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C h a pter II

R EL ATI V I DAD ESPEC IAL

Hay limitaciones al movimiento que no aparecen en la descripción galileana. La prime-


ra limitación que encontramos es la existencia de una velocidad máxima en la naturaleza.
Esta velocidad máxima implica muchos resultados fascinantes: los intervalos de espacio y
tiempo dependen del observador, hay una relación íntima entre masa y energía, y existen

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los horizontes de eventos. Exploraremos estos puntos ahora.

3. velo cidad máxima, observad ores en rep oso, y


movimiento de l a luz
Fama nihil est celerius.*

“ ”
L a luz es indispensable para una descripción precisa del movimiento. Para compro-
bar si una línea o una trayectoria de movimiento es recta debemos mirar a lo largo
de ella. En otras palabras, utilizamos la luz para definir la rectitud. ¿Cómo sabemos
si una superficie es plana? Mirando a lo largo y ancho de ella,**de nuevo utilizando la
luz. ¿Cómo medimos longitudes con gran precisión? Con luz. ¿Cómo medimos el tiem-
po con gran precisión? Con luz: antiguamente se usaba la luz del Sol; actualmente, la luz
Página 1170 de ciertos átomos de cesio.
En otras palabras, la luz es importante porque es el modelo de movimiento no pertur-
bado. La física habría evolucionado mucho más aprisa si, en algún punto del pasado, se
hubiese reconocido que la propagación de la luz es el ejemplo ideal de movimiento.
Pero ¿es realmente la luz una manifestación de movimiento? Ya en la antigua Grecia Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
se sabía que es así, gracias a un fenómeno cotidiano, la sombra. Las sombras prueban
que la luz es una entidad que se mueve, que surge de una fuente de luz, y que sigue lí-
neas rectas.***La conclusión obvia de que la luz requiere cierta cantidad de tiempo para

* ‘Nada es más rápido que el rumor.’ Se trata de una versión simplificada del aforismo de Virgilio:: fama,
malum qua non aliud velocius ullum. ‘El rumor, el diablo más rápido de todos.’ De el libro de la Eneida, libro
IV, versos 173 y 174.
** Obsérvese que mirar a lo largo de la superficie desde todos los lados no es suficiente, ya que una super-
ficie que toque un rayo de luz a lo largo de toda su longitud en todas las direcciones no tiene por qué ser
necesariamente plana. ¿Podrías dar un ejemplo? Se necesitan otros métodos para comprobar que es plana
Desafío 331 s utilizando luz. ¿Podrías especificar uno?
*** Siempre que una fuente produce sombras, las entidades emitidas se llaman rayos o radiación. Además de
la luz, otros ejemplos de radiación descubiertos gracias a las sombras que producen son los rayos infrarrojos
y los rayos ultravioletas que emanan de la mayor parte de las fuentes de luz junto con la luz visible, y los
192 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

Jupiter and Io
(second measurement)

Earth (second
measurement)

Sun Earth (first Jupiter and Io


measurement) (first measurement)

F I G U R E 86 Método de Römer para medir la velocidad de la luz

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viajar desde la fuente hasta la superficie que muestra la sombra ya fue adelantada por el
Ref. 139 pensador griego Empedocles (c. 490 to c. 430 bce ).
Podemos confirmar este resultado con otro argumento, igual de sencillo pero más sutil.
La velocidad puede medirse. Por tanto, la velocidad perfecta, que se utiliza implícitamen-
te como patrón de medida, debe tener un valor finito. Un patrón de velocidad que fuese
Desafío 332 s infinito no permitiría realizar medidas en absoluto. En la naturaleza, las partículas más
ligeras se mueven a velocidades mayores. Como la luz es ‘ligera’,* es una candidata per-
fecta para representar el movimiento perfecto pero con velocidad finita. Confirmaremos
esto dentro de un minuto.
Una velocidad de la luz finita significa que todo lo que vemos proviene del pasado.
Cuando miramos a una estrella, al Sol o a nuestra pareja, siempre vemos una imagen de
su pasado. En cierto sentido, la naturaleza nos impide disfrutar el presente – debemos
por tanto aprender a disfrutar el pasado.
La velocidad de la luz es grande; por tanto no se midió hasta 1676, aunque muchos,
entre ellos Galileo, habían intentado hacerlo anteriormente. El primer método de medi-
da fue desarrollado por el astrónomo danés Ole Römer** cuando estaba estudiando las

rayos catódicos, que se descubrió que correspondían al movimiento de una nueva partícula, el electrón. Las
sombras también han llevado al descubrimiento de los rayos X, que de nuevo resultan ser un tipo de luz, en Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
esta ocasión de alta frecuencia. También los rayos de canal fueron descubiertos por sus sombras; resultaron
ser átomos ionizados viajando. Los tres tipos de radioactividad, rayos α (núcleos de helio), rayos β (otra vez
electrones), y rayos γ (rayos X de alta energía) también producen sombras. Todos estos descubrimientos se
hicieron entre 1890 y 1910: estos fueron los ‘días de rayos’ de la Física.
* N.T.: En el original: ‘light is indeed light’, juego de palabras sin traducción en castellano que surge del
doble significado de la palabra ‘light’: luz y ligero. Obsérvese sin embargo que, gracias principalmente a la
publicidad, la mayoría de los hispanohablantes asocian la palabra ‘light’ con el significado de ligero o ‘bajo
en calorías’.
** Ole (Olaf) Römer (1644 Aarhus – 1710 Copenhagen), astrónomo danés. Fue el tutor del Delfín en París
en la época de Luis XIV. La idea de medir la velocidad de la luz de esta forma se debe al astrónomo ita-
liano Giovanni Cassini, de quien Römer fue ayudante. Römer continuó sus mediciones hasta 1681, cuando
tuvo que dejar Francia como todos los protestantes (como por ejemplo Christiaan Huygens), dejando su
trabajo interrumpido. Al volver a Dinamarca, un incendio destruyó todas sus notas. Como consecuencia,
no fue capaz de mejorar la precisión de su método. Más tarde se convirtió en un importante administrador
y reformador del estado danés.
velo cidad máxima, observad ores en reposo, y movimiento de l a luz 193

rain's perspective light's perspective wind’s perspective


rain light wind

c
c c
earth v
v v
Sun
windsurfer

walker’s perspective human perspective windsurfer’s perspective

α α

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c c
c
α v v
Sun
v

F I G U R E 87 Método de la lluvia para medir la velocidad de la luz

Página ?? órbitas de Io y los demás satélites galileanos de Júpiter. Obtuvo un valor incorrecto de la
velocidad de la luz porque utilizó un valor erróneo para la distancia entre la Tierra y Jú-
piter. Sin embargo, esto fue rápidamente corregido por sus contemporáneos, incluyendo
Desafío 333 s al propio Newton. Puedes intentar deducir su método de la Figura 86. Desde entonces
se sabe que la luz tarda un poco más de 8 minutos en viajar desde el Sol a la Tierra. Es-
to lo confirmó de una forma elegante el astrónomo James Bradley, cincuenta años más
Página 111 tarde, en 1726. Como era inglés, Bradley pensó en el ‘método de la lluvia’ para medir la
Ref. 140 velocidad de la luz.
¿Cómo podemos medir la velocidad de caída de la lluvia? Andamos rápidamente con
un paraguas, medimos el ángulo α al que parece caer la lluvia, y entonces medimos nues-
tra propia velocidad. Como se muestra en la Figura 87, la velocidad c de la lluvia viene Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
dada por
c = v/ tan α . (57)

El mismo procedimiento puede seguirse para la luz; tan sólo necesitamos medir el ángulo
al que llega a la Tierra la luz proveniente de una estrella situada justamente sobre su órbita.
Como la Tierra se está moviendo respecto del Sol y, por tanto, respecto de la estrella de
referencia, el ángulo no será recto. Este efecto se denomina aberración de la luz; el ángulo
se encuentra más fácilmente comparando medidas separadas seis meses. El valor de este
ángulo es 20,5 ′′ ; actualmente puede medirse con una precisión de cinco decimales. Dado
que la velocidad de la Tierra alrededor del Sol es v = 2πR/T = 29,7 km/s, la velocidad de
la luz será pues c = 3,00 ⋅ 108 m/s.*Este es un valor sobrecogedor, especialmente cuando
* Los paraguas no eran comunes en la Gran Bretaña de 1726; se pusieron de moda más tarde, cuando llegaron
194 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

lo comparamos con la mayor velocidad alcanzada por objetos hechos por el hombre, los
satélites Voyager, que viajan a 52 Mm/h = 14 km/s, con la velocidad de crecimiento de un
niño, unos 3 nm/s, o con la velocidad de crecimiento de las estalagmitas en la cavernas,
unos 0,3 pm/s. Empezamos a comprender por qué medir la velocidad de la luz es una
ciencia con derecho propio.
La primera medida precisa de la velocidad de la luz la llevó a cabo el físico francés
Hippolyte Fizeau (1819–1896) en 1849. Su valor es sólo un 5 % mayor que el moderno.
Envió un haz de luz hacia un espejo distante y midió el tiempo que tardaba la luz en vol-
ver. ¿Cómo pudo Fizeau medir ese tiempo sin utilizar ningún instrumento eléctrico? De
Página 62 hecho, usó las mismas ideas que se utilizan para medir velocidades de balas; parte de la
Desafío 338 s respuesta se desvela en la Figura 88. (¿Cómo de alejado debe estar el espejo?) Una recons-
trucción moderna de este experimento, realizada por Jan Frercks, alcanzó una precisión
Ref. 143 del 2 %. Hoy, el experimento es mucho más sencillo; en el capítulo sobre electrodinámi-
ca descubriremos cómo medir la velocidad de la luz utilizando dos ordenadores UNIX o

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Página ?? Linux conectados por un cable.
La velocidad de la luz es tan grande que es difícil incluso demostrar que es finita. Tal
vez el modo más elegante de probarlo es fotografiar un pulso de luz cruzando el campo de
visión, del mismo modo que uno puede fotografiar la conducción de un coche o el vuelo
Ref. 144 de una bala por el aire. La Figura 89 muestra la primera fotografía de ese tipo, tomada
en 1971 con una cámara reflex normal, un obturador muy rápido inventado por los fotó-
grafos y, lo más notable, sin usar equipo electrónico. (¿Cómo de rápido tiene que ser el

desde China. La parte referida a paraguas de esta historia es una invención. En realidad, Bradley tuvo su idea
mientras navegaba por el Támesis, cuando notó que desde un barco en movimiento el viento podía tener un
sentido distinto que desde la orilla. Durante muchos años había estado siguiendo 50 estrellas, especialmente
Gamma Draconis, y durante todo ese tiempo se había intrigado por el signo de la aberración, que tenía el
efecto opuesto al que buscaba, que era el paralaje estelar. Tanto el paralaje como la aberración provocan que
una estrella situada sobre la elíptica describa una pequeña elipse a lo largo de un año terrestre, si bien con
Desafío 334 s sentidos de rotación opuestos. ¿Puedes ver a qué es debido?
Por cierto, una consecuencia de la relatividad especial es que la fórmula (57) está equivocada, y que la
Desafío 335 s fórmula correcta es c = v/ sin α; ¿puedes ver por qué es así?
Para determinar la velocidad de la Tierra, primero tenemos que conocer la distancia que nos separa del
Sol. El método más sencillo se lo debemos al pensador griego Aristarcos de Samos (c. 310 to c. 230 bce ).
Medimos el ángulo entre la Luna y el Sol en el momento en el que la Luna está precisamente en cuarto
creciente. El coseno de ese ángulo nos da el cociente entre la distancia a la Luna (determinada, por ejemplo, Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
por el método descrito en la página 130) y la distancia al Sol. La explicación se deja como ejercicio para el
Desafío 336 s lector.
El ángulo en cuestión es prácticamente un ángulo recto (que correspondería a una distancia infinita), y
Ref. 141 se necesitan buenos instrumentos para medirlo con precisión, tal y como Hiparcos refirió en una extensa
discusión sobre el problema alrededor del año 130 bce. Hasta finales del siglo diecisiete no fue posible medir
este ángulo con precisión, cuando se encontró que vale 89,86°, lo que da un cociente entre distancias de 400,
Página 1183 más o menos. Hoy en día, gracias a las mediciones con radar de los planetas, la distancia al Sol se conoce con
la asombrosa precisión de 30 metros. Las variaciones de la distancia a la Luna se pueden medir al centímetro;
Desafío 337 s ¿podrías adivinar cómo se consigue esto?
Ref. 142 Aristarcos también determinó los radios del Sol y de la Luna como múltiplos del radio de la Tierra.
Aristarcos fue un pensador impresionante: fue el primero en proponer el sistema heliocéntrico, y tal vez el
primero en proponer que las estrellas eran soles lejanos. Por estas ideas, algunos de sus contemporáneos
propusieron que fuese condenado a muerte por herejía. Cuando el monje y astrónomo polaco Nicolaus
Copernicus (1473–1543) retomó el modelo heliocéntrico dos mil años más tarde, no mencionó a Aristarcos,
a pesar de que tomó la idea de él.
velo cidad máxima, observad ores en reposo, y movimiento de l a luz 195

half-silvered
mirror

mirror light
source

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F I G U R E 88 Montaje experimental de Fizeau para medir la velocidad de la luz (© AG Didaktik und
Geschichte der Physik, Universität Oldenburg)

red
shutter
switch
beam

path of light pulse

10 mm

F I G U R E 89 Una fotografía de un pulso de luz moviéndose de derecha a izquierda a través de una


botella llena de un líquido lechoso, marcada en milímetros (fotografía © Tom Mattick)

Desafío 339 s obturador? ¿Cómo construirías un obturador así? ¿Y cómo te asegurarías de que se abre
en el instante oportuno?) Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

Que la velocidad de la luz sea finita implica que los haces de luz que giran rápidamente
se comportan como se muestra en la Figura 90. En la vida cotidiana, la velocidad de la luz
es tan grande y la velocidad de rotación de los faros tan pequeña, que este efecto apenas
es apreciable.
En resumen, la luz se mueve extremadamente rápida. Es mucho más rápida que un
Desafío 340 s relámpago, como puedes comprobar por ti mismo. Un siglo de medidas cada vez más
precisas de la velocidad de la luz nos ha llevado a su valor moderno

c = 299 792 458 m/s. (58)

De hecho, este valor ha sido fijado de forma exacta, por definición, y el metro se ha de-
finido a partir de c. La Tabla 23 muestra un resumen de lo que se conoce hoy sobre el
196 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

F I G U R E 90 Una consecuencia de que la velocidad de la luz sea finita

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TA B L E 23 Propiedades del movimiento de la luz

O b s e r va c i o n e s a c e r c a d e l a l u z

La luz puede propagarse por el vacío.


La luz transporta energía.
La luz tiene momento lineal: puede golpear otros cuerpos.
La luz tiene momento angular: puede rotar otros cuerpos.
La luz se mueve cruzando otra luz sin perturbarse.
La luz siempre se mueve más rápido en el vacío de lo que lo hace cualquier cuerpo material.
La velocidad de la luz, su auténtica velocidad de señal, es la velocidad del frente de onda. Página 593
Su valor en el vacío es 299 792 458 m/s.
La velocidad propia de la luz es infinita. Página 215
Las sombras pueden moverse sin límite de velocidad.
La luz se mueve en línea recta cuando está alejada de la materia.
La luz de alta intensidad es una onda.
Cuando la longitud de onda es despreciable, la luz se aproxima por rayos.
En la materia, tanto la velocidad de frente como la velocidad de transmisión de energía son me-
nores que en el vacío.
En la materia, la velocidad de grupo de los pulsos de luz puede ser nula, positiva, negativa o Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
infinita.

movimiento de la luz. Dos propiedades sorprendentes, que forman las bases de la relati-
Ref. 145 vidad especial, fueron descubiertas al final del siglo diecinueve.

¿Se puede jugar al tenis utilizando un pulso láser como pelota y


dos espejos como raquetas?
Et nihil est celerius annis.*


* ‘Nada es más rápido que el paso de los años.’ libro X, verso 520.
Ovidio, Metamorfosis.


velo cidad máxima, observad ores en reposo, y movimiento de l a luz 197

F I G U R E 91 Albert Einstein

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Todos sabemos que para lanzar una piedra lo más lejos posible debemos correr al mis-
mo tiempo que la lanzamos; sabemos instintivamente que así la velocidad de la piedra
respecto al suelo será mayor. Sin embargo, para sorpresa inicial de todo el mundo, los
experimentos muestran que la luz emitida por una lámpara en movimiento tiene la mis-
ma velocidad que la luz emitida por un lámpara en reposo. La luz (en el vacío) nunca es
más rápida que la luz; todos los haces de luz tienen la misma velocidad. Este resultado
se ha confirmado con gran precisión por muchos experimentos especialmente diseñados
Ref. 146 para ello. La velocidad de la luz se puede medir con una precisión mayor que 1 m/s; pero
no se ha encontrado ninguna diferencia incluso para lámparas que se mueven a más de
Desafío 341 s 290 000 000 m/s. (¿Sabrías decir qué lámparas se han usado?)
En la vida cotidiana, sabemos que una piedras llega antes si corremos hacia ella, De
nuevo, para la luz, no se encuentra diferencia. Todos los experimentos muestran que
la velocidad de la luz es la misma para todos los observadores, incluso aunque se estén
moviendo unos respecto a otros o respecto a la fuente de luz. La velocidad de la luz es
realmente el patrón de medida perfecto.*
Ref. 149 Hay también un segundo conjunto de evidencias experimentales para la constancia
de la velocidad de la luz. Todos los dispositivos electromagnéticos, tales como un cepillo
Página 544 de dientes eléctrico, muestran que la velocidad de la luz es constante. Descubriremos que
los campos magnéticos no se formarían a partir de corrientes eléctricas, como lo hacen
en cada motor y en cada altavoz del mundo, si la velocidad de la luz no fuese constante. Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
Así fue, de hecho, como varios científicos dedujeron por primera vez la constancia de
la velocidad de la luz. Sólo tras comprender esto, pudo el físico germano-suizo Albert

* Términos equivalentes al de velocidad de la luz son ‘velocidad de radar’ y ‘velocidad de radio’; veremos
Página 574 más adelante porqué es así.
La velocidad de la luz también es parecida a la velocidad de los neutrinos. Esto se vio de forma espec-
tacular durante la observación de una supernova en 1987, cuando el flash de luz y el pulso de neutrinos
alcanzaron la Tierra separados por tan sólo 12 segundos. (No se sabe si esta diferencia se debe a que los dos
flashes tienen velocidades diferentes o a que se iniciaron en puntos distintos.) ¿Cuál es el primer dígito en
Desafío 342 s el que podrían diferir las dos velocidades, sabiendo que la supernova estaba a 1,7 ⋅ 105 años-luz de distancia?
Los experimentos también muestran que la velocidad de la luz es la misma en todas las direcciones espa-
Ref. 147 ciales, al menos con una precisión de 21 cifras. Otros datos, obtenidos a partir de estallidos de rayos gamma,
muestran que la velocidad de la luz es independiente de la frecuencia, al menos con una precisión de 20
Ref. 148 cifras.
198 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

Einstein* mostrar que dicha constancia también está en acuerdo con el movimiento de
los cuerpos, como veremos en esta sección. La conexión entre cepillos eléctricos y re-
Página 544 latividad será descrita en el capítulo sobre electrodinámica. (Para información sobre la
influencia directa de la relatividad en el diseño de máquinas, consultar el interesante tex-
Ref. 151 to de Van Bladel.) En términos sencillos: si la velocidad de la luz no fuese constante, los
observadores podrían moverse a la velocidad de la luz. Puesto que la luz es una onda,
tales observadores verían una onda que se mantiene quieta. Pero éste es un fenómeno
prohibido por el electromagnetismo, por tanto los observadores no pueden alcanzar la
velocidad de la luz.
En resumen, la velocidad v de cualquier sistema físico (es decir, cualquier masa o ener-
gía localizada) está acotada por
v⩽c. (59)

Esta relación es la base de la relatividad especial; de hecho, toda la teoría de la relatividad

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especial está contenida en ella. Einstein a menudo lamentaba que su teoría se llamase
‘Relativitätstheorie’ o ‘teoría de la relatividad’; él prefería el nombre ‘Invarianztheorie’ o
Ref. 152 ‘teoría de la invarianza’, pero nunca consiguió cambiar el nombre.
La constancia de la velocidad de la luz contrasta completamente con la mecánica ga-
lileana, y prueba que ésta es incorrecta a grandes velocidades. A bajas velocidades la des-
cripción es buena porque el error es pequeño. Pero si queremos una descripción válida
para todas las velocidades, tendremos que descartar la mecánica de Galileo. Por ejemplo,
cuando jugamos al tenis usamos el hecho de que golpeando la pelota de la manera co-
rrecta, podemos incrementar o decrementar su velocidad. Pero con la luz no es posible.
Incluso si nos subimos en un avión y volamos hacia el haz de luz, éste seguirá movién-
dose a la misma velocidad. La luz no se comporta como los coches. Si conducimos un
autobús y pisamos el acelerador, los coches del otro sentido de la carretera se cruzan con
nosotros a mayor velocidad. Con la luz no ocurre esto: la luz siempre nos encuentra a la
misma velocidad.**

* Albert Einstein (b. 1879 Ulm, d. 1955 Princeton); uno de los mayores físicos de la historia. Publicó tres
importantes artículos en 1905, uno sobre movimiento browniano, uno sobre relatividad especial, y el otro
sobre la idea de cuantos de luz. Cada artículo por sí sólo merecía un Premio Nobel, aunque sólo lo ganó por
el tercero de ellos. También en 1905 demostró la famosa fórmula E 0 = mc 2 (que publicó a principios de 1906),
posiblemente siguiendo una idea de Olinto De Pretto. Aunque Einstein fue uno de los fundadores de la teoría
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Página 238
cuántica, más tarde fue contrario a ella. En cualquier caso, sus famosas discusiones con su amigo Niels Bohr
ayudaron a clarificar el campo en sus aspectos más contrarios a la intuición. Explicó el efecto Einstein–de
Haas que prueba que el magnetismo se debe al movimiento dentro de los materiales. En 1915 y 1916, publicó
su mayor éxito: la teoría de la relatividad general, uno de los trabajos más bellos y transcendentes de la
ciencia.
Por ser judío y famoso, Einstein fue objeto de ataques y discriminación por parte del movimiento nacio-
nalsocialista alemán; por ello, en 1933, emigró a EEUU. No sólo fue un gran físico, también un gran pensador;
Ref. 150 su colección de pensamientos sobre temas distintos de la física merece una lectura.
Aquel que pretenda emular a Einstein debería saber que publicó muchos artículos, y que muchos de
ellos estaban equivocados; él mismo corregía los resultados en posteriores artículos, y así una y otra vez.
Esto ocurría tan a menudo que el propio Einstein bromeaba sobre ello. Einstein definió a un genio como la
persona capaz de cometer el mayor número posible de errores en el menor intervalo de tiempo posible.
Ref. 147 ** De hecho, no podemos distinguir ningún cambio en la velocidad de la luz con la velocidad del observador,
incluso con la precisión actual de 2 ⋅ 10−13 .
velo cidad máxima, observad ores en reposo, y movimiento de l a luz 199

¿Por qué este resultado es tan increíble, incluso cuando las medidas nos lo muestran
sin ningún género de duda? Consideremos dos observadores, O y Ω (pronunciado ‘óme-
ga’), que se acercan con una velocidad relativa v, tal que y como lo harían dos coches en
sentidos contrarios. Imaginemos que, en el momento en el que se cruzan, un flash de luz
se emite desde una lámpara situada en O. El flash de luz se mueve por las posiciones x(t)
visto desde O, y por las posiciones ξ(τ) (pronunciado ‘ji de tau’) desde Ω. Puesto que la
velocidad de la luz es la misma para ambos, tenemos

x ξ
=c= . (60)
t τ

Sin embargo, en la situación descrita, obviamente tenemos que x ≠ ξ. En otras palabras,


la constancia de la velocidad de la luz implica que t ≠ τ, es decir, que el tiempo es distinto
Desafío 343 e para observadores que se mueven uno respecto del otro. El tiempo no es único. Este sor-

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Ref. 153 prendente resultado, que ha sido confirmado por muchos experimentos, fue establecido
por primera vez de forma clara por Albert Einstein en 1905. Aunque otros muchos sa-
bían que c era invariable, tan sólo el joven Einstein tuvo el coraje de decir que el tiempo
depende del observador, y de asumir las consecuencias. Hagámoslo nosotros también.
Ya en 1895, la discusión acerca de la invarianza del punto de vista había sido llama-
da teoría de la relatividad por Henri Poincaré.* Einstein llamó teoría de la relatividad
Ref. 149 especial a la descripción del movimiento sin gravedad, y teoría de la relatividad general a
la descripción del movimiento con gravedad. Ambos campos están llenos de resultados
fascinantes y contrarios a la intuición. En particular, muestran que la física galileana es
incorrecta a velocidades altas.
La velocidad de la luz es un velocidad límite. Destacamos que no estamos hablando de
la situación en la que una partícula se mueve con una velocidad mayor que la que tiene la
luz en la materia, pero menor que la que tiene la luz en el vacío. Moverse en un material
más rápido de lo que lo hace la luz es posible. Si la partícula está cargada, esta situación
produce lo que se denomina radiación de Čerenkov. Es el equivalente a la onda con forma
de V creada por una lancha motora en el mar, o a la onda de choque con forma de cono
formada alrededor de un avión supersónico. La radiación de Čerenkov se observa de
forma rutinaria; por ejemplo, es la causa del brillo azul del agua de los reactores nucleares.
Dicho sea de paso, la velocidad de la luz en la materia puede ser bastante baja: en el centro
del Sol, la velocidad de la luz se estima que vale alrededor de 10 km/año, e incluso en el Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

Ref. 156, Ref. 157 laboratorio, para algunos materiales se ha encontrado que vale tan poco como 0,3 m/s.
En lo que sigue, cuando usemos el término ‘velocidad de la luz’, se entenderá que nos
referimos a la velocidad de la luz en el vacío. La velocidad de la luz en el aire es menor
que en el vacío tan sólo en una pequeña fracción de tanto por ciento. En la mayoría de
los casos esta diferencia podrá despreciarse.

* Henri Poincaré (1854–1912), importante físico y matemático francés. Poincaré fue uno de los hombres más
productivos de su tiempo, contribuyendo a la relatividad, la teoría cuántica y muchas ramas de la matemá-
tica.
La introducción más bella y sencilla a la relatividad continúa siendo la del propio Albert Einstein, por
ejemplo in Über die spezielle und allgemeine Relativitätstheorie, Vieweg, 1917, o en The Meaning of Relativity,
Methuen, London, 1951. Ha tenido que pasar casi un siglo para que aparezcan libros casi tan bellos, como el
Ref. 154, Ref. 155 texto de Taylor y Wheeler.
200 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

first
t observer second
or clock observer
or clock

k2 T
light

t1 = (k2+1)T/2 t2 = kT

O
F I G U R E 92 Un esquema que contiene casi toda la relatividad

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x
especial

Relatividad especial en unas pocas líneas


La velocidad de la luz es constante para todos los observadores. Podemos deducir
Ref. 158 todas las relaciones entre lo que miden dos observadores distintos con la ayuda de la
Figura 92. Se muestran dos observadores en el espacio-tiempo, que se alejan entre sí con
velocidad constante. El primero envía un flash de luz al segundo, que lo refleja de nuevo
hacia el primero. Puesto que la velocidad de la luz es constante, el uso de luz es el único
método con el que poder comparar coordenadas de espacio y tiempo de observadores
distantes. Dos relojes separados (igual que dos reglas separas) tan sólo pueden compa-
rarse, o sincronizarse, utilizando pulsos de luz o de radio. Al ser la velocidad de la luz
una constante, todas las trayectorias que sigue la luz en la misma dirección son rectas
paralelas en los diagramas espacio-tiempo.
La velocidad relativa constante entre los dos observadores implica que hay un factor
constante k relacionando las coordenadas temporales de los eventos. (¿Por qué es lineal
Desafío 344 s esta relación?) Si un pulso se emite en el instante T medido por el primer observador,
llegará al segundo observador en el instante kT, y volverá de nuevo al primero en el
instante k 2 T. El dibujo muestra que
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Desafío 345 s


c+v v k2 − 1
k= o = . (61)
c−v c k2 + 1

Página 201 Este factor reaparecerá al estudiar el efecto Doppler.*


La figura también muestra que la coordenada temporal t 1 asignada por el primer ob-
servador al momento en el que la luz se refleja es diferente de la coordenada t 2 asignada
por el segundo observador. El tiempo es diferente para dos observadores en movimiento
relativo. La Figura 93 ilustra este resultado.

