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TABLA
de los libros del Nuevo Testamento
con el número de sus capítulos
E CAPÍTULO 1
L LIBRO de la generación de
14 Y Azor engendró a Sadoc:
y Sadoc engendró a Aquim; y
Jesu Cristo, hijo de David, Aquim engendró a Eliud;
hijo de Abraham. 15 Y Eliud engendró a Eleazar; y
2 Abraham engendró a Isaac: e Eleazar engendró a Matán: y
Isaac engendró a Jacob: y Jacob Matán engendró a Jacob:
engendró a Judá y a sus hermanos: 16 Y Jacob engendró a José ma-
3 Y Judá engendró de Tamar a rido de María, de la cual nació
Fares y a Zara: y Fares engendró Jesús, el cual es llamado el Cristo.
a Esrom: y Esrom engendró a 17 De manera que todas las ge-
Aram: neraciones desde Abraham hasta
4 Y Aram engendró a Aminadab: y David son catorce generaciones: y
Aminadab engendró a Naasón: y desde David hasta la transmigra-
Naasón engendró a Salmón: ción a Babilonia, catorce genera-
5 Y Salmón engendró de Rahâb ciones: y desde la transmigración
a Booz: y Booz engendró de Rut de Babilonia hasta Cristo, cator-
a Obed: y Obed engendró a Isaí: ce generaciones.
6 E Isaí engendró al rey David: y el 18 Y el nacimiento de Jesu Cris-
rey David engendró a Salomón de la to fue así: Que estando María su
que fue esposa de Urías: madre desposada con José, antes
7 Y Salomón engendró a Roboam: y que se juntasen, se halló haber
Roboam engendró a Abía: y concebido del Espíritu Santo.
Abía engendró a Asa: 19 Y José su marido, como era
8 Y Asa engendró a Josafat: y Jo- justo, y no quisiese exponerla a
safat engendró a Joram: y Joram la infamia, quiso dejarla secreta-
engendró a Ozías: mente.
9 Y Ozías engendró a Joatam: 20 Y pensando él en estas cosas,
y Joatam engendró a Achaz: y he aquí el ángel del Señor le apa-
Achaz engendró a Ezequías: reció en sueños, diciendo: José,
10 Y Ezequías engendró a Mana- hijo de David, no temas de reci-
sés: y Manasés engendró a Amón: y bir a María tu esposa; porque lo
Amón engendró a Josías: que en ella es engendrado, del
11 Y Josías engendró a Jeconías Espíritu Santo es.
y a sus hermanos en el tiempo de 21 Y ella parirá un hijo, y llama-
la transmigración a Babilonia: rás su nombre JESÚS: porque él
12 Y después de la transmigra- salvará a su pueblo de sus peca-
ción a Babilonia, Jeconías engen- dos.
dró a Salatiel: y Salatiel engen- 22 Todo esto fue hecho para que
dró a Zorobabel: se cumpliese lo que había hablado
13 Y Zorobabel engendró a Abiud: y el Señor, por el profeta diciendo:
Abiud engendró a Eliaquim: y 23 He aquí una virgen concebi-
Eliaquim engendró a Azor: rá y parirá un hijo, y llamarán su
5
Mateo 2 Los sabios del oriente
nombre Emmanuel, que interpre- delante de ellos, hasta que llegan-
tado es: Dios con nosotros. do, se puso sobre donde estaba el
24 Y despertado José del sueño, niño.
hizo como el ángel del Señor le 10 Y viendo ellos la estrella, se
había mandado, y tomó consigo a regocijaron mucho de gran gozo.
su esposa. 11 Y entrando en la casa, vieron al
25 Y no la conoció hasta que parió a niño con su madre María, y pos-
su Hijo primogénito: y llamó su trándose, le adoraron; y abriendo sus
nombre JESÚS. tesoros, le ofrecieron dones, oro e
incienso y mirra.
CAPÍTULO 2 12 Y siendo avisados por Dios en
CUANDO fue nacido Jesús en un sueño que no volviesen a He-
Y Belem de Judea en los días
otro camino.
sabios vinieron del oriente a Je- 13 Y después que ellos hubieron
rusalem, partido, he aquí, el ángel del
2 Diciendo: ¿Dónde está el que Señor aparece en un sueño a José,
es nacido Rey de los Judíos? Por- diciendo: Levántate, y toma al
que su estrella hemos visto en el niño y a su madre, y huye a Egip-
oriente, y venimos a adorarle. to, y estáte allá hasta que yo te
3 Y oyendo esto el rey Herodes, se lo diga; porque ha de acontecer,
turbó, y toda Jerusalem con él. que Herodes buscará al niño para
4 Y habiendo convocado todos destruirle.
los principales sacerdotes, y los 14 Y levantándose él, tomó al
escribas del pueblo, les preguntó niño y a su madre de noche, y se fue
dónde había de nacer el Cristo. a Egipto;
5 Y ellos le dijeron: En Belem de 15 Y estuvo allá hasta la muerte de
Judea; porque así está escrito por el Herodes: para que se cumplie-
profeta: se lo que había hablado el Señor, por
6 Y tú, Belem, tierra de Judá, no el profeta, que dijo: De Egip-
eres la más pequeña entre los to llamé a mi Hijo.
príncipes de Judá; porque de ti 16 Herodes entonces, cuando se
saldrá un Gobernador, que regirá a vio burlado de los hombres sa-
mi pueblo Israel. bios, se enfureció mucho, y envió,
7 Entonces Herodes, habiendo y mató todos los niños que había
llamado a los sabios en secreto, en Belem y en todos sus términos,
inquirió de ellos diligentemente de edad de dos años abajo, con-
el tiempo del aparecimiento de la forme al tiempo que había inqui-
estrella; rido diligentemente de los sabios.
8 Y enviándoles a Belem, dijo: 17 Entonces se cumplió lo que
Andad allá, y buscad con diligen- había hablado por el profeta Je-
cia por el niño; y cuando le hu- remías, diciendo:
bieres hallado, hacédmelo saber, 18 Una voz fue oída en Ramá,
para que yo también vaya y le lamentación, y lloro y gemido
adore. grande: Raquel que llora por sus
9 Y ellos, habiendo oído al rey, se hijos; y no quiso ser consolada,
fueron: y he aquí, que la estrella porque no son.
que habían visto en el oriente, iba 19 Mas habiendo muerto Herodes,
6
La huída a Egipto Mateo 4
he aquí un ángel del Señor apare- 8 Haced pues frutos dignos de
ce en un sueño a José en Egipto, arrepentimiento.
20 Diciendo: Levántate, y toma al 9 Y no penséis decir dentro de vo-
niño y a su madre, y vete a tie- sotros mismos: A Abraham tene-
rra de Israel; que muertos son los mos por padre: porque yo os digo,
que buscaban la vida del niño. que puede Dios levantar hijos a
21 Entonces él se levantó, y tomó al Abraham aun de estas piedras.
niño y a su madre, y vínose a tierra 10 Y ya también el hacha está
de Israel. puesta a la raíz de los árboles;
22 Mas cuando él oyó que Arque- por tanto todo árbol que no hace
lao reinaba en Judea en lugar de buen fruto, es cortado y echado
Herodes su padre, tuvo temor de en el fuego.
ir allá; mas avisado por Dios en 11 Yo a la verdad os bautizo en
un sueño, se fue a las partes de agua para arrepentimiento; mas el
Galilea. que viene en pos de mí, más
23 Y vino, y habitó en una ciu- poderoso es que yo; los zapatos del
dad que se llama Nazaret: para cual yo no soy digno de lle-
que se cumpliese lo que fue dicho var; él os bautizará con el Espíri-
por los profetas, que será llamado tu Santo, y con fuego:
Nazareno. 12 Cuyo aventador está en su
mano, y limpiará su era: y reco-
CAPÍTULO 3 gerá su trigo en el alfolí, y que-
EN aquellos días vino Juan el mará la paja en fuego que nunca
Y Bautista predicando en el de-
sierto de Judea,
se apagará.
venidera?
E por el Espíritu al desierto,
M
CAPÍTULO 6 11 Danos hoy nuestro pan coti-
IRAD que no hagáis vuestra diano.
limosna delante de los 12 Y perdónanos nuestras deu-
hombres, para que seáis mirados das, como también nosotros per-
de ellos: de otra manera no te- donamos a nuestros deudores.
néis galardón de vuestro Padre 13 Y no nos metas en tentación,
que está en el cielo. mas líbranos de mal: porque
2 Pues cuando haces limosna, no tuyo es el reino, y el poder, y la
hagas tocar trompeta delante de gloria, por siempre. Amén.
ti, como hacen los hipócritas en 14 Porque si perdonareis a los
las sinagogas y en las calles, para hombres sus ofensas, os perdo-
ser glorificados de los hombres: nará también a vosotros vuestro
de cierto os digo, tienen su ga- Padre celestial.
lardón. 15 Mas si no perdonareis a los
3 Mas cuando tú haces limosna, hombres sus ofensas, tampoco
no sepa tu mano izquierda lo que vuestro Padre os perdonará vues-
hace tu mano derecha; tras ofensas.
4 Que sea tu limosna en secreto: y 16 Y cuando ayunáis, no seáis
tu Padre que ve en secreto, él te como los hipócritas, de un ros-
recompensará en lo público. tro triste: que demudan sus caras
5 Y cuando oréis, no seáis como para parecer a los hombres que
los hipócritas; porque ellos aman ayunan: de cierto os digo, ellos
el orar en las sinagogas, y en tienen su galardón.
las esquinas de las calles de pie, 17 Mas tú, cuando ayunas, unge tu
para que sean vistos de los hom- cabeza y lava tu cara,
bres. De cierto os digo que tienen 18 Para no parecer a los hombres
su galardón. que ayunas, sino a tu Padre que
6 Mas tú, cuando orares, entra está en lo secreto: y tu Padre que
en tu cámara, y cerrada tu puer- ve en lo secreto, te recompensará
ta, ora a tu Padre que está en lo en lo público.
secreto; y tu Padre que ve en lo 19 No atesoréis para vosotros en
secreto, te recompensará en lo la tierra, donde la polilla y el orín
público. corrompen, y donde ladro-
7 Mas cuando oréis, no uséis nes minan y hurtan;
vanas repeticiones como los pa- 20 Mas atesoraos para vosotros
ganos; que piensan que por su en el cielo, donde ni polilla ni
parlería serán oídos. orín corrompe, y donde ladrones no
8 No seáis pues semejantes a minan, ni hurtan.
ellos; porque vuestro Padre sabe 21 Porque donde estuviere vues-
de que cosas tenéis necesidad, tro tesoro, allí también estará
antes que vosotros le pidáis. vuestro corazón.
9 Vosotros, pues, oraréis así: 22 La luz del cuerpo es el ojo:
Padre nuestro que estás en el así que, si tu ojo fuere sincero,
cielo, Sea santificado tu nombre. todo tu cuerpo será luminoso.
10 Venga tu reino. Sea hecha tu 23 Mas si tu ojo fuere malo, todo
voluntad, como en la tierra, así tu cuerpo será tenebroso. Así
también en el cielo. que, si la luz que en ti hay son
11
Mateo 7 El sermón del monte
tinieblas, ¡cuán grandes serán las 34 Así que, no os acongojéis por el
mismas tinieblas! día de mañana; porque el día de
24 Ninguno puede servir a dos se- mañana traerá su congoja. Basta
ñores; porque o aborrecerá al uno al día su propio mal.
y amará al otro, o se allegará al
uno y menospreciará al otro: No CAPÍTULO 7
podéis servir a Dios y a mammón. O juzguéis, para que no seáis
25 Por tanto os digo: No os acon-
multitudes.
fuego. 2 Y he aquí un leproso vino, y le
20 Así que, por sus frutos los co- adoró, diciendo: Señor, si quisie-
noceréis. res, puedes limpiarme.
21 No todo el que me dice: Señor, 3 Y extendiendo Jesús la mano,
Señor, entrará en el reino del le tocó, diciendo: Quiero; sé lim-
cielo: sino el que hiciere la vo- pio.Y al instante su lepra fue lim-
luntad de mi Padre que está en piada.
el cielo. 4 Y Jesús le dice: Mira, no lo
22 Muchos me dirán en aquel digas a nadie; mas ve, muéstrate
día: Señor, Señor, ¿no profetiza- al sacerdote, y ofrece el presente
mos en tu nombre, y en tu nom- que mandó Moisés, en testimo-
bre echamos demonios, y en tu nio a ellos.
nombre hicimos muchas maravi- 5 Y cuando Jesús hubo entrado en
llas? Capernaum, vino a él un cen-
23 Y entonces les diré claramen- turión, rogándole,
te: Nunca os conocí; apartaos de 6 Y diciendo: Señor, mi siervo
mí, vosotros que obráis maldad. está echado en casa paralítico,
24 Pues, todo aquel que oye estas gravemente atormentado.
mis palabras, y las hace, compa- 7 Y Jesús le dijo: Yo vendré y le
rarle he al varón prudente, que sanaré.
edificó su casa sobre la roca; 8 Y respondió el centurión, y
25 Y descendió la lluvia, y vinie- dijo: Señor, no soy digno que en-
ron los ríos, y soplaron los vien- tres debajo de mi techo; mas so-
13
Mateo 8 Los endemoniados Gergesenos
lamente di la palabra, y mi sier- nidos; mas el Hijo del hombre no
vo será sano. tiene donde recostar su cabeza.
9 Porque también yo soy hombre 21 Y otro de sus discípulos le
bajo de autoridad; y tengo solda- dijo: Señor, permíteme que vaya
dos bajo de mí mismo: y digo a primero, y entierre a mi padre.
éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y 22 Mas Jesús le dijo: Sígueme, y
viene; y a mi siervo: Haz esto, y deja que los muertos entierren a
lo hace. sus muertos.
10 Y oyéndolo Jesús, se maravi- 23 Y cuando él hubo entrado en
lló, y dijo a los que le seguían: De una nave, sus discípulos le si-
cierto os digo, que ni aun en Is- guieron.
rael he hallado tanta fe. 24 Y, he aquí, se levantó una tor-
11 Y yo os digo que vendrán mu- menta grande en el mar, tanto
chos del oriente y del occidente, y que la nave era cubierta de las
se asentarán con Abraham, e Isaac, ondas; mas él dormía.
y Jacob, en el reino del cielo: 25 Y sus discípulos vinieron a él, y
12 Mas los hijos del reino serán le despertaron, diciendo: Señor,
echados en las tinieblas de afue- sálvanos, perecemos.
ra: allí será el llanto y el crujir de 26 Y él les dice: ¿Por qué estáis
dientes. temerosos, oh hombres de poca
13 Entonces Jesús dijo al centu- fe? Entonces, levantado, repren-
rión: Ve, y como creíste así sea dió a los vientos y al mar; y fue
hecho contigo. Y su siervo fue grande bonanza.
sano en aquella misma hora. 27 Y los hombres se maravillaron,
14 Y vino Jesús a casa de Pedro, y diciendo: ¿Qué hombre es éste,
vio a su suegra echada en la que aun los vientos y el mar le
cama, y con fiebre. obedecen?
15 Y tocó su mano, y la fiebre la 28 Y cuando él llegó al otro lado
dejó: y ella se levantó, y les servía. en la región de los Gergesenos,
16 Y cuando la tarde fue venida, le vinieron al encuentro dos en-
trajeron a él muchos endemonia- demoniados que salían de los
dos; y echó fuera a los espíritus sepulcros, fieros en gran mane-
con la palabra, y sanó a todos los ra, así que nadie podía pasar por
que estaban enfermos; aquel camino.
17 Para que se cumpliese lo que 29 Y he aquí clamaron, diciendo:
fue dicho por el profeta Isaías, ¿Qué tenemos que ver contigo,
diciendo: El mismo tomó nues- Jesús, Hijo de Dios? ¿Eres veni-
tras flaquezas, y llevó nuestras do acá para atormentarnos antes
enfermedades. de tiempo?
18 Y viendo Jesús grandes multi- 30 Y estaba lejos de ellos un hato
tudes alrededor de sí, mandó que se de muchos puercos paciendo.
fuesen al otro lado. 31 Y los demonios le rogaban, di-
19 Y cierto escriba vino y le dijo: ciendo: Si nos echas, permítenos
Maestro, seguirte he donde quie- que vayamos en aquel hato de
ra que fueres. puercos.
20 Y Jesús le dice: Las zorras tie- 32 Y él les dijo: Id. Y ellos salidos,
nen cuevas, y las aves del cielo se fueron al hato de los puercos:
14
Curación del paralítico Mateo 9
y, he aquí, todo el hato de los sentado a la mesa en la casa, he
puercos se precipitó de un des- aquí que muchos publicanos y
peñadero en el mar; y perecieron pecadores, que habían venido, se
en las aguas. sentaron juntamente a la mesa
33 Y los porqueros huyeron, e con Jesús y sus discípulos.
idos a la ciudad, contaron todas 11 Y viendo esto los Fariseos, di-
las cosas, y lo que había pasado jeron a sus discípulos: ¿Por qué
con los endemoniados. come vuestro Maestro con los
34 Y, he aquí, toda la ciudad publicanos y pecadores?
salió a encontrar a Jesus: y cuan- 12 Y oyéndolo Jesús, les dijo: Los
do le vieron, le rogaban que se que están sanos no tienen ne-
fuese de sus términos. cesidad de médico, sino los que
están enfermos.
CAPÍTULO 9 13 Andad, antes aprended que
ENTRADO en la nave, pasó a cosa es: Misericordia quiero, y
Y la otra parte, y vino a su pro-
pia ciudad.
no sacrificio: Porque no he veni-
do a llamar a los justos, sino a
2 Y he aquí le trajeron a un pa- los pecadores a arrepentimiento.
ralítico echado en una cama: y 14 Entonces los discípulos de
viendo Jesús la fe de ellos, dijo al Juan vienen a él, diciendo: ¿Por
paralítico: ten buen ánimo hijo; qué nosotros y los Fariseos ayu-
tus pecados te son perdonados. namos muchas veces, y tus discí-
3 Y he aquí, ciertos de los es- pulos no ayunan?
cribas decían dentro de sí: Este 15 Y les dijo Jesús: ¿Pueden los
blasfema. hijos del tálamo tener luto entre
4 Y viendo Jesús sus pensamien- tanto que el desposado está con
tos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en ellos? Mas vendrán días cuan-
vuestros corazones? do el desposado será quitado de
5 ¿Cuál cosa es más fácil, decir: ellos, y entonces ayunarán.
Los pecados te son perdonados; o 16 Nadie echa remiendo de paño
decir: Levántate, y anda? nuevo en vestido viejo; porque el
6 Pues para que sepáis que el Hijo tal remiendo tira del vestido, y se
del hombre tiene potestad en la hace peor rotura.
tierra de perdonar pecados, (dice 17 Ni echan vino nuevo en cue-
entonces al paralítico:) Levánta- ros viejos: de otra manera los
te, toma tu cama, y vete a tu casa. cueros se rompen, y el vino se
7 Y él se levantó y se fue a su casa. derrama, y se pierden los cueros;
8 Y las gentes, viéndo lo, se ma- mas echan el vino nuevo en cue-
ravillaron, y glorificaron a Dios, ros nuevos; y lo uno y lo otro se
que había dado tal potestad a los conserva juntamente.
hombres. 18 Hablando él estas cosas a ellos, he
9 Y pasando Jesús de allí, vio a aquí cierto príncipe vino, y le adoró,
un hombre que estaba sentado al diciendo: Mi hija es muer-
banco de los tributos, el cual se ta poco ha: mas ven y pon tu
llamaba Mateo; y dícele: Sígue- mano sobre ella, y vivirá.
me. Y se levantó, y le siguió. 19 Y se levantó Jesús, y le siguió, y
10 Y aconteció que estando él sus discípulos.
15
Mateo 10 La hija de Jairo
20 Y he aquí una mujer enfer- 34 Mas los Fariseos decían: Por el
ma de flujo de sangre doce años príncipe de los demonios echa
había, llegándose por detrás, fuera los demonios.
tocó la fimbria de su vestido: 35 Y andaba Jesús por todas las
21 Porque decía entre sí: Si tocare ciudades y aldeas, enseñando en
solamente su vestido, seré sana. las sinagogas de ellos, y predi-
22 Mas Jesús volviéndose, y mi- cando el evangelio del reino, y
rándola, dijo: Ten ánimo, hija, tu sanando toda enfermedad y toda
fe te ha sanado. Y la mujer fue dolencia en el pueblo.
sana desde aquella hora. 36 Y viendo las multitudes, tuvo
23 Y cuando Jesús vino a la casa compasión de ellas; que eran fa-
del príncipe, y vio los tañedores tigadas y esparcidas como ovejas
de flautas, y la gente que hacía que no tienen pastor.
bullicio, 37 Entonces dice a sus discípu-
24 Díceles: Apartaos, porque la los: A la verdad la mies es mucha,
doncella no es muerta, sino que mas los obreros pocos.
duerme. Y se burlaban de él. 38 Rogad, pues, al Señor de la
25 Y cuando la gente fue echa- mies, que envíe obreros a su mies.
da fuera, entró, y la tomó de la
mano, y la doncella se levantó. CAPÍTULO 10
26 Y salió esta fama por toda LLAMANDO a sí sus doce
aquella tierra.
Y discípulos, les dio potestad
2 Y se allegaron a él grandes
ellos se arrepintieron a la predi- multitudes, de tal manera que
cación de Jonás; y he aquí, uno entró él en una nave y se sentó,
mayor que Jonás en este lugar. y toda la multitud estaba de pie
42 La reina del sur se levantará en la ribera.
en juicio con esta generación, y 3 Y les habló muchas cosas por
la condenará; porque vino de los parábolas, diciendo: He aquí, un
fines de la tierra para oír la sabi- sembrador salió a sembrar.
duría de Salomón: y he aquí, uno 4 Y sembrando, parte de la simien-
mayor que Salomón en este lugar. te cayó junto al camino; y vinie-
43 Cuando el espíritu inmundo ron las aves, y la devoraron.
ha salido del hombre, anda por 5 Y parte cayó en lugares pedre-
21
Mateo 13 Parábolas del sembrador
gosos, donde no tenía mucha tie- 19 Cuando alguno oye la palabra
rra; y nació pronto, porque no del reino, y no la entiende, viene
tenía profundidad de tierra: el malo, y arrebata lo que fue
6 Mas en saliendo el sol, se quemó; y sembrado en su corazón: Este es
porque no tenía raíz se secó. el que recibió la simiente junto
7 Y parte cayó entre las espinas; al camino.
y las espinas crecieron, y la aho- 20 Y el que fue sembrado en lu-
garon. gares pedregosos, éste es el que
8 Y parte cayó en buena tierra, y oye la palabra, y al instante la
dio fruto, uno de a ciento, y otro recibe con gozo,
de a sesenta, y otro de a treinta. 21 Y no tiene raíz en sí mismo,
9 Quien tiene oídos para oír, oiga. mas dura poco tiempo; porque
10 Y vinieron los discípulos y le venida la aflicción o la persecu-
dijeron: ¿Por qué les hablas por ción por causa de la palabra, al
parábolas? instante se escandaliza.
11 Y él respondiendo, les dijo: 22 El que recibió la simiente
Porque a vosotros es dado saber entre las espinas, éste es el que
los misterios del reino del cielo; oye la palabra; y el afán de este
mas a ellos no es dado. mundo y el engaño de las rique-
12 Porque a cualquiera que tiene, zas, ahogan la palabra, y se hace
se le dará, y tendrá más; mas al sin fruto.
que no tiene, aun lo que tiene le 23 Mas el que recibió la simien-
será quitado. te en buena tierra, éste es el que
13 Por eso les hablo por pará- oye y entiende la palabra, que
bolas; porque viendo no ven, y también da el fruto: y lleva uno
oyendo no oyen, ni entienden. a ciento, y otro a sesenta, y otro
14 Así que se cumple en ellos la a treinta.
profecía de Isaías, que dice: De 24 Otra parábola les propuso, di-
oído oiréis, y no entenderéis; y ciendo: El reino del cielo es seme-
viendo veréis, y no percibiréis. jante a un hombre que siembra
15 Porque el corazón de este buena simiente en su campo.
pueblo está engrosado, y de los 25 Pero mientras los hombres
oídos oyen pesadamente, y han dormían, vino su enemigo, y sem-
cerrado sus ojos: para que no bró cizaña entre el trigo, y se fue.
vean de los ojos, y oigan de los 26 Y cuando la hierba salió, e
oídos, y del corazón entiendan, y hizo fruto, entonces la cizaña
se conviertan, y yo los sane. apareció también.
16 Mas bienaventurados vues- 27 Y los siervos del padre de
tros ojos, porque ven; y vuestros la familia vinieron y le dijeron:
oídos, porque oyen. Señor, ¿no sembraste buena si-
17 Porque de cierto os digo, que miente en tu campo? ¿Pues de
muchos profetas y justos desea- dónde tiene cizaña?
ron ver lo que vosotros veis, y no lo 28 Y él les dijo: Un hombre ene-
vieron: y oír lo que vosotros oís, y no migo ha hecho esto. Y los siervos le
lo oyeron. dijeron: ¿Pues quieres que va-
18 Oíd, pues vosotros la parábola yamos, y la cojamos?
del sembrador: 29 Y él dijo: No: porque cogien-
22
El sembrador y la cizaña Mateo 13
do la cizaña, no arranquéis tam- el diablo; la siega es el fin del
bién con ella el trigo. mundo, y los segadores son los
30 Dejad crecer juntamente lo ángeles.
uno y lo otro hasta la siega; y al 40 De manera que como es co-
tiempo de la siega yo diré a los gida la cizaña, y quemada en
segadores: Recoged primero la el fuego, así será el fin de este
cizaña, y atadla en manojos para mundo.
quemarla; mas el trigo allegadlo 41 Enviará el Hijo del hombre
en mi alfolí. sus ángeles, y cogerán de su
31 Otra parábola les propuso, reino todos los escándalos, y los
diciendo: El reino del cielo es que hacen iniquidad;
semejante al grano de mostaza, 42 Y los echarán en el horno del
que un hombre tomó y lo sembró fuego: allí será el lloro y el crujir
en su campo: de dientes.
32 El cual a la verdad es el más 43 Entonces los justos resplande-
pequeño de todas las simientes; cerán como el sol en el reino de
mas cuando ha crecido, es el su Padre: El que tiene oídos para
mayor de todas las hortalizas; y oír, oiga.
se hace árbol, de modo que vie- 44 Otra vez el reino del cielo es
nen las aves del cielo y posan en semejante al tesoro escondido
sus ramas. en el campo el cual habiéndolo
33 Otra parábola les dijo: El hallado un hombre lo escondió,
reino del cielo es semejante a la y por el gozo de él, va y vende
levadura, que tomó una mujer, y todo lo que tiene, y compra aquel
escondió en tres medidas de ha- campo.
rina, hasta que todo fue leudado. 45 Otra vez el reino del cielo es
34 Todas estas cosas habló Jesús semejante a un hombre tratante,
en parábolas a la multitud; y que busca buenas perlas;
nada les habló sin parábolas: 46 El cual, habiendo hallado una
35 Para que se cumpliese lo que preciosa perla, fue y vendió todo lo
fue dicho por el profeta, que dice: que tenía, y la compró.
Abriré en parábolas mi boca; pro- 47 Otra vez, el reino del cielo es
nunciaré cosas escondidas desde semejante a una red, que echada
la fundación del mundo. en el mar, recoge de toda clase:
36 Entonces Jesús despidió las 48 La cual cuando fue llena, la
multitudes y entró en la casa; y sacaron a la orilla; y sentados,
vinieron a él sus discípulos, di- cogieron lo bueno en vasijas, y lo
ciendo: Decláranos la parábola malo echaron fuera.
de la cizaña del campo. 49 Así será en el fin del mundo:
37 Y respondiendo él, les dijo: El vendrán los ángeles, y apartarán
que siembra la buena simiente es a los malos de entre los justos,
el Hijo del hombre; 50 Y los echarán en el horno del
38 El campo es el mundo; la fuego: allí será el lloro y el crujir
buena simiente son los hijos del de dientes.
reino, y la cizaña son los hijos 51 Díceles Jesús: ¿Habéis enten-
del malo; dido todas estas cosas? Ellos le
39 El enemigo que la sembró, es dicen: Sí, Señor.
23
Mateo 14 Muerte de Juan el Bautista
52 Y él les dijo: Por tanto todo miento de Herodes, la hija de He-
escriba instruido en el reino del rodías danzó en medio, y agradó a
cielo, es semejante al hombre Herodes.
padre de familia, que saca de su 7 Por lo cual él prometió con ju-
tesoro cosas nuevas y cosas viejas. ramento de darle todo lo que pi-
53 Y aconteció que cuando acabó diese.
Jesús estas parábolas, se fue de 8 Y ella, instruída primero de su
allí. madre, dijo: Dame aquí en un
54 Y venido a su tierra, les en- plato la cabeza de Juan el Bau-
señó en la sinagoga de ellos, de tista.
tal manera que ellos estaban ató- 9 Entonces el rey se entristeció;
nitos, y decían: ¿De dónde tiene mas por el juramento, y por los
éste esta sabiduría, y estas mara- que estaban juntamente a la
villas? mesa, mandó que se le diese.
55 ¿No es éste el hijo del car- 10 Y enviando, degolló a Juan en la
pintero? ¿No se llama su madre cárcel.
María, y sus hermanos Jacobo y 11 Y fue traída su cabeza en un
Joses, y Simón, y Judas? plato, y dada a la doncella; y ella la
56 ¿Y no están todas sus herma- presentó a su madre.
nas con nosotros? ¿De dónde, 12 Y sus discípulos vinieron, y to-
pues, tiene éste estas cosas? maron el cuerpo, y le enterraron;
57 Y se escandalizaban en él. y fueron y se lo dijeron a Jesús.
Mas Jesús les dijo: No hay pro- 13 Y cuando Jesús lo oyó, se
feta sin honra sino en su tierra y apartó de allí en una nave, a un
en su casa. lugar desierto, apartado: y cuan-
58 Y no hizo allí muchos mila- do el pueblo lo oyó, le siguió a pie
gros, a causa de la incredulidad de las ciudades.
de ellos. 14 Y saliendo Jesús, vio una gran
multitud, y fue movido a compa-
CAPÍTULO 14 sión de ellos, y sanó a los enfer-
N aquel tiempo Herodes el mos de ellos.
E Tetrarca oyó la fama de Jesús,
2 Y dijo a sus criados: Este es
15 Y cuando fue la tarde del día,
trario.
E ciertos escribas y Fariseos de
Jerusalem, diciendo:
25 Mas a la cuarta vela de la 2 ¿Por qué tus discípulos trans-
noche, Jesús fue a ellos andando greden la tradición de los ancia-
sobre el mar. nos? porque no lavan sus manos
26 Y cuando los discípulos lo vie- cuando comen pan.
ron andar sobre el mar, se tur- 3 Y él respondiendo, les dijo:
baron, diciendo: Es un espíritu. Y ¿Por qué también vosotros trans-
dieron voces de miedo. gredís el mandamiento de Dios
27 Mas Jesús les habló inmedia- por vuestra tradición?
tamente, diciendo: estad de buen 4 Porque Dios mandó, diciendo:
ánimo, yo soy; no tengáis miedo. Honra a tu padre y a tu madre, y,
28 Mas le respondió Pedro, y el que maldijere a padre o a
dijo: Señor, si tú eres, manda madre, muera de muerte.
que yo venga a ti sobre las aguas. 5 Mas vosotros decís: Cualquiera
29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo que dijere al padre o a la madre:
Pedro de la nave, anduvo sobre Toda ofrenda mía a ti aprovecha-
las aguas para ir a Jesús. rá;
30 Mas viendo el viento fuerte, 6 Y no honrare a su padre o a su
tuvo miedo; y comenzándose a madre. Así habéis invalidado el
hundir, dio voces, diciendo: mandamiento de Dios por vues-
Señor, sálvame. tra tradición.
31 Y al instante Jesús, extendien- 7 Hipócritas, bien profetizó de
do la mano, trabó de él, y le dice: vosotros Isaías, diciendo:
Oh tú de poca fe, ¿por qué du- 8 Este pueblo con su boca se
daste? acerca a mí y con sus labios me
25
Mateo 15 La mujer Cananea
honra; mas su corazón lejos está mente atormentada del demonio.
de mí. 23 Mas él no respondió palabra. Y
9 Mas en vano me adoran en- llegándose sus discípulos, le ro-
señando como doctrinas manda- garon, diciendo: Envíala, que da
mientos de hombres. voces tras nosotros.
10 Y habiendo llamado a sí la 24 Y él respondiendo, dijo: No
multitud, les dijo: Oíd y entended. soy enviado sino a las ovejas per-
11 No lo que entra en la boca didas de la casa de Israel.
contamina al hombre, mas lo 25 Entonces ella vino, y le adoró,
que sale de la boca, esto conta- diciendo: Señor, socórreme.
mina al hombre. 26 Y respondiendo él, dijo: No es
12 Entonces llegándose sus discí- bien tomar el pan de los hijos, y
pulos, le dijeron: ¿Sabes que los echarlo a los perrillos.
Fariseos oyendo esta palabra se 27 Y ella dijo: Sí Señor; pero aun
escandalizaron? los perros comen de las migajas
13 Mas respondiendo él, dijo: que caen de la mesa de sus señores.
Toda planta que no plantó mi 28 Entonces respondiendo Jesús,
Padre celestial, será desarraiga- le dijo: Oh mujer, grande es tu fe:
da. sea hecho contigo como quieres.
14 Dejadlos: son ciegos guías Y fue sana su hija desde aquella
de ciegos; y si el ciego guiare al hora.
ciego, ambos caerán en el hoyo. 29 Y partido Jesús de allí, vino
15 Y respondiendo Pedro, le dijo: junto al mar de Galilea: y subien-
Decláranos esta parábola. do en un monte, se sentó allí.
16 Y Jesús dijo: ¿También voso- 30 Y llegaron a él grandes multi-
tros sois aún sin entendimiento? tudes, que tenían consigo cojos,
17 ¿No entendéis aún, que todo ciegos, mudos, mancos, y otros
lo que entra en la boca, va al muchos y los echaron a los pies de
vientre, y es echado en la letrina? Jesús, y los sanó:
18 Mas las cosas que salen de la 31 De tal manera que las multitu-
boca, del corazón salen; y esto des se maravillaron, viendo ha-
contamina al hombre. blar los mudos, los mancos sanos,
19 Porque del corazón salen los andar los cojos, ver los ciegos: y
malos pensamientos, homicidios, glorificaron al Dios de Israel.
adulterios, fornicaciones, hurtos, 32 Entonces Jesús llamando a sus
falsos testimonios, blasfemias. discípulos, dijo: Tengo compa-
20 Estas cosas son las que conta- sión por la multitud, que ya hace tres
minan al hombre; mas el comer días que perseveran conmigo, y no
con las manos no lavadas no tienen que comer; y enviar-
contamina al hombre. los ayunos no quiero, porque no
21 Y saliendo Jesús de allí, se fue desmayen en el camino.
a las partes de Tiro y de Sidón. 33 Y sus discípulos le dicen:
22 Y he aquí una mujer Cananea, ¿Dónde tenemos nosotros tantos
que había salido de aquellos tér- panes en el desierto, que harte-
minos, clamábale diciendo: Oh mos tan gran multitud?
Señor, Hijo de David, ten mise- 34 Y Jesús les dice: ¿Cuántos
ricordia de mí; mi hija es mala- panes tenéis? Y ellos dijeron:
26
La confesión de Pedro Mateo 16
Siete, y unos pocos pececillos. razonáis entre vosotros, porque
35 Y mandó a las multitudes que no tomasteis pan?
se sentasen en tierra. 9 ¿No entendéis aún, ni os acor-
36 Y tomó los siete panes y los dáis de los cinco panes de los
peces, dio gracias, y partiólos, y cinco mil varones, y cuántos ca-
dio a sus discípulos; y los discí- nastos tomasteis?
pulos a la multitud. 10 ¿Ni de los siete panes entre
37 Y comieron todos, y se harta- cuatro mil, cuántos canastos to-
ron: y alzaron lo que sobró de los masteis?
pedazos, siete canastos llenos. 11 ¿Cómo es que no entendéis
38 Y eran los que habían comido, que no por el pan os dije, que os
cuatro mil varones, además las guardaseis de la levadura de los
mujeres y los niños. Fariseos y de los Saduceos?
39 Y despidiendo las multitudes, 12 Entonces entendieron que no
entró en una nave: y vino a los les había dicho que se guardasen
términos de Magdala. de levadura de pan, sino de la
doctrina de los Fariseos, y de los
CAPÍTULO 16 Saduceos.
VINIERON los Fariseos y los 13 Y cuando Jesús vino a las
Y Saduceos, y tentándole, le pe-
dían que les mostrase una señal
partes de Cesarea de Filipo, pre-
guntó a sus discípulos, diciendo:
del cielo. ¿Quién dicen los hombres que yo el
2 Mas él respondiendo, les dijo: Hijo del hombre soy?
Cuando es la tarde del día, decís: 14 Y ellos dijeron: Unos, Juan el
Buen tiempo hará; porque el cielo Bautista; y otros, Elías; y otros, Je-
tiene arreboles. remías, o alguno de los profetas.
3 Y a la mañana: Hoy habrá tem- 15 Díceles él: ¿Pero vosotros,
pestad; porque tiene arreboles el quién decís que yo soy?
cielo sombrío. Oh hipócritas, que 16 Y respondiendo Simón Pedro,
sabéis discernir la faz del cielo; dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del
¿Y en las señales de los tiempos Dios viviente.
no podéis? 17 Y respondiendo Jesús, le dijo:
4 La generación mala y adúlte- Bienaventurado eres, Simón, hijo de
ra busca señal; mas señal no le Jonás; porque no te lo reveló carne
será dada, sino la señal de Jonás ni sangre, sino mi Padre que está
el profeta. Y dejándoles se fue. en el cielo.
5 Y venidos sus discípulos al 18 Y yo también te digo, que
otro lado, se habían olvidado de tú eres Pedro, y sobre esta roca
tomar pan. edificaré mi iglesia; y las puer-
6 Y Jesús les dijo: Mirad, y guar- tas del infierno no prevalecerán
daos de la levadura de los Fari- contra ella.
seos y de los Saduceos. 19 Y a ti daré las llaves del reino
7 Y ellos razonaban entre sí mis- del cielo; y todo lo que ligares en la
mos, diciendo: Esto es porque no tierra será ligado en el cielo; y todo
tomamos pan. lo que desatares en la tierra será
8 Y conociéndolo Jesús, les dijo: desatado en el cielo.
Oh vosotros de poca fe, ¿por qué 20 Entonces mandó a sus discí-
27
Mateo 17 La transfiguración
pulos que a nadie dijesen que él arriba a un monte alto aparte:
era Jesús el Cristo. 2 Y fue transfigurado delante de
21 Desde aquel tiempo comenzó ellos; y resplandeció su rostro
Jesús a declarar a sus discípulos, como el sol, y sus vestidos fueron
que era necesario ir él a Jeru- blancos como la luz.
salem, y padecer muchas cosas 3 Y he aquí, les aparecieron Moi-
de los ancianos, y de los princi- sés y Elías, hablando con él.
pales de los sacerdotes, y de los 4 Entonces respondiendo Pedro,
escribas; y ser muerto, y resuci- dijo a Jesús: Señor, bueno es que
tar al tercer día. nosotros estemos aquí: si quieres,
22 Y Pedro, tomándole aparte, hagamos aquí tres tabernáculos;
comenzó a reprenderle, dicien- para ti uno, y uno para Moisés, y
do: Señor, ten compasión de ti: en uno para Elías.
ninguna manera esto te acontezca. 5 Y estando aun hablando él, he
23 Entonces él, volviéndose, dijo aquí, una nube resplandeciente
a Pedro: Ponte detrás de mí, Sa- los cubrió; y, he aquí una voz
tanás; escándalo me eres; porque de la nube, que decía: Este es mi
no entiendes lo que es de Dios Hijo amado, en el cual estoy muy
sino lo que es de los hombres. complacido: a él oíd.
24 Entonces Jesús dijo a sus dis- 6 Y cuando los discípulos oyeron
cípulos: Si alguno quiere venir en esto, cayeron sobre sus rostros, y
pos de mí, niéguese a sí mismo, y temieron en gran manera.
tome su cruz, y sígame. 7 Mas Jesús llegando, les tocó, y
25 Porque cualquiera que quisie- dijo: Levantaos, y no temáis.
re salvar su vida, la perderá, y 8 Y cuando alzaron sus ojos, a
cualquiera que perdiere su vida nadie vieron, sino sólo a Jesús.
por causa de mí, la hallará. 9 Y cuando descendían del
26 Porque ¿De qué aprovecha al monte, les mandó Jesús, dicien-
hombre, si ganare todo el mundo, do: No digáis a nadie la visión,
y perdiere su alma? ¿O, qué re- hasta que el Hijo del hombre re-
compensa dará el hombre por su sucite de los muertos.
alma? 10 Y sus discípulos le pregun-
27 Porque el Hijo del hombre taron, diciendo: ¿Por qué pues
vendrá en la gloria de su Padre dicen los escribas que es menes-
con sus ángeles; y entonces re- ter que Elías venga primero?
compensará a cada uno confor- 11 Y respondiendo Jesús, les dijo: A
me a sus obras. la verdad, Elías vendrá prime-
28 De cierto os digo: que hay al- ro, y restituirá todas las cosas.
gunos de los que están de pie 12 Mas os digo, que Elías es ya
aquí, que no gustarán la muerte, venido, y no le conocieron; antes
hasta que hayan visto al Hijo del hicieron en él todo lo que quisie-
hombre viniendo en su reino. ron: Así también el Hijo del hom-
bre padecerá de ellos.
CAPÍTULO 17 13 Los discípulos entonces enten-
DESPUÉS de seis días, Jesús dieron, que les hablaba de Juan
Y toma a Pedro, y a Jacobo, y
a Juan su hermano, y los lleva
el Bautista.
14 Y cuando ellos fueron veni-
28
El mayor en el reino de Dios Mateo 18
dos a la multitud, vino a él cierto ¿de sus hijos o de los extraños?
hombre hincándosele de rodillas, y 26 Pedro le dice: De los extraños.
diciendo, Dícele Jesús: Luego libres son los
15 Señor, ten misericordia de hijos.
mi hijo, que es lunático, y pade- 27 Mas porque no los escan-
ce malamente; porque muchas dalicemos, ve al mar, y echa el
veces cae en el fuego, y muchas anzuelo, y el primer pez que vi-
en el agua. niere, tómale, y abierta su boca,
16 Y le traje a tus discípulos, y no hallarás un estatero, tómala y
le pudieron sanar. dásela a ellos por mí, y por ti.
17 Y respondiendo Jesús, dijo:
¡Oh generación incrédula y per- CAPÍTULO 18
versa! ¿hasta cuándo estaré con N aquel tiempo vinieron los
vosotros? ¿hasta cuándo os sufri-
diciendo:
los siervos, al uno hirieron, y al 2 El reino del cielo es se-
otromataron, y al otro apedrearon. mejante a un hombre rey,
35
Mateo 22 Parábola de las bodas
que hizo bodas a su hijo; tomarían en alguna palabra.
3 Y envió a sus siervos a llamar a 16 Y envían a él sus discípulos
los convidados a las bodas; mas con los Herodianos, diciendo:
no quisieron venir. Maestro, sabemos que eres ver-
4 Volvió a enviar otros siervos, dadero, y que enseñas el camino
diciendo: Decid a los convidados: de Dios en verdad, y que no te
He aquí, mi comida he aparejado, cuidas de nadie, porque no tie-
mis toros y animales engordados nes acepción de persona de hom-
son muertos, y todo está apareja- bres:
do: venid a las bodas. 17 Dinos pues, ¿qué te parece?
5 Mas ellos no hicieron caso, y se ¿Es lícito dar tributo a César, o no?
fueron, uno a su labranza, y otro a 18 Mas Jesús, conociendo su ma-
sus negocios; licia, les dice: ¿Por qué me ten-
6 Y otros, tomando a sus siervos, táis, hipócritas?
afrentáronlos y matáronlos. 19 Mostradme la moneda del tri-
7 Y cuando el rey oyó esto, fue buto. Y ellos le presentaron un
airado; y envió sus ejércitos denario.
y destruyó a aquellos homici- 20 Entonces les dice: ¿Cúya es
das, y puso a fuego su ciudad. esta imagen y la inscripción?
