáis de comer, o qué ha-
do: La heredad de cierto hombre yáis de beber, y no seáis de
rico había llevado muchos frutos; mente dudosa;
17 Y él pensaba dentro de sí, di- 30 Porque todas estas cosas las
ciendo: ¿Qué haré, no tengo gentes del mundo las buscan; y
donde pueda recoger mis frutos? vuestro Padre sabe que habéis
18 Y dijo: Esto haré: derribaré menester estas cosas.
mis alfolíes, y los edificaré ma- 31 Mas antes buscad el reino de
yores; y allí recogeré todos mis Dios, y todas estas cosas os serán
frutos y mis bienes; añadidas.
19 Y diré a mi alma: Alma, mu- 32 No temáis, oh rebaño peque-
chos bienes tienes en depósi- ño, porque al Padre ha placido
to para muchos años: repósate, daros el reino.
come, bebe, huélgate. 33 Vended lo que poseéis, y dad
20 Y díjole Dios: ¡Insensato! Esta limosna: haceos bolsas que no se
noche vuelven a pedir tu alma; ¿y envejecen, tesoro en los cielos
lo que has provisto, de quién será? que nunca falte: donde ladrón no
21 Así es el que hace para sí teso- llega, ni polilla corrompe.
ro, y no es rico en Dios. 34 Porque donde está vuestro te-
22 Y dijo a sus discípulos: Por soro, allí también estará vuestro
tanto os digo: No os acongojéis corazón.
de vuestra vida, qué comeréis; ni 35 Estén ceñidos vuestros lomos, y
del cuerpo, qué vestiréis. vuestras luces encendidas;
23 La vida es más que la comida, 36 Y vosotros, semejantes a
y el cuerpo, más que el vestido. hombres que esperan cuando su
24 Considerad los cuervos, que señor ha de volver de las bodas;
ni siembran, ni siegan: que ni para que cuando viniere y tocare,
tienen almacén, ni alfolí; y Dios inmediatamente le abran.
los alimenta. ¿Cuánto de más es- 37 Bienaventurados aquellos
tima sois vosotros que las aves? siervos, los cuales, cuando el
103
Lucas 13 El siervo vigilante
señor viniere, hallare velando: ra que fue dado mucho, mucho
de cierto os digo, que él se ceñirá, y será vuelto a demandar de él; y al
hará que se sienten a la mesa, y que encomendaron mucho, más
vendrá a servirles. será de él pedido.
38 Y aunque venga a la segunda 49 Yo soy venido a meter fuego
vela, y aunque venga a la tercera en la tierra, ¿y qué quiero, si ya
vela, y los hallare así, bienaven- está encendido?
turados son los tales siervos. 50 Empero de un bautismo tengo
39 Esto empero sabed, que si su- de ser bautizado, ¡y cómo me an-
piese el padre de familia a qué gustio hasta que sea cumplido!
hora había de venir el ladrón, 51 ¿Pensáis que yo soy venido a
velaría ciertamente, y no dejaría dar paz en la tierra? Os digo, No;
minar su casa. sino antes división.
40 Vosotros, pues, también estad 52 Porque estarán de aquí ade-
apercibidos; porque a la hora lante cinco en una casa divididos,
que no pensáis, el Hijo del hom- tres contra dos, y dos contra tres.
bre vendrá. 53 El padre estará dividido con-
41 Entonces Pedro le dijo: Señor, tra el hijo, y el hijo contra el
¿dices esta parábola a nosotros, padre: la madre contra la hija, y
o también a todos? la hija contra la madre: la suegra
42 Y dijo el Señor: ¿Quién es el contra su nuera, y la nuera con-
mayordomo fiel y prudente, al tra su suegra.
cual el señor pondrá sobre su fa- 54 Y decía también al pueblo:
milia, para que en tiempo les dé Cuando veis la nube que sale del
su ración? poniente, inmediatamente decís:
43 Bienaventurado aquel siervo, Agua viene; y es así.
al cual, cuando el señor viniere, 55 Y cuando sopla el viento del
hallare haciendo así. sur, decís: Habrá calor; y lo hay.
44 En verdad os digo, que él le 56 ¡Hipócritas! Sabéis discernir
pondrá sobre todos sus bienes. la faz del cielo y de la tierra, ¿y
45 Mas si el tal siervo dijere en este tiempo, cómo no lo discernís?
su corazón: Mi señor se tarda de 57 ¿Mas por qué aun de voso-
venir, y comenzare a herir los tros mismos no juzgáis lo que es
siervos y las criadas, y a comer, y a justo?
beber, y a embriagarse, 58 Pues cuando vas al magistra-
46 Vendrá el señor de aquel sier- do con tu adversario, procura en el
vo el día que él no espera, y a la camino de librarte de él, por-
hora que él no sabe; y le apar- que no te traiga al juez, y el juez te
tará, y pondrá su suerte con los entregue al oficial, y el oficial te
incrédulos. meta en la cárcel.
47 Porque el siervo que supo 59 Te digo que no saldrás de allá
la voluntad de su señor, y no se hasta que hayas pagado hasta la
apercibió, ni hizo conforme a su última blanca.
voluntad, será azotado mucho.
48 Mas el que no la supo, e hizo CAPÍTULO 13
cosas dignas de ser azotado, será EN este mismo tiempo esta-
azotado poco, porque a cualquie-

104
Y ban allí unos que le contaban
Exhortación al arrepentimiento lucas 13
de los Galileos, cuya sangre Pi- 14 Y respondiendo el príncipe de
lato había mezclado con sus sa- la sinagoga, indignado de que
crificios. Jesús hubiese curado en sábado,
2 Y respondiendo Jesús, les dijo: dijo al pueblo: Seis días hay en
¿Pensáis que estos Galileos, por- que es menester obrar: en éstos
que han padecido tales cosas, pues venid, y sed curados; y no
fueron más pecadores que todos en día de sábado.
los Galileos? 15 Entonces el Señor le respon-
3 Yo os digo, que no: antes si no dió, y dijo: Hipócrita, cada uno de
os arrepintiereis, todos perece- vosotros ¿no desata en sábado su
réis igualmente. buey, o su asno del pesebre, y le
4 O aquellos diez y ocho, sobre los lleva a beber?
cuales cayó la torre en Siloé, y los 16 Y a esta hija de Abraham, que
mató, ¿pensáis que ellos fueron he aquí, Satanás la había ligado
más pecadores que todos los hom- diez y ocho años, ¿no convino
bres que habitan en Jerusalem? desatarla de esta ligadura en día
5 Yo os digo, que no, antes si no de sábado?
os arrepintiereis, todos perece- 17 Y diciendo él estas cosas, se
réis igualmente. avergonzaban todos sus adversa-
6 Y decía esta parábola: Cierto rios: y todo el pueblo se regoci-
hombre tenía una higuera plan- jaba de todas las cosas gloriosas
tada en su viña; y vino a buscar que eran por él hechas.
fruto en ella, y no halló. 18 Y decía: ¿A qué es semejante
7 Y dijo al viñero: He aquí, tres el reino de Dios, y a qué le com-
años ha que vengo a buscar fruto pararé?
en esta higuera, y no lo hallo; 19 Semejante es al grano de la
córtala, ¿por qué hará inútil aun mostaza, que un hombre tomó, y
la tierra? lo echó en su huerto; y creció, y
8 Él entonces respondiendo, le fue hecho árbol grande, y las aves
dijo: Señor, déjala aún este año, del cielo posaron en sus ramas.
hasta que yo haya cavado alrede- 20 Y otra vez dijo: ¿A qué
dor de ella y echádole estiércol. compararé el reino de Dios?
9 Y si hiciere fruto, bien; y si no, 21 Semejante es a la levadura,
la cortarás después. que tomó una mujer y la escon-
10 Y estaba enseñando en una de dió en tres medidas de harina
las sinagogas en el sábado. hasta que todo fue leudado.
11 Y, he aquí, había una mujer 22 Y pasaba por todas las ciuda-
que tenía un espíritu de enfer- des y aldeas enseñando, y cami-
medad diez y ocho años, y anda- nando a Jerusalem.
ba agobiada, así que en ninguna 23 Y le dijo uno: Señor, ¿son
manera podía enderezarse. pocos los que se salvan? Y él les
12 Y cuando Jesús la vio, la llamó, y dijo:
le dijo: Mujer, libre eres de tu 24 Porfiad a entrar por la puerta
enfermedad. angosta; porque yo os digo, que
13 Y puso las manos sobre ella, y muchos procurarán de entrar, y
al instante se enderezó, y glorifi- no podrán.
caba a Dios. 25 Después que el padre de fa-
105
Lucas 14 Curación de un hidrópico
milia se levantare, y cerrare la 35 He aquí, os es dejada vues-
puerta, y comenzareis a estar de tra casa desierta; y de cierto os
pie afuera, y tocar a la puerta, di- digo que no me veréis, hasta que
ciendo: Señor, Señor, ábrenos; y venga tiempo cuando digáis: Ben-
respondiendo él, os dirá: No os dito el que viene en nombre del
conozco de dónde seáis. Señor.
26 Entonces comenzaréis a decir:
Delante de ti hemos comido y be- CAPÍTULO 14
bido, y en nuestras plazas ense- ACONTECIÓ que entrado en
ñaste.

27 Y os dirá: Dígoos, que no os


Y casa de un príncipe de los

Fariseos un sábado a comer pan,


conozco de dónde seáis: apar- ellos le acechaban.
taos de mí todos los obreros de 2 Y, he aquí, cierto hombre hi-
iniquidad. drópico estaba delante de él.
28 Allí será el lloro y el cru- 3 Y respondiendo Jesús, habló a
jir de dientes, cuando viereis a los doctores de la ley, y a los Fa-
Abraham, y a Isaac, y a Jacob, y riseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en
a todos los profetas en el reino sábado?
de Dios, y vosotros ser echados 4 Y ellos callaron. Entonces él to-
fuera. mándole, le sanó, y le envió.
29 Y vendrán del oriente, y del 5 Y él les respondió diciendo: ¿A
occidente, y del norte, y del sur, quién de vosotros si le cayere el
y se sentarán en el reino de Dios. asno, o el buey en un pozo, no le
30 Y, he aquí, hay postreros, que sacará inmediatamente en día de
serán primeros; y hay primeros, sábado?
que serán postreros. 6 Y no le podían replicar a estas
31 Aquel mismo día llegaron cosas.
ciertos Fariseos, diciéndole: Sal, 7 Y propuso una parábola a
y vete de aquí; porque Herodes los convidados, cuando obser-
te quiere matar. vó como escogían los primeros
32 Y les dijo: Id, y decid a aque- asientos a la mesa, diciéndoles:
lla zorra: He aquí, echo fuera de- 8 Cuando fueres convidado de
monios y acabo sanidades hoy y alguno a bodas, no te asientes en el
mañana, y al tercer día soy con- primer lugar; porque podrá ser que
sumado. otro más honrado que tú sea
33 Empero es menester que hoy, convidado de él;
y mañana, y pasado mañana ca- 9 Y viniendo el que te convidó a
mine; porque no es posible que ti y a él, te diga: Da lugar a éste;
un profeta perezca fuera de Je- y entonces comiences con ver-
rusalem. güenza a tener el postrer lugar.
34 ¡Oh Jerusalem, Jerusalem, 10 Mas cuando fueres convida-
que matas los profetas, y ape- do, ve, y asiéntate en el postrer
dreas los que son enviados a ti, lugar; porque cuando viniere el
cuántas veces quise juntar tus que te convidó, te diga: Amigo,
hijos, como la gallina a sus po- sube más arriba: entonces ten-
lluelos debajo de sus alas, y no drás gloria delante de los que
quisiste! juntamente se asientan a la mesa.
106
Parábola de la gran cena lucas 14
11 Porque cualquiera que se en- y trae acá los pobres, y mancos, y
salza, será humillado, y el que se cojos, y ciegos.
humilla, será ensalzado. 22 Y dijo el siervo: Señor, hecho es
12 Y decía también al que le como mandaste, y aún hay lugar.
había convidado: Cuando haces 23 Y dijo el señor al siervo: Ve
comida o cena, no llames a tus por los caminos, y por los va-
amigos, ni a tus hermanos, ni llados, y fuérzalos a entrar, para
a tus parientes, ni a tus vecinos que se llene mi casa.
ricos; porque también ellos no 24 Porque yo os digo, que ningu-
te vuelvan a convidar, y te sea no de aquellos varones que fue-
hecha recompensa. ron llamados, gustará mi cena.
13 Mas cuando haces un banque- 25 Y grandes multitudes iban
te, llama a los pobres, los man- con él; y volviéndose les dijo:
cos, los cojos, los ciegos; 26 Si alguno viene a mí, y no
14 Y serás bienaventurado; por- aborrece a su padre, y madre, y
que ellos no te pueden recom- esposa, e hijos, y hermanos, y
pensar; mas te será recompen- hermanas, y aun también su pro-
sado en la resurrección de los pia vida, no puede ser mi discí-
justos. pulo.
15 Y oyendo esto uno de los que 27 Y cualquiera que no lleva su
juntamente estaban sentados a la cruz, y viene en pos de mí, no
mesa, le dijo: Bienaventurado el puede ser mi discípulo.
que comerá pan en el reino de 28 Porque ¿cuál de vosotros,
Dios. queriendo edificar una torre, no
16 Él entonces le dijo: Cierto cuenta primero sentado y haga
hombre hizo una grande cena, y cuenta de los gastos, si tiene lo
convidó a muchos. que ha menester para acabarla?
17 Y a la hora de la cena envió 29 Porque después que haya
a su siervo a decir a los convi- puesto el fundamento, y no
dados: Venid, que ya todo está pueda acabarla, todos los que
aparejado. lo vieren, no comiencen a hacer
18 Y comenzaron todos a una a burla de él,
excusarse. El primero le dijo: He 30 Diciendo: Este hombre co-
comprado una hacienda, y he me- menzó a edificar, y no pudo aca-
nester de salir y verla; te ruego bar.
que me tengas por excusado. 31 ¿O cuál rey, habiendo de ir
19 Y el otro dijo: He comprado a hacer guerra contra otro rey,
cinco yuntas de bueyes, y voy a sentándose primero no consulta
probarlos: ruégote que me ten- si puede salir al encuentro con
gas por excusado. diez mil al que viene contra él
20 Y el otro dijo: Me he casado; y con veinte mil?
por tanto no puedo venir. 32 De otra manera, cuando el
21 Y vuelto el siervo, hizo saber otro está aún lejos, le envía una
estas cosas a su señor. Entonces embajada, y le pide condiciones
el padre de familia, enojado dijo de paz.
a su siervo: Ve presto por las pla- 33 Así pues, cualquiera de voso-
zas, y por las calles de la ciudad, tros que no renuncia a todas las
107
Lucas 15 El hijo pródigo
cosas que posee, no puede ser mi lante de los ángeles de Dios por
discípulo. un pecador que se arrepiente.
34 Buena es la sal; mas si la sal 11 Y dijo: Cierto hombre tenía
perdiere su sabor, ¿con qué será dos hijos;
salada? 12 Y el más mozo de ellos dijo a su
35 Ni para la tierra, ni para el padre: Padre, dame la parte de la
muladar es buena: fuera la echan. hacienda que me pertenece. Y él les
El que tiene oídos para oír, oiga. repartió sus bienes.
13 Y después de no muchos días,
CAPÍTULO 15 juntándolo todo el hijo menor, se
SE llegaban a él todos los pu- partió lejos, a un país apartado;
Y blicanos, y pecadores a oirle.
2 Y murmuraban los Fariseos y
y allí desperdició su hacienda vi-
viendo disolutamente.
los escribas, diciendo: Este a los 14 Y después que lo hubo todo
pecadores recibe, y con ellos malgastado, vino una grande
come. hambre en aquella tierra, y co-
3 Y él les habló esta parábola, di- menzóle a faltar.
ciendo: 15 Y fue, y se llegó a uno de los
4 ¿Qué hombre de vosotros, te- ciudadanos de aquella tierra, el
niendo cien ovejas, si perdiere cual le envió a sus campos, para
una de ellas, no deja las noventa que apacentase los puercos.
y nueve en el desierto, y va a bus- 16 Y deseaba henchir su vientre
car la que se perdió, hasta que la de las algarrobas que comían los
halle? puercos; mas nadie le daba.
5 Y cuando la ha hallado la pone 17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuán-
sobre sus hombros gozoso; tos jornaleros en casa de mi
6 Y cuando viene a casa, junta a padre tienen abundancia de pan,
sus amigos, y a sus vecinos, di- y yo aquí perezco de hambre!
ciéndoles: Gozaos conmigo, por- 18 Me levantaré, e iré a mi padre, y
que he hallado mi oveja que se le diré: Padre, pecado he contra el
había perdido. cielo, y contra ti:
7 Os digo, que así habrá más gozo 19 Ya no soy digno de ser llama-
en el cielo sobre un pecador que do tu hijo: hazme como a uno de tus
se arrepiente, que sobre noventa y jornaleros.
nueve justos, que no tienen ne- 20 Y se levantó y vino a su padre. Y
cesidad de arrepentimiento. cuando aún estaba lejos, le vio su
8 ¿O qué mujer que tiene diez padre, y fue movido con com-
dracmas, si perdiere la una drac- pasión, y corrió, echóse sobre su
ma, no enciende la candela, y cuello, y le besó.
barre la casa, y busca con dili- 21 Y el hijo le dijo: Padre, peca-
gencia hasta hallarla? do he contra el cielo, y contra ti,
9 Y cuando la hubiere hallado, ya no soy digno de ser llamado
junta sus amigas y sus vecinas, di- tu hijo.
ciendo: Gozaos conmigo; porque 22 Mas el padre dijo a sus sier-
he hallado la dracma que había vos: Sacad el principal vestido, y
perdido. vestidle; y poned anillo en su
10 Así os digo, que hay gozo de- mano, y zapatos en sus pies;
108
El mayordomo infiel lucas 16
23 Y traed el becerro gordo, y tu mayordomía; porque ya no
matadle; y comamos, y alegré- podrás más ser mayordomo.
monos; 3 Entonces el mayordomo dijo
24 Porque éste mi hijo muerto dentro de sí: ¿Qué haré? que
era, y ha revivido: se había per- mi señor me quita la mayordo-
dido, y es hallado. Y comenzaron a mía. Cavar, no puedo: mendigar,
alegrarse. tengo vergüenza.
25 Y su hijo mayor estaba en el 4 Yo sé lo que haré, para que
campo, el cual cuando vino, y cuando fuere quitado de la ma-
llegó cerca de la casa, oyó la mú- yordomía, me reciban en sus
sica y las danzas; casas.
26 Y llamando a uno de los sier- 5 Y llamando a cada uno de los
vos, le preguntó qué eran esas deudores de su señor, dijo al pri-
cosas. mero: ¿Cuánto debes a mi señor?
27 Y él le dijo: Tu hermano es 6 Y él dijo: Cien barriles de acei-
venido; y tu padre ha muerto el te. Y le dijo: Toma tu obligación,
becerro gordo, porque lo ha re- y siéntate presto, y escribe cin-
cobrado sano y salvo. cuenta.
28 Entonces él se enojó, y no 7 Después dijo a otro: ¿Y tú,
quería entrar. Salió por tanto su cuánto debes? Y él dijo: Cien
padre, y le rogaba. coros de trigo. Y él le dijo: Toma
29 Mas él respondiendo, dijo al tu obligación, y escribe ochenta.
padre: He aquí, tantos años ha 8 Y alabó el señor al mayordomo
que te sirvo, y nunca transgredí injusto, por haber hecho pruden-
tu mandamiento, y nunca me has temente; porque los hijos de este
dado un cabrito para alegrarme mundo más prudentes son en su
con mis amigos; generación que los hijos de luz.
30 Mas cuando vino éste tu hijo, 9 Y yo os digo: Haceos amigos de
que ha devorado tu hacienda las riquezas de injusticia, para
con rameras, le has matado el que cuando faltareis, os reciban en
becerro gordo. las moradas eternas.
31 Él entonces le dijo: Hijo, tú 10 El que es fiel en lo muy poco,
siempre estás conmigo, y todas también en lo más es fiel; y el
mis cosas son tuyas; que en lo muy poco es injusto,
32 Mas era necesario tener ale- también en lo más es injusto.
gría y gozarnos; porque éste tu 11 Pues si en la riqueza injusta no
hermano muerto era, y revivió: fuisteis fieles, ¿lo que es ver-
se había perdido, y es hallado. dadero, quién os lo confiará?
12 Y si en lo ajeno no fuisteis fie-
CAPÍTULO 16 les, ¿lo que es vuestro, quién os
DECÍA también a sus discípu- lo dará?
Y los: Había cierto hombre rico,
el cual tenía un mayordomo; y
13 Ningún siervo puede servir a
dos señores; porque, o aborrece-
éste fue acusado delante de él, rá al uno, y amará al otro, o se
de que había disipado sus bienes. allegará al uno, y menospreciará al
2 Y le llamó, y le dijo: ¿Qué es otro. No podéis servir a Dios, y a las
esto que oigo de ti? da cuenta de riquezas.
109
Lucas 17 El rico y Lázaro
14 Y oían también los Fariseos refresque mi lengua; porque
todas estas cosas, los cuales eran soy atormentado en esta llama.
avaros; y se burlaban de él. 25 Mas dijo Abraham: Hijo,
15 Y él les dijo: Vosotros sois los acuérdate que recibiste tus bie-
que os justificáis a vosotros mis- nes en tu vida, y Lázaro también
mos delante de los hombres; mas males; mas ahora él es consola-
Dios conoce vuestros corazones; do, y tú eres atormentado.
porque lo que los hombres tienen 26 Y además de todo esto, una
en alto precio, delante de Dios es grande sima está establecida
abominación. entre nosotros y vosotros, así
16 La ley y los profetas fueron que los que quisieren pasar de
hasta Juan: desde entonces el aquí a vosotros, no pueden, ni de
reino de Dios es predicado, y todos allá pasar acá.
hacen fuerza para entrar en él. 27 Entonces dijo: Ruégote pues,
17 Empero más fácil cosa es pasar padre, que le envíes a la casa de mi
el cielo y la tierra, que caer una padre;
tilde de la ley. 28 Porque tengo cinco hermanos;
18 Cualquiera que repudia a su para que les testifique; porque
esposa, y se casa con otra, come- no vengan ellos también a este
te adulterio; y el que se casa con lugar de tormento.
la repudiada del marido, comete 29 Y Abraham le dice: A Moisés,
adulterio. y a los profetas tienen, óiganlos;
19 Y había cierto hombre rico, 30 Pero él dijo: No, padre Abra-
que se vestía de púrpura y de ham; mas si alguno fuere a ellos
lino finísimo, y en suntuosidad de los muertos se arrepentirán.
vivía alegremente cada día. 31 Mas él le dijo: Si no oyen a
20 Había también cierto mendi- Moisés, y a los profetas, tampoco
go llamado Lázaro, el cual estaba se persuadirán, aunque alguno se
echado a la puerta de él, lleno de resucitare de entre los muertos.
llagas,
21 Y deseando hartarse de las CAPÍTULO 17
migajas que caían de la mesa del DIJO a los discípulos: Impo-
rico; y aun los perros venían, y le

lamían las llagas.


Y sible es que no vengan escán-

dalos; mas ¡ay de aquél por quien


22 Y aconteció, que murió el vienen!
mendigo, y fue llevado por los 2 Mejor le sería, si una piedra de
ángeles al seno de Abraham; y molino de asno le fuere puesta al
murió también el rico, y fue se- cuello, y fuese echado en el mar,
pultado. que escandalizar a uno de estos
23 Y en el infierno, alzó sus ojos, pequeñitos.
estando en tormentos, y ve a 3 Mirad por vosotros. Si pecare
Abraham lejos, y a Lázaro en su contra ti tu hermano, reprénde-
seno. le; y si se arrepintiere, perdónale.
24 Entonces él, dando voces, dijo: 4 Y si siete veces al día pecare
Padre Abraham, ten misericordia contra ti, y siete veces al día se
de mí, y envía a Lázaro que moje volviere a ti, diciendo: me arre-
la punta de su dedo en agua, y piento: perdónale.
110
Curación de diez leprosos lucas 17
5 Y dijeron los apóstoles al Señor: pios? ¿Y los nueve, dónde están?
Auméntanos la fe. 18 ¿No fue hallado quien volvie-
6 Y el Señor dijo: Si tuvieses fe se, y diese gloria a Dios, sino este
como un grano de mostaza, di- extranjero?
ríais a este sicómoro: Desarrái- 19 Y le dijo: Levántate, vete: tu fe te
gate, y plántate en el mar, y os ha salvado.
obedecería. 20 Y preguntado de los Fariseos,
7 ¿Mas cuál de vosotros tiene un cuándo había de venir el reino
siervo que ara, o apacienta gana- de Dios, les respondió, y dijo: El
do, que vuelto del campo le diga reino de Dios no vendrá con ob-
en seguida: Pasa, siéntate a la servación;
mesa? 21 Ni dirán: Helo aquí, o helo
8 ¿No le dice antes: Adereza allí; porque, he aquí, el reino de
que cene yo, y cíñete, y sírveme Dios dentro de vosotros está.
hasta que haya comido y bebi- 22 Y dijo a los discípulos: Ven-
do; y después de esto, come tú drán días, cuando desearéis ver
y bebe? uno de los días del Hijo del hom-
9 ¿Da gracias al siervo porque bre, y no lo veréis.
hizo lo que le había sido manda- 23 Y os dirán: Helo aquí, o helo
do? Pienso que no. allí. No vayáis tras ellos, ni los sigáis.
10 Así también vosotros, cuando 24 Porque como el relámpago,
hubiereis hecho todo lo que os es relampagueando desde una parte
mandado, decid: Siervos inútiles debajo del cielo, resplandece
somos; porque lo que debíamos hasta la otra debajo del cielo, así
de hacer, hicimos. también será el Hijo del hombre
11 Y aconteció que yendo él a en su día.
Jerusalem, pasaba por medio de 25 Mas primero es menester que
Samaria, y de Galilea. padezca muchas cosas, y sea re-
12 Y entrando en cierta aldea, vi- probado de esta generación.
niéronle al encuentro diez hom- 26 Y como fue en los días de Noé,
bres leprosos, los cuales se para- así también será en los días del
ron de lejos; Hijo del hombre:
13 Y alzaron la voz, diciendo: 27 Comían, bebían, se casaban,
Jesús, Maestro, ten misericordia se daban en casamiento, hasta
de nosotros. el día que entró Noé en el arca;
14 Y cuando él los vio, les dijo: y vino el diluvio, y destruyó a
Id, mostraos a los sacerdotes. Y todos.
aconteció, que yendo ellos, fue- 28 Asimismo también como fue en
ron limpios. los días de Lot: comían, be-
15 Y uno de ellos, cuando se vio bían, compraban, vendían, plan-
que era limpio, volvió, glorifi- taban, edificaban;
cando a Dios a gran voz, 29 Mas el día que Lot salió de
16 Y se derribó sobre su rostro a Sodoma, llovió del cielo fuego y
sus pies, dandole gracias; y éste azufre, y destruyó a todos:
era Samaritano. 30 Como esto será el día en que
17 Y respondiendo Jesús, dijo: el Hijo del hombre será revelado.
¿No son diez los que fueron lim- 31 En aquel día, el que estuvie-
111
Lucas 18 El Fariseo y el publicano
re en el tejado, y sus alhajas en 8 Yo os digo que hará presto la
casa, no descienda a tomarlas; y venganza para ellos. Empero el
el que en el campo, asimismo no Hijo del hombre, cuando viniere,
vuelva atrás. ¿hallará la fe en la tierra?
32 Acordaos de la esposa de Lot. 9 Y dijo también esta parábola a
33 Cualquiera que procurare sal- ciertos que confiaban en sí mis-
var su vida, la perderá; y cual- mos que eran justos, y menos-
quiera que la perdiere, la salvará. preciaban a los otros:
34 Os digo que en aquella noche 10 Dos hombres subieron al tem-
estarán dos en una cama: el uno plo a orar, el uno Fariseo, y el
será tomado, y el otro será dejado. otro publicano.
35 Dos estarán moliendo juntas: 11 El Fariseo puesto en pie, oraba
la una será tomada, y la otra será consigo mismo de esta manera:
dejada. Dios, te doy gracias, que no soy
36 Dos estarán en el campo: el como los otros hombres, ladro-
uno será tomado, y el otro será nes, injustos, adúlteros; ni aun
dejado. como este publicano;
37 Y respondiéndole, le dicen: 12 Ayuno dos veces a la semana:
¿Dónde, Señor? Y él les dijo: doy diezmos de todo lo que poseo.
Donde estuviere el cuerpo, allá se 13 Mas el publicano estando de
juntarán también las águilas. pie lejos, no quería ni aun alzar
los ojos al cielo; mas hería su
CAPÍTULO 18 pecho, diciendo: Dios, ten mise-
LES decía también una pa- ricordia de mí, pecador.
Y rábola, que es menester orar
siempre, y no desalentarse,
14 Os digo que éste descendió a
su casa justificado en vez del otro;
2 Diciendo: Había cierto juez en porque cualquiera que se ensalza,
una ciudad, el cual ni temía a será humillado; y el que se humi-
Dios, ni respetaba a hombre. lla, será ensalzado.
3 Había también en aquella ciu- 15 Y traían también a él niños
dad una viuda, y ella venía a él, para que les tocase, lo cual vién-
diciendo: Véngame de mi adver- dolo sus discípulos, les reprendían.
sario. 16 Mas Jesús llamándolos, dijo:
4 Mas él no quiso por algún tiem- Dejad los niños venir a mí, y no
po: empero después de esto, dijo los impidáis; porque de tales es el
dentro de sí: Aunque no temo a reino de Dios.
Dios, ni tengo respeto a hombre; 17 De cierto os digo, que cual-
5 Todavía, porque esta viuda me quiera que no recibiere el reino
es molesta, le vengaré; porque de Dios como un niño, no entrará
no venga siempre y al fin me en él.
muela. 18 Y le preguntó cierto príncipe,
6 Y dijo el Señor: Oíd lo que dice diciendo: ¿Maestro bueno, qué
el juez injusto. haré para heredar la vida eterna?
7 ¿Y no hará Dios venganza por 19 Y Jesús le dijo: ¿Por qué me
sus escogidos, que claman a él llamas bueno? ninguno hay
día y noche, aunque sea longáni- bueno, sino sólo Dios.
mo acerca de ellos? 20 Los mandamientos sabes: No
112
Jesús predice la pasión lucas 19
cometerás adulterio, no matarás, azotado, le matarán; mas al ter-
no hurtarás, no darás falso testi- cer día resucitará.
monio, honra a tu padre y a tu 34 Mas ellos nada de estas cosas
madre. entendían, y esta palabra les era
21 Y él dijo: Todas estas cosas he encubierta; y no entendían lo
guardado desde mi juventud. que se decía.
22 Y Jesús oído esto, le dijo: Aún 35 Y aconteció, que acercándo-
una cosa te falta: todo lo que tie- se él a Jericó, cierto ciego estaba
nes, véndelo, y da a los pobres, y sentado junto al camino mendi-
tendrás tesoros en el cielo; y ven, gando,
sígueme. 36 El cual como oyó la multitud
23 Entonces él, oídas estas cosas, que pasaba, preguntaba qué era
se entristeció sobre manera, por- aquello.
que era muy rico. 37 Y le dijeron que Jesús de Na-
24 Y viendo Jesús que se había zaret pasaba.
entristecido mucho, dijo: ¡Cuán 38 Entonces dio voces, diciendo:
dificultosamente entrarán en el Jesús, Hijo de David, ten miseri-
reino de Dios los que tienen ri- cordia de mí.
quezas! 39 Y los que iban delante, le re-
25 Porque más fácil cosa es en- prendían para que callase; empe-
trar un camello por un ojo de ro él clamaba mucho más: Hijo
una aguja, que un rico entrar en el de David, ten misericordia de mí.
reino de Dios. 40 Jesús entonces parándose,
26 Y los que lo oían, dijeron: ¿Y mandó traerle a sí. Y cuando él
quién puede ser salvo? llegó, le preguntó,
27 Y él les dijo: Las cosas que son 41 Diciendo: ¿Qué quieres que te
imposibles para los hombres, son haga? Y él dijo: Señor, que reci-
posibles para Dios. ba la vista.
28 Entonces Pedro dijo: He aquí, 42 Y Jesús le dijo: Recibe la vista: tu
nosotros hemos dejado todo, y te fe te ha salvado.
hemos seguido. 43 Y al instante recibió la vista, y
29 Y él les dijo: De cierto os digo, le seguía, glorificando a Dios; y
que nadie hay que haya dejado todo el pueblo, cuando lo vio, dio
casa, o padres, o hermanos, o es- alabanza a Dios.
posa, o hijos, por el reino de Dios,
30 Que no haya de recibir mucho CAPÍTULO 19
más en este tiempo, y en el JESÚS, habiendo entrado, iba
mundo venidero la vida eterna.

31 Y tomando a los doce, les dijo:


Y pasando por Jericó.

2 Y he aquí un varón llamado Za-


He aquí, subimos a Jerusalem, y queo, el cual era príncipe de los
serán cumplidas todas las cosas publicanos, y era rico;
que fueron escritas por los profe- 3 Y procuraba ver a Jesús quién
tas del Hijo del hombre. fuese; mas no podía a causa de la
32 Porque será entregado a los multitud, porque era pequeño de
Gentiles, y será escarnecido, e estatura.
injuriado, y escupido; 4 Y corriendo delante, se subió
33 Y después que le hubieren en un árbol sicómoro, para verle;
113
Lucas 19 Zaqueo, el publicano
porque había de pasar por allí. 16 Y vino el primero, diciendo:
5 Y cuando vino a aquel lugar Señor, tu mina ha ganado diez
Jesús, mirando hacia arriba, le minas.
vio, y le dijo: Zaqueo, date priesa, 17 Y él le dijo: Está bien, buen
desciende; porque hoy es menes- siervo: pues que en lo poco has
ter que pose en tu casa. sido fiel, ten autoridad sobre
6 Entonces él descendió a priesa, diez ciudades.
y le recibió gozoso. 18 Y vino el segundo, diciendo:
7 Y viendo esto todos, murmura- Señor, tu mina ha hecho cinco
ban, diciendo que había entrado minas.
a posar con un hombre pecador. 19 Y asimismo a éste dijo: Tu
8 Entonces Zaqueo, puesto en también sé sobre cinco ciudades.
pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, 20 Y vino otro, diciendo: Señor,
la mitad de mis bienes doy a los he aquí tu mina, la cual he teni-
pobres; y si en algo he defrauda- do guardada en un pañizuelo:
do a alguno, se lo vuelvo con los 21 Porque tuve miedo de ti, pues
cuatro tantos. que eres hombre severo: tomas lo
9 Y Jesús le dijo: Hoy ha veni- que no pusiste, y siegas lo que no
do la salvación a esta casa; por sembraste.
cuanto también él es hijo de 22 Entonces él le dijo: Mal sier-
Abraham. vo, por tu boca te juzgo: sabías
10 Porque el Hijo del hombre es que yo era hombre severo, que
venido a buscar, y a salvar lo que tomo lo que no puse, y que siego lo
se había perdido. que no sembré;
11 Y oyendo ellos estas cosas, 23 ¿Por qué pues no diste mi di-
prosiguiendo él, dijo una pará- nero al banco; y yo viniendo lo
bola, por cuanto estaba cerca de demandara con usura?
Jerusalem; y porque ellos pensa- 24 Y dijo a los que estaban de pie
ban que inmediatamente había de allí: Quitadle la mina, y dadla al
ser manifestado el reino de Dios. que tiene las diez minas.
12 Dijo pues: Cierto hombre 25 (Y ellos le dijeron: Señor,
noble se partió a una tierra lejos, tiene diez minas.)
a tomar para sí un reino, y volver. 26 Porque yo os digo que a cual-
13 Y llamados diez siervos suyos, quiera que tuviere, le será dado;
les dio diez minas, y les dijo: Ne- mas al que no tuviere, aun lo que
gociad entre tanto que vengo. tiene le será quitado.
14 Empero sus ciudadanos le 27 Mas a aquellos mis enemigos,
aborrecían; y enviaron tras de que no querían que yo reinase
él una embajada, diciendo: No sobre ellos, traedlos acá, y ma-
queremos que éste reine sobre tadlos delante de mí.
nosotros. 28 Y dicho esto, iba delante su-
15 Y aconteció, que vuelto él, ha- biendo a Jerusalem.
biendo tomado el reino, mandó 29 Y aconteció, cuando llegó
llamar a sí a aquellos siervos a cerca de Betfagé, y de Betania, al
los cuales había dado el dinero, monte que se llama de las Olivas,
para saber lo que había ganado envió dos de sus discípulos,
cada uno negociando. 30 Diciendo: Id a la aldea que está
114
Jesús entra en Jerusalem lucas 20
delante, en la cual como entra- de todas partes te pondrán en es-
reis, hallaréis un pollino atado, trecho;
en el cual ningún hombre jamás 44 Y te derribarán a tierra; y a
se ha sentado: desatadle, y traed- tus hijos dentro de ti; y no deja-
le acá. rán en ti piedra sobre piedra; por
31 Y si alguien os preguntare: cuanto no conociste el tiempo de
¿Por qué le desatáis? le diréis así: tu visitación.
Porque el Señor le ha menester. 45 Y entrando en el templo, co-
32 Y fueron los que habían sido en- menzó a echar fuera a todos los
viados, y hallaron como él les dijo. que vendían y compraban en él,
33 Y desatando ellos el pollino, 46 Diciéndoles: Escrito está: Mi
sus dueños les dijeron: ¿Por qué casa, casa de oración es; mas vo-
desatáis el pollino? sotros la habéis hecho cueva de
34 Y ellos dijeron: Porque el ladrones.
Señor le ha menester. 47 Y enseñaba cada día en el
35 Y le trajeron a Jesús; y echan- templo; mas los príncipes de los
do ellos sus ropas sobre el pollino, sacerdotes, y los escribas, y los
pusieron encima a Jesús. príncipes del pueblo procuraban
36 Y yendo él, tendían sus vesti- destruirle.
dos por el camino. 48 Y no hallaban qué hacer le,
37 Y cuando llegaban ya cerca de porque todo el pueblo estaba
la bajada del monte de las Olivas, pendiente oyéndole.
toda la multitud de los discípu-
los, regocijándose, comenzaron CAPÍTULO 20
a alabar a Dios a gran voz por ACONTECIÓ un día, que en-
todos los milagros que habían

visto,
Y señando él al pueblo en el

templo, y predicando el evange-


38 Diciendo: Bendito el rey que lio, sobrevinieron los príncipes de
viene en nombre del Señor: paz los sacerdotes, y los escribas, con
en el cielo, y gloria en las alturas. los ancianos,
39 Entonces algunos de los Fari- 2 Y le hablaron, diciendo: Dinos
seos de entre la multitud le di- ¿con qué autoridad haces estas
jeron: Maestro, reprende a tus cosas? ¿o quién es el que te ha
discípulos. dado esta autoridad?
40 Y él respondiendo, les dijo: 3 Y respondiendo, él les dijo:
Os digo que si éstos callaren, las Preguntaros he yo también una
piedras clamarán. cosa; respondedme:
41 Y cuando llegó cerca, viendo 4 El bautismo de Juan, ¿era del
la ciudad, lloró sobre ella, cielo, o de los hombres?
42 Diciendo: ¡Oh, si tú conocie- 5 Mas ellos razonaban dentro de
ses, aun tú, a lo menos en este tu sí, diciendo: Si dijéremos: Del
día, las cosas que pertenecen a tu cielo; dirá: ¿Por qué, pues, no le
paz! mas ahora están encubier- creísteis?
tas de tus ojos. 6 Y si dijéremos: De los hombres,
43 Porque vendrán días sobre ti, todo el pueblo nos apedreará;
que tus enemigos te cercarán con porque están ciertos que Juan
trinchera; y te pondrán cerco, y era un profeta.
115
Lucas 20 Los labradores malvados
7 Y respondieron que no sabían de los sacerdotes y los escribas
de dónde era. echarle mano en aquella hora,
8 Entonces Jesús les dijo: Ni yo mas tuvieron miedo del pueblo;
os digo tampoco con qué autori- porque entendieron que contra
dad hago yo estas cosas. ellos había dicho esta parábola.
9 Y comenzó a decir al pueblo 20 Y acechándole enviaron es-
esta parábola: Cierto hombre pías que se fingiesen justos, para
plantó una viña, y la arrendó tomarle en sus palabras, para
a labradores, y se ausentó por que así le entregasen al poder y
mucho tiempo. a la autoridad del gobernador:
10 Y al tiempo oportuno, envió 21 Y ellos le preguntaron, dicien-
un siervo a los labradores, para do: Maestro, sabemos que dices y
que le diesen del fruto de la viña; enseñas rectamente; y que no
pero los labradores le golpearon y tienes respeto a la persona de
le enviaron vacío. nadie, antes enseñas el camino de
11 Y volvió a enviar otro siervo; Dios con verdad.
y ellos a éste también le golpea- 22 ¿Nos es lícito dar tributo a
ron, y le afrentaron, y le enviaron César, o no?
vacío. 23 Mas él, entendiendo la astu-
12 Y volvió a enviar al tercer cia de ellos, les dijo: ¿Por qué me
siervo; y también a éste hirieron y tentáis?
echaron fuera. 24 Mostradme un denario. ¿De
13 Entonces el señor de la viña quién tiene la imagen, y la ins-
dijo: ¿Qué haré? enviaré mi hijo cripción? Y respondiendo dije-
amado: quizá cuando a éste vie- ron: De César.
ren, le tendrán respeto. 25 Entonces les dijo: Pues dad a
14 Mas los labradores, viéndole, César las cosas que son de César;
razonaron entre sí, diciendo: Este y las cosas que son de Dios, a Dios.
es el heredero: venid, matémosle, 26 Y no pudieron reprender sus
para que la herencia sea nuestra. palabras delante del pueblo:
15 Y echándole fuera de la viña, antes maravillados de su res-
le mataron: ¿Qué pues les hará el puesta, callaron.
señor de la viña? 27 Y llegándose ciertos de los Sa-
16 Vendrá, y destruirá a estos la- duceos, los cuales niegan haber
bradores; y dará su viña a otros. resurrección, le preguntaron,
Y cuando ellos lo oyeron, dijeron: 28 Diciendo: Maestro, Moisés
¡No lo permita Dios! nos escribió: Si el hermano de
17 Mas él mirándolos, dijo: ¿Qué alguno muriere teniendo esposa, y
pues es esto que está escrito: La muriere sin hijos, que su her-
piedra que desecharon los edifi- mano tome su esposa, y levante
cadores, ésta es puesta por cabe- simiente a su hermano.
za del ángulo? 29 Fueron pues siete hermanos; y el
18 Cualquiera que cayere sobre primero tomó esposa, y murió sin
aquella piedra será quebrantado; hijos.
mas sobre el que ella cayere, pul- 30 Y el segundo la tomó como es-
verizarle ha. posa, el cual también murió sin
19 Y procuraban los príncipes hijos.
116
La ofrenda de la viuda lucas 21
31 Y la tomó el tercero: asimis- zas, y las primeras sillas en las si-
mo también todos siete; y no de- nagogas, y los primeros asientos en
jaron simiente y murieron. las cenas:
32 Y a la postre de todos murió 47 Que devoran las casas de las
también la mujer. viudas, fingiendo larga oración:
33 En la resurrección, pues, ¿es- éstos recibirán mayor condena-
posa de cuál de ellos será? porque ción.
los siete la tuvieron por esposa.
34 Entonces respondiendo Jesús, CAPÍTULO 21
les dijo: Los hijos de este mundo ALZANDO los ojos, vio a los
se casan, y se dan en casamiento;

35 Mas los que fueron tenidos


Y ricos que echaban sus ofren-

das en el arca del tesoro.


por dignos de obtener aquel 2 Y vio también a cierta viuda
mundo, y de la resurrección de pobre, que echaba allí dos blancas.
los muertos, ni se casan, ni se 3 Y dijo: De verdad os digo, que
dan en casamiento. esta viuda pobre echó más que
36 Porque no pueden ya más todos.
morir; porque son iguales a los 4 Porque todos éstos, de lo que
ángeles, y son hijos de Dios, sien- les sobra echaron para las ofren-
do hijos de la resurrección. das de Dios; mas ésta de su po-
37 Y que los muertos hayan de breza echó todo el sustento que
resucitar, Moisés aun lo enseñó tenía.
junto a la zarza, cuando llama al 5 Y a unos que decían del templo,
Señor: Dios de Abraham, y Dios que estaba adornado de hermo-
de Isaac, y Dios de Jacob. sas piedras y dones, dijo:
38 Pues no es Dios de los muer- 6 De estas cosas que veis, días
tos, sino de los vivos: porque vendrán, en que no quedará piedra
todos viven para él. sobre piedra que no sea derribada.
39 Y respondiéndole ciertos de 7 Y le preguntaron, diciendo:
los escribas, dijeron: Maestro, Maestro, ¿cuándo será esto? ¿Y
bien has dicho. que señal habrá cuándo estas
40 Y no osaron más preguntarle cosas hayan de comenzar a ser
algo. hechas?
41 Y él les dijo: ¿Cómo dicen que 8 El entonces dijo: Mirad, no
el Cristo es Hijo de David? seáis engañados; porque vendrán
42 Y David mismo dice en el libro muchos en mi nombre, diciendo:
de los Salmos: Dijo el Señor a mi Yo soy el Cristo; y el tiempo está
Señor: Asiéntate a mi diestra, cerca: por tanto no vayáis en pos
43 Hasta que ponga tus enemi- de ellos.
gos por estrado de tus pies. 9 Empero cuando oyereis de
44 Así que David le llama Señor, guerras y sediciones, no os es-
¿cómo pues es su hijo? pantéis; porque es menester que
45 Y oyéndolo todo el pueblo, estas cosas acontezcan primero;
dijo a sus discípulos: mas no inmediato será el fin.
46 Guardaos de los escribas, que 10 Entonces les dijo: Se levanta-
quieren andar con ropas largas, y rá nación contra nación, y reino
aman las salutaciones en las pla- contra reino;
117
Lucas 21 El sermón profético
11 Y habrá grandes terremotos que los tiempos de los Gentiles
en diversos lugares, y hambres, y sean cumplidos.
pestilencias; y habrá espantos y 25 Y habrá señales en el sol, y en
grandes señales del cielo. la luna, y en las estrellas; y en la
12 Mas antes de todas estas cosas tierra angustia de naciones, con
os echaran mano, y perseguirán, perplejidad; el mar y las ondas
entregándoos a las sinagogas y a bramando;
las cárceles, trayéndoos ante los 26 Desmayándose los hombres a
reyes, y a los gobernadores, por causa del temor y la expectación
causa de mi nombre. de las cosas que sobrevendrán a
13 Y os será esto para testimonio. toda la tierra; porque los poderes
14 Tened pues fijo en vuestros del cielo serán conmovidos.
corazones de no pensar antes 27 Y entonces verán al Hijo del
cómo hayáis de responder. hombre, que vendrá en una nube
15 Porque yo os daré boca y sa- con poder y gran gloria.
biduría, a la cual no podrán con- 28 Y cuando estas cosas comen-
tradecir ni resistir, todos vues- zaren a hacerse, mirad en alto y
tros adversarios. levantad vuestras cabezas; por-
16 Mas seréis entregados aun por que vuestra redención está cerca.
vuestros padres, y hermanos, y 29 Y les dijo una parábola: Mirad la
parientes, y amigos; y matarán a higuera, y todos los árboles:
algunos de vosotros. 30 Cuando ya brotan, viéndolos, de
17 Y seréis aborrecidos de todos, vosotros mismos sabéis que el
por causa de mi nombre. verano está ya cerca:
18 Mas un pelo de vuestra cabeza 31 Así también vosotros, cuando
no perecerá. viereis hacerse estas cosas, sabed
19 En vuestra paciencia poseed que está cerca el reino de Dios.
vuestras almas. 32 De cierto os digo, que no pa-
20 Y cuando viereis a Jerusalem sará esta generación, hasta que
cercada de ejércitos, sabed enton- todo sea hecho.
ces que está cerca su desolación. 33 El cielo y la tierra pasarán,
21 Entonces los que estuvieren mas mis palabras no pasarán.
en Judea, huyan a los montes; y 34 Y mirad por vosotros, que
los que estuvieren en medio de vuestros corazones no sean car-
ella, váyanse; y los que en las gados de glotonería y embria-
otras regiones, no entren en ella. guez, y de los afanes de esta vida,
22 Porque estos son días de y venga de repente sobre voso-
venganza, para que se cumplan tros aquel día.
todas las cosas que están escritas. 35 Porque como un lazo vendrá
23 Mas, ¡ay de las preñadas, y de sobre todos los que moran sobre la
las que crían en aquellos días! por- faz de toda la tierra.
que habrá apretura grande sobre 36 Velad, pues, orando a todo
la tierra, e ira sobre este pueblo. tiempo, que seáis hechos dignos
24 Y caerán a filo de espada, y de escapar todas estas cosas que
serán llevados cautivos por todas han de venir, y de estar en pie
las naciones; y Jerusalem será delante del Hijo del hombre.
hollada de los Gentiles, hasta 37 Y enseñaba de día en el tem-
118
La última pascua lucas 22
plo; y de noche saliendo, estába- 13 Y yendo ellos halláronlo todo
se en el monte que se llama de como les había dicho; y apareja-
las Olivas. ron la pascua.
38 Y todo el pueblo venía a él por 14 Y cuando fue hora, se sentó a
la mañana, para oirle en el templo. la mesa; y con él los doce apóstoles.
15 Y les dijo: Con deseo he de-
CAPÍTULO 22 seado comer con vosotros esta
ESTABA cerca el día de la pascua antes que padezca.
Y fiesta de los panes sin leva-
dura, que se llama la Pascua.
16 Porque os digo, que no co-
meré más de ella, hasta que sea
2 Y los príncipes de los sacer- cumplido en el reino de Dios.
dotes, y los escribas procuraban 17 Y tomó la copa, y dio gracias, y
cómo le matarían; mas tenían dijo: Tomad esto y divididlo
miedo del pueblo. entre vosotros.
3 Entonces entró Satanás en 18 Porque os digo, que no beberé
Judas, que tenía por sobrenom- del fruto de la vid, hasta que el
bre Iscariote, el cual era uno del reino de Dios venga.
número de los doce. 19 Y tomó pan, y dio gracias, y lo
4 Y fue, y habló con los príncipes partió, y les dio, diciendo: Este
de los sacerdotes, y con los magis- es mi cuerpo, que por vosotros es
trados, de cómo se le entregaría. dado; haced esto en memoria de mí.
5 Los cuales se holgaron, y con- 20 Asimismo también la copa,
certaron de darle dinero. después que hubo cenado, di-
6 Y prometió, y buscaba oportu- ciendo: Esta copa es el nuevo tes-
nidad para entregarle a ellos sin tamento en mi sangre, que por
estar presente la multitud. vosotros se derrama.
7 Y vino el día de los panes sin 21 Pero he aquí, la mano del que
levadura, en el cual era menester me entrega, está conmigo en la
matar la pascua. mesa.
8 Y envió a Pedro, y a Juan, di- 22 Y a la verdad el Hijo del hom-
ciendo: Id, aparejadnos la pas- bre va según lo que ha sido de-
cua, para que comamos. terminado; empero ¡ay de aquel
9 Y ellos le dijeron: ¿Dónde quie- hombre por el cual es entregado!
res que la aparejemos? 23 Ellos entonces comenzaron a
10 Y él les dijo: He aquí cuando preguntar entre sí, cuál de ellos
entrareis en la ciudad, os encon- sería el que había de hacer esto.
trará un hombre que lleva un 24 Y hubo también entre ellos
cántaro con agua: seguidle hasta la una contienda, quién de ellos pa-
casa donde entrare; recía ser el mayor.
11 Y decid al padre de la fami- 25 Pero él les dijo: Los reyes de
lia de la casa: El Maestro te dice: los Gentiles se enseñorean de
¿Dónde está el aposento donde ellos; y los que sobre ellos tienen
tengo de comer la pascua con autoridad, son llamados bienhe-
mis discípulos? chores:
12 Entonces él os mostrará un 26 Mas vosotros, no así: antes
gran cenadero alto aderezado, el que es mayor entre vosotros,
aparejadla allí. sea como el más mozo; y el que
119
Lucas 22 Prendimiento de Jesús
es principal, como el que sirve. costumbre, al monte de las Oli-
27 Porque ¿cuál es mayor, el que se vas; y sus discípulos también le
asienta a la mesa, o el que siguieron.
sirve? ¿No es el que se asienta a la 40 Y cuando llegó a aquel lugar,
mesa? mas yo soy entre voso- les dijo: Orad para que no entréis en
tros como el que sirve. tentación.
28 Empero vosotros sois los que 41 Y él se apartó de ellos como un
habéis permanecido conmigo en tiro de piedra; y puesto de ro-
mis tentaciones: dillas, oró,
29 Yo pues os ordeno un reino, 42 Diciendo: Padre, si quieres,
como mi Padre me lo ordenó a mí; pasa esta copa de mí, empero no
30 Para que comáis y bebáis en se haga mi voluntad, mas la tuya.
mi mesa en mi reino; y os asen- 43 Y le apareció un ángel del
téis sobre tronos juzgando a las cielo esforzándole.
doce tribus de Israel. 44 Y estando en agonía, oraba
31 Dijo también el Señor: Simón, más intensamente; y fue su sudor
Simón, he aquí Satanás os ha pe- como gotas grandes de sangre,
dido para zarandearos como a que descendían hasta la tierra.
trigo; 45 Y cuando se levantó de la ora-
32 Mas yo he rogado por ti que ción, y vino a sus discípulos, los
tu fe no falte; y tú cuando te con- halló durmiendo de tristeza.
viertas, confirma a tus hermanos. 46 Y les dijo: ¿por qué dormís?
33 Y él le dijo: Señor, dispuesto Levantaos, y orad que no entréis en
estoy a ir contigo, tanto a la cár- tentación.
cel, como a la muerte. 47 Y estando él aún hablando, he
34 Y él dijo: Pedro, te digo que el aquí una multitud; y el que se
gallo no cantará hoy, antes que llamaba Judas, uno de los doce,
tú niegues tres veces que me co- iba delante de ellos, y se acercó a
noces. Jesús para besarlo.
35 Y a ellos dijo: Cuando os envié 48 Entonces Jesús le dijo: ¿Judas,
sin bolsa, y sin alforja, y sin za- con un beso entregas al Hijo del
patos, ¿os faltó algo? Y ellos di- hombre?
jeron: Nada. 49 Y viendo los de en derredor de
36 Entonces les dijo: Pues ahora, él lo que iba a suceder, le dijeron:
el que tiene bolsa, tóme la; y tam- Señor, ¿heriremos con espada?
bién su alforja; y el que no tiene 50 Y uno de ellos hirió al criado
espada, venda su capa y cómprela. del sumo sacerdote, y le quitó la
37 Porque os digo, que aún es oreja derecha.
menester que se cumpla en mí 51 Y respondiendo Jesús, dijo:
aquello que está escrito: Y con Dejad hasta aquí. Y tocando su
los transgresores fue contado; oreja, le sanó.
porque lo que está escrito de mí, su 52 Entonces dijo Jesús a los prín-
cumplimiento tiene. cipes de los sacerdotes, y a los ca-
38 Entonces ellos dijeron: Señor, pitanes del templo, y a los ancia-
he aquí, dos espadas hay aquí. Y él nos que habían venido contra él:
les dijo: Basta. ¿Cómo contra un ladrón habéis
39 Y saliendo, se fue, según su salido con espadas y con palos?
120
Negación de Pedro lucas 23
53 Cuando yo estaba con voso- escribas, y le trajeron a su concilio,
tros cada día en el templo, no 67 Diciendo: ¿Eres tú el Cristo?
extendisteis las manos contra dínoslo. Y les dijo: Si os lo dijere,
mí; mas ésta es vuestra hora, y la no creeréis;
potestad de las tinieblas. 68 Y también si os preguntare, no
54 Entonces lo prendieron, y le me responderéis, ni me soltaréis;
trajeron, y metiéronle en casa 69 Mas desde ahora el Hijo del
del sumo sacerdote. Y Pedro le hombre se asentará a la diestra
seguía de lejos. del poder de Dios.
55 Y habiendo encendido fuego 70 Y dijeron todos: ¿Luego tú
en medio del atrio, y sentándo- eres el Hijo de Dios? Y él les dijo:
se todos juntos, se sentó también Vosotros decís que yo soy.
Pedro entre ellos. 71 Y ellos dijeron: ¿Qué más
56 Pero cierta criada lo vio que testimonio necesitamos? porque
estaba sentado al fuego, puestos los nosotros mismos lo hemos oído de
ojos en él, dijo: Y éste con él era. su propia boca.
57 Entonces él lo negó, diciendo:
Mujer, no le conozco. CAPÍTULO 23
58 Y un poco después viéndole LEVANTÁNDOSE toda la
otro, dijo: Y tú de ellos eras. Y

Pedro dijo: Hombre, no soy.


Y multitud de ellos, lleváronle

a Pilato.
59 Y como una hora pasada, otro 2 Y comenzaron a acusarle, di-
afirmaba, diciendo: Verdadera- ciendo: A éste hemos hallado per-
mente también éste estaba con virtiendo la nación, e impidien-
él; porque es Galileo. do dar tributo a César, diciendo
60 Y Pedro dijo: Hombre, no sé que él mismo es Cristo un Rey.
lo que dices. Y en el mismo ins- 3 Entonces Pilato le preguntó, di-
tante, estando aún él hablando, ciendo: ¿Eres tú el rey de los Ju-
el gallo cantó. díos? Y respondiéndole él, dijo: Tú
61 Y el Señor volvió, y miró a lo dices.
Pedro; y Pedro se acordó de la 4 Y Pilato dijo a los príncipes de
palabra del Señor, como le había los sacerdotes, y al pueblo: Nin-
dicho: Antes que el gallo cante guna culpa hallo en este hombre.
me negarás tres veces. 5 Mas ellos porfiaban, diciendo: Él
62 Y saliendo fuera Pedro, lloró alborota al pueblo, enseñan-
amargamente. do por toda Judea, comenzando
63 Y los hombres que tenían a desde Galilea hasta aquí.
Jesús, le escarnecían, hiriéndo le. 6 Entonces Pilato, oyendo de Ga-
64 Y vendándole los ojos, le he- lilea, preguntó si el hombre era
rían el rostro, y preguntábanle, Galileo.
diciendo: Profetiza, ¿quién es el 7 Y cuando entendió que era de la
que te hirió? jurisdicción de Herodes, le remitió
65 Y decían otras muchas cosas a Herodes, el cual también esta-
blasfemando contra él. ba en Jerusalem en aquellos días.
66 Y cuando fue de día, se junta- 8 Y Herodes, viendo a Jesús,
ron los ancianos del pueblo, y los se gozó mucho; porque había
príncipes de los sacerdotes, y los mucho que le deseaba ver; por-
121
Lucas 23 Jesús ante Pilato
que había oído de él muchas 23 Mas ellos instaban a grandes
cosas; y tenía esperanza que le voces, pidiendo que fuese cruci-
vería hacer algún milagro. ficado; y las voces de ellos, y de los
9 Y le preguntaba con muchas príncipes de los sacerdotes
palabras; mas él nada le respondió. prevalecieron;
10 Y estaban de pie los príncipes 24 Entonces Pilato juzgó que se
de los sacerdotes, y los escribas hiciese lo que ellos pedían.
acusándole con gran vehemencia. 25 Y les soltó a aquel que había
11 Mas Herodes con sus solda- sido echado en la cárcel por se-
dos le menospreció, y escarneció, dición y muerte, al cual habían
vistiéndole de una ropa espléndi- pedido; mas entregó a Jesús a la
da; y le volvió a enviar a Pilato. voluntad de ellos.
12 Y fueron hechos amigos entre 26 Y llevándole, tomaron a un
sí Pilato y Herodes en el mismo Simón, Cireneo, que venía del
día; porque antes eran enemigos campo, y le pusieron encima la
entre sí. cruz para que la llevase en pos
13 Entonces Pilato, convocando de Jesús.
los príncipes de los sacerdotes, y 27 Y le seguía grande multitud de
los magistrados, y el pueblo, pueblo, y de mujeres, las cua-
14 Les dijo: Me habéis presenta- les le lloraban, y lamentaban.
do a éste por hombre que per- 28 Mas Jesús, vuelto a ellas, les
vierte al pueblo; y, he aquí, yo dijo: Hijas de Jerusalem, no llo-
preguntando delante de vosotros, réis por mí; mas llorad por voso-
no he hallado ninguna culpa en tras mismas, y por vuestros hijos.
este hombre de aquellas de que 29 Porque, he aquí, que vendrán
le acusáis. días, en que dirán: Bienaventu-
15 Y ni aun Herodes; porque os radas las estériles, y los vientres
envié a él; y he aquí, ninguna que no parieron, y los pechos
cosa digna de muerte ha hecho. que no dieron de mamar.
16 Le castigaré pues, y le soltaré. 30 Entonces comenzarán a decir
17 (Y tenía necesidad de soltar- a los montes: Caed sobre noso-
les uno en la fiesta.) tros; y a los collados: Cubridnos.
18 Y toda la multitud dio voces a 31 Porque si en el árbol verde
una, diciendo: Quita a éste, y hacen estas cosas, ¿en el seco,
suéltanos a Barrabás: qué se hará?
19 (El cual había sido echado 32 Y llevaban también con él
en la cárcel por cierta sedición otros dos, malhechores, a matar
hecha en la ciudad, y una muerte.) con él.
20 Y les habló otra vez Pilato, 33 Y cuando vinieron al lugar
queriendo soltar a Jesús. que se llama Calvario, le cruci-
21 Mas ellos volvían a dar voces, ficaron allí; y a los malhechores,
diciendo: Crucifícale, Crucifícale. uno a la derecha, y otro a la iz-
22 Y él les dijo la tercera vez: quierda.
¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho 34 Mas Jesús decía: Padre, per-
éste? ninguna culpa de muer- dónalos; porque no saben lo que
te he hallado en él: le castigaré hacen. Y partiendo sus vestidos,
pues, y le soltaré. echaron suertes.
122
La muerte y sepultura de Jesús lucas 24
35 Y el pueblo estaba de pie mi- 48 Y toda la multitud de los que
rando: y los príncipes también, estaban presentes a este espectá-
con ellos, se burlaban de él, di- culo, viendo lo que había acon-
ciendo: A otros salvó: sálvese a sí tecido, se volvían hiriendo sus
mismo, si este es el Cristo, el pechos.
escogido de Dios. 49 Mas todos sus conocidos, y
36 Escarnecían de él también los las mujeres que le habían segui-
soldados, llegándose, y ofrecién- do desde Galilea, estaban de pie
dole vinagre, lejos mirando estas cosas.
37 Y diciendo: Si tú eres el Rey 50 Y, he aquí, un varón llamado
de los Judíos, sálvate a ti mismo. José, el cual era consejero, varón
38 Y había también una inscrip- bueno, y justo:
ción escrita sobre él con letras 51 (el cual no había consentido en
Griegas, y Latinas, y Hebraicas: el consejo ni en los hechos de
ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. ellos), de Arimatea, ciudad de
39 Y uno de los malhechores que los Judíos: el cual también espe-
estaban colgados, le injuriaba, raba el reino de Dios.
diciendo: Si tú eres el Cristo, sál- 52 Este llegó a Pilato, y pidió el
vate a ti mismo, y a nosotros. cuerpo de Jesús.
40 Y respondiendo el otro, le 53 Y bajándolo lo envolvió en
reprendió, diciendo: ¿Ni aun tú una sábana, y lo puso en un se-
temes a Dios, estando en la pulcro que era labrado en piedra,
misma condenación? en el cual aún ninguno había
41 Y nosotros, a la verdad, jus- sido puesto.
tamente, por que recibimos lo 54 Y era día de la preparación, y el
que merecieron nuestros hechos; sábado amanecía.
mas éste ningún mal hizo. 55 Y también las mujeres que ha-
42 Y decía a Jesús: Señor, acuér- bían venido con él de Galilea, le
date de mí cuando vinieres en tu siguieron, y vieron el sepulcro y
reino. cómo fue puesto su cuerpo.
43 Entonces Jesús le dijo: De 56 Y vueltas, aparejaron especias
cierto te digo, que hoy estarás y ungüentos; y reposaron el sá-
conmigo en el paraíso. bado, conforme al mandamiento.
44 Y era como la hora de sexta,
y fueron hechas tinieblas sobre CAPÍTULO 24
toda la tierra hasta la hora no- AS el primer día de la se-
vena.

45 Y el sol se oscureció, y el velo


M mana, muy de mañana vi-

nieron al sepulcro, trayendo las


del templo se rompió por medio. especias que habían aparejado; y
46 Entonces Jesús, clamando ciertas otras con ellas.
a gran voz, dijo: Padre, en tus 2 Y hallaron la piedra revuelta
manos encomiendo mi espíritu. del sepulcro.
Y habiendo dicho esto, expiró. 3 Y entrando, no hallaron el
47 Y cuando el centurión vio lo cuerpo del Señor Jesús.
que había acontecido, dio gloria a 4 Y aconteció, que estando ellas
Dios, diciendo: Verdaderamen- sumamente perplejas por esto,
te este hombre era justo. he aquí, dos varones que se pa-
123
Lucas 24 La resurrección
raron junto a ellas, vestidos de 17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son
vestiduras resplandecientes. estas que tratáis entre vosotros
5 Y teniendo ellas miedo, y ba- andando, y estáis tristes?
jando el rostro a tierra, les dije- 18 Y respondiendo el uno, que se
ron. ¿Por qué buscáis entre los llamaba Cleofas, le dijo: ¿Tú sólo
muertos al que vive? extranjero eres en Jerusalem,
6 No está aquí, sino que ha re- que no has sabido las cosas que
sucitado: acordaos de como os en ella han acontecido estos días?
habló, cuando aún estaba en Ga- 19 Entonces él les dijo: ¿Qué
lilea, cosas? Y ellos le dijeron: De
7 Diciendo: Es menester que el Jesús de Nazaret, el cual fue
Hijo del hombre sea entregado varón profeta, poderoso en obra
en manos de hombres pecadores, y en palabra, delante de Dios y
y que sea crucificado, y resucite de todo el pueblo;
al tercer día, 20 Y cómo le entregaron los prín-
8 Entonces ellas se acordaron de cipes de los sacerdotes, y nues-
sus palabras, tros magistrados, a condenación de
9 Y volvieron del sepulcro, y die- muerte, y le crucificaron.
ron nuevas de todas estas cosas a 21 Mas nosotros esperábamos
los once, y a todos los demás. que él era el que había de redi-
10 Y eran María Magdalena, y mir a Israel: y ahora sobre todo
Juana, y María, madre de Jaco- esto, hoy es el tercer día desde
bo, y otras que estaban con ellas, que esto ha acontecido.
las que decían estas cosas a los 22 Mas con esto, ciertas muje-
apóstoles. res de nuestra compañía nos han
11 Mas a ellos les parecían como vuelto atónitos, las cuales muy
locura las palabras de ellas; y no de mañana fueron al sepulcro;
las creyeron. 23 Y no hallando su cuerpo, vi-
12 Mas Pedro se levantó y corrió nieron, diciendo que también ha-
al sepulcro; y bajándose vio los bían visto visión de ángeles, los
lienzos echados aparte, y se fue cuales dijeron que él vive.
maravillado entre sí de lo que 24 Y fueron ciertos de los nues-
había acontecido. tros al sepulcro, y hallaron ser
13 Y, he aquí, dos de ellos iban el así como las mujeres habían
mismo día a una aldea que esta- dicho; mas a él no le vieron.
ba de Jerusalem sesenta estadios, 25 Entonces él les dijo: ¡Oh in-
llamada Emaús. sensatos, y tardíos de corazón
14 E iban hablando entre sí de para creer a todo lo que los pro-
todas aquellas cosas que habían fetas han dicho!
acaecido. 26 ¿No era menester que el Cris-
15 Y aconteció, que yendo hablan- to padeciera estas cosas, y que
do entre sí, y preguntándose el entrara en su gloria?
uno al otro, Jesús mismo se acer- 27 Y comenzando desde Moisés, y
có, e iba con ellos juntamente. de todos los profetas, les decla-
16 Mas los ojos de ellos eran de- raba en todas las Escrituras las
tenidos, para que no le conocie- cosas tocantes a él.
sen. 28 Y se acercaron a la aldea a
124
La ascensión lucas 24
donde iban; y él hizo como que les mostró sus manos y sus pies.
iba más lejos. 41 Y aún no creyéndolo ellos de
29 Mas ellos le detuvieron por gozo, y maravillados, les dijo:
fuerza, diciendo: Quédate con ¿Tenéis aquí algo de comer?
nosotros, porque se hace tarde, y 42 Entonces ellos le presentaron
está ya declinando el día. Y entró parte de un pez asado, y un panal
para quedarse con ellos. de miel.
30 Y aconteció, que estando sen- 43 Y tomólo, y comió delante de
tado a la mesa con ellos, toman- ellos:
do el pan, bendijo, y lo partió, y 44 Y él les dijo: Estas son las pa-
les dio. labras que os hablé, estando aún
31 Entonces fueron abiertos los con vosotros: Que era menes-
ojos de ellos, y le conocieron; ter que se cumpliesen todas las
más él se desapareció de los ojos cosas que están escritas en la ley
de ellos. de Moisés, y en los profetas, y en
32 Y decían el uno al otro: ¿No los Salmos de mí.
ardía nuestro corazón en noso- 45 Entonces les abrió su entendi-
tros, mientras nos hablaba en el miento, para que entendiesen las
camino, y cuando nos abría las Escrituras.
Escrituras? 46 Y les dijo: Así está escrito, y
33 Y levantándose en la misma así fue menester que el Cristo pa-
hora, tornáronse a Jerusalem, y deciese, y resucitase de los muer-
hallaron a los once congregados, tos al tercer día;
y a los que estaban con ellos, 47 Y que se predicase en su nom-
34 Que decían: Resucitado ha el bre arrepentimiento, y remisión de
Señor verdaderamente, y ha apa- pecados, a todas las naciones,
recido a Simón. comenzando de Jerusalem.
35 Entonces ellos contaban las 48 Y vosotros sois testigos de
cosas que les habían acontecido en estas cosas.
el camino, y como había sido co- 49 Y, he aquí, yo enviaré la pro-
nocido de ellos en el partir del pan. mesa de mi Padre sobre voso-
36 Y entre tanto que ellos habla- tros; mas vosotros quedaos en la
ban estas cosas, Jesús mismo se ciudad de Jerusalem, hasta que
puso de pie en medio de ellos, y seáis investidos de poder de lo
les dijo: Paz a vosotros. alto.
37 Entonces ellos espantados y 50 Y los sacó fuera hasta Betania,
asombrados, pensaban que veían y alzando sus manos, los bendijo.
algún espíritu. 51 Y aconteció, que bendicién-
38 Mas él les dijo: ¿Por qué estáis doles, se fue de ellos, y era lleva-
turbados, y suben pensamientos a do arriba al cielo.
vuestros corazones? 52 Y ellos, después de haberle
39 Mirad mis manos y mis pies, adorado, se volvieron a Jeru-
que yo mismo soy. Palpad, y ved; salem con gran gozo:
que el espíritu ni tiene carne ni 53 Y estaban siempre en el tem-
huesos, como veis que yo tengo. plo, alabando y bendiciendo a
40 Y cuando hubo dicho esto, Dios. Amén.

125
El Evangelio Según
JUAN

E CAPÍTULO 1
N el principio era la Palabra,
15 Juan dio testimonio de él, y
clamó, diciendo: Éste era aquél
y la Palabra era con Dios, y la de quien yo decía: El que viene
Palabra era Dios. tras mí es preferido antes que yo;
2 Él era en el principio con Dios. porque era primero que yo.
3 Todas las cosas por él fueron 16 Y de su plenitud todos noso-
hechas; y sin él nada de lo que es tros hemos recibido, y gracia por
hecho, fue hecho. gracia.
4 En él era la vida; y la vida era 17 Porque la ley fue dada por
la Luz de los hombres. Moisés, mas la gracia y la verdad
5 Y la Luz en las tinieblas res- vino por Jesu Cristo.
plandece; y las tinieblas no la 18 Nadie jamás ha visto a Dios;
comprendieron. el unigénito Hijo que está en el
6 Fue un hombre enviado de seno del Padre, él lo ha declara-
Dios, el cual se llamaba Juan. do.
7 Éste vino por testimonio, para 19 Y éste es el testimonio de
que diese testimonio de la Luz, Juan, cuando los Judíos envia-
para que por él todos creyesen. ron de Jerusalem sacerdotes y
8 Él no era la Luz; mas fue envia- Levitas, que le preguntasen: ¿Tú,
do para que diese testimonio de quién eres?
la Luz. 20 Y confesó, y no negó; mas
9 Aquél era la Luz verdadera, confesó: Yo no soy el Cristo.
que alumbra a todo hombre que 21 Y le preguntaron: ¿Qué pues?
viene en este mundo. ¿Eres tú Elias? Dijo: No soy. ¿Eres
10 En el mundo estaba, y el tú el profeta? Y respondió: No.
mundo fue hecho por él, y el 22 Entonces ellos le dijeron:
mundo no le conoció. ¿Quién eres? para que poda-
11 A lo suyo vino, y los suyos no mos dar una respuesta a los que
le recibieron. nos enviaron. ¿Qué dices de ti
12 Mas a todos los que le reci- mismo?
bieron, dióles potestad de ser 23 Él dijo: Yo soy la voz del que
hechos hijos de Dios, a los que clama en el desierto: Enderezad el
creen en su nombre: camino del Señor, como dijo el
13 Los cuales nacieron, no de profeta Isaías.
sangre, ni de voluntad de la 24 Y los que habían sido envia-
carne, ni de voluntad de hombre, dos eran de los Fariseos.
sino de Dios. 25 Y ellos le preguntaron, y le di-
14 Y la Palabra fue hecha carne, jeron: ¿Por qué pues bautizas, si tú
y habitó entre nosotros (y vimos no eres el Cristo, ni Elías, ni aquel
su gloria, gloria como del unigé- profeta?
nito del Padre), lleno de gracia y 26 Juan les respondió, dicien-
de verdad. do: Yo bautizo en agua; mas en
126
Testimonio de Juan Juan 1
medio de vosotros está de pie ron, y vieron donde moraba; y
uno, a quien vosotros no conocéis: quedáronse con él aquel día;
27 Éste es el que viniendo des- porque era como la hora décima.
pués de mí, el cual es preferido 40 Uno de los dos que habían
antes que yo, del cual yo no soy oído a Juan, y le siguieron, era
digno de desatar la correa de za- Andrés, hermano de Simón Pedro.
pato. 41 Éste halla primero a su pro-
28 Estas cosas fueron hechas en pio hermano Simón, y le dice:
Betábara de la otra parte del Jor- Hemos hallado al Mesías, que in-
dán, donde Juan estaba bauti- terpretado es, el Cristo.
zando. 42 Y le trajo a Jesús. Y mirándole
29 El siguiente día ve Juan a Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de
Jesús que venía a él, y dice: He Jonás: tú serás llamado Cefas, que
aquí el Cordero de Dios, que interpretado es, Piedra.
quita el pecado del mundo. 43 El día siguiente quiso Jesús ir a
30 Éste es aquel de quien yo dije: Galilea, y halla a Felipe; y le
Tras mí viene un varón el cual es dice: Sígueme.
preferido antes que yo, porque 44 Y Felipe era de Betsaida, la
era primero que yo. ciudad de Andrés y de Pedro.
31 Y yo no le conocía; mas para 45 Felipe halla a Natanael, y le
que fuese manifestado a Israel, dice: Hemos hallado a aquel de
por eso vine yo bautizando en agua. quien escribió Moisés en la ley, y
32 Y Juan dio testimonio, dicien- los profetas: Jesús de Nazaret, el
do: Vi al Espíritu descendiendo hijo de José.
del cielo como paloma, y reposó 46 Y le dijo Natanael: ¿De Na-
sobre él. zaret puede salir alguna cosa
33 Y yo no le conocía; mas el que buena? Dícele Felipe: Ven, y ve.
me envió a bautizar en agua, éste 47 Jesús vio venir a sí a Natanael,
me dijo: Sobre aquel que vieres y dice de él: He aquí un verda-
descender el Espíritu, y reposar dero Israelita, en el cual no hay
sobre él, éste es el que bautiza engaño.
con el Espíritu Santo. 48 Dícele Natanael: ¿De dónde
34 Y yo vi, y di testimonio, que me conoces? Respondióle Jesús, y
éste es el Hijo de Dios. le dijo: Antes que Felipe te lla-
35 El siguiente día otra vez estaba mara, cuando estabas debajo de la
Juan de pie, y dos de sus discípulos. higuera, te vi.
36 Y mirando a Jesús que andaba 49 Respondió Natanael, y le dijo:
por allí, dice: He aquí el Cordero Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú
de Dios. eres el Rey de Israel.
37 Y oyéronle los dos discípulos 50 Respondió Jesús, y le dijo:
hablar, y siguieron a Jesús. ¿Porque te dije: Te vi debajo de la
38 Entonces Jesús se volvió y higuera, crees? cosas mayores que
viéndoles que le seguían, les dice: estas verás.
¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: 51 Y le dice: De cierto, de cier-
Rabí, (que interpretado, quiere to os digo: De aquí adelante
decir, Maestro), ¿dónde moras? veréis el cielo abierto, y los án-
39 Díceles: Venid, y ved. Vinie- geles de Dios subiendo y descen-
127
Juan 2 Las bodas de Caná
diendo sobre el Hijo del hombre. vendían bueyes, y ovejas, y palo-
mas, y a los cambiadores de di-
CAPÍTULO 2 nero sentados.
AL tercer día hubo una boda 15 Y cuando hubo hecho un azote
Y en Caná de Galilea; y estaba
allí la madre de Jesús.
de cuerdas, echólos a todos del
templo, y las ovejas, y los bueyes,
2 Y fue también llamado Jesús, y y derramó los dineros de los cam-
sus discípulos a la boda. biadores, y trastornó las mesas.
3 Y cuando faltó el vino, la madre 16 Y a los que vendían las palo-
de Jesús le dijo: No tienen vino. mas dijo: Quitad de aquí estas
4 Y le dice Jesús: ¿Qué tengo yo cosas, y no hagáis la casa de mi
que ver contigo mujer? Aún no Padre casa de mercadería.
ha venido mi hora. 17 Entonces se acordaron sus
5 Su madre dice a los que servían: discípulos que estaba escrito: El
Haced todo lo que él os dijere. celo de tu casa me ha comido.
6 Y estaban puestas allí seis ti- 18 Y los Judíos respondieron, y
najas de piedra para agua, con- le dijeron: ¿Qué señal nos mues-
forme a la purificación de los Ju- tras, siendo así que tú haces estas
díos, que cabía en cada una dos o cosas?
tres cántaros. 19 Respondió Jesús, y les dijo:
7 Díceles Jesús: Llenad estas ti- Destruid este templo, y en tres
najas de agua. Y las llenaron días yo lo levantaré.
hasta arriba. 20 Dijeron luego los Judíos: En
8 Y díceles: Sacad ahora, y llevad cuarenta y seis años fue este
al maestresala. Y lleváronselo. templo edificado, ¿Y tú en tres
9 Y cuando el maestresala gustó días lo levantarás?
el agua hecha vino, y no sabía 21 Mas él hablaba del templo de su
de dónde era (mas lo sabían los cuerpo.
siervos que habían sacado el 22 Por tanto cuando resucitó de
agua), el maestresala llama al los muertos, sus discípulos se
desposado, acordaron que les había dicho
10 Y le dice: Todo hombre pone esto, y creyeron a la Escritura,
primero el buen vino; y cuando y a la palabra que Jesús había
han bebido bien, entonces lo que dicho.
es peor; mas tú has guardado el 23 Y estando él en Jerusalem en
buen vino hasta ahora. la pascua, en el día de la fiesta,
11 Este principio de milagros muchos creyeron en su nombre,
hizo Jesús en Caná de Galilea, y viendo los milagros que hacía.
manifestó su gloria; y sus discí- 24 Mas el mismo Jesús no se con-
pulos creyeron en él. fiaba a sí mismo de ellos, porque él
12 Después de esto descendió conocía a todos,
a Capernaum, él, y su madre, y 25 Y no tenía necesidad que
sus hermanos, y sus discípulos, nadie le diese testimonio del
y estuvieron allí no muchos días. hombre; porque él sabía lo que
13 Y estaba cerca la pascua de los había en el hombre.
Judíos, y subió Jesús a Jerusalem.
14 Y halló en el templo a los que
128
Jesús y Nicodemo Juan 3