* La explicación de la relatividad utilizando el factor k se conoce a menudo como cálculo k.


velo cidad máxima, observad ores en reposo, y movimiento de l a luz 201

one moving watch

first second
time time

two fixed watches

F I G U R E 93 Los relojes en movimiento se atrasan

El factor de dilatación temporal entre las dos coordenadas temporales se obtiene de la


Figura 92 comparando los valores de t 1 y t 2 ; viene dado por

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t1 1
=√ = γ(v) . (62)
t2 1− v2
c2

Los intervalos temporales de un observador en movimiento son más cortos en un factor γ;


el factor de dilatación es siempre mayor que 1. En otras palabras, los relojes en movimien-
Desafío 346 e to atrasan. A las velocidades ordinarias este efecto es minúsculo. Sin embargo, la física
galileana no es correcta a velocidades cercanas a la de la luz. El mismo factor γ también
aparece en la fórmula E = γmc 2 , que deduciremos más adelante. La expresión (61), o la
(62), es la única matemática necesaria en relatividad especial: todos los demás resultados
se derivan de ella.
Si el segundo observador envía un pulso de luz hacia el primero y éste se lo refleja,
el segundo observador hará la misma afirmación que antes hacía el primero: para él, el
primer reloj se está moviendo y, para él, es el primer reloj el que atrasa. Cada uno de los
observadores observa que el otro reloj atrasa. La situación es similar a la de dos hombres
comparando el número de escalones que tienen dos escaleras de mano idénticas, no para-
lelas. Un hombre siempre dirá que los escalones de la otra escalera son más cortos. Otra
analogía: consideremos dos personas alejándose una de la otra. Cada una nota que la otra
se hace menor conforme aumenta la distancia entre ellas.
Naturalmente, mucha gente ha tratado de encontrar argumentos que eviten la extraña Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
conclusión de que el tiempo difiere de un observador a otro. Pero nadie ha tenido éxito, y
los resultados experimentales confirman esta conclusión. Echemos un vistazo a algunos
de ellos.

Aceleración de la luz y efecto Doppler


La luz puede acelerarse. ¡Todos los espejos lo hacen! Veremos en el capítulo sobre
electromagnetismo que la materia también tiene el poder de doblar la luz y, por tanto,
Página 580 acelerarla. Sin embargo, veremos que todos estos métodos tan sólo cambian la dirección
de propagación; ninguno tiene la posibilidad de cambiar la celeridad de la luz en el vacío.
En pocas palabras, la luz es un ejemplo de movimiento que no puede deternerse. Hay
Desafío 347 s sólo unos pocos ejemplos más. ¿Podrías dar alguno?
¿Qué pasaría si pudiésemos acelerar la luz a velocidades mayores? Para que esto fuese
202 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

sender receiver

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y
receiver θr
light x
signal

z
sender θs

v x

F I G U R E 94 Montaje para la observación del efecto Doppler

posible, la luz tendría que estar hecha de partículas con una masa no nula. Los físicos
llaman a esas partículas partículas masivas. Si la luz tuviese masa, sería necesario distin-
guir la ‘velocidad de la energía sin masa’ c de la velocidad de la luz c L , que sería menor
y dependería de la energía cinética de esas partículas masivas. La velocidad de la luz no
sería constante, pero la velocidad de las partículas sin masa aún sí lo sería. Las partículas
de luz masivas podrían ser capturas , detenidas y almacenadas en una caja. Esas cajas Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
luminosas harían de la iluminación eléctrica algo innecesario; bastaría con almacenar en
ellas algo de la luz del Sol durante el día y liberarla lentamente durante la noche – tal vez
tras darle una cierta velocidad.*
Los físicos han estudiado la posibilidad de que la luz sea masiva con bastante detalle.
Ref. 159, Ref. 160 Las observaciones actuales establecen que la masa de las partículas de luz es menor que
1,3 ⋅ 10−52 kg, a partir de experimentos en la Tierra, y menor que 4 ⋅ 10−62 kg, a partir de
deducciones de astrofísica (que son algo menos lapidarias). En otras palabras, la luz no
es pesada, la luz es ligera (‘light is light’).
Pero, ¿qué ocurre cuando la luz golpea un espejo en movimiento? Si la velocidad de
la luz no cambia, alguna otra cosa deberá hacerlo. La situación es similar a la de una

* Por cierto, la luz masiva también tendría modos de polarización longitudinales. Esto contradice las obser-
vaciones, que muestran que la luz sólo está polarizada transversalmente a la dirección de propagación.
velo cidad máxima, observad ores en reposo, y movimiento de l a luz 203

fuente de luz moviéndose con respecto al observador: éste observará un color distinto del
que observará el emisor. Esto se conoce como efecto Doppler. Christian Doppler* fue el
primero en estudiar el cambio en la frecuencia en el caso de ondas sonoras – el cambio,
bien conocido, en el tono del silbato entre un tren que se acerca y uno que se aleja – y en
extender el concepto al caso de ondas lumínicas. Como veremos más adelante, la luz es
(también) una onda, y su color está determinado por su frecuencia o, equivalentemente,
por su longitud de onda λ. Igual que el cambio de tono de los trenes en movimiento,
Doppler se dio cuenta de que una fuente de luz en movimiento produce un color distinto
en el que recibe la luz que en la fuente. Simplemente por geometría, y exigiendo que se
Desafío 348 e conserve el número de máximos y mínimos, llegamos al resultado

λr 1 v v
=√ (1 − cos θ r ) = γ (1 − cos θ r ) . (63)
λs 1 − v 2 /c 2 c c

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Las variables v y θ r de esta expresión están definidas en la Figura 94. La luz proveniente
de una fuente que se acerca será, por tanto, corrida al azul, mientras que la luz de una
fuente que se aleja será corrida al rojo. La primera observación del efecto Doppler para la
luz fue hecha por Johannes Stark**en 1905, cuando estudiaba la luz emitida por átomos
en movimiento. Todas las medidas desde entonces han confirmado el cambio en color
dentro del margen de error; las últimas pruebas han encontrado un acuerdo de dos par-
Ref. 161 tes por millón. Al contrario que con las ondas sonoras, el cambio de color también se
encuentra cuando el movimiento es transversal a la señal lumínica. Así, una barra ama-
rilla en rápido movimiento a lo largo de nuestro campo de visión tendrá su extremo de
avance azul y su extremo de retroceso rojo, justo en el momento en el que se encuentre
más cerca del observador. Los colores resultan de una combinación del desplazamiento
Doppler longitudinal (de primer orden) y transversal (de segundo orden). A cierto ángu-
lo θ unshifted los colores serán los mismos. (¿Cómo cambia la longitud de onda in el caso
Desafío 349 s puramente transversal? ¿Cuál es expresión de θ unshifted en función de v?)
El cambio de color se usa en muchas aplicaciones. Casi todos los cuerpos sólidos se
comportan como espejos para las ondas de radio. Muchos edificios tienen puertas que
se abren automáticamente cuando uno se aproxima. Un pequeño sensor situado sobre
la puerta detecta una persona que se acerca. Normalmente lo hace midiendo el efecto
Doppler sobre ondas de radio emitidas por el sensor y reflejadas por la persona. (Veremos
más adelante que las ondas de radio y la luz son manifestaciones del mismo fenómeno.)
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Página 574
Así, las puertas se abren cuando algo se acerca a ellas. Los radares de la policía también
usan el efecto Doppler, en este caso para medir la velocidad de los coches.***

* Christian Andreas Doppler (b. 1803 Salzburgo, d. 1853 Venecia), físico austríaco. Doppler estudió el efec-
to que lleva su nombre tanto en la luz como en el sonido. En 1842 predijo (correctamente) que algún día
seríamos capaces de usar este efecto para medir el movimiento de estrellas lejanas a partir de su color.
** Johannes Stark (1874–1957), descubrió en 1905 el efecto Doppler óptico en los rayos de canal y, en 1913,
el desdoblamiento de las líneas espectrales en los campos eléctricos, hoy en día llamado efecto Stark. Por
estas dos contribuciones recibió en 1919 el Premio Nobel de física. Dejo su cátedra en 1922 y se convirtió
en un seguidor a ultranza del nacionalsocialismo. Como miembro del NSDAP desde 1930 en adelante, fue
conocido por criticar agresivamente las afirmaciones de otras personas sobre la naturaleza simplemente por
motivos ideológicos; tras lo que fue rechazado por la comunidad académica internacional.
Desafío 350 s *** Por cierto, ¿a qué velocidad se ve verde la luz de un semáforo en rojo?
204 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

El efecto Doppler también posibilita medir la velocidad de las fuentes de luz. De he-
cho, se usa comúnmente para medir la velocidad de estrellas distantes. En estos casos, el
desplazamiento Doppler es a menudo caracterizado por el corrimiento al rojo z, definido
con la ayuda de la longitud de onda λ o la frecuencia f como

∆λ f S c+v
z= = −1= −1 . (64)
λ fR c−v

Desafío 351 s ¿Te imaginas como se determina el número z? Los valores típicos de z para fuentes de luz
en el cielo varían entre −0,1 y 3,5, pero se han encontrado valores mayores, de hasta 10 o
más. ¿Podrías determinar las velocidades correspondientes a estos valores de corrimiento
Desafío 352 s al rojo? ¿Cómo pueden ser tan altas?
En resumen, siempre que tratamos de cambiar la velocidad de la luz, tan sólo conse-

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guimos cambiar su color. Eso es el efecto Doppler.
Página 146 Sabemos de la física clásica que cuando la luz pasa cerca de una masa grande, como
una estrella, cambia su dirección de propagación. ¿Produce desplazamiento Doppler este
Desafío 353 s cambio de dirección?

L a diferencia entre luz y sonido


El efecto Doppler es mucho más importante para la luz que para el sonido. Incluso
sin saber que la velocidad de la luz es una constante, este efecto por sí sólo prueba que el
tiempo es distinto para observadores que se mueven unos respecto de otros. ¿Por qué? El
tiempo es lo que medimos con un reloj. Para determinar si otro reloj está sincronizado
con el nuestro, miramos a ambos relojes. En pocas palabras, necesitamos usar señales
Ref. 162 lumínicas para sincronizar relojes. Ahora bien, cualquier cambio en el color de la luz que
se mueve de un observador a otro necesariamente implica que sus relojes funcionan de
manera diferente y que, por tanto, el tiempo mismo es distinto para cada uno de ellos
dos. Una manera de ver esto es darse cuenta de que la propia luz es un reloj – con un
‘tictac’ muy rápido. Así que si dos observadores ven que la luz de una misma fuente tiene
dos colores distintos, medirán un número distinto de oscilaciones del mismo reloj. En
otras palabras, el tiempo es distinto para observadores que se mueven unos respecto de
otros. De hecho, la ecuación (61) implica que toda la relatividad se deduce del efecto
Doppler para la luz. (¿Puedes confirmar que la conexión entre frecuencias que dependen Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

del observador y tiempos que dependen del observador no se da en el caso del efecto
Desafío 354 s Doppler para el sonido?)
¿Por qué el comportamiento de la luz implica la relatividad especial, mientras que el
del sonido en el aire no lo hace? La respuesta es que la luz es un límite para el movimiento
de energía. La experiencia nos muestra que hay aviones supersónicos, pero no hay cohetes
“superlumínicos”. En otras palabras, el límite v ⩽ c se cumple sólo si c es la velocidad de
la luz, no si c es la velocidad del sonido en el aire.
Ahora bien, hay al menos un sistema en la naturaleza en el que la velocidad del so-
nido es realmente un límite para la velocidad de la energía: la velocidad del sonido es
la velocidad límite del movimiento de dislocaciones en sólidos cristalinos. (Discutiremos
Página 1009 esto en detalle más adelante.) Como consecuencia, la teoría de la relatividad especial
también es válida para esas dislocaciones, ¡siempre y cuando la velocidad de la luz se sus-
velo cidad máxima, observad ores en reposo, y movimiento de l a luz 205

F I G U R E 95 Lucky Luke

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tituya en todas partes por la del sonido! Las dislocaciones cumplen las transformaciones
de Lorentz, muestran contracciones de longitudes y obedecen la famosa fórmula para la
Ref. 163 energía E = γmc 2 . En todos estos efectos la velocidad del sonido c juega el mismo papel
para las dislocaciones que la velocidad de la luz para los sistemas físicos generales.
Si la relatividad especial se basa en la afirmación de que nada puede moverse más
rápido que la luz, esto tiene que comprobarse con mucho cuidado.

¿Puede disparar uno más rápido que su sombra?


Quid celerius umbra?*

Desafío 355 e
“ ”
Para que Lucky Luke consiga hacer lo que se muestra en la Figura 95, su bala tiene que
moverse más rápido que la luz. (¿Qué hay sobre la velocidad de su mano?) Para emular
a Lucky Luke, podríamos coger la mayor cantidad posible de energía disponible, tomán-
dola directamente de una estación generadora de electricidad, y acelerar las ‘balas’ más
ligeras que podemos manejar: los electrones. Este experimento se lleva a cabo todos los
días en aceleradores de partículas como el LEP, (Large Electron Positron ring). El LEP,
con 27 km de circunferencia, se encuentra parte en Francia y parte en Suiza, cerca de
Ginebra. Allí, 40 MW de potencia eléctrica (la misma cantidad que consume una ciu-
dad pequeña) se consumen para acelerar electrones y positrones a energías por encima
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de 16 nJ (104,5 GeV) cada uno, y se miden sus velocidades. El resultado se muestra en la


Figura 96: incluso con estos impresionantes medios no es posible hacer que los electrones
se muevan más rápido que la luz. (¿Puedes imaginar un modo de medir la velocidad y la
Desafío 356 e energía de forma independiente?) La relación velocidad–energía de la Figura 96 es una
Página 233 consecuencia de la velocidad máxima, y se deduce más adelante. Estas observaciones, y
otras parecidas, nos muestran que hay un límite a la velocidad de los objetos. Los cuerpos
(y la radiación) no se pueden mover a velocidad mayores que la de la luz.**La precisión

* ‘¿Qué es más rápido que la sombra?’ Un dicho que se encuentra a menudo en los relojes de sol.
** Aún hay gente que se niega a aceptar estos resultados, así como toda la teoría de la relatividad. Todo
físico debería disfrutar la experiencia, al menos una vez en la vida, de conversar con uno de estos hombres.
(Curiosamente, nadie ha visto a ninguna mujer entre esa gente.) Esto se puede hacer, por ejemplo, gracias a
206 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

1
v2 TGal = m v2
2

c2
1 F I G U R E 96 Valores experimentales (puntos) de
T = m c2 ( – 1) la velocidad v de un electrón en función de su
1 - v2/c 2
energía cinética T, comparados con la
predicción de la física galileana (azul) y la de la
T relatividad especial (rojo).

de la mecánica galileana no se discutió durante más de tres siglos, así que nadie pensó en
ponerla a prueba; pero cuando finalmente se hizo, como en la Figura 96, se encontró que
era incorrecta.

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Las personas más fastidiadas por este límite son los ingenieros de computadoras: si la
velocidad límite fuese mayor, sería posible hacer microprocesadores más rápidos y, por
tanto, ordenadores más rápidos; esto permitiría, por ejemplo, un avance en la construc-
ción de ordenadores que entiendan y utilicen el lenguaje.
La existencia de una velocidad límite contradice la mecánica galileana. De hecho, eso
significa que para velocidades cercanas a la de la luz, digamos unos 15 000 km/s o más,
la expresión mv 2 /2 no puede ser la velocidad cinética T de la partícula. De hecho, esas
velocidades altas son bastante comunes: muchas familias tienen un ejemplo en sus casas.
Simplemente calcula la velocidad de los electrones dentro de un aparato de televisión,
Desafío 357 s sabiendo que el transformador de su interior produce 30 kV.
La observación de que la velocidad de la luz es una velocidad límite para los objetos
se ve fácilmente que es una consecuencia de que sea constante. Los cuerpos que pueden
estar en reposo en un marco de referencia obviamente se mueven más lentamente que la
velocidad máxima (la de la luz) en ese marco de referencia. Ahora bien, si algo se mueve
más despacio que otra cosa para un observador, también lo hará así para cualquier otro
Desafío 358 d observador. (Intentar imaginar un mundo en el que esto no fuese así es interesante: cosas
divertidas pasarían, tales como objetos que se interpenetran unos a otros.) Puesto que
la velocidad de la luz es la misma para todos los observadores, ningún objeto se puede
mover más rápido que la luz, para ningún observador.
Concluimos que la velocidad máxima es la velocidad de las entidades sin masa. Las Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
ondas electromagnéticas, incluyendo la luz, son las únicas entidades conocidas que pue-
den viajar a la velocidad máxima. Se ha predicho que las ondas gravitacionales también
alcanzan la velocidad máxima. A pesar de que la velocidad del neutrino no puede dis-
tinguirse experimentalmente de la velocidad máxima, algunos experimentos recientes
Ref. 166 sugieren que tienen masa, aunque minúscula.
Recíprocamente, si un existe un fenómeno cuya velocidad es la velocidad límite pa-
ra un observador, entonces esa velocidad límite necesariamente debe ser la misma para
Desafío 359 e todos los observadores. ¿La conexión entre propiedades límite e invariancia respecto al

Ref. 165 Internet, en el grupo de noticias de sci.physics.relativity Visite también http://www.crank.net . Estos chala-
dos son una gente fascinante, especialmente porque insisten en la importancia de la precisión en el lenguaje y
el razonamiento, que todos ellos, sin excepción, ignoran. Los encuentros con algunos de ellos me inspiraron
para escribir este capítulo.
velo cidad máxima, observad ores en reposo, y movimiento de l a luz 207

t
second
first
observer third
observer
(e.g. train) observer
(e.g. Earth)
(e.g. stone)

kseT

kteT

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x

F I G U R E 97 Cómo deducir la composición de velocidades.

Desafío 360 r observador es válida en general en la naturaleza?

Composición de velocidades
Si la velocidad de la luz es un límite, ningún intento por superarla puede triunfar. Es-
to implica que cuando se componen velocidades, como cuando uno arroja una piedra
mientras corre, los valores no pueden sumarse sin más. Si un tren está viajando a una
velocidad vte respecto a la Tierra, y alguien lanza una piedra en su interior con velocidad
vst respecto al tren, y en la misma dirección, normalmente se asume que como evidente
que la velocidad de la piedra respecto a la Tierra será vse = vst + vte . De hecho, tanto el
razonamiento como el experimento muestran un resultado diferente.
La existencia de una velocidad máxima, junto con la Figura 97, implica que los factores
k deben satisfacer k se = k st k te .*Entonces sólo tenemos que insertar la relación (61) entre
Desafío 361 e cada factor k y su respectiva velocidad para obtener

vst + vte
vse = . (65)
1 + vst vte /c 2
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Desafío 362 e Esta expresión se llama fórmula de composición de velocidades. El resultado nunca supera
a c y siempre es menor que la (ingenua) suma directa de velocidades.**La expresión (65)
Página 232, se ha confirmado en todos los millones de casos en los que se ha puesto a prueba. Puedes
página 544 comprobar que se reduce a la suma directa para valores pequeños de velocidad.
Ref. 160

Observadores y el principio de la relatividad especial


La relatividad especial se construye a partir de un sólo principio:

* Tomando el logaritmo neperiano de esta ecuación, se puede definir una magnitud, la rapidez, que mide la
velocidad y que es aditiva.
Ref. 167 ** Se puede deducir la transformación de Lorentz directamente de esta expresión.
208 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

 La velocidad máxima a la que se puede transportar la energía es la misma para todos


los observadores.
Ref. 168 O, como le gustaba decir a Hendrik Lorentz:*
 La velocidad v de un sistema físico está limitada por
v⩽c (66)

para todos los observadores, donde c es la velocidad de la luz en el vacío.


Esta independencia de la velocidad de la luz respecto al observador fue comprobada con
Ref. 169 gran precisión por Michelson y Morley**en los años 1887 y siguientes. En todos los expe-
rimentos realizados desde entonces, se ha confirmado igualmente con gran precisión. El
Ref. 170 más preciso hasta la fecha, con una precisión de 10−14 se muestra en la Figura 98.
De hecho, la relatividad especial también se había confirmado por todos los ex-

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perimentos precisos que se realizaron antes de que fuese formulada. Incluso puedes
confirmarla tú mismo en casa. La forma de hacerlo se muestra en la sección sobre
Página 544 electrodinámica.
La existencia de un límite a la velocidad tiene varias consecuencias interesantes. Pa-
ra explorarlas, dejemos el resto de la física galileana intacta.***La velocidad límite es la
velocidad de la luz. Es constante para todos los observadores. Esta invariancia implica:
— Desde dentro de una habitación cerrada, que flota libremente, no hay ninguna manera
de medir la velocidad de la habitación.
— No existe el reposo absoluto (ni el espacio absoluto): el reposo (como el espacio) es un
concepto que depende del observador.****
— El tiempo depende del observador; el tiempo no es absoluto.

* Hendrik Antoon Lorentz (b. 1853 Arnhem, d. 1928 Haarlem) fue, junto con Boltzmann y Kelvin, uno de
los físicos más importantes de su época. Dedujo la transformación de Lorentz y la contracción de Lorentz
a partir de las ecuaciones para el campo electromagnético de Maxwell. Fue el primero en entender, mucho
antes de que la teoría cuántica confirmara la idea, que las ecuaciones de Maxwell para el vacío también
describían la materia y todas sus propiedades, siempre y cuando se incluyeran partículas puntuales, cargadas
y en movimiento – los electrones. En particular, demostró esto para la dispersión de la luz, el efecto Zeeman,
el efecto Hall y el efecto Faraday. Propuso la descripción correcta de la fuerza de Lorentz. En 1902 recibió
el Premio Nobel de física, junto con Pieter Zeeman. Aparte de su trabajo en la Física, fue un gran activista Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
en la internacionalición de las colaboraciones científicas. También participó en la creación de las mayores
estructuras construidas por el hombre en la Tierra: los “polders” de Zuyder Zee.
** Albert-Abraham Michelson (b. 1852 Strelno, d. 1931 Pasadena), físico pruso-polaco-estadounidense, ga-
nador del Premio Nobel de física en 1907. Michelson llamó interferómetro al instrumento que diseño, un
término aún en uso actualmente. Edward William Morley (1838–1923), químico estadounidense, era amigo
de Michelson y su colaborador durante mucho tiempo.
*** Este punto es esencial. Por ejemplo, la física galileana establece que sólo el movimiento relativo tiene
Página 94 significado físico. La física galileana también excluye varias formas matemáticamente posibles de conseguir
una velocidad de la luz constante que contradiría la experiencia cotidiana.
El artículo original de Einstein de 1905 parte de dos principios: la constancia de la velocidad de la luz y
la equivalencia de todos los observadores inerciales. El segundo principio ya fue establecido por Galileo en
1632; sólo la afirmación de que la velocidad de la luz es constante era nueva. A pesar de esto, la nueva teoría
fue bautizada – por Poincaré – según el viejo principio, en lugar de llamarse ‘teoría de la invariancia’, que es
Ref. 152 lo que el propio Einstein hubiese preferido.
Desafío 363 s **** ¿Podrías dar el argumento que lleva a esta deducción?
velo cidad máxima, observad ores en reposo, y movimiento de l a luz 209

AOM Power
30 driver servo

beat frequency change [Hz ]


Fiber
20 Frequency
FC counter
PZT AOM

angle/3 [deg]
Laser 1 PD
10 Nd: YAG FC
T °C
FC
0 T °C Laser 2 Res B PD
Nd: YAG Fiber BS
PZT AOM DBM
10 FC
∑ PD
PD
Frequency Local
20 servo oscillator PD Res A
0 100 200 300 400 500 600 Frequency Local
DBM
servo oscillator
time since begin of rotation [s]

AOM Power
driver
servo

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F I G U R E 98 Resultados, esquema y montaje del experimento tipo Michelson-Morley más preciso
realizado hasta la fecha (© Stephan Schiller).

Conclusiones más interesantes y específicas se pueden extraer cuando se asumen dos


condiciones adicionales. Primera, estudiamos situaciones donde la gravedad puede des-
preciarse. (Si este no es el caso, necesitamos la relatividad general para describir el sis-
tema.) Segunda, asumimos también que los datos sobre los cuerpos bajo estudio – sus
velocidades, posiciones, etc. – pueden determinarse sin perturbarlos. (Si este no es el ca-
so, necesitamos la teoría cuántica para describir el sistema.) Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

Si se observa que un cuerpo en ausencia de fuerzas viaja en línea recta con una velo-
cidad constante (o permanecer en reposo), decimos que el observador es inercial, y su
sistema de referencia es un sistema inercial de referencia. Todos los observadores iner-
ciales son a su vez ejemplos de movimiento no perturbado. Ejemplos de observadores
inerciales, por tanto, incluyen – en dos dimensiones – aquellos que se deslizan sin roza-
miento sobre una superficie de hielo o están viajando en un tren o barco que se mueve
en linea recta muy suavemente; para un ejemplo en las tres dimensiones espaciales pode-
mos pensar en un cosmonauta viajando en una nave espacial con el motor apagado. Los
observadores inerciales en tres dimensiones también conocen como observadores que
flotan libremente. No son muy comunes. Los observadores no inerciales son mucho más
Desafío 364 e numerosos. ¿Podrías confirmarlo? Los observadores inerciales son los más sencillos, y
forman un conjunto especial:
210 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

observer (greek)
v

light
c

observer (roman)

F I G U R E 99 Dos observadores inerciales y un rayo de luz.

Galilean physics special relativity


t τ t τ

L L

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ξ

O, Ω x, ξ O, Ω x
F I G U R E 100 Diagramas espacio-tiempo para la luz vista desde dos observadores distintos, que utilizan
las coordenadas (t, x) y (τ, ξ).