8 Entonces dice a sus siervos: Las 21 Ellos le dicen: De César. Y les
bodas a la verdad están apareja- dice: Dad pues a César lo que es del
das; mas los que eran llamados, César, y a Dios lo que es de Dios.
no eran dignos. 22 Y oyendo esto, se maravilla-
9 Id pues a las salidas de los ca- ron; y dejáronle, y se fueron.
minos, y llamad a las bodas a 23 En aquel día vinieron a él los
cuantos hallareis. Saduceos, que dicen que no hay
10 Y saliendo los siervos por los resurrección, y le preguntaron,
caminos, juntaron todos los que 24 Diciendo: Maestro, Moisés
hallaron, juntamente malos y dijo: Si alguno muriere sin hijos,
buenos: y las bodas fueron llenas su hermano se case con su espo-
de convidados. sa, y levantará simiente a su her-
11 Y cuando entró el rey para ver mano.
los convidados, vio allí un hom- 25 Hubo, pues, entre nosotros
bre no vestido de vestidura de siete hermanos: y el primero se
boda. casó, y murió; no teniendo si-
12 Y le dice: Amigo, ¿cómo en- miente, dejó su esposa a su her-
traste acá no teniendo vestido de mano.
boda? Y él enmudeció. 26 De la misma manera también
13 Entonces el rey dijo a los el segundo, y el tercero, hasta los
que servían: Atadle de pies y de siete.
manos tomadle, y echadle en las 27 Y después de todos murió
tinieblas de afuera: allí será el también la mujer.
lloro y el crujir de dientes. 28 En la resurrección pues, ¿cúya de
14 Porque muchos son llamados, los siete será la esposa? por-
mas pocos escogidos. que todos la tuvieron.
15 Entonces se fueron y con- 29 Entonces respondiendo Jesús,
sultaron los Fariseos, cómo le les dijo: Vosotros erráis no sa-
36
El Cristo, hijo de David Mateo 23
biendo las Escrituras, ni el poder 45 Pues si David le llama Señor,
de Dios. ¿cómo es su hijo?
30 Porque en la resurrección, ni 46 Y nadie le podía responder pa-
se casan, ni se dan en casamien- labra: ni osó alguno desde aquel
to; mas son como los ángeles de día preguntarle más.
Dios en el cielo.
31 Y de la resurrección de los CAPÍTULO 23
muertos, ¿no habéis leído lo que NTONCES Jesús habló a la
es dicho por Dios a vosotros, que
dice:
E multitud y a sus discípulos,
49
El Evangelio Según
MARCOS
P CAPÍTULO 1
RINCIPIO del evangelio de
píritu le impele al desierto.
13 Y estuvo allí en el desierto
Jesu Cristo, el Hijo de Dios. cuarenta días, siendo tentado de
2 Como está escrito en los profe- Satanás; y estaba con las fieras; y
tas: He aquí, yo envío a mi men- los ángeles le servían.
sajero delante de tu faz, que apa- 14 Mas después que Juan fue
reje tu camino delante de ti. encarcelado, Jesús vino a Gali-
3 La voz de uno que clama en el lea predicando el evangelio del
desierto: Aparejad el camino del reino de Dios,
Señor; haced derechas sus veredas. 15 Y diciendo: el tiempo es cum-
4 Bautizaba Juan en el desierto, plido; y el reino de Dios está
y predicaba el bautismo de arre- cerca: Arrepentíos, y creed al
pentimiento para remisión de evangelio.
pecados. 16 Y andando junto al mar de
5 Y salía a él toda la provincia de Galilea, vio a Simón, y a Andrés
Judea, y los de Jerusalem; y eran su hermano, que echaban la red
todos bautizados por él en el río en el mar; porque eran pescadores.
Jordán, confesando sus pecados. 17 Y les dijo Jesús: Venid en pos de
6 Y Juan estaba vestido de pelos mí, y haré que seáis pescado-
de camello, y con un cinto de res de hombres.
cuero alrededor de sus lomos; y 18 Y dejando inmediatamente
comía langostas y miel silvestre. sus redes, le siguieron.
7 Y predicaba, diciendo: Viene en 19 Y pasando de allí un poco más
pos de mí el que es más poderoso adelante, vio a Jacobo, hijo de
que yo, del cual no soy digno yo Zebedeo, y a Juan su hermano,
de encorvarme a desatar la co- también ellos en la nave, que re-
rrea de sus zapatos. mendaban las redes.
8 Yo a la verdad os he bautizado 20 E inmediatamente los llamó; y
en agua; mas él os bautizará con ellos dejando a su padre Zebe-
el Espíritu Santo. deo en la nave con los jornaleros,
9 Y aconteció en aquellos días, fueron en pos de él.
que Jesús vino de Nazaret de Ga- 21 Y entraron en Capernaum; e
lilea, y fue bautizado por Juan en inmediatamente en el día de sá-
el Jordán. bado, él entró en la sinagoga y
10 E inmediatamente, subiendo enseñaba.
del agua, vio abrirse los cielos, 22 Y estaban atónitos de su doc-
y al Espíritu como paloma, que trina; porque los enseñaba como
descendía sobre él. quien tiene autoridad, y no como los
11 Y vino una voz del cielo, que escribas.
decía: Tú eres mi Hijo amado; en 23 Y había en la sinagoga de ellos un
quien estoy muy agradado. hombre con espíritu inmundo, el
12 E inmediatamente el Es- cual dio voces,
50
Curación del leproso Marcos 2
24 Diciendo: ¡Ah!, déjanos ¿Qué 37 Y hallándole, le dicen: Todos te
tenemos nosotros que ver conti- buscan.
go, Jesús de Nazaret? ¿Has ve- 38 Y les dice: Vamos a las aldeas
nido a destruirnos? Te conozco vecinas, para que predique tam-
quién eres, el Santo de Dios. bién allí; porque para esto he ve-
25 Y Jesús le reprendió, dicien- nido.
do: Enmudece, y sal de él. 39 Y predicaba en las sinagogas de
26 Y haciéndole pedazos, el espí- ellos en toda Galilea, y echa-
ritu inmundo, y clamando a gran ba fuera los demonios.
voz, salió de él. 40 Y un leproso vino a él, rogán-
27 Y todos se maravillaron, de dole; e hincándose de rodillas,
tal manera que inquirían entre y diciéndole: Si quieres puedes
sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué limpiarme.
nueva doctrina es esta, que con 41 Y Jesús, movido de compa-
autoridad aun a los espíritus in- sión, extendió la mano, y le tocó, y
mundos manda, y le obedecen? le dice: Quiero, sé limpio.
28 Y al instante se divulgó su 42 Y habiendo él dicho esto, in-
fama por todo el país alrededor mediatamente la lepra se fue de él,
de la Galilea. y fue limpio.
29 E inmediatamente saliendo 43 Y le encargó estrechamente, y le
de la sinagoga, vinieron a casa envió inmediatamente,
de Simón y de Andrés, con Jaco- 44 Y le dice: Mira, no digas a
bo y Juan. nadie nada; sino ve, muéstrate al
30 Pero la suegra de Simón esta- sacerdote, y ofrece por tu lim-
ba acostada con calentura; y le pieza lo que Moisés mandó, para
dijeron inmediatamente de ella. testimonio a ellos.
31 Entonces llegando él, la tomó 45 Mas él salió, y comenzó a pu-
de su mano y la levantó; e inme- blicarlo mucho, y a divulgar el
diatamente la dejó la calentura, y negocio de manera que ya Jesús
les servía. no podía entrar manifiestamente
32 Y cuando fue la tarde, cuando en la ciudad, mas estaba fuera en
el sol se puso, traían a él todos los lugares desiertos; y venían a
los que tenían enfermedades, y él de todas partes.
endemoniados;
33 Y toda la ciudad se juntó a la CAPÍTULO 2
puerta. ENTRÓ otra vez en Caper-
34 Y sanó a muchos que estaban
Y CAPÍTULO 13
SALIENDO del templo le dice
uno de sus discípulos: Maestro,
habláis, sino el Espíritu Santo.
12 Y entregará a la muerte el her-
mano al hermano, y el padre al
mira que piedras, y que edificios. hijo; y se levantarán los hijos con-
2 Y Jesús respondiendo, le dijo: tra los padres, y los harán morir.
¿Ves estos grandes edificios? no 13 Y seréis aborrecidos de todos
quedará piedra sobre piedra que por mi nombre; mas el que perse-
no sea derribada. verare hasta el fin, éste será salvo.
3 Y estando sentado en el monte 14 Empero cuando viereis la abo-
de las Olivas delante del templo, minación de desolación, de que
le preguntaron aparte Pedro, y habló el profeta Daniel, estando
Jacobo, y Juan, y Andrés: de pie donde no debe, (el que lee,
4 Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? entienda,) entonces los que estuvie-
¿y qué señal habrá cuando todas las ren en Judea huyan a los montes;
cosas han de ser cumplidas? 15 Y el que estuviere sobre el te-
5 Y Jesús respondiéndoles, co- rrado, no descienda a la casa, ni
menzó a decir: Mirad que nadie entre para tomar algo de su casa;
os engañe: 16 Y el que estuviere en el campo,
6 Porque vendrán muchos en mi no torne atrás a tomar su capa.
nombre, diciendo: Yo soy el Cris- 17 Mas ¡ay de las preñadas, y de las
to; y engañarán a muchos. que amamanten en aquellos días!
7 Mas cuando oyereis de guerras, 18 Orad pues que no acontezca
y de rumores de guerras, no os vuestra huida en invierno.
turbéis; porque es menester que 19 Porque en aquellos días habrá
suceda así; mas aún no será el fin. aflicción, cual nunca fue desde el
8 Porque nación se levantará príncipio de la creación que creó
contra nación, y reino contra Dios, hasta este tiempo, ni habrá
reino; y habrá terremotos en di- jamás.
versos lugares, y habrá hambres, 20 Y si el Señor no hubiese
y alborotos: principios de dolo- acortado aquellos días, ninguna
res serán estos. carne sería salva; mas por causa de
9 Mas vosotros, mirad por vo- los escogidos, que él escogió,
sotros; porque os entregarán a acortó aquellos días.
los concilios; y en las sinagogas 21 Y entonces si alguno os dijere:
seréis azotados; y delante de go- He aquí, aquí está Cristo; o, He
bernadores y de reyes seréis lle- aquí, allí está, no le creáis;
vados por causa de mí, por testi- 22 Porque se levantarán falsos
monio contra ellos. Cristos y falsos profetas; y darán
10 Y es menester que el evange- señales y prodigios, para enga-
lio sea publicado primero a todas ñar, si fuese posible, aun a los
las naciones. escogidos.
11 Y cuando os llevaren entre- 23 Mas vosotros mirad: he aquí, os
gándoos, no premeditéis que lo he dicho antes todas las cosas.
habéis de decir, ni lo penséis; 24 Empero en aquellos días, des-
mas lo que os fuere dado en pués de aquella tribulación, el
aquella hora, eso hablad; por- sol se oscurecerá, y la luna no
que no sois vosotros los que dará su luz.
71
Marcos 14 La cena en Betania
25 Y las estrellas del cielo caerán, los sacerdotes y los escribas bus-
y los poderes que están en el cielo caban como le prenderían por
serán conmovidos. engaño, y le matarían.
26 Y entonces verán al Hijo del 2 Mas decían: No en el día de la
hombre, que vendrá en las nubes fiesta, porque no se haga alboro-
con grande poder y gloria. to del pueblo.
27 Y entonces enviará sus ánge- 3 Y estando él en Betania en casa
les, y juntará sus escogidos de los de Simón el leproso, y sentado a
cuatro vientos, desde el un cabo la mesa, vino una mujer tenien-
de la tierra hasta el cabo del cielo. do un vaso de alabastro de un-
28 De la higuera aprended la güento de nardo puro de mucho
parábola: Cuando su rama ya se precio, quebrando el alabastro, se
hace tierna, y brota hojas, sabéis lo derramó sobre su cabeza.
que el verano está cerca. 4 Y hubo algunos que se indigna-
29 Así también vosotros, cuando ron dentro de sí, y dijeron: ¿Para
viereis hacerse estas cosas, cono- qué se ha hecho este desperdicio de
ced que está cerca a las puertas. ungüento?
30 De cierto os digo, que no pa- 5 Porque podía esto ser vendido
sará esta generación, sin que por más de trescientos denarios, y
todas estas cosas sean hechas. darse a los pobres. Y murmura-
31 El cielo y la tierra pasarán, mas ban contra ella.
mis palabras nunca jamás pasarán. 6 Mas Jesús dijo: Dejadla ¿Por
32 Empero de aquel día, y de qué la molestáis? buena obra me ha
aquella hora, nadie sabe; ni aun hecho.
los ángeles que están en el cielo, 7 Porque siempre tenéis los po-
ni el Hijo, sino el Padre. bres con vosotros, y cuando qui-
33 Mirad, velad, y orad; porque siereis, les podéis hacer bien;
no sabéis cuando el tiempo es. mas a mí no siempre me tenéis.
34 Porque el Hijo del hombre es 8 Esta, lo que pudo hizo; se ha
como el hombre que partiéndo- anticipado para ungir mi cuerpo
se lejos, dejó su casa, y dio a sus para la sepultura.
siervos su autoridad, y a cada 9 De cierto os digo, que donde
uno su obra, y al portero mandó quiera que fuere predicado este
que velase. evangelio en todo el mundo,
35 Velad pues, porque no sabéis también esto que ha hecho ésta,
cuando el señor de la casa vendrá; será dicho para memoria de ella.
a la tarde, o a la media noche, o 10 Y Judas Iscariote, uno de los
al canto del gallo, o a la mañana: doce, fue a los príncipes de los
36 Para que cuando viniere de sacerdotes, para entregársele.
repente, no os halle durmiendo. 11 Y ellos oyéndolo se gozaron, y
37 Y lo que a vosotros digo, a prometieron que le darían dine-
todos digo: Velad. ro. Y buscaba oportunidad como le
entregaría.
CAPÍTULO 14 12 Y el primer día de los panes
DOS días después era la fiesta sin levadura, cuando sacrifica-
Y de la pascua, y de los panes
P CAPÍTULO 1
UESTO que muchos han in-
Señor puesto en pie a la derecha
del altar del incienso.
tentado a poner en orden la 12 Y cuando lo vio Zacarías, se
historia de las cosas que entre turbó, y cayó temor sobre él.
nosotros son ciertamente creídas, 13 Mas el ángel le dijo: Zacarías,
2 Como nos las entregaron los no temas; porque tu oración ha
que desde el principio las vieron sido oída, y tu esposa Elisabet te
con sus propios ojos, y fueron parirá un hijo, y llamarás su
ministros de la palabra; nombre Juan;
3 Hame parecido bueno también a 14 Y tendrás gozo y alegría, y
mí, después de haber entendi- muchos se gozarán de su naci-
do perfectamente todas las cosas miento.
desde el principio con diligencia, 15 Porque será grande delante
escribírtelas por orden, oh muy del Señor, y no beberá vino ni
excelentísimo Teófilo, bebida fermentada; y será lleno
4 Para que conozcas la certeza del Espíritu Santo, aun desde el
de las cosas en las cuales has vientre de su madre.
sido enseñado. 16 Y a muchos de los hijos de Is-
5 Hubo en los días de Herodes, rael convertirá al Señor Dios de
rey de Judea, cierto sacerdo- ellos.
te llamado Zacarías, de la clase 17 Y él irá delante de él en el es-
de Abías; y su esposa, era de las píritu y poder de Elías, para con-
hijas de Aarón, el nombre de ella vertir los corazones de los padres a
era Elisabet. los hijos, y los rebeldes a la pru-
6 Y eran ambos justos delante de dencia de los justos, para aparejar al
Dios, andando en todos los man- Señor pueblo perfecto.
damientos y estatutos del Señor 18 Y dijo Zacarías al ángel: ¿En
sin reprensión. qué conoceré esto? porque yo
7 Y no tenían hijo, porque Elisa- soy viejo, y mi esposa avanzada
bet era estéril, y ambos eran en días.
avanzados en sus días. 19 Y respondiendo el ángel, le
8 Y aconteció que administrando dijo: Yo soy Gabriel, que estoy de
Zacarías el sacerdocio delante de pie delante de Dios; y soy en-
Dios en el orden de su clase, viado a hablarte, y a darte estas
9 Conforme a la costumbre del buenas nuevas.
sacerdocio, salió en suerte a en- 20 Y he aquí, serás mudo, y no
cender incienso, entrando en el podrás hablar, hasta el día que
templo del Señor. esto sea hecho; por cuanto no
10 Y toda la multitud del pueblo creíste a mis palabras, las cuales se
estaba fuera orando a la hora del cumplirán a su tiempo.
incienso. 21 Y el pueblo estaba esperando
11 Y se le apareció un ángel del a Zacarías, y se maravillaban que
78
La anunciación lucas 1
él se tardase tanto en el templo. 35 Y respondiendo el ángel, le
22 Y cuando salió, no les podía dijo: El Espíritu Santo vendrá
hablar; y entendieron que había sobre ti, y el poder del Altísimo te
visto visión en el templo; y él hará sombra; por lo cual tam-
les hablaba por señas; y quedó bién lo Santo que nacerá de ti,
mudo. será llamado Hijo de Dios.
23 Y aconteció, que cumplidos 36 Y, he aquí, Elisabet tu parien-
los días de su ministerio, se vino a ta, también ella ha concebido un
su casa. hijo en su vejez; y éste es el sexto
24 Y después de aquellos días mes a ella que era llamada la es-
concibió su esposa Elisabet, y téril;
se escondió por cinco meses, di- 37 Porque ninguna cosa es impo-
ciendo: sible para Dios.
25 Porque el Señor me hizo esto 38 Y María dijo: He aquí la sierva
en los días en que miró para qui- del Señor, hágase conmigo con-
tar mi afrenta entre los hombres. forme a tu palabra. Y el ángel se
26 Y al sexto mes, el ángel Ga- partió de ella.
briel fue enviado de Dios a una 39 Y en aquellos días levantán-
ciudad de Galilea, que se llama dose María, fue a la montaña con
Nazaret, priesa a una ciudad de Judá.
27 A una virgen desposada con 40 Y entró en casa de Zacarías, y
un varón que se llamaba José, de saludó a Elisabet.
la casa de David; y el nombre de 41 Y aconteció, que cuando oyó
la virgen era María. Elisabet la salutación de María,
28 Y entrando el ángel a donde la criatura saltó en su vientre;
estaba ella, dijo: ¡Salve, altamen- y Elisabet fue llena del Espíritu
te favorecida! el Señor es conti- Santo,
go: bendita tú entre las mujeres. 42 Y exclamó con gran voz, y
29 Mas ella, cuando le vio, se dijo: Bendita tú entre las mujeres,
turbó de su palabra, y pensaba y bendito el fruto de tu vientre.
qué salutación fuese esta. 43 ¿Y de dónde esto a mí, que
30 Entonces el ángel le dijo: venga la madre de mi Señor a mí?
María, no temas, porque has ha- 44 Porque he aquí, luego que
llado gracia delante de Dios. llegó la voz de tu salutación a
31 Y he aquí, que concebirás en mis oídos, la criatura saltó de
el vientre, y parirás un hijo, y lla- alegría en mi vientre.
marás su nombre JESÚS. 45 Y bienaventurada la que creyó,
32 Este será grande, y será lla- porque se cumplirán las cosas
mado Hijo del Altísimo: y le dará que le fueron dichas de parte del
el Señor Dios el trono de David Señor.
su padre; 46 Entonces María dijo: Engran-
33 Y reinará sobre la casa de dece mi alma al Señor:
Jacob eternamente, y de su reino 47 Y mi espíritu se alegró en Dios
no habrá fin. mi Salvador.
34 Entonces María dijo al ángel: 48 Porque ha mirado la bajeza de
¿Cómo será esto? porque no co- su sierva; porque, he aquí, desde
nozco varón. ahora me llamarán bienaven-
79
Lucas 1 La visión de Zacarías
turada todas las generaciones. divulgadas todas estas cosas.
49 Porque el que es poderoso ha 66 Y todos los que las oían, las
hecho grandes cosas conmigo; y guardaban en su corazón, dicien-
santo es su nombre, do: ¿Quién será este niño? Y la
50 Y su misericordia es de gene- mano del Señor era con él.
ración a generación a los que le 67 Y Zacarías su padre fue lleno
temen. del Espíritu Santo, y profetizó,
51 Hizo valentía con su brazo: diciendo:
esparció los soberbios en la ima- 68 Bendito el Señor Dios de Is-
ginación de su corazón. rael, que ha visitado y redimido a
52 Derribó los poderosos de los su pueblo.
tronos, y ensalzó a los humildes. 69 Y nos ensalzó el cuerno de
53 A los hambrientos hinchió de salvación en la casa de David su
bienes; y a los ricos envió vacíos. siervo;
54 Socorrió a Israel su siervo, 70 Como habló por boca de sus
acordándose de su misericordia, santos profetas, que fueron desde el
55 Como habló a nuestros pa- principio del mundo:
dres, a Abraham y a su simiente 71 Que nosotros seríamos salvos
por siempre. de nuestros enemigos, y de mano
56 Y se quedó María con ella como de todos los que nos aborrecen:
tres meses; y se volvió a su casa. 72 Para hacer misericordia con
57 Y a Elisabet se le cumplió el nuestros padres, y acordarse de su
tiempo de parir, y parió un hijo. santo pacto:
58 Y oyeron los vecinos y los pa- 73 Del juramento que juró a
rientes que el Señor había hecho Abraham nuestro padre,
grande misericordia con ella, y 74 Que nos daría él; que librados de
se alegraron con ella. las manos de nuestros enemi-
59 Y aconteció, que al octavo día gos, le serviríamos sin temor,
vinieron para circuncidar al niño, 75 En santidad y justicia delante
y le llamaban del nombre de su de él, todos los días de nuestra
padre, Zacarías. vida.
60 Y respondiendo su madre, 76 Y tú, niño, profeta del Altísi-
dijo: No; sino Juan será llamado. mo serás llamado; porque irás
61 Y le dijeron: nadie hay en tu delante de la faz del Señor, para
parentela que se llame por este aparejar sus caminos;
nombre. 77 Para dar conocimiento de sal-
62 Y hablaron por señas a su vación a su pueblo para remisión de
padre, cómo le quería llamar. sus pecados,
63 Y pidiendo una tablilla, escri- 78 Por las entrañas de misericor-
bió, diciendo: Juan es su nombre. dia de nuestro Dios, con que el
Y todos se maravillaron. alba de lo alto nos visitó,
64 E inmediatamente fue abier- 79 Para dar luz a los que están
ta su boca, y suelta su lengua, y sentados en tinieblas y en som-
habló bendiciendo a Dios. bra de muerte; para guiar nues-
65 Y vino temor sobre todos tros pies por camino de paz.
los vecinos de ellos; y en toda 80 Y el niño crecía, y era fortale-
la montaña de Judea fueron cido en espíritu, y estuvo en los
80
Nacimiento de Jesús lucas 2
desiertos hasta el día que se mos- 13 Y repentinamente apareció
tró a Israel. con el ángel una multitud de
ejércitos celestiales, que alaba-
CAPÍTULO 2 ban a Dios, y decían:
ACONTECIÓ en aquellos días 14 Gloria a Dios en las alturas, y
Y que salió un edicto de parte
de Augusto César, para que todo
en la tierra paz, y a los hombres
buena voluntad.
el mundo fuera empadronado. 15 Y aconteció, que como los án-
2 Este empadronamiento prime- geles se fueron de ellos al cielo,
ro fue hecho, siendo Cirenio go- los pastores dijeron los unos
bernador de la Siria. a los otros: Pasemos ya hasta
3 E iban todos para ser empadro- Belem y veamos esta cosa que ha
nados cada uno a su propia ciu- sucedido, la cual el Señor nos ha
dad. manifestado.
4 Y José también subió de Gali- 16 Y vinieron con prisa, y halla-
lea, de la ciudad de Nazaret, a ron a María, y a José, y al niño
Judea, a la ciudad de David, que acostado en el pesebre.
se llama Belem, por cuanto era 17 Y cuando lo hubieron visto,
de la casa y familia de David; hicieron notoria la palabra que les
5 Para ser empadronado, con había sido dicha del niño.
María su esposa desposada con 18 Y todos los que lo oyeron, se
él, la cual estaba encinta. maravillaron de las cosas que los
6 Y aconteció que estando ellos pastores les decían.
allí, los días en que ella había de 19 Mas María guardaba todas
parir se cumplieron. estas cosas ponderándolas en su
7 Y parió a su hijo primogénito, y corazón.
le envolvió en pañales, y le acos- 20 Y se volvieron los pastores
tó en el pesebre; porque no había glorificando y alabando a Dios
lugar para ellos en el mesón. por todas las cosas que habían
8 Y había en la misma región oído y visto, como les había sido
pastores que vivían en los cam- dicho.
pos, y guardaban las velas de la 21 Y cuando fueron cumplidos
noche sobre su rebaño. ocho días para circuncidar al
9 Y, he aquí, el ángel del Señor niño, llamaron su nombre JESÚS,
vino sobre ellos, y la gloria del el cual fue así llamado por el
Señor resplandeció en derredor ángel antes que él fuese concebi-
de ellos, y tuvieron gran temor. do en el vientre.
10 Mas el ángel les dijo: No te- 22 Y cuando fueron cumplidos
máis, porque he aquí os traigo los días de la purificación de ella
nuevas de gran gozo, que será a conforme a la ley de Moisés, le
todo el pueblo: trajeron a Jerusalem para pre-
11 Que os es nacido hoy en la ciu- sentarle al Señor,
dad de David, el Salvador, que es 23 (Como está escrito en la ley
Cristo el Señor. del Señor: Todo varón que abrie-
12 Y esto os será por señal: halla- re la matriz, será llamado santo
réis al niño envuelto en pañales, al Señor;)
acostado en el pesebre. 24 Y para ofrecer sacrificio, con-
81
Lucas 2 Presentación en el templo
forme a lo que está dicho en la y cuatro años, que no se apartaba
ley del Señor, un par de tórtolas, del templo, en ayunos y oracio-
o dos palominos. nes sirviendo de noche y de día.
25 Y, he aquí, había un hombre 38 Y ésta, sobreviniendo en la
en Jerusalem, llamado Simeón, y misma hora, también daba gra-
este hombre, justo y piadoso, es- cias al Señor, y hablaba de él a
peraba la consolación de Israel; y todos los que esperaban la reden-
el Espíritu Santo era sobre él. ción en Jerusalem.
26 Y le había sido revelado por 39 Y cuando ellos hubieron cum-
el Espíritu Santo, que no vería la plido todas las cosas según la ley
muerte antes que viese al Cristo del Señor, se volvieron a Galilea, a
del Señor. su ciudad de Nazaret.
27 Y vino por el Espíritu al tem- 40 Y el niño crecía, y se fortalecía en
plo. Y cuando metieron al niño espíritu, lleno de sabiduría, y la
Jesús sus padres en el templo, gracia de Dios era sobre él.
para hacer por él conforme a la 41 Y sus padres iban todos los
costumbre de la ley, años a Jerusalem en la fiesta de la
28 Entonces él le tomó en sus pascua.
brazos, y bendijo a Dios, y dijo: 42 Y cuando él fue de doce años,
29 Ahora despides, Señor, a tu ellos subieron a Jerusalem con-
siervo, conforme a tu palabra, en forme a la costumbre de la fiesta.
paz: 43 Y acabados los días, volvien-
30 Porque han visto mis ojos tu do ellos, se quedó el niño Jesús
salvación, en Jerusalem, sin saberlo José y
31 La cual has aparejado ante la su madre.
faz de todos los pueblos: 44 Y pensando que estaba en la
32 Luz para revelación a los Gen- compañía, anduvieron camino
tiles, y la gloria de tu pueblo Israel. de un día; y le buscaban entre los
33 Y José y su madre estaban parientes y entre los conocidos.
maravillados de las cosas que se 45 Y cuando no le hallasen, vol-
decían de él. vieron a Jerusalem, buscándole.
34 Y los bendijo Simeón, y dijo a 46 Y aconteció, que tres días
su madre María: He aquí, que después le hallaron en el templo,
este niño es puesto para caída y sentado en medio de los docto-
para levantamiento de muchos res, oyéndoles, y preguntándoles.
en Israel, y para señal a la que 47 Y todos los que le oían, esta-
será contradicho; ban atónitos de su entendimien-
35 (Y una espada traspasará tam- to y respuestas.
bién tu propia alma) para que 48 Y cuando le vieron se mara-
sean revelados los pensamientos villaron; y le dijo su madre: Hijo,
de muchos corazones. ¿por qué nos has hecho así? He
36 Estaba también allí Ana, pro- aquí, tu padre y yo te hemos bus-
fetisa, hija de Fanuel, de la tribu cado con dolor.
de Aser; la cual era ya de grande 49 Entonces él les dijo: ¿Por qué
edad, y había vivido con su mari- me buscabais? ¿No sabíais que es
do siete años desde su virginidad. menester que yo estuviese en el
37 Y era viuda de como ochenta negocio de mi Padre?
82
Predicación de Juan lucas 3
50 Mas ellos no entendieron las que os digo, que puede Dios, aun de
palabras que les habló. estas piedras, levantar hijos a
51 Y descendió con ellos, y vino a Abraham.
Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y 9 Y ya también el hacha está
su madre guardaba todas estas puesta a la raíz de los árboles:
cosas en su corazón. todo árbol pues que no hace
52 Y Jesús crecía en sabiduría, y buen fruto, es cortado, y echado
en estatura, y en favor para con en el fuego.
Dios y de los hombres. 10 Y las multitudes le pregunta-
ban, diciendo: ¿Pues, qué hare-
CAPÍTULO 3 mos?
EN el año decimoquinto del 11 Y respondiendo, les dice: el
Y imperio de Tiberio César,
28 Que fue el hijo de Melqui, que fue llevado por el Espíritu al de-
fue el hijo de Abdi, que fue el hijo sierto,
de Cosam, que fue el hijo de El- 2 Por cuarenta días siendo tenta-
modam, que fue el hijo de Er, do del diablo. Y no comió nada en
29 Que fue el hijo de Joses, que aquellos días: los cuales pasa-
fue el hijo de Eliezer, que fue el dos, después tuvo hambre.
hijo de Joreim, que fue el hijo de 3 Entonces el diablo le dijo: Si
Matat, que fue el hijo de Leví, eres Hijo de Dios, di a esta pie-
30 Que fue el hijo de Simeón, que dra que se haga pan.
fue el hijo de Judá, que fue el hijo de 4 Y Jesús respondió, dicien-
José, que fue el hijo de Jonán, que do: Escrito está: Que no con
fue el hijo de Eliachim, pan sólo vivirá el hombre,
84
La tentación en el desierto lucas 4
mas con toda palabra de Dios. mí, por cuanto me ha ungido
5 Y le llevó el diablo a un alto para predicar el evangelio a
monte, y le mostró todos los rei- los pobres; Me ha enviado para
nos de la tierra habitada en un sanar a los quebrantados de co-
momento de tiempo. razón; Para predicar a los cauti-
6 Y le dijo el diablo: A ti daré vos libertad, y a los ciegos vista,
toda esta potestad, y la gloria de para poner en libertad a los opri-
ellos; porque a mí ha sido entre- midos;
gada, y a quien quiero la doy. 19 Para predicar el año aceptable
7 Tú, pues, si adorares delante de del Señor.
mí, serán todos tuyos. 20 Y cerrando el libro, lo dio al
8 Y respondiendo Jesús, le dijo: ministro, y se sentó: y los ojos
Vete para atrás de mí, Satanás, de todos en la sinagoga estaban
porque escrito está: Al Señor tu fijos en él.
Dios adorarás, y a él solo servirás. 21 Y comenzó a decirles: Hoy es
9 Y le llevó a Jerusalem, y le cumplida esta Escritura en vues-
puso sobre las almenas del tem- tros oídos.
plo, y le dijo: Si eres el Hijo de 22 Y todos le daban testimonio,
Dios, échate de aquí abajo. y estaban maravillados de las
10 Porque escrito está: Que a sus palabras de gracia que salían de
ángeles te encomendará, para su boca, y decían: ¿No es éste el
que te guarden; hijo de José?
11 Y que en sus manos te lleva- 23 Y les dijo: Sin duda me diréis
rán, para que no hieras tu pie en esta parábola: Médico, cúrate
piedra. a ti mismo: de tantas cosas que
12 Y respondiendo Jesús, le dijo: hemos oído haber sido hechas en
Dicho está: No tentarás al Señor Capernaum, haz también aquí en
tu Dios. tu tierra.
13 Y acabada toda la tentación, 24 Y dijo: De cierto os digo, que
el diablo se partió de él por algún ningún profeta es acepto en su
tiempo. tierra.
14 Y Jesús volvió en poder del 25 Mas en verdad os digo, que
Espíritu a Galilea, y salió la fama muchas viudas había en Israel
de él por toda la región de al de- en los días de Elías, cuando el
rredor. cielo fue cerrado por tres años y
15 Y él enseñaba en las sinago- seis meses, cuando hubo grande
gas de ellos, y era glorificado de hambre por toda la tierra:
todos. 26 Mas a ninguna de ellas fue
16 Y vino a Nazaret, donde había enviado Elías, sino a Sarepta de
sido criado, y entró, conforme a Sidón, a una mujer viuda.
su costumbre, el día del sábado 27 Y muchos leprosos había en
en la sinagoga, y se levantó a leer. Israel en tiempo del profeta Eli-
17 Y le fue dado el libro del pro- seo; mas ninguno de ellos fue
feta Isaías; y cuando abrió el limpio, sino Naamán el Siro.
libro, halló el lugar donde estaba 28 Entonces todos en la sinago-
escrito: ga fueron llenos de ira, oyendo
18 El Espíritu del Señor es sobre estas cosas.
85
Lucas 5 La pesca milagrosa
29 Y levantándose, le echaron 41 Y salían también demonios de
fuera de la ciudad, y le llevaron muchos, dando voces, y dicien-
hasta la cumbre del monte sobre do: Tú eres el Cristo, el Hijo de
el cual la ciudad de ellos estaba Dios; mas él reprendiéndoles no les
edificada, para despeñarle. dejaba hablar; porque sabían que él
30 Mas él, pasando por medio de era el Cristo.
ellos, se fue. 42 Y siendo ya de día salió, y se
31 Y descendió a Capernaum, fue a un lugar desierto; y las gen-
ciudad de Galilea, y allí les ense- tes le buscaban, y vinieron hasta él;
ñaba en los sábados. y le detenían para que no se
32 Y estaban atónitos de su doc- apartase de ellos.
trina; porque su palabra era con 43 Y él les dijo: También a otras
potestad. ciudades es menester que yo
33 Y estaba en la sinagoga un predique el evangelio del reino de
hombre que tenía un espíritu de Dios; porque para esto soy enviado.
un demonio inmundo, el cual ex- 44 Y predicaba en las sinagogas de
clamó a gran voz, Galilea.
34 Diciendo: Déjanos, ¿qué te-
nemos nosotros que ver contigo, CAPÍTULO 5
Jesús de Nazaret? ¿Has venido a ACONTECIÓ, que estando él
destruirnos? Yo te conozco quién
consideras?
Y palabras en oídos del pueblo,
entró en Capernaum.
42 ¿O cómo puedes decir a tu 2 Y el siervo de cierto centurión, al
hermano: Hermano, deja, echa- cual tenía él en estima, estaba
ré fuera la mota que está en tu enfermo y a punto de morir.
ojo, no mirando tú la viga que 3 Y cuando oyó de Jesús, envió a
está en tu ojo? Hipócrita, echa él los ancianos de los Judíos, ro-
fuera primero de tu ojo la viga; y gándole que viniese y sanase a su
entonces mirarás de echar fuera siervo.
la paja que está en el ojo de tu 4 Y cuando ellos vinieron a Jesús,
hermano. rogáronle con diligencia, dicién-
43 Porque no es buen árbol el dole: Porque es digno de conce-
que hace malos frutos; ni árbol derle esto:
malo el que hace buen fruto. 5 Que ama nuestra nación, y él
44 Porque cada árbol por su pro- nos edificó una sinagoga.
pio fruto es conocido: que no 6 Y Jesús fue con ellos: y cuando él
cogen higos de las espinas, ni estuvo ya no lejos de la casa,
vendimian uvas de las zarzas. envió el centurión amigos a él,
45 El buen hombre del buen teso- diciéndole: Señor, no te molestes,
ro de su corazón saca lo bueno; y que no soy digno de que entres
el mal hombre del mal tesoro de debajo de mi techo:
su corazón saca lo malo; porque 7 Por lo cual ni aun me tuve por
de la abundancia del corazón digno de venir a ti; mas di la pa-
habla la boca. labra, y mi siervo será sano.
46 ¿Y por qué me llamáis, Señor, 8 Porque también yo soy hombre
Señor, y no hacéis lo que digo? puesto bajo autoridad, que tengo
47 Todo aquel que viene a mí, y debajo de mí soldados; y digo a
oye mis palabras, y las hace, yo éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y
90
Jesús en la ciudad de Naín lucas 7
viene; y a mi siervo: Haz esto, y ha enviado a ti, diciendo: ¿Eres tu
lo hace. aquél que había de venir, o es-
9 Lo cual oyendo Jesús, se ma- peraremos a otro?
ravilló de él, y vuelto, dijo a las 21 Y en la misma hora sanó a
multitudes que le seguían: Os muchos de enfermedades, y de
digo ni aun en Israel he hallado plagas, y de espíritus malos; y a
tanta fe. muchos ciegos dio la vista.
10 Y vueltos a casa los que habían 22 Y respondiendo Jesús, les
sido enviados, hallaron sano al dijo: Id, contad a Juan de lo que
siervo que había estado enfermo. habéis visto y oído: Que los cie-
11 Y aconteció el día siguien- gos ven, los cojos andan, los le-
te, que él iba a la ciudad que se prosos son limpiados, los sordos
llama Naín, e iban con él muchos oyen, los muertos resucitan, a los
de sus discípulos, y gran compa- pobres es predicado el evangelio.
ñía. 23 Y bienaventurado es el que no
12 Y cuando llegó cerca de la fuere escandalizado en mí.
puerta de la ciudad, he aquí, que 24 Y cuando se fueron los mensa-
sacaban un difunto, hijo único jeros de Juan, comenzó a hablar
de su madre, y ella era viuda; y de Juan a las gentes: ¿Qué salis-
había con ella mucha gente de la teis a ver en el desierto? ¿una
ciudad. caña que es meneada del viento?
13 Y cuando el Señor la vio, fue 25 Mas ¿qué salisteis a ver?
movido a compasión de ella, y le ¿un hombre cubierto de vesti-
dice: No llores. dos delicados? He aquí, que los
14 Y se acercó, y tocó el féretro; que están en vestido precioso, y
y los que le llevaban, se pararon. viven en delicias, en los palacios
Y dijo: Mancebo, a ti digo, leván- de los reyes están.
tate. 26 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿un
15 Y volvióse a sentar el que profeta? De cierto os digo, y aun
había sido muerto, y comenzó a más que profeta.
hablar; y le dio a su madre. 27 Este es de quien está escrito:
16 Y tomó a todos temor, y glo- He aquí, envío mi mensajero de-
rificaban a Dios, diciendo: Que lante de tu faz, el cual aparejará tu
profeta grande se ha levantado camino delante de ti.
entre nosotros; y, que Dios ha vi- 28 Porque yo os digo que entre
sitado a su pueblo. los nacidos de mujeres, no hay
17 Y salió esta fama de él por mayor profeta que Juan el Bau-
toda Judea, y por toda la región tista; empero el que es menor en
de alrededor. el reino de Dios es mayor que él.
18 Y los discípulos de Juan le 29 Y todo el pueblo que le oyó, y
contaron todas estas cosas. los publicanos, justificaron a
19 Y llamó Juan dos de sus discí- Dios, siendo bautizados con el
pulos, y les envió a Jesús, dicien- bautismo de Juan.
do: ¿Eres tú aquél que había de 30 Mas los Fariseos, y los docto-
venir, o esperaremos a otro? res de la ley, desecharon el con-
20 Y cuando los varones vinieron sejo de Dios contra sí mismos, no
a él, dijeron: Juan el Bautista nos siendo bautizados por él.
91
Lucas 8 Jesús en casa de Simón
31 Y dijo el Señor: ¿A quién, denarios, y el otro cincuenta.
pues, compararé los hombres de 42 Y no teniendo ellos de que
esta generación, y a qué son se- pagar, perdonó a ambos. Di, pues,
mejantes? ¿cuál de éstos le amará más?
32 Semejantes son a los niños 43 Y respondiendo Simón, dijo:
sentados en la plaza, y que dan Pienso que aquél al cual perdonó
voces los unos a los otros, y más. Y él le dijo: Rectamente has
dicen: Os tañimos con flautas, y juzgado.
no bailasteis: os endechamos, y 44 Y vuelto a la mujer, dijo a
no llorasteis. Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en
33 Porque Juan el Bautista vino tu casa, no diste agua para mis
no comiendo pan, ni bebiendo pies; mas ésta ha regado mis pies
vino, y vosotros decís: Demonio con lágrimas, y los ha limpiado
tiene. con los cabellos de su cabeza.
34 El Hijo del hombre es venido 45 No me diste beso; mas ésta,
comiendo y bebiendo, y decís: desde que entré, no ha cesado de
He aquí un hombre glotón, y be- besar mis pies.
bedor de vino, amigo de publica- 46 No ungiste mi cabeza con
nos y de pecadores. aceite; mas ésta ha ungido con
35 Mas la sabiduría es justificada ungüento mis pies.
de todos sus hijos. 47 Por lo cual te digo, que sus
36 Y le rogaba uno de los Fari- muchos pecados son perdonados,
seos, que comiese con él. Y en- porque amó mucho; mas al que se
trando en la casa del Fariseo, se perdona poco, poco ama.
sentó a la mesa. 48 Y a ella dijo: Los pecados te
37 Y he aquí una mujer en la son perdonados.
ciudad que era pecadora, cuan- 49 Y los que estaban juntamente
do supo que estaba a la mesa en sentados a la mesa, comenzaron
la casa de aquel Fariseo, trajo un a decir entre sí: ¿Quién es éste,
vaso de alabastro de ungüento, que también perdona pecados?
38 Y estando a sus pies por detrás 50 Y dijo a la mujer: Tu fe te ha
llorando, comenzó a regar sus salvado, ve en paz.
pies con lágrimas, y los limpiaba
con los cabellos de su cabeza; y CAPÍTULO 8
besaba sus pies, y los ungía con el ACONTECIÓ después, que él
ungüento.
104
Y ban allí unos que le contaban
Exhortación al arrepentimiento lucas 13
de los Galileos, cuya sangre Pi- 14 Y respondiendo el príncipe de
lato había mezclado con sus sa- la sinagoga, indignado de que
crificios. Jesús hubiese curado en sábado,
2 Y respondiendo Jesús, les dijo: dijo al pueblo: Seis días hay en
¿Pensáis que estos Galileos, por- que es menester obrar: en éstos
que han padecido tales cosas, pues venid, y sed curados; y no
fueron más pecadores que todos en día de sábado.
los Galileos? 15 Entonces el Señor le respon-
3 Yo os digo, que no: antes si no dió, y dijo: Hipócrita, cada uno de
os arrepintiereis, todos perece- vosotros ¿no desata en sábado su
réis igualmente. buey, o su asno del pesebre, y le
4 O aquellos diez y ocho, sobre los lleva a beber?
cuales cayó la torre en Siloé, y los 16 Y a esta hija de Abraham, que
mató, ¿pensáis que ellos fueron he aquí, Satanás la había ligado
más pecadores que todos los hom- diez y ocho años, ¿no convino
bres que habitan en Jerusalem? desatarla de esta ligadura en día
5 Yo os digo, que no, antes si no de sábado?
os arrepintiereis, todos perece- 17 Y diciendo él estas cosas, se
réis igualmente. avergonzaban todos sus adversa-
6 Y decía esta parábola: Cierto rios: y todo el pueblo se regoci-
hombre tenía una higuera plan- jaba de todas las cosas gloriosas
tada en su viña; y vino a buscar que eran por él hechas.
fruto en ella, y no halló. 18 Y decía: ¿A qué es semejante
7 Y dijo al viñero: He aquí, tres el reino de Dios, y a qué le com-
años ha que vengo a buscar fruto pararé?
en esta higuera, y no lo hallo; 19 Semejante es al grano de la
córtala, ¿por qué hará inútil aun mostaza, que un hombre tomó, y
la tierra? lo echó en su huerto; y creció, y
8 Él entonces respondiendo, le fue hecho árbol grande, y las aves
dijo: Señor, déjala aún este año, del cielo posaron en sus ramas.
hasta que yo haya cavado alrede- 20 Y otra vez dijo: ¿A qué
dor de ella y echádole estiércol. compararé el reino de Dios?
9 Y si hiciere fruto, bien; y si no, 21 Semejante es a la levadura,
la cortarás después. que tomó una mujer y la escon-
10 Y estaba enseñando en una de dió en tres medidas de harina
las sinagogas en el sábado. hasta que todo fue leudado.