Y CAPÍTULO 3
HABÍA un hombre de los Fa-
riseos que se llamaba Nicode-
bre, que está en el cielo.
14 Y como Moisés levantó la ser-
piente en el desierto, así también
mo, príncipe de los Judíos. es menester que el Hijo del hom-
2 Este vino a Jesús de noche, y bre sea levantado;
le dijo: Rabí, nosotros sabemos 15 Para que todo aquel que en él
que tú eres un maestro venido de cree, no perezca, mas tenga vida
Dios; porque nadie puede hacer eterna.
estos milagros que tú haces, si no 16 Porque de tal manera amó
estuviere Dios con él. Dios al mundo, que dio a su Hijo
3 Respondió Jesús, y le dijo: De unigénito; para que todo aquel
cierto, de cierto te digo, que que en él cree, no perezca, mas
el que no naciere otra vez, no tenga vida eterna.
puede ver el reino de Dios. 17 Porque no envió Dios a su
4 Dícele Nicodemo: ¿Cómo puede Hijo al mundo, para condenar al
el hombre nacer, siendo viejo? mundo; sino para que el mundo
¿puede entrar segunda vez en el sea salvo por él.
vientre de su madre, y nacer? 18 El que en él cree, no es conde-
5 Respondió Jesús: De cierto, de nado; mas el que no cree, ya es
cierto te digo, que el que no na- condenado; porque no ha creído
ciere de agua y del Espíritu, no en el nombre del unigénito Hijo
puede entrar en el reino de Dios. de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, 19 Y ésta es la condenación, que
carne es; y lo que es nacido del la luz ha venido al mundo, y los
Espíritu, espíritu es. hombres amaron más las tinie-
7 No te maravilles de que te dije: blas que la luz; porque sus obras
Os es menester nacer otra vez. eran malas.
8 El viento de donde quiere 20 Porque todo aquel que hace
sopla; y oyes su sonido, mas ni lo malo, aborrece la luz, y no
sabes de dónde viene, ni a dónde viene a la luz, porque sus obras
va: así es todo aquel que es naci- no sean redargüidas.
do del Espíritu. 21 Mas el que obra verdad, viene
9 Respondió Nicodemo, y le dijo: a la luz, para que sus obras sean
¿Cómo pueden estas cosas hacerse? manifiestas, que son hechas en
10 Respondió Jesús, y le dijo: Dios.
¿Tú eres un maestro de Israel, y 22 Después de estas cosas, vino
no sabes estas cosas? Jesús y sus discípulos a la tierra de
11 De cierto, de cierto te digo, que Judea; y estaba allí con ellos, y
lo que sabemos hablamos; y testifi- bautizaba.
camos lo que hemos visto, y voso- 23 Y estaba bautizando también
tros no recibís nuestro testimonio. Juan en Enón junto a Salim, por-
12 Si os he dicho cosas terrenales, que había allí muchas aguas; y
y no creéis: ¿cómo creeréis, si os venían, y eran bautizados.
dijere cosas celestiales? 24 Porque aún Juan no había
13 Y nadie subió al cielo, sino sido echado en la cárcel.
el que descendió del cielo, 25 Y se movió una cuestión entre
es a saber, el Hijo del hom- algunos de los discípulos de Juan y
129
Juan 4 Nuevo testimonio de Juan
los Judíos acerca de la purificación. 2 (Aunque Jesús mismo no bauti-
26 Y vinieron a Juan, y le dije- zaba, sino sus discípulos,)
ron: Rabí, el que estaba contigo 3 Dejó a Judea, y se fue otra vez a
de la otra parte del Jordán, del Galilea.
cual tú diste testimonio, he aquí, 4 Y era menester que pasase por
éste bautiza, y todos vienen a él. Samaria.
27 Respondió Juan, y dijo: No 5 Vino pues a una ciudad de Sa-
puede el hombre recibir nada si maria que se llama Sichar, junto
no le fuere dado del cielo. a la heredad que Jacob dio a José
28 Vosotros mismos me sois tes- su hijo.
tigos que dije: Yo no soy el Cristo; 6 Y estaba allí el pozo de Jacob.
mas soy enviado delante de él. Jesús, pues, cansado del camino, se
29 El que tiene la desposada, es sentó así sobre el pozo. Era como
el desposado; mas el amigo del la hora de sexta.
desposado, que está de pie y le 7 Viene una mujer de Samaria a
oye, se goza grandemente de la sacar agua; y Jesús le dice: Dame de
voz del desposado. Así, pues, este beber.
mi gozo es cumplido. 8 (Porque sus discípulos habían
30 Es menester que él crezca, ido a la ciudad a comprar de
mas que yo disminuya. comer.)
31 El que de arriba viene, sobre 9 Y la mujer Samaritana le dice:
todos es: el que es de la tierra, te- ¿Cómo tú, siendo Judío, me pides
rreno es, y cosas terrenas habla: a mí de beber, que soy mujer Sa-
el que viene del cielo, sobre maritana? Porque los Judíos no
todos es. se tratan con los Samaritanos.
32 Y lo que ha visto y oído, esto 10 Respondió Jesús, y le dijo:
testifica; y nadie recibe su testi- Si conocieses el don de Dios, y
monio. quién es el que te dice: Dame de
33 El que ha recibido su testimo- beber: tú pedirías de él, y él te
nio, ha puesto su sello a esto, que daría agua viva.
Dios es verdadero; 11 La mujer le dice: Señor, no
34 Porque el que Dios ha envia- tienes con qué sacarla, y el pozo es
do, las palabras de Dios habla; hondo: ¿De dónde, pues, tie-
porque no le da Dios el Espíritu nes el agua viva?
por medida. 12 ¿Eres tú mayor que nuestro
35 El Padre ama al Hijo, y le ha padre Jacob, que nos dio este
dado todas las cosas en su mano. pozo, del cual él bebió, y sus
36 El que cree en el Hijo tiene hijos, y sus ganados?
vida eterna; mas el que no cree al 13 Respondió Jesús, y le dijo:
Hijo no verá la vida; sino que la Cualquiera que bebiere de esta
ira de Dios está sobre él. agua, volverá a tener sed;
14 Mas el que bebiere del agua
CAPÍTULO 4 que yo le daré, por siempre no
UANDO, pues, el Señor supo tendrá sed; mas el agua que yo
C que los Fariseos habían oído
que Jesús hacía y bautizaba más
le daré, será en él fuente de agua,
que salte para vida eterna.
discípulos que Juan, 15 La mujer le dice: Señor, dame
130
Jesús y la mujer Samaritana Juan 4
esta agua, para que yo no tenga 29 Venid, ved a un hombre que
sed, ni venga acá a sacarla. me ha dicho todo cuanto he
16 Jesús le dice: Ve, llama a tu hecho: ¿no es éste el Cristo?
marido, y ven acá. 30 Entonces salieron de la ciu-
17 Respondió la mujer, y le dijo: dad, y venían a él.
No tengo marido. Dícele Jesús: 31 Entre tanto los discípulos le
Bien has dicho: No tengo marido; rogaban, diciendo: Rabí, come.
18 Porque cinco maridos has te- 32 Y él les dijo: Yo tengo comida
nido; y el que ahora tienes, no que comer, que vosotros no sabéis.
es tu marido: esto has dicho con 33 Entonces los discípulos de-
verdad. cían el uno al otro: ¿Le ha traído
19 Dícele la mujer: Señor paréce- alguien de comer?
me que tú eres profeta. 34 Díceles Jesús: Mi comida es
20 Nuestros padres adoraron en que yo haga la voluntad del que
este monte, y vosotros decís que me envió, y que acabe su obra.
en Jerusalem es el lugar donde 35 ¿No decís vosotros, que aún
es menester adorar. hay cuatro meses y viene la
21 Dícele Jesús: Mujer, créeme, siega? He aquí, yo os digo: Alzad
que la hora viene, cuando voso- vuestros ojos, y mirad los cam-
tros ni en este monte, ni en Jeru- pos; porque ya están blancos
salem adoraréis al Padre. para la siega.
22 Vosotros adoráis lo que no sa- 36 Y el que siega recibe salario, y
béis: nosotros adoramos lo que allega fruto para vida eterna; para
sabemos; porque la salvación es que también se goce juntamente
de los Judíos. el que siembra y el que siega.
23 Mas la hora viene, y ahora es, 37 Porque en esto es el dicho ver-
cuando los verdaderos adorado- dadero: Que uno es el que siem-
res adorarán al Padre en espíritu bra, y otro es el que siega.
y en verdad; porque también el 38 Yo os he enviado a segar lo
Padre tales busca que le adoren. que vosotros no labrasteis: otros
24 Dios es un Espíritu, y los que labraron, y vosotros habéis en-
le adoran, es menester que le trado en sus labores.
adoren en espíritu y en verdad. 39 Y muchos de los Samaritanos de
25 Dícele la mujer: Yo sé que aquella ciudad creyeron en él por
el Mesías ha de venir, el cual se la palabra de la mujer que
llama Cristo: cuando él viniere, daba testimonio: El me dijo todo
nos declarará todas las cosas. cuanto he hecho.
26 Dícele Jesús: Yo soy, que 40 Así que, cuando vinieron los
hablo contigo. Samaritanos a él, le rogaron que
27 Y en esto vinieron sus discí- se quedase allí; y se quedó allí
pulos, y se maravillaron de que dos días.
hablaba con la mujer; mas nin- 41 Y creyeron muchos más por la
guno dijo: ¿Qué buscas? o ¿Por palabra de él.
qué hablas con ella? 42 Y decían a la mujer: Ya no
28 Entonces la mujer dejó su creemos por tu dicho; porque
cántaro, y fue a la ciudad, y dice a nosotros mismos le hemos oído;
los hombres: y sabemos, que verdaderamente
131
Juan 5 Curación del hijo de un noble
éste es el Cristo, el Salvador del CAPÍTULO 5
mundo.
43 Y después de dos días salió de D ESPUÉS de estas cosas, había
una fiesta de los Judíos, y
allí, y fuese a Galilea. subió Jesús a Jerusalem.
44 Porque Jesús mismo dio tes- 2 Y hay en Jerusalem junto a la
timonio, que el profeta no tiene puerta de las ovejas un estanque,
honra en su propia tierra. que en lengua Hebrea es llamado
45 Y cuando vino a Galilea, los Betesda, el cual tiene cinco pór-
Galileos le recibieron, habiendo ticos.
visto todas las cosas que él hizo 3 En éstos estaba echada una
en Jerusalem en la fiesta; por- grande multitud de enfermos,
que también ellos habían ido a la ciegos, cojos, secos, que estaban
fiesta. esperando el movimiento del agua;
46 Vino pues Jesús otra vez a 4 Porque un ángel descendía a
Caná de Galilea, donde había cierto tiempo al estanque, y re-
hecho el vino del agua. Y había volvía el agua; y el que primero
un cierto cortesano, cuyo hijo es- entraba en el estanque, después
taba enfermo en Capernaum. del movimiento del agua, queda-
47 Este, cuando oyó que Jesús ba sano de cualquier enfermedad
venía de Judea a Galilea, fue a que tuviese.
él, y le rogaba que descendiese, 5 Y estaba allí cierto hombre,
y sanase su hijo; porque estaba a que había treinta y ocho años
punto de morir. que estaba enfermo.
48 Entonces Jesús le dijo: Si no 6 Cuando Jesús le vio estar echa-
viereis señales y maravillas, no do, y supo que ya por mucho
creeréis. tiempo había estado enfermo, dí-
49 El cortesano le dijo: Señor, des- cele: ¿Quieres ser sano?
ciende antes que mi hijo muera. 7 Y el enfermo le respondió:
50 Dícele Jesús: Ve, tu hijo vive. Señor, no tengo hombre que
Creyó el hombre a la palabra que cuando el agua fuere revuelta,
Jesús le dijo, y se fue. me meta en el estanque; porque
51 Y como él iba ya descendien- entre tanto que yo vengo, des-
do, sus criados le salieron a reci- ciende otro antes que yo.
bir, y le dieron nuevas, diciendo: 8 Dícele Jesús: Levántate, toma tu
Tu hijo vive. lecho, y anda.
52 Entonces él les preguntó a 9 Y al instante aquel hombre fue
qué hora comenzó a estar mejor; y sano, y tomó su lecho, y andaba; y
le dijeron: Ayer a la séptima era sábado aquel día.
hora le dejó la fiebre. 10 Entonces los Judíos decían a
53 El padre entonces supo, que aquel que había sido sanado: Sába-
aquella hora era cuando Jesús le do es, no te es lícito llevar tu lecho.
dijo: Tu hijo vive; y creyó él, y 11 Respondióles: El que me sanó,
toda su casa. él mismo me dijo: Toma tu lecho,
54 Este segundo milagro volvió y anda.
Jesús a hacer cuando vino de 12 Y le preguntaron entonces:
Judea a Galilea. ¿Quién es el hombre que te dijo:
Toma tu lecho, y anda?
132
El Hijo uno con el Padre Juan 5
13 Y el que había sido sanado, no que me envió, tiene vida eterna; y
sabía quién fuese; porque Jesús no vendrá a condenación, mas ha
se había apartado de la multitud pasado de muerte a vida.
que estaba en aquel lugar. 25 De cierto, de cierto os digo:
14 Después le halló Jesús en el Que vendrá la hora, y ahora es,
templo, y le dijo: He aquí, has cuando los muertos oirán la voz
sido sanado: no peques más, por- del Hijo de Dios; y los que oye-
que no te venga alguna cosa peor. ren, vivirán.
15 El hombre se fue y dio aviso a 26 Porque como el Padre tiene
los Judíos, que Jesús era el que vida en sí mismo, así dio tam-
le había sanado. bién al Hijo que tuviese vida en
16 Y por esta causa los Judíos sí mismo.
perseguían a Jesús, y procura- 27 Y también le dio autoridad de
ban matarle, porque hacía estas hacer juicio, porque es el Hijo
cosas en sábado. del hombre.
17 Y Jesús les respondió: Mi Padre 28 No os maravilléis de esto;
hasta ahora obra, y yo obro. porque vendrá hora, en la cual
18 Por esto pues, tanto más pro- todos los que están en los sepul-
curaban los Judíos matarle; por- cros oirán su voz;
que no sólo quebrantaba el sába- 29 Y saldrán; los que hicieron
do, mas también decía que Dios bien, a resurrección de vida, y
era su propio Padre, haciéndose los que hicieron mal, a resurrec-
igual a Dios. ción de condenación.
19 Respondió pues Jesús, y les 30 Yo no puedo de mí mismo
dijo: De cierto, de cierto os digo: hacer nada: como oigo, juzgo;
No puede el Hijo hacer nada de y mi juicio es justo, porque no
sí mismo, sino lo que viere hacer busco mi propia voluntad, mas la
al Padre; porque todo lo que él voluntad del Padre que me envió.
hace, esto también hace el Hijo 31 Si yo doy testimonio de mí
igualmente. mismo, mi testimonio no es ver-
20 Porque el Padre ama al Hijo, y dadero.
le muestra todas las cosas que él 32 Otro es el que da testimonio
hace; y mayores obras que éstas de mí; y yo sé que el testimonio
le mostrará, para que vosotros os que él testifica de mí es verdadero.
maravilléis. 33 Vosotros enviasteis a Juan, y él
21 Porque como el Padre levan- dio testimonio a la verdad.
ta los muertos, y les da vida, así 34 Empero yo no recibo el tes-
también el Hijo da vida a los que timonio de hombre: mas digo
él quiere. estas cosas, para que vosotros
22 Porque el Padre a nadie juzga, seáis salvos.
mas todo el juicio ha dado al Hijo; 35 Él era antorcha que ardía, y
23 Para que todos honren al Hijo, alumbraba; y vosotros quisisteis
así como honran al Padre: el que regocijaros por un poco en su luz.
no honra al Hijo, no honra al 36 Mas yo tengo mayor testimo-
Padre que le envió. nio que el de Juan; porque las
24 De cierto, de cierto os digo: obras que el Padre me dio que
El que oye mi palabra, y cree al cumpliese, las mismas obras que
133
Juan 6 Multiplicación de los panes
yo hago, dan testimonio de mí, porque veían sus milagros que
que el Padre me haya enviado. hacía en los enfermos.
37 Y el Padre mismo, que me 3 Subió pues Jesús a un monte,
envió, ha dado testimonio de mí. y se sentó allí con sus discípulos.
Vosotros nunca habéis oído su 4 Y estaba cerca la pascua, la
voz, ni habéis visto su parecer, fiesta de los Judíos.
38 Ni tenéis su palabra perma- 5 Y cuando alzó Jesús los ojos, y
neciendo en vosotros; porque al vio que había venido a él una
que él envió, a éste vosotros no grande multitud, dice a Felipe:
creéis. ¿De dónde compraremos pan
39 Escudriñad las Escrituras; para que coman éstos?
porque a vosotros os parece, que 6 Mas esto decía probándole;
en ellas tenéis la vida eterna; y porque él sabía lo que había de
ellas son las que dan testimonio hacer.
de mí; 7 Respondióle Felipe: Doscientos
40 Y no queréis venir a mí, para denarios de pan no les bastarán,
que tengáis vida. para que cada uno de ellos tome
41 Gloria de los hombres no re- un poco.
cibo. 8 Dícele uno de sus discípu-
42 Mas yo os conozco, que no te- los, Andrés, hermano de Simón
néis el amor de Dios en vosotros Pedro:
mismos. 9 Un muchacho está aquí que
43 Yo soy venido en nombre de tiene cinco panes de cebada y
mi Padre, y no me recibís: si otro dos pececillos; ¿Mas qué es esto
viniere en su propio nombre, a entre tantos?
aquél recibiréis. 10 Entonces Jesús dijo: Haced
44 ¿Cómo podéis vosotros creer, sentar los hombres. Y había
los que recibís gloria los unos de mucha hierba en aquel lugar; y se
los otros, y no buscáis la gloria sentaron como en número de cinco
que de sólo Dios viene? mil varones.
45 No penséis que yo os he de 11 Y tomó Jesús aquellos panes,
acusar delante del Padre: hay y habiendo dado gracias, repar-
quien os acusa, es a saber, Moisés, en tió a los discípulos, y los discí-
quien vosotros esperáis. pulos a los que estaban sentados;
46 Porque si vosotros hubieseis y asimismo de los peces cuanto
creído a Moisés, me habríais querían.
creído a mí: porque de mí escri- 12 Y cuando estuvieron hartos,
bió él. dijo a sus discípulos: recoged los
47 Pero si a sus escritos no creéis, pedazos que han sobrado, por-
¿Cómo creeréis a mis palabras? que no se pierda nada.
13 Recogieron, pues, y llenaron
CAPÍTULO 6 doce canastos de pedazos de los
ESPUÉS de estas cosas, se fue cinco panes de cebada, que so-
D Jesús a la otra parte del mar
de Galilea, que es el mar de Ti-
braron a los que habían comido.
14 Aquellos hombres entonces,
berias. cuando vieron el milagro que
2 Y seguíale grande multitud, Jesús había hecho, decían: Este
134
Jesús, el pan de vida Juan 6
verdaderamente es el profeta, de la otra parte del mar, dijéronle:
que había de venir al mundo. Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
15 Entendiendo entonces Jesús, 26 Respondióles Jesús, y dijo: De
que habían de venir para arre- cierto, de cierto os digo, que me
batarle, y hacerle rey, volvió a buscáis, no porque visteis los mi-
retirarse a un monte, él solo. lagros, mas porque comisteis de
16 Y cuando se hizo tarde, des- los panes y fuisteis hartos.
cendieron sus discípulos al mar, 27 Trabajad, no por la comida
17 Y entrando en una nave, iban que perece, mas por la comida
atravesando el mar hacia Caper- que a vida eterna permanece, la
naum. Y era ya oscuro, y Jesús cual el Hijo del hombre os dará;
no había venido a ellos. porque a éste selló Dios el Padre.
18 Y el mar se comenzó a levan- 28 Entonces le dijeron; ¿Qué
tar con un gran viento que sopla- haremos para que obremos las
ba. obras de Dios?
19 Y cuando hubieron navegado 29 Respondió Jesús, y les dijo;
como veinte y cinco, o treinta es- Ésta es la obra de Dios, que creáis en
tadios, ven a Jesús que andaba el que él envió.
sobre el mar, y se acercaba a la 30 Dijéronle entonces; ¿Qué
nave; y tuvieron miedo. señal pues haces tú, para que
20 Mas él les dijo: Yo soy: no ten- veamos, y te creamos? ¿Qué
gáis miedo. obras tú?
21 Entonces ellos le recibieron 31 Nuestros padres comieron el
de buena gana en la nave, y la maná en el desierto, como está
nave llegó inmediatamente a la escrito: Pan del cielo les dio a
tierra donde iban. comer.
22 El día siguiente, cuando la 32 Entonces Jesús les dijo: De
gente que estaba de pie al otro cierto de cierto os digo, no os
lado del mar vio que no había dio Moisés el pan del cielo, mas
allí otra navecilla sino una, en mi Padre os da el verdadero pan
la cual se habían entrado sus del cielo.
discípulos, y que Jesús no había 33 Porque el pan de Dios es
entrado con sus discípulos en la aquel que desciende del cielo, y da
navecilla, sino que sus discípulos vida al mundo.
se habían ido solos; 34 Entonces le dijeron: Señor,
23 Y que otras navecillas habían danos siempre este pan.
venido de Tiberias, cerca del 35 Y Jesús les dijo: Yo soy el pan
lugar donde habían comido el de vida: el que a mí viene, nunca
pan, después de haber el Señor tendrá hambre; y el que en mí
dado gracias; cree, no tendrá sed jamás.
24 Cuando vio pues la gente que 36 Mas yo os dije, que también
Jesús no estaba allí, ni sus dis- me habéis visto y no creéis.
cípulos, ellos mismos también 37 Todo lo que el Padre me da,
entraron en las navecillas, y vi- vendrá a mí; y al que a mí viene,
nieron a Capernaum buscando a de ninguna manera le echaré
Jesús. fuera.
25 Y cuando lo hubieron hallado 38 Porque he descendido del
135
Juan 6 Murmuraciones de los Judíos
cielo, no para hacer mi voluntad, re de este pan, vivirá por siem-
sino la voluntad de aquél que me pre; y el pan que yo daré es mi
envió. carne, la cual yo daré por la vida
39 Y ésta es la voluntad del del mundo.
Padre que me envió: Que de todo 52 Entonces los Judíos alterca-
lo que me ha dado no pierda yo ban entre sí, diciendo: ¿Cómo
nada, sino que lo resucite en el puede este hombre darnos su
día postrero. carne a comer?
40 Y ésta es la voluntad de aquél 53 Jesús les dijo entonces: De
que me envió: Que todo aquel cierto, de cierto os digo: Si no co-
que ve al Hijo, y cree en él, tenga méis la carne del Hijo del hom-
vida eterna; y yo le resucitaré en bre, y bebéis su sangre, no tenéis
el día postrero. vida en vosotros.
41 Murmuraban entonces de él 54 El que come mi carne, y bebe
los Judíos, porque había dicho: mi sangre, tiene vida eterna; y yo
Yo soy el pan que descendí del le resucitaré en el día postrero.
cielo. 55 Porque mi carne es verdade-
42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el ramente comida, y mi sangre es
hijo de José cuyo padre y madre verdaderamente bebida.
nosotros conocemos? ¿Cómo 56 El que come mi carne, y bebe
pues dice éste: Yo he descendido mi sangre, en mí permanece, y
del cielo? yo en él.
43 Jesús pues respondió, y les 57 Como me envió el Padre vi-
dijo: No murmuréis entre voso- viente, y yo vivo por el Padre, así
tros. también el que me come, él tam-
44 Ninguno puede venir a mí, si bién vivirá por mí.
el Padre que me envió, no le tra- 58 Éste es el pan que descendió
jere; y yo le resucitaré en el día del cielo: no como vuestros pa-
postrero. dres que comieron el maná, y
45 Escrito está en los profetas: Y son muertos: el que come de este
serán todos enseñados de Dios: pan, vivirá eternamente.
Así que, todo aquel que ha oído, 59 Estas cosas dijo en la sinago-
y ha aprendido del Padre, viene ga, enseñando en Capernaum.
a mí. 60 Entonces muchos de sus discí-
46 No que alguno haya visto al pulos oyendo esto, dijeron: Dura es
Padre, sino aquel que es de Dios, esta palabra, ¿Quién la puede oír?
éste ha visto al Padre. 61 Pero sabiendo Jesús en sí
47 De cierto, de cierto os digo: El mismo que sus discípulos mur-
que cree en mí, tiene vida eterna. muraban de esto, les dijo: ¿Esto os
48 Yo soy el pan de vida. escandaliza?
49 Vuestros padres comieron el 62 ¿Pues qué si viereis al Hijo del
maná en el desierto, y son muertos. hombre subir a donde estaba pri-
50 Éste es el pan que desciende mero?
del cielo, para que el que de él 63 El espíritu es el que da vida: la
comiere, no muera. carne de nada aprovecha: las
51 Yo soy el pan vivo que des- palabras que yo os hablo, espíri-
cendí del cielo: si alguno comie- tu son, y vida son.
136
Jesús en la fiesta Juan 7
64 Mas hay algunos de voso- tiempo aún no es venido; mas
tros que no creen. Porque Jesús vuestro tiempo siempre es presto.
desde el principio sabía quiénes 7 No puede el mundo aborrece-
eran los que no habían de creer, ros a vosotros; mas a mí me abo-
y quién le había de entregar. rrece, porque yo doy testimonio
65 Y decía: Por eso os he dicho: de él, que sus obras son malas.
Que ninguno puede venir a mí, si 8 Subid vosotros a esta fiesta: yo
no le fuere dado de mi Padre. no subo aún a esta fiesta; porque
66 Desde entonces muchos de mi tiempo no es aún cumplido.
sus discípulos volvieron atrás, y 9 Y habiéndoles dicho estas cosas, se
ya no andaban más con él. quedó en Galilea.
67 Dijo, pues, Jesús a los doce: 10 Mas cuando sus hermanos hu-
¿Queréis vosotros iros también? bieron subido, entonces él tam-
68 Respondióle entonces Simón bién subió a la fiesta, no pública-
Pedro: Señor, ¿a quién iremos? tú mente, mas como en secreto.
tienes las palabras de vida eterna. 11 Entonces los Judíos le busca-
69 Y nosotros creemos y conoce- ban en la fiesta, y decían: ¿Dónde
mos, que tú eres el Cristo, el Hijo está aquél?
del Dios viviente. 12 Y había grande murmullo
70 Jesús les respondió: ¿No os he acerca de él entre el pueblo; por-
yo escogido doce, y el uno de vo- que unos decían: Buen hombre es;
sotros es diablo? y otros decían; No, antes en-
71 Y hablaba de Judas Iscariote, gaña al pueblo.
hijo de Simón; porque éste era el 13 Mas ninguno hablaba abier-
que le había de entregar, el cual tamente de él, por miedo de los
era uno de los doce. Judíos.
14 Y al medio de la fiesta, subió
CAPÍTULO 7 Jesús al templo, y enseñaba.
DESPUÉS de estas cosas an- 15 Y maravillábanse los Judíos,
Y daba Jesús en Galilea; por-
que no quería andar en Judea,
diciendo: ¿Cómo sabe este hom-
bre letras, no habiendo aprendido?
porque los Judíos procuraban de 16 Respondióles Jesús, y dijo: Mi
matarle. doctrina no es mía, sino del que
2 Y estaba cerca la fiesta de los Ju- me envió.
díos, llamada, de los tabernáculos. 17 Si alguno quisiere hacer su vo-
3 Dijéronle pues sus hermanos: luntad, conocerá de la doctrina
Pásate de aquí, y vete a Judea, si es de Dios, o si yo hablo de mí
para que también tus discípulos mismo.
vean las obras que haces; 18 El que habla de sí mismo,
4 Porque ninguno hace las cosas busca su propia gloria: mas el
en secreto, y procura él mismo que busca la gloria del que le
ser conocido en público. Si envió, éste es verdadero, y no
haces estas cosas, manifiéstate al hay en él injusticia.
mundo. 19 ¿No os dio Moisés la ley; y nin-
5 Porque ni aun sus hermanos guno de vosotros guarda la ley?
creían en él. ¿Por qué me procuráis matar?
6 Díceles entonces Jesús: Mi 20 Respondió el pueblo, y dijo:
137
Juan 7 Discusiones sobre Jesús
Demonio tienes: ¿Quién te pro- y los Fariseos enviaron oficiales
cura matar? que le prendiesen.
21 Jesús respondió, y les dijo: 33 Y Jesús les dijo: Aún un poco de
Una obra hice, y vosotros todos tiempo estoy con vosotros, y
os maravilláis. después voy al que me envió.
22 Por eso Moisés os dio la cir- 34 Me buscaréis, y no me halla-
cuncisión, (no porque sea de réis; y donde yo estoy, vosotros no
Moisés, sino de los padres,) y en podéis venir.
sábado circuncidáis al hombre. 35 Entonces los Judíos dijeron
23 Si recibe el hombre la circun- entre sí: ¿Dónde se ha de ir éste
cisión en sábado, para que la ley que no le hallaremos? ¿Irá a los
de Moisés no sea quebrantada, dispersos entre los Gentiles, y
¿Os enojáis conmigo porque en enseñará a los Gentiles?
sábado hice sano todo un hombre? 36 ¿Qué dicho es éste que dijo:
24 No juzguéis según lo que pa- Me buscaréis, y no me hallaréis;
rece, mas juzgad justo juicio. y donde yo estoy, vosotros no po-
25 Decían entonces unos de los déis venir?
de Jerusalem: ¿No es éste al que 37 En el último y grande día de
buscan para matarle? la fiesta, Jesús se puso de pie, y
26 Y he aquí, habla públicamen- clamaba, diciendo: Si alguno
te, y no le dicen nada: ¿No saben tiene sed, venga a mí, y beba.
ciertamente los príncipes, que 38 El que cree en mí, como dice la
éste es verdaderamente el Cristo? Escritura, de su vientre corre-
27 Mas éste, nosotros sabemos rán ríos de agua viva.
de dónde es; empero cuando vi- 39 (Y esto dijo del Espíritu, que
niere el Cristo, nadie sabrá de habían de recibir los que creye-
dónde es. sen en él; porque aún no había
28 Entonces clamaba Jesús en el sido dado el Espíritu Santo, por-
templo enseñando, y diciendo: que Jesús aún no había sido glo-
Y a mí me conocéis, y sabéis de rificado.)
dónde yo soy; y no he venido de 40 Entonces muchos del pueblo
mí mismo; mas el que me envió cuando oyeron este dicho, de-
es verdadero, al cual vosotros no cían: Verdaderamente éste es el
conocéis. Profeta.
29 Empero yo le conozco; por- 41 Otros decían: Este es el Cristo.
que de él yo soy, y él me envió. Algunos empero decían: ¿De Ga-
30 Entonces procuraban pren- lilea ha de venir el Cristo?
derle; mas ninguno echó sobre 42 ¿No ha dicho la Escritura:
él la mano, porque aún no había Que de la simiente de David, y
venido su hora. de la aldea de Belem, de donde
31 Y del pueblo, muchos cre- era David, vendrá el Cristo?
yeron en él, y decían: El Cristo, 43 Así que había disensión entre el
cuando viniere, ¿hará más mila- pueblo a causa de él.
gros que los que éste ha hecho? 44 Y algunos de ellos le querían
32 Los Fariseos oyeron al pueblo prender; mas ninguno le echó
que murmuraba de él estas cosas; sobre él las manos.
y los príncipes de los sacerdotes, 45 Y los oficiales vinieron a los
138
La mujer adúltera Juan 8
príncipes de los sacerdotes, y a tándole, enderezóse, y les dijo:
los Fariseos; y ellos les dijeron: El que de vosotros es sin peca-
¿Por qué no le trajisteis? do arroje primero contra ella la
46 Los oficiales respondieron: piedra.
Nunca así ha hablado hombre, 8 Y volviéndose a inclinar hacia
como este hombre. abajo, escribía en tierra.
47 Entonces los Fariseos les res- 9 Oyendo pues ellos esto, y re-
pondieron: ¿Sois también voso- prendidos por su propia con-
tros engañados? ciencia, salíanse uno a uno, co-
48 ¿Ha creído en él alguno de los menzando desde los más viejos,
príncipes, o de los Fariseos? hasta los postreros, y quedó solo
49 Mas esta gente común que no Jesús, y la mujer que estaba de
sabe la ley, malditos son. pie en medio.
50 Díceles Nicodemo, (el que 10 Y enderezándose Jesús, y no
vino a Jesús de noche, el cual era viendo a nadie más que a la
uno de ellos:) mujer, le dijo: ¿Mujer, dónde
51 ¿Juzga nuestra ley a hombre están los que te acusaban? ¿Nin-
alguno, si primero no le oye, y guno te ha condenado?
sabe lo que hace? 11 Y ella dijo: Señor, ninguno.
52 Respondieron y dijéronle: Entonces Jesús le dijo: Ni yo te
¿Eres tú también de Galilea? condeno: vete, y no peques más.
Escudriña, y ve, que de Galilea 12 Y hablóles Jesús otra vez, di-
nunca se levantó profeta. ciendo: Yo soy la luz del mundo:
53 Y se fue cada uno a su casa. el que me sigue, no andará en
tinieblas; mas tendrá la luz de
CAPÍTULO 8 vida.
JESÚS se fue al monte de las 13 Entonces los Fariseos le dije-
Y Olivas.
2 Y muy de mañana vino otra vez
ron: Tú de ti mismo das testimo-
nio: tu testimonio no es verdadero.
al templo y todo el pueblo vino a 14 Respondió Jesús, y les dijo:
él, y sentado él los enseñaba. Aunque yo doy testimonio de mí
3 Y entonces los escribas y los mismo, mi testimonio es verda-
Fariseos traen a él una mujer to- dero; porque sé de dónde vine, y
mada en adulterio; y poniéndola a dónde voy; mas vosotros no sa-
en medio, béis de dónde vengo, y a dónde
4 Dícenle: Maestro, esta mujer ha voy.
sido tomada en el hecho mismo 15 Vosotros según la carne juz-
adulterando. gáis; mas yo no juzgo a nadie.
5 Y en la ley Moisés nos mandó 16 Mas si yo juzgo, mi juicio
apedrear a las tales: ¿Tú, pues, es verdadero; porque no soy yo
qué dices? solo, sino yo, y el Padre que me
6 Mas esto decían tentándole, envió.
para poderle acusar; empero 17 También está escrito en vues-
Jesús, inclinado hacia abajo, es- tra ley, que el testimonio de dos
cribía en la tierra con el dedo, hombres es verdadero.
como si no los oyera. 18 Yo soy el que doy testimonio
7 Y como perseverasen pregun- de mí mismo; y da testimonio
139
Juan 8 Misión divina de Jesús
de mí el Padre que me envió. 30 Hablando él estas cosas, mu-
19 Entonces le decían: ¿Dónde chos creyeron en él.
está tu Padre? Respondió Jesús: 31 Entonces decía Jesús a los
Ni a mí me conocéis, ni a mi Judíos que le habían creído: Si
Padre. Si a mí me conocieseis, a vosotros permanecéis en mi pa-
mi Padre también conoceríais. labra, sois verdaderamente mis
20 Estas palabras habló Jesús en discípulos;
el lugar del tesoro, enseñando 32 Y conoceréis la verdad, y la
en el templo; y nadie le prendió, verdad os hará libres.
porque aún no había venido su 33 Y respondiéronle: Simiente de
hora. Abraham somos, y jamás ser-
21 Y díjoles otra vez Jesús: Yo me vimos a nadie: ¿Cómo dices tú:
voy, y me buscaréis, y en vuestro Seréis hechos libres?
pecado moriréis: a donde yo voy, 34 Jesús les respondió: De cierto,
vosotros no podéis venir. de cierto os digo, que todo aquel
22 Decían entonces los Judíos: que hace pecado, es siervo del
¿Hase de matar a sí mismo, por- pecado.
que dice: A donde yo voy, voso- 35 Y el siervo no queda en casa
tros no podéis venir? por siempre; mas el Hijo queda
23 Y les decía: Vosotros sois de por siempre.
abajo, yo soy de arriba: vosotros 36 Así que, si el Hijo os hiciera li-
sois de este mundo, yo no soy de bres, seréis verdaderamente libres.
este mundo. 37 Yo sé que sois simiente de
24 Por eso os dije, que moriríais Abraham; mas procuráis matar-
en vuestros pecados; porque si me, porque mi palabra no tiene
no creyereis que yo soy, en vues- lugar en vosotros.
tros pecados moriréis. 38 Yo, lo que he visto con mi Padre,
25 Y decíanle: ¿Tú, quién eres? hablo; y vosotros lo que habéis
Entonces Jesús les dijo: El que al visto con vuestro padre, hacéis.
principio también os he dicho. 39 Respondieron, y dijéronle:
26 Muchas cosas tengo que decir, Nuestro padre es Abraham. Dí-
y que juzgar de vosotros; mas el celes Jesús: Si fuerais hijos de
que me envió, es verdadero; y yo Abraham, las obras de Abraham
lo que he oído de él, esto hablo haríais.
en el mundo. 40 Empero ahora procuráis ma-
27 Mas no entendieron que él les tarme, hombre que os ha habla-
hablaba del Padre. do la verdad, la cual he oído de
28 Díjoles pues Jesús: Cuando le- Dios: no hizo esto Abraham.
vantareis al Hijo del hombre, en- 41 Vosotros hacéis las obras de
tonces conoceréis que yo soy, y vuestro padre. Dijéronle pues:
que nada hago de mí mismo; mas Nosotros no somos nacidos de
como mi Padre me enseñó, esto fornicación: un solo Padre tene-
hablo. mos, que es Dios.
29 Y el que me envió, conmigo 42 Jesús entonces les dijo: Si
está, no me ha dejado solo el vuestro Padre fuera Dios, cierta-
Padre; porque hago siempre las mente me amaríais a mí; porque
cosas que le agradan a él. yo de Dios he salido, y he venido;
140
Cristo, mayor que Abraham Juan 9
que no he venido de mí mismo, glorifico a mí mismo, mi gloria es
mas él me envió. nada: mi Padre es el que me
43 ¿Por qué no entendéis mi len- glorifica: el que vosotros decís,
guaje? porque no podéis oír mi que es vuestro Dios.
palabra. 55 Mas no le habéis conocido: yo
44 Vosotros de vuestro padre el empero le conozco; y si dijere
diablo sois, y los deseos de vues- que no le conozco, seré como vo-
tro padre queréis hacer: Él, ho- sotros, mentiroso; mas le conoz-
micida era desde el principio; y co, y guardo su palabra.
no permaneció en la verdad; por- 56 Abraham vuestro padre se re-
que no hay verdad en él. Cuan- gocijó por ver mi día; y lo vio, y se
do habla mentira, de suyo habla; regocijó.
porque es mentiroso, y padre de 57 Dijéronle entonces los Judíos:
mentira. Aún no tienes cincuenta años; ¿Y
45 Y porque yo os digo la verdad, has visto a Abraham?
no me creéis. 58 Díjoles Jesús: De cierto, de
46 ¿Quién de vosotros me re- cierto os digo, antes que Abra-
darguye de pecado? Y si digo la ham fuese, Yo soy.
verdad, ¿Por qué vosotros no me 59 Tomaron entonces piedras
creéis? para arrojarle; mas Jesús se en-
47 El que es de Dios, las palabras cubrió, y se salió del templo,
de Dios oye: las cuales por tanto atravesando por medio de ellos,
no oís vosotros, porque no sois y así pasó.
de Dios.
48 Respondieron entonces los CAPÍTULO 9
Judíos, y dijéronle: ¿No decimos PASANDO Jesús, vio a un hom-
bien nosotros, que tú eres Sama-

ritano, y que tienes demonio?


Y bre ciego desde su nacimiento.

2 Y preguntáronle sus discípulos,


49 Respondió Jesús: Yo no tengo diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste
demonio; antes honro a mi Padre, y o sus padres, para que naciese
vosotros me deshonráis. ciego?
50 Y yo no busco mi gloria: hay 3 Respondió Jesús: Ni éste pecó,
quien la busque, y juzgue. ni sus padres: sino para que las
51 De cierto, de cierto os digo, si obras de Dios se manifiesten en
alguno guardare mi palabra, no él.
verá muerte por siempre. 4 Es menester que yo obre las
52 Entonces los Judíos le dije- obras de aquél que me envió,
ron: Ahora conocemos que tie- entre tanto que el día dura: la
nes demonio: Abraham murió, y noche viene, cuando nadie puede
los profetas; y tú dices: El que obrar.
guardare mi palabra, no gustará 5 Entre tanto que estoy en el
muerte por siempre. mundo, Yo soy la luz del mundo.
53 ¿Eres tú mayor que nuestro 6 Habiendo dicho esto, escupió
padre Abraham, el cual murió? y en tierra; e hizo lodo de la saliva,
los profetas murieron: ¿Quién te y untó con el lodo sobre los ojos
haces a ti mismo? del ciego,
54 Respondió Jesús: Si yo me 7 Y le dijo: Ve, lávate en el estan-
141
Juan 9 El ciego de nacimiento
que de Siloé, que interpretado es, 20 Respondiéronles sus padres,
Enviado. Se fue pues, y se lavó, y y dijeron: Sabemos que éste es
vino viendo. nuestro hijo, y que nació ciego:
8 Entonces los vecinos, y los que 21 Mas cómo vea ahora, no lo sa-
antes le habían visto que era bemos; o quién le haya abierto
ciego, decían: ¿No es éste el que los ojos, nosotros no lo sabemos: él
se sentaba, y mendigaba? tiene edad, preguntadle a él, él
9 Otros decían: Este es; y otros: hablará por sí mismo.
Se le parece; mas él decía: Yo soy. 22 Esto dijeron sus padres, por-
10 Por esto le decían: ¿Cómo te que tenían miedo de los Judíos;
fueron abiertos los ojos? porque ya los Judíos habían con-
11 Respondió él, y dijo: Aquel cluido que si alguno confesase
hombre que se llama Jesús, hizo que él era Cristo, que fuese echa-
lodo, y me untó los ojos, y me do fuera de la sinagoga.
dijo: Ve al estanque de Siloé, y 23 Por eso dijeron sus padres:
lávate; y yo fui, y me lavé, y re- Edad tiene, preguntadle a él.
cibí la vista. 24 Así que volvieron a llamar al
12 Entonces le dijeron: ¿Dónde hombre que había sido ciego, y
está aquél? Dice él: No sé. le dijeron: Da gloria a Dios: no-
13 Llévanle a los Fariseos, al que sotros sabemos que este hombre
antes había sido ciego. es pecador.
14 Y era sábado cuando Jesús 25 Entonces él respondió, y dijo: Si
había hecho el lodo, y le había es pecador o no, yo no lo sé: una
abierto los ojos. cosa sé, que habiendo yo
15 Y volviéronle a preguntar sido ciego, ahora veo.
también los Fariseos, de qué ma- 26 Y volviéronle a decir: ¿Qué te
nera había recibido la vista. Él hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?
les dijo: Púsome lodo sobre los 27 Respondióles: Ya os lo he
ojos, y me lavé, y veo. dicho, y no lo habéis oído: ¿Por
16 Entonces unos de los Fariseos qué lo queréis otra vez oír? ¿Que-
le decían: Este hombre no es de réis también vosotros haceros
Dios, porque no guarda el sába- sus discípulos?
do. Y otros decían: ¿Cómo puede 28 Entonces le injuriaron, y di-
un hombre pecador hacer tales mi- jeron: Tú eres su discípulo; mas
lagros? Y había división entre ellos. nosotros discípulos de Moisés
17 Vuelven a decir al ciego: ¿Tú, somos.
qué dices del que te abrió los 29 Nosotros sabemos que a Moi-
ojos? Y él dijo: Que es un profeta. sés habló Dios; mas éste no sabe-
18 Mas los Judíos no creían de él, mos de dónde es.
que había sido él ciego, y hubie- 30 Respondióles el hombre, y les
se recibido la vista, hasta que lla- dijo: Cierto maravillosa cosa es
maron a los padres del que había ésta, que vosotros no sabéis de
recibido la vista. dónde sea, y a mí me abrió los ojos.
19 Y preguntáronles, diciendo: 31 Y sabemos que Dios no oye a
¿Es éste vuestro hijo, el que vo- los pecadores; mas si alguno es
sotros decís, que nació ciego? adorador de Dios, y hace su vo-
¿Cómo, pues, ve ahora? luntad, a éste oye.
142
Jesús, el buen pastor Juan 10
32 Desde el principio del mundo conocen la voz de los extraños.
no fue oído, que abriese alguno 6 Esta parábola les dijo Jesús;
los ojos de uno que nació ciego. mas ellos no entendieron qué era lo
33 Si este hombre no fuera de que les decía.
Dios, no pudiera hacer nada. 7 Volvióles pues Jesús a decir:
34 Respondieron, y le dijeron: En De cierto, de cierto os digo, que
pecados eres nacido todo; ¿y tú yo soy la puerta de las ovejas.
nos enseñas? Y echáronle fuera. 8 Todos los que antes de mí vi-
35 Oyó Jesús que le habían echa- nieron, ladrones son y robadores,
do fuera; y hallándole, le dijo: mas no los oyeron las ovejas.
¿Tú crees en el Hijo de Dios? 9 Yo soy la puerta: el que por mí
36 Respondió él, y dijo: ¿Quién entrare, será salvo; y entrará, y
es, Señor, para que crea en él? saldrá, y hallará pastos.
37 Y díjole Jesús: Ya le has visto, 10 El ladrón no viene sino para
y el que habla contigo, él es. hurtar, y matar, y destruir: yo he
38 Y él dijo: Creo, Señor. Y le adoró. venido para que tengan vida, y
39 Y dijo Jesús: Yo, para juicio para que la tengan en abundancia.
he venido a este mundo, para 11 Yo soy el buen Pastor: el buen
que los que no ven, vean; y para pastor su vida da por las ovejas.
que los que ven, sean cegados. 12 Mas el asalariado, y que no es
40 Y oyeron esto algunos de los el pastor, cuyas no son propias
Fariseos que estaban con él, y le las ovejas, ve al lobo que viene, y
dijeron: ¿Somos nosotros tam- deja las ovejas, y huye; y el lobo
bién ciegos? arrebata, y dispersa las ovejas.
41 Díjoles Jesús: Si fuerais ciegos, 13 Así que el asalariado huye,
no tuvierais pecado; mas ahora porque es asalariado, y no tiene
decís: Vemos; por tanto vuestro cuidado de las ovejas.
pecado permanece. 14 Yo soy el buen Pastor; y co-
nozco mis ovejas, y soy conocido de
CAPÍTULO 10 las mías,
E cierto, de cierto os digo, 15 Como el Padre me conoce a
D que el que no entra por la

puerta en el aprisco de las ovejas,


mí, así yo también conozco al
Padre; y pongo mi vida por las
mas sube por otra parte, el tal la- ovejas.
drón es y robador. 16 También tengo otras ovejas
2 Mas el que entra por la puerta, que no son de este redil: aqué-
el pastor de las ovejas es. llas también he de traer, y oirán
3 A éste abre el portero, y las mi voz; y habrá un rebaño, y un
ovejas oyen su voz; y a sus pro- pastor.
pias ovejas él llama por nombre, 17 Por eso me ama mi Padre,
y las saca fuera. porque yo pongo mi vida, para
4 Y cuando saca fuera sus pro- volverla a tomar.
pias ovejas, va delante de ellas, y 18 Nadie la quita de mí, mas yo
las ovejas le siguen; porque co- la pongo de mí mismo, tengo po-
nocen su voz. testad para ponerla, y tengo po-
5 Mas al extraño no seguirán, testad para volverla a tomar. Este
antes huirán de él; porque no mandamiento recibí de mi Padre.
143
Juan 11 Cristo, uno con el Padre
19 Y volvió a haber división entre escrito en vuestra ley: Yo dije:
los Judíos por estas palabras. dioses sois?
20 Y muchos de ellos decían: De- 35 Si llamó dioses a aquellos, a
monio tiene, y está loco: ¿para los cuales vino la palabra de
qué le oís? Dios, y la Escritura no puede ser
21 Decían otros: Estas palabras no quebrantada,
son de endemoniado: ¿Puede el de- 36 ¿A quien el Padre santificó, y
monio abrir los ojos de los ciegos? envió al mundo, vosotros decís:
22 Y hacíase la fiesta de la de- Tú blasfemas; porque dije: Yo
dicación en Jerusalem, y era in- soy el Hijo de Dios?
vierno. 37 Si no hago obras de mi Padre,
23 Y Jesús andaba en el templo no me creáis.
por el pórtico de Salomón. 38 Mas si las hago, aunque a mí no
24 Y rodeáronle los Judíos, y le creáis, creed a las obras, para que
dijeron: ¿Hasta cuándo traes sus- conozcáis y creáis, que el
pensa nuestra alma? Si tú eres el Padre es en mí, y yo en él.
Cristo, dínoslo abiertamente. 39 Y procuraban otra vez prender-
25 Respondióles Jesús: Os dije, y le; mas él se salió de sus manos.
vosotros no creéis: las obras que 40 Y se fue otra vez de la otra
yo hago en nombre de mi Padre, parte del Jordán, a aquel lugar
estas dan testimonio de mí. donde primero había estado bau-
26 Mas vosotros no creéis, por- tizando Juan, y se estuvo allí.
que no sois de mis ovejas, como 41 Y muchos venían a él, y de-
os he dicho. cían: Juan a la verdad ningún
27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo milagro hizo; mas todo lo que
las conozco, y ellas me siguen; Juan dijo de éste, era verdad.
28 Y yo les doy vida eterna, y no 42 Y muchos creyeron allí en él.
perecerán por siempre, ni nadie
las arrebatará de mi mano. CAPÍTULO 11
29 Mi Padre que me las dio, STABA entonces enfermo
mayor que todos es; y nadie las

puede arrebatar de la mano de


E cierto hombre llamado Lázaro,

de Betania, la aldea de María y


mi Padre. de Marta su hermana.
30 Yo y mi Padre somos uno. 2 (Era María la que ungió al Señor
31 Entonces volvieron a tomar con ungüento, y limpió sus pies
piedras los Judíos, para ape- con sus cabellos, cuyo hermano
drearle. Lázaro estaba enfermo.)
32 Respondióles Jesús: Muchas 3 Enviaron pues sus herma-
buenas obras os he mostrado de nas a él, diciendo: Señor, he
mi Padre, ¿Por cuál obra de ellas aquí, el que amas está enfermo.
me apedreáis? 4 Y oyéndolo Jesús, dijo: Esta
33 Respondiéronle los Judíos, di- enfermedad no es para muerte,
ciendo: Por la buena obra no te sino por la gloria de Dios, para
apedreamos, sino por la blasfe- que el Hijo de Dios sea glorifica-
mia; y porque tú, siendo hombre, do por ella.
te haces Dios. 5 Y amaba Jesús a Marta, y a su
34 Respondióles Jesús: ¿No está hermana, y a Lázaro.
144
Jesús llega a Betania Juan 11
6 Cuando oyó, pues, que estaba Señor, si hubieras estado aquí,
enfermo, entonces se quedó dos mi hermano no hubiera muerto.
días más en aquel lugar donde 22 Mas sé que también ahora,
estaba. todo lo que pidieres a Dios, te lo
7 Entonces, después de esto, dijo a dará Dios.
sus discípulos: Vamos a Judea otra 23 Dícele Jesús: Resucitará tu
vez. hermano.
8 Dícenle sus discípulos: Rabí, 24 Marta le dice: Yo sé que re-
ahora procuraban los Judíos ape- sucitará en la resurrección en el
drearte, ¿Y vas otra vez allá? día postrero.
9 Respondió Jesús: ¿No tiene el 25 Dícele Jesús: Yo soy la resu-
día doce horas? El que anduviere rrección, y la vida: el que cree en
de día, no tropieza, porque ve la mí, aunque esté muerto, vivirá;
luz de este mundo. 26 Y todo aquel que vive, y cree en
10 Mas el que anduviere de noche, mí, no morirá eternamente.
tropieza, porque no hay luz en él. ¿Crees esto?
11 Él dijo estas cosas; y después 27 Ella le dice: Sí, Señor, yo creo
de esto les dice: Lázaro nuestro que tú eres el Cristo, el Hijo
amigo duerme; mas voy a des- de Dios, que había de venir al
pertarle del sueño. mundo.
12 Dijéronle entonces sus discípu- 28 Y cuando ella hubo dicho
los: Señor, si duerme, sano estará. esto, se fue, y llamó en secreto
13 Mas esto decía Jesús de la a María su hermana, diciendo: El
muerte de él; y ellos pensaron que Maestro está aquí, y te llama.
hablaba del reposar del sueño. 29 Ella, como lo oyó, se levanta
14 Entonces pues Jesús les dijo prestamente, y viene a él.
claramente: Lázaro es muerto; 30 Porque aún no había llegado
15 Y huélgome por vosotros, que Jesús a la aldea, mas estaba en
yo no haya estado allí, para que aquel lugar donde Marta le había
creáis; mas vamos a él. salido a recibir.
16 Dijo entonces Tomás, el que 31 Entonces los Judíos que esta-
se llama Dídimo, a sus condiscí- ban en casa con ella, y la conso-
pulos: Vamos también nosotros, laban, cuando vieron que María
para que muramos con él. se había levantado prestamente,
17 Vino pues Jesús, y hallólo, que y había salido, la siguieron, di-
había ya cuatro días que estaba en el ciendo: Va al sepulcro a llorar
sepulcro. allí.
18 Y Betania estaba cerca de Je- 32 Mas María, cuando vino a
rusalem como quince estadios. donde estaba Jesús, viéndole,
19 Y muchos de los Judíos ha- derribóse a sus pies, diciéndole:
bían venido a Marta y a María, Señor, si hubieras estado aquí,
para consolarlas de su hermano. no hubiera muerto mi hermano.
20 Entonces Marta, cuando oyó 33 Jesús entonces cuando la vio
que Jesús venía, le salió a reci- llorando, y a los Judíos que ha-
bir; mas María estaba sentada en bían venido juntamente con ella
casa. llorando, gimió en espíritu, y se
21 Entonces Marta, dijo a Jesús: turbó,
145
Juan 12 La resurrección de Lázaro
34 Y dijo: ¿Dónde le pusisteis? ron concilio, y decían: ¿Qué ha-
Dícenle: Señor, ven, y ve. cemos? porque este hombre hace
35 Jesús lloró. muchos milagros.
36 Dijeron entonces los Judíos: 48 Si le dejamos así, todos cree-
¡He aquí cómo le amaba! rán en él; y vendrán los Romanos,
37 Y algunos de ellos dijeron: y quitarán nuestro lugar y nación.
¿No podía éste, que abrió los 49 Entonces Caifás, uno de ellos,
ojos del ciego, hacer también sumo sacerdote de aquel año, les
que éste no muriera? dijo: Vosotros no sabéis nada,
38 Y Jesús, gimiendo otra vez en 50 Ni consideráis que nos con-
sí mismo, vino al sepulcro, que viene que un hombre muera por el
era una cueva, la cual tenía una pueblo, y no que toda la na-
piedra puesta encima. ción perezca.
39 Dice Jesús: Quitad la pie- 51 Mas esto no lo dijo de sí
dra. Marta, la hermana del que mismo; sino que, como era el
había sido muerto, le dice: Señor, sumo sacerdote de aquel año,
hiede ya; porque es muerto de profetizó que Jesús había de
cuatro días. morir por la nación;
40 Jesús le dice: ¿No te he dicho 52 Y no solamente por aquella
que si creyeres, verás la gloria de nación mas también para que
Dios? juntase en uno a los hijos de Dios
41 Entonces quitaron la piedra que estaban dispersos.
de donde el muerto había sido 53 Así que desde aquel día con-
puesto; y Jesús, alzando sus ojos sultaban juntos para matarle.
arriba, dijo: Padre, gracias te doy 54 Por tanto que Jesús ya no an-
que me has oído. daba públicamente entre los Ju-
42 Y yo sabía que siempre me oyes; díos; mas se fue de allí a la tierra
mas por causa de la gente que está que está junto al desierto, a una
en pie alrededor lo dije, para que ciudad que se llama Efraím; y es-
crean que tú me has enviado. tábase allí con sus discípulos.
43 Y habiendo dicho estas cosas, 55 Y la pascua de los Judíos es-
clamó a gran voz: Lázaro, ven taba cerca; y muchos de aquella
fuera. tierra subieron a Jerusalem antes
44 Y el que había sido muerto, de la pascua para purificarse.
salió, atadas las manos y los pies 56 Y buscaban a Jesús, y habla-
con vendas; y su rostro estaba ban los unos con los otros estan-
envuelto en un sudario. Díceles do de pie en el templo: ¿Qué os
Jesús: Desatadle, y dejadle ir. parece? ¿Qué no vendrá a la fiesta?
45 Entonces muchos de los Ju- 57 Mas los príncipes de los sacer-
díos que habían venido a María, y dotes y los Fariseos habían dado
habían visto lo que había hecho mandamiento, que si alguno su-
Jesús, creyeron en él. piese dónde estuviera, que lo ma-
46 Mas algunos de ellos fueron a nifestase, para que le prendiesen.
los Fariseos, y les dijeron lo que
Jesús había hecho. CAPÍTULO 12
47 Entonces los príncipes de los NTONCES Jesús, seis días
sacerdotes, y los Fariseos junta-

146
E antes de la pascua, vino
María unge los pies de Jesús Juan 12
a Betania, donde estaba Láza- 13 Tomaron ramos de palmas, y
ro, el que había muerto, al cual salieron a recibirle, y clamaban:
él había resucitado de entre los ¡Hosanna: Bendito el que viene
muertos. en el nombre del Señor, el Rey
2 E hiciéronle allí una cena, y de Israel!
Marta servía; mas Lázaro era 14 Y halló Jesús un asnillo, y se
uno de los que estaban sentados sentó sobre él, como está escrito:
a la mesa juntamente con él. 15 No temas, oh hija de Sión,
3 Entonces María tomó una libra he aquí, tu Rey viene asentado
de ungüento de nardo puro de sobre un pollino de una asna.
mucho precio, y ungió los pies 16 Mas estas cosas no las enten-
de Jesús, y limpió sus pies con dieron sus discípulos al principio:
sus cabellos; y la casa se llenó empero cuando Jesús fue glorifi-
del olor del ungüento. cado, entonces se acordaron que
4 Entonces dijo uno de sus discípu- estas cosas estaban escritas de él,
los, Judas Iscariote, hijo de Simón, y que le hicieron estas cosas.
el que le había de entregar; 17 La gente, pues, que estaba con él,
5 ¿Por qué no se ha vendido este cuando llamó a Lázaro del se-
ungüento por trescientos dena- pulcro, y le resucitó de entre los
rios, y se dio a los pobres? muertos, daba testimonio.
6 Mas esto dijo, no por el cui- 18 Por lo cual también había ve-
dado que él tenía de los pobres; nido la gente a recibirle; porque
sino porque era ladrón; y tenía habían oído que él había hecho
la bolsa, y traía lo que se echaba este milagro.
en ella. 19 Mas los Fariseos dijeron entre
7 Entonces Jesús dijo: Déjala: sí: ¿Veis que nada aprovecháis?
para el día de mi sepultura ha he aquí, que el mundo se va en
guardado esto. pos de él.
8 Porque a los pobres siempre 20 Y había ciertos Griegos de los
los tenéis con vosotros, mas a mí que habían subido a adorar en la
no siempre me tenéis. fiesta.
9 Entonces una gran multitud de 21 Estos, pues, se llegaron a Fe-
los Judíos supo que él estaba allí; lipe, que era de Betsaida de Gali-
y vinieron no solamente por causa lea, y le rogaron, diciendo: Señor,
de Jesús, sino también por ver a querríamos ver a Jesús.
Lázaro al cual había resuci- 22 Vino Felipe, y lo dijo a An-
tado de entre los muertos. drés: Y después Andrés, y Felipe, lo
10 Empero consultaron los prín- dicen a Jesús.
cipes de los sacerdotes, para 23 Y Jesús les respondió, dicien-
matar también a Lázaro; do: Venida es la hora en que el
11 Porque muchos de los Judíos Hijo del hombre ha de ser glori-
iban y creían en Jesús por causa ficado.
de él. 24 De cierto, de cierto os digo,
12 El siguiente día gran multitud que si el grano de trigo que cae
de gente que había venido a la en la tierra, no muriere, él queda
fiesta, cuando oyeron que Jesús solo; mas si muriere, mucho
venía a Jerusalem, fruto lleva.
147
Juan 12 Incredulidad de los Judíos
25 El que ama su vida, la perde- 37 Empero aunque había hecho
rá; y el que aborrece su vida en delante de ellos tantos milagros,
este mundo, para vida eterna la no creían en él;
guardará. 38 Para que se cumpliese el dicho
26 Si alguno me sirve, sígame; y que dijo el profeta Isaías: ¿Señor,
donde yo estuviere, allí también quién ha creído a nuestro dicho? ¿y
estará mi servidor. Si alguno me el brazo del Señor, a quién ha sido
sirviere, mi Padre le honrará. revelado?
27 Ahora es turbada mi alma; ¿y 39 Por esto no podían creer, por-
qué diré? Padre, sálvame de esta que otra vez dijo Isaías:
hora; mas por esta causa he veni- 40 Él ha cegado los ojos de ellos,
do a esta hora. y ha endurecido el corazón de
28 Padre, glorifica tu nombre. ellos para que no vean con sus
Entonces vino una voz del cielo, ojos ni entiendan con su corazón,
diciendo: Ya lo he glorificado, y lo y se conviertan, y yo los sane.
glorificaré otra vez. 41 Estas cosas dijo Isaías, cuando
29 El pueblo, pues, que estaba vio su gloria, y habló de él.
de pie allí, y la había oído, decía 42 Con todo eso aun de los prín-
que había sido un trueno: otros cipes muchos creyeron en él;
decían: Un ángel le ha hablado. mas por causa de los Fariseos no le
30 Respondió Jesús, y dijo: No confesaban, por no ser echa-
ha venido esta voz por mi causa, dos de la sinagoga.
sino por causa de vosotros. 43 Porque amaban más la gloria
31 Ahora es el juicio de este de los hombres que la gloria de
mundo: ahora el príncipe de este Dios.
mundo será echado fuera. 44 Mas Jesús clamó, y dijo: El
32 Y yo, si fuere levantado de la que cree en mí, no cree en mí,
tierra, a todos atraeré a mí mismo. sino en aquél que me envió.
33 Y esto decía significando de 45 Y el que me ve, ve al que me
qué muerte había de morir. envió.
34 Respondióle la gente: Noso- 46 Yo, la luz, he venido al mundo,
tros hemos oído de la ley, que el para que todo aquel que cree en
Cristo permanece por siempre: mí, no permanezca en tinieblas.
¿cómo pues dices tú: Es menes- 47 Y si alguno oye mis palabras
ter que el Hijo del hombre sea le- y no creyere, yo no le juzgo;
vantado? ¿Quién es este Hijo del porque no he venido a juzgar al
hombre? mundo, sino a salvar al mundo.
35 Entonces Jesús les dijo: Aún 48 El que me desecha, y no re-
por un poco está la luz entre vo- cibe mis palabras, tiene quien le
sotros: andad mientras que tenéis juzgue: la palabra que he habla-
la luz, no sea que os alcancen las do, la misma le juzgará en el día
tinieblas; porque el que anda en postrero.
tinieblas, no sabe dónde va. 49 Porque yo no he hablado de
36 Mientras que tenéis la luz, creed mí mismo; mas el Padre que me
en la luz, para que seáis hijos de envió, él me dio mandamiento
luz. Estas cosas habló Jesús, y se de lo que tengo de decir, y de lo
fue, y se escondió de ellos. que debo de hablar.
148
Jesús lava los pies de sus discípulos Juan 13
50 Y sé que su mandamiento es le entregaba; por eso dijo: No
vida eterna: así que lo que yo sois limpios todos.
hablo, como el Padre me lo ha 12 Así que, después que les hubo
dicho, así hablo. lavado los pies, y tomado su
ropa, volviéndose a asentar otra
CAPÍTULO 13 vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he
ANTES de la fiesta de la pas- hecho?
Y cua, sabiendo Jesús que su
hora era venida para que pasase
13 Vosotros me llamáis Maestro
y Señor; y decís bien; porque lo
de este mundo al Padre, como soy:
había amado a los suyos que 14 Pues si yo, el Señor y el Maes-
estaban en el mundo, los amó tro, he lavado vuestros pies, vo-
hasta el fin. sotros también debéis lavar los
2 Y acabada la cena, el diablo ya pies los unos a los otros.
había metido en el corazón de 15 Porque ejemplo os he dado,
Judas Iscariote, hijo de Simón, para que como yo os he hecho,
que le entregase: vosotros también hagáis.
3 Sabiendo Jesús que el Padre le 16 De cierto, de cierto os digo: El
había dado todas las cosas en sus siervo no es mayor que su señor: ni
manos, y que había venido de el enviado es mayor que el
Dios, y a Dios iba: que le envió.
4 Levántase de la cena, y se quita 17 Si sabéis estas cosas, bien-
su ropa, y tomando una toalla, aventurados sois, si las hiciereis.
ciñóse. 18 No hablo de todos vosotros:
5 Luego puso agua en el lebrillo, yo sé los que he elegido; mas
y comenzó a lavar los pies de los para que se cumpla la Escritura: El
discípulos, y a limpiar los con la que come pan conmigo, levan-
toalla con que estaba ceñido. tó contra mí su calcañar.
6 Entonces vino a Simón Pedro; 19 Desde ahora os lo digo, antes
y Pedro le dice: ¿Señor, tú me que suceda, para que cuando su-
lavas a mí los pies? cediere, creáis que yo soy.
7 Respondió Jesús, y le dijo: 20 De cierto, de cierto os digo,
Lo que yo hago, tú no lo sabes que el que recibe al que yo en-
ahora; mas lo sabrás después. viare, a mí recibe; y el que a mí
8 Dícele Pedro: No me lavarás los recibe, recibe al que me envió.
pies jamás. Respondióle Jesús: 21 Cuando hubo Jesús dicho esto,
Si no te lavare, no tendrás parte fue turbado en espíritu, y testifi-
conmigo. có, y dijo: De cierto, de cierto os
9 Dícele Simón Pedro: Señor, no digo, que uno de vosotros me ha
sólo mis pies, mas aún mis manos, y de entregar.
mi cabeza. 22 Entonces los discípulos mi-
10 Dícele Jesús: El que está lava- rábanse los unos a los otros, du-
do, no ha menester sino que lave dando de quién hablaba.
sus pies, pues está todo limpio. Y 23 Ahora estaba uno de sus dis-
vosotros limpios sois, aunque no cípulos, al cual Jesús amaba, re-
todos. costando en el pecho de Jesús.
11 Porque sabía quién era el que 24 A éste pues hizo señas Simón
149
Juan 14 Jesús es el camino, la verdad, y la vida
Pedro, para que preguntase quién 37 Dícele Pedro: ¿Señor, por qué
era aquél de quien hablaba. no te puedo seguir ahora? mi
25 El entonces recostado sobre vida pondré por ti.
el pecho de Jesús, le dice: Señor, 38 Respondióle Jesús: ¿Tu vida
¿quién es? pondrás por mí? De cierto, de
26 Respondió Jesús: Aquél es, a cierto te digo: No cantará el gallo,
quien yo diere el pan mojado. Y hasta que me hayas negado tres
mojando el pan, diólo a Judas Is- veces.
cariote, el hijo de Simón.
27 Y tras el bocado Satanás entró CAPÍTULO 14
en él. Entonces Jesús le dice: Lo O se turbe vuestro corazón:
que haces, hazlo más presto.

28 Empero esto ninguno de los


N creéis en Dios, creed tam-

bién en mí.
que estaban a la mesa entendió a 2 En la casa de mi Padre muchas
qué propósito se lo dijo. mansiones hay; si así no fuera,
29 Porque algunos de ellos pensa- os lo hubiera yo dicho. Yo voy a
ban, porque Judas tenía la bolsa, aparejar el lugar para vosotros.
que Jesús le decía: Compra las 3 Y si me fuere y os aparejare el
cosas que nos son necesarias para lugar, vendré otra vez, y os toma-
la fiesta: o que diese algo a los ré a mí mismo, para que donde
pobres. yo estoy, vosotros también estéis.
30 Entonces él, habiendo recibi- 4 Y sabéis a dónde yo voy, y el
do el bocado, inmediatamente camino sabéis.
salió; y era noche. 5 Dícele Tomás: Señor, no sabe-
31 Entonces cuando él salió, dijo mos a dónde vas: ¿y cómo pode-
Jesús: Ahora es glorificado el mos saber el camino?
Hijo del hombre, y Dios es glori- 6 Jesús le dice: Yo soy el cami-
ficado en él. no, y la verdad, y la vida; nadie
32 Si Dios es glorificado en él, viene al Padre, sino por mí.
Dios también le glorificará en sí 7 Si me hubiereis conocido, ha-
mismo; y luego le glorificará. brías también conocido a mi
33 Hijitos, aun un poco estoy con Padre; y desde ahora le conocéis, y
vosotros. Me buscaréis; y, así le habéis visto.
como dije a los Judíos: Donde yo 8 Dícele Felipe: Señor, muéstra-
voy, vosotros no podéis venir; así nos el Padre, y nos basta.
ahora a vosotros lo digo. 9 Jesús le dice: ¿Tanto tiempo ha
34 Un mandamiento nuevo os que estoy con vosotros, y no me
doy: Que os améis los unos a los has conocido aún, Felipe? El que
otros: como os amé yo, que tam- me ha visto, ha visto al Padre.
bién os améis los unos a los otros. ¿Cómo pues dices tú: Muéstranos
35 En esto conocerán todos que el Padre?
sois mis discípulos, si tuvieres 10 ¿No crees que yo soy en el
amor los unos con los otros. Padre, y el Padre en mí? Las pa-
36 Le dijo Simón Pedro: ¿Señor, labras que yo os hablo, no las
a dónde vas? Respondióle Jesús: hablo de mí mismo; mas el Padre
Donde yo voy, no me puedes seguir que mora en mí, él hace las obras.
ahora; mas me seguirás después. 11 Creedme que yo soy en el
150
La vid verdadera Juan 15
Padre, y el Padre en mí: o si no, 24 El que no me ama, no guar-
creedme por causa de las mismas da mis palabras; y la palabra que
obras. habéis oído, no es mía, sino del
12 De cierto, de cierto os digo: El Padre que me envió.
que en mí cree, las obras que yo 25 Estas cosas os he hablado es-
hago también él las hará, y ma- tando aún con vosotros.
yores que estas hará; porque yo 26 Mas el Consolador, el Espíritu
voy a mi Padre. Santo, al cual el Padre enviará en
13 Y todo lo que pidiereis en mi mi nombre; él os enseñará todas
nombre, esto haré; para que el las cosas, y os recordará todas
Padre sea glorificado en el Hijo. las cosas que os he dicho.
14 Si algo pidiereis en mi nom- 27 Paz os dejo: mi paz os doy:
bre, yo lo haré. no como el mundo la da, yo os la
15 Si me amáis, guardad mis doy: no se turbe vuestro corazón, ni
mandamientos. tenga miedo.
16 Y yo rogaré al Padre, el cual 28 Habéis oído cómo yo os he
os dará otro Consolador para que dicho: Voy, y vengo otra vez a
more con vosotros por siempre; vosotros. Si me amaseis, cierta-
17 Es a saber, al Espíritu de ver- mente os regocijaríais, porque
dad, al cual el mundo no puede he dicho que voy al Padre; por-
recibir; porque no le ve, ni le co- que mi Padre mayor es que yo.
noce; mas vosotros le conocéis, 29 Y ahora os lo he dicho antes
porque mora con vosotros, y será que se haga, para que cuando se
en vosotros. hiciere, creáis.
18 No os dejaré huérfanos: yo 30 Ya no hablaré mucho con vo-
vendré a vosotros. sotros; porque viene el príncipe de
19 Aún un poquito, y el mundo este mundo; mas no tiene
no me verá más; empero voso- nada en mí.
tros me veréis: por cuanto yo 31 Empero para que conozca el
vivo, vosotros también viviréis. mundo que amo al Padre, y como
20 En aquel día vosotros cono- el Padre me dio mandamiento,
ceréis que yo soy en mi Padre, y así hago. Levantaos, vamos de
vosotros en mí, y yo en vosotros. aquí.
21 El que tiene mis mandamien-
tos, y los guarda, aquél es el CAPÍTULO 15
que me ama; y el que me ama, O soy la vid verdadera, y mi
será amado de mi Padre; y yo le

amaré a él, y me manifestaré a él.


Y Padre es el labrador.

2 Todo pámpano en mí que no


22 Dícele Judas, no el Iscariote: lleva fruto, le quita; y todo aquel
Señor, ¿qué hay porque te has que lleva fruto, le limpia, para
de manifestar a nosotros, y no al que lleve más fruto.
mundo? 3 Ya vosotros sois limpios por la
23 Respondió Jesús, y le dijo: palabra que os he hablado.
Si alguno me ama, mis palabras 4 Permaneced en mí, y yo en
guardará; y mi Padre le amará, y vosotros. Como el pámpano no
vendremos a él, y haremos con él puede llevar fruto de sí mismo,
morada. si no permaneciere en la vid, así
151
Juan 15 Últimas instrucciones de Jesús
ni vosotros, si no permaneciereis fruto permanezca; para que todo lo
en mí. que pidiereis al Padre en mi
5 Yo soy la vid, vosotros los pám- nombre, él os lo dé.
panos: el que está en mí, y yo en 17 Esto os mando: Que os améis
él, éste lleva mucho fruto: por- los unos a los otros.
que sin mí nada podéis hacer. 18 Si el mundo os aborrece, sabed
6 Si alguno no permaneciere en que a mí me ha aborrecido antes
mí, es echado fuera como el pám- que a vosotros.
pano, y se seca; y los recogen, y 19 Si fuerais del mundo, el mundo
échanlos en el fuego, y arden. amaría lo que es suyo; mas por-
7 Si permaneciereis en mí, y mis que no sois del mundo, sino que yo
palabras permanecieren en voso- os escogí del mundo, por eso os
tros, todo lo que quisiereis pedi- aborrece el mundo.
réis, y os será hecho. 20 Acordaos de la palabra que
8 En esto es glorificado mi Padre, yo os he dicho: No es el siervo
en que llevéis mucho fruto; así mayor que su señor: Si a mí me
seréis mis discípulos. han perseguido, también a voso-
9 Como el Padre me amó, tam- tros perseguirán: si han guarda-
bién yo os he amado: estad en mi do mi palabra, también guarda-
amor. rán la vuestra.
10 Si guardareis mis mandamien- 21 Mas todo esto os harán por
tos, permaneceréis en mi amor: causa de mi nombre; porque no
como yo también he guardado conocen al que me ha enviado.
los mandamientos de mi Padre, y 22 Si yo no hubiera venido, ni
permanezco en su amor. les hubiera hablado, no tendrían
11 Estas cosas os he hablado, para pecado; mas ahora no tienen ex-
que mi gozo esté en vosotros, y cusa de su pecado.
vuestro gozo sea cumplido. 23 El que me aborrece, también a
12 Este es mi mandamiento: Que mi Padre aborrece.
os améis los unos a los otros, 24 Si yo no hubiese hecho entre
como yo os amé. ellos obras cuales ningún otro ha
13 Nadie tiene mayor amor que hecho, no tendrían pecado; mas
este, que ponga alguno su vida ahora, ellos las han visto, y han
por sus amigos. aborrecido tanto a mí como a mi
14 Vosotros sois mis amigos, si Padre.
hiciereis las cosas que yo os 25 Mas esto sucede, para que se
mando. cumpla la palabra que está escri-
15 Ya no os llamaré siervos, por- ta en su ley: Sin causa me abo-
que el siervo no sabe lo que hace rrecieron.
su señor; mas os he llamado ami- 26 Empero cuando viniere el
gos, porque todas las cosas que Consolador, el cual yo os enviaré
oí de mi Padre, os he hecho co- del Padre, es a saber, el Espíritu
nocer. de verdad, el cual procede del
16 No me escogisteis vosotros Padre, él dará testimonio de mí.
a mí; mas yo os escogí a voso- 27 Y vosotros también daréis tes-
tros, y os he ordenado para que timonio, porque habéis estado
vayáis, y llevéis fruto; y vuestro conmigo desde el principio.
152
Misión del Consolador Juan 16

E CAPÍTULO 16
STAS cosas os he hablado,
para que no seáis ofendidos.
mío es: por eso dije que tomará
de lo mío, y os lo hará saber.
16 Un poco, y no me veréis; y
2 Os echarán de las sinagogas: otra vez un poco, y me veréis;
aún más, la hora viene, cuando porque yo voy al Padre.
cualquiera que os matare, pensa- 17 Entonces dijeron algunos de
rá que hace servicio a Dios. sus discípulos unos a otros: ¿Qué
3 Y estas cosas os harán, porque es esto que nos dice: Un poco, y
no conocen al Padre, ni a mí. no me veréis; y otra vez, un poco,
4 Mas os he dicho esto, para que y me veréis; y, porque yo voy al
cuando aquella hora viniere, os Padre?
acordéis de ello, que yo os lo 18 Así que decían: ¿Qué es esto
había dicho: esto empero no os que dice: Un poco? No sabemos lo
lo dije al principio, porque yo es- que dice.
taba con vosotros. 19 Jesús conocía que le querían
5 Mas ahora voy al que me envió; preguntar, y les dijo: ¿Preguntáis
y ninguno de vosotros me pre- entre vosotros de esto que dije:
gunta: ¿Adónde vas? Un poco, y no me veréis; y otra
6 Mas, porque os he hablado vez, un poco, y me veréis?
estas cosas, tristeza ha henchido 20 De cierto, de cierto os digo:
vuestro corazón. Vosotros lloraréis y lamentaréis,
7 Empero yo os digo la verdad, el mundo empero se alegrará: y
que os es necesario que yo vaya; vosotros seréis tristes, mas vues-
porque si yo no fuese, el Conso- tra tristeza será vuelta en gozo.
lador no vendría a vosotros; mas 21 La mujer cuando pare, tiene
si yo fuere, os le enviaré. dolor, porque es venida su hora;
8 Y cuando él viniere, redargüirá mas después que ha parido un
al mundo de pecado, y de justi- niño, ya no se acuerda de la an-
cia, y de juicio: gustia por el gozo de que haya
9 De pecado, porque no creen en nacido un hombre en el mundo.
mí; 22 Vosotros pues también ahora
10 De justicia, por cuanto voy a ciertamente tenéis tristeza; mas
mi Padre, y no me veréis más; otra vez os veré, y se gozará
11 Y de juicio, por cuanto el prín- vuestro corazón, y nadie qui-
cipe de este mundo ya es juzgado. tará de vosotros vuestro gozo.
12 Aún tengo muchas cosas que 23 Y en aquel día no me pregun-
deciros, mas no las podéis llevar taréis nada. De cierto, de cierto
ahora. os digo: Todo cuanto pidiereis al
13 Empero cuando viniere aquel, Padre en mi nombre, os lo dará.
el Espíritu de verdad, él os guia- 24 Hasta ahora nada habéis pedi-
rá a toda verdad; porque no ha- do en mi nombre: pedid, y reci-
blará de sí mismo, mas todo lo biréis para que vuestro gozo sea
que oyere hablará; y las cosas cumplido.
que han de venir os hará saber. 25 Estas cosas os he habla-
14 El me glorificará, porque reci- do en proverbios; mas la hora
birá de lo mío, y os lo hará saber. viene cuando ya no os hablaré
15 Todo lo que tiene el Padre, en proverbios, sino que clara-
153
Juan 17 Jesús ruega por los suyos
mente os anunciaré del Padre. 5 Y Ahora, Oh Padre, glorifíca-
26 Aquel día pediréis en mi nom- me tú contigo mismo con aquella
bre, y no os digo que yo rogaré al gloria que tuve contigo antes que el
Padre por vosotros; mundo fuese.
27 Porque el Padre mismo os 6 He manifestado tu nombre a
ama, por cuanto vosotros me ha- los hombres que del mundo me
béis amado, y habéis creído que diste: tuyos eran, y me los diste
yo salí de Dios. a mí, y han guardado tu palabra.
28 Salí del Padre, y he venido al 7 Ahora han conocido que todas
mundo: otra vez dejo el mundo, las cosas que me has dado, son
y voy al Padre. de ti.
29 Dícenle sus discípulos: He 8 Porque las palabras que me
aquí, ahora hablas claramente, y diste, les he dado; y ellos las
ningún proverbio dices. han recibido, y han conocido
30 Ahora sabemos que sabes verdaderamente que salí de ti, y
todas las cosas, y no has menester han creído que tú me enviaste.
que nadie te pregunte: por esto 9 Yo ruego por ellos: no ruego
creemos que has salido de Dios. por el mundo, sino por los que
31 Respondióles Jesús: ¿Ahora me has dado, porque tuyos son.
creéis? 10 Y todo lo mío es tuyo, y lo
32 He aquí la hora viene, y ya es tuyo, mío; y he sido glorificado en
venida, en que seréis esparcidos ellos.
cada uno a los suyos, y me deja- 11 Y ya no estoy en el mundo;
réis solo; mas no estoy solo, por- mas éstos están en el mundo, que yo
que el Padre está conmigo. a ti vengo. Padre Santo, guár-
33 Estas cosas os he hablado dalos por tu nombre; a los cuales me
para que en mí tengáis paz: en el has dado, para que sean uno, así
mundo tendréis tribulación; mas como nosotros lo somos.
tened buen ánimo, yo he vencido 12 Cuando yo estaba con ellos en
al mundo. el mundo, yo los guardaba en tu
nombre, a los cuales que me has
CAPÍTULO 17 dado yo los guardé, y ninguno
STAS cosas habló Jesús, y de ellos se perdió sino el hijo de
E levantados los ojos al cielo,
dijo: Padre, la hora es venida,
perdición, para que la Escritura
se cumpliese.
glorifica a tu Hijo, para que tam- 13 Mas ahora vengo a ti, y hablo
bién tu Hijo te glorifique a ti: estas cosas en el mundo, para
2 Como le has dado potestad sobre que ellos tengan mi gozo cumpli-
toda carne, para que dé vida eter- do en sí mismos.
na a todos los que le diste. 14 Yo les he dado tu palabra, y
3 Y esta es la vida eterna, que te el mundo los ha aborrecido;
conozcan a ti, el único Dios ver- porque ellos no son del mundo,
dadero, y a Jesu Cristo a quien tú como tampoco yo soy del mundo.
enviaste. 15 No ruego que los quites del
4 Yo te he glorificado en la tierra, mundo, sino que los guardes del
he acabado la obra que me diste mal.
que hiciese. 16 Ellos no son del mundo, como
154
Prendimiento de Jesús Juan 18
tampoco yo soy del mundo. discípulos al otro lado del arro-
17 Santifícalos por tu verdad: tu yo de Cedrón, donde había un
palabra es verdad. huerto, en el cual entró él, y sus
18 Como tú me enviaste al discípulos.
mundo, también yo los he envia- 2 Y también Judas, el que le
do al mundo. entregaba, conocía aquel lugar,
19 Y por ellos yo me santifico porque muchas veces Jesús se
a mí mismo; para que también juntaba allí con sus discípulos.
ellos sean santificados por la ver- 3 Judas, pues, tomando una
dad. compañía de hombres, y oficiales de
20 Mas no ruego solamente por los sumos sacerdotes y de los
ellos; sino también por los que Fariseos, vino allí con linternas y
han de creer en mí por la pala- antorchas, y con armas.
bra de ellos. 4 Empero Jesús, sabiendo todas
21 Para que todos ellos sean uno: las cosas que habían de venir
así como tú, oh Padre, eres en mí, sobre él, salió delante, y les dijo.
y yo en ti; que también ellos en ¿A quién buscáis?
nosotros sean uno; para que el 5 Respondiéronle: A Jesús de
mundo crea que tú me enviaste. Nazaret. Díceles Jesús: Yo soy. Y
22 Y la gloria que me diste, yo estaba de pie también con ellos
les he dado a ellos; para que sean Judas el que le entregaba.
uno, como también nosotros 6 Y luego pues que les dijo: Yo
somos uno: soy: Retrocedieron, y cayeron en
23 Yo en ellos, y tú en mí, para tierra.
que sean perfeccionados en uno, 7 Volvióles pues a preguntar: ¿A
y para que el mundo conozca quién buscáis? Y ellos dijeron: A
que tú me enviaste, y que los has Jesús de Nazaret.
amado a ellos, como también a 8 Respondió Jesús: Ya os he
mí me has amado. dicho que yo soy: pues si a mí
24 Padre, aquellos que me has buscáis, dejad ir a éstos:
dado, quiero que donde yo estoy, 9 Para que se cumpliese la pala-
ellos estén también conmigo; para bra que había dicho: De los que
que vean mi gloria que me has me diste, ninguno de ellos perdí.
dado, porque me has amado desde 10 Entonces Simón Pedro, que
antes de la fundación del mundo. tenía una espada, la sacó, e hirió a
25 Oh Padre justo, el mundo no un siervo del sumo sacerdote, y le
te ha conocido; mas yo te he co- cortó la oreja derecha. Y el siervo
nocido; y éstos han conocido que se llamaba Malco.
tú me enviaste. 11 Jesús entonces dijo a Pedro:
26 Y yo he declarado tu nombre a Mete tu espada en la vaina: la
ellos, y lo declararé; para que el copa que mi Padre me ha dado,
amor, con que me has amado, ¿no la tengo de beber?
esté en ellos, y yo en ellos. 12 Entonces la compañía, y el ca-
pitán, y los oficiales de los Judíos
CAPÍTULO 18 prendieron a Jesús, y le ataron.
UANDO Jesús hubo dicho 13 Y le llevaron primeramente a
C estas cosas, salióse con sus
155
Anás, porque era suegro de Cai-
Juan 18 Jesús ante Caifás y Pilato
fás, el cual era sumo sacerdote en 24 Pues, habíale enviado Anás
aquel año. atado a Caifás el sumo sacerdote.
14 Y Caifás era el que había dado 25 Estaba pues Pedro en pie ca-
el consejo a los Judíos, que era lentándose; Entonces ellos le di-
necesario que un hombre murie- jeron: ¿No eres tu también uno
se por el pueblo. de sus discípulos? El lo negó, y
15 Y seguía a Jesús Simón Pedro, dijo: No soy.
y otro discípulo; y aquel discí- 26 Uno de los siervos del sumo
pulo era conocido del sumo sa- sacerdote, pariente de aquel a
cerdote, y entró con Jesús en el quien Pedro había cortado la
palacio del sumo sacerdote. oreja, le dice: ¿No te vi yo en el
16 Mas Pedro estaba fuera de pie a huerto con él?
la puerta. Entonces salió aquel 27 Y negó Pedro otra vez;
discípulo que era conocido del y al instante el gallo cantó.
sumo sacerdote, y habló a la por- 28 Y llevan a Jesús de Caifás al
tera, y trajo dentro a Pedro. pretorio; y era de mañana; y ellos
17 Entonces la criada portera dijo a no entraron en el pretorio por no
Pedro: ¿No eres tú también uno de ser contaminados, mas para que
los discípulos de este hombre? Dice pudiesen comer la pascua.
él: No soy. 29 Entonces salió Pilato a ellos
18 Y estaban en pie los siervos fuera, y dijo: ¿Qué acusación
y los oficiales que habían hecho traéis contra este hombre?
fuego de carbón, porque hacía 30 Respondieron, y le dijeron: Si
frío, y se calentaban; y también éste no fuera malhechor, no te le
con ellos estaba Pedro en pie ca- hubiéramos entregado.
lentándose. 31 Díceles entonces Pilato: To-
19 Y el sumo sacerdote preguntó a madle vosotros, y juzgadle según
Jesús de sus discípulos, y de su vuestra ley. Y los Judíos le dije-
doctrina. ron: A nosotros no nos es lícito
20 Jesús le respondió: Yo públi- matar a nadie.
camente he hablado al mundo: 32 Para que se cumpliese la pa-
yo siempre he enseñado en la labra de Jesús, qué había dicho,
sinagoga, y en el templo, donde significando de que muerte había
siempre se juntan los Judíos; y de morir.
nada he hablado en oculto. 33 Entonces Pilato volvióse a
21 ¿Por qué me preguntas a mí? entrar en el pretorio, y llamó a
Pregunta a los que me han oído, Jesús, y le dijo: ¿Eres tú el Rey de
qué les haya yo hablado: he aquí, los Judíos?
éstos saben lo que yo he dicho. 34 Respondióle Jesús: ¿Dices tú
22 Y cuando él hubo dicho esto, esto de ti mismo, o te lo han
uno de los oficiales que estaba de dicho otros de mí?
pie allí, dio una bofetada a Jesús 35 Pilato respondió: ¿Soy yo
diciendo: ¿Así respondes al sumo Judío? Tu misma nación, y los
sacerdote? sumos sacerdotes, te han entre-
23 Respondióle Jesús: Si he ha- gado a mí: ¿qué has hecho?
blado mal, da testimonio del mal; 36 Respondió Jesús: Mi reino
mas si bien, ¿por qué me hieres? no es de este mundo: si de este
156
La crucifixión Juan 19
mundo fuera mi reino, mis ser- 7 Respondiéronle los Judíos: No-
vidores pelearían para que yo sotros tenemos una ley, y según
no fuera entregado a los Judíos, nuestra ley debe morir, porque
mas ahora mi reino no es de aquí. él se hizo a sí mismo el Hijo de
37 Díjole entonces Pilato: ¿Luego Dios.
rey eres tú? Respondió Jesús: Tú 8 Pilato pues cuando oyó esta pa-
dices que yo soy rey. Yo para esto labra, tuvo más miedo.
he nacido, y para esto he venido 9 Y entró otra vez en el pretorio, y
al mundo, para dar testimonio a dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas
la verdad. Todo aquel que es de Jesús no le dio respuesta.
la verdad, oye mi voz. 10 Entonces dicele Pilato: ¿A mí
38 Dícele Pilato: ¿Qué es verdad? no me hablas? ¿no sabes que
Y cuando hubo dicho esto, volvió a tengo potestad para crucificarte,
los Judíos, y les dice: Yo no y que tengo potestad para soltarte?
hallo ninguna falta en él. 11 Respondió Jesús: Ninguna po-
39 Empero vosotros tenéis cos- testad tendrías contra mí, si no te
tumbre, que yo os suelte uno en la fuese dada de arriba; por tanto el
pascua: ¿queréis pues que os que a ti me ha entregado, mayor
suelte al Rey de los Judíos? pecado tiene.
40 Entonces todos dieron voces 12 Desde entonces procuraba Pi-
otra vez, diciendo: No a este lato de soltarle; mas los Judíos
hombre, sino a Barrabás. Y Ba- daban voces, diciendo: Si a éste
rrabás era un ladrón. sueltas, no eres amigo de César:
cualquiera que se hace rey, habla
CAPÍTULO 19 contra César.
SÍ que, entonces tomó Pilato 13 Cuando, pues, Pilato oyó este
A a Jesús, y le azotó.
2 Y los soldados entretejieron de
dicho, llevó fuera a Jesús, y se
sentó en el tribunal, en el lugar
espinas una corona, y la pusieron que se llama el Pavimento, y en el
sobre su cabeza, y le vistieron de Hebreo, Gabata.
una ropa de púrpura, 14 Y era la preparación de la pas-
3 Y decían: ¡Salve, Rey de los Ju- cua, y como la hora de sexta: en-
díos! Y le daban de bofetadas. tonces dijo a los Judíos: ¡He aquí
4 Entonces Pilato salió otra vez vuestro Rey!
fuera, y les dijo: He aquí, os le 15 Mas ellos dieron voces: Quí-
traigo fuera, para que sepáis que tale, quítale, crucifícale. Díceles
no hallo ninguna falta en él. Pilato: ¿A vuestro Rey tengo de
5 Entonces salió Jesús fuera lle- crucificar? Respondieron los
vando la corona de espinas, y la sumos sacerdotes: No tenemos
vestidura de púrpura. Y díceles rey, sino a César.
Pilato: ¡He aquí el hombre! 16 Así que entonces lo entregó a
6 Y cuando le vieron los príncipes ellos para que fuese crucificado.
de los sacerdotes, y los oficiales, Y tomaron a Jesús, y le llevaron.
dieron voces, diciendo: Crucifí- 17 Y él llevando su cruz, salió al
cale, crucifícale. Díceles Pilato: lugar que se llama el lugar de la
Tomadle vosotros, y crucificad le; Calavera, y en Hebreo Gólgota:
porque yo no hallo en él falta. 18 Donde le crucificaron, y con
157
Juan 19 Muerte de Jesús
él otros dos, uno a cada lado, y ya cumplidas, para que la Escritu-
Jesús en medio. ra se cumpliese, dijo: Tengo sed.
19 Y escribió Pilato un título, el 29 Y había allí puesta una vasija
cual puso encima de la cruz; y llena de vinagre. Entonces ellos
el escrito era: JESÚS DE Nazaret, hinchieron una esponja de vina-
REY DE LOS JUDÍOS. gre, y puesta sobre un hisopo se la
20 Y muchos de los Judíos leye- llegaron a la boca.
ron este título; porque el lugar 30 Y cuando Jesús tomó el vina-
donde fue crucificado Jesús, es- gre, dijo: Consumado es. Y ha-
taba cerca de la ciudad; y era es- biendo inclinado la cabeza, en-
crito en Hebreo, y en Griego, y tregó el espíritu.
en Latín. 31 Entonces los Judíos, por cuan-
21 Y decían a Pilato los sumos sa- to era el día de la preparación,
cerdotes de los Judíos: No escri- para que los cuerpos no queda-
bas: Rey de los Judíos; sino que sen en la cruz en el sábado, (por-
él dijo: Yo soy Rey de los Judíos. que era gran día aquel sábado,)
22 Respondió Pilato: Lo que he rogaron a Pilato que se les que-
escrito, he escrito. brasen las piernas, y que fuesen
23 Y cuando los soldados hubie- quitados.
ron crucificado a Jesús tomaron 32 Vinieron pues los soldados, y
sus vestidos, e hicieron cuatro quebraron las piernas al primero,
partes a cada soldado una parte, y al otro que fue crucificado con él:
y también la túnica, mas la tú- 33 Mas cuando vinieron a Jesús,
nica era sin costura, todo tejida como le vieron ya muerto, no le
desde arriba. quebraron las piernas.
24 Dijeron pues entre sí: No la 34 Empero uno de los soldados
partamos, sino echemos suertes le abrió el costado con una lanza,
sobre ella cúya será; para que se y al instante salió sangre y agua.
cumpliese la Escritura que dice: 35 Y el que lo vio da testimonio, y
Partieron para sí mis vestidos, y su testimonio es verdadero: y él
sobre mi vestidura echaron suer- sabe que dice verdad, para que
tes. Estas cosas pues los soldados vosotros también creáis.
hicieron. 36 Porque estas cosas fueron
25 Y estaban de pie junto a la hechas, para que se cumpliese la
cruz de Jesús su madre, y la her- Escritura: Hueso no será que-
mana de su madre, María esposa brantado de él.
de Cleofas, y María Magdalena. 37 Y también otra Escritura dice:
26 Pues, cuando vio Jesús a su Mirarán a aquél al cual traspasa-
madre, y al discípulo que él amaba, ron.
que estaba de pie cerca, dice a su 38 Y después de estas cosas, José
madre: Mujer, he ahí tu hijo. de Arimatea, quien era un discí-
27 Y luego dice al discípulo: He pulo de Jesús, aunque en secreto
ahí tu madre. Y desde aquella por miedo de los Judíos, rogó a
hora el discípulo la recibió en su Pilato que él quitase el cuerpo de
propia casa. Jesús: y le permitió Pilato. En-
28 Después de esto, sabiendo tonces él vino, y quitó el cuerpo
Jesús que todas las cosas estaban de Jesús.
158
La resurrección Juan 20
39 Y vino también Nicodemo, el do primero al sepulcro; y vio, y
que antes había venido a Jesús creyó.
de noche, trayendo una mixtura 9 Porque aún no sabían la Escri-
de mirra y de áloes, como cien tura, que era menester que él re-
libras. sucitase de entre los muertos.
40 Y tomaron el cuerpo de Jesús, 10 Entonces volvieron los discí-
y le envolvieron en lienzos con pulos a su propia casa.
especias, como es costumbre de 11 Empero María estaba fuera
los Judíos sepultar. llorando junto al sepulcro; y es-
41 Y en el lugar donde fue cru- tando llorando, bajóse a mirar el
cificado había un huerto; y en sepulcro;
el huerto un sepulcro nuevo en 12 Y ve dos ángeles en ropas
el cual aún no había sido puesto blancas que estaban sentados, el
alguno. uno a la cabecera, y el otro a los
42 Allí pues pusieron a Jesús, por pies, donde el cuerpo de Jesús
causa del día de la preparación de había sido puesto.
los Judíos, porque aquel sepul- 13 Y le dicen: Mujer, ¿por qué llo-
cro estaba cerca. ras? Díceles: Porque se han lleva-
do a mi Señor, y no sé dónde le
CAPÍTULO 20 han puesto.
EL primer día de la semana, 14 Y como hubo dicho esto, vol-
Y María Magdalena vino de
mañana, siendo aún oscuro, al
vió atrás, y vio a Jesús que esta-
ba de pie; mas no sabía que era
sepulcro, y vio la piedra quitada Jesús.
del sepulcro. 15 Dícele Jesús: ¿Mujer, por qué
2 Entonces corre, y viene a Simón lloras? ¿A quién buscas? Ella
Pedro, y al otro discípulo, al cual pensando que era el hortelano le
amaba Jesús, y les dice: Han lle- dice: Señor, si tú le has llevado,
vado al Señor del sepulcro, y no dime dónde le has puesto, y yo
sabemos dónde le han puesto. le llevaré.
3 Salió pues Pedro, y el otro dis- 16 Dícele Jesús: María. Volvién-
cípulo, y vinieron al sepulcro. dose ella, dícele: Raboni, que
4 Y corrían los dos juntos; mas el quiere decir, Maestro.
otro discípulo corrió más presto 17 Dícele Jesús: No me toques;
que Pedro, y vino primero al se- porque aun no he subido a mi
pulcro. Padre; mas ve a mis hermanos, y
5 Y bajándose a mirar, vio los diles: Subo a mi Padre, y a vues-
lienzos puestos; mas no entró. tro Padre, a mi Dios, y a vuestro
6 Entonces viene Simón Pedro si- Dios.
guiéndole, y entró en el sepulcro, 18 Vino María Magdalena dando
y vio los lienzos puestos, las nuevas a los discípulos de que
7 Y el sudario que había estado había visto al Señor, y de que él le
sobre su cabeza, no puesto con había dicho estas cosas.
los lienzos, sino envuelto en un 19 Y como fue tarde aquel mismo
lugar aparte. día, el primer día de la semana,
8 Entonces entró también aquel y las puertas estaban cerradas,
otro discípulo, que había veni- donde los discípulos estaban jun-
159
Juan 21 Incredulidad de Tomás
tos por miedo de los Judíos, vino les no están escritas en este libro.
Jesús; se puso de pie en medio, y 31 Estas empero están escritas,
les dijo: Paz a vosotros. para que creáis que Jesús es el
20 Y cuando hubo dicho esto, Cristo, el Hijo de Dios; y para
mostróles sus manos y su costa- que creyendo, tengáis vida en su
do: entonces los discípulos se re- nombre.
gocijaron, viendo al Señor.
21 Entonces les dijo Jesús otra vez: CAPÍTULO 21
Paz a vosotros: como me envió el ESPUÉS de estas cosas Jesús
Padre, así también yo os envío.

22 Y cuando hubo dicho esto,


D se manifestó otra vez a los

discípulos junto al mar de Tibe-


sopló sobre ellos, y les dijo: Reci- rias; y se manifestó de esta ma-
bid el Espíritu Santo. nera.
23 A los que remitieres los peca- 2 Estaban juntos Simón Pedro, y
dos, les son remitidos, y a los que Tomás, que se llamaba Dídimo, y
los retuviereis, les son retenidos. Natanael, de Caná de Galilea, y
24 Empero Tomás uno de los los hijos de Zebedeo, y otros dos de
doce, que se llamaba Dídimo, no sus discípulos.
estaba con ellos cuando Jesús 3 Díceles Simón Pedro, a pescar
vino. voy: Ellos le dicen: Vamos noso-
25 Dijéronle pues los otros dis- tros también contigo. Fueron, y
cípulos: Al Señor hemos visto. subieron luego en una nave; y
Pero él les dijo: Si no viere en aquella noche no tomaron nada.
sus manos la señal de los clavos, 4 Empero venida la mañana,
y metiere mi dedo en el lugar de Jesús se puso de pie en la ribera;
los clavos, y metiere mi mano en mas los discípulos no sabían que
su costado, no creeré. era Jesús.
26 Y ocho días después estaban 5 Entonces les dice Jesús: ¿Hijos,
otra vez sus discípulos dentro, y tenéis algo de comer? Respon-
con ellos Tomás. Entonces vino diéronle: No.
Jesús, estando las puertas cerra- 6 Y él les dijo: Echad la red a la
das, y se puso de pie en medio, y derecha de la nave, y hallaréis.
dijo: Paz a vosotros. Echáronla pues, y ya no la po-
27 Entonces dice a Tomás: Mete dían en ninguna manera sacar
tu dedo aquí, y ve mis manos; por la multitud de los peces.
y da acá tu mano, y métela en 7 Entonces aquel discípulo, al
mi costado, y no seas incrédulo, cual amaba Jesús, dijo a Pedro:
sino creyente. El Señor es. Entonces Simón
28 Entonces Tomás respondió, y Pedro, cuando oyó que era el
le dijo: Señor mío, y Dios mío. Señor, se ciñó su ropa de pes-
29 Dícele Jesús: Porque me has cador, porque estaba desnudo, y
visto, Tomás, has creído: bien- echóse al mar.
aventurados son los que no han 8 Y los otros discípulos vinie-
visto, y aún han creído. ron en la pequeña nave (porque no
30 Y también muchas otras seña- estaban lejos de tierra, sino como
les por cierto hizo Jesús en pre- doscientos codos), arras-
sencia de sus discípulos, las cua- trando la red con los peces.
160
Ascensión de Jesús Juan 21
9 Y como llegaron a tierra, vie- 18 De cierto, de cierto te digo,
ron ascuas puestas, y un pescado que cuando eras más mozo, te ce-
encima de ellas, y pan. ñías, e ibas donde querías; mas
10 Díceles Jesús: Traed de los cuando ya fueres viejo, extende-
peces que tomasteis ahora. rás tus manos, y ceñirte ha otro,
11 Subió Simón Pedro, y trajo y te llevará dónde no querrías.
la red a tierra, llena de grandes 19 Y esto dijo, significando con
peces, ciento y cincuenta y tres; qué muerte había de glorificar a
y aun siendo tantos, la red no se Dios. Y cuando hubo dicho esto,
rompió. dícele: Sígueme.
12 Díceles Jesús: Venid, y comed. 20 Entonces volviéndose Pedro,
Y ninguno de los discípulos le ve a aquel discípulo al cual
osaba preguntar: ¿Tú, quién amaba Jesús que seguía, el que
eres? sabiendo que era el Señor. también se había recostado sobre
13 Entonces viene Jesús, y toma el su pecho en la cena, y le había
pan, y dales, y asimismo del pez. dicho: ¿Señor, quién es el que te
14 Esta era ya la tercera vez que ha de entregar?
Jesús se manifestó a sus discí- 21 Así que, como Pedro vio a éste,
pulos, después que resucitó de dice a Jesús: Señor, ¿Y éste, qué?
entre los muertos. 22 Dícele Jesús: Si quiero que él
15 Pues cuando hubieron comido, quede hasta que yo venga, ¿qué a
Jesús dice a Simón Pedro: Simón, ti? Sígueme tú.
hijo de Jonás, ¿me amas más que 23 Salió pues este dicho entre los
éstos? Dícele: Sí, Señor: tú sabes hermanos, que aquel discípulo
que te amo. Dícele: Apacienta no había de morir; mas Jesús no
mis corderos. le dijo: No morirá, sino: Si quiero
16 Vuélvele a decir la segunda que él quede hasta que yo venga,
vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me ¿qué a ti?
amas? Respóndele: Sí, Señor: tú 24 Este es el discípulo que da tes-
sabes que te amo. Dícele: Apa- timonio de estas cosas, y escribió
cienta mis ovejas. estas cosas; y sabemos que su
17 Dícele la tercera vez: Simón, testimonio es verdadero.
hijo de Jonás, ¿me amas? Entris- 25 Y hay también otras muchas
tecióse Pedro de que le dijese la cosas que hizo Jesús, las cuales si se
tercera vez. ¿Me amas? Y le dice: escribiesen cada una por sí, yo
Señor, tú sabes todas las cosas: pienso que ni aun en el mundo
tú sabes que te amo. Dícele Jesús: cabrían los libros que se habrían de
Apacienta mis ovejas. escribir. Amén.