— Dos observadores inerciales cualesquiera se mueven siempre con velocidad relativa


constante uno respecto del otro (siempre y cuando la gravedad sea despreciable, como
se asumió anteriormente).
— Todos los observadores inerciales son equivalentes: describen el mundo con las mis-
mas ecuaciones. Como esto implica que no existen ni espacio ni tiempos absolutos,
esta afirmación fue llamada el principio de la relatividad por Henri Poincaré. Sin em-
bargo, la esencia de la relatividad es la existencia de una velocidad límite.
Para ver cómo las medidas de longitudes e intervalos de tiempo cambian de un obser-
vador a otro, asumamos que hay dos observadores inerciales, un romano que usa coorde-
nadas x, y, z y t, y un griego que usa ξ, υ, ζ y τ,*que se mueven con una velocidad relativa
v uno respecto del otro. Los ejes se eligen de tal forma que la velocidad apunte en la di-
rección x. La constancia de la velocidad de la luz en cualquier dirección para cualquier
par de observadores implica que el diferencial de las coordenadas cumple Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

0 = (cdt)2 − (dx)2 − (dy)2 − (dz)2 = (cdτ)2 − (dξ)2 − (dυ)2 − (dζ)2 . (67)

Asumamos también que hay un ‘flash’ en reposo respecto al observador griego, por tanto
con dξ = 0, que produce dos fogonazos separados por un intervalo de tiempo dτ. Para
el observador romano, el ‘flash’ se mueve con velocidad v, así que dx = vdt. Insertando
esta igualdad en la expresión anterior, y asumiendo linealidad e independencia de la di-
Desafío 365 e rección de la velocidad para el caso general, encontramos que los intervalos se relacionan

* Los nombres, correspondencia con letras latinas, y pronunciación de todas las letras griegas se explican en
el Appendix A.
velo cidad máxima, observad ores en reposo, y movimiento de l a luz 211

mediante

dτ + vdξ/c 2
dt = γ(dτ + vdξ/c 2 ) = √ con v = dx/dt
1 − v 2 /c 2
dξ + vdτ
dx = γ(dξ + vdτ) = √
1 − v 2 /c 2
dy = dυ
dz = dζ . (68)

Estas expresiones describen cómo se relacionan las medidas de longitud e intervalos


de tiempo de distintos observadores. A velocidades relativas v pequeñas respecto a la
de la luz, como ocurre en la vida cotidiana, los intervalos de tiempo son esencialmente
iguales; el factor de dilatación o la corrección relativista o la contracción relativista γ es

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esencialmente 1 para todos los casos prácticos. Sin embargo, para velocidades cercanas a
la de la luz las medidas de dos observadores son distintas. En esos casos, el espacio y el
tiempo se mezclan, como muestra la Figura 100.
Las expresiones (68) también son extrañas en otro aspecto. Cuando dos observadores
se miran uno a otro, cada uno de ellos afirma que mide intervalos más cortos que el
Desafío 366 s otro. En otras palabras, la relatividad especial nos dice que el cesped del otro lado de la
valla es siempre más corto – si uno recorre la valla en bicicleta y el cesped está inclinado.
Exploraremos este extraño resultado en más detalle en breve.
El factor de dilatación γ es igual a 1 para la mayoría de casos prácticos de la vida coti-
diana. El mayor valor que han alcanzado los humanos es de unos 2 ⋅ 105 ; el mayor valor
Desafío 367 s observado en la naturaleza supera 1012 . ¿Podrías imaginar dónde se encuentran?
Una vez que sabemos cómo cambian los intervalos de espacio y tiempo, podemos de-
ducir fácilmente cómo cambian las coordenadas. La Figura 99 y la Figura 100 muestran
que la coordenada x de un evento L es la suma de dos intervalos: la coordenada ξ y la
distancia entre los dos orígenes. En otras palabras, tenemos

dx
ξ = γ(x − vt) y v = . (69)
dt
Usando la invariancia del espacio-tiempo, llegamos a Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

τ = γ(t − xv/c 2 ) . (70)

Henri Poincaré llamó a estas dos relaciones las trasformaciones de Lorentz del espacio y
el tiempo por su descubridor, el físico holandés Hendrik Antoon Lorentz.*En uno de los
Ref. 171 más bellos descubrimientos de la Física, en 1892 y 1904, Lorentz dedujo estas relaciones
Página 555 de las ecuaciones de la electrodinámica, donde habían estado tranquilamente esperando
ser descubiertas desde 1865.**En ese año James Clerk Maxwell había publicado las ecua-
* Para más información sobre Hendrik Antoon Lorentz, ver la página 208.
** El mismo descubrimiento fue publicado por primera vez en 1887 por el físico aleman Woldemar Voigt
(1850–1919); Voigt – se pronuncia ‘Fot’ – también fue el descubridor del efecto Voigt y del tensor de Voigt.
El físico irlandés George F. Fitzgerald también encontró este resultado, en 1889, de forma independiente.
212 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

ciones para describir todo sobre electricidad y magnetismo. Sin embargo, fue Einstein
quien primero entendió que t y τ, igual que x y ξ, son igualmente correctas y por tanto
igualmente válidas para describir el espacio y el tiempo.
La transformación de Lorentz describen el cambio de punto de vista de un sistema
de referencia inercial a otro. Este cambio de punto de vista se conoce como boost (de
Lorentz). Las fórmulas (69) y (70) para el boost son fundamentales para las teorías de la
relatividad, tanto la especial como la general. De hecho, las matemáticas de la relatividad
especial no son más difíciles que esto: si sabes lo que es una raíz cuadrada, puedes estudiar
relatividad especial en todo su esplendor.
Se han explorado muchas formulaciones alternativas para el boost, tales como expre-
siones en las que se incluyen las aceleraciones de los dos observadores, además de la
Ref. 172 velocidad relativa. Sin embargo, todas ellas deben descartarse cuando se comparan sus
predicciones con los experimentos. Antes de echar un vistazo a esos experimentos, con-
tinuemos con unas pocas deducciones lógicas de las relaciones del boost.

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¿Qué es el espacio-tiempo?
Von Stund’ an sollen Raum für sich und Zeit für

“ sich völlig zu Schatten herabsinken und nur


noch eine Art Union der beiden soll
Selbstständigkeit bewaren.*
Hermann Minkowski.

Las transformaciones de Lorentz nos dicen algo importante: que el espacio y el tiempo
son dos aspectos de la misma entidad básica. Ambos ‘se mezclan’ de diferente manera
para observadores distintos. Este hecho se expresa comúnmente afirmando que el tiempo

es la cuarta dimensión. Esto tiene sentido porque la entidad básica común – llamada
espacio-tiempo – puede definirse como el conjunto de todos los eventos, eventos que se
describen con cuatro coordenadas en el tiempo y el espacio, y porque el conjunto de todos
Desafío 368 s los eventos tiene las propiedades de una variedad.** (¿Puedes confirmar esto?)
En otras palabras, la existencia de una velocidad máxima en la naturaleza nos obliga
a introducir una variedad para el espacio-tiempo en nuestra descripción de la naturale-
za. En la teoría de la relatividad especial, la variedad del espacio-tiempo se caracteriza
por una propiedad sencilla: el intervalo espacio-temporal di entre dos eventos cercanos,
Ref. 173 definido como
v2
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di 2 = c 2 dt 2 − dx 2 − dy 2 − dz 2 = c 2 dt 2 (1 − 2 ) , (71)
c
es independiente del observador (inercial). Un espacio-tiempo con esta propiedad se co-
noce también como espacio-tiempo de Minkowski, en honor a Hermann Minkowski,***

* ‘De ahora en adelante el espacio en sí mismo y el tiempo en sí mismo caerán completamente en las sombras
y sólo una especie de unión de los dos mantendrá su autonomía.’ Esta famosa cita fue la frase con la que
Minkowski inició su charla en la reunión de la Gesellschaft für Naturforscher und Ärzte de 1908.
Página 1231 ** El término matemático ‘variedad’ se define en el Apéndice D.
*** Hermann Minkowski (1864–1909), matemático alemán. Desarrolló ideas similares a las de Einstein,
pero no fue tan rápido como él. Minkowski entonces desarrolló el concepto de espacio-tiempo. Minkowski
murió repentinamente a la edad de 44 años.
velo cidad máxima, observad ores en reposo, y movimiento de l a luz 213

el profesor de Albert Einstein. Minkowski fue el primero, en 1904, en definir el concepto


de espacio-tiempo y en entender la su utilidad e importancia.
El intervalo espacio-temporal di de la ecuación (71) tiene una interpretación sencilla.
Es el tiempo medido por un observador que se mueve desde el evento (t, x) al evento
(t + dt, x + dx), el llamado tiempo propio, multiplicado por c. Si ignoramos el factor c,
podemos llamarlo simplemente tiempo ‘de reloj’.
Vivimos en un espacio-tiempo de Minkowski, para entendernos. El espacio-tiempo
de Minkowski existe independientemente de las cosas. E incluso aunque un sistema de
referencia puede ser distinto de un observador a otro, la entidad subyaciente, el espacio-
tiempo, sigue siendo único, incluso aunque el espacio y el tiempo mismos no lo sean.
¿En qué se distingue el espacio-tiempo de Minkowski del espacio-tiempo de Galileo, la
combinación del tiempo y el espacio cotidianos? Ambos espacio-tiempos son variedades
matemáticas – es decir, conjuntos continuos de puntos – con una dimensión temporal y
tres espaciales, y ambas variedades tienen la topología de una esfera perforada. (¿Puedes

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Desafío 369 s confirmar esto último?) Ambas variedades son planas, es decir con curvatura cero. En
ambos casos, el espacio es lo que medimos con una regla o con un rayo de luz, y el tiempo
es lo que leemos en un reloj. En ambos casos el espacio-tiempo es fundamental; es y será
el fondo y el contenedor de las cosas y los eventos.
La principal diferencia, de hecho la única, es que el espacio-tiempo de Minkowski,
a diferencia del galileano, mezcla espacio y tiempo y, en particular, lo hace de manera
distinta para observadores con diferente velocidad, como muestra la Figura 100. Por esto
es por lo que decimos que el tiempo es un concepto que depende del observador.
La velocidad máxima en la naturaleza nos fuerza a describir el movimiento con el
espacio-tiempo. Esto es interesante, porque en el espacio-tiempo, hablando en términos
sencillos, el movimiento no existe. El movimiento sólo existe en el espacio. En el espacio-
tiempo nada se mueve. El espacio-tiempo contiene una línea de universo para cada par-
tícula puntual. En otras palabras, en lugar de preguntarnos por qué existe el movimiento,
debemos preguntarnos por qué el espacio-tiempo está surcado de líneas de universo. En
este punto estamos lejos de poder responder ninguna de estas preguntas. Lo que sí pode-
mos hacer es explorar cómo tiene lugar el movimiento.

¿Podemos viajar al pasado? – Tiempo y causalidad


Sabemos que el tiempo es distinto para observadores diferentes. ¿Ordena el tiempo los Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
eventos en secuencias? La respuesta dada por la relatividad es un claro ‘sí y no’. Ciertos
conjuntos de eventos no están ordenados de forma natural en el tiempo; otros sí lo están.
Esto se ve mejor en un diagrama espacio-temporal.
Claramente, dos eventos pueden ordenarse en una secuencia sólo si un evento es la
causa del otro. Pero esta conexión sólo puede aplicarse a eventos en los que hay un inter-
cambio de energía (por ejemplo mediante una señal). En otras palabras, una relación de
causa y efecto entre dos eventos implica que energía o señales viajan de uno a otro; en
consecuencia, la velocidad que conecta los dos eventos no puede mayor que la velocidad
de la luz. La Figura 101 muestra que el evento E en el origen de coordenadas sólo puede ser
influenciado por los eventos del cuadrante IV (el cono de luz del pasado, cuando se inclu-
yen todas las dimensiones espaciales), y a su vez sólo puede influenciar aquellos eventos
situados en el cuadrante II (el cono de luz del futuro). Los eventos de los cuadrantes I y
214 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

time t

ne
II

lig
future
lig

ne
T T

co

ht
ht

co
future

ht

co
co

ht
lig

ne
ne

lig
III I
E elsewhere E elsewhere
elsewhere space y

IV x

past
past

F I G U R E 101 Un diagrama espacio-temporal de un objeto móvil T visto desde un observador inercial O

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en los casos con una y dos dimensiones espaciales.

III ni influyen ni son afectados por el evento E. El cono de luz define la frontera entre los
eventos que pueden ordenarse con respecto a su origen – aquellos dentro del cono – y
aquellos que no pueden – los que están fuera de los conos, que ocurren en otro lugar para
todos los observadores. (Alguna gente llama a todos los eventos que suceden en algún
otro lugar para todos los observadores presente.) Así, el tiempo ordena los eventos sólo
parcialmente. Por ejemplo, para dos eventos que no están conectados causalmente, ¡su
orden temporal (o su simultaneidad) depende del observador!
El particular, el cono de luz del pasado proporciona el conjunto completo de los even-
tos que pueden influenciar lo que ocurre en el origen. Se dice que el origen está conectado
causalmente sólo con el cono de luz del pasado. Ten en cuenta que la conexión causal es
un concepto invariante: todos los observadores están de acuerdo sobre si se aplica o no a
Desafío 370 s un par dado de eventos. ¿Puedes confirmar esto?
Un vector dentro del cono de luz se dice que es de tipo temporal; uno en el propio cono
de luz se dice de tipo luz o nulo; y uno fuera del cono se dice de tipo espacial. Por ejem-
plo, la línea del universo de un observador, es decir el conjunto de todos los eventos que
forman su pasado y su futuro, consiste tan sólo de eventos de tipo temporal. El tiempo es
la cuarta dimensión; expande el espacio a espacio-tiempo y ‘completa’ el espacio-tiempo. Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

Esta es la relevancia de la cuarta dimensión para la teoría de la relatividad especial, ni


más ni menos.
La relatividad especial nos enseña que la causalidad y el tiempo pueden definirse sólo
porque existen los conos de luz. Si el transporte de energía a velocidades mayores que la
de luz fuese posible, el tiempo no podría definirse. La Causalidad, es decir la posibilidad
de ordenar (parcialmente) los eventos para todos los observadores, se debe a la existencia
de una velocidad máxima.
Si la velocidad de la luz pudiese sobrepasarse de alguna manera, el futuro podría in-
Desafío 371 s fluenciar al pasado. ¿Puedes confirmar esto? En tal situación, observaríamos efectos acau-
sales. Sin embargo, hay un fenómeno cotidiano que nos dice que la velocidad de la luz
es realmente máximal: nuestra memoria. Si el futuro pudiese influenciar al pasado, po-
dríamos también recordar el futuro. Para decirlo con otras palabras, si el futuro pudiese
curiosidades de l a rel atividad especial 215

influenciar al pasado, el segundo principio de la termodinámica no sería válido y nues-


tra memoria no funcionaría.* Ningún dato de la vida cotidiana ni de los experimentos
proporciona ninguna evidencia de que el futuro pueda influenciar al pasado. En otras
palabras, viajar por el tiempo al pasado es imposible. Más adelante veremos de qué mane-
ra cambia la situación en la teoría cuántica. Curiosamente, viajar por el tiempo hacia el
futuro sí es posible, como veremos pronto.

Curiosidades de l a rel atividad especial


Más rápido que la luz: ¿Cómo de lejos podemos viajar?
¿Cómo de lejos de la Tierra podemos viajar, teniendo en cuenta que el viaje no debe
durar más que una vida humana – digamos 80 años – y que se nos permite utilizar un
cohete cuya velocidad puede acercarse a la de la luz tanto como queramos? Dado el tiem-
po t que vamos a pasar en el cohete, dada su velocidad v y asumiendo con optimismo

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que el cohete puede acelerar y frenar en un lapso despreciable de tiempo, la distancia d
Desafío 372 e que podemos alejarnos viene dada por

vt
d=√ . (72)
1 − v 2 /c 2

La distancia d es mayor que ct cuando v > 0,71c y, si v se elige suficientemente grande,


¡crece sin ningún límite! En otras palabras, la relatividad no limita la distancia que pode-
mos viajar en una vida humana, ni siquiera la que podemos viajar en un sólo segundo.
Podríamos, en principio, viajar por todo el universo en menos de un segundo. En situacio-
nes tales como estas tiene sentido introducir el concepto de velocidad propia w, definida
como
v
w = d/t = √ =γv. (73)
1 − v 2 /c 2

Como acabamos de ver, la velocidad propia no está limitada por la velocidad de la luz; de
hecho la velocidad propia de la luz es infinita.**

Sincronización y viaje en el tiempo – ¿Puede una madre


permanecer más joven que su propia hija? Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

Una velocidad máxima implica que el tiempo es diferente para observadores que se
mueven unos respecto de otros. Por tanto, tenemos que ser cuidadosos a la hora de sin-

* Hay otro resultado relacionado con éste que poco a poco se está convirtiendo en conocimiento común.
Incluso aunque el espacio-tiempo tuviera una forma no trivial, tal y como una topología cilíndrica con
curvas tipo temporal cerradas, aún sería imposible viajar al pasado, al contrario de como sugieren muchas
Ref. 174 novelas de ciencia-ficción. Stephen Blau ha dejado esto claro en un artículo pedagógico reciente.
** Utilizando la velocidad propia, la relación dada por la ecuación (65) para la superposición de dos veloci-
Desafío 373 e dades wa = γ a va y wb = γ b vb se simplifica a

w s∥ = γ a γ b (v a + v b∥ ) y w s⊥ = w b⊥ , (74)

donde los signos ∥ y ⊥ designan las componentes paralela y perpendicular a la dirección de va , respectiva-
Ref. 175 mente. De hecho, podemos expresar toda la relatividad especial en términos de magnitudes ‘propias’.
216 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

first
twin

trip of
Earth second twin
time time
comparison
and
first change of
twin rocket

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F I G U R E 102 La paradoja de los gemelos

cronizar relojes que están separados, incluso aunque estén en reposo uno respecto al otro
en un sistema de coordenadas inercial. Por ejemplo, si tenemos dos relojes similares que
muestran la misma hora, y llevamos uno de ellos durante un paseo de ida y vuelta, mos-
Ref. 176, Ref. 177 trarán horas distintas a la vuelta del paseo. Este experimento se ha realizado varias veces
y ha confirmado totalmente la predicción de la relatividad especial. La diferencia de tiem-
po de una persona o un reloj viajando en un avión que da una vuelta a la Tierra a unos
900 km/h se del orden de 100 ns – no muy apreciable en la vida cotidiana- De hecho, el
retraso puede calcularse fácilmente de la expresión

t
=γ. (75)
t′
Los seres humanos son relojes; muestran el tiempo transcurrido, normalmente llamado
edad, mediante diversos cambios en su forma, peso, color de pelo, etc. si una persona
hace un viaje largo y muy rápido, a su regreso habrá envejecido menos que otra persona Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

que haya permanecido en su casa (inercial).


El ejemplo más famoso de esto es la paradoja de los gemelos (o paradoja de los relo-
jes). Un joven deseoso de aventura sube a un cohete relativista que deja la Tierra y viaja
durante muchos años. Lejos de la Tierra, salta sobre otro cohete relativista que viaja en
sentido contrario y regresa a la Tierra. El viaje se ilustra en la Figura 102. A su regreso,
descubre que su hermano gemelo, que ha quedado en la Tierra, es mucho más viejo que
él. ¿Puedes explicar este resultado, especialmente la asimetría entre los dos hermanos?
Ref. 178 Este resultado también ha sido confirmado por muchos experimentos.
La relatividad especial confirma, de una manera sorprendente, la observación bien
sabida de que aquellos que viajan se mantienen más jóvenes. El precio pagado por la
juventud es, sin embargo, que todo alrededor de uno cambia mucho más rápidamente
que si uno se quedase en reposo con su entorno.
curiosidades de l a rel atividad especial 217

higher atmosphere

high
counter

decays

low F I G U R E 103 Más muones de los esperados llegan al suelo

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counter debido a que al viajar muy rápido se mantienen jóvenes.

La paradoja de los gemelos también puede verse como una confirmación de la posibi-
lidad de viajar por el tiempo hacia el futuro. Con la ayuda de un cohete rápido que vuelva
a su punto de partida, podemos llegar a horas locales que nunca hubiésemos alcanzado
con nuestra vida permaneciendo en casa. Eso sí, nunca podremos volver al pasado.*
Uno de los experimentos más sencillos que confirman la juventud prolongada de los
viajeros rápidos tiene que ver con contar muones. Los muones son partículas que se for-
Página 919 man continuamente en las capas altas de la atmósfera debido a la radiación cósmica. Los
muones en reposo (con respecto al reloj de medida) tienen una vida media de 2,2 µs (o, a
la velocidad de la luz, 660 m). Después de este lapso de tiempo, la mitad de los muones se
ha desintegrado. Esta vida media puede medirse utilizando un sencillo contador de muo-
nes. Además, existen contadores de muones que sólo cuentan aquellos que viajan con
una velocidad dentro de un determinado intervalo, digamos entre 0,9950c y 0,9954c. Po-
demos poner uno de esos contadores especiales en la cima de una montaña y otro en un
valle cercano, como muestra la Figura 103. La primera vez que se realizó este experimento,
Ref. 180 la diferencia de altura fue de 1,9 km. Viajar 1,9 km a través de la atmósfera a la velocidad
mencionada toma alrededor de 6,4 µs. Con la vida media indicada anteriormente, un pri- Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
Desafío 374 s mer cálculo nos da que sólo un 13 % de los muones observados en la cima llegará al valle.
Sin embargo, se observa que alrededor del 82 % de los muones llegan abajo. El motivo de
este resultado es la dilatación temporal relativista. De hecho, a la velocidad mencionada,
los muones experimentan una diferencia temporal de sólo 0,62 µs durante su viaje desde
la cima de la montaña al fondo del valle. Este tiempo tan corto da un número de desin-
tegraciones muónicas mucho menor que el que se tendría sin dilatación temporal; más
aún, el porcentaje medido confirma el valor predicho por el factor de dilatación γ dentro
Desafío 375 s de los márgenes de error experimentales, como puedes comprobar. Un efecto similar se

Ref. 179 * Hay incluso libros especializados en el viaje en el tiempo, tales como el bien documentado texto de Nahin.
Nótese que el concepto de viaje en el tiempo tiene que definirse con claridad; de lo contrario nos quedamos
sin respuestas frente a un oficinista que dice que su sillón de oficina es una máquina del tiempo, ya que al
sentarse sobre él viaja al futuro.
218 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

observa cuando los muones relativistas se producen en aceleradores de laboratorio.


El aumento de la vida media también se ha encontrado en otros muchos sistemas
inestables, tales como los piones, átomos de hidrógeno, átomos de neón y varios núcleos,
siempre confirmando las predicciones de la relatividad especial. Puesto que todos los
cuerpos en la naturaleza están compuestos por partículas, el ‘efecto rejuvenecedor’ de las
velocidades elevadas (normalmente llamado ‘dilatación temporal’) se aplica a cuerpos de
todos los tamaños; de hecho, no sólo se ha observado para partículas, también para lasers,
Ref. 160 transmisores de radio y relojes.
Si el movimiento lleva a la dilatación temporal, un reloj en el Ecuador, constantemente
girando alrededor de la Tierra, debería ir más lento que uno situado en los polos. Sin em-
Ref. 181 bargo, esta predicción, que fue hecha por el propio Einstein, es incorrecta. La aceleración
centrífuga lleva a una reducción de la aceleración de la gravedad que cancela exactamen-
te el incremento en la velocidad. Esta historia sirve como recordatorio de que hay que
ser cuidadoso cuando se aplica la relatividad especial a situaciones en las que aparece la

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gravedad. La relatividad especial sólo es aplicable cuando el espacio-tiempo es plano, no
cuando la gravedad está presente.
Resumiendo, una madre puede permanecer más joven que su hija. También podemos
concluir que no podemos sincronizar relojes en reposo uno respecto del otro simplemen-
te andando, con el reloj en la mano, de un lugar al otro. La forma correcta de hacerlo es
Desafío 376 s mediante un intercambio de señales luminosas. ¿Puedes describir cómo?
Una definición precisa de la sincronización nos permite llamar simultáneos a dos even-
tos distantes entre sí. Además, la relatividad especial nos muestra que la simultaneidad
depende del observador. Esto ha sido confirmado por todos los experimentos realizados
hasta ahora.
Sin embargo, el deseo de la madre no es fácil de satisfacer. Imaginemos que una mujer
es acelerada en una nave espacial alejándose de la Tierra a 10 m/s2 durante diez años,
después frena a 10 m/s2 durante otros diez años, entonces acelera otros diez años hacia
la Tierra y, finalmente, frena durante diez años más hasta aterrizar suavemente de nuevo
en nuestro planeta. La mujer ha estado viajando durante cuarenta años, llegando a estar
a 22 000 años-luz de la Tierra. A su regreso, han pasado 44 000 años. Todo esto parece
bien, hasta que nos damos cuenta de que la cantidad de combustible necesaria, incluso
para el más eficiente de los motores imaginables, es tan grande que la masa que puede
Desafío 377 e regresar de este viaje es sólo una parte entre 2 ⋅ 1019 . Semejante cantidad de combustible
no existe en la Tierra. Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

Contracción de las longitudes


La longitud de un objeto medida por un observador solidario al objeto se llama longitud
propia. Según la relatividad especial, la longitud medida por un observador inercial en
movimiento siempre es menor que la longitud propia. Este resultado es una consecuencia
Desafío 378 e directa de las transformaciones de Lorentz.
Para un Ferrari que marcha a 300 km/h o 83 m/s, la longitud se contrae en 0,15 pm:
menos que el diámetro de un protón. Vista desde el Sol, la Tierra se mueve a 30 km/s; lo
que nos da una contracción en longitud de 6 cm. Ninguno de estos efectos se ha medido
jamás. Pero otros efectos mayores podrían medirse. Veamos algunos ejemplos.
Imagina un piloto volando a través de un establo con dos puertas, una a cada extremo.
curiosidades de l a rel atividad especial 219

observations
observations by the pilot
by the farmer

pilot
time
farmer
time

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plane ends
barn ends

F I G U R E 104 Las apreciaciones del piloto y del dueño del establo.

ski ski
h
trap trap

F I G U R E 105 Las apreciaciones de un cavador de agujeros y de un hombre haciendo snowboard, tal y


como (equivocadamente) se han publicado en otros textos.

El avión es ligeramente más largo que el establo, pero se mueve tan rápido que su longi-
tud es relativísticamente contraída hasta ser menor que la longitud del establo. ¿Puede
cerrar el granjero el establo (al menos durante un breve lapso de tiempo) con el avión
completamente en su interior? La respuesta es afirmativa. Pero, ¿por qué no puede decir
el piloto lo siguiente: respecto a él, el establo se ha contraído; por tanto el avión no cabe
dentro? La respuesta se muestra en la Figura 104. Para el granjero, las puertas se cierran
(y vuelven a abrir) al mismo tiempo. Para el piloto, no. Para el granjero, el piloto está a os-
curas durante un corto periodo de tiempo; para el piloto, el establo nunca está a oscuras.
(Esto no es completamente cierto: ¿podrías revelar los detalles?)
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Desafío 379 s
Exploremos ahora algunas variaciones del caso general. ¿Puede un hombre haciendo
snowboard muy rápido caer dentro de un agujero que sea un poco más corto que su tabla?
Imaginemos que baja tan rápido que el factor de contracción en longitud es γ = d/d ′ is
4.* Para un observador en el suelo, la tabla de snowboard es cuatro veces más corta, y
cuando pasa sobre el agujero, caerá dentro de él. Sin embargo, para el esquiador, es el
agujero el que es cuatro veces más corto; parece que la tabla no podrá caer dentro.
Ref. 182 Un análisis más cuidadoso muestra que, a diferencia de lo que observa el cavador de
agujeros, el esquiador no aprecia que la forma de la tabla sea fija: mientras pasa sobre
el agujero, el esquiador observa que la tabla toma una forma parabólica y cae dentro

* Incluso la Tierra se contrae en la dirección de su movimiento de traslación alrededor del Sol. ¿Se puede
Desafío 380 s medir este efecto?
220 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

v
B rope F

g < h v(t) v(t)

F I G U R E 106 ¿Mantiene la lámpara encendida el F I G U R E 107 ¿Qué le ocurre a


conector móvil a altas velocidades? la cuerda?