11 Y, he aquí, había una mujer 22 Y pasaba por todas las ciuda-
que tenía un espíritu de enfer- des y aldeas enseñando, y cami-
medad diez y ocho años, y anda- nando a Jerusalem.
ba agobiada, así que en ninguna 23 Y le dijo uno: Señor, ¿son
manera podía enderezarse. pocos los que se salvan? Y él les
12 Y cuando Jesús la vio, la llamó, y dijo:
le dijo: Mujer, libre eres de tu 24 Porfiad a entrar por la puerta
enfermedad. angosta; porque yo os digo, que
13 Y puso las manos sobre ella, y muchos procurarán de entrar, y
al instante se enderezó, y glorifi- no podrán.
caba a Dios. 25 Después que el padre de fa-
105
Lucas 14 Curación de un hidrópico
milia se levantare, y cerrare la 35 He aquí, os es dejada vues-
puerta, y comenzareis a estar de tra casa desierta; y de cierto os
pie afuera, y tocar a la puerta, di- digo que no me veréis, hasta que
ciendo: Señor, Señor, ábrenos; y venga tiempo cuando digáis: Ben-
respondiendo él, os dirá: No os dito el que viene en nombre del
conozco de dónde seáis. Señor.
26 Entonces comenzaréis a decir:
Delante de ti hemos comido y be- CAPÍTULO 14
bido, y en nuestras plazas ense- ACONTECIÓ que entrado en
ñaste.
visto,
Y señando él al pueblo en el
a Pilato.
59 Y como una hora pasada, otro 2 Y comenzaron a acusarle, di-
afirmaba, diciendo: Verdadera- ciendo: A éste hemos hallado per-
mente también éste estaba con virtiendo la nación, e impidien-
él; porque es Galileo. do dar tributo a César, diciendo
60 Y Pedro dijo: Hombre, no sé que él mismo es Cristo un Rey.
lo que dices. Y en el mismo ins- 3 Entonces Pilato le preguntó, di-
tante, estando aún él hablando, ciendo: ¿Eres tú el rey de los Ju-
el gallo cantó. díos? Y respondiéndole él, dijo: Tú
61 Y el Señor volvió, y miró a lo dices.
Pedro; y Pedro se acordó de la 4 Y Pilato dijo a los príncipes de
palabra del Señor, como le había los sacerdotes, y al pueblo: Nin-
dicho: Antes que el gallo cante guna culpa hallo en este hombre.
me negarás tres veces. 5 Mas ellos porfiaban, diciendo: Él
62 Y saliendo fuera Pedro, lloró alborota al pueblo, enseñan-
amargamente. do por toda Judea, comenzando
63 Y los hombres que tenían a desde Galilea hasta aquí.
Jesús, le escarnecían, hiriéndo le. 6 Entonces Pilato, oyendo de Ga-
64 Y vendándole los ojos, le he- lilea, preguntó si el hombre era
rían el rostro, y preguntábanle, Galileo.
diciendo: Profetiza, ¿quién es el 7 Y cuando entendió que era de la
que te hirió? jurisdicción de Herodes, le remitió
65 Y decían otras muchas cosas a Herodes, el cual también esta-
blasfemando contra él. ba en Jerusalem en aquellos días.
66 Y cuando fue de día, se junta- 8 Y Herodes, viendo a Jesús,
ron los ancianos del pueblo, y los se gozó mucho; porque había
príncipes de los sacerdotes, y los mucho que le deseaba ver; por-
121
Lucas 23 Jesús ante Pilato
que había oído de él muchas 23 Mas ellos instaban a grandes
cosas; y tenía esperanza que le voces, pidiendo que fuese cruci-
vería hacer algún milagro. ficado; y las voces de ellos, y de los
9 Y le preguntaba con muchas príncipes de los sacerdotes
palabras; mas él nada le respondió. prevalecieron;
10 Y estaban de pie los príncipes 24 Entonces Pilato juzgó que se
de los sacerdotes, y los escribas hiciese lo que ellos pedían.
acusándole con gran vehemencia. 25 Y les soltó a aquel que había
11 Mas Herodes con sus solda- sido echado en la cárcel por se-
dos le menospreció, y escarneció, dición y muerte, al cual habían
vistiéndole de una ropa espléndi- pedido; mas entregó a Jesús a la
da; y le volvió a enviar a Pilato. voluntad de ellos.
12 Y fueron hechos amigos entre 26 Y llevándole, tomaron a un
sí Pilato y Herodes en el mismo Simón, Cireneo, que venía del
día; porque antes eran enemigos campo, y le pusieron encima la
entre sí. cruz para que la llevase en pos
13 Entonces Pilato, convocando de Jesús.
los príncipes de los sacerdotes, y 27 Y le seguía grande multitud de
los magistrados, y el pueblo, pueblo, y de mujeres, las cua-
14 Les dijo: Me habéis presenta- les le lloraban, y lamentaban.
do a éste por hombre que per- 28 Mas Jesús, vuelto a ellas, les
vierte al pueblo; y, he aquí, yo dijo: Hijas de Jerusalem, no llo-
preguntando delante de vosotros, réis por mí; mas llorad por voso-
no he hallado ninguna culpa en tras mismas, y por vuestros hijos.
este hombre de aquellas de que 29 Porque, he aquí, que vendrán
le acusáis. días, en que dirán: Bienaventu-
15 Y ni aun Herodes; porque os radas las estériles, y los vientres
envié a él; y he aquí, ninguna que no parieron, y los pechos
cosa digna de muerte ha hecho. que no dieron de mamar.
16 Le castigaré pues, y le soltaré. 30 Entonces comenzarán a decir
17 (Y tenía necesidad de soltar- a los montes: Caed sobre noso-
les uno en la fiesta.) tros; y a los collados: Cubridnos.
18 Y toda la multitud dio voces a 31 Porque si en el árbol verde
una, diciendo: Quita a éste, y hacen estas cosas, ¿en el seco,
suéltanos a Barrabás: qué se hará?
19 (El cual había sido echado 32 Y llevaban también con él
en la cárcel por cierta sedición otros dos, malhechores, a matar
hecha en la ciudad, y una muerte.) con él.
20 Y les habló otra vez Pilato, 33 Y cuando vinieron al lugar
queriendo soltar a Jesús. que se llama Calvario, le cruci-
21 Mas ellos volvían a dar voces, ficaron allí; y a los malhechores,
diciendo: Crucifícale, Crucifícale. uno a la derecha, y otro a la iz-
22 Y él les dijo la tercera vez: quierda.
¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho 34 Mas Jesús decía: Padre, per-
éste? ninguna culpa de muer- dónalos; porque no saben lo que
te he hallado en él: le castigaré hacen. Y partiendo sus vestidos,
pues, y le soltaré. echaron suertes.
122
La muerte y sepultura de Jesús lucas 24
35 Y el pueblo estaba de pie mi- 48 Y toda la multitud de los que
rando: y los príncipes también, estaban presentes a este espectá-
con ellos, se burlaban de él, di- culo, viendo lo que había acon-
ciendo: A otros salvó: sálvese a sí tecido, se volvían hiriendo sus
mismo, si este es el Cristo, el pechos.
escogido de Dios. 49 Mas todos sus conocidos, y
36 Escarnecían de él también los las mujeres que le habían segui-
soldados, llegándose, y ofrecién- do desde Galilea, estaban de pie
dole vinagre, lejos mirando estas cosas.
37 Y diciendo: Si tú eres el Rey 50 Y, he aquí, un varón llamado
de los Judíos, sálvate a ti mismo. José, el cual era consejero, varón
38 Y había también una inscrip- bueno, y justo:
ción escrita sobre él con letras 51 (el cual no había consentido en
Griegas, y Latinas, y Hebraicas: el consejo ni en los hechos de
ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS. ellos), de Arimatea, ciudad de
39 Y uno de los malhechores que los Judíos: el cual también espe-
estaban colgados, le injuriaba, raba el reino de Dios.
diciendo: Si tú eres el Cristo, sál- 52 Este llegó a Pilato, y pidió el
vate a ti mismo, y a nosotros. cuerpo de Jesús.
40 Y respondiendo el otro, le 53 Y bajándolo lo envolvió en
reprendió, diciendo: ¿Ni aun tú una sábana, y lo puso en un se-
temes a Dios, estando en la pulcro que era labrado en piedra,
misma condenación? en el cual aún ninguno había
41 Y nosotros, a la verdad, jus- sido puesto.
tamente, por que recibimos lo 54 Y era día de la preparación, y el
que merecieron nuestros hechos; sábado amanecía.
mas éste ningún mal hizo. 55 Y también las mujeres que ha-
42 Y decía a Jesús: Señor, acuér- bían venido con él de Galilea, le
date de mí cuando vinieres en tu siguieron, y vieron el sepulcro y
reino. cómo fue puesto su cuerpo.
43 Entonces Jesús le dijo: De 56 Y vueltas, aparejaron especias
cierto te digo, que hoy estarás y ungüentos; y reposaron el sá-
conmigo en el paraíso. bado, conforme al mandamiento.
44 Y era como la hora de sexta,
y fueron hechas tinieblas sobre CAPÍTULO 24
toda la tierra hasta la hora no- AS el primer día de la se-
vena.
125
El Evangelio Según
JUAN
E CAPÍTULO 1
N el principio era la Palabra,
15 Juan dio testimonio de él, y
clamó, diciendo: Éste era aquél
y la Palabra era con Dios, y la de quien yo decía: El que viene
Palabra era Dios. tras mí es preferido antes que yo;
2 Él era en el principio con Dios. porque era primero que yo.
3 Todas las cosas por él fueron 16 Y de su plenitud todos noso-
hechas; y sin él nada de lo que es tros hemos recibido, y gracia por
hecho, fue hecho. gracia.
4 En él era la vida; y la vida era 17 Porque la ley fue dada por
la Luz de los hombres. Moisés, mas la gracia y la verdad
5 Y la Luz en las tinieblas res- vino por Jesu Cristo.
plandece; y las tinieblas no la 18 Nadie jamás ha visto a Dios;
comprendieron. el unigénito Hijo que está en el
6 Fue un hombre enviado de seno del Padre, él lo ha declara-
Dios, el cual se llamaba Juan. do.
7 Éste vino por testimonio, para 19 Y éste es el testimonio de
que diese testimonio de la Luz, Juan, cuando los Judíos envia-
para que por él todos creyesen. ron de Jerusalem sacerdotes y
8 Él no era la Luz; mas fue envia- Levitas, que le preguntasen: ¿Tú,
do para que diese testimonio de quién eres?
la Luz. 20 Y confesó, y no negó; mas
9 Aquél era la Luz verdadera, confesó: Yo no soy el Cristo.
que alumbra a todo hombre que 21 Y le preguntaron: ¿Qué pues?
viene en este mundo. ¿Eres tú Elias? Dijo: No soy. ¿Eres
10 En el mundo estaba, y el tú el profeta? Y respondió: No.
mundo fue hecho por él, y el 22 Entonces ellos le dijeron:
mundo no le conoció. ¿Quién eres? para que poda-
11 A lo suyo vino, y los suyos no mos dar una respuesta a los que
le recibieron. nos enviaron. ¿Qué dices de ti
12 Mas a todos los que le reci- mismo?
bieron, dióles potestad de ser 23 Él dijo: Yo soy la voz del que
hechos hijos de Dios, a los que clama en el desierto: Enderezad el
creen en su nombre: camino del Señor, como dijo el
13 Los cuales nacieron, no de profeta Isaías.
sangre, ni de voluntad de la 24 Y los que habían sido envia-
carne, ni de voluntad de hombre, dos eran de los Fariseos.
sino de Dios. 25 Y ellos le preguntaron, y le di-
14 Y la Palabra fue hecha carne, jeron: ¿Por qué pues bautizas, si tú
y habitó entre nosotros (y vimos no eres el Cristo, ni Elías, ni aquel
su gloria, gloria como del unigé- profeta?
nito del Padre), lleno de gracia y 26 Juan les respondió, dicien-
de verdad. do: Yo bautizo en agua; mas en
126
Testimonio de Juan Juan 1
medio de vosotros está de pie ron, y vieron donde moraba; y
uno, a quien vosotros no conocéis: quedáronse con él aquel día;
27 Éste es el que viniendo des- porque era como la hora décima.
pués de mí, el cual es preferido 40 Uno de los dos que habían
antes que yo, del cual yo no soy oído a Juan, y le siguieron, era
digno de desatar la correa de za- Andrés, hermano de Simón Pedro.
pato. 41 Éste halla primero a su pro-
28 Estas cosas fueron hechas en pio hermano Simón, y le dice:
Betábara de la otra parte del Jor- Hemos hallado al Mesías, que in-
dán, donde Juan estaba bauti- terpretado es, el Cristo.
zando. 42 Y le trajo a Jesús. Y mirándole
29 El siguiente día ve Juan a Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de
Jesús que venía a él, y dice: He Jonás: tú serás llamado Cefas, que
aquí el Cordero de Dios, que interpretado es, Piedra.
quita el pecado del mundo. 43 El día siguiente quiso Jesús ir a
30 Éste es aquel de quien yo dije: Galilea, y halla a Felipe; y le
Tras mí viene un varón el cual es dice: Sígueme.
preferido antes que yo, porque 44 Y Felipe era de Betsaida, la
era primero que yo. ciudad de Andrés y de Pedro.
31 Y yo no le conocía; mas para 45 Felipe halla a Natanael, y le
que fuese manifestado a Israel, dice: Hemos hallado a aquel de
por eso vine yo bautizando en agua. quien escribió Moisés en la ley, y
32 Y Juan dio testimonio, dicien- los profetas: Jesús de Nazaret, el
do: Vi al Espíritu descendiendo hijo de José.
del cielo como paloma, y reposó 46 Y le dijo Natanael: ¿De Na-
sobre él. zaret puede salir alguna cosa
33 Y yo no le conocía; mas el que buena? Dícele Felipe: Ven, y ve.
me envió a bautizar en agua, éste 47 Jesús vio venir a sí a Natanael,
me dijo: Sobre aquel que vieres y dice de él: He aquí un verda-
descender el Espíritu, y reposar dero Israelita, en el cual no hay
sobre él, éste es el que bautiza engaño.
con el Espíritu Santo. 48 Dícele Natanael: ¿De dónde
34 Y yo vi, y di testimonio, que me conoces? Respondióle Jesús, y
éste es el Hijo de Dios. le dijo: Antes que Felipe te lla-
35 El siguiente día otra vez estaba mara, cuando estabas debajo de la
Juan de pie, y dos de sus discípulos. higuera, te vi.
36 Y mirando a Jesús que andaba 49 Respondió Natanael, y le dijo:
por allí, dice: He aquí el Cordero Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú
de Dios. eres el Rey de Israel.
37 Y oyéronle los dos discípulos 50 Respondió Jesús, y le dijo:
hablar, y siguieron a Jesús. ¿Porque te dije: Te vi debajo de la
38 Entonces Jesús se volvió y higuera, crees? cosas mayores que
viéndoles que le seguían, les dice: estas verás.
¿Qué buscáis? Y ellos le dijeron: 51 Y le dice: De cierto, de cier-
Rabí, (que interpretado, quiere to os digo: De aquí adelante
decir, Maestro), ¿dónde moras? veréis el cielo abierto, y los án-
39 Díceles: Venid, y ved. Vinie- geles de Dios subiendo y descen-
127
Juan 2 Las bodas de Caná
diendo sobre el Hijo del hombre. vendían bueyes, y ovejas, y palo-
mas, y a los cambiadores de di-
CAPÍTULO 2 nero sentados.
AL tercer día hubo una boda 15 Y cuando hubo hecho un azote
Y en Caná de Galilea; y estaba
allí la madre de Jesús.
de cuerdas, echólos a todos del
templo, y las ovejas, y los bueyes,
2 Y fue también llamado Jesús, y y derramó los dineros de los cam-
sus discípulos a la boda. biadores, y trastornó las mesas.
3 Y cuando faltó el vino, la madre 16 Y a los que vendían las palo-
de Jesús le dijo: No tienen vino. mas dijo: Quitad de aquí estas
4 Y le dice Jesús: ¿Qué tengo yo cosas, y no hagáis la casa de mi
que ver contigo mujer? Aún no Padre casa de mercadería.
ha venido mi hora. 17 Entonces se acordaron sus
5 Su madre dice a los que servían: discípulos que estaba escrito: El
Haced todo lo que él os dijere. celo de tu casa me ha comido.
6 Y estaban puestas allí seis ti- 18 Y los Judíos respondieron, y
najas de piedra para agua, con- le dijeron: ¿Qué señal nos mues-
forme a la purificación de los Ju- tras, siendo así que tú haces estas
díos, que cabía en cada una dos o cosas?
tres cántaros. 19 Respondió Jesús, y les dijo:
7 Díceles Jesús: Llenad estas ti- Destruid este templo, y en tres
najas de agua. Y las llenaron días yo lo levantaré.
hasta arriba. 20 Dijeron luego los Judíos: En
8 Y díceles: Sacad ahora, y llevad cuarenta y seis años fue este
al maestresala. Y lleváronselo. templo edificado, ¿Y tú en tres
9 Y cuando el maestresala gustó días lo levantarás?
el agua hecha vino, y no sabía 21 Mas él hablaba del templo de su
de dónde era (mas lo sabían los cuerpo.
siervos que habían sacado el 22 Por tanto cuando resucitó de
agua), el maestresala llama al los muertos, sus discípulos se
desposado, acordaron que les había dicho
10 Y le dice: Todo hombre pone esto, y creyeron a la Escritura,
primero el buen vino; y cuando y a la palabra que Jesús había
han bebido bien, entonces lo que dicho.
es peor; mas tú has guardado el 23 Y estando él en Jerusalem en
buen vino hasta ahora. la pascua, en el día de la fiesta,
11 Este principio de milagros muchos creyeron en su nombre,
hizo Jesús en Caná de Galilea, y viendo los milagros que hacía.
manifestó su gloria; y sus discí- 24 Mas el mismo Jesús no se con-
pulos creyeron en él. fiaba a sí mismo de ellos, porque él
12 Después de esto descendió conocía a todos,
a Capernaum, él, y su madre, y 25 Y no tenía necesidad que
sus hermanos, y sus discípulos, nadie le diese testimonio del
y estuvieron allí no muchos días. hombre; porque él sabía lo que
13 Y estaba cerca la pascua de los había en el hombre.
Judíos, y subió Jesús a Jerusalem.
14 Y halló en el templo a los que
128
Jesús y Nicodemo Juan 3
Y CAPÍTULO 3
HABÍA un hombre de los Fa-
riseos que se llamaba Nicode-
bre, que está en el cielo.
14 Y como Moisés levantó la ser-
piente en el desierto, así también
mo, príncipe de los Judíos. es menester que el Hijo del hom-
2 Este vino a Jesús de noche, y bre sea levantado;
le dijo: Rabí, nosotros sabemos 15 Para que todo aquel que en él
que tú eres un maestro venido de cree, no perezca, mas tenga vida
Dios; porque nadie puede hacer eterna.
estos milagros que tú haces, si no 16 Porque de tal manera amó
estuviere Dios con él. Dios al mundo, que dio a su Hijo
3 Respondió Jesús, y le dijo: De unigénito; para que todo aquel
cierto, de cierto te digo, que que en él cree, no perezca, mas
el que no naciere otra vez, no tenga vida eterna.
puede ver el reino de Dios. 17 Porque no envió Dios a su
4 Dícele Nicodemo: ¿Cómo puede Hijo al mundo, para condenar al
el hombre nacer, siendo viejo? mundo; sino para que el mundo
¿puede entrar segunda vez en el sea salvo por él.
vientre de su madre, y nacer? 18 El que en él cree, no es conde-
5 Respondió Jesús: De cierto, de nado; mas el que no cree, ya es
cierto te digo, que el que no na- condenado; porque no ha creído
ciere de agua y del Espíritu, no en el nombre del unigénito Hijo
puede entrar en el reino de Dios. de Dios.
6 Lo que es nacido de la carne, 19 Y ésta es la condenación, que
carne es; y lo que es nacido del la luz ha venido al mundo, y los
Espíritu, espíritu es. hombres amaron más las tinie-
7 No te maravilles de que te dije: blas que la luz; porque sus obras
Os es menester nacer otra vez. eran malas.
8 El viento de donde quiere 20 Porque todo aquel que hace
sopla; y oyes su sonido, mas ni lo malo, aborrece la luz, y no
sabes de dónde viene, ni a dónde viene a la luz, porque sus obras
va: así es todo aquel que es naci- no sean redargüidas.
do del Espíritu. 21 Mas el que obra verdad, viene
9 Respondió Nicodemo, y le dijo: a la luz, para que sus obras sean
¿Cómo pueden estas cosas hacerse? manifiestas, que son hechas en
10 Respondió Jesús, y le dijo: Dios.
¿Tú eres un maestro de Israel, y 22 Después de estas cosas, vino
no sabes estas cosas? Jesús y sus discípulos a la tierra de
11 De cierto, de cierto te digo, que Judea; y estaba allí con ellos, y
lo que sabemos hablamos; y testifi- bautizaba.
camos lo que hemos visto, y voso- 23 Y estaba bautizando también
tros no recibís nuestro testimonio. Juan en Enón junto a Salim, por-
12 Si os he dicho cosas terrenales, que había allí muchas aguas; y
y no creéis: ¿cómo creeréis, si os venían, y eran bautizados.
dijere cosas celestiales? 24 Porque aún Juan no había
13 Y nadie subió al cielo, sino sido echado en la cárcel.
el que descendió del cielo, 25 Y se movió una cuestión entre
es a saber, el Hijo del hom- algunos de los discípulos de Juan y
129
Juan 4 Nuevo testimonio de Juan
los Judíos acerca de la purificación. 2 (Aunque Jesús mismo no bauti-
26 Y vinieron a Juan, y le dije- zaba, sino sus discípulos,)
ron: Rabí, el que estaba contigo 3 Dejó a Judea, y se fue otra vez a
de la otra parte del Jordán, del Galilea.
cual tú diste testimonio, he aquí, 4 Y era menester que pasase por
éste bautiza, y todos vienen a él. Samaria.
27 Respondió Juan, y dijo: No 5 Vino pues a una ciudad de Sa-
puede el hombre recibir nada si maria que se llama Sichar, junto
no le fuere dado del cielo. a la heredad que Jacob dio a José
28 Vosotros mismos me sois tes- su hijo.
tigos que dije: Yo no soy el Cristo; 6 Y estaba allí el pozo de Jacob.
mas soy enviado delante de él. Jesús, pues, cansado del camino, se
29 El que tiene la desposada, es sentó así sobre el pozo. Era como
el desposado; mas el amigo del la hora de sexta.
desposado, que está de pie y le 7 Viene una mujer de Samaria a
oye, se goza grandemente de la sacar agua; y Jesús le dice: Dame de
voz del desposado. Así, pues, este beber.
mi gozo es cumplido. 8 (Porque sus discípulos habían
30 Es menester que él crezca, ido a la ciudad a comprar de
mas que yo disminuya. comer.)
31 El que de arriba viene, sobre 9 Y la mujer Samaritana le dice:
todos es: el que es de la tierra, te- ¿Cómo tú, siendo Judío, me pides
rreno es, y cosas terrenas habla: a mí de beber, que soy mujer Sa-
el que viene del cielo, sobre maritana? Porque los Judíos no
todos es. se tratan con los Samaritanos.
32 Y lo que ha visto y oído, esto 10 Respondió Jesús, y le dijo:
testifica; y nadie recibe su testi- Si conocieses el don de Dios, y
monio. quién es el que te dice: Dame de
33 El que ha recibido su testimo- beber: tú pedirías de él, y él te
nio, ha puesto su sello a esto, que daría agua viva.
Dios es verdadero; 11 La mujer le dice: Señor, no
34 Porque el que Dios ha envia- tienes con qué sacarla, y el pozo es
do, las palabras de Dios habla; hondo: ¿De dónde, pues, tie-
porque no le da Dios el Espíritu nes el agua viva?
por medida. 12 ¿Eres tú mayor que nuestro
35 El Padre ama al Hijo, y le ha padre Jacob, que nos dio este
dado todas las cosas en su mano. pozo, del cual él bebió, y sus
36 El que cree en el Hijo tiene hijos, y sus ganados?
vida eterna; mas el que no cree al 13 Respondió Jesús, y le dijo:
Hijo no verá la vida; sino que la Cualquiera que bebiere de esta
ira de Dios está sobre él. agua, volverá a tener sed;
14 Mas el que bebiere del agua
CAPÍTULO 4 que yo le daré, por siempre no
UANDO, pues, el Señor supo tendrá sed; mas el agua que yo
C que los Fariseos habían oído
que Jesús hacía y bautizaba más
le daré, será en él fuente de agua,
que salte para vida eterna.
discípulos que Juan, 15 La mujer le dice: Señor, dame
130
Jesús y la mujer Samaritana Juan 4
esta agua, para que yo no tenga 29 Venid, ved a un hombre que
sed, ni venga acá a sacarla. me ha dicho todo cuanto he
16 Jesús le dice: Ve, llama a tu hecho: ¿no es éste el Cristo?
marido, y ven acá. 30 Entonces salieron de la ciu-
17 Respondió la mujer, y le dijo: dad, y venían a él.
No tengo marido. Dícele Jesús: 31 Entre tanto los discípulos le
Bien has dicho: No tengo marido; rogaban, diciendo: Rabí, come.
18 Porque cinco maridos has te- 32 Y él les dijo: Yo tengo comida
nido; y el que ahora tienes, no que comer, que vosotros no sabéis.
es tu marido: esto has dicho con 33 Entonces los discípulos de-
verdad. cían el uno al otro: ¿Le ha traído
19 Dícele la mujer: Señor paréce- alguien de comer?
me que tú eres profeta. 34 Díceles Jesús: Mi comida es
20 Nuestros padres adoraron en que yo haga la voluntad del que
este monte, y vosotros decís que me envió, y que acabe su obra.
en Jerusalem es el lugar donde 35 ¿No decís vosotros, que aún
es menester adorar. hay cuatro meses y viene la
21 Dícele Jesús: Mujer, créeme, siega? He aquí, yo os digo: Alzad
que la hora viene, cuando voso- vuestros ojos, y mirad los cam-
tros ni en este monte, ni en Jeru- pos; porque ya están blancos
salem adoraréis al Padre. para la siega.
22 Vosotros adoráis lo que no sa- 36 Y el que siega recibe salario, y
béis: nosotros adoramos lo que allega fruto para vida eterna; para
sabemos; porque la salvación es que también se goce juntamente
de los Judíos. el que siembra y el que siega.
23 Mas la hora viene, y ahora es, 37 Porque en esto es el dicho ver-
cuando los verdaderos adorado- dadero: Que uno es el que siem-
res adorarán al Padre en espíritu bra, y otro es el que siega.
y en verdad; porque también el 38 Yo os he enviado a segar lo
Padre tales busca que le adoren. que vosotros no labrasteis: otros
24 Dios es un Espíritu, y los que labraron, y vosotros habéis en-
le adoran, es menester que le trado en sus labores.
adoren en espíritu y en verdad. 39 Y muchos de los Samaritanos de
25 Dícele la mujer: Yo sé que aquella ciudad creyeron en él por
el Mesías ha de venir, el cual se la palabra de la mujer que
llama Cristo: cuando él viniere, daba testimonio: El me dijo todo
nos declarará todas las cosas. cuanto he hecho.
26 Dícele Jesús: Yo soy, que 40 Así que, cuando vinieron los
hablo contigo. Samaritanos a él, le rogaron que
27 Y en esto vinieron sus discí- se quedase allí; y se quedó allí
pulos, y se maravillaron de que dos días.
hablaba con la mujer; mas nin- 41 Y creyeron muchos más por la
guno dijo: ¿Qué buscas? o ¿Por palabra de él.
qué hablas con ella? 42 Y decían a la mujer: Ya no
28 Entonces la mujer dejó su creemos por tu dicho; porque
cántaro, y fue a la ciudad, y dice a nosotros mismos le hemos oído;
los hombres: y sabemos, que verdaderamente
131
Juan 5 Curación del hijo de un noble
éste es el Cristo, el Salvador del CAPÍTULO 5
mundo.
43 Y después de dos días salió de D ESPUÉS de estas cosas, había
una fiesta de los Judíos, y
allí, y fuese a Galilea. subió Jesús a Jerusalem.
44 Porque Jesús mismo dio tes- 2 Y hay en Jerusalem junto a la
timonio, que el profeta no tiene puerta de las ovejas un estanque,
honra en su propia tierra. que en lengua Hebrea es llamado
45 Y cuando vino a Galilea, los Betesda, el cual tiene cinco pór-
Galileos le recibieron, habiendo ticos.
visto todas las cosas que él hizo 3 En éstos estaba echada una
en Jerusalem en la fiesta; por- grande multitud de enfermos,
que también ellos habían ido a la ciegos, cojos, secos, que estaban
fiesta. esperando el movimiento del agua;
46 Vino pues Jesús otra vez a 4 Porque un ángel descendía a
Caná de Galilea, donde había cierto tiempo al estanque, y re-
hecho el vino del agua. Y había volvía el agua; y el que primero
un cierto cortesano, cuyo hijo es- entraba en el estanque, después
taba enfermo en Capernaum. del movimiento del agua, queda-
47 Este, cuando oyó que Jesús ba sano de cualquier enfermedad
venía de Judea a Galilea, fue a que tuviese.
él, y le rogaba que descendiese, 5 Y estaba allí cierto hombre,
y sanase su hijo; porque estaba a que había treinta y ocho años
punto de morir. que estaba enfermo.
48 Entonces Jesús le dijo: Si no 6 Cuando Jesús le vio estar echa-
viereis señales y maravillas, no do, y supo que ya por mucho
creeréis. tiempo había estado enfermo, dí-
49 El cortesano le dijo: Señor, des- cele: ¿Quieres ser sano?
ciende antes que mi hijo muera. 7 Y el enfermo le respondió:
50 Dícele Jesús: Ve, tu hijo vive. Señor, no tengo hombre que
Creyó el hombre a la palabra que cuando el agua fuere revuelta,
Jesús le dijo, y se fue. me meta en el estanque; porque
51 Y como él iba ya descendien- entre tanto que yo vengo, des-
do, sus criados le salieron a reci- ciende otro antes que yo.
bir, y le dieron nuevas, diciendo: 8 Dícele Jesús: Levántate, toma tu
Tu hijo vive. lecho, y anda.
52 Entonces él les preguntó a 9 Y al instante aquel hombre fue
qué hora comenzó a estar mejor; y sano, y tomó su lecho, y andaba; y
le dijeron: Ayer a la séptima era sábado aquel día.
hora le dejó la fiebre. 10 Entonces los Judíos decían a
53 El padre entonces supo, que aquel que había sido sanado: Sába-
aquella hora era cuando Jesús le do es, no te es lícito llevar tu lecho.
dijo: Tu hijo vive; y creyó él, y 11 Respondióles: El que me sanó,
toda su casa. él mismo me dijo: Toma tu lecho,
54 Este segundo milagro volvió y anda.
Jesús a hacer cuando vino de 12 Y le preguntaron entonces:
Judea a Galilea. ¿Quién es el hombre que te dijo:
Toma tu lecho, y anda?
132
El Hijo uno con el Padre Juan 5
13 Y el que había sido sanado, no que me envió, tiene vida eterna; y
sabía quién fuese; porque Jesús no vendrá a condenación, mas ha
se había apartado de la multitud pasado de muerte a vida.
que estaba en aquel lugar. 25 De cierto, de cierto os digo:
14 Después le halló Jesús en el Que vendrá la hora, y ahora es,
templo, y le dijo: He aquí, has cuando los muertos oirán la voz
sido sanado: no peques más, por- del Hijo de Dios; y los que oye-
que no te venga alguna cosa peor. ren, vivirán.
15 El hombre se fue y dio aviso a 26 Porque como el Padre tiene
los Judíos, que Jesús era el que vida en sí mismo, así dio tam-
le había sanado. bién al Hijo que tuviese vida en
16 Y por esta causa los Judíos sí mismo.
perseguían a Jesús, y procura- 27 Y también le dio autoridad de
ban matarle, porque hacía estas hacer juicio, porque es el Hijo
cosas en sábado. del hombre.
17 Y Jesús les respondió: Mi Padre 28 No os maravilléis de esto;
hasta ahora obra, y yo obro. porque vendrá hora, en la cual
18 Por esto pues, tanto más pro- todos los que están en los sepul-
curaban los Judíos matarle; por- cros oirán su voz;
que no sólo quebrantaba el sába- 29 Y saldrán; los que hicieron
do, mas también decía que Dios bien, a resurrección de vida, y
era su propio Padre, haciéndose los que hicieron mal, a resurrec-
igual a Dios. ción de condenación.
19 Respondió pues Jesús, y les 30 Yo no puedo de mí mismo
dijo: De cierto, de cierto os digo: hacer nada: como oigo, juzgo;
No puede el Hijo hacer nada de y mi juicio es justo, porque no
sí mismo, sino lo que viere hacer busco mi propia voluntad, mas la
al Padre; porque todo lo que él voluntad del Padre que me envió.
hace, esto también hace el Hijo 31 Si yo doy testimonio de mí
igualmente. mismo, mi testimonio no es ver-
20 Porque el Padre ama al Hijo, y dadero.
le muestra todas las cosas que él 32 Otro es el que da testimonio
hace; y mayores obras que éstas de mí; y yo sé que el testimonio
le mostrará, para que vosotros os que él testifica de mí es verdadero.
maravilléis. 33 Vosotros enviasteis a Juan, y él
21 Porque como el Padre levan- dio testimonio a la verdad.
ta los muertos, y les da vida, así 34 Empero yo no recibo el tes-
también el Hijo da vida a los que timonio de hombre: mas digo
él quiere. estas cosas, para que vosotros
22 Porque el Padre a nadie juzga, seáis salvos.
mas todo el juicio ha dado al Hijo; 35 Él era antorcha que ardía, y
23 Para que todos honren al Hijo, alumbraba; y vosotros quisisteis
así como honran al Padre: el que regocijaros por un poco en su luz.
no honra al Hijo, no honra al 36 Mas yo tengo mayor testimo-
Padre que le envió. nio que el de Juan; porque las
24 De cierto, de cierto os digo: obras que el Padre me dio que
El que oye mi palabra, y cree al cumpliese, las mismas obras que
133
Juan 6 Multiplicación de los panes
yo hago, dan testimonio de mí, porque veían sus milagros que
que el Padre me haya enviado. hacía en los enfermos.
37 Y el Padre mismo, que me 3 Subió pues Jesús a un monte,
envió, ha dado testimonio de mí. y se sentó allí con sus discípulos.
Vosotros nunca habéis oído su 4 Y estaba cerca la pascua, la
voz, ni habéis visto su parecer, fiesta de los Judíos.
38 Ni tenéis su palabra perma- 5 Y cuando alzó Jesús los ojos, y
neciendo en vosotros; porque al vio que había venido a él una
que él envió, a éste vosotros no grande multitud, dice a Felipe:
creéis. ¿De dónde compraremos pan
39 Escudriñad las Escrituras; para que coman éstos?
porque a vosotros os parece, que 6 Mas esto decía probándole;
en ellas tenéis la vida eterna; y porque él sabía lo que había de
ellas son las que dan testimonio hacer.
de mí; 7 Respondióle Felipe: Doscientos
40 Y no queréis venir a mí, para denarios de pan no les bastarán,
que tengáis vida. para que cada uno de ellos tome
41 Gloria de los hombres no re- un poco.
cibo. 8 Dícele uno de sus discípu-
42 Mas yo os conozco, que no te- los, Andrés, hermano de Simón
néis el amor de Dios en vosotros Pedro:
mismos. 9 Un muchacho está aquí que
43 Yo soy venido en nombre de tiene cinco panes de cebada y
mi Padre, y no me recibís: si otro dos pececillos; ¿Mas qué es esto
viniere en su propio nombre, a entre tantos?
aquél recibiréis. 10 Entonces Jesús dijo: Haced
44 ¿Cómo podéis vosotros creer, sentar los hombres. Y había
los que recibís gloria los unos de mucha hierba en aquel lugar; y se
los otros, y no buscáis la gloria sentaron como en número de cinco
que de sólo Dios viene? mil varones.
45 No penséis que yo os he de 11 Y tomó Jesús aquellos panes,
acusar delante del Padre: hay y habiendo dado gracias, repar-
quien os acusa, es a saber, Moisés, en tió a los discípulos, y los discí-
quien vosotros esperáis. pulos a los que estaban sentados;
46 Porque si vosotros hubieseis y asimismo de los peces cuanto
creído a Moisés, me habríais querían.
creído a mí: porque de mí escri- 12 Y cuando estuvieron hartos,
bió él. dijo a sus discípulos: recoged los
47 Pero si a sus escritos no creéis, pedazos que han sobrado, por-
¿Cómo creeréis a mis palabras? que no se pierda nada.
13 Recogieron, pues, y llenaron
CAPÍTULO 6 doce canastos de pedazos de los
ESPUÉS de estas cosas, se fue cinco panes de cebada, que so-
D Jesús a la otra parte del mar
de Galilea, que es el mar de Ti-
braron a los que habían comido.
14 Aquellos hombres entonces,
berias. cuando vieron el milagro que
2 Y seguíale grande multitud, Jesús había hecho, decían: Este
134
Jesús, el pan de vida Juan 6
verdaderamente es el profeta, de la otra parte del mar, dijéronle:
que había de venir al mundo. Rabí, ¿cuándo llegaste acá?
15 Entendiendo entonces Jesús, 26 Respondióles Jesús, y dijo: De
que habían de venir para arre- cierto, de cierto os digo, que me
batarle, y hacerle rey, volvió a buscáis, no porque visteis los mi-
retirarse a un monte, él solo. lagros, mas porque comisteis de
16 Y cuando se hizo tarde, des- los panes y fuisteis hartos.
cendieron sus discípulos al mar, 27 Trabajad, no por la comida
17 Y entrando en una nave, iban que perece, mas por la comida
atravesando el mar hacia Caper- que a vida eterna permanece, la
naum. Y era ya oscuro, y Jesús cual el Hijo del hombre os dará;
no había venido a ellos. porque a éste selló Dios el Padre.
18 Y el mar se comenzó a levan- 28 Entonces le dijeron; ¿Qué
tar con un gran viento que sopla- haremos para que obremos las
ba. obras de Dios?
19 Y cuando hubieron navegado 29 Respondió Jesús, y les dijo;
como veinte y cinco, o treinta es- Ésta es la obra de Dios, que creáis en
tadios, ven a Jesús que andaba el que él envió.
sobre el mar, y se acercaba a la 30 Dijéronle entonces; ¿Qué
nave; y tuvieron miedo. señal pues haces tú, para que
20 Mas él les dijo: Yo soy: no ten- veamos, y te creamos? ¿Qué
gáis miedo. obras tú?
21 Entonces ellos le recibieron 31 Nuestros padres comieron el
de buena gana en la nave, y la maná en el desierto, como está
nave llegó inmediatamente a la escrito: Pan del cielo les dio a
tierra donde iban. comer.
22 El día siguiente, cuando la 32 Entonces Jesús les dijo: De
gente que estaba de pie al otro cierto de cierto os digo, no os
lado del mar vio que no había dio Moisés el pan del cielo, mas
allí otra navecilla sino una, en mi Padre os da el verdadero pan
la cual se habían entrado sus del cielo.
discípulos, y que Jesús no había 33 Porque el pan de Dios es
entrado con sus discípulos en la aquel que desciende del cielo, y da
navecilla, sino que sus discípulos vida al mundo.
se habían ido solos; 34 Entonces le dijeron: Señor,
23 Y que otras navecillas habían danos siempre este pan.
venido de Tiberias, cerca del 35 Y Jesús les dijo: Yo soy el pan
lugar donde habían comido el de vida: el que a mí viene, nunca
pan, después de haber el Señor tendrá hambre; y el que en mí
dado gracias; cree, no tendrá sed jamás.
24 Cuando vio pues la gente que 36 Mas yo os dije, que también
Jesús no estaba allí, ni sus dis- me habéis visto y no creéis.
cípulos, ellos mismos también 37 Todo lo que el Padre me da,
entraron en las navecillas, y vi- vendrá a mí; y al que a mí viene,
nieron a Capernaum buscando a de ninguna manera le echaré
Jesús. fuera.
25 Y cuando lo hubieron hallado 38 Porque he descendido del
135
Juan 6 Murmuraciones de los Judíos
cielo, no para hacer mi voluntad, re de este pan, vivirá por siem-
sino la voluntad de aquél que me pre; y el pan que yo daré es mi
envió. carne, la cual yo daré por la vida
39 Y ésta es la voluntad del del mundo.
Padre que me envió: Que de todo 52 Entonces los Judíos alterca-
lo que me ha dado no pierda yo ban entre sí, diciendo: ¿Cómo
nada, sino que lo resucite en el puede este hombre darnos su
día postrero. carne a comer?
40 Y ésta es la voluntad de aquél 53 Jesús les dijo entonces: De
que me envió: Que todo aquel cierto, de cierto os digo: Si no co-
que ve al Hijo, y cree en él, tenga méis la carne del Hijo del hom-
vida eterna; y yo le resucitaré en bre, y bebéis su sangre, no tenéis
el día postrero. vida en vosotros.
41 Murmuraban entonces de él 54 El que come mi carne, y bebe
los Judíos, porque había dicho: mi sangre, tiene vida eterna; y yo
Yo soy el pan que descendí del le resucitaré en el día postrero.
cielo. 55 Porque mi carne es verdade-
42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el ramente comida, y mi sangre es
hijo de José cuyo padre y madre verdaderamente bebida.
nosotros conocemos? ¿Cómo 56 El que come mi carne, y bebe
pues dice éste: Yo he descendido mi sangre, en mí permanece, y
del cielo? yo en él.
43 Jesús pues respondió, y les 57 Como me envió el Padre vi-
dijo: No murmuréis entre voso- viente, y yo vivo por el Padre, así
tros. también el que me come, él tam-
44 Ninguno puede venir a mí, si bién vivirá por mí.
el Padre que me envió, no le tra- 58 Éste es el pan que descendió
jere; y yo le resucitaré en el día del cielo: no como vuestros pa-
postrero. dres que comieron el maná, y
45 Escrito está en los profetas: Y son muertos: el que come de este
serán todos enseñados de Dios: pan, vivirá eternamente.
Así que, todo aquel que ha oído, 59 Estas cosas dijo en la sinago-
y ha aprendido del Padre, viene ga, enseñando en Capernaum.
a mí. 60 Entonces muchos de sus discí-
46 No que alguno haya visto al pulos oyendo esto, dijeron: Dura es
Padre, sino aquel que es de Dios, esta palabra, ¿Quién la puede oír?
éste ha visto al Padre. 61 Pero sabiendo Jesús en sí
47 De cierto, de cierto os digo: El mismo que sus discípulos mur-
que cree en mí, tiene vida eterna. muraban de esto, les dijo: ¿Esto os
48 Yo soy el pan de vida. escandaliza?
49 Vuestros padres comieron el 62 ¿Pues qué si viereis al Hijo del
maná en el desierto, y son muertos. hombre subir a donde estaba pri-
50 Éste es el pan que desciende mero?
del cielo, para que el que de él 63 El espíritu es el que da vida: la
comiere, no muera. carne de nada aprovecha: las
51 Yo soy el pan vivo que des- palabras que yo os hablo, espíri-
cendí del cielo: si alguno comie- tu son, y vida son.
136
Jesús en la fiesta Juan 7
64 Mas hay algunos de voso- tiempo aún no es venido; mas
tros que no creen. Porque Jesús vuestro tiempo siempre es presto.
desde el principio sabía quiénes 7 No puede el mundo aborrece-
eran los que no habían de creer, ros a vosotros; mas a mí me abo-
y quién le había de entregar. rrece, porque yo doy testimonio
65 Y decía: Por eso os he dicho: de él, que sus obras son malas.
Que ninguno puede venir a mí, si 8 Subid vosotros a esta fiesta: yo
no le fuere dado de mi Padre. no subo aún a esta fiesta; porque
66 Desde entonces muchos de mi tiempo no es aún cumplido.
sus discípulos volvieron atrás, y 9 Y habiéndoles dicho estas cosas, se
ya no andaban más con él. quedó en Galilea.
67 Dijo, pues, Jesús a los doce: 10 Mas cuando sus hermanos hu-
¿Queréis vosotros iros también? bieron subido, entonces él tam-
68 Respondióle entonces Simón bién subió a la fiesta, no pública-
Pedro: Señor, ¿a quién iremos? tú mente, mas como en secreto.
tienes las palabras de vida eterna. 11 Entonces los Judíos le busca-
69 Y nosotros creemos y conoce- ban en la fiesta, y decían: ¿Dónde
mos, que tú eres el Cristo, el Hijo está aquél?
del Dios viviente. 12 Y había grande murmullo
70 Jesús les respondió: ¿No os he acerca de él entre el pueblo; por-
yo escogido doce, y el uno de vo- que unos decían: Buen hombre es;
sotros es diablo? y otros decían; No, antes en-
71 Y hablaba de Judas Iscariote, gaña al pueblo.
hijo de Simón; porque éste era el 13 Mas ninguno hablaba abier-
que le había de entregar, el cual tamente de él, por miedo de los
era uno de los doce. Judíos.