161
LOS ACTOS
DE LOS APÓSTOLES

E CAPÍTULO 1
N el primer tratado, oh Teó-
do, y una nube le recibió delante de
sus ojos.
filo, he hablado de todas las 10 Y estando ellos con los ojos
cosas que Jesús comenzó a hacer y puestos en el cielo entre tanto
a enseñar, que él iba, he aquí, dos varones se
2 Hasta el día en que fue lleva- pusieron de pie junto a ellos en
do arriba después de haber dado vestidos blancos;
mandamientos por el Espíritu 11 Los cuales también les dijeron:
Santo a los apóstoles, que había Varones Galileos ¿por qué estáis
escogido: de pie mirando al cielo? Este
3 A los cuales también, después mismo Jesús que ha sido toma-
de haber padecido se mostró do arriba de vosotros al cielo, así
vivo por muchas pruebas infa- vendrá, como le habéis visto ir al
libles, siendo visto de ellos por cielo.
cuarenta días, y hablándoles de 12 Entonces se volvieron a Jeru-
las cosas pertenecientes al reino salem del monte que se llama el
de Dios: Olivar, el cual está cerca de Jeru-
4 Y estando reunidos con ellos, salem, camino de un sábado.
les mandó que no se fuesen de 13 Y cuando hubieron entrado,
Jerusalem, sino que esperasen la subieron al aposento alto, donde
promesa del Padre, la cual, dice moraban tanto Pedro como Ja-
él, oísteis de mí. cobo, y Juan y Andrés, Felipe y
5 Porque Juan a la verdad bauti- Tomás, Bartolomé y Mateo, Jaco-
zó en agua, mas vosotros seréis bo, hijo de Alfeo, y Simón el Ze-
bautizados con el Espíritu Santo lote, y Judas, hermano de Jacobo.
no muchos días después de éstos. 14 Todos éstos perseveraban uná-
6 Así que cuando estuvieron reu- nimes en oración y ruego con las
nidos, le preguntaban, diciendo: mujeres, y con María la madre
Señor, ¿restituirás en este tiem- de Jesús, y con sus hermanos.
po el reino a Israel? 15 Y en aquellos días se levantó
7 Y él les dijo: No os toca a vo- Pedro en medio de los discípulos
sotros saber los tiempos, o las y dijo: (el número de nombres jun-
sazones que el Padre puso en su tos era como de ciento y veinte:)
propia potestad; 16 Varones y hermanos, era me-
8 Mas recibiréis poder cuando nester que se cumpliese esta Es-
haya venido sobre vosotros el Es- critura, la cual dijo antes el Espí-
píritu Santo: y me seréis testigos ritu Santo por la boca de David, de
no sólo en Jerusalem, sino tam- Judas, que fue guía de los que
bién en toda Judea, y Samaria y prendieron a Jesús,
hasta lo último de la tierra. 17 Porque él era contado con no-
9 Y cuando él hubo dicho estas sotros, y obtuvo parte de este mi-
cosas, mirando ellos, él fue alza- nisterio.
162
Elección de Matías Actos 2
18 Este, pues, compró un campo cual hinchió toda la casa donde
con el galardón de iniquidad, y estaban sentados.
cayendo de cabeza, se reventó 3 Y se les aparecieron lenguas
por en medio y todas sus entra- repartidas como de fuego, y se
ñas se derramaron. asentó sobre cada uno de ellos.
19 Y fue notorio a todos los mo- 4 Y fueron todos llenos del Espí-
radores de Jerusalem, de tal ma- ritu Santo, y comenzaron a ha-
nera que aquel campo es llama- blar en otras lenguas, como el
do en su propia lengua Acéldama Espíritu les daba que hablasen.
que quiere decir, Campo de sangre. 5 Moraban entonces en Jeru-
20 Porque está escrito en el libro salem Judíos, varones piadosos
de los Salmos: Sea hecha desier- de todas las naciones debajo del
ta su habitación, y no haya quien cielo.
more en ella: y, tome otro su 6 Y cuando este estruendo fue
obispado. divulgado, se juntó la multitud;
21 Es, pues, menester que de y estaban confusos, porque cada
estos varones que han estado uno les oía hablar en su propia
junto con nosotros todo el tiem- lengua.
po que el Señor Jesús entró y 7 Y estaban todos atónitos y ma-
salió entre nosotros, ravillados, diciendo los unos a
22 Comenzando desde el bautis- los otros: He aquí, ¿no son Gali-
mo de Juan, hasta el día que fue leos todos estos que hablan?
tomado arriba de entre nosotros, 8 ¿Y cómo los oímos nosotros
uno de ellos sea hecho testigo cada uno en nuestra propia len-
con nosotros de su resurrección. gua en que somos nacidos?
23 Y señalaron a dos, a José, lla- 9 Partos, y Medos, y Elamitas, y
mado Barsabas, que tenía por so- los moradores en Mesopotamia, y
brenombre Justo, y a Matías. en Judea, y en Capadocia, en el
24 Y orando, dijeron: Tú, Señor, Ponto, y en Asia,
que conoces los corazones de 10 En Frigia, y en Pamfilia, en
todos, muestra cuál has escogido Egipto, y en las partes de Libia
de estos dos, alrededor de Cirene, extranjeros
25 Para que tome parte de este de Roma, Judíos, y prosélitos,
ministerio, y apostolado, del 11 Cretenses, y Arabes: les oímos
cual cayó por transgresión Judas, hablar en nuestras lenguas las
para irse a su propio lugar. maravillas de Dios.
26 Y ellos echaron sus suertes; y 12 Y estaban todos atónitos y en
cayó la suerte sobre Matías; y fue duda, diciendo los unos a los
contado con los once apóstoles. otros: ¿Qué significa esto?
13 Mas otros burlándose, decían:
CAPÍTULO 2 Estos están llenos de mosto.
CUANDO se cumplió el día 14 Mas Pedro poniéndose en
Y de Pentecostés, estaban todos
unánimes en un mismo lugar.
pie con los once, alzó su voz, y
les habló diciendo: Varones de
2 Y de repente vino un sonido Judea, y todos los que habitáis
del cielo como de un viento muy en Jerusalem, esto os sea notorio,
recio que venía con ímpetu, el y prestad oídos a mis palabras;
163
Actos 2 Discurso de Pedro
15 Porque éstos no están bo- gró, y mi lengua se regocijó, y
rrachos, como vosotros pensáis, aun mi carne descansará en es-
siendo sino la hora tercera del día. peranza:
16 Mas esto es lo que fue dicho 27 Que no dejarás mi alma en
por el profeta Joel: el infierno, ni permitirás que tu
17 Y será en los postreros días, Santo vea corrupción.
dice Dios, que derramaré de mi 28 Tú me has hecho conocer los
Espíritu sobre toda carne; y vues- caminos de la vida: me henchi-
tros hijos, y vuestras hijas profe- rás de gozo con tu presencia.
tizarán, y vuestros jóvenes verán 29 Varones hermanos, se os
visiones, y vuestros viejos soña- puede decir libremente del pa-
rán sueños. triarca David, que murió, y fue
18 Y de cierto sobre mis siervos, y sepultado, y su sepulcro está con
sobre mis siervas en aquellos nosotros hasta el día de hoy.
días derramaré de mi Espíritu; y 30 Así que siendo profeta, y sa-
profetizarán. biendo que con juramento le
19 Y daré prodigios arriba en el había Dios jurado, que del fruto de
cielo, y señales abajo en la tierra, sus lomos en cuanto a la carne,
sangre, y fuego, y vapor de humo. le levantaría el Cristo, que se
20 El sol se tornará en tinieblas, asentase sobre su trono:
y la luna en sangre, antes que 31 Viendo esto antes, habló de
venga el día del Señor grande y la resurrección del Cristo, que su
notable. alma no haya sido dejada en el
21 Y acontecerá que todo aquel infierno, ni su carne haya visto
que invocare el nombre del corrupción.
Señor, será salvo. 32 A este Jesús resucitó Dios, de lo
22 Varones Israelitas, oíd estas cual todos nosotros somos testigos.
palabras: Jesús de Nazaret, varón 33 Así que siendo ensalzado por
aprobado de Dios entre vosotros la diestra de Dios, y habiendo re-
en milagros, y prodigios, y seña- cibido del Padre la promesa del
les que Dios hizo por él en medio Espíritu Santo, ha derramado esto
de vosotros, como también voso- que vosotros ahora veis y oís.
tros sabéis: 34 Porque David no subió a los
23 A éste, entregado por deter- cielos; empero él mismo dice:
minado consejo y presciencia de Dijo el Señor a mi Señor, asién-
Dios tomándole vosotros, le ma- tate a mi diestra,
tasteis por manos inicuas, cruci- 35 Hasta que ponga tus enemi-
ficándole. gos por estrado de tus pies.
24 Al cual Dios resucitó, habien- 36 Sepa, pues, certísimamente
do suelto los dolores de la muer- toda la casa de Israel, que Dios ha
te; por cuanto era imposible ser hecho Señor y Cristo a este Jesús
detenido de ella. que vosotros habéis crucificado.
25 Porque David dice de él: Yo 37 Y cuando oyeron estas cosas ellos
veía al Señor siempre delante de fueron compungidos de co-
mí; porque le tengo a mi diestra, razón, y dijeron a Pedro, y a los
no seré conmovido: otros apóstoles: Varones herma-
26 Por lo cual mi corazón se ale- nos, ¿qué haremos?
164
Los primeros convertidos Actos 3
38 Entonces Pedro les dijo: Arre- 2 Y cierto hombre, cojo desde
pentíos, y sea bautizado cada el vientre de su madre, era traí-
uno de vosotros en el nombre de do; al cual ponían cada día a la
Jesu Cristo para remisión de los puerta del templo, que se llama
pecados; y recibiréis el don del la Hermosa, para que pidiese li-
Espíritu Santo. mosna de los que entraban en el
39 Porque a vosotros es la pro- templo.
mesa, y a vuestros hijos, y a 3 Este, viendo a Pedro y a Juan
todos los que están lejos: a cua- que iban a entrar en el templo,
lesquiera que el Señor nuestro pedía limosna.
Dios llamare. 4 Y Pedro, con Juan poniendo los
40 Y con otras muchas palabras ojos en él, dijo: Mira a nosotros.
testificaba, y exhortaba, dicien- 5 Entonces él estuvo atento a
do: Salváos de esta generación ellos, esperando recibir de ellos
perversa. algo.
41 Entonces los que recibieron 6 Y Pedro dijo: Ni tengo plata
con gusto su palabra fueron bau- ni oro; mas lo que tengo, ésto te
tizados; y fueron añadidas a ellos doy: en el nombre de Jesu Cristo
aquel día como tres mil almas. de Nazaret, levántate, y anda.
42 Y perseveraban en la doctrina 7 Y tomándole por la mano dere-
de los apóstoles, y en la comu- cha, le levantó; y al instante fue-
nión, y en el partimiento del pan, ron afirmados sus pies y tobillos.
y en las oraciones. 8 Y saltando, se puso en pie, y
43 Y sobrevenía temor a toda anduvo, y entró con ellos en el
alma; y muchas maravillas y seña- templo, andando y saltando, y
les eran hechas por los apóstoles. alabando a Dios.
44 Y todos los que creían estaban 9 Y todo el pueblo le vio andan-
juntos; y tenían todas las cosas do, y alabando a Dios.
comunes. 10 Y le conocían, que él era el
45 Y vendían sus posesiones y que se sentaba a pedir limosna a
sus haciendas, y las repartían a la puerta del templo, la Hermosa;
todos, como cada uno había me- y fueron llenos de asombro y de
nester. espanto por lo que le había acon-
46 Y perseverando unánimes tecido.
cada día en el templo, y partien- 11 Y como el cojo que había sido
do el pan de casa en casa, comían sanado tenía asidos a Pedro y a
juntos con alegría y con sencillez Juan, todo el pueblo corrió jun-
de corazón, tamente a ellos al pórtico que se
47 Alabando a Dios, y teniendo llama de Salomón, atónitos.
favor con todo el pueblo. Y el 12 Y viendo ésto Pedro, respon-
Señor añadía cada día a la iglesia dió al pueblo: Varones Israelitas,
los que habían de ser salvos. ¿por qué os maravilláis de esto?
¿o por qué ponéis los ojos en no-
CAPÍTULO 3 sotros como si por nuestro pro-
PEDRO y Juan subían juntos pio poder o santidad hubiésemos
Y al templo a la hora de la ora- hecho andar a éste?
ción, es decir, la novena. 13 El Dios de Abraham, y de Isaac,
165
Actos 4 Curación de un cojo
y de Jacob, el Dios de nuestros 23 Y acontecerá, que toda alma
padres, ha glorificado a su Hijo que no oyere a aquel profeta,
Jesús, al cual vosotros entregas- será destruida de entre el pueblo.
teis, y negasteis en la presencia 24 Y todos los profetas desde
de Pilato, cuando él había deter- Samuel, y en adelante, todos los
minado dejarle ir. que han hablado, han prenuncia-
14 Mas vosotros al Santo y al do estos días.
Justo negasteis, y pedisteis que 25 Vosotros sois los hijos de los
se os diese un hombre homicida. profetas, y del pacto que Dios
15 Y matasteis al Autor de la hizo con nuestros padres, dicien-
vida, al cual Dios ha resucitado do a Abraham: Y en tu simiente
de los muertos, de lo cual noso- serán bendecidas todas las fami-
tros somos testigos. lias de la tierra.
16 Y su nombre, por la fe en su 26 A vosotros primeramente,
nombre ha confirmado a éste Dios, habiendo resucitado a su
que vosotros veis y conocéis; y la Hijo Jesús, le envió para que os
fe que por él es, ha dado a éste esta bendijese, convirtiéndoos cada
perfecta sanidad en presen- uno de su maldad.
cia de todos vosotros.
17 Mas ahora, hermanos, yo sé CAPÍTULO 4
que por ignorancia lo habéis HABLANDO ellos al pueblo,
hecho, como también vuestros

príncipes.
Y los sacerdotes, y el capitán

del templo, y los Saduceos vinie-


18 Empero Dios, lo que había ron sobre ellos,
antes anunciado por boca de todos 2 Siendo indignados de que en-
sus profetas, que Cristo había de señasen al pueblo, y predicasen
padecer, así lo ha cumplido. en Jesús la resurrección de los
19 Arrepentíos, pues, y conver- muertos.
tíos, para que vuestros pecados 3 Y les echaron mano, y los pu-
sean raídos, cuando los tiempos sieron en la cárcel hasta el día
del refrigerio vinieren de la pre- siguiente; porque era ya tarde.
sencia del Señor; 4 Mas muchos de los que habían
20 Y él enviará a Jesu Cristo que oído la palabra creyeron; y fue
os ha sido antes predicado. el número de los hombres, como
21 Al cual ciertamente es me- cinco mil.
nester que el cielo reciba hasta 5 Y aconteció el día siguiente,
los tiempos de la restauración que los príncipes de ellos se jun-
de todas las cosas: de que habló taron, y los ancianos, y los escri-
Dios por boca de todos sus san- bas, en Jerusalem,
tos profetas que han sido desde 6 Y Anás, el sumo sacerdote, y
el principio del mundo. Caifás, y Juan, y Alejandro, y
22 Porque Moisés a la verdad todos los que eran de la parente-
dijo a los padres: El Señor vues- la del sumo sacerdote.
tro Dios os levantará un Profeta 7 Y poniéndolos en medio, les
de vuestros hermanos, como yo; preguntaron: ¿Con qué poder, o en
a él oiréis en todas las cosas que qué nombre habéis hecho vo-
os hablare. sotros esto?
166
Testimonio de Pedro y Juan Actos 4
8 Entonces Pedro, lleno del Espí- bre ninguno en este nombre.
ritu Santo, les dijo: Príncipes del 18 Y llamándolos les mandaron
pueblo, y ancianos de Israel: que en ninguna manera habla-
9 Si nosotros somos hoy exami- sen, ni enseñasen en el nombre
nados del beneficio hecho a un de Jesús.
hombre enfermo, de qué manera 19 Mas Pedro y Juan respondien-
éste haya sido sanado; do, les dijeron: Juzgad, si es justo
10 Sea notorio a todos vosotros, delante de Dios obedecer antes a
y a todo el pueblo de Israel, que vosotros que a Dios.
por el nombre de Jesu Cristo de 20 Porque no podemos de dejar
Nazaret, el que vosotros crucifi- de hablar lo que hemos visto y
casteis, al cual Dios resucitó de oído.
los muertos, por él este hombre 21 Entonces habiéndoles amena-
está de pie en vuestra presencia zado de nuevo, les dejaron ir, no
sano. hallando en que castigarlos por
11 Este es la piedra que fue re- causa del pueblo: porque todos
probada de vosotros los edifica- glorificaban a Dios de lo que
dores, la cual es puesta por cabe- había sido hecho.
za del ángulo. 22 Porque el hombre en quien
12 Y en ningún otro hay salva- había sido hecho este milagro de
ción; porque no hay otro nombre sanidad, era de más de cuarenta
debajo del cielo, dado a los hom- años.
bres, por el cual es menester que 23 Y sueltos ellos, vinieron a los
seamos salvos. suyos, y contaron todo lo que los
13 Entonces viendo el denuedo principales sacerdotes, y los an-
de Pedro y de Juan, sabiendo cianos les habían dicho.
que eran hombres sin letras e ig- 24 Los cuales habiéndolo oído,
norantes, se maravillaban; y los alzaron unánimes la voz a Dios,
conocían que habían estado con y dijeron: Señor, tu eres el Dios,
Jesús. que hiciste el cielo y la tierra,
14 Y viendo al hombre que había el mar, y todas las cosas que en
sido sanado, que estaba en pie ellos están:
con ellos, no podían decir nada 25 Que por la boca de David tu
en contra. siervo dijiste: ¿Por qué se amo-
15 Mas les mandaron que se sa- tinaron las gentes, y los pueblos
liesen fuera del concilio, y confe- imaginaron cosas vanas?
rían entre sí, 26 Se levantaron los reyes de la
16 Diciendo: ¿Qué hemos de tierra, y los príncipes se juntaron
hacer a estos hombres? porque a una contra el Señor y contra su
de cierto un milagro manifiesto Cristo.
ha sido hecho por ellos, notorio 27 Porque verdaderamente se
a todos los que moran en Jeru- juntaron contra tu Santo Hijo
salem, y no lo podemos negar. Jesús al cual ungiste, Herodes, y
17 Todavía, porque no se divul- Poncio Pilato, con los Gentiles y el
gue más por el pueblo, amena- pueblo de Israel,
cémosles con amenazas que no 28 Para hacer lo que tu mano y
hablen de aquí adelante a hom- tu consejo antes habían deter-
167
Actos 5 Ananías y Safira
minado que había de ser hecho. 3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué
29 Y ahora, Señor, mira sus ame- ha llenado Satanás tu corazón a
nazas, y da a tus siervos que con que mintieses al Espíritu Santo, y
todo denuedo hablen tu palabra. defraudases del precio de la he-
30 Extendiendo tu mano para redad?
que sanidades, y señales, y mara- 4 Quedándose, ¿no se te queda-
villas sean hechos por el nombre ba a ti? y vendida, ¿no estaba en
de tu Santo Hijo Jesús. tu poder? ¿por qué has concebido
31 Y cuando hubieron orado, el esta cosa en tu corazón? No has
lugar en que estaban congrega- mentido a los hombres, sino a Dios.
dos tembló; y todos fueron llenos 5 Entonces Ananías, oyendo
del Espíritu Santo, y hablaron la estas palabras, cayó, y expiró. Y
palabra de Dios con denuedo. vino gran temor sobre todos los
32 Y de la multitud de los que que oyeron estas cosas.
creyeron era de un corazón y un 6 Y levantándose los mancebos, le
alma; y ninguno decía ser suyo envolvieron; y sacándole, le
algo de lo que poseían, mas todas sepultaron.
las cosas les eran comunes. 7 Y pasado el espacio como de
33 Y los apóstoles daban testimo- tres horas después, también su
nio de la resurrección del Señor esposa entró, no sabiendo lo que
Jesús con grande poder; y gran había acontecido.
gracia estaba sobre todos ellos. 8 Entonces Pedro le dijo: Dime,
34 Ni había entre ellos ningún ¿Vendisteis por tanto la heredad? Y
necesitado; porque todos los que ella dijo: Sí, por tanto.
poseían heredades o casas, ven- 9 Y Pedro le dijo: ¿Por qué os
diéndolas, traían el precio de lo concertasteis para tentar al Espí-
vendido, ritu del Señor? He aquí a la puer-
35 Y lo ponían a los pies de los ta los pies de los que han sepulta-
apóstoles y era repartido a cada do a tu marido; y sacarte han a ti.
uno según su necesidad. 10 Y al instante cayó a los pies
36 Entonces Joses, que fue lla- de él, y expiró; y entrados los
mado de los apóstoles por so- mancebos, la hallaron muerta; y
brenombre Bernabé, (que inter- la sacaron, y la sepultaron junto
pretado es, hijo de consolación,) a su marido.
Levita, y natural de Chipre, 11 Y vino gran temor sobre toda la
37 Como tuviese un campo, lo iglesia, y sobre todos los que
vendió, y trajo el dinero, y lo oyeron estas cosas.
puso a los pies de los apóstoles. 12 Y por las manos de los apósto-
les eran hechas muchas señales y
CAPÍTULO 5 maravillas en el pueblo; (y esta-
AS, cierto varón llamado ban todos unánimes en el pórtico
M Ananías, con Safira su es-
posa, vendió una posesión,
de Salomón.
13 Y de los otros, ninguno se
2 Y defraudó del precio, sabién- osaba juntar con ellos; mas el
dolo también su esposa; y trayen- pueblo los alababa grandemente.
do cierta parte, la puso a los pies 14 Y los que creían en el Señor
de los apóstoles. se aumentaban más, multitudes,
168
Los apóstoles en la cárcel Actos 5
así de varones como de mujeres.) 25 Y viniendo uno, les avisó, di-
15 Tanto que, traían los enfer- ciendo: He aquí, los varones que
mos a las calles, y los ponían en echasteis en la cárcel, están en el
camas y en lechos, para que pa- templo, puestos de pie y ense-
sando Pedro, a lo menos su som- ñando al pueblo.
bra cayese sobre alguno de ellos. 26 Entonces el capitán fue con
16 Y también de las ciudades ve- los oficiales, y los trajo sin vio-
cinas concurría una multitud a lencia, porque tenían miedo del
Jerusalem, trayendo enfermos, y pueblo, de ser apedreados.
atormentados de espíritus inmun- 27 Y cuando los trajeron, los pre-
dos: los cuales todos eran curados. sentaron en el concilio. Entonces
17 Entonces levantándose el el sumo sacerdote les preguntó,
sumo sacerdote, y todos los que 28 Diciendo: ¿No os mandamos
estaban con él, (que es la secta estrechamente, que no enseña-
de los Saduceos,) y fueron llenos seis en este nombre? y, he aquí,
de envidia, habéis henchido a Jerusalem de
18 Y echaron mano a los após- vuestra doctrina, y queréis echar
toles, y los pusieron en la cárcel sobre nosotros la sangre de este
pública. hombre.
19 Mas el ángel del Señor, abrió 29 Y respondiendo Pedro y los
de noche las puertas de la cárcel, y otros apóstoles, dijeron: Es me-
los sacó fuera, dijo: nester obedecer a Dios antes que a
20 Id, y puestos en pie en el tem- los hombres.
plo, hablad al pueblo todas las 30 El Dios de nuestros padres re-
palabras de esta vida. sucitó a Jesús, al cual vosotros ma-
21 Y cuando ellos oyeron esto, tasteis colgándole en un madero.
entraron al amanecer en el tem- 31 A éste ensalzó Dios con su
plo, y enseñaban. Viniendo pues diestra por Príncipe y Salvador,
el sumo sacerdote, y los que es- para dar arrepentimiento a Israel y
taban con él, convocaron el con- remisión de pecados.
cilio, y a todos los ancianos de 32 Y nosotros somos testigos
los hijos de Israel; y enviaron a suyos de estas cosas, y lo es tam-
la cárcel, para que fuesen traídos. bién el Espíritu Santo, el cual ha
22 Y cuando vinieron los oficia- dado Dios a los que le obedecen.
les, no los hallaron en la cárcel, y 33 Ellos cuando oyeron esto fue-
vueltos, dieron aviso, ron heridos hasta el corazón, y
23 Diciendo: Ciertamente la cár- consultaban matarlos.
cel hallamos cerrada con toda 34 Entonces levantándose en el
seguridad, y los guardas que es- concilio un Fariseo, llamado Ga-
taban afuera de pie delante de maliel, doctor de la ley, venerado
las puertas; mas cuando abri- de todo el pueblo, mandó que saca-
mos, a nadie hallamos dentro. sen fuera un poco a los apóstoles,
24 Y cuando oyeron estas pala- 35 Y les dijo: Varones Israelitas,
bras el sumo sacerdote, y el capi- mirad por vosotros acerca de
tán del templo, y los principales estos hombres en lo que habéis
de los sacerdotes, dudaban en de hacer.
que vendría a parar aquello. 36 Porque antes de estos días se
169
Actos 6 Los siete diáconos
levantó Teudas, diciendo que él Santo y de sabiduría, los cuales
era alguien; al cual se allegaron pongamos sobre este negocio.
un número de varones, como de 4 Mas nosotros nos entregare-
cuatrocientos, el cual fue muerto; mos continuamente a la oración, y
y todos los que le obedecían, fue- al ministerio de la palabra.
ron disipados y vueltos en nada. 5 Y lo dicho plugo a toda la mul-
37 Después de éste se levan- titud; y escogieron a Esteban,
tó Judas el Galileo en los días varón lleno de fe y del Espíritu
del empadronamiento; y llevó Santo, y a Felipe, y a Prócoro, y
mucho pueblo tras sí. Pereció a Nicanor, y a Timón, y a Par-
también éste, y todos los que menas, y a Nicolás prosélito de
obedecían a él fueron dispersos. Antioquía.
38 Y ahora os digo, apartaos de 6 A éstos presentaron delante de
estos hombres, y dejadlos; porque los apóstoles: y cuando hubieron
si este consejo, o esta obra, es de orado, pusieron las manos sobre
los hombres, se desvanecerá; ellos.
39 Mas si es de Dios, no la po- 7 Y la palabra de Dios crecía; y el
dréis deshacer; no seáis tal vez número de los discípulos se mul-
hallados luchando contra Dios. tiplicaba en gran manera en Je-
40 Y convinieron con él; y lla- rusalem; y una gran multitud de
mando a los apóstoles, habiéndo- los sacerdotes también obedecía
los azotado, les mandaron que no a la fe.
hablasen en el nombre de Jesús, 8 Y Esteban, lleno de fe y de
y los soltaron. poder, hacía grandes prodigios y
41 Y ellos salieron de la presen- milagros entre el pueblo.
cia del concilio, gozosos de que 9 Levantáronse entonces algunos
fuesen tenidos dignos de padecer de la sinagoga que se llama de
afrenta por su nombre. los Libertinos, y Cireneos, y Ale-
42 Y todos los días, en el templo, jandrinos, y de los que eran de
y por las casas no cesaban de en- Cilicia, y de Asia, disputando con
señar y predicar a Jesu Cristo. Esteban.
10 Mas no podían resistir a la sa-
CAPÍTULO 6 biduría, y al espíritu con que él
EN aquellos días, creciendo el hablaba.
Y número de los discípulos, se
levantó una murmuración de los
11 Entonces sobornaron a varones
que dijesen: Nosotros le hemos
Griegos contra los Hebreos, por- oído hablar palabras de blasfemia
que sus viudas eran menospre- contra Moisés y contra Dios.
ciadas en el ministerio cotidiano. 12 Y alborotaron al pueblo, y a
2 Entonces los doce convocaron a los ancianos, y a los escribas; y
la multitud de los discípulos, y viniendo sobre él, le arrebataron, y
dijeron: No es justo que nosotros le trajeron al concilio.
dejemos la palabra de Dios, y sir- 13 Y pusieron testigos falsos que
vamos a las mesas. dijesen: Este hombre no cesa
3 Buscad pues, hermanos, siete de hablar palabras de blasfemia
varones de entre vosotros de buen contra este lugar santo, y la ley;
testimonio, llenos del Espíritu 14 Por que le hemos oído decir:
170
Discurso elocuente de Esteban Actos 7
Que este Jesús de Nazaret des- 10 Y le libró de todas sus afliccio-
truirá este lugar, y cambiará las nes, y le dio gracia y sabiduría en
costumbres que nos dio Moisés. la presencia de Faraón rey de Egip-
15 Entonces todos los que es- to, el cual le puso por gobernador
taban sentados en el concilio, sobre Egipto, y sobre toda su casa.
puestos los ojos en él, vieron su 11 Vino entonces hambre en toda la
rostro como el rostro de un ángel. tierra de Egipto y de Canaán, y
grande aflicción; y nuestros pa-
CAPÍTULO 7 dres no hallaban alimentos.
NTONCES el sumo sacerdote 12 Mas cuando Jacob oyó que
E dijo: ¿Son estas cosas así?
2 Y él dijo: Varones, hermanos,
había trigo en Egipto, envió a
nuestros padres la primera vez.
y padres, oíd: El Dios de gloria 13 Y en la segunda, José fue cono-
apareció a nuestro padre Abra- cido de sus hermanos, y fue sabido de
ham cuando estaba en Mesopota- Faraón el linaje de José.
mia, antes que morase en Harán, 14 Y José envió e hizo llamar a
3 Y le dijo: Sal de tu tierra, y de su padre Jacob, y a toda su pa-
tu parentela, y ven a la tierra que rentela, a setenta y cinco almas.
te mostraré. 15 Y descendió Jacob a Egipto,
4 Entonces salió él de la tierra de donde murió él, y nuestros pa-
los Caldeos, y moró en Harán; y dres,
de allí, después de la muerte de 16 Y fueron trasladados a Siquem, y
su padre, le traspasó a esta tie- fueron puestos en el sepulcro que
rra, en la cual vosotros habitáis compró Abraham a precio de
ahora. dinero de los hijos de Hemor, padre
5 Y no le dio herencia en ella, ni de Siquem.
aun una pisada de un pie; mas le 17 Mas cuando se acercó el tiem-
prometió que se la daría en pose- po de la promesa, la cual Dios
sión a él, y a su simiente después había jurado a Abraham, cre-
de él, no teniendo aún hijo. ció el pueblo, y se multiplicó en
6 Y le habló Dios así: Que su si- Egipto,
miente sería extranjera en tierra 18 Hasta que se levantó otro rey,
ajena, y que los sujetarían a ser- que no conocía a José.
vidumbre, y que los maltratarían, 19 Este, usando de astucia con
por cuatrocientos años: nuestro linaje, maltrató a nues-
7 Mas a la nación a quien serán tros padres, de manera que expu-
siervos, yo la juzgaré, dijo Dios; y siesen a sus niños, para que no
después de esto saldrán, y me viviesen.
servirán a mí en este lugar. 20 En aquel mismo tiempo nació
8 Y le dio el pacto de la circun- Moisés, y fue hermoso a Dios; y
cisión; y así engendró Abraham a fue criado tres meses en casa de
Isaac, y le circuncidó al octavo su padre.
día; e Isaac engendró a Jacob, y 21 Y cuando fue expuesto, la hija
Jacob a los doce patriarcas. de Faraón le tomó, y le crió para sí
9 Y los patriarcas, movidos de por hijo.
envidia, vendieron a José para 22 Y fue enseñado Moisés en toda
Egipto; mas Dios era con él, la sabiduría de los Egipcios; y era
171
Actos 7 Continúa el discurso de Esteban
poderoso en sus palabras y hechos. pues ven, te enviaré a Egipto.
23 Y cuando hubo cumplido la 35 A este Moisés, al cual ellos ha-
edad de cuarenta años, le vino al bían rehusado, diciendo: ¿Quién
corazón de visitar a sus herma- te ha puesto por príncipe y juez?
nos los hijos de Israel. a éste envió Dios por príncipe y
24 Y viendo a uno de ellos que era libertador por la mano del ángel
injuriado, le defendió, e hiriendo que le apareció en la zarza.
al Egipcio, vengó al injuriado. 36 Este los sacó, haciendo pro-
25 Pero él pensaba que sus her- digios y señales en la tierra de
manos entendían, que Dios les Egipto, y en el mar Bermejo, y
había de dar salvación por su en el desierto por cuarenta años.
mano; mas ellos no entendieron. 37 Este es aquel Moisés, que dijo a
26 Y el día siguiente riñendo los hijos de Israel: Un Profeta os
ellos, se les mostró, y los metía levantará el Señor Dios vues-
en paz, diciendo: Varones, her- tro, de vuestros hermanos, como
manos sois, ¿por qué os injuriáis el yo; a él oiréis.
uno al otro? 38 Este es el que estuvo en la
27 Entonces el que injuriaba a iglesia en el desierto con el ángel
su prójimo, le empujó, diciendo: que le hablaba en el monte de
¿Quién te ha puesto a ti por prín- Sinaí; y con nuestros padres: que
cipe y juez sobre nosotros? recibió los oráculos vivos para
28 ¿Quieres tú matarme, como darnos.
mataste ayer al Egipcio? 39 Al cual nuestros padres no
29 A esta palabra Moisés huyó; y quisieron obedecer: antes le des-
se hizo extranjero en tierra de Ma- echaron; y en sus corazones vol-
dián, donde engendró dos hijos. vieron otra vez a Egipto,
30 Y cumplidos cuarenta años, el 40 Diciendo a Aarón: Haznos
ángel del Señor le apareció en el dioses que vayan delante de no-
desierto del monte de Sinaí en sotros; porque a este Moisés, que
una llama de fuego en una zarza. nos sacó de la tierra de Egipto,
31 Cuando Moisés lo vio, se ma- no sabemos que le ha acontecido.
ravilló de la visión; y llegándose 41 Y en aquellos días hicieron
para considerar, vino a él la voz un becerro, y ofrecieron sacrifi-
del Señor, cio al ídolo, y en las obras de sus
32 Diciendo: Yo soy el Dios de tus manos se holgaron.
padres, el Dios de Abraham, y el 42 Entonces Dios se apartó, y los
Dios de Isaac, y el Dios de Jacob. entregó que sirviesen al ejército del
Mas Moisés temblaba y no osaba cielo, como está escrito en el libro
mirar. de los profetas: ¿Me ofre-
33 Entonces le dijo el Señor: cisteis víctimas y sacrificios en el
Quita los zapatos de tus pies, desierto por el espacio de cuarenta años,
porque el lugar en que estás es Oh casa de Israel?
tierra santa. 43 Antes trajisteis el tabernáculo
34 He visto, he visto la aflicción de Moloc, y la estrella de vues-
de mi pueblo que está en Egipto, tro dios Remfan, figuras que os
y el gemido de ellos he oído, y he hicisteis para adorarlas; y yo os
descendido para librarlos. Ahora transportaré más allá de Babilonia.
172
Apedrean a Esteban Actos 8
44 Tuvieron nuestros padres el abiertos, y al Hijo del hombre de
tabernáculo del testimonio en el pie a la diestra de Dios.
desierto, como él les ordenó, ha- 57 Entonces ellos dando grandes
blando a Moisés, que lo hiciese voces, taparon sus oídos; y arre-
según la forma que había visto. metieron unánimes contra él.
45 Al cual también nuestros pa- 58 Y echándole fuera de la ciu-
dres recibieron y trajeron con dad le apedreaban; y los testigos
Jesús en la posesión de los Gen- pusieron sus vestidos a los pies
tiles, los cuales Dios echó de la de un mancebo que se llamaba
presencia de nuestros padres Saulo.
hasta los días de David; 59 Y apedrearon a Esteban, invo-
46 El cual halló favor delante de cando él a Dios y diciendo: Señor
Dios, y pidió de hallar tabernácu- Jesús, recibe mi espíritu.
lo para el Dios de Jacob. 60 Y puesto de rodillas, clamó a
47 Mas Salomón le edificó casa. gran voz: Señor, no les pongas en
48 Sin embargo el Altísimo no cuenta este pecado. Y habien-
mora en templos hechos de do dicho esto, durmió.
manos, como el profeta dice:
49 El cielo es mi trono; y la tierra CAPÍTULO 8
el estrado de mis pies. ¿Qué casa SAULO consentía en su muer-
me edificaréis? dice el Señor: ¿o

cuál es el lugar de mi reposo?


Y te. Y en aquel día fue hecha

una grande persecución contra la


50 ¿No hizo mi mano todas estas iglesia que estaba en Jerusalem; y
cosas? todos fueron esparcidos por las
51 Duros de cerviz, e incircunci- tierras de Judea y de Samaria,
sos de corazón y de oídos: voso- salvo los apóstoles.
tros resistís siempre al Espíritu 2 Y unos varones piadosos lleva-
Santo; como vuestros padres hi- ron a enterrar a Esteban e hicie-
cieron, así también hacéis vosotros. ron gran llanto sobre él.
52 ¿A cuál de los profetas no 3 Empero Saulo asolaba la igle-
persiguieron vuestros padres? Y sia, entrando por las casas; y
mataron a los que antes anuncia- arrastrando varones y mujeres,
ron la venida del Justo, del cual los entregaba en la prisión.
vosotros ahora habéis sido entre- 4 Mas los que eran esparcidos,
gadores y matadores: pasaban por todas partes predi-
53 Que recibisteis la ley por dis- cando la palabra.
posición de ángeles, y no la guar- 5 Entonces Felipe descendiendo a
dasteis. la ciudad de Samaria, les predi-
54 En oyendo estas cosas fueron caba a Cristo.
heridos hasta el corazón, y cru- 6 Y las multitudes escuchaban
jían los dientes contra él. atentamente unánimes las cosas
55 Mas él estando lleno del Es- que decía Felipe, oyendo y vien-
píritu Santo, puestos los ojos en do los milagros que hacía.
el cielo, vio la gloria de Dios, y a 7 Porque los espíritus inmundos,
Jesús que estaba en pie a la dies- salían de muchos que los tenían,
tra de Dios, dando grandes voces: y muchos
56 Y dijo: He aquí, veo los cielos paralíticos y cojos eran sanados.
173
Actos 8 El evangelio en Samaria
8 Así que había gran gozo en ra que pusiere las manos encima,
aquella ciudad. reciba el Espíritu Santo.
9 Mas había cierto varón, llama- 20 Entonces Pedro le dijo: Tu
do Simón, el cual había usado la dinero perezca contigo, porque
hechicería antes en aquella ciu- pensaste que el don de Dios se
dad, y había hechizado a la gente gane por dinero.
de Samaria, diciéndose ser algún 21 No tienes tú parte ni suerte en
grande. este negocio; porque tu corazón no
10 Al cual oían todos atentamen- es recto delante de Dios.
te desde el más pequeño hasta el 22 Arrepiéntete, pues, de esta tu
más grande, diciendo: Este hom- maldad, y ruega a Dios, si quizás te
bre es el gran poder de Dios. será perdonado este pensa-
11 Y le estaban atentos: porque miento de tu corazón;
con sus hechicerías los había he- 23 Porque en hiel de amargura, y en
chizado mucho tiempo. prisión de iniquidad veo que estás.
12 Mas cuando creyeron a Felipe 24 Respondiendo entonces
que les predicaba el evangelio, Simón, dijo: Rogad vosotros por
las cosas pertenecientes al reino mí al Señor, que ninguna cosa de
de Dios, y el nombre de Jesu estas, que habéis dicho, venga
Cristo, fueron bautizados, así va- sobre mí.
rones como mujeres. 25 Y ellos, habiendo testificado
13 Entonces Simón mismo tam- y predicado la palabra del Señor,
bién creyó: y cuando fue bautiza- se volvieron a Jerusalem, y en
do, continuó con Felipe; y vien- muchas aldeas de los Samarita-
do las señales y grandes milagros nos predicaban el evangelio.
que se hacían, estaba atónito. 26 Empero el ángel del Señor
14 Entonces cuando los apóstoles habló a Felipe, diciendo: Le-
que estaban en Jerusalem, oye- vántate, y ve hacia el sur, al
ron que Samaria había recibido la camino que desciende de Jeru-
palabra de Dios, les enviaron a salem a Gaza: el cual es desierto.
Pedro y a Juan: 27 Y él se levantó y fue; y he aquí
15 Los cuales, cuando descendie- un Etíope, eunuco de gran auto-
ron, oraron por ellos para que re- ridad bajo Candace, reina de los
cibiesen el Espíritu Santo: Etíopes, el cual era puesto sobre
16 (Porque aún no había caído todos los tesoros de ella, y había
sobre alguno de ellos, mas so- venido a adorar en Jerusalem,
lamente eran bautizados en el 28 Se volvía, y sentado en su
nombre del Señor Jesús.) carro, leía el profeta Isaías.
17 Entonces les impusieron las 29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Llé-
manos encima, y recibieron el gate, y júntate a este carro.
Espíritu Santo. 30 Y corrió Felipe a él, y le oyó
18 Y cuando vio Simón que por el que leía al profeta Isaías, y dijo:
poner de las manos de los após- ¿Entiendes lo que lees?
toles se daba el Espíritu Santo, 31 Y él dijo: ¿Y cómo podré, si al-
ofrecióles dinero, guno no me guiara? Y rogó a Feli-
19 Diciendo: Dadme también a pe que subiese, y se sentase con él.
mí esta potestad: que a cualquie- 32 Y el lugar de la Escritura que
174
Felipe y el eunuco Actos 9
leía, era este: Como oveja a la ció que llegó cerca de Damasco,
muerte fue llevado; y como cor- y repentinamente resplandeció al
dero mudo delante del que le derredor de él una luz del cielo:
trasquila, así no abrió su boca. 4 Y él cayó a tierra y oyó una voz
33 En su humillación su juicio que le decía: Saulo, Saulo, ¿por
fue quitado; mas su generación, qué me persigues?
¿quién la contará? porque es qui- 5 Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y
tada de la tierra su vida. el Señor dijo: Yo soy Jesús a quien
34 Y respondiendo el eunuco a tú persigues: dura cosa te es dar coces
Felipe, dijo: Ruégote, ¿de quién contra el aguijón.
dice el profeta esto? ¿de sí, o de 6 Y él temblando y temeroso,
otro alguno? dijo: Señor, ¿qué quieres que yo
35 Entonces Felipe abrió su boca, haga? Y el Señor le dijo: Leván-
y comenzando de esta misma Es- tate, y entra en la ciudad; te será
critura, le predicó el evangelio dicho lo que debes hacer.
de Jesús. 7 Y los varones que viajaban con
36 Y yendo por el camino, vinie- él, se pararon atónitos, oyendo
ron a cierta agua; y le dijo el eu- una voz, mas no viendo a nadie.
nuco: He aquí agua, ¿qué impide 8 Entonces Saulo se levantó de
que yo sea bautizado? tierra, y abriendo los ojos no
37 Y Felipe dijo: Si crees de todo veía a nadie; mas ellos, lleván-
corazón, bien puedes. Y respon- dole por la mano, le trajeron a
dió él y dijo: Yo creo que Jesu Damasco.
Cristo es el Hijo de Dios. 9 Y estuvo tres días sin ver; y no
38 Y mandó parar el carro; y des- comió, ni bebió.
cendieron ambos en el agua, Fe- 10 Y había cierto discípulo en Da-
lipe y el eunuco; y le bautizó. masco, llamado Ananías, al cual
39 Y cuando subieron del agua, el Señor dijo en visión: Ananías.
el Espíritu del Señor arrebató a Y él respondió: Heme aquí, Señor.
Felipe, y no le vio más el eunuco; 11 Y el Señor le dijo: levántate, y ve
y se iba por su camino gozoso. a la calle, que se llama Dere-
40 Felipe empero fue hallado en cha, y busca en la casa de Judas
Azoto; y pasando predicaba el por uno llamado Saulo de Tarso:
evangelio en todas las ciudades porque, he aquí, él ora:
hasta que vino a Cesarea. 12 Y ha visto en visión a un varón
llamado Ananías, que entra, y le
CAPÍTULO 9 pone la mano encima para que
SAULO aún respirando ame- reciba la vista.
Y nazas y muerte contra los
discípulos del Señor, fue al sumo
13 Entonces Ananías respondió:
Señor, he oído a muchos de este
sacerdote, varón, cuantos males ha hecho a
2 Y pidió de él cartas para Da- tus santos en Jerusalem;
masco a las sinagogas, para que si 14 Y aquí tiene autoridad de los
hallase algunos de este camino, así principales sacerdotes para prender
varones como mujeres, los a todos los que invocan tu nombre.
trajese presos a Jerusalem. 15 Y le dijo el Señor: Vé; porque
3 Y yendo por el camino, aconte- él me es un vaso escogido, para
175
Actos 9 La conversión de Saulo
llevar mi nombre delante de los los discípulos; mas todos tenían
Gentiles, y de reyes, y de los miedo de él, no creyendo que era
hijos de Israel: discípulo.
16 Porque yo le mostraré cuántas 27 Y Bernabé lo tomó y le trajo
cosas le es menester que padezca a los apóstoles; y les contó como
por mi nombre. había visto al Señor en el camino,
17 Y Ananías fue y entró en la y que él le había hablado, y como
casa; y poniéndole las manos en Damasco había predicado con
sobre él, dijo: Hermano Saulo, el denuedo en el nombre de Jesús.
Señor es a saber Jesús, el que te 28 Y estaba con ellos, entrando y
apareció en el camino por donde saliendo en Jerusalem.
venías, me ha enviado para que 29 Y hablaba con denuedo en el
recibas la vista, y seas lleno del nombre del Señor Jesús, y dis-
Espíritu Santo. putaba contra los Griegos; mas
18 Y al instante le cayeron de ellos procuraban matarle.
los ojos como escamas, y recibió 30 Y cuando lo supieron los her-
inmediatamente la vista; y se le- manos, le llevaron a Cesarea, y le
vantó y fue bautizado. enviaron a Tarso.
19 Y habiendo tomado alimento, 31 Las iglesias entonces por toda
recobró fuerzas. Y estuvo Saulo Judea, y Galilea, y Samaria, te-
con los discípulos que estaban en nían paz, y eran edificadas, y an-
Damasco, por ciertos días. dando en el temor del Señor, y el
20 E inmediatamente predicaba a consuelo del Espíritu Santo eran
Cristo en las sinagogas, que multiplicadas.
éste es el Hijo de Dios. 32 Y aconteció, que como Pedro
21 Mas todos los que le oían es- pasaba por todas partes, vino
taban atónitos, y decían: ¿No es también a los santos que mora-
éste el que destruía en Jerusalem ban en Lida.
a los que invocaban este nombre; 33 Y halló allí a cierto hombre
y a eso vino acá para llevarlos ata- que se llamaba Eneas, que había ya
dos a los principales sacerdotes? ocho años que estaba en cama, que
22 Empero Saulo mucho más se era paralítico.
esforzaba, y confundía a los Ju- 34 Y le dijo Pedro: Eneas, Jesu
díos que moraban en Damasco Cristo te sana: levántate, y hazte
demostrando que éste es el Cristo. tu cama. Y al instante se levantó.
23 Y después de muchos días, los 35 Y viéronle todos los que mo-
Judíos tomaron entre sí consejo raban en Lida y en Sarona, los
para matarlo. cuales se convirtieron al Señor.
24 Mas las asechanzas de ellos 36 Y había en Joppe cierta dis-
fueron conocidas de Saulo: y cípula llamada Tabita, que in-
ellos guardaban las puertas de terpretado, quiere decir, Dorcas.
día y de noche, para matarle. Esta era llena de buenas obras, y de
25 Entonces los discípulos, to- limosnas que hacía.
mándole de noche, le bajaron por 37 Y aconteció en aquellos días,
el muro metido en un canasto. que enfermando, murió; la cual
26 Y cuando vino Saulo a Jeru- después de lavada, la pusieron en
salem, tentaba de juntarse con un aposento alto.
176
Visiones de Cornelio y Pedro Actos 10
38 Y como Lida estaba cerca de tiene por sobrenombre Pedro.
Joppe, los discípulos, oyendo 6 Este posa en casa de un cier-
que Pedro estaba allí, le enviaron to Simón, curtidor, que tiene su
dos varones, rogándole: No te de- casa junto al mar: él te dirá lo
tengas de venir a nosotros. que debes hacer.
39 Pedro entonces levantándose, 7 Y cuando el ángel que hablaba
fue con ellos. Y cuando llegó, le a Cornelio se fue, llamó a dos de
llevaron al aposento alto: y todas sus criados, y a un soldado pia-
las viudas le rodearon llorando, y doso de los que le servían cons-
mostrando las túnicas y los ves- tantemente.
tidos que Dorcas hacía cuando 8 A los cuales, después de ha-
estaba con ellas. bérselo contado todo, los envió a
40 Mas Pedro, sacando a todos Joppe.
fuera, se puso de rodillas, y oró; 9 Y al día siguiente, yendo ellos
y volviéndose al cuerpo dijo: Ta- de camino, y llegando cerca de la
bita, levántate. Y ella abrió los ciudad, Pedro subió a la azotea
ojos; y viendo a Pedro, se sentó. a orar, cerca de la hora de sexta.
41 Y él le dio la mano y la levantó: 10 Y aconteció que le vino una
entonces, llamando a los santos grande hambre, y quiso comer, y
y a las viudas, la presentó viva. aparejándoselo ellos, él cayó en
42 Esto fue conocido por toda un éxtasis.
Joppe; y creyeron muchos en el 11 Y vio el cielo abierto, y que
Señor. descendía a él cierto vaso, como un
43 Y aconteció que se quedó mu- gran lienzo, que atado de los
chos días en Joppe, en casa de un cuatro cabos fue abajado del
cierto Simón curtidor. cielo a la tierra:
12 En el cual había de todos los
CAPÍTULO 10 animales cuadrúpedos de la tie-
HABÍA cierto varón en Cesa- rra, y fieras, y reptiles, y aves del
Y rea llamado Cornelio, centu-
rión de la compañía que se lla-
cielo.
13 Y le vino una voz: Levántate,
maba la Italiana, Pedro, mata y come.
2 Piadoso, y temeroso de Dios 14 Entonces Pedro dijo: Señor,
con toda su casa, y que hacía no; porque ninguna cosa común,
muchas limosnas al pueblo, y ni inmunda, he comido jamás.
que oraba a Dios siempre. 15 Y volvió la voz a decirle la se-
3 Este vio en visión manifiesta- gunda vez: Lo que Dios limpió, no
mente, como a la hora novena lo llames tú común.
del día, a un ángel de Dios que 16 Y esto fue hecho por tres
entraba a él, y le decía: Cornelio. veces; y el vaso volvió a ser reco-
4 Y él, puestos en él los ojos, es- gido en el cielo.
pantado, dijo: ¿Qué es, Señor? 17 Y estando Pedro dudando
Y le dijo: Tus oraciones y tus li- dentro de sí, que sería la visión
mosnas han subido en memoria que había visto, he aquí, los
delante de Dios. varones que habían sido envia-
5 Envía pues ahora varones a dos de Cornelio, habían pre-
Joppe, y haz venir a Simón, que guntado por la casa de Simón,
177
Actos 10 Pedro en casa de Cornelio
y estaban de pie ante la puerta. venido sin contradecir. Así que
18 Y llamando, preguntaron si pregunto, ¿por qué causa me ha-
Simón, que tenía por sobrenom- béis enviado a llamar?
bre Pedro, posaba allí. 30 Entonces Cornelio dijo: Cua-
19 Y estando Pedro pensando en tro días ha que a esta hora yo
la visión, le dijo el Espíritu: He estaba ayunando; y a la hora no-
aquí, tres varones te buscan. vena estando orando en mi casa,
20 Levántate pues, y desciende, y he aquí, un varón se puso de pie
vete con ellos no dudando nada: delante de mí en vestido resplan-
porque yo los he enviado. deciente,
21 Entonces Pedro, descendió a 31 Y dijo: Cornelio, tu oración
los varones que le eran enviados es oída, y tus limosnas han ve-
por Cornelio y dijo: He aquí, yo nido en memoria a la presencia
soy el que buscáis: ¿cuál es la de Dios.
causa porque habéis venido? 32 Envía pues a Joppe, y haz
22 Y ellos dijeron: Cornelio, el venir a Simón, que tiene por so-
centurión, varón justo, y teme- brenombre Pedro: éste posa en
roso de Dios, y de buen testimo- casa de Simón, curtidor, junto al
nio entre toda la nación de los mar, el cual habiendo venido, te
Judíos, fue avisado de Dios por hablará.
un santo ángel, de hacerte venir 33 Así que, envié inmediatamen-
a su casa, y oír palabras de ti. te a ti; y tú has hecho bien vi-
23 El pues, los invitó a entrar, y niendo. Ahora pues, todos noso-
los hospedó: Y el día siguiente tros estamos aquí en la presencia
Pedro se fue con ellos; y le acom- de Dios para oír todo lo que Dios
pañaron algunos de los herma- te ha mandado.
nos de Joppe. 34 Entonces Pedro, abriendo su
24 Y al otro día entraron en Cesa- boca, dijo: En verdad percibo que
rea. Y Cornelio los estaba esperan- Dios no hace acepción de personas:
do, habiendo llamado a sus parien- 35 Sino que de cualquiera nación, el
tes, y a los amigos más íntimos. que le teme y obra justicia, es de su
25 Y como Pedro entraba, Cor- agrado.
nelio le salió a recibir; y cayendo a 36 La palabra que Dios envió a
sus pies, le adoró. los hijos de Israel, predicando la
26 Mas Pedro le levantó, dicien- paz por Jesu Cristo: (éste es el
do: Levántate, que yo mismo Señor de todos:)
también soy hombre. 37 La cual palabra, vosotros sa-
27 Y hablando con él, entró; y béis, que fue publicada por toda
halló a muchos que se habían Judea, comenzando desde Ga-
juntado. lilea después del bautismo que
28 Y les dijo: Vosotros sabéis Juan predicó;
bien, que no es lícito a un hom- 38 Cómo Dios ungió a Jesús de
bre Judío juntarse, o llegarse a Nazaret, con el Espíritu Santo y
uno de otra nación; mas me ha con poder, el cual anduvo ha-
mostrado Dios, que a ningún ciendo bien, y sanando a todos
hombre llame común o inmundo. los que estaban oprimidos del
29 Por lo cual, siendo llamado he diablo; porque Dios era con él.
178
Conversión de los Gentiles Actos 11
39 Y nosotros somos testigos de Judea, que también los Gentiles
todas las cosas que hizo en la tie- habían recibido la palabra de Dios.
rra de los Judíos, y en Jerusalem; 2 Y cuando Pedro subió a Jeru-
al cual mataron colgándole en salem, contendían contra él los
un madero. que eran de la circuncisión,
40 A éste Dios le resucitó al ter- 3 Diciendo: ¿Por qué has entra-
cer día, e hizo que apareciese do a varones incircuncisos, y has
manifiestamente: comido con ellos?
41 No a todo el pueblo, sino a los 4 Entonces comenzando Pedro,
testigos que Dios antes había es- les declaró por orden lo pasado,
cogido, es a saber, a nosotros, que diciendo:
comimos, y bebimos juntamente 5 Yo estaba en la ciudad de
con él, después que resucitó de Joppe orando, y vi, en éxtasis,
entre los muertos. una visión: cierto vaso, como un
42 Y nos mandó que predicáse- gran lienzo, que descendía, que
mos al pueblo, y testificásemos por los cuatro cabos fue bajado
que él es el que Dios ha puesto del cielo, y venía hasta mí.
por Juez de vivos y de muertos. 6 En el cual cuando puse los ojos,
43 A éste dan testimonio todos consideré, y vi animales terres-
los profetas, de que todos los que tres cuadrúpedos, y fieras, y rep-
en él creyeren, recibirán remi- tiles, y aves del cielo.
sión de pecados en su nombre. 7 Y oí una voz que me decía: Le-
44 Estando aún hablando Pedro vántate, Pedro, mata, y come.
estas palabras, el Espíritu Santo 8 Y dije: Señor, no; porque nin-
cayó sobre todos los que oían la guna cosa común ni inmunda
palabra. entró jamás en mi boca.
45 Y se espantaron los creyentes 9 Entonces la voz me respon-
que eran de la circuncisión, que dió del cielo la segunda vez: Lo
habían venido con Pedro, de que que Dios limpió, no lo llames tú
también sobre los Gentiles se de- común.
rramase el don del Espíritu Santo. 10 Y esto fue hecho por tres
46 Porque los oían hablar en len- veces; y volvió todo a ser tomado
guas, y que magnificaban a Dios. arriba en el cielo.
Entonces Pedro respondió: 11 Y he aquí que inmediatamen-
47 ¿Puede alguien impedir el te tres varones sobrevinieron a la
agua, para que no sean bauti- casa donde yo estaba, enviados a mí
zados éstos, que han recibido el de Cesarea.
Espíritu Santo también como no- 12 Y el Espíritu me dijo que me
sotros? fuese con ellos sin dudar nada. Y
48 Y les mandó que fueran bau- vinieron también conmigo estos
tizados en el nombre del Señor. seis hermanos, y entramos en la
Y le rogaron que se quedase por casa del varón,
algunos días. 13 El cual nos contó como había
visto a un ángel en su casa, que es-
CAPÍTULO 11 taba en pie, y le dijo: Envía varo-
OYERON los apóstoles, y los nes a Joppe, y haz venir a Simón,
Y hermanos que estaban en
179
que tiene por sobrenombre Pedro,
Actos 12 El evangelio en Antioquía
14 El cual te hablará palabras por lleno del Espíritu Santo, y de fe;
las cuales serás salvo tú, y toda y mucha gente fue añadida al
tu casa. Señor.
15 Y como comencé a hablar, 25 Y partió Bernabé a Tarso para
cayó el Espíritu Santo sobre ellos, buscar a Saulo; Y hallandole, le
como también sobre nosotros al trajo a Antioquía.
principio. 26 Y sucedió que por un año en-
16 Entonces me acordé de la pa- tero se juntaron allí con la iglesia;
labra del Señor, como él dijo: y enseñaron a mucha gente: y los
Juan ciertamente bautizó en discípulos fueron llamados Cristia-
agua; mas vosotros seréis bauti- nos primeramente en Antioquía.
zados con el Espíritu Santo. 27 Y en aquellos días descendieron
17 Así que, si Dios les dio a ellos de Jerusalem profetas a Antioquía.
el mismo don también como a 28 Y levantándose uno de ellos,
nosotros que hemos creído en el llamado Agabo, significaba por el
Señor Jesu Cristo, ¿quién era yo Espíritu, que había de haber una
que pudiese estorbar a Dios? grande hambre por todo el
18 Entonces, oídas estas cosas, mundo, la cual también vino en
callaron, y glorificaron a Dios, tiempo de Claudio César.
diciendo: De manera que tam- 29 Entonces los discípulos, cada
bién a los Gentiles ha dado Dios uno conforme a lo que tenía, de-
arrepentimiento para vida. terminaron de enviar socorro a los
19 Y los que habían sido esparci- hermanos que moraban en Judea.
dos por la persecución que había 30 Lo cual asimismo hicieron,
sucedido por causa de Esteban, enviándolo a los ancianos por
pasaron hasta Fenicia, y Chipre, mano de Bernabé y de Saulo.
y Antioquía, no predicando a
nadie la palabra, sino sólo a los CAPÍTULO 12
Judíos. EN el mismo tiempo el rey He-
20 Y algunos de ellos eran va-

rones de Chipre y de Cirene,


Y rodes tendió las manos para

maltratar a ciertos de la iglesia.


los cuales cuando entraron en 2 Y mató a Jacobo el hermano de
Antioquía, hablaron a los Grie- Juan a espada.
gos, predicando el evangelio del 3 Y viendo que había agradado
Señor Jesús. a los Judíos, procedió para pren-
21 Y la mano del Señor era con der también a Pedro. (Eran en-
ellos; y un gran número creyen- tonces los días de los panes sin
do se convirtió al Señor. levadura.)
22 Y llegó la fama de estas cosas 4 Y habiéndolo prendido, le puso
a oídos de la iglesia que estaba en la prisión, entregándole a cua-
en Jerusalem; y enviaron a Ber- tro cuaterniones de soldados que
nabé que fuese hasta Antioquía: le guardasen: queriendo sacarle
23 El cual cuando llegó, y vio la al pueblo después de la Pascua.
gracia de Dios, se gozó; y exhortó 5 Así que, Pedro era guardado en
a todos que con propósito de co- la prisión; mas la iglesia hacía
razón permaneciesen en el Señor. oración a Dios sin cesar por él.
24 Porque era varón bueno, y 6 Y cuando Herodes le había de
180
Pedro librado de la cárcel Actos 13
sacar, aquella misma noche, es- 16 Mas Pedro perseveraba en lla-
taba Pedro durmiendo entre dos mar; y cuando hubieron abierto, lo
soldados, preso con dos cadenas, vieron, y se espantaron.
y los guardas delante de la puer- 17 Mas él, haciéndoles señal con la
ta que guardaban la prisión. mano que callasen, les contó
7 Y, he aquí, el ángel del Señor como el Señor le había sacado de
sobrevino, y una luz resplandeció la cárcel; y dijo: Haced saber esto a
en la prisión: e hiriendo a Pedro Jacobo y a los hermanos. Y salido,
en el lado, le despertó, diciendo: se fue a otro lugar.
Levántate presto. Y las cadenas 18 Y luego que fue de día, había
se le cayeron de las manos. no poco alboroto entre los solda-
8 Y le dijo el ángel: Cíñete, y átate dos, sobre qué se había hecho de
tus sandalias. Y lo hizo así. Y le Pedro.
dijo: Rodéate tu ropa, y sígueme. 19 Mas Herodes, cuando le buscó,
9 Y saliendo, le seguía; y no sabía y no le halló, hecha inquisición
que era verdad lo que hacía el de los guardas, los mandó llevar
ángel; mas pensaba que veía una a la muerte. Y descendiendo de
visión. Judea a Cesarea, se quedó allí.
10 Y cuando pasaron la primera y 20 Y Herodes estaba enojado
la segunda guarda, vinieron a la contra los de Tiro, y los de Sidón;
puerta de hierro, que va a la mas ellos vinieron de acuerdo a
ciudad, la cual se les abrió por sí él; y habiendo sobornado a Blas-
misma; y salidos, pasaron ade- to, que era el camarero del rey,
lante por una calle; y al instante el pedían paz; porque las tierras de
ángel se apartó de él. ellos eran mantenidas por las del
11 Entonces Pedro, volviendo en sí, rey.
dijo: Ahora entiendo verdadera- 21 Y en un día señalado, Herodes
mente, que el Señor ha enviado su vestido de ropa real, se sentó en
ángel, y me ha librado de la mano su trono, y les arengaba.
de Herodes, y de toda la expecta- 22 Y el pueblo aclamaba, diciendo:
ción del pueblo de los Judíos. ¡Voz de un dios, y no de hombre!
12 Y habiendo considerado ésto, 23 Y al instante el ángel del
llegó a casa de María la madre Señor le hirió, por cuanto no dio la
de Juan, el que tenía por sobre- gloria a Dios; y comido de gu-
nombre Marcos, donde muchos sanos expiró.
estaban congregados, y orando. 24 Mas la palabra de Dios crecía, y
13 Y tocando Pedro a la puerta del se multiplicaba.
portal, salió una muchacha para 25 Y Bernabé y Saulo volvieron de
escuchar, que se llamaba Rhode, Jerusalem, cumplido su minis-
14 Y reconociendo la voz de terio, tomando también consigo a
Pedro, de gozo no abrió la puerta, Juan, el que tenía por sobre-
sino que corriendo adentro, dio nombre Marcos.
la nueva, que Pedro estaba de
pie ante la puerta. CAPÍTULO 13
15 Y ellos le dijeron: Estás loca: ABÍA entonces en la igle-
mas ella afirmaba que así era. En-

tonces ellos decían: Su ángel es.


H sia; que estaba en Antio-

quía, ciertos profetas y maestros,


181
Actos 13 Primer viaje de Pablo
como Bernabé, y Simón el que se que había sido hecho, creyó, mara-
llamaba Niger, y Lucio Cireneo, villado de la doctrina del Señor.
y Manaén, que había sido criado 13 Y partidos de Pafos, Pablo, y
con Herodes el tetrarca, y Saulo. los que estaban con él, vinieron a
2 Ministrando pues éstos al Perges de Pamfilia: entonces
Señor, y ayunando, dijo el Espíri- Juan, apartándose de ellos, se
tu Santo: apartadme a Bernabé y a volvió a Jerusalem.
Saulo para la obra para la cual los 14 Y ellos pasando de Perges, vi-
he llamado. nieron a Antioquía de Pisidia; y
3 Y cuando hubieron ayunado y entrando en la sinagoga un día de
orado, pusieron las manos sobre sábado, se asentaron.
ellos y dejáronlos ir. 15 Y después de la lectura de la
4 Así que ellos, enviados por el Es- ley y de los profetas, los prínci-
píritu Santo, descendieron a Seleu- pes de la sinagoga enviaron a
cia; y de allí navegaron a Chipre. ellos, diciendo: Varones y her-
5 Y llegados a Salamina, predi- manos, si hay en vosotros alguna
caban la palabra de Dios en las palabra de exhortación para el
sinagogas de los Judíos; y tenían pueblo, hablad.
también a Juan por ministro. 16 Entonces Pablo, levantándo-
6 Y habiendo atravesado la isla se, hecha señal de silencio con la
hasta Pafos, hallaron a cierto he- mano, dijo: Varones Israelitas, y
chicero, falso profeta, Judío, lla- los que teméis a Dios, oíd.
mado Barjesús: 17 El Dios de este pueblo de Israel
7 El cual estaba con el procónsul escogió a nuestros padres, y ensal-
Sergio Paulo, varón prudente. Este, zó el pueblo, siendo ellos extran-
llamando a Bernabé y a Saulo, de- jeros en la tierra de Egipto, y con
seaba oír la palabra de Dios. brazo levantado los sacó de ella.
8 Mas les resistía Elimas el he- 18 Y por espacio como de cua-
chicero, (que así se interpreta su renta años soportó sus costum-
nombre,) procurando apartar de bres en el desierto.
la fe al procónsul. 19 Y destruyendo siete naciones
9 Entonces Saulo, que también en la tierra de Canaán, les repar-
se llama Pablo, lleno del Espíritu tió por suerte la tierra de ellas.
Santo, poniendo en él los ojos, 20 Y después de esto les dio jueces
10 Dijo: Oh lleno de todo engaño y como por cuatrocientos y cincuen-
de toda maldad, hijo del diablo, ta años, hasta el profeta Samuel.
enemigo de toda justicia, ¿no ce- 21 Y entonces demandaron rey;
sarás de trastornar los caminos y les dio Dios a Saúl, hijo de Cis,
rectos del Señor? varón de la tribu de Benjamín,
11 Ahora, pues, he aquí, la mano por espacio de cuarenta años.
del Señor es contra ti, y serás 22 Y quitado aquél, les levantó a
ciego, que no veas el sol por un David por rey, al cual dio tes-
tiempo. E inmediatamente caye- timonio, diciendo: He hallado a
ron sobre él oscuridad y tinieblas; David, hijo de Isaí, varón confor-
y andando alrededor, buscaba me a mi corazón, el cual hará
quién le condujese por la mano. toda mi voluntad.
12 Entonces el procónsul, viendo lo 23 De la simiente de éste, Dios,
182
Discurso en la sinagoga Actos 13
conforme a su promesa, levantó a tos para nunca más volver a co-
Israel un Salvador, Jesús: rrupción, dijo así: Yo os daré las
24 Cuando, antes de su venida, misericordias fieles de David.
Juan había predicado primero el 35 Por ésto en otro Salmo dice
bautismo de arrepentimiento a también: No permitirás que tu
todo el pueblo de Israel. Santo vea corrupción.
25 Mas cuando Juan cumplía 36 Porque por la verdad David,
su carrera, dijo: ¿Quién pensáis habiendo servido a su propia ge-
que soy yo? Yo no soy él; mas, neración según la voluntad de
he aquí, viene en pos de mí uno, Dios, durmió, y fue juntado con
cuyos zapatos de los pies no soy sus padres, y vio corrupción.
yo digno de desatar. 37 Mas aquel que Dios resucitó,
26 Varones y hermanos, hijos del no vio corrupción.
linaje de Abraham, y los que de 38 Séaos pues notorio, varones
entre vosotros temen a Dios, a hermanos, que por éste os es pre-
vosotros es enviada la palabra de dicada remisión de pecados;
esta salvación. 39 Y de todo lo que por la ley de
27 Porque los que moran en Je- Moisés no pudisteis ser justifi-
rusalem, y sus príncipes, no co- cados, en él es justificado todo
nociendo a éste, ni a las voces de aquel que creyere.
los profetas que se leen todos los 40 Mirad pues que no venga
sábados, condenándo le las cum- sobre vosotros lo que está dicho en
plieron. los profetas:
28 Y sin hallar en él causa de 41 Mirad, menospreciadores, y
muerte, pidieron a Pilato que maravillaos, y pereced; porque yo
fuese muerto. obro una obra en vuestros
29 Y cuando hubieron cumplido días, obra que no la creeréis aun-
todas las cosas que de él eran que alguien os la contare.
escritas, quitándole del made- 42 Y salidos los Judíos de la si-
ro, le pusieron en un sepulcro. nagoga, los Gentiles les rogaron
30 Mas Dios le resucitó de los que el sábado siguiente se les
muertos. predicasen estas palabras.
31 El cual fue visto por muchos 43 Y despedida la congregación,
días de los que habían subido muchos de los Judíos, y de los
juntamente con él de Galilea a prosélitos religiosos siguieron a
Jerusalem, los cuales son sus tes- Pablo y a Bernabé: los cuales ha-
tigos al pueblo. blándoles, les persuadían que per-
32 Y nosotros os predicamos el maneciesen en la gracia de Dios.
evangelio de aquella promesa 44 Y el sábado siguiente se juntó
que fue hecha a los padres, casi toda la ciudad a oír la pala-
33 La cual Dios ha cumplido a bra de Dios.
nosotros, los hijos de ellos, resu- 45 Mas cuando los Judíos vieron
citando a Jesús: como también las multitudes, fueron llenos de
en el Salmo segundo está escrito: envidia, y contradecían a lo que
Mi hijo eres tú, yo te he Pablo decía, contradiciendo y
engendrado hoy. blasfemando.
34 Y que le resucitó de los muer- 46 Entonces Pablo y Bernabé, to-
183
Actos 14 Pablo y Bernabé en Iconio
mando denuedo, dijeron: A vo- milagros fuesen hechos por las
sotros a la verdad era menester manos de ellos.
que se os hablase primero la pa- 4 Y la multitud de la ciudad fue
labra de Dios; mas, pues que la dividida; y unos eran con los Ju-
desecháis, y os juzgáis indignos díos, y otros con los apóstoles.
de la vida eterna, he aquí, nos 5 Mas cuando hubo ímpetu de
volvemos a los Gentiles. los Gentiles, y los Judíos, jun-
47 Porque así nos lo mandó el tamente con sus príncipes, para
Señor, diciendo: Te he puesto por afrentarlos y apedrearlos,
luz de los Gentiles, para que seas 6 Entendiéndolo ellos se huyeron a
por salvación hasta lo postrero Listra y Derbe, ciudades de Licao-
de la tierra. nia, y por toda la tierra al derredor.
48 Y los Gentiles oyendo esto, 7 Y allí predicaban el evangelio.
fueron gozosos, y glorificaban la 8 Y cierto varón de Listra, im-
palabra del Señor, y tantos que potente de los pies, estaba sen-
creyeron, fueron ordenados para tado, cojo desde el vientre de su
vida eterna. madre, que jamás había andado.
49 Y la palabra del Señor fue pu- 9 Este oyó hablar a Pablo: el cual,
blicada por toda aquella región. como puso los ojos en él, y vio
50 Mas los Judíos concitaron a que tenía fe para ser sano,
las mujeres piadosas y nobles, y a 10 Dijo a gran voz: Levántate de-
los principales de la ciudad, y recho sobre tus pies. Y él saltó, y
levantaron persecución contra anduvo.
Pablo y Bernabé, a los cuales 11 Y cuando las gentes vieron lo
echaron de sus términos. que Pablo había hecho, alzaron
51 Ellos entonces sacudiendo sus voces, diciendo en lengua Li-
contra ellos el polvo de sus pies, caónica: Los dioses en semejan-
se vinieron a Iconio. za de hombres han descendido a
52 Y los discípulos fueron lle- nosotros.
nos de gozo, y del Espíritu Santo. 12 Y a Bernabé llamaban Júpiter; y
a Pablo, Mercurio, porque éste era
CAPÍTULO 14 el que llevaba la palabra.
ACONTECIÓ en Iconio, que 13 Entonces el sacerdote de Jú-
Y entrados ambos en la sina-
goga de los Judíos, hablaron de
piter que estaba delante de la
ciudad de ellos, trayendo toros y
tal manera que creyó una grande guirnaldas delante de las puertas,
multitud de Judíos, y asimismo quería con el pueblo sacrificar.
de Griegos. 14 Lo cual cuando oyeron los após-
2 Mas los Judíos que fueron in- toles, Bernabé y Pablo, rompien-
crédulos, incitaron a los Gentiles, do sus ropas, saltaron en medio de
y corrompieron las mentes de la multitud, dando voces,
ellos contra los hermanos. 15 Y diciendo: Varones, ¿por qué
3 Con todo eso se detuvieron hacéis esto? Nosotros hombres
allí mucho tiempo, hablando somos de iguales pasiones que
con denuedo en el Señor, el cual vosotros, y os predicamos que
daba testimonio a la palabra de de estas vanidades os convirtáis
su gracia, y dando que señales y al Dios vivo, que hizo el cielo, y
184
Pablo apedreado Actos 15
la tierra, y el mar, y todo cuanto comendados a la gracia de Dios
hay en ellos: para la obra que ya habían cum-
16 El cual en los tiempos pasados plido.
dejó a todas las naciones andar 27 Y habiendo llegado, y congre-
en sus propios caminos: gado la iglesia, contaron todas las
17 Aunque no se dejó a sí mismo cosas que Dios había hecho con
sin testimonio, bien hacien- ellos, y cómo había abierto a los
do, dándonos lluvias del cielo, y Gentiles la puerta de fe.
tiempos fructíferos, llenando de 28 Y se quedaron allí mucho
mantenimiento, y de alegría tiempo con los discípulos.
nuestros corazones.
18 Y diciendo estas cosas, con di- CAPÍTULO 15
ficultad impidieron las multitu- CIERTOS hombres que ha-
des a que no les sacrificasen.

19 Entonces sobrevinieron ciertos


Y bían descendido de Judea en-

señaban a los hermanos: Si no os


Judíos de Antioquía y de Iconio, circuncidáis, conforme a la cos-
que persuadieron a la multitud; tumbre de Moisés, no podéis ser
y habiendo apedreado a Pablo, le salvos.
sacaron arrastrando fuera de la 2 Así que, hecha una disensión y
ciudad, pensando que ya estaba contienda no pequeña por Pablo
muerto. y Bernabé contra ellos, determi-
20 Mas rodeándole los discípulos, naron que subiesen Pablo y Ber-
se levantó, y se entró en la ciu- nabé, y ciertos otros de ellos a
dad; y el día siguiente se partió los apóstoles y a los ancianos a
con Bernabé a Derbe. Jerusalem sobre esta cuestión.
21 Y cuando hubieron predicado 3 Ellos pues, siendo enviados por
el evangelio a aquella ciudad, y la iglesia, pasaron por Fenicia y
enseñado a muchos, volviéronse Samaria, contando la conversión
a Listra, y a Iconio, y a Antioquía, de los Gentiles; y causaron gran-
22 Confirmando las almas de los de gozo a todos los hermanos.
discípulos, exhortándolos que 4 Y venidos a Jerusalem, fue-
permaneciesen en la fe; y que es ron recibidos de la iglesia, y de
menester que por muchas tribu- los apóstoles y de los ancianos; y
laciones entremos en el reino de les hicieron saber todas las cosas
Dios. que Dios había hecho con ellos.
23 Y cuando les hubieron elegido 5 Mas ciertos de la secta de los
ancianos en cada una de las igle- Fariseos, que habían creído, se
sias, y habiendo orado con ayu- levantaron, diciendo: Que es me-
nos, los encomendaron al Señor nester circuncidarlos, y mandar-
en el cual habían creído. les que guarden la ley de Moisés.
24 Y habiendo pasado por toda 6 Y se juntaron los apóstoles y
Pisidia, vinieron a Pamfilia. los ancianos para considerar de
25 Y cuando hubieron predicado este negocio.
la palabra en Perges, descendie- 7 Y habiendo habido grande con-
ron a Atalia. tienda, levantándose Pedro, les
26 Y de allí navegaron a Antio- dijo: Varones hermanos, voso-
quía, de donde habían sido en- tros sabéis como ya hace algún
185
Actos 15 La asamblea de Jerusalem
tiempo que Dios escogió de entre a Dios, no han de ser inquietados:
nosotros, que los Gentiles oyesen 20 Sino escribirles que se apar-
por mi boca la palabra del evan- ten de las contaminaciones de
gelio, y creyesen. los ídolos, y de fornicación, y de lo
8 Y Dios, que conoce los corazo- ahogado, y de sangre.
nes, les dio testimonio, dándoles 21 Porque Moisés desde los
el Espíritu Santo a ellos también tiempos antiguos tiene en cada
como a nosotros. ciudad quien le predique en las
9 Y ninguna diferencia hizo entre sinagogas, donde es leído cada
nosotros y ellos, purificando por sábado.
fe sus corazones. 22 Entonces pareció bien a los
10 Ahora pues, ¿por qué tentáis a apóstoles, y a los ancianos con
Dios, poniendo un yugo sobre la toda la iglesia, de enviar varo-
cerviz de los discípulos, que ni nes escogidos de entre ellos a
nuestros padres ni nosotros Antioquía con Pablo y Bernabé,
hemos podido llevar? es a saber, a Judas que tenía por
11 Antes por la gracia del Señor sobrenombre Barsabás, y a Silas,
Jesu Cristo creemos que seremos varones principales entre los her-
salvos, así como ellos. manos;
12 Entonces toda la multitud 23 Y escribiendo por mano de
calló, y escucharon a Bernabé ellos así: Los apóstoles, y los an-
y a Pablo que contaban cuántos cianos, y los hermanos, a los her-
milagros y maravillas Dios había manos de los Gentiles que están
hecho por ellos entre los Gentiles. en Antioquía, y en Siria, y en Ci-
13 Y después que hubieron calla- licia, saludos:
do, Jacobo respondió, diciendo: 24 Por cuanto hemos oído que
Varones y hermanos, oídme: ciertos, que han salido de no-
14 Simón ha contado cómo pri- sotros, os han turbado con pa-
mero Dios visitó a los Gentiles, labras, trastornando vuestras
para tomar de entre ellos un pue- almas, mandando circuncidaros
blo para su nombre. y guardar la ley, a los cuales no
15 Y con esto concuerdan las pa- dimos tal mandato:
labras de los profetas, como está 25 Nos ha parecido bien, congre-
escrito: gados de un acuerdo, enviar va-
16 Después de estas cosas volve- rones escogidos a vosotros con
ré, y reedificaré el tabernáculo de nuestros amados Bernabé y Pablo,
David que está caído; y reedificaré 26 Hombres que han arriesgado
sus ruinas, y le volveré a levantar; sus vidas por el nombre de nues-
17 Para que el resto de los hom- tro Señor Jesu Cristo.
bres busque al Señor, y todos los 27 Así que, hemos enviado a
Gentiles sobre los cuales es invo- Judas, y a Silas, los cuales tam-
cado mi nombre, dice el Señor, bién por palabra os harán saber las
que hace todas estas cosas. mismas cosas.
18 Conocidas a Dios son todas 28 Porque ha parecido bien al Es-
sus obras desde la eternidad. píritu Santo, y a nosotros, de no
19 Por lo cual yo juzgo, que los imponeros otra carga además de
que de los Gentiles se convierten estas cosas necesarias:
186
Separación de Pablo y Bernabé Actos 16
29 Que os apartéis de las cosas CAPÍTULO 16
sacrificadas a ídolos, y de san-
gre, y de lo ahogado, y de forni- Y VINO hasta Derbe, y Listra; y,
he aquí, estaba allí cierto dis-
cación: de las cuales cosas si os cípulo, llamado Timoteo, hijo de
guardareis, haréis bien. Pasadlo una mujer Judía creyente, mas su
bien. padre era Griego.
30 Ellos entonces enviados, des- 2 De éste daban buen testimonio
cendieron a Antioquía, y juntan- los hermanos que estaban en Lis-
do la multitud, dieron la carta. tra y en Iconio.
31 La cual cuando leyeron, se go- 3 Este quiso Pablo que fuese con
zaron de la consolación. él; y tomándole, le circuncidó, por
32 Y Judas y Silas, siendo tam- causa de los Judíos que estaban
bién ellos profetas, exhortaron a en aquellos lugares; porque todos
los hermanos con abundancia de sabían que su padre era Griego.
palabra, y los confirmaron. 4 Y como pasaban por las ciuda-
33 Y pasando allí algún tiempo des, les daban para que guarda-
fueron enviados de los hermanos a sen los decretos, que habían sido
los apóstoles en paz. determinados por los apóstoles y
34 Mas a Silas pareció bien de los ancianos que estaban en Je-
quedarse allí aún. rusalem.
35 Y Pablo y Bernabé, con mu- 5 Así que las iglesias eran confir-
chos otros también, continuaron madas en la fe, y eran aumenta-
en Antioquía enseñando la pa- das en número cada día.
labra del Señor y predicando el 6 Y pasando a Frigia, y a la pro-
evangelio. vincia de Galacia, les fue prohi-
36 Y después de algunos días bido por el Espíritu Santo predi-
Pablo dijo a Bernabé: Volva- car la palabra en Asia.
mos a visitar a los hermanos por 7 Y cuando vinieron a Misia, ten-
todas las ciudades en las cuales taron de ir a Bitinia, mas no se lo
hemos predicado la palabra del permitió el Espíritu.
Señor, para ver cómo están. 8 Y pasando por Misia, descen-
37 Y Bernabé quería que toma- dieron a Troas.
sen consigo a Juan, el que tenía 9 Y se le apareció a Pablo de
por sobrenombre Marcos: noche una visión: Un varón de
38 Mas a Pablo no le parecía bien Macedonia estaba en pie, rogán-
llevar consigo al que se había dole, y diciendo: Pasa a Macedo-
apartado de ellos desde Pamfilia, nia y ayúdanos.
y no había ido con ellos a la obra. 10 Y cuando vio la visión, inme-
39 Y hubo tal contención entre diatamente procuramos partir a
ellos, que se apartaron el uno del Macedonia, dando por cierto que
otro; y Bernabé tomando a Mar- el Señor nos había llamado para
cos navegó a Chipre. que les predicásemos el evangelio.
40 Y Pablo escogiendo a Silas, 11 Y partidos de Troas, vinimos
partió, encomendado por los camino derecho a Samotracia, y el
hermanos a la gracia de Dios. día siguiente a Neápolis.
41 Y anduvo por Siria y Cilicia 12 Y de allí a Filipos, que es la
confirmando las iglesias. principal ciudad de aquella parte
187
Actos 16 Lidia de Tiatira
de Macedonia, y una colonia; y 22 Y la multitud se levantó a una
estuvimos en aquella ciudad contra ellos; y los magistrados
ciertos días. rompiéndoles sus ropas los man-
13 Y en el día del sábado salimos daron azotar con varas.
fuera de la ciudad, junto al río, 23 Y después que los hubieron
donde solían hacer oración; y sen- herido de muchos azotes, los
támonos, y hablamos a las muje- echaron en la cárcel, mandando
res que allí se habían congregado. al carcelero que los guardase con
14 Y cierta mujer, llamada Lidia, diligencia:
que vendía púrpura, de la ciudad 24 El cual, habiendo recibido tal
de Tiatira, que adoraba a Dios, mandamiento, los metió en la
nos oyó: el corazón de la cual cárcel de más adentro, y les ase-
abrió el Señor, para que estuvie- guró los pies en el cepo.
se atenta a lo que Pablo decía. 25 Mas a media noche orando
15 Y cuando fue bautizada, y su Pablo y Silas, cantaban himnos
casa, nos rogó, diciendo: Si habéis a Dios; y los que estaban presos
juzgado que yo sea fiel al Señor, los oían.
entrad en mi casa, y posad; y nos 26 Entonces fue hecho de repen-
constriñó. te un gran terremoto, de tal ma-
16 Y aconteció, que yendo noso- nera que los cimientos de la cár-
tros a la oración, una cierta mu- cel se movían; e inmediatamente
chacha que tenía espíritu de adi- todas las puertas se abrieron; y
vinación, nos salió al encuentro; las prisiones de todos se soltaron.
la cual daba grandes ganancias a 27 Y habiendo despertado el car-
sus amos adivinando. celero, viendo abiertas las puer-
17 Esta, siguiendo a Pablo, y a tas de la cárcel, sacando la es-
nosotros, daba voces, diciendo: pada se quería matar, pensando
Estos hombres son siervos del que los presos se habían huido.
Dios Altísimo, los cuales nos en- 28 Mas Pablo clamó a gran voz,
señan el camino de salvación. diciendo: No te hagas ningún
18 Y esto hacía por muchos días, mal: que todos estamos aquí.
mas desagradado Pablo se volvió, 29 Él entonces pidiendo una luz,
y dijo al espíritu: Te mando en el entró de un salto, y temblando se
nombre de Jesu Cristo, que salgas derribó a los pies de Pablo y de
de ella. Y salió en la misma hora. Silas.
19 Y viendo sus amos que había 30 Y sacándolos fuera, les dijo:
salido la esperanza de su ganan- Señores, ¿Qué es lo que yo debo
cia, prendieron a Pablo y a Silas; hacer para ser salvo?
y los arrastraron al foro, ante las 31 Y ellos le dijeron: Cree en el
autoridades. Señor Jesu Cristo, y serás salvo
20 Y presentándolos a los magis- tú, y tu casa.
trados, dijeron: Estos hombres 32 Y le hablaron la palabra del
alborotan nuestra ciudad, siendo Señor, y a todos los que estaban
Judíos. en su casa.
21 Y enseñan costumbres, las 33 Y tomándolos él en aquella
cuales no nos es lícito recibir ni misma hora de la noche, les lavó
guardar, siendo Romanos. los azotes; y fue bautizado inme-
188
Pablo en Tesalónica Actos 17
diatamente él, y todos los suyos. y de los Griegos piadosos una
34 Y llevándolos a su casa, les grande multitud; y mujeres prin-
puso la mesa; y se regocijó, cre- cipales no pocas.
yendo en Dios con toda su casa. 5 Entonces los Judíos que eran
35 Y cuando fue de día, los ma- incrédulos, movidos de envidia,
gistrados enviaron los alguaciles, tomaron consigo a ciertos vaga-
diciendo: Suelta a aquellos hom- bundos, malos hombres, y jun-
bres. tando compañía, alborotaron la
36 Y el carcelero hizo saber estas ciudad; y acometiendo la casa
palabras a Pablo: Los magistrados de Jasón, procuraban sacarlos al
han enviado que seáis sueltos: así pueblo.
que ahora salid, e idos en paz. 6 Y cuando no los hallaron,
37 Mas Pablo les dijo: Nos han arrastraron a Jasón y a ciertos
azotado públicamente sin haber hermanos a las autoridades de
sido condenados, siendo noso- la ciudad, dando voces, diciendo:
tros hombres Romanos, y nos han Estos son los que han trastorna-
echado en la cárcel; ¿y ahora nos do el mundo, y han venido acá
echan fuera encubiertamente? también;
No, por cierto; sino vengan ellos 7 A los cuales Jasón ha recibido, y
mismos, y nos saquen. todos éstos hacen contra los de-
38 Y los alguaciles volvieron a cretos de César, diciendo que hay
decir a los magistrados estas pa- otro rey, un tal Jesús.
labras; y ellos oyendo que eran 8 Y alborotaron el pueblo y a las
Romanos, tuvieron miedo. autoridades de la ciudad, oyendo
39 Y viniendo les suplicaron, y estas cosas.
sacándolos, les rogaron que se sa- 9 Y recibida satisfacción de Jasón, y
liesen de la ciudad. de los demás, los soltaron.
40 Entonces salidos de la cárcel, 10 Mas los hermanos inmedia-
entraron en casa de Lidia, y ha- tamente, de noche, enviaron a
biendo visto a los hermanos, los Pablo y a Silas a Berea, los cuales
consolaron, y se fueron. cuando llegaron, entraron en la
sinagoga de los Judíos.
CAPÍTULO 17 11 Y fueron éstos más nobles que
CUANDO hubieron pasado los de Tesalónica, en que recibie-
Y por Amfípolis, y Apolonia, vi-
nieron a Tesalónica, donde había
ron la palabra con toda prontitud
de ánimo, escudriñando cada día
una sinagoga de Judíos. las Escrituras, si estas cosas eran
2 Y Pablo, como acostumbraba, así.
entró a ellos, y por tres sábados 12 Así que creyeron muchos de
disputó con ellos de las Escrituras, ellos, también de mujeres Griegas
3 Declarando y proponiendo, que honorables, y de varones no pocos.
era menester que el Cristo pade- 13 Mas cuando supieron los Ju-
ciese, y resucitase de los muer- díos de Tesalónica que en Berea
tos; y que éste Jesús, el cual yo era predicada por Pablo la pala-
os predico, es el Cristo. bra de Dios, vinieron: y allí tam-
4 Y algunos de ellos creyeron, bién alborotaron el pueblo.
y se juntaron con Pablo y Silas; 14 Y entonces inmediatamente
189
Actos 17 Discurso en el Areópago
los hermanos enviaron a Pablo CONOCIDO. Aquél, pues, que
que fuese hasta el mar; mas Silas vosotros adoráis sin conocerle, a
y Timoteo se quedaron aún allí. éste os anuncio yo.
15 Y los que conducían a Pablo, 24 El Dios que hizo el mundo, y
le llevaron hasta Atenas; y ha- todas las cosas que hay en él, éste
biendo recibido mandato para como es Señor del cielo y de la
Silas y Timoteo, que viniesen a tierra, no mora en templos he-
él lo más presto que pudiesen, se chos de manos;
partieron. 25 Ni es servido por manos de
16 Y esperándolos Pablo en Ate- hombres, como si necesitase
nas, su espíritu se enardecía en algo; pues él da a todos vida, y
él, viendo la ciudad dada a la aliento, y todas las cosas.
idolatría. 26 El cual hizo de una sangre a
17 Por lo cual disputaba en la todas las naciones de los hombres,
sinagoga con los Judíos y los para que habitasen sobre toda la
hombres religiosos, y en la plaza faz de la tierra, ha determinado el
cada día con aquellos a quienes orden de los tiempos, y los térmi-
se encontraba. nos de la habitación de ellos;
18 Y ciertos filósofos de los Epicú- 27 Para que buscasen al Señor, si
reos y de los Estóicos disputaban en alguna manera palpando le ha-
con él; y unos decían: ¿Qué quie- llasen: aunque por cierto no está
re decir este palabrero? Y otros: lejos de cada uno de nosotros.
Parece que es predicador de dio- 28 Porque en él vivimos, y nos
ses extraños; porque les predica- movemos, y somos; como tam-
ba a Jesús, y la resurrección. bién ciertos de vuestros propios
19 Y le tomaron y le trajeron al poetas dijeron: Porque somos
Aerópago, diciendo: ¿Podremos también su linaje.
saber qué sea esta nueva doctrina 29 Siendo pues linaje de Dios,
que tú dices? no debemos pensar que la Divi-
20 Porque traes a nuestros oídos nidad sea semejante al oro, o a
ciertas cosas extrañas: queremos plata, o a piedra, o a escultura
pues saber qué quieren decir de artificio, y de imaginación de
estas cosas. hombres.
21 (Porque todos los Atenienses, 30 Y disimulaba Dios los tiempos
y los extranjeros que allí mora- de esta ignorancia; mas ahora
ban, en ninguna otra cosa se manda a todos los hombres, en
ocupaban sino en decir o en oír todas partes, que se arrepientan:
alguna cosa nueva.) 31 Porque ha establecido un día,
22 Entonces Pablo se puso de pie en el cual ha de juzgar con jus-
en medio del Aerópago y dijo: ticia a todo el mundo por aquel
Varones Atenienses, en todas las varón que él ha ordenado; de lo
cosas veo que sois demasiado su- cual ha dado certidumbre a todos
persticiosos; en haberlo resucitado de los
23 Porque pasando, y mirando muertos.
los objetos de vuestra adoración, 32 Y cuando ellos oyeron de la re-
hallé un altar en el cual estaba surrección de los muertos, unos
esta inscripción: AL DIOS NO se burlaban; y otros decían: Te
190
Pablo en Corinto Actos 18
oiremos acerca de esto otra vez. 9 Entonces el Señor dijo de noche en
33 Y así Pablo salió de en medio visión a Pablo: No temas, sino
de ellos. habla, y no calles;
34 Mas ciertos hombres creye- 10 Porque yo estoy contigo, y nin-
ron, juntándose con él: entre los guno te acometerá para hacer-
cuales fue Dionisio el Areopagita, y te mal; porque yo tengo mucho
una mujer llamada Dámaris, y pueblo en esta ciudad.
otros con ellos. 11 Y se quedó allí un año y seis
meses, enseñándoles la palabra
CAPÍTULO 18 de Dios.
ESPUÉS de estas cosas Pablo 12 Y siendo Galión Procónsul de
D partió de Atenas, y vino a
Corinto.
Acaya, los Judíos se levantaron
unánimes contra Pablo, y le tra-
2 Y halló a cierto Judío llamado jeron al tribunal,
Aquila, natural del Ponto, que 13 Diciendo: Este persuade a los
hacía poco que había venido hombres a adorar a Dios contra
de Italia, y a Priscila su esposa, la ley.
(porque Claudio había mandado 14 Y cuando Pablo iba a abrir la
que todos los Judíos saliesen de boca, Galión dijo a los Judíos: Si
Roma,) se vino a ellos: fuera algún agravio, o algún cri-
3 Y porque era del mismo oficio, men enorme, oh Judíos, confor-
posó con ellos, y trabajaba; por- me a derecho yo os tolerara;
que el oficio de ellos era hacer 15 Mas si son cuestiones de pala-
tiendas. bras, y de nombres, y de vuestra ley,
4 Y disputaba en la sinagoga vedlo vosotros; porque yo no quiero
todos los sábados, y persuadía a ser juez de esas cosas.
Judíos, y a Griegos. 16 Y los echó del tribunal.
5 Y cuando Silas y Timoteo vi- 17 Entonces todos los Griegos
nieron de Macedonia, Pablo era tomando a Sóstenes, príncipe de
constreñido en espíritu, testifi- la sinagoga, le herían delante del
cando a los Judíos que Jesús era tribunal; y a Galión nada se le
el Cristo. daba de ello.
6 Mas oponiéndose y blasfeman- 18 Mas Pablo habiendo perma-
do ellos, les dijo, sacudiendo necido aún allí muchos días, des-
sus vestidos: Vuestra sangre sea pidiéndose de los hermanos, na-
sobre vuestra cabeza: yo estoy vegó a Siria, y con él Priscila y
limpio: desde ahora me iré a los Aquila, habiendo raído su cabeza
Gentiles. en Cenchreas, porque tenía voto.
7 Y partiendo de allí, entró en 19 Y llegó a Éfeso, y los dejó allí;
casa de cierto llamado Justo, que mas él entrando en la sinagoga
adoraba a Dios, la casa del cual disputaba con los Judíos.
estaba junto a la sinagoga. 20 Los cuales rogándole que se
8 Y Crispo, el príncipe de la si- quedase con ellos por más tiem-
nagoga, creyó en el Señor con po, no se lo concedió.
toda su casa; y muchos de los Co- 21 Antes se despidió de ellos,
rintios oyendo, creían, y fueron diciendo: Es menester que en
bautizados. todo caso yo guarde la fiesta que
191
Actos 19 Apolos en Éfeso
viene en Jerusalem; mas otra vez hemos oído si hay Espíritu Santo.
volveré a vosotros, si Dios quiere. 3 Entonces les dijo: ¿En qué pues
Y se partió de Éfeso. habéis sido bautizados? Y ellos
22 Y cuando hubo descendido dijeron: En el bautismo de Juan.
a Cesarea, y hubo subido, y sa- 4 Y dijo Pablo: Juan en verdad
ludado a la iglesia, descendió a bautizó con bautismo de arre-
Antioquía. pentimiento, diciendo al pueblo
23 Y habiendo estado allí algún que creyesen en el que había de
tiempo, partió, andando por venir después de él, es a saber,
orden la provincia de Galacia, y Cristo Jesús.
la Frigia, confirmando a todos 5 Y habiendo oído esto, fueron
los discípulos. bautizados en el nombre del
24 Y cierto Judío llamado Apo- Señor Jesús.
los, natural de Alejandría, varón 6 Y cuando Pablo les puso las
elocuente, poderoso en las Escri- manos encima, vino sobre ellos el
turas, vino a Éfeso. Espíritu Santo, y hablaban en
25 Éste era instruido en el cami- lenguas, y profetizaban.
no del Señor; y siendo fervoroso 7 Y eran los varones todos como
de espíritu, hablaba y enseña- doce.
ba diligentemente las cosas del 8 Y entrando él en la sinagoga,
Señor, sabiendo solamente el hablaba con denuedo por espa-
bautismo de Juan. cio de tres meses, disputando y
26 Y éste comenzó a hablar con persuadiendo las cosas pertene-
denuedo en la sinagoga, al cual cientes al reino de Dios.
cuando oyeron Aquila y Priscila, 9 Mas cuando algunos se endure-
le tomaron, y le declararon más cieron, y no querían creer, antes
particularmente el camino de Dios. dijeron mal del camino delante
27 Y cuando él quiso pasar a de la multitud, se apartó de ellos,
Acaya, los hermanos escribieron y separó a los discípulos, dispu-
exhortando a los discípulos que tando cada día en la escuela de
le recibiesen; el cual, habiendo un cierto Tyrano.
llegado, ayudó mucho a los que 10 Y esto fue hecho por espacio de
por la gracia habían creído. dos años, de tal manera que todos
28 Porque con gran vehemencia los que habitaban en Asia, así
convencía públicamente a los Ju- Judíos como Griegos, oyeron la
díos, mostrando por las Escritu- palabra del Señor Jesús.
ras que Jesús era el Cristo. 11 Y hacía Dios milagros especia-
les por las manos de Pablo.
CAPÍTULO 19 12 De tal manera que aun lleva-
ACONTECIÓ, que entre tanto sen a los enfermos pañuelos o
Y que Apolos estaba en Corinto,
Pablo, habiendo pasado por las
delantales de su cuerpo; y las en-
fermedades se iban de ellos, y los
regiones superiores, vino a Éfeso, y malos espíritus salían de ellos.
hallando ciertos discípulos, 13 Y ciertos de los Judíos exorcis-
2 Díjoles: ¿Habéis recibido al Es- tas vagabundos intentaron a in-
píritu Santo desde que creísteis? vocar el nombre del Señor Jesús
Y ellos le dijeron: Antes ni aun sobre los que tenían espíritus
192
Alboroto suscitado Actos 19
malos, diciendo: Os conjuramos plata templos de Diana, daba a
por Jesús, el que Pablo predica. los artífices no poca ganancia.
14 Y había siete hijos de un tal 25 A los cuales, habiendo junta-
Sceva, Judío, príncipe de los sa- do con los oficiales de semejante
cerdotes, que hacían esto. oficio, dijo: Varones, ya sabéis
15 Y respondiendo el espíritu que de este oficio tenemos ga-
malo, dijo: A Jesús conozco, y nancia;
sé bien de Pablo; mas vosotros, 26 Y veis, y oís que este Pablo,
¿quiénes sois? no solamente en Éfeso, mas por
16 Y el hombre en quien estaba casi toda la Asia ha persuadido
el espíritu malo, saltando sobre y apartado a muchísima gente,
ellos, y enseñoreándose de ellos, diciendo: Que no son dioses los
prevaleció contra ellos, de tal que se hacen con las manos.
manera que huyeron de aquella 27 Y no solamente hay peligro
casa desnudos y heridos. de que este nuestro oficio se nos
17 Y esto fue notorio a todos los vuelva en reproche, mas aun
que moraban en Éfeso, así Ju- también que el templo de la gran
díos como Griegos; y cayó temor diosa Diana sea estimado en
sobre todos ellos, y era magnifi- nada, y comience a ser destruida
cado el nombre del Señor Jesús. la majestad de aquella, a la cual
18 Y muchos de los que habían adora toda la Asia, y el mundo.
creído, venían confesando, y 28 Oídas estas cosas, hinchiéronse
dando cuenta de sus hechos. de ira, y dieron alarido, diciendo:
19 Asimismo muchos de los que Grande es Diana de los Efesios.
habían practicado artes curiosas, 29 Y toda la ciudad se llenó de
trajeron los libros, y quemáronlos confusión, y unánimes arreme-
delante de todos; y echada cuenta tieron al teatro, arrebatando a
del precio de ellos, halláron lo ser Gayo y a Aristarcho, Macedonios,
cincuenta mil piezas de plata. compañeros de Pablo.
20 Así crecía poderosamente la 30 Y queriendo Pablo salir al
palabra de Dios, y prevalecía. pueblo, los discípulos no le de-
21 Y cumplidas estas cosas, pro- jaron.
puso Pablo en su espíritu cuando 31 También ciertos de los princi-
hubiese pasado por Macedonia y pales de Asia, que eran sus ami-
Acaya, de ir a Jerusalem, dicien- gos, enviaron a él rogándole que
do: Después que hubiere estado no se presentase en el teatro.
allá, me será menester ver tam- 32 Y unos gritaban una cosa, y
bién a Roma. otros otra; porque la asamblea
22 Y enviando a Macedonia a era confusa, y los más no sabían
dos de los que le ministraban, Ti- por qué se habían juntado.
moteo y Erasto, él se quedó por 33 Y sacaron de entre la multitud a
algún tiempo en Asia. Alejandro, rempujándole los
23 Y por aquel tiempo se levantó Judíos. Y Alejandro, haciendo
un alboroto no pequeño acerca señal con la mano, quería hacer su
del camino. defensa al pueblo.
24 Porque cierto platero, llama- 34 Pero cuando ellos conocieron
do Demetrio, el cual hacía de que era Judío, todos gritaron a
193
Actos 20 Pablo en Troas
una voz, como por espacio de sito de volverse por Macedonia.
dos horas: Grande es Diana de 4 Y le acompañaron hasta Asia,
los Efesios. Sópater de Berea; y de los Tesa-
35 Y cuando el escribano hubo lonicenses, Aristarcho y Segun-
apaciguado la multitud, dijo: Va- do; y Gayo de Derbe; y Timoteo;
rones Efesios, ¿quién hay de los y de Asia, Tíquico y Trófimo.
hombres que no sepa que la ciu- 5 Estos yendo delante, nos espe-
dad de los Efesios es adoradora raron en Troas.
de la grande diosa Diana, y de la 6 Y nosotros, después de los días de
imagen que cayó de Júpiter? los panes sin levadura, nave-
36 Así que, pues que esto no gamos desde Filipos, y vinimos a
puede ser contradicho, conviene ellos a Troas en cinco días, donde
que os apacigüéis, y que nada estuvimos siete días.
hagáis temerariamente. 7 Y el primer día de la semana,
37 Porque habéis traído a estos habiéndose juntado los discípu-
hombres, que no son robadores los para partir el pan, Pablo les
de iglesias, ni blasfemadores de predicaba, habiendo de salir al
vuestra diosa. día siguiente; y alargó su sermón
38 Por lo cual si Demetrio, y los hasta la media noche.
artífices que están con él, tienen 8 Y había muchas lámparas en el
queja contra alguno, audiencias aposento alto donde estaban
se hacen, y procónsules hay, congregados.
acúsense los unos a los otros. 9 Y cierto mancebo llamado Eu-
39 Y si demandáis alguna otra tico, que estaba sentado en una
cosa, en legítima asamblea se ventana, tomado de un sueño
puede despachar; profundo, como Pablo predicaba
40 Porque estamos nosotros en largamente, derribado del sueño,
peligro de ser acusados de sedi- cayó desde el tercer piso abajo; y
ción por esto de hoy; no habiendo fue alzado muerto.
ninguna causa por la cual poda- 10 Mas descendiendo Pablo, de-
mos dar razón de este concurso. rribóse sobre él, y abrazándo le,
41 Y habiendo dicho estas cosas, dijo: No os turbéis, que su vida
despidió la asamblea. está en él.
11 Y cuando él volvió a subir, y
CAPÍTULO 20 hubo partido el pan, y comido, y
DESPUÉS que cesó el alboro- hubo hablado largamente hasta
Y to, llamando Pablo a los dis-
cípulos, y abrazándolos, se partió
el alba, así se partió.
12 Y trajeron al mancebo vivo, y
para ir a Macedonia. fueron consolados no poco.
2 Y cuando hubo andado por 13 Y nosotros subiendo en la
aquellas partes, y les hubo ex- nave navegamos a Asos, para re-
hortado con muchas palabras, cibir de allí a Pablo; porque así lo
vino a Grecia. había determinado, queriendo él
3 Y habiendo estado tres meses mismo ir a pie.
allí, y estando para navegar a 14 Y cuando se juntó con noso-
Siria, fuéronle puestas asechan- tros en Asos, tomándole vinimos a
zas por los Judíos; y tenía propó- Mitilene.
194
Discurso de despedida Actos 20
15 Y navegando de allí, al día si- evangelio de la gracia de Dios.
guiente vinimos delante de Quió, 25 Y ahora he aquí, yo sé que nin-
y al otro día tomamos puerto en guno de todos vosotros, por entre
Samo; y habiendo reposado en quienes he pasado predicando el
Trogilio, el día siguiente vinimos reino de Dios, verá más mi rostro.
a Mileto. 26 Por tanto yo os protesto el día
16 Porque Pablo había propuesto de hoy, que yo estoy puro de la
de pasar adelante de Éfeso, por sangre de todos.
no detenerse en Asia; porque se 27 Porque no me he retraído de
apresuraba por estar el día de anunciaros todo el consejo de
Pentecostés, si le fuese posible, Dios.
en Jerusalem. 28 Por tanto mirad por vosotros, y
17 Y enviando desde Mileto a por todo el rebaño sobre el que el
Éfeso, hizo llamar a los ancianos Espíritu Santo os ha puesto por
de la iglesia. sobreveedores, para apacentar la
18 Los cuales cuando vinieron a iglesia de Dios, la cual él compró
él, les dijo: Vosotros sabéis desde el con su propia sangre.
primer día que entré en Asia, 29 Porque yo sé, que después de mi
como he sido con vosotros por partida entrarán entre voso-
todo el tiempo, tros lobos rapaces, que no perdo-
19 Sirviendo al Señor con toda narán al rebaño;
humildad de mente, y con mu- 30 Y de entre vosotros mismos se
chas lágrimas y tentaciones que levantarán también hombres, ha-
me han venido por las asechan- blando cosas perversas, para lle-
zas de los Judíos: var discípulos en pos de sí.
20 Cómo nada que os fuese útil, 31 Por tanto velad, acordándoos
me he retraído de anunciaros, que por tres años, de noche y de
enseñando públicamente, y de día, no he cesado de amonestar
casa en casa, con lágrimas a cada uno.
21 Testificando a los Judíos, y 32 Y ahora, hermanos, os enco-
también a los Griegos el arrepen- miendo a Dios, y a la palabra de
timiento hacia Dios, y la fe hacia su gracia, la cual es poderosa para
nuestro Señor Jesu Cristo. edificaros, y daros herencia con
22 Y ahora he aquí, que yo, atado todos los que son santificados.
en el espíritu, voy a Jerusalem 33 La plata, o el oro, o el vestido
sin saber las cosas que allá me de nadie he codiciado.
han de acontecer: 34 Antes vosotros sabéis, que
23 Sólo que el Espíritu Santo por para lo que me ha sido necesa-
todas las ciudades me da testi- rio, y a los que estaban conmigo,
monio, diciendo: Que prisiones y estas manos me han servido.
tribulaciones me esperan. 35 Yo os he mostrado todas las
24 Mas de ninguna de estas cosas cosas, que trabajando así, de-
hago caso, ni tengo mi vida pre- béis sobrellevar a los débiles, y
ciosa a mí mismo, con tal que acordaros las palabras del Señor
acabe mi carrera con gozo, y el Jesús, el cual dijo: Más bienaven-
ministerio que recibí del Señor turado es dar, que recibir.
Jesús, para dar testimonio del 36 Y cuando hubo dicho estas
195
Actos 21 Pablo resuelto a ir a Jerusalem
cosas, puesto de rodillas oró con cual era uno de los siete, posa-
todos ellos. mos con él.
37 Entonces hubo un gran llanto 9 Y éste tenía cuatro hijas, vírge-
de todos; y echándose sobre el nes, que profetizaban.
cuello de Pablo, le besaban, 10 Y quedándonos allí por mu-
38 Doliéndose sobre todo por la chos días, descendió de Judea
palabra que dijo, que no habían cierto profeta llamado Agabo.
de ver más su rostro. Y le acom- 11 El cual cuando vino a noso-
pañaron hasta la nave. tros, tomó el cinto de Pablo, y
atándose a si mismo los pies y
CAPÍTULO 21 las manos, dijo: Esto dice el Espí-
ACONTECIÓ que cuando na- ritu Santo: Al varón, cuyo es este
Y vegamos, habiéndonos arran-
cado de ellos, vinimos camino
cinto, así le atarán los Judíos
en Jerusalem, le entregarán en
derecho a Coos, y el día siguiente a manos de los Gentiles.
Rhodas, y de allí a Pátara. 12 Y cuando oímos estas cosas,
2 Y hallando una nave que pasa- le rogamos nosotros, y los de
ba a Fenicia, nos embarcamos, y aquel lugar, que no subiese a Je-
partimos. rusalem.
3 Y cuando comenzó a descubrír- 13 Entonces Pablo respondió:
senos Chipre, dejándola a mano ¿Qué hacéis llorando, y quebran-
izquierda, navegamos a Siria, y tándome el corazón? porque yo
vinimos a Tiro; porque la nave estoy presto no sólo a ser atado,
había de descargar allí su carga. más aun a morir en Jerusalem
4 Y nos quedamos allí siete días, por el nombre del Señor Jesús.
habiendo hallado discípulos, los 14 Y como no le pudimos persua-
cuales decían a Pablo por el Espí- dir, cesamos, diciendo: Hágase la
ritu, que no subiese a Jerusalem. voluntad del Señor.
5 Cuando hubimos cumplido 15 Y después de estos días, ha-
estos días, nos partimos, acom- biendo tomado nuestros líos, su-
pañándonos todos con sus espo- bimos a Jerusalem.
sas e hijos hasta fuera de la ciu- 16 Y vinieron también con no-
dad; y puestos de rodillas en la sotros de Cesarea algunos de los
ribera, oramos. discípulos, trayendo consigo a
6 Y cuando nos hubimos despedi- un Mnasón de Chipre, discípulo
do los unos de los otros, subimos antiguo con el cual posásemos.
en la nave, y ellos se volvieron a 17 Y cuando llegamos a Jeru-
sus casas. salem, los hermanos nos recibie-
7 Y nosotros, cumplida la nave- ron de buena voluntad.
gación, vinimos de Tiro a Tole- 18 Y el día siguiente, Pablo entró
maida, y habiendo saludado a con nosotros a Jacobo, y todos
los hermanos, nos quedamos con los ancianos se juntaron.
ellos un día. 19 Y habiéndolos saludado, les
8 Y al otro día, partidos Pablo contó una por una todas las
y los que con él estábamos, vi- cosas que Dios había hecho entre
nimos a Cesarea; y entrando en los Gentiles por su ministerio.
casa de Felipe el evangelista, el 20 Y cuando ellos lo oyeron, glo-
196
Pablo vuelve a Jerusalem Actos 21
rificaron al Señor; y le dijeron: este lugar; y además de esto, ha
Ya ves, hermano, cuantos milla- metido los Griegos en el templo, y
res de Judíos hay que han creído; y ha contaminado este santo lugar.
todos son celosos de la ley: 29 (Porque habían visto antes a
21 Y fueron informados de ti, Trófimo el Efesio en la ciudad
que enseñas a apartarse de Moi- con él, el cual pensaban que
sés a todos los Judíos que están Pablo había metido en el tem-
entre los Gentiles, diciendo, que plo.)
no han de circuncidar a sus hijos, 30 Así que toda la ciudad se al-
ni andar según las costumbres. borotó, y se hizo un concurso
22 ¿Qué hay pues? En todo caso de pueblo; y habiendo tomado a
la multitud ha de juntarse; por- Pablo le arrastraron fuera del
que oirán que has venido. templo, e inmediatamente las
23 Haz, pues, esto que te deci- puertas fueron cerradas.
mos: Tenemos cuatro varones 31 Y procurando ellos de matar-
que tienen voto sobre sí: le, fue dado aviso al capitán de la
24 Tómalos, y purifícate con compañía, que toda Jerusalem
ellos, y gasta con ellos para que estaba alborotada.
se raigan las cabezas; y que 32 El cual, inmediatamente to-
sepan todos que las cosas que mando soldados y centuriones,
han oído de ti no son nada, sino corrió a ellos. Y ellos, cuando
que tu mismo andas también or- vieron al capitán y a los soldados,
denadamente y guardas la ley. cesaron de golpear a Pablo.
25 Empero en cuanto a los que de 33 Entonces llegando el capitán, le
los Gentiles han creído, nosotros prendió, y le mandó atar con dos
hemos escrito; y determinamos, cadenas; y le preguntó quién era, y
que no guarden nada de esto: so- qué había hecho.
lamente que se abstengan de las 34 Y unos gritaban una cosa,
cosas sacrificadas a los ídolos, y otros otra, de entre la multitud; y
de sangre, y de estrangulado, y como no podía entender nada de
de fornicación. cierto a causa del alboroto, le
26 Entonces Pablo tomó a aque- mandó llevar a la fortaleza.
llos varones, y el día siguiente 35 Y cuando llegó a las gradas,
purificándose con ellos, entró en aconteció que fue llevado acues-
el templo, anunciando el cumpli- tas por los soldados a causa de la
miento de los días de la purifica- violencia del pueblo.
ción, hasta que fuese ofrecida la 36 Porque la multitud del pueblo
ofrenda por cada uno de ellos. venía detrás gritando: Afuera con él.
27 Y cuando iban a cumplirse los 37 Y cuando iban ya a meter a
siete días, los Judíos que eran de Pablo en la fortaleza, dijo al ca-
Asia, cuando le vieron en el tem- pitán: ¿Me será lícito hablar con-
plo, alborotaron todo el pueblo, y tigo? Y él dijo: ¿Sabes tú Griego?
le echaron mano, 38 ¿No eres tú aquel Egipcio que
28 Dando voces: Varones Israe- levantaste una sedición antes de
litas ayudad: éste es el hombre estos días, y sacaste al desierto
que por todas partes enseña a cuatro mil hombres salteadores?
todos contra el pueblo, y la ley, y 39 Entonces Pablo le dijo: Yo
197
Actos 22 Pablo habla a los Judíos
de cierto soy hombre Judío, de eres, Señor? Y díjome: Yo soy
Tarso, ciudadano de una ciudad Jesús de Nazaret, a quien tú per-
no oscura de Cilicia: empero rué- sigues.
gote que me permitas que hable 9 Y los que estaban conmigo, vie-
al pueblo. ron a la verdad la luz, y se espan-
40 Y cuando él se lo permitió, taron; mas no oyeron la voz del
Pablo estando en pie en las gra- que hablaba conmigo.
das, hizo señal con la mano al 10 Y dije: ¿Qué haré Señor? Y el
pueblo; y hecho grande silencio, Señor me dijo: Levántate, y ve a
les habló en lengua Hebrea, di- Damasco, y allí te será dicho todo
ciendo: lo que está determinado que hagas.
11 Y como yo no veía por causa
CAPÍTULO 22 de la gloria de aquella luz, lleva-
ARONES, hermanos, y padres, do de la mano por los que esta-
V oíd mi defensa que hago ahora
ante vosotros.
ban conmigo, vine a Damasco.
12 Entonces un cierto Ananías,
2 (Y cuando oyeron que les ha- varón piadoso conforme a la ley,
blaba en lengua Hebrea, dieron que tenía buen testimonio de
más silencio;) y dice: todos los Judíos que allí moraban,
3 Yo de cierto soy hombre Judío, 13 Viniendo a mí, y poniéndose de
nacido en Tarso de Cilicia, mas pie, me dijo: Hermano Saulo,
criado en esta ciudad a los pies recibe la vista. Y yo en aquella
de Gamaliel, enseñado según a misma hora le miré.
la verdad de la ley de los padres, 14 Y él dijo: El Dios de nuestros
y siendo celoso de Dios, como padres te ha escogido, para que
todos vosotros sois hoy. conocieses su voluntad, y vieses
4 Que perseguí este camino hasta a aquel Justo, y oyeses la voz de
la muerte, atando y entregando su boca;
en cárceles así a varones como a 15 Porque serás testigo suyo a
mujeres, todos los hombres de lo que has
5 Como también el sumo sa- visto y oído.
cerdote me es testigo, y toda la 16 Ahora pues, ¿por qué te de-
asamblea de los ancianos: de los tienes? Levántate, y sé bautizado, y
cuales también tomando cartas lava tus pecados, invocando el
para los hermanos, iba a Damas- nombre del Señor.
co, a fin de traer atados a Jeru- 17 Y me aconteció, vuelto a Jeru-
salem a los que estuviesen allí, salem, que orando en el templo,
para que fuesen castigados. fui arrebatado fuera de mí,
6 Mas aconteció, que yendo yo, 18 Y le vi que me decía: Date
y llegando cerca de Damasco, prisa, y sal prestamente fuera de
como a medio día de repente del Jerusalem; porque no recibirán tu
cielo resplandeció una gran luz testimonio de mí,
alrededor de mí. 19 Y yo dije: Señor, ellos saben
7 Y caí en el suelo, y oí una voz bien que yo encerraba en cárcel y
que me decía: Saulo, Saulo, ¿por azotaba por las sinagogas a los que
qué me persigues? creían en ti;
8 Yo entonces respondí: ¿Quién 20 Y cuando se derramaba la san-
198
Pablo ante el concilio Actos 23
gre de Esteban tu testigo, yo tam- CAPÍTULO 23
bién estaba de pie cerca, y con-
sentía a su muerte, y guardaba las Y PABLO, poniendo los ojos
en el concilio, dijo: Varones
ropas de los que le mataban. y hermanos: yo con toda buena
21 Y me dijo: Ve, porque yo te conciencia he vivido delante de
enviaré lejos a los Gentiles. Dios hasta el día de hoy.
22 Y le oyeron hasta esta palabra; 2 Y el sumo sacerdote, Ananías,
y entonces alzaron la voz, dicien- mandó a los que estaban de pie
do: Quita de la tierra a un tal hom- cerca de él que le hiriesen en la
bre; porque no conviene que viva. boca.
23 Y como ellos daban voces, y 3 Entonces Pablo le dijo: Herirte ha
arrojando sus ropas, y echando Dios a ti, pared blanqueada: Y
polvo al aire, estás tú sentado para juzgarme
24 Mandó el capitán que le lle- conforme a la ley, ¿Y contra la
vasen a la fortaleza; y ordenó ley me mandas herir?
que fuese examinado con azotes, 4 Y los que estaban de pie cerca
para saber por qué causa clama- dijeron: ¿Al sumo sacerdote de
ban así contra él. Dios injurias?
25 Y como le ataban con correas, 5 Y Pablo dijo: No sabía yo, her-
Pablo dijo al centurión que esta- manos, que era el sumo sacerdo-
ba de pie allí: ¿Os es lícito azo- te; porque escrito está: No habla-
tar a un hombre Romano, sin ser rás mal del príncipe de tu pueblo.
condenado? 6 Entonces Pablo, sabiendo que
26 Y cuando el centurión oyó esto, la una parte era de Saduceos, y
fue al capitán, y le dio aviso, di- la otra de Fariseos, clamó en el
ciendo: Mira lo que vas a hacer; concilio: Varones y hermanos, yo
porque este hombre es Romano. Fariseo soy, hijo de Fariseo, de
27 Y viniendo el capitán le dijo: la esperanza y de la resurrección
Dime, ¿eres tú Romano? Y él de los muertos soy yo juzgado.
dijo: Sí. 7 Y cuando hubo dicho esto, fue
28 Y respondió el capitán: Yo por hecha disensión entre los Fari-
gran suma alcancé esta ciudada- seos y los Saduceos; y la multi-
nía. Y Pablo dijo: Mas yo nací con tud fue dividida.
ella. 8 Porque los Saduceos dicen que no
29 Así que, inmediatamente se hay resurrección, ni ángel, ni
apartaron de él los que le habían espíritu; mas los Fariseos confie-
de examinar; y el capitán tam- san ambas cosas.
bién tuvo temor, entendido que 9 Hubo, pues, un gran clamor; y
era Romano, por haberle atado. levantándose los escribas que es-
30 Y el día siguiente querien- taban de la parte de los Fariseos,
do saber de cierto la causa por contendían, diciendo: Ningún mal
qué era acusado de los Judíos, le hallamos en este hombre: que sí
soltó de las prisiones, y mandó algún espíritu le ha hablado, o un
venir a los príncipes de los sa- ángel, no peleemos contra Dios.
cerdotes, y a todo su concilio; y 10 Y habiendo grande disensión,
sacando a Pablo, le presentó de- el capitán temiendo que Pablo
lante de ellos. fuese despedazado por ellos,
199
Actos 23 Conspiración contra Pablo
mandó descender soldados y 20 Y él le dijo: Los Judíos han
arrebatarle de en medio de ellos, y concertado rogarte que mañana
llevarle a la fortaleza. saques a Pablo al concilio, como
11 Y la noche siguiente, aparecien- que han de inquirir de él alguna
dosele el Señor, le dijo: Ten ánimo cosa más cierta.
Pablo: que como has testificado de 21 Mas tú no los creas; porque
mí en Jerusalem, así es menester más de cuarenta varones de ellos
que testifiques también en Roma. le acechan, los cuales han hecho
12 Y cuando fue de día, ciertos voto, debajo de maldición, de no
de los Judíos se juntaron, y se comer ni beber hasta que le hayan
comprometieron bajo maldición, matado; y ahora están apercibi-
diciendo, que ni comerían ni be- dos esperando tu promesa.
berían hasta que hubiesen mata- 22 Entonces el capitán despidió al
do a Pablo. mancebo, mandándole que a nadie
13 Y eran más de cuarenta los que dijese que le había dado aviso de
habían hecho esta conjuración: estas cosas.
14 Los cuales vinieron a los prín- 23 Y llamando a dos de los cen-
cipes de los sacerdotes, y a los turiones, les dijo: Preparad dos-
ancianos, y dijeron: Nosotros cientos soldados para que vayan
hemos hecho voto debajo de hasta Cesarea, y setenta de a ca-
grave maldición, que no hemos ballo, con doscientos lanceros
de gustar nada hasta que haya- para la tercera hora de la noche;
mos matado a Pablo. 24 Y aparejad cabalgaduras para
15 Ahora pues, vosotros, con el que poniendo a Pablo, le llevasen
concilio dad aviso al capitán, seguro a Félix el gobernador;
que le saque mañana a vosotros, 25 Y él escribió una carta en esta
como que queréis conocer de él manera:
alguna cosa más cierta; y noso- 26 Claudio Lisias a Félix gober-
tros, así que se nos acerque, es- nador excelentísimo, saludos.
taremos aparejados para matarle. 27 Y este hombre que fue preso
16 Mas cuando el hijo de la her- por los Judíos, y que iban a
mana de Pablo, oyó de las ase- matar ellos, lo libré yo sobrevi-
chanzas, vino, y entró en la for- niendo con una compañía de sol-
taleza, y dio aviso a Pablo. dados, habiendo entendido que
17 Y Pablo llamando a uno de era Romano.
los centuriones, dijo: Lleva a 28 Y queriendo saber la causa
este mancebo al capitán, porque por qué le acusaban, le llevé al
tiene cierta cosa que decirle. concilio de ellos.
18 Él entonces tomándole, le 29 El cual yo hallé ser acusado
llevó al capitán, y dijo: El preso sobre cuestiones de la ley de ellos,
Pablo llamándome, me rogó que mas que ningún crimen tenía
trajese a ti este mancebo, que digno de muerte, o de prisión.
tiene algo que hablarte. 30 Y cuando me fue dado aviso
19 Y el capitán tomándole de la de asechanzas que los Judíos
mano, y retirándose aparte con él, le habían aparejado contra él, in-
preguntó: ¿Qué es lo que tie- mediatamente le envié a ti: man-
nes que decirme? dando también a los acusadores
200
Pablo acusado por Tértulo Actos 24
que traten delante de ti lo que 6 El cual también intentó profa-
tienen contra él. Pasadlo bien. nar al templo; al cual nosotros
31 Entonces los soldados toma- prendimos, y le quisimos juzgar
ron a Pablo, como les era man- conforme a nuestra ley.
dado, y le trajeron de noche a 7 Mas sobreviniendo el capitán
Antipatris. Lisias, con grande violencia le
32 Y el día siguiente, dejando a quitó de nuestras manos,
los de a caballo que fuesen con él, 8 Mandando a sus acusadores
se volvieron a la fortaleza. que viniesen a ti: del cual tú
33 Los cuales, cuando llegaron a mismo examinando, podrás co-
Cesarea, y dieron la carta al go- nocer de todas estas cosas de que
bernador, presentaron también a le acusamos.
Pablo delante de él. 9 Y asintieron también los Judíos,
34 Y cuando el gobernador la afirmando que estas cosas eran así.
hubo leído, y le hubo preguntado 10 Entonces Pablo, habiéndole
de que provincia era; y habiendo hecho señal el gobernador de
entendido que era de Cilicia: que hablase, respondió: Porque sé
35 Te oiré, dijo, cuando vinie- que ha muchos años que eres juez
ren también tus acusadores. Y de esta nación, con mayor ánimo
mandó que le guardasen en el me defenderé.
pretorio de Herodes. 11 Que tú puedes entender que
no ha más de doce días que subí a
CAPÍTULO 24 adorar a Jerusalem.
CINCO días después descen- 12 Y ni me hallaron en el templo
Y dió el sumo sacerdote Ana-
nías, con los ancianos, y con un
disputando con alguno, ni ha-
ciendo tumulto del pueblo, ni en
cierto orador llamado Tértulo; las sinagogas, ni en la ciudad:
los cuales comparecieron delan- 13 Ni tampoco pueden probar las
te del gobernador contra Pablo. cosas de que ahora me acusan.
2 Y cuando él fue llamado, Tértu- 14 Esto empero te confieso, que
lo comenzó a acusarle, diciendo: conforme a aquel camino que
Como sea así que por causa tuya llaman ellos herejía, así sirvo al
vivamos en grande paz, y habién- Dios de mis padres, creyendo
dose dado buenos reglamentos a todas las cosas que en la ley, y en
esta nación por tu prudencia, los profetas están escritas:
3 Siempre y en todo lugar lo re- 15 Teniendo esperanza en Dios,
cibimos con todo hacimiento de como ellos mismos también la
gracias, oh excelente Félix. tienen, de que ha de haber resu-
4 Empero por no detenerte más rrección de los muertos, así de
largamente, ruégote que nos los justos, como de los injustos.
oigas brevemente conforme a tu 16 Y por esto yo procuro tener
equidad. siempre la conciencia sin ofen-
5 Porque hemos hallado que este sa para con Dios, y para con los
varón es pestilencial, y levantador hombres.
de sediciones entre todos los Ju- 17 Mas pasados muchos años,
díos por todo el mundo; y jefe de vine a hacer limosnas a mi na-
la sediciosa secta de los Nazarenos. ción y ofrendas,
201
Actos 25 Pablo apela a César
18 En las cuales me hallaron CAPÍTULO 25
purificado en el templo, no con
multitud ni con alboroto, ciertos F ESTO pues, entrado en la
provincia, tres días después
Judíos de Asia: subió de Cesarea a Jerusalem.
19 Los cuales debían comparecer 2 Y comparecieron delante de él el
delante de ti, y acusar, si contra sumo sacerdote, y los princi-
mí tenían algo: pales de los Judíos contra Pablo, y
20 O si no, que éstos mismos le rogaban,
digan aquí, si hallaron en mí al- 3 Pidiendo favor contra él, que le
guna cosa mal hecha cuando yo hiciese traer a Jerusalem, po-
estuve de pie delante del concilio; niéndole asechanzas para matar-
21 Si no que sea por esta sola voz lo en el camino.
que clamé estando de pie entre 4 Mas Festo respondió que Pablo
ellos: Que de la resurrección de estuviese guardado en Cesarea, y
los muertos soy hoy juzgado por que él mismo partiría en breve.
vosotros. 5 Los que de vosotros pueden, dijo,
22 Y cuando Félix oyó estas cosas, desciendan conmigo, y si hay algún
teniendo conocimiento más per- crimen en este varón, acúsenle.
fecto de aquel camino, les puso 6 Y habiéndose detenido entre
dilación, diciendo: Cuando des- ellos más de diez días, descendió a
cendiere el capitán Lisias, acaba- Cesarea; y el día siguiente, sen-
ré de conocer de vuestro negocio. tándose en el tribunal, mandó
23 Y mandó al centurión, que que Pablo fuese traído.
Pablo fuese guardado, y que 7 El cual venido, le rodearon los
fuese aliviado, y que no vedase a Judíos que habían descendido
ninguno de los suyos de servir le, de Jerusalem, alegando contra
o venir a él. Pablo muchas y graves acusacio-
24 Y algunos días después, cuan- nes, las cuales, no podían probar,
do vino Félix con Drusila su espo- 8 Contestando por sí mismo, él
sa, la cual era Judía, llamó a Pablo, dijo: Ni contra la ley de los Ju-
y oyó de él sobre la fe en Cristo. díos, ni contra el templo, ni con-
25 Y disputando él de la justicia, tra César he pecado en nada.
y de la continencia, y del juicio 9 Mas Festo, queriendo congra-
venidero, espantado Félix, res- ciarse con los Judíos, respon-
pondió: Por ahora vete; y cuando diendo a Pablo, dijo: ¿Quieres
tuviere oportunidad te llamaré. subir a Jerusalem, y ser juzgado
26 Esperaba también, que de allá de estas cosas delante de mí?
parte de Pablo le sería dado dine- 10 Y Pablo dijo: Ante el tri-
ro, porque le soltase; por lo cual bunal de César estoy de pie,
haciéndole venir muchas veces, donde debo ser juzgado. A los
hablaba con él. Judíos no he hecho agravio al-
27 Mas cumplidos dos años, Félix guno, como tú sabes muy bien.
tuvo por sucesor a Porcio Festo; 11 Porque si alguna injuria, o
y queriendo Félix ganar la gracia cosa alguna digna de muerte he
de los Judíos, dejó preso a Pablo. hecho, no rehuso de morir; mas
si nada hay de las cosas de que
éstos me acusan, nadie me puede
202
Discurso de Pablo ante Festo Actos 26
entregar a ellos. A César apelo. Yo mismo también querría oír a
12 Entonces Festo, habiendo ha- ese hombre. Y él dijo: Mañana le
blado con el consejo, respondió: oirás.
¿A César has apelado? a César irás. 23 Y el día siguiente habien-
13 Y pasados ciertos días, el rey do venido Agripa y Bernice con
Agripa y Bernice vinieron a Cesa- gran pompa, y habiendo entrado
rea a saludar a Festo. en el auditorio con los capitanes
14 Y cuando estuvieron allí mu- y los varones más principales de
chos días, Festo declaró al rey la la ciudad, por mandato de Festo,
causa de Pablo, diciendo: Hay fue traído Pablo.
cierto varón que ha sido dejado 24 Y Festo dijo: Rey Agripa, y
preso por Félix, todos los varones que estáis aquí
15 Sobre el cual, cuando estuve juntos con nosotros, veis a este
en Jerusalem, comparecieron hombre, por el cual toda la mul-
ante mí los príncipes de los sa- titud de los Judíos me ha deman-
cerdotes y los ancianos de los dado en Jerusalem, y aquí tam-
Judíos pidiendo juicio contra él. bién, gritando que no conviene
16 A los cuales respondí, no es que viva más.
costumbre de los Romanos entre- 25 Mas hallando yo que ninguna
gar a hombre alguno a la muer- cosa digna de muerte ha hecho, y
te, antes que el que es acusado apelando él mismo a Augusto, he
tenga presentes sus acusadores, determinado de enviarle.
y haya lugar de defenderse de la 26 Del cual no tengo cosa cierta
acusación. que escriba a mi señor, por lo cual
17Así que habiendo ellos venido le he sacado ante vosotros, y ma-
juntos acá, sin ninguna dilación yormente ante ti, Oh rey Agripa,
el día siguiente sentado en el tri- para que después de haber hecho
bunal, mandé traer al hombre. examen, tenga qué escribir.
18 Del cual, cuando los acusa- 27 Porque me parece fuera de
dores se pusieron de pie, ningún razón enviar un preso, y no in-
crimen le opusieron de los que formar de los delitos de los cua-
yo sospechaba. les es acusado.
19 Sino que tenían contra él cier-
tas cuestiones acerca de su pro- CAPÍTULO 26
pia superstición, y de un cierto NTONCES Agripa dijo a
Jesús que había sido muerto, el