Desafío 381 e del agujero, como muestra la Figura 105. ¿Puedes confirmar esto? En otras palabras, la
forma no es un concepto independiente del observador. (Sin embargo, la rigidez sí es

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Desafío 382 s independiente del observador, si se define adecuadamente; ¿puedes confirmar esto?)
Esta explicación, aunque publicada, no es correcta, como Harald van Lintel y Christian
Ref. 183 Gruber han apuntado. Uno no debería olvidar estimar el tamaño del efecto. A velocidades
relativistas, el tiempo que requiere el agujero para afectar a todo el grosor de la tabla no
es despreciable. El esquiador sólo ve que su tabla adopta una forma parabólica si ésta
es extremadamente fina y flexible. Para una tabla normal a velocidades relativistas, el
esquiador no tiene tiempo de caer ninguna altura h apreciable ni de entrar en el agujero
antes de sobrepasarlo. La Figura 105 está tan exagerada que es incorrecta. El esquiador
simplemente pasará volando sobre el agujero.
Las paradojas acerca de la contracción de longitudes resultan incluso más interesantes
Ref. 184 en el caso de conductores móviles que hacen contacto entre dos raíles, como muestra la
Figura 106. Los dos raíles son paralelos, pero uno de ellos tiene un huevo más largo que el
conector. ¿Puedes determinar si una lámpara conectada en serie se mantendrá encendida
Desafío 383 s cuando el conector desliza sobre los raíles a una velocidad relativista? (Haz la simplifica-
ción no muy realista de que la corriente eléctrica fluye en el mismo instante en el que
el conector toca los raíles.) ¿Obtienes el mismo resultado para todos los observadores?
Y, ¿qué ocurre cuando el conector es más largo que el hueco? ¿O cuando se acerca a la
lámpara desde el otro lado? (Aviso: ¡este problema suscita debates acalorados!) ¿Qué no
es realista en este experimento?
Ref. 185 Otro ejemplo de contracción de longitudes aparece cuando dos objetos, digamos Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

dos coches, están conectados a una distancia d por una cuerda, como se muestra en la
Figura 107. Imagina que ambos están en reposo en el instante t = 0 y entonces son ace-
lerados juntos y de la misma manera. El observador en reposo mantendrá que los dos
coches permanecen separados por√la misma distancia. Por otra parte, la cuerda necesita
expandirse a una distancia d ′ = d/ 1 − v 2 /c 2 y, por tanto, tiene que expandirse mientras
los coches están acelerando. En otras palabras, la cuerda se romperá. ¿Se confirma esta
Desafío 384 s predicción para los observadores situados en cada uno de los dos coches?
Un ejemplo divertido – pero bastante poco realista – de contracción de longitudes es
Ref. 186 el de un submarino relativista que se mueve horizontalmente. Imagina que el submarino
en reposo ha elegido su peso para mantenerse sumergido en el agua sin ninguna tenden-
cia ni a flotar ni a hundirse. Ahora el submarino se mueve (posiblemente con velocidad
relativista). El capitán observa que el agua del exterior se contrae según las relaciones de
curiosidades de l a rel atividad especial 221

Lorentz; por tanto ahora es más densa y deduce que el submarino flotará. Un pez cer-
cano ve que el submarino se ha contraído y, por tanto, es más denso que el agua, así que
Desafío 385 s deduce que se hundirá. ¿Quién está equivocado, y cuál es la fuerza de flotación aquí?
Una pregunta alternativa: ¿por qué es imposible que un submarino se mueva velocidades
Desafío 386 s relativistas?
Resumiendo, la contracción de longitudes casi nunca puede observarse en situaciones
realistas en cuerpos macroscópicos. Sin embargo, juega un papel importante para las
imágenes.

Películas relativistas – aberración y efecto Doppler


Hemos encontrado varias formas en las que cambian las observaciones cuando un
observador se mueve a gran velocidad. En primer lugar, la contracción de Lorentz y la
aberración dan lugar a imágenes distorsionadas. En segundo lugar, la aberración aumenta

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el ángulo de visión más allá de los 180 grados a los que los humanos estamos acostumbra-
dos en el día a día. Un observador relativista que mira en la dirección de su movimiento
ve luz que es invisible para un observador en reposo porque, para este último, viene desde
atrás. En tercer lugar, el efecto Doppler produce un corrimiento en el color de las imágenes.
En cuarto lugar, el movimiento rápido cambia el brillo y el contraste de la imagen: es el
llamado efecto foco. Cada uno de estos cambios depende de la dirección a la que miramos;
se muestran en la Figura 109.
Los ordenadores modernos nos permiten simular las observaciones que harían obser-
vadores relativistas con calidad fotográfica e, incluso, producir películas simuladas.* Las
imágenes de la Figura 108 nos son especialmente útiles para entender la distorsión de las
imágenes. Muestran el ángulo de visión, el círculo que distingue los objetos en frente del
observador de los que están tras él, las coordenadas de los pies del observador y el punto
en el horizonte hacia el que el observador se está moviendo. Añadir mentalmente estas
marcas al mirar otras películas o dibujos puede ayudarte a entender más claramente lo
que muestran.
Debemos destacar que la forma de las imágenes vistas por un observador en movi-
miento son una versión distorsionada de lo que vería uno en reposo en ese mismo punto.
Un observador en movimiento, sin embargo, no ve cosas distintas que las que vería uno
en reposo en el mismo punto. De hecho, los conos de luz son independientes del movi-
miento del observador. Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
La contracción de Lorentz se puede medir; sin embargo, no se puede fotografiar. Esta
Ref. 187 distinción tan sorprendente no fue descubierta hasta 1959. Medir implica simultaneidad
con la posición del observador. En una fotografía, la contracción de Lorentz se modifica
por los efectos debidos a los distintos tiempos que necesita la luz para llegar a distintas
partes del objeto; el resultado es un cambio en la forma que recuerda a una rotación, pero
no es exactamente eso. La deformación total es una aberración que depende del ángulo.
Página 193 Discutimos las aberraciones al principio de esta sección. La aberración transforma cir-
cunferencias en circunferencias: una transformación así se llama conformal.

* Ver, por ejemplo, las imágenes y películas en http://www.anu.edu.au/Physics/Searle de Anthony Searle,


en http://www.tat.physik.uni-tuebingen.de/~weiskopf/gallery/index.html por Daniel Weiskopf, en http://
www.itp.uni-hannover.de/~dragon/stonehenge/stone1.htm por Norbert Dragon y Nicolai Mokros, o en
http://www.tempolimit-lichtgeschwindigkeit.de por el grupo de Hanns Ruder.
222 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

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F I G U R E 108 Vuelo a través de doce columnas verticales (mostradas en las dos imágenes de arriba) a
una velocidad 0.9 veces la de la luz, según Nicolai Mokros and Norbert Dragon, que muestra el efecto
de la velocidad y la posición en las distorsiones (© Nicolai Mokros)
curiosidades de l a rel atividad especial 223

F I G U R E 109 Vuelo a través de tres columnas rectas y verticales a 0.9 veces la velocidad de la luz, según
Daniel Weiskopf: a la izquierda con sus colores originales; en el centro incluyendo el efecto Doppler; y a
la derecha incluyendo los efectos de cambio de brillo, es decir, mostrando lo que un observador vería
realmente (© Daniel Weiskopf )

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F I G U R E 110 Lo que observan un investigador en reposo y otro corriendo rápidamente por un corredor
(ignorando los efectos de color) (© Daniel Weiskopf )

Las imágenes de la Figura 110, producidas por Daniel Weiskopf, también incluyen el
efecto Doppler y los cambios de brillo. Muestran que estos efectos son al menos tan im-
portantes como la distorsión debida a la aberración.
Esto lleva a la ’paradoja del collar de perlas’. Si el movimiento relativista transforma
esferas en esferas, y cilindros en cilindros más cortos, ¿qué ocurre con un collar de perlas
Desafío 387 s que se mueve sobre su propio eje longitudinal? ¿Se hace más corto?
Hay mucho más que explorar usando películas relativistas. Por ejemplo, el autor pre-
dice que las películas de esferas rotando rápidamente en movimiento revelarán efectos
224 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

Desafío 388 r interesantes. También en este caso, la observación óptica y la medida llevarán a resulta-
dos diferentes. Para cierta combinación de rotaciones relativistas y acelerones relativistas,
se predijo* que el sentido de rotación (en sentido de las agujas del reloj, o el contrario)
será diferente para observadores diferentes. Este efecto jugará un papel interesante en la
discusión de la unificación.

¿Cuál es el mejor asiento en un autobús?


Ref. 185 Exploremos otra sorpresa de la relatividad especial. Imagine dos gemelos dentro de
dos coches que aceleran de la misma forma, uno en frente del otro, empezando desde
el reposo en el instante t = 0, descrito por un observador en reposo respecto a ambos.
(Ahora no hay ninguna cuerda entre ellos.) Ambos coches contienen la misma cantidad
de combustible. Fácilmente deducimos que la aceleración de los gemelos se detiene cuan-
do se acaba el combustible, en el mismo instante en el sistema de referencia del obser-

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Desafío 389 e vador exterior. Además, la distancia entre los coches se ha mantenido inalterada para el
observador exterior, y los dos coches continúan corriendo con la misma velocidad cons-
tante v, siempre y cuando despreciemos la fricción. Si llamamos a los eventos en los que
el coche de delante y el de detrás apagan sus motores f y b, sus coordenadas temporales
en el sistema de referencia exterior están relacionados simplemente por t f = t b . Usando
las transformaciones de Lorentz podemos deducir que en sistema de referencia de los
Desafío 390 e gemelos la relación es
t b = γ∆x v/c 2 + t f , (76)

lo que significa que ¡el gemelo del coche de delante a envejecido más que el de detrás! Así,
en sistemas acelerados, envejecer depende de la posición.
Para elegir un asiento en un autobús, sin embargo, este resultado no ayuda. Es verdad
que el mejor asiento en un autobús que está acelerando es el de detrás, pero cuando está
frenando, es el de delante. Al terminar el viaje, la elección de asiento no importa.
¿Es correcto deducir que la gente que vive en montañas altas envejece más rápido que
Desafío 391 s la que vive en valles, de manera que vivir en un valle ayuda a posponer las canas?

¿Cómo de rápido podemos andar?


Andar significa mover los pies de tal manera que en todo momento al menos uno de
ellos esté en contacto con el suelo. Esta es una de las reglas que los atletas tienen que seguir Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

en las competiciones de marcha olímpica; son descalificados si la incumplen. Un estudian-


te atleta estaba pensando acerca de cuál es la máxima velocidad que se podría conseguir
en unos Juegos Olímpicos. Lo ideal sería que cada pie acelerara casi instantáneamente
hasta (casi) la velocidad de la luz. La máxima velocidad de marcha se conseguiría sepa-
rando el segundo pie del suelo exactamente en el mismo instante en el que el primero
tocase el suelo. Por ‘mismo instante’, el estudiante originariamente quería decir ‘visto por
el juez de la competición, que está en reposo respecto a la Tierra’. El movimiento del pie
se muestra en el diagrama de la izquierda de la Figura 111; nos da un límite a la velocidad
de marcha de la mitad de la velocidad de la luz. Pero entonces el estudiante se dio cuenta
de que un juez en movimiento vería ambos pies separados del suelo y, por tanto, descalifi-

* En julio de 2005.
curiosidades de l a rel atividad especial 225

average speed: c/2


time time
average speed: c/3
t'

moving t'
judge

J light signal
x' moving
judge
J
light signal x'

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space space
F I G U R E 111 Para el atleta de la izquierda, el juez en movimiento en el sentido contrario ve ambos pies
separados del suelo en algunos instantes, pero no para el atleta de la derecha.

Ref. 188 caría al atleta por correr. Para evitar la descalificación por cualquier juez, el segundo pie
tiene que esperar a que una señal de luz viaje desde el primer pie. La velocidad máxima
de la marcha olímpica es, por tanto, un tercio de la de la luz.

¿Es la velocidad de la sombra mayor que la de la luz?


En realidad, movimientos más rápido que el de la luz existen y son incluso bastante
comunes. La relatividad especial sólo restringe el movimiento de la masa y la energía.
Sin embargo, los puntos no materiales, los fenómenos que no transportan energía y las
imágenes sí pueden moverse más rápido que la luz. Hay varios ejemplos sencillos. Para
Página 215 aclararnos, no estamos hablando de la velocidad propia que, en estos casos, ni tan si quiera
Desafío 392 s puede definirse. (¿Por qué?)
Los siguientes ejemplos muestran velocidades que son genuinamente mayores que la
velocidad de la luz en el vacío.
Considera el punto marcado con una X en la Figura 112, el punto en el que las tijeras Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

cortan el papel. Si las tijeras se cierran suficientemente rápido, este punto se mueve más
rápido que la luz. Ejemplos similares se pueden encontrar en todos los marcos de ventana
y, de hecho, en cualquier dispositivo que tenga partes giratorias.
Otro ejemplo de movimiento superlumínico es una grabación musical – un LP pasado
de moda – desapareciendo en su cartón, como muestra la Figura 113. El punto en el que
el borde del disco coincide con el borde del cartón puede viajar más rápido que la luz.
Otro ejemplo se sugiere a sí mismo cuando recordamos que vivimos en un planeta
esférico. Imagina que te tumbas en el suelo y te levantas. ¿Puedes mostrar que la velocidad
Desafío 393 s inicial con la que se aleja el horizonte de ti puede ser mayor que la de la luz?
Finalmente, un ejemplo clásico es el del movimiento de un punto de luz producido por
un haz laser sobre la Luna. Si se mueve el laser, el punto fácilmente puede desplazarse so-
bre la superficie de la Luna más rápido que la luz. Lo mismo se aplica al punto de luz en la
226 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

The Beatles

The Beatles

v
X

The Beatles

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F I G U R E 112 Un ejemplo sencillo de un F I G U R E 113 Otro ejemplo
movimiento que es más rápido que el de la luz. de movimiento más rápido
que la luz.

pantalla de un osciloscopio cuando se aplica una señal de una frecuencia suficientemente


alta en su entrada.
Todos estos son ejemplos típicos de movimiento de sombras, a veces también llamado
la velocidad de la oscuridad. Tanto sombras como oscuridad pueden realmente moverse
más rápido que la luz. De hecho, no hay límite para su velocidad. ¿Puedes encontrar otro
Desafío 394 s ejemplo?
Además, hay un número siempre creciente de dispositivos experimentales en los que
la velocidad de fase o incluso la velocidad de grupo de la luz es mayor que c. Estos expe-
rimentos aparecen en los titulares de los periódicos de vez en cuando, junto con afirma-
ciones del tipo ‘la luz se mueve más rápido que la luz’. Discutiremos este sorprendente
Página 591 fenómeno en más detalle más adelante. De hecho, estos casos también pueden verse –
con algo de imaginación – como casos especiales del fenómeno de la ‘velocidad de las
sombras’. Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
Para un ejemplo diferente, imaginemos que estamos parados a la salida de un túnel
de longitud l. Vemos un coche, cuya velocidad sabemos que es v, entrando por el otro
extremo del túnel y dirigiéndose hacia nosotros. Sabemos que ha entrado en el túnel
porque el coche ya no está al sol o porque encendió los faros en ese momento. ¿En qué
instante t, tras que veamos que entra en el túnel, se cruza con nosotros? Un razonamiento
sencillo nos muestra que t está dado por

t = l/v − l/c . (77)

En otras palabras, el coche que se acerca parece tener una velocidad vappr de

l vc
vappr = = , (78)
t c−v
curiosidades de l a rel atividad especial 227

time
observer
emitted or reflected light

tachyon

light cone

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space
F I G U R E 114 Diagrama espacio-tiempo de una hipotética observación de un taquión.

que es mayor que c para cualquier velocidad del coche v mayor que c/2. Para los coches
esto no debe ocurrir muy a menudo, pero los astrónomos conocen un tipo de objeto
brillante llamado quasar (una contracción de ‘objeto cuasi-estelar’), que algunas veces
emite chorros de gas a gran velocidad. Si la emisión ocurre en una dirección cercana a la
Tierra, su velocidad aparente – incluso la componente puramente transversal – es mayor
Ref. 189 que c. Tales situaciones se observan regularmente con telescopios.
Destaquemos que, para un segundo observador en la entrada del túnel, la velocidad
aparente del coche que se aleja viene dada por

vc
vleav = , (79)
c+v

que nunca es mayor que c/2. En otras palabras, los objetos nunca se ven alejarse a más
de la mitad de la velocidad de la luz.
La historia tiene un giro final. Acabamos de ver que el movimiento más rápido que la Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

luz puede observarse de varias maneras. Pero, ¿podría un objeto que se mueve más rápido
que la luz ser observado en absoluto? Sorprendentemente, sólo podría observarse de una
manera muy inusual. En primer lugar, puesto que tal objeto imaginario – normalmente
llamado taquión – se mueve más rápido que la luz, nunca podremos verlo acercándo-
se. Si pudiésemos ver un taquión sería sólo al alejarse. Ver un taquión sería similar a
escuchar un reactor supersónico. Sólo después de que el taquión haya pasado cerca, asu-
miendo que sea visible a la luz del día, podríamos darnos cuenta de él. Primero veríamos
un flash de luz, que corresponde al ‘bang’ de un avión rompiendo la barrera del sonido.
Entonces veríamos dos imágenes del taquión, apareciendo en algún lugar del espacio y
alejándose en sentidos opuestos, como puede deducirse de la Figura 114. Incluso si una
de las imágenes estuviese aproximándose a nosotros, sería cada vez más pequeña y leja-
na. Este es, cuando menos, un comportamiento bastante inusual. Más aún, si quisieras
228 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

R v G
u
O w

F I G U R E 115 Si la vara de O es paralela a la de R y esta a su vez es paralela a la de G, entonces las varas


de O y de G no son paralelas.

ver un taquión de noche, iluminándolo con una linterna, ¡tendrías que girar la cabeza en
la dirección opuesta al brazo con la linterna! Este requerimiento también se deduce del
Desafío 395 e diagrama espacio-tiempo: ¿ves cómo? Nadie ha visto nunca un fenómeno así. Los taquio-

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Ref. 190 nes, si existen, son objetos muy extraños: ellos se acelerarían cuando pierden energía,
Página 236 un taquión sin energía sería el más rápido de todos, con una velocidad infinita. Por si
esto fuera poco, la dirección del movimiento del taquión depende del movimiento del
observador. Nunca se ha observado un objeto con estas propiedades. Peor aún, como
acabamos de decir, los taquiones parecerían aparecer de la nada, desafiando las leyes de
conservación; y como los taquiones no se pueden ver en el sentido usual de la palabra, no
pueden tocarse tampoco, ya que ambos procesos se deben a interacciones electromagné-
ticas, como veremos más adelante en nuestro ascenso a la Montaña del Movimiento. Por
tanto, los taquiones no pueden ser objetos en el sentido usual del término. En la segunda
parte de nuestra aventura veremos que la teoría cuántica realmente prohíbe la existencia
de taquiones (reales). Sin embargo, la teoría cuántica también necesita de la existencia de
taquiones ‘virtuales’, como descubriremos.

L a paralela de la paralela no es paralela – rotación de Thomas


La relatividad tiene consecuencias realmente extrañas. Dos observadores cualesquiera
pueden mantener una vara paralela a la del otro, incluso aunque ellos estén en movimien-
to relativo. Pero, extrañamente, en una cadena de varas en la que dos varas adyacentes
sean siempre paralelas, la primera y la última varas no serán paralelas en general. En
particular, nunca lo serán si el movimiento de los distintos observadores se produce en
direcciones diferentes, como sucede cuando los vectores de velocidad forman un bucle. Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

El montaje más sencillo se muestra en la Figura 115. En la relatividad especial, una


concatenación general de “boots” no da lugar a un “boost” puro, sino a un “boost” más
Ref. 191 una rotación. Como resultado, las varas situadas en los extremos de una cadena de varas
paralelas normalmente no serán paralelas entre sí.
Un ejemplo de este efecto aparece en el movimiento de rotación. Si andamos rápida-
mente en círculos sujetando una vara, manteniéndola siempre paralela a la dirección que
acaba de tener, al finalizar el círculo la vara formará un cierto ángulo con respecto a su
orientación original. De forma similar, el eje de rotación de un cuerpo que orbita alre-
dedor de un segundo cuerpo no estará apuntando en la misma dirección tras una vuelta.
Este efecto se llama precesión de Thomas, por Llewellyn Thomas, que lo descubrió en 1925,
20 años después del nacimiento de la relatividad especial. Había escapado a la atención
de docenas de otros físicos famosos. La precesión de Thomas es importante para el fun-
mecánica rel ativista 229

cionamiento interno de los átomos; volveremos sobre esto en una sección posterior de
nuestra aventura. Estos sorprendentes fenómenos son puramente relativistas y, por tanto,
sólo se pueden medir en el caso de velocidades comparables a la de la luz.

Una historia interminable – temperatura y relatividad


La bibliografía sobre la temperatura es confusa. Albert Einstein y Wolfgang Pauli esta-
ban de acuerdo sobre el siguiente resultado: la temperatura T vista por un observador que
se mueve con velocidad v se relaciona con la temperatura T0 medida por un observador
en reposo con respecto al baño térmico mediante

T = T0 1 − v 2 /c 2 . (80)

Un observador en movimiento siempre mide valores menores que uno en reposo.

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En 1908, Max Planck utilizó esta expresión, junto con la correspondiente transforma-
ción para el calor, para deducir que la entropía es invariante frente a las transformaciones
de Lorentz. Al ser el descubridor de la constante de Boltzmann k, Planck probó de esta
manera que la constante es un invariante relativista.
No todos los investigadores están de acuerdo con la expresión. Otros mantienen que
T y T0 deberían intercambiarse en la transformación de la temperatura. También se han
Ref. 192 propuesto otras potencias distintas de la sencilla raíz cuadrada de esta expresión. El ori-
gen de estas discrepancias es sencillo: la temperatura sólo está definida en situaciones
de equilibrio, es decir, para baños térmicos. Pero un baño para un observador no lo es
para otro. Para velocidades pequeñas, un observador en movimiento ve una situación
que es casi un baño térmico; pero a velocidades mayores el asunto se vuelve complejo.
La temperatura se deduce de la velocidad de las partículas materiales, tales como las mo-
léculas y los átomos. Para un observador en movimiento, no hay una manera adecuada
de medir la temperatura. La temperatura medida en un primer intento depende incluso
¡del intervalo de energías de las partículas materiales que se midan! En pocas palabras,
el equilibrio térmico no es un concepto independiente del observador. Por tanto, no hay
ninguna fórmula correcta para la transformación de la temperatura. (Con algunas supo-
siciones adicionales la expresión de Planck parece que es correcta.) De hecho, ni siquiera
hay observaciones experimentales que pudieran utilizarse para validar las fórmulas pro-
puestas. Realizar una medida así es un desafío para futuros experimentadores – pero no Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

para la relatividad en sí misma.

Mecánica rel ativista


Dado que la velocidad de la luz es constante y que las velocidades no se suman, necesi-
tamos replantearnos la definición de masa, momento y energía. Necesitamos, por tanto,
reelaborar la mecánica desde el principio.

L a masa en la retatividad
En la física galileana, la razón entre las masas de dos cuerpos se definió utilizando
Página 83 colisiones; venía dada por el inverso de la razón entre cambios de velocidad
230 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

Observer A
m m
before: v
after:
V
M

Observer B

before:
V V
m m
after: F I G U R E 116 Una colisión inelástica vista desde dos
M sistemas de referencia inerciales distintos.

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m2 ∆v1
=− . (81)
m1 ∆v2

Sin embargo, los experimentos muestran que la expresión debe ser diferente para veloci-
dades cercanas a la de la luz. De hecho, los experimentos no son necesarios: usando tan
Desafío 396 ny sólo el raciocinio se puede mostrar esto. ¿Puedes hacerlo tú?
Sólo hay una solución a este problema. Los dos teoremas de conservación galileanos,
Ref. 193 ∑ i m i v i = const para el momento y ∑ i m i = const para la masa, tienen que cambiarse a

∑ γ i m i v i = const (82)
i

y
∑ γ i m i = const . (83)
i

Estas expresiones, que se mantendrán válidas durante todo lo que nos queda de ascenso
a la Montaña del Movimiento, implican, entre otras cosas, que la teletransportación no
es posible en la naturaleza. (¿Podrías confirmar esto?) Para recuperar la física galileana,
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Desafío 397 s
obviamente, los factores de corrección relativistas γ i tienen que ser prácticamente iguales
a 1 para velocidades cotidianas, es decir, para velocidades mucho menores que la de la luz.
Incluso si no supiéramos el valor del factor de corrección relativista, podemos dedu-
cirlo de la colisión mostrada en la Figura 116.
En el primer sistema de referencia (A) tenemos γv mv = γ V MV y γv m + m = γ V M.
De las observaciones desde el segundo sistema de referencia (B) deducimos que V com-
Desafío 398 e puesto con V da v, en otras palabras, que

2V
v= . (84)
1 + V 2 /c 2

Cuando se combinan estas ecuaciones, se encuentra que la corrección relativista γ depen-


mecánica rel ativista 231

de de la magnitud de la velocidad v mediante

1
γv = √ . (85)
1 − v 2 /c 2

Con esta expresión, y una generalización de la situación de la física galileana, la razón


entre las masas de dos partículas que colisionan se define como la razón

m1 ∆(γ 2 v2 )
=− . (86)
m2 ∆(γ 1 v1 )

(Aquí no damos la definición generalizada de masa mencionada en el capítulo sobre mecá-


Página 86 nica galileana, que se basa en los cocientes entre aceleraciones, que descubriremos pron-
to.) Los factores de corrección γ i nos aseguran que la masa definida por esta ecuación

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sea la misma que la definida en la mecánica galileana, y que sea la misma para todos los
tipos de colisión que pueda tener un cuerpo.* De este modo, la masa continúa siendo una
magnitud que caracteriza la dificultad de acelerar un cuerpo y puede utilizarse también
para sistemas de cuerpos.
Siguiendo el ejemplo de la física galileana, llamaremos a la magnitud

p = γmv (87)

el momento (lineal) relativista (tridimensional) de una partícula. De nuevo, el momento


total se conserva en un sistema que no esté sujeto a influencias externas, y esta conserva-
ción es una consecuencia directa de la manera en que la masa se ha definido.
Para velocidades bajas, o γ ≈ 1, el momento relativista es el mismo que en la física
galileana, y es proporcional a la velocidad. Pero para velocidades mayores, el momento
aumenta más rápidamente que la velocidad, tendiendo a infinito cuando nos aproxima-
mos a la velocidad de la luz.

Por qué el billar relativista es más difícil.


Hay una propiedad bien conocida de las colisiones entre una esfera o partícula en
movimiento y una en reposo de la misma masa que es importante cuando se juega al Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

billar. Tras una colisión así, las dos esferas se alejarán formando un ángulo recto entre
ellas, como se muestra en la Figura 117.
Sin embargo, los experimentos muestran que la regla del ángulo recto no es válida para
las colisiones relativistas. De hecho, utilizando la conservación del momento y un poco
Desafío 400 e de destreza puedes calcular que

2
tan θ tan φ = , (88)
γ+1

donde los ángulos están definidos en la Figura 118. De ahí obtenemos que la suma φ + θ
Desafío 399 e * Los resultados de más adelante también muestran que γ = 1 + T/mc 2 , donde T es la energía cinética de la
partícula.
232 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

before

pA
A B

after
θ
pA ϕ

rule: ϕ+θ = 90°


B

F I G U R E 117 Una útil regla para jugar al billar no relativista.

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ϕ

accelerator beam target detector

F I G U R E 118 Las dimensiones de los detectores en los aceleradores de partículas se basan en la regla
de ángulos del billar relativista.

es menor que un ángulo recto en el caso relativista. Las velocidades relativistas, por tanto,
cambian completamente el juego del billar. De hecho, todos los físicos que trabajan con
aceleradores de partículas saben esto: para electrones o protones, estos ángulos pueden
deducirse fácilmente de las fotografías tomadas en las cámaras de niebla, que muestran
los trazos dejados por las partículas cuando se mueven a través de ellas. Todas esas foto-
Ref. 160 grafías confirman la expresión de arriba. De hecho, las formas de los detectores se eligen
de acuerdo a la expresión (88), como se esquematiza en la Figura 118. Si la fórmula – y
la relatividad – estuviese equivocada, la mayoría de estos detectores no funcionarían, ya Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
que dejarían sin detectar a la mayoría de las partículas tras la colisión. De hecho, estos
experimentos también prueban la fórmula para la composición de velocidades. ¿Puedes
Desafío 401 ny confirmar esto?