14 Y al medio de la fiesta, subió
CAPÍTULO 7 Jesús al templo, y enseñaba.
DESPUÉS de estas cosas an- 15 Y maravillábanse los Judíos,
Y daba Jesús en Galilea; por-
que no quería andar en Judea,
diciendo: ¿Cómo sabe este hom-
bre letras, no habiendo aprendido?
porque los Judíos procuraban de 16 Respondióles Jesús, y dijo: Mi
matarle. doctrina no es mía, sino del que
2 Y estaba cerca la fiesta de los Ju- me envió.
díos, llamada, de los tabernáculos. 17 Si alguno quisiere hacer su vo-
3 Dijéronle pues sus hermanos: luntad, conocerá de la doctrina
Pásate de aquí, y vete a Judea, si es de Dios, o si yo hablo de mí
para que también tus discípulos mismo.
vean las obras que haces; 18 El que habla de sí mismo,
4 Porque ninguno hace las cosas busca su propia gloria: mas el
en secreto, y procura él mismo que busca la gloria del que le
ser conocido en público. Si envió, éste es verdadero, y no
haces estas cosas, manifiéstate al hay en él injusticia.
mundo. 19 ¿No os dio Moisés la ley; y nin-
5 Porque ni aun sus hermanos guno de vosotros guarda la ley?
creían en él. ¿Por qué me procuráis matar?
6 Díceles entonces Jesús: Mi 20 Respondió el pueblo, y dijo:
137
Juan 7 Discusiones sobre Jesús
Demonio tienes: ¿Quién te pro- y los Fariseos enviaron oficiales
cura matar? que le prendiesen.
21 Jesús respondió, y les dijo: 33 Y Jesús les dijo: Aún un poco de
Una obra hice, y vosotros todos tiempo estoy con vosotros, y
os maravilláis. después voy al que me envió.
22 Por eso Moisés os dio la cir- 34 Me buscaréis, y no me halla-
cuncisión, (no porque sea de réis; y donde yo estoy, vosotros no
Moisés, sino de los padres,) y en podéis venir.
sábado circuncidáis al hombre. 35 Entonces los Judíos dijeron
23 Si recibe el hombre la circun- entre sí: ¿Dónde se ha de ir éste
cisión en sábado, para que la ley que no le hallaremos? ¿Irá a los
de Moisés no sea quebrantada, dispersos entre los Gentiles, y
¿Os enojáis conmigo porque en enseñará a los Gentiles?
sábado hice sano todo un hombre? 36 ¿Qué dicho es éste que dijo:
24 No juzguéis según lo que pa- Me buscaréis, y no me hallaréis;
rece, mas juzgad justo juicio. y donde yo estoy, vosotros no po-
25 Decían entonces unos de los déis venir?
de Jerusalem: ¿No es éste al que 37 En el último y grande día de
buscan para matarle? la fiesta, Jesús se puso de pie, y
26 Y he aquí, habla públicamen- clamaba, diciendo: Si alguno
te, y no le dicen nada: ¿No saben tiene sed, venga a mí, y beba.
ciertamente los príncipes, que 38 El que cree en mí, como dice la
éste es verdaderamente el Cristo? Escritura, de su vientre corre-
27 Mas éste, nosotros sabemos rán ríos de agua viva.
de dónde es; empero cuando vi- 39 (Y esto dijo del Espíritu, que
niere el Cristo, nadie sabrá de habían de recibir los que creye-
dónde es. sen en él; porque aún no había
28 Entonces clamaba Jesús en el sido dado el Espíritu Santo, por-
templo enseñando, y diciendo: que Jesús aún no había sido glo-
Y a mí me conocéis, y sabéis de rificado.)
dónde yo soy; y no he venido de 40 Entonces muchos del pueblo
mí mismo; mas el que me envió cuando oyeron este dicho, de-
es verdadero, al cual vosotros no cían: Verdaderamente éste es el
conocéis. Profeta.
29 Empero yo le conozco; por- 41 Otros decían: Este es el Cristo.
que de él yo soy, y él me envió. Algunos empero decían: ¿De Ga-
30 Entonces procuraban pren- lilea ha de venir el Cristo?
derle; mas ninguno echó sobre 42 ¿No ha dicho la Escritura:
él la mano, porque aún no había Que de la simiente de David, y
venido su hora. de la aldea de Belem, de donde
31 Y del pueblo, muchos cre- era David, vendrá el Cristo?
yeron en él, y decían: El Cristo, 43 Así que había disensión entre el
cuando viniere, ¿hará más mila- pueblo a causa de él.
gros que los que éste ha hecho? 44 Y algunos de ellos le querían
32 Los Fariseos oyeron al pueblo prender; mas ninguno le echó
que murmuraba de él estas cosas; sobre él las manos.
y los príncipes de los sacerdotes, 45 Y los oficiales vinieron a los
138
La mujer adúltera Juan 8
príncipes de los sacerdotes, y a tándole, enderezóse, y les dijo:
los Fariseos; y ellos les dijeron: El que de vosotros es sin peca-
¿Por qué no le trajisteis? do arroje primero contra ella la
46 Los oficiales respondieron: piedra.
Nunca así ha hablado hombre, 8 Y volviéndose a inclinar hacia
como este hombre. abajo, escribía en tierra.
47 Entonces los Fariseos les res- 9 Oyendo pues ellos esto, y re-
pondieron: ¿Sois también voso- prendidos por su propia con-
tros engañados? ciencia, salíanse uno a uno, co-
48 ¿Ha creído en él alguno de los menzando desde los más viejos,
príncipes, o de los Fariseos? hasta los postreros, y quedó solo
49 Mas esta gente común que no Jesús, y la mujer que estaba de
sabe la ley, malditos son. pie en medio.
50 Díceles Nicodemo, (el que 10 Y enderezándose Jesús, y no
vino a Jesús de noche, el cual era viendo a nadie más que a la
uno de ellos:) mujer, le dijo: ¿Mujer, dónde
51 ¿Juzga nuestra ley a hombre están los que te acusaban? ¿Nin-
alguno, si primero no le oye, y guno te ha condenado?
sabe lo que hace? 11 Y ella dijo: Señor, ninguno.
52 Respondieron y dijéronle: Entonces Jesús le dijo: Ni yo te
¿Eres tú también de Galilea? condeno: vete, y no peques más.
Escudriña, y ve, que de Galilea 12 Y hablóles Jesús otra vez, di-
nunca se levantó profeta. ciendo: Yo soy la luz del mundo:
53 Y se fue cada uno a su casa. el que me sigue, no andará en
tinieblas; mas tendrá la luz de
CAPÍTULO 8 vida.
JESÚS se fue al monte de las 13 Entonces los Fariseos le dije-
Y Olivas.
2 Y muy de mañana vino otra vez
ron: Tú de ti mismo das testimo-
nio: tu testimonio no es verdadero.
al templo y todo el pueblo vino a 14 Respondió Jesús, y les dijo:
él, y sentado él los enseñaba. Aunque yo doy testimonio de mí
3 Y entonces los escribas y los mismo, mi testimonio es verda-
Fariseos traen a él una mujer to- dero; porque sé de dónde vine, y
mada en adulterio; y poniéndola a dónde voy; mas vosotros no sa-
en medio, béis de dónde vengo, y a dónde
4 Dícenle: Maestro, esta mujer ha voy.
sido tomada en el hecho mismo 15 Vosotros según la carne juz-
adulterando. gáis; mas yo no juzgo a nadie.
5 Y en la ley Moisés nos mandó 16 Mas si yo juzgo, mi juicio
apedrear a las tales: ¿Tú, pues, es verdadero; porque no soy yo
qué dices? solo, sino yo, y el Padre que me
6 Mas esto decían tentándole, envió.
para poderle acusar; empero 17 También está escrito en vues-
Jesús, inclinado hacia abajo, es- tra ley, que el testimonio de dos
cribía en la tierra con el dedo, hombres es verdadero.
como si no los oyera. 18 Yo soy el que doy testimonio
7 Y como perseverasen pregun- de mí mismo; y da testimonio
139
Juan 8 Misión divina de Jesús
de mí el Padre que me envió. 30 Hablando él estas cosas, mu-
19 Entonces le decían: ¿Dónde chos creyeron en él.
está tu Padre? Respondió Jesús: 31 Entonces decía Jesús a los
Ni a mí me conocéis, ni a mi Judíos que le habían creído: Si
Padre. Si a mí me conocieseis, a vosotros permanecéis en mi pa-
mi Padre también conoceríais. labra, sois verdaderamente mis
20 Estas palabras habló Jesús en discípulos;
el lugar del tesoro, enseñando 32 Y conoceréis la verdad, y la
en el templo; y nadie le prendió, verdad os hará libres.
porque aún no había venido su 33 Y respondiéronle: Simiente de
hora. Abraham somos, y jamás ser-
21 Y díjoles otra vez Jesús: Yo me vimos a nadie: ¿Cómo dices tú:
voy, y me buscaréis, y en vuestro Seréis hechos libres?
pecado moriréis: a donde yo voy, 34 Jesús les respondió: De cierto,
vosotros no podéis venir. de cierto os digo, que todo aquel
22 Decían entonces los Judíos: que hace pecado, es siervo del
¿Hase de matar a sí mismo, por- pecado.
que dice: A donde yo voy, voso- 35 Y el siervo no queda en casa
tros no podéis venir? por siempre; mas el Hijo queda
23 Y les decía: Vosotros sois de por siempre.
abajo, yo soy de arriba: vosotros 36 Así que, si el Hijo os hiciera li-
sois de este mundo, yo no soy de bres, seréis verdaderamente libres.
este mundo. 37 Yo sé que sois simiente de
24 Por eso os dije, que moriríais Abraham; mas procuráis matar-
en vuestros pecados; porque si me, porque mi palabra no tiene
no creyereis que yo soy, en vues- lugar en vosotros.
tros pecados moriréis. 38 Yo, lo que he visto con mi Padre,
25 Y decíanle: ¿Tú, quién eres? hablo; y vosotros lo que habéis
Entonces Jesús les dijo: El que al visto con vuestro padre, hacéis.
principio también os he dicho. 39 Respondieron, y dijéronle:
26 Muchas cosas tengo que decir, Nuestro padre es Abraham. Dí-
y que juzgar de vosotros; mas el celes Jesús: Si fuerais hijos de
que me envió, es verdadero; y yo Abraham, las obras de Abraham
lo que he oído de él, esto hablo haríais.
en el mundo. 40 Empero ahora procuráis ma-
27 Mas no entendieron que él les tarme, hombre que os ha habla-
hablaba del Padre. do la verdad, la cual he oído de
28 Díjoles pues Jesús: Cuando le- Dios: no hizo esto Abraham.
vantareis al Hijo del hombre, en- 41 Vosotros hacéis las obras de
tonces conoceréis que yo soy, y vuestro padre. Dijéronle pues:
que nada hago de mí mismo; mas Nosotros no somos nacidos de
como mi Padre me enseñó, esto fornicación: un solo Padre tene-
hablo. mos, que es Dios.
29 Y el que me envió, conmigo 42 Jesús entonces les dijo: Si
está, no me ha dejado solo el vuestro Padre fuera Dios, cierta-
Padre; porque hago siempre las mente me amaríais a mí; porque
cosas que le agradan a él. yo de Dios he salido, y he venido;
140
Cristo, mayor que Abraham Juan 9
que no he venido de mí mismo, glorifico a mí mismo, mi gloria es
mas él me envió. nada: mi Padre es el que me
43 ¿Por qué no entendéis mi len- glorifica: el que vosotros decís,
guaje? porque no podéis oír mi que es vuestro Dios.
palabra. 55 Mas no le habéis conocido: yo
44 Vosotros de vuestro padre el empero le conozco; y si dijere
diablo sois, y los deseos de vues- que no le conozco, seré como vo-
tro padre queréis hacer: Él, ho- sotros, mentiroso; mas le conoz-
micida era desde el principio; y co, y guardo su palabra.
no permaneció en la verdad; por- 56 Abraham vuestro padre se re-
que no hay verdad en él. Cuan- gocijó por ver mi día; y lo vio, y se
do habla mentira, de suyo habla; regocijó.
porque es mentiroso, y padre de 57 Dijéronle entonces los Judíos:
mentira. Aún no tienes cincuenta años; ¿Y
45 Y porque yo os digo la verdad, has visto a Abraham?
no me creéis. 58 Díjoles Jesús: De cierto, de
46 ¿Quién de vosotros me re- cierto os digo, antes que Abra-
darguye de pecado? Y si digo la ham fuese, Yo soy.
verdad, ¿Por qué vosotros no me 59 Tomaron entonces piedras
creéis? para arrojarle; mas Jesús se en-
47 El que es de Dios, las palabras cubrió, y se salió del templo,
de Dios oye: las cuales por tanto atravesando por medio de ellos,
no oís vosotros, porque no sois y así pasó.
de Dios.
48 Respondieron entonces los CAPÍTULO 9
Judíos, y dijéronle: ¿No decimos PASANDO Jesús, vio a un hom-
bien nosotros, que tú eres Sama-
146
E antes de la pascua, vino
María unge los pies de Jesús Juan 12
a Betania, donde estaba Láza- 13 Tomaron ramos de palmas, y
ro, el que había muerto, al cual salieron a recibirle, y clamaban:
él había resucitado de entre los ¡Hosanna: Bendito el que viene
muertos. en el nombre del Señor, el Rey
2 E hiciéronle allí una cena, y de Israel!
Marta servía; mas Lázaro era 14 Y halló Jesús un asnillo, y se
uno de los que estaban sentados sentó sobre él, como está escrito:
a la mesa juntamente con él. 15 No temas, oh hija de Sión,
3 Entonces María tomó una libra he aquí, tu Rey viene asentado
de ungüento de nardo puro de sobre un pollino de una asna.
mucho precio, y ungió los pies 16 Mas estas cosas no las enten-
de Jesús, y limpió sus pies con dieron sus discípulos al principio:
sus cabellos; y la casa se llenó empero cuando Jesús fue glorifi-
del olor del ungüento. cado, entonces se acordaron que
4 Entonces dijo uno de sus discípu- estas cosas estaban escritas de él,
los, Judas Iscariote, hijo de Simón, y que le hicieron estas cosas.
el que le había de entregar; 17 La gente, pues, que estaba con él,
5 ¿Por qué no se ha vendido este cuando llamó a Lázaro del se-
ungüento por trescientos dena- pulcro, y le resucitó de entre los
rios, y se dio a los pobres? muertos, daba testimonio.
6 Mas esto dijo, no por el cui- 18 Por lo cual también había ve-
dado que él tenía de los pobres; nido la gente a recibirle; porque
sino porque era ladrón; y tenía habían oído que él había hecho
la bolsa, y traía lo que se echaba este milagro.
en ella. 19 Mas los Fariseos dijeron entre
7 Entonces Jesús dijo: Déjala: sí: ¿Veis que nada aprovecháis?
para el día de mi sepultura ha he aquí, que el mundo se va en
guardado esto. pos de él.
8 Porque a los pobres siempre 20 Y había ciertos Griegos de los
los tenéis con vosotros, mas a mí que habían subido a adorar en la
no siempre me tenéis. fiesta.
9 Entonces una gran multitud de 21 Estos, pues, se llegaron a Fe-
los Judíos supo que él estaba allí; lipe, que era de Betsaida de Gali-
y vinieron no solamente por causa lea, y le rogaron, diciendo: Señor,
de Jesús, sino también por ver a querríamos ver a Jesús.
Lázaro al cual había resuci- 22 Vino Felipe, y lo dijo a An-
tado de entre los muertos. drés: Y después Andrés, y Felipe, lo
10 Empero consultaron los prín- dicen a Jesús.
cipes de los sacerdotes, para 23 Y Jesús les respondió, dicien-
matar también a Lázaro; do: Venida es la hora en que el
11 Porque muchos de los Judíos Hijo del hombre ha de ser glori-
iban y creían en Jesús por causa ficado.
de él. 24 De cierto, de cierto os digo,
12 El siguiente día gran multitud que si el grano de trigo que cae
de gente que había venido a la en la tierra, no muriere, él queda
fiesta, cuando oyeron que Jesús solo; mas si muriere, mucho
venía a Jerusalem, fruto lleva.
147
Juan 12 Incredulidad de los Judíos
25 El que ama su vida, la perde- 37 Empero aunque había hecho
rá; y el que aborrece su vida en delante de ellos tantos milagros,
este mundo, para vida eterna la no creían en él;
guardará. 38 Para que se cumpliese el dicho
26 Si alguno me sirve, sígame; y que dijo el profeta Isaías: ¿Señor,
donde yo estuviere, allí también quién ha creído a nuestro dicho? ¿y
estará mi servidor. Si alguno me el brazo del Señor, a quién ha sido
sirviere, mi Padre le honrará. revelado?
27 Ahora es turbada mi alma; ¿y 39 Por esto no podían creer, por-
qué diré? Padre, sálvame de esta que otra vez dijo Isaías:
hora; mas por esta causa he veni- 40 Él ha cegado los ojos de ellos,
do a esta hora. y ha endurecido el corazón de
28 Padre, glorifica tu nombre. ellos para que no vean con sus
Entonces vino una voz del cielo, ojos ni entiendan con su corazón,
diciendo: Ya lo he glorificado, y lo y se conviertan, y yo los sane.
glorificaré otra vez. 41 Estas cosas dijo Isaías, cuando
29 El pueblo, pues, que estaba vio su gloria, y habló de él.
de pie allí, y la había oído, decía 42 Con todo eso aun de los prín-
que había sido un trueno: otros cipes muchos creyeron en él;
decían: Un ángel le ha hablado. mas por causa de los Fariseos no le
30 Respondió Jesús, y dijo: No confesaban, por no ser echa-
ha venido esta voz por mi causa, dos de la sinagoga.
sino por causa de vosotros. 43 Porque amaban más la gloria
31 Ahora es el juicio de este de los hombres que la gloria de
mundo: ahora el príncipe de este Dios.
mundo será echado fuera. 44 Mas Jesús clamó, y dijo: El
32 Y yo, si fuere levantado de la que cree en mí, no cree en mí,
tierra, a todos atraeré a mí mismo. sino en aquél que me envió.
33 Y esto decía significando de 45 Y el que me ve, ve al que me
qué muerte había de morir. envió.
34 Respondióle la gente: Noso- 46 Yo, la luz, he venido al mundo,
tros hemos oído de la ley, que el para que todo aquel que cree en
Cristo permanece por siempre: mí, no permanezca en tinieblas.
¿cómo pues dices tú: Es menes- 47 Y si alguno oye mis palabras
ter que el Hijo del hombre sea le- y no creyere, yo no le juzgo;
vantado? ¿Quién es este Hijo del porque no he venido a juzgar al
hombre? mundo, sino a salvar al mundo.
35 Entonces Jesús les dijo: Aún 48 El que me desecha, y no re-
por un poco está la luz entre vo- cibe mis palabras, tiene quien le
sotros: andad mientras que tenéis juzgue: la palabra que he habla-
la luz, no sea que os alcancen las do, la misma le juzgará en el día
tinieblas; porque el que anda en postrero.
tinieblas, no sabe dónde va. 49 Porque yo no he hablado de
36 Mientras que tenéis la luz, creed mí mismo; mas el Padre que me
en la luz, para que seáis hijos de envió, él me dio mandamiento
luz. Estas cosas habló Jesús, y se de lo que tengo de decir, y de lo
fue, y se escondió de ellos. que debo de hablar.
148
Jesús lava los pies de sus discípulos Juan 13
50 Y sé que su mandamiento es le entregaba; por eso dijo: No
vida eterna: así que lo que yo sois limpios todos.
hablo, como el Padre me lo ha 12 Así que, después que les hubo
dicho, así hablo. lavado los pies, y tomado su
ropa, volviéndose a asentar otra
CAPÍTULO 13 vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he
ANTES de la fiesta de la pas- hecho?
Y cua, sabiendo Jesús que su
hora era venida para que pasase
13 Vosotros me llamáis Maestro
y Señor; y decís bien; porque lo
de este mundo al Padre, como soy:
había amado a los suyos que 14 Pues si yo, el Señor y el Maes-
estaban en el mundo, los amó tro, he lavado vuestros pies, vo-
hasta el fin. sotros también debéis lavar los
2 Y acabada la cena, el diablo ya pies los unos a los otros.
había metido en el corazón de 15 Porque ejemplo os he dado,
Judas Iscariote, hijo de Simón, para que como yo os he hecho,
que le entregase: vosotros también hagáis.
3 Sabiendo Jesús que el Padre le 16 De cierto, de cierto os digo: El
había dado todas las cosas en sus siervo no es mayor que su señor: ni
manos, y que había venido de el enviado es mayor que el
Dios, y a Dios iba: que le envió.
4 Levántase de la cena, y se quita 17 Si sabéis estas cosas, bien-
su ropa, y tomando una toalla, aventurados sois, si las hiciereis.
ciñóse. 18 No hablo de todos vosotros:
5 Luego puso agua en el lebrillo, yo sé los que he elegido; mas
y comenzó a lavar los pies de los para que se cumpla la Escritura: El
discípulos, y a limpiar los con la que come pan conmigo, levan-
toalla con que estaba ceñido. tó contra mí su calcañar.
6 Entonces vino a Simón Pedro; 19 Desde ahora os lo digo, antes
y Pedro le dice: ¿Señor, tú me que suceda, para que cuando su-
lavas a mí los pies? cediere, creáis que yo soy.
7 Respondió Jesús, y le dijo: 20 De cierto, de cierto os digo,
Lo que yo hago, tú no lo sabes que el que recibe al que yo en-
ahora; mas lo sabrás después. viare, a mí recibe; y el que a mí
8 Dícele Pedro: No me lavarás los recibe, recibe al que me envió.
pies jamás. Respondióle Jesús: 21 Cuando hubo Jesús dicho esto,
Si no te lavare, no tendrás parte fue turbado en espíritu, y testifi-
conmigo. có, y dijo: De cierto, de cierto os
9 Dícele Simón Pedro: Señor, no digo, que uno de vosotros me ha
sólo mis pies, mas aún mis manos, y de entregar.
mi cabeza. 22 Entonces los discípulos mi-
10 Dícele Jesús: El que está lava- rábanse los unos a los otros, du-
do, no ha menester sino que lave dando de quién hablaba.
sus pies, pues está todo limpio. Y 23 Ahora estaba uno de sus dis-
vosotros limpios sois, aunque no cípulos, al cual Jesús amaba, re-
todos. costando en el pecho de Jesús.
11 Porque sabía quién era el que 24 A éste pues hizo señas Simón
149
Juan 14 Jesús es el camino, la verdad, y la vida
Pedro, para que preguntase quién 37 Dícele Pedro: ¿Señor, por qué
era aquél de quien hablaba. no te puedo seguir ahora? mi
25 El entonces recostado sobre vida pondré por ti.
el pecho de Jesús, le dice: Señor, 38 Respondióle Jesús: ¿Tu vida
¿quién es? pondrás por mí? De cierto, de
26 Respondió Jesús: Aquél es, a cierto te digo: No cantará el gallo,
quien yo diere el pan mojado. Y hasta que me hayas negado tres
mojando el pan, diólo a Judas Is- veces.
cariote, el hijo de Simón.
27 Y tras el bocado Satanás entró CAPÍTULO 14
en él. Entonces Jesús le dice: Lo O se turbe vuestro corazón:
que haces, hazlo más presto.
bién en mí.
que estaban a la mesa entendió a 2 En la casa de mi Padre muchas
qué propósito se lo dijo. mansiones hay; si así no fuera,
29 Porque algunos de ellos pensa- os lo hubiera yo dicho. Yo voy a
ban, porque Judas tenía la bolsa, aparejar el lugar para vosotros.
que Jesús le decía: Compra las 3 Y si me fuere y os aparejare el
cosas que nos son necesarias para lugar, vendré otra vez, y os toma-
la fiesta: o que diese algo a los ré a mí mismo, para que donde
pobres. yo estoy, vosotros también estéis.
30 Entonces él, habiendo recibi- 4 Y sabéis a dónde yo voy, y el
do el bocado, inmediatamente camino sabéis.
salió; y era noche. 5 Dícele Tomás: Señor, no sabe-
31 Entonces cuando él salió, dijo mos a dónde vas: ¿y cómo pode-
Jesús: Ahora es glorificado el mos saber el camino?
Hijo del hombre, y Dios es glori- 6 Jesús le dice: Yo soy el cami-
ficado en él. no, y la verdad, y la vida; nadie
32 Si Dios es glorificado en él, viene al Padre, sino por mí.
Dios también le glorificará en sí 7 Si me hubiereis conocido, ha-
mismo; y luego le glorificará. brías también conocido a mi
33 Hijitos, aun un poco estoy con Padre; y desde ahora le conocéis, y
vosotros. Me buscaréis; y, así le habéis visto.
como dije a los Judíos: Donde yo 8 Dícele Felipe: Señor, muéstra-
voy, vosotros no podéis venir; así nos el Padre, y nos basta.
ahora a vosotros lo digo. 9 Jesús le dice: ¿Tanto tiempo ha
34 Un mandamiento nuevo os que estoy con vosotros, y no me
doy: Que os améis los unos a los has conocido aún, Felipe? El que
otros: como os amé yo, que tam- me ha visto, ha visto al Padre.
bién os améis los unos a los otros. ¿Cómo pues dices tú: Muéstranos
35 En esto conocerán todos que el Padre?
sois mis discípulos, si tuvieres 10 ¿No crees que yo soy en el
amor los unos con los otros. Padre, y el Padre en mí? Las pa-
36 Le dijo Simón Pedro: ¿Señor, labras que yo os hablo, no las
a dónde vas? Respondióle Jesús: hablo de mí mismo; mas el Padre
Donde yo voy, no me puedes seguir que mora en mí, él hace las obras.
ahora; mas me seguirás después. 11 Creedme que yo soy en el
150
La vid verdadera Juan 15
Padre, y el Padre en mí: o si no, 24 El que no me ama, no guar-
creedme por causa de las mismas da mis palabras; y la palabra que
obras. habéis oído, no es mía, sino del
12 De cierto, de cierto os digo: El Padre que me envió.
que en mí cree, las obras que yo 25 Estas cosas os he hablado es-
hago también él las hará, y ma- tando aún con vosotros.
yores que estas hará; porque yo 26 Mas el Consolador, el Espíritu
voy a mi Padre. Santo, al cual el Padre enviará en
13 Y todo lo que pidiereis en mi mi nombre; él os enseñará todas
nombre, esto haré; para que el las cosas, y os recordará todas
Padre sea glorificado en el Hijo. las cosas que os he dicho.
14 Si algo pidiereis en mi nom- 27 Paz os dejo: mi paz os doy:
bre, yo lo haré. no como el mundo la da, yo os la
15 Si me amáis, guardad mis doy: no se turbe vuestro corazón, ni
mandamientos. tenga miedo.
16 Y yo rogaré al Padre, el cual 28 Habéis oído cómo yo os he
os dará otro Consolador para que dicho: Voy, y vengo otra vez a
more con vosotros por siempre; vosotros. Si me amaseis, cierta-
17 Es a saber, al Espíritu de ver- mente os regocijaríais, porque
dad, al cual el mundo no puede he dicho que voy al Padre; por-
recibir; porque no le ve, ni le co- que mi Padre mayor es que yo.
noce; mas vosotros le conocéis, 29 Y ahora os lo he dicho antes
porque mora con vosotros, y será que se haga, para que cuando se
en vosotros. hiciere, creáis.
18 No os dejaré huérfanos: yo 30 Ya no hablaré mucho con vo-
vendré a vosotros. sotros; porque viene el príncipe de
19 Aún un poquito, y el mundo este mundo; mas no tiene
no me verá más; empero voso- nada en mí.
tros me veréis: por cuanto yo 31 Empero para que conozca el
vivo, vosotros también viviréis. mundo que amo al Padre, y como
20 En aquel día vosotros cono- el Padre me dio mandamiento,
ceréis que yo soy en mi Padre, y así hago. Levantaos, vamos de
vosotros en mí, y yo en vosotros. aquí.
21 El que tiene mis mandamien-
tos, y los guarda, aquél es el CAPÍTULO 15
que me ama; y el que me ama, O soy la vid verdadera, y mi
será amado de mi Padre; y yo le
E CAPÍTULO 16
STAS cosas os he hablado,
para que no seáis ofendidos.
mío es: por eso dije que tomará
de lo mío, y os lo hará saber.
16 Un poco, y no me veréis; y
2 Os echarán de las sinagogas: otra vez un poco, y me veréis;
aún más, la hora viene, cuando porque yo voy al Padre.
cualquiera que os matare, pensa- 17 Entonces dijeron algunos de
rá que hace servicio a Dios. sus discípulos unos a otros: ¿Qué
3 Y estas cosas os harán, porque es esto que nos dice: Un poco, y
no conocen al Padre, ni a mí. no me veréis; y otra vez, un poco,
4 Mas os he dicho esto, para que y me veréis; y, porque yo voy al
cuando aquella hora viniere, os Padre?
acordéis de ello, que yo os lo 18 Así que decían: ¿Qué es esto
había dicho: esto empero no os que dice: Un poco? No sabemos lo
lo dije al principio, porque yo es- que dice.
taba con vosotros. 19 Jesús conocía que le querían
5 Mas ahora voy al que me envió; preguntar, y les dijo: ¿Preguntáis
y ninguno de vosotros me pre- entre vosotros de esto que dije:
gunta: ¿Adónde vas? Un poco, y no me veréis; y otra
6 Mas, porque os he hablado vez, un poco, y me veréis?
estas cosas, tristeza ha henchido 20 De cierto, de cierto os digo:
vuestro corazón. Vosotros lloraréis y lamentaréis,
7 Empero yo os digo la verdad, el mundo empero se alegrará: y
que os es necesario que yo vaya; vosotros seréis tristes, mas vues-
porque si yo no fuese, el Conso- tra tristeza será vuelta en gozo.
lador no vendría a vosotros; mas 21 La mujer cuando pare, tiene
si yo fuere, os le enviaré. dolor, porque es venida su hora;
8 Y cuando él viniere, redargüirá mas después que ha parido un
al mundo de pecado, y de justi- niño, ya no se acuerda de la an-
cia, y de juicio: gustia por el gozo de que haya
9 De pecado, porque no creen en nacido un hombre en el mundo.
mí; 22 Vosotros pues también ahora
10 De justicia, por cuanto voy a ciertamente tenéis tristeza; mas
mi Padre, y no me veréis más; otra vez os veré, y se gozará
11 Y de juicio, por cuanto el prín- vuestro corazón, y nadie qui-
cipe de este mundo ya es juzgado. tará de vosotros vuestro gozo.
12 Aún tengo muchas cosas que 23 Y en aquel día no me pregun-
deciros, mas no las podéis llevar taréis nada. De cierto, de cierto
ahora. os digo: Todo cuanto pidiereis al
13 Empero cuando viniere aquel, Padre en mi nombre, os lo dará.
el Espíritu de verdad, él os guia- 24 Hasta ahora nada habéis pedi-
rá a toda verdad; porque no ha- do en mi nombre: pedid, y reci-
blará de sí mismo, mas todo lo biréis para que vuestro gozo sea
que oyere hablará; y las cosas cumplido.
que han de venir os hará saber. 25 Estas cosas os he habla-
14 El me glorificará, porque reci- do en proverbios; mas la hora
birá de lo mío, y os lo hará saber. viene cuando ya no os hablaré
15 Todo lo que tiene el Padre, en proverbios, sino que clara-
153
Juan 17 Jesús ruega por los suyos
mente os anunciaré del Padre. 5 Y Ahora, Oh Padre, glorifíca-
26 Aquel día pediréis en mi nom- me tú contigo mismo con aquella
bre, y no os digo que yo rogaré al gloria que tuve contigo antes que el
Padre por vosotros; mundo fuese.
27 Porque el Padre mismo os 6 He manifestado tu nombre a
ama, por cuanto vosotros me ha- los hombres que del mundo me
béis amado, y habéis creído que diste: tuyos eran, y me los diste
yo salí de Dios. a mí, y han guardado tu palabra.
28 Salí del Padre, y he venido al 7 Ahora han conocido que todas
mundo: otra vez dejo el mundo, las cosas que me has dado, son
y voy al Padre. de ti.
29 Dícenle sus discípulos: He 8 Porque las palabras que me
aquí, ahora hablas claramente, y diste, les he dado; y ellos las
ningún proverbio dices. han recibido, y han conocido
30 Ahora sabemos que sabes verdaderamente que salí de ti, y
todas las cosas, y no has menester han creído que tú me enviaste.
que nadie te pregunte: por esto 9 Yo ruego por ellos: no ruego
creemos que has salido de Dios. por el mundo, sino por los que
31 Respondióles Jesús: ¿Ahora me has dado, porque tuyos son.
creéis? 10 Y todo lo mío es tuyo, y lo
32 He aquí la hora viene, y ya es tuyo, mío; y he sido glorificado en
venida, en que seréis esparcidos ellos.
cada uno a los suyos, y me deja- 11 Y ya no estoy en el mundo;
réis solo; mas no estoy solo, por- mas éstos están en el mundo, que yo
que el Padre está conmigo. a ti vengo. Padre Santo, guár-
33 Estas cosas os he hablado dalos por tu nombre; a los cuales me
para que en mí tengáis paz: en el has dado, para que sean uno, así
mundo tendréis tribulación; mas como nosotros lo somos.
tened buen ánimo, yo he vencido 12 Cuando yo estaba con ellos en
al mundo. el mundo, yo los guardaba en tu
nombre, a los cuales que me has
CAPÍTULO 17 dado yo los guardé, y ninguno
STAS cosas habló Jesús, y de ellos se perdió sino el hijo de
E levantados los ojos al cielo,
dijo: Padre, la hora es venida,
perdición, para que la Escritura
se cumpliese.
glorifica a tu Hijo, para que tam- 13 Mas ahora vengo a ti, y hablo
bién tu Hijo te glorifique a ti: estas cosas en el mundo, para
2 Como le has dado potestad sobre que ellos tengan mi gozo cumpli-
toda carne, para que dé vida eter- do en sí mismos.
na a todos los que le diste. 14 Yo les he dado tu palabra, y
3 Y esta es la vida eterna, que te el mundo los ha aborrecido;
conozcan a ti, el único Dios ver- porque ellos no son del mundo,
dadero, y a Jesu Cristo a quien tú como tampoco yo soy del mundo.
enviaste. 15 No ruego que los quites del
4 Yo te he glorificado en la tierra, mundo, sino que los guardes del
he acabado la obra que me diste mal.
que hiciese. 16 Ellos no son del mundo, como
154
Prendimiento de Jesús Juan 18
tampoco yo soy del mundo. discípulos al otro lado del arro-
17 Santifícalos por tu verdad: tu yo de Cedrón, donde había un
palabra es verdad. huerto, en el cual entró él, y sus
18 Como tú me enviaste al discípulos.
mundo, también yo los he envia- 2 Y también Judas, el que le
do al mundo. entregaba, conocía aquel lugar,
19 Y por ellos yo me santifico porque muchas veces Jesús se
a mí mismo; para que también juntaba allí con sus discípulos.
ellos sean santificados por la ver- 3 Judas, pues, tomando una
dad. compañía de hombres, y oficiales de
20 Mas no ruego solamente por los sumos sacerdotes y de los
ellos; sino también por los que Fariseos, vino allí con linternas y
han de creer en mí por la pala- antorchas, y con armas.
bra de ellos. 4 Empero Jesús, sabiendo todas
21 Para que todos ellos sean uno: las cosas que habían de venir
así como tú, oh Padre, eres en mí, sobre él, salió delante, y les dijo.
y yo en ti; que también ellos en ¿A quién buscáis?
nosotros sean uno; para que el 5 Respondiéronle: A Jesús de
mundo crea que tú me enviaste. Nazaret. Díceles Jesús: Yo soy. Y
22 Y la gloria que me diste, yo estaba de pie también con ellos
les he dado a ellos; para que sean Judas el que le entregaba.
uno, como también nosotros 6 Y luego pues que les dijo: Yo
somos uno: soy: Retrocedieron, y cayeron en
23 Yo en ellos, y tú en mí, para tierra.
que sean perfeccionados en uno, 7 Volvióles pues a preguntar: ¿A
y para que el mundo conozca quién buscáis? Y ellos dijeron: A
que tú me enviaste, y que los has Jesús de Nazaret.
amado a ellos, como también a 8 Respondió Jesús: Ya os he
mí me has amado. dicho que yo soy: pues si a mí
24 Padre, aquellos que me has buscáis, dejad ir a éstos:
dado, quiero que donde yo estoy, 9 Para que se cumpliese la pala-
ellos estén también conmigo; para bra que había dicho: De los que
que vean mi gloria que me has me diste, ninguno de ellos perdí.
dado, porque me has amado desde 10 Entonces Simón Pedro, que
antes de la fundación del mundo. tenía una espada, la sacó, e hirió a
25 Oh Padre justo, el mundo no un siervo del sumo sacerdote, y le
te ha conocido; mas yo te he co- cortó la oreja derecha. Y el siervo
nocido; y éstos han conocido que se llamaba Malco.
tú me enviaste. 11 Jesús entonces dijo a Pedro:
26 Y yo he declarado tu nombre a Mete tu espada en la vaina: la
ellos, y lo declararé; para que el copa que mi Padre me ha dado,
amor, con que me has amado, ¿no la tengo de beber?
esté en ellos, y yo en ellos. 12 Entonces la compañía, y el ca-
pitán, y los oficiales de los Judíos
CAPÍTULO 18 prendieron a Jesús, y le ataron.
UANDO Jesús hubo dicho 13 Y le llevaron primeramente a
C estas cosas, salióse con sus
155
Anás, porque era suegro de Cai-
Juan 18 Jesús ante Caifás y Pilato
fás, el cual era sumo sacerdote en 24 Pues, habíale enviado Anás
aquel año. atado a Caifás el sumo sacerdote.
14 Y Caifás era el que había dado 25 Estaba pues Pedro en pie ca-
el consejo a los Judíos, que era lentándose; Entonces ellos le di-
necesario que un hombre murie- jeron: ¿No eres tu también uno
se por el pueblo. de sus discípulos? El lo negó, y
15 Y seguía a Jesús Simón Pedro, dijo: No soy.
y otro discípulo; y aquel discí- 26 Uno de los siervos del sumo
pulo era conocido del sumo sa- sacerdote, pariente de aquel a
cerdote, y entró con Jesús en el quien Pedro había cortado la
palacio del sumo sacerdote. oreja, le dice: ¿No te vi yo en el
16 Mas Pedro estaba fuera de pie a huerto con él?
la puerta. Entonces salió aquel 27 Y negó Pedro otra vez;
discípulo que era conocido del y al instante el gallo cantó.
sumo sacerdote, y habló a la por- 28 Y llevan a Jesús de Caifás al
tera, y trajo dentro a Pedro. pretorio; y era de mañana; y ellos
17 Entonces la criada portera dijo a no entraron en el pretorio por no
Pedro: ¿No eres tú también uno de ser contaminados, mas para que
los discípulos de este hombre? Dice pudiesen comer la pascua.
él: No soy. 29 Entonces salió Pilato a ellos
18 Y estaban en pie los siervos fuera, y dijo: ¿Qué acusación
y los oficiales que habían hecho traéis contra este hombre?
fuego de carbón, porque hacía 30 Respondieron, y le dijeron: Si
frío, y se calentaban; y también éste no fuera malhechor, no te le
con ellos estaba Pedro en pie ca- hubiéramos entregado.
lentándose. 31 Díceles entonces Pilato: To-
19 Y el sumo sacerdote preguntó a madle vosotros, y juzgadle según
Jesús de sus discípulos, y de su vuestra ley. Y los Judíos le dije-
doctrina. ron: A nosotros no nos es lícito
20 Jesús le respondió: Yo públi- matar a nadie.
camente he hablado al mundo: 32 Para que se cumpliese la pa-
yo siempre he enseñado en la labra de Jesús, qué había dicho,
sinagoga, y en el templo, donde significando de que muerte había
siempre se juntan los Judíos; y de morir.
nada he hablado en oculto. 33 Entonces Pilato volvióse a
21 ¿Por qué me preguntas a mí? entrar en el pretorio, y llamó a
Pregunta a los que me han oído, Jesús, y le dijo: ¿Eres tú el Rey de
qué les haya yo hablado: he aquí, los Judíos?
éstos saben lo que yo he dicho. 34 Respondióle Jesús: ¿Dices tú
22 Y cuando él hubo dicho esto, esto de ti mismo, o te lo han
uno de los oficiales que estaba de dicho otros de mí?
pie allí, dio una bofetada a Jesús 35 Pilato respondió: ¿Soy yo
diciendo: ¿Así respondes al sumo Judío? Tu misma nación, y los
sacerdote? sumos sacerdotes, te han entre-
23 Respondióle Jesús: Si he ha- gado a mí: ¿qué has hecho?
blado mal, da testimonio del mal; 36 Respondió Jesús: Mi reino
mas si bien, ¿por qué me hieres? no es de este mundo: si de este
156
La crucifixión Juan 19
mundo fuera mi reino, mis ser- 7 Respondiéronle los Judíos: No-
vidores pelearían para que yo sotros tenemos una ley, y según
no fuera entregado a los Judíos, nuestra ley debe morir, porque
mas ahora mi reino no es de aquí. él se hizo a sí mismo el Hijo de
37 Díjole entonces Pilato: ¿Luego Dios.
rey eres tú? Respondió Jesús: Tú 8 Pilato pues cuando oyó esta pa-
dices que yo soy rey. Yo para esto labra, tuvo más miedo.
he nacido, y para esto he venido 9 Y entró otra vez en el pretorio, y
al mundo, para dar testimonio a dijo a Jesús: ¿De dónde eres tú? Mas
la verdad. Todo aquel que es de Jesús no le dio respuesta.
la verdad, oye mi voz. 10 Entonces dicele Pilato: ¿A mí
38 Dícele Pilato: ¿Qué es verdad? no me hablas? ¿no sabes que
Y cuando hubo dicho esto, volvió a tengo potestad para crucificarte,
los Judíos, y les dice: Yo no y que tengo potestad para soltarte?
hallo ninguna falta en él. 11 Respondió Jesús: Ninguna po-
39 Empero vosotros tenéis cos- testad tendrías contra mí, si no te
tumbre, que yo os suelte uno en la fuese dada de arriba; por tanto el
pascua: ¿queréis pues que os que a ti me ha entregado, mayor
suelte al Rey de los Judíos? pecado tiene.
40 Entonces todos dieron voces 12 Desde entonces procuraba Pi-
otra vez, diciendo: No a este lato de soltarle; mas los Judíos
hombre, sino a Barrabás. Y Ba- daban voces, diciendo: Si a éste
rrabás era un ladrón. sueltas, no eres amigo de César:
cualquiera que se hace rey, habla
CAPÍTULO 19 contra César.
SÍ que, entonces tomó Pilato 13 Cuando, pues, Pilato oyó este
A a Jesús, y le azotó.
2 Y los soldados entretejieron de
dicho, llevó fuera a Jesús, y se
sentó en el tribunal, en el lugar
espinas una corona, y la pusieron que se llama el Pavimento, y en el
sobre su cabeza, y le vistieron de Hebreo, Gabata.
una ropa de púrpura, 14 Y era la preparación de la pas-
3 Y decían: ¡Salve, Rey de los Ju- cua, y como la hora de sexta: en-
díos! Y le daban de bofetadas. tonces dijo a los Judíos: ¡He aquí
4 Entonces Pilato salió otra vez vuestro Rey!
fuera, y les dijo: He aquí, os le 15 Mas ellos dieron voces: Quí-
traigo fuera, para que sepáis que tale, quítale, crucifícale. Díceles
no hallo ninguna falta en él. Pilato: ¿A vuestro Rey tengo de
5 Entonces salió Jesús fuera lle- crucificar? Respondieron los
vando la corona de espinas, y la sumos sacerdotes: No tenemos
vestidura de púrpura. Y díceles rey, sino a César.
Pilato: ¡He aquí el hombre! 16 Así que entonces lo entregó a
6 Y cuando le vieron los príncipes ellos para que fuese crucificado.
de los sacerdotes, y los oficiales, Y tomaron a Jesús, y le llevaron.
dieron voces, diciendo: Crucifí- 17 Y él llevando su cruz, salió al
cale, crucifícale. Díceles Pilato: lugar que se llama el lugar de la
Tomadle vosotros, y crucificad le; Calavera, y en Hebreo Gólgota:
porque yo no hallo en él falta. 18 Donde le crucificaron, y con
157
Juan 19 Muerte de Jesús
él otros dos, uno a cada lado, y ya cumplidas, para que la Escritu-
Jesús en medio. ra se cumpliese, dijo: Tengo sed.