cual Pablo afirmaba estar vivo.


E Pablo: Se te permite hablar

por ti mismo. Pablo entonces ex-


20 Y yo dudando en cuestión tendiendo la mano, comenzó a
semejante, le dije, si quería ir a dar razón de sí, diciendo:
Jerusalem, y allá ser juzgado de 2 Acerca de todas las cosas de
estas cosas. que soy acusado por los Judíos, oh
21 Mas cuando Pablo hubo ape- rey Agripa, me tengo por feliz, de
lado para ser reservado al juicio que me haya hoy de defender-
de Augusto, mandé que fuese me delante de ti.
guardado hasta que yo le enviase 3 Mayormente porque yo sé que
a César. tú entiendes de todas las costum-
22 Entonces Agripa dijo a Festo: bres y cuestiones también que hay
203
Actos 26 El rey Agripa y Bernice
entre los Judíos; por lo cual te resplandecer al derredor de mí y a
ruego que me oigas con paciencia. los que iban conmigo.
4 En verdad, pues, mi manera de 14 Y habiendo caído todos no-
vivir desde mi mocedad, la cual sotros en tierra, oí una voz que
desde el principio fue entre mi me hablaba, y decía en lengua
nación en Jerusalem, todos los Hebraica: Saulo, Saulo, ¿por qué me
Judíos la saben: persigues? Dura cosa te es dar coces
5 Los cuales me conocieron que contra los aguijones.
yo desde el principio, si quieren 15 Y yo dije: ¿Quién eres, Señor? Y
testificarlo, conforme a la secta él dijo: Yo soy Jesús, a quién tú
más estricta de nuestra religión persigues.
he vivido Fariseo. 16 Mas levántate, y ponte sobre
6 Y ahora, por la esperanza de tus pies; porque por esto te he
la promesa que hizo Dios a nues- aparecido, para ponerte por mi-
tros padres, estoy de pie siendo nistro y testigo así de las cosas
acusado en juicio. que has visto, como de aquellas en
7 A la cual promesa nuestras doce las cuales te apareceré;
tribus, sirviendo a Dios continua- 17 Librándote del pueblo, y de
mente de día y de noche, esperan los Gentiles, a los cuales ahora te
que han de llegar; por la cual es- envío,
peranza, rey Agripa, soy acusado 18 Para abrir sus ojos, para que
de los Judíos. se conviertan de las tinieblas a la
8 ¿Por qué se ha de juzgar por luz, y de la potestad de Satanás
cosa increíble entre vosotros, a Dios, para que reciban perdón
que Dios resucite los muertos? de pecados, y una herencia entre
9 Yo ciertamente había pensa- aquellos que son santificados por
do conmigo mismo que debía la fe que es en mí.
de hacer muchas cosas contra el 19 Por lo cual, oh rey Agripa, no
nombre de Jesús de Nazaret. fui desobediente a la visión ce-
10 Lo cual también hice en Jeru- lestial:
salem, y yo encerré en cárceles a 20 Antes, prediqué primeramen-
muchos de los santos, habiendo te a los de Damasco, y en Jeru-
recibido la autoridad de los prin- salem, y por toda la tierra de
cipales de los sacerdotes; y cuan- Judea, y a los Gentiles, que se
do eran matados, yo di mi voto. arrepintiesen y se convirtiesen a
11 Y muchas veces castigándolos Dios, haciendo obras dignas de
por todas las sinagogas, los forcé arrepentimiento.
a blasfemar; y enfurecido sobre- 21 Por causa de esto los Judíos
manera contra ellos, les perseguí tomándome en el templo, tenta-
aun hasta en las ciudades extrañas. ron de matarme.
12 Y ocupado en esto, como iba 22 Pero habiendo yo obtenido
yo a Damasco con autoridad y ayuda de Dios, persevero hasta
comisión de los principales sa- el día de hoy, dando testimonio a
cerdotes, pequeños y a grandes, no dicien-
13 Al mediodía, oh rey, vi en el do nada fuera de las cosas que
camino una luz del cielo que so- los profetas y Moisés dijeron que
brepujaba el resplandor del sol, habían de venir:
204
Fin del discurso de Pablo Actos 27
23 Que el Cristo había de pade- rión llamado Julio, de la compa-
cer, que había de ser el primero ñía Augusta.
de la resurrección de los muer- 2 Así que embarcándonos en una
tos, y que había de anunciar luz nave Adramitena, partimos para
al pueblo, y a los Gentiles. navegar por las costas de Asia, es-
24 Y diciendo él estas cosas en tando con nosotros un tal Aristar-
su defensa, Festo a gran voz dijo: cho, Macedonio, de Tesalónica.
Estás loco, Pablo: las muchas le- 3 Y al día siguiente arribamos a
tras te vuelven loco. Sidón, y Julio tratando a Pablo
25 Mas él dijo: No estoy loco, ex- humanamente, le permitió que
celente Festo, sino que hablo pa- fuese a sus amigos para ser aten-
labra de verdad, y de templanza. dido por ellos.
26 Porque el rey sabe estas cosas, 4 Y alzando velas de allí, navega-
delante del cual también hablo mos bajo de Chipre; porque los
con toda confianza, porque estoy vientos eran contrarios.
persuadido que él no ignora 5 Y cuando hubimos navegado el
nada de estas cosas, que esto no mar que está junto a Cilicia y
ha sido hecho en algún rincón. Pamfilia, vinimos a Mira, que es
27 ¿Crees, rey Agripa, a los pro- ciudad de Licia.
fetas? Yo sé que crees. 6 Y allí halló el centurión una
28 Entonces Agripa dijo a Pablo: nave de Alejandría, que navega-
Por poco me persuades que me ba a Italia, y púsonos en ella.
haga Cristiano. 7 Y navegando muchos días des-
29 Y Pablo dijo: Pluguiese a Dios, pacio, y habiendo apenas llegado
que por poco y por mucho, no delante de Gnido, no dejándonos el
solamente tú, mas también todos viento, navegamos bajo de Creta
los que hoy me oyen, fueseis he- junto a Salmón.
chos tales cual yo soy, salvo estas 8 Y costeándola apenas, vinimos a
prisiones. un lugar que llaman Buenos
30 Y cuando hubo dicho esto, se Puertos, cerca del cual estaba la
levantó el rey, y el gobernador, y ciudad de Lasea.
Bernice, y los que estaban senta- 9 Y habiendo pasado mucho
dos con ellos. tiempo, y siendo ya peligrosa la
31 Y cuando se retiraron aparte, navegación, porque ya era pasa-
hablaban los unos a los otros, di- do el ayuno, Pablo los amonesta-
ciendo: Ninguna cosa digna ni de ba,
muerte, ni de prisión, hace este 10 Diciéndoles: Varones, veo que
hombre. con perjuicio y mucho daño, no
32 Y Agripa dijo a Festo: Podía sólo del cargamento y de la nave,
este hombre ser suelto, si no hu- mas aun de nuestras vidas, habrá de
biera apelado a César. ser la navegación.
11 Mas el centurión creía más al
CAPÍTULO 27 piloto y al dueño, que a lo que
AS cuando fue determinado Pablo decía.
M que habíamos de navegar
para Italia, entregaron a Pablo, y
12 Y no habiendo puerto cómodo
para invernar, los más acordaron
a ciertos otros presos a un centu- de pasar aun de allí, por ver si
205
Actos 27 Naufragio de la nave
de algún modo pudiesen arribar a pie conmigo el ángel de Dios, de
Fenice, e invernar allí, que es un quien soy, y a quien sirvo,
puerto de Creta, que mira al su- 24 Diciendo: Pablo, no tengas
doeste, y al noroeste. temor: es menester que seas pre-
13 Y soplando blandamente el sentado delante de César; y, he
viento del sur, pareciéndoles que aquí, Dios te ha dado a todos los
ya tenían lo que deseaban, alzan- que navegan contigo.
do velas iban costeando la Creta. 25 Por tanto, oh varones, tened
14 Mas no mucho después se le- buen ánimo; porque yo confío
vantó contra la nave un viento en Dios que será así como me ha
tempestuoso que se llama Euro- sido dicho.
clidón. 26 Mas es menester que seamos
15 Y siendo arrebatada la nave, echados en cierta isla.
que no podía resistir al viento, la 27 Empero cuando hubo llegado
dejamos, y éramos llevados. la decimacuarta noche, y siendo
16 Y corriendo a sotavento de llevados de un lado para otro en
cierta pequeña isla que se llama el Adriático, los marineros, cerca
Clauda, apenas pudimos ganar el de la media noche, sospecharon
esquife: que estaban cerca de alguna tierra.
17 El cual levantado, usaban de 28 Y echando la sonda, hallaron
remedios ciñendo la nave; y te- veinte brazas; y pasando un poco
niendo temor que no diesen en más adelante, volviendo a echar
la Sirte, abajadas las velas, eran la sonda, hallaron quince brazas.
así llevados. 29 Y temiendo dar en escollos,
18 Y nosotros siendo atormenta- echaron cuatro anclas de la popa,
dos de una vehemente tempestad, y deseaban que se hiciese de día.
el siguiente día alijaron la nave. 30 Mas procurando los marine-
19 Y al tercer día nosotros con ros de huirse de la nave, echan-
nuestras propias manos echamos do el esquife al mar, con parecer
los aparejos de la nave. como que querían largar las an-
20 Y no apareciendo ni sol ni clas de proa,
estrellas por muchos días, y vi- 31 Pablo dijo al centurión, y a los
niendo una tempestad no peque- soldados: Si éstos no quedan en la
ña sobre nosotros, ya era perdida nave, vosotros no podéis salvaros.
toda la esperanza de salvarnos. 32 Entonces los soldados corta-
21 Y habiendo estado mucho ron las amarras del esquife, y de-
tiempo sin comer, Pablo se járonle caer.
puso en pie en medio de ellos, y 33 Y como se comenzó a hacer
dijo: Fuera de cierto convenien- de día, Pablo exhortaba a todos
te, oh varones, haberme oído a que comiesen, diciendo: Este es
mí, y no haber partido de Creta, el catorceno día que esperáis y
para recibir este daño y pérdida. permanecéis ayunos, no toman-
22 Mas ahora os exhorto que ten- do nada.
gáis buen ánimo; porque ninguna 34 Por tanto os ruego que comáis,
pérdida de vida habrá entre voso- porque esto es para vuestra salud:
tros, sino solamente de la nave. que ni aun un cabello de la cabe-
23 Porque esta noche estuvo de za de ninguno de vosotros caerá.
206
Naufragio de la nave Actos 28
35 Y habiendo dicho esto, to- bieron a todos, a causa de la llu-
mando el pan, dio gracias a Dios via que venía, y a causa del frío.
en presencia de todos; y partién- 3 Entonces habiendo Pablo alle-
dolo, comenzó a comer. gado algunos sarmientos, y pués-
36 Entonces todos teniendo ya tolos en el fuego, una víbora hu-
mejor ánimo, comieron ellos yendo del calor, le acometió a la
también. mano.
37 Y éramos todas las almas en la 4 Y cuando los bárbaros vieron
nave doscientas y setenta y seis. la bestia venenosa colgando de
38 Y saciados de comida, aliviaban su mano, decían los unos a los
la nave, echando el trigo al mar. otros: Ciertamente este hombre
39 Y cuando se hizo de día, no es homicida: a quien, aunque es-
conocían la tierra; mas veían capado del mar, la justicia no le
cierta ensenada, que tenía deja vivir.
playa, en la cual acordaban 5 Mas él, sacudiendo la bestia en el
de echar, si pudiesen, la nave. fuego, ningún mal padeció.
40 Y alzando las anclas, se deja- 6 Empero ellos estaban esperando
ron al mar, largando también las cuando se había de hinchar, o de
ataduras de los timones; y alzada caer muerto de repente; Mas ha-
la vela mayor al viento, íbanse a biendo esperado mucho, y viendo
la playa. que ningún mal le venía, mudados
41 Mas dando en un lugar de dos de parecer, decían que era un dios.
mares, encallaron la nave; y la 7 En aquellos lugares había unas
proa hincada estaba sin moverse, heredades del hombre principal de
mas la popa se abría con la fuer- la isla, llamado Publio, el cual nos
za de las olas. recibió, y nos hospedó tres días
42 Entonces el acuerdo de los humanamente.
soldados era que matasen a los 8 Y aconteció, que el padre de
presos; porque ninguno se fuga- Publio estaba en cama enfermo
se nadando. de fiebre y de disentería: al cual
43 Mas el centurión, querien- Pablo entró, y después de haber
do salvar a Pablo estorbó este orado, le puso las manos encima
acuerdo; y mandó que los que y le sanó.
pudiesen nadar, se echasen los 9 Y esto hecho, también los otros
primeros, y saliesen a tierra: que en la isla tenían enfermeda-
44 Y los demás, unos en tablas, y des, venían, y fueron sanados:
otros en cosas de la nave: y así 10 Los cuales también nos hon-
aconteció que todos se salvaron raron con muchas honras; cuan-
a tierra. do partimos, nos cargaron de las
cosas necesarias.
CAPÍTULO 28 11 Y después de tres meses, na-
CUANDO ellos hubieron es- vegamos en una nave de Alejan-
Y capado, entonces supieron
que la isla, se llamaba Melita.
dría, que había invernado en la
isla, la cual tenía por enseña a
2 Y los bárbaros nos trataban con Cástor y Pólux.
no poca humanidad; porque ellos 12 Y venidos a Siracusa, estuvi-
encendieron un fuego, nos reci- mos allí tres días.
207
Actos 28 Pablo prisionero
13 De donde costeando al derre- 22 Mas queremos oír de ti lo que
dor, vinimos a Regio; y un día des- piensas; porque de esta secta no-
pués soplaba el viento del sur, y torio nos es que en todos lugares es
vinimos al segundo día a Puteolos: contradicha.
14 Donde hallando hermanos, 23 Y habiéndole señalado un
nos rogaron que quedásemos día, vinieron a él muchos a su
con ellos siete días; y así vinimos alojamiento, a los cuales expo-
hacia Roma: nía y testificaba el reino de Dios,
15 Y de allí, cuando oyeron de desde la mañana hasta la tarde,
nosotros, nos salieron a recibir persuadiéndoles las cosas con-
hasta el Foro de Appio, y las cernientes a Jesús, así por la ley
tres tabernas: a los cuales como de Moisés como por los profetas.
Pablo vio dando gracias a Dios, 24 Y algunos creían a lo que se
cobró ánimo. decía, mas algunos no creían.
16 Y cuando llegamos a Roma, 25 Y como fueron entre sí discor-
el centurión entregó los presos des, se fueron, después de haber
al prefecto de la guardia; mas a dicho Pablo una palabra: Bien
Pablo fue permitido de estar por habló el Espíritu Santo por el
sí, con un soldado que le guardase. profeta Isaías a nuestros padres,
17 Y aconteció, que tres días des- 26 Diciendo: Ve a este pueblo, y
pués, Pablo convocó los princi- diles: Oyendo oiréis, y no enten-
pales de los Judíos: a los cuales, deréis; y viendo veréis, y no per-
cuando estuvieron juntos, les cibiréis.
dijo: Varones y hermanos, aun- 27 Porque el corazón de este
que yo nada he hecho contra el pueblo se ha engrosado, y de los
pueblo, ni contra las costumbres oídos oyen pesadamente, y han
de nuestros padres, fui entre- cerrado sus ojos; porque no vean de
gado preso desde Jerusalem en los ojos, y oigan de los oídos, y
manos de los Romanos: entiendan de corazón, y se con-
18 Los cuales habiéndome exa- viertan, y yo los sane.
minado, me querían soltar, por 28 Séaos pues notorio, que a los
no haber en mí ninguna causa de Gentiles es enviada esta salva-
muerte. ción de Dios; y que ellos la oirán.
19 Mas contradiciendo los Judíos, 29 Y cuando hubo dicho estas
fui forzado de apelar a César: no cosas, los Judíos se salieron, y
como que tenga de qué acusar a tenían entre sí gran contienda.
mi nación. 30 Pablo empero quedó dos años
20 Así que por esta causa os he enteros en su propia casa que
llamado para veros y hablaros; tenía alquilada; y recibía a todos
porque por la esperanza de Israel los que venían a él,
estoy rodeado con esta cadena. 31 Predicando el reino de Dios,
21 Y ellos le dijeron: Nosotros ni y enseñando las cosas que son
hemos recibido cartas en cuanto del Señor Jesu Cristo, con toda
a ti de Judea, ni viniendo alguno confianza, sin que ninguno se lo
de los hermanos nos ha noticia- estorbase.
do ni hablado algún mal de ti.

208
Epístola del Apóstol Pablo a los

ROMANOS

P CAPÍTULO 1
ABLO, siervo de Jesu Cristo,
a fin de que seáis confirmados;
12 Es a saber, para ser juntamen-
llamado a ser apóstol, separa- te consolado con vosotros por la
do para el evangelio de Dios, mutua fe, vuestra y juntamente
2 (Que él había antes prometido, mía.
por sus profetas en las santas Es- 13 Mas no quiero, hermanos, que
crituras) ignoréis que muchas veces me he
3 Acerca de su Hijo Jesu Cris- propuesto de venir a vosotros,
to, el Señor nuestro, el cual fue (empero hasta ahora he sido es-
hecho de la simiente de David torbado,) para tener también
según la carne, entre vosotros algún fruto, como
4 Y fue declarado ser el Hijo de entre los otros Gentiles.
Dios con poder, según el espíritu 14 Tanto a Griegos como a bár-
de santidad, por la resurrección baros, tanto a sabios como a no
de los muertos; sabios soy deudor.
5 Por el cual hemos recibido la 15 Así que, en cuanto está en mí,
gracia y el apostolado, para obe- pronto estoy a predicar el evan-
diencia a la fe entre todas las na- gelio también a vosotros que es-
ciones, por su nombre: táis en Roma.
6 Entre las cuales sois también 16 Porque no me avergüenzo del
vosotros, llamados de Jesu Cristo: evangelio de Cristo; porque es el
7 A todos los que estáis en Roma, poder de Dios para salvación a
amados de Dios, llamados a ser todo aquel que cree: al Judío pri-
santos: Gracia a vosotros y paz meramente, y también al Griego.
de Dios nuestro Padre, y del 17 Porque en él la justicia de Dios
Señor Jesu Cristo. es revelada de fe a fe, como está
8 Primeramente, doy gracias a escrito: Mas el justo vivirá por fe.
mi Dios por Jesu Cristo por todos 18 Porque es revelada la ira de
vosotros, de que vuestra fe es di- Dios desde el cielo contra toda
vulgada por todo el mundo. impiedad e injusticia de los hom-
9 Porque testigo me es Dios, al bres, que detienen la verdad en
cual sirvo en mi espíritu en el injusticia:
evangelio de su Hijo, que sin 19 Porque lo que de Dios se puede
cesar hago mención de vosotros conocer, en ellos es manifiesto;
siempre en mis oraciones; porque Dios se lo manifestó.
10 Rogando, si de algún modo 20 Porque las cosas invisibles de
ahora al fin haya de tener por la él desde la creación del mundo
voluntad de Dios próspero viaje se ven claramente, siendo enten-
para venir a vosotros. didas por las cosas que son he-
11 Porque deseo vehemente- chas, es a saber, su eterno poder
mente veros, para repartir con y Divinidad, para que sean sin
vosotros algún don espiritual, excusa.
209
Romanos 2 Impenitencia de los Judíos
21 Porque habiendo conocido a sos, soberbios, altivos, invento-
Dios, no le glorificaron como a res de males, desobedientes a sus
Dios, ni le dieron gracias: antes padres,
se hicieron vanos en sus imagi- 31 Sin entendimiento, desleales,
naciones, y el necio corazón de sin afecto natural, implacables,
ellos fue entenebrecido: sin misericordia:
22 Profesando ser sabios, se hi- 32 Los cuales, conociendo el jui-
cieron necios. cio de Dios, a saber, que los que
23 Y trocaron la gloria del Dios hacen tales cosas son dignos de
incorruptible en semejanza de muerte; no solamente las hacen,
imagen de hombre corruptible, y mas aun se complacen con los
de aves, y de animales de cuatro que las hacen.
pies, y de reptiles.
24 Por lo cual Dios también los CAPÍTULO 2
entregó a la inmundicia, según OR lo cual eres inexcusable,
las concupiscencias de sus cora-

zones, para que deshonrasen sus


P oh hombre, cualquiera que

juzgas; porque en lo mismo que


cuerpos entre sí: juzgas al otro, te condenas a ti
25 Que mudaron la verdad de mismo; porque tú que juzgas
Dios en mentira, y adoraron y haces las mismas cosas.
sirvieron a la criatura antes que 2 Porque sabemos que el juicio
al Creador, el cual es bendito por de Dios es según verdad contra
siempre jamás. Amén. los que hacen tales cosas.
26 Por lo cual Dios los entregó a 3 ¿Y piensas esto, oh hombre,
afectos viles; porque aun sus mu- que juzgas a los que hacen tales
jeres mudaron el natural uso, en cosas, haciendo las mismas, que
el uso que es contra naturaleza. tú escaparás del juicio de Dios?
27 Y asimismo los varones, de- 4 ¿O menosprecias tú las rique-
jando el uso natural de la mujer, zas de su bondad, y la paciencia, y
se encendieron en sus concupis- la longanimidad; ignorando que
cencias los unos con los otros, la bondad de Dios te guía a
cometiendo cosas nefandas varo- arrepentimiento?
nes con varones, y recibiendo en 5 Antes, según tu dureza, y tu co-
sí mismos la debida recompensa razón impenitente, atesoras para
de su error. ti mismo ira para el día de la ira,
28 Y como a ellos no les pareció y de la revelación del justo juicio
bien tener a Dios en su conoci- de Dios;
miento, Dios los entregó a una 6 El cual pagará a cada uno
mente reprobada, para hacer según sus obras:
cosas que no convienen; 7 A los que perseverando en bien
29 Siendo llenos de toda injus- hacer, buscan gloria, y honra, e
ticia, de fornicación, de maldad, inmortalidad, la vida eterna;
de avaricia, de malicia; llenos de 8 Mas a los que son contenciosos, y
envidia, de homicidios, de contien- que no obedecen a la verdad,
das, de engaños, de malignidades; antes obedecen a la injusticia,
30 Murmuradores, detractores, indignación e ira.
aborrecedores de Dios, injurio- 9 Tribulación y angustia sobre
210
La verdadera circuncisión Romanos 3
toda alma de hombre que obra lo ¿no te enseñas a ti mismo? Tú
malo, del Judío primeramente, y que predicas que no se ha de
también del Gentil; hurtar, ¿hurtas?
10 Mas gloria, y honra, y paz a 22 Tú que dices que no se ha de
todo aquel que obra el bien, al adulterar, ¿adulteras? Tú que abo-
Judío primeramente, y también minas los ídolos, ¿haces sacrilegio?
al Gentil: 23 Tú que te jactas de la ley, ¿por
11 Porque no hay acepción de transgresión de la ley deshonras
personas para con Dios. a Dios?
12 Porque todos los que sin ley 24 Porque el nombre de Dios es
pecaron, sin ley también perece- blasfemado por causa de voso-
rán; y todos los que en la ley pe- tros entre los Gentiles, como está
caron, por la ley serán juzgados. escrito.
13 Porque no los que oyen la ley 25 Porque la circuncisión a la
son justos delante de Dios, mas verdad aprovecha, si guardares la
los hacedores de la ley serán jus- ley; mas si eres transgresor de la
tificados. ley, tu circuncisión es hecha
14 Porque cuando los Gentiles incircuncisión.
que no tienen la ley, hacen natu- 26 De manera que si el incircun-
ralmente las cosas de la ley, los ciso guardare las justicias de la
tales aunque no tengan la ley, a sí ley, ¿no será tenida su incircun-
mismos son ley: cisión por circuncisión?
15 Los cuales muestran la obra 27 Y lo que de su natural es incir-
de la ley escrita en sus corazo- cunciso, si guardare la ley, ¿no te
nes, dando testimonio juntamen- juzgará a ti, que por la letra y por
te sus conciencias; y acusándose la circuncisión eres transgresor
mientras tanto, o también excu- de la ley?
sándose sus pensamientos, unos 28 Porque no es Judío el que lo es
con otros, exteriormente, ni es la circun-
16 En el día en que juzgará Dios cisión la que se hace exterior-
los secretos de los hombres por mente en la carne;
Jesu Cristo, según mi evangelio. 29 Mas es Judío el que lo es en
17 He aquí, tú eres llamado Judío, lo interior; y la circuncisión es la
y reposas en la ley, y te glorías en del corazón, en espíritu, no en
Dios, letra: la alabanza del cual no es
18 Y conoces su voluntad, y de los hombres, sino de Dios.
apruebas las cosas que son más
excelentes, siendo instruido por CAPÍTULO 3
la ley; QUÉ ventaja pues tiene el
19 Y confías que tú mismo eres

guía de los ciegos, luz de los que


¿ Judío? ¿o qué es el provecho

de la circuncisión?
están en tinieblas, 2 Mucho en todas maneras. Lo
20 Instructor de los necios, maes- primero ciertamente, porque
tro de niños, que tienes la forma los oráculos de Dios les fueron a
del conocimiento y de la verdad ellos confiados.
en la ley. 3 ¿Pues qué, si algunos de ellos
21 Tú, pues, que enseñas a otro, no han creído? ¿Por ventura la
211
Romanos 3 Justificado por la fe
incredulidad de ellos hará inefi- 18 No hay temor de Dios delante de
caz la fe de Dios? sus ojos.
4 ¡No lo permita Dios! mas antes, 19 Empero ya sabemos, que todo
sea Dios verdadero, y todo hom- lo que la ley dice, a los que están
bre mentiroso, como está escrito: bajo la ley lo dice; para que toda
Para que seas justificado en tus boca se tape, y que todo el mundo
dichos, y venzas cuando fueres se tenga por reo delante de Dios:
juzgado. 20 Por tanto, por las obras de la
5 Mas si nuestra injusticia en- ley ninguna carne se justificará
carece la justicia de Dios, ¿qué delante de él; porque por la ley
diremos? ¿Será injusto Dios que es el conocimiento del pecado.
trae ira? (Hablo como hombre). 21 Mas ahora, sin la ley, la jus-
6 ¡No lo permita Dios! de otro modo, ticia de Dios se ha manifestado,
¿cómo juzgaría Dios el mundo? siendo testificada por la ley y por los
7 Porque si la verdad de Dios por profetas:
mi mentira abundó más para glo- 22 La justicia, digo, de Dios por la
ria suya, ¿por qué aún también fe de Jesu Cristo, para todos y
soy yo juzgado como pecador? sobre todos los que creen; por-
8 Y no, (como somos calumniados, que no hay diferencia.
y como algunos aseguran, que no- 23 Por cuanto todos pecaron, y
sotros decimos), ¿Hagamos males están destituidos de la gloria de
para que vengan bienes? la conde- Dios.
nación de los cuales es justa. 24 Siendo justificados gratuita-
9 ¿Pues qué? ¿Somos nosotros mente por su gracia, por la re-
mejores que ellos? No, en ninguna dención que es en Cristo Jesús.
manera; porque ya hemos pro- 25 Al cual Dios ha propuesto
bado antes a Judíos y a Gentiles, por propiciación por la fe en su
que todos están debajo de pecado, sangre, para manifestación de su
10 Como está escrito: No hay justicia por la remisión de los pe-
justo, ni aun uno: cados pasados, por la paciencia
11 No hay quien entienda, no hay de Dios;
quien busque a Dios. 26 Para manifestación de su jus-
12 Todos se apartaron, a una se ticia en este tiempo; para que él
han hecho inútiles: no hay quien sea justo, y justificador del que
haga lo bueno, no hay ni aun uno. cree en Jesús.
13 Sepulcro abierto es su gargan- 27 ¿Dónde, pues, está la jactan-
ta: con sus lenguas tratan enga- cia? Excluída queda. ¿Por cuál
ñosamente: veneno de áspides ley? ¿De las obras? No: sino por la
está debajo de sus labios: ley de la fe.
14 Cuya boca está llena de male- 28 Así que, concluimos ser el
dicencia, y de amargura: hombre justificado por fe sin las
15 Sus pies son ligeros para de- obras de la ley.
rramar sangre: 29 ¿Es Dios solamente de los
16 Destrucción y miseria hay en Judíos? ¿No es también de los
sus caminos: Gentiles? Cierto, también de los
17 Y el camino de paz no han co- Gentiles.
nocido. 30 Porque un solo Dios es, el cual
212
Abraham justificado por la fe Romanos 4
justificará por fe la circuncisión, todos los que creen, estando en
y por medio de la fe a la incir- la incircuncisión; para que tam-
cuncisión. bién a ellos les sea imputada por
31 ¿Deshacemos pues la ley por justicia:
la fe? ¡No lo permita Dios!, antes 12 Y padre de la circuncisión, a
establecemos la ley. los que no solamente son de la
circuncisión, mas también a los
CAPÍTULO 4 que siguen las pisadas de la fe de
QUÉ, pues, diremos que halló nuestro padre Abraham, que tenía
¿ Abraham nuestro padre según
la carne?
antes de ser circuncidado.
13 Porque no por la ley fue dada
2 Porque si Abraham fue justifi- la promesa a Abraham, o a su
cado por las obras, tiene de qué simiente, que sería heredero del
gloriarse; mas no delante de Dios. mundo, sino por la justicia de fe.
3 Porque, ¿qué dice la Escritura? 14 Porque si los de la ley, son los
Y creyó Abraham a Dios, y le fue herederos, hecha vana es la fe; y
imputado por justicia. anulada es la promesa.
4 Empero al que obra, no es im- 15 Por cuanto la ley obra ira;
putado el galardón por gracia, porque donde no hay ley, allí
sino por deuda. tampoco hay transgresión.
5 Mas al que no obra, sino cree 16 Por tanto es por fe, para que sea
en aquel que justifica al impío, por gracia; a fin de que la
su fe le es imputada por justicia. promesa sea firme a toda la si-
6 Como también David describe miente, no solamente al que es de
la bienaventuranza del hombre, la ley, mas también al que es de la
al cual Dios imputa justicia sin fe de Abraham: el cual es padre de
obras, todos nosotros,
7 Diciendo: Bienaventurados aque- 17 (Como está escrito: Por padre
llos, cuyas iniquidades son per- de muchas naciones te he puesto)
donadas, y cuyos pecados son delante de aquél a quien creyó,
cubiertos. es a saber, Dios, el cual da vida
8 Bienaventurado el varón al cual a los muertos, y llama las cosas
el Señor no imputará pecado. que no son, como las que son.
9 ¿Esta bienaventuranza pues 18 El cual creyó en esperan-
viene solamente sobre la circun- za contra esperanza, para ser
cisión, o también sobre la incir- hecho padre de muchas naciones,
cuncisión? porque decimos que conforme a lo que le había sido
a Abraham le fue imputada la fe dicho: Así será tu simiente.
por justicia. 19 Y no se debilitó en la fe, ni
10 ¿Cómo pues le fue imputada? consideró su propio cuerpo ya
¿estando él en la circuncisión o en muerto, (siendo ya de casi cien
la incircuncisión? no en la circun- años), ni la matriz muerta de
cisión, sino en la incircuncisión. Sara.
11 Y recibió la señal de la cir- 20 Tampoco dudó en la promesa
cuncisión, un sello de la justicia de Dios por incredulidad: antes
de la fe que tuvo en la incircun- fue esforzado en la fe dando glo-
cisión; para que fuese padre de ria a Dios:
213
Romanos 5 Adam y Cristo
21 Enteramente persuadido que justificados por su sangre, por él
todo lo que había prometido, era seremos salvos de la ira.
también poderoso para hacerlo. 10 Porque si siendo enemigos,
22 Por lo cual también le fue im- fuimos reconciliados con Dios
putado por justicia. por la muerte de su Hijo, mucho
23 Y no está escrito solamente más, ya reconciliados seremos
por causa de él, que le fue im- salvos por su vida.
putado; 11 Y no sólo esto, mas aun nos
24 Sino también por nosotros, a gloriamos en Dios por nuestro
quienes será imputado, si cree- Señor Jesu Cristo, por el cual
mos en el que resucitó de los hemos ahora recibido la reconci-
muertos a Jesús el Señor nuestro: liación.
25 El cual fue entregado por 12 Por tanto, así como el pecado
nuestros delitos, y resucitado entró en el mundo por un hom-
para nuestra justificación. bre, y por el pecado la muerte y la
muerte así pasó a todos los hom-
CAPÍTULO 5 bres por cuanto todos pecaron;
USTIFICADOS pues por fe, te- 13 Porque hasta la ley el pecado
J nemos paz para con Dios por
nuestro Señor Jesu Cristo:
estaba en el mundo; mas el pe-
cado no es imputado, cuando no
2 Por el cual también tenemos hay ley.
entrada por la fe a esta gracia, 14 Mas reinó la muerte desde
en la cual estamos firmes, y nos Adam hasta Moisés, aun sobre
gloriamos en la esperanza de la los que no habían pecado en la
gloria de Dios. semejanza de la transgresión de
3 Y no solo ésto, mas aun nos Adam, el cual es figura de aquél
gloriamos en las tribulaciones, que había de venir.
sabiendo que la tribulación obra 15 Mas no como el delito, tal
paciencia; fue el don. Porque si por el deli-
4 Y la paciencia, experiencia; y to de uno murieron los muchos,
la experiencia, esperanza; mucho más la gracia de Dios, y el
5 Y la esperanza no avergüenza; don por la gracia de un hombre,
porque el amor de Dios está derra- Jesu Cristo, abundó para muchos.
mado en nuestros corazones por el 16 Ni tampoco de la manera que
Espíritu Santo, que nos es dado. fue por uno que pecó, así también
6 Porque Cristo, cuando éramos el don; porque el juicio a la ver-
aún sin fuerza, a su tiempo murió dad fue de un pecado para conde-
por los impíos. nación, mas el don gratuito es de
7 Ciertamente apenas morirá al- muchos delitos para justificación.
guno por un justo; aunque quizá 17 Porque si por el delito de uno
por uno bueno alguno aun osara reinó la muerte por uno, mucho
morir. más los que reciben la abundan-
8 Mas Dios encarece su amor cia de la gracia, y del don de la
para con nosotros, en que siendo justicia reinarán en vida por uno,
aún pecadores, Cristo murió por Jesu Cristo.
nosotros. 18 Así que, de la manera que por
9 Pues mucho más, siendo ahora el delito de uno vino la culpa a
214
El reinado de la gracia Romanos 6
todos los hombres para conde- creemos que también viviremos
nación, así por la justicia de uno con él:
vino la gracia a todos los hombres 9 Ciertos que Cristo habiendo
para justificación de vida. resucitado de los muertos, ya no
19 Porque como por la desobe- muere más: la muerte no tiene
diencia de un hombre muchos más dominio sobre él.
fueron hechos pecadores, así por 10 Porque en cuanto él murió, al
la obediencia de uno muchos pecado murió una vez: mas en
serán hechos justos. cuanto vive, vive para Dios.
20 La ley empero entró para que 11 Así también vosotros, estimán-
el delito abundase; pero donde el doos que de cierto sois muertos al
pecado abundó, la gracia abundó pecado; mas que vivís para Dios
mucho más; por Jesu Cristo el Señor nuestro.
21 Para que de la manera que 12 No reine pues el pecado en
el pecado reinó para muerte, vuestro cuerpo mortal, para que
así también la gracia reine por le obedezcáis en sus concupis-
la justicia para vida eterna, por cencias.
Jesu Cristo el Señor nuestro. 13 Ni tampoco presentéis vues-
tros miembros al pecado como
CAPÍTULO 6 instrumentos de injusticia: antes
PUES qué diremos? ¿Perse- presentaos a Dios como vivientes
¿ veraremos en el pecado, para
que la gracia abunde?
de entre los muertos; y vuestros
miembros a Dios como instru-
2 ¡No lo permita Dios! Porque mentos de justicia.
los que somos muertos al pecado, 14 Porque el pecado no se ense-
¿cómo viviremos aún en él? ñoreará de vosotros; porque no
3 ¿O no sabéis que todos los que estáis debajo de la ley, sino de-
somos bautizados en Jesu Cristo, bajo de la gracia.
somos bautizados en su muerte? 15 ¿Pues qué? ¿Pecaremos, por-
4 Porque somos sepultados con que no estamos debajo de la ley,
él en la muerte por el bautismo, sino debajo de la gracia? ¡No lo
para que como Cristo resucitó permita Dios!
de los muertos por la gloria del 16 ¿O no sabéis, que a quien os
Padre, así también nosotros an- presentasteis a vosotros mismos
demos en novedad de vida. por siervos para obedecerle, sois
5 Porque si hemos sido plantados siervos de aquel a quien obe-
juntamente en la semejanza de decéis, ya sea del pecado para
su muerte, también lo seremos en muerte, o de la obediencia para
la semejanza de su resurrección: justicia?
6 Sabiendo esto, que nuestro 17 Pero gracias a Dios, que fuis-
viejo hombre es crucificado con teis siervos del pecado; mas ha-
él, para que el cuerpo del pecado béis obedecido de corazón a la
sea destruido, a fin de que no sir- forma de doctrina a la cual ha-
vamos más al pecado. béis sido entregados:
7 Porque el que está muerto, libre 18 Y habiendo sido librados del
es del pecado. pecado, sois hechos siervos de la
8 Y si somos muertos con Cristo, justicia.
215
Romanos 7 Libertados del pecado
19 Hablo humanamente a causa carne, los afectos de los pecados
de la flaqueza de vuestra carne: que eran por la ley, obraban en
que como presentasteis vuestros nuestros miembros fructificando
miembros por siervos de la in- para muerte:
mundicia, y a la iniquidad para 6 Mas ahora somos libres de la
iniquidad; así ahora presentéis ley, habiendo muerto a aquella
vuestros miembros por siervos a en que nos detenía presos, para
la justicia para santidad. que sirvamos en novedad de es-
20 Porque cuando fuisteis sier- píritu, y no en vejez de la letra.
vos del pecado, libres erais de la 7 ¿Qué pues diremos? ¿La ley es
justicia. pecado? ¡No lo permita Dios!;
21 ¿Qué fruto teníais entonces Antes yo no conocí el pecado, sino
en aquellas cosas, de las cuales por la ley; porque tampoco cono-
ahora os avergonzáis? porque el ciera la concupiscencia, si la ley
fin de ellas es la muerte. no hubiera dicho: No codiciarás.
22 Mas ahora librados del peca- 8 Empero el pecado, tomando
do, y hechos siervos de Dios, te- ocasión por el mandamiento,
néis por vuestro fruto la santidad, y obró en mí toda suerte de con-
por fin la vida eterna. cupiscencia; porque sin la ley el
23 Porque la paga del pecado es la pecado estaba muerto.
muerte; mas el don de Dios 9 Así que, yo sin la ley vivía en
es vida eterna en Jesu Cristo el algún tiempo; mas venido el
Señor nuestro. mandamiento, el pecado revivió,
y yo morí.
CAPÍTULO 7 10 Y hallé que el mandamiento,
IGNORÁIS, hermanos, (pues que estaba ordenado para vida, a
¿ hablo a los que saben la ley),
que la ley tiene dominio sobre el
mí era para muerte.

11 Porque el pecado, tomando


hombre entre tanto que vive? ocasión por el mandamiento, me
2 Porque la mujer que está sujeta a engañó, y por él me mató.
marido, mientras él vive, está 12 De manera que la ley a la ver-
obligada a su marido por la ley; dad es santa, y el mandamiento
mas muerto el marido ella está santo, y justo, y bueno.
libre de la ley del marido. 13 ¿Luego lo que es bueno, para
3 Así que viviendo el marido se mí me es hecho muerte? ¡No lo
llamará adúltera, si fuere de otro permita Dios!, sino que el peca-
varón; mas si su marido muriere, do, para que aparezca pecado,
es libre de la ley, de tal manera por lo bueno me obró la muerte;
que no será adúltera, si fuere de para que, por el mandamiento, el
otro marido. pecado se hiciese sobre manera
4 Así también vosotros, herma- pecaminoso.
nos míos, sois muertos a la ley 14 Porque sabemos que la ley
por el cuerpo de Cristo, para que es espiritual; mas yo soy carnal,
seáis de otro, es a saber, del que vendido debajo del pecado.
resucitó de los muertos para que 15 Porque lo que hago, no lo
fructifiquemos a Dios. apruebo, pues, lo que quie-
5 Porque cuando estábamos en la ro, esto no hago; antes lo
216
La ley descubre el pecado Romanos 8
que aborrezco, aquello hago. Hijo en semejanza de carne de
16 Y si lo que no quiero, esto hago, pecado, y por el pecado, conde-
consiento que la ley es buena. nó al pecado en la carne;
17 De manera que ya no obro yo 4 Para que la justicia de la ley
aquello, sino el pecado que mora fuese cumplida en nosotros, que no
en mí. andamos según la carne, sino según
18 Porque yo sé que en mí, es a el Espíritu.
saber, en mi carne, no mora cosa 5 Porque los que son según la
buena; porque tengo el querer; carne, piensan en las cosas que
mas obrar lo bueno, no lo alcanzo. son de la carne; mas los que son
19 Porque no hago el bien que según el Espíritu, en las cosas
quiero; mas el mal que no quiero, que son del Espíritu.
esto hago. 6 Porque la mente carnal es muer-
20 Y si hago lo que no quiero, ya te; mas la mente espiritual, vida
no lo obro yo, sino el pecado que y paz;
mora en mí. 7 Por cuanto la mente carnal es
21 Así que, queriendo yo hacer enemistad contra Dios; porque
el bien, hallo esta ley; que el mal no se sujeta a la ley de Dios, ni
habita conmigo. tampoco puede.
22 Porque según el hombre inte- 8 Así que, los que están en la
rior, me deleito en la ley de Dios; carne, no pueden agradar a Dios.
23 Mas veo otra ley en mis miem- 9 Mas vosotros no estáis en la
bros rebelándose contra la ley de carne, sino en el Espíritu: si es
mi mente, y llevándome cautivo a que el Espíritu de Dios mora en
la ley del pecado que está en vosotros. Y si alguno no tiene el
mis miembros. Espíritu de Cristo, el tal no es de él.
24 ¡Oh miserable hombre de mí! 10 Empero si Cristo está en vosotros,
¿quién me librará del cuerpo de el cuerpo a la verdad está muerto
esta muerte? a causa del pecado; mas el espíri-
25 Gracias doy a Dios por Jesu tu es vida por causa de la justicia.
Cristo el Señor nuestro. Así que, 11 Y si el Espíritu de aquel que
yo mismo con la mente sirvo a la resucitó de los muertos a Jesús,
ley de Dios, mas con la carne a la mora en vosotros, el que resucitó
ley del pecado. a Cristo de los muertos, vivificará
también vuestros cuerpos morta-
CAPÍTULO 8 les por su Espíritu que mora en
SÍ que ahora, ninguna conde- vosotros.
A nación hay para los que están
en Cristo Jesús, los que no andan
12 Así que, hermanos, deudores
somos, no a la carne para que vi-
conforme a la carne, sino confor- vamos según la carne.
me al Espíritu. 13 Porque si viviereis según la
2 Porque la ley del Espíritu de carne, moriréis; mas si por el Es-
vida en Cristo Jesús me ha librado píritu mortificareis las obras de la
de la ley del pecado y de la muerte. carne, viviréis.
3 Porque lo que era imposible a 14 Porque todos los que son guia-
la ley, en cuanto era débil por la dos por el Espíritu de Dios, los
carne, Dios enviando a su propio tales son hijos de Dios.
217
Romanos 8 Dios por nosotros
15 Porque no habéis recibido ramos, por paciencia esperamos.
el espíritu de servidumbre para 26 Y asimismo también el Espí-
estar otra vez en temor; mas ha- ritu ayuda nuestras flaquezas;
béis recibido el Espíritu de adop- porque no sabemos lo que hemos
ción, por el cual clamamos: Abba, de orar como conviene; mas el
Padre. Espíritu mismo intercede por no-
16 El Espíritu mismo da testimo- sotros con gemidos indecibles.
nio a nuestro espíritu que somos 27 Mas el que escudriña los cora-
hijos de Dios. zones, sabe cuál es la mente del
17 Y si hijos, también herederos: Espíritu, porque según a la vo-
herederos ciertamente de Dios, y luntad de Dios, intercede por los
coherederos con Cristo: si empe- santos.
ro padecemos juntamente con él, 28 Y sabemos, que todas las cosas
para que juntamente con él sea- obran juntamente para el bien a
mos también glorificados. los que a Dios aman, a los que
18 Porque tengo por cierto que según su propósito son llamados.
los sufrimientos del tiempo pre- 29 Porque a los que antes cono-
sente no son dignos de ser compa- ció, también predestinó para que
rados con la gloria venidera que en fuesen hechos conformes a la
nosotros será revelada. imagen de su Hijo, para que él
19 Porque la ardiente expecta- sea el primogénito entre muchos
ción de la criatura espera la re- hermanos.
velación de los hijos de Dios; 30 Y a los que predestinó, a éstos
20 Porque la criatura fue sujeta a también llamó; y a los que llamó,
vanidad, no de su voluntad, sino a éstos también justificó; y a los
por causa de aquél que la sujetó que justificó, a éstos también
en esperanza, glorificó.
21 Porque también la misma cria- 31 ¿Qué, pues, diremos a estas
tura será librada de la servidum- cosas? Si Dios es por nosotros,
bre de corrupción, en la libertad ¿quién será contra nosotros?
gloriosa de los hijos de Dios. 32 El que aun a su propio Hijo no
22 Porque sabemos, que toda la escatimó, antes lo entregó por
creación gime a una, y a una está todos nosotros, ¿cómo no nos
en dolores de parto hasta ahora. dará también con él gratuita-
23 Y no sólo ella, mas también mente todas las cosas?
nosotros mismos que tenemos 33 ¿Quién acusará a los escogi-
las primicias del Espíritu, noso- dos de Dios? Dios es el que jus-
tros también gemimos dentro de tifica.
nosotros mismos, esperando la 34 ¿Quién es el que condena?
adopción, es a saber, la redención Cristo es el que murió: antes el
de nuestro cuerpo. que también resucitó, el que
24 Porque en esperanza somos también está a la diestra de Dios,
salvos: empero la esperanza que el que también intercede por no-
se ve, no es esperanza; porque sotros.
lo que alguno ve, ¿cómo aún lo 35 ¿Quién nos apartará del amor
espera? de Cristo? ¿Tribulación? ¿o an-
25 Mas si lo que no vemos espe- gustia? ¿o persecución? ¿o ham-
218
Más que vencedores Romanos 9
bre? ¿o desnudez? ¿o peligro? ¿o 9 Porque la palabra de la prome-
espada? sa es esta: En este tiempo vendré; y
36 (Como está escrito: Por tu tendrá Sara un hijo.
causa somos muertos todos los 10 Y no sólo ésta, mas también
días: somos estimados como ove- Rebeca concibiendo de uno, de
jas para el matadero): Isaac nuestro padre;
37 Antes en todas estas cosas 11 (Porque no siendo aún naci-
somos más que vencedores, por dos, los niños, ni habiendo hecho
aquel que nos amó. aún ni bien ni mal, para que
38 Por que estoy persuadido que permaneciese el propósito de
ni la muerte, ni la vida, ni ánge- Dios según la elección no por las
les, ni principados, ni poderes, ni obras, sino por el que llama);
lo presente, ni lo por venir, 12 A ella le fue dicho, que el
39 Ni lo alto, ni lo bajo, ni ningu- mayor serviría al menor:
na otra criatura nos podrá apar- 13 Como está escrito: A Jacob
tar del amor de Dios, que es en amé, mas a Esaú aborrecí.
Cristo Jesús, nuestro Señor. 14 ¿Qué diremos pues? ¿Que hay
injusticia con Dios? ¡No lo per-
CAPÍTULO 9 mita Dios!
ERDAD digo en Cristo, no 15 Porque a Moisés dice: Tendré
V miento, dándome testimonio
mi conciencia en el Espíritu Santo:
misericordia del que tendré mi-
sericordia; y me compadeceré
2 Que tengo gran tristeza, y con- del que me compadeceré.
tinuo dolor en mi corazón. 16 Así que no es del que quiere; ni
3 Porque deseara yo mismo ser del que corre; sino de Dios,
anatema de Cristo por mis her- que hace misericordia.
manos, los que son mis parientes 17 Porque la Escritura dice a Fa-
según la carne: raón: Para esto mismo te levan-
4 Que son Israelitas, de los cua- té, para mostrar en ti mi poder, y
les es la adopción, y la gloria, y para que mi nombre sea anun-
los pactos, y la ley dada, y el ser- ciado por toda la tierra.
vicio, y las promesas; 18 De manera que del que quiere
5 Cuyos son los padres, y de los tiene misericordia; y al que quie-
cuales vino Cristo según la carne, re, endurece.
el cual es Dios sobre todas las 19 Me dirás pues: ¿Por qué, pues,
cosas, bendito por siempre. Amén. inculpa? porque ¿quién ha resis-
6 No empero que la palabra de tido a su voluntad?
Dios haya faltado; porque no todos 20 Mas antes, oh hombre, ¿tú, quién
los que son de Israel son Israelitas: eres, para que alterques con Dios?
7 Ni tampoco por ser simiente de ¿o dirá la cosa formada al que la
Abraham, son todos hijos; mas: formó: Por qué me has hecho así?
En Isaac te será llamada simiente. 21 ¿O no tiene potestad el alfa-
8 Quiere decir: No los que son rero sobre el barro, para hacer
hijos de la carne, éstos son los de la misma masa un vaso para
hijos de Dios; mas los que son honra, y otro para deshonra?
hijos de la promesa, éstos son 22 ¿Y qué, si Dios queriendo mos-
contados en la simiente. trar su ira, y hacer notorio su
219
Romanos 10 La ley y la fe
poder soportó con mucha man- re en él, no será avergonzado.
sedumbre los vasos de ira, prepa-
rados para destrucción; CAPÍTULO 10
23 Y para hacer notorias las ri- ERMANOS, ciertamente el
quezas de su gloria para con los

vasos de misericordia, que él


H
deseo de mi corazón, y mi

oración a Dios por Israel, es


antes preparó para gloria, para su salvación.
24 Que somos nosotros a los cua- 2 Porque yo les doy testimonio; de
les ha llamado, no solamente de que ellos tienen celo de Dios, mas
los Judíos, mas también de los no según conocimiento.
Gentiles? 3 Porque ignorando la justicia de
25 Como también él dice en Dios, y procurando establecer su
Oseas: Llamaré al que no era mi propia justicia, no se han sujeta-
pueblo, pueblo mío; y amada, a do a la justicia de Dios.
la que no era amada. 4 Porque Cristo es el fin de la ley,
26 Y acontecerá que en el lugar para justicia a todo aquel que cree.
donde antes les era dicho: Voso- 5 Porque Moisés describe la jus-
tros no sois pueblo mío, allí serán ticia que es por la ley: Que el
llamados hijos del Dios viviente. hombre que aquellas cosas hicie-
27 Isaías también clama tocante a re, vivirá por ellas.
Israel: Aunque fuere el número de 6 Mas la justicia que es por la fe,
los hijos de Israel como la arena dice así: No digas en tu corazón:
del mar, un remanente será salvo. ¿Quién subirá al cielo? (esto es,
28 Porque él consumará la obra, para traer abajo a Cristo).
y la abreviará en justicia, porque 7 ¿O, quién descenderá al abis-
obra abreviada hará el Señor mo? (esto es, para volver a traer a
sobre la tierra. Cristo de los muertos).
29 Y como antes dijo Isaías: Si el 8 Mas ¿qué dice? Cercana te está la
Señor de Sabaot no nos hubiera palabra, en tu boca, y en tu co-
dejado simiente, como Sodoma razón. Esta es la palabra de fe la
fuéramos hechos, y como Gomo- cual predicamos:
rra fuéramos semejantes. 9 Que si confesares con tu boca al
30 ¿Qué diremos pues? Que los Señor Jesús; y creyeres en tu
Gentiles que no seguían justicia corazón que Dios le resucitó de
han alcanzado la justicia: la jus- los muertos, serás salvo.
ticia que es por la fe; 10 Porque con el corazón se cree
31 Mas Israel que seguía la ley de para justicia; y con la boca se
justicia, no ha llegado a la ley de hace confesión para salvación.
la justicia. 11 Porque la Escritura dice: Todo
32 ¿Por qué? Porque la seguían no aquel que en él creyere, no será
por fe; mas como por las obras avergonzado.
de la ley. Por lo cual tropezaron 12 Porque no hay diferencia entre
en la piedra de tropiezo; el Judío y el Griego; porque uno
33 Como está escrito: He mismo es el Señor de todos, rico
aquí, pongo en Sión piedra para con todos los que le invocan.
de tropiezo y roca de escán- 13 Porque todo aquel que invoca-
dalo: y todo aquel que creye- re el nombre del Señor, será salvo.
220
La conversión de los Gentiles Romanos 11
14 ¿Cómo pues invocarán a aquel y yo he quedado solo, y procuran
en el cual no han creído? ¿Y quitarme mi vida.
cómo creerán en aquel de quien 4 Mas ¿Qué le dice la respues-
no han oído? ¿Y cómo oirán si no ta de Dios? Yo me he reservado
hay quien les predique? siete mil varones que no han do-
15 ¿Y cómo predicarán si no fue- blado la rodilla delante de Baal.
ren enviados? como está escrito: 5 Así también, pues, en este
¡Cuán hermosos son los pies de tiempo ha quedado un remanen-
los que predican el evangelio de te según la elección de gracia.
paz, de los que predican el evan- 6 Y si por gracia, ya no es por
gelio de las cosas buenas! obras: de otro modo la gracia ya
16 Mas no todos obedecieron no es gracia. Mas si por obras, ya
al evangelio porque Isaías dice: no es gracia: de otra manera la
Señor, ¿quién creyó nuestro dicho? obra ya no es obra.
17 Así que la fe viene por el oír, y el 7 ¿Pues qué? Lo que buscaba Is-
oír por la palabra de Dios. rael, aquello no ha alcanzado;
18 Mas digo yo: ¿No han oído? mas la elección lo ha alcanzado; y
Antes cierto por toda la tierra ha los demás fueron cegados;
salido el sonido de ellos, y sus pa- 8 Así como está escrito: Dióles
labras hasta los fines del mundo. Dios espíritu de sueño profundo,
19 Mas yo digo: ¿No lo ha conoci- ojos con que no vean, y oídos con
do Israel? Primeramente Moisés que no oigan, hasta el día de hoy.
dice: Yo os provocaré a celos por 9 Y David dice: Séales hecha su
un pueblo que no es mi pueblo y mesa un lazo, y una red, y un trope-
por una nación insensata os pro- zadero, y una recompensa a ellos;
vocaré a ira. 10 Sus ojos sean oscurecidos para
20 Mas Isaías tiene mucho de- que no vean; y agóbiales siempre el
nuedo, y dice: Fui hallado de los espinazo.
que no me buscaban; manifestéme 11 Digo pues: ¿Tropezaron de tal
a los que no preguntaban por mí. manera que cayesen? ¡No lo per-
21 Mas contra Israel dice: Todo el mita Dios!; mas por el tropiezo
día extendí mis manos a un pue- de ellos vino la salvación a los
blo desobediente y contradictor. Gentiles, para que fuesen provo-
cados a celos.
CAPÍTULO 11 12 Y si la caída de ellos es la ri-
IGO pues: ¿Ha desechado queza del mundo, y el menosca-
D Dios a su pueblo? ¡No lo
permita Dios! Porque también
bo de ellos la riqueza de los Gentiles,
¿cuánto más la plenitud de ellos?
yo soy Israelita, de la simiente de 13 Porque, a vosotros hablo,
Abraham, de la tribu de Benjamín. Gentiles, por cuanto a la ver-
2 No ha desechado Dios a su pue- dad yo soy apóstol de los Gen-
blo, al cual antes conoció. ¿O no tiles, mi ministerio glorifico,
sabéis lo que dice de Elías la Es- 14 Por si en alguna manera pro-
critura? cómo ruega a Dios con- vocase a celos a los de mi carne, e
tra Israel, diciendo: hiciese salvos a algunos de ellos.
3 Señor, a tus profetas han muer- 15 Porque si el desechamiento
to, y a tus altares han derribado, de ellos es la reconciliación del
221
Romanos 12 La restauración de Israel
mundo, ¿qué será el recibimiento 26 Y así todo Israel será salvo,
de ellos sino vida de los muertos? como está escrito: Vendrá de
16 Porque si el primer fruto es santo Sión el Libertador, y apartará de
también lo es la masa; y si la raíz es Jacob la impiedad.
santa también lo son los ramos. 27 Y este es mi pacto con ellos
17 Y si algunos de los ramos fue- cuando quitare sus pecados.
ron quebrados, y tú, siendo ace- 28 Así que, en cuanto al evangelio,
buche fuiste injerido entre ellos, son enemigos por causa de voso-
y fuiste hecho participante de la tros, mas en cuanto a la elección,
raíz, y de la grosura del olivo; son amados por causa de los padres.
18 No te jactes contra los ramos; 29 Porque sin arrepentimiento
mas si te jactas, sabe que no sus- son los dones y la vocación de Dios.
tentas tú a la raíz, sino la raíz a ti. 30 Porque como también voso-
19 Dirás pues: Los ramos fueron tros, en tiempo pasado no creís-
quebrados para que yo fuese in- teis a Dios, mas ahora habéis
jerido. alcanzado misericordia por la
20 Bien: por incredulidad ellos incredulidad de ellos;
fueron quebrados, mas tú por la 31 Así también éstos ahora no
fe estás en pie. No te ensoberbez- han creído, para que, por la mise-
cas, antes teme; ricordia para con vosotros, ellos
21 Porque si Dios no perdonó a también alcancen misericordia.
los ramos naturales, mira no sea 32 Porque Dios encerró a todos en
que a ti tampoco te perdone. incredulidad, para tener mi-
22 Mira pues la bondad, y la sericordia de todos.
severidad de Dios: la severidad 33 ¡Oh profundidad de las ri-
ciertamente para con los que ca- quezas de la sabiduría, y del co-
yeron; mas la bondad para con- nocimiento de Dios! ¡Cuán in-
tigo, si permanecieres en su bon- comprensibles son sus juicios, e
dad; de otra manera tú también inescrutables sus caminos!
serás cortado. 34 Porque ¿Quién ha conocido la
23 Y aun ellos, si no permanecie- mente del Señor? ¿O quién ha sido
ren en incredulidad, serán inje- su consejero?
ridos; que poderoso es Dios para 35 ¿O quién le dio a él primero,
volverlos a injerir. para que le sea recompensado?
24 Porque si tú fuiste cortado del 36 Porque de él, y por él, y en él
natural acebuche, y contra natu- son todas las cosas. A él sea gloria por
ra fuiste injerido en el buen olivo, siempre. Amén.
¿Cuánto más éstos, que son los
ramos naturales, serán injeridos en CAPÍTULO 12
su propio olivo? SÍ que, hermanos, os ruego por
25 Porque no quiero, hermanos,

que ignoréis este misterio, para


A las misericordias de Dios, que

presentéis vuestros cuerpos en sa-


que no seáis arrogantes en vo- crificio vivo, santo, agradable a Dios,
sotros mismos; que la ceguedad que es vuestro racional servicio.
en parte ha acontecido a Israel, 2 Y no os conforméis a este mundo;
hasta que haya entrado la pleni- mas transformaos por la renova-
tud de los Gentiles; ción de vuestra mente, para que
222
Tolerancia y caridad Romanos 13
probéis cuál sea la buena, y agra- de mente, mas acomodándoos a
dable y perfecta voluntad de Dios. los humildes. No seáis sabios en
3 Digo pues, por la gracia que vuestra propia opinión.
me es dada, a cada uno que está 17 No paguéis a nadie mal por
entre vosotros, que no piense de mal: procurad cosas honestas
sí mismo más elevadamente de lo delante de todos los hombres.
que debe pensar; sino que piense 18 Si es posible, cuanto es en vo-
sobriamente, cada uno conforme a sotros, tened paz con todos los
la medida de fe que Dios le repartió. hombres.
4 Porque de la manera que en un 19 No os venguéis a vosotros
cuerpo tenemos muchos miem- mismos, amados míos antes, dad
bros, empero todos los miembros lugar a la ira; porque escrito
no tienen el mismo oficio: está: Mía es la venganza: yo pa-
5 Así nosotros siendo muchos, somos garé, dice el Señor.
un cuerpo en Cristo, y cada uno, 20 Así que, si tu enemigo tuviere
miembros los unos de los otros. hambre, dale de comer: si tuvie-
6 De manera que teniendo dife- re sed, dale de beber: que hacien-
rentes dones según la gracia que do esto, ascuas de fuego amonto-
nos es dada, si de profecía, sea narás sobre su cabeza.
conforme a la medida de la fe; 21 No seas vencido de lo malo;
7 O ministerio, en servir; o el que antes vence con bien el mal.
enseña, en enseñar;
8 O el que exhorta, en exhortar; el CAPÍTULO 13
que reparte, hágalo en simplicidad; ODA alma sea sujeta a las po-
el que preside, en diligencia; el

que hace misericordia, en alegría.


T testades superiores, porque

no hay potestad sino de Dios: las


9 El amor sea sin fingimiento: potestades que son, de Dios son
aborreciendo lo malo, allegán- establecidas.
doos a lo bueno. 2 Así que, el que resiste a la po-
10 Amándoos los unos a los otros testad, a la ordenanza de Dios
con amor hermanable; en la honra resiste; y los que resisten, ellos
prefiriéndoos los unos a los otros; mismos recibirán condenación
11 En los quehaceres no pere- para sí.
zosos; ardientes en espíritu; sir- 3 Porque los magistrados no son
viendo al Señor; terror a las buenas obras, sino a las
12 Gozándoos en la esperanza; malas ¿Quieres pues no temer la
sufridos en la tribulación; cons- potestad? Haz lo bueno, y ten-
tantes en la oración; drás alabanza de ella;
13 Comunicando a las necesida- 4 Porque te es el ministro de Dios
des de los santos; siguiendo la para bien. Mas si hicieres lo malo,
hospitalidad. teme: porque no en vano lleva la
14 Bendecid a los que os persi- espada; porque es el ministro de
guen: bendecid, y no maldigáis. Dios, vengador para ejecutar ira al
15 Regocijaos con los que se re- que hace lo malo.
gocijan; y llorad con los que lloran. 5 Por lo cual es necesario que le
16 Sed de la misma mente los seáis sujetos: no solamente por
unos con los otros: no con altivez la ira, mas aún por la conciencia.
223
Romanos 14 Caridad con los débiles en la fe
6 Porque por esto pagáis tam- que no come; y el que no come,
bién los tributos, porque son mi- no juzgue al que come; porque
nistros de Dios que atienden con- Dios le ha recibido.
tinuamente a esto mismo. 4 ¿Tú, quién eres, que juzgas
7 Pagad pues a todos lo que de- el siervo ajeno? Para su propio
béis: al que tributo, tributo: al que señor está en pie, o cae; mas, es-
impuesto, impuesto: al que temor, tará firme: porque poderoso es
temor: al que honra, honra. Dios para hacerle estar firme.
8 No debáis a nadie nada, sino 5 Uno juzga que hay diferencia
que os améis unos a otros; por- entre día y día: otro juzga iguales
que el que ama a otro, ha cum- todos los días. Cada uno esté ple-
plido la ley. namente asegurado en su propia
9 Porque esto: No adulterarás: mente.
no matarás: no hurtarás: no dirás 6 El que hace caso del día, lo hace
falso testimonio: no codiciarás, y para el Señor; y el que no hace
si hay algún otro mandamiento caso del día, para el Señor no lo
en esta palabra se comprende su- hace. El que come, para el Señor
mariamente: Amarás a tu próji- come; porque da gracias a Dios;
mo, como a ti mismo. y el que no come, para el Señor
10 El amor no hace mal al próji- no come, y da gracias a Dios.
mo, así que el amor es el cumpli- 7 Porque ninguno de nosotros vive
miento de la ley. para sí; y ninguno muere para sí.
11 Y esto, conociendo el tiempo, 8 Que si vivimos, para el Señor vi-
que es ya hora de despertarnos vimos; y si morimos, para el Señor
del sueño; porque ahora nos está morimos. Así que, o que vivamos,
más cerca nuestra salvación, que o que muramos, del Señor somos.
cuando creímos. 9 Porque Cristo para esto
12 La noche está muy avanzada, murió, y resucitó, y volvió a
y el día está cerca: desechemos vivir, para ser Señor así de los
pues las obras de las tinieblas, y muertos como de los vivos.
vistámonos la armadura de luz. 10 Mas tú ¿por qué juzgas a tu
13 Andemos honestamente, hermano? O tú también, ¿por-
como de día: no en glotonerías y qué menosprecias a tu hermano?
borracheras, no en lechos y lasci- porque todos hemos de compare-
vias, no en pendencias y envidia: cer delante del tribunal de Cristo.
14 Mas vestíos del Señor Jesu 11 Porque escrito está: Vivo yo,
Cristo; y no hagáis caso de la dice el Señor, que a mí se do-
carne para cumplir sus concupis- blará toda rodilla: y toda lengua
cencias. confesará a Dios.
12 De manera que cada uno de
CAPÍTULO 14 nosotros dará a Dios cuenta de sí
ECIBID al débil en la fe, pero mismo.
R no para contiendas de disputas.
2 Porque uno cree que se ha de
13 Así que, no juzguemos más los
unos a los otros; mas antes juz-
comer de todas cosas: otro, que gad esto, que nadie ponga tropie-
es débil, come legumbres. zo al hermano, u ocasión de caer.
3 El que come, no menosprecie al 14 Yo sé, y estoy persuadido en
224
No hagamos tropezar al hermano Romanos 15
el Señor Jesús, que nada hay de dó a sí mismo; antes, como está
suyo inmundo; mas a aquel que escrito: Los vituperios de los que
piensa ser inmunda alguna cosa, te vituperaban, cayeron sobre mí.
a aquél le es inmunda. 4 Porque las cosas que antes fueron
15 Empero si por causa de tu co- escritas, para nuestra enseñanza
mida tu hermano es contristado, fueron escritas; para que por la pa-
ya no andas conforme a la cari- ciencia, y consolación de las Escri-
dad. No destruyas con tu comida turas, tengamos esperanza.
a aquel por el cual Cristo murió. 5 Mas el Dios de la paciencia y de la
16 No se hable mal, pues, de consolación, os dé que entre
vuestro bien: vosotros seáis unánimes según
17 Porque el reino de Dios no es Cristo Jesús:
comida ni bebida; sino justicia, y 6 Para que de un corazón y de
paz, y gozo en el Espíritu Santo. una boca glorifiquéis a Dios, el
18 Porque el que en estas cosas Padre de nuestro Señor Jesu Cristo.
sirve a Cristo, agrada a Dios, y es 7 Por tanto recibíos los unos a los
aprobado a los hombres. otros, como también Cristo nos
19 Sigamos pues lo que hace a ha recibido para gloria de Dios.
la paz, y a la edificación de los 8 Digo pues, que Jesu Cristo fue
unos a los otros. ministro de la circuncisión por la
20 No destruyas la obra de Dios verdad de Dios, para confirmar
por causa de la comida. Todas las promesas hechas a los padres;
las cosas a la verdad son puras; 9 Y para que los Gentiles glorifi-
mas malo es para el hombre que quen a Dios por su misericordia,
come con escándalo. como está escrito: Por tanto yo te
21 Bueno es no comer carne, ni confesaré a ti entre los Genti-
beber vino, ni nada en que tu les, y cantaré a tu nombre.
hermano tropiece o se escanda- 10 Y otra vez dice: Regocijaos, vo-
lice, o se debilite. sotros los Gentiles, con su pueblo.
22 ¿Tú, tienes fe? Ten la contigo 11 Y otra vez: Alabad al Señor,
delante de Dios. Bienaventurado todos los Gentiles, y magnificad-
el que no se condena a sí mismo le todos los pueblos.
con lo que aprueba. 12 Y otra vez dice Isaías: Será
23 Mas el que duda, si comiere, raíz de Isaí, y el que se levantará
es condenado, porque no comió para regir los Gentiles, los Genti-
por fe; y todo lo que no es de fe, les esperarán en él.
es pecado. 13 Y el Dios de esperanza os llene
de todo gozo y paz en el creer,
CAPÍTULO 15 para que abundéis en esperanza
SÍ que los que somos fuertes por el poder del Espíritu Santo.
A debemos sobrellevar las fla-
quezas de los débiles, y no agra-
14 Empero yo mismo también

estoy persuadido de vosotros,


darnos a nosotros mismos. hermanos míos; que vosotros
2 Cada uno de nosotros agrade a también estáis llenos de bondad,
su prójimo para su bien, para llenos de todo conocimiento, que
edificación. podáis también amonestaros los
3 Porque aun Cristo no se agra- unos a los otros.
225
Romanos 16 La obra entre los Gentiles
15 Mas hermanos, con mas atre- 26 Porque Macedonia y Acaya
vimiento os he escrito en parte, tuvieron por bien de hacer cier-
como para recordaros por la gra- ta colecta para los pobres de los
cia que de Dios me es dada, santos que están en Jerusalem.
16 Para que sea yo ministro de 27 Porque les pareció bueno, y
Jesu Cristo a los Gentiles, minis- son deudores a ellos; porque si
trando el evangelio de Dios, para los Gentiles han sido hechos
que la ofrenda de los Gentiles participantes de sus bienes espi-
le sea acepta, siendo santificada rituales, deben también ellos ser-
por el Espíritu Santo. virles en los carnales.
17 Así que tengo de que gloriar- 28 Así que, cuando hubiere con-
me por Jesu Cristo en aquellas cluido esto, y les hubiere sellado
cosas que pertenecen a Dios. este fruto, pasaré por vosotros a
18 Porque no osaría hablar de al- España.
guna cosa que Cristo no haya hecho 29 Y ya sé que cuando viniere a
por mí para hacer obedientes a los vosotros, vendré en la plenitud
Gentiles, por palabra y obra: de la bendición del evangelio de
19 Por poder de milagros y pro- Cristo.
digios, por poder del Espíritu de 30 Ruégoos empero, hermanos,
Dios; de tal manera que desde por nuestro Señor Jesu Cristo,
Jerusalem y al derredor hasta Ilí- y por el amor del Espíritu, que os
rico he plenamente predicado el esforcéis conmigo en vuestras
evangelio de Cristo. oraciones por mí a Dios;
20 Y de esta manera me esforcé a 31 Que yo sea librado de los in-
predicar el evangelio; no donde crédulos que están en Judea, y
Cristo fuese ya nombrado, por no que este mi servicio para los de Je-
edificar sobre ajeno fundamento; rusalem sea acepto a los santos:
21 Antes, como está escrito: A 32 Para que con gozo venga a vo-
los que no fue anunciado de él, sotros por la voluntad de Dios, y
verán; y los que no oyeron, en- que sea recreado juntamente con
tenderán. vosotros.
22 Por lo cual también he sido 33 Y el Dios de paz sea con todos
impedido muchas veces de venir a vosotros. Amén.
vosotros.
23 Mas ahora no teniendo más CAPÍTULO 16
lugar en estas partes, y teniendo O os encomiendo a Febe nues-
gran deseo de venir a vosotros

muchos años ha:


Y tra hermana, la cual es sierva

de la iglesia que está en Cenchreas:


24 Cuando me partiere para Es- 2 Que la recibáis en el Señor,
paña, vendré a vosotros: porque como es digno de santos, y que la
espero que pasando os veré, y ayudéis en cualquiera cosa en que
que seré encaminado por voso- necesite de vosotros; porque ella ha
tros hacia allá: cuando primero ayudado a muchos, y a mí mismo.
me hubiere en parte saciado de 3 Saludad a Priscila y a Aquila,
vuestra compañía. mis colaboradores en Cristo Jesús:
25 Mas ahora parto para Jeru- 4 (Que pusieron sus propios cue-
salem a ministrar a los santos. llos por mi vida, a los cuales no
226
Salutaciones finales Romanos 16
doy gracias yo solo, mas aun 18 Porque los tales no sirven a
todas las iglesias de los Gentiles:) nuestro Señor Jesu Cristo, sino a
5 Asimismo a la iglesia que está sus vientres; y con suaves pala-
en su casa. Saludad a Epeneto, bras y lisonjas engañan los cora-
amado mío, que es las primicias zones de los sencillos.
de Acaya para Cristo. 19 Porque vuestra obediencia di-
6 Saludad a María, la cual ha tra- vulgada es a todos; así que me
bajado mucho por nosotros. gozo de vosotros: mas quiero que
7 Saludad a Andrónico y a Junia, seáis sabios en el bien, y simples
mis parientes, y mis compañe- para el mal.
ros en prisiones, los cuales son 20 Y el Dios de paz quebrantará
insignes entre los apóstoles; los presto a Satanás debajo de vues-
cuales también fueron en Cristo tros pies. La gracia de nuestro
antes que yo. Señor Jesu Cristo sea con voso-
8 Saludad a Amplias, amado mío tros. Amén.
en el Señor. 21 Os saludan Timoteo, mi cola-
9 Saludad a Urbano, nuestro borador, y Lucio, y Jasón, y Sosi-
ayudador en Cristo, y a Stachis, pater mis parientes.
amado mío. 22 Yo Tercio, que escribí esta
10 Saludad a Apeles, aprobado epístola, os saludo en el Señor.
en Cristo. Saludad a los que son 23 Os saluda Gayo, mi huésped, y
de Aristóbulo. de toda la iglesia. Os saluda
11 Saludad a Herodión, mi pa- Erasto, tesorero de la ciudad, y el
riente. Saludad a los que son de hermano Cuarto.
Narciso, los que son en el Señor. 24 La gracia de nuestro Señor
12 Saludad a Trifena, y a Trifosa, Jesu Cristo sea con todos vosotros.
las cuales trabajan en el Señor. Sa- Amén.
ludad a la amada Pérsida, la cual 25 Y al que es poderoso para
ha trabajado mucho en el Señor. confirmaros según mi evangelio,
13 Saludad a Rufo, escogido en el y la predicación de Jesu Cristo,
Señor; y a su madre y mía. según la revelación del misterio
14 Saludad a Asíncrito, a Flegonte, encubierto desde tiempos eternos,
a Hermas, a Patrobas, a Hermes, y 26 Mas manifestado ahora, y
a los hermanos que están con ellos. por las Escrituras de los profetas
15 Saludad a Filólogo, y a Julia, a según el mandamiento del Dios
Nereo, y a su hermana, y a Olimpas, y eterno, declarado a todas las na-
a todos los santos que están con ellos. ciones para obediencia de fe;
16 Saludaos los unos a los otros con 27 A Dios sólo sabio, sea gloria por
santo beso. Os saludan las iglesias Jesu Cristo por siempre. Amén.
de Cristo.
17 Y os ruego, hermanos, que mi-
réis por los que causan disensiones y Fue escrita de Corintio a los Roma-
escándalos contrarios a la doc- nos, y enviada con Febe sierva de la iglesia
trina que vosotros habéis apren- en Cenchreas.
dido; y apartaos de ellos.