L a masa es energía concentrada


Volvamos a la colisión inelástica y colineal de la Figura 116. ¿Cuál es la masa M del
Desafío 402 s sistema final? Los cálculos muestran que

M/m = 2(1 + γv ) > 2 . (89)

En otras palabras, la masa del sistema final es mayor que la suma de las dos masas origina-
les m. En contraste con la mecánica galileana, la suma de todas las masas de un sistema
mecánica rel ativista 233

no es una magnitud conservada. Sólo la suma ∑ i γ i m i de las masas corregidas lo es.


La relatividad proporciona una solución a este puzzle. Todo queda aclarado si la ener-
gía E de un objeto de masa m y velocidad v viene dada por la expresión

mc 2
E = γmc 2 = √ , (90)
1 − v 2 /c 2

tanto para el sistema total como para cada componente. La conservación de la masa corre-
gida puede interpretarse entonces como la conservación de la energía, simplemente sin
el factor c 2 . En el ejemplo de dos masas idénticas que colisionan, las dos partículas están
descritas por su masa y energía, y el sistema final tiene la energía E dada por la suma de
las energías de los dos cuerpos. En particular, la energía E 0 de un cuerpo en reposo y con
masa m es
E 0 = mc 2 ,

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(91)

que es quizá el más bello y famoso descubrimiento de la física moderna. Como c 2 es tan
grande, podemos decir que la masa es energía concentrada. En otras palabras, la relativi-
dad especial dice que toda masa tiene energía, y que toda forma de energía de un sistema
tiene masa. Incrementar la energía de un sistema incrementa su masa, y reducir su ener-
gía reduce su masa. Si una bomba explota dentro de una caja cerrada, la masa, el peso y el
momento de la caja es el mismo antes y después de la explosión, pero la masa combinada
de todos los residuos de la explosión será menor que antes. Todas las bombas – no sólo
las nucleares – toman su energía de su reducción de masa. Además, toda acción sobre
un sistema – tal y como una caricia, una sonrisa o una mirada – toma su energía de una
reducción de su masa.
La energía cinética T está dada por

1 1 ⋅ 3 v4 1 ⋅ 3 ⋅ 5 v6
T = γmc 2 − mc 2 = mv 2 + m + m + ... (92)
2 2 ⋅ 4 c2 2 ⋅ 4 ⋅ 6 c4
Desafío 403 e (utilizando el teorema del binomio) que se reduce al valor galileano sólo para velocidades
pequeñas.
La equivalencia entre masa y energía E = γmc 2 implica que tomar cualquier cantidad
de energía de la materia resulta en una reducción de su masa. Cuando una persona toca
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el piano, piensa o corre, su masa disminuye. Cuando una taza de té se enfría o cuando
una estrella brilla, su masa disminuye. La equivalencia entre masa y energía penetra en
toda la naturaleza.
Por cierto, deberíamos distinguir cuidadosamente la transformación de masa en ener-
gía de la transformación de materia en energía. Lo segundo es mucho más raro. ¿Puedes
Desafío 404 s dar algunos ejemplos?
La relación entre masa y energía (90) implica la muerte de muchas fantasías de la
ciencia-ficción. Implica que no hay fuentes de energía desconocidas en las proximidades
de la Tierra. Si tales fuentes de energía existieran, podríamos medirlas a partir del efecto
de+ su masa. Muchos experimentos han buscado, y continúan haciéndolo, tales efectos
234 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

con un resultado negativo. No hay energía libre en la naturaleza.*


La relación entre masa y energía m = E 0 /c 2 también implica que uno necesita alrede-
dor de noventa mil millones de kilojulios (o ventiun mil millones de kilocalorias) para
incrementar la masa en un único gramo. Por supuesto ¡los dietistas tendrán una opinión
ligeramente diferente sobre este asunto! De hecho, los humanos toman cada día su ener-
gía del material que comen, beben y respiran reduciendo su masa combinada antes de
expelerlos de nuevo. Sin embargo, este defecto químico de masa que aparece cuando se
quema combustible no puede medirse aún pesando los materiales antes y después de la
reacción: la diferencia es demasiado pequeña debido al factor de conversión tan grande
que está implicado. De hecho, las energías involucradas en las reacciones químicas son
del orden de 1 aJ (6 eV) por enlace; lo que nos da una diferencia de masa del orden de
una parte en 1010 , demasiado pequeña para ser medida pesando gente o determinando
diferencias de masa entre comida y excremento. Por tanto, para los procesos químicos
del día a día la masa puede considerarse constante, en acuerdo con la física de Galileo.

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La equivalencia entre masa y energía se ha confirmado por todos los experimentos rea-
lizados hasta ahora. La medida es sencilla para el defecto de masa nuclear. El experimento
más preciso, de 2005, confirmó la relación entre masa y energía con más de seis dígitos
significativos, al comparar la diferencia de masas de núcleos atómicos antes y después de
capturar un neutrón por una parte, y la energía de los rayos gamma emitidos, por otra
Ref. 194 parte.
Los métodos modernos de medir la masa de moléculas individuales han hecho posible
medir el defecto de masa químico, comparando la masa de una única molécula con la que
tienen los átomos que la componen. El grupo de David Pritchard ha desarrollado lo que
denominan trampas de Penning, que permiten determinar masas a partir de medidas
de frecuencias; la precisión obtenible en estos experimentos de resonancia ciclotrón es
Ref. 195 suficiente como para confirmar que en los enlaces químicos ∆E 0 = ∆mc 2 . En el futuro,
la precisión cada vez mayor podrá permitir medir las energías de enlace de esta manera.
Puesto que la energía de enlace es emitida a menudo como luz, podemos decir que estas
técnicas modernas hacen posible pesar la luz..
Pensar sobre la luz y su masa fue la base para la primera deducción de la relación de
masa y energía de Einstein. Cuando un objeto emite dos haces de luz iguales en direccio-
nes opuestas, su energía disminuye en la cantidad emitida. Puesto que los dos haces de
luz son iguales en energía y momento, el cuerpo no se mueve. Si describimos la situación
desde el punto de vista de un observado en movimiento, vemos de nuevo que la energía Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

Desafío 405 e en reposo del objeto es


E 0 = mc 2 . (93)

En resumen, todos los procesos físicos, incluyendo las colisiones, necesitan un tratamien-
to relativista siempre que la energía involucrada sea una fracción apreciable de la energía
en reposo.
Todos los incrementos de energía producen un incremento de masa. Por tanto, ca-
lentar un cuerpo lo hace más pesado. Sin embargo, este efecto es tan débil que nadie

* Podría haber dos formas de energía extremadamente diluidas y aún no descubiertas, llamadas materia
oscura y (pudiendo llevar a confusión) energía oscura, distribuidas por el universo. Se han deducido de
Página 450 medidas de masa bastante difíciles. El asunto aún no está resuelto definitivamente.
mecánica rel ativista 235

time t τ

E'2 p'2
E'1 p'1
E
p
E2 p2
E1 p1

object 1
object 2 object 1 object 2

space x ξ

F I G U R E 119 Diagrama espacio-tiempo de una colisión para dos observadores.

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ha podido medirlo hasta el día de hoy. Es un desafío para los científicos experimentales
llegar a hacerlo algún día.
¿Cómo se relacionan la energía y el momento? Las definiciones de momento (87) y
energía (90) llevan a dos relaciones básicas. En primer lugar, sus magnitudes están rela-
Desafío 406 e cionadas por
m 2 c 4 = E 2 − p2 c 2 (94)

para todos los sistemas relativistas, sean objetos o – como veremos más abajo – radiación.
Para el vector momento tenemos la otra relación importante

E
p= v, (95)
c2
que es igualmente válida para cualquier tipo de energía en movimiento, sea de un objeto
Desafío 407 e o de un pulso de radiación.* Usaremos ambas relaciones a menudo en lo que nos queda
de ascenso a la Montaña Movimiento, incluyendo la siguiente discusión.

Colisiones, objetos virtuales y taquiones Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

Acabamos de ver que en las colisiones relativistas la conservación de la energía total y


el momento es una consecuencia intrínseca de la definición de masa. Echemos ahora un
vistazo a las colisiones con mayor detalle, utilizando estos nuevos conceptos. Una colisión
es un proceso, es decir, una serie de eventos para los que
— el momento total antes de la interacción y tras la interacción es el mismo;
— el momento cambia en una pequeña región del espacio-tiempo;
— para velocidades pequeñas es válida la descripción galileana.
En la vida cotidiana, un impacto, es decir, una interacción de corta distancia, es el evento
en el que ambos objetos cambian momento. Pero los dos objetos que colisionan están

* En la notación de tetravectores, podemos escribir que v/c = P/P0 , donde P0 = E/c.


236 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

localizados en puntos diferentes cuando esto ocurre. Una colisión, por tanto, se describe
Ref. 196 mediante un diagrama espacio-tiempo tal y como el de la izquierda de la Figura 119, que
nos recuerda a la constelación de Orion. Es fácil comprobar que el proceso descrito por
Desafío 408 e un diagrama así es una colisión de acuerdo con la definición dada anteriormente.
La mitad derecha de la Figura 119 muestra el mismo proceso visto por otro sistema
de referencia. El observador griego dice que el primer objeto ha cambiado su momento
antes que el segundo. Esto significaría que ¡hay un corto intervalo de tiempo en el que ni
el momento ni la energía se conservan!
La única manera de entender esta situación es asumiendo que hay un tercer objeto,
dibujado con una línea puntuada. Busquemos las propiedades de ese objeto. Si damos
subíndices numéricos a las masas, energías y momentos de los dos cuerpos, y les ponemos
Desafío 409 e una prima (′ ) tras la colisión, la masa desconocida m obedece

1 − v1 v1′

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m 2 c 4 = (E 1 − E 1′ )2 − (p 1 − p′1 )2 c 2 = 2m 12 c 4 − 2E 1 E 1′ ( )<0. (96)
c2
Este es un resultado extraño, ya que implica que la masa desconocida ¡es un número
imaginario!!* Además de todo esto, vemos directamente del segundo gráfico que el objeto
intercambiado se mueve más rápido que la luz. Es un taquión, del griego ταχύς ‘veloz’.
En otras palabras, ¡las colisiones involucran movimiento más rápido que la luz! Veremos
más tarde que las colisiones son, de hecho, los únicos procesos donde los taquiones juegan
un papel en la naturaleza. Puesto que los objetos intercambiados aparecen sólo durante
las colisiones, nunca por sí mismos, se llaman objetos virtuales, para distinguirlos de los
usuales objetos reales, que pueden moverse libremente sin restricciones.** Estudiaremos
sus propiedades más adelante, cuando discutamos la teoría cuántica.
En la naturaleza, un taquión es siempre un objeto virtual. Los objetos reales son siem-
pre bradiones – del griego βραδύς ‘lento’ – u objetos que se mueven más despacio que
la luz. Nótese que los taquiones, a pesar de su gran velocidad, no permiten transportar
energía más rápido que la luz; y que no violan la causalidad si, y sólo si, son emitidos y
Desafío 410 ny absorbidos con la misma probabilidad. ¿Podrías confirmar esto?
Cuando estudiemos teoría cuántica, descubriremos que una interacción general de
contacto entre objetos se describe no mediante el intercambio de unos únicos objetos vir-
tuales, sino mediante un flujo continuo de partículas virtuales. En las colisiones normales
del día a día, la interacción resulta ser electromagnética. En ese caso, las partículas inter- Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

cambiadas son fotones virtuales. En otras palabras, cuando una mano toca a otra, cuando
empuja una piedra, o cuando una montaña soporta los árboles sobre ella, se intercambian
Página 750 continuamente chorros de fotones virtuales.

√ 2 2 la relación entre√
* Es usual cambiar masa y energía y la relación entre masa y momento de los taquiones a
E = ±mc / v /c − 1 y p = ±mv/ v 2 /c 2 − 1 ; esto lleva a una redefinición de m. Tras la redefinición, los
2

taquiones tienen masas reales. Las relaciones entre energía y momento muestran que los taquiones pierden
energía cuando ganan velocidad. (Una afirmación provocativa: un único taquión en una caja nos daría toda
la energía que pudiésemos necesitar.) Ambos signos para la energía y el momento deben mantenerse, porque
en caso contrario la equivalencia de todos los observadores inerciales no sería generada. Los taquiones no
tienen ni energía ni momento mínimos.
** Con más precisión, una partícula virtual no obedece la relación m 2 c 4 = E 2 − p2 c 2 , válida para partículas
reales.
mecánica rel ativista 237

A CM-0 B
v v

transformed CM
A CM-1 B

v=0 v 2v/(1+v2/c2 )

geometrical CM
A CM-2 B

v=0 2 2 2v/(1+v2/c2 )
v/(1+v /c )

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momentum CM
A CM-3 B

v=0 2 2 1/2 2v/(1+v2/c2 )


v/(1- v /c )
F I G U R E 120 No hay manera de definir un centro de masas relativista.

Hay un secreto más escondido en las colisiones. En la parte de la derecha de la


Figura 119, el taquión es emitido por el primer objeto y absorbido por el segundo. Sin
Desafío 411 s embargo, es fácil imaginar un observador para el que ocurra lo contrario. Es decir, ¡el
sentido en el que viaja el taquión depende del observador! De hecho esto es una pista
de la existencia de la antimateria. En los diagramas espacio-tiempo la materia y la anti-
materia viajan en sentidos opuestos. La relación entre relatividad y antimateria será más
Página 778 evidente en la teoría cuántica.
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Sistemas de partículas – no hay centro de masas
La relatividad también nos fuerza a eliminar el valioso concepto de centro de masas.
Podemos ver esto ya en el caso más simple posible: aquel en el que dos objetos iguales
chocan.
La Figura 120 muestra que desde el punto de vista en el que una de las dos partícu-
las que colisionan está en reposo, hay al menos tres formas distintas de definir el centro
de masas. En otras palabras, el centro de masas no es un concepto independiente del
Ref. 197 observador. Podemos deducir de la figura que el concepto sólo tiene sentido para aque-
llos sistemas cuyos componentes se muevan con velocidades relativas pequeñas. Para un
sistema más general, el centro de masas no está definido de forma única. ¿Nos molesta
esto en nuestro ascenso a la Montaña Movimiento? No. Estamos más interesados en el
movimiento de partículas individuales que en objetos compuestos o sistemas.
238 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

¿Por qué la mayoría de los movimientos son tan lentos?


Para la mayoría de los sistemas cotidianos, los intervalos de tiempo medidos por dos
observadores diferentes son prácticamente iguales; sólo a grandes velocidades relativas,
típicamente mayores que un tanto por ciento de la velocidad de la luz, hay diferencias
significativas. La mayoría de tales situaciones son microscópicas. Ya hemos mencionado
a los electrones dentro de un tubo de televisor o en un acelerador de partículas. Las partí-
culas que componen la radiación cósmica son otro ejemplo: su alta energía ha producido
muchas de las mutaciones que son la base de la evolución de animales y plantas de este
planeta. Más tarde descubriremos que las partículas que aparecen en la radioactividad
son también relativistas.
Pero, ¿por qué no observamos ningún cuerpo rápido macroscópico? Los cuerpos en
movimiento, incluyendo a los observadores, con velocidades relativistas tienen unas pro-
piedades que no se encuentran en la vida cotidiana: cuando se ven envueltos en una coli-

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sión, parte de su energía se convierte en nueva materia mediante E = γmc 2 . En la historia
del universo esto ha ocurrido tantas veces que prácticamente todos los cuerpos que aún
tienen velocidades relativistas son microscópicos.
Un segundo motivo por el que desaparece el movimiento relativo rápido es el amorti-
guamiento por radiación. ¿Imaginas que ocurre a las cargas eléctricas durante las colisio-
Desafío 412 s nes, o en un baño de luz?
En definitiva, casi toda la materia del universo se mueve con una velocidad relativa
pequeña con respecto a otra materia. Los pocos contraejemplos conocidos, o son muy
antiguos, como los chorros de los cuásar mencionados anteriormente, o se detienen tras
un corto periodo de tiempo. Las enormes cantidades de energía necesarias para conse-
guir movimiento relativista de cuerpos macroscópicos aún se encuentran en explosiones
de supernova, pero dejan de existir tras unas pocas semanas. El universo está lleno prin-
Página 457 cipalmente de movimiento lento porque es viejo. Determinaremos su edad en breve.

L a historia de la fórmula de equivalencia entre masa y energía


de De Pretto y Einstein
A Albert Einstein le llevó varios meses tras la publicación de su primer artículo sobre
relatividad especial deducir la expresión

E = γmc 2 (97) Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

que es llamada a menudo la fórmula más famosa de la Física. La publicó en un segundo


Ref. 149 artículo, al final de 1905. La fórmula pudo haberse descubierto perfectamente treinta años
antes, de la teoría del electromagnetismo.
De hecho, al menos una persona dedujo el resultado antes que Einstein. En 1903 y
1904, antes del primer artículo de Einstein sobre relatividad, un ingeniero italiano poco
conocido, Olinto De Pretto, fue el primero en calcular, discutir y publicar la fórmula
E = mc 2 .* Es perfectamente posible que Einstein tomara la idea de la fórmula de De

* Umberto Bartocci, profesor de matemáticas de la Universidad de Perugia, en Italia, publicó los detalles
de esta sorprendente historia en varios artículos. El relato completo se encuentra en su libro Umberto
Bartocci, Albert Einstein e Olinto De Pretto: la vera storia della formula piú famosa del mondo, Ultreja,
1998.
mecánica rel ativista 239

lig
future

ne
T

ht

co
co

ht
ne

lig
E elsewhere y

past

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F I G U R E 121 El diagrama espacio-tiempo de un objeto móvil T.

Pretto, posiblemente a través del amigo de Einstein Michele Besso u otro de los amigos
italoparlantes que conoció cuando visitó a sus padres, o que estaban viviendo en Italia en
ese tiempo. Por supuesto, el valor de los esfuerzos de Einstein no disminuye por esto.
De hecho, una fórmula similar había sido deducida también en 1904 por Friedrich
Ref. 198 Hasenöhrl y publicada en Annalen der Physik en 1905, antes que Einstein, aunque con
un factor numérico incorrecto debido a un error de cálculo. La fórmula E = mc 2 también
forma parte de varias expresiones en dos publicaciones de 1900 de Henri Poincaré. El
auténtico héroe de esta historia podría ser Tolver Preston, que discutió la equivalencia
entre masa y energía ya en 1875, en su libro Physics of the Ether. La equivalencia entre
masa y energía estaba ya flotando en el aire, tan sólo esperando a ser descubierta.
En los años 70 del siglo pasado ocurrió una historia similar: se descubrió una sencilla
relación entre la aceleración gravitacional y la temperatura del vacío. El resultado había
estado esperando ser descubierto más de 50 años. De hecho, se encontró un cierto nú-
mero de resultados anteriores similares en las bibliotecas. ¿Podría haber otras relaciones
Desafío 413 s sencillas ocultas en la física moderna esperando a ser descubiertas?

Tetravectores Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

Para describir el movimiento de forma consistente para todos los observadores, tenemos
que introducir algunas magnitudes nuevas. En primer lugar, el movimiento de las partícu-
las se ve como una secuencia de eventos. Para describir los eventos con precisión, usamos
coordenadas de eventos, también llamadas tetracoordenadas. Se escriben como

X = (ct, x) = (ct, x, y, z) = X i . (98)

De esta manera, un evento es un punto de el espacio-tiempo tetradimensional y es descri-


to por cuatro coordenadas. Las coordenadas son una temporal X 0 = ct, y tres espaciales,
normalmente llamadas X 1 = x, X 2 = y y X 3 = z. Podemos definir la distancia d entre
dos eventos como la longitud de el vector diferencia. De hecho, normalmente se usa el
cuadrado de la longitud, para evitar tantas raíces cuadradas. En la relatividad especial, la
240 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

norma (‘longitud al cuadrado’) de un vector se define siempre mediante

XX = X 0 2 − X 1 2 − X 2 2 − X 3 2 = ct 2 − x 2 − y 2 − z 2 = X a X a = η ab X a X b = η ab X a X b .(99)

En esta ecuación hemos introducido por primera vez dos notaciones que son útiles en
relatividad. La primera consiste en sumar automáticamente sobre los índices repetidos.
Así, X a X a significa suma de todos los productos X a X a con a corriendo sobre todos los
índices. La segunda, para todo tetravector (o 4-vector) X distinguimos dos formas de
escribir sus coordenadas, con superíndices y con subíndices. (En tres dimensiones sólo
usamos subíndices.) Se relacionan mediante la siguiente relación general

X a = η ab X b = (ct, −x, −y, −z) , (100)

donde hemos introducido la métrica η ab , una abreviatura de la matriz*

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⎛ 1 0 0 0 ⎞
⎜ 0 −1 0 0 ⎟
η ab
= η ab =⎜ ⎟ . (101)
⎜ 0 0 −1 0 ⎟
⎝ 0 0 0 −1 ⎠

¡Calma, eso es todo, no será más difícil! Volvamos ahora a la física.


El módulo de una posición o vector distancia, también llamado intervalo espaciotem-
poral, es, esencialmente, el tiempo propio multiplicado por c. El tiempo propio es el tiem-
po que muestra un reloj que se mueve en linea recta y con velocidad constante desde
el punto inicial al final en el espacio-tiempo. La diferencia con respecto a los 3-vectores
usuales es que el módulo del intervalo puede ser positivo, negativo o incluso cero. Por
ejemplo, si los puntos inicial y final requieren un movimiento con la velocidad de la luz,
Página 214 el tiempo propio es cero (esto es requerido por los vectores nulos). Si el movimiento es
más lento que el de la luz, el tiempo propio al cuadrado es positivo y la distancia es tipo
temporal. Para intervalos negativos y, por tanto, tiempos propios imaginarios, la distancia
es tipo espacial.** La Figura 121 muestra un resumen simplificado.
Ahora ya estamos listos para calcular y medir el movimiento en cuatro dimensiones.
Las medidas se basan en una idea central. No podemos definir la velocidad de una partí-
cula como la derivada de sus coordenadas con respecto del tiempo, ya que las secuencias
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temporal y espacial dependen del observador. La solución consiste en definir todos los
observables con respecto al tiempo propio τ, que se define como el tiempo mostrado por
un reloj unido al objeto. En relatividad, el movimiento y el cambio están siempre me-
didos con respecto a relojes solidarios con el sistema móvil. En particular, la velocidad
relativista o tetravelocidad U de un cuerpo es definida como el ritmo al que cambia sus

* El 30 % de todos los libros de texto de física utiliza el opuesto de η como métrica, la llamada convención
espacial y, por tanto, tienen signos opuestos en su definición. En este texto, como en el 70 % de todos los
textos de física, usamos la convención temporal.
** En el último caso, el opuesto del módulo, que es un número positivo, se llama distancia propia al cuadrado.
La distancia propia es la longitud medida con un odómetro mientras el objeto se mueve.
mecánica rel ativista 241

tetracoordenadas X = (ct, x) con respecto al tiempo propio, es decir,

U = dX/dτ . (102)

Las coordenadas X se miden en el sistema de coordenadas definido por el observador


inercial elegido. El valor de la velocidad U depende del observador o sistema de coor-
denadas elegido; por tanto la velocidad depende del observador a diferencia de lo que
ocurre en la física galileana. Usando que dt = γ dτ y así

dx dx dt dx 1
= =γ , donde γ=√ , (103)
dτ dt dτ dt 1 − v 2 /c 2

obtenemos la relación con la velocidad usual v = dx/dt:

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u 0 = γc , u i = γv i o U = (γc, γv) . (104)

Para velocidades pequeñas, tenemos γ ≈ 1, y entonces las tres últimas componentes de la


tetravelocidad son justamente las de la velocidad galileana. Para el módulo de la tetrave-
locidad U encontramos UU = U a U a = η ab U a U b = c 2 , que es independiente del módulo
de la velocidad trivector v y lo convierte en un vector tipo temporal, es decir, en un vector
dentro del cono de luz.*
El módulo de un tetravector puede ser cero incluso aunque todas sus componentes
sean distintas de cero. Un vector así se llama nulo. ¿Qué movimientos tienen vectores de
Desafío 415 s velocidad nulos?
De forma similar, la aceleración relativista o tetraaceleración B de un cuerpo se define
como
B = dU/dτ = d2 X/dτ 2 . (106)

Usando que dγ/dτ = γdγ/dt = γ 4 va/c 2 , tenemos las siguientes relaciones entre las cuatro
Ref. 199 componentes de B y la aceleración trivector a = dv/dt:

va (va)v i
B0 = γ4 , B i = γ2 ai + γ4 . (107)
c c2 Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

El módulo b de la tetraaceleración se encuentra fácilmente usando BB = η cd B c B d =

* En general, un tetravector se define como una magnitud (h 0 , h 1 , h 2 , h 3 ), que se transforma como

h 0 = γ V (h 0 − h 1 V /c)

h′1 = γ V (h 1 − h 0 V /c)
h2 = h2

h′3 = h 3 (105)

cuando cambiamos de un observador inercial a otro que se mueve con velocidad relativa V en la dirección
x; las correspondientes generalizaciones para las otras coordenadas son evidentes. Esta relación nos permite
deducir las leyes de transformación de cualquier trivector. ¿Podrías deducir la fórmula de composición de
Desafío 414 s velocidades (65) de esta definición, aplicándola a la tetravelocidad?
242 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

time
(E/c , p)

space

F I G U R E 122 El tetravector energía-momento es tangente a la línea de universo.

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−γ 4 (a 2 + γ 2 (va)2 /c 2 ) = −γ 6 (a 2 − (v × a)2 /c 2 ). Depende del valor de la aceleración
a. El módulo de la tetraaceleración se conoce también como aceleración propia porque
B2 = −a 2 si v = 0. (¿Cuál es la conexión entre la tetraaceleración y la aceleración para
Desafío 416 s un observador que se mueve con la misma velocidad que el objeto?) Nótese que la te-
traaceleración cae fuera del cono de luz, es decir, que es vector de tipo espacial, y que
BU = η cd B c U d = 0, lo que significa que la tetraaceleración siempre es perpendicular a
la tetravelocidad.* También destacamos que las aceleraciones, a diferencia de las veloci-
dades, no pueden llamarse relativistas: la diferencia entre b i y a i , o entre sus módulos,
no depende del valor de a i , sino sólo del valor de la velocidad v. En otras palabras, las
aceleraciones sólo requieren un tratamiento relativista cuando las velocidades que apare-
cen son relativistas. Si las velocidades involucradas son pequeñas, incluso la mayor de las
aceleraciones puede tratarse con los métodos galileanos.
Cuando la aceleración a es paralela a la velocidad v, tenemos que B = γ 3 a; cuando a
es perpendicular a v, como en un movimiento circular, tenemos que B = γ 2 a. Usaremos
Página 251 este resultado más abajo.