19 Y escribió Pilato un título, el 29 Y había allí puesta una vasija
cual puso encima de la cruz; y llena de vinagre. Entonces ellos
el escrito era: JESÚS DE Nazaret, hinchieron una esponja de vina-
REY DE LOS JUDÍOS. gre, y puesta sobre un hisopo se la
20 Y muchos de los Judíos leye- llegaron a la boca.
ron este título; porque el lugar 30 Y cuando Jesús tomó el vina-
donde fue crucificado Jesús, es- gre, dijo: Consumado es. Y ha-
taba cerca de la ciudad; y era es- biendo inclinado la cabeza, en-
crito en Hebreo, y en Griego, y tregó el espíritu.
en Latín. 31 Entonces los Judíos, por cuan-
21 Y decían a Pilato los sumos sa- to era el día de la preparación,
cerdotes de los Judíos: No escri- para que los cuerpos no queda-
bas: Rey de los Judíos; sino que sen en la cruz en el sábado, (por-
él dijo: Yo soy Rey de los Judíos. que era gran día aquel sábado,)
22 Respondió Pilato: Lo que he rogaron a Pilato que se les que-
escrito, he escrito. brasen las piernas, y que fuesen
23 Y cuando los soldados hubie- quitados.
ron crucificado a Jesús tomaron 32 Vinieron pues los soldados, y
sus vestidos, e hicieron cuatro quebraron las piernas al primero,
partes a cada soldado una parte, y al otro que fue crucificado con él:
y también la túnica, mas la tú- 33 Mas cuando vinieron a Jesús,
nica era sin costura, todo tejida como le vieron ya muerto, no le
desde arriba. quebraron las piernas.
24 Dijeron pues entre sí: No la 34 Empero uno de los soldados
partamos, sino echemos suertes le abrió el costado con una lanza,
sobre ella cúya será; para que se y al instante salió sangre y agua.
cumpliese la Escritura que dice: 35 Y el que lo vio da testimonio, y
Partieron para sí mis vestidos, y su testimonio es verdadero: y él
sobre mi vestidura echaron suer- sabe que dice verdad, para que
tes. Estas cosas pues los soldados vosotros también creáis.
hicieron. 36 Porque estas cosas fueron
25 Y estaban de pie junto a la hechas, para que se cumpliese la
cruz de Jesús su madre, y la her- Escritura: Hueso no será que-
mana de su madre, María esposa brantado de él.
de Cleofas, y María Magdalena. 37 Y también otra Escritura dice:
26 Pues, cuando vio Jesús a su Mirarán a aquél al cual traspasa-
madre, y al discípulo que él amaba, ron.
que estaba de pie cerca, dice a su 38 Y después de estas cosas, José
madre: Mujer, he ahí tu hijo. de Arimatea, quien era un discí-
27 Y luego dice al discípulo: He pulo de Jesús, aunque en secreto
ahí tu madre. Y desde aquella por miedo de los Judíos, rogó a
hora el discípulo la recibió en su Pilato que él quitase el cuerpo de
propia casa. Jesús: y le permitió Pilato. En-
28 Después de esto, sabiendo tonces él vino, y quitó el cuerpo
Jesús que todas las cosas estaban de Jesús.
158
La resurrección Juan 20
39 Y vino también Nicodemo, el do primero al sepulcro; y vio, y
que antes había venido a Jesús creyó.
de noche, trayendo una mixtura 9 Porque aún no sabían la Escri-
de mirra y de áloes, como cien tura, que era menester que él re-
libras. sucitase de entre los muertos.
40 Y tomaron el cuerpo de Jesús, 10 Entonces volvieron los discí-
y le envolvieron en lienzos con pulos a su propia casa.
especias, como es costumbre de 11 Empero María estaba fuera
los Judíos sepultar. llorando junto al sepulcro; y es-
41 Y en el lugar donde fue cru- tando llorando, bajóse a mirar el
cificado había un huerto; y en sepulcro;
el huerto un sepulcro nuevo en 12 Y ve dos ángeles en ropas
el cual aún no había sido puesto blancas que estaban sentados, el
alguno. uno a la cabecera, y el otro a los
42 Allí pues pusieron a Jesús, por pies, donde el cuerpo de Jesús
causa del día de la preparación de había sido puesto.
los Judíos, porque aquel sepul- 13 Y le dicen: Mujer, ¿por qué llo-
cro estaba cerca. ras? Díceles: Porque se han lleva-
do a mi Señor, y no sé dónde le
CAPÍTULO 20 han puesto.
EL primer día de la semana, 14 Y como hubo dicho esto, vol-
Y María Magdalena vino de
mañana, siendo aún oscuro, al
vió atrás, y vio a Jesús que esta-
ba de pie; mas no sabía que era
sepulcro, y vio la piedra quitada Jesús.
del sepulcro. 15 Dícele Jesús: ¿Mujer, por qué
2 Entonces corre, y viene a Simón lloras? ¿A quién buscas? Ella
Pedro, y al otro discípulo, al cual pensando que era el hortelano le
amaba Jesús, y les dice: Han lle- dice: Señor, si tú le has llevado,
vado al Señor del sepulcro, y no dime dónde le has puesto, y yo
sabemos dónde le han puesto. le llevaré.
3 Salió pues Pedro, y el otro dis- 16 Dícele Jesús: María. Volvién-
cípulo, y vinieron al sepulcro. dose ella, dícele: Raboni, que
4 Y corrían los dos juntos; mas el quiere decir, Maestro.
otro discípulo corrió más presto 17 Dícele Jesús: No me toques;
que Pedro, y vino primero al se- porque aun no he subido a mi
pulcro. Padre; mas ve a mis hermanos, y
5 Y bajándose a mirar, vio los diles: Subo a mi Padre, y a vues-
lienzos puestos; mas no entró. tro Padre, a mi Dios, y a vuestro
6 Entonces viene Simón Pedro si- Dios.
guiéndole, y entró en el sepulcro, 18 Vino María Magdalena dando
y vio los lienzos puestos, las nuevas a los discípulos de que
7 Y el sudario que había estado había visto al Señor, y de que él le
sobre su cabeza, no puesto con había dicho estas cosas.
los lienzos, sino envuelto en un 19 Y como fue tarde aquel mismo
lugar aparte. día, el primer día de la semana,
8 Entonces entró también aquel y las puertas estaban cerradas,
otro discípulo, que había veni- donde los discípulos estaban jun-
159
Juan 21 Incredulidad de Tomás
tos por miedo de los Judíos, vino les no están escritas en este libro.
Jesús; se puso de pie en medio, y 31 Estas empero están escritas,
les dijo: Paz a vosotros. para que creáis que Jesús es el
20 Y cuando hubo dicho esto, Cristo, el Hijo de Dios; y para
mostróles sus manos y su costa- que creyendo, tengáis vida en su
do: entonces los discípulos se re- nombre.
gocijaron, viendo al Señor.
21 Entonces les dijo Jesús otra vez: CAPÍTULO 21
Paz a vosotros: como me envió el ESPUÉS de estas cosas Jesús
Padre, así también yo os envío.
161
LOS ACTOS
DE LOS APÓSTOLES
E CAPÍTULO 1
N el primer tratado, oh Teó-
do, y una nube le recibió delante de
sus ojos.
filo, he hablado de todas las 10 Y estando ellos con los ojos
cosas que Jesús comenzó a hacer y puestos en el cielo entre tanto
a enseñar, que él iba, he aquí, dos varones se
2 Hasta el día en que fue lleva- pusieron de pie junto a ellos en
do arriba después de haber dado vestidos blancos;
mandamientos por el Espíritu 11 Los cuales también les dijeron:
Santo a los apóstoles, que había Varones Galileos ¿por qué estáis
escogido: de pie mirando al cielo? Este
3 A los cuales también, después mismo Jesús que ha sido toma-
de haber padecido se mostró do arriba de vosotros al cielo, así
vivo por muchas pruebas infa- vendrá, como le habéis visto ir al
libles, siendo visto de ellos por cielo.
cuarenta días, y hablándoles de 12 Entonces se volvieron a Jeru-
las cosas pertenecientes al reino salem del monte que se llama el
de Dios: Olivar, el cual está cerca de Jeru-
4 Y estando reunidos con ellos, salem, camino de un sábado.
les mandó que no se fuesen de 13 Y cuando hubieron entrado,
Jerusalem, sino que esperasen la subieron al aposento alto, donde
promesa del Padre, la cual, dice moraban tanto Pedro como Ja-
él, oísteis de mí. cobo, y Juan y Andrés, Felipe y
5 Porque Juan a la verdad bauti- Tomás, Bartolomé y Mateo, Jaco-
zó en agua, mas vosotros seréis bo, hijo de Alfeo, y Simón el Ze-
bautizados con el Espíritu Santo lote, y Judas, hermano de Jacobo.
no muchos días después de éstos. 14 Todos éstos perseveraban uná-
6 Así que cuando estuvieron reu- nimes en oración y ruego con las
nidos, le preguntaban, diciendo: mujeres, y con María la madre
Señor, ¿restituirás en este tiem- de Jesús, y con sus hermanos.
po el reino a Israel? 15 Y en aquellos días se levantó
7 Y él les dijo: No os toca a vo- Pedro en medio de los discípulos
sotros saber los tiempos, o las y dijo: (el número de nombres jun-
sazones que el Padre puso en su tos era como de ciento y veinte:)
propia potestad; 16 Varones y hermanos, era me-
8 Mas recibiréis poder cuando nester que se cumpliese esta Es-
haya venido sobre vosotros el Es- critura, la cual dijo antes el Espí-
píritu Santo: y me seréis testigos ritu Santo por la boca de David, de
no sólo en Jerusalem, sino tam- Judas, que fue guía de los que
bién en toda Judea, y Samaria y prendieron a Jesús,
hasta lo último de la tierra. 17 Porque él era contado con no-
9 Y cuando él hubo dicho estas sotros, y obtuvo parte de este mi-
cosas, mirando ellos, él fue alza- nisterio.
162
Elección de Matías Actos 2
18 Este, pues, compró un campo cual hinchió toda la casa donde
con el galardón de iniquidad, y estaban sentados.
cayendo de cabeza, se reventó 3 Y se les aparecieron lenguas
por en medio y todas sus entra- repartidas como de fuego, y se
ñas se derramaron. asentó sobre cada uno de ellos.
19 Y fue notorio a todos los mo- 4 Y fueron todos llenos del Espí-
radores de Jerusalem, de tal ma- ritu Santo, y comenzaron a ha-
nera que aquel campo es llama- blar en otras lenguas, como el
do en su propia lengua Acéldama Espíritu les daba que hablasen.
que quiere decir, Campo de sangre. 5 Moraban entonces en Jeru-
20 Porque está escrito en el libro salem Judíos, varones piadosos
de los Salmos: Sea hecha desier- de todas las naciones debajo del
ta su habitación, y no haya quien cielo.
more en ella: y, tome otro su 6 Y cuando este estruendo fue
obispado. divulgado, se juntó la multitud;
21 Es, pues, menester que de y estaban confusos, porque cada
estos varones que han estado uno les oía hablar en su propia
junto con nosotros todo el tiem- lengua.
po que el Señor Jesús entró y 7 Y estaban todos atónitos y ma-
salió entre nosotros, ravillados, diciendo los unos a
22 Comenzando desde el bautis- los otros: He aquí, ¿no son Gali-
mo de Juan, hasta el día que fue leos todos estos que hablan?
tomado arriba de entre nosotros, 8 ¿Y cómo los oímos nosotros
uno de ellos sea hecho testigo cada uno en nuestra propia len-
con nosotros de su resurrección. gua en que somos nacidos?
23 Y señalaron a dos, a José, lla- 9 Partos, y Medos, y Elamitas, y
mado Barsabas, que tenía por so- los moradores en Mesopotamia, y
brenombre Justo, y a Matías. en Judea, y en Capadocia, en el
24 Y orando, dijeron: Tú, Señor, Ponto, y en Asia,
que conoces los corazones de 10 En Frigia, y en Pamfilia, en
todos, muestra cuál has escogido Egipto, y en las partes de Libia
de estos dos, alrededor de Cirene, extranjeros
25 Para que tome parte de este de Roma, Judíos, y prosélitos,
ministerio, y apostolado, del 11 Cretenses, y Arabes: les oímos
cual cayó por transgresión Judas, hablar en nuestras lenguas las
para irse a su propio lugar. maravillas de Dios.
26 Y ellos echaron sus suertes; y 12 Y estaban todos atónitos y en
cayó la suerte sobre Matías; y fue duda, diciendo los unos a los
contado con los once apóstoles. otros: ¿Qué significa esto?
13 Mas otros burlándose, decían:
CAPÍTULO 2 Estos están llenos de mosto.
CUANDO se cumplió el día 14 Mas Pedro poniéndose en
Y de Pentecostés, estaban todos
unánimes en un mismo lugar.
pie con los once, alzó su voz, y
les habló diciendo: Varones de
2 Y de repente vino un sonido Judea, y todos los que habitáis
del cielo como de un viento muy en Jerusalem, esto os sea notorio,
recio que venía con ímpetu, el y prestad oídos a mis palabras;
163
Actos 2 Discurso de Pedro
15 Porque éstos no están bo- gró, y mi lengua se regocijó, y
rrachos, como vosotros pensáis, aun mi carne descansará en es-
siendo sino la hora tercera del día. peranza:
16 Mas esto es lo que fue dicho 27 Que no dejarás mi alma en
por el profeta Joel: el infierno, ni permitirás que tu
17 Y será en los postreros días, Santo vea corrupción.
dice Dios, que derramaré de mi 28 Tú me has hecho conocer los
Espíritu sobre toda carne; y vues- caminos de la vida: me henchi-
tros hijos, y vuestras hijas profe- rás de gozo con tu presencia.
tizarán, y vuestros jóvenes verán 29 Varones hermanos, se os
visiones, y vuestros viejos soña- puede decir libremente del pa-
rán sueños. triarca David, que murió, y fue
18 Y de cierto sobre mis siervos, y sepultado, y su sepulcro está con
sobre mis siervas en aquellos nosotros hasta el día de hoy.
días derramaré de mi Espíritu; y 30 Así que siendo profeta, y sa-
profetizarán. biendo que con juramento le
19 Y daré prodigios arriba en el había Dios jurado, que del fruto de
cielo, y señales abajo en la tierra, sus lomos en cuanto a la carne,
sangre, y fuego, y vapor de humo. le levantaría el Cristo, que se
20 El sol se tornará en tinieblas, asentase sobre su trono:
y la luna en sangre, antes que 31 Viendo esto antes, habló de
venga el día del Señor grande y la resurrección del Cristo, que su
notable. alma no haya sido dejada en el
21 Y acontecerá que todo aquel infierno, ni su carne haya visto
que invocare el nombre del corrupción.
Señor, será salvo. 32 A este Jesús resucitó Dios, de lo
22 Varones Israelitas, oíd estas cual todos nosotros somos testigos.
palabras: Jesús de Nazaret, varón 33 Así que siendo ensalzado por
aprobado de Dios entre vosotros la diestra de Dios, y habiendo re-
en milagros, y prodigios, y seña- cibido del Padre la promesa del
les que Dios hizo por él en medio Espíritu Santo, ha derramado esto
de vosotros, como también voso- que vosotros ahora veis y oís.
tros sabéis: 34 Porque David no subió a los
23 A éste, entregado por deter- cielos; empero él mismo dice:
minado consejo y presciencia de Dijo el Señor a mi Señor, asién-
Dios tomándole vosotros, le ma- tate a mi diestra,
tasteis por manos inicuas, cruci- 35 Hasta que ponga tus enemi-
ficándole. gos por estrado de tus pies.
24 Al cual Dios resucitó, habien- 36 Sepa, pues, certísimamente
do suelto los dolores de la muer- toda la casa de Israel, que Dios ha
te; por cuanto era imposible ser hecho Señor y Cristo a este Jesús
detenido de ella. que vosotros habéis crucificado.
25 Porque David dice de él: Yo 37 Y cuando oyeron estas cosas ellos
veía al Señor siempre delante de fueron compungidos de co-
mí; porque le tengo a mi diestra, razón, y dijeron a Pedro, y a los
no seré conmovido: otros apóstoles: Varones herma-
26 Por lo cual mi corazón se ale- nos, ¿qué haremos?
164
Los primeros convertidos Actos 3
38 Entonces Pedro les dijo: Arre- 2 Y cierto hombre, cojo desde
pentíos, y sea bautizado cada el vientre de su madre, era traí-
uno de vosotros en el nombre de do; al cual ponían cada día a la
Jesu Cristo para remisión de los puerta del templo, que se llama
pecados; y recibiréis el don del la Hermosa, para que pidiese li-
Espíritu Santo. mosna de los que entraban en el
39 Porque a vosotros es la pro- templo.
mesa, y a vuestros hijos, y a 3 Este, viendo a Pedro y a Juan
todos los que están lejos: a cua- que iban a entrar en el templo,
lesquiera que el Señor nuestro pedía limosna.
Dios llamare. 4 Y Pedro, con Juan poniendo los
40 Y con otras muchas palabras ojos en él, dijo: Mira a nosotros.
testificaba, y exhortaba, dicien- 5 Entonces él estuvo atento a
do: Salváos de esta generación ellos, esperando recibir de ellos
perversa. algo.
41 Entonces los que recibieron 6 Y Pedro dijo: Ni tengo plata
con gusto su palabra fueron bau- ni oro; mas lo que tengo, ésto te
tizados; y fueron añadidas a ellos doy: en el nombre de Jesu Cristo
aquel día como tres mil almas. de Nazaret, levántate, y anda.
42 Y perseveraban en la doctrina 7 Y tomándole por la mano dere-
de los apóstoles, y en la comu- cha, le levantó; y al instante fue-
nión, y en el partimiento del pan, ron afirmados sus pies y tobillos.
y en las oraciones. 8 Y saltando, se puso en pie, y
43 Y sobrevenía temor a toda anduvo, y entró con ellos en el
alma; y muchas maravillas y seña- templo, andando y saltando, y
les eran hechas por los apóstoles. alabando a Dios.
44 Y todos los que creían estaban 9 Y todo el pueblo le vio andan-
juntos; y tenían todas las cosas do, y alabando a Dios.
comunes. 10 Y le conocían, que él era el
45 Y vendían sus posesiones y que se sentaba a pedir limosna a
sus haciendas, y las repartían a la puerta del templo, la Hermosa;
todos, como cada uno había me- y fueron llenos de asombro y de
nester. espanto por lo que le había acon-
46 Y perseverando unánimes tecido.
cada día en el templo, y partien- 11 Y como el cojo que había sido
do el pan de casa en casa, comían sanado tenía asidos a Pedro y a
juntos con alegría y con sencillez Juan, todo el pueblo corrió jun-
de corazón, tamente a ellos al pórtico que se
47 Alabando a Dios, y teniendo llama de Salomón, atónitos.
favor con todo el pueblo. Y el 12 Y viendo ésto Pedro, respon-
Señor añadía cada día a la iglesia dió al pueblo: Varones Israelitas,
los que habían de ser salvos. ¿por qué os maravilláis de esto?
¿o por qué ponéis los ojos en no-
CAPÍTULO 3 sotros como si por nuestro pro-
PEDRO y Juan subían juntos pio poder o santidad hubiésemos
Y al templo a la hora de la ora- hecho andar a éste?
ción, es decir, la novena. 13 El Dios de Abraham, y de Isaac,
165
Actos 4 Curación de un cojo
y de Jacob, el Dios de nuestros 23 Y acontecerá, que toda alma
padres, ha glorificado a su Hijo que no oyere a aquel profeta,
Jesús, al cual vosotros entregas- será destruida de entre el pueblo.
teis, y negasteis en la presencia 24 Y todos los profetas desde
de Pilato, cuando él había deter- Samuel, y en adelante, todos los
minado dejarle ir. que han hablado, han prenuncia-
14 Mas vosotros al Santo y al do estos días.
Justo negasteis, y pedisteis que 25 Vosotros sois los hijos de los
se os diese un hombre homicida. profetas, y del pacto que Dios
15 Y matasteis al Autor de la hizo con nuestros padres, dicien-
vida, al cual Dios ha resucitado do a Abraham: Y en tu simiente
de los muertos, de lo cual noso- serán bendecidas todas las fami-
tros somos testigos. lias de la tierra.
16 Y su nombre, por la fe en su 26 A vosotros primeramente,
nombre ha confirmado a éste Dios, habiendo resucitado a su
que vosotros veis y conocéis; y la Hijo Jesús, le envió para que os
fe que por él es, ha dado a éste esta bendijese, convirtiéndoos cada
perfecta sanidad en presen- uno de su maldad.
cia de todos vosotros.
17 Mas ahora, hermanos, yo sé CAPÍTULO 4
que por ignorancia lo habéis HABLANDO ellos al pueblo,
hecho, como también vuestros
príncipes.
Y los sacerdotes, y el capitán
208
Epístola del Apóstol Pablo a los
ROMANOS
P CAPÍTULO 1
ABLO, siervo de Jesu Cristo,
a fin de que seáis confirmados;
12 Es a saber, para ser juntamen-
llamado a ser apóstol, separa- te consolado con vosotros por la
do para el evangelio de Dios, mutua fe, vuestra y juntamente
2 (Que él había antes prometido, mía.
por sus profetas en las santas Es- 13 Mas no quiero, hermanos, que
crituras) ignoréis que muchas veces me he
3 Acerca de su Hijo Jesu Cris- propuesto de venir a vosotros,
to, el Señor nuestro, el cual fue (empero hasta ahora he sido es-
hecho de la simiente de David torbado,) para tener también
según la carne, entre vosotros algún fruto, como
4 Y fue declarado ser el Hijo de entre los otros Gentiles.
Dios con poder, según el espíritu 14 Tanto a Griegos como a bár-
de santidad, por la resurrección baros, tanto a sabios como a no
de los muertos; sabios soy deudor.
5 Por el cual hemos recibido la 15 Así que, en cuanto está en mí,
gracia y el apostolado, para obe- pronto estoy a predicar el evan-
diencia a la fe entre todas las na- gelio también a vosotros que es-
ciones, por su nombre: táis en Roma.
6 Entre las cuales sois también 16 Porque no me avergüenzo del
vosotros, llamados de Jesu Cristo: evangelio de Cristo; porque es el
7 A todos los que estáis en Roma, poder de Dios para salvación a
amados de Dios, llamados a ser todo aquel que cree: al Judío pri-
santos: Gracia a vosotros y paz meramente, y también al Griego.
de Dios nuestro Padre, y del 17 Porque en él la justicia de Dios
Señor Jesu Cristo. es revelada de fe a fe, como está
8 Primeramente, doy gracias a escrito: Mas el justo vivirá por fe.
mi Dios por Jesu Cristo por todos 18 Porque es revelada la ira de
vosotros, de que vuestra fe es di- Dios desde el cielo contra toda
vulgada por todo el mundo. impiedad e injusticia de los hom-
9 Porque testigo me es Dios, al bres, que detienen la verdad en
cual sirvo en mi espíritu en el injusticia:
evangelio de su Hijo, que sin 19 Porque lo que de Dios se puede
cesar hago mención de vosotros conocer, en ellos es manifiesto;
siempre en mis oraciones; porque Dios se lo manifestó.
10 Rogando, si de algún modo 20 Porque las cosas invisibles de
ahora al fin haya de tener por la él desde la creación del mundo
voluntad de Dios próspero viaje se ven claramente, siendo enten-
para venir a vosotros. didas por las cosas que son he-
11 Porque deseo vehemente- chas, es a saber, su eterno poder
mente veros, para repartir con y Divinidad, para que sean sin
vosotros algún don espiritual, excusa.
209
Romanos 2 Impenitencia de los Judíos
21 Porque habiendo conocido a sos, soberbios, altivos, invento-
Dios, no le glorificaron como a res de males, desobedientes a sus
Dios, ni le dieron gracias: antes padres,
se hicieron vanos en sus imagi- 31 Sin entendimiento, desleales,
naciones, y el necio corazón de sin afecto natural, implacables,
ellos fue entenebrecido: sin misericordia:
22 Profesando ser sabios, se hi- 32 Los cuales, conociendo el jui-
cieron necios. cio de Dios, a saber, que los que
23 Y trocaron la gloria del Dios hacen tales cosas son dignos de
incorruptible en semejanza de muerte; no solamente las hacen,
imagen de hombre corruptible, y mas aun se complacen con los
de aves, y de animales de cuatro que las hacen.
pies, y de reptiles.
24 Por lo cual Dios también los CAPÍTULO 2
entregó a la inmundicia, según OR lo cual eres inexcusable,
las concupiscencias de sus cora-
de la circuncisión?
están en tinieblas, 2 Mucho en todas maneras. Lo
20 Instructor de los necios, maes- primero ciertamente, porque
tro de niños, que tienes la forma los oráculos de Dios les fueron a
del conocimiento y de la verdad ellos confiados.
en la ley. 3 ¿Pues qué, si algunos de ellos
21 Tú, pues, que enseñas a otro, no han creído? ¿Por ventura la
211
Romanos 3 Justificado por la fe
incredulidad de ellos hará inefi- 18 No hay temor de Dios delante de
caz la fe de Dios? sus ojos.
4 ¡No lo permita Dios! mas antes, 19 Empero ya sabemos, que todo
sea Dios verdadero, y todo hom- lo que la ley dice, a los que están
bre mentiroso, como está escrito: bajo la ley lo dice; para que toda
Para que seas justificado en tus boca se tape, y que todo el mundo
dichos, y venzas cuando fueres se tenga por reo delante de Dios:
juzgado. 20 Por tanto, por las obras de la
5 Mas si nuestra injusticia en- ley ninguna carne se justificará
carece la justicia de Dios, ¿qué delante de él; porque por la ley
diremos? ¿Será injusto Dios que es el conocimiento del pecado.
trae ira? (Hablo como hombre). 21 Mas ahora, sin la ley, la jus-
6 ¡No lo permita Dios! de otro modo, ticia de Dios se ha manifestado,
¿cómo juzgaría Dios el mundo? siendo testificada por la ley y por los
7 Porque si la verdad de Dios por profetas:
mi mentira abundó más para glo- 22 La justicia, digo, de Dios por la
ria suya, ¿por qué aún también fe de Jesu Cristo, para todos y
soy yo juzgado como pecador? sobre todos los que creen; por-
8 Y no, (como somos calumniados, que no hay diferencia.
y como algunos aseguran, que no- 23 Por cuanto todos pecaron, y
sotros decimos), ¿Hagamos males están destituidos de la gloria de
para que vengan bienes? la conde- Dios.
nación de los cuales es justa. 24 Siendo justificados gratuita-
9 ¿Pues qué? ¿Somos nosotros mente por su gracia, por la re-
mejores que ellos? No, en ninguna dención que es en Cristo Jesús.
manera; porque ya hemos pro- 25 Al cual Dios ha propuesto
bado antes a Judíos y a Gentiles, por propiciación por la fe en su
que todos están debajo de pecado, sangre, para manifestación de su
10 Como está escrito: No hay justicia por la remisión de los pe-
justo, ni aun uno: cados pasados, por la paciencia
11 No hay quien entienda, no hay de Dios;
quien busque a Dios. 26 Para manifestación de su jus-
12 Todos se apartaron, a una se ticia en este tiempo; para que él
han hecho inútiles: no hay quien sea justo, y justificador del que
haga lo bueno, no hay ni aun uno. cree en Jesús.
13 Sepulcro abierto es su gargan- 27 ¿Dónde, pues, está la jactan-
ta: con sus lenguas tratan enga- cia? Excluída queda. ¿Por cuál
ñosamente: veneno de áspides ley? ¿De las obras? No: sino por la
está debajo de sus labios: ley de la fe.
14 Cuya boca está llena de male- 28 Así que, concluimos ser el
dicencia, y de amargura: hombre justificado por fe sin las
15 Sus pies son ligeros para de- obras de la ley.
rramar sangre: 29 ¿Es Dios solamente de los
16 Destrucción y miseria hay en Judíos? ¿No es también de los
sus caminos: Gentiles? Cierto, también de los
17 Y el camino de paz no han co- Gentiles.
nocido. 30 Porque un solo Dios es, el cual
212
Abraham justificado por la fe Romanos 4
justificará por fe la circuncisión, todos los que creen, estando en
y por medio de la fe a la incir- la incircuncisión; para que tam-
cuncisión. bién a ellos les sea imputada por
31 ¿Deshacemos pues la ley por justicia:
la fe? ¡No lo permita Dios!, antes 12 Y padre de la circuncisión, a
establecemos la ley. los que no solamente son de la
circuncisión, mas también a los
CAPÍTULO 4 que siguen las pisadas de la fe de
QUÉ, pues, diremos que halló nuestro padre Abraham, que tenía
¿ Abraham nuestro padre según
la carne?
antes de ser circuncidado.
13 Porque no por la ley fue dada
2 Porque si Abraham fue justifi- la promesa a Abraham, o a su
cado por las obras, tiene de qué simiente, que sería heredero del
gloriarse; mas no delante de Dios. mundo, sino por la justicia de fe.
3 Porque, ¿qué dice la Escritura? 14 Porque si los de la ley, son los
Y creyó Abraham a Dios, y le fue herederos, hecha vana es la fe; y
imputado por justicia. anulada es la promesa.
4 Empero al que obra, no es im- 15 Por cuanto la ley obra ira;
putado el galardón por gracia, porque donde no hay ley, allí
sino por deuda. tampoco hay transgresión.
5 Mas al que no obra, sino cree 16 Por tanto es por fe, para que sea
en aquel que justifica al impío, por gracia; a fin de que la
su fe le es imputada por justicia. promesa sea firme a toda la si-
6 Como también David describe miente, no solamente al que es de
la bienaventuranza del hombre, la ley, mas también al que es de la
al cual Dios imputa justicia sin fe de Abraham: el cual es padre de
obras, todos nosotros,
7 Diciendo: Bienaventurados aque- 17 (Como está escrito: Por padre
llos, cuyas iniquidades son per- de muchas naciones te he puesto)
donadas, y cuyos pecados son delante de aquél a quien creyó,
cubiertos. es a saber, Dios, el cual da vida
8 Bienaventurado el varón al cual a los muertos, y llama las cosas
el Señor no imputará pecado. que no son, como las que son.
9 ¿Esta bienaventuranza pues 18 El cual creyó en esperan-
viene solamente sobre la circun- za contra esperanza, para ser
cisión, o también sobre la incir- hecho padre de muchas naciones,
cuncisión? porque decimos que conforme a lo que le había sido
a Abraham le fue imputada la fe dicho: Así será tu simiente.
por justicia. 19 Y no se debilitó en la fe, ni
10 ¿Cómo pues le fue imputada? consideró su propio cuerpo ya
¿estando él en la circuncisión o en muerto, (siendo ya de casi cien
la incircuncisión? no en la circun- años), ni la matriz muerta de
cisión, sino en la incircuncisión. Sara.
11 Y recibió la señal de la cir- 20 Tampoco dudó en la promesa
cuncisión, un sello de la justicia de Dios por incredulidad: antes
de la fe que tuvo en la incircun- fue esforzado en la fe dando glo-
cisión; para que fuese padre de ria a Dios:
213
Romanos 5 Adam y Cristo
21 Enteramente persuadido que justificados por su sangre, por él
todo lo que había prometido, era seremos salvos de la ira.
también poderoso para hacerlo. 10 Porque si siendo enemigos,
22 Por lo cual también le fue im- fuimos reconciliados con Dios
putado por justicia. por la muerte de su Hijo, mucho
23 Y no está escrito solamente más, ya reconciliados seremos
por causa de él, que le fue im- salvos por su vida.
putado; 11 Y no sólo esto, mas aun nos
24 Sino también por nosotros, a gloriamos en Dios por nuestro
quienes será imputado, si cree- Señor Jesu Cristo, por el cual
mos en el que resucitó de los hemos ahora recibido la reconci-
muertos a Jesús el Señor nuestro: liación.
25 El cual fue entregado por 12 Por tanto, así como el pecado
nuestros delitos, y resucitado entró en el mundo por un hom-
para nuestra justificación. bre, y por el pecado la muerte y la
muerte así pasó a todos los hom-
CAPÍTULO 5 bres por cuanto todos pecaron;
USTIFICADOS pues por fe, te- 13 Porque hasta la ley el pecado
J nemos paz para con Dios por
nuestro Señor Jesu Cristo:
estaba en el mundo; mas el pe-
cado no es imputado, cuando no
2 Por el cual también tenemos hay ley.
entrada por la fe a esta gracia, 14 Mas reinó la muerte desde
en la cual estamos firmes, y nos Adam hasta Moisés, aun sobre
gloriamos en la esperanza de la los que no habían pecado en la
gloria de Dios. semejanza de la transgresión de
3 Y no solo ésto, mas aun nos Adam, el cual es figura de aquél
gloriamos en las tribulaciones, que había de venir.
sabiendo que la tribulación obra 15 Mas no como el delito, tal
paciencia; fue el don. Porque si por el deli-
4 Y la paciencia, experiencia; y to de uno murieron los muchos,
la experiencia, esperanza; mucho más la gracia de Dios, y el
5 Y la esperanza no avergüenza; don por la gracia de un hombre,
porque el amor de Dios está derra- Jesu Cristo, abundó para muchos.
mado en nuestros corazones por el 16 Ni tampoco de la manera que
Espíritu Santo, que nos es dado. fue por uno que pecó, así también
6 Porque Cristo, cuando éramos el don; porque el juicio a la ver-
aún sin fuerza, a su tiempo murió dad fue de un pecado para conde-
por los impíos. nación, mas el don gratuito es de
7 Ciertamente apenas morirá al- muchos delitos para justificación.
guno por un justo; aunque quizá 17 Porque si por el delito de uno
por uno bueno alguno aun osara reinó la muerte por uno, mucho
morir. más los que reciben la abundan-
8 Mas Dios encarece su amor cia de la gracia, y del don de la
para con nosotros, en que siendo justicia reinarán en vida por uno,
aún pecadores, Cristo murió por Jesu Cristo.
nosotros. 18 Así que, de la manera que por
9 Pues mucho más, siendo ahora el delito de uno vino la culpa a
214
El reinado de la gracia Romanos 6
todos los hombres para conde- creemos que también viviremos
nación, así por la justicia de uno con él:
vino la gracia a todos los hombres 9 Ciertos que Cristo habiendo
para justificación de vida. resucitado de los muertos, ya no
19 Porque como por la desobe- muere más: la muerte no tiene
diencia de un hombre muchos más dominio sobre él.
fueron hechos pecadores, así por 10 Porque en cuanto él murió, al
la obediencia de uno muchos pecado murió una vez: mas en
serán hechos justos. cuanto vive, vive para Dios.
20 La ley empero entró para que 11 Así también vosotros, estimán-
el delito abundase; pero donde el doos que de cierto sois muertos al
pecado abundó, la gracia abundó pecado; mas que vivís para Dios
mucho más; por Jesu Cristo el Señor nuestro.
21 Para que de la manera que 12 No reine pues el pecado en
el pecado reinó para muerte, vuestro cuerpo mortal, para que
así también la gracia reine por le obedezcáis en sus concupis-
la justicia para vida eterna, por cencias.
Jesu Cristo el Señor nuestro. 13 Ni tampoco presentéis vues-
tros miembros al pecado como
CAPÍTULO 6 instrumentos de injusticia: antes
PUES qué diremos? ¿Perse- presentaos a Dios como vivientes
¿ veraremos en el pecado, para
que la gracia abunde?
de entre los muertos; y vuestros
miembros a Dios como instru-
2 ¡No lo permita Dios! Porque mentos de justicia.
los que somos muertos al pecado, 14 Porque el pecado no se ense-
¿cómo viviremos aún en él? ñoreará de vosotros; porque no
3 ¿O no sabéis que todos los que estáis debajo de la ley, sino de-
somos bautizados en Jesu Cristo, bajo de la gracia.
somos bautizados en su muerte? 15 ¿Pues qué? ¿Pecaremos, por-
4 Porque somos sepultados con que no estamos debajo de la ley,
él en la muerte por el bautismo, sino debajo de la gracia? ¡No lo
para que como Cristo resucitó permita Dios!
de los muertos por la gloria del 16 ¿O no sabéis, que a quien os
Padre, así también nosotros an- presentasteis a vosotros mismos
demos en novedad de vida. por siervos para obedecerle, sois
5 Porque si hemos sido plantados siervos de aquel a quien obe-
juntamente en la semejanza de decéis, ya sea del pecado para
su muerte, también lo seremos en muerte, o de la obediencia para
la semejanza de su resurrección: justicia?
6 Sabiendo esto, que nuestro 17 Pero gracias a Dios, que fuis-
viejo hombre es crucificado con teis siervos del pecado; mas ha-
él, para que el cuerpo del pecado béis obedecido de corazón a la
sea destruido, a fin de que no sir- forma de doctrina a la cual ha-
vamos más al pecado. béis sido entregados:
7 Porque el que está muerto, libre 18 Y habiendo sido librados del
es del pecado. pecado, sois hechos siervos de la
8 Y si somos muertos con Cristo, justicia.
215
Romanos 7 Libertados del pecado
19 Hablo humanamente a causa carne, los afectos de los pecados
de la flaqueza de vuestra carne: que eran por la ley, obraban en
que como presentasteis vuestros nuestros miembros fructificando
miembros por siervos de la in- para muerte:
mundicia, y a la iniquidad para 6 Mas ahora somos libres de la
iniquidad; así ahora presentéis ley, habiendo muerto a aquella
vuestros miembros por siervos a en que nos detenía presos, para
la justicia para santidad. que sirvamos en novedad de es-
20 Porque cuando fuisteis sier- píritu, y no en vejez de la letra.
vos del pecado, libres erais de la 7 ¿Qué pues diremos? ¿La ley es
justicia. pecado? ¡No lo permita Dios!;
21 ¿Qué fruto teníais entonces Antes yo no conocí el pecado, sino
en aquellas cosas, de las cuales por la ley; porque tampoco cono-
ahora os avergonzáis? porque el ciera la concupiscencia, si la ley
fin de ellas es la muerte. no hubiera dicho: No codiciarás.
22 Mas ahora librados del peca- 8 Empero el pecado, tomando
do, y hechos siervos de Dios, te- ocasión por el mandamiento,
néis por vuestro fruto la santidad, y obró en mí toda suerte de con-
por fin la vida eterna. cupiscencia; porque sin la ley el
23 Porque la paga del pecado es la pecado estaba muerto.
muerte; mas el don de Dios 9 Así que, yo sin la ley vivía en
es vida eterna en Jesu Cristo el algún tiempo; mas venido el
Señor nuestro. mandamiento, el pecado revivió,
y yo morí.
CAPÍTULO 7 10 Y hallé que el mandamiento,
IGNORÁIS, hermanos, (pues que estaba ordenado para vida, a
¿ hablo a los que saben la ley),
que la ley tiene dominio sobre el
mí era para muerte.
227
La Primera Epístola del Apóstol Pablo a los
CORINTIOS
P CAPÍTULO 1
ABLO, llamado a ser apóstol
de vosotros, hermanos míos, por
los que son de la casa de Cloé, que
de Jesu Cristo por la voluntad hay entre vosotros contiendas.
de Dios, y el hermano Sóstenes, 12 Pero digo esto, que cada uno
2 A la iglesia de Dios que está de vosotros dice: Yo cierto soy
en Corinto, a los santificados en de Pablo; mas yo de Apolos; mas
Cristo Jesús, llamados a ser san- yo de Cefas; mas yo de Cristo.
tos, con todos los que en todo 13 ¿Es dividido Cristo? ¿Fue
lugar invocan el nombre de nues- crucificado Pablo por vosotros?
tro Señor Jesu Cristo, así de ellos ¿o habéis sido bautizados en el
como el nuestro: nombre de Pablo?
3 Gracia a vosotros, y paz de 14 Doy gracias a mi Dios, que a
Dios nuestro Padre, y del Señor ninguno de vosotros he bautiza-
Jesu Cristo. do, mas que a Crispo y a Gayo;
4 Doy gracias a mi Dios siempre 15 Para que ninguno diga que yo le
por vosotros, por la gracia de Dios bauticé en mi nombre.
que os es dada en Jesu Cristo; 16 Y también bauticé la casa de
5 Que en todas las cosas sois en- Estéfanas; mas no sé si haya bau-
riquecidos en él, en toda palabra y tizado a algún otro.
en todo conocimiento; 17 Porque no me envió Cristo a
6 Según que el testimonio de bautizar, sino a predicar el evan-
Cristo ha sido confirmado en vo- gelio: no en sabiduría de pala-
sotros: bras, porque no sea hecha vana la
7 De tal manera que nada os falte cruz de Cristo.
en ningún don, esperando la re- 18 Porque la predicación de la
velación de nuestro Señor Jesu cruz, locura es, a la verdad, para
Cristo; los que perecen; mas para noso-
8 El cual también os confirmará tros, que somos salvos, es poder
hasta el fin, para que seáis incul- de Dios.
pables en el día de nuestro Señor 19 Porque está escrito: Destrui-
Jesu Cristo. ré la sabiduría de los sabios, y el
9 Fiel es Dios por el cual fuisteis entendimiento de los entendidos
llamados a la comunión de su haré venir a la nada.
Hijo Jesu Cristo el Señor nuestro. 20 ¿Dónde está el sabio? ¿Dónde
10 Os ruego, pues, hermanos, por el el escriba? ¿Dónde está el dis-
nombre de nuestro Señor Jesu Cris- putador de este mundo? ¿No ha
to, que habléis todos una misma enloquecido Dios la sabiduría de
cosa; y que no haya entre vosotros este mundo?
disensiones; antes seáis perfecta- 21 Porque por no haber el mundo
mente unidos en una misma mente, y conocido en la sabiduría de
en un mismo parecer. Dios a Dios por sabiduría, agra-
11 Porque me ha sido declarado dó a Dios salvar a los creyentes
228
La sabiduría espiritual I Corintios 2
por la locura de la predicación. debilidad, y en temor, y mucho
22 Porque los Judíos piden señal, temblor;
y los Griegos buscan sabiduría; 4 Y ni mi palabra ni mi predica-
23 Mas nosotros predicamos a ción fue con palabras persuasi-
Cristo crucificado, que es a los Ju- vas de humana sabiduría, sino
díos ciertamente tropezadero, y a con demostración del Espíritu y
los Griegos locura: con poder;
24 Empero a los llamados, así Ju- 5 Para que vuestra fe no sea en la
díos como Griegos, Cristo poder sabiduría de hombres, mas en el
de Dios, y sabiduría de Dios. poder de Dios.
25 Porque la locura de Dios es 6 Empero hablamos sabiduría
más sabia que los hombres; y lo entre los perfectos; y sabiduría, no
débil de Dios es más fuerte que de este mundo, ni de los príncipes
los hombres. de este mundo, que vienen a nada;
26 Porque mirad, hermanos, vues- 7 Mas hablamos la sabiduría de
tra vocación, que no sois muchos Dios en misterio, la que está en-
sabios según la carne, no muchos cubierta, la que Dios ordenó antes
poderosos, no muchos nobles: del mundo para nuestra gloria,
27 Antes las cosas necias del 8 La que ninguno de los príncipes
mundo escogió Dios para confun- de este mundo conoció; porque
dir a los sabios; y las cosas débi- si la hubieran conocido, nunca
les del mundo escogió Dios para habrían crucificado al Señor de
confundir a las que son fuertes; gloria;
28 Y las cosas viles del mundo, y 9 Antes, como está escrito: Ojo no
las menospreciadas escogió Dios; y vio, ni oído oyó, ni han en-
las que no son, para deshacer las trado en el corazón del hombre las
que son: cosas que Dios ha preparado para
29 Para que ninguna carne se los que le aman.
jacte en su presencia. 10 Empero Dios nos las reveló a
30 De él empero sois vosotros en nosotros por su Espíritu; porque el
Cristo Jesús, el cual nos ha sido Espíritu todo lo escudriña, aun las
hecho por Dios sabiduría, y justi- profundidades de Dios.
cia, y santificación, y redención; 11 Porque ¿quién de los hombres
31 Para que, como está escrito: El sabe las cosas que son del hom-
que se gloría, gloríese en el Señor. bre, sino el espíritu del mismo
hombre que está en él? así tam-
CAPÍTULO 2 poco nadie conoció las cosas que
YO, hermanos, cuando vine son de Dios, sino el Espíritu de
Y a vosotros, no vine con exce-
lencia de palabra o de sabiduría,
Dios.