227
La Primera Epístola del Apóstol Pablo a los

CORINTIOS

P CAPÍTULO 1
ABLO, llamado a ser apóstol
de vosotros, hermanos míos, por
los que son de la casa de Cloé, que
de Jesu Cristo por la voluntad hay entre vosotros contiendas.
de Dios, y el hermano Sóstenes, 12 Pero digo esto, que cada uno
2 A la iglesia de Dios que está de vosotros dice: Yo cierto soy
en Corinto, a los santificados en de Pablo; mas yo de Apolos; mas
Cristo Jesús, llamados a ser san- yo de Cefas; mas yo de Cristo.
tos, con todos los que en todo 13 ¿Es dividido Cristo? ¿Fue
lugar invocan el nombre de nues- crucificado Pablo por vosotros?
tro Señor Jesu Cristo, así de ellos ¿o habéis sido bautizados en el
como el nuestro: nombre de Pablo?
3 Gracia a vosotros, y paz de 14 Doy gracias a mi Dios, que a
Dios nuestro Padre, y del Señor ninguno de vosotros he bautiza-
Jesu Cristo. do, mas que a Crispo y a Gayo;
4 Doy gracias a mi Dios siempre 15 Para que ninguno diga que yo le
por vosotros, por la gracia de Dios bauticé en mi nombre.
que os es dada en Jesu Cristo; 16 Y también bauticé la casa de
5 Que en todas las cosas sois en- Estéfanas; mas no sé si haya bau-
riquecidos en él, en toda palabra y tizado a algún otro.
en todo conocimiento; 17 Porque no me envió Cristo a
6 Según que el testimonio de bautizar, sino a predicar el evan-
Cristo ha sido confirmado en vo- gelio: no en sabiduría de pala-
sotros: bras, porque no sea hecha vana la
7 De tal manera que nada os falte cruz de Cristo.
en ningún don, esperando la re- 18 Porque la predicación de la
velación de nuestro Señor Jesu cruz, locura es, a la verdad, para
Cristo; los que perecen; mas para noso-
8 El cual también os confirmará tros, que somos salvos, es poder
hasta el fin, para que seáis incul- de Dios.
pables en el día de nuestro Señor 19 Porque está escrito: Destrui-
Jesu Cristo. ré la sabiduría de los sabios, y el
9 Fiel es Dios por el cual fuisteis entendimiento de los entendidos
llamados a la comunión de su haré venir a la nada.
Hijo Jesu Cristo el Señor nuestro. 20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde
10 Os ruego, pues, hermanos, por el el escriba? ¿Dónde está el dis-
nombre de nuestro Señor Jesu Cris- putador de este mundo? ¿No ha
to, que habléis todos una misma enloquecido Dios la sabiduría de
cosa; y que no haya entre vosotros este mundo?
disensiones; antes seáis perfecta- 21 Porque por no haber el mundo
mente unidos en una misma mente, y conocido en la sabiduría de
en un mismo parecer. Dios a Dios por sabiduría, agra-
11 Porque me ha sido declarado dó a Dios salvar a los creyentes
228
La sabiduría espiritual I Corintios 2
por la locura de la predicación. debilidad, y en temor, y mucho
22 Porque los Judíos piden señal, temblor;
y los Griegos buscan sabiduría; 4 Y ni mi palabra ni mi predica-
23 Mas nosotros predicamos a ción fue con palabras persuasi-
Cristo crucificado, que es a los Ju- vas de humana sabiduría, sino
díos ciertamente tropezadero, y a con demostración del Espíritu y
los Griegos locura: con poder;
24 Empero a los llamados, así Ju- 5 Para que vuestra fe no sea en la
díos como Griegos, Cristo poder sabiduría de hombres, mas en el
de Dios, y sabiduría de Dios. poder de Dios.
25 Porque la locura de Dios es 6 Empero hablamos sabiduría
más sabia que los hombres; y lo entre los perfectos; y sabiduría, no
débil de Dios es más fuerte que de este mundo, ni de los príncipes
los hombres. de este mundo, que vienen a nada;
26 Porque mirad, hermanos, vues- 7 Mas hablamos la sabiduría de
tra vocación, que no sois muchos Dios en misterio, la que está en-
sabios según la carne, no muchos cubierta, la que Dios ordenó antes
poderosos, no muchos nobles: del mundo para nuestra gloria,
27 Antes las cosas necias del 8 La que ninguno de los príncipes
mundo escogió Dios para confun- de este mundo conoció; porque
dir a los sabios; y las cosas débi- si la hubieran conocido, nunca
les del mundo escogió Dios para habrían crucificado al Señor de
confundir a las que son fuertes; gloria;
28 Y las cosas viles del mundo, y 9 Antes, como está escrito: Ojo no
las menospreciadas escogió Dios; y vio, ni oído oyó, ni han en-
las que no son, para deshacer las trado en el corazón del hombre las
que son: cosas que Dios ha preparado para
29 Para que ninguna carne se los que le aman.
jacte en su presencia. 10 Empero Dios nos las reveló a
30 De él empero sois vosotros en nosotros por su Espíritu; porque el
Cristo Jesús, el cual nos ha sido Espíritu todo lo escudriña, aun las
hecho por Dios sabiduría, y justi- profundidades de Dios.
cia, y santificación, y redención; 11 Porque ¿quién de los hombres
31 Para que, como está escrito: El sabe las cosas que son del hom-
que se gloría, gloríese en el Señor. bre, sino el espíritu del mismo
hombre que está en él? así tam-
CAPÍTULO 2 poco nadie conoció las cosas que
YO, hermanos, cuando vine son de Dios, sino el Espíritu de
Y a vosotros, no vine con exce-
lencia de palabra o de sabiduría,
Dios.
12 Y nosotros hemos recibido no el
para anunciaros el testimonio de espíritu del mundo, sino el es-
Dios. píritu que es de Dios; para que
2 Porque había determinado no conozcamos lo que Dios gratui-
saber cosa alguna entre vosotros, tamente nos ha dado.
sino a Jesu Cristo, y a éste cruci- 13 Lo cual también hablamos no
ficado. con palabras que enseña la huma-
3 Y estuve yo con vosotros en na sabiduría, sino en las que ense-
229
I Corintios 3 Los obreros cristianos
ña el Espíritu Santo, comparando za de Dios sois, edificio de Dios sois.
lo espiritual con lo espiritual. 10 Conforme a la gracia de Dios
14 Mas el hombre natural no per- que me ha sido dada, yo como
cibe las cosas que son del Espíri- sabio maestro de obra, puse el
tu de Dios; porque le son locura; fundamento; mas otro edifica
ni las puede conocer, porque son sobre él: empero cada uno vea
espiritualmente examinadas. como edifica sobre él.
15 Empero el espiritual juzga 11 Porque nadie puede poner
todas las cosas; mas él de nadie otro fundamento del que está
es juzgado. puesto, el cual es Jesu Cristo.
16 Porque ¿quién conoció la 12 Y si alguno edificare sobre
mente del Señor, para que le ins- este fundamento oro, plata, pie-
truyese? Mas nosotros tenemos la dras preciosas, madera, heno,
mente de Cristo. hojarasca:
13 La obra de cada uno será
CAPÍTULO 3 hecha manifiesta; porque el día
YO hermanos, no pude habla- la declarará; porque por el fuego
Y ros como a espirituales; sino
como a carnales, como a niños
será revelada, y la obra de cada

uno cual sea, el fuego hará la


en Cristo: prueba.
2 Os di a beber leche y no vian- 14 Si permaneciere la obra de al-
da, porque aún no podíais ni aún guno que sobreedificó, recibirá
podéis ahora; galardón.
3 Porque aún sois carnales; por- 15 Mas si la obra de alguno fuere
que mientras que hay entre vo- quemada, sufrirá pérdida: él em-
sotros envidias y contiendas y pero será salvo, mas así como
disensiones, ¿no sois carnales, y por fuego.
andáis como hombres? 16 ¿No sabéis que sois templo de
4 Porque diciendo el uno: Yo Dios, y que el Espíritu de Dios mora
cierto soy de Pablo; y el otro: Yo en vosotros?
de Apolos, ¿no sois carnales? 17 Si alguno violare el templo de
5 ¿Quién pues es Pablo, y quién Dios, Dios destruirá al tal; por-
es Apolos, sino ministros por los que el templo de Dios, el cual
cuales habéis creído; y cada uno sois vosotros, santo es.
conforme a lo que el Señor le dio? 18 Nadie se engañe a sí mismo: si
6 Yo planté, Apolos regó; mas alguno de vosotros parece ser
Dios ha dado el crecimiento. sabio en este mundo, hágase
7 Así que ni el que planta es algo, necio para ser sabio.
ni el que riega, sino Dios que da el 19 Porque la sabiduría de este
crecimiento. mundo, insensatez es para con
8 Empero el que planta y el que Dios; porque escrito está: El
riega son una misma cosa; aun- prende a los sabios en la astucia
que cada uno recibirá su propio de ellos.
galardón conforme a su propia 20 Y otra vez: El Señor conoce
labor. los pensamientos de los sabios,
9 Porque nosotros colaboradores que son vanos.
somos con Dios: vosotros labran- 21 Así que ninguno se gloríe en
230
Sufrimientos del apóstol I Corintios 4
los hombres; porque vuestras reyes; y quiera Dios reináseis,
son todas las cosas, para que nosotros reinásemos
22 Sea Pablo, sea Apolos, sea también con vosotros.
Cefas, sea el mundo, sea la vida, 9 Porque a lo que pienso, Dios
sea la muerte, sea lo presente, nos ha puesto a nosotros, los
sea lo porvenir, todo es vuestro; apóstoles, por los postreros,
23 Y vosotros de Cristo, y Cristo como a sentenciados a muerte;
de Dios. porque somos hechos espectácu-
lo al mundo, y a los ángeles, y a
CAPÍTULO 4 los hombres.
SÍ nos tenga el hombre, como 10 Nosotros somos necios por
A a ministros de Cristo, y ma-

yordomos de los misterios de


amor de Cristo, mas vosotros sois
sabios en Cristo; nosotros débi-
Dios. les, y vosotros fuertes; vosotros
2 Empero se requiere en los ma- nobles, y nosotros viles.
yordomos, que el hombre sea ha- 11 Hasta esta hora hambreamos, y
llado fiel. tenemos sed, y estamos desnu-
3 Yo en muy poco tengo el ser dos, y somos abofeteados, y an-
juzgado de vosotros, o de juicio damos sin morada fija,
humano; antes ni aun yo a mí 12 Y trabajamos, obrando con
mismo me juzgo. nuestras propias manos: siendo
4 Porque de nada tengo mala maldecidos, bendecimos: pade-
conciencia, empero no por eso ciendo persecución, la sufrimos:
soy justificado; mas el que me 13 Siendo difamados, rogamos:
juzga es el Señor. somos hechos como la basura del
5 Así que no juzguéis nada antes mundo, como las inmundicias de
de tiempo, hasta que venga el todas las cosas, hasta ahora.
Señor, el cual también sacará a 14 No escribo esto para avergon-
luz las cosas encubiertas de las zaros; mas os amonesto como a mis
tinieblas, y manifestará los con- hijos amados.
sejos de los corazones; y enton- 15 Porque aunque tengáis diez
ces cada cual tendrá de Dios la mil ayos en Cristo, sin embargo no
alabanza. tendréis muchos padres; por-
6 Y estas cosas, hermanos, he pa- que en Cristo Jesús yo os engen-
sado por ejemplo a mí y a Apo- dré por el evangelio.
los por amor de vosotros; para 16 Por tanto os ruego que seáis
que en nosotros aprendáis a no seguidores de mí.
pensar mas de lo que está escrito, 17 Por lo cual os envié a Timoteo,
hinchándoos por causa de otro el que es mi hijo amado, y fiel en
uno contra el otro. el Señor, el cual os recordará de
7 Porque ¿quién hace que te dife- mis caminos, los cuales son en
rencies de otro? ¿o qué tienes que Cristo, como yo enseño en todas
no hayas recibido? y si también partes, en todas las iglesias.
tú lo recibiste, ¿por qué te jactas 18 Mas como si nunca hubiese yo de
como si no lo hubieras recibido? venir a vosotros, así están hin-
8 Ya estáis hartos, ya estáis ricos; chados algunos.
sin nosotros habéis reinado como 19 Empero vendré pronto a vo-
231
I Corintios 5 El incestuoso castigado
sotros, si el Señor quisiere; y co- 9 Os he escrito en una carta, que
noceré, no las palabras de éstos no os acompañéis con los forni-
que así están hinchados, sino en carios:
poder. 10 Mas no del todo con los for-
20 Porque el reino de Dios no con- nicarios de este mundo, o con
siste en palabras, sino en poder. los avaros, o con los ladrones, o
21 ¿Qué queréis? ¿He de venir a idólatras; de otra suerte os sería
vosotros con vara, o en amor, y menester salir del mundo.
en espíritu de mansedumbre? 11 Mas ahora os he escrito, que
no os acompañéis, si alguno lla-
CAPÍTULO 5 mándose hermano fuere fornica-
E oye por todas partes que hay rio, o avaro, o idólatra, o maldi-
S entre vosotros fornicación,
y tal fornicación cual ni aun se
ciente, o borracho, o ladrón, con
el tal ni aun comáis.
nombra entre los Gentiles, tanto 12 Porque ¿qué me va a mí en
que alguno tenga la esposa de su juzgar también de los que están
padre. fuera? ¿no juzgáis vosotros de los
2 Y vosotros estáis hinchados, y que están dentro?
no tuvisteis antes luto, para que 13 Mas de los que están fuera,
fuese quitado de en medio de vo- Dios juzga. Quitad pues de entre
sotros el que hizo tal obra. vosotros al malvado.
3 Porque yo ciertamente como
ausente en cuerpo, mas presente CAPÍTULO 6
en espíritu, ya he juzgado como OSA alguno de vosotros, te-
presente a aquel, que esto así ha

cometido:
¿ niendo pleito contra otro, ir a

juicio delante de los injustos, y


4 En el nombre de nuestro Señor no delante de los santos?
Jesu Cristo, congregados voso- 2 ¿O no sabéis que los santos
tros y mi espíritu, con el poder han de juzgar al mundo? Y si el
de nuestro Señor Jesu Cristo, mundo ha de ser juzgado por vo-
5 El tal sea entregado a Satanás sotros, ¿sois indignos de juzgar en
para la destrucción de la carne, cosas muy pequeñas?
para que el espíritu sea salvo en 3 ¿O no sabéis que hemos de juz-
el día del Señor Jesús. gar los ángeles? ¿cuánto más las
6 No es buena vuestra jactancia. cosas que pertenecen a esta vida?
¿No sabéis que con un poco de 4 Por tanto si hubiereis de tener
levadura toda la masa se leuda? juicios de cosas de esta vida,
7 Limpiad pues la vieja levadura, poned para juzgar a los que son
para que seáis nueva masa, como de menor estima en la iglesia.
sois sin levadura; porque Cristo 5 Para vuestra vergüenza lo digo.
nuestra pascua es sacrificado por ¿Será así, que no hay entre vo-
nosotros. sotros algún sabio, ni uno, que
8 Así que hagamos la fiesta no en pueda juzgar entre sus hermanos;
la vieja levadura, ni en la levadu- 6 Sino que el hermano con el
ra de malicia y de maldad, sino hermano pleitea en juicio, y esto
en panes sin levadura de sinceri- delante de los incrédulos?
dad y de verdad. 7 Luego de todas maneras hay
232
El juico en la iglesia I Corintios 7
culpa entre vosotros, porque te- 18 Huid de la fornicación: cual-
néis pleitos los unos con los otros. quier pecado que el hombre hi-
¿Por qué no sufrís antes el agra- ciere, fuera del cuerpo es; mas
vio? ¿por qué no aguantáis antes ser el que fornica, contra su propio
defraudados? cuerpo peca.
8 Mas vosotros hacéis la injuria, 19 ¿No sabéis que vuestro cuer-
y defraudáis; y esto a vuestros po es templo del Espíritu Santo
hermanos. el cual está en vosotros, el cual te-
9 ¿No sabéis que los injustos no néis de Dios, y que no sois vues-
heredarán el reino de Dios? No tros?
os engañéis, ni los fornicarios, ni 20 Porque comprados sois por
los idólatras, ni los adúlteros, ni precio: glorificad pues a Dios en
los afeminados, ni los sodomitas, vuestro cuerpo y en vuestro espí-
10 Ni los ladrones, ni los avaros, ritu, los cuales son de Dios.
ni los borrachos, ni los maldi-
cientes, ni los robadores, hereda- CAPÍTULO 7
rán el reino de Dios. N cuanto a las cosas de que
11 Y esto erais algunos de voso-

tros; mas sois lavados, mas sois


E me escribisteis: bueno es al

hombre no tocar mujer.


santificados, mas sois justifica- 2 Mas por evitar la fornicación,
dos en el nombre del Señor Jesús, cada varón tenga su propia espo-
y por el Espíritu de nuestro Dios. sa, y cada mujer tenga su propio
12 Todas las cosas me son lícitas, marido.
mas no todas las cosas me con- 3 El marido pague a la esposa la
vienen: todas las cosas me son debida benevolencia; y asimis-
lícitas, mas yo no me meteré de- mo la esposa al marido.
bajo de potestad de ninguna. 4 La esposa no tiene potestad de
13 Las viandas para el vientre, y su propio cuerpo, sino el marido;
el vientre para las viandas; em- y también semejantemente el
pero y a él y a ellas destruirá marido no tiene potestad de su
Dios. Mas el cuerpo no es para la propio cuerpo, sino la esposa.
fornicación, sino para el Señor; y el 5 No os defraudéis el uno al
Señor para el cuerpo. otro, sino fuere algo por tiempo, de
14 Empero Dios resucitó al Señor, consentimiento de ambos, por
y también a nosotros nos resuci- ocuparos en ayuno y en oración; y
tará con su propio poder. volved a juntaros en uno, por-
15 ¿No sabéis, que vuestros cuer- que no os tiente Satanás a causa de
pos son miembros de Cristo? vuestra incontinencia.
¿Tomaré pues los miembros de 6 Mas esto digo por permisión,
Cristo, y los haré miembros de no por mandamiento.
una ramera? ¡No lo permita Dios! 7 Porque querría que todos los
16 ¿O no sabéis que el que se hombres fuesen como yo; empe-
junta con una ramera, es hecho ro cada uno tiene su propio don
con ella un cuerpo? porque serán, de Dios: uno de una manera y
dice, los dos en una carne. otro de otra.
17 Empero el que se junta con el 8 Digo, pues, a los no casa-
Señor, un espíritu es. dos y a las viudas, que bueno
233
I Corintios 7 El casamiento y el celibato
les es si se quedaren como yo. que fue llamado en ella se quede.
9 Empero si no se pueden conte- 21 ¿Eres llamado siendo siervo?
ner, cásense; que mejor es casar- no se te dé nada; mas también si
se, que quemarse. puedes hacerte libre, procúralo
10 Mas a los casados mando, no más.
yo, sino el Señor: Que la esposa 22 Porque el que en el Señor es
no se aparte del marido. llamado siendo siervo, liberto es del
11 Y si se apartare, quédese sin Señor: asimismo también el que es
casar, o reconcíliese con su mari- llamado siendo libre, sier-
do; y que el marido no despida a vo es de Cristo.
su esposa. 23 Por precio sois comprados, no
12 Y a los demás yo digo, no el os hagáis siervos de los hombres.
Señor: Si algún hermano tiene 24 Cada uno, hermanos, en lo
esposa incrédula, y ella consien- que es llamado en esto perma-
te para morar con él, no la des- nezca con Dios.
pida. 25 Empero de las vírgenes no
13 Y la mujer que tiene marido tengo mandamiento del Señor;
incrédulo, y él consiente para mas doy mi parecer, como quien ha
morar con ella, no le deje. alcanzado misericordia del Señor
14 Porque el marido incrédulo es para ser fiel.
santificado por la esposa; y la es- 26 Tengo, pues, esto por bueno a
posa incrédula es santificada por causa de la aflicción actual; digo,
el marido; de otra manera vues- que bueno es al hombre estarse
tros hijos serían inmundos, em- así.
pero ahora son santos. 27 ¿Estás atado a esposa? no pro-
15 Mas si el incrédulo se apar- cures soltarte. ¿Estás suelto de
ta, apártese; que el hermano, o esposa? no busques esposa.
la hermana, no está sujeto a ser- 28 Mas también si te casares, no
vidumbre en semejantes casos: pecaste; y si la virgen se casa-
antes a paz nos llamó Dios. re, no pecó; pero aflicción en la
16 Porque ¿de dónde sabes, oh carne tendrán los tales; mas yo
esposa, si quizá salvarás a tu ma- os perdono.
rido? ¿o de dónde sabes, oh mari- 29 Esto empero digo, hermanos,
do, si quizá salvarás a tu esposa? que el tiempo es corto: lo que
17 Empero como Dios ha reparti- resta es, que los que tienen espo-
do a cada uno, como el Señor ha sas sean como si no las tuviesen;
llamado a cada uno, así ande: y 30 Y los que lloran, como si no
así yo ordeno en todas las iglesias. llorasen; y los que se regocijan,
18 ¿Es llamado alguno siendo como si no se regocijasen; y los
circuncidado? no se haga incir- que compran, como si no pose-
cunciso: ¿es llamado alguno en yesen;
incircuncisión? no se circuncide. 31 Y los que usan de este mundo,
19 La circuncisión nada es, y la como no abusando de él; porque
incircuncisión nada es, sino la la apariencia de este mundo se
observancia de los mandamientos pasa.
de Dios. 32 Mas querría que estuvieseis
20 Cada uno en la vocación en sin congoja. El que no es casa-
234
Lo ofrecido a los ídolos I Corintios 8
do tiene cuidado de las cosas que CAPÍTULO 8

E
pertenecen al Señor, cómo ha de MPERO en cuanto a lo que a
agradar al Señor. los ídolos es sacrificado, sa-
33 Empero el casado tiene cui- bemos que todos tenemos cono-
dado de las cosas que son del cimiento. El conocimiento hin-
mundo, cómo ha de agradar a su cha, mas la caridad edifica.
esposa. 2 Y si alguno se piensa que sabe
34 Diferencia hay también entre algo, aún no sabe cosa alguna
la mujer casada y la virgen. La como le conviene saber.
mujer no casada, tiene cuidado 3 Mas el que ama a Dios, el tal es
de las cosas del Señor, para ser conocido de él.
santa así en cuerpo como en es- 4 Así que de las viandas que son
píritu; mas la casada, tiene cui- sacrificadas a los ídolos, sabe-
dado de las cosas del mundo, mos que el ídolo nada es en el
cómo ha de agradar a su marido. mundo, y que no hay otro Dios,
35 Esto empero digo para vues- sino sólo uno.
tro propio provecho: no para 5 Porque aunque haya algunos
echaros un lazo, sino para lo que que se llamen dioses, o en el cielo, o
es decente, y para que podáis en la tierra, (como hay muchos
atender a las cosas del Señor sin dioses, y muchos señores,)
distracción. 6 Para nosotros empero hay un
36 Mas si a alguno le parece que sólo Dios, el Padre, del cual son
se conduce indecorosamente todas las cosas, y nosotros en él;
para con su virgen, si la pasa la y un Señor, Jesu Cristo, por el
flor de su edad, y que así convie- cual son todas las cosas, y noso-
ne que se haga, haga lo que él tros por él.
quiera; no peca, que se casen. 7 Mas no en todos hay este co-
37 Empero el que está firme en nocimiento; porque algunos con
su corazón, y no tiene necesidad, conciencia del ídolo hasta ahora,
mas tiene potestad sobre su pro- lo comen como sacrificado a ído-
pia voluntad, y determinó en su los; y su conciencia, siendo débil,
corazón esto, de guardar su vir- es contaminada.
gen, hace bien. 8 Empero la vianda no nos hace
38 Así que el que da su virgen en más aceptos a Dios; porque ni
casamiento, hace bien; mas el que comamos, seremos más ricos:
que no la da, hace mejor. ni que no comamos, seremos más
39 La mujer casada está atada por pobres.
la ley, mientras vive su marido; 9 Mas mirad que esta vuestra li-
mas si su marido muriere, libre bertad no sea de algún modo tro-
es para ser casada con quien qui- pezadero para los que son débiles.
siere; solamente en el Señor. 10 Porque si te ve alguno, a ti
40 Empero más feliz es, según mi que tienes conocimiento, estar
parecer, si se queda así; y pienso sentado a la mesa en el templo
que también yo tengo el Espíritu de los ídolos, ¿la conciencia de
de Dios. aquel que es débil, no será edifi-
cada para comer de lo sacrifica-
do a los ídolos?
235
I Corintios 9 Desinterés de Pablo
11 ¿Y por tu conocimiento se pe- nosotros sin duda está escrito:
recerá el hermano débil, por el que con esperanza debe arar el
cual Cristo murió? que ara; y el que trilla, con es-
12 De esta manera, pues, pecan- peranza de participar de su espe-
do contra los hermanos, e hirien- ranza.
do su débil conciencia, contra 11 Si nosotros os sembramos las
Cristo pecáis. cosas espirituales, ¿será gran
13 Por lo cual si la comida es cosa si segáremos vuestras cosas
para mi hermano ocasión de es- carnales?
cándalo, no comeré carne jamás 12 Si otros son partícipes de esta
por no hacer caer a mi hermano. potestad sobre vosotros, ¿por qué
no más bien nosotros? Mas no
CAPÍTULO 9 hemos usado de esta potestad,
NO soy yo apóstol? ¿no soy antes lo sufrimos todo por no dar
¿ libre? ¿no he visto a Jesu
Cristo el Señor nuestro? ¿no sois
algún impedimento al evangelio
de Cristo.
vosotros mi obra en el Señor? 13 ¿No sabéis que los que minis-
2 Si para los otros no soy apóstol, tran en las cosas santas, comen
a lo menos para vosotros cierta- de las cosas del templo? ¿y los que
mente lo soy; porque el sello de sirven al altar, con el altar parti-
mi apostolado vosotros sois en el cipan?
Señor. 14 Así también ha ordenado el
3 Mi respuesta para con los que Señor a los que predican el evan-
me examinan, es esta: gelio, que vivan del evangelio.
4 ¿No tenemos potestad de comer y 15 Pero yo de ninguna de estas
de beber? cosas he usado; ni tampoco he
5 ¿No tenemos potestad de llevar escrito esto para que se haga así
con nosotros aquí y allá una her- conmigo; porque es mejor para
mana, una esposa, como también mí morir, antes que nadie haga
los otros apóstoles, y los herma- vana mi gloria.
nos del Señor, y Cefas? 16 Porque aunque predique el
6 ¿O sólo yo y Bernabé no tene- evangelio no tengo por qué glo-
mos potestad de no trabajar? riarme; porque me está impuesta
7 ¿Quién jamás salió a la guerra necesidad; y ¡ay de mí, si no pre-
a sus propias expensas? ¿Quién dicare el evangelio!
planta viña, y no come de su 17 Por lo cual si hago esto de vo-
fruto? ¿o quién apacienta el re- luntad, galardón tendré; mas si
baño, y no come de la leche del por fuerza, la dispensación del
rebaño? evangelio me es encargada.
8 ¿Digo yo esto como hombre? 18 ¿Qué, pues, es mi galardón?
¿No dice lo mismo también la ley? Cierto, que predicando el evange-
9 Porque en la ley de Moisés está lio, ponga el evangelio de Cristo de
escrito: No embozalarás la boca balde, por no usar mal de mi
al buey que trilla. ¿Tiene Dios potestad en el evangelio.
cuidado de los bueyes? 19 Por lo cual siendo libre para
10 ¿O dícelo particularmente por con todos, me he hecho siervo de
causa de nosotros? Por causa de todos, para ganar a más.
236
El atleta cristiano I Corintios 10
20 Me he hecho para los Judíos bida espiritual; porque bebían de la
como Judío, para ganar a los Ju- Roca espiritual que los seguía, la
díos; para los que están sujetos a la cual Roca era Cristo:
ley, como sujeto a la ley, para ganar 5 Mas de muchos de ellos no se
a los que están sujetos a la ley. agradó Dios; porque fueron de-
21 Para los que están sin ley, rribados en el desierto.
como sin ley, (no estando yo sin 6 Empero estas cosas fueron
ley a Dios, mas bajo la ley a Cris- ejemplos para nosotros; a fin de
to,) por ganar a los que estaban que no codiciemos cosas malas,
sin ley. como ellos codiciaron:
22 Me he hecho para los débi- 7 Ni seáis idólatras como algunos de
les como débil, para ganar a los ellos, como está escrito: Sen-
débiles. Me he hecho todo para tóse el pueblo a comer y a beber, y
todos, para que de todo punto se levantaron a jugar:
salve a algunos. 8 Ni forniquemos, como algunos
23 Y esto hago por causa del de ellos fornicaron, y cayeron en
evangelio, para ser hecho con vo- un día veinte y tres mil:
sotros partícipe de él. 9 Ni tentemos a Cristo, como al-
24 ¿No sabéis que los que corren gunos de ellos le tentaron, y fue-
en la carrera, todos corren, mas ron destruidos por las serpientes.
uno sólo lleva el premio? Corred 10 Ni murmuréis, como algunos
pues de tal manera que lo alcancéis. de ellos murmuraron, y fueron
25 Y todo aquel que se ejercita destruidos por el destruidor.
en la lucha, es sobrio en todo; y 11 Mas todas estas cosas les
aquellos lo hacen para recibir una acontecieron como ejemplos, y
corona corruptible; mas noso- son escritas para nuestra amo-
tros, incorruptible. nestación, sobre quien los fines del
26 Así que yo de esta manera mundo son venidos.
corro, no como a cosa incierta: 12 Así que el que se piensa estar
de esta manera peleo, no como firme, mire que no caiga.
quien hiere al aire: 13 No os ha tomado alguna ten-
27 Antes hiero mi cuerpo, y lo tación, fuera de las que son co-
pongo en servidumbre; para que munes a los hombres; mas fiel es
predicando a los otros, no sea yo Dios, que no os dejará ser tenta-
mismo reprobado. dos más de lo que podéis; antes
dará también salida con la ten-
CAPÍTULO 10 tación, para que la podáis llevar.
AS no quiero, hermanos, 14 Por lo cual, amados míos, huid
M que ignoréis, que nuestros
padres todos estuvieron debajo
de la idolatría.
15 Como a sabios hablo, juzgad
de la nube, y todos pasaron por vosotros lo que digo.
el mar; 16 La copa de bendición la cual
2 Y todos en Moisés fueron bauti- bendecimos, ¿no es la comunión de
zados en la nube y en el mar; la sangre de Cristo? el pan
3 Y todos comieron la misma que rompemos, ¿no es la comu-
vianda espiritual; nión del cuerpo de Cristo?
4 Y todos bebieron la misma be- 17 Porque siendo muchos, somos
237
I Corintios 11 Exhortaciones contra la idolatría
un solo pan, y un solo cuerpo; 30 Pero si yo por gracia soy par-
porque todos participamos de tícipe, ¿por qué soy blasfemado
aquel mismo pan. por lo que hago gracias?
18 Mirad a Israel según la carne, 31 Si pues coméis, o si bebéis, o
los que comen los sacrificios, ¿no hacéis otra cosa, hacedlo todo a
son participantes del altar? gloria de Dios.
19 ¿Pues qué digo? ¿Qué el ídolo 32 No deis ofensa a los Judíos, ni a
es algo? ¿o qué lo que es sacrifi- los Gentiles, ni a la iglesia de Dios:
cado a los ídolos es algo? 33 Como también yo en todas las
20 Antes, digo que las cosas que cosas agrado a todos: no buscan-
los Gentiles sacrifican, a los de- do mi propio provecho, sino el
monios lo sacrifican, y no a Dios; de muchos, para que ellos sean
y no quisiera que vosotros tuvie- salvos.
seis comunión con los demonios.
21 No podéis beber la copa del CAPÍTULO 11
Señor, y la copa de los demonios: ED seguidores de mí, como yo
no podéis ser partícipes de la

mesa del Señor, y de la mesa de


S también lo soy de Cristo.

2 Aláboos pues, hermanos, que en


los demonios. todo os acordáis de mí; y re-
22 ¿Provocamos a celos al Señor? tenéis las ordenanzas, de la ma-
¿Somos más fuertes que él? nera que os las entregué.
23 Todas las cosas me son lícitas, 3 Mas quiero que sepáis, que Cris-
mas no todas las cosas convienen: to es la cabeza de todo varón; y el
todas las cosas me son lícitas, mas varón es la cabeza de la mujer; y
no todas las cosas edifican. Dios, la cabeza de Cristo.
24 Ninguno busque lo suyo pro- 4 Todo varón que ora, o profeti-
pio; mas cada uno lo del otro. za cubierta la cabeza, afrenta su
25 De todo lo que se vende en la cabeza.
carnicería, comed sin preguntar 5 Mas toda mujer que ora, o
nada por causa de la conciencia. profetiza no cubierta su cabe-
26 Porque del Señor es la tierra, y la za, afrenta su cabeza; porque lo
plenitud de ella. mismo es que si se rayese.
27 Si alguno de los que no creen 6 Porque si la mujer no se cubre,
os convida, y queréis ir, de todo trasquílese también; y si es ver-
lo que se os pone delante, comed, güenza para la mujer trasquilar-
sin preguntar nada por causa de se o raparse, cúbrase.
la conciencia. 7 Porque el varón no ha de cubrir la
28 Mas si alguien os dijere: Esto cabeza; porque él es imagen y
fue sacrificado a los ídolos: no lo gloria de Dios; mas la mujer es
comáis por causa de aquel que gloria del varón.
os lo declaró, y por causa de la 8 Porque el varón no es de la
conciencia; porque del Señor es mujer, sino la mujer del varón.
la tierra, y la plenitud de ella. 9 Porque tampoco el varón fue
29 Conciencia digo, no la tuya, creado por causa de la mujer,
sino la del otro. ¿Pues por qué sino la mujer por causa del varón.
ha de ser juzgada mi libertad por 10 Por lo cual la mujer debe
conciencia del otro? tener la señal de potestad sobre su
238
Sobre la cena del Señor I Corintios 11
cabeza por causa de los ángeles. que también os he entregado: Que el
11 Mas ni el varón es sin la mujer, Señor Jesús la misma noche que fue
ni la mujer sin el varón, en el entregado, tomó pan:
Señor. 24 Y habiendo dado gracias lo
12 Porque como la mujer es del partió, y dijo: Tomad, comed:
varón, así también el varón es esto es mi cuerpo que por vo-
por la mujer; empero todas las sotros es partido: haced esto en
cosas de Dios. memoria de mí.
13 Juzgad en vosotros mismos: 25 Asimismo tomó también la
¿es honesto orar la mujer a Dios copa, después de haber cenado,
no cubierta? diciendo: Esta copa es el nuevo
14 ¿No os enseña aun la misma testamento en mi sangre: haced
naturaleza que le es vergonzoso al esto todas las veces que la bebie-
hombre el tener largo el cabello? reis, en memoria de mí.
15 Por el contrario a la mujer 26 Porque todas las veces que co-
criar el cabello le es una gloria; miereis este pan, y bebiereis esta
porque en lugar de velo le es copa, la muerte del Señor anun-
dado el cabello. ciáis hasta que venga.
16 Con todo esto si alguno pare- 27 De manera que cualquiera
ce ser contencioso, nosotros no que comiere este pan, o bebiere
tenemos tal costumbre, ni las esta copa del Señor indignamen-
iglesias de Dios. te, será culpado del cuerpo y de la
17 Esto empero os denuncio, que sangre del Señor.
no os alabo, que no por mejor, 28 Por tanto examínese cada uno a
sino por peor os juntáis. sí mismo, y así coma de aquel
18 Porque lo primero, cuando os pan, y beba de aquella copa.
juntáis en la iglesia, oigo que hay 29 Porque el que come y bebe in-
entre vosotros disensiones, y en dignamente, condenación come y
parte lo creo. bebe para sí, no discerniendo el
19 Porque es menester que tam- cuerpo del Señor.
bién haya entre vosotros herejías, 30 Por lo cual hay muchos debili-
para que los que son probados se tados y enfermos entre vosotros, y
manifiesten entre vosotros. muchos duermen.
20 De manera que cuando os jun- 31 Que si nos juzgásemos a noso-
táis en uno, esto no es comer la tros mismos, no seríamos juzgados.
cena del Señor: 32 Mas siendo juzgados, somos
21 Porque cada uno se anticipa al castigados del Señor, para que
otro para comer su propia cena; y no seamos condenados con el
el uno tiene hambre, y el otro mundo.
está embriagado. 33 Así que, hermanos míos, cuan-
22 ¡Qué! ¿no tenéis casas en que do os juntáis a comer, esperaos
comáis y bebáis? ¿O menospre- unos a otros.
ciáis la iglesia de Dios, y avergon- 34 Y si alguno tuviere hambre,
záis a los que no tienen? ¿Qué os coma en su casa; porque no os
diré? ¿Os alabaré en esto? No os juntéis para condenación. Las
alabo. demás cosas las pondré en orden
23 Porque yo recibí del Señor lo cuando viniere.
239
I Corintios 12 Diversidad de dones

Y CAPÍTULO 12
EN cuanto a los dones espiri-
tuales, no quiero, hermanos,
vos o libres; y a todos se nos ha
hecho beber en un Espíritu.
14 Porque tampoco el cuerpo no
que seáis ignorantes. es un solo miembro, sino muchos.
2 Sabéis que erais Gentiles, 15 Si dijere el pie: Porque no soy
yendo, como erais llevados, a los mano, no soy del cuerpo: ¿por
ídolos mudos. eso no será del cuerpo?
3 Por tanto os hago saber, que 16 Y si dijere la oreja: Porque no
nadie que hable por el Espíritu soy ojo, no soy del cuerpo: ¿por
de Dios, llama anatema a Jesús, eso no será del cuerpo?
y que nadie puede llamar a Jesús 17 Si todo el cuerpo fuese ojo,
Señor, sino por el Espíritu Santo. ¿dónde estaría el oído? si todo fuese oído,
4 Empero hay diferencias de ¿dónde estaría el olfato?
dones; mas el mismo Espíritu. 18 Mas ahora Dios ha colocado
5 Y hay diferencias de ministe- los miembros cada uno de ellos
rios; mas el mismo Señor. por si en el cuerpo, como él quiso.
6 Y hay diferencias de operacio- 19 Que si todos fueran un mismo
nes; mas el mismo Dios es, el que miembro, ¿dónde estuviera el
obra todas las cosas en todos. cuerpo?
7 Empero a cada uno le es dada 20 Mas ahora muchos miembros
la manifestación del Espíritu son, a la verdad, empero un cuerpo.
para provecho. 21 No puede el ojo decir a la
8 Porque a éste es dada por el mano: No te he menester: ni
Espíritu palabra de sabiduría: al tampoco la cabeza a los pies: No
otro, palabra de conocimiento tengo necesidad de vosotros.
segun el mismo Espíritu: 22 Antes, los miembros del cuer-
9 A otro, fe por el mismo Espíri- po que parecen más flacos, son
tu; y a otro, dones de sanidades mucho más necesarios;
por el mismo Espíritu: 23 Y los miembros del cuerpo que
10 A otro, operaciones de mila- estimamos menos dignos, a éstos
gros; y a otro, profecía; y a otro, ceñimos más honrosamente; y
discernimiento de espíritus; y a los que en nosotros son menos
otro, diversos géneros de lenguas; y decentes, tienen más decoro.
a otro, interpretación de lenguas. 24 Porque los que en nosotros son
11 Mas todas estas cosas obra uno y más decorosos, no tienen necesi-
el mismo Espíritu, repartien- dad de nada; mas Dios templó a
do particularmente a cada uno una el cuerpo, dando más abun-
como él quiere. dante honor al que le faltaba;
12 Porque de la manera que es 25 Para que no haya disensión en el
uno el cuerpo, y tiene muchos cuerpo, sino que los miembros
miembros, empero todos los tengan el mismo cuidado los
miembros de este un cuerpo, unos por los otros.
siendo muchos, son un mismo 26 De tal manera que si el un
cuerpo, así también es Cristo. miembro padece, todos los
13 Porque por un Espíritu somos miembros a una se duelen: o si
todos bautizados en un cuerpo, el un miembro es honrado, todos
ora Judíos o Gentiles, ora sier- los miembros a una se regocijan.
240
Excelencia de la caridad I Corintios 14
27 Vosotros, pues, sois el cuerpo todo lo espera, todo lo soporta.
de Cristo, y miembros en particular. 8 La caridad nunca se acaba:
28 Y a unos puso Dios en la igle- aunque las profecías se han de
sia, primeramente apóstoles, se- acabar, y cesar las lenguas, y
gundo profetas, tercero maestros, desaparecer el conocimiento.
después milagros, después dones 9 Porque en parte conocemos, y
de sanidades, auxilios, goberna- en parte profetizamos.
ciones, géneros de lenguas. 10 Mas cuando venga lo que es lo
29 ¿Son todos apóstoles? ¿son perfecto, entonces lo que es en parte
todos profetas? ¿son todos maes- será abolido.
tros? ¿son todos hacedores de mi- 11 Cuando yo era niño, hablaba
lagros? como niño, pensaba como niño,
30 ¿Tienen todos dones de sani- razonaba como niño; mas cuan-
dades? ¿hablan todos lenguas? do ya fui hombre hecho, puse a un
¿interpretan todos? lado las cosas de niño.
31 Empero desead con vehemen- 12 Porque ahora vemos por es-
cia los mejores dones; y aun yo pejo oscuramente; mas enton-
enseño un camino más excelente. ces, cara a cara. Ahora conozco en
parte; mas entonces conoceré como
CAPÍTULO 13 soy conocido.
I yo hablase en lenguas de 13 Y ahora permanece la fe, la es-
S hombres y de ángeles, y no
tuviese caridad, soy hecho como
peranza, y la caridad, estas tres;
empero la mayor de ellas es la
latón que resuena, o címbalo que caridad.
retiñe.
2 Y si tuviere el don de profecía, CAPÍTULO 14
y entendiese todos los misterios, EGUID la caridad: codiciad los
y todo conocimiento; y si tuviese

toda la fe, de manera que pudie-


S dones espirituales; mas sobre

todo que profeticéis.


se traspasar las montañas, y no 2 Porque el que habla en una
tuviera caridad, nada soy. lengua desconocida, no habla a los
3 Y si repartiese toda mi hacien- hombres, sino a Dios; porque nadie
da para dar de comer a pobres; y si le entiende, aunque en es-
entregase mi cuerpo para ser píritu hable misterios.
quemado, y no tuviere caridad, 3 Mas el que profetiza, habla a
de nada me aprovecha. los hombres para edificación, y
4 La caridad es sufrida, es benig- exhortación, y consolación.
na: la caridad no tiene envidia: 4 El que habla una lengua desco-
la caridad no es jactanciosa, no nocida, a sí mismo edifica; mas el
es hinchada, que profetiza, edifica a la iglesia.
5 No se comporta indecorosa- 5 Así que querría que todos voso-
mente, no busca lo que es suyo, tros hablaseis lenguas, mas bien
no se provoca fácilmente, no empero que profetizaseis; por-
piensa mal, que mayor es el que profetiza que el
6 No se regocija en la injusticia, que habla en lenguas, si tam-
mas gózase en la verdad: bién no interpretare, para que la
7 Todo lo sufre, todo lo cree, iglesia reciba edificación.
241
I Corintios 14 Dones de profecía
6 Ahora pues, hermanos, si yo 18 Doy gracias a mi Dios que
viniere a vosotros hablando en hablo en lenguas más que todos
lenguas, ¿qué os aprovecharé, si vosotros.
no os hablare, o por revelación, 19 Empero en la iglesia quiero
o por conocimiento, o por profe- más bien hablar cinco palabras
cía, o por doctrina? con mi entendimiento, para que
7 Y aun las cosas inanimadas que enseñe también a los otros, que
dan sonido, (sea flauta o arpa,) diez mil palabras en una lengua
si no dieren distinción de soni- desconocida.
dos, ¿cómo se sabrá lo que se 20 Hermanos, no seáis niños en el
tañe con la flauta o con el arpa? entendimiento; mas sed niños en la
8 Y si la trompeta diere sonido malicia, empero en el en-
incierto, ¿quién se apercibirá a la tendimiento sed hombres.
batalla? 21 En la ley está escrito: Con
9 Así también vosotros, si por la otras lenguas, y con otros labios
lengua no diereis palabras bien hablaré a este pueblo; y ni aun
inteligibles, ¿cómo se entenderá así me oirán, dice el Señor.
lo que se dice? porque hablaréis 22 Así que las lenguas por señal
al aire. son, no a los que creen, sino a los
10 Hay, por ejemplo, tantos gé- incrédulos; mas la profecía sirve,
neros de voces en el mundo; y nin- no para los que no creen, sino a
guna de ellas es sin significado; los creyentes.
11 Mas si yo ignorare el signifi- 23 De manera que si toda la igle-
cado de la voz, seré bárbaro para sia se juntare en un mismo lugar, y
aquel que habla; y el que habla, todos hablaren en lenguas, y
será bárbaro para mí. entraren indoctos, o incrédulos,
12 Así también vosotros: puesto ¿no dirán que estáis locos?
que sois codiciosos de dones es- 24 Mas si todos profetizaren, y
pirituales, procurad de sobresalir entrare algún incrédulo o indoc-
para la edificación de la iglesia. to, de todos es convencido, de
13 Por lo cual el que habla en len- todos es juzgado:
gua desconocida, ore que interprete. 25 Y así lo oculto de su corazón
14 Porque si yo orare en lengua se hace manifiesto; y así postrán-
desconocida, mi espíritu ora; mas dose sobre su rostro adorará a
mi entendimiento es sin fruto. Dios, declarando que verdadera-
15 ¿Qué hay pues? Oraré con el mente Dios está en vosotros.
espíritu, y oraré también con el 26 ¿Qué hay, pues, hermanos?
entendimiento: cantaré con el Cuando os juntáis, cada uno de
espíritu, y cantaré también con el vosotros tiene salmo, tiene doctri-
entendimiento. na, tiene lengua, tiene revelación,
16 Porque cuando tú bendijeres tiene interpretación: Háganse
con el espíritu, el que ocupa el todas las cosas para edificación.
lugar del ignorante, ¿cómo dirá, 27 Si hablare alguno en lengua
Amén, sobre tu acción de gra- desconocida, sea por dos, o a lo más
cias? porque no sabe lo que dices. por tres, y esto a su turno; y uno
17 Porque tú a la verdad bien das interprete.
gracias; mas el otro no es edificado. 28 Mas si no hubiere intérprete,
242
El evangelio I Corintios 15
calle en la iglesia; y hable a sí 3 Porque primeramente os he en-
mismo, y a Dios. señado lo que asimismo yo reci-
29 Empero los profetas, hablen bí, que Cristo murió por nuestros
dos o tres; y los demás juzguen. pecados, según las Escrituras;
30 Y si a otro que estuviere sen- 4 Y que fue sepultado, y que re-
tado, fuere revelada alguna cosa, sucitó al tercer día, según las Es-
calle el primero. crituras;
31 Porque podéis todos profeti- 5 Y que fue visto por Cefas; y
zar uno por uno; para que todos después por los doce:
aprendan, y todos sean consolados. 6 Que después fue visto de más
32 (Y los espíritus de los profetas de quinientos hermanos a la vez:
están sujetos a los profetas;) de los cuales los más viven aún,
33 Porque Dios no es autor de empero algunos han dormido.
confusión, sino de paz, como en 7 Que después fue visto por Ja-
todas las iglesias de los santos. cobo: después por todos los após-
34 Vuestras mujeres callen en las toles.
iglesias; porque no les es permi- 8 Y al postrero de todos, fue visto
tido hablar, sino que estén suje- por mí también, como por uno
tas como también lo dice la ley. nacido fuera de debido tiempo.
35 Y si quieren aprender alguna 9 Porque yo soy el menor de los
cosa, pregunten en casa a sus apóstoles, que no soy digno de ser
propios maridos; porque desho- llamado apóstol, porque per-
nesta cosa es hablar las mujeres seguía a la iglesia de Dios.
en la iglesia. 10 Empero por la gracia de Dios
36 ¡Qué! ¿Ha salido de vosotros soy lo que soy; y su gracia no
la palabra de Dios? ¿o a vosotros ha sido en vano para conmigo;
solos ha llegado? antes he trabajado más abundan-
37 Si alguno, a su parecer, es temente que todos ellos; pero no
profeta, o espiritual, reconozca yo, sino la gracia de Dios que fue
que las cosas que yo os escribo conmigo.
son mandamientos del Señor. 11 Por tanto, sea yo, o sean ellos,
38 Mas si alguno es ignorante, así predicamos, y así habéis creído.
sea ignorante. 12 Mas si se predica a Cristo, que
39 Así que, hermanos, codiciad resucitó de los muertos, ¿cómo
el profetizar; y no impidáis el ha- dicen algunos entre vosotros,
blar en lenguas. que no hay resurrección de los
40 Háganse todas las cosas de- muertos?
centemente, y con orden. 13 Porque si no hay resurrección
de los muertos, Cristo tampoco
CAPÍTULO 15 resucitó.
MPERO os declaro, hermanos, 14 Y si Cristo no resucitó, luego
E el evangelio que os he predi-
cado, el cual también recibisteis,
vana es nuestra predicación, y
vana es también vuestra fe.
y en el cual estáis firmes; 15 Y también somos hallados
2 Por el cual asimismo, si retenéis falsos testigos de Dios; porque
la palabra que os he predicado, hemos testificado de Dios, que
sois salvos, si no creísteis en vano. él haya resucitado a Cristo: al
243
I Corintios 15 Cristo, las primicias
cual no resucitó, si es así que los bién el Hijo mismo se sujetará al
muertos no resucitan. que le sujetó a él todas las cosas,
16 Porque si los muertos no re- para que Dios sea todo en todos.
sucitan, tampoco Cristo resucitó. 29 De otro modo, ¿qué harán,
17 Y si Cristo no resucitó, vuestra los que son bautizados por los
fe es vana; aún os estáis en vues- muertos, si en ninguna manera los
tros pecados. muertos resucitan? ¿Por qué, pues,
18 Por consiguiente también los son bautizados por los muertos?
que durmieron en Cristo, son pe- 30 ¿Y por qué nosotros peligra-
recidos. mos a toda hora?
19 Si en esta vida solamente te- 31 Yo protesto por vuestro gozo,
nemos esperanza en Cristo, los el cual tengo en Cristo Jesús el
más miserables somos de todos Señor nuestro, cada día muero.
los hombres. 32 Si como hombre batallé en
20 Mas ahora, Cristo ha resucita- Éfeso contra las bestias, ¿qué me
do de los muertos; y él es hecho aprovecha si los muertos no re-
primicias de los que durmieron. sucitan? Comamos y bebamos,
21 Porque por cuanto la muerte que mañana moriremos:
vino por un hombre, también por 33 No os engañéis. Las malas
un hombre vino la resurrección conversaciones corrompen las
de los muertos. buenas costumbres.
22 Porque a la manera que en 34 Despertad a la justicia, y no
Adam todos mueren, así también pequéis; porque algunos no tie-
todos en Cristo serán vivificados. nen el conocimiento de Dios,
23 Mas cada uno en su propio para vergüenza vuestra lo digo.
orden: Cristo las primicias; des- 35 Mas alguno dirá: ¿Cómo re-
pués los que son de Cristo en su sucitan los muertos? ¿Con qué
venida. cuerpo vendrán?
24 Después viene el fin; cuando 36 ¡Insensato! lo que tu siembras,
hubiere entregado el reino a Dios no revive, si antes no muriere:
y Padre; cuando hubiere abatido 37 Y lo que siembras, no siem-
todo imperio, y toda autoridad, y bras el cuerpo que ha de ser, sino
poder. el grano desnudo, puede ser de
25 Porque es menester que él trigo, o de alguno de los otros
reine, hasta que haya puesto a granos:
todos sus enemigos debajo de 38 Mas Dios le da al cuerpo como él
sus pies. ha querido, y a cada simiente su
26 Y el postrer enemigo que será propio cuerpo.
destruido, es la muerte. 39 Toda carne no es la misma
27 Porque todas las cosas sujetó carne; mas una carne es la de los
debajo de sus pies. Mas cuando hombres, y otra carne es la de los
dice: Todas las cosas son sujeta- animales, y otra la de los peces, y
das a él, claro es que está excep- otra la de las aves.
tuado el que sujetó a él todas las 40 Y hay cuerpos celestiales, y
cosas. cuerpos terrestres; mas la gloria de
28 Mas cuando todas las cosas los celestiales es una, y la de los
le fueren sujetas, entonces tam- terrestres es otra.
244
Proyectos de Pablo I Corintios 16
41 Una es la gloria del sol, y otra la corruptible sea vestido de inco-
gloria de la luna, y otra la glo- rrupción, y esto mortal sea vesti-
ria de las estrellas; porque una do de inmortalidad.
estrella se diferencia de otra es- 54 Y cuando esto corruptible
trella en gloria. fuere vestido de incorrupción, y
42 Así también es la resurrección esto mortal fuere vestido de in-
de los muertos. Se siembra en mortalidad, entonces será cum-
corrupción; se levantará en inco- plida la palabra que está escrita:
rrupción: Tragada es la muerte en victoria.
43 Se siembra en deshonra; se le- 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu
vantará en gloria: se siembra en aguijón? ¿Dónde está, oh sepul-
flaqueza; resucitará en poder: cro, tu victoria?
44 Se siembra cuerpo natural; 56 Empero el aguijón de la muer-
resucitará cuerpo espiritual. Hay te es el pecado; y el poder del pe-
cuerpo natural, y hay cuerpo es- cado, la ley.
piritual. 57 Mas a Dios gracias, que nos
45 Y así está escrito: fue hecho da la victoria por nuestro Señor
el primer hombre Adam en alma Jesu Cristo.
viviente; el postrer Adam en es- 58 Así que, hermanos míos ama-
píritu vivificante. dos, estad firmes y constantes,
46 Mas lo que es espiritual no es abundando siempre en la obra
primero, sino lo que es natural; y del Señor, sabiendo que vuestro
después lo que es espiritual. trabajo en el Señor no es vano.
47 El primer hombre es de la tie-
rra, terreno: el segundo hombre CAPÍTULO 16
es el Señor del cielo. N cuanto a la colecta para
48 Cual el terreno, tales tam-

bién los terrenos; y cual el celes-


E los santos, haced vosotros

también de la manera que yo or-


tial, tales también los celestiales. dené en las iglesias de Galacia.
49 Y así como hemos traído la 2 Cada primer día de la sema-
imagen del terreno, traeremos na cada uno de vosotros ponga
también la imagen del celestial. aparte algo, atesorándolo, según
50 Esto empero digo, hermanos: Dios le hubiere prosperado; para
Que la carne y la sangre no pue- que cuando yo viniere, no se
den heredar el reino de Dios: ni hagan entonces las colectas.
la corrupción hereda la incorrup- 3 Y cuando yo hubiere venido,
ción. los que aprobareis por cartas, a
51 He aquí, un misterio os digo: éstos enviaré que lleven vuestro
Todos ciertamente no dormiremos; beneficio a Jerusalem.
mas todos seremos cambiados. 4 Y si fuere digno el negocio de que
52 En un momento, en un abrir yo también vaya, irán conmigo.
de ojo, a la final trompeta; por- 5 Empero a vosotros vendré,
que sonará la trompeta, y los cuando pasare por Macedonia;
muertos serán resucitados inco- porque por Macedonia tengo de
rruptibles, y nosotros seremos pasar.
cambiados. 6 Y podrá ser que me quedaré
53 Porque es menester que esto con vosotros, e invernaré tam-
245
I Corintios 16 Salutaciones finales
bién; para que vosotros me lle- se han dedicado al ministerio de
véis donde hubiere de ir. los santos,)
7 Porque no quiero ahora veros 16 Que vosotros os sujetéis a los
de paso; mas espero estar con vo- tales, y a todos los que nos ayu-
sotros algún tiempo, si el Señor dan, y trabajan.
lo permitiere. 17 De la venida de Estéfanas y de
8 Empero estaré en Éfeso hasta Fortunato, y de Acaico, me gozo;
Pentecostés. porque éstos suplieron lo que fal-
9 Porque se me ha abierto una taba de vuestra parte.
puerta grande y eficaz; y muchos 18 Porque recrearon mi espíritu y el
adversarios hay. vuestro. Reconoced pues a los que
10 Y si viniere Timoteo, mirad son tales.
que esté con vosotros sin temor; 19 Las iglesias de Asia os saludan.
porque la obra del Señor hace, Os saludan mucho en el Señor
como yo también. Aquila y Priscila, con la iglesia
11 Por tanto nadie le tenga en que está en su casa.
poco; antes llevadle en paz, para 20 Os saludan todos los herma-
que venga a mí; porque le espero nos. Saludaos los unos a los otros
con los hermanos. con santo beso.
12 Cuanto al hermano Apolos, 21 Salutación de mí, Pablo, con
mucho le he rogado que fuese a mi propia mano.
vosotros con los hermanos; mas 22 Si alguno no amare al Señor
en ninguna manera tuvo vo- Jesu Cristo sea Anatema. Mara-
luntad de ir por ahora; mas irá nata.
cuando tuviere oportunidad. 23 La gracia del Señor Jesu Cris-
13 Velad, estad firmes en la fe: to sea con vosotros.
portaos varonilmente, sed fuertes. 24 Mi amor sea con todos voso-
14 Todas vuestras cosas sean he- tros en Cristo Jesús. Amén.
chas con caridad.
15 Mas os ruego hermanos, (ya La primera epístola a los Corintios
sabéis la casa de Estéfanas que fue enviada de Filipos con Estéfanas,
es las primicias de Acaya, y que y Fortunato, y Acaico, y Timoteo.

246
La Segunda Epístola del Apóstol Pablo a los

CORINTIOS

P CAPÍTULO 1
ABLO, apóstol de Jesu Cristo
cargados sobre nuestras fuerzas,
de tal manera que aun dudába-
por la voluntad de Dios, y el mos de la vida:
hermano Timoteo, a la iglesia 9 Mas nosotros tuvimos en noso-
de Dios que está en Corinto, con tros mismos sentencia de muerte,
todos los santos que están por para que no confiásemos en no-
toda la Acaya. sotros mismos, sino en Dios, que
2 Gracia a vosotros, y paz de levanta los muertos:
Dios nuestro Padre, y del Señor 10 El cual nos libró de tan grande
Jesu Cristo. muerte, y nos libra: en el cual es-
3 Bendito sea Dios y Padre de peramos que aún nos librará;
nuestro Señor Jesu Cristo, el 11 Ayudándonos también voso-
Padre de misericordias, y el Dios tros con oración por nosotros,
de toda consolación; para que por el don concedido
4 El cual nos consuela en todas para nosotros por medio de mu-
nuestras tribulaciones; para que chas personas, por muchas sean
podamos nosotros consolar a los dadas gracias por nosotros.
que están en cualquiera angustia, 12 Porque nuestra gloria es esta,
con la consolación con que no- el testimonio de nuestra concien-
sotros mismos somos consolados cia, que en simplicidad y since-
de Dios. ridad de Dios, no en sabiduría
5 Porque de la manera que abun- carnal, mas por la gracia de Dios,
dan en nosotros los sufrimientos hemos conversado en el mundo,
de Cristo, así abunda también y más abundantemente con vo-
por Cristo nuestra consolación. sotros.
6 Mas ahora sea que seamos atri- 13 Porque no os escribimos otras
bulados, es por vuestra consola- cosas de las que leéis, o también
ción y salvación, la cual es efi- reconocéis; y espero que aun
ciente en el sufrir de las mismas hasta el fin las reconoceréis:
aflicciones que nosotros también 14 Como también en parte nos
padecemos; o si somos consola- habéis reconocido que somos
dos, es por vuestra consolación y vuestra gloria, como también vo-
salvación. sotros sois la nuestra, en el día del
7 Y nuestra esperanza de voso- Señor Jesús.
tros es firme, estando ciertos que 15 Y en esta confianza quise pri-
como sois participantes de los mero venir a vosotros, para que
sufrimientos, así también lo seréis de tuvieseis otro segundo beneficio:
la consolación. 16 Y pasar por vosotros a Mace-
8 Porque, hermanos, no quere- donia; y de Macedonia venir otra
mos que ignoréis de nuestra tri- vez a vosotros, y ser llevados por
bulación que nos fue hecha en vosotros a Judea.
Asia, que sobre manera fuimos 17 Pues cuando propuse esto,
247
II Corintios 2 Consolaciones de Dios
¿usé quizá de liviandad? ¿o lo no para que fueseis entristecidos,
que me propongo, lo propongo sino para que conocieseis cuán
según la carne, para que haya en abundante amor tengo para con
mí sí, sí, y no, no? vosotros.
18 Antes como Dios es fiel, nues- 5 Que si alguno ha causado tris-
tra palabra para con vosotros no teza, no me entristeció a mí sino en
ha sido sí y no. parte, por no sobrecargaros a todos
19 Porque el Hijo de Dios, Jesu vosotros.
Cristo, que por nosotros ha sido 6 Bástale al tal este castigo que
entre vosotros predicado, por mí, fue hecho por muchos:
y Silvano, y Timoteo, no ha sido 7 De manera que, al contrario,
sí y no; mas en él ha sido sí. vosotros debéis más bien perdo-
20 Porque todas las promesas de narle, y consolarle, porque no sea
Dios son en él sí, y en él Amén el tal consumido de demasiada
para gloria de Dios por nosotros. tristeza.
21 Y el que nos confirma con 8 Por lo cual os ruego que con-
vosotros en Cristo, y el que nos firméis vuestro amor para con él.
ungió, es Dios: 9 Porque también por este fin
22 El cual también nos selló, y os escribí a vosotros, para cono-
nos dio las arras del Espíritu en cer la prueba de vosotros, si sois
nuestros corazones. obedientes en todas las cosas.
23 Mas yo llamo a Dios por testi- 10 Al que vosotros perdonareis
go sobre mi alma, que por perdo- cualquiera cosa, yo también;
naros, no he venido hasta ahora porque si yo he perdonado algu-
a Corinto: na cosa, a quien lo he perdonado,
24 No que nosotros tengamos por vuestra causa lo he hecho en la
señorío sobre vuestra fe; antes persona de Cristo;
somos ayudadores de vuestro gozo, 11 Para que Satanás no nos gane
porque por la fe estáis firmes. alguna ventaja; porque no igno-
ramos sus maquinaciones.
CAPÍTULO 2 12 Mas cuando yo vine a Troas
MPERO esto he determinado para predicar el evangelio de Cris-
E en mi mismo, de no venir
otra vez a vosotros con tristeza.
to, y me fue abierta puerta en el
Señor,
2 Porque si yo os entristezco, 13 No tuve reposo en mi espíritu,
¿quién será pues el que me ale- por no haber hallado a Tito mi
grará, sino el mismo a quien yo hermano; y así despidiéndome
entristeciera? de ellos, me partí desde allí para
3 Y esto mismo os escribí, por- Macedonia.
que cuando viniere no tuviese 14 Mas gracias a Dios, el cual
tristeza de aquellos de los cua- hace que siempre triunfemos en
les me debería alegrar; teniendo Cristo; y manifiesta el olor de su
confianza en todos vosotros que conocimiento por nosotros en
mi gozo es el de todos vosotros. todo lugar;
4 Porque en medio de mucha tri- 15 Porque somos para Dios suave
bulación y angustia de corazón olor de Cristo en los que son sal-
os escribí con muchas lágrimas: vos, y en los que perecen:
248
Gloria del nuevo pacto II Corintios 4
16 A éstos olor de muerte para 8 ¿Cuánto más no será para glo-
muerte; y a aquéllos olor de vida ria el ministerio del espíritu?
para vida. Y para estas cosas 9 Porque si el ministerio de con-
¿quién es suficiente? denación fue gloria, mucho más
17 Porque no somos como mu- abundará en gloria el ministerio
chos, mercaderes falsos que de justicia.
corrompen la palabra de Dios: 10 Porque lo que fue hecho glo-
antes como de sinceridad, como rioso, ni aun fue glorioso en este
de Dios, delante de Dios, habla- respecto, por razón de la gloria
mos en Cristo. que sobresale.
11 Porque si lo que se acaba fue
CAPÍTULO 3 para gloria, mucho más es para
COMENZAMOS otra vez a gloria lo que permanece.
¿ alabarnos a nosotros mismos?
¿O tenemos necesidad, como
12 Así que teniendo tal esperanza,
hablamos con mucha franqueza.
algunos, de cartas de recomen- 13 Y no como Moisés, que ponía
dación para vosotros, o de reco- un velo sobre su rostro, para que
mendación de vosotros? los hijos de Israel no pudiesen
2 Nuestra carta sois vosotros, es- fijar los ojos en el fin de aquello
crita en nuestros corazones, cono- que se había de ser abolido:
cida y leída de todos los hombres; 14 Mas las mentes de ellos fueron
3 Por cuanto es manifiesto que cegadas; porque hasta el día de
vosotros sois la carta de Cristo hoy queda el mismo velo sin ser
ministrada por nosotros, y escri- quitado en la lectura del antiguo
ta no con tinta, sino con el Espí- testamento, el cual velo es quita-
ritu del Dios vivo: no en tablas do en Cristo.
de piedra, sino en las tablas de 15 Y aun hasta el día de hoy,
carne del corazón. cuando Moisés es leído, el velo
4 Y tal confianza tenemos por está sobre el corazón de ellos.
Cristo para con Dios. 16 Empero cuando se convirtie-
5 No que seamos suficientes de ren al Señor, el velo será quitado.
nosotros mismos para pensar 17 Porque el Señor es aquel Espí-
algo como de nosotros mismos; ritu; y donde está el Espíritu del
sino que nuestra suficiencia es Señor, allí hay libertad.
de Dios: 18 Empero nosotros todos, con
6 El cual también nos ha hecho cara descubierta, mirando como en
ministros suficientes del nuevo un espejo la gloria del Señor,
testamento: no de la letra, sino somos transformados en la misma
del espíritu; porque la letra mata, imagen de gloria en gloria, como
mas el espíritu vivifica. por el Espíritu del Señor.
7 Empero si el ministerio de
muerte, escrito y grabado en pie- CAPÍTULO 4
dras, fue para gloria, tanto que OR lo cual teniendo nosotros
los hijos de Israel no pudiesen

fijar los ojos en la cara de Moisés,


P este ministerio, según la mi-

sericordia que hemos recibido,


a causa de la gloria de su rostro, no desmayamos;
la cual se había de acabar: 2 Antes hemos renunciado a las
249
II Corintios 5 El ministerio de Pablo
cosas encubiertas de vergüen- en nosotros, mas en vosotros la
za, no andando con astucia, ni vida.
adulterando la palabra de Dios; 13 Pero teniendo nosotros el
mas por manifestación de la ver- mismo espíritu de fe, conforme
dad encomendándonos a nosotros a lo que está escrito: Creí, y por
mismos a la conciencia de todo lo tanto he hablado: nosotros
hombre delante de Dios. también creemos, y por lo tanto
3 Que si nuestro evangelio es en- hablamos:
cubierto, para los que se pierden 14 Estando ciertos que el que re-
es encubierto: sucitó al Señor Jesús, a nosotros
4 En los cuales el dios de este también nos resucitará por Jesús;
mundo ha cegado la mente de y nos presentará con vosotros.
los incrédulos, para que no les 15 Porque todas las cosas son
resplandezca la luz del evangelio por vuestra causa, para que la
glorioso de Cristo, el cual es la abundante gracia por la acción de
imagen de Dios. gracias de muchos, redunde a
5 Porque no nos predicamos a gloria de Dios.
nosotros mismos, sino a Cristo 16 Por tanto no desmayamos;
Jesús, el Señor; y nosotros vues- antes aunque este nuestro hom-
tros siervos por Jesús. bre exterior se desgasta, el interior
6 Porque Dios que mandó res- empero se renueva de día en día.
plandecer la luz de las tinieblas, 17 Porque nuestra leve tribu-
es el que ha resplandecido en lación, que no es sino por un
nuestros corazones, para dar la luz momento, obra por nosotros un
del conocimiento de la gloria de peso de gloria inconmensurable-
Dios en la faz de Jesu Cristo. mente grande y eterno:
7 Pero tenemos este tesoro en 18 No mirando nosotros a las
vasos de tierra, para que la exce- cosas que se ven, sino a las que
lencia del poder sea de Dios, y no no se ven; porque las cosas que se
de nosotros. ven son temporales; mas las que
8 Por todos lados somos atribula- no se ven son eternas.
dos, mas no estrechados: perple-
jos, mas no desesperados: CAPÍTULO 5
9 Perseguidos, mas no desampa- ORQUE sabemos que si nues-
rados: abatidos, mas no destruidos:

10 Llevando siempre por todas


P tra casa terrestre de este taber-

náculo se deshiciere, tenemos de


partes en el cuerpo la muerte del Dios edificio, una casa no hecha
Señor Jesús, para que también la de manos, eterna en los cielos.
vida de Jesús sea manifestada en 2 Y por esto también gemimos,
nuestro cuerpo. deseando ardientemente ser re-
11 Porque siempre nosotros que vestidos de aquella nuestra habi-
vivimos, somos entregados a la tación que es del cielo:
muerte por causa de Jesús, para 3 Si es que fuéremos hallados
que también la vida de Jesús sea vestidos y no desnudos.
manifestada en nuestra carne 4 Porque verdaderamente los
mortal. que estamos en este tabernáculo,
12 De manera que la muerte obra gemimos estando sobrecargados;
250
La habitación terrestre II Corintios 6
porque no querríamos ser desnu- que los que viven, ya no vivan
dados, antes revestidos, para que para sí, sino para aquél que por
lo que es mortal sea tragado por ellos murió y resucitó.
la vida. 16 Por lo que nosotros de aquí
5 Mas el que nos hizo para esto adelante a nadie conocemos
mismo es Dios, el cual también según la carne; y si aun a Cristo
nos ha dado las arras del Espíritu. conocimos según la carne, ahora
6 Por tanto estamos confiados empero ya no le conocemos más.
siempre, sabiendo que entre 17 De manera que si alguno es
tanto que estamos en el cuerpo, en Cristo, nueva criatura es: las
ausentes estamos del Señor: cosas viejas son pasadas; he aquí,
7 (Porque por fe andamos, no todas las cosas son hechas nuevas.
por vista:) 18 Y todas las cosas son de Dios, el
8 Estamos confiados, digo, y qui- cual nos ha reconciliado con-
siéramos más bien ausentarnos sigo mismo por Jesu Cristo, y
del cuerpo, y estar presentes con nos ha dado el ministerio de la
el Señor. reconciliación.
9 Por tanto procuramos, que o 19 Es a saber, Dios estaba en
ausentes, o presentes, le seamos Cristo reconciliando el mundo
aceptos. consigo mismo, no imputándo-
10 Porque es menester que todos les sus pecados, y ha entregado a
nosotros comparezcamos delante nosotros la palabra de la recon-
del tribunal de Cristo; para que ciliación.
cada uno reciba las cosas hechas 20 Así que embajadores somos
en su cuerpo, según lo que hubie- de Cristo, como si Dios os roga-
re hecho, sea bueno, o sea malo. se por nosotros; os rogamos en
11 Sabiendo pues el terror del nombre de Cristo: Reconciliaos
Señor, persuadimos a los hom- con Dios.
bres, mas a Dios somos hechos 21 Porque a él que no conoció
manifiestos; y espero que tam- pecado, lo hizo pecado por noso-
bién en vuestras conciencias tros, para que nosotros fuésemos
somos hechos manifiestos. hechos justicia de Dios en él.
12 Porque no nos encomenda-
mos otra vez a vosotros; antes CAPÍTULO 6
os damos ocasión de gloriaros de OR lo cual nosotros, como co-
nosotros, para que tengáis que

responder a los que se glorían en


P laboradores juntamente con él,

os exhortamos también que no


las apariencias, y no en el cora- hayáis recibido en vano la gracia
zón. de Dios;
13 Porque si loqueamos, es para 2 Porque él dice: En tiempo acep-
Dios, y si estamos en sano juicio, to te he oído, y en día de salvación te
es por vuestra causa. he socorrido: he aquí, ahora es el
14 Porque el amor de Cristo nos tiempo acepto, he aquí, ahora es el
constriñe: juzgando esto: Que si día de la salvación:
uno murió por todos, luego todos 3 No dando ofensa alguna en
eran muertos: ninguna cosa, porque el ministe-
15 Y que murió por todos, para rio no sea vituperado:
251
II Corintios 7 La nueva criatura
4 Pero mostrándonos aprobados como Dios ha dicho: Yo moraré
en todas cosas como ministros en ellos, y andaré en ellos; y yo
de Dios, en mucha paciencia, en seré el Dios de ellos, y ellos serán
tribulaciones, en necesidades, en mi pueblo.
angustias, 17 Por lo cual salid de en medio de
5 En azotes, en cárceles, en albo- ellos, y apartaos, dice el Señor;
rotos, en trabajos, en vigilias, en y no toquéis lo inmundo, y yo os
ayunos, recibiré.
6 Por pureza, por conocimiento, 18 Y seré a vosotros Padre, y vo-
por longanimidad, por bondad, sotros me seréis a mí hijos e hijas:
por el Espíritu Santo, por amor dice el Señor Todopoderoso.
no fingido,
7 Por la palabra de verdad, por el CAPÍTULO 7
poder de Dios, por la armadura ENIENDO pues nosotros estas
de justicia a diestra y a siniestra:

8 Por honra y deshonra: por in-


T promesas, amados míos, pues

que tenemos tales promesas, lim-


famia, y buena fama: como en- piémonos de toda inmundicia de la
gañadores, y sin embargo veraces: carne y del espíritu,
9 Como desconocidos, y sin em- perfeccionando la santidad en el
bargo bien conocidos: como mu- temor de Dios.
riendo, y, he aquí, vivimos: como 2 Admitidnos: a nadie hemos in-
castigados, mas no muertos: juriado, a nadie hemos corrom-
10 Como entristecidos, mas siem- pido, a nadie hemos defraudado.
pre gozosos: como pobres, mas 3 No para condenaros lo digo;
enriqueciendo a muchos: como que ya he dicho antes, que es-
los que no tienen nada, y sin em- táis en nuestros corazones para
bargo lo poseen todo. morir, y para vivir con vosotros.
11 Nuestra boca está abierta para 4 Mucho denuedo tengo para con
vosotros, oh Corintios, nuestro vosotros, mucha gloria tengo de
corazón es ensanchado. vosotros: lleno estoy de conso-
12 No estáis estrechados en no- lación: sobreabundo de gozo en
sotros; mas estáis estrechados en todas nuestras tribulaciones.
vuestras propias entrañas: 5 Porque cuando vinimos a Mace-
13 Pues por recompensa de lo donia, ningún reposo tuvo nues-
mismo, (como a mis hijos hablo,) tra carne; antes por todos lados
ensanchaos también vosotros. fuimos atribulados: de fuera había
14 No os juntéis en yugo desigual combates, de dentro temores.
con los incrédulos: porque ¿qué 6 Mas Dios, que consuela a los
compañía tiene la justicia con la que están abatidos, nos consoló
injusticia? ¿y qué comunión la con la venida de Tito.
luz con las tinieblas? 7 Y no sólo con su venida, mas
15 ¿Y qué concordia Cristo con también con la consolación con
Belial? ¿o qué parte el que cree que él fue consolado de vosotros,
con el incrédulo? haciéndonos saber vuestro deseo
16 ¿Y qué avenencia el templo grande, vuestro lloro, vuestro
de Dios con ídolos? porque voso- celo por mí, así que me regocijé
tros sois el templo del Dios vivo, tanto más.
252
Frutos de la primera carta II Corintios 8
8 Porque aunque os entristecí cuando se acuerda de la obedien-
por la carta, no me arrepiento: cia de todos vosotros; y de cómo
aunque me arrepentí, porque le recibisteis con temor y temblor.
veo que aquella carta, aunque 16 Así que me regocijo de que en
por poco tiempo, os entristeció. todo tengo confianza de vosotros.
9 Ahora me gozo: no porque
hayáis sido entristecidos, mas CAPÍTULO 8
porque hayáis sido entristecidos SIMISMO, hermanos, os ha-
para arrepentimiento; porque ha-

béis sido entristecidos según Dios,


A cemos saber la gracia de

Dios, que ha sido dada a las igle-


de manera que ninguna pérdida sias de Macedonia:
hayáis padecido por nosotros. 2 Que en grande prueba de tribu-
10 Porque la tristeza que es según lación, la abundancia de su gozo
Dios, obra arrepentimiento para y su profunda pobreza abunda-
la salvación, de la cual nadie se ron para las riquezas de su libe-
arrepiente; mas la tristeza del ralidad.
mundo obra la muerte. 3 Porque conforme a sus fuerzas,
11 Porque he aquí esto mismo, (yo soy testigo,) y aun sobre sus
que según Dios fuisteis entriste- fuerzas han sido voluntarios;
cidos, qué solicitud ha obrado en 4 Rogándonos con muchos rue-
vosotros, más aun defensa, más gos, que recibiésemos el don, y
aun indignación, más aun temor, nos encargásemos de la comunión
más aun vehemente deseo, más del ministerio que se hace para
aun celo, más aun venganza. En los santos.
todo os habéis mostrado puros 5 Y esto hicieron, no como lo espe-
en este negocio. rábamos, mas a sí mismos dieron
12 Así que aunque os escribí, no primeramente al Señor, y a noso-
fue por causa del que hizo la in- tros por la voluntad de Dios.
juria, ni por causa del que pade- 6 De tal manera que exhortamos
ció la injuria, sino para que os a Tito, que como había comenza-
fuese manifiesta nuestra do ya, así también acabase en vo-
solicitud que tenemos por voso- sotros la misma gracia también.
tros delante de Dios. 7 Por tanto como en todo abun-
13 Por tanto fuimos consolados dáis, en fe, y en palabra, y en co-
por vuestra consolación: empero nocimiento, y en toda diligencia,
mucho más nos gozamos por el y amor para con nosotros, mirad
gozo de Tito, porque fue recrea- que abundéis en esta gracia tam-
do su espíritu por todos vosotros. bién.
14 Que si en algo me he gloria- 8 No hablo como por manda-
do con él de vosotros, no he sido miento; sino por motivo de la
avergonzado; antes como todo lo prontitud de los otros, y para
que habíamos dicho a vosotros probar la sinceridad de vuestro
en verdad, así también nuestra amor.
gloria con Tito fue hallada ser 9 Porque vosotros conocéis la gra-
verdad. cia de nuestro Señor Jesu Cristo,
15 Y su entrañable afecto es más que, siendo rico, por amor de vo-
abundante para con vosotros, sotros se hizo pobre; para que vo-
253
II Corintios 9 Sembrar en bendiciones
sotros por su pobreza fueseis ricos. también delante de los hombres.
10 Y en esto doy mi consejo; por- 22 Y enviamos con ellos a nuestro
que esto os conviene a vosotros, hermano, al cual muchas veces
que comenzasteis antes, no sólo a hemos probado diligente en mu-
hacerlo, sino también a querer- chas cosas; mas ahora mucho
lo desde el año pasado: más diligente por la mucha con-
11 Ahora pues acabad de hacer- fianza que tengo en vosotros.
lo; para que como fue pronto el 23 Tocante a Tito, si alguno pre-
ánimo en el querer, así también lo guntare, él es mi compañero y
sea en el cumplirlo de lo que tenéis. coadjutor para con vosotros; o en
12 Porque si primero hay volun- cuanto a nuestros hermanos, son los
tad pronta, será acepta según lo mensajeros de las iglesias, y la
que alguno tiene, y no según lo gloria de Cristo.
que no tiene. 24 Mostrad pues para con ellos, y
13 No para que otros tengan ali- a la faz de las iglesias, la prue-
vio, y vosotros apretura: ba de vuestro amor, y de nuestra
14 Sino por igualdad, para que en gloria de vosotros.
este tiempo, vuestra abundancia
supla la falta de ellos; para que CAPÍTULO 9
también la abundancia de ellos ORQUE en cuanto al ministe-
supla vuestra falta, para que haya

igualdad:
P rio para los santos, por demás

me es escribiros;
15 Como está escrito: Al que reco- 2 Porque conozco la prontitud de
gió mucho, no le sobró; y al que vuestro ánimo, por cuyo motivo
recogió poco, no le faltó nada. me glorío de vosotros entre los de
16 Empero gracias a Dios que Macedonia, que Acaya está aperci-
puso la misma solicitud por vo- bida desde el año pasado; y vues-
sotros en el corazón de Tito. tro celo ha provocado a muchos.
17 Porque en verdad aceptó la 3 Sin embargo he enviado a los
exhortación; mas estando él muy hermanos, porque nuestra glo-
solícito, de su propia voluntad se ria de vosotros no sea vana en
partió para vosotros. esta parte; para que, como lo he
18 Y enviamos con él al hermano, dicho, estéis apercibidos;
cuya alabanza en el evangelio es 4 Porque no sea que si vinieren
por todas las iglesias. conmigo los de Macedonia, y os
19 Y no sólo esto, sino que tam- hallaren desapercibidos, y nos
bién fue elegido por las iglesias avergoncemos nosotros, (por no
para acompañarnos en nuestro decir vosotros,) de esta confian-
viaje con este beneficio, que es za de gloria.
administrado por nosotros para 5 Por tanto tuve por cosa nece-
gloria del mismo Señor, y decla- saria exhortar a los hermanos
ración de vuestra voluntad pronta: que fuesen primero a vosotros, y
20 Evitando esto, que nadie nos aparejasen primero vuestra ben-
vitupere en esta abundancia que dición antes prometida, para que
ministramos: esté aparejada como bendición, y
21 Procurando las cosas honestas, no como avaricia.
no sólo delante del Señor, sino 6 Esto empero digo: El que siem-
254
Autoridad de Pablo II Corintios 10
bra escasamente, también segará dulzura de Cristo, (yo que en pre-
escasamente; y el que siembra sencia soy despreciable entre vo-
abundantemente, segará tam- sotros, pero que estando ausente
bién abundantemente. soy osado para con vosotros,)
7 Cada uno como propuso en su 2 Ruégoos, pues, que cuando es-
corazón, así dé, no con tristeza, o tuviere presente, no tenga que
por necesidad; porque Dios ama ser osado con la confianza con
el dador alegre. que pienso ser osado contra al-
8 Y poderoso es Dios para hacer gunos, que nos tienen como si
que abunde en vosotros toda gra- anduviésemos según la carne:
cia, para que teniendo toda sufi- 3 Porque aunque andamos en
ciencia en todas cosas, abundéis la carne, no militamos según la
para toda buena obra. carne:
9 Como está escrito: Esparció; 4 (Porque las armas de nuestra
dio a los pobres; su justicia per- milicia no son carnales, sino po-
manece por siempre. derosas por Dios para derribar
10 Y el que da la simiente al que fortalezas;)
siembra, también dará pan para 5 Derribando imaginaciones, y
comer; y multiplicará vuestra se- toda cosa alta que se levanta
mentera, y aumentará los frutos contra el conocimiento de Dios;
de vuestra justicia; y poniendo bajo cautiverio todo
11 Para que enriquecidos en todo, pensamiento a la obediencia de
abundéis en toda liberalidad, la Cristo,
cual obra por nosotros acción de 6 Y estando prestos para ven-
gracias a Dios. gar toda desobediencia, cuando
12 Porque la administración de vuestra obediencia fuere cumpli-
este servicio no solamente suple da.
lo que a los santos falta, mas 7 ¿Miráis las cosas según la apa-
también abunda en muchas ac- riencia exterior? Si alguno está
ciones de gracias a Dios; confiado en sí mismo que es de
13 Que por la experiencia de esta Cristo, esto también piense por sí
administración, glorifican a Dios mismo, que como él es de Cris-
por vuestra sujeción que profe- to, así también nosotros somos
sáis al evangelio de Cristo, y por de Cristo.
la liberalidad de vuestra distribución 8 Porque aunque yo me gloríe
para con ellos, y para con todos; algún tanto más de nuestra au-
14 Y por la oración de ellos por toridad, (la cual el Señor nos
vosotros, los cuales os anhelan ha dado para edificación, y no
de corazón a causa de la abun- para vuestra destrucción,) no me
dantísima gracia de Dios en vo- avergonzaré.
sotros. 9 A fin de que no parezca como
15 Gracias a Dios por su inefable que os quiero espantar por car-
don. tas.
10 Porque dicen ellos, sus cartas
CAPÍTULO 10 son graves y fuertes; mas su pre-
MPERO yo, Pablo mismo, os sencia corporal débil, y su pala-
E ruego por la mansedumbre y
255
bra despreciable.
II Corintios 11 Pablo defiende su potestad
11 Esto piense el tal, que cuales he desposado a un marido, para
somos en la palabra por cartas presentaros como a una virgen
estando ausentes, tales seremos tam-pura a Cristo.
bién de hecho estando presentes. 3 Mas tengo miedo de que, en al-
12 Porque no osamos ni a con- guna manera, como la serpiente
tarnos, ni a compararnos con engañó a Eva por su astucia, así
algunos que se alaban a sí mis- sean corrompidas vuestras men-
mos; mas ellos midiéndose a sí tes, de la simplicidad que es en
mismos por sí mismos, y compa- Cristo:
rándose a sí mismos consigo mis- 4 Porque si el que viene predi-
mos, no entienden. ca otro Jesús que nosotros no
13 Nosotros empero no nos jac- hemos predicado, o si vosotros
taremos de cosas fuera de nuestra recibís otro espíritu del que ha-
medida; sino conforme a la me- béis recibido, u otro evangelio
dida de la regla que Dios nos ha del que habéis aceptado, le su-
repartido, medida que llega tam- frierais bien.
bién hasta vosotros, 5 Empero yo pienso, que en nada he
14 Porque no nos extendemos sido inferior a los más gran-
más allá de nuestra medida, como des apóstoles.
si no llegásemos hasta vosotros; 6 Porque aunque soy rudo en la
porque también hasta vosotros palabra, no empero en el cono-
hemos llegado en el evangelio de cimiento; mas en todas las cosas
Cristo: hemos sido enteramente mani-
15 No gloriándonos fuera de me- fiestos a vosotros.
dida, en trabajos ajenos; mas 7 ¿Acaso cometí un pecado en
teniendo esperanza de que en haberme humillado a mí mismo,
creciendo vuestra fe, seremos para que vosotros fueseis ensal-
abundantemente engrandecidos zados, porque os he predicado el
entre vosotros conforme a nues- evangelio de Dios gratuitamente?
tra regla; 8 Despojé las otras iglesias, reci-
16 Para predicar el evangelio biendo salario de ellos para servir a
en las regiones que están más allá de
vosotros.
vosotros, no en la medida de otro, 9 Y estando con vosotros, y te-
para gloriarnos de lo que ya estaba niendo necesidad, a ninguno fui
aparejado. carga; porque lo que me faltaba,
17 Mas el que se gloría, gloríese lo suplieron los hermanos que vi-
en el Señor. nieron de Macedonia; y en todas
18 Porque no el que se alaba a sí cosas me guardé de seros gravo-
mismo, el tal es aprobado; mas so, y me guardaré.
aquel a quien el Señor alaba. 10 Como la verdad de Cristo es en
mí, nadie me impedirá esta jac-
CAPÍTULO 11 tancia en las regiones de Acaya.
LUGUIESE a Dios que voso- 11 ¿Por qué? ¿por qué no os amo?

P tros sufrieseis un poco mi lo- Dios lo sabe.


cura. Mas, en verdad, sufridme. 12 Mas lo que hago, haré aún;
2 Porque yo soy celoso de voso- para cortar ocasión de aquellos
tros con celo de Dios; porque os que desean ocasión, para que en
256
Pablo, sufrimientos y revelaciones II Corintios 12
aquello que se glorían, sean ha- 24 De los Judíos cinco veces reci-
llados como también nosotros. bí cuarenta azotes menos uno.
13 Porque los tales son falsos 25 Tres veces fui azotado con
apóstoles, obreros fraudulentos varas, una vez apedreado, tres
que se transfiguran en apóstoles veces he padecido naufragio, una
de Cristo. noche y un día he estado en el
14 Y no es maravilla; porque Sa- profundo del mar.
tanás mismo se transfigura en 26 En viajes muchas veces: en
ángel de luz. peligros de ríos, en peligros de
15 Así que no es gran cosa si tam- ladrones, en peligros de los de
bién sus ministros se transfiguren mi nación, en peligros entre los
como ministros de justicia, cuyo Gentiles, en peligros en la ciudad,
fin será conforme a sus obras. en peligros en el desierto, en peli-
16 Otra vez digo: Que nadie me gros en el mar, en peligros entre
tenga por insensato; de otra mane- falsos hermanos:
ra, recibidme aun como a insensa- 27 En trabajo y fatiga, en mu-
to, para que me jacte yo un poco. chas vigilias, en hambre y sed,
17 Lo que hablo, no lo hablo en muchos ayunos, en frío y en
según el Señor, sino como con desnudez:
insensatez, en este atrevimiento 28 Además las cosas de fuera, lo
de jactancia. que me sobreviene cada día, el
18 Puesto que muchos se glorían cuidado de todas las iglesias.
según la carne: también yo me 29 ¿Quién es débil, y no soy débil
gloriaré. yo? ¿Quién se escandaliza, y yo no
19 Porque de buena gana sufrís me abraso?
a los insensatos, siendo vosotros 30 Si es menester gloriarme, me
sabios; gloriaré yo de las cosas que son de
20 Porque sufrís si alguien os mis flaquezas.
pone en servidumbre, si alguien 31 El Dios y Padre de nuestro
os devora, si alguien toma lo vues- Señor Jesu Cristo, que es bendito
tro, si alguien se ensalza, si al- por siempre, sabe que no miento.
guien os hiere en la cara. 32 En Damasco, el gobernador
21 Hablo en cuanto a la afren- por el rey Aretas guardaba la ciu-
ta, como si nosotros hubiésemos dad de los Damascenos querien-
sido débiles. Mas en lo que otro do prenderme;
tuviere osadía (hablo con insen- 33 Y fui abajado del muro en un
satez) también yo tengo osadía. canasto por una ventana, y esca-
22 ¿Son ellos Hebreos? yo tam- pé de sus manos.
bién soy. ¿Son Israelitas? yo tam-
bién. ¿Son simiente de Abraham? CAPÍTULO 12
también yo. IERTO que no me es conve-
23 ¿Son ministros de Cristo?

(hablo como insensato) yo soy


C niente gloriarme; mas ven-

dré a las visiones y a las revela-


más: en trabajos más abundan- ciones del Señor.
te, en azotes sobre medida, en 2 Yo conozco a un hombre en
cárceles más frecuentemente, en Cristo, que hace catorce años (si
muertes, muchas veces. en el cuerpo, no lo sé, si fuera del
257
II Corintios 12 Pablo, sufrimientos y revelaciones
cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe.) ciencia, en señales, en prodigios, y
fue arrebatado hasta el tercer en milagros.
cielo. 13 Porque ¿qué hay en que ha-
3 Y conozco al tal hombre, (si en yáis sido menos que las otras
el cuerpo, o fuera del cuerpo, no iglesias, sino en que yo mismo no
lo sé: Dios lo sabe.) os he sido carga? perdonad-
4 Que fue arrebatado al paraíso, me este agravio.
donde oyó palabras inefables que 14 He aquí, estoy preparado para ir
al hombre no le es lícito decir. a vosotros la tercera vez, y no os
5 De este tal me gloriaré; mas de será una carga, porque no
mí mismo no me gloriaré, sino busco a lo vuestro, sino a voso-
en mis flaquezas. tros; porque no han de atesorar los
6 Por lo cual si quisiere gloriar- hijos para los padres, sino los padres
me, no seré insensato, porque para los hijos.
diré verdad: empero ahora lo dejo, 15 Yo empero de buena gana gas-
porque nadie piense de mí más de taré y seré gastado por vuestras
lo que en mí ve, u oye de mí. almas; aunque amándoos yo más,
7 Y porque no me ensalzase des- sea amado menos.
medidamente por la abundancia 16 Mas sea así, yo no os fui carga;
de las revelaciones, me fue dado sino que, como soy astuto, os he
un aguijón en mi carne, el men- tomado con engaño.
sajero de Satanás, que me abo- 17 ¿Os he defraudado quizá por
fetee, para que no me enaltezca alguno de los que he enviado a
sobremanera. vosotros?
8 Por lo cual tres veces rogué al 18 Yo rogué a Tito, y con él envié
Señor que se quitase de mí. un hermano. ¿Os engañó Tito?
9 Y él me dijo: Bástate mi gracia; ¿no anduvimos en el mismo es-
porque mi poder en la flaque- píritu? ¿no anduvimos en las mis-
za se perfecciona. Por tanto de mas pisadas?
buena gana me gloriaré en mis 19 ¿Pensáis otra vez que noso-
flaquezas, para que habite en mí tros nos excusamos para con
el poder de Cristo. vosotros? Delante de Dios, en
10 Por lo cual tomo contenta- Cristo hablamos; mas lo hacemos
miento en flaquezas, en afrentas, todo, o amadísimos, por vuestra
en necesidades, en persecucio- edificación.
nes, en angustias por Cristo; por- 20 Porque temo que cuando vi-
que cuando soy débil, entonces niere, no os halle tales como
soy fuerte. quiero; y que vosotros me halléis
11 Me he hecho insensato en glo- cual no querríais; porque no haya
riarme; vosotros me constreñis- entre vosotros contiendas, envi-
teis; porque yo debía ser alabado dias, iras, disensiones, detraccio-
de vosotros; porque en nada soy nes, murmuraciones, soberbias,
menos que los más eminentes sediciones;
apóstoles, aunque soy nada. 21 No sea que cuando yo volvie-
12 Verdaderamente las señales re, me humille Dios entre voso-
de apóstol han sido hechas en tros, y haya yo de llorar por mu-
medio de vosotros, en toda pa- chos de los que antes han pecado,
258
Recomendaciones finales II Corintios 13
y no se han arrepentido de la in- guna cosa mala hagáis: no para
mundicia, y fornicación, y lasci- que nosotros aparezcamos apro-
via que han cometido. bados, mas para que vosotros ha-
gáis lo que es bueno, aunque no-
CAPÍTULO 13 sotros seamos como reprobados.
STA es la tercera vez que vengo 8 Porque nosotros no podemos
E a vosotros: en la boca de dos
o de tres testigos toda palabra
hacer nada contra la verdad, sino
por la verdad.
será establecida. 9 Por lo cual nos gozamos cuando
2 Yo os he dicho antes, y os digo nosotros somos débiles, y voso-
de antemano como si yo estu- tros sois fuertes; y aun deseamos
viera presente la segunda vez; y esto, a saber, vuestra perfección.
ahora estando ausente lo escribo a 10 Por tanto os escribo estas cosas
los que han pecado antes, y a estando ausente, para que estan-
todos los demás, que si vengo do presente no use de severidad,
otra vez, no perdonaré. conforme a la potestad que el
3 Pues que buscáis una prueba de Señor me ha dado para edifica-
Cristo que habla en mí, el cual no ción, y no para destrucción.
es débil para con vosotros, antes 11 En fin, hermanos, hayáis gozo,
es poderoso en vosotros. seáis perfectos, consolaos, seáis de
4 Porque aunque fue crucificado una misma mente, vivid en paz, y
por flaqueza, vive empero por el Dios de amor y de paz será con
el poder de Dios; porque noso- vosotros.
tros también somos débiles en él, 12 Saludaos los unos a los otros
empero viviremos con él por el con beso santo.
poder de Dios para con nosotros. 13 Todos los santos os saludan.
5 Examinaos a vosotros mismos 14 La gracia del Señor Jesu Cris-
si sois en la fe; probaos a voso- to, y el amor de Dios, y la comu-
tros mismos. ¿No conocéis vo- nión del Espíritu Santo sea con
sotros mismos, como que Jesu vosotros todos. Amén
Cristo es en vosotros, si no sois
reprobados?
6 Mas espero que conoceréis que La segunda epístola a los Corintios fue
nosotros no somos reprobados. enviada de Filipos, ciudad de Macedonia
7 Empero yo oro a Dios que nin- con Tito y Lucas.