Tetramomento
Para describir el movimiento, también necesitamos el concepto de momento El tetra- Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

momento se define como


P = mU (110)

* De forma similar, el “jerk” relativista o “tetrajerk” J de un cuerpo se define como

J = dB/dτ = d2 U/dτ 2 . (108)

Desafío 417 e De la relación con el “jerk” trivector j = da/dt obtenemos que

γ5 2 (va) γ5 2 (va) v i
2 2
J = (J , J ) = ( (jv + a + 4γ ) ((jv)v + 3(va)a i ) )
0 i 2 3 2
, γ j i + i + a v i + 4γ (109)
c c2 c2 c2

Desafío 418 ny lo que usaremos más adelante. Sorprendentemente, J no se anula cuando j se anula. ¿Por qué no?
mecánica rel ativista 243

y, por tanto, se relaciona con el momento trivector p mediante

P = (γmc, γmv) = (E/c, p) . (111)

Por esta razón, el tetramomento también se denomina tetravector energía-momento. Po-


demos decir que el tetramomento de un cuerpo viene dado por su masa multiplicada por
su tetradesplazamiento por unidad de tiempo propio. Esta es la definición más simple po-
sible del momento y la energía. El concepto fue introducido por Max Planck en 1906. El
tetravector energía-momento, también llamado momenergía, como la tetravelocidad, es
tangente a la linea de universo de la partícula. Esta conexión, mostrada en la Figura 122,
sigue directamente de la definición, ya que

(E/c, p) = (γmc, γmv) = m(γc, γv) = m(dt/dτ, dx/dτ) . (112)

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La longitud (al cuadrado) de la momenergía, PP = η ab P a P b , es, por definición, la misma
para todos los observadores inerciales,

E 2 /c 2 − p2 = m 2 c 2 , (113)

Ya hemos mencionado que las energías o situaciones se denominan relativistas cuando


la energía cinética T = E − E 0 no es despreciable frente a la energía en reposo E 0 = mc 2 .
Una partícula cuya energía cinética es mucho mayor que su masa en reposo se denomina
ultrarelativista. Las partículas en un acelerador o en los rayos cósmicos pertenecen a esta
Desafío 419 s categoría. (¿Cuál es su relación energía-momento?
A diferencia de la mecánica galileana, la relatividad implica un cero absoluto para
la energía. Uno no puede extraer más energía que mc 2 de un sistema de masa m. En
particular, de esta forma se fija un valor cero para la energía potencial. En resumen, la
relatividad nos muestra que la energía está acotada inferiormente.
Nótese que con el término ‘masa’ m siempre indicamos algo que a veces se llama ma-
sa en reposo. Este nombre deriva del mal hábito de muchos libros de ciencia-ficción y
de secundaria de llamar al producto γm masa relativista. Los que trabajan en este cam-
po generalmente (pero no unánimemente) rechazan este concepto, como hizo el propio
Ref. 200 Einstein, y también rechazan la expresión tantas veces oída de que la ‘masa (relativista)
aumenta con la velocidad’. La masa relativista y la energía serían entonces dos palabras Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

para el mismo concepto: esta manera de hablar está al nivel de la prensa amarilla.
No toda la energía galileana contribuye a la masa. La energía potencial en un campo
externo no lo hace. La relatividad nos fuerza a llevar un registro preciso de la energía. La
‘energía potencial’ en relatividad es una forma abreviada de ‘reducción de la energía del
campo externo’.
¿Puedes mostrar que para dos partículas con momentos P1 y P2 , se tiene que P1 P2 =
Desafío 420 s m 1 E 2 = M 2 E 1 = c 2 γv12 m 1 m 2 , donde v12 es su velocidad relativa?
244 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

A v

v
v'
B F I G U R E 123 Sobre la definición de
v'
D velocidad relativa.

Tetrafuerza
La tetrafuerza K se define como

K = dP/dτ = mB . (114)

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Por tanto, la fuerza continúa siendo igual a la masa multiplicada por la aceleración en re-
Ref. 199, Ref. 201 latividad. De la definición de K deducimos la relación con la fuerza trivector f = dp/dt =
md(γv)/dt, es decir*

mva γ dE dp fv
K = (K 0 , K i ) = (γ 4 mva/c, γ 2 ma i + γ 4 v i )=( , γ ) = (γ , γf) . (115)
c 2 c dt dt c
Desafío 422 e La tetrafuerza, como la tetraaceleración, es ortogonal a la tetravelocidad. El significado
de la componente temporal de la tetrafuerza puede discernirse fácilmente: es la potencia
necesaria para acelerar el objeto. Se tiene que KU = c 2 dm/dτ = γ 2 (dE/dt − fv): es el
ritmo propio al que la energía interna de un sistema disminuye. El producto KU se hace
cero tan sólo para fuerzas que conservan la masa en reposo. Las colisiones de partículas
que llevan a reacciones no pertenecen a esta clase. En la vida cotidiana, la masa en reposo
se conserva y, entonces, uno lleva a la expresión galileana fv = dE/dt.

L a rotación en la relatividad
Si una noche giramos alrededor de nuestro propio eje mientras miramos el cielo, las
estrellas empiezan a moverse con velocidades mucho mayores que la de la luz. La mayoría Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
de las estrellas son masas, no imágenes. Su velocidad debería estar limitada por la de la
luz. ¿Cómo encaja esto con la relatividad especial?
Este ejemplo nos ayuda a aclarar de otra manera que es realmente la velocidad límite.
Desde el punto de vista físico, un cielo en rotación no permite transporte de energía a velo-
cidades superlumínicas y, por tanto, no contradice el concepto de velocidad límite. Desde
el punto de vista matemático, la velocidad de la luz limita las velocidades relativas sólo
cuando los objetos están cerca unos de otros, como se muestra en la mitad izquierda de la

* Algunos autores definen la fuerza trivector como dp/dτ; entonces el aspecto de K es ligeramente diferente.
En cualquier caso, es importante tener en cuenta que en relatividad la fuerza f = dp/dt es proporcional
a la aceleración a; sin embargo, fuerza y aceleración no son paralelas entre sí. De hecho, para fuerzas que
Desafío 421 s mantienen la masa en reposo se tiene que f = γma + (fv)v/c 2 . En relatividad, por el contrario, el momento
no es proporcional a la velocidad, aunque sí paralela a ella.
mecánica rel ativista 245

O3 O2 O
1
On
On–1

F I G U R E 124 Observadores sobre un objeto en rotación

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Figura 123. Sólo es posible comparar velocidades de objetos distantes si todas las velocida-
des involucradas son constantes en el tiempo; lo que no ocurre en el ejemplo presente. La
versión diferencial de las transformaciones de Lorentz clarifica particularmente este pun-
to. En muchos casos generales, las velocidades relativas de objetos distantes pueden ser
Página 226 mayores que la de la luz. Encontramos un ejemplo anteriormente, cuando discutíamos
Página 258 el caso de un coche dentro de un túnel, y encontraremos más ejemplos pronto.
Con estas aclaraciones, podemos considerar ahora brevemente la rotación en relativi-
dad. La primera cuestión es cómo cambian el tiempo y las distancias en un sistema de
referencia en rotación. Podrías querer comprobar que un observador en un sistema de re-
ferencia en rotación está de acuerdo con uno en un sistema que no rota en el radio de un
cuerpo en rotación; sin embargo, ambos encuentran que el cuerpo en rotación, incluso
aunque sea rígido, tiene una circunferencia distinta a la que tenía antes de que empezase
a rotar. Hablando de forma poco rigurosa, el valor de π cambia para observadores en ro-
tación. La razón entre la circunferencia c y el radio r resulta ser c/r = 2πγ: aumenta con
Desafío 423 e la velocidad de rotación. Este resultado contrario a la intuición se denomina a menudo
Ref. 202 paradoja de Ehrenfest. Entre otras cosas, muestra que el espacio-tiempo para un observa-
dor sobre un disco en rotación no es el espacio-tiempo de Minkowski de la relatividad
especial.
Los cuerpos en rotación se comportan de manera extraña de varias maneras. Por ejem-
plo, se encuentran problemas cuando uno trata de sincronizar relojes montados sobre un Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

disco en rotación, como muestra la Figura 124 Si uno inicia la sincronización del reloj en
O2 con el de O1 , y continúa así hasta el reloj On , encuentra que el último reloj no está sin-
cronizado con el primero. Este resultado refleja el cambio en la circunferencia menciona-
do anteriormente. De hecho, un estudio cuidadoso muestra que las medidas de longitud
y tiempo llevan a todos los observadores Ok a concluir que viven en un espacio-tiempo
que rota. Los discos en rotación pueden usarse, por tanto, como una introducción a la re-
latividad general, donde la curvatura y sus efectos forman el tema central. En el próximo
capítulo veremos más sobre esto.
¿Está limitada la velocidad angular? Si: La velocidad tangencial en un sistema de re-
ferencia inercial no puede superar la velocidad de la luz. El límite depende del tamaño
del cuerpo en cuestión. Esto nos lleva a un nuevo acertijo: ¿se pueden ver los objetos que
Desafío 424 ny rotan muy rápidamente?
246 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

El tetramomento angular se define de forma natural como

l ab = x a p b − x b p a . (116)

En otras palabras, el tetramomento angular es un tensor, no un vector, como muestran


Desafío 425 ny sus dos índices. El momento angular se conserva en relatividad especial. El momento
de inercia se define igualmente como el factor de proporcionalidad entre la velocidad
angular y el momento angular
Obviamente, para una partícula en rotación, la energía rotacional es parte de su masa
Desafío 426 ny en reposo. Puedes calcular la fracción para la Tierra y el Sol. No es grande. Por cierto,
¿cómo determinarías si una partícula microscópica, demasiado pequeña para ser vista,
Desafío 427 ny está rotando?
En relatividad, la rotación y la traslación se combinan de manera extraña. Imagina un
cilindro en rotación uniforme sobre su eje, visto desde un observador en reposo. Como

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ha revelado Max von Laue, el cilindro aparecerá retorcido a un observador que se mueva
Desafío 428 e a lo largo de su eje de rotación. ¿Puedes confirmar esto?
He aquí el último acertijo respecto a la rotación. La velocidad es relativa; esto significa
Desafío 429 ny que el valor medido depende del observador. ¿Es así también para la velocidad angular?

Movimiento ondulatorio
En física galileana, una onda se describe mediante un vector de onda y una frecuencia.
En relatividad especial, ambos se combinan en un tetravector de onda, dado por

1 ω
L= ( , n) , (117)
λ c

donde λ es la longitud de onda, ω la velocidad de onda, y n el versor de dirección. Supon-


gamos que un observador con tetravelocidad U encuentra una onda L cuya frecuencia es
Desafío 430 ny ν. Entonces se cumple
ν = LU (118)

Interesantemente, la velocidad de onda ω se transforma de distinta manera que la velo-


Ref. 154 cidad de partícula excepto en el caso ω = c. También la fórmula de aberración para el
movimiento ondulatorio es distinto que para partículas, excepto en el caso ω = c.
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Desafío 431 ny

L a acción de una partícula libre – ¿cómo se mueven las cosas?


Si queremos describir el movimiento relativista de una partícula libre en términos
Página ?? de un principio de extremos, necesitamos una definición de acción. Ya sabemos que la
acción física es una medida del cambio que ocurre en un sistema. Para un partícula libre,
el único cambio que se da es el paso del tiempo en su reloj propio. Por tanto, la acción de
una partícula libre será proporcional al tiempo propio transcurrido. Para que la acción
tenga las unidades usuales de energía multiplicada por tiempo (Js), un primer intento de
mecánica rel ativista 247

definición de la acción de una partícula libre sería


τ2
S = −mc 2 ∫τ1
dτ , (119)

donde τ es el tiempo propio a lo largo de su trayectoria. Esta es realmente la expresión co-


rrecta. Implica la conservación de la energía (relativista) y del momento, ya que el cambio
del tiempo propio es maximal para un movimiento en línea recta con velocidad constante.
Desafío 432 ny ¿Podrías confirmar esto?
De hecho, en la naturaleza, todas las partículas se mueven de tal forma que su tiempo
propio es maximal. En otras palabras, de nuevo encontramos que la naturaleza cambia
tan poco como sea posible. La naturaleza es como un viejo sabio: sus movimientos son
tan lentos como sea posible. Otra forma de verlo: todo cambio es efectivo al máximo.
Como se mencionó anteriormente, Bertrand Russell llamó a esto la ley de la vagancia

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cósmica.
La expresión (119) para la acción se debe a Max Planck. En 1906, al explorarla en deta-
lle, encontró que el cuanto de acción ħ, que ya había descubierto junto con la constante
de Boltzmann ,es un invariante relativista (como la propia constante de Boltzmann k).
Desafío 433 ny ¿Imaginas cómo puedo hacer esta demostración?
La acción también se puede escribir de maneras más complejas y que resultan más
amedrentadoras. Estas maneras equivalentes de escribirla son particularmente adecuadas
para prepararnos para la relatividad general:

t2 1 τ2 √ dx a dx b s2
S= ∫ L dt = −mc ∫t1
2
γ
dt = −mc
τ1
∫ u a u a dτ = −mc
s1 ds ds ∫ ds , η ab
(120)
donde s es alguna función arbitraria, monótonamente creciente, de τ, como la propia
identidad s = τ. Como suele hacerse, la métrica η α β de la relatividad especial es

⎛ 1 0 0 0 ⎞
⎜ 0 −1 0 0 ⎟
η ab
= η ab =⎜ ⎟ . (121)
⎜ 0 0 −1 0 ⎟
⎝ 0 0 0 −1 ⎠
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Puedes confirmar fácilmente la expresión (120) para la acción deduciendo la ecuación


Desafío 434 ny del movimiento de la forma usual.
En definitiva, la naturaleza no tiene prisa: todos los objetos se mueven de tal forma
que su propio reloj muestra el retraso más grande posible, comparado con cualquier otro
movimiento alternativo.* Este principio general también es válido para partículas bajo la
influencia de la gravedad, como veremos en la sección sobre relatividad general, y para
partículas bajo la influencia de interacciones eléctricas y magnéticas. De hecho, es válida
para todos los casos de movimiento (macroscópico) que se encuentran en la naturaleza.
Por el momento, notemos simplemente que el tiempo propio más largo se consigue cuan-

* Si los neutrinos tuviesen masa nula, la acción (120) no sería aplicable para ellos. ¿Por qué? ¿Puedes encon-
Desafío 435 ny trar una forma alternativa para este caso (que admitimos que sólo tiene interés como ejercicio)?
248 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

do la deferencia entre las energías cinética y potencial es mínima. (¿Podrías confirmar


Desafío 436 ny esto?) Para el caso galileano, el tiempo propio más largo también implica la menor dife-
rencia entre los dos tipos de energía. De esta forma recuperamos el principio de mínima
acción en su formulación galileana.
Página ?? Anteriormente vimos que la acción mide los cambios que se dan en el sistema. La
relatividad especial nos muestra que la naturaleza minimiza este cambio maximizando
el tiempo propio. En la naturaleza, el tiempo propio es siempre maximal. En otras palabras,
las cosas se mueven a lo largo de trayectorias de envejecimiento máximo. ¿Podrías explicar
Desafío 437 ny por qué el ‘envejecimiento máximo’ y la ‘vagancia cósmica’ son equivalentes?
De nuevo encontramos que la naturaleza hace lo contrario que una película de Ho-
llywood: la naturaleza cambia del modo más económico posible. Dejamos el significado
más profundo de este resultado para tu reflexión personal: ¡qué lo disfrutes!

Transformaciones conformales – ¿por qué la velocidad de la luz

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es constante?
La diferencia entre espacio y tiempo en la relatividad especial depende del observador.
Por otra parte, todos los observadores inerciales están de acuerdo en la posición, forma
y orientación del cono de luz en un punto. Por tanto, en la teoría de la relatividad, los
conos de luz son los ‘objetos’ físicos básicos. Debido a la importancia de los conos de
luz, podemos preguntar si los observadores inerciales son los únicos que observan los
mismos conos de luz. Interesantemente, resulta que hay otros observadores para los que
ocurre lo mismo.
La primera categoría de tales observadores corresponde a aquellos que usan unidades
de medida en las que los intervalos temporales y espaciales están multiplicados por un
factor de escala λ. Las transformaciones a lo largo de estos puntos de vista vienen dadas
por
x a ↦ λx a (122)

y se llaman dilataciones.
Una segunda categoría de observadores adicionales se encuentra aplicando las llama-
das transformaciones conformales especiales. Se componen de una inversión

xa
xa ↦ (123)
x2
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junto con una translación por un vector b a , es decir

xa ↦ xa + ba , (124)

y una segunda inversión. Por tanto las transformaciones conformales especiales son

xa + ba x 2 xa xa
xa ↦ o ↦ 2 + ba . (125)
1 + 2b a x a + b 2 x 2 x 2 x

Estas transformaciones se llaman conformales porque no cambian los ángulos de las for-
Desafío 438 ny mas (infinitesimalmente) pequeñas, como puedes comprobar. Dejan, por tanto, la forma
mecánica rel ativista 249

(de objetos infinitesimalmente pequeños) sin cambiar. Por ejemplo, transforman circun-
ferencias infinitesimales en circunferencias infinitesimales. Se denominan especiales por-
que el grupo conformal completo incluye también a las dilataciones y las transformaciones
de Lorentz no homogéneas.*
Nótese que la manera en la que las transformaciones conformales especiales dejan los
Desafío 440 ny conos de luz invariantes es bastante sutil.
Puesto que las dilataciones no conmutan con las translaciones en el tiempo, no hay
ninguna magnitud que se conserve asociada con esta simetría. (Lo mismo ocurre con
los “boosts” de Lorentz) Por el contrario, las rotaciones y las translaciones espaciales sí
conmutan con las translaciones temporales y por tanto dan lugar a magnitudes que se
conservan.
Resumiendo, el vacío es conformalmente invariante – en el sentido especial que se
acaba de mencionar – y por tanto también invariante frente a dilataciones. Esta es otra
manera de decir que el vacío por sí sólo no es suficiente para definir las distancias, ya que

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no fija ningún factor de escala. Como sería esperable, se necesita a la materia para ello.
De hecho, las transformaciones conformales (especiales) no son simetrías de situaciones
que contienen materia. Tan sólo el vacío es conformalmente invariante; la naturaleza en
su conjunto no lo es.
Sin embargo, la invariancia conformal, o la invariancia de los conos de luz, es suficiente
para permitir mediciones de velocidad. Más aún, la invariancia conformal es necesaria
Desafío 441 ny para hacer medidas de velocidad, como puedes comprobar.
Hemos visto que la invariancia conformal implica la simetría de inversión: es decir,.
que las escalas grandes y pequeñas del vacío están relacionadas. Esto nos sugiere que la
constancia de la velocidad de la luz está relacionada con la existencia de la simetría de in-
versión. Esta misteriosa conexión nos da una pista sobre las aventuras que encontraremos
en la tercera parte de nuestro ascenso a la Montaña Movimiento. La invariancia confor-
mal resulta ser una propiedad importante que nos llevará a revelaciones increíbles.**

Desafío 439 ny * El conjunto de todas las transformaciones conformales especiales forma un grupo con cuatro parámetros;
al añadir las dilataciones y las transformaciones de Lorentz no homogéneas se obtienen quince parámetros
para el grupo conformal completo. El grupo conformal es localmente isomórfico a SU(2,2) y al grupo sim- Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
Página 1210 ple SO(4,2): estos conceptos se explican en el Appendix D. Nótese que todo esto es cierto sólo para cuatro
dimensiones de espacio-tiempo; en dos dimensiones – el otro caso importante, especialmente en la teoría
de cuerdas – el grupo conformal es isomórfico al grupo de transformaciones analíticas arbitrarias de coor-
denadas y, por tanto, tiene dimensión infinita.
** El grupo conformal no aparece sólo en la cinética de la relatividad especial: es el grupo de simetría de todas
las interacciones físicas, como el electromagnetismo, siempre y cuando todas las partículas involucradas
tengan masa nula, como es el caso del fotón. Un campo que tenga masa no es conformalmente invariante; por
consiguiente la invariancia conformal no es una simetría exacta de toda la naturaleza. ¿Podrías confirmar
Desafío 442 ny que el término de masa mφ 2 de una lagrangiana no es conformalmente invariante?
Sin embargo, puesto que todas las partículas observadas hasta ahora tienen masa que son muchos órdenes
de magnitud menores que la masa de Planck, se puede decir que prácticamente tienen masa nula; la simetría
conformal se puede ver como una simetría aproximada de la naturaleza. Con este punto de vista, todas las
partículas masivas se deberían ver como pequeñas correcciones, o perturbaciones, de un campo sin masa
(y por tanto conformalmente invariante). Por tanto, para la construcción de una teoría fundamental, las
lagrangianas que son invariantes conformalmente proporcionan una buena aproximación de partida.
250 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

observer (Greek)
v

light
c
F I G U R E 125 La situación más simple para un
observer (Roman) observador inercial y uno acelerado.

Observad ores acelerad os


Hasta ahora sólo hemos estudiado qué pueden decirse entre ellos los observadores
inerciales cuando hablan sobre una misma observación. Por ejemplo, vimos que los re-
lojes en movimiento siempre corren más despacio. La historia se vuelve más interesante

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aún cuando uno o ambos observadores están acelerando.
Algunas veces se oye que la relatividad especial no se puede usar para describir obser-
vadores acelerados. Eso es incorrecto, tanto como lo es decir que la física galileana no
puede usarse para observadores acelerados. La única limitación de la relatividad especial
es que no puede usarse en espacio-tiempos que no sean planos. Existen cuerpos acelera-
dos en espacio-tiempos planos que, por tanto, se pueden estudiar dentro de la relatividad
especial.
Como aperitivo, veamos que dice un observador acelerado, griego, sobre el reloj de
Ref. 203 uno inercial, romano, y viceversa. Asumamos que el observador griego, mostrado en
la Figura 125, se mueve a lo largo de la trayectoria x(t), en coordenadas del observa-
dor inercial. En general, la razón entre los relojes romano y griego vendrá dada por
∆τ/∆t = (τ 2 − τ 1 )/(t 2 − t 1 ). Las coordenadas griegas aquí se construyen con un pro-
cedimiento sencillo: tomamos los dos conjuntos de eventos definidos por t = t 1 y t = t 2 ,
y establecemos que τ 1 y τ 2 sean los puntos donde estos conjuntos intersectan con el eje
temporal del observador griego.* Asumamos que el observador griego es inercial y se
mueve con velocidad v visto por el observador romano. La razón entre los relojes estaría
entonces dada por
∆τ dτ √ 1
= = 1 − v 2 /c 2 = , (126)
∆t dt γv
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Desafío 443 ny una fórmula a la que ahora estamos acostumbrados. De nuevo encontramos que los relo-
jes en movimiento corren más despacio.
Para movimientos acelerados se necesita la versión diferencial del razonamiento
Ref. 203 anterior. La razón entre los relojes romano y griego es, de nuevo, dτ/dt, y τ y τ + dτ
se calculan de la misma manera para los tiempos t y t + dt. Asumimos una vez más que
el observador griego se mueve a lo largo de la trayectoria x(t), medida por el observador
romano. Encontramos directamente que

τ = t − x(t)v(t)/c 2 (127)

* Estos conjuntos forman los que los matemáticos llaman una hipersuperficie.
observad ores acelerad os 251

y, por tanto,
τ + dτ = (t + dt) − [x(t) − dtv(t)][v(t) + dta(t)]/c 2 . (128)

Estas ecuaciones juntas llevan a que

‘dτ/dt’ = γv (1 − vv/c 2 − xa/c 2 ) . (129)

Esto nos muestra que los relojes acelerados pueden correr más rápido o más lento, de-
pendiendo de su posición x y del signo de us aceleración a. Hemos puesto comillas en la
ecuación de arriba porque podemos ver directamente que el observador griego nota

‘dt/dτ’ = γv , (130)

que no es la inversa de la ecuación (129). Esta diferencia resulta más evidente en el sencillo

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caso de dos relojes con la misma velocidad, uno con una aceleración constante д hacia el
origen, mientras que el otro se mueve inercialmente. Entonces tenemos

‘dτ/dt’ = 1 + дx/c 2 (131)

y
‘dt/dτ’ = 1 . (132)

Discutiremos esta situación en breve. Pero primero debemos aclarar el concepto de ace-
leración.

Aceleración para observadores inerciales


Las aceleraciones se comportan de manera distinta que las velocidades bajo cambios
en el punto de vista. Veamos primero el caso sencillo en el que el objeto y dos observado-
res inerciales se mueven todos a lo largo del eje x. Si el observador inercial romano mide
una aceleración a = dv/dt = d2 x/dt 2 , y el observador griego, también inercial, mide una
Ref. 155 aceleración α = dω/dτ = d2 ξ/dτ 2 , tenemos que

γv3 a = γ 3ω α . (133) Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

Esta relación nos muestra que las aceleraciones no son invariantes de Lorentz, a no ser
que las velocidades involucradas sean todas pequeñas comparadas con la de la luz. Este
resultado contrasta con nuestra experiencia cotidiana, donde las aceleraciones son inde-
pendientes de la velocidad del observador.
La expresión (133) se simplifica si las aceleraciones se miden en instante de tiempo t
en el que ω se anula – es decir, si se miden por el llamado observador inercial en comovi-
miento. En ese caso la aceleración viene dada por

a c = aγv3 (134)

y la aceleración a c = α se llama aceleración propia, ya que su valor describe lo que el


252 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

observador griego, en comovimiento, siente: la aceleración propia describe la experiencia


de ser empujado hacia atrás en el asiento de un coche que acelera.
En general, la velocidad del observador y la aceleración no son paralelas. Podemos
calcular cómo se relaciona la aceleración (trivector) a medida por un observador inercial
Ref. 204 general con la aceleración ac medida por uno en comovimiento, usando las expresiones
(107) y (105). Obtenemos la generalización de (134):

vac = vaγv3 (135)

y
(1 − γv )(vac )v γv (vac )v
(ac − ) .
1
a= − (136)
γv2 v2 c2

Al tomar cuadrados se llega a la relación

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(ac v)2
(a )
1
a2 = 2
− (137)
γv4 c c2

Página 241 que ya conocíamos de una manera ligeramente diferente. Nos muestra (de nuevo) que
la aceleración (trivector) en comovimiento o propia es siempre mayor que la aceleración
medida por una observador inercial externo. Cuando más rápido se mueve el observador
Desafío 444 e externo, menor es la aceleración que observa. La aceleración no es un invariante relati-
vista. La expresión también nos muestra que cuando la velocidad es perpendicular a la
aceleración, un “boost” nos da un factor γv2 , mientras que cuando la velocidad y la acele-
ración son paralelas nos da el ya mencionado factor γv3 .
Vemos que la aceleración complica muchas situaciones y requiere un estudio más pro-
fundo. Para mantener las cosas relativamente sencillas, de ahora en adelante sólo consi-
deraremos aceleraciones constantes. Resulta interesante que esta situación también nos
Página 484 sirva como una buena introducción a los agujeros negros y, como veremos pronto, al
universo en su conjunto.