12 Y nosotros hemos recibido no el
para anunciaros el testimonio de espíritu del mundo, sino el es-
Dios. píritu que es de Dios; para que
2 Porque había determinado no conozcamos lo que Dios gratui-
saber cosa alguna entre vosotros, tamente nos ha dado.
sino a Jesu Cristo, y a éste cruci- 13 Lo cual también hablamos no
ficado. con palabras que enseña la huma-
3 Y estuve yo con vosotros en na sabiduría, sino en las que ense-
229
I Corintios 3 Los obreros cristianos
ña el Espíritu Santo, comparando za de Dios sois, edificio de Dios sois.
lo espiritual con lo espiritual. 10 Conforme a la gracia de Dios
14 Mas el hombre natural no per- que me ha sido dada, yo como
cibe las cosas que son del Espíri- sabio maestro de obra, puse el
tu de Dios; porque le son locura; fundamento; mas otro edifica
ni las puede conocer, porque son sobre él: empero cada uno vea
espiritualmente examinadas. como edifica sobre él.
15 Empero el espiritual juzga 11 Porque nadie puede poner
todas las cosas; mas él de nadie otro fundamento del que está
es juzgado. puesto, el cual es Jesu Cristo.
16 Porque ¿quién conoció la 12 Y si alguno edificare sobre
mente del Señor, para que le ins- este fundamento oro, plata, pie-
truyese? Mas nosotros tenemos la dras preciosas, madera, heno,
mente de Cristo. hojarasca:
13 La obra de cada uno será
CAPÍTULO 3 hecha manifiesta; porque el día
YO hermanos, no pude habla- la declarará; porque por el fuego
Y ros como a espirituales; sino
como a carnales, como a niños
será revelada, y la obra de cada
cometido:
¿ niendo pleito contra otro, ir a
E
pertenecen al Señor, cómo ha de MPERO en cuanto a lo que a
agradar al Señor. los ídolos es sacrificado, sa-
33 Empero el casado tiene cui- bemos que todos tenemos cono-
dado de las cosas que son del cimiento. El conocimiento hin-
mundo, cómo ha de agradar a su cha, mas la caridad edifica.
esposa. 2 Y si alguno se piensa que sabe
34 Diferencia hay también entre algo, aún no sabe cosa alguna
la mujer casada y la virgen. La como le conviene saber.
mujer no casada, tiene cuidado 3 Mas el que ama a Dios, el tal es
de las cosas del Señor, para ser conocido de él.
santa así en cuerpo como en es- 4 Así que de las viandas que son
píritu; mas la casada, tiene cui- sacrificadas a los ídolos, sabe-
dado de las cosas del mundo, mos que el ídolo nada es en el
cómo ha de agradar a su marido. mundo, y que no hay otro Dios,
35 Esto empero digo para vues- sino sólo uno.
tro propio provecho: no para 5 Porque aunque haya algunos
echaros un lazo, sino para lo que que se llamen dioses, o en el cielo, o
es decente, y para que podáis en la tierra, (como hay muchos
atender a las cosas del Señor sin dioses, y muchos señores,)
distracción. 6 Para nosotros empero hay un
36 Mas si a alguno le parece que sólo Dios, el Padre, del cual son
se conduce indecorosamente todas las cosas, y nosotros en él;
para con su virgen, si la pasa la y un Señor, Jesu Cristo, por el
flor de su edad, y que así convie- cual son todas las cosas, y noso-
ne que se haga, haga lo que él tros por él.
quiera; no peca, que se casen. 7 Mas no en todos hay este co-
37 Empero el que está firme en nocimiento; porque algunos con
su corazón, y no tiene necesidad, conciencia del ídolo hasta ahora,
mas tiene potestad sobre su pro- lo comen como sacrificado a ído-
pia voluntad, y determinó en su los; y su conciencia, siendo débil,
corazón esto, de guardar su vir- es contaminada.
gen, hace bien. 8 Empero la vianda no nos hace
38 Así que el que da su virgen en más aceptos a Dios; porque ni
casamiento, hace bien; mas el que comamos, seremos más ricos:
que no la da, hace mejor. ni que no comamos, seremos más
39 La mujer casada está atada por pobres.
la ley, mientras vive su marido; 9 Mas mirad que esta vuestra li-
mas si su marido muriere, libre bertad no sea de algún modo tro-
es para ser casada con quien qui- pezadero para los que son débiles.
siere; solamente en el Señor. 10 Porque si te ve alguno, a ti
40 Empero más feliz es, según mi que tienes conocimiento, estar
parecer, si se queda así; y pienso sentado a la mesa en el templo
que también yo tengo el Espíritu de los ídolos, ¿la conciencia de
de Dios. aquel que es débil, no será edifi-
cada para comer de lo sacrifica-
do a los ídolos?
235
I Corintios 9 Desinterés de Pablo
11 ¿Y por tu conocimiento se pe- nosotros sin duda está escrito:
recerá el hermano débil, por el que con esperanza debe arar el
cual Cristo murió? que ara; y el que trilla, con es-
12 De esta manera, pues, pecan- peranza de participar de su espe-
do contra los hermanos, e hirien- ranza.
do su débil conciencia, contra 11 Si nosotros os sembramos las
Cristo pecáis. cosas espirituales, ¿será gran
13 Por lo cual si la comida es cosa si segáremos vuestras cosas
para mi hermano ocasión de es- carnales?
cándalo, no comeré carne jamás 12 Si otros son partícipes de esta
por no hacer caer a mi hermano. potestad sobre vosotros, ¿por qué
no más bien nosotros? Mas no
CAPÍTULO 9 hemos usado de esta potestad,
NO soy yo apóstol? ¿no soy antes lo sufrimos todo por no dar
¿ libre? ¿no he visto a Jesu
Cristo el Señor nuestro? ¿no sois
algún impedimento al evangelio
de Cristo.
vosotros mi obra en el Señor? 13 ¿No sabéis que los que minis-
2 Si para los otros no soy apóstol, tran en las cosas santas, comen
a lo menos para vosotros cierta- de las cosas del templo? ¿y los que
mente lo soy; porque el sello de sirven al altar, con el altar parti-
mi apostolado vosotros sois en el cipan?
Señor. 14 Así también ha ordenado el
3 Mi respuesta para con los que Señor a los que predican el evan-
me examinan, es esta: gelio, que vivan del evangelio.
4 ¿No tenemos potestad de comer y 15 Pero yo de ninguna de estas
de beber? cosas he usado; ni tampoco he
5 ¿No tenemos potestad de llevar escrito esto para que se haga así
con nosotros aquí y allá una her- conmigo; porque es mejor para
mana, una esposa, como también mí morir, antes que nadie haga
los otros apóstoles, y los herma- vana mi gloria.
nos del Señor, y Cefas? 16 Porque aunque predique el
6 ¿O sólo yo y Bernabé no tene- evangelio no tengo por qué glo-
mos potestad de no trabajar? riarme; porque me está impuesta
7 ¿Quién jamás salió a la guerra necesidad; y ¡ay de mí, si no pre-
a sus propias expensas? ¿Quién dicare el evangelio!
planta viña, y no come de su 17 Por lo cual si hago esto de vo-
fruto? ¿o quién apacienta el re- luntad, galardón tendré; mas si
baño, y no come de la leche del por fuerza, la dispensación del
rebaño? evangelio me es encargada.
8 ¿Digo yo esto como hombre? 18 ¿Qué, pues, es mi galardón?
¿No dice lo mismo también la ley? Cierto, que predicando el evange-
9 Porque en la ley de Moisés está lio, ponga el evangelio de Cristo de
escrito: No embozalarás la boca balde, por no usar mal de mi
al buey que trilla. ¿Tiene Dios potestad en el evangelio.
cuidado de los bueyes? 19 Por lo cual siendo libre para
10 ¿O dícelo particularmente por con todos, me he hecho siervo de
causa de nosotros? Por causa de todos, para ganar a más.
236
El atleta cristiano I Corintios 10
20 Me he hecho para los Judíos bida espiritual; porque bebían de la
como Judío, para ganar a los Ju- Roca espiritual que los seguía, la
díos; para los que están sujetos a la cual Roca era Cristo:
ley, como sujeto a la ley, para ganar 5 Mas de muchos de ellos no se
a los que están sujetos a la ley. agradó Dios; porque fueron de-
21 Para los que están sin ley, rribados en el desierto.
como sin ley, (no estando yo sin 6 Empero estas cosas fueron
ley a Dios, mas bajo la ley a Cris- ejemplos para nosotros; a fin de
to,) por ganar a los que estaban que no codiciemos cosas malas,
sin ley. como ellos codiciaron:
22 Me he hecho para los débi- 7 Ni seáis idólatras como algunos de
les como débil, para ganar a los ellos, como está escrito: Sen-
débiles. Me he hecho todo para tóse el pueblo a comer y a beber, y
todos, para que de todo punto se levantaron a jugar:
salve a algunos. 8 Ni forniquemos, como algunos
23 Y esto hago por causa del de ellos fornicaron, y cayeron en
evangelio, para ser hecho con vo- un día veinte y tres mil:
sotros partícipe de él. 9 Ni tentemos a Cristo, como al-
24 ¿No sabéis que los que corren gunos de ellos le tentaron, y fue-
en la carrera, todos corren, mas ron destruidos por las serpientes.
uno sólo lleva el premio? Corred 10 Ni murmuréis, como algunos
pues de tal manera que lo alcancéis. de ellos murmuraron, y fueron
25 Y todo aquel que se ejercita destruidos por el destruidor.
en la lucha, es sobrio en todo; y 11 Mas todas estas cosas les
aquellos lo hacen para recibir una acontecieron como ejemplos, y
corona corruptible; mas noso- son escritas para nuestra amo-
tros, incorruptible. nestación, sobre quien los fines del
26 Así que yo de esta manera mundo son venidos.
corro, no como a cosa incierta: 12 Así que el que se piensa estar
de esta manera peleo, no como firme, mire que no caiga.
quien hiere al aire: 13 No os ha tomado alguna ten-
27 Antes hiero mi cuerpo, y lo tación, fuera de las que son co-
pongo en servidumbre; para que munes a los hombres; mas fiel es
predicando a los otros, no sea yo Dios, que no os dejará ser tenta-
mismo reprobado. dos más de lo que podéis; antes
dará también salida con la ten-
CAPÍTULO 10 tación, para que la podáis llevar.
AS no quiero, hermanos, 14 Por lo cual, amados míos, huid
M que ignoréis, que nuestros
padres todos estuvieron debajo
de la idolatría.
15 Como a sabios hablo, juzgad
de la nube, y todos pasaron por vosotros lo que digo.
el mar; 16 La copa de bendición la cual
2 Y todos en Moisés fueron bauti- bendecimos, ¿no es la comunión de
zados en la nube y en el mar; la sangre de Cristo? el pan
3 Y todos comieron la misma que rompemos, ¿no es la comu-
vianda espiritual; nión del cuerpo de Cristo?
4 Y todos bebieron la misma be- 17 Porque siendo muchos, somos
237
I Corintios 11 Exhortaciones contra la idolatría
un solo pan, y un solo cuerpo; 30 Pero si yo por gracia soy par-
porque todos participamos de tícipe, ¿por qué soy blasfemado
aquel mismo pan. por lo que hago gracias?
18 Mirad a Israel según la carne, 31 Si pues coméis, o si bebéis, o
los que comen los sacrificios, ¿no hacéis otra cosa, hacedlo todo a
son participantes del altar? gloria de Dios.
19 ¿Pues qué digo? ¿Qué el ídolo 32 No deis ofensa a los Judíos, ni a
es algo? ¿o qué lo que es sacrifi- los Gentiles, ni a la iglesia de Dios:
cado a los ídolos es algo? 33 Como también yo en todas las
20 Antes, digo que las cosas que cosas agrado a todos: no buscan-
los Gentiles sacrifican, a los de- do mi propio provecho, sino el
monios lo sacrifican, y no a Dios; de muchos, para que ellos sean
y no quisiera que vosotros tuvie- salvos.
seis comunión con los demonios.
21 No podéis beber la copa del CAPÍTULO 11
Señor, y la copa de los demonios: ED seguidores de mí, como yo
no podéis ser partícipes de la
Y CAPÍTULO 12
EN cuanto a los dones espiri-
tuales, no quiero, hermanos,
vos o libres; y a todos se nos ha
hecho beber en un Espíritu.
14 Porque tampoco el cuerpo no
que seáis ignorantes. es un solo miembro, sino muchos.
2 Sabéis que erais Gentiles, 15 Si dijere el pie: Porque no soy
yendo, como erais llevados, a los mano, no soy del cuerpo: ¿por
ídolos mudos. eso no será del cuerpo?
3 Por tanto os hago saber, que 16 Y si dijere la oreja: Porque no
nadie que hable por el Espíritu soy ojo, no soy del cuerpo: ¿por
de Dios, llama anatema a Jesús, eso no será del cuerpo?
y que nadie puede llamar a Jesús 17 Si todo el cuerpo fuese ojo,
Señor, sino por el Espíritu Santo. ¿dónde estaría el oído? si todo fuese oído,
4 Empero hay diferencias de ¿dónde estaría el olfato?
dones; mas el mismo Espíritu. 18 Mas ahora Dios ha colocado
5 Y hay diferencias de ministe- los miembros cada uno de ellos
rios; mas el mismo Señor. por si en el cuerpo, como él quiso.
6 Y hay diferencias de operacio- 19 Que si todos fueran un mismo
nes; mas el mismo Dios es, el que miembro, ¿dónde estuviera el
obra todas las cosas en todos. cuerpo?
7 Empero a cada uno le es dada 20 Mas ahora muchos miembros
la manifestación del Espíritu son, a la verdad, empero un cuerpo.
para provecho. 21 No puede el ojo decir a la
8 Porque a éste es dada por el mano: No te he menester: ni
Espíritu palabra de sabiduría: al tampoco la cabeza a los pies: No
otro, palabra de conocimiento tengo necesidad de vosotros.
segun el mismo Espíritu: 22 Antes, los miembros del cuer-
9 A otro, fe por el mismo Espíri- po que parecen más flacos, son
tu; y a otro, dones de sanidades mucho más necesarios;
por el mismo Espíritu: 23 Y los miembros del cuerpo que
10 A otro, operaciones de mila- estimamos menos dignos, a éstos
gros; y a otro, profecía; y a otro, ceñimos más honrosamente; y
discernimiento de espíritus; y a los que en nosotros son menos
otro, diversos géneros de lenguas; y decentes, tienen más decoro.
a otro, interpretación de lenguas. 24 Porque los que en nosotros son
11 Mas todas estas cosas obra uno y más decorosos, no tienen necesi-
el mismo Espíritu, repartien- dad de nada; mas Dios templó a
do particularmente a cada uno una el cuerpo, dando más abun-
como él quiere. dante honor al que le faltaba;
12 Porque de la manera que es 25 Para que no haya disensión en el
uno el cuerpo, y tiene muchos cuerpo, sino que los miembros
miembros, empero todos los tengan el mismo cuidado los
miembros de este un cuerpo, unos por los otros.
siendo muchos, son un mismo 26 De tal manera que si el un
cuerpo, así también es Cristo. miembro padece, todos los
13 Porque por un Espíritu somos miembros a una se duelen: o si
todos bautizados en un cuerpo, el un miembro es honrado, todos
ora Judíos o Gentiles, ora sier- los miembros a una se regocijan.
240
Excelencia de la caridad I Corintios 14
27 Vosotros, pues, sois el cuerpo todo lo espera, todo lo soporta.
de Cristo, y miembros en particular. 8 La caridad nunca se acaba:
28 Y a unos puso Dios en la igle- aunque las profecías se han de
sia, primeramente apóstoles, se- acabar, y cesar las lenguas, y
gundo profetas, tercero maestros, desaparecer el conocimiento.
después milagros, después dones 9 Porque en parte conocemos, y
de sanidades, auxilios, goberna- en parte profetizamos.
ciones, géneros de lenguas. 10 Mas cuando venga lo que es lo
29 ¿Son todos apóstoles? ¿son perfecto, entonces lo que es en parte
todos profetas? ¿son todos maes- será abolido.
tros? ¿son todos hacedores de mi- 11 Cuando yo era niño, hablaba
lagros? como niño, pensaba como niño,
30 ¿Tienen todos dones de sani- razonaba como niño; mas cuan-
dades? ¿hablan todos lenguas? do ya fui hombre hecho, puse a un
¿interpretan todos? lado las cosas de niño.
31 Empero desead con vehemen- 12 Porque ahora vemos por es-
cia los mejores dones; y aun yo pejo oscuramente; mas enton-
enseño un camino más excelente. ces, cara a cara. Ahora conozco en
parte; mas entonces conoceré como
CAPÍTULO 13 soy conocido.
I yo hablase en lenguas de 13 Y ahora permanece la fe, la es-
S hombres y de ángeles, y no
tuviese caridad, soy hecho como
peranza, y la caridad, estas tres;
empero la mayor de ellas es la
latón que resuena, o címbalo que caridad.
retiñe.
2 Y si tuviere el don de profecía, CAPÍTULO 14
y entendiese todos los misterios, EGUID la caridad: codiciad los
y todo conocimiento; y si tuviese
246
La Segunda Epístola del Apóstol Pablo a los
CORINTIOS
P CAPÍTULO 1
ABLO, apóstol de Jesu Cristo
cargados sobre nuestras fuerzas,
de tal manera que aun dudába-
por la voluntad de Dios, y el mos de la vida:
hermano Timoteo, a la iglesia 9 Mas nosotros tuvimos en noso-
de Dios que está en Corinto, con tros mismos sentencia de muerte,
todos los santos que están por para que no confiásemos en no-
toda la Acaya. sotros mismos, sino en Dios, que
2 Gracia a vosotros, y paz de levanta los muertos:
Dios nuestro Padre, y del Señor 10 El cual nos libró de tan grande
Jesu Cristo. muerte, y nos libra: en el cual es-
3 Bendito sea Dios y Padre de peramos que aún nos librará;
nuestro Señor Jesu Cristo, el 11 Ayudándonos también voso-
Padre de misericordias, y el Dios tros con oración por nosotros,
de toda consolación; para que por el don concedido
4 El cual nos consuela en todas para nosotros por medio de mu-
nuestras tribulaciones; para que chas personas, por muchas sean
podamos nosotros consolar a los dadas gracias por nosotros.
que están en cualquiera angustia, 12 Porque nuestra gloria es esta,
con la consolación con que no- el testimonio de nuestra concien-
sotros mismos somos consolados cia, que en simplicidad y since-
de Dios. ridad de Dios, no en sabiduría
5 Porque de la manera que abun- carnal, mas por la gracia de Dios,
dan en nosotros los sufrimientos hemos conversado en el mundo,
de Cristo, así abunda también y más abundantemente con vo-
por Cristo nuestra consolación. sotros.
6 Mas ahora sea que seamos atri- 13 Porque no os escribimos otras
bulados, es por vuestra consola- cosas de las que leéis, o también
ción y salvación, la cual es efi- reconocéis; y espero que aun
ciente en el sufrir de las mismas hasta el fin las reconoceréis:
aflicciones que nosotros también 14 Como también en parte nos
padecemos; o si somos consola- habéis reconocido que somos
dos, es por vuestra consolación y vuestra gloria, como también vo-
salvación. sotros sois la nuestra, en el día del
7 Y nuestra esperanza de voso- Señor Jesús.
tros es firme, estando ciertos que 15 Y en esta confianza quise pri-
como sois participantes de los mero venir a vosotros, para que
sufrimientos, así también lo seréis de tuvieseis otro segundo beneficio:
la consolación. 16 Y pasar por vosotros a Mace-
8 Porque, hermanos, no quere- donia; y de Macedonia venir otra
mos que ignoréis de nuestra tri- vez a vosotros, y ser llevados por
bulación que nos fue hecha en vosotros a Judea.
Asia, que sobre manera fuimos 17 Pues cuando propuse esto,
247
II Corintios 2 Consolaciones de Dios
¿usé quizá de liviandad? ¿o lo no para que fueseis entristecidos,
que me propongo, lo propongo sino para que conocieseis cuán
según la carne, para que haya en abundante amor tengo para con
mí sí, sí, y no, no? vosotros.
18 Antes como Dios es fiel, nues- 5 Que si alguno ha causado tris-
tra palabra para con vosotros no teza, no me entristeció a mí sino en
ha sido sí y no. parte, por no sobrecargaros a todos
19 Porque el Hijo de Dios, Jesu vosotros.
Cristo, que por nosotros ha sido 6 Bástale al tal este castigo que
entre vosotros predicado, por mí, fue hecho por muchos:
y Silvano, y Timoteo, no ha sido 7 De manera que, al contrario,
sí y no; mas en él ha sido sí. vosotros debéis más bien perdo-
20 Porque todas las promesas de narle, y consolarle, porque no sea
Dios son en él sí, y en él Amén el tal consumido de demasiada
para gloria de Dios por nosotros. tristeza.
21 Y el que nos confirma con 8 Por lo cual os ruego que con-
vosotros en Cristo, y el que nos firméis vuestro amor para con él.
ungió, es Dios: 9 Porque también por este fin
22 El cual también nos selló, y os escribí a vosotros, para cono-
nos dio las arras del Espíritu en cer la prueba de vosotros, si sois
nuestros corazones. obedientes en todas las cosas.
23 Mas yo llamo a Dios por testi- 10 Al que vosotros perdonareis
go sobre mi alma, que por perdo- cualquiera cosa, yo también;
naros, no he venido hasta ahora porque si yo he perdonado algu-
a Corinto: na cosa, a quien lo he perdonado,
24 No que nosotros tengamos por vuestra causa lo he hecho en la
señorío sobre vuestra fe; antes persona de Cristo;
somos ayudadores de vuestro gozo, 11 Para que Satanás no nos gane
porque por la fe estáis firmes. alguna ventaja; porque no igno-
ramos sus maquinaciones.
CAPÍTULO 2 12 Mas cuando yo vine a Troas
MPERO esto he determinado para predicar el evangelio de Cris-
E en mi mismo, de no venir
otra vez a vosotros con tristeza.
to, y me fue abierta puerta en el
Señor,
2 Porque si yo os entristezco, 13 No tuve reposo en mi espíritu,
¿quién será pues el que me ale- por no haber hallado a Tito mi
grará, sino el mismo a quien yo hermano; y así despidiéndome
entristeciera? de ellos, me partí desde allí para
3 Y esto mismo os escribí, por- Macedonia.
que cuando viniere no tuviese 14 Mas gracias a Dios, el cual
tristeza de aquellos de los cua- hace que siempre triunfemos en
les me debería alegrar; teniendo Cristo; y manifiesta el olor de su
confianza en todos vosotros que conocimiento por nosotros en
mi gozo es el de todos vosotros. todo lugar;
4 Porque en medio de mucha tri- 15 Porque somos para Dios suave
bulación y angustia de corazón olor de Cristo en los que son sal-
os escribí con muchas lágrimas: vos, y en los que perecen:
248
Gloria del nuevo pacto II Corintios 4
16 A éstos olor de muerte para 8 ¿Cuánto más no será para glo-
muerte; y a aquéllos olor de vida ria el ministerio del espíritu?
para vida. Y para estas cosas 9 Porque si el ministerio de con-
¿quién es suficiente? denación fue gloria, mucho más
17 Porque no somos como mu- abundará en gloria el ministerio
chos, mercaderes falsos que de justicia.
corrompen la palabra de Dios: 10 Porque lo que fue hecho glo-
antes como de sinceridad, como rioso, ni aun fue glorioso en este
de Dios, delante de Dios, habla- respecto, por razón de la gloria
mos en Cristo. que sobresale.
11 Porque si lo que se acaba fue
CAPÍTULO 3 para gloria, mucho más es para
COMENZAMOS otra vez a gloria lo que permanece.
¿ alabarnos a nosotros mismos?
¿O tenemos necesidad, como
12 Así que teniendo tal esperanza,
hablamos con mucha franqueza.
algunos, de cartas de recomen- 13 Y no como Moisés, que ponía
dación para vosotros, o de reco- un velo sobre su rostro, para que
mendación de vosotros? los hijos de Israel no pudiesen
2 Nuestra carta sois vosotros, es- fijar los ojos en el fin de aquello
crita en nuestros corazones, cono- que se había de ser abolido:
cida y leída de todos los hombres; 14 Mas las mentes de ellos fueron
3 Por cuanto es manifiesto que cegadas; porque hasta el día de
vosotros sois la carta de Cristo hoy queda el mismo velo sin ser
ministrada por nosotros, y escri- quitado en la lectura del antiguo
ta no con tinta, sino con el Espí- testamento, el cual velo es quita-
ritu del Dios vivo: no en tablas do en Cristo.
de piedra, sino en las tablas de 15 Y aun hasta el día de hoy,
carne del corazón. cuando Moisés es leído, el velo
4 Y tal confianza tenemos por está sobre el corazón de ellos.
Cristo para con Dios. 16 Empero cuando se convirtie-
5 No que seamos suficientes de ren al Señor, el velo será quitado.
nosotros mismos para pensar 17 Porque el Señor es aquel Espí-
algo como de nosotros mismos; ritu; y donde está el Espíritu del
sino que nuestra suficiencia es Señor, allí hay libertad.
de Dios: 18 Empero nosotros todos, con
6 El cual también nos ha hecho cara descubierta, mirando como en
ministros suficientes del nuevo un espejo la gloria del Señor,
testamento: no de la letra, sino somos transformados en la misma
del espíritu; porque la letra mata, imagen de gloria en gloria, como
mas el espíritu vivifica. por el Espíritu del Señor.
7 Empero si el ministerio de
muerte, escrito y grabado en pie- CAPÍTULO 4
dras, fue para gloria, tanto que OR lo cual teniendo nosotros
los hijos de Israel no pudiesen
igualdad:
P rio para los santos, por demás
me es escribiros;
15 Como está escrito: Al que reco- 2 Porque conozco la prontitud de
gió mucho, no le sobró; y al que vuestro ánimo, por cuyo motivo
recogió poco, no le faltó nada. me glorío de vosotros entre los de
16 Empero gracias a Dios que Macedonia, que Acaya está aperci-
puso la misma solicitud por vo- bida desde el año pasado; y vues-
sotros en el corazón de Tito. tro celo ha provocado a muchos.
17 Porque en verdad aceptó la 3 Sin embargo he enviado a los
exhortación; mas estando él muy hermanos, porque nuestra glo-
solícito, de su propia voluntad se ria de vosotros no sea vana en
partió para vosotros. esta parte; para que, como lo he
18 Y enviamos con él al hermano, dicho, estéis apercibidos;
cuya alabanza en el evangelio es 4 Porque no sea que si vinieren
por todas las iglesias. conmigo los de Macedonia, y os
19 Y no sólo esto, sino que tam- hallaren desapercibidos, y nos
bién fue elegido por las iglesias avergoncemos nosotros, (por no
para acompañarnos en nuestro decir vosotros,) de esta confian-
viaje con este beneficio, que es za de gloria.
administrado por nosotros para 5 Por tanto tuve por cosa nece-
gloria del mismo Señor, y decla- saria exhortar a los hermanos
ración de vuestra voluntad pronta: que fuesen primero a vosotros, y
20 Evitando esto, que nadie nos aparejasen primero vuestra ben-
vitupere en esta abundancia que dición antes prometida, para que
ministramos: esté aparejada como bendición, y
21 Procurando las cosas honestas, no como avaricia.
no sólo delante del Señor, sino 6 Esto empero digo: El que siem-
254
Autoridad de Pablo II Corintios 10
bra escasamente, también segará dulzura de Cristo, (yo que en pre-
escasamente; y el que siembra sencia soy despreciable entre vo-
abundantemente, segará tam- sotros, pero que estando ausente
bién abundantemente. soy osado para con vosotros,)
7 Cada uno como propuso en su 2 Ruégoos, pues, que cuando es-
corazón, así dé, no con tristeza, o tuviere presente, no tenga que
por necesidad; porque Dios ama ser osado con la confianza con
el dador alegre. que pienso ser osado contra al-
8 Y poderoso es Dios para hacer gunos, que nos tienen como si
que abunde en vosotros toda gra- anduviésemos según la carne:
cia, para que teniendo toda sufi- 3 Porque aunque andamos en
ciencia en todas cosas, abundéis la carne, no militamos según la
para toda buena obra. carne:
9 Como está escrito: Esparció; 4 (Porque las armas de nuestra
dio a los pobres; su justicia per- milicia no son carnales, sino po-
manece por siempre. derosas por Dios para derribar
10 Y el que da la simiente al que fortalezas;)
siembra, también dará pan para 5 Derribando imaginaciones, y
comer; y multiplicará vuestra se- toda cosa alta que se levanta
mentera, y aumentará los frutos contra el conocimiento de Dios;
de vuestra justicia; y poniendo bajo cautiverio todo
11 Para que enriquecidos en todo, pensamiento a la obediencia de
abundéis en toda liberalidad, la Cristo,
cual obra por nosotros acción de 6 Y estando prestos para ven-
gracias a Dios. gar toda desobediencia, cuando
12 Porque la administración de vuestra obediencia fuere cumpli-
este servicio no solamente suple da.
lo que a los santos falta, mas 7 ¿Miráis las cosas según la apa-
también abunda en muchas ac- riencia exterior? Si alguno está
ciones de gracias a Dios; confiado en sí mismo que es de
13 Que por la experiencia de esta Cristo, esto también piense por sí
administración, glorifican a Dios mismo, que como él es de Cris-
por vuestra sujeción que profe- to, así también nosotros somos
sáis al evangelio de Cristo, y por de Cristo.
la liberalidad de vuestra distribución 8 Porque aunque yo me gloríe
para con ellos, y para con todos; algún tanto más de nuestra au-
14 Y por la oración de ellos por toridad, (la cual el Señor nos
vosotros, los cuales os anhelan ha dado para edificación, y no
de corazón a causa de la abun- para vuestra destrucción,) no me
dantísima gracia de Dios en vo- avergonzaré.
sotros. 9 A fin de que no parezca como
15 Gracias a Dios por su inefable que os quiero espantar por car-
don. tas.
10 Porque dicen ellos, sus cartas
CAPÍTULO 10 son graves y fuertes; mas su pre-
MPERO yo, Pablo mismo, os sencia corporal débil, y su pala-
E ruego por la mansedumbre y
255
bra despreciable.
II Corintios 11 Pablo defiende su potestad
11 Esto piense el tal, que cuales he desposado a un marido, para
somos en la palabra por cartas presentaros como a una virgen
estando ausentes, tales seremos tam-pura a Cristo.
bién de hecho estando presentes. 3 Mas tengo miedo de que, en al-
12 Porque no osamos ni a con- guna manera, como la serpiente
tarnos, ni a compararnos con engañó a Eva por su astucia, así
algunos que se alaban a sí mis- sean corrompidas vuestras men-
mos; mas ellos midiéndose a sí tes, de la simplicidad que es en
mismos por sí mismos, y compa- Cristo:
rándose a sí mismos consigo mis- 4 Porque si el que viene predi-
mos, no entienden. ca otro Jesús que nosotros no
13 Nosotros empero no nos jac- hemos predicado, o si vosotros
taremos de cosas fuera de nuestra recibís otro espíritu del que ha-
medida; sino conforme a la me- béis recibido, u otro evangelio
dida de la regla que Dios nos ha del que habéis aceptado, le su-
repartido, medida que llega tam- frierais bien.
bién hasta vosotros, 5 Empero yo pienso, que en nada he
14 Porque no nos extendemos sido inferior a los más gran-
más allá de nuestra medida, como des apóstoles.
si no llegásemos hasta vosotros; 6 Porque aunque soy rudo en la
porque también hasta vosotros palabra, no empero en el cono-
hemos llegado en el evangelio de cimiento; mas en todas las cosas
Cristo: hemos sido enteramente mani-
15 No gloriándonos fuera de me- fiestos a vosotros.
dida, en trabajos ajenos; mas 7 ¿Acaso cometí un pecado en
teniendo esperanza de que en haberme humillado a mí mismo,
creciendo vuestra fe, seremos para que vosotros fueseis ensal-
abundantemente engrandecidos zados, porque os he predicado el
entre vosotros conforme a nues- evangelio de Dios gratuitamente?
tra regla; 8 Despojé las otras iglesias, reci-
16 Para predicar el evangelio biendo salario de ellos para servir a
en las regiones que están más allá de
vosotros.
vosotros, no en la medida de otro, 9 Y estando con vosotros, y te-
para gloriarnos de lo que ya estaba niendo necesidad, a ninguno fui
aparejado. carga; porque lo que me faltaba,
17 Mas el que se gloría, gloríese lo suplieron los hermanos que vi-
en el Señor. nieron de Macedonia; y en todas
18 Porque no el que se alaba a sí cosas me guardé de seros gravo-
mismo, el tal es aprobado; mas so, y me guardaré.
aquel a quien el Señor alaba. 10 Como la verdad de Cristo es en
mí, nadie me impedirá esta jac-
CAPÍTULO 11 tancia en las regiones de Acaya.
LUGUIESE a Dios que voso- 11 ¿Por qué? ¿por qué no os amo?
259
La Epístola del Apóstol Pablo a los
GÁLATAS
P CAPÍTULO 1
ABLO apóstol, (no de los
ha sido predicado por mí, no es
según hombre.
hombres, ni por hombre, sino 12 Porque ni yo lo recibí de hom-
por Jesu Cristo, y por Dios el bre, ni tampoco me fue enseña-
Padre, que lo resucitó de entre do, sino por revelación de Jesu
los muertos), Cristo.
2 Y todos los hermanos que están 13 Porque ya habéis oído cual fue
conmigo, a las iglesias de Galacia: mi conducta en otro tiempo en
3 Gracia a vosotros, y paz de el Judaísmo como sobre manera
Dios el Padre y nuestro Señor perseguía la iglesia de Dios, y la
Jesu Cristo, asolaba;
4 El cual se dio a sí mismo por 14 Y que aprovechaba en el Ju-
nuestros pecados para librarnos daísmo sobre muchos de mis
de este presente mundo malo, iguales en mi nación, siendo más
conforme a la voluntad de Dios y vehementemente celoso de las
Padre nuestro: tradiciones de mis padres.
5 Al cual sea gloria por siempre 15 Mas cuando plugo a Dios, que
jamás. Amén. me apartó desde el vientre de mi
6 Estoy maravillado de que tan madre, y me llamó por su gracia,
pronto os hayáis traspasado de 16 Revelar a su Hijo en mí, para
aquel que os llamó a la gracia de que yo le predicase entre los
Cristo, a otro evangelio: Gentiles, no consulté en seguida
7 El cual no es otro, sino que con carne y sangre;
hay algunos que os perturban, y 17 Ni subí a Jerusalem a los que
quieren pervertir el evangelio de eran apóstoles antes que yo; sino
Cristo. que me fui a Arabia; y volví de
8 Mas si nosotros, o un ángel del nuevo a Damasco.
cielo os predicare otro evangelio 18 Después, pasados tres años,
del que os hemos predicado, sea subí a Jerusalem a ver a Pedro, y
maldito. estuve con él quince días.
9 Como antes hemos dicho, tam- 19 Mas a ningún otro de los após-
bién ahora decimos otra vez: Si toles vi, sino a Jacobo el herma-
alguien os predicare otro evan- no del Señor.
gelio del que habéis recibido, sea 20 Y en esto, que os escribo, he
maldito. aquí, delante de Dios, que no
10 Porque ¿persuado yo ahora a miento.
los hombres, o a Dios? ¿o procu- 21 Después vine a las regiones de
ro de agradar a hombres? Porque Siria y de Cilicia;
si todavía agradara a los hom- 22 Y no era conocido de vista a
bres, no sería siervo de Cristo. las iglesias de Judea, que eran en
11 Empero os hago saber, her- Cristo:
manos, que el evangelio que os 23 Mas solamente habían oído:
260
Pablo resiste a Pedro Gálatas 2
Que el que en otro tiempo nos nas, conocieron la gracia que me
perseguía, ahora predica la fe era dada, nos dieron las diestras
que en un tiempo destruía: de compañía a mí y a Bernabé,
24 Y glorificaban a Dios en mí. para que nosotros fuésemos a los
Gentiles, y ellos a la circuncisión.
CAPÍTULO 2 10 Solamente querían que nos
ESPUÉS, pasados catorce acordásemos de los pobres; lo cual
D años, subí otra vez a Jeru-
salem con Bernabé, tomando
también yo hacía con solicitud.
11 Mas cuando Pedro vino a An-
también conmigo a Tito. tioquía, le resistí en su cara, por-
2 Subí empero por revelación, y que era de condenar.
comuniqué con ellos el evange- 12 Porque antes que viniesen
lio que predico entre los Genti- ciertos de parte de Jacobo, comía con
les; mas particularmente con los los Gentiles; mas cuando vi-
que parecían ser algo, por no co- nieron, se retrajo, y se apartó de
rrer, o haber corrido en vano. ellos, teniendo miedo de los que
3 Mas ni aun Tito, que estaba eran de la circuncisión.
conmigo, siendo Griego, fue 13 Y los otros Judíos disimulaban
compelido a circuncidarse: también con él, de tal manera
4 Y esto por causa de los falsos que aun Bernabé fue llevado con su
hermanos entremetidos secreta- simulación.
mente, los cuales entraban encu- 14 Mas cuando yo vi que no an-
biertamente para espiar nuestra daban derechamente conforme
libertad que tenemos en Cristo a la verdad del evangelio, dije
Jesús, para reducirnos a servi- a Pedro delante de todos: Si tú,
dumbre; siendo Judío, vives como los
5 A los cuales ni aun por una Gentiles, y no como los Judíos,
hora cedimos en sujeción, para ¿por qué constriñes a los Genti-
que la verdad del evangelio per- les a judaizar?
maneciese con vosotros. 15 Nosotros que somos Judíos por
6 Empero de aquellos que pare- naturaleza, y no pecadores de los
cían ser algo (lo que hayan sido, Gentiles,
no tengo que ver; Dios no acepta 16 Sabiendo que el hombre no es
la apariencia del hombre), a mí justificado por las obras de la ley,
ciertamente los que parecían ser sino por la fe de Jesu Cristo, no-
algo, nada me comunicaron: sotros también hemos creído en
7 Antes por el contrario, como Jesu Cristo, para que fuésemos
vieron que el evangelio de la in- justificados por la fe de Cristo,
circuncisión me había sido dado, y no por las obras de la ley; por
como a Pedro el de la circunci- cuanto por las obras de la ley
sión; ninguna carne será justificada.
8 (Porque el que obró eficazmen- 17 Y si buscando nosotros de ser
te en Pedro para el apostolado de justificados en Cristo, también
la circuncisión, obró también en nosotros somos hallados pecado-
mí para con los Gentiles;) res, ¿es por eso Cristo ministro
9 Y cuando Jacobo, y Cefas, y de pecado? ¡No lo permita Dios!
Juan, que parecían ser las colum- 18 Porque si las cosas que des-
261
Gálatas 3 La ley y la fe
truí, las mismas vuelvo a edificar, maldición están; porque escrito
transgresor me hago. está: Maldito todo aquel que no
19 Porque yo por la ley soy muerto permaneciere en todas las cosas
a la ley, a fin de que viva para Dios. que están escritas en el libro de la
20 Soy crucificado con Cristo; ley, para hacerlas.
mas vivo, no ya yo, sino que Cris- 11 Mas que por la ley ninguno se
to vive en mí; y la vida que ahora justifica delante de Dios, es ma-
vivo en la carne, la vivo por la fe nifiesto; porque: El justo por la
del Hijo de Dios, el cual me amó, fe vivirá.
y se entregó a sí mismo por mí. 12 Y la ley no es de la fe; antes:
21 No desecho la gracia de Dios; El hombre que las hiciere, vivirá
por que si por la ley es la justicia, en ellas.
entonces Cristo murió en vano. 13 Cristo nos redimió de la mal-
dición de la ley, hecho por noso-
CAPÍTULO 3 tros maldición; (porque escrito
OH Gálatas insensatos! ¿quién está: Maldito todo aquel que es
¡ os hechizó para no obedecer a la colgado en madero:)
verdad; delante de cuyos ojos Jesu 14 A fin de que la bendición de
Cristo fue claramente represen- Abraham viniese sobre los Genti-
tado, crucificado entre vosotros? les por Jesu Cristo; para que por
2 Esto solo quiero saber de voso- la fe recibamos la promesa del
tros: ¿Recibisteis el Espíritu por Espíritu.
las obras de la ley, o por el oír 15 Hermanos, hablo como hom-
de la fe? bre: Aunque un pacto sea de hom-
3 ¿Tan insensatos sois, habiendo bre, si fuere confirmado, nadie le
comenzado en el Espíritu, ahora abroga ni le añade.
os perfeccionéis por la carne? 16 Ahora bien, a Abraham, fue-
4 ¿Tantas cosas habéis padecido ron hechas las promesas, y a su
en vano? si empero en vano. simiente. No dice: Y a las simien-
5 El, pues, que os suministra el tes, como de muchos; sino como
Espíritu, y obra milagros entre de uno: Y a tu simiente, la cual
vosotros, ¿lo hace por las obras de la es Cristo.
ley, o por el oír de la fe? 17 Por lo que esto digo: Que el
6 Así como Abraham creyó a pacto confirmado antes por Dios en
Dios, y le fue imputado a justicia. Cristo, la ley que fue dada
7 Sabed, pues, que los que son de la cuatrocientos y treinta años des-
fe, los tales son hijos de Abraham. pués, no le puede abrogar, para
8 Y viendo antes la Escritura, invalidar la promesa.
que Dios por la fe había de justi- 18 Porque si la herencia es por la
ficar a los Gentiles, predicó antes ley, ya no será por la promesa:
el evangelio a Abraham, diciendo: Mas Dios la dio a Abraham por la
Todas las naciones serán bende- promesa.
cidas en ti. 19 ¿De qué, pues, sirve la ley? fue
9 Así pues los que son de la fe, añadida por causa de las trans-
son benditos con el fiel Abraham. gresiones, (hasta que viniese la
10 Porque todos los que son de simiente a quien fue hecha la
las obras de la ley, debajo de promesa,) ordenada por ánge-
262
La servidumbre de la ley Gálatas 4
les, en mano de un mediador. a servidumbre debajo de los ele-
20 Y un mediador no es de uno; mentos del mundo:
mas Dios es uno. 4 Mas cuando vino el cumpli-
21 ¿Es pues la ley contra las pro- miento del tiempo, Dios envió a su
mesas de Dios? ¡No lo permita Hijo, hecho de mujer, hecho
Dios!; porque si se hubiese dado debajo de la ley,
una ley que pudiera vivificar, la 5 Para que redimiese los que es-
justicia verdaderamente habría taban debajo de la ley, a fin de que
sido por la ley. recibiésemos la adopción de hijos.
22 Mas la Escritura encerró todo 6 Y por cuanto sois hijos, envió
debajo de pecado, para que la Dios el Espíritu de su Hijo en
promesa, por la fe de Jesu Cristo, vuestros corazones, el cual
fuese dada a los que creen. clama: Abba, Padre.
23 Empero antes que viniese la 7 Así que ya no eres más siervo,
fe estábamos guardados debajo sino hijo; y si hijo, también here-
de la ley, encerrados para aque- dero de Dios por Cristo.
lla fe, que había de ser revelada. 8 Empero entonces, cuando no
24 De manera que la ley fue conocíais a Dios, servíais a los
nuestro ayo para llevarnos a Cris- que por naturaleza no son dioses.
to, para que fuésemos justifica- 9 Mas ahora habiendo conocido
dos por la fe. a Dios, o más bien, siendo cono-
25 Mas venida la fe, ya no esta- cidos de Dios, ¿cómo os volvéis
mos debajo del ayo. de nuevo a los débiles y pobres
26 Porque vosotros todos sois hijos elementos, a los cuales queréis
de Dios por la fe en Cristo Jesús. volver a servir?
27 Porque todos los que habéis 10 Guardáis días, y meses, y
sido bautizados en Cristo, de tiempos, y años.
Cristo estáis revestidos. 11 Me temo de vosotros, de que
28 No hay Judío, ni Griego; no haya yo trabajado en vano
no hay siervo, ni libre; no hay con vosotros.
varón, ni hembra; porque todos 12 Os ruego, hermanos, que seáis
vosotros sois uno en Cristo Jesús. como yo; porque yo soy como vo-
29 Y si vosotros sois de Cristo, en- sotros: ningún agravio me habéis
tonces la simiente de Abraham hecho.
sois, y herederos según a la pro- 13 Vosotros sabéis, que en fla-
mesa. queza de la carne os prediqué el
evangelio al principio
CAPÍTULO 4 14 Empero mi tentación que fue
AS digo: Entre tanto que el en mi carne no desechasteis ni
M heredero es niño, en nada
difiere del siervo, aunque es
menospreciasteis; antes me reci-
bisteis como a un ángel de Dios,
señor de todo; como a Cristo Jesús.
2 Antes está debajo de tutores y 15 ¿Dónde está, pues, vuestra
curadores hasta el tiempo seña- bienaventuranza? porque yo os
lado por el padre. doy testimonio, que si hubiera
3 Así también nosotros, cuando sido posible, vuestros mismos ojos
éramos niños, estábamos sujetos hubierais sacado para dármelos.