259
La Epístola del Apóstol Pablo a los

GÁLATAS

P CAPÍTULO 1
ABLO apóstol, (no de los
ha sido predicado por mí, no es
según hombre.
hombres, ni por hombre, sino 12 Porque ni yo lo recibí de hom-
por Jesu Cristo, y por Dios el bre, ni tampoco me fue enseña-
Padre, que lo resucitó de entre do, sino por revelación de Jesu
los muertos), Cristo.
2 Y todos los hermanos que están 13 Porque ya habéis oído cual fue
conmigo, a las iglesias de Galacia: mi conducta en otro tiempo en
3 Gracia a vosotros, y paz de el Judaísmo como sobre manera
Dios el Padre y nuestro Señor perseguía la iglesia de Dios, y la
Jesu Cristo, asolaba;
4 El cual se dio a sí mismo por 14 Y que aprovechaba en el Ju-
nuestros pecados para librarnos daísmo sobre muchos de mis
de este presente mundo malo, iguales en mi nación, siendo más
conforme a la voluntad de Dios y vehementemente celoso de las
Padre nuestro: tradiciones de mis padres.
5 Al cual sea gloria por siempre 15 Mas cuando plugo a Dios, que
jamás. Amén. me apartó desde el vientre de mi
6 Estoy maravillado de que tan madre, y me llamó por su gracia,
pronto os hayáis traspasado de 16 Revelar a su Hijo en mí, para
aquel que os llamó a la gracia de que yo le predicase entre los
Cristo, a otro evangelio: Gentiles, no consulté en seguida
7 El cual no es otro, sino que con carne y sangre;
hay algunos que os perturban, y 17 Ni subí a Jerusalem a los que
quieren pervertir el evangelio de eran apóstoles antes que yo; sino
Cristo. que me fui a Arabia; y volví de
8 Mas si nosotros, o un ángel del nuevo a Damasco.
cielo os predicare otro evangelio 18 Después, pasados tres años,
del que os hemos predicado, sea subí a Jerusalem a ver a Pedro, y
maldito. estuve con él quince días.
9 Como antes hemos dicho, tam- 19 Mas a ningún otro de los após-
bién ahora decimos otra vez: Si toles vi, sino a Jacobo el herma-
alguien os predicare otro evan- no del Señor.
gelio del que habéis recibido, sea 20 Y en esto, que os escribo, he
maldito. aquí, delante de Dios, que no
10 Porque ¿persuado yo ahora a miento.
los hombres, o a Dios? ¿o procu- 21 Después vine a las regiones de
ro de agradar a hombres? Porque Siria y de Cilicia;
si todavía agradara a los hom- 22 Y no era conocido de vista a
bres, no sería siervo de Cristo. las iglesias de Judea, que eran en
11 Empero os hago saber, her- Cristo:
manos, que el evangelio que os 23 Mas solamente habían oído:
260
Pablo resiste a Pedro Gálatas 2
Que el que en otro tiempo nos nas, conocieron la gracia que me
perseguía, ahora predica la fe era dada, nos dieron las diestras
que en un tiempo destruía: de compañía a mí y a Bernabé,
24 Y glorificaban a Dios en mí. para que nosotros fuésemos a los
Gentiles, y ellos a la circuncisión.
CAPÍTULO 2 10 Solamente querían que nos
ESPUÉS, pasados catorce acordásemos de los pobres; lo cual
D años, subí otra vez a Jeru-
salem con Bernabé, tomando
también yo hacía con solicitud.
11 Mas cuando Pedro vino a An-
también conmigo a Tito. tioquía, le resistí en su cara, por-
2 Subí empero por revelación, y que era de condenar.
comuniqué con ellos el evange- 12 Porque antes que viniesen
lio que predico entre los Genti- ciertos de parte de Jacobo, comía con
les; mas particularmente con los los Gentiles; mas cuando vi-
que parecían ser algo, por no co- nieron, se retrajo, y se apartó de
rrer, o haber corrido en vano. ellos, teniendo miedo de los que
3 Mas ni aun Tito, que estaba eran de la circuncisión.
conmigo, siendo Griego, fue 13 Y los otros Judíos disimulaban
compelido a circuncidarse: también con él, de tal manera
4 Y esto por causa de los falsos que aun Bernabé fue llevado con su
hermanos entremetidos secreta- simulación.
mente, los cuales entraban encu- 14 Mas cuando yo vi que no an-
biertamente para espiar nuestra daban derechamente conforme
libertad que tenemos en Cristo a la verdad del evangelio, dije
Jesús, para reducirnos a servi- a Pedro delante de todos: Si tú,
dumbre; siendo Judío, vives como los
5 A los cuales ni aun por una Gentiles, y no como los Judíos,
hora cedimos en sujeción, para ¿por qué constriñes a los Genti-
que la verdad del evangelio per- les a judaizar?
maneciese con vosotros. 15 Nosotros que somos Judíos por
6 Empero de aquellos que pare- naturaleza, y no pecadores de los
cían ser algo (lo que hayan sido, Gentiles,
no tengo que ver; Dios no acepta 16 Sabiendo que el hombre no es
la apariencia del hombre), a mí justificado por las obras de la ley,
ciertamente los que parecían ser sino por la fe de Jesu Cristo, no-
algo, nada me comunicaron: sotros también hemos creído en
7 Antes por el contrario, como Jesu Cristo, para que fuésemos
vieron que el evangelio de la in- justificados por la fe de Cristo,
circuncisión me había sido dado, y no por las obras de la ley; por
como a Pedro el de la circunci- cuanto por las obras de la ley
sión; ninguna carne será justificada.
8 (Porque el que obró eficazmen- 17 Y si buscando nosotros de ser
te en Pedro para el apostolado de justificados en Cristo, también
la circuncisión, obró también en nosotros somos hallados pecado-
mí para con los Gentiles;) res, ¿es por eso Cristo ministro
9 Y cuando Jacobo, y Cefas, y de pecado? ¡No lo permita Dios!
Juan, que parecían ser las colum- 18 Porque si las cosas que des-
261
Gálatas 3 La ley y la fe
truí, las mismas vuelvo a edificar, maldición están; porque escrito
transgresor me hago. está: Maldito todo aquel que no
19 Porque yo por la ley soy muerto permaneciere en todas las cosas
a la ley, a fin de que viva para Dios. que están escritas en el libro de la
20 Soy crucificado con Cristo; ley, para hacerlas.
mas vivo, no ya yo, sino que Cris- 11 Mas que por la ley ninguno se
to vive en mí; y la vida que ahora justifica delante de Dios, es ma-
vivo en la carne, la vivo por la fe nifiesto; porque: El justo por la
del Hijo de Dios, el cual me amó, fe vivirá.
y se entregó a sí mismo por mí. 12 Y la ley no es de la fe; antes:
21 No desecho la gracia de Dios; El hombre que las hiciere, vivirá
por que si por la ley es la justicia, en ellas.
entonces Cristo murió en vano. 13 Cristo nos redimió de la mal-
dición de la ley, hecho por noso-
CAPÍTULO 3 tros maldición; (porque escrito
OH Gálatas insensatos! ¿quién está: Maldito todo aquel que es
¡ os hechizó para no obedecer a la colgado en madero:)
verdad; delante de cuyos ojos Jesu 14 A fin de que la bendición de
Cristo fue claramente represen- Abraham viniese sobre los Genti-
tado, crucificado entre vosotros? les por Jesu Cristo; para que por
2 Esto solo quiero saber de voso- la fe recibamos la promesa del
tros: ¿Recibisteis el Espíritu por Espíritu.
las obras de la ley, o por el oír 15 Hermanos, hablo como hom-
de la fe? bre: Aunque un pacto sea de hom-
3 ¿Tan insensatos sois, habiendo bre, si fuere confirmado, nadie le
comenzado en el Espíritu, ahora abroga ni le añade.
os perfeccionéis por la carne? 16 Ahora bien, a Abraham, fue-
4 ¿Tantas cosas habéis padecido ron hechas las promesas, y a su
en vano? si empero en vano. simiente. No dice: Y a las simien-
5 El, pues, que os suministra el tes, como de muchos; sino como
Espíritu, y obra milagros entre de uno: Y a tu simiente, la cual
vosotros, ¿lo hace por las obras de la es Cristo.
ley, o por el oír de la fe? 17 Por lo que esto digo: Que el
6 Así como Abraham creyó a pacto confirmado antes por Dios en
Dios, y le fue imputado a justicia. Cristo, la ley que fue dada
7 Sabed, pues, que los que son de la cuatrocientos y treinta años des-
fe, los tales son hijos de Abraham. pués, no le puede abrogar, para
8 Y viendo antes la Escritura, invalidar la promesa.
que Dios por la fe había de justi- 18 Porque si la herencia es por la
ficar a los Gentiles, predicó antes ley, ya no será por la promesa:
el evangelio a Abraham, diciendo: Mas Dios la dio a Abraham por la
Todas las naciones serán bende- promesa.
cidas en ti. 19 ¿De qué, pues, sirve la ley? fue
9 Así pues los que son de la fe, añadida por causa de las trans-
son benditos con el fiel Abraham. gresiones, (hasta que viniese la
10 Porque todos los que son de simiente a quien fue hecha la
las obras de la ley, debajo de promesa,) ordenada por ánge-
262
La servidumbre de la ley Gálatas 4
les, en mano de un mediador. a servidumbre debajo de los ele-
20 Y un mediador no es de uno; mentos del mundo:
mas Dios es uno. 4 Mas cuando vino el cumpli-
21 ¿Es pues la ley contra las pro- miento del tiempo, Dios envió a su
mesas de Dios? ¡No lo permita Hijo, hecho de mujer, hecho
Dios!; porque si se hubiese dado debajo de la ley,
una ley que pudiera vivificar, la 5 Para que redimiese los que es-
justicia verdaderamente habría taban debajo de la ley, a fin de que
sido por la ley. recibiésemos la adopción de hijos.
22 Mas la Escritura encerró todo 6 Y por cuanto sois hijos, envió
debajo de pecado, para que la Dios el Espíritu de su Hijo en
promesa, por la fe de Jesu Cristo, vuestros corazones, el cual
fuese dada a los que creen. clama: Abba, Padre.
23 Empero antes que viniese la 7 Así que ya no eres más siervo,
fe estábamos guardados debajo sino hijo; y si hijo, también here-
de la ley, encerrados para aque- dero de Dios por Cristo.
lla fe, que había de ser revelada. 8 Empero entonces, cuando no
24 De manera que la ley fue conocíais a Dios, servíais a los
nuestro ayo para llevarnos a Cris- que por naturaleza no son dioses.
to, para que fuésemos justifica- 9 Mas ahora habiendo conocido
dos por la fe. a Dios, o más bien, siendo cono-
25 Mas venida la fe, ya no esta- cidos de Dios, ¿cómo os volvéis
mos debajo del ayo. de nuevo a los débiles y pobres
26 Porque vosotros todos sois hijos elementos, a los cuales queréis
de Dios por la fe en Cristo Jesús. volver a servir?
27 Porque todos los que habéis 10 Guardáis días, y meses, y
sido bautizados en Cristo, de tiempos, y años.
Cristo estáis revestidos. 11 Me temo de vosotros, de que
28 No hay Judío, ni Griego; no haya yo trabajado en vano
no hay siervo, ni libre; no hay con vosotros.
varón, ni hembra; porque todos 12 Os ruego, hermanos, que seáis
vosotros sois uno en Cristo Jesús. como yo; porque yo soy como vo-
29 Y si vosotros sois de Cristo, en- sotros: ningún agravio me habéis
tonces la simiente de Abraham hecho.
sois, y herederos según a la pro- 13 Vosotros sabéis, que en fla-
mesa. queza de la carne os prediqué el
evangelio al principio
CAPÍTULO 4 14 Empero mi tentación que fue
AS digo: Entre tanto que el en mi carne no desechasteis ni
M heredero es niño, en nada
difiere del siervo, aunque es
menospreciasteis; antes me reci-
bisteis como a un ángel de Dios,
señor de todo; como a Cristo Jesús.
2 Antes está debajo de tutores y 15 ¿Dónde está, pues, vuestra
curadores hasta el tiempo seña- bienaventuranza? porque yo os
lado por el padre. doy testimonio, que si hubiera
3 Así también nosotros, cuando sido posible, vuestros mismos ojos
éramos niños, estábamos sujetos hubierais sacado para dármelos.
263
Gálatas 5 Alegoría de Sara y Agar
16 ¿Me he hecho pues vuestro nació según la carne, perseguía al
enemigo, diciéndoos la verdad? que nació según el Espíritu; así
17 Ellos tienen celo por vosotros, también ahora.
no bien; antes os quieren ence- 30 Mas ¿qué dice la Escritura?
rrar afuera para que vosotros Echa fuera a la sierva y a su hijo;
tengáis celo por ellos. porque no será heredero el hijo
18 Bueno es ser celosos en bien de la sierva con el hijo de la libre.
siempre; y no solamente cuando 31 De manera que, hermanos, no
estoy presente con vosotros. somos hijos de la sierva, sino de
19 Hijitos míos, por quienes la libre.
vuelvo otra vez a estar en dolo-
res de parto, hasta que Cristo sea CAPÍTULO 5
formado en vosotros, STAD, pues, firmes en la li-
20 Querría estar presente con

vosotros ahora, y mudar mi voz;


E bertad con que Cristo nos

libertó; y no volváis otra vez a


porque estoy perplejo acerca de sujetaros bajo el yugo de servi-
vosotros. dumbre.
21 Decidme, los que queréis estar 2 He aquí, yo Pablo os digo: Que si
debajo de la ley, ¿no oís la ley? os circuncidareis, Cristo no os
22 Porque está escrito: Que aprovechará nada.
Abraham tuvo dos hijos: uno de 3 Y otra vez vuelvo a protestar a
la sierva, y uno de la libre. todo hombre que se circuncidare,
23 Mas el que era de la sierva, que está obligado a hacer toda la
nació según la carne; el que era ley.
de la libre, nació por la promesa. 4 Vacíos sois de Cristo los que
24 Las cuales cosas son una ale- por la ley os justificáis; de la gra-
goría; porque éstos son los dos cia habéis caído.
pactos. El uno ciertamente del 5 Mas nosotros, por el Espíritu,
monte de Sinaí, que engendra aguardamos la esperanza de jus-
para servidumbre, el cual es Agar. ticia por la fe.
25 Porque Agar es Sinaí, monte 6 Porque en Jesu Cristo ni la cir-
de Arabia, el cual corresponde a cuncisión vale algo, ni la incir-
la Jerusalem que ahora es, la cual cuncisión; sino la fe que obra por
está en servidumbre con sus hijos. el amor.
26 Mas aquella Jerusalem que 7 Corríais bien: ¿quién os impi-
está arriba, libre es; la cual es la dió para no obedecer a la verdad?
madre de todos nosotros. 8 Esta persuasión no es de aquel
27 Porque está escrito: Alégrate que os llama.
estéril, que no pares; prorrum- 9 Un poco de levadura leuda
pe y clama, tú que no estás de toda la masa.
parto; porque más son los hijos 10 Yo confío de vosotros en el
de la desamparada, que de la que Señor, que ninguna otra cosa
tiene marido. pensaréis; mas el que os pertur-
28 Así que, hermanos, nosotros, ba, llevará el juicio, quienquiera
como Isaac, somos hijos de la que él sea.
promesa. 11 Mas yo, hermanos, si aún pre-
29 Empero como entonces el que dico la circuncisión, ¿por qué
264
El fruto del Espíritu Gálatas 6
padezco todavía persecución? 24 Y los que son de Cristo, han
Luego cesado ha el escandalo de crucificado la carne con sus afec-
la cruz. tos y concupiscencias.
12 Quisiera Dios que fuesen aun 25 Si vivimos en el Espíritu, an-
cortados los que os inquietan. demos también en el Espíritu.
13 Porque vosotros, hermanos, 26 No seamos codiciosos de vana
habéis sido llamados a libertad; gloria, provocándonos los unos a
solamente que no uséis la libertad los otros, envidiosos los unos de
por ocasión a la carne, sino que los otros.
os sirváis por amor los unos a los
otros. CAPÍTULO 6
14 Porque toda la ley en una pa- ERMANOS, si algún hom-
labra se cumple, en ésta: Amarás

a tu prójimo, como a ti mismo.


H bre fuere tomado en alguna

falta, vosotros los espirituales,


15 Mas si os mordéis, y os devo- restauradle al tal en espíritu de
ráis los unos a los otros, mirad mansedumbre, considerándote a
que no seáis consumidos los ti mismo, porque tú no seas tam-
unos por los otros. bién tentado.
16 Digo, pues: Andad en el Espí- 2 Llevad los unos las cargas de
ritu; y no cumpliréis las concu- los otros; y cumplid así la ley de
piscencias de la carne. Cristo.
17 Porque la carne codicia contra 3 Porque si alguno piensa de sí
el Espíritu, y el Espíritu contra la que es algo, no siendo nada, a sí
carne; y estas cosas, se oponen mismo se engaña.
la una a la otra, de manera que 4 Así que cada uno examine su
no podáis hacer lo que quisiereis. propia obra, y entonces en sí
18 Mas si sois guiados del Espíri- mismo solamente tendrá de que
tu, no estáis debajo de la ley. gloriarse, y no en otro.
19 Manifiestas son empero las 5 Porque cada cual llevará su
obras de la carne, que son: Adul- propia carga.
terio, fornicación, inmundicia, 6 Y el que es instruido en la pala-
lascivia, bra, comunique todos los bienes al
20 Idolatría, hechicerías, enemis- que le instruye.
tades, pleitos, celos, iras, con- 7 No os engañéis: Dios no puede
tiendas, disensiones, herejías, ser burlado; porque lo que el
21 Envidias, homicidios, embria- hombre sembrare, eso también
gueces, banqueterías, y cosas segará.
semejantes a éstas: de las cuales 8 Porque el que siembra para su
os denuncio, como también os carne, de la carne segará corrup-
he denunciado ya, que los que ción; mas el que siembra para el
hacen tales cosas, no heredarán Espíritu, del Espíritu segará vida
el reino de Dios. eterna.
22 Mas el fruto del Espíritu es: 9 Mas no nos cansemos de hacer
Amor, gozo, paz, longanimidad, bien, que a su tiempo segaremos, si
benignidad, bondad, fe, no nos desmayamos.
23 Mansedumbre, templanza: 10 Así pues, según que tenemos
contra tales cosas, no hay ley. oportunidad, hagamos bien a
265
Gálatas 6 La gloria de la cruz
todos; mayormente a los que son me es crucificado a mí, y yo al
de la familia de la fe. mundo.
11 Mirad en cuan grandes letras 15 Porque en Cristo Jesús, ni la cir-
os he escrito de mi mano. cuncisión vale nada, ni la incircun-
12 Todos los que quieren agradar cisión, sino la nueva criatura.
en la carne, éstos os constriñen a 16 Y todos los que anduvieren
circuncidaros; solamente por no conforme a esta regla, paz sea
padecer la persecución por la cruz sobre ellos, y misericordia, y
de Cristo. sobre el Israel de Dios.
13 Porque ni aun los mis- 17 De aquí adelante nadie me
mos que se circuncidan, guar- moleste; porque yo traigo en
dan la ley; mas quieren que mi cuerpo las marcas del Señor
os circuncidéis vosotros, por Jesús.
gloriarse en vuestra carne. 18 La gracia de nuestro Señor
14 En cuanto a mí, ¡No lo permita Jesu Cristo sea, hermanos, con
Dios! que yo me gloríe sino en vuestro espíritu. Amén.
la cruz de nuestro Señor Jesu
Cristo, por el cual el mundo Escrita de Roma a los Gálatas.

266
La Epístola del Apóstol Pablo a los

EFESIOS

P CAPÍTULO 1
ABLO, apóstol de Jesu Cristo
obra todas las cosas según el
consejo de su propia voluntad:
por la voluntad de Dios, a los 12 Para que seamos para alaban-
santos que están en Éfeso, y fie- za de su gloria, nosotros que pri-
les en Cristo Jesús: mero esperamos en Cristo:
2 Gracia a vosotros, y paz de 13 En el cual esperasteis también
Dios Padre nuestro, y del Señor vosotros en oyendo la palabra
Jesu Cristo. de verdad, el evangelio de vues-
3 Bendito sea el Dios y Padre de tra salvación: en el cual también
nuestro Señor Jesu Cristo, el cual desde que creísteis, fuisteis sella-
nos ha bendecido con toda ben- dos con el Espíritu Santo de la
dición espiritual en los lugares ce- promesa,
lestiales en Cristo: 14 Que es las arras de nuestra he-
4 Según como nos escogió en él rencia, hasta la redención de la
antes de la fundación del mundo, posesión comprada, para alaban-
para que fuésemos santos, y sin za de su gloria.
mancha delante de él en amor: 15 Por lo cual también yo, oyen-
5 Habiéndonos predestinado do de vuestra fe en el Señor Jesús,
para la adopción de hijos por y amor para con todos los santos,
Jesu Cristo a sí mismo, según al 16 No ceso de dar gracias por vo-
beneplácito de su voluntad, sotros, haciendo memoria de vo-
6 Para alabanza de la gloria de su sotros en mis oraciones;
gracia, por la cual nos ha hecho 17 Para que el Dios de nuestro
aceptos en el amado: Señor Jesu Cristo, el Padre de
7 En el cual tenemos redención gloria, os dé el espíritu de sabi-
por su sangre, la remisión de peca- duría y de revelación en el cono-
dos según las riquezas de su gracia; cimiento de él:
8 Que sobreabundó para con noso- 18 Alumbrando los ojos de vues-
tros en toda sabiduría y prudencia; tro entendimiento, para que se-
9 Habiéndonos descubierto el páis cuál sea la esperanza de su
misterio de su voluntad, según vocación, y cuáles las riquezas
su beneplácito, que él se había de la gloria de su herencia en los
propuesto en sí mismo: santos,
10 Que en la dispensación del 19 Y cuál la grandeza sobreexce-
cumplimiento de los tiempos, lente de su poder para con no-
juntaría en uno todas las cosas sotros, los que creemos, según la
en Cristo, así las que están en el operación de la potencia de su
cielo, como las que están en la fortaleza,
tierra, en él: 20 La cual obró en Cristo, resuci-
11 En el cual obtuvimos también tándole de los muertos, y lo hizo
herencia, siendo predestinados sentar a su diestra en los lugares
según al propósito de aquél que celestiales,
267
Efesios 2 Salvos por la gracia
21 Sobre todo principado, y po- 9 No por obras, para que nadie se
testad, y potencia, y señorío, y gloríe.
todo nombre que se nombra, no 10 Porque hechura suya somos,
sólo en este mundo, mas aun en creados en Cristo Jesús para bue-
el venidero: nas obras, las cuales Dios prepa-
22 Y sujetó todas las cosas deba- ró antes para que anduviésemos
jo de sus pies, y diólo por cabeza en ellas.
sobre todas las cosas a la iglesia, 11 Por tanto acordaos que voso-
23 La cual es su cuerpo, la pleni- tros en otro tiempo erais Genti-
tud de aquél que hinche todas las les en la carne, que erais llama-
cosas en todos. dos incircuncisión por la que se
llama circuncisión en la carne, la
CAPÍTULO 2 cual se hace por mano;
A vosotros él os dio vida, es- 12 Que erais en aquel tiempo sin
Y tando muertos en vuestros
delitos y pecados;
Cristo alejados de la república de
Israel, y extranjeros a los pactos
2 En que en otro tiempo andu- de la promesa, sin esperanza, y
visteis, conforme al curso de este sin Dios en el mundo:
mundo, conforme al príncipe de 13 Mas ahora en Cristo Jesús,
la potestad del aire, el espíritu vosotros que en otro tiempo es-
que ahora obra en los hijos de la tabais lejos, habéis sido hechos
desobediencia: cercanos por la sangre de Cristo.
3 Entre los cuales todos noso- 14 Porque él es nuestra paz, que de
tros también conversamos en otro ambos ha hecho uno, y ha de-
tiempo en las concupiscencias de rribado el muro intermedio, que nos
nuestra carne, haciendo la volun- separaba:
tad de la carne y de los pensamien- 15 Habiendo abolido en su carne la
tos, y éramos por naturaleza hijos enemistad, aún la ley de los
de ira, también como los demás. mandamientos contenidos en or-
4 Empero Dios, que es rico en denanzas, para formar en sí
misericordia, por su gran amor mismo de los dos un nuevo hom-
con que nos amó, bre, haciendo paz;
5 Aun estando nosotros muertos 16 Y para reconciliar ambos a
en pecados, nos dio vida junta- Dios en un cuerpo por la cruz,
mente con Cristo, (por gracia sois habiendo matado por ella la ene-
salvos;) mistad:
6 Y nos ha levantado con él, y asi- 17 Y vino, y predicó la paz a vo-
mismo nos hizo sentar con él en sotros que estabais lejos, y a los
los lugares celestiales en Cristo que estaban cerca:
Jesús: 18 Que por él los unos y los otros
7 Para mostrar en los siglos veni- tenemos entrada por un mismo
deros las abundantes riquezas de Espíritu al Padre.
su gracia, en su bondad para con 19 Así que ya no sois advenedi-
nosotros en Cristo Jesús. zos y extranjeros, sino conciuda-
8 Porque por gracia sois salvos danos de los santos, y de la fami-
por la fe, y esto no de vosotros, es el lia de Dios;
don de Dios: 20 Edificados sobre el funda-
268
Oración de Pablo Efesios 4
mento de los apóstoles y profe- nocer por la iglesia a los princi-
tas, Jesu Cristo mismo siendo la pados y potestades en los lugares
principal piedra del ángulo: celestiales la multiforme sabidu-
21 En el cual todo el edificio, bien ría de Dios,
trabado consigo mismo, crece 11 Conforme al propósito eterno,
para ser templo santo en el Señor: que hizo en Cristo Jesús Señor
22 En el cual vosotros también nuestro:
sois juntamente edificados, para 12 En el cual tenemos denuedo y
morada de Dios en el Espíritu. acceso con confianza por la fe de él.
13 Por tanto os pido que no des-
CAPÍTULO 3 mayéis por mis tribulaciones por
OR esta causa yo Pablo, el vosotros, las cuales son vuestra
P prisionero de Jesu Cristo por
vosotros los Gentiles,
gloria.
14 Por causa de esto doblo mis
2 Si es que habéis oído de la dis- rodillas al Padre de nuestro
pensación de la gracia de Dios que Señor Jesu Cristo,
me ha sido dada para con vosotros: 15 Del cual es nombrada toda la
3 Que por revelación él me dio a familia en el cielo y la tierra,
conocer el misterio; (como antes 16 Para que os dé según a las ri-
escribí en breve, quezas de su gloria, que seáis co-
4 Lo cual leyendo podéis enten- rroborados con poder en el hom-
der cual sea mi conocimiento en bre interior por su Espíritu:
el misterio de Cristo:) 17 Que more Cristo por la fe en
5 El cual en otros siglos no se dio a vuestros corazones; para que,
conocer a los hijos de los hom- arraigados y fundados en amor,
bres, como ahora es revelado a 18 Podáis comprender con todos
sus santos apóstoles y profetas los santos cuál sea la anchura, y
por el Espíritu: la longura, y la profundidad, y la
6 Que los Gentiles sean cohere- altura;
deros, y de un mismo cuerpo, y 19 Y conocer el amor de Cristo,
participantes de su promesa en que sobrepuja a todo conoci-
Cristo por el evangelio: miento; para que seáis llenos de
7 Del cual yo fui hecho ministro, toda la plenitud de Dios.
según el don de la gracia de Dios 20 Y a aquél que es poderoso
que me ha sido dado, por la ope- para hacer todas las cosas mucho
ración de su poder. más abundantemente de lo que
8 A mí, que soy menos que el más pedimos, o entendemos, según el
pequeño de todos los santos, es poder que obra en nosotros,
dada esta gracia de predicar entre 21 A él sea gloria en la iglesia por
los Gentiles el evangelio de las Cristo Jesús, por todas las edades
inescrutables riquezas de Cristo; por siempre jamás. Amén.
9 Y de aclarar a todos cuál sea
la comunión del misterio que ha CAPÍTULO 4
estado escondido desde tiempos O pues, preso en el Señor, os
eternos en Dios, que creó todas

las cosas por Jesu Cristo:


Y ruego que andéis como es

digno de la vocación con que


10 Para que ahora sea dada a co- sois llamados,
269
Efesios 4 El nuevo hombre
2 Con toda humildad y manse- hombres, que con astucia ace-
dumbre, con paciencia sopor- chan para engañar;
tándoos los unos a los otros en 15 Antes hablando la verdad en
amor; amor, crezcamos en todas cosas
3 Solícitos a guardar la unidad en aquél que es la cabeza, a saber,
del Espíritu en el vínculo de la Cristo:
paz. 16 Del cual todo el cuerpo bien
4 Un cuerpo, y un Espíritu; como ligado entre sí y compacto por lo
sois también llamados en una es- que cada coyuntura suple, con-
peranza de vuestra vocación; forme a la operación eficaz en la
5 Un Señor, una fe, un bautismo, medida de cada miembro, hace
6 Un Dios y Padre de todos, el el aumento del cuerpo para la
cual es sobre todas las cosas, y edificación del mismo en amor.
por todas las cosas, y en todos 17 Pues esto digo, y requiero en el
vosotros. Señor, que no andéis más como
7 Empero a cada uno de nosotros los otros Gentiles, que andan en la
es dada la gracia según la medi- vanidad de su mente,
da del don de Cristo. 18 Teniendo el entendimiento
8 Por lo cual dice: Cuando él entenebrecido, ajenos de la vida
subió a lo alto, llevó cautiva la de Dios por la ignorancia que en
cautividad, y dio dones a los ellos hay, por la ceguedad de su
hombres. corazón:
9 (Mas él que subió, ¿qué es, sino 19 Los cuales, habiendo perdido
que también había descendido todo sentido de la conciencia, se
primero a las partes más bajas han entregado a la lascivia para
de la tierra? cometer toda inmundicia con
10 El que descendió, él mismo es ansia.
el que también subió sobre todos 20 Mas vosotros no habéis apren-
los cielos para que llenase todas dido así a Cristo;
las cosas.) 21 Si empero lo habéis oído, y ha-
11 Y él mismo dio unos, cierta- béis sido en él enseñados, como la
mente apóstoles, y otros, profe- verdad es en Jesús:
tas; y otros, evangelistas; y otros, 22 A despojaros del hombre viejo,
pastores y maestros; en cuanto a la pasada manera de
12 Para el perfeccionamiento de vivir, el cual es corrompido con-
los santos para la obra del mi- forme a las concupiscencias en-
nisterio, para la edificación del gañosas;
cuerpo de Cristo: 23 Y a renovaros en el espíritu de
13 Hasta que todos lleguemos en vuestra mente;
la unidad de la fe, y del cono- 24 Y vestiros del hombre nuevo,
cimiento del Hijo de Dios, a un que es creado conforme a Dios en
varón perfecto, a la medida de la justicia, y en santidad de verdad.
estatura de la plenitud de Cristo: 25 Por lo cual, dejando la menti-
14 Para que ya no seamos niños, ra, hablad verdad cada uno con su
fluctuantes, llevados de aquí prójimo; porque somos miem-
para allá por todo viento de doc- bros los unos de los otros.
trina, por la estratagema de los 26 Airaos, y no pequéis: no se
270
La santidad cristiana Efesios 5
ponga el sol sobre vuestro enojo: 7 No seáis pues participantes con
27 Ni deis lugar al diablo. ellos:
28 El que hurtaba, no hurte más; 8 Porque en otro tiempo erais ti-
antes trabaje, obrando con sus nieblas, mas ahora sois luz en el
manos lo que es bueno, para que Señor: andad como hijos de luz;
tenga de qué dar al que padecie- 9 (Porque el fruto del Espíritu es
re necesidad. en toda bondad, y justicia, y ver-
29 Ninguna palabra corrupta dad;)
salga de vuestra boca; sino sólo 10 Aprobando lo que es agrada-
la que es buena, para edificación ble al Señor.
para que dé gracia a los oyentes. 11 Y no comuniquéis con las
30 Y no contristéis al Espíritu obras infructuosas de las tinie-
Santo de Dios, por el cual estáis se- blas; mas antes reprendedlas.
llados para el día de la redención. 12 Porque lo que éstos hacen en
31 Toda amargura, y enojo, e ira, oculto, vergüenza es aun decirlo.
y clamor, y maledicencia sea qui- 13 Mas todas las cosas que son
tada de entre vosotros, con toda redargüidas, son hechas mani-
malicia: fiestas por la luz; porque lo que
32 Mas sed los unos con los manifiesta todo, la luz es.
otros benignos, compasivos, per- 14 Por lo cual dice: Despiértate,
donándoos los unos a los otros, tú que duermes, y levántate de los
como también Dios os perdonó muertos, y te alumbrará Cristo.
en Cristo. 15 Mirad, pues, que andéis avi-
sadamente: no como necios, mas
CAPÍTULO 5 como sabios,
SÍ que sed seguidores de Dios, 16 Redimiendo el tiempo, porque
A como hijos amados;
2 Y andad en amor, como también
los días son malos.
17 Por tanto no seáis impruden-
Cristo nos amó, y se entregó a sí tes, sino entendidos de cuál sea la
mismo por nosotros por ofrenda voluntad del Señor.
y sacrificio a Dios en olor suave. 18 Y no os emborrachéis con
3 Mas la fornicación, y toda in- vino, en el cual hay disolución;
mundicia, o avaricia, ni aun se antes sed llenos del Espíritu;
nombre entre vosotros, como 19 Hablando entre vosotros con
conviene a santos: salmos, y con himnos, y cancio-
4 Ni conducta vergonzosa, ni pa- nes espirituales, cantando y ha-
labras insensatas, ni truhanerías, ciendo melodía al Señor en vues-
que no convienen; sino antes tros corazones;
bien acciones de gracias. 20 Dando gracias siempre por
5 Porque sabéis esto, que ningún todas las cosas a Dios y Padre en
fornicario, o inmundo, o avaro, el nombre de nuestro Señor Jesu
que es un idólatra, tiene herencia Cristo;
en el reino de Cristo, y de Dios. 21 Sujetándoos los unos a los
6 Nadie os engañe con pala- otros en el temor de Dios.
bras vanas; porque a causa de 22 Las casadas sean sujetas a sus
estas cosas viene la ira de Dios propios maridos, como al Señor.
sobre los hijos de desobediencia. 23 Porque el marido es cabeza
271
Efesios 6 Deberes de maridos, esposas, hijos y siervos
de la esposa, así como Cristo es 2 Honra a tu padre y a tu madre,
cabeza de la iglesia; y él es el sal- que es el primer mandamiento con
vador del cuerpo. promesa;
24 Como pues la iglesia es sujeta 3 Para que te vaya bien, y seas de
a Cristo, así también las casadas larga vida sobre la tierra.
lo sean a sus propios maridos en 4 Y vosotros, padres, no provo-
todo. quéis a ira a vuestros hijos; sino
25 Maridos, amad a vuestras es- criadlos en disciplina y amones-
posas, así como también Cristo tación del Señor.
amó a la iglesia, y se entregó a sí 5 Siervos, obedeced a los que son
mismo por ella; vuestros señores según la carne
26 Para santificarla, purificándo- con temor y temblor, en la sen-
la en el lavamiento del agua por cillez de vuestro corazón, como
la palabra, a Cristo;
27 Para que la presentase a sí 6 No sirviendo al ojo, como los
mismo, iglesia gloriosa, que no que agradan a los hombres; sino
tuviese mancha, ni arruga, ni como siervos de Cristo, haciendo
cosa semejante; sino que fuese de ánimo la voluntad de Dios;
santa y sin mancha. 7 Sirviendo con buena voluntad,
28 Así los maridos deben amar a como al Señor, y no a los hom-
sus esposas, como a sus propios bres:
cuerpos: El que ama a su esposa, a 8 Sabiendo que el bien que cada
sí mismo se ama. uno hiciere, ésto recibirá del
29 Porque ninguno aborreció Señor, ya sea siervo, o ya sea libre.
jamás su propia carne; antes la 9 Y vosotros, señores, hacedles a
sustenta y la cuida, como tam- ellos lo mismo, dejando las ame-
bién el Señor a la iglesia: nazas: sabiendo que el Señor vues-
30 Porque somos miembros de tro también está en el cielo; y no
su cuerpo, de su carne, y de sus hay acepción de personas con él.
huesos. 10 En fin, hermanos míos, sed
31 Por esto dejará el hombre a su fuertes en el Señor, y en la po-
padre y a su madre, y se pegará tencia de su fortaleza.
a su esposa; y los dos serán una 11 Vestíos de toda la armadura
carne. de Dios, para que podáis estar
32 Este misterio grande es; mas firmes contra las asechanzas del
yo hablo en cuanto a Cristo y a diablo.
la iglesia. 12 Porque no tenemos lucha con-
33 Empero vosotros también, tra sangre y carne; sino contra
cada uno en particular, ame los principados, contra las potes-
tanto a su propia esposa como a tades, contra los gobernadores
sí mismo; y la esposa que tenga de las tinieblas de este mundo,
en reverencia a su marido. contra las malicias espirituales
en los lugares altos.
CAPÍTULO 6 13 Por tanto tomad toda la arma-
IJOS, obedeced a vuestros dura de Dios, para que podáis re-
H padres en el Señor; porque
esto es justo.
sistir en el día malo, habiéndolo
hecho todo, estar firmes.
272
La armadura de Dios Efesios 6
14 Estad pues firmes, ceñidos los 20 Por el cual soy embajador en
lomos de verdad; y vestidos de la cadenas: para que con denuedo
coraza de justicia; hable de él, como debo hablar.
15 Y calzados los pies con la pre- 21 Mas para que también voso-
paración del evangelio de paz: tros sepáis mis negocios, y lo que yo
16 Sobre todo, tomando el escu- hago, todo os lo hará saber
do de la fe, con el cual podréis Tíquico, hermano amado, y fiel
apagar todos los dardos de fuego ministro en el Señor:
del maligno. 22 El cual os he enviado para
17 Y tomad el yelmo de salvación, esto mismo, para que sepáis lo
y la espada del Espíritu, que es la que pasa entre nosotros, y para
palabra de Dios: que consuele vuestros corazones.
18 Orando en todo tiempo con 23 Paz sea a los hermanos, y amor
toda oración y súplica en el Es- con fe de Dios Padre, y del Señor
píritu, y velando en ello con toda Jesu Cristo.
perseverancia y suplicación por 24 Gracia sea con todos los que
todos los santos; aman a nuestro Señor Jesu Cris-
19 Y por mí, que me sea dada to en sinceridad. Amén.
palabra y abrir mi boca con de-
nuedo, a fin de hacer conocer el Enviada de Roma a los Efesios con Tíquico.
misterio del evangelio:

273
La Epístola del Apóstol Pablo a los

FILIPENSES

P CAPÍTULO 1
ABLO y Timoteo, siervos de
sucedido han contribuido más
bien al provecho del evangelio;
Jesu Cristo, a todos los santos 13 De tal manera, que mis prisio-
en Cristo Jesús, que están en Fili- nes en Cristo se han hecho ma-
pos, con los obispos, y diáconos: nifiestas en todo el palacio, y a
2 Gracia a vosotros, y paz de todos los demás lugares;
Dios nuestro Padre, y del Señor 14 Y muchos de los hermanos
Jesu Cristo. en el Señor, tomando ánimo por
3 Doy gracias a mi Dios en toda mis prisiones, se atreven mucho
memoria de vosotros, más hablar la palabra sin temor.
4 Siempre en todas mis oracio- 15 Algunos, a la verdad, predi-
nes haciendo oración por todos can a Cristo por envidia y porfía;
vosotros con gozo, mas otros también de buena vo-
5 Por vuestra comunión en el luntad:
evangelio, desde el primer día 16 Los unos por contención pre-
hasta ahora; dican a Cristo, no sinceramente,
6 Confiando de esto mismo, que pensando añadir aflicción a mis
el que comenzó en vosotros la prisiones:
buena obra, la perfeccionará 17 Mas los otros por amor, sa-
hasta el día de Jesu Cristo: biendo que soy puesto por la de-
7 Como es justo que yo piense fensa del evangelio.
esto de todos vosotros, por cuan- 18 ¿Qué pues? No obstante en
to os tengo en mi corazón; pues- todas maneras, o por pretexto o
to que así en mis prisiones, como por verdad, Cristo es predicado; y
en la defensa y confirmación del en esto me gozo, y aún me gozaré.
evangelio, todos vosotros sois 19 Porque sé que esto se me tor-
partícipes de mi gracia. nará a salvación por vuestra ora-
8 Porque testigo me es Dios de ción, y la suministración del Es-
cómo os deseo vehementemente a píritu de Jesu Cristo,
todos vosotros en las entrañas de 20 Según mi expectación ardiente
Jesu Cristo. y mi esperanza, que en nada seré
9 Y esto oro, que vuestro amor avergonzado; antes con todo de-
abunde aún más y más en cono- nuedo, como siempre, ahora tam-
cimiento y en todo juicio, bién será engrandecido Cristo en
10 Para que aprobéis lo mejor, mi cuerpo, o por vida, o por muerte.
a fin de que seáis sinceros y sin 21 Porque para mí el vivir es Cris-
ofensa hasta el día de Cristo, to, y el morir es ganancia.
11 Llenos de los frutos de justi- 22 Mas si yo vivo en la carne, este es
cia que son por Jesu Cristo, para el fruto de mi trabajo: pero lo que
gloria y loor de Dios. yo debo escoger no lo sé:
12 Mas quiero, hermanos, que 23 Porque estoy estrechado por
sepáis, que las cosas que me han las dos cosas, teniendo deseo de
274
Humildad de Cristo Filipenses 2
partir, y estar con Cristo, que es más excelentes que sí mismos,
mucho mejor: 4 No mirando cada uno a lo suyo
24 Mas quedar en la carne, es más propio: sino cada cual también a lo
necesario por causa de vosotros. de los otros.
25 Y confiando en esto, sé que 5 Haya en vosotros la misma
quedaré, y permaneceré con todos mente que hubo también en Cris-
vosotros, para vuestro provecho, to Jesús:
y gozo de la fe: 6 El cual siendo en forma de Dios,
26 Para que por mí abunde más no pensó robo el ser igual a Dios:
vuestro regocijo en Jesu Cristo, 7 Mas se despojó a sí mismo, to-
por mi venida otra vez a vosotros. mando forma de siervo, hecho a
27 Solamente que vuestro com- semejanza de los hombres;
portamiento sea cual conviene 8 Y siendo hallado en condición
al evangelio de Cristo; para que, como hombre, se humilló a sí
o sea que venga y os vea, o que mismo, haciéndose obediente
esté ausente, oiga de vuestras hasta la muerte, y muerte de
cosas, que estáis firmes en un cruz.
mismo espíritu, con una misma 9 Y por lo cual Dios también le
mente combatiendo juntamente ensalzó soberanamente, y le dio un
por la fe del evangelio; nombre que es sobre todo nombre;
28 Y en nada espantados por 10 Para que al nombre de Jesús
vuestros adversarios: lo cual toda rodilla se doble, de los que
para ellos ciertamente es indicio están en el cielo, y en la tierra, y
de perdición, mas para vosotros debajo de la tierra;
de salvación, y esto de Dios. 11 Y que toda lengua confiese
29 Porque a vosotros os es con- que Jesu Cristo es el Señor, para la
cedido por Cristo no sólo que gloria de Dios Padre.
creáis en él, sino también que 12 Por tanto, amados míos, como
padezcáis por él; siempre habéis obedecido, no
30 Teniendo el mismo conflic- como en mi presencia solamente,
to que visteis en mí, y ahora oís mas aun mucho más ahora en mi
estar en mí. ausencia, obrad vuestra propia
salvación con temor y temblor.
CAPÍTULO 2 13 Porque Dios es el que en vo-
OR tanto, si hay alguna con- sotros obra, así el querer como el
P solación en Cristo, si algún
refrigerio de amor, si alguna co-
hacer, según su buena voluntad.
14 Haced todo sin murmuracio-
munión del Espíritu, si algunas nes, y sin disputas:
entrañas y misericordias, 15 Para que seáis irreprensibles,
2 Cumplid mi gozo; que penséis y sencillos, hijos de Dios, sin
lo mismo, teniendo el mismo culpa, en medio de una nación
amor, siendo unánimes, de una torcida y perversa, entre los cua-
misma mente. les resplandecéis como luces en
3 Nada hagáis por contien- el mundo,
da, o por vana gloria; antes 16 Manteniendo por delante la
en humildad de mente esti- palabra de vida; para que yo
mando los unos a los otros por pueda gloriarme en el día de
275
Filipenses 3 Timoteo y Epafrodito
Cristo, de que no he corrido 28 Así que enviélo más presto,
en vano, ni trabajado en vano. para que viéndole otra vez, os re-
17 Y aunque yo sea sacrificado gocijéis, y que yo esté con menos
sobre el sacrificio y servicio de tristeza.
vuestra fe, me huelgo y me rego- 29 Recibidle, pues, en el Señor,
cijo con todos vosotros. con todo regocijo; y tened en es-
18 Y por esto mismo holgaos tima a los tales:
también vosotros, y regocijaos 30 Porque por la obra de Cristo
conmigo. llegó hasta la muerte, exponien-
19 Mas espero en el Señor Jesús, do su vida para suplir vuestra
que os enviaré pronto a Timo- falta de servicio para conmigo.
teo, para que yo también esté de
buen ánimo, conociendo vuestro CAPÍTULO 3
estado. ESTA, hermanos míos, que os
20 Porque a ninguno tengo tan

del mismo ánimo conmigo, que


R regocijéis en el Señor. Escri-

biros las mismas cosas, a mí cier-


esté sinceramente solícito por tamente no me es gravoso, mas
vosotros; para vosotros es seguro.
21 Porque todos buscan lo que 2 Guardaos de los perros, guar-
es suyo propio, no lo que es de daos de los malos obreros, guar-
Cristo Jesús. daos de la concisión.
22 Mas vosotros sabéis la prueba 3 Porque nosotros somos la cir-
de él, que, como un hijo con el cuncisión, los que adoramos a
padre, él ha servido conmigo en Dios en espíritu, y nos gloriamos en
el evangelio. Cristo Jesús, no teniendo con-
23 Así que a éste espero enviarlo fianza en la carne.
inmediatamente, tan pronto que 4 Aunque yo tengo también de
viere como van las cosas conmigo. qué confiar en la carne. Si a al-
24 Mas confío en el Señor que yo guno le parece que tiene de qué
mismo también vendré pronto. confiar en la carne, yo más:
25 Mas tuve por cosa necesaria 5 Circuncidado al octavo día, del
enviaros a Epafrodito, mi herma- linaje de Israel, de la tribu de
no, y colaborador, y compañero Benjamín, Hebreo de Hebreos; en
de milicias, mas vuestro mensa- cuanto a la ley, Fariseo;
jero, y el que ministraba a mis 6 En cuanto a celo, persiguiendo
necesidades. a la iglesia; en cuanto a la justi-
26 Porque deseaba vehemente- cia que es en la ley, irreprensible.
mente a todos vosotros; y estaba 7 Mas las cosas que para mí eran
lleno de pesadumbre porque ha- ganancia, las estimé como pérdi-
bíais oído que había estado en- das por amor de Cristo.
fermo. 8 Y aun más, que ciertamente
27 Y cierto que estuvo enfermo todas las cosas tengo por pérdi-
hasta la muerte; mas Dios tuvo da por la excelencia del cono-
misericordia de él, y no solamen- cimiento de Cristo Jesús Señor
te de él mas de mí también, para mío; por el cual lo he perdido
que yo no tuviese tristeza sobre todo, y lo tengo por estiércol por
tristeza. ganar a Cristo,
276
Exhortaciones generales Filipenses 4
9 Y ser hallado en él, no tenien- en el cielo, de donde también
do mi propia justicia, que es de esperamos al Salvador, el Señor
la ley, sino la que es por la fe de Jesu Cristo:
Cristo, la justicia que es de Dios 21 El cual cambiará nuestro vil
por fe: cuerpo, para que sea hecho se-
10 Para conocerle a él, y el poder mejante a su cuerpo glorioso,
de su resurrección, y la comu- según la operación de su poder
nión de sus padecimientos, sien- por el cual puede también suje-
do hecho conforme a su muerte: tar a sí todas las cosas.
11 Si en alguna manera yo llegase
a la resurrección de los muertos. CAPÍTULO 4
12 No que ya haya alcanzado, OR lo cual, hermanos míos,
ni que ya sea perfecto: mas yo

prosigo para que aprehendiere


P amados y muy deseados, mi

gozo y mi corona, estad así fir-


aquello por lo que yo soy tam- mes en el Señor, amados míos.
bién aprehendido de Cristo Jesús. 2 A Euodias ruego, y ruego a
13 Hermanos, yo mismo no hago Syntyche, que sean de la misma
cuenta de haber aprehendido: mente en el Señor.
empero una cosa hago, olvidan- 3 Y te ruego también a ti, fiel com-
do las cosas que quedan atrás, y pañero de yugo, ayuda a aquellas
extendiéndome a las cosas que mujeres que trabajaron juntamen-
están delante, te conmigo en el evangelio, con
14 Prosigo hacia el blanco, por Clemente también, y los demás
el premio de la alta vocación de mis colaboradores, cuyos nombres
Dios en Cristo Jesús. están en el libro de la vida.
15 Así que, todos los que somos 4 Regocijaos en el Señor siempre:
perfectos, seamos de esta mente; otra vez digo, que os regocijéis.
y si vosotros tenéis otro sentido 5 Vuestra modestia sea conoci-
en la mente, esto también os re- da a todos los hombres. El Señor
velará Dios. está cerca.
16 Empero a lo que hemos ya lle- 6 Por nada estéis acongojados;
gado, vamos por la misma regla, y sino en todas cosas, por oración y
pensemos una misma cosa. suplicación, con acción de gra-
17 Hermanos, sed juntamente se- cias, sean conocidas vuestras pe-
guidores de mí, y mirad los que ticiones delante de Dios.
anduvieren así, como nos tenéis a 7 Y la paz de Dios, que sobrepu-
nosotros por ejemplo. ja todo entendimiento, guardará
18 (Porque muchos andan, de los vuestros corazones y vuestras
cuales os he dicho muchas veces, mentes en Cristo Jesús.
y ahora también lo digo, lloran- 8 En fin, hermanos, que todo lo
do, que enemigos son de la cruz que es verdadero, todo lo hones-
de Cristo: to, todo lo justo, todo lo puro,
19 Cuyo fin es la perdición: cuyo todo lo amable, todo lo que es
Dios es el vientre, y su gloria es en de buen nombre: si hay alguna
la vergüenza de ellos, que virtud, y si hay alguna alaban-
piensan en lo terreno.) za, pensad en las tales cosas.
20 Mas nuestra ciudadanía está 9 Lo que aprendisteis, y recibis-
277
Filipenses 4 Gozo, paz, pureza
teis, y oísteis, y visteis en mí, 16 Porque aún en Tesalónica,
esto haced; y el Dios de paz será me enviasteis lo necesario una y
con vosotros. otra vez.
10 Mas en gran manera me re- 17 No que yo busque dádivas:
gocijé en el Señor, de que ya al mas busco fruto que abunde para
fin ha reflorecido vuestro cuida- vuestra cuenta.
do de mí, de lo cual aún estabais 18 Empero todo lo que tengo, y
solícitos, mas os faltaba la opor- abundo: estoy lleno, habiendo
tunidad. recibido de Epafrodito lo que en-
11 No es que hablo en cuanto a viasteis, olor de suavidad, sacri-
necesidad; porque yo he aprendi- ficio acepto y agradable a Dios.
do a contentarme con lo que tengo. 19 Mas mi Dios suplirá toda vues-
12 Sé también estar humilla- tra necesidad según sus riquezas en
do, como sé tener abundancia; gloria por Cristo Jesús.
donde quiera y en todas cosas 20 Al Dios, pues, y Padre nues-
soy instruido así para estar sa- tro sea gloria por siempre jamás.
ciado como para sufrir hambre, Amén.
lo mismo para tener abundancia 21 Saludad a todos los santos en
como para padecer necesidad. Cristo Jesús. Os saludan los her-
13 Todo lo puedo en Cristo que manos que están conmigo.
me fortalece. 22 Os saludan todos los santos; y
14 Todavía, hicisteis bien en que mayormente los que son de casa de
comunicasteis con mi aflicción. César.
15 Ya sabéis también vosotros, 23 La gracia de nuestro Señor
oh Filipenses, que al principio Jesu Cristo sea con todos vosotros.
del evangelio, cuando me partí Amén.
de Macedonia, ninguna iglesia
comunicó conmigo en caso de Enviada de Roma a los Filipenses con
dar y recibir, sino vosotros solos; Epafrodito.

278
La Epístola del Apóstol Pablo a los

COLOSENSES

P CAPÍTULO 1
ABLO, apóstol de Jesu Cristo
11 Fortalecidos con todo poder
según la potencia de su gloria,
por la voluntad de Dios, y el para toda paciencia y longanimi-
hermano Timoteo, dad con gozo:
2 A los santos y hermanos fieles en 12 Dando gracias al Padre que nos
Cristo que están en Colosas: Gra- hizo idóneos para participar en
cia a vosotros y paz de Dios Padre la herencia de los santos en luz:
nuestro, y del Señor Jesu Cristo. 13 El cual nos ha librado de la
3 Damos gracias al Dios y Padre potestad de las tinieblas, y nos ha
de nuestro Señor Jesu Cristo, trasladado al reino de su amado
orando siempre por vosotros, Hijo:
4 Habiendo oído de vuestra fe en 14 En quien tenemos redención por
Cristo Jesús, y del amor que tenéis su sangre, el perdón de pecados:
para con todos los santos, 15 El cual es la imagen del Dios
5 A causa de la esperanza que invisible, el primogénito de toda
os es guardada en el cielo: de la criatura;
cual habéis oído ya por la pala- 16 Porque por él fueron crea-
bra verdadera del evangelio; das todas las cosas que hay en
6 El cual ha llegado a vosotros, el cielo, y que hay en la tierra,
como también en todo el mundo; visibles e invisibles, sean tronos
y fructifica, como también en vo- o dominios, o principados, o po-
sotros, desde el día en que oísteis, testades: todo fue creado por él,
y conocisteis la gracia de Dios en y para él:
verdad: 17 Y él es antes de todas las cosas;
7 Como también habéis aprendi- y todas las cosas subsisten por él;
do de Epafras, consiervo amado 18 Y él es la cabeza del cuerpo,
nuestro, el cual es por vosotros la iglesia: el cual es principio, el
fiel ministro de Cristo; primogénito de los muertos, para
8 El cual también nos ha decla- que en todo tenga él la preemi-
rado vuestro amor en el Espíritu. nencia.
9 Por lo cual también nosotros, 19 Por cuanto agradó al Padre
desde el día que lo oímos, no ce- que en él morase toda plenitud;
samos de orar por vosotros, y de 20 Y habiendo hecho paz por la
pedir que seáis llenos del conoci- sangre de su cruz, reconciliar por
miento de su voluntad, en toda él todas las cosas consigo mismo;
sabiduría y entendimiento espi- por él digo, así las cosas que hay
ritual; en la tierra, como las que hay en
10 Para que andéis como es digno el cielo.
del Señor, agradándo le en todo, 21 Y a vosotros, que en otro tiem-
fructificando en toda buena obra, po erais extraños y enemigos en
y creciendo en el conocimiento vuestra mente por las malas obras,
de Dios; ahora empero os ha reconciliado
279
Colosenses 2 Excelencia de Cristo
22 En el cuerpo de su carne por 2 Para que sus corazones sean
la muerte, para presentaros san- consolados, estando todos uni-
tos, y sin mancha, e irreprensi- dos en amor, y en todas las ri-
bles delante de él: quezas de la plena seguridad del
23 Si empero permanecéis en entendimiento, para conocer el
la fe, fundados y firmes, y no misterio de Dios, y del Padre, y
seáis movidos de la esperanza de Cristo:
del evangelio que habéis oído, el 3 En el cual están escondidos
cual fue predicado a toda criatu- todos los tesoros de sabiduría, y
ra que está debajo del cielo: del de conocimiento.
cual yo Pablo soy hecho ministro; 4 Y esto digo para que nadie os
24 Que ahora me regocijo en engañe con palabras persuasivas.
mis sufrimientos por vosotros, y 5 Porque aunque esté ausente en
cumplo en mi carne lo que falta la carne, sin embargo, en el espí-
de las aflicciones de Cristo por su ritu estoy con vosotros, gozándo-
cuerpo, que es la iglesia: me, y mirando vuestro orden, y
25 De la cual soy hecho ministro la firmeza de vuestra fe en Cristo.
según la dispensación de Dios, la 6 Por tanto, como habéis reci-
cual me es dada por vosotros, para bido a Cristo Jesús el Señor, así
que cumpla la palabra de Dios: andad en él;
26 A saber, el misterio que ha es- 7 Arraigados, y sobreedificados
tado escondido de los siglos y de en él, y establecidos en la fe, así
las generaciones, mas ahora ha como os ha sido enseñado, abun-
sido manifestado a sus santos: dando en ella con acción de gra-
27 A los cuales quiso Dios hacer cias.
notorias las riquezas de la gloria 8 Mirad que nadie os saquee
de este misterio entre los Genti- como despojo por filosofía y
les, que es Cristo en vosotros, la vano engaño, según la tradición
esperanza de gloria: de los hombres, según los ele-
28 A quien nosotros predicamos, mentos del mundo, y no según
amonestando a todo hombre, y Cristo:
enseñando a todo hombre en 9 Porque en él mora toda la ple-
toda sabiduría, para que presen- nitud de la Divinidad corporal-
temos a todo hombre perfecto en mente;
Cristo Jesús: 10 Y en él estáis completos, el
29 En lo cual yo también trabajo, cual es cabeza de todo principa-
combatiendo según la operación do y potestad:
de él, la cual obra en mí podero- 11 En el cual también sois circun-
samente. cidados de circuncisión no hecha
por manos, en el despojamien-
CAPÍTULO 2 to del cuerpo de los pecados de
ORQUE quiero que sepáis la carne, con la circuncisión de
P cuán grande conflicto yo
tengo por vosotros, y por los que
Cristo:
12 Sepultados juntamente con
están en Laodicea, y por todos los él en el bautismo, en el cual
que nunca han visto mi rostro en también resucitasteis con él por
la carne; la fe de la operación de Dios,
280
La ley ritual abolida Colosenses 3
que le resucitó de los muertos. no para satisfacción de la carne.
13 Y a vosotros, estando muertos
en pecados y en la incircuncisión CAPÍTULO 3
de vuestra carne, os dio vida jun- UES si habéis resucitado con
tamente con él, perdonándoos

todos los pecados:


P Cristo, buscad las cosas que

son de arriba, donde está Cristo


14 Rayendo de en contra de no- sentado a la diestra de Dios.
sotros la escritura de las orde- 2 Poned vuestro afecto en las
nanzas que nos era contraria, cosas de arriba, no en las de la
quitándola de en medio, y encla- tierra.
vándola en la cruz; 3 Porque muertos sois, y vuestra
15 Y habiendo despojado a los vida está escondida con Cristo en
principados y a las potestades, Dios.
sacóles a la vergüenza en públi- 4 Cuando apareciere Cristo, que
co, triunfando sobre ellos en ella. es nuestra vida, entonces voso-
16 Por tanto nadie os juzgue en tros también apareceréis con él
comida, o en bebida, o con res- en gloria.
pecto de día de fiesta, o de nueva 5 Haced morir, pues, vuestros
luna, o en sábados; miembros que están sobre la
17 Que son la sombra de lo por tierra; fornicación, inmundicia,
venir; mas el cuerpo es de Cristo. afectos desordenados, mala con-
18 Nadie os defraude de vuestro cupiscencia, y avaricia, la cual es
premio, afectando humildad vo- idolatría:
luntaria y culto de ángeles, en- 6 Por las cuales cosas la ira de
tremetiéndose en las cosas que Dios viene sobre los hijos de des-
no ha visto, vanamente hinchado obediencia:
por su mente carnal, 7 En las cuales vosotros también
19 Y no teniendo la cabeza, de la andabais en otro tiempo, cuando
cual todo el cuerpo, alimentado vivíais en ellas.
y enlazado por las ligaduras y co- 8 Mas ahora, dejad también
yunturas, crece con el crecimien- vosotros todas estas cosas; ira,
to de Dios. enojo, malicia, blasfemia, sucias
20 Pues si sois muertos con Cris- palabras de vuestra boca:
to en cuanto a los rudimentos del 9 No mintáis los unos a los otros,
mundo, ¿Por qué, como que vi- habiéndoos despojado del hom-
vieseis en el mundo, os sometéis bre viejo con sus hechos;
a decretos: 10 Y habiéndoos vestido del
21 (No manejes, ni gustes, ni to- nuevo, el cual es renovado en
ques; conocimiento conforme a la ima-
22 Cosas todas que han de pere- gen de aquel que lo creó:
cer con el uso;) según los manda- 11 Donde no hay Griego ni Judío,
mientos y doctrinas de hombres? circuncisión ni incircuncisión,
23 Las cuales cosas tienen a la bárbaro ni Scyta, siervo ni libre;
verdad alguna apariencia de sa- mas Cristo es el todo y en todo.
biduría en culto voluntario, y 12 Vestíos, pues, como los esco-
humildad, y en menosprecio gidos de Dios, santos, y amados
del cuerpo, no en honor algu- de entrañas de misericordia, de
281
Colosenses 4 Santidad y caridad
benignidad, de humildad de Señor, y no a los hombres:
mente, de mansedumbre, de lon- 24 Sabiendo que del Señor reci-
ganimidad: biréis el galardón de la herencia;
13 Soportándoos los unos a los porque al Señor Cristo servís.
otros, y perdonándoos los unos a 25 Mas el que hace mal, recibirá
los otros, si alguno tuviere queja por el mal que hiciere: y no hay
contra otro: a la manera que acepción de personas.
Cristo os perdonó, así también
vosotros perdonad. CAPÍTULO 4
14 Y sobre todas estas cosas ves- EÑORES, dad lo que es justo
tíos de caridad, la cual es el vín-

culo de la perfección.
S y equitativo a vuestros siervos,

sabiendo que también vosotros


15 Y la paz de Dios reine en vues- tenéis un Señor en el cielo.
tros corazones: a la cual asimis- 2 Perseverad en la oración, ve-
mo sois llamados en un cuerpo; y lando en ella con acción de gra-
sed agradecidos. cias:
16 La palabra de Cristo more 3 Orando juntamente también
en vosotros ricamente en toda por nosotros, que Dios nos abra
sabiduría; enseñándoos, y amo- la puerta de la palabra para ha-
nestándoos los unos a los otros blar el misterio de Cristo, por el
con salmos, e himnos, y cánticos cual también yo estoy preso;
espirituales, cantando con gracia 4 Para que lo manifieste, como
en vuestros corazones al Señor. yo debo hablar.
17 Y todo lo que hiciereis, en pa- 5 Andad en sabiduría para con
labra o en obra, hacedlo todo en el los de afuera, redimiendo el
nombre del Señor Jesús, dando tiempo.
gracias a Dios y Padre por él. 6 Vuestra palabra sea siempre con
18 Casadas, sed sujetas a vues- gracia, sazonada con sal, que
tros propios maridos, como con- sepáis cómo debéis respon-
viene en el Señor. der a cada uno.
19 Maridos, amad a vuestras es- 7 Todo mi estado os hará saber
posas, y no seáis amargos contra Tíquico, hermano amado, y fiel
ellas. ministro y consiervo en el Señor:
20 Hijos, obedeced a vuestros pa- 8 Al cual os he enviado para esto
dres en todo; porque esto agrada mismo, que conozca vuestro esta-
al Señor. do, y consuele vuestros corazones;
21 Padres, no provoquéis a vues- 9 Con Onésimo, amado y fiel
tros hijos, para que no se desa- hermano, el cual es de vosotros.
nimen. Os harán saber a vosotros todo lo
22 Siervos, obedeced en todo a que acá se hace.
vuestros señores según la carne, 10 Aristarcho, mi compañero en
no sirviendo al ojo, como los que la prisión, os saluda, y Marcos,
agradan a los hombres, sino con el sobrino de Bernabé, (acerca
sencillez de corazón, temiendo a del cual habéis recibido manda-
Dios: mientos: si viniere a vosotros, le
23 Y todo lo que hiciereis, ha- recibiréis;)
cedlo de corazón, como al 11 Y Jesús que es llamado Justo:
282
Salutaciones finales Colosenses 4
los cuales son de la circuncisión. 15 Saludad a los hermanos que
Estos solos son mis colaboradores en están en Laodicea, y a Nimfas, y
el reino de Dios: los cuales me han a la iglesia que está en su casa.
sido consuelo. 16 Y cuando esta carta fuere
12 Epafras, el cual es de vosotros, leída entre vosotros, haced que
siervo de Cristo, os saluda; siem- también sea leída en la iglesia de
pre esforzándose fervientemente los Laodicenses; y la de Laodicea
por vosotros en oraciones, para que la leáis también vosotros.
que perseveréis perfectos y cum- 17 Y decid a Arquipo: Mira por
plidos en toda la voluntad de el ministerio que tú has recibido
Dios. en el Señor, para que lo cumplas.
13 Que yo le doy testimonio, que 18 La salutación de mi mano, de
tiene gran celo por vosotros, y Pablo. Acordaos de mis prisiones.
por los que están en Laodicea, y La gracia sea con vosotros. Amén.
ellos en Hierápolis.
14 Os saluda Lucas, el médico Escrita de Roma a los Colosenses con
amado, y Demas. Tíquico y Onésimo.

283
La Primera Epístola del Apóstol Pablo a los

TESALONICENSES

P CAPÍTULO 1
ABLO, y Silvano, y Timoteo, a
fuisteis convertidos de los ídolos a
Dios, para servir al Dios vivo y
la iglesia de los Tesalonicen- verdadero,
ses, que es en Dios Padre, y en el 10 Y esperar a su Hijo del cielo, al
Señor Jesu Cristo. Gracia sea a cual él resucitó de los muertos,
vosotros, y paz de Dios nuestro Jesús, el cual nos libra de la ira
Padre, y del Señor Jesu Cristo. que ha de venir.
2 Damos siempre gracias a Dios por
todos vosotros, haciendo mención CAPÍTULO 2
de vosotros en nuestras oraciones; ORQUE, hermanos, vosotros
3 Sin cesar acordándonos de

vuestra obra de fe, y trabajo de


P mismos sabéis que nuestra

entrada a vosotros no fue vana:


amor, y paciencia de esperanza 2 Pero también, habiendo pade-
en nuestro Señor Jesu Cristo, de- cido antes, y sido afrentados en
lante de Dios y Padre nuestro; Filipos, como vosotros sabéis, tu-
4 Sabiendo, amados hermanos, vimos denuedo en nuestro Dios
vuestra elección de Dios. para anunciaros el evangelio de
5 Por cuanto nuestro evange- Dios con mucha contención.
lio no vino a vosotros en pala- 3 Porque nuestra exhortación no
bra solamente, mas también en fue de error, ni de inmundicia, ni
poder, y en el Espíritu Santo, y con engaño:
en mucha certidumbre: como sa- 4 Sino que como hemos sido apro-
béis cuáles fuimos entre vosotros bados de Dios, para que se nos en-
por amor de vosotros. cargase el evangelio; así también
6 Y vosotros fuisteis hechos se- hablamos, no como los que agra-
guidores de nosotros, y del Señor, dan a los hombres, sino a Dios, el
habiendo recibido la palabra en cual prueba nuestros corazones.
mucha tribulación, con gozo del 5 Porque nunca usamos de pa-
Espíritu Santo: labras lisonjeras, como vosotros
7 De tal manera que habéis sido sabéis, ni de pretexto de avaricia:
ejemplo a todos los que creen en Dios es testigo:
Macedonia, y Acaya. 6 Ni de los hombres buscamos
8 Porque por vosotros ha sido gloria, ni de vosotros, ni de otros;
divulgada la palabra del Señor, aunque podíamos seros de carga
no sólo en Macedonia y Acaya, como apóstoles de Cristo.
sino que también vuestra fe que es 7 Antes fuimos cariñosos entre
en Dios, se ha extendido en todo vosotros como nodriza, que aca-
lugar, de modo que nosotros no ricia a sus propios hijos:
tenemos necesidad de hablar nada. 8 De manera que, teniendo tan
9 Porque ellos mismos cuentan grande afecto por vosotros, qui-
de nosotros qué manera de en- siéramos entregaros no sólo el
trada tuvimos a vosotros; y cómo evangelio de Dios, mas aun nues-
284
Victoria del evangelio I Tesalonicenses 3
tras propias almas; porque nos de tiempo, de vista, no del cora-
erais muy queridos. zón, tanto más procuramos, con
9 Porque os acordáis, hermanos, mucho deseo ver vuestro rostro.
de nuestro trabajo y fatiga: que 18 Por lo cual quisimos venir a vo-
trabajando de noche y de día, sotros, yo Pablo a la verdad, una
por no ser gravosos a ninguno de vez y dos; mas nos estorbó Satanás.
vosotros, predicamos entre voso- 19 Porque ¿Cuál es nuestra esperan-
tros, el evangelio de Dios. za, o gozo, o corona de gloria? ¿No
10 Vosotros sois testigos, y Dios, sois pues vosotros delante de nues-
de cuán santa, y justa, e irre- tro Señor Jesu Cristo en su venida?
prensiblemente nos portábamos 20 Que vosotros sois nuestra glo-
entre vosotros que creísteis: ria y gozo.
11 Así como sabéis, de que manera
exhortábamos y confortábamos y CAPÍTULO 3
protestábamos a cada uno de vo- OR lo cual, no pudiéndolo
sotros, como un padre a sus hijos,

12 Que anduvieseis digno de Dios,


P sufrir más, nos pareció bien

quedarnos en Atenas solos;


que os llamó a su reino y gloria. 2 Y enviamos a Timoteo, nuestro
13 Por lo cual también nosotros hermano, y ministro de Dios, y
damos gracias a Dios sin cesar, nuestro colaborador en el evan-
de que cuando recibisteis la pa- gelio de Cristo, a confirmaros y a
labra de Dios, que oísteis de no- exhortaros en cuanto a vuestra fe:
sotros, la recibisteis no como pa- 3 Para que nadie se conmueva en
labra de hombres, sino como ella estas tribulaciones; porque voso-
es en verdad, la palabra de Dios, tros sabéis que nosotros somos
la cual también obra eficazmente puestos para esto.
en vosotros que creéis. 4 Porque ciertamente cuando es-
14 Porque vosotros, hermanos, tábamos con vosotros os dijimos
os hicisteis seguidores de las de antemano, que habíamos de
iglesias de Dios que están en padecer tribulaciones, como ha
Judea en Cristo Jesús: que ha- acontecido, y vosotros lo sabéis.
béis padecido también vosotros 5 Por lo cual, también yo, no pu-
las mismas cosas de los de vues- diendo sufrir más, envié para co-
tra propia nación, como también nocer vuestra fe, que no os haya
ellos de los Judíos: tentado de algún modo el tenta-
15 Los cuales así mataron al dor, y que nuestro trabajo hubie-
Señor Jesús, como a sus propios se sido en vano.
profetas, y a nosotros nos han per- 6 Empero volviendo ahora de vo-
seguido; y no agradan a Dios, y a sotros a nosotros Timoteo, y tra-
todos los hombres son contrarios: yéndonos las buenas nuevas de
16 Prohibiéndonos hablar a los vuestra fe y caridad; y que siempre
Gentiles a fin de que sean salvos; tenéis buena memoria de nosotros,
para henchir la medida de sus pe- deseando ardientemente vernos,
cados siempre; porque la ira es ve- como también nosotros a vosotros:
nida sobre ellos hasta el extremo. 7 Por esto, hermanos, reci-
17 Mas, hermanos, nosotros pri- bimos consolación de voso-
vados de vosotros por un poco tros en toda nuestra aflic-
285
I Tesalonicenses 4 Santidad y caridad
ción y aprieto, por vuestra fe; porque el Señor es vengador de
8 Porque ahora vivimos noso- todo esto, como ya os habemos
tros, si vosotros estáis firmes en dicho y testificado.
el Señor. 7 Pues no nos ha llamado Dios para
9 Por lo cual ¿Qué acción de gra- inmundicia, sino a santificación.
cias podremos dar a Dios por vo- 8 Así que el que menosprecia, no
sotros, por todo el gozo con que menosprecia a hombre, sino a
nos gozamos a causa de vosotros Dios, el cual también nos dio su
delante de nuestro Dios; Espíritu Santo.
10 Orando de noche y de día con 9 Empero acerca del amor her-
grande instancia, que veamos manable no tenéis necesidad que os
vuestro rostro, y que cumplamos escriba; porque vosotros mis-
lo que falta a vuestra fe? mos sois enseñados por Dios a
11 Mas el mismo Dios y Padre nues- amaros los unos a los otros.
tro, y el Señor nuestro Jesu Cristo 10 Y a la verdad lo hacéis así con
encamine nuestro viaje a vosotros. todos los hermanos que están
12 Y el Señor os haga crecer y abun- por toda Macedonia. Os rogamos,
dar en amor los unos para con los empero, hermanos, que abundéis
otros, y para con todos, así como más y más;
también nosotros para con vosotros: 11 Y que estudiéis estar quietos, y
13 Para que sean confirmados hacer vuestros propios nego-
vuestros corazones irreprensi- cios; y que obréis con vuestras
bles en santidad delante de Dios, propias manos de la manera que os
y Padre nuestro, para la venida habemos mandado;
de nuestro Señor Jesu Cristo con 12 Y que andéis honestamente
todos sus santos. para con los de afuera; y que no
tengáis necesidad de nada.
CAPÍTULO 4 13 Pero tampoco, hermanos,
ESTA, pues, hermanos, que quiero que ignoréis acerca de los
R os roguemos y exhortemos en
el Señor Jesús, que de la manera
que duermen, para que no os en-
tristezcáis como los otros que no
que habéis recibido de nosotros tienen esperanza.
de cómo debéis andar, y agradar 14 Pues si creemos que Jesús
a Dios, así abundéis más y más. murió y resucitó, así también
2 Porque ya sabéis qué mandamien- traerá Dios con él a los que dur-
tos os dimos por el Señor Jesús. mieron en Jesús.
3 Porque la voluntad de Dios es 15 Por lo cual os decimos esto por
ésta: vuestra santificación; que palabra del Señor, que nosotros
os abstengáis de fornicación: que vivimos, que habemos que-
4 Que cada uno de vosotros sepa dado hasta la venida del Señor,
poseer su propio vaso en santifi- no seremos delanteros a los que
cación y honor; durmieron.
5 No con afecto de concupiscen- 16 Porque el Señor mismo con
cia, como los Gentiles que no co- clamor, y con voz de arcángel, y
nocen a Dios: con trompeta de Dios, descen-
6 Que ninguno agravie, ni de- derá del cielo, y los muertos en
fraude en nada a su hermano; Cristo resucitarán primero:
286
La venida de Cristo I Tesalonicenses 5
17 Después nosotros, los que vi- 12 Y os rogamos, hermanos, que
vimos, los que quedamos, jun- reconozcáis a los que trabajan
tamente con ellos seremos arre- entre vosotros, y os presiden en el
batados en las nubes a recibir al Señor, y os amonestan;
Señor en el aire; y asi estaremos 13 Y que los tengáis en la mayor
siempre con el Señor. estima, en amor por causa de su
18 Por tanto consolaos los unos a obra. Tened paz entre vosotros
los otros con estas palabras. mismos.
14 Os exhortamos, pues, herma-
CAPÍTULO 5 nos, que amonestéis a los que
MPERO acerca de los tiempos y andan desordenadamente, que
E de las sazones, no tenéis, herma-
nos, necesidad de que yo os escriba:
consoléis a los de poco ánimo,
que soportéis a los débiles, que
2 Porque vosotros mismos sa- seáis pacientes para con todos.
béis perfectamente, que el día del 15 Mirad que ninguno dé a otro
Señor vendrá como un ladrón en mal por mal; antes seguid siem-
la noche. pre lo bueno los unos para con los
3 Que cuando dirán, Paz y seguri- otros, y para con todos.
dad: entonces vendrá sobre ellos 16 Estad siempre gozosos.
destrucción de repente, como los 17 Orad sin cesar.
dolores del parto sobre la mujer 18 En todo dad gracias; porque
preñada; y no escaparán. esta es la voluntad de Dios en
4 Mas vosotros, hermanos, no es- Cristo Jesús para con vosotros.
táis en tinieblas, para que aquel 19 No apaguéis el Espíritu.
día os agarre como ladrón. 20 No menospreciéis las profecías.
5 Porque todos vosotros sois hijos 21 Probad todas las cosas: rete-
de luz, e hijos del día: no somos ned lo que es bueno.
de la noche, ni de las tinieblas. 22 Absteneos de toda apariencia
6 Por tanto, no durmamos como de mal.
los demás; antes velemos y sea- 23 Y el Dios de paz os santifique
mos sobrios. enteramente; y que todo vuestro
7 Porque los que duermen, de espíritu, y alma y cuerpo sean pre-
noche duermen; y los que están bo- servados irreprensibles para la ve-
rrachos, de noche están borrachos. nida de nuestro Señor Jesu Cristo.
8 Mas nosotros, que somos del 24 Fiel es el que os llama, el cual
día, seamos sobrios, vistiéndonos también lo hará.
de la coraza de fe, y de amor, y por 25 Hermanos, orad por nosotros.
yelmo la esperanza de salvación. 26 Saludad a todos los hermanos
9 Porque no nos ha puesto Dios con beso santo.
para ira, sino para obtener salva- 27 Conjúroos por el Señor, que
ción por nuestro Señor Jesu Cristo: esta carta sea leída a todos los
10 El cual murió por nosotros; para santos hermanos.
que, o que velemos, o que durma- 28 La gracia de nuestro Señor Jesu
mos, vivamos juntamente con él. Cristo sea con vosotros. Amén.
11 Por lo cual consolaos los unos a
los otros, y edificaos uno a otro, así La primera carta a los Tesalonicen-
como lo hacéis. ses fue escrita de Atenas.
287
La Segunda Epístola del Apóstol Pablo a los

TESALONICENSES

P CAPÍTULO 1
ABLO, y Silvano, y Timoteo, a
10 Cuando viniere para ser glo-
rificado en sus santos, y para
la iglesia de los Tesalonicen- hacerse admirable en aquel día
ses en Dios nuestro Padre, y el en todos los que creen: (porque
Señor Jesu Cristo: nuestro testimonio fue creído
2 Gracia a vosotros y paz de Dios entre vosotros.)
nuestro Padre, y del Señor Jesu 11 Por lo cual asimismo oramos
Cristo. siempre por vosotros, que nues-
3 Debemos siempre dar gracias a tro Dios os tenga por dignos de
Dios por vosotros, hermanos, esta vocación, y cumpla toda la
como es digno, de que vuestra buena complacencia de su bon-
fe va en grande crecimiento, y dad, y la obra de fe con poder;
la caridad de cada uno de todos 12 Para que el nombre de nuestro
vosotros abunda más y más los Señor Jesu Cristo sea glorificado en
unos para con los otros: vosotros, y vosotros en él, por la
4 Tanto, que nosotros mismos gracia de nuestro Dios, y del
nos gloriamos de vosotros en Señor Jesu Cristo.
las iglesias de Dios, de vuestra
paciencia y fe en todas vuestras CAPÍTULO 2
persecuciones y tribulaciones S rogamos, pues, hermanos,
que sufrís:

5 Lo que es una prueba manifies-


O por la venida de nuestro

Señor Jesu Cristo, y nuestro re-


ta del justo juicio de Dios, para cogimiento a él,
que seáis tenidos por dignos del 2 Que no seáis conmovidos pres-
reino de Dios, por el cual asimis- tamente en vuestra mente, ni
mo padecéis: seáis conturbados, ni por espíri-
6 Porque es cosa justa para con tu, ni por palabra, ni por carta
Dios, recompensar con tribula- como de nosotros, como que el
ción a los que os atribulan; día de Cristo estuviese ya cerca.
7 Y a vosotros que sois atribula- 3 No os engañe nadie en ningu-
dos, reposad con nosotros, cuan- na manera; porque no vendrá, sin que
do sea revelado el Señor Jesús venga antes la apostasía, y sea
del cielo con sus ángeles pode- revelado el hombre de peca-
rosos, do, el hijo de perdición;
8 En llama de fuego, tomando 4 El que se opone, y se exalte
venganza a los que no conocen sobre todo lo que es llamado
a Dios, ni obedecen al evangelio Dios, o que es adorado; tanto
de nuestro Señor Jesu Cristo: que, como Dios se asiente en el
9 Los cuales serán castigados con templo de Dios, mostrándose a sí
eterna destrucción de la presen- mismo que él es Dios.
cia del Señor, y de la gloria de su 5 ¿No os acordáis que, cuan-
potencia; do estaba todavía con vo-
288
Estad firmes II Tesalonicenses 3
sotros, os decía estas cosas? 17 Consuele vuestros corazones, y
6 Y ahora vosotros sabéis lo que os confirme en toda buena pa-
impide, para que él sea revelado labra y obra.
en su tiempo.
7 Porque ya está obrando el CAPÍTULO 3
misterio de iniquidad, solamen- ESTA pues, hermanos, orad
te hasta que sea quitado de en

medio el que ahora impide.


R
por nosotros, que la palabra

del Señor corra, y sea glorificada,


8 Y entonces será revelado aquel así como entre vosotros:
inicuo, al cual el Señor consumi- 2 Y que seamos librados de hom-
rá con el espíritu de su boca, y bres perversos y malos; porque no
destruirá con el resplandor de su todos tienen la fe.
venida: 3 Mas fiel es el Señor que os con-
9 A aquel cuya venida es según la firmará, y guardará de mal.
operación de Satanás, con todo 4 Y tenemos confianza de voso-
poder, y señales, y milagros tros en el Señor, que hacéis y ha-
mentirosos, réis lo que os hemos mandado.
10 Y con todo engaño de ini- 5 El Señor enderece vuestros co-
quidad en los que perecen: por razones en el amor de Dios, y en
cuanto no recibieron el amor de la la paciente expectación de Cristo.
verdad para ser salvos. 6 Ahora os mandamos, herma-
11 Por tanto, pues, enviará Dios a nos, en el nombre de nuestro
ellos eficacia de engaño, para Señor Jesu Cristo, que os apar-
que crean a la mentira: téis de todo hermano que andu-
12 Para que sean condenados viere fuera de orden, y no con-
todos los que no creyeron a la forme a la doctrina que él recibió
verdad, antes se complacieron en de nosotros;
la injusticia. 7 Porque vosotros mismos sabéis
13 Mas nosotros debemos siem- cómo debéis seguirnos: porque no
pre dar gracias a Dios por voso- anduvimos desordenadamen-
tros, hermanos amados del Señor, te entre vosotros:
porque Dios os ha escogido desde 8 Ni comimos de balde el pan de
el principio, para salvación por ninguno; antes trabajamos con
la santificación del Espíritu, y la trabajo y fatiga de noche y de
fe de la verdad: día, por no ser gravosos a ningu-
14 A lo cual os llamó por nuestro no de vosotros:
evangelio para alcanzar la gloria 9 No porque no tuviésemos po-
de nuestro Señor Jesu Cristo. testad, mas por darnos a voso-
15 Así que, hermanos, estad fir- tros por dechado, para que nos
mes, y retened la doctrina que siguieseis.
habéis sido enseñados, sea por 10 Porque aun cuando estábamos
palabra, o por carta nuestra. con vosotros os mandábamos
16 Y nuestro Señor Jesu Cristo esto: que si alguno no quisiere
mismo, y Dios y Padre nuestro, trabajar, tampoco coma.
el cual nos amó, y nos dio conso- 11 Porque oímos que hay algu-
lación eterna, y buena esperanza nos entre vosotros que andan
por gracia, desordenadamente, no trabajan-
289
II Tesalonicenses 3 Contra el desorden
do en nada, sino ocupados en cu- a enemigo, sino amonestadle
riosear. como a hermano.
12 Y a los que son tales, man- 16 Y el mismo Señor de paz os
dámosles y exhortámosles por dé siempre paz de toda manera.
nuestro Señor Jesu Cristo, que El Señor sea con todos vosotros.
trabajando quietamente coma su 17 La salutación de mi propia
propio pan. mano, de Pablo, que es signo en
13 Mas vosotros, hermanos, no toda carta mía: así escribo.
os canséis de hacer bien. 18 La gracia de nuestro Señor
14 Y si alguno no obedeciere a Jesu Cristo sea con todos vosotros.
nuestra palabra por esta epístola, Amén.
notad al tal, y no os juntéis con
él, para que se avergüence. La segunda carta a los Tesalonicen-
15 Empero no le tengáis como ses fue escrita de Atenas.

290
La Primera Epístola del Apóstol Pablo a

TIMOTEO

P CAPÍTULO 1
ABLO, apóstol de Jesu Cristo
11 Conforme al evangelio glorio-
so del Dios bendito, el cual a mí
por el mandamiento de Dios me ha sido encargado.
Salvador nuestro y del Señor 12 Gracias doy al que me fortifi-
Jesu Cristo, esperanza nuestra; có, a Cristo Jesús Señor nuestro, de
2 A Timoteo, mi verdadero hijo que me tuvo por fiel, ponién-
en la fe: Gracia, y misericordia, y dome en el ministerio:
paz de Dios nuestro Padre, y de 13 Habiendo yo sido antes blasfe-
Jesu Cristo nuestro Señor. mo, y perseguidor, e injuriador;
3 Como te rogué, que te quedases mas fui recibido a misericordia,
en Éfeso, cuando me partí para porque lo hice con ignorancia en
Macedonia, para que mandases a incredulidad.
algunos que no enseñen diversa 14 Mas la gracia del Señor nues-
doctrina: tro fue más abundante con la fe y
4 Ni escuchen a fábulas y genea- amor que es en Cristo Jesús.
logías interminables, que engen- 15 Palabra fiel es esta, y digna de ser
dran cuestiones, más bien que edi- recibida de todos: que Cristo Jesús
ficación de Dios, que es en la fe. vino al mundo para salvar a los
5 Pues el fin del mandamiento es pecadores, de los cuales yo soy el
la caridad de corazón puro, y de primero.
buena conciencia, y de fe no fin- 16 Mas por esto fui recibido a mi-
gida: sericordia, para que Jesu Cristo
6 De lo cual apartándose algu- mostrase en mí el primero toda su
nos, se han desviado a discursos clemencia, para ejemplo de los
vanos: que habían de creer en él
7 Queriendo ser doctores de la para vida eterna.
ley, no entendiendo ni lo que ha- 17 Pues al Rey eterno, inmor-
blan, ni lo que afirman. tal, invisible, al sólo sabio Dios,
8 Mas sabemos que la ley es buena, sea honor y gloria, por siempre
si se usa de ella legítimamente: jamás. Amén.
9 Sabiendo esto, que la ley no es 18 Este mandamiento, hijo Timo-
puesta para el justo, sino para los teo, te encargo, para que, confor-
injustos y desobedientes, para me a las profecías pasadas de ti,
los impíos y pecadores, para los milites por ellas la buena milicia:
sin santidad y profanos, para los 19 Teniendo fe y buena concien-
matadores de padres y matado- cia, la cual echando de sí algu-
res de madres, para los homicidas, nos, hicieron naufragio en cuan-
10 Para los fornicarios, para los to a la fe:
sodomitas, para los ladrones de 20 De los cuales son Himeneo
hombres, para los mentirosos y Alejandro, que yo entregué a
y perjuros; y si hay alguna otra Satanás para que aprendan a no
cosa contraria a la sana doctrina; blasfemar.
291
I Timoteo 2 Un Dios y un Mediador

E CAPÍTULO 2
XHORTO, pues, ante todas
cosas, que se hagan súplicas,
la mujer siendo engañada fue en la
transgresión.
15 Empero será salva engendran-
oraciones, intercesiones y ac- do hijos, si ellos permanecieren
ciones de gracias, por todos los en fe, y caridad, y santidad con
hombres: modestia.
2 Por los reyes, y por todos los
que están en autoridad; para que CAPÍTULO 3
vivamos quieta y reposadamente ALABRA verdadera es esta:
en toda piedad y honestidad.

3 Porque esto es bueno y agra-


P si alguno apetece obispado,

obra buena desea.


dable delante de Dios Salvador 2 Es menester, pues, que el obis-
nuestro: po sea irreprensible, marido de
4 El cual quiere que todos los una sola esposa, vigilante, tem-
hombres sean salvos, y que ven- plado, de buenas costumbres,
gan al conocimiento de la verdad. hospedador, apto para enseñar,
5 Porque hay un Dios, y un me- 3 No dado al vino, no heridor,
diador entre Dios y los hombres, no codicioso de ganancias tor-
el hombre Cristo Jesús; pes, sino moderado, no litigioso,
6 El cual se dio a sí mismo en pre- ajeno de avaricia:
cio del rescate por todos, para 4 Que gobierne bien su propia
testimonio en su propio tiempo. casa, que tenga sus hijos en suje-
7 Para lo que yo soy ordenado ción con toda honestidad;
por predicador y apóstol, (digo 5 Porque el que no sabe gobernar su
verdad en Cristo, no miento,) propia casa, ¿cómo cuidará de la
maestro de los Gentiles en fe y iglesia de Dios?
verdad. 6 No neófito, porque hinchándo-
8 Quiero, pues, que los varones se de orgullo, no caiga en conde-
oren en todo lugar, levantando nación del diablo.
manos santas, sin ira ni disensión. 7 Y es menester que tenga tam-
9 Asimismo también las mujeres bién buen testimonio de los de
ataviándose en vestido modesto, afuera; porque no caiga en vitu-
con vergüenza y modestia; no perio, y en lazo del diablo.
con cabellos encrespados, u oro, 8 Los diáconos asimismo sean
o perlas, o vestidos costosos; honestos, no de dos lenguas, no
10 Sino de buenas obras, como dados a mucho vino, no amado-
conviene a mujeres que profesan res de ganancias deshonestas:
la piedad. 9 Que tengan el misterio de la fe
11 La mujer aprenda en silencio con pura conciencia.
con toda sujeción. 10 Y éstos también sean antes
12 Porque no permito a la mujer probados; y así ministren, si fue-
enseñar, ni usurpar autoridad ren hallados irreprensibles.
sobre el varón, sino estar en si- 11 Asimismo sus esposas sean ho-
lencio. nestas, no detractoras, templa-
13 Porque Adam fue formado el das, fieles en todo.
primero: y después Eva. 12 Los diáconos sean maridos de
14 Y Adam no fue engañado; mas una esposa, que gobiernen bien
292
Deberes del ministerio I Timoteo 5
sus hijos, y sus propias casas. nas y de viejas, y ejercítate para la
13 Porque los que ejercieren bien piedad.
el oficio de diácono, ganan para 8 Porque el ejercicio corporal
sí un buen grado, y mucho denue- para poco es provechoso; mas la
do en la fe que es en Cristo Jesús. piedad a todo aprovecha; porque
14 Estas cosas te escribo con es- tiene la promesa de vida presen-
peranza de que vendré presto a ti: te, y de la venidera.
15 Pero si me tardare, para que 9 Palabra fiel es esta, y digna de ser
sepas como te convenga conver- recibida de todos.
sar en la casa de Dios, que es la 10 Que por esto aun trabajamos
iglesia del Dios vivo, columna y y sufrimos vituperios, porque
apoyo de la verdad. esperamos en el Dios viviente,
16 Y sin controversia, grande es el cual es Salvador de todos los
el misterio de la piedad: Dios fue hombres, y mayormente de los
manifestado en la carne, justifi- que creen.
cado en el Espíritu, visto de los 11 Estas cosas manda y enseña.
ángeles, predicado a los Genti- 12 Ninguno tenga en poco tu ju-
les, creído en el mundo, recibido ventud; mas sé ejemplo de los
arriba en gloria. creyentes en palabra, en conduc-
ta, en caridad, en espíritu, en fe,
CAPÍTULO 4 en pureza.
MPERO el Espíritu dice expre- 13 Entre tanto que vengo, ocúpate
E samente, que en los postreros
tiempos algunos apostatarán de
en leer, en exhortar, en doctrina.
14 No descuides el don que está en
la fe, escuchando a espíritus en- ti, que te fue dado por pro-
gañadores, y a doctrinas de de- fecía, con la imposición de las
monios; manos de los ancianos.
2 Que con hipocresia hablarán 15 Medita estas cosas; ocúpate
mentira, teniendo cauterizada su completamente en ellas; de ma-
propia conciencia: nera que tu aprovechamiento sea
3 Que prohibiendo casarse, y obli- manifiesto a todos.
gando a abstenerse de las viandas 16 Ten cuidado de ti mismo y de la
que Dios creó para que con ac- doctrina: persiste en esto; por-
ción de gracias participasen de que si así lo hicieres, a ti mismo
ellas los que creen, y conocen la salvarás, y a los que te oyen.
verdad.
4 Porque toda criatura de Dios, es CAPÍTULO 5
buena, y nada hay que desechar, O reprendas al anciano, sino
tomándose con acción de gracias;

5 Porque es santificado por la pa-


N exhórtale como a padre; a

los jóvenes como a hermanos;


labra de Dios, y oración. 2 A las mujeres ancianas, como a
6 Si propusieras estas cosas a los madres; a las jóvenes como a
hermanos, serás buen ministro hermanas, con toda pureza.
de Jesu Cristo, criado en las pa- 3 A las viudas honra, a las que de
labras de la fe, y de la buena doc- verdad son viudas.
trina, la cual has alcanzado. 4 Empero si alguna viuda tuviere
7 Mas desecha las fábulas profa- hijos, o nietos, aprendan primero
293
I Timoteo 6 Sobre las viudas
a mostrar la piedad en su propia para que pueda socorrer a las
casa primero, y a recompensar a que de verdad son viudas.
sus padres; porque esto es hones- 17 Los ancianos que gobiernan
to y acepto delante de Dios. bien, sean tenidos por dignos de
5 Y la que de verdad es viuda y doblada honra; y mayormente
solitaria, espera en Dios, y per- los que trabajan en la palabra y
siste en suplicaciones y oracio- doctrina.
nes noche y día. 18 Porque la Escritura dice: No
6 Porque la que vive en placeres, pondrás bozal al buey que trilla.
viviendo está muerta. Y: Digno es el obrero de su jornal.
7 Manda pues estas cosas, para 19 Contra el anciano no recibas
que sean irreprensibles. acusación, sino ante dos o tres
8 Mas si alguno no tiene cuidado testigos.
de los suyos, y mayormente de 20 A los que pecaren reprénde-
los de su casa, ha negado la fe, y los delante de todos, para que los
es peor que el incrédulo. otros también teman.
9 La viuda sea puesta en la lista 21 Te requiero delante de Dios,
no menos que de sesenta años, y del Señor Jesu Cristo, y de sus
la cual haya sido esposa de un ángeles escogidos, que guardes
varón: estas cosas sin prejuicio, no hacien-
10 Que tenga testimonio en bue- do cosa alguna con parcialidad.
nas obras; si ha criado hijos; si 22 No impongas de ligero las
ha hospedado extranjero; si ha manos sobre alguno, ni seas par-
lavado los pies de los santos; si ticipante en pecados ajenos: con-
ha socorrido a los afligidos; si ha sérvate puro a ti mismo.
seguido toda buena obra. 23 No bebas de aquí adelante
11 Mas a las viudas más jóvenes agua, sino usa un poco de vino
no admitas: porque cuando ellas por causa de tu estómago, y de
empiezan a ser disolutas contra tus continuas enfermedades.
Cristo, quieren casarse: 24 Los pecados de algunos hom-
12 Condenadas ya, por haber bres son manifiestos de antema-
abandonado la primera fe. no, yendo delante de ellos a jui-
13 Y aun también aprenden ser cio: a otros les siguen después.
ociosas, andando de casa en 25 Asimismo también las buenas
casa; y no solamente ociosas, obras de algunos son manifiestas
sino también chismosas y curio- de antemano; y las que son de
sas, parlando lo que no deben. otra manera, no se pueden es-
14 Quiero, pues, que las mujeres conder.
jóvenes se casen, y engendren
hijos, gobiernen la casa, y que CAPÍTULO 6
ninguna ocasión den al adversa- ODOS los que están debajo de
rio para maldecir.

15 Porque ya algunas han vuelto


T yugo de servidumbre, tengan

a sus propios señores por dignos


atrás en pos de Satanás. de toda honra, porque no sea
16 Y si alguno, o alguna de los blasfemado el nombre de Dios y su
creyentes tiene viudas, mantén- doctrina.
galas, y no sea cargada la iglesia; 2 Y los que tienen señores cre-
294
El amor al dinero I Timoteo 6
yentes, no los tengan en menos, habiendo hecho buena profesión
por ser sus hermanos; antes los delante de muchos testigos.
sirvan mejor, por cuanto son 13 Te mando delante de Dios,
fieles y amados, y partícipes del que da vida a todas las cosas, y
beneficio. Estas cosas enseña, y de Cristo Jesús, que testificó una
exhorta. buena profesión delante de Pon-
3 Si alguno enseña de otra mane- cio Pilato;
ra, y no se conforma a las sanas 14 Que guardes este mandamien-
palabras de nuestro Señor Jesu to sin mácula, ni reprensión,
Cristo, y a la doctrina que es con- hasta la manifestación de nues-
forme a la piedad, tro Señor Jesu Cristo:
4 Hinchado es, nada sabe, sino 15 La cual en su tiempo mostrará el
que enloquece acerca de cuestio- bendito y solo Potentado, Rey de
nes y contiendas de palabras, de reyes, y Señor de señores:
las cuales nacen envidias, pleitos, 16 El cual sólo tiene inmortali-
maledicencias, malas sospechas, dad, que mora en luz inaccesible:
5 Disputas perversas de hombres a quien ninguno de los hombres
de mente corrompida, y privados ha visto, ni puede ver: al cual sea
de la verdad, y que tienen la pie- la honra, y la potencia sempiter-
dad por ganancia: apártate de los na. Amén.
tales. 17 A los ricos de este mundo
6 Empero la piedad con conten- manda que no sean altivos, ni
tamiento es grande ganancia. pongan la esperanza en la incer-
7 Porque nada trajimos a este tidumbre de las riquezas; sino en
mundo, y es cierto que nada po- el Dios vivo, que nos da todas las
dremos sacar. cosas en abundancia para que las
8 Así que teniendo sustento, y gocemos;
con qué cubrirnos, seamos con- 18 Que hagan bien, que sean
tentos con esto. ricos en buenas obras, dispues-
9 Porque los que quieren ser ricos, tos para repartir, generosos en
caen en tentación y en lazo, y en comunicar;
muchas concupiscencias insensa- 19 Atesorando para sí buen fun-
tas y dañosas, que anegan a los damento para en lo por venir,
hombres en perdición y muerte. para que echen mano a la vida
10 Porque el amor del dinero es eterna.
la raíz de toda maldad; el cual 20 Oh Timoteo, guarda lo que se te
codiciando algunos, erraron de ha encomendado, evitando las
la fe, y se traspasaron con mu- disputas profanas y vacías, y de las
chos dolores. oposiciones de la ciencia fal-
11 Mas tú, oh hombre de Dios, samente llamada:
huye de estas cosas; y sigue la 21 La cual algunos profesando,
justicia, la piedad, la fe, el amor, han errado acerca de la fe. La
la paciencia, la mansedumbre. gracia sea contigo. Amén.
12 Pelea la buena batalla de la La primera a Timoteo fue escrita de
fe: echa mano de la vida eterna, Laodicea, que es metrópoli de la Frigia
a la cual asimismo eres llamado, Pacatiana.