Sistemas de referencia acelerados


¿Cómo comprobamos si vivimos en un sistema de referencia inercial? Definamos pri- Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

mero el término. Un sistema de referencia inercial tiene dos propiedades que lo definen.
Primera propiedad: las longitudes y distancias medidas con una regla se describen me-
diante la geometría de Euclides. En otras palabras, las reglas se comportan como lo hacen
en la vida cotidiana. En particular, las distancias medidas contando cuántas reglas (varas)
se tienen que tumbar una a continuación de la otra para, empezando en un punto, alcan-
zar el otro – las llamadas distancias en varas – se comportan como en la vida cotidiana.
Por ejemplo, obedecen el teorema de Pitágoras en el caso de triángulos rectángulos. Se-
gunda propiedad: la velocidad de la luz es constante. En otras palabras, dos observadores
cualesquiera en ese sistema, independientemente de sus tiempos y posiciones, hacen la
siguiente observación: el cociente c entre el doble de la distancia en varas entre dos pun-
tos y el tiempo que necesita la luz para viajar de un punto al otro y volver, es siempre el
mismo.
observad ores acelerad os 253

De forma equivalente, un sistema inercial es aquel en el que todos los relojes perma-
necen siempre sincronizados y en el que la geometría es euclídea. En particular, en un
sistema inercial todos los observadores con coordenadas fijas permanecen siempre en re-
poso unos respecto a los otros. Esta última condición, sin embargo, es más general. Hay
otras situaciones, no inerciales, donde también se satisface.
El sistema no inercial, o sistema de referencia acelerado, es un concepto útil en relati-
vidad especial. De hecho, todos vivimos en un sistema así. Podemos usar la relatividad
especial para describirlo de la misma manera que usamos la física galileana para descri-
birlo al comienzo de nuestro viaje.
Un sistema de referencia en general es un conjunto continuo de observadores que per-
manecen en reposo unos con respecto a los otros. Aquí, ‘en reposo con respecto a los otros’
significa que el tiempo que necesita una señal luminosa para ir de un observador a otro y
volver es constante en el tiempo o, de forma equivalente, que la distancia en varas entre los
dos observadores es constante. Así, cualquier sistema de referencia puede llamarse tam-

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bién una colección rígida de observadores. Vemos por tanto que un sistema de referencia
general no es lo mismo que un sistema de coordenadas, ya que lo segundo normalmente
no es rígido. Si todos los observadores conectados de forma rígida tienen valores de coor-
denadas constantes, decimos que es un sistema rígido de coordenadas. Obviamente, estos
son los más útiles cuando queremos describir sistemas de referencia acelerados.*
Ref. 206 Debemos notar que si dos observadores se mueven con una velocidad v, medida en
algún sistema inercial, observan que están en reposo uno respecto del otro sólo si su velo-
Desafío 445 ny cidad es constante De nuevo, como anteriormente, dos personas atadas con una cuerda
a una distancia tal que la cuerda esté tensa, verán que se rompe la cuerda (o cuelga des-
tensada) cuando aceleran (o frenan) exactamente de la misma manera partiendo de una
velocidad relativista. La aceleración relativista requiere pensar con cuidado.
Un observador que siempre sienta la misma fuerza en su cuerpo se denomina unifor-
memente acelerado. Con más precisión, un observador uniformemente acelerado es un
observador cuya aceleración en cada instante, medida desde un sistema de referencia
inercial con respecto al cual el observador esté en reposo en ese momento, siempre tiene
el mismo valor B. Es importante destacar que la aceleración uniforme no acelera de for-
ma uniforme cuando se observa siempre desde el mismo sistema inercial. Se trata de una
diferencia importante respecto al caso galileano.
Para tener movimiento uniformemente acelerado, en el sentido que se acaba de definir,
necesitamos que Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

B ⋅ B = −д 2 (138)

Ref. 207 donde д es una constante independiente de t. El caso más simple es el movimiento uni-
formemente acelerado que es también rectilíneo, es decir, para el cual la aceleración a es
paralela a v en un instante de tiempo y (por tanto) también en cualquier otro instante de

Ref. 205 * Sólo hay esencialmente dos tipos de sistemas de coordenadas rígidos, aparte de los sistemas inerciales:

— El sistema ds 2 = dx 2 + dy 2 + dz 2 − c 2 dt 2 (1 + дk x k /c 2 )2 con una aceleración en el origen arbitraria pero


constante. La aceleración es a = −g(1 + gx/c 2 ).
— El sistema en rotación uniforme ds 2 = dx 2 + dy 2 + dz 2 + 2ω(−y dx + x dy)dt − (1 − r 2 ω 2 /c 2 )dt. En este
caso el eje z es el eje de rotación y r 2 = x 2 + y 2 .
254 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

τ
t

n
II

izo
ξ

r
ho
re
tu
fu

O
III c2/g x
I

pa
st
ho
IV

rizo
n
F I G U R E 126 El movimiento hiperbólico de un observador Ω uniformemente acelerado y rectilíneo.

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Desafío 446 ny tiempo. En ese caso podemos escribir, usando trivectores,

dγv
γ3a = g o =g. (139)
dt

Haciendo que la dirección de la que hablamos sea el eje x, y resolviendo para v(t), tene-
mos
v=√
дt
2 2
, (140)
1 + дc 2t

donde hemos asumido que v(0) = 0. Notemos que a tiempos cortos tenemos v = дt y a
tiempos largos v = c, ambos resultados esperables. El momento del observador acelerado
Desafío 447 ny aumenta linealmente en el tiempo, de nuevo como era de esperar. Mediante una integra-
ción encontramos que el observador acelerado se mueve a lo largo de la trayectoria
√ Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

c2 д2 t 2
x(t) = 1+ , (141)
д c2

donde se ha elegido x(0) = c 2 /д, para mantener la expresión sencilla. Debido a este resul-
tado, visualizado en la Figura 126, un observador uniforme y rectilíneamente acelerado
se dice que realiza un movimiento hiperbólico. Para tiempos cortos, la línea del universo
se simplifica al usual x = дt 2 /2 + x 0 , mientras que para tiempos largos se tiene x = ct,
como era de esperar. Por tanto el movimiento es uniformemente acelerado sólo para el
cuerpo en sí, no para un observador externo.
El tiempo propio τ del observador acelerado se relaciona con el tiempo t del sistema
inercial de la forma usual, dt = γdτ. Usando la expresión para la velocidad v(t) de la
Ref. 207, Ref. 208 ecuación (140), obtenemos*
observad ores acelerad os 255

c дτ c2 дτ
t= sinh y x= cosh (142)
д c д c

para la relación entre el tiempo propio τ y el tiempo t y la posición x medidas por el


observador inercial externo (romano). Encontraremos esta relación de nuevo en nuestro
estudio de los agujeros negros.
¿Te suena esto algo aburrido? Simplemente imagina que vas en una motocicleta que
acelera a д = 10 m/s2 durante un tiempo propio τ de 25 años. ¡Eso te llevaría más allá del
límite del universo conocido! ¿No merece la pena un intento? Desafortunadamente, no
existen ni motocicletas ni misiles que puedan acelerar de esa manera, ya que sus tanques
Desafío 448 s de combustible serían gigantescos. ¿Podrías confirmar esto?
En la aceleración uniforme, las coordenadas se transforman según

t = ( + ) sinh
c ξ дτ

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д c c
c2
x = ( + ξ) cosh
дτ
д c
y=υ
z=ζ, (143)

donde τ ahora es la coordenada temporal del sistema griego. Notemos que intervalo
espacio-tiempo dσ satisface

dσ 2 = (1 + дξ/c 2 )2 c 2 dτ 2 − dξ 2 − dυ 2 − dζ 2 = c 2 dt 2 − dx 2 − dy 2 − dz 2 , (144)

y puesto que dτ = 0, las distancias vienen dadas por el teorema de Pitágoras, el sistema
Ref. 210 griego es realmente rígido.
Tras este bosque de fórmulas, abordemos una cuestión sencilla, mostrada en la
Figura 126. El observador romano, inercial, O ve al observador griego Ω alejarse con
una aceleración д, siguiendo la ecuación (141). ¿Qué dirá el observador griego de su cole-
ga romano? Con todo lo que sabemos hasta ahora, es fácil responder. En cada punto de
Desafío 449 e su trayectoria Ω ve que O tiene la coordenada τ = 0 (¿Podrías confirmar esto?), lo que
significa que la distancia al observador romano, vista desde el griego, es la misma que el Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

Ref. 211 intervalo espacio-tiempo OΩ. Usando la expresión (141), vemos que éste es
√ √
d OΩ = ξ2 = x 2 − c 2 t 2 = c 2 /д , (145)

que, sorprendentemente, ¡es constante en el tiempo! En otras palabras, el observador grie-


go verá que él siempre está a una distancia constante del observador romano, en flagrante
contradicción con lo que dice el observador romano. Tómate tu tiempo para comprobar
este extraño resultado de otra manera. Lo necesitaremos más adelante, para explicar por

Ref. 209 * Utiliza tu colección favorita de fórmulas – todo estudiante debería tener una – para deducir esto. El seno
√ 2 se definen
hiperbólico y el coseno hiperbólico como sinh y = (e y − e−y )/2 y√
cosh y = (e y + e−y )/2, respecti-
vamente. Implican que ∫ dy/ y + a = arsinh y/a = Arsh y/a = ln(y + y 2 + a 2 ).
2
256 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

a11 : proper acceleration


v11 = 0

y
Observer 1
x
a22 : proper acceleration
v22 = 0
v0n : object speed seen by observer n
Observer 2
x a0n : object acceleration
Object seen by observer n

F I G U R E 127 Las definiciones necesarias para deducir el comportamiento de la composición de

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aceleraciones.

qué la Tierra no explota. (¿Te puedes imaginar de que manera se relaciona esto con este
Desafío 450 s resultado?)
El teorema de composición de aceleraciones es es mucho más complejo que el de veloci-
Ref. 212 dades. La mejor explicación para esto la publicó Mishra. Si llamamos a nm a la aceleración
del sistema n vista por el observador m, estamos buscando la expresión de la aceleración
del objeto a 01 en función del valor a 02 medido por el otro observador, la aceleración
relativa a 12 , y la aceleración propia a 22 del otro observador: ver Figura 127. Aquí sólo es-
tudiaremos las situaciones en una dimensión, donde todos los observadores y todos los
objetos se mueven a lo largo del mismo eje. (Además, por claridad, escribiremos v11 = v
Desafío 451 e y v02 = u.) En la física galileana tenemos la conexión general

a 01 = a 02 − a 12 + a 22 (146)

porque las aceleraciones se comportan de forma sencilla. En la relatividad especial, se


obtiene Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

(1 − v 2 /c 2 )3/2 (1 − u 2 /c 2 )(1 − v 2 /c 2 )−1/2 (1 − u 2 /c 2 )(1 − v 2 /c 2 )3/2


a 01 = a 02 a a
(1 − uv/c 2 )3 (1 − uv/c 2 )2 (1 − uv/c 2 )3
− 12 + 22

(147)
Desafío 452 ny como puede comprobar el lector.
Página ?? Podrías dilucidar cómo entra el cociente entre aceleraciones en la definición de masa
Desafío 453 ny en la relatividad especial?

Horizontes de eventos
Hay muchas propiedades sorprendentes del movimiento acelerado. Tiene especial in-
terés la trayectoria, en las coordenadas ξ y τ del sistema rígido acelerado, de un objeto
Desafío 454 ny que se sitúa en x = x 0 = c 2 /д para cualquier tiempo t. Se obtienen las relaciones*
observad ores acelerad os 257

τ
t

n
II

izo
ξ

r
ho
re
tu
fu

O
III c2/g x
I

pa
st
ho
IV

rizo
n
F I G U R E 128 Movimiento hiperbólico y horizonte de eventos.

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c2
(1 − sech )
дτ
ξ=−
д c
дτ дτ
dξ/dτ = −c sech tanh . (149)
c c

Estas ecuaciones son extrañas. A tiempos τ largos la coordenada ξ se acerca al valor lí-
mite −c 2 /д y dξ/dτ tiende a cero. La situación es parecida a la de un coche que acelera
alejándose de una mujer que está en el arcén de una recta de carretera muy larga. Vista
desde el coche, la mujer se aleja; sin embargo, tras un rato, la única cosa que se nota es que
ella se acerca lentamente al horizonte. En la física galileana, tanto el conductor del coche
como la mujer del arcén ven que la otra persona se acerca al horizonte; en la relatividad
especial, sólo el observador acelerado tiene está apreciación.
Un esquema de la situación ayuda a aclarar el concepto. En la Figura 128 vemos que
la luz emitida por un evento en las regiones II y III no puede alcanzar al observador
griego. Estos eventos están escondidos para él y no puede observarlos. Sin embargo, la
luz procedente del observador griego sí que puede alcanzar la región II. La frontera entre
la parte del espacio-tiempo que puede ser observada y la que no se llama horizonte de
eventos. En relatividad, el horizonte de eventos actúa como una puerta de único sentido Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
para la luz y otras señales. Para completar la descripción, el esquema también nos muestra
el horizonte de eventos pasados. ¿Podrías confirmar que los horizontes de eventos son
Desafío 455 ny negros?
Por tanto, no todos los eventos observados en un sistema de referencia inercial pue-
den observarse desde un sistema de referencia acelerado uniformemente. Los sistemas
de referencia uniformemente acelerados producen horizontes de eventos a una distancia

* Las funciones que aparecen arriba, la secante hiperbólica y la tangente hiperbólica, se definen a partir de las
expresiones de la nota al pie de la página 254:

sech y = tanh y =
1 sinh y
y . (148)
cosh y cosh y
258 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

−c 2 /д. Por ejemplo, una persona que está de pie no puede ver más allá que esa distancia
por debajo de sus pies.
Por cierto, ¿es verdad que un haz de luz no puede alcanzar a un observador en movi-
Desafío 456 s miento hiperbólico si éste empieza con suficiente ventaja?
He aquí un desafío más complicado, que nos preparará para la relatividad general.
Desafío 457 s ¿Cuál es la forma del horizonte visto por un observador uniformemente acelerado?

L a aceleración cambia los colores


Ya vimos que un observador en movimiento ve colores distintos que el emisor. Hasta
ahora hemos discutido este corrimiento de color, o efecto Doppler, sólo para movimien-
to inercial. Para sistemas acelerados la situación es incluso más extraña: el emisor y el
receptor no se ponen de acuerdo en el color ni siquiera cuando ambos están en reposo
Ref. 207, Ref. 213 uno con respecto del otro. De hecho, si la luz se emite en la dirección de la aceleración,

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la fórmula para el intervalo espacio-tiempo da

д0 x 2 2 2
dσ 2 = (1 + ) c dt (150)
c2

en donde д0 es la aceleración propia de un observador situado en x = 0. Podemos deducir


Desafío 458 ny de forma directa que
fr дr h 1
=1− 2 = (151)
fs c (1 + дs2h )c

donde h es la distancia en varas entre la fuente y el receptor, y donde дs = д0 /(1+ д0 x s /c 2 )


y дr = д0 /(1 + дo x r /c 2 ) son las aceleraciones propias medidas en la fuente y en el detector.
En resumen, la frecuencia de la luz disminuye cuando la luz se mueve en el sentido de la
aceleración. Por cierto, ¿tiene esto algún efecto en el color de los árboles a lo largo de su
Desafío 459 s extensión vertical?
La fórmula que suele darse,
fr дh
=1− 2 , (152)
fs c

sólo es correcta como primera aproximación. En sistemas de referencia acelerados tene- Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

mos que tener cuidado con el significado de todas las magnitudes. Para las aceleraciones
cotidianas, sin embargo, la diferencia entre las dos fórmulas es despreciable. ¿Podrías
Desafío 460 ny confirmar esto?

¿Se puede mover la luz más rápido que c?


¿Cuál es la velocidad de la luz medida por un observador acelerado? Usando la expre-
sión (152), un observador acelerado deduciría que

vlight = c (1 + )
дh
(153)
c2
observad ores acelerad os 259

que es mayor que c para la luz que se mueve delante o ‘encima’ de él, y menor que c
para la que se mueve detrás o ‘debajo’ de él. Este extraño resultado es consecuencia de
una propiedad básica de cualquier sistema de referencia acelerado. Incluso aunque todos
los observadores estén en reposo unos respecto de los otros, los relojes no se mantienen
sincronizados. Este cambio en la velocidad de la luz se ha confirmado también en los
experimentos.*Por tanto, la velocidad de la luz sólo es constante cuando se define como
c = dx/dt, y si dx se mide con la regla situada en un punto dentro del intervalo dx y dt con
un reloj durante el intervalo dt. Si la velocidad de la luz se define como ∆x/∆t, o si la regla
o el reloj están alejados de la luz, ¡la velocidad de la luz es distinta de c para observadores
acelerados! Este es el mismo efecto que experimentas cuando giras alrededor de tu eje
vertical durante la noche: la velocidad de las estrellas que observas es mucho mayor que
la de la luz.
Obsérvese que este resultado no implica que las señales o la energía puedan moverse
Desafío 461 s más rápido que c, como puedes comprobar por ti mismo.

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De hecho, todos estos efectos son despreciables a distancias l mucho menores que
c /a. Para una aceleración de 9,5 m/s2 (más o menos la que tiene un árbol que cae), las
2

distancias tendrían que ser del orden de un año-luz, o 9,5 ⋅ 1012 km, para que tuvieran un
efecto apreciable. En resumen, c es la velocidad de la luz relativa a la materia cercana tan
sólo.
Por cierto, la gravedad de todos los días es equivalente a una aceleración. Por tanto,
¿por qué los objetos distantes, como las estrellas, no se mueven más rápido que la luz, de
Desafío 462 s acuerdo con la expresión (153)?

¿Qué es la velocidad de la luz?


Hemos visto que la velocidad de la luz, tal y como suele definirse, es c sólo si el observador
es inercial o si mide la velocidad de una luz que pasa cerca de él (no de una luz que pasa
a gran distancia). En resumen, la velocidad de la luz tiene que medirse localmente. Pero
esta conclusión no elimina todas las sutilezas.
A menudo se olvida un punto adicional. Normalmente, la longitud se mide a partir
del tiempo que necesita la luz para recorrer esa distancia. En tal caso la velocidad de la
luz tiene que ser obviamente constante. Pero, ¿cómo comprobamos la constancia? Nece-
sitamos eliminar las medidas de longitud. La manera más sencilla de hacer esto es reflejar
la luz en un espejo, como se muestra en la Figura 129. La constancia de la velocidad de Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
la luz implica que si la luz recorre hacia adelante y hacia detrás una linea recta, entonces
los relojes de los extremos medirán tiempos dados por

t 3 − t 1 = 2 (t 2 − t 1 ) . (154)

Aquí hemos asumido que los relojes han sido sincronizados de acuerdo con el procedi-
miento descrito en la página 218. Si el factor no fuese exactamente dos, la velocidad de
la luz no sería constante. De hecho, todos los experimentos realizados hasta ahora han
dado un factor de dos, dentro de los márgenes de error experimentales.**

Página 419 * Los retardos en la propagación que se discutirán en el capítulo sobre relatividad general pueden conside-
rarse una confirmación de este efecto.
** Las sutilezas de la velocidad de la luz en un camino y en dos caminos permanecerán como tema de
260 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

time
clock 1 clock 2

t3

t2

t1

space

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F I G U R E 129 Los relojes y la medida de la velocidad de la luz como velocidad de doble camino.

Este resultado a veces se expresa diciendo que es imposible medir la velocidad de la luz
en un único camino; sólo se puede medir la velocidad de la luz en doble camino. ¿Estás
Desafío 463 s de acuerdo?

Límites a la longitud de los cuerpos sólidos


Un objeto sólido cotidiano se rompe cuando alguna de sus partes se mueve con res-
pecto a alguna otra de sus partes con una velocidad mayor que la del sonido c en ese
material.* Por ejemplo, cuando un objeto golpea el suelo y su extremo frontal se detiene
a una distancia d, el objeto se rompe si

v 2 2d
⩾ . (155)
c2 l
De esta manera, vemos que podemos evitar la rotura de objetos frágiles rodeándolos de
espuma plástica – lo que incrementa la distancia de frenado – con más o menos el mismo
grosor que el tamaño del objeto. ¡Esto explicaría porqué la caja que contiene un regalo
normalmente es mucho más grande que el contenido!
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El límite de fractura también puede escribirse de una manera distinta. Para evitar la
rotura, la aceleración a de un cuerpo sólido con longitud l debe obedecer

l a < c2 , (156)

discusión por largo tiempo. Muchos experimentos se explican y discuten en Ref. 160. Zhang dice en su
resumen de la página 171, que la velocidad de la luz en un camino es independiente de la fuente de luz; sin
embargo, ningún experimento muestra realmente que sea igual que la velocidad en doble camino. Más aún,
Ref. 214 la mayoría de los experimentos que se denominan ‘de un camino’ son, en realidad, experimentos de ‘doble
camino’ (ver página 150, de Zhang).
* La velocidad del sonido (longitudinal) es alrededor de 5,9 km/s para vidrio, hierro o acero; alrededor de
4,5 km/s para el oro; y alrededor de 2 km/s para el plomo. Otros valores de velocidad del sonido se dan en
la página ??.
l a rel atividad especial en cuatro frases 261

donde c es la velocidad del sonido, que es la velocidad límite para las partes materiales
de los sólidos. Repitamos este argumento en relatividad, usando la velocidad de la luz
Ref. 215 en lugar de la del sonido. Imaginemos que aceleramos un extremo de un cuerpo sólido
con una aceleración propia a. El otro extremo no se puede mover con una aceleración
α ilimitada o, equivalentemente, no se puede mover a una velocidad mayor que la de la
Desafío 464 s luz. Una comprobación rápida nos muestra que la longitud l de un cuerpo sólido debe
obedecer
l α < c 2 /2 , (157)

donde c es ahora la velocidad de la luz. La velocidad de la luz por tanto limita el tamaño de
los cuerpos sólidos. Por ejemplo, para 9,8 m/s2 , la aceleración de una buena motocicleta,
esta expresión da un límite de 9,2 Pm, alrededor de un año-luz. No se puede decir que
sea una restricción muy grande: la mayoría de las motos son mucho menores.
Sin embargo, hay otras situaciones más interesantes. Las aceleraciones más grandes

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que se consiguen hoy en día se producen en los aceleradores de partículas. Los núcleos
atómicos tienen un tamaño de unos pocos femtómetros. ¿Puedes deducir a qué energía
Desafío 465 ny se rompen cuando chocan en un acelerador? De hecho, los nucleones dentro del núcleo
se mueven con aceleraciones del orden de v 2 /r ≈ ħ 2 /m 2 r 3 ≈ 1031 m/s2 ; uno de los valores
más altos que se encuentran en la naturaleza.
Obsérvese que la física galileana llega a una conclusión parecida: una velocidad límite,
sea la del sonido o la de la luz, imposibilita que los cuerpos sólidos sean rígidos. Cuando
tiramos de un extremo de un cuerpo, el otro extremo siembre se empieza a mover un
poco más tarde.
Un acertijo: ¿implica la velocidad límite una ‘relación de incertidumbre’ relativista

∆l ∆a ⩽ c 2 (158)

Página 1089 para las incertidumbres de la longitud y la aceleración?


¿Qué implica todo esto para el tamaño de las partículas elementales? Consideremos
dos electrones separados una distancia d, y sea su tamaño l. La aceleración debida a la
Desafío 466 ny repulsión electrostática que les lleva a su límite de rotura viene dada por

4πε 0 c 2 d 2 m
l< . (159)
e2
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Cuanto más cerca están los electrones, más pequeños deben ser. El límite experimental
actual da un tamaño menor que 10−19 m. ¿Podrían los electrones ser exactamente pun-
tuales? Volveremos más adelante sobre esta cuestión, durante el estudio de la relatividad
general y la teoría cuántica.

L a rel atividad especial en cuatro frases


Esta sección de nuestro ascenso a la Montaña Movimiento se puede resumir rápida-
mente.
— Todos los observadores (que flotan libremente) encuentran que hay una única veloci-
dad perfecta en la naturaleza, que es la velocidad máxima de trasporte de energía, a la
262 ii rel atividad especial • 3. velo cidad, reposo y luz

que viaja la radiación sin masa, como la luz o las señales de radio, pero que no pueden
alcanzar los sistemas materiales.
— Por tanto, aunque el espacio-tiempo es el mismo para todo observador, las longitudes
y los tiempos varían de un observador a otro en la forma que describen las transfor-
maciones de Lorentz (69) y (70), que han sido confirmadas por los experimentos.
— Las colisiones nos muestran que una velocidad máxima implica que la masa es energía
concentrada, y que la energía total de un cuerpo viene dada por E = γmc 2 , lo que de
nuevo confirman los experimentos.
— Aplicados a objetos acelerados, estos resultados llevan a numerosas consecuencias con-
trarias a la intuición, como la paradoja de los gemelos, la aparición de horizontes de
eventos y la a aparición de taquiones de vida breve en las colisiones.
La relatividad especial nos muestra que el movimiento, aunque limitado en velocidad,
es relativo, se define utilizando la propagación de la luz, se conserva, y es reversible y

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determinista.

¿Puede variar la velocidad de la luz?


La velocidad de la luz sin masa es la velocidad límite. Si asumimos que toda la luz es
luz sin masa, ¿podría aún así cambiar la velocidad de la luz de un lugar a otro, o confor-
me transcurre el tiempo? Esta delicada cuestión aún deja embobados a muchos físicos.
La primera respuesta normalmente es un claro: ‘¡sí, por supuesto! Tan sólo mira lo que
ocurre cuando el valor de c cambia en las fórmulas.’ (De hecho, hay incluso intentos de
construir ‘teorías de la velocidad de la luz variable’.) Sin embargo, esta afirmación oída
tan a menudo es falsa.
Puesto que la velocidad de la luz entra en nuestra definición de tiempo y espacio, tam-
bién entra, aunque no nos demos cuenta, en la construcción de todas las reglas, todos
los patrones de medida y todos los instrumentos de medida. Por tanto no hay ninguna
manera de detectar si su valor cambia. Ningún experimento imaginable podría detectar
una variación de la velocidad límite, ya que esa velocidad límite es la vase de todas las
Desafío 467 s medidas. ‘¡Eso es una crueldad intelectual!’, podrías decir. ‘Todos los experimentos mues-
tran que la velocidad de la luz es invariante; nos hemos tenido que tragar un resultado
contraintuitivo tras otro para aceptar la constancia de la velocidad de la luz, ¿y ahora se
supone que tenemos que admitir que no hay otra elección posible?’ Así es. Esta es la iro-
nía del progreso de la física. La invariabilidad respecto al observador de la velocidad de
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la luz es contraria a la intuición y desconcertante cuando la comparamos la variabilidad


respecto al observador de las velocidades cotidianas, las de galileo. Pero si hubiésemos
tenido en cuenta que todas las medidas son – lo queramos o no – una comparación con
la velocidad de la luz, no nos habríamos sorprendido por la constancia de la velocidad de
la luz; más aún, nos habríamos sorprendido por las extrañas propiedades que tienen las
velocidades pequeñas.
En pocas palabras, no hay en principio ninguna manera de comprobar la invariabili-
dad de un patrón. Dicho de otra manera, el aspecto realmente sorprendente de la relati-
vidad no es la invariabilidad de c; es la desaparición de c de las fórmulas del movimiento
del día a día.
l a rel atividad especial en cuatro frases 263

¿Qué ocurre cerca de la velocidad de la luz?


Conforme uno se acerca a la velocidad de la luz, las magnitudes en las transformacio-
nes de Lorentz divergen. La división por cero es imposible: de hecho, ni las masas ni los
observadores se pueden mover a la velocidad de la luz. Sin embargo, esta es sólo la mitad
de la historia.
Ningún observable diverge realmente en la naturaleza. Si acercarse a la velocidad de la
luz tanto como queramos fuese posible, la relatividad especial fallaría. Cuando la contrac-
ción de Lorentz es extremadamente grande, no hay manera de ignorar la curvatura del
espacio-tiempo; de hecho, la gravedad tiene que tenerse en cuenta en esos casos. Cerca
de un horizonte no hay manera de ignorar las fluctuaciones de la velocidad y la posición;
la teoría cuántica tiene que tenerse en cuenta para estos casos. La exploración de estas
dos limitaciones definen las siguientes dos etapas de nuestro ascenso a la Montaña Movi-
miento.

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Cuando empezamos nuestra aventura, durante nuestra exploración de la física galilea-
na, una vez que habíamos definido los conceptos básicos de velocidad, espacio y tiempo,
fijamos nuestra atención en la gravedad. La invariabilidad de la velocidad de la luz nos
ha forzado a cambiar estos conceptos básicos. Volvamos ahora al estudio de la gravedad
a la luz de esta invariabilidad.