263
Gálatas 5 Alegoría de Sara y Agar
16 ¿Me he hecho pues vuestro nació según la carne, perseguía al
enemigo, diciéndoos la verdad? que nació según el Espíritu; así
17 Ellos tienen celo por vosotros, también ahora.
no bien; antes os quieren ence- 30 Mas ¿qué dice la Escritura?
rrar afuera para que vosotros Echa fuera a la sierva y a su hijo;
tengáis celo por ellos. porque no será heredero el hijo
18 Bueno es ser celosos en bien de la sierva con el hijo de la libre.
siempre; y no solamente cuando 31 De manera que, hermanos, no
estoy presente con vosotros. somos hijos de la sierva, sino de
19 Hijitos míos, por quienes la libre.
vuelvo otra vez a estar en dolo-
res de parto, hasta que Cristo sea CAPÍTULO 5
formado en vosotros, STAD, pues, firmes en la li-
20 Querría estar presente con
266
La Epístola del Apóstol Pablo a los
EFESIOS
P CAPÍTULO 1
ABLO, apóstol de Jesu Cristo
obra todas las cosas según el
consejo de su propia voluntad:
por la voluntad de Dios, a los 12 Para que seamos para alaban-
santos que están en Éfeso, y fie- za de su gloria, nosotros que pri-
les en Cristo Jesús: mero esperamos en Cristo:
2 Gracia a vosotros, y paz de 13 En el cual esperasteis también
Dios Padre nuestro, y del Señor vosotros en oyendo la palabra
Jesu Cristo. de verdad, el evangelio de vues-
3 Bendito sea el Dios y Padre de tra salvación: en el cual también
nuestro Señor Jesu Cristo, el cual desde que creísteis, fuisteis sella-
nos ha bendecido con toda ben- dos con el Espíritu Santo de la
dición espiritual en los lugares ce- promesa,
lestiales en Cristo: 14 Que es las arras de nuestra he-
4 Según como nos escogió en él rencia, hasta la redención de la
antes de la fundación del mundo, posesión comprada, para alaban-
para que fuésemos santos, y sin za de su gloria.
mancha delante de él en amor: 15 Por lo cual también yo, oyen-
5 Habiéndonos predestinado do de vuestra fe en el Señor Jesús,
para la adopción de hijos por y amor para con todos los santos,
Jesu Cristo a sí mismo, según al 16 No ceso de dar gracias por vo-
beneplácito de su voluntad, sotros, haciendo memoria de vo-
6 Para alabanza de la gloria de su sotros en mis oraciones;
gracia, por la cual nos ha hecho 17 Para que el Dios de nuestro
aceptos en el amado: Señor Jesu Cristo, el Padre de
7 En el cual tenemos redención gloria, os dé el espíritu de sabi-
por su sangre, la remisión de peca- duría y de revelación en el cono-
dos según las riquezas de su gracia; cimiento de él:
8 Que sobreabundó para con noso- 18 Alumbrando los ojos de vues-
tros en toda sabiduría y prudencia; tro entendimiento, para que se-
9 Habiéndonos descubierto el páis cuál sea la esperanza de su
misterio de su voluntad, según vocación, y cuáles las riquezas
su beneplácito, que él se había de la gloria de su herencia en los
propuesto en sí mismo: santos,
10 Que en la dispensación del 19 Y cuál la grandeza sobreexce-
cumplimiento de los tiempos, lente de su poder para con no-
juntaría en uno todas las cosas sotros, los que creemos, según la
en Cristo, así las que están en el operación de la potencia de su
cielo, como las que están en la fortaleza,
tierra, en él: 20 La cual obró en Cristo, resuci-
11 En el cual obtuvimos también tándole de los muertos, y lo hizo
herencia, siendo predestinados sentar a su diestra en los lugares
según al propósito de aquél que celestiales,
267
Efesios 2 Salvos por la gracia
21 Sobre todo principado, y po- 9 No por obras, para que nadie se
testad, y potencia, y señorío, y gloríe.
todo nombre que se nombra, no 10 Porque hechura suya somos,
sólo en este mundo, mas aun en creados en Cristo Jesús para bue-
el venidero: nas obras, las cuales Dios prepa-
22 Y sujetó todas las cosas deba- ró antes para que anduviésemos
jo de sus pies, y diólo por cabeza en ellas.
sobre todas las cosas a la iglesia, 11 Por tanto acordaos que voso-
23 La cual es su cuerpo, la pleni- tros en otro tiempo erais Genti-
tud de aquél que hinche todas las les en la carne, que erais llama-
cosas en todos. dos incircuncisión por la que se
llama circuncisión en la carne, la
CAPÍTULO 2 cual se hace por mano;
A vosotros él os dio vida, es- 12 Que erais en aquel tiempo sin
Y tando muertos en vuestros
delitos y pecados;
Cristo alejados de la república de
Israel, y extranjeros a los pactos
2 En que en otro tiempo andu- de la promesa, sin esperanza, y
visteis, conforme al curso de este sin Dios en el mundo:
mundo, conforme al príncipe de 13 Mas ahora en Cristo Jesús,
la potestad del aire, el espíritu vosotros que en otro tiempo es-
que ahora obra en los hijos de la tabais lejos, habéis sido hechos
desobediencia: cercanos por la sangre de Cristo.
3 Entre los cuales todos noso- 14 Porque él es nuestra paz, que de
tros también conversamos en otro ambos ha hecho uno, y ha de-
tiempo en las concupiscencias de rribado el muro intermedio, que nos
nuestra carne, haciendo la volun- separaba:
tad de la carne y de los pensamien- 15 Habiendo abolido en su carne la
tos, y éramos por naturaleza hijos enemistad, aún la ley de los
de ira, también como los demás. mandamientos contenidos en or-
4 Empero Dios, que es rico en denanzas, para formar en sí
misericordia, por su gran amor mismo de los dos un nuevo hom-
con que nos amó, bre, haciendo paz;
5 Aun estando nosotros muertos 16 Y para reconciliar ambos a
en pecados, nos dio vida junta- Dios en un cuerpo por la cruz,
mente con Cristo, (por gracia sois habiendo matado por ella la ene-
salvos;) mistad:
6 Y nos ha levantado con él, y asi- 17 Y vino, y predicó la paz a vo-
mismo nos hizo sentar con él en sotros que estabais lejos, y a los
los lugares celestiales en Cristo que estaban cerca:
Jesús: 18 Que por él los unos y los otros
7 Para mostrar en los siglos veni- tenemos entrada por un mismo
deros las abundantes riquezas de Espíritu al Padre.
su gracia, en su bondad para con 19 Así que ya no sois advenedi-
nosotros en Cristo Jesús. zos y extranjeros, sino conciuda-
8 Porque por gracia sois salvos danos de los santos, y de la fami-
por la fe, y esto no de vosotros, es el lia de Dios;
don de Dios: 20 Edificados sobre el funda-
268
Oración de Pablo Efesios 4
mento de los apóstoles y profe- nocer por la iglesia a los princi-
tas, Jesu Cristo mismo siendo la pados y potestades en los lugares
principal piedra del ángulo: celestiales la multiforme sabidu-
21 En el cual todo el edificio, bien ría de Dios,
trabado consigo mismo, crece 11 Conforme al propósito eterno,
para ser templo santo en el Señor: que hizo en Cristo Jesús Señor
22 En el cual vosotros también nuestro:
sois juntamente edificados, para 12 En el cual tenemos denuedo y
morada de Dios en el Espíritu. acceso con confianza por la fe de él.
13 Por tanto os pido que no des-
CAPÍTULO 3 mayéis por mis tribulaciones por
OR esta causa yo Pablo, el vosotros, las cuales son vuestra
P prisionero de Jesu Cristo por
vosotros los Gentiles,
gloria.
14 Por causa de esto doblo mis
2 Si es que habéis oído de la dis- rodillas al Padre de nuestro
pensación de la gracia de Dios que Señor Jesu Cristo,
me ha sido dada para con vosotros: 15 Del cual es nombrada toda la
3 Que por revelación él me dio a familia en el cielo y la tierra,
conocer el misterio; (como antes 16 Para que os dé según a las ri-
escribí en breve, quezas de su gloria, que seáis co-
4 Lo cual leyendo podéis enten- rroborados con poder en el hom-
der cual sea mi conocimiento en bre interior por su Espíritu:
el misterio de Cristo:) 17 Que more Cristo por la fe en
5 El cual en otros siglos no se dio a vuestros corazones; para que,
conocer a los hijos de los hom- arraigados y fundados en amor,
bres, como ahora es revelado a 18 Podáis comprender con todos
sus santos apóstoles y profetas los santos cuál sea la anchura, y
por el Espíritu: la longura, y la profundidad, y la
6 Que los Gentiles sean cohere- altura;
deros, y de un mismo cuerpo, y 19 Y conocer el amor de Cristo,
participantes de su promesa en que sobrepuja a todo conoci-
Cristo por el evangelio: miento; para que seáis llenos de
7 Del cual yo fui hecho ministro, toda la plenitud de Dios.
según el don de la gracia de Dios 20 Y a aquél que es poderoso
que me ha sido dado, por la ope- para hacer todas las cosas mucho
ración de su poder. más abundantemente de lo que
8 A mí, que soy menos que el más pedimos, o entendemos, según el
pequeño de todos los santos, es poder que obra en nosotros,
dada esta gracia de predicar entre 21 A él sea gloria en la iglesia por
los Gentiles el evangelio de las Cristo Jesús, por todas las edades
inescrutables riquezas de Cristo; por siempre jamás. Amén.
9 Y de aclarar a todos cuál sea
la comunión del misterio que ha CAPÍTULO 4
estado escondido desde tiempos O pues, preso en el Señor, os
eternos en Dios, que creó todas
273
La Epístola del Apóstol Pablo a los
FILIPENSES
P CAPÍTULO 1
ABLO y Timoteo, siervos de
sucedido han contribuido más
bien al provecho del evangelio;
Jesu Cristo, a todos los santos 13 De tal manera, que mis prisio-
en Cristo Jesús, que están en Fili- nes en Cristo se han hecho ma-
pos, con los obispos, y diáconos: nifiestas en todo el palacio, y a
2 Gracia a vosotros, y paz de todos los demás lugares;
Dios nuestro Padre, y del Señor 14 Y muchos de los hermanos
Jesu Cristo. en el Señor, tomando ánimo por
3 Doy gracias a mi Dios en toda mis prisiones, se atreven mucho
memoria de vosotros, más hablar la palabra sin temor.
4 Siempre en todas mis oracio- 15 Algunos, a la verdad, predi-
nes haciendo oración por todos can a Cristo por envidia y porfía;
vosotros con gozo, mas otros también de buena vo-
5 Por vuestra comunión en el luntad:
evangelio, desde el primer día 16 Los unos por contención pre-
hasta ahora; dican a Cristo, no sinceramente,
6 Confiando de esto mismo, que pensando añadir aflicción a mis
el que comenzó en vosotros la prisiones:
buena obra, la perfeccionará 17 Mas los otros por amor, sa-
hasta el día de Jesu Cristo: biendo que soy puesto por la de-
7 Como es justo que yo piense fensa del evangelio.
esto de todos vosotros, por cuan- 18 ¿Qué pues? No obstante en
to os tengo en mi corazón; pues- todas maneras, o por pretexto o
to que así en mis prisiones, como por verdad, Cristo es predicado; y
en la defensa y confirmación del en esto me gozo, y aún me gozaré.
evangelio, todos vosotros sois 19 Porque sé que esto se me tor-
partícipes de mi gracia. nará a salvación por vuestra ora-
8 Porque testigo me es Dios de ción, y la suministración del Es-
cómo os deseo vehementemente a píritu de Jesu Cristo,
todos vosotros en las entrañas de 20 Según mi expectación ardiente
Jesu Cristo. y mi esperanza, que en nada seré
9 Y esto oro, que vuestro amor avergonzado; antes con todo de-
abunde aún más y más en cono- nuedo, como siempre, ahora tam-
cimiento y en todo juicio, bién será engrandecido Cristo en
10 Para que aprobéis lo mejor, mi cuerpo, o por vida, o por muerte.
a fin de que seáis sinceros y sin 21 Porque para mí el vivir es Cris-
ofensa hasta el día de Cristo, to, y el morir es ganancia.
11 Llenos de los frutos de justi- 22 Mas si yo vivo en la carne, este es
cia que son por Jesu Cristo, para el fruto de mi trabajo: pero lo que
gloria y loor de Dios. yo debo escoger no lo sé:
12 Mas quiero, hermanos, que 23 Porque estoy estrechado por
sepáis, que las cosas que me han las dos cosas, teniendo deseo de
274
Humildad de Cristo Filipenses 2
partir, y estar con Cristo, que es más excelentes que sí mismos,
mucho mejor: 4 No mirando cada uno a lo suyo
24 Mas quedar en la carne, es más propio: sino cada cual también a lo
necesario por causa de vosotros. de los otros.
25 Y confiando en esto, sé que 5 Haya en vosotros la misma
quedaré, y permaneceré con todos mente que hubo también en Cris-
vosotros, para vuestro provecho, to Jesús:
y gozo de la fe: 6 El cual siendo en forma de Dios,
26 Para que por mí abunde más no pensó robo el ser igual a Dios:
vuestro regocijo en Jesu Cristo, 7 Mas se despojó a sí mismo, to-
por mi venida otra vez a vosotros. mando forma de siervo, hecho a
27 Solamente que vuestro com- semejanza de los hombres;
portamiento sea cual conviene 8 Y siendo hallado en condición
al evangelio de Cristo; para que, como hombre, se humilló a sí
o sea que venga y os vea, o que mismo, haciéndose obediente
esté ausente, oiga de vuestras hasta la muerte, y muerte de
cosas, que estáis firmes en un cruz.
mismo espíritu, con una misma 9 Y por lo cual Dios también le
mente combatiendo juntamente ensalzó soberanamente, y le dio un
por la fe del evangelio; nombre que es sobre todo nombre;
28 Y en nada espantados por 10 Para que al nombre de Jesús
vuestros adversarios: lo cual toda rodilla se doble, de los que
para ellos ciertamente es indicio están en el cielo, y en la tierra, y
de perdición, mas para vosotros debajo de la tierra;
de salvación, y esto de Dios. 11 Y que toda lengua confiese
29 Porque a vosotros os es con- que Jesu Cristo es el Señor, para la
cedido por Cristo no sólo que gloria de Dios Padre.
creáis en él, sino también que 12 Por tanto, amados míos, como
padezcáis por él; siempre habéis obedecido, no
30 Teniendo el mismo conflic- como en mi presencia solamente,
to que visteis en mí, y ahora oís mas aun mucho más ahora en mi
estar en mí. ausencia, obrad vuestra propia
salvación con temor y temblor.
CAPÍTULO 2 13 Porque Dios es el que en vo-
OR tanto, si hay alguna con- sotros obra, así el querer como el
P solación en Cristo, si algún
refrigerio de amor, si alguna co-
hacer, según su buena voluntad.
14 Haced todo sin murmuracio-
munión del Espíritu, si algunas nes, y sin disputas:
entrañas y misericordias, 15 Para que seáis irreprensibles,
2 Cumplid mi gozo; que penséis y sencillos, hijos de Dios, sin
lo mismo, teniendo el mismo culpa, en medio de una nación
amor, siendo unánimes, de una torcida y perversa, entre los cua-
misma mente. les resplandecéis como luces en
3 Nada hagáis por contien- el mundo,
da, o por vana gloria; antes 16 Manteniendo por delante la
en humildad de mente esti- palabra de vida; para que yo
mando los unos a los otros por pueda gloriarme en el día de
275
Filipenses 3 Timoteo y Epafrodito
Cristo, de que no he corrido 28 Así que enviélo más presto,
en vano, ni trabajado en vano. para que viéndole otra vez, os re-
17 Y aunque yo sea sacrificado gocijéis, y que yo esté con menos
sobre el sacrificio y servicio de tristeza.
vuestra fe, me huelgo y me rego- 29 Recibidle, pues, en el Señor,
cijo con todos vosotros. con todo regocijo; y tened en es-
18 Y por esto mismo holgaos tima a los tales:
también vosotros, y regocijaos 30 Porque por la obra de Cristo
conmigo. llegó hasta la muerte, exponien-
19 Mas espero en el Señor Jesús, do su vida para suplir vuestra
que os enviaré pronto a Timo- falta de servicio para conmigo.
teo, para que yo también esté de
buen ánimo, conociendo vuestro CAPÍTULO 3
estado. ESTA, hermanos míos, que os
20 Porque a ninguno tengo tan
278
La Epístola del Apóstol Pablo a los
COLOSENSES
P CAPÍTULO 1
ABLO, apóstol de Jesu Cristo
11 Fortalecidos con todo poder
según la potencia de su gloria,
por la voluntad de Dios, y el para toda paciencia y longanimi-
hermano Timoteo, dad con gozo:
2 A los santos y hermanos fieles en 12 Dando gracias al Padre que nos
Cristo que están en Colosas: Gra- hizo idóneos para participar en
cia a vosotros y paz de Dios Padre la herencia de los santos en luz:
nuestro, y del Señor Jesu Cristo. 13 El cual nos ha librado de la
3 Damos gracias al Dios y Padre potestad de las tinieblas, y nos ha
de nuestro Señor Jesu Cristo, trasladado al reino de su amado
orando siempre por vosotros, Hijo:
4 Habiendo oído de vuestra fe en 14 En quien tenemos redención por
Cristo Jesús, y del amor que tenéis su sangre, el perdón de pecados:
para con todos los santos, 15 El cual es la imagen del Dios
5 A causa de la esperanza que invisible, el primogénito de toda
os es guardada en el cielo: de la criatura;
cual habéis oído ya por la pala- 16 Porque por él fueron crea-
bra verdadera del evangelio; das todas las cosas que hay en
6 El cual ha llegado a vosotros, el cielo, y que hay en la tierra,
como también en todo el mundo; visibles e invisibles, sean tronos
y fructifica, como también en vo- o dominios, o principados, o po-
sotros, desde el día en que oísteis, testades: todo fue creado por él,
y conocisteis la gracia de Dios en y para él:
verdad: 17 Y él es antes de todas las cosas;
7 Como también habéis aprendi- y todas las cosas subsisten por él;
do de Epafras, consiervo amado 18 Y él es la cabeza del cuerpo,
nuestro, el cual es por vosotros la iglesia: el cual es principio, el
fiel ministro de Cristo; primogénito de los muertos, para
8 El cual también nos ha decla- que en todo tenga él la preemi-
rado vuestro amor en el Espíritu. nencia.
9 Por lo cual también nosotros, 19 Por cuanto agradó al Padre
desde el día que lo oímos, no ce- que en él morase toda plenitud;
samos de orar por vosotros, y de 20 Y habiendo hecho paz por la
pedir que seáis llenos del conoci- sangre de su cruz, reconciliar por
miento de su voluntad, en toda él todas las cosas consigo mismo;
sabiduría y entendimiento espi- por él digo, así las cosas que hay
ritual; en la tierra, como las que hay en
10 Para que andéis como es digno el cielo.
del Señor, agradándo le en todo, 21 Y a vosotros, que en otro tiem-
fructificando en toda buena obra, po erais extraños y enemigos en
y creciendo en el conocimiento vuestra mente por las malas obras,
de Dios; ahora empero os ha reconciliado
279
Colosenses 2 Excelencia de Cristo
22 En el cuerpo de su carne por 2 Para que sus corazones sean
la muerte, para presentaros san- consolados, estando todos uni-
tos, y sin mancha, e irreprensi- dos en amor, y en todas las ri-
bles delante de él: quezas de la plena seguridad del
23 Si empero permanecéis en entendimiento, para conocer el
la fe, fundados y firmes, y no misterio de Dios, y del Padre, y
seáis movidos de la esperanza de Cristo:
del evangelio que habéis oído, el 3 En el cual están escondidos
cual fue predicado a toda criatu- todos los tesoros de sabiduría, y
ra que está debajo del cielo: del de conocimiento.
cual yo Pablo soy hecho ministro; 4 Y esto digo para que nadie os
24 Que ahora me regocijo en engañe con palabras persuasivas.
mis sufrimientos por vosotros, y 5 Porque aunque esté ausente en
cumplo en mi carne lo que falta la carne, sin embargo, en el espí-
de las aflicciones de Cristo por su ritu estoy con vosotros, gozándo-
cuerpo, que es la iglesia: me, y mirando vuestro orden, y
25 De la cual soy hecho ministro la firmeza de vuestra fe en Cristo.
según la dispensación de Dios, la 6 Por tanto, como habéis reci-
cual me es dada por vosotros, para bido a Cristo Jesús el Señor, así
que cumpla la palabra de Dios: andad en él;
26 A saber, el misterio que ha es- 7 Arraigados, y sobreedificados
tado escondido de los siglos y de en él, y establecidos en la fe, así
las generaciones, mas ahora ha como os ha sido enseñado, abun-
sido manifestado a sus santos: dando en ella con acción de gra-
27 A los cuales quiso Dios hacer cias.
notorias las riquezas de la gloria 8 Mirad que nadie os saquee
de este misterio entre los Genti- como despojo por filosofía y
les, que es Cristo en vosotros, la vano engaño, según la tradición
esperanza de gloria: de los hombres, según los ele-
28 A quien nosotros predicamos, mentos del mundo, y no según
amonestando a todo hombre, y Cristo:
enseñando a todo hombre en 9 Porque en él mora toda la ple-
toda sabiduría, para que presen- nitud de la Divinidad corporal-
temos a todo hombre perfecto en mente;
Cristo Jesús: 10 Y en él estáis completos, el
29 En lo cual yo también trabajo, cual es cabeza de todo principa-
combatiendo según la operación do y potestad:
de él, la cual obra en mí podero- 11 En el cual también sois circun-
samente. cidados de circuncisión no hecha
por manos, en el despojamien-
CAPÍTULO 2 to del cuerpo de los pecados de
ORQUE quiero que sepáis la carne, con la circuncisión de
P cuán grande conflicto yo
tengo por vosotros, y por los que
Cristo:
12 Sepultados juntamente con
están en Laodicea, y por todos los él en el bautismo, en el cual
que nunca han visto mi rostro en también resucitasteis con él por
la carne; la fe de la operación de Dios,
280
La ley ritual abolida Colosenses 3
que le resucitó de los muertos. no para satisfacción de la carne.
13 Y a vosotros, estando muertos
en pecados y en la incircuncisión CAPÍTULO 3
de vuestra carne, os dio vida jun- UES si habéis resucitado con
tamente con él, perdonándoos
culo de la perfección.
S y equitativo a vuestros siervos,
283
La Primera Epístola del Apóstol Pablo a los
TESALONICENSES
P CAPÍTULO 1
ABLO, y Silvano, y Timoteo, a
fuisteis convertidos de los ídolos a
Dios, para servir al Dios vivo y
la iglesia de los Tesalonicen- verdadero,
ses, que es en Dios Padre, y en el 10 Y esperar a su Hijo del cielo, al
Señor Jesu Cristo. Gracia sea a cual él resucitó de los muertos,
vosotros, y paz de Dios nuestro Jesús, el cual nos libra de la ira
Padre, y del Señor Jesu Cristo. que ha de venir.
2 Damos siempre gracias a Dios por
todos vosotros, haciendo mención CAPÍTULO 2
de vosotros en nuestras oraciones; ORQUE, hermanos, vosotros
3 Sin cesar acordándonos de
TESALONICENSES
P CAPÍTULO 1
ABLO, y Silvano, y Timoteo, a
10 Cuando viniere para ser glo-
rificado en sus santos, y para
la iglesia de los Tesalonicen- hacerse admirable en aquel día
ses en Dios nuestro Padre, y el en todos los que creen: (porque
Señor Jesu Cristo: nuestro testimonio fue creído
2 Gracia a vosotros y paz de Dios entre vosotros.)
nuestro Padre, y del Señor Jesu 11 Por lo cual asimismo oramos
Cristo. siempre por vosotros, que nues-
3 Debemos siempre dar gracias a tro Dios os tenga por dignos de
Dios por vosotros, hermanos, esta vocación, y cumpla toda la
como es digno, de que vuestra buena complacencia de su bon-
fe va en grande crecimiento, y dad, y la obra de fe con poder;
la caridad de cada uno de todos 12 Para que el nombre de nuestro
vosotros abunda más y más los Señor Jesu Cristo sea glorificado en
unos para con los otros: vosotros, y vosotros en él, por la
4 Tanto, que nosotros mismos gracia de nuestro Dios, y del
nos gloriamos de vosotros en Señor Jesu Cristo.
las iglesias de Dios, de vuestra
paciencia y fe en todas vuestras CAPÍTULO 2
persecuciones y tribulaciones S rogamos, pues, hermanos,
que sufrís:
290
La Primera Epístola del Apóstol Pablo a
TIMOTEO
P CAPÍTULO 1
ABLO, apóstol de Jesu Cristo
11 Conforme al evangelio glorio-
so del Dios bendito, el cual a mí
por el mandamiento de Dios me ha sido encargado.
Salvador nuestro y del Señor 12 Gracias doy al que me fortifi-
Jesu Cristo, esperanza nuestra; có, a Cristo Jesús Señor nuestro, de
2 A Timoteo, mi verdadero hijo que me tuvo por fiel, ponién-
en la fe: Gracia, y misericordia, y dome en el ministerio:
paz de Dios nuestro Padre, y de 13 Habiendo yo sido antes blasfe-
Jesu Cristo nuestro Señor. mo, y perseguidor, e injuriador;
3 Como te rogué, que te quedases mas fui recibido a misericordia,
en Éfeso, cuando me partí para porque lo hice con ignorancia en
Macedonia, para que mandases a incredulidad.
algunos que no enseñen diversa 14 Mas la gracia del Señor nues-
doctrina: tro fue más abundante con la fe y
4 Ni escuchen a fábulas y genea- amor que es en Cristo Jesús.
logías interminables, que engen- 15 Palabra fiel es esta, y digna de ser
dran cuestiones, más bien que edi- recibida de todos: que Cristo Jesús
ficación de Dios, que es en la fe. vino al mundo para salvar a los
5 Pues el fin del mandamiento es pecadores, de los cuales yo soy el
la caridad de corazón puro, y de primero.
buena conciencia, y de fe no fin- 16 Mas por esto fui recibido a mi-
gida: sericordia, para que Jesu Cristo
6 De lo cual apartándose algu- mostrase en mí el primero toda su
nos, se han desviado a discursos clemencia, para ejemplo de los
vanos: que habían de creer en él
7 Queriendo ser doctores de la para vida eterna.
ley, no entendiendo ni lo que ha- 17 Pues al Rey eterno, inmor-
blan, ni lo que afirman. tal, invisible, al sólo sabio Dios,
8 Mas sabemos que la ley es buena, sea honor y gloria, por siempre
si se usa de ella legítimamente: jamás. Amén.
9 Sabiendo esto, que la ley no es 18 Este mandamiento, hijo Timo-
puesta para el justo, sino para los teo, te encargo, para que, confor-
injustos y desobedientes, para me a las profecías pasadas de ti,
los impíos y pecadores, para los milites por ellas la buena milicia:
sin santidad y profanos, para los 19 Teniendo fe y buena concien-
matadores de padres y matado- cia, la cual echando de sí algu-
res de madres, para los homicidas, nos, hicieron naufragio en cuan-
10 Para los fornicarios, para los to a la fe:
sodomitas, para los ladrones de 20 De los cuales son Himeneo
hombres, para los mentirosos y Alejandro, que yo entregué a
y perjuros; y si hay alguna otra Satanás para que aprendan a no
cosa contraria a la sana doctrina; blasfemar.
291
I Timoteo 2 Un Dios y un Mediador
E CAPÍTULO 2
XHORTO, pues, ante todas
cosas, que se hagan súplicas,
la mujer siendo engañada fue en la
transgresión.
15 Empero será salva engendran-
oraciones, intercesiones y ac- do hijos, si ellos permanecieren
ciones de gracias, por todos los en fe, y caridad, y santidad con
hombres: modestia.
2 Por los reyes, y por todos los
que están en autoridad; para que CAPÍTULO 3
vivamos quieta y reposadamente ALABRA verdadera es esta:
en toda piedad y honestidad.
295
La Segunda Epístola del Apóstol Pablo a
TIMOTEO
P CAPÍTULO 1
ABLO, apóstol de Jesu Cristo,
deramente destruyó la muerte, y
sacó a luz la vida y la inmortali-
por la voluntad de Dios según dad por el evangelio:
la promesa de la vida, que es en 11 Del cual yo soy puesto predi-
Cristo Jesús, cador, y apóstol, y maestro de los
2 A Timoteo, mi amado hijo: Gracia, Gentiles.
misericordia, y paz de Dios el Padre, 12 Por cuya causa asimismo pa-
y de Cristo Jesús nuestro Señor. dezco estas cosas; mas no me
3 Doy gracias a Dios, a quien avergüenzo; porque yo sé a
sirvo desde mis mayores con quién he creído, y estoy cierto
pura conciencia, de que sin cesar que es poderoso para guardar mi
tengo memoria de ti en mis ora- depósito para aquel día.
ciones noche y día; 13 Retén firmemente la forma
4 Deseando mucho verte, acor- de las sanas palabras que de mí
dándome de tus lágrimas, para oíste, en fe y amor que es en Cris-
que me llene de gozo; to Jesús.
5 Trayendo a la memoria la fe no 14 Guarda, el buen depósito por el
fingida que está en ti, que habitó Espíritu Santo que mora en
primero en tu abuela Loida, y en nosotros.
tu madre Eunice; y estoy cierto 15 Ya sabes esto, que se me han
que en ti también. vuelto en contrarios todos los
6 Por la cual causa te hago recor- que están en Asia; de los cuales
dar a ti, que avives el fuego del son Figello, y Hermógenes.
don de Dios, que está en ti por la 16 Dé el Señor misericordia a la
imposición de mis manos. casa de Onesíforo, que muchas
7 Porque no nos ha dado Dios el veces me refrigeró, y no se aver-
espíritu de temor, sino de poder, gonzó de mi cadena:
y de amor, y de dominio propio. 17 Antes estando él en Roma, me
8 Por tanto no te avergüences del buscó diligentemente, y me halló.
testimonio de nuestro Señor, ni 18 Déle el Señor que halle mise-
de mí su prisionero; antes sé par- ricordia cerca del Señor en aquel
tícipe de las aflicciones del evan- día. Y cuánto me ayudó en Éfeso, tú
gelio según el poder de Dios, lo sabes muy bien.
9 El cual nos ha salvado, y nos ha
llamado con santa vocación, no CAPÍTULO 2
según nuestras obras, mas según Ú, pues, hijo mío, esfuérzate
su propio propósito, y gracia, la
Jesús.
antes de los tiempos eternos; 2 Y lo que has oído de mí entre
10 Mas ahora es manifestada por muchos testigos, esto encarga a
la manifestación de nuestro Sal- hombres fieles que serán idóneos
vador Jesu Cristo, el cual verda- para enseñar también a otros.
296
El soldado de Jesu Cristo II Timoteo 3
3 Tú, pues, sufre aflicciones como como gangrena; de los cuales es
buen soldado de Jesu Cristo. Himeneo, y Fileto,
4 Ninguno que milita, se emba- 18 Que se han descaminado de la
raza en los negocios de esta vida verdad, diciendo que la resurrec-
por agradar a aquel que le esco- ción ya ha pasado, y trastornan la
gió por soldado. fe de algunos.
5 Y aun también el que lidia, no 19 Empero el fundamento de
es coronado si no hubiere lidiado Dios está firme, teniendo este
legítimamente. sello: El Señor conoce a los que
6 El labrador que trabaja, debe son suyos; y: Apártese de iniqui-
ser el primer partícipe de los frutos. dad todo aquel que nombra el
7 Considera lo que digo: y el Señor nombre de Cristo.
te dé entendimiento en todo. 20 Empero en una casa grande,
8 Acuérdate que Jesu Cristo, de no solamente hay vasos de oro y
la simiente de David, resucitó de los de plata, sino también de madera
muertos conforme a mi evangelio: y de barro; y asimismo unos para
9 Por el cual sufro aflicciones como honra, y otros para deshonra.
malhechor, hasta prisiones; mas la 21 Así que, si alguno se purifi-
palabra de Dios no está presa. care a sí mismo de estas cosas,
10 Por tanto sufro todas las cosas será vaso para honra, santificado
por amor de los escogidos, para y útil para los usos del Señor, y
que ellos también consigan la aparejado para toda buena obra.
salvación que es en Cristo Jesús, 22 También, huye de las concu-
con gloria eterna. piscencias juveniles; mas sigue la
11 Palabra fiel: Que si somos justicia, la fe, la caridad, la
muertos con él, también vivire- paz, con los que invocan al Señor de
mos con él: puro corazón.
12 Si sufrimos, también reinare- 23 Empero las cuestiones necias e
mos con él: si lo negamos, él tam- insensatas desecha, sabiendo que
bién nos negará: engendran contiendas.
13 Si no creemos, él empero per- 24 Y el siervo del Señor no debe ser
manece fiel: no puede negarse a sí contencioso, sino benigno para
mismo. con todos, apto para ense-
14 Recuérdales estas cosas, pro- ñar, sufrido;
testando delante del Señor, que 25 Que con mansedumbre ins-
no tengan contiendas en pala- truya a los que se oponen; por
bras, que para nada aprovechan, si quizá Dios les dé que se arre-
sino para trastornar a los oyentes. pientan, para conocer la verdad;
15 Estudia con diligencia presen- 26 Y se zafen del lazo del diablo,
tarte aprobado a Dios, como obre- en que están cautivos de él, a su
ro que no tiene de qué avergon- voluntad.
zarse, que traza bien la palabra
de verdad. CAPÍTULO 3
16 Mas evita profanas y vanas STO también sepas, que en
parlerías, porque ellas crecerán
tiempos peligrosos.
17 Y la palabra de ellos corroerá 2 Porque habrá hombres amado-
297
II Timoteo 4 Tiempos peligrosos
res de sí mismos, avaros, vana- engañando, y siendo engañados.
gloriosos, soberbios, blasfemos, 14 Así que persiste tú en lo que
desobedientes a sus padres, in- has aprendido, y has sido per-
gratos, sin santidad, suadido, sabiendo de quién has
3 Sin afecto natural, implacables, aprendido;
calumniadores, incontinentes, 15 Y que desde la niñez has sa-
crueles, aborrecedores de los que bido las sagradas Escrituras, las
son buenos, cuales te pueden hacer sabio
4 Traidores, temerarios, hincha- para la salvación por la fe que es en
dos, amadores de deleites más Cristo Jesús.
que amadores de Dios; 16 Toda Escritura es dada por
5 Teniendo la apariencia de pie- inspiración de Dios, y es útil para
dad, mas negando el poder de doctrina, para redargüir, para co-
ella; a los tales también evita. rregir, para instrucción en justicia,
6 Porque de éstos son los que 17 Para que el hombre de Dios
se entran por las casas, y llevan sea perfecto, enteramente apare-
cautivas a mujercillas, cargadas jado para toda buena obra.
de pecados, llevadas de diversas
concupiscencias; CAPÍTULO 4
7 Siempre aprendiendo, y nunca EQUIERO yo, pues delante de
pueden llegar al conocimiento
de la verdad.
R Dios, y del Señor Jesu Cristo,
299
La Epístola del Apóstol Pablo a
TITO
P CAPÍTULO 1
ABLO, siervo de Dios, y após-
10 Porque hay muchos contuma-
ces, y habladores de vanidades,
tol de Jesu Cristo según la fe y engañadores, mayormente los
de los escogidos de Dios, y el co- que de la circuncisión:
nocimiento de la verdad, que es 11 A los cuales es menester tapar
según la piedad; la boca: que trastornan casas en-
2 En la esperanza de la vida eter- teras, enseñando lo que no con-
na, la cual Dios, que no puede viene por ganancia deshonesta.
mentir, prometió antes de los 12 Dijo uno de ellos, propio pro-
tiempos eternos; feta de ellos: Los Cretenses, siem-
3 Pero manifestó en sus propios pre son mentirosos, malas bestias,
tiempos su palabra por la predi- vientres perezosos.
cación, que me es a mí encomen- 13 Este testimonio es verdadero;
dada por mandamiento de Dios por tanto repréndelos duramen-
nuestro Salvador: te, para que sean sanos en la fe;
4 A Tito, mi verdadero hijo según 14 No escuchando a fábulas ju-
la común fe: Gracia, misericordia, daicas, y a mandamientos de hom-
y paz de Dios Padre, y del Señor bres, que se apartan de la verdad.
Jesu Cristo Salvador nuestro. 15 Para los puros ciertamente
5 Por esta causa te dejé en Creta, todas las cosas son puras; mas
para que acabases de poner en para los contaminados e incrédu-
orden las cosas que faltaban, y los nada es puro; antes su mente
ordenases ancianos en cada ciu- y conciencia son contaminadas.
dad como yo te mandé: 16 Profésanse conocer a Dios,
6 Si alguno fuere irreprensible, mas con los hechos le niegan;
marido de una sola esposa, que siendo abominables y rebeldes,
tenga hijos fieles, no acusados de y reprobados para toda buena
disolución, o contumaces. obra.
7 Porque es menester que el obis-
po sea irreprensible, como el ma- CAPÍTULO 2
yordomo de Dios; no soberbio, Ú empero habla las cosas que
no iracundo, no dado al vino, no
302
La Epístola del Apóstol Pablo a
FILEMÓN
HEBREOS
D CAPÍTULO 1
IOS, que habló muchas veces,
los son obras de tus manos:
11 Ellos perecerán, mas tú eres
y en muchas maneras en permanente; y todos ellos enve-
otro tiempo a los padres por los jecerse han como vestidura;
profetas, 12 Y como un manto los envolve-
2 Nos ha hablado en estos postre- rás, y serán mudados: tú empero
ros días por su Hijo, a quien puso eres el mismo, y tus años nunca se
heredero de todas las cosas, por acabarán.
quien también hizo los mundos; 13 Mas, ¿a cuál de los ángeles
3 El cual siendo el resplandor de dijo él jamás: Siéntate a mi dies-
su gloria, y la expresa imagen de tra, hasta que ponga a tus enemi-
su sustancia, y sustentando todas gos por estrado de tus pies?
las cosas con la palabra de su 14 ¿No son todos espíritus minis-
poder, habiendo hecho la purifi- tradores, enviados para minis-
cación de nuestros pecados por trar por aquellos, que serán he-
sí mismo, se asentó a la diestra rederos de salvación?
de la majestad en las alturas;
4 Siendo hecho tanto más exce- CAPÍTULO 2
lente que los ángeles, cuanto al- OR lo cual es menester que
canzó por herencia más excelen-
por todos.
P participantes de la vocación
y ministrándolos aún.
P de Salem, sacerdote del Dios
318
La Epístola General de
JACOBO
J CAPÍTULO 1
ACOBO, siervo de Dios y del
sufre tentación; porque cuando
fuere probado, recibirá la corona
Señor Jesu Cristo, a las doce de vida, que el Señor ha prometi-
tribus que están esparcidas, salu- do a los que le aman.
dos. 13 Cuando alguno es tentado,
2 Hermanos míos, tened por todo no diga, yo soy tentado de Dios;
gozo cuando cayereis en diversas porque Dios no puede ser tenta-
tentaciones: do por el mal, ni él tienta a nadie:
3 Sabiendo que la prueba de 14 Sino que cada uno es tentado,
vuestra fe obra paciencia. cuando de su propia concupis-
4 Mas tenga la paciencia su obra cencia es atraído, y seducido.
perfecta, para que seáis perfec- 15 Y la concupiscencia después
tos y enteros, sin faltar en alguna que ha concebido, pare al peca-
cosa. do; y el pecado, siendo cumplido,
5 Si alguno de vosotros tiene engendra muerte.
falta de sabiduría, pídala a Dios, 16 Hermanos míos muy amados, no
el cual da a todos abundante- erréis.
mente, y no reprende, y le será 17 Toda buena dádiva, y todo
dada. don perfecto es de lo alto, que
6 Empero pida en fe, no dudan- desciende del Padre de las luces, en
do nada; porque el que duda, es el cual no hay mudanza, ni
semejante a la onda del mar, que sombra de variación.
es movida del viento, y es echa- 18 El, de su propia voluntad nos
da de una parte a otra. ha engendrado por la palabra de
7 No piense pues el tal hombre verdad, para que seamos como
que recibirá cosa alguna del primicias de sus criaturas.
Señor. 19 Así que, amados hermanos
8 El hombre de doblado ánimo, míos, todo hombre sea pronto
es inconstante en todos sus cami- para oír, tardío para hablar, tar-
nos. dío para la ira;
9 El hermano que es de baja suer- 20 Porque la ira del hombre no
te, gloríese en su ensalzamiento; obra la justicia de Dios.
10 Mas el que es rico, en su baje- 21 Por lo cual dejando toda in-
za; porque él se pasará como la mundicia, y superfluidad de ma-
flor de la hierba: licia, recibid con mansedumbre
11 Porque así como luego sale la palabra implantada en voso-
el sol con calor abrasador, y la tros, la cual puede salvar vues-
hierba se seca, y su flor se cae, y tras almas.
perece la hermosura de su apa- 22 Mas sed hacedores de la pala-
riencia: así también se marchita- bra, y no tan solamente oidores,
rá el rico en todos sus caminos. engañándoos a vosotros mismos.
12 Bienaventurado el varón que 23 Porque si alguno oye la pala-
319
Jacobo 2 Ricos y pobres
bra, y no la pone por obra, este de este mundo, ricos en fe, y he-
tal es semejante al hombre que rederos del reino que ha prome-
considera en un espejo su rostro tido a los que le aman?
natural: 6 Mas vosotros habéis desprecia-
24 Porque él se consideró a sí do al pobre. ¿Los ricos no os opri-
mismo, y se fue; e inmediata- men, y ellos mismos os arrastran a
mente se olvidó qué tal era. los juzgados?
25 Mas el que hubiere mirado 7 ¿No blasfeman ellos el buen
atentamente en la ley perfecta nombre por el cual sois llama-
que es la de la libertad, y hubie- dos?
re perseverado en ella, no siendo 8 Si ciertamente vosotros cum-
oidor olvidadizo, sino hacedor plís la ley real conforme a la
de la obra, este tal será bien- Escritura: Amarás a tu prójimo
aventurado en su hecho. como a ti mismo; bien hacéis;
26 Si alguno de entre vosotros 9 Mas si hacéis acepción de per-
piensa ser religioso, y no refre- sonas, cometéis pecado, y sois
na su lengua, sino que engaña su redargüidos por la ley como
propio corazón, la religión del transgresores.
tal es vana. 10 Porque cualquiera que hubie-
27 La religión pura y sin mácula re guardado toda la ley, y sin em-
delante de Dios y Padre es esta: bargo ofendiere en un punto, es
Visitar los huérfanos y las viudas hecho culpado de todos.
en sus tribulaciones, y guardarse 11 Porque el que dijo: No come-
sin mancha del mundo. tas adulterio, también dijo: No
matarás. Ahora bien, si no hubie-
CAPÍTULO 2 res cometido adulterio, empero
ERMANOS míos, no tengáis hubieres matado, ya eres hecho
H la fe de nuestro Señor Jesu
Cristo de gloria en acepción de
transgresor de la ley.
12 Así hablad, y así obrad como
personas. los que habéis de ser juzgados
2 Porque si en vuestra congrega- por la ley de libertad.
ción entra algún varón, que trae 13 Porque juicio sin misericordia
anillo de oro, vestido de preciosa será hecho a aquel que no hiciere
ropa, y también entra un pobre misericordia; y la misericordia se
vestido de vestidura vil, gloría contra el juicio.
3 Y tuviereis respeto al que trae 14 Hermanos míos, ¿qué aprove-
la vestidura preciosa, y le dije- chará si alguno dice que tiene fe,
reis: Tú siéntate aquí en buen y no tiene obras? ¿Podrá tal fe
lugar; y dijereis al pobre: Estáte salvarle?
tú allí en pie; o, siéntate aquí de- 15 Si el hermano, o la hermana
bajo del estrado de mis pies: están desnudos, o necesitados
4 ¿No os mostráis parciales, den- del mantenimiento de cada día,
tro de vosotros mismos, y sois 16 Y alguno de vosotros les dice: Id
hechos jueces de pensamientos en paz, calentaos, y hartaos,
malos? empero no les diereis las cosas
5 Hermanos míos amados, oid: que son necesarias para el cuer-
¿No ha escogido Dios los pobres po, ¿qué les aprovechará?
320
La fe y las obras Jacobo 3
17 Así también la fe, si no tuviere para que nos obedezcan, y go-
obras, es muerta por sí misma. bernamos todo su cuerpo.
18 Mas alguno dirá: Tú tienes fe, 4 He aquí también las naves,
y yo tengo obras; muéstrame tu siendo tan grandes, y siendo
fe sin tus obras; y yo te mostraré llevadas de impetuosos vientos,
mi fe por mis obras. son sin embargo gobernadas
19 Tú crees que hay un Dios: con un muy pequeño gobernalle
haces bien: también los demo- por donde quiera que quisiere la
nios creen, y tiemblan. gana del que gobierna.