295
La Segunda Epístola del Apóstol Pablo a

TIMOTEO

P CAPÍTULO 1
ABLO, apóstol de Jesu Cristo,
deramente destruyó la muerte, y
sacó a luz la vida y la inmortali-
por la voluntad de Dios según dad por el evangelio:
la promesa de la vida, que es en 11 Del cual yo soy puesto predi-
Cristo Jesús, cador, y apóstol, y maestro de los
2 A Timoteo, mi amado hijo: Gracia, Gentiles.
misericordia, y paz de Dios el Padre, 12 Por cuya causa asimismo pa-
y de Cristo Jesús nuestro Señor. dezco estas cosas; mas no me
3 Doy gracias a Dios, a quien avergüenzo; porque yo sé a
sirvo desde mis mayores con quién he creído, y estoy cierto
pura conciencia, de que sin cesar que es poderoso para guardar mi
tengo memoria de ti en mis ora- depósito para aquel día.
ciones noche y día; 13 Retén firmemente la forma
4 Deseando mucho verte, acor- de las sanas palabras que de mí
dándome de tus lágrimas, para oíste, en fe y amor que es en Cris-
que me llene de gozo; to Jesús.
5 Trayendo a la memoria la fe no 14 Guarda, el buen depósito por el
fingida que está en ti, que habitó Espíritu Santo que mora en
primero en tu abuela Loida, y en nosotros.
tu madre Eunice; y estoy cierto 15 Ya sabes esto, que se me han
que en ti también. vuelto en contrarios todos los
6 Por la cual causa te hago recor- que están en Asia; de los cuales
dar a ti, que avives el fuego del son Figello, y Hermógenes.
don de Dios, que está en ti por la 16 Dé el Señor misericordia a la
imposición de mis manos. casa de Onesíforo, que muchas
7 Porque no nos ha dado Dios el veces me refrigeró, y no se aver-
espíritu de temor, sino de poder, gonzó de mi cadena:
y de amor, y de dominio propio. 17 Antes estando él en Roma, me
8 Por tanto no te avergüences del buscó diligentemente, y me halló.
testimonio de nuestro Señor, ni 18 Déle el Señor que halle mise-
de mí su prisionero; antes sé par- ricordia cerca del Señor en aquel
tícipe de las aflicciones del evan- día. Y cuánto me ayudó en Éfeso, tú
gelio según el poder de Dios, lo sabes muy bien.
9 El cual nos ha salvado, y nos ha
llamado con santa vocación, no CAPÍTULO 2
según nuestras obras, mas según Ú, pues, hijo mío, esfuérzate
su propio propósito, y gracia, la

cual nos fue dada en Cristo Jesús,


T en la gracia que es en Cristo

Jesús.
antes de los tiempos eternos; 2 Y lo que has oído de mí entre
10 Mas ahora es manifestada por muchos testigos, esto encarga a
la manifestación de nuestro Sal- hombres fieles que serán idóneos
vador Jesu Cristo, el cual verda- para enseñar también a otros.
296
El soldado de Jesu Cristo II Timoteo 3
3 Tú, pues, sufre aflicciones como como gangrena; de los cuales es
buen soldado de Jesu Cristo. Himeneo, y Fileto,
4 Ninguno que milita, se emba- 18 Que se han descaminado de la
raza en los negocios de esta vida verdad, diciendo que la resurrec-
por agradar a aquel que le esco- ción ya ha pasado, y trastornan la
gió por soldado. fe de algunos.
5 Y aun también el que lidia, no 19 Empero el fundamento de
es coronado si no hubiere lidiado Dios está firme, teniendo este
legítimamente. sello: El Señor conoce a los que
6 El labrador que trabaja, debe son suyos; y: Apártese de iniqui-
ser el primer partícipe de los frutos. dad todo aquel que nombra el
7 Considera lo que digo: y el Señor nombre de Cristo.
te dé entendimiento en todo. 20 Empero en una casa grande,
8 Acuérdate que Jesu Cristo, de no solamente hay vasos de oro y
la simiente de David, resucitó de los de plata, sino también de madera
muertos conforme a mi evangelio: y de barro; y asimismo unos para
9 Por el cual sufro aflicciones como honra, y otros para deshonra.
malhechor, hasta prisiones; mas la 21 Así que, si alguno se purifi-
palabra de Dios no está presa. care a sí mismo de estas cosas,
10 Por tanto sufro todas las cosas será vaso para honra, santificado
por amor de los escogidos, para y útil para los usos del Señor, y
que ellos también consigan la aparejado para toda buena obra.
salvación que es en Cristo Jesús, 22 También, huye de las concu-
con gloria eterna. piscencias juveniles; mas sigue la
11 Palabra fiel: Que si somos justicia, la fe, la caridad, la
muertos con él, también vivire- paz, con los que invocan al Señor de
mos con él: puro corazón.
12 Si sufrimos, también reinare- 23 Empero las cuestiones necias e
mos con él: si lo negamos, él tam- insensatas desecha, sabiendo que
bién nos negará: engendran contiendas.
13 Si no creemos, él empero per- 24 Y el siervo del Señor no debe ser
manece fiel: no puede negarse a sí contencioso, sino benigno para
mismo. con todos, apto para ense-
14 Recuérdales estas cosas, pro- ñar, sufrido;
testando delante del Señor, que 25 Que con mansedumbre ins-
no tengan contiendas en pala- truya a los que se oponen; por
bras, que para nada aprovechan, si quizá Dios les dé que se arre-
sino para trastornar a los oyentes. pientan, para conocer la verdad;
15 Estudia con diligencia presen- 26 Y se zafen del lazo del diablo,
tarte aprobado a Dios, como obre- en que están cautivos de él, a su
ro que no tiene de qué avergon- voluntad.
zarse, que traza bien la palabra
de verdad. CAPÍTULO 3
16 Mas evita profanas y vanas STO también sepas, que en
parlerías, porque ellas crecerán

para mayor impiedad.


E los postreros días vendrán

tiempos peligrosos.
17 Y la palabra de ellos corroerá 2 Porque habrá hombres amado-
297
II Timoteo 4 Tiempos peligrosos
res de sí mismos, avaros, vana- engañando, y siendo engañados.
gloriosos, soberbios, blasfemos, 14 Así que persiste tú en lo que
desobedientes a sus padres, in- has aprendido, y has sido per-
gratos, sin santidad, suadido, sabiendo de quién has
3 Sin afecto natural, implacables, aprendido;
calumniadores, incontinentes, 15 Y que desde la niñez has sa-
crueles, aborrecedores de los que bido las sagradas Escrituras, las
son buenos, cuales te pueden hacer sabio
4 Traidores, temerarios, hincha- para la salvación por la fe que es en
dos, amadores de deleites más Cristo Jesús.
que amadores de Dios; 16 Toda Escritura es dada por
5 Teniendo la apariencia de pie- inspiración de Dios, y es útil para
dad, mas negando el poder de doctrina, para redargüir, para co-
ella; a los tales también evita. rregir, para instrucción en justicia,
6 Porque de éstos son los que 17 Para que el hombre de Dios
se entran por las casas, y llevan sea perfecto, enteramente apare-
cautivas a mujercillas, cargadas jado para toda buena obra.
de pecados, llevadas de diversas
concupiscencias; CAPÍTULO 4
7 Siempre aprendiendo, y nunca EQUIERO yo, pues delante de
pueden llegar al conocimiento

de la verdad.
R Dios, y del Señor Jesu Cristo,

que ha de juzgar a los vivos y a


8 Y de la manera que Janes y los muertos en su manifestación, y
Jambres resistieron a Moisés, así en su reino;
también éstos resisten a la verdad: 2 Predica la palabra; que instes a
hombres corrompidos de mente, tiempo y fuera de tiempo; redar-
reprobados en cuanto a la fe: guye, reprende, exhorta con toda
9 Mas no irán muy adelante; por- paciencia y doctrina.
que su locura será manifiesta a 3 Porque vendrá tiempo cuan-
todos, como también lo fue la de do no sufrirán la sana doctrina,
aquéllos. antes teniendo comezón de oído,
10 Tú empero has conocido ple- se amontonarán maestros confor-
namente la doctrina mía, la ma- me a sus propias concupiscencias.
nera de vivir, el propósito, la fe, 4 Y así apartarán de la verdad el
la longanimidad, la caridad, la oído, y se volverán a las fábulas.
paciencia, 5 Tú por tanto vela en todo, sufre
11 Las persecuciones, las aflic- aflicciones, haz obra de evange-
ciones, las cuales me sobrevinie- lista, cumple bien tu ministerio:
ron en Antioquía, en Iconio, en 6 Porque yo ya estoy para ser
Listra: cuales persecuciones he ofrecido, y el tiempo de mi parti-
sufrido; mas de todas ellas me ha da está cercano.
librado el Señor. 7 He peleado la buena batalla, he
12 Y aun todos los que vivieren acabado la carrera, he guardado
piadosamente en Cristo Jesús, la fe.
padecerán persecución. 8 Por lo demás, me está guarda-
13 Mas los malos hombres, y los da la corona de justicia, la cual
engañadores, irán de mal en peor, me dará el Señor, el juez justo,
298
Pablo prevé su fin II Timoteo 4
en aquel día; y no sólo a mí, sino 17 Mas el Señor estuvo a mi lado, y
también a todos los que aman su me esforzó para que por mí
venida. fuese cumplida la predicación, y
9 Procura venir pronto a mí. todos los Gentiles la oyesen; y fui
10 Porque Demas me ha desam- librado de la boca del león.
parado, amando este mundo pre- 18 Y el Señor me librará de toda
sente, y se ha ido a Tesalónica; obra mala, y me preservará para
Crescente a Galacia; Tito a Dal- su reino celestial: al cual sea glo-
macia. ria por siempre jamás. Amén.
11 Lucas solo está conmigo. 19 Saluda a Prisca y a Aquila, y a la
Toma a Marcos y tráele contigo; casa de Onesíforo.
porque me es útil para el minis- 20 Erasto se quedó en Corinto; y
terio. a Trófimo le dejé en Mileto en-
12 A Tíquico envié a Éfeso. fermo.
13 La capa que dejé en Troas con 21 Apresúrate a venir antes del
Carpo, tráela contigo cuando vi- invierno. Eubulo te saluda, y Pru-
nieres, y los libros mayormente dente, y Lino, y Claudia y todos los
los pergaminos. hermanos.
14 Alejandro el calderero me ha 22 El Señor Jesu Cristo sea con tu
hecho muchos males: el Señor le espíritu. La gracia sea con vosotros.
pague conforme a sus obras: Amén.
15 Del cual tú también guárdate:
que en grande manera ha resisti-
do a nuestras palabras. La segunda epístola a Timoteo,
16 En mi primera defensa nin- ordenado el primer obispo de la
guno estuvo conmigo; antes me iglesia de los Efesios, fue escrita de
desampararon todos: no les sea Roma cuando Pablo fue presentado
imputado. la segunda vez a César Nerón.

299
La Epístola del Apóstol Pablo a

TITO

P CAPÍTULO 1
ABLO, siervo de Dios, y após-
10 Porque hay muchos contuma-
ces, y habladores de vanidades,
tol de Jesu Cristo según la fe y engañadores, mayormente los
de los escogidos de Dios, y el co- que de la circuncisión:
nocimiento de la verdad, que es 11 A los cuales es menester tapar
según la piedad; la boca: que trastornan casas en-
2 En la esperanza de la vida eter- teras, enseñando lo que no con-
na, la cual Dios, que no puede viene por ganancia deshonesta.
mentir, prometió antes de los 12 Dijo uno de ellos, propio pro-
tiempos eternos; feta de ellos: Los Cretenses, siem-
3 Pero manifestó en sus propios pre son mentirosos, malas bestias,
tiempos su palabra por la predi- vientres perezosos.
cación, que me es a mí encomen- 13 Este testimonio es verdadero;
dada por mandamiento de Dios por tanto repréndelos duramen-
nuestro Salvador: te, para que sean sanos en la fe;
4 A Tito, mi verdadero hijo según 14 No escuchando a fábulas ju-
la común fe: Gracia, misericordia, daicas, y a mandamientos de hom-
y paz de Dios Padre, y del Señor bres, que se apartan de la verdad.
Jesu Cristo Salvador nuestro. 15 Para los puros ciertamente
5 Por esta causa te dejé en Creta, todas las cosas son puras; mas
para que acabases de poner en para los contaminados e incrédu-
orden las cosas que faltaban, y los nada es puro; antes su mente
ordenases ancianos en cada ciu- y conciencia son contaminadas.
dad como yo te mandé: 16 Profésanse conocer a Dios,
6 Si alguno fuere irreprensible, mas con los hechos le niegan;
marido de una sola esposa, que siendo abominables y rebeldes,
tenga hijos fieles, no acusados de y reprobados para toda buena
disolución, o contumaces. obra.
7 Porque es menester que el obis-
po sea irreprensible, como el ma- CAPÍTULO 2
yordomo de Dios; no soberbio, Ú empero habla las cosas que
no iracundo, no dado al vino, no

heridor, no codicioso de ganan-


T convienen a la sana doctrina:

2 Los hombres ancianos, que


cia deshonesta; sean templados, honestos, pru-
8 Sino hospedador, amador de dentes, sanos en la fe, en la cari-
lo bueno, templado, justo, santo, dad, en la paciencia.
continente; 3 Las mujeres ancianas, asimismo,
9 Reteniendo firme la palabra que se comporten santamente, no
fiel como le ha sido enseñada, calumniadoras, ni dadas a mucho
para que pueda exhortar y con- vino, sino maestras de lo bueno:
vencer con sana doctrina a los 4 Para que enseñen a las mujeres
que contradijeren. jóvenes a ser prudentes, a que
300
Exhortaciones generales Tito 3
amen a sus maridos, a que amen a CAPÍTULO 3
sus hijos,
5 A que sean templadas, castas, R ECUÉRDALES que estén su-
jetos a los principados y po-
que tengan cuidado de la casa, testades, que obedezcan a los
buenas, sujetas a sus propios ma- magistrados, que estén prestos
ridos; porque la palabra de Dios para toda buena obra,
no sea blasfemada. 2 Que no digan mal de nadie,
6 Exhorta asimismo a los jóvenes que no sean pendencieros, mas
que sean sobrios. modestos, mostrando toda man-
7 En todas las cosas, dándote a sedumbre para con todos los
ti mismo por ejemplo de buenas hombres.
obras: en la doctrina mostrando 3 Porque también éramos noso-
incorrupción, honestidad, since- tros insensatos en otro tiempo,
ridad, rebeldes, errados, sirviendo a
8 Palabra sana que no puede concupiscencias y deleites diver-
ser condenada, para que el que sos, viviendo en malicia y en en-
es del partido contrario se aver- vidia, aborrecibles, aborreciendo los
güence, no teniendo mal alguno unos a los otros:
que decir de vosotros. 4 Mas cuando la bondad y el
9 Exhorta a los siervos, que sean amor de Dios nuestro Salvador
sujetos a sus propios señores, para con los hombres apareció,
que les agraden en todo, no res- 5 No por las obras de justicia que
pondones; nosotros habíamos hecho, mas
10 En nada defraudando, sino por su misericordia, nos salvó
mostrando toda buena lealtad; por el lavamiento de la regenera-
para que adornen en todo la doc- ción, y de la renovación del Espí-
trina de nuestro Salvador Dios. ritu Santo;
11 Porque la gracia de Dios que 6 El cual derramó en nosotros
trae salvación a todos los hom- abundantemente por Jesu Cristo
bres, se ha manifestado, nuestro Salvador:
12 Enseñándonos que renuncian- 7 Para que justificados por su
do a la impiedad, y a las concu- gracia, seamos hechos herede-
piscencias mundanas, vivamos ros según la esperanza de la vida
en este presente mundo templa- eterna.
da, y justa, y piadosamente; 8 Palabra fiel, y estas cosas quie-
13 Esperando aquella esperan- ro que afirmes con firmeza: que
za bienaventurada, y la gloriosa los que han creído en Dios, pro-
venida del gran Dios y Salvador curen sobresalir en buenas obras.
nuestro, Jesu Cristo; Estas cosas son buenas y prove-
14 Que se dio a sí mismo por no- chosas para los hombres.
sotros, para redimirnos de toda 9 Mas evita las cuestiones in-
iniquidad, y purificar para sí un sensatas, y las genealogías, y las
pueblo peculiar, celoso de bue- contenciones, y disputas sobre
nas obras. la ley; porque son sin provecho
15 Estas cosas habla, y exhorta, y vanas.
y reprende con toda autoridad: 10 Al hombre hereje, des-
nadie te desprecie. pués de la primera y segun-
301
Tito 3 La enseñanza útil y la inútil
da amonestación, deséchale: nuestros a sobresalir en buenas
11 Estando cierto que el tal está obras para los usos necesarios,
pervertido, y peca siendo conde- porque no sean sin fruto.
nado de sí mismo. 15 Todos los que están conmigo te
12 Cuando enviare a ti a Artemas, saludan. Saluda a los que nos
o a Tíquico, date priesa en venir a aman en la fe. La Gracia sea con
mí a Nicópolis; porque allí he todos vosotros. Amén.
determinado de invernar.
13 A Zenas doctor de la ley, y a A Tito, el cual fue el primer obispo
Apolos envía delante, procuran- ordenado para la iglesia de los Cretenses,
do que nada les falte. escrita de Nicópolis de Macedonia.
14 Y aprendan asimismo los

302
La Epístola del Apóstol Pablo a

FILEMÓN

P ABLO, prisionero de Jesu Cris-


to, y el hermano Timoteo, a Fi-
14 Mas nada quise hacer sin tu
consejo, porque tu beneficio no
lemón amado, y coadjutor nuestro, fuese como de necesidad, sino
2 Y a la amada Apia, y a Archipo, voluntario.
compañero de la milicia, y a la 15 Porque quizá se ha apartado
iglesia que está en tu casa: de ti por algún tiempo, para que
3 Gracia a vosotros y paz de Dios le volvieses a tener para siempre:
nuestro Padre, y del Señor Jesu 16 Ya no como siervo, antes más
Cristo. que siervo, como hermano amado,
4 Doy gracias a mi Dios hacien- mayormente de mí; pero ¿cuánto
do siempre memoria de ti en mis más de ti, tanto en la carne, y en
oraciones, el Señor?
5 Oyendo de tu amor, y de la fe 17 Así que, si me tienes por com-
que tienes en el Señor Jesús, y pañero, recíbele como a mí.
para con todos los santos: 18 Y si en algo te dañó o te debe,
6 Que la comunicación de tu fe ponlo a mi cuenta.
sea eficaz en el conocimiento de 19 Yo Pablo lo escribí con mi
todo el bien que está en vosotros misma mano: yo lo repagaré; por no
por Cristo Jesús: decirte que aun a ti mismo te me
7 Porque tenemos gran gozo y debes de más.
consolación de tu amor, porque 20 Así hermano, góceme yo de ti en
por ti, hermano, han sido recrea- el Señor; que recrea mis en-
das las entrañas de los santos. trañas en el Señor.
8 Por lo cual, aunque tengo 21 Teniendo confianza en tu obe-
mucho denuedo en Cristo para diencia, te escribí, sabiendo que
mandarte lo que conviene, aun tú harás más de lo que yo
9 Ruégote antes, por amor, siendo digo.
como soy, Pablo el anciano, y aun 22 Y asimismo también prepá-
ahora prisionero de Jesu Cristo. rame hospedaje; porque espero
10 Te ruego por mi hijo Onési- que por vuestras oraciones os
mo, que he engendrado en mis tengo de ser concedido.
prisiones; 23 Te saludan Epafras, mi com-
11 El cual en otro tiempo te fue pañero en la prisión por Cristo
inútil, mas ahora útil para ti, y Jesús;
para mí: 24 Marcos, Aristarcho, Demas,
12 A quien he vuelto a enviar: re- Lucas, mis colaboradores.
cíbele tú, pues, como a mis mis- 25 La gracia de nuestro Señor
mas entrañas. Jesu Cristo sea con vuestro espí-
13 Yo había querido detenerle ritu. Amén.
conmigo, para que en lugar de ti
me sirviese en las prisiones del A Filemón, fue enviada de Roma con
evangelio: Onésimo siervo
303
La Epístola a los

HEBREOS

D CAPÍTULO 1
IOS, que habló muchas veces,
los son obras de tus manos:
11 Ellos perecerán, mas tú eres
y en muchas maneras en permanente; y todos ellos enve-
otro tiempo a los padres por los jecerse han como vestidura;
profetas, 12 Y como un manto los envolve-
2 Nos ha hablado en estos postre- rás, y serán mudados: tú empero
ros días por su Hijo, a quien puso eres el mismo, y tus años nunca se
heredero de todas las cosas, por acabarán.
quien también hizo los mundos; 13 Mas, ¿a cuál de los ángeles
3 El cual siendo el resplandor de dijo él jamás: Siéntate a mi dies-
su gloria, y la expresa imagen de tra, hasta que ponga a tus enemi-
su sustancia, y sustentando todas gos por estrado de tus pies?
las cosas con la palabra de su 14 ¿No son todos espíritus minis-
poder, habiendo hecho la purifi- tradores, enviados para minis-
cación de nuestros pecados por trar por aquellos, que serán he-
sí mismo, se asentó a la diestra rederos de salvación?
de la majestad en las alturas;
4 Siendo hecho tanto más exce- CAPÍTULO 2
lente que los ángeles, cuanto al- OR lo cual es menester que
canzó por herencia más excelen-

te nombre que ellos.


P tanto con más diligencia es-

temos atentos a las cosas que


5 Porque ¿a cuál de los ángeles hemos oído, porque no nos escu-
dijo él jamás: Mi Hijo eres tú, yo rramos.
te he engendrado hoy? Y otra 2 Porque si la palabra dicha por
vez: ¿Yo seré a él Padre, y él me los ángeles fue firme, y toda
será a mi Hijo? transgresión y desobediencia re-
6 Y otra vez, cuando introduce al cibió justa recompensa de galar-
Primogénito en el mundo, dice: Y dón;
adórenle todos los ángeles de Dios. 3 ¿Cómo escaparemos nosotros,
7 Y ciertamente de los ángeles si descuidamos tan grande salva-
dice: El que hace sus ángeles es- ción? La cual, habiendo primero
píritus, y a sus ministros, llama comenzado a ser publicada por
de fuego. el Señor, fue confirmada hasta
8 Mas al Hijo: Tu trono, oh Dios, nosotros por los que oyeron;
por siempre jamás: vara de recti- 4 Dios testificando juntamente
tud el cetro de tu reino. con ellos con señales y maravillas,
9 Amaste la justicia, y aborreciste la y con diversos milagros, y dones
maldad; por esto Dios, tu Dios, te del Espíritu Santo, según su vo-
ungió, con el aceite de alegría más luntad.
que a tus compañeros. 5 Porque no sujetó a los ángeles
10 Y: Tú, Señor, en el princi- el mundo venidero, del cual ha-
pio fundaste la tierra; y los cie- blamos.
304
Cristo, superior a los ángeles Hebreos 3
6 Testificó empero uno en cierto de la muerte estaban por toda la
lugar, diciendo: ¿Qué es el hom- vida sujetos a servidumbre.
bre que te acuerdas de él, o el 16 Que ciertamente no tomó la
hijo del hombre que le visitas? naturaleza de los ángeles, sino
7 Hicístele un poco menor que tomó a la simiente de Abraham.
los ángeles, coronástele de gloria y 17 Por lo cual fue necesario que
de honra, y pusístele sobre las en todas cosas fuese semejante a
obras de tus manos. sus hermanos, para que fuese un
8 Todas las cosas sujetaste debajo sumo sacerdote misericordioso y
de sus pies. Porque en cuanto le fiel en lo perteneciente a Dios, afin
sujetó todas las cosas, nada dejó de hacer propiciación por los pe-
que no sea sujeto a él. Mas ahora no cados del pueblo.
vemos todavía que todas las 18 Porque en cuanto él mismo
cosas le sean sujetas. padeció, siendo tentado, es po-
9 Empero vemos a aquel mismo deroso para también socorrer a los
Jesús, que fue hecho un poco que son tentados.
menor que los ángeles por pa-
sión de muerte, coronado de glo- CAPÍTULO 3
ria y de honra, para que por la OR lo cual hermanos, santos,
gracia de Dios gustase la muerte

por todos.
P participantes de la vocación

celestial, considerad el Apóstol y


10 Porque convenía, que aquel Sumo Sacerdote de nuestra pro-
por cuya causa son todas las cosas, y fesión Cristo Jesús,
por el cual son todas las cosas, 2 El cual fue fiel al que le consti-
habiendo de llevar muchos hijos a tuyó, como también lo fue Moisés en
la gloria, hiciese perfecto al ca- toda su casa.
pitán de la salvación de ellos por 3 Porque éste es tenido por digno
medio de padecimientos. de mucha mayor gloria que Moi-
11 Porque el que santifica y los sés, cuanto el que ha edificado la
que son santificados de uno son casa tiene más honra que la casa.
todos; por cuya causa no se aver- 4 Porque toda casa es edificada
güenza de llamarlos hermanos, por alguno; mas el que ha creado
12 Diciendo: Anunciaré tu nom- todas las cosas, es Dios.
bre a mis hermanos, en medio de 5 Y Moisés a la verdad fue fiel en
la iglesia te cantaré alabanzas. toda su casa, como siervo: para
13 Y otra vez; Yo confiaré en él. testimonio de aquellas cosas que
Y otra vez: He aquí yo, y los hijos se habían de ser anunciadas des-
que me dio Dios. pués;
14 Así que por cuanto los hijos 6 Mas Cristo, como hijo sobre su
son participantes de carne y de propia casa, la cual casa somos
sangre, también él de la misma nosotros, si hasta el fin retene-
manera participó de las mismas mos firme la confianza y la ale-
cosas; para que por medio de la gría de la esperanza.
muerte destruyese al que tenía la 7 Por lo cual, como dice el Espí-
potencia de la muerte, es a saber, ritu Santo: Si oyereis hoy su voz;
al diablo; 8 No endurezcáis vuestros cora-
15 Y librar a los que por el temor zones como en la provocación,
305
Hebreos 4 Peligros de la incredulidad
en el día de la tentación en el guno de vosotros parezca no ha-
desierto, berlo alcanzado.
9 Donde me tentaron vuestros 2 Porque también a nosotros nos ha
padres; me probaron, y vieron sido predicado el evangelio como
mis obras cuarenta años. a ellos; mas la palabra pre-
10 A causa de lo cual me indigné dicada no les aprovechó a ellos,
con aquella generación, y dije: no siendo mezclada con fe en
Perpetuamente yerran de cora- aquellos que la oyeron.
zón, y ellos no han conocido mis 3 Entramos empero en el reposo
caminos. los que hemos creído, de la ma-
11 Y así yo juré en mi ira, ellos nera que dijo: Así que juré en mi
no entrarán en mi reposo. ira, no entrarán en mi reposo:
12 Mirad, hermanos, que en nin- aunque las obras eran acabadas
guno de vosotros haya corazón desde la fundación del mundo.
malo de incredulidad para apar- 4 Porque en cierto lugar dijo así
tarse del Dios vivo; del séptimo día: Y reposó Dios de
13 Antes exhortaos los unos a los todas sus obras en el séptimo día.
otros cada día, entre tanto que 5 Y otra vez aquí: si ellos no en-
se dice hoy; porque ninguno de trarán en mi reposo.
vosotros se endurezca por el en- 6 Viendo pues que resta que al-
gaño del pecado. gunos han de entrar en él, y que
14 Porque participantes de Cristo aquellos a quienes primero fue
somos hechos, si empero retene- predicado, no entraron por causa de
mos firme hasta el fin el princi- la incredulidad,
pio de nuestra confianza; 7 Otra vez, él limitó a cierto día,
15 Entre tanto que se dice: Si diciendo en David: Hoy des-
oyereis hoy su voz, no endurez- pués de tanto tiempo; como está
cáis vuestros corazones, como en la dicho: Hoy si oyereis su voz, no
provocación. endurezcáis vuestros corazones.
16 Porque algunos cuando hubie- 8 Porque si Jesús les hubiera
ron oído, provocaron; aunque no dado el reposo, no hubiera des-
todos los que salieron de Egipto pués hablado de otro día.
por Moisés. 9 Así que, queda un reposo para el
17 Mas, ¿con quiénes estuvo in- pueblo de Dios.
dignado cuarenta años? ¿no fue 10 Porque el que ha entrado en el
con aquellos que pecaron, cuyos reposo de él, también él ha repo-
cuerpos cayeron en el desierto? sado de sus propias obras, como
18 ¿Y a quiénes juró que no en- Dios de las suyas.
trarían en su reposo, sino a aque- 11 Procuremos, pues, con dili-
llos que no creyeron? gencia de entrar en aquel reposo,
19 Así vemos que no pudieron a fin de que ninguno caiga en el
entrar a causa de la incredulidad. mismo ejemplo de incredulidad.
12 Porque la palabra de Dios es
CAPÍTULO 4 viva y eficaz, y más aguda que
EMAMOS, pues, no sea que, toda espada de dos filos; y que
T habiendo sido dejada la pro-
mesa de entrar en su reposo, al-
penetra hasta partir el alma, y
aun el espíritu, y las coyunturas,
306
Cristo, sacerdote eterno Hebreos 6
y tuétanos, y que discierne los mente, según el orden de Mel-
pensamientos, y las intenciones quisedec.
del corazón. 7 El cual en los días de su carne,
13 Y no hay criatura alguna que cuando él hubo ofrecido ora-
no es manifiesta a su vista: antes ciones y suplicaciones con gran
todas las cosas están desnudas clamor y lágrimas a aquél que le
y abiertas a los ojos de aquél a podía salvar de la muerte, fue oído
quien tenemos que dar cuenta. en qué temía.
14 Teniendo pues un gran sumo 8 Y aunque era Hijo, aprendió
sacerdote, que penetró los cielos, obediencia por las cosas que pa-
Jesús el Hijo de Dios, retenga- deció.
mos firmes nuestra profesión. 9 Y siendo hecho perfecto, fue
15 Porque no tenemos un sumo hecho autor de salvación eterna
sacerdote que no se pueda com- para todos los que le obedecen;
padecer de nuestras flaquezas; 10 Llamado de Dios sumo sacer-
mas tentado en todo según nues- dote según el orden de Melqui-
tra semejanza, pero sin pecado. sedec.
16 Lleguémonos, pues, confiada- 11 Del cual tenemos muchas
mente al trono de su gracia, para cosas que decir, y difíciles de de-
alcanzar misericordia, y hallar clarar, por cuanto sois perezosos
gracia para ser socorridos en de oír.
tiempo de necesidad. 12 Porque debiendo de ser ya
maestros, a causa del tiempo,
CAPÍTULO 5 tenéis necesidad de volver a ser
ORQUE todo sumo sacerdote enseñados, de cuáles sean los
P tomado de entre los hombres,
es constituido en favor de los
elementos del principio de los
oráculos de Dios, y sois hechos
hombres en lo que a Dios toca, tales que tengáis necesidad de
para que ofrezca presentes, y sa- leche, y no de vianda firme.
crificios por los pecados: 13 Que cualquiera que usa de
2 Que se pueda compadecer de leche, es incapaz en la palabra de
los ignorantes y de los errados, justicia, porque es niño.
porque él también está rodeado 14 Mas la vianda firme es para
de flaqueza: los que son perfectos; para aque-
3 Por causa de la cual deba, como llos que por razón del uso tienen
por el pueblo, así también por sí sus sentidos ejercitados, para
mismo, ofrecer por los pecados. discernir así el mal como el bien.
4 Ni nadie toma para sí mismo
esta honra, sino el que es llama- CAPÍTULO 6
do de Dios, como lo fue Aarón. OR lo cual dejando ya los
5 Así también Cristo no se glori-

ficó a sí mismo, para ser hecho


P rudimentos de la doctrina

de Cristo, vayamos adelante a la


sumo sacerdote, sino el que le perfección, no echando otra vez
dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he el fundamento del arrepen-
engendrado hoy. timiento de las obras muertas, y de
6 Como también dice en otro la fe en Dios,
lugar: Tú eres sacerdote eterna- 2 De la doctrina de los bautismos,
307
Hebreos 7 El sacerdocio de Melquisedec
y de la imposición de manos, y 13 Porque cuando Dios hizo la
de la resurrección de los muertos, promesa a Abraham, ya que no
y del juicio eterno. podía jurar por otro mayor, juró
3 Y esto haremos a la verdad, si por sí mismo,
Dios lo permitiere. 14 Diciendo: Ciertamente bendi-
4 Porque es imposible que los que ciendo te bendeciré; y multipli-
una vez fueron iluminados, y que cando, te multiplicaré.
gustaron del don celestial, y que 15 Y así habiendo esperado con
fueron hechos partícipes del Es- largura de paciencia, alcanzó la
píritu Santo, promesa.
5 Y que gustaron la buena pa- 16 Porque los hombres cierta-
labra de Dios, y los poderes del mente por el mayor juran; y el
mundo venidero, juramento, para confirmación,
6 Y recayeron, sean renovados es para ellos el término de toda
otra vez para arrepentimiento, contención.
crucificando de nuevo para sí 17 En lo cual queriendo Dios
mismos al Hijo de Dios, y expo- mostrar más abundantemente a los
niéndole a vituperio. herederos de la promesa la
7 Porque la tierra que embebe la inmutabilidad de su consejo, in-
lluvia que muchas veces viene terpuso con juramento;
sobre ella, y que produce hier- 18 Para que por dos cosas inmu-
ba provechosa a aquellos por los tables, en las cuales era imposible
cuales es labrada, recibe bendi- que Dios mintiese, tuviéramos
ción de Dios. un fortísimo consuelo, los que
8 Mas la que produce espinas y nos hemos refugiado para asir-
abrojos, es reprobada, y cercana nos de la esperanza propuesta:
de maldición, y cuyo fin es ser 19 La cual tenemos como ancla
quemada. del alma, segura y firme, y que
9 Pero en cuanto a vosotros, oh entra hasta dentro del velo:
amados, estamos persuadidos de 20 Donde entró por nosotros
cosas mejores, y más cercanas a nuestro precursor Jesús, hecho
salvación, aunque hablamos así. sumo sacerdote por siempre
10 Porque Dios no es injusto que según el orden de Melquisedec.
se olvide de vuestra obra, y del
trabajo de amor que habéis mos- CAPÍTULO 7
trado por respeto a su nombre, ORQUE este Melquisedec, rey
habiendo ministrado a los santos,

y ministrándolos aún.
P de Salem, sacerdote del Dios

altísimo, el cual salió al encuen-


11 Empero nosotros deseamos tro a Abraham que volvía de la
que cada uno de vosotros mues- matanza de los reyes, y le ben-
tre el mismo cuidado para la dijo:
completa seguridad de la espe- 2 A quien asimismo dio Abra-
ranza hasta el fin: ham la décima parte de todo:
12 Que no seáis perezosos, mas primeramente el cual ciertamen-
seguidores de aquellos que por te se interpreta, Rey de justicia; y
fe y de la paciencia heredan las luego también, Rey de Salem, que
promesas. es Rey de paz;
308
Un nuevo pontífice Hebreos 7
3 Sin padre, sin madre, sin ge- de la cual nadie asistió al altar.
nealogía; no teniendo principio 14 Porque es evidente que nues-
de días, ni fin de vida; mas hecho tro Señor nació de Judá, de cuya
semejante al Hijo de Dios, per- tribu nada habló Moisés tocante al
manece sacerdote eternalmente. sacerdocio.
4 Considerad pues cuán grande 15 Y aun mucho más evidente
fue éste, a quien aun Abraham es; que, según la semejanza de
el Patriarca dio la décima de los Melquisedec, se levanta otro sa-
despojos. cerdote:
5 Que ciertamente los que son de 16 El cual no es hecho conforme
los hijos de Leví, reciben el ofi- a la ley del mandamiento carnal,
cio del sacerdocio, tienen man- sino según el poder de una vida
damiento de tomar diezmos del inmortal.
pueblo según la ley, es a saber, 17 Porque él testifica: Tú eres
de sus hermanos, aunque también sacerdote por siempre según el
ellos hayan salido de los lomos orden de Melquisedec.
de Abraham. 18 El mandamiento precedente
6 Mas aquél, cuya descendencia ciertamente se abroga por su fla-
no es contada entre ellos, recibió queza e inutilidad.
diezmos de Abraham, y bendijo 19 Porque nada perfeccionó la
al que tenía las promesas. ley, sino la introducción de
7 Y sin contradicción alguna lo mejor esperanza, por la cual nos
que es menos es bendito de lo acercamos a Dios.
que es mejor. 20 Y tanto más en cuanto no es
8 Y aquí ciertamente los hombres sin juramento fue él hecho sacer-
que mueren reciben los diezmos; dote;
mas allí los recibe aquél de quien 21 (Porque los otros cierto sin ju-
está dado testimonio que vive. ramento fueron hechos sacerdo-
9 Y por decirlo así, Leví también, tes; mas éste, con juramento por
que recibe diezmos, pagó diez- aquél que le dijo: Juró el Señor, y
mos en Abraham. no se arrepentirá: Tú eres sacer-
10 Porque aún estaba en los dote eternamente según el orden
lomos de su padre cuando Mel- de Melquisedec:)
quisedec le salió al encuentro. 22 Tanto de mejor testamento
11 Si pues la perfección era por fue hecho fiador Jesús.
el sacerdocio Levítico, (porque 23 Y los otros cierto fueron mu-
debajo de él recibió el pueblo la chos sacerdotes, porque la muer-
ley,) ¿qué necesidad había aún te les impedía que continuasen:
de que se levantase otro sacerdo- 24 Mas éste, porque permanece
te según el orden de Melquisedec, eternamente, tiene el sacerdocio
y que no fuese llamado según el inmutable.
orden de Aarón? 25 Por lo cual puede también
12 Porque mudado el sacerdocio, salvar completamente a los que
necesario es que se haga también por él se allegan a Dios, vivien-
cambio de la ley. do siempre para interceder por
13 Porque aquél de quien estas ellos.
cosas se dicen, de otra tribu es, 26 Porque tal sumo sacerdote
309
Hebreos 8 Requiriendo un nuevo pacto
nos convenía: santo, inocente, un mejor pacto, el cual ha sido
libre de mancha, apartado de los establecido sobre mejores pro-
pecadores, y ensalzado sobre los mesas.
cielos; 7 Porque si aquél primero hubie-
27 Que no tuviese necesidad ra sido sin falta, no hubiera sido
cada día, como los otros sumos buscado lugar para el segundo.
sacerdotes, de ofrecer sacrificios, 8 Pues encontrando falta en ellos,
primero por sus propios pecados, dice: He aquí vienen días, dice el
y después por los del pueblo; Señor, cuando haré un nuevo pacto
porque esto lo hizo una vez ofre- con la casa de Israel, y con la casa
ciéndose a sí mismo. de Judá.
28 Porque la ley constituye 9 No según el pacto que hice con
sumos sacerdotes a hombres que vuestros padres en el día que los
tienen flaqueza; mas la palabra tomé por la mano para sacarlos
del juramento, que fue después de la tierra de Egipto; porque
de la ley, constituye al Hijo, que es ellos no permanecieron en mi
perfecto eternamente. testamento, y yo no me atendí de
ellos, dice el Señor.
CAPÍTULO 8 10 Porque este es el pacto que
SÍ que la suma de las cosas haré con la casa de Israel des-
A que hemos dicho es esta: Te-
nemos tal sumo sacerdote que
pués de aquellos días, dice el

Señor: pondré mis leyes en la


está sentado a la diestra del trono mente de ellos, y en el corazón
de la Majestad en los cielos: de ellos las escribiré; y yo seré a
2 Ministro del santuario, y del ellos por Dios, y ellos me serán a
verdadero tabernáculo que el mí por pueblo:
Señor asentó, y no hombre. 11 Y no enseñarán cada uno
3 Porque todo sumo sacerdote a su prójimo, ni cada uno a su
es ordenado para ofrecer dones y hermano, diciendo: Conoce al
también sacrificios: por lo cual es Señor; porque todos me conoce-
necesario que éste también tu- rán desde el menor de ellos hasta
viese algo que ofrecer. el mayor.
4 Porque si él estuviese sobre 12 Porque seré misericordioso a
la tierra, ni aun sería sacerdote, sus injusticias, y de sus pecados
habiendo aún los sacerdotes que y de sus iniquidades no me acor-
ofrecen los dones según la ley: daré más.
5 Los cuales sirven de ejemplo y 13 Por esto que dice un nuevo
sombra de las cosas celestiales, pacto, dio por viejo al primero;
como fue avisado por Dios a Moi- y lo que es dado por viejo y se
sés, cuando estaba para hacer el envejece, cerca está de desvane-
tabernáculo, porque: Mira, dice, cerse.
haz todas las cosas según el mo-
delo que se te ha sido mostrado CAPÍTULO 9
en el monte. MPERO tenía por cierto el
6 Mas ahora él ha obtenido un

ministerio más excelente, cuanto


E primer pacto ordenanzas de

servicio divino, y santuario mun-


que también él es el mediador de dano.
310
El sacrificio de Cristo Hebreos 9
2 Porque el tabernáculo fue que han de venir, por el mayor y
hecho; el primero, en que estaban más perfecto tabernáculo, no
el candelero, y también la mesa, hecho de manos, es decir, no de
y los panes de la proposición, este edificio;
que es llamado el santuario. 12 Ni por la sangre de machos
3 Y detrás del segundo velo, el cabríos, ni de becerros, mas por
tabernáculo que es llamado el su propia sangre, entró una vez
Lugar Santísimo; en el Lugar Santísimo, habiendo
4 Que tenía el incensario de oro: obtenido redención eterna para
y el arca del pacto cubierta de nosotros.
todas partes alrededor de oro: en 13 Porque si la sangre de los
que estaba una urna de oro que toros y de los machos cabríos, y
tenía el maná, y la vara de Aarón la ceniza de una becerra, rocia-
que reverdeció, y las tablas del da sobre los inmundos, santifica
pacto; para purificación de la carne:
5 Y sobre ella los querubines de 14 ¿Cuánto más la sangre de Cris-
gloria que cubrían con su som- to, el cual por el Espíritu eterno
bra al propiciatorio: de las cuales se ofreció a sí mismo sin man-
cosas no podemos hablar ahora cha a Dios, purificará vuestras
en particular. conciencias de las obras muertas
6 Y estas cosas así ordenadas, para que sirváis al Dios vivo?
en el primer tabernáculo siem- 15 Y por esta razón él es el me-
pre entraban los sacerdotes para diador del nuevo testamento,
cumplir el servicio de Dios; para que interviniendo muerte
7 Mas en el segundo entraba el para la redención de las trans-
sumo sacerdote sólo, una vez gresiones que había debajo del
cada año, no sin sangre, que primer testamento, los que son
ofrecía por sí mismo, y por las llamados reciban la promesa de
ignorancias del pueblo: la herencia eterna.
8 Por esto el Espíritu Santo signi- 16 Porque donde hay testamento,
ficaba que aún el camino al san- necesario es que intervenga la
tísimo no era manifestado, entre muerte del testador.
tanto que el primer tabernáculo 17 Porque el testamento es confir-
estaba aún en pie: mado en los que son muertos: de
9 Lo cual era figura para aquel otra manera no es válido entre
tiempo presente, en el cual se tanto que el testador vive.
ofrecían dones y también sacrifi- 18 Así que ni tampoco el primero
cios, que no podían hacer perfec- fue dedicado sin sangre.
to, en cuanto a la conciencia, al 19 Porque habiendo hablado
que hacía el servicio; Moisés todos los mandamientos
10 Que consistía sólo en viandas, de la ley a todo el pueblo, toman-
y en bebidas, y en diversos lava- do la sangre de los becerros y de
mientos, y ordenanzas carnales, los machos cabríos, con agua y
impuestas hasta el tiempo de la lana de grana, e hisopo, roció al
reformación. mismo libro y también a todo el
11 Mas estando ya presente Cris- pueblo,
to, sumo sacerdote de los bienes 20 Diciendo: Esta es la sangre del
311
Hebreos 10 Cristo, el único y perfecto
testamento que Dios os ha man- mismos sacrificios que ofrecen
dado. continuamente cada año, hacer
21 Y además de esto roció con perfectos a los que se allegan.
sangre el tabernáculo y todos los 2 De otra manera ¿no hubieran ya
vasos del ministerio. cesado de ser ofrecidos? Por-
22 Y casi todas las cosas según la que los que dan culto, una vez
ley son purificadas con sangre; y purificados, no tendrían más
sin derramamiento de sangre no conciencia de pecado.
hay remisión. 3 Empero en estos sacrificios cada año
23 Fue pues necesario que las fi- se hace el mismo recordamien-
guras de las cosas en los cielos to de los pecados.
fuesen purificadas con éstas; em- 4 Porque es imposible que la san-
pero las mismas cosas celestiales, gre de los toros y de los machos
con mejores sacrificios que éstos. cabríos quite los pecados.
24 Porque no entró Cristo en lu- 5 Por lo cual entrando en el
gares santos hechos de mano, que mundo, dice: Sacrificio y ofrenda no
son figuras del verdadero, mas quisiste, mas a mí me prepa-
en el cielo mismo para aparecer raste un cuerpo:
ahora por nosotros en la presen- 6 Holocaustos y sacrificios por el
cia de Dios: pecado no te agradaron.
25 Empero no para ofrecerse 7 Entonces dije: He aquí, Yo
muchas veces a sí mismo; como vengo, (en la cabecera del libro
entra el sumo sacerdote en el está escrito de mí,) para hacer, oh
santuario cada año con sangre Dios, tu voluntad.
ajena; 8 Diciendo arriba: Sacrificio y
26 De otra manera fuera nece- ofrenda y holocaustos, y expiacio-
sario que hubiera padecido mu- nes por el pecado, no quisiste, ni te
chas veces desde el principio del agradaron, las cuales cosas se
mundo: mas ahora una vez en ofrecen según la ley:
el fin del mundo, para deshaci- 9 Entonces él dijo: He aquí,
miento del pecado, apareció por vengo para hacer tu voluntad, oh
el sacrificio de sí mismo. Dios. El quita lo primero para es-
27 Y de la manera que está esta- tablecer lo segundo.
blecido a los hombres que mue- 10 Por la cual voluntad somos
ran una vez; y después de esto santificados, por la ofrenda del
el juicio: cuerpo de Jesu Cristo hecha una
28 Así Cristo fue ofrecido una sola vez.
vez para cargar con los pecados 11 Y ciertamente todo sacerdote
de muchos; la segunda vez apa- está en pie cada día ministrando y
recerá sin pecado a los que le es- ofreciendo muchas veces los
peran para salvación. mismos sacrificios, que nunca
pueden quitar los pecados;
CAPÍTULO 10 12 Pero éste, habiendo ofrecido
ORQUE la ley teniendo la por los pecados un solo sacrificio
P sombra de los bienes veni-
deros, y no la imagen misma de
una vez por siempre, se sentó a
la diestra de Dios:
las cosas, nunca puede, por los 13 De ahora en adelante aguar-
312
El camino nuevo y vivo Hebreos 10
dando hasta que sus enemigos el conocimiento de la verdad, ya
sean puestos por estrado de sus no queda sacrificio por los peca-
pies. dos,
14 Porque por una sola ofrenda 27 Sino cierta horrenda expecta-
ha hecho perfectos por siempre a ción de juicio, y hervor de fuego
los que son santificados. que ha de devorar a sus adver-
15 Y también el Espíritu Santo sarios.
nos lo testifica: porque después 28 El que menospreciare la ley de
de lo que había dicho antes: Moisés, por el testimonio de dos o
16 Este es el pacto que yo haré tres testigos muere sin nin-
con ellos después de aquellos guna misericordia:
días, dice el Señor: Pondré mis 29 ¿Cuánto pensáis que será más
leyes en sus corazones y en sus digno de mayor castigo, el que
mentes las escribiré; hollare al Hijo de Dios, y tuviere
17 Y nunca más ya me acordaré por inmunda la sangre del pacto
de sus pecados e iniquidades. con la cual fue santificado, y ul-
18 Pues en donde hay remisión trajare al Espíritu de gracia?
de éstos, no hay ya más ofrenda 30 Porque conocemos al que
por pecado. dijo: Mía es la venganza, yo re-
19 Así que, hermanos, teniendo compensaré, dice el Señor. Y otra
confianza para entrar en el Lugar vez: El Señor juzgará a su pueblo.
Santísimo por la sangre de Jesús, 31 Horrenda cosa es caer en las
20 Por un nuevo camino, y vivo, manos del Dios vivo.
que él consagró para nosotros, 32 Traed empero a la memoria
por el velo, es a saber, por su los días primeros, en los cuales
carne; después de haber sido ilumina-
21 Y teniendo un gran sacerdote dos, sufristeis gran combate de
sobre la casa de Dios; aflicciones:
22 Acerquémonos con corazón 33 De una parte, ciertamente,
verdadero, en plena certidum- mientras fuisteis hechos el haz-
bre de fe, habiendo sido rocia- merreír tanto por oprobios como
dos nuestros corazones de mala por tribulaciones; y de otra parte
conciencia, y lavados los cuerpos fuisteis hechos compañeros de
con agua pura. los que de aquel modo eran tra-
23 Retengamos firme la profe- tados.
sión de nuestra fe, sin fluctuar; 34 Porque os compadecisteis
(que fiel es el que prometió;) también de mis cadenas, y acep-
24 Y considerémonos los unos a tasteis con gozo la rapiña de
los otros para provocarnos a vuestros bienes, sabiendo en
amor, y a buenas obras: vosotros mismos que tenéis una
25 No dejando nuestra congre- mejor sustancia en el cielo, y que
gación, como algunos tienen por permanece.
costumbre, mas exhortándonos; y 35 No arrojéis pues vuestra con-
tanto más, cuanto veis que fianza, que tiene grande remune-
aquel día se acerca. ración de galardón:
26 Porque si pecamos voluntaria- 36 Porque vosotros tenéis ne-
mente después de haber recibido cesidad de paciencia, para que,
313
Hebreos 11 Excelencia de la fe
habiendo hecho la voluntad de su casa; por la cual condenó al
Dios, recibáis la promesa. mundo, y fue hecho heredero de la
37 Porque aún un poquito de justicia que es por la fe.
tiempo, y el que ha de venir ven- 8 Por fe Abraham, cuando fue
drá, y no tardará. llamado para salir a un lugar
38 Mas el justo vivirá por fe; em- que había de recibir después por
pero si se retirare, no se compla- herencia, obedeció, y salió sin
cerá mi alma en él. saber a donde iba.
39 Mas nosotros no somos de 9 Por fe habitó en la tierra de la
aquellos que se retiran para per- promesa, como en tierra ajena,
dición, sino de los que creen para morando en tabernáculos con
salvación del alma. Isaac, y Jacob, los coherederos de
la misma promesa:
CAPÍTULO 11 10 Porque esperaba la ciudad que
S pues la fe la substancia de tiene fundamentos, cuyo artífice
E las cosas que se esperan, la
evidencia de las cosas que no se
y hacedor es Dios.

11 Por fe también la misma Sara


ven. recibió fuerza para concebir si-
2 Porque por ésta obtuvieron miente; y parió un hijo cuando
buen testimonio los antiguos. era fuera de edad, porque esti-
3 Por fe entendemos que los maba ser fiel el que había pro-
mundos fueron formados por la metido.
palabra de Dios, de modo que las 12 Por lo cual también de uno, y
cosas que se ven no fueron he- ése ya muerto como muerto, sa-
chas de cosas que aparecen. lieron como las estrellas del cielo en
4 Por fe Abel ofreció a Dios más multitud los descendientes, y como
excelente sacrificio que Caín, por la arena innumerable que está a la
lo cual obtuvo testimonio de que orilla del mar.
era justo, dando Dios testimonio a 13 En fe murieron todos éstos
sus dones; y por ella: él estan- sin haber recibido las promesas,
do muerto aún habla. sino habiéndolas visto de lejos, y
5 Por fe Enoc fue trasladado para siendo persuadidos de ellas, y ha-
que no viese muerte; y no fue ha- biéndolas abrazado, y habiendo
llado, porque le había trasladado confesado que eran peregrinos y
Dios; porque antes de su trasla- advenedizos sobre la tierra.
ción tuvo testimonio de haber 14 Porque los que tales cosas
agradado a Dios. dicen, claramente declaran que
6 Empero sin fe es imposible buscan una patria.
agradar a Dios; porque es menes- 15 Que a la verdad, si se acorda-
ter que el que a Dios se allega, ran de aquella de donde salieron,
crea que le hay; y que es galar- oportunidad hubieran tenido
donador de los que le buscan di- para volverse.
ligentemente. 16 Empero ahora anhelan la
7 Por fe Noé, siendo avisado por mejor, es a saber, la celestial: por lo
Dios de cosas que todavía no se cual Dios no se avergüenza de
veían, movido de temor, apare- llamarse Dios de ellos; porque
jó un arca para la salvación de les había aparejado ciudad.
314
La fe, su eficacia y poder Hebreos 11
17 Por fe ofreció Abraham a Rojo como por la tierra seca, lo
Isaac cuando fue probado; y él cual probando a hacer los Egip-
que había recibido las promesas cios fueron ahogados.
ofreció a su hijo unigénito, 30 Por fe cayeron los muros de
18 De quien fue dicho: Que en Jericó después que fueron rodea-
Isaac te será llamada simiente: dos siete días.
19 Habiendo considerado que 31 Por fe Rahab la ramera no pe-
aun de los muertos era Dios po- reció con los incrédulos, habien-
deroso para resucitar lo; de donde do recibido los espías con paz.
también le volvió a recibir por fi- 32 ¿Y qué más diré? porque el
gura. tiempo me faltaría, contando de
20 Por fe, bendijo Isaac a Jacob y Gedeón, y de Barac, y de Samsón, y
a Esaú acerca de las cosas que de Jefté; de David también, y de
habían de venir. Samuel, y de los profetas:
21 Por fe, Jacob muriéndose ben- 33 Los cuales por fe sojuzgaron
dijo a cada uno de los hijos de reinos, obraron justicia, alcanza-
José; y adoró, estribando sobre la ron promesas, taparon las bocas
punta de su bordón. de leones,
22 Por fe, José cuando murió 34 Apagaron el ímpetu del fuego,
hizo mención de la partida de escaparon el filo de la espada, de
los hijos de Israel; y dio manda- debilidad fueron hechos fuertes,
miento acerca de sus huesos. se hicieron valientes en guerra,
23 Por fe, Moisés cuando nació, pusieron en fuga ejércitos ex-
fue escondido de sus padres por tranjeros.
tres meses, porque vieron que era 35 Las mujeres recibieron sus
un niño hermoso; y no temieron muertos por resurrección: y otros
el mandamiento del rey. fueron torturados, no aceptan-
24 Por fe, Moisés hecho ya gran- do el rescate, para obtener una
de, rehusó de ser llamado hijo de la mejor resurrección:
hija de Faraón; 36 Y otros recibieron pruebas de
25 Escogiendo antes sufrir aflic- vituperios y azotes, y aun de esto,
ción con el pueblo de Dios, que de cadenas y prisión:
gozar las delicias del pecado por 37 Fueron apedreados, fueron
poco tiempo; aserrados en piezas, fueron ten-
26 Teniendo por mayores rique- tados, fueron muertos a muerte de
zas el vituperio de Cristo que los espada, anduvieron de acá
tesoros en Egipto: tenía respeto a para allá, en pieles de ovejas y
la recompensa del galardón. pieles de cabras, desamparados,
27 Por fe abandonó a Egipto no afligidos, atormentados;
temiendo la ira del rey; porque 38 De los cuales el mundo no era
perseveró, como viendo al que es digno: andando descaminados
invisible. por los desiertos, y montañas, y
28 Por fe hizo la pascua, y el de- cuevas, y cavernas de la tierra.
rramamiento de la sangre, para 39 Y todos éstos, habiendo obte-
que el que destruía a los primo- nido un buen testimonio por la fe, no
génitos no los tocase. recibieron la promesa:
29 Por fe pasaron por el mar 40 Habiendo Dios provisto algu-
315
Hebreos 12 La carrera del cristiano
na cosa mejor para nosotros, que de los espíritus y viviremos?
no fuesen perfeccionados sin no- 10 Porque aquéllos a la verdad
sotros. por pocos días nos castigaban
como a ellos les parecía; mas
CAPÍTULO 12 éste para lo que nos es provecho-
OR tanto nosotros también so, a fin de que participemos de
P que estamos rodeados de una
tan grande nube de testigos, des-
su santidad.

11 Es verdad que ningún castigo


echando todo peso, y el pecado al presente parece ser causa de
que tan cómodamente nos rodea, gozo, sino de tristeza; empero
corramos con paciencia la carre- después fruto apacible de justi-
ra que nos es puesta, cia da a los que por él son ejer-
2 Puestos los ojos en Jesús, el citados.
autor y consumador de la fe; el 12 Por lo cual levantad las manos
cual por el gozo que fue pues- caídas, y las rodillas débiles;
to delante de él sufrió la cruz, 13 Y haced sendas derechas para
menospreciando la vergüenza, vuestros pies, para que lo que es
y está sentado a la diestra del cojo no salga fuera de camino;
trono de Dios. sino antes bien sea sanado.
3 Pues, considerad a aquel que 14 Seguid la paz con todos; y la
sufrió tal contradicción de peca- santidad, sin la cual nadie verá al
dores contra sí mismo, para que Señor;
no os fatiguéis desmayando en 15 Mirando bien que ninguno
vuestras mentes. falte de la gracia de Dios, que
4 Vosotros no habéis aún resisti- ninguna raíz de amargura bro-
do hasta la sangre, combatiendo tando os perturbe, y por ella sean
contra el pecado. muchos contaminados;
5 Y habéis ya olvidado la exhor- 16 Que ninguno sea fornicario, o
tación que os habla como a hijos: profano, como Esaú, que por un
Hijo mío, no menosprecies el bocado de vianda vendió su pri-
castigo del Señor, ni desmayes mogenitura.
cuando eres de él reprendido: 17 Porque ya sabéis que aun des-
6 Porque el Señor al que ama pués deseando heredar la bendi-
castiga, y azota a cualquiera que ción, fue reprobado, que no halló
recibe por hijo. lugar de arrepentimiento, aun-
7 Si sufrís el castigo Dios os trata que la procuró con lágrimas.
como a hijos; porque ¿qué hijo 18 Porque no os habéis llegado
es aquel a quien el padre no cas- al monte que se podía tocar que
tiga? ardía con fuego, y al turbión, y
8 Mas si estáis sin castigo, del a la oscuridad, y a la tempestad,
cual todos son hechos partícipes 19 Y al sonido de la trompeta, y a la
luego sois bastardos, y no hijos. voz de las palabras, la cual los que
9 Además hemos tenido padres la oyeron rogaron que no se les
de nuestra carne, que nos co- hablase más;
rrigieron, y nosotros les reve- 20 (Porque no podían sufrir lo
renciábamos: ¿no nos sometere- que se mandaba: Que si aun una
mos pues mucho más al Padre bestia tocare al monte será ape-
316
Exhortación a la santidad Hebreos 13
dreada, o traspasada con dardo: los extranjeros; porque por esto
21 Y tan terrible cosa era lo que algunos hospedaron ángeles sin
se veía, que Moisés dijo: Estoy saberlo.
asombrado, y temblando:) 3 Acordaos de los que están en
22 Mas sois venidos al monte de cadenas, como si estuvieseis con
Sión, y a la ciudad del Dios vivo, ellos encadenados; y de los que
Jerusalem la celestial, y a la com- sufren en la adversidad, como
pañía innumerable de ángeles, siendo también vosotros mismos
23 A la asamblea general e igle- en el cuerpo.
sia de los primogénitos que están 4 Honroso es en todo el matrimo-
escritos en el cielo, y a Dios el nio, y la cama sin mancha; mas a los
juez de todos, y a los espíritus de fornicarios, y a los adúlteros
los justos hechos perfectos; juzgará Dios.
24 Y a Jesús el mediador del 5 Sean las conversaciones vuestras
nuevo pacto; y a la sangre de la sin avaricia, estando contentos
rociadura que habla cosas mejo- con las cosas que tenéis; porque
res que la de Abel. él mismo ha dicho: Yo nunca te
25 Mirad que no recuséis al que dejaré, ni tampoco te desampa-
habla. Porque si aquellos no es- raré.
caparon que recusaron al que ha- 6 De tal manera que digamos
blaba en la tierra, mucho menos con denuedo: El Señor es mi ayu-
escaparemos nosotros, si desecha- dador: y no temeré lo que me
mos al que nos habla desde el pueda hacer el hombre.
cielo: 7 Acordaos de vuestros pastores,
26 La voz del cual entonces con- que os han hablado la palabra de
movió la tierra; mas ahora ha Dios: la fe de los cuales seguid,
prometido, diciendo: Aún una considerando cuál haya sido el fin
vez, y yo conmoveré no solamen- de su conducta.
te la tierra, mas aun el cielo. 8 Jesu Cristo el mismo ayer, y
27 Y esta palabra, aún una vez, hoy, y por siempre.
significa la remoción de las cosas 9 No seáis llevados de acá para
conmovidas, como de cosas que allá con doctrinas diversas y ex-
son hechas, para que las cosas trañas. Porque es buena cosa que el
que no pueden ser conmovidas corazón sea establecido con la
permanezcan. gracia, no con viandas, que
28 Por lo cual, recibiendo un nunca aprovecharon a los que se
reino que no puede ser conmovi- han ocupado en ellas.
do, retengamos la gracia, por la 10 Tenemos un altar del cual no
cual sirvamos a Dios, agradándo- tienen facultad de comer los que
le con reverencia y temor: sirven al tabernáculo.
29 Porque nuestro Dios es fuego 11 Porque de los animales, la
consumidor. sangre de los cuales es metida
por el pecado en el santuario por
CAPÍTULO 13 el sumo sacerdote, los cuerpos
ERMANEZCA el amor herma- son quemados fuera del real.
P nable.
2 No os olvidéis de hospedar a
12 Por lo cual Jesús también,
para santificar al pueblo por su
317
Hebreos 13 Varios consejos y exhortaciones
propia sangre, padeció fuera de 20 Y el Dios de paz, que trajo
la puerta. de vuelta de entre los muertos a
13 Salgamos pues a él fuera del nuestro Señor Jesús, el gran Pas-
real, llevando su vituperio. tor de las ovejas, por la sangre
14 Porque no tenemos aquí ciu- del pacto eterno,
dad permanente, mas buscamos la 21 Os haga perfectos para toda
por venir. buena obra para que hagáis su
15 Así que, ofrezcamos por él a voluntad, haciendo él en voso-
Dios siempre sacrificio de ala- tros lo que es agradable delan-
banza, es a saber, fruto de labios te de él por Jesu Cristo: al cual
que confiesan a su nombre. es gloria por siempre jamás.
16 Empero del bien hacer, y de Amén.
la comunicación no os olvidéis; 22 Ruégoos empero, hermanos,
porque de tales sacrificios se que soportéis la palabra de ex-
agrada Dios. hortación, porque os he escrito en
17 Obedeced a vuestros pastores, breves palabras.
y sujetaos a ellos; porque ellos 23 Sabed que nuestro hermano
velan por vuestras almas, como Timoteo está puesto en libertad,
aquellos que han de dar la cuen- con el cual, si viniere más presto, he
ta; para que lo hagan con alegría, de veros.
y no gimiendo; porque esto no os 24 Saludad a todos vuestros pas-
es provechoso. tores, y a todos los santos. Los de
18 Orad por nosotros; porque Italia os saludan.
confiamos que tenemos buena 25 La gracia sea con todos voso-
conciencia, deseando conversar tros. Amén.
honestamente en todo.
19 Y tanto más os ruego que ha-
gáis esto; para que yo os sea más Escrita de Italia a los Hebreos, y enviada
presto restituido. con Timoteo.

318
La Epístola General de

JACOBO

J CAPÍTULO 1
ACOBO, siervo de Dios y del
sufre tentación; porque cuando
fuere probado, recibirá la corona
Señor Jesu Cristo, a las doce de vida, que el Señor ha prometi-
tribus que están esparcidas, salu- do a los que le aman.
dos. 13 Cuando alguno es tentado,
2 Hermanos míos, tened por todo no diga, yo soy tentado de Dios;
gozo cuando cayereis en diversas porque Dios no puede ser tenta-
tentaciones: do por el mal, ni él tienta a nadie:
3 Sabiendo que la prueba de 14 Sino que cada uno es tentado,
vuestra fe obra paciencia. cuando de su propia concupis-
4 Mas tenga la paciencia su obra cencia es atraído, y seducido.
perfecta, para que seáis perfec- 15 Y la concupiscencia después
tos y enteros, sin faltar en alguna que ha concebido, pare al peca-
cosa. do; y el pecado, siendo cumplido,
5 Si alguno de vosotros tiene engendra muerte.
falta de sabiduría, pídala a Dios, 16 Hermanos míos muy amados, no
el cual da a todos abundante- erréis.
mente, y no reprende, y le será 17 Toda buena dádiva, y todo
dada. don perfecto es de lo alto, que
6 Empero pida en fe, no dudan- desciende del Padre de las luces, en
do nada; porque el que duda, es el cual no hay mudanza, ni
semejante a la onda del mar, que sombra de variación.
es movida del viento, y es echa- 18 El, de su propia voluntad nos
da de una parte a otra. ha engendrado por la palabra de
7 No piense pues el tal hombre verdad, para que seamos como
que recibirá cosa alguna del primicias de sus criaturas.
Señor. 19 Así que, amados hermanos
8 El hombre de doblado ánimo, míos, todo hombre sea pronto
es inconstante en todos sus cami- para oír, tardío para hablar, tar-
nos. dío para la ira;
9 El hermano que es de baja suer- 20 Porque la ira del hombre no
te, gloríese en su ensalzamiento; obra la justicia de Dios.
10 Mas el que es rico, en su baje- 21 Por lo cual dejando toda in-
za; porque él se pasará como la mundicia, y superfluidad de ma-
flor de la hierba: licia, recibid con mansedumbre
11 Porque así como luego sale la palabra implantada en voso-
el sol con calor abrasador, y la tros, la cual puede salvar vues-
hierba se seca, y su flor se cae, y tras almas.
perece la hermosura de su apa- 22 Mas sed hacedores de la pala-
riencia: así también se marchita- bra, y no tan solamente oidores,
rá el rico en todos sus caminos. engañándoos a vosotros mismos.
12 Bienaventurado el varón que 23 Porque si alguno oye la pala-
319
Jacobo 2 Ricos y pobres
bra, y no la pone por obra, este de este mundo, ricos en fe, y he-
tal es semejante al hombre que rederos del reino que ha prome-
considera en un espejo su rostro tido a los que le aman?
natural: 6 Mas vosotros habéis desprecia-
24 Porque él se consideró a sí do al pobre. ¿Los ricos no os opri-
mismo, y se fue; e inmediata- men, y ellos mismos os arrastran a
mente se olvidó qué tal era. los juzgados?
25 Mas el que hubiere mirado 7 ¿No blasfeman ellos el buen
atentamente en la ley perfecta nombre por el cual sois llama-
que es la de la libertad, y hubie- dos?
re perseverado en ella, no siendo 8 Si ciertamente vosotros cum-
oidor olvidadizo, sino hacedor plís la ley real conforme a la
de la obra, este tal será bien- Escritura: Amarás a tu prójimo
aventurado en su hecho. como a ti mismo; bien hacéis;
26 Si alguno de entre vosotros 9 Mas si hacéis acepción de per-
piensa ser religioso, y no refre- sonas, cometéis pecado, y sois
na su lengua, sino que engaña su redargüidos por la ley como
propio corazón, la religión del transgresores.
tal es vana. 10 Porque cualquiera que hubie-
27 La religión pura y sin mácula re guardado toda la ley, y sin em-
delante de Dios y Padre es esta: bargo ofendiere en un punto, es
Visitar los huérfanos y las viudas hecho culpado de todos.
en sus tribulaciones, y guardarse 11 Porque el que dijo: No come-
sin mancha del mundo. tas adulterio, también dijo: No
matarás. Ahora bien, si no hubie-
CAPÍTULO 2 res cometido adulterio, empero
ERMANOS míos, no tengáis hubieres matado, ya eres hecho
H la fe de nuestro Señor Jesu
Cristo de gloria en acepción de
transgresor de la ley.
12 Así hablad, y así obrad como
personas. los que habéis de ser juzgados
2 Porque si en vuestra congrega- por la ley de libertad.
ción entra algún varón, que trae 13 Porque juicio sin misericordia
anillo de oro, vestido de preciosa será hecho a aquel que no hiciere
ropa, y también entra un pobre misericordia; y la misericordia se
vestido de vestidura vil, gloría contra el juicio.
3 Y tuviereis respeto al que trae 14 Hermanos míos, ¿qué aprove-
la vestidura preciosa, y le dije- chará si alguno dice que tiene fe,
reis: Tú siéntate aquí en buen y no tiene obras? ¿Podrá tal fe
lugar; y dijereis al pobre: Estáte salvarle?
tú allí en pie; o, siéntate aquí de- 15 Si el hermano, o la hermana
bajo del estrado de mis pies: están desnudos, o necesitados
4 ¿No os mostráis parciales, den- del mantenimiento de cada día,
tro de vosotros mismos, y sois 16 Y alguno de vosotros les dice: Id
hechos jueces de pensamientos en paz, calentaos, y hartaos,
malos? empero no les diereis las cosas
5 Hermanos míos amados, oid: que son necesarias para el cuer-
¿No ha escogido Dios los pobres po, ¿qué les aprovechará?
320
La fe y las obras Jacobo 3
17 Así también la fe, si no tuviere para que nos obedezcan, y go-
obras, es muerta por sí misma. bernamos todo su cuerpo.
18 Mas alguno dirá: Tú tienes fe, 4 He aquí también las naves,
y yo tengo obras; muéstrame tu siendo tan grandes, y siendo
fe sin tus obras; y yo te mostraré llevadas de impetuosos vientos,
mi fe por mis obras. son sin embargo gobernadas
19 Tú crees que hay un Dios: con un muy pequeño gobernalle
haces bien: también los demo- por donde quiera que quisiere la
nios creen, y tiemblan. gana del que gobierna.
20 ¿Mas, oh hombre vano, quie- 5 Semejantemente también la
res saber, que la fe sin las obras lengua es un pequeñito miembro,
es muerta? mas se gloría de grandes cosas.
21 Abraham, nuestro padre, ¿no He aquí, un pequeño fuego, ¡cuán
fue justificado por las obras, grande bosque enciende!
cuando hubo ofrecido a su hijo 6 Y la lengua es un fuego, un
Isaac sobre el altar? mundo de maldad. Así la lengua
22 ¿No ves que la fe obró con sus está puesta entre nuestros miem-
obras, y que por las obras la fe bros, la cual contamina todo el
fue hecha perfecta? cuerpo, e inflama el curso de la
23 Y la Escritura fue cumplida, naturaleza; y es inflamada del
que dice: Abraham creyó a Dios, y infierno.
le fue imputado a justicia, y fue 7 Porque toda naturaleza de bes-
llamado el Amigo de Dios. tias, y de aves, y de serpientes, y
24 Vosotros, pues, veis, que por de los del mar, se doma, y es do-
las obras es justificado el hom- mada por la naturaleza humana;
bre, y no solamente por la fe. 8 Pero ningún hombre puede
25 Semejantemente también domar la lengua: es un mal des-
Rahab la ramera, ¿no fue justi- frenado, llena de veneno mortal.
ficada por obras, cuando recibió 9 Con ella bendecimos a Dios, y
los mensajeros, y los echó fuera Padre, y con ella maldecimos a
por otro camino? los hombres, los cuales son he-
26 Porque como el cuerpo sin es- chos a la semejanza de Dios.
píritu está muerto, así también la 10 De una misma boca procede
fe sin obras es muerta. bendición y maldición. Herma-
nos míos, no conviene que estas
CAPÍTULO 3 cosas sean así hechas.
ERMANOS míos, no os ha- 11 ¿Echa alguna fuente por un
H gáis muchos maestros, sa-
biendo que recibiremos mayor
mismo manantial agua dulce y
amarga?
condenación. 12 Hermanos míos, ¿puede la
2 Porque todos ofendemos en higuera producir aceitunas; o la
muchas cosas. Si alguno no ofen- vid, higos? Así ninguna fuente
de en palabra, éste es varón per- puede dar agua salada y dulce.
fecto, que también puede con 13 ¿Quién es sabio, y entendi-
freno gobernar todo el cuerpo. do entre vosotros? muestre por
3 He aquí, nosotros ponemos fre- buena conducta sus obras en
nos en las bocas de los caballos mansedumbre de sabiduría.
321
Jacobo 4 Pecados de la lengua
14 Empero si tenéis envidia amar- tid al diablo, y huirá de vosotros.
ga, y contención en vuestros co- 8 Acercaos a Dios, y él se acer-
razones, no os gloriéis, ni seáis cará a vosotros. Pecadores, lim-
mentirosos contra la verdad; piad vuestras manos; y vosotros de
15 Esta sabiduría no es la que doble ánimo, purificad vuestros
desciende de lo alto, sino que es corazones.
terrena, sensual, y diabólica. 9 Afligíos, y lamentad, y llorad.
16 Porque donde hay envidia y Vuestra risa conviértase en lloro, y
contención, allí hay confusión, y vuestro gozo en tristeza.
toda obra perversa. 10 Humillaos delante de la pre-
17 Mas la sabiduría que es de lo sencia del Señor, y él os ensal-
alto, primeramente es pura, des- zará.
pués pacífica, modesta, benigna, 11 Hermanos, no digáis mal los
llena de misericordia y de bue- unos de los otros: el que dice mal
nos frutos, sin parcialidad y sin de su hermano, y juzga a su her-
hipocresía. mano, este tal dice mal de la ley,
18 Y el fruto de justicia se siem- y juzga a la ley; mas si tú juzgas
bra en paz para aquellos que a la ley, no eres hacedor de la ley,
hacen paz. sino juez.
12 Uno es el dador de la ley, que
CAPÍTULO 4 puede salvar, y destruir: ¿Quién
DE dónde vienen las guerras, y eres tú que juzgas a otro?
¿ los pleitos entre vosotros? ¿ no 13 Ea ahora, vosotros los que
vienen de esto, a saber, de vues- decís: Hoy o mañana iremos a tal
tras concupiscencias, las cuales ciudad, y estaremos allá un año, y
combaten en vuestros miembros? compraremos y venderemos, y
2 Codiciáis, y no tenéis: matáis ganaremos:
y apetecéis tener, y no podéis al- 14 Por cuanto vosotros no sabéis
canzar: combatís y guerreáis, em- lo que será mañana. Porque, ¿qué
pero no tenéis, porque no pedís. es vuestra vida? Ciertamente es
3 Pedís, y no recibís; porque un vapor que se aparece por un
pedís mal, para gastar lo en vues- poco de tiempo, y después se
tras concupiscencias. desvanece.
4 Adúlteros y adúlteras, ¿no sa- 15 En lugar de lo cual deberíais
béis que la amistad del mundo es decir: Si el Señor quisiere, y si vi-
enemistad con Dios? Cualquiera, viéremos, haremos esto o aquello.
pues, que quisiere ser amigo del 16 Mas ahora os jactáis en vues-
mundo, se constituye enemigo tras soberbias. Toda jactancia se-
de Dios. mejante es maligna.
5 ¿Pensáis que la Escritura dice 17 Así que, el que sabe hacer lo
en vano: El espíritu que mora en bueno, y no lo hace, le es pecado.
nosotros, codicia para envidia?
6 Mas él da mayor gracia. Por CAPÍTULO 5
esto él dice: Dios resiste a los so- A ya ahora, vosotros ricos,
berbios, empero da gracia a los

humildes.
E llorad aullando por vuestras

miserias que vendrán sobre vo-


7 Sed pues sujetos a Dios: resis- sotros.
322
Las inclinaciones al mal Jacobo 5
2 Vuestras riquezas están podri- aventurados a los que sufren. Vo-
das; y vuestras ropas están comi- sotros habéis oído de la pacien-
das de la polilla. cia de Job, y habéis visto el fin
3 Vuestro oro y plata están gan- del Señor, que el Señor es muy
grenados de orín, y el orín de misericordioso y piadoso.
ellos será testimonio contra vo- 12 Empero, hermanos míos, ante
sotros, y comerá del todo vues- todas cosas no juréis, ni por el
tras carnes como fuego: Os ha- cielo, ni por la tierra, ni por otro
béis allegado tesoro para en los cualquier juramento; mas vues-
postreros días. tro sí, sea sí; y vuestro no, no; por-
4 He aquí, el jornal de los obre- que no caigáis en condenación.
ros que han segado vuestras tie- 13 ¿Está alguno entre vosotros
rras, el cual por fraude no les ha afligido? haga oración. ¿Está
sido pagado de vosotros, clama; y alguno alegre entre vosotros?
los clamores de los que habían cante salmos.
segado han entrado en los oídos 14 ¿Está alguno enfermo entre
del Señor de Sabaot. vosotros? llame a los ancianos
5 Habéis vivido en concupiscen- de la iglesia, y oren sobre él, un-
cias sobre la tierra, y sido diso- giéndole con aceite en el nombre
lutos, y habéis cebado vuestros del Señor;
corazones como en un día de 15 Y la oración de fe salvará al
matanza. enfermo, y el Señor lo levantará; y
6 Habéis condenado y muerto al si hubiera cometido pecados, le
justo, y él no os resiste. serán perdonados.
7 Por tanto, hermanos, sed pa- 16 Confesaos vuestras faltas unos a
cientes hasta la venida del Señor. otros, y rogad los unos por los
He aquí, el labrador espera el otros, para que seáis sanos. La
precioso fruto de la tierra, espe- oración ferviente y eficaz del
rando pacientemente, hasta que justo puede mucho.
reciba la lluvia temprana y tar- 17 Elías era hombre sujeto a se-
día, mejantes pasiones que nosotros, y
8 Sed pues también vosotros rogó fervientemente que no llo-
pacientes, y confirmad vuestros viese, y no llovió sobre la tierra
corazones; porque la venida del por tres años, y seis meses.
Señor se acerca. 18 Y otra vez oró, y el cielo dio
9 Hermanos, no gimáis unos con- lluvia, y la tierra produjo su fruto.
tra otros, porque no seáis conde- 19 Hermanos, si alguno de entre
nados: He aquí, el juez está de vosotros errare de la verdad, y
pie delante de la puerta. alguno le convirtiere,
10 Hermanos míos, tomad por 20 Sepa que el que hubiere hecho
ejemplo de sufrir aflicción, y de convertir al pecador del error de
paciencia a los profetas que han su camino, salvará un alma de
hablado en el nombre del Señor. muerte, y cubrirá multitud de
11 He aquí, tenemos por bien- pecados.

323
La Primera Epístola General de

PEDRO

P CAPÍTULO 1
EDRO, apóstol de Jesu Cristo,
que es, la salvación de vuestras
almas.
a los extranjeros que están es- 10 De la cual salvación los profe-
parcidos en Ponto, en Galacia, en tas (que profetizaron de la gra-
Capadocia, en Asia, y en Bitinia: cia que había de venir en vosotros)
2 Elegidos según la presciencia han inquirido, y diligentemente
de Dios Padre, en santificación buscado:
del Espíritu, para obedecer, y ser 11 Escudriñando cuándo, y en
rociados con la sangre de Jesu qué punto de tiempo significaba el
Cristo: Gracia y paz os sea mul- Espíritu de Cristo que estaba en
tiplicada. ellos: el cual antes daba tes-
3 Bendito sea el Dios y Padre de timonio de las aflicciones que
nuestro Señor Jesu Cristo, el cual habían de venir a Cristo, y las
según su grande misericordia glorias después de ellas:
nos ha reengendrado en esperan- 12 A los cuales fue revelado, que
za viva, por la resurrección de no para sí mismos, sino para no-
Jesu Cristo de entre los muertos: sotros administraban las cosas,
4 Para una herencia incorrup- que ahora os son anunciadas
tible, no contaminada, y no se de los que os han predicado el
marchita, reservada en el cielo evangelio, por el Espíritu Santo
para vosotros, enviado del cielo; en las cuales
5 Que sois guardados por el poder cosas desean mirar los ángeles.
de Dios por fe, para la salvación 13 Por lo cual ceñid los lomos de
que está aparejada para ser reve- vuestra mente, sed sobrios, y es-
lada en el postrimero tiempo. perad perfectamente hasta el fin
6 En lo cual vosotros os rego- aquella gracia que os ha de traer
cijáis grandemente, estando al en la revelación de Jesu Cristo.
presente un poco de tiempo, si 14 Como hijos obedientes, no
es necesario, afligidos en diver- conformándoos con las concu-
sas tentaciones. piscencias que antes teníais es-
7 Para que la prueba de vuestra tando en vuestra ignorancia;
fe, mucho más preciosa que el 15 Mas como aquel que os ha lla-
oro, el cual perece, aunque sea mado es santo, semejantemente
probado con fuego, sea hallada también vosotros sed santos en
en alabanza y gloria y honra en toda manera de vivir;
la revelación de Jesu Cristo: 16 Porque escrito está: Sed san-
8 Al cual no habiendo visto, le tos, porque yo soy santo.
amáis: en el cual creyendo, aun- 17 Y si invocáis al Padre, que
que al presente no le veáis, os sin acepción de personas juzga
alegráis con gozo inefable y lleno según la obra de cada uno, con-
de gloria; versad en temor todo el tiempo de
9 Recibiendo el fin de vuestra fe, vuestra peregrinación:
324
Cristo, la piedra angular I Pedro 2
18 Sabiendo que fuisteis redimidos 4 Al cual allegándoos, como a la
de vuestra vana manera de vivir, piedra viva, reprobada cierto de
la cual recibisteis por tradición de los hombres, empero escogida de
vuestros padres, no con cosas co- Dios, y preciosa,
rruptibles, como oro o plata; 5 Vosotros también, como pie-
19 Sino con la sangre preciosa de dras vivas, sois edificados una
Cristo, como de un cordero sin casa espiritual, un sacerdocio
mancha, y sin contaminación: santo, para ofrecer sacrificios es-
20 Ya preordinado ciertamente pirituales, agradables a Dios por
desde antes de la fundación del medio de Jesu Cristo.
mundo, pero manifestado en los 6 Por lo cual también contiene la
postrimeros tiempos por amor de Escritura: He aquí, yo pongo en
vosotros. Sión la principal piedra del án-
21 Que por él creéis en Dios, el gulo, escogida, preciosa; y el que
cual le resucitó de los muertos, y creyere en él no será confundido.
le ha dado gloria, para que vues- 7 Para vosotros pues que creéis él es
tra fe y esperanza sea en Dios: precioso; mas para los desobe-
22 Habiendo purificado vues- dientes, la piedra que los edifica-
tras almas en la obediencia de la dores reprobaron, ésta fue hecha la
verdad, por el Espíritu, para un cabeza del ángulo,
amor hermanable, sin fingimien- 8 Y piedra de tropiezo, y roca de
to amaos unos a otros ferviente- escándalo, a aquellos que tropie-
mente de corazón puro: zan en la palabra, siendo desobe-
23 Siendo renacidos, no de si- dientes; a lo que también fueron
miente corruptible, sino de inco- ordenados.
rruptible, por la palabra de Dios, 9 Mas vosotros sois el linaje esco-
que vive y permanece por siempre. gido, el real sacerdocio, nación
24 Porque toda carne es como santa, pueblo peculiar, para que
hierba, y toda la gloria del hom- anunciéis las virtudes de aquel
bre como la flor de la hierba. La que os ha llamado de las tinie-
hierba se seca, y la flor se cae; blas a su luz maravillosa:
25 Mas la palabra del Señor per- 10 Vosotros, que en el tiempo pa-
manece por siempre: Y esta es la sado no erais pueblo, mas ahora
palabra que por el evangelio os sois pueblo de Dios, que no ha-
ha sido predicada. bíais alcanzado misericordia,
mas ahora habéis ya alcanzado
CAPÍTULO 2 misericordia.
OR lo que desechando toda 11 Amados, yo os ruego, como a
P malicia, y todo engaño, y
fingimientos, y envidias, y toda
extranjeros y peregrinos, que os
abstengáis de las concupiscen-
suerte de maledicencias, cias carnales, que batallan con-
2 Como niños recién nacidos, de- tra el alma,
sead ardientemente la leche no 12 Teniendo vuestra manera de
adulterada de la palabra, para vivir honesta entre los Gentiles;
que por ella crezcáis: para que, en lo que ellos murmu-
3 Si empero habéis gustado que ran de vosotros como de malhe-
el Señor es benigno. chores, glorifiquen a Dios en el
325
I Pedro 3 Sumisión a la autoridad
día de la visitación, estimándoos pecados en su cuerpo sobre el
por las buenas obras. madero, para que nosotros sien-
13 Sed pues sujetos a toda or- do muertos a los pecados, viva-
denanza humana por causa del mos a la justicia: por la herida
Señor: ahora sea a rey, como a del cual habéis sido sanados.
superior: 25 Porque vosotros erais como
14 O a los gobernadores, como ovejas descarriadas; mas ahora
enviados por él, para castigo de habéis vuelto al Pastor, y Obispo de
los malhechores, y para loor de vuestras almas.
los que hacen bien.
15 Porque esta es la voluntad de CAPÍTULO 3
Dios, que haciendo bien, hagáis SIMISMO, vosotras mujeres,
callar la ignorancia de los hom-

bres insensatos:
A sed sujetas a vuestros pro-

pios maridos; para que, si algu-


16 Como libres, y no como te- nos no obedecen la palabra, sean
niendo la libertad por cobertura también ganados sin palabra por la
de malicia, sino como siervos de conducta de las mujeres:
Dios. 2 Considerando vuestra casta
17 Honrad a todos. Amad la her- conducta, que es en temor.
mandad. Temed a Dios. Honrad 3 El adorno de las cuales no sea
al rey. exterior con encrespamiento del
18 Siervos, sed sujetos con todo cabello, y atavío de oro, ni en
temor a vuestros señores; no so- compostura de ropas;
lamente a los buenos y humanos, 4 Sino el hombre encubierto del
mas aun también a los rigurosos. corazón en el adorno incorrupti-
19 Porque esto es agradable, si ble de un espíritu manso y quie-
alguno a causa de la conciencia to, lo cual es de grande estima
delante de Dios, sufre molestias, delante de Dios.
padeciendo injustamente. 5 Porque así también se atavia-
20 Porque ¿qué gloria es, si pe- ban en el tiempo antiguo aque-
cando vosotros sois abofeteados, llas santas mujeres que espera-
y lo sufrís? empero si haciendo ban en Dios, estando sujetas a
bien, sois afligidos, y lo sufrís, esto sus propios maridos:
es cierto agradable delante de Dios. 6 Como Sara obedecía a Abra-
21 Porque para esto fuisteis lla- ham, llamándole señor: de la
mados, pues que también Cristo cual vosotras sois hechas hijas,
padeció por nosotros, dejándo- haciendo bien, y no siendo es-
nos un ejemplo, para que voso- pantadas de ningún pavor.
tros sigáis sus pisadas. 7 Vosotros maridos semejan-
22 El cual no hizo pecado, ni fue temente morad con ellas según
hallado engaño en su boca: conocimiento, dando honor a la
23 El cual, cuando le maldecían, esposa, como a vaso más débil, y
no tornaba a maldecir; y cuando como a herederas juntamente de
padecía, no amenazaba; sino que la gracia de vida; para que vues-
remitía su causa al que juzga jus- tras oraciones no sean cortadas.
tamente. 8 Y finalmente sed todos de
24 El cual mismo llevó nuestros una misma mente, compasivos,
326
Sufrir por hacer el bien I Pedro 4
amándoos hermanablemente, mente muerto en la carne, pero
misericordiosos, amigables, vivificado por el Espíritu.
9 No volviendo mal por mal, ni 19 En el cual también fue, y pre-
maldición por maldición, sino dicó a los espíritus en prisión:
antes por el contrario, bendicien- 20 Los cuales en el tiempo pasa-
do: sabiendo que para esto voso- do fueron desobedientes, cuando
tros fuisteis llamados, para que una vez se esperaba la pacien-
poseáis en herencia bendición. cia de Dios, en los días de Noé,
10 Porque el que quiere amar la cuando se aparejaba el arca, en
vida, y ver los días buenos, refre- la cual pocas, es a saber, ocho
ne su lengua de mal, y sus labios almas, fueron salvas por agua.
no hablen engaño. 21 A la figura de la cual el bautis-
11Apártese del mal, y haga bien: mo, que ahora corresponde, nos
busque la paz, y sígala. salva por la resurrección de Jesu
12 Porque los ojos del Señor están Cristo (no quitando las inmun-
sobre los justos, y sus oídos aten- dicias de la carne, mas dando
tos a sus oraciones: el rostro del testimonio de buena conciencia
Señor está contra aquellos que delante de Dios,)
hacen mal. 22 El cual, habiendo subido al
13 ¿Y quién es aquel que os podrá cielo, está a la diestra de Dios: a
dañar, si vosotros seguís el bien? quien están sujetos los ángeles, y
14 Mas también si alguna cosa las autoridades, y poderes.
padecéis por la justicia, sois bien-
aventurados, por tanto no temáis CAPÍTULO 4
por el temor de aquellos, y no UES que Cristo ha padecido
seáis turbados;

15 Mas santificad al Señor Dios


P por nosotros en la carne, vo-

sotros también estad armados


en vuestros corazones y estad con la misma mente: que el que
siempre aparejados para respon- ha padecido en la carne, cesó de
der a cada uno que os demanda pecado;
razón de la esperanza que está 2 Para que ya el tiempo que le
en vosotros; con mansedumbre queda en carne, viva, no a las
y temor; concupiscencias de los hombres,
16 Teniendo buena conciencia, sino a la voluntad de Dios.
para que, en lo que dicen mal de 3 Porque nos debe bastar que el
vosotros, como de malhechores, tiempo pasado de nuestra vida
sean confundidos los que calum- hayamos hecho la voluntad de
nian vuestra buena conducta en los Gentiles, cuando andábamos
Cristo. en lascivias, concupiscencias,
17 Porque mejor es que padez- embriagueces, glotonerías, ban-
cáis haciendo bien, si la voluntad quetes, y abominables idolatrías.
de Dios así lo quiere, que hacien- 4 En lo cual les parece cosa ex-
do mal. traña de que vosotros no corráis
18 Porque también Cristo pade- con ellos en el mismo desenfrena-
ció una vez por los pecados, el miento de disolución, ultraján-
justo por los injustos, para que él doos:
nos llevase a Dios, siendo cierta- 5 Los cuales darán cuenta al que
327
I Pedro 5 La nueva vida en Cristo
está aparejado para juzgar los padezca como homicida, o la-
vivos y los muertos. drón, o malhechor, o por meter-
6 Porque por esto ha sido predi- se en negocios ajenos.
cado también el evangelio a los 16 Pero si alguno padece como
muertos; para que sean juzgados Cristiano, no se avergüence,
según los hombres en la carne, antes glorifique a Dios en esta
mas vivan según Dios en el es- parte.
píritu. 17 Porque ya es tiempo que el jui-
7 Mas el fin de todas las cosas cio comience por la casa de Dios;
está cerca. Sed pues sobrios, y y si primero comienza por noso-
velad en oración. tros, ¿qué fin será el de aquellos
8 Y sobre todo tened entre vo- que no obedecen al evangelio de
sotros ferviente caridad; porque Dios?
la caridad cubrirá la multitud de 18 Y si el justo es dificultosamen-
pecados. te salvo, ¿a dónde aparecerá el
9 Hospedaos los unos a los otros ímpio, y el pecador?
sin murmuraciones. 19 Y por eso los que padecen
10 Cada uno según el don que ha según la voluntad de Dios, enco-
recibido, adminístrelo a los otros, miéndenle sus almas, como a fiel
como buenos mayordomos de la Creador, haciendo bien.
multiforme gracia de Dios.
11 Si alguno habla, hable confor- CAPÍTULO 5
me a los oráculos de Dios: si al- O exhorto a los ancianos que
guno ministra, ministre conforme

a la virtud que Dios da: para que


Y están entre vosotros, (yo an-

ciano también con ellos, y tes-


en todas cosas sea Dios glorifica- tigo de las aflicciones de Cristo,
do por Jesu Cristo, al cual es la que soy también participante de
gloria, y el imperio por siempre la gloria que ha de ser revelada:)
jamás. Amén. 2 Apacentad el rebaño de Dios
12 Carísimos, no os maravilléis que está entre vosotros, teniendo
cuando sois probados por fuego, cuidado de él, no por fuerza, mas
lo cual se hace para vuestra prue- voluntariamente: no por ganan-
ba, como si alguna cosa peregri- cia deshonesta, sino de un ánimo
na os aconteciese; pronto;
13 Mas antes, en que sois partici- 3 Y no como teniendo señorío
pantes de las aflicciones de Cris- sobre la herencia de Dios, sino de tal
to, regocijaos; para que también manera que seáis dechados del
en la revelación de su gloria os rebaño.
regocijéis de gran gozo. 4 Y cuando apareciere el Prínci-
14 Si sois vituperados por el pe de los pastores, vosotros reci-
nombre de Cristo, sois bienaven- biréis la corona inmarcesible de
turados; porque el espíritu de gloria.
gloria, y de Dios reposa sobre 5 Semejantemente vosotros los
vosotros. Cierto según ellos él es mancebos, sed sujetos a los an-
blasfemado, mas según vosotros cianos, de tal manera que seáis
es glorificado. todos sujetos uno a otro. Vestíos
15 Así que, ninguno de vosotros de humildad; porque Dios resiste
328
Padecer como cristianos I Pedro 5
a los soberbios, y da gracia a los eterna por Cristo Jesús, después
humildes. que hubiereis un poco de tiempo
6 Humillaos pues debajo de la padecido, el mismo os perfeccio-
poderosa mano de Dios, para que ne, confirme, fortalezca, y esta-
él os ensalce cuando fuere tiem- blezca:
po: 11 A él sea la gloria, y el imperio por
7 Echando toda vuestra congoja siempre jamás. Amén.
en él; porque él tiene cuidado de 12 Por Silvano que os es (según yo
vosotros. pienso) hermano fiel, os he
8 Sed templados, y velad; porque escrito brevemente, exhortán-
vuestro adversario el diablo anda doos, y testificándoos, que ésta es la
como león rugiendo en derredor, verdadera gracia de Dios, en la cual
buscando a quien devore: vosotros estáis firmes.
9 Al cual resistid firmes en la fe 13 La iglesia que está en Babilo-
sabiendo que las mismas aflic- nia, juntamente elegida con voso-
ciones han de ser cumplidas en tros, os saluda, y Marcos mi hijo.
la compañía de vuestros herma- 14 Saludaos unos a otros con
nos que están en el mundo. beso de caridad. Paz a vosotros
10 Mas el Dios de toda gracia, todos, los que estáis en Cristo
que nos ha llamado a su gloria Jesús. Amén.