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264 ii rel atividad especial

Biblio grafía

139 Aristóteles, Sobre los sentidos y lo sensible, sección 1, parte 1, 350 bce. Citado en Jean-
Paul D umont, Les écoles présocratiques, Folio Essais, Gallimard, p. 157, 1991. Citado en
la página 192.
140 La historia de la medida de la velocidad de la luz se puede encontrar en el capítulo 19 del
texto de Francis A. Jenkins & Harvey E. White, Fundamentals of Optics, McGraw-
Hill, New York, 1957. Citado en la página 193.
141 Sobre la manera de realizar tales medidas, ver Sydney G. Brewer, Do-it-yourself Astro-
nomy, Edinburgh University Press, 1988. El propio Kepler nunca midió las distancias de los
planetas al Sol, tan sólo los cocientes de distancias planetarias. El paralaje del Sol desde dos
puntos de la Tierra es casi 8,79 ′′ ; se midió por primera vez en el siglo dieciocho. Citado en
la página 194.

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142 Aristarcos, Sobre el tamaño y la distancia del Sol y la Luna, c. 280 bce, en Mi-
chael J. Crowe, Theories of the World From Antiquity to the Copernican Revolution,
Dover, 1990. Citado en la página 194.
143 J. Frercks, Creativity and technology in experimentation: Fizeau’s terrestrial determi-
nation of the speed of light, Centaurus 42, pp. 249–287, 2000. Véase también la bella
página web sobre reconstrucción de experimentos científicos históricos en http://www.
uni-oldenburg.de/histodid/forschung/nachbauten. Citado en la página 194.
144 La forma de tomar imágenes de pulsos de luz con una cámara fotográfica normal, sin elec-
trónica, se describe en M. A. D uguay & A. T. Mat tick, Ultrahigh speed photography
of picosecond light pulses and echoes, Applied Optics 10, pp. 2162–2170, 1971. La imagen de
la página 195 está tomada de allí. Citado en la página 194.
145 Puedes aprender las bases de la relatividad especial con la ayuda de la web, sin consultar
ningún libro, usando la dirección http://physics.syr.edu/research/relativity/RELATIVITY.
html como punto de partida. Esta página menciona la mayoría de los recursos disponibles
en la web en idioma inglés. Se pueden encontrar enlaces en otros idiomas usando motores
de búsqueda. Citado en la página 196.
146 Las observaciones de explosiones de rayos gamma muestran que la velocidad de la luz no
depende de la velocidad del emisor en una parte entre 1020 , como muestra K. Brecher,
Bulletin of the American Physical Society 45, 2000. Él asume que las dos caras del astro emiten
luz. La gran diferencia de velocidades y lo estrecho del pulso lleva a este resultado. Consúl-
tese también el artículo anterior K. Brecher, Is the speed of light independent of the
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source?, Physics Letters 39, pp. 1051–1054, Errata 1236, 1977. Medir la velocidad de la luz de
estrellas que se mueven rápidamente es otra manera. Algunos de estos experimentos no son
totalmente seguros. Hay una teoría de electrodinámica que compite con la relatividad, de-
bida a Ritz, que mantiene que la velocidad de la luz es c sólo cuando se mide con respecto
a la fuente; la luz de las estrellas, sin embargo, pasa a través de la atmósfera y su velocidad
podría reducirse a c.
El famoso experimento con luz emitida por piones rápidos en el CERN no puede ser sujeto
a esta crítica. Se describe en T. Alväger, J. M. Bailey, F. J. M. Farley, J. Kjellman
& I. Wallin, Test of the second postulate of relativity in the GeV region, Physics Letters
12, pp. 260–262, 1964. Véase también T. Alväger & al., Velocity of high-energy gamma
rays, Arkiv för Fysik 31, pp. 145–157, 1965.
Otro experimento preciso a velocidades extremas se describe en G. R. Kalbfleisch,
N. Bagget t, E. C. Fowler & J. Alspector, Experimental comparison of neutrino,
biblio grafía 265

anti-neutrino, and muon velocities, Physical Review Letters 43, pp. 1361–1364, 1979. Citado
en la página 197.
147 Véase por ejemplo C. Will, Theory and Experiment in Gravitational Physics, Revised edi-
tion, Cambridge University Press, 1993. Citado en las páginas 197 and 198.
148 B. E. S chaefer, Severe limits on variations of the speed of light with frequency, Physical
Review Letters 82, pp. 4964–4966, 21 June 1999. Citado en la página 197.
149 El nacimiento de la teoría moderna de la relatividad es el famoso artículo Albert Eins-
tein, Zur Elektrodynamik bewegter Körper, Annalen der Physik 17, pp. 891–921, 1905. Aún
merece la pena leerlo, y todo físico debería hacerlo. Lo mismo puede decirse del famoso
artículo, probablemente escrito tras oir la idea de Olinto De Pretto, Albert Einstein,
Ist die Trägheit eines Körpers von seinem Energieinhalt abhängig?, Annalen der Physik 18,
pp. 639–641, 1905. Véase también la revisión Albert Einstein, Über das Relativitäts-
prinzip und die aus demselben gezogenen Folgerungen, Jahrbuch der Radioaktivität und
Elektronik 4, pp. 411–462, 1907. Estos artículos están ahora disponibles en muchos idiomas.

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Una revisión posterior, no publicada, está disponible en edición facsimile y con traducción
al inglés Albert Einstein, Hanoch Gutfreund, ed., Einstein’s 1912 Manuscript on the
Theory of Relativity, George Braziller, 2004. Citado en las páginas 197, 199, and 238.
150 Albert Einstein, Mein Weltbild, editado por Carl Selig, Ullstein Verlag, 1998. Cita-
do en la página 198.
151 Jean van Bl adel, Relativity and Engineering, Springer, 1984. Citado en la página 198.
152 Albrecht Fölsing, Albert Einstein – eine Biographie, Suhrkamp p. 237, 1993. Citado en
las páginas 198 and 208.
153 R. J. Kennedy & E. M. Thorndike, Experimental establishment of the relativity of ti-
me, Physical Review 42, pp. 400–418, 1932. Véase también H. E. Ives & G. R. Stilwell,
An experimental study of the rate of a moving atomic clock, Journal of the Optical Society of
America 28, pp. 215–226, 1938, and 31, pp. 369–374, 1941. Para versiones modernas, de alta
precisión, véase C. Braxmeier, H. Müller, O. Pradl, J. Mlynek, A. Peters &
S. S chiller, New tests of relativity using a cryogenic optical resonator, Physical Review
Letters 88, p. 010401, 2002. Los últimos resultados están en P. Antonini, M. Okhap-
kin, E. G öklü & S. S chiller, Testing the constancy of the speed of light with rotating
cryogenic optical resonators, Physical Review A 71, p. 050101, 2005, o http://arxiv.org/abs/
gr-qc/0504109. Citado en la página 199.
154 Edwin F. Taylor & John A. Wheeler, Spacetime Physics – Introduction to Special
Relativity, segunda edición, Freeman, 1992. See also Nick M. J. Wo odhouse, Special
Relativity, Springer, 2003. Citado en las páginas 199 and 246.
Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

155 Wolf gang R indler, Relativity – Special, General and Cosmological, Oxford University
Press, 2001. Un hermoso libro por uno de los maestros del campo. Citado en las páginas
199 and 251.
156 El ralentamiento de la velocidad de la luz dentro de las estrellas se debe a la dispersión de
fotones por la matería estelar. En la bibliografía se encuentran estimaciones para el tiempo
de escape del Sol que varían entre 17 000 años y 50 millones de años. Citado en la página
199.
157 L. Vestergaard Hau, S. E. Harris, Z. D u t ton & C. H. Behro ozi, Light speed
reduction to 17 meters per second in an ultracold atomic gas, Nature 397, pp. 594–598, 1999.
Véase también Ref. 25. Citado en la página 199.
158 El método para explicar la relatividad especial dibujando unas pocas líneas en un papel se
debe a Hermann B ondi, Relativity and Common Sense: A New Approach to Einstein, Do-
266 ii rel atividad especial

ver, New York, 1980. Véase también Dierck-Ekkehard L iebscher, Relativitätstheorie


mit Zirkel und Lineal, Akademie-Verlag Berlin, 1991. Citado en la página 200.
159 Rod S. L akes, Experimental limits on the photon mass and cosmic vector potential, Phy-
sical Review Letters 80, pp. 1826–1829, 1998. La velocidad de la luz es independiente de la
frecuencia dentro de un factor de 6 ⋅ 10−21 , como muestran los estudios de rayos gamma de
B. E. S chaefer, Severe limits on variations of the speed of light with frequency, Physical
Review Letters 82, pp. 4964–4966, 1999. Citado en la página 202.
160 Se da un compendio de resultados experimentales en Yuan Z hong Z hang, Special Re-
lativity and its Experimental Foundations, World Scientific, 1998. Citado en las páginas 202,
207, 218, 232, 260, and 267.
161 R. W. McG owan & D. M. Giltner, New measurement of the relativistic Doppler shift
in neon, Physical Review Letters 70, pp. 251–254, 1993. Citado en la página 203.
162 El record actual para la sincronización de relojes parece ser 1 ps para dos relojes separados
por 3 km uno del otro. Véase A. Valencia, G. S carcelli & Y. Shih, Distant clock

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synchronization using entangled photon pairs, Applied Physics Letters 85, pp. 2655–2657,
2004, o http://arxiv.org/abs/quant-ph/0407204. Citado en la página 204.
163 J. Frenkel & T. Kontorowa, Über die Theorie der plastischen Verformung, Physikali-
sche Zeitschrift der Sowietunion 13, p. 1, 1938. F. C. Frank, On the equations of motion of
crystal dislocations, Proceedings of the Physical Society A 62, pp. 131–134, 1949. J. Eshelby,
Uniformly moving dislocations, Proceedings of the Physical Society A 62, pp. 307–314, 1949.
Véase también G. L eibfried & H. Dietze, Zeitschrift für Physik 126, p. 790, 1949. Se pue-
de encontrar una introducción general en A. Seeger & P. S chiller, Kinks in dislocation
lines and their effects in internal friction in crystals, Physical Acoustics 3A, W. P. Mason,
ed., Academic Press, 1966. Véanse también los libros de texto Frank R. N.Ñabarro,
Theory of Crystal Dislocations, Oxford University Press, 1967, o J. P. Hirth & J. Lothe,
Theory of Dislocations, McGraw Hill, 1968. Citado en la página 205.
164 Este bello gráfico está tomado de Z. G. T. Guiragossian, G. B. Rothbart,
M. R. Yearian, R. Gearhart & J. J. Murray, Relative velocity measurements
of electrons and gamma rays at 15 GeV, Physical Review Letters 34, pp. 335–338, 1975. No
citado.
165 Para encontrar más sobre los famosos crackpots, y sus ideas, envía un email a majordomo@
zikzak.net con el texto ‘subscribe psychoceramics’. Citado en la página 206.
166 La velocidad del neutrino es la misma que la de la luz con 9 dígitos decimales. Esto se explica
en L eo Stod olsky, The speed of light and the speed of neutrinos, Physics Letters B 201, Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

p. 353, 1988. Se ha publicado una observación de una pequeña masa para el neutrino en
el experimento del Super-Kamiokande japonés descrito en Y. Fukuda & al., Evidence
for oscillation of atmospheric neutrinos, Physical Review Letters 81, pp. 1562–1567, 1998.
Los resultados más recientes publicador por el Canadian Sudbury Neutrino Observatory,
están en Q.R. Ahmad & al., Direct evidence for neutrino flavor transformation from
neutral-current interactions in the Sudbury Neutrino Observatory, Physical Review Letters
89, p. 011301, 2002, y también confirman que los neutrinos tienen una masa no nula, en la
región de 1 eV. Citado en las páginas 206 and 1276.
167 B. Rothenstein & G. Eckstein, Lorentz transformations directly from the speed of
light, American Journal of Physics 63, p. 1150, 1995. Véase también los comentarios en E. Ka-
puścik, Comment on “Lorentz transformations directly from the speed of light,” by B. Rot-
henstein and G. Eckstein, American Journal of Physics 65, p. 1210, 1997. Citado en la página
207.
biblio grafía 267

168 Véanse, por ejemplo, las lecciones de Lorentz en 1922 en el Caltech, publicadas como
H. A. Lorentz, Problems of Modern Physics, editado por H. Bateman, Ginn and Com-
pany, página 99, 1927. Citado en la página 208.
169 A. A. Michelson & E. W. Morley, On the relative motion of the Earth and the lu-
miniferous ether, American Journal of Science (3rd series) 34, pp. 333–345, 1887. Michelson
publicó muchos otros artículos sobre el tema tras este. Citado en la página 208.
170 S. Stephan, P. Antonini & M. Okhapkin, A precision test of the isotropy of the
speed of light using rotating cryogenic resonators, http://arxiv.org/abs/physics/0510169. Ci-
tado en la página 208.
171 H. A. Lorentz, De relative beweging van de aarde en dem aether, Amst. Versl. 1, p. 74,
1892, y también H. A. Lorentz, Electromagnetic phenomena in a system moving with
any velocity smaller than that of light, Amst. Proc. 6, p. 809, 1904, o Amst. Versl. 12, p. 986,
1904. Citado en la página 211.
172 Una refutación general de tales propuestas se discute en S. R. Mainwaring &

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G. E. Stedman, Accelerated clock principles, Physical Review A 47, pp. 3611–3619,
1993. Los experimentos con muones en el CERN en 1968 mostraron que las aceleraciones de
hasta 1020 m/s2 no tienen efecto, como se explica en D. H. Perkins, Introduction to High
Energy Physics, Addison-Wesley, 1972, o en J. Bailey & al., Il Nuovo Cimento 9A, p. 369,
1972. Citado en la página 212.
173 W. R indler, General relativity before special relativity: an unconventional overview of
relativity theory, American Journal of Physics 62, pp. 887–893, 1994. Citado en la página
212.
174 Steven K. Bl au, Would a topology change allow Ms. Bright to travel backward in time?,
American Journal of Physics 66, pp. 179–185, 1998. Citado en la página 215.
175 Sobre la formulación ‘propia’ de la relatividad, véase por ejemplo D. Hestenes, Proper
particle mechanics, Journal of Mathematical Physics 15, pp. 1768–1777, 1974. Citado en la
página 215.
176 El sencillo experimento de montar un reloj muy preciso en un avión, dar una vuelta alrede-
dor de la Tierra y compararlo con un reloj idéntico dejado en tierra se realizó por primera
vez en J. C. Hafele & R. E. Keating, Around-the-world atomic clocks: predicted re-
lativistic time gains, Science 177, pp. 166–167, y Around-the-world atomic clocks: observed
relativistic time gains, pp. 168–170, 14 July 1972. Véase también Ref. 160. Citado en la página
216.
177 Una introducción fácil de leer al cambio del tiempo con el observador, y a la relatividad
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general, es Roman U. Sexl & Herbert Kurt S chmidt, Raum-Zeit-Relativität, 2.


Auflage, Vieweg & Sohn, Braunschweig, 1991. Citado en la página 216.
178 El resultado más famoso es que los muones en movimiento permanecen más jóvenes, como
se muestra por ejemplo en D. H. Frisch & J. B. Smith, Measurement of the relativistic
time dilation using µ-mesons, American Journal of Physics 31, pp. 342–355, 1963. Para un tra-
tamiento pedagógico de la paradoja de los gemelos, véase E. Sheld on, Relativistic twins
or sextuplets?, European Journal of Physics 24, pp. 91–99, 2003. Citado en la página 216.
179 Paul J.Ñahin, Time Machines – Time Travel in Physics, Metaphysics and Science Fiction,
Springer Verlag y AIP Press, segunda edición, 1999. Citado en la página 217.
180 El primer experimento con muones fue B. Rossi & D. B. Hall, Variation of the rate of
decay of mesotrons with momentum, Physical Review 59, pp. 223–228, 1941. ‘Mesotron’ es
el antiguo nombre para el muon. Citado en la página 217.
268 ii rel atividad especial

181 A. Harvey & E. S chucking, A small puzzle from 1905, Physics Today, pp. 34–36, March
2005. Citado en la página 218.
182 W. R indler, Length contraction paradox, American Journal of Physics 29, pp. 365–366,
1961. Para una variante sin gravedad, véase R. Shaw, Length contraction paradox, Ameri-
can Journal of Physics 30, p. 72, 1962. Citado en la página 219.
183 van L intel & C. Gruber, The rod and hole paradox re-examined, European Journal
of Physics 26, pp. 19–23, 2005. Citado en la página 220.
184 Esta situación se discute en G. P. Sastry, Is length contraction paradoxical?, American
Journal of Physics 55, 1987, pp. 943–946. Este artículo también contiene una extensa lista de
bibliografía que cubre variaciones de la paradoja de la contracción longitudinal. Citado en
la página 220.
185 S. P. B oughn, The case of the identically accelerated twins, American Journal of Physics
57, pp. 791–793, 1989. Citado en las páginas 220 and 224.
186 J. M. Supplee, Relativistic buoyancy, American Journal of Physics 57 1, pp. 75–77, January

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1989. Véase también G. E. A. Matsas, Relativistic Arquimedes law for fast moving bo-
dies and the general-relativistic resolution of the ‘submarine paradox’, Physical Review D
68, p. 027701, 2003, o http://arxiv.org/abs/gr-qc/0305106. Citado en la página 220.
187 La distinción se publicó por primera vez en J. Terrell, Invisibility of Lorentz contraction,
Physical Review 116, pp. 1041–1045, 1959, y R. Penrose, The apparent shape of a relativis-
tically moving sphere, Proceedings of the Cambridge Philosophical Society 55, pp. 137–139,
1959. Citado en la página 221.
188 G. R. Rybicki, Speed limit on walking, American Journal of Physics 59, pp. 368–369, 1991.
Citado en la página 225.
189 Los primeros ejemplos de tales observaciones astronómicas se encuentran en A.R. Whit-
ney & al., Quasars revisited: rapid time variations observed via very-long-baseline interfe-
rometry, Science 173, pp. 225–230, 1971, y en M.H. Cohen & al., The small-scale struc-
ture of radio galaxies and quasi-stellar sources at 3.8 centimetres, Astrophysical Journal
170, pp. 207–217, 1971. Véase también T. J. Pearson, S. C. Unwin, M. H. Cohen,
R. P. L infield, A. C. S. R eadhead, G. A. Seielstad, R. S. Simon & R. C. Wal-
ker, Superluminal expansion of quasar 3C 273, Nature 290, pp. 365–368, 1981. Se da una
panorámica en J. A. Z ensus & T. J. Pearson, editores, Superluminal radio sources, Cam-
bridge University Press, 1987. Otra medida, que utiliza interferometría de radioondas con
línea de base muy larga, se muestra en la portada de Nature: I. F. Mirabel & L. F. Rodri-
guez, A superluminal source in the galaxy, Nature 371, pp. 46–48, 1994. Se da un ejemplo
más reciente en Science News 152, p. 357, 6 December 1997. Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

Se encuentra una explicación pedagógica en D. C. Gabuzda, The use of quasars in


teaching introductory special relativity, American Journal of Physics 55, pp. 214–215, 1987, y
en Edwin F. Taylor & John A. Wheeler, Spacetime Physics – Introduction to Special
Relativity, second edition, Freeman, 1992, páginas 89-92. Este excelente libro ya fue mencio-
nado en el texto. Citado en la página 227.
190 O. M. Bil aniuk & E. C. Sudarshan, Particles beyond the light barrier, Physics Today
22, pp. 43–51, 1969, y O. M. P. Bil anuk, V. K. Deshpande & E. C. G. Sudarshan,
‘Meta’ relativity, American Journal of Physics 30, pp. 718–723, 1962. Véase también E. R e-
cami, editor, Tachyons, Monopoles and Related Topics, North-Holland, Amsterdam, 1978.
Citado en la página 228.
191 J. P. Costell a, B. H. J. McKell ar, A. A. R awlinson & G. J. Stephenson, The
Thomas rotation, American Journal of Physics 69, pp. 837–847, 2001. Citado en la página
228.
biblio grafía 269

192 Véase por ejemplo S. S. Costa & G. E. A. Matsas, Temperature and relativity, preprint
disponible en http://arxiv.org/abs/gr-qc/9505045. Citado en la página 229.
193 R. C. Tolman & G. N. L ewis, The principle of relativity and non-Newtonian mechanics,
Philosophical Magazine 18, pp. 510–523, 1909, y R. C. Tolman, Non-Newtonian mecha-
nics: the mass of a moving body, Philosophical Magazine 23, pp. 375–380, 1912. Citado en la
página 230.
194 S. R ainville, J.K. Thompson, E.G. Myers, J.M. Brown, M.S. Dewey, E.G.
Kessler, R.D. Deslattes, H.G. B örner, M. Jentschel, P. Mu tti & D.E. Prit-
chard, World year of physics: a direct test of E = mc 2 , Nature 438, pp. 1096–1097, 2005.
Citado en la página 234.
195 Esta información se debe a una comunicación privada de Frank DiFilippo; parte de la histo-
ria está en F. DiFilippo, V.Ñatarajan, K. R. B oyce & D. E. Pritchard, Accurate
atomic masses for fundamental metrology, Physical Review Letters 73, pp. 1481–1484, 1994.
Estas medidas fueron realizadas con trampas de Penning; se da una revisión de las posi-

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bilidades que ofrecen en R. C. Thompson, Precision measurement aspects of ion traps,
Measurement Science and Technology 1, pp. 93–105, 1990. Los experimentos más importan-
tes en el campo de la levitación de partículas individuales merecieron un Premio Nobel en
1989. Una de las charlas del Premio Nobel se puede encontrar en W. Paul, Electromagne-
tic traps for neutral and charged particles, Reviews of Modern Physics 62, pp. 531–540, 1990.
Citado en la página 234.
196 J. L. Synge, Relativity: The Special Theory, North-Holland, 1956, pp. 208–213. Se pue-
de encontrar más sobre antipartículas en relatividad especial en J. P. Costell a,
B. H. J. McKell ar & A. A. R awlinson, Classical antiparticles, American Journal
of Physics 65, pp. 835–841, 1997. Véase también Ref. 211. Citado en la página 236.
197 A. Papapetrou, Drehimpuls- und Schwerpunktsatz in der relativistischen Mechanik,
Praktika Acad. Athenes 14, p. 540, 1939, y A. Papapetrou, Drehimpuls- und Schwer-
punktsatz in der Diracschen Theorie, Praktika Acad. Athenes 15, p. 404, 1940. Véase también
M. H. L. Pryce, The mass-centre in the restricted theory of relativity and its connexion
with the quantum theory of elementary particles, Proceedings of the Royal Society in London,
A 195, pp. 62–81, 1948. Citado en la página 237.
198 Las referencias anteriores al E = mc 2 de Einstein son: Tolver Preston, Physics of the Et-
her, E. & F.N. Spon, 1875, J. H. Poincaré, La théorie de Lorentz et le principe de réaction,
Archives néerlandaises des sciences exactes et naturelles 5, pp. 252–278, 1900, O. De Pret-
to, Ipotesi dell’etere nella vita dell’universo, Reale Istituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007
tomo LXIII, parte 2, pp. 439–500, Febbraio 1904, F. Hasenöhrl, Berichte der Wiener Aka-
demie 113, p. 1039, 1904, F. Hasenöhrl, Zur Theorie der Strahlung in bewegten Körpern,
Annalen der Physik 15, pp. 344–370, 1904, F. Hasenöhrl, Zur Theorie der Strahlung in
bewegten Körpern – Berichtigung, Annalen der Physik 16, pp. 589–592, 1905. Hasenöhrl mu-
rió en 1915, De Pretto en 1921. Todos estos artículos se publicaron antes del famoso artículo
Albert Einstein, Ist die Trägheit eines Körpers von seinem Energieinhalt abhängig?,
Annalen der Physik 18, pp. 639–641, 1905. Citado en la página 239.
199 Una joya entre los libros de texto sobre relatividad especial es Ulrich E. S chröder,
Spezielle Relativitätstheorie, Verlag Harri Deutsch, Thun, 1981. Citado en las páginas 241
and 244.
200 Un artículo fácil de leer que muestra una fotocopia de una carta de Einstein en la que apunta
esto es L ev B. Okun, The concept of mass, Physics Today, pp. 31–36, June 1989. El tema no
está exento de controversia, como muestran las cartas de los lectores que siguen al artículo;
270 ii rel atividad especial

se encuentran en Physics Today, pp. 13–14 and pp. 115–117, May 1990. El tema continua siendo
fuente de debate. Citado en la página 243.
201 Christian Møller, The Theory of Relativity, Clarendon Press, 1952, 1972. Este texto
clásico ha sido traducido a varios idiomas. Citado en la página 244.
202 P. Ehrenfest, Gleichförmige Rotation starrer Körper und Relativitätstheorie, Physikalis-
che Zeitschrift 10, pp. 918–928, 1909. Ehrenfest (incorrectamente) sugirió que esto significa-
ba que la relatividad no podía ser correcta. Un resumen moderno de este tema se encuentra
en M. L. Ruggiero, The relative space: space measurements on a rotating platform, http://
arxiv.org/abs/gr-qc/0309020. Citado en la página 245.
203 R. J. Low, When moving clocks run fast, European Journal of Physics 16, pp. 228–229, 1995.
Citado en la página 250.
204 G. Stephenson & C. W. Kilmister, Special Relativity for Physicists, Longmans, Lon-
don, 1965. Véase también W. N. Mat thews, Relativistic velocity and acceleration transfor-
mations from thought experiments, American Journal of Physics 73, pp. 45–51, 2005. Citado

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en la página 252.
205 La imposibilidad de definir sistemas de coordenadas rígidos para observadores que
aceleran de forma no uniforme se discute en Charles Misner, Kip Thorne &
John A. Wheeler, Gravitation, Freeman, p. 168, 1973. Citado en la página 253.
206 E. A. Deslo ge & R. J. Philpot t, Uniformly accelerated reference frames in special
relativity, American Journal of Physics 55, pp. 252–261, 1987. Citado en la página 253.
207 R. H. G o od, Uniformly accelerated reference frame and twin paradox, American Journal
of Physics 50, pp. 232–238, 1982. Citado en las páginas 253, 254, and 258.
208 Dwayne Hamilton, The uniformly accelerated reference frame, American Journal of
Physics 46, pp. 83–89, 1978. Citado en la página 254.
209 La mejor (y más barata) colección de fórmulas matemática continúa siendo K. Rot t-
mann, Mathematische Formelsammlung, BI Hochschultaschenbücher, 1960. Citado en la
página 255.
210 C. G. Adler & R. W. Brehme, Relativistic solutions to a falling body in a uniform gra-
vitation field, American Journal of Physics 59, pp. 209–213, 1991. Citado en la página 255.
211 Véase por ejemplo las excelentes notas de clase de D. J. R aymond, A radically modern
approach to freshman physics, en la página web http://www.physics.nmt.edu/~raymond/
teaching.html. Citado en las páginas 255 and 269.
212 L. Mishra, The relativistic acceleration addition theorem, Classical and Quantum Gravity
11, pp. L97–L102, 1994. Citado en la página 256. Copyright © Christoph Schiller November 1997–December 2007

213 Edward A. Deslo ge, The gravitational red-shift in a uniform field, American Journal
of Physics 58, pp. 856–858, 1990. Citado en la página 258.
214 Uno de los últimos de estos controvertidos experimentos es T. P. Krisher, L. Maleki,
G. F. Lu tes, L. E. Primas, R. T. Lo gan, J. D. Anderson & C. M. Will, Test of the
isotropy of the one-way speed of light using hydrogen-maser frequency standards, Physical
Review D 42, pp. 731–734, 1990. Citado en la página 260.
215 Edwin F. Taylor & A. P. French, Limitation on proper length in special relativity,
American Journal of Physics 51, pp. 889–893, 1983. Citado en la página 261.

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