20 ¿Mas, oh hombre vano, quie- 5 Semejantemente también la
res saber, que la fe sin las obras lengua es un pequeñito miembro,
es muerta? mas se gloría de grandes cosas.
21 Abraham, nuestro padre, ¿no He aquí, un pequeño fuego, ¡cuán
fue justificado por las obras, grande bosque enciende!
cuando hubo ofrecido a su hijo 6 Y la lengua es un fuego, un
Isaac sobre el altar? mundo de maldad. Así la lengua
22 ¿No ves que la fe obró con sus está puesta entre nuestros miem-
obras, y que por las obras la fe bros, la cual contamina todo el
fue hecha perfecta? cuerpo, e inflama el curso de la
23 Y la Escritura fue cumplida, naturaleza; y es inflamada del
que dice: Abraham creyó a Dios, y infierno.
le fue imputado a justicia, y fue 7 Porque toda naturaleza de bes-
llamado el Amigo de Dios. tias, y de aves, y de serpientes, y
24 Vosotros, pues, veis, que por de los del mar, se doma, y es do-
las obras es justificado el hom- mada por la naturaleza humana;
bre, y no solamente por la fe. 8 Pero ningún hombre puede
25 Semejantemente también domar la lengua: es un mal des-
Rahab la ramera, ¿no fue justi- frenado, llena de veneno mortal.
ficada por obras, cuando recibió 9 Con ella bendecimos a Dios, y
los mensajeros, y los echó fuera Padre, y con ella maldecimos a
por otro camino? los hombres, los cuales son he-
26 Porque como el cuerpo sin es- chos a la semejanza de Dios.
píritu está muerto, así también la 10 De una misma boca procede
fe sin obras es muerta. bendición y maldición. Herma-
nos míos, no conviene que estas
CAPÍTULO 3 cosas sean así hechas.
ERMANOS míos, no os ha- 11 ¿Echa alguna fuente por un
H gáis muchos maestros, sa-
biendo que recibiremos mayor
mismo manantial agua dulce y
amarga?
condenación. 12 Hermanos míos, ¿puede la
2 Porque todos ofendemos en higuera producir aceitunas; o la
muchas cosas. Si alguno no ofen- vid, higos? Así ninguna fuente
de en palabra, éste es varón per- puede dar agua salada y dulce.
fecto, que también puede con 13 ¿Quién es sabio, y entendi-
freno gobernar todo el cuerpo. do entre vosotros? muestre por
3 He aquí, nosotros ponemos fre- buena conducta sus obras en
nos en las bocas de los caballos mansedumbre de sabiduría.
321
Jacobo 4 Pecados de la lengua
14 Empero si tenéis envidia amar- tid al diablo, y huirá de vosotros.
ga, y contención en vuestros co- 8 Acercaos a Dios, y él se acer-
razones, no os gloriéis, ni seáis cará a vosotros. Pecadores, lim-
mentirosos contra la verdad; piad vuestras manos; y vosotros de
15 Esta sabiduría no es la que doble ánimo, purificad vuestros
desciende de lo alto, sino que es corazones.
terrena, sensual, y diabólica. 9 Afligíos, y lamentad, y llorad.
16 Porque donde hay envidia y Vuestra risa conviértase en lloro, y
contención, allí hay confusión, y vuestro gozo en tristeza.
toda obra perversa. 10 Humillaos delante de la pre-
17 Mas la sabiduría que es de lo sencia del Señor, y él os ensal-
alto, primeramente es pura, des- zará.
pués pacífica, modesta, benigna, 11 Hermanos, no digáis mal los
llena de misericordia y de bue- unos de los otros: el que dice mal
nos frutos, sin parcialidad y sin de su hermano, y juzga a su her-
hipocresía. mano, este tal dice mal de la ley,
18 Y el fruto de justicia se siem- y juzga a la ley; mas si tú juzgas
bra en paz para aquellos que a la ley, no eres hacedor de la ley,
hacen paz. sino juez.
12 Uno es el dador de la ley, que
CAPÍTULO 4 puede salvar, y destruir: ¿Quién
DE dónde vienen las guerras, y eres tú que juzgas a otro?
¿ los pleitos entre vosotros? ¿ no 13 Ea ahora, vosotros los que
vienen de esto, a saber, de vues- decís: Hoy o mañana iremos a tal
tras concupiscencias, las cuales ciudad, y estaremos allá un año, y
combaten en vuestros miembros? compraremos y venderemos, y
2 Codiciáis, y no tenéis: matáis ganaremos:
y apetecéis tener, y no podéis al- 14 Por cuanto vosotros no sabéis
canzar: combatís y guerreáis, em- lo que será mañana. Porque, ¿qué
pero no tenéis, porque no pedís. es vuestra vida? Ciertamente es
3 Pedís, y no recibís; porque un vapor que se aparece por un
pedís mal, para gastar lo en vues- poco de tiempo, y después se
tras concupiscencias. desvanece.
4 Adúlteros y adúlteras, ¿no sa- 15 En lugar de lo cual deberíais
béis que la amistad del mundo es decir: Si el Señor quisiere, y si vi-
enemistad con Dios? Cualquiera, viéremos, haremos esto o aquello.
pues, que quisiere ser amigo del 16 Mas ahora os jactáis en vues-
mundo, se constituye enemigo tras soberbias. Toda jactancia se-
de Dios. mejante es maligna.
5 ¿Pensáis que la Escritura dice 17 Así que, el que sabe hacer lo
en vano: El espíritu que mora en bueno, y no lo hace, le es pecado.
nosotros, codicia para envidia?
6 Mas él da mayor gracia. Por CAPÍTULO 5
esto él dice: Dios resiste a los so- A ya ahora, vosotros ricos,
berbios, empero da gracia a los
humildes.
E llorad aullando por vuestras
323
La Primera Epístola General de
PEDRO
P CAPÍTULO 1
EDRO, apóstol de Jesu Cristo,
que es, la salvación de vuestras
almas.
a los extranjeros que están es- 10 De la cual salvación los profe-
parcidos en Ponto, en Galacia, en tas (que profetizaron de la gra-
Capadocia, en Asia, y en Bitinia: cia que había de venir en vosotros)
2 Elegidos según la presciencia han inquirido, y diligentemente
de Dios Padre, en santificación buscado:
del Espíritu, para obedecer, y ser 11 Escudriñando cuándo, y en
rociados con la sangre de Jesu qué punto de tiempo significaba el
Cristo: Gracia y paz os sea mul- Espíritu de Cristo que estaba en
tiplicada. ellos: el cual antes daba tes-
3 Bendito sea el Dios y Padre de timonio de las aflicciones que
nuestro Señor Jesu Cristo, el cual habían de venir a Cristo, y las
según su grande misericordia glorias después de ellas:
nos ha reengendrado en esperan- 12 A los cuales fue revelado, que
za viva, por la resurrección de no para sí mismos, sino para no-
Jesu Cristo de entre los muertos: sotros administraban las cosas,
4 Para una herencia incorrup- que ahora os son anunciadas
tible, no contaminada, y no se de los que os han predicado el
marchita, reservada en el cielo evangelio, por el Espíritu Santo
para vosotros, enviado del cielo; en las cuales
5 Que sois guardados por el poder cosas desean mirar los ángeles.
de Dios por fe, para la salvación 13 Por lo cual ceñid los lomos de
que está aparejada para ser reve- vuestra mente, sed sobrios, y es-
lada en el postrimero tiempo. perad perfectamente hasta el fin
6 En lo cual vosotros os rego- aquella gracia que os ha de traer
cijáis grandemente, estando al en la revelación de Jesu Cristo.
presente un poco de tiempo, si 14 Como hijos obedientes, no
es necesario, afligidos en diver- conformándoos con las concu-
sas tentaciones. piscencias que antes teníais es-
7 Para que la prueba de vuestra tando en vuestra ignorancia;
fe, mucho más preciosa que el 15 Mas como aquel que os ha lla-
oro, el cual perece, aunque sea mado es santo, semejantemente
probado con fuego, sea hallada también vosotros sed santos en
en alabanza y gloria y honra en toda manera de vivir;
la revelación de Jesu Cristo: 16 Porque escrito está: Sed san-
8 Al cual no habiendo visto, le tos, porque yo soy santo.
amáis: en el cual creyendo, aun- 17 Y si invocáis al Padre, que
que al presente no le veáis, os sin acepción de personas juzga
alegráis con gozo inefable y lleno según la obra de cada uno, con-
de gloria; versad en temor todo el tiempo de
9 Recibiendo el fin de vuestra fe, vuestra peregrinación:
324
Cristo, la piedra angular I Pedro 2
18 Sabiendo que fuisteis redimidos 4 Al cual allegándoos, como a la
de vuestra vana manera de vivir, piedra viva, reprobada cierto de
la cual recibisteis por tradición de los hombres, empero escogida de
vuestros padres, no con cosas co- Dios, y preciosa,
rruptibles, como oro o plata; 5 Vosotros también, como pie-
19 Sino con la sangre preciosa de dras vivas, sois edificados una
Cristo, como de un cordero sin casa espiritual, un sacerdocio
mancha, y sin contaminación: santo, para ofrecer sacrificios es-
20 Ya preordinado ciertamente pirituales, agradables a Dios por
desde antes de la fundación del medio de Jesu Cristo.
mundo, pero manifestado en los 6 Por lo cual también contiene la
postrimeros tiempos por amor de Escritura: He aquí, yo pongo en
vosotros. Sión la principal piedra del án-
21 Que por él creéis en Dios, el gulo, escogida, preciosa; y el que
cual le resucitó de los muertos, y creyere en él no será confundido.
le ha dado gloria, para que vues- 7 Para vosotros pues que creéis él es
tra fe y esperanza sea en Dios: precioso; mas para los desobe-
22 Habiendo purificado vues- dientes, la piedra que los edifica-
tras almas en la obediencia de la dores reprobaron, ésta fue hecha la
verdad, por el Espíritu, para un cabeza del ángulo,
amor hermanable, sin fingimien- 8 Y piedra de tropiezo, y roca de
to amaos unos a otros ferviente- escándalo, a aquellos que tropie-
mente de corazón puro: zan en la palabra, siendo desobe-
23 Siendo renacidos, no de si- dientes; a lo que también fueron
miente corruptible, sino de inco- ordenados.
rruptible, por la palabra de Dios, 9 Mas vosotros sois el linaje esco-
que vive y permanece por siempre. gido, el real sacerdocio, nación
24 Porque toda carne es como santa, pueblo peculiar, para que
hierba, y toda la gloria del hom- anunciéis las virtudes de aquel
bre como la flor de la hierba. La que os ha llamado de las tinie-
hierba se seca, y la flor se cae; blas a su luz maravillosa:
25 Mas la palabra del Señor per- 10 Vosotros, que en el tiempo pa-
manece por siempre: Y esta es la sado no erais pueblo, mas ahora
palabra que por el evangelio os sois pueblo de Dios, que no ha-
ha sido predicada. bíais alcanzado misericordia,
mas ahora habéis ya alcanzado
CAPÍTULO 2 misericordia.
OR lo que desechando toda 11 Amados, yo os ruego, como a
P malicia, y todo engaño, y
fingimientos, y envidias, y toda
extranjeros y peregrinos, que os
abstengáis de las concupiscen-
suerte de maledicencias, cias carnales, que batallan con-
2 Como niños recién nacidos, de- tra el alma,
sead ardientemente la leche no 12 Teniendo vuestra manera de
adulterada de la palabra, para vivir honesta entre los Gentiles;
que por ella crezcáis: para que, en lo que ellos murmu-
3 Si empero habéis gustado que ran de vosotros como de malhe-
el Señor es benigno. chores, glorifiquen a Dios en el
325
I Pedro 3 Sumisión a la autoridad
día de la visitación, estimándoos pecados en su cuerpo sobre el
por las buenas obras. madero, para que nosotros sien-
13 Sed pues sujetos a toda or- do muertos a los pecados, viva-
denanza humana por causa del mos a la justicia: por la herida
Señor: ahora sea a rey, como a del cual habéis sido sanados.
superior: 25 Porque vosotros erais como
14 O a los gobernadores, como ovejas descarriadas; mas ahora
enviados por él, para castigo de habéis vuelto al Pastor, y Obispo de
los malhechores, y para loor de vuestras almas.
los que hacen bien.
15 Porque esta es la voluntad de CAPÍTULO 3
Dios, que haciendo bien, hagáis SIMISMO, vosotras mujeres,
callar la ignorancia de los hom-
bres insensatos:
A sed sujetas a vuestros pro-
329
La Segunda Epístola General de
PEDRO
S CAPÍTULO 1
IMÓN Pedro, siervo y após-
más procurad de hacer firme
vuestra vocación y elección; por-
tol de Jesu Cristo, a los que que haciendo estas cosas, no cae-
habéis alcanzado fe igualmente réis jamás.
preciosa con nosotros por la jus- 11 Porque de esta manera os será
ticia de nuestro Dios y Salvador abundantemente administrada
Jesu Cristo. la entrada en el reino eterno de
2 Gracia y paz os sean multipli- nuestro Señor y Salvador Jesu
cadas en el conocimiento de Dios, y Cristo.
de Jesús nuestro Señor: 12 Por lo cual yo no dejaré de re-
3 Como todas las cosas que per- cordaros siempre de estas cosas,
tenecen a la vida y a la piedad, aunque vosotros las sepáis, y es-
nos han sido dadas de su divino téis confirmados en la verdad
poder, por el conocimiento de presente.
aquel que nos ha llamado por 13 Porque tengo por justo, en
gloria y virtud, tanto que estoy en este taberná-
4 Por las cuales nos son dadas culo, de incitaros por medio de
grandísimas y preciosas prome- recordamientos:
sas; para que por ellas fueseis 14 Sabiendo que en breve tengo
hechos participantes de la natu- que dejar este mi tabernáculo,
raleza divina, habiendo escapa- como nuestro Señor Jesu Cristo me
do de la corrupción que está en el ha declarado.
mundo por concupiscencia. 15 También yo procuraré con di-
5 Vosotros también, poniendo ligencia, que después de mi falle-
toda diligencia en esto mismo, cimiento vosotros podáis tener
añadid a vuestra fe virtud; y a la siempre memoria de estas cosas.
virtud conocimiento; 16 Porque nosotros no os habe-
6 Y al conocimiento templanza, y a mos dado a conocer el poder y
la templanza paciencia; y a la la venida de nuestro Señor Jesu
paciencia piedad; Cristo, siguiendo fábulas por arte
7 Y a la piedad amor hermanable, compuestas; sino como habiendo
y al amor hermanable caridad. con nuestros propios ojos visto
8 Porque si en vosotros hay estas su majestad.
cosas, y abundan, no os dejarán 17 Porque él había recibido de
estar ociosos, ni estériles en el Dios Padre honra y gloria, cuan-
conocimiento de nuestro Señor do una tal voz fue a él enviada de
Jesu Cristo. la magnífica gloria: Este es el
9 Empero el que no tiene estas amado Hijo mío, en el cual yo me
cosas es ciego, y no puede ver de he agradado.
lejos, estando olvidado de la puri- 18 Y nosotros oímos esta voz en-
ficación de sus antiguos pecados. viada del cielo, cuando estába-
10 Por lo cual, hermanos, tanto mos con él en el monte santo.
330
Falsos profetas y maestros II Pedro 2
19 Tenemos también la palabra y poniéndolas por ejemplo a los
profética más firme: a la cual ha- que habían de vivir impíamente;
céis bien de estar atentos como a 7 Y libró al justo Lot, afligido por la
una luz que alumbra en un lugar nefanda conducta de aquellos
oscuro, hasta que el día escla- malvados:
rezca, y la estrella de la mañana 8 (Porque aquel hombre justo
salga en vuestros corazones: morando entre ellos, por lo que
20 Sabiendo primero esto, que veía y oía, afligía su alma justa
ninguna profecía de la Escritura todos los días con los hechos ilí-
es de privada interpretación. citos de ellos;)
21 Porque la profecía no vino en 9 Sabe el Señor librar de tenta-
los tiempos pasados por volun- ción a los piadosos, y reservar a
tad de hombre: mas los santos los injustos para ser atormenta-
hombres de Dios hablaron, sien- dos en el día del juicio:
do movidos por el Espíritu Santo. 10 Y principalmente a aquellos
que, siguiendo la carne, andan
CAPÍTULO 2 en concupiscencia de inmundi-
MPERO hubo también falsos cia, y desprecian las autoridades:
E profetas entre el pueblo, así
333
La Primera Epístola General de
JUAN
L CAPÍTULO 1
O que era desde el principio,
cado, le hacemos a él mentiroso,
y su palabra no está en nosotros.
lo que hemos oído, lo que
hemos visto con nuestros ojos, CAPÍTULO 2
lo que hemos mirado, y nuestras
manos han tocado, de la Palabra H IJITOS míos, estas cosas os
escribo, para que no pe-
de vida: quéis; y si alguno hubiere pecado,
2 (Porque la vida fue manifes- un abogado tenemos para con el
tada; y la hemos visto, y testifi- Padre, a Jesu Cristo el justo:
camos, y os anunciamos la vida 2 Y él es la propiciación por nues-
eterna, la cual era con el Padre, y tros pecados; y no solamente por los
se nos ha manifestado:) nuestros, mas también por los de
3 Lo que hemos visto y oído, eso todo el mundo.
os anunciamos para que también 3 Y por esto sabemos que noso-
vosotros tengáis comunión con tros le conocemos, si guardamos
nosotros, y nuestra comunión sus mandamientos.
verdaderamente es con el Padre, y 4 El que dice: Yo le conozco, y
con su Hijo Jesu Cristo. no guarda sus mandamientos, el
4 Y estas cosas os escribimos, para tal es mentiroso, y no hay verdad
que vuestro gozo sea cumplido. en él.
5 Pues este es el mensaje que 5 Mas el que guarda su palabra, el
hemos oído de él, y os anuncia- amor de Dios es verdadera-
mos a vosotros: Que Dios es luz, mente perfecto en él: por esto
y no hay ningunas tinieblas en él. sabemos que estamos en él.
6 Si nosotros dijéremos que te- 6 El que dice que permanece en
nemos comunión con él, y anda- él, debe andar como él anduvo.
mos en tinieblas, mentimos, y no 7 Hermanos, no os escribo un
hacemos la verdad. mandamiento nuevo, sino el
7 Mas si andamos en la luz, como mandamiento antiguo, que ha-
él está en la luz, tenemos comu- béis tenido desde el principio:
nión los unos con los otros, y la el mandamiento antiguo es la
sangre de Jesu Cristo su Hijo nos palabra que habéis oído desde el
purifica de todo pecado. principio.
8 Si dijéremos que no tenemos 8 Otra vez os escribo un manda-
pecado, engañámonos a nosotros miento nuevo, que es la verdad en
mismos, y no hay verdad en no- él y en vosotros; porque las
sotros. tinieblas son pasadas, y la verda-
9 Si confesamos nuestros peca- dera luz ya alumbra.
dos, él es fiel y justo para que 9 El que dice que está en la luz, y
nos perdone nuestros pecados, y aborrece a su hermano, aun está en
nos limpie de toda maldad. tinieblas todavía.
10 Si dijéremos que no hemos pe- 10 El que ama a su herma-
334
El amor al mundo I Juan 2
no, permanece en la luz, y no cierto permanecido con nosotros;
hay ocasión de tropiezo en él. empero salieron para que se ma-
11 Empero el que aborrece a su nifestase que todos no son de no-
hermano, está en tinieblas, y sotros.
anda en tinieblas, y no sabe a 20 Mas vosotros tenéis la unción
donde se va; porque las tinieblas le del Santo, y conocéis todas las
han cegado los ojos. cosas.
12 Os escribo a vosotros, hijitos, 21 No os he escrito, como si ig-
porque vuestros pecados os son noraseis la verdad, mas como a
perdonados por su nombre. los que la conocéis, y que ningu-
13 Os escribo a vosotros, pa- na mentira es de la verdad.
dres, porque habéis conocido a 22 ¿Quién es mentiroso, sino el
aquel que es desde el principio. que niega que Jesús es el Cristo?
Os escribo a vosotros, mancebos, Este es anticristo, que niega al
porque habéis vencido al malig- Padre, y al Hijo.
no. Os escribo a vosotros hijitos, 23 Cualquiera que niega al Hijo,
porque habéis conocido al Padre. este tal tampoco tiene al Padre.
14 Os he escrito a vosotros, pa- Así cualquiera que confiesa al
dres, porque habéis conocido Hijo, tiene también al Padre.
al que es desde el principio. Os 24 Pues lo que habéis oído desde el
he escrito a vosotros, mancebos, principio, sea permanecien-
porque sois fuertes, y la palabra te en vosotros; Si lo que habéis
de Dios permanece en vosotros, oído desde el principio fuere per-
y habéis vencido al maligno. maneciente en vosotros, también
15 No améis al mundo, ni las vosotros permaneceréis en el
cosas que están en el mundo. Si Hijo, y en el Padre.
alguno ama al mundo, el amor 25 Y esta es la promesa, la cual él
del Padre no está en él. nos prometió, vida eterna.
16 Porque todo lo que hay en el 26 Estas cosas os he escrito to-
mundo, la concupiscencia de la cante a los que os engañan.
carne, y la concupiscencia de los 27 Empero la unción que voso-
ojos, y la soberbia de la vida, no tros habéis recibido de él perma-
es del Padre, mas es del mundo. nece en vosotros; y no tenéis ne-
17 Y el mundo se pasa, y su con- cesidad que ninguno os enseñe:
cupiscencia; mas el que hace la mas como la unción misma os
voluntad de Dios, permanece por enseña de todas cosas, y es ver-
siempre. dad, y no es mentira, así como él
18 Hijitos, ya es la postrera hora; os ha enseñado, permaneceréis
y como vosotros habéis oído que vosotros en él.
el anticristo ha de venir, así tam- 28 Y ahora, hijitos, permaneced
bién al presente han comenzado en él; para que cuando él apare-
a ser muchos anticristos, por lo ciere, tengamos confianza, y no
cual sabemos que ya es la postri- seamos avergonzados ante él en
mera hora. su venida.
19 Ellos salieron de nosotros, 29 Si sabéis que él es justo, sabed
mas no eran de nosotros; porque también que cualquiera que hace
si fueran de nosotros, hubieran justicia, es nacido de él.
335
I Juan 3 Los hijos de Dios
M CAPÍTULO 3
IRAD cuál amor nos ha
dado el Padre, que seamos
ligno, y mató a su hermano. ¿Y
por qué causa lo mató? Porque
sus obras eran malas, y las de su
llamados hijos de Dios: por esto hermano eran justas.
el mundo no nos conoce, porque 13 Hermanos míos, no os maravi-
no le conoció a él. lléis si el mundo os aborrece.
2 Muy amados, ahora nosotros 14 Nosotros sabemos que somos
somos hijos de Dios, y aún no es pasados de muerte a vida, en que
manifestado lo que hemos de ser: amamos a los hermanos. El que
empero sabemos que cuando él no ama a su hermano, permane-
apareciere, seremos semejantes ce en muerte.
a él porque le veremos como él 15 Cualquiera que aborrece a su
es. hermano, es homicida; y sabéis
3 Y cualquiera que tiene esta que ningún homicida tiene vida
esperanza en él se purifica a sí eterna permaneciendo en sí.
mismo, como él es puro. 16 En esto hemos conocido el
4 Cualquiera que hace pecado, amor de Dios, en que él puso su
transgrede también la ley; por- vida por nosotros; y nosotros de-
que el pecado es la transgresión bemos poner nuestras vidas por los
de la ley. hermanos.
5 Y vosotros sabéis que él apare- 17 Mas el que tuviere bienes de
ció para quitar nuestros pecados, este mundo, y viere a su herma-
y no hay pecado en él. no tener necesidad, y le cerra-
6 Cualquiera que permanece en re sus entrañas, ¿cómo mora el
él, no peca: cualquiera que peca, amor de Dios en él?
no le ha visto, ni le ha conocido. 18 Hijitos míos, no amemos de
7 Hijitos, ninguno os engañe: el palabra, ni de lengua; sino en
que hace justicia es justo, como obra y verdad:
él también es justo. 19 Y en esto conocemos que no-
8 El que hace pecado, es del dia- sotros somos de la verdad, y ase-
blo; porque el diablo peca desde guraremos nuestros corazones
el principio. Para esto apareció delante de él.
el Hijo de Dios, para que destru- 20 Porque si nuestro corazón
ya las obras del diablo. nos condena, mayor es Dios que
9 Cualquiera que es nacido de nuestro corazón, y conoce todas
Dios, no hace pecado; porque su las cosas.
simiente mora en él; y no puede 21 Carísimos, si nuestro corazón no
pecar, porque es nacido de Dios. nos condena, confianza tene-
10 En esto son manifiestos los mos en Dios;
hijos de Dios, y los hijos del dia- 22 Y cualquiera cosa que pidiére-
blo: cualquiera que no hace jus- mos, la recibiremos de él; porque
ticia, y que no ama a su hermano, guardamos sus mandamientos, y
no es de Dios. hacemos las cosas que son agra-
11 Porque este es el mensaje que dables delante de él.
habéis oído desde el principio, 23 Y este es su mandamiento:
que nos amemos unos a otros: Que creamos en el nombre de
12 No como Caín, que era del ma- su Hijo Jesu Cristo, y nos ame-
336
Los falsos doctores I Juan 4
mos unos a otros, como nos lo ha que nosotros hayamos amado a
mandado. Dios, sino que él nos amó a noso-
24 Y el que guarda sus manda- tros, y envió a su Hijo para ser pro-
mientos, permanece en él, y él piciación por nuestros pecados.
en él. Y en esto sabemos que él 11 Amados, si Dios así nos ha
permanece en nosotros, por el amado, debemos también noso-
Espíritu que nos ha dado. tros amarnos los unos a los otros.
12 Ninguno vio jamás a Dios. Si
CAPÍTULO 4 nos amamos los unos a los otros,
MADOS, no creáis a todo Dios mora en nosotros, y su amor
A espíritu; sino probad los
espíritus si son de Dios. Porque
es perfecto en nosotros.
13 En esto conocemos que mora-
muchos falsos profetas son sali- mos en él, y él en nosotros, en
dos en el mundo. que nos ha dado de su Espíritu.
2 En esto conoced el Espíritu de 14 Y nosotros hemos visto, y tes-
Dios: Todo espíritu que confie- tificamos que el Padre ha envia-
sa que Jesu Cristo es venido en do al Hijo para ser Salvador del
carne, es de Dios; mundo.
3 Y todo espíritu que no confiesa 15 Cualquiera que confesare que
que Jesu Cristo es venido en carne, Jesús es el Hijo de Dios, Dios
no es de Dios; y este tal espíritu es mora en él, y él en Dios.
espíritu del anticristo, del cual vo- 16 Y nosotros hemos conocido,
sotros habéis oído que ha de venir, y creído el amor que Dios tiene
y que ahora ya está en el mundo. por nosotros. Dios es amor; y el
4 Hijitos, vosotros sois de Dios, que mora en amor mora en Dios,
y los habéis vencido; porque el y Dios en él.
que en vosotros está, es mayor 17 En esto es perfecto el amor
que el que está en el mundo. con nosotros, para que tengamos
5 Ellos son del mundo, por eso confianza en el día del juicio,
hablan del mundo, y el mundo que cual él es, tales somos noso-
los oye. tros en este mundo.
6 Nosotros somos de Dios: el que 18 En el amor no hay temor; mas el
conoce a Dios, nos oye: el que no perfecto amor echa fuera el
es de Dios, no nos oye. Por esto temor; porque el temor tiene tor-
conocemos el espíritu de verdad, y mento. De donde el que teme, no
el espíritu de error. está perfecto en el amor.
7 Carísimos, amémonos unos a 19 Nosotros le amamos a él, por-
otros; porque el amor es de Dios. que él primero nos amó.
Y cualquiera que ama, es nacido 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios,
de Dios, y conoce a Dios. y aborrece a su hermano, es men-
8 El que no ama, no conoce a tiroso. Porque el que no ama a su
Dios; porque Dios es amor. hermano, al cual ha visto, ¿cómo
9 En esto se mostró el amor de puede amar a Dios, a quien no ha
Dios en nosotros, en que Dios visto?
envió su Hijo unigénito al mundo, 21 Y nosotros tenemos este man-
para que vivamos por él. damiento de él: Que el que ama a
10 En esto consiste el amor, no Dios, ame también a su hermano.
337
I Juan 5 La fey y los frutos
T CAPÍTULO 5
ODO aquel que cree que Jesús
es el Cristo, es nacido de Dios;
11 Y este es el testimonio, que
Dios nos ha dado vida eterna, y
que esta vida está en su Hijo.
y cualquiera que ama al que en- 12 El que tiene al Hijo, tiene la
gendró, ama también al que es vida; el que no tiene al Hijo de
engendrado de él. Dios, no tiene la vida.
2 En esto conocemos que ama- 13 Yo he escrito estas cosas a vo-
mos a los hijos de Dios, cuando sotros que creéis en el nombre
amamos a Dios, y guardamos sus del Hijo de Dios; para que sepáis
mandamientos. que tenéis vida eterna, y para
3 Porque este es el amor de Dios, que creáis en el nombre del Hijo
que guardemos sus mandamien- de Dios.
tos; y sus mandamientos no son 14 Y esta es la confianza que te-
graves. nemos en él, que si pidiéremos
4 Porque todo aquello que es na- alguna cosa conforme a su vo-
cido de Dios vence al mundo; y luntad, él nos oye.
esta es la victoria que vence al 15 Y si sabemos que él nos oye
mundo, nuestra fe. en cualquiera cosa que pedimos,
5 ¿Quién es el que vence al también sabemos que tenemos las
mundo, sino el que cree que peticiones que le hubiéremos pe-
Jesús es el Hijo de Dios? dido.
6 Este es el que vino por agua y 16 Si alguno viere pecar a su her-
sangre, es a saber Jesu Cristo: No mano pecado que no es de muerte,
por agua solamente, sino por agua pedirá a Dios, y él le dará vida;
y sangre. Y el Espíritu es el que da digo a los que pecan no de muer-
testimonio; porque el Es- te. Hay pecado de muerte: por el
píritu es la verdad. cual yo no digo que ruegues.
7 Porque tres son los que dan 17 Toda iniquidad es pecado;
testimonio en el cielo, el Padre, empero hay pecado que no es de
la Palabra, y el Espíritu Santo; y muerte.
estos tres son uno. 18 Sabemos que cualquiera que
8 Y tres son los que dan testi- es nacido de Dios, no peca; mas
monio en la tierra, el Espíritu, y el que es engendrado de Dios, se
el agua, y la sangre: y estos tres guarda a sí mismo, y el maligno
concuerdan en uno. no le toca.
9 Si recibimos el testimonio de 19 Sabemos que somos de Dios,
los hombres, el testimonio de y todo el mundo está puesto en
Dios es mayor; porque este es el maldad.
testimonio de Dios, que ha testi- 20 Empero sabemos que el Hijo
ficado de su Hijo. de Dios es venido, y nos ha dado
10 El que cree en el Hijo de entendimiento, para conocer al
Dios tiene el testimonio en sí que es verdadero; y estamos en
mismo. El que no cree a Dios, el verdadero, en su Hijo Jesu
le ha hecho mentiroso; porque Cristo. Este es el verdadero Dios,
no ha creído en el testimonio y la vida eterna.
que Dios ha testificado de su 21 Hijitos, guardaos de los ído-
Hijo. los. Amén.
338
La Segunda Epístola de
JUAN
E L anciano a la señora elegi-
da, y a sus hijos, a los cuales
son entrados en el mundo, los
cuales no confiesan que Jesu
yo amo en verdad; y no sólo yo, Cristo es venido en carne. Este
pero también todos los que han tal engañador es, y anticristo.
conocido la verdad; 8 Mirad por vosotros mismos,
2 Por causa de la verdad que porque no perdamos las cosas
mora en nosotros, y será por que hemos obrado, mas reciba-
siempre con nosotros. mos el galardón completo.
3 Sea con vosotros gracia, mise- 9 Cualquiera que transgrede, y
ricordia, paz, de Dios el Padre, y no permanece en la doctrina de
del Señor Jesu Cristo, el Hijo del Cristo, no tiene a Dios: el que
Padre, en verdad y amor. permanece en la doctrina de
4 Héme regocijado grandemente, Cristo, el tal tiene tanto al Padre
porque he hallado de tus hijos como al Hijo.
que andan en la verdad, como 10 Si alguno viene a vosotros, y no
nosotros hemos recibido el man- trae esta doctrina, no le reci-
damiento del Padre. báis en vuestra casa, ni a él digáis:
5 Y ahora señora, yo te ruego, ¡Bienvenido!
(no como escribiéndote un nuevo 11 Porque el que le dice: ¡Bien-
mandamiento, sino aquel que venido!, participa en sus malas
nosotros hemos tenido desde el obras.
principio,) que nos amemos los 12 Aunque tengo muchas cosas
unos a los otros. que escribiros, no las he querido
6 Y este es el amor, que andemos escribir por papel y tinta; empero
según sus mandamientos. Este es yo espero de venir a vosotros, y
el mandamiento, como vosotros hablar con vosotros cara a cara, para
habéis oído desde el principio, que nuestro gozo sea cumplido.
que andéis en él. 13 Los hijos de tu hermana elegi-
7 Porque muchos engañadores da te saludan. Amén.
339
La Tercera Epístola de
JUAN
340
La Epístola General de
JUDAS
J UDAS, siervo de Jesu Cristo,
y hermano de Jacobo, a los
la venganza del fuego eterno.
8 De la misma manera también
llamados, santificados en Dios éstos soñadores ensucian su
el Padre, y preservados en Jesu carne, y menosprecian la autori-
Cristo: dad, y vituperan las dignidades.
2 Misericordia, y paz, y amor os 9 Pues cuando el arcángel Miguel
sean multiplicados. contendía con el diablo, dispu-
3 Amados, por la gran solicitud tando sobre el cuerpo de Moisés,
que tenía yo de escribiros tocan- no se atrevió a usar de juicio de
te a la común salvación, me ha maldición contra él, antes le dijo: El
sido necesario escribiros, exhor- Señor te reprenda.
tándoos que contendáis eficaz- 10 Mas éstos maldicen las cosas
mente por la fe que ha sido una que no conocen; y las cosas que
vez dada a los santos. naturalmente conocen, se corrom-
4 Porque ciertos hombres han pen en ellas como bestias brutas.
encubiertamente entrado: los 11 ¡Ay de ellos! porque han se-
cuales desde mucho antes ha- guido el camino de Caín, y se
bían estado ordenados para esta lanzaron codiciosamente en el
condenación, hombres impíos, error de Balaam por recompensa,
convirtiendo la gracia de nues- y perecieron en la contradicción
tro Dios en lascivia, y negando de Coré.
el único Señor Dios, y a nuestro 12 Estos son manchas en vuestros
Señor Jesu Cristo. convites de caridad, que banque-
5 Os quiero, pues, traer a la me- tean juntamente, apacentándose
moria que una vez habéis sabi- a sí mismos sin temor alguno:
do esto, que el Señor habiendo nubes sin agua, las cuales son
salvado al pueblo de la tierra de llevadas de acá para allá de los
Egipto, después destruyó a los vientos: árboles marchitos como
que no creían: en otoño, sin fruto, dos veces
6 Y que a los ángeles que no muertos, y desarraigados:
guardaron su primer estado, mas 13 Fieras ondas del mar, que es-
dejaron su propia habitación, los puman sus mismas abominacio-
ha reservado debajo de oscuri- nes: estrellas erráticas, a los cua-
dad, en cadenas eternas, hasta el les es reservada eternamente la
juicio del gran día. oscuridad de las tinieblas.
7 Así como Sodoma y Gomo- 14 De los cuales también pro-
rra, y las ciudades comarcanas, fetizó Enoc, que fue el séptimo
las cuales de la misma mane- desde Adam, diciendo: He aquí, el
ra que ellos se habían dado a Señor es venido con diez mi-
la fornicación e ido en pos de llares de sus santos;
carne extraña, fueron puestas 15 A hacer juicio contra todos, y
por ejemplo, habiendo recibido a convencer a todos los ímpios
341
JUDAS Contra la impiedad
de entre ellos de todas sus obras 20 Mas vosotros, oh amados,
de impiedad, que han cometido edificándoos sobre vuestra san-
impíamente, y de todas las pala- tísima fe, orando en el Espíritu
bras duras, que los pecadores ím- Santo.
pios han hablado contra él. 21 Conservaos a vosotros mismos
16 Estos son murmuradores que- en el amor de Dios, esperando la
rellosos, andando según sus pro- misericordia de nuestro Señor
pias concupiscencias, y su boca Jesu Cristo, para vida eterna.
habla cosas soberbias, teniendo 22 Y de los unos tened compa-
en admiración las personas por sión, con discernimiento;
causa del provecho. 23 Y haced salvos a los otros por
17 Mas vosotros, amados, tened temor, arrebatándolos del fuego;
memoria de las palabras que de aborreciendo aún la ropa que es
antes han sido dichas por los contaminada de carne.
apóstoles de nuestro Señor Jesu 24 Ahora a aquél que es podero-
Cristo; so para guardaros de caer, y pre-
18 Como os decían, que en el sentaros irreprensibles delante
postrer tiempo habría burladores, de la presencia de su gloria con
que andarían según sus propias grande gozo,
malvadas concupiscencias. 25 A Dios solo sabio Salvador
19 Estos son los que se separan a nuestro, sea gloria y majestad,
sí mismos, sensuales, no tenien- imperio y potestad, ahora, y por
do el Espíritu. siempre. Amén.
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La
REVELACIÓN
de Jesu Cristo
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Revelación 2 Cartas a Éfeso, Smirna
una espada aguda de dos filos; y los cuales yo también aborrezco.
su rostro era resplandeciente 7 El que tiene oído, oiga lo que el
como el sol en su fuerza. Espíritu dice a las iglesias: Al que
17 Y cuando yo le vi, caí como venciere, daré a comer del árbol
muerto a sus pies. Y él puso su de la vida, el cual está en medio
diestra sobre mí, diciéndome: del paraíso de Dios.
No temas, Yo soy el primero, y el 8 Y escribe al ángel de la igle-
postrero; sia en Smirna: El primero y el
18 Y el que vivo, y he sido muerto, postrero, que fue muerto, y vive,
y he aquí, Yo soy vivo por siem- dice estas cosas:
pre jamás, Amén; y tengo las lla- 9 Yo sé tus obras, y tu tribula-
ves del infierno, y de la muerte. ción, y tu pobreza, (pero tú eres
19 Escribe las cosas que has visto, rico,) y sé la blasfemia de los que
y las que son, y las que han de ser se dicen ser Judíos, y no lo son,
después de estas. sino que son la sinagoga de Satanás.
20 El misterio de las siete estre- 10 No tengas ningún temor de
llas que has visto en mi diestra, y las cosas que has de padecer. He
los siete candeleros de oro. Las aquí, el diablo ha de arrojar algu-
siete estrellas, son los ángeles de nos de vosotros a la cárcel, para
las siete iglesias, y los siete can- que seáis probados; y tendréis
deleros que viste, son las siete tribulación de diez días. Sé fiel
iglesias. hasta la muerte, y yo te daré la
corona de la vida.
CAPÍTULO 2 11 El que tiene oído, oiga lo que
SCRIBE al ángel de la iglesia el Espíritu dice a las iglesias: El
E de Éfeso: El que tiene las siete
estrellas en su diestra, el cual
que venciere, no será dañado
jamás de la segunda muerte.
anda en medio de los siete can- 12 Y escribe al ángel de la iglesia
deleros de oro, dice estas cosas: en Pérgamo: El que tiene la espa-
2 Yo sé tus obras, y tu trabajo, y da aguda de dos filos, dice estas
tu paciencia, y que tú no puedes cosas:
sufrir los malos, y has probado a 13 Yo sé tus obras, y donde moras,
los que se dicen ser apóstoles, y donde está la silla de Satanás; y
no lo son, y los has hallado men- retienes mi nombre, y no has ne-
tirosos. gado mi fe, aun en aquellos días
3 Y has sufrido, y tienes pacien- en que Antipas mi fiel testigo fue
cia, y has trabajado por causa de muerto entre vosotros, donde
mi nombre, y no has desfallecido. mora Satanás.
4 Pero tengo algo contra ti, por- 14 Pero tengo unas pocas cosas
que has dejado tu primer amor. contra ti; porque tú tienes ahí los
5 Por lo cual recuerda de dónde que retienen la doctrina de Ba-
has caído, y arrepiéntete, y haz laam, el cual enseñaba a Balac
las primeras obras; si no, vendré a poner tropiezo delante de los
a ti presto, y quitaré tu candelero hijos de Israel, a comer de cosas
de su lugar, si no te arrepintieres. sacrificadas a los ídolos, y a co-
6 Empero tienes esto, que abo- meter fornicación.
rreces las obras de los Nicolaítas, 15 Así también tú tienes a los que
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Cartas a Pergamo y Tiatira Revelación 3
retienen la doctrina de los Nico- echaré sobre vosotros otra carga.
laítas, lo cual yo aborrezco. 25 Empero la que tenéis, rete-
16 Arrepiéntete; porque si no, nedla hasta que yo venga.
vendré a ti presto, y pelearé con- 26 Y al que hubiere vencido, y
tra ellos con la espada de mi boca. hubiere guardado mis obras
17 El que tiene oído, oiga lo que hasta el fin, yo le daré potestad
el Espíritu dice a las iglesias: Al sobre las naciones;
que venciere, daré a comer del 27 Y las regirá con vara de hierro, y
maná escondido, y le daré una serán quebrantadas como vaso de
piedrecita blanca, y en la piedre- alfarero, como también yo he
cita un nombre nuevo escrito, el recibido de mi Padre.
cual ninguno conoce, sino aquel 28 Y le daré la estrella de la ma-
que lo recibe. ñana.
18 Y escribe al ángel de la igle- 29 El que tiene oído, oiga lo que el
sia en Tiatira: El Hijo de Dios Espíritu dice a las iglesias.
que tiene sus ojos como llama de
fuego, y sus pies semejantes al CAPÍTULO 3
latón finísimo, dice estas cosas: ESCRIBE al ángel de la igle-
19 Yo conozco tus obras, y cari-
Y CAPÍTULO 20
VI un ángel descender del
cielo, que tenía la llave del
la tierra, y cercaron el campa-
mento de los santos, y de la ciu-
dad amada. Y de Dios descendió
abismo, y una grande cadena en fuego del cielo, y los devoró.
su mano. 10 Y el diablo que los engañaba
2 Y prendió al dragón, aquella fue lanzado en el lago de fuego y
serpiente antigua, que es el dia- azufre, donde está la bestia y el
blo y Satanás, y lo ató por mil falso profeta, y serán atormen-
años. tados día y noche por siempre
3 Y le arrojó al abismo, y le en- jamás.
cerró, y selló sobre él; porque 11 Y vi un gran trono blanco, y al
no engañase más a las naciones que estaba sentado sobre él, de
hasta que los mil años fuesen delante del cual huyó la tierra y
cumplidos, y después de esto, es el cielo; y no se halló lugar para
necesario que sea desatado por ellos.
un poco de tiempo. 12 Y vi los muertos, pequeños y
4 Y vi tronos, y se sentaron sobre grandes que estaban de pie de-
ellos, y les fue dado el juicio: y vi lante de Dios; y los libros fueron
las almas de los que habían sido abiertos, y otro libro fue abierto, el
degollados por el testimonio de cual es el libro de la vida; y fue-
Jesús, y por la palabra de Dios, y ron juzgados los muertos por las
que no habían adorado la bestia, cosas que estaban escritas en los
ni a su imagen, y que no habían libros, según sus obras.
recibido su marca en sus frentes, 13 Y el mar dio los muertos que
ni en sus manos; y vivieron, y estaban en ella; y la muerte, y el
reinaron con Cristo mil años. infierno dieron los muertos que
5 Empero los demás muertos no estaban en ellos; y fue hecho jui-
tornaron a vivir, hasta que fue- cio de cada uno de ellos según
ron cumplidos los mil años. Esta sus obras.
es la primera resurrección. 14 Y la muerte, y el infierno fue-
6 Bienaventurado y santo el que ron lanzados en el lago de fuego.
tiene parte en la primera resu- Esta es la muerte segunda.
rrección: la segunda muerte no 15 Y el que no fue hallado escrito en
tiene potestad sobre los tales: el libro de la vida, fue lanzado en el
antes serán sacerdotes de Dios, y lago de fuego.
de Cristo, y reinarán con él mil
años. CAPÍTULO 21
7 Y cuando los mil años fueren VI un cielo nuevo, y una tie-
cumplidos, Satanás será suelto
de su prisión;
Y rra nueva; porque el primer
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