329
La Segunda Epístola General de
PEDRO

S CAPÍTULO 1
IMÓN Pedro, siervo y após-
más procurad de hacer firme
vuestra vocación y elección; por-
tol de Jesu Cristo, a los que que haciendo estas cosas, no cae-
habéis alcanzado fe igualmente réis jamás.
preciosa con nosotros por la jus- 11 Porque de esta manera os será
ticia de nuestro Dios y Salvador abundantemente administrada
Jesu Cristo. la entrada en el reino eterno de
2 Gracia y paz os sean multipli- nuestro Señor y Salvador Jesu
cadas en el conocimiento de Dios, y Cristo.
de Jesús nuestro Señor: 12 Por lo cual yo no dejaré de re-
3 Como todas las cosas que per- cordaros siempre de estas cosas,
tenecen a la vida y a la piedad, aunque vosotros las sepáis, y es-
nos han sido dadas de su divino téis confirmados en la verdad
poder, por el conocimiento de presente.
aquel que nos ha llamado por 13 Porque tengo por justo, en
gloria y virtud, tanto que estoy en este taberná-
4 Por las cuales nos son dadas culo, de incitaros por medio de
grandísimas y preciosas prome- recordamientos:
sas; para que por ellas fueseis 14 Sabiendo que en breve tengo
hechos participantes de la natu- que dejar este mi tabernáculo,
raleza divina, habiendo escapa- como nuestro Señor Jesu Cristo me
do de la corrupción que está en el ha declarado.
mundo por concupiscencia. 15 También yo procuraré con di-
5 Vosotros también, poniendo ligencia, que después de mi falle-
toda diligencia en esto mismo, cimiento vosotros podáis tener
añadid a vuestra fe virtud; y a la siempre memoria de estas cosas.
virtud conocimiento; 16 Porque nosotros no os habe-
6 Y al conocimiento templanza, y a mos dado a conocer el poder y
la templanza paciencia; y a la la venida de nuestro Señor Jesu
paciencia piedad; Cristo, siguiendo fábulas por arte
7 Y a la piedad amor hermanable, compuestas; sino como habiendo
y al amor hermanable caridad. con nuestros propios ojos visto
8 Porque si en vosotros hay estas su majestad.
cosas, y abundan, no os dejarán 17 Porque él había recibido de
estar ociosos, ni estériles en el Dios Padre honra y gloria, cuan-
conocimiento de nuestro Señor do una tal voz fue a él enviada de
Jesu Cristo. la magnífica gloria: Este es el
9 Empero el que no tiene estas amado Hijo mío, en el cual yo me
cosas es ciego, y no puede ver de he agradado.
lejos, estando olvidado de la puri- 18 Y nosotros oímos esta voz en-
ficación de sus antiguos pecados. viada del cielo, cuando estába-
10 Por lo cual, hermanos, tanto mos con él en el monte santo.
330
Falsos profetas y maestros II Pedro 2
19 Tenemos también la palabra y poniéndolas por ejemplo a los
profética más firme: a la cual ha- que habían de vivir impíamente;
céis bien de estar atentos como a 7 Y libró al justo Lot, afligido por la
una luz que alumbra en un lugar nefanda conducta de aquellos
oscuro, hasta que el día escla- malvados:
rezca, y la estrella de la mañana 8 (Porque aquel hombre justo
salga en vuestros corazones: morando entre ellos, por lo que
20 Sabiendo primero esto, que veía y oía, afligía su alma justa
ninguna profecía de la Escritura todos los días con los hechos ilí-
es de privada interpretación. citos de ellos;)
21 Porque la profecía no vino en 9 Sabe el Señor librar de tenta-
los tiempos pasados por volun- ción a los piadosos, y reservar a
tad de hombre: mas los santos los injustos para ser atormenta-
hombres de Dios hablaron, sien- dos en el día del juicio:
do movidos por el Espíritu Santo. 10 Y principalmente a aquellos
que, siguiendo la carne, andan
CAPÍTULO 2 en concupiscencia de inmundi-
MPERO hubo también falsos cia, y desprecian las autoridades:
E profetas entre el pueblo, así

como habrá entre vosotros fal-


atrevidos, contumaces, que no
temen de decir mal de las digni-
sos maestros, que introducirán dades:
encubiertamente herejías de per- 11 Como quiera que los ángeles,
dición, y aun negando al Señor que son mayores en fuerza y en
que los compró, trayendo sobre potencia, no pronuncian juicio
sí mismos acelerada perdición. de maldición contra ellas delan-
2 Y muchos seguirán sus perdi- te del Señor.
ciones: por los cuales el camino 12 Mas éstos diciendo mal de las
de la verdad será blasfemado; cosas que no entienden, como
3 Y por avaricia harán merca- bestias brutas, que naturalmente
dería de vosotros con palabras son hechas para presa y destruc-
fingidas: sobre los cuales la con- ción, perecerán enteramente en su
denación ya de largo tiempo no se propia corrupción,
tarda, y su perdición no se duerme. 13 Y recibirán el galardón de su
4 Porque si no perdonó Dios a los injusticia, como los que reputan por
ángeles que pecaron, mas antes placer los deleites del día:
habiéndolos despeñado en el in- Estos son suciedades y manchas, los
fierno con cadenas de oscuridad, cuales comiendo con voso-
los entregó para ser reservados al tros, juntamente se recrean en
juicio; sus propios errores:
5 Y no perdonó al mundo viejo, 14 Teniendo los ojos llenos de
mas antes preservó a Noé, la oc- adulterio, y no saben cesar de
tava persona, predicador de justi- pecar: cebando las almas incons-
cia, y trayendo el diluvio sobre el tantes, teniendo el corazón ejer-
mundo de malvados; citado en codicias, siendo hijos de
6 Y si condenó por destrucción maldición:
las ciudades de Sodoma, y de 15 Que dejando el camino dere-
Gomorra, tornándolas en ceniza, cho han errado, habiendo segui-
331
II Pedro 3 Los falsos doctores
do el camino de Balaam, el hijo pierto vuestras mentes puras:
de Bosor, el cual amó el premio 2 Para que tengáis memoria de
de la maldad; las palabras que antes han sido
16 Mas fue reprendido por su dichas por los santos profetas, y
misma transgresión: la muda del mandamiento de nosotros los
asna, hablando en voz de hom- apóstoles del Señor y Salvador:
bre, refrenó la locura del profeta. 3 Sabiendo primero esto, que
17 Estos son fuentes sin agua, en los postrimeros días vendrán
nubes traídas de torbellino de burladores, andando según sus
viento; para los cuales está guar- propias concupiscencias,
dada eternamente la oscuridad 4 Y diciendo: ¿Dónde está la pro-
de las tinieblas. mesa del advenimiento de él?
18 Porque hablando arrogantes Porque desde el día en que los
palabras de vanidad, ceban con las padres se durmieron, todas las
concupiscencias de la carne en cosas perseveran así como desde el
disoluciones a los que verda- principio de la creación.
deramente habían huido de los 5 Porque ellos ignoran esto vo-
que viven en error: luntariamente, que por la pala-
19 Prometiéndoles libertad, sien- bra de Dios, los cielos fueron en
do ellos mismos siervos de co- el tiempo antiguo, y la tierra que
rrupción. Porque el que es de por agua y en agua subsiste:
alguno vencido, es sujeto a la 6 Por lo cual el mundo de enton-
servidumbre del que le venció. ces pereció anegado por agua.
20 Porque si habiéndose ellos 7 Empero los cielos que son
apartado de las contaminaciones ahora, y la tierra, son conserva-
del mundo, por el conocimiento dos por la misma palabra, guar-
del Señor y Salvador Jesu Cris- dados para el fuego en el día del
to, y otra vez envolviéndose en juicio, y de la perdición de los
ellas, son vencidos, sus postrime- hombres impíos.
rías les son hechas peores que los 8 Mas, amados, no ignoréis esta
principios. una cosa, que un día delante del
21 Porque mejor les hubiera sido Señor es como mil años, y mil
no haber conocido el camino de años como un día.
la justicia, que, después de ha- 9 El Señor no tarda su promesa,
berlo conocido, tornarse atrás como algunos la tienen por tar-
del santo mandamiento que les danza; empero es paciente para
fue dado. con nosotros, no queriendo que
22 Pero les ha acontecido lo del ninguno perezca, sino que todos
verdadero proverbio: El perro se vengan al arrepentimiento.
volvió a su propio vómito, y la 10 Mas el día del Señor vendrá
puerca lavada a revolcarse en el como ladrón en la noche; en el
cieno. cual los cielos pasarán con gran-
de estruendo, y los elementos
CAPÍTULO 3 ardiendo serán deshechos, y la
ARÍSIMOS, yo os escribo tierra y las obras que hay en ella
C ahora esta segunda carta, en
las cuales por recordaros, des-
serán enteramente quemadas.
11 Pues, como todas estas cosas
332
El día del Señor II Pedro 3
han de ser deshechas, ¿qué tales duría que le ha sido dada, os ha
conviene que vosotros seáis en escrito;
santa y piadosa manera de vivir, 16 Como también en todas sus
12 Esperando, y apresurándoos epístolas hablando en ellas de
para el advenimiento del día de estas cosas; entre las cuales hay
Dios, en el cual los cielos siendo algunas difíciles de entender, las
encendidos, serán deshechos, y cuales los indoctos e inconstan-
los elementos siendo abrasados, tes tuercen, como también las
se fundirán? otras Escrituras, para perdición
13 Pero esperamos cielos nuevos, de sí mismos.
y tierra nueva, según su promesa, 17 Así que vosotros, amados, sa-
en los cuales mora la justicia. biendo de antemano estas cosas,
14 Por lo cual, amados, estando guardaos que por el error de
en esperanza de estas cosas, pro- los abominables no seáis junta-
curad con diligencia que seáis de él mente extraviados, y caigáis de
hallados sin mácula, y sin re- vuestra propia firmeza.
prensión, en paz. 18 Mas creced en la gracia, y
15 Y tened por salvación la larga en el conocimiento de nuestro
paciencia de nuestro Señor, así Señor y Salvador Jesu Cristo. A
como también nuestro amado él sea gloria ahora, y por siem-
hermano Pablo, según la sabi- pre. Amén.

333
La Primera Epístola General de

JUAN

L CAPÍTULO 1
O que era desde el principio,
cado, le hacemos a él mentiroso,
y su palabra no está en nosotros.
lo que hemos oído, lo que
hemos visto con nuestros ojos, CAPÍTULO 2
lo que hemos mirado, y nuestras
manos han tocado, de la Palabra H IJITOS míos, estas cosas os
escribo, para que no pe-
de vida: quéis; y si alguno hubiere pecado,
2 (Porque la vida fue manifes- un abogado tenemos para con el
tada; y la hemos visto, y testifi- Padre, a Jesu Cristo el justo:
camos, y os anunciamos la vida 2 Y él es la propiciación por nues-
eterna, la cual era con el Padre, y tros pecados; y no solamente por los
se nos ha manifestado:) nuestros, mas también por los de
3 Lo que hemos visto y oído, eso todo el mundo.
os anunciamos para que también 3 Y por esto sabemos que noso-
vosotros tengáis comunión con tros le conocemos, si guardamos
nosotros, y nuestra comunión sus mandamientos.
verdaderamente es con el Padre, y 4 El que dice: Yo le conozco, y
con su Hijo Jesu Cristo. no guarda sus mandamientos, el
4 Y estas cosas os escribimos, para tal es mentiroso, y no hay verdad
que vuestro gozo sea cumplido. en él.
5 Pues este es el mensaje que 5 Mas el que guarda su palabra, el
hemos oído de él, y os anuncia- amor de Dios es verdadera-
mos a vosotros: Que Dios es luz, mente perfecto en él: por esto
y no hay ningunas tinieblas en él. sabemos que estamos en él.
6 Si nosotros dijéremos que te- 6 El que dice que permanece en
nemos comunión con él, y anda- él, debe andar como él anduvo.
mos en tinieblas, mentimos, y no 7 Hermanos, no os escribo un
hacemos la verdad. mandamiento nuevo, sino el
7 Mas si andamos en la luz, como mandamiento antiguo, que ha-
él está en la luz, tenemos comu- béis tenido desde el principio:
nión los unos con los otros, y la el mandamiento antiguo es la
sangre de Jesu Cristo su Hijo nos palabra que habéis oído desde el
purifica de todo pecado. principio.
8 Si dijéremos que no tenemos 8 Otra vez os escribo un manda-
pecado, engañámonos a nosotros miento nuevo, que es la verdad en
mismos, y no hay verdad en no- él y en vosotros; porque las
sotros. tinieblas son pasadas, y la verda-
9 Si confesamos nuestros peca- dera luz ya alumbra.
dos, él es fiel y justo para que 9 El que dice que está en la luz, y
nos perdone nuestros pecados, y aborrece a su hermano, aun está en
nos limpie de toda maldad. tinieblas todavía.
10 Si dijéremos que no hemos pe- 10 El que ama a su herma-
334
El amor al mundo I Juan 2
no, permanece en la luz, y no cierto permanecido con nosotros;
hay ocasión de tropiezo en él. empero salieron para que se ma-
11 Empero el que aborrece a su nifestase que todos no son de no-
hermano, está en tinieblas, y sotros.
anda en tinieblas, y no sabe a 20 Mas vosotros tenéis la unción
donde se va; porque las tinieblas le del Santo, y conocéis todas las
han cegado los ojos. cosas.
12 Os escribo a vosotros, hijitos, 21 No os he escrito, como si ig-
porque vuestros pecados os son noraseis la verdad, mas como a
perdonados por su nombre. los que la conocéis, y que ningu-
13 Os escribo a vosotros, pa- na mentira es de la verdad.
dres, porque habéis conocido a 22 ¿Quién es mentiroso, sino el
aquel que es desde el principio. que niega que Jesús es el Cristo?
Os escribo a vosotros, mancebos, Este es anticristo, que niega al
porque habéis vencido al malig- Padre, y al Hijo.
no. Os escribo a vosotros hijitos, 23 Cualquiera que niega al Hijo,
porque habéis conocido al Padre. este tal tampoco tiene al Padre.
14 Os he escrito a vosotros, pa- Así cualquiera que confiesa al
dres, porque habéis conocido Hijo, tiene también al Padre.
al que es desde el principio. Os 24 Pues lo que habéis oído desde el
he escrito a vosotros, mancebos, principio, sea permanecien-
porque sois fuertes, y la palabra te en vosotros; Si lo que habéis
de Dios permanece en vosotros, oído desde el principio fuere per-
y habéis vencido al maligno. maneciente en vosotros, también
15 No améis al mundo, ni las vosotros permaneceréis en el
cosas que están en el mundo. Si Hijo, y en el Padre.
alguno ama al mundo, el amor 25 Y esta es la promesa, la cual él
del Padre no está en él. nos prometió, vida eterna.
16 Porque todo lo que hay en el 26 Estas cosas os he escrito to-
mundo, la concupiscencia de la cante a los que os engañan.
carne, y la concupiscencia de los 27 Empero la unción que voso-
ojos, y la soberbia de la vida, no tros habéis recibido de él perma-
es del Padre, mas es del mundo. nece en vosotros; y no tenéis ne-
17 Y el mundo se pasa, y su con- cesidad que ninguno os enseñe:
cupiscencia; mas el que hace la mas como la unción misma os
voluntad de Dios, permanece por enseña de todas cosas, y es ver-
siempre. dad, y no es mentira, así como él
18 Hijitos, ya es la postrera hora; os ha enseñado, permaneceréis
y como vosotros habéis oído que vosotros en él.
el anticristo ha de venir, así tam- 28 Y ahora, hijitos, permaneced
bién al presente han comenzado en él; para que cuando él apare-
a ser muchos anticristos, por lo ciere, tengamos confianza, y no
cual sabemos que ya es la postri- seamos avergonzados ante él en
mera hora. su venida.
19 Ellos salieron de nosotros, 29 Si sabéis que él es justo, sabed
mas no eran de nosotros; porque también que cualquiera que hace
si fueran de nosotros, hubieran justicia, es nacido de él.
335
I Juan 3 Los hijos de Dios

M CAPÍTULO 3
IRAD cuál amor nos ha
dado el Padre, que seamos
ligno, y mató a su hermano. ¿Y
por qué causa lo mató? Porque
sus obras eran malas, y las de su
llamados hijos de Dios: por esto hermano eran justas.
el mundo no nos conoce, porque 13 Hermanos míos, no os maravi-
no le conoció a él. lléis si el mundo os aborrece.
2 Muy amados, ahora nosotros 14 Nosotros sabemos que somos
somos hijos de Dios, y aún no es pasados de muerte a vida, en que
manifestado lo que hemos de ser: amamos a los hermanos. El que
empero sabemos que cuando él no ama a su hermano, permane-
apareciere, seremos semejantes ce en muerte.
a él porque le veremos como él 15 Cualquiera que aborrece a su
es. hermano, es homicida; y sabéis
3 Y cualquiera que tiene esta que ningún homicida tiene vida
esperanza en él se purifica a sí eterna permaneciendo en sí.
mismo, como él es puro. 16 En esto hemos conocido el
4 Cualquiera que hace pecado, amor de Dios, en que él puso su
transgrede también la ley; por- vida por nosotros; y nosotros de-
que el pecado es la transgresión bemos poner nuestras vidas por los
de la ley. hermanos.
5 Y vosotros sabéis que él apare- 17 Mas el que tuviere bienes de
ció para quitar nuestros pecados, este mundo, y viere a su herma-
y no hay pecado en él. no tener necesidad, y le cerra-
6 Cualquiera que permanece en re sus entrañas, ¿cómo mora el
él, no peca: cualquiera que peca, amor de Dios en él?
no le ha visto, ni le ha conocido. 18 Hijitos míos, no amemos de
7 Hijitos, ninguno os engañe: el palabra, ni de lengua; sino en
que hace justicia es justo, como obra y verdad:
él también es justo. 19 Y en esto conocemos que no-
8 El que hace pecado, es del dia- sotros somos de la verdad, y ase-
blo; porque el diablo peca desde guraremos nuestros corazones
el principio. Para esto apareció delante de él.
el Hijo de Dios, para que destru- 20 Porque si nuestro corazón
ya las obras del diablo. nos condena, mayor es Dios que
9 Cualquiera que es nacido de nuestro corazón, y conoce todas
Dios, no hace pecado; porque su las cosas.
simiente mora en él; y no puede 21 Carísimos, si nuestro corazón no
pecar, porque es nacido de Dios. nos condena, confianza tene-
10 En esto son manifiestos los mos en Dios;
hijos de Dios, y los hijos del dia- 22 Y cualquiera cosa que pidiére-
blo: cualquiera que no hace jus- mos, la recibiremos de él; porque
ticia, y que no ama a su hermano, guardamos sus mandamientos, y
no es de Dios. hacemos las cosas que son agra-
11 Porque este es el mensaje que dables delante de él.
habéis oído desde el principio, 23 Y este es su mandamiento:
que nos amemos unos a otros: Que creamos en el nombre de
12 No como Caín, que era del ma- su Hijo Jesu Cristo, y nos ame-
336
Los falsos doctores I Juan 4
mos unos a otros, como nos lo ha que nosotros hayamos amado a
mandado. Dios, sino que él nos amó a noso-
24 Y el que guarda sus manda- tros, y envió a su Hijo para ser pro-
mientos, permanece en él, y él piciación por nuestros pecados.
en él. Y en esto sabemos que él 11 Amados, si Dios así nos ha
permanece en nosotros, por el amado, debemos también noso-
Espíritu que nos ha dado. tros amarnos los unos a los otros.
12 Ninguno vio jamás a Dios. Si
CAPÍTULO 4 nos amamos los unos a los otros,
MADOS, no creáis a todo Dios mora en nosotros, y su amor
A espíritu; sino probad los
espíritus si son de Dios. Porque
es perfecto en nosotros.
13 En esto conocemos que mora-
muchos falsos profetas son sali- mos en él, y él en nosotros, en
dos en el mundo. que nos ha dado de su Espíritu.
2 En esto conoced el Espíritu de 14 Y nosotros hemos visto, y tes-
Dios: Todo espíritu que confie- tificamos que el Padre ha envia-
sa que Jesu Cristo es venido en do al Hijo para ser Salvador del
carne, es de Dios; mundo.
3 Y todo espíritu que no confiesa 15 Cualquiera que confesare que
que Jesu Cristo es venido en carne, Jesús es el Hijo de Dios, Dios
no es de Dios; y este tal espíritu es mora en él, y él en Dios.
espíritu del anticristo, del cual vo- 16 Y nosotros hemos conocido,
sotros habéis oído que ha de venir, y creído el amor que Dios tiene
y que ahora ya está en el mundo. por nosotros. Dios es amor; y el
4 Hijitos, vosotros sois de Dios, que mora en amor mora en Dios,
y los habéis vencido; porque el y Dios en él.
que en vosotros está, es mayor 17 En esto es perfecto el amor
que el que está en el mundo. con nosotros, para que tengamos
5 Ellos son del mundo, por eso confianza en el día del juicio,
hablan del mundo, y el mundo que cual él es, tales somos noso-
los oye. tros en este mundo.
6 Nosotros somos de Dios: el que 18 En el amor no hay temor; mas el
conoce a Dios, nos oye: el que no perfecto amor echa fuera el
es de Dios, no nos oye. Por esto temor; porque el temor tiene tor-
conocemos el espíritu de verdad, y mento. De donde el que teme, no
el espíritu de error. está perfecto en el amor.
7 Carísimos, amémonos unos a 19 Nosotros le amamos a él, por-
otros; porque el amor es de Dios. que él primero nos amó.
Y cualquiera que ama, es nacido 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios,
de Dios, y conoce a Dios. y aborrece a su hermano, es men-
8 El que no ama, no conoce a tiroso. Porque el que no ama a su
Dios; porque Dios es amor. hermano, al cual ha visto, ¿cómo
9 En esto se mostró el amor de puede amar a Dios, a quien no ha
Dios en nosotros, en que Dios visto?
envió su Hijo unigénito al mundo, 21 Y nosotros tenemos este man-
para que vivamos por él. damiento de él: Que el que ama a
10 En esto consiste el amor, no Dios, ame también a su hermano.
337
I Juan 5 La fey y los frutos

T CAPÍTULO 5
ODO aquel que cree que Jesús
es el Cristo, es nacido de Dios;
11 Y este es el testimonio, que
Dios nos ha dado vida eterna, y
que esta vida está en su Hijo.
y cualquiera que ama al que en- 12 El que tiene al Hijo, tiene la
gendró, ama también al que es vida; el que no tiene al Hijo de
engendrado de él. Dios, no tiene la vida.
2 En esto conocemos que ama- 13 Yo he escrito estas cosas a vo-
mos a los hijos de Dios, cuando sotros que creéis en el nombre
amamos a Dios, y guardamos sus del Hijo de Dios; para que sepáis
mandamientos. que tenéis vida eterna, y para
3 Porque este es el amor de Dios, que creáis en el nombre del Hijo
que guardemos sus mandamien- de Dios.
tos; y sus mandamientos no son 14 Y esta es la confianza que te-
graves. nemos en él, que si pidiéremos
4 Porque todo aquello que es na- alguna cosa conforme a su vo-
cido de Dios vence al mundo; y luntad, él nos oye.
esta es la victoria que vence al 15 Y si sabemos que él nos oye
mundo, nuestra fe. en cualquiera cosa que pedimos,
5 ¿Quién es el que vence al también sabemos que tenemos las
mundo, sino el que cree que peticiones que le hubiéremos pe-
Jesús es el Hijo de Dios? dido.
6 Este es el que vino por agua y 16 Si alguno viere pecar a su her-
sangre, es a saber Jesu Cristo: No mano pecado que no es de muerte,
por agua solamente, sino por agua pedirá a Dios, y él le dará vida;
y sangre. Y el Espíritu es el que da digo a los que pecan no de muer-
testimonio; porque el Es- te. Hay pecado de muerte: por el
píritu es la verdad. cual yo no digo que ruegues.
7 Porque tres son los que dan 17 Toda iniquidad es pecado;
testimonio en el cielo, el Padre, empero hay pecado que no es de
la Palabra, y el Espíritu Santo; y muerte.
estos tres son uno. 18 Sabemos que cualquiera que
8 Y tres son los que dan testi- es nacido de Dios, no peca; mas
monio en la tierra, el Espíritu, y el que es engendrado de Dios, se
el agua, y la sangre: y estos tres guarda a sí mismo, y el maligno
concuerdan en uno. no le toca.
9 Si recibimos el testimonio de 19 Sabemos que somos de Dios,
los hombres, el testimonio de y todo el mundo está puesto en
Dios es mayor; porque este es el maldad.
testimonio de Dios, que ha testi- 20 Empero sabemos que el Hijo
ficado de su Hijo. de Dios es venido, y nos ha dado
10 El que cree en el Hijo de entendimiento, para conocer al
Dios tiene el testimonio en sí que es verdadero; y estamos en
mismo. El que no cree a Dios, el verdadero, en su Hijo Jesu
le ha hecho mentiroso; porque Cristo. Este es el verdadero Dios,
no ha creído en el testimonio y la vida eterna.
que Dios ha testificado de su 21 Hijitos, guardaos de los ído-
Hijo. los. Amén.
338
La Segunda Epístola de
JUAN
E L anciano a la señora elegi-
da, y a sus hijos, a los cuales
son entrados en el mundo, los
cuales no confiesan que Jesu
yo amo en verdad; y no sólo yo, Cristo es venido en carne. Este
pero también todos los que han tal engañador es, y anticristo.
conocido la verdad; 8 Mirad por vosotros mismos,
2 Por causa de la verdad que porque no perdamos las cosas
mora en nosotros, y será por que hemos obrado, mas reciba-
siempre con nosotros. mos el galardón completo.
3 Sea con vosotros gracia, mise- 9 Cualquiera que transgrede, y
ricordia, paz, de Dios el Padre, y no permanece en la doctrina de
del Señor Jesu Cristo, el Hijo del Cristo, no tiene a Dios: el que
Padre, en verdad y amor. permanece en la doctrina de
4 Héme regocijado grandemente, Cristo, el tal tiene tanto al Padre
porque he hallado de tus hijos como al Hijo.
que andan en la verdad, como 10 Si alguno viene a vosotros, y no
nosotros hemos recibido el man- trae esta doctrina, no le reci-
damiento del Padre. báis en vuestra casa, ni a él digáis:
5 Y ahora señora, yo te ruego, ¡Bienvenido!
(no como escribiéndote un nuevo 11 Porque el que le dice: ¡Bien-
mandamiento, sino aquel que venido!, participa en sus malas
nosotros hemos tenido desde el obras.
principio,) que nos amemos los 12 Aunque tengo muchas cosas
unos a los otros. que escribiros, no las he querido
6 Y este es el amor, que andemos escribir por papel y tinta; empero
según sus mandamientos. Este es yo espero de venir a vosotros, y
el mandamiento, como vosotros hablar con vosotros cara a cara, para
habéis oído desde el principio, que nuestro gozo sea cumplido.
que andéis en él. 13 Los hijos de tu hermana elegi-
7 Porque muchos engañadores da te saludan. Amén.

339
La Tercera Epístola de

JUAN

E L anciano al amado Gayo, al


cual yo amo en verdad.
9 Yo he escrito a la iglesia; mas
Diótrefes, que ama tener el pri-
2 Amado, yo deseo que tú seas mado entre ellos, no nos recibe.
prosperado en todas cosas, y que 10 Por esta causa si yo viniere,
tengas salud, así como tu alma haré a la memoria las obras que
está en prosperidad. hace, como parla con palabras
3 Porque yo me regocijé grande- maliciosas contra nosotros; y ni
mente, cuando vinieron los her- aún contento con estas cosas, no
manos, y dieron testimonio de sólo no recibe a los hermanos,
la verdad que hay en ti; como tú pero aún prohibe a los que los
andas en verdad. quieren recibir, y los echa de la
4 No tengo mayor gozo que estas iglesia.
cosas, el oír que mis hijos andan 11 Amado, no sigas lo que es
en verdad. malo, sino lo que es bueno. El
5 Amado, fielmente haces todo que hace bien, es de Dios; mas el
lo que haces para con los herma- que hace mal no ha visto a Dios.
nos, y con los extranjeros; 12 Todos dan testimonio de De-
6 Los cuales han dado testimonio metrio, y aun la misma verdad; y
de tu caridad en presencia de la también nosotros damos testimo-
iglesia: a los cuales si encamina- nio, y vosotros sabéis que nues-
res como conviene según Dios, tro testimonio es verdadero.
harás bien. 13 Yo tenía muchas cosas que es-
7 Porque ellos son partidos por cribirte; empero no quiero escri-
su nombre, no tomando nada de birte con tinta y pluma.
los Gentiles. 14 Porque espero de verte en
8 Nosotros, pues, debemos reci- breve, y hablaremos cara a cara.
bir a los que son tales, para que Paz a ti. Los amigos te saludan. Sa-
seamos coadjutores de la verdad. luda tú a los amigos por nombre.

340
La Epístola General de

JUDAS
J UDAS, siervo de Jesu Cristo,
y hermano de Jacobo, a los
la venganza del fuego eterno.
8 De la misma manera también
llamados, santificados en Dios éstos soñadores ensucian su
el Padre, y preservados en Jesu carne, y menosprecian la autori-
Cristo: dad, y vituperan las dignidades.
2 Misericordia, y paz, y amor os 9 Pues cuando el arcángel Miguel
sean multiplicados. contendía con el diablo, dispu-
3 Amados, por la gran solicitud tando sobre el cuerpo de Moisés,
que tenía yo de escribiros tocan- no se atrevió a usar de juicio de
te a la común salvación, me ha maldición contra él, antes le dijo: El
sido necesario escribiros, exhor- Señor te reprenda.
tándoos que contendáis eficaz- 10 Mas éstos maldicen las cosas
mente por la fe que ha sido una que no conocen; y las cosas que
vez dada a los santos. naturalmente conocen, se corrom-
4 Porque ciertos hombres han pen en ellas como bestias brutas.
encubiertamente entrado: los 11 ¡Ay de ellos! porque han se-
cuales desde mucho antes ha- guido el camino de Caín, y se
bían estado ordenados para esta lanzaron codiciosamente en el
condenación, hombres impíos, error de Balaam por recompensa,
convirtiendo la gracia de nues- y perecieron en la contradicción
tro Dios en lascivia, y negando de Coré.
el único Señor Dios, y a nuestro 12 Estos son manchas en vuestros
Señor Jesu Cristo. convites de caridad, que banque-
5 Os quiero, pues, traer a la me- tean juntamente, apacentándose
moria que una vez habéis sabi- a sí mismos sin temor alguno:
do esto, que el Señor habiendo nubes sin agua, las cuales son
salvado al pueblo de la tierra de llevadas de acá para allá de los
Egipto, después destruyó a los vientos: árboles marchitos como
que no creían: en otoño, sin fruto, dos veces
6 Y que a los ángeles que no muertos, y desarraigados:
guardaron su primer estado, mas 13 Fieras ondas del mar, que es-
dejaron su propia habitación, los puman sus mismas abominacio-
ha reservado debajo de oscuri- nes: estrellas erráticas, a los cua-
dad, en cadenas eternas, hasta el les es reservada eternamente la
juicio del gran día. oscuridad de las tinieblas.
7 Así como Sodoma y Gomo- 14 De los cuales también pro-
rra, y las ciudades comarcanas, fetizó Enoc, que fue el séptimo
las cuales de la misma mane- desde Adam, diciendo: He aquí, el
ra que ellos se habían dado a Señor es venido con diez mi-
la fornicación e ido en pos de llares de sus santos;
carne extraña, fueron puestas 15 A hacer juicio contra todos, y
por ejemplo, habiendo recibido a convencer a todos los ímpios
341
JUDAS Contra la impiedad
de entre ellos de todas sus obras 20 Mas vosotros, oh amados,
de impiedad, que han cometido edificándoos sobre vuestra san-
impíamente, y de todas las pala- tísima fe, orando en el Espíritu
bras duras, que los pecadores ím- Santo.
pios han hablado contra él. 21 Conservaos a vosotros mismos
16 Estos son murmuradores que- en el amor de Dios, esperando la
rellosos, andando según sus pro- misericordia de nuestro Señor
pias concupiscencias, y su boca Jesu Cristo, para vida eterna.
habla cosas soberbias, teniendo 22 Y de los unos tened compa-
en admiración las personas por sión, con discernimiento;
causa del provecho. 23 Y haced salvos a los otros por
17 Mas vosotros, amados, tened temor, arrebatándolos del fuego;
memoria de las palabras que de aborreciendo aún la ropa que es
antes han sido dichas por los contaminada de carne.
apóstoles de nuestro Señor Jesu 24 Ahora a aquél que es podero-
Cristo; so para guardaros de caer, y pre-
18 Como os decían, que en el sentaros irreprensibles delante
postrer tiempo habría burladores, de la presencia de su gloria con
que andarían según sus propias grande gozo,
malvadas concupiscencias. 25 A Dios solo sabio Salvador
19 Estos son los que se separan a nuestro, sea gloria y majestad,
sí mismos, sensuales, no tenien- imperio y potestad, ahora, y por
do el Espíritu. siempre. Amén.

342
La
REVELACIÓN
de Jesu Cristo

CAPÍTULO 1 principio y el fin, dice el Señor,

L A REVELACIÓN de Jesu Cristo,


la cual Dios le dio para mani-
que es, y que era, y que ha de
venir, el Todopoderoso.
festar a sus siervos las cosas que 9 Yo Juan que también soy vues-
deben suceder presto; y la signi- tro hermano, y participante en la
ficó, enviándola por su ángel a tribulación, y en el reino, y en la
Juan su siervo; paciencia de Jesu Cristo, estaba
2 El cual ha dado testimonio de en la isla que es llamada Patmos,
la palabra de Dios, y del testimo- por la palabra de Dios, y por el
nio de Jesu Cristo, y de todas las testimonio de Jesu Cristo.
cosas que vio. 10 Yo fui en el Espíritu en el día
3 Bienaventurado el que lee, y del Señor, y oí detrás de mí una
los que oyen las palabras de esta gran voz como de trompeta,
profecía, y guardan las cosas que 11 Que decía: Yo soy el Alfa y el
en ella están escritas; porque el Omega, el primero y el postrero:
tiempo está cerca. Escribe en un libro lo que ves, y
4 Juan, a las siete iglesias que envíalo a las siete iglesias que
están en Asia: Gracia a vosotros, están en Asia, a Éfeso, y a Smirna,
y paz de él, que es, y que era, y y a Pérgamo, y a Tiatira, y a Sar-
que ha de venir; y de los siete dis, y a Filadelfia, y a Laodicea.
Espíritus que están delante de su 12 Y volvíme para ver la voz que
trono; hablaba conmigo; y vuelto, vi
5 Y de Jesu Cristo, que es el testigo siete candeleros de oro;
fiel, el primogénito de los muer- 13 Y en medio de los siete cande-
tos, y el príncipe de los reyes de leros, uno semejante al Hijo del
la tierra. Al que nos amó, y nos hombre vestido de una ropa que
lavó de nuestros pecados en su llegaba hasta los pies, y ceñido
propia sangre, por los pechos con un cinto de oro;
6 Y nos ha hecho reyes, y sacer- 14 Y su cabeza, y sus cabellos
dotes para Dios y su Padre: a él eran blancos como la lana blanca, tan
la gloria y el dominio por siem- blancos como la nieve; y sus ojos
pre jamás. Amén. como llama de fuego;
7 He aquí, él viene con las nubes, 15 Y sus pies semejantes al latón
y todo ojo le verá, y también los finísimo, ardientes como en un
que le traspasaron; y todas las horno; y su voz como ruido de
tribus de la tierra se lamentarán muchas aguas.
por causa de él. Así es, Amén. 16 Y tenía en su mano derecha
8 Yo soy el Alfa y el Omega, el siete estrellas; y de su boca salía

343
Revelación 2 Cartas a Éfeso, Smirna
una espada aguda de dos filos; y los cuales yo también aborrezco.
su rostro era resplandeciente 7 El que tiene oído, oiga lo que el
como el sol en su fuerza. Espíritu dice a las iglesias: Al que
17 Y cuando yo le vi, caí como venciere, daré a comer del árbol
muerto a sus pies. Y él puso su de la vida, el cual está en medio
diestra sobre mí, diciéndome: del paraíso de Dios.
No temas, Yo soy el primero, y el 8 Y escribe al ángel de la igle-
postrero; sia en Smirna: El primero y el
18 Y el que vivo, y he sido muerto, postrero, que fue muerto, y vive,
y he aquí, Yo soy vivo por siem- dice estas cosas:
pre jamás, Amén; y tengo las lla- 9 Yo sé tus obras, y tu tribula-
ves del infierno, y de la muerte. ción, y tu pobreza, (pero tú eres
19 Escribe las cosas que has visto, rico,) y sé la blasfemia de los que
y las que son, y las que han de ser se dicen ser Judíos, y no lo son,
después de estas. sino que son la sinagoga de Satanás.
20 El misterio de las siete estre- 10 No tengas ningún temor de
llas que has visto en mi diestra, y las cosas que has de padecer. He
los siete candeleros de oro. Las aquí, el diablo ha de arrojar algu-
siete estrellas, son los ángeles de nos de vosotros a la cárcel, para
las siete iglesias, y los siete can- que seáis probados; y tendréis
deleros que viste, son las siete tribulación de diez días. Sé fiel
iglesias. hasta la muerte, y yo te daré la
corona de la vida.
CAPÍTULO 2 11 El que tiene oído, oiga lo que
SCRIBE al ángel de la iglesia el Espíritu dice a las iglesias: El
E de Éfeso: El que tiene las siete
estrellas en su diestra, el cual
que venciere, no será dañado
jamás de la segunda muerte.
anda en medio de los siete can- 12 Y escribe al ángel de la iglesia
deleros de oro, dice estas cosas: en Pérgamo: El que tiene la espa-
2 Yo sé tus obras, y tu trabajo, y da aguda de dos filos, dice estas
tu paciencia, y que tú no puedes cosas:
sufrir los malos, y has probado a 13 Yo sé tus obras, y donde moras,
los que se dicen ser apóstoles, y donde está la silla de Satanás; y
no lo son, y los has hallado men- retienes mi nombre, y no has ne-
tirosos. gado mi fe, aun en aquellos días
3 Y has sufrido, y tienes pacien- en que Antipas mi fiel testigo fue
cia, y has trabajado por causa de muerto entre vosotros, donde
mi nombre, y no has desfallecido. mora Satanás.
4 Pero tengo algo contra ti, por- 14 Pero tengo unas pocas cosas
que has dejado tu primer amor. contra ti; porque tú tienes ahí los
5 Por lo cual recuerda de dónde que retienen la doctrina de Ba-
has caído, y arrepiéntete, y haz laam, el cual enseñaba a Balac
las primeras obras; si no, vendré a poner tropiezo delante de los
a ti presto, y quitaré tu candelero hijos de Israel, a comer de cosas
de su lugar, si no te arrepintieres. sacrificadas a los ídolos, y a co-
6 Empero tienes esto, que abo- meter fornicación.
rreces las obras de los Nicolaítas, 15 Así también tú tienes a los que
344
Cartas a Pergamo y Tiatira Revelación 3
retienen la doctrina de los Nico- echaré sobre vosotros otra carga.
laítas, lo cual yo aborrezco. 25 Empero la que tenéis, rete-
16 Arrepiéntete; porque si no, nedla hasta que yo venga.
vendré a ti presto, y pelearé con- 26 Y al que hubiere vencido, y
tra ellos con la espada de mi boca. hubiere guardado mis obras
17 El que tiene oído, oiga lo que hasta el fin, yo le daré potestad
el Espíritu dice a las iglesias: Al sobre las naciones;
que venciere, daré a comer del 27 Y las regirá con vara de hierro, y
maná escondido, y le daré una serán quebrantadas como vaso de
piedrecita blanca, y en la piedre- alfarero, como también yo he
cita un nombre nuevo escrito, el recibido de mi Padre.
cual ninguno conoce, sino aquel 28 Y le daré la estrella de la ma-
que lo recibe. ñana.
18 Y escribe al ángel de la igle- 29 El que tiene oído, oiga lo que el
sia en Tiatira: El Hijo de Dios Espíritu dice a las iglesias.
que tiene sus ojos como llama de
fuego, y sus pies semejantes al CAPÍTULO 3
latón finísimo, dice estas cosas: ESCRIBE al ángel de la igle-
19 Yo conozco tus obras, y cari-

dad, y servicio, y fe, y tu pacien-


Y sia en Sardis: El que tiene los

siete Espíritus de Dios, y las siete


cia, y tus obras; y las postreras estrellas, dice estas cosas: Yo co-
son más que las primeras. nozco tus obras: que tienes nom-
20 Mas tengo unas pocas cosas bre que vives, y estás muerto.
contra ti: porque permites aque- 2 Sé vigilante, y confirma el
lla mujer Jezabel (que se dice resto de las cosas, que están para
profetisa) enseñar, y seducir a morir; porque no he hallado tus
mis siervos, a fornicar, y a comer obras perfectas delante de Dios.
cosas ofrecidas a los ídolos. 3 Acuérdate pues de lo que has
21 Y le he dado tiempo para que recibido, y has oído, y guárdalo, y
se arrepienta de su fornicación, y arrepiéntete. Que si no velares,
no se ha arrepentido. vendré a ti como ladrón, y no sa-
22 He aquí, yo la arrojaré a un brás a qué hora vendré a ti.
lecho, y a los que adulteran con 4 Tienes unos pocos nombres
ella, en muy grande tribulación, aún en Sardis, que no han ensu-
si no se arrepintieren de sus obras. ciado sus vestiduras, y andarán
23 Y mataré a sus hijos con muer- conmigo en vestiduras blancas;
te; y todas las iglesias sabrán, porque son dignos.
que yo soy el que escudriño los 5 El que venciere, éste será ves-
riñones, y los corazones; y daré tido de vestiduras blancas; y no
a cada uno de vosotros según sus borraré jamás su nombre del
obras. libro de la vida, antes confesaré su
24 Pero yo digo a vosotros, y nombre delante de mi Padre, y
a los demás que estáis en Tiati- delante de sus ángeles.
ra: Cualesquiera que no tienen 6 El que tiene oído, oiga lo que el
esta doctrina, y que no han co- Espíritu dice a las iglesias.
nocido las profundidades de Sa- 7 Y escribe al ángel de la iglesia
tanás, como ellos dicen, yo no en Filadelfia: El Santo y Verdade-
345
Revelación 4 El trono en el cielo
ro, el que tiene la llave de David; y soy enriquecido, y no tengo
el que abre, y ninguno cierra; el necesidad de ninguna cosa; y
que cierra, y ninguno abre, dice no conoces que tú eres cuitado,
estas cosas: y miserable, y pobre, y ciego, y
8 Yo conozco tus obras: he aquí, desnudo.
te he dado una puerta abierta de- 18 Yo te aconsejo que de mí com-
lante de ti, y ninguno la puede pres oro afinado en el fuego, para
cerrar; porque tú tienes un poco que seas hecho rico; y vestiduras
de potencia, y has guardado mi pa- blancas, para que seas vestido, y
labra, y no has negado mi nombre. que la vergüenza de tu desnudez
9 He aquí, yo doy de la sinagoga no se descubra; y unge tus ojos
de Satanás, los que se dicen ser con colirio, para que veas.
Judíos, y no lo son, mas mienten: 19 Yo reprendo y castigo a todos
he aquí, yo los constreñiré a que los que amo: sé pues celoso, y
vengan, y adoren delante de tus arrepiéntete.
pies, y sepan que yo te he amado. 20 He aquí, yo estoy de pie a la
10 Porque has guardado la pa- puerta, y llamo: si alguno oyere
labra de mi paciencia, yo tam- mi voz, y me abriere la puerta,
bién te guardaré de la hora de la entraré a él, y cenaré con él, y él
tentación, que ha de venir sobre conmigo.
todo el mundo, para probar los 21 Al que venciere, yo le daré que
que moran en la tierra. se asiente conmigo en mi trono:
11 He aquí, yo vengo presto: así como yo también vencí, y me
retén firme lo que tienes, para asenté con mi Padre en su trono.
que ninguno tome tu corona. 22 El que tiene oído, oiga lo que el
12 Al que venciere, yo le haré co- Espíritu dice a las iglesias.
lumna en el templo de mi Dios,
y nunca más saldrá fuera; y es- CAPÍTULO 4
cribiré sobre él el nombre de mi ESPUÉS de estas cosas miré,
Dios, y el nombre de la ciudad

de mi Dios, que es la nueva Jeru-


D y he aquí una puerta abier-

ta en el cielo; y la primera voz


salem, la cual desciende del cielo que oí era como de trompeta que
de mi Dios, y mi nombre nuevo. hablaba conmigo; la cual dijo:
13 El que tiene oído, oiga lo que Sube acá, y yo te mostraré las
el Espíritu dice a las iglesias. cosas que deben suceder después
14 Y escribe al ángel de la iglesia de estas.
de los Laodicenses: Estas cosas 2 E inmediatamente yo fui en el
dice el Amén, el testigo fiel y ver- espíritu; y, he aquí, un trono es-
dadero, el principio de la crea- taba puesto en el cielo, y sobre el
ción de Dios: trono estaba uno asentado.
15 Yo conozco tus obras: que ni 3 Y el que estaba asentado, era al
eres frío, ni caliente. Yo quisiera parecer semejante a una piedra
que fueses frío, o caliente; de jaspe y de sardonia, y el arco
16 Mas porque eres tibio, y no del cielo estaba al derredor del
frío ni caliente, yo te vomitaré trono semejante en el aspecto a
de mi boca. la esmeralda.
17 Porque tú dices: Yo soy rico, 4 Y alrededor del trono había
346
El cordero toma el libro Revelación 5
veinte y cuatro sillas; y vi sobre CAPÍTULO 5
las sillas veinte y cuatro ancia-
nos sentados, vestidos de ropas Y VI en la mano derecha del que
estaba sentado sobre el trono
blancas; y tenían sobre sus cabe- un libro escrito por dentro y por
zas coronas de oro. detrás, sellado con siete sellos.
5 Y del trono salían relámpagos, 2 Y vi un fuerte ángel, predican-
y truenos, y voces; y había siete do en alta voz: ¿Quién es digno
lámparas de fuego que estaban ar- de abrir el libro, y de desatar sus
diendo delante del trono, las cua- sellos?
les son los siete Espíritus de Dios. 3 Y ninguno podía, ni en el cielo, ni
6 Y delante del trono había un en la tierra, ni debajo de la tie-
mar de vidrio semejante al cris- rra, abrir el libro, ni mirarlo.
tal; y en medio del trono, y al 4 Y yo lloraba mucho, porque
derredor del trono cuatro seres no había sido hallado ninguno
vivientes llenos de ojos delante y digno de abrir el libro, ni de leer-
detrás. lo, ni de mirarlo.
7 Y el primer ser viviente era se- 5 Y uno de los ancianos me dice:
mejante a un león, y el segun- No llores: he aquí, el León de la
do ser viviente, semejante a un tribu de Judá, la raíz de David,
becerro, y el tercer ser viviente que ha vencido para abrir el
tenía la cara como hombre, y el libro, y desatar sus siete sellos.
cuarto ser viviente, semejante al 6 Y miré; y, he aquí, en medio
águila volando. del trono, y de los cuatro seres
8 Y los cuatro seres vivientes vivientes, y en medio de los an-
tenían cada uno por sí seis alas cianos, estaba un Cordero en pie
al derredor; y de dentro estaban como uno que hubiera sido in-
llenos de ojos; y no tenían repo- molado, que tenía siete cuernos,
so día ni noche, diciendo: Santo, y siete ojos, que son los siete Es-
Santo, Santo el Señor Dios To- píritus de Dios enviados en toda
dopoderoso, que era, y que es, y la tierra.
que ha de venir. 7 Y él vino, y tomó el libro de la
9 Y cuando aquellos seres vi- mano derecha de aquel que esta-
vientes daban gloria, y honra, y ba sentado en el trono.
acción de gracias al que estaba 8 Y cuando hubo tomado el libro,
sentado en el trono, al que vive los cuatro seres vivientes, y los
por siempre jamás, veinticuatro ancianos se postra-
10 Los veinte y cuatro ancianos ron delante del Cordero, tenien-
se postran delante del que esta- do cada uno arpas, y copas de
ba sentado en el trono, y adoran oro llenas de perfumes, que son
al que vive por siempre jamás, las oraciones de los santos:
y echan sus coronas delante del 9 Y cantaban un nuevo cántico,
trono, diciendo: diciendo: Digno eres de tomar el
11 Digno eres, oh Señor, de reci- libro, y de abrir sus sellos; por-
bir gloria, y honra, y poder; por- que tú fuiste inmolado, y nos has
que tú creaste todas las cosas, y redimido para Dios con tu sangre,
para tu placer ellas son, y fueron de toda tribu, y lengua, y pueblo,
creadas. y nación:
347
Revelación 6 El Cordero abre los sellos
10 Y nos has hecho para nuestro 5 Y cuando él hubo abierto el ter-
Dios, reyes y sacerdotes, y reina- cer sello, oí al tercer ser vivien-
remos sobre la tierra. te, que decía: Ven, y ve. Y miré,
11 Y miré, y oí la voz de muchos y he aquí un caballo negro; y el
ángeles al derredor del trono, y que estaba sentado encima de él
de los seres vivientes, y de los tenía una balanza en su mano.
ancianos; y el número de ellos 6 Y oí una voz en medio de los
era millones de millones, cuatro seres vivientes, que decía,
12 Que decían en alta voz: El Cor- una medida de trigo por un de-
dero que fue inmolado es digno nario, y tres medidas de cebada
de recibir poder, y riquezas, y por un denario; y no hagas daño al
sabiduría, y fortaleza, y honra, y vino, ni al aceite.
gloria, y bendición. 7 Y cuando él abrió el cuarto
13 Y oí a toda criatura que está sello, oí la voz del cuarto ser vi-
en el cielo, y sobre la tierra, y de- viente, que decía: Ven, y ve.
bajo de la tierra, y que está en 8 Y miré, y he aquí un caballo
el mar, y todas las cosas que en pálido; y el que estaba sentado
ellos están, diciendo: Al que está sobre él, tenía por nombre Muer-
sentado en el trono, y al Cordero, te, y el Infierno le seguía; y les
sea bendición, y honra, y gloria, fue dada a ellos potestad sobre
y potencia por siempre jamás. la cuarta parte de la tierra, para
14 Y los cuatro seres vivientes de- matar con espada, y con hambre,
cían: Amén. Y los veinte y cuatro y con mortandad, y con las bes-
ancianos se postraron, y adora- tias de la tierra.
ron al que vive por siempre jamás. 9 Y cuando él hubo abierto el
quinto sello, vi debajo del altar
CAPÍTULO 6 las almas de los que habían sido
VI cuando el Cordero abrió muertos por la palabra de Dios, y
Y uno de los sellos, y oí a uno
de los cuatro seres vivientes di-
por el testimonio que ellos tenían:
10 Y clamaban en alta voz, di-
ciendo como con una voz de ciendo: ¿Hasta cuándo, oh Señor,
trueno: Ven, y ve. santo y verdadero, no juzgas, y
2 Y miré, y he aquí un caballo vengas nuestra sangre de los que
blanco; y el que estaba sentado moran sobre la tierra?
encima de él, tenía un arco; y le 11 Y les fueron dadas a cada uno
fue dada una corona, y salió vic- ropas blancas, y les fue dicho,
torioso, para que también ven- que reposasen todavía un poco de
ciese. tiempo, hasta que sus consier-
3 Y cuando él hubo abierto el se- vos fuesen cumplidos, y sus her-
gundo sello, oí el segundo ser vi- manos que también habían de
viente, que decía: Ven, y ve. ser muertos como ellos.
4 Y salió otro caballo bermejo; 12 Y miré cuando él abrió el
y al que estaba sentado sobre él, sexto sello; y, he aquí, fue hecho
fue dado poder de quitar la paz de un gran terremoto; y el sol fue
la tierra, y que se matasen unos hecho negro como cilicio de pelo,
a otros; y le fue dada una grande y la luna fue hecha como sangre;
espada. 13 Y las estrellas del cielo caye-
348
El séptimo sello Revelación 7
ron sobre la tierra, como la hi- 5 De la tribu de Judá, doce mil
guera deja caer sus higos inma- sellados. De la tribu de Rubén,
duros cuando es sacudida de un doce mil sellados. De la tribu de
gran viento: Gad, doce mil sellados.
14 Y el cielo se apartó como un 6 De la tribu de Aser, doce mil
libro que es arrollado; y todo sellados. De la tribu de Neftalí,
monte e islas fueron movidos de doce mil sellados. De la tribu de
sus lugares; Manasés, doce mil sellados.
15 Y los reyes de la tierra, y los 7 De la tribu de Simeón, doce
grandes, y los ricos, y los capita- mil sellados. De la tribu de Leví,
nes, y los poderosos, y todo sier- doce mil sellados. De la tribu de
vo, y todo libre se escondieron Isacar, doce mil sellados.
en las cavernas, y en las peñas 8 De la tribu de Zabulón, doce
de los montes; mil sellados. De la tribu de José,
16 Y decían a los montes, y a las doce mil sellados. De la tribu de
peñas: Caed sobre nosotros, y Benjamín, doce mil sellados.
escondednos de la cara de aquel 9 Después de estas cosas miré,
que está sentado sobre el trono, y y he aquí una gran multitud, la
de la ira del Cordero: cual ninguno podía contar, de
17 Porque el gran día de su ira todas naciones, y tribus, y pue-
es venido, ¿y quién podrá estar blos, y lenguas, que estaban de
de pie? pie delante del trono, y delante
del Cordero, vestidos de ropas
CAPÍTULO 7 blancas, y palmas en sus manos;
DESPUÉS de estas cosas, vi 10 Y clamaban en alta voz, di-
Y cuatro ángeles que estaban

de pie sobre las cuatro esquinas


ciendo: Salvación a nuestro Dios
que está sentado sobre el trono, y al
de la tierra, deteniendo los cua- Cordero.
tro vientos de la tierra, para que 11 Y todos los ángeles estaban
no soplase viento sobre la tierra, de pie al derredor del trono, y
ni sobre el mar, ni sobre ningún alrededor de los ancianos, y de
árbol. los cuatro seres vivientes; y pos-
2 Y vi otro ángel que subía del tráronse sobre sus caras delante
nacimiento del sol, teniendo el del trono, y adoraron a Dios,
sello del Dios vivo. Y clamó con 12 Diciendo: Amén: la bendición,
gran voz a los cuatro ángeles, a y la gloria, y la sabiduría, y la
los cuales era dado hacer daño a acción de gracias, y la honra, y
la tierra, y al mar, el poder, y la fortaleza a nuestro
3 Diciendo: No hagáis daño a la Dios por siempre jamás. Amén.
tierra, ni al mar, ni a los árboles, 13 Y respondió uno de los ancia-
hasta que hayamos sellado a los nos, diciéndome: Estos que están
siervos de nuestro Dios en sus vestidos de ropas blancas, ¿quié-
frentes. nes son? ¿y de dónde han venido?
4 Y oí el número de los sellados, 14 Y yo le dije: Señor, tú lo sabes.
ciento y cuarenta y cuatro mil se- Y él me dijo: Estos son los que
llados de todas las tribus de los han venido de grande tribula-
hijos de Israel. ción, y han lavado sus ropas, y
349
Revelación 8 Las siete trompetas
las han blanqueado en la sangre y la tercera parte de los árboles
del Cordero: fue quemada, y toda la hierba
15 Por esto están delante del verde fue quemada.
trono de Dios, y le sirven día y 8 Y el segundo ángel tocó la trom-
noche en su templo; y el que está peta, y como un grande monte
sentado en el trono morará entre ardiendo con fuego fue lanzado en
ellos. el mar, y la tercera parte del mar
16 No tendrán más hambre, ni fue vuelta en sangre.
sed; y el sol no caerá más sobre 9 Y murió la tercera parte de las
ellos, ni otro ningún calor; criaturas que estaban en el mar,
17 Porque el Cordero que está en las cuales tenían vida, y la tercera
medio del trono los apacentará, y parte de los navíos fue destruida.
los guiará a las fuentes vivas de 10 Y el tercer ángel tocó la trom-
las aguas. Y Dios limpiará toda peta, cayó del cielo una gran-
lágrima de los ojos de ellos. de estrella ardiendo como una
lámpara, y cayó sobre la terce-
CAPÍTULO 8 ra parte de los ríos, y sobre las
CUANDO él hubo abierto fuentes de las aguas.
Y el séptimo sello, fue hecho 11 Y el nombre de la estrella se
silencio en el cielo como por dice Ajenjo; y la tercera parte de
media hora. las aguas fue vuelta en ajenjo; y
2 Y vi los siete ángeles que es- muchos hombres murieron por
taban en pie delante de Dios, y las aguas, porque fueron hechas
fuéronles dadas siete trompetas. amargas.
3 Y otro ángel vino, y se puso de 12 Y el cuarto ángel tocó la trom-
pie delante del altar, teniendo peta, y fue herida la tercera parte
un incensario de oro; y fuéron- del sol, y la tercera parte de la
le dados muchos inciensos para luna, y la tercera parte de las es-
que los ofreciese con las oraciones trellas: de tal manera que se os-
de todos los santos sobre el altar de cureció la tercera parte de ellos,
oro, el cual estaba delante del trono. y no alumbraba la tercera parte
4 Y el humo de los inciensos, con del día, y semejantemente de la
las oraciones de los santos, subió noche.
de la mano del ángel delante de 13 Y miré, y oí un ángel volar
Dios. por medio del cielo, diciendo en
5 Y el ángel tomó el incensario, alta voz: ¡Ay, ay, ay de los que
e hinchiólo del fuego del altar, y moran en la tierra! por razón de
lo arrojó a la tierra, y fueron he- las otras voces de las trompetas
chas voces, y truenos, y relámpa- de los tres ángeles que habían de
gos, y un terremoto. tocar.
6 Y los siete ángeles que te-
nían las siete trompetas, se apa- CAPÍTULO 9
rejaron para tocar trompeta. EL quinto ángel tocó la trom-
7 Y el primer ángel tocó la trom-

peta, y fue hecho granizo, y


Y peta, y vi una estrella que

cayó del cielo en la tierra; y a


fuego, mezclados con sangre, y aquél fue dada la llave del pozo
fueron arrojados sobre la tierra; del abismo.
350
La sexta trompeta Revelación 9
2 Y abrió el pozo del abismo, y Abadón, y en Griego Apolyón.
subió un humo del pozo como el 12 El un ay es pasado; y, he aquí,
humo de un gran horno; y el sol y vienen aún dos ayes más después de
el aire fueron oscurecidos por estas cosas.
razón del humo del pozo. 13 Y el sexto ángel tocó la trom-
3 Y del humo del pozo salieron peta, y oí una voz de los cuatro
langostas sobre la tierra; y les cuernos del altar de oro, el cual
fue dada potestad, como tienen está delante de Dios,
potestad los escorpiones de la 14 Que decía al sexto ángel que
tierra. tenía la trompeta: Desata los
4 Y fueles mandado que no hicie- cuatro ángeles que están atados en
sen daño a la hierba de la tierra, el gran río Eufrates.
ni a ninguna cosa verde, ni a nin- 15 Y fueron desatados los cuatro
gún árbol, sino solamente a los ángeles que estaban aprestados
hombres que no tienen el sello para la hora, y día, y mes, y año,
de Dios en sus frentes. a fin de matar la tercera parte de
5 Y les fue dado que no los ma- los hombres.
tasen, sino que los atormenta- 16 Y el número del ejército de los de
sen cinco meses; y su tormento a caballo era doscientos millo-
era como tormento de escorpión nes. Y oí el número de ellos.
cuando hiere al hombre. 17 Y así vi los caballos en la vi-
6 Y en aquellos días buscarán los sión; y los que estaban sentados
hombres la muerte, y no la halla- sobre ellos tenían corazas de
rán; y desearán morir, y la muer- fuego, de jacinto, y de azufre. Y
te huirá de ellos. las cabezas de los caballos eran
7 Y el parecer de las langostas era como cabezas de leones; y de la
semejante a caballos aparejados boca de ellos salía fuego, y humo,
para guerra; y sobre sus cabezas y azufre.
tenían como coronas semejan- 18 Y de estas tres fue muerta la
tes al oro; y sus caras eran como tercera parte de los hombres, del
caras de hombres. fuego, y del humo y del azufre,
8 Y tenían cabellos como cabe- que salían de la boca de ellos.
llos de mujeres; y sus dientes 19 Porque su potestad está en su
eran como dientes de leones. boca, y en sus colas. Porque sus
9 Y tenían corazas como corazas colas eran semejantes a serpien-
de hierro; y el estruendo de sus tes, y tenían cabezas, y con ellas
alas, como el ruido de los carros, dañan.
que con muchos caballos corren 20 Y los otros hombres que no
a la guerra. fueron muertos con estas plagas,
10 Y tenían colas semejantes de aun no se arrepintieron de las
los escorpiones, y tenían en sus obras de sus manos, para que no
colas aguijones; y su potestad adorasen a los demonios, y a las
era de hacer daño a los hombres imágenes de oro, y de plata, y de
cinco meses. latón, y de piedra, y de madera:
11 Y tenían sobre sí un rey, que las cuales no pueden ver, ni oír,
es el ángel del abismo, el cual ni andar.
tenía por nombre en Hebraico 21 Ni tampoco se arrepintieron
351
Revelación 10 El libro devorado
de sus homicidios, ni de sus he- me diese el librito; y él me dijo:
chicerías, ni de su fornicación, ni Tómalo, y devóralo, y él te hará
de sus hurtos. amargar tu vientre; empero en tu
boca será dulce como la miel.
CAPÍTULO 10 10 Y tomé el librito de la mano
VI otro ángel fuerte descen- del ángel, y lo devoré; y era

Y der del cielo, vestido de una


nube, y el arco iris estaba sobre
dulce en mi boca como la miel; y
después que lo hube comido, fue
su cabeza, y su rostro era como amargo mi vientre.
el sol, y sus pies como columnas 11 Y él me dijo: Necesario es
de fuego. que otra vez profetices a muchos
2 Y tenía en su mano un librito pueblos, y naciones, y lenguas, y
abierto; y puso su pie derecho reyes.
sobre el mar, y el izquierdo sobre
la tierra; CAPÍTULO 11
3 Y clamó con grande voz, como FUÉME dada una caña seme-
cuando un león ruge: y cuando

hubo clamado, los siete truenos


Y jante a una vara, y el ángel

se puso de pie, diciendo: Leván-


hablaron sus voces. tate, y mide el templo de Dios, y
4 Y cuando los siete truenos hu- el altar, y a los que adoran en él.
bieron hablado sus voces, yo iba 2 Empero echa fuera el patio que
a escribir; y oí una voz del cielo, está fuera del templo, y no lo
que me decía: Sella las cosas que midas; porque es dado a los Gen-
los siete truenos han hablado, y tiles; y pisarán la santa ciudad
no las escribas. cuarenta y dos meses.
5 Y el ángel que yo vi de pie 3 Y yo daré poder a mis dos testi-
sobre el mar, y sobre la tierra, le- gos, y ellos profetizarán por mil
vantó su mano al cielo, doscientos y sesenta días, vesti-
6 Y juró por el que vive por siem- dos de cilicio.
pre jamás, que ha creado el cielo, 4 Estos son las dos olivas, y los
y las cosas que en él están, y la dos candeleros que están de pie
tierra, y las cosas que en ella delante del Dios de la tierra.
están, y el mar, y las cosas que 5 Y si alguno les quisiere dañar,
en ella están, que el tiempo no sale fuego de la boca de ellos, y
será más: devora a sus enemigos; y si algu-
7 Pero en los días de la voz del no les quisiere dañar, así es nece-
séptimo ángel, cuando él co- sario que él sea muerto.
menzare a tocar la trompeta, el 6 Estos tienen potestad de cerrar
misterio de Dios será consumado, el cielo, que no llueva en los días
como él lo declaró a sus siervos de su profecía; y tienen potestad
los profetas. sobre las aguas para convertirlas
8 Y la voz que oí del cielo habló en sangre, y para herir la tierra
otra vez conmigo, y me decía: Vé, con toda plaga, todas las veces
toma el librito que está abierto que quisieren.
en la mano del ángel que está en 7 Y cuando ellos hubieren aca-
pie sobre el mar, y sobre la tierra. bado su testimonio, la bestia
9 Y fui al ángel, diciéndole que que sube del abismo hará guerra
352
La séptima trompeta Revelación 12
contra ellos, y los vencerá, y los Dios en sus sillas, se postraron
matará. sobre sus rostros, y adoraron a
8 Y sus cuerpos muertos serán Dios,
echados en la plaza de la gran- 17 Diciendo: Te damos gracias,
de ciudad, que espiritualmente ¡Oh Señor Dios Todopoderoso!
es llamada Sodoma, y Egipto; que eres, y que eras, y que has
donde también nuestro Señor de venir; porque has tomado tu
fue crucificado. grande poder, y has reinado.
9 Y los de los pueblos, tribus, len- 18 Y las naciones se han airado,
guas y naciones verán los cuer- y tu ira es venida, y el tiempo de
pos muertos de ellos por tres días los muertos para que sean juzga-
y medio, y no permitirán que sus dos, y para que des el galardón
cuerpos muertos sean puestos en a tus siervos los profetas, y a
sepulcros. los santos, y a los que temen tu
10 Y los moradores de la tierra nombre, a los pequeños, y a los
se regocijarán sobre ellos, y se grandes, y para que destruyas los
alegrarán, y se enviarán dones que destruyen la tierra.
los unos a los otros; porque estos 19 Y el templo de Dios fue abierto
dos profetas han atormentado a en el cielo, y el arca de su pacto
los que moran sobre la tierra. fue vista en su templo, y fueron
11 Y después de tres días y medio, hechos relámpagos, y voces, y
el Espíritu de vida de Dios entró truenos, y un terremoto, y gran-
en ellos, y se alzaron sobre sus de granizo.
pies, y vino grande temor sobre
los que los vieron. CAPÍTULO 12
12 Y oyeron una gran voz del UNA gran señal apareció en
cielo que les decía: Subid acá. Y

subieron al cielo en una nube; y


Y el cielo: una mujer vestida

del sol, y la luna debajo de sus


sus enemigos los vieron. pies, y sobre su cabeza una coro-
13 Y en aquella hora fue hecho na de doce estrellas.
un gran terremoto; y la décima 2 Y estando preñada, clamaba
parte de la ciudad cayó, y fue- con dolores de parto, y sufría
ron muertos en el terremoto los tormento por parir.
nombres de siete mil hombres; y 3 Y fue vista otra señal en el
los demás fueron espantados, y cielo; y he aquí un grande dra-
dieron gloria al Dios del cielo. gón bermejo, que tenía siete ca-
14 El segundo ay es pasado, y, he bezas y diez cuernos; y sobre sus
aquí el tercer ay vendrá presto. cabezas siete coronas.
15 Y el séptimo ángel tocó la 4 Y su cola arrastraba la terce-
trompeta; y fueron hechas gran- ra parte de las estrellas del cielo,
des voces en el cielo que decían: y las arrojó a la tierra. Y el dra-
Los reinos de este mundo han gón se puso de pie delante de la
venido a ser los reinos de nuestro mujer que estaba de parto, a fin
Señor, y de su Cristo, y reinará de devorar a su hijo tan pronto
por siempre jamás. que ella le hubiese parido.
16 Y los veinte y cuatro ancianos 5 Y ella parió un hijo varón, el
que estaban sentados delante de cual había de regir todas las na-
353
Revelación 13 La mujer y el dragón
ciones con vara de hierro; y su es mantenida por un tiempo, y
hijo fue arrebatado para Dios, y tiempos, y la mitad de un tiempo.
para su trono. 15 Y la serpiente arrojó de su
6 Y la mujer huyó al desierto, boca en pos de la mujer agua
donde tiene un lugar aparejado como un río; a fin de hacer que
de Dios, para que allí la manten- fuese arrebatada del río.
gan mil doscientos y sesenta días. 16 Y la tierra ayudó a la mujer; y la
7 Y hubo guerra en el cielo: Mi- tierra abrió su boca, y sorbió el
guel y sus ángeles batallaban río, que había arrojado el dra-
contra el dragón; y el dragón ba- gón de su boca.
tallaba, y sus ángeles; 17 Y el dragón fue airado contra la
8 Empero no prevalecieron, ni su mujer, y se fue a hacer guerra
lugar fue más hallado en el cielo. contra los otros de la simiente de
9 Y fue lanzado fuera aquel gran- ella, los cuales guardan los man-
de dragón, que es la serpiente damientos de Dios y tienen el
antigua, que es llamada el Dia- testimonio de Jesu Cristo.
blo, y Satanás, el cual engaña a
todo el mundo: fue arrojado en CAPÍTULO 13
tierra, y sus ángeles fueron arro- YO me paré sobre la arena
jados con él.

10 Y oí una gran voz en el cielo,


Y del mar, y vi una bestia subir

del mar, que tenía siete cabezas,


que decía: Ahora es venida la y diez cuernos; y sobre sus cuer-
salvación, y el poder, y el reino nos diez coronas; y sobre las ca-
de nuestro Dios, y el poder de bezas de ella un nombre de blas-
su Cristo; porque el acusador de femia.
nuestros hermanos es ya derriba- 2 Y la bestia que vi, era seme-
do, el cual los acusaba delante de jante a un leopardo, y sus pies
nuestro Dios día y noche. como pies de oso, y su boca como
11 Y ellos le han vencido por la boca de león. Y el dragón le dio
sangre del Cordero, y por la pa- su poder, y su silla, y grande au-
labra de su testimonio; y no han toridad.
amado sus vidas hasta la muerte. 3 Y vi una de sus cabezas como
12 Por lo cual alegraos, cielos, y herida de muerte, y la llaga de su
los que moráis en ellos. ¡Ay de muerte fue curada; y se maravilló
los moradores de la tierra, y del todo el mundo en pos de la bestia.
mar! porque el diablo ha descen- 4 Y adoraron al dragón que había
dido a vosotros, teniendo gran- dado la potestad a la bestia; y
de ira, sabiendo que tiene poco adoraron a la bestia, diciendo:
tiempo. ¿Quién es semejante a la bestia, y
13 Y cuando vio el dragón que quién podrá hacer guerra contra
él había sido arrojado a la tierra, ella?
persiguió a la mujer, que había 5 Y le fue dada boca que hablaba
parido al hijo varón. grandes cosas, y blasfemias; y le
14 Y fueron dadas a la mujer dos fue dada potestad para continuar
alas de grande águila, para que cuarenta y dos meses.
de la presencia de la serpiente vo- 6 Y abrió su boca en blasfe-
lase al desierto a su lugar, donde mias contra Dios, para blasfe-
354
El Cordero en Sión Revelación 14
mar su nombre, y su tabernácu- grandes, ricos y pobres, libres y
lo, y a los que moran en el cielo. siervos, tomar una marca en su
7 Y le fue dado hacer guerra con- mano derecha, o en sus frentes;
tra los santos, y vencerlos. Tam- 17 Y que ninguno pueda comprar o
bién le fue dada potestad sobre vender, sino el que tiene la
toda tribu, y lengua, y nación: marca, o el nombre de la bestia, o
8 Y todos los que moran en la tie- el número de su nombre.
rra la adorarán, cuyos nombres 18 Aquí hay sabiduría. El que
no están escritos en el libro de tiene entendimiento, cuente el
la vida del Cordero, el cual fue número de la bestia; porque es el
inmolado desde la fundación del número de un hombre, y su nú-
mundo. mero es seiscientos sesenta y seis.
9 Si alguno tiene oído, oiga.
10 El que lleva en cautividad, en CAPÍTULO 14
cautividad irá: el que a espada MIRÉ, y, he aquí, el Cordero
matare, es necesario que a espa-

da sea muerto. Aquí está la pa-


Y estaba en pie sobre el monte

de Sión, y con él ciento y cua-


ciencia, y la fe de los santos. renta y cuatro mil, que tenían el
11 Después vi otra bestia que nombre de su Padre escrito en
subía de la tierra, y tenía dos sus frentes.
cuernos semejantes a los de un 2 Y oí una voz del cielo como la
cordero, mas hablaba como un voz de muchas aguas, y como la
dragón. voz de un gran trueno; y oí una
12 Y ejerce todo el poder de la voz de tañedores de arpas que ta-
primera bestia en presencia de ñían con sus arpas;
ella; y hace a la tierra, y a los 3 Y cantaban como un cántico
moradores de ella adorar la nuevo delante del trono, y delan-
primera bestia, cuya herida de te de los cuatro seres vivientes, y
muerte fue curada. de los ancianos; y ninguno podía
13 Y hace grandes milagros, de aprender el cántico, sino aque-
tal manera que aun hace descen- llos ciento y cuarenta y cuatro
der fuego del cielo a la tierra de- mil, los cuales fueron redimidos
lante de los hombres. de la tierra.
14 Y engaña a los moradores de 4 Estos son los que con mujeres
la tierra por medio de los milagros no fueron contaminados; porque
que le han sido dados para hacer son vírgenes. Estos son los que
en presencia de la bestia, dicien- siguen al Cordero por donde
do a los moradores de la tierra, quiera que fuere. Estos fueron
que hagan la imagen de la bestia, redimidos de entre los hombres
que tiene la herida de espada, y por primicias para Dios, y para el
vivió. Cordero.
15 Y le fue dado que diese espíritu a 5 Y en su boca no ha sido halla-
la imagen de la bestia, a fin de que do engaño, porque ellos son sin
la imagen de la bestia hable; y hará mácula delante del trono de Dios.
que cualesquiera que no adoraren 6 Y vi otro ángel volar por en
la imagen de la bestia, sean muertos. medio del cielo, que tenía el
16 Y hace a todos los pequeños y evangelio eterno, para predicar
355
Revelación 15 Los que mueren en el Señor
a los que moran en la tierra, y cabeza una corona de oro, y
a toda nación y tribu y lengua y en su mano una hoz aguda.
pueblo, 15 Y otro ángel salió del templo,
7 Diciendo en alta voz: Temed clamando con alta voz al que es-
a Dios, y dadle gloria; porque taba sentado sobre la nube: Mete
la hora de su juicio es venida; y tu hoz, y siega; porque la hora
adorad al que ha hecho el cielo, de segar te es venida, porque la
y la tierra, y el mar y las fuentes mies de la tierra está madura.
de las aguas. 16 Y el que estaba sentado sobre la
8 Y otro ángel le siguió, dicien- nube echó su hoz sobre la tie-
do: Ya es caída: ya es caída Babi- rra, y la tierra fue segada.
lonia, aquella gran ciudad, por- 17 Y salió otro ángel del templo
que ella ha dado a beber a todas que está en el cielo, teniendo
las naciones del vino de la ira de también una hoz aguda.
su fornicación. 18 Y otro ángel salió del altar, el
9 Y el tercer ángel los siguió, cual tenía poder sobre el fuego, y
diciendo en alta voz: Si alguno clamó con gran voz al que tenía la
adora a la bestia, y a su imagen, hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz
y toma la marca en su frente, o aguda, y vendimia los raci-
en su mano, mos de la vid de la tierra; porque sus
10 Este tal beberá del vino de la uvas están maduras.
ira de Dios, el cual está echado 19 Y el ángel metió su hoz en la
puro en la copa de su ira; y será tierra, y vendimió la vid de la tie-
atormentado con fuego y azufre rra, y la echó en el grande lagar de
delante de los santos ángeles, y la ira de Dios.
delante del Cordero. 20 Y el lagar fue pisado fuera de
11 Y el humo del tormento de la ciudad, y del lagar salió sangre
ellos sube por siempre jamás. Y hasta los frenos de los caballos
los que adoran a la bestia, y a su por mil y seiscientos estadios.
imagen, no tienen reposo día y
noche, y ni cualesquiera que re- CAPÍTULO 15
cibe la marca de su nombre. VI otra señal en el cielo, gran-
12 Aquí está la paciencia de los

santos: aquí están los que guar-


Y de y admirable, siete ángeles
que tenían las siete plagas pos-
dan los mandamientos de Dios, y treras; porque en ellas es consu-
la fe de Jesús. mada la ira de Dios.
13 Y oí una voz del cielo, que 2 Y vi como un mar de vidrio
me decía: Escribe: Bienaventura- mezclado con fuego; y los que
dos son los muertos, que de aquí habían alcanzado la victoria de
adelante mueren en el Señor: Sí, la bestia, y de su imagen, y de su
dice el Espíritu, que descansarán marca, y del número de su nom-
de sus trabajos, y sus obras si- bre, estar en pie sobre el mar de
guen con ellos. vidrio, teniendo las arpas de Dios.
14 Y miré, y he aquí una nube 3 Y cantan el cántico de Moisés
blanca, y sobre la nube uno siervo de Dios, y el cántico del
asentado semejante al Hijo Cordero, diciendo: Grandes y
del hombre, que tenía en su maravillosas son tus obras, Señor
356
Los siete ángeles Revelación 16
Dios Todopoderoso; tus caminos 4 Y el tercer ángel derramó su
son justos y verdaderos, Rey de copa sobre los ríos, y sobre las
los santos. fuentes de las aguas, y fueron
4 ¿Quién no te temerá, Oh Señor, vueltas en sangre.
y glorificará tu nombre? Porque 5 Y oí al ángel de las aguas, que
tú sólo eres santo; porque todas las decía: Justo eres tú, Oh Señor,
naciones vendrán, y adorarán que eres y que eras, y que serás,
delante de ti; porque tus juicios porque has juzgado estas cosas:
son manifestados. 6 Porque ellos derramaron la
5 Y después de estas cosas, miré, sangre de santos, y de profetas, y
y, he aquí, el templo del taber- tú les has dado a beber sangre;
náculo del testimonio fue abierto porque son dignos.
en el cielo; 7 Y oí a otro del altar que decía:
6 Y salieron del templo los siete Ciertamente, Señor Dios Todo-
ángeles, que tenían las siete pla- poderoso, tus juicios son verda-
gas, vestidos de un lino puro y deros y justos.
resplandeciente, y ceñidos alre- 8 Y el cuarto ángel derramó su
dedor de los pechos con cintos copa sobre el sol, y le fue dado
de oro. quemar a los hombres con fuego.
7 Y uno de los cuatro seres vi- 9 Y los hombres se quemaron con
vientes dio a los siete ángeles el grande calor, y blasfemaron el
siete copas de oro, llenas de la nombre de Dios, que tiene potes-
ira de Dios, que vive por siempre tad sobre estas plagas, y no se
jamás. arrepintieron para darle gloria.
8 Y fue el templo lleno de humo 10 Y el quinto ángel derramó su
por la gloria de Dios, y por su copa sobre la silla de la bestia; y
poder; y ninguno podía entrar su reino fue hecho tenebroso, y
en el templo, hasta que fuesen se mordían sus lenguas de dolor.
consumadas las siete plagas de 11 Y blasfemaron al Dios del
los siete ángeles. cielo por causa de sus dolores, y
por sus plagas; y no se arrepin-
CAPÍTULO 16 tieron de sus obras.
OÍ una grande voz del templo 12 Y el sexto ángel derramó su
Y que decía a los siete ángeles:

Id, y derramad las copas de la ira


copa sobre el gran río Eufrates,
y el agua de él se secó, para que
de Dios sobre la tierra. fuese preparado el camino a los
2 Y fue el primero, y derramó reyes del oriente.
su copa en la tierra, y fue hecha 13 Y vi salir de la boca del dragón,
una plaga mala y dañosa sobre y de la boca de la bestia, y de la
los hombres que tenían la marca boca del falso profeta tres espíri-
de la bestia, y sobre los que ado- tus inmundos a manera de ranas.
raban su imagen. 14 Porque son espíritus de demo-
3 Y el segundo ángel derramó su nios, que hacen milagros, para ir
copa sobre el mar, y fue vuelta a los reyes de la tierra, y de todo
en sangre, como de un muerto, el mundo, para congregarlos
y toda alma viviente fue muerta para la guerra de aquel grande
sobre el mar. día del Dios Todopoderoso.
357
Revelación 17 Derramando las copas
15 He aquí, yo vengo como la- grana, llena de nombres de blas-
drón. Bienaventurado el que vela, femia, y que tenía siete cabezas y
y guarda sus vestiduras, para que diez cuernos.
no ande desnudo, y vean su ver- 4 Y la mujer estaba vestida de
güenza. púrpura, y de grana, y dorada
16 Y los congregó en un lugar con oro, y adornada de piedras
que se llama en Hebraico Arma- preciosas, y de perlas, tenien-
gedón. do una copa de oro en su mano
17 Y el séptimo ángel derramó llena de abominaciones, y de la
su copa por el aire, y salió una suciedad de su fornicación.
gran voz del templo del cielo, del 5 Y en su frente un nombre es-
trono, diciendo: Hecho es. crito: MISTERIO, BABILONIA LA
18 Y hubo voces, y truenos, y re- GRANDE, LA MADRE DE LAS
lámpagos; y hubo un gran terre- RAMERAS, Y DE LAS ABOMINA-
moto, un tal terremoto, tan gran- CIONES DE LA TIERRA.
de cual no fue jamás desde que 6 Y vi la mujer embriagada de la
los hombres han estado sobre la sangre de los santos, y de la
tierra. sangre de los mártires de Jesús; y
19 Y la grande ciudad fue parti- cuando la vi, fui maravillado con
da en tres partes, y las ciudades grande admiración.
de las naciones se cayeron; y la 7 Y el ángel me dijo: ¿Por qué te
grande Babilonia vino en memo- maravillas? Yo te diré el misterio de
ria delante de Dios, para darle la la mujer, y de la bestia que la
copa del vino del furor de su ira. lleva, la cual tiene siete cabezas y
20 Y toda isla huyó, y los montes diez cuernos.
no fueron hallados. 8 La bestia que has visto, fue, y
21 Y cayó del cielo sobre los ya no es; y ha de subir del abis-
hombres un grande granizo mo, y ha de ir a perdición; y los
como del peso de un talento; y moradores de la tierra cuyos
los hombres blasfemaron de Dios nombres no están escritos en el
por la plaga del granizo; porque libro de la vida desde la funda-
su plaga fue en extremo grande. ción del mundo, se maravillarán
cuando vean la bestia la cual era,
CAPÍTULO 17 y no es, y aunque es.
VINO uno de los siete ángeles 9 Aquí hay la mente que tiene
Y que tenían las siete copas, y
habló conmigo, diciéndome: Ven
sabiduría. Las siete cabezas, son

siete montes, sobre los cuales se


acá, y te mostraré la condena- asienta la mujer.
ción de la gran ramera, la cual 10 Y son siete reyes: los cinco son
está sentada sobre muchas aguas; caídos, y el uno es, y el otro aún
2 Con la cual han fornicado los no es venido; y cuando vinie-
reyes de la tierra, y los que moran re, es necesario que dure breve
en la tierra se han embriagado tiempo.
con el vino de su fornicación. 11 Y la bestia que era, y no es, es
3 Y me llevó en el espíritu al también el octavo, y es de los siete,
desierto; y vi una mujer senta- y va a perdición.
da sobre una bestia de color de 12 Y los diez cuernos que has
358
Caída es Babilonia Revelación 18
visto, son diez reyes, que aún no rra han fornicado con ella, y los
han recibido reino, empero re- mercaderes de la tierra se han
cibirán potestad como reyes por enriquecido por la abundancia de
una hora con la bestia. sus deleites.
13 Estos tienen una misma mente, y 4 Y oí otra voz del cielo, que
darán su poder y autoridad a la decía: Salid de ella, pueblo mío,
bestia. porque no seáis participantes de
14 Estos harán guerra contra el sus pecados, y que no recibáis de
Cordero, y el Cordero los vence- sus plagas.
rá; porque es el Señor de señores, 5 Porque sus pecados han llega-
y el Rey de reyes; y los que están do hasta el cielo, y Dios se ha
con él, son llamados, y escogidos, acordado de sus maldades.
y fieles. 6 Tornadle a dar así como ella
15 Y él me dice: Las aguas que os ha dado, y pagadle al doble
has visto donde la ramera se según sus obras: en la copa que
sienta, son pueblos, y multitudes, y ella os dio a beber, dadle a ella
naciones, y lenguas. doblado.
16 Y los diez cuernos que viste 7 Cuanto ella se ha glorificado,
sobre la bestia, éstos aborrecerán a y ha vivido en deleites, tanto
la ramera, y la harán desolada, y dadle de tormento y llanto; por-
desnuda, y comerán sus carnes, y que dice en su corazón: Yo estoy
la quemarán con fuego; sentada reina, y no soy viuda, y
17 Porque Dios ha puesto en sus no veré llanto.
corazones, que hagan lo que a él 8 Por lo cual en un día vendrán
place, y el ponerse de acuerdo, y sus plagas, muerte, y llanto, y
dar su reino a la bestia hasta que hambre, y será quemada con
sean cumplidas las palabras de fuego; porque fuerte es el Señor
Dios. Dios que la juzga.
18 Y la mujer que has visto, es la 9 Y llorarán y se lamentarán
grande ciudad que tiene su reino sobre ella los reyes de la tierra,
sobre los reyes de la tierra. los cuales han fornicado con ella,
y han vivido en deleites, cuando
CAPÍTULO 18 ellos vieren el humo de su incen-
DESPUÉS de estas cosas vi dio,
Y otro ángel descender del
cielo, teniendo gran poder; y la
10 Estando de pie lejos por el

temor de su tormento, diciendo:


tierra fue alumbrada de su gloria. ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad
2 Y él clamó fuertemente en alta de Babilonia, aquella fuerte ciu-
voz, diciendo: Caída es, caída es dad; porque en una hora vino tu
Babilonia la grande, y es hecha juicio!
habitación de demonios, y gua- 11 Y los mercaderes de la tierra
rida de todo espíritu inmundo, llorarán y se lamentarán sobre
y guarida de todas aves sucias y ella; porque ninguno compra
aborrecibles; más sus mercaderías,
3 Porque todas las naciones han 12 La mercadería de oro, y de
bebido del vino de la ira de su plata, y de piedras preciosas, y
fornicación, y los reyes de la tie- de perlas, y de lino fino, y de es-
359
Revelación 19 Lamentación sobre ella
carlata, y de seda, y de grana, y vosotros santos apóstoles, y pro-
de toda madera de thyno, y de fetas; porque Dios ha vengado
todo vaso de marfil, y de todo vuestra causa en ella.
vaso de maderas las más precio- 21 Y un fuerte ángel tomó una
sas, y de latón, y de hierro, y de piedra como una grande muela
mármol; de molino, y echóla en el mar,
13 Y canela, y olores, y ungüen- diciendo: Con tanto ímpetu será
tos, e incienso, y vino, y aceite, y derribada Babilonia, aquella
flor de harina, y trigo, y bestias, gran ciudad; y no será jamás ha-
y de ovejas, y de caballos, y de llada.
carros, y de esclavos, y de almas 22 Y voz de tañedores de arpas, y de
de hombres. músicos, y tañedores de flau-
14 Y los frutos del deseo de tu tas, y de trompeteros, no será
alma se apartaron de ti, y todas más oída en ti; y todo artífice de
las cosas gruesas, y excelentes te cualquier oficio, no será más ha-
han faltado; y de aquí adelante y llado en ti; y ruido de molino no
nunca mas las hallarás. será más oído en ti;
15 Los mercaderes de estas cosas 23 Y luz de candela no alumbra-
que se han enriquecido por ella, rá más en ti; y voz de desposado,
se pondrán de pie lejos por el y de desposada no será más oída
temor de su tormento, llorando, y en ti; porque tus mercaderes
lamentando, eran los magnates de la tierra;
16 Y diciendo: ¡Ay, ay de aquella porque por tus hechicerías todas
gran ciudad, que estaba vestida las naciones fueron engañadas.
de lino fino, y de escarlata, y de 24 Y en ella se halló la sangre de
grana, y dorada con oro, y de pie- profetas, y de santos, y de todos
dras preciosas y de perlas! los que han sido muertos en la
17 Porque en una hora han sido tierra.
desoladas tantas riquezas. Y todo
capitán de nave y toda la compa- CAPÍTULO 19
ñía en las naves, y los marineros, DESPUÉS de estas cosas, oí
y todos los que tratan en el mar,

se pusieron de pie lejos;


Y una gran voz de gran multi-

tud en el cielo, que decía: Alelu-


18 Y viendo el humo de su in- ya: La salvación, y la gloria, y la
cendio, dieron voces, diciendo: honra, y el poder al Señor nues-
¿Cuál ciudad era semejante a esta tro Dios;
gran ciudad? 2 Porque sus juicios son verda-
19 Y echaron polvo sobre sus ca- deros y justos, porque él ha juz-
bezas, y dieron voces, llorando, y gado a la grande ramera que ha
lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de corrompido la tierra con su for-
aquella gran ciudad, en la cual nicación, y ha vengado la sangre
todos los que tenían naves en el de sus siervos de la mano de ella.
mar, se habían enriquecido por 3 Y otra vez dijeron: Aleluya. Y su
razón de su costosa magnificen- humo subió por siempre jamás.
cia! porque en una hora ha sido 4 Y los veinte y cuatro ancia-
desolada. nos, y los cuatro seres vivientes
20 Regocíjate sobre ella, cielo, y se postraron, y adoraron a Dios,
360
Gozo en el cielo Revelación 19
que estaba sentado sobre el 14 Y los ejércitos que están en el
trono, diciendo: Amén: Aleluya. cielo le seguían en caballos
5 Y salió una voz del trono, que blancos, vestidos de lino finísi-
decía: Alabad a nuestro Dios mo, blanco, y puro.
todos vosotros sus siervos, y vo- 15 Y de su boca sale una espa-
sotros los que le teméis, así los da aguda para herir con ella a
pequeños, como los grandes. las naciones, y él las regirá con
6 Y oí como la voz de una gran vara de hierro; y él pisa el lagar
multitud, y como la voz de mu- del vino del furor, y de la ira de
chas aguas, y como la voz de Dios Todopoderoso.
grandes truenos, que decían: 16 Y en su vestidura, y en su
Aleluya. Porque el Señor Dios muslo, tiene un nombre escrito:
omnipotente reina. REY DE REYES, Y SEÑOR DE SE-
7 Gocémonos, y alegrémonos, y ÑORES.
démosle gloria; porque es veni- 17 Y vi un ángel que estaba de
da la boda del Cordero, y su es- pie en el sol, y clamó con gran
posa se ha preparado; voz, diciendo a todas las aves
8 Y le fue dado que se vista de que volaban por medio del cielo:
lino finísimo, puro y resplande- Venid, y congregaos a la cena
ciente; porque el lino finísimo del gran Dios;
es la justicia de los santos. 18 Para que comáis carnes de
9 Y él me dice: Escribe: Bien- reyes, y carnes de capitanes, y
aventurados los que son llama- carnes de fuertes, y carnes de
dos a la cena de la boda del Cor- caballos, y de los que están sen-
dero. Y díceme: Estas palabras tados sobre ellos; y carnes de
de Dios son verdaderas. todos, libres y siervos, de peque-
10 Y yo me eché a sus pies para ños, y de grandes.
adorarle. Y él me dijo: Mira, que 19 Y vi la bestia, y los reyes de
no lo hagas: yo soy consiervo la tierra, y sus ejércitos congre-
tuyo, y de tus hermanos, que gados para hacer guerra contra
tienen el testimonio de Jesús. el que estaba sentado sobre el
Adora a Dios; porque el testi- caballo, y contra su ejército.
monio de Jesús es el espíritu de 20 Y la bestia fue presa, y con
profecía. ella el falso profeta, que había
11 Y vi el cielo abierto, y he aquí hecho los milagros en su pre-
un caballo blanco; y el que esta- sencia, con los cuales había en-
ba sentado sobre él, era llamado gañado a los que recibieron la
Fiel y Verdadero, y en justicia marca de la bestia, y a los que
juzga y guerrea. adoraron su imagen. Estos dos
12 Y sus ojos eran como llama de fueron lanzados vivos dentro de
fuego, y había en su cabeza mu- un lago de fuego ardiendo con
chas coronas, y tenía un nom- azufre.
bre escrito que ninguno conocía, 21 Y los demás fueron muertos
sino él mismo: con la espada que salía de la boca
13 Y estaba vestido de una ropa del que estaba sentado sobre el
teñida en sangre, y su nombre caballo, y todas las aves fueron
es llamado La Palabra de Dios. hartas de las carnes de ellos.
361
Revelación 20 El milenio y el juicio

Y CAPÍTULO 20
VI un ángel descender del
cielo, que tenía la llave del
la tierra, y cercaron el campa-
mento de los santos, y de la ciu-
dad amada. Y de Dios descendió
abismo, y una grande cadena en fuego del cielo, y los devoró.
su mano. 10 Y el diablo que los engañaba
2 Y prendió al dragón, aquella fue lanzado en el lago de fuego y
serpiente antigua, que es el dia- azufre, donde está la bestia y el
blo y Satanás, y lo ató por mil falso profeta, y serán atormen-
años. tados día y noche por siempre
3 Y le arrojó al abismo, y le en- jamás.
cerró, y selló sobre él; porque 11 Y vi un gran trono blanco, y al
no engañase más a las naciones que estaba sentado sobre él, de
hasta que los mil años fuesen delante del cual huyó la tierra y
cumplidos, y después de esto, es el cielo; y no se halló lugar para
necesario que sea desatado por ellos.
un poco de tiempo. 12 Y vi los muertos, pequeños y
4 Y vi tronos, y se sentaron sobre grandes que estaban de pie de-
ellos, y les fue dado el juicio: y vi lante de Dios; y los libros fueron
las almas de los que habían sido abiertos, y otro libro fue abierto, el
degollados por el testimonio de cual es el libro de la vida; y fue-
Jesús, y por la palabra de Dios, y ron juzgados los muertos por las
que no habían adorado la bestia, cosas que estaban escritas en los
ni a su imagen, y que no habían libros, según sus obras.
recibido su marca en sus frentes, 13 Y el mar dio los muertos que
ni en sus manos; y vivieron, y estaban en ella; y la muerte, y el
reinaron con Cristo mil años. infierno dieron los muertos que
5 Empero los demás muertos no estaban en ellos; y fue hecho jui-
tornaron a vivir, hasta que fue- cio de cada uno de ellos según
ron cumplidos los mil años. Esta sus obras.
es la primera resurrección. 14 Y la muerte, y el infierno fue-
6 Bienaventurado y santo el que ron lanzados en el lago de fuego.
tiene parte en la primera resu- Esta es la muerte segunda.
rrección: la segunda muerte no 15 Y el que no fue hallado escrito en
tiene potestad sobre los tales: el libro de la vida, fue lanzado en el
antes serán sacerdotes de Dios, y lago de fuego.
de Cristo, y reinarán con él mil
años. CAPÍTULO 21
7 Y cuando los mil años fueren VI un cielo nuevo, y una tie-
cumplidos, Satanás será suelto

de su prisión;
Y rra nueva; porque el primer

cielo, y la primera tierra se fue-


8 Y saldrá para engañar las na- ron, y el mar ya no es.
ciones que están en las cuatro es- 2 Y yo Juan vi la santa ciudad,
quinas de la tierra, Gog y Magog, a la nueva Jerusalem, que descen-
fin de congregarlas para la día del cielo, aparejada de Dios,
guerra, el número de las cuales como la desposada ataviada para
es como la arena del mar. su marido.
9 Y subieron sobre la anchura de 3 Y oí una gran voz del cielo, que
362
La nueva Jerusalem Revelación 21
decía: He aquí, el tabernáculo de alto, y tenía doce puertas; y en las
Dios con los hombres, y él mora- puertas, doce ángeles; y nom-
rá con ellos; y ellos serán su pue- bres escritos sobre ellas, que son los
blo, y Dios mismo será con ellos y nombres de las doce tribus de los
será su Dios. hijos de Israel.
4 Y limpiará Dios toda lágrima 13 Al oriente tres puertas: al
de los ojos de ellos; y la muerte norte tres puertas: al sur tres
no será más; ni habrá más llanto, puertas: al poniente tres puertas.
ni clamor, ni dolor; porque las 14 Y el muro de la ciudad tenía
primeras cosas son pasadas. doce fundamentos; y en ellos los
5 Y el que estaba sentado en el nombres de los doce apóstoles
trono, dijo: He aquí, yo hago del Cordero.
nuevas todas las cosas. Y me 15 Y el que hablaba conmigo,
dijo: Escribe; porque estas pala- tenía una medida de una caña de
bras son verdaderas y fieles. oro, para medir la ciudad, y sus
6 Y díjome: Hecho es. Yo soy el puertas, y su muro.
Alfa y el Omega, el principio y el 16 Y la ciudad está situada y
fin. Al que tuviere sed yo le daré puesta en cuadro, y su longitud
de la fuente del agua de la vida es tanta como su anchura. Y él
gratuitamente. midió la ciudad con la caña, y
7 El que venciere, heredará todas tenía doce mil estadios; y la lon-
las cosas, y yo seré su Dios, y él gitud, y la anchura, y la altura de
será mi hijo. ella son iguales.
8 Empero a los temerosos, e in- 17 Y midió su muro, de ciento y
crédulos; a los abominables, y cuarenta y cuatro codos, de medi-
homicidas; y a los fornicarios, y da de hombre, la cual es de ángel.
hechiceros; y a los idólatras, y 18 Y el material de su muro era
a todos los mentirosos, su parte de jaspe; empero la ciudad era
será en el lago que arde con de oro puro, semejante al vidrio
fuego y azufre, que es la muerte limpio.
segunda. 19 Y los fundamentos del muro
9 Y vino a mí uno de los siete án- de la ciudad estaban adornados
geles, que tenían las siete copas de toda piedra preciosa. El pri-
llenas de las siete postreras pla- mer fundamento era jaspe; el se-
gas, y habló conmigo, diciendo: gundo, zafiro; el tercero, calce-
Ven acá, yo te mostraré la despo- donia; el cuarto, esmeralda;
sada, esposa del Cordero. 20 El quinto, sardónica; el sexto,
10 Y llevóme en el espíritu a un sardio; el séptimo, crisólito; el
grande y alto monte, y mostróme octavo, berilo; el noveno, topa-
la grande ciudad, la santa Jeru- cio; el décimo crisopraso; el un-
salem, que descendía del cielo de décimo, jacinto; el duodécimo,
Dios, amatista.
11 Teniendo la gloria de Dios; y 21 Y las doce puertas eran doce
su lumbre era semejante a una perlas; cada una de las puertas
piedra preciosísima, como pie- era de una perla. Y la plaza de la
dra de jaspe clara como cristal. ciudad era oro puro, como vidrio
12 Y tenía un grande muro y transparente.
363
Revelación 22 Jersualem, sus muros y puertas
22 Y yo no vi templo en ella; por- 6 Y díjome: Estas palabras son
que el Señor Dios Todopoderoso fieles y verdaderas. Y el Señor
y el Cordero son el templo de ella. Dios de los santos profetas ha
23 Y la ciudad no tenía necesi- enviado su ángel, para mostrar a
dad del sol, ni de la luna para sus siervos las cosas que es nece-
que resplandezcan en ella; por- sario que sean hechas presto.
que la gloria de Dios la alumbró, y 7 He aquí, yo vengo presto: Bien-
el Cordero es su lumbrera. aventurado el que guarda las pa-
24 Y las naciones de los que son labras de la profecía de este libro.
salvos andarán en la luz de ella; y 8 Y yo Juan vi y oí estas cosas.
los reyes de la tierra traerán su Y cuando hube oído y visto, me
gloria y honor a ella. postré para adorar delante de los
25 Y sus puertas no serán cerra- pies del ángel que me mostraba
das de día, porque allí no habrá estas cosas.
noche: 9 Y él me dijo: Mira que no lo
26 Y llevarán la gloria, y la honra hagas; porque yo soy consiervo
de las naciones a ella. tuyo, y de tus hermanos los pro-
27 No entrará jamás en ella nin- fetas, y de los que guardan las pa-
guna cosa que contamina, o que labras de este libro: Adora a Dios.
hace abominación y mentira; 10 Y díjome: No selles las pala-
sino solamente los que están es- bras de la profecía de este libro;
critos en el libro de la vida del porque el tiempo está cerca.
Cordero. 11 El que es injusto, sea injusto
todavía; y el que es sucio, sea
CAPÍTULO 22 sucio todavía; y el que es justo,
ÉL me mostró un río puro de sea todavía justo; y el que es
Y agua de vida, claro como cris-
tal, que salía del trono de Dios, y
santo, sea santificado todavía.
12 Y, he aquí, yo vengo presto, y
del Cordero. mi galardón está conmigo, para
2 En el medio de la plaza de ella, recompensar a cada uno según
y de la una parte y de la otra fuere su obra.
del río, estaba el árbol de la vida, 13 Yo soy el Alfa y el Omega, el
que produce doce frutos, dando principio, y el fin, el primero y el
cada mes su fruto; y las hojas del postrero.
árbol eran para la sanidad de las 14 Bienaventurados los que
naciones. hacen sus mandamientos, para
3 Y no habrá allí jamás maldi- que tengan derecho al árbol de la
ción; sino el trono de Dios, y del vida, y que entren por las puertas
Cordero estará en ella, y sus sier- en la ciudad.
vos le servirán. 15 Mas los perros están fuera, y
4 Y verán su rostro, y su nombre los hechiceros, y los disolutos, y los
estará en sus frentes. homicidas, y los idólatras, y cual-
5 Y allí no habrá más noche, y no quiera que ama y hace mentira.
tienen necesidad de luz de can- 16 Yo Jesús he enviado mi ángel
dela, ni de luz de sol; Porque el para daros testimonio de estas
Señor Dios los alumbrará, y rei- cosas en las iglesias. Yo soy la
narán por siempre jamás. raíz y el linaje de David, la es-
364
Ven, Señor Jesús Revelación 22
trella resplandeciente de la ma- 19 Y si alguno quitare de las pa-
ñana. labras del libro de esta profecía,
17 Y el Espíritu, y la desposada Dios quitará su parte del libro de
dicen: Ven. Y el que oye, diga: la vida, y de la santa ciudad, y
Ven. Y el que tiene sed, venga. Y de las cosas que están escritas en
el que quiere, tome del agua de este libro.
la vida gratuitamente. 20 El que da testimonio de estas
18 Porque yo testifico a cual- cosas, dice: Ciertamente vengo
quiera que oye las palabras de la prestamente. Amén: Sea así. Ven,
profecía de este libro: Si alguno Señor Jesús.
añadiere a estas cosas, Dios pon- 21 La gracia de nuestro Señor
drá sobre él las plagas que están Jesu Cristo sea con todos vosotros.
escritas en este libro. Amén.

Fin del Nuevo Testamento